vergara j. para una sociedad mas humana

8/9/2019 Vergara J. Para Una Sociedad Mas Humana

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PARA UNA SOCIEDAD

MÁS HUMANA



Habiendo sido en-gendrado por un

padre Anarcosin-dicalista y una ma-dre que sin saberloya era libertaria enaquellos entonces.A la edad de 13años, fui uno delos organizadoresdel grupo (Los Pe-queños Idealistasdela Esc. Racionalista

del Atenero Grupo Cervantes en Badalona,c/. Cervantes, dirigida por José MontielDíaz) del cual todos los alumnos guarda-mos grato recuerdo.

Poco frecuenté la escuela, pues antes delos 14 años me puse a trabajar para darlesla mano a mis padres, pues la sola manoque trabajaba para nueve que éramos,comprendidos los Padres, era la de mi her-mana Carmen. A mi Padre le declararon elboicot del Trabajo la Patronal, por haberdefendido a un chiquillo de 13 años que

se cortó una mano en una máquina decarpintería, en San Adrián del Besos, cer-ca de Badalona en el 1933.

A los 14 años tuve el carnet de la C.N.T.,ingresando muy pronto en las J J LL. En el1936 trabajé en la Fábrica de Galletas Vic-toria Colectivizada por C.N.T. y U.G.T. enBadalona. A los 17 años me marché volun-tario al frente en la 26 División, o sea, laDivisión de Durruti.

A los 1 8 años en el 1939 en Febrero, pasé

la frontera para que los Fascistas no meatraparan; durante todo el tiempo del exi-lio y sin interrupción, milité en la C.N.T.y al principio en las J J LL.

A los 20 años empecé a reflexionar en loque a mi juicio habían sido los males de laHumanidad y el por qué de estos males, alos 65 años sigo pensando exactamenteigual, pero con algo más de convicciónpor poseer algo más de conocimientos quea los veinte años.

Lo que no quiere decir que tú, tengas queestar de acuerdo con mis convicciones;haz lo propio y será de la única forma quela Humanidad podrá avanzar por el verda-dero camino, antes de que sea demasiadotarde.



REFLEXIONES ANALISIS

Y SINTESIS

РАКА UNA SOCIEDAD

MAS HUMANA

I. Venjar.i



Cuando inicié este pequeño trabajo, tenía la pretensión de llevarlohasta el final sin que mis ideas fuesen puestas de relieve en el mismo;confieso que me ha sido imposible por la misma razón de que todo elque tiene sentimientos humanos no puede quedar insensible ante la

miseria y los sufrimientos, que más de las tres cuartas partes de lapoblación de nuestra Tierra sufren.

Por esta razón mis ideas no podían quedar ocultas al presentar losproblemas tal y como han sido presentados.

Dudo de que pueda interesarle a muchos, este relato de cosas,hechos y ideas; pero de lo que sí estoy seguro es que no saldremosdel laberinto en que estamos metidos si tú, empezando por ti, no osinteresáis por analizar y tratar de encontrar la solución del problemaque la humanidad tiene planteado; que es ni más ni menos, la vida y

la felicidad de todos los seres racionales, o tal vez la desaparición delos mismos por la demencia Humana.

AGRAD EZCO A M I COMPAÑ ERASU APORTAC ION QUE HA S IDOENORME, PUESTO QU E ES CON E LL AQUE HE CO MEN TADO CASI TODOLO QUE QUED AR A EXPUESTO,E INCLUSO EL S IGN IF ICA DO DELOS DIBUJOS. COMO T AM BIENA M IS HIJOS, CO MP REN DIDO SENTRE ELLOS A M IS YERN OSQUE HAN S IDO M IS PRIMER OSCRITICOS.

LOS DIBUJOS QUE ILUST RA N ESTE ESTU DIO SON INEDITOS,CASI TODO S DE MI HIJA AM APOLA .

El autor



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TENGO CUATRO COSAS QUE D EC IRLEA LOS DEL PACTO DE LA MONCLO A

Esta fotografía salió en Diciembre de 1977 en un diario del Sindi-cato del Transporte de la C.N.T. en Madrid. No para vergüenza delos gobiernos que pomposamente se llaman Democráticos, sino paralas centrales Sindicales Obreras que lo consintieron por inercia y

cobardía, al no atreverse a enfrentarse con la realidad de nuestroPueblo, donde los privilegios de las clases dominantes con la iglesia ala cabeza, están más garantizados que nunca; mientras que existenniños que viven en la miseria más espantosa, y no en los paises deltercer Mundo, sino en nuestra España, en esta España que siempre haexistido la miseria más espantosa, codeándose con las riquezas másfabulosas.

Mientras ésto exista, el Franco fascismo no habrá muerto.



A T ITULO L)L A( I I i Al 1/ A< ION

Sé que salvo el último capitulo que pertenece al futuro de ia *ocieJad que la especie humana tendrá que poner en práctica para salir delimpas en que se encuentra estancada. Que el estudio de este pasadoy del pasado próximo a nuestro presente, van ligados entre sí de for-ma cronológica y continua, puesto que los errores y atavismos delayer no han sido superados en este presente .tal y como algunospretenden.

El expresar este criterio es porque se me ha sugerido que tendríaque actualizarlo, y que entre otras cosas Franco ya había muerto.Esto si que tiene gracia, y la tiene precisamente por el daño que este

bicho le hizo al pueblo Español, robándole casi todo su pasado morale ideológico, de solidaridad y de energía para tomar parte directa yconsciente, en todos los problemas que se le presentaban; haciendode este pueblo, apáticos y despreocupados de sus propios intereses; aconsecuencia de los 40 años de represión física e intelectual, sumién-dolo en la más completa ignorancia de todo lo ocurrido. Acostumbrán-dolo nada más que a confiar en los políticos de turno y en los líderesdel sindicalismo reformista y vertical, tal y como lo obligaron duran-te esos 40 años de oprovio y de vergüenza para el pueblo Español.

Es precisamente el estudio que hemos realizado en el aspecto gene-ral sociopolítico, la razón por la que no podemos olvidar al asesinode nuestros valores mientras no nos enteremos de lo que fuimos antesy de lo que somos después de esos 40 años de “Paz”; volviendo anuestros orígenes de acción directa para exigir el que acabe de unavez y para siempre ese eterno recomenzar donde siempre son los mis-mos que tienen que pagar los platos rotos, sufriendo vicisitudes y contres millones de parados por si era poco.

tsto por lo que respecta a España, por lo que compete al resto delMundo, nada tengo que actualizar, al menos que no sean las fechas delos casos y hechos mencionados, porque aparte de esto, los resultadossiguen siendo los mismos, a no ser que estén más agrabados aún



PROLOGO

En este trabajo no |5fetendo, ni en mí está la intención, de quererdescubrir las Américas, puesto que hace ya muchísimo tiempo quelas descubrieron. Con esto, quiero decir que todo lo que en este tra-bajo voy a exponer es muy posible que la mayoría de hombres lo ten-

gan sabido, y olvidado a fuerza de saberlo, incluso con teorías ypuntos de vista más acertados que los míos.

De antemano reconozco que es atrevido meterse a enjuiciar unpfoblema tan profundo como es el que aquí voy a tratar de exponer.

En este pequeño trabajo, no encontrareis un^estudio rico en fechasni en citas científicas o históricas en las que un autor u otro decía deesto o aquello, pero sí podréis apreciar un estudio profundo y sincerode lo que, a mi juicio, creo han podido ser los factores que han deter-minado y determinan los casos que aquí voy a exponer, basándome yteniendo siempre como norte la propia naturaleza y el estudio acerca

de todo cuanto me rodea, incluso el hecho de mí mismo, procurandoapartarme de los prejuicios que, como una gran mayoría de los hom-bres jóvenes o menos jóvenes, acarrean consigo.

Se ha escrito mucho sobre historia, se ha escrito más todavía sobrefilosofía; se ha escrito enormemente sobre sociología; se ha escritohasta la infinito sobrepróblemas sociopolíticos, pero no se ha hecho,a mi juicio, la correlación ni el parentesco que existe entre historia,sociología y los problemas sociopolíticos que la humanidad tieneplanteados desde hace miles y miles de años.

Para demostrar y aclarar que los unos van ligados a los otros y que,

para salir del impas en que nos encontramos, tenemos que llevarloscorrel^ionacjos entre s,j para que comprendamos de una vez y parasiempre el porqué de"estos atavismos, tenemos que demostrar cientí-ficamente, si es que esta palabra tiene algún valor, que sólo tenemosun camino para salir del estado animal en que el hombre se encuen-tra, que es el mismo en que se debatía el hombre de las cavernas encuanto a sentimientos humanos se refiere, los cuales son responsablesde los sufrimientos de nuestra especie en todos los problemas mate-riales, sociales y morales.



¿Por qué enfoco el problema desde qste ángulo? Porque entiendoque no ha habido nadie todavía, que yó sepa, que lo haya enfocadoasí, porque es estudiándolos en su conjunto, y no por separado, co-mo podremos comprenderlos para darles solución.

Este sencillo estudio lo dedico a la juventud, a esta generación quesube, que, en la mayoría de casos, nos encontramos a oscuras de los

problemas que la especie humana tiene planteados. Porque a pesar deque sentimos los anhelos y la necesidad de una sociedad más humanay justa que la actual, nos estamos metiendo, sin darnos cuenta del pe-ligro que corremos, en un callejón cuya salida no encontramos. Envez de ir solucionando los problemas que hasta el presente tenemosplanteados, los vamos empeorando hasta el extremo de que, si no ha-cemos un alto en el camino de la vida y empezamos por examinarnosa nosotros mismos y comprender lo que el género humano es capazde hacer, individual o colectivamente, cuando tiene poderes para ello,

como ha hecho a través de la historia de toda su existencia, incluyen-do el presente; tocando todos los hechos que han determinado y de-terminan los malestares que ayer sufrieron y que hoy padecemos,jamás nos será posible poder gozar de esa sociedad que tanto añoramos.

Puesto que estoy convencido que nada o muy poca cosa hacemosparapoder conseguirla, somos nosotros, jóvenesy^menos jóvenes delmundo entero, quienes tenemos el ineludible deber de tratar de exa-minar las causas de los males sociales que la humanidad padece, para

mirar de solucionarlos, si no qúeremos, por el camino que vamosquedar reducidos a nada, a consecuencia de la codicia, la avaricia, lacrueldad, resumido todo ello en las guerras, que cada día que pasason mayores y más destructoras, dado$ los medios técnicos de des-trucción que el hombre posee.' Son estos los motivos que me handeterminado a hacer el examen de las cosas que aquí voy a presentarcon la sola y única intención de que yo, siendo parte integrante delsufrimiento humano, quisiera acabar con todo el caos que nos rodeay poder abrir los ojos, si me es posible, a aquellos que los tengan más

cerrados que yo, para que nos encaucemos toda la humanidad por elsendero que le haga lograr la felicidad que todos nosotros sin excep-ción deseamos. Con un lenguaje proletario, sencillo, sin palabras aca-démicas o científicas que la mayoría de nosotros no comprendemospor faltarnos el nivel de cultura necesario para ello, que hoy todostendríamos que poseer, voy a exponer mis puntos de vista para que



Si del estudio que voy a exponer, construido sobre mis cortos co-nocimientos, encuentras algo que te guste y te haga pensar en el ayerde los hombres, en el presente y en el futuro, me daré por conforme.

Si tus puntos de vista y conocimientos superan a los míos, estarécontentísimo, y si todos, mañana, aunque mejor sería hoy logramosentendernos y superamos todo cuanto vamos a expresar habremos al-canzado el objetivo que todos ansiamos, es decir, vivir, vivir en paz yser dichosos, cosa de la que en la actualidad carecemos.

No creo necesario el decir cómo nos encontramos, puesto quesería absurdo, por la sencilla razón de que todos pasamos por el mis-mo trance de sufrir las injusticias de esta inorganizada sociedad.

Pero no es ésto lo más interesante del problema para intentar darleuna solución que sea digna de nosotros mismos. Lo interesante es co-nocer cuales pueden haber sido y son los factores que han determina-do y determinan, que el hombre no haya podido todavía alcanzar loque hace miles de años viene persiguiendo. Es sobre esto que quisieraatraer vuestra atención si me es posible, porque entiendo que para so-lucionar un problema, el que sea, hay que conocer de antemano los

fundamentos sobre los que el problema está basado, porque, de noser así, no sería posible darle solución acertada. Por ejemplo, aunqueos parezca infantil, sabemos que dos y dos son cuatro, porque deantemano ya sabemos que el cuatro está formado por cuatro unida-des y que el dos está formado por dos unidades. Automáticamente,si añadimos dos más, nos dan como resultado el seis. Que en lamayoría de los casos, cuando se llama a un médico para visitar a unenfermo, hace algunas preguntas acerca de los síntomas que el pacien-te nota o ha notado, acerca de cómo y de qué manera se le ha decla-rado o producido el malestar, es decir, indaga sobre lo que ha pasado

y pasa en el presente, y entonces consulta, analiza y se dispone a cu-rar el mal. Considero que es este método el que tenemos que emplearcon la enfermedad que la sociedad actual padece, indagar sobre cuá-les son los factores responsables que han dado y dan margena queexistan todas estas diferencias sociales que nos van royendo como elóxido roe el hierro; estas diferencias de clases con resultados tandesastrosos como los que hace siglos y siglos viene padeciendo elgénero humano, que dan pie a que existan explotadores y explotados,tiranos y oprimidos, vencedores y vencidos, todo mantenido por la vio-lencia de los unos contra los otros al servicio de las clases dominantes.

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Si no hacemos el estudio que más arriba indicamos, mal podremosintentar solucionar el problema actual, sin correr el riesgo de equivo-carnos y volver a estar como estamos o quizás peor. Porque todo ra-dica, según mi punto de vista, en la propiedad, o sea, en la apropia-ción de lo que existe en la tierra por parte de un puñado de seres quesostienen el predominio sobre los demás, reduciéndolos a la esclavi-tud y a la miseria en provecho de los poseedores.

Este estudio va a basarse en esto, en buscar el origen de esta apro-piación, los factores que han determinado ese hecho: la dominaciónde los unos sobre los otros y la forma de hacer desaparecer todo esteestado de cosa, para que podamos vivir con nuestro trabajo lo mejorposible.

Para terminar con este prólogo, sólo os pediré que tengáis la pa-ciencia de leer y analizar este pequeño estudio hasta el final, para quepodáis enjuiciar el valor que pueda tener. La sola y única preocupa-

ción en mí es querer demostraros que sólo existe un camino que pue-de llevarnos hacia "la sociedad que todos deseamos, con puebas yejemplos que todos nosotros podremos apreciar.

Para enjuiciar y analizar todo lo que queda dicho, creo que tene-mos que empezar igual que cuando se aprende a leer, o sea, por la A,y nuestra A, según creo yo, tiene que ser la propia naturaleza.

Tratar de estudiar aproximadamente lo que se supone acerca delorigen del hombre, para poder ir encontrando el origen de la propie-

dad, los factores que han intervenido y determinado su desarrollodesde su origen hasta la actualidad, como también la violencia y de laautoridad, hasta encontrarnos con el presente. Y entonces, sin temora equivocarnos, convencidos por el estudio y el análisis que habremoshecho, podremos encauzarnos hacia el futuro, o sea, construir la so-ciedad de mañana, procurando que nos sirva la experiencia de todo lopasado para cortar por lo sano.

Será el estudio y la reflexión sobre estos problemas los que medarán la razón o no sobre la manera o forma que, según yo, tenemosque encauzarnos para que cese todo el laberinto equ ívoco que sufrimos.

¿Por qué dedico este estudio a la juventud?. Porqüe entiendo queel hombre es responsable de sus amarguras, de sus alegrías, y sinsa-bores, y siendo esta parte de su vida precisamente la juventud, cuan-do menos manoseado y menos embrutecido tiene el cerebro, siendomucho más virgen y sano por no haber tenido tiempo todavía de ha



ber aprendido tanta porquería para rodar por los caminos de la selvade la vida, de la codicia, de la avaricia, de la rapiña y de la crueldad.

A medida que uno envejece, va adquiriendo todos estos conoci-mientos refinados para aprovecharse de los demás. Se dice que elvino no es como el hombre, puesto que el primero cuanto más enve-jece mejor es, cosa que no ocurre con el segundo. Prueba de ello esque, a los 20 años y antes, la mayoría de los hombres si no han teni-do la desgracia de ser ya embrutecidos desde la cuna, experimentansentimientos nobles próximos a la anarquía, aunque la inmensa

mayoría no sepa lo que ésta representa ni sobre los fundamentos quese basa para que pueda ser vivida.

Por estas causas y otras, que a lo largo de este trabajo comprende-remos, es por lo que lo dedico a la juventud. Además porque es todasu vida la que está en juego, porque cuando los adultos, no sabiendosolucionar los problemas que se presentan, siendo incapaces de en-contrar otros medios que sean dignos de hombres civilizados, se aferran a los viejos instintos del animal en lo que a brutalidad y violenciase refiere, haciendo asesinar a millones de jóvenes que sólo deseanvivir. Si logra despertar del sueño idiotizado en que se encuentra so-

metida, gracias al engaño estúpido con intención clara y concreta delos adultos que la encaminan por los senderos del descalabro total,para aprovecharse los unos de los otros, siguiendo el ciclo infernal dela rueda sin fin, hasta que un día desaparezcan todos por culpa, no dela juventud, no del alumno, sino del adulto y del maestro profesor,porque en vez de enseñarles tantas imbecilidades, deberían abrirleslos ojos para que fuesen más conscientes, más humanos, en una pala-bra, hombres en toda la extensión de la misma, para que sepan com-portarse como tales, a no ser que la palabra hombre no se diferencíe ennada de la de cerdo, asno, gorila o lobo. Digo, pues que si logra desper-tar de ese sueño idiotizado, la sociedad podrá cambiar radicalmente.

A todas las edades se pueden decir barbaridades, y si lo que quedadicho es una, ésta no está pronunciada ni escrita por ningún jovendesequilibrado, puesto que, si este estudio lo emprecé cuando tenía24 años, este prólogo lo agrego a la edad de 58 años.

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W s f o K i À

< j £ i

U m v / £ f t ç g



HISTOR IA DEL UN IVERSO

, , Sjtes cierto lo que los científicos dicen, y no se equivocan, el dibu-jo lo explica sobradamente al presentar ía explosión inicial de lasgrandes masas de hidrógeno acumuladas, estallando a consecuenciade la gran densidad que existía en el centro de esta gigantesca e in-mensa concentración.

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NOTAS DE HISTORIA DEL U NIVERSO

Es tan inmenso y grandioso el tema por el que vamos a empezar ylo poquito que la especie humana conoce todavía en la actualidad,que siento temor y emoción por la inmensidad del universo, compa-rado con lo muchísimo que yo ignoro, y es precisamente por lo quetodo lo que vamos a exponer aquí, estará basado en los conceptos

expuestos por los hombres de ciencia acerca de todos los temas quevan relacionados con el origen del universo y de la vida de la Tierra.

Será, pues, sobre estas premisas que vamos a encauzar nuestro tra-bajo, por considerar poco serio, y menos científico aún, todo lo rela-cionado y descrito en libros basados en mitologías por ignorar loshombres en aquellos tiempos el cómo y el porqué se fueron produ-



APUNTES DE HISTORIA DE LA T IER RAY DE LA V IDA EN ELL A

Nuestra Tierra fue formada por esa materia cósmica, al mismotiempo que todo nuestro sistema Solar, comprendido el Sol, haceunos cinco mil millones de años, quedando presa de la gravitaciónmagnética del Sol como todos los planetas que giran a su alrededor,sin chocar entre sí, gracias a esa fuerza de gravitación, de atracción yrepulsión que contienen los Astros, exactamente como ocurre entrelos átomos, a no ser que estén sujetos a una fuerte densidad, que escuando se provoca la reacción termonuclear. Nuestra Tierra, que es

un millón trescientas mil veces más pequeña que el Sol, causa por lacual nó ha podido tener la cantidad de combustible necesario paraarder como las Estrellas por pequeñas que éstas sean, se fue enfriandocon rapidez, si la comparamos con ciertos astros de nuestro sistemaSolar, que son muchísimo más mayores que ella.

Al principio, estuvo en estado incandescente, enfriándose poco apoco hasta que buena cantidad de metales que se encontraban en es-tado gaseoso y que formaban la primitiva atmósfera que la rodeabafueron cayendo en estado líquido y más tarde solidificándose, hastaque la temperatura bajó lo suficiente para que permitiera que dos ga-ses se mezclaran, el hidrógeno y el oxígeno, dando como resultado laaparición del agua , al mezclarse dos partes de hidrógeno y una deoxígeno. Este agua, todavía en estado de vapor, fue acercándose másy más a la superficie de la Tierra hasta que la temperatura permitióque descendiera sobre ella en su estado líquido, formándose los Ma-res y los Ríos.

Ni que decir tiene que para esta sola operación tuvieron que pasar

centenares de millones de años antes que las aguas formasen los océa-nos, o el océano, puesto que, al principio, es muy posible que sóloemergiera de las aguas una sola Tierra o continente, estando al pare-cer todos reunidos en uno. Se sabe por los estudios hechos sobre lasrocas más vieja y sedimentos, que donde apareció la vida fue en lasprofundidades de los océanos.



Él paso de la rriàt^ha iWèrte a la matèria viva, al menos en lo que sevá descubriendo, fue producida por liba reáccióh electrocjuímica enlas água¿, dáhdd vida á lás prifrierás moléculas vivientes donde se desárrollarón, debido à lás ièhiftehituràs tán altas que existían en lositìares, germinando eri üh caldo primitivo las bacterias que tenían quedesarrollarse còri el transcurso de millones de años en sus formas másdiversas. Es a partir de esos instantes cuando la transformación de loque fue parte de la materia inerte sigue su curso de transformación,apareciendo los primeros seres vivientes unicelulares; más tarde, los

multicelulares, de plantas o algas inmóviles, a móviles y gelatinosos;de peces de todas las especies, a animales marítimos gigantescos, aanfibios y, por último, una buena parte de los más avanzados en lacadena de la transformación, a terrestres.

(Se sabe también que hubo transformación por necesidad ambien-tal. Los unos en periodos glaciales. Al retirarse las aguas, se adaptaroncon mucha más rapidez antes de perecer. Otros en periodos de desgla-ciación. Al subir ¡as niveles de los mares, hicieron transformacionesen sentido contrario, volviendo otra vez a las aguas).

Al compás de esta transformación de los animales en las aguas, fueapareciendo en las cercanías de los mares, lagos y ríos, la vegetación,de la cual el animal herbívoro obtendría su sustento al salir de lasaguas.

Por último, y en esa cadena de la transformación, aparece un ani-mal ito más pequeño que todos los demás, el Mamífero, recubierta supiel por pelo o lana, el cual estuvo más preparado para resistir lasnuevas temperaturas ambientales; pero estuvo obligado a emigrar ha-cia el interior de las Tierras para escapar a la ferocidad de aquellos

animales de las costas, en buena parte carnívoros y muchísimo másgrandes y fuertes que ellos.

De aquellos animales mamíferos hubo una rama, los primates cu-yas patitas delanteras ya eran diferentes a los demás animales que sa-lieron fuera de lo que eran grandes selvas y se adaptó a vivir en las sa-banas o praderas. Otros siguieron cogiendo como refugio los árboles,adaptándose cada uno, como es lógico, al medio ambiente en quevivía. Este animalito que, según los estudios que se han hecho y losque se van haciendo, no era muy grande, sintió la necesidad de po-

nerse en pie para poder ver algo más lejos para mejor escapar a lospeligros de los carnívoros, lo que dio como resultado que, a fuerza derepetir esta operación y con el transcurso de millones de años, las pa22



EL OR IGEN DEL HOMBRE

El origen del hombre como todo lo que existe en nuestro Planeta; parte de la materia que componen Jos astros y nuestra propia Tierra; pasando de la materia inerte a la viva, a fuerza de mezclas y transformaciones, en millones de millones de años.



titas de detrás se fueron alargando y modificaron la estructura de supie. Al mismo tiempo, el porte de su cabeza se vue verticalizando y loque fueron patas delanteras se fueron transformando en algo más ágil,los brazos acabando en unas extremidades ágiles para poder coger to-do cuanto le hacía falta para el desarrollo de su existencia. (Hay quie-nes dicen que el desarrollo del cerebro y de las manos van ligadas en-tre sí, puesto que el cerebro tiene necesidad de manos ágiles para po-der realizar lo que piensa, pero las posibilidades de acción de las ma-

nos en su desenvolvimiento creativo obliga al cerebro a reflexionarmás y más. Yo, por lo menos, no creo que nuestro cerebro hubiese al-canzado el grado de inteligencia que posee, con unos cascos como laspatas de los Caballos en lugar de nuestras manos, por la razón de que,al no poder llevar a la práctica y desde un principio lo que fue pen-sando, no hubiera estado obligado a nuevas reflexiones que es lo quele ha ido haciendo avanzar a lo largo de su existencia).

Ahora que hemos llegado a la aparición del animal, que es el origende lo que, a fuerza de transformación, ha venido a ser la Especie Hu-mana y que esto ocurrió hace unos dos millones de años, diré para to-dos los que consideren que estas explicaciones son cortas e incomple-tas y posiblemente confusas, que no siendo el origen del Universo nide la vida lo que este trabajo tiene por objetivo principal, que los quedeseen saber más sobre todo lo que aquí falta, que pueden dirigirse atodo lo que se ha escrito sobre estos temas por los hombres de cien-cia, como son Arqueólogos, Antropólogos, Biólogos,Físicos, Matemá-ticos y Astrónomos.

Yo sólo he querido buscar un preliminar para lo que nos ocupa: elorigen del hombre para desde ese momento, indagar todo cuanto nosinteresa y que ya hemos mencionado.



NEC ESIDAD DE SUBSIST IR

Para subsistir el animal, el Hombre, y todo lo que en esta Tierra nace, crece y muere, tiene que alimentarse para que la vida continué su cauce, y para esto tiene que arrebatársela a otro ser que también debe vivir por las mismas razones.



NEC ES IDAD DE SUBS IST IR

Una vez que el animal tuvo vida propia, bien fuera en las aguas, oert la tierra, sintió la necesidad de moverse de un lado para otro enbusca de lo que le hacía falta para vivir. Por instinto de conservación,que no es otra cosa que el amor a la vida, el animal se sintió obligadoa adquirir todo lo que para su subsistencia le era necesario.

Esto creo qu'e se comprende por sí solo, puesto que si la naturalezano hubiese engendrado el animal en general cpn estos instintos paraque, una vez con vida, se las arreglase por sí sofo, es muy posible quehoy nosotros tampoco existiríamos por la sencilla razón de que es su

primera fase, el animal se hubiese dejado morir con la misma tranqui-lidad e indiferencia que una pareja de enamorados ven pasar a sus se-mejantes al lado de ellos sin importarles un comino que los vean jun-tos besándose. Pero, al poseer estos instintos, no fue así. La necesi-dad de vivir y de sufrir lo menos posible obligó al ser a luchar por sumantenimiento y para proteger su cuerpo, que es donde radica laexistencia. En una palabra, la naturaleza dota al animal al darle la vi-da de las facultades que necesitaría para subsistir, para poder conti-nuarla, y a parte la fuerza física , corpulencia y agilidad de que cada

uno estuvo dotado con arreglo al medio en que tenía que desenvol-verse, le introdujo en sentimientos y en instintos, lo que tenían queser los puntales principales de la continuación de la vida que ellahabía puesto en marcha, a los cuales el animal quedó ligado haciéndo-se parte integrante de los mismos

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EL ORIGEN DE LA PROPIEDAD

En la necesidad de subsistir no nos hemos hecho más extensos,puesto que entiendo que ia necesidad de subsistir se confunde en casitodos los aspectos con el instinto de apropiación que el animal posee.

En este capítulo, podremos desarrollarlo lo más extensamente po-sible. El origen de la propiedad radica en el instinto de apropiación.En ningún caso, debemos confundir el instinto de apropiación y elorigen de la propiedad con el desarrollo de la misma.

Si lo que queda dicho más arriba, no lo tuviéramos en cuenta co-meteríamos un gran error por la razón de que el desarrollo de la pro-piedad se produjo después y por los animales que estuvieron dotadosdel don de reflexjón, como es en este caso concreto el hombre y quele ha servido para aprovecharse dentro de su propia especie.

Hemos dicho, pues, que la necesidad de subsistir y el instinto deapropiación se confunden en casi todos los aspectos, vamos a tratarde demostrar lo verídico o negativo de esta opinión.

Sabemos que todo lo que nace, crece y muere, necesita alimentar-se; que este alimento sólo puede encontrarlo fuera de la órbita de sucuerpo, o sea, en los otros cuerpos. En las vidas ajenas a la suya, quetodo lo que vive sufre un desgaste continuo y, para ir compensandoeste desgaste, necesita los alimentos. Como este desgaste se producecontinuamente, se ve obligado a nutrirse dos o tres veces al día, y sondos o tres veces por día, que el animal se ve obligado, en términos ge-nerales, a luchar por su existencia, devorándose entre sí. Es en estemomento, cuando aparece en cada uno el instinto de apropiación porsu subsistencia, apropiarse de lo que le es indispensable para vivir,sin tener en cuenta que es a otro ser al que tiene que arrebatarle lavida para que él pueda vivir. Es aquí donde ^ entabla la lucha, pues-to que todos han sido dotados de los principales instintos, que sonlos de conservación por amor a la vida, y es el más fuerte o astuto elque empleando la violencia o la astucia arrebata la vida al otro para



Ejemplos que nos pueden dar una idea clara de lo que decimosexisten a millones. Cuando el animal, carnívoro o herbívoro, sentía lanecesidad de comer, iba en busca de lo que el estómago le reclamaba.

Cojamos como ejemplo el carnívoro, aunque con el herbívoro su-cedía tres cuartos de lo mismo, como ocurre hoy todavía, y sucederápor miles de años, mientras que el organismo del animal esté consti-tuido tal y como está. Este acechaba al que tenía que ser su presa. Siel hambriento no pertenecía a las especies que viven en manadas, porinstinto propio, procuraba atacar a otro que fuese más débil que él,

para que le fuese posible el salir airoso de la pelea y no ser él el queacabara devorado. No entremos en el detalle di si se devoraban o noentre la misma especie. Supongamos que no. Este acechaba y, encuanto se le presentaba la oportunidad, atacaba, entablándose la lu-cha por la subsistencia, puesto que el que había sido atacado no seresignaba a morir. El más fuerte es el que vence, el otro es su presa.El la ha adquirido y se ha apropiado porque le es indispensable paraque su vida continúe. De la misma forma que ha luchado para apro-piarse, luchará si es preciso, para defenderla, si algún otro se la qui-siera arrebatar. En el momento en que está saciado su apetito, que no

venga otro a querer comer. Y más aún: si éste no es de su especie,gruñe y se vuelve a entablar la lucha para defender lo que, por instin-to natural, considera que le pertenece y es otra vez el más fuerte elque se apodera de lo que necesita para vivir. ¿No lo habéis observado,sin necesidad de leerlo, en muchos de los animales que tenemos en laactualidad ante nuestra vista? Observad al gato y lo comprobaréis:acecha al ratón, lo caza, se apropia de él. Cuando se lo está comiendo,que no venga otro gato, a pesar de que es de su misma especie, a qui-társelo. Ocurrirá exactamente igual que con el ejemplo que hemosexpuesto. Observad al perro y veréis que es igual: cuando un perro

hambriento está royendo un hueso, si se acerca otro a comer, veréisque sucederá lo mismo.

Cojamos por otra parte el animal sociable, o mejor dicho, el que vi-ve en manadas. Estos atacan a otros por las mismas razones que yahemos expuesto. Si de la pelea salen victoriosos, comen en conjuntode la presa que han logrado, de lo que les pertenece, de su presa, queno es otra cosa que su propiedad. Ocurre exactamente lo mismo conéstos que con los primeros que hemos apuntado. Si otros ajenos aellos intervienen para tomar parte del botín, otra vez cada uno lucha

para defender lo que considera que le hace falta a él, y como siem-pre son los más fuertes o astutos los que se apoderan de aquello que

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su gesto de violencia. Nace una planta en un lugar determinado, porque la semilja se encontraba allí quizás por casualidad y crece. Autofriáticamente y a simple vista, es razonable que el sitio que ocupaconsidere que le pertenece porque es ella quien se encuentra allí,ha crecido y tiene su vida allí. Es justo, pues, que aquel trocito detierra que representa toda su vida lo considere suyo. Ahora bien,otra planta cuya semilla por casualidad se encontraba allí también,al mismo lado o debajo de la otra, al ir a brotar, al nacer, encuentraque el sitio que ella tenía que ocupar está ocupado. Resignarse a

quedarse sin vida no puede, porque la naturaleza le ha dotado de fa-cultades para la conservación y la defensa de su vida. Al nacer, por-que es débil todavía, puede resignarse, antes que quedarse sin vida, asalir junto a la otra, pero si es mucho más corpulenta que la primeray necesita mucho más espacio para su desarrollo, a medida que vacreciendo, va empujando a la primera para que le deje el sitio que aella le hace falta. La lucha se entabla entre las dos por la misma causa,al querer vivir sufriendo lo menos posible, y ocurre como en los ani-males, es la más fuerte la que se apropia de lo que la otra considerabaque le pertenecía por representar su vida. Por eso se defiende y, co-

mo no hay sitio para las dos, una de las dos perece, siempre la másdébil.

Por otra parte, tenemos las diferentes especies de animales, cadauno con sus diferentes formas de vivir, pero todas en el fondo con losmismos instintos y con las mismas necesidades en cuanto a la necesi-dad de vivir se refiere. En una caverna, por ejemplo, donde se cobijenvarios animales de la misma especie, que no traten de acercarse otros,si son ajenos a ellos, puesto que, si no son más fuertes que los que seencuentran allí, corren el riesgo de pasar un mal rato. Esto demuestraque aquellos animales defienden lo que creen que les pertenece, pues-to que les hace falta para vivir.

No creo que sea necesario que tengamos que extendernos sobre elparticular para que comprendamos que el instinto de apropiación na-ce en el animal con la necesidad de subsistir, y que el origen de la pro-piedad radica y está basado en el instinto de apropiación que todoanimal posee.

Cojamos, por ejemplo, las hormigas, y veremos, sin necesidad dealejarnos tanto para estudiar estos casos, que defienden su hormigue-ro contra viento y marea, porque son ellas quienes están instaladasallí y porque aquel agujero les es indispensable para sus vidas. Por lo

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tanto y aunque no lo piensen, por un instinto natural, saben que lespertenece, que es de ellas, que se han apropiado o lo han construidoy, por esta razón, lo defienden sin regatear sus vidas.

Con las abejas ocúrre tres cuartos de lo mismo. ¿Qué animal seatrevería a meterse en una colmena sabiendo por instinto propio quees más débil que ellas? Esta pregunta, aunque a primera vista parecesimplista, tiene una explicación y es, que el animal, por instinto na-tural, conoce los peligros y los riesgos que corre su vida si se paseapor ciertos lugares, que están habitados por otras especies que pue-den ser un peligro para él. Las cebras no van a pastar ni campan enlos sitios habitados por leones ni por ningún animal que representeun peligro enorme para ellas, y es, porque saben, por medio de esteinstinto, que aquellos lugares están habitados por otros animales queson mucho más fuertes que ellas y las devorarían. Sin embargo a losleones y a otros grandes felinos, les tiene sin cuidado el pasearse porlos lugares habitados por cebras y otros animales por el estilo. Al con-trario, cuando sienten la necesidad de alimentarse, van precisamenteen busca de ellos. En una casa donde haya tres o cuatro gatos, no hayratones, aunque en las casas vecinas haya a montones y es por lamisma causa.

