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Año: 2006. No. 3. [006] Órgano de difusión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo Julio de 2006

Verde Olivo Este periódico está dedicado a todos los compañeros que han luchado con las FARP y que han tenido que pagar con su desapa-rición, presidio o vida el costo de la instauración del socialismo en México.

¡Vestido de verde olivo! ¡Políticamente vivo!

¡Nos has muerto camarada! ¡Tu muerte será vengada!

¡¿Y quién la vengará?! ¡El pueblo organizado!

¿Por quién luchamos?

Por los electricistas mexicanos. Foto: Agencia EFE.

Contenido

¿La izquierda al poder?..........1

Comunicado sobre Guerrero y Oaxaca…………………………..3

La política laboral del Grupo Televisa……………….………...5

Réplica a unos teoremas de la moral burguesa…..…………...7

Selección de textos y poemas de Roque Dalton….………...10

Historia de México: La Batalla de Chihuahua………….…...….8

¿La izquierda al poder?

Para muchos, los diversos aconteci-mientos, fundamentalmente políticos y sociales, que se han suscitado en nuestro país parecieran ser a simple vista el preámbulo de una situación de efervescencia o etapa revoluciona-ria; sin embargo, es necesario realizar un análisis más profundo, sin apasio-namientos, a efecto de tener plena conciencia de la verdadera situación y del desarrollo de la lucha de clases en México. Tal pareciera que la lucha electoral está siendo encauzada hacia la defini-ción de dos posiciones políticas —que no de proyectos económicos antagónicos—, y que en tal sentido la sociedad mexicana está dividida, en base a la adopción de cada uno de esos proyectos políticos, en dos gran-des e inconciliables sectores sociales. Pero la lucha de clases no está consti-tuida únicamente por la lucha electo-ral, aunque, ciertamente, ésta es uno más de los reflejos de aquélla. Al final de cuentas, también la lucha reivindicativa, la lucha social, la de-fensa y promoción de los derechos humanos, la defensa de los recursos naturales y la promoción ecológica, la lucha por la democratización sindi-cal, la lucha armada, etcétera, forman parte de la lucha de clases. Todas estas manifestaciones de lucha naci-das de la creatividad del pueblo van dándole forma global a lo que es la lucha de clases. Aun cuando ésta, su existencia como tal, sea negada o no quiera ser vista de manera franca y abierta por, por ejemplo, los medios de comunicación masiva —parte fun-damental de los medios ideológicos de control hegemónico—, la lucha de clases existe; lo que sucede es que a esos medios de comunicación les conviene mantenerla oculta, apenas latente, indescifrable, incomprensi-ble, “ajena” a la vida cotidiana de los pueblos, fragmentaria, sin mostrar los vínculos existentes entre cada uno de esos fenómenos sociales, sin

evidenciar, en una palabra, la reali-dad: las causas, la raíz o el origen de la lucha de clases. En cuanto a la mayoría de las organi-zaciones sociales o proyectos que dicen proponerse transformaciones sociales profundas, podemos obser-var que, respecto de la lucha de cla-ses, también tienen excesivos temo-res, grandes prejuicios o desconoci-miento de lo que significa impulsar-la… De ahí que si esto pasa con estas organizaciones, qué puede esperarse de los partidos políticos que son simples y llanas máquinas electora-les. Ante el cúmulo de acontecimientos suscitados en lo que va del 2006, sobre todo en la lucha social, parecie-ra, entonces, claro que estamos ante una efervescencia de la lucha de cla-ses, es decir, ante un auge revolucio-nario, y no es para menos, la lucha de los opositores a la presa de La Parota, la lucha de los pobladores de San Salvador Atenco, la huelga minera en Sicartsa y en otros lugares, las movili-zaciones del magisterio oaxaqueño y de la CNTE, la creciente simpatía popular hacia el arribo al poder polí-tico de parte de gobiernos progresis-tas en América Latina, etcétera, hacen creer que es verdadera tal situación

(Continúa en la página 2)

Manifestaciones en defensa del voto en el D. F. Foto: José Antonio López.

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de efervescencia revolucionaria. Pero esos hechos por sí mismos no necesariamente van a crear tal realidad, no son suficientes, se necesitan desarrollar aún más las condiciones subjetivas (la organi-zación y la unidad concretas y funcionales, etcétera) y objetivas (crisis completa e irreversible del sistema capitalista) para poder escalar a una verdadera situación revolucionaria. El voluntarismo y romanticismo no son por sí mis-mos suficientes. Debemos tener claro que el enemi-go es muy poderoso, que la corre-lación de fuerzas es muy desigual, y que, aparte de desigual, la uni-dad de las organizaciones progre-sistas y revolucionarias práctica-mente es inexistente; vaya, ni si-quiera existe entre tales organiza-ciones ninguna coordinación que tenga en este momento una verda-dera perspectiva de desarrollo. La izquierda permanece desunida, atacándose entre sí, llevando a la práctica aquella forma de hacer política en que el pez grande se come al pez chico, con golpes bajos a la menor oportunidad, con la calumnia, la difamación y el asesi-nato por delante, todo con tal de que un proyecto cualquiera sobre-salga por encima de los demás, y todo ello a costa de la lucha del pueblo. Es de reconocer que en este mo-mento hay una algidez de la lucha electoral que impulsan los partidos políticos; desgraciadamente, no se ha podido articular una alianza nacional que fuerce, que empuje, a que desde esa forma de lucha, la electoral, se vaya construyendo un nuevo proyecto de nación que verdaderamente libere a los opri-midos de la patria mexicana. Desgraciadamente, será difícil que los anhelos democráticos del pue-blo mexicano se vean cumplidos, sobre todo a partir de los recientes resultados electorales, que en lugar de generar certidumbre,

