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UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA UNIDAD IZTAPALAPA
DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE ECONOMIA
“E1 Estado de Bienestar: Teoría, Políticas y contradicciones”
TESIS
Para obtener titulo de Licenciado en economía
Presenta: Marco Antonio López Maceda
95220414
Asesor: Dr. Alexandre Tarassiouk Kalturina
México, D. F. Mayo, 2000.
INDICE
Pag.
Agradecimientos.
Introducción.
1.- La teoría del Estado de bienestar.
1. 1. Conceptualización del Estado de bienestar.
l. 2. Corrientes y elementos teóricos del Estado de bienestar.
11.- La Política social y los instrumentos de su realización en
2
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5
8
12
el Estado de bienestar.
2. l . La Política social en el Estado de bienestar.
2. 2. Instrumentos de realización de l a política social en el Estado de bienestar.
111.- Contradicciones del Estado de bienestar y su evolución.
3. l . El análisis de las contradicciones del Estado de bienestar en la literatura
económica. 37
3. 2. Del Estado de bienestar al orden social de las sociedades capitalistas avanzadas. 57
I V . - A modo de conclusión: El “lugar histórico” del Estado de
bienestar.
Bibliografia.
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17
23
36
61
65
Agmdecirttierttos.
A m í madre, la Sra. Lidia Gregoria
Maceda Gumán, por su gran paciencia,
apoyo y conzprensicin, durante todo el
trunscurm de mí vida escolar.
Introducción.
El hablar del Estado de bienestar en la actualidad, es realmente un tema muy importante al,
igual que complicado; ya que con, los grandes cambios que han sufrido las economías de
todo el mundo, se pone en duda la intervención del Estado en todos los aspectos
económicos, políticos y sociales de un país. Es por eso necesario que se requiere un estudio
de lo que fue el Estado de bienestar en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial,
ya que este Estado tuvo un desarrollo (en políticas de bienestar social) muy favorable en
todos los países de la OCDE, con resultados realmente significativos, reflejándose en
grandes tasas de crecimiento de la economía y un aumento continuo en el nivel de vida de
sus ciudadanos. Es así, que el estudio del Estado de bienestar es necesario para ponernos
en alerta sobre las condiciones mínimas en que se debe regir una nación, ya que al observar
los acontecimientos y cambios en las ultimas décadas de este siglo podemos ver que ha
habido un gran distanciamiento entre las distintas clases sociales que conforman a la
sociedad capitalista principalmente en la distribución del ingreso y por lo tanto en las
condiciones de vida que esto genera.
Es por ello que está investigación tiene como objetivo principal hacer una análisis de lo
que fue el Estado de bienestar; desde sus orígenes (con sus bases teóricas) en los países de
la OCDE, hasta las principales contradicciones en su evolución, y que ponen en duda la
continuación o existencia1 del Estado de bienestar dentro de la estructura capitalista,
argumentado desde la perspectiva de las principales políticas de bienestar social, con el fin
de determinar los resultados que obtuvieron esos países en materia de política social.
El estudio del Estado de bienestar ha sido muy polémico desde las perspectivas de
principales corrientes políticas de izquierda y derecha. Dando como resultado un
enriquecimiento de las investigaciones de lo que es el Estado de bienestar, ya que
partiendo de las críticas que se exponen se tiene un criterio más objetivo de lo que es el
Estado de bienestar. Es por ello, necesario seguir aunando argumentos validos, con bases
teóricas y críticas para tener avances e innovaciones en materia de política social, teniendo
como base al Estado de bienestar de la postguerra.
Durante el transcurso de la investigación se consultaron autores muy importantes; tal es el
caso del investigador alemán Offe Claus (investigador del Estado de bienestar desde 1960),
el cual en su libro “Contradicciones en el Estado de bienestar”, visualiza los problemas que
generaron la crisis del Estado de bienestar, en la aparici6n de nuevos problemas que no
fueron solucionados por el Estado de bienestar. Las aportaciones del profesor de la
universidad de Salamanca (España), Rafael Muñoz de Bustillo, quien en su libro “Crisis y
futuro del estado de bienestar”, hace una recopilación de las principales ponentes del
seminario (Crisis y futuro del Estado de bienestar) celebrado en la Universidad de
Salamanca. Y la recopilación más reciente de Tomás Fernández Garcia, titulada “Estado
de bienestar perspectivas y limites”, publicada en 1998, y la cual contiene una análisis de
distintos autores reconocidos en el estudio y critica del Estado de bienestar.
La investigación está estructurada en cuatro capítulos: en el primer capitulo se hace un
desarrollo de las principales definiciones del Estado de bienestar conjuntamente con los
elementos teóricos en los que se basa, argumentando las definiciones desde la perspectiva
de los distintos críticos y corrientes políticas. En el segundo capitulo se hace un análisis de
las principales políticas de bienestar social (sanidad, educación, ect,) que se aplicaron en los
distintos países de la OCDE, al igual que, los principales instrumentos o medios que utilizo
el Estado de bienestar para la aplicación de las mismas. En el tercer capitulo, se analiza al
Estado de bienestar en su evolución partiendo de sus contradicciones, siguiendo la
tendencia que ha tenido está evolución hacia el orden social de las sociedades capitalistas
avanzadas. En el último capitulo, a modo de conclusión: el lugar histórico del Estado de
bienestar, considera que el Estado de bienestar se puede retomar en su aplicación,
contemplando que a, nivel mundial se están produciendo algunos cambios sustanciales en
las estructuras de los países, lo cual nos podrían poner a pensar en la adaptación de un
Estado de bienestar, con políticas avanzadas e innovadas de intervención y bienestar
social.
I.- LA TEORIA DEL ESTADO DE BIENESTAR.
Comenzare haciendo una descripción de lo que es el Estado en la teoría marxista y en el
enfoque del Estado Capitalista. Dentro de la teoría marxista hay una disociación entre dos
enfoques contemporáneos sobre el Estado. El primer enfoque sugiere una relación
instrumental entre la clase dominante; entendida esta como el capital en su conjunto, por un
lado y el aparato estatal por el otro lado. Concibiéndose el Estado como un instrumento que
promueve y favorece los interese de la clase dominante. Por su parte el segundo enfoque
considera que el Estado no favorece a intereses específicos de la clase dominante. Y la
función del Estado es proteger y sancionar; considerada como un grupo de instituciones y
relaciones sociales. No siendo el Estado ni un "sirviente", ni un "instrumento" de alguna
clase especifica. Y su finalidad principal es de garantizar los intereses colectivos de todos
los miembros de una sociedad de clases dominadas por el capital.'
El Estado Capitalista considerado a un nivel mas abstracto- general, describe una forma
institucional que tiene el poder político, enfocado a cuatro condiciones que son las
siguientes:
l.-Producci6n privada; prohibiendole al poder político que organice la producción, que la
propiedad sea laboral o de capital, si es privada, entonces las decisiones tienen que ser
también privadas.
2.-Restricciones tributarias; el poder político depende de mecanismos impositivos que les
permiten obtener recursos materiales, lo cual lo obtienen del volumen de acumulación
privada disminuyendola.
3.-Acumulación; el poder estatal depende del proceso de acumulación, estando a favor de
condiciones políticas adaptadas a la acumulacicin privada. Siendo el auto - interés
institucional del Estado el motivo para obtener recursos que son indispensables para el
ejercicio del poder estatal.
I Offe, Claw; "Contradicciones en el Estado del bienestar", ed. Alianza, Madrid ,1990. Pag. 106
4.-Legitimación democrática; hay una determinación dual del poder político del Estado
Capitalista: la forma institucional del Estado no esta determinada por las reglas de un
gobierno democrático, mientras que el contenido material del Estado este condicionado por
los procesos de acumulación.2
El bienestar a través de la historia en al vida del ser humano la podemos observar entre sus
propios objetivos o metas que se ha propuesto realizar en busca de su felicidad, en términos
muy generales , buscando no sólo satisfacer sus necesidades básicas o de subsistencia,
también sus necesidades superiores, que únicamente el ser humano puede sentir y que
comprenden con los bienes del espíritu, llevándolo a la inclinación de los que llamamos el
"bienestar", en una realidad que esta condicionada por factores materiales. Ahora la
aspiración para cubrir todas sus necesidades, originadas por la inclinación al "bienestar",
requiere el uso de recursos que pueden ser escasos. Y que Alfred Marshall en su definición
de economía siempre contemplo, la cual esta definida como "el estudio de aquella parte de
la acción individual y social que esta más intimamente relacionada con la consecución y
usos de los requisitos materiales del bienestar".3
Por su parte de los gobiernos de los paises de la OCDE, durante la mayor parte de esté
siglo, se ha designado con el término de "bienestar", a los empeños modernos por mejorar
el nivel de vida de los individuos o grupos familiares, cuyos ingresos están por debajo de
los que los responsables de las políticas publicas consideran como mínimo. Designandole al
término una definición más amplia en los programas oficiales en materia de educación,
salud, vivienda, cultura, atencicin de los ancianos, seguros de desempleo, protección
ambiental, e ~ t . ~ Aunque a lo largo de la historia se observe que no todos los hombres
logran cubrir sus necesidades básicas, al que su propia condición de seres humanos tienen
derecho. Es cuando se requiere que el Estado intervenga para que influya en todos los
2
3
4
ibid, pag. 107. Termes Rafael, "Del Estado de bienestar a la Sociedad del Bienestar", http://www.hayek.org H . Coatsworth John, "En torno de la historia del bienestar", Desarrollo Económico, no. 144, vol. 36
6
sectores; dando lugar a lo que muchos teóricos han llamado El Esfado de bienestar, y que
en este trabajo se va a desarrollar.
EL desarrollo de los sistemas estatales de bienestar parte de cuatro grandes procesos
históricos:
Primero fue, el nacimiento del capitalismo industrial. La legislación sobre las fábricas
(Arbeiterschutz, protección de los trabajadores germánicos), higiene pública en las ciudades
industriales, y seguros sociales para los trabajadores, contra los accidentes de trabajo. Así el
Estado de bienestar parte de una cultura industrial de fábricas, movimientos de clase obrera,
protección a gran escala de bienes y planificación social y económica.
La construcción de los estados nacionales, la creación de estados nacionales organizados de
forma burocrática, fue otro de los principales procesos relacionados con el nacimiento del
Estado de bienestar, al desarrollar sistemas de pensiones para asegurar una organización
estatal efectiva y sistemas de educación para asegurar la formación de los ciudadanos.
En tercer lugar, el nacimiento del Estado de bienestar es parte de un proceso de
sucularización, es decir, la asistencia y los cuidados sociales estatales sustituyeron la
caridad de l a iglesia y sus servicios, l a educación pública despojó a la iglesia de su
autoridad sobre el mundo.
Por último, los Estados de bienestar se desarrollaron como parte de un proceso de
democratización y de las prestaciones sociales legales, siendo l a ultima fase de este proceso
l a provisión de cuidados para los niños pequeños y los ancianos, ya que permitiría a las
mujeres tener acceso a sus derechos sociales cívicos de forma total, incluyendo derechos a
participar en el mercado de trabajo y en la vida pública.
Por otra parte Muñoz de Bustillo considera; ya establecido el Estado de bienestar se
convertiría en proveedor de bienes, que se materializan en términos económicos en bienes
públicos y bienes privados. Siendo los bienes públicos, bienes de consumo general, cuyo
consumo no se puede excluir a los que no los pueden pagar, tales corno: las ayudas
familiares, l a provisión de educación y la sanidad pública universal.
Los bienes privados que ofrecían los Estados de bienestar son de tipos distintos; unos están
relacionados con las externalidades del mercado, beneficiando a un sector de la población
del que otros sectores también se beneficiaban, por ejemplo, las regulaciones sanitarias que
7
implican la extensión de una enfermedad. Otros proveen o promueven la provisión de
bienes preferentes por ejemplo, la regulación o prohibición del tabaco o alcohol. Y el tercer
tipo de bienes privados de provisión estatal son los complementos salariales, tales como las
pensiones especiales, seguros sanitarios, transferencias por enfermedad, pagos y servicios
para personas de edad avanzada y víctimas de g ~ e r r a . ~
Así la provisicin por parte del Estado de bienestar de bienes públicos y concretamente
bienes privados, es para garantizar un mínimo de subsistencia y para fomentar un aumento
en la calidad y cantidad de las condiciones de vida de toda la población. Convirtiéndose la
cantidad y/o calidad de la población en una fuente de poder o riqueza para los miembros de
un p a k 6 En este aspecto Norman considera que’ en los Estados de bienestar el gobierno es
visto como un árbitro imparcial que dicta sobre intereses en competencia, siendo visto el
poder como algo ampliamente diseminado, sin que ningún individuo o grupo este en
posición de asegurarse el dominio permanentemente de él.
Así, para Muñoz de Bustillo la provisión de bienes privados es una manifestación de las
relaciones de poder entre los Estados de bienestar y que pueden adaptar compromisos más
o menos estables y que por lo tanto esta sujeta a cambios en las relaciones sociales de
poder; dándose en los Estados de bienestar de la Europa Continental, ya que esos países son
preponderantemente proveedores de bienes privados y que cubren distintos tipos de
intereses, generando así que estos países sean más o menos conflictivos o menos estables.
l. I .- Conceptualizacih del Estado de Bienestar
El Estado de bienestar tiene antecedentes muy remotos, pero se ha desarrollado
extraordinariamente a partir de la Segunda Guerra Mundial en Europa occidental y en
muchos países más como Estados Unidos, entre otros. En este proceso de desarrollo del
Estado de bienestar a habido un gran consenso entre las diferentes tendencias ideológicas y
políticas: entre conservadores y liberales, socialistas y democratacristianos; haciendo
~ ~~
6
7
Muñoz de Bustillo R., “Crisis y futuro del Estado del bienestar”, ed. Alianza, Madid, 1989. Pag. 89. Ibid, pag. 86. Norman Johnson, “El Estado de bienestar en transición la teoría y la práctica del pluralismo de bienestar”,
ed. Ministerio de trabajo y seguridad social, Madrid, 1990, pag. 47.
grandes y valiosas aportaciones teóricas y conceptuales, en la construcción del Estado de
bienestar.
Entre las definiciones que se dan al Estado de bienestar, Josep Miralles en su ensayo lo
subraya como "un proceso en el cual se ha abandonado en la practica algunos elementos de
la teoria liberal del Estado", porque en su análisis considera que el Estado ha dejado de ser
"no intervencionista" y se ha considerado que era responsabilidad primordial conseguir;
una situación de plena ocupación, un sistema de seguridad social que cubriera la totalidad
de la población, generalización de un alto consumo y la garantía de un nivel de vida
mínimo incluso para los mas desfavorecidos. 8
Por su parte Claus Offe en su interpretación critica de la función de las ciencias sociales,
utiliza una versión de l a teoría de sisfernas alemán para definir al Estado de bienestar. Las
sociedades capitalistas se analizan como sistemas estructurados por tres subsistemas
independientes entre si, pero organizados de modo distinto. Incluyendo los subsistemas las
estructuras de socialización, la producción de bienes y las relaciones de la economía
capitalista; el Estado de bienestar organizando los mecanismos de poder y coacción política
y administrativa. En esta perspectiva Offe define al Estado de bienestar como "un grupo
multi - funcional y heterogéneo de instituciones políticas y administrativas, cuyo propósito
es manejar las estructuras de socialización y la economía capitalista".'
