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Universidad de los Andes
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Psicología
Los Efectos Tau y Kappa: Un Estudio acerca de la Relación Metafórica entre el Tiempo y el
Espacio
Trabajo de grado para optar al título de
PSICÓLOGO
Martín Lleras Jacobsen
Bajo la dirección de Florencia Reali Arcos
Bogotá, D.C., Enero de 2015
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Tabla de contenido
Marco Teórico ……………………………………………………………... 5
Evidencia Empírica a favor de la Asimetría Espacio-Tiempo……… 8
La Objeción de ATOM…………………………………….………..10
Tau y Kappa…………………….………………………….………..13
¿Cómo Desarticular el Efecto de Imputación de Velocidad?………. 17
Metodología………………………………….……………………………. 18
Participantes………………………………………………………… 19
Materiales…………………………………………………………... 19
Procedimiento………...…………………………………………….. 20
Resultados………………………………………………………………….. 21
Discusión………………………………………………………………….... 25
Conclusiones……………………………………………………………....... 29
Consideraciones Éticas…………………………………………………...… 30
Agradecimientos……….…………………………………………………... 30
Referencias..……………………………………………………………....... 31
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Lista de Figuras
Figura 1. Comparación de las medias de las respuestas consistentes con Tau (RCT) y Kappa
(RCK) para las condiciones Sostenido e Intermitente. ……………………………………24
Figura 2. Comparación de las medias de las respuestas consistentes con Tau (RCT) y Kappa
(RCK) para las condiciones Sostenido e Intermitente. ………...………………………….24
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Resumen
La pregunta acerca de cuál es la relación conceptual que existe entre los dominios de
tiempo y espacio ha sido abordada fundamentalmente desde dos vertientes teóricas
cualitativamente distintas: La Teoría de las Magnitudes (ATOM, por sus siglas en inglés) y la
Teoría de la Metáfora Conceptual (MT).
ATOM (Walsh, 2003) propone que el procesamiento espacial, temporal y numérico
está mediado por un sistema generalizado de magnitudes innato y que, por lo tanto, la
relación entre el espacio y el tiempo es simétricamente dependiente. La MT (Casasanto,
2010) sugiere, en cambio, que representamos los conceptos más abstractos, como el tiempo, a
través de la metaforización de conceptos más concretos, como el espacio. Esta segunda teoría
predice, entonces, una relación asimétrica entre los conceptos de tiempo y espacio, en donde
la interferencia de la información temporal sobre los juicios espaciales es significativamente
menor que la interferencia de la información espacial sobre los juicios temporales.
Los efectos Kappa y Tau, que se refieren a una interferencia bidireccional y simétrica
–comparable en magnitud- del espacio sobre el tiempo (Kappa) y del tiempo sobre el espacio
(Tau) (Sarrazin et al., 2004), han sido recientemente interpretados como evidencia a favor de
ATOM (Lourenco & Longo, 2011). La MT, por otro lado, explica esta aparente simetría
como resultado de una ilusión perceptual conocida como la imputación de velocidad (Jones
& Huang, 1982).
Lo que se realizó en el presente trabajo fue replicar el experimento que
tradicionalmente ha sido utilizado para observar los efectos Kappa y Tau, controlando el
factor de la imputación de velocidad para observar cuáles son las implicaciones de esto en
términos de la relación simétrica/asimétrica entre el tiempo y el espacio.
De manera consistente con abundantes trabajos (Boroditsky, 2000; Casasanto &
Boroditsky, 2008; Casasanto et. al, 2010; Merrit et al, 2010; Bottini & Casasanto, 2013;
Gijssels et al, 2013), los resultados validaron la relación asimétrica entre el tiempo y el
espacio propuesta por la MT
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Los Efectos Tau y Kappa: Un Estudio acerca de la Relación Metafórica
entre el Tiempo y el Espacio
Marco Teórico
La idea de que el espacio y el tiempo están íntimamente relacionados en nuestra mente, más
que una teoría, parece haberse convertido en una premisa básica de la psicología cognitiva
contemporánea. Es un hecho, la relación entre el espacio y el tiempo es tan íntima, como
evidente. Así, la pregunta principal alrededor del asunto no es acerca de si existe una
relación, sino, más bien, acerca de cuál es la naturaleza de dicha relación. ¿Cómo
representamos mentalmente el tiempo y el espacio y cuál es la relación conceptual que existe
entre estos dos dominios? Los trabajos cuyo objetivo ha sido responder a esta difícil pregunta
se han ubicado fundamentalmente dentro de dos marcos teóricos cualitativamente distintos:
La Teoría de las Magnitudes (ATOM, por sus siglas en inglés) y la Teoría de la Metáfora
Conceptual (MT).
Propuesta por Walsh (2003), la teoría ATOM propone que el procesamiento espacial,
temporal y numérico está mediado por un sistema generalizado de representación de
magnitudes. En otras palabras, en nuestro cerebro, las diferentes dimensiones –ya sean
temporales, espaciales o numéricas- son indiferenciadas y procesadas en una región puntual,
como una magnitud generalizada (un mismo sistema métrico) (Walsh, 2003). La evidencia
más contundente para esta primera teoría viene de la neurociencia, específicamente de la
neuroimagenología. Son varios los trabajos que han mostrado que el procesamiento de
distintos dominios provoca la superposición de algunas áreas del lóbulo parietal (Walsh,
2003; Bueti & Walsh, 2009). Adicionalmente, y como veremos más adelante, también son
varios los experimentos de interferencial inter-dimensional que abogan a favor de ATOM.
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Por otro lado, la MT sugiere que representamos los conceptos más abstractos, como
por ejemplo el tiempo, a través de conceptos que son más asequibles a través de la
experiencia, como por ejemplo el espacio (Casasanto, 2010; Lakoff & Johnson, 1980, 1999).
Desde esta perspectiva, en la representación metafórica tiempo-espacio, el espacio actúa
como dominio fuente, en la medida en que le transfiere algunas de sus propiedades a un
dominio meta, el tiempo. En ese sentido, debido a que el tiempo es un concepto abstracto, no
asequible a través de la experiencia, solamente nos es posible representarlo en la medida que
le adjudicamos características propias del espacio. Así, en contravía de ATOM, que propone
que el tiempo, el espacio y otras magnitudes se procesan en un único sistema generalizado de
magnitudes, la MT propone que las representaciones de tiempo, de cantidad y de otras
dimensiones abstractas, dependen de las representaciones espaciales.
