unidad ii - apuntesserhumano.files.wordpress.com · la dignidad humana definición de persona la...

10
Unidad II

Upload: phamkhanh

Post on 07-Oct-2018

229 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Uni

dad

II

38

S e r hu m a n o

Esquema conceptual: Unidad II

Técnica

Tradición

Abstracción

Anatómicas

Psíquicas

UNIDAD IIEspíritu Encarnado

2. El hombre como cognoscente

4. Corporeidad y espiritualidad

1. El hombre en el cosmos

3. Dignidad del cuerpo

5. Varón y mujer

Hominización del animal

Origen y evolución de la vida humana

El hombre: dueño de la naturaleza

La inteligencia

Las cualidades del hombre

La reflexión

La dignidad humana

Definición de persona

La figura humana

El hombre y la naturaleza

El cuerpo

La corporeidad

Carácter sexual del cuerpo humano

Diferencias

39

U n i da d I I . E s p í r i t u e n ca r na d o

Sem

ana

3 Presentación

¿Quiénes somos? Esta pregunta es inseparable de las siguientes: ¿dónde esta-mos, de dónde venimos, a dónde vamos? Conocer lo humano no es separarlo

del Universo, sino situarlo en él. El hombre sigue siendo un misterio para sí mismo, el fin de las ciencias humanas no es revelar al hombre, sino disolverlo para concebir la complejidad humana. El hombre sigue siendo un desconocido, y en la actualidad esto se da más por la mala aplicación de la ciencia que por ignorancia. De aquí se desprende una gran paradoja: cuanto más conoce el hombre, menos se comprende al ser humano.

II.1 El hombre en el cosmos

II.2 El hombre como cognoscente

II.3 Dignidad del cuerpo

II Espíritu encarnado

Tema y subtemas

Objetivos específicos

El alumno ubicará al hombre en su contexto en el cosmos, distinguiendo su •esencia como ente cognoscente y valorando la dignidad del cuerpo.

40

S e r hu m a n o

II.1 El hombre en el cosmosSe debe empezar por reflexionar sobre el hombre. Hay en este terreno tantos problemas filosóficos, que no es posible siquiera enumerarlos todos. Lo mejor será que se comience afirmando las cualidades del hombre que no ofrecen lugar a duda. Éstas pueden reducirse a dos capítulos: el hombre es un animal, primeramente; y, en segundo lugar, el hombre es un animal raro, de es-pecie única.

Es pues, ante todo, un animal y presenta todas las características de uno. Es un organismo, tiene órganos sensibles, crece, se nutre y mueve; posee pode-rosos instintos: el de conservación y el de lucha, el sexual y otros, exactamente como los demás animales. Si se compara al hombre con otros animales supe-riores, se puede observar con certeza que forma una especie entre las otras especies animales. Para pensar así, no se tiene que acudir a las sabias teorías sobre la evolución de las especies, según las cuales el hombre vendría no ciertamente de un mono, como de ordinario se dice, pero sí de un animal. Es, sin embargo, un animal raro. El hombre posee muchas características que o no se encuentran en absoluto en los otros animales o sólo quedan como huellas insignificantes. Lo que aquí sorprende, sobre todo, es que desde el punto de vista biológico el hombre no tendría derecho alguno de imponerse así a todo el mundo animal, ni a dominarlo como lo hace ni a aprovecharse de él como el más poderoso y caprichoso ser de la naturaleza. El hombre es, en efecto, una especie mal dotada: vista débil, olfato mínimo, oído inferior, etc. Si mencionamos las armas naturales, por ejemplo las uñas, le faltan casi por completo. Su fuerza es insignificante. No puede correr con veloci-dad ni nadar. Por añadidura, está desnudo y muere mucho más fácilmente que la mayoría de los animales de ambientes fríos o calurosos. Si nos enfocamos en el aspecto biológico, el hombre no tendría derecho a la existencia. Hace tiempo que debió haberse extinguido, como otras especies animales mal dotadas. Sin embargo, el hombre no se ha extinguido. El hombre es dueño de la Natu-raleza. Él ha extirpado del ambiente a una larga serie de animales peligrosísimos, y ha cautivado a otras especies para convertirlas en criados domésticos. El hom-bre ha cambiado la faz de la Tierra. Basta, en efecto, contemplar su superficie desde un avión o desde una montaña para ver cómo todo lo combina, lo arregla y lo cambia.

Hominización del animal

Las cualidades del hombre

Origen y evolución de la vida humana

El hombre como dueño de la Naturaleza

¿Dónde estamos?, ¿a dónde vamos?

