vivir el bienestar desde el hogar

Vivir el Bienestar desde el hogar. Red de Tutela de Pisos. Proyecto Red Plena 1

Acciones impulsadas por la Dirección General de Trabajo y el Servicio Navarro de Empleo

- Vivir el Bienestar desde el hogar -

Red de Tutela de Pisos Proyecto Red Plena

2004

Realizado por:

Taller de Sociología S.L Isabel Navarlaz Fernández



INDICE

LA SITUACION DE CAMBIO CONTEXTUAL Aspectos preliminares

ü Seguro obligatorio de asistencia domiciliaria. El modelo de Alemania ü La necesidad del otro ü Objetivos de la investigación ü La Metodología cualitativa ü El júbilo contenido de los mayores

PERFILES Y CARACTERÍSTICAS DE LOS MAYORES

ü Validez/Invalidez ü Apoyo informal ü El reflejo de la edad

LOS SERVICIOS PARA MAYORES

ü Servicios sociales especializados ü Para validos: Servicio de Atención a Domicilio. Pisos tutelados ü Para inválidos: Centro de día. Residencias. Servicios de cuidado

informal. Asistencias a domicilio por personas ajenas al entorno familiar

ü Cuidado informal en el entorno familiar

TEST DE CONCEPTO. ü Definición ü Colectivos y usuarios ü Servicios que oferta ü Los y las cuidadoras ü Los precios

MATRIZ DAFO



LA SITUACIÓN DE CAMBIO CONTEXTUAL

Aspectos preliminares

La necesidad de asistencia domiciliaria para personas mayores, ha

aumentado espectacularmente en la sociedad española en general y en la

navarra en particular, durante los últimos años. Camina inexorablemente,

además, hacia un mayor desarrollo de la demanda en la medida que ha

aumentado la esperanza de vida como fruto de los avances médicos y de la

mayor calidad de vida entre otras razones. Si la tendencia al envejecimiento se

mantiene, queda por corregir las tendencias en función de los efectos de la

reciente emigración, a mediados de siglo España será el país más viejo del

mundo según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En

Navarra según las previsiones del Plan Gerontológico 1997-2000, el ascendente

del envejecimiento poblacional es notable, el 18% de la población total en el

2005 se prevé que tenga más de sesenta y cinco años.

Distribución de la tasa de envejecimiento

(% habitantes > 65 años)

Tasa media deenvejecimiento

de Navarra: 15,4%

PLAN GERONTOLÓGICO DE NAVARRA1997-2000

Area I: Navarra Noroeste

Area II: Navarra Noreste

Area III: Estella

Area IV: Tafalla

Area V: Tudela

Area VI: Pamplona y Comarca




de Navarra: 15,4%




de Navarra: 15,4%

PLAN GERONTOLÓGICO DE NAVARRA1997-2000



Area III: Estella

Area IV: Tafalla

Area V: Tudela




Area III: Estella

Area IV: Tafalla

Area V: Tudela




En el caso específico de Navarra la población de más de sesenta y cinco

años, representaba en términos porcentuales el 18,10% en el Censo de

Población del año 2001 (la estimación para el 2005, se cumplía ya en el 2001).

La pirámide de población de la Comunidad Foral (2001), presenta claramente el

proceso de envejecimiento progresivo de sus habitantes, y antecede la

dimensión que a futuro va a suponer la existencia de una población envejecida.

Pirámide de población Navarra 2001

Estudios recientes cifran en el 87%, el porcentaje de ancianos que

desean vivir en su hogar mientras las condiciones físicas y mentales se lo

permitan. Este yacimiento de servicios y empleo, dista mucho de haberse

planificado por parte de las administraciones y de las entidades privadas, y aún

hoy en día, está pendiente definir el alcance y la metodología de trabajo óptima

para intervenir.

El escenario del propio hogar se vislumbra como el marco idóneo donde

se deben suministrar los servicios, cada vez más profesionales, que demandan

en la actualidad (y van a exigir a futuro) las personas mayores. No es objeto de

este trabajo revisar en profundidad los estudios precedentes, pero sí que se

han consultado y de todos ellos se desprende un consenso trasversal en la

viabilidad y necesidad social del proyecto de Red Plena que nos ocupa.

Algunos datos iniciales ayudarán al lector, o lectora, a ubicarse en la verdadera

Hombres

13.73412.500

13.05915.361

20.80724.38224.551

23.50921.392

18.85317.585

15.92412.042

13.34711.765

9.1445.257

3.502

0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000

12.95611.90512.088

14.15219.612

22.49222.56622.026

20.40218.061

17.28515.605

12.37114.371

13.93212.348

8.7468.197

05.00010.00015.00020.00025.00030.000

85 y más80-8475-7970-7465-6960-6455-5950-5445-4940-4435-3930-3425-2920-2415-1910-14

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Mujeres Hombres

13.73412.500

13.05915.361

20.80724.38224.551

23.50921.392

18.85317.585

15.92412.042

13.34711.765

9.1445.257

3.502

0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000

12.95611.90512.088

14.15219.612

22.49222.56622.026

20.40218.061

17.28515.605

12.37114.371

13.93212.348

8.7468.197

05.00010.00015.00020.00025.00030.000

85 y más80-8475-7970-7465-6960-6455-5950-5445-4940-4435-3930-3425-2920-2415-1910-14

5-90-4

Mujeres



dimensión del problema social que las carencias asistenciales para personas con

limitaciones y/o dependencia están generando en la sociedad1.

En el año 2002, se cifraban en un total de siete millones las personas

mayores de sesenta y cinco años, para el año 2020 se prevé una población

mayor de ocho millones y medio 2; personas que habrán adquirido en su

mayoría, además, derechos contributivos. El crecimiento proyectado denota el

incremento del peso porcentual de la población de más de ochenta años.

Gráfica 1.- Evolución de la población mayor. España, 1900-2050 (miles)

Otra cuestión sobre la que llaman la atención algunos expertos, se

refiere a la importancia del hábitat. Si bien en términos cuantitativos la mayoría

de la población mayor vive en las áreas urbanas, lo que permite una mejor

planificación de los servicios y del gasto, el éxodo reiterado de los jóvenes de lo

rural a lo urbano, eleva constantemente la proporción de personas de edad en

los pueblos. Los sistemas de apoyo familiar se han resquebrajado y no es fácil

prestar ayuda a distancia. El costo de la dispersión redunda en la peor calidad

de la atención y los recursos en el medio rural3.

En términos económicos las prestaciones de protección social a la vejez

suponen en toda la Unión Europea el porcentaje de gasto más elevado,

1 De ahí que algunas entidades y organizaciones sociales y de voluntariado estén demandando la creación de una Ley de Dependencia que garantice la equidad de la asistencia a todos los ciudadanos. También la cobertura de las ayudas en el propio hogar por vía administrativa, como un derecho al igual que la asistencia sanitaria. También se demanda una simplificación de los procesos administrativos, excesivamente burocratizados, para poder optar de manera equitativa y ágil a las prestaciones. 2 INE:INEBASE: Proyecciones de la población de España calculada a partir del Censo de Población a 31 de diciembre de 1991. INE 2002. 3 Abella A., Pérez L. y Sancho M., Las personas mayores en España. Indicadores básico, CSIC (inédito).



excepción hecha de Irlanda que cuenta con una población más joven. En

España estas prestaciones sociales a la población mayor suponen el 41,9% de

todas las prestaciones sociales. El gasto ha crecido en España por encima del

40% durante la década de los noventa.

Gráfico 2.- Gastos de protección social a la vejez en España 1990-1999.

La vivienda se ha constituido en un activo para producir seguridad y

bienestar a futuro entre la población en general y en la de más edad en

particular. Si el porcentaje de vivienda en propiedad entre los españoles es del

82,6%, entre los mayores de sesenta y cinco años es del 82,1% (pagada y libre

de cargas en su mayoría). Viviendas con una elevada calidad de equipamientos,

excepto en el caso del ascensor del que carecen aproximadamente el 26,1% de

los mayores. Ocho de cada diez mayores viven en su propio hogar o con

familiares.

Ante esta circunstancia no extraña, que de una manera novedosa en las

últimas semanas se esté presentando proyectos de entidades de seguro

centradas en la población jubilada y que garantizan prestaciones económicas o

asistenciales a cuenta de la vivienda. Tal es el caso de la iniciativa “Trianza”,

que tras el eslogan: “tu casa es la llave que garantiza tu futuro”, presenta

un servicio impulsado por seguros Winterthur, Asesoramiento inmobiliario

ROAN y complejos residenciales Ballesol. A través de la entidad se gestiona en

alquiler la propiedad inmobiliaria de la persona mayor mediante un seguro de



rentas vitalicias y la garantía de atención “de por vida” (si el cliente quiere) en

las residencias del grupo residencial Ballesol. Además a diferencia de otras

ofertas, los herederos pueden recuperar la prima inicial más un capital adicional

en caso de fallecimiento del cliente4.

En lo que respecta a los servicios de asistencia en el domicilio, el más

extendido es el conocido como SAD de gestión pública, aunque se están

desarrollando iniciativas privadas5 en línea pareja al testaje de esta

investigación. Según los datos el IMSERSO (2002), a nivel de España el

porcentaje de asistencia llegaba al 3% de la población de más de sesenta y

cinco años. La Comunidad Autónoma con mayor cobertura sería Castilla-La

Mancha 5,22%, Navarra ocuparía el cuarto lugar con el 3,67% de servicio, lo

que en cualquier caso distaría de países como Francia 7% o de Finlandia 24%.

En cualquier caso, los datos son elocuentes al medir el incremento del SAD a

nivel estatal que ha crecido un 75% en el trienio 1999-2002 (en el mismo

período la teleasistencia lo ha hecho en un 115%). El coste medio del servicio

por hora del SAD en Navarra se sitúa en 15,3 euros/hora, mientras la media de

España sería de 9,5 euros/hora. Las empresas privadas que ofrecen asistencia

en el hogar para personas mayores tendrían como media, a nivel estatal, una

base de 7,2 euros/hora, y en el caso de atención continuada veinticuatro horas

entre 3.606 y 4.207 euros mensuales6.

Finalmente en lo que se refiere a recursos asistenciales, y al margen de

las prestaciones económicas directas de las distintas administraciones, apuntar

la existencia en algunas comunidades de la tipología de alojamiento compartido

con universitarios. Modalidad de piso compartido con estudiantes que facilita a

la persona mayor compañía y renta añadida, y al universitario poder acceder a

condiciones de alojamiento ventajosas. Los centros de día están

experimentando un desarrollo notable; tan solo en el bienio 1999-2001 se

4 Información facilitada en la página www.trianza.com El grupo de seguros Allianz, también está incrementando en estas fechas su presencia publicitaria en el ámbito de las pensiones de jubilación. Las empresas aseguradoras están presentando nuevos proyectos de asistencia, por lo que parece un momento adecuado para el desarrollo del concepto que nos ocupa en la presente investigación. 5 Por señalar algunos referentes más próximos en el año 1998 la Fundación Gaztelan pone en funcionamiento la empresa Miluce, para gestionar parte del SAD de Pamplona. Posteriormente en el 2002 impulsa otra empresa bajo el nombre comercial de Transforma, con especialidad en el ámbito de la atención domiciliaria privada (www.gaztelan.org). En la Comunidad Autónoma Vasca, desde 1999 está implantada la empresa Zurekin, impulsada por DEMA y la Diputación de Bizkaia, para dotar de asistencia domiciliaria a las personas mayores de la Comunidad, también se ocupa de la Formación de los cuidadores (www.zurekin.com) 6 Datos publicados en www.Ondasalud.com en una entrevista realizada a Cristina Pascual psicóloga y especialista en gerontología de la empresa Zurekin.



abrieron en España 137 nuevos centros. En el caso de Navarra en esa misma

fecha se disponía de cinco centros con 115 plazas (0,12% de cobertura sobre el

total de personas de más de sesenta y cinco años) lo que le situaba en la

décima Autonomía. En la oferta residencial del mismo año, la Comunidad Foral

disponía de sesenta y ocho centros, con un total de 4.712 plazas, lo que supone

un 4,85% de cobertura y un tercer puesto a nivel del Estado.

