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Visualidad y paisaje: migración cubana en Ecuador
Por Casandra SabagHillen
Maestría en Antropología Visual FLACSO sede Ecuador
Antropología visual
Profesora. Gabriela Zamorano
El paisaje ha tenido durante mucho tiempo una presencia dentro de la antropología,
tanto como un dispositivo de encuadre acerca de la construcción de la visualidad y sus
imaginarios así como el significado imputado por la población local para su entorno
cultural y físico. Entonces la noción convencional occidental de "paisaje" como un
constructo social, se puede utilizar como punto de partida productivo para explorar las ideas
análogas sobre la construcción de nación, y la transformación del espacio en relación a
nuevas migraciones en el Ecuador. De tal forma en este ensayo relacionaremos las posturas
que desarrolla Michel Foucault en su compleja teoría sobre la exclusión pensada desde los
discursos, su espacialidad y su individualización. Donde el espacio acciona cómo la
estructura espacial diseñada para vigilar y lograr interiorizar en el propio individuo un
sistema de autorestricción. (Foucault, 2004). Y la construcción de fronteras étnicas en
relación a los imaginarios dados por las ideas de nación y estereotipos de ―racialización‖
colectiva.
Ser migrante fue una condición que conocí al llegar a Ecuador como estudiante
mexicana. Tras unos meses viviendo en Quito tuve contacto con algunos migrantes
cubanos, este acercamiento me permitió conocer otras maneras de ser igualmente migrante.
La migración cubana en el Ecuador aumentó considerablemente desde junio de 2008
debido a que el Gobierno ecuatoriano decidió eliminar las visas de ingreso para todas las
personas extranjeras (Arcentales, 2010). A partir de este momento se identificaron nuevos
flujos migratorios en el Ecuador, que provenían de Cuba, Haití, así como de otros países
asiáticos y africanos (INEC, 2011). Ahora bien, la migración cubana se encuentra envuelta
en condiciones particulares de ilegalidad y contingencia, esto lo explicaremos con detalle
más adelante, las cuales me hicieron cuestionar diversas ideas que tenía en relación a la
nacionalidad y su vínculo con el propio individuo, a las políticas de derecho ligadas a la
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movilidad humana y en especial a la precariedad para construir cotidianeidad en un nuevo
espacio.
Dada mi formación enmarcada en las artes visuales, las problemáticas que he
desarrollado giran alrededor de conflictos de representación del espacio y el paisaje. De tal
forma decidí acercarme al tema de la migración cubana a partir del ámbito espacial y su
configuración dentro del paisaje urbano, ampliar mis estudios alrededor del espacio como
activador de procesos sociales. Así poder investigar cómo los migrantes cubanos en
Ecuador bajo un estatus migratorio incierto construyen una cotidianidad contingente
visualizada en el espacio de la ciudad de Quito. Por lo tanto, me interesa analizar cómo
existen procesos representacionales en los migrantes cubanos que transforman el paisaje, y
cómo estos pueden ser leídos en escenarios de discriminación y pugna.
Una particularidad de la migración cubana en el Ecuador es la irregularidad ensu
condición legal, pues según datos de la Dirección Nacional de Migración de Ecuador,
desde el año 2007 hasta el 2011 han ingresado 8448 cubanos que no han salido del país
(Arcentales, 2010), de los que 2193 se encuentran censados, habiendo aparentemente
otros 6255 cubanos sin un registro oficial. Esta cifra es imprecisa pues muchos de ellos
salen ilegalmente del país hacia el norte para llegar a los Estados Unidos y por motivos de
seguridad no registran su salida en la frontera.En ese sentido sospechamos que la
invisibilización legal de la migración cubana, al no estar registrados oficialmente en
Ecuador, juega un papel fundamental en su visibilización dentro del paisaje urbano.
Muchos migrantes son invisibles jurídicamente y sin embargo bajo ciertas huellas o
marcas visuales, espaciales y sonoras explicitan su presencia en el paisaje urbano para
establecer su representación y auto-representación frente a un nuevo espacio físico y
social.