41

U n i da d I I . E s p í r i t u e n ca r na d o

II.2 El hombre como cognoscenteTodos los seres humanos conocen la respuesta: por la razón. El hombre, con toda su debilidad, posee un arma terrible: la inteligencia. Es incomparablemente más inteligente que ningún otro animal, aun el más alto en la escala zoológica. Cierto que se encuentran también vislumbres de inteligencia en monos, gatos y elefantes. Pero son insignificancias al lado de lo que posee el hombre, aun el más sencillo. Esto explica su triunfo sobre la Tierra. Mas esto es una respuesta provisional y superficial. El hombre no sólo parece tener más inteligencia que los otros animales, sino también un tipo distinto de inteligencia, o como se le quiera llamar. Al menos eso es lo que hace pensar el hecho de que el hombre, y sólo él, ostente una serie de cualidades completamente particulares. Las más notables: la técnica, la tradición, el progreso, la capacidad de pensar de modo totalmente distinto que los otros animales y, finalmente, la reflexión.

A continuación revisaremos tres de las cualidades más importantes que de-sarrolla el hombre y que demuestran su inteligencia.

La técnica

En esencia, ésta consiste en que el hombre se sirve de ciertos instrumentos producidos por él. Algunos animales hacen algo parecido. Un mono, por ejem-plo, tendrá gusto en usar un bastón. Pero la producción, con miras a un fin determinado, de instrumentos complicados mediante meticuloso trabajo es típicamente humana. Aunque la técnica no es la única rareza del hombre. La técnica misma no hubiera podido desenvolverse si el hombre no fuera, a la par, un animal social, en el sentido absolutamente especial de la palabra. Es cierto que existen otros animales sociales: las termitas y las hormigas, por ejemplo, poseen una mara-villosa organización social. Pero el hombre es social de otro modo. El hombre forma la sociedad por antonomasia. Ésta no es genética ni tiene que ver con sus instintos: la aprende. Y el hombre puede aprender la tradición porque posee, como ningún otro animal, un sistema de comunicación muy complicado. La tradición sola hubiera bastado para hacer grandes distinciones entre el hombre y el resto de los animales.

La tradición

Gracias a la tradición, el hombre es progresivo. Aprende más y más. Y no sólo el individuo es capaz de aprender —esto acontece también entre los otros anima-les— sino también la sociedad, la humanidad. El hombre es inventivo. Mientras

El hombre y la inteligencia

La técnica como cualidad

La tradición como cualidad

¿Cómo es posible el dominio del hombre?

42

S e r hu m a n o

que los otros animales transmiten rígidamente su saber de generación en gene-ración; entre los hombres una generación sabe o, por lo menos, puede saber más que la precedente. Y a menudo se producen grandes innovaciones dentro de una misma generación. Lo difícil es que, al parecer, este progreso tiene muy poco que ver con la evolución biológica. En este aspecto, casi no hay diferencia con los antiguos griegos, pero en la actualidad, de manera incomparable, se presentan más conocimientos de lo que ellos desarrollaron.

La abstracción

Parece, sin embargo, que todo esto: la técnica, la tradición, el progreso, depen-den de una cuarta cualidad, a saber, la peculiar capacidad que posee el hombre de pensar de distinta manera que el resto de los animales. Esta diferencia en su pensamiento, no es fácil de reducir a una fórmula breve, pues es muy compleja. Así, el hombre es capaz de la abstracción. Mientras que los otros animales pien-san siempre con miras a lo particular y concreto, el hombre puede pensar de for-ma universal. A ello debe precisamente las mayores conquistad de su técnica.

II.3 Dignidad del cuerpo

Cada uno de los hombres tiene la conciencia inmediata de ser libre; por lo menos en ciertos momentos, parece como si el ser humano pudiera superar todas las leyes de la Naturaleza.

La reflexión

El hombre es —acaso sobre todo— capaz de la reflexión. El hombre no mira, como parecen hacerlo todos los animales, exclusivamente el mundo exterior. Puede pensar en sí mismo, se preocupa por él mismo, se pregunta por el sentido de su propia vida. También parece ser el único animal que tiene clara conciencia de que ha de morir. Si se atienden todas estas particularidades del hombre, no es de sorprenderse que Platón, fundador de la filosofía occidental, llegara a la con-clusión de que el hombre es algo distinto en toda la Naturaleza. Lo que lo hace hombre —la psique, el alma, el espíritu— está ciertamente en el mundo, pero no pertenece a él. El hombre descuella por encima de toda la Naturaleza. Pero las particularidades del hombre forman sólo uno de sus aspectos.

