vida y obra de colón

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Acerca de este libro Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo. Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir. Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted. Normas de uso Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas. Asimismo, le pedimos que: + Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares; como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales. + No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos propósitos y seguro que podremos ayudarle. + Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine. + Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de autor puede ser muy grave. Acerca de la Búsqueda de libros de Google El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com

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Irving Leonard

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  • Acerca de este libro

    Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanteras de una biblioteca, hasta que Google ha decididoescanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en lnea libros de todo el mundo.Ha sobrevivido tantos aos como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio pblico. El que un libro sea dedominio pblico significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el perodo legal de estos derechos ya ha expirado. Esposible que una misma obra sea de dominio pblico en unos pases y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio pblico son nuestraspuertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histrico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difcil de descubrir.Todas las anotaciones, marcas y otras seales en los mrgenes que estn presentes en el volumen original aparecern tambin en este archivo comotestimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.

    Normas de uso

    Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio pblico a fin de hacerlos accesiblesa todo el mundo. Los libros de dominio pblico son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de untrabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceroscon fines comerciales, y hemos incluido restricciones tcnicas sobre las solicitudes automatizadas.Asimismo, le pedimos que:

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    Acerca de la Bsqueda de libros de Google

    El objetivo de Google consiste en organizar informacin procedente de todo el mundo y hacerla accesible y til de forma universal. El programa deBsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevasaudiencias. Podr realizar bsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la pgina http://books.google.com

    1

  • El

    SPAR

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    *oso" y"--

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    SEMINARIO DE INGLEsPROLOGO DEL AUTOR.

    ENCoNTRANDoME en Burdeos el invierno de 1826

    1827,llegmismanosuna carta de Mr. AlejandroEverett, ministroplenipotenciario de los Estados-Unidos en Madrid, en la cual me decia que se estabaim

    primiendo cierta obra redactada por D. Martin Fernandez de Navarrete, secretario de la Academia Real

    de laHistoria etc., etc.;participbamealmismotiemque esa obra conteniaun crecido nmero de docunentos relativos losviajes de Colon,y entre ellosnuchos dela mayorimportancia, recientemente descubiertos. Mr. Everett memanifestaba ademas, que laversion de aquella obra al ingles porun americano

    seria muyconveniente. Fuide su mismo parecer,yhabiendo resuelto haciaya tiempo verMadrid, medirigpoco despues aquella capital, con el intentode emprendern ella la traduccin dela obra.

    Poco tiempo despuesde millegada aparecilapublicacion delSr. deNavarrete.Hallen estamuchosymuycuriososdocumentos hastaentncesdesconocidos,queilustraban los descubrimientos del Nuevo Mundo yhonrabansobre manerasu entendido editor por laaplicacionyactividad que revelaban. El conjunto,empero, de la obra mas bien presentaba un tesoro depreciosos materiales para la historia,que la historiamisma.Y apesar de quesemejantes acopios son ina

    preciables para el erudito literato,la vista de papelesT0M0 I,

    D. E.

    Y R01C.

    VII)\YWIAJES

    CRISTOBAL COLONPOR

    LWWashsegfone Irving.

    Adornada con60lminas.

    IUST

    inconexosydocumentosoficiales noplacecomunmente la mayoria de los lectores, que estiman conpreferencia narraciones claras y cordinadas. Esta circunstancia me hizo vacilar en la intentada empresa;pero era el asunto tan til y en mientender, tnpatritico que nopude resolverme abandonarlo.

    Despuesdeconsiderarcon mas detenimiento lamateria, conocqueaunquehabiamuchoslibrosenvarias

    lenguas, referentes Colon,ningunoconteniamas quealgunas nociones breves incompletas sobre suvidayviajes; al mismotiempo que abndabanideas sobre

    el particular en manuscritos, cartas, diariosymonumentospblicos.Pensqueunahistoria concienzudamente compuesta de estos diversos materiales, llenariaunvacien la literatura, proporcionndome una

    ocupacion massatisfactoria, ymipatriaunaobramastilque la traduccion que ntes hbiaproyectado llevar cabo.

    Memovipor otra parte emprender este trabajola sumafacilidad que para ellotuveenMadrid.Yovivia en casa del cnsulmericanoel caballero O. Rich,uno de los maslaboriosos bibligrafos de Europa,quepor muchos aos se habia consagrado la investigacion de documentos relativos la antigua historia de

    Amrica.En su numerosa y escogida biblioteca encontr una de las mas completas colecciones que hoy

    existen de la historia colonial de Espaa,yuna multitud de documentos, que inutilmente hubiera busca

    do en otra parte. Puso su dueo disposicion la

  • BIBLIOTECA DE GASPAB Y ROIG.biblioteca, con una franqueza y bondad que pocas veces

    suele hallarse en los poseedores de obras tan raras ytan estimadas. Alli encontre los principales materiales

    de que me he servido para dar cima mi tarea.Servime tambien de los tesoros de la bibliotecareal de Madrid , y de los que contiene la del monaste

    rio de S. Isidro : dos ricas colecciones, francas continuamente al pblico , y dirigidas con el mayor orden.D. Martin Fernandez cle Navarrete , me favoreci con

    su apovo participndome noticias de grande interesdescubiertas por el mismo en sus largos estudios , y

    faltaria un deber si no espresase aqui mi admiracionpor el ardiente celo de aquel complaciente caballero,

    que uno de los ltimos veteranos de la literatura espaola, y ya casi solo, prosigue aun con vigor incansable sus tareas, en un pais dondecarecen boy los afanes

    literarios de estimulo y recompensa.Debo tambien manifestar mi reconocimiento por laliberalidad del duque de Veraguas, descendiente y re

    presentante de Colon, que tuvo la amabilidad de franquearmelos arebivosdesu familia, demostrandoel mas

    vivo interes en hacerme conocer los tesoros que contenian. Tampoco puedo pasar en silencio las muchas

    deferencias que he recibido de miexcelente amigodonAntonio de Ujina, tesorero del Sermo. Sr. Infante don

    Francisco, caballero de erudicion y talenlos, y muyconocedor de la historia de Espaa y sus dependencias.

    A sus infatigables investigaciones debe el mundo muchos de los conocimientos exactosque posee sobre distintos puntos de la primitiva historia colonial. Tiene

    el Sr. de Ujina la mayor parte de los papeles de su difunto amigo, el historiador Muoz, los cuales, asi

    como otros varios documentos puso mi disposicion,con una finura la que vivire eternamente oi.ligado.

    Con estos y otros auxilios que mi posicion particularme facilitaba casualmente, me he dedicado con todasmis fuerzas la composicion de esta historia, el poco

    tiempo que me era posible permanecer en un pais extranjero. He examinado cuidadosamente todas lasobras concernientes mi asunto , que pude encontrar

    impresas 6 manuscritas, cotejndolas en cuanto erafactible, con documentos originales, como el nicomedio de aclarar las dudas histricas; he procuradoinvestigar la verdad, y sacarla de entre las contradicciones que necesariamente deben ocurrir, cuando varias personas han referido los mismos hechos, expo

    niendolos bajo diferentes aspectos, y bajo la influenciado distintos intereses y sentimientos diversos.

    En la ejecucion de esta obra he evitado entrar ensimples reflexiones generales , excepto cuando surgian

    espontneamente del asunto, prefiriendo dar una narracion detallada y completa , sm callar ninguna parti

    cularidad caracteristica de las personas , cosas tiempos ; y presentando los hechos de manera que pueda

    el lector comprenderlos fcilmente, y deducir de ellossus propias mximas y conclusiones.

    Como muchos puntos de la historia exigen explicaciones tomadas de los hechos y conocimientos coetneos, juzgue mas conveniente dar explicaciones sueltas

    de los puntos que la necesilanal fin de la obra, queinterrumpir cada paso con ellas la narracion. Asi

    podia entrar con mas desahogo en aquellos pormenores curiosos interesantes, sacados de libros poco co

    munes.Ultimamente doy luz esta obra con extrema desconfianza. No puedo invocar otra cosa en mi abono,que un ardiente deseo de decir la verdad , la mas com

    pleta despreocupacion respecto los pueblos que menciono en mi historia, mucho interes en el asunto de

    ella y un celo que quiz pueda en parte compensar porsu constancia la falta que en mi conozco de otras

    dotes.Washington Irving.Madrid : 1827.

    LIBRO PRIMERO.

    Vagas e infructuosas especulaciones serian las quetuviesen por objeto investigar si hubo no comunicacion entre las costas opuestas del Atlntico , en aque

    llos lejanos tiempos anteriores la tradicion y la historia, en que, segun la opinion de muchos, florecieron

    las artes con mas lozania de la que conoci en tiempoalguno la que nosotros llamamos antigedad; si la

    leyenda egipcia que refiere Platon relativa la isla dede Atalante, lejos de ser fabulosa, contiene en si la

    oscura memoria de ciertos paises sumergidos noruna de las terribles convulsiones del globo, que liandejado huellas del Oceano en las cumbres delas mas

    elevadas montaas. La historia autentica nada dice dela tierra firme , ni de las islas del hemisferio occiden

    tal , hasta ltimos del siglo xv, en que fueron descubiertas. Es muy posible que un bajel extraviado haya

    perdido de vista los antiguos continentes, y cruzadoarrastrado por las tempestades el inmenso desierto delas aguas, con mucha anterioridad al invento de la

    brjula ; pero ni volvi , ni piulo revelar jams los secretos del Oceano. Y pesar de que en diversas epocas han flotado hasta las playas delantiguomundo, documentos que anunciaban sus admirados habitantes

    la existencia de otras regiones, situadas mucho mas alldel aparente horizonte , nadie se aventuraba lanzarse

    los mares en busca de aquellas tierras rodeadas demisterios y peligros. Ni los viageros de Escandinavia

    lograron alcanzar mas que fugaces vislumbres delNuevo Mundo, pronto oscurecidas, e intiles para

    guiar el con seguro conocimiento, aun admitiendola correccion de sus leyendas, y siendo su dudosa Vin-

    land la costa del Labrador , la playa de Newfonnd-land. Lo que hay de positivo es, que cuando al

    empezar la decima quinta centuria buscaban en todasdirecciones los mas esclarecidos ingenios las disper

    sas luces de las geografia , reinaba entre los sbioslamas crasa ignorancia respecto las regiones occidentales del Atlntico ; se miraban sus vastas aguas con

    temerosa y reverente admiracion, como si rodeaseal mundo una espesa muralla al traves de la cual no

    pudieran penetrar las conjeturas. La mejor pruebade esta verdad, es la descripcion del Oceano hecha

    por Xerif al Edrizi , llamado el de Nuvia, distinguidoescritor rabe , cuyos compatriotas , adems de poseer

    cuanto se sabia entonces de geografia son consideradoscomo los mas atrevidos navegantes de la edad media.Ninguno ha podido averiguar cosa cierta del

    Oceano, por su dificil y peligrosa navegacion , os-curidad , profundas aguas y frecuentes tempestades,

    por el temor de sus enrmes pescados y soberbiosvientos; pero se hallan en el muchas islas, algunas

    habitadas, y despobladas otras: no habr marinoque se atreva uavegarle ni entrar en su profun-

    didad , y si algo han navegado en el , ha sido siem-pre siguiendo sus costas , sin apartarse de ellas : las

    olas de este mar, aunque se oprimen y agitan entresi son elevadas como montes, se mantienen siempre

    igualmente y no se quiebran; porque si se rompie-ran , seria imposible el surcarle.

