una historia del trotskismo mexicano

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LOS PROFETAS ARMADOS. UNA HISTORIA DE LOS TROTSKISTAS EN MÉXICO,1934-1976 Verónica Oikión Solano, El Colegio de Michoacán Introducción La historiografía mexicana tiene a la fecha una deuda por el olvido sistemático en que ha tenido a la historia de los trotskismos en México, y lo digo así en plural porque la militancia trotskista en nuestro país ha tenido numerosas vertientes que no siempre han confluido en una única y permanente organización política. Ya se ha constatado que el desarrollo y la evolución de las distintas tendencias del trotskismo en México se han visto sujetos a “las vicisitudes del movimiento internacional, sin que se puedan ignorar, por supuesto, sus especificidades nacionales”1. Por tanto, el punto de vista de Guillermo Almeyra es pertinente cuando afirma que las distintas organizaciones de la izquierda en México no eran “mexicanas”, en vista de que “todas ellas eran la expresión en México, con formas particulares, de corrientes internacionales de un determinado pensamiento que se declaraba socialista (comunistas prosoviéticos, después ‘eurocomunistas’, o sea, comunistas nacionalistas reformistas, maoístas, prochinos, proalbaneses, trotskistas de diferentes tendencias, con sus teóricos y lazos internacionales)”2. Debo destacar que dentro de la nueva línea de investigación sobre movimientos armados e izquierda revolucionaria del siglo XX, no se le ha dado un espacio y un peso específicos, y no se cuenta a la fecha con ninguna historia que haga un recuento de cómo se fueron conformando los grupos trotskistas –con la configuración preponderante de la Liga Comunista Internacionalista (LCI) a partir de la década de los años treinta-, y sobre todo con la llegada y estancia de León Trotsky en nuestro país. Así como la inestable y zigzagueante vida de la propia LCI. Tampoco existe un estudio que nos explique por qué a lo largo de las décadas de los años cuarenta y cincuenta –periodo relevante del estalinismo en México- prácticamente fue inexistente el trotskismo en nuestro país, a diferencia de otros países latinoamericanos (sobre todo Argentina, 1

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Una interpretación del trotskismo en México...

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LOS PROFETAS ARMADOS

PAGE 1

LOS PROFETAS ARMADOS.

UNA HISTORIA DE LOS TROTSKISTAS EN MXICO,1934-1976

Vernica Oikin Solano, El Colegio de Michoacn

Introduccin

La historiografa mexicana tiene a la fecha una deuda por el olvido sistemtico en que ha tenido a la historia de los trotskismos en Mxico, y lo digo as en plural porque la militancia trotskista en nuestro pas ha tenido numerosas vertientes que no siempre han confluido en una nica y permanente organizacin poltica. Ya se ha constatado que el desarrollo y la evolucin de las distintas tendencias del trotskismo en Mxico se han visto sujetos a las vicisitudes del movimiento internacional, sin que se puedan ignorar, por supuesto, sus especificidades nacionales1. Por tanto, el punto de vista de Guillermo Almeyra es pertinente cuando afirma que las distintas organizaciones de la izquierda en Mxico no eran mexicanas, en vista de que todas ellas eran la expresin en Mxico, con formas particulares, de corrientes internacionales de un determinado pensamiento que se declaraba socialista (comunistas prosoviticos, despus eurocomunistas, o sea, comunistas nacionalistas reformistas, maostas, prochinos, proalbaneses, trotskistas de diferentes tendencias, con sus tericos y lazos internacionales)2.

Debo destacar que dentro de la nueva lnea de investigacin sobre movimientos armados e izquierda revolucionaria del siglo XX, no se le ha dado un espacio y un peso especficos, y no se cuenta a la fecha con ninguna historia que haga un recuento de cmo se fueron conformando los grupos trotskistas con la configuracin preponderante de la Liga Comunista Internacionalista (LCI) a partir de la dcada de los aos treinta-, y sobre todo con la llegada y estancia de Len Trotsky en nuestro pas. As como la inestable y zigzagueante vida de la propia LCI. Tampoco existe un estudio que nos explique por qu a lo largo de las dcadas de los aos cuarenta y cincuenta periodo relevante del estalinismo en Mxico- prcticamente fue inexistente el trotskismo en nuestro pas, a diferencia de otros pases latinoamericanos (sobre todo Argentina, Brasil, Bolivia y Chile), en donde hubo organizaciones trotskistas con militancia slida y consistente.

Hay que subrayar que la historia de los trotskismos en Mxico se haya an muy fragmentada, por no decir olvidada y prcticamente cercenada del discurso historiogrfico de las historias contemporneas de nuestro pas. Resulta que estamos ante un tema oculto en la historia oficial. El silencio historiogrfico en torno al papel de la izquierda revolucionaria, llmese trotskista o cualquier otra, tambin implica una lucha de clases en este nivel. La burguesa sabe que la historia sirve para la liberacin social3. Como a la fecha es evidente una insuficiente investigacin en cuanto a la temtica, no nos queda ms que avalar la apreciacin de que La historia incluye a unos y excluye a otros: es la historia como discurso del poder, y as se constata en la realidad. Si las relaciones sociales son relaciones de fuerza y si la historia es historia de la lucha entre las clases y los grupos sociales, tomar partido no exige faltar a la objetividad. Por ello, la historia de los trotskismos en Mxico debe tener un sentido crtico porque es una historia ante todo de los excluidos y del tejido social y poltico de sus vidas, pensamientos y sentimientos4.

Por tanto, al hacerse evidente la existencia de una gran laguna historiogrfica, los historiadores del siglo XX estamos obligados a reconstruir para entender la ruta sinuosa de encuentros y desencuentros de las organizaciones trotskistas consigo mismas y con el poder del Estado, y sus relaciones, vnculos y distanciamientos consigo mismas y con otros grupos polticos, sindicales y de la sociedad civil, y con organizaciones armadas en el contexto de la segunda mitad del siglo XX en Mxico y en el entorno latinoamericano y mundial. Veremos hasta dnde sus posiciones y acciones polticas reflejaron fielmente o con qu cambios y sesgos las ideas del creador del Ejrcito Rojo. En esencia quiero hacer explcito qu pretendan, cules eran sus concepciones, sus debates y sus disputas, y hasta dnde estaban dispuestos a llegar en los distintos escenarios de un Mxico contrastante y de acelerados cambios a lo largo de cuarenta aos. La reconstruccin histrica debe reproducir la tensin que caracteriza al proceso mismo de la Historia5.

Una segunda etapa en la historia del trotskismo en Mxico surgir a partir de nuevos escenarios polticos. No es por casualidad que los primeros sntomas de recuperacin se delinearon a partir del 58, fecha de las huelgas ferrocarrileras. Pero es, sobre todo, despus del 68 que comienza una nueva fase de reconstruccin6. No hay que olvidar el contexto latinoamericano, con el triunfo de la Revolucin Cubana y su acrecentada influencia en distintos movimientos polticos y armados.

Hacia fines de los aos cincuenta y con el inicio de la dcada de los aos sesenta, cobr vida en Mxico la Liga Obrera Marxista (LOM), con militantes trotskistas de extraccin universitaria. Al mismo tiempo surgi tambin en mbito de la oposicin en Mxico el Partido Obrero Revolucionario Trotskista (PORT).

Para entender cmo se organizaron ambos grupos en Mxico, habra que revisar tambin las distintas tendencias del trotskismo a nivel mundial, y hacer clara alusin a las rupturas, enlaces, alianzas, fracturas, etc., de quienes en su momento se reconocieron como herederos del pensamiento de Len Trotsky, e impulsores de la Cuarta Internacional. Desde la perspectiva histrica, es acertado describir el movimiento como marcado por la aparicin de varias tendencias y fracciones envueltas en luchas internas muy agudas, con el nimo de mantener continuidad en las pautas del trotskismo, o bien, alejndose de l en grados diferentes7. En este tenor, no se deben soslayar las relaciones de las organizaciones latinoamericanas con la direccin de la IV Internacional o con otros sectores del movimiento trotskista mundial8.

Con la aprehensin de los principales lderes posadistas en abril de 1966 en la ciudad de Mxico, hubo reajustes al interior del PORT y de la LOM. Vale la pena resaltar sobre todo las intenciones de quienes habiendo militado en el PORT, ahora buscaban alianzas no slo con la Liga Comunista Espartaco, sino tambin con otras organizaciones armadas. Los debates que se llevaron a cabo iban encaminados a un programa ms amplio e incluyente, que convocase a diferentes organizaciones revolucionarias para la integracin de un Frente Antiimperialista latinoamericano con la inclusin de grupos armados de distintos pases de la regin. Es muy significativa la asistencia a esas reuniones por parte de dirigentes del Per, Colombia y Venezuela.

Con el avance de la dcada de los aos sesenta, buena parte de la izquierda mexicana rompi con muchas de las tradiciones del pensamiento y la prctica socialistas, y surgieron nuevos sujetos histricos y nuevas formas de lucha []. El episodio clave en que se condensaron estos cambios fue el movimiento popular-estudiantil de 19689.

La crisis del 68 como crisis de valores y de ideas a nivel mundial, pero tambin como acicate para la rebelin social, poltica y armada- dej su huella en los grupos trotskistas, pero tambin los oblig a realizar varios ajustes dentro de sus organizaciones con fracturas y fusiones constantes. En la primera mitad de la dcada de los aos setenta actuaban en la semiclandestinidad la Liga Socialista (LS) y el Grupo Comunista Internacionalista (GCI). Sus convicciones afincadas en el pensamiento de Trotsky, su empuje revolucionario, sus acciones poltico-sindicales y su bagaje histrico, confluyeron para darle un fuerte soporte al ncleo fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores en 1976.

Breve balance historiogrfico y otras fuentes a las cuales recurrir

En relacin con lo poco que se ha escrito sobre el particular, quiero aqu hacer un breve balance. En primer trmino se encuentra el trabajo de Olivia Gall, Trotsky en Mxico y la vida poltica en el periodo de Crdenas, 1937-1940, editado por ERA en 1991. Hasta la fecha es el nica obra que explica en el entorno del gobierno cardenista y de la vida poltica y social, las repercusiones de la estada de Trotsky en Mxico. A no dudarlo es un gran aporte a la historiografa poltica de ese periodo.

De Len Trotsky, Escritos latinoamericanos, edicin argentina del Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones Len Trotsky (la primera de 1999 y la segunda del ao 2000) que compila artculos, cartas y entrevistas sobre Latinoamrica realizados por Trotsky entre los aos 1937 y 1940 durante su residencia en Mxico. Incluye una seccin con artculos de la revista Clave. Esta compilacin es un aporte para la divulgacin del pensamiento terico-poltico del exiliado ruso en relacin con los fenmenos polticos latinoamericanos, que anteriormente haban tenido escasa difusin.

De Manuel Aguilar Mora sus trabajos: Nuestro presente y el futuro de Trotsky y el trotskismo, en la revista del CEMOS, Memoria, nmero 203, enero de 2006. La Crisis de la Izquierda en Mxico. Orgenes y desarrollo, publicado por Juan Pablos, su primera edicin en 1978, y la segunda en 1983. El escndalo del Estado. Una teora del poder poltico en Mxico, publicado por Fontamara en el 2000. Toda su obra es valiosa, no slo por su perspectiva poltica, sino por ser testigo y actor poltico de primera lnea como dirigente trotskista. Rescata del olvido algunos tramos de la historia de los trotskistas en Mxico.

