waldron, jeremy - el rol de los derechos en el razonamiento práctico

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1 1 EL ROL DE LOS DERECHOS EN EL RAZONAMIENTO PRÁCTICO: “DERECHOS” CONTRA “NECESIDADES” Jeremy Waldron 1. ¿Cuál es la relación entre el lenguaje de los derechos y el lenguaje de las necesidades? ¿Son lenguajes alternativos de modo tal que la elección de uno de ellos asciende a una afirmación política significativa? O, ¿se trata de lenguajes complementarios y, por ende es posible que hablemos del rol que juegan las necesidades en la formación de una adecuada teoría de los derechos? La primera de estas posiciones - enfrentar una elección genuina entre el lenguaje de los derechos y el lenguaje de las necesidades- ha sido propuesta por Mark Tushnet, miembro letrado de CLS 1 . En respuesta a una afirmación del juez Posner de que "el concepto de libertad en la Enmienda catorce no incluye un derecho a los servicios básicos" como la educación, la vivienda y la asistencia social 2 , Tushet escribió lo siguiente: "Uno puede sostener que el partido de la humanidad debería bregar por reformular la retórica de los derechos de modo tal que la descripción del juez Posner no sea más vista como natural y tal vez hasta sea vista como forzada. No pretendo tener un argumento contra ese pensamiento y no quiero debilitar los esfuerzos de mis compañeros orientados a crear una sociedad que garantice tanto los derechos positivos como los derechos negativos. Pero sí parece haber razones pragmáticas para pensar que actualmente lo mejor que podríamos hacer es abandonar la retórica de los derechos. Las personas necesitan alimentos y resguardo ahora mismo y, según me parece, contamos con mayores chances de tener éxito Profesor de Derecho, Columbia University. Este trabajo fue presentado en el Simposio “Ética en el Estado de Derecho -Problemas Actuales en la Teoría de los Derechos Individuales” celebrado el 9 de mayo de 1995 en la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella . La traducción fue realizada por Adriana Repun y corregida por Roberto Gargarella. 1 Nota del traductor: CLS es la sigla que el autor utiliza para hacer referencia al Movimiento de Estudios Críticos del Derecho (Critical Legal Studies) 2 Jackson v. City of Joliet, 715 F2d 1200, 1204 (7 th Cir. 1983)

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El Rol de Los Derechos en El Razonamiento Práctico

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11EL ROL DE LOS DERECHOS EN EL RAZONAMIENTO PRCTICO:DERECHOS CONTRA NECESIDADESJ eremy Waldron1.Cul es la relacin entre el lenguaje de los derechos y el lenguaje de las necesidades?Son lenguajes alternativos de modo tal que la eleccin de uno de ellos asciende a unaafirmacin poltica significativa? O, se trata de lenguajes complementarios y, por ende esposible que hablemos del rol que juegan las necesidades en la formacin de una adecuadateora de los derechos?La primera de estas posiciones - enfrentar una eleccin genuina entre el lenguaje delosderechosyellenguajedelasnecesidades-hasidopropuestaporMarkTushnet,miembroletradodeCLS1.EnrespuestaaunaafirmacindeljuezPosnerdeque"elconcepto de libertad en la Enmienda catorce no incluye un derecho a los servicios bsicos"como la educacin, la vivienda y la asistencia social2, Tushet escribi lo siguiente:"Uno puede sostener queel partido de la humanidad debera bregar por reformularla retrica de los derechos de modo tal que la descripcin del juez Posner no sea msvista como natural y talvez hasta sea vista como forzada. No pretendo tener unargumentocontraesepensamientoynoquierodebilitarlosesfuerzosdemiscompaeros orientados acrear una sociedad quegaranticetantolosderechospositivos como los derechos negativos. Pero s parecehaberrazonespragmticasparapensarqueactualmentelomejorquepodramoshaceresabandonar la retrica de los derechos. Las personas necesitan alimentos y resguardoahoramismoy,segnmeparece,contamosconmayoreschancesdetenerxito

Profesor de Derecho, Columbia University.Este trabajo fue presentado en el Simposiotica en el Estado de Derecho -Problemas Actuales en la Teorade los Derechos Individuales celebrado el 9 de mayo de 1995 en la Escuela de Derecho de la UniversidadTorcuato Di Tella .La traduccinfue realizada por Adriana Repun y corregida por Roberto Gargarella.1 Nota del traductor: CLS es lasigla que el autor utiliza para hacer referencia al Movimiento de EstudiosCrticos del Derecho (Critical Legal Studies)2 Jackson v. City of Joliet, 715 F2d 1200, 1204 (7th Cir. 1983)22exigiendoqueesasnecesidadesseansatisfechasquealegandoquelosderechosexistentes al alimento y al resguardo deben cumplirse.3"Este trabajo ser mayormente una exploracin porlas variadas razones que hay para noseguir la sugerencia de Tushnet.2. Entiendo que su idea no consiste en que los abogados de los pobres vayan a lostribunales federales armados slo con los reclamos sobre las necesidades de sus clientes.Seguramente Tushnet no piensa que esa estrategia seams adecuada para provocar unresultado en un litigio que una que exprese los reclamos del pobre en el lenguaje de losderechos constitucionales.Tal vez piensa que la ltima estrategia de todos modos fracasara tambin; tal vezsostenga que los activistas deberan evitar el litigio constitucional y perseguir a los reclamosde necesidad directamente en el foro poltico. No me opongo a ello ni a ningn ataque a losderechos calculado para revertir la prctica americana de utilizar a los tribunales y a losabogadosparaconfrontartemasquedeberansertratadosporlasinstitucionesrepresentativas ordinarias4.De todos modos, el hecho es que el lenguaje de los derechos se ha convertido en lamoneda corriente (o al menos en una moneda corriente) del debate poltico ordinario. ElmismoesutilizadodemodohabitualsinperjuiciodesielcriterioexpresadoenestostrminosdeberaserincorporadoenunaConstitucin,oserjusticiableatravsdetribunales facultados para derogar la legislacin.Lagenteutilizaellenguajedelosderechosparaexpresarsuvisinacercadeloqueconstituye una buena sociedad o su concepcin acerca del respeto que nos debemos unos aotros.Loempleaenlasconversaciones,enlasasambleas,engruposdepresin,enseminarios acadmicos, en deliberaciones democrticas de todo tipo. Quiz, como sostenan

3 Mark Tushnet, An Essay on Rights , Texas Law Review, 62 (1984), p. 1363, p. 1394 N2, pp. 1363-1394.4 Ver el excelente relato del impacto de esta prctica en William E. Forbath, "The Shaping of the AmericanLabor Movement", Harvard Law Review N102 (1989), pp. 1109-1256.33Mary Anne Glendon y otros, lo utiliza demasiado y de modo estridente5; pero el lenguaje delosderechoshadejadodeserunlenguajepropio(laamenaza)delosprocedimientoslegales.TalvezestoconstituyaslounainstanciadelaafirmacindeAlexisdeTocquevillesegnlacuallosciudadanosamericanossientenlaobligacindeapelarallenguajejurdicoparasusdebatespolticoscorrientes 6.Siesas,talapelacinsehamantenido y los modismos han tomado vida propia de manera tal que la moneda ha perdidoelbrillo jurdico que originalmente poda tener. Ahora el lenguaje de los derechos formapartedellenguajecorrientedelapoltica,loquenosignificaquedebanecesariamentepermanecercomotal,sinosloquesuspretendidasconnotacioneslitigiosasyanoconstituyenuna razn para abandonar los derechos.Enverdad,pareceunerrorconsideraralosdiscursosdederechos7comounainstanciadelaobservacinformuladaporTocqueville.Laafirmacinsegnlacualelderecho es hijo de la ley, entendido como una imputacin a la legitimidad de los derechosnaturales; de losderechos morales, o de los derechos humanos, no es quiz mayorque la polmica de J eremy Benthamen contra la Declaracin de los Derechos del HombreydelCiudadanorealizadaenFranciaen17898.Dentrodelasteorasdelosderechosnaturales del siglo diecisiete, el trmino era utilizado cada vez que uno quera llamar laatencin acerca de los deberes impuestos por Dios, la naturaleza, o la razn, en beneficio delos seres humanos9. Es cierto que los derechos fueron asociados con el derecho natural, demodo tal que el concepto permaneci como un concepto jurdico. Pero el derecho naturalsimplemente abarc las pautas ms fundamentales que la razn puede explicar: no existan