La naturaleza, que a simple vista parece tan bella, si la analizamosen todos sus detalles, al menos en aquellos que nos es posible, podría-mos comprobar que es horrorosa y construida por alguien capricho-so y cruel, puesto que ha dotado a los seres que habitan en la tierrade Ijps mismos instintos para que vivan y continúen la vida. Sin

embargo, sólo le ha concedido el derechd de apropiación al más fuer-te y astuto para que se apodere y devore al más débil. A unas especieslas dotó de agilidad extraordinaria para saltar de árbol en árbol, paramejor escapar del peligro de otros anímales; a otros los ha dotadotambién de facultades para que puedan subirse a los árboles y silen-ciosos como una tumba, lo cual les permite poder atacar a aquellospor sorpresa, para nutrirse, y así sucesivamente. Le dio la vida alanimal dotándolo de lo que tenía que hacerle falta para que hiciesepor su vida todo lo necesario, sin tener en cuenta que para que unos

vivieran otros tenían que morir.Es en este laberinto de luchas por la existencia que se encontraba

el hombre, con las mismas necesidades e instintos que los demásanimales, pero con un don, podríamos decir, y es el de reflexión, elde pensar, el distinguir unas cosas de las otras, que si bien para algu-nos casos es lo más rico y maravilloso que la naturaleza le puede ha-



ber concedido, para otros es lo peor y más trágico, puesto que se haservido de ello para aprovecharse de su misma especie, esclavizándoselos unos a los otros. Existen teorías que suponen que, en las primerasépocas, el animal hombre vivía aislado, no era sociable como en laactualidad. Cada uno se las arreglaba por sí solo, luchando por suexistencia. Que con el transcurso de los tiempos y de los miles de pe-ligros que cada instante le acechaba por las inclemencias de la natura-leza y por los ataques de los otros animales, fue comprendiendo quefísicamente era mucho más débil, que casi la totalidad de los otrosanimales que se enfrentaban con él. Posiblemente esto haya sido uno

de los factores principales que haya obligado al hombre a sentir lanecesidad imperiosa de comprender que, unido con los demás, podríahacer frente a todos los obstáculos que se le presentaban y con másgarantías de salir airoso de todas aquellas luchas por su propia exis-tencia, que no aislado en medio de aquel estado salvage de luchas amuerte por y para la vida. Pero también es muy posible que, comomínimo, en el amanecer de su vida, el principio de la familia, y mástarde la manada, como por ejemplo los lobos en la actualidad yaexistiera.

A través de todo lo que hemos expuesto en este capítulo, hemospodido darnos cuenta del papel tan importante que ha jugado en to-

dos los animales el instinto de apropiación. No nos será difícil, pues,comprender que en el hombre este instinto ha estado mucho másarraigado, puesto que ha sido acompañado de la reflexión que le hapermitido darse cuenta poco a poco que las mismas necesidades quesentía, volvería a sentirlas después. Esto le llevó a que sintiese conmás ahínco que los demás animales el instinto de apropiación, puestoque él ya no defendía solamente lo que consideraba necesario para suexistencia, en el instante en que sentía la necesidad, sino en cualquiermomento en que alguien se lo quisiera arrebatar, porque ya compren-día que más tarde le haría falta otra vez.

Por todo lo que hemos expuesto, el hombre fue comprendiendo que,unido a sus semejantes, le sería más fácil poder defenderse de los obs-táculos que se le presentaban y procurarse todo lo necesario paramejor sobrevivir a todo cuanto le rodeaba.

Para terminar este capítulo y resumiento, sólo nos queda decir,para que sea bien comprendido, que si lo llamamos origen de la pro-piedad, es porque propiedad proviene de apropiación; que la apropia-ción de las cosas es innato en el instinto natural de los animales parapoder subsistir; que para subsistir o vivir unos, tienen que morirotros, y que para esto hay que emplear el gesto de violencia.38



LAS REL IG IONE S

Siempre y en toda la historia de la humanidad, adormecieron los pueblos para mejor dominarlos y vivir sobre sus espaldas, puesto que siempre estuvieron al lado de los potentados, chupando de la explotación a pesar de que jugaron siempre a las geremías de amor entre los hombres, digo geremías, por que seguramente para ellos solo deben ser hombres los que viven de la explotación de los demás, es por ello que siempre estuvieron al lado de los potentados viviendo en holgazanes.

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LA PRO PIEDAD DESDE SUS OR IG ENE S HASTA EL PRESENTE,

Y LOS FACT OR ES PRINCIPALES QUE HAN INTER VEN IDOY DETERM INAD O EN SU DESARR OLLO

El hombre, unido entre sí, ayudándose mutuamente, pudo hacerfrente a todos los obstáculos que se le presentaban, y en el trancursodel tiempo fue dándose cuenta de todos los detalles que se producíana su alrededor. A medida que fue saliendo del estado animal y lainteligencia se fue despertando en él, se fue dedicando a hacer todolo que podía para ir aliviando sus penas, comprendió que en ciertas

épocas de su vida le era muy difícil cubrir las necesidades indispensa-bles para vivir: alimentarse y abrigarse de los rigores y las inclemen-cias del tiempo incomprensibles todavía para él, o sea, en los invier-nos. Esto le obligaba a que en estas épocas sufriese mucho más queen otras, en que el sustento lo adquiría con más facilidad por haberen abundancia, lo cual le permitía poder evitar los peligros que leacarreaba la caza de los animales que le servían de sustento, comotambién de pasar frío a causa de que las temperaturas eran más sua-ves. Como decimos, todos estos casos fueron los que influenciaron y

más tarde determinaron que el hombre reflexionara y tratase de irmejorando su existencia. Fué, podríamos decir, casi sin darse cuenta,lanzado al trabajo por iniciativa propia, no por capricho, sinó pornecesidad.

Se supone, y es muy posible que así haya sido, que unas de laslim eras cosas a las que el hombre se dedicó fue a combatir el frío,pft>curarído cubrirse con las pieles de los animales que les servían dealimento. Este hecho es bastante comprensible, puesto que no es el

hombre solamente el que sufre las inclemencias de los cambios detemperatura sinó todos los animales en general. Si éstos no puedenhacer nada para cubrirse es porque no están dotados de facultades fí-sicas para poder realizarlo, pero no porque no lo sientan, prueba deello es que todos los animales procuran protegerse del frío y de lastormentas cada uno como puede, en cavernas, agujeros, debajo del á b l t t



El hombre comprendió que lo que en el instante necesitaba le ha-ría falta también después, y si no lo tenía a mano, se vería obligado apasar necesidad y sufrir los rigores de la escasez. ¿Fueron estas lascausas principales que le indujeron a que acaparase y se apropiara detodo cuanto comprendía que le hacía falta para el mejoramiento desu existencia? Yo creo que sí, máxime si tenemos en cuenta que esta-ba dotado de facultades para hacerlo. Como podemos comprender,para ir haciendo todo esto, tuvo que empezar a trabajar. Por ejemplo,sí quería tener algunos animales para echar mano de ellos en cuanto

tenía necesidad, tuvo que empezar por construir estacadas para ence-rrarlos, cortar árboles para poder hacer estas estacadas, o bien acumu-lar piedras en las puertas de las cavernas que dedicó para ello.

De una u otra manera, esto requería una serie de reflexiones y detrabajos. Poco a poco, el hombre se fue desenvolviendo. Para cons-truir una cosa, necesitaba primero los utensilios para poder hacerlo.Era otra nueva reflexión, y otro trabajo. Así sucesivamente, cada vezmás complicado y más perfeccionado, al mismo tiempo.

A mi entender, creo que sería absurdo pensar que en aquellos tiem-pos ya había opresores y oprimidos entre la especie humana, puestoque la codicia y el egoismo no había hecho todavía su aparición en elhombre. Esto sucedió más tarde, como veremos. Pero sí una inicia-ción de los más astutos y fuertes, a quienes los demás siguieron, sinpercatarse de que aquello era el principio de lo que a fuerza de años,de miles de años, tenía que acabar por ser las tiranías, la esclavitud enla explotación del hombre por el hombre. Si en su origen se hubiesedado cuenta de lo que este detalle representaba y de los estragos enque tenía que llegar a parar, es más seguro que hubiese preferido elrebelarse contra aquella iniciación y luchar por la independencia total

del individuo, que no llegar a parar hasta el punto en que se encuen-tra hoy, sometido a estados mastodónticos y sin personalidad alguna,puesto que en el cien por cien de todos los casos, es el estado, con to-do lo qué íepreiehtá el que dispone del individuo y determina por él.

En principio, sé üniéroh éntré sí ¿>ará mejor hacer frente a la vida,ayudándose mutuárnérité, cbnho ya hemos dicho: ni que decir tieneque esto son kolarriente suposiciones de córrio se cree que pudo empe-zar la vida eh común entrfe los seres humahos, aparte naturalmente,el prihcipio de familia, puesto que sin ésta no hubiese existido mástarde Clanes' Tribus y Poblados. Digo suposiciones, porque no creo¿|üé püéda haber ríadie capaz de afirmar íjúé fue así o de otra maneraque pudo empezar la vida én común.42



SUPERSTICIONES

Para luchar contra los abusos que algunos hombres hicieron y ha-cen, abusando de la ignorancia de cuanto les sucedía y les sucede to-davía hoy en la actualidad; sólo existe un remedio que es, el instruir-se, saber, para poseer los conocimientos para subsanar los males pro-ducidos por la ignorancia.



A medida que el tiempo transcurría, se fue dando cuenta y obser-vando cómo la naturaleza obraba en ciertas épocas: unas eran florescientes y de abundancia, en que todo brotaba y se reproducía. Se diocuenta de que donde habían caído los frutos o semillas de los árbolesy plantas en unas épocas y que habían quedado enterradas, en otrasépocas de aquellos frutos y semillas volvían a nacer otros árboles yplantas, entre ellos aquellos que les servían de sustento. El hombre

advirtió este hecho y fue haciendo la misma operación que la natura-leza le enseñaba. Recogió las semillas de las plantas que eran buenaspara comer y las enterró donde a él le vino más a la mano, antes quela naturaleza empezara a germinar. Creo que debió de ser de esta for-ma como el hombre empezó a trabajar la tierra. A todos estos traba-jos tenemos que añadir otros que es muy posible que hayan sido delos primeros a que el hombre se dedicara: la construcción de los me-dios de defensa contra los ataques de los demás animales y de cazay pesca necesarios a su sustento.

Si tenemos en cuenta que la propiedad actual no es otra cosa queel producto del trabajo realizado por los hombres, y acaparado porunos cuantos en su provecho particular, veremos que nos es, indispen-sable el hacer este pequeño relato de cómo el hombre fue lanzado altrabajo, para no caer en errores que pudieran ser perniciosos al estu-dio que estamos tratando de hacer.

Por el contrario, si creyésemos que la organización de la vida encomún se pudiera haber realizado de manera diferente a la que hemos

expresado, la propiedad en general, por desastrosa que pudiera pare-cer, sería quizás más justificada, hasta cierto punto, para todos aque-llos que la poseen, y pasajera y resignada para los que, produciendotodo, no tienen nada. Por ejemplo, tal como lo presenta la religión, omejor dicho, las religiones, sobre la creación de todas las cosas por undios poderoso que le dio a cada cual lo que consideró que tenía quehacerle falta primero, y después condenando a los unos a trabajar yser los esclavos de otros que tenían que vivir en la opulencia y la

holgazanería el resto de la existencia. Si creyésemos aunque sólo fue-se por unos minutos, esta majadería, al menos para todos aquellosque pensamos lo contrario por los razonamientos que hemos expues-to y los que quedan por expresar, sería absurdo e inútil todo lo quehemos analizado. Por eso, era necesario e imprescindible el hacer elrelato que hemos hecho acerca de cómo y por qué el hombre ha sidolanzado al trabajo para poder tener una base sólida de partida en el



El hombre no había llegado todavía al final de sus desgracias, cuan-do creyó que la abundancia le iba a sonreír y que la seguridad delconjunto iba a ser un hecho efectivo a consecuencia del trabajo quehabía realizado para la seguridad de sus vidas, en lo que concierne anutrición y abrigo. Había soslayado ya el peligro continuo de losataques de los demás animales, a causa del bloque de fuerza que reali-zaron por medio de su unión en la ayuda mútua. Teniendo en susmanos los primeros resortes que tanto servicio habían de hacerles alencaminamiento de nuevas etapas hacia una vida mejor. No siendo yapara ellos ningún secreto el fuego, sirviéndose de él para infinidad de

cosas. Habían dejado ya de ir errantes por aquella naturaleza ruda enbusca de alimentos de lo que de aquella vida de nómadas tantos ytantos sufrimientos tuvieron que lamentar.

Cuando todo esto ya había pasado, cuando con el esfuerzo de sutrabajo creyeron que iban a poder vivir dichosos, entonces, les ocurri-ría una o varias catástrofes en las cuales él no había tenido tiempo to-davía de pensar y menos aún de prever para prepararse a luchar con-tra ellas por la corta experiencia de su vida y su trabajo en la misma.Una tempestad arrasaba y destrozaba en una hora o minutos lo que aaquel conjunto de hombres les había costado días y meses de trabajo

penoso en el cuidado y cultivo de la tierra y ganados, viéndose otravez ante el hambre y la miseria por un hecho incomprensible y aterra-dor el cual les había causado un daño inmenso sin saber el por qué nia qué se debía todo aquello. ¡Cuántas veces el hombre se habrá pos-trado llorando, maldiciendo o implorando ante los hechos que seproducían a su alrededor como el que hemos enumerado, antes decomprender el por qué se producían! Seguramente sería imposiblepoder contarlos, aunque aquellos hombres hubiesen dejado notas ydocumentos de sus hechos y sufrimientos.

Cada pueblo, cada aglomerado de hombres, con formas y maneras

distintas los unos hincados de rodillas y con los ojos clavados en loinfinito de los espacios, implorando, rogando a lo que ellos imagina-ron responsable, o culpable de las desgracias que les ocurrían, que losperdonara, que no les hiciera sufrir, que ellos harían todo lo que estu-viese a su alcance para no enojarle. Otros de pie, con los brazos enalto implorando piedad, y así sucesivamente, con las posturas y ges-tos que se les ocurrían, creían que podían ser escuchados. Todoslloraron e imploraron, a la mente de los hombres acudieron todas lassupercherías habidas y por haber, supuso, imaginó, en todo lo que ala mente se le ocurrió menos en lo cierto, cada pueblo, como hemos

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dicho, con maneras distintas, como cada uno lo entendió. He aquí elpor qué de las diferencias de todas las religiones hoy en la actualidad.Pero todos se engañaron, todos imaginaron esto o aquello sin dar enla verdad de los hechos. El hombre estaba sumido en la más completaignorancia del cómo y el por qué se producían los hechos que les ha-cían sufrir o gozar en unas u otras estaciones del año.

He aquí uno de los factores principales que favorecieron más el

desarrollo de la propiedad: el ignorar todo lo que queda expuesto, locual dio pie a la imaginación del hombre a que se creasen dioses, delo cual los más astutos no tardaron en aprovecharse creándose castassuperiores, dando como resultado el principio de una autoridad yobediencia ciega que más tarde tenía que acabar en la servidumbre delos unos hacia los otros, en provecho de aquellos que pusieron suinteligencia mezclada con el egoísmo al servicio personal de ellosmismos.

Poco a poco, el hombre fue distinguiendo y apreciando las cosasque ocurrían a su alrededor, lo que le sirvió para prevenirse y podervencer obstáculos. Pero esta vez no se trataba de empuñar la lanza niel arco para defenderse contra los ataques de los demás animales. Eraalgo peor, algo que estaba por encima de sus fuerzas. Era un enemigoaterrador que lo maltrataba haciéndole sufrir e incluso perecer dehambre'cuáfndo fe’s arrlarsJábá süs'¿ósechas, de frío otras veces. Vientosque lo azotaban, aguas que lo inundaban sin que él pudiera presentar-le cara para poderse defender. Todo aquello era inmenso misterio pa-

ra el hombre. Por otro lado, se daba cuenta de que en otras épocasdesaparecía todo aquel estado de cosas malas, dejándolo tranquilo,gozando de los buenos tiempos. En todas las épocas de la vida y entodo lo que el hombre se ha dispuesto a realizar, ha habido y hayhombres que analizan y comprenden las cosas o hechos antes que losdemás, quizás porque éstos poseen un grado de inteligencia superiorque el resto de los hombres. Fueron estos, a mi entender, los que seencargaron de achacarle a una u otra cosa o hecho todo lo que lessucedía. Se fueron percatando de todos los detalles, de cuándo las

temperaturas cambiaban, de cuándo los malos tiempos hacían suaparición, de las lluvias y demás hechos provenientes de los espacios,comunicándoselo a los demás para prevenirse y evitar, en todo lo queestaba én £us posibilidades, el sobreguardar lo que tanto trabajo lescostaba realizar.

Esto debió de durar así un cierto tiempo hasta que poco a poco



tantísimo para el conjunto de la comunidad, anunciándoles el tiempoque iba a hacer, empezaron a trabajar para ellos, pasándose por altotoda clase de escrúpulos y sentimientos humanos, dejándole el pasolibre a la maldad y al egoísmo, erigiéndose en clases superiores,haciéndoles sufrir al resto del conjunto, del que formaban parte inte-grante, todos los perjuicios de los desvíos morales y materiales que aellos se les antojaron. No quiere esto decir que fueron ellos solamentelos responsables de todas las desgracias que la humanidad padeció, si-no que fueron todos en conjunto, como lo somos hoy en la actuali-dad, los unos por querer dirigir y mandar a su capricho y los otros

por dejarse hacer, obedeciendo a ciegas, sin darse cuenta que a lo lar-go de los tiempos había de ser la catástrofe entre los hombres.

Vamos a tratar de explicarnos más ampliamente sobre el puntoque tocamos, puesto que, según mi opinión, es el punto de partida detodos los males sociales que hoy sufrimos. Según expone el conde deVolney, en su obra “Las ruinas de Palmira”, cuando el hombre sefue percatando de los hechos que más atrás hemos expuesto y que novamos a repetir, sintió la necesidad imperiosa de conocer, para estarprevenido a qué se debía y cuándo hacían su aparición los malostiempos, tempestades, fríos, lluvias, etc., etc. ... Como también de la

aparición de las épocas que eran propicias para sembrar y demás labo-res del campo.

Para este nuevo trabajo, eligieron a algunos cuya misión sería laobservación de los astros, de los cambios dé estaciones del año, en fintodo lo que anunciaba épocas de siembra, catástrofes atmosféricaspreviniéndoles para poder salvar todo cuanto corría peligro de serdestrozado. Estos hombres se percataron incluso del valor medicinalde algunas plantas con las cuales curaron también, en la medida desus posibilidades, a sus semejantes. Como en aquellos tiempos elhombre no tenía otros medios de comunicación que el oral y todavía

rudimentario, estas observaciones se las fueron pasando solamenteentre amigos y parientes, quedando reducidos estos conocimientos agrupos muy pequeños, o familias, las cuales poco a poco se considera-ron castas aparte y, arrogándose éstas un privilegio exclusivo, adqui-riendo un espíritu de cuerpo y de aislamiento muy contrario a lascosas públicas. Por medio de esta sucesión continua de las mismasinvestigaciones y de los propios trabajos, fue en verdad mucho másrápido el progreso de los conocimientos. Pero como se hacía un granmisterio de ellos, sumergido el pueblo de día en unas tinieblas más

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densas, se hizo cada vez más servil y supersticioso. Viendo que algu-nos mortales producían ciertos fenómenos, que anunciaban exacta-mente eclipses y cometas, que curaban enfermos, que manejaban ser-pientes, se creyó que tenían comunicación con las potencias celestia-les; y para lograr los bienes y evitar los males que se esperaban, fue-ron considerados como mediadores e intérpretes. Así se establecieronen el seno de los estados, unas corporaciones sagradas de hombres

hipócritas y embusteros, que eran al mismo tiempo astrónomos, teó-logos, físicos, mágicos intérpretes de los dioses, oráculos de los pue-blos. Rivales de los Reyes y sus cómplices, establecieron con el títulode religión, un dominio de misterio y un monopolio de instrucciónque han producido hasta el día de hoy la pérdida de las naciones.

Las opiniones que tiene el Conde de Volney sobre estos hechos lascreo acertadas. Sólo difiero de él en lo que dice que, cuando los hom-bres se vieron atormentados por unos hechos que no comprendíaneligieron a algunos de entre ellos para que observaran y previnieran alos demás de los hechos atmosféricos, como ya sabemos. Yo, sin que-rer desmentir de una manera rotunda esta opinión, puesto que no mesiento con conocimientos suficientes para ello, e incluso ignoro quepueda haber alguien capaz de poder afirmar nada sobre el particulartodavía, entiendo que fueron éstos, los más inteligentes, los que com-prendieron antes los hechos, como más atrás he tratado de demostrar,los que se iban dando cuenta de los detalles atmosféricos comunicán-doselo a los demás. Dando como resultado todo lo que Volney expone.

A consecuencia de ello, podemos constatar que la malicia y elegoísmo por parte de unos en querer sobresalir por encima del restopara poder tener una vida más cómoda sin ninguna clase de esfuerzos,empleando todas las artimañas que a la mente les vino, mintiéndoles,atemorizándoles con el castigo que les vendría por parte de los malosespíritus que dominaban los cielos si no hacían lo que ellos iban or-denando, y por otra parte la adulación, la creencia, la ignorancia y laobediencia que el resto tenía hacia los primeros, fue siendo, poco apoco, el resultado de una diferencia entre los hombres en todos losaspectos de sus vidas. A medida que los tiempos fueron transcurrien-do, fueron quedando más acentuadas y como normas establecidas.

En aquella época, el hombre debió de ser libre hasta cierto punto,puesto que su propia ignorancia le hacía esclavo de las supersticionesque su imaginación le hacía ver en todo lo incomprensible para él.



aún cuando no comprende los hechos que pueden ocurrir a su alre-dedor; que ha sido uno de los factores principales que más han favo-recido las creencias religiosas y que las religiones a su vez, dirigidaspor hombres sin escrúpulos, son los que a su vez más han favorecidoel desarrollo y mantenimiento de la propiedad, puesto que han dis-traído el pensamiento humano en sandeces como las de inculcar enla mente del hombre que hay que resignarse y sufrir con agrado enla Tierra para poder alcanzar el bienestar en los cielos, mientras queellos viven a sus anchas sobre las espaldas de los demás.

Decimos, pues, que la imaginación del hombre no tiene límites yque ha sido hasta cierto punto la causa de sus propios males. Supon-gamos por un momento que ocurriera un cataclismo, algo que estu-viese por encima de todas nuestras fuerzas y posibilidades de poderpresentarle cara para defendernos y sobrevivir, en el que la humani-dad entera se viese comprometida y.atprmentada hasta el punto dever de cerca la muerte, en que todos nuestros esfuerzos de lucha fue-sen estériles, que por cualquier camino que tomásemos para quererdefendernos o huir, la amenaza de perecer se nos echara encima. An-te este fenómeno incomprensible para nosotros, buscaríamos un ca-

mino para poder escapar como el mas cobarde de los animales quepueda haber en la Tierra. Pero, al huir, que el fenómeno se nos presen-tase cortándonos toda posible retirada, de forma que el peligro deperecer fuese eminente. ¿Qué haríamos en este caso desesperado? Esmuy posible y casi seguro que la mayor parte de la humanidad nospostraríamos llorando, implorando piedad. Nuestros sesos se devana-rían por querer comprender a qué podría deberse todo aquel estadode cosas y por qué nos sucedía. Nuestra imaginación se encargaríade ver las cosas como ella mejor le pareciera o con arreglo al estadode nervios en que nos encontráramos. Si, en medio de este cataclismo

y desesperación, oyésemos voces que nos dijesen que, si hacemos estoo lo otro, podremos obtener el perdón y seremos salvados; que estoobedece a esto o aquello y compobáramos que el fenómeno iba desa-pareciendo, aunque dejando infinidad de víctimas entre nosotros,Sfcrí* muy probable t\U$ C№1t&C!A|0s 4 aquellas voces y nos predis-pondríamos a ir haciendo lo que nos habían indicado con tal de sal-var nuestras vidas, máxime si viéramos que aquellas voces no se enga-ñaban, que, cuando nos anunciaban que otro fenómeno iba a produ-cirse, ocurría. Llegaríamos incluso a tener una cierta admiración poraquella voz que conocía y comprendía lo que nosotros ignorábamos.

En este mismo hecho, según mi entender, el que les ocurrió a los60



hombres en aquellos tiempos, fueron los más inteligentes los que sedieron cuenta antes que los demás de los hechos que ocurrían, losque se aprovecharon del terror que sentían todos aquellos hombresaterrados hacia todo aquel estado de cosas que les hacía sufrir sinsaber por qué, encauzándolos por senderos de creencias que, a lo lar-go de los tiempos, tenían que quedar sometidos a la voluntad y capri-cho de los que se sirvieron de su inteligencia para vivir a costa del su-

dor de aquellos pobres ignorantes.Todos estos hechos son unos de los factores que han intervenido ydeterminado que los instintos de apropiación, que el animal en gene-ral posee, permitiesen que en el hombre no quedasen estancados ensu origen solamente, sinó que fuesen mucho más violentos entre lamisma especie humana. Los primeros eslabones de la cadena de lapropiedad en la explotación del hombre por el hombre los tenemosen cuanto hemos podido llegar al punto en que unos supieron ganarsela obediencia de ios otros. La obediencia de éstos dio como resultado

el dejarles el camino libre a los primeros, por ignorar, lo que esto su-ponía y que traería como cosa lógica lo que la humanidad está hartade sufrir y padecer: esclavitud y miseria.

Cojamos, por otra parte, otro de los factores no menos responsa-bles que los anteriores del desarroHo de la propiedad entre los hom-bres, las guerras,"las batallas entre la especie humana.

Las peleas entre los hombres son tan viejas en él, que se confun-den con el origen de la vida misma de la especie humana. Ya en los

capítulos anteriores hemos visto a qué se debe la Guerra continua delas especies, e incluso entre las mismas. El hombre no era otra cosaque un animal más, sintiendo las mismas necesidades que el resto delos animales que poblaban la Tierra con él. Él hombre, pues, empezóa pelearse con sus semejantes en el momento en que uno se apoderóde un objeto cualquiera porque le hacía falta, objeto que un segundopor las mismas razones, quiso arrebatárselo, exactamente igual quecualquier otro animal. ¡Cuántas y cuántas batallas no se libraríanentre los hombres por estos hechos u otros análogos antes de que se

fuesen agrupando entre sí, para mejor poder sobrevivir a todo aquelestado de luchas a muerte entre las especies por y para la vida!

De la misma forma que luchó aislado para obtener y defender loque consideró necesario para su existencia, lo hizo después en comúnpor las mismas razones, con la sola diferencia de que éstas fueronmucho más sangrientas, puesto que ya no era la vida de uno o dos



Es comprensible que, s¡ un puñado de seres viven juntos, con eltranscurso del tiempo, vayan entendiéndose, ya sea por medio de sig-nos, aullando primero o por un lenguaje más o menos extenso des-pués, cosa que no puede ocurrir cuando se encuentran separados poruna extensión de tierra o agua. Quizás sea esta una de las causas quemás haya influido para que los hombres en clanes o tribus de unos yotros lugares al encontrarse errantes por la tierra, no se fiasen losunos de los otros al no poder comprenderse, que por recelos de per-der lo que poseían se entablase la pelea entre unos y otros. El receloy la desconfianza que algunos hombres pudieron inspirar al pasar por

sitios habitados por otros los comparo a los hechos que he podidoconstatar en algunos animales en la actualidad y que todos hemospodido apreciar.

Por ejemplo, en una barriada, hay una cantidad de perros, éstos seconocen, puede existir peleas entre ellos en el momento en que unoestá comiendo si otro se aproxima para querérselo quitar, o inclusocuando van varios detrás de una perra, para saciar sus apetitos sexua-les, pero la pelea nunca es tan fuerte ni feroz que cuando otro perrode otros lugares pasa errante por allí.

Al notar la presencia de un desconocido, los perros se aproximan,lo olfatean, lo observan. Este, notando la desconfianza o la extrañezaque él causa a los otros y aquellos a él, gruñe mirándolos de reojo.Los otros hacen lo propio, hasta que uno u otro le ataca, entablándo-se una pelea que, si el pobre perro no ha podido encontrar una salidapara escapar a toda velocidad, lo han medio destrozado. Este caso nolo he presenciado una vez nada más, lo he podido constatar infinidadde veces, y siempre me he hecho la misma pregunta: ¿Por qué atacana ese perro, si no les ha hecho nada? ¿por capricho? No, por recelo y

desconfianza, puede que sí. Deben temer que les quite algo o quevenga en busca de alguna perra de por aquí.

Estos mismos hechos son los que creo que debieron de ocurrir alos hombres en aquellos tiempos. Aún más, si tenemos en cuenta queel hombre, como animal que es, cuando tenía hambre, procuraba co-gerlo donde se encontrara para saciar su apetito, ya fuese en las ma-nos de otro hombre o en la vida de otro animal, desde luego siempredonde le era más fácil, por temor a perder su vida.

Otro de los puntos fundamentales de las peleas entre los hombresy que muchos escritores coinciden en ello, era el robarse las mujereslos unos a los otros. La atracción y el deseo que el macho siente por

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la hembra y ésta por éste es un hecho natural para que la continua-ción de la vida sea posible, es decir, que los dos se buscan continua-mente a consecuencia de los sentimientos e instintos con que la natu-raleza les dotó para que la vida continuase su cauce sin desfallecer.El macho está siempre mucho más predispuesto para la procreaciónque la hembra, porque no sufre los transtornos genitales de menstrua-ción, embarazo y además, la mujer en estos lapsos de tiempo sientemenos los deseos sexuales. Si esto es cierto, no nos extrañará que elhombre haya buscado siempre más a la mujer que ésta al hombre. Porotra parte es ésta la que enriquece de hijos a la comunidad, a la quemás tarde tendrán que reforzar y dar vida mediante la caza y éf trabajo, y defender como guerreros cuando el caso se presente.

Estos son, a mi entender, los dos factores principales que han de-terminado al hombre ir en busca de la mujer donde se encontrase,entablándose una buena parte de las peleas de aquellos tiempos paraarrebatárselas los unos a los otros. Sabían que una tribu que carecíade mujeres, con los miles de peligros que los hombres corrían comocazadores o guerreros, llegaría a desaparecer si no tenían hijos que losreemplazaran, y que eran las mujeres las únicas que se los podían dar,más aún teniendo en cuenta la mortalidad tan grande que existía enla infancia, debido a lasNntemperies, malos abrigos, alimentos, etc.,etc. Con un número escaso de hembras, no podían reemplazar laspérdidas continuas de hombres en la colectividad.

Otros de los factores responsables de las guerras, qúizás sea uno delos más importantes, es que ho todos los hombres evolucionaron almismo tiempo. Mientras unos reflexionaron y se fijaron en cómo la

naturaleza obraba y se predispusieron a hacer lo propio, imitándolaen aquello que podían para ir mejorando su estado de existencia, pa-sando del estado de nómadas errantes por la Tierra cazando y cogien-do al de productores, fijos en los lugares que creyeron más conve-nientes cultivando la Tierra y demás, otros, por estar más atrasados,al no habérseles despertado todavía el grado de inteligencia suficienteque les hiciese comprender cómo podían mejorar sus vidas, siguieronen el estado de nómadas errantes de un sitio para otro. Esto dio pie aque, al encontrarse con los otros pueblos más ricos que ellos por elesfuerzo de su trabajo, y más pacíficos por haber perdido la feroci-dad de la lucha diaria por la subsistencia y la propia defensa, los des-trozaron, robándoles cuanto poseían, marchando de nuevo haciaotros lugares en espera de nuevos botines, mientras que los otros tu-vieron que huir, y empezar de nuevo, pero con un resabio y un dolor,

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que en las próximas luchas tenían que acabar por ser más terribles ysangrientas, no fiándose de ningún hombre extraño a ellos.

Si al principio de todo lo que hemos tratado de averiguar y anali-zar sobre el origen de las guerras entre los hombres, una vez acabadala pelea, había cesado el odio hacia el enemigo, como en cualquieranimal, no debió de ocurrir así después, a consecuencia el resabio y lased de venganza que iba quedando en los hombres en general, no esdifícil, pues, comprender que por estas causas los hombres se destro-zaron entre sí sin ninguna clase de piedad, hasta que los más astutosde los bandos vencedores, comprendieron que los vencidos podrían

serles de mucha utilidad si, en vez de exterminarlos, los hacían traba-jar, dando como resultado el principio de la esclavitud.

El amor por la vida y el terror por la muerte hace que, en muchoscasos el animal sea cobarde y se someta al vencedor con tal de que és-te le perdone la vida. Y el hombre, siendo biológicamente un animalmás en la cadena de la vida, no escapa a la regla, es más incluso porexceso de egoísmo personal y por escapar mejor a la suerte que lehan impuesto no ha tenido reparos de hacer mal incluso a sus propioscompañeros de infortunio. Así es que, a partir de este momento, unavez que se acababa de exterminar a los que ponían resistencia, el res-

to quedaban constituidos en prisioneros a merced de lo que los ven-cedores querían hacer de ellos, formando éstos parte de una clasemucho más baja que las ya existentes, no teniendo éstos ningún de-recho a intervenir en las cosas de la comunidad, salvo trabajar y hacerlo que se les ordenaba, si no querían perecer, puesto que eran propie-dad de los que en la pelea habían triunfado.

A medida que vamos examinando, indagando sobre los malestaressociales del hombre, vamos viendo bien claro, y sin temos de cometerninguna torpeza, que el instinto de apropiación que hemos notado enel animal al principio de lo que nos ocupa, como se ha ido desarrollando

en el hombre a través de todo lo que hemos expuesto. En este senti-do, el hombre fue avanzando por los ásperos caminos de la vida, sincomprender que por este sendero sólo le esperaba la amargura y elsufrimiento de su propia ignorancia, dejándose llevar por los instintosde apropiación y dominio que el animal posee, apartándose poco apoco del escaso y tímido sentido de solidaridad que al principioposeía dentro de la especie humana.

A medida que los tiempos fueron transcurriendo, las poblacionesse fueron ensanchando, primero porque el hombre se estacionó, co-

mo ya hemos dicho, lo cual le permitió librarse de muchos peligros54



que le acarreaba la vida agitada de nómadas; segundo, porque, al es-tar acomodados en sitios fijos, podía tener mejor cuidado de la infan-cia y protegerlos mejor contra los rigores de las temperaturas, lo cualdebía de causar una gran mortalidad infantil; tercero, por la capturade prisioneros en las batallas de una aglomeración o tribu contra otra.

A medida que la inteligencia se iba despertando en el hombre, lacodicia y el egoísmo se ibaafianzando también en el mismo de mane-ra general. Si estos hechos sólo se hubiesen producido en algunas con-

centraciones humanas o poblados, o en algunas razas nada más, alser éstas absorbidas por otras cuyos sentimientos de benevolencia, desolidaridad y de apoyo mutuo por la especie hubieranestado por en-cima de los de las otras, el escarnio inhumano y despotismo que exis-te hoy no existiría.

Basándonos en este ejemplo concreto, podemos resaltar que, a me-dida que la inteligencia se iba despertando en el hombre, la codicia yel egoísmo se iba afianzando también en él de forma general. Esto no

quiere decir que para vivir bien y ser feliz haya que ser bruto e igno-rante, pero sí una constatación de que, mientras no ponga su inteli-gencia en contrarrestar los efectos nefastos de estos instintos que, sibien en el animal le sorí necesarios para sobrevivir, como al hombreen su amanecer; han sido después desastrosos por la sencilla razón deque, cuando no se tiene una noción clara y acertada de los problemasque el hombre tiene planteados en todos los aspectos, y sobre todomorales, dan margen a equivocaciones que, según en que casos, tie-nen consecuencias tan inhumanas como es en todo lo que estamos

estudiando.El hombre, a pesar de ignorarlo todo en su amanecer, fue compren-

diendo el valor que tenían los objetos con arreglo a la necesidad quetenía de ellos y por el esfuerzo que le había costado el adquirirlos, yfueron los instintos de apropiación y dominio los que se encargarondel resto, porque el grado de inteligencia humanizada estaba por de-bajo de éstos, como ocurre en la actualidad con todos los explotado-res que subyugan al resto de la humanidad, sin tener en cuenta queson seres humanos como ellos.