confianza en el avance democráti-co del país, han generado desilu-sión y coraje por el inocultable fraude electoral, meticulosamente planeado y ejecutado. Queda como último recurso de las fuerzas populares opositoras que participan en esta forma de lucha, organizarse y dirigir su propia lucha por la defensa de su volun-tad, de la voluntad popular. Empe-ro, el panorama es incierto. No se ve con claridad por dónde el Esta-do quiera o vaya a ceder antes las acciones de presión que impulsará, tanto en el plano político como en el jurídico, Andrés Manuel López Obrador. No está de más recordar que no es lo mismo ceder ante la presión de la movilización contra un desafuero, que ceder ante la movilización para realizar un re-cuento electoral, voto por voto, pues lo que está en juego son co-sas completamente distintas. En el primer caso, la apuesta era por el derecho a una candidatura; en cambio, ahora está en juego la presidencia de la república, y es de esperar que la simbiosis Estado-Ultraderecha resista con todo. La lógica y la historia nos dicen que las clases privilegiadas no se des-hacen del poder de manera volun-taria ni por convicción humanista, mucho menos cuando la ultradere-cha está enquistada hasta el tuéta-no en esas clases privilegiadas. Les quedaría por valorar una opción “intermedia”, igualmente indesea-ble para esos privilegiados: la inva-lidez de la elección —y su corres-pondiente nueva elección presi-dencial—, pero ese escenario mere-ce un análisis aparte, por la com-pleja combinación de intereses de clase que se presentaría en el esce-nario político. Quizá lo que más preocupa es la concepción estratégica que tienen Andrés Manuel López Obrador y su equipo, que por lo que se ve no estarán dispuestos a llevar la lucha y la defensa del voto hasta sus últimas consecuencias, pues creen que con acciones semejantes a las realizadas anteriormente lograrán

que el régimen ceda a la voluntad popular. No estamos anticipándo-nos a los hechos, no decimos que no lo harán, que no impulsarán esa lucha consecuente; decimos que, finalmente, ellos tendrán la opor-tunidad de demostrar que sí lo harán. Pero sin importar que lo hagan o no, nosotros pensamos que la clave —verdaderamente democrática, de auténtico avance democrático— está en que el pue-blo se organice y asuma la direc-ción de su propia lucha. Y esa lu-cha en particular contará con la solidaridad total de las FARP. Ya se verá si esos señores del PRD están dispuestos a impulsar el agota-miento de todos los cauces civiles y pacíficos por parte del pueblo, cuando sean necesarias acciones más contundentes y mejor organi-zadas. Veremos entonces si temen o no que el pueblo se les salga de su control; veremos si en realidad se sienten o no parte del pueblo, o si sólo buscan su apoyo para fines mucho más reducidos. Hasta aho-ra, han hecho todo lo posible por no involucrar al pueblo en la discu-sión y toma de decisiones. Y deci-mos claramente que no se trata de sólo pedirle al pueblo que se pro-nuncie a favor o en contra de una acción determinada, como ha anunciado López Obrador que lo hará, sino se trata de incorporar al pueblo en la discusión más profun-da sobre su destino, sobre su pen-sar, sobre sus anhelos más gran-des… No creemos que sea ético ni realmente democrático que única-mente el pueblo participe en las labores de talacha, en las activida-des en que la masa es sólo impor-tante por su inmenso número. Y aclaramos que no estamos pro-poniendo realizar, desde el princi-pio de una larga lucha, acciones radicales; la cuestión es ir valoran-do la situación específica y la co-rrelación de fuerzas concreta, y sobre esa base ir apretando las tuercas, según se requiera. Pero pensamos —deseando equivocar-nos— que será difícil que la direc-

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ción del PRD y el círculo cercano a López Obrador estén interesados en desarrollar la iniciativa y el arrojo democráticos del pueblo. Como se ve, el panorama pinta muy difícil y compli-cado para el país. Si la derecha logra legitimar su fraude y se consolida en el poder, es seguro que del país sólo queden pedazos, que de la soberanía nacio-nal quede nada y que el nivel de vida de los mexica-nos caiga hasta límites insospechados. Y entonces, ante tal estado de cosas, si algunas fuer-zas políticas, ya sean de izquierda o derecha, pensa-ban, deseaban e impulsaban una transición pacífica o de terciopelo hacia un mejor país, verán todos sus esfuerzos frustrados, porque estaremos arribando a una polarización de la sociedad de tal magnitud que

sólo se engendrarán innumerables focos rojos y re-giones enteras donde la violencia será el sustituto de la lucha política por medios pacíficos. Nadie desea eso, pero todo pareciera que los acontecimientos actuales nos están orillando inexorablemente hacia allá.

¡Por la Liberación Nacional y la Revolución Socialista!

¡La Lucha Popular Revolucionaria!

¡Patria Libre! ¡Y Socialista!

Fuerzas Armadas

Revolucionarias del Pueblo, FARP.

República Mexicana, a 15 de julio de 2006.


