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CENTRO DE INVESTIGACIONES RELIGIOSAS ¿Ha conocido alguna vez a un apóstol? Me refiero a alguien que reclama ser igual a Pedro, Jacobo, Juan, o Pablo. Quizá sí o quizá no. A uno de mis amigos se le arrimo un autoproclamado apóstol mo- derno durante una conferencia. Algunas iglesias enseñan la con- tinuación del ministerio apostólico en el presente, mientras que algunos cristianos, en un intento por evitar una confrontación sobre el tema, dan un paso lateral para decir que ellos sólo están “llenan- do la función apostólica.” La implicación es que la función, de alguna manera, es distinta a la posición, como si fuera posible tal cosa como llenar la función de un embajador sin ser un embajador. ¿Dónde está la autoridad que apoya esto? ¿Qué debemos pensar de ésto? La Biblia dice que la posición de apóstol es el ministerio preemi- nente en la iglesia (hablando de la iglesia histórica). “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo ter- cero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, Volumen 8, Número 3 Contendiendo por la fe (Judas 3) Septiembre – Diciembre 2004 los que ayudan, los que adminis- tran, los que tienen don de lenguas” (1 Cor. 12:28; cf. Efe. 4:11). La posición de apóstol del Nuevo Testamento está por enci- ma de profetas, evangelistas, pas- tores y maestros, por nombrar algunos. Por lo tanto, un apóstol moderno proclama para sí mucha autoridad. Pero, ¿está vigente este ministerio apostólico en la iglesia moderna? ¿Cómo podemos saber? La respuesta probablemente depende de si la persona cree que el funda- Após toles Modernos por Patch Blakey

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Page 1: Volumen 8, Número 3 Apóstoles Modernos - … · vivieron y murieron más adelante. Hay una cosa de la que sí podemos estar seguros, la muerte de Jesús fue un ... cómo sobreedifica”

C E N T R O D E I N V E S T I G A C I O N E S R E L I G I O S A S

¿Ha conocido alguna vez a unapóstol? Me refiero a alguien quereclama ser igual a Pedro, Jacobo,Juan, o Pablo. Quizá sí o quizá no.A uno de mis amigos se le arrimoun autoproclamado apóstol mo-derno durante una conferencia.Algunas iglesias enseñan la con-tinuación del ministerio apostólicoen el presente, mientras quealgunos cristianos, en un intentopor evitar una confrontación sobreel tema, dan un paso lateral paradecir que ellos sólo están “llenan-do la función apostólica.” Laimplicación es que la función, de

alguna manera, es distinta a laposición, como si fuera posible talcosa como llenar la función de unembajador sin ser un embajador.¿Dónde está la autoridad queapoya esto?

¿Qué debemos pensar de ésto? LaBiblia dice que la posición deapóstol es el ministerio preemi-nente en la iglesia (hablando de laiglesia histórica). “Y a unos pusoDios en la iglesia, primeramenteapóstoles, luego profetas, lo ter-cero maestros, luego los que hacenmilagros, después los que sanan,

Volumen 8, Número 3 Contendiendo por la fe (Judas 3) Septiembre–Diciembre 2004

Apología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

P.O. Box 846Montebello, CA 90640 – EE. UU.

Preguntas o Comentarios paraAPOLOGÍA CRISTIANA

Si usted desea más información sobre nuestros temas o tiene algún comentario acerca de alguno de lostópicos presentados en esta publicación, o le gustaría que tratáramos con algún tema específico (relacionadocon alguna secta, apologética o doctrinal), por favor escríbanos y háganos saber. Agradecemos susoraciones por este ministerio.

los que ayudan, los que adminis-tran, los que tienen don delenguas” (1 Cor. 12:28; cf. Efe.4:11). La posición de apóstol delNuevo Testamento está por enci-ma de profetas, evangelistas, pas-tores y maestros, por nombraralgunos. Por lo tanto, un apóstolmoderno proclama para sí muchaautoridad.

Pero, ¿está vigente este ministerioapostólico en la iglesia moderna?¿Cómo podemos saber? Larespuesta probablemente dependede si la persona cree que el funda-

Apóstoles Modernospor Patch Blakey

Este fue el mensaje de arrepentimientoy juicio dado a los incrédulos sobre latierra en ese entonces, y que ahora son“los espíritus encarcelados” (en elHades).

Si bien esta referencia a los espíritusencarcelados no es la más natural, es lainterpretación que mejor armoniza conlas otras consideraciones. Se apoya,además, en 1 Pedro 1:10-12, que habladel Espíritu de Cristo en los profetascon los que habló. A pesar de queninguna de las interpretaciones ofreci-das están libres de dificultades,podemos concluir que/informaciónexistente.

Robert Mounce, en su comentarioLiving Hope, dice que el pasaje de1 Pedro 3:18-20 es “ampliamentereconocido como quizá el más difícilde entenderse en todo el NuevoTestamento”. Aún si alguien sostieneque Jesús descendió al infierno a ofre-cer salvación a aquellos que vivieron

en la tierra antes que él, este esfuerzoespecial no aplica a aquellos quevivieron y murieron más adelante.

Hay una cosa de la que sí podemosestar seguros, la muerte de Jesús fue unhecho real, no un estado temporario deinconsciencia. En consecuencia, en suresurrección, Cristo indefectiblementeconquistó la muerte — ambas formas,la espiritual y la física.

Los cristianos creyentes en la Bibliapueden permitirse diferir en la natu-raleza del descenso de Cristo al infier-no. Algunos pueden recitar esta partedel Credo con convicción, mientras queotros pueden preferir permanecer ensilencio. �

––––––––––––––––––––––––––––

Millard J. Erickson Profesor Distinguido deTeología en el Truett Theological Seminary,Baylor University. Este artículo fue original-mente publicado en Christianity Today.

establecidas. En ellas, nosotros encon-tramos referencias bíblicas que enseñanla definitiva hegemonía de la muertepor sobre cualquier oportunidad de sal-vación, al menos desde los tiempos deCristo en adelante.

Muchos consideran la parábola del ricoy Lázaro (Luc. 15:19-31) tan pertinentea este punto como lo son el Salmo 49 yApocalipsis 20:11-15. Hebreos 9:27indica una conexión fuerte entre lamuerte y el juicio sin ninguna menciónde un intervalo. Las palabras de Jesúsal ladrón en la cruz — “hoy estarásconmigo en el paraíso” — son tambiénde relevancia.

Una tercera interpretación, sostenidapor Agustín y defendida en forma acé-rrima por varios evangélicos, aparentatener más sentido. Según esta posición,Cristo predicó “en espíritu” por mediode Noé mientras éste construía el arca.

(Descendió… Viene de la pág. 4)

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mento de la iglesia ya ha sidopuesto, o si el cemento sigue aúnechándose.

