verdad y método, gadamer i

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HERMENEIA 7 Director de la colección Dr. MIGUEL GARCíA-BARRÓ Otras obras publicadas en la colección Hermeneia: - H.-G. Gadamer, Verdad y método II (H -34) - H. Marcuse-K. Popper-M. Horkhelmer, A la búsqueda del sentido (H 3) -J. Ladriere, El reto de la racIOnalidad (H 11) - E. Levmas, Totalidad e mfilllto (H 8) -E. Levinas, De otro modo que ser o más allá de la esenCla (H 26) L.MiInou, El [dolo y la distancia (H 40) Ensa)lO'sobre los datos uunediatos de la conClenCla (H 45) -J. P. Miranda, RacIOnalidad y democracia (H 42) t , 1490 Hans-Georg Gadamer Verdad y método 1 OCTAVA EDfCIÓN I ;;¡ I GId.3V '''1 el g - "Ij. \ 012314,: UffiI)íOflX.JA 1/1'l1\ff.llSm1lO MolOllUln EdiCIOnes Sígueme - Salamanca 1999

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1490HERMENEIA 7Director de la coleccinDr. MIGUEL GARCA-BARR

Hans-Georg Gadamer

Verdad y mtodo 1OCTAVA EDfCIN

I ;;

I

GId.3V

'''1 el g "Ij. \

Otras obras publicadas en la coleccin Hermeneia:

012314,:

- H.-G. Gadamer, Verdad y mtodo II (H -34) - H. Marcuse-K. Popper-M. Horkhelmer, A la bsqueda del sentido (H 3) -J. Ladriere, El reto de la racIOnalidad (H 11) - E. Levmas, Totalidad e mfilllto (H 8) -E. Levinas, De otro modo que ser o ms all de la esenCla (H 26) ~J. L.MiInou, El [dolo y la distancia (H 40) ~H.'Brgs6n, Ensa)lO'sobre los datos uunediatos de la conClenCla (H 45) -J. P. Miranda, RacIOnalidad y democracia (H 42)

UffiI)OflX.JA1/1'l1\ff.llSm1lO Il~ MolOllUln

EdiCIOnes Sgueme - Salamanca 1999

Contenido

En tanto no recojas sino lo que t mIsmo arrojaste, todo ser no ms qne destreza y botn sin importancla; slo cuando de pronto te vuelvas cazador del baln que te lanz una compaera eterna, a tu mitad, en impulso exactamente conocido, en uno de esos arcos de la gran arquitectura del puente de Dios: slo entonces ser el saber-coger un poder, no tuyo, de un mundo. R. M. RILKE

Prlogo a la segunda edicin ...................... . Prlogo a la tercera edicin ....................... . Introduccin.

9

22 23

......................................

I.

ELUCIDACIN DE LA CUESTIN DE LA VERDAD DESDE LA EXPERIENCIA DEL ARTE

l.

La superacin de la dimensin esttica . . . . . . . . . . . . . . 1. Significacin de la tradicin humanstIca para las CIencias del espltItu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. La subjetivizacin de la esttica por la crtica kantIana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Recuperacin de la pregunta por la verdad del arte. ....................................

3131

75121 143 143 182

II.

La ontologa de la obra de arte y J1J Ji!!,ijicado IJermeniutico . .................................. 4. E~ Juego c?mo hilo conductor de la explicaClOn ontologIca .......................... 5. Conclusiones estticas y hermenutIcas

Ttulo ongimlJ: Walrlleu Ulzd Metlwde TradUJeron: Ana Agud Apancio y Rafael de Agaplto J.C.B. Mohr (Paul Siebeck) Tbil1gen 41975 Ediclones Sgueme, S.A., 1977 Apartada 332 - E-37080 Salamanca (Espaa) ISBN: 84-301-1270-7 (obra completa) ISBN: 84-301-0463-1 (Valumen 1) Depsito Legal: S. 1.213-1999 Impnme: Grficas Varona Polgono El Montalvo, parcela 49 37008 Salamanca

JI.I.

EXPANSIN DE LA CUESTIN DE LA VERDAD A LA COMPRENSIN EN LAS CIENCIAS DEL EspRITU

Preliminares histricos

225225 277

6. Lo cuestlOnable de la hermenutica romntica y su aplicacin a la hIstonograHa ......... . 7. La fijacin de Dilthey a las aporias del hlstoridsmo ................................. .

f.'

!-~

J!I:"

L; _.:.

