viaje a irlanda

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NUESTRO GRAN VIAJE ¡Por fin hemos ido a Irlanda!, después de intentarlo varias veces y no poder ser, este año nos hemos arremangado y allí que nos plantamos. Teníamos muchas ganas de ir por muchas razones: paisaje y naturaleza siempre verde, practicar un poco de inglés en situación real dentro del país, conocer gente y costumbres distintas a las nuestras… La verdad es que en todos los sitios que consultamos y toda la gente a la que preguntamos coincidían en que merecía la pena ir y que nos iba a encantar y así ha sido. Nuestro viaje duró una semana en la cual visitamos Dublín, Wicklow, Glendalough, Kilkenny, Cork, Limerick y Galway. DUBLÍN : Es una ciudad moderna y acogedora, con mucho ambiente, con parte antigua y barrios residenciales. Es fácil encontrar grupos de estudiantes y muchos turistas de todas partes. Hay muchas cosas que ver y vivir, nosotros estuvimos tres días que nos dieron para mucho: Recorrimos sus principales calles como O’Connel Street, Graffton Street, el río Liffey con sus numerosos puentes. También destacamos el ambiente del Temple Bar, muy animado a cualquier hora del día Los jardines como son un lugar perfecto para descansar en el césped después de haber estado todo el día pateando la ciudad. Y si te gusta el deporte, nada mejor que ir al Phoenix Park, nosotros no pudimos resistir la tentación de calzarnos nuestras zapatillas y correr por allí. Para que os hagáis una idea, es como la Casa de Campo pero más pequeño. Visitamos los principales museos y a nosotros nos gustó mucho el arqueológico porque hay una colección de objetos celtas y vikingos muy completa. Los torques y joyas de oro son como los que se pueden ver Galicia, también hay objetos egipcios. Si os gusta el gótico, las iglesias y catedrales son un claro exponente, impresionan las vidrieras y las agujas. En la catedral de Cork hay una colección de gárgolas que no pasa desapercibida. Visitamos la fábrica de la Guinness y conocimos como es el proceso de elaboración de una de las cervezas más famosas del mundo. La entrada es un poco cara pero si te gusta la cerveza, luego puedes degustar una pinta en el bar panorámico que hay en lo más alto de la fábrica disfrutando de unas vistas de casi 360º de todo Dublín. Por cierto, por la zona donde está la fábrica hay un agradable olorcillo a malta tostada. También nos hicimos las típicas fotos en los pubs, en la estatua de Molly Malone y nos bebimos las típicas pintas de Guinness (bebida nacional irlandesa y con merecida fama). GLENDALOUGH : Es un sitio que nos encantó porque es muy romántico como podréis comprobar por las fotos. Son las ruinas de un antiguo monasterio con una curiosa torre redonda, rodeado de un cementerio con las típicas cruces celtas a las orillas de un lago (lough). Disfruté más que un gorrino en un charco haciendo fotos, otra de mis pasiones, y aunque no me llevé mi pedazo de cámara profesional, me defendí bastante bien con una compacta. Además, aunque el día estaba nublado, la luz era excelente para este tipo de paisaje.

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Page 1: Viaje a irlanda

NUESTRO GRAN VIAJE

¡Por fin hemos ido a Irlanda!, después de intentarlo varias veces y no poder ser, este año nos

hemos arremangado y allí que nos plantamos.

Teníamos muchas ganas de ir por muchas razones: paisaje y naturaleza siempre verde,

practicar un poco de inglés en situación real dentro del país, conocer gente y costumbres

distintas a las nuestras… La verdad es que en todos los sitios que consultamos y toda la gente a

la que preguntamos coincidían en que merecía la pena ir y que nos iba a encantar y así ha sido.

Nuestro viaje duró una semana en la cual visitamos Dublín, Wicklow, Glendalough, Kilkenny,

Cork, Limerick y Galway.