Comunicado sobre Guerrero y Oaxaca

Al pueblo de México: Al pueblo de Oaxaca: A la Sección 22 del SNTE: Al pueblo de Guerrero: A la Organización Campesina de la Sierra del Sur: Compañeras, compañeros:

«Moralejas:

«1) El capitalismo es un gran mercado de poderes donde sólo comercian los ladrones

y es mortal hablar del verdadero dueño del único poder: el pueblo.

«2) Para que el verdadero dueño del Poder

tenga en sus manos lo que le pertenece no deberá tan sólo echar a los ladrones del Templo

Comercial porque se reorganizarían en los alrededores:

por el contrario, deberá derribar el mercado sobre las cabezas de los mercaderes.»

Fragmento de Reparto de cosa ajena en el mercado de

los ladrones, Roque Dalton.

I. El magisterio oaxaqueño

No es una costumbre de las FARP declararse en recu-rrentes y coloridos estados de alerta por los aconteci-mientos represivos más sonados que tienen lugar en México. La opresión y la represión acechan día a día en todos los rincones del país. Y sería francamente simplista y hasta oportunista olvidar que en la paz burguesa que priva en el país se cometen las más terribles injusticias y arbitrariedades en contra del pueblo. En todos lados, no hay un solo espacio en donde habite el pueblo, en que no tenga lugar el abu-

so de los más fuertes sobre los más débiles. Es co-mún que quien no vive entre el pueblo, padeciendo las mismas penurias de éste, olvide esta verdad tan elemental pero contundente. No está demás recordar, porque olvidarlo es común entre muchos “revolucionarios”, que la fraternidad y la paz en el capitalismo no son otras sino aquellas en que la pri-mera es una “fraternidad de ladrones” y la segunda es una paz donde “se lucra más” y donde se lleva “hasta sus últimas consecuencias la hostilidad entre los individuos, la infame guerra de la competencia”. Tampoco es día para repudiar por medio de un mano-jo de palabras la represión gubernamental. No nos extraña lo que hace el gobierno, lo conocemos bien y sabemos cuál es su verdadero lenguaje. Sabemos, por ejemplo, que Ulises Ruiz anda por las distintas regio-nes de Oaxaca y de otros estados como operador político de la campaña de Roberto Madrazo: recaban-do firmas de apoyo, comprando conciencias y votos a efecto de formar grupos de choque en contra de los profesores oaxaqueños e instrumentar la compra y coacción del voto como siempre lo ha hecho y por lo cual ha sido graduado con altos honores en la escue-las de Mapaches. Por eso hoy queremos decir, simple y sencillamente, que aprobamos y apoyamos la manera como los com-pañeros de la sección XXII de la CNTE recuperaron el centro de la Ciudad de Oaxaca. Nos parece importan-te enfatizarlo porque ese hecho provocó que hoy los profesores tengan políticamente (si utilizan una es-trategia adecuada) contra la pared a ese criminal de Ulises Ruiz. De no haberlo hecho, quienes estarían contra la pared (y no sólo política, sino judicial y económicamente) serían los profesores. Eso no puede




dejarse de lado en el análisis de la lucha política ya que bajo este contexto, es necesario visualizar las debilidades iniciales del movi-miento: había un exceso de con-fianza de las bases y sus dirigentes por la creencia de la invulnerabili-dad del movimiento y de que era prácticamente imposible que Uli-ses Ruiz se atreviera a ordenar su desalojo. Aparentemente todo marchaba sobre ruedas, pero vino la represión y el magisterio cons-ciente se vio obligado a utilizar la autodefensa de una manera impro-visada, sin experiencia y sin orga-nización previa; esta autodefensa producto de la rabia y del coraje culminó posteriormente con una contraofensiva, ahora sí, organiza-da, con aciertos y defectos; y pre-cisamente en esta contraofensiva se pudo observar que el mayor de los defectos fue que algunos de los liderazgos aparentemente más preclaros y capaces no asumieran una actitud que las bases sí asu-mieron como nunca antes se había visto en los maestros de Oaxaca.

Ante esto, se debe sacar la expe-riencia y conclusión de la necesi-dad de ir construyendo estructuras reales de autodefensa que permi-tan hacer frente a las fuerzas re-presivas para no permanecer en la total indefensión; en su defecto, los movimientos sociales y gremia-les se verán obligados a organizar la autodefensa como mera necesi-dad del momento.

Sin embargo, lo más importante por ahora es vislumbrar qué cami-no seguir, qué estrategia y táctica aplicar; recordemos que el Estado es poderoso, que cuenta con sus estructuras y superestructuras con gran capacidad y poder; esto mis-mo se ve reflejado en el derroche económico, en la difamación y calumnia hechas por los medios masivos de comunicación; se ve reflejado en el intento de movilizar sus estructuras corporativas, in-tento que afortunadamente no le funcionó del todo. Si vemos lo anterior, es de prever que en base a ello el magisterio de la sección 22 deba analizar detenidamente, junto con las organizaciones socia-les y pueblo de Oaxaca, la ruta más adecuada a seguir; no se trata nada más de ímpetus revolucionarios o de romanticismos subjetivos, la realidad es concreta y en base a ella debemos regirnos; si se plan-tea lograr la salida del gobernador del estado con todo su aparato represivo y sus colaboradores más cercanos se debe tener clara la necesidad de impulsar una estrate-gia jurídica, política, organizativa, económica, de propaganda, de autodefensa, etc., la cual permita lograr los objetivos planteados. Destituir a Ulises Ruiz Ortiz y su camarilla no va a ser cosa fácil, no lo van a aceptar tan fácilmente; quienes se favorecen del gobierno de Ulises Ruiz saben que si esto sucede significará, política y eco-nómicamente, su muerte como grupos de poder, al menos en Oaxaca; entonces van a luchar con todos los medios a su alcance; incluida la violencia, fundamental-mente selectiva, consistente en el asesinato, detención o desapari-ción de dirigentes estatales y re-gionales clave. Recordemos que todavía no han aplicado el método de realizar “levantones” y desapa-riciones, ya sea permanentes o temporales, a efecto de infundir el miedo y tratar de mediatizar el movimiento; ante todo esto se debe estar preparados. A pesar de todo, nos parece que la