8. Superaci6n del planteamiento epistemol6glco en la Investigacin fenomenolg1ca ....... .

305

Prlogo a la segunda edicIn

II.

FundamentoJ para una teora de la experiencia hermenutica .... .... , ............ , .............. ., 9. La hIstoricidad de la comprensin como pnnclpio hermenutico........................ 10. Recuperaci6n del problema hermenutico fundamental .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11. AnliSIS de la conCienCia de la hlstona efectual.

331 331 378 415

nI.

EL LENGUAJE COMO HILO CONDUCTOR DEL GIRO ONTOLGICO DE LA HERMENUTICA

12. El lenguaje como meclio de la expenenCla he1:menutica........................... . 13. Acuaci6n del concepto de ~delllp_~g_tg_.t.r-~Q]j.tida_o_..~~f!1S5?~.,.l,.,. ;:g.~g;t~_:por lCTrii(fiC:in. Heidegger, que es el primero que cualific el la comprensin como determinacin universal del estar ahi, se refiere con l preCIsamente al carcter de proyecto de la comprensin. esto es, a la futuridad del estar ahi.15. O. P6ggeler proporciona en (J. C., 12 s. una interesante referencia sobre Jo que hubiese dicho Hegel por boca de Rosenkranz.

Tampoco yo quiero negar que por mi parte, y dentro del nexo universal de los momentos del comprender, he destacado a mI vez ms bien la direccin de apropiacin de lo pasado y traSlTIltido. Tambin Heidegger, como algunos de mIS crittcos, podra echar aqu de menos una radicalidad ltima al extraer consecuepcIas. Qu significa el fin de la metafsICa como ciencia? Qu SIgnifica su acabar en ciencia? Si la ciencia crece hasta la total tecnocraCIa y concita as la noche mundiab del ~(olvido pe! sen>, el nihilisn10 predicho por Nietzsche, est uno toda.va autorizado a seguir mirando los ltimos resplandores del sol que se ha puesto en el CIelo del atardecer, en vez de volverse y empezar a escudriar los pnmeros attsbos de su retorno? y SIn eITIbargo creo que la unilateralidad del unIversalismo histrico tiene en su favor la verdad de un correctivo. Al moderno puoto de VIsta del hacer, del producir, de la construccin, le proporCIona alguna luz sobre condicIOnes necesanas bajo las que l mi$lTIO se encuentra. Esto limita en partlcular la posicin del filsofp en el mundo moderno. Por mucho que se sienta llamado l..: ser el que extraIga las consecuenCIas ms radicales de todo: 'I papel de profeta, de amonestador, de predicador o sImple-tnente de sabelotodo no le va. Lo que necesita el homb~~r:5~-._~~__~Q.19_un 121ag.t~amI~.!ltQ

I~~!::r=:,,!!.'" De hecho todo el largo y labonoso trabajO que Dilthey dedic a la fundamentacin de las Clenclas del esplritu es una continuada confrontacin con la exigencia lgica que plante a las ciencias del esplritu el conoCImiento epilogo de Mill. Sin embargo Dilthey se dej inflnir muy ampliamente porel modelo de las ciencias naturales, a pesar de su empeo _en

podia comprender lgicamente de otro modo el trabajo de las ciencias del esplritu.

y SIn embargo la tarea de elevar a la autoconciencia l.gl(~a una investigacin tan floreciente como la de la escuela histrica>' era ya ms que urgente. Ya en 1843 J. G. Droysen, elcin delimitacin y articulacin tericas como la hIstOrIa. Ya Droysen habia requerido un Kant que ~ost~ase en un imperativo categ~ico de la historia , 6. . . . El que Droysen Invoque aqul e! modelo de las CIenCIas naturales no es un postulado de ,contenldo, nI lmplica que las ciencias del espirau deban aSlmilarse a la teora de la ClenCla natu-

su respuesta a W. Scherer, Dilthey destaca que fue el esplritu de las ciencias naturales el que gni el procedimiento de ste, e Intenta fundamentar por qu Scherer se situ tan de lleno baJO le Jnfluencla del empIrismo ingls: Era un hombre moderno, y ya el mundo de nuestros predecesores no era la patna de su esplritu ni de su corazn, sino su objeto histrico>' '. En este giro se aprecia cmo para Dilthey el conocinuento clentifico implica la disolucin de ataduras vitales, la obtencin de una distancia respecto a la propia historia que haga posible convertirla en objeto. Puede reconocerse que e! dominio de los mtodos inductivo y comparativo tanto en Scherer como en Dilthey estaba gniado por un genwno tacto lndividua!, y que semejante tacto presupone en ambo~ una cultura espIritual que verdaderamente demuestra una perviven-

ral, SinO que Significa como un grupo C1entifico Igualmenteautnomo. La Historik de .Droysen es un lntento de dar _. cumplimiento a esta tarea.