5 Ver Mary Anne Glendon, RightsTalk:TheimpoverishmentofPoliticalDiscourse (New York: Free Press,1991).6 Alexis de Tocqueville, Democracy in America, traduc. H. Reeve (New Rochelle, N.Y.: Arlington House, n.d.), Vol. 1, captulo XVI, p. 270: Casi ninguna pregunta surge en los Estados Unidos que tarde o tempranono se convierta entema de debate poltico; por eso todos los partidos estn obligados a prestarlas ideas, einclusoellenguajeusualenlosprocedimientosjudiciales,ensuscontroversiascotidianas.LawrenceFriedman expresa algo similarcuando observa que la vida en los modernos Estados Unidos se ha vuelto una"escuela de derecho enorme, difusa": Lawrence Friedman, "Law, Lawyers and Popular Culture", YaleLawJournal, 98 (1989), pp. 1579-1598, citado por Glendon, ut supra 5, p.3.7 Adapt esta frase del ttulo de Glendon, op.cit.8VerE.J eremyBentham,SupplyWithoutBurthen,enJ eremyWaldron(ed),NonsenseUponStilts:Bentham, Burke and Marx on the Rights of Man (London: Methuen, 1987), pp. 72-73: Qu derecho legal esel que conozco. S cmo se cre. ... El derecho es para m el hijo de las leyes: de diferentes manejos de lasleyes resultan diferentes tipos de derechos. Un derecho natural es un hijo que nunca tuvo padre.44principios bsicos que no fueranlegales en ese sentido. El punto es que el rol de losderechos en los orgenes de la teora moderna no nos deca nada acerca de la aptituddelostribunales para aplicarlosen sus sentencias. El remedio al que estaban ms asociados era elde larevolucin ms que el del litigio10. Cuandoel constitucionalismo se puso en boga afines del siglo dieciocho, el uso de los derechos para expresar lmites sobre las asambleaslegislativasfuemsuntemadeabogadosconstitucionalistasquetomabanprestadoellenguaje de la moralidad poltica que a la inversa.Tampocohuboalusionesparticularmentelitigiosasrespectoalaprominenciadeldiscurso de los derechos en la filosofa anglo americana. La explosin de libros y artculossobre los derechos, desdeprincipiosde1970,sedebeenbuenamedidaalesfuerzoporenunciar alternativas al utilitarismo como fundamento de la moralidad poltica. Siguiendo aJ ohn Rawls, los tericos recurrieron a los derechos como modo de expresar pautas moralesindividualmente orientadas, creyendo que slo los principios de esta clase tomanen seriolaseparacinentrelaspersonas11.Laideadederechosquesonmoralesenlugardelegalesplantepocadificultadparaestasdiscusiones.Lamayoraasumi-ycreoquecorrectamente-que Bentham se equivocabaal decir que los derechos no podan operarfuera de un contexto legal. El deber moral es un concepto razonablemente bien entendido.Es claro que el aparato analticoHohfeldiano puede ser usado para establecer una relacinlgica entre deber moral y derecho moral, del modo en que puede haberla entre deber legaly derecho legal12. Por lo tanto, los derechos pueden ser parte de una teora moralmenteestructurada, tan articulada como una teora de utilidad general. No dira que sta ha sidouna victoria fcil, que los utilitaristas no opusieron resistencia, o que hay un consenso entrelos tericos de los derechos acerca de cmo debera ser esta teora. Pero en todos estosdebateseltemahasidosiemprecmoexpresarnuestrasinquietudesmorales.Sonlos

9VerRichardTuck,NaturalRightsTheories:TheirOriginandDevelopment(Cambridge:CambridgeUniversity Press, 1979) para una explicacin de las diferentes formas que esto tom.10 Ver J ohn Locke, Two Treatrises of Government, P. Laslett (ed.) (Cambridge: Cambridge University Press,1988), II, Seccin 222 y ss..11 J ohn Rawls, A Theory of Justice (Harvard: Harvard University Press, 1971), p. 27.12VerH.L.A.Hart,"NaturalRights:BenthamandJ ohnStuartMill"ensucoleccinEssaysonBentham:JurisprudenceandPoliticalTheory (Oxford: Oxford University Press, 1982), pp. 79-90. Ver tambin CarlWellman, ATheoryofHumanRights:PersonsUnderLaws,Institutions,andMorals (New York: Rowmanand Allenheld, 1985), Cap. 5 y J eremy Waldron (ed.), TheoriesofRights (Oxford: Oxford University Press,1984), "Introduction", p.5.55derechoscartas de triunfo? Puede el utilitarismo indirecto sostener una teora de losderechos? Cul es la relacin entre derechos y justicia social? Pueden balancearse losderechos o es que ellos expresan restricciones agencialmente relativas? Pueden los grupostener derechos? Estas son preguntas sobre la estructura de la moralidad y tienenpoco onada que ver con el derecho constitucional.Hoyendaesnormalrecurrirallenguajedelosderechossiemprequeunoestpromoviendo u oponindose a un reclamo poltico. Tal vez haya lmites a los reclamos quese expresan de esta forma: tal vez los derechos estn limitados a reclamos individualistas, oa reclamos deontolgicos, o a reclamos asociados con la libertad. Estas son materias decontroversia. Son pocas las personas que piensan que los derechos individuales definen a lamoralidad13. Pero son menos an los que creen que el discurso de los derechos se limita alpleitoconstitucional.Entonces,lapreguntapromovidaporlacrticadeTushnetesprecisamente sta: debemos perseverar con el uso de este lenguaje en la discusin polticao debemos tratar dereemplazarlo -nuevamente, en nuestras discusiones crticas habituales-por el lenguaje de la necesidad?3. La pregunta asume que de algn modo el tipo de lenguaje que utiliza el poltico esmateria deeleccin. Es fcil para los tericos exagerar hasta qu puntoesta decisin estbajo nuestro control. Pero ella est, al menos, parcialmente bajo nuestro control: sin duda,podemos afectar la manera en que nos comunicamos. Por ejemplo, los seguidores del CLShanlogrado -incluso con ms xito que los estratregas poltico-republicanos- desacreditarel trmino liberal entre los hombres de derecho, y en buena medida lograron desacreditarcualquier simpata explcita hacia la herencia de la filosofa liberal. Algo similar ocurricon la idea de "derechos naturales, aunque las races de esa crtica son ms antiguas: nadieusa ahora esa frase excepto en un sentido despreciativo. No es inconcebible que elmismotrmino derechos siga el camino de los trminos derechos naturales yliberalismo, yquela crtica acadmica sostenida afecte de modo tal el lenguaje de los derechos que llevea que el mismo quede como propio de unpequeo grupo de filsofos que desafan las

13 Para un argumento excelente ,ver J oseph Raz, Right-Based Moralities, en Waldron, supra 12.66dificultadestcnicashabitualesparausarlafurtivaodefensivamente,afavordesusanticuadas teoras. Eso -al menos- es lo que Tushnet y otros estn esperando.4. Entonces, cul es el argumento contra el uso del trmino derechos?y de qumodo el uso del trmino necesidades mejorara la cuestin? La segunda pregunta es tanimportante como la primera. A menos que uno pretenda el declive del discurso polticoarticulado, la idea es la de reemplazar un discurso por otro sobre la base de que el nuevosirvemejoralospropsitosparaloscualesnoscomprometemosenlaconversacinpoltica.Al menos uno de los argumentos de Tushnet cae en este punto. Los derechos, diceTushnet, son imprecisos y esencialmente controvertidos. Nadie coincide en qu derechostenemos,einclusocuandosellegaacoincidencias-usualmenteatravsdeunaformulacin espectacularmente abstracta tal como Igual consideracin y respeto- nadiecoincide en sus contenidos14.Pero los reclamos sobre necesidades son tan o ms imprecisos que los reclamos dederechos.Eltrminonecesidadesusadodedosmanerasenelargumentopoltico.Aveces P necesita X es seguido de ...para Y, y otras veces la forma en que el trmino esusadonos exime de recurrir a tal complemento. Llamar al primero el sentido instrumentalde necesidad, y al segundo, el sentido categrico del trmino.Elsentidoinstrumentaldenecesidad-PnecesitaXparaY-esrelativamenteclaro: establece que X es una condicin necesaria para Y; y una vez que se comprueba queelloesas,eldebatepasaracentrarseobviamenteensiYconstituyeunobjetodepreocupacin poltica. La necesidad en este sentido es relativamente precisa, tan precisacomolaideadeinstrumentalidad.Detodosmodos,elcostoeseldeunacompletaimprecisinencuantoalaespecificacindeltrminoY.PuedodecirTomsnecesitaalimento para vivir, o Dick necesita un Weimar pfennig para completar su coleccin demonedas,oHarrynecesitapinturaensprayparagarabatearungraffitiracista.El