Al agrandarse las aglomeraciones, la vida en común iba teniendonecesidad de nuevos quehaceres, de nuevas estructuras, cada vez máscomplejas. Cuanto más reducido es el número de componentes deun pueblo, menos complicada es la organización de las cosas en co-mún; por el contrario, cuanto más crecido en el número de compo-

t á li d l i ió d l i ú i



una buena parte de los que van ingresando en la comunidad, no seconsideran con los mismos derechos y deberes que los demás.

Si al principio, no debió de existir ningún problema sobre este par-ticular, por no ser muy grande el número de los prisioneros, no debió detardar mucho en complicarse las cosas. Si bien aquellos prisioneroseran el producto de la rapacidad guerrera y pertenecían a los vence-dores, que los emplearon para los trabajos que ellos creyeron conve-nientes, al crecer el número de éstos y no ser ya bastantes los guerre-ros vencedores para cuidarse de vigilar a los ya esclavos, fue cuandotuvieron que tomar nuevas determinaciones para irse asegurando el

control de la producción y el respeto de los esclavos, para que la su-misión de los mismos quedase mantenida para el futuro. Es muy po-sible que ocurriese de la siguiente forma, —y digo que es muy posible,puesto que es difícil saberlo con exactitud, por la razón de que sonsituaciones, como otras que más atrás hemos mencionado, del domi-nio de las suposiciones, hechas sobre estudios y análisis que serealizan tomando notas de lo que el hombre realiza en el presentepara poder indagar sobre el pasado, y sobre este hecho vamos hacerlo propio—.

Ya hemos dicho anteriormente, y si no demostrado, al menos estu-

diado y analizado, que el animal, en términos generales, es cobarde,sometiéndose al más fuerte y vencedor con tal de que éste le perdonela vida, y en muchos casos no repara en perjudicar a sus compañerosde infortunio con tal de escapar a la suerte que le han impuesto.

Yo he visto en los campos de concentración, y en compañía de tra-bajadores organizadas por los franceses en 1939, cuando pasamos losespañoles refugiados a Francia, después de lo que empezando comorevolución acabó como guerra civil, como unos perjudicaron bastanteal conjunto de los demás, con tal de obtener un mendrugo más de

pan y representar algo más que los demás. He visto la ocupación ale-mana en 1941 en Francia y cómo supieron ir ganándose a los hom-bres sin escrúpulos que existen en todos los países. Es más, muchosno esperaban a que los ocupantes les ofrecieran una plaza, sino queellos iban en busca de ella ayudándoles en su obra de dominación,poniéndolos en sitios de segundo o tercer orden. De no haber encon-trado a todos estos hombres, (sobre todo en policías) dispuestos aayudarles por gozar de un privilegio que no hubiesen podido obtenerde otra forma, hubieran tenido que ser ellos mismos los que hubiesentenido que ocupar dichos puestos, cosa que les habría sido imposible,

el extenderse por el mundo, puesto que no hubieran sido bastantes56



todos los alemanes de toda Alemania para ello. ¿Es que todos estosdesdichados eran acaso fascistas como los ocupantes alemanes, quelos compraban a cambio de un poquito más de bienestar que el quetenían el resto de los ocupados? Yo creo que no, sólo eran unos co-bardes vendidos que no pudieron resignarse a pasar el calvario que losdemás pasamos. Otros fue por seguir representando lo que antes devenir los ocupantes ya representaban, es decir, algo más que los ex-plotados; otros porque creyeron que, desde estos puestos, podrían lu-

char mejor contra los invasores, (éstos, desde luego, los menos, tanmenos que se podrían contar muy fácilmente) y por último, los quepensaban como los propios nazis alemanes. Si sólo hubiese ocurridoen Francia, no tendría mucha importancia, porque esto ocurrió entodos los países que invadieron y en que se aposentaron. En los cam-pos de exterminio de Alemania, los chivatos, la mayoría de los queestaban también en los puestecillos de segundo o tercer orden, los en-chufadlos como los españoles solemos decir, fueron los que en mu-chos casos aumentaron más aún el calvario de aquellos pobres desdi-

chados, calvario impuesto por los verdugos, por los fuertes, por losvencedores. Se prestaron a toda clase de rastrerías y vilezas contra losque fueron internados como ellos para, cuando no pudiesen trabajarmás, hacerlos desaparecer. Y para acabar de enumerar hechos de estaíndole en presidios y cárceles de todos los países del mundo ¿no ocu-rre tres cuartos de lo mismo?

Habría para llenar volúmenes enteros, si quisiéramos narrar con de-talles y hechos todo lo que ocurre y pasa en el mundo en este ordende cosas, para no extendernos demasiado, porque considero que no

puede haber nadie que desmienta estos hechos. Los tenemos a diarioante nuestra vista, en los talleres, fábricas, y en cualquier lugar dondese trabaja, los jefes de equipo, los contramaestres de todas las clases,¿no son, en general, peores todavía que los propios patronos queoprimen y explotan? ¿no es gracias a estos que pueden seguir explo-tando y vivir holgazanamente sobre las espaldas y el sudor de todoslos seres humanos que tienen bajo su dominio, sin tener que romper-se mucho la cabeza para vigilar que los explotados rindan más ymás?

La policía de todos los estados y países, ya sean opresores o demó-cratas, ¿no son hijos de la clase trabajadora y del pueblo al servicio delestado y del capitalismo y en perjuicio de sus hermanos de infortu-nio, desheredados de las riquezas de la Tierra? Todos estos hombresque hemos apuntado y otros por el estilo, son lo que con su egoísmo

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y cobardía, más han ayudado a los opresores al desarrollo de la pro-piedad, a su mantenimiento, y a la perpetuación de la miseria entrelos seres humanos.

He aquí como creo que debieron producirse estos hechos en aque-llos tiempos. Se aprovecharon de toda esta clase de hombres sin es-crúpulos y cobardes que, por temor a sufrir la suerte impuesta por losvencedores, se vendieron a sus enemigos con tal de ser mejor conside-rados. Ayudaron a aquellos guerreros vencedores a vigilar a sus pro-pios hermanos de cautiverio y a medida que los tiempos transcurrie-ron, iban quedando como nuevos jefes de trabajo y agentes de vigi-

lancia de los que un día fueron como ellos. A partir de estos momen-tos, aquellos guerreros vencedores y déspotas gozaron más ámpliamente de los privilegios, de la opulencia y de la holgazanería. Fueronconstituyendo castas aparte, ya no tuvieron necesidad de codearsecon los esclavos ni aún para vigilarles, puesto que se vigilaban entreellos, y sólo tenían que recoger el producto del trabajo que realiza-ban. La ambición es tan grande en los hombres que sólo pensaron enacaparar más y más, y para ésto las contiendas guerreras se multipli-caron y se sucedieron, las unas tras las otras, y los que fueron fuertesy soberbios en unas épocas, en otras, a través de las guerras, quedaron

reducidos a la esclavitud con sus esclavos. Y así sucesivamente, a tra-vés de toda la triste y mísera historia del hombre: primero, solo yerrante por la tierra; después en aglomeraciones; más tarde, en pobla-dos, en naciones, en imperios, y ahora que tenemos la pretensión dehaber superado todas estas etapas de la antigüedad, hemos seguido yseguimos los mismos caminos sin que nos sirvan de ejemplo las leccio-nes del pasado y todos los sufrimientos de la especie humana.

En plena civilización, la Guerra de 1914, en que ya el hombre nose conforma con destruirse de pueblo a pueblo, sinó que la locura

guerrera lo lleva a la matanza mundial, en 1940. Más salvaje y ciegoen la guerra que en el amanecer de su vida, y esto sin contar las ma-tanzas que ha habido de nación a nación entre estas dos guerras mun-diales. En la próxima, porque el camino que llevamos no es para otracosa, la que se avecina y la que tenemos encima, si no hacemos unalto en el camino, como al principio hemos dicho ¿ a dónde iremos aparar? ¿es que no demuestra toda esta historia que el hombre es elmás vil de todos los animales que pueblan la Tierra, a pesar de que secree superior a todos los demás?

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¡Qué error, qué ilusión tan estúpida! lo será tal vez sí, pero el díaque pueda analizarse y comprender que la fuerza bruta, la avaricia, lacodicia, la dominación, la crueldad y la apropiación dentro de su mis-ma especie, sólo puede llevarlo al sufrimiento, a la miseria, a la muer-te, y no al bienestar, al amor, a la vida.

Como final de este primer capítulo, diremos y tendremos tiempode repetirlo más de una vez, que mientras el hombre no salga del esta-do animal en que se encuentra todavía, dejándose llevar por los ins-tintos primitivos del hombre prehistórico, en lo que en materia desociedad y armonía se refiere, y que su inteligencia no esté por enci-ma de la codicia, la avaricia y el instinto de dominación en su propiaespecie repito entre la especie humana, y no nación ni continente, elpeligro que existe de hacerse desaparecer en un posible conflicto gue-rrero, como los que hemos conocido ya por segunda vez, es más queevidente.



¿S I ESTO ES CIVILIZ AC ION ?

No creo que tenga muchos comentarios este dibujo. Habla por sísolo, al menos que no sea el recordar que CIENCIA SIN CONCIEN-CIA NO VALE PARA NADA BUENO EN BENEFIC IO DE LAHUMANIDAD.

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AN AL IS I S DEL PRESENTE

Creer que todo está dicho, que hemos llegado al fondo del proble-ma de forma completa sería una pedantería. Además no podemos te-ner la pretensión de haber puesto de golpe y porrazo el dedo en la lla-ga de todos los males que la humanidad ha sufrido y padece: pero talvez sí haber suscitado en ti la curiosidad de continuar este estudio pa-ra que el resultado sea más amplio y eficaz para lo que tiene que serla nueva sociedad donde el hombre sea feliz con su trabajo, en armo-nía, igualdad de condiciones, deberes y derechos. O por el contrario,que sea la continuación de todo lo expuesto, agravándose más y más,

hasta que la locura guerrera destroce la humanidad con todo lo quese deja entrever del átomo y lo que ignorarnos, todo al servicio delmal y en manos de los afortunados, de los opresores de no importaque nación llámense como quieran.

Sabemos que habrá jóvenes, que al. leer esto dirán, y los que sonmenos jóvenes también. Estos últimos los que han inculcado e incul-can en las mentes por estar al servició del mal, por intereses persona-les de casta y privilegio, todo menos Iq que hace faltá para que sean

conscientes para poder vivir en una sociedad que Sea digna del hom-bre, que todo lo que se dice aquí, está bien pero que pertenece al pa-sado. Para los primeros, trataremók de analizarlos, para que vean elerror que esto representa. Para los segundos, mi desprecio por tan vilposición en la época de la era atómica. Ninguno de ellos puede alegarignorancia, puesto que si la forma y el vocabulario han cambiado, elf d d l ó dé d h l d



En la actualidad, al menos en los países que se llaman civilizados,no se provocan guerras en que los prisioneros quedan reducidos a laesclavitud perpetua, ni se hace trabajar a los hombres de sol a sol, porun plato de agua llamado caldo y un pedazo de pan amarrados a unacadena para que no se escapen. Es cierto, y si es a esto a lo que serefieren, con toda la deshumanización que representa, tienen razón, ytienen razón porque cierran los ojos o quieren cerrarlos para no ver loque a su alrededor está pasando, porque levantando la cabeza, abrien-do los ojos con dignidad de hombre, se puede afirmar que casi es

peor en la actualidad. Nos explicaremos.La revolución técnicoindustrial que el hombre ha ido haciendopaulatinamente y casi sin darse cuenta, le ha obligado a tomar nuevaspredisposiciones de intercambio de materiales, tanto de los que leshacía falta como de los que tenían de sobras, de pueblo a pueblo y,más tarde, de nación a nación. Como estas predisposiciones siemprehan sido tomadas por las jerarquías privilegiadas, por los poseedoresde las riquezas de la tierra y con arreglo a sus intereses de casta, cu-biertas por los instintos salvajes del animal, de dominio y apropiaciónde las cosas, es por lo que a fuerza de ensayos, componendas y arre-

glos establecieron el cambio por medio del valor moneda, creando enel mundo entero un sistema, el capitalista, sea democrático imperia-lista o de estado, porque en el fondo, para el estudio que nos ocupa,son todos iguales. Este valor moneda sirve para cada individuo, dondeal esclavo moderno llamado en la actualidad trabajador, manual o inte-lectual. Se le paga un salario por una jornada de producción, el míni-mo para que no puedan parar de trabajar en toda su vida y ya se lasarreglarán como puedan si no tienen bastante. Es aquí donde está laclave principal de las cadenas que nos atan a todos, aunque a unosles aprieten más que a otros, la base o principio de estas cadenas invi-

sibles que, si bien no se ven, se hacen sentir cada día más y más. Ha-biendo establecido un valor a cada objeto, sea de alimentación, ves-timenta, equipamiento, trabajo, lujo o placer, es decir, en todas lasnecesidades o apetencias de la vida, y el que no posee esas monedasautomáticamente tiene que prescindir de ello, incluso aunque sus vi-das estén en juego.

Como el capitalismo y la burguesía de todos los colores y maticesson los herederos directos o indirectos de los bárbaros del pasado, osea de las castas que fueron quedando como privilegiados, los más as-tutos y fuertes, no será difícil comprender que son ellos los únicos

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que han tenido la potestad de aplicar el sistema de vida que nos ocu-pa, estableciendo un valor salario a la jornada de producción de cadaesclavo o trabajador, con arreglo a la necesidad que tenían de tal ocual producción. Es comprensible también que si querían tener ama-rrados al carro del trabajo a todos los explotados, y es aquí dondeempieza el refinamiento de la inmoralidad humana en materia de ex-plotación del hombre por el hombre, —no podían darles un salariomuy elevado para que no tuviesen ocasión de hacer economías, que

les permitiesen parar de trabajar—.Es una verdad patente, de principio, de todo lo que está relaciona-

do con los sistemas capitalistas y monetarios, que cuanto menos paga-sen, más beneficios tendrían, beneficios que les permitían vivir cadavez mejor. Si no tenemos otra tesis que nos diga lo contrario y si enpura lógica creemos que estamos en lo cierto de como se han ido su-cediendo todos los problemas que hasta el presente hemos tocado,deduciremos cómo ha vivido el hombre y cómo vive en la actualidad.

Estamos viendo cómo se desenvuelve el hombre en general en to-dos los paises, con sus pobrezas, sus riquezas, sus envidias, su odios,sus usurerías, sus matanzas, su inteligencia, sus torpezas, sus aciertos,sus errores, en fin, todo ese caos de sinsabores, amargura y alegríasen que el hombre se^Jebate en la hora presente. Donde se quiere darsoluciones, o hacer ver que se les quiere dar, a problemas que estánmal planteados. Fijaos bien y veréis el círculo vicioso en que el hom-bre se debate hace centenares de años y en el que todos se encuen-tran atados y enredados por las mismas cadenas invisibles del sistema

monetario capitalista internacional.El productor, ya sea manual o intelectual, que es el que hace vivir

a todo el mundo con el producto y la riqueza de su trabajo, es el quepeor retribuido está, por las razones que ya hemos expuesto. Se lesda una remuneración justo para que puedan vivir al día, con la cualno tienen suficiente para poder saciar todas las necesidades que, conarreglo a lo que el hombre ha creado y crea, con la técnica que possee podría tener, porque le hace falta y tiene derecho. Así están obli-

gados sean jóvenes o viejos a ir cotidianamente al trabajo, si no quie-ren morirse de hambre e ir completamente en cueros. Han de acudiral trabajo día tras día, año tras año, y así sucesivamente hasta la vejezes decir, cuando ya uno lo ha dado todo para la colectividad humana,juventud, fuerza física. Cuando estás trabajando, apenas si tienes untraje decente para poder mudar los días festivos y tres o cuatro tra-pos semiusados para ir al trabajo cada día Cuando llega la hora de la



verdad, de esa verdad cruda y amarga en que uno lo ha dado todo,cuando tendría que acabar sus días tranquilo sin preocupaciones, en-tonces es cuando pasa hambre y humillaciones, si no tienes hijos quese acuerden de ti, si a ellos les sobra algo, que bien poco les puede so-brar, por todo lo que queda expuesto.

Esto es lo que pasa en la actualidad en la casi totalidad del mundoy en los países económicamente ricos. Hablamos en términos genera-les, y mientras uno está bien de salud, porque, cuando a un produc-tor se le da algo para que pueda parar de trabajar, para curarse, tieneforzosamente que privarse más todavía, puesto que lo que se le asig-

na es más que irrisorio para que puedan vivir.Es fácil imaginar cómo deben vivir los de la casta o clase de abajo,

los que producen para que vivan como holgazanes sus amos, losmillones de esclavos negros, indios, africanos y hasta de la Américadel Sur, etc., etc.

Sigue siendo Europa, América y Rusia las que viven sobre las es-paldas de esos pueblos. Aunque muchos de esos pueblos se han libe-rado, no es menos cierto que económicamente están controlados,dominados y avasallados por éstos, aunque sea a distancia, y amarra-

dos y tratados como animales en otras partes del mundo donde lascolonias son todavía efectivas.

Todo esto, que ya es una vergüenza de por sí para el hombre, hayque añadir el jolgorio, las riquezas acumuladas a costa del sudor ajenopor parte de quienes las poseen, la vida disipada y sin necesidades ma-teriales de todos los aprovechados de la tierra, que no son pocos. Losmiles y miles de hombres que, por un salario algo más elevado que elde los explotados, están al servicio del capital, de la burguesía, delestado, que es el que defiende los diferentes sistemas de vida y socie-dad que, en el fondo, se parecen como dos gotas de agua, representa-

do^ pór los dos cólóátis qüe ¿jüiérén representar cáda uno de ellos lahegemonía total de la tierra, con la complicidad, apoyo y asentimien-to de todas las religiones habidas y por haber, como ya hemos podidopercatarnos a todo lo largo de lo expuesto, para masacrar, atropellar,encarcelar, y asesinar a esos desheredados en cuanto intentan re-clamar mejoras.

Abrid bien los ojos y veréis en el bullicio agitado, del charco delodo en el que se encuentra la humanidad estancada, mirad bien ypodréis constatar cómo han sabido maniobrar para enfrentar a lostrabajadores unos contra otros, vigilados y controlados por sus pro

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LA OBRA REVOLUCIONARIA DEL PARTIDO COMU NISTA

Esta fue la obra revolucionaria del Partido Comunista, imponerse y asesinar por las espaldas a todo el que se oponía a sus designios, destrozando las realizaciones sociales que el Pueblo organizó, sin intermediarios políticos ni de estado. Como por ejemplo las colectividades Agrícolas de Aragón; por ordeno y mando de los intereses Rusos y desde Moscú.

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píos hermanos e hijos, para que las castas privilegiadas puedan reco-ger el fruto del trabajo de todos los desdichados. Poned atención yveréis que esas bandas de mercenarios sin escrúpulos, sin conciencia,ausentes completamente de sentimientos humanos y sociales, sondespreciados por quienes les emplean, puesto que sólo son buenospara morder como el perro, cuando el amo lo ordena.

Vamos viendo, pues, que el problema que nos tiene ocupados noes tan diferente al del pasado. Es idéntico en el fondo, sólo cambia enel aparente modernismo del presente y se debe a la evolución y revo-lución técnica, científica e industrial en la que el hombre se va desen-volviendo. Pero la diferencia de una clase a otra, el abismo que lassepara tanto en el aspecto económico como moral, es más profundoy distante que en el pasado, puesto que en la actualidad, el hombreposee los medios de producción y explotación de todas las cosas queexisten en la tierra para ser feliz con su trabajo, mientras en el pasado

estos medios eran rudimentarios o nulos. Existe además otro aspectomucho más moral y humano en el presente, el cual debe determinarque esto se acabe lo antes posible, y es que la inteligencia del hombrese ha ido despertando paulatinamente, sirviendo ésta para su mejora-miento, lo cual le ha permitido salir del estado salvaje en que se en-contraba. Es hora'ya de que el hombre comprenda, a través de esainteligencia desarrollada y creadora que posee, que mientras los hom-bres no sean iguales en deberes y derechos, económica y moralmente,en una palabra, en todos los aspectos de la vida social y cultural, no

acabará nunca el peligro de que con sus propias armas se destrocepor completo. Esto urge, en el momento actual, mucho más de loque a simple vista parece, porque no estando en la edad de piedra nien la del bronce, en las que por mucha furia y coraje que el hombrepusiera en una batalla, la destrucción y la muerte no sobrepasaba elradio de acción donde se desarrollaba el conflicto. Hoy, con los me-dios de destrucción que poseemos, en cualquier chispazo de una po-sible guerra para intentar asesinar, como ya se ha producido en 1914

y en 1940, las ansias de justicia social que los pueblos van adquirien-do, es muy posible que en uno de estos chispazos, como decimos, ha-yan unos locos o desesperados que aprieten algún botón de arma ató-mica que el hombre no tenía que haber creado y dé como resultadoque no quede civilización para poder contarlo por espacio de milesde años.



dad sea para algunos, hay que decirla, cogiendo como ejemplos vivos

aquellos que no pueden ser refutados por nadie. Así es que, en honora esa verdad, diremos y esto no puede haber nadie que posea dos de-dos de frente y un criterio elevado de los problemas del mundo quelos desmienta que para aplastar las fuerzas revolucionarias que en ca-da país se iban abriendo camino por las ansias de justicia social,culminadas todas ellas en la Revolución Española de 1936, la huma-nidad ha sacrificado la friolera cifra de más de 50 millones de muer-tos en combates y campos de concentración, en 4 años de matanzasalvaje. Alguien podría creer que es una broma o una pedanteríacreer que el proletariado diera tanto miedo al capital como para per-der los estribos y lanzarse en la aventura guerrera como sola y únicapuerta de escape. Nosotros creemos que sí, y estamos en lo cierto,porque la subida de Hitler al poder y, sobre todo, cuando se le vioclaramente la intención de dominar el Mundo, le hubiesen podidodetener al primer movimiento, pero como que la revolución Españolaestalló y todos los pueblos tenían puestos los ojos en ella por lastrnsformaciones sociales que en el espacio de 48 horas hizo, al capita-lismo como a todas las religiones porque temblaron, los unos y losotros porque el mito del patrón amo y ordeno y mando fue al ester-colero pero más deprisa que canta un gallo, a los otros porque elcuento vivendis que tenemos que sufrir en la tierra para ganar elparaíso eterno en los cielos mientras ellos vivían como sanguijuelas aespaldas de los desdichados, se convirtió en humo y llamas más depri-sa que lo que cuesta en decirlo, y naturalmente se pusieron de acuer-do para aplastar primero el pueblo español y su revolución, dándoletodos la mano a Franco directa o indirectamente, y dio como resul-tado que el monstruo que engendraran y que dejaron con las garraslibres para que hiciese tabla rasa de las realizaciones de tipo social yhumano que la revolución española llevaba por delante, después lescostó 4 años para matarlo, pero con una piedra mataron dos pájaros,uno el que más miedo les dio, las ansias de justicia de todos los pue-

blos, el otro el mito del monstruo que sólo sirvió para asesinar lo quequeda dicho.

Todo esto para no solucionar nada, puesto que en la hora en queestamos haciendo este análisis, el problema es casi idéntico. La juven-tud no debe ni puede ignorarlo, y como el caso podría repetirse portercera vez con cualquier pretexto de los conflictos que animan losunos o los otros en cualquier parte del mundo, como están haciendodesde que acabó la última matanza Mundial, repetiremos algo y dare-mos algún botón de muestra para que veamos si nos equivocamos o,si por el contrario, estamos en lo cierto.

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DURRUTI

¿MU RIO EN EL FRENTE COMO TANTOS OTROS LUCHADORES O ASESINAD O POR LAS ESPALDAS?

Tál vez nunca lo sepamos, pero le estorbaba a tantos que el complot de su muerte, es una cosa que no podemos dejarla de lado. De todas formas, quien lo mató lo hizo héroe para toda la historia revolucionaria de España, y sobretodo de la España de 1936.

LUEGO, SE EQU IVOCA RON POR COMPLETO.

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Así es que para aplastar y asesinar el espíritu revolucionario quegerminaba y se hacía sentir en todo el mundo y en particular en elpueblo Español con su revolución, el capitalismo con el asentimientode todas las religiones y complicidad de sus papas, asesinó lo que yahemos dicho, más de 50 millones de seres humanos. Cuando habla-

mos de capitalismo, nos referimos a todos, de los más democráticosa los más acérrimos, incluyendo el del paraíso terrenal soviético. Ypruebas son amores se suele decir. Ha aquí algunas pruebas.

Primero. Después de haber estrangulado a la República Española,bajo pretexto de la no intervención, Hitler y Mussolini públicamentey sin tapujos dijeron que ellos ayudarían a Franco con armas y hom-bres en todo lo que pudieran. Las armas que la República Española,compró y que pasaron por territorio francés quedaron estancadas en

la frontera española entre Irún y Hendaya, y fueron pasadas a Españacuando Franco se apoderó del Norte de España, es decir, que inclusolos que jugaron la papeleta de la no intervención, para camuflar losdeseos de ver la revolución española aplastada con la ayuda de Hitlery Mussolini, no tuvieron la paciencia necesaria para esperar a la ago-nía de ésta o temieron la bravura y resistencia de los revolucionariosespañoles e intervinieron como hipócritas traidores en favor de Fran-co y del fascismo, porque preferían antes a éste, que no lo que repre-sentaba la revolución Española. Las armas que se fabricaban en lostalleres colectivizados y socializados en Cataluña y que para mandar-los al norte de España pasaban a Francia, porque Cataluña estabacortada ya del Norte de España, fueron retenidas también en la fron-tera de Hendaya y entregadas a Franco cuando cogió todo el Norte.

Segundo. Aunque algunos digan que el problema no es el mismo,para nosotros sí lo es, máxime cuando los resultados están ahí para

demostrarlo. La Rusia “socialista y comunista” hizo exactamente co-mo los países capitalistas con frentes populares y gobiernos socialis-tas, como por ejemplo Francia. Aceptó y estuvo de acuerdo en la nointervención. Sólo se decidió a intervenir porque Stalin tuvo miedode que el fascismo se comiese demasiado deprisa la revolución Espa-ñola antes de que ellos pudieran firmar el tradado de no agresión con



trozar las realizaciones revolucionarias de todo el antifascismo Espa-ñol, menos la de los comunistas (esto es lógico, hasta cierto punto,puesto que los comunistas sólo hicieron que ejecutar las órdenes deStalin, hasta que algunos de ellos desaparecieron cuando a Stalin leestorbaban ya).

Provocaron de forma asolapada, asesinaron auténticos revoluciona-rios, por medio de O.G.P.U. (Policía Secreta de Rusia en España).Entre ellos a Andrés Nin, Camillo Verneri, y hoy, después de haberleído toda la documentación y de haber visto “el aveu” de ArturoLondon, estoy convencido de los pies a la cabeza que fueron los ase-sinos de Buenaventura Durruti. Fueron los responsables hasta de lapérdida de la Revolución Española, porque los barcos cargados dematerial de guerra pagados con creces con el oro de la República Es-pañola, se pasearon por el Mediterráneo desde Barcelona hasta Mála-ga, mirando dónde podían desembarcarlos para que no cayesen enlas manos de quien no estaban controlados y manejados por Stalindesde Morcú, dando como resultado que Franco avanzaba cogiendoel Norte y Málaga después, y así poco a poco toda España, y los in-cautos revoluciQnarios españoles, y los comunistas de base más toda-vía, peleando y defendiéndose como fieras heridas, sin darse cuentani saber que eran juguetes de los intereses internacionales y del capi-tal. Ya fuese negro, como el Vaticano, o rojo como el de Moscú. Sí,amigo lector, si ostentas ideas comunistas de acuerdo con Moscú,por mucha extrañeza y por mucho dolor que te cause, todo esto escierto y muchísimo más aún. Creo que debes tener el coraje de seguirleyendo hasta el final, puesto que sólo es un episodio doloroso peroque hay que decirlo para que lo sepamos y no lo olvidemos, porquepodría ocurrir por segunda vez en cualquier sitio, acuérdate deChecoslovaquia, Hungría, Afganistán, Polonia, y te aconsejo que leasel libro de J. García Pradas, “Rusia y España”.

Tercero. Otra prueba irrefutable de que el capitalismo europeo, yalgo más que eüróped y el conlurlismo de éstádo temblaron ante lasrealizaciones revolucionarias ¿spaholas, es la ¿(¡guíente. El antifascis-mo español en el exilio y en todos los sitios donde se encontraronmenos en Méjico, fueron tratados como perros rabiosos en los cam-pos de concentración y como esclavos en los lugares de trabajo, yafuesen las compañías de trabajadores extranjeros en Francia o en lasempresas que venían a sacarlos de los campos de concentración. Unavez que la guerra Mundial estalló, una parte muy importante fue en-

rolada en los batallones de choque y casi todo el resto en el maquis,74



peleando contra los Alemanes porque creían y además porque se leshabía prometido que la liberación de su España sería un hecho, unavez que el mundo libre aplastase el nazifascismo. No ha habido unpaís liberado en que no haya caido un soldado de la revolución espa-ñola por la libertad de ese pueblo y por el suyo. En la liberación deAfrica hasta París con el General Leclerc, cayeron más de 25.000 re-volucionarios españoles y 10.000 peleando hasta la frontera alemana.

Incluso el General Eisenhower, en una revista de tropas en Africa, di-jo: “Españoles, la hora de la liberación de vuestro pueblo pronto so-nará”. Sin embargo, lo único que sonó fue el reconocimento deFranco por parte de todos los gobiernos y estados, y Rusia una delas primeras. El único que no le reconoció fue Méjico. Todos esta-blecieron relaciones diplomáticas y comerciales con Franco. Francia,si sus gobernantes hubiesen tenido memoria y dignidad, sólo por loque los Españoles hicieron por la liberación de ésta, nunca tendríanque haber tenido relaciones con el fascismo español.

Hicieron y hacen mucho peor. Varias organizaciones antifascistasfueron puestas al margen de la ley por petición diplomática del fascis-mo español, suspendiendo las publicaciones y prensa de estas entida-des. Fueron puestos fuera de ley: J.J.L.L. y P.C.E. Prensa suprimida:Nueva senda, Ruta, Mundo obrero, C.N.T., y Solidaridad obrera.

Rusia, mientras los exiliados españoles no podían volver a España,mandaban comisiones de rusos a pasearse por España estableciendorelaciones comerciales indirectamente primero, y directamente des-

pués, yendo hasta el extremo de boicotear las huelgas mineras de car-bón en Asturias, de 1964, mandando barcos con miles de toneladasde carbón polaco a Franco. Aparte de todos los españoles revolucio-narios, comunistas o no, y de los de las Brigadas Internacionales quede España desaparecieron camino de Rusia, y que jamás han vuelto,porque sabían muchas cosas y porque les estorbaban a los rusos. Enlos campos de Caraganda, en Siberia, han muerto trabajando comoesclavos y tratados como perros un buen puñado de antifascistas es-pañoles. Creo que nos asiste la razón cuando decimos que el capita-

lismo mundial y las religiones, incluyendo Rusia, tamblaron ante lasrealizaciones revolucionarías en España en el 1936. Transcribo unartículo de fondo del semanario Espoir, órgano camuflado de laC.N.T., porque su órgano se titulaba C.N.T. (que quiere decir Con-federación Nacional del Trabajo), organización anarcosindicalista deEspaña que, junto con la Federación Anarquista Ibérica, las Juventu-d Lib t í l U G T (U ió G l d l T b j ) d t d i



socialista, fueron los que llevaron a cabo todas las realizaciones revo-lucionarias en España. El partido socialista, hasta que no fue absor-bido por los comunistas y por Rusia, también intervino en estas reali-zaciones, y fue suspendido por el gobierno francés a petición de susamigos fascistas de España.

Editorial Espoir del 28 06 1970.“Las proezas de un enano”, quese consideró un gigante, gracias a la traición y cobardía de todo elsocialismo europeo.

Hábil, astuto, sin escrúpulos, puso durante 35 años todo su saberpara que la suerte le acompañara.

Su ascensión empezó en Asturias, durante la represión de la in-surrección obrera y campesina. Por primera vez, iban juntos y unidosAnarquistas, Socialistas, Comunistas, hombres de izquierdas de todaslas tendencias al grito de “Hermanos proletarios, unios”. Sin ningúntipo de piedad utilizó contra los obreros las armas de la guerra mástotal, mandó, ametrallando, bombardeando, fusilando en el acto...Había varios jefes militares, pero el que se distinguió por su fríacrueldad y su eficacia fue Franco.

En el momento de la sublevación fascista del 18 de Julio de 1936,algunos jefes militares se distinguieron. Sanjurjo, el más prestigioso,estaba destinado a ser el jefe del Estado fascista. Fue sobre todo conel que pactaron los fascistas Italianos y los grandes capitalistas espa-ñoles, decididos a terminar no con el partido comunista, pequeñopartido sin importancia, pero sí, con la C.N.T. y la F.A.I.,que lleva-ban al pueblo hacia la revolución. Había que adelantarse, precipitarlos acontecimientos y cogerlos desprevenidos. Fue después que se fa-bricó el mito de la lucha contra el comunismo. Al lado de Sanjurjo

estaba Mola, general intelectual, autor de varios libros, director gene-ral de la seguridad en una cierta época, el más capaz e inteligente.Dos accidentes providenciales cuya naturaleza está lejos de ser descu-bierta le dejaron a Franco las manos libres para hacer y deshacer...El que se impuso al conglomerado heterogéneo del “movimiento”,quien eliminó a todos los posibles rivales, fue él. El fue quien encar-celó a Hedilla, el jefe que empezaba a tener demasiado peso en Fa-lange, sucesor de José Antonio...

La muerte de éste último, que hubiese podido ser cambiado por

varios prisioneros republicanos, es un misterio. Se supone que ahítampoco desplegó demasiado celo para salvarlo.

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CA R L OS M A R XY LA D IALE CTICA COMU NISTA

Los fundadores de teorías y capillas, no son responsables al cíenpor cien de las aberraciones que en esta Tierra los seres humanos co-meten; sobretodo a partir que la generalidad de los humanos y en los

países dichos civilizados, saben leer desde los 12 ó 14 años de edad.Lo que no quiere decir que no sean responsables de sus propias tor-pezas y en el caso de ser honestos y no tener ya de antemano ambi-ciones previstas. Teniendo en cuenta lo dicho, lo más vergonzoso pa-ra los pueblos es, que todavía hayan quienes tengan confianza en quelos Partidos Comunistas puedan cambiar la sociedad en algo que nosea un campo de concentración.



Después de la victoria conseguida gracias a la ayuda de los italia-nos, de los alemanes y gracias a la complicidad de las “democracias”inglesa, americana, francesa, etc. fue la “fiesta” con Hitler. Francoobtuvo de él todo lo que pudo. El enano se vanagloriaba de que no ledio nada a cambio, pero mientras tanto el idilio nazifranquista con-tinuaba, Franco empezaba a dar los primeros pasos hacia los que, se-gún él, tenían que vencer. No es desconocida la correspondencia con

Churchill que fue franquista durante la guerra de España, como buen“tory” que era y con Roossevelt, que no era franquista pero que apu-ñaló la República Española por la espalda con el embargo puesto so-bre las armas destinadas a la España republicana. Pasó medio tamba-leándose el paso de 1945 1946, años durante los cuales se formula-ron las promesas a los antifascistas que se batieron al lado de los alia-dos, en los acuerdos de San Francisco, de Yalta, de Teherán, en los cua-les tenían alejada a la España franquista. Pero se salvó del naufragio...

Será curioso conocer, dentro de unos años, los secretos de los “ser-vicios” que impidieron, con falsas promesas hechas a los hombres dela Resistencia española, la sublevación que se preparaba en 1945, queparecía tan inminente que centenares de personalidades franquistas,demasiado comprometidas, tenían ya las maletas preparadas para unposible escape a toda prisa. Una vez más, se prometió la liberación deEspaña, a corto plazo, por caminos pacíficos, por medio del juego di-plomático internacional. Pasado este mal momento, Franco continúareinando sobre una España donde ya no quedaba ni un solo hombre

de izquierdas en libertad. La mayor parte habían sido fusilados o ase-sinados, el resto estaba en los presidios, puesto que la Policía trabaja-ba muy eficazmente. Incluso los que se creyeron por un momentoprotegidos por las embajadas de la Gran Bretaña y la de los EstadosUnidos, incluso los que estaban más o menos en contacto con la Inte-ligencia, servicio, cayeron uno tras otro, sin contar de número impre-sionante de militantes de la C.N.T., F.A.I. y de las Juventudes Liber-tarias, que pasaron de Francia a España, cayendo asesinados. El restovosotros ya lo conocéis.

