vida de san pablo dm

136
Pablo de Tarso y sus colaboradores

Upload: teologoroque

Post on 01-Jul-2015

1.943 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: vida de san pablo DM

Pablo de Tarsoy sus colaboradores

Page 2: vida de san pablo DM

5 Colección Fortalecer y transmitir la fe

Page 3: vida de san pablo DM

Pablo de Tarso y sus

colaboradores

Proyecto Pastoral Diocesano2006-2009

Diócesis de Málaga

Temas formativos(Al hilo de las Catequesis de

Benedicto XVI)

Curso 2008-2009

La Persona y el Mensaje de San Pablo

Page 4: vida de san pablo DM

Pablo de Tarso y sus colaboradores. La Persona y el Mensaje de San Pablo

Edita: Obispado de MálagaDepartamento de Publicaciones

Tfno: 952 22 43 86Fax: 952 22 43 82

C/ Sta. María 18-20Apdo. Oficial 3129071 Málaga

[email protected]

Imprime: AnarolC/ Sal Marina, 3. Pol. Ind. Alameda29006 Málaga

Dep. Legal:

Nihil obstatAlfonso Fernández-Casamayor Palacio

Vicario General

Page 5: vida de san pablo DM

5

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Presentación

Para el presente curso pastoral 2008-2009 ofrecemos estos temas formativos relativos a “San Pablo y sus colaboradores. La Persona y el Mensaje de San Pablo”. Estos temas siguen con fidelidad (con algunas adaptaciones imprescindibles a nuestras circunstancias), algunas de las catequesis que el Papa nos ha ido ofreciendo hasta la fecha en las audiencias generales de los miércoles. A la figura del apóstol Pablo ha dedicado el Papa dos ciclos de catequesis, que todavía continúan. Con ellas nos ayuda a vivir con intensidad el Año Paulino, que ya estamos celebrando, en el que conmemoramos el segundo milenio del nacimiento de san Pablo. El Año Paulino se propone a la Iglesia universal, entre otros fines, como ocasión para revitalizar nuestra fe y nuestra misión en la Iglesia y en el mundo de hoy, a la luz de las enseñanzas de san Pablo; para redescubrir la figura del apóstol Pablo, su actividad y sus múltiples viajes misioneros; para revivir los primeros tiempos de la Iglesia; para releer sus cartas y profundizar en sus ricas enseñanzas, dirigidas a los “gentiles”; para meditar sobre su vigorosa espiritualidad apostólica; y para trabajar por la unidad de todos los cristianos. Es fácil percibir la sintonía y coincidencias que se dan entre el objetivo de nuestro Plan Pastoral para este curso y Año Paulino. En san Pablo encontramos una de las figuras más relevantes de la Iglesia primitiva. La Comisión Diocesana para el Año Paulino resaltó algunos aspectos de su figura y mensaje, por su especial sintonía con nuestro Plan Pastoral, centrado este año en el “vivir en Cristo”:

Page 6: vida de san pablo DM

6

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

- Su experiencia de encuentro personal con Cristo, que se constituye en el centro de su vida, marcando un antes y un después (Flp 3, 4-11) que le lleva a proclamar “para mí la vida es Cristo” (Flp 1, 21);

- su ardor evangelizador: “¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!” (1 Cor 9, 16); su entrega apostólica, con riesgo continuo de su propia vida (2 Cor 11, 16-32);

- su sensibilidad para proponer el evangelio que “ha recibido” en contextos culturales nuevos y en el lenguaje y cultura de las personas a las que se dirigía;

- su insistencia en la necesidad de vivir “en Cristo” (cf. Rom 6,1-11); la espiritualidad, el dejarse conducir por el Espíritu como clave de la vida Cristiana (cf. Rom 8).

Este año paulino es una excelente ocasión para valorar la personalidad del apóstol de las gentes y empaparnos de su rica doctrina. Su ingente tarea evangelizadora, nos empuja a empeñarnos aún más en el objetivo central de nuestro proyecto pastoral: Fortalecer y transmitir la fe. Que estos temas, que tienen orientaciones para el trabajo y la oración personal y grupo, aviven en nosotros el talante y ardor evangelizador del Apóstol, su decidida entrega apostólica, su pasión por el Evangelio y por la gente.

Málaga, Septiembre de 2008.

Alfonso Fernández-Casamayor PalacioVicario General

Page 7: vida de san pablo DM

7

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Introducción

Su total entrega a Cristo: ejemplo para nosotros

“San Pablo tiene conciencia de que es «apóstol por vocación», es decir, no por auto-candidatura ni por encargo humano, sino solamente por llamada y elección divina. En su epistolario, el Apóstol de los gentiles repite muchas veces que todo en su vida es fruto de la iniciativa gratuita y misericordiosa de Dios (cf. 1 Cor 15, 9-10; 2 Cor 4, 1; Gal 1, 15). Fue escogido «para anunciar el Evangelio de Dios» (Rom 1, 1), para propagar el anuncio de la gracia divina que reconcilia en Cristo al hombre con Dios, consigo mismo y con los demás. Por sus cartas sabemos que san Pablo no sabía hablar muy bien; más aún, compartía con Moisés y Jeremías la falta de talento oratorio. «Su presencia física es pobre y su palabra despreciable» (2Cor 10,10), decían de él sus adversarios. Por tanto, los extraordinarios resultados apostólicos que pudo conseguir no se deben atribuir a una brillante retórica o a refinadas estrategias apologéticas y misioneras. El éxito de su apostolado depende, sobre todo, de su compromiso personal al anunciar el Evangelio con total entrega a Cristo; entrega que no temía peligros, dificultades ni persecuciones: «Ni la muerte ni la vida escribió a los Romanos ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separamos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro» (Rom 8, 38-39). De aquí podemos sacar una lección muy importante para todos los cristianos. La acción de la Iglesia sólo es creíble y eficaz en la medida en que quienes forman parte de ella están dispuestos a pagar personalmente su fidelidad a Cristo, en cualquier circunstancia.

Page 8: vida de san pablo DM

8

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Queridos hermanos y hermanas, como en los inicios, también hoy Cristo necesita apóstoles dispuestos a sacrificarse. Necesita testigos y mártires como san Pablo: un tiempo perseguidor violento de los cristianos, pero cuando en el camino de Damasco cayó en tierra, cegado por la luz divina, se pasó sin vacilaciones al Crucificado. Y lo siguió sin volverse atrás. Vivió y trabajó por Cristo; por él sufrió y murió. ¡Qué actual es su ejemplo! Precisamente por eso, me alegra anunciar oficialmente que al apóstol san Pablo dedicaremos un año jubilar especial, del 28 de junio de 2008 al 29 de junio de 2009, con ocasión del bimilenario de su nacimiento, que los historiadores sitúan entre los años 7 y 10 d.C. Este “Año paulino” podrá celebrarse de modo privilegiado en Roma, donde desde hace veinte siglos se conserva bajo el altar papal de esta basílica el sarcófago que, según el parecer concorde de los expertos y según una incontrovertible tradición, conserva los restos del apóstol san Pablo”.

(Benedicto XVI. Anuncio del año paulino. Roma, 28. VI. 2007)

Page 9: vida de san pablo DM

9

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Temario

Tema I: El ambiente religioso y cultural de San Pablo ................................................. 11Tema II: Breve biografía de San Pablo. ..................... 21Tema III: El acontecimiento que cambió la vida de Pablo ............................................ 33Tema IV: Perfil del hombre y del apóstol .................. 43Tema V: La centralidad de Cristo ............................. 51Tema VI: El Espíritu en nuestros corazones ............. 59Tema VII: La vida en la Iglesia ..................................... 67Tema VIII: Timoteo y Tito, los más íntimos colaboradores de San Pablo........................ 75Tema IX: Bernabé, Silas y Apolo ................................ 83Tema X: Los esposos Priscila y Áquila ..................... 91Tema XI: Las mujeres al servicio del Evangelio ....... 99

Textos para la lectura personal - Sobre las Cartas de Pablo ....................... 107 - Homilía del Papa en la Basílica de San Pablo ..................................................... 111 - Homilía del Papa en la Basílica de San Pedro ............................................... 119

Pequeña Bibliografía

Bartolomé, J.J., Pablo de Tarso. Una introducción a la vida y a la obra de un apóstol de Cristo, CCS, Madrid 1997.

Carrillo Alday, Salvador, Pablo apóstol de Cristo. Su vida y sus epístolas, Verbo Divino, 2008.

Fabris, Rinaldo, Pablo, el apóstol de las gentes, San Pablo, Madrid 1999.

Page 10: vida de san pablo DM

10

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

F. Gioia, Pablo de Tarso. El Apóstol que todos deben conocer, Editrice Vaticana, Roma 2002.

Gnilka, Joachim, Pablo de Tarso: Apóstol y testigo, Herder, Barcelona 1998.

González Ruíz, El evangelio de Pablo, Sal Tearrae, Madrid 1998.

Pastor Ramos, Federico, Pablo, un seducido por Cristo, Verbo Divino, Estella -Navarra- 1991.

Sánchez Bosch, J., Escritos paulinos, Verbo Divino, Estella -Navarra- 1991.

Nota: Cuando no puedan hacerse los 11 temas completos, se recomienda hacer al menos del 1 al 7 y, si hay que simplificar más, del 3-7. Estos cinco temas son fundamentales.

Page 11: vida de san pablo DM

11

1. El ambiente religioso y cultural de san Pablo

Tema I

El ambiente religioso y cultural de san Pablo

El año paulino va desde la fiesta litúrgica de los apóstoles san Pedro y san Pablo del 29 de junio de 2008 hasta la misma fiesta de 2009. El apóstol san Pablo, figura excelsa y casi inimitable, pero en cualquier caso estimulante, se nos presenta como un ejemplo de entrega total al Señor y a su Iglesia, así como de gran apertura a la humanidad y a sus culturas.

Comprender la actualidad de Pablo y su Mensaje

Así pues, es justo no sólo que le dediquemos un lugar particular en nuestra veneración, sino también que nos esforcemos por comprender lo que nos puede decir también a nosotros, cristianos de hoy. En este primer tema consideramos el ambiente en el que vivió y actuó. Este tema parecería remontarnos a tiempos lejanos, dado que debemos insertarnos en el mundo de hace dos mil años. Y, sin embargo, esto sólo es verdad en apariencia y parcialmente, pues podremos constatar que, en varios aspectos, el actual contexto sociocultural no es muy diferente al de entonces.

Page 12: vida de san pablo DM

12

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Intolerancia y admiración hacia la cultura minoritaria judía

Un factor primario y fundamental que es preciso tener presente es la relación entre el ambiente en el que san Pablo nace y se desarrolla y el contexto global en el que sucesivamente se integra. Procede de una cultura muy precisa y circunscrita, ciertamente minoritaria: la del pueblo de Israel y de su tradición. Como nos enseñan los expertos, en el mundo antiguo, y de modo especial dentro del Imperio romano, los judíos debían de ser alrededor del 10% de la población total. En Roma, su número a mediados del siglo I era todavía menor, alcanzando al máximo el 3% de los habitantes de la ciudad. Sus creencias y su estilo de vida, como sucede también hoy, los distinguían claramente del ambiente circunstante. Esto podía llevar a dos resultados: o a la burla, que podía desembocar en la intolerancia, o a la admiración, que se manifestaba en varias formas de simpatía, como en el caso de los “temerosos de Dios” o de los “prosélitos”, paganos que se asociaban a la Sinagoga y compartían la fe en el Dios de Israel. Como ejemplos concretos de esta doble actitud podemos citar, por una parte, el duro juicio de un orador como Cicerón, que despreciaba su religión e incluso la ciudad de Jerusalén1 y, por otra, la actitud de la mujer de Nerón, Popea, a la que Flavio Josefo recordaba como “simpatizante” de los judíos2; incluso Julio César les había reconocido oficialmente derechos particulares, como atestigua el mencionado historiador judío Flavio Josefo3. Lo que es seguro es que el número de los judíos, como sigue sucediendo en nuestro tiempo, era mucho mayor fuera de la tierra de Israel, es decir, en la diáspora, que en el territorio que los demás llamaban Palestina.

1 Cf. Pro Flacco, 66-69.2 Cf. Antigüedades judías 20, 195.252; Vida 16.3 Cf. ib., 14, 200-216.

Page 13: vida de san pablo DM

13

1. El ambiente religioso y cultural de san Pablo

No sorprende, por tanto, que san Pablo mismo haya sido objeto de esta doble y opuesta valoración Es indiscutible que el carácter tan particular de la cultura y de la religión judía encontraba tranquilamente lugar dentro de una institución tan invasora como el Imperio romano. Más difícil y sufrida será la posición del grupo de judíos o gentiles que se adherirán con fe a la persona de Jesús de Nazaret, en la medida en que se diferenciarán tanto del judaísmo como del paganismo dominante.

Factores que favorecieron la labor de Pablo

En todo caso, dos factores favorecieron la labor de san Pablo. El primero fue la cultura griega, o mejor, helenista, que después de Alejandro Magno se había convertido en patrimonio común, al menos en la región del Mediterráneo oriental y en Oriente Próximo, aunque integrando en sí muchos elementos de las culturas de pueblos tradicionalmente considerados bárbaros. Un escritor de la época afirmaba que Alejandro “ordenó que todos consideraran como patria toda la ecumene... y que ya no se hicieran diferencias entre griegos y bárbaros”4. El segundo factor fue la estructura político-administrativa del Imperio romano, que garantizaba paz y estabilidad desde Bretaña hasta el sur de Egipto, unificando un territorio de dimensiones nunca vistas con anterioridad. En este espacio era posible moverse con suficiente libertad y seguridad, disfrutando entre otras cosas de un excelente sistema de carreteras, y encontrando en cada punto de llegada características culturales básicas que, sin ir en detrimento de los valores locales, representaban un tejido común de unificación, hasta el punto de que el filósofo judío Filón de Alejandría, contemporáneo de san Pablo, alaba al emperador Augusto porque “ha unido en armonía

4 Plutarco, De Alexandri Magni fortuna aut virtute, 6.8.

Page 14: vida de san pablo DM

14

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

a todos los pueblos salvajes... convirtiéndose en guardián de la paz”5. Ciertamente, la visión universalista típica de la personalidad de san Pablo, al menos del Pablo cristiano después de lo que sucedió en el camino de Damasco, debe su impulso fundamental a la fe en Jesucristo, puesto que la figura del Resucitado va más allá de todo particularismo. De hecho, para el Apóstol “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 28). Sin embargo, la situación histórico-cultural de su tiempo y de su ambiente también influyó en sus opciones y en su compromiso. Alguien definió a san Pablo como “hombre de tres culturas”, teniendo en cuenta su origen judío, su lengua griega y su prerrogativa de “civis romanus”, como lo testimonia también su nombre, de origen latino.

La filosofía estoica, dominante en tiempos de Pablo

Conviene recordar de modo particular la filosofía estoica, que era dominante en el tiempo de san Pablo y que influyó, aunque de modo marginal, también en el cristianismo. A este respecto, podemos mencionar algunos nombres de filósofos estoicos, como los iniciadores Zenón y Cleantes, y luego los de los más cercanos cronológicamente a san Pablo, como Séneca, Musonio y Epicteto: en ellos se encuentran valores muy elevados de humanidad y de sabiduría, que serán acogidos naturalmente en el cristianismo. Como escribe acertadamente un experto en la materia, “la Estoa... anunció un nuevo ideal, que ciertamente imponía al hombre deberes con respecto a sus semejantes, pero al mismo tiempo lo liberaba de todos los lazos físicos y nacionales y hacía de él un ser puramente

5 Legatio ad Caium, 146-147.

Page 15: vida de san pablo DM

15

1. El ambiente religioso y cultural de san Pablo

espiritual”6. Basta pensar, por ejemplo, en la doctrina del universo, entendido como un gran cuerpo armonioso y, por tanto, en la doctrina de la igualdad entre todos los hombres, sin distinciones sociales; en la igualdad, al menos a nivel de principio, entre el hombre y la mujer; y en el ideal de la sobriedad, de la justa medida y del dominio de sí para evitar todo exceso. Cuando san Pablo escribe a los Filipenses: “Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta” (Flp 4, 8), no hace más que retomar una concepción muy humanista propia de esa sabiduría filosófica.

La crisis de la religión tradicional

En tiempos de san Pablo existía también una crisis de la religión tradicional, al menos en sus aspectos mitológicos e incluso cívicos. Después de que Lucrecio, un siglo antes, sentenciara con espíritu polémico: “La religión ha llevado a muchos delitos”7, un filósofo como Séneca, superando todo ritualismo exterior, enseñaba que “Dios está cerca de ti, está contigo, está dentro de ti”8. Del mismo modo, cuando san Pablo se dirige a un auditorio de filósofos epicúreos y estoicos en el Areópago de Atenas, dice textualmente que “Dios... no habita en santuarios fabricados por manos humanas..., pues en él vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17, 24.28). Ciertamente, así se hace eco de la fe judía en un Dios que no puede ser representado de una manera antropomórfica, pero también se pone en una longitud de onda religiosa que sus oyentes conocían bien.

6 M. Pohlenz, La Stoa, I, Florencia 1978, p. 565.7 De rerum natura, 1, 101.8 Cartas a Lucilio, 41, 1.

Page 16: vida de san pablo DM

16

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Los cultos paganos y los cultos cristianos

Además, debemos tener en cuenta que muchos cultos paganos prescindían de los templos oficiales de la ciudad y se realizaban en lugares privados que favorecían la iniciación de los adeptos. Por eso, no suscitaba sorpresa el hecho de que también las reuniones cristianas (las ekklesíai), como testimonian sobre todo las cartas de san Pablo, tuvieran lugar en casas privadas. Entonces, por lo demás, no existía todavía ningún edificio público. Por tanto, los contemporáneos debían considerar las reuniones de los cristianos como una simple variante de esta práctica religiosa más íntima. De todos modos, las diferencias entre los cultos paganos y el culto cristiano no son insignificantes y afectan tanto a la conciencia de la identidad de los que asistían como a la participación en común de hombres y mujeres, a la celebración de la “cena del Señor” y a la lectura de las Escrituras. En conclusión, a la luz de este rápido repaso del ambiente cultural del siglo I de la era cristiana, queda claro que no se puede comprender adecuadamente a san Pablo sin situarlo en el trasfondo, tanto judío como pagano, de su tiempo. De este modo, su figura adquiere gran alcance histórico e ideal, manifestando elementos compartidos y originales con respecto al ambiente. Pero todo esto vale también para el cristianismo en general, del que el apóstol san Pablo es un paradigma destacado, de quien todos tenemos siempre mucho que aprender. Este es el objetivo del Año paulino: aprender de san Pablo; aprender la fe; aprender a Cristo; aprender, por último, el camino de una vida recta.

Page 17: vida de san pablo DM

17

1. El ambiente religioso y cultural de san Pablo

Resumen del Tema

En este año paulino, apenas iniciado, intentamos comprender la actualidad de San Pablo y de su mensaje. En este primer tema nos referimos al ambiente socio-cultural de aquella época, que ofrece muchas semejanzas con la nuestra. Pablo proviene de una cultura concreta, la del pueblo de Israel y su tradición, que se distinguía netamente del ambiente circundante. Por otra parte, la difusión de la cultura helenística y la estructura político-administrativa del Imperio Romano, que representaban un tejido cultural de base común, favorecieron en gran medida su actividad. Aunque la visión universal propia de San Pablo se debe sobre todo a su fe en Cristo, el contexto cultural de su tiempo, en el que destaca la filosofía estoica, con sus altos valores de humanidad y de sabiduría, ejerció también en él un gran influjo. A pesar de que la religión tradicional estaba en crisis, especialmente en sus aspectos mitológicos y cívicos, se estaba en busca de una verdad más auténtica sobre Dios. Así, pues, la predicación paulina, con toda la profunda originalidad del mensaje cristiano, sintoniza con la sensibilidad religiosa y el trasfondo cultural de su tiempo.

(Benedicto XVI, 2-07-08)

Page 18: vida de san pablo DM
Page 19: vida de san pablo DM

19

1. El ambiente religioso y cultural de san Pablo

Para orar, profundizar y dialogar (I)

Lectura de la Palabra: Flp 4, 1-23.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Nos dice el Papa que la predicación paulina, con toda la profunda originalidad del mensaje cristiano, sintoniza con la sensibilidad religiosa y el trasfondo cultural de su tiempo. ¿Sintonizamos nosotros con todo lo bueno de hoy cuando somos críticos con los aspectos de nuestra cultura contrarios al Evangelio?

2) Pablo es apóstol de las gentes en una cultura concreta. No se puede comprender adecuadamente a san Pablo sin situarlo en el trasfondo, tanto judío como pagano, de su tiempo. ¿Puedes subrayar algunas características de la cultura de entonces, en cuanto a su actitud ante los cristianos, que tienen paralelo hoy día?

3) Medita la siguiente frase de Pablo en la que se superan la cultura judía y la pagana: “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 28).

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) ¿Qué analogías percibes entre el tiempo de san Pablo y nuestro tiempo?

Page 20: vida de san pablo DM

20

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

2) ¿Qué factores de la cultura actual que favorecen la evangelización de la sociedad?

3) ¿En qué debe haber sintonía y en qué no con la sensibilidad de nuestro tiempo?

4) Mi compromiso para aprender de San Pablo, como expresión de mi fe, consecuente con este tema estudiado.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Hch 26, 1- 30.