    El objeto de la presente obra es narrar los hechos yaventuras del marino que tuvo el genio de adivinar,

    y la intrepidez de vencer los misterios de esta profundidad peligrosa; del que por su osado ingenio, suconstancia invariable y su arrojo herico, puso en

    comunicacion los extremos de la tierra. Los sucesosde su azarosa vida sern eternamente los eslabones

    que unan la historia del mundo antiguo la delnuevo mundo.

    CAPITULO PRIMERO.nacimiento; familia Y EDUCACION de colon.No hay ninguna notieiaciertasobrelainfanciadeCris-tbal Colon , ni sobre su familia, ni sobre el tiempo

  • VIDA Y WIAJES DE

    lugar de su nacimiento;porque de tal manera enmaraaron los hechossus comentadores que es casiim

    posible descubrir la verdad.Sihemos de creer el testimonio de uno de sus contemporneos ntimos

    amigos, debe de haber nacido por los aosde 1435 1436. Numerosas ciudades se disputan el honor

    habersido sucuna;pero parecefuera deduda quefue natural deGnova. Acerca de sufamilia,tambien

    ha disputado largamente.Mas de una casa noble lea reclamadocomo suyo desdequese hizo sunombretanilustre, que ntes pudiera darhonor que recibir

    le. Esmuyposible que hayan brotado todos estos ramos deun tronco comun,y que los disturbios civilesde Italia hayan desgajado muchos de ellos, y extin

    guido otros.Nose sabe empero, queni lni sus contemporneos conociesen la nobleza de su linage, niestoleimportasufama;que mas honrapor cierto sumemoria ser objeto de contienda entre muchas ca

    sas nobles,que poder sealar comosuya la maspreclara de ellas.Su hijo Fernando, que escribisu historia hizoun viaje con el objeto de investigar este

    asunto, concluypor abandonar estas pretensiones,conceptuandomasglorioso, que date del Almirante

    la nobleza de sufamilia, queno poder asegurar quealguno de suspredecesoresingres en una rden decaballeria ymantuvogalgosyhalcones;porque creo,prosigue, quemenos dignidad recibiria y de ningunanobleza de abolengo, que de ser hijo de talpadre.

    Losparientes mas cercanos de Colon ran pobrespero honrados;su padre habia resididomuchotiempo en Gnova,yegercido el oficio de cardadordela

    na. Era Cristbal el mayor de sus hermanos Bartolomy Diego,y deuna hermana, de la cual lo nico

    quesesabe, es que contrajomatrimonio con unhombre oscuro llamadoDiego Bavarello.

    Suverdadero apellido es Colombo, latinizado porl en sus primeras cartas Columbus,y adoptadoporotros en los escritos que de l trataban, conforme conlos usos de aquella edad, que habian hecho universal

    la lengua latina,y en la cual se escribian todos losnombres deimportancia histrica. El almirante esno

    obstante mas conocido en la historia espaola por elnombre de CristbalColon, con el cual se presenten Espaa.Segun refiere su hijo hizo esta alteracion,

    para que no se confundiesen sus descendientes conlos de los ramos colaterales de la mismafamilia; para

    lo cual acudial que se suponia orgen romano de sunombre Colonus,y le abrevien Colon acomodndo

    le la lengua espaola. Entre estos apellidos se haadoptado el de Colon en la obra presente, por serel mas conocido en Espaa.

    Nofuemuyesmeradasueducacion, aunquesiquiztan extensa, cuanto lo permitian las circunstancias

    de sus desgraciadospadres.Siendo aun muynio sabiaya leery escribir;ytenia tan buena letra, dice

    Las Casas,poseedor de muchos de sus manuscritos,que podia haberbuscado su subsistencia con ella. En

    seguida aprendi la aritmtica, el dibujo yla pintura: artes, como dice el mismo autor, en las cuales

    hizo bastantes adelantos para poder pasar tambiencon ellas la vida. Fu enviadopor algun tiempoPavia,la grande escuela lombarda de las ciencias. All

    estudi gramticayseperfeccion en la lengualatina;pero el objeto de su educacion era instruirle en las

    ciencias tiles para lavida martima. Estudi lageometra, la geografa, la astronoma,como entncesse llamaba la astrologa,yla navegacion. Desde muynio habia manifestadounardiente amorpor la cien

    cia geogrfica, y un deseo irresistible de navegar,siguiendo con entusiasmo todos los estudios que leeran congeniales. En los ltimos aos de su vida,

    cuando meditaba acerca de ella recordando los asom

    brosos sucesosqueporsu mediacion habian pasado,traia la memoria quella precoz determinacion de

    su nimo, que l consideraba como un secreto imTOMO I.

    CRISTOBAL COLON. 3

    pulso de la Divinidad que le guiaba hcia determinados estudios,yle inspiraba los deseos que habian dehacerle digno de llevar los altos decretos para que el

    cielo le habia escogido.Al trazar la historia primitiva deunpersonage comoColon, cuyas accionesprodugeron tan maravilloso efecto en los negocioshumanos, es curioso investigarlo quese debilainfluencia accidental de lascosas,ylo que supropio genio. Eltalento mas ori

    ginales siempre dirigido por la accion de los tiemposen quevive;y esairresistible inclinacion que Coloncreia sobrenatural, suele ser el resultado de la operacion de circunstancias externas. Tomaveces elpensamiento una repentina invariable direccion, oraal reconocer de nuevo alguna abandonada region delasabiduria,y al volver reconocer sus ya ignorados senderos; ora al penetrarcon admiraciony delicia en un nuevoterreno de descubrimientos que no

    haya hollado jams la planta humana. Entnces escuando el alma ardientey apasionada recibe el impul

    so del dia, se eleva sobre sus mas esclarecidos contemporneos, dirige la misma muchedumbre que le

    imprimi su movimiento,y acomete empresas quejamshubieran osado intentar los que se hallasen sin

    la fogosidad de su corazon. Colon nos confirma estaverdad.Aquellapasionpor la geografa quetan los

    principios inflamsu pecho,y que fue elgrmen desus acciones posteriores, debe ser considerada comoinherente la edad enquevivia. Los descubrimientos

    geogrficos eran la esplendorosa antorcha que debiainundar de luz al siglo dcimo quinto, poca la masbrillante en invencion que contienen los anales del

    mundo.Enla oscura impenetrable noche de la falsa erudiciony de laspreocupaciones monacales,per

    dieron las naciones europeas la geografa y las demasciencias. Felizmenteno se perdieron deltodo, porque

    vivieron refugiadas en el sno del Africa.Y mientrasel pedante dminegastaba infructuosamente el tiem

    sus talentos envaldeen los claustros, confundieno la verdadera doctrina consus necios ensueos, lossbios rabes deSenaar calculaban los grados delati

    tud de la tierraysu circunferencia,en las vastas llanuras de Mesopotmia.

    El verdader saber,tan dichosamente conservado,estaba entnces abrindose caminopara volver Europa. Las ciencias se restauraron al mismo tiempo

    que las letras. Plinio, PomponioMela,y Estrabon secuentan entre los autores quesacde la oscuridad elreciente amor de la literatura antigua. Estos volvie

    ron lainteligencia pblicaunaparte de los conocimientos geogrficos, que hacia mucho tiempo estaban borrados de ella. Atrajo la curiosidad aquella

    nuevavereda,portantos aos olvidada,ytan sbitamente abierta. ManuelChrysoleras, docto caballero

    griego,habiaya principio del siglo traducido al latin la obra de Ptolomeo,popularizndola de esta manera entre la juventud escolar de Italia. De otra traduccion posterior por Jaime Angel de Escarpiaria

    en las bibliotecas de Italia habia correctasybellas copias. Tambien empezaron buscarse con empeo losescritos de Averroes,Alfraganoy otros sbios rabesque habian conservado vivo el fuego sagrado de las

    ciencias, durante el largo perodo de la oscuridadeuropea.

    Los conocimientos que renacian de tal modo se re

    sentian naturalmente desu imperfeccion, pero eranlas ciencias la aurora de un nuevo di, rico deuzyde esplendores.Se sorprendia el hombre de supropiaignorancia, del mundoque le rodeaba; cadapaso pareciaundescubrimiento;porque eran para l,en cierto modo,tierrasincgnitas cuantasno circui

    el horizonte de su pais.

    H ahel estado de ilustracion,y h ah los sentimientos quese tenian respecto esta ciencia intesante principios del siglo dcimoquinto.Los de

  • 4 BIBLIOTECA DEbrimientos posteriores en las costas atlnticas del

    Africa , despertaron por la geografia un interes aunmas vivo, que los pueblos maritimos y comercianlescomo el genoves debieron sentir muy particularmen

    te. A estas circunstancias puede atribuirse el amorque profes Colon en su infancia los estudios cos

    mogrficos, que tanta influencia tuvieron en sus aventuras ulteriores.

    Es digno de notarse , al considerar su descuidadaeducacion , lo mucho que debi la fuerza de su ca

    rcter y & la riqueza de su entendimiento. El corto periodo que pas en Pavia , bast apenas para propor

    cionarle los rudimentos de las ciencias necesarias : elconocimiento familiar de ellas que despleg en losanos

    posteriores, no fue mas que el resultado de una activatnseanza propia , y de algunas horas casualmente

    dedicadas al estudio , en medio de los cuidados y vicisitudes de una vida tan agitada como la suya. Fue

    uno de aquellos hombres de alto ingenio , que* pareceque se crean si mismos ; uno de aquellos que habiendo pasado por mil privaciones y habiendo hallado eri

    zada de obstculos su existencia desde la edad mastierna, adquieren intrepidez para atacar, y facilidad

    para vencer todos los inconvenientes. Tales hombresaprenden efectuar grandes proyectos con escasos

    medios, supliendo la falta de estos los abundantes recursos que abundan en su cabeza privilegiada. Esta

    es una de las particularidades que caracterizan la historia de Colon, desde la cuna hasta el sepulcro. En todas sus empresas la ruindad y visible insuficiencia de

    los medios contrastan singularmente con la brillantezdel exito.

    CAPITULO II.JUVENTUD DE COLON.Cuando Colon regres Genova , retirndose de laciudad de Pavia, era todavia muy jven. Giustiniani,escritor contemporneo , asegura en sus anales deaquella repblica, de acuerdo con otros historiadores,que permaneci algun tiempo en Genova , siguiendo,

    como su padre , el oficio de cardador de lana. Su hijoFernando niega abiertamente tal aserto , pero sin darnos noticia alguna que supla su lugar. La opinion ge

    neralmente admitida es que abraz desde luego la vida nutica , para la que le habian educado , y la quele llamaban su vocacion y su carcter fogoso y em

    prendedor. El mismo dice que empez navegar loscatorce aos.