La editorial Nueva Imagen public en 1983 el texto de Adolfo Gilly Por todos los caminos/1. Escritos sobre Amrica Latina 1956-1982, en donde tiene un amplio apartado denominado Defensa Poltica, alegato expuesto en el Primer Tribunal Unitario del Primer Circuito, en la ciudad de Mxico el 7 de octubre de 1969, cuando ya llevaba ms de tres aos encarcelado por sus actividades poltico-militares clandestinas como dirigente del PORT. Su discurso se convierte de hecho en el espacio donde se lleva a cabo la lucha por el poder. Adems, su discurso resulta constitutivo en un doble sentido: tanto en reconstituir las relaciones de poder, como en constituir su transformacin. De ah la insistencia de Gilly en reafirmar que su lucha era por la revolucin socialista mexicana, latinoamericana y mundial.

Robert J. Alexander, Trotskym in Latin America, Stanford, California, Hoover Institution Press, Stanford University, 1973. Este profesor de economa y ciencias polticas de la Rutgers University, dice de su obra: el trotskismo es un movimiento poltico serio que merece ser estudiado cuidadosamente. La informacin obtenida por l y que recopil durante varios aos, lo calificaron para escribir una historia breve del movimiento en Amrica Latina. Sin embargo, la militancia del profesor Alexander en la socialdemocracia norteamericana lo induce a ciertos prejuicios contra el trotskismo, y sus fuentes estn sumamente sobrecargadas del lado de los ex trotskistas, algunos de los cuales se convirtieron en encarnizados enemigos del movimiento. En su momento, su estudio fue innovador por ser la primera mirada sobre el trotskismo en Amrica Latina desde la academia. Basado en testimonios personales, correspondencia, entrevistas y numerosos documentos, Alexander reconstruye con bastante acierto los primeros aos del trotskismo en Mxico.

Livio Maitan, dirigente de la seccin italiana de la IV Internacional, y miembro del Secretariado Unificado de la IV Internacional, escribi en 1977 Apuntes sobre una historia del trotskismo en Amrica Latina. Fue reproducido en el Boletn de Formacin Poltica, nmero 1 publicado por el PRT en 1978. Bajo la premisa de que la historia del movimiento trotskista en Amrica Latina no ha sido hasta hoy objeto de un estudio sistemtico por parte de ninguno de sus protagonistas, ni de otros militantes de la IV Internacional, hace un recuento muy interesante e incisivo para reconvenir y corregir las afirmaciones y errores en la obra de Robert Alexander.

Por su parte, Joseph Hansen, secretario de Trotsky en Mxico, y dirigente del Socialist Workers Party, tambin le corrigi la plana a Alexander en un texto originalmente publicado en espaol en la revista norteamericana Perspectiva Mundial, y reproducido tambin en el Boletn de Formacin Poltica del PRT.

Hace cosa de dos meses, sali publicada por CIESAS en sus Publicaciones de la Casa Chata la ms reciente obra de Daniela Spenser titulada Unidad a toda costa: la Tercera Internacional en Mxico durante la presidencia de Lzaro Crdenas. Amn de un estudio introductorio excelente, cuenta con un apartado amplio de documentos hasta hoy publicados sobre el KOMINTERN, resultado del trabajo de localizacin y seleccin de fuentes primarias en el Archivo Estatal Ruso de la Historia Social y Poltica en Mosc. Esta obra resulta ser la continuacin de otro libro publicado por el INEHRM en 2006 con el ttulo La Internacional Comunista en Mxico: los primeros tropiezos. Documentos, 1919-1922, realizado por Daniela Spenser junto con Rina Ortiz Peralta. Huelga decir que su trabajo de recopilacin de esos documentos, abre nuevas vas de comprensin de la puesta en marcha y desarrollo del Partido Comunista en Mxico y de los intereses del KOMINTERN en Mxico.

De Arturo Anguiano, Guadalupe Pacheco y Rogelio Vizcano, Crdenas y la izquierda mexicana. Ensayo, testimonios, documentos, publicado por Juan Pablos en 1975. Vale la pena el rescate y publicacin de varios artculos originalmente publicados en la revista Clave. Tribuna marxista, editada entre 1938 y 1940 en Mxico, y en donde aparecieron distintos artculos del propio Trotsky y de otros militantes trotskistas. Por ejemplo, es muy interesante la influencia de Trotsky percibida en el anlisis que hace Octavio Fernndez en su artculo titulado Qu es y a dnde va la revolucin mexicana?. Sobre todo porque ste y otros ensayos fueron fruto del intercambio de opiniones y perspectivas analticas entre ambos personajes.

Osvaldo Coggiola, profesor universitario trotskista argentino, realiz un sesudo anlisis con rigor acadmico, sin dejar de lado su militancia poltica. Por tanto, su libro Historia del trotskismo en Argentina y Amrica Latina resulta ser un texto de obligada lectura porque realiza con precisin y profundidad una certera aproximacin a los trotskismos latinoamericanos; sobre todo la primera parte de su libro aborda la historia del trotskismo argentino desde el punto de vista del Partido Obrero, polemizando con otras tendencias del trotskismo argentino. El captulo III de su segunda parte, aunque no es muy prolijo, se refiere a Trotsky en Mxico y la direccin de la IV Internacional. La primera edicin de esta obra fue realizada en 1985 por el Centro Editor de Amrica Latina. La segunda edicin que he consultado es del ao 2006 realizada por Ediciones razn y revolucin de Buenos Aires.

Izquierdas e izquierdismo. De la Primera Internacional a Porto Alegre, de la autora de Octavio Rodrguez Araujo, fue editado por Siglo XXI en el 2002, y es una buena gua para entender el desarrollo y los cambios que han sufrido las izquierdas [], y los debates entre ellas. Del mismo autor su obra titulada La reforma poltica y los partidos en Mxico, publicada tambin por Siglo XXI en 1979, con un apartado muy significativo y revelador acerca del PORT y la LOM, y de los grupos trotskistas que surgieron posteriormente en Mxico.

Trotsky y la revolucin en Amrica Latina es un folleto de la autora del argentino Osvaldo Calello, publicado en 2003 por la editorial En Lucha, quien aborda la lnea internacionalista y la prctica socialista revolucionaria de Trotsky antes y durante su exilio. Calello sostiene que Trotsky observ en Mxico, la existencia de un particular equilibrio de clases, favorable para la irrupcin de una suerte de bonapartismo semicolonial, en el cual una jefatura nacionalista, con apoyo de las masas [], afronta las tareas que la burguesa nativa no se anima a abordar.

El libro de Barry Carr, La izquierda mexicana a travs del siglo XX, publicado por ERA en 1996, resulta ya un clsico para entender la larga y sinuosa ruta de la izquierda en Mxico. Su estudio no se refiere en estricto sentido al trotskismo en Mxico, porque pone el acento en el movimiento comunista mexicano, aludiendo con ello a los varios comunismos mexicanos, desde la fundacin del PCM en 1919 hasta la disolucin del ltimo fragmento del partido a fines de los aos ochenta.

La pgina web del Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones Len Trotsky (CEIP) impulsado por un grupo acadmico argentino, es sumamente importante por el nmero y el contenido de publicaciones, reseas, reuniones, debates y comentarios que se encuentran ah.

Otra portal electrnico de suma importancia, resulta ser el denominado trotskyana.net organizado y puesto al da por Wolfgang and Petra Lubitz con numerosos documentos e informacin de primera mano generados en congresos y conferencias internacionales. Rene, adems, un material valiossimo publicado en distintos puntos del orbe con referencia a Len Trotsky y el trotskismo. Se pone al alcance de cualquier lector su amplsima bibliografa sobre el tema, indicando el repositorio en donde se encuentra, e incluye artculos, monografas, libros, folletos, documentos internos, conferencias, discursos y publicaciones peridicas (entre stas se mencionan, por ejemplo, El Bolchevique, que public la LCI en 1939). Se incluye un pormenorizado ndice con todas las organizaciones trotskistas en el mundo y en el largo periodo de 1927 a 1991, que resulta de muchsima utilidad. La pgina ofrece adems, una gua exhaustiva de los repositorios en todo el mundo en donde se encuentran colecciones documentales con papeles y correspondencia de Len Trotsky. Slo por mencionar algunos: el Archivo Trotsky en la Biblioteca Houghton, de la Universidad de Harvard, en Cambridge. En la Universidad de Stanford, los Archivos de la Institucin Hoover. En Espaa, el Comit de Documentacin Histrica sobre el trosquismo espaol y la Fundacin Pablo Iglesias. En Pars, el Centro de Estudios e Investigaciones sobre los movimientos trotskistas y los revolucionarios internacionales, y el Instituto Len Trotsky dirigido por el fallecido historiador Pierre Brou.

Por su parte, la Biblioteca de la Fundacin Feltrinelli di Milano tambin tiene una pgina web en donde muestra una coleccin valiosa de publicaciones peridicas socialistas y comunistas de distintas organizaciones marxistas editadas en Europa, Amrica Latina y en Mxico. Aqu destaca, por ejemplo, el primer nmero del Boletn interno de la Liga Comunista Internacionalista (seccin mexicana de la Cuarta Internacional) publicado en la ciudad de Mxico en octubre de 1937.

No puedo dejar de destacar el rico filn documental resguardado en la Galera 1 del Archivo General de la Nacin, y que se refiere a toda la documentacin generada por el aparato de seguridad del Estado, es decir, la Direccin de Investigaciones Polticas y Sociales y la Direccin Federal de Seguridad. Si bien es cierto que hay que confrontar dicha documentacin con otras referencias debido a su carcter policiaco, la verdad es que nadie se haba acercado a estos documentos y por tanto es material indito, valioso y novedoso. No queda duda de que todas las organizaciones polticas estaban infiltradas, y as se constata explcitamente en los documentos, cuando se dice en los informes del contacto trotskista, etc. Los servicios de inteligencia llevaban una puntual agenda de todo lo que hacan y dejaban de hacer los trotskistas, pero en muchos informes se perciben y saltan a la vista muchas imprecisiones, sesgos, errores y mezclas en cuanto al perfil y la actividad poltica de las organizaciones. Adems de tener una tendencia implcita o explcita por magnificar las acciones de estos grupos calificndolos de terroristas, y por tanto para generar una imagen como de grupsculos violentos en quienes en esos momentos detentaban el poder poltico.

Con las repetidas encarcelaciones y los contactos infiltrados, tambin en estos acervos se conservan documentos internos, bitcoras de reuniones polticas, pronunciamientos polticos, resolutivos, comunicados, correspondencia, volantes, boletines, peridicos, revistas, etc., desde luego estn las declaraciones obtenidas a punta de tortura, que finalmente tambin nos acercan de viva voz a esas voces que en su momento fueron acalladas.