Seguro obligatorio de asistencia domiciliaria

El modelo de Alemania

Entre los distintos referentes que se encuentran en Europa para hacer

frente a la misma situación de necesidades asistenciales para las personas

mayores en el propio hogar, hemos tomado como ejemplo el caso de Alemania,

por su reciente creación. Cuenta la República Federal con aproximadamente

dos millones de personas mayores que necesitan algún tipo de asistencia. Y

éstas se encuentran cubiertas, desde el 1 de Enero de 1995, con un seguro

obligatorio de asistencia domiciliaria para personas impedidas. El seguro viene

a paliar las necesidades de que familiares se dedicaran exclusivamente al

cuidado de los mayores, en ocasiones más allá de sus propias capacidades

físicas y económicas.

El carácter obligatorio del seguro se aplica mediante la siguiente regla7:

aquella persona que tiene el seguro social de enfermedad obligatorio, también

está en el seguro social de ayuda a personas impedidas. Quien tiene un seguro

de enfermedad privado con derecho a los servicios hospitalarios generales,

tiene que tener, desde el 1 de Enero de 1995, un seguro privado de ayuda a

personas impedidas. Es decir, es de obligada suscripción tanto en el ámbito

público como privado. La cotización se respeta en la medida que haya traslados

de un sistema de cotización pública a la privada y viceversa.

7 Para la recaudación de las cuotas se emplea el mismo mecanismo que en el caso del seguro de enfermedad obligatorio: la empresa deduce la cuantía directamente de la nomina del empleado y lo remite a las cajas de seguro de enfermedad. La edad del empleado determina el porcentaje de la cotización.



Las prestaciones que cubre el seguro son de diferente alcance en función

del grado de necesidad de la persona a asistir. En primera instancia se refiere a

las actividades normales y recurrentes e la vida cotidiana como:

1.- En el ámbito de la higiene personal: limpieza, baño, higiene bucal,

peluquería y evacuación.

2.- En el ámbito de la alimentación: la compra y la preparación de

alimentos y su ingesta.

3.- Capacidades de movilidad: levantarse y acostarse, vestirse, salir y

volver al hogar.

4.- En los quehaceres domésticos: comprar, cocinar, limpiar el hogar, la

vajilla, mudarse y lavar la ropa o poner la calefacción.

También se contemplan ayudas para la prevención y la rehabilitación,

incluso la estancia de la persona temporal en un centro de atención (por

vacaciones del familiar cuidador o por necesidad extrema). En este seguro se

contemplan finalmente ayudas económicas para aparatos auxiliares, como

camas articuladas, subvenciones para reformas en el hogar para adecuarlo a

las necesidades de la persona impedida y cursillos gratuitos para los familiares

y/o cuidadores voluntarios sobre como ayudar mejor a las personas impedidas.

Finalmente cuando la persona no puede ser atendida permanentemente en el

hogar, el seguro prevé que la persona mayor pueda ser recibida en una

institución en régimen seminterno con cuidado diurno y/o nocturno.

Los cuidadores familiares que dediquen parte de su jornada laboral a

cuidar a personas impedidas son cotizados, proporcionalmente a su dedicación,

en el seguro obligatorio de pensiones de vejez, dichas primas son abonadas por

el seguro obligatorio de ayuda a personas impedidas.

Definido el contexto marco sobre el que se sustenta la investigación, el

siguiente paso metodológico implica la definición del alcance y objetivos del

presente trabajo de testaje de mercado de la Red de Tutela de pisos para

personas mayores.



La necesidad del otro

Los seres humanos se caracterizan por la necesidad inherente de la

realización con los “otros” (la denominada sociabilidad). Desde antiguo, los

humanos han vivido en formas sociales más o menos complejas donde, entre

otras muchas cosas, han servido para dar fondo y forma a la necesidad más

fundamental de la supervivencia. El hombre y la mujer (entendidos por el

sentido genérico de la palabra como raza humana) ha necesitado de sus

congéneres para protegerse de los elementos, procrear, inventar, expresar…. El

ciclo de la vida comienza con la propia necesidad del otro, del cuidado para

sobrevivir y también termina de la misma manera. Desde la infancia a la

ancianidad, los seres humanos precisan de cuidados y atenciones que, en un

extremo posibilitan la apertura a la vida, y en el otro, cerrar el ciclo existencial

con bienestar y dignidad.

Como decíamos, las formas sociales en las que a lo largo de la historia

los humanos han ido evolucionando, expresando y desarrollando maneras

diversas de cuidar a los necesitados de atención. También en nuestros días, en

las sociedad post-moderna o tecnológica en la que vivimos, estas fórmulas de

atención cambian y se adaptan constantemente.

Vivimos en sociedades complejas, tecnológicas, desarrolladas

culturalmente pero donde persiste de manera inexorable la necesidad de cuidar

de quien lo precisa. La complejidad de nuestra sociedad plantea situaciones y

retos que en otros momentos de la historia no se cuestionaban. Aspectos

sociológicos y económicos importantes como los cambios organizacionales de

las familias, la movilidad geográfica, la incorporación progresiva de la mujer al

mercado de trabajo y el aumento de la esperanza de vida, entre otros,

provocan situaciones y necesidades8 que es preciso atender y entender.

8 Un diseño más completo de la jerarquía de las necesidades, se encuentra en la conocida como la pirámide Abraham H. Maslow. Como necesidades más prioritarias y en la base de la pirámide, de encontrarían las fisiológicas (alimentación, agua, ropa...). A continuación y una vez garantizadas éstas, se encuentran las de seguridad y protección contra el daño. El tercer estrato ascendente alcanza a las necesidades sociales, que engloba lo afectivo, amistades y comunicación, vivir y ser aceptado en el grupo... Posteriormente llega la necesidad del reconocimiento, también conocidas como las de la autoestima, ser valorados y respetados por el grupo y la sociedad. El último escalafón contiene a las necesidades de autosuperación o autorealización, y que se define por la idea de querer dejar una huella y desarrollar su talento al máximo. Por ello, se entiende que en los planes de intervención con las



Numerosos estudios definen estas necesidades en tres categorías

fundamentales de apoyo:

1.- Apoyo emocional, que consiste en el intercambio permanente

de sentimientos y expresiones de afecto. Gracias al mismo, las personas se

siente comprendidas y queridas, con lo que se refuerza su sentido de

pertenencia y autoestima.

2.- Apoyo informacional o estratégico, que se traduce en la

provisión de ayuda para la resolución de problemas concretos y afrontamiento

de situaciones difíciles en determinadas coyunturas.

3.- Apoyo material o instrumental, consistente en la prestación de

ayuda y/o servicios en circunstancias que no pueden ser salvadas por uno

mismo. A este tipo de apoyos corresponden los servic ios o ayuda en actividades

para la vida diaria (bien sean, para el cuidado personal, bien para, realizar

tareas domésticas, salir a la calle, hacer gestiones….) Este tipo de servicios son

los que se solucionan con las empresas especializadas, economía sume rgida y

mayoritariamente con el cuidado informal provisto fundamentalmente por el

entorno familiar.

Hasta no hace muchos años las redes sociales, y fundamentalmente la

familia, era la que prestaba la mayor cantidad de los apoyos requeridos por las

personas mayores. Sin embargo, las transformaciones experimentadas por la

institución familiar han incidido directamente en este contexto primario de

resolución de necesidades. Los resultados de estas transformaciones y sus

efectos están surgiendo ahora y ello provoca, a nivel público y privado, un

replanteamiento de la solución que la sociedad está dando a la necesidad de

apoyo a los mayores.

El debate social sobre el cuidado de las personas mayores transciende

los espacios público (Administraciones públicas, sanidad, instituciones) y

privado (apoyo informal), y busca no sólo el acercamiento y conocimiento de un

importante grupo de la sociedad sino soluciones adaptadas y personalizadas

para cada situación. 9La realidad nos muestra que una inmensa mayoría de las

personas mayores, se debe conseguir como primer objetivo satisfacer el nivel básico de las necesidades fisiológicas, para con posterioridad y actuando progresivamente en los demás niveles. 9 “Cuidados en la vejez. El apoyo informal.” Colectivo Ioé, CIS, INSERSO. Ed. Ministerio de Asuntos Sociales. INSERSO. 1995



personas mayores viven en su casa y que tres cuartas partes de quienes están

en su domicilio no presentan ningún problema para la realización de las

actividades de la vida diaria. Son personas independientes que no sólo no

necesitan ayuda de otros sino que son una ayuda para los demás,

habitualmente ascendientes o descendientes familiares.

Objetivos de la investigación

El estudio que aquí se presenta responde a una importante situación que

nuestra propia evolución social ha creado. Esta situación, no es otra que la

atención de las personas mayores que en Navarra, y según datos del censo del

2001, concentraban un índice del 18,10% de personas de más de sesenta y

cinco años.

No se trata de un estudio amplio de conocimiento sobre las personas

mayores en Navarra. Tampoco trata de conocer la opinión general de la

sociedad sobre los servicios de atención a las personas mayores, ni siquiera las

características de estos servicios.

De lo que trata en esta investigación, es de acercar el estudio a la vida y

a la experiencia cotidiana de las personas mayores de la Comunidad Foral que

desde las áreas rurales y del extrarradio de las grandes ciudades se plantean

un futuro incierto. Y en medio de este futuro de incertidumbre, se trata de ver

cómo encaja una experiencia, una idea, un proyecto de solución para apoyar a

estas personas en sus propias moradas.

Se analiza por tanto la viabilidad y características de un concepto

empresarial (“Red de tutela de pisos10”) que trata de cubrir de manera

personalizada las necesidades de personas que viven en su propio domicilio

(fundamentalmente personas mayores).

La búsqueda de un modelo de cohesión social, de participación social, de

innovación y desarrollo desde lo local, impulsa al proyecto Red Plena desde

sus inicios. Un desarrollo de estas características no puede olvidar estas

10 Nombre acuñado por los responsables del proyecto.



profundas transformaciones sociales y los efectos que producen. Desde este

proyecto surge esta investigación de naturaleza cualitativa.

La Metodología cualitativa

Los objetivos de la investigación, se trascienden y amplifican gracias al

empleo de la perspectiva cualitativa en la investigación. Esta aproximación

metodológica, no sólo, ofrece la resolución de los objetivos propuestos por el

colectivo demandante, sino que, brinda la oportunidad de conocer el contexto

social y vivencial de un grupo de personas cada vez más amplio, influyente y

complejo.

La utilización de la práctica cualitativa del grupo de discusión, responde

al supuesto de partida de la complejidad y polivalencia de sentidos que el

concepto “necesidad” tiene en sí mismo. Esta técnica, permite detectar de

manera abierta imágenes colectivas, signos y simbologías del colectivo objeto

de estudio y que de manera directa condicionan comportamientos y configuran

actitudes y estados de opinión11.

Además esta técnica de investigación parecía la adecuada para captar

como perciben y se sienten afectados tanto las personas mayores, como los y

las cuidadores y responsables de personas mayores por su situación actual y

perspectivas de futuro en el marco de los servicios formales e informales.

Para el diseño de los grupos de discusión, ocho en total, se tuvieron en

cuenta las siguientes cotas selectivas:

- Localidad de residencia. En este estudio resulta de especial

relevancia, ya que, el ámbito de trabajo del proyecto se circunscribe a diecisiete

localidades de toda Navarra: Ansoáin, Berriozar, Burlada, Baztán, Villava,

Corella, Cintruénigo, Fitero, Tudela, Santacara, Murillo del Fruto, Pitillas,

Tafalla, Estella, Medavia, Los Arcos y Sangüesa.

11 Sobre las virtualidades del grupo de discusión, ver Ortí, A., “La apertura y el enfoque cualitativo o estructural: la entrevista abierta y la discusión en grupo” en AA.VV., El análisis de la realidad social. Métodos y Técnicas de investigación, Alianza, Madrid, 1986, págs.153-185.



El diseño de la investigación se lleva a cabo desde una perspectiva

generalista, se considera Navarra como unidad de estudio, y donde hay una

presencia de todas las localidades mencionadas, aunque sin saturar la

localidad en el diseño de las variables.