Rechazando por su parte Offe la idea estrecha y convencional del Estado de bienestar
como proveedor de servicios sociales. Alegando que después de la Segunda Guerra
Mundial el subsistema político ha realizado un papel de coordinador entre el conjunto del
sistema. Definiéndose los Estados de bienestar en términos más amplios por la meta del
"manejo de la crisis"; esto es por la regulación de los procesos de socialización y
acumulación de capital en el interior de sus estructuras. Indica offe que el carácter multi - funcional del Estado de bienestar a popularizado su eficiencia en el manejo de la crisis, y el
apoyo en diversas técnicas de intervención, como la regulación burocrática, las
transferencias monetarias y la pericia de expertos. Pero también Offe alega que los Estados
de bienestar están dejando de ser la rápida solución a los problemas socio-políticos
8 Miralles josep. "El Estado de bienestar y perspectivas". Http:Nwwwfespinal.com/espinalles49.htm
9
generados por la sociedad capitalista, porque los sistemas de vida social y económica ya no
se armonizan con las exigencias del sistema político y administrativo."
Rafael Mufioz de Bustillo (profesor de la Universidad de Salamanca, España), en su
análisis del Estado de bienestar, en lo que se refiere a "Estado", lo ve condicionado por un
fuerte contenido ideológico. Cuando se habla de Estado de bienestar considera que contiene
en su interior una pluralidad de formas, el cual puede adoptar, como diseños alternativos de
sociedad, incorporando así componentes normativos. La gran depresión de los años treinta
va a suponer un cambio radical en el papel del Estado como agente económico y en general
en todas las funciones que le corresponden al Estado; asumiendo la responsabilidad de
poner en marcha mecanismos para asegurar el pleno empleo de los recursos.
Convirtiéndose el gasto público en el mecanismo más adecuado para compensar las
variaciones del nivel de actividad productiva inherentes al sistema capitalista. De ahí la
importancia de la "revolución keynesiana" para explicar la aparición y generacibn del
Estado de bienestar, entendido como "aquel conjunto de actuaciones publicas tendientes a garantizar a todo ciudadano de una nación, por el simple hecho de serlo, el acceso a un
mínimo de servicios que garanticen su supervivencia (entendida en términos sociales y no
estrictamente biol6gicos)". ' I
Así la aceptación de los principios keynesianos de política presupuestaria tiene el efecto de
crear una base económica que permite la actuación del Estado en tnúltiples áreas del
funcionamiento de la sociedad. Desde el punto de vista de Muñoz de Bustillo , la política
keynesiana es central al Estado de bienestar no tanto como garante del pleno empleo, sino
en cuanto a que aumenta la intervención económica del Estado, sin la cual la política social
no tendría resultados favorables para la sociedad en su conjunto. Todo análisis del Estado
de bienestar, no se puede realizar sin considerar que la intervención estatal en la economía
es una de las características del capitalismo. Dentro de las criticas que se le hacen al Estado
de bienestar en cuanto a no intervenir en la economía puedo considerar que no hay
fundamentos te6ricos suficientes que justifiquen el desmantelamiento del Estado de
9 offe Claus, "Contradicciones en el Estado del bienestar", ed. Alianza, México; 1990. Pag. 17.
MuRoz de Bustillo, R. "Crisis y futuro del Estado del bienestar", ed. Alianza, Madrid, 1989. Pag.25. lo Ibid, pag. 19. I I
10
bienestar. Lo que se tendria que hacer es revisar los instrumentos que utiliza el Estado con
respecto a la producción, por razones de eficiencia y razones políticas.
Otro autor Ian Gough al plantearse l a pregunta ¿qué es el Estado de bienestar? muestra una
definición general (a partir de la economía política marxista). En su definición general,
define al Estado de bienestar, como un conjunto de servicios sociales provistos por el
Estado, en dinero o especie, así como la regulación de actividades privadas de individuos o
empresas.
Y, en su definición particular, define al Estado de bienestar como: “la utilización del poder,
por parte del Estado, para modificar la reproducción de la fuerza de trabajo y controlar la
población no activa de las sociedades capitalistas” 1 2 , es decir la reproducción presente y
futura de la fuerza de trabajo y la redistribución de bienes y servicios a sectores de la
población pasiva, como son los niños, ancianos, incapacitados y otros grupos sociales
marginados. De esta forma presenta al Estado de bienestar como una parte importante del
estado intervencionista.
Por su parte el autor británico Fraser considera que el Estado de bienestar no fue producto
de un acto de creación espontáneo en los años de la postguerra, sino el último estadio de un
proceso dinámico de ajuste entre el individuo y la sociedad. “Así el Estado de bienestar no
nació, se desarrollo.
Juan Manuel Egulagaray Ucelay considera que detrás del concepto del Estado de
bienestar no sólo se halla una determinada forma de cobertura de contingencias sociales,
también, una configuración del papel mismo del Estado en la sociedad y especialmente una
determinada caracterización de las responsabilidades colectivas y de los individuos. Siendo
el Estado de bienestar un conjunto de elementos en combinaciones, tales como su propia
intervención para hacer frente a las consecuencias socialmente inesperadas; la
institucionalizacicin de sistemas de protección y la edificación de sistemas de ayudas para
toda l a poblacicin.
14
12
13 Ian Gough, “Economia politica del Estado del bienestar”, ed. H . Blue, Madrid, 1982, pag. 15. Norman Johnson, “El Estado de bienestar en transición, la teoría y la practica del pluralismo de bienestar”,
Tomás Fernández Garcia, Estado de bienestar perspectivas y limites”, ed. Universidad de Castilla-la ed. Ministerio de trabajo y seguridad social, Madrid 1990, pag. 18
Mancha, España, 1998. Pag 56
14
1 1
1.2.- Corrientes y elementos teóricos del Estado de bienestar.
A partir de la crisis de 1929 se definió la necesidad práctica que tiene el Estado para
intervenir en la economía, no sólo en proyectos dirigidos al bienestar social, sino en el
sector productivo de la economía. Por su parte la teoría keynesiana durante la gran
depresión actúo sobre la demanda a través del Estado. Dándose así la expansión de
programas de bienestar para cubrir la necesidades más primarias y con políticas regular el
mercado y reactivar el consumo.
El Estado de bienestar actúo así, con gran éxito en muchos países como Estados Unidos y
otros países Europeos. En donde hubo un período de crecimiento económico asegurando el
nivel de vida de la población, el empleo, los servicios sociales (salud, educación, jubilación,
ect), incentivando el mercado y la producción, fomentando la paz, la estabilidad social y
siendo un ferviente defensor del consenso entre las distintas fuerzas sociales. Los cambios
que realizo el Estado de bienestar se dieron no sólo en la distribución de la renta y en la
acumulación de capital, sino también en l a productividad del trabajo y en muchos de los
valores y derechos que se fueron adquiriendo durante su periodo.
Las características principales del Estado de bienestar, haciendo referencia al sistema social
desarrollado en las democracias capitalistas industrializadas como Gran Bretaña, después
de la Segunda Guerra Mundial y que prácticamente permanecieron intactas hasta mediados
de 10s años setenta son las siguientes:
I .-La intervención estatal en la economía para mantener el pleno empleo o, al menos,
garantizar un alto nivel de ocupación.
2.-Provisión pública de una serie de servicios sociales universales, incluyendo
transferencias para cubrir las necesidades humanas básicas de los ciudadanos en una
sociedad compleja y cambiante (como por ejemplo: educación, salud, pensiones y
vivienda). Para esto entendemos como universalidad que los servicios sociales están
dirigidos a todos los grupos de renta y para acceder a esos servicios no es necesario tener
12
ningún tipo de nivel de ingreso. Teniendo estos servicios el objetivo de provisión de
seguridad social en un sentido amplio.
3.-Responsabilidad estatal en el mantenimiento de un nivel minimo de vida, entendido
como un derecho social, es decir, no como caridad pública para la minoría, sino como un
problema de responsabilidad colectiva hacia todos los ciudadanos de una comunidad
nacional moderna y democrática.'5
Estas ideas básicas están basadas en que el Estado podía y debía tratar de alcanzar esos
objetivos dentro del marco de la democracia capitalista. Aunque hubo controversias
ideológicas, tanto desde la extrema derecha como desde la extrema izquierda, ambos
tuvieron un consenso significativo sobre el Estado de bienestar en el sentido de que podía
ser posible como forma de organización social. En otras palabras el Estado de bienestar
ofrecía una atractiva y efectiva "vía intermedia" entre el capitalismo liberal y el socialismo
burocrático de Estado.
El pensamiento liberal - democrático o pluralista naciente con las doctrinas liberales del
Estado y que en su primera etapa se preocupo por su aparato legal e institucional. Y que
después de la Segunda Guerra Mundial ha conocido una nueva proyección en el área
angloamericana. Concibiendo esta corriente al Estado como, un conjunto de instituciones
políticamente necesarias para crear, definir y reforzar el marco regulador en el que operan
las distintas fuerzas políticas, económicas y sociales. En esta perspectiva el Estado de
bienestar para la corriente liberal - demócrata, nace con el advenimiento de la
industrialización, la complejidad y la modernización de la sociedad.
En un sistema capitalista el sector productivo genera demandas funcionales en el campo de
la política del bienestar que se deben cubrir, es decir, las transformaciones generales de la
sociedad industrial que dan lugar al nacimiento de grupos sociales que reclaman derechos,
legislación proteccionista, libertades, ect. Y es el Estado el que se apresta con orientación
pragmática a solucionar estas demandas con intervenciones. En este contexto el Estado de
bienestar se convierte en un aspecto de la política económica en función de la actuación de
una serie de valores humanos, suponiendo una modificación de las estructuras sociales
Muñoz de Bustillo, R, "Crisis y futuro del Estado del bienestar", ed. Alianza, Madrid, 1989. Pag.56.
13
conectadas directa o indirectamente al proceso productivo, aunque estas modificaciones no
ponen en discusión las estructuras fundamentales de la organización social.16
Un aspecto importante en el Estado de bienestar es el corporativismo el cual se ha
extendido como un instrumento político del Estado de bienestar, organizándose la sociedad
en formas políticas mas diversas como es la corporación, siendo está una forma muy
cambiante tanto en su representatividad como en su intervención. Siendo el Estado de
bienestar social corporativista un resultado en la incorporación de objetivos de política
social en los medios de política económica.
Por su parte la corriente de pensamiento social demócrata, entre sus fundamentos teóricos y
sus actores como Titmus, considera que la sociedad tiene el derecho de escoger entre
valores contrapuestos y servicios sociales que decida o requiera, fomentar el sentido
comunitario y por último ayudar a crear una sociedad mas justa e integrada. Y que la
función primordial del Estado de bienestar es intervenir en la distribución de bienes y el
consumo. Así los gobiernos socialistas podrían usar al Estado de bienestar para crear una
sociedad más igualitaria a través de medidas constitucionales y pacificas.
Los social demócratas arguyen que a través de una serie de medidas políticas, fiscales y
sociales, el Estado puede ejercer un control indirecto sobre el mercado, el desarrollo de
servicios colectivos y la tendencia a la igualdad de la renta a través de una fiscalización
progresiva. Y podrían dirigir a la sociedad hacia el socialismo sin necesidad de embarcarse
en planes económicos detallados.'7
Por su parte Marshall trata el "bienestar", desde un punto de vista más teórico, planteando
que la lucha contra la desigualdad es un problema estructural (la pobreza puede ser abolida
en una sociedad permaneciendo su estructura fundamentalmente injusta), acentuando los
aspectos econcimicos del Estado de bienestar, y la división social del trabajo. Considerando
una visión de que en el futuro la sociedad se dirigiría hacia la igualdad. Siendo parte del
pensamiento de Marschall base teórica para el Estado de bienestar en muchos países,
16 Picó, Josep11,"teorías sobre el Estado del bienestar", ed. Siglo XXI, México, 1987
14
Por último CIaus Offe concibe al Estado de bienestar en sus fundamentos teóricos no como
un mecanismo que se limita desde fuera a garantizar las condiciones de acumulación
capitalista, sino como un sistema político que organiza, programa y controla el desarrollo
económico a través de un conjunto multifuncional de instituciones políticas y
administrativas, cuyo propósito es gestar las estructuras de socialización y la economía
capitalista.'' Así con estos elementos teóricos en el siguiente capitulo se desarrollara la
política social llevada a cabo por los gobiernos de los Estados de bienestar.
17
18 Ibid. pag. 21 Ibid. p a g 62.
1s
11.- La Política Social y los instrumentos de su realización en el Estado de Bienestar.
Con el fin de desentrañar los orígenes y funciones de la Política Social en el Estado de
bienestar, Ian Gough, comienza mencionando el estudio de Marx, acerca de las leyes de las
fábricas británicas en el siglo XIX. En donde éI demostraba cómo la Ley de las Diez Horas
y demás legislaciones de las fábricas eran el resultado de una lucha sin cuartel entre la clase
trabajadora y su explotación. Y que sin embargo en último término, sirvió a los intereses a
largo plazo del capital, evitando la explotación excesiva y el agotamiento de la fuerza de
trabajo.
Los intereses económicos a corto plazo de cada capitalista individual en concreto entraban
en conflicto con sus intereses colectivos a largo plazo como lo menciona Ian; al capital no
le importa la salud ni los años de vida del trabajador, a menos que la sociedad lo obligue
hacerlo. l 9 Es por eso que la intervención del Estado era necesaria para vencer las presiones
anónimas del mercado sobre cada empresa privada. Dicha intervención era en todos los
sectores, básicamente desarrollando políticas sociales acorde con las necesidades de la
población.
La construcción del Estado de bienestar de la postguerra se basó en la suposición
fundamental de que la familia y el ciclo de vida del ciudadano son la base. En primer lugar
el papel del Estado, en la seguridad social, tendiendo hacia el ideal del pleno empleo,
pretendiendo que la seguridad social fuese dirigida esencialmente a aquellos que no eran
capaces de trabajar; y en segundo lugar, el Estado de bienestar asumiría que la
esposdmadre sería la principal proveedora del cuidado social.20
19
20 Gough Ian, “Economía Política del Estado del bienestar”, ed. H. Blume , Madrid, España, 1982. Pag. 127.
Esping-Andrersen Gosta, Fernández Garcia Tomás, “Estado de bienestar Perspectivas y limites”, ed, Universidad de Castilla-La Mancha, Madrid España, 1998. Pag. 27
16
Es así que la aparición de la Política Social en el Estado de bienestar está procedida de una
serie de cambios que Norman Johnson enumera así:
1)la introducción y ampliación de una serie de servicios sociales en los que se incluía la
seguridad social, el Servicio Nacional de Salud, los servicios de educación, vivienda y
empleo, y los de asistencia a los ancianos y a los minusválidos, así como a los niños
necesitados; 2) el mantenimiento del pleno empleo como el objetivo primordial.2’ Para ello
en esté capitulo se desarrollará la política social que implanto el Estado de bienestar durante
las siguientes décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, especificando los objetivos
de las políticas sociales y los medios o instrumentos elaborados para su aplicación.
2.1.- La Política Social en el Estado de Bienestar.
El Estado de bienestar más que satisfacer las necesidades primarias, su campo de actuación
ha sido y es, mitigar los problemas más urgentes creados por el crecimiento industrial y
urbano, a través de políticas tales como: políticas educativas (como adaptación al continuo
cambio tecnológico y mecanismo de reproducción social), políticas de vivienda para la
fuerza de trabajo en crecimiento y emigrante; y políticas sanitarias para subsanar las
consecuencias de los accidentes laborales; ect.22 Dentro de este planteamiento Ian
establece que el Estado de bienestar en el desarrollo de sus políticas tiene como objetivo la
satisfacción de las necesidades humanas y la mejora del bienestar humano. Así el propósito
de la política social es la aumento del bienestar humano y la imposición de valores más
civilizados sobre los valores del sistema de mercado capitalista. Y que ’I’itmus reafirmaba
en el sentido de que l a política social se dirigía a toda una gama de necesidades: materiales,
culturales, emocionales, ect. 23
Por su parte Myrdal,24 realiza una afirmación respecto a la política social, decía: que todos
los países de la OCDE reconocían que, sí había una buena aplicación de los servicios
21 Johnson Norman, ‘‘El estado de bienestar en transición la teoría y la práctica del pluralismo de bienestar”,
Gough Ian, “Economía Política del Estado del Bienestar”, ed., H.Blume, Madrid, España, 1982. Pag. 20. Ibid, pag. 49. Johnson Norman, ob., cit., pag., 2 3 .
ed. Ministerio de trabajo y seguridad social, Madrid, España, 1990. Pag. 17. 22
23
24
17
sociales, esto generaría un potencial para aumentar la productividad, estimular la movilidad
de las empresas y los trabajadores, y mantener el consumo.