El eje conductor

Para apuntalar esta historia de los grupos trotskistas en Mxico, utilizo como eje conductor el uso y el ejercicio de la violencia en un contexto institucional autoritario con distintos escenarios y variantes, puesto que a lo largo de un periodo de cuarenta aos se desplaza desde un aparato de control legitimado en el marco del gobierno cardenista, para acabar transformndose a lo largo de las siguientes dcadas en una poltica que apunta a la violencia terrorista por parte del Estado. Por tanto, es vlido preguntar por qu? y cmo? algunos grupos trotskistas acabaron por plantear tambin el uso de la violencia como respuesta para enfrentar el aparato represivo del Estado, por un lado, y por el otro, para eventualmente tomar el poder e instituir un Estado socialista. Asumo que la violencia fue para esos grupos resultado y respuesta a un sistema poltico antidemocrtico y clasista, pero tambin signific para algunos de ellos el motor impulsor de la revolucin socialista mediante la va armada en todos los escenarios y frentes polticos.

Por tanto es importante explicar el fenmeno de la violencia institucional y las polticas de arrasamiento, destruccin y guerra de baja intensidad, es decir, la violencia modernizada y tecnificada que ejrcito y capital financiero internacionalizado han impuesto10. As como el papel del aparato de seguridad del Estado en todo ello. El anlisis debe tambin contemplar la violencia activada desde algunas posiciones trotskistas y su impacto social.

Si recurrimos a la sentencia hegeliana de que La violencia es la partera de la historia, tenemos que detener nuestra explicacin para asumir que la comprensin de la historia de la humanidad pasa por el fenmeno de la violencia como forma de accin social que se constituye en relacin con el poder [], y cuyo propsito fundamental es la creacin sin menoscabo de la destruccin que pueda provocar []. Las formas de la violencia manifiestas en un linchamiento, la guerra o en una accin revolucionaria, slo pueden concebirse como acciones sociales11.

En una tipologa de las acciones violentas, destaca por supuesto la violencia poltica en donde los individuos se enfrentan en forma ms o menos organizada, abierta o soterradamente, a ejercicios de control y sometimiento gubernamental. Huelgas, manifestaciones callejeras, tomas de edificios pblicos, retencin de autoridades, levantamientos armados, atentados, sabotajes, revueltas, revoluciones, etc. A todas estas formas de violencia revolucionaria o contra violencia se correspondern las respuestas del Estado mediante el uso de los aparatos de seguridad ejrcito y polica habilitados de manera legal-, o mediante el uso ilegtimo de la violencia, transgrediendo la legalidad e instaurando acciones de guerra sucia12.

Con este marco conceptual de la violencia, en esta historia me propongo desvelar, en primer trmino, de qu manera y cmo los trotskistas mexicanos tomaron y asimilaron el pensamiento de Len Trotsky, y lo conjugaron y lo confrontaron con los lmites de su propio tiempo y de su propio espacio histrico; desde luego en el contexto de un Mxico autoritario, y en el mbito latinoamericano ms amplio. Las consecuencias de todo ello los marcaron con un sello indeleble no slo como minora de la minora de oposicin poltica, sino como sujetos de represin y violencia constantes por parte del aparato de seguridad del Estado, y acosados con acciones violentas, sectarias y dogmticas a manos de otros grupos de izquierda, sobre todo por parte de los miembros estalinistas del PCM, y de ello el ejemplo ms conspicuo es el del propio Trotsky, acechado permanentemente y hasta en su final trgico13.

Ante la ofensiva constante, hay que descubrir, en segundo trmino, cmo los trotskistas respondieron con las armas en la mano, y hasta conformando grupos de choque en los aos treinta. Dcadas ms tarde, tambin los trotskistas compartieron la perspectiva de la violencia armada que tuvieron otras organizaciones latinoamericanas a partir del foco revolucionario.

En pleno siglo XXI y en el momento actual, nuestra propia realidad como pas y como ciudadanos nos obliga a voltear la vista al pasado inmediato y a revisar procesos al da de hoy todava inconclusos que tienen puntos de inflexin visibles14. Historiar a los trotskistas, desde la perspectiva del nuevo siglo, tambin nos obliga a revisar cuatro dcadas del siglo XX, no slo con sus continuidades, tambin con sus cambios y rupturas modificando cada vez ms y radicalmente a este pas.

El anlisis y la interpretacin en el contenido de esta historia estn por supuesto abiertos a crticas y modificaciones; mi intencin es realizar un diagnstico serio y documentado de la historia de los trotskistas mexicanos. Mi ptica no es del blanco y negro, los matices y sus claroscuros son importantes en el anlisis del fenmeno. Es una historia prcticamente indita y se requiere de un acercamiento riguroso y profundo.

En este tenor, la propuesta metodolgica incluira los siguientes puntos: identificar y mostrar a cabalidad a las organizaciones trotskistas, mediante una especie de listado o registro. Hacer explcitas las prcticas de organizacin, cohesin, confrontacin y resistencia de los distintos grupos trotskistas, as como el nmero de su militancia, su capacidad propagandstica, disciplina, activismo y desde luego sus pronunciamientos ideolgicos y declaracin de principios. Reconstruir en la medida de lo posible el sustrato psico-social, es decir, conductas y valores de los militantes trotskistas ante la autoridad, la violencia y el conflicto, y en el seno mismo de cada organizacin. Aludir a la vida interna de cada una de las agrupaciones trotskistas con el objetivo de contar con todas las piezas del rompecabezas del trotskismo en Mxico. Este punto nos conduce al planteamiento del sectarismo y dogmatismo dentro de las propias organizaciones trotskistas, que en perspectiva podramos ubicarlos como producto de un ambiente y una cultura poltica de la violencia cotidiana, en donde prevaleca, tanto hacia afuera de la organizacin, como hacia su interior, la desconfianza, la lucha interna por el poder y diversas formas utilizadas para resolver diferencias que generaron constantes rupturas sin permitir alianzas y consolidacin de grupos permanentes (como ejemplo podra citar las constantes descalificaciones, infundios, chismes, deslealtades personales, etc.).

Esta historia se propone recuperar la memoria histrica de los grupos trotskistas en Mxico, y al mismo tiempo coadyuvar a fortalecer la propia memoria de los mexicanos como Nacin. En los ltimos veinte aos la memoria se ha impuesto, con distintas perspectivas, en Europa y en Latinoamrica, como un tema central de reflexin [y] plantea una gran cantidad de interrogantes y obliga a reordenar tramas conceptuales y metodolgicas15. Por tanto, reivindico el conocimiento de nuestro pasado como una barrera de contencin contra la cultura del olvido. Atrs del olvido intencionado, [] se hallan sustratos perdidos de la memoria, [], pero de igual manera presentes y actuantes16, aunque se les haya insistentemente marginado, sumergido, obliterado, cercenado o diluido.

Esta historia al ser contada se propone no slo crear conciencia social a partir de la reconstruccin histrica y la divulgacin del conocimiento, sino tambin mostrar a una generacin de hombres y mujeres trotskistas cuyo drama emblemtico tambin es parte de nuestra historia reciente, con sus Hechos traumticos [] que imponen la necesidad de una reconstruccin cuidadosa de la historia de la segunda mitad del siglo XX, una historia que todava duele, abierta, no concluida, es decir, de la historia de un tiempo presente. Por eso mismo, y a pesar de la necesidad de hacerlo, no es fcil reflexionar, como historiador, sobre este pasado; [] en la conciencia de cada estudioso pelean dos mitades, la del acadmico y la del ciudadano, muy difcil de separar cuando se enfrentan temas y problemas que involucran su experiencia, su identidad y aquella de sus contemporneos17.

En el conocimiento del trotskismo en Mxico tambin van los cuestionamientos y los intentos de respuesta de por qu nuestro pas no ha accedido al socialismo, es decir, como un objetivo no alcanzado, que vislumbra o plantea una sociedad mejor, humanista y democrtica18, garante de igualdad y justicia social.

Ser trotskista en los aos treinta

La ruptura de Len Trotsky con Jos Stalin se realiza en el ao de 1924, es la lucha entre dos concepciones de revolucin socialista: la revolucin permanente y la revolucin en un solo pas, y esa dicotoma se volver una lucha encarnizada en el mbito de las ideas y de la praxis revolucionaria en todos los partidos comunistas en el mundo. Mxico no ser la excepcin. El Partido Comunista Mexicano (PCM) era de especial inters por parte del KOMINTERN en su estrategia para toda Amrica Latina. Stalin tiene en Mxico un Comit Central lleno de lderes fieles, pero junto a ellos, emergen figuras peligrosamente atradas por el trotskismo19.

La Oposicin de Izquierda Internacional fue la tendencia trotskista antiburocrtica en el seno de la III Internacional. En sus inicios, la OI se estructur alrededor de una plataforma de lucha por la democratizacin del Partido Comunista de la Unin Sovitica (por el derecho de las fracciones y tendencias a expresar libremente su punto de vista) []. El eslabn que una las diversas luchas de la OI era el internacionalismo. Tanto las cuestiones de poltica interna de la URSS como las de poltica externa (y la orientacin de la Internacional Comunista) deban ser resueltas bajo el criterio de la unidad mundial de la lucha de clases20.

Desde la segunda mitad de la dcada de los aos veinte, la OI se organiza a nivel internacional. En 1929, Trotsky fue expulsado por Stalin de la Unin Sovitica, y a partir de 1930 se involucra directamente en esa tarea de organizacin; y mediante la argumentacin de que era necesario una revolucin poltica contra la burocracia en la URSS, la OI propone la reforma de la poltica de la Internacional y de los partidos comunistas. A pesar de adherirse a la OI grupos y dirigentes comunistas de todo el mundo, en conjunto la OI es extremadamente minoritaria21. An as demuestra que la formacin del trotskismo internacional no se debi a una simple lucha por el poder en la URSS, sino que expres una tendencia de todo el movimiento comunista y obrero internacional. En Amrica Latina surgen grupos de la OI que luchan al interior de los partidos comunistas en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Bolivia, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Cuba, Panam y Puerto Rico22.

En Mxico, la OI dentro del PCM tuvo un pequeo baluarte encabezado por el comunista cubano Julio Antonio Mella (obligado por la dictadura de Machado a salir de Cuba, va Guatemala) y Russell Blackwell, alias Rosalo Negrete, ex miembro del partido comunista norteamericano, quien originalmente haba sido enviado para organizar la juventud comunista y a los pioneros, su organizacin infantil, y que en su estada en Mxico termin por liderar a la OI23, por su simpata hacia los comunistas norteamericanos que apoyaban a Trotsky y criticaban fuertemente a Stalin. Aquellos comunistas norteamericanos fundaron en el pas del norte la Liga Comunista de Norteamrica y le enviaban a Blackwell su peridico The Militant y propaganda trotskista.

En septiembre de 1928 Mella fue acusado por el ala derecha del PCM (con el aval de Xavier Guerrero, Rafael Carrillo y el enviado de Mosc, Vittorio Vidali) de atentar contra la unidad dentro del partido, fue destituido del Comit Central y aislado, an as en octubre Mella fund la revista Tren Blindado, que era el emblema que simbolizaba a Trotsky, y como un desafo a la dirigencia del PCM. Se ha dicho que al lado de Mella, tambin acogi las ideas trotskistas el dirigente comunista cubano Sandalio Junco, quien forzado por la dictadura machadista en Cuba, tambin pis suelo mexicano en 192824.