Pablo dice que los apóstolesdesempeñaron un papel clave en elestablecimiento de la iglesia: “edi-ficados sobre el fundamento de losapóstoles y profetas, siendo laprincipal piedra del ánguloJesucristo mismo” (Efe. 2:20). Enotra parte, Pablo declara que élmismo puso el fundamento:“Conforme a la gracia de Dios queme ha sido dada, yo comoperito arquitecto puse el fun-damento, y otro edifica enci-ma; pero cada uno mirecómo sobreedifica” (1 Cor.3:10). Aparentemente, el fun-damento ya ha sido echado yel cemento lleva dos mile-nios de seco. Pero si bienestos pasajes parecen indicarque el ministerio de apóstol ya noes requerido, algunos pueden decirque no son definitivos.

¿Qué sucedería si algunos afir-maran que han hecho las señalesque los identifican como após-toles? Pablo reclamó ésto para sífrente a la iglesia de Corinto:“Con todo, las señales de apóstolhan sido hechas entre vosotros entoda paciencia, por señales, prodi-gios y milagros” (2 Cor. 12:12).Pero, ¿son estas señales pruebasuficiente para alguien que alegaser un apóstol? Pablo indicó quehay son falsos apóstoles: “Porqueéstos son falsos apóstoles, obrerosfraudulentos, que se disfrazancomo apóstoles de Cristo” (2 Cor.11:13). ¿Cómo podemos distin-guir entre un apóstol verdadero yuno falso basados en el hecho de

llevar a cabo experimentos repeti-tivamente. ¿Aceptamos su palabrao no?

Si él dice que ha visto al Señor,entonces sabemos que no es unapóstol, sino un mentiroso.¿Cómo sabemos ésto? Porque laBiblia lo dice. Pablo escribe quehubo un final para aquellos quevieron al Señor resucitado, yPablo fue el último apóstol que lovio. “Y al último de todos, como aun abortivo, me apareció a mí” (1

Cor. 15:8). ¿Qué otra cosaaparte de “último” quisodecir Pablo cuando expresó“al último de todos”? El clarotestimonio de la Escritura esque después del apóstol Pablonadie vio al Señor resucitado.Cualquier intento de distor-sionar las Escrituras para quedigan otra cosa es una vio-

lación del texto. Un apóstol ver-dadero debe afirmar las Escrituras.Una negación en este punto esfatalmente delatora para unsupuesto apóstol.

La Biblia afirma el ministerio deapóstol y provee los métodos paraidentificarlo. Afortunadamente,también marca los límites dentrode los cuales los apóstolessirvieron a la iglesia. No hubo másapóstoles después de Pablo. Losapóstoles modernos deben serclasificados como falsos após-toles. �

que ambos afirman que han real-izado las señales de apóstol? Estoen sí, aún no constituye suficienteevidencia para afirmar o negar lavigencia del ministerio de apóstol.

Pero existe un detector más quepodemos usar, y éste puede serdefinitivo para llegar a una con-clusión. Pablo dijo que todos losapóstoles han visto al Señorresucitado: “Después apareció aJacobo; después a todos los após-toles” (1 Cor. 15:7). Todo lo que

tenemos que hacer es preguntar anuestros supuestos apóstoles mod-ernos si han visto al Señor resuci-tado. Si dicen que no, no pasan laprueba y deben de pedir perdónpor su falsa pretensión. ¿Pero quésucede si dicen que sí? Pabloparece indicar que posiblementetuvo una experiencia especial enla que ascendió al tercer cielo yvio al Señor: “Ciertamente no meconviene gloriarme; pero vendré alas visiones y a las revelacionesdel Señor. Conozco a un hombreen Cristo, que hace catorce años(si en el cuerpo, no lo sé; si fueradel cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe)fue arrebatado hasta el tercercielo” (1 Cor. 12:1-2). ¿Quésucede si nuestro supuesto apóstoldice haber tenido una experienciasemejante? Esto no es un proyec-to de ciencia en el cual podemos

Septiembre – Diciembre 2004 Apología CristianaApología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

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¿Cómo podemos distinguir entreun apóstol verdadero y uno falso

basados en el hecho de queambos afirman que han realizado

las señales de apóstol?

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La Biblia nos exhorta a “escu-driñarlo todo, retener lo bueno ydesechar lo malo” (1 Tes. 5:21).Aún hasta el apóstol Pablo dice en1 Corintios 10:15 que “juzguemosnosotros mismos” lo que él dice.1 Juan 4:1 dice: “Amados, nocreáis a todo espíritu, sino probadlos espíritus si son de Dios, porquemuchos falsos profetas han salidopor el mundo”. Finalmente, debe-mos ser como los bereanos enHechos 17:11, que escudriñaronlas Escrituras diariamente, para versi estas cosas eran así. Si usted estáen una IPU o en otro movimientolegalista, y está turbado por lo queve, no tema defender la verdad.

Ahora que estoy fuera de la IPU,he encontrado lo que es la ver-dadera libertad en Cristo. Mi iden-tidad está ahora con el que bautiza(Jesucristo), y no con el bautismo.Mi oración sincera por aquellosque están atrapados dentro de estosmovimientos legalistas, como laIPU, es que salgan y experimentenla verdadera libertad en Cristo, yque en búsqueda de la verdad le

conozcan a El, que es la Verdad. Sidesea preguntarme algo sobre misexperiencias antes y después de midecisión de salir de la IPU, porfavor, no dude en escribirme a lasiguiente dirección:

Pastor David Vivas, Jr.P.O. Box 250Delano, CA 93216–EE. UU.E-mail:[email protected]

escuchar?, ¿a mi pastor?, ¿a laIPU? ¡No! ¡A la Palabra de Dios!La Biblia es clara en Efesios 2:8-9:“. . . por gracia sois salvos pormedio de la fe, y esto no devosotros, pues es don de Dios; nopor obras, para que nadie se gloríe”.

Los miembros de la IPU local a laque asistí ven a su pastor como unafigura autoritaria. Ellos no cues-tionarían su postura en ningúntema en particular por miedo a sermarcados. Los miembros nopueden ir de vacaciones o perderun culto sin el permiso del pastor.El se convirtió en su dictador ygobierna sobre ellos con autoridadindesafiable. La Biblia no apoyaesto (ver Mat. 20:25-27, 1 Ped.5:3). Si ésta es la situación en laque usted se encuentra y deseasalir, hay esperanza para usted. Yocomenzé a ver la actitud general dela IPU como similar a la de losfariseos del Nuevo Testamento.Tenían apariencia de piedad exter-namente, como de santos, ante loshombres, pero por dentro estabancorruptos y podridos (ver Mat. 23).

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Una forma de misticismomedieval judío, Kábala, esuna de las más recientes

“ondas” espirituales. La lista deadeptos famosos incluye a Eliza-beth Taylor, Barbra Streisand yMadonna. Para obtener una expli-cación de lo que es la Kábala, con-tactamos a Barney Kasdan, un judíomesiánico que es el rabino de laSinagoga Mesiánica Kehilat Arielen San Diego, California, EE.UU.

¿Qué significa la palabra“Kábala”?