Aumentando la productividad en el sentido de mejorar la calidad de la fuerza de trabajo, lo
que es especialmente aceptado en lo que se refiere por ejemplo en los servicios de
educación y salud. La estimulación a la movilidad, por medio de políticas regionales que
hicieran estimular a las industrias a que trasladarán filiales o plantas a otras regiones (a
áreas económicamente deprimidas), y políticas de movilidad laboral que permitieran a la
población transladarse a lugares donde existe empleo. Y, mantener el consumo a través de
políticas que impulsen y generen más prestaciones a enfermos, desempleados y jubilados,
ya que así estas personas seguirán siendo consumidores activos, lo que permitirh seguir
fomentando el pleno empleo, como objetivo principal del Estado de bienestar.
Por ello Norman resume, que la mayoría de las políticas de bienestar tienen una dimensión
familiar: la seguridad social, los servicios de salud, los servicios para los viejos y los
minusválidos, l a educación y el cuidado de los niños, la vivienda, el transporte y el empleo.
Aplicadas a través de políticas de seguridad social, políticas destinadas a ayudar a los
cuidadores de la familia y políticas del mercado de trabajo para las mujere~/madres.~~ Y
que más adelante se desarrollarán.
Por su parte, Ma. considera que la política social del Estado de bienestar se
sustenta en los principios de universalidad de los derechos sociales, la igualdad de
oportunidades, prevención, desarrollo social, cooperación y responsabilidad social, ect.
Teniendo como objetivos principales:
a) Garantizar l a atención de necesidades básicas al conjunto de la población, mediante la
puesta en marcha del principio de igualdad de derechos de todos los ciudadanos,
haciendo efectivo este principio mediante la universalización de las prestaciones básicas
que han de afectar los a los sistemas públicos de sanidad, educación, pensiones,
servicios sociales, desempleo, ect. Y no sólo garantizar esa atención sino también
*’ Ibid, pag. 1 17.
ed. LJniversidad de Castilla-La Mancha, España, 1998. Pag. 228.
26 L a s Heras Pinilla M a . Patrocinio, Fernández Garcia Tomás, “Estado de bienestar perspectivas y limites”,
18
mantener la calidad y estructura de los servicios universales existentes, para no recurrir
a la selectividad o a la privatización de ellos. 27
b) Defender la igualdad de oportunidades al acceso de los recursos y servicios públicos de
forma normalizada y a la promoción y desarrollo integral de las personas y grupos
sociales desfavorecidos, garantizando en esta línea, el respeto a su identidad diferencial,
mediante programas y/o planes integrales de acción positiva.
c) Asegurar un tratamiento integral de las personas y grupos ante sus necesidades sociales,
estableciendo mecanismos de coordinación interdepartamental entre los diferentes
sectores de la sociedad para que den globalidad y eficiencia a la política social.
d) Prevenir la marginación y la pobreza con planes de desarrollo social y lucha contra la
pobreza, fomentando la planificación local integrada desde los propios recursos
humanos y socioeconómicos de la comunidad potenciando su integración y cohesión
social. Reafirmando así el Estado de bienestar su comproniso de aumentar los niveles
de calidad de vida de la población.2R
Es a partir de estos ob-jetivos que Ma. Patrocinio resume en dos apartados, los objetivos
generales de la política de bienestar social: en primer lugar el garantizar una protección
social a través de una serie de sistemas y servicios públicos (sanidad, ayudas familiares,
desempleo, cultura, deporte, ect.) que garanticen los derechos universales a todos los
individuos o grupos sociales (la familia, la infancia, la juventud, la mujer, personas
minusválidas o de la tercera edad, presos y ex reclusos, minorías étnicas, transeúntes e
indigentes, alcohólicos, emigrantes y refugiados, ect.), ante situaciones de necesidad;
procurando el acceso de los recursos sociales a toda la población, con la finalidad de
prevenir desigualdades en el uso de dichos recursos; y así permitir una mayor convivencia
personal e integracirin social. Y en segundo lugar el promover la cooperación social, con
organizaciones no gubernamentales a través de instituciones sin fin de lucro ( tales como:
17
zx Muñoz de Bustillo R. “Crisis y futuro del Estado del bienestar”, ed. Alianza, Madrid, 1989. Pag. 70. Ibid, pag. 72.
19
Asociaciones, Grupos de autoayuda, Voluntariado social, Fideicomisos, ect), con el fin de
fomentar la solidaridad social.
En cuanto al enfoque que Muñoz de Bustillo plantea sobre los objetivos de la política
social, éI determina que el objetivo primordial de las políticas en el Estado de bienestar es
el mantenimiento del pleno empleo. Y lo visualiza a través de las políticas implantadas por
el gobierno socialdémocrata en Suecia y en Australia.
En Suecia dicho gobierno bazo sus políticas de lucha contra la inflación mediante el
control voluntario de los salarios (y los precios); permitiendo así que se impulsara y
activara su economía; manteniendo bajas tasas de interés y conservando los puestos de
trabajo generados. De esta forma se adopto la forma de un sistema centralizado de
negociación salarial con el objetivo de alcanzar una política salarial nacional y
vo~untaria.~’
En Australia también se aplicó está política salarial a través de ”la junta del mercado de
trabajo”, que era una organización tripartita (en donde participaban representantes de: los
sindicatos, los empresarios y el gobierno) y que ayudo a conseguir el pleno empleo
mediante la puesta en marcha de políticas anticíclicas de inversión (las cuales consistían en
crear condiciones favorables para que los empresarios invirtieran en sectores económicos
con un mayor crecimiento); políticas extensivas de empleo, las cuales incluían programas
de formación, reciclaje y reasignación de trabajadores ( permitiendo reciclar a los
trabajadores redundantes de las industria en declive con baja productividad y en su caso
prepararlos para empleos más productivos y mejor pagados); y ayudas para los
desempleados conjuntanlente con programas de empleo público. Ayudando estas políticas
y programas a la modernización de la industria.
Para que se cumpliera este objetivo de mantener el pleno empleo, Muñoz de Bustillo,
observo que se cumplió en nlucllos países de la OCDE; a través de políticas de estilo
29 Ibid, pag. 69.
20
keynesiano, las cuales eran dirigidas al aumento de los gastos públicos, y que
consecuentemente traía un déficit presupuesta1 en constante crecimiento, siendo favorable
este fenómeno al conjunto de las economías ya que les daba tiempo para adaptarse a los
cambios y reestructurarse. Así el desarrollo de políticas de tipo keynesiano funcionaron
favorablemente, ya que en pocos años se superaron los desequilibrios económicos y así
estos países continuaron con la senda del crecimiento. 30
Para Muñoz de Bustillo el segundo objetivo principal que tienen las políticas de bienestar
social, es hacer más justa la asignación de bienes posicionales (bienes cuyas características
fundamentales son: el tratarse de bienes cuya oferta en unidad de calidad constante es un
precio inelástico y porque son bienes con una elasticidad - renta mayor que l a unidad; es
decir bienes con precios altos, que van desde bienes fisicos, hasta servicios domésticos),
por ello, para que se cumpla este objetivo, es necesaria la intervención del Estado en la
economía (en el marco del contrato social posicional del Estado de bienestar), y así
generarse una mejor distribución de la renta, procurando que la mayoría de la población
tenga la posibilidad de acceder a esos bienes aunque sus ingresos sean menores.3* Estas
intervenciones fueron múltiples, desde leyes que determinan como uso público la
utilización de recursos naturales tales como los ríos y los mares, la provisión pública de
zonas verdes, hasta el derecho prioritario de obras de arte con destino a los museos
públicos.
Dentro de la argumentación que definen los distintos autores, establecen como factor
comb ( para el cumplimiento de la política social), un constante crecimiento del gasto
social real. En el cuatro I observamos que durante el periodo de 1960 a 1975, en todos los
países de la OCDE hubo tasas anuales de crecimiento muy positivas en sus distintos
sectores (tales como la educación, salud, pensiones y desempleo).
3 o Ibid, pag. 72
21
TASAS ANUALES DE CRECIMIENTO DEL GASTO SOCIAL REAL (%),
1960-1975. Educación Salud Pensiones Desempleo 1960-75 1960-75 S 960-75 1960-75
Canadá 8.4 13.0 8.3 10.7
Francia " 10.9 7.7 15.9 Alemania 7.2 6.6 6.3 23.9 Italia 4.6 6.7 9.6 11.4 Japón 5.7 12.2 12.7 12.7 Gran Bretaña 5.0 3.4 5.9 10.3 USA 6.1 10.3 7.2 8.3 Australia 8.9 9.1 8.5 24.3 Finlandia 3.0 11.9 11.1 31.7 Irlanda 7.4 7.7 8.2 14.3 Países Bajos 4.3 11.4 10.3 13.2 Nueva Zelanda 5.2 3.5 5.2 21.5 Noruega 6.9 9.0 12.1 2.6 Suecia 3.4 11.3 8.7 7.0 Fuente: Gasto Social, 1960-1990 (OCIJE, París. 1985).
Con respecto al aumento en las tasas anuales del Gasto Social Real, Juan Manuel
Egulagaray Ucelay, considera que el sistema de seguridad social, ha evolucionado en las
ultimas décadas en el continente europeo ya que gran parte de los recursos del gasto social
son dirigidos a la protección social( entendida por Egulagaray como; el conjunto de
funciones relativas a enfermedad, invalidez, accidentes laborales, enfermedades
profesionales, vejez, maternidad, familia, proporción de la ocupación, vivienda y otros), ya
que observa en datos de la Eurostat, el porcentaje del PIB europeo dedicado a está
finalidad pasó de ser un 19% en 1970, a un 24.3% en 1980, alcanzar el 26.0% en 1985 y
estabilizarse en 25.3% en 1990, es decir, un crecimiento continuo hasta el primera mitad de
los años 80, para estabilizarse ligeramente a partir de esta fecha en cifras de un cuarto del
PIB europeo. Y afirma que a pesar de la recesión de los años siguientes aún se elevaría
esta proporción hasta un 28.85% en S993 de lo cual el autor entiende que el sistema de
seguridad social a seguido creciendo; producto de un aumento de las necesidades de la
poblacibn y por ello un aumento en el gasto social real como proporción del PlB.32
31
32 Ibid, pag. 102 Egulagaray lJcelay Juan Manuel, Fernández Garcia Tomas, ob. Cit. Pag. 57
22
2.2.- Instrumentos de realización de la Política Social en el Estado de
Bienestar.
La característica y objetivo primordial que tiene el Estado de bienestar desde su aparición
es la “ l i t t e ~ ~ c ~ t ~ i b ~ t ” en todos los sectores políticos, económicos y sociales de una nación.
Es así, que está intervención es el denominador común de todos los instrumentos
desarrollados y aplicados por el Estado de bienestar. En está cuestión Ian afirma que; la
función de planificación y organización estatal de la reproducción social no es más que la
intervención del Estado en los procesos de reproducción biológica, consumo económico y
socialización, en suma en el proceso de reproducción social del individuo.33
Así para Ian l a funci6n de reproducción toma dos modalidades en torno a los instrumentos
de l a política social: uno es el salario social, el cual consiste en el conjunto de beneficios
que se dividen en: dinero (referidas a las concesiones de dinero que el Estado da, con lo que
se puede adquirir bienes o servicios, tal es el ejemplo de las pensiones o las becas para los
estudiantes) y servicios en especie (referidas a aquellas actividades estatales donde el
Estado produce directamente un servicio y que se puede adquirir gratis o a un precio
subvencionado, por ejemplo subsidios del Servicio Nacional de Salud, Educación o
Asistencia Social). Teniendo l a ventaja esté instrumento de poder considerar obligatorio la
adquisición del bien o servicio, o en su caso el consumidor no contemplarlo necesariamente
como beneficio; por ejemplo en el caso de los servicios penitenciarios, con el cual Ian
ejemplifica, y reafirma que todos los servicios sociales combinan elementos de control y
provisión de servicios.3J
Por su parte Norman .lohnson, en cuanto a los medios de realizacibn de las políticas de
bienestar parte de tres políticas: - -__
33 Gough lan, ob., cit., pag., 24.
23
1 )¡,as i’oli(icas de Sepridad Social.
Partiendo Norman, de que las prestaciones familiares, las asignaciones por los hijos, y las
prestaciones de maternidad están disponibles en el Estado de bienestar sobre la base
universal. Y observando en el caso de; Los Estados Unidos en donde la ayuda a las
familias con hijos dependientes se realiza a través de una institución (AFDC= Aid to
Fanlilies with Dependent Children), la cual realiza planes de investigación de las carencias
materiales y las necesidades de las familias. Dichas ayudas o prestaciones se dirigen a las
familias pobres o a las de un solo miembro o a las que tienen uno de los padres
incapacitado fisicamente o, cuando los padres están desempleados.
En este aspecto en Francia, existen asignaciones familiares (que son pagos por todos los
hijos dependientes hasta la edad de 20 años), suplementos de ingresos familiares,
prestaciones ante y postnatales (pagadas durante nueve y dos años), y asignaciones para el
comienzo de la escolaridad.
En Austria existen prestaciones de matrimonio para aquellos que se casan por primera vez,
asignaciones familiares (pagaderas por todos los hijos nienores de diecinueve años), una
cantidad por el nacimiento de un hijo (pagadera en el momento del nacimiento y cuando el
niño cumple su primer año), prestaciones de maternidad (pagadera a las madres
trabajadoras a una tasa equivalente a los ingresos netos previos). Además, las madres tienen
derecho a un año de permiso por maternidad sin paga durante el cual recibirán una
asignación para compensarlas por la pérdida de los ingresos, y sí las madres lactantes
siguen trabajando tiene derecho a un mínimo de cuarenta y cinco minutos diarios para
permitir atender a sus hijos. Lo que le permite afirmar a Norman de acuerdo con Miinz y
Wintersberger, que la política familiar ha sido utilizada, desde 1970, como un instrumento
de redistribución vertical.35
34
35 Ibid., ob., cit., psg., S 1, Johnson Norman, ob., cit., pag., 1 19.
24
En Suecia además de las prestaciones normales de maternidad y por los hijos, tiene un
sistema de seguro paternal que permite a los nuevos padres dejen de trabajar durante seis
meses y reciban prestaciones equivalentes al 90?6 de los ingresos perdido^.'^
Estadísticas de la OCDE muestran que en muchos países, los mayores porcentajes de los
ingresos de las familias, provienen de la distribución que realiza el Estado por medio de
asignaciones familiares, pensiones, sueldos y salarios o en su caso a las personas
desempleadas con un seguro de desempleo. Así uno de los principales componentes del
ingreso de las familias proviene de los programas y políticas estatales, y que en general
representan entre un 40% y un 60% en los países como Gran Bretaña, Suecia y Australia. 37
2)Políticas destinadas a aytdar a los czritladores de las fanzilias.