Page 21: vida de san pablo DM

21

2. Breve biografía de San Pablo

Tema II

Breve biografía de San Pablo

Dado que dedicaremos otro tema al acontecimiento extraordinario que se verificó en el camino de Damasco, la conversión de Pablo, vuelco fundamental en su existencia tras el encuentro con Cristo, en este tema nos detenemos brevemente a analizar el conjunto de su vida.

Pablo nace en torno al año 8 de nuestra era

Las señas biográficas de Pablo las encontramos respectivamente en el carta a Filemón, en la que se declara “anciano” (versículo 9: presbýtes), y en los Hechos de los apóstoles, pues en el momento de la lapidación de Esteban dice que era “joven” (7, 58: neanías). Ambas designaciones son evidentemente genéricas, pero según los cálculos antiguos “joven” era el hombre que tenía unos treinta años, mientras que se le llamaba “anciano” cuando llegaba a los sesenta. En términos absolutos, la fecha de Pablo depende en gran parte de la fecha en que fue escrita la carta a Filemón. Tradicionalmente su redacción se enmarca en la prisión de Roma, a mediados de los años 60. Pablo habría nacido el año 8, por tanto, habría vivido más o menos sesenta años, mientras que en el momento de la lapidación de Esteban tenía treinta. Ésta debería ser la cronología adecuada. Y el año paulino que estamos celebrando sigue precisamente esta cronología. Ha sido escogido el año 2008 pensando en que nació más o menos en el año 8.

Page 22: vida de san pablo DM

22

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Pablo, en la frontera de tres culturas: romana, griega y judía

En todo caso, nació en Tarso de Cilicia (cf. Hch 22,3). La ciudad era capital administrativa de la región y en el año 51 a. C. había tenido como procónsul nada menos que a Marco Tulio Cicerón, mientras que diez años después, en el año 41, Tarso había sido el lugar del primer encuentro entre Marco Antonio y Cleopatra. Judío de la diáspora, hablaba griego a pesar de que tenía un nombre de origen latino, derivado por asonancia del original hebreo Saúl/Saulos, y gozaba de la ciudadanía romana (cf. Hch 22,25-28). Pablo se presenta, de este modo, en la frontera de tres culturas diferentes -romana, griega, judía- y quizá también por este motivo estaba predispuesto a fecundas aperturas universales, a una mediación entre las culturas, a una verdadera universalidad. También aprendió un trabajo manual, quizá heredado del padre, que consistía en el oficio de “fabricar tiendas” (cf. Hch 18,3: skenopoiòs), lo que probablemente significa que trabajaba la lana ruda de cabra o la fibra de lino para hacer esteras o tiendas (cf. Hch 20,33-35). Hacia los doce o trece años, la edad en la que un muchacho judío se convierte en bar mitzvà (“hijo del precepto”), Pablo dejó Tarso y se mudó a Jerusalén para ser educado a los pies del rabí Gamaliel el Viejo, nieto del gran rabí Hilel, según las más rígidas normas del fariseísmo, adquiriendo un gran celo por la Torá mosaica (cf. Gá 1,14; Flp 3,5-6; Hch 22,3; 23,6; 26,5).

De fariseo convencido a apóstol de Jesucristo

En virtud de esta ortodoxia profunda, que había aprendido en la escuela de Hilel, en Jerusalén, vio en el

Page 23: vida de san pablo DM

23

2. Breve biografía de San Pablo

nuevo movimiento que se inspiraba en Jesús de Nazaret un riesgo, una amenaza para la identidad judía, para la auténtica ortodoxia de los padres. Esto explica el hecho de que haya “perseguido a la Iglesia de Dios”, como lo admitirá en tres ocasiones en sus cartas (1 Co 15,9; Gá 1,13; Flp 3,6). Si bien no es fácil imaginar concretamente en qué consistió esta persecución, su actitud fue de todos modos de intolerancia. Aquí se enmarca el acontecimiento de Damasco, sobre el que volveremos. Lo cierto es que, a partir de entonces, su vida cambió y se convirtió en un apóstol incansable del Evangelio. De hecho, Pablo pasó a la historia por lo que hizo como cristiano, como apóstol, y no como fariseo.

Primer viaje misionero y Concilio de Jerusalén

Tradicionalmente se divide su actividad apostólica en virtud de los tres viajes misioneros, a los que se añadió el cuarto a Roma como prisionero. Todos son narrados por Lucas en los Hechos de los Apóstoles. Al hablar de los tres viajes misioneros, hay que distinguir el primero de los otros dos. Por lo que se refiere al primero, de hecho (cf. Hch 13-14), Pablo no tuvo responsabilidad directa, pues ésta fue encomendada al chipriota Bernabé. Juntos partieron de Antioquía del Orontes, enviados por esa Iglesia (cf. Hch 13,1-3), y, después de zarpar del puerto de Seleucia, en la costa Siria, atravesaron la isla de Chipre de Salamina a Pafos; de aquí llegaron a las costas del sur de Anatolia, hoy Turquía, pasando por Atalía, Perge de Panfilia, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe, desde donde regresaron al punto de partida. Había nacido así la Iglesia de los pueblos, la Iglesia de los paganos. Mientras tanto, sobre todo en Jerusalén, había surgido una dura discusión sobre si estos cristianos procedentes del paganismo estaban obligados a entrar también en la

Page 24: vida de san pablo DM

24

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

vida y en la ley de Israel (varias prescripciones separaban a Israel del resto del mundo) para participar realmente de las promesas de los profetas y para entrar efectivamente en la herencia de Israel. Para resolver este problema fundamental para el nacimiento de la Iglesia futura se reunió en Jerusalén el así llamado Concilio de los Apóstoles para tomar una decisión sobre este problema del que dependía el nacimiento efectivo de una Iglesia universal. Se decidió que no había que imponer a los paganos convertidos las prescripciones de la ley mosaica (cf. Hch 15,6-30): es decir, no estaban obligados a respetar las normas del judaísmo; la única necesidad era ser de Cristo, vivir con Cristo y según sus palabras. De este modo, siendo de Cristo, eran también de Abraham, de Dios, y participaban en todas las promesas.

Segundo viaje misionero y entrada en Europa

Tras este acontecimiento decisivo, Pablo se separó de Bernabé, escogió a Silas, y comenzó el segundo viaje misionero (cf. Hch 15,36-18,22). Tras recorrer Siria y Cilicia, volvió a ver la ciudad de Listra, donde tomó consigo a Timoteo (figura muy importante de la Iglesia naciente, hijo de una judía y de un pagano), e hizo que se circuncidara. Atravesó la Anatolia central y llegó a la ciudad de Tróade, en la costa norte del Mar Egeo. Aquí tuvo lugar un nuevo acontecimiento importante: en sueños vio a un macedonio en la otra parte del mar, es decir en Europa, que le decía: “¡Ven a ayudarnos!”. Era la Europa futura que le pedía ayuda y la luz del Evangelio. Movido por esta visión, entró en Europa. Zarpó hacia Macedonia, entrando así en Europa. Tras desembarcar en Neápolis, llegó a Filipos, donde fundó una hermosa comunidad, luego pasó a Tesalónica y, dejando esta ciudad a causa de dificultades que le provocaron los judíos, pasó por Berea hasta llegar a Atenas.

Page 25: vida de san pablo DM

25

2. Breve biografía de San Pablo

En esta capital de la antigua cultura griega predicó, primero en el Ágora y después en el Areópago, a los paganos y a los griegos. Y el discurso del Areópago, narrado en los Hechos de los Apóstoles, es un modelo sobre cómo traducir el Evangelio en cultura griega, cómo dar a entender a los griegos que este Dios de los cristianos, de los judíos, no era un Dios extranjero a su cultura sino el Dios desconocido que esperaban, la verdadera respuesta a las preguntas más profundas de su cultura. Luego de Atenas llegó a Corinto, donde permaneció un año y medio. Y aquí tenemos un acontecimiento cronológicamente muy seguro, el más seguro de toda su biografía, pues durante esa primera estancia en Corinto tuvo que comparecer ante el gobernador de la provincia senatorial de Acacia, el procónsul Galión, acusado de un culto ilegítimo. Sobre este Galión y el tiempo que pasó en Corinto existe una antigua inscripción, encontrada en Delfos, donde se dice que era procónsul de Corinto entre los años 51 y 53. Por tanto, aquí tenemos una fecha totalmente segura. La estancia de Pablo en Corinto tuvo lugar en esos años. Por tanto, podemos suponer que llegó más o menos en el año 50 y que permaneció hasta el año 52. De Corintio después, pasando por Cencres, puerto oriental de la ciudad, se dirigió hacia Palestina, llegando a Cesaréa Marítima, desde donde subió a Jerusalén para regresar después a Antioquía del Orontes.

Tercer viaje misionero y condena de Pablo

El tercer viaje misionero (cf. Hch 18,23-21,16) comenzó como siempre en Antioquía, que se había convertido en el punto de origen de la Iglesia de los paganos, de la misión a los paganos, y era el lugar en el que nació el término “cristianos”. Aquí, por primera vez, nos dice san Lucas, los seguidores de Jesús fueron llamados “cristianos”. De allí Pablo se fue directamente a Éfeso, capital de la provincia de

Page 26: vida de san pablo DM

26

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Asia, donde permaneció durante dos años, desempeñando un ministerio que tuvo fecundos resultados en la región. De Éfeso Pablo escribió las Cartas a los Tesalonicenses y a los Corintios. La población de la ciudad fue instigada contra él por los plateros locales, que experimentaron una disminución de sus ingresos a causa de la reducción del culto a Artemisia (el templo que se le había dedicado en Éfeso, el Artemision, era una de las siete maravillas del mundo antiguo); por este motivo tuvo que huir hacia el norte. Después de volver a atravesar Macedonia, descendió de nuevo a Grecia, probablemente a Corinto, permaneciendo allí tres meses y escribiendo la famosa Carta a los Romanos. De allí volvió sobre sus pasos: volvió a pasar por Macedona, llegó en barco a Tróade y, después, pasando por las islas de Mitilene, Quíos, Samos, llegó a Mileto, donde pronunció un importante discurso a los ancianos de la Iglesia de Éfeso, ofreciendo un retrato del auténtico pastor de la Iglesia (cf. Hch 20). De aquí volvió a zapar en vela hacia Tiro, y luego llegó a Cesarea Marítima para subir una vez más a Jerusalén. Allí fue arrestado a causa de un malentendido: algunos judíos habían confundido con paganos a otros judíos de origen griego, introducidos por Pablo en el área del templo reservada a los israelitas. La condena a muerte, prevista en estos casos, fue levantada gracias a la intervención del tribuno romano de guardia en el área del templo (cf. Hch 21,27-36); esto tuvo lugar mientras en Judea era procurador imperial Antonio Félix. Tras un período en la cárcel (cuya duración es debatida), dado que Pablo, por ser ciudadano romano, había apelado al César (que entonces era Nerón), el procurador sucesivo, Porcio Festo, le envió a Roma custodiado militarmente.

Page 27: vida de san pablo DM

27

2. Breve biografía de San Pablo

Su último viaje: Roma

El viaje a Roma pasó por las islas mediterráneas de Creta y de Malta, y después por las ciudades de Siracusa, Regio de Calabria, y Pozzuoli. Los cristianos de Roma salieron a recibirle en la Vía Apia hasta el Foro de Apio (a unos 70 kilómetros al sur de la capital) y otros hasta las Tres Tabernas (a unos 40 kilómetros). En Roma tuvo un encuentro con los delegados de la comunidad judía, a quienes les confío que llevaba sus cadenas por “la esperanza de Israel” (cf. Hch 28,20). Pero la narración de Lucas concluye mencionando los dos años pasados en Roma bajo la blanda custodia militar, sin mencionar ni una sentencia de César (Nerón) ni siquiera la muerte del acusado. Tradiciones sucesivas hablan de una liberación, de que habría emprendido un viaje misionero a España, así como un sucesivo periplo en particular por Creta, Éfeso, Nicópolis en Epiro. Entre las hipótesis, se conjetura un nuevo arresto y un segundo período de encarcelamiento en Roma (donde habría escrito las tres cartas llamadas pastorales, es decir las dos a Timoteo y la de Tito) con un segundo proceso desfavorable. Sin embargo, una serie de motivos lleva a muchos estudiosos de san Pablo a concluir la biografía del apóstol con la narración de Lucas en los Hechos de los Apóstoles. Sobre su martirio volveremos a hablar más adelante. Por ahora, en este breve elenco de los viajes de san Pablo, es suficiente tomar acto de cómo se dedicó al anuncio del Evangelio sin ahorrar energías, afrontando una serie de duras pruebas, de las que nos ha dejado la lista en la segunda carta a los Corintios (cf. 11, 21-28). Por lo demás, él mismo escribe: “Todo esto lo hago por el Evangelio” (1 Co 9,23), ejerciendo con total generosidad lo que él llama “la preocupación por todas las Iglesias” (2 Co 11,28). Vemos que su compromiso sólo se explica con un alma verdaderamente fascinada por la luz del Evangelio, enamorada de Cristo, un alma basada en una convicción

Page 28: vida de san pablo DM

28

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

profunda: es necesario llevar al mundo la luz de Cristo, anunciar el Evangelio a todos.

Pablo nos enseña la pasión por el Evangelio

Me parece que ésta es la conclusión de esta breve reseña de los viajes de san Pablo: ver su pasión por el Evangelio, intuir así la grandeza, la hermosura, es más la necesidad profunda del Evangelio para todos nosotros. Recemos para que el Señor, que hizo ver su luz a Pablo, que le hizo escuchar su Palabra, que tocó su corazón íntimamente, nos haga ver también a nosotros su luz, para que también nuestro corazón quede tocado por su Palabra y también nosotros podamos dar al mundo de hoy, que tiene sed, la luz del Evangelio y la verdad de Cristo.

Page 29: vida de san pablo DM

29

2. Breve biografía de San Pablo

Resumen del tema

El Apóstol nació en Tarso de Cilicia. Hebreo de la diáspora, hablaba griego, no obstante tuviera un nombre de origen latino y gozara de la ciudadanía romana. Tal vez aprendió de su padre a tejer la lana para fabricar tiendas de campaña. Trasladado a Jerusalén con unos doce años, fue formado por el Rabino Gamaliel el Viejo en las rígidas normas del fariseísmo, mostrando un gran celo por la Ley Mosaica, lo que le llevó a perseguir a los cristianos. Su vida, sin embargo, experimentó un gran cambio camino de Damasco, llegando a ser un apóstol infatigable del Evangelio. Realizó tres viajes misioneros: el primero con Bernabé; en el segundo escogió como compañeros a Silas y Timoteo. Durante el tercero, Pablo fue arrestado en Jerusalén por los judíos a causa de un malentendido. Tras permanecer un tiempo en prisión, habiendo apelado al César, el Procurador Porcio Festo lo envió a Roma, donde pasó dos años en una casa custodiado por un soldado. Tradiciones sucesivas hablan de que Pablo fue liberado y pudo realizar desde Roma un viaje a España y otro a Oriente. Otras tradiciones señalan que fue encarcelado una segunda vez, acabando sus días martirizado. Que el ejemplo del Apóstol nos sirva de estímulo constante para nuestro compromiso eclesial.

Page 30: vida de san pablo DM
Page 31: vida de san pablo DM

31

2. Breve biografía de San Pablo

Para orar, profundizar y dialogar (II)

Lectura de la Palabra: Hch 13-14.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo es el apóstol de los gentiles. ¿Qué conozco de él? ¿He leído alguna vez sus viajes misioneros? ¿Qué me llama más la atención de su primer viaje misionero al que se refiere la lectura citada arriba?

2) Pablo es apóstol en tiempos difíciles. ¿Qué virtudes y actitudes puedo aprender de él para ser hoy apóstol en nuestro ambiente?

3) Medita la siguiente frase de Pablo: “El amor de Cristo nos apremia... murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Cor 5, 14-15).

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) Subraya en qué aspectos de la biografía de san Pablo se percibe más su gran pasión por el Evangelio.

2) ¿Cómo ves que anda nuestro entusiasmo por anunciar a Cristo?

3) ¿Qué interpelaciones experimentas tras reflexionar sobre la vida del apóstol?

4) Compromiso para crecer en el conocimiento de San Pablo.

Page 32: vida de san pablo DM

32

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Hch 9,1-31; 20,17-37; 2 Cor 11,1-33; 12,1-10.

Page 33: vida de san pablo DM

33

3. El acontecimiento de cambió la vida de Pablo

Tema III

El acontecimiento que cambió la vida de Pablo

Un cambio total de perspectiva: ¿qué ha sucedido?

El tema de hoy estará dedicado a la experiencia que san Pablo tuvo en el camino de Damasco, y por tanto a su comúnmente llamada conversión. Precisamente en el camino de Damasco, en los primeros 30 años del siglo I, y tras un periodo en el que había perseguido a la Iglesia, se verificó el momento decisivo de la vida de Pablo. Sobre él se ha escrito mucho y naturalmente desde diversos puntos de vista. Lo cierto es que allí tuvo lugar un giro, un cambio total de perspectiva. A partir de entonces, inesperadamente, empezó a considerar “pérdida” y “basura” todo aquello que antes constituía para él el máximo ideal, casi la razón de ser de su existencia (Flp 3, 7-8) ¿Qué había sucedido?

Las tres narraciones del acontecimiento en Hechos

Tenemos al respecto dos tipos de fuentes. El primer tipo, el más conocido, son los relatos debidos a la pluma de Lucas, que en tres ocasiones narra el acontecimiento en los Hechos de los Apóstoles (cf. 9,1-19; 22,3-21; 26,4-23). El lector medio tendrá quizás la tentación de detenerse demasiado en algunos detalles, como la luz del cielo, la caída a tierra, la voz que llama, la nueva condición de ceguera, la curación por la caída de una especie de escamas de los ojos y el ayuno. Pero todos estos detalles hacen referencia al

Page 34: vida de san pablo DM

34

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

corazón del acontecimiento: Cristo resucitado se presenta como una luz espléndida y se dirige a Saulo, transforma su pensamiento y su misma vida. El esplendor del Resucitado le deja ciego: se presenta también exteriormente lo que era la realidad interior, su ceguera respecto a la verdad, a la luz, que es Cristo. Y después su definitivo “sí” a Cristo en el bautismo reabre de nuevo sus ojos, le hace ver realmente. En la Iglesia antigua el bautismo era llamado también “iluminación”, porque este sacramento da la luz, hace ver realmente. Todo lo que se indica teológicamente, en Pablo se realizó también físicamente: una vez curado de su ceguera interior, ve bien. San Pablo, por tanto, no fue transformado por un pensamiento sino por un acontecimiento, por la presencia irresistible del Resucitado, de la cual ya nunca podrá dudar, tan fuerte había sido la evidencia del evento, de este encuentro. Éste cambió fundamentalmente la vida de Pablo; en este sentido se puede y se debe hablar de una conversión. Este encuentro es el centro del relato de san Lucas, el cual es muy posible que utilizara un relato nacido probablemente en la comunidad de Damasco. Lo da a entender el colorido local dado por la presencia de Ananías y por los nombres, tanto de la calle como del propietario de la casa en la que Pablo se alojó (Cf. Hechos 9,11).

El testimonio del mismo Pablo: encuentro con el Resucitado

El segundo tipo de fuentes sobre la conversión está constituido por las mismas Cartas de san Pablo. Nunca habló con detalle de este acontecimiento, pienso que podía suponer que todos conocían lo esencial de esta historia suya, todos sabían que de perseguidor había sido transformado en apóstol ferviente de Cristo. Y esto no había sucedido al cabo de una reflexión propia, sino de un acontecimiento fuerte, de un encuentro con el Resucitado. Incluso sin hablar de los detalles, él señala en muchas ocasiones este

Page 35: vida de san pablo DM

35

3. El acontecimiento de cambió la vida de Pablo

hecho importantísimo, es decir, que él también es testigo de la resurrección de Jesús, de la que ha recibido la revelación directamente del mismo Jesús, junto con la misión de apóstol. El texto más claro sobre este aspecto se encuentra en su relato sobre lo que constituye el centro de la historia de la salvación: la muerte y la resurrección de Jesús y las apariciones a los testigos (Cf. 1 Cor 15). Con palabras de antiquísima tradición, que él también ha recibido de la Iglesia de Jerusalén, dice que Jesús murió crucificado, fue sepultado, y tras su resurrección se apareció primero a Cefas, es decir a Pedro, después a los Doce, después a quinientos hermanos que en gran parte en aquel tiempo aún vivían, después a Santiago, y después a todos los Apóstoles. Y a este relato recibido de la tradición añade: “Y por último se me apareció también a mí” (1 Cor 15,8). Así da a entender que éste es el fundamento de su apostolado y de su nueva vida. Hay también otros textos en los que aparece lo mismo: “Por medio de Jesucristo hemos recibido la gracia del apostolado” (cf. Rom 1,5); y en otra parte: “¿Acaso no he visto a Jesús, Señor nuestro?” (1 Cor 9,1), palabras con las cuales alude a algo que todos saben. Y finalmente el texto más difundido se lee en Gálatas 1,15-17: “Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco”. En esta “autoapología” subraya decididamente que también él es verdadero testigo del Resucitado, que tiene una misión recibida directamente el Resucitado.