14 Tushnet, supra 3, p. 1375.77concepto de una cosa necesaria para otra o, ms generalmente, el concepto de condicinnecesaria, no pone lmites en tales usos15.Si nos referimos a su sentido categrico, encontramos que la palabra necesidad sepresentacomo un concepto mucho ms limitado. Decir P necesita X [punto] es deciralgocomo-ystoesunaformulacinaproximativa-Xesnecesariocomocondicinmnimaparaque Ptenga una vida tolerable. Llamo a sta una formulacin aproximativaporque lo mximo que hace es capturar el espritu de los diversosanlisisque, al respecto,fueron sugeridos en la literatura. Otras formulaciones pueden ser las siguientes: P sufrirun dao (grave) si no tiene X16, X es lo P querra si P eligiera libremente y sin estarafectadoporlafalsaconsciencia,17yPdebetenerXparasobrevivir,estarsano,yfuncionar adecuadamente.18. El concepto es evidentementecontrovertible. Ello no slo enrelacina anlisis diferentes como los mencionados, sino tambin a partir del modo en queentendemoslostrminosabstractospropiosdecadaunodetalesanlisis:soportable,humano,dao,grave,libremente,falsaconsciencia,saludable,funcionaradecuadamente, etc.Enocasionessesugierequedeberamosreducirelconceptodenecesidadaldesupervivencia,demodotaldehablardequealgoesnecesarioslosiunapersonasemorira sin dicha cosa. Pero esto sigue resultando ambiguo. Cmo debe ser la muerte ycuninminente?Culessonlossupuestosdedichaformulacinenrelacinconlospatronesdemortalidad?19.Detodosmodos,lostericosdelanecesidadsuelenasumir

15BrainBarrycree,piensoqueequivocadamente,queelsentidoinstrumentaldenecesidadeselnicosentido. Dice: Siempre que alguien dice X es necesario siempre tiene sentido (aunque resulte pedante enalgunos contextos) preguntar con qu propsito es necesario. De esto l concluye que los filsofos polticosno deberan preocuparse particularmente por el concepto de necesidad como tal, para es ...un derivado y lasnicas preguntas interesantes surgen en relacin a los fines. Ver Brian Barry,PoliticalArgument (London:Routledge, 1965), pp.48-9.16 David Miller, Social Justice (Oxford: Clarendon Press, 1976), p.130. Ver tambin David Wiggins, Claimsif Need, en Ted Honderich (ed.), Morality and Objectivity (London: Routledge, 1985), pp. 153-159.17 Herbert Marcuse, One Dimensional Man (London, 1968), pp.21-23.18 J ames Griffin, Well-Being: Its Meaning, Measurement and Moral Importance (Oxford: Clarendon Press,1986), p. 42.19 Como Amartya Sen seala: Es sabido que las personas pueden sobrevivir con una nutricin increblementeescasa, y parece haber una acumulativa mejora de la expectativa de vida a medida que los lmites dietarios sonaumentados. En efecto, la opulencia fsica parece seguir aumentando con la nutricin en una amplia extensin;americanos, europeos y japoneses han aumentado mesurablemente en estatura a medida que sus dietascontinuaron mejorando. Hay dificultad en dibujar una lnea en algn lado, y los llamados requerimientos88unnimementequetalconceptoresultaraunconceptomsbienpobre.Queremosunafilosofaacercadelasnecesidadeshumanasynosloacercadelasnecesidadesbiolgicas20.Ciertamente,ningunateoraminimalistadeesetipopodrarealizarunacontribucin como la que ha hecho elderecho dentro deldebate poltico, llamando nuestraatencinfrentealasamenazasqueseciernensobreladignidaddelapersona,lasconvicciones religiosas,la libre expresin,la participacin cultural y poltica, etc.Porconsiguiente,Tushnetestsoandosipiensaquelosdiscursossobrelasnecesidades podran serms precisos que los discursos de derechos. El objetivo de estaobservacin no es el de desacreditar el concepto de necesidades (o el concepto de derechos,para el caso). Los conceptos polticos simplemente son indeterminados y controvertibles:esosesiguedelhechodequesonunarespuestadialcticapropiadeunacomunidadpluralista de pensadores que reflexionasobrela complejidad de la vida humana y susproblemas.Latareaesentenderytomarventajadetodoeso,noembarcarseeninvestigaciones intiles destinadas a alcanzar una plena determinacin definicional21.5.Talvezeldiscursosobrelasnecesidadesnoseamsprecisoqueeldelosderechos pero no es, polticamente, un discurso ms comprometedor? Esto tambin parececierto.Primero, un punto analtico. Reconocer que P tiene derecho a X es reconocer quealguien tiene el deber o la responsabilidadde asegurarle dicho derecho. Eso eslo quesignifica decir que P tiene un derecho. Nada semejante ocurre en relacin con ellenguajede las necesidades.Como seala David Wiggins, no existe ninguna contradiccin cuandoalguien dice, Este paciente necesita una transfusin de sangre, pero no debe recibir una22.

nutricionales mnimos tienen una arbitrariedad inherente que va bien ms all de las variaciones entre gruposy regiones. Ver Sen, Poverty and Famines, p. 12.20 Cf. Lear: O, reason not the need! Our basest beggars/ Are in the poorest thing superfluous./Allow notnature more than nature needs, / Mans life is cheap and beasts.- William Shakespeare, King Lear, II. 4.21 Las discusiones de los Estudios Crticos del Derecho sobre estos temas muestran poca conciencia de laextensa literatura en la filosofa moderna y la teora poltica desmereciendo la indeterminacin conceptual.Ver: W.B. Gallie, Essentially Contested Concepts, Proceedings of the Aristotlean Society, 56 (1955-6);Alasdair Macintyre, The Essential Contestability of Some Social Concepts, Ethics, 84 (1973); Hanna Pitkin,Wittgenstein and Justice; W. E. Connolly, The Terms of Political Discourse(Oxford: Martin Robertson,1983); Ronald Dworkin, Laws Empire (Cambridge: Harvard University Press), pp. 31-113.22 Wiggins, supra 16,pp.188-9.99No quiero decir con esto que el lenguaje de la necesidad sea puramente descriptivo y quetengaunvalorneutralycarentedealusionesemotivas.Alcontrario,dicholenguajecombinasufuerzaevaluativaconsufuerzailocucionaria.Peronoesunlenguajeclaramente prescriptivo como lo es el discurso de derechos.Estohacemsdifcilencontraraalguienqueacepteunaafirmacinsobrelosderechosqueunaafirmacinsobrelasnecesidades,dadoquelaprimeracontieneuncompromiso implcito de actuar. De todos modos,la facilidad comparativa que existe paraque se acepten las afirmaciones sobre necesidades termina constituyendo una victoria vaca,porque uno todava tiene que lograr que se acte a partir de ella.En general, debemos recordar la famosa discusin entre LAbbe Guyot Desfontainesy el ministro de estado, el Conde Drgenson, quien cuestionaba al primero a partir de unapiezapeligrosamentesatricaqueaqulhabaescrito.Escriboparasubsistir,protesteltriste autor, Il faut que je vive! Je nen vois pas la necessite, respondi al ministro. Laexperienciapropiadenuestrosiglotambinnosmuestraquelasautoridades(olassociedades) no se sienten unidas para la accin a partir de quedescubrenque alguiennecesita algo, incluso para sobrevivir. Aquellos que se queden conel reclamo elemental dequeunomerecevivirsimplementeporqueeshumanodebendescubrir,enpalabrasdeMichael Ignatieff, que este reclamo, muchas veces, es el ms dbil y no el ms fuerte deentre los reclamos que las personaspueden hacerse unas a otras23.Todo esto es relevante para la proposicin de Tushnet. Patricia Williams observaqueafirmaciones como lasde Tushnetacerca de la mayor utilidad que tendra el discursode las necesidades sobre eldiscurso de derechos no advierte que la comunidad negra haestadodescribiendosusnecesidadesdurantemuchasgeneraciones.Noadviertenlaexistencia de unalarga historia de normas dictadas encontra de las necesidades que lospropios afroamericanos manifestaban.