Por su parte, el pequeo ncleo opositor trotskista mexicano fue muy rpidamente desintegrado con el asesinato de Mella en enero de 192925 y la expulsin de Negrete. ste, sin embargo, intent de manera clandestina hacer entrismo con posiciones trotskistas al interior del PCM. De esta manera entre 1929 y 1930, Negrete configur en torno suyo a un pequesimo grupo integrado por el chofer de un taxi llamado Manuel Rodrguez, seguido de un ucraniano de nombre Abraham Golod, alias Gonzlez y ex representante de la Internacional Juvenil Comunista en Mxico y Amrica Latina, el periodista Pedro Mara Anaya Ibarra, el siempre militante Jos Revueltas, el msico Carlos Chvez y la aguerrida Benita Galeana, quien en ese periodo era la compaera de Manuel Rodrguez26.

Inclusive, Rodrguez continu en el intento de conformar la OI luego de que Golod y Negrete fueron expulsados por considerrseles comunistas indeseables a raz de la ola represiva del gobierno durante la rebelin escobarista. La OI espaola envi al mexicano-espaol Manuel Fernndez Grandizo, alias Munis, para apoyar a Rodrguez; y Negrete y Golod le hacan llegar documentos trotskistas desde Nueva York. Negrete, por su parte, haca labor de convencimiento para ganar para la causa de la OI a militantes comunistas, como fue el caso del michoacano Gabino Alcaraz, quien estuvo recibiendo en Morelia correspondencia de Negrete explicndole los puntos de vista de la Oposicin Comunista de Izquierda que lucha internacionalmente juntamente con el camarada Len Trotsky y la Oposicin Comunista rusa, por una lnea leninista27.

An as, entre 1930 y 1933 el trabajo poltico de la OI fue bastante limitado e inestable, pues varios de sus miembros fueron reprimidos y encarcelados. Sin embargo, otros jvenes normalistas fueron reclutados para la causa: Luciano Galicia28, Octavio Fernndez Vilchis29 y Benjamn lvarez, quienes fueron instruidos por Negrete y Gonzlez para ingresar al PCM con la consigna de luchar en su seno por las lneas trotskistas, as conocieron a Rodrigo Garca Trevio30, un librero de la ciudad de Mxico, nacido en Zamora, Michoacn, quien tambin pas del PCM a militar en el trotskismo. Garca Trevio se convertira ms tarde en uno de los principales colaboradores de Trotsky en Mxico.

A la larga, los tres normalistas fueron expulsados del PCM31 al grito de perros trotskistas, y bandidos penerreanos. Pero Gonzlez los contact con Manuel Rodrguez y con su pequeo grupo denominado Oposicin Comunista de Izquierda (OCI), en cuyo seno haba ya miembros nuevos como Gustavo de Anda, Flix Ibarra32 y su hermano Jos, los dos hermanos Ayala y Abraham Lpez.

La organizacin creci un tanto a lo largo de 1934 hasta contabilizar unos cuarenta militantes, con dos clulas activas, la obrera y la del barrio de Santa Julia. Entre los nuevos miembros figuraban: Carlos, el hermano de Octavio Fernndez, varios miembros de una familia Lpez, un individuo apodado El Chilero, y algunos otros ms.

Se llevaron a cabo eventos polticos y culturales con el apoyo de Diego Rivera a travs de la Casa del Pueblo, y de otros artistas e intelectuales. Mientras tanto, lleg a Mxico Carlos Corts, el alias de Charles Curtiss33, de origen comunista y militante destacado del Socialist Workers Party (SWP), y amigo de Negrete. Curtiss colabor con la OCI durante su estada en Mxico publicando el peridico Nueva Internacional.

Sin embargo, el aparato represivo del gobierno de Abelardo Rodrguez se ensa contra la organizacin trotskista que sufri un severo revs en septiembre de 1934 al ser hechos prisioneros algunos de sus militantes, como el propio Manuel Rodrguez, Flix Ibarra y otros. Curtiss huy a los Estados Unidos. Amn de que el enfrentamiento y la violencia generados por el PCM y los lombardistas en contra de los trotskistas, eran sumamente duros.

A fines de 1934, la OCI se transform en la Liga Comunista Internacionalista (LCI). Hasta bien entrado el ao de 1935, con la salida de Rodrguez e Ibarra de su reclusin, y con una nueva situacin poltica en el pas, la LCI activ sus trabajos polticos publicando su revista Octubre, con recursos proporcionados por Diego Rivera, y por Antonio Hidalgo34 y Juan de Dios Bojrquez, funcionarios muy cercanos al general Francisco J. Mgica en la Secretara de Comunicaciones y Obras Pblicas35.

El panorama internacional y los movimientos europeos afines a la Oposicin Internacional a favor de hacer entrismo dentro de los partidos socialistas, y la posibilidad en el mbito interno de atraer a las posiciones trotskistas a Vicente Lombardo Toledano, desembocaron en una fuerte ruptura al interior de la LCI, que la fractur en tres organismos: uno dirigido por Galicia y Fernndez, otro por Rodrguez y un tercero por Gustavo de Anda. Desde 1935 y a lo largo del ao de 1936, la LCI entr en un periodo de desintegracin total.

Slo con el esfuerzo de reunin convocado por las voluntades polticas de Galicia y Fernndez, y a travs del trabajo poltico sindical realizado al interior del Sindicato nico de la Construccin, es que de nueva cuenta se logr sacar adelante a la LCI. A partir de ese ao de 1936, se suscribi el acuerdo poltico para establecer con bases ms firmes la organizacin trotskista, cuyo bur poltico se integr con Galicia, Fernndez, Rivera y Flix Ibarra. A la reunin convocada al efecto asistieron: los hermanos Ibarra, los hermanos Ayala, Octavio Fernndez y su hermano Carlos, Benjamn lvarez, Juan R. de la Cruz, dirigente del SUC, y algunos de sus miembros, as como Diego Rivera y Frida Khalo. La LCI vio rpidamente incrementada su militancia a unos sesenta miembros. De inmediato Fernndez Grandizo, Munis, comenz a publicar su peridico denominado IV Internacional, pero su encomienda no dur mucho, porque al estallar la Guerra Civil en Espaa se embarc en el Magallanes, que llevaba armas para el gobierno espaol36.

A lo largo de 1936 y en adelante, los militantes de la LCI estuvieron muy activos, y respondieron a las amenazas y ofensivas de los comunistas y de Lombardo con pequeos grupos de choque organizados con los sindicalistas del Sindicato de la Construccin.

Fue en ese periodo que la LCI apoy a un ncleo dirigente del Partido Obrero de Unificacin Marxista espaol (POUM) llegado a Mxico con la intencin de hacerse de armas para la defensa de la Repblica Espaola. Octavio Fernndez los contact con el Subsecretario de Educacin, el historiador Luis Chvez Orozco, quien a decir de Fernndez- actu durante un tiempo como trotskista.

Tambin en esos meses de 1936, la LCI convoc a un frente de defensa obrera en apoyo al gobierno de Crdenas frente a las amenazas y posturas callistas37. Este frente de defensa proletaria constituira el Comit de Defensa Proletaria que desembocara en la constitucin de la CTM.

A fines de ese ao, la LCI entr en una nueva dinmica para la organizacin de la llegada, en enero de 1937, de Len Trotsky a Mxico, a quien el Presidente Crdenas haba otorgado un visado que le conceda el status de asilado poltico. Con este gesto emblemtico, el Presidente Crdenas haba sustrado a Trotsky, aunque fuese por un tiempo breve, del largo brazo ejecutor estalinista.

Trotsky se deslind desde un primer momento en cuanto a todas las actividades y pronunciamientos polticos que realizaran los miembros de la LCI. Era su decisin mantenerse absolutamente al margen de la vida poltica mexicana y los asuntos internos de nuestro pas38. Sin embargo, en ms de una ocasin se vio obligado a tomar algn posicionamiento poltico, an en contra de sus propias convicciones para hacer respetar su calidad de exiliado poltico.

El caso ms representativo de esto, fue la situacin generada por el llamado de Luciano Galicia hecho a los trabajadores en junio de 1937 para pasar a la accin directa y al sabotaje contra el gobierno cardenista para frenar el alza de precios de los productos bsicos en el escenario nacional. Dicho llamado fue rechazado vigorosamente por Trotsky, y lo calific de antimarxista, falso y aventurero en una carta enviada a Diego Rivera el 12 de junio de 193739. La incitacin a la violencia por parte de Galicia amerit al menos que en dos ocasiones fuera reprendido directamente por Trotsky. Las cosas pasaron a mayores, y Galicia, en una actitud sectaria y ultraizquierdista, lleg al extremo de proponer la disolucin de la organizacin, lo que finalmente aconteci. La ruptura de Trotsky con la LCI acab en una debacle40, y adems oblig al creador del Ejrcito Rojo a exclamar desencantado: Yo no soy trotskista.

Fue una situacin paradjica sorprendente el hecho de que la organizacin trotskista estuviera al garete durante la presencia de Trotsky en Mxico. No hubo continuidad, al contrario, se organizaba un da con unos pocos militantes, y al da siguiente se declaraba su inexistencia y se expulsaba a tales o cuales miembros. No haba espritu disciplinario ni consistencia ideolgica porque da a da tambin haba deserciones y se perdan simpatizantes. Continuamente las rivalidades personales estuvieron por encima de las convicciones polticas. As de esta forma sobrevivan en constante conflicto el grupo de Luciano Galicia y el grupo de Octavio Fernndez. Ni siquiera en marzo de 1938, con la llegada de dirigentes del SWP (James Cannon41, Vincent Raymond Dunne42 y Max Shachtman43) se logr revertir tal situacin. A pedido del mismo Trotsky, Charles Curtiss regres a Mxico a mediados de ese ao, quien tuvo la misin de darle solidez a la seccin mexicana y unificar a sus miembros44, en su calidad de representante del Secretariado Internacional de la IV Internacional para la seccin mexicana.

En septiembre de 1938, la Oposicin de Izquierda Internacional dio paso a la constitucin de la Cuarta Internacional, fundada en un congreso de delegados realizado en forma clandestina en Pars a instancias del pensamiento y lnea poltica de Len Trotsky, quien consideraba que la III Internacional era ya a esas alturas un instrumento del estalinismo, sin legitimidad alguna. El documento fundacional de la IV Internacional es conocido como el Programa de Transicin, redactado por el propio Trotsky45 y por el Socialist Workers Party de Estados Unidos.

La intencin de la Cuarta Internacional era reivindicar la herencia de la Revolucin de Octubre, y de renovar la teora y la prctica del marxismo revolucionario con un marcado cariz internacionalista. Entre otras muchas razones de peso para la formacin de la IV Internacional, estaban los vergonzosos apoyos de la IC a los nacionalistas chinos del Kuomintang, la poltica sectaria contra la socialdemocracia alemana, la consagracin de la tesis del socialismo en un solo pas y la persecucin a los opositores sobre todo de izquierda46.