Cristo Resucitado se ha mostrado a Pablo

Podemos ver que las dos fuentes, los Hechos de los Apóstoles y las Cartas de San Pablo, convergen en un

Page 36: vida de san pablo DM

36

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

punto fundamental: el Resucitado ha hablado con Pablo, lo ha llamado al apostolado, ha hecho de él un verdadero apóstol, testigo de la resurrección, con el encargo específico de anunciar el Evangelio a los paganos, al mundo greco-romano. Y al mismo tiempo Pablo ha aprendido que, a pesar de la inmediatez de su relación con el Resucitado, él debe entrar en la comunión de la Iglesia, debe hacerse bautizar, debe vivir en sintonía con los demás apóstoles. Sólo en esta comunión con todos él podrá ser un verdadero apóstol, como escribe explícitamente en la primera Carta a los Corintios: “Tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído” (15, 11). Sólo existe un anuncio del Resucitado, porque Cristo es uno solo.

Mucho más que una “conversión”

Como se ve en todos estos pasajes, Pablo no interpreta nunca este momento como un hecho de conversión. ¿Por qué? Hay muchas hipótesis, pero el motivo es muy evidente. Este giro de su vida, esta transformación de todo su ser no fue fruto de un proceso psicológico, de una maduración o evolución intelectual y moral, sino que vino desde fuera: no fue el fruto de su pensamiento, sino del encuentro con Jesucristo. En este sentido no fue sencillamente una conversión, una maduración de su “yo”, sino que fue muerte y resurrección para él mismo: murió una existencia suya y nació otra nueva con Cristo Resucitado. De ninguna otra forma se puede explicar esta renovación de Pablo. Todos los análisis psicológicos no pueden aclarar ni resolver el problema. Solo el acontecimiento, el encuentro fuerte con Cristo, es la llave para entender qué sucedió: muerte y resurrección, renovación por parte de Aquél que se había revelado y había hablado con él. En este sentido más profundo podemos y debemos hablar de conversión. Este encuentro es una renovación real que ha cambiado todos sus parámetros. Ahora se puede decir que lo que

Page 37: vida de san pablo DM

37

3. El acontecimiento de cambió la vida de Pablo

para él era antes esencial y fundamental, se ha convertido para él en “basura”; no hay ya “ganancia” sino pérdida, porque ahora cuenta solo la vida en Cristo. Sin embargo no debemos pensar que Pablo se haya cerrado ciegamente en un acontecimiento. En realidad sucede lo contrario, porque el Cristo Resucitado es la luz de la verdad, de la luz de Dios mismo. Esto engrandeció su corazón, lo abrió a todos. En este momento no perdió cuanto había de bueno y de verdadero en su vida, en su heredad, sino que comprendió de forma nueva la sabiduría, la verdad, la profundidad de la ley y de los profetas, se apropió de ellos de modo nuevo. Al mismo tiempo, su razón se abrió a la sabiduría de los paganos; habiéndose abierto a Cristo con todo su corazón, se convirtió en capaz de entablar un diálogo amplio con todos, se hizo capaz de hacerse todo con todos. Así realmente podía ser el apóstol de los paganos.

Lo que este acontecimiento significa para nosotros

Pasemos ahora a nuestra situación, ¿qué quiere decir esto para nosotros? Quiere decir que también para nosotros el cristianismo no es una filosofía nueva o una nueva moral. Sólo somos cristianos si encontramos a Cristo. Ciertamente Él no se muestra a nosotros de esa forma irresistible, luminosa, como lo hizo con Pablo para hacerle Apóstol de todas las gentes. Pero también nosotros podemos encontrar a Cristo, en la lectura de la Sagrada Escritura, en la oración, en la vida litúrgica de la Iglesia. Podemos tocar el corazón de Cristo y sentir que Él toca el nuestro. Sólo en esta relación personal con Cristo, sólo en este encuentro con el Resucitado nos convertimos realmente en cristianos. Y así se abre nuestra razón, se abre toda la sabiduría de Cristo y toda la riqueza de la verdad. Por tanto oremos al Señor para que nos ilumine, para que nos conceda en

Page 38: vida de san pablo DM

38

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

nuestro mundo el encuentro con su presencia: y así nos dé una fe viva, un corazón abierto, una gran caridad para todos, capaz de renovar al mundo.

Page 39: vida de san pablo DM

39

3. El acontecimiento de cambió la vida de Pablo

Resumen del Tema

Hemos visto un acontecimiento decisivo de la vida de San Pablo. Mientras se dirigía a Damasco, Pablo se encontró con Cristo y su vida cambió. De perseguidor de la Iglesia, pasó a ser Apóstol del Evangelio. ¿Qué le sucedió a Pablo camino de Damasco? En el libro de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas nos brinda tres relatos de lo acaecido. También el mismo Pablo nos informa de ello en sus cartas. Más que una conversión, Pablo entendió aquel suceso como el fundamento de su apostolado, como el encargo de la evangelización y la misión. No fue un evento que pueda interpretarse con categorías meramente psicológicas. El Apóstol fue conquistado por Cristo en ese momento, y esa convicción remodeló su entero patrimonio espiritual y orientó sus fuerzas hacia un nuevo propósito. Pablo no se encontró con un personaje histórico, sino con Jesús, Persona viva que se le presentó como único Salvador y Señor. Esto tiene validez igualmente para nosotros, que no seguimos un ideario filosófico o un código moral, sino a Jesucristo. A ejemplo de san Pablo, no nos reservemos a Cristo para nosotros solos. Sintamos, más bien, la exigencia de anunciarlo a los demás.

(Benedicto XVI)

Page 40: vida de san pablo DM
Page 41: vida de san pablo DM

41

3. El acontecimiento de cambió la vida de Pablo

Para orar, profundizar y dialogar (III)

Lectura de la Palabra: 1 Cor 15.

Para reflexionar y orar personalmente

1) A partir del acontecimiento de Damasco Pablo, inesperadamente, empezó a considerar “pérdida” y “basura” todo aquello que antes constituía para él el máximo ideal (Flp 3, 7-8). Ha sucedido un acontecimiento existencial formidable: el encuentro con Jesucristo Resucitado. ¿Podrías hablar de tus encuentros personales con Cristo?

2) Nos dice el Papa que “El cristianismo no es una filosofía nueva o una nueva moral. Sólo somos cristianos si encontramos a Cristo”. Ciertamente Él no se muestra a nosotros de esa forma irresistible, luminosa, como lo hizo con Pablo para hacerle Apóstol de todas las gentes. ¿Cómo se te muestra Cristo a ti?

3) Podemos encontrar a Cristo en la lectura de la Sagrada Escritura, en la oración, en la vida litúrgica de la Iglesia, en los hermanos, etc. Podemos tocar el corazón de Cristo y sentir que Él toca el nuestro. Sólo en esta relación personal con Cristo, sólo en este encuentro con el Resucitado nos convertimos realmente en cristianos. ¿Cuál es tu vida de amistad con Cristo?

Page 42: vida de san pablo DM

42

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) ¿Puedes aportar algo de tu experiencia personal de encuentro con Cristo?

2) Oración, escucha de la Palabra, sacramentos, liturgia, encuentro con los hermanos. Revisa estos medios de encuentro con el Señor.

3) ¿Qué puedo hacer para acrecentar mi encuentro personal con Jesucristo? Compromiso

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Hechos 9,1-19; 22,3-21; 26,4-23.

Page 43: vida de san pablo DM

43

4. Perfil del hombre y del apóstol

Tema IV

Perfil del hombre y del apóstol

Una estrella en la historia de la Iglesia

Pablo de Tarso, que es llamado por el Señor mismo, por el Resucitado, a ser auténtico apóstol, brilla como una estrella de primera magnitud en la historia de la Iglesia, y no sólo en la de los orígenes. San Juan Crisóstomo lo exalta como personaje superior incluso a muchos ángeles y arcángeles1. Dante Alighieri, en la Divina Comedia, inspirándose en la narración que san Lucas nos ofrece en los Hechos de los Apóstoles (cf. Hch 9, 15), lo define como “vaso de elección”2, que significa: instrumento escogido por Dios. Otros lo han llamado el “decimotercer apóstol” -y realmente él insiste mucho en que es un verdadero apóstol, habiendo sido llamado por el Resucitado-, o incluso “el primero después del Único”. Ciertamente, después de Jesús, él es el personaje de los orígenes del que tenemos más información, pues no sólo contamos con los relatos de san Lucas en los Hechos de los Apóstoles, sino también con un grupo de cartas que provienen directamente de su mano y que, sin intermediarios, nos revelan su personalidad y su pensamiento. San Lucas nos informa de que su nombre original era Saulo (cf. Hch 7, 58; 8, 1 etc.), en hebreo Saúl (cf. Hch 9, 14. 17; 22, 7. 13;

1 Cf. Panegírico 7, 3.2 Infierno 2, 28.

Page 44: vida de san pablo DM

44

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

26, 14), como el rey Saúl (cf. Hch 13, 21), y era un judío de la diáspora, dado que la ciudad de Tarso está situada entre Anatolia y Siria. Muy pronto había ido a Jerusalén para estudiar a fondo la Ley mosaica a los pies del gran rabino Gamaliel (cf. Hch 22, 3). Había aprendido también un trabajo manual y rudo, la fabricación de tiendas (cf. Hch 18, 3), que más tarde le permitiría proveer él mismo a su propio sustento sin ser una carga para las Iglesias (cf. Hch 20, 34; 1 Co 4, 12; 2 Co 12, 13-14).

Pablo pone en el centro de su vida a Jesucristo

Para él fue decisivo conocer a la comunidad de quienes se declaraban discípulos de Jesús. Por ellos tuvo noticia de una nueva fe, un nuevo “camino”, como se decía, que no ponía en el centro la Ley de Dios, sino la persona de Jesús, crucificado y resucitado, a quien se le atribuía el perdón de los pecados. Como judío celoso, consideraba este mensaje inaceptable, más aún, escandaloso, y por eso sintió el deber de perseguir a los discípulos de Cristo incluso fuera de Jerusalén. Precisamente, en el camino hacia Damasco, a inicios de los años treinta, Saulo, según sus palabras, fue “alcanzado por Cristo Jesús” (Flp 3, 12). Mientras san Lucas cuenta el hecho con abundancia de detalles -la manera en que la luz del Resucitado le alcanzó, cambiando radicalmente toda su vida-, él en sus cartas va a lo esencial y no habla sólo de una visión (cf. 1 Co 9, 1), sino también de una iluminación (cf. 2 Co 4, 6) y sobre todo de una revelación y una vocación en el encuentro con el Resucitado (cf. Gal 1, 15-16). De hecho, se definirá explícitamente “apóstol por vocación” (cf. Rm 1, 1; 1 Co 1, 1) o “apóstol por voluntad de Dios” (2 Co 1, 1; Ef 1, 1; Col 1, 1), como para subrayar que su conversión no fue resultado de pensamientos o reflexiones, sino fruto de una intervención divina, de una gracia divina imprevisible. A partir de entonces, todo lo que antes tenía valor para

Page 45: vida de san pablo DM

45

4. Perfil del hombre y del apóstol

él se convirtió paradójicamente, según sus palabras, en pérdida y basura (cf. Flp 3, 7-10). Y desde aquel momento puso todas sus energías al servicio exclusivo de Jesucristo y de su Evangelio. Desde entonces su vida fue la de un apóstol deseoso de “hacerse todo a todos” (1 Co 9, 22) sin reservas. De aquí se deriva una lección muy importante para nosotros: lo que cuenta es poner en el centro de nuestra vida a Jesucristo, de manera que nuestra identidad se caracterice esencialmente por el encuentro, por la comunión con Cristo y con su palabra. A su luz, cualquier otro valor se recupera y a la vez se purifica de posibles escorias.

Dimensión universal de su apostolado

Otra lección fundamental que nos da san Pablo es la dimensión universal que caracteriza a su apostolado. Sintiendo agudamente el problema del acceso de los gentiles, o sea, de los paganos, a Dios, que en Jesucristo crucificado y resucitado ofrece la salvación a todos los hombres sin excepción, se dedicó a dar a conocer este Evangelio, literalmente “buena nueva”, es decir, el anuncio de gracia destinado a reconciliar al hombre con Dios, consigo mismo y con los demás. Desde el primer momento había comprendido que esta realidad no estaba destinada sólo a los judíos, a un grupo determinado de hombres, sino que tenía un valor universal y afectaba a todos, porque Dios es el Dios de todos. El punto de partida de sus viajes fue la Iglesia de Antioquía de Siria, donde por primera vez se anunció el Evangelio a los griegos y donde se acuñó también la denominación de “cristianos” (cf. Hch 11, 20. 26), es decir, creyentes en Cristo. Desde allí en un primer momento se dirigió a Chipre; luego, en diferentes ocasiones, a las regiones de Asia Menor (Pisidia, Licaonia, Galacia); y después a las de Europa (Macedonia, Grecia). Más importantes fueron

Page 46: vida de san pablo DM

46

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

las ciudades de Éfeso, Filipos, Tesalónica, Corinto, sin olvidar Berea, Atenas y Mileto.

Afronta con valentía las dificultades y persecuciones

En el apostolado de san Pablo no faltaron dificultades, que afrontó con valentía por amor a Cristo. Él mismo recuerda que tuvo que soportar “trabajos..., cárceles..., azotes; muchas veces peligros de muerte. Tres veces fui azotado con varas; una vez lapidado; tres veces naufragué. Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; trabajo y fatiga; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias” (2 Co 11, 23-28). En un pasaje de la carta a los Romanos (cf. Rm 15, 24. 28) se refleja su propósito de llegar hasta España, el extremo de Occidente, para anunciar el Evangelio por doquier hasta los confines de la tierra entonces conocida. ¿Cómo no admirar a un hombre así? ¿Cómo no dar gracias al Señor por habernos dado un Apóstol de esta talla? Es evidente que no hubiera podido afrontar situaciones tan difíciles, a veces desesperadas, si no hubiera tenido una razón de valor absoluto ante la que ningún límite podía considerarse insuperable. Para san Pablo, como sabemos, esta razón es Jesucristo, de quien escribe: “El amor de Cristo nos apremia al pensar que (...) murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Co 5, 14-15), por nosotros, por todos.

Page 47: vida de san pablo DM

47

4. Perfil del hombre y del apóstol

Entregar la vida por Cristo: martirio en Roma

De hecho, el Apóstol dio el testimonio supremo con su sangre bajo el emperador Nerón, en Roma, donde se conserva y venera sus restos mortales. San Clemente Romano, papa en los últimos años del siglo I, escribió: “Por la envidia y rivalidad mostró Pablo el galardón de la paciencia. (...) Después de haber enseñado a todo el mundo la justicia y de haber llegado hasta el límite de Occidente, sufrió el martirio ante los gobernantes; salió así de este mundo y marchó al lugar santo, dejándonos el más alto dechado de perseverancia”. Que el Señor nos ayude a poner en práctica la exhortación que nos dejó el apóstol en sus cartas: “Sed mis imitadores, como yo lo soy de Cristo” (1 Co 11, 1).

Page 48: vida de san pablo DM
Page 49: vida de san pablo DM

49

4. Perfil del hombre y del apóstol

Para orar, profundizar y dialogar (IV)

Lectura de la Palabra: Hch 22,1-29.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo expresa su encuentro con Cristo como un ser conquistado: “fui conquistado por Cristo Jesús” (Flp 3, 12). ¿Cuál es mi historia de encuentro con Cristo? ¿Cómo lo expreso yo?

2) Pablo recomienda a los Filipenses: “Manteneos firmes en el Señor... Estad siempre alegres en el Señor... “(Flp 4,1.4). Tenemos una historia de relación con Cristo, ¿qué momentos recuerdo de mayor intimidad y gozo junto a Él?

3) En las dificultades de mi vida, ¿me siento acompañado por Cristo y puedo decir como Pablo: “Me complazco en soportar por Cristo flaquezas, oprobios, necesidades, persecuciones y angustias, porque cuando me siento débil, entonces es cuando soy fuerte” (2 Cor 12,10)?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) ¿Por qué se afirma en el tema que lo más decisivo para Pablo y para nosotros es el encuentro con Cristo? ¿Qué cambios introduce en la persona ese encuentro?

Page 50: vida de san pablo DM

50

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

2) ¿En qué medida puedes decir que el encuentro y la amistad con Cristo va configurando tu vida y va siendo la clave de tu identidad como cristiano?

3) ¿Qué me propongo para acrecentar el encuentro y la amistad con Cristo en las circunstancias de mi vida?

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Hch 9,1-31; 20,17-37; 2 Cor 11,1-33; 12,1-10.

Page 51: vida de san pablo DM

51

5. La centralidad de Jesucristo

Tema V

La centralidad de Jesucristo

En el tema anterior tratamos de trazar las líneas esenciales de la biografía del apóstol san Pablo. Vimos cómo el encuentro con Cristo en el camino de Damasco revolucionó literalmente su vida. Cristo se convirtió en su razón de ser y en el motivo profundo de todo su trabajo apostólico. En sus cartas, después del nombre de Dios, que aparece más de 500 veces, el nombre mencionado con más frecuencia es el de Cristo (380 veces). Por consiguiente, es importante que nos demos cuenta de cómo Jesucristo puede influir en la vida de una persona y, por tanto, también en nuestra propia vida. En realidad, Jesucristo es el culmen de la historia de la salvación y, por tanto, el verdadero punto que marca la diferencia también en el diálogo con las demás religiones.

¿Cómo se produce el encuentro con Cristo?

Al ver a san Pablo, podríamos formular así la pregunta de fondo: ¿cómo se produce el encuentro de un ser humano con Cristo? ¿En qué consiste la relación que se deriva de él? La respuesta que da san Pablo se puede dividir en dos momentos.

Page 52: vida de san pablo DM

52

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

La importancia central de la fe

En primer lugar, san Pablo nos ayuda a comprender el valor fundamental e insustituible de la fe. En la carta a los Romanos escribe: “Pensamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley” (Rm 3, 28). Y también en la carta a los Gálatas: “El hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en Jesucristo; por eso nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado” (Gal 2, 16).

Salvados por su gracia

“Ser justificados” significa ser hechos justos, es decir, ser acogidos por la justicia misericordiosa de Dios y entrar en comunión con él; en consecuencia, poder entablar una relación mucho más auténtica con todos nuestros hermanos: y esto sobre la base de un perdón total de nuestros pecados. Pues bien, san Pablo dice con toda claridad que esta condición de vida no depende de nuestras posibles buenas obras, sino solamente de la gracia de Dios: “Somos justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús” (Rm 3, 24). Con estas palabras, san Pablo expresa el contenido fundamental de su conversión, el nuevo rumbo que tomó su vida como resultado de su encuentro con Cristo resucitado. San Pablo, antes de la conversión, no era un hombre alejado de Dios y de su ley. Al contrario, era observante, con una observancia fiel que rayaba en el fanatismo. Sin embargo, a la luz del encuentro con Cristo comprendió que con ello sólo había buscado construirse a sí mismo, su propia justicia, y que con toda esa justicia sólo había vivido para sí mismo. Comprendió que su vida necesitaba absolutamente

Page 53: vida de san pablo DM

53

5. La centralidad de Jesucristo

una nueva orientación. Y esta nueva orientación la expresa así: “La vida, que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal 2, 20).

Vivir de Cristo y para Cristo

Así pues, san Pablo ya no vive para sí mismo, para su propia justicia. Vive de Cristo y con Cristo: dándose a sí mismo; ya no buscándose y construyéndose a sí mismo. Esta es la nueva justicia, la nueva orientación que nos da el Señor, que nos da la fe. Ante la cruz de Cristo, expresión máxima de su entrega, ya nadie puede gloriarse de sí mismo, de su propia justicia, conseguida por sí mismo y para sí mismo. En otro pasaje, san Pablo, haciéndose eco del profeta Jeremías, aclara su pensamiento: “El que se gloríe, gloríese en el Señor” (1 Co 1, 31; Jr 9, 22 s); o también: “En cuanto a mí ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo!” (Gal 6, 14).

Revestirse de Cristo: “para mí la vida es Cristo”

Al reflexionar sobre lo que quiere decir justificación no por las obras sino por la fe, hemos llegado al segundo elemento que define la identidad cristiana descrita por san Pablo en su vida. Esta identidad cristiana consta precisamente de dos elementos: no buscarse a sí mismo, sino revestirse de Cristo y entregarse con Cristo, para participar así personalmente en la vida de Cristo hasta sumergirse en él y compartir tanto su muerte como su vida.

Page 54: vida de san pablo DM

54

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Es lo que escribe san Pablo en su famosa carta a los Romanos: “Hemos sido bautizados en su muerte. Hemos sido sepultados con él. Somos una misma cosa con él. Así también vosotros, consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús” (cf. Rm 6, 3. 4. 5. 11). Precisamente esta última expresión es sintomática, pues para san Pablo no basta decir que los cristianos son bautizados o creyentes; para él es igualmente importante decir que ellos “están en Cristo Jesús” (cf. también Rm 8, 1. 2. 39; 12, 5; 16,3. 7. 10; 1 Co 1, 2. 3, etc.). En otras ocasiones invierte los términos y escribe que “Cristo está en nosotros/vosotros” (Rm 8, 10; 2 Co 13, 5) o “en mí” (Gal 2, 20). Esta compenetración mutua entre Cristo y el cristiano, característica de la enseñanza de san Pablo, completa su reflexión sobre la fe, pues la fe, aunque nos une íntimamente a Cristo, subraya la distinción entre nosotros y él. Pero, según san Pablo, la vida del cristiano tiene también un componente que podríamos llamar “místico”, puesto que implica ensimismarnos en Cristo y Cristo en nosotros. En este sentido, el Apóstol llega incluso a calificar nuestros sufrimientos como los “sufrimientos de Cristo en nosotros” (2 Co 1, 5), de manera que “llevamos siempre en nuestro cuerpo por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” (2 Co 4, 10).

