yo soy
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YO SOYhttp://mariamcontigo.blogspot.com
“Todos necesitamos la gracia, el amor,
y la misericordia de
Dios – todos."
Tener la gracia, el amor, y la misericordia de Dios se
traduce e implica tener a Dios en nuestra alma,
nuestro corazón y en todo nuestro ser. Ese Dios que
por medio de su Santa Palabra nos dice “Yo Soy”
(ver Gn. 15, 7; Gn. 17, 1; Gn. 26, 24; Ex. 3, 6; Lev. 18, 1; Jn. 6, 35; Mt. 16, 15; etc.)
Yo Soy la Gracia… que nos da el don de
poder realizar las cosas en esta vida, nos da la vivencia
sacramental y nos da la santidad.
Yo Soy el Amor… que nos da la vida
humana, nos da además la bondad, la
paciencia y la comprensión entre
otras muchas cosas.
Yo Soy la Misericordia… que nos da la conciencia de que somos pecadores, más
aun nos da el entendimiento de que Dios es pleno e infinito amor. Aunque somos
pecadores Dios siempre nos ha de tratar con su infinito y tierno Amor.
Esto no es para que se quede en nuestro
interior. Por el contrario debe
reflejarse y actuarse (realizarse) en nuestro
exterior. Siendo Dios como es con nosotros así debemos ser con
todos los seres humanos.
De esta forma podemos decir: Yo soy agraciado(a)
O ¿Recibo la gracia y trato de darla a los demás? O por lo menos, ¿trato
que otros entiendan que de la misma forma que yo recibo la
gracia ellos pueden recibirla? Reconocer que recibimos la gracia
es el primer paso para poder entender y reconocer las demás realidades espirituales (Cielo [=
Presencia Beatísima de Dios], Salvación, Redención, Reino de Dios,
etc.). Tanto la Gracia como las demás realidades espirituales la
recibimos gracias al Amor y la Misericordia de Dios.
Yo soy amoroso(a)… O Dios es Amor (ver 1Jn. 4, 8).
Esto implica que para Dios no hay barreras que puedan limitar a amarnos como a sus hijos que somos por medio (o gracias a) Cristo Jesús. Debemos dar el
amor a los demás de la misma forma que Dios nos da su Amor.
De gratis como un don y una virtud que debo brindar a los
demás.
Poseer todas las cosas de este mundo (riquezas, inteligencia,
etc.) es posible (y fácil en algunas ocasiones) pero si nos falta el
amor de nada nos van a servir. El amor transformado o hecho acción es lo que llamamos la
caridad. La caridad es mucho más que dar limosnas. Dar
limosnas es solo una simplísima parte de lo que es la caridad (amor). Amar a Dios y a los
hermanos implica todo lo bueno y la bondad de esta vida y la futura (en el Cielo o la Presencia Infinita
y Beatifica de Dios).
Yo soy misericordioso(a)… O Cuando nos ofenden (engañan,
traicionan, etc.) es doloroso. Cuando decimos “yo perdono pero no olvido” no hay misericordia que pueda pasar la barrera del odio y del rencor en nosotros. Bajo estas
circunstancias; yo NO soy (ni seremos) misericordia. Pero de la
mismo forma que Dios es misericordioso conmigo cuando yo lo ofendo (lo engaño, lo traiciono,
etc.) yo debo brindar y dar misericordia a los demás. Por
medio de la misericordia, Dios nos perdona y se olvida de todo;
“borrón y cuenta nueva.”
Estas tres (Gracia, Amor y Misericordia) no se pueden
separar. Estas son indispensables para vivir en
santidad. O sea por ellas vivimos nuestro compromiso
cristiano. Este compromiso que recibimos desde el bautismos
que nuestros padres (y padrinos) asumieron (o no… solo Dios debe
juzgar eso). Pero ya desde adolescente (o pre-adolescente) es nuestra responsabilidad de
ser sacerdotes (sacerdocio común de los fieles / Ver 1Ped. 2,
9), reyes y profetas.
Nuestra función sacerdotal nos llama a ofrecer el sacrificio de
nuestra vida diaria (que debe ser reflejo del Sacrificio Mayor del Cuerpo y la Sangre de Cristo). Nuestra función profética nos llama a anunciar (el amor de
Dios, la justicia, la gracia de Dios etc.) y a denunciar (el odio de las personas, la injusticia, el pecado,
etc.). Nuestra función real nos llama a servir (Mt. 20, 28) a Dios y a los demás. Somos sacerdotes,
reyes y profetas porque por medio del Bautismo participamos de la
Triple Misión de Jesucristo (Sacerdote, Rey y Profeta).
Dios… Les Bendiga… Amén.
Mensajes Hermosos para Ti…
Dios nos dice: “Yo Soy”Daniel Caliz
Producción MariamContigo®
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