- Edad. Como ya se ha señalado anteriormente, nos encontramos con

un grupo social complejo. Las definiciones de tercera edad o jubilación, se han

quedado obsoletas ante un abanico de edades, circunstancias, poder

adquisitivo, entorno local…. que dota a los mayores de una complejidad

creciente. Se ha tratado de agrupar las diferentes “edades” de los mayores en

dos grupos (en el caso de los y las posibles usuarios de los servicios). Al mismo

tiempo, los grupos de cuidadores y cuidadoras, a priori más jóvenes, nos han

proporcionado la visión del cliente potencial a largo plazo.

- Estatus socioeconómico. Influye en la percepción de la necesidad,

así como de la solución a los problemas o situación de necesidad de apoyo que

puede presentarse. Se perfilará además como una variable decisiva para tomar

decisiones de “compra” de servicios.



- Género. Un aspecto crucial, y como se verá más adelante en los

resultados de la investigación, decisivo a la hora de plantearse un tipo u otro de

servicios así como una filosofía de vida.

- Estado Civil. Como en el caso de género, una variable que unida a la

anterior supone un estado de actitudes y comportamientos asociados a una

época y una cultura determinada.

Considerando el ámbito foral y el carácter generalista de la intervención

de Red Plena parece que los ocho grupos planteados eran suficientes para

abordar los objetivos propuestos (Ver gráfico adjunto).

CUADRO GRAFICO DE OCHO GRUPOS DE DISCUSION

Cuidadores Usuarios

Edad 59-65 65-75

Tudela

G.D. 1 - Grupo mixto, personas

válidas

C. Pamplona

G.D. 6 - Grupo mixto, mujeres y

hombres, que cuidan de ascendientes familiares

G.D. 5 - Grupo mixto, personas válidas e inválidas de residencias de la zona

Sangüesa

G.D. 3 - Grupo mixto, personas válidas

Estella G.D. 7 - Grupo mixto, mujeres y

hombres, que cuidan de ascendientes familiares

G.D. 4 - Grupo mixto, personas válidas

Tafalla

G.D. 2 - Grupo mixto, personas

válidas

Baztán

G.D. 8 - Mujeres que cuidan de

ascendientes familiares y voluntariado social

Teniendo en cuenta la complejidad de las variables hubiera sido ideal en

el desarrollo de la metodología, contar con más tiempo para la realización del

trabajo de campo; ya que, a los habituales contratiempos que cualquier

investigación conlleva, en este caso hubo que añadir la época estival, las fiestas

patronales de las localidades y la premura de tiempo.



Para llevar a cabo la tarea de convocar a las personas participantes en

las sesiones grupales, y tal y como el equipo de Taller de Sociología S.L viene

realizando, se contó con el trabajo profesionalizado de la empresa de

organización de reuniones grupales: Godoy & Asociados sl. También y desde

aquí queremos agradecer la colaboración de los coordinadores y coordinadoras

del proyecto Red Plena que con su información y contactos han facilitado la

labor de contactación.

Los grupos fueron grabados y analizados después uno a uno de forma

sistemática. Las citas que se reproducen son literales, haciendo referencia al

número de grupo. (GD3,: grupo de discusión 3).

La estructura del informe se plantea en tres partes diferenciadas por

capítulos.

La primera parte presenta el contexto social e ideológico extraído de

los discursos de los grupos, que se enmarca desde qué planos teóricos e

ideológicos se sitúan las personas mayores.

En la segunda parte se trata de extraer las peculiaridades y

características de los usuarios de servicios de manera descriptiva.

La tercera parte ofrece una panorámica de los servicios a los mayores

desde su perspectiva, así como, las necesidades que deberían cubrir. Al mismo

tiempo, se aborda de manera explícita el concepto “Red de Tutela de pisos”,

la imagen que proyecta en los potenciales usuarios y sus características más

generales.



El júbilo contenido de los mayores

Desde una perspectiva de análisis estructural, en la que ubicamos el

presente informe para Red Plena sobre el concepto de hogares tutelados,

debemos señalar, como primera aportación, que el discurso de la población

mayor se denota traslucido al enunciar el cambio social que se está operando

en el plano de las mentalidades. Existe un consenso transversal, verbalizado

en las distintas dinámicas grupales, sobre la ruptura actual con los referentes

del modelo de familia tradicional; y en particular, con el estatus del mayor

dentro de dicha institución, y por extensión con los roles de cada uno de los

restantes componentes.

El cuidado solidario de los ancianos por parte de los hijos (generalmente

hijas) en el seno de la familia, está progresivamente dando paso a un modelo

de relación más distanciada e individualista (en la dualidad físico-afectiva), el

mismo que se ha alojado en el resto de instituciones y grupos de lo social. La

propia estructura de la familia nuclear frente al modelo extenso de antaño,

dificulta la proximidad “vivencial” en el sentido más amplio del concepto. Como

resultado de esta situación, los mayores se ven abocados a resolver

autónomamente de los vástagos su jubileo. No solamente son progresivamente

menos cuidados por sus hijos e hijas, si no que además éstos les delegan el

cuidado de sus descendientes (sus nietos). No cuidados a la vejez, se ven cada

vez más relegados a un nuevo estatus de cuidadores, en este caso de una

segunda generación la de sus nietos y nietas.

El futuro se construye desde la idea del individuo solo, o en pareja,

enfrentado a su destino sin el acogimiento de sus familiares más directos.

Existe en el habla grupal, una cierta justificación de este distanciarse físico, que

deviene “manifiesto” en el discurso (no se quiere hablar de lo afectivo:

“latente”), y que encuentra su justificación como resultado de la dinámica

egocéntrica que impone a los sujetos la sociedad de consumo (trabajo-gasto).

En este orden de cosas, se reconoce que el modelo de relación familiar

precedente ha fenecido. Las nuevas generaciones no se sienten obligadas a

cuidar de sus progenitores como antaño, además carecen de tiempo para ello.

La cadena del discurso se construye bajo la apariencia de un síndrome en



ciernes, el del cuidador, -no cuidado-. Las mujeres se reconocen a si mismas

como la última generación de cuidadoras.

Persiste una contradicción de carácter antagónico, a lo largo del

constructo del habla en la generación de los más mayores, que se fundamenta,

por un lado, en la idea religiosa del “dar” en el sentido del altruismo cristiano y,

por otro, la resignación a “no recibir” nada a cambio que el estilo de vida

dominante impone. Este cambio del sistema de valores, no se puede explicar al

margen de la pérdida progresiva de la presencia de lo religioso en el acontecer

de lo cotidiano, más palpable, si cabe, en las nuevas generaciones, y de la falta

de una nueva ética solidaria que tenga carácter de alternativa.

- Nosotras las mujeres hemos cuidado a los niños y a los

mayores, pero sobre todo de nuestra edad, así es que hay

muchas mujeres que están psicológicamente hechas un

desastre, es la pura verdad.

En las asociaciones de mujeres, tratamos de paliar todas

esas situaciones, es la verdad.

- Somos la generación última que vamos a cuidar a

mayores porque yo pienso que la gente joven no está

preparada, ni pensando, en que vayamos a vivir con ellos. A mi

me dicen: porque tienes hijo, y digo: aunque fuera hija, me da

lo mismo. Yo no cuento. Yo cuento que mientras pueda en mi

casa y que me den una ayuda cuando yo sea mayor.

G.D.1

Hay una evidencia en el discurso, la existencia de un cierto estado de

anomia 12 entre los más mayores; el imaginario social para el que fueron

educados, solo se cumple en el plano de ellos como sujetos cuidadores, pero se

descompone a partir del momento en el que pasan a ser objeto de cuidado. Hay

una disfunción entre lo esperado y lo acontecido, entre la teoría y la praxis.

Ante esta suerte de hechos, las personas de edad lejos de construir un discurso

de reproche frente a los descendientes, lo verbalizan desde lo comprensivo e

incluso contiene un cierto acento excusador. Desde lo sentido, esta situación

disfuncional, sí que deja vislumbrar una cierta frustración generacional,

analizable en los grupos desde el lenguaje de lo “no dicho”, de lo intuido en el

aroma del habla.

12 El concepto sociológico de anomia es característico de las situaciones de cambio social; los individuos que la sufren se encuentran “sin normas” sobre las que actuar en el nuevo estado social; dudan entre seguir fieles a las normas que aprendieron en su socialización, o actuar de acuerdo a las normas que los nuevos tiempos proponen.



Si en el marco de la institución familiar se están produciendo cambios

que obligan a un imaginario de la vivencia de la vejez en términos de

autonomía, en el plano de la vida social el panorama no parece más halagüeño,

según el entender de nuestros interlocutores. La crisis del Estado de Bienestar,

si para esta generación llegó en algún momento a su plenitud, trae consigo que

después de una vida estructurada bajo la idea de trabajar para el disfrute de la

jubilación, el Estado se muestra como insolvente para garantizar la necesaria

“Seguridad” (y ello en el sentido más amplio del término: de lo Social a lo

individual).

Las pensiones, en un porcentaje notable, no serían adecuadas para

garantizar una existencia desahogada. Tampoco, en la mayoría de los casos,

posibilitan el pago de unos servicios en el hogar que ayuden cuando se van

perdiendo las capacidades físicas. Las Residencias, al margen del discurso

peculiar que al respecto construyen los participantes en las sesiones grupales y

que se analiza posteriormente en mayor detalle, no están al alcance de las

disponibilidades económicas de los estratos medios. La red asistencial en el

propio hogar (SAD), existente en algunos municipios, se muestra como limitada

para cubrir las crecientes necesidades de las personas mayores, como fruto de

su estado de independencia familiar y de la creciente superación del porcentaje

de mayores de setenta años.

Todo ello, trae consigo el refuerzo de la idea, que se mantiene implícita

en el discurso dominante, del abandono del Estado -y por ende de la Sociedad-

hacia las personas de más edad. Un sentirse sólo al que hay que hacer frente al

margen de lo administrativo y en ocasiones de lo familiar. De ahí, que acciones

de previsión de la vejez a partir de sistemas de ahorro controlado, el suscribir

pólizas asistenciales con entidades privadas desde la juventud, o costear un

servicio de asistencia privado en el propio hogar, sean acciones validadas por

las personas objeto de este estudio sin aparente rechazo; lo que denota, el

grado de conciencia sobre la falta de seguridad en la que la administración deja

a sus ciudadanos y ciudadanas. En una sociedad que tiene como máxima la

previsión, el futuro de las personas no parece que pueda dejarse alojado en la

incertidumbre.



En primera instancia podemos señalar que existe un cambio de

mentalidades manifiesto hacia la necesidad de obtener por vías propias, los

recursos asistenciales que garanticen una seguridad y calidad asistencial entre

las personas mayores. Y que en términos latentes se ha firmado la desaparición

del Estado como garante de la calidad de vida y seguridad de los

administrados. Lo que posibilita el desarrollo en términos, al menos en el

discurso, de aceptación del proyecto que nos ocupa.

La jubilación en este contexto, pese a ser menos jubilosa de lo previsto,

no remite en intensidad de labores y ocupaciones. Quienes tienen nietos

colaboran en su cuidado, entendiendo que el coste de la vivienda y la

incorporación de las mujeres al entramado laboral, requiere de apoyos a los

hijos e hijas, para que éstos puedan destinar gran parte de sus ingresos al pago

hipotecario. La sociedad de consumo impone un nivel de vida y de gasto al que

los jóvenes no están dispuestos a renunciar. La solidaridad, por contra, sí es

patrimonio de la gente mayor. No deja de ser llamativo, que en la valoración

que hacen sobre las generaciones más jóvenes reconozcan un cierto carácter

de debilidad de estas últimas (física y mental). Pese a las comodidades actuales

no tendrían capacidad de sufrimiento y de trabajo como la que tuvieron que

soportar los mayores antaño en condiciones más adversas.

- Vamos a ver el caso que trabajan los dos, ahora trabajan

los dos. Usted recuerda de su madre, de haberla visto, ir a

llevar los niños a la escuela y sentarse a en una cafetería a

tomar café con las amigas.

- Nunca.