Seguir el ejemplo de Pablo

Todo esto debemos aplicarlo a nuestra vida cotidiana siguiendo el ejemplo de san Pablo, que vivió siempre con este gran horizonte espiritual. Por una parte, la fe debe mantenernos en una actitud constante de humildad ante Dios, más aún, de adoración y alabanza en relación con él. En efecto, lo que somos como cristianos se lo debemos sólo a él y a su gracia. Por tanto, dado que nada ni nadie puede tomar su lugar, es necesario que a nada ni nadie rindamos

Page 55: vida de san pablo DM

55

5. La centralidad de Jesucristo

el homenaje que le rendimos a él. Ningún ídolo debe contaminar nuestro universo espiritual; de lo contrario, en vez de gozar de la libertad alcanzada, volveremos a caer en una forma de esclavitud humillante. Por otra parte, nuestra radical pertenencia a Cristo y el hecho de que “estamos en él” tiene que infundirnos una actitud de total confianza y de inmensa alegría. En definitiva, debemos exclamar con san Pablo: “Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Rm 8, 31). Y la respuesta es que nada ni nadie “podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm 8, 39). Por tanto, nuestra vida cristiana se apoya en la roca más estable y segura que pueda imaginarse. De ella sacamos toda nuestra energía, como escribe precisamente el Apóstol: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Flp 4, 13).

“Sé de quien me he fiado”

Así pues, afrontemos nuestra existencia, con sus alegrías y dolores, sostenidos por estos grandes sentimientos que san Pablo nos ofrece. Si los vivimos, podremos comprender cuánta verdad encierra lo que el mismo Apóstol escribe: “Yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día”, es decir, hasta el día definitivo (2 Tm 1, 12) de nuestro encuentro con Cristo juez, Salvador del mundo y nuestro.

Page 56: vida de san pablo DM
Page 57: vida de san pablo DM

57

5. La centralidad de Jesucristo

Para orar, profundizar y dialogar (V)

Lectura de la Palabra: Rom 8,14-39.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo pone como centro de su vida a Cristo: “Para mí la vida es Cristo” (Flp 1,21). ¿Qué supone Cristo en mi vida?

2) A veces, nos limitamos a cumplir los mandamientos o las normas, pero no amamos. ¿Soy consciente de que es la gracia de Dios, derramada en nosotros por Cristo, lo que nos salva? ¿Somos agradecidos a la gracia de Dios?

3) Desde la propia experiencia, Pablo grita: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Flp 4,13) ¿Qué nos dice esta frase? ¿La he pronunciado yo en algún momento de mi vida?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) Según hemos visto en el tema, ¿qué características tiene el encuentro con Cristo según san Pablo?

2) ¿Cómo vivimos nuestra fe cristiana? ¿Qué me aporta lo visto en el tema para acrecentar el vigor de nuestra fe?

3) Compromiso para seguir fortaleciendo y transmitiendo nuestra fe

Page 58: vida de san pablo DM

58

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias Gal 13, 23-29; 4,1-7; Ef 1, 1-23.

Page 59: vida de san pablo DM

59

6. El Espíritu en nuestros corazones

Tema VI

El Espíritu en nuestros corazones

En este tema volvemos a hablar de san Pablo y de su pensamiento. Nos encontramos ante un gigante no sólo por su apostolado concreto, sino también por su doctrina teológica, extraordinariamente profunda y estimulante. Después de haber meditado, la vez pasada, en lo que escribió san Pablo sobre el puesto central que ocupa Jesucristo en nuestra vida de fe, hoy veremos lo que nos dice sobre el Espíritu Santo y su presencia en nosotros, pues también en esto el Apóstol tiene algo muy importante que enseñarnos. Conocemos lo que nos dice san Lucas sobre el Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles al describir el acontecimiento de Pentecostés. El Espíritu en Pentecostés impulsa con fuerza a asumir el compromiso de la misión para testimoniar el Evangelio por los caminos del mundo. De hecho, el libro de los Hechos de los Apóstoles narra una serie de misiones realizadas por los Apóstoles, primero en Samaría, después en la franja de la costa de Palestina, y luego en Siria. Sobre todo se narran los tres grandes viajes misioneros realizados por san Pablo.

Page 60: vida de san pablo DM

60

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Pablo maestro del Espíritu en nosotros

Ahora bien, san Pablo, en sus cartas nos habla del Espíritu también desde otra perspectiva. No se limita a ilustrar la dimensión dinámica y operativa de la tercera Persona de la santísima Trinidad, sino que analiza también su presencia en la vida del cristiano, cuya identidad queda marcada por él. Es decir, san Pablo reflexiona sobre el Espíritu mostrando su influjo no solamente sobre el actuar del cristiano sino también sobre su ser. En efecto, dice que el Espíritu de Dios habita en nosotros (cf. Rm 8, 9; 1 Co 3, 16) y que “Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo” (Gal 4, 6). Por tanto, para san Pablo el Espíritu nos penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. A este propósito escribe estas importantes palabras: “La ley del Espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte. (...) Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!” (Rm 8, 2. 15), dado que somos hijos, podemos llamar “Padre” a Dios.

Prioridad del ser sobre el hacer

Así pues, se ve claramente que el cristiano, incluso antes de actuar, ya posee una interioridad rica y fecunda, que le ha sido donada en los sacramentos del Bautismo y la Confirmación, una interioridad que lo sitúa en una relación objetiva y original de filiación con respecto a Dios. Nuestra gran dignidad consiste precisamente en que no sólo somos imagen, sino también hijos de Dios. Y esto es una invitación a vivir nuestra filiación, a tomar cada vez mayor conciencia de que somos hijos adoptivos en la gran familia de Dios. Es una invitación a transformar este don objetivo en una realidad subjetiva, decisiva para nuestro

Page 61: vida de san pablo DM

61

6. El Espíritu en nuestros corazones

pensar, para nuestro actuar, para nuestro ser. Dios nos considera hijos suyos, pues nos ha elevado a una dignidad semejante, aunque no igual, a la de Jesús mismo, el único Hijo verdadero en sentido pleno. En él se nos da o se nos restituye la condición filial y la libertad confiada en relación con el Padre. De este modo descubrimos que para el cristiano el Espíritu ya no es sólo el “Espíritu de Dios”, como se dice normalmente en el Antiguo Testamento y como se sigue repitiendo en el lenguaje cristiano (cf. Gn 41, 38; Ex 31, 3; 1 Co 2, 11-12; Flp 3, 3; etc.). Y tampoco es sólo un “Espíritu Santo” entendido genéricamente, según la manera de expresarse del Antiguo Testamento (cf. Is 63, 10-11; Sal 51, 13), y del mismo judaísmo en sus escritos1. Es específica de la fe cristiana la convicción de que el Señor resucitado, el cual se ha convertido él mismo en “Espíritu que da vida” (1 Co 15, 45), nos da una participación original de este Espíritu. Precisamente por este motivo san Pablo habla directamente del “Espíritu de Cristo” (Rm 8, 9), del “Espíritu del Hijo” (Gal 4, 6) o del “Espíritu de Jesucristo” (Flp 1, 19). Es como si quisiera decir que no sólo Dios Padre es visible en el Hijo (cf. Jn 14, 9), sino que también el Espíritu de Dios se manifiesta en la vida y en la acción del Señor crucificado y resucitado.

El Espíritu viene en nuestra ayuda para orar

San Pablo nos enseña también otra cosa importante: dice que no puede haber auténtica oración sin la presencia del Espíritu en nosotros. En efecto, escribe: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene ―¡realmente no sabemos hablar con Dios!―; mas el Espíritu mismo

1 Cf. Qumrán, rabinismo.

Page 62: vida de san pablo DM

62

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

intercede continuamente por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios” (Rm 8, 26-27). Es como decir que el Espíritu Santo, o sea, el Espíritu del Padre y del Hijo, es ya como el alma de nuestra alma, la parte más secreta de nuestro ser, de la que se eleva incesantemente hacia Dios un movimiento de oración, cuyos términos no podemos ni siquiera precisar. En efecto, el Espíritu, siempre activo en nosotros, suple nuestras carencias y ofrece al Padre nuestra adoración, junto con nuestras aspiraciones más profundas. Obviamente esto exige un nivel de gran comunión vital con el Espíritu. Es una invitación a ser cada vez más sensibles, más atentos a esta presencia del Espíritu en nosotros, a transformarla en oración, a experimentar esta presencia y a aprender así a orar, a hablar con el Padre como hijos en el Espíritu Santo.

“El Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones”

Hay, además, otro aspecto típico del Espíritu que nos enseña san Pablo: su relación con el amor. El Apóstol escribe: “La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5). En la encíclica Deus caritas est se cita una frase muy elocuente de san Agustín: “Ves la Trinidad si ves el amor” (n. 19), y luego se explica: “El Espíritu es esa potencia interior que armoniza su corazón (de los creyentes) con el corazón de Cristo y los mueve a amar a los hermanos como él los ha amado” (ib.). El Espíritu nos sitúa en el mismo ritmo de la vida divina, que es vida de amor, haciéndonos participar personalmente en las relaciones que se dan entre el Padre y el Hijo.

Page 63: vida de san pablo DM

63

6. El Espíritu en nuestros corazones

De forma muy significativa, san Pablo, cuando enumera los diferentes frutos del Espíritu, menciona en primer lugar el amor: “El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz...” (Gal 5, 22). Y, dado que por definición el amor une, el Espíritu es ante todo creador de comunión dentro de la comunidad cristiana, como decimos al inicio de la santa misa con una expresión de san Pablo: “La comunión del Espíritu Santo (es decir, la que él realiza) esté con todos vosotros” (2 Co 13, 13). Ahora bien, por otra parte, también es verdad que el Espíritu nos estimula a entablar relaciones de caridad con todos los hombres. De este modo, cuando amamos dejamos espacio al Espíritu, le permitimos expresarse en plenitud. Así se comprende por qué san Pablo une en la misma página de la carta a los Romanos estas dos exhortaciones: “Sed fervorosos en el Espíritu” y “No devolváis a nadie mal por mal” (Rm 12, 11. 17).

El Espíritu nos guía hacia la vida eterna

Por último, el Espíritu, según san Pablo, es una prenda generosa que el mismo Dios nos ha dado como anticipación y al mismo tiempo como garantía de nuestra herencia futura (cf. 2 Co 1, 22; 5, 5; Ef 1, 13-14). Aprendamos así de san Pablo que la acción del Espíritu orienta nuestra vida hacia los grandes valores del amor, la alegría, la comunión y la esperanza. Debemos hacer cada día esta experiencia, secundando las mociones interiores del Espíritu; en el discernimiento contamos con la guía iluminadora del Apóstol.

Page 64: vida de san pablo DM
Page 65: vida de san pablo DM

65

6. El Espíritu en nuestros corazones

Para orar, profundizar y dialogar (VI)

Lectura de la Palabra: GaI 5,16-26.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo enumera los frutos del Espíritu: “amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre, y dominio de sí mismo” (Gal 5, 22-23). ¿Se dan en mí vida? ¿Cuál necesito pedir especialmente?

2) El Espíritu nos hace llamar a Dios “Padre” (Rom 8, 15). Dios nos considera sus hijos, por amor a su único Hijo. ¿Somos conscientes de esta dignidad? ¿Dialogamos, oramos, con Dios como un hijo con su Padre?

3) El Espíritu orienta nuestra vida hacia los grandes valores del amor, de la alegría, de la comunión y de la esperanza. ¿Guiamos nuestra vida y tomamos nuestras decisiones iluminados por el Espíritu?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) Ante la doctrina paulina sobre el Espíritu Santo resumida en este tema, subraya aquellos aspectos que más tocan tu interior.

2) ¿Cómo podemos ser más sensibles y atentos a la presencia y acción del Espíritu Santo en nuestra vida cristiana?

Page 66: vida de san pablo DM

66

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

3) ¿Qué frutos del Espíritu nos son hoy especialmente necesarios?

4) ¿Cómo puedo vivir yo más atento al Espíritu? Compromiso.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Col 3, 1-17; 1Tes 5 ,1-11.

Page 67: vida de san pablo DM

67

7. La vida en la Iglesia

Tema VII

La vida en la Iglesia

Nuestro encuentro con el apóstol san Pablo sería incompleto sin considerar uno de los elementos decisivos de su actividad y uno de los temas más importantes de su pensamiento: la realidad de la Iglesia. Tenemos que constatar, ante todo, que su primer contacto con la persona de Jesús tuvo lugar a través del testimonio de la comunidad cristiana de Jerusalén. Fue un contacto turbulento. Al conocer al nuevo grupo de creyentes, se transformó inmediatamente en su fiero perseguidor. Lo reconoce él mismo tres veces en diferentes cartas: “He perseguido a la Iglesia de Dios”, escribe (1 Co 15, 9; Gal 1, 13; Flp 3, 6), presentando su comportamiento casi como el peor crimen.

El encuentro con Jesús se da en el encuentro con la Iglesia

La historia nos demuestra que normalmente se llega a Jesús pasando por la Iglesia. En cierto sentido, como decíamos, es lo que le sucedió también a san Pablo, el cual encontró a la Iglesia antes de encontrar a Jesús. Ahora bien, en su caso, este contacto fue contraproducente: no provocó la adhesión, sino más bien un rechazo violento.

Page 68: vida de san pablo DM

68

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

La adhesión de Pablo a la Iglesia se realizó por una intervención directa de Cristo, quien al revelársele en el camino de Damasco, se identificó con la Iglesia y le hizo comprender que perseguir a la Iglesia era perseguirlo a él, el Señor. En efecto, el Resucitado dijo a Pablo, el perseguidor de la Iglesia: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hch 9, 4). Al perseguir a la Iglesia, perseguía a Cristo. Entonces, Pablo se convirtió, al mismo tiempo, a Cristo y a la Iglesia. Así se comprende por qué la Iglesia estuvo tan presente en el pensamiento, en el corazón y en la actividad de san Pablo.

Pablo, fundador de comunidades eclesiales

En primer lugar estuvo presente en cuanto que fundó literalmente varias Iglesias en las diversas ciudades a las que llegó como evangelizador. Cuando habla de su “preocupación por todas las Iglesias” (2 Co 11, 28), piensa en las diferentes comunidades cristianas constituidas sucesivamente en Galacia, Jonia, Macedonia y Acaya. Algunas de esas Iglesias también le dieron preocupaciones y disgustos, como sucedió por ejemplo con las Iglesias de Galacia, que se pasaron “a otro evangelio” (Gal 1, 6), a lo que él se opuso con firmeza. Sin embargo, no se sentía unido de manera fría o burocrática, sino intensa y apasionada, a las comunidades que fundó. Por ejemplo, define a los filipenses “hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona” (Flp 4, 1). Otras veces compara a las diferentes comunidades con una carta de recomendación única en su género: “Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres” (2 Co 3, 2). En otras ocasiones les demuestra un verdadero sentimiento no sólo de paternidad, sino también de maternidad, como cuando se dirige a sus destinatarios llamándolos “hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo

Page 69: vida de san pablo DM

69

7. La vida en la Iglesia

formado en vosotros” (Gal 4, 19; cf. 1 Co 4, 14-15; 1 Ts 2, 7-8).

Su doctrina sobre la Iglesia: “Cuerpo de Cristo”

En sus cartas, san Pablo nos ilustra también su doctrina sobre la Iglesia en cuanto tal. Es muy conocida su original definición de la Iglesia como “cuerpo de Cristo”, que no encontramos en otros autores cristianos del siglo I (cf. 1 Co 12, 27; Ef 4, 12; 5, 30; Col 1, 24). La raíz más profunda de esta sorprendente definición de la Iglesia la encontramos en el sacramento del Cuerpo de Cristo. Dice san Pablo: “Dado que hay un solo pan, nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo” (1 Co 10, 17). En la misma Eucaristía Cristo nos da su Cuerpo y nos convierte en su Cuerpo. En este sentido, san Pablo dice a los Gálatas: “Todos vosotros sois uno en Cristo” (Gal 3, 28). Con todo esto, san Pablo nos da a entender que no sólo existe una pertenencia de la Iglesia a Cristo, sino también una cierta forma de equiparación e identificación de la Iglesia con Cristo mismo. Por tanto, la grandeza y la nobleza de la Iglesia, es decir, de todos los que formamos parte de ella, deriva del hecho de que somos miembros de Cristo, como una extensión de su presencia personal en el mundo.

Edificar la unidad de la Iglesia

Y de aquí deriva, naturalmente, nuestro deber de vivir realmente en conformidad con Cristo. De aquí derivan también las exhortaciones de san Pablo a propósito de los diferentes carismas que animan y estructuran a la comunidad cristiana. Todos se remontan a un único manantial, que es el Espíritu del Padre y del Hijo, sabiendo que en la Iglesia nadie carece de un carisma, pues, como escribe el Apóstol,

Page 70: vida de san pablo DM

70

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

“a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común” (1 Co 12, 7). Ahora bien, lo importante es que todos los carismas contribuyan juntos a la edificación de la comunidad y no se conviertan, por el contrario, en motivo de discordia. A este respecto, san Pablo se pregunta retóricamente: “¿Está dividido Cristo?” (1 Co 1, 13). Sabe bien y nos enseña que es necesario “conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz: un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados” (Ef 4, 3-4).

“No extinguir el Espíritu”

Obviamente, subrayar la exigencia de la unidad no significa decir que se debe uniformar o aplanar la vida eclesial según una manera única de actuar. En otro lugar, san Pablo invita a “no extinguir el Espíritu” (1 Ts 5, 19), es decir, a dejar generosamente espacio al dinamismo imprevisible de las manifestaciones carismáticas del Espíritu, el cual es una fuente de energía y de vitalidad siempre nueva. Pero para san Pablo la edificación mutua es un criterio especialmente importante: “Que todo sea para edificación” (1 Co 14, 26). Todo debe ayudar a construir ordenadamente el tejido eclesial, no sólo sin estancamientos, sino también sin fugas ni desgarramientos. En una de sus cartas san Pablo presenta a la Iglesia como esposa de Cristo (cf. Ef 5, 21-33), utilizando una antigua metáfora profética, que consideraba al pueblo de Israel como la esposa del Dios de la alianza (cf. Os 2, 4. 21; Is 54, 5-8): así se pone de relieve la gran intimidad de las relaciones entre Cristo y su Iglesia, ya sea porque es objeto del más tierno amor por parte de su Señor, ya sea porque el amor debe ser recíproco, y por consiguiente, también nosotros, en cuanto miembros de la Iglesia, debemos demostrarle una fidelidad apasionada.

Page 71: vida de san pablo DM

71

7. La vida en la Iglesia

En comunión con Cristo y con los hermanos

Así pues, en definitiva, está en juego una relación de comunión: la relación -por decirlo así- vertical, entre Jesucristo y todos nosotros, pero también la horizontal, entre todos los que se distinguen en el mundo por “invocar el nombre de Jesucristo, Señor nuestro” (1 Co 1, 2). Esta es nuestra definición: formamos parte de los que invocan el nombre del Señor Jesucristo. De este modo se entiende cuán deseable es que se realice lo que el mismo san Pablo dice en su carta a los Corintios: “Por el contrario, si todos profetizan y entra un infiel o un no iniciado, será convencido por todos, juzgado por todos. Los secretos de su corazón quedarán al descubierto y, postrado rostro en tierra, adorará a Dios confesando que Dios está verdaderamente entre vosotros” (1 Co 14, 24-25). Así deberían ser nuestros encuentros litúrgicos. Si entrara un no cristiano en una de nuestras asambleas, al final debería poder decir: “Verdaderamente Dios está con vosotros”. Pidamos al Señor que vivamos así, en comunión con Cristo y en comunión entre nosotros.

Page 72: vida de san pablo DM
Page 73: vida de san pablo DM

73

7. La vida en la Iglesia

Para orar, profundizar y dialogar (VII)

Lectura de la Palabra: 1 Cor 12, 1-31.

Para reflexionar y orar personalmente

1) “A nadie debáis nada más que amor” (Rom 13,8), grita san Pablo. Amor y perdón son dos notas de unidad allí donde hay personas. ¿En mi familia se cultiva el amor y el perdón? ¿He negado a alguien mi amor?

2) Pablo nos recomienda: “conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados” (Ef 4,3-4). ¿Me siento miembro de la Iglesia, Cuerpo de Cristo? ¿Soy creador de comunión entre sus miembros?

3) Dice el apóstol: “Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan”. (1 Cor 10,17). La Eucaristía es “la fuente y la cumbre” de la vida cristiana, ¿es también el centro de mi vida? ¿Participo con asiduidad?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) ¿En qué nos interpela la experiencia y visión que San Pablo tiene de la Iglesia (según lo visto en el tema), para nuestra actitud eclesial?

Page 74: vida de san pablo DM

74

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

2) Si, según san Pablo en la carta a los Romanos y en la primera a los Corintios (ambas en el Cap 12), la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, ¿por qué el encuentro con Cristo es inseparable del encuentro con la Iglesia su Cuerpo? ¿Cómo vives tú la eclesialidad de la fe?