“Kábala” deriva de una palabrahebrea que significa “recibir”. Estees el nombre que se le adjudica alinmenso caudal de literatura judíamística que fue recibido por nues-tros antiguos padres en el transcursode los siglos. No obstante Dios porcierto le dio al pueblo judío la re-velación escrita en el texto de laBiblia hebrea, algunos sostienenque Dios concedió revelación adi-cional en forma oral que fue trans-mitida de generación en generación.A pesar de que esta literaturaesotérica puede ser trazada fácil-mente hacia los rabinos de la edadmedia, algunos adherentes de laKábala insisten que la revelacióndata desde los tiempos talmúdicos,quizá desde Moisés o Adán.

¿Qué enseña la Kábala?

La esencia de la Kábala es proveerun eslabón espiritual que conectecon Dios, el cual los adeptos creenque no puede ser logrado sólo por

misma importancia que la llavemística que puede traer una re-velación nueva detrás del texto. Esen este sentido que los eruditos hannotado una conexión histórica entrela Kábala y el antiguo gnosticismo.

¿Cuál debe ser la actitud cristiana frente a la Kábala?

Primero, debemos discernir ciertosproblemas espirituales presentes enla Kábala. Algunos son obvios,tales como el uso de prácticas místi-cas que son claramente denunciadasen la Torá (Deut. 18:9-13). Nosotrostenemos tanta verdad hermosa yclara escrita en la Palabra de Dios— las Escrituras hebreas y el NuevoTestamento — que deberíamos per-manecer enfocados en lo que porseguro se opone a especulacionescuestionables. Como dice la Torá:“Las cosas secretas pertenecen aJehová nuestro Dios; mas las re-velaciones son para todos nosotrosy para nuestros hijos para siempre,para que cumplamos todas las pa-labras de esta ley”. Los creyentes enel Mesías debemos resistir latentación de ser desviados porenseñanzas y teorías que quitannuestros ojos de El. �

–––––––––––––––––––––––––––– Barney Kasdan es graduado de Biola conun Bachillerato en Artes en 1978 y deTalbot con una Maestría en Divinidad en1981. También completó un curso de post-graduación de un año en la Universidad deJudaísmo en Los Angeles, CA EE.UU..Este artículo fue originalmente publicadoen la revista Biola Connections.

medio de un acercamiento racional.Esta filosofía busca entender a Diosusando medios que, según dicen,van más allá del intelecto humano.Por ejemplo, donde la Biblia hablaen términos claros de Elohim (unapalabra hebrea para Dios) comoCreador, la Kábala interpreta 10emanaciones místicas — algunasmasculinas y otras femeninas —que proceden del Creador. Estas sonllamadas los Diez Sefirot, eincluyen la corona, sabiduría, glo-ria, entendimiento, amor, poder,belleza, victoria, gloria, fundación yreino. El objetivo final de la Kábalaes habilitar a la gente para repararsus almas dañadas por el pecado, yal guardar los mandamientos,reparar el mundo entero. Cuandotodo esto sea logrado, el Mesíaspodrá finalmente venir y completarla redención de Israel.

¿Cómo compararíamos laKábala con la Biblia?

Si bien algunas de las enseñanzasde la Kábala aparentan ser paralelascon la doctrina bíblica, la trampa esque, de acuerdo con la Kábala, elverdadero conocimiento de Dios yde Sefirot sólo puede obtenersemediante la practica de meditaciónmística, oración profunda, nume-rología, códigos bíblicos y signosastrológicos. Se enseña que cadaalma tiene un reflejo del Sefirot quedebe ser traído a la vida con el usode algunas de estas disciplinasespirituales. En otras palabras, elsignificado histórico primario de untexto de la Escritura no tiene la

supuesto al Pastor. Si una personano sigue estas normas, no hayposibilidad de ser salvo.

Mirando hacia atrás, ahora puedover las ataduras de la gente cau-sadas por su supuesta autojusticia— la que exhiben ostentosamentecon su apariencia de santidad. Seconvierte, como dice el ApóstolPablo, en “una apariencia depiedad” (2 Tim. 3:5).

Yo sabía que esta enseñanza no erani remotamente bíblica. Entoncescomencé a re-examinar meticu-losamente las enseñanzas de laiglesia. Estas y otras situaciones

me motivaron a analizar lasenseñanzas de la IPU en su totali-dad. Le pedí a un amigo mío(quien fue expulsado por asistir aotra IPU cercana) que de nuevorevisáramos el debate de Anker-berg, esta vez, con corazones dis-puestos, criterios amplios, y sintendencias.

Todas las evidencias expuestas porel Dr. Martin y el teológo CalvinBeisner durante el programa eranirrefutables. Verificamos muchasde las referencias y encontramosque eran exactas, sin errores.Martin explicó varios de lospasajes dados por los represen-

experiencias personales con Dios.Se nos inculcó que si faltábamos aun culto, tendríamos que dar cuen-ta a Dios del porqué de nuestraausencia. Fuimos desalentados deasistir a reuniones familiares en lasnoches de culto. Cuando se desea-ba hacer eso, miembros nuevos yantiguos por igual, teníamos quepedir permiso al pastor. Por lo ge-neral, la respuesta era “no”.“¿Quién es tu prioridad?”, “¿Dioso tu familia?”, solía preguntar elpastor. Esto engendraba un sen-timiento de culpa en los miembrosde la iglesia. Las Escrituras eranusadas para intimidar a los miem-bros que en definitiva no tenían nivoz ni voto. El pastor siempreestaba en lo correcto, ya queél se autoproclamaba “el hom-bre de Dios” y no podía sercuestionado.

En cierta ocasión, quise asistiral funeral de un familiar. Elpastor me preguntó si era real-mente necesario que asistiera,pues era noche de culto. El medijo que “dejara a los muertosenterrar a los muertos”. Demásestá decir que fui al culto esanoche.

En la IPU no se permite usar bi-gote a los hombres, usar pan-talones a las mujeres (aunque seanholgados), maquillaje, joyas o cor-tar su cabello. Ni tampoco podíanusar mangas en sus blusas másarriba de sus codos. Estas cosasson consideradas normas de santi-dad. La televisión está prohibida,ya que se le considera una “líneadirecta desde el infierno al hogar”.Al violar estas normas, el miembroes considerado rebelde y desobe-diente a la Palabra de Dios, y por

tantes de la IPU; por ejemplo, enJuan 10:30 Jesús dijo, “Yo y elPadre uno somos”. Los Unicitariossostienen que eso prueba que Jesúsy el Padre son una persona. PeroMartin señaló que en griego, elpasaje dice: “. . . estamos enunión” (ver un interlineal bíblicopara conocer que la palabra griegaesmen se traduce somos).Deuteronomio 6:4 también fuecitado. Martin y Beisner de nuevoexplicaron que la palabra uno delhebreo es echad, que quiere decirque son una unidad compuesta.

Al final del programa el Dr. Martinle preguntó a Nathaniel Urshan si

todos los que habían sido bau-tizados en la fórmula trinitariaestaban perdidos y se iban alinfierno. Urshan expresó suinseguridad con una respuestavacilante. Mi estómago se merevolvió porque su respuestadebió ser un enfático “¡SI!,todos están perdidos y se vana perder en el infierno”. LaIPU enseña claramente queuno debe ser bautizado con el

nombre de Jesucristo pronunciadosobre uno. Aun más, uno debehablar en lenguas, ya que esto esevidencia sustancial para demos-trar la llenura del Espíritu Santo.De otra manera, no se puede sersalvo.