- Una mujer, y sobre todo de pueblo, donde eran más

agrícolas, tenían que lavar, planchar, preparar el almuerzo,

llevarles la comida, criar 6, ó 7, u 8 hijos, ir a lavar al río, etc,

etc.

G.D.1

Como generación bisagra su existencia se liga a la idea del

sometimiento: sometidos a obedecer a los padres en una modelo de familia

autoritario (“antes se obedecía a los padres”) y a los hijos e hijas en la

actualidad (“y a los hijos aguantarlos”). Aguantar a los hijos que como fruto de

esta sociedad de consumo aparecen estresados en el logro de un estatus

inalcanzable para la mayoría, de ahí la necesidad de apoyarlos

económicamente, o con el cuidado de los nietos. En todas las dinámicas se



reiteran los males que la sociedad actual ha traído sobre todo para los más

jóvenes, el famoso imperio de lo efímero y la dominación de lo económico que

atrapa a todos como objetos de consumo.

- Ahora están muchas mujeres, que de los centros de

mujeres se han salido porque tienen que cuidar a los nietos.

Nos hemos vuelto un poco egoístas los hijos, que una

cosa es que te echen una mano y otra cosa es que te lo

pongan por obligación.

G.D.1

- Es que nos ha tocado, a la generación esta nos ha tocado

obedecer a los padres porque entonces se obedecía... no a los

padres, cualquier persona mayor que te diría cualquier cosa

pues... Había respeto por las personas mayores y hoy en día

no, hoy en día no tienen respeto a nada, ni a los padres ni a

nada y entonces nos ha tocado obedecer a los padres y ahora

a los hijos aguantarlos.

G.D.2

La primera cuestión que merece ser reseñada en este informe respecto

al proyecto que nos ocupa, es la existencia manifiesta de un consenso

trasversal entre los diferentes hablantes (sin diferencias ostensibles entre la

población diana y los convivientes/cuidadores), respecto a la idoneidad del

producto objeto de testaje cualitativo (pisos tutelados en el propio hogar). Los

elementos sobre los que se concatena este discurso serían:

1.- La continuidad de la vida en el propio hogar evita la ruptura

traumática con el espacio privado de lo emotivo, con la historia familiar de los

sujetos y con la propia memoria materializada en el escenario de lo doméstico.

En el hogar propio se construye la subjetividad, por contra en las residencias, el

mayor se despersonaliza. No es casualidad que todavía al hablar de las

residencias haya deslices lingüísticos como el denominarlos como “asilos”13.

2.- Se mantiene estable el vínculo familiar y social, con mayor

intensidad en la medida que las personas mayores pueden continuar con sus

rutinas desde las que se explica una parte de su propia existencia (aunque

exista distancia física con los allegados). El abandono del hogar supone, en el

13 “Lugar privilegiado que sirve de seguridad a los delincuentes. Establecimiento benéfico en que se recogen menesterosos”. Casares, J. (1990), Diccionario ideológico de la lengua española, Barcelona, edt Gustavo Gili SA.



entender de nuestros interlocutores, la ruptura con las redes sociales

construidas a lo largo de su vida

3.- Vivir en casa representa un cierto nivel de la independencia y de

capacidad de continuar decidiendo sobre el devenir de la propia existencia, es

decir, mantener unas ciertas cotas de poder (doméstico y familiar). En las

residencias el poder personal se diluye y pasa a ser ejercido por los “otros”.

Entrar en una institución residencial supone dejar de ser sujeto, para ser

objeto (en la doble implicación que el concepto soporta).

4.- Se plantean salir del hogar solo en caso de gran invalidez. Existe

consenso manifiesto es en la idea de que las residencias suponen la única, y

última, alternativa. Entre los más jóvenes se estructura un discurso más

próximo en estos casos terminales al “bien morir” (no se habla explícitamente

de la eutanasia, pese a su actualidad cinematográfica). Las residencias

aparecen, en una parte del discurso, denostadas por su carácter terminal, de

espera a una muerte anunciada. ante ese paso de abandonar el hogar se

postula una solución “inyectiva”.

- Lo que yo pienso que sería lo ideal, sería, mientras tu te

vales, yo eso es lo que pienso, tu te vales y en el momento en

que no te valgas, o que caigas enfermo o que tal... morirnos

- No, no, no, morirme, para qué voy a ir a una residencia.

- Yo opino también eso, desde luego

- Para mí lo ideal sería: vivo 80 años bien, no dando guerra

a nadie... y en el momento en que una persona no valga, adiós

muy buenas.

- Y de qué manera hacemos eso.

- Con una inyección.

G.D.2

Se mantiene, pese a reconocerse los cambios operados en los últimos

años, una idea latente en el discurso sobre las residencias en términos de

abandono y separación de lo mundano (aunque se reconoce que existe libertad

para entrar y salir). Mayoritariamente no deseado y al que uno se vincula como

última solución (invalidez) o por aislamiento/carencia familiar. Va ligado

discursivamente el ingreso en este tipo de establecimientos, al concepto “no

salud” (física o mental). No suponen, pues, para el proyecto que nos ocupa

fuente de competencia si se estructura un servicio que sea equiparable, o

mejorable, a las prestaciones que ofertan las mencionadas residencias.



Al margen de casos puntuales (establecimientos de instituciones

religiosas), las actuales residencias se construyen desde la idea de negocio y no

de servicio. Resultan empresas estructuradas bajo la premisa de la

especulación con el patrimonio de la persona mayor, que tiene que ceder su

piso como garantía de su existencia (coexiste una cierta idea de extorsión

económica, permitida por la Administración). Además el Estado, Gobierno de

Navarra, incluso Ayuntamientos, habrían hecho dejación en lo privado de sus

responsabilidades con los ciudadanos; lo que denota la conciencia de la

quiebra en el imaginario social del Estado de Bienestar (si para algunos

de los hablantes existió en algún momento de su vida, se asemeja más al

“estado de malestar”). Así el individuo, en este momento trascendente de su

existencia se encuentra sólo, abocado a aceptar la situación que se le presente.

No existe una opción alternativa (desde ahí, se entiende la génesis de un

discurso más próximo a lo terminal de la existencia).

De las administraciones también se critica su “paternalismo

trasnochado” con las personas mayores, organizando actividades que no se

acaban de corresponder con las nuevas aspiraciones de una población mayor

cada vez más culta y diversificada. Los políticos buscarían el numeroso voto de

los pensionistas, y solo se preocuparían de los mayores cuando hay un interés

electoral. Frente al olvido administrativo, se crean organizaciones de mayores

mediadoras con lo institucional y de carácter próximo a organizaciones no

gubernamentales, en el decir de los propios grupos, lo que supera en el

discurso al referente clásico del “club de jubilados”. Hay una potencialidad

latente para articular un movimiento social de mayores en torno a la idea del

voluntariado, aunque la falta de compromiso y militancia social, también vaya

progresivamente haciendo mella entre los mayores.

- Pues entonces, hombre, no cabe la menor duda que

nosotros hemos aglutinado un bagaje de experiencia y de

infinidad de cosas que es muy importante, pero a mí lo que me

fastidió más como mayor es que las administraciones nos

tratan un poco con un paternalismo trasnochado, estos señores

de la tercera edad, que les hacemos un viajecito del INSERSO

y los conformamos y los siete días de las aguas del mar de no

se dónde, pero tenemos muchas más aspiraciones y cuando

hay muchas más aspiraciones, muchas más necesidades que

cubrir, que a veces es la misma administración a la que

estamos haciendo, los centros que nos dedicamos a eso, a la



que estamos haciendo una labor y una labor que puede

calificarse de ONG hacia los mayores.

G.D.1

En otro orden de cosas las residencias o servicios dignos para el mayor,

alcanzan precios desorbitados, inalcanzables para las economías de las

personas jubiladas. En las antiguas pesetas se habla de cuotas que superan las

trescientas mil pesetas. De ahí que las suspicacias de nuestros interlocutores se

construyan ante el proyecto testado principalmente en torno a lo económico.

Abordando ahora el proyecto específico de “Red de Tutela de Pisos” y

definido el interés que suscita entre los posibles beneficiarios, podemos señalar

las siguientes apreciaciones en términos generales del discurso, posteriormente

se presenta en otro apartado desde una perspectiva de análisis de mercado:

- Respecto a los servicios que debiera prestar se reconoce que debieran

ser todos los que la persona mayor pueda demandar, que vendrán definidos por

su nivel de autovalía; ya que el deseo de mayores prestaciones se encontraría

limitado por la economía. Así se citan específicamente: alimentación (compra y

cocinado), limpieza (piso y personal), podología, peluquería, plancha y lavado

de ropa, acompañamiento (con especial incidencia en la necesidad de lo

afectivo y próximo, aquí parece una referencia explícita al carácter de las

mujeres emigrantes de Sudamérica), visitas a los servicios sanitarios, control

de la medicación y pernocta entre otros. Además de servicios especializados

como: asesoramiento jurídico, inmobiliario y mantenimiento del hogar

(electricidad, albañilería, carpintería..).

- No se llega a definir un perfil del trabajador/a idóneo. La parte afectiva

resulta trascendente, la efectividad laboral también en la mayoría de las

apreciaciones. El hecho de que pertenecieran a una empresa le da seguridad,

tanto en lo personal como en la profesionalidad de las personas que trabajen en

ella.

- El aspecto económico a parece como determinante dadas las escasas

posibilidades de los mayores. El referente del trabajo sumergido actual de los

emigrantes, ubica el umbral desde los seis euros a un máximo de quince euros

por hora. Si bien, se matiza que no todas las labores tienen el mismo referente

económico.



- Ligado al aspecto anterior no existe prejuicio en el discurso con

respecto a si la empresa teórica deba ser pública o privada; lo privado se asocia

a profesionalidad-efectividad, por contra, de la oferta pública debieran

garantizarse precios más asequibles.

- No es la edad de las personas la que determina el inicio de una posible

contratación del producto testado, si no su situación personal o los apoyos

externos que pueda o no tener. Existe un cierto consenso que a partir de los

setenta años la demanda crecería progresivamente.

Finalmente señalar que a pesar de los estados de anomia social y de

falta de perspectivas claras de futuro, de situaciones palpables de soledad en

los mayores, una parte notable reacciona con energía frente a esta cierta

adversidad. El ocio continuado se llena de actividad, a veces con la idea de

recuperar el “tiempo perdido”, en el discurso de los grupos aparecen

referencias a prácticas de manualidades, viajes, gimnasia, bailes o el cuidado

de la huerta (de especial significación entre los hombres y en el ámbito rural).

Hay un empleo del tiempo libre y de la responsabilidad con los nietos, diferente

de acuerdo a los géneros; más intensa y pública en las mujeres, más retraída y

privada en los hombres. También se reconoce una mayor autonomía de las

mujeres frente a las distintas situaciones que la vida les depara con la mayoría

de edad. No obstante se denota, en el habla de los grupos, la existencia de un

importante cambio social como influjo de la post-modernidad en lo referente a

las actitudes de los géneros. Un cambio en los modelos masculinos

tradicionales hacia prácticas de coparticipación en lo privado y lo público, que

se observa con mayor claridad en las generaciones próximas a la jubilación.

Definido el escenario sobre el que opera la trama teatral de los actores

sociales protagonistas del presente estudio, en los apartados sucesivos se

describen los resultados específicos del proceso prospectivo y del testaje

realizado por el equipo redactor del presente informe.



PERFILES Y CARACTERISTICAS DE LOS MAYORES

El presente capítulo recoge, de manera descriptiva, las diferencias y

similitudes de la población objeto de estudio con respecto a su posicionamiento

y actitudes hacia los diferentes servicios y soluciones de cuidado para personas

dependientes. Es por tanto, un breve recorrido sobre el panorama de la

diferencia entre la anteriormente homogeneizada “tercera edad”, y las personas

mayores que en el momento actual se tornan en una amalgama de grupos,

perfiles y vivencias.

Es difícil por tanto realizar una separación y caracterización precisa de

los perfiles del colectivo de los “mayores”, y lo es más, aún cuando la

investigación se realice desde la perspectiva estructural como es el caso. Lo

que se puede elaborar es una aproximación, un esbozo, de perfiles que en

posteriores investigaciones puedan matizarse, e incluso ser susceptibles de

cuantificarse numéricamente.