Despuls de la éntrievtéta dfe Hendaya con Hitler, Franco no pusoufó pie. fjuefta d,e Éspáña, pér6 lok otí¡ofc hán idó a verlo a su casa.Eissenhower fue el primero en hacerle una visita, abrazándolo, calu-rosamente rindiéndole homenaje. La gran democracia americana, elgran vencedor de la guerra contra el nazifascismo, abrazando al últi-mo sobreviviente de la siniestra trilogía: Mussolini Hitler Franco



Después, las visitas se multiplicaron, Ministros de asuntos extranje-ros, Jefes de Estado, personalidades de todas clases fueron a España,se inclinaros ante el enano frío, distante, de voz melodiosa y de ma-neras agazapadas, enigmático como un ídolo, que reinaba todavía enEspaña, jugando siempre el mismo juego cruel e inhumano, apartan-do todos los posibles rivales apoyándose unas veces sobre unos, yotras sobre otros todos pertenecientes a tendencias del fascismo...

El último visitante de marca ha sido el General de Gaulle, el hom-bre del 18 de Junio, el jefe de la Resistencia Francesa, el que levantóel estandarte de la lucha frente a Petain a los de Vichy.

Franco, al final sonríe... He aquí la última y la mejor hazaña detoda su carrera. Todos tuvieron que plegarse, todos vinieron a rendir-le homenaje. Es él, el verdadero vencedor... El recibe hoy el premiode los compromisos inconfesados, no declarados, de los intereses queél defendió, atacando y reduciendo la Revolución Española, y asegu-rando el triunfo, no de Mussolini, ni de Hitler, sino el de Wall Street,de la City, de las 200 familias el de todos los que detienen los pode-res del Mundo capitalista... Tanto del mundo capitalista, socialista,como del Oeste y el Este.

Las explicaciones que en ese artículo se dan no pueden ser ya másclaras y demuestra "también de forma irrefutable que el cuento delanticomunísmo de Franco sólo fue creado para la galería o para enga-ñar a los bobos, pero la realidad era que había salvado el Capital porlo menos europeo. Los Revolucionarios Españoles eran muy jóvenestodavía como para dejarlos entrar en España, donde era seguro quepondrían en marcha otra vez las realizaciones revolucionarias que separalizaron en 1939. Así es que hay que dejarlos donde están, losunos en el exilio; los otros, los que quedan en las cárceles o en liber-tad vigilada, que se vayan muriendo poco a poco de vejez; que elcuento del comunismo aumente, que las nuevas generaciones sepan

lo menos posible de lo que sucedió en España en el 1936, y cuandoel pueblo español esté bien dividido, entonces si es que Franco noha muerto antes, tendremos tiempo de demostrar que somos “de-mocráticos, humanos y hombres de palabra”, que hacen lo que pro-metieron. Así es, que lo único que han logrado es seguir explotandoy avasallando a los trabajadores 25 años más por el momento, porquela situación está planteada, en el fondo, idénticamente como antesdel 1936.

Hay que hacer otra pequeña objeción. El capitalismo europeo haperdido en la contienda de 1940 casi todas las colonias de esclavos

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actual en la totalidad de los países de la Tierra. Estos son los que pa-gan para ejercer a la luz pública sus facultades de vividores y de pará-sitos. Están en la misma gama todos los pequeños que, queriendoejercer las mismas actividades o por lo menos muy aproximadas a lasya citadas, pero que estos no lo hacen al por mayor, puesto que sonlos que poseen el mando y la autoridad los antiguos gangsters, losantiguos aprovechados, los antiguos embusteros, los antiguos asesi-nos, pero hombres de bien desde que establecieron leyes y códigospara poderlo hacer sin tener que bajar la cabeza y sobre todo paraque nadie más que ellos pudiesen hacerlo, declarando delincuentesy nocivos a la sociedad, a todos los que, como ellos, buscan el medio

de vivir sin trabajar, es decir, todos los que hacen lo mismo que losprimeros, pero al por menor y no cubiertos por la ley.

Por otra parte, están los asesinos profesionales que no son pocos,los que, sin escrúpulos, para enriquecerse, provocan o conciencian losconflictos guerreros en cualquier latitud de la tierra, con tal de ven-der las armas necesarias para la matanza, sin importarles quiénes sonlos que tienen que morir ni la cantidad de los que tengan que caer,con la complicidad de los intereses de Estado de tal o cual Nación, yasea por un pedazo de tierra, minas, petróleos, materias primas, etc.,etc. Y sobre todo, la hegemonía y administración en beneficio propio

de unas cuantas familias degeneradas de cada país, pero que lo camu-flan bajo la capa de los intereses de la Nación, Patria, etc.

Naturalmente, cuando a fuerza de encender pequeñas hogueras,llega el desastre, entonces son los hijos de todos los pueblos, los ino-centes de la tierra, los que pagan el gran tributo al enriquecimientode ese puñado de malvados. Menos mal que no lo pierden todo, pues-to que después se les graba sus nombres en una piedra llamada monu-mento para que todos los años puedan ir (los que quedan) a llevarlesun puñado de flores.

¿Qué más se puede decir, después de todo lo expresado y con lafotocopia del pasado que tenemos en el presente, en materia de pro-blemas económicos, o mejor dicho, excusas sobre lo económico, paraque se comprenda, de una vez, en qué locura deshumanizada estácayendo la humanidad? ¿Cómo se puede concebir que existan pro-blemas de crisis económicas cuando hay superproducción de todaclase de productos y se permite que mueran de hambre millonesde niños inocentes en este mundo de paranoicos? Lo que existe escrisis aguda de conciencia, de dignidad, de humanitarismo, que esprecisamente lo que hace falta tener para poder encontrar la solución

a los problemas que tenemos planteados.82



¿Crisis económica con los almacenes abarrotados de toda clase deproductos? Si las hormigas y las abejas pudieran comprendernos y ha-blarnos, nos dirían que la única crisis que veían en nosotros es la faltade sentimientos y vergüenza, por consentir tanta miseria, con todaslas riquezas que poseemos. Sin contar la incapacidad organizadoraque permite las decenas de millones de parados.

Es hora ya de que el hombre se mire en un espejo y vea si es huma-

no o no, en casi todo lo que está haciendo en esta Tierra, porque,mientras no se humanice, poco o nada podrá hacer por el bienestarde su especie, pues es de humanismo, en términos generales, de loque ha carecido a todo lo largo de su existencia.

Si esto falta ¿para qué les sirven todos los adelantos? ¿para qué to-das las invenciones, si casi en el 50 por ciento de los casos las empleapara destrozarse y los otros 50 por ciento para privilegio de los jerar-cas de cualquier país, sea del Este o del Oeste? Los millares de dóla-res, rublos, o francos empleados a la caza de la Luna, Marte o Venus,como de todos los aparatos más modernos y perfeccionados ¿paraqué le sirven? Y las obras de arte y los monumentos que el hombreconserva y las riquezas que acumula y los edificios enormes y maravi-llosos que construye y toda la sabiduría que posee y todo el dominioque va ejerciendo sobreJa naturaleza ¿para qué le sirve todo eso a losmillones de hombres que se mueren de hambre en esta Tierra, ya seancongoleños, indios, o chinos ¿para qué le sirve todo esto y muchomás a los millones de seres humanos que en todos los países incluidos

los más adelantados viven, o mejor dicho vegentan con salarios de mi-seria y viviendo en alojamientos insalubres y sin ningún confort,mientras otros despilfarran la riqueza en cosas, de las que nadie estáen contra a condición que la apisonadora y niveladora hayan pasadoantes estableciendo el nivel de todas las clases sociales, en las que loshombres sean ¡guales y no haya nadie que se acueste sin cenar?

¿No es ridículo, inhumano y hasta de locos que los mismos que seregocijan y dan muestras de sensibilidad ante el éxito de un transplan-te de corazón o riñón, vean casi con indiferencia morir en cualquier

rincón de la tierra, a centenares de miles de jóvenes en las matanzasguerreras, por el absurdo más grande que puede existir a finales delsiglo XX, por democráticos, antidemocráticos, comunistas o antico-munistas?

En el fondo, son todos iguales, puesto que los únicos intereses queestán en juego son la hegemonía del Mundo: petróleo, metales pre-



como representantes del capitalismo más oscuro, déspota e inhumanode todo el mundo, el que vietnamitas del sur o coreanos quieran sercomunistas o no? Lo único que les interesa que no pasen ai otro lado,porque es una posesión menos que tiene para el control del mundo, yporque les pueden vender todos los sobrantes que tienen, sobre todoen armas, y comprarles todas las materias primas que tengan. ¿Quéles importa a los rusos, representantes del falso comunismo mundial,déspota, dictatorial y asqueroso como todas las dictaduras, quecoreanos, vietnamitas, búlgaros o checoslovacos sean comunistaso no? Lo que les interesa son las posiciones más o menos cerca de susfronteras para control de la hegemonía del mundo, exactamente igualque al capitalismo. Ir en contra de la ciencia sería absurdo, pero cien-cia sin conciencia e inteligencia sin corazón, no valen para nada quesea digno de la especie humana. En todos los países, se emplean y ex-plotan las frases de libertad, igualdad, y hasta la fraternidad entre loshombres, y ahora habrá que agregar la de coexistencia pacífica. Todoesto es demagogia pura, absurda y deshonesta, por parte de todos losque las emplean.

Se puede tener libertad y ser libres entre seres de idéntica igualdad.Si no reina la igualdad económica y social entre los hombres, no pue-den existir ni libertad ni justicia y menos todavía la fraternidad. No

puede ser igual a otro el que muere de hambre y de miseria, mientrasotros gozan de todo lo necesario. No puede ser igual a otro el que su-fre y trabaja por un salario de miseria para que otros vivan en la opu-lencia y en la holgazanería. Luego si esto es cierto, por que no puedehaber nadie que los desmienta. ¿Cómo se puede hablar de libertad,igualdad, y menos aún de fraternidad?

Hablar de coexistencia pacífica entre los hombres es maravilloso,pero tiene que ser entre hombres y pueblos de idénticas condicioneseconómicas, sociales y de justicia, puesto que mal se comprende quepueda haber coexistencia pacífica y razonada entre el que lo tiene

todo y el que no tiene nada, entre la nación potente y la colonia deesclavos.

Que los hombres piensen cpmo quieran, que tengan las creenciasque más les gusten, que sean cristianos, protestantes, budistas, maho-metanos, ortodoxos o ateos, pero que reine la justicia igualitaria, eco-nómica, social y moral. Entonces y solamente con estas condiciones,se podrá hablar de libertad, igualdad, fraternidad, y de coexistenciapacífica. Si no es así, todos, desde el más ignorante al más inteligentetodos los hombres jóvenes o ancianos que nos damos cuenta de todas84



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*



estas anomalías atrofiadas y degeneradas a través de tantos años deengaños políticos, llevados a cabo por los demagogos embusteros detodos los partidos políticos habidos y por haber, debemos agruparnospara cortar de raíz toda esta mala hierba que es la que nos impide vi-vir felices en la hora actual. ¿Qué más se puede decir para que com-prendamos todos en el absurdo en que la humanidad se desenvuelve?Creo que, aunque muy escueto, somero y sencillo, hemos dado unapequeña vuelta por todo el círculo en el que el hombre se encuentrasituado. Sólo un aspecto no hemos tocado todavía, y es el de la polí-tica general, porque creo que esto merece un capítulo aparte y con

mucha atención.Siendo tantos los años que llevamos de envenenamiento y deatrofia cerebral, a causa de esta enfermedad moral, si tratásemos dequererlo analizar y estudiarlo a la ligera, podríamos coger tal vez unempacho. Es tal el fanatismo que cada cual poseemos cuando denuestro partido se trata, que quedaríamos indispuestos para ir al fi-nal de nuestro estudio y puesta en marcha de la nueva sociedad quetanta saliva y tinta está haciendo gastar por parte de todos esos dema-gogos y embusteros políticos, que sólo hacen que embrollar las pistaspara que no encontremos el verdadero camino.

Ya que estamos en la penúltima fase, que a mi juicio es la más gra-ve por tanto engaño e inmoralidad que encierra en sí el aspecto polí-tico, creo que hay que desmenuzarlos con objetividad, franqueza y arajatabla, para que incluso los más intoxicados puedan percatarse delgrado de su enfermedad. No creo que sea el momento de ir con aguatibia, para no enojar a éstos o aquéllos. Los que, por desgracia paraellos, sean tan acérrimos que no puedan o no quieran darse cuenta,porque no hay peor sordo que el que no quiere oir, yo de antemanolos dispenso por todo lo que puedan pensar de mí o desearme. Hayque ser sincero y decir la verdad, máxime cuando se trata del bien co-

lectivo y de nuestra humanidad, y la verdad es que este pequeño tra-bajo sobre todo lo que nos interesa en materia de sociedad y convi-vencia entre los seres humanos, será maldecido y excomulgado portodas las religiones, por todos los estados, por todos los capitalismos,y por todos los partidos políticos desde las derechas más acérrimas alas izquierdas más feroces.

Creo que ha llegado el momento de tener en cuenta el análisis, lascausas, las enseñanzas y las conclusiones, antes de ir más lejos.

Como hemos dicho al principio, debemos tenerlas en cuenta parano equivocarnos, que nos sirvan de norte para no desviarnos y no vol-

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ver a caer en los errores que el hombre ha cometido ya a través de to-da su historia. Vamos a tratar de sacar estas conclusiones antes deentrar en el aspecto político, porque así podremos apreciar mejor losfallos o aciertos de todos los partidos políticos, lo que dicen represen-tar y lo que en sí son. Así es que a través del estudio y análisis quehemos hecho de la historia del hombre desde su origen hasta el pre-sente, de todos los factores que han intervenido y determinado en el

desarrollo de la propiedad, de la autoridad, de las creencias religiosas,de los sistemas monetarios o capitalistas, y de las guerras en general ysu desarrollo, sacamos las siguientes conclusiones y enseñanzas:1. Que el hombre tiene que avanzar al unísono en el aspecto moral,

humano y cerebral, si no quiere que éste último acabe con elhombre de una vez.

2. Que no debe permitir, en ninguno de los casos, que unos hombrespiensen y determinen por y para los demás, si no quieren ser sim-

ples instrumentos y juguetes los unos de los otros.3. Que no debe permitir que nadie tenga poderes absolutos, ni eje-cutivos, puesto que es una de las causas de la desigualdad moral ysocial que reina entre los hombres, dando pie a las más grandesinjusticias. Para no llegar a estos extremos, deben evitarse, por to-dos los medios, los centralismos y mandos de arriba hacia abajo.

4. Que debe poner todo su intelecto al servicio de la comunidad, sinpermitir que ninguna fuerza de orden, controlada y mandada por1os que puedan representar a la comunidad, pueda ser creada,

puesto que pronto volvería a ser coactiva y de represión al ser-vicio de lo que se transformaría en nuevo estado.

5. Eliminación total, absoluta y de raíz, de todo sistema monetario,. causa esencial del desarrollo de los intereses materiales, que están

por encima de los intereses morales y humanos causando los es-tragos más grandes y monstruosos en los conflictos guerreros, acausa de los intereses provocados por el valor moneda. De nohacerlo desaparecer completamente, instaurando en su lugar otrosistema de vida que esté basado en premisas más humanas, lascuales no permitan el desarrollo de lo ya conocido a causa de loserrores que acabamos de citar, de nada nos serviría todo loexpuesto, puesto que pronto volveríamos a estar como estamosen la hora actual.



ESTUDIO Y AN AL IS ISDE LOS D IFEREN TES PAR TIDOS POLIT ICOS

Si dijésemos que por principio y en general, todos los partidos polí-ticos que aspiran aobstentarel poder de una nación son autoritarios ynada democráticos, seríamos tratados de reaccionarios por unos y desimples utopistas y de ideas descabelladas, por todos. Por consiguien-te si llegamos a demostrar esto, creo será fácil comprender que no

puede establecer una sociedad verdaderamente democrática, ningúnpartido que no sea democrático y que, como es lógico no se rija porvías verdaderamente democráticas. Esto es de tan simple evidenciaque no creo que haya que ser muy ducho en la materia para com-prenderlo. Lo único que hacen es gargarizarse con bellas frases paraengañar a los tontos.

Una de las pruebas es que, si de los partidos llamados democráti-cos, del pueblo y proletarios, que son, entre otros, todos los que sa-len de la gama del marxismo,.fuesen verdaderamente democráticos, lademocracia tal y como está entendida y definida en los diccionarios y

no como ellos la entienden, reinaría hace muchísimos años ya en latierra, puesto que en varias ocasiones han gobernado los países de ca-si todo el mundo y los principios democráticos todavía están por ver,tanto en el Este como en el Oeste. Esto es simplemente porque nopueden parir otra cosa que lo que en sí son. Una perra no puede pa-rir gatos. Parirá siempre perros porque ella es perra, y los partidos loque son, una sociedad de demagogos charlatanes sin cambiar nadaque sea fundamental, o una dictadura, si ellos son dictatoriales, sellamen como quieran.

Pues bien, vamos a coger algunos casos como ejemplos vivos, y a

ver quienes son capaces de desmentirlos. No obstante, debo decir quehay materia para escribir volúmenes enteros, si quisiéramos narrar ydetallar la actuación de cada partido y su conducta antes y despuésde unas elecciones, pues todos dan y prometen a derecha y a izquier-da lo que tienen y lo que no tienen y si son elegidos no dan nada y loolvidan con la misma facilidad que lo dijeron, dejando las cosas tal ycomo estaban antes. Naturalmente se echan las culpas los unos a losotros, teniendo todos razón ante sus auditores, pero no habiendo he-cho nada para que la sociedad cambie de una vez y para siempre.

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Si me fuese posible hacer comprender lo que es el engaño político,por una parte, y el error tan grande que cometen al creer que, par-tiendo de una trayectoria, premisas, posición y actitud, pueden llegara otras que sean contrarias a sus principios, tácticas, métodos y líneade conducta, sin ponerlos directamente en evidencia, lo haría, y loharía porque tengo el convencimiento que son raros los hombres queen la actualidad (mañana no lo sé) sepan reconocer el daño que co-

meten cuando se encierran en la capilla política, los unos por intere-ses personales de ordeno y mando (con estos, desde luego, no tengopor qué ponerme guante blancos, ni con los que sólo el interés perso-nal y beneficio buscan y tiran de los partidos políticos) pero estátodo el resto, y ese resto es tan grande y numeroso, que no se puedepermitir que dejemos las cosas a medias consiguiendo con ello el quese perpetúe el engaño eternamente y se siga siempre igual. La cues-tión tiene demasiada importancia para todos y hay que entrar, aun-que no queramos, con el bisturí para operar, si queremos que el malcure.

Sabemos que hace centenares de años que las principales familiasde cada país, que ostentan y se reparten las riquezas de los mismos,han comprendido que la mejor forma de defender sus intereses esteniendo en las manos el mando y la dirección de la sociedad, peropara dar una impresión de libertad y de democracia, sobre todo desdeque los esclavos empezaron a revelarse y por las diferentes revueltas yrevoluciones producidas en diferentes ocasiones en casi todo el mun-

do, han hecho retroceder un poquito los estados e imperios de man-do único, como eran faraones, emperadores, reyes y dictadores de to-da casta. Tenían que lanzarse a la política, formando partidos queles permitiesen seguir siendo los poseedores de las riquezas y, al mis-mo tiempo, mandar en la cuestión pública. Donde pueden establecerlas leyes que a ellos pueden favorecer, aunque den la impresión debuenas personas y den algunas migajas para mejor recoger y estar se-guros de que nadie podrá establecer otra forma de sociedad. Ellos

establecen las leyes, ellos las aplican, ellos las hacen ejecutar, elloseducan a los pueblos para que las encuentren bien y las admitan co-mo buenas e inmutables. Ellos mandan y ellos se aprovechan de laignorancia de los pueblos que sufren y trabajan pasando vicisitudes.Ellos preparan las elecciones, las embrollan prometiendo cielo y tie-rra para ser elegidos. Ellos poseen los capitales y los medios de propa-

d b t l t L bl t d̂



Los pueblos siguen sufriendo las injusticias sociales de todos losregímenes políticos capitalistas o de estado, basados en la sociedadmonetaria a beneficio directo de quienes poseen las bancas y lo queéstas son y representan. Cortan toda clase de libertad, ya sea por lafuerza bruta o por medio de astucias y coacciones desfigurando porcompleto ante la opinión pública y comprando para ello algunas con-ciencias baratas y oscuras, para que los hombres que con dignidad yhombría proclaman a los cuatro vientos que es una tomadura de pelolo que están haciendo, e intentan abrirles los ojos a sus hermanos explo-tados para que se rebelen y no acepten todas las injusticias sociales;

sean tratados y tomados por unos irresponsables incomprensibles,provocadores y asesinos. Encerrándolos como delincuentes cuandoestos pueden empezar a representar un peligro para los sentados enlas butacas del estado. Aceptado como bueno por la (altracoma) catarática cerebral de no pocos que aún y proclamándose hoy incluso enla actualidad hombres de avanzada social lo admiten y quedan indi-ferentes, callándose y dando como resultado la eterna continuación.

Cada partido se da un color, un matiz, una idea, los unos más libe-rales que los otros, cuando a fuerza de engaños y componendas en-tre unos y otros no pueden seguir justificando sus inercias e incapaci-

dades, para solucionar los problemas que a los pueblos se les presen-tan, porque ellos no están para solucionar nada que no sea en benefi-cio de sus propios problemas como ya hemos indicado. Se dan la ma-no y facilitan o escogen al más rabioso o reaccionario para que, deuna manera o de otra, se declare más o menos dictador haciendo ta-bla rasa de todas las libertades; asesinando todo lo que puede repre-sentar un peligro de no obediencia, siendo el pueblo productor elque tiene que levantar la economía con salarios retrógados y perdien-do todas las mejoras que poco a poco habían conseguido, poniendouna vez más todo en juego. Pasado el tiempo necesario, y esto si

aprieta demasiado, incluso para ello también, para que todo entre enel orden que ellos siempre han mantenido y defendido, el dictador semuere, lo matan, o lo echan, y el juego malabarístico de la políticasigue su curso normal, años tras años y siglos tras siglos, hasta llegar a ,nuestros días de la misma forma que empezó.

Este es el análisis que se puede hacer de todos los partidos políti-cos en conjunto, pero comprendiendo que habría algunos llamadosde izquierdas que podrían considerar que esto no era para ellos, espor lo que sólo lo vamos a aplicar a los partidos políticos de derechas,burgueses, moderados y demás. A los de izquierdas los vamos a coger

90



PR IME RA INTE RN AC ION AL A. I. T.

Cuantos esfuerzos y luchas estériles, sin contar los sacrificios decentenares de miles de hombres y mujeres habidos, para no solucio-nar el verdadero problema que es el de la transformación de la Socie-dad; por habernos apartado de los principios, tácticas y finalidadesde aquella A. I. T. ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABA-JADORES.

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aproximadamente desde su nacimiento hasta nuestros días, a pesarque soy alérgico a fechas y nombres porque entiendo que esto nosoluciona nada ni aclara ni justifica y encima cansa.

Convencido que lo que nos ocupa son problemas de lógica, de ra-ciocinio y de humanitarismo, es por lo que emplearé lo menos posibleese juego de fechas y nombres. Así es que entramos de lleno en lonuestro, que es saber si los errores del pasado nos han servido o no de

experiencia para no caer otra vez en los mismos. Lo que vamos a rela-tar no tiene como base principal el saber ni hacer comprender quié-nes o qué tendencias tenían razón o no, porque ésto caerá por su pro-pio peso al final de nuestro estudio. Lo que quiero demostrar y dejarsentado con todas las fuerzas de que sea capaz es'que lo ¡lógico, lociego, lo incomprensible para mí, y es por lo que ni lo acepto ni po-demos dejarlo en silencio siguiendo siendo cómplices de tal aberra-ción es que hombres que han hecho estudios sobre las diferentes so-ciedades e instituciones creadas por los hombres, desde las más remo-

tas hasta nuestros días, desde los sociólogos de renombre mundialcomo son los de tendencias o filosofías definidas y concretas los quesin haberse definido ni a un lado ni a otro, enseñen a las nuevas gene-raciones, pasando por alto los puntos fundamentales del malestar yenfermedad de las sociedades que se han ido sucediendo desde milesde años. Para no ir muy lejos, recogeremos los datos que nos puedanafianzar en nuestro pensamiento, puesto que para lo que nos ocupacon algunos botones de muestra tendremos bastante, máxime si estosbotones son de peso. Empezaremos desde el nacimiento del marxis-

mo y de la Ira Internacional.



KAR L M ARX Y LAS D IFEREN TES IN TERN AC ION ALES

Quiero señalar, una vez más, a pesar de que estoy convencido queos habéis dado perfectamente cuenta, que ni he hecho estudios socio-lógicos ni lo soy ni pretendo serlo tampoco, cosa que en estos mo-mentos lo lamento muchísimo, puesto que si hubiese hecho estosestudios iCómo me servirían ahora!

Saber si la tendencia política marxista ha sido anterior a la crea-ción de la Primera Internacional revolucionaria, o posterior a ésta,tiene poca importancia para lo que nos ocupa, a pesar de que podría-

mos decir con firmeza que la tendencia política marxista nació des-pués que la Primera Internacional fuese constituida, precisamente porel sociólogo alemán Karl Marx. ¿Por qué Karl Marx fue al desviacionismo político queriendo que la Internacional sólo sirviese los intere-ses políticos del partido Marxista, fuese llamado socialista o comunis-ta, sirviendo ésta de trampolín para que el partido cogiese el poder,aunque fuese en nombre del proletariado; pasándose por alto todo loque pudo aprender, estudiar y comprobar acerca de todas las institu-ciones basadas en el poder, de ordeno y mando, basado en la socie-dad de intercambio, compra y venta de todo lo necesario a la vida del

hombre sobre un valor moneda, no siviéndole para nada la experien-cia de todos los estragos que, todos los Estados basados en los prin-cipios que el expuso y condenó después, causaron a la humanidaddesde su amanecer hasta su actualidad, agravado después con la atro-cidad monetaria?

Digo hasta su actualidad, porque él posiblemente o quiso cerrar losojos a las verdades eternas y viejas como Salomón o creyó que, por-que el 'hombre entraba en la era industrial, iba a ser mejor en la feriamachacana y de locos de las entidades constituidas para abuso y usode los potentados contra los esclavos o obreros; o bien porque, a pe-

sar de ser sociólogo, no comprendió nada de lo constituido por loshombres en términos de intereses y de mando; o porque, al fin y al94



cabo, eran para él más fuertes los instintos de mando y de superiori-dad que el de humanismo, generosidad y libertad. Esto último debe-ría ser lo único que todo sociólogo debiera sacar como lección paraque le pueda servir al hombre en el futuro. La prueba de ello la tene-mos más de 100 años después del nacimiento del marxismo: Rusia, lode Polonia y Rusia, Checoslovaquia y Rusia, China y Rusia, la ten-dencia de todos los partidos de izquierdas en el centralismo dictato-

rial y nada democráticos, el nacionalsocialismo de Hitler y el socialis-mo.,fascista de Mussolini derivado o calcado del Marxismo, etc., etc.

Los regímenes burgueses actuales que calcan la parte que puedeninteresarles de la doctrina marxista y hacen enseñar en universidadesy liceos la doctrina marxista y lo presentan como un gran sociólogocuando al fin y al cabo no ha hecho otra cosa que dar cuerpo, vida ycontinuación a lo ya existente desde hace miles de años, con la soladiferencia que a los faraones, emperadores, dictadores y reyes no leshacía falta el que el pueblo, o mejor dicho, los esclavos los apoyaran

para que ellos mandasen, podían prescindir de ellos. A estos nuevosamos les hace falta que los apoyen, los elijan o hagan una revoluciónpara que ellos, dando la impresión que es por los otros y que repre-sentan a alguien, se aprovechen como todos los demás. Quiero darotra prueba concreta de lo que aquí avanzo antes de ir a la demostra-ción y comprobación dé lo que queda expresado, reproduciendo porentero páginas de documentación de la creación de la Primera Inter-nacional. También algunos detalles del Proletariado Militante y de laintroducción que Carlos Kautsky hace en el capital de Karl Marx,

edición 1946.Esa otra prueba es la propia continuación y creencia, puesto que

casi es una nueva Biblia la forma como se concibe el marxismo en laactualidad. Todos los que vimos y escuchamos el lunes 24 de mayode 1971 la emisión de televisión en Francia titulada “A armes egales”pudimos apreciar la pregunta en forma directa, pero no precisa niconcreta, al menos bajo nuestro punto de vista, que le hizo a SergeMallet profesor universitario en ciencias políticas y director de un

laboratorio de estudios científicos, sección sociología, perteneciendoal P. S. U.

Cristian Fouchet diplomático, antiguo ministro y diputado, enciencias políticas y en economía política, en fin Gaullista Republica-no y ministro de la información de la educación nacional y ministrodel interior de 1967 a 1968. Serge Mallet, como hombre de izquier-



I

A lo que no supo, o no quiso contestar y era donde hubiera demos-trado sus conocimientos en sociología, fue cuando Fouchet, despuésde hacer ver algunas mascaradas de diferentes revoluciones incluso lacomuna de París, destacando, como era de esperar y lógico, la Revo-lución Rusa y su paraíso terrenal, Fouchet le dice entre otras cosaspara demostrarle que la violencia no pagaba y que las revolucioneseran una tontería que no solucionaban nada y que sólo la participa-ción en el orden bien establecido, apaciguador, (y de fraternización)esto último no lo dijo, lo digo yo, porque fue lo que quiso decir, perocomo la fraseología chabacana hubiese hecho reír hasta las piedras,

fue por lo que se contuvo, podía solucionar los problemas yendo pocoa poco hacia el progreso social, que Mallet pregonizaba y quería po-ner por la fuerza bruta de una revolución. Que todos los movimientosrevolucionarios se habían vuelto contra los propios que habían hechola revolución y en fin, que las revoluciones que habían triunfado tam-poco habían solucionado nada, puesto que se habían trocado en dic-taduras como la de Rusia, que si era lo que deseaba para él y para elpueblo, lo compadecía; que, desde luego, él no lo deseaba. ¿Por quéFouchet no mencionó nada de la revolución española ni Mallettampoco?

Es aquí donde todos los políticos, sean sociólogos o no, marxistaso no, cometen los mismos errores, y es naturalmente porque en susmentes no cabe la idea que pueda existir otra forma de vida que nosea basada en el centralismo de estado, base y principio de todo des-potismo autoritario, exactamente como Marx condenó primeramentey que después por arte de magia defendió. ¿Por qué? Pues bien, yoque no soy sociólogo, que sólo soy un obrero manual, carpinteroebanista, pero que lo poco que he leído, antes de tragármelo, tieneque pasar por el garbillo de mi pobre cerebro y de mis cortísimos co-nocimientos, le hubiese dicho: Tiene usted, señor Fouchet, muchísi-

ma razón al presentar y definir así las revoluciones habidas hastanuestros tiempos, (salvo los ensayos revolucionarios políticosocialesde la revolución española de 1936) al menos las más significativas ytiene usted razón porque los hombres, desde su amanecer hasta nues-tros días, en términos generales, han cometido siempre las mismasaberraciones y equívocos, que son: confiaren líderes, en superhombres, dejar y admitir que unos hombres piensen, hagan, pongan y eje-cuten, leyes, códigos y normas de vida para todo un conjunto, cosaque es al conjunto y no a unos hombres solamente a los que les co-rresponde realizar y pensar. Los hombres han cometido siempre la

misma torpeza de confiar en pastores, dejándoles las manos libres y96



todos los medios coactivos, policía y ejército, en manosy mandosdel estado, llámese como se llame, como usted lo tiene en la actualidad.

Ello os permite seguir viviendo a costa de todos los esclavos moder-nos del mundo entero, sin que puedan negarse a ello.

El día que los hombres quieran darse la molestia de pensar y anali-zar que todos sus males nacen, son y se perpetúan de lo que acabo de

contestar a su pobre y mísera reflexión acerca de los problemas hu-manos, que no es otra cosa que el fruto de todo el análisis de estehumilde estudio, empezarán a estudiar los medios y formas en quela sociedad futura, la verdadera, y no la que vosotros queréis, estarábasada y constituida para impedir todo lo que queda expuesto y sabe-mos por sufrir los inconvenientes. Como respuesta, dice usted y dicentodos los marxistas que la Sociedad Libertaria es utopía.

Cuando lleguemos al final, ya veremos si es utopía o si puede seruna realidad. Yo, por el momento, lo único que puedo empezar a

afirmar es que bien poca cosa os ha enseñado la vida del hombre a lolargo de toda su existencia. Pues tenemos dos caminos a escoger, yque conste que no me siento profeta: o bien escogemos el que nosconduce al estudio profundo de lo que vosotros llamáis utópico, in-fantil y de chalados, que es el único camino libre que puede conducira la felicidad de la humanidad, o bien esperamos la destrucción ydesaparición de toda la civilización.

Vamos a enfrentar algunos pensamientos de Karl Marx, algunos

documentos de la creación de la Primera Internacional, y del Proleta-riado Militante con nuestro presente y podremos comprobar, apartede las contradicciones habidas, la continua comedia de todos los par-tidos políticos.

Dice Karl Kaustsky en la introducción que hace al Capital de KarlMarx, (edición de 1946) comentando las ideas y opiniones del autoren la página 30, refiriéndose a los problemas que tenían planteadoslos franceses antes de la Revolución Francesa, (las causas mismas queen Francia frenaban la evolución económica, aceleraban la caida de lafeudalidad y del estado, la política colonialista sobre todo cuestanenormes sacrificios al Estado). Ella rompió la potencia militar y fi-nanciera y precipita la ruina económica de los campesinos en particu-lar, pero también la de la aristocracia. Bajo el punto de vista político,moral y, aunque no tuviéramos en cuenta a la iglesia, bajo el puntode vista financiero el estado la nobleza y la iglesia habían hecho



Pero ellos supieron prolongar hasta el extremo su dominación yopresión, gracias al poder del ejército permanente y la extensión de laburocracia que el gobierno había centralizado entre sus manos, gra-cias también a la asfixia absoluta de toda organización autónoma delpüeblo.

Si reflexionamos sobre el particular, comprobamos que lo que que-da expuesto y con muchísimo acierto por Kaustsky sobre el pensa-miento de Marx es exactamente el que nosotros hemos sacado a todolo largo de este estudio acerca de los malestares de la humanidad, enmateria de sociedades y forma de vida en ella. No somos nosotros so-los los que lo decimos, sino que es Marx también y sus descendientesen la persona de Kautsky, que todo centralismo de poderes que for-zosamente poseen las fuerzas coercitivas en sus manos, se las arreglanpara operar y ejercer sus posiciones, las que sean, como a ellos se lesantoje, puesto que nadie puede negarse a ello, por faltarles lo que alos estados les sobra, poder y autoridad. Una vez más queda demos-trado que poco o nada les ha servido a estos sociólogos marxistas y asu profesor las lecciones de la vida a través de las diferentes socieda-des y estados que ellos mismos comentan y estudian. Nos asiste larazón a borbotones aunque no quisiéramos. ¿Es que hace falta indi-

car, para que sea bien comprendido, que lo que Marx señala comopernicioso, abusivo e indecente, en un estado es decir imponer suvoluntad a través del ejército permanente, la burocracia, el centralismode mando y la ausencia de toda organización obrera independiente delestado y de la política y máxime del partido que gobierne, no es loque sus descendientes han puesto en práctica en Rusia y defienden ennuestros días, sin darse cuenta de la aberración?

Vamos a confrontar otras opiniones de Marx y éstas a través de la“Internacional, sacados del Proletario Militante, de Anselmo Lorenzo“.Se trata del comunicado leído en la inauguración del Primer Congre-

so Obrero Español, adherido ya a la Primera Internacional en Agostode 1870, mandado por el Comité Federal de la Internacional deSuiza en la que se consignan estos pensamientos:La Política, la religión y los gobiernos, han sido creados por nuestrosamos burgueses, curas y reyes, para mejor dominarnos, para debilitar-nos dividiéndonos en partidos.