3) Compromiso para revitalizar mi pertenencia y amor a la Iglesia.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Flp 2, 1-18; 1 Cor 13, 1-13.

Page 75: vida de san pablo DM

75

8. Timoteo y Tito

Tema VIII

Timoteo y Tito, los más íntimos colaboradores de san Pablo

Después de haber hablado ampliamente del gran apóstol Pablo, este tema nos acerca a dos de sus colaboradores más íntimos: Timoteo y Tito. A ellos están dirigidas tres cartas tradicionalmente atribuidas a san Pablo, dos de las cuales están destinadas a Timoteo y una a Tito.

Timoteo, alter ego de Pablo

Timoteo es nombre griego y significa “que honra a Dios”. San Lucas lo menciona seis veces en los Hechos de los Apóstoles; san Pablo en sus cartas lo nombra en 17 ocasiones (además, aparece una vez en la carta a los Hebreos). De ello se deduce que para san Pablo gozaba de gran consideración, aunque san Lucas no nos ha contado todo lo que se refiere a él. En efecto, el Apóstol le encargó misiones importantes y vio en él una especie de alter ego, como lo demuestra el gran elogio que hace de él en la carta a los Filipenses. “A nadie tengo de tan iguales sentimientos (isópsychon) que se preocupe sinceramente de vuestros intereses” (Flp 2, 20).

Page 76: vida de san pablo DM

76

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Timoteo nació en Listra (a unos 200 kilómetros al noroeste de Tarso) de madre judía y de padre pagano (cf. Hch 16, 1). El hecho de que su madre hubiera contraído un matrimonio mixto y no hubiera circuncidado a su hijo hace pensar que Timoteo se crió en una familia que no era estrictamente observante, aunque se dice que conocía las Escrituras desde su infancia (cf. 2 Tm 3, 15). Se nos ha transmitido el nombre de su madre, Eunice, y el de su abuela, Loida (cf. 2 Tm 1, 5). Cuando san Pablo pasó por Listra al inicio del segundo viaje misionero, escogió a Timoteo como compañero, pues “los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio” (Hch 16, 2), pero “lo circuncidó a causa de los judíos que había por aquellos lugares” (Hch 16, 3). Junto a Pablo y Silas, Timoteo atravesó Asia menor hasta Tróada, desde donde pasó a Macedonia. Sabemos que en Filipos, donde Pablo y Silas fueron acusados de alborotar la ciudad y encarcelados por haberse opuesto a que algunos individuos sin escrúpulos explotaran a una joven como adivina (cf. Hch 16, 16-40), Timoteo quedó libre. Después, cuando Pablo se vio obligado a proseguir hasta Atenas, Timoteo se reunió con él en esa ciudad y desde allí fue enviado a la joven Iglesia de Tesalónica para tener noticias y para confirmarla en la fe (cf. 1 Ts 3, 1-2). Volvió a unirse después al Apóstol en Corinto, dándole buenas noticias sobre los tesalonicenses y colaborando con él en la evangelización de esa ciudad (cf. 2 Co 1, 19). Volvemos a encontrar a Timoteo en Éfeso durante el tercer viaje misionero de Pablo. Probablemente desde allí, el Apóstol escribió a Filemón y a los Filipenses, y en ambas cartas aparece también Timoteo como remitente (cf. Flm 1; Flp 1, 1). Desde Éfeso Pablo lo envió a Macedonia junto con un cierto Erasto (cf. Hch 19, 22) y después también a Corinto con el encargo de llevar una carta, en la que recomendaba a los corintios que le dieran buena acogida (cf. 1 Co 4, 17; 16, 10-11).

Page 77: vida de san pablo DM

77

8. Timoteo y Tito

También aparece como remitente, junto con san Pablo, de la segunda carta a los Corintios; y cuando desde Corinto san Pablo escribe la carta a los Romanos, transmite saludos de Timoteo y de otros (cf. Rm 16, 21). Desde Corinto, el discípulo volvió a viajar a Tróada, en la orilla asiática del mar Egeo, para esperar allí al Apóstol, que se dirigía hacia Jerusalén al concluir su tercer viaje misionero (cf. Hch 20, 4). Desde ese momento, respecto de la biografía de Timoteo las fuentes antiguas sólo nos ofrecen una mención en la carta a los Hebreos, donde se lee: “Sabed que nuestro hermano Timoteo ha sido liberado. Si viene pronto, iré con él a veros” (Hb 13, 23). Para concluir, podemos decir que Timoteo destaca como un pastor de gran importancia. Según la posterior Historia eclesiástica de Eusebio, Timoteo fue el primer obispo de Éfeso (cf. 3, 4). Algunas reliquias suyas se encuentran desde 1239 en Italia, en la catedral de Térmoli, en Molise, procedentes de Constantinopla.

Tito, compañero y colaborador de Pablo

Por lo que se refiere a Tito, cuyo nombre es de origen latino, sabemos que era griego de nacimiento, es decir, pagano (cf. Gal 2, 3). San Pablo lo llevó consigo a Jerusalén con motivo del así llamado Concilio apostólico, en el que se aceptó solemnemente la predicación del Evangelio a los paganos, sin los condicionamientos de la ley de Moisés. En la carta que dirige a Tito, el Apóstol lo elogia definiéndolo “verdadero hijo según la fe común” (Tt 1, 4). Cuando Timoteo se fue de Corinto, san Pablo envió a Tito para hacer que esa comunidad rebelde volviera a la obediencia. Tito restableció la paz entre la Iglesia de Corinto y el Apóstol, el cual escribió a esas Iglesia: “El Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la llegada de Tito, y no sólo con su llegada, sino también con el

Page 78: vida de san pablo DM

78

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

consuelo que le habíais proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí (...). Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos vosotros” (2 Co 7, 6-7. 13). San Pablo volvió a enviar a Tito -a quien llama “compañero y colaborador” (2 Co 8, 23)- para organizar la conclusión de las colectas en favor de los cristianos de Jerusalén (cf. 2 Co 8, 6). Ulteriores noticias que nos refieren las cartas pastorales lo presentan como obispo de Creta (cf. Tt 1, 5), desde donde, por invitación de san Pablo, se unió al Apóstol en Nicópolis, en Epiro, (cf. Tt 3, 12). Más tarde fue también a Dalmacia (cf. 2 Tm 4, 10). No tenemos más información sobre los viajes sucesivos de Tito ni sobre su muerte.

El ejemplo de Pablo contando con colaboradores disponibles

Para concluir, si consideramos juntamente las figuras de Timoteo y de Tito, nos damos cuenta de algunos datos muy significativos. El más importante es que san Pablo se sirvió de colaboradores para el cumplimiento de sus misiones. Él es, ciertamente, el Apóstol por antonomasia, fundador y pastor de muchas Iglesias. Sin embargo, es evidente que no lo hacía todo él solo, sino que se apoyaba en personas de confianza que compartían sus esfuerzos y sus responsabilidades. Conviene destacar, además, la disponibilidad de estos colaboradores. Las fuentes con que contamos sobre Timoteo y Tito subrayan su disponibilidad para asumir las diferentes tareas, que con frecuencia consistían en representar a san Pablo incluso en circunstancias difíciles. Es decir, nos enseñan a servir al Evangelio con generosidad, sabiendo que esto implica también un servicio a la misma Iglesia.

Page 79: vida de san pablo DM

79

8. Timoteo y Tito

Acojamos, por último, la recomendación que el apóstol san Pablo hace a Tito en la carta que le dirige: “Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres” (Tt 3, 8). Con nuestro compromiso concreto, debemos y podemos descubrir la verdad de estas palabras, y realizar en este tiempo de Adviento obras buenas para abrir las puertas del mundo a Cristo, nuestro Salvador.

Page 80: vida de san pablo DM
Page 81: vida de san pablo DM

81

8. Timoteo y Tito

Para orar, profundizar y dialogar (VIII)

Lectura de la Palabra: 2 Timoteo.

Para reflexionar y orar personalmente

1) “Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; pues los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Él” (Gal 3,26). ¿Agradecemos a Dios nuestro Bautismo, que nos hace hijos suyos?

2) Pablo nos hace ver que la cruz de Cristo es redentora y que nuestro sufrimiento nos asemeja a Cristo: “Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” (2 Cor 4,10). ¿Cómo afrontamos los sufrimientos por los demás? ¿Los ponemos al lado de la cruz de Cristo?

3) Pablo dice con toda claridad que nuestra salvación no depende de nuestras posibles buenas obras, sino de la pura gracia de Dios: “Somos justificados por el don de su gracia” en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús” (Rom 3, 24). ¿Agradecemos a Dios la salvación que nos viene por su Hijo Jesucristo?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) La grandeza de Pablo se agranda al considerar los colaboradores muy íntimos que tuvo en su misión. ¿Cómo anda el espíritu de colaboración

Page 82: vida de san pablo DM

82

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

apostólica entre nosotros? Haz una valoración sincera referida a lo que tú vives y conoces.

2) ¿Qué exigencias nos plantea el ejemplo de san Pablo y sus colaboradores para crecer en la dimensión comunitaria de nuestra fe cristiana y de nuestro vivir en Cristo? Subraya algunas.

3) ¿Qué podemos hacer juntos para crecer en actitud de colaboración de unos para con otros en la Parroquia, Arciprestazgo, etc.? Compromiso.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Carta a Tito.

Page 83: vida de san pablo DM

83

9. Bernabé, Silas y Apolo

Tema IX

Bernabé, Silas y Apolo

En este tema dedicamos nuestra atención a otros colaboradores de san Pablo. Tenemos que reconocer que el Apóstol es un ejemplo elocuente de hombre abierto a la colaboración: en la Iglesia no quiere hacerlo todo él solo, sino que se sirve de numerosos y diversos compañeros. No podemos detenernos a considerar todos estos valiosos ayudantes, pues son muchos. Baste recordar, entre otros, a Epafras (cf. Col 1, 7; 4, 12; Flm 23), Epafrodito (cf. Flp 2, 25; 4, 18), Tíquico (cf. Hch 20, 4; Ef 6, 21; Col 4, 7; 2 Tm 4, 12; Tt 3, 12), Urbano (cf. Rm 16, 9), Gayo y Aristarco (cf. Hch 19, 29; 20, 4; 27, 2; Col 4, 10). Y mujeres como Febe (cf. Rm 16, 1), Trifena y Trifosa (cf. Rm 16, 12), Pérside, la madre de Rufo, de quien san Pablo dice que “es también mi madre” (cf. Rm 16, 12-13), sin olvidar a esposos como Prisca y Áquila (cf. Rm 16, 3; 1 Co 16, 19; 2 Tm 4, 19).

Tres personas muy significativas en la evangelización

Hoy, entre todo este conjunto de colaboradores y colaboradoras de san Pablo, centramos nuestra atención en tres de estas personas que desempeñaron un papel muy significativo en la evangelización de los orígenes: Bernabé, Silas y Apolo.

Page 84: vida de san pablo DM

84

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Bernabé

“Bernabé”, que significa “hijo de la exhortación” (Hch 4, 36) o “hijo del consuelo”, es el sobrenombre de un judío levita oriundo de Chipre. Habiéndose establecido en Jerusalén, fue uno de los primeros en abrazar el cristianismo, tras la resurrección del Señor. Con gran generosidad vendió un campo de su propiedad y entregó el dinero a los Apóstoles para las necesidades de la Iglesia (cf. Hch 4, 37). Se hizo garante de la conversión de Saulo ante la comunidad cristiana de Jerusalén, que todavía desconfiaba de su antiguo perseguidor (cf. Hch 9, 27). Enviado a Antioquía de Siria, fue a buscar a Pablo, en Tarso, donde se había retirado, y con él pasó un año entero, dedicándose a la evangelización de esa importante ciudad, en cuya Iglesia Bernabé era conocido como profeta y doctor (cf. Hch 13, 1).

Bernabé comprende la hora de Saulo

Así, Bernabé, en el momento de las primeras conversiones de los paganos, comprendió que había llegado la hora de Saulo, el cual se había retirado a Tarso, su ciudad. Fue a buscarlo allí. En ese momento importante, en cierta forma, devolvió a Pablo a la Iglesia; en este sentido, le entregó una vez más al Apóstol de las gentes. La Iglesia de Antioquía envió a Bernabé en misión, junto a Pablo, realizando lo que se suele llamar el primer viaje misionero del Apóstol. En realidad, fue un viaje misionero de Bernabé, pues él era el verdadero responsable, al que Pablo se sumó como colaborador, recorriendo las regiones de Chipre y Anatolia centro-sur, en la actual Turquía, con las ciudades de Atalía, Perge, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe (cf. Hch 13-14). Junto a Pablo, acudió después al así llamado concilio de Jerusalén, donde, después de un profundo examen de la cuestión, los Apóstoles con los

Page 85: vida de san pablo DM

85

9. Bernabé, Silas y Apolo

ancianos decidieron separar de la identidad cristiana la práctica de la circuncisión (cf. Hch 15, 1-35). Sólo así, al final, permitieron oficialmente que fuera posible la Iglesia de los paganos, una Iglesia sin circuncisión: somos hijos de Abraham solamente por la fe en Cristo.

Un colaborador que se enfrenta a Pablo

Los dos, Pablo y Bernabé, se enfrentaron más tarde, al inicio del segundo viaje misionero, porque Bernabé quería tomar como compañero a Juan Marcos, mientras que Pablo no quería, dado que el joven se había separado de ellos durante el viaje anterior (cf. Hch 13, 13; 15, 36-40). Por tanto, también entre los santos existen contrastes, discordias, controversias. Esto me parece muy consolador, pues vemos que los santos no “han caído del cielo”. Son hombres como nosotros, incluso con problemas complicados. La santidad no consiste en no equivocarse o no pecar nunca. La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón. De este modo, Pablo, que había sido más bien duro y severo con Marcos, al final se vuelve a encontrar con él. En las últimas cartas de san Pablo, a Filemón y en la segunda a Timoteo, Marcos aparece precisamente como “mi colaborador”. Por consiguiente, lo que nos hace santos no es el no habernos equivocado nunca, sino la capacidad de perdón y reconciliación. Y todos podemos aprender este camino de santidad. En todo caso, Bernabé, con Juan Marcos, se dirigió a Chipre (cf. Hch 15, 39) alrededor del año 49. A partir de entonces se pierden sus huellas. Tertuliano le atribuye la carta a los Hebreos, lo cual es verosímil, pues, siendo de la tribu de Leví, Bernabé podía estar interesado en el tema del sacerdocio. Y la carta a los Hebreos nos interpreta de manera extraordinaria el sacerdocio de Jesús.

Page 86: vida de san pablo DM

86

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Silas

Silas, otro compañero de Pablo, es la forma griega de un nombre hebreo (quizá “sheal”, “pedir”, “invocar”, que tiene la misma raíz del nombre “Saulo”), del que procede también la forma latinizada Silvano. El nombre Silas sólo está testimoniado en el libro de los Hechos de los Apóstoles, mientras que Silvano sólo aparece en las cartas de san Pablo. Era un judío de Jerusalén, uno de los primeros en hacerse cristiano, y en aquella Iglesia gozaba de gran estima (cf. Hch 15, 22), al ser considerado profeta (cf. Hch 15, 32). Fue encargado de llevar “a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia” (Hch 15, 23) las decisiones tomadas por el concilio de Jerusalén y de explicarlas. Evidentemente pensaban que era capaz de realizar una especie de mediación entre Jerusalén y Antioquía, entre judeocristianos y cristianos de origen pagano, y así servir a la unidad de la Iglesia en la diversidad de ritos y de orígenes. Cuando Pablo se separó de Bernabé, tomó precisamente a Silas como nuevo compañero de viaje (cf. Hch 15, 40). Con Pablo llegó a Macedonia (a las ciudades de Filipos, Tesalónica y Berea), donde se detuvo, mientras que Pablo continuó hacia Atenas y después a Corinto. Silas se unió a él en Corinto, donde colaboró en la predicación del Evangelio; de hecho, en la segunda carta dirigida por san Pablo a esa Iglesia se habla de “Cristo Jesús, a quien os predicamos Silvano, Timoteo y yo” (2 Co 1, 19). De este modo se explica por qué aparece como coautor, junto a san Pablo y a Timoteo, de las dos cartas a los Tesalonicenses.

El “yo” de Pablo en el “nosotros” de la Iglesia

También esto me parece importante. San Pablo no actúa como un “solista”, como un individuo aislado, sino junto con estos colaboradores en el “nosotros” de la Iglesia. Este “yo” de Pablo no es un “yo” aislado, sino un “yo” en el

Page 87: vida de san pablo DM

87

9. Bernabé, Silas y Apolo

“nosotros” de la Iglesia, en el “nosotros” de la fe apostólica. Y Silvano es mencionado también al final de la primera carta de san Pedro, donde se lee: “Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente” (1 P 5, 12). Así vemos también la comunión de los Apóstoles. Silvano sirve a Pablo y sirve a Pedro, porque la Iglesia es una y el anuncio misionero es único.

“Yo planté, Apolo regó”

El tercer compañero de san Pablo que hoy queremos recordar se llama Apolo, probable abreviación de Apolonio o Apolodoro. A pesar de su nombre de origen pagano, él era un judío fervoroso de Alejandría de Egipto. San Lucas, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, lo define “hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, con fervor de espíritu” (Hch 18, 24-25). La entrada de Apolo en el escenario de la primera evangelización tuvo lugar en la ciudad de Éfeso: había viajado allí para predicar y allí tuvo la suerte de encontrarse con los esposos cristianos Priscila y Áquila (cf. Hch 18, 26), que le ayudaron a conocer más completamente “el camino de Dios” (cf. Hch 18, 26). De Éfeso pasó por Acaya hasta llegar a la ciudad de Corinto: allí llegó con el apoyo de una carta de los cristianos de Éfeso, los cuales pedían a los corintios que le dieran una buena acogida (cf. Hch 18, 27). En Corinto, como escribe san Lucas, “con la ayuda de la gracia, contribuyó mucho al provecho de los creyentes; pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús es el Cristo” (Hch 18, 27-28), el Mesías. Su éxito en aquella ciudad originó una situación problemática, pues algunos miembros de aquella Iglesia, fascinados por su manera de hablar, en su nombre se oponían a los demás (cf. 1 Co 1, 12; 3, 4-6; 4, 6). San Pablo, en la primera carta a los Corintios, expresa su aprecio por la obra de Apolo, pero reprocha a los corintios que

Page 88: vida de san pablo DM

88

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

desgarraban el Cuerpo de Cristo, separándose en facciones contrapuestas. San Pablo saca una importante lección de lo sucedido: tanto yo como Apolo —dice—, no somos más que diakonoi, es decir, simples ministros, a través de los cuales habéis llegado a la fe (cf. 1 Co 3, 5). Cada uno tiene una tarea diferente en el campo del Señor: “Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento..., ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios” (1 Co 3, 6-9). Al regresar a Éfeso, Apolo resistió a la invitación de san Pablo a regresar inmediatamente a Corinto, retrasando el viaje a una fecha sucesiva, que ignoramos (cf. 1 Co 16, 12). No tenemos más noticias suyas, aunque algunos expertos piensan que posiblemente es el autor de la carta a los Hebreos, que Tertuliano atribuye a san Bernabé.

Pero Dios da el crecimiento

Estos tres hombres brillan en el firmamento de los testigos del Evangelio por una característica común, además de por las características propias de cada uno. En común, además del origen judío, tienen la entrega a Jesucristo y al Evangelio, así como el hecho de que los tres fueron colaboradores del apóstol san Pablo. En esta misión evangelizadora original encontraron el sentido de su vida y de este modo se nos presentan como modelos luminosos de desinterés y generosidad. Por último, pensemos una vez más en la frase de san Pablo: tanto Apolo como yo somos ministros de Jesús, cada uno a su manera, pues es Dios quien da el crecimiento. Esto vale también hoy para todos, tanto para el Papa como para los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos. Todos somos humildes ministros de Jesús. Servimos al Evangelio en la medida en que podemos, según nuestros dones, y pedimos a Dios que él haga crecer hoy su Evangelio, su Iglesia.

Page 89: vida de san pablo DM

89

9. Bernabé, Silas y Apolo

Para orar, profundizar y dialogar (IX)

Lectura de la Palabra: 1 Cor 3.

Para reflexionar y orar personalmente

1) “Pobre de mí si no anunciara el Evangelio” (1 Cor 9, 16), exclama Pablo. El Espíritu mueve los corazones de los apóstoles y misioneros de toda la historia. ¿Nos sentimos enviados por el Espíritu para ser testigos valientes del Evangelio de Jesucristo en tiempos difíciles, como Pablo, Bernabé, Silas, Apolo, etc.?

2) Pablo nos explica: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rom 8, 26). El Espíritu es el “maestro de oración”. ¿Somos constantes en la oración? ¿Programamos el tiempo de nuestra oración personal y comunitaria?

3) Pablo nos dice: “La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5, 5). La esperanza apunta al encuentro definitivo con Cristo: “Somos ciudadanos del cielo”. Realmente, ¿creemos en la vida eterna? ¿Entendemos la muerte como una puerta a la vida definitiva?

Page 90: vida de san pablo DM

90

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) Todos somos humildes ministros de Jesús, que servimos al Evangelio en la medida de nuestras posibilidades y cualidades. ¿He descubierto de verdad mi vocación y misión en la Iglesia? Podrías exponer brevemente tu modo de servir a la Iglesia y al Evangelio?