23 Michael Ignatieff, The Needs ofStrangers (London: Chatto and Windus, 1984), p. 51. Ver tambin HannahArendt, The Origins of Totalitarianism,second edition (New York: Meridian Books, 1958),p. 299: El mundo no encontr nada sagrado en la abstracta desnudez del ser humano. (Debo sealar, detodos modos, que el contexto de la observacin deArendt es un ataque tambin a la idea de derechos basadossimplemente en la naturaleza biolgica humana).1010"Para los afroamericanos, la descripcin de su necesidad ha constitudo un triste fracaso poltico. Slo les haservidocomologroliterario.Lahistoriadenuestrasnecesidadeses,porcierto,losuficientementeconmovedora como para convocar a la poesa, a la oratoria, el entretenimiento pico, pero nunca hasidotratada por las instituciones de los blancos como una afirmacin acerca de una prioridad poltica...Algunosde nuestros mejores polticos han sido obligados a convertirse en pastores o cantantes de blues. Incluso lasdescripciones de losblancosacerca de la tristezatienden a dejar de lado el hambre cotidiano y el dolor. Yquin va a legislar contra la depresin? Yparticularmente contra la depresin negra, tan rica y sonoramenteespiritual yproductiva."24Paralosafroamericanos,diceella,labatallanoesladedesmantelarderechos,enunmundosinderechos;tampococonstruirdeclaracionesdenecesidades,enunmundodenecesidadesaparentementeabundantes.Noesellujodeelegirdeentreunmendediscursos. Algunas necesidades evidentes son denegadas, algunos argumentos apremiantessobre derechos son rechazados. Estamos frente a una cuestin poltica, no semitica: no haypalabras mgicas que, con slo encontrarlas, haran todo lo que les pidiramos.6. Tal vez estamos mirando en el lugar equivocado al buscarlas ventajas propiasdeldiscursodenecesidades.Talvezlaventajanotengaqueverconlaclaridadolaefectividad,sinoconlamoralidad.Eldiscursodelasnecesidadestiendeahacerunacontribucinmscompasiva,msabierta,mssensible,menosindividualista,menosmasculina en favor de nuestra deliberacin prctica que la que puede hacer la retrica de losderechos.Esopuedeseras,perovalelapenaregistrarunaadvertenciainicial.Enmiexperiencia(noslolimitadaaCalifornia),ellenguajemodernodelasnecesidades-realmentenecesitoestoynoestsentendiendomisnecesidades-estanquejoso,individualista yencerrado en s mismo como el discurso de losderechos.Ciertamente,aqueltienedimensionesdeunnarcisismoconfesionalyteraputicodelquecareceellenguaje de los derechos, que es relativamente formal y pblico. Tal vez debiramos decirqueinicialmenteeldiscursodenecesidadessepresentacomomenosconfrontativoy

24 Patricia Williams, The Alchemy of Race and Rights: Diary of a Law Professor (Cambridge: HarvardUniversity Press, 1991), pp. 151-2.1111autointeresadoque otras formas de conversacin poltica. Pero, muyprontamente,eseatributo es explotado por sus usuarios paraintensificarsus reclamos.Hay una diferencia importante, de todos modos. Parece haber algo pasivo en losdiscursos de necesidades; una persona con necesidades se dirige a otros como potencialesbeneficiarios de su preocupacin y asistencia. Esto no constituye una verdad universal, porlaqueunotambinpuededecir,porejemplo,necesitoespacio;djenmesolo.Sinembargo,esverdaderoenlneasgenerales.Ellenguajedelosderechoshatenido,tradicionalmente,connotacionesdeindependenciayautosuficiencia.Elportadordeunderecho es visto como alguien que reinvidica su autonoma. Si hay un valor positivo al quese supone que los derechos responden, ese valor es el de permitirle a uno convertirse en unapersona con una vida por vivir en sus propios trminos. En contraste, la persona que tienenecesidades es una persona que rompe las barreras de su independencia y solicita la ayudade los dems. El discurso de necesidades es el lenguaje de los suplicantes. Aquellos quecuidan de sus propias necesidades encuentran otras formas de expresarse.De todos modos, debemos ser cuidadosos con estas formulaciones. Tal vezslo eldiscursode necesidades es pasivo y suplicante, y no la necesidad misma. Los humanos,como otros animales, son seres activos y en gran medida autosuficientes. Si necesitan algo,su tendencia natural es la de salir y tratar de obtenerlo en vez de sentarse a esperar porello.25Porestarazn,seguramentelafuerzanormativaprincipaldenecesidad(asumiendo que tiene una fuerza normativa) es para el propio necesitado: P necesita XimplicaquePdeberatratardeobtenerX.Elconceptoesslosecundariamentenormativoparaotros:QdeberatratardeobtenerXparaP.Porsupuesto,siPestcomprometidoconalgnmododeproduccincomunal,lasaccionescooperativascalculadas para satisfacer sus necesidades estn al mismo tiempo calculadas para satisfacerlasnecesidadesdeotros.Inclusoas,cooperarnoeslomismoqueconvertirseenunbeneficiariopasivodelaactividaddelosdems.Elconceptodenecesidadpermaneceactivo an cuando actuamos juntos 26.

25 Cf. G.E.M. Anscombe, Intention: The primitive sign of wanting is trying to get.26 He discutido el aspecto activo de la privacin en Homelessness and the Issue of Freedom,UCLA LawReview, 39 (1991), 295-324, esp. pp. 303-304 y 324.12127.Estaramalexpresarunadiferenciaputativaentrenecesidadesyderechosdiciendoquelasnecesidadesseconectanmsnaturalmentequelosderechosconlasresponsabilidades interpersonales. Los derechos sonnecesariamente correlativos a(los)deberes: incluso la persona que dice tener derecho a estar sola supone la existencia de unaresponsabilidad correlativa en los dems.Adems, el discurso de los derechos est asociado con las teoras morales y con losesquemas de proteccin legal en los que los derechos y los deberes son tanto recprocoscomocorrelativos.Lapersonaquedicetenerunderecho,yporendequelosdemsleadeudan un deber, usualmente hace eso en trminos que son universalizables, es decir, entrminos que indican quelos que cargan con tales deberes tienen un derecho similar. Deeste modo, los derechos de P no slo son correlativos a las responsabilidades de Q sino queesas responsabilidades son correspondidas por deberes similares que P debe a Q. Sealanteriormente (al comienzo de la seccin 5) que hay una conexin conceptual ms estrechaentre derechos y deberes que la que hay entre necesidades y deberes. Esto se aplica a larelacindecorrelatividad;ytambinencuantolossistemasdederechoshansidopensados ms cuidadosamente que los sistemas de necesidades 27-se aplica a la relacin dereciprocidad.NadiehahechoparaeldiscursodenecesidadesloqueKanthizoporlosderechos en su Metaphysical Elements of Justice o a travs de su imagen del reino de losfines28.8. Si es que existe una diferencia entre deberes y necesidades, ella tiene que ver conlos tipos de responsabilidades que son reconocidas. Los deberes correlativos aderechosestn pensados como deberes de no interferencia, deberes negativos, deberes de omisin, enlugar de deberes de accin positiva. Si el derecho de fondo en esta tradicin es la libertad, la