Desde la MT las representaciones temporales dependen asimétricamente de las
representaciones espaciales (Boroditsky, 2000; Lakoff & Johnson, 1980, 1999). Más
concretamente, la MT predice una relación asimétrica entre los conceptos de tiempo y
espacio. Esto se debe a que, según la MT, los conceptos abstractos, como el tiempo (dominio
meta), aunque sí pueden influir sobre los conceptos concretos basados en la experiencia
física, como el espacio (dominio fuente), lo hacen en menor medida que en la dirección
contraria – de dominio fuente a dominio meta–. La evidencia más clara para la dependencia
asimétrica en la relación espacio-tiempo se encuentra en el lenguaje. En inglés, en español y
en varios de los idiomas estudiados, se usan más frecuentemente metáforas (lingüísticas)
espaciales para describir el tiempo, que metáforas temporales para describir el espacio (ej. “la
navidad se aproxima” o “un día muy largo”) (Lakoff & Johnson, 1980). La metáfora
lingüística TIEMPO ES ESPACIO ha sido evidencia en idiomas como el inglés, el mandarín,
el hindi y el sesotho (Altverson, 1994).
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Mientras la MT predice una relación asimétrica, ATOM predice una relación
simétrica entre los conceptos de tiempo y espacio (Walsh, 2003). La teoría ATOM predice
que, al tratarse de un mismo centro de cómputo en el cerebro y de un idéntico sistema
métrico, la relación entre el espacio y el tiempo es una relación simétrica donde la
información espacial influye sobre los juicios temporales de la misma manera que la
información temporal lo hace sobre los juicios espaciales.
Además de la simetría/asimetría, otra dicotomía recurrente en este debate ha sido la de
unidireccionalidad/bidireccionalidad de la influencia que un dominio tiene sobre el otro. Si
bien la direccionalidad está íntimamente relacionada con la simetría, es importante hacer la
distinción. ATOM predice una relación simétrica y bidireccional, puesto que se predice una
interferencia similar en ambas direcciones, de espacio a tiempo y viceversa. Por otro lado, se
podría pensar que la MT predice una relación asimétrica y unidireccional, donde la
representación espacial (dominio fuente) influye sobre el tiempo (dominio meta), mientras
que lo contrario no ocurre. Si bien la evidencia muestra que es posible observar influencia de
la representación temporal sobre la espacial, trabajos como el de Casasanto et al. (2010;
véase también Gijssels et al, 2013), demuestran que la interferencia de la información
espacial sobre los juicios temporales es significativamente mayor. En relación con esto, los
autores sugieren que la idea de asimetría no es mutuamente excluyente con la idea de
bidireccionalidad. En otras palabras, el hecho de que el espacio influya sobre el tiempo, no
implica que el tiempo no pueda afectar los juicios espaciales. Un caso como el anteriormente
descrito no desacreditaría a la MT, siempre y cuando, el efecto de la información espacial
sobre los juicios temporales sea significativamente mayor (asimetría) (Lakoff & Johnson,
1980; Casasanto & Boroditsky, 2008). En relación con lo anterior se puede decir que la MT
predice una relación asimétrica, pero bidireccional. Aunque no es muy común, con relativa
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frecuencia usamos expresiones temporales para referirnos al espacio (Casasanto &
Boroditsky, 2008; Bottini & Casanto, 2013).
Evidencia Empírica a favor de la Asimetría Espacio-Tiempo
La propuesta principal de la MT es la idea de que el concepto de tiempo (más
abstracto) se construye a partir del concepto de espacio (más concreto). Así, una de las
predicciones fundamentales de esta teoría es que existe una relación asimétrica entre los
conceptos de tiempo y espacio. Los siguientes trabajos han aportado evidencia empírica a
favor de la realidad psicológica de tal asimetría.
En uno de los primeros trabajos que se centraron en la naturaleza de la relación
espacio-tiempo, Lera Boroditsky (2000) estudió la manera en que los individuos procesamos
el lenguaje referente al espacio y el tiempo. En los experimentos realizados, el priming
lingüístico con diferentes esquemas espaciales influyó significativamente sobre la forma en
que los participantes pensaron acerca del tiempo. No obstante, en el sentido contrario los
resultados fueron diferentes: el priming temporal no influyó sobre los pensamientos
espaciales de los participantes.
Siguiendo con la misma línea, Casasanto & Boroditsky (2008) demostraron que la
relación asimétrica, que es evidente en las metáforas lingüísticas también existe en nuestras
conceptualizaciones de tiempo y espacio. Ellos llevaron a cabo una serie de tareas
psicofísicas que no requerían del uso del lenguaje. En cada uno de los 6 experimentos los
estímulos espaciales interfirieron significativamente en los juicios temporales mientras que
los juicios espaciales no se vieron significativamente afectados. De esta manera se demostró
que las representaciones espaciales y temporales no son simétricamente dependientes entre sí,
sino que las representaciones mentales del tiempo son asimétricamente dependientes de las
representaciones mentales del espacio. En un trabajo anterior, Boroditsky & Ramscar (2002)
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ya habían demostrado que la metáfora TIEMPO ES ESPACIO, además de ser una metáfora
lingüística, también es una metáfora mental, es decir, un metáfora referida al pensamiento no-
lingüístico (Casasanto, 2010). Lo que esto significa es que la representación mental no-
lingüística de los conceptos espacio y tiempo también es metafórica, es decir, que se trata de
un mapeo conceptual que va desde el dominio fuente (el espacio) al dominio meta (el
tiempo). Como consecuencia de este mapeo, lo que se propone desde esta teoría, es que el
concepto de tiempo toma prestados atributos conceptuales propios de la representación del
espacio.
La cantidad de trabajos que muestran una asimetría en el mapeo espacio-tiempo en
adultos es abundante (Boroditsky, 2000; Casasanto & Boroditsky, 2008; Merrit et al, 2010;
Gijssels et al, 2013), sin embargo también son varios los trabajos que han trabajado con
niños. Casasanto et al. (2010; véase también Bottini & Casasanto, 2013) se plantearon la
pregunta acerca de si tal vez las representaciones espacio-tiempo son inicialmente simétricas
durante el desarrollo y después, con el paso del tiempo, se tornan metafóricas (asimétricas).
Para responder esta pregunta estudiaron la relación espacio-tiempo en cerebros que estaban
en proceso de desarrollo, específicamente en niños de kindergarten, entre 4.5 y 5.9 años de
edad; y niños de colegio, entre 9.1 y 10.9 años de edad. En este caso los resultados del
estudio coincidieron con los estudios realizados anteriormente en adultos: los niños pueden
ignorar información temporal irrelevante cuando hacen juicios espaciales, pero no pueden
ignorar información espacial irrelevante cuando hacen juicios temporales. Estos hallazgos
sugieren que el origen de la condición asimétrica del mapeo metafórico es pre-lingüística, lo
cual inclina la balanza a favor de la hipótesis de la MT, en donde un dominio meta (más
abstracto) se estructura en base a un dominio fuente (más concreto).