2) A la luz del tema que estamos estudiando sobre los colaboradores de Pablo, ¿cómo puedes enriquecer tu personal servicio a la Iglesia y a la Misión?

3) Compromiso para fortalecer tu vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Hch 13-14.

Page 91: vida de san pablo DM

91

10. Los esposos Priscila y Áquila

Tema X

Los esposos Priscila y Áquila

Dando un nuevo paso en esta especie de galería de retratos de los primeros testigos de la fe cristiana hoy tomamos en consideración a una pareja de esposos. Se trata de los cónyuges Priscila y Áquila, que se encuentran en la órbita de los numerosos colaboradores que gravitaban en torno al apóstol san Pablo, a quienes ya aludí brevemente el miércoles pasado. De acuerdo con las noticias que tenemos, esta pareja de esposos desempeñó un papel muy activo en el tiempo pospascual de los orígenes de la Iglesia.

Expulsados de Roma llegan a Corinto

Los nombres de Áquila y Priscila son latinos, pero tanto el hombre como la mujer eran de origen judío. Sin embargo, al menos Áquila procedía geográficamente de la diáspora de Anatolia del norte, que da al mar Negro, en la actual Turquía; mientras que Priscila, cuyo nombre se utiliza a veces abreviado en Prisca, era probablemente una judía procedente de Roma (cf. Hch 18, 2). En cualquier caso, habían llegado desde Roma a Corinto, donde san Pablo se encontró con ellos al inicio de los años cincuenta; allí se unió a ellos, dado que, como

Page 92: vida de san pablo DM

92

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

narra san Lucas, ejercían el mismo oficio de fabricantes de tiendas para uso doméstico; incluso fue acogido en su casa (cf. Hch 18, 3). El motivo de su traslado a Corinto fue la decisión del emperador Claudio de expulsar de Roma a los judíos que residían en la urbe. El historiador romano Suetonio, refiriéndose a este acontecimiento, nos dice que expulsó a los judíos porque “provocaban tumultos a causa de un cierto Cresto” (cf. Vidas de los doce Césares, Claudio, 25). Se ve que no conocía bien el nombre —en vez de Cristo escribe “Cresto”— y sólo tenía una idea muy confusa de lo que había sucedido.

Unos esposos encuentran a Pablo

En cualquier caso, había discordias dentro de la comunidad judía en torno a la cuestión de si Jesús era el Cristo. Y para el emperador estos problemas eran motivo suficiente para expulsar simplemente a todos los judíos de Roma. De ahí se deduce que estos dos esposos ya habían abrazado la fe cristiana en Roma, en los años cuarenta, y que ahora habían encontrado en san Pablo a alguien que no sólo compartía con ellos esta fe —que Jesús es el Cristo—, sino que además era apóstol, llamado personalmente por el Señor resucitado. Por tanto, el primer encuentro tiene lugar en Corinto, donde lo acogen en su casa y trabajan juntos en la fabricación de tiendas.

La casa familiar: “Iglesia de Dios”

En un segundo momento, se trasladaron a Asia Menor, a Éfeso. Allí desempeñaron un papel decisivo para completar la formación cristiana del judío alejandrino Apolo, de quien hablamos el miércoles pasado. Dado que este sólo conocía someramente la fe cristiana, “al oírle Áquila y Priscila, lo tomaron consigo y le expusieron más

Page 93: vida de san pablo DM

93

10. Los esposos Priscila y Áquila

exactamente el camino de Dios” (Hch 18, 26). Cuando en Éfeso el apóstol san Pablo escribe su primera carta a los Corintios, además de sus saludos personales, envía explícitamente también los de “Áquila y Prisca, junto con la iglesia que se reúne en su casa” (1 Co 16, 19). Así conocemos el papel importantísimo que desempeñó esta pareja de esposos en el ámbito de la Iglesia primitiva: acogían en su propia casa al grupo de los cristianos del lugar, cuando se reunían para escuchar la palabra de Dios y para celebrar la Eucaristía. Ese tipo de reunión es precisamente la que en griego se llama ekklesìa —en latín “ecclesia”, en italiano “chiesa”, en español “iglesia”—, que quiere decir convocación, asamblea, reunión. Así pues, en la casa de Áquila y Priscila se reúne la Iglesia, la convocación de Cristo, que celebra allí los sagrados misterios. De este modo, podemos ver cómo nace la realidad de la Iglesia en las casas de los creyentes. De hecho, hasta el siglo III los cristianos no tenían lugares propios de culto: estos fueron, en un primer momento, las sinagogas judías, hasta que se deshizo la originaria simbiosis entre Antiguo y Nuevo Testamento, y la Iglesia de la gentilidad se vio obligada a darse una identidad propia, siempre profundamente arraigada en el Antiguo Testamento. Luego, tras esa “ruptura”, los cristianos se reúnen en las casas, que así se convierten en “Iglesia”. Y por último, en el siglo III, surgen los auténticos edificios del culto cristiano. Pero aquí, en la primera mitad del siglo I, y en el siglo II, las casas de los cristianos se transforman en auténtica “iglesia”. Como he dicho, juntos leen las sagradas Escrituras y se celebra la Eucaristía. Es lo que sucedía, por ejemplo, en Corinto, donde san Pablo menciona a un cierto “Gayo, que me hospeda a mí y a toda la comunidad” (Rm 16, 23), o en Laodicea, donde la comunidad se reunía en la casa de una cierta Ninfas (cf. Col 4, 15), o en Colosas, donde la reunión tenía lugar en la casa de un tal Arquipo (cf. Flm 2).

Page 94: vida de san pablo DM

94

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

“Expusieron su cabeza para salvarme”

Al regresar posteriormente a Roma, Áquila y Priscila siguieron desempeñando esta función importantísima también en la capital del imperio. En efecto, san Pablo, en su carta a los Romanos, les envía este saludo particular: “Saludad a Prisca y Áquila, colaboradores míos en Cristo Jesús. Ellos expusieron su cabeza para salvarme. Y no sólo les estoy agradecido yo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad; saludad también a la Iglesia que se reúne en su casa” (Rm 16, 3-5). ¡Qué extraordinario elogio de esos dos cónyuges encierran esas palabras! Lo hace nada más y nada menos que el apóstol san Pablo, el cual define explícitamente a los dos como verdaderos e importantes colaboradores de su apostolado. La alusión al hecho de que habían arriesgado la vida por él se refiere probablemente a intervenciones en favor de él durante alguno de sus encarcelamientos, quizá en la misma Éfeso (cf. Hch 19, 23; 1 Co 15, 32; 2 Co 1, 8-9). Y el hecho de que san Pablo, además de su gratitud personal manifieste la gratitud de todas las Iglesias de la gentilidad, aunque la expresión pueda parecer una hipérbole, da a entender cuán amplio era su radio de acción o por lo menos su influjo en beneficio del Evangelio. La tradición hagiográfica posterior dio una importancia muy particular a Priscila, aunque queda el problema de una identificación suya con otra Priscila mártir. En todo caso, en Roma hay una iglesia dedicada a santa Prisca, en el Aventino, y también las catacumbas de Priscila, en la vía Salaria. De este modo, se perpetúa el recuerdo de una mujer que fue seguramente una persona activa y de gran valor en la historia del cristianismo romano. Ciertamente, a la gratitud de esas primeras Iglesias, de la que habla san Pablo, se debe unir también la nuestra, pues gracias a la fe y al compromiso apostólico de fieles laicos, de familias, de esposos como Priscila y Áquila, el cristianismo ha llegado a nuestra generación. No sólo pudo crecer gracias a los

Page 95: vida de san pablo DM

95

10. Los esposos Priscila y Áquila

Apóstoles que lo anunciaban. Para arraigar en la tierra del pueblo, para desarrollarse ampliamente, era necesario el compromiso de estas familias, de estos esposos, de estas comunidades cristianas, de fieles laicos que ofrecieron el “humus” al crecimiento de la fe. Y sólo así crece siempre la Iglesia.

Importancia de los esposos y de la familia cristiana

Esta pareja demuestra, en particular, la importancia de la acción de los esposos cristianos. Cuando están sostenidos por la fe y por una intensa espiritualidad, su compromiso valiente por la Iglesia y en la Iglesia resulta natural. La comunión diaria de su vida se prolonga y en cierto sentido se sublima al asumir una responsabilidad común en favor del Cuerpo místico de Cristo, aunque sólo sea de una pequeña parte de este. Así sucedió en la primera generación y así seguirá sucediendo. De su ejemplo podemos sacar otra lección importante: toda casa puede transformarse en una pequeña iglesia. No sólo en el sentido de que en ella tiene que reinar el típico amor cristiano, hecho de altruismo y atención recíproca, sino más aún en el sentido de que toda la vida familiar, en virtud de la fe, está llamada a girar en torno al único señorío de Jesucristo. Por eso, en la carta a los Efesios, san Pablo compara la relación matrimonial con la comunión esponsal que existe entre Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5, 25-33). Más aún, podríamos decir que el Apóstol indirectamente configura la vida de la Iglesia con la de la familia. Y la Iglesia, en realidad, es la familia de Dios. Por eso, honramos a Áquila y Priscila como modelos de una vida conyugal responsablemente comprometida al servicio de toda la comunidad cristiana. Y vemos en ellos el modelo de la Iglesia, familia de Dios para todos los tiempos.

Page 96: vida de san pablo DM
Page 97: vida de san pablo DM

97

10. Los esposos Priscila y Áquila

Para orar, profundizar y dialogar (X)

Lectura de la Palabra: 1 Cor 13.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo se dirige a la Comunidad de Corinto: “Vosotros sois nuestra carta de recomendación, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres” (2 Cor 3, 2). La mejor predicación es el testimonio de la vida de la comunidad. ¿Es mi Comunidad o grupo testigo del Evangelio más que por las palabras por la propia vida?

2) Dice Pablo: “Comportaos como corresponde a la vocación a la que habéis sido llamados. Sed humildes, amables y pacientes. Soportaos los unos a los otros con amor... mantened la unidad que es fruto del Espíritu” (Ef, 4,1-3). ¿Soy agente de unidad en mi Comunidad o grupo?

3) En la misma Eucaristía Cristo nos da su Cuerpo Y nos hace su Cuerpo. Así: “todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 28). La unidad y el sentir común según el Espíritu brotan y se alimentan de la Eucaristía. ¿Es la Eucaristía la fuente y la cumbre de la vida comunitaria? ¿Vivimos en comunión el Domingo, día del Señor, día de la familia, día de la caridad, día de descanso?

Page 98: vida de san pablo DM

98

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) Hemos visto un caso notable de un matrimonio cristiano que presta un gran servicio a la Iglesia apostólica. ¿Qué papel solemos reconocer al matrimonio y a la familia en nuestra vida cristiana?

2) ¿Qué interpelaciones subrayas de la afirmación tan conocida de que la familia cristiana debe ser Iglesia doméstica? ¿Qué importancia tiene esto para la transmisión de la fe a los hijos?

3) Mi compromiso en la familia. ¿Cómo lo voy a acrecentar?

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Rom 16, 3-5.

Page 99: vida de san pablo DM

99

11. Las mujeres al servicio del Evangelio

Tema XI

Las mujeres al servicio del Evengelio

En este tema centramos nuestra atención en las numerosas figuras femeninas que desempeñaron un papel efectivo y valioso en la difusión del Evangelio. Nos fijamos en el conjunto del Nuevo Testamento.

La mujer que ungió la cabeza a Jesús

No se puede olvidar su testimonio, como dijo el mismo Jesús sobre la mujer que le ungió la cabeza poco antes de la Pasión: “Yo os aseguro: dondequiera que se proclame esta buena nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que esta ha hecho para memoria suya” (Mt 26, 13; Mc 14, 9). El Señor quiere que estos testigos del Evangelio, estas figuras que dieron su contribución para que creciera la fe en él, sean conocidas y su recuerdo siga vivo en la Iglesia. Históricamente podemos distinguir el papel de las mujeres en el cristianismo primitivo, durante la vida terrena de Jesús y durante las vicisitudes de la primera generación cristiana.

Page 100: vida de san pablo DM

100

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Mujeres en la vida y misión terrena de Jesús

Ciertamente, como sabemos, Jesús escogió entre sus discípulos a doce hombres como padres del nuevo Israel, “para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 14-l5). Este hecho es evidente, pero, además de los Doce, columnas de la Iglesia, padres del nuevo pueblo de Dios, fueron escogidas también muchas mujeres en el grupo de los discípulos. Sólo puedo mencionar brevemente a las que se encontraron en el camino de Jesús mismo, desde la profetisa Ana (cf. Lc 2, 36-38) hasta la samaritana (cf. Jn 4, 1-39), la mujer siro-fenicia (cf. Mc 7, 24-30), la hemorroísa (cf. Mt 9, 20-22) y la pecadora perdonada (cf. Lc 7, 36-50). Y no hablaré de las protagonistas de algunas de sus eficaces parábolas, por ejemplo, la mujer que hace el pan (Mt 13, 33), la que pierde la dracma (Lc 15, 8-10) o la viuda que importuna al juez (Lc 18, 1-8). Para nuestra reflexión son más significativas las mujeres que desempeñaron un papel activo en el marco de la misión de Jesús.

La Virgen María: bendita entre las mujeres

En primer lugar, pensamos naturalmente en la Virgen María, que con su fe y su obra maternal colaboró de manera única en nuestra Redención, hasta el punto de que Isabel pudo llamarla “bendita entre las mujeres” (Lc 1, 42), añadiendo: “Bienaventurada la que ha creído” (Lc 1, 45). Convertida en discípula de su Hijo, María manifestó en Caná una confianza total en él (cf. Jn 2, 5) y lo siguió hasta el pie de la cruz, donde recibió de él una misión materna para todos sus discípulos de todos los tiempos, representados por san Juan (cf. Jn 19, 25-27).

Page 101: vida de san pablo DM

101

11. Las mujeres al servicio del Evangelio

María Magdalena, Juana, Susana y “otras muchas”

Además, encontramos a varias mujeres que de diferentes maneras giraron en torno a la figura de Jesús con funciones de responsabilidad. Constituyen un ejemplo elocuente las mujeres que seguían a Jesús para servirle con sus bienes. San Lucas menciona algunos nombres: María Magdalena, Juana, Susana y “otras muchas” (cf. Lc 8, 2-3). Asimismo, los Evangelios nos informan de que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en la hora de la pasión (cf. Mt 27, 56. 61; Mc 15, 40). Entre estas destaca en particular la Magdalena, que no sólo estuvo presente en la Pasión, sino que se convirtió también en el primer testigo y heraldo del Resucitado (cf. Jn 20, 1. 11-18). Precisamente a María Magdalena santo Tomás de Aquino le da el singular calificativo de “apóstol de los Apóstoles” (“apostolorum apostola”), dedicándole un bello comentario: “Del mismo modo que una mujer había anunciado al primer hombre palabras de muerte, así también una mujer fue la primera en anunciar a los Apóstoles palabras de vida” (Super Ioannem, ed. Cai, 2519).

Las mujeres en la Iglesia primitiva

En el ámbito de la Iglesia primitiva la presencia femenina tampoco fue secundaria. No insistimos en las cuatro hijas del “diácono” Felipe, cuyo nombre no se menciona, residentes en Cesarea Marítima, dotadas todas ellas, como dice san Lucas, del “don de profecía”, es decir, de la facultad de hablar públicamente bajo la acción del Espíritu Santo (cf. Hch 21, 9). La brevedad de la noticia no permite sacar deducciones más precisas.

Page 102: vida de san pablo DM

102

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Lo que debemos a Pablo sobre la mujer

Debemos a san Pablo una documentación más amplia sobre la dignidad y el papel eclesial de la mujer. Toma como punto de partida el principio fundamental según el cual para los bautizados “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer”. El motivo es que “todos somos uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 28), es decir, todos tenemos la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específicas (cf. 1 Co 12, 27-30). El Apóstol admite como algo normal que en la comunidad cristiana la mujer pueda “profetizar” (1 Co 11, 5), es decir, hablar abiertamente bajo el influjo del Espíritu, a condición de que sea para la edificación de la comunidad y que se haga de modo digno. Por tanto, hay que relativizar la conocida exhortación: “Las mujeres cállense en las asambleas” (1 Co 14, 34). Dejamos a los exegetas el consiguiente problema, muy discutido, sobre la relación entre la primera frase —las mujeres pueden profetizar en la asamblea—, y la otra —no pueden hablar—, es decir, la relación entre estas dos indicaciones, que aparentemente son contradictorias. No conviene discutirlo aquí. Ya hablamos de Prisca o Priscila, esposa de Áquila, que en dos casos sorprendentemente es mencionada antes que su marido (cf. Hch 18, 18; Rm 16, 3); en cualquier caso, ambos son calificados explícitamente por san Pablo como sus “colaboradores” -sun-ergoús (Rm 16, 3).

Mujeres recordadas por Pablo

Hay otras observaciones que no conviene descuidar. Por ejemplo, es preciso constatar que san Pablo dirige también a una mujer de nombre “Apfia” la breve carta a Filemón (cf. Flm 2). Traducciones latinas y sirias del texto griego añaden al nombre “Apfia” el calificativo de “soror

Page 103: vida de san pablo DM

103

11. Las mujeres al servicio del Evangelio

carissima” (ib.) y conviene notar que en la comunidad de Colosas debía ocupar un puesto importante; en todo caso, es la única mujer mencionada por san Pablo entre los destinatarios de una carta suya. En otros pasajes, el Apóstol menciona a una cierta “Febe”, a la que llama diákonos de la Iglesia en Cencreas, pequeña localidad portuaria al este de Corinto (cf. Rm 16, 1-2). Aunque en aquel tiempo ese título todavía no tenía un valor ministerial específico de carácter jerárquico, demuestra que esa mujer ejercía verdaderamente un cargo de responsabilidad en favor de la comunidad cristiana. San Pablo pide que la reciban cordialmente y le ayuden “en cualquier cosa que necesite”, y después añade: “pues ella ha sido protectora de muchos, incluso de mí mismo”. En el mismo contexto epistolar, el Apóstol, con gran delicadeza, recuerda otros nombres de mujeres: una cierta María, y después Trifena, Trifosa, Pérside, “muy querida”, y Julia, de las que escribe abiertamente que “se han fatigado por vosotros” o “se han fatigado en el Señor” (Rm 16, 6. 12a. 12b. 15), subrayando así su intenso compromiso eclesial. Asimismo, en la Iglesia de Filipos se distinguían dos mujeres llamadas Evodia y Síntique (Flp 4, 2): el llamamiento que san Pablo hace a la concordia mutua da a entender que estas dos mujeres desempeñaban una función importante dentro de esa comunidad.

Gratitud de la Iglesia a las mujeres

En síntesis, la historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo muy diferente si no se hubiera contado con la aportación generosa de muchas mujeres. Por eso, como escribió mi venerado y querido predecesor Juan Pablo II en la carta apostólica Mulieris dignitatem, “la Iglesia da gracias por todas las mujeres y por cada una. (...) La Iglesia expresa su agradecimiento por todas las manifestaciones

Page 104: vida de san pablo DM

104

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

del “genio” femenino aparecidas a lo largo de la historia, en medio de los pueblos y de las naciones; da gracias por todos los carismas que el Espíritu Santo otorga a las mujeres en la historia del pueblo de Dios, por todas las victorias que debe a su fe, esperanza y caridad; manifiesta su gratitud por todos los frutos de santidad femenina” (n. 31). Como se ve, el elogio se refiere a las mujeres en el transcurso de la historia de la Iglesia y se expresa en nombre de toda la comunidad eclesial. También nosotros nos unimos a este aprecio, dando gracias al Señor porque él guía a su Iglesia, de generación en generación, sirviéndose indistintamente de hombres y mujeres, que saben hacer fructificar su fe y su bautismo para el bien de todo el Cuerpo eclesial, para mayor gloria de Dios.

Page 105: vida de san pablo DM

105

11. Las mujeres al servicio del Evangelio

Para orar, profundizar y dialogar (XI)

Lectura de la Palabra: Gal 3,28.

Para reflexionar y orar personalmente

1) Pablo toma como punto de partida el que para los bautizados “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer”. El motivo es que “todos somos uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 28), es decir, todos tenemos la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específicas (cf. 1 Co 12, 27-30). Consecuencias que deduzco.

2) Los Evangelios nos informan de que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en la hora de la pasión (cf. Mt 27, 56. 61; Mc 15, 40). ¿Qué actitudes evangélicas deduzco de este hecho?

3) La Virgen María, con su fe y su obra maternal de mujer colaboró de manera única en nuestra Redención. Isabel pudo llamarla “bendita entre las mujeres” (Lc 1, 42), añadiendo: “Bienaventurada la que ha creído” (Lc 1, 45). ¿Qué valor le doy a Santa María Virgen como modelo de mi vida cristiana y como intercesora ante el Señor?

Para llevarlo al diálogo en el grupo

1) A la luz de lo visto en este tema sobre el servicio al evangelio de las mujeres, ¿qué aspectos subrayas

Page 106: vida de san pablo DM

106

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

por su importancia particular para nuestro presente?

2) De acuerdo con el espíritu del Evangelio ¿porqué hemos de rechazar todo machismo que menosprecia a la mujer por ser mujer?