    En una ciudad maritima tiene la navegacion irresistibles atractivos para un jven de fantasia , que espera encontrar cuanto hay bello y envidiable mas all

    de las aguas. Por otra parte Genova , amurallada yestrechada por fragosas montaas , daba corlo vado iiempresas terrestres , mientras que un comercio rico eilustrado que cruzaba todos los mares , y una marinaintrepida , cuyo pabellon respetaban todas las nacio

    nes , llamaban sus hijos las ondas como su maspropicio elemento. Toglieta habla en su historia de

    Genova de la inclinacion de la juventud errar en busca de fortuna , con el propsito de volver fijarse ensu pais nativo ; pero, anade, quede veinte aventurerosapenas regresaban dos; porque morian , se casa-han en otros paises , se quedaban en ellos, por temor los peligros del mar y los violentos disturbios que

    agitaban continuamente la repblica.La vida nutica del Mditerraneo se componia enaquellos tiempos de peligrosos viajes y audaces combates y sorpresas. Hasta una expedicion mercantil pa

    recia ola de guerra ; y solia imceder con frecuenciaque los mercaderes tenian que abrirse paso con las ar

    mas para arribar un puerto. La pirateria estaba casi*legitimada. Las incesantes luchas entre los estados ita

    lianos ; los cruceros de los corsarios catalanes ; las flotillas armadas por varios nobles, especie de sobera-

    GASPAB V ROIG.nos de sus seorios , que mantenian tropas y bajeles

    su sueldo ; los buques y escuadras de aventurerosparticulares , empleados frecuentemente por Estados

    enemigos , y surcando veces los mares por su cuenta en busca de ilegal presa ; y ltimamente, la guerrano interrumpida contra las potencias musulmanas,

    llenaban los estrechos mares , en que la mayor navegacion se hacia de escenas sangrientas, terribles com

    bates y tristisimos reveses.En esa escuela fue educado Colon, y seria del mayorinteres observar las angustiosas vicisitudes por que

    ha pasado en ese periodo de su vida. Rodeado, cualdebia estarlo , de los trabajos y humillaciones que rodean al infeliz aventurero en la vida nutica , parece

    que conserv siempre elevados pensamientos , y quealimentaba su imaginacion con proyectos de gloriosas

    empresas. Las rigorosas y varias lecciones de su juventud, le suministraron aquellos conocimientos prc

    ticos , aquella fecundidad de recursos , aquella indomable resolucion, y aquel poderoso imperio sobre suspropias pasiones , que tanto le distinguieron despues.

    De esta manera consigue el talento hacer producir frutos de oro al rbol de la triste experiencia y de los des

    consoladores desengaos.Pero todo este instructivo periodo de su historiason tinieblas. Su hijo Fernando, que mejor que nadie

    hubiera podido disiparlas , no habla de el tampoco , no ser para aumentar nuestra perplegidad con alguna s

    escasas e incoherentes vislumbres : quiz una debilidad , tributo pagado la epoca de preocupaciones en

    que vivia, le impidi revelarnos las amarguras acasola miseria por que su padre pas , y de las cuales supo

    emanciparse tan gloriosamente. Todavia existen algunas anecdotas vagas e incoherentes , pero interesantes

    por la idea que dan de sus padecimientos, y delas aventuras que debieron sucederle. Su primerviaje se cree que fuese en cierta expedicion naval,cuyo objeto era el recbro de una corona. Juan de

    Anjon , duque de Calbria , arm un ejercito y escuadra en Genova en el ao de 1459, para bajar so

    bre Npoles, con la esperanza de ganar y volveraquel reino su padre el rey Reinier Renato . porotro nombre Rene , conde de Provenza. La repblicade Genova apoy tan abiertamente al duque de Anjou

    que le suministr abundantemente buques y dineropara su empresa. Tambien iban muchos aventurerosparticulares que armaron navios galeras , y se pu

    sieron bajo el pabellon de Anjon. Entre estos se diceque iba un valeroso marino llamado CoJombo. Vivan

    por aquellos tiempos dos capitanes de mar de estenombre, un tio y un sobrino de bastante celebridad,

    ue Fernando Colon llama sus parientes. Los historia-ores los nombran en distintas ocasiones como gefes

    marinos de Francia ; porque estaba Genova entncesbajo la proteccion , mas bien bajo la soberania de

    aquel gobierno , y sus bajeles y capitanes identificados con los franceses , por tomar parte en sus expedi

    ciones. De aqui resulta que los nombres de etns dosnavegantes oscurecen en muchos puntos la biografiade Colon , habiendo causado mucha perplegidad algunos de sus historiadores.

    Naveg con estos comandantes muchas veces y porlargo tiempo ; y se dice que estuvo con el tio en a expedicion de Npoles. No hay autoridad para afirmareste hecho entre los autores contemporneos, ningunode los cuales entra en particularidades acerca de esta

    parte de su biografia ; pero escritores posteriores dignos del mayor credito lo han asegurado posteriormente, y, por otra parte, las circunstancias externasconcurren dar peso & su asercion. Est demostrado

    que el rey de Npoles le confi cierto mando en la arriesgada accion de apresar una galera en el puerto deTunez. El mismo hace por acaso merito de esta circunstancia en una de sus cartas los reyes, escrita

    muchos aos despues. Me sucedi , dice , que el rey

  • VIDA r VIAJES DE Reinicr (que ya le llev Dios) me envi Tunez paratomar la galeota Fernandina; y habiendo llegado

    cerca de la isla de S. Pedro, en Cerdea, me dije- ron que habia dos navios y una carraca con la refe-

    rida galeaza ; por lo cual se turb mi gente , y de- termin no pasar adelante , sino de volverse atrs , Marsella por otro navio y mas gente : yo , que con ningun arte podia forzar su voluntad , convine en lo

    que querian ; y mudando la punta de la brjula , hice desplegar las velas, siendo por la tarde; y el dia s- guiente al salir el sol nos hallamos dentro del cabo

    de Cartajena, estando todos en concepto lirme de que ibamos Marsella

    Estos son los nicos recuerdos quo se conservanrelativos tan osada hazaa, por la que ya se echa dever aquel espiritu determinado y tenaz, que le asegur

    el buen exito de sus empresas futuras. El medio deque se vali para aquietar el descontento equipage,

    engandole acerca de la direccion del buque , esanlogo la estratagema de alterar el diario, que pu

    so en prctica en su primer viaje de descubrimientos.La lucha de Juan de Aujon, duque de Calbria,para apoderarse de la corona de Npoles, dur sobre

    cuatro aos , y no tuvo al fin resultado. La parte navalde la expedicion en que Colon se hallaba, se distingui por su intrepidez ; y cuando el duque tuvo precision de refugiarse en la isla de Ischia, unas cuantas

    galeras recorrieron y sujetaron la bahia de Npoles.Despues de estos sucesos hay un gran vacio en la

    historia de Colon : trascurren nuchosaos sin que sepamos apenas nada de el. Se supone, empero, que los

    pasaria en el Mediterrneo y por el levante , navegando veces en expediciones comerciales, otras en las beli

    geras que las disensiones de los estados italianos ocasionaban, y otras, en fin, empeado en piadosas ypredatorias guerras contra los infieles. Incidentalmen-

    te y con referencia el mismo se hace mencion de suestancia en la isla de Scio , donde aprendi el modo dehacer la almstiga.

    Ciertos autores posteriores creen haber halladopruebas de que ejerci unmaudoimportaute en la marina de su patria. Chaufepie , en su continuacion deBaile, cita el rumor de que Colon era en i 474 capitan

    de varios buques genoveses, al servicio de Luis XIde Francia, y que atac y tom dos galeras espaolas,por via de represalias de la irrupcion de los espaoles

    en el Rosellon : asunto sobre que el rey Fernando dirigi una carta de protestaciones y vivas quejas al

    monarca frances. Bossi, en su memoria de Columbusmenciona tambien otra carta encontrada en los archi

    vos de Milan , y escrita en 1-476 por dos ilustres caballeros milaneses que volvian de Jerusalen , en que re

    fieren , que en el ao anterior , cuando la flota veneciana estaba sobre Chipre para guardar la isla , unaescuadra genovesa, mandada por un tal Columbo , pa

    s por junto ellos, gritando : Viva S. Giorgio : gritode guerra de los genoveses, y que se les dej pasarsin molestarlos, por hallarse en paz las dos repbli

    cas. El Colombo de que se habla en estas ocurrencias,era muy probablemente el antiguo almirante genoves

    de aquel nombre , quien , segun Zurita y otros historiadores, mandaba por aquel tiempo una escuadra,

    en la cual llev al rey de Portugal a la costa francesadel Mediterrneo. Pero estando demostrado que Colonsirvi bajo sus banderas, es indudable que muy bien

    puede haberse hallado entnces con el.La ltima noticia dudosa de Colon, durante esteoscuro periodo , nos la da su hijo Fernando sealn

    dole una distinguida parte en cierta accion naval deColombo el menor, sobrino del que se acaba de nom

    brar , y que era , segun Fernando afirma , corsario terrible y tan aterrador para los infieles, que las moriscas

    le nombraban cuando querian amedrantar los nios.Este audaz marino , habiendo sabido que venian

    cuatro galeras de Venecia con un rico cargamento detomo i.

    CRISTOBAL COLO*. ovuelta de Flandes, las intercept con su escuadra en

    la costa portuguesa , entre Lisboa y el cabo de S. Vicente. Lua desesperada batalla sigui este encuen

    tro. Se abordaron y encadenaron los buques los unos los otros , y pelearon las tripulaciones mano mano

    y del uno al otro barco. La accion dur todo el dia,costando mucha sangre los de una y otra parte. El

    bajel que Colon mandaba , se batia con una enormegalera veneciana, arrojndole granadas de mano yotros proyectiles incendiarios, hastaque consigui incendiarla. Y como estaban aferrados los dos navios

    con cadenas y garfios de hierro , uo pudieron separarse ni evitar el progreso de una conflagracion co-

    mun, que no tard en devorarlos. Las tripulacionesse echaron al agua; y asiendo Colon de un remo que

    casualmente flotaba al lado suyo . y haciendo uso desu prctica y facilidad en el nadar logr ganar la orilla

    de la cual le separaban dos leguas. Le plugo al Altisimo , aade su nijo Fernando , infundirle aliento , reservndole para mas altas empresas. Despues de reco

    brarse algun tanto de su debilidad, pas Lisboa,donde encontr muchos paisauos suyos, que le per

    suadieron que fijase alli su residencia.Tal es la relacion que da Fernando de la primer llegada de su padre Portugal, y la que lian adoptado

    los historiadores modernos. Aunque no es imposibleque Colon se hallase en la dicha batalla , debe tenerse

    en cuenta que esta ocurri muchos aos despues deesta epoca de su vida. Algunos historiadores fa ponenen el verano de 1485 , esto es , cerca de un ao despues

    que Colon sali ya de Portugal. El solo modo de salirde esta duda sin poner en tela dejuicio la veracidad del

    historiador, es suponer que Fernando haya confundidoalguna otra accion en que estuviese su padre , con la

    de las galeras venecianas que encontr recordada , sinfecha , por Sabellico.