Creedlo, hermanos de España, si la gran causa del trabajo debe undía dominar el mundo y transformar la sociedad, es necesario que,en cumplimiento de uno de nuestros más superiores deberes, rechace-

mos absolutamente todo lo que hoy se llama política.-98



No debemos ocuparnos de la República Nacional, de RepúblicaEuropea, de Estados Unidos de Europa... Si tocamos siquiera con lapunta del dedo esta organización actual de los gobiernos; si prostitui-mos nuestro corazón y nuestra honradez luchando por ello o contraellos en su terreno, la política; si no nos constituimos como trabaja-dores fuera del Estado, pasarán los años esperando en vano nuestraemancipación.

En otra comunicación del Consejo General Belga de la Internacio-nal se hallan los siguientes párrafos:

(Antes de la creación de la Internacional, muchos eran los hombresgenerosos que habían consagrado todos sus esfuerzos a la fraternidadhumana y, sin embargo, fracasaron todos, porque, más o menos im-pregnados de ideas místicas, se contentaban con apelar a los senti-mientos generosos sin tener en cuenta que un sistema social no puedefundarse sobre los sentimientos, sino sobre la armón ía de los intereses).

Penetrados de la idea de que no puede obtenerse reforma socialalguna verdadera sino dando satisfacción a los intereses del trabajo,hemos debido romper con todos los metafísicos de la política y consus sermones sentimentales; hemos renunciado a toda esperanza demejoramiento derivada de un cambio de gobierno y hemos tomadopor línea de conducta la abstención en materia política. Consideramosque todos los gobiernos son igualmente despreciables. De modo quepedir a los obreros que se pronuncien por tal o cual forma de gobier-

no, es preguntarles por cual de los gobiernos prefieren ser asesinados.En este mismo Primer Congreso Obrero Español, se presentó yaprobó por aclamación unánime la siguiente proposición al ConsejoGeneral de la Asociación Internacional de los Trabajadores, es decir,a Marx, que era el secretario general, y a Engels, que estaba con él.

El congreso regional español de trabajadores acepta completa-mente y en toda su pureza los estatutos generales y acuerdos de loscongresos obreros universales de la Asociación Internacional de los

Trabajadores a la cual se adhiere, acordando enviar al consejo general,como representantes en todas las secciones del Mundo, un cariñoso yfraternal saludo”.

R. Fraga Pellicer E. Borrel



Para que quede bien patente y sin equívocos que la única cosa quenos preocupa es la de demostrar que los ¡Megos políticos, los que seany no importa quien los haga y los apoyen, van contra los intereses dela clase trabajadora, y que sólo los principios y finalidades de la Pri-mera Internacional, son los que pueden dar solución a los problemasque tenemos planteados, vamos a ver cómo, poco a poco, los mismos,o mejor dicho, parte de los que fundaron, dieron vida y razón de sera esos principios y finalidades, han ido embrollando los caminos has-ta quedar ellos mismos presos de sus torpezas, dando como resultadoel eterno recomenzar. Transcribimos a continuación, por considerarlode sumo interés, los documentos de la creación de la A. I. T. y acuer-dos de sus primeros congresos. A través de ellos podremos constatarla veracidad de lo expuesto anteriormente sobre la opinión de Marxen materia de revolucionarismo antipolítico, al menos, hasta que ca-yó en la trampa de la vanidad y de la adulación, cuando acabó de serrevolucionario, para convertirse en demagogo gerifalte de la política.

Así es que copiamos literalmente, de “Cuadernos de Estudios Socia-les”, presentado por Pedro Herrera y J. Pérez Burgos Argel, mayo de1946. La Asociación Internacional de los Trabajadores (A. I. T.), des-pués de hacer un estudio de cómo los trabajadores se encontraban yde cómo se empezaron a reunir la Internacional, se va al primer con-greso de la Internacional, que tuvo lugar del 3 ai 8 de septiembre de1866 en Ginebra (Suiza).

Se dió por constituida definitivamente la Organización que adoptóel nombre de Asociación Internacional de Trabajadores (A. I. T.),se

aprobaron los Estatutos y reglamentos. El preámbulo, precioso mo-delo sociológico debido a Carlos Marx dice:

“Considerando.Que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabaja-dores mismos.Que los esfuerxos de los trabajadores para conquistar su emancipa-ción no ha de tener a constituir privilegios nuevos, sino a establecerpara todos los mismos derechos y los mismos deberes.Que por los mismos, la emancipación económica de los trabajadoreses el gran objetivo a que debe subordinarse todo movimiento pol ítico. 100



Que los esfuerzos hechos hasta ahora han fracasado por falta de soli-daridad entre los obreros de las diferentes profesiones en cada país, yde la unión fraternal entre los trabajadores de las diversas regiones.Que la emancipación de los trabajadores no es un problema única-mente local o regional, sino que, al contrario, este problema interesaa todas las naciones civilizadas, estando necesariamente subordinadasu solución al curso teórico y práctico de las mismas.

Que el movimiento que se está efectuando entre los obreros de lospaíses más industriales del mundo entero, al engendrar nuevas espe-ranzas, da un solemne aviso para no incurrir en antiguos errores yaconseja combinar todos los esfuerzos hasta ahora aislados.

Por éstas razones:El Congreso de la Asociación Internacional de los Trabajadores, ce-lebrado en Ginebra el 7 de septiembre de 1866, declara que esta Aso-ciación, como también todas las sociedades e individuos que a ella seadhieran, reconocerán como base de su conducta para con todos loshombres, la Verdad, la Justicia y la Moral, sin distinción de color,creencia, ni nacionalidad.El Congreso considera como un deber reclamar los derechos delhombre y del ciudadano, no sólo para los miembros de la Asociación,sino también para todos los que cumplan sus deberes.No más deberes sin derechos; no mas derechos sin deberes”.

Los Estatutos dejaban a cada sección plena independencia y la li-bertad de entrar directamente en relación con el Consejo General y

de mantenerla entre sí.Se designó el Consejo General que debía asegurar la relación entre

las secciones. Se tomaron acuerdos sobre diversos temas, entre losque destacan la combinación de los esfuerzos que han de organizarse,por medio de la Asociación, en las diferentes luchas nacionales entreel capital y el trabajo.

El Segundo Congreso fue celebrado en Lausana del 2 al 7 de sep-tiembre de 1867. Entre los acuerdos destaca el adoptado sobre:

— Definición y misión del Estado, Servicios Públicos, transporte ycirculación, intereses colectivos e individuales.

El Tercer Congreso tuvo lugar en Bruselas, del 6 al 13 de septiem-bre de 1868. Entre los acuerdos tomados en él destaca:1. El relativo a la custión de la propiedad territorial, a las minas,

cuencas hulleras y ferrocarriles



3. Relativo a los canales, caminos, carreteras y vías telegráficas.

4. Relativo a los bosques.En este Congreso, se designó también la huelga general como único

medio para impedir la guerra y asegurar la paz.

El Cuarto Congreso, de 1869, adoptó resoluciones sobre:— Cuestión de la propiedad territorial, del derecho de herencia.

En este comido, comenzaron las grandes discusiones entre Marx yBakunin.

El primero preconizaba el centralismo, el parlamentarismo y la ac-ción política como medio de lucha. El segundo propiciaba el antiesta-

tismo, el federalismo y la acción directa.En esta ocasión, se puso bien de manifiesto, por primera vez, el

éxito de la idea de la anulación del Estado y de su reemplazo por lasuniones de productores.

El éxito de Bakunin, que vino a reforzar considerablemente el alaantiautoritaria, federalista, fue considerado peligroso por Marx y suspartidarios.

El juego de intrigas, iniciado por estos últimos, contra el federalis-mo determinó la disolución de la sección aliada de Ginebra, hecho

consumado al encontrarse el Consejo General en Londres y bajo lainfluencia directa de Marx. Después del congreso de Basilea, debíareunirse el siguiente en París, pero la guerra alemana y los aconteci-mientos que la siguieron imposibilitaron su reunión.

En 1871, el Consejo General dispuso que el congreso fuese susti-tuido por una conferencia, que tuvo lugar en Londres del 17 al 23 deseptiembre.

A esta conferencia fueron invitados especialmente los partidariosde Marx y del C. G. Los jurasienses no estuvieron presentes en lá con-ferencia. Dada la forma en que fue hecha la invitación, los partidarios

de C. G. estuvieron en mayoría, así, la conferencia fue utilizada porMarx, decretando obligatoria para los miembros de la Internacional laacción parlamentaria repudiada por el ala latina. (Es decir, por la ma-yoría, puesto que en los congresos regulares y hechos en las ramasque a toda organización democrática le corresponde, siempre fue latendencia federalista y antiautoritaria la que dio la pauta a seguir a laInternacional).

Para no cansar mucho con tantos datos, diremos que, en esta con-ferencia, Marx cometió el absurdo más grande que hombre inteligen-

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te puede cometer, y fue al aprovecharse de que ni Bakunin ni Guillaume, estuvieran presentes a la conferencia para decre|¿r su expul-sión. Cosa que dió como resultado la división de la Internacional,puesto que del 8 al, 13 de septiembre de 1873, se puso bien de mani-fiesto que los marfxistas $e encontraban en plena derrota. Fue el úl-timo de sus congresos y un fracaso completo. Aparte los delegados

alemanes y austríacos^ no hubo nadie más, viéndose obligados a noconvocar ningún congreso más.

Para no perder el tiempo comentando estos hechos que, .por ellosmismos, demuestran lo torpe que se es cuando se quiere cerrar losojos ante la evidencia, y por si alguien creyese que falseamos el pen-samiento de Marx al transcribir documentación de sus enemigos, paramí, no hay enemigos, sólo hay verdades y posiciones claras, o chan-chullos y posiciones oscuras, cogeremos las opiniones insertadas en el

Capital 'sobre este hecho, que nos aclarararr bastante.Dice Kar| Kautski, en la introducción que hace sobre el marxismo

en el Capital de Marx^edición 1946:“Marx no hace ninguna proposición particular, se resiste a todas

las invitaciones de ser positivo exponiendo en detalles los medios quepodían emancipar al proletariado. En la Internacional, él asignaba na-da más que la parte general que todo proletario podía hacer suya: laemancipación económica de su clase. Es la vía que él indicaba, la que

el instinto de raza aconsejaba a todo proletario, la lucha de clase eco-nómica y política.

Fue principalmente la forma sindical de la organización lo queMarx propagaba en la Internacional. El veía la forma más apta parahacer la unión durable de las grandes masas. Los sindicatos le pare-cían igualmente como cúadros del partido obrero. Impregnarlos delespíritu de lucha de clases, prepararlos a comprender las condicionesde donde se puede hacer la expropiación de la clase capitalista y la

emancipación del proletariado, he ahí lo que él perseguía con ahínco,así como el desarrollo de la organización sindical.

El tuvo que vencer grandes resistencias precisamente entre losobreros más avanzados que estaban todavía impregnados del espíritude los antiguos socialistas, que miraban con desdén los sindicatos por-

é t t b l h h f t d l l i d



Más adelante, sigue diciendo Kautsky, Marx no consideraba lossindicatos como un fin en sí, él no veía otra cosa en los sindicatosque el medio para llevar la lucha de clases contra el orden capitalista.De la misma forma que él mostraba indulgencia y tolerancia frente alas masas proletarias, de la misma forma se mostraba severo para to-dos los que se erigían en jefes. Esto se aplicaba en primer lugar a losteóricos.

Marx acogía de todo corazón en la organización proletaria a todoproletario que venía a él con intenciones honestas de tomar parte enla lucha de clases. No se inquietaba de las otras ideas del nuevo adep-

to, ni de las consideraciones teóricas a las cuales podía obedecer, nide los argumentos de que podía servirse. Poco le importaba que eladepto fuese ateo o cristiano, adepto de Proudhon, de Weitling, deLassalle, que comprendiera la teoría de la valoración que la juzgaratotalmente superflua, etc. etc. Pero lo que no le era indiferente, erael tener que encontrarse con obreros conscientes o de ¡deas confusas.

Consideraba que para él era un deber importante el de educarlos yhacerles comprender su punto de vista. Comprendía que hubiese sidoun error no admitir y echar de la organización a obreros que todavíatenían las ideas confusas. Tenía plena confianza en la fuerza de opo-

sición de clase y la lógica de la lucha de clase que tenía que poner to-do proletario en la buena vía a partir del momento que estuviese afi-liado a una organización que perseguía una verdadera lucha de clasesproletarias.

No se comportaba de la misma forma frente a personas que que-rían hacerse educadores del proletariado y propagaban ideas propias,minimizando la fuerza de la unidad de esta lucha de clases. Frente aéstos, toda tolerancia le era insoportable, los perseguía con su críticaimplacable sin ninguna clase de piedad, aunque las intenciones deestos fueran las mejores. En todo caso, él consideraba estas accionesperniciosas, aun en el caso de que esas acciones sólo fuesen una pér-dida de fuerzas.

Por todo esto, Marx fue el hombre más odiado por la burguesía,que tenía en él a su enemigo más peligroso, y por todos los creadoresde capillas, los inventores, los intelectuales, (consejeros de confusión)y otros elementos similares del campo socialista, que su intolerancia,su autoritarismo y su semblante de papa los revoltaba, máxime por-que resentían más dolorosamente su crítica.

Sigue diciendo más adelante que después de la represión de la co-

muna de París, la Internacional fue víctima de la desorientación piáscompleta.104



Ella había plenamente cumplido su misión, pero fue precisamentepor eso por lo que los movimientos proletarios de los diversos paíseshabían ganado en autonomía. Cuando más se extendía, la Internacio-nal tenía más necesidad de una forma de organización más suave, de-jando más libertad a las organizaciones nacionales. Pero, al mismotiempo que esta nueva orientación se hacía sentir más imperiosa, loslíderes de los sindicatos, deseosos de colaborar con los liberales, sesentían molestos por la tendencia de la lucha de clases, mientras queen los países latinos, el Anarquismo de Bakunin se levantaba contrala participación de los obreros en la política. Fenómenos que precisa-mente en esta época, llevaron al Comité General de la Internacional aejercer de la manera más vigorosa sus derechos de órgano central. Enlos momentos que el federalismo de las organizaciones se hacía sentirmás necesario que nunca, contra esta contradicción se estrelló el or-gulloso navio cuyo timón Karl Marx tenía en sus manos.

Si nos ponemos en el terreno de que es lógico que los hombres de-

fiendan cada uno su posición en lo que consideran tener razón, yo noseré el que se los niegue, pero para eso está el sentido de análisis decada uno, para averiguar hasta qué punto cada uno de nosotros po-seemos la razón o q o . Esto es válido cuando se dice la verdad por en-tero, pero no a medias, es decir, que la otra media verdad que lefalta a Karl Kautsky la encontraremos más adelante. Por el momen-to, con lo dicho, tenemos bastante.

Examinando atentamente las declaraciones de Kautsky sobre el

pensamiento de Marx y su forma de actuar y de ser, encontramos enel segundo una gran torpeza al querer formar un partido político ypretender que todo el resto del proletariado lo acatara sin decir unasola palabra. Si no quieren ser inculpados de romper una unidad quesólo a Karl Marx le iba muy bien para lo que se proponía, puesto queno se escondía al considerar los sindicatos y, por. consiguiente, láInternacional como cuadros del partido político, se puede traducirque no consideraba a ambos con finalidad en sí y que tenían que serla base amorfa al servicio de un partido.

¿Dónde está todo lo que aprendió como sociólogo sobre las dife-rentes sociedades en materia política, y de los resultados de los parti-dos políticos que él recriminó y luchó en contra, al menos en apa-riencia, al principio de la creación de la Primera Internacional? ¿Esqué, al crear la Internacional, él ya tenía su pensamiento fijo y resuel-to de que los hombres eran unos borregos y que cuando él dijera



mínima constatación que se puede hacer es que, en los dos casos, depoco le sirvió la inteligencia, dando como resultado que se equivocarapor entero. No es difícil comprender que prefería a los proletarios ig-norantes y mansos, como todos los hombres que se han creído super-hombres, a los conscientes que consideraban que tenían que enseñara los que, queriendo una asociación amplia y compacta, y libre, deseaban saber cual sería la finalidad y para qué tenía que servir la misma.

Decir que su ¡dea no ha prosperado sería estar ciego. La pruébalatenemos, aparte de lo que ha venido a parar la revolución de Rusia;en lo que son todas las centrales sindicales del mundo, siempre al ser-vicio de uno u otro partido político, conformándose con reclamar las

migajas de pan a la burguesía capitalista y sirviendo de trampolín alos partidos para que ellos un día (?) transformen la sociedad por me-dio de ías elecciones en un orden bien establecido. Todo esto desdeque el eminente sociólogo alemán Karl Marx se le ocurrió creer que,porque al partido se le diese otra etiqueta, los hombres serían mejo-res y obrarían de distinta manera, teniendo en sus mentes las mismasconcepciones y los mismos métodos de hacer ejecutar a las masas tra-bajadoras lo que ellos disponen, desde el 1869, hasta la hora presentey lo que cuelga todavía.

El resto se puede sintetizar en lo siguiente, aparte de todo lo que

tú, lector, puedas sacar; sólo él se consideraba apto y capaz para diri-gir las masas y poseedor de la verdad para saber lo que era bueno omalo. Por esa misma razón, por orden de él, en vez de convocar uncongreso de la Internacional para el 1871, convocó una conferenciadónde sólo sus partidarios fuesen convocados, pudiendo volcar laInternacional hacia la política y expulsar de ella a los que le estorba-ban. Esto a Kautsky se le ha olvidado el relatarlo, menos mal quetambién han habido otros hombres con memoria para decirlo.

¿Qué quiso ser, un dictador? Es el mismo Kautsky quien lo expo-ne, aunque de forma suave y encubierta, cuando dice que fue por suautoritarismo, su intransigencia y sus aires de Papa, que los intelec-tuales, etc., etc., no podían tragarlo, cuando dice también y es otroerror que cometió.

En esta época, llevaron al Comité General de la Internacional a ejer-cer de la manera más rigurosa sus derechos de órgano central, en unmomento en que el federalismo de las organizaciones se hacían sentirmás necesario que nunca, etc., etc.

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¿A quén, pues, debemos toda la división del proletariado mili-tante y la catástrofe política hasta nuestros días? A él, que decía queun diálogo teórico no debía ni podía dividir las masas del Proleta-riado. ¿Cómo se le ocurrió, por esta razón de partido político o deno intervención en la política, querer expulsar del seno de la Interna-cional a Bakunin y a otros, y por consiguiente, a todos los que pensa-ban como ellos? ¿Pero con quién creía que estaba tratando?

Fue Marx, Engels y todos sus partidarios, que eran minoría, losque quisieron estrellar el navio de la Primera Internacional, pero nolo lograron por la sencilla razón de que, pese a todos los marxistas ha-bidos y por haber, la Primera Internacional continuó y continúa has-ta el presente, en que hacemos el análisis (1972). Lo único que logrófue crear la división del proletariado de la Internacional, saliéndoseél y los suyos y renegando de todo lo que habían elaborado para su

constitución.¿Qué Marx se equivocó por completo? Esto no cabe la menor du-

da. La prueba más evidente es que, en la actualidad y desde hace mu-chísimos años, la teoría Marxista es la más dividida. Gracias a su pri-mera torpeza crearon la Segunda Internacional en nombre del Marxis-mo de tendencia socialista política, creando sindicatos a su servicio.Más tarde, crearon la Tercera Internacional, en nombre del Marxismode tendencia comunista política, que hicieron todo lo posible por

arrebatar las centrales sindicales a los socialistas, porque sabían y sa-ben que sin masas que los obedezcan no representaban ni eran nadie.

Más tarde aún apareció la Cuarta Internacional en nombre del mar-xismo de tendencia Troskista, después del engaño revolucionario enRusia, no estando de acuerdo, ni con socialistas ni con comunistasdictatoriales, gracias a la magnífica ¡dea del sociólogo Karl Marx y sualumno Engels, quien a fuerza de estudiar la maldad y el egoísmo quereinaba en la humanidad a causa de las sociedades habidas y por ha-ber cuando el hombre tiene poderes, como hemos tratado de demos-trar sin llamarnos sociólogos, parieron la dictadura del proletariado,y, como era lógico, la dictadura del partido comunista en el poder.Luego y desde que dos estados colosos y mastodónticos, comunistasy en nombre del marxismo, se disputan la hegemonía del verdaderocomunismo marxista de estado simplemente por unos pedazos de



de la comuna de París, etc., etc., Marx presentóme a Engels, quiendesde aquel momento, se encargó de darme hospitalidad durante miresidencia en Londres. Ya en la sala de secciones, vi a los delegadosbelgas, entre ellos a César de Paepe, algunos franceses, el suizo HenryPerret y el ruso Outine, figura siniestra y antipática que en la confe-rencia no pareció tener otra misión que atizar el odio y envenenar laspasiones, siendo completamente ajeno al gran ideal que agitaba a

nuestros representados, los trabajadores internacionales.De la semana empleada en aquella conferencia, guardo triste re-

cuerdo. El efecto causado en mi ánimo fue desastroso: esperaba yover grandes pensadores de las nuevas ¡deas, precursores de aquella so-ciedad transformada por la Revolución en que se practicara la justiciay se disfrutara la felicidad, y en su lugar, hallé graves rencillas y tre-mendas enemistades entre los que debían estar unidos en una volun-tad para alcanzar un mismo fin. Si mi fe hubiera necesitado estímulospara sostenerse y no tuviera descontados los efectos divergentes de laambición, de la vanidad y de la envidia, la conferencia de Londres, envez de una confirmación de mis ideas y de mis esperanzas emancipa-doras, hubiera sido una desastrosa desilución.

Por fortuna, pobre obrero, entonces como hoy, después de treintaaños sin miras egoístas, amante entusiasta de aquella libertad, la úni-ca positiva y de extensión social que se apoya en la colectividad y ha-ce desaparecer la clase de los oprimidos, tenía y tengo por cierto quelas aspiraciones populares, seguras de su legitimidad, arraigan, se desa-

rrollan, ganan espacio y consistencia y, por último, confirmadas porla ciencia y sancionadas por la revolución, dominarán contra todo loque se oponga, aunque entre los obstáculos se encuentren aquellossantones prestigiosos que las fomentaron un día y luego pusieron elprestigio adquirido al servicio de pasiones vergonzosas.

Pocos trabajadores, o, si se prefiere determinar bien el concepto,pocos eramos los asalariados asistentes a aquella asamblea, siendo losmás burgueses (ciudadanos de la clase media, como lo define laacademia) y estos llevaban allí la dirección y la voz, ya que aquellareunión no vino a ser otra cosa que una prolongación del Consejo Ge-neral, una sanción de sus planes, robustecida por el voto atribuido ala asociación por medio de sus delegados, parodiando en eso al parla-mentarismo político, y en todo ello no puede ver nada grande, nadasalvador ni siquiera en harmonía con el lenguaje empleado para lapropaganda.



Puede asegurarse que toda substancia de aquella conferencia se re-dujo a afirmar el predomino de un hombre allí presente, Carlos Marx,contra el que se supuso pretendía ejercer otro, Miguel Bakunin,ausente.

Para llevar adelante el propósito, había un capítulo de cargos con-tra Bakunin y la Alianza Democrática Socialista, apoyada en docu-mentos, declaraciones y hechos de cuya verdad y autenticidad no pudoconvencerse nadie, sostenido además con el testimonio de algún dele-gado presente como el del ruso Outine, por ejemplo y lo que es peor,

con el silencio cobarde de algún aliancista presente, y lo que todavíaes peor, hasta con ciertas tímidas excusas; pero si todo esto, a pesarde ser repugnante por sí mismo, fue llevado en las sesiones de la con-ferencia con cierta apariencia de regularidad, en el seno de las comi-siones se manifestó el odio con toda su cruel desvergüenza. Asistí unanoche, en casa de Marx, a una reunión encargada de dictaminar sobreel asunto de la alianza y allí vi aquel hombre descender del pedestalen que mi admiración y respeto le había colocado, hasta el nivel másvulgar, y después varios de sus partidarios se rebajaron mucho másaún, ejerciendo la adulación como si fueran viles cortesanos delantede su señor.

Lo único en carácter genuinamente obrero, lo puramente emanci-pador, tuve yo el alto honor de presentarlo a aquella conferencia: lamemoria sobre organización formulada por la conferencia de Valencia.

Sigue diciendo más adelante Anselmo Lorenzo, después de acabarde explicar todo el resto de dicha conferencia. “En carta particulardirigida a los amigos de Barcelona, exponiéndoles lo de la conferen-cia, escribe esta frase: “Si lo que Marx ha dicho de Bakunin es cierto,éste es un infame, y si no, lo es aquél; no hay términos medios: tangraves son las censuras y acusaciones que he oído.”

Alerini o Fraga transmitieron estas palabras a Bakunin, y éste res-pondió con una carta extensa defendiéndose, que Alerini me transmi-tió algún tiempo después, hallándome en Vitoria, donde fui a parardespués de haber dimitido de mi cargo de secretario general del tercerconsejo federal residente en Valencia. De esta carta y de otra poste-rior que no recibí hace mención Víctor Vave en su artículo “MichelBakunin y Karlo Marx” publicado en rHumanité Nouvelle en marzode 1900.

La notable de aquel documento, según la impresión que conservo,es que entre las acusaciones dirigidas por Bakunin contra Marx des-

lio



cuella como motivo especial de odio la circunstancia de que Marx erajudío. Esto, que contrariaba nuestros principios que imponen la fra-ternidad sin distinción de raza ni de creencias, me produjo desastrosoefecto, y dispuesto a decir la verdad, consigno esto, a pesar del respe-to y la consideración que, por muchos títulos, merece la memoria deBakunin.

No creo que sea necesario hacer ningún comentario acerca de loexpuesto por Anselmo Lorenzo, sobre lo ocurrido en la conferenciade Londres de septiembre de 1871, convocada por el Consejo Gene-ral en sustitución del congreso que debería haberse celebrado paraque, con conciencia, a la luz pública y asistencia de todas las delega-ciones de los diferentes países que integraban la Internacional, sehubiesen aclarado todos cuantos problemas de interés internacionalla Internacional hubiese tenido planteados, tanto en el aspecto polí-tico parlamentario, como de la culpabilidad o no de Bakunin.

La prueba más evidente de que Marx y los suyos temían la opinión

de la gran mayoría para llevar a cabo sus maniobras políticas y dequerer eliminar del seno de la Internacional a cuantos ellos creíanque eran los instigadores y responsables de esa oposición, fue lo quedeterminó que se comportara como en realidad era, o sea, un man-dón dictador, pero de baja y pobre inteligencia, por la razón de quese equivocó de medio a medio, dando como resultado de esa pobrementalidad que los que quedaron aislados y fuera de la Internacionalfueron él y los suyo^.

Cuando un hombre como Anselmo Lorenzo tiene la valentía de

dejar escritos para el resto de la vida, con honradez y sinceridad, lasbuenas impresiones que un malvado le hizo al principio de conocer-lo, y el efecto catastrófico que le produjo lo dicho por el hombreque apreciaba y aprecia, por toda su obra de revolucionario, cons-ciente de los problemas humanos, sobre el odio que Bakunin tenía aMarx porque éste fuese judío, cosa que podía haberse evitado decir,si no hubiese sido amante de la verdad por entero, creo que no sepuede poner en duda todo lo que expone.

Yo también podía haber olvidado el párrafo final de Anselmo Lo-

renzo, pero entonces sería también decir la verdad a medias. Por mu-cho dolor que cause a un hombre honesto, que intenta abrir los ojosa aquellos que los tengan más cerrados que él, su deber es decir laverdad, aunque sea una de las aberraciones más grandes que puedahabersele ocurrido y manifestado, ya sea por el hombre más eminen-te, que pueda haber en esta tierra llámese Bakunin, Marx o quién



Como última referencia a lo que nos ocupa y para que toda duda sila hay, quede disipada, transcribimos la biografía sobre Bakunin he-cha por Henri Arvon licenciado de la universidad, doctor en letras(edición Sechers. Filósofos de todos los tiempos. Vienne, Francia5 abril 1966) en la obra que escribe sobre Bakunin.



Biografía:Miguel Bakunin, salido de la pequeña nobleza rusa, nació en Premaukino, cerca de Tver (hoy Kalinine) en 1814. En 1828, entró en la es-cuela de artillería de San Petersburgo. Fue nombrado oficial en 1832,

pero no pudiendo soportar la vida de guarnición, presentó su dimi-sión en 1835, marchándose de Moscú. Sostenido por su amigoStankevitch, se entrega con entusiasmo a los estudios de la filosofíaclásica alemana en junio de 1840. Bakunin, ayudado económicamen-te por Herzen, fue a la Universidad de Berlín, para continuar los es-tudios de filosofía. En 1842, y a través de la entrevista que tuvo conArnol Ruge en Dresde, se adhirió al movimiento de izquierdas hegeliana. La publicación de un artículo que provocó una fuerte reacciónen Alemania, le obligó a marchar a Suiza.

De 1844 a 1848, vivió sobre todo en París, donde se relacionó contodos los que en esa época compiten en la vida intelectual de la capi-tal. En 1848, participó en el congreso eslavo de Praga. En 1849, fue alas barricadas al lado de Richard Wagner, en Dresde. Arrestado y re-clamado sucesivamente por los gobiernos sajón y austríaco, fue entre-gado en 1851 a la justicia de Nicolás I. Encerrado desde 1851 a 1854,en la fortaleza PierreetPaul de San Petersburgo y desde 1854 en laSchlusselbourg, donde fue deportado en 1857 a Siberia, donde con-trajo matrimonio con una jovencita polaca. En 1857 se evadió de la

Siberia, pasando por Japón y América del Norte, viniéndose a refu-giar en casa de Herzen, que estaba instalado en Londres. Fue des-pués de esta vuelta de la cautividad cuando empieza el periodo pro-piamente dicho de anarquista de Bakunin, tanto desde el punto devista doctrinal como de acción políticosocial, concentrando susesfuerzos sobre todo en Italia, fundando en 1868, de una parte laAlianza Internacional Democrática Socialista, y en Nápoles, en elinterior de esta organización, una entidad secreta bajo el nombre deFraternidad Internacional. En 1867 y 1868 participó activamente

en los congresos de paz que tuvieron lugar en Ginebra y en Berna.En 1868 se adhirió a la Primera Internacional, llamada AsociaciónInternacional de los Trabajadores. En 1871, después de haber dirigi-do una tentativa revolucionaria comunal en Lyon, buscó otra vezrefugio de nuevo en Suiza, habiendo estado comprometido en 1869,con el terrorista Nietchaiev.



Fue atacado violentamente por Marx, el cual lo hizo expulsar de!seno de la Primera Internacional, en el congreso de la Haye en 1872.Pero la mayor parte de las federaciones adheridas a la Internacionalno estuvieron de acuerdo con Marx, lo que dio como resultado queMarx se viera obligado a torpedear o sabotear la Primera Internacio-nal. En 1874, toma parte otra vez en los preparativos de una insurrec-ción en Bologne. Murió el primero de julio de 1876 en Berna.

Creo que con todo lo expresado hay más que suficiente para que

nos demos cuenta de la equivocación en que Marx incurrió, pues sitodavía hay quienes no han comprendido, estoy seguro que es inútilcontinuar dando explicaciones, pues éstos, aunque el propio CarlosMarx levantara la cabeza y, saliendo de su tumba, afirmara que se ha-bía equivocado y que había cometido una aberración y contradiccióncon sus estudios de sociólogo, todavía seguirían no comprendiendo.

Sin querer defender ahora a Marx ni Engels, porque después de to-do son responsables de sus actos y de las opiniones que defendieron,valiéndose para ello de todos los medios, fueran honestos o deshones-tos, por la razón, de que a pesar que ellos no descubrieron nada nue-vo, pero sí lo lanzaron a los cuatro vientos en momentos que teníanque haber demostrado toda la capacidad creadora que decían poseeren beneficio de la sociedad futura, teniendo como base de experien-cia, todas las torpezas que el hombre había cometido en materia deconvivencia en las sociedades pasadas, lanzaron como hemos dicholas bases para el dogma de que todos los medios son buenos con talde conseguir el final perseguido; existe una máxima jesuística emplea-da con mucho esmero por los porpios jesuítas que se complementapor entero con el dogma que indicamos, que dice “Calumnia, calum-

nia que algo quedará”. Decir sin analizar los motivos verdaderos, deque Marx es responsable por entero de todo el resultado del Marxis-mo, sería querer cerrar los ojos ante la evidencia misma de lo que esel hombre. Si los instintos del animal en materia de dominación y deapropiación hubiesen desaparecido del interior del hombre, la doctri-na de Marx no hubiese tenido la acogida que tiene por parte de unos,que la han aplicado sólo en la parte que les interesa para afianzarse enel poder. Pero existen los otros, la otra parte de crédulos, de los quepor comodidad los unos, por ignorancia los otros, y por que es mu-cho más fácil y menos peligroso para todos los acomodados que no

reflexionan dejar que los impetuosos y los astutos hagan las cosaspor ellos, dando el resultado que ya estamos hartos de conocer.

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LA POLITICA

La política es la farsa para gobernar los pueblos, aprovechándosede la credulidad de los incautos que no comprendieron ni compren-den, esta tomadura de pelo donde lo ofrecen todo para que los vo-ten, y, lo olvidan cuando ya están en lo alto de la cúspide. ¡Hastacuándo los Pueblos seguirán dejándose enredar!

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Son solamente por desgracia, una minoría de hombres los que sehan dado cuenta desde tiempos inmemoriables hasta el presente, deestos hechos crónicos que han quedado trocados en enfermedad,generalizada.

Que esto le ocurriera a los hombres de las cavernas e incluso si sequiere al de la Edad Media, podría admitirse por su falta de cultura eignorancia sostenida, animada, e impuesta, por todos los mitos al

servicio de los jefes. Pero es inadmisible desde hace centenares deaños y menos en la actualidad, lo que quiere decir que no son menosresponsables todos los que sin analizar los problemas siguen esospastores.

Es por todo esto que se imponía y se impone la necesidad de quetoda la juventud y los menos jóvenes sin distinción, se pongan ya deuna vez a estudiar y a analizar de qué forma y manera se pueden cor-tar todas las equivocaciones y errores que hemos tratado de señalar.



COMPORTAM IENTO DE LOS D IFERENT ESPARTIDOS POLITICOS

Ha llegado el momento de ocuparnos de lo que hemos consideradocomo partidos políticos de izquierdas. Analizar cada uno por separa-do, creo que sería perder un tiempo precioso, además con toda since-ridad, podemos hacernos esta pregunta ¿Desde que aparecieron comotales y a través de todas sus gestiones y actuaciones, han hecho algopositivo para cambiar el ritmo y las taras de la sociedad burguesa ycapitalista? Creo que no. Lo único que han hecho es, después de en-frentar las fuerzas coercitivas que tenían en sus manos cuando han es-tado en el poder y todos coaligados, ha sido confirmar con decretos yleyes lo que los obreros y el pueblo había ganado por la violencia y através de movimientos huelguísticos, y en contra de la propia volun-tad de estos partidos políticos que, para contrarestar la voluntad delpueblo trabajador, manual o intelectual, lo único que han sabido ha-cer es lanzar las fuerzas de opresión y de represión como perros ra-biosos, para mantener el orden establecido, que es defender los privi-legios de la burguesía y del capital. Además, no podían ni pueden ha-

cer otra cosa, puesto que la grande y pequeña finanza, el militarismoy las religiones bien establecidas se hubiesen levantado antes que hu-biesen sido poseedores de los puestos de mando. Los convenios ycompromisos entre unos y otros no se hubiesen hecho de antemano,comprometiéndose respetar los intereses establecidos por todos losposeedores de las riquezas y sin perder de vista los intereses creadosde casi todos los dirigentes de no importa qué partido ¿Cuántos sonlos dirigentes de partidos políticos de izquierdas que no sean presi-dentes generales de monopolios, bancas o comercios, industrias, o118



patronos en las diferentes actividades humanas, se llamen repúblicanos, socialistas de las cuatro o cinco tendencias que existen, y hastade comunistas? Creo, sin temor a equivocarme, que los únicos que noposeen nada y no representan lo que queda expuesto, podríamoscontarlos con los dedos de las manos. Para estos señores lo único quecuenta es que la broma siga su cauce, puesto que han tenido ocasióninfinidad de veces de empujar a4a sociedad para que cambie seria-

mente, máxime cuando tienen las grandes centrales sindicales entresus manos. No es posible admitir ni por un instante que todo hombrelúcido y con dos dedos de frente para reflexionar no se percate hoy,de todo este engaño político, en el que todos por igual dicen quererconstruir la sociedad nueva, desde los partidos llamados moderados,de la derecha, pasando por el centro y terminando por todos los re-publicanos y socialistas.