Para ese entonces, yo ya habíaempezado a cuestionar si debíacontinuar con la IPU o desasociar-me. Un mes más tarde, decidíentregar mis licencias de ministrode la IPU. Al principio cuestionémi decisión. Me sentí como si mipropia alma estuviera en peligro.Pero no podía negar la evidenciaescritural. ¿A quién debía

Lo que todo cristiano debería saber de la Kábalapor Barney Kasdan

Las Escrituras eran usadas paraintimidar a los miembros que con-secuentemente no tenían ni voz nivoto. El pastor siempre estaba en

lo correcto, ya que él se auto-proclamaba “el hombre de Dios”

y no podía ser cuestionado.

Septiembre – Diciembre 2004 Apología Cristiana

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Hechos 2:31 y da la impresión de quefue incluída para señalar que la muertede Jesús fue real y completa. Jesús fueal Hades, lo que en griego significa elmundo de los que partieron — paraísopara algunos, sufrimiento para otros.Cuando el Credo de los Apóstoles tomósu forma en inglés y en español en elsiglo dieciséis, “infierno” significaba“Hades” como tal, y no el estado finalde los que se pierden (al cual Jesúsllamó gehenna) como se le conoce hoyen día. ¿Deberían, entonces, aquellosque aceptan la Biblia como supremaautoridad en materia de fe, creer estepunto de la doctrina del Credo?

La Escritura nos dice muy poco acercadel estado de Jesús entre su muerte yresurrección. Los pasajes bíblicos más

citados a este respecto son: Hechos2:31; Efesios 4:8-10; 1 Pedro 4:6; y elmás importante, 1 Pedro 3:18-20.

Efesios 4 es probablemente una refer-encia a la Encarnación, y 1 Pedro 4:6podría aplicarse a cualquier predi-cación del evangelio. Pero existennumerosas interpretaciones de 1 Pedro3:18-20; hay quienes dicen que 1 Pedro3 no debe ser tomado literalmente —que es simbólico, y que transmite enforma gráfica que la redención es uni-versal en cuanto a su extensión. Esto,sin embargo, requiere una hermenéuti-ca más espiritualizada que la que losevangélicos practican.

Otros reclaman que el pasaje se refiereal descenso de Cristo a la dimensión delos muertos entre su muerte y resurrec-ción, y la predicación real a sus ocu-pantes, ya sea para ofrecerles salvacióno para declarar su triunfo sobre lamuerte y el juicio sobre aquellos que ensu vida no respondieron al llamado deDios. Esta interpretación, no obstante,parece conflictuar con el resto de lavida y ministerio de Jesús — y con elcontexto del pasaje, el cual hace hin-capié en un testimonio manso y reve-rente, respondiendo al que demandarazón de la esperanza que hay en elcristiano, aún en medio de la persecu-ción (vv. 15-17).

Al mismo tiempo, la interpretación noliteral tiene dificultades para explicar lareferencia a Noé (v. 20), a menos que lapredicación se hubiera restringido sóloa la gente de los tiempos de Noé, lo queparece extraño. Además, esta inter-pretación conflictúa con el contextoteológico y la forma en cómo armonizacon nuestras doctrinas claramente

En el Credo de los Apóstoles hayuna declaración que dice queJesús descendió al infierno.

¿Fue él allí literalmente?

Millones de cristianos alrededor delmundo cada domingo recitan el Credode los Apóstoles, incluida la estrofa:“Creo en Jesucristo, Su Unigénito Hijo,nuestro Señor quien . . . descendió alinfierno”. Sin embargo, hace apenasunos años en un instituto universitariocristiano, en una serie de mensajes en lacapilla hubo que omitir la frase, porqueninguno de los profesores de Biblia yTeología creían en ello.

En realidad, la cita no se encuentra enlas formas primitivas del Credo de losApóstoles. La mención hace eco de

Apología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

¿Descendió Cristo al infierno en realidad?

por Millard J. Erickson

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nistro. Comencé un ministerio enla cárcel en donde unos 75 pri-sioneros fueron bautizados en unpromedio de dos años. Era muyceloso con las actividades de laiglesia.

Estaba muy familiarizado conel Dr. Walter Martin y obtuve ungran número de sus escritos y cin-tas de audio. Aunque no creía enese entonces que él era salvo,admiraba su conocimiento en elárea de religiones comparativas(apologética). Cuando escuché queel Dr. Martin murió en junio de1989, fui a su funeral. Durante elservicio memorial, fui conmovidopor los comentarios de varios indi-viduos sobre su persona, y luchécon la idea de cómo el ministerio yla vida de este hombre, al que yoconsideraba perdido y en el error,había ayudado a miles a través delos años. Sin embargo, aún nopodía transigir con lo que creía queera la “Verdad”.

En la iglesia fuimos enseñados pornuestro pastor que él iba a respon-der por nosotros en el día del juicioconcerniente a nuestras vidas y

Fue entonces cuando le informé amis padres que deseaba asistir a laIPU. Ellos se opusieron, pero paraese entonces, yo ya había asistido ala IPU varias veces sin el consen-timiento de ellos. Después devarias visitas, decidí bautizarme“de la manera correcta” para ase-gurarme que era salvo.

Ya que el asistir a la IPU fue encontra de la voluntad de mispadres, me fui de la casa a los 16años. Como resultado, estuveviviendo en casa de diferentesmiembros de la iglesia. Tres mesesmás tarde, me dieron la oportu-nidad de predicar desde el púlpito.

Me preparé intensamente en ladoctrina Unicitaria con la ayuda devarios libros y material publicadopor la IPU. Dediqué gran parte demi tiempo a escuchar debates entreUnicitarios y Trinitarios. Aprendílas respuestas de los Unicitarios ala teología trinitaria, y me tornédogmáticamente opuesto a losTrinitarios. En agosto de 1989,luego de formar parte del personalministerial de la IPU local, la orga-nización me ordenó como mi-

Deseo compartir mi expe-riencia en la IglesiaPentecostal Unida (IPU).

El propósito de éste artículo no esatacar a los creyentes Unicitarios,sino más bien advertir al cuerpo deCristo sobre los peligros demovimientos legalistas hoy en día.

Yo crecí en las Asambleas de Dios.A la edad de 15 años, mientrasasistía a la preparatoria hice amis-tades con otros estudiantes que secongregaban en la IPU. Tuvimosinnumerables discusiones sobre laTrinidad y el bautismo en aguas.Después de muchos y vigorososintentos de contestar los desafíosde los Unicitarios y las muchasEscrituras sobre al bautismo enaguas, fui persuadido por suteología y llegué al grado de dudarde mi salvación.

Recuerdo que me pedían que lesmostrara en la Biblia a alguien quefue bautizado con la fórmula trini-taria, e insistían que todos loscasos de bautismo en la Biblia sehicieron en el nombre deJesucristo (pronunciando su nom-bre sobre los bautizados).