Martín Hervas, escritor español que ha vivido enel Ecuador desde los diez años de
edad, recientemente publicó bajo la editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, una serie
de textos elegidos de su blog en internet http://triplesentido.blogspot.com/. En éste aparecen
un conjunto de textos narrados en primera persona, a manera de diario con un estilo irónico
y ligero. En el texto titulado ―Ray –ban USA‖(Hervás, 2012), el escritor narra su
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percepción del paisaje del parque de la Carolina, y describe algo que parece inusual en éste:
la presencia de una mujer cubana:
El parque era el de siempre, con la novedad de que había mucho cubano, una en
especial, pasó tres veces por donde estábamos, traía una licra ajustada, una visera cuasi
fosforescente y gafas oscuras de sol; un personaje llamativo, de esos que no se pueden
pasar por alto. Esta mujer, morena, o mulata, no se llevó un gato, ni siquiera los vio,
pero me dejó pensando en que los cubanos se parecen mucho a los negros. Algunos
efectivamente lo son desde que nacen, pero claro, pareciese que los que no tienen esa
suerte, de algún modo u otro, se la buscan. Su forma de adornarse los delata. A los
negros, como a los cubanos, no se diga un negro cubano, les gustan las joyas, los aretes,
los adornos, las cadenas, todo lo que reluce o cuelga, ni hablar de lo que reluce y cuelga
a la vez. Entiendo que en el caso de los negros, este comportamiento se debe, por
supuesto, a su pasado tribal, pero por qué no decirlo, a la necesidad de distinguirse,
digamos, en el caso de una guerra. En cuba, en cambio, la necesidad de diferenciarse
nace de la imposición, todos tienen el mismo pantaloncito, el mismo vestidito, y mueren
de envidia con las fotos de los primos en Miami. Cómo la pasarán de mal que
últimamente llegan por cientos. (Hervás, 2012)
Este relato nos ofrece un tipo de representación que existe alrededor de la supuesta
visualidad de los migrantes cubanos en Ecuador. Refleja un imaginario que relaciona
arbitrariamente a los cubanos con la población afrodescendiente. Si bien este relato no es
un texto académico, si se encuentra avalado por una de las instituciones culturales más
importantes de la ciudad de Quito, la Casa de Cultura Ecuatoriana. Por lo cual, además de
estar inserto en el circuito de difusión cultural al ser publicado en este año, 2012, ofrece
una huella de los modos de representación contemporáneo que existen a las problemáticas
en torno a los nuevos flujos migratorios en los últimos cuatro años en el Ecuador. Sin
embargo analicemos el texto con mayor cuidado. Tal y como Jonathan Crary plantea es
importante aclarar la condición del observador, cómo el observador es ―fundamentalmente
alguien que está inmerso en un sistema de convenciones y limitaciones‖ (Crary, 1990). La
visión en ese sentido no es autónoma sino que se encuentra inserta dentro de sistemas de
dominación. La mirada nunca es ingenua u original. Y el énfasis que occidente da a la
visualidad, como explica Johannes Fabian reduce nuestra experiencia visual a un
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acompañamiento continuo entre forma y contenido, en la que la experiencia nunca se
escapa a los parámetros sociales(Fabian, 1993). De tal forma observamos en la narración de
Hervás, en primera instancia la inmediata categorización y exotización de la mujer que pasa
por el parque, en la que el observador, asume el origen cubano de esta persona. Decodifica
el paisaje que observa en una organización la cual está dada por estereotipos acerca quienes
transitan ese espacio. Es decir, existe un antes y un después del paisaje del parque frente a
la presencia de esta mujer, aparentemente cubana.
Es necesario, por tanto, contextualizar la función del espacio donde se ubica el
narrador de Hervás, el parque de la Carolina. Este parque es un área verde de carácter
público de la ciudad de Quito. Está ubicado en la zona del Iñaquito, en el centro financiero
y empresarial de la capital. El origen del parque se remonta a la propiedad de una familia de
condes. Al inicio del siglo XX, la ciudad de Quito comienza a experimentar un crecimiento
exacerbado hacia el norte. Y es entonces cuando el municipio decide expropiar el
terreno(Kingman, 2008). A partir de la década de los setentas el sector promueve las
actividades comerciales y se convierte en un espacio típico de consumo para el habitante
quiteño. Además de convertirse en un barrio de cierta exclusividad por su cercanía a
centros comerciales, empresariales y las áreas verdes que provee el parque.El parque a
pesar de su zonificación en áreas deportivas, áreas de comida, de eventos culturales, etc.
Resalta una experiencia que genera cierto aislamiento de la ciudad, pues prevalece la
sensación de área verde. De cierta manera estos espacios públicos abiertos no urbanizados,
constituyen la evidencia del pasado rural de la ciudad. El arquitecto quiteño Marco Córdova
sugiere que estos espacios se estructuran alrededor de una idea de vacío, es la
representación de un lugar abierto, un espacio ―no-separado‖ al que todo el mundo puede
acceder ver Ilustración 1. Y es ese sentido dirá: ―Las plazas y los parques funcionan como
ordenadores y calificadores de trama proyectados como espacios colectivos donde los ritos
sociales y la representación de lo público se imaginan durables en el tiempo en forma
estable‖(Córdova, 2005, pág. 181).
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Ilustración 1 Parque de la Carolina, Quito
Exploraremos a continuación algunas ideas que plantean al espacio urbano no sólo
como medio donde se soporta a la ciudadanía sino como una estructura que construye
prácticas sociales en relación a la vigilancia y control, como plantea Foucault, sino también
como hacedor de imaginarios colectivos. Córdova explica la naturaleza discursiva de la
ciudad en referencia a dos condiciones de este espacio: por un lado ver a la ciudad como
―objeto político‖ y por el otro como ―sujeto político‖. En caso de la primera categorización:
La ciudad responde a una instrumentalización del juego político de los actores de la sociedad
en que la ciudad se encuentra adscrita. De tal forma la ciudad se articula como memoria
pública para marcar cierto tipo de identidad desde la que se despliega un conjunto de
representaciones de los grupos de poder, tendiendo a construir significados dominantes o
hegemónicos (Córdova, 2005, pág. 160).
