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XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO An#fona de entrada Cf. Sal 85, 3. 5 Piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día, porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. Monición de entrada Celebramos hoy el vigésimo segundo domingo del Tiempo Ordinario, donde resuena con fuerza la invitación de Cristo a tomar la propia cruz. Con mucha dificultad acogemos y vivimos desde la fe las pruebas de la vida. Cristo hoy nos invita a seguirlo y nos recuerda que el camino de la cruz conduce a la vida. Es precisamente en la cruz del Señor donde manifiesta la vida ofrecida para la salvación del mundo. Abrámonos con fe a este misterio de vida y de gracia. Invocaciones cuando se usa la tercera fórmula del acto penitencial Señor, Hijo del Dios vivo, que has venido a compartir nuestra condición humana y enseñarnos a amar: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Señor, Hijo del Dios vivo, elevado sobre la cruz por amor a los hombres y nos enseñas a negarnos a nosotros mismos: Cristo, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Señor, elevado a la gloria del Padre, que prometes la vida a cuantos la pierden por los demás: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Se dice Gloria. Oración colecta IOS todopoderoso, que posees toda perfección, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre y concédenos que, al crecer nuestra piedad, alimentes todo bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo. Monición a las lecturas La profesión de fe es fundamental en el seguimiento de Cristo. Seguirlo, tanto individual como comunitariamente, quiere decir abandonar el modo de razonar “según los hombres” y orientarse a un modo nuevo de ver la historia “según Dios”. La renuncia a uno mismo es, como escucharemos, el camino más seguro que nos lleva no solo a Dios, sino a la afirmación más auténNca del valor y de la dignidad del ser humano. Se dice Credo.

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Page 1: XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO · amar: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. — Señor, Hijo del Dios vivo, elevado sobre la cruz por amor a los hombres y nos enseñas a

 

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

An#fonadeentrada Cf.Sal85,3.5

Piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día, porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan.

Monicióndeentrada

Celebramos hoy el vigésimo segundo domingo del Tiempo Ordinario, donde resuena con fuerza lainvitación de Cristo a tomar la propia cruz. Con mucha dificultad acogemos y vivimos desde la fe laspruebasde lavida.Cristohoynos invitaaseguirloynosrecuerdaqueelcaminode lacruzconducea lavida.EsprecisamenteenlacruzdelSeñordondemanifiestalavidaofrecidaparalasalvacióndelmundo.Abrámonosconfeaestemisteriodevidaydegracia.

Invocacionescuandoseusalatercerafórmuladelactopenitencial

— Señor, Hijo del Dios vivo, que has venido a compartir nuestra condición humana y enseñarnos a amar: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

— Señor, Hijo del Dios vivo, elevado sobre la cruz por amor a los hombres y nos enseñas a negarnos a nosotros mismos: Cristo, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

— Señor, elevado a la gloria del Padre, que prometes la vida a cuantos la pierden por los demás: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

SediceGloria.

Oracióncolecta

IOS todopoderoso, que posees toda perfección, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre

y concédenos que, al crecer nuestra piedad, alimentes todo bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo.

Moniciónalaslecturas

La profesión de fe es fundamental en el seguimiento de Cristo. Seguirlo, tanto individual comocomunitariamente, quiere decir abandonar el modo de razonar “según los hombres” y orientarse a unmodonuevodeverlahistoria“segúnDios”.Larenunciaaunomismoes,comoescucharemos,elcaminomásseguroquenosllevanosoloaDios,sinoalaafirmaciónmásauténNcadelvalorydeladignidaddelserhumano.

SediceCredo.

Page 2: XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO · amar: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. — Señor, Hijo del Dios vivo, elevado sobre la cruz por amor a los hombres y nos enseñas a

Oracióndelosfieles

Sacerdote:

Imploremos, amados hermanos, al Dios demisericordia, para que nos enseñe a invocar su nombre conpalabrasdignasdeél.

Lector:

— Por nuestro Santo Padre el papa Francisco, por nuestro obispo JoséManuel y todos los obispos delmundo,porlossacerdotesydiáconosdeJesucristo,yportodoelpueblodeDios.RoguemosalSeñor.

— Por losgobernantesdenuestropaísydetodos lospueblos:paraquebajosugobiernotengamosunavidafelizypacíficaenjusNciaycaridad.RoguemosalSeñor.

— Porlosnavegantesylosqueemigran,porlosenfermosylosencarcelados,yportodoslosquesufren.RoguemosalSeñor.

— Pornuestrospadres. hermanos, amigos y conocidosquehanmuertoesperando la resurrección:paraqueelSeñorlesdéeldescansoeternoycontemplenlaluzdesurostro.RoguemosalSeñor.

— Poresta santaasamblea reunidaen la fe, lapiedadyel temordeDios,por losquehacenelbienennuestrascomunidades(parroquias)yporlosqueayudanalospobres.RoguemosalSeñor.

Sacerdote:

Muestra, Padre, tu bondad al pueblo que te suplica, para que reciba sin tardanza lo que te pide conhumildad.PorJesucristonuestroSeñor.Amén.

IntroducciónalPadrenuestro

InvitadosporelApóstolPabloatransformarnosrenovandonuestramenteparapoderdiscernirlavoluntadde Dios, invoquemos al Padre para que nos sea dado encontrar la paz en su santa voluntad. Digamosjuntos:Padrenuestro…

Oracióndespuésdelacomunión

ACIADOS de tu pan en la mesa del cielo, te pedimos, Señor que este alimento de la caridad fortalezca nuestros corazones y nos mueva a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

S

Orientacionesparalacelebración

• Seusanornamentosdecolorverde.• Sediceel“Gloria”yel“Credo”.• SeuNlizaunosdelosprefaciosdominicalesdelNempo

ordinario.SugerimoselPrefacioDominical,II• EnlaPlegariaEucarísNcasehaceelembolismodeldomingo.• Nosepermitenlasmisasdedifuntos,exceptolaMisa

Exequial.

XXII DOMINGO DEL T. ORDINARIO - 3 de septiembre de 2017