Casasanto (2010), en un estudio transcultural entre niños anglo- y greco-parlantes,
mostró que la relación asimétrica entre el espacio y el tiempo estuvo presente en ambos
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grupos. Así mismo, los resultados del estudio sugieren que las metáforas mentales de los
diferentes participantes se mostraron congruentes con las metáforas lingüísticas de sus
respectivos idiomas. Los resultados de estos trabajos, además de demostrar la naturaleza pre-
lingüística de la asimetría, muestran que ésta es independiente del idioma y que está asociada
a la naturaleza conceptual de los dominios tiempo y espacio, más que a diferencias culturales
o lenguajes.
Además de la evidencia psicolingüística (Boroditsky, 2000) y psicofísica (Casasanto
& Boroditsky, 2008; Merrit et al., 2010), recientemente la MT ha encontrado evidencia a
favor en la neuroimagenología. Gijssels et al. (2013) midieron la actividad neuronal (fMRI)
de los participantes durante la realización de tareas que requerían la reproducción de
magnitudes temporales y espaciales. Los resultados conductuales fueron muy similares a los
de Casasanto & Boroditsky (2008): la influencia del espacio sobre el tiempo fue
significativamente mayor que la del tiempo sobre el espacio. Adicionalmente, las imágenes
producidas por fMRI también mostraron una asimetría en la actividad cerebral observada.
Específicamente, la corteza inferior del lóbulo parietal, área en la que autores como Walsh
(2003) habían ubicado el sistema generalizado de magnitudes (ATOM), mostró mayor
activación durante la reproducción de las magnitudes temporales que durante la reproducción
de las magnitudes espaciales. Esto sugiere que si bien la representación del tiempo y el
espacio comparten un sustrato común – o al menos solapado –, en sujetos expuestos a
estímulos donde la información temporal y espacial se interfieren entre sí, la activación
cerebral producida durante juicios espaciales y temporales es asimétrica.
La Objeción de ATOM
La mayor evidencia para un sistema generalizado de magnitudes (ATOM) proviene
del campo de la neuroimagenología (Walsh, 2003; Bueti & Walsh, 2009). Específicamente,
11
lo que muestra la evidencia neurocientífica es que el procesamiento de magnitudes
espaciales, temporales y numéricas activa una misma región cerebral, la corteza parietal
inferior. En ese sentido, lo que ATOM propone es que existe un centro generalizado en el
cual se procesan todas las magnitudes de manera indiferenciada – es decir,
independientemente de dominios perceptuales específicos.
En relación con esto, también son varios los trabajos experimentales que han
encontrado una interacción (interferencia) entre el espacio, el tiempo y la numerosidad, tanto
en niños como en adultos. En un principio, Piaget (1927/1969) concluyó que los niños
menores de 9 años, cuando razonaban acerca del tiempo y el espacio, frecuentemente no eran
capaces de discriminar entre los componentes temporales y espaciales de los estímulos. De
igual manera, con su clásico experimento de conservación este mismo autor mostró que los
niños más jóvenes tienden a confundir la extensión espacial con la cantidad y viceversa
(Piaget, 1941/1952, 1948/1956). En un trabajo más reciente, de Hevia y Spelke (2010)
encontraron una interferencia bidireccional entre espacio y numerosidad en infantes de 8
meses. Por otro lado, en un experimento con infantes de 9 meses, Srinivasan y Carey (2010)
mostraron que éstos aprendían con más facilidad aquellas asociaciones cuyo componente
temporal era congruente con el espacial. Estos estudios sugieren que la representación común
de distintos tipo de magnitudes podría ser una característica innata, siendo esto consistente
con la propuesta de ATOM.
En adultos, también son varios los trabajos que evidencian interferencia inter-
dimensional entre el espacio, el tiempo y la numerosidad. En un experimento de tiempos de
reacción, Henik y Tzelgov (1982) evidenciaron interferencia entre el espacio y la
numerosidad. Específicamente, estos dos autores encontraron que, en tareas de comparación,
los tiempos de reacción eran menores (congruencia) cuando el valor absoluto del número era
consistente con el tamaño (físico) de este mismo. De manera similar, Dahaene et al.(1993)
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encontraron una relación entre el espacio y el procesamiento numérico: los números más
pequeños parecen estar asociados al lado izquierdo y los más grandes al derecho (efecto
SNARC). Por otro lado, Dormal y Pesenti (2007), usando una tarea de Stroop, encontraron
que las señales espaciales interfieren fuertemente sobre el procesamiento numérico. En otros
trabajos con adultos, Xuan et al. (2007) encontraron que los juicios temporales pueden ser
influenciados por aspectos no-temporales del estímulo. En relación con esto, los estímulos
más grandes fueron juzgados como más duraderos que los estímulos más pequeños.
Además de la interferencia bidireccional, otra de las objeciones de ATOM frente al
modelo de la MT es el hecho de que se hayan evidenciado interferencias entre dos dominios
considerados abstractos. En Dormal et al. (2006) y Droit-Volet (2003), por ejemplo, se
documenta una interacción entre el tiempo y la numerosidad. Este tipo de interacciones,
según Lourenco y Longo (2011) no son consistentes con lo que propone la MT, puesto que
son relaciones que carecen de un dominio concreto, como el espacio. Adicionalmente, en la
literatura se han reportado varios trabajos que documentan interacciones del espacio, el
tiempo y la numerosidad con muchas otras magnitudes como, por ejemplo, el tono (Rusconi
et al., 2006; Brigner, 1988), la luminancia (Pinel et al., 2004), el brillo (Brigner, 1986) y el
volumen auditivo (Goldstone et al. 1978). El presente trabajo, sin embargo, se centra
puntualmente en la relación conceptual entre el tiempo y el espacio.
Sin lugar a dudas, ATOM tiene un robusto fundamento empírico, en la medida en que
son muchos los trabajos que han evidenciado la interferencia entre las diferentes magnitudes
(para una revisión más extensa ver, Lourenco & Longo, 2011). No obstante, aunque ATOM
predice simetría en la representación de magnitudes, algunos de estos trabajos no demuestran
directamente la existencia de interferencias simétricas, sino únicamente la existencia de una
representación común y, en muchos casos, muy temprano en el desarrollo. En algunos de
estos trabajos, contrariamente a lo esperado, se encontró una relación asimétrica entre
13
magnitudes. Por ejemplo, en Dormal y Pesenti (2007) los efectos de la interferencia se dan
únicamente en una dirección. Inevitablemente surge, entonces, la pregunta acerca de cómo se
explica la asimetría desde ATOM.