DUBLÍN: Es una ciudad moderna y acogedora, con mucho ambiente, con parte antigua y

barrios residenciales. Es fácil encontrar grupos de estudiantes y muchos turistas de todas

partes. Hay muchas cosas que ver y vivir, nosotros estuvimos tres días que nos dieron para

mucho:

Recorrimos sus principales calles como O’Connel Street, Graffton Street, el río Liffey

con sus numerosos puentes. También destacamos el ambiente del Temple Bar, muy

animado a cualquier hora del día

Los jardines como son un lugar perfecto para descansar en el césped después de

haber estado todo el día pateando la ciudad. Y si te gusta el deporte, nada mejor que ir

al Phoenix Park, nosotros no pudimos resistir la tentación de calzarnos nuestras

zapatillas y correr por allí. Para que os hagáis una idea, es como la Casa de Campo pero

más pequeño.

Visitamos los principales museos y a nosotros nos gustó mucho el arqueológico porque

hay una colección de objetos celtas y vikingos muy completa. Los torques y joyas de

oro son como los que se pueden ver Galicia, también hay objetos egipcios.

Si os gusta el gótico, las iglesias y catedrales son un claro exponente, impresionan las

vidrieras y las agujas. En la catedral de Cork hay una colección de gárgolas que no pasa

desapercibida.

Visitamos la fábrica de la Guinness y conocimos como es el proceso de elaboración de

una de las cervezas más famosas del mundo. La entrada es un poco cara pero si te

gusta la cerveza, luego puedes degustar una pinta en el bar panorámico que hay en lo

más alto de la fábrica disfrutando de unas vistas de casi 360º de todo Dublín. Por

cierto, por la zona donde está la fábrica hay un agradable olorcillo a malta tostada.

También nos hicimos las típicas fotos en los pubs, en la estatua de Molly Malone y nos

bebimos las típicas pintas de Guinness (bebida nacional irlandesa y con merecida

fama).

GLENDALOUGH: Es un sitio que nos encantó porque es muy romántico como podréis

comprobar por las fotos. Son las ruinas de un antiguo monasterio con una curiosa torre

redonda, rodeado de un cementerio con las típicas cruces celtas a las orillas de un lago (lough).

Disfruté más que un gorrino en un charco haciendo fotos, otra de mis pasiones, y aunque no

me llevé mi pedazo de cámara profesional, me defendí bastante bien con una compacta.

Además, aunque el día estaba nublado, la luz era excelente para este tipo de paisaje.

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Antes de llegar nos paró la Garda (policía irlandesa) y nos advirtió que tuviéramos cuidado con

las cosas de valor al llegar al aparcamiento. Nos advirtieron acerca de carteristas y luego nos lo

dijo la policía pero la verdad es que no tuvimos ningún problema aunque supongo que

chorizos habrá como en todos sitios.

KILKENNY: Pequeña y acogedora ciudad medieval con castillo incluido. Este se ha ido

reformando a lo largo de los siglos y ha pasado de ser una fortaleza defensiva a una residencia

que había estado habitada hasta hace relativamente poco tiempo. Luego dejó de mantenerse

y como suele ocurrir, se quedo muy deteriorado; hace poco que terminaron la restauración y

ahora se exhibe al público.

Aquí tuvimos un ligero problemilla, pinchamos una rueda y era domingo. No trabaja nadie en

domingo solo el cura, la policía, el de la gasolinera y el del pub. El dueño del Bed and Breakfast

donde nos alojamos nos ayudó a poner la rueda de repuesto y aunque preguntamos en la

gasolinera y llamamos a un taller, nos tuvimos que marchar a Cork sin poder arreglar la rueda.

Parece ser que es muy normal pinchar o reventar ruedas contra los bordillos, tendríais que ver

el tamaño de algunos de ellos, parecen muros y encima, algunas calles son estrechísimas y no

olvidar que conduces por el otro lado… Los propios irlandeses dicen que los bordillos de

Irlanda son como espadas.

CORK: Interesante ciudad muy animada. Lo que más me llamó la atención fue el English

Market, un mercado de abastos donde se pueden encontrar productos que no habíamos visto

en el tiempo que estuvimos allí y que llegas a echar de menos como el jamón o el queso

manchego. Como podréis comprobar en las fotos, los precios son impensables para los mismos

productos en España.