La Cuarta Internacional se asuma como una organizacin socialista revolucionaria mundial cuyo objetivo era derrocar al capitalismo. Al mismo tiempo, una funcin de capital importancia era facilitar el proceso de construccin de equipos de direccin a una escala nacional capaces de dirigir con xito una revolucin, una vez que las masas hubiesen emprendido este camino47.

Sin embargo, la direccin de la Cuarta Internacional tendra que pasar por su propia experiencia, sufriendo contradicciones originadas en las bases y en su propio interior48. Casi desde su fundacin, la Cuarta Internacional se fraccion en distintas corrientes y tendencias a veces hasta opuestas unas de otras.

Estos elementos resultan importantes para entender bajo qu argumentos polticos y en qu condiciones se fundaron, se restablecieron, o se extinguieron los distintos grupos trotskistas en Mxico, y desde luego para entender en primer trmino por qu en ese ao de 1938 uno de los resolutivos de la Preconferencia Panamericana de la Cuarta Internacional, realizada en Nueva York el 30 y 31 de mayo, fue descartar a la LCI como seccin oficial mexicana. La recomendacin para Curtiss hecha por el Bur Panamericano insista en la firmeza para la reconstitucin de la seccin mexicana con el concurso de militantes obreros y por ende de un trabajo poltico sindical consistente.

La Conferencia Internacional constitutiva de la IV Internacional respald la resolucin de la Preconferencia Panamericana, bajo la premisa de que tanto Galicia como Fernndez debieran ser reconocidos como militantes pero suspendidos como dirigentes trotskistas, al menos durante el periodo de un ao. Por su parte, a Diego Rivera no se le debera incluir como miembro de la seccin mexicana, slo se le tomara en cuenta como un miembro bajo control internacional. Este fue el principio, aunado a otras desavenencias personales e ideolgicas que tuvo con Trotsky, de su ruptura con el trotskismo49.

Slo hasta enero de 1939, la LCI renovada y reconstituida, aceptara las determinaciones impuestas luego de una reunin convocada por Curtiss. Flix Ibarra fue nombrado nuevo secretario general de la organizacin. Fernndez, por su parte, sera el responsable de realizar trabajo poltico sindical al interior del sindicato magisterial. Se supo que haba habido numerosa desercin, an as se conservaban entre 35 y 40 militantes, la mayora trabajadores.

Durante este periodo se gener una intensa confrontacin ideolgica con un pequeo ncleo de obreros y ex trotskistas como Daniel Ayala. La organizacin naci en 1937 con el nombre de Grupo de Trabajadores Marxistas, que en su rgano de prensa titulado Comunismo polemizaba con la LCI acerca de la situacin espaola, los problemas de la revolucin proletaria y la creacin de un nuevo partido comunista en Mxico50. El GTM estuvo ligado a la Izquierda Comunista Internacional bordiguista con adeptos en Francia y Blgica. En este Grupo milit por un breve tiempo un ex trotskista, Eiffel, el alias del doctor Paul Kirchhoff, de nacionalidad alemana y de oficio antroplogo, a quien la LCI acus de ser agente de la GPU51. Eiffel y los militantes del Grupo de Trabajadores Marxistas sostuvieron su peridico nicamente los primeros nmeros, despus de 1939 no se ha reconstruido su trayectoria poltica. En cambio, a partir de 1940 se reconoce a Kirchhoff como un eminente etnlogo docente de la ENAH y estudioso de Mesoamrica52.

Aqu se debe reiterar la decisin a ultranza de los comunistas del partido y los cetemistas de Lombardo para atacar sistemticamente a Trotsky y a los trotskistas mexicanos. La llamada ofensiva antitrotskista no baj de intensidad en ningn momento. Sus plumas, cual dardos ofensivos, se volcaban constantemente contra todo lo que oliera a Trotsky en distintas publicaciones como La Voz de Mxico, El Popular y Futuro.

En el mbito financiero, la LCI era muy precaria, a pesar de ello se publicaba un semanario, El Bolchevique. De ah en adelante, Curtiss propuso al Bur Panamericano dar por concluida su labor de reunificacin de la LCI en Mxico y abandonar el pas; asimismo sugiri que Manuel Fernndez Grandizo, el ya conocido Munis53, por su cercana con Trotsky, tomara la direccin de la organizacin54, que cambi su nombre en septiembre de 1939 por el de Partido Obrero Internacionalista (POI), seccin mexicana de la IV Internacional. Su rgano de difusin tambin cambi de nombre por el de Lucha Obrera55.

Un Informe sobre Amrica Latina a la Conferencia Panamericana de mayo de 1940 aluda concretamente al caso mexicano, y aseguraba que careca de cuadros polticos dirigentes y que slo con la cooperacin del Departamento Latinoamericano (DLA) de la organizacin internacional, haba logrado reorganizar sus fuerzas bajo un nuevo membrete: el Partido Obrero Internacionalista (POI), del cual se deca contaba con alrededor de 30 militantes, la mayora de la ciudad de Mxico y con algunos contactos en ciudades de provincia.

Se sealaba enfticamente que la relacin del POI con el sindicalismo era dbil, aunque se precisaba que la seccin mexicana era una de las ms activas del continente latinoamericano; an as se reconoca que la Cuarta Internacional presentaba diversos problemas en sus distintas secciones latinoamericanas, producto de desiguales procesos formativos y organizativos. Se recomendaba la renovacin del Departamento Latinoamericano con miras a reforzar en el terreno poltico y de organizacin todas aquellas acciones que desembocaran en la identificacin de los problemas especficos del movimiento revolucionario en Amrica Latina y de crear los rganos dirigentes necesarios56. Entre septiembre de 1939 y agosto de 1941, el POI public siete nmeros de su peridico Lucha Obrera. Una faccin minoritaria encabezada por Galicia continu denominndose Liga Comunista Internacionalista hasta 194057.

Por su parte, la perspectiva, el anlisis y la visin del propio Trotsky sobre la realidad mexicana y latinoamericana fue plasmada en la revista Clave. Tribuna marxista con 18 nmeros con dos pocas, de octubre de 1938 a junio de 1939, y de septiembre de 1939 a mayo de 1940. En total se contabilizan 168 artculos con cuestiones tericas y del contexto nacional y de Amrica Latina, y sobre el delicado periodo internacional con motivo de la Segunda Guerra. Sobre todo, tiene suma relevancia la propuesta poltico-analtica de Trotsky denominada los Estados Unidos Soviticos de Centro y Sudamrica, para expresar la cuestin de la unidad latinoamericana en el mbito de la lucha de clases como unidad de los pueblos contra su comn opresor58.

La revista Clave dio cabida a las expresiones tericas y polticas de las secciones latinoamericanas de la IV Internacional, y acab por convertirse en el centro ideolgico y el centro de organizacin naciente del movimiento trotskista en Amrica latina59. Octavio Fernndez era formalmente el director de la revista y contaba con el profesor Arturo Martnez, como su asistente. Por la revista pasaron las plumas del mismo Munis, Diego Rivera, Adolfo y Francisco Zamora60, Jean Van Heijenoort61 (secretario de Trotsky), Jos Ferrel, Andr Breton, George Novack62, Juan OGorman, el chileno Samuel Glusberg63 y el argentino Liborio Justo64.

Un par de dcadas de desaparicin forzosa

Paradjicamente, despus del asesinato Trotsky en 194065, el trotskismo desapareci durante las siguientes dos dcadas en el espacio de la oposicin poltica en Mxico. En el mbito latinoamericano de posguerra, el trotskismo estaba dividido en fracciones y se desarroll sobre bases organizativas ms restringidas; ya haba pasado la poca en que, gracias al prestigio personal de Trotsky, se pudieron capitalizar escisiones numerosas en los Partidos Comunistas. Ahora el grado de endurecimiento estalinista era mucho mayor66.

En Mxico, las duras condiciones impuestas por el sistema poltico mexicano, aunadas al acoso sufrido a manos de los comunistas y los agentes secretos soviticos, frenaron ostensiblemente la militancia trotskista. El trotskismo entr en una prolongada crisis. Sus muy pocos militantes quedaron a la deriva, entre ellos Julin Gorkin, seudnimo del espaol de apellido Gmez quien haba luchado en Espaa contra Franco- y Vctor Serge, llegado a Mxico en agosto de 1941. Ambos en su forzado exilio mexicano perseguidos por el estalinismo67. Este pequeo ncleo de espaoles trotskistas en Mxico lleg a publicar en 1945 un peridico al que llamaron Revolucin, y con el aadido de Grupo Espaol en Mxico de la IV Internacional68.

El hecho de que Munis abandonara Mxico y regresara a Francia hacia 1947, seguramente fue un elemento ms en la desaparicin de la organizacin, que adems, en 1945, en el extremo de la inestabilidad partidaria, ya haba sufrido una nueva escisin: por un lado el Grupo Socialista Obrero (GSO), con Fernndez a la cabeza, y por el otro, el POI con la dirigencia de Galicia. Para tratar de resolver la controversia y avenir a los dos grupos, regres a Mxico Charles Curtiss en 1947. Tambin Joseph Hansen desde 1946 haba insistido en la unificacin de las dos organizaciones69. Sin embargo, no se logr. El POI no pudo subsistir el tremendo aislamiento de los aos cincuenta [y] se auto liquid. Rodrguez Araujo puntualiza que esta situacin se produjo entre 1954 y 195570.

Como dato curioso, resulta que la misma Natalia Sedova, a partir de 1941 comenz a tener puntos de vista distantes con respecto a la IV Internacional, y rompi con el gran proyecto de su esposo en 1951.

Seguramente parte de la explicacin del por qu en Mxico resurgieron organizaciones trotskistas hasta fines de la dcada de los aos cincuenta, fue el impacto causado por el triunfo de la Revolucin Cubana, que alter todos los equilibrios y provoc nuevos reagrupamientos polticos en los pases latinoamericanos. Para los grupos trotskistas y comunistas en Amrica Latina, la Revolucin Cubana signific un desafo en todos los planos posibles, as como nuevas posibilidades de transformacin71. No hay que descartar tampoco el influjo de las condiciones internas habidas en el pas a finales de la dcada de los aos cincuenta, cuando una ola de descontento social y sindical se volc en las calles contra la cerrazn y el autoritarismo del Estado. Es lgico suponer que al cerrarse distintas vas de dilogo y comunicacin con el gobierno, el ambiente fuese proclive a los reagrupamientos y/o al surgimiento de nuevos grupos polticos en el abanico de la izquierda mexicana.

Entre 1958 y 1960 surgieron en Mxico dos grupos trotskistas. Por un lado, la Liga Obrera Marxista (LOM), y por el otro el Partido Obrero Revolucionario Trotskista (PORT) que padecieron el largo desierto de los minoritarios permanentes [], perseguidos, calumniados y amenazados, sometidos a una vida de grupsculos que muchas veces [condujo] infortunadamente al sectarismo endurecido72.

Miembros fundadores del PORT haban militado originalmente en la organizacin juvenil del Partido Popular lombardista, denominada Juventud Socialista de Mxico, fundada por un ex comunista michoacano formado en las filas cristianas de nombre Vidal Sols73. Su padre haba sido un furibundo callista de Ciudad Hidalgo, Michoacn.