La abstracción como cualidad

Capacidad de reflexión

U n i da d I I . E s p í r i t u e n ca r na d o

La dignidad humana

El hombre es un todo, y éste tiene diversas funciones: puramente físicas, ve-getativas, animales y, finalmente, también espirituales. Son funciones, todas, no del cuerpo, sino del hombre, del todo. Las funciones espirituales del hom-bre dan algo completamente particular que no se da en los otros animales. El hombre es un puro espíritu que pone en movimiento un puro mecanismo. Este espíritu, como ya se ha notado, se concibe como algo por completo distinto del resto del mundo. En efecto, se han considerado distintas particularidades del hombre que le dan dignidad y por las que destaca por sobre todos los animales. Pero el hombre no es sólo eso. Es también —y, debido a tales cualidades— algo incompleto, in-quieto y, en el fondo, miserable. Un perro o un caballo comen, duermen y son felices (en cuanto se los deja ser). No necesitan nada más allá de la satisfacción de sus necesidades primarias. En el hombre no es así. El hombre se crea constan-temente nuevas necesidades y jamás está satisfecho.

El hombre que a la vez forma parte de mundo, lo trasciende y muestra una singular capacidad para dominarlo. El hombre debe aceptar que el valor del ser humano es de un orden superior con respecto del de los demás seres del cosmos. Y a este valor se le denomina dignidad humana. La dignidad propia del hombre es un valor singular que puede reconocerse con facilidad. Pero el hombre se da cuenta de que dicha dignidad es anterior a su voluntad, que no es otorgada ni suprimida por él. Este valor singular que es la dignidad humana se presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos.

43

Dignidad como cualidad humana

Valor del ser humano

¿Cuánto vale tu vida?

44

S e r hu m a n o

Reactivos de autoevaluación

Instrucciones: Relaciona las columnas anotando en el paréntesis el número de la opción correcta.

1. Las cualidades del hombre que no ofrecen lugar a duda. ( ) Naturaleza

2. ¿Desde que punto de vista el hombre no tendría derecho alguno a imponerse a todo el mundo animal? ( ) Dignidad

3. El hombre es dueño de la… ( ) La técnica

4. El hombre con toda su debilidad posee un arma terrible: ( ) Biológico

5. Consiste esencialmente en que el hombre se sirve de ciertos instrumentos producidos por él mismo. ( ) Reflexión

6. El hombre tiene la conciencia inmediata, parece como si pudiera superar todas las leyes de la Naturaleza. ( ) El hombre es un animal y es un animal raro de especia única

7. El hombre puede pensar en sí mismo, se preocupa de sí mismo, se pregunta por el sentido de su propia vida. ( ) Ser libre

8. Las particularidades del hombre le dan: ( ) La inteligencia

44

S e r hu m a n o

45

U n i da d I I . E s p í r i t u e n ca r na d o

Cuerpo humano: Va más allá de la simple corporeidad animal, porque en cuan-to humano, lleva en sí mismo la vitalidad interior: el espíritu.

Dignidad: Es una calidad o bondad superior por la que algo o alguien goza de especial valor o estima.

Espíritu: La sustancia inmaterial del hombre.

Bochenski, J. (1997). Introducción al pensamiento filosófico. Barcelona: Herder.Lucas Lucas, R. (2002). El hombre Espíritu Encarnado. Salamanca: Sígueme.Morin, E. (2006). El Método. La humanidad de la humanidad. Madrid: Cátedra.

Lecturas complementariasOtras lecturas recomendadas

1. Ferrer, U. (26 de julio de 2006). FLUVIUM. Recuperado el 26 de junio de 2007, de http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul442.htm

2. Vidal, M. (20 de agosto de 2000). El Mundo. Recuperado el 26 de junio de 2007, de http://www.elmundo.es/2000/08/20/opinion/20N0032.html

Fuentes de información

Glosario

Panel de verificación

46

S e r hu m a n o

Instrucciones: Relaciona las columnas anotando en el paréntesis el número de la opción correcta.

1. Las cualidades del hombre que no ofrecen lugar a duda. ( 3 ) Naturaleza

2. ¿Desde que punto de vista el hombre no tendría derecho alguno a imponerse a todo el mundo animal? ( 8 ) Dignidad

3. El hombre es dueño de la… ( 5 ) La técnica

4. El hombre con toda su debilidad posee un arma terrible: ( 2 ) Biológico

5. Consiste esencialmente en que el hombre se sirve de ciertos instrumentos producidos por él mismo. ( 7 ) Reflexión

6. El hombre tiene la conciencia inmediata, parece como si pudiera superar todas las leyes de la Naturaleza. ( 1 ) El hombre es un animal y es un animal raro de especia única

7. El hombre puede pensar en sí mismo, se preocupa de sí mismo, se pregunta por el sentido de su propia vida. ( 6 ) Ser libre

8. Las particularidades del hombre le dan: ( 4 ) La inteligencia