Los defensores de ATOM plantean que es posible que la relación asimétrica se deba a
propiedades intrínsecas de los diseños experimentales utilizados, más que a las propiedades
intrínsecas de los dominios y del mecanismo de procesamiento de magnitudes (Bueti &
Walsh, 2009; Lourenco & Longo, 2011; véase también Winter & Matlock, 2013). Con
respecto a esta objeción, Bottini y Casasanto (2013) replicaron los experimentos llevados a
cabo por Casasanto et al. (2010), pero, en esta ocasión, controlaron la disponibilidad
perceptual de ambos dominios (espacio y tiempo). Los resultados obtenidos fueron muy
similares a los obtenidos anteriormente: la interferencia del tiempo sobre el espacio fue
significativamente menor que la del espacio sobre el tiempo.
Aun así, el debate todavía está abierto y recientemente los defensores de ATOM han
propuesto una evidencia fuerte a favor de la simetría (y en contra de la asimetría) espacio-
tiempo: los efectos Tau y Kappa (Lourenco & Longo, 2011). Los efectos Tau y Kappa,
recientemente han adquirido relevancia dentro del presente debate ya que ocasionalmente han
sido interpretados como ejemplo de simetría entre los dominios espacio-tiempo. Debido a
esto, a continuación se explicará en que en consisten ambos efectos y cuál es su relevancia
dentro del debate aquí expuesto.
Tau y Kappa
Aunque fueron evidenciados mucho antes de que se iniciara la disputa entre la MT y
ATOM, en la actualidad, el efecto Tau y el efecto Kappa han sido recurrentes en los trabajos
de experimentación psicofísica que se han hecho sobre juicios espaciales y temporales
(Benussi, 1913; Bill & Teft, 1969; Cohen et al., 1954; Collyer, 1977; Helson, 1930; Jones &
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Huang, 1982; Price-Williams, 1954; Sarrazin et al., 2004). Tradicionalmente, el experimento
típico ha consistido en alinear horizontalmente tres bombillos e iluminarlos de manera
sucesiva, formando, así, dos intervalos espaciotemporales. Cuando se les pide a los
participantes que comparen la duración de ambos intervalos, los juicios temporales tienden a
incrementar en función de la separación espacial de los estímulos (el efecto Kappa). De
manera similar, cuando se les pide que comparen la longitud de ambos intervalos, los juicios
espaciales tienden a incrementar en función de la separación temporal (duración) entre los
estímulos (el efecto Tau). En términos generales, parece ser que la dimensión que se
mantiene constante en ambos intervalos –bien sea el tiempo o el espacio– incide
significativamente sobre aquella dimensión que varía de un intervalo a otro (Jones & Huang,
1982; Sarrazin et al., 2004).
El efecto Tau y el efecto Kappa, claro, no han pasado desapercibidos para los
partidarios de ATOM. Desde ATOM la relación aparentemente simétrica y bidireccional
entre el tiempo y el espacio que muestran los efectos Tau y Kappa, no sólo sirve como
evidencia a favor de un sistema integrado de magnitudes, sino que también ha sido
interpretada como inconsistente con la idea de asimetría presupuesta por la MT (Lourenco &
Longo, 2011). Si bien el efecto Kappa es consistente con la MT, la interferencia del tiempo
sobre el espacio –comparable en magnitud – que se evidencia en el efecto Tau va en
contravía de dicha teoría.
Los partidarios de la MT, por otro lado, creen que los efectos Tau y Kappa son
compatibles con su teoría. En relación con esto, Casasanto y Boroditsky (2008) exponen dos
argumentos (véase también: Bottini & Casasanto, 2013). El primero, es la idea de que la
asimetría y la bidireccionalidad no son mutuamente excluyentes. Específicamente, puede
existir una asimetría aun cuando hay una transferencia bidireccional entre el dominio fuente y
el dominio meta, lo importante es que el efecto del dominio fuente sobre el dominio meta sea
15
significativamente mayor que viceversa. Visto de esta manera, “el hecho de que, en el efecto
Tau, se evidencie un efecto del tiempo sobre el espacio, no contradice a la MT, siempre y
cuando, en condiciones adecuadamente controladas, también se encuentre un mayor efecto
del espacio sobre el tiempo” (efecto Kappa) (Bottini & Casasanto, 2013, p.6).
El segundo argumento de Casasanto y Boroditsky (2008; véase también: Bottini &
Casasanto, 2013) es que los efectos Tau y Kappa no se deben a los componentes espaciales y
temporales del estímulo, per se. Si bien no ha sido posible determinar con certeza que es lo
que causa los efectos Tau y Kappa (Sarrazin et al., 2004), la explicación más plausible parece
ser la que propone la “Imputed Velocity Hypothesis” (Hipótesis de la Imputación de
Velocidad) (Price-Williams, 1954; Jones & Huang, 1982). Específicamente, lo que sugiere
esta hipótesis es que el efecto Tau y el efecto Kappa son ilusiones que resultan debido a que
los sujetos tienden a atribuirle movimiento uniforme a visualizaciones discontinuas (Jones &
Huang, 1982, p. 141). Es decir que, por ejemplo, en el experimento de los tres bombillos los
sujetos tienden a “ver” un movimiento continuo, aunque realmente se trata únicamente de 3
estímulos sucesivos. Al imputarle un movimiento uniforme a una visualización discontinua
los sujetos infieren una velocidad constante y, en ese sentido, “parece razonable que se le
adjudique mayor duración a los dos puntos que están más separados espacialmente, así como,
mayor separación espacial a aquellos puntos que están temporalmente más alejados” (Jones
& Huang, 1982, p. 134).
Lo que se propone desde la MT es entonces, que estos dos efectos –el Tau y el Kappa-
se explican principalmente desde la Hipótesis de Imputación de Velocidad. Específicamente,
está hipótesis es compatible con la MT, puesto que propone que la simetría aparente que
existe entre los efectos Tau y Kappa no se debe a una representación común e indiferenciada
de magnitudes espacio/tiempo –como diría ATOM–, sino que está dada por la imputación de
16
velocidad. Desde esta perspectiva, el efecto Tau, que a primera vista es incompatible con la
MT, se da como resultado de una ilusión perceptual.