En cambio, en la LOM se aglutinaron jvenes universitarios de clase media que pugnaban por una radicalizacin poltica, influidos por el nuevo escenario latinoamericano en donde la revolucin triunfante en Cuba tomaba un lugar de primera importancia. Estas dos jvenes organizaciones pusieron el trotskismo en la escena despus de aos en que la izquierda mexicana haba sido dominada casi de modo absoluto por las dos tendencias principales en que se dividi en Mxico el estalinismo. As mismo, tambin el PORT y la LOM se vieron envueltos en un frenes militante que llev a ambos grupos a contactar a numerosos grupos obreros y sindicales, y a voltear la mirada y tener contacto desde el punto de vista del internacionalismo con organizaciones polticas del continente latinoamericano74.

Una condicionante ms para la logstica y la perspectiva poltica de ambos grupos, fue la correlacin y la fractura de las tendencias trotskistas a nivel internacional. Entre 1952 y 1953, en plena Guerra Fra, el movimiento trotskista internacional se dividi en dos grandes ramas, sobre todo por las diferencias en la percepcin del estalinismo de posguerra: por un lado, el Secretariado Internacional, dirigido por Michel Raptis o Michel Pablo y Ernest Mandel o Ernest Germain, quienes aseguraban que del estalinismo surgiran las fuerzas anticapitalistas del futuro. El otro grupo se aglutin en el Comit Internacional de la IV Internacional con James P. Cannon, Pierre Lambert y Gerry Healy, y aseguraban que la postura de aqullos era francamente de servilismo y capitulacin frente a los estalinistas.

En Latinoamrica, el Comit Internacional recibi el apoyo de la fraccin de Nahuel Moreno, quien tom distancia e independencia con respecto al Bur Latinoamericano de la IV Internacional encabezado por Juan Posadas, y organiz simultneamente en 1954 el Secretariado Latinoamericano del Trotskismo ortodoxo (SLATO). Esta escisin ahondara la divisin de los grupos trotskistas latinoamericanos75.

A lo largo de varios aos, el BLA posadista se desenvolvi con bastante independencia de su direccin internacional (o sea del Secretariado Internacional de la IV Internacional, dirigido por Michel Pablo y Ernest Mandel)76.

Cuando triunf la Revolucin Cubana y otros procesos de liberacin se gestaban en distintos puntos del planeta, de nueva cuenta el debate se activ en las corrientes trotskistas internacionales, dando por resultado nuevos acomodos y desprendimientos dentro de las mismas. As, el Secretariado Unificado naci en Pars entre 1962 y 1963 de la alianza del Socialist Workers Party norteamericano, con la dirigencia de Cannon, y la corriente del Secretariado Internacional encabezada por Mandel y Pierre Frank, aunque ya sin Pablo, quien rompi y fund una nueva corriente. La corriente inglesa de Gerry Healy prcticamente ha desaparecido. En cambio, la corriente llamada lambertista en Francia se agrup durante mucho tiempo en la Organizacin Comunista Internacional (hoy conocida como Partido de los Trabajadores)77.

La reunificacin del Secretariado se produjo con base en un documento titulado La dialctica de la revolucin mundial, y con ello la Cuarta pas de la crtica terica al compromiso militante, de la publicacin de revistas y peridicos a los intentos de dirigir los movimientos sociales hacia soluciones revolucionarias78.

Por su parte, en 1959, despus del VI Congreso Mundial, el argentino Juan R. Posadas79 y su grupo disputaron al italiano Livio Maitan la dirigencia del Secretariado Internacional, acusando a sus miembros de carecer de confianza en la posibilidad de la revolucin mundial. Sin embargo, Posadas fue derrotado.

En una primera etapa, el liderazgo de Posadas fue reconocido como tal por Michel de Pablo. Posteriormente, luego de una ruptura de Posadas con De Pablo, aqul decidi separarse del tronco europeo y fundar una tercera organizacin internacional, puesto que ya existan el SI y el CI. As se crea la Cuarta Internacional Posadista, proclamada as en un congreso organizado en Montevideo en 1967. Esta IV Internacional equiparaba su designacin como posadista en la suposicin de que Posadas significaba una nueva etapa del marxismo, superior a Marx, Lenin, y al mismo Trotsky80. Fue muy criticado siempre el protagonismo y la megalomana de Posadas y el culto a su propia personalidad. Tambin recibi fuertes crticas a partir de 1968, cuando Posadas hizo una declaracin congratulatoria por la ocupacin sovitica en Checoslovaquia, acentuando as su distancia de las posiciones de la IV Internacional81.

La organizacin posadista estaba apoyada ante todo en los sectores movilizados de los pases coloniales y semicoloniales de Amrica Latina, Medio Oriente y frica. Los grupos influenciados por el posadismo alcanzaron a desarrollar presencia y accin poltica en distintos mbitos y momentos cruciales de la lucha obrera y campesina, as como tambin impulsaron cuadros militantes dotados de un notable espritu activista82. Ese fue el caso del PORT, considerado como la seccin mexicana de la IV Internacional posadista.

Posadas encabezaba tambin la seccin argentina de la Cuarta Internacional posadista y ejerca su liderazgo en el Bur Latinoamericano83, presidido por el uruguayo Luis Naguil en Montevideo.

En cambio, la LOM mand un delegado al Congreso de Reunificacin de 1963, que sellaba parcialmente una ruptura de los trotskismos efectuada diez aos antes84, y en este tenor la LOM se adscribi al Secretariado Unificado Internacional a partir de agosto de 1962.

Sin embargo, ambas organizaciones fueron un ejemplo de las agudas contradicciones en el panorama del trotskismo latinoamericano y de la enorme dificultad del proceso ms general de construccin de una direccin revolucionaria a escala mundial85.

El PORT

A pesar del asedio en el contexto nacional, el PORT dej una huella en la aridez de ese periodo del Mxico autoritario como una minora partidista, marginada y semiclandestina. El PORT se mantuvo siempre en una frontera frgil entre la praxis meramente poltica y el paso hacia una actividad netamente poltico-militar con base en el guerrillerismo, bajo un esquema de organizacin conjunto del mando militar y el poltico. Su objetivo en ltima instancia era ganar poblacin y territorios y de este modo formar un contrapoder y derribar al poder existente86.

Conviene detenernos un poco en las propuestas tericas de Posadas para entender cul era el modelo del que parta el PORT. Desde 1962 Posadas present El Manifiesto de la Conferencia de Abril, proponiendo la reorganizacin de la Internacional, y apoyndose en las secciones latinoamericanas incluida la mexicana- se planteaba reconstruir las secciones europeas en defensa de un programa de la revolucin socialista mundial. Crea que el antagonismo entre el capitalismo y los Estados obreros y la revolucin mundial conducira a un enfrentamiento que sera tambin el fin del sistema y la construccin de una sociedad superior: la sociedad socialista.

Posadas consideraba que el marxismo era el mtodo de pensamiento y accin para orientar las acciones de la IV Internacional. Adems vea a la Historia en la perspectiva de la lucha de clases, y por tanto, el proletariado segua siendo el motor de la transformacin de la sociedad. Las repetidas crisis internacionales en esa perspectiva histrica eran producto de una falta de conduccin y liderazgo mundial. En ese sentido, uno de los grandes objetivos de la IV Internacional era precisamente la construccin de esa direccin. Por ello, Posadas propugnaba porque los partidos posadistas, como el propio PORT, deberan organizarse considerando como esencial la contribucin a la construccin de una nueva Internacional de masas. La Cuarta enfatizaba Posadas- no es una panacea. Es un instrumento para penetrar, es la base para que en cada seccin, a su vez, tengan que estudiar la teora, porque la teora es el resumen de la experiencia humana que permite a la sociedad avanzar87.

SU MILITANCIA

Entre los miembros del PORT figuraban Gildardo Islas Carranza (alias Heraclio), quien era ingeniero de profesin encargado de elaborar y distribuir la propaganda del Partido en espacios universitarios88 y en el mbito laboral y campesino; Leocadio Francisco Zapata Mzquiz (alias minero), era ingeniero qumico y profesor de la UNAM; Sergio Garcs Estrada (alias Dante); los hermanos Ramn y Martha Elena Vargas Salguero (alias Julio y Mayo, respectivamente); Ramn era profesor en la Escuela Preparatoria nmero 5 de la UNAM, y Martha Elena diriga el sector femenil del PORT; Alfonso Lizrraga (alias Joel), quien era el encargado de Voz Obrera; as como una veintena ms, entre la que se encontraban Mara Luisa Arce Garca (alias Puertos); Federico Rivera Rivera (alias El Roco), Jos Natividad Francisco Colmenares Csar (alias Csar, Javier o Llano, de la Preparatoria 7 y despus en la Escuela de Economa de la UNAM), Carlos Moirn Benthon, y Jaime Diosdado, estudiantes de Economa en la UNAM; Jos Nieto Monarrez (alias Sebastin o Nieto, de la Preparatoria 7, junto con Juan Soto Cruz); Rogelio Mariano Aguirre (alias Roger, de la Preparatoria Popular); Mara del Pilar Maceda de Galvn (alias Diana) y su esposo Felipe Galvn Bartolini (alias Bruno). Ella era de nacionalidad venezolana, y Galvn se traslad a Guatemala para integrarse al movimiento guerrillero de ese pas.

Destacaba como dirigente del PORT scar Jos Fernndez Bruno (alias Gabino, Hugo o Valentn), quien era de nacionalidad argentina; haba llegado a Mxico por su estrecha relacin con Posadas, luego del resolutivo del Bur Latinoamericano de la Cuarta Internacional, con la finalidad de constituir la seccin mexicana. A su lado militaba su esposa, Eduviges Teresa Confretta (alias Elvira) tambin argentina.

Por su parte, el periodista argentino Adolfo Atilio Malvagni Gilly89 (alias Lucero o Lucas), funga como el coordinador y secretario del Bur Poltico Latinoamericano con los Burs Polticos de las secciones en cada pas, y era uno de los enlaces principales con organizaciones armadas en el continente latinoamericano.

Del Bur Poltico del PORT dependan sus comits polticos regionales, aunque en la realidad slo funcionaba activamente el del Distrito Federal. De cada comit, en teora, dependeran las clulas de militantes activos, a las que se les denominaba vehculos. En el Distrito Federal desempeaban actividad poltica los vehculos barriales, es decir, de un determinado barrio. Se supo de la existencia del vehculo barrial de Azcapotzalco, el vehculo barrial del Sector Popular, el vehculo Universitario, sobre todo en la Escuela de Economa de la UNAM, as como el vehculo ferrocarrilero, y el vehculo militar90.

El vehculo militar del PORT

La clula o vehculo militar del PORT estaba efectivamente constituida por oficiales del ejrcito mexicano. El proceso de su insercin en el PORT no lo tengo claro, pero evidentemente este pequeo ncleo de la oficialidad militar haba sufrido una radicalizacin ideolgica. Como cabeza de esta clula se identific al teniente coronel Jos Mara Ros de Hoyos, con su alias Elas, quien formaba parte del Bur Poltico de la organizacin, y a la que haba proporcionado un documento oficial de la Secretara de la Defensa Nacional sobre tcticas guerrilleras por l mismo elaborado, con el ttulo de Las Guerrillas de la actual etapa histrica91.