En el estudio en el que nos encontramos, se debe abordar como variable

prioritaria los grandes ejes que configuran la peculiaridad de los usuarios,

potenciales y reales, de servicios de cuidado. Esto es así, debido a las

características del proyecto (un estudio de mercado) y también porque, como

se ha señalado anteriormente, la antes denominada “tercera edad” se ha

complejizado enormemente en la última década. Factores tan importantes

como la esperanza de vida, la mejora de las condiciones sanitarias y los

avances médicos, pero sobre todo, factores económicos y culturales, dan a esta

etapa de la vida una importancia y una definición de la que antes carecía.

Tal y como se ha visto en el primer capítulo del informe que presenta las

características del contexto social, cultural, vivencial y actitudinal de los

mayores, las perspectivas de este colectivo con respecto a sus necesidades

están cambiando en las referencias a los posicionamientos tradicionales. Pero

no sólo están cambiando como colectivo, sino que, los comportamientos y

actitudes varían sustancialmente en función de variables clásicas como: sexo,

edad, estado civil, entorno familiar, situación económica…. Se puede por tanto

caracterizar hasta el infinito, puesto que afortunadamente las personas son

diferentes unas respecto a las otras.



Sin embargo, y entorno a las variables que ya se han señalado

anteriormente y que han sido el eje del diseño grupal (ver capítulo sobre

metodología), se han podido observar comportamientos y actitudes que

coinciden en torno a perfiles diferenciados y que describimos en base a tres

ejes sustanciales.

Validez/Invalidez

La primera consideración que hay que tener en cuenta, se refiere a que

los servicios de cuidado y atención vienen marcados fundamentalmente por el

nivel de validez/invalidez de las personas. Es esta consideración la que,

independientemente de la edad o el sexo, marca el nivel de dependencia y

necesidad de servicios. Si trazamos un eje en el que los polos representan la

mayor o menor independencia personal, y en el espacio superior e inferior

ubicamos el sexo, obtenemos la siguiente caracterización grafica.

CARACTERIZACIÓN DE LOS MAYORES SEGÚN LA APRECIACIÓN

SUBJETIVA DE SU DEPENDENCIA/INDEPENDENCIA

Como se puede observar, y salvando multitud de casos particulares, las

mujeres tienden a expresar comportamientos más independientes que los

hombres en estas edades. Todas ellas se encuentran en el eje en un espacio

entre la independencia y las ayudas puntuales que marca un hito entre los dos

En pareja Solteros Viudo con osin hijos

En pareja Viuda con Viuda sin Mujer solahijos hijos. con pequeñas

Soltera dificultades

HOMBRES

MUJERES

independencia dependencia

Ayudaspuntuales

INVÁ

LIDOS

En pareja Solteros Viudo con osin hijos

En pareja Viuda con Viuda sin Mujer solahijos hijos. con pequeñas

Soltera dificultades

HOMBRES

MUJERES

independencia dependencia

Ayudaspuntuales

INVÁ

LIDOS



polos. Cuando se convive en pareja (y siempre refiriéndonos a personas

válidas), la independencia tanto de hombres como de mujeres suele ser

completa. Se apoyan y complementan mutuamente, y cada vez, resulta más

común que los hombres se involucren en tareas hasta ahora “feminizadas”,

como el cuidado de personas dependientes (ascendientes o descendientes), y

las tareas propias del hogar como limpieza y compra fundamentalmente. Los

hombres solteros también se caracterizan por comportamientos bastante

independientes. Por el contrario, los viudos, con o sin hijos, muestran una

dependencia mayor a la ayuda externa, preferentemente de familiares e

hijos/hijas cuando se quedan solos, y por esta razón, quedan más cerca del

polo de la dependencia y del punto de inflexión de las ayudas puntuales. Los

hombres por tanto, a excepción de los que viven en pareja y los que viven

solos, se apoyan mucho más en los servicios externos y familiares para atender

sus necesidades cotidianas.

- Yo mientras pueda estar en mi casita, y mi mujer, hasta

que estemos no nos tengamos que marchar, pero yo querría

quedarme en mi casa. Tengo hijas, alguna creo que me podrá

atender.

G.D.1 (hombre)

- Yo tengo tres hijos pero si sigo pensando como ahora, yo

no quiero ni a mis hijos ni que nadie venga a mi casa. A mí me

gustaría que hubiera más residencias e irme yo a una

residencia y entrar y salir.)

G.D.1 (mujer)

En el caso de las mujeres, tanto las viudas con o sin hijos, como las

mujeres solteras, expresan mayoritariamente una preferencia por valerse por sí

mismas y poder utilizar sus espacios y tiempos para su desarrollo personal y

social. Es esta etapa un momento valioso para ellas donde, y siempre que la

situación personal y familiar lo permita, se pueden realizar actividades y

entablar relaciones que en la mayoría de los casos su estatus de cuidadoras y

responsables de la familia, no les había permitido.

Apoyo informal

El colectivo femenino es un defensor convencido de su no dependencia

de los “otros”, al menos mientras la salud y las posibilidades económicas se lo

permitan. Frente a los hombres, rechazan con bastante contundencia el apoyo



de familiares, especialmente de los hijos, si los hubiere. Con respecto a esta

cuestión, los hombres y las mujeres viven el apoyo de los hijos e hijas de muy

diferente manera. Ya no sólo el apoyo emocional, sino también, el material

tiene connotaciones diferentes para hombres y mujeres.

- Mi problema es que yo no quiero amargar a mis hijos.

G.D.1 (mujer)

La siguiente representación trata de expresar gráficamente estas

actitudes. Mientras las mujeres rechazan categóricamente la ayuda de los hijos

e hijas, tanto personal como económica, los varones se resisten a que los lazos

paterno-filiales que sostenían la responsabilidad por el cuidado de los mayores,

se rompan. Por ello, aceptan y esperan un cuidado personal de los hijos, y

cuando esto no es posible demandan un apoyo material que siga manteniendo

viva esa responsabilidad de los hijos e hijas para con los progenitores.

REPRESENTACIÓN DE LAS EXPECTATIVAS DE LOS PADRES CON RESPECTO A LA RESPONSABILIDAD DE LOS HIJOS SEGÚN SEXO.

Parece consecuente pensar en la hipótesis de que la socialización de las

féminas hacia roles reproductores y cuidadores, lleve a las mujeres de estas

generaciones a rechazar estos mismos roles para sus hijos e hijas. La actitud

HOMBRES

HOMBRES

MUJERES

Hijos/Hijas apoyanpersonalmente

Hijos/Hijas no apoyanpersonalmente

Ayuda económicaNo ayuda económica

HOMBRES

HOMBRES

MUJERES

Hijos/Hijas apoyanpersonalmente

Hijos/Hijas no apoyanpersonalmente

Ayuda económicaNo ayuda económica



de “no ser una carga” es unánime en el colectivo de femenino.14 En el caso de

los hombres, este tipo de actitudes no se muestran tan categóricas, y en

general prefieren que en el momento de necesitar un apoyo, éste provenga del

entorno familiar. Para ellos, la tradicional relación de apoyos y dependencias de

padres a hijos y viceversa sigue vigente.

- Los que buscan quién les cuide por tenerlos en casa me

parece un encanto porque yo, el caso que conozco, lo pagan

los nietos para su abuela, para que su abuela esté en casa y no

se mueva; los nietos pagan la señora y encantados de la vida

para que no tenga que ir a una residencia porque no quiere.

G.D..3

-Pero yo creo que esa idea, si se daría, un hijo o hija o lo

que sería. (hombre)

-Vamos a dejar a los hijos

G.D. 4

También las mujeres son las que con mayor rotundidad reafirman el

espacio del hogar como lugar de referencia personal y social, donde hasta el

último momento de total invalidez o fallecimiento prefieren residir.

El reflejo de la edad

Otro importante aspecto que diferencia a los colectivos de usuarios,

viene marcado por el factor edad. Aunque hay una resistencia lógica a

determinar una edad bisagra a partir de la cual las personas comienzan a ser

susceptibles de ayuda. Parece que la frontera en torno a los 70 años define en

la actualidad un momento en el que pequeñas tareas del hogar y otras

necesidades como médicos, tareas administrativas… requieren, si no de ayuda

constante, sí de apoyo puntual. Este aspecto de la edad deviene complejo de

determinar, insistimos, ya que como muy bien han señalado las personas que

han acudido a las dinámicas grupales, viene influenciado por la mayor o menor

validez que se tenga.

14 Se profundiza sobre esta cuestión del apoyo informal en el tercer capítulo, basándonos en los discursos de los grupos de cuidadores y cuidadoras realizados para este estudio.



USUARIOS DE SERVICIOS EN FUNCIÓN DE LA EDAD

En el eje del colectivo de mayores hay por tanto un abanico de “edades”

a las que conviene aproximarse de diferente manera.

- Y luego el abanico de edad... no es igual una de 65 años,

que de 70, que de 75, 80

- Y algunas jubilac iones con 60.

- El abanico de los jubilados es tan amplio, a efectos de

actividades, a efectos de obligaciones familiares, a efectos de

necesidades económicas, es que es un abanico tan amplio,

porque antes no sé, hace 20 años la jubilación eran ocho o diez

años, entonces más o menos todo el mundo estaba ahí, pero

ahora es tan amplio, que hay un abanico grande de edad, un

abanico grande de necesidades, un abanico grande de

situaciones familiares y no hay aspirinas para todos, porque

esas franjas de edad marcan mucho y necesidades de familia,

necesidades de cariño...

G.D.1

A modo de ejemplo, podemos tener el prejubilado de 60 años que cuida

simultáneamente de sus nietos pequeños, a la vez que se hace cargo de un

familiar de 80 o 90 años. Son cuidadores (perfiles que veremos más adelante),

pero al mismo tiempo una parte importante de los potenciales clientes y

usuarios a futuro del proyecto que nos ocupa, sus vivencias y actitudes son

<60prejubilados

>90AncianosMatrimonios/ Personas solas Vida en Personas

vida en pareja Viudos/as pareja solasSolteros/as

70 años

Edad Bisagra1er inicio denecesidades

descendientes

ascendientesCuidadores

Usuarios potenciales Usuarios reales

<60prejubilados

>90AncianosMatrimonios/ Personas solas Vida en Personas

vida en pareja Viudos/as pareja solasSolteros/as

70 años

Edad Bisagra1er inicio denecesidades

descendientes

ascendientesCuidadores

Usuarios potenciales Usuarios reales



diferentes de los mayores a quienes cuidan. Todos ellos, se encuentran

“etiquetados” en un colectivo al que se le ofrece un paquete de actividades

sociales (club de jubilados) y culturales (actividades, viajes….) de manera

homogénea y en la que, muchos de ellos, y especialmente los más jóvenes, no

se sienten identificados.

Es importante resaltar el hecho de las edades en el colectivo de los

mayores, porque cualquier aproximación a este grupo que pretenda intervenir

cultural o socialmente, y desde luego para el desarrollo de servicios adaptados,

ha de tener muy presente sus diferencias y convergencias, tal y como ya

señalábamos al principio de este apartado.

En esta línea de resaltar las diferencias, se abre un breve espacio para la

figura de los y las cuidadoras. Una figura que se ha tenido en cuenta para el

diseño metodológico del estudio y que tiene una doble función dentro del

mismo. Por un lado, ofrece la perspectiva del dispensador o dispensadora de

servicios, y como tal, afina de manera notable sobre las necesidades de las

personas no válidas, las características de los servicios y opinan sobre la oferta

del mercado. Por otro lado, son en si mismos usuarios potenciales (y en un alto

porcentaje entran en el eje de edades de los mayores) y como tal, perciben su

futuro como personas dependientes de forma muy clara. Sus actitudes y

características se tratan de manera específica en el próximo capítulo en el que

se realiza un recorrido por los servicios sociales e informales de cuidado

existentes para los mayores.