    Desechando , pues , como apcrifa esta romancescay herica llegada de Colon las playas de Portugal,

    hallaremos en las grandes empresas nuticas en queaquel reino estaba empeado , amplios alicientes para

    una persona de su profesion y carcter. Para esto empero , es menester fijar la atencion en varios hechos

    producidos por los descubrimientos maritimos de Portugal , que hicieron Lisboa centro de atraccion para

    los sbios en geografia y ciencias nuticas de lodo elmundo.

    CAPITULO ni.PROGRESOS DE LOS DESCUBRIMIENTOS BAJO h\ PROTECCION

    DEL PRINCIPE COUQUE DE PORTUGAL.Puede decirse que la era de los descubrimientosmodernos, empez poco antes de los tiemposde Colon,

    y las costas atlnticas del Africa fueron entnces elteatro de las empresas nuticas. Atribuyen algunos suorigen un incidente ocurrido , segun dicen , en el

    siglo decimo cuarto. Dicese que yendo Francia ocultamente con una seora , de quien estaba enamoradocierto ingles llamado Macham , perdi la tierra de vista

    arrebatado por la tempestad ; y que despues de errarsin guia por alta mar, lleg una isla desierta y desconocida, cubierta de bellas florestas, que llamaron

    despues Madeira. Otros han tratado esta exposicioncomo fabulosa, diciendo que las islas Canarias son

    las primeras que han descubierto los modernos navegantes. Este famoso grupo , las islas afortunadas de

    ios antiguos , en donde colocaron el jardin de las Desperides, y desde donde empezaba Ptolomeo contar lalongitud, hacia mucho tiempo que se habia perdidopara el mundo.

    Es preciso confesar que hay algunas tradicionesvagas , por las que se presume que habrn recibido

    las Canarias casuales visitas , distantes intervalos dela edad media , ora de la barca estraviada de un rabe,ora de la (te un aventurero genoves normando ; pero

  • O U1BL10TECA Milo:los estos recuerdos estan llenosdeincertidumbre, ynada til se puede sanar de ellos. Hasta el siglo decimo cuarto no volvieron descubrirse , ni entrar enel dominio de los hombres. Desde entneos solian ir

    ellas algunos osados navegantes de varios paises. Elinfundir aliento lo> marinos para qne se adelantasen

    en el Atlntico, fue la consecuencia mas fecunda queeman de su descubrimiento.

    Mas de la prevision de un talento superior fue dedonde los descubrimientos recibieron un colosal im

    pulso , que no seguramente de la casualidad. Fue esteel principe Enrique de Portugal, hijo de Juan I, lla

    mado el vengador, y de Felipa de Lancaster, hermanade Enrique IV de Inglaterra. El carcter de esto hombreilustre , cuyas empresas dieron tanto estimulo al geniode Colon, merece particular noticia.

    De muy joven acompa el principe Enrique supadre al trica en una expedicion contra los moros,que di por resultado plantar las victoriosas banderas

    de Portugal sobre las almenas de Centa. Enrique fedistingui repetidas veces en esta campana. Pero suvocacion no le llamaba los azares de la guerra, sino

    los encantos de las arles: asi es que en medio de lasluchas se consagraba estudios por cierto muydignosde un principe.

    .Mientras estuvo en Centa , recibi de los moros muchas noticias relativas lo interior del Africa y la

    costa de Guinea, regiones desconocidas los enropeos. Concibi la idea de que se podian hacer descu

    brimientos importantes , navegando lo largo delacosta occidental del Africa. Al volver Portugal se

    habia convertido esta idea en su principal y continuopensamiento. Separndose del bullicio de la corle sesumergia en el retiro de una casa de campo de los Al-

    garbes , cerca de Sagres , en las inmediaciones del cabode S. Vicente , y en plena presencia del Oceano. Alli

    se rode de algunos sbios y di principio los estudios maritimos. Era excelente matemtico , y adquiri

    con facilidad maestria en la parto astronmica queaprendi de los rabes espaoles.

    Al estudiar las obras de los antiguos , habia halladoo.n ellas las que el creia pruebas abundantes, do que el

    Africa era circunnavegare , y posible, por lo tanto,ilegar la India costendola. Le habia causado impre

    sion la narracion del viaje de Eudoxode Cyzico, que sedi la vela en el mar Rojo , sali al Oceano , y continu hasta Gibraltar. Corroboraba este suceso la expedicion de Hannon el cartagines , que habiendo salido

    ile Gibraltar con una flota de sesenta buques, siguila costa africana , y se decia haber llegado las de Arabia. No hay duda que diferentes escritores de la anti

    gedad habian desacreditado estos viajes ; y que despues de admitir los gegrafos por mucho tiempo la

    posibilidaddeeircunnavegarel Africa, la neg Hiparen,y no se creia desde entonces. Era Hiparco de sentir deque estaba cada mar inscripta y como encerrada en

    una inmensa taza de tierra, y de que fuese el Africa un,continente que se dilataba hcia el polo antrtico y

    rodeaba la mar india para juntarse al Asia mas all delGanges. Esta opinion habia recibido ascenso y perpetuidad de Ptolomeo, cuyas obras oran reputadas como

    dogmticas en punto geografia , por los tiempos deEnrique. Pero todavia se inclinaba el principe lacreencia de los antiguos , que hacia circunnavegableel Africa , opinion que varios doctos modernos sancionaban. El fijar esta importante cuestion, el practicaren efecto la circunnavegacion del Africa, eran objetos

    dignos de un principe , cuyo nimo se inflamaba alconsiderar las inmensas ventajas que conquistaria para

    Portugal llevando cabo tan gigantesca empresa.Los italianos lombardos , como solian llamarse entnces , hacia mucho tiempo que habian monopolizado

    el opulento comercio del Asia. Tenian establecimientosmercantiles en Constantinopla y enel mar Negro, para^recibir los ricos productos de las islas de las especias,

    GASPAIl v I101G.situadas cerca del Ecuador, y las sedas, gomas, per

    fumes, piedras preciosas y oros articulos do comodidad y lujo, egipcios y asiticos, que distribuian des

    pues por toda la Europa. Las repblicas veneciana ygenovesa se habian elevado su opulencia por mediode este trfico. Tenian factorinshaslaen los paises mas

    remotos, sin exceptuar las heladas regiones de la Noruega y de la Moscovia. Emulaban sus mercaderes la

    magnificencia de los principes. La Europa entera ren-dialiomenage su comercio, aun cuando estese hacia

    con paises lejanos del oriente, y por los caminos demaseoste y rodeo. Pasaba por varias manos iuterme-diarias, y estaba sujeto las detenciones y cargas de

    la navegacion interna , y las tediosas e inciertas jornadas do las caravanas. Durante mucho tiempo se condujeron las mercancias de la India por el golfo de Per-

    sia , el Eufrates , el Indo y el Oxo , el mar Caspio y elMediterrneo, para enviarlas desdo alli los varios mor

    cados de Europa. Y aun despuesque el soldan de Egipto conquist los rabes y volvi el comercio su canalprimitivo , todavia era exclusivamente lento y costoso;

    porque so Iraian sus preciosos generos por el mar Rojoy de alli lomo de camello hasta las orillasdel Nilo,ddonde se trasportaban Egipto para entregarlos los

    mercaderes italianos. Y mientras absorvian asi el trfico del oriente, unosmonopolistas aventureros subianlos precios de todos los articulos, en razon del costo

    de su conduccion.El principo Enrique concibi la grande idea de circunnavegar el Africa para abrir un camino fcil y di

    recto hasta los manantiales de esto comercio, y atraerlorepentinamente un canal sencillo y nuevo , que derramase abundosas corrientes de oro en su patria. Poro

    los pensamientos de Enrique eran demasiado elevadospara su siglo. Tenia que luchar con la ignorancia y

    proocupaciones del genero humano, y que sufrirlasdilaciones que estan sujetos los nimos vivos v penetrantes para asegurarse la tardia cooperacion dla vacilante estupidez. La navegacion del Atlntico oslabaaun en su infancia ; y aunque alguuos se aventurasen cruzar los mares , los marineros temian adelantarsedemasiado en aquel proceloso desierto queelloscreian

    sin limites. Recelosos de extraviarse en aquella inmensa llanura , jams osaban desviarse de las costas.Cualquier levantado cabo, cualquier extendido pro

    montorio, era para ellos unmuro que atajaba suspro-gresos. Rodeaban timidamente las playas de Berberia,creyendo haber acabado inmortales hazaas, si se

    alargaban algunos grados mas all del estrccbodeGi-bralfar. El cabo do Non, termino do las antiguas empresas, fue por mucho tiempo el limite de suaudacia;

    vacilaban al doblar aquella peascosa punta azotadapor las olas y los vientos que amenazaban lanzarlos sin

    guia por medio de las ignotas y desamparadas regionos del Oceano.

    Ademasdo estos vagos temores abrigaban otros queoran acoplados hasta por los primeros filsofos de la

    epoca. Admitiase entnces como una verdad iucontra-vertiblo, la antigua teoria de las zonas , y pensaban enconsecuencia que ceia la tierra hcia el Ecuador unabanda , por la que llevaba el sol su flgida vertical carrera, separando los dos hemisferios con regiones

    de insoportables calores. El credulo marinero suponiaque fuese el cabo Boyador el ltimo lindero posible de

    las navegaciones humanas ; y decia la supersticion deaquellos tiempos, que quien quiera que le doblase, no

    volveria jams. Y las rpidas corrientes de sus cercanias, y las furiosas resacas que hieren sus ridas cos

    tas , acrecentaban el desmayo de los que llegaban contemplarlas. Temian que se hallase mas all la zona

    trrida , region abrasada donde bastalas aguas hervianbajo los rayos de un sol abrasador.