El cuidado de la familia generalmente recae más sobre las mujeres que sobre los hombres;
es así que el Estado de bienestar desarrolla instrumentos para apoyar a las cuidadoras de la
familia, mediante l a provisión de servicios domiciliarios tales como ayuda doméstica,
visitadores médicos, comidas a domicilio, enfermería familiar y apoyo a los trabajadores
sociales. En muchos países occidentales estos servicios son obligatorios, aunque hay que
pagar una cantidad por ellos. En los Estados Unidos, es normal que estos servicios se
obtengan a partir de fuentes privadas o voluntarias, ya que por ejemplo tan sólo en 1979
hubo más de 6,600 programas de nutrición, que dieron diariamente más de 250,000
comidas a las familias.38
3)l'olíticas sobre el mercado de trabajo para las nztrjeres.'1?2a~ires.
En este punto Norman contempla que en el Estado de bienestar no sdo la cabeza de l a
familia (en su caso el padre) debe de tener empleo, sino que también el Estado de bienestar
contempla la generación de empleos para las mujeredmadres. Es así que los partidos
social-demhcratas en los Estados de bienestar seguían la opinión de que las mujeres deben
tener el derecho a trabajar, o en realidad de que las mujeres deberían de trabajar.
Llevandose a cabo a través de u n aumento de las plazas en las guarderías, para asegurar
36
37
3 8
Ibid., pag., 122. Muííoz de Bustillo R. , ob., cit., pag., 95. Johnson Norman, ob., cit., pag., 120
25
que todo niño de más de dieciocho meses tuviera asegurada una plaza en alguna guardería,
y así está provisión de plazas permitiera trabajar a las Ya sea en un empleo con
tiempo completo o en su caso con tiempo parcial, de tal manera que les permitiera a las
madres estar más tiempo con sus familias.
Ma. Patrocinio por su parte considera como medios e instrumentos llevados a cabo por
parte del Estado de bienestar, en la aplicación de las políticas sociales de bienestar a:
a)I,a inrplmtacicin de Sisterms Públicos de Servicios Sociales.
Esta implantación de Sistemas Públicos de Servicios Sociales, se realiza a través de la
legislación reguladora de los derechos sociales (es decir en la generación de una serie de
leyes que regulen u obliguen la aplicación de servicios sociales), para observar está
cuestión Ma. Patrocinio hace referencia al caso español en donde se promulgaron leyes
tales como: Leyes de Servicios Sociales de las Comunidades Autónonlas, en las que se
definen las necesidades concretas de la población, así como las respuestas a esas
necesidades desde los servicios sociales (con prestaciones homógeneas y redes de
servicios), y que son la base del sistema público de servicios sociales en España; Leyes de
Rases de Régimen Local, en donde se establece la obligatoriedad de los ayuntamientos a
prestar servicios sociales, tal es el ejemplo de la Beneficencia Pública española; Leyes de
Pensiones y Prestaciones Sociales no Contributivas, haciendo una extensión a todos los
ciudadanos en función de los objetivos de situaciones de protección; y el desarrollo por
parte del gobierno español de un Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios
Sociales, realizado a través de las concertaciones entre las administraciones locales, esto
para garantizar los derechos básicos, que en servicios sociales, han de tener todos los
ciudadanos españoles con igualdad de condiciones independientemente de su
territorialidad.“)
b)l’lanes l~ttegrrrles p r o la lglraldnd de c~pomuzidua’es.
El Estado de bienestar desarrolló políticas de integración que generaban la igualdad de
oportunidades entre los distintos grupos sociales, a través de planes que requerían el
39 Ibid., pag., 122
26
establecimiento de mecanismos de cooperación interdepartamental (entre las instituciones
que proporcionaban las prestaciones de bienes y servicios); y así permitir l a coordinación
de políticas interistitucionales y sociales. Estos planes se estructuraron para que se
cubrieran ciertas medidas tales como: medios compensatorios (con el desarrollo de poderes
conzpel?sa/orio,~: que van desde el fortalecimiento del movimiento obrero organizado con la
consolidación de los sindicatos, hasta las asociaciones de consumidores; pero no sólo el
Estado de bienestar impulsaba su generación, sino que también reglamentaba sus
actividades con toda una gama de legislaciones sociales; desde leyes para las fábricas hasta
la protección del consumidor)”’ para facilitar el acceso de los bienes y servicios a toda la
comunidad; medios preventivos, medios de apoyo al asociacionismo como garantía de
solidaridad social y autoayuda, y medios de mentalización social orientados al desarrollo de
una cultura ciudadana de c o n v i ~ e n c i a . ~ ~
c) Planes de I l e s a ~ - ~ d l o Social.
Los Planes de Desarrollo Social que consolido el Estado de bienestar tienen como
mecanismo de aplicación; la articulación de políticas: sociales, industriales, culturales, ect.,
(en cooperación con las distintas Breas de la administración pública y la creación de la
infraestructura necesaria) para dar bienes y servicios principalmente a las zonas
marginadas o deprimidas.“’
d) I’lnnes de (‘oopracicir~ Social.
En este último instrumento el Estado de bienestar impulsa y estimula l a generación de
Asociaciones y Fundaciones (con carácter no lucrativo) para que realicen y desarrollen
programas sociales complementarios; a las prestaciones y programas públicos. Generando
así una cultura de solidaridad y participación ciudadana.44
Por su parte Offe Claus considera que la aplicación de la política social por parte del
Estado de bienestar se realizó a través de lo que éI llama “la planificación social” (el cual
41) L a s FIeras Panilla Ma. Patrocinio, Fernández Garcia Tomás, ob., cit., pag., 223.
Las Heras Panilla Ma. Patrocinio, Fernández Garcia Tomás, ob., cit., pag., 23 l . Ibid., pag., 232. Ibid., pag., 236
4‘ Muiíoz de Bustillo R. Oh., cit., pag., 1 14. 42
43
44
27
incluye todas las relaciones y estrategias políticamente organizadas), y que dicha
planificacibn social incluía los que Offe ha denominado; “Las Estrategias de
Rucionaliztrcicin ”, (que son una serie de esquemas en los informes de política social que
determinan el funcionamiento de las mismas dentro de los estados).45 Y la cuales desarrolla
y clasifica así:
I’reverzcicirz.
Dentro de las primeras preocupaciones del Estado de bienestar en la planificación de su
política social, es de aumentar la eficiencia (de las políticas sociales), apoyándose sobre
estrategias preventivas (en lugar de retrospectivas o curativas), para una mejor resolución
de los problemas dentro de sus fronteras. Estando dirigidas las innovaciones en política
social principalmente a las siguientes áreas: política sanitaria (por ejemplo la reducción de
la forma de vida, situaciones laborales que dañan al trabajador o el promover exámenes
médicos preventivos); política educativa (educación desde pre-escolar hasta nivel
profesional); política laboral ( la humanización del trabajo, reglamentos sanitarios y de
seguridad, leyes sobre empleo de trabajadores adolescentes o mujeres, ect.).
Teniendo también la finalidad de que en su aplicación tanga el menor costo posible, para
ello el Estado toma en cuenta diversos factores, para destinar el volumen financiero a la
protección (médica, de vivienda o de educación), ya que por ejemplo toma en cuenta la
fijación de precios, por parte de los médicos, hospitales o instituciones privadas. Es así que
la planificacihn estatal de sus políticas sociales, es para garantizar un resultado preventivo,
de ahí que el éxito de la política social esta determinada por los intereses en su utilización
por parte de las diversas clases sociales o en su caso grupos interesados. 46
I’r-l~~r.nmíI~c..fillcrle.~.
La segunda estrategia de racionalización estB dirigida hacia los esfuerzos por hacer más
eficaz la política social, sustituyendo los programas condicionales por programas finales
4? Offe Claw, “Contradicciones en el Estado del bienestar”, ed. Alianza, MCxico, 1990. Pag., 98.
28
(una intervención “condicional” comprende programas de decisiones legales que se pone en
práctica automáticamente si están presentes ciertos antecedentes específicos en una ley; y
un programa “final” por contraste, es contingente en cuanto a la eficacia percibida de la
intervención para lograr resultados específico^).^^ Para ello el Estado desarrolla una extensa
gama de leyes sobre la planificación social, así como la libertad de juicio por parte de los
individuos o los grupos sociales; aunque la mayoría de los textos legales sobre la
reglamentación de la formación y las condiciones de trabajo en las fábricas operen
similannente con cláusulas sobre necesidad y deseabilidad. Dentro de estos programas
finales se contempla l a función interna de los tribunales, así como los fundamentos que
utilizan para generar nuevos reglamentos, ya que depende tanto directa como
indirectamente del equilibrio entre los intereses sociales y su respectiva capacidad para
ayudar o sancionar. Así cuando se requiera la reforma de algunas leyes que proyecten
cambios en la estructura del mercado laboral deberá estar autorizado y determinado por la
administración estatal de empleo y observada por Jos dueños de las empresas (quienes son
los compradores potenciales de la fuerza laboral), asi como instancias que regulen y
apliquen estas reformas como en su caso los sindicatos. Para que no haya conflictos entre
patrones y trabajado re^.^^
Asistencia in.~lil~rc~oilali,a~~a.
La tercera estrategia de racionalización se refiere a la circunstancia observada, de que la
parte de los servicios y pagos en especie (es decir en dinero) crecen continuamente en
relación con la totalidad de las tareas estatales en política social. Ya que además de
transferir (y sustituir parcialmente) el poder adquisitivo, estos pagos se especie se canalizan
a través de las relaciones institucionalizadas tales como: la escolarización, cuidado,
atención, cura, socialización, consulta, instrucción, ect., en otras palabras, por medios
regulativos no monetarios.
_-___ ”” __”____
46
47
48
Ibid., pag., 99. lbid, pag. 99. Ibid., pag., 100.
29
Esta forma de planificación social se vincula definitivamente al problema estatal interno de
equilibrar las exigencias institucionalizadas (de las escuelas, hospitales, ect.) y los medios
financieros para satisfacerlos. Para ello el Estado de bienestar crea instituciones que
regulan, el tratamiento de los medios financieros, así como los programas hacía donde son
dirigidos. 49
Repriva fizacidrz.
La última estrategia de racionalización está contemplada dentro de las políticas sociales, en
intentos por ahorrar gastos fiscales, desplazando las tareas sociales a sistemas mixtos de
financiamiento o formas privadas o casi públicas de organización, para tomar las
decisiones en materia de provisión de los servicios sociales y asistenciales.
Offe menciona algunos ejemplos de esta estrategia de racionalización, en la planificación
social, tal es el caso; de la asignación de tareas públicas a instituciones financiadas por
contribuciones en el caso de Suecia; ó programas para financiar funciones particulares de
política social mediante impuestos y cargos especiales en el caso de Estas Unidos; ó
programas con tendencias a contribuciones privadas para la asistencia en salud o seguros de
los trabajadores en el caso de Espaiia. 50 Siendo estas estrategias de racionalización
instrumentos que el Estado de bienestar desarrolló dentro de su planificación de política
social para proyectar una eficiencia en la aplicación de su política de bienestar social.
Es así, que las políticas desarrollados por el Estado de bienestar han tenido resultados muy
favorables en los países de la OCDE, pero también han generado algunas transformaciones
sociales. Desde el punto de vista de Josep Miralles el Estado de bienestar ha sido un éxito
histórico, lo cual no quiere decir que haya solucionado todos los problemas, sino que,
aunque ha solucionado gran parte de los antiguos problemas, ha creado nuevos problemas.
49
50 Ibid., pag., 103 lbid, pag. 102.
30
Por su parte el Estado de bienestar ha hecho un inmenso esfuerzo de integración de los
trabajadores: en el aspecto laboral, los sindicatos y las leyes sociales que les han dado la
capacidad de negociación de sus demandas, lo cual les ha permitido que pudieran disfrutar
de altos niveles de consumo.
El resultado ha sido la aparición de lo que Josep llama “las sociedades de clases medias”,
en lugar de la antigua sociedad polarizada con una minoría muy rica y una gran mayoría
pobre (como todavía sucede en el Tercer mundo), existen ahora en las sociedades
occidentales una gran cantidad de clases medias, de las cuales por ejemplo, entre el 60% y
el 70 % tienen una renta familiar per cápita muy elevada5’
La clase obrera se ha diversificado debido a la diversidad de especializaciones, una gran
parte de los asalariados son trabajadores de cuello blanco que viven una situación laboral
acomodada y tiene una conciencia social muy alejada de la típica clase obrera industrial
concentrada en las grandes fábricas.
Así la movilidad social ha aumentado, lo cual ha hecho disminuir el peso de la acción
reivindicativa de carácter colectivo y ha aumentado las expectativas de promoción
individual, creando un terreno propicio para el individualismo.
No queriendo decir esto, que la desigualdad social haya desaparecido. En el caso de
España, por encima de los estratos sociales medios, existe un 10% de familias que
acumulan el 30% de la renta familiar total. En este 10% todavía hay un 1.5%
aproximadamente, que disfruta del 12% de la renta familiar total. Y por debajo de los
estratos medios queda un 20% de las familias que oscilan entre el 0.5% de la renta media y
la falta absoluta de recursos.52
Esta desigualdad de rentas se traduce en desigualdad de oportunidades, aunque se hayan
hecho innegables progresos en el campo de la educación y la sanidad. Ya que continua
habiendo pobreza entre los trabajadores y también hay explotación. Aun así el Estado de
51 Miralles Josep, “El Estado de bienestar y perspectivas”, http:wwwfespinal.com/espinal/es49.htm.
3 1
bienestar ha tenido éxito porque este problema ya no es ni el problema central ni el más
grave de la sociedad de los países desarrollados de occidente, aunque sigue siendo
importante.
Sin embargo, el triunfo del Estado de bienestar no significa la desaparición de los
problemas sociales. Ya que de alguna manera algunos autores, pueden pensar como
“dialéctica”, la resolución de unos problemas acompañada con la aparición de otros nuevos
que antes no eran tan centrales. De ahí que S. Del Campo afirme, que el problema más
grabe de la sociedad de clases medias es “ el impulso marginador que poseen las
sociedades avanzadas actuales y el triste destino a que nos conducirían esta tendencia de no
frenarse su realización
Este impulso marginador tiene en algunos casos una clara causa económica, por ejemplo
en los casos de desempleo. En otros existe siempre una causa económica “concomitante”
pero a la vez hay una causalidad estrictamente social, cultural o política tan importante o
más que la económica. De este modo se generan individuos y grupos excluidos o
marginados del buen funcionamiento de los mecanismos de socialización y del producto
socialmente producido.
En este sentido Josep observa las transformaciones sociales que han surgido en: la familia,
la escuela, el trabajo, la gente de la tercera edad y en la inmigración.
El primer proceso social de integración tiene lugar en la familia y como concomitante de
ella, en la escuela, ahora bien, la familia y la escuela son dos instituciones sociales
afectadas por las fuertes crisis económicas de los setenta y ochenta. La familia es débil y
abundan cada vez más las situaciones de familia monoparental. Los niños sufren el déficit
que implica la ausencia de la pareja completa y cuando la única cabeza de la familia es la
mujer, las probabilidades de caer en la pobreza aumenta.
52 Ibid., pag., 6.
32
Por otro lado, también hay deficiencias en los sistemas de educación de los niños incluso en
situaciones normales: ya sea por los horarios de trabajo de los padres; el ritmo de vida
impuesta por la sociedad; el salto cultural entre las generaciones y otras causas más.
137 la escuela.