27 Para el sistema de necesidades debemos consultar los comentarios de G.W.F. Hegel sobre el mercado enElementsofthePhilosophyofRight, traducida por Allen Wood (Cambridge University Press, 1991), parag.189-208, o los comentarios aislados de Karl Marx enCritica al Programa de Gotha yen otros lados.28ImmanuelKant,MetaphysicalElementsofJustice,traducidaporJ .Ladd(Indianapolis:Bobbs-Merrill,1965). Para el reino de los fines ver Kant, GroundworktotheMetaphysicsofMorals, traducida por H. J .Patonsub.Nom.TheMoralLaw(London:Hutchinson,1948),captuloII,pp.100-103.Vertambinlaexcelente discusin de Martha Minow en Making all the Difference: Inclusion, Exclusion and American Law(Ithaca: Cornell University Press, 1990), p. 277 y sgts.1313responsabilidad correspondiente es la de respetar los lmites interpersonales y abstenerse detraspasarlos 29. Mary Ann Glendon cita a Marx en este respecto: los deberes correlativos alos derechos consagran al que ejercitael derecho como un mnada aislado...retirado en smismo...unindividuocerradosobresuspropiosinteresesydeseosyseparadodelacomunidad. 30Una forma de presentar lo anterior es afirmando que la responsabilidad correlativa ala idea abstracta de derechos es el deberdeocuparsedelospropiosasuntos. Esta es unaformulacin importante porque indica la posibilidad de congruenciaentre los derechos queuna persona supuestamente tiene y las responsabilidades que tiene frente alosderechossimilares de los dems. He hablado hasta ahora de correlatividad y de reciprocidad: misderechos son correlativos a sus deberes; y sus deberes se corresponden con losdeberes queyo tengo hacia usted. La relacin de congruencia es ms sutil: la idea es que mis derechos ymis deberes son congruentes cuando cumpliendo con mis deberes promuevoel ejercicio demisderechos 31.Abstenindomedeinterferirconsusproyectos,puedodirigirtodamiatencin a mis propios proyectos, sin distraerme con preocupaciones moralistas acerca deaquello de lo que es usted capaz. Al no interferir con su proyecto,puedo ocuparme mejordel mo. Por esta razn, el requisito de no interferencia parece ser un requisito razonable. 32En cambio, habitualmente se cree que si la idea de necesidad genera algn tipo deresponsabilidad, tal responsabilidad es undeber de dar, deber de cumplir, deber de rescatar.En lugar de una responsabilidad de observar mis asuntos, los deberes generados por lasnecesidades requieren que me aparte de mi camino para ayudarlo a usted. Una necesidad se

29 Es fcil denigrar como forma de atomismo este asunto esencialmente liberal estableciendo lmites entre laspersonas.PatriciaWilliamsnosrecuerdaquetaldenigracinimprobablementeapeleaaquelloscuyaexperiencia histrica han sido generaciones de existencia en un mundo sin ningn lmite significativo - y sinlmite para los negros noha significado perspectivas libres de posibilidades sino el peso quebrantadorde laintrusin total -corporal y espiritual-. Ver Williams, supra 24, p. 164.30 Karl Marx, On the J ewish Question, en J eremy Waldron (ed.) Nonsense Upon Stilts: Bentham Burke andMarx on the Rights of Man (London: Methuen, 1987), pp. 146-147, citado por Glendon, supra 5, p. 47.31 La terminologa es ma, pero debo la idea a Loren Lomasky.32Detodosmodos,estacongruenciafracasarsiustedyyoestamoscomprometidosenunaluchaesencialmente competitiva: entonces no interferir con usted sera una forma de socavar ms que de promoverel ejercicio exitoso de mis derechos.1414vuelve normativamente relevante cuando una persona carece de algo que es necesario parala vida, la salud, el florecimiento personal, etc. Si P carece de algo que necesita y no lo pudeconseguir por s mismo, y si la palabranecesidad tiene alguna fuerza normativa, entoncesdebeserqueotrosdebenproverselo.Lasresponsabilidadesbasadasennecesidades,entonces, demuestran nuestra falta de autosuficiencia, la implicacin de nuestras vidas conla vida de los dems, nuestro estar a la merced del cuidado y la empata de los dems.Adems,losdeberesbasadosenlanecesidadsondeberes deacuparse,odesersensible hacia la posicin de los dems. En un momento dado, una persona tendr partepero no todo lo que necesita: el que responda apropiadamente a un deber de encargarse delas necesidades de los dems debe poder conocer las necesidades exactas del otro para asdeterminar la mejor manera de suministrarle lo que necesita. Con los derechos tradicionalesesdiferente.Cadaunodebeserdejadosolo.Debemosadoptarunapolticadenointervencin, determinada por los mismos lmites de la integridad interpersonal, respecto acada uno de los dems. No se requiere ninguna sensibilidad especial de parte de nadie.Finalmente, tenemos esta diferencia entre responsabilidades basadas en derechos yresponsabilidades basadas en necesidades, tal como tradicionalmenteson concebidas: entantolas primeras son deberes de omisin, ellas tienden a alentar un sentido de moralidadcomo un sistema que en gran medida est fuera de conflictosabsolutos. Dado que puedoomitir realizar un sinnmero de acciones en un mismo momento, los deberes de omisin noson idneos para generar conflictos morales: no voy a tener que elegir entre mi deber de notorturarymideberdenomatar.Losdeberesdeasistencia,encambio,puedengenerarconflictos: si el tiempo y los recursos son escasos, el deber de asistenciaque le debo a PpuedeentrarenconflictoconeldeberdeasistenciaqueledeboaQ.Dadoquelasresponsabilidades basadas en necesidades tienen caractersticas de este tipo, la moralidadque los comprenderesulta una moralidad ms comprometida, de aspectos menos absolutoso deontolgicos, que una moralidad tradicional basada en derechos. Los tericos aparecendivididos en relacin con la cuestin de si esto constituye una ventaja o una desventaja delcambio de derechos a necesidades.33

33 Para la discusin, ver J eremy Waldron, Rights in Conflict, Ethics99 (1989), pp. 503-519.15159. A lo largo de la seccin 8, he hablado de la maneraenquelosderechossonpercibidos tradicionalmente. Ellos tienden a ser vistos como relaciones morales que exaltanlalibertadenunsentidonegativo,yastiendenaserpensadoscomocorrelativosaresponsabilidadesdenointerferencia.Detodosmodos,noestclaroqueestaseaunapercepcincorrectadelosderechos,oqueellaseaunacaractersticanecesariadelosdiscursosdederechos(v.g.comoopuestoaunacaractersticacontingentedevariasenmiendas de la Constitucin de los Estados Unidosde 1787).Ante todo, en el derecho civil estamos perfectamente cmodos con la existencia dederechos correlativos a deberes deaccin positiva. Si hoy le entrego cincuenta dlares paraque me ayude a reparar mi techo maana, entonces tengo un derecho a que usted me ayudea reparar mi techo y usted tiene un deber positivo de hacerlo. Aqula responsabilidad es deaccin y asistencia, no de omisin. El crtico respondera que tales derechos se debenarelaciones contractuales especiales; y as es. Sealar la ausencia de algn deber general derescatar a otro, y de este modo, sealarla ausencia de algn derecho general a recibirasistencia de los dems en el derecho de daos y en otros mbitos34 . Por el momento, esono viene al caso. La pregunta es si hay algo en la forma de los derechos, en el discurso delos derechos, que lo inhabilita para expresar ideas sobre la asistencia que nos debemos unosa otros. Hay algo en la lgica o en las connotaciones de P tiene un derecho contra Q a______quedebadisuadirnosdecompletarelespacioconresponsabilidadesactivas,intervencionistas o de bienestar? Sugiero que no. El usodeldiscursodederechosenelmbitocontractualparaexpresardeberesdeaccinpositiva,ascomodeberesdenointerferencia, muestra que el lenguaje de los derechos como tal no excluye la expresin dereclamosdecosasquenosdebemosunosaotrosenlaformadecooperacinyayudamutua.Porotraparte,essimplementefalsoquelosderechostradicionalesestncorrelacionadosprincipalmentecondeberesdenointerferencia.Marxinsistienquemuchos de los derechos promulgados en las declaracionescontemporneassereferanaderechos polticos que son slo ejercitados en comunidad con otros hombres. Su contenido