De tal forma que el desarrollo urbanístico planificado por instancias del poder como
el Estado, evidencian una instrumentalización del espacio dirigido a legitimizar y ejercer
ciertos mecanismos de dominación en forma de ―frontera de poder‖ (Córdova, 2005). Por
lo tanto los espacio públicos se convierten en puntos estratégicos para dominar la ciudad
por medio de elementos simbólicos como rutas, bardas, propaganda del Estado a manera
de señalamientos, como en los avisos de la ―Ciclo ruta‖ de bicicletas que traviesa el parque
de la Carolina.
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La segunda condición de la ciudad como ―sujeto político‖, es el cual la ciudad
subordina desde sí misma la naturaleza material de su conformación territorialhacia una
dinámica social, las cuales permiten y condicionan la interrelación de los actores así como
sus prácticas. La ciudad pasa a ser un eje fundamental en la construcción de esta dinámica
social en tanto que se subordina al hecho espacial y permite un desarrollo de
representaciones acerca de los actores que la experimentan. Benjamín plantearía como la
arquitectura no solamente es vista para la contemplación sino que la forma en que es
percibida es transformada bajo ciertos regímenes performativos:
Pero en determinadas circunstancias esta recepción formada en la arquitectura tiene
valor canónico. Porque las tareas que en tiempos de cambio se le imponen al aparato
perceptivo del hombre no pueden resolverse por la vía meramente óptica, esto es por
la de la contemplación. Poco a poco quedan vencidas por la costumbre (Benjamin,
1989, pág. 18).
Esto se hace visible en la primera descripción que Hervás realiza del parque: ―Nos
ubicamos junto a la pista atlética, en donde numerables familias, mascotas y vendedores
hacían sus respectivas dinámicas‖(Hervás, 2012), es decir la descripción de su
emplazamiento dentro del espacio se acompaña a su vez de la enumeración de actores y sus
actividades. Entonces el espacio desde la perspectiva de los sujetos sociales debe
entenderse como un constructor más para el establecimiento de la cotidianeidad y él énfasis
o transformación de una identidad específica. El problema de la apropiación del espacio por
la migración cubana y sus circunstancias para analizar los mecanismos de adaptación,
creación e innovación territorial y en los significados políticos, sociales y culturales que
pueden tener tales mecanismos. Mecanismos de apropiación, material o simbólica, y de
transformación del espacio, para llegar a una descripción de los ámbitos de vida y de la
organización de la vida cotidiana alrededor de lugares o espacios significativos. Este
enfoque nos remite a la esfera de la construcción de identidades y de acción política,
entendida ésta como la expresión conflictiva de las voces de los habitantes. ―El espacio no es
nada sin sus creadores, que son a la vez sus usuarios. Los ‗productores del espacio‘ no son sino los
‗actores sociales‘, que son tanto productores como consumidores; al mismo tiempo autores, actores
y espectadores‖ (Brunet, 1990). Tal y como lo describióBenjamin en la figura del flâneur, quien
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deambula por las calles urbanas sin una finalidad específica más que experimentar la ciudad, lo
escacaparates, contemplar la modernidad (Benjamin, 1989).
En el primer extracto del texto de Hervás que citamos encontramos ya diversos
imaginarios respecto a la percepción de la espacialidad del parque; de los estereotipos
enmarcados alrededor de la representación visual de la migración cubana y el vínculo
étnico-racial que plantea el escritor en relación a sus conductas culturales. Por lo tanto, es
importante considerar a la visualidad como evidencia de construcciones de imaginarios
bajo estas representaciones explícitamente ―racializadas‖ que encontramos en el texto, las
cuales establecen fronteras invisibles dentro del espacio público.