¿Pero quiénes sofvlos que les impiden realizarlo? Que ^o sepa no es

el pueblo, no los desheredados de esta Tierra, que somos los que losestamos pidiendo a gritos, que lo hagan ya de una vez, si es que soncapaces ¿A qué esperan? ¿No son ellos los que tienen los poderes yel mando en el Estado en todas las naciones de la Tierra?

Creo que no vale la pena extenderse en lo que tratamos de enjui-ciar, pues mirando cada uno de nosotros lo que pasa, cómo se com-portan, antes de las elecciones y después, cuando han sido elegidos ycon los mandos en el poder, pueden darse perfectamente cuanta de

que de lo que prometieron no realizan nada que verdaderamente vayaen beneficio de la clase productora. Si se atreven a dar algunas miga-jas para tapar los ojos y la boca a los que los eligieron, automática-mente viene la subida de los precios de todos los productos, quedandolas cosas como antes o peor todavía. Se echan las culpas unos a otros,y para justificar que, gracias a los que están en el poder, la vida hamejorado, sacan siempre las estadísticas de lo que los otros no hicie-ron en años pasados, afirmando y basándose para ello en el nivel de

vida que en la actualidad póséeriios. Para demostrar que esto es unafarsa grosera y un éngano de ápáriericia&, con sólo algunos datos creoque tendrerVios suficienté.

Por ejemplo, al terminar la segunda guerra mundial, todas las na-ciones quedaron en la miseria más espantosa, naturalmente unas másque otras. Cojamos como ejemplo Francia. En ese momento, todos



viendas, fábricas, industrias, relanzar las cuencas mineras, altos hor-nos, las acererías, la agricultura, en fin, todo lo relacionado con la vi-da de un país. Poco a poco, fueron haciendo innovaciones en todoslos oficios, lo que dio como resultado que la producción, gracias, enprimer lugar al esfuerzo muscular de todos los trabajadores de la in-dustria y de la tierra, sacaron al país de su primera etapa de renova-ción. Ello no impidió que los productores quedaran en el mismositio, teniendo que rebelarse para obtener algunas mejoras, mientrasque al mismo tiempo, nacían nuevas fortunas (aparte de las ya exis-

tentes) de patronos y empresas. Los partidos republicanos, socialistasy comunistas, que dicen defender al pueblo y a los productores, nofueron capaces ni de impedir ni de cambiar nada en absoluto.

En segundo lugar gracias al progreso técnico que la ciencia realizó,puesto que el avance científico e industrial no para nunca. Siendopaulatino, se produjo más y más en todos los sentidos.

A partir de 1945 y gracias al descubrimiento del partido comunistay de todos los de izquierda con las centrales sindicales a su servicio,en vez de aprovechar el momento y hacer la transformación de la so-ciedad para que reinara la igualdad, lanzaron la consigna de producir,producir al máximo, para levantar el país. Había que hacer horasextraordinarias y trabajar a destajo, sin reclamar los derechos comohombre a una vida, si no igualitaria, porque esto no lo han pensadoellos jamás, al menos, a una vida decente. Es cierto que en esos mo-mentos no todo el mundo tenía ni auto, ni nevera, ni televisión, nimáquina para lavar la ropa, ni muchas más cosas, como en la actuali-dad tienen los que lo tienen (pero no los que no lo poseen) y no loteníamos porque no existía, y lo hemos tenido a partir del momentoque la producción ha sido abundante y tenía que venderse. Lo que

poseíamos en esos momentos era la bicicleta, el tándem, las ganas lo-cas de divertirnos y de comer, comer aunque fuese hasta por los co-dos, para saciar el hambre que se pasó, sobre todo los trabajadores.Pero para eso y sin los adelantos modernos, teníamos que trabajar9 ó 10 horas diarias (haciendo un paralelo entre la forma que en esasépoca^ se ténía que trabajar, sin los adelantos modernos para que laproducción de no importa qué, tuviese el rendimiento que en la ac-tualidad se obtiene, que sin temor a equivocación alguna que es comomínimo de lo simple al quíntuplo) ¿Cómo se atreven a sacar estadís-ticas de hace 15 ó 20 años y menos todavía de 30, para justificar lo

que no puede tener justificación alguna?

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Siguiendo esta comparación para que tuviesen razón, si antes paravivir con justeza sin los adelantos de hoy, se tenía que trabajar 9 ó 10horas por día, hoy en la actualidad se tendría que trabajar 4 ó 5 ho-ras diarias, para vivir como en esa época. Así es que todo el confortque podemos tener en la actualidad lo debemos, no a los partidos po-líticos que se han ido sucediendo en el estado, lo debemos al esfuerzodel trabajo suplementario de la 5 ó 6 horas diarias que se hacen ¿Có-mo pueden otorgarse honores, por ejemplo, porque en 1971 se hayanconstruido 500.000 viviendas contra 200.000 en 1949? Cuando enesa época, para construir una vivienda de uno o dos pisos, hacía faltaun tiempo por lo menos de un año y en 1970 con el mismo tiempo secontruye un inmueble para 100 familias. Alguien podría creer queahora se trabaja más, pues no. El hecho radica en que antes los andamios para la construcción eran hechos con madera, hasta llegar a loalto del edificio. Las grúas o montacargas casi no existían o eran ra-ras las que se encontraban. La invención de los muros prefabricadosen cemento armado no existía, y en 1970, por citar fecha, en un ins-

tante, con esta clase de elementos y con los montacargas o grúas de20 ó 30 metros de altura, con los bulldozer, las palas mecánicas y lashormigoneras modernas, se efectúan en tiempos record y sin olvidarlas 10 horas diarias por trabajador.

Así pues, queda demostrado que, en proporción, no han hecho na-da de lo que puedan estar satisfechos ni orgullosos. El proletariadotrabajador sigue viviendo en las mismas condiciones que siempre en elaspecto económico. En el aspecto moral, esfa peor todavía, por larazón de que en casi todas las ciudades, es una vergüenza de U formaque han dividido las poblaciones por categorías, o mejor dicho, porclases, construyendo barriadas donde los unos no pueden mezclarsecon los otros.

Existen barriadas exclusivas para los desheredados, sin ningún con-fort, donde no tienen ni siquiera calefacción ni chimeneas para la eva-cuación de gases ni humo, donde para calentarse en invierno tienenque sacar por las ventanas y a través de los cristales los tubos de lasestufas. Barriadas donde están un poco mejor, para obreros un poco

mejor retribuidos, en las que pueden pagar un alquiler más elevado.Luego están los sitios de residencias en los mejores emplazamientos,parques con arboledas, cerca del mar, o con buena vista panorámica,donde sólo los de un buen nivel de vida pueden residir. Esto es todolo que hasta la hora presente han sabido hacer para la nueva sociedad,aparte hablar de ella en la televisión.

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Otro aspecto de por qué los partidos políticos de izquierdas o delcentro no pueden hacer nada para la transformación de la sociedad,tal y como nosotros la deseamos y la sentimos, es debido a la santamadre franmasonica, pues casi todos, por no decir todo, pertenecen alas franmasonerías, y si bien un día, al principio de la creación de es-ta secta, fueron revolucionarios y solidarios para defender los intere-ses de sus ramas de oficios y en contra del capital de aquellos tiem-pos, hoy día y desde hace muchísimos años ya, pertenecen a ella casitodos los políticos de cualquier color, los magistrados, casi todos los

militares de carrera bien graduados, y una buena parte de todos losfuncionarios, es decir, todos los que están en la esfera alta de las po-blaciones que se erigen por escalones de mando y de influencia, conarreglo al escalafón que poseen, siendo solidarios los unos de losotros. En estas condiciones ¿cómo quereis que esos señores bien apo-sentados tengan las manos y el cerebro libres y en condiciones pararealizar nada que pueda terminar con la situación de desfavorecidosdentro de la sociedad actual? Se puede decir, con bastante seguridad,que casi todos los dirigentes de las mastodónticas sindicales obrerasreformistas y que colaboran en todas las instituciones con la sociedadburguesa y capitalista, pertenecen a la franmasonería. Como en Amé-rica que son mafiosos o les falta poco.

Este pequeño capítulo dedicado a las organizaciones sindicalesobreras lo dejaremos como colofón a todo el análisis que estamoshaciendo.



AN ALIS IS DEL PARTIDO COM UNISTA

Como colofón a todo lo relacionado con los partidos políticos y

por considerar la influencia tan grande que tiene entre las masas traba-jadoras, por su demagogia en la propaganda de partido del proletaria-do y de lucha de clases contra los monopolios capitalistas, pregonan-do o no la dictadura del proletariado, vamos a analizarlo por separado.

Su estructura interna, tratando así de descubrir su verdadero carác-ter dictatorial y absolutamente opuesto a toda democracia. Si a tra-vés de este estudio de lo que es el partido comunista, que se conside-ra como el campeón de la democracia, de las luchas revolucinarias, yen contra del imperialismo capitalista, (aparte todo el análisis y estu-

dio que hemos hecho del conjunto de todos los otros que tambiénentra de lleno, en la demagogia política pero que por todo lo expues-to no pueden hacer nada que sea positivo y efectivo por una nuevasociedad, que se salga de todo o que ya conocemos) los jóvenes y losque no lo son no quieren comprender, entonces allá ellos con susresponsabilidades.

Cuando les toque tener que llorar lágrimas de sangre por vivir enel paraíso democrático impuesto por ese partido político, si es que lalocura de los hombres no ha hecho antes tabla rasa de la humanidad,no podrán quejarse a nac^ie de su suerte, ni de la que puedan haberimpuesto a sus propios hijos. Toda la culpa la tendrán ellos y nadamás que ellos.

Para ello y para que tenga bien presente, primeramente describire-mos lo que quiere decir y representa democracia, al menos como ladefine el diccionario y como la comprendemos nosotros también.

Democracia: Gobierno donde el Pueblo ejerce su soberanía.Soberanía: Calidad de lo que es soberano: poder supremo.

Poder: Entre otras significa, autoridad, mando, inquietudes y respon-sabilidad del poder.

Autoridad: Entre otras cosas, significa, poder legal, representacióndel poder público, coger de autoridad uno mismo sin tener que pe-dir autorización.

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Creo que no hace falta continuar hojeando el diccionario para quese comprenda bien claro que la Democracia sólo puede existir cuandoel Pueblo, de forma directa y sin intermediarios, ejerce su soberaníaen las asambleas abiertas, eligiendo directamente a los delegados quedeben representarlo en comicios; congresos y demás, donde tienenque discutirse los intereses de un conjunto importante y tomaracuerdos para realizar todo lo que sea realizable, acordándolo entretodos.

Si esta es la conclusión que cabe a la ojeada que hemos dado aldiccionario en lo que respecta a Democracia, veamos cómo se com-

porta en su forma interna el partido que nos ocupa y la potestad deejecución que tienen sus propios militantes de la base, que en peque-ño no es ni más ni menos que el Pueblo. Pasaremos por alto los capí-tulos y párrafos que a nuestro juicio no tienen gran importancia.Además todo el mundo puede procurárselos y comprobar lo verídicode lo que aquí dice.

Podrá comprobarse también que todos los partidos comunistas y,sobre todo los que se llaman marxistas y leninistas se parecen comogotas de agua, en su forma de organización y concepción del centra-lismo democrático.

Leemos los estatutos del partido comunista francés, adoptados enel X Congreso, del 26 30 del VI de 1946 y en el del 14 17 del V de1964, que son palabras más, palabras menos, aproximadamente losmismos.I. Denominación del Partido y Principios fundamentales.

Artículo Primero. Entre los ciudadanos y ciudadanas que aprue-ban los presentes estatutos y se comprometen a respetarlos, seconstituye una sociación llamada Partido Comunista Francés.El Partido Comunista Francés es el guía, el organizador del movi-miento revolucionario del proletariado y del movimiento progre-sista del pueblo francés. El Partido Comunista Francés es el cam-peón de los principios y finalidades del comunismo.

II.Miembros.Artículo 2. Puede ser miembro del partido todo el que acepte suprograma y sus estatutos, se adhiera a una de las organizaciones debase del partido y se comprometa a militar activamente y a pagarregularmente sus cotizaciones.Artículo 3. La admisión de nuevos miembros se hacen en las célu-las del partido, siendo sometidos a la ratificación del comité de lasección. Es imposible ser miembro del partido comunista, si se estáafiliado a otra organización política.124



Artículo 4. Para la entrada de grupos enteros que provengan deotras organizaciones políticas, o de una organización de partidoentera, en el partido comunista, es el comité central quien decidesu admisión. Para la admisión de dirigentes de otros partidos, esnecesaria la ratificación del comité central además de la de lasección.

Para no hacernos muy pesados y para que podamos analizar y com-prender con más facilidad las contradicciones y errores entre lo que

dicen y lo que hacen, haremos la crítica a medida que vayamos avan-zando en su estudio. Así, pues, veremos ya al principio de los estatu-tos, que la base, la verdadera base de lo que forma el grueso del parti-do comunista no cuenta para nada, al menos que no sea para venderel diario y pegar pasquines, puesto que incluso para el ingreso de unafiliado tiene que ser un comité superior el que esté de acuerdo, si no,no entra. ¿Acaso ese comité que se considera por encima de la base,que es la célula, no pertenece a una célula de base también? De noser así, estarían fuera del partido, puesto que, para pertenecer a él,

hay que ingresar en la organización de base que es la célula. Si ellosmismos pertenecen a la célula ¿cómo pueden ser superiores para de-terminar lo que es bueno o malo, haciendo caso omiso de la opinióny de la voluntad de esa base de la que ellos mismos forman parte?,¿por el mero hecho de tener un cargo se separan de la base, no dán-dole derecho e enjuiciar y determinar lo que está bien o no?, ¿dóndeestá el principio de Democracia en este hecho?, ¿se puede admitir laaberración de darse el título pomposo de centralismo democrático,cuando es uno opuesto rotundamente al otro?

Centralismo viene de centro, centrar, centralizar, y cuando se tratade poder o mando, es ejercer esa posibilidad de mando absoluto des-de el centro. Y Democracia es al revés: ejercer el poder y mando des-de fuera del centro, entre todos, teniendo el centro sólo la misión decoordinar y relacionar. Cuando una organización es democrática deverdad, los casos graves y todos los hechos y cosas que atañen al con-junto de la organización o partido se discuten en congresos y plenos,tomándose los acuerdos necesarios para solucionar los problemas

planteados. Eso es democrático a secas, pero jamás será un comitépor muy comité que éste se crea, el que decida y tome los acuerdospertinentes, siendo la base la que tenga que aceptarlos. Esto puedeser ejecutivo, centralista, mandón, dictatorial, pero nunca demo-crático.

III. La estructura del Partido.



centralismo democrático. Sus principios fundamentales son lossiguientes:A. Elección de los organismos de dirección, en los diferentes esca-

lones del partido, por las asambleas generales, las conferencias ylos congresos.

B. Informes periódicos de los secretarios y de los comités a losque los han elegido.

C. Aceptación obligatoria de las decisiones de los organismos su-periores del partido por todas las organizaciones que lo compo-nen, según la disciplina libremente consentidas por todos loscomunistas y que constituye la fuerza de su partido.

Toda organización que desempeña su actividad en un dominiodeterminado es considerada superior a la organización que limita suactividad a una parte nada más de este dominio. Las discusiones so-bre las cuestiones que interesan al partido serán seguidas o llevadas acabo por el conjunto del partido, hasta que las asambleas y los comi-tés competentes tomen una resolución que son válidas para todos.Las resoluciones tomadas en los congresos del partido, o por los orga-nismos dirigentes del partido, deben ser absolutamente ejecutadas, in-cluso en el caso de que una parte de los miembros o de las organiza-

ciones no los aprueben.Artículo 7. En situaciones determinadas, el comité central porquees calificado para apreciarlo, en los casos que pudieran producirse,obstáculos al libre desenvolvimiento y actividades del Partido; losnombramientos de comités de dirección del Partido por los comi-tés superiores, es admitido, lo mismo que la cooptación con ratifi-cación de los organismos calificados del Partido.Artículos 8 9 1 0 1 1 . Estos artículos no los inserto, porque só-

lo son una cuestión mecánica de la organización del partido y nadatengo que decir con arreglo a lo que es democrático o no. Así es que,

comentando el punto (3), vemos una vez más la clase de Democraciaque existe en el seno del Partido. El apartado C. dél artículo (6) nosda la imagen más completa del dirigismo dictatorial que reina en suseno y supongo que no se van a sulfurar tratándome de fascista bur-gués porque señale esta verdad irrefutable. Además son ellos los quedejan entrever, aunque no lo digan claro. Es cierto también que,a renglón seguido, en lo referente a la aceptación obligatoria de lasdecisiones de los organismos superiores del partido por todos los or-ganismos que lo componen, agregan “según la disciplina librementeconsentida por todos los comunistas y que hace la fuerza de su

partido0.126



En primer lugar, diré que, si en vez de ser los organismos superio-res o comités, cosa que con sólo concebir que dentro de un partido ode un pueblo pueda haber superiores e inferiores, moral y material-mente, denota ya la carencia científica de democrático. fuesen lasdecisiones de las asambleas y congresos las que se acataran, sobre to-do si estas han sido elegidas por mayoría y mejor por unanimidad,nada tendríamos que objetar. Pero no es así. Para lo que nos ocupa

en este apartado tiene un valor inmenso, por la razón de que estácompuesto con un juego dialéctico, o mejor dicho y para que no ha-ya nadie que no lo comprenda, con un juego de palabras espantoso,puesto que para esos camaradas la Democracia y la libre disciplinaconsentida llenan sus funciones por el mero hecho de que, cuandoentras a formar parte del partido comunista, ya sabes lo que te toca:obedecer a ciegas lo que se te ordena, si quieres ser un buen comunis-ta democrático. Pero esto no es todo. Si sólo quedase circunscrito alpartido comunista y sin salir de ellos, nada o muy poca cosa tendría-

mos que decir, pero como es una doctrina, según ellos, para liberar alos pueblos, en cuanto este partido se apodere del poder, sea a travésde una revolución violenta o pacíficamente impuesta por las eleccio-nes, será automáticamente todo el pueblo quien tendrá que sufrir losreveses de lo que el apartado C. nos deja entrever bien claramente.Aquí están las huellas y la estampilla de lo que Marx inició y confir-mó en la Primera Internacional, además, siendo éste el hijo del otro y‘parido por el padre, no por la madre, no puede ser diferente delengendrador.

En el mismo párrafo C., leemos también que las discusiones sobrelas cosas que interesan al partido serán llevadas a cabo por el conjun-to del partido, hasta que las asambleas y comités competentes tomenuna resolución, etc....

¿Qué quiere decir ésto?, ¿qué un comité tiene tanta potestad co-mo una asamblea?, ¿dónde está lo de democrático?, ¿o es que lo de-mocrático sólo está para elegir el comité y no en todos los casos?

Analizando el mismo apartado, leemos ‘las resoluciones tomadasen los congresos del partido, o por los organismos dirigentes del parti-do, deben ser absolutamente ejecutadas, etc...”

Una .vez más queda demostrado que las decisiones de los comitéssuperiores y, en este caso concreto, el comité central, tiene tanta po-testad para decidir lo que el conjunto del partido tiene que acatar y



Imaginaos la Democracia que puede existir en un país en que estéimplantado un régimen comunista bajo esas premisas, en el que el es-tado sea comunista y dirigido, como es natural, por comunistas. Nilas asambleas abiertas del Pueblo, en el caso que las haya, ni los con-gresos del conjunto del Pueblo, en el caso que estos liberadores lopudieran admitir, ¿qué fuerza de ejecución, qué potestad para deter-minar incluso el que el gobierno de dicho estado tome esta o aquellaorientación y determinación para realizar en el plano moral o mate-rial podría tener, cuando el Estado, el gobierno, que no sería otra

cosa que el reflejo del comité central, tiene tanta potestad para de-terminar lo que se tiene que hacer y ejecutar por todos. En el casoque las fuerzas coercitivas o de defensa de la nación o del pueblo, co-mo ellos dirían, estuviesen repartidas bajo el control de comités delPueblo, todavía podría suponerse que el peso de las decisiones delos congresos del Pueblo, podrían ser respetadas, pero como las fuer-zas policíacas y ejército están y estarían, como es lógico suponer portodo lo que de autoritarismo queda plasmado en dichos estaturos, enlas manos del estado, todo el peso de la verdad, de su verdad, de laverdad del estado sería la que triunfaría en cualquier momento que aestos representantes del Pueblo se les antojara.

Pobre Carlos Marx, decir que se consideraba y lo consideran comoun gran sociólogo...

Yo quisiera que alguién sensato me explicara la diferencia funda-mental, moral y humana, que existe entre esa forma de concebir lalibertad integral de los pueblos para decidir su suerte, y la que pue-den tener las monarquías absolutistas y todos los régímenes prepara-dos para el “ordeno y mando”, para la represión, si no se acata lo quese ordena, aunque lo realicen en nombre del pueblo, del cual sólotiene el nombre.

Yo hubiese querido encontrar algo verdaderamente democráticoen estos estatutos, para referirlo también y tal vez entrever la posibili-dad de una posible contradicción, pero que dejase al menos la dudade si la sociedad por ellos prevista daría como resultado la posibleevolución de un progreso de avance democrático, de libertad y dedesaparición del dominio de unos hombres sobre otros, en el que elPueblo, fuese el que tomase las decisiones que le competen.

Pues no, no he podido llegar ni a tener esa duda, porque el punto(3), y sobre todo el apartado c., son el reflejo de lo que son en sí.

El resto de los puntos y apartados en lo que en materia de demo-cracia se refiere, si alguien tiene la menor duda, sólo tiene que procu-rárselos, leerlos y analizarlos y podrá convencerse.

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Transcribimos algunos apartados más para demostrar lo que quedadicho. El artículo (13), por sí sólo demuestra para qué sirve la basedel partido comunista, que es la célula:“Artículo 13. Los deberes de la célula son poner en práctica o hacerel trabajo del partido, entre la clase trabajadora, por medio de unapropaganda y de una agitación comunista sistemática. El hacer adhe^rentes, afiliados, la difusión de la literatura del partido, la publicaciónregular de hojas de propaganda que reflejen la vida y las reivindica-

ciones de los trabajadores, la educación y la cultura de los miembrosdel partido y de los obreros de las fábricas, la intervención en todoslos conflictos políticos, en todas las reivindicaciones de los trabajado-res de sus lugares respectivos, el estudio y la defensa de estas reivindi-caciones que van ligadas a la acción de clases y las finalidades deemancipación social perseguidas por el partido comunista.”

El artículo 14, si estuviera aislado de los demás y no supiéramos elpeso del mando del comité superior, que recae sobre el de más abajoo inferior, como ellos dicen, estaría bien y quizás sea el único que tie-

ne algo de democrático, pues dice: “La célula nombra un secretaria-do y su secretario. Este secretario dirige el trabajo de la célula y lo re-parte entre los miembros. El secretariado de la célula es responsableante la célula y es revocable en todo momento por ella”.

Pero acto seguido, encontramos los artículos 15, 16, en los que lademocracia y la potestad de la base, que es la célula; que sólo es bue-na para hacer todo el trabajo del Partido, ya no pasa, y no pasa, por-que llegando al comité de sección, que es el que viene después de lacélula, éste ya tiene la potestad de fijar el modo de representación

que ha de tener la conferencia de sección.En el artículo 16, por su parte leemos lo siguiente:

“El comité de sección ejecuta las decisiones de las instancias superio-res y de las conferencias de sección. Dirige todo el trabajo del partidoen su territorio, reúne una conferencia de sección, en principio, cadaseis meses y obligatoriamente antes de cada conferencia federal.Nombra, de acuerdo con la dirección federal, al secretario y secreta-riado de la sección.

Ya vemos, pues, que la noción de democrático no aparece por nin-guna parte, pues, de la sección hacia arriba, funciona de la mismaforma, siendo siempre el comité superior el que da las órdenes yestando de acuerdo para el nombramiento de la dirección del comitéinferior.

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Pasaremos al artículo 26, porque no vale la pena repetir todo loque ya sabemos. Dice textualmente: “Los congresos del partido estáncompuestos por delegados nombrados en las conferencias federales.En el caso de que las circunstancias aconsejaran, por impedimento ellibre funcionamiento y las actividades del partido, el comité federalpuede, excepcionalmente con el asentimiento del comité central,designar los delegados. El congreso del partido puede también serreemplazado por una conferencia del partido.

Vemos, pues, que la base, la célula, al llegar a la conferencia fede-

ral, ya no tiene entrada como delegación directa, puesto que son re-presentantes de las secciones. Menos todavía en los congresos delpartido, puesto que los delegados son nombrados en las conferenciasfederales.

La representación al congreso del partido es peor y mucho menosdemocrática todavía que las representaciones a las diferentes confe-rencias, puesto que no es un Congreso de Regiones, sino un congresode partido.

Luego se sobreentiende que es de todo el conjunto del partido y

siendo la unidad numérica del partido la célula, que es la que compo-ne la base del partido, es sobre ésta y nadie más, que debe en cual-quier partido u organización que se tilde de democrática, la que debecontar en primer término, siendo ésta la que en todo caso, determineen las conferencias de secciones todo lo que puede ir relacionado alcongreso del partido, sus acuerdos, sus nombramientos para todo lorelacionado a las direcciones del partido, prensa, propaganda y de-más, y nombrar los delegados que vayan en su representación al con-greso, se comprende por sí sólo que todo partido u organización, quese rija bajo las premisas democráticas como queda expuesto, corre el

riesgo de que en cualquier momento que la base no estando de acuer-do con la orientación que posiblemente la dirección pudiera dar, ten-dría la potestad y la posibilidad de corregir e incluso cambiar la di-rección del partido, nombrando a otros, cosa que de la forma que losestatutos están redactados le es imposible.

La segunda parte de este artículo tiene mucha más trascendenciaque lo que a simple vista parece, porque les da potestad a los comitésy organismos que se tienen y se consideran superiores, a determinaren una situación ,que ellos consideren necesaria, incluso en aquellas

que pudiesen ver un peligro para ellos mismos, el determinar la clasede comido a celebrar, es decir, una conferencia, que es mucho másrestringida y nombrando para ello a los delegados que tienen que asis130



tir, como hizo el fundador de la teoría que nos ocupa en la PrimeraInternacional, cuando decidió convocar la conferencia de Londres,invitando preferentemente a los delegados que estaban de acuerdocon el consejo general, ío que dio como resultado las acusaciones so-bre Bakunin y decretando, entre otras la expulsión del mismo.

Para terminar este estudio y análisis de lo democrático del partidocomunista, transcribimos el artículo 32, que dice: “La disciplina delpartido es un deber imperioso para todos los miembros y para todas

las organizaciones del partido. Las decisiones de los congresos delpartido del comité central y de todas las instancias superiores delpartido deben ser rápida y puntualmente aplicadas. La disciplina delpartido no excluye, sino que supone, la libre discusión de opiniones.La discusión de todas las cuestiones que resulten de las posibles di-vergencias es completamente libre, hasta que se tome una decisión”.

Vemos, una vez más, y hasta llegar al comité central, que éste y to-dos los organismos superiores tienen tanta fuerza y potestad que loque ellos llaman un congreso a una mascarada de la Reunión de Dele-

gados Federales, o Regionales comprobamos, una vez más, lo de“ordeno y mando y que cumpla inmediatamente, si quereis ser bue-nos chicos“.

Esta democracia centralizada la emplean todos los estados delmundo constitucionales o no, y tal vez con un poco más de severidad,los regímenes totalitarios y facciosos de cualquier color. No soy yoquien lo demuestra ni quisiera que fuese así.

Son ellos quienes lo dicen y lo demuestran, a través de los propios

estatutos que los rigen. Luego si para ellos mismos es así, ¿qué es loque sería para los que no piensen como ellos y fuesen tratados decontrarevolucionarios y de actuar en contra de ese “paraíso”?

Se comprende por sí sólo que las discusiones libres sobre las diver-gencias pueden ser paradas, estancadas, y resueltas por decreto inclu-so del Comité Central, puesto que tiene poderes para ello.

¿Qué más se puede decir para demostrar y para que comprenda-mos que ese partido o cualquier otro que derive del Marxismo, nopuede implantar ningún régimen de vida social en que la libertad y

no las habichuelas, sea un hecho patente, auténtico y realizable?Un caballo, un buey tienen el techo, la cama y la comida que leshace falta para vivir, pero la libertad de decidir sus propias vidas yde gozar de la libertad de acción que la naturaleza les ha concedido,no. Y no pueden porque el hombre, al apoderarse de ellos, se la arre-

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bató, y si los alimenta y los cuida es porque tiene necesidad de ellos,porque vive del producto que éstos le rinden.

Si la sociedad comunista tiene que ser el parentesco de lo que aca-bamos de relatar, jamás podrá ser para hombres dignos de esta deno-minación.

Hemos podido apreciar la diferencia fundamental que existe entrelo que hemos analizado sobre la democracia con arreglo a la defini-ción que da el diccionario y la forma de actuación que hemos sacadosobre los estatutos del partido comunista, que son, sílaba más o me-nos, los mismos que rigen a todos los partidos comunistas del mundoentero, incluyendo los que no se llaman comunistas, pero que consi-deran imprescindible la dictadura del proletariado.

Todos los demás partidos políticos llamados de izquierdas, si alleer lo que queda expresado acerca del partido comunista, pudieransonreír, debemos decirles que tendría que caérseles la cara de ver-güenza por su inconsciencia política, pues son responsables directos,al igual que el partido comunista, de que no haya triunfado ya hacemás de 60 años la verdadera transformación de la sociedad, dandopaso al socialismo, al verdadero socialismo encarnado en la PrimeraInternacional. Son ellos y nadie más los únicos responsables de que,al menos en Europa, no se haya conseguido este objetivo. Dejaronde lado la trayectoria, los principios y finalidades de esa Internacio-nal, provocando la división entre el proletariado mundial en políti-cos y apolíticos, dando como resultado que los únicos beneficiadosfueran la burguesía y el capital, sostenidos por el clero en general yel Vaticano en particular.

Comprendiendo perfectamente que la acusación es de peso, sabien-do que todos los partidos de izquierdas con sus centrales sindicalesobreras se gargarizan diciendo que la división de los productores y delpueblo es un crimen del que se aprovecha el capitalismo, consideran-do el interés que tien este pequeño estudio y que no se pueden haceracusaciones sin aportar las pruebas necesarias, es por lo que recorda-ré, por si no se tuviese en cuenta, unos párrafos que aclararán sufi-cientemente lo fundado de esta acusación, cuya responsabilidad yculpabilidad, que dudo, puedan sacarse de encima.

Son los párrafos que ya hemos transcrito de Anselmo Lorenzo, delcomunicado enviado por el comité federal de la Internacional de Sui-za al Primer Congreso Obrero Español, en 1870, que dice:

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“La política, la religión y los gobiernos han sido creados por nuestrosamos burgueses, curas y reyes, para mejor dominarnos, para mejorsojuzgarnos, para debilitarnos, dividiéndonos en partidos.

Creedlo, hermanos de España, si la gran causa del trabajo debe undía dominar el mundo y transformar la sociedad, es necesario que, encumplimiento de uno de nuestros más superiores deberes, rechace-mos absolutamente todo lo que hoy se llama política.

No debemos ocuparnos de República Nacional, de República Euro-pea, de Estados Unidos de Europa, si tocamos siquiera con la puntadel dedo esta organización actual de los gobiernos, si prostituimosnuestro corazón y nuestra honradez luchando por ellos o contra ellosen su terreno, la política. Si no nos constituimos como trabajadoresfuera del estado, pasarán los años esperando en vano nuestra eman-cipación”.

En otra comunicación del Consejo General de la Internacional, se

hallan los siguientes párrafos: “Penetrados de la idea de que no puedeobtenerse ninguna reforma social verdadera, si no es dando satisfac-ción a los intereses del trabajo, hemos debido romper con todos losmetafísicos de la política y con sus sermones sentimentales. Hemosrenunciado a toda esperanza de mejoramiento proveniente de uncambio de gobierno y hemos tomado por línea de conducta la abs-tención en materia política.

Consideramos todos los gobiernos despreciables, de modo que pe-

dir a los obreros que se pronuncien por tal o cual forma de gobiernoes preguntarles pof cuál de los gobiernos prefieren ser asesinados.

Todos sabemos que en 1870 todos los Internacionales estaban deacuerdo con esto, puesto que la ruptura entre Marx y Bakunin fuedos años más tarde, aunque en la conferencia de Londres de 1871 yaempezaba a estallar. Por lo tanto, la responsabilidad de esta división yde no haber podido llegar todavía a obtener la sociedad que implanteun verdadero régimen de vida social, en la que el Pueblo sea feliz consu trabajo manual e intelectual, la tienen todos los que no han parado

de hacer el juego a los estados y colaborando con el capitalismo enlos parlamentos y gobiernos en general. iCuánta razón tenían cuandodijeron: “Si no nos constituimos como trabajadores fuera del Estado,pasarán los años esperando en vano nuestra emancipación!”.

¿Cuántos años han pasado y pasarán hasta que comprendamos estad d? N it l ági id t d l té i t



ANA L IS I S DE LAS S IND ICALES OBRER AS

Para terminar este pequeño estudio, sólo nos queda el análisis delas grandes organizaciones sindicales obreras.

¿Qué podemos decir de ellas en materia de seriedad revolucionariae ideológica para la transformación de la sociedad? Todas o casi todasllevan en sus estatutos, unos párrafos en los cuales se dice que su fina-lidad es la supresión de la explotación capitalista, principalmente so-cializando los medios de producción y de intercambio. Pero cuandosabemos que todas están minadas por un partido político u otro, yhasta por jerarcas del Vaticano, ¿qué crédito pueden tener esos párra-fos que sólo ocupan tres o cuatro líneas en sus estatutos?. Si verdade-ramente tuvieran un sentido profundo de la socialización; si los gran-

des dirigentes elegidos a perpetuidad en esas sindicales y todos suscuadros de dirigentes permanentes lo sintieran verdaderamente; si noestuvieran imbuidos por las teorías políticas de sus partidos, porquetambién son militantes casi todos ellos de los diferentes partidos polí-ticos, los cuales inyectan sus consignas, sus teorías, sus ambiciones demando, a las diferentes organizaciones sindicales a través de éstos,que son por entero y ante todo miembros de sus partidos; si se vierapor alguna parte la educación de la clase trabajadora y la propagandaque enseñara al Pueblo de qué forma se puede llegar a esa transforma-ción en la que el hombre pueda ser libre y vivir feliz con su trabajo; sicomo mínimo tuvieran un estudio de la forma en que esa sociedadpodría funcionar por y para la clase productora, para el pueblo en ge-neral orientada y llevada a cabo por esta misma, que es la única quepuede contar en el aspecto económico, puesto que es la que hacevivir al conjunto de la nación y del mundo, con su trabajo, con suproducto.

Si no estuvieran esperando cuándo les va a caer la breva madura enla boca, dejada caer desde lo alto de la pirámide de los partidos polí-ticos, cuando éstos cojan el poder, con la colaboración de todas estas

centrales sindicales, que terminaron su verdadero significado al sepa-rarse de los principios, tácticas y finalidades de aquella PrimeraInternacional.