34 Glendon da gran importancia a esto en el captulo 4 de RightsTalk, supra 5, The Missing Language ofResponsability.1616est formado por la participacin en la esencia comn, la esencia poltica, la esencia delestado 35. Estos eran los derechos de los ciudadanos: el derecho a votar, el de candidatearsepara puestos pblicos, el de tener funcionarios pblicos responsables, y el de llevar adelantediscursosyconversaciones que son constitutivas de la vida pblica. Ellos no puedenserrazonablementeconsideradoscomolosderechosdeunamnadaretiradadentrodesmisma,nipuedenlasresponsabilidadescorrespondientesserconsideradassimplementecomodeberesdenointerferencia.Enelcasodelderechoalvoto,porejemplo,laresponsabilidadcorrelativaconsisteenconstituirymantenermecanismosdedecisinpopularenlosquecadaindividuotendrigualvoto.Noessuficientepararespetarlalibertad de las personasmarcar una X en el nombre de sus polticos favoritos: respetar elderecho a votar significa salir del camino de uno de manera de darle un significado a esaaccinenelcontextodeunademocraciafloreciente.Cuandolostericosmodernosexploranlasresonanciasdelaciudadanacomounconceptoparaentenderlaigualdadpoltica y social, resulta claro que la idea de los derechos siempre fue asociada con eldeberpoltico compartido de proveer a cada individuo un espacio en la construccin de la vida encomn 36.Inclusoenelsiglodiecisiete,cuandoelconceptodederechosnoeraasociadoautomticamenteconlaciudadanademocrtica,yahabaunasensacindequelosderechos podan expresar responsabilidades positivas y sustantivas. J ames Tyrrell y J ohnLocke basaron la adquisicin de propiedad privada - tal vez el paradigma de los derechos,deacuerdoconlaconcepcintradicional-enunderechodefondoalasubsistenciaindividual fuera de los recursos naturales creados por Dios 37. Que Locke no haya sentido

35 Marx, supra 30 , p. 144.36 Ver T.H. Marshall, Citizenship and Social Class, Class, Citizenship and Social Development (New York:Doubleday,1964);RalfDahrendorf,TheModernSocialConflict:AnEssayonthePoliticsofLiberty(London:WeidenfeldandNicholson,1988),captulo2;DesmondKingyJ eremyWaldron,Citizenship,Social Citizenship and the Defense of Welfare Provision, British Lournal of Political Science, 18 (1988), pp.415-443.37 Ver J ames Tyrrell, PatriarchanonMonarcha (1681), citado en Thomas A. Horne,PropertyRights andPoverty: Political Argument in Britain, 1605-1834 (Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1990), p.43. J ohn Locke, supra 10, 1, seccin 86, pp. 204-205 y II, seccin 25, pp. 285-286.1717dificultad o turbacin al considerar esto como el derecho basado en la razn para un deberde ayuda mutua resultaevidente a partirdel siguiente pasaje:Pero sabemos que Dios no dej a un Hombre a la merced de otro, de modo tal de morir si el otro quiere: Dios,el Seor y Padre de todo, no dio a ninguno de sus Hijos esa Facultad, en su Porcin peculiar de las cosas deeste Mundo, pero dio a su Hermano necesitado un Derecho a los Sobrantes de sus Bienes; entonces no puedenserles negados justamente cuando sus necesidades ms apremiantes claman por ellos...Como la J usticia da acada Hombre unTtulo sobre el producto de su trabajo honesto, y la Adquisicin justa de sus Ancestros quedescendi hacia l; entonces la Caridad da a cada Hombre un Ttulo sobre la Abundancia de los dems, demodo tal de liberarlo de la necesidad extrema, donde no tengamedios para subsistir; ... 38Alegar que los derechos lockeanos eran meramente derechos de no interferencia es ignorarlos fundamentos (no slo los detalles menores) del pensamiento moderno primitivo. 3910. Los derechos, entonces, pueden ser usados para expresar demandas de asistenciay accin positiva. Es cierto, de todos modos, que hacen eso de una forma o con un esprituqueeldiscursodelasnecesidadesnopuedecaptar.Debemosconsiderarsirealmentequeremos abandonar ese espritu.

38 Ibid., 1, seccin 42, p. 170 (nfasis mio).39 Glendon afirma que Locke repudiaba la idea de persona humana como naturalmente situada dentro de yconstituidaatravsdelasrelacionesdecuidadoydependenciaGlendon,supra5.Perounfilsofoqueempieza su discusin de la sociedad civil con el siguiente pasaje:"Habiendo Dios hecho del Hombre semejante Criatura, que, en su propio J uicio, no era bueno que estuvierasolo, lo puso bajo duras Obligaciones de Necesidad, Conveniencia, e Inclinacin para dirigirlo a la Sociedad,como tambin lo equip con Entendimiento y Lenguaje para continuarlo y disfrutarlo. La primera sociedad fueentre hombre y Mujer, que dio comienzo a la sociedad entre Padres e Hijos;..."(Locke, supra 10, II, seccin77, pp. 318-319)Difcilmente pueda ser acusado de atomismo o de descuidar la interdependencia natural de los seres humanos.Locke no tuvo dificultad en usar el lenguaje de los derechos para describir las responsabilidades familiares.Los hijos, dijo, tienen un Derecho a ser alimentados y mantenidos por sus Padres ya que los hombres estnsujetos a obligaciones para preservar lo que han engendrado como as para protegerse a si mismos, entoncessusprogeniesadquierenunDerechosobrelosBienesqueellosposeen.(Ibid.,secciones88-9,p.207).[Incidentalmente,elpasajecitadoporGlendon-TwoTreatises,I,secciones57-58,p.182-establecesolamente el conocimiento de Locke acerca de que las acciones humanas no necesariamente coinciden con elderecho natural en este aspecto.]1818AnteriormentecitaWilliams,quiensostenaquelosreclamosdenecesidadespocas veces sirven para combatir la injusticia racial. Williams admiti que a veces las cosascambiancuandoesunapersonablancalaqueinnvocaesanecesidad:Lejosdelritmohipntico que se dice que los negros traen a su infortunio, las afirmaciones que las personasblancas hacen sobre las necesidades de las personasnegras adquieren de pronto la severaautoridad estadstica que los legisladores pueden escuchar y que los polticos oyen. 40Pero piensen en lo que esto implica. Los blancos que favorecen los derechosseconviertenenexpertosenlasnecesidadesdelosafroamericanosdemaneraqueesasnecesidades puedan ser representadas como una cuestin de autoridad serena y tecnocrtica.De esta manera, evitamos la tarea encolerizada e impredecible de los negros que utilizan supropia voz para hacer frente a la sociedad en la que viven. El discurso de los derechos de lagenteoprimidasuenamsnaturalcuandoprovienedesuspropioslabios,ysonardesconcertante a aquellos que piensan que es mejor o ms poltico mantener callados a losoprimidos. El discurso de las necesidades no tiene esa connotacin: suena igual de naturalen la boca de un observador ajeno a la necesidad en cuestin, como enlabocadeunapersona necesitada.Elvnculoentrenecesidadesyautoridad,objetividadyexperimentacin,esbienconocido por los filsofos. Lo primero que se les ensea a los estudiantes en este rea es ladistincin entre necesidades y deseos. Ellos aprenden que mientras nadie puede decirmeculessonmisdeseos(yaquelgicamentesoyunaautoridadacercademisdeseossubjetivos), el lenguaje de las necesidades es un lenguaje objetivo 41. Toda persona tienenecesidades al igual queun automvil: si no es revisado regularmente, si no se mantienensus componentes, y si no se loabastece con combustible, se descompone. Un mecnicopuede ser una autoridad en cuanto a las necesidades del automvil (ms de lo puede serlo su

40Williams, supra 24, p. 152.41 As David Miller, supra 16, p. 129.El punto es que desear es un estado psicolgico que est atribudo enbase a las confesiones de la personay asu comportamiento (utilizamos al comportamiento como un criterio cuando no podemos pedirle a la personadirectamente que nos diga qu desea o cuando creemos que la persona est siendo falsa). La necesidad, por elotro lado, no es un estado psicolgico, sino una condicin que se atribuye objetivamente a la persona que essu sujeto.1919dueo). De modo similar, un nutricionista, un cient'ifico social o un terapeuta pueden seruna autoridad en cuanto a las necesidades de un ser humano. Vimos anteriormente que elexperto en necesidades deber estarsensibilizado a los detalles de la persona que examinay lo mismo ocurre con el mecnico. El punto es que el experto no tiene que remitirse a loque dijo al respecto la misma persona necesitada; puedehacer todo lo que tiene que hacercomprendiendo cmo es que la persona funciona (o cmo es que esta persona funciona) ycul es la condicin propicia para el florecimiento humano. 42Losderechos,porelcontrario,sonreclamospresentadosnaturalmenteporsuportador.Pero no exclusivamente: hablamos de los derechos de los nios que no puedenhablarporsmismos,yAmnistaInternacionalprocuradefenderlosderechosdelosprisionerospolticosdetodoelmundo.43EsperamosqueporcadaFlorestanhayaunaLeonora. Pero hay algo especialmente apropiadoen el hecho de que una persona reclameporsuspropiosderechos.44Losderechossonlosreclamosqueunapersonapuedepresentar en su propio inters y en su propio nombre sin la vergenza moral comnmenteasociada con las afirmaciones que se realizan en el propio inters. A diferencia de lo queocurre con las necesidades, que no necesariamente estnpresentes en la conciencia, losderechossonesencialmentearticuladosyautoconscientes.Aunquenoesciertoqueunapersona tenga un derecho slo porque piense que lo tiene, igual se supone que los derechosreflejan lo que todos piensan y afirman sobre las exigencias propias de su situacin y losreclamosquetienehacialosdems.Deestemodo,losderechosincorporanunaciertavisin del ser humano: el portador de un derecho es una persona absolutamente consciente