A partir de lo anterior, surge necesariamente la pregunta acerca de qué pasaría con los
efectos Tau y Kappa si logramos eliminar el factor de imputación de velocidad. Esta
pregunta, precisamente, es el punto de partida del presente trabajo. Lo que se pretende es
estudiar los efectos Tau y Kappa en un ambiente experimental en el que la imputación de
velocidad esté controlada; y analizar cuáles son las implicaciones que esto tiene sobre la
relación espacio-tiempo, en términos de asimetría/simetría.
Así, lo que propone este trabajo es recrear el experimento típico de los tres bombillos
que usualmente ha sido utilizado para observar los efectos Kappa y Tau (Jones & Huang,
1982), pero manipulando algunas características de los estímulos con el propósito de reducir
o eliminar el proceso de imputación de velocidad. Para ello, nos basamos en resultados
experimentales que muestran bajo qué condiciones, el sistema perceptual humano realiza
procesos de imputación de velocidad sobre visualizaciones intermitentes (Anstis &
Ramachandran, 1987).
Lo que se espera encontrar, partiendo desde la MT, es que al eliminar o reducir los
efectos de imputación de velocidad, la relación entre los dominios de espacio y tiempo se va
a mostrar asimétrica, esto debido a la interferencia que resulta de la relación metafórica entre
el tiempo y el espacio. En otras palabras, lo que se espera es que, al eliminar (o, por lo
menos, reducir) la imputación de velocidad, el efecto Kappa –o la interferencia del espacio
sobre el tiempo– va a ser significativamente mayor que el efecto Tau –o la interferencia del
tiempo sobre el espacio. Esta asimetría, en la que la interferencia del dominio fuente sobre el
dominio meta es mayor que aquella del dominio meta sobre el fuente, es consistente con la
MT y se contrapone a la idea de un sistema integrado de magnitudes propuesto por ATOM.
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Por otro lado, según ATOM, se esperaría que aún eliminando los efectos de la
imputación de velocidad, la relación espacio-tiempo se mantuviera simétrica. Desde esta
perspectiva, donde la simetría entre efecto Tau y el efecto Kappa resulta del sistema
generalizado de magnitudes, la eliminación del efecto de imputación de velocidad aunque,
quizá afectaría el tamaño de ambos efectos, mantendría la simetría.
Por último, también es posible un escenario en donde desaparecieran ambos efectos,
tanto el Tau como el Kappa. Este tercer escenario estaría en desconcordia con ambas teorías,
puesto que supondría la ausencia de interferencia interdimensional (cross-dimensional); y
sugeriría que los efectos Kappa y Tau se explican únicamente a partir de la Hipótesis de
Imputación de Velocidad. Otro escenario plausible, que también esquivaría la explicación de
ambas teorías, sería aquel en el que el efecto Tau fuera significativamente mayor que el
Kappa. En este caso, si bien se da una asimetría, ésta es contraria a la que predice la MT y
también ATOM.
¿Cómo Desarticular el Efecto de Imputación de Velocidad?
Aunque no todos se han referido a este como imputación de velocidad son varios los
trabajos que han estudiado este fenómeno. Burgi y Grzywacz (2000), por ejemplo, hablan de
coherencia temporal y proponen que esta es la tendencia humana a “asumir que el
movimiento es temporalmente fluido (temporally smooth), es decir, que no cambia
abruptamente ni de dirección, ni de velocidad” (p.1839). Ramachandran y Anstis (1983) se
refieren a la imputación de velocidad como motion inertia y sugieren una tendencia
perceptual a asumir que un objeto que se mueve en cierta dirección, con una velocidad
uniforme, va a continuar moviéndose con esa misma velocidad, en esa misma dirección.
Estos mismos autores hablan de un equivalente perceptual de la primera ley de Newton.
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Para el caso específico del presente trabajo nos planteamos la pregunta acerca de
cuáles son las condiciones bajo las cuales se da la imputación de velocidad. ¿Cómo hacemos
para eliminar la imputación de velocidad y, de esta forma, evitar la aparición de los efectos
Tau y Kappa?
Anstis y Ramachandran (1987) mostraron experimentalmente cuales son las
condiciones bajo las cuales el sistema perceptual humano realiza procesos de imputación de
velocidad sobre visualizaciones intermitentes. Al igual que en varios de los diseños
experimentales que se han referido al tema (Jones & Huang, 1982; Ramachandran & Anstis,
1983), el experimento consistió en la iluminación sucesiva de una serie de bombillos. Para el
propósito de este trabajo, los dos resultados más importantes del trabajo de Anstis &
Ramachandran (1987) son: (a) que la imputación de velocidad (motion inertia, como la
llaman los autores) se reduce con los cambios de dirección de la iluminación secuencial
intermitente y (b) que la imputación de velocidad desaparece por completo cuando los
bombillos se mantienen estáticos.
En ese sentido, usando los resultados anteriormente presentados como fundamento
teórico, lo que se hará en este trabajo es una réplica a computador del experimento de los tres
bombillos (Jones & Huang, 1982), pero intentando controlar el efecto de imputación de
velocidad mediante el mantenimiento sostenido de la iluminación de los bombillos.
Metodología
Diseño
El experimento tuvo un diseño de 2 x 3 x 2 (Tipo de Respuesta (Espacio, Tiempo) X
Variabilidad de los intervalos espaciotemporales (Constante-Constante, Constante-Variable,
19
Variable-Constante) X Tipo de Configuración de los flashes intermitentes (Intermitente,
Sostenido). Los factores Tipo de Respuesta y Variabilidad fueron factores intra-sujeto,
mientras que el Tipo de Configuración fue un factor inter-sujeto.
El primer factor, Tipo de Respuesta, fue el dominio, ya sea temporal o espacial, que se
le pidió al sujeto que juzgara el intervalo. El segundo, Variabilidad, hace referencia a la
longitud/duración de los intervalos espaciales y/o temporales que se le presentaron al sujeto.
Así, por ejemplo, la condición CC (Constante-Constante) quiere decir que tanto la duración
como la distancia de los intervalos se mantuvo constante a lo largo de la presentación. Por
otro lado, en la condición VC (Variable-Constante) la longitud varió, pero la duración de los
intervalos se mantuvo constante. En cuanto a la condición CV (Constante-Variable), en esta,
la duración varió y la longitud se mantuvo constante. Por último, el Tipo de Configuración se
refiere a la manera en que estuvieron configurados los bombillos, ya sea intermitente o
sostenido.
Participantes
Cincuenta y seis (n=56) individuos en un rango de edad de 18 a 52 años participaron
voluntariamente en el experimento. Del total de los participantes, 14,3 % (8) fueron hombres
y 85,7 % (48) fueron mujeres.