LOS SERVICIOS PARA MAYORES

Una vez presentados los diferentes perfiles de los mayores en función de

su edad, sexo, nivel de dependencia, estado civil e incluso su visión con

respecto al cuidado informal, vamos a presentar brevemente los servicios que

el mercado oferta para este colectivo, la percepción que tienen de los mismos y

finalmente, el Test de Concepto que surge del análisis del discurso.

Servicios sociales especializados

En el concepto de servicios sociales especializados, se engloba a todas

aquellas atenciones que configuran la oferta legal del mercado, y que

independientemente de si son gestionados por entidades públicas o privadas,

son referencia de servicios de atención disponible para los mayores. Además se

plantean los servicios en función de si son para personas válidas o inválidas

según la percepción de los propios usuarios.

PARA VALIDOS

Servicio de Atención a Domicilio

Este servicio se vislumbra como conocido por todo el colectivo de los

mayores, se valora fundamentalmente la idea de que venga la atención al

propio domicilio a atender las necesidades más básicas. En este sentido,

refuerza la idea de que lo que prefieren las personas mayores es permanecer

en su propio hogar y ser atendidas en él. Se asocia con la Administración Local

y con las personas que tienen menor poder adquisitivo, o están más

desamparadas familiarmente. De forma unánime se valora como un servicio

que se considera poco apoyado por la Administración, en cuanto que alcanza a

una demanda muy pequeña, con una intensidad del servicio que no cubre las

necesidades reales de los usuarios, y en algunos casos, con niveles de

profesionalización bajos. Por esto, se considera que es útil para personas

válidas que requieren una ayuda puntual (aseo personal, compra, comida,

limpieza de la casa…) y que no tienen posibilidades de pagárselo.



El servicio de ayuda a domicilio es un gran servicio, pero

tiene muchas carencias. Es cuestión de medios, y luego una

cosa, que a mí me parece que ya no es cuestión de servicio a

domicilio ni de residencia, para mí el problema fundamental es

que somos muy egoístas todo el mundo, y los hijos ya no

pensamos lo mismo de nuestros padres

GD1

Pisos tutelados

Esta opción se percibe especialmente para personas que comienzan a

tener alguna dificultad de autonomía, especialmente por la noche, debido a la

soledad y a miedos personales, pero que a pesar de ello siguen valorando su

independencia.

- Lo que pasa que esos pisos tutelados tendrán que ser

para personas válidas.

- Eso para válidas.

- Válidas son cuando entran, pero después...

- Exactamente.

G.D.6

Se presenta más valorado por las mujeres, hay una queja unánime de

que es un servicio que sólo se encuentra en Pamplona y debería extenderse a

otras zonas de Navarra (hay una petición explícita de este servicio en la zona

de Tudela).

Está bien construida la idea de que hay una asistencia permanente en

cuanto a servicios personales, y eficiente en todo lo que se refiere al

mantenimiento y cuidado del hogar (reparaciones, mobiliario….). También se

valora que permita la propia independencia, pero se ve la desventaja de que

está estructurado para personas válidas, en situación de invalidez tendría las

mismas desventajas que el propio domicilio.

También tiene la desventaja que sales de tu entorno local. Esto último

surge con mayor intensidad en las zonas rurales, en Pamplona tienen la ventaja

de estar situados en zonas residenciales consideradas como “buenas” o “muy

buenas”. Por ser un servicio de escasa implantación es poco conocido, y en los

casos en que se conoce, hay una percepción de que el acceso a él es muy

restringido y con largas listas de espera. El coste del piso tutelado es razonable



para los usuarios, aunque con los requisitos que se piden de rentas y pensiones

lo que queda para el día a día sea escaso.

PARA INVALIDOS

Centro de día

Los centros de día es otro de los recursos escasos y poco conocidos por

los usuarios; normalmente comparte infraestructuras con alguna residencia. Es

un servicio muy valorado, especialmente para personas inválidas que se

encuentran conviviendo en un entorno familiar. Las ventajas de este servicio

son buenas tanto para el usuario como para la familia, el primero se encuentra

atendido por profesionales especializados durante el día, en el caso de la familia

existe la posibilidad de poder desarrollar su vida laboral y personal durante el

día y acompañar al familiar durante las noches y fines de semana. La

desventaja de este servicio, deviene de su escasa implantación en el territorio

foral (prácticamente centralizado en Pamplona) y de su elevado coste

económico.

Residencias

La oferta residencial en Navarra se ha ampliado considerablemente en

los últimos años hasta el punto de descentralizarse de Pamplona y Comarca.

Hoy en día se puede decir que las cabeceras de Comarca y localidades

importantes de Navarra, cuentan con sus propias residencias municipales.

Residencias muy bien valoradas por los usuarios, especialmente las construidas

más recientemente, aunque con matices. Se considera que las residencias

cuentan con medios materiales y profesionales especializados, es un espacio al

que acudir en última instancia. Es decir, es un lugar conveniente para cuando el

nivel de autosuficiencia ya no permita la permanencia en el propio hogar.

- Yo estoy tan mentalizada, yo el día que no me pueda eso

tengo que ir a la residencia porque no tengo hijos, ahora si

tendría hijos no me gustaría ir a una residencia. A mí, como

dices, que me pagaran una mujer y que no me sacaran de mi

casa.

GD 3



En sí mismas, las residencias no son lugares sólo para personas

inválidas, pero son elegidas como opción posible ante una situación de

invalidez. Esta actitud hacia las residencias también tiene matices diferentes en

los hombres y en las mujeres.

- ...estoy sola que no tengo hijos, pues prácticamente, mi

idea es, mientras yo esté bien de salud y me pueda valer por

mí misma, pues estar en casa, en el piso, pero cuando ya me

vea esto, pues a una residencia.

G.D.4 (mujer)

- Depende la situación, la hija o la nuera que tengas, si

está en casa.

G.D.4 (hombre)

Mientras que las mujeres las ven desde una perspectiva más positiva y

como una opción posible e incluso deseada, los hombres son reticentes a

abandonar los espacios del hogar, de la propia localidad y del entorno familiar y

social. Existe un mayor miedo a dejar los paisajes y las redes relacionales

construidas a lo largo de una existencia entre los hombres, quizá porque su

presencia en el entorno público, al menos antaño, fue mayor que el de sus

compañeras, más relegadas a la soledad del hogar.

- Te quiero decir que si yo voy a estar en mala situación,

que es como le dije a esa, yo si voy a estar en mala situación,

que yo me voy a encontrar mal, hasta los 70 quiero estar;

ahora, a partir de los 70, si yo, ahora si me encuentro bien,

que me valgo, pues oye, hasta que me metan a la residencia,

me metan a la residencia y allá...

GD7

De nuevo, y como en el resto de los servicios, la proyección que tienen

los usuarios sobre las residencias está totalmente influenciada por el coste del

servicio. Hay una opinión generalizada de que las residencias son un servicio

enormemente caro y que cuando no se dispone de pensiones que puedan hacer

frente al coste, en el mejor de los casos hay que disponer de todas las rentas

posibles (propiedades, inmuebles….).

- Es para gente de dinero y los que no tenemos dinero nos

tenemos que aguantar.

Para tener todo hecho hace falta mucho dinero.

G.D. 4 - Primero entran los que tienen y con dinero puedes ir a

donde quieras, y las residencias son, a ver, yo pienso, sí, hay



muchas cosas que tienen que tener, pero pienso que son muy

caras para lo que es una pensión normal de las de antes.

GD 7

Es el último lugar que queda, cuando ya nada queda: ni autosuficiencia,

ni bienes, ni lazos, ni sobre todo salud. Pero incluso con estos condicionantes

teóricamente limitativos, la demanda supera a la oferta existente. Aunque

señalémoslo diáfanamente, no es un servicio en competencia con el que se está

testando en esta investigación.

Por último, es interesante resaltar que no se han mencionado en los

grupos, otras opciones como el servicio de acogida familiar (que permite a un

mayor en situación de desamparo establecerse en una familia con la que no

tiene parentesco), viviendas compartidas (entre una persona mayor que

permanece en su domicilio cediendo una habitación a otra persona no pariente

a cambio de compañía y de algunas contraprestaciones pactadas) o las becas

de comedor que proporcionan algunos Ayuntamientos. Por último, tampoco ha

aflorado en el discurso grupal un servicio como las residencias de duración

temporal para pacientes no válidos, donde en casos de emergencia se pueden

ocupar temporalmente del anciano que habitualmente está con la familia.

Sí ha aparecido en los discursos, otros servicios como la telealarma que

consiste en un sistema portátil (tipo medallón) que con un simple botón de

accionamiento pone en contacto al anciano con los servicios de urgencia sin

necesidad de llamar por teléfono.

- El tío por ejemplo, le han puesto, no sé si es de

Diputación, como un teléfono y tiene un cacharro colgando que

cuando eso le pitan y enseguida le llaman o lo que sea.

G.D. 4

Este servicio también resulta muy bien valorado por los usuarios, y

como ha quedado reflejado en el introito del estudio en clara expansión durante

la última década. Deviene en un sustitutivo de la compañía no existente, es un

recurso de compañía velada desde los servicios administrativos de socorro. Una

cierta seguridad en el mundo de la inseguridad.

Servicios de cuidado informal



En términos generales, en los países europeos la atención de los

mayores dependientes corre más a cargo de las propias familias que de otras

redes de asistencia pública o privada. En el caso de Navarra este hecho

también se produce mayoritariamente, aunque como ya hemos visto, el acceso

a servicios públicos y privados está relativamente descentralizado en la

Comunidad Foral. A pesar de ello, los cuidados informales son una parte

importante de los servicios que se contratan en Navarra, y por ello, merecen un

apartado especial. De ellos hemos querido destacar dos. Por un lado, la

asistencia a domicilio por personas ajenas al entorno familiar y que sin la

mediación de una relación contractual oficial, prestan servicios de cuidado a los

ancianos. En segundo lugar hemos destacado la ayuda informal del entorno

familiar y voluntario, que sin prestación económica lleva a cabo una importante

labor social profundamente arraigada en la tradición de la familia como

prestadora de servicios.

Asistencia a domicilio por personas ajenas al entorno familiar

La denominada “economía sumergida” está bastante extendida en el

sector de los servicios personales. En el caso que nos ocupa de atención

domiciliaria a personas mayores, resulta ser el primer factor de competencia

para las empresas del sector.

En el contexto familiar y social es una vía de solución extendida y

elegida por muchos por la diferencia de precio a la baja con el resto de

servicios. Muchas familias ante la imposibilidad de acceder a los servicios

públicos y el elevado coste de los privados optan por esta solución. Sin

embargo es una solución que plantea problemas, especialmente con la

precariedad de la situación laboral de las trabajadoras y la inestabilidad que

supone que en cualquier momento puede fallar la persona que cuida del mayor.

A esto hay que añadir la cada vez mayor exigencia en la calidad del servicio y

en la profesionalización de este tipo de atención. Si la diferencia de precio no

fuera excesiva los usuarios se inclinarían mayoritariamente por los servicios de

una empresa, entre otros motivos por la seguridad en la continuidad del

servicio, la calidad y la profesionalización de las trabajadoras.



En general son servicios prestados por mujeres extranjeras,

especialmente suramericanas, son bien valoradas por su carácter dulce y

cariñoso y porque comprenden el idioma. Aunque el precio es sensiblemente

menor que otras opciones privadas, se detecta un coste-hora más elevado en

las zonas rurales que en la Comarca de Pamplona, probablemente debido a una

menor oferta de trabajadoras. En cualquier caso, la contratación de este tipo de

servicios, cuando la persona a cuidar tiene graves problemas de invalidez y

requiere atención constante, es un recurso fuera del alcance de la gran mayoría

de las pensiones de jubilados y que requiere del apoyo económico familiar para

poder solventarse.

Cuidado informal en el entorno familiar

Aunque las personas con perfil de cuidadoras que acudieron a los grupos

eran mayoritariamente mujeres, es interesante resaltar que en esos grupos y

en otros de usuarios, los hombres van progresivamente asumiendo también

este rol. Cuando la jubilación llega a edades tempranas en las que las personas

están con plenitud, y además sus parejas continúan trabajando fuera del hogar,

se hace imprescindible que ellos asuman estos papeles.