La clula o vehculo militar estaba integrada, adems, por el teniente coronel ingeniero industrial Jos Ayala Morelos (Samuel); dos mayores ms, quienes eran mdicos cirujanos: Baldomero Rodrguez Tique (Nstor) y Antonio Villafuerte Moreno (Armando), as como el capitn primero de infantera Jorge Maldonado Vega (Hernando) y el sargento primero paracaidista Alberto Velzquez Canseco. Tambin la esposa de Ros, de nombre Mara Dolores Ascensin Flores, y la de Villafuerte, militaban en el PORT, bajo los seudnimos de Rosa y Alma, respectivamente.

Estos integrantes del vehculo militar estaban empeados en labores de instruccin de defensa personal, tiro al blanco y prcticas para la preparacin de bombas y granadas.

Cuando varios de su militantes fueron detenidos e interrogados, el diagnstico de la Secretara de la Defensa Nacional admita que haba habido infiltracin del PORT dentro de las Fuerzas Armadas, pero que era mnima, y que en todo caso se recomendaba que el alto mando de la Defensa Nacional intensificara las inspecciones en las unidades militares a fin de evitar toda clase de propaganda comunista en manos de miembros de las Fuerzas Armadas92. Por su parte, Ros de Hoyos, al enterarse de la detencin de varios de sus compaeros, desert de la doceava zona militar donde ocupaba el puesto de subjefe. La Secretara de la Defensa lo acus de haberse llevado consigo una fuerte suma de dinero de los fondos de dicha Zona.

La funcin de la guerrilla en la perspectiva posadista

Con una afirmacin tajante se despliega el sentido que le daba Posadas a la revolucin socialista: Nosotros somos partidarios de la violencia empleada con quien sea.

Bajo esta ptica, el Secretariado de la Internacional posadista adopt como resolutivo en febrero de 1966 un amplio pronunciamiento de Posadas con respecto a La Funcin de las Guerrillas en las luchas por el poder obrero. En ese documento plantea que los movimientos guerrilleros en distintos puntos de Asia, frica y Amrica Latina como expresin de odio de la poblacin al capitalismo- no deban detener su accionar militar en permanente contacto con el proletariado y el campesinado. Si la lucha guerrillera dice Posadas- no tiene como objetivo apoyar a las masas explotadas e intervenir junto a ellas, pierde su efecto []. Las guerrillas deben servir como punto de partida para la accin [], una vez iniciado este punto de partida, deben buscar su unificacin con la poblacin explotada. Y agregaba: la accin guerrillera [] debe organizarse polticamente, dar el objetivo de las guerrillas: echar abajo al capitalismo [con] un programa que le permita al mismo tiempo que lucha con las guerrillas, ir ya instaurando formas de relaciones sociales y econmicas que permitan al guerrillero y a la poblacin verse identificados en su lucha con la forma de organizacin econmica y social que van preparando: estatizacin, cooperativas, etc. Entonces las poblaciones explotadas ven en las guerrillas no solamente un instrumento militar, sino un instrumento de lucha por el poder poltico que se ejerce en forma militar []; la guerrilla no puede continuar tal lucha si no se transforma en movimiento poltico revolucionario.

De ah el papel preponderante que el partido revolucionario debera tener como instrumento poltico-militar con la pretensin de representar a las masas. Su objetivo era, desde la perspectiva de Posadas, declarar pblicamente [] que apelamos y apelaremos a cualquier medio de lucha necesario para abatir al capitalismo93.

En esencia, Posadas se apoyaba en la afirmacin de que la funcin histrica de la IV Internacional era la de tender un puente para la rpida asimilacin de la vanguardia proletaria de Europa y los Estados obreros, de los pases de Asia, frica y Amrica Latina para la revolucin, [y por ende] la intervencin de las masas es decisiva para el desarrollo de la revolucin socialista mundial94.

La posicin internacionalista y las pruebas de fuego del PORT

Bajo este esquema ideolgico, el PORT privilegi en su agenda revolucionaria la labor internacionalista con miembros de organizaciones guerrilleras de Centroamrica y el Caribe. A partir de 1963, los trotskistas del PORT, en cuya dirigencia se encontraba el guatemalteco Francisco Amado Granados, tuvieron un notorio acercamiento e influencia poltica en una organizacin guerrillera guatemalteca, el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13)95, surgido en marzo de 1962 como el primer levantamiento guerrillero guatemalteco, luego de la cada de Jacobo Arbenz en 1954. El PORT tuvo coincidencias ideolgicas y de estrategia poltico-militar con Marco Antonio Yon Sosa (alias El Chino)96, uno de los principales dirigentes del MR-13.

Esta organizacin armada recibi bien a los miembros del PORT porque tena en su haber una fuerte influencia trotskista que prevea el establecimiento de poderes duales97 en el proceso mismo revolucionario, es decir, rganos de sustitucin, de reemplazo, de dualidad de poderes en un escenario capitalista.

A partir del modelo trotskista, el MR-13 teorizaba al respecto en el sentido de que su eficiencia guerrillera debera medirse a partir del avance de los rganos de doble poder de las masas contra el poder capitalista, es decir, deberan crear rganos de doble poder, cuyo significado era tomar las tierras y hacerlas explotar, tomar las fbricas y hacerlas funcionar, controlar zonas y hacerlas funcionar. Ese es el doble poder, y por tanto se deberan crear estos rganos tanto en la ciudad como en el campo, ya fuesen clandestinos o pblicos98.

Asimismo, Yon Sosa y los dirigentes del MR-13 rompieron con La Habana y con Mosc, de quienes haban obtenido anteriormente apoyos militares y materiales a travs del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), y se dedicaron a formular un programa socialista con el apoyo del PORT. Dicho programa haca un llamado a las masas a la lucha por el poder, echar abajo al capitalismo, ocupar fbricas, imponer el control obrero, imponer comits de fbrica, llamar a la revolucin campesina, organizar la alianza obrero campesina, e hizo una declaracin de adhesin a la IV Internacional posadista99.

Por su parte, Posadas salud positivamente la intervencin de su agrupacin en Guatemala100. Al respecto, aseveraba: El MR-13 ha podido continuar y progresar porque se transform en movimiento organizado en el programa de la revolucin socialista, con funcionamiento de partido. Y su funcin no es solamente guerrillera, sino que lleva una accin de organizador de las masas que luchan por reivindicaciones democrticas, de salarios, toma de tierras, derechos de trabajo, derechos sindicales, y al mismo tiempo lucha contra el imperialismo101.

En ese tono, el PORT sugera promover insurrecciones obreras y campesinas por todos los rincones de Guatemala, a la vez que se pronunciaba por un gobierno obrero-campesino; de tal suerte que le daba una importancia alta a la lucha guerrillera y a la multiplicacin de milicias campesinas y obreras102. Inclusive, el PORT buscaba que la Asociacin Estudiantil Universitaria Guatemalteca (AEU) publicara un comunicado convocando al camino de las armas103.

Cabe destacar aqu que esa relacin entre el MR-13 y el PORT, llev a Fidel Castro, con base en documentos del ala estalinista del Partido Comunista cubano, a pronunciarse contra el trotskismo de manera airada en el discurso de clausura del Congreso de la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de Asia, frica y Amrica Latina, la llamada Tricontinental, en La Habana, el 15 de enero de 1966104.

Posadas, por su parte, consider que Castro haba fracasado en su intento por lograr apoyo en sus ataques a los trotskistas y al MR-13, y reiter que la intervencin de los trotskistas en Guatemala haba sido un factor a considerar en la relacin chino-sovitica y chino-cubana. Al aludir al pronunciamiento del dirigente cubano, Posadas enfatiz que Castro tuvo que aparecer pblicamente atacando al 13 de Noviembre, porque siente el peso de ese factor []; sienten el peso de las resoluciones de febrero [de 1965] del MR-13, resoluciones en las cuales se adhieren a la IV Internacional105.

Pero este acercamiento con el MR-13, que incluy abastecimiento de armas y pertrechos militares106, amn del trabajo poltico y las acciones clandestinas llevadas a cabo por el PORT, desembocaron en una situacin muy embarazosa que deterior y acab por romper esa relacin. Segn Julio Csar Macas (Comandante Csar Montes), los posadistas cometieron desfalco de miles de dlares []; el dinero fue utilizado para financiar actividades de la Internacional trotskista en otros pases. Livio Maitan comenta la versin de los militantes implicados, quienes aseguraron en su momento que no haba habido sustraccin de fondos, porque stos haban sido repartidos por un acuerdo comn. Matian agrega que probablemente no haya sido una sustraccin de recursos por el hecho de que el tribunal acusador haba tomado medidas muy moderadas. Sin embargo, en la realidad el tribunal popular los expuls, acusndolos de estafadores, divisionistas y aventureros107.

Luego de la expulsin de diecisis posadistas, se agrav la situacin con una respuesta represiva por parte de ambos gobiernos, el mexicano y el guatemalteco.

A partir del 24 de abril de 1966 fueron apresados en la ciudad de Mxico varios elementos del PORT: Adolfo Gilly108, Fernndez Bruno y la esposa de ste, as como Islas Carranza, Zapata Mzquiz, Garcs Estrada y los hermanos Vargas Salguero109. A Francisco Colmenares se le detuvo hasta el 24 de enero de 1969110. Adems de su aprehensin coronada por golpizas y torturas, la polica poltica les incaut documentos, direcciones comprometedoras, dinero y armas. En un larga carta de junio de 1966 el propio Posadas hizo un diagnstico del impacto que produjeron estas detenciones no slo para el PORT sino para el Bur Latinoamericano111, concluyendo que Nuestra capacidad de organizacin es infinitamente inferior a nuestra capacidad de orientacin poltica, y aadiendo que: Los acontecimientos de Mxico ponen en cuestin una serie de problemas muy serios, muy graves y, adems, de gran peligro para la Internacional, no peligro para su poltica y sus objetivos, peligro para su funcionamiento inmediato. Reiteramos nuestro juicio de que lo que la burguesa ha logrado en Mxico es un golpe organizativo importante112.

Tambin fueron detenidos casi todos los militares que eran miembros del PORT113. Con este golpe, el aparato de seguridad del Estado haba descubierto claves, nombres, lugares, seudnimos y contactos. Esto llev a la organizacin a circular un documento titulado Medidas de clandestinidad114, para movilizarse y seguir actuando polticamente.

Sin embargo, el 6 de marzo, un mes antes de las detenciones en Mxico, haban sido capturados y asesinados en Guatemala a manos de la dictadura militar dirigentes comunistas del PGT115 y varios militantes del PORT: Francisco Amado Granados, David Aguilar Mora116, Felipe Galvn Bartolini y Eunice Campirn (esposa de Aguilar Mora), quienes se haban involucrado en el MR-13 a travs de Yon Sosa117.