Para el análisis de la visualidad, la antropología desde los estudios de Deborah
Pooleha resaltado la importancia de distinguir ―raza‖ y cultura, pues han sido elementos de
esencialización o de creación de identidades biologizadas. Sin embargo, los imaginarios
colectivos aún relacionan la condición de ser ―negro‖ con ciertas características, las cuales
según la cita del texto de Hervás son ―delatadas‖ bajo su visualidad. Tal y como propone
Poole al enunciar el uso de la fotografía antropométrica a principios del siglo XX como una
herramienta más para disciplinar el conocimiento y para justificar la categorización en
términos raciales (Poole, 2000).De tal forma lo visual reivindica continuamente una
episteme particular hegemónica. Si bien nosotros no estamos analizando la imagen
fotográfica, sí pensamos al espacio urbano como un dispositivo, al igual que la fotografía,
en el cual se ejecutan representaciones que bajo ciertos actores reedifican prejuicios raciales
y vínculos aparentemente históricos de prácticas sociales, como Hervás menciona al
escribir sobre el origen tribal de los afrodescendientes. Lo cual enuncia un vínculo
determinista entre las prácticas culturales y ―los negros‖. En un sistema complejo de
relaciones que aborda, para empezar un sistema de poder basado en la construcción de
nacionalidades estereotípicas. Las cuales aparentemente se acotan con precisión en
imaginarios colectivos y sus representaciones. La nacionalidad, o la "calidad de nación‖ al
igual que el nacionalismo, diría Benedict Anderson, son artefactos culturales de una clase
particular(Anderson, 1993). El autor nos plantea considerar con cuidado cómo han llegado
a ser en la historia, en qué formas han cambiado sus significados a través del tiempo y por
qué, en la actualidad, tienen una legitimidad emocional tan profunda. La estructuración de
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nacionalidades transformó la manera de entender la vida en el mundo occidental, generando
una necesidad ―universal‖ de tener una nacionalidad en el mundo moderno, todos ―tienen‖
y deben ―tener‖ una nacionalidad, frente a la particularidad irremediable de sus
manifestaciones concretas. Eric Hobsbawn, colega de Anderson, explica como:
La homogeneidad étnico-racial de la «nacionalidad» propia se da por sentada,
donde se afirma —que en modo alguno es en todos los casos— incluso
cuando la más superficial inspección podría inducir a dudar de ella. Porque a
«nosotros» se nos antoja obvio que los miembros de nuestra «nacionalidad»
abarcan una gran variedad de tamaños, formas y aspectos, incluso cuando
todos ellos comparten ciertas características físicas, tales como determinado
tipo de pelo negro. Es sólo a «ellos» a quienes todos les parecemos
iguales(Hobsbawn, 1998, pág. 41).
En segunda instancia el texto de Hervás a ultranza genera ese vínculo con lo
―exótico‖ y lo ―otro‖, lo cubano y lo ―negro‖. Categorizando unívocamente una visualidad
con una raza y una nacionalidad. Por ello se manifiesta en el texto Ray-ban USA, un código
que al parecer para el autor se encuentra totalmente delimitado por el vestir de los cubanos
y él cual no esperformado sino hasta que llegan al Ecuador:
La primera libertad que se dan, pisada esta tierra, es la de vestir uno de esos jeans
americanos llenos de costuras con letras estampadas en el trasero. Este gusto
obsesivo y miope por lo americano, es en realidad un grito a la libertad y al
consumismo capitalista y se entiende: la culpa no es de ellos, la culpa es del sistema.
Si uno no supiera que en el Ipiales abunda este tipo de ropa, y que media ciudad la
viste, el lado sur especialmente, uno pensaría que los cubanos están llegando de
Miami, de Phoenix, o de la Big Apple. Parches de I love esto, I love aquello. Gorras
y camisetas de clubes de béisbol, natación, básquet, boxeo, remo. Sacos del tal
Institute, de la tal o cual City, College, University. Motos con águilas, barras y
estrellas conducidas por gordos aún-rebeldes americanos, marcas de computadores,
vaqueros viciosos, personal de disney. Es extraño, cuando el mismo negro te asalta
dos veces cambias tu modo de pensar, la paranoia puede hacerte ver su cara en la
cara de otro, de otro negro por supuesto, y claro, ahora lo entiendo, no es que haya
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estado bizco de prejuicio, lo que sucedió es que en realidad sí se parecían(Hervás,
2012, pág. 173).
Es interesante el cambio drástico que hace el escritor de la enumeración de rasgos
visuales del atuendo del migrante cubano hacia la delincuencia proveniente de una persona
afrodescendiente. En ese sentido, podríamos relacionar cómo Hervás construye el vínculo
entre el migrante cubano y el ciudadano ―negro‖ con la idea acerca de lo patológico de
Foucault. En su texto sobre el panoptismo, el sociólogo francés explica cómo la disciplina
era ejercida en los espacios de la ciudad atacada por la peste, al asignar a cada uno de los
habitantes de ese espacio su ―verdadero‖ nombre, lugar, cuerpo y enfermedad (Foucault,
2004). Evidentemente queremos hacer un paralelo entre lo patológico y la categorización
exótizante y racializante que realiza Hervás, en tanto que ambos se dan en el proceso
espacial, el cual conduce a aplicar al espacio como un vehículo de la exclusión. El espacio
público del parque como un análogo de la ciudad enferma que narra Foucault, ambas
generan distribuciones espaciales individualizantes, Donde el ―otro‖, lo patológico, debe
ser registrado de manera constante y centralizada(Foucault, 2004). De tal forma el paseante
del parque realiza una constante vigilancia y categorización de quien le rodea. Cada uno
hace posible al otro.