Poniendo la Fe en el que Bautiza (Jesucristo),no en el Bautismo

El Exodo de un hombre del Pentecostalismo Unicitariopor David Vivas, Jr.

(Continúa en la página 8)

“¿Soy su hermano en Cristo, sí o no?”, preguntó el Dr. Walter Martin en un debate con los representantes de laIglesia Pentecostal Unida, Nathaniel Urshan y Robert Sabin, que fue parte del Show de John Ankerberg en1985. Y mientras observé al hermano Urshan vacilar en dar una respuesta directa a la pregunta, mi mente sesumió en confusión ante el hecho de que mi propio superintendente no contestara “no, usted no es mi hermanoen Cristo”. Esa sería la respuesta común por parte de cualquier adherente al unicitarismo hacia un creyenteTrinitario.

Septiembre – Diciembre 2004 Apología Cristiana

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Hechos 2:31 y da la impresión de quefue incluída para señalar que la muertede Jesús fue real y completa. Jesús fueal Hades, lo que en griego significa elmundo de los que partieron — paraísopara algunos, sufrimiento para otros.Cuando el Credo de los Apóstoles tomósu forma en inglés y en español en elsiglo dieciséis, “infierno” significaba“Hades” como tal, y no el estado finalde los que se pierden (al cual Jesúsllamó gehenna) como se le conoce hoyen día. ¿Deberían, entonces, aquellosque aceptan la Biblia como supremaautoridad en materia de fe, creer estepunto de la doctrina del Credo?

La Escritura nos dice muy poco acercadel estado de Jesús entre su muerte yresurrección. Los pasajes bíblicos más

citados a este respecto son: Hechos2:31; Efesios 4:8-10; 1 Pedro 4:6; y elmás importante, 1 Pedro 3:18-20.

Efesios 4 es probablemente una refer-encia a la Encarnación, y 1 Pedro 4:6podría aplicarse a cualquier predi-cación del evangelio. Pero existennumerosas interpretaciones de 1 Pedro3:18-20; hay quienes dicen que 1 Pedro3 no debe ser tomado literalmente —que es simbólico, y que transmite enforma gráfica que la redención es uni-versal en cuanto a su extensión. Esto,sin embargo, requiere una hermenéuti-ca más espiritualizada que la que losevangélicos practican.

Otros reclaman que el pasaje se refiereal descenso de Cristo a la dimensión delos muertos entre su muerte y resurrec-ción, y la predicación real a sus ocu-pantes, ya sea para ofrecerles salvacióno para declarar su triunfo sobre lamuerte y el juicio sobre aquellos que ensu vida no respondieron al llamado deDios. Esta interpretación, no obstante,parece conflictuar con el resto de lavida y ministerio de Jesús — y con elcontexto del pasaje, el cual hace hin-capié en un testimonio manso y reve-rente, respondiendo al que demandarazón de la esperanza que hay en elcristiano, aún en medio de la persecu-ción (vv. 15-17).

Al mismo tiempo, la interpretación noliteral tiene dificultades para explicar lareferencia a Noé (v. 20), a menos que lapredicación se hubiera restringido sóloa la gente de los tiempos de Noé, lo queparece extraño. Además, esta inter-pretación conflictúa con el contextoteológico y la forma en cómo armonizacon nuestras doctrinas claramente

En el Credo de los Apóstoles hayuna declaración que dice queJesús descendió al infierno.

¿Fue él allí literalmente?

Millones de cristianos alrededor delmundo cada domingo recitan el Credode los Apóstoles, incluida la estrofa:“Creo en Jesucristo, Su Unigénito Hijo,nuestro Señor quien . . . descendió alinfierno”. Sin embargo, hace apenasunos años en un instituto universitariocristiano, en una serie de mensajes en lacapilla hubo que omitir la frase, porqueninguno de los profesores de Biblia yTeología creían en ello.

En realidad, la cita no se encuentra enlas formas primitivas del Credo de losApóstoles. La mención hace eco de

Apología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

¿Descendió Cristo al infierno en realidad?

por Millard J. Erickson

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nistro. Comencé un ministerio enla cárcel en donde unos 75 pri-sioneros fueron bautizados en unpromedio de dos años. Era muyceloso con las actividades de laiglesia.

Estaba muy familiarizado conel Dr. Walter Martin y obtuve ungran número de sus escritos y cin-tas de audio. Aunque no creía enese entonces que él era salvo,admiraba su conocimiento en elárea de religiones comparativas(apologética). Cuando escuché queel Dr. Martin murió en junio de1989, fui a su funeral. Durante elservicio memorial, fui conmovidopor los comentarios de varios indi-viduos sobre su persona, y luchécon la idea de cómo el ministerio yla vida de este hombre, al que yoconsideraba perdido y en el error,había ayudado a miles a través delos años. Sin embargo, aún nopodía transigir con lo que creía queera la “Verdad”.

En la iglesia fuimos enseñados pornuestro pastor que él iba a respon-der por nosotros en el día del juicioconcerniente a nuestras vidas y

Fue entonces cuando le informé amis padres que deseaba asistir a laIPU. Ellos se opusieron, pero paraese entonces, yo ya había asistido ala IPU varias veces sin el consen-timiento de ellos. Después devarias visitas, decidí bautizarme“de la manera correcta” para ase-gurarme que era salvo.

Ya que el asistir a la IPU fue encontra de la voluntad de mispadres, me fui de la casa a los 16años. Como resultado, estuveviviendo en casa de diferentesmiembros de la iglesia. Tres mesesmás tarde, me dieron la oportu-nidad de predicar desde el púlpito.

Me preparé intensamente en ladoctrina Unicitaria con la ayuda devarios libros y material publicadopor la IPU. Dediqué gran parte demi tiempo a escuchar debates entreUnicitarios y Trinitarios. Aprendílas respuestas de los Unicitarios ala teología trinitaria, y me tornédogmáticamente opuesto a losTrinitarios. En agosto de 1989,luego de formar parte del personalministerial de la IPU local, la orga-nización me ordenó como mi-

Deseo compartir mi expe-riencia en la IglesiaPentecostal Unida (IPU).

El propósito de éste artículo no esatacar a los creyentes Unicitarios,sino más bien advertir al cuerpo deCristo sobre los peligros demovimientos legalistas hoy en día.

Yo crecí en las Asambleas de Dios.A la edad de 15 años, mientrasasistía a la preparatoria hice amis-tades con otros estudiantes que secongregaban en la IPU. Tuvimosinnumerables discusiones sobre laTrinidad y el bautismo en aguas.Después de muchos y vigorososintentos de contestar los desafíosde los Unicitarios y las muchasEscrituras sobre al bautismo enaguas, fui persuadido por suteología y llegué al grado de dudarde mi salvación.

Recuerdo que me pedían que lesmostrara en la Biblia a alguien quefue bautizado con la fórmula trini-taria, e insistían que todos loscasos de bautismo en la Biblia sehicieron en el nombre deJesucristo (pronunciando su nom-bre sobre los bautizados).