reacción valiente y consciente de los profesores de Oaxaca los colo-ca como ejemplos a seguir en la lucha política en México. Junto con lo hecho hace algunos años por los estudiantes y pobladores de la región de El Mexe, Hidalgo, hoy lo realizado por los compañeros maestros demuestra que en la lucha política de las masas se re-quiere también del coraje, la deci-sión y la fuerza de la dignidad, ni más ni menos. II. La OCSS, una historia digna de

contarse. Los años han transcurrido veloces y la justicia nunca ha llegado. Los familiares de los caídos en la ma-sacre del 28 de junio de 1995 no han recibido justicia plena. Peda-zos minúsculos de justicia nada más. Promesas extraordinarias nada más. Interesados ofrecimien-tos de indemnización que vendrían a comprar la conciencia de esos familiares, su silencio. Y, sin em-bargo, la pobreza de esas familias se ha agudizado abismalmente al no contar desde entonces con quien era el principal sostén eco-nómico de la familia. Respuesta nula del gobierno mexicano ante las medidas específicas que le han recomendado diversas organiza-ciones nacionales e internacionales de derechos humanos. Falta de voluntad política en todos los niveles de gobierno. En cambio, han recibido del gobier-no la propuesta del olvido: “es hora de cerrar las cicatrices”, “es hora de la reconciliación”, “es hora del progreso del Estado de Guerre-ro”, etcétera. Mientras, los familia-res de los asesinados ese 28 de junio, han visto cómo van saliendo de la cárcel cada uno de los auto-res materiales de la masacre. Los asesinos han pagado con unos cuantos años de prisión y con un buen fajo de billetes los incalcula-bles años de vida que les arrebata-ron cobardemente a esos militan-



Los profesores oaxaqueños retoman el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca. Foto: Blanca Hernández.



tes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur. Los responsables intelectuales jamás han sido toca-dos. Desde siempre, la OCSS ha sido una organización vejada por el gobierno, por los caciques y paramilita-res de la casta de los Figueroa. Pero no sólo eso. Lue-go de la masacre de Aguas Blancas, la OCSS sufrió el intento de aislamiento por parte de distintas fuerzas políticas, las cuales sólo querían hacerse cargo de la denuncia de ese crimen artero por el simple prestigio nacional e internacional que ganarían… Cuentan los que saben que cuando la OCSS lo advirtió y rechazó su “ayuda”, entonces se le cerraron las puertas de la “solidaridad” de muchos “compañeros”… Luego vino el desprecio general de los partidos políticos… Luego vino la resistencia, la adversidad de luchar contra la corriente, de desenmascarar a Rubén Figueroa… Y al parecer lo lograron. Pero no fue suficiente.

No bastando todo eso, grupos seudo revolucionarios bajo pretextos y calumnias; escudándose en la argu-mentación de que pueden y son la verdad, la ley, la autoridad, contra todo elemental principio de lógica,

raciocinio y mínima capacidad política, decidieron sin más argumento de por medio, asesinar a uno de sus principales dirigentes; el motivo fundamental y clave: la familia Mesino de Atoyac se ha convertido en un estorbo y un peligro para sus planes de control de la que consideran su zona histórica por derecho de sangre. No obstante lo anterior, la OCSS ha resistido todo; desde intentos divisionistas provocados por liderci-llos sin escrúpulos que creen que la lucha social es de su propiedad y que sólo miran la lucha economi-cista y se tratan de posicionar cada 28 de junio, hasta intentos por parte del gobierno de cooptar su base, incluidos los familiares de las víctimas por medio de abogados chupatintas y vividores del presupuesto de las viudas. A pesar de los pesares, la lucha en la Cos-ta Grande se mantiene, crecen los liderazgos y las organizaciones sociales, se fortalece la convicción de que hay que luchar contra todos estos enemigos de la razón y del pueblo. Finalmente nuestro saludo y abrazo solidario a la lucha del pueblo de San Mateo Atenco, obreros de Sicartsa y viudas y familiares de los fallecidos en la mina de Pasta de Conchos. La sangre del pueblo y el sufrimiento de sus seres más queridos no serán verti-das en vano. Se nos olvidaba; un orate balbuceó la estúpida frase de que la violencia del narcotráfico en Guerrero en su lucha por el control del estado sólo había ocasionado que siete individuos dejaran de votar el próximo dos de julio.

¡Por la Revolución Socialista y la Liberación Nacional!

¡La Lucha Popular Revolucionaria!

¡Patria Libre! ¡Y Socialista!

Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo,

FARP.

República Mexicana, 28 de junio de 2006.


Edición de La Jornada, donde se da cuenta del asesinato de un integrante de la OCSS a manos de un grupo paramilitar y seudo revolucionario.