La pirámide disciplinaria ha constituido la pequeña célula del poder en el interior
de la cual la separación la coordinación y el control de las tareas han sido
impuestos y hecho eficaces y, el reticulado del tiempo, de los gestos de los cuerpos
han constituido un esquema operatorio que se ha podido fácilmente transferir de
los grupos que someten a los grupos de producción. (Foucault, 2004, pág. 224)
De tal forma que esta expresión xenofóbica resaltada por la aparentemente irrupción
de los actos y la visualidad de la mujer cubana en el parque reproduce un imaginario social,
que vincula estas características visuales con la criminalidad de la ciudad. Un esquema
macro es aplicado de manera individual.La postura de FrederikBarth antropólogo noruego
se centra en que los grupos étnicos establecen sus propias categorías de adscripción e
identificación de cada uno de los indicios que la conforma. Por lo tanto es fundamental la
representación y la auto- representación de estos grupos étnicos para la conformación de
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límites o fronteras en relación a otro grupo(Barth, 1976).Barthcuestiona la habitual
equivalencia establecida entre la etnia, la cultura y el lenguaje, proponiendo en su lugar una
interacción, enfoque que implica que el objeto de investigación debe ser "fronteras étnicas"
en lugar de la "materia cultural" que sirve para legitimar los grupos sociales. para entender
cómo la migración se ha experimentado. En efecto, los inmigrantes encarnan la articulación
de fronteras y límites. Es así como la ciudad y su espacialidad constituye un instrumento
fundamental para la articulación de discursos de poder frente a sus usuarios.
Las consecuencias en relación a las reacciones de la opinión pública ecuatoriana y
del propio Estado acerca de la migración cubana, han construido estereotipos e imaginarios
alrededor de la representación del migrante cubano. La consultoría realizada por FLACSO -
Ecuador en el 2010 titulada ―Migración Cubana: Recomendaciones de política pública para
Ecuador incluyente‖ (Arcentales, 2010) señala como en gran medida estas construcciones
han resuelto en reacciones polémicas, que vinculan al migrante cubano con delincuencia o
desorden social, tal y como lo muestran los artículos publicados en El Comercio (El
comercio.com Seguridad) así como el texto del propio Hervás. Se han generado estigmas
que son asumidos por la sociedad de acogida, profundizando así la incomprensión,
dificultades en la convivencia y las actitudes xenofóbicas, la cual el propio presidente
Rafael Correa tuvo que desmentir al referirse a las estadísticas que vinculan los nuevos
flujos migratorios y el aumento de delitos en su enlace ciudadano número 267 , del 14 de
abril de 2012 desde la ciudad de Cutulagua, (Correa, 2012). En este informe el presidente
habla de la vinculación del aumento de la inseguridad en relación a la ―política de puertas
abiertas.Al mismo tiempo, la comunidad de migrantes cubanos en Ecuador es consciente de
los estereotipos que se han generado alrededor de ellos. La organización sin fines de lucro
―Cubanos en el Ecuador‖ durante más de un año ha publicado desde la WEB diversos
testimonios de migrantes cubanos en relación a actos discriminatorios sobre ellos, esto lo
hace desde su blog http://cubanosenecuador.wordpress.com/:
Miles de cubanos deambulan hoy mismo por las calles de cualquier
ciudad ecuatoriana, carecen de protección legal, se les menosprecia, solo
consiguen trabajo dentro de la clase servil, no se les considera dignos de vivir en
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esta sociedad y muchos los ven como enemigos. Esa es nuestra experiencia en
año y medio que llevamos en la lucha por nuestra legalización‖, me expresó
recientemente un miembro de la ilegal ―Unión de cubanos en Ecuador
(Facebook, 2012).
Frente a estos imaginarios de discriminación y conflicto, los cuales aparentemente
han influido en la salida de los migrantes cubanos en el Ecuador hacia otro país. La entrada
de Facebook agrega cifras estadísticas, sin citar la referencia, que plantean cómo ha
disminuido significativamente la permanencia de los migrantes cubanos en Ecuador debido
a las condiciones de discriminación que padecen, según datos que otorga la propia página
en el año 2011 existían 7,000 cubanos indocumentados en el Ecuador, cifra que en la
actualidad se ha reducido drásticamente al número de 2,000 ilegales. Estos números los
compara con los datos de cubanos que arribaron ilegalmente a los Estados Unidos desde la
frontera de México a partir de enero hasta junio de 2012 el cual se remonta a 6, 434, cifra
que según la publicación demuestra un importante aumento respecto al año 2008
(Facebook, 2012). Ante esta aparente huida de los cubanos debido a esa falta de
comprensión de la sociedad, podemos resaltar la importancia de la ejecución de esta
exclusión no a través de instituciones estatales o gubernamentales, sino a través de la
vigilancia y señalamiento de cada uno de los individuos. Foucault diría al respecto: ―La
modalidad panóptica del poder no depende de grandes estructuras político jurídicas‖
(Foucault, 2004, pág. 225). Por lo tanto, el individuo ejecuta desde actos de vigilancia los
ejes articuladores que configuran al ―otro‖
Boaventura de Souza Santos en su texto ―Desigualdad, exclusión y globalización:
hacia la construcción multicultural de la igualdad y la diferencia‖ desarrolla la importancia
de los procesos de constitución nacionalista en América latina basados en estrategias
culturales homogenizadoras, basados en procesos de exclusión:
La exclusión es sobre todo un fenómeno cultural y social, un fenómeno de
civilización. Se trata de un proceso histórico a través del cual una cultura, por medio de
un discurso de verdad, crea una prohibición y la rechaza. La misma cultura establece un
límite más allá del cual sólo hay transgresión, un lugar que atrae hacia otro lugar –la
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heterotopía– todos los grupos sociales que la prohibición social alcanza, sean éstos la
locura, el crimen, la delincuencia o la orientación sexual (Santos, 2005, pág. 3).