3) De acuerdo con el espíritu del Evangelio ¿por qué hemos de rechazar el feminismo radical que pretende olvida las justas diferencias entre hombres y mujeres?

4) Qué actitudes cristianas hemos de afianzar en nosotros en las relaciones entre hombre y mujeres? Compromiso.

Escribe tu oración

Escribe de tu puño y letra una oración sentida y vibrante al Señor inspirándote en los textos paulinos que hemos visto en el tema.

Lecturas complementarias

Carta Apostólica Mulieris dignitatem.

Page 107: vida de san pablo DM

107

Textos para la lectura personal

Textos para la lectura personal

Las cartas de Pablo

Las cartas de San Pablo constituyen la correspondencia más célebre de todas las épocas. Son además, cronológicamente hablando, los primeros escritos del Nuevo Testamento y por lo mismo, nos suministran los primeros datos preciosos datos- sobre el origen y desenvolvimiento de las primeras comunidades cristianas en territorio pagano.

1. ¿Quién fue San Pablo?

Pablo es una de las grandes figuras del cristianismo primitivo. Había nacido en el seno de una familia hebrea que vivía fuera de Palestina, en la Diáspora, y fue educado en la rígida tradición farisea. Como judío observante de la ley conocía bien la Escritura; y como ciudadano del imperio romano se manejaba perfectamente en la cultura y la lengua griega. Pero su trayectoria vital cambió de forma radical cuando experimentó un misterioso encuentro con Jesús resucitado (cf. 1 Cor 15,8 y Gal 16). De enemigo encarnizado de los cristianos pasó a ser un evangelizador entusiasta de la fe en Cristo.

Page 108: vida de san pablo DM

108

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Después de un tiempo en el que fue madurando su fe en contacto con algunas comunidades cristianas, se dedicó por entero a la tarea misionera, llevando la buena noticia por las principales ciudades de Asia Menor y de Grecia, fundando en ellas una cadena de comunidades con las que mantuvo una muy interesante relación tanto personal como epistolar.

2. ¿Cómo son sus Cartas?

La carta es el género literario más utilizado en el Nuevo Testamento (de los veintisiete escritos, veintiuno tienen forma de carta). Era también muy empleado en el mundo helenista tanto en la comunicación privada como en la oficial. Puede decirse que San Pablo inaugura un género literario en cierta manera nuevo: la carta cristiana. Su ejemplo será ampliamente seguido por la tradición eclesial. En líneas generales, las cartas de San Pablo se ajustan al esquema de la carta antigua que constaba de: encabezamiento, cuerpo de la carta o mensajes, y saludo final. Pero en el desarrollo de este esquema, Pablo es profundamente original pues lo que pretende ante todo es acompañar pastoral y doctrinal mente a las comunidades cristianas relacionadas con él.

3. ¿A quién escribe San Pablo?

Escribe a comunidades o individuos con quienes está relacionado por razón del mensaje cristiano. En cuanto a las comunidades destinatarias de sus cartas, aunque podían tener peculiaridades y problemas diferentes, compartían entre sí características comunes. Eran comunidades instaladas fuera de Palestina, en medio del mundo pagano

Page 109: vida de san pablo DM

109

Textos para la lectura personal

y en núcleos urbanos; por lo general estaban compuestas por personas pertenecientes a todas las clases sociales. Son trece las cartas que le atribuye la tradición:

- a los Romanos; - 1ª y 2ª a los Corintios;- a los Gálatas;- a los Efesios;- a los Filipenses;- a los Colosenses;- 1ª y 2ª a los Tesalonicenses; - 1ª y 2ª a Timoteo;- a Tito - a Filemón.

4. ¿Qué mensaje comunican las Cartas paulinas?

Las cartas paulinas tratan de animar y orientar a las distintas comunidades o personas a las que se dirigen. De ahí que su mensaje sea variado ya que en cada lugar se precisa una orientación concreta. Los diversos temas se tratan en un contexto coloquial y cercano, produciéndose una enseñanza progresiva y dialoga! El Antiguo Testamento, en este sentido, sirve para interpretar los problemas que existen relacionados con la novedad del mensaje traído por Jesús. Las Cartas paulinas son un buen ejemplo de teología viva y pastoral puesto que establecen un diálogo entre la fe y la realidad, donde Cristo se convierte en lugar de referencia y en motivo de esperanza para todos los creyentes1.

1 Cf. Introducción a las Cartas de San Pablo, en La Biblia, edición popular. La Casa de la Biblia. Madrid 1993.

Page 110: vida de san pablo DM
Page 111: vida de san pablo DM

111

Textos para la lectura personal

Celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo

con ocasión de la inauguración del Año Paulino.

Homilía del Santo Padre Benedicto XVI

Basílica de San Pablo extramuros. Sábado 28 de junio de 2008

Santidad y delegados fraternos; señores cardenales; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas:

Estamos reunidos junto a la tumba de san Pablo, que nació, hace dos mil años, en Tarso de Cilicia, en la actual Turquía. ¿Quién era este Pablo? En el templo de Jerusalén, ante la multitud agitada que quería matarlo, se presenta a sí mismo con estas palabras: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad (Jerusalén), instruido a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios...” (Hch 22, 3). Al final de su camino, dirá de sí mismo: “Yo he sido constituido... maestro de los gentiles en la fe y en la verdad” (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1, 11). Maestro de los gentiles, apóstol y heraldo de Jesucristo: así se define a sí mismo con una mirada retrospectiva al itinerario de su vida. Pero su mirada no se dirige solamente al pasado. “Maestro de los gentiles”: esta expresión se abre al futuro, a todos los pueblos y a todas las generaciones. San Pablo no es para nosotros una figura del pasado, que recordamos con veneración. También para nosotros es maestro, apóstol y heraldo de Jesucristo.

Page 112: vida de san pablo DM

112

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Por tanto, no estamos reunidos para reflexionar sobre una historia pasada, irrevocablemente superada. San Pablo quiere hablar con nosotros hoy. Por eso he querido convocar este “Año paulino” especial: para escucharlo y aprender ahora de él, como nuestro maestro, “la fe y la verdad” en las que se arraigan las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo. En esta perspectiva he querido encender, para este bimilenario del nacimiento del Apóstol, una “llama paulina” especial, que permanecerá encendida durante todo el año en un brasero particular puesto en el atrio de cuatro pórticos de la basílica. Para solemnizar este acontecimiento he inaugurado también la así llamada “puerta paulina”, por la que he entrado en la basílica acompañado por el Patriarca de Constantinopla, por el cardenal arcipreste y por otras autoridades religiosas. Para mí es motivo de íntima alegría que la inauguración del “Año paulino” asuma un carácter ecuménico peculiar por la presencia de numerosos delegados y representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales, a quienes acojo con corazón abierto. Saludo en primer lugar a Su Santidad el Patriarca Bartolomé I y a los miembros de la delegación que lo acompaña, así como al numeroso grupo de laicos que desde varias partes del mundo han venido a Roma para vivir con él y con todos nosotros estos momentos de oración y de reflexión. Saludo a los delegados fraternos de las Iglesias que tienen un vínculo particular con el apóstol san Pablo -Jerusalén, Antioquía, Chipre y Grecia- y forman el ambiente geográfico de la vida del Apóstol antes de su llegada a Roma. Saludo cordialmente a los hermanos de las diversas Iglesias y comunidades eclesiales de Oriente y Occidente, así como a todos vosotros que habéis querido participar en este solemne inicio del “Año” dedicado al Apóstol de los gentiles. Por consiguiente, estamos aquí reunidos para interrogarnos sobre el gran Apóstol de los gentiles. No sólo nos preguntamos: ¿Quién era san Pablo? Sobre todo

Page 113: vida de san pablo DM

113

Textos para la lectura personal

nos preguntamos: ¿Quién es san Pablo? ¿Qué me dice a mí? En esta hora, al inicio del “Año paulino” que estamos inaugurando, quiero elegir del rico testimonio del Nuevo Testamento tres textos en los que se manifiesta su fisonomía interior, lo específico de su carácter. En la carta a los Gálatas nos dio una profesión de fe muy personal, en la que abre su corazón ante los lectores de todos los tiempos y revela cuál es la motivación más íntima de su vida. “Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Ga 2, 20). Todo lo que hace san Pablo parte de este centro. Su fe es la experiencia de ser amado por Jesucristo de un modo totalmente personal; es la conciencia de que Cristo no afrontó la muerte por algo anónimo, sino por amor a él -a san Pablo-, y que, como Resucitado, lo sigue amando, es decir, que Cristo se entregó por él. Su fe consiste en ser conquistado por el amor de Jesucristo, un amor que lo conmueve en lo más íntimo y lo transforma. Su fe no es una teoría, una opinión sobre Dios y sobre el mundo. Su fe es el impacto del amor de Dios en su corazón. Y así esta misma fe es amor a Jesucristo. Muchos presentan a san Pablo como un hombre combativo que sabe usar la espada de la palabra. De hecho, en su camino de apóstol no faltaron las disputas. No buscó una armonía superficial. En la primera de su Cartas, la que dirigió a los Tesalonicenses, él mismo dice: “Tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas... Como sabéis, nunca nos presentamos con palabras aduladoras” (1 Ts 2, 2. 5). Para él la verdad era demasiado grande como para estar dispuesto a sacrificarla en aras de un éxito externo. Para él, la verdad que había experimentado en el encuentro con el Resucitado bien merecía la lucha, la persecución y el sufrimiento. Pero lo que lo motivaba en lo más profundo era el hecho de ser amado por Jesucristo y el deseo de transmitir a los demás este amor. San Pablo era un hombre capaz de amar, y todo su obrar y sufrir sólo se explican a

Page 114: vida de san pablo DM

114

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

partir de este centro. Los conceptos fundamentales de su anuncio únicamente se comprenden sobre esta base. Tomemos solamente una de sus palabras-clave: la libertad. La experiencia de ser amado hasta el fondo por Cristo le había abierto los ojos sobre la verdad y sobre el camino de la existencia humana; aquella experiencia lo abarcaba todo. San Pablo era libre como hombre amado por Dios que, en virtud de Dios, era capaz de amar juntamente con él. Este amor es ahora la “ley” de su vida, y precisamente así es la libertad de su vida. Habla y actúa movido por la responsabilidad del amor. Libertad y responsabilidad están aquí inseparablemente unidas. Por estar en la responsabilidad del amor, es libre; por ser alguien que ama, vive totalmente en la responsabilidad de este amor y no considera la libertad como un pretexto para el arbitrio y el egoísmo. Con ese mismo espíritu san Agustín formuló la frase que luego se hizo famosa: “Dilige et quod vis fac” (Tract. In 1 Jo 7, 7-8), “Ama y haz lo que quieras”. Quien ama a Cristo como lo amaba san Pablo, verdaderamente puede hacer lo que quiera, porque su amor está unido a la voluntad de Cristo y, de este modo, a la voluntad de Dios; porque su voluntad está anclada en la verdad y porque su voluntad ya no es simplemente su voluntad, arbitrio del yo autónomo, sino que está integrada en la libertad de Dios y de ella recibe el camino por recorrer. En la búsqueda de la fisonomía interior de san Pablo quisiera recordar, en segundo lugar, las palabras que Cristo resucitado le dirigió en el camino de Damasco. Primero el Señor le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Ante la pregunta: “¿Quién eres, Señor?”, recibe como respuesta: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (Hch 9, 4 s). Persiguiendo a la Iglesia, Pablo perseguía a Jesús mismo. “Tú me persigues”. Jesús se identifica con la Iglesia en un solo sujeto. En el fondo, en esta exclamación del Resucitado, que transformó la vida de Saulo, se halla contenida toda

Page 115: vida de san pablo DM

115

Textos para la lectura personal

la doctrina sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Cristo no se retiró al cielo, dejando en la tierra una multitud de seguidores que llevan adelante “su causa”. La Iglesia no es una asociación que quiere promover cierta causa. En ella no se trata de una causa. En ella se trata de la persona de Jesucristo, que también como Resucitado sigue siendo “carne”. Tiene “carne y huesos” (Lc 24, 39), como afirma en el evangelio de san Lucas el Resucitado ante los discípulos que creían que era un espíritu. Tiene un cuerpo. Está presente personalmente en su Iglesia; “Cabeza y Cuerpo” forman un único sujeto, dirá san Agustín. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”, escribe san Pablo a los Corintios (1 Co 6, 15). Y añade: del mismo modo que, según el libro del Génesis, el hombre y la mujer llegan a ser una sola carne, así también Cristo con los suyos se convierte en un solo espíritu, es decir, en un único sujeto en el mundo nuevo de la resurrección (cf. 1 Co 6, 16 ss). En todo esto se refleja el misterio eucarístico, en el que Cristo entrega continuamente su Cuerpo y hace de nosotros su Cuerpo: “El pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo, pues todos participamos de ese único pan” (1 Co 10, 16-17). En esta hora, no sólo san Pablo, sino también el Señor mismo se dirige a nosotros con estas palabras: ¿Cómo habéis podido desgarrar mi Cuerpo? Ante el rostro de Cristo, estas palabras se transforman al mismo tiempo en una petición urgente: condúcenos nuevamente a la unidad desde todas las divisiones. Haz que hoy sea de nuevo realidad: Hay un solo pan, por eso nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo. Para san Pablo, las palabras sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo no son una comparación cualquiera. Van más allá de una comparación. “¿Por qué me persigues?”. Cristo nos atrae continuamente dentro de su Cuerpo, edifica su Cuerpo a partir del centro eucarístico, que para

Page 116: vida de san pablo DM

116

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

san Pablo es el centro de la existencia cristiana, en virtud del cual todos y cada uno podemos experimentar de un modo totalmente personal: él me ha amado y se ha entregado por mí. Concluyo con unas de las últimas palabras de san Pablo, una exhortación a Timoteo desde la cárcel, poco antes de su muerte: “Soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio”, dice el Apóstol a su discípulo (2 Tm 1, 8). Estas palabras, escritas por el Apóstol como un testamento al final de su camino, remiten al inicio de su misión. Mientras Pablo, después de su encuentro con el Resucitado, estaba ciego en su casa de Damasco, Ananías recibió la orden de ir a visitar al temido perseguidor e imponerle las manos para devolverle la vista. Ante la objeción de que Saulo era un perseguidor peligroso de los cristianos, Ananías recibió como respuesta: Este hombre debe llevar mi nombre ante los pueblos y los reyes. “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre” (Hch 9, 16). El encargo del anuncio y la llamada al sufrimiento por Cristo están inseparablemente unidos. La llamada a ser maestro de los gentiles es al mismo tiempo e intrínsecamente una llamada al sufrimiento en la comunión con Cristo, que nos ha redimido mediante su Pasión. En un mundo en el que la mentira es poderosa, la verdad se paga con el sufrimiento. Quien quiera evitar el sufrimiento, mantenerlo lejos de sí, mantiene lejos la vida misma y su grandeza; no puede ser servidor de la verdad, y así servidor de la fe. No hay amor sin sufrimiento, sin el sufrimiento de la renuncia a sí mismos, de la transformación y purificación del yo por la verdadera libertad. Donde no hay nada por lo que valga la pena sufrir, incluso la vida misma pierde su valor. La Eucaristía, el centro de nuestro ser cristianos, se funda en el sacrificio de Jesús por nosotros, nació del sufrimiento del amor, que en la cruz alcanzó su culmen. Nosotros vivimos de este amor que se entrega. Este amor nos da la valentía y la fuerza para sufrir con Cristo y por

Page 117: vida de san pablo DM

117

Textos para la lectura personal

él en este mundo, sabiendo que precisamente así nuestra vida se hace grande, madura y verdadera. A la luz de todas las cartas de san Pablo, vemos cómo se cumplió en su camino de maestro de los gentiles la profecía hecha a Ananías en la hora de la llamada: “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre”. Su sufrimiento lo hace creíble como maestro de verdad, que no busca su propio interés, su propia gloria, su propia satisfacción personal, sino que se compromete por Aquel que nos amó y se entregó a sí mismo por todos nosotros. En esta hora damos gracias al Señor porque llamó a san Pablo, transformándolo en luz de los gentiles y maestro de todos nosotros, y le pedimos: Concédenos también hoy testigos de la Resurrección, conquistados por tu amor y capaces de llevar la luz del Evangelio a nuestro tiempo. San Pablo, ruega por nosotros. Amén.

Page 118: vida de san pablo DM
Page 119: vida de san pablo DM

119

Textos para la lectura personal

Solemnidad de los ApóstolesSan Pedro y San Pablo.

Homilías del Santo Padre Benedicto XVI y del Patriarca Ecuménico Bartolomé I.

Basílica de San Pedro, Domingo 29 de junio de 2008

Santidad y delegados fraternos; señores cardenales; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas:

Desde los tiempos más antiguos, la Iglesia de Roma celebra la solemnidad de los grandes apóstoles san Pedro y san Pablo como una única fiesta en el mismo día, el 29 de junio. Con su martirio se convirtieron en hermanos; juntos son los fundadores de la nueva Roma cristiana. Como tales los celebra el himno de las segundas Vísperas, que se remonta a san Paulino de Aquileya (+806): “O Roma felix. Dichosa tú, Roma, purpurada por la sangre preciosa de tan grandes Apóstoles, que aventajas a cuanto hay de bello en el mundo, no tanto por tu fama, cuanto por los méritos de los santos, que martirizaste con espada sanguinaria”. La sangre de los mártires no clama venganza, sino que reconcilia. No se presenta como acusación, sino como “luz áurea”, según las palabras del himno de las primeras Vísperas: se presenta como fuerza del amor que supera el odio y la violencia, fundando así una nueva ciudad, una nueva comunidad. Por su martirio, san Pedro y san Pablo ahora forman parte de Roma: en virtud de su martirio también san Pedro se convirtió para siempre en ciudadano romano. Mediante el martirio, mediante su fe y su amor, los dos Apóstoles indican dónde está la verdadera esperanza, y son fundadores de un nuevo tipo de ciudad, que debe formarse continuamente en medio de la antigua ciudad

Page 120: vida de san pablo DM

120

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

humana, que sigue amenazada por las fuerzas contrarias del pecado y del egoísmo de los hombres. En virtud de su martirio, san Pedro y san Pablo están unidos para siempre con una relación recíproca. Una imagen preferida de la iconografía cristiana es el abrazo de los dos Apóstoles en camino hacia el martirio. Podemos decir que su mismo martirio, en lo más profundo, es la realización de un abrazo fraterno. Mueren por el único Cristo y, en el testimonio por el que dan la vida, son uno. En los escritos del Nuevo Testamento podemos seguir, por decirlo así, el desarrollo de su abrazo, de este formar unidad en el testimonio y en la misión. Todo comienza cuando san Pablo, tres años después de su conversión, va a Jerusalén “para conocer a Cefas” (Ga 1, 18). Catorce años después, sube de nuevo a Jerusalén para exponer “a las personas más notables” el Evangelio que proclama, para saber “si corría o había corrido en vano” (Ga 2, 2). Al final de este encuentro, Santiago, Cefas y Juan le tienden la mano, confirmando así la comunión que los une en el único Evangelio de Jesucristo (cf. Ga 2, 9). Un hermoso signo de este abrazo interior que se profundiza, que se desarrolla a pesar de la diferencia de temperamentos y tareas, es el hecho de que los colaboradores mencionados al final de la primera carta de san Pedro -Silvano y Marcos-, también son íntimos colaboradores de san Pablo. Al tener los mismos colaboradores, se manifiesta de modo muy concreto la comunión de la única Iglesia, el abrazo de los grandes Apóstoles. San Pedro y san Pablo se encontraron al menos dos veces en Jerusalén; al final, el camino de ambos desembocó en Roma. ¿Por qué? ¿Sucedió sólo por casualidad? ¿Ese hecho contiene un mensaje duradero? San Pablo llegó a Roma como prisionero, pero, al mismo tiempo, como ciudadano romano que, tras su detención en Jerusalén, precisamente en cuanto tal había recurrido al emperador, a cuyo tribunal fue llevado. Pero en un sentido aún más profundo, san Pablo vino voluntariamente a Roma.