La política laboral del Grupo Televisa

ARTÍCULO 123. "Toda persona tiene derecho al traba-jo digno y socialmente útil, al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo conforme a la ley". Así inicia el artículo 123 de nuestra Constitución Mexicana, pero la realidad de los más de 2000 traba-jadores de Televisa contradice completamente el “espíritu progresista” de dicho artículo constitucio-

nal. A nadie que tenga claro en qué consiste la lucha de clases, entre trabajadores y patrones, le puede extrañar que con argumentos tramposos como el de “economizar los recursos financieros” el gobierno y la patronal no duden en lesionar los intereses de los trabajadores a través del pago de bajos salarios, nu-las prestaciones sociales y el maltrato a la dignidad




humana, con el fin de priorizar la acumulación de capital por parte de la burguesía. En este caso se trata de los trabajadores por hono-rarios de una empresa de comunicación en cuya programación se denuncian “a la luz pública”, de vez en cuando, “asombrosos” casos de “injusticia social”. Así sucedió con el caso de “primera plana” de los 65 mineros (la inmensa mayoría, trabajadores por hono-rarios) muertos en la Mina de Pasta de Conchos, Coa-huila. En este caso, Televisa incluso abordó el tema de la inseguridad y peligrosidad en que trabajaban los 65 hombres que perdieron la vida, y cuyas pési-mas condiciones laborales quedaban “justificadas” por medio de un contrato laboral por honorarios que la empresa, Grupo México, en ese momento quiso ocultar, en medio de la angustia y la esperanza de las familias de los mineros por encontrarlos con vida. En términos laborales, esos mineros contratados por honorarios padecen la misma inseguridad social que la de los trabajadores por honorarios de Televisa. Por la ineludible necesidad de sostener a sus familias, estos trabajadores venden su fuerza de trabajo a cambio de un miserable salario, sin número de segu-ridad social, sin INFONAVIT, sin aguinaldo, sin utili-dades, sin pago de horas extras, sin derechos de antigüedad ni de ser contratado de “planta”, etcétera. Una forma más de la corrupción que forma parte de la “normalidad democrática”, de la paz burguesa que subsiste en México, es la practicada por los patrones mediante contratos laborales que violentan los dere-chos de los que prestan su esfuerzo como trabajado-res, los cuales por la difícil situación económica del país renuncian a su seguridad social. A los trabajado-res de Televisa, así como a millones de trabajadores en el país, les condicionan la obtención del empleo a la firma previa de un contrato de “prestación de servicios profesionales”. Este fenómeno económico de la lucha de clases, netamente neoliberal, tiene su origen a partir de 1982 en instituciones gubernamen-tales, y se han mantenido ahí sin importar ya si el gobierno es del PRI, del PAN o del PRD. Posteriormen-te, ese tipo de contratación de trabajadores adquirió carta de naturalización en la iniciativa privada con la complacencia de las autoridades federales del trabajo y de la seguridad social. El motivo para justificar ese atentado contra la seguridad social de los trabajado-res fue que con ese tipo de contratación laboral se pretendía fortalecer el crecimiento de las micro, pe-queñas y medianas empresas. Así es la lucha de cla-ses, entre trabajadores y patrones. Es importante decir que los verdaderos contratos de servicios profesionales con pago por honorarios están contemplados en la legislación laboral y están

dirigidos al médico, al abogado, al arquitecto, al inge-niero, etcétera, es decir, a profesionistas que trabajan independientemente, sin subordinación de ningún tipo, o sea, sin relación laboral (patrón-trabajador) alguna. Televisa utiliza un disfraz de “vínculo civil” que la une con quienes en realidad son sus trabajado-res. Valiéndose de engaños infantiles, como el de considerar que el grado de estudios de sus trabajado-res los coloca en un nivel de profesionales, Televisa los contrata por medio de los mencionados contratos de servicios profesionales con pago por honorarios. Para el caso de los trabajadores que carecen de una carrera profesional, Televisa obliga al trabajador a tramitar su cédula fiscal, sujetándolo al régimen por honorarios, y a imprimir sus respectivos recibos fiscales. En caso extremo, Televisa recurre a obligar a que el trabajador se inscriba y dé de alta ante la Se-cretaría de Hacienda como trabajador bajo el régimen de honorarios asimilados a salarios. Esa es la mane-ra como Televisa priva a sus trabajadores de las pres-taciones mínimas a las que tiene derecho según la Ley Federal del Trabajo.

El Grupo Televisa es un grupo de burgueses cuyo negocio es el monopolio de la “comunicación”. Por eso “denuncia” la miseria en Metlatónoc, Guerrero; por eso vocifera que las condiciones laborales en la Mina de Pasta de Conchos, Coahuila, sean pésimas; por eso hace crónicas acerca del Tren de la Muerte; por eso es capaz de presentar en tiempo real el lin-chamiento de los perros guardianes de la burguesía en Tláhuac, D. F.; etcétera. Pero jamás hablará del trato que da a sus propios trabajadores. Los burgue-ses del Grupo Televisa jamás se auto preguntarán: “¿Tienes el valor, o te vale?”, porque a los burgueses de Televisa les valen sus trabajadores, las vale el caso Texcoco, les vale el “movimiento de abajo y a la iz-



Televidente, caricatura de Naranjo.