Materiales
El estímulo consistió en una serie de 3 puntos (0,4 cm de diámetro) presentados sobre
un fondo negro. Los puntos aparecieron uno por uno en el monitor de un computador y cada
punto fue visible durante 100ms. Los puntos fueron presentados sobre un eje horizontal,
secuencialmente de izquierda a derecha, formando así una configuración espacial
unidimensional conformada por dos intervalos espaciotemporales.
20
La longitud entera de la configuración fue de 10cm y la presentación de la secuencia
duró 1000ms. En la condición CC la distancia y la duración entre los tres puntos fue igual
(5cm y 500ms), formando así dos intervalos espaciotemporales idénticos. Para la segunda y
tercera condición, CV y VC respectivamente, se diseñaron dos sub-condiciones. En el caso
CV la distancia entre los puntos se mantuvo igual (5cm), mientras que la duración fue
variable. En la primera sub-condición de CV el primer intervalo temporal fue mayor que el
segundo (600ms-400ms), en la segunda se invirtió la relación (400ms-600ms). Por último, en
el caso VC la duración entre los puntos se mantuvo igual, mientras que la distancia varió. En
la primera sub-condición de VC el primer intervalo espacial fue mayor que el segundo (6cm-
4cm), en la segunda se invirtió la relación (4cm-6cm).
En cuanto a los Tipos de Configuración, la configuración Intermitente (I) corresponde
a la presentación estándar que fue descrita anteriormente. En la segunda configuración,
Sostenido (S), la única diferencia con respecto a la primera, es que los puntos aparecieron y
se mantuvieron visibles en la pantalla durante la totalidad de la presentación.
Las distancias espaciales y temporales estuvieron determinadas por las condiciones de
variabilidad (CC, CV, VC) y no variaron entre los Tipos de Configuración.
Procedimiento
De los 56 participantes, la mitad fueron asignados a la configuración Intermitente y la
otra mitad a la configuración Sostenido. Cada participante fue expuesto a 72 ensayos de los
cuales 36 fueron juicios temporales y 36 juicios espaciales. La presentación de los ensayos se
hizo por bloques, primero se presentaron los 36 ensayos de un domino y después los 36 del
otro. El orden de presentación de los bloques fue aleatorio y contrabalanceado. Ambos
bloques (temporal y espacial) incluían 12 presentaciones de cada una de las 3 condiciones de
21
variabilidad (12 CC, 12 CV, 12 VC). Las condiciones de variabilidad también fueron
presentadas de manera aleatoria dentro de cada uno de los bloques.
La tarea empleada es una réplica a computador del experimento clásico de los tres
bombillos y consiste en que los participantes comparen dos intervalos espaciotemporales,
algunas veces en términos de longitud espacial y otras veces en términos de duración
temporal. Inmediatamente después de que se presenta el estímulo, se le pide al participante
que escoja cuál de los dos intervalos presentados fue más largo o duradero. El participante
debe entonces oprimir la tecla “primero” si considera que el primer intervalo (de izquierda a
derecha) fue más largo/duradero o la tecla “segundo” si considera que el segundo intervalo
fue más largo/duradero. Las teclas “primero” y “segundo” corresponden al “1” y al “0” del
teclado tradicional, sin embargo, para evitar cualquier sesgo posible, se les reemplazó por una
“P” y una “S”, respectivamente. El tiempo entre el fin de una secuencia de reproducción y el
principio de otra es de 1,5s.
La etapa de comparación fue precedida por una fase de familiarización en la que se les
enseñó a los sujetos a relacionarse con la interfaz del experimento. Una vez el sujeto logró
hacer cuatro comparaciones correctas -dos de tiempo y dos de espacio-, procedió a la etapa
de comparación.
Resultados
El análisis estadístico se centró en la comparación de las medias de aquellos ensayos que
efectivamente fueron respondidos de manera consistente con el efecto Tau y el efecto Kappa.
Las respuestas consistentes con Kappa (RCK) fueron los ensayos correspondientes a la
condición de variabilidad VC (espacio variable, tiempo constante) en los que los juicios
temporales de los sujetos tendieron a aumentar o a disminuir en función de la separación
espacial de los estímulos. Así mismo, las respuestas consistentes con Tau (RCT) fueron
22
aquellos ensayos correspondientes a la condición de variabilidad CV (espacio constante,
tiempo variable) en los que los juicios espaciales de los sujetos tendieron a aumentar o
disminuir en función de la duración entre los estímulos. En otras palabras, las respuestas que
se analizaron fueron aquellas en las que los sujetos juzgaron el dominio constante de manera
consistente con el cambio del primer al segundo intervalo del dominio variable. Para
ejemplificar, una respuesta consistente con Kappa (RCK) sería aquella correspondiente a un
ensayo en el que la longitud espacial variara de 6cm a 4cm de un intervalo a otro y que,
siendo la duración idéntica para ambos intervalos (500ms), el sujeto juzgara como más
duradero al intervalo más largo. Una respuesta consistente con Tau (RCT) sería entonces,
aquella correspondiente a un ensayo en el que la duración variara de 600ms a 400ms de un
intervalo a otro y que, siendo la longitud espacial idéntica para ambos intervalos (5cm), el
sujeto juzgara como más largo al intervalo más duradero.
Para las RCK en la condición Intermitente la media fue de 8,61 sobre 12 con una
desviación estándar de 2,17. En la condición Sostenido la media de las RCK fue de 7,93 con
una desviación estándar de 2,09. En cuanto a las RCT, en la condición Intermitente la media
fue de 6,89 con una desviación estándar de 1,64, mientras que en la condición Sostenido esta
fue de 5,89 con una desviación estándar de 1,66 (ver Fig.1).
Lo primero que se hizo fue comparar las medias de RCK y RCT con respecto a lo
esperado según el azar para ver si se encontraban diferencias significativas. Para esto se
utilizaron pruebas t de una sola muestra. Para la condición Intermitente, tanto las RCK
(t(27)=6,36; p<0,0001) como las RCT (t(27)=2,87; p<0,01) se mostraron significativamente
diferentes del azar. Por otro lado, en la condición Sostenido, únicamente la media de las RCK
se mostró significativamente diferente del azar (t(27)=4,88; p<0,0001). Para el caso de las
RCT (t(27)=0,34; p=0,7358, ns.) no se encontró diferencia con respecto al azar (ver Fig. 1).
23
Adicionalmente, usando pruebas t para dos muestras, se contrastaron las medias de las
RCK y las RCT.