Poniendo la Fe en el que Bautiza (Jesucristo),no en el Bautismo

El Exodo de un hombre del Pentecostalismo Unicitariopor David Vivas, Jr.

(Continúa en la página 8)

“¿Soy su hermano en Cristo, sí o no?”, preguntó el Dr. Walter Martin en un debate con los representantes de laIglesia Pentecostal Unida, Nathaniel Urshan y Robert Sabin, que fue parte del Show de John Ankerberg en1985. Y mientras observé al hermano Urshan vacilar en dar una respuesta directa a la pregunta, mi mente sesumió en confusión ante el hecho de que mi propio superintendente no contestara “no, usted no es mi hermanoen Cristo”. Esa sería la respuesta común por parte de cualquier adherente al unicitarismo hacia un creyenteTrinitario.

Septiembre – Diciembre 2004 Apología Cristiana

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Una forma de misticismomedieval judío, Kábala, esuna de las más recientes

“ondas” espirituales. La lista deadeptos famosos incluye a Eliza-beth Taylor, Barbra Streisand yMadonna. Para obtener una expli-cación de lo que es la Kábala, con-tactamos a Barney Kasdan, un judíomesiánico que es el rabino de laSinagoga Mesiánica Kehilat Arielen San Diego, California, EE.UU.

¿Qué significa la palabra“Kábala”?

“Kábala” deriva de una palabrahebrea que significa “recibir”. Estees el nombre que se le adjudica alinmenso caudal de literatura judíamística que fue recibido por nues-tros antiguos padres en el transcursode los siglos. No obstante Dios porcierto le dio al pueblo judío la re-velación escrita en el texto de laBiblia hebrea, algunos sostienenque Dios concedió revelación adi-cional en forma oral que fue trans-mitida de generación en generación.A pesar de que esta literaturaesotérica puede ser trazada fácil-mente hacia los rabinos de la edadmedia, algunos adherentes de laKábala insisten que la revelacióndata desde los tiempos talmúdicos,quizá desde Moisés o Adán.

¿Qué enseña la Kábala?

La esencia de la Kábala es proveerun eslabón espiritual que conectecon Dios, el cual los adeptos creenque no puede ser logrado sólo por

misma importancia que la llavemística que puede traer una re-velación nueva detrás del texto. Esen este sentido que los eruditos hannotado una conexión histórica entrela Kábala y el antiguo gnosticismo.

¿Cuál debe ser la actitud cristiana frente a la Kábala?

Primero, debemos discernir ciertosproblemas espirituales presentes enla Kábala. Algunos son obvios,tales como el uso de prácticas místi-cas que son claramente denunciadasen la Torá (Deut. 18:9-13). Nosotrostenemos tanta verdad hermosa yclara escrita en la Palabra de Dios— las Escrituras hebreas y el NuevoTestamento — que deberíamos per-manecer enfocados en lo que porseguro se opone a especulacionescuestionables. Como dice la Torá:“Las cosas secretas pertenecen aJehová nuestro Dios; mas las re-velaciones son para todos nosotrosy para nuestros hijos para siempre,para que cumplamos todas las pa-labras de esta ley”. Los creyentes enel Mesías debemos resistir latentación de ser desviados porenseñanzas y teorías que quitannuestros ojos de El. �

–––––––––––––––––––––––––––– Barney Kasdan es graduado de Biola conun Bachillerato en Artes en 1978 y deTalbot con una Maestría en Divinidad en1981. También completó un curso de post-graduación de un año en la Universidad deJudaísmo en Los Angeles, CA EE.UU..Este artículo fue originalmente publicadoen la revista Biola Connections.

medio de un acercamiento racional.Esta filosofía busca entender a Diosusando medios que, según dicen,van más allá del intelecto humano.Por ejemplo, donde la Biblia hablaen términos claros de Elohim (unapalabra hebrea para Dios) comoCreador, la Kábala interpreta 10emanaciones místicas — algunasmasculinas y otras femeninas —que proceden del Creador. Estas sonllamadas los Diez Sefirot, eincluyen la corona, sabiduría, glo-ria, entendimiento, amor, poder,belleza, victoria, gloria, fundación yreino. El objetivo final de la Kábalaes habilitar a la gente para repararsus almas dañadas por el pecado, yal guardar los mandamientos,reparar el mundo entero. Cuandotodo esto sea logrado, el Mesíaspodrá finalmente venir y completarla redención de Israel.

¿Cómo compararíamos laKábala con la Biblia?

Si bien algunas de las enseñanzasde la Kábala aparentan ser paralelascon la doctrina bíblica, la trampa esque, de acuerdo con la Kábala, elverdadero conocimiento de Dios yde Sefirot sólo puede obtenersemediante la practica de meditaciónmística, oración profunda, nume-rología, códigos bíblicos y signosastrológicos. Se enseña que cadaalma tiene un reflejo del Sefirot quedebe ser traído a la vida con el usode algunas de estas disciplinasespirituales. En otras palabras, elsignificado histórico primario de untexto de la Escritura no tiene la

supuesto al Pastor. Si una personano sigue estas normas, no hayposibilidad de ser salvo.

Mirando hacia atrás, ahora puedover las ataduras de la gente cau-sadas por su supuesta autojusticia— la que exhiben ostentosamentecon su apariencia de santidad. Seconvierte, como dice el ApóstolPablo, en “una apariencia depiedad” (2 Tim. 3:5).

Yo sabía que esta enseñanza no erani remotamente bíblica. Entoncescomencé a re-examinar meticu-losamente las enseñanzas de laiglesia. Estas y otras situaciones

me motivaron a analizar lasenseñanzas de la IPU en su totali-dad. Le pedí a un amigo mío(quien fue expulsado por asistir aotra IPU cercana) que de nuevorevisáramos el debate de Anker-berg, esta vez, con corazones dis-puestos, criterios amplios, y sintendencias.

Todas las evidencias expuestas porel Dr. Martin y el teológo CalvinBeisner durante el programa eranirrefutables. Verificamos muchasde las referencias y encontramosque eran exactas, sin errores.Martin explicó varios de lospasajes dados por los represen-

experiencias personales con Dios.Se nos inculcó que si faltábamos aun culto, tendríamos que dar cuen-ta a Dios del porqué de nuestraausencia. Fuimos desalentados deasistir a reuniones familiares en lasnoches de culto. Cuando se desea-ba hacer eso, miembros nuevos yantiguos por igual, teníamos quepedir permiso al pastor. Por lo ge-neral, la respuesta era “no”.“¿Quién es tu prioridad?”, “¿Dioso tu familia?”, solía preguntar elpastor. Esto engendraba un sen-timiento de culpa en los miembrosde la iglesia. Las Escrituras eranusadas para intimidar a los miem-bros que en definitiva no tenían nivoz ni voto. El pastor siempreestaba en lo correcto, ya queél se autoproclamaba “el hom-bre de Dios” y no podía sercuestionado.