    Para disipar estos errores , y elevar la navegacion la altura de sus pensamientos acudi el principe Enrique al socorro de las ciencias. Estableci un colegio

  • VID\ Y WIAJES DE CRISTOBAL (COLON. 7

    naval,y erigiun observatorio en Sagres, dondeatrajo losmas distinguidos profesores de las faculta

    des nuticas, poniendo de presidente Jaime de Mallorca, lombre docto en la navegacion, y hbil en el

    dibujo de cartasyen la construcciondeinstrumentos.No tardaron en hacerse conocer los magnficos resultadosde este instituto. Se reunieron los dispersosconocimientos geogrficos y martimos, formando de

    todosun sistema bien ordenado.Se mejorsobre manera lacomposicion de losmapas. La aguja de marear

    se generaliz entre los y adquirielmarinero nueva audacia al verque le era dado navegar

    en elmasnebuloso dia,y en medio de la noche masoscura. Animada la marina portuguesa por estasventajas, y animada con la poderosa proteccion delprncipe Enrique,no tardaroniendarlenombre lagrandiosidad de sus empresas,y la extension de sus descubrimientos.Se dobl el cabo Boyadory sepenetraron

    las regiones de los trpicos, arrancandolessusimagimariosierrores.Seexploraronlascostasafricanas desde

    cabo Blanco hasta caboVerde,y este,y lasislasAzores que distan trescientas leguas del continente,salie

    ron rescatadas del poderoso olvido delOcano.Para asegurar la pacfica prosecucion ygoce de estos descubrimientos, obtuvo Enrique la proteccion

    entncesindispensable deuna bulapontificia, por la: se concedi al rey de Lusitania la soberania de to

    as las tierrasque descubriese en el Atlntico inclusala India,yunaindulgenciaplenriapara todos losque

    falleciesenen las navegacionesnecesarias,conminandoal mismo tiempo con los anatemas de la iglesia losquepusiesen dibstculos tan santa empresa.

    Erique muri el 13de noviembre de 1473,sinlograr el grande objeto de su ambicion.Muchosaosse

    pasaronntes queVasco deGama,siguiendo con unaflotaportuguesa el rumbo que l haba indicado, realizasesuspredicciones doblando el cabode Buena Esperanza,navegando lo largo de las costasindianasdelsur,y abriendo ancho camino al comercio de lasopulentas regiones del oriente. Pero no muriEnrique sin haberrecogido algunos de los preciososfru

    OS (Iue Sul. espritu bueno ygrandioso habia sembrado.Sino consiguisuobjeto, tuvo almenos lafortunadeversu nacion en el camino de la gloria. Los des

    cubrimientos de losportugueses eran la admiracionysorpresa del sigloxv;y el Portugal,una de las meno

    resnaciones,se situ rpidamente entre las principales.No efectuaron este cambio las armas,sino lasrtes;no las estratagemas diplomticas, sino la sabidu

    ra deun colegio. Fue la grande obra de unprncipe, quien han pintado justamente como lleno de ac

    tos sublimesy empresas generosas; y que tuvopor divisa este magnnimo mote: talentoparahacer

    bien: el solo digno de la ambicion de los prncipes.

    Enrique encomendsupatria al morir,queprosiguiese los descubrimientos del camino de la India.El comprometilosinteresesmercantiles en favor de

    tan noble causa. Frecuentemente se entregaba Lisboaal tumulto animadorde dar al marnuevas escuadras,

    de escuchar las noticias de las que volvian despuesdehaber explorado desconocidos rumbos, yvisitado

    extraas naciones. Todo se lo prometian,y resonabanportodaspartes ardientes esperanzas. Las hordas

    miserables de la costa africana lesparecian poderosospueblos;y las noticias de los opulentsinios paisesque mas lejosse encontraban,infundian nueva curiosidady audacia losviageros. La ciencia geogrficaestaba en su cuna:la imaginacion marchaba laparde los descubrimientos; y aquella rodeaba deprodigios todo lo desconocido enproporcion de losprogre

    sos que seiban haciendo diariamente. Lafamade losdescubrimientosportugueses y de sus contnuas ex

    pediciones, atrajo la atencion del mundo. Los extrangeros detodos lospaises,losletrados, los aventureros

    ylos curiosos acudian Lisboa para enterarse de lasparticularidades,ygozarde las ventajas de tan pin

    es empresas.Entre estos se hallaba CristbalCoon, arrojado,segun unos,lasplayas, por una espantosa borrasca, atraido, segun otros, por noblecuriosidady enpos de unafortuna honrosa.

    CAPITULO IV.

    RESIDENCIA DE COLON EN LISB0A.-1DEAS RESPECTO A

    LAS ISLAS DEL OCEANO.

    LLEGoColon Lisboapor los aos de 1470. Estabaentonces en elpleno vigor de su vida, yposeiauna

    presencia alhagea. Su hijo Fernando, LasCasasyotros contemporneos han dado minuciosas descripciones de supersona.Segun estas era alto,bien for

    mado, muscular y de un continente magestuosoynoble. Tenia el rostro largo, y lleno ni enjuto; era

    blanco, pecosoy algo colorado; la nariz aguilea; altos los huesos de las megillas; los ojos grises clarosy

    fcilmente animados; el conjunto del semblante llenode autoridad.Loscabellosrubios en su juventud;pero

    los cuidadosydesazones,segun Las Casas,se los habianvuelto canos prematuramente, tanto que los

    treinta aosya estaban del todo blancos. Vestiay comia con sumasencillez; era elocuente sin afectacion,

    afable con todos,ytan cariosoy suaveen lavida domstica, que le idolatraban los que vivian sus rdenes. La magnanimidad de sunimosubyugsugenio

    irritable,y le hizo adquirirun comportamiento urbanoyuna plcidagravedad, queno le permitian el uso

    de la menorintemperancia en suspalabras.Se distingui toda suvida por su devocion religiosa,tan dis

    tante del fanatismo como de la hipocresa.Acostumbraba en Lisboa asistirlos oficios divinos

    en la capilla del convento detodos los Santos, donderesidian la sazon ciertas Sras. principales. Hizo conocimiento conuna de ellas,llamada D."FelipaMoisde Palestrello,hija de Bartolom, caballero italiano,

    altamente distinguido entre los navegantes del tiemo del prncipe Enrique,yquehabia colonizado la isa de Puerto-Santo,ysido gobernadorde ella. Aquellarelacion,convertida enun amorvehemente, diporresultadoun matrimonioque manifiesta el desinters

    de Colon, porque aquella jvenno llev dote alguno.Por est unionse fij Colon en Lisboa.Como elpadre de su mujer habia muerto, fueron los recien esposados vivir con la madre; quien conociendo la

    pasion de Colonportodo lo concerniente estudiosmartimos, le comunic cuanto sabia de los viages y

    expediciones de su esposo, entregndole los papeles,cartas,diariosy apuntes que de l le habian quedado.

    Eran estos otros tntostesoros para Colon. Por ellosconoci las navegacionesde los portugueses, susplanesysusideas;y habindose naturalizado en Portu

    causa desu casamientoyresidencia,iba veceslas expediciones de la costa de Guinea. Losdias quepasaba en tierra los empleaba en dibujar cartas geo

    rficas que vendia en seguida para sustentar supo: familia. Su situacion era muyapurada;no obstante se asegura que,mercedunagrande economa,

    reservabaunaparte de susganancias para socorrersu anciano padre que se hallaba en Gnova,yparacostear la educacion de sus hermanos menores.

    La construccion deuna carta mapa correcto exigia en aquellostiempos suficienteinstrucciony expe

    riencia para distingir al que las poseia. La cienciageogrfica estaba todavia en su infancia. Ptolomeogozaba aun de indisputable autoridad.Manifiestanlosmapas de la dcima quinta centuria una extraa mez

    cla deverdady de error, en que se confunden lasfbulaspopularesylas congeturas mas extravagantes,con los hechos consignadospor la antigedad,y conotros que los descubrimientos recientes habian reve

    lado. Enuna poca,pues, en que empezaba desar

  • X BIBLIOTECA 1)1:rollarse la pasion por la ciencia maritima , los mapasde un cosmgrafo tan distinguido como Colon, debian

    tener gran aceptacion entre los sbios. En consecuencia, le hallamos ya al principio de su residencia en

    Lisboa, correspondiendose con Pablo Toscanelli, florentino, y uno de los hombres mas doctos de aquella

    era, cuyas comunicaciones se debe en gran parte laresolucion que tom Colon de llevar adelante su car

    rera posterior.Al paso que sus trabajos geogrficos le elevabanhasta ponerle en comunicacion con los doctos, tambien debieron alimentar en su mente pensamientos

    anlogos las empresas nuticas. El estudio continuode mapas y cartas, y el examen de los progresos y di

    reccion de los descubrimientos , debieron hacerle conocer la extension de aquella ignorada parte del mun

    do, y meditar soire los medios de explorarla. Sus negocios domesticos, y las relaciones que por su casamiento habia formado, eran tambien adecuadas para

    enriquecer esta vena de especulaciones. Habit alguntiempo en la isla de Puerto-Santo, recientemente des

    cubierta, donde su mujer habia heredado cierta propiedad, y donde le di un hijo que se llam Diego.

    Esta residencia le llev , por decirlo asi, la fronterade los descubrimientos, Una hermana de su mujer

    estaba casada con Pedro Correa, navegante de nota,que tambien babia sido gobernador de Puerto-Santo.

    El trato intimo y frecuente de los dos cuados, debiser causa de quese comunicasen mutuamente sus observaciones sobre los descubrimientos, que cerca de

    ellos se estaban haciendo por las costas africanas, sobre la por tan buscada carrera de la India, y sobre la

    posibilidad de que existiesen algunas tierras desconocidas al occidente.

    Tambien debian recibir en su isla frecuentes visitasde los viageros de Guinea. Viviendo , pues , entre la

    agitacion y bullicio de los descubrimientos, y conpersonas que por ellos habian alcanzado honor y for

    tuna ; y viajando siempre por los mismos senderos desus recientes triunfos, el alma ardiente de Colon se

    inflam con mas entusiasmo que nunca. Fue el suyoperiodo de estimulo general para cuantos estaban relacionados con la vida maritima, residian en la ve

    cindad del Oceano. Los ltimos descubrimientos habian despertadoen todos, el deseo de adelantarse en los

    desiertos del Oceano donde su imaginacion exaltadasoaba"encontrar ricas y encantadoras islas. Volvieron

    circular las opiniones y las fbulas de los antiguos.Se citaba menudo el cuento de Antilla , grande isladel Oceano , descubierta por los cartagineses, y en

    contr nuevos y firmes creyentes la imaginaria Atajante de Platon. Algunos creian que no eran las Cana

    rias ni las Azores mas que despojos que habian sobrevivido su sumersion , y que podian existir en partes

    mas remotas del Atlntico fragmentos mayores y masapetecibles de ella.

    Uno de los sintomas que manifiestan la excitaciondel espiritu pblico en aquella epoca , es la multitudde cuentos respecto islas desconocidas que habianllegado hacerse populares. Unos eran puramente

    fbulas inventadas para entretener el espiritu novelesco de la epoca ; otros tenian su origen en las acaloradas imaginaciones de los viageros , que se engaaban creyendo islas las nubes de verano apiladas en el

    horizonte , y que tanta semejanza tienen con el aspecto de distantes tierras.