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Si no fueran en parte y soy prudente responsables del embruteci-miento político a que casi toda la clase trabajadora se encuentra so-metida al considerar que han llenado su deber votando a este o aquelpolítico para que les solucione ios problemas. Políticos que más de100 años atrás consideraron sus antecesores nefastos e incapaces desolucionar los problemas cuya solución sólo a todos y cada uno denosotros nos compete encontrar para acabar de una vez la broma ma-cabra que se va transmitiendo de generación en generación, que están

plantados en el mismo lugar que cuando el eminente sociólogo CarlosMarx se le ocurrió que había que entrar en la política y colaborar conlos gobiernos existentes hasta minarlos y destruirlos. En fin, si noexistieran todos estos escollos que hemos enumerado, podríamoscreer que estas centrales obreras podrían servir para algo más que pa-ra reclamar las cuatro migajas de pan que nos hacen falta para mal vi-vir en este mundo de ambiciosos y de locos.

No deseo haceros perder vuestro tiempo, estudiando y analizandopor separado las diferentes centrales sindicales. Además existe otra

razón y es que siendo yo mismo anarcosíndicalista, me es muchomás doloroso el desmenuzar y descuartizar a las centrales obreras,porque guardo en mi interior tal vez una posible esperanza de que losobreros de esas centrales sindicales se darán cuenta un día de la equi-vocación que han cometido y que cometen escuchando los cantos desirena de todos los vividores de la política y sabrán dar marcha atrás,yendo o exigiendo a todos los que pueden considerarse como líderesy guiadores de actuaciones y posiciones a volver a la cuna del verda-dero sindicalismo revolucionario de acción directa, que es el que en-carna el anarcosindicalismo, capaz de poder encontrar la solución delproblema o de los problemas que hemos enumerado desde el princi-pio de este trabajo.

Con todo lo expuesto en este modesto estudio, con todo lo quehumildemente hemos tocado desde los orígenes de los hombres, delas sociedades, de los factores que han intervenido y determinado pa-ra que no hayamos podido todavía encontrar la solución a los proble-mas que nos rodean, se encuentra, como es lógico suponer, la propiaincomprensión de la clase productora, puesto que en la actualidad

tienen medios para poder despertar y salir del sueño letárgico en quese encuentran drogados, sin tener necesidad para ello tener ojo delince ni de halcón para poder percatarse de ello.

Yo os invito a que busquéis, a que indaguéis sobre cualquier orga-nización obrera que no sea anarcosindicalista, a ver si encontráis en

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sus estatutos algo que se refiera a cómo transformar la sociedad, algoque toque la educación y la emancipación de la clase trabajadora paraque esté preparada y sea capaz de llevar adelante una sociedad quesea libre y goce de bienestar.

Yo os invito a que busquéis, a que indaguéis sobre cualquier parti-do político de izquierdas (puesto que con los de derechas no vale lapena que perdamos el tiempo) para ver si encontráis en sus estatutosalgo que se refiera a la posible emancipación de los trabajadores paraque de forma libre, autogestionada y consciente, pueda transformarla sociedad. Yo os invito a que encontréis en todas esas organizacio-nes y partidos políticos tan sólo cuatro líneas en sus estatutos quetengan algo que ver con la democracia tal y como la define el diccio-nario y no como ellos la entienden, cuatro líneas diciendo cómo sepuede cambiar la sociedad y cómo se puede llevar adelante para queverdaderamente sea digna del hombre y que tenga en cuenta todo elsentido del estudio y análisis que hemos hecho, para no caer otra vezen los errores que el hombre ha cometido durante toda su existencia.

He ahí lo que tendría que ser la verdadera labor de todo sociólogo

y no lo que han hecho casi todos hasta la hora presente.



AN AR CO —SINDICALISMO

A mi juicio, sólo nos queda una solución en el caso de que no po-dáis hacer abanzar a los que se han apoderado de las centrales sindica-les obreras: Es ir directamente a engrosar las filas de las centralesAnarcoSindicalistas, adheridas a la Primera Internacional.

¿Por qué la Primera Internacional? Porque hasta la hora presentees la única que va directamente a la transformación de la sociedad através de la clase productora, sin tener en cuenta ni importarle lo quelos diferentes partidos políticos puedan hacer; porque es la única que

considera que sólo los trabajadores pueden hacer algo por ellos mis-mos, implantando un verdadero régimen de vida donde la dignidad,la libertad y la igualdad económica y moral sea un hecho auténtico,para todos los seres humanos de la tierra, porque es la única que estáimpregnada de las ¡deas de emancipación social, incluso elaboradas ydivulgadas, al igual que los otros Intemacionalistas, por Carlos Marx,antes de caer en la trampa política.

Porque es la única, desde entonces hasta nuestros días, que lleva en

sus estatutos y en la convicción de cada uno de sus componentes quetodo el que forme parte de un partido político no puede ostentar uncargo por mínimo que sea en las centrales obreras anarcosindicalistaspor considerar que siempre estarán a remolque de éstos, exactamentecomo los adheridos a las sectas franmasónicas, que se deben ante to-do y por encima de todo a la santa madre franmasónica.

Y por último y no es menos importante, por considerar que paraluchar por una sociedad que sea justa, humana e igualitaria, hay queestar de acuerdo con estas premisas, de lo contrario es gastar saliva

en balde para engañar a todos los que les escuchen.No se puede luchar por una sociedad libre, teniendo pretensiones

de dominio, de comités ejecutivos y considerando que la igualdadeconómica es una utopía. No se puede luchar por una sociedad enque el género humano sea en todos los aspectos, el que cuente, y enque la sociedad sea para liberarlos, reinando para ello el equilibrio



económico, la libertad y la armonía entre los seres humanos, y te-niendo en cuenta la naturaleza y por consiguiente la salud biológicadel propio hombre y de todos los males que los hombres sufren hacecentenares de años. No se puede luchar por todo eso teniendo la pre-tensión de ser élite, la vanguardia dirigista que acaba en las dictaduras.

Como prueba de la afirmación que hacemos, que sólo el anarco-sindicalismo puede llevarnos a esta sociedad, vamos a tratar las basesde una sociedad donde el hombre no se encuentre en contradicción

con el propio hombre, que es, bajo mi punto de vista a donde nos te-nía que llevar forzosamente todo el estudio que nos hemos forzadode hacer, de lo contrario no serviría para nada y hubiéramos perdidoel tiempo miserablemente: Sociedad que está basada en su funciona-miento tal y cómo es la estructura del anarcosindicalismo en líneasgenerales.

Yo no pretendo dar solución definitiva a nada, porque sería unapedantería piramidal, pero entiendo que tampoco podemos jugar alratón y al gato dejando los problemas y las cuestiones sin solucionar,esperando que, cuando llegue el momento, sabremos hacerlo.

Lo esporádico y espontáneo sólo tenemos que dejarlo como puertaabierta para todo lo que, desde ahora no podamos ir encontrando lassoluciones necesarias aunque sólo sea provisional en espera de mejorhacer mañana. Es por la razón de que sin ningún complejo de inferio-ridad ni pretensiones de superioridad tampoco, desde el primer mo-mento que cogí la pluma para dejar plasmada mi opinión de todocuanto humildemente he tocado, mi sola obsesión ha sido el poderfinalizar este estudio con la solución a todos los problemas plantea-dos, quien considere que no está bien o que le falta o sobra algo, que

trate de hacerlo mejor, y será de la única forma que verdaderamentepodremos avanzar.

¿Qué más se puede decir después de todo lo expresado y con la fo-tocopia que tenemos hoy del pasado y del presente en materia deproblemas económicos o mejor dicho, excusas sobre lo económico,para que se comprenda de una vez en la locura deshumanizada enque está cayendo la humanidad? ¿Cómo se puede concebir que exis-tan problemas económicos cuando hay superproducción de toda cla-se de productos y se permite que mueran de hambre millones de ni-

ños inocentes en este mundo de paranoicos deshumanizados?Lo que existe es crisis aguda de conciencia, de dignidad, de huma-nitarismo, que es precisamente lo que nos hace falta para poder en-contrar la solución a los problemas que tenemos planteados.138



¿Existen soluciones para terminar de raíz con todo este caos? ¡Sí!Nosotros afirmamos que sí, y para esto sólo hace falta implantar unasociedad que tenga en cuenta, por encima de todo, al hombre, a loshombres, a la especie humara. Sociedad que vamos a esbozar y quepodría acabar de golpe y porrazo con todo lo que ya sabemos e impe-dir que acabemos destrozándonos a causa de la incapacidad de todoslos políticos y el egoísmo exacerbado de todos los que ostentan las

riquezas de la tierra, que se las apropiaron por la fuerza bruta, cuan-do no pudieron hacerlo por el engaño.



¿ESTO ES C IV IL IZA CION ?

Los científicos tendrían que tener siempre en cuenta que la Tierrano les pertenece a ellos solos, y que teniendo solamente una como laque habitamos, tendrían que tener cuidado de no hacerla saltar aconsecuencia de sus cerebros atrofiados.

Sant Exuperi dijo:

“No hay que dejar a los intelectuales que juegen con las cerillas”.



TERC ER CAPITULO

Sólo los ignorantes y los aprovechados temen la sociedad basadaen el comunismo libertario, los demás, no.

Existen infinidad de seres humanos que ignoran por completo to-do el pasado histórico, y sobre todo, en materia de sociedades vividaspor la especie humana. Existen otros, menos numerosos, que cono-ciendo esta historia del hombre, dicen no estar de acuerdo con estesistema de vida, porque no están dispuestos a volver al estado delhombre de las cavernas, y alegan con mucha suficiencia, porque sugrado de inteligencia está por debajo de sus instintos de dominación

y de acaparamiento, que es irrealizable. El hombre, dicen no puedevivir sin Estado; la prueba de ello es que aquello desaparció; que sincompetencia y sin interés particular el hombre no hubiera avanzado,encontrándose todavía en estado salvaje.

Por todo lo expuesto en los capítulos anteriores, hemos podidodemostrar cómo y por qué se han ido produciendo los hechos que la-mentamos en el presente y el rechazo de esas afirmaciones gratuitas ypoco reflexionadas de los que están contentísimos y satisfechos connuestras “sociedades salidas ya del estado salvaje”.

Tendríamos que definir lo que es salvaje, y lo que es civilizado, pa-ra estar orgullosos de ser una u otra cosa, a no ser que nos creyamoscivilizados poseyendo por entero los instintos salvajes que achacamosa los que no poseen nuestros conocimientos. Civilización sólo quieredecir conjunto de conocimientos de un número de seres, pueblos onaciones. Así es que no existe conjunto humano, por atrasado queesté que no sea civilizado, puesto que también poseen un conjunto deconocimientos, por rudimentarios y escasos que estos sean.

Lo que tendríamos que averiguar es saber si los conocimientos queposeemos son para vivir mejor, si somos más felices con tantos cono-cimientos, y si los empleamos para que el conjunto del género huma-no viva mejor o peor, o se por el contrario, nos estamos destrozandocon ellos, si hemos de parar de una vez de jugar al aprendiz de brujo.

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Si los conocimientos que vamos adquiriendo en física, biología, as-tronomía, matemáticas, en ecología y sociología, los empleamos pararemediar los errores que el hombre ha cometido en perjuicio de supropia especie, avasallándose, esclavizándose los unos a los otros, pro-duciendo sufrimientos y sinsabores en vez de servirles para paliar to-da esta pobreza mental de la humanidad, por estar todavía sujeta alos instintos primitivos del animal. Nuestra pretendida civilización esmás dañina y peligrosa que el estado salvaje que repudiamos a losque, al fin y al cabo, viven una vida más natural que la nuestra. Y enel supuesto de que ellos cometan errores, incluso atrocidades, por no

tener más conocimientos o lucidez, jamás representarán para la hu-manidad, ni para todo lo que nos rodea, el peligro que a corto plazorepresentamos los llamados civilizados.

He aquí por qué hemos realizado este pequeño estudio. Para quenos sirvan como experiencia todos esos errores que hemos ¡do apun-tando, para ir encontrando poco a poco las solucionesnecesarias parapoder vivir una vida en sociedad, que sea lo más sana y natural posi-ble, como vivieron nuestros antepasados, lo que no quiere decir quetengamos que volver al estado del hombre de las cavernas, como algu-

nos dicen, y que nosotros tampoco deseamos. Incluso en el caso deque fuésemos tan torpes que no supiéramos encontrar esas solucionespara vivir en armonía con nosotros mismos, nos traería más cuentavolver a ese estado del hombre de las cavernas, que ser monstruosdegenerados y atrofiados por los efectos atómicos los que queden.Lo que no podemos esperar es la desaparición de lo que sólo una vezse siente y se aprecia por cada ser viviente, ¡la vida!



SOCIAL I SMO L IBERTARIOBASE PRE L IM INA R PARA LA NUEVA SOC IEDAD

Los que esperan que les den las cosas hechas siempre estarán ex-puestos a que los engañen. Por otra parte todo lo que un hombrepueda preveer siempre lo hará con arreglo a su pensamiento y formade ser, y esto en el caso de que sea sincero y honesto. Quiero decir

con esto que la sociedad libre y justa a la que todos aspiramos debeser prevista y realizado por todo el conjunto de seres que deseen vi-vir en ella; nunca confeccionada ni admitida de antemano, de formadefinitiva, como cosa invariable a la cual no se puede tocar, reformarni criticar.

Esto sería caer otra vez en el absurdo error de todo lo que elhombre ha realizado en esta materia, desde su amanecer hasta nues-tros días.

Cada uno de nosotros tiene el deber y la obligación de pensar có-mo y de qué forma concibe la sociedad del futuro inmediato, en lacual considera que el hombre puede ser feliz y libre con su trabajo.

Así es que lo que a continuación va a quedar expresado es mi pun-to de vista sobre la sociedad libre, como punto de partida, con el má-ximo y mínimo de un sistema de organización económica, política osocial a la cual el hombre al menos al principio no puede escapar



BASE DE ORG ANIZAC ION

Digo con el máximo y el mínimo de un sistema de organización,porque entiendo, y estoy convencido de ello, de que ir a más estruc-tura y amplia organización, sería caer en un burocratismo inútil y pe-ligroso, el cual podría llevarnos incluso al centralismo, que es lo que

hemos estudiado, analizado, criticado y desechado.Mínimo, porque estoy convencido también, que una sociedad, que

tiene que reparar los errores de miles de años de tradiciones y atavis-mos, tendrá que cambiar la mentalidad de muchísimos seres y daruna nueva educación social humana a las nuevas generaciones. A par-tir del instante mismo en que la revolución social triunfe, no se puederealizar ni poner en práctica con menos organización al principio.

Debo decir también con toda sinceridad que la mayor parte de loque aquí quedará expresado ha sido puesto en práctica y vivido du-

rante el periodo revolucionario en España de 1936 a 1939.La parte que corresponde a servicio de orden y defensa es inspira-

da por la opinión que plasma J. García Prada en su libro “La Revolu-ción y el Estado".

Decir que yo no pongo nada sería caer en una modestia absurda,puesto que he tenido en cuenta muchos errores que se cometieron,para tratar de paliarlos y que no tengan cabida en algo que sea justo ydurable.

Para unos, y sin que éstos analicen a fondo la cuestión, seré trata-

do de utópico e ¡luso anarquista; para otros, de una especie de anarcocomunista marxista. Estas opiniones me tienen sin cuidado y medejan indiferente por entero, puesto que lo que hace falta es demos-trar que una sociedad libre e igualitaria es posible. Los que conside-ren que al principio se puede ir más lejos y con garantías de continua-ción, que lo pueben y yo estaré con ellos; para los que considerenque es utópico e iluso, que prueben cómo se puede ser libre y felizcon su trabajo; con hechos, no con palabras, porque el hablar cuestapoco trabajo.

Los hechos son los que cuestan y los únicos que nos deben intere-sar, y las pruebas y resultados de todas las repúblicas populares y so-cialistas habidas hasta el presente son la demostración de todo lo quehemos analizado sobre ese particular.

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COLECT IV IDADES

La Colectividad no puede ser, ni será la propiedad de un númerodeterminado de individuos, ni de un Pueblo, ni Región; es el trabajoen conjunto de los ciudadanos en beneficio de todos, donde el repar-to del fruto obtenido es equitativo con arreglo a las necesidades y lasposibilidades.

No se trata como algunos dicen pero sin reflexionar, de entregar odar para los otros, lo que no£ sobre, por la razón de que entre el queda lo que le sobra y el que recibe lo que le dan, no puede existirigualdad.

En Colectividad, en Comunismo Libertario, ni personas, ni pue-blos, ni regiones, serán ni vivirán mejor los unos que los otros, luegoluego se imponen las estadísticas de producción y de necesidades delconjunto de la población, desde el pueblo hasta la nación, o mundialpor que no; para que la igualdad sea efectiva.



PRINCIPIO DE OR GA NIZAC IONDE LA NU EVA SOC IEDAD

Para la realización de una sociedad organizada, en la que la demo-cracia sea un hecho verdadero, positivo y garantizado en su continuodesenvolvimiento, hay que tocar todos los puntos que se relacionencon la vida organizada del hombre en su conjunto. Por ejemplo:1. Organización de la vida en el trabajo y del trabajo.2. Organización de la vida del pueblo en sus diferentes organismos de

relación.3. Organización y control de los servicios de seguridad, de la circula-

ción en los pueblos, ciudades y carreteras, servicios de seguridadpara impedir que nadie, abusando de su libertad, moleste y causeperjuicios ¿"sus semejantes.

4. Organización y creación de escuelas para la enseñanza del manejode un mínimo de defensa contra posibles intentos, por parte de na-ciones capitalistas, de impedir o sabotear nuestra forma de vida,control de fronteras, mientras éstas existan en regímenes capitalis-tas u otros que las crean necesarias y las defiendan.

5. Organización de la forma de intercambios en el interior de esta so-ciedad de todo lo necesario a la vida de los ciudadanos, sistemaeconómico nuevo, o sistema monetario transformado.

6. Organización de los intercambios, compras y ventas con países queno vivan nuestro sistema de vida y que no podamos prescindir deellos.

7. Organización de un sistema de turismo: primero, para que todoslos que lo deseen puedan comprender y apreciar nuestra forma devida; y segundo, por interés económico.

Así pues, siguiendo esta especie de guión, una vez iniciada la revo-lución, sea violenta o pacífica, me extrañaría enormemente que pu-diera realizarse de forma no violenta, por causas que a nadie se leescapan sin pérdida de tiempo, hay que poner manos a la obra parala transformación de todas las instituciones presentes que no corres-pondan a (a base de la creación de la nueva sociedad.



ORGA NIZAC ION DEL TRABAJO

En las fábricas, talleres, laboratorios, cuerpo médico, ciencia, ense-ñanza, cuencas mineras, transporte, construcción, es decir, en todoslos cuerpos de oficios y profesiones, con sus ingenieros y hombres deciencia cuyos trabajos correspondan a esos mismos quehaceres, ten-

drán que reunirse en asambleas abiertas y cada uno en sus respectivossitios de trabajo, para establecer un plan de trabajo y de producciónque sea ante todo para el hombre y por el hombre, eligiendo los com-pañeros que más capaces sean tanto en el plano técnico, científico,como de solvencia moral. Estos compañeros elegidos formarán lo quepuede llamarse comités de gestión o como se quiera, puesto que* elnombre no es lo que más importancia tiene. No tendrán nunca nin-gún poder ejecutivo de carácter autoritario. Todas las decisiones quetengan que tomarse fuera de lo que es estrictamente técnico tendránque ser discutidos por la base del conjunto de los productores en sus

respectivos lugares de trabajo. Incluso en la parte técnica que puedanecesitar modificación en la forma de producir, por lo que puedaafectar al desarrollo íntegro del hombre en general, los acuerdos quesean adoptados son los que los compañeros de estos comités de ges-tión tendrán el deber y la obligación de poner en práctica con el con-curso de todos los que se hayan dado esta forma de vida. Estas asam-bleas podrán tener lugar, por ejemplo, trimestralmente, salvo en casosde urgencia, que el comité podrá convocarlas cuando lo crea necesa-rio; o bien, por petición del 55 por ciento de los productores, cuyos

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B UENAV ENTURA D URRUTI

N¡ se puede ni queremos pretender el compararlo a nadie.

Durruti era el; entero, desinteresado, luchador con clarividenciaideológica. Es por lo que dijo, renunciamos a todo menos a la victoria;su victoria que era la que algunos no comprendieron y quisieron des-virtuar su pensamiento después de muerto.

Su victoria, nuestra victoria, era y será el comunismo libertario,por eso luchó, por eso luchamos y por ello dieron la vida todos losque la perdieron en la lucha, los que se llamaron Anarcosindicalistas,Libertarios, Anarquistas; es por eso y no por "otra cosa que es símbo-lo del Comunismo Libertario al decir, que llevábamos un mundonuevo en nuestros corazones.



delegados de secciones sindicales, en toda libertad, tendrán la obliga-ción y el deber de establecer una lista de todos los que pidan estaasamblea y los motivos que la inducen. Una vez obtenida la cantidadnumérica del 55 por ciento pedirán en el plazo más breve posible laasamblea extraordinaria. Las asambleas se efectuarán en los locales

que en cada lugar de producción habrán dedicato o construido paraello. Los cargos de estos comités de gestión, y para que no puedanunca crearse una nueva burocracia, por la que, a lo largo del tiempo,quedarían separados del resto de los trabajadores dando nacimientootra vez a una nueva clase, dimitirán y serán nombrados otros, comomínimo, la mitad de los componentes cada dos años, debiendo salirlos que más tiempo lleven. Pero en cualquier asamblea, sea trimestralo extraordinaria, tendrán que ser reemplazados en el caso de que laasamblea lo considere oportuno, por incapacidad o por cuestionesmorales que causen perjuicio al seno de buena marcha del conjunto.

El hecho de cambiar siempre la mitad es para que no produzca cortede gestión.

Para no caer en lo que podría ser una aberración de propiedad pri-vada o semi privada, perteneciente a los que trabajen en un lugarcualquiera que sea, hay que tener en cuenta siempre,(porque precisa-mente es la enfermedad que el hombre en general ha sufrido y es loque nos tiene que servir como lección y experiencia) que todo lo queexiste en la Tierra pertenece a todos los hombres por igual y que eldeber de los hombres, para ser felices, es producir en los lugares apro-

piados para ello lo que al hombre le hace falta para vivir lo mejor po-sible, repartiendo el producto equitativamente. Por consiguiente,requiere un entendimiento y conocimientos de todo lo que le hacefalta, de cómo se puede producir y en los lugares más adecuadospara ello, para que la rentabilidad, con el menor esfuerzo posible,pueda ser efectiva. Como todo trabajo en conjunto, y teniendo encuenta lo expresado anteriormente, requiere una organización de lascosas, los sindicatos crearán las federaciones de ramo, de oficio deindustria, en el plano local, cantonal, regional y nacional, nombrandolos delegados para estos comités en asambleas de base en el plano

local; en plenos o congresos, para lo cantonal, regional y nacional.Pues son los únicos capaces, sin injerencias ajenas a sus profesiones,

que pueden tener una estadística completa de todo lo que se pro-duce, igual en el plano local que en el nacional, en cada profesión. Esdecir, que al llegar todas las estadísticas, supongamos semestralmentede la localidad al organismo cantonal, sabrán con precisión todo lo

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que se produce en el cantón, incluso cómo se trabaja en cada lugar yla producción que se realiza, pudiendo eso servir de enseñanza paramejor hacer y con el menor esfuerzo, una vez que sea sabido por losinteresados y lo den como bueno. Así sucesivamente en el plano re-gional y en lo nacional, con lo que se sabrá de forma precisa tambiéncuál es la producción en demasía y cuáles son suficientes para cubrirlas necesidades de todos los ciudadanos.

Estos organismos serán los centros de estadística, censo y relacio-nes, los cuales formarán parte conjuntamente con otros, de los que

ya hablaremos más adelante, los verdaderos consejos del conjunto dela población en todos los órdenes de la vida, cumpliendo la verdaderamisión de las relaciones humanas.

Creo con firmeza que el mismo principio, y por las mismas causasque hemos mencionado, cuando hemos nombrado los compañerospara los comités de gestión en los lugares de trabajo, con arreglo a laperiodicidad y duración de los cargos, debemos emplearlo para todoslos organismos de cualquier institución que pudiéramos crear. Estotiene que ser de forma responsable y tajante, para que no pueda des-

viar jamás en burocracia, ni costumbrismo, que a lo largo del tiempopodrían convertirse en nuevas clases de mandones como ocurrió enlos orígenes de las civilizaciones.



COLECT IV IZAC ION DEL CAMPO

En la agricultura, se tiene que hacer lo propio y al mismo tiempo,puesto que no debemos dejar nada para después. Además, no puedeirla una sin la otra. La vida y producción agrícola es un complementoinseparable de la industria, en todos los sentidos, y ésta lo es de laagrícola, pues no puede vivir la una sin la otra.

Todos los obreros agrícolas, con sus ingenieros y técnicos, tendránque reunirse de la misma forma que hemos hecho en la industria, enasambleas abiertas en cada ámbito rural. Si éstos son muy numerosos,pueden hacerlo dividiendo el pueblo geográficamente en dos o tresbarrios o los que consideren necesario, en los que los acuerdos toma-dos por separado puedan refundirlos por medio de delegados, una vezcumplida su misión, cesan automáticamente, nombrando otros cadavez que el caso se presente.

En esas asambleas, se estudiará el plan de trabajo para la produc-ción de todo lo que hace falta, aboliendo todas las barreras de la pro-piedad privada en lo que se refiere, sobre todo, en la materia princi-

pal de base de la producción, que es concretamente la tierra, ganadosy herramientas de trabajo, ¡colectivizando todo el beneficio directodel conjunto. Estudiando la forma con el que mejor rendimiento quepodamos sacar de las tierras que mejor se adapten a tal o cual produc-ción, exactamente como cualquier propietario hace en su finca en laactualidad, nombrando, como hemos hecho en la industria, los comi-tés de gestión, los más capaces técnicamente y de moral solvente paraello, en el plano local, provincial, regional y nacional. Así de formaseria y concreta, sabremos todo lo que produce, igual que en la

industrial.De ia misma forma y en idénticas condiciones, nombraremos loscompañeros necesarios para el censo, la estadística de todo lo nece-sario a la vida de los habitantes de cada pueblo y ciudad, en lo local,provincial, regional, y nacional, pudiendo de esta manera organizarla vida, en lugar de todos los organismos de estado y de capitalismo.



Si los organismos de producción que hemos nombrado se reúnenconjuntamente con los de censo y estadística de necesidades, tene-mos en principio formados los verdaderos consejos de gestión en unaorganización de productores y consumidores, formados por la base ycontrolados por la misma, a los cuales se agregarán todos los repre-sentantes de las corporaciones o sindicatos de salud pública, educa-ción, artes, deportes, etc., etc...., quedando definitivamente formadoslos consejos de gestión, con la representación del trabajo en todos lossentidos, con sus necesidades y posibilidades creadas y por crear parahacer frente a todo ello, tendremos en nuestras manos todos los re-sortes de la economía nacional.

Los consejos del pueblo llenan verdaderamente la misión de lo quehoy es la alcaldía, pero en manos del pueblo como delegación directa.

La misión de los consejos del pueblo será la de poner en prácticalas decisiones que, en líneas generales, el pueblo soberano habrá to-mado en las asambleas abiertas para lo local; todo aquello que no sal-ga del marco que les compete para lo provincial y regional, todo loque vaya relacionado con lo suyo, sin entrometerse en lo que no seaincumbencia suya, procurando, como es lógico, poner a disposición

de cada corporación que tenga que intervenir en esto o aquello lo ne-cesario para su realización.

La del consejo nacional, como así se sobreentiende por denomina-ción, todo lo que compita al conjunto de la nación. Por ejemplo, yentre otras cosas, todo lo que merece el estudio de realizaciones queforzosamente tienen que hacerse en plan de conjunto: vías de comu-nicación, carreteras, vías de tren, vías aéreas, transportes marítimos,sobre todo mercantes, control y para conocimiento del pueblo en ge-neral de todo lo que salga y entre de otros países, en sentido de mer-cancías, para que no haya ninguna región que sea más favorecida que

otra.Entiendo, por razones múltiples, que son los que tienen que tener

la responsabilidad de que los planes de trabajo y consumo del conjun-to de la nación para que sea correcta y equitativa, en la que, por enci-ma de todo interés de pueblo, provincia o región, exista la igualdadmoral, económica y de libertad, en la que el interés del conjunto seala única garantía de la armonía y respeto de un pueblo hacia otro.Por estas razones y por otras que expondremos, son los que deben te-ner la representación del conjunto del pueblo, o sea, de la nación pa-ra con el exterior.

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Las profesiones liberales y de artes gráficas, como todo lo que serelaciona con la información en general, a través de su sindicato. Deprensa escrita, literaria, de ciencia o historia, o la oral por medio dela radio o de la televisión deberá ser libre completamente, sin ningúncontrol de comités o consejos locales, provinciales, regionales ni na-cionales, para que puedan informar a la base, al pueblo, de todo loque se hace y de las sugerencias que puedan hacerse. Son los que de-ben informar de todo al pueblo para que éste, con conocimiento decausa y sin equívocos, pueda manifestarse, cuando la ocasión se pre-sente, en sus asambleas libres, donde todos los comités o consejos yen el lugar que les corresponda, darán sus informes, y una vez reali-zados es a los ciudadanos aquienescorrespondeel opinar y determi-nar sin ninguna clase de coacción por parte de los comités de gestión.



PRENSA E INFORMACION

7A través del sindicato de la prensa e información y en sus asam-bleas, como es lógico, deben solucionar los problemas que se presen-ten: informaciones erróneas, tendenciosas o perniciosas. Solamenteen casos graves a los que ellos no pudiesen dar solución, corresponde-ría al pueblo determinar como solo y único soberano para ello.

Para evitar toda clase de coacción en las asambleas, los comités degestión y consejos, después de dar las informaciones pertinentes notendrán derecho a tomar parte en los debates. Al principio de las

asambleas, se nombrará un presidente de mesa de discusión, el cualtendrá la obligación de encauzar los debates con arreglo al orden deldía establecido, y dar la palabra al que la pida. Se nombrará un secre-tario de intervenciones el cual inscribirá el nombre de todo el quequiera intervenir, para conceder el uso de la palabra por rigurosoturno. Se nombrará un secretario de actas, que tendrá como misiónel transcribir con el máximo de claridad la intervención o lo másesencial de lo expresado y los acuerdos conseguidos en cada puntodel orden del día. Es esto y no otra cosa lo que debe servir de guión atodo comité y consejo de gestión para los trabajos a realizar en cual-

quier dominio. 158

r



Sé perfectamente que para muchos, todo esto está de sobras, por-que, ya operan y se rigen así, pero sé también que en muchas organi-zaciones, incluso obreras, y aún llámandose democráticas, les faltamucho para acercarse a esta forma de verdadera democracia. Además,se ha de tener en cuenta que yo no escribo para los que están al co-rriente de estos problemas, pues con estos, si es así siempre estaremos

de acuerdo. Mi interés como ya he dicho a lo largo de este trabajo, estratar de enseñar algo a los que no han pensado, por las razones quesean, en todos los problemas que tratamos de analizar.

Así es que, aunque de forma sencilla y escueta, tenemos formadolo esencial de la organización del trabajo, de lo que se produce y delas necesidades de cada pueblo. Es fácil comprender que, a través detodos estos organismos de gestión del sindicato de transportes, seencargarán de hacer llegar las mercancías y materiales necesarios deun sitio a otro.

Podemos comprender también que habrá infinidad de cosas que sesolucionarán y se dará más viabilidad todavía, a medida que los pro-blemas se presenten. Para nosotros lo esencial es el demostrar, en lí-neas generales, que es mucho más fácil que los que muchos pretendenla organización de un pueblo en una sociedad de verdadero carácter ylibre socialismo, confeccionado y controlado por la base del pueblo,que la organización de la sociedad capitalista e incluso la comunistaestatalizada, en las que sólo los representantes del partido en el poder

son los que determinan y es el pueblo quien tiene que aceptarlo, si noquiere ser mal visto, tratado de antirevolucionario y condenado alpresidio o la muerte, por esas causas y no por otras.



ORG ANIZACION DE LOS ORGANOSCIVICOS Y DE DEFEN SA

Sería una torpeza pretender que porque hemos implantado una so-ciedad libre, que estará organizada, en general, por hombres que lle-van consigo mucho de los perjuicios y taras de la educación de la so-

ciedad capitalista, todo va a ir como patines sobre ruedas. Creo firme-mente que incluso cuando las nuevas generaciones estén educadas pa-ra hacer hombres verdaderamente conscientes, con mentalidad sana yde amor por todos sus semejantes, todavía tendremos necesidad paramuchas cosas de la vida cotidiana de hombres que tengan la funciónde regularizar todo lo que va ligado a la circulación en vehículos y te-ner cuidado y prevenir, si es posible, que no se cometan abusos porparte de individuos en cualquier circunstancia.

Así es que, con mucha más razón, hemos de preveer al principio denuestra sociedad, en la que la ignorancia, la maldad o los errores de

algunos hombres que no está fuera de la lógica que puedan existir,que el resto del pueblo, y por mucho que se quiera la libertad, van aquedar impasibles e indefensos ante posibles transtornos y aconteci-mientos por ingenuidad al no haberlo previsto de antemano.

Sé que entramos en un capítulo de los más delicados, cuado en ver-dad, y si los hombres fuésemos verdaderos seres racionales, con hu-manidad suficiente, no tendría ni siquiera que hacer mención de elloen este estudio económico y social. Pero al no ser el hombre así,puesto que sus pasiones, por encima de su propia voluntad, le impi-den razonar como ser humano no logrando apartarse de su animali-

dad, es justo que el conjunto de la comunidad prevea los medios parapaliar los casos que puedan presentarse. Confieso con sinceridad que,cuando se es enemigo acérrimo de toda autoridad represiva, por co-nocer lo realizado en el pasado y en el presente y tener el convenci-miento de a dónde puede llevarnos otra vez el autoritarismo represivode los cuerpos armados y con poderes para ello, es difícil encontrarsolución al problema sin cometer errores. Pero sé también que no sepuede dejar a merced del azar ni lo arreglaremos cuando el caso sepresente, es por lo que trazaremos, como hemos hecho con todo loanterior, las líneas generales de lo que podría denominarse cuerpos

de protección ciudadana y cuerpos de defensa. 160



Para los que crean que en una sociedad libre e igualitaria, dondereine la fraternidad, todo esto será inútil, tenemos que decir quenuestro deseo así lo sería, pero comprendiendo y estando seguro deque la revolución social, al principio, no será mundial ni tal vez decontinente, aunque para tener el cien por cien de éxito tendría queser así, vale más perder el tiempo ahora estudiando este problema,

para salir al paso en caso de necesidad, que no tener que lamentarsedespués por no haberlo tenido previsto. Teniendo en cuenta el análi-sis que hemos hecho, desde el origen del hombre, de las sociedades yde las instituciones basadas en cuerpos armados permanentes, quehan sido el vivero del que han salido las castas más nefastas para lahumanidad, tendremos cuidado de no caer en ese error. Darerr^os,pues, una función y estructura a estos cuerpos de tal forma que pue-dan ser controlados en cualquier momento, como hemos hecho contodos los comités y consejos de gestión.



CUERPO DE PROTECCION C IUDA DA NA

Este cuerpo ha de tener la función de la circulación. Sabemos quelas carreteras hacen más estragos cortando vidas humanas y dejando

otras inútiles para toda su vida, que las enfermedades más terribles.Así es que los servicios de la circulación en los pueblos y las ciudadeses tan necesario hoy en la actualidad, y mañana quizás aún más, queel de alimentarse o el de vestir. Deben disponer de autoridad sufi-ciente para poner fuera de la circulación, a cuantos no respeten elcódigo de circulación y no se sometan a las exigencias y controlesque determinen las causas de los accidentes. No creo que pueda habernadie que sea sensato que pueda estar en contra de esta rigidez nece-saria para apartar de la circulación a todos aquellos que sean un pe-ligro para sus semejantes, a no ser que renunciemos a tener un volan-

te entre las manos para trasladarnos de un sitio a otro, y sobre todo,los días festivos.