Page 121: vida de san pablo DM

121

Textos para la lectura personal

Con la más importante de sus Cartas ya se había acercado interiormente a esta ciudad: había dirigido a la Iglesia en Roma el escrito que, más que cualquier otro, es la síntesis de todo su anuncio y de su fe. En el saludo inicial de la Carta dice que todo el mundo habla de la fe de los cristianos de Roma y que, por tanto, esta fe es conocida por doquier por su ejemplaridad (cf. Rm 1, 8). Y escribe también: “Pues no quiero que ignoréis, hermanos, las muchas veces que me propuse ir a vosotros, pero hasta el presente me he visto impedido” (Rm 1, 13). Al final de la Carta retoma este tema, hablando de su proyecto de ir a España. “Cuando me dirija a España..., espero veros al pasar, y ser encaminado por vosotros hacia allá, después de haber disfrutado un poco de vuestra compañía” (Rm 15, 24). “Y bien sé que, al ir a vosotros, lo haré con la plenitud de las bendiciones de Cristo” (Rm 15, 29). Aquí resultan evidentes dos cosas: Roma es para san Pablo una etapa en su camino hacia España, es decir, según su concepto del mundo, hacia el borde extremo de la tierra. Considera su misión como la realización de la tarea recibida de Cristo de llevar el Evangelio hasta los últimos confines del mundo. En este itinerario está Roma. Dado que por lo general san Pablo va solamente a los lugares en los que el Evangelio aún no ha sido anunciado, Roma constituye una excepción. Allí encuentra una Iglesia de cuya fe habla el mundo. Ir a Roma forma parte de la universalidad de su misión como enviado a todos los pueblos. El camino hacia Roma, que ya antes de realizar concretamente su viaje ha recorrido en su interior con su Carta, es parte integrante de su tarea de llevar el Evangelio a todas las gentes, de fundar la Iglesia católica, universal. Para él, ir a Roma es expresión de la catolicidad de su misión. Roma debe manifestar la fe a todo el mundo, debe ser el lugar del encuentro en la única fe. Pero, ¿por qué vino a Roma san Pedro? Sobre esto el Nuevo Testamento no dice nada de modo directo. Sin embargo, nos da alguna pista. El Evangelio según san

Page 122: vida de san pablo DM

122

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Marcos, que podemos considerar como un reflejo de la predicación de san Pedro, está íntimamente orientado al momento en el que el centurión romano, ante la muerte de Jesucristo en la cruz, dice: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (Mc 15, 39). Junto a la cruz se revela el misterio de Jesucristo. Bajo la cruz nace la Iglesia de los gentiles: el centurión del pelotón romano de ejecución reconoce en Cristo al Hijo de Dios. Los Hechos de los Apóstoles describen como etapa decisiva para el ingreso del Evangelio en el mundo de los paganos el episodio de Cornelio, el centurión de la cohorte Itálica. Por orden de Dios, manda a alguien a llamar a san Pedro, y este, también siguiendo una orden divina, va a la casa del centurión y predica. Mientras está hablando, el Espíritu Santo desciende sobre la comunidad doméstica reunida, y san Pedro dice: “¿Acaso puede alguien negar el agua del bautismo a estos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?” (Hch 10, 47). Así, en el concilio de los Apóstoles, san Pedro intercede por la Iglesia de los paganos, que no necesitan la Ley, porque Dios “purificó sus corazones con la fe” (Hch 15, 9). Ciertamente, en la carta a los Gálatas san Pablo dice que Dios dio a Pedro la fuerza para el ministerio apostólico entre los circuncisos, mientras que a él, Pablo, para el ministerio entre los paganos (cf. Ga 2, 8). Pero esta asignación sólo podía estar en vigor mientras Pedro permanecía con los Doce en Jerusalén, con la esperanza de que todo Israel se adhiriera a Cristo. Ante un desarrollo ulterior, los Doce reconocieron la hora en la que también ellos debían dirigirse al mundo entero, para anunciarle el Evangelio. San Pedro, que según la orden de Dios había sido el primero en abrir la puerta a los paganos, deja ahora la presidencia de la Iglesia cristiano-judía a Santiago el Menor, para dedicarse a su verdadera misión: el ministerio para la unidad de la única Iglesia de Dios formada por judíos y paganos. Como hemos visto, entre las características de

Page 123: vida de san pablo DM

123

Textos para la lectura personal

la Iglesia, el deseo de san Pablo de venir a Roma subraya sobre todo la palabra catholica. El camino de san Pedro hacia Roma, como representante de los pueblos del mundo, se rige sobre todo por la palabra una: su tarea consiste en crear la unidad de la catholica, de la Iglesia formada por judíos y paganos, de la Iglesia de todos los pueblos. Esta es la misión permanente de san Pedro: hacer que la Iglesia no se identifique jamás con una sola nación, con una sola cultura o con un solo Estado. Que sea siempre la Iglesia de todos. Que reúna a la humanidad por encima de todas las fronteras y, en medio de las divisiones de este mundo, haga presente la paz de Dios, la fuerza reconciliadora de su amor. Gracias a la técnica, que es igual por doquier, gracias a la red mundial de informaciones, como también gracias a la unión de intereses comunes, existen hoy en el mundo nuevos modos de unidad, que sin embargo generan también nuevos contrastes y dan nuevo impulso a los antiguos. En medio de esta unidad externa, basada en las cosas materiales, tenemos gran necesidad de unidad interior, que proviene de la paz de Dios, unidad de todos los que, mediante Jesucristo, se han convertido en hermanos y hermanas. Esta es la misión permanente de san Pedro y también la tarea particular encomendada a la Iglesia de Roma. Queridos hermanos en el episcopado, quiero dirigirme ahora a vosotros que habéis venido a Roma para recibir el palio como símbolo de vuestra dignidad y de vuestra responsabilidad de arzobispos en la Iglesia de Jesucristo. El palio ha sido tejido con lana de oveja, que el Obispo de Roma bendice todos los años en la fiesta de la Cátedra de san Pedro, apartándolas, por decirlo así, para que se transformen en un símbolo para la grey de Cristo, que apacentáis. Cuando se nos impone el palio sobre los hombros, ese gesto nos recuerda al pastor que pone sobre sus hombros la oveja perdida, la cual por sí sola ya no encuentra el camino a casa, y la devuelve al redil. Los Padres de la Iglesia vieron

Page 124: vida de san pablo DM

124

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

en esta oveja la imagen de toda la humanidad, de toda la naturaleza humana, que se ha perdido y ya no encuentra el camino a casa. El Pastor que la devuelve a casa solamente puede ser el Logos, la Palabra eterna de Dios mismo. En la encarnación, él nos puso a todos -la oveja “hombre”- sobre sus hombros. Él, la Palabra eterna, el verdadero Pastor de la humanidad, nos lleva; en su humanidad, nos lleva a cada uno de nosotros sobre sus hombros. Por el camino de la cruz nos llevó a casa, nos lleva a casa. Pero también quiere tener hombres que “lleven” juntamente con él. Ser pastores en la Iglesia de Cristo significa participar en esta tarea, que el palio nos recuerda. Cuando nos revestimos con él, Cristo nos pregunta: “¿Llevas también tú, conmigo, a aquellos que me pertenecen? ¿Los llevas a mí, a Jesucristo?”. Y entonces nos viene a la mente el relato del envío de Pedro por parte del Resucitado. Cristo resucitado une inseparablemente la orden: “Apacienta mis ovejas” a la pregunta: “¿Me amas más que estos?”. Cada vez que nos revestimos con el palio del pastor de la grey de Cristo deberíamos escuchar esta pregunta: “¿Me amas?”, y deberíamos dejarnos interrogar sobre el suplemento de amor que espera del pastor. Así, el palio se convierte en símbolo de nuestro amor al Pastor Cristo y de nuestro amar con él; se convierte en símbolo de la llamada a amar a los hombres como él, con él: a los que están en busca, a los que se plantean interrogantes, a los que se sienten seguros de sí mismos y a los humildes, a los sencillos y a los grandes; se convierte en símbolo de la llamada a amarlos a todos con la fuerza de Cristo y con vistas a Cristo, para que puedan encontrarlo a él y en él encontrarse a sí mismos. Pero el palio, que recibís “desde” la tumba de san Pedro, tiene también un segundo significado, unido inseparablemente al primero. Puede ayudarnos a comprenderlo una palabra de la primera carta de san Pedro. En su exhortación a los presbíteros a apacentar la grey de modo justo, san Pedro se califica a sí mismo synpresbýteros, con-presbítero (cf. 1 P

Page 125: vida de san pablo DM

125

Textos para la lectura personal

5, 1). Esta fórmula contiene implícitamente una afirmación del principio de la sucesión apostólica: los pastores que se suceden son pastores como él, lo son juntamente con él, pertenecen al ministerio común de los pastores de la Iglesia de Jesucristo, un ministerio que continúa en ellos. Pero ese “con” tiene también otros dos significados. Expresa asimismo la realidad que indicamos hoy con la palabra “colegialidad” de los obispos. Todos nosotros somos con-presbíteros. Nadie es pastor él solo. Sólo estamos en la sucesión de los Apóstoles porque estamos en la comunión del Colegio, en el que tiene su continuación el Colegio de los Apóstoles. La comunión, el “nosotros” de los pastores forma parte del ser pastores, porque la grey es una sola, la única Iglesia de Jesucristo. Y, por último, ese “con” remite también a la comunión con Pedro y con su sucesor como garantía de unidad. Así, el palio nos habla de la catolicidad de la Iglesia, de la comunión universal entre el pastor y la grey. Y nos remite a la apostolicidad: a la comunión con la fe de los Apóstoles, sobre la que está fundada la Iglesia. Nos habla de la Ecclesia una, catholica, apostolica y, naturalmente, uniéndonos a Cristo, nos habla precisamente también del hecho de que la Iglesia es sancta y nuestro actuar es un servicio a su santidad. Por último, esto me hace volver otra vez a san Pablo y a su misión. En el capítulo 15 de la carta a los Romanos, con una frase extraordinariamente hermosa, expresó lo esencial de su misión, así como la razón más profunda de su deseo de venir a Roma. Sabe que está llamado “a ser para los gentiles liturgo de Jesucristo, ejerciendo como sacerdote el sagrado oficio del Evangelio de Dios, para que la oblación de los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo”(Rm 15,16). Sólo en este versículo san Pablo usa la palabra «hierourgein» (administrar como sacerdote) junto con «leitourgós» (liturgo): habla de la liturgia cósmica, en la que el mundo mismo de los hombres debe transformarse en adoración a Dios, en oblación en el Espíritu Santo.

Page 126: vida de san pablo DM

126

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Cuando el mundo en su totalidad se transforme en liturgia de Dios, cuando su realidad se transforme en adoración, entonces alcanzará su meta, entonces estará salvado. Este es el objetivo último de la misión apostólica de san Pablo y de nuestra misión. A este ministerio nos llama el Señor. Roguemos en esta hora para que él nos ayude a ejercerlo como es preciso y a convertirnos en verdaderos liturgos de Jesucristo. Amén.

Page 127: vida de san pablo DM

127

Textos para la lectura personal

Homilía de Su Santidad Bartolomé I

Santidad:

Teniendo aún viva la alegría y la emoción de la personal y bendita participación de Su Santidad en la fiesta patronal de Constantinopla, en la memoria de san Andrés apóstol, “el primer llamado”, en noviembre de 2006, hemos salido “con paso exultante”, desde El Fanar de la nueva Roma, para venir donde usted, a fin de participar de su alegría en la fiesta patronal de la antigua Roma. Y hemos venido donde usted “con la plenitud de la bendición del Evangelio de Cristo” (Rm 15, 29), restituyendo el honor y el amor, festejando, juntamente con nuestro predilecto hermano en la tierra de Occidente, a “los heraldos seguros e inspirados, los corifeos de los discípulos del Señor”, los santos apóstoles Pedro, hermano de Andrés, y Pablo, estas dos inmensas columnas centrales de toda la Iglesia, elevadas hacia el cielo, las cuales, en esta histórica ciudad, dieron también la última brillante confesión de Cristo: aquí entregaron su alma al Señor con el martirio, uno con la cruz y otro con la espada, santificándola. Por tanto, saludamos con profundísimo y devoto amor, de parte de la santísima Iglesia de Constantinopla y de sus hijos dispersos por el mundo, a Su Santidad, querido hermano, augurando de corazón “a cuantos están en Roma amados por Dios” (Rm 1, 7) que gocen de buena salud, paz y prosperidad, y que progresen día y noche hacia la salvación, “fervientes en el espíritu, sirviendo al Señor, alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación, perseverantes en la oración” (Rm 12, 11-12). En ambas Iglesias, Santidad, honramos debidamente y veneramos tanto al que dio una confesión salvífica de la divinidad de Cristo, san Pedro, como al vaso de elección, san

Page 128: vida de san pablo DM

128

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Pablo, que proclamó esta confesión y fe hasta los confines del universo, en medio de las dificultades y peligros más inimaginables. Desde el año de salvación 258, festejamos su memoria el 29 de junio, tanto en Occidente como en Oriente, donde en los días que preceden, según la tradición de la Iglesia antigua, nos hemos preparado también por medio del ayuno, observado en su honor. Para subrayar más su igual valor, pero también por su peso en la Iglesia y en su obra regeneradora y salvadora durante los siglos, Oriente los honra habitualmente también a través de un icono común, en el que o tienen en sus santas manos un pequeño velero, que simboliza la Iglesia, o se abrazan el uno al otro y se intercambian el beso en Cristo. Precisamente este beso santo hemos venido a intercambiar con usted, Santidad, subrayando el ardiente deseo en Cristo y el amor, que sentimos profundamente unos de otros. El diálogo teológico entre nuestras Iglesias, “en fe, verdad y amor”, gracias a la ayuda divina, sigue adelante, más allá de las notables dificultades que subsisten y de los problemas ya conocidos. Verdaderamente deseamos y oramos mucho por esto, para que se superen estas dificultades y para que desaparezcan los problemas lo más rápidamente posible, a fin de alcanzar el objeto de deseo final, para gloria de Dios. Sabemos bien que también usted tiene este mismo deseo, como estamos seguros de que Su Santidad hará personalmente todo lo que esté de su parte, junto con sus ilustres colaboradores, para allanar perfectamente el camino, a fin de que los trabajos del diálogo logren su objetivo, con la ayuda de Dios. Santidad, hemos proclamado el año 2008 “Año del apóstol san Pablo”, como hace usted desde hoy hasta el año próximo, al cumplirse el bimilenario del nacimiento del gran Apóstol. En el ámbito de las manifestaciones por este aniversario, en el que también hemos venerado el lugar preciso de su martirio, tenemos programadas entre otras

Page 129: vida de san pablo DM

129

Textos para la lectura personal

cosas una sagrada peregrinación a algunos monumentos de la actividad apostólica del Apóstol en Oriente, como Éfeso, Perge y otras ciudades de Asia menor, pero también Rodas y Creta, a la localidad llamada “Buenos Puertos”. Esté seguro, Santidad, de que en este sagrado trayecto estará presente también usted, caminando con nosotros en espíritu, y de que en cada lugar elevaremos una ardiente oración por usted y por nuestros hermanos de la venerable Iglesia católica romana, dirigiendo una fuerte súplica e intercesión del divino Pablo al Señor por usted. Y ahora, venerando los padecimientos y la cruz de san Pedro y abrazando la cadena y los estigmas de san Pablo, honrando la confesión y el martirio y la venerada muerte de ambos por el nombre del Señor, que lleva verdaderamente a la Vida, glorificamos al Dios tres veces santo y le suplicamos que, por intercesión de sus Apóstoles protocorifeos, nos conceda aquí abajo a nosotros y a todos los hijos de todas partes del mundo de la Iglesia ortodoxa y católica romana, la “unión de la fe y la comunión del Espíritu Santo” en el “vínculo de la paz”, y allá arriba, en cambio, la vida eterna y la gran misericordia. Amén.

Page 130: vida de san pablo DM
Page 131: vida de san pablo DM

131

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Indice general

Presentación ..............................................................................5

Introducción ..............................................................................7 Pequeña Bibliografía ......................................................9

Tema I: El ambiente religioso y cultural de san Pablo ................................................................ 11

Comprender la actualidad de Pablo y su

Mensaje.....................................................................11 Intolerancia y admiración hacia la cultura

minoritaria judía .....................................................12 Factores que favorecieron la labor de PabloFactores que favorecieron la labor de Pablo ............13 La filosofía estoica, dominante en tiempos de

Pablo .........................................................................14 La crisis de la religión tradicional .............................15 Los cultos paganos y los cultos cristianos ................16 Resumen del Tema .......................................................17 Para orar, profundizar y dialogar (I) .........................19

Tema II: Breve biografía de San Pablo ..............................21

Pablo nace en torno al año 8 de nuestra era .............21 Pablo, en la frontera de tres culturas: romana,

griega y judía ...........................................................22 De fariseo convencido a apóstol de Jesucristo .........22 Primer viaje misionero y Concilio de Jerusalén ......23 Segundo viaje misionero y entrada en Europa ........24 Tercer viaje misionero y condena de Pablo ..............25 Su último viaje: Roma .................................................27 Pablo nos enseña la pasión por el Evangelio ...........28 Resumen del tema ........................................................29 Para orar, profundizar y dialogar (II)........................31

Page 132: vida de san pablo DM

132

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Tema III: El acontecimiento que cambió la vida de Pablo ..................................................................33

Un cambio total de perspectiva: ¿qué haUn cambio total de perspectiva: ¿qué ha sucedido? .................................................................33

Las tres narraciones del acontecimiento en Hechos ......................................................................33

El testimonio del mismo Pablo: encuentro con el Resucitado ...........................................................34

Cristo Resucitado se ha mostrado a Pablo ...............35 Mucho más que una “conversión” ............................36 Lo que este acontecimiento significa para

nosotros ....................................................................37 Resumen del Tema .......................................................39

Para orar, profundizar y dialogar (III) ......................41

Tema IV: Perfil del hombre y del apóstol .........................43

Una estrella en la historia de la IglesiaUna estrella en la historia de la Iglesia .....................43 Pablo pone en el centro de su vida a Jesucristo .......44 Dimensión universal de su apostolado ....................45 Afronta con valentía las dificultades y

persecuciones ..........................................................46 Entregar la vida por Cristo: martirio en Roma ........47

Para orar, profundizar y dialogar (IV) ......................49

Tema V: La centralidad de Jesucristo .................................51

¿Cómo se produce el encuentro con Cristo?¿Cómo se produce el encuentro con Cristo? ............51 La importancia central de la fe ...................................52 Salvados por su gracia .................................................52 Vivir de Cristo y para Cristo ......................................53

Page 133: vida de san pablo DM

133

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

Revestirse de Cristo: “para mí la vida es Cristo” ......................................................................53

Seguir el ejemplo de Pablo ..........................................54 “Sé de quien me he fiado” ..........................................55

Para orar, profundizar y dialogar (V) .......................57

Tema VI: El Espíritu en nuestros corazones .....................59 Pablo maestro del Espíritu en nosotros ....................60 Prioridad del ser sobre el hacer .................................60 El Espíritu viene en nuestra ayuda para orar ..........61 “El Amor de Dios ha sido derramado en

nuestros corazones” ...............................................62 El Espíritu nos guía hacia la vida eterna ..................63

Para orar, profundizar y dialogar (VI) ......................65

Tema VII: La vida en la Iglesia ...........................................67 El encuentro con Jesús se da en el encuentro

con la Iglesia ............................................................67 Pablo, fundador de comunidades eclesiales ............68 Su doctrina sobre la Iglesia: “Cuerpo de

Cristo” ......................................................................69 Edificar la unidad de la Iglesia ...................................69 “No extinguir el Espíritu” ..........................................70 En comunión con Cristo y con los hermanos...........71

Para orar, profundizar y dialogar (VII) .....................73

Tema VIII: Timoteo y Tito, los más íntimos colaboradores de san Pablo ................................75

Timoteo, alter ego de PabloTimoteo, alter ego de Pablo ........................................75 Tito, compañero y colaborador de Pablo ..................77

Page 134: vida de san pablo DM

134

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

El ejemplo de Pablo contando con colaboradores disponibles ...............................................................78

Para orar, profundizar y dialogar (VIII) ...................81

Tema IX: Bernabé, Silas y Apolo ........................................83

Tres personas muy significativas en la evangelización ........................................................83

Bernabé ..........................................................................84 Bernabé comprende la hora de Saulo .......................84 Un colaborador que se enfrenta a Pablo ...................85 Silas ................................................................................86 El “yo” de Pablo en el “nosotros” de la Iglesia ........86 “Yo planté, Apolo regó” ..............................................87 Pero Dios da el crecimiento ........................................88

Para orar, profundizar y dialogar (IX) ......................89

Tema X: Los esposos Priscila y Áquila ..............................91

Expulsados de Roma llegan a CorintoExpulsados de Roma llegan a Corinto ......................91 Unos esposos encuentran a Pablo..............................92 La casa familiar: “Iglesia de Dios” ............................92 “Expusieron su cabeza para salvarme” ....................94 Importancia de los esposos y de la familia

cristiana ....................................................................95

Para orar, profundizar y dialogar (X) ........................97

Tema XI: Las mujeres al servicio del Evengelio ..............99

La mujer que ungió la cabeza a JesúsLa mujer que ungió la cabeza a Jesús........................99 Mujeres en la vida y misión terrena de Jesús.........100

Page 135: vida de san pablo DM

135

Temas formativos curso 2008-2009. Año Paulino

La Virgen María: bendita entre las mujeres ...........100 María Magdalena, Juana, Susana y “otras

muchas” .................................................................101 Las mujeres en la Iglesia primitiva ..........................101 Lo que debemos a Pablo sobre la mujer .................102 Mujeres recordadas por Pablo .................................102 Gratitud de la Iglesia a las mujeres .........................103

Para orar, profundizar y dialogar (XI)Para orar, profundizar y dialogar (XI) ....................105

Textos para la lectura personal .........................................107 Las cartas de Pablo .....................................................107 1. ¿Quién fue San Pablo? ...........................................107 2. ¿Cómo son sus Cartas? ..........................................108 3. ¿A quién escribe San Pablo? .................................108 4. ¿Qué mensaje comunican las Cartas

paulinas? ................................................................109 Celebración de las primeras vísperas de la Solemni-

dad de San Pedro y San Pablo con ocasión de la inauguración del Año Paulino. Homi-lía del Santo Padre Benedicto XVI. Basílica de San Pablo extramuros. ...................................111

Homilías del Santo Padre Benedicto XVI y del Pa-triarca Ecuménico Bartolomé I. Basílica de San Pedro, Domingo 29 de junio de 2008 .........119

Homilía de Su Santidad Bartolomé I .................127

Page 136: vida de san pablo DM