El cuidador responde al perfil de una generación de posguerra en la que

la familia era el centro de la vida social, y la relación padres-hijos perduraba a

lo largo de la vida. Los padres cuidaban de los hijos y las posiciones se

invertían, hijos cuidan de padres, cuando el devenir de la vida lo requería. La

modernidad rompe estas relaciones solidarias, para introducir el referente de la

familia nuclear y la desvinculación intergeneracional.

- Y a lo mejor le dices algo y te dice: para eso te tuve,

para que me cuidarías. Y si estás hablando y no le interesa,

desvía la conversación a otra cosa, y sino se echa a llorar y ya

está.

- Es esa generación. Nosotros tenemos una generación

mala.

- Nos ha tocado lo peor.

- Hemos tenido que aguantar a los padres y a los hijos.



G.D. 2

Pero también son una generación que vivió el nacimiento y desarrollo

del Estado de Bienestar, que con su trabajo sembró la base y la creencia de que

al final, cuando fuera preciso la propia Administración (El Estado) les ayudaría

cuando así lo solicitaran. Por esta razón, hay una sensación unánime de que la

Administración les ha abandonado, de que su trabajo y sus derechos están

siendo vulnerados, que no existe un apoyo cuando lo necesitan. Si hay un

sentimiento común a estas personas es el de soledad. De ahí que, como en

otras facetas de la vida, se acepte progresivamente la idea de que la solución a

las necesidades de la vejez va a requerir de suscribir convenios con entidades

de seguro privadas.

- Yo sí me quejo es que no nos han dado, yo no sé, como

para todo piden la bendita declaración, ninguna ayuda; porque

somos mucho y nos hemos arreglado muy bien, pero unas

personas así en un pueblo, tal y como viven allí (....) Ayudas,

nosotros por lo menos ni una, ni una, ni siquiera un par de

horas una mujer a ayudar GD.6

Tal y como se ha señalado anteriormente, se ven a sí mismos como la

última generación que va a cuidar de sus familiares, y que ellos ni van a tener

esa oportunidad ni, en muchos casos, la desean. Estas personas, que

generalmente se corresponden con clases sociales medias, construyen su

discurso desde la posición de clientes del Estado que han cotizado toda la vida

para tener una jubilación digna. Se sienten frustrados cuando no pueden

acceder a prestaciones y servicios públicos porque están reservados para

personas con menor nivel de recursos. Tampoco pueden pagar el coste elevado

de servicios privados.

La relación con las personas que cuidan es de una intensa dependencia

personal, especialmente acusada en el caso de las mujeres con respecto a sus

padres/madres.

- Psicológicamente me tiene muy cogida, porque yo por ejemplo ir a un sitio por ahí y he tenido que llamar por teléfono antes de ir a comer, y no ahora, hace años, pues tenerle que llamar antes de ponerme a comer en un restaurante para que esté tranquila, para que sepa que he llagado, que he venido, o sea es tal dependencia la que tiene que se agobia. Si yo estoy en la carretera se agobia.

- Pero eso me pasa a mí. Yo ahora el móvil lo tengo aquí y eso que la he dejado con la mujer, y mi madre, como tú dices, mi madre me tiene, es que me tiene...

Mi madre no quiere mas que conmigo. Ha estado ingresada en enero y no me he movido de allí, de día y de noche y “no te vayas, no te vayas”.



G.D.6

La imagen que tienen de algunos servicios como las residencias, está

asociada al fracaso de la relación de familia y al “abandono” de esta. Es

interesante observar como a pesar de que la residencia es un recurso que no

sirve para las personas a las que cuidan, es una opción válida para sí mismos.

- Aparte mi madre a una res idencia pues no, yo mientras viva al menos pues no.

G.D. 6

Esta actitud se justifica desde la admisión de un proceso de cambio de

mentalidad y de haber vivido en un contexto social, económico y cultural

diferente al de sus progenitores. Hay una percepción clara de la dinámica

individualista que el cambio social impone.

Yo pienso que la generación nuestra estamos mentalizados

a no ir donde los hijos. Es que mira, yo por ejemplo, mis

padres, y los tuyos, y los vuestros, nunca se les ponía en la

cabeza que podrían ir a una residencia porque su cosa era

tener hijos para asegurarse la vejez, ni más ni menos, y si

podía ser una hija mejor, está claro, porque la nuera no es

igual. Pero nosotros, yo pienso, yo tengo 57 años y pienso que

no voy a ir a casa de un hijo a vivir. Primero porque no voy a

tener libertad para hacer lo que me de la gana, por muy bien

que me lleve con los hijos; segundo, no lo van a tener ellos, o

sea les voy a coaccionar porque una persona en una casa

coacciona.

G.D.2

Debido a esto y al coste personal, tanto emocional como físico, que

conlleva este cuidado, ellos y ellas, pero especialmente ellas, proyectan un

futuro diferente para sí mismas. Como ya se ha señalado, sus opciones se

centran en la autosuficiencia en el hogar hasta que ya no se valgan por sí

mismas. Llegado el momento de la invalidez, ellas prefieren las residencias y

ellos se debaten entre el cuidado de algún familiar si lo hay, y la atención en el

propio domicilio por servicios externos. En ningún momento las mujeres que se

dedican o han dedicado al cuidado de algún familiar, señalan la posibilidad de

recurrir a la familia para que les atienda cuando lo necesiten. En última

instancia estaría el apoyo económico para el pago de servicios como una vía de

ayuda material que no exige compromisos personales constantes por parte de

los hijos.



En cualquier caso, la proyección de futuro sobre su propia situación

como personas cuidadas se muestra totalmente mediatizada por el factor

precio, y la incertidumbre de saber hasta qué punto el coste de los servicios

será sostenible con la pensión y la renta familiar.



TEST DE CONCEPTO

Definición

Una vez analizados los escenarios y el contexto de los mayores en

Navarra, perfilado sus características básicas con respecto a sus necesidades

actuales y futuras e imagen de los servicios que oferta el mercado, se procede

a definir un concepto de empresa de servicios para este colectivo. Partiendo de

la base de un concepto genérico de empresa que oferte servicios de atención en

el propio hogar con la idea de Red, se puede señalar que la acogida del

concepto ha sido muy positiva entre los usuarios.

- A mí que no me saquen de casa, que me cuide quien sea

pero en casa.

G.D.3

- Yo pienso que eso es lo principal, que vengan a nuestras

casas.

- Que nuestra casa sea la residencia.

- Ni más ni menos.

G.D. 3

- Que la gente que se encuentra relativamente bien, que se

puede mover por su casa, no quieren salir de su casa y si irían

a ayudarle, aunque sería dos horas o tres horas, yo pienso que

encantadas, s in salir de su casa.

G.D.7

Como ya se ha visto a lo largo del análisis hay una idea clara de que el

espacio donde se quiere residir “hasta que se pueda/hasta el final” es el propio

hogar. El lanzamiento de la idea se llevó a cabo bajo la metodología de

proyección y de volcar por parte de los usuarios las ideas que les sugería en

cuanto a viabilidad, aceptación, características más generales, personal,

servicios…..

El concepto de una empresa que oferte servicios personalizados a las

personas mayores en el hogar, encaja plenamente con las aspiraciones de

permanecer en el propio hogar de las actuales cohortes de mayores. Se puede

afirmar, por tanto, que se vislumbra una viabilidad real del proyecto en tanto

en cuanto la idea es percibida no sólo como necesaria, sino como deseable por



parte de los usuarios. Desde este punto de partida es preciso sin embargo

hacer algunas puntualizaciones.

En primer lugar es imprescindible resaltar que la mayoría de los usuarios

señalan que este tipo de atención se podría llevar a cabo siempre y cuando la

persona atendida tenga un nivel de autosuficiencia y validez elevado.

- Yo creo que la idea en principio tiene que tener límites,

tiene que tener el límite de la racionalidad y es que si esa

persona necesita todo, esa persona no puede vivir sola.

G.D.1

Esta conclusión es fruto de una reflexión mediatizada completamente

por la variable precio/coste de servicio. Una persona con un fuerte grado de

invalidez necesita de atención personal y profesional constante y de medios e

infraestructuras físicas. Estas dos necesidades, son caras ya que el trabajo de

profesionales día y noche supone, en muchos casos, un desembolso superior a

la propia pensión de la persona enferma, además rehabilitar y adaptar los

hogares resulta una solución compleja y costosa.

La adaptación de los hogares a las deficiencias que con el paso del

tiempo puedan tener puedan tener las personas mayores (sillas de ruedas,

poca movilidad, adaptación de sanitarios, escaleras….) aparece como un tema

clave, que está directamente relacionado con la exigencia de confort y calidad

de vida, muchas casas, especialmente casas antiguas y en zonas rurales,

requieren de una importante inversión económica. En el contrapunto, centros

especializados y sobre todo las residencias, son los lugares de referencia donde

además de contar con medios adaptados, no supone un desembolso extra para

el residente.

- Acomodar la casa.

- Eso normalmente, nosotros hicimos una casa nueva y no

hay bañeras. Hay una bañera pero lo demás, todo son de a

pie.

- Yo la primera vez que vi eso fue en una residencia en

Olite. Lo qué me gustó.

- Es que es necesidad ya.

- Yo que estoy solica, me meto en la bañera y que te

caes. Yo lo primero que hice, quité la bañera.

- Llega un momento que para levantar la pierna ojo.

Hay que acomodar la casa: tener las puertas amplias por

si necesitas una silla de ruedas, por si necesitas poner una

grúa, para esas cosas. G.D. 3



- Sí, porque tienes que comprar sillas de ruedas, camas,

hubo que comprar todo

G.D.6

Es decir, que en el hogar, además de pagar los servicios personales que

puedan ser necesarios (aseo personal, limpieza del hogar, comida,

compañía…..) habría un gasto constante extra de adaptación y mantenimiento

del propio hogar. Ante este problema, los usuarios, especialmente las mujeres,

optan por los servicios sociales y especialmente las residencias cuando la

situación límite lo requiere.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el proceso de cambio de

mentalidad paulatino que se está produciendo para admitir en el espacio

íntimo del propio domicilio, personal ajeno al entorno familiar (mayores

reticencias se muestran en el entorno de la Navarra de Montaña). Ya hemos

comprobado que existe un cambio de mentalidad real entre los mayores

respecto a que sean los propios familiares (hijos/hijas) quienes se hagan cargo

de su cuidado. Partiendo de este cambio de mentalidad el acceso de un

concepto de estas características en los hogares plantea buenas perspectivas.

- Yo tengo hijo e hija y les he dicho: mira, no sé tu padre,

pero en mi caso lo tengo claro que creo que siendo válida, en

una residencia estás como en un hotel, porque pueden salir,

tienes las habitaciones hechas, vas a comida servida, o sea no

se os cree ningún trauma a vosotros porque claro, dices los

hijos trabajan...

- Lo que pensamos todos ahora.

- Ya lo hemos vivido. Yo hasta ahora no lo había vivido, no

he tenido esa experiencia porque mi padre murió de repente, y

yo con mi marido pasé dos años y medio, que se me murió de

cáncer también, y ahora con mi madre lo estoy viviendo y no

quisiera que mis hijos pasarían lo que estoy pasando yo.

G.D. 6

Como conclusión general, y matizando la primera idea genérica del

concepto “red de tutela de pisos”, se puede decir que hay una aceptación

muy positiva entre los usuarios y usuarias potenciales hacia un servicio que

oferte todo aquello que facilite la permanencia en el propio domicilio en

condiciones de validez suficientes.



La idea de que sea un servicio ofertado desde entidades públicas o

privadas, no es relevante siempre y cuando haya una profesionalidad y una

calidad garantizadas.

Pasamos ahora a señalar otros aspectos del concepto como los usuarios

a quien se podría dirigir, el personal de asistencia, el precio, así como los

obstáculos y oportunidades que presenta.

Colectivos y usuarios

El servicio prestado por esta empresa hipotética, es visionado muy

positivamente para personas mayores que tienen alguna dificultad, pero que

conservan un buen nivel de autosuficiencia y que quieren seguir manteniendo

un buen nivel de vida. También sería muy bien acogido para personas no

mayores, que tienen dificultades puntuales de validez o necesitan de ayuda

concreta (personas que han sufrido un accidente, convalecencias de

enfermedades….).