Usando una prueba t para muestras dependientes se comprobó que las RCT para la
condición Sostenido difieren significativamente de las respuestas RCK para esta misma
condición (t(27)=3,77; p<0,001). Así mismo, también se encontró una diferencia significativa
entre las respuestas RCK y RCT para la condición Intermitente (t(27)=3,34; p=0,001),
indicando que en ambas condiciones el número de RCK es mayor que RCT (ver Fig.2).
De manera similar, pero empleando una prueba t para muestras independientes, se
contrastaron las respuestas consistentes entre ambos tipos de configuración. Para el primer
caso, en el que se compararon las RCT de la condición Sostenido con aquellas de la
condición Intermitente, la diferencia fue significativa (t(54)=2,27; p<0,03). Por último, en
cuanto a la diferencia de las respuestas RCK entre los dos tipos de configuración, esta no fue
significativa (t(54)=1,19; p=0,2380; ns.). Juntos, los resultados presentados anteriormente
parecen ser consistentes con la idea de asimetría por la que aboga el presente trabajo (ver
Fig.1).
24
FIGURA 1. Comparación de las medias de las respuestas consistentes con Tau (RCT) y Kappa (RCK) para las condiciones Sostenido e Intermitente. La media de las RCT en la condición Sostenido fue la única que no se mostró diferente del azar. La media de las RCT para la condición Sostenido difirió significativamente de la media de las RCT para la condición Intermitente. La media de las RCK no difirió significativamente de una condición a otra.
25
FIGURA 2. Comparación de las medias de las respuestas consistentes con Tau (RCT) y Kappa (RCK) para las condiciones Sostenido e Intermitente. Para ambas condiciones la media de las RCK se mostró significativamente mayor que la de las RCT.
Discusión
La pregunta más general de este trabajo se refiere a la forma en la que se relacionan los
conceptos de tiempo y espacio en nuestra representación mental. Principalmente, y cómo
vimos en el Marco Teórico, el tema ha sido abordado desde dos vertientes teóricas
fundamentalmente distintas. Desde ATOM entendemos estos dos conceptos como
simétricamente dependientes, en donde el tiempo influye sobre el espacio de igual manera
que el espacio sobre el tiempo. Por otro lado, la MT predice que las representaciones
mentales del tiempo son asimétricamente dependientes de las representaciones mentales del
espacio o, dicho de otra manera, que la interferencia de la información espacial sobre los
juicios temporales es significativamente mayor que la interferencia temporal sobre los juicios
espaciales.
Lo que se hizo en el presente trabajo, entonces, fue replicar en computador el
experimento clásico de los tres bombillos, controlando el factor de la imputación de
velocidad para observar cuáles son las implicaciones de esto en términos de la relación
simétrica/asimétrica entre el tiempo y el espacio y así poder determinar si estas se ajustan a
las predicciones de alguna de las dos vertientes teóricas expuestas anteriormente.
Los resultados se muestran consistentes con la relación asimétrica entre el tiempo y el
espacio propuesta por la MT. De manera consistente con abundantes trabajos (Boroditsky,
2000; Casasanto & Boroditsky, 2008; Casasanto et. al, 2010; Merrit et al, 2010; Bottini &
Casasanto, 2013; Gijssels et al, 2013), en todos los casos, sin importar la condición, el efecto
Kappa se mostró significativamente mayor que el efecto Tau. Lo que esto significa es que,
para ambos tipos de configuración, la interferencia de la información espacial sobre los
juicios temporales fue significativamente mayor que la interferencia temporal sobre los
26
juicios espaciales. Esto es consistente entonces con la asimetría de la interferencia que
predice MT. A continuación se enfatizará en cada uno de los resultados obtenidos y se
explicará puntualmente porque cada uno de ellos es compatible con las predicciones de la
MT e incompatible con ATOM.
En primer lugar, es importante resaltar que en ambas condiciones las respuestas
consistentes con Kappa (RCK) se mostraron significativamente diferentes del azar, mientras
que las respuestas consistentes con Tau (RCT) sólo lo hicieron para la condición
Intermitente. Es decir, en la condición Sostenido la media de las RCT no fue diferente del
azar, indicando que no hubo efecto Tau. Esto es consistente con la predicción de la MT y
sobre todo con la idea de asimetría espacio-tiempo por la siguiente razón: asumiendo que en
la condición Sostenido se logró eliminar –o por lo menos, disminuir considerablemente- la
imputación de velocidad por parte de los participantes, se esperaría que el efecto Tau
desaparezca en esta condición ya que de acuerdo con la MT, dicho efecto podría deberse a
factores de imputación de velocidad (Boroditsky & Casasanto, 2008; Bottini & Casasanto,
2013). Dicho esto, también se esperaría una disminución en el efecto Kappa, sin embargo,
teniendo en cuenta que desde la MT el efecto Kappa se explica principalmente por la
naturaleza metafórica de la relación espacio-tiempo, la media de las RCK sigue mostrándose
diferente al azar, a pesar de la eliminación de la imputación de velocidad. Lo anterior es
resultado de que, aun eliminando el efecto de la imputación de velocidad, los juicios
temporales de los participantes son susceptibles a ser interferidos por los estímulos
espaciales, mientras que los juicios espaciales no se ven (o se ven menormente) afectados por
los estímulos temporales. Específicamente, lo que este resultado sugiere es que la asimetría
entre el espacio y el tiempo se debe a propiedades intrínsecas de los dominios y no a
propiedades externas a la relación conceptual como, en este caso, la imputación de velocidad.
27
En cuanto a la comparación de la media de las RCT de la condición Sostenido con la
media de las RCT en la condición Intermitente, esta también fue consistente con la MT.
Como era de esperar, la media de las RCT en Intermitente se mostró significativamente
mayor que la media de las RCT en la condición Sostenido. Esto, al igual que lo descrito en el
párrafo anterior, se explica por la eliminación de la imputación de velocidad. La diferencia
entre las medias de una condición y la otra se explicaría porque la media de las RCT en la
condición Intermitente contiene, no únicamente aquellas respuestas mediadas por la
interferencia conceptual, sino también aquellas que resultan de la ilusión visual causada por
la imputación de velocidad
En cuanto a las RCK, también se esperaría que en la condición Intermitente la media
de estas fuera significativamente mayor que en la condición Sostenido, esto debido a que el
efecto Kappa en la condición Sostenido también debería verse disminuido por la eliminación
de la imputación de velocidad. Sin embargo, para este caso, aunque la media de las RCK en
la condición Intermitente efectivamente es mayor que la de las RCK en la condición
Sostenido, esta diferencia no es significativa. Si bien, lo que se esperaría aquí es que la
diferencia entre estas dos medias fuera estadísticamente significativa, aun así, este resultado
es perfectamente consistente con la idea de asimetría propuesta por la MT. Lo que podría
estar pasando aquí es que el efecto propio de la interferencia conceptual entre ambos
dominios es tan grande en comparación con el efecto que supone la ilusión visual de
imputación de velocidad, que el impacto de la eliminación de la imputación no es suficiente
para provocar una diferencia significativa. Esta explicación plausible validaría, aún más, la
asimetría conceptual entre el tiempo y el espacio. Por otro lado, este resultado aunque no es
propiamente lo que se esperaría, mucho menos coincide con la predicción de ATOM. Desde
ATOM, la eliminación de la imputación de velocidad no repercutiría sobre ninguno de los
dos efectos y en ambas condiciones la relación se mantendría simétrica, algo, que como
28
muestran claramente los resultados, no se evidenció en este trabajo. Si bien, la media de RCK
parece mantenerse igual de una condición a otra, en ambas condiciones la media de las RCK
es significativamente mayor que la media de las RCT (ver Fig. 2).