Estuvimos hablando con un irlandés muy simpático que vendía vinos, nos acercamos a ver qué

vinos españoles vendía y comprobamos que solo tenía algunos riojas. Le explicamos que los

castellano manchegos eran para nosotros mejores y él comentó que quizás los probaría, que

estaba abierto a nuevas posibilidades. También nos preguntó sobre España, estaba muy

interesado en viajar a Andalucía. Nos recomendó la zona oeste de Irlanda y mostraba especial

predilección por Galway.

También disfruté de lo lindo fotografiando gárgolas en la catedral.

Por fin pudimos arreglar el problemilla de la rueda y quedarnos más tranquilos. Ya no tuvimos

ningún percance más con el coche.

La verdad es que cuando alquilamos el coche decidimos pagar un poco más por un seguro del

tipo “a todo riesgo” por si teníamos un golpe o accidente ya que en ese caso las costas serían

muy caras y al no haber conducido nunca por la izquierda preferimos evitar riesgos. Me

sorprendió cuando nos dijeron que el seguro no incluía ruedas, pérdida de llaves y confundir el

combustible al repostar. Cuando pregunté qué pasaría si pinchábamos (parece que era una

premonición) nos dijeron que era más barato arreglarlo por nuestra cuenta que llamarlos a

ellos porque nos cobrarían sobre 150 euros. A nosotros sólo nos costó 55 euros cambiar el

neumático y porque no tenía arreglo. Ahora me explico el por qué y que el coche llevase 4

ruedas completamente diferentes.

Page 3: Viaje a irlanda

LIMERICK: Aquí solo estuvimos de paso cuando íbamos a Galway, paramos a comer y dimos

una vueltecita por los alrededores del castillo. El río Shannon es muy caudaloso como podéis

comprobar en las fotos. La verdad es que como llueve tanto los ríos que vimos iban bastante

cargados y son navegables en su tramo final.

GALWAY: Cuando llegamos estaban en plena celebración de las carreras de caballos, muy

famosas y a las que son bastante aficionados. No encontrábamos mucha oferta de alojamiento

porque viene gente de toda Irlanda y de fuera para verlas. Se hacen apuestas fuertes, a las

cuales son muy aficionados, y de hecho, hay casas de apuestas legales en todas las ciudades

por donde pasamos.

Entramos en un pub a tomarnos nuestra Guinness y la camarera nos contó que era bastante

caro entrar en el hipódromo y que había un día a la semana (Ladies’ Day) en el cual las mujeres

se visten con sombreros como en Ascot. Nosotros preferimos visitar los acantilados y

alrededores.

También nos enteramos que hay varios pecios de la Armada Invencible repartidos por estas

costas y que concretamente a Galway llegaron náufragos españoles en busca de ayuda y que

fueron ejecutados. En memoria de aquello hay un arco en el puerto llamado de los españoles y

una placa en el cementerio en reconocimiento a aquellos marineros y a lo que no debió pasar.

CLIFFS OF MOHER: Conocidos como los más altos de Europa y la verdad, es que son

impresionantes. No tuvimos mucha suerte con el tiempo ya que estuvo lloviendo todo el día y

con bruma por lo que no se aprecian bien las vistas, pero nos aseguraron que en días

despejados las vistas son espectaculares.

Nos llamó la atención el complejo que tienen montado en plan turístico por allí, el centro de

interpretación está excavado dentro de la roca y el impacto visual es mínimo, también nos

dijeron que es eficiente energéticamente y que recicla 100% los residuos con lo que el impacto

medioambiental es mínimo. Hay caminos asfaltados y accesibles y dos grandes aparcamientos,

además de las tiendas de recuerdos y el restaurante.

El negocio es el negocio, yo me esperaba esto más natural y salvaje, teniendo en cuenta que es

un enclave ornitológico muy importante en Irlanda. Pero la verdad, es que con el día de lluvia

que hacía si no llega a ser por el caminito asfaltado no hubiéramos podido ni arrimarnos al

acantilado por el barro. Tampoco llevábamos las botas de montaña por eso de ir ligeros de

equipaje en el avión y no tener que facturar.