Deberán asegurar también los servicios de protección civil en cuan-tos aspectos puedan presentarse. Para evitar la creación de cuerpospermanentes, se nombrarán a compañeros competentes en el aspectotécnico y demás, que formarán parte integrante de los consejos delpueblo (que son los verdaderos municipios libres). Los compañerosresponsables de estos cuerpos seguirán las directivas dadas por el pue-blo en sus asambleas y ejecutadas por el conjunto del municipio y ca-da uno en el lugar que le corresponda con arreglo a las funciones desu competencia.

El cuerpo de defensa se encargará de la seguridad, control y vigi-lancia de fronteras, aguas territoriales y servicios de detecciones diver-sas, sabotajes, etc., etc. ... Se encargarán también de las escuelas paraun mínimo de enseñanza de prácticas de defensa y de detección deagentes al servicio de estados opuestos a nuestra sociedad. Seránnombrados como responsables de estos cargos a compañeros capacestanto en lo técnico como en lo moral, como hemos hecho con losotros cuerpos sea en el ámbito local, provincial, regional o nacional.

Creo que, de esta forma, Todos los organismos están en las manosdel verdadero pueblo y bajo su control regular y cotidiano. 162



Para lo que es el cuerpo en sí, o sea, el grueso del personal que ha-ce falta para asegurar los servicios y para evitar todo cuerpo perma-nente en hombres o mujeres que no hagan otra cosa, creo que lo me-jor es instaurar un servicio civil y de defensa absolutamente voluntario.

Primero, por respeto a las convicciones de cada uno, y segundo,porque todo lo que es obligatorio, aunque sea mandado por el pue-blo, se hace a desgana y muchas veces mal. No obstante, tengo la

plena convicción de que la juventud, cuando tenga la seguridad y so-bre todo el convencimiento de que realiza algo práctico para el pue-blo y para ella misma, prestará su colaboración incondicional, sobretodo si tienen la posibilidad de elegir entre protección ciudadana o dedefensa. Una vez realizado su periodo de 10 ó 12 meses, reingresarána sus lugares respectivos y serán otros los que seguirán cumpliendoestas misiones. De esta forma, salvo los cuadros más restringidos posi-bles, tanto de uno como de otro cuerpo, no existirá permanenciaprofesional.

El cuerpo de defensa tendrá la misión de realizar cursos de ense-ñanza de técnica y práctica del manejo de armas y demás.

Los depósitos de armas, como de todo lo que corresponda a fá-bricas donde puedan hacerse, estarán a cargo completamente de lostrabajadores y bajo la responsabilidad de los consejos de gestión delos pueblos o distritos en que están emplazadas. Así se evitará el quenadie, con galones o sin ellos, se le ocurra querer jugar al pequeñoNapoleón.

Una vez terminado el primer periodo revolucionario, donde laresistencia física o material del capitalismo y de la vieja sociedad ha-ya cesado, el Pueblo debe conservar las armas, hasta tanto la organi-zación de todo lo enumerado no haya dado sus pruebas de buen fun-cionamiento, y para cortar las ganas a todo bicho viviente, si lo hu-biera de querer oponerse a ello. Será a través de los sindicatos, queson los únicos que verdaderamente conocen a sus militantes, que sehará la recogida de las armas y la entrega inmediata, en caso denecesidad.

Así queda bien determinado y con precisión que los compañerostécnicos en uno y otro cuerpo sólo tendrán la misión de enseñar yeducar a todos los ciudadanos que lo deseen, todo lo que correspon-da a sus misiones funcionen lo mejor posible si no quieren ser cesadospor los consejos, que son los que los tienen que supervisar, y por elpueblo en sus asambleas Supongo que como líneas generales para la



organización de lo mínimo y lo máximo de lo que nos ocupa, tene-mos suficiente, puesto que se comprende que todos los organismosresponsables que hemos puesto en pie se rodearán de todos los ciuda-danos y comisiones de técnicos que tengan necesidad para la buenamarcha y con el mejor acierto posible, de todo lo que el pueblo deci-da realizar.

Se puede alegar, por parte de todos los que no comprenden estesistema de sociedad de verdadero socialismo, que habrá muchos perosy anomalías, y que incluso el pueblo en sus asambleas puede equivo-carse. A eso, sólo responderemos que, siendo el pueblo mayor de

edad y el que tendrá que sufrir los reveses de sus errores, sabrá paliar-los tomando los acuerdos y las medidas necesarias para ello en el mo-mento en que los casos puedan presentarse. Cabe otra respuesta nomenos certera y es que vale más correr el riesgo de que el pueblo seequivoque, máxime cuando tiene la posibilidad y la libertad de ponercoto a ello, que caer en un dirigismo y dictadura que le imposibilita-rían para todo y sobre todo el ser libre y dueño de sus destinos.



SISTEMA DE INTERCAMBIO

Seguir con el sistema monetario actual de sociedad capitalista creo,por muchas razones, que seria un grave error, que dejaría a la socie-dad futura expuesta a los errores que sufrimos en el presente. La co-dicia febril que provoca a muchos seres el dinero, por el cual son ca-paces de vender y asesinar, si es preciso, a sus propios padres, seguiríacomo enfermedad, dando vía libre a todos los malestares, sin corregirlos estragos que ese maldito papel o metal representa: un valor múlti-ple de adquisición de lo que le hace falta o ambiciona el que lo posee.

Si nuestra sociedad es justa y sana, una sociedad en que la igualdady la fraternidad sean las únicas bases para hacer que el hombre sealibre, cuantos menos obstáculos y menos tentaciones para envilecerseencuentre; cuantas menos posibilidades haya de vender porqueríaslos que carecen de escrúpulos, de vergüenza y de humanitarismo, pe-ro con grado superlativo de codicia e inteligencia oscura, puesta sola-mente al servicio de su propio interés, tengan, mejor será la sociedad,y menos necesidad tendremos de fuerzas y cuerpos de vigilancia y re-presión. Es ese, y no otro, el deber de todo revolucionario consciente,

al tratar de dar viabilidad a una sociedad donde el hombre sea libre yfeliz. Dejar el sistema monetario como base de intercambio, en el se-no de una sociedad socialista libertaria, sería hacer exactamente co-mo hizo, según cuenta la fábula del Dios de los cristianos, poner elárbol del fruto prohibido y castigar después al que lo coja para co-mérselo. Hubiese sido mucho más fácil racional y humano el no ha-berlo creado.

Nosotros no tenemos necesidad de tener cárceles, carceleros, guar-dias, jueces, abogados y otras hierbas, para encerrar, vigilar, acusar odefender, también por dinero, a los que puedan vender drogas clan-destinamente para envenenar a la juventud o a los menos jóvenes, nia los que trafiquen mercancías que sean raras o no haya en abundan-cia para todos ni a los que asalten un banco, asesinen a un cajero opagador de un establecimiento, ni a la prostituta que por dinero venve su cuerpo para pagarse un abrigo de piel u otras futilidades ni a



Por ejemplo, el 60 por ciento de la policía secreta y de los otroscuerpos armado, sobre todo, en oficiales del ejército en tiempos depaz, todos los detectives privados con sus agentes, todos los de lasagencias inmobiliarias con sus empleados, todos los notarios con susempleados, todos los representantes del comercio y de la industria,todos los representantes e intermediarios desde la producción hasta elconsumo, todas las agencias de publicidad con sus empleados, el 90

por ciento de todos los trabajadores de los seguros sociales, enferme-dad y accidentes, todas las compañías de seguros privados, incendio,accidentes de automóvil y demás, casi todos los enchufaditos que gi-ran alrededor, empezando por las alcaldías de cierta importancia,pasando por la infinidad de organismos y gobiernos civiles regionales,y terminando por el gobierno, todos los empleados de las bancas, ca-jas de ahorros, los traficantes, los maleantes, en fin, todos los quebuscan ganarse la vida sin trabajar mucho. Todo, producido, sosteni-do y mantenido por el sistema monetario, sobre las espaldas de los

que con su trabajo productivo en cosas necesarias para la vida mantie-nen a estos seres, mientras viven mucho peor que todos los que he-mos enumerado.

Sé muy bien que todas estas personas, si leen esto, van a asustarse,porque lo primero que se les va a venir a la cabeza es que yo quierodarles un pico y una pala para que trabajen. Pueden tranquilizarse, yono quiero absolutamente nada de eso, lo único que me interesa es ha-cerles comprender a todos los ignorantes intencionados, cosa que será

difícil, que en ningún sistema de vida que esté basado en premisascho más simples y humanas que el sistema económico monetario, yasea en sistema de capitalismo privado o de estado, aunque $e llamepopular, es imposible que se acerque ni siquiera a un 20 por ciento eldespilfarro de esfuerzos económicos y físicos, y eso, en el supuestode que el pueblo permita que pueda haber un desperdicio de esfuer-zos, por mínimos que estos sean.

Hecho este pequeño preámbulo, vamos a trazar o esbozar esa nue-va forma de adquisición y de intercambio de todo lo necesario para

la vida.El problema económico y de intercambio se sitúa en dos aspectos

principales, diferentes el uno del otro, aunque en sí se complemen-ten, refundiéndose entre sí al final de lo que podríamos llamar la cir-cunferencia de la vida económica y productiva de un pueblo. Los dosaspectos son el intercambio colectivo y la adquisición personal o fa-



no será nada nuevo en nuestra sociedad, puesto que en la sociedad ca-pitalista ocurre exactamente igual, es decir, no podemos comprar na-da de lo que no hay, ni más de lo que nuestros medios económicosnos permite.

Con la sola diferencia en la sociedad capitalista que es donde radi-ca todo el fondo del problema el cual combatimos, que a más medioseconómicos ya sea personal o colectivo más cubiertas son las necesi-dades o las cosas superfluas. Cogeremos, en primer término, el aspec-to colectivo. Lo colectivo es lo que se refiere a las necesidades del

conjunto de los pueblos, provincias, regiones, que es el conjunto dela nación.

Para cubrir las necesidades de cada región en materias primas y de-más artículos para el desenvolvimiento normal de las mismas será através de los organismos nacionales o con el visto bueno de estos, queestas mercancías saldrán de los depósitos, fábricas, cuencas mineras,o de donde se hallen, de una región hacia otra, con arreglo a las nece-sidades que tal o cual región tenga y, como es lógico, con arreglo a lasposibilidades de lo existente, siendo incluso sabedores los organismosnacionales por los regionales y éstos hasta llegar al pueblo o ciudadde donde tienen que ir las diferentes materias. Podrán salir directa-mente de un sitio para otro sin pérdida de tiempo, o hacia los depósi-tos regionales, donde éstos los harán llegar a su destino, y así sucesi-vamente con todo lo necesario a la vida de los pueblos, ciudades, fá-bricas, talleres, establecimientos etc., etc. ... sin otro requisito que elcontrol para las diferentes estadísticas de lo exportado y lo recibidode un sitio a otro, y lo recibido en tal lugar de provinencia de talotro, por los diferentes organismos responsables de cada lugar.Corresponde, pues, a los ciudadanos, al pueblo, a la base, saber y de-

terminar qué es lo que quiere,qué objetos, aparte de lo alimenticio,desea con prioridad. Una vez establecido el calendario de lo que hayque realizar y en dónde se puede hacer mejor y con mayor seguridadde protección para los ciudadanos, que hay que remangarse y ponersea la obra.

Vemos, pues, que todo esto se puede hacer sin sacar billetes, nicheques ni monedas para pagar ni comprar nada.

Vamos a exponer algún ejemplo concreto, para que no haya nadieque quede sin comprenderlo ¿Qué es lo que les hace falta a los mine-ros, para que extraigan el carbón o el mineral de hierro; qué les hacefalta a los altos hornos para que éstos, a su vez, lo transformen en

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acero, en barras o en láminas de la que, a su vez, tienen necesidad lasfábricas de automóviles, tractores y todo lo necesario, al transporte, ala construcción y a todas las máquinas que precisamos para la confec-ción y realización de todo lo que queremos; que a su vez necesita elcampesino para cultivar la tierra y dar todos los productos de basepara la alimentación, y así sucesivamente en todo cuanto se tieneque hacer? Pues no es un misterio ni un cuento de brujas. Los mine-ros necesitan todo lo que va relacionado con la maquinaria para ex-

traer el carbón, el mineral de hierro. Y se lo mandarán los que hacenpor intermedio de los organismos y consejos responsables que hemosnombrado, exactamente como todo lo que les hace falta para su exis-tencia, alimentación y vestimenta, los medios necesarios para su ins-trucción, artes y diversiones, en una palabra, todo lo que a los sereshumanos, y con arreglo a sus posiblidades, les haga falta para su exis-tencia. Así sucesivamente con todas las corporaciones o cuerpos deoficios, artes, enseñanza, cuerpo médico, y cuanto consideremos de-be existir y realizares. Para todo esto y para que reine la armonía y laigualdad económica entre las regiones, las provincias y los pueblos,no hace falta, como creo que queda demostrado, el factor moneda, nibonos de intercambio, como algunos pretenden, ni siquiera contabili-dades inútiles y engorrosas, ni perder el tiempo en saber que una me-sa tiene más valor que una silla, ni que un automóvil tiene menos va-lor que un barco de 200.000 toneladas. Lo único que nos interesa essaber que, si queremos tener barcos para el transporte marítimo opara lo que sea, hay que hacerlos; que, si queremos sentarnos en unasilla y comer en una mesa, hay que hacerlas, y que son los técnicosjuntamente con los obreros, Tos que tienen que realizar esto o aque-llo. Ellos son los que tienen que estudiar los medios de producir lomejor posible y con conciencia profesional todo lo que se pueda paraque la abundancia sea la base de la economía floreciente y la seguri-dad del pueblo del que forman parte. Así no podrá existir crisis detrabajo, ni paros forzosos, ni quiebras, ni desfalcos ni aprovechadoresdel sudor ajeno.

Lo contrario de lo que sucede en todo sistema monetario, en quelos almacenes están repletos y con economías florecientes, que es

cuando los precios de las mercancías se deterioran, cuando tienenque bajar los precios para poder vender, cuando se rompen los sesospara producir más y más con el menor número de productores, cuan-do Moran diciendo que no* pueden levantar el nivel de vida deUqueproduce, cuando ocurren los conflictos. Todo porque el sistema los

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ahoga, cuando las puertas de las fábricas se cierran, cuando la estupi-dez del hombre les hace destruir cosechas para mantener los precios,cuando son los comerciantes e intermediarios los que se aprovechan,porque no es el consumidor quien se beneficia de la superabundancia,porque para ellos los precios, en vez de bajar, quedan igual y, en ge-neral, antes de subir el nivel de vida, todos los productos esenciales ala vida aumentan, quedando los ciudadanos siempre en el mismo es-calón de la vida económica y social. En una sociedad como la quepropugnamos, el hombre será más feliz, puesto que a medida que se

produzca más y más porque el progreso técnico lo permita, el hom-bre trabajará menos horas, se podrá descansar más, se podrá instruirmás, pues tendrá tiempo para ello. Jamás en esa sociedad la juventudy los menos jóvenes tendrán las puertas cerradas para el empleo; alcontrario, cuantos más productores, más repartido el trabajo. Loshombres de ciencia y los intelectuales tendrán la verdadera funciónde investigar y descubrir nuevas formas de producir con todos losadelantos que la inteligencia humana pondrá a su disposición, paraque el hombre en general esté menos atado al carro del trabajo mus-cular. Porque el único interés de los hombres será que todos por igualgocen de la vida lo más posible. El interés y la codicia personal quereina en toda sociedad basada en el valor moneda, se transformará enel interés colectivo, porque sabrán que la felicidad de los demás de-penderá de la suya y la suya de la de los demás. Por esta razón esen-cial todos y cada uno de nosotros en nuestros trabajos, en nuestrosoficios, profesiones y funciones procuraremos que marche, que vayalo mejor posible, que no se desperdicie nada, para que el conjuntopueda gozar de lo máximo.

¿En qué sociedad donde la igualdad económica, social y moral nosea un hecho verdadero puede realizarse todo esto? Yo afirmo que enninguna, es la igualdad total, de unos pueblos hacia otros que provo-can en contrapartida la solidaridad efectiva y consciente, al saber quela suerte de unos va ligada a la de los demás, en el aspecto individualo familiar es exactamente el mismo ¿Con qué fuerza moral y en nom-bre de qué virtud se puede desear, pedir, y menos todavía exigir, quetodo un conjunto de seres tengan el amor que hace falta, la fuerza devoluntad, ni siquiera los deseos para que todo sea floreciente, sabien-do que unos estarán mejor retribuidos que otros y que una gran parte

de ellos, en general, los que tienen que desplegar más esfuerzos físi-cos o musculares tendrán que pasar con menos que los que dicen sersus hermanos? Creo que no puede haber ninguna fuerza moral para

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ello. Entonces y para que esto pueda ser efectivo, sin quebraderos decabeza inútiles, nuestro sistema de vida en lo individual, o familiartiene que estar basado también como lo hemos descrito en lo colecti-vo, eliminando totalmente y de raiz el sistema económico monetario.

Supongamos que hayan quienes digan que para que la igualdad en-tre los seres humanos sea efectiva, no hace falta eliminar el sistemamonetario, y que cada uno con su dinero podría agenciarse lo que le

hiciera falta. A esto podemos contestar que tal opinión deja entreverque no se ha reflexionado lo suficiente sobre innumerables problemasa los que nos tendríamos que enfrentar y que una buena parte ya loshemos enumerado, sin contar con el peligro al que a más corto o máslargo plazo tendríamos que enfrentarnos, que ni más ni menos el mis-mo que han sufrido hasta la hora presente todas las revoluciones. Alcambiar el régimen, no tocaron el sistema monetario, o sea cayeronpoco a poco en el retroceso del nuevo régimen por corrupción de losmismos que lo engendraron, volviendo a estar, a la vuelta de unos

años, como antes.También se les podría decir que esa opinión es debida a que no se

molestaron en pensar que existen otros sistemas mucho más simplesy eficaces de mayor rendimiento y menor riesgo.

Sabemos que se ha escrito sobre esto abogandopor el estableci-miento de unos bonos, unos dándole un valor determinado, para losproductos a retirar de los almacenes, o bien como recibo de lo entre-gado y válido para adquirir otros. Sistema poco eficaz y nada positivo

en sociedades que agrupan millones de habitantes y aunque sólo fue-sen centenares, puesto que también hay que tener en cuenta a los noproductores como son los ancianos, niños, los jóvenes hasta que pro-duzcan y las mujeres madres que deseen dedicarse al cuidado de suhogar e hijos.

De inmediato se presentarían problemas a solucionar, aparte todolo que engendra el sistema económico monetario, que ya hemos ana-lizado y que haciendo tabla rasa de ese sistema quedan solucionadoscasi en su totalidad. Primero, establecer un salario único para todo el

mundo, productor o no, y teniendo en cuenta el coste de los produc-tos para que cada uno pueda consumir con arreglo a sus necesidades,lo que implicaría contabilidades engorrosas e inútiles en un sistemade sociedad igualitaria en todo lo económico, que es lo que nos inte-resa por el momento.



De lo contrario, de nada nos serviría, si los almacenes están reple-tos de mercancías y no podemos agenciarlas por falta de medios eco-nómicos: eso sería caer en la aberración de lo existente en la sociedadque estamos deseando aniquilar de una vez y para siempre.

Segundo, ¿cómo establecer precios de coste y salario a lo que unomismo tiene que consumir? Y sobre todo, los productos raros o.escasos, puesto que, si el salario lo permite, y tiene que permitirlo, todoel mundo querría agenciarlos. La única solución sería racionarlos pa-ra que todos los que lo deseasen pudieran tenerlos a su vez. Si en laactualidad los almacenes están repletos de toda clase de productos, essimplemente porque una buena parte de la población no pueden ad-quirirlos por falta de medios económicos.

Tampoco podría ser una moneda que sirviese para adquirir un pro-ducto cualquiera, puesto que correríamos el peligro, a muy corto pla-zo de que gentes sin escrúpulos y por ambición se darían al robo deeste dinero, allá donde se encontrase, tal y como ocurre en la actuali-dad, provocando incluso la enfermedad del estraperlo, vendiendo in-cluso porquerías para conseguirlos. En una palabra no habríamosadelantado nada. Por el contrario el retroceso y la corrupción harían

su obra, como ya hemos dicho, entrando en el círculo vicioso del sis-tema actual de estar obligados a intentar corregir el mal con el casti-go, empleando para ello, policías, jueces, cárceles, etc., etc.

Por otro lado, tenemos la experiencia de la Revolución Españolade 1936 a 1939, en donde las cosas quedaron claras sobre este parti-cular, puesto que en las regiones en que se hizo tabla rasa de todo elsistema económico capitalista se cortaron por lo sano todas estas anomal ías; y a su vez, en las que el sistema económico quedó tal y comoestaba, los conflictos de mercado negro, de chorizo^, gangsters y devicio, tuvieron que ser remediados como se podía por tribunales y

cárceles. Los sistemas sociales que no han sabido deshacerse del siste-ma económico monetario, que la humanidad por ignorancia engen-dró, empezando por el intercambio de esto por aquello, por piedraspreciosas, bonos moneda, y todo lo que estamos hartos de padecer,han conocido el aspecto regresivo de sus revoluciones, desde las másremotas hasta la revolución rusa o marxista que ho han escapado a loya expresado varias veces.

Así pues, y sin hacernos más extensos, nosotros deshechamos porcompleto el sistema monetario, como nefasto y que sólo a los aprove

chadores de todo régimen puede beneficiar, sin solucionar los proble-mas que nos interesan en la organización de la verdadera revoluciónsocial.172



FOR MA DE ADQUIS IC ION

Organización de la vida económica para la adquisición de todocuanto el ciudadano tiene necesidad. Líneas generales de organi-zación.

Se tendrán que abrir grandes establecimientos, espaciosos y en

inmejorables condiciones de seguridad, tanto para el personal que tra-baje como para el público, y de conservación de las diferentes mer-cancías alimenticias, por barriadas, donde la vecindad tenga la mayorcomodidad para la adquisición de los productos deseados (cosa queno es nada de nuevo, puesto que el comercio burgués, ya lo está ha-ciendo). Para conformidad de esa vecindad, por cuestiones tempera-mentales y de gusto, son los vecinos reunidos, quienes dirán cuálesson las características esenciales y de comodidad que desean que ten-ga el establecimiento en el cual tendrán que servirse los productos, al

menos, todos aquellos cuya abundancia no permita el agenciárselosen cualquier lugar. Nombrarán entre ellos un comité de control deabastecimientos, del que puede formar parte, si se quiere, el personaldel propio establecimiento, el cual en el momento en que la vecindadlo desee, tendrá que rendir cuentas de sus gestiones y ser incluso cesa-do, en caso de que hubiera quejas o abusos probados.

A todos los productores, absolutamente todos, trabajen donde tra-bajen, manual o intelectualmente, empleados o encargados de comité,o consejo, se les establecerá una carta de productor, en la cual semencionará el sitio en que están empleados, su situación familiar ynaturalmente donde reside. Con esta carta y tomando los datos nece-sarios, el comité de barriada en donde el productor resida, establecerála lista de los consumidores que tal establecimiento posee, haciéndolallegar al comité de abastos local, el cual estará supervisado por una



delegación del consejo local que es el único representante del puebloen lo local.

No creo que sea necesario perderse en laberintos representativos,los cuales nos llevarían a interpretaciones erróneas por parte de unoso de otros. Es el consejo del pueblo donde todos están representadosque es el responsable y al cual tienen que rendir cuentas. Luego sonellos, en el área local, los que tienen que hacer todo lo necesario paraque todo marche lo mejor posible.

Una vez establecido lo que son necesidades, y con arreglo a la edaddel ciudadano, puesto que un niño de tres años no tiene las mismasque un adulto, ni éste las del anciano, lo que puede hacerse fácilmen-te por el cuerpo medical. Y con arreglo a las posibilidades existentes,se establecerá lo necesario para cada ciudadano, que irá a retirarlo delestablecimiento, en que esté inscrito, individual o familiarmente.

Téngase bien en cuenta que esto no significa, ni quiere decir quetodo el mundo tenga que vestirse del mismo color, ni llevar el mismocorte de trajes, ni los mismos zapatos, ni que tengan que comer lasmismas cosas el mismo día. Sólo supone, como creo que todos lo

comprendéis, que el reparto de todo lo que no haya en abundanciapara que cada uno consuma la cantidad o el número que él considere,sea lo más equitativo posible, para que la igualdad económica sea unhecho positivo y verdadero. No creo que pueda haber personas tanlelas que no se den cuenta que lo mismo que hacen hoy en la actuali-dad, en que compran un producto, y si no les apetece en el mismodía, lo meten en la nevera y lo consumen al día siguiente o cuandoles venga en gana, lo harán después de la misma forma.

Si tuviéramos que responder a todas las cuestiones banales, no ter-minaríamos nunca de trazar lo que sólo pueden ser líneas generales,porque todo puede ser mejorado en el transcurso del tiempo y a me-dida que se vaya realizando.

Para los organismos colectivos, como son restaurantes de escuelas,de fábricas, de los diferentes cuerpos que pusiéramos en pie, comotoda instalación que se sirvan comidas y otras cosas en conjunto o encomún serán los comités o comisiones de abastos de cada uno deellos que harán lo propio directamente con el comité de abastos localen donde se encuentren ubicados, pudiendo ir a abastecerse directa-mente en los almacenes depósitos o en otros que se pueden poner es-

pecialmente para estos organismos.

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Para los días festivos y periodos de vacaciones, se puede estableceruna carta especial, bajo control y establecida por el consejo de ges-tión de donde estemos empleados, y bajo su responsabilidad paraque no pueda existir la posibilidad de que haya quienes, se aprove-chen de la bondad o credulidad de ningún organismo que no los co-nozca, y porque de esta forma se evitan los papeleos y encuestas, porser los consejos de gestión del lugar en que trabajamos los únicos ca-paces de certificar si es verdad que trabajamos allí o no. Esta carta

será personal para el poseedor y su familia. Este documento que po-dría llamarse certificado de trabajo y vacaciones, les dará derecho aabastecerse donde se encuentren desplazados, o a comer en los res-taurantes si así lo desean.

El transporte de las personas debe realizarse para todos los perio-dos y todos los lugares de la nación sin ningún requisito, es decir, li-bre completamente, como en todo aquello en que la economía y laabundancia lo permita. Se comprende que todo lo necesario en vesti-menta, objetos y amueblamientos, se puede realizar bajo las mismaspremisas, con la única diferencia, y para que no se abuse, de estable-cer un tiempo de duración razonable para objetos y amueblamiento ypara todo aquello que se considere necesario.

Creo también después de todo lo expuesto, que se comprende per-fectamente que todo lo que esté relacionado con salud pública, seráel cuerpo de medicina y a través de sus sindicatos quienes estudiarántodos los medios para que la población en su totalidad esté lo mejorservida, siendo el único responsable el médico para establecer las re-

cetas convenientes a tal o cual enfermo y el farmacéutico o centrosde farmacia a dar lo que la receta dicta. Considero que cuantos me-nos medicamentos libres y sin receta del médico se den, en mejor es-tado de salud se encontrará la población.

Todo lo que atañe a la vivienda y lo necesario para su mayor con-fort, irá a cargo de los sindicatos de obras públicas y de la construc-ción en general, quien a través de los diferentes ramos de oficios, consus técnicos e ingenieros, se encarguen de realizar estos quehaceres,serán los que tienen que dar satisfacción a la población. Cualquier ha-

bitante sólo tendrá que dirigirse al organismo creado para ello a expo-ner la reparación a realizar en su vivienda y serán los cuerpos encarga-dos de esto quienes harán lo necesario.

Será un deber y una obligación de los consejos locales de pueblo, yen estrecho contacto con éste, velar porque las construcciones en vi-viendas sean lo más abundante posible, para que cuando un habitante



desee formar un hogar, éste tenga su piso y el visto bueno del organis-mo competente para la adquisición de todo lo necesario a su equipa-miento.

Nos quedan por tratar las cosas más o menos intrascendentes, omejor dicho, de segunda o tercera necesidad.

Es comprensible y seguro, que habrá cosas que, por mucho que lodeseemos, no podrá haber para que cada uno de nosotros las tenga-

mos a nuestro servicio personal ni aun familiar,, pero lo que sí debe-mos estar seguros es que no lo habrá para nadie, si no es a título deutensilio de trabajo y para el bien del pueblo.

A mi juicio, nuestro deber será el intensificar lo máximo el trans-porte en común, en las ciudades y pueblos, para evitar la asfixia quereina y que será más y más, si no ponemos remedio a causa de tantoautomóvil, pero deber ser comprendido y admitido, como es lógicopor los ciudadanos.

Si esto se hace de forma consciente y racional, con comodidad yservicios abundantes, comprenderemos que será mejor y más rápido,con menos embotellamientos y menos accidentes. Si procuramoshacer lo propio para las grandes distancias, en ferrocarril y aviación,la fiebre del coche se atenuará. De todas formas, estos son problemaspara ir solucionando sobre la práctica. A lo que me refiero esencial-mente es a la aviación y navegación, lo cual se puede solucionar, porparte de los jóvenes o los menos jóvenes que lo deseen haciendo agru-paciones de recreo y deporte, donde podrán tener a su servicio, loque tengan necesidad y con arreglo, como es lógico, a las posibilida-des existentes, con sus escuelas de navegación de mar y aire, exacta-

mente como en todo aquello que quieran organizar.Para el intercambio exterior con países no adictos a nuesto sistema

de vida, se deberá procurar que el comercio sea el mínimo posible, in-tentando, por todos los medios, hacer el intercambio directo conaquellos que adoptan nuestro sistema, intercambiando materias a ma-terias, sin que el factor moneda entre en juego. Para los casos de ver-dadera necesidad, en materias primas que no podamos solucionar porel intercambio de nuestros productos, se establecerá una banca de co-mercio internacional, a base de divisas, oro, plata y toda clase de ma-terias preciosas, pudiendo incluso crear una moneda para cambios in-ternacionales, pero que en el interior de nuestro país no tendrá nin-gún valor mercantil. Esta banca debe estar bajo control directo delconsejo nacional, el cual será el único autorizado para hacer uso de176



ella. Para los pagos que tengan que realizarse al exterior, debe sertambién el consejo nacional, el único responsable y el que debe realizar todos los intercambios en materias primas y cuantos productosvengan del exterior y salgan de nuestro pa/s, por las razones que yahemos expuesto. Se supone que, en cuanto tengamos que hacer cam-bios, no puede hacerse con la misma simplicidad que la organizacióninterior que nos hemos dado, pues los expertos en esta materia ten-drán que valorar nuestras mercancías en su valor real, como los otros

estados capitales hacen.La organización del turismo creo podría ser fácil de solucionar.Como en nuestra sociedad no hay cabida para la diferenciación declases, pues sólo existe una, que es la de todo el pueblo, en igualdadabsoluta, el turismo que se organice tendrá las mismas bases, y a losque no les interese, es fácil, que no vengan.

Supongamos que un turista quiere venir a pasar un mes de vacacio-nes a nuestro país. Se calcula la vida normal de un ciudadano hospe-dado en un hotel, sabiendo el sistema monetario lo que cuesta y con

arreglo a nuestro nivel de vida. En la frontera, al llegar, se le hace pa-gar con moneda de su país, como es natural. A cambio, se le entregaun pasaporte con la fecha de entrada y para un mes, el cual le da de-recho al albergue en un hotel para los días que desee, pudiendo co-rrer todo nuestro país si lo desea. Esta moneda extranjera irá direc-tamente a la banca nacional sirviendo como divisa. Si el turista, al ca-bo de 15 días, decide volver a su país osimplementesalir del nuestro,se le devuelve, el valor de los otros 15 días y el problema queda solu-cionado, retirándole, como es lógico el pasaporte, al pasar la frontera.

Para las comisiones de obreros de otros países que pudieran veniren viaje de estudios, o de otras comisiones que pudieran ser invitadaspor los consejos, se les extendería el pasaporte, pero gratuitamente.

Creo que hemos tocado todos los casos esenciales para la organiza-ción de la vida en una sociedad libre de verdadero socialismo liberta-rio. Diré una vez más que esto sólo puede coger como líneas genera-les de organización. A 1os que consideren que no es completo, ni per-fecto tampoco, debo decirles que su deber es tratar de hacer lo queyo he intentado realizar, mejorándolo en todo aquello que ellos con-

sideren. Debo decirles también que en mí no estaba, ni está la inten-ción, como tampoco lo es en los medios anarcosindicalistas, el crearuna especie de biblia revolucionaria, donde tenga que aprenderse dememoria y repetirla como una cotorra, como es entre otros, el librit©rojo de la revolución cultural de Mao Tse Tsung, el cual tiene de to-do, menos el de hacer hombres conscientes y verdaderamente cultos.



Es una lástima y una desgracia para la humanidad que no haya sa-bido nunca, hasta la hora presente, compaginar, armonizar, hallar lalínea que encuentre, al final del parto revolucionario, la sociedad dehombres conscientes que sepan comportarse como tales y no comolos líderes mandones por los cuales derramaron sangre con la creenciade que era para la transformación de la sociedad, y a lo único que lle-garon fue a dar un poquito más de pan y no en todos los casos.

Mao Tse Tsung y los que le siguieron, si sólo hubiesen tenido un

poquito de savia anarquista y mucho menos de soberbia, de vanidad,de liderismo a lo Marx, que es por lo que se llamaron marxistas, hu-biesen podido hacer 300 millones de hombres libres y no 300 millo-nes de hombres que han seguido siendo esclavos pero con otra etique-ta y otro nombre.

Hay que reconocer, que en materia de saber hacer una revoluciónpara derrocar a los tiranos, los marxistas pueden dar lecciones a los anarquistas, pero en materia de saber organizar una sociedad de hombres libres son niños de pecho al lado de éstos últimos, a menos que la sociedad libre, armónica e igualitaria, en todos los aspectos de la vida, no les haya interesado nunca, cosa que se puede afirmar que es así.

Dicho esto y volviendo a lo que nos ocupaba, creo que quedan so-lucionados casi todos los problemas vitales. Para nostoros, el proble«ma de los ancianos y de los no productores por razones de fuerza ma-yor, queda solucionado al igual que el de cualquier ciudadano. Quedademostrado también que todos los que carecen de imaginación, o porintereses políticos, quieren ridiculizar a los anarcosindicalistas di-ciendo que lo que éstos piensan estaba muy bien en la edad de piedra,

ó en los pueblos a base de artesanado, donde tenían que vivir con lapuerta en el ;hoírтiBro, y él pan debajo del brazo, para intercambiarlo¡iór otros productos^que pudieran hacerle falta, que se equivocan deHiedid á medió, pórque los cjue ¿Nos tratan de organizadores del defordeh tienért rtiuchfeimÓ más que ellos el sentido de organización ydel orden, pero en el verdadero sentido moral y humano de la palabra.Mucho más amplio y elevado que el de todos los partidos políticosreunidos.



PALABRAS F INALESUltimas palabras dedicadas a los jóvenes, a los menos jóvenes y a

mis hijos. Si yo fuese millonario, os dejaría como herencia mis millo-nes y el 99 por ciento de entre vosotros los cogeríais, y aunque pocotiempa, algo os acordaríais de mi. Como no poseo millones, os dejocomo herencia lo poco que poseo, que es el recuerdo de todo lo queen una época que no está tan lejos de la vuestra intentaron realizarlos revolucionarios de un país que, sin ser el de Alicia en el país de lasmaravillas,querían una sociedad donde toda la juventud se sintiera di-chosa entre los suyos. Esto pasó de 1936 hasta 1939, fecha en quefueron aplastados, con la ayuda del capitalismo internacional y el malacierto que tuvo el Dictador Stalin.

Me refiero a España. Recoger como herencia la enseñanza de esepuñado de hombres que hicieron temblar las fuerzas del capitalismomundial, examinadla, estudiadla, y no olvidéis esta lección de cons-tancia, de luchas por la libertad. Sobre todo y por encima de todo,instruios, tomad conciencia social, estudiad los problemas que la hu-

manidad tiene planteados y buscad la solución, porque, si vosotros,no lo hacéis, nadie lo hará en vuestro sitio, si no es para engañaros, si-guiendo las cosas tal y como están.

A vosotros, pues, el saber decidir con el acierto que hace falta, pa-ra que todo lo que en este humilde estudio queda plasmado, puedaser una realidad.

Salud y Suerte.

J. Vergara.

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vergara j. para una sociedad mas humana

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