42Unasospechadeestetipodeexperimentacinaclaralaoposicinconservadoradelosdiscursosdenecesidades:ver,v.g.AntonyFlew,ThePoliticsofProcrustes:ContradictionsofEnforcedEquality(London:TempleSmith,1981),pp.117-137.Peronodebeserlimitadoaladerecha.Ellenguajedelasnecesidadeses,entrminosdeFoucault,ellenguajeexpertodelpoderdisciplinario,ellenguajedelanormalizacinydelacienciadelcuerpo.Verv.g.MichelFoucault,TwoLecturesensucoleccinPower/Knowledge:SelectedInterviewsandOtherWritings,1972-1977,ColinGordon(ed.)(NewYork:Pantheon Books, 1980), esp. pp. 95-108.43 Ver la discusin en Waldron, supra 30, pp.195-200.44 Ver J oel Feinberg, The Nature and Value of Rights, en su coleccin Rights,JusticeandtheBounds ofLiberty:EssaysinSocialPhilosophy(Princeton:PrincetonUniversityPress,1980),yThomasE.Hill,Sevility and Self-Respect, Monist, 57 (1973).2020de lo que puede reclamar a los dems, y una persona que no se avergenza por promoveresos reclamos.El punto tambin puede ser expuesto de esta manera. En la medida en que no haynada descriptivo en la afirmacin de que la gente contina portando derechos an cuandoellos sean violados, los hombres y mujeres tienen (o pueden desarrollar) la capacidad y lavirtud de mantenerse vigilantes y en guardia frente a cualquier ataque hacia su dignidadcomo persona45. Decir que alguien tiene un derecho que est siendo violado o descuidadono implica slo hacer un llamado de atencin sobre la situacin; es enfrentar a los opresoresy devolver a la vctima su dignidad como persona. Este aspecto descriptivo del reclamo deque las personas sonportadoras de derechos por ejemplo, que eso es propio de la clase deseres que integran- ha sido posiblemente descuidado en nuestra prisa por evitar la falacianaturalista,otorgndoleunsentidopuramentenormativoalaideadequehayciertosderechos comunes a los que estamos llamados por naturaleza. 46Deestemodo,eldiscursodederechosyeldiscursodenecesidadespuedenincorporar una forma de respeto; pero slo el lenguaje de los derechos conjuga en su propiaestructura la idea de respeto a las personas y respeto a uno mismo. Tanto los derechos comolas necesidades incorporan reclamos en favorde que ciertos intereses sean atendidos; peroslo el discurso de los derechos presenta a esos intereses en la voz de alguienque podraconsiderarse un miembro maduro de la sociedad, alguien que no piensa abandonarla y queesperasertomadoseriamentecomounafuenteperdurabledecontinuosreclamos.Nuevamente Williams: El concepto de los derechos es el concepto distintivode nuestraciudadana..."Derechos"suenanovedosoenloslabiosdelamayoradelaspersonasdecolor. Todava mencionar ese trmino otorga un delicioso poder"47

45 Ver J eremy Waldron, "Florestan, Leonora, and the Virtue of Human Rights" (en borrador).46 Condorcet, Sketch for the Progress of the Human Mind, en Keith Michael Baker (ed.) Condorcet: SelectedWritings (Indianapolis: Bobbs Menrill, 1976).47 Williams, supra 24., p. 164.2121"Para aquellos que nunca tuvieron poder, el otorgamiento de derechos constituye un smbolo de todoslos aspectos de su humanidad que le fueron negados: los derechos implican elrespeto que lo ubica auno en una posicin de referenciapara uno mismo y para los dems,elevan a su portador alstatusdesersocial.Deestamanera,paralosafroamericanoslaadquisicindederechossignificlaconducta respetuosa y la responsabilidad colectiva que la sociedad les deba." 48Por supuesto que es cierto, como ella dice, que los derechos constitucionales en losEstados Unidos han sido modelados por los blancos, distribudos como favores 49 Pero esto tambin sera verdadero para las necesidades. La diferencia consiste en que laidea de los derechos, asociada como est al respeto hacia las personas, tiene un carcteresencialmente abierto y permanentemente exigente. Incluso como ideal, el lenguaje de losderechosconnotanosloqueelsujetoencuestinmerecenuestraatencinactualuocasionalmente; tal ideal nos dice que esa personaestaqu, en su propio nombre, y quetiene reclamos con los que presionarnos. La concesin de cualquier reclamo presentado enel lenguaje de los derechos implica una concesin que no puede ser satisfecha sino a travsde plenos derechos porque los derechos son los derechos de las personas. El lenguaje de losderechos noshace referencia al pleno status moral del reclamante, y lo hace de un modoque el lenguaje de las necesidades en s mismo no lo hace.11.Estasconsideracionesson,pienso,suficientespararefutarlassugerenciasdeMark Tushnet de abandonar el lenguaje de los derechos. De todos modos, ello no nos exigeque abandonemos el discurso de las necesidades. Eso sera el "uno u otro" que Tushnet yWilliams parecen sostener. En cambio, lo que yo sostengo aqu'i sugiereque el discurso delos derechos provea un marco indispensable en el cual el discurso de las necesidades puedaser relacionado a ideas sobre la personalidad, la auto-afirmacin y la dignidad.Adems,enmarcarlasnecesidadesentrminosdederechospuedeayudaraquecentremos la atencin en el sistema de deberes y de responsabilidades que se supone que lasnecesidadesgeneran.Unademandabasadaenlanecesidad,ensmisma,constituye

48 Ibid. , p. 153.49 Ibid., p. 164.2222meramente un diagnstico - tal vez un diagnstico especializado acerca del predicamentodealgnorganismo,animalohumano:Esaplantanecesitaagua,Unchiconecesitaprotenas,Ustednecesitaterapia,etc.Expresandoalgunasdeesasdemandascomoderechos - en otras palabras, tomando a las necesidades como la base de los derechos en vezde como una alternativa a los derechos- les podemos otorgar cierta integridad y dignidadque las demandas de necesidad no siempre tienen. Nosetratadequepodemossimplementeaseguraresadignidadreemplazandonecesita en las formulaciones anteriores por la frase mgica tiene derecho a. Ms bien,el objetivo es hacer por las necesidades lo que se hace naturalmente en relacin con lasdemandas de derecho:indagar con seriedad sus aspiraciones para que puedan ocupar unlugar en una explicacin sobre elrespeto hacia las personas.MarthaMinowhasealadoquecuando[un]sistemaasignaderechosalosindividuos, en realidad lo que hace es establecer pautas de relacin.50 Reclamar un derechono es slo afirmar el propio inters; es (en un sentido) prometer que puede encontrarse unaestructura viablederesponsabilidadesrelativasdemodotaldealbergarlosinteresesencuestin. Tanto formal como sustancialmente- en su compromiso con el igual respeto- lasteoras de los derechos aspiran a una integridad que a veceses expuesta como reclamosparticulares en alguna carta constitucional enumerada o ley. Una teora de derechos no esuna simple lista de demandas: desde Kant, la idea de los derechos ha sido tomada comoimplicandoqueesasdemandaspuedenserorganizadasenunavisincoherentedelasociedad,unRechstaat,integradoalrededordelconceptodelapersonacomoelestatusdominante de la igualdad en la vida poltica y moral. Si los derechos, como sugiri Minow,son como un lenguaje51, entonces son un lenguaje con una gramtica que hace demandasserias sobre sus usuarios: existe una responsabilidad que uno asume cuando presenta unreclamo sobre derechos.La prueba de cualquiera de estos reclamos consiste en ver si ellos pueden jugar unrol coherente al definir sistemticamente lo que en una multitud de personas cada una le