No hay posibilidad de visitarlo sin pagar los 6 euros de la entrada ya que no se puede dejar el

coche en ningún sitio que no sea el aparcamiento.

Por cierto, hay un sendero de largo recorrido que atraviesa toda la zona del Burren y que pasa

por los acantilados y debe ser una pasada hacerlo con tu mochila y tu tienda de campaña.

También hay senderos similares por otras zonas.

ÚLTIMO DÍA: Al día siguiente volvimos a Dublín a dejar el coche y a coger el avión. Fuimos con

tiempo al aeropuerto para recoger las tarjetas de embarque pero sufrimos el tan temido

“overbooking” y casi nos quedamos en tierra. El problema es que no pudimos imprimir las

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tarjetas de embarque con 24 horas de antelación porque no disponíamos de conexión a

internet y casualmente ese día volvían dos grupos de estudiantes bastante numerosos de esos

que se apuntan a cursos de verano en el extranjero. Al final todo terminó bien y subimos los

últimos, en la cola con las azafatas, pero subimos.

COSAS CURIOSAS Y SORPRENDENTES:

Hay muchas cosas que nos han sorprendido, pero en general nos hemos quedado con ganas de

volver y recorrer con más detenimiento la zona del Burren, Connemara, Kerry e Irlanda del

Norte.

Una de las cosas que más sorprende es la comida, no estamos acostumbrados a desayunar lo

que desayunan ellos y luego a eso de la 1 comer un platito de nada o un sándwich. Nosotros

desayunamos mucho menos y luego nos hincamos 2 platos y el postre. Comer es bastante

caro, ya lo podéis ver en las fotos del mercado de Cork; la fruta se vende por piezas, la verdura

no es abundante, tampoco se ven muchas pescaderías y eso que están rodeados de mar.

Supongo que es caro porque tienen que importar muchas cosas pero otras como la carne (hay

muchas vacas, ovejas y granjas) y el pescado lo tienen allí y sigue siendo poco variado y caro.

Los supermercados no están tan bien surtidos como aquí, yo eche en falta legumbres, arroz,

variedad de lácteos y quesos, carne, pescado… La leche es fresca y está deliciosa aunque te la

tienes que beber en el día. No hay carros como aquí solo hay cestas pequeñas porque la gente

no tiene costumbre de comprar para la semana o incluso para el mes como aquí, ellos

compran más al día.

También es caro aparcar, según zonas puedes pagar hasta 2 euros por una hora en zona azul y

si no pagas te ponen un cepo en la rueda que te cuesta unos 70 euros liberar y que tienes que

pagar a la Garda en el acto.

La gasolina también es más cara que aquí, unos 1’60 euros el litro. Nos dijeron que casi todo

son impuestos.

La vivienda está en general, más barata que aquí o por lo menos más razonable. Vimos varios

escaparates de inmobiliarias en todos sitios donde fuimos y una casa unifamiliar (cottage) de 3

o 4 habitaciones con jardín estaba sobre 130.000 euros, supongo que dependiendo de zonas y

demanda como aquí.

No sé cuál será el sueldo medio allí pero supongo que debe ser alto para soportar los precios y

los impuestos. Hace unos años un amigo estuvo y se sorprendió de todo esto que os cuento

porque cuando él estuvo era relativamente barato. Está claro que la situación económica y su

intervención por parte de Europa tiene algo que ver y ya sabéis el dicho: Cuando veas las

barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.

También nos costó un poco adaptarnos a conducir por la izquierda y a cambiar de marchas con

la izquierda y en sentido contrario a como lo hacemos aquí. Los dos primeros días nos

sentíamos como cuando estábamos aprendiendo a conducir pero he de decir que luego te

Page 5: Viaje a irlanda

acostumbras y no te parece tan extraño. También diré que los irlandeses en general son

conductores corteses, respetuosos y pacientes creo que están acostumbrados a todos los que

vamos de fuera y alquilamos coches a la aventura. No notamos, ni siquiera en Dublín, ese

estrés que se respira cuando conduces en otras ciudades grandes de España como en Madrid.