Ante esta idea de discriminación, la noción de frontera es fundamental para asumir,
por un lado, la importancia de la espacialidad y por otro su origen y configuración
simbólica.Didier Fassin, profesor de ciencias sociales en la Universidad de Princeton, en su
artículo “Policing Borders, ProducingBoundaries. TheGovernmentality of Immigration in
Dark Times” Explica cómo la migración de ser un fenómeno aceptado en los inicios del
siglo XX, como generador de fuerza productiva para los países en crecimiento como
Estados Unidos o Europa, ha pasado a ser un fenómeno rechazado, por su incontrolable
flujo humano. Además plantea como la racialización de los grupos de migrantes dio lugar a
la constitución de estigmas alrededor de grupos minoritarios. Tal y como se ve en la
relación que hace el escritor Hervás entre los ―negros‖ y los cubanos: ―Su forma de
adornarse los delata. A los negros, como a los cubanos, no se diga un negro cubano, les
gustan las joyas, los aretes, los adornos, las cadenas, todo lo que reluce o cuelga, ni hablar
de lo que reluce y cuelga a la vez‖(Hervás, 2012, pág. 172). De tal forma que se estructuran
fronteras como límite externo territorial y fronteras internas como límites sociales, a partir
de categorizaciones que están estrechamente relacionadas a un proceso en la que los
inmigrantes son racializados y a las minorías étnicas se les recuerda su origen exterior
continuamente (Fassin, Annual reviews, 2011).
El proyecto de construcción de naciones e identidades alrededor de América Latina
se da a partir del proceso de colonización. En el que la homogenización cultural y racial
niega diversos grupos étnicos y raciales a través de un proceso de mestizaje cultural.Sara
Radcliffey SallieWestwood, al respecto explican en su libro ―Rehaciendo la Nación‖ que
actualmente en el Ecuador los discursos y prácticas construidos desde la élite institucional,
no han logrado incorporar ni interpretar a la heterogeneidad cultural (Radcliffe &
Westwood, 1999). Recordemos como Eric Hobsbawn, explica cómo en el proceso de
conformación de naciones:
Las pequeñas nacionalidades o incluso estados-nación que aceptaban su
integración dentro de la nación mayor, que aceptaban las leyes del progreso no
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reconocían tampoco ninguna diferencia inconciliable entre microcultura y macro-
cultura, o incluso estaban resignadas a la pérdida de lo que no pudiera adaptarse a
la era moderna (Hobsbawn, 1998, pág. 31).
En ese sentido, el sistema homogenizador de las naciones se establece en un
imaginario espacial territorial. El cual es un espacio abstracto que comparten miles de
personas y que unifica un modo cultural y étnico en todo ese territorio. Foucault explica en
el panóptico como―la implantación de los cuerpos enel espacio, de la distribución de los
individuos en el paisaje en relación a los otros se da a través de una organización
jerárquica, de la distribución de los centros depoder, la definición de sus instrumentos y sus
modos de intervención‖(Foucault, 2004, pág. 209).
El ciudadano común ejerce el poder, él cual no se ejerce desde el exterior, sino que
la estructuración espacial como una coacción rígida sobre las funciones que ejecuta, como
observar en el caso del paseante del parque, donde el sujeto aumenta su eficacia sobre
mecanismos de categorización y vigilancia hacia el otro. Dando así forma a ese sistema
acotado de inclusión y exclusión del otro, según los parámetros que se ha conformado de la
―comunidad imaginada‖, en el cual los grupos afrodescendientes como la migración
cubana, son rechazados por imaginarios de ciertos grupos. Es imposible generalizar al
respecto, sin embargo es necesario plantear cómo los estereotipos y clasificaciones
dirigidas a ambos grupos que puede leerse en el texto de Hervás, representan un imaginario
colectivo. A lo cual, consideramos son estructuras de poder que no sólo provienen del país
de acogida, sino que, en este caso, los migrantes cubanos reflejan del mismo modo ciertos
imaginarios en relación al ―otro‖ al ecuatoriano. Según una entrevista que realicé a un
migrante cubano en Ecuador, la imagen que tenía sobre los ecuatorianos giraba alrededor
de imaginarios de pobreza intelectual, de ser ―indios‖, ―tercermunditas‖(Eric, 2012), los
cuales al llegar al territorio ecuatoriano, fueron algunos más arraigados y otros se
disolvieron con la convivencia en el nuevo territorio. Es decir, las fronteras invisibles que
se construyen en el espacio que habitan esta multiplicidad de actores, generan una
autovigilancia por cada uno de estos. No sólo los ecuatorianos clasifican al ―otro‖ distinto a
él, sino que el migrante realiza la misma acción, distinguiéndose. Por ello al principio
hablábamos de una hipótesis en relación a cómo la invisibilización legal del migrante
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cubano puede reflejarse en su visibilización espacial en la ciudad. Pues según la misma
entrevista que realicé, este cubano no buscaba integrarse o camuflajearse hacia lo
―ecuatoriano‖, sino que buscaba su distinción, su distancia.