En cierta ocasión, quise asistiral funeral de un familiar. Elpastor me preguntó si era real-mente necesario que asistiera,pues era noche de culto. El medijo que “dejara a los muertosenterrar a los muertos”. Demásestá decir que fui al culto esanoche.

En la IPU no se permite usar bi-gote a los hombres, usar pan-talones a las mujeres (aunque seanholgados), maquillaje, joyas o cor-tar su cabello. Ni tampoco podíanusar mangas en sus blusas másarriba de sus codos. Estas cosasson consideradas normas de santi-dad. La televisión está prohibida,ya que se le considera una “líneadirecta desde el infierno al hogar”.Al violar estas normas, el miembroes considerado rebelde y desobe-diente a la Palabra de Dios, y por

tantes de la IPU; por ejemplo, enJuan 10:30 Jesús dijo, “Yo y elPadre uno somos”. Los Unicitariossostienen que eso prueba que Jesúsy el Padre son una persona. PeroMartin señaló que en griego, elpasaje dice: “. . . estamos enunión” (ver un interlineal bíblicopara conocer que la palabra griegaesmen se traduce somos).Deuteronomio 6:4 también fuecitado. Martin y Beisner de nuevoexplicaron que la palabra uno delhebreo es echad, que quiere decirque son una unidad compuesta.

Al final del programa el Dr. Martinle preguntó a Nathaniel Urshan si

todos los que habían sido bau-tizados en la fórmula trinitariaestaban perdidos y se iban alinfierno. Urshan expresó suinseguridad con una respuestavacilante. Mi estómago se merevolvió porque su respuestadebió ser un enfático “¡SI!,todos están perdidos y se vana perder en el infierno”. LaIPU enseña claramente queuno debe ser bautizado con el

nombre de Jesucristo pronunciadosobre uno. Aun más, uno debehablar en lenguas, ya que esto esevidencia sustancial para demos-trar la llenura del Espíritu Santo.De otra manera, no se puede sersalvo.

Para ese entonces, yo ya habíaempezado a cuestionar si debíacontinuar con la IPU o desasociar-me. Un mes más tarde, decidíentregar mis licencias de ministrode la IPU. Al principio cuestionémi decisión. Me sentí como si mipropia alma estuviera en peligro.Pero no podía negar la evidenciaescritural. ¿A quién debía

Lo que todo cristiano debería saber de la Kábalapor Barney Kasdan

Las Escrituras eran usadas paraintimidar a los miembros que con-secuentemente no tenían ni voz nivoto. El pastor siempre estaba en

lo correcto, ya que él se auto-proclamaba “el hombre de Dios”

y no podía ser cuestionado.

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mento de la iglesia ya ha sidopuesto, o si el cemento sigue aúnechándose.

Pablo dice que los apóstolesdesempeñaron un papel clave en elestablecimiento de la iglesia: “edi-ficados sobre el fundamento de losapóstoles y profetas, siendo laprincipal piedra del ánguloJesucristo mismo” (Efe. 2:20). Enotra parte, Pablo declara que élmismo puso el fundamento:“Conforme a la gracia de Dios queme ha sido dada, yo comoperito arquitecto puse el fun-damento, y otro edifica enci-ma; pero cada uno mirecómo sobreedifica” (1 Cor.3:10). Aparentemente, el fun-damento ya ha sido echado yel cemento lleva dos mile-nios de seco. Pero si bienestos pasajes parecen indicarque el ministerio de apóstol ya noes requerido, algunos pueden decirque no son definitivos.

¿Qué sucedería si algunos afir-maran que han hecho las señalesque los identifican como após-toles? Pablo reclamó ésto para sífrente a la iglesia de Corinto:“Con todo, las señales de apóstolhan sido hechas entre vosotros entoda paciencia, por señales, prodi-gios y milagros” (2 Cor. 12:12).Pero, ¿son estas señales pruebasuficiente para alguien que alegaser un apóstol? Pablo indicó quehay son falsos apóstoles: “Porqueéstos son falsos apóstoles, obrerosfraudulentos, que se disfrazancomo apóstoles de Cristo” (2 Cor.11:13). ¿Cómo podemos distin-guir entre un apóstol verdadero yuno falso basados en el hecho de

llevar a cabo experimentos repeti-tivamente. ¿Aceptamos su palabrao no?

Si él dice que ha visto al Señor,entonces sabemos que no es unapóstol, sino un mentiroso.¿Cómo sabemos ésto? Porque laBiblia lo dice. Pablo escribe quehubo un final para aquellos quevieron al Señor resucitado, yPablo fue el último apóstol que lovio. “Y al último de todos, como aun abortivo, me apareció a mí” (1

Cor. 15:8). ¿Qué otra cosaaparte de “último” quisodecir Pablo cuando expresó“al último de todos”? El clarotestimonio de la Escritura esque después del apóstol Pablonadie vio al Señor resucitado.Cualquier intento de distor-sionar las Escrituras para quedigan otra cosa es una vio-

lación del texto. Un apóstol ver-dadero debe afirmar las Escrituras.Una negación en este punto esfatalmente delatora para unsupuesto apóstol.

La Biblia afirma el ministerio deapóstol y provee los métodos paraidentificarlo. Afortunadamente,también marca los límites dentrode los cuales los apóstolessirvieron a la iglesia. No hubo másapóstoles después de Pablo. Losapóstoles modernos deben serclasificados como falsos após-toles. �

que ambos afirman que han real-izado las señales de apóstol? Estoen sí, aún no constituye suficienteevidencia para afirmar o negar lavigencia del ministerio de apóstol.

Pero existe un detector más quepodemos usar, y éste puede serdefinitivo para llegar a una con-clusión. Pablo dijo que todos losapóstoles han visto al Señorresucitado: “Después apareció aJacobo; después a todos los após-toles” (1 Cor. 15:7). Todo lo que

tenemos que hacer es preguntar anuestros supuestos apóstoles mod-ernos si han visto al Señor resuci-tado. Si dicen que no, no pasan laprueba y deben de pedir perdónpor su falsa pretensión. ¿Pero quésucede si dicen que sí? Pabloparece indicar que posiblementetuvo una experiencia especial enla que ascendió al tercer cielo yvio al Señor: “Ciertamente no meconviene gloriarme; pero vendré alas visiones y a las revelacionesdel Señor. Conozco a un hombreen Cristo, que hace catorce años(si en el cuerpo, no lo sé; si fueradel cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe)fue arrebatado hasta el tercercielo” (1 Cor. 12:1-2). ¿Quésucede si nuestro supuesto apóstoldice haber tenido una experienciasemejante? Esto no es un proyec-to de ciencia en el cual podemos

Septiembre – Diciembre 2004 Apología CristianaApología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

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¿Cómo podemos distinguir entreun apóstol verdadero y uno falso

basados en el hecho de queambos afirman que han realizado

las señales de apóstol?