50 Minow, supra 28, p. 277.51 Ibid., pp. 307-308.2323debe a los dems:el trato de seres iguales. En estos tres siglos de teorizacin sobre losderechos hemos desarrollado tcnicas para pensar sobre ello sistemticamente. Entonces,decir que debemos expresar las necesidades en el lenguaje de los derechos es sugerir quedebemossometerlas a este examen, aprovecharnos de esa herencia e integrarlas dentro detal ideal.12. Cuando me refiero a un examen, no quiero que se interprete de lo que expuseque los derechos son una especie de club liberal y que los recin llegados -los reclamos enfavor de necesidades- deban ser examinados por los miembros existentes para ver si losnuevospodrnadaptarseaellos.Laideanoesquelosderechostradicionalesalapropiedad y la libertad civil y polticaya estn ah; y la cuestin es slo si si los reclamosbasados en la necesidad -derechos putativos socio-econmicos- deben ser admitidos.Esciertoquelosfilsofosliberalesescribieron,aveces,enesostrminos,quejndose de la proliferacin de los derechos y argumentando que los artculos 22 al 27 delaDeclaracinUniversaldelosderechosHumanosadulteraelusocorrientedelosderechos, etc.52 Robert Nozick es conocido por insistir en que"La mayor objecin frente a la idea de quetodos tienen un derecho a varias cosas, un derecho a la igualdad deoportunidades, a la vida, etc... es que estos derechos necesitan una subestructura de cosas,materiales yacciones; y que otras personas pueden tener derechos y ttulos sobre estos. ... Hay derechos particulares sobrecosas particulares sostenidos por personas particulares, y derechos particulares a alcanzar acuerdos con otraspersonas. ... No existen derechos en conflicto con esta subestructura de derechos particulares. Dado que nohay ningn derecho a alcanzar un cierto objetivo (o servir a una necesidad) capaz de evitar la incompatibilidadcon esta subestructura, esos derechos no existen. Los derechos particulares sobre cosas ocupan todo el espaciode los derechos, no dejando lugar para los derechos generales a alcanzar cierta condicin material."53

52 Ver v.g. Maurice Cranston, Human Rights- Real and Supposed, en D.D. Raphael (ed.),PoliticalTheoryand the Rights of Man (London, 1967).53 Robert Nozick, Anarchy, State, and Utopia (New York: Basic Books, 1974), p. 238.2424La objecin de Nozick asume que las demandas basadas en la necesidad ocupanunrolrelativamente superficial dentro de una teora general de los derechos. Es como si primerodeterminramosquinposeequ,ydespusdeterminramosqunecesidadesfuerondejadasinsatisfechasyqusedebehaceralrespecto.Laalternativa,dice,seraladeestipularprimerolosderechosbasadosenlanecesidadparaluegotratardeadaptarlosttulos de propiedad particulares en torno a ellos: "Hasta mi conocimiento, no se ha hechohasta hoyningn intento serio por establecer esta teora invertida" 54.Dudo que Nozick tenga razn en ese ltimo punto,55pero, de todos modos, tienerazn al llamar la atencin sobre el desafo. Una demanda basada en la necesidad podraafectar nuestro entendimiento sobre la propiedad y la justicia. Los criterios tradicionalessobreindividualidad,propiedad,economaymercadosestntericamentebienestructuradosycoherentementepensados.Aquellosqueloapoyantienenderechoapreguntar si puede llegar a desarrollar algo similar para acomodar nuevas demandas basadasen la necesidad. De todos modos, en respuesta a esto, no hay razn para los que proponennecesidadesnosedeshagandetodalaestructuraencuestin.Unavezqueelevensudesafo, se eliminan todos los presupuestos. Ahora, ningn derecho resulta prioritario. Latarea de los recin llegados es idear un Rechtstaatque pueda acomodar todos los reclamosde derechos que ellos propongan reconocer; no es su tarea la de acomodar sus demandas alos reclamos o a los sistemaspropuestos por otros. Entonces, cuando digo que una personaquehacevalerunderechonuevotienelaresponsabilidaddedefinirunaestructuraqueguarderelacincontalderecho,noquieroqueseentiendaqueesaestructuradebaseragradable o familiar. De acuerdo con esto, no debe considerarse que el carcter exigente deldiscurso de los derechos que present pone obstculos a una reforma radical o a una crticasocial abarcativa. Histricamente, el poder radical del ideal de los derechos consisti en su

54 Ibid., p. 238.55 Ver la discusin en Waldron, op. cit., p. 283, referida al nfasis de Locke en la prioridad de la necesidadsobre los derechos a lapropiedad individual en Two Treatises, op. cit., 1, seccin 42 y II, seccin 25, y a lainsistencia de Rawls en A Theory of Justice, supra 11, pp.64, 88 y 270 y siguientes de que la determinacin deuna estructura bsica por los principios que respetan los intereses de todos en lo que respecta a un justo accesoa los bienes primarios tiene prioridad sobre asignaciones particulares e incluso sobre la decisin de sidebehaber propiedad privada en toda una clase de recursos.2525compromiso con una teora. Aquellos que demandaron tolerancia religiosa, libertad civil ysufragio democrtico no se limitaron a realizar demandas particulares. Hicieron reclamossobre los derechos de la persona;presentaron esos reclamos no en nombre de uno o dealgunos individuos, sino como una nueva visin coherente sobre el reino de los fines. Ellosdebieron enfrentarno sloinstancias de opresin sino tambinestructuras de pensamientobiendefinidassobrelamonarqua,elestablecimientodeunareliginparticularyladominacinpatriarcal.FuelareedicindelosescritosdeRobertFilmer,ynoslolastravesuras de Charles Stuart y su hermano, que dieron ocasin al trabajo pionero de J ohnLocke sobre los derechos naturales. El desafo no fue slo el de derribar estos edificios condemandasparticulares,sinotambineldepresentarteorasalmenostanarticuladasyestructuradas como las instituciones a las que venan a oponerse.Nadamenosesloqueseprometeatravsdelaintegracindelasnecesidadessocialesyeconmicasenunateoradelosderechos.Lasdemandasbasadasenlanecesidad, por smismas, no son ms que splicas particulares. Pero dentro de una teorade los derechos, ellas nos mueven a desarrollar nuevas estructuras de pensamiento sobre lapersona, la nacionalidad, la universalidad, la comunidad y la igualdad. El lenguaje de losderechos ofrece un marco y un sentido de responsabilidad paraarticular este desafo.13.Esciertoquelosderechoshansidoasociadosenelpasadoconelpoderorganizadodelcapital,yqueexistenvestigiosdeesaasociacinenlaarqueologadenuestra jurisprudencia constitucional. Algunos crticos - Mark Tushnet es uno de ellos 56-escriben como si el lenguaje de los derechos estuviera manchado por esa asociacin, comosi hiciera caer una maldicion sobre cualquier activista que se le acerca. Si es as, entonces,ellenguajedelademocraciasocialhasidomaldecidoporStalin,ellenguajedelacomunidadse ha comprometido con la purificacin tnica y el lenguaje de la igualdad hasido destrudo por Pol Pot.El camino ms inteligente a seguir es el de sacar provecho del hecho de compartirun vocabulario con nuestros oponentes ideolgicos. Esto significa que podemos hablar conellos,einclusoqueellos,alformarsusideaspuedencontribuir,aunquemsnosea

56 Tushnet, supra 3, pp. 1386-1394.2626inadvertidamente,enlaactividadcomndedesarrollarlosconceptosylosesquemaspropiosdel razonamiento poltico.Podemos preferir una visin ms estrecha, y decir que lo nico que importa esqueexprese nuestra preocupacin acerca de las necesidades: a quin le importa qu conceptousa el burgus? De todos modos, y tal como he intentado demostrar en este trabajo, todavahayunacontribucinqueellenguajeburgusdelosderechospuedeofrecernosparaarticular nuestras preocupaciones. No hay duda de que la contribucin es formal y abstracta.Pero al conectar las necesidades con la persona, al poner nfasis en la importancia de que lapersona hable por s misma, con su propia voz, y al relacionar todo eso con la teora de unasociedaddeindividuosquesetratanunosaotroscomoiguales,elformalismodelosderechos puede dar a nuestras demandas una coherencia y una dignidad de la cual, de otromodo, ellas podran carecer.Sera una lstima si - por no perjudicarla purezao en razndeasociacioneshistricascontingentes-tuviramosqueretrocederenlugardeutilizarformas menos articuladas de razonamiento poltico.