Tambin Dilthey, en el que la Influerua de! mtodo naturalClentifico y del empIrismo de la lgica de Mili es an muidealista en e! co~cepto del espintu. El siempre s~ consider porenClma del emplrismo ingls, ya que viv~a ~n la Vlva contemcho ms intensa mantiene Sln embargo la herencia romntlco-

placin de lo que destac a la escuela histrica frente a todo pensamlento natur~t-clel?-tHico y l~sl?-~tutalista. En su ejemplar de la Lgica de Mili,. Dilthey escnblO la Slgwente nota. "Slo4. Sobre ,todo ,desde los estudios de P; ,Duhem, cuya. gran obra Eludes sur Lionard de Vinn 'len 3 vols:. (1.907 s). entre ta(lto ha SIdo completado con la obra pstuma' que cuenta ya con 10 volm~nes. Le fYrltJ11ItJ du monde. Histoite des doctrines cosmologiques de Platon a Copernlc, 1913 s. 5. J. G. Droysen. Hirtorik. reimpresin de 1925, ed. por E. Rothacker, 97.

cia del ,!,und.o de la formacin clsica y de la fe romntica en la indiVidualidad. No obstante el modelo de las CIencias naturales sigue s\endo el que anuna su autoconcepcin Clentilica. . Esto se hac~ particularmente evidente en un segundo testimonio en que' Dilthey apela a la autonomla de los mtodos espltltual-clentlficos y fundamenta sta por referencia a su objeto 8 Esta apelacin suena a primera vista aristotlica, y podila atestiguar 'un autntico distanciamiento respecto al modelo natural-ciJ~tilico. Sin embargo Dilthey aduce para esta autonomla de lJs-mtodos espirituales-cientificos e! viejo Na/ura parendo .ineltur de Bacon, postulado que se da de bofetadas con la herencia clsico romntica que Dilthey pretende ad,; 6. 7. 8. 9. W. Dilthey, e,es.mm.lt. S,hrift V, LXXIV. bid. XI, 144. bid. 1, 4. bid. 1, 20.

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n.>Irustrar.~ y hay ', preClsamente cuando recoge la idea kantiana de las o.bligaclones para consigo ffilsmo", y ya W. van Humboldt perc~be con el fino sentido que le caracteriza una diferencia de slgruficado entre cultura y formacin: Pero cuando en nuestra lengua. decimos ,' nos referimos a algo ms elevado y mas tnte~lOr, al modo de perciba 9ue procede del conOClffilento y del sentlffilento de toda la vida espmtual y tica y se l~e[!'aIl1:a armo~osamente sobre la sensibilidad y el carcteD> . Aqul for';llaCln no qmere decir ya cultura, esto es, desarrollo de cap.aCldades o talentos .. El resurgimiento de la palabra formaCln>, despierta ms bien la vieja tradicin mistica segn la cual el hombre lleva en su alma la imagen de Dios conforme la cual fue creado~ y debe reconstruirla en sI. El equivalente laUna para formactn es jormafio, a lo que en otras lenguas, por ejemplo.en ingls (en Shaftesbury) corresponden jorm y jormanon. Ta';llbln en alemncomf'ten con la palabra Bildllng las correspondientes denvaClones de concepto de laJorma, por ejemplo Formzerung y FormatlOn. Desde el aristotelismo del renaClffilento la forma se aparta por completo de su sentido tcruco y se tnterpreta de manera puramente dinmica y natural.13.' l. Kant. M~lapbysi.k, dur Sitien, Metapbysiscbe Anfangsgriinde der rif;:d~~6h~ 19 (Cul1enlamJn para la m8laflsica de las fostumbres; Buenos . 1E4. G:cW. Fr. Hegel, Werke XVIII, 1.832 s, Philosophisfbe PropjJdeu~ 1111:, rster ursus, 41 s. 15. W. v. Hl\mboldt, GesammeUe Sfhrijlen VII, 1, 30.

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Realmente la vIctOrIa de la palabra Bildu~g sobre la de F.0rm no es casual, pues en Bildung est conterudo