Evidentemente se ha dado un gran paso en cuanto a la educación en todos los árnbitos, pero
no se ha conseguido evitar su función clasificadora; sobre todo en una edad en la que los
niños todavía no tienen autonomía y son fácilmente víctimas de situaciones personales,
familiares o sociales inesperadas, ya que los niños son clasificados como “aptos” y “no
aptos” para pasar a la siguiente etapa en sus niveles de escolaridad. Llevándolos al fracaso
escolar (fracaso inducido por causas familiares o sociales) el tener empleos menos
remunerados y marginados o en su caso al desempleo. Y más aún en las sociedades donde
el desarrollo del conocimiento es cada vez más el instrumento privilegiado de inserción
El trabajo es en las modernas sociedades industriales, uno de los mecanismos más
importantes de socialización y a través de éI, de participación en el producto social. Por esta
razón, uno de los principales ejes de las políticas del Estado de bienestar ha sido conseguir
la plena ocupación. Hasta el principio de los años setenta estos políticas triunfaron, pero la
crisis de mediados de los setenta y ochenta ha conducido a una situación distinta, con cifras
cercanas al 9% de desempleo en los países de la OCDE, y en el caso español con cifras
mucho más altas.55
S3 ~~
Ibid., pag., 7 . 54 Ibid., pag., 8. ’’ Ibid., pag., 9.
33
El problema del desempleo se contempla desde el punto de vista de la gran transformación
tecnológica, inducida por la generación de la microelectrónica (en donde la mayoría de los
procesos de producción están robotizados). Estos procesos reducen los puestos de trabajo
tradicionales. Y el proceso de creación de nuevos empleos es ahora más lento y sobre todo
porque a menudo no se encuentran trabajadores con la formación necesaria.
El trabajo es el medio más importante de socialización y la ausencia de éI crea situaciones
dificiles, social y culturalmente. Los hombres mayores, con responsabilidad familiar, pero
con poca formación profesional, son víctimas claras del desempleo de larga duración o en
su caso deben de aceptar empleos temporales, tal es el caso español en donde el 33% de
los puestos de trabajo son temporales.
El éxito de la medicina ha planteado un nuevo reto a los Estados de bienestar; la esperanza
de vida crece, el porcentaje de personas mayores aumenta y las jubilaciones se convierten
en un problema económico y social. En España, en el año de 1981, ya había 4,236,000
personas mayores de 65 años, pero para el año 2001 se prevén 6,674,000. Y que en los años
noventa se encuentran más de 500,0000 ancianos en situación de pobreza severa.56
Las causas de esta pobreza son complejas pero no puede justificarse simplemente con el
argumento de que el sistema económico es incapaz de hacer frente al problema. Detrás de
las dificultades económicas (es decir, presupuestarias) existe el problema político o la falta
de voluntad política.
Por décadas se educo a la población en el sentido del control demográfico, y que a través de
los años a dado como resultado la disminucibn de la tasa de natalidad, llegando a ser
contraproducente, porque tan sólo en países como Francio o España (donde las tasas de
56 Ibid., pag.. 14.
natalidad son muy bajas), en un futuro próximo, van a tener la necesidad de inmigración de
trabajadores, con la finalidad de mantener el funcionamiento de sus sectores económicos
con mano de obra de otros continentes, pero la aceptación del emigrante en el trabajo está
muy condicionada por el factor socio-cultural y religioso,57 (encontrándose el Estado de
bienestar con la complejidad de fenómenos sociales). Así el Estado de bienestar tiene el
compromiso de desarrollar políticas avanzadas para la solución de los nuevos problemas
generados.
57 [bid., pag., 18.
111. Contradicciones del Estado de Bienestar y su evoluci6n.
El Estado se fue convirtiendo en un instrumento para universalizar la protección social, con
cardcter de servicio ptiblico, burocratizado, para pobres y clases medias y ricas. Este
modelo impuesto por las políticas de bienestar, con la complicidad de las élites dirigentes
que, al amparo del pensamiento keynesiano, había perdido la fe en el Estado de bienestar,
con el paso del tiempo se ha ido extendiendo su ámbito de acción y engrosando la magnitud
de sus prestaciones, sin que se sepa hasta donde llegara.’*
Las fórmulas de paz que ha tenido el Estado de bienestar consisten básicamente; en primer
lugar, en la obligación explícita que asume el aparato estatal de suministrar asistencia y
apoyo (con dinero o en especie) a los ciudadanos que sufren necesidades y riesgos
específicos característicos de la sociedad mercantil, dicha asistencia se suministra en virtud
de pretensiones legales otorgadas a los ciudadanos. En segundo lugar, el Estado de
bienestar se basa sobre el reconocimiento del papel formal de los sindicatos tanto en la
negociación colectiva como en la formación de los planes públicos. Se considera que
ambos componentes estructurales del Estado de bienestar limitan y mitigan el conflicto de
clases, equilibran la asimétrica relación de poder entre trabajo y capital. Así el Estado ha
ido celebrando a lo largo del período de la postguerra, corno solución política a
contradicciones sociales.
A partir de entonces vemos que en muchas sociedades capitalistas la propia fórmula de paz
establecida se convierte en objeto de dudas, críticas fundamentales y conflictos políticos.
Pareciendo que el instrumento más aceptado basta los años setenta para resolver los
problemas políticos se ha hecho problemático en sí mismo. Por lo tanto entre algunos
puntos en los cuales se observan las contradicciones en el Estado de bienestar a partir de su
evolución están, por ejemplo; la observación de que el modelo casi universalmente
aceptado para crear cierta medida de
postguerra se ha convertido desde
paz y armonía social en las sociedades europeos de la
los setenta en fuente de nuevas contradicciones y
58 Termes Rafael, “Del Estado de bienestar a la sociedad de bienestar”, http:/w.hayek.org/esta.htm
36
divisiones políticas.59 Por ello es necesario desarrollar las principales contradicciones que
se dieron en el Estado de bienestar, argumentando desde la perspectiva de las diferentes
corrientes y sus postulados.
3.1 .- El análisis de las contradicciones del Estado de bienestar en la literatura económica.
Offe Claus6” comienza con dos preguntas para éI básicas: idispone el Estado de bienestar
de poder suficiente y puede trabajar con la eficiencia precisa para doblegar el sistema
económico capitalista en el sentido favorable a su programa?, y Les la aplicación del poder
político el medio adecuado para alcanzar el fin sustancial de mejorar y consolidar formas de
vida más dignas y emancipadas?. En éste sentido para Offe, el Estado de bienestar resultó
un marco estrecho para asegurar adecuadamente las políticas económicas, frente al exterior
contra los imperactivos del mercado mundial y la política de inversión de empresas que
operan a escala mundial, tal es, en las situaciones en las que la falta de disposición a la
inversión, el estancamiento económico y el aumento de la crisis de los presupuestos
públicos se pueden vincular de modo muy sugestivo a la percepción de la colectividad con
los costos del Estado, se hacen palpables los límites estructurales dentro de los cuales se
estableció y que le dio su origen. Siendo desde la perspectiva de Offe, la contradicción
principal en el Estado de bienestar.
Los partidarios del proyecto del Estado de bienestar miraron siempre en una dirección; se
daba la tarea de disciplinar el poder económico descontrolado y de proteger el mundo vital
de los trabajadores de pendientes destructivas, de un crecimiento económico en crisis. Por
ejemplo, el gobierno parlamentario aparecía como un recurso a la vez inocente e
imprescindible; era el que daba fuerza y capacidad de acción al Estado de bienestar frente
al egoísmo sistemático de la economía. De este modo se consiguió un nivel más alto de
justicia social; pero precisamente aquellos que reconocen este logró histórico y no incurren
en críticas, reconocen también el fracaso de algunos Estados de bienestar, y que no puede
s9 Offe Claw, “Contradicciones en el Estado del bienestar”, de. Alianza, México, 1990.pag. 136 6” Ibid., pag., 97.
3 7
atribuirse a uno u otro inconveniente o a una realización a medias del proyecto, sino que se
origina en una unilateralidad específica de ese mismo proyecto.6’
Es así, que el proyecto del Estado de bienestar padece bajo la contradicción entre el objeto
y el Inétodo. Su objeto es el establecimiento de formas vitales estructuradas
igualitariamente que, el mismo tiempo, permiten ámbitos para la autorrealización y
espontaniedad individuales. Pero evidentemente este objetivo no puede alcanzarse por la
vía directa de la aplicación jurídico - administrativa de programas políticos.62 El Estado de
bienestar tuvo limitaciones en la generación y expansión de sus propias politicas que
dieron origen a las contradicciones que generaron una serie de crisis, económicas, políticas
y sociales; y que propiciaron la falta de confianza en la continuación del Estado de
bienestar. Tales limitaciones que Offe Claus observo son:
La I)esnlel.caltfili~acicirz.
Las limitaciones del Estado de bienestar no son fenómenos pasajeros ni hechos azarosos
derivados de su origen contingente. AI contrario, su carácter sistemático y profundamente
arraigado deriva de contradicciones en el modus operandi de todos los sistemas estatales
del bienestar. Estas contradicciones sumergen a los Estados de bienestar en un proceso de
auto-obstrucción acumulativa. Resulta importante el hecho de que las diversas ramas del
Estado de bienestar se ven forzadas a realizar dos funciones incompatibles con respecto al
subsistema económico; nzercuntili,-trcicinl y de,m?el.cantilizacidn, (en el sentido de que la
intervención estatal ha debilitado considerablemente la esfera mercantilizada de
producción e intercambio).
Las actividades administrativas del Estado de bienestar se han limitado por la dinámica de
la esfera de producción económica, se supone que las políticas del Estado de bienestar se
encuentran (negativamente subordinadas), al proceso de acumulación capitalista. El hecho
~~~
‘’ Egulagaray Ucelay Juan Manuel, Fernandez Garcia Tomas, “Estado de bienestar perspectivas y limites”, ed. Universidad de Castilla-la Mancha, Madrid España, 1998. Pag., 63. 62 Offe Claus, ob., cit., pag., 124. 63 Ibid.., pag. 10.
38
de ser en su mayor parte privada la propiedad en la fuerza de trabajo y capital, significa que
las instituciones de este Estado son incapaces de organizar directamente el proceso de
producción con criterios políticos. La independencia de la economía controlada
capitalistamente se ve reforzada por l a amenaza constante del capital privado en el sentido
de no intervenir, que si se lleva a la práctica implica crisis económica, como podemos
observar en l a actualidad.
En consecuencia, los administradores del Estado de bienestar tienen auto-interés en otorgar
un trato preferente a la economía capitalista, ya que el funcionamiento saludable de este
subsistema económico (inversión capitalista y pleno empleo de la fuerza laboral), es una
condición crucial para la lealtad de la población al Estado, e indirectamente la fuerza vital
de sus rentas. Como dependen de los procesos de producción e intercambio de bienes, que
desbordan su poder inmediato de control y organización directa, los administradores del
Estado de bienestar deben preservar el poder y la perspectiva privada de sus procesos de
mercantilización; así el Estado de bienestar ha de ser un Estado auto-limitante. 64
Claus Offe, argumenta que este imperativo de respetar los poderes independientes del
capital en cuanto a inversión y control sobre la economía no puede realizase en la practica.
El Estado de bienestar debe subordinarse positivamente a la economía capitalista, es
necesario también que intervenga en este subsistema y cree, por medios ajenos al mercado
o desmercantilizados, las precondiciones aparejadas a un éxito en su funcionamiento.
Desde la perspectiva de OKe, los procesos de acumulación capitalista no pueden
reproducirse mediante la compulsión silenciosa de las relaciones económicas; más bien, los
procesos capitalistas de intercambio exhiben una tendencia constante a paralizar la forma
mercantil del valor, l a probabilidad de que elementos del trabajo y el capital encuentran
oportunidades de empleo e intercambio en el mercado, se hallan continuamente
amenazados.
Para ello, el Estado de bienestar debe esforzarse por universalizar las oportunidades para el
intercambio libre o no regulado del trabajo y el capital; interviniendo en ese proceso de
64 Ibid, pag 19
39
intercambio. El mantenimiento y la generalización de las relaciones privadas de
intercambio dependiendo de políticas desmercantilizadas (esto es, ajenas al mercado) que
promueven de modo eficaz la efectiva inversión de capital y las posibilidades de venta de
l a fuerza de trabajo mediante inversión en infraestructura pública, es decir, las políticas del
Estado de bienestar se ven forzadas a reorganizar y restringir los mecanismos de
acumulación capitalista, para permitir que esos mecanismbs cuiden espontáneamente de sí
mismos. Esta contradicción entre mercantilización y desmenticantilización ayuda a explicar
porqué hay pocas áreas de la vida exteriores a la esfera de la política y la administración del
Estado, también explica porqué el Estado de bienestar realiza multitud de papeles, algunos
de los cuales producen efectos abiertamente "desmercantilizadores". 65
Argumentado que las políticas de intervención estatal, cuyas metas son asegurar y potenciar
procesos de mercantilización orientado capitalistamente, amenazado directa o
indirectamente el poder colectivo del capital. Las políticas estatales desmercantilizan
considerablemente la vida cotidiana de la población, al sustituir el contrato por el estatus
político y los derechos de propiedad por los derechos de ciudadanía.
La aguda recesión económica de mediados de los años setenta ha producido un
renacimiento intelectual y políticamente poderoso de neo-laissez ,fuire y doctrinas
económicas monetaristas. Esas doctrinas provenientes de la Derecha hacen una crítica
fundamental del Estado de bienestar. ya que lo consideran como enfermedad de aquello que
pretende curar; en lugar de armonizar los conflictos de una sociedad mercantil. los exacerba
e impide que las fuerzas sociales de paz y progreso funcionen de modo apropiado y
benéfico. Argumentando que esto es así por dos razones principales,66 en primer lugar, el
aparato del Estado de bienestar impone una carga fiscal y normativa al capital que equivale
a un desincentivo para el trabajo, tomando conjuntamente ambos efectos conducen a una
dinámica de crecimiento declinante y crecientes expectativas de sobrecarga en la demanda
económica (conocida como inflación); y a una sobrecarga en la denlanda política
6 5
66 Ibid., pag., 189 Ibid. pag. 137.
40
(ingobernabilidad), que cada vez pueden satisfacerse menos, por medio de la producción
disponible.
Para el primer punto del análisis conservador, Offe realiza, a través de preguntas su contra
argumentación a los planteamientos provenientes de la Derecha; ¿no es cierto que bajo
condiciones de tasa decreciente de crecimiento y competencia de mercados internos o internacionales, los capitalistas individuales tienen muchas buenas razones para considerar
sombrías las perspectivas de inversión y beneficio, culpando al Estado de bienestar, que
impone tasas de seguridad social y una gran variedad de reglamentaciones de reducir
todavía más la rentabilidad?; ¿no es cierto que la posición de poder de los sindicatos,
basado por su parte sobre derechos adquiridos a través de relaciones industriales, o para
forzarles a buscar en oportunidades de inversión en el extranjero?, y ¿no es también cierto
que las firmas capitalistas adoptarán decisiones de inversión de acuerdo con criterios de
rentabilidad esperada, y que por los mismo dejarán de invertir tan pronto como la
rentabilidad a largo plazo les parezca poco atractiva, provocando así un declive relativo
adicional en la cantidad de producto de la economía?. Respondiendose Offe; que estas
causas de tasas declinantes de crecimiento y fracaso capitalista a la hora de invertir que
nada tiene que ver con el impacto del Estado de bienestar sobre los negocios, y beben
concebirse más bien como resultado de tendencias inherentes a la crisis en las economías,
del tipo de sobreacumulación, ciclo mercantil o cambio tecnológico incontrolado. Así la
crítica de la derecha visualiza al Estado de bienestar como una fuente separada y autónoma
de confort que suministra ingresos y servicios como un derecho ciudadano, y que depende
altamente de la prosperidad y la continua rentabilidad de la econ~mía.~’
En la segunda argumentación del análisis conservador postula que el efecto del Estado de
bienestar se desincentivo para el trabajo, porque el Estado de bienestar impone
reglamentos y derechos al intercambio trabajo - capital que acontece en la producción,
manteniendo intacta la estructura de autoridad y las relaciones sobre propiedad de la
producción, poco puede sorprender que los trabajadores no se encuentren, por regla
general, tan intrínsecamente motivados a trabajar todo lo productivamente que podría. El
Estado de bienestar mantiene el control del capital sobre la producción, y por eso mismo la
fuente básica de conflicto industrial y de clase entre trabajo y capital.