quierda”, les vale la verdad y la mentira… Al Grupo Televisa le importa su negocio, nada más. Y más todavía, cuando los trabaja-dores de Televisa llegan a laborar a las instalaciones de la empresa, deben, para poder entrar en ellas, presentar al equipo encargado de la seguridad de la empresa una credencial en la que se lee: “ESTE GAFETE ES UN MEDIO DE ACCESO A LAS INSTALACIONES Y POR LO TANTO NO GENERA RELACION LABORAL”. ¿Y el Sindicato, es decir, el SITA-TYR? El SITATYR no hace nada por sus afiliados. Sólo se limita a co-brar sin falta dos cuotas quincena-les: una por “desplazamiento”, otra por “permitirle al trabajador ocu-par una plaza que le pertenece al Sindicato“. Las FARP analizamos las diversas cantidades que pue-den adquirir dichas cuotas y obte-nemos un monto promedio: al año,

el SITATYR le roba a cada trabaja-dor unos 10,000.00 pesos. ¿Valdría la pena hablar de la Se-cretaría del Trabajo y Previsión Social? No, no vale la pena. Los trabajadores que se han atrevido a luchar por la democracia sindical y por un trato justo para los trabaja-dores de Televisa han sido despe-didos y hasta obligados por la Secretaría del Trabajo a no acercar-se a las instalaciones del Grupo Televisa sino hasta una determina-da distancia. El Grupo Televisa es un grupo burgués típico por su hipocresía, como lo son todos los burgueses, todos los patrones, todos los capa-taces con respecto de los trabaja-dores. El Grupo Televisa es un grupo de abusivos, que con toda falta de ética y humanismo “denuncia” ciertas injusticias en el país y en el mundo, mientras vio-lentan los derechos de sus trabaja-dores como tales. Y, por cierto, de ese maltrato laboral de Televisa no

se escapan las mujeres. Por eso las FARP les decimos a los trabajadores conscientes de Televi-sa: “se dice que la mejor medida de la libertad que hay en una so-ciedad la determina el grado de igualdad de la mujer. Igualdad en el acceso a las oportunidades de trabajo, de creación intelectual y artística, de participación política e intervención en los asuntos del poder, etc. En realidad, sólo en la medida en que disminuyan, hasta desaparecer, las discriminaciones de género y sexo, habrá un verda-dero reconocimiento a la dignidad humana del hombre y por supues-to de la mujer”. Por lo tanto, com-pañeros trabajadores de Televisa, la lucha por el socialismo es la única vía de salida a sus problemas como trabajadores, en la que des-apareceremos todos los contratos por honorarios, por ser funestos para los trabajadores. Entonces todos los trabajadores tendrán un salario digno, y todas las presta-ciones sociales que se merecen.


Réplica a unos teoremas de la moral burguesa mos, 250. De estos 250, el sistema te concede 125 y deja el resto para más tarde (los otros 250, los olvidan ambos, tanto el sistema como tú). Después de otros dos años, has subido todavía más; el siste-ma está dispuesto a complacerte de nuevo: de los 125, que te quedan, ahora sólo pides 62, y el siste-ma, generosamente, te da 32. Después de otros dos años quieres obtener únicamente 27 de los 62; el sistema te da 8, etc. Es una regresión geométrica. Cuando llegas a ser director, gerente, presidente, entonces te queda 1. Este 1, lo concretas plena-mente. Eres un hombre afortunado. Ahora, por fin, tienes el sistema a tu merced.

Peter Schneider, 1970.

"Concreta tu crítica de las instituciones consiguiéndote una posición dentro de ellas. Cambia el sistema, pero hazlo desde dentro; el sistema sólo está esperando a tipos como tú."

He aquí una falacia del equilibrio de fuerzas: no es cierto que tú tengas la misma oportunidad de vencer al sistema que la que tiene él para vencerte a ti. No es una lucha limpia. El sistema te hace la propuesta de medir-te con él, más o menos con la misma seguridad con la que una aplanadora podría ofrecer al asfalto caliente de sentirse totalmente libre mientras le pasa encima y lo aplasta. Si bien le quedan algunas ronchas, en gene-ral queda bastante liso.

Mide tus fuerzas en números, imagínate que tienes 1000 puntos antes de entrar al sistema. De estos 1000, el sistema te quita por lo pronto 500, argumentando que más tarde podrás emplearlos de nuevo, pero que al principio deberás limitarte un poco y aprender cómo funciona cada cosa. Después de dos años has escalado un nivel; ahora te podrían devolver, teóricamente, una parte de los 500; sin embargo, dado que durante todo el tiempo te las has arreglado sin los 500, ya no sabes cómo es eso de tener 1000; por eso, sólo pides, diga-


Historia de México: La Batalla de Chihuahua

Después de dominar la comarca lagunera, “Villa se apresuró a re-gresar Chihuahua, donde impor-tante núcleo de la División del Norte federal se había fortificado”, expresa el acucioso y veraz escri-tor y militar revolucionario Federi-co Cervantes M., de quien es el relato de esto magníficos hechos de armas. En su libro Francisco Villa y la Revolución (Ediciones Alonso, 1960), expresa: Dejando en Torreón a los jefes de La Laguna, Villa regresó en sus trenes con las fuerzas de Chao, Rosalío Hernández, Maclovio Herrera, Toribio Ortega y Eugenio Aguirre Benavides. Llegando a Santa Rosalía se supo que por esos días el general Yuriar pretendió insubordinarse a Villa y abando-narlo con sus fuerzas. Maclovio Herrera lo sitió, Yuriar fue apre-hendido y pasado por las armas: “Soldado o general que se insubor-dine, soldado o general que yo mando a fucilar, sin que nada me lo embarace; en la guerra no sé consentir ni por un momento que la autoridad del jefe se discuta o sufra merma.” (Memorias de Pan-cho Villa). A 120 kilómetros de Chihuahua (en Santa Rosalía) desertó el capitán Torres, federal, para incorporase a la guarnición de Chihuahua. Villa y sus tropas llegaron a Mápu-la, a 20 kilómetros de Chihuahua, el 5 de noviembre, dejando sus trenes para avanzar por tierra, cerca de la vía, hasta detenerse en el rancho de Ávalos (1).