    Un tal Antonio Leone , vecino de Madeira , le dijo Colon que navegando hcia el occidente como unas

    cien leguas mar adentro , habia visto tres islas desdelejos. Pero los hechos de esta especie que con mas seguridad se contaban, y con mas celo se defendian,

    eran los que una extraa ilusion ptica babia hechoconcebir la gente de Canarias. Pensaban quede cuando en cuando se aparecia hcia el occiden

    te una isla con encumbradas montaas y profun-

    GASPAR Y ROIG.ilos valles. No la divisaban sino en los dias claros de

    que gozan los climas de los trpicos; veianla entonces traves de una atmsfera pura y trasparente con

    toda la precision con que pueden distinguirse los objetos situados larga distancia. Verdad es que solo se

    descubria la isla ciertos intervalos, sin que otras veces pudiese percibirse el menor vestigio de ella , por

    difano que el aire estuviese; pero cuando se alcanzaba ver, era siempre en el mismo sitio y bajo la

    misma forma. Tan persuadidos estaban los "canariosde su realidad , que solicitaron del rey de Portugal

    permiso para descubrirla y tomar posesion de ella,llegando a ser objeto de muchas expediciones. Sin embargo ninguna planta humana lleg sentarse en la

    isla, aunque continuaba engaando la vista comontes.

    No habia especie de nocion fantstica , dislocarla nigrandiosa, que no se formase con respecto esta tierra imaginaria. Quien suponia que era la Antilla deAristteles : quien que era la isla de las siete ciudades,

    asi llamada en una antigua leyenda de otros tantosobispos, que con grande multitud de fieles huyeron deEspaa cuando la conquista de los moros , y fueron,

    guiados por el cielo una isla desconocida del Oceano, en donde fundaron siete esplendidas ciudades; porltimo hasta hubo quien la consider como la isla tam

    bien milagrosa , en que segun la leyenda desembarcen la sexta centuria un santo sacerdote escoces, lla

    mado S. Brandan. Esta ltima opinion fue admitidapor todos y la quimerica isla fue bautizada con el nom

    bre de S. Brandan S. Borondon , y se continu poniendo mucho tiempo en los mapas", al occidente de

    Canarias. Lo mismo sucedi con la fabulosa isla deAntilla ; y estos errneos mapas y soadas islas lian

    dado en diversas epocas origen la creencia , de queel Nuevo-Mundo habia sido conocido ntes del perio

    do en que generalmente se coloca su descubrimiento.Colon , empero , considera todas estas aparienciasde tierra como meras ilusiones, suponiendo que deben

    haberlas causado algunas rocas del mar, que vistasdesde ciertas distancias y bajo ciertas influencias at

    mosfericas , tomarian la forma de islas , que quizshabrn sido islas flotantes, como aquellas de que hablan Plinio, Seneca y otros, compuestas de retorcidas

    raices , de piedras porosas y ligeras , cubiertas derboles, y que fcilmente puede el viento hacer flotaren varias direcciones.

    Las islas de S. Brandan , de Antilla y de las sieteciudades han quedado reducidas, ya hace mucho tiem

    po, cuentos fabulosos ilusiones atmosfericas. Perono por eso carecen de interes los cuentos sobre ellasbasados, porque revelan el estado de la opinion pblica con respecto al Atlntico , cuando no se conocian

    aun sus regiones occidentales. Todas las anot Coloncuidadosamente, y pudieran haber tenido alguna influencia en sus raciocinios; pero aunque de genio vi

    sionario , buscaba su nimo profundo fuentes mas ricas para la meditacion. Estimulado por el impulso de

    los sucesos diarios , volvi , dice su hijo Fernando , aestudiar de nuevo los autores de geografia que ya leeran conocidos, y analizar por principios las razones

    astronmicasqu pudiesen corroborar aquella grandeteoria que se iba formando en su mente. Se familiarizcon cuanto se habia escrito por los antiguos y descu

    bierto por los modernos, relativo la geografia. Susviajes le sirvieron para rectificar sus propias opinio

    nes, y para estimar en su justo valor los principiosentonces conocidos de aquella ciencia. Y habiendo sunimo tomado decididamente este giro, es interesante

    examinar la masa de hechos reconocidos, de plausibles hiptesis , de narraciones fantsticas y rumores

    populares, de donde formo el grandioso proyecto dedescubrimientos, fuerza de trabajar para ello contoda la energia y constancia de un vigoroso ingenio.

  • VIDA Y WIAJES DE

    CAPITULO V.

    RAZONES ENQUE FUNDABACOLONSU CREENCIA DE QUE HUBIESETIERRAS DESCONOCIDAS EN EL 0CCIDENTE.

    HEMosprocuradoexplicar en el captulo ltimo,porque medios el esprituy losacontecimientos de lapoca enqueColon vivia, le llevaron la concepciondesu

    gigantesco proyecto. Su hijo Fernando trata de darnos la data precisa, en que fundsu padre el plan dedescubrimientos. Lo que hace, segun dic,para

    mostrarde cuandbiles argumentossefabricyna citan gran proyecto;y para satisfacer los que

    deseen saber distintamente las circunstanciasymo tivos que lellevaron emprender tal obra.

    Esmuy notableymuysingular la manera de formarse esta exposicion de las notas y documentoshallados entre lospapeles de supadre,para que deje de

    mencionrsela. Explica en ella losfundamentos de lateoria de Colon, bajo tres ttulos diversos:primero,la naturaleza de las cosas: segundo, la autoridad de

    doctos escritores:tercero, lasrelaciones de losnavegantes.

    Bajo el primer ttulo establece comoprincipiofundamental,que era la tierrauna esfera globo,quesepodia andar alrededor de oriente occidente, y que

    cuando estaban los hombres enpuntosdiametralmenteopuestos,tambiensuspisycabezastenian direccionopuesta. La circunferencia de oriente occidente en

    el Ecuador, la dividia Colon,siguiendo Ptolomeo,enveinte y cuatrohoras de quince grados cada una,que hacentrescientosy sesentagrados. De estos imaginaba al comparar el globo de Ptolomeo con los pri

    meros mapas de Marino deTiro, que conocian losantiguos las quince horas que se extienden desde el es

    trecho de Gibraltar,ms bien desde lasislasCanarias, la ciudad deThinae enAsia,lugar consideradocomotrmino oriental del mundo conocido. Losportugueseshabianhecho retroceder la frontera occiden

    tal con el descubrimiento de las Azoresy del cabo deislasVerdes,que le aumentaba una hora quincegra

    dos.Solamente faltaban,pues, por conocer la tercera parte de la circunferencia de la tierra , en otros

    trminos, ocho horas,segun los clculos de Colon.Este espaciopodian llenarlo en gran parte las regiones orientales del Asia, si se extendiesen tanto quecasi rodearan elglobo, aproximndose las costas oc

    cidentales de Europa y de Africa. La extension delOcano entre los continentes no seria tanta comopudiera suponerse primera vista, si se admite la pi

    nion de Alfrangan el rabe,que disminuyendo el tamao de losgrados, daba la tierra menor circunferencia que otros cosmgrafos; teoria adoptada por

    Colon veces. Aceptados estos precedentes, esindudable que siguiendo unrumbo directo de oriente occidente, debia arribarse alAsiaimprescindiblemen

    te descubriendo lostierras que hubiese en el camino.Bajo elsegundottulo se nombran los autores cuyosescritos ayudaron convencerle de que el Ocanointerpuesto era de moderada extension y fcil de atravesar. Entre estos cita las opiniones de Aristteles,

    SnecayPlinio, asegurando que era posibleir deCdiz las Indias en pocos dias;y la de Estrabon quesostiene, que el Ocano rodea la tierra,ybaa en el

    oriente las costas de la India,y en el occidente las d eEspaay Mauritania, siendo fcil navegar de una d eestas regiones la otra en el mismoparalelo.

    Se citan lasnarraciones de Marco Polo,y de JuanMandevillepara demostrarque el Asia, laIndia,co

    mola llama siempreColon,se extiende hcia el orien-tetanto quecomprende la mayorparte del espaciodesconocido. Estos viageroshabian visitado en las centu

    rias dcima terciaydcimacuarta, remotaspartes delAsia,mucho mas lejanas que los lmitesdePtolomeo;y sus relaciones de la extension oriental de aquel continente tuvierongran parte en convencer Colon de

    CRISTOBAL COLON. 0

    queun corto viaje hcia el occidente le llevariasuscostas las dilatadasyricasislasvecinas. Lasnoticias relativasMarco Polo las recibi probablementedelyanombradoPablo Toscanelli, clebre doctorflo

    rentino,conquien en 1474estaba en correspondencia,y de quien recibi de una carta anteriormentedirigida porToscanelli Fernando Martinez, doctocannigo de Lisboa.Se sustentaba en ella que solo habia cuatro mil millas de distancia desde Lisboa la

    provincia de Mangui, cerca delCathay, reconocidadespues como la costa del norte de la Chinay queporconsiguiente nada era mas fcil que llegar India

    por el rumbo occidental. Dabauna descripcionmagnfica de estospaises,tomada de la obra deMarco Polo.Aadia,que se encontrabanpor el camino las islasde AntillayCipango, distantes entre ssolo doscientas

    veinteycinco leguas, abundantes en riquezas,y conbuenospuertos, dondepodian arribar las naves,y

    obtener auxiliosyrefrescos para el viaje.Bajo el ttulo tercero seenumeranvariasindicaciociones de tierras occidentales que habia elmartraido

    las costas del mundo antiguo.Es de observar, comoColon recogia con avideztodas las noticiasytodos los

    datos que podian arrojar alguna luz sobre su deslumbradora teoria. Parece que daba atento oido hasta

    las escasas noticias derivadas delos marinerosvetera

    nos, que habian servido en los recientes viajes lascostas africanas; ytambien las de los habitantes delas islas acabadas de descubrir,que vivian en cierto

    modo en los puntosfronterizos de los conocimientosgeogrficos. Todasestasse encuentran cuidadosamente anotadas en sus apuntes,quizpara que se grabasen masprofundamente entre los liechos y opiniones

    que ya enriquecian su entendimiento.Tal es, por ejemplo, el hecho que le refiri MartinVicente,piloto al srvicio del rey de Portugal : dijoleeste que navegando cuatrocientas cincuenta leguas

    al oeste del cabo deS.Vicente,sac del aguaundazo de madera entallada, cuyos adornos se habian

    trabajado al parecersin instrumentos de hierro.Comolosvientos le traian del occidente, podiavenirde alguna tierra desconocida de aquella region.

    Dcese adems que habia sido hallado otro maderopor el cuado deColon, PedroCorrea, en la isla dePuertoSanto,yquele habia oido hablar al rey dePor

    tugal de ciertosjuncos degrande tamao que habianvenido flotando del occidente.Colon creia reconocer,por su descripcion, lasinmensas caasque segunPtolomeo crecen en la India.

    Se encuentran del mismomodo anotados losinfor

    mesque le dieron los habitantes de las Azores, relativos ciertostroncos dedesmesurados pinos,desconocidos en todas lasislas, igualmente arrojadossus

    playas por los vientos occidntales; pero sobre tododedos cadveres arrojados por el mar en la isla de lasFlores,cuyasfaccionesse asemejaban muypocolas

    de las razas humanas conocidas.