El secreto del Estado de bienestar es que si un impacto sobre la acumulación capitalista
bien puede hacerse destructivo (como tan enfáticamente demuestra el an6lisis conservador),
su eliminación seria paralizante. La contradicción es que el capitalismo no puede existir, ni
con, ni sin el Estado de bienestar.
Una fuente importante de falta de eficacia y legitimación, es el problema fiscal crónico del
los Estados de bienestar. Los intentos de los Estados por administrar sus sectores
económicos y sociales se han convertido en empresas extraordinariamente caras. La
continua expansión de los presupuestos estatales se debe indirectamente a que la viabilidad
del crecimiento capitalista depende de proyectos de inversión cada vez mayores, de
enormes subsidios a la investigación y el desarrollo, y de un continuo encarecimiento de
“gastos sociales”, esos gastos y desembolsos en perpetuo crecimiento. Una consecuencia de
ello es que las facultades de endeudamiento e imposición del Estado tienden a tropezar con
la rentabilidad del sector capitalista.
La probabilidad de déficits fiscales permanentes crece tambiCn debido a la existencia de
una contradiccicin entre los costos siempre crecientes asociados a la socialización de la
producción y el continuo control privado sobre la inversión y la apropiación de sus
beneficios. Por consiguiente, bajo condiciones del capitalismo asociado al Estado de
bienestar, los gastos pilblicos tienden positivamente a desbordar los ingresos públicos.68
67 Johnson Norman, “El Estado de bienestar en transición la teoría y la práctica del pluralismo de bienestar”,
Egulagaray Ucelay Juan Manuel, Fernández Garcia Tomás, ob., cit., pag., 65. ed., Ministerio de trabajo y seguridad social, Madrid España, 1990.
42
De acuerdo con la perspectiva de Offe, "la identificación del Estado de bienestar como un
importante socializador de los costos de producción produce un efectivo adictivo. Diversos
grupos de poder insertos en los sectores económicos y sociales pasan a considerar al Estado
como si fuese una compañía de seguros de responsabilidad ilimitada, se le supone capaz de
asegurar contra todos los riesgos posibles, necesidades. Así este efecto adictivo tiende a ser exacerbado por la dificultad de coordinar y controlar centralmente los gastos estatales y que
también constituyen una tarea notoriamente dificil, la relación costo-beneficio, de esos
gastos, de los cuales una parte se emplea en alimentar las propias instituciones estatales.
Los esfuerzos hechos por los administradores estatales para reducir el volumen de
endeudamiento público aumentando las tasas de impuestos a las empresas, tales aumentos
son considerados como peligrosos; ya que cualquier estrategia estatal, orientada a divertir
cantidades mayores de los negocios, corre el peligro, especialmente bajo las presentes
condiciones de estancamiento económico, de producir huidas de capital de los Estados de
bienestar, incrementando la posibilidad de que el capital ya no quiera invertir, generando
más problemas fi~cales.~"
Tanto los comentarios de la derecha como los de la izquierda concuerdan en que el Estado
de bienestar sufrió serios problemas fiscales. La Derecha relaciona la crisis fiscal con la
noción de la sobrecarga de gobierno, (en este aspecto Kohl afirma: "la sobrecarga
esencialmente es un problema de desequilibrios entre los elementos básicos del proceso
económico, es decir, entre los ingresos y el gasto público", pues a medida que el Estado de
bienestar se desarrolla, las expectativas de la gente aumentan y se establecen grupos de
presión para proteger y promover intereses y causas particulares]. 7' LOS marxistas
sostienen que los problemas fiscales son una manifestación de las contradicciones del
capitalismo y, más en concreto, de la contradicción de la intervención estatal en un sistema
capi ta~is ta .~~
La planificación del Estado de bienestar produce sistemáticamente dificultades
imprevistas, revocaciones de planes y desafios a su eficiencia y legitimidad. Un argumento
que Offe plantea es;73 que los tipos de planificación estatal inconexos y con tendencia al
incremento podrían ser un rasgo inevitable de cualesquiera sociedad compleja. Sin
embargo, bajo las especificas condiciones del capitalismo ligado al Estado de bienestar el
intento estatal de sintonizar y coordinar sus sectores económicos y sociales se ve
característicamente marcado por un exceso de fracasos y resultados no planificados, por
ejemplo la planificación burocrática de largo alcance se ve continuamente presionada y
zarandeada por filerzas sociales y políticas. Ya que la turbulencia social y la resistencia
política se ven continuamente interiorizadas dentro del aparato del Estado. Las disputas
sobre salarios y condiciones dentro del sector estatal, la transferencia internacional de
capital, las luchas de los sindicatos contra las empresas capitalistas y la oposición de 10s
movimientos sociales a las decisiones estatales son formas específicas y concretas de
resistencia que tienden a privatizar los intentos del Estado de bienestar por entrar en una
planificación pública en los sectores económicos y sociales.
Este limite a la planificación del Estado de bienestar se ve cortado por la típica falta de
coordinación entre diversas burocracias estatales y por la incapacidad de las ramas
administrativas del Estado para asegurar su independencia con respecto a las reglas y
resultados de las instituciones democráticas representativas y la competencia de partidos.
Como consecuencia de todos esos factores, las políticas estatales de bienestar están
marcadas por pautas fluctuantes de intervenci6n. Pero si se ve desde la perspectiva de que
72 Ibid., pag., 65
44
el Estado de bienestar está comprometido en un trato preferencial a la economía capitalista,
hay una alta probabilidad de fracasos en la planificación dentro de otras áreas políticas, ya
que de este modo, habría una contradicción entre el intento de planificar racionalmente las
actividades de desmercantilización y la continuidad del control privado sobre la inversión
del capital en la economía.
Considerando el planteamiento de Offe, donde establece que sí el Estado de bienestar
cumple con todas las tareas que se auto-atribuye (reconocer el poder de los sindicatos,
asegurar el crecimiento económico, defensa nacional, suministro de bienes colectivos,
mejora en las partes existentes de desigualdad social, ect.) sin inmiscuirse en el poder
privado del capital, pues ese movimiento violaría la lógica de la economía capitalista como
un sistema de mercantilización orientada hacia el lucro. Así el pensamiento conservador, en
otras palabras, considera que el Estado de bienestar debe abstenerse de intervenciones
planificadoras dentro del proceso de acumulación controlado privadamente, aunque su
planificación estatal y su administración sigan dependiendo de su dinámica cíclica y sus
consecuencias disociada^.'^ Constituyendo este argumento una contradicción que limita la
toma estatal de decisiones politicas, económicas y sociales.
Así que cuando está en conflicto la toma de decisiones seguras, dentro del Estado de
bienestar la eficiencia de las políticas, va a depender cada vez mSs de compromisos
internos e inaccesibles al público, entre planificadores estatales y élites de poderosos
grupos sociales de interés.
Bajo condiciones capitalistas de bienestar la lealtad de las masas al sistema de poder
administrativo y político existente tienden en gran medida a desintegrarse. Las reglas
normativas y los recursos para el funcionamiento de ese sistema de poder estatal, no son
producidas en cantidades suficientes por los procesos de socialización. Cuando se habla de
la lealtad de las masas se le considera como un "recurso regulador", como la capacidad de
73 Offe Claus, ob., cit., pag. 27.
las estructuras, procesos y resultados del sistema político - administrativo para ser
auténticamente aceptado. Aunque en este aspecto Offe, insiste en que los sistemas
capitalistas de bienestar sólo pueden legitimar sus relaciones de modo o obediencia en
grado muy limitado. De ahí que el Estado de bienestar se vea atrapado en una contradicción
adicional, cuando más tienden a ser vistos por diversos actores situados en el interior de
esas esferas como heterónomos e ilegítimos.75 De ahí la probabilidad de problemas en
torno a una lealtad masiva se ve incrementada adicionalmente por el hecho de que el Estado
de bienestar se va sobrecargando sistemáticamente de exigencias que é1 mismo ha
sancionado directamente. Y si en comparación con las formas del Estado capitalista liberal,
cargadas con menos funciones, el Estado de bienestar ha aumentado en alguna medida las
esperanzas en cuento a lo que puede conseguir. Asumiendo visiblemente responsabilidades
ante una gama mucho más amplia de funciones, desde el manejo de recursos humanos y
fisicos hasta asegurar el proceso de mercantilización, debilitando su perspectiva y
compensando sus disfunciones.
Las presiones de quienes siguen apoyando las políticas asociadas al Estado de bienestar se
hallan sometidas a una directa verificación en la realidad, especialmente cuando se ven
presionadas por las contradicciones de desmercantilización, fiscales y planificativas. En
consecuencia, tiende a aumentar el nivel potencial y efectivo de frustraciones provocadas
por fracasos en las políticas. Incapaz de ejecutar eficientemente las decisiones de las cuales
se pretenden responsables, los administradores del Estado de bienestar se convierten en
víctimas de sus propias promesas. Considerando que las intervenciones del Estado de
bienestar en una economía que sigue dominada por valores de cambio, facilita también la
puesta en cuestión de sus valores de cambio por parte de otros grupos sociales. Tras ampliar
considerablemente el campo y el poder de instituciones de desmercantilizadas, los
administradores del Estado de bienestar se convierten en posibles focos, en torno a los
costos sociales y la estabilidad de la fuerza laboral estatalizada, la inversión de capital, la
investigación científica y el desarrollo de áreas, tales como la salud. 76
74
75
76
Ibid., pag., 209 Ibid, pag. 30. Ibid., pag 178.
Los limites y la viabilidad futura de las políticas de bienestar ya no se analizan como
resultado de la interacción contradictoria de estructuras y subsistemas. AI contrario, las
politicas estatales se consideran dependientes de la matriz existente de poder social, que a
su vez se concibe como algo sujeto a transformaciones por la actividad de grupos de poder
y movimientos sociales. Pero por consiguiente, las instituciones del Estado de bienestar se
conciben a la vez como medios y resultados de luchas en torno a la distribución de poder en
el interior de los dominios sociales y estatales. Offe Claus concluye en este sentido, que las
economías capitalistas controladas privadamente no podrían seguir funcionando con 6xito
sí el Estado no siguiera proporcionando "bienes públicos" como alojamiento, servicios
sanitarios y educación, entre algunos. Estas políticas estatales son condición indispensable
para una economía que, por ejemplo, concentra la fuerza laboral en muchos distritos
densamente poblados, que debilita permanentemente la independencia de los hogares y que
desorganiza persistentemente la vida social por medio de sus estrategias distintas a las
planteadas por el Estado de bienestar.
En este sentido la crítica socialista al Estado de bienestar es mostrar su función de control
politico - ideológico. No es visto sólo como fuente de beneficios y servicios, sino como
fuente de falsas concepciones sobre la realidad histórica que tienen efectos dañinos sobre la
conciencia, la organización y la lucha de clases. La Izquierda Socialista considera que el
Estado de bienestar crea la falsa imagen de dos esferas separadas en la vida de la case
trabajadora." Por una parte, la esfera del trabajo, la economía, la producción y la
distribución del ingreso; y por otra, la esfera de la ciudadanía, el Estado y su vida social.
Esta división del mundo socio - político hace crecer los vínculos y lazos existentes entre
ambas esferas, evitando asi la formación de un enfrentamiento politico que contempla a la
sociedad como una totalidad coherente a cambiar.
77 Ibid, pag. 145.
47
Pero aunque en la realidad halla conflictos y contradicciones en las políticas planteadas por
el Estado de bienestar no hay razones para lo cual se pueda pensar en sustituirlo. Ya que
este Estado, se ha hecho irreversible, en el preciso sentido de que realiza funciones
esenciales para la economía capitalista y da oportunidades de vida de muchos grupos
sociales.
I,egitirtlidad y eficiencia.
Desde la tipologia de Max Weber, 7Pla legitimidad se concibe como la base esencial e
indispensable de la autoridad política. De acuerdo con Weber, hay diferentes modos
históricos de legitimar la autoridad política, y uno de los modos ( legal-racional), tiende a
convertirse en dominantes en el mundo moderno. La ventaja de este modo de legitimación,
consiste en que la autoridad se hace legítima con independencia de quien ocupa la
administración política y cuales son sus intenciones. La única cosa que decide la
legitimidad de la autoridad política es si se ha obtenido de acuerdo con principios formales
generales, como por ejemplo, reglas electivas. Estos principios legales dotan al poder
político de legitimidad, sea cual fuere el uso que haga ella. Así el mecanismo legitimador se
desplaza desde la substancia de la autoridad de la persona o el gobernante al modo
mediante el cual se reclutan a los titulares de los cargos en el gobierno.
En los regimenes democráticos estos principios formales (direcciones vinculantes tanto
para los gobernantes como para los gobernados) obligan a los titulares de cargos en el
Estado, a pasar pruebas de elecciones generales y a obtener las reglas de la constitución
mientras desempeñan su cargo y a abandonar el poder tan pronto como logra una victoria
electoral la élite de algún partido competidor. Esas reglas constitucionales del gobierno
democrático rigen también la conducta de los ciudadanos que se encuentran sujetos a la
autoridad estatal. Esto resulta obvio especialmente en la obligación de acatar las leyes
hechas por el gobierno y aparece de modo claro también en el hecho de que, se prohibe a
los ciudadanos promover sus intereses individuales y colectivos por medios políticos
Ibid., pag. 122
48
distintos de los que ofrece la constitución. En otras palabras, el poder legitimador de las
regias constitucionales formales alcanzan hasta allí donde las élites gobernantes cumplan
esas reglas y hasta allí donde los gobernados acepten evitar modos de conducta política no
cubiertas por el grupo de opciones que les suministra su constitución.
En las disciplinas académicas de administración empresarial y teoría organizativa se hace
una distinción entre eficiencia y efectividad. Las ganancias marginales en eficiencia se
producen si es posible producir la misma cantidad de resultados con menos costos. Por otra
parte, la efectividad mide la capacidad de una organización para alcanzar sus metas
explícitas. Tanto la eficiencia como la efectividad son submetas vinculadas a la meta
principal de la rentabilidad de firmas privadas que compran y venden sus insumos y
productos en mercados.
Sin embargo, en el caso de las organizaciones gubernamentales o del Estado general se
hallan ausentes tanto el de rentabilidad como las relaciones de mercado, haciendo dificil
atribuir un sentido preciso a estos términos. Una dificultad que se puede observar en el caso
de la efectividad de la actividad gubernamental, que puede determinar su efectividad (o
capacidad para alcanzar metas establecidas) dentro de la jurisdicción de un organismo
gubernamental de organizaciones no recibe sus metas del mercado, debe organizar un
proceso mediante el cual se definan las metas, se determine su prioridad en tiempo y se
asigne el logro de esa meta a una organismo particular.
Una conclusi6n que se pude sacar de las definiciones de los términos es que la racionalidad
operante en el Estado de bienestar no puede ser el tipo de racionalidad que prevalece en
organizaciones privadas. La meta que inspira al Estado de bienestar y su organización, ni es
substantiva ni puede caracterizarse como tal, es decir, el Estado de bienestar no se
encuentre orientado a hacer algo eficiente o efectivamente (pues no hay modo de
determinar sí ha progresado la eficiencia o la efectividad gracias a cualquier medida o
programa); se orienta más bien a situar a los autores privados de manera que puedan
incrementar su eficiencia y efectividad según los criterios de intercambio privado y a la
acumulación. Por ejemplo, en los arreglos constitucionales que hicieron las democracias
49
liberales, ni siquiera se permite al Estado que persiga fines sustantivos distintos de los que
constituyen precondiciones para relaciones mercantiles universales.