Frente a la posición migrante estos actos estructurales se hacen evidentes y al
mismo tiempo mutables. Si bienArjunAppadurai plantea la idea de paisaje étnico para
definir al movimiento de las migraciones a través del mundo lo cual resulta, desde la
mirada del autor, en una distorsión o falla que se genera desde las fantasías que se tienen
sobre "vivir" en otro lugar. Si bien, es importante acotar estos eventos dentro del contexto
de la globalización. Este contexto el cual es descrito por Néstor Canclini dentro de un
sistema excluyente, que rompe con la producción cultural endógena y estimula, por el
contrario, el comercio e intercambio internacional. Es una circunstancia muy particular en
la que según el autor, homogeniza los procesos locales con los transnacionales. Lo cual
provoca que quien no se inserte en este sistema quede aislado (Canclini, 2001). De tal
forma este sistema de aislación se da a través de la percepción del espacio. El observador
del parque identifica, cataloga e inserta en un código de exclusión a la mujer cubana que
camina en el parque. Foucault a través del modelo del panóptico que se presenta como un
espacio de experimentación para analizar con toda certidumbre las transformaciones que
se puedan obtener del comportamiento de sus usuarios(Foucault, 2004).
Las prácticas sociales se transforman bajo los estatutos espaciales que rigen las
ciudades, recordemos que Foucault se basa en la política economía y tecnologías de
vigilancia, para establecer esos vínculos, los cuales ―produce efectos homogéneos del
poder‖ (Foucault, 2004, pág. 206). Pensemos cómo en occidente Se han desarrollado los
sistemas sociales, tal y cómo lo planteó Emile Durkheim, bajo las fuerzas coercitivas
sociales que siempre integran lo patológico, creando los estándares de normalidad y
anormalidad para el comportamiento(Durkheim, 1978). De tal forma es una constante
lucha de fuerzas coercitivas las que construyen las fronteras que delimitan estas
construcciones sociales que establecendiferencias simbólicas (entre clase, género o cultura)
y productora de identidades (nacionales, étnicas). Y este planteamiento aplicado al ámbito
de la inmigración en los tiempos actuales,según Fassin,ha enriquecido nuestra comprensión
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de los juegos sutiles y complejos que intervienen en la biopolítica de la alteridad, una
política de fronteras y límites, temporalidad y espacialidad, los estados y las burocracias, la
detención y la deportación, asilo y el humanitarismo.
Es así como el modelo del panoptismo de Foucault puede aplicarse a los espacios
públicos que habitamos hoy en día en las grandes urbes, para poder entender los
mecanismos en que se construyen pugnas por el espacio en relación a los imaginarios
inscritos en los sistemas hegemónicos. De tal forma podemos observar cómo las
instituciones, como los individuos reedifican estereotipos alrededor de la idea de nación, y
cómo esta construcción social sigue funcionando como articulador de imaginarios, pese a la
movilidad humana que se viven en la actualidad y a difusión masiva de información, Lo
cual nos lleva a pensar que los procesos homogenizadores siguen vigentes y lo hacen desde
vehículos como el espacio urbano.
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Didier Fassin
Al referirse a la gubernamentalidad, claramente inscribir
nuestro punto de vista en el legado de Michel
Foucault, Se basa en la política
economía y tecnologías de vigilancia. Aplicado a
el ámbito de la inmigración en los actuales tiempos oscuros
(Arendt, 1968), ha enriquecido nuestra comprensión
de los juegos sutiles y complejos que intervienen en
la "biopolítica de la alteridad" (Fassin 2001a): una
política de fronteras y límites, temporalidad
y la espacialidad, los estados y las burocracias, la detención
y la deportación, asilo y el humanitarismo P 214
Se han desarrollado como campos distintos. En una tradición
heredada de Weber y Durkheim,
fronteras fueron vistos en general como territorial
límites que definen las entidades políticas (Estados, en
temas concretos) y legales (sobre todo,
ciudadanos), mientras que los límites eran principalmente
considera que las construcciones sociales establecen
diferencias simbólicas (entre clase, género o
carrera) y productora de identidades (nacionales, étnicas,
o comunidades culturales). P 214
SOBRE Barth En un influyente texto inspirado por su
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etnografía de los pathanes del Valle de Swat
en Pakistán, Barth (1968) cuestiona la habitual
equivalencia establecida entre la etnia,
la cultura y el lenguaje, proponiendo en su lugar una interacción
enfoque que implica que el objeto
de investigación debe ser "fronteras étnicas"
en lugar de la "materia cultural" que sirve para
legitimar los grupos sociales. P215 para entender cómo la migración se ha experimentado.