    Hayademasde estas,la relacion deun marinero delpuerto de Sta. Maria, que aseguraba,que viajando

    para Irlanda habia visto tierra al occidente,y oido decir la tripulacion,que seria algun extremopromon

    torio de la Tartria.Otrasinnumerables fbulas estan

    igualmente anotadas, las que Colon no daba lamenorimportancia.

    Tal es el estracto de las razones de donde, segunFernando,partia supadre,procediendo despues deargument en argumento hsta concluir,que habia

    tierras desconocidas en la parte occidental del Ocano, que podia llegarse ellas, que eranfrtiles,yporltimo que estaban habitadas.

    Es evidentequeColonnotuvo conocimiento demuchos de los hechos que acaban de enumerarse hastadespues de estar seguro de sus propias opiniones;

    pero es interesante saber todo lo que directa indirectamentepudo conducirle tan elevada empresa

  • 10 BIBLIOTECA DE GASPAR Y R01G.pues todo lo que ilustra el proceso de pensamientosque condujeron tan grandioso resultado, es altamente interesante; y el orden de deducciones que aqui

    se presenta , aunque quiz no tenga el encadenamiento mas lgico , por estar sacado de los papeles mismos de Colon, ocupar siempre un lugar distinguidoentre los documentos mas importantes de la historia

    de la razon humana.Fijando un poco la atencion en esta exposicion, desde luego se conoc" que el grande argumento que in

    dujo Colon emprender sus descubrimientos , fueel comprendido bajo el primer titulo saber : que la.parte mas oriental del Asia conocida por los antiguos,

    no podia estar separada de las islas Azores, masquepor la tercera parte de la circunferencia del globo;que el espacio interpuesto debia de estar en parte ocu

    pado por el residuo desconocido del Asia ; y que como la circunferencia del mundo era menor de lo quegeneralmente se suponia , podria llegarse las costasasiticas por medio de un moderado viaje al occi

    dente.Forzoso es confesarlo : el lgro de esta empresa fuedebido en gran parte dos felices errores : la exten

    sion imagmaria del Asia hcia el Oriente, y la supuesta pequenez de la tierra : errores ambos de los

    mas doctos y profundos filsofos; pero sin los cualesapenas hubiera osado Colon aventurarse en su poste

    rior carrera. En cuanto la idea de encontrar tierranavegando directamente al occidente , nos es tan fa

    miliar ahora , que disminuye en cierto modo el meritode la concepcion primera, y la valentia del primerensayo : pero entonces era desconocida la circunfe

    rencia del globo ; nadie podia negar que fuese inmensa la extension , e imposible la travesia del Oceano,

    ni se habian descubierto aun las leyes de la gravedadespecifica, ni de la gravitacion central , que supuesta

    la redondez del mundo , hacen evidente el poUer rodearle. La posibilidad , pues, de encontrar tierras na

    vegando al occidente , era uno de aquellos misteriosde la naturaleza que se consideran increibles , mien

    tras son objetos de mera especulacion, y verdades lasmas sencillas despues de haberse penetrado.

    Cuando hubo establecido Colon su teoria, se le lijen el nimo con singular firmeza , influyendo mucho

    en su carcter y conducta. Jams hablaba de ella sinocon la seguridad y la resolucion de un hombre quetiene fe en lo que dice. No habia adversidad ni desen

    gao alguno que pudiese distraerle de la vigorosaprosecucion de su objeto. Se mezclaba con sus medi

    taciones un profundo sentimiento religioso , que lasmatizaba veces de supersticion; pero de una su

    persticion grandiosa y sublime, mirandose como instrumento del cielo , escogido entre los hombres y las

    generaciones para cumplir sus altos designios; y su-ponia haber visto sus conlemplados descubrimientospredichos en las sagradas Escrituras, y anunciadostambien en las misticas revelaciones de los profetas.

    Se juntarn los extremos de la tierra, y todas las naciones y las lenguas se unirn bajo las banderas del

    Redentor. Esta habia de serla consumacion triunfantede su empresa; ponerlas mas remotas y desconoci

    das regiones del universo en comunion con la cristiana Europa ; llevar la luz de la verdadera fe las te

    nebrosas repblicas paganas, y rennir sus innumerables naciones bajo el santo dominio de la Iglesia.

    El entusiasmo con que emitia sus pensamientos daban elevacion su alma y le rodeaban de cierta grau-deza que le hacia parecer superior los demas. Con

    ferenciaba con los soberanos , casi como si fuesen susiguales. Sus proyectos eran regios, altos y sin limites;

    los descubrimientos que proponia , eran de imperios;las condiciones , de proporcionada maguilicencia ; y

    no quiso nunca, ni aun despues de largas ddacioues,repetidos desengaos y amargos padecimientos, bajo

    la opresion de la penuria y la indigencia, rebajar en

    lo mas minimo las que se creian entnces extravagantes peticiones , por la mera posibilidad de un descu

    brimiento.Los que uo podian entender como un ingenio ardiente y dilatado llegaria tan lirme conviccion por

    medio de razones presuntivas , buscaron varios modos de explicarlo. Jespues que un glorioso resultado

    establecio la exactitud de las opiniones de Colon , losmismos que ntes le calificaban de loco se propusierondemostrar que el descubrimiento de aquellas tierras

    lo debia previos informes. Entre oiros esfuerzos sehizo el de circular una ociosa historia de cierto viejo

    piloto que habia muerto en su casa, dejndole relacion circunstanciada de unos paises desconocidos ha

    cia el occidente , los que le habian echado vientoscontrarios. Este cuento uo tenia mas fundamento , se

    gun Fernando Colon , que cualquiera de las consejaspopulares acerca de la fantstica isla de S. Brandan,que un capitan portugues imagin haber visto mas

    all de Madeira su vuelta de Cuinea. Circul, empero, por algun tiempo como un rumor despreciable,

    alterado y dispuesto segun las miras de los que deseaban oscurecer la gloria de Colon. Al liu logr im

    primirse, y varios historiadores lo repitieron, cambindolo de forma en cada narracion, y con milcontradicciones absurdas.

    ijose ademas que Colon fuera precedido en susdescubrimientos por Martin Behem, cosmgrafo con

    temporneo que liabia desembarcado accidentalmente en la costa del sur de America, en el discurso de

    una expedicion africana , y que si hizo Colon su viajefue sirviendose de un mapa o globo de la proyeccin

    de licliem , cu que estaban designados los paises recien descubiertos. Este rumor debi su origen una

    desatinada interpretacion de cierto manuscrito latino,sin documentos que lo justificasen ; hubo no obstantequien le dio entero credito y aun hace pocos aos se

    le hizo revivir con mas celo que discrecion; pero enel dia descansa ya victoriosamente refutado. La tierra que visit behem era la costa del Africa , mas all

    del Ecuador; la proyeccion de su globo uo se concluy liastael ano de 1*92 , mientras L.0i0n estaba ausen

    te en su primer viaje ; y una prueba incontestable deque el amor desconocia su existencia es el uo contener

    iraza alguna del nuevo mundo.Hay, por desgracia, en las letras cierto espirituentretentdo e impertinente, que con hbito de docto

    examen sigue , espindolas , las huellas de la historia,mma sus monumentos , y daa y mutila sus mas her

    mosos troleos. Pero los grandes nombres deben vindicarse toda costa de tan perniciosa erudicion , cu-y o conato no es otro que paralizar la saludable doctrina

    que encierra eu si la historia , al darnos ejemplos delo que puede acabar el ingenio humano , entregado

    laudables empresas. Por esta razon nos hemos propuesto en los capitulos anteriores exponer con la ma

    yor claridad las causas que hicieron concebir Colonl colosal pensamiento que debe su inmortalidad;entre las cuales meneionauios como la primera suingenio , sin olvidar por eso ni el estado de los conocimientos geogrficos de su siglo, ni las vislumbresdispersas de la ciencia, cuya luz recibian en vano las

    inteligencias vulgares.

    CAPITULO VI.

    CORRESPONDENCIA DE COLON CON PABLO T0SCA.NELLI.CESOS DE PORTUGAL RELATIVOS DESCUBRIMIENTOS.

    Aunque ya en 1474 habia concebido Colon el designio de buscar un camino occidental para la India, todavia no se habia desarrollado suficientemente en su

    cabeza este proyecto. Asi aparece de su correspondencia del Verano de aquel ano con el docto florenti

    no l'abio 'ioscauelli. En una carta deeste, respondiendo otra de Colon, aplaude el proyecto qu*,su

  • VIDA Y VIAJES DEcorresponsal habia formado de liarer ud viaje al oc

    cidente. Y para demostrar la facilidad de llegar laIndia en aquella direccion, le envia un mapa, pro

    yectado en parte segun Ptolomeo , y en parte con arreglo las descripciones del veneciano Marco Polo.La costa oriental del Asia se suponia enfrente de la*occidentales del Africa y de Europa , con un moderado espacio de mar entre ellas, en que se colocaban , convenientes distancias, Cipango , Autilla y otras islas. La carta y mapa de Toscanelli , uno de los mashbiles cosmgrafos de su tiempo infundieron nuevoaliento i Colon. Parece que se procuraria Toscanelli

    la obra de Marco Polo, que se habia traducido varias lenguas, y existia manuscrita en las mas de lasbibliotecas. Este autor da prodigiosas descripcionesde las riquezas de Catbay y Mangui Mangu, reconocidas despues como las costas norte y sur de la Chi

    na, las cuales, segun el mapa de Toscanelli , llegaria sin duda el viajero que navegase en el rumbodirecto del occidente. Describe con la mayor mesurael poderio y la magnificencia del soberano de aquellosdominios, el gran Khan de Tartaria , y la grande ex-tension de sus capitales de Cambaln y Quinsai , y las

    maravillas de las islas de Cipango y Zipangui , que sesupone designan el Japon. Esta isla la situa enfrentede Cathay , quinientas leguas denlro del Oceano, y dice que era rica en oro, piedras preciosas y otros articulos de comercio , y que tenia un rey , cuyos alc

    zares estaban cubiertos con lejas de or , asi como lospalacios de otros paises las tienen de plomo. Muchoscreian quimericas las relaciones de este navegante;pero aunque llenas de seductoras exageraciones , se

    na probado despues, que son substancialmente correctas : se hace aqui especial merito de ellas , por lo

    que influyeron en la imaginacion de Colon.La obra de Marco Polo es la verdadera llave de muchas partes de su historia. Colon habla de las tierras

    que se promete descubrir, en las instancias dirigidas diferentes cortes , como pudiera hablarse de aquellas regiones encantadas descritas por los viajeros venecianos. Los territorios del gran Khan eran el objetode todos sus viajes; y en sus cruceros por las Antillas se lisongeaba sin cesar con la esperanza de hallarse cerca de las islas opulentas de Cipango y de lascostas de Mangui y de Cathay.