La crisis económica de los años setenta y ochenta ha cuestionado, como mínimo la
posibilidad del Estado de bienestar, por que el objetivo de pleno empleo no parece que se
haya conseguido, y por las constantes crisis fiscales del Estado, haciendo alusión al
crecimiento del gasto público, y dentro de éste el gasto social. Esta presión fiscal se
encuentra en conflicto con las clases medias, que ya no están dispuestos a pagar con sus
impuestos los progresos sociales que benefician a una minoría, y sobre todo cuando el
Estado encargado de administrar esta fiscalización, se le considera como inef~ciente .~~ Así
está cuestión entre otras ha cuestionado, la eficiencia del Estado de bienestar, y ha marcado
sus contradicciones implícitas.
Por otro parte, el Estado de bienestar no es eficiente y eficaz por sus propios criterios, sino
en la medida en que logre universalizar la forma mercantil. La eficacia del Estado de
bienestar se puede medir en la relación al binomio productividadrecursos, de forma que es
necesario determinado nivel de productividad para no disminuir los recursos sociales.*'
Partiendo de los conceptos de legitimidad, eficiencia y efectividad; existe un punto de
equilibrio general, "en la relación entre estos conceptos, en donde se llega a un equilibrio
armónico, si se cumple; primero, la aceptación de las reglas legitimadoras de los regímenes
democráticos y constitucionales es reforzada por los resultados materiales de medidas y
políticas gubernamentales; segundo, si esas medidas y políticas son eficientes del Único
modo que puede ser eficiente un Estado de bienestar, esto es, a la hora de suministrar,
restaurar y mantener con éxito relaciones mercantilizadas para todos los ciudadanos y para
la totalidad de sus necesidades. En embargo, dentro de estos planteamientos donde definen
el equilibrio general sirve como punto de partida para explorar causas de posibles
79
80 Mirales Josep, "El Estado de bienestar y perspectivas", http:/wwwfespinal,com/espinal/es49.htm Mendizabel, Antxan, "La crisis del Estado de bienestar y las políticas de integración social: algunas
Offe, Clam, ob.. cit.. pag. 126. 81 consideraciones", http:/ww.supex.es/unad/bcrisis.htm.
desviaciones con respecto a dicha “armonía”, y que podría explicar la relación
contradictoria entre las exigencias de legitimación y eficiencia en el Estado de bienestar.
Las contradicciones inherentes al funcionamiento del Estado de bienestar son, que al
apoyar la protección mercantil capitalista no puede evitar apoyar a las fuerzas de
acumulación que desembocan en lo contrario al pleno empleo, esto es, en la irreversible
marginación de partes crecientes del trabajo y el capital. Una segunda relación
contradictoria entre legitimidad y eficiencia es,”a fin de evitar la erosión de la forma
mercantilizada (así como rupturas en el proceso acumulativo que se basa sobre el
intercambio equivalente entre trabajo y capital, sobre la forma mercantilizada), los Estados
de bienestar hicieron numerosas y crecientes medidas dirigidas a incrementar la capacidad
de unidades de valor para entrar en relaciones de intercambio y actuar como mercancías.
Por ejemplo las políticas de escolarización y formación profesional tienen por metas
incrementar las posibilidades de venta de fuerza laboral.
Por otro lado, l a contradicción interna en la eficiencia de la producción estatal de bienes y
servicios es de forma y contenido.”En virtud de su origen y contenido funcional, la meta
del Estado de bienestar es crear opciones de intercambio tanto para la fuerza de trabajo
como para el capital, su ntodzrs cpwmdi administrativo formal, se hallan exentos de las
relaciones mercantilizadas; los valores de uso se producen y distribuyen sin ser controlados
y dominados por valores de cambio. Esto tiende a abrir estos argunlentos estatales a
demandas que a veces se dirigen contra la propia forma mercantilizadora, así como contra
un aparato estatal que se percibe al servicio de dicha forma.
En este aspecto la crítica socialista al Estado de bienestar es, una crítica de sus
fundamentos, considerando al Estado de bienestar como; ineficaz e ineficiente, represivo y
condicionador de un entendimiento falso (ideológico) de la realidad social y política dentro
de la clase obrera.84 Se trata de un instrumento para estabilizar y no para pasar a la
*’ Ibid, pag. 128 Ibid, pag. 132. *‘ lbid, pag. 193.
83
transformación de la sociedad capitalista. Establece que a despecho de las innegables
ventajas en condiciones de vida, de salarios, la estructura institucional del Estado de
bienestar ha hecho poco o nada por alterar la distribución del ingreso entre las dos clases
principales que son los trabajadores y los capitalistas.
La enorme maquinaria de redistribución no funciona en la dirección vertical sino en la
horizontal, esto es, dentro de la clase de los asalariados. Un aspecto que contempla su
ineficacia es que el Estado de bienestar no elimina las causas de contingencias (como
enfermedades relacionadas con el trabajo, desorganización de ciudades por el mercado,
caducidad de oficinas, desempleo, ect.), sino que compensa las consecuencias de tales
problemas (suministrando servicios y seguros sanitarios, subsidios de vivienda, formación
y re-formación profesional, subsidios de desempleo y análogos). El tipo de intervención
social del Estado de bienestar sucede demasiado tarde, y de ahí que sus medidas ex post
sean más caras y menos eficaces de los que podrían ser.
Otro argumento contemplado por la Izquierda socialista, es que indica la ineficacia del
Estado de bienestar subrayando la constante amenaza en que se encuentran expuesta la
planificación social y los servicios sociales debido a la crisis fiscal del Estado, que por su
parte refleja discontinuidades tanto cíclicas como estructurales en el proceso de
acumulación.
Por otro lado, l a forma burocrática y profesional por cuya mediación dispensa sus servicios
el Estado de bienestar se ve crecientemente como una fuente de su propia eficacia. Las
burocracias absorben más recursos y proporcionan menos servicios de lo que sería posible
con otras estructuras democráticas y descentralizadas de planificación social. La razón de
que la forma burocrática de administrar servicios sociales se mantenga a pesar de su
ineficacia debe conectarse por eso con la función de control social ejercida por la
burocracia centralizada del Estado de bienestar. Este análisis lleva a la crítica de la
represividad del Estado de bienestar, a su aspecto de control social; dicha represividad es
indicada por el hecho de que el cliente no sólo debe probar su necesidad, sino ser un cliente
S2
merecedor, esto es, alguien que se pliega a las pautas y normas económicas, políticas y
culturales dominantes en l a sociedad.
En resumen los escritores derechistas suscriben la opinión de que el Estado de bienestar es
la causa de los crecidos gastos estatales y del crecimiento del aparato de gobierno. L a
libertad del individuo es sacrificada en la persecución de una igualdad no lograda; más
concretamente, el Estado de bienestar reduce los incentivos, sofoca la iniciativa, absuelve a
la gente de responsabilidad personal y estimula la dependencia; l a ausencia del mecanismo
de los precios y de l a disciplina de mercado estimula la ineficiencia y el despilfarro del
Estado.85
Y por su parte las críticas de la izquierda se centran en las contradicciones del Estado
capitalista y el Estado de bienestar en particular. El Estado de bienestar sigue siendo visto
como una de las mayores causas de los problemas económicos, gubernamentales y fiscales
en las democracias capitalistas. El Estado de bienestar ha conseguido, mejoras en el nivel
de vida de la clase obrera, pero para la lzquierda ha fracasado a l a hora de llevar a cabo sus
políticas ya que no se ha suscitado ningún cambio fundamental en la estructura
socioecónomica y en la distribución de la renta. Desde el momento en que el Estado de
bienestar opera básicamente, en interés del capital, los esfuerzos para atender las
necesidades de los trabajadores son poco generosas, mínimas y condicionadas, en parte
como repuesta a las necesidades del capitalismo. El Estado de bienestar está más
preocupado por el control social que por el cambio social. *'
Por su parte la literatura nmxuisln sobre el Estado de bienestar, determina la funcionalidad
del Estado, para el desarrollo capitalista, funcionalidad que se explica, a partir de una
concepción instrurnentalista del estado, corno tanto de la acción deliberada de un sujeto (el
mismo Estado), o bien, a partir de una concepción estructural - funcionalista, como
consecuencia de la propia lógica del capital, así el Estado o la estructura vienen a garantizar
la re:prodrrccicin del capital."
85
86
87
Johnson Norman, ob., cit., pag.. 68. Ibid.. pag.. 69. Pararnio I,udolfio, ' l a crítica marxista del Estado de bienestar". Economía Informa, no. 163, abril 1988.
5 3
La escuela llamada postranfortiana, sostiene que, al garantizar la reproducción del
capital, el buen enfrentamiento de l a esfera económica, el Estado de bienestar crea nuevas
contradicciones políticas. Esta interpretación funcional del Estado de bienestar lleva a
buena parte de los autores marxistas a rechazar la idea de que constituya una conquista
histórica del movimiento obrero. Dentro de las escuelas marxistas, que critican al Estado de
bienestar están, los que tienen una concepción funcionalistu del Estado, instrumentlisrno y
la escuela de la derivacidn fcigica de/ capita/.
Al hablar de funcionalismo se hace en un sentido peyorativo, ya que existen conceptos muy
defendidos de la explicación funcional. Así el funcionalismo vulgar, compartido por las
teorías marxistas del Estado; no conciben la existencia de rasgos negativos, disfuncionales,
en el hecho funcional. El Estado, por ser funcional para la reproducción del capital no
puede tener consecuencias contradictorias para esa reproducción. Y en segundo lugar, el
mecanismo que explica la funcionalidad del Estado resulta ser extremadamente crudo o
quizá mhgico.
Por su parte la concepción instrumentalista del Estado; tiene una idea central del
“instrumentalismo”, (el Estado actúa como un agente que favorece conscientemente los
intereses del capital), es un instrumento del capital. Y la razón de que lo sea debe basarse
en la vinculación del personal político dirigente con la misma clase dominante, a través de
lazos familiares, intereses compartidos y vínculos institucionales. En este sentido el
instrumentilimo es fiel a la concepción de Marx y Engels del Estado como de
administración de los intereses del capital en su conjunto.89
Desde una concepción instrumentalisa, el Estado de bienestar responde a una estrategia
deliberada para neutralizar l a lucha de clases, y es funcional para el capital políticamente
(al crear condiciones para la integración de los trabajadores en el orden capitalista) y
también econcimicamente a largo plazo al hacer posible que el proceso de producción del
capital se realice de forma armoniosa e ininterrumpida. Ahora si para los instrwnentalistas
l a funcionalidad se explica por la existencia de un agente que planifica en nombre del
X8 b i d . , pag., 48.
54
capital, para los estructuralistas no hay ningún principio subjetivo que ajuste la acción del
Estado a los intereses del capital; el estado por su definición (establecen), responde a las
necesidades objetivas del capital.’”
Por su parte, el punto de partida de l a escuela derivacionista alemana parece haber sido la
crítica de la “ilusión del Estado de bienestar”, en donde el Estado de bienestar desplaza el
eje de la conflictividad desde la lucha de clases en el campo de la producción a la
reivindicación en el campo de la política. Esto supone, según los derivacionistas, separar la
esfera de la política de la esfera de la acumulación capitalista. El objetivo teórico de la
escuela derivacionista es mostrar que el Estado burgués es una organización política
particular, fruto de la escisión entre sociedad civil y Estado. Y que Marx había visto como
un fenómeno de alineación desde su “Crítica de l a filosofia del derecho de Hegel”.gl
Así la principal crítica de los derivacionistas contra el Estado de bienestar es la de ser, una
forma de Estado, es decir, una organización política particular. Que además impulsa el
control y la supervisión paternalista de los trabajadores. El problema central es que toda
forma de Estado implica una escisión de la sociedad, en sociedad civil y sociedad política,
y que esta alineación sólo puede ser superada con la abolición del mismo capital, de cuya
esencia se deriva lógicamente.
Por su parte IIir~ch,~’ al hacer alusión del Estado de bienestar, revela su doble concepción
funcional; por una parte el Estado de bienestar es una concesión impuesta por una clase
obrera crecientemente fuerte, y por el otro lado, es una necesidad objetiva (económica) para
reproducción y conservación de la fuerza de trabajo una vez que la familia tradicional entra
en el proceso de disolución con la urbanización y la industrialización. Por ello, los
trabajadores deben luchar por el Estado de bienestar en contra de la resistencia de la
burguesía para cuando íleguen las crisis, el Estado no sea utilizado para neutralizar a la
clase obrera.
89
90 Ibid, pag. 64. Ibid., pag., 60.
9’ Ibid. Pag. 66. Ibid. pag 67. 92
Así la posibilidad de salvaguardar la dominación política de la burguesía por medio de
concesiones de tipo “Estado de bienestar” a la clase obrera, depende del progreso
ininterrumpido de la acumulación del capital. Una caída de la tasa de ganancia y una
acumulación de capital más lenta estrecharía la base material del Estado bienestar y conducirlo de forma creciente al uso de la violencia abierta como medio de librar la lucha
de clases.93
Si observamos al Estado de bienestar con objeciones presentes, el Estado era funcional para
el capitalismo durante los años cincuenta y sesenta, como forma de garantizar la demanda
solvente, convirtiéndose en disfuncional ante las nuevas condiciones creadas por las crisis
de los años setenta. Y fue en este momento cuando se hizo perceptible la llamada crisis de
legitimación, consecuencia a su vez de la crisis fiscal, en un clima de caída de la
rentabilidad, a las crecientes demandas sociales de nuevas prestaciones. Siendo la crisis
fiscal consecuencia de que el capitalismo monopolista no puede garantizar el crecimiento
ilimitado excedente. Fue una caída relativa del excedente (frente a los salarios) la que
seguramente provocó la crisis de los años setenta, la crisis fiscal y la consiguiente crisis de
Por último se le pondrá atención al concepto que Offe define como neocorporatismo, y que
deriva de los cambios que en las últimas décadas se han producido en las relaciones entre el
Estado y la economía, y el Estado y los grandes intereses organizados, sobre todo a partir
de la expansión de las políticas de bienestar después de la segunda guerra mundial.
Situando estos cambios estructurales en tres niveles; primero el nivel de concentración y
centralización de los organismos e intereses económicos y sociales; segundo, la presencia
en el gobierno de los partidos de clase obrera no comunista; y tercero, el factor ideológico
del rechazo de la idea de lucha de clases como motor de cambio social.95
93
94
97
Ibid., pag., 80. Ibid., pag., 98. Pic6, Joseph, ”Teorías sobre el Estado de bienestar”, edit. Siglo XX, México, 1987. Pag. 69.
3.2.-Del Estado de bienestar al orden social de las sociedades capitalistas avanzadas.
El desarrollo del Estado de bienestar con sus grandes aciertos y éxitos no ha de ser
entendido como un paso en el cambio hacia el socialismo. Más bien para Flora P., debería
interpretarse como un proceso complementario en la evolución de una estructura tripartita
relativamente coherente que consiste en la economía capitalista de mercado, la política
democrática de masas y el Estado de bienestar.”
Es por ello que el Estado de bienestar tiende a evolucionar hacia una mejor meta,
adaptándose a los distintos cambios en la sociedad capitalista y sobre todo atendiendo al
individuo, en el orden de la satisfacción de sus necesidades materiales, espirituales y
cu~turales.’~
Pero en el transcurso de esta evolución exciten cambios, realmente muy drásticos. Es
entonces, que la sociedad se debe plantearse una pregunta; i qué clase de Estado de
bienestar es entonces compatible con las sociedades capitalistas avanzadas?, la respuesta a
esta pregunta formulada por Gosta es: “aquella que organice las relaciones entre la familia,
el mercado de trabajo y el Estado”. En primer lugar la familia esta distanciándose
rápidamente de la norma establecida en los primeros años de la posguerra, ya que se
incrementa el ni~mero de mujeres trabajadores y se hace más normal que ambos miembros
de la pareja trabajen, emergiendo así nuevas formas de mantenimiento del hogar, los cuales
entrañan grandes riesgos de pobreza. En segundo lugar, el mercado laboral actual no está
caracterizado por el homogéneo tipo de clase trabajadora en los primeros años de la
posguerra, el catnbio tecnológico y la economía de servicios produce una combinación de
una mayor heterogeneidad de la ocupación y polarización. Esta combinación polarizada
hace dificil mantener el tradicional principio de universalidad, ya que la clase social
96
97 Johnson Norman, ob., cit., pag , 173. Termes Rafael, “Del Estado de bienestar a la sociedad del bienestar”, l1ttp:Nwww.hayek.orglesta.htm.