Creo que es cierto cuando dicen que el carácter abierto de los irlandeses se parece al nuestro,

también me dio la sensación de que son respetuosos con las normas en general y no van a

pegarla con la picardía típica que nos caracteriza a los españoles. Aunque creo también que la

legislación es más dura que en España y quizás estén más concienciados. La Garda no lleva

pistola y se ven patrullando a pie y solos, tampoco se ve mucha policía en ciudades o en

carretera, por lo menos de uniforme.

El clima es muy distinto a Albacete, pero es casi igual al de Galicia solo que más fresquito y

llueve incluso más. Casi todos los días nos llovió en algún momento y los dos últimos casi

constantemente. No se creían mucho que en España y en Albacete pudiéramos llegar a los 40

grados cuando ellos no pasan de los 22 en verano. Como podréis ver en las fotos nos hizo falta

manga larga ya que por las noches sobre todo, refrescaba bastante.

Ellos echan de menos el sol y nosotros la lluvia. Me dio mucho gusto ver todo tan verde y ver

tanta variedad de árboles de hoja caduca. Había robles y tilos enormes y estoy segura que la

variedad de setas que debe de haber por allí me sorprendería. Aunque por otra parte, el clima

que tienen tampoco les permite cultivar tantas frutas y verduras como tenemos aquí.

También nos sorprendió que en todos los sitios donde estuvimos alojados había una tetera

eléctrica para calentar agua y cajas con café, té o infusiones así como monodosis de leche y

galletas o caramelos para acompañar. Se agradece mucho llegar cansado de hacer turismo a la

habitación y poder sentarte tranquilamente a ver la tele o comentar las anécdotas del día con

una buena taza de café.

ALOJAMIENTOS:

Paso a explicaros donde estuvimos alojados:

Dublin: Beresford Hotel en Store Street. Cruzando el río y en frente de la estación de autobuses

donde para uno de los autobuses que viene directo del aeropuerto y detrás de la Custom

House. A 3 minutos de O’Connel Street. Buena relación calidad-precio, limpio aunque nosotros

estuvimos en una habitación que daba a un patio interior y por la noche se oía el zumbido de

las torres de refrigeración.

Kilkenny: Dunboy Bed and Breakfast en Parkview Drive, Freshford Road. Se encontraba en una

zona residencial a las afueras de Kilkenny pero a 10 minutos aproximadamente andando del

centro. Muy acogedora y limpia, los dueños eran un matrimonio encantador que nos hicieron

sentir como en casa. Sirven un buen y abundante desayuno irlandés. Muy recomendable.

Cork: Jury’s Inn Hotel en Anderson’s Quay. Muy cerca del puerto y a 5 minutos del centro. Muy

recomendable por su relación calidad precio. Teníamos incluido el desayuno que es de buffet

libre por lo que puedes comer lo que quieras y puedes encontrar también fruta, bizcochos y

yogurt además del desayuno típico. Buen trato por parte del personal y aparcamiento gratuito.

Page 6: Viaje a irlanda

Galway: Almara House en Merlin Gate. También estaba a las afueras en una zona residencial, a

10 minutos del centro en coche pero había una parada de autobús justo en frente. Muy

acogedora y limpia, cuidada hasta el más mínimo detalle. Los dueños eran también un

matrimonio encantador que nos ponían unos desayunos que casi no podías ni acabar: el típico

desayuno irlandés (huevos, salchichas, bacón, tomate), tostadas con mermelada y mantequilla,

cereales con leche, café o té… Aquí probé otra cosa típica que suelen desayunar “porridge”,

una papilla de avena molida con leche o agua y miel o azúcar. Me recordó a los cereales que se

come mi hijo para desayunar. Como podréis imaginar, con un desayuno así puedes aguantar

perfectamente hasta las 4 sin comer nada. Muy recomendable.

Espero que os haya gustado y os animo a ir y espero que lo que os he contada os sirva un poco

de guía.