El ataque a Chihuahua

Villa se dispuso a atacar el día 6 noviembre; por la presa de Chuvís-car la brigada Juárez, mandada por Maclovio Herrera y las fuerzas de Eugenio Aguirre Benavides, que tenían al frente a Orozco y Marcelo Caraveo; por la izquierda atacaría la brigada Morelos con José Rodrí-guez y la brigada de Rosalío Her-nández; la brigada Villa con el

coronel Medina atacaría por entre los dos cerros Grande y del Coro-nel. Al anochecer de ese día 6 de no-viembre, una granada de cañón explotó muy cerca del general Villa y un fragmento de la espoleta hirió gravemente al mayor médico Sa-muel Navarro (2), jefe del servicio Sanitario, quien falleció poco des-pués. Una columna como de 1,000 hom-bres hizo una salida inesperada, pero Villa a la cabeza de sus tro-pas, se lanzó furiosamente sobre ella, haciéndoles reconcentrarse en la ciudad. Por la presa de Chuvís-car, Maclovio Herrera no pudo vencer la resistencia que le opuso Marcelo Caraveo, teniendo que retirarse, después de tiroteos par-ciales. El día 9 ordenó Villa el reti-ro gradual de sus fuerzas y por la noche emprendió la marcha hacia el rancho de Nogales, simulando una retirada hacia el sur y hacien-do que sus trenes se retiraran con heridos e impedimenta. El enemigo exploraba, pero tiradores villistas los ahuyentaban.

La toma de Ciudad Juárez, nota-ble maniobra estratégica

La noche del 13 de noviembre (1913), libres de impedimenta, la caballería de Villa efectuó un gran rodeo cruzando el Río Chuvíscar hasta llegar a la población de Aldama; de allí se dirigió al norte, caminando toda la noche hasta el amanecer en que se aproximaron a la estación Terrazas del F. C. Fierro y Banda, se adelantaron al galope y lograron sorprender a los emplea-dos de la estación. En seguida llegó el grueso de la tropa villista y Ma-nuel Banda, telegrafista, se apode-ró del aparato y empezó a girar avisos tomando el nombre del conductor del tren que llegó a eso de las diez, siendo atrapada la tripulación. La locomotora arras-traba seis carros caja y cinco gón-dolas con carbón que fue vaciado para que los ocuparan: Maclovio Herrera con la brigada Juárez; José Rodríguez y Fierro con la Morelos y la brigada Villa, con Medina, guía y Estado Mayor. Total: 2,000 infan-tes. Villa ordenó que el general Rosalío Hernández y los coroneles



La Batalla de Chihuahua...

Toribio Ortega, Fidel Ávila y Marti-niano Servín con la artillería, la caballada y los 2,500 hombres restantes, marcharan rumbo al norte, a los lados de la vía férrea, hasta que vinieran trenes a reco-gerlos. Al llegar a cada estación se adelantaban la máquina sola para sorprender a los empleados, tele-grafiando a Ciudad Juárez que el tren regresaba “porque había visto una partida de tropas enemigas”. Por la noche, Villa recogía los ca-rros dando instrucciones y la con-traseña que sería: “Villa-Carranza.” Sin novedad llegaron a Ciudad Juárez, en silencio y con las luces apagadas; se formaron calladamen-te y, según instrucciones recibidas, José Rodríguez con la brigada Morelos marchó sobre las tropas orozquistas acantonadas por el hipódromo; Maclovio Herrera con la brigada Juárez marcho a la iz-quierda sobre el cuartel del 15º batallón y la brigada Villa, por la de derecha, se fue sobre la Jefatu-ra de Armas, frente a la plaza prin-cipal. El coronel Medina, con parte del Cuerpo de Guías se dirigió a las casas de juego (calle del Comer-cio). Villa y su Estado Mayor y guías, permanecieron en la esta-ción para acudir a donde fuere necesario. Las tropas huertistas de la guarni-ción dormían confiadamente y los cuerpos de guardia fueron sor-prendidos, rindiéndose tras débil resistencia. Rodríguez y Herrera encontraron alguna resistencia hasta que las tropas del hipódromo y las del cuartel se rindieron a la madrugada. La banda de música del 15º bata-llón, con 40 músicos, fue enviada a recorrer las calles, tocando alegres piezas, seguidas del pueblo que lanzaba “Vivas” a Madero y a Villa, y “mueras” a Victoriano Huerta. Los colorados del hipódromo in-tentaron una vuelta ofensiva, pero fueron dispersados. De los garitos fue recogida considerable cantidad

de dinero. El general Villa envió trenes que fueran a recoger al resto de sus tropas, las que pronto se incorpo-raron. Fueron muchos los prisione-ros; los orozquistas, con su jefe el coronel Portillo, fueron pasados por las armas. Igual suerte corrió el capitán Elías Torres y dos de sus compañeros, ex federales, que después de perdonados, sirvieron en la artillería villistas, para luego

