voces de denuncia sobre las violaciones a derechos humanos en honduras

1
Voces de denuncia sobre las violaciones a derechos humanos en Honduras Dada la gravedad de la situación de los derechos humanos en Honduras, no es de extrañarse que en las últimas semanas, dos organismos internacionales de reconocido prestigio se hayan pronunciado públicamente al respecto. En primer lugar, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por la continuidad de prácticas violatorias a los derechos humanos, como las comprobadas a partir del golpe de Estado, sobre todo en lo referente al uso desproporcionado de la fuerza pública para reprimir manifestaciones “contrarias a las políticas del actual Gobierno, la falta de independencia del poder judicial y la situación de las defensoras y los defensores de derechos humanos”. Por ello, la Comisión instó al Estado hondureño a implementar un protocolo de protección a defensoras y defensoras de derechos humanos, y a promover en los diversos ámbitos del régimen y en la sociedad hondureña una cultura de reconocimiento al trabajo de éstos como elementos indispensables para el fortalecimiento del Estado de derecho y la democracia. En segundo lugar, Human Rights Watch denunció la brutalidad policial que ha producido la muerte de Ilse Velásquez Rodríguez, golpizas y otros abusos contra manifestaciones del magisterio, estudiantes y otros sectores que se oponen a las reformas al sistema de educación pública, y agresiones contra periodistas que cubren las jornadas de represión. Para esta organización, ante el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, el lanzamiento de gases lacrimógenos indiscriminadamente y las golpizas contra los manifestantes, el régimen de Lobo Sosa no debe tolerar en ningún caso estos tratos abusivos y tiene la obligación de promover sanciones disciplinarias, incluida la pérdida del cargo y acciones penales en contra de aquellos policías y militares involucrados en tales violaciones. Pese a la contundencia de las denuncias de estos dos órganos internacionales, el régimen continúa con su discurso y practica que criminaliza la disidencia y a quienes denunciamos nacional e internacionalmente las graves y sistemáticas violaciones a derechos humanos que no han parado de cometerse en el país desde el golpe de Estado. El recrudecimiento de la represión con su consecuente impacto mediático, debe servir para que la comunidad internacional vuelva a colocar responsablemente la mirada en Honduras, y sobre todo para que el fiscal de la Corte Penal Internacional decida lo más pronto posible iniciar la investigación penal de los altos mandos civiles, policiales y militares responsables de estos crímenes. Nuestra Palabra | 05 ABRIL 2011

Upload: radio-progreso-eric-sj

Post on 08-Mar-2016

260 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

Editorial Radio Progreso ERIC-SJ

TRANSCRIPT

Page 1: Voces de denuncia sobre las violaciones a derechos humanos en Honduras

                   

   

Voces  de  denuncia  sobre  las  violaciones  a  derechos  humanos  en  Honduras  

Dada  la  gravedad  de  la  situación  de  los  derechos  humanos  en  Honduras,  no  es  de  extrañarse  que  en  las  últimas  semanas,  dos  organismos  internacionales  de  reconocido  prestigio  se  hayan  pronunciado  públicamente  al  respecto.    En  primer  lugar,  la  Comisión  Interamericana  de  Derechos  Humanos  expresó  su   preocupación   por   la   continuidad   de   prácticas   violatorias   a   los   derechos  humanos,  como  las  comprobadas  a  partir  del  golpe  de  Estado,  sobre  todo  en  lo   referente   al   uso   desproporcionado   de   la   fuerza   pública   para   reprimir  manifestaciones   “contrarias   a   las   políticas   del   actual   Gobierno,   la   falta   de  independencia   del   poder   judicial   y   la   situación   de   las   defensoras   y   los  defensores  de  derechos  humanos”.    Por  ello,  la  Comisión  instó  al  Estado  hondureño  a  implementar  un  protocolo  de  protección  a  defensoras  y  defensoras  de  derechos  humanos,  y  a  promover  en  los  diversos  ámbitos  del  régimen  y  en  la  sociedad  hondureña  una  cultura  de  reconocimiento  al  trabajo  de  éstos  como  elementos  indispensables  para  el  fortalecimiento  del  Estado  de  derecho  y  la  democracia.    En   segundo   lugar,  Human  Rights  Watch  denunció   la  brutalidad  policial  que  ha  producido  la  muerte  de  Ilse  Velásquez  Rodríguez,  golpizas  y  otros  abusos  contra  manifestaciones   del  magisterio,   estudiantes   y   otros   sectores   que   se  oponen  a   las  reformas  al   sistema  de  educación  pública,  y  agresiones  contra  periodistas  que  cubren  las  jornadas  de  represión.    Para   esta   organización,   ante   el   uso   excesivo   de   la   fuerza   contra  manifestantes,  el  lanzamiento  de  gases  lacrimógenos  indiscriminadamente  y  las   golpizas   contra   los   manifestantes,   el   régimen   de   Lobo   Sosa   no   debe  tolerar   en   ningún   caso   estos   tratos   abusivos   y   tiene   la   obligación   de  promover   sanciones   disciplinarias,   incluida   la   pérdida   del   cargo   y   acciones  penales   en   contra   de   aquellos   policías   y   militares   involucrados   en   tales  violaciones.    Pese   a   la   contundencia   de   las   denuncias   de   estos   dos   órganos  internacionales,   el   régimen   continúa   con   su   discurso   y   practica   que  criminaliza   la   disidencia   y   a   quienes   denunciamos   nacional   e  internacionalmente   las   graves   y   sistemáticas   violaciones   a   derechos  humanos   que   no   han   parado   de   cometerse   en   el   país   desde   el   golpe   de  Estado.    El   recrudecimiento   de   la   represión   con   su   consecuente   impacto  mediático,  debe   servir   para   que   la   comunidad   internacional   vuelva   a   colocar  responsablemente  la  mirada  en  Honduras,  y  sobre  todo  para  que  el  fiscal  de  la   Corte   Penal   Internacional   decida   lo   más   pronto   posible   iniciar   la  investigación   penal   de   los   altos   mandos   civiles,   policiales   y   militares  responsables  de  estos  crímenes.    

     Nuestra  Palabra  |  05  ABRIL  2011