Inicialmente, nuestra predicción era que para la condición Intermitente, en donde si
hay un efecto de imputación de velocidad, se iba a reflejar una simetría entre el tiempo y el
espacio y que, después, en la segunda condición (Sostenido), tras la eliminación de la
imputación de velocidad, la relación se mostraría asimétrica. Nuestra predicción se cumple
pata la condición Sostenido. Sin embargo, lo que muestran los resultados es que en la
condición Intermitente, es decir, en aquella que replica el experimento de los tres bombillos
de Jones & Huang (1982), ya existe una relación asimétrica, en donde la de media de las
RCK es significativamente mayor que la de las RCT. Este resultado, a primera vista, es
inesperado según la literatura y contradice a aquellos autores que han interpretado los efectos
Tau y Kappa como incompatibles con la MT (principalmente, Lourenco & Longo, 2011). No
obstante, ninguno de los autores que se han referido a los efectos Tau y Kappa (Benussi,
1913; Bill & Teft, 1969; Cohen et al., 1954; Collyer, 1977; Helson, 1930; Jones & Huang,
1982; Price-Williams, 1954; Sarrazin et al., 2004) han centrado su atención en el tema de la
simetría/asimetría. Fundamentalmente, lo que han hecho todos ellos es mostrar la existencia
de bidireccionalidad de la interferencia entre el tiempo y el espacio. Más concretamente,
ninguno de ellos ha comparado directamente el tamaño de los efectos en términos de
simetría/asimetría. Entonces, en principio, nuestros resultados no son incompatibles con la
literatura, y definitivamente no son compatibles con las predicciones de ATOM.
Por último, el otro motivo -además de la bidireccionalidad de la interferencia espacio-
tiempo- por el que los efectos aquí discutidos pudieron haber sido interpretados como
compatibles con ATOM es el hecho de que el efecto Tau constituya una transferencia de un
concepto abstracto (tiempo) a uno concreto (espacio) o, usando terminología de la MT, de un
29
dominio meta a un dominio fuente. En relación con esto, es pertinente aclarar que la MT no
niega la posibilidad de que pueda haber una interferencia de lo abstracto sobre lo concreto, la
única condición es que dicha interferencia sea significativamente menor que la que va en
dirección contraria (condición de asimetría). Si se tiene en cuenta esto, podemos afirmar que
los resultados aquí obtenidos no sólo son consistentes, sino que reafirman y robustecen la
Teoría de la Metáfora Conceptual.
Conclusiones
¿Cómo se relacionan el tiempo y el espacio en nuestra mente? La respuesta a esta pregunta ha
intentado ser respondida por dos vertientes teóricas fundamentalmente distintas. La primera,
ATOM, propone la existencia de un sistema de procesamiento generalizado para todas las
magnitudes y, por lo tanto, predice una relación simétrica, en donde el efecto del tiempo
sobre el espacio es equivalente en magnitud al del espacio sobre el tiempo. Por otro lado, la
MT sugiere que los conceptos abstractos, como el tiempo, se construyen a través de la
metaforización de conceptos más concretos, como el espacio, y que, como consecuencia de
esto, el tiempo y el espacio se relacionan asimétricamente.
Mediante la replicación de un paradigma experimental clásico de tareas de
interferencia tipo Stroop, el presente trabajó demostró que los efectos Tau y Kappa, que han
sido interpretados como evidencia a favor de ATOM, son perfectamente compatibles con la
MT.
Los resultados del experimento que se llevó a acabo sugieren principalmente que, en
concordancia con un gran número de trabajos referentes al tema, la relación espacio-tiempo
es asimétrica, independientemente de la imputación de velocidad. Los resultados aquí
expuestos desarticulan y contradicen la propuesta de que los efectos Tau y Kappa son
argumento a favor de la simetría entre el tiempo y el espacio propuesta por ATOM y, así
30
mismo, alimenta la posibilidad de que la bidireccionalidad previamente observada sea tan
sólo el resultado de una ilusión visual resultante de la tendencia humana a atribuirle un
movimiento uniforme a las visualizaciones discontinuas (imputación de velocidad). Por
último, nuestros resultados apoyan la hipótesis de Casasanto & Boroditsky (2008) en la que
se postula que los efectos Tau y Kappa son resultados de la imputación de velocidad y que,
por lo tanto, son irrelevantes para la pregunta acerca de si la relación tiempo-espacio es
simétrica o asimétrica.
Finalmente, el presente trabajo propone una nueva variante investigativa que puede
ampliar nuestra conocimiento acerca de cómo se relacionan los conceptos abstractos y
concretos en nuestra mente. Aunque los resultados aquí expuestos apoyan la MT, hay muchas
interrogantes que continúan abiertas, siendo la más grande estas el hecho de que las medias
de las respuestas consistentes con Kappa no hayan diferido significativamente entre
condiciones. Quizá un próximo diseño experimental más complejo, de reproducción, por
ejemplo, nos pueda abastecer de grados de resolución de respuesta mayores que faciliten una
comparación más fina entre los tamaños de los efectos.
Consideraciones Éticas
Este proyecto de investigación se desarrolló bajo la normatividad del Código Deontológico y
Bioético del ejercicio de la psicología en Colombia y de la Resolución 8430 del Ministerio de
Salud, que establece las normas científicas y técnicas para la investigación en salud.
Agradecimientos
Un agradecimiento especial a Florencia Reali, por su generosidad, por su interés en el
proyecto y por haberme guiado durante todo el proceso. Adicionalmente quiero agradecer a
todos los estudiantes que amablemente me colaboraron con el experimento.
31
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