    Mientras se maduraba en su razon el designio deemprender los descubrimientos del occidente, hizoColon un viaje al norte de Europa, del cual solo seconserva el siguiente pasage , estractado por Fernando

    de una de sus cartas., En el ao de 1477, por febre-ro navegue mas all del Tile cien leguas, cuya parteaustral dista de la equinoccialsetentaytresgrados, y

    no sesenta y tres, como quieren algunos; y no est sita dentro de la linea que mcluye el occidente de Pto- lomeo, sino es mucho mas occidental ; y los ingleses,

    principalmente los de Rrislol , van con sus mercade- rias esta isla, que es tan grande como Inglaterra;

    cuando yo fui all , no eslaba helado el mar, aunque las mareas eran tan gruesas que subian veinte y seis

    brazas, y bajaban otro tanto.La isla une aqul se cita como Thule Tile, creeseque fuese Iceland , que dista al occidente de la ltima

    Thule de los antiguos, segun se nota en el mapa del'tolomeo. Esto es lo nico que se sabe de ese viaje,

    en el cual no obstante se vislumbran , los vehementesdeseos que Colon tenia de ensanchar los limites del

    mundo conocido.Mucho tiempo trascurri sin ningun esfuerzo decidido de parte de Colon , para llevar cabo este de

    signio. El mal estado de su fortuna le impedia armarlos buques , y hacer los preparativos necesarios paratal expedicion. Y como esperaba ademas encontrarvastos paises de infieles , sm sujecion poder legal

    alguno , consideraba que no podia dar principio suempresa , sino bajo la proteccion y con la poderosa

    CRISTOBAL COLON. 1 [ayuda de algun oslado soberano, capaz de arrogarse

    el dominio de los territorios descubiertos, y de recompensarle sus servicios con dignidades y distinciones proporcionadas ellos.

    En la ltima parte del reinado de Alonso de Portugal habia poco celo por los descubrimientos para esperar que se aceptasen proposiciones relativas ellos.El rey estaba harto entretenido con las guerras contra Espaa y eranleeslasdemasiado costosas para queentrase en semejantes empresas. Tampoco el espiritu

    pblico eslaba preparado para peligrosas aventuras.No obstante los muchos viages que se habian hecho

    la^osta de Africa e islas adyacentes, y la generalidadcon que ya se usaba la aguja nutica,"mil impedimentos encadenaban aun la navegacion , y rara vez se de

    cidia el marinero perder la tierra de vista.Los descubrimientos progresaban lentamente enlas costas africanas ; pero los navegantes recelabanlanzarse mar adentro por el hemisferio del sur , cuyasestrellas desconocian completamente. Les parecia

    aquellos hombres tan extravagante el proyecto de unviage al occidente por medio de las inmensas llanurasdel Oceano, en busca de una tierra fantstica, comopareceria en la presenle edad el de lanzarse en un globo por los aires en busca de alguna distanle estrella.

    Pero estaban cerca los tiempos que habian de extender el poder de la navegacion. La epoca era propicia para el rpido adelanto de los conocimientos. La

    reciente invencion de la imprenta facilitaba el velozy extenso comercio de las ideas humanas: saclasciencias de las bibliotecas y de los conventos, y las

    trajo familiarmente al bufete del estudiante. Los volmenes que existian aillos en costosos manuscritos,cuidadosamente atesoradas donde no pudiese llegar

    la mano del indigente escolar, ni del oscuro artista,se veian ya sin admiracion por todas las mesas. Estabadecretado que no hubiese de alli adelante retroceso en

    la sabiduria , ni pausas en su carrera. Cada uno de suspasos progresivos se promulgaba inmediata, simul

    tnea y profusamente ; se recordaba en mil formas diversas , y se lijaba para siempre. La edad de las tinie

    blas habia pasado para siempre: podrian algunas naciones cerrar los ojos la luz, y vivir porfiada y

    voluntariamente en el oscurantismo; pero no les seria dado oscurecerla ni apagarla; y pesar de todos

    los esfuerzos , resplandeceria cada vez mas hermosaen otras partes del mundo , que baria felices el poderdifusivo de la imprenta.

    Entonces tomo el cetro de Portugal un monarca dediferente ambicion que Alonso. Juan II tenia por losdescubrimientos la misma pasion que su tio el prin

    cipe Enrique , y con su remado revivi la actividadpor ellos. Su primer cuidado fue edificar un fuerte enS. Jorge de la Mina , en la costa de Guinea , para proteger el comercio de oro en polvo , marfil y esclavosque se hacia por los alrededores.

    Los descubrimientos africanos habian sido muygloriosos para Portugal , pero tambien muy caros. Seesperaba empero que el descubrimiento del caminode la India remunerarian todas sus fatigas y sacrificios,abriendole la nacion un manantial incalculable deriquezas. El proyecto del princi|ic Enrique, lentamen

    te seguido por medio siglo , habia despertado una viva curiosidad acerca de las partes remotas del Asia, y

    vivificado todas las narraciones verdaderas y falsas delos viajeros.

    Ademas de las maravillosas descripciones de Marco Polo , existian otras del rabi Benjamin ben Jonahde Tudela, celebre judio espaol, que sali de Zaragoza en 1173 para visitar los dispersos restos de lastribus hebreas , donde quiera , que estuviesen sobre

    la faz de la tierra. Vagando asi con incansable celo porla mayor parte del mundo conocido , penetr en laChina", y pas por ella las islas del sur del Asia. Tambien habian escrito sus viajes Carpini y Ascellin, dos

  • 12 BIBLIOTECA DE GASfrailes enviados el uno en 1246, y el otro en 1247, por

    el papa Inocencio IV de embajadores apostlicos conel objeto de convertir al gran Kban de Tartaria ; y seconservaba el diario de Guillermo Rubruquis ( Ruys-brook ) , celebre franciscano , encargado de una co

    mision semejante en 1253 por Luis IX de Francia,cuando se bailaba en su desgraciada expedicion de la

    Palestina. Todas estas misiones habian tenido un exito desgraciado, pero las relaciones de ellos, conservadas basta el siglo decimo quinto, sirvieron parainflamar la curiosidad pblica respecto las lejanas

    partes del Asia.En estos escritos encontramos por la vez primera elnombre del celebre Preste Juan de las Indias , supues

    to rey cristiano, que se creia reinaba en un distantepais del oriente , objeto de mucha curioridad e inda

    gacion, cuyo reino cambiaba de territorio en el cuento de cada viajero , y se desvanecia y evitabu los escrutinios tan constantemente como la insustancial isla

    de S. Brandan, volvi dar nuevamente credito estaspatraas. Se creia haber descubierto trazas de su imperio en el interior del Africa, al oriente deBenin,donde habia un poderoso principe que usaba cruces

    entre las insignias reales. Juan II participaba mplia-mente del estimulo popular que estas narraciones producian. Al principio de su reinado lleg enviar misionarios en busca del Preste Juan , la visita de cuyos

    dominios era entnces objeto de ambicion romnticaIiara muchos entusiastas. La magnifica idea que

    luan II habia formado de las remotas partes del oriente , le hacia desear en extremo que se realizase el mag

    nifico proyecto del principe Enrique, y que tremolasela bandera portuguesa por los mares mdianos. Fati

    gado dela pesadez que obserfaba en los descubrimientos por la costa del Africa , y de los inconvenientes que

    cada cabo y promontorio presentaba las empresasnuticas, llam tambien en su ayuda las ciencias

    para trazar el modo de dar la navegacion mayorcampo y seguridad. Sus dos medicos, Rodrigo y Jose,el ltimo judio, los mas hbiles astrnomos y cosm

    grafos del reino , juntos con el celebre Martin Behem,entraron en docta consulta sobre el asunto. El resultado de sus conferencias y trabajos fue la aplicaciondel astrolabio la navegacion, que ensenaba al mari

    nero la distancia del Ecuador. De este instrumentomejorado y modificado, se ha formado el moderno

    cuadrante, cuyas ventajas esenciales poseia el astrolabio desde su introduccion.

    Los efectos producidos en la navegacion por esteinvento son incalculables. La arranc de una vez de

    antigua servidumbre de la tierra , dejndola en libertad para que discurriese su placer por las ondas. La

    ciencia habia preparado asi guias para hacer descubrimientos por el solitario Oceano. En vez de costear

    las playas como los antiguos navegantes , en vez devolver tierra cuando los yientos le habian separado

    de ella, presurosa y timidamente, y sin mas lumbreraque la de las inciertasestrellas,podiaaventurarse yael

    osado marinero moderno por ignotos mares, cierto deque la brjula y el astrolabio le abririan seguro camino para su vuelta , en caso de no encontrar lejanos

    puertos.

    CAPITULO VIL

    PROPOSICIONES DE COLON LA CORTE DE PORTUGAL.

    La oportunidad con que fue descubierta la aplicacion del astrolabio la navegacion , parece providen

    cial; solamente con ella pudo Colon vencer los grandesobstculos que se oponian la ejecucion de su proyecto. Inmediatamente despues de verificarse este

    adelanto, propuso, pues, su viaje de descubrimientos la corona de Portugal.

    Esta es la primera proposicion de que tenemos claro e indisputable recuerdo , aunque no falta quien

    PAR R01G.crea que anteriormente habia hecho una Genova su

    patria. Las empresas nuticas hallaban una proteccionespecial en la corte de Portugal. Muchos de los que

    bal 'ian hecho descubrimientos su servicio , quedaron de gobernadores de las mismas islas y paises quehabian descubierto , aunque algunos eran extrangeros.Animado por esta munificencia , y por el vehemente

    deseo que tenia el rey Juau II de hallar el paso de laIndia , solicit y obtuvo Colon audiencia de aquel mo

    narca. Propuso, si el rey le suministraba bajeles yhombres, emprender el descubrimiento de un rumb

    mas corto y directo para la India que el que se estababuscando. Suplan era dirigirse va recta al occidente,

    traves del mar Atlntico. Entnces estableci sushiptesis con respecto la extension del Asia , descri

    biendo tambien las riquezas de la isla de Cipango,primera costa que esperaba llegar. De esta audiencia tenemos dos relaciones hechas con espiritu algo

    opuesto : una por su hijo Fernando , y otra por el historiador portugues Joam de Barros. Es digno de notarse de cuan distinta manera consideraban un mismohecho un hijo entusiasta y un frio y quiz preocupadoescritor.

    Cristobal Colon.

    El rey , segun Fernando , oy su padre con muchaatencion ; pero habia consumido tantos caudales in

    fructuosamente en explorar el camino de la costa africana que recelaba tomar parte en semejantes planes.

    Su padre , empero , sustentaba la anterior proposicion por medio de tan persuasivas razones , que indujo al rey dar su consentimiento. La nica dificultad

    que ya quedaba , eran las condiciones; porque siendoColon hombre de nobles sentimientos, pedia altos y

    honrosos titulos y recompensas; con el fin , dice Fernando, de dejar un nombre y familia, dignos de sus

    altos hechos.Barros por su parte atribuye la aparente condescendencia del rey solo las importunidades de Co

    lon : S. M. le consideraba , dice el historiador, comoun hombre vanaglorioso, inclinado lucir sus ta

    lentos , y dado nociones fantsticas , como las respectivas la isla de Cipango. Pero el hecho es , que

    e