En cuanto a usuarios potenciales de este servicio, se puede señalar que

sería más utilizado por mayores que ya comienzan a necesitar ayudas por

problemas concretos y, aunque con dificultad, las mujeres señalan una edad

bisagra de 70 años15. Es decir, que a partir de los 70 años es más posible que

haya mayor demanda de estos servicios en el hogar. El sexo femenino se

presenta en términos teóricos como mayor demandante de servicio, porque son

ellas las que más han valorado el concepto. Como ya se ha indicado en algún

otro apartado, los hombres recurrirán a servicios externos siempre y cuando las

posibilidades de su entorno familiar o próximo estén agotadas o limitadas por

algún problema (como el caso de cónyuges en el que la mujer no pueda

hacerse cargo del peso del hogar o ausencia de hijas o nueras).

Para los potenciales usuarios más jóvenes (prejubilados y mayores hasta

los 70 años), es una opción muy interesante a futuro, pero que la ven como

algo lejano a su situación personal y que en muchos casos desde su papel como

15 Ver representación gráfica página 31



cuidadores tampoco la contemplan, puesto que siguen actuando bajo las pautas

tradicionales de cuidar de sus mayores. Es una opción posible para ellos, pero

de nuevo con la matización de las posibilidades económicas y el coste del

servicio como algo difuso que no se conoce.

Cuando te llega la hora que no puedes más pues decides

qué hay que hacer.

G.D. 4

- ... yo por ejemplo no necesito a nadie ahora que venga ni

a comer ni... Ahora no necesito nada, pero igual dentro de 10

años necesito todo...

G.D. 2

No se perciben matices diferenciadores en cuanto a los entornos rural y

urbano. Por zonas de Navarra tampoco se detectan diferencias en cuanto a la

imagen del concepto, ni del resto de servicios en general. Sí que hay

matizaciones concretas si en el entorno en el que se reside existe un tipo de

servicio concreto. Pero en definitiva no se han encontrado aspectos reseñables

que puedan afectar a la oportunidad de implantar el servicio en unas zonas u

en otras. Más bien al contrario, lo que se ha recogido es la satisfacción y

aceptación de un nuevo servicio más que pueda solucionar problemas

crecientes.

Servicios que oferta

La respuesta de los usuarios ha sido unánime. Los servicios que debería

ofertar tienen que ser todos los necesarios.

- Date cuenta en tu casa lo que necesitas; que la empresa

esa te cubra todas las necesidades del día.

G.D. 3

- Hemos dicho antes que no queremos residencias, que no

queremos ir a las residencias, entonces si no queremos ir a las

residencias, si hay una empresa, sea del Estado o sea de lo

que sea, pues tiene que tener todo tipo de servicios para

atender a una persona decentemente. Tiene que ser gente

especializada y tiene que haber de todo; todo lo que hay en

una residencia debe de estar en esa empresa, que vaya a

atender a domicilio y pueda dar atención decentemente en

todos los sentidos.

- Eso me parece muy bien a mí, que la empresa tenga de

todo. En un momento dado quiero la peluquera, en un

momento dado quiero...

G.D. 3



Ha sido difícil para los usuarios proyectar y señalar una cadena de

servicios concretos que debiera prestar el hipotético servicio, y que se

diferencie además del resto de empresas del sector detectadas.

- Yo pienso que esa situación, mientras no la tienes, no

sabes. Ahora dices, cómo te vas a imaginar ahora, pues no sé,

lo que le pueda tocar a cada uno, que tengas un alzeimer, por

decir algo, pues ya sabes, tu familia sabe, todas las

necesidades de la mañana a la noche, tarde y medio día

incluido, que necesitas todos los servicios. Que estás en una

silla de ruedas, pues lo mismo. Ahora, eres un semi válido

pues... o sea pienso que es inimaginable.

G.D. 3

En este genérico “todos”, encontramos desde las necesidades básicas,

comida, aseo personal, limpieza del hogar, administración de medicamentos,

acompañamiento a médicos, compra, compañía, hasta servicios

especializados como el asesoramiento jurídico y de mantenimiento del hogar.

Si la persona mayor está en su casa, ella se puede mover,

aunque sea mayor, y hay una persona que va a hacerle los

quehaceres, a acompañar al médico, a hacerle la comida, la

compra... Ellos lo que no quieren, muchos, es salir de su casa;

eso es matemático.

G.D.7

En este trabajo de enumeración de servicios han sido más activas, o al

menos más imaginativas las mujeres que los hombres. En el caso de las

mujeres, hay una idea muy clara sobre lo que es necesario en el hogar y cuáles

son el tipo de necesidades que primero pueden hacer falta, como por ejemplo

las limpiezas generales, la administración de medicamentos y sobre todo el

apoyo emocional y la compañía. Este es uno de los aspectos que más

relevancia tiene para las mujeres. La necesidad de compañía, de cariño, de

afecto sincero por parte de las personas cuidadoras deviene fundamental para

ellas. Muchas verbalizan su discurso desde lo afectivo, como lo único que al

final es importante, el “cariño”.

- A mí que me trataran con cariño y con educación, porque

las necesidades pienso que vamos a tener todos iguales: nos

van a tener que lavar, vestir, peinar... las necesidades van a

ser darnos de comer a la boca... A mí que me traten con

cariño, que me traten con paciencia, que no me den un

empujón...GD3



Los y las cuidadoras

Con respecto al personal que prestaría los servicios, no hay una

inclinación específica por sexo aunque para las tareas de aseo personal y la

compañía en el caso de las mujeres, se denota una preferencia por las propias

mujeres. Sobre la procedencia de las cuidadoras y por la constatación de que

son cada vez más las extranjeras que se ocupan de estas tareas, no se denota

explícitamente un rechazo por las inmigrantes. Sin embargo, y sobre todo los

varones, destacan que es más fácil el acompañamiento y la relación cuando las

personas proceden de un entorno común y cercano, especialmente en las zonas

rurales.

Pero si te dan a elegir una chica o un chico y a mí

personalmente... Yo personalmente preferiría una mujer, una

mujer que fuese de la zona de aquí, no ecuatoriana; yo las

ecuatorianas y a esta gente las veo un poco... que no tienen

una conversación... sí que son muy cariñosas pero no tienen

una movilidad, una actividad para una persona mayor.

G.D.1

Yo creo que en general tiene que ser una persona de tu

misma cultura, de tu mismo pueblo..

G.D.1

Es necesario resaltar la importancia que dan los usuarios y usuarias a la

profesionalización de los y las cuidadoras. Todos y todas corroboran que

cualquier servicio debe enmarcarse en unos parámetros de calidad, que pasan

por la formación y cualificación de los y las cuidadoras en primer lugar. Pero

sobre todo y como se viene repitiendo, que el componente afectivo y emocional

sea muy importante.

- Y entonces cuando me vengan a atender que sea un

profesional y para que sea un profesional tiene que estar

cualificado y para que esté cualificado hay que pagarle. GD 1

Y una persona cualificada y que esté preparada, sobre todo

que sea cariñosa con la persona. GD 1



Los precios

A este respecto no hay apenas respuestas claras. La idea de pagar “un

poco” más por un servicio profesionalizado y a cargo de una empresa está

claro. La calidad asociada al precio y a la dignidad salarial del trabajador,

aparece perfectamente construida en el habla grupal, y ello, al margen de la

propia situación económica de los hablantes.

- Ahora a mí me parece eso que es una cosa justa porque

yo si por ejemplo en vez de ir a una residencia digo que venga

una mujer a mi casa a hacerme todo, pues le tengo que pagar,

si ciento treinta se paga en la residencia, a esa señora le

tendré que dar ciento treinta o ciento cincuenta, o sea que de

dinero no se excusa por ningún lado, hay que pagarlo.

G.D. 4

El problema radica en cuantificar los precios base y la diferencia que

estarían dispuestos a pagar de más. Como ya se ha indicado, el concepto tiene

muy buena acogida, siempre y cuando no suponga una parte demasiado grande

de la pensión, y esté enfocado a dar apoyo a personas que se encuentran en un

estado de validez. Esta condición es indispensable, ya que, de base se

presupone que las necesidades son puntuales con lo cual se puede pagar por

un servicio de más calidad. Para necesidades de mayor continuidad y que

requieran de atención constante, la variable precio se torna crítica, entonces

hay más posibilidades de optar por servicios sociales (SAD) o economía

sumergida.

Otra línea de trabajo en este sentido, deviene de las diferentes

modalidades de pago bajo por las que el concepto se puede ofertar. En este

momento habría que separar los clientes potenciales en dos modalidades:

usuarios “jóvenes” potenciales, usuarios reales “mayores”. En el caso de los

usuarios potenciales la receptividad hacia modalidades de pago diferentes, en la

línea de la ideología neoliberal de planes de pensiones y seguros de vejez,

resulta más abierta. Estaría en línea con lo que se ha ido resaltando a lo largo

del análisis como cambio de me ntalidad. Este cambio de mentalidad, basado en

la convicción de la crisis de las pensiones públicas, lleva a la necesidad de que

cada cual organice su jubilación como pueda. Estos usuarios potenciales más

jóvenes (se podría empezar a plantear desde los 45-50 años), todavía estarían



en disposición de cotizar lo suficiente para garantizarse una jubilación con todas

o parte de sus necesidades cubiertas.

- Si hay que empezar a pagar ya cuando empieza uno a

trabajar, se empieza a pagar para la residencia para que

cuando uno sea mayor, si vive, que lo puedan tener.

G.D. 3

Justo lo contrario ocurre en el caso de los usuarios reales, se toma como

base del grupo los mayores a partir de 70 años. Estos usuarios necesitan, o van

a necesitar, los servicios a corto o medio plazo. Ya no tienen oportunidad para

hacer pequeñas aportaciones a un plan de vejez, y son una generación que

apenas ha tenido tiempo para adaptarse al cambio de mentalidad.

Sencillamente se han encontrado con la situación cara a cara. Para este tipo de

usuarios los servicios deben ajustarse a sus pensiones, o de lo contrario

acudirán a los cuidados informales y en el mejor de los casos a los servicios

sociales de atención.

- No es un servicio caro, lo que pasa es que las pensiones

son bajas, que no es lo mismo.

G.D. 2

- Supone mucho dinero, ciento y pico mil pesetas que

pagan y la tienes que mantener... vale mucho dinero eso.

G.D. 3

Por último pasamos a resumir los aspectos más relevantes del estudio a

modo de MATRIZ DAFO y que en última instancia puede plasmar de manera

más clara y concisa la oportunidad del concepto que aquí se ha testado.



DEBILIDADES

- Dispersidad geográfica de la

demanda y de los municipios

pequeños en Navarra.

- Percepción subjetiva de las necesi-

dades.

- El coste elevado de los servicios y

las bajas pensiones.

- La exigencia constante de profesio-

nalización y calidad.

- Los colectivos de usuarios: válidos o

semiválidos, especialmente mujeres y

de edades relativamente mayores

(mínimo a partir de 70).

- Competencia de la economía sumer-

gida.

- Servicios residenciales descentrali-

zados en las zonas rurales.

- Falta de cultura de asistencia en el

hogar (desconfianza hacia el extraño).

- Falta de condiciones de accesibilidad

en los hogares.

OPORTUNIDADES

- Aumento de la población mayor y

falta de alternativas asistenciales.

- Cambio de mentalidad y de las

pautas de dependencia familiar.

- Estancamiento de las pensiones

sociales y los servicios públicos.

- Exigencia de calidad y profesio-

nalización hacia los servicios.

- Mayor poder adquisitivo de las

familias y de los jubilados “jóvenes”.

- Opción prioritaria para permanecer

en el propio entorno social y familiar y

mantener el domicilio.

- Aumento de la cultura de la

previsión, como resultado de la crisis

del estado “benefactor”.

- La Competencia de servicios como

los pisos tutelados o residenciales, no

supone competencia; ocupa una

escasa cota de mercado. En el caso

residencial se vislumbra en el

escenario de la invalidez.

MATRIZ DAFO

vivir el bienestar desde el hogar

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