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La Biblia nos exhorta a “escu-driñarlo todo, retener lo bueno ydesechar lo malo” (1 Tes. 5:21).Aún hasta el apóstol Pablo dice en1 Corintios 10:15 que “juzguemosnosotros mismos” lo que él dice.1 Juan 4:1 dice: “Amados, nocreáis a todo espíritu, sino probadlos espíritus si son de Dios, porquemuchos falsos profetas han salidopor el mundo”. Finalmente, debe-mos ser como los bereanos enHechos 17:11, que escudriñaronlas Escrituras diariamente, para versi estas cosas eran así. Si usted estáen una IPU o en otro movimientolegalista, y está turbado por lo queve, no tema defender la verdad.

Ahora que estoy fuera de la IPU,he encontrado lo que es la ver-dadera libertad en Cristo. Mi iden-tidad está ahora con el que bautiza(Jesucristo), y no con el bautismo.Mi oración sincera por aquellosque están atrapados dentro de estosmovimientos legalistas, como laIPU, es que salgan y experimentenla verdadera libertad en Cristo, yque en búsqueda de la verdad le

conozcan a El, que es la Verdad. Sidesea preguntarme algo sobre misexperiencias antes y después de midecisión de salir de la IPU, porfavor, no dude en escribirme a lasiguiente dirección:

Pastor David Vivas, Jr.P.O. Box 250Delano, CA 93216–EE. UU.E-mail:[email protected]

escuchar?, ¿a mi pastor?, ¿a laIPU? ¡No! ¡A la Palabra de Dios!La Biblia es clara en Efesios 2:8-9:“. . . por gracia sois salvos pormedio de la fe, y esto no devosotros, pues es don de Dios; nopor obras, para que nadie se gloríe”.

Los miembros de la IPU local a laque asistí ven a su pastor como unafigura autoritaria. Ellos no cues-tionarían su postura en ningúntema en particular por miedo a sermarcados. Los miembros nopueden ir de vacaciones o perderun culto sin el permiso del pastor.El se convirtió en su dictador ygobierna sobre ellos con autoridadindesafiable. La Biblia no apoyaesto (ver Mat. 20:25-27, 1 Ped.5:3). Si ésta es la situación en laque usted se encuentra y deseasalir, hay esperanza para usted. Yocomenzé a ver la actitud general dela IPU como similar a la de losfariseos del Nuevo Testamento.Tenían apariencia de piedad exter-namente, como de santos, ante loshombres, pero por dentro estabancorruptos y podridos (ver Mat. 23).

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C E N T R O D E I N V E S T I G A C I O N E S R E L I G I O S A S

¿Ha conocido alguna vez a unapóstol? Me refiero a alguien quereclama ser igual a Pedro, Jacobo,Juan, o Pablo. Quizá sí o quizá no.A uno de mis amigos se le arrimoun autoproclamado apóstol mo-derno durante una conferencia.Algunas iglesias enseñan la con-tinuación del ministerio apostólicoen el presente, mientras quealgunos cristianos, en un intentopor evitar una confrontación sobreel tema, dan un paso lateral paradecir que ellos sólo están “llenan-do la función apostólica.” Laimplicación es que la función, de

alguna manera, es distinta a laposición, como si fuera posible talcosa como llenar la función de unembajador sin ser un embajador.¿Dónde está la autoridad queapoya esto?

¿Qué debemos pensar de ésto? LaBiblia dice que la posición deapóstol es el ministerio preemi-nente en la iglesia (hablando de laiglesia histórica). “Y a unos pusoDios en la iglesia, primeramenteapóstoles, luego profetas, lo ter-cero maestros, luego los que hacenmilagros, después los que sanan,

Volumen 8, Número 3 Contendiendo por la fe (Judas 3) Septiembre–Diciembre 2004

Apología Cristiana Septiembre – Diciembre 2004

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Preguntas o Comentarios paraAPOLOGÍA CRISTIANA

Si usted desea más información sobre nuestros temas o tiene algún comentario acerca de alguno de lostópicos presentados en esta publicación, o le gustaría que tratáramos con algún tema específico (relacionadocon alguna secta, apologética o doctrinal), por favor escríbanos y háganos saber. Agradecemos susoraciones por este ministerio.

los que ayudan, los que adminis-tran, los que tienen don delenguas” (1 Cor. 12:28; cf. Efe.4:11). La posición de apóstol delNuevo Testamento está por enci-ma de profetas, evangelistas, pas-tores y maestros, por nombraralgunos. Por lo tanto, un apóstolmoderno proclama para sí muchaautoridad.

Pero, ¿está vigente este ministerioapostólico en la iglesia moderna?¿Cómo podemos saber? Larespuesta probablemente dependede si la persona cree que el funda-

Apóstoles Modernospor Patch Blakey

Este fue el mensaje de arrepentimientoy juicio dado a los incrédulos sobre latierra en ese entonces, y que ahora son“los espíritus encarcelados” (en elHades).

Si bien esta referencia a los espíritusencarcelados no es la más natural, es lainterpretación que mejor armoniza conlas otras consideraciones. Se apoya,además, en 1 Pedro 1:10-12, que habladel Espíritu de Cristo en los profetascon los que habló. A pesar de queninguna de las interpretaciones ofreci-das están libres de dificultades,podemos concluir que/informaciónexistente.

Robert Mounce, en su comentarioLiving Hope, dice que el pasaje de1 Pedro 3:18-20 es “ampliamentereconocido como quizá el más difícilde entenderse en todo el NuevoTestamento”. Aún si alguien sostieneque Jesús descendió al infierno a ofre-cer salvación a aquellos que vivieron

en la tierra antes que él, este esfuerzoespecial no aplica a aquellos quevivieron y murieron más adelante.

Hay una cosa de la que sí podemosestar seguros, la muerte de Jesús fue unhecho real, no un estado temporario deinconsciencia. En consecuencia, en suresurrección, Cristo indefectiblementeconquistó la muerte — ambas formas,la espiritual y la física.

Los cristianos creyentes en la Bibliapueden permitirse diferir en la natu-raleza del descenso de Cristo al infier-no. Algunos pueden recitar esta partedel Credo con convicción, mientras queotros pueden preferir permanecer ensilencio. �

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Millard J. Erickson Profesor Distinguido deTeología en el Truett Theological Seminary,Baylor University. Este artículo fue original-mente publicado en Christianity Today.

establecidas. En ellas, nosotros encon-tramos referencias bíblicas que enseñanla definitiva hegemonía de la muertepor sobre cualquier oportunidad de sal-vación, al menos desde los tiempos deCristo en adelante.

Muchos consideran la parábola del ricoy Lázaro (Luc. 15:19-31) tan pertinentea este punto como lo son el Salmo 49 yApocalipsis 20:11-15. Hebreos 9:27indica una conexión fuerte entre lamuerte y el juicio sin ninguna menciónde un intervalo. Las palabras de Jesúsal ladrón en la cruz — “hoy estarásconmigo en el paraíso” — son tambiénde relevancia.

Una tercera interpretación, sostenidapor Agustín y defendida en forma acé-rrima por varios evangélicos, aparentatener más sentido. Según esta posición,Cristo predicó “en espíritu” por mediode Noé mientras éste construía el arca.

(Descendió… Viene de la pág. 4)