En efecto, los inmigrantes encarnan la articulación
de fronteras y límites p 215
sobre frontera Para Bohannan
(1967) formulación que "la frontera es todo
nos rodea ", ciertamente hay que añadir que
no impone las mismas limitaciones de cada uno. P 215
los esfuerzos "coercitivos para construir una
Estado-nación sociedad mediante la exclusión de los extranjeros-a través de
el control de las fronteras exteriores y distinguir a
entre los miembros y residentes inaceptables
del territorio a través de la regulación del mercado interior,
límites que conducen a la ciudadanía y legal
residencia "(Waldinger y Fitzgerald 2004) p 215
El final de la vigésima y el comienzo
del siglo XXI son, sin duda,
marcado por la exacerbación de las tensiones globales
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expresada a través de las restricciones cada vez mayores de
la movilidad humana, especialmente en Europa y
América del Norte (Sassen 1999), y la erección
de las paredes de materializar la separación entre
países, como en el sur de los Estados Unidos o
en los OccupiedTerritories palestinos (Brown
2010). Esta tendencia contrasta con la situación
vigente durante el período anterior. De
Al final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1970,
mano de obra extranjera se considera un determinante
los recursos necesarios para la reconstrucción de
Europa occidental, y pocas restricciones eran
inmigración impuesta en relación, en particular
de los imperios coloniales y luego recién independientes
estados, siempre y cuando los migrantes aceptado
un estatus marginal y duro explotación (Sayad
2004). P 216
Las últimas tres décadas han
ha caracterizado por un recrudecimiento del control
en las fronteras para restringir el número de
los recién llegados al mundo de los ricos, una política con
efectos relativamente limitados, lo que revela la "brecha"
entre los esfuerzos de las políticas restrictivas y expansivas
inmigración en la realidad (Cornelius et al. 1994).
Sin embargo, la importancia que se da a estas cuestiones
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en la esfera pública no está estrictamente relacionada con
la presencia cuantitativa de los inmigrantes.
El gobierno de la inmigración es, pues,
un estudio de caso ejemplar para una antropología "
en los márgenes del estado ", porque se trata de
la acción pública en relación con un marginado
población lleva a cabo normalmente en los márgenes
del territorio y de la ley (Das y Poole
2004). P 217
El Estado ejerce su dominio sobre la mayor parte periférica
segmentos de sus súbditos, se desarrolla cada vez más
tecnologías sofisticadas en sus fronteras p 217
Esta acusación, sin embargo, pierde el punto que
la interpretación en términos de gobernabilidad
no se centran tanto en el poder de la
Estado-nación como en los límites de su ideal-típico
representación coherente, imparcial y
efectiva. Por el contrario, muestra su ilegalidad
y ilegibilidad, demuestra su parcialidad
y la ineficacia, pero también establece la
funcionalidad de estas disfunciones aparentes. P 217
Esta acusación, sin embargo, pierde el punto que
la interpretación en términos de gobernabilidad
no se centran tanto en el poder de la
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Estado-nación como en los límites de su ideal-típico
representación coherente, imparcial y
efectiva. Por el contrario, muestra su ilegalidad
y ilegibilidad, demuestra su parcialidad
y la ineficacia, pero también establece la
funcionalidad de estas disfunciones aparentes. P217
pero donde permanecen siempre
en un estado de precariedad que facilita su
explotación p 218
Las lógicas de los Estados democráticos por lo tanto puede
ser más compleja de lo que se suele suponer.
En primer lugar, se enfrentan a intereses contradictorios
grupos, con los empleadores en general deseosos
de la mano de obra barata y dócil de inmigrantes,
mientras que el público en general muestra signos
de la impaciencia o la xenofobia hacia los extranjeros.
En segundo lugar, reaccionan de manera diferente de acuerdo con la
régimen vigente de inmigración, lo que puede
ser la de colono, como en los Estados Unidos, de
trabajadores huéspedes, como en Alemania, o de postcolonial
temas, como en Gran Bretaña, los cuales sociológico y
elementos históricos explicar el temporal
y las variaciones espaciales observadas en las políticas públicas
(Joppke 1998). Por otra parte, para un período dado
en un país determinado, existen disparidades dentro
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el Estado, revelando la administración diferencial "
de ilegalidades "(Foucault 1978) y recordando
nosotros que no todo el mundo es igual ante la ley
(Fischer &Spire 2009). P 218
No sólo el control de la inmigración implican
burocracias, sino que también supone tecnologías
para la vigilancia de las fronteras y
del territorio y de la detención y deportación
de extranjeros ilegales (Pratt 2005). La vigilancia
y sistema de identificación se ha convertido cada vez más
sofisticados, a partir de documentos en papel
a los sistemas biométricos (Crettiez y Piazza 2006) p. 217 focault.. pensar en la autoidentificacion