desertar en Santa Rosalía. Villa ordenó que no hubiera más fusilamientos y al mismo jefe de la guarnición, general Francisco Cas-tro le permitió, con disimulo, ocul-tarse y pasar después al lado ame-ricano. Con ello pagaba una deuda por ser Castro uno de quienes se interesaron por salvarlo cuando Huerta iba a fusilarlo en Jiménez. Se capturaron una batería de arti-llería y una sección de ametralla-doras, así con todas las armas de la infantería. La guarnición rendida en Ciudad Juárez era muy supe-rior, numéricamente, a los efecti-vos asaltantes. Maclovio Herrera se disgustó con

el coronel Juan N. Medina porque éste imponía disciplina y restric-ciones a los manejos de los genera-les; se retiró con su Estado Mayor a El Paso, Texas; y envió a Villa una carta expresando su descontento. Con trabajo logró éste que Herrera regresara. El general Villa había conquistado un puerto fronterizo, quedando en condiciones de comprar armas y parque. Tan notable acción sorpresiva fue librada el 15 de noviembre de 1913, y dio gran prestigio a la Revolución y al general Villa, de quien se hacían elogiosos comenta-rios. Los vecinos norteamericanos admiraban la astucia y valentía de Pancho Villa. La prensa publicaba sensacionales noticias y mucha gente se dirigía por el puente Inter-nacional para conocer y saludar al que ahora titulaban el “Napoleón Mexicano”. Notas: (1) En ese rancho de Ávalos se ocultó el general Donato Guerra, quien secundado a don Porfirio Días en 1872, fue derrotado por el gobernador don Luis Terrazas, y después aprehendido y fusilado (por el gobierno juarista). Se le enterró en el panteón de la Regla, de donde años después el general Días hizo conducir sus restos a la Rotonda de los Hombres Ilustres en la ciudad de México. (2) Se trata del hermano del tenien-te coronel Navarro, a quien debo estos informes y que lo acompañó hasta ser enterrado.


Camaradas: A partir de este número del Verde Olivo, haremos un esfuerzo por incluir determinados pasajes de nuestra historia. La finalidad es acercar a nuestros estimados lectores a la historia de México, desde sus fuentes originales o más confiables.


Selección de textos y poemas de Roque Dalton "Departiendo con los periodistas asistentes al acto, el Jefe del Estado Mayor, una vez terminada la ceremo-nia protocolaria que dio inicio a la Tercera Conferen-cia de Altos Oficiales de los Ejércitos de la Zona del Caribe, se expresó en los siguientes términos: 'Esta

Conferencia, y las maniobras antiguerrilleras conjun-tas de los ejércitos centroamericanos en el territorio nacional, tienen un significado profundamente pa-triótico, acorde con las tradiciones pacíficas del pue-blo salvadoreño. Nuestro pueblo siempre ha sido un pueblo pacífico y laborioso, y la actual labor militar eminentemente preventiva de contrainsurgencia tiende a mantener las condiciones para la paz per-manente entre nosotros. Nunca hubiéramos pensado en asuntos guerrilleros si no nos lo hubiera impues-to la solapada amenaza del comunismo internacional que ha logrado crear una cabeza de playa en Cuba, avanzada peligrosísima contra la seguridad continen-tal. La operación antiguerrillera que se realizará en el curso de la presente semana contará con efectivos de todos los países centroamericanos, con la asesoría de Estado Mayor —e inclusive a nivel táctico— de un buen número de oficiales de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos destacados en el Canal de Pana-má, y se desarrollará bajo la dirección del Comando Conjunto de los Ejércitos Centroamericanos pertene-cientes al CONDECA. Ésta es nuestra modesta contri-bución para que nunca surja en El Salvador esa re-pugnante mancha roja de la guerra de guerrillas, método de combate ajeno a las tradiciones de nuestra civilización occidental, creado por mentalidades traicioneras y bajas como la del judío Carlos Marx, el tártaro-ruso Lenín y el amarillo Mao Tse-tung'."

Tomado de Las historias prohibidas del Pulgarcito.

Sólo el inicio Una mi amiga medio poetisa definía así el lamento de los intelectuales de clase media: "Soy prisionero de la burguesía: no puedo salir de mí mismo". Y el mahistro Bertold Brecht, comunista, dramaturgo y poeta alemán (en ese oreden) escribió: "¿Qué es el asalto a un Banco comparado con el crimen de la fundación de un Banco?" De lo cual concluyo que si para salir de sí mismo un intelectual de la clase media asalta un Banco, no habrá hecho hasta entonces sino ganar cien años de perdón.

Sobre el poema anterior El "intolerable revisionismo de Marx" no está en el poema anterior sino en la cabeza de quienes no creen que la violencia sea la partera de la Historia y mucho menos la mamá del niño-pueblo sino por el contrario una cosa mala que ciertos revoltosos del barrio le quieren enseñar al cipote sin pensar en los líos que todo ésto nos va a traer con la Policía y la Guar-dia que hasta van a echar al papá del empleíto que tiene en el Gobierno y se acabuchen los frijolitos fáciles y la tranquilidad.

Mao Tse Tung dirigiéndose a los militantes del Partido Comunista Chino, por Luo Kung-Liu, 1950.

Campamento guerrillero de las FARP.

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