57
privilegiada demanda unos servicios y beneficios de mejor calidad, teniendo la necesidad el
Estado de complementar esa demanda a través de planes privados.98
A pesar de todos los cambios (a favor o en contra), el Estado de bienestar no renuncia a sus
valores fundamentales (libertad, igualdad de oportunidades, reducción de desigualdades,
democratización y la extensión de seguridad social)99, y aunque las corrientes (ya sea de
izquierda o derecha), plantean modificaciones al Estado de bienestar, lo cierto es que
ninguna tiene una teoría coherente o una estrategia realista sobre el orden social100 de un
Estado no - de bienestar, a falta de ello, el Estado de bienestar sigue siendo una hecho
constatado pero en realidad firmemente engastado en el orden social de las sociedades
capitalistas avanzadas.””
Pero veamos que es este “orden social” en el Estado de bienestar; hay varios modelos
normativos de orden social y económico. Uno es el modelo neo /aissez:faire según el cual
debería abolirse al Estado de bienestar para producir una resurrección de la sociedad
mercantil libre y armoniosa. Pero el problema politico de esta solución es que cuando mhs y
más homogéneamente progrese la modernización capitalista de un país, menor será la base
social de esta alternativa. Su polo opuesto es un modelo de orden social favorecido por
elementos de la clase media, combinando valores del Estado de bienestar, con ciertas ideas
heredadas de la tradición sindicalista del pensamiento política. Suponiendo este
planteamiento que las funciones del Estado de bienestar podrían ser asumidas por
comunidades libertarias, igualitarias y en buena medida auto-suficientes, que trabajarían
dentro de un marco altamente descentralizado y desburocratizado.’”*
En los países con fuerte elemento socialdemócrata, es más probable la emergencia de
formas de mediación de este modelo de orden social, orientadas a determinar la expansión
del Estado de bienestar, compatibles tanto con exigencias de acumulación como con las
98 Esping Andersen Gosta, Fernández Garcia Tomás, ob., cit., pag., 34.
Orden social: conjunto de reglas, leyes, estructuras que constituyen una sociedad, Offe Claus, ob., cit., pag., 147. Ibid., pag., 147.
99 Miralles Josep, “El Estado de bienestar y perspectivas”, http.//wwwfespinal.com/espinal/es49.htm. ton 101
102
demandas de las organizaciones de la clase trabajadora, implicando este modelo el
desarrollo del neocorporatisn10.103
El neocorporatismo pretende ser así un modelo interpretativo para explicar estos cambios y
tendencias propias de las sociedades liberales del capitalismo avanzado, y en cuanto
paradigma analítica se refiere a las formas institucionales y a los mecanismos de regulación
social y de formación de las decisiones que se han ido difundiendo de forma diversa en
algunos países occidentales.
El Estado de bienestar se convirtió, en el principal agente productor de bienes y servicios
en la sociedad, de ahí que en su interior se reflejen todos estos cambios estructurales y la
aparición de crisis. En el intento de resolver estos últimos conflictos es donde inicia la
acción neocorporativa del Estado que trata de adscribir su propio proyecto y estrategia a
aquellos grupos de intereses sin cuya colaboración política sería ineficiente. Entonces, en el
neocorporatisnlo subyace por tanto una fuerte preocupacidn por la eficiencia y la
racionalidad del sistelna como pretensión holística que trata de ignorar l a desigualdad del
poder entre los grupos y la contraposición de sus intereses.
Para 0ffe,'O4 el neocorparatismo es una respuesta complementaria a las contradicciones que
subyacen en el Estado de bienestar. La estrategia neocorporativa -afirma- trata de
restablecer los desequilibrios del mercado de trabajo, excluir las revindicaciones
excesivamente políticas e institucionalizar plataformas informales de negociación entre
representantes de los grupos más importantes del capital y el trabajo, la supervisión del
Estado. Las políticas neocorporativas se diseñaron para desarrollar el consenso entre élites
de poder con la finalidad de ajustar las políticas del Estado de bienestar y la administración
a los requerimientos del subsistema económico. El crecimiento de neocorporatismo
aumenta a medida que disminuyen los mecanismos democraticoliberales convencionales.
Pero estos mecanismos presentan desventajas para l a clase trabajadora porque están
fuertemente condicionado por el poder de invertir del capital. Este poder sirve para definir
cuáles son los temas que se han de negociar y cuáles se excluyen de esta negociación. Esto
I o3 Ibid., pag., 149.
a su vez genera nuevas fuentes de conflicto entre el movimiento obrero organizado, el
Estado, los otros movimientos sociales y el capital que afectan directamente al problema de
la legitimación que los esquemas neocorpotativas tratan de afrontar.
Así, el neocorporatismo se puede percibir como un elemento del cambio de estrategia de las
relaciones políticas del sistema, resultando de las tensiones entre acumulación del capital, la
participacihn democrática y la legitimación. Con este panorama, el análisis sobre el
neocorporatismo nos ofrece un medio para observar el cambiante papel que el Estado de
bienestar desempeña en el ámbito de la política social y como se van configurando nuevas
formas asociativas y estrategias de participación social. El neocorporatismo está tomando
una importancia crucial no sólo ya en el nivel macroeconómico, políticas de renta, empleo,
reconversión industrial, ect.lo5 Si no que se va descendiendo a otros aspectos
institucionalizados de la sociedad civil como la sanidad o la enseñanza.
Es así, que uno de los mayores retos del Estado de bienestar, es desarrollar modelos
alternativos para la aplicación de las políticas de bienestar social.
104
105 Picó, Joseph, “Teorías sobre el Estado de bienestar”, ed., Siglo XXI, Mexico, 1987. lbid , pag , 132.
1V.- A modo de conclusión: El “lugar histórico” del Estado de bienestar.
El sistema capitalista está en constante evolución, transformación y adaptación, al grado de
desarrollo de sus fuerzas productivas. Esta misma evolución va exigiendo nuevas
condiciones para garantizar la reproducción del capital. El Estado de bienestar es una de las
etapas de esta evolución, donde el factor principal que lo caracterizaba era la intervención
del Estado en la economía. Esta intervención tenia la finalidad de establecer las condiciones
adecuadas a las nuevas exigencias del progreso técnico y social; de acumulación y
expansión del capital.
Esta etapa evolutiva del sistema capitalista se manifiesta con el surguimiento de políticas de
carácter keynesiano, cuya aplicación entre otras cosas, perseguía el objetivo de llegar al
pleno empleo, y así mismo, cubrir las necesidades básicas de las familias. Esto a su vez era
necesario para adecuar, al factor humano a las nuevas exigencias de las fuerzas productivas;
ósea, para desarrollar equipo tecnológico (en la creación de maquinas que produjeran
grandes volúmenes de mercancías) e innovar los procesos productivos.
Para ello, la intervención del Estado en la economía era fundamental, en la creación de una
infraestructura social, que respondiera a los intereses estratégicos de la clase capitalista. De
esta manera el Estado tuvo que proporcionar servicios sociales, tales como: la “educación”,
la cual tenia un papel primordial en torno a la estrategia de acumulación del capital, porque
se preparo a una población con un nivel alto de educación (en el sentido de formar
especialistas en todas las Breas de la producción, tal es el caso de los ingenieros o técnicos
especializados). Traduciéndose este nivel alto de educación en un incremento en el nivel de
ingreso de los trabajadores y por lo tanto en un mejor nivel de vida de sus familias.
Paralelamente con esta necesidad del capital productivo de tener trabajadores mejor
educados en sus procesos de producción, se dio la consolidación de la clase obrera (y su
conflicto con el capital en su lucha por la distribución del producto); y sobretodo por el
impulso y el reconocimiento por parte del Estado, de organizaciones y agrupaciones
obreras (los sindicatos), los cuales ejercían presión hacia la clase capitalista para darle
61
solución a las demandas obreras (tales como mejores condiciones de trabajo, menores
salarios, prestaciones ect.).
Es así, que la formaci6n y maduracicin del Estado de bienestar en los paises de la OCDE,
fue la interacción de estos dos factores; por un lado atendiendo a 10s intereses de la clase
capitalista y por otro lado, dando solución a las demandas de la clase obrera.
Pero este Estado de bienestar, a principios de los años setenta genero una serie de
contradicciones que se pueden resumir de la siguiente manera:
1 .- En el proyecto del Estado de bienestar se encuentra la contradicción interna entre el
obietivo del proyecto (el mantenimiento del pleno empleo); lo que permite mantener
ámbitos para la autorrealizacion de los individuos, y el método desarrollado para su aplicación, en una serie de políticas sociales; que formaban a los individuos para ser
dirigidos en beneficio de la clase capitalista, originando una unilateralidad del mismo
proyecto en favor del capital.
2.- El Estado de bienestar creo a una clase social media con una conciencia social muy
distinta a l a conciencia social de la clase obrera; que al detectar los probienlas fiscales que
tenia el Estado, entra en conflicto con esas presiones fiscales. Porque no estaban dispuestos
a pagar con sus impuestos los progresos sociales que benefician a una minoría,
argumentando que la parte encargada de administrar esa fiscalización es ineficiente.
3.- El Estado de bienestar al intentar ser en su totalidad eficiente, reduce los incentivos que
podrían obtener los trabajadores, sofoca la iniciativa de los individuos, absuelve a la gente
de responsabilidad personal (al proporcionar beneficios sociales, que no requerían de un
esfuerzo personal); y estinlula l a dependencia. En concordancia con una ausencia del
mecanismo de precios y de disciplina de mercado, lo que estimula la ineficiencia y el
despilfarro del Estado.
4.- El Estado de bienestar al intentar planificar racionalmente sus actividades se vio forzado
a realizar dos fornlas incompatibles con respecto al sistema económico, el de
mercantilización y el de desmercantilización (en el sentido de que la intervención estatal ha
62
debilitado la esfera mercantilizada de la producción y el intercambio). Por un lado el Estado
de bienestar reorganizo y restringió los mecanismos de acumulación capitalista y por otro
lado al apoyar la protección mercantil, no podía evitar apoyar a las fuerzas de acumulación
que desembocan en Io contrario al pleno empleo.
5.- Y la contradiccih principal; El Estado de bienestar resulto un marco estrecho para
asegurar las políticas econcimicas, frente al exterior, contra los imperativos del mercado
mundial y la política de inversi6n de empresas que operan a escala mundial.
Con la aparición de las crisis económicas de los años setenta y ochenta, en los Estados de
bienestar empez6 a crecer la financiación que requerían sus sectores económicos y sociales
(y que en las décadas anteriores provenía principalmente del sector real de la economía). Es
cuando se observa una metamorfosis en la base de la reproducción del capital, pasando de
una base donde el sector principal era el capital productivo, a otra base totalmente distinta,
el capital financiero, el cual empieza a tomar dimensiones internacionales, es decir de
globalización, La representatividad del capital financiero es ahora en forma acciones, bonos
gubernamentales y diversos documentos, y su cotización en las bolsas de valores de todo el
mundo puede generan grandes ganancias o perdidas en muy corto plazo. Esto se manifiesta
en la apertura del mercado de capitales.
Es así, que la expansión del capital ficticio, exigió nuevas condiciones para garantizar su
reproducción a nivel mundial. Para ello, necesitaba del desarrollo y aplicación de políticas
que favorecieron su acumulación, tales como:
a) La disminución del papel del estado en la economia, es decir, restringir la intervención
estatal en los sectores productivos y financieros principalmente, con la finalidad de que
el crecimiento del capital ficticio no encuentre trabas o fronteras en su expansión.
Conocido este proceso como “Desregulacicin” estatal.
b) Estabilidad del tipo de cambio. Para acceder a una estabilidad cambiaría se requiere que
no haya presiones inflacionarias; un elemento importante para lograr esta meta, es
teniendo presupuestos pilblicos balanceados (con superávits fiscales o déficits fiscales
muy pequeños), lo que se traduce en u n recorte o disminución del gasto publico.
63
Llegando a ser contradictorio con el Estado de bienestar, en donde uno de los
instrumentos más importantes que lo caracterizaba era el constante aumento del gasto
público (por lo tanto presentaba seguidos déficits fiscales).
Esta transformación de la base de reproducción del capital, tiene un gran impacto en el
Estado de bienestar, porque el sector productivo de la economía y se1 elemento clave de la
fuerza productiva (el trabajador) no son lo más importante. El primer lugar en importancia
económica, lo toma el sector financiero, lo que provoca un deterioro del sector real y el
factor humano (en una marginación total y disminución en la cantidad y calidad de vida de
los ciudadanos de los países con Estado de bienestar).
Las contradicciones que genero el Estado de bienestar tenían que solucionarse a la vista del
sistema capitalista, paralelamente con la transformación de la reproducción del capital (de
productivo a financiero), dirigiéndose esta nueva etapa de la evolución del sistema
capitalista, a lo que el investigador alemán Offe Claus denomina como “el orden social de
las sociedades capitalistas avanzadas”.
Esta nueva etapa evolutiva se visualiza en la actualidad, con un mundo globalizado, en el
que se busca que no existan fronteras entre los países (ejemplo de esto son los tratados de
libre comercio entre las naciones); y con l a finalidad de que haya un libre acceso a los
mercados internacionales por parte de todas las empresas (principalmente las
transnacionales) y donde el sector más importante es el financiero y la especulación su
mejor acompañante. De tal manera que este nuevo orden garantice la reproducción del
capital ficticio. Siendo una sociedad avanzada en el sentido de responder a las necesidades
de las distintas etapas del desarrollo del capital.
Pero esta globalización u orden social de las sociedades capitalista tiene consecuencias en
l a vida de todos los seres humanos. Teniendo como resultado un retroceso en términos
sociales, ya que el impacto social es a nivel mundial. Reflejándose en un constante aumento
del desempleo, la disminución en términos reales de los ingresos de los trabajadores, el
deterioro en el nivel de vida de los individuos y sobre todo en la constante incertidumbre
que provocan las crisis financieras (tal es el ejemplo de México, Brasil y Japón), lo cual
muestra la gran debilidad que tiene está nueva base de reproducción del capital.
En este mundo globalizado, toma gran importancia la experiencia de los que fue el Estado
de bienestar. No podemos volver a las practicas iniciales de los países occidentales con
Estado de bienestar, porque existen condiciones totalmente distintas y sobre todo porque
habría una resistencia o enfrentamiento con los sectores poderosos (financieros).
Pero si se podría tomar algunos principios teóricos (keynesianos); por algunos piases que
pretendieran reorientar su economia y así desligarse gradualmente de la globalización.
Países como los del tercer mundo, los cuales requerían fomentar una alta presencia del
Estado en su economía. En donde el Estado innovara y desarrollara políticas que brindaran
una proteccicin al sector real y sus ramas con perspectiva de crecimiento tecnológico y
fundamentalmente que se reinvirtiera en el elemento clave de sus fuerzas productivas (el
factor humano) de tal manera que se generara a trabajadores especializados en las distintas
áreas del desarrollo tecnológico. Y así crear las fuentes internas del excedente económico,
ahorro y progreso, que den fuerza a los países para amortiguar los estragos de un mundo
globalizado.
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