Los trotskistas mexicanos reconocan en junio de 1966 que: Nuestro Partido ha sido golpeado, sus bienes han sido robados, las casas de algunos de sus militantes han sido saqueadas, algunos dirigentes han sido detenidos y torturados y estn actualmente presos, y sus militantes son perseguidos y deben funcionar clandestinamente. Debido a la persecucin policial Voz Obrera, nuestro rgano, no pudo salir durante un mes. Pero toda esta represin no pudo ni podr quebrar al Partido, no pudo ni podr desmoralizarlo118.

Unos meses despus, el 7 de noviembre de ese ao de 1966, el aparato de inteligencia del Estado presentaba un Informe con un sesgo claramente desproporcionado en donde se afirmaba que Manuel Aguilar Mora pretenda llevar a cabo un ataque directo en contra del Primer Mandatario de la Nacin, por considerar que una vez eliminado el Presidente se provocara un caos en todo el pas. Adems se aseguraba que los miembros del PORT haban iniciado entrenamiento de guerra de guerrillas en varios lugares de la ciudad [de Mxico] y en algunas colonias proletarias, y que estaban a la espera de recibir de parte de sus dirigentes internacionales bombas de plstico que tienen un gran poder destructivo119.

Cambios y relevos en la dirigencia del PORT: una accin malograda

Luego del duro golpe asestado a la organizacin y con varios de sus militantes presos120, el Bur Poltico Latinoamericano a travs de su dirigencia posadista, decidi enviar desde Uruguay a un nuevo elemento de nombre Vito Durich Martnez (alias Moiss), de nacionalidad argentina, para ocupar la coordinacin general del Bur Poltico de la seccin mexicana, y quien tena la misin de reconstituir de nueva cuenta la organizacin mediante la base militante existente en un pequeo comit regional ubicado en la ciudad de Poza Rica, Veracruz121.

Sin embargo, en el transcurso de unos cuantos meses la polica intercept su actividad y detuvo a todos sus miembros122, entre los que figuraban Fausto Dvila Sols (alias Romo); Genaro Jonguitud Lara (trabajador petrolero y alias Cuitlhuac); Tito Armando Domnguez Lara, dirigente estudiantil (alias Juan); Paul Prez Corts, alias Porfirio, quien tambin era trabajador petrolero y tena la misin de aprovechar el descontento entre los trabajadores y lograr atraer obreros para convencerlos de que se hicieran cargo de la Administracin de la Empresa. Antonio Blanco Gonzlez, alias La Loya, quien actuaba en la Asociacin Estudiantil Pozarricense, y era el enlace del comit regional con el vehculo estudiantil del PORT. Por su parte, Roberto Chin Sedano, alias Ataulfo, era estudiante de la Escuela de Economa de la UNAM y serva de enlace entre el vehculo universitario del PORT en la propia Universidad y el vehculo estudiantil de Poza Rica. Fernando Lpez Limn, cuyos seudnimos eran Alejandro y Leopoldo, era el enlace entre el Bur Poltico nacional y el Secretariado Latinoamericano, y Alfonso Lizrraga Bernal, alias Joel, quien era el director de Voz Obrera, el rgano informativo del PORT. A Vito Durich se le deport123.

El episodio represivo fue calificado como una continuacin lgica y consecuente de la accin del gobierno contra el grupo de Gilly iniciado en abril ltimo, aadido al carcter poltico que representa la asesora legal de Genaro Jonguitud en algunos centros de trabajo [petroleros] en Poza Rica124.

A mediados de julio de 1968, un diagnstico de la Direccin Federal de Seguridad, afirmaba que el PORT actuaba en el medio universitario a travs de su Fraccin Estudiantil y el Frente Estudiantil Socialista125, sobre todo en la Escuela de Economa, en la Preparatoria 7 de la UNAM y en la Preparatoria Popular126. Inclusive, tambin se asegur que el PORT haba tenido una escisin dando lugar a otro grupo denominado Partido Comunista Revolucionario Trotskista, encabezado por un tal Homero o Willy y su esposa Norma, cuya labor poltica se haba plasmado en dos peridicos murales informando de problemas entre los obreros de empresas textiles. Dichos peridicos se ubicaban en la Facultad de Filosofa y en la Escuela de Economa desde principios de julio de 1968127.

Durante el movimiento estudiantil, miembros del PORT que no haban cado todava presos, como Francisco Colmenares, hicieron un anlisis de la situacin, concluyendo que haba dos corrientes polticas al interior del rgimen prista que pretendan aprovechar el movimiento con proyecciones de futurismo poltico, por un lado, los nacionalistas con Lzaro Crdenas a la cabeza, seguido de Jess Reyes Heroles, Enrique Ramrez, Francisco Martnez de la Vega, Emilio Martnez Manatou e Ifigenia Martnez de Navarrete. Por el otro lado, la tendencia pro imperialista integrada por Alfonso Corona del Rosal, Marcelino Garca Barragn, Luis Echeverra y el general Jos Hernndez Toledo. El propio Francisco Colmenares se acerc personalmente al general Crdenas, a quien le propuso fungiera como intermediario entre estudiantes y Gobierno en la solucin del conflicto, recibiendo como respuesta la primera vez una esperanza, ya que iba a pensar detenidamente sobre esa proposicin, y la segunda vez una negativa, aduciendo el mencionado General que no poda hacer nada al respecto128.

La LOM

El activo militante de la LOM se encontraba en el medio estudiantil universitario. En vista de que no resulta confiable la fuente policiaca, no tengo la certeza de que todos los mencionados a continuacin hayan sido efectivamente miembros de la LOM. Entre sus miembros ms destacados se encontraban: Manuel, hermano de David Aguilar Mora (alias El Peln, estudiante de la Escuela de Ciencias Polticas y Sociales), casado con una mujer de origen letn de nombre Mara Polkjova), su hermano Miguel Aguilar Mora, Carlos, Francisco y Enrique Sevilla, ngel Quiroz Zamora, Mara Elena Madrid, Carlos Castro Osuna, Roberto Escudero, Luis Gonzlez de Alba (dirigente de la sociedad de alumnos de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM), Romeo Gonzlez Medrano (presidente de la sociedad de alumnos de la Escuela de Ciencias Polticas y Sociales de la UNAM), Jorge Mesta Martnez, Jos Sols, Gilberto Guevara Niebla, Juan Felipe Leal, Francisco Ponce, Renn Crdenas, Rubn Valdespino, Eduardo Valle Espinoza, Fabio Barbosa Cano, Crispn Mendoza, Enrique Martnez Helmeke, Salvador Arvalo, Gilberto Balam Pereyra, Roberto Iriarte Jimnez, Marina Concepcin Hernndez Rebollar, Moiss Lozano Villafaa y su esposa Carole D. Swann, un venezolano de nombre Daniel Camejo Guanche (alias Carlos Alczar), un argentino llamado Miguel Anbal Riquelme, Luis Zevallos de Romaa, Ivn Zevallos y Guillermo Carnero Joke (peruanos)129.

La LOM estableci relaciones directas con el Secretariado Internacional a partir de agosto de 1962, y tuvo posiciones fluctuantes y ambivalentes de rechazo y de acercamiento entre 1960 y 1967 con la lnea esgrimida por la tendencia posadista. El 21 de julio de 1966 hizo un pronunciamiento poltico a favor de la libertad de los presos polticos, y en particular a favor de la liberacin de Adolfo Gilly y los dems posadistas recluidos. En este documento, la LOM aclara que tiene profundas divergencias con el grupo posadista y en particular con el cabecilla dictatorial del posadismo, J. Posadas, calificndolo de oportunista, sectario y hasta de enfermo mental, y cuyas acciones a travs de su espectral Cuarta Internacional haba causado enorme dao al movimiento revolucionario latinoamericano en general, y al guatemalteco en particular, donde Posadas le rob una gran cantidad de dinero al Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre; adems de crear confusin entre simpatizantes y revolucionarios con respecto a la pertenencia a la IV Internacional. Se asegura en el documento que en Mxico, los trotskistas pertenecen o son simpatizantes de la Liga Obrera Marxista. Tambin se afirma que desde haca tres aos, en 1963, el grupo posadista haba sido expulsado de las filas de la IV Internacional130.

En cambio, la LOM se consideraba como parte de la IV Internacional y haba participado en su VII Congreso Internacional en 1963, como grupo simpatizante, aunque sus militantes no rebasaban la veintena. En 1965, autonombrndose seccin mexicana, la LOM intervino activamente en el VIII Congreso Internacional. Sin embargo, no hubo una consolidacin interna que evitara su pulverizacin. Durante un tiempo, la LOM public su revista Perspectiva Mundial.

La pugna al interior de la LOM bsicamente estuvo referida al hecho de contar con una dirigencia calificada por Rodrguez Araujo como caudillista, as como a una divisin producto de dos visiones polticas distintas, una que privilegiaba al sector obrero, y otra que enalteca al estudiantil (de las Escuelas de Ciencias Polticas y Sociales, Economa y Filosofa y Letras de la UNAM, provenan algunos de sus militantes131). sta ltima fue la faccin triunfante, pero no por mucho tiempo, porque a finales de 1967 en los hechos sucumbi autodisolvindose132.

Con la irrupcin del movimiento del 68, los ex militantes de la LOM y miembros de otras agrupaciones polticas pretendieron organizar un grupo de jvenes marxistas revolucionarios, pero fracasaron por la dispora ocasionada por la represin al movimiento estudiantil. Adems, el aparato de espionaje del gobierno estaba perfectamente informado de los intentos no cuajados de reunificacin de las distintas organizaciones polticas y estudiantiles ante la acometida gubernamental133. Durante el movimiento algunos trotskistas actuaron nicamente de manera individual, especialmente en el comit de lucha de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, aunque se intent en septiembre del 68 la organizacin de una corriente denominada Movimiento Comunista Internacionalista. Luego de lo ms lgido del periodo represivo del 68, se reaglutin un pequeo grupo trotskista que le dio vida al Grupo Comunista Internacionalista (GCI).

La propuesta latinoamericana

A partir de septiembre de 1966, y luego del desencanto de los miembros del PORT que no haban cado presos, tuvieron lugar varias reuniones clandestinas en la ciudad de Mxico, convocadas por un alto dirigente trotskista peruano del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), identificado por el apellido Caballero, quien present a los concurrentes con Vlez, miembro de la dirigencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y representante del comandante Manuel Marulanda (alias tiro fijo), y con Abreu, cercano colaborador de Pedro Medina Silva, Jefe de las Fuerzas Armadas de Liberacin Nacional de Venezuela. Caballero usaba los seudnimos de Ciro y de Jos Enero, y trascendi que era el segundo comandante de la guerrilla peruana encabezada por Guillermo Lobatn, dirigente junto con Luis de la Puente Uceda del MIR peruano, organizacin partidaria que buscaba la conformacin de un frente nico antiimperialista en escala mundial de todas las fuerzas socialistas y democrticas del mundo interesadas vitalmente en contener la poltica de guerra y rapia del imperialismo norteamericano134.

A las reuniones convocadas por Caballero asistieron miembros del PORT, tres militantes de la Liga Leninista Espartaco: Tania Kovalchuk, Sandra Arenal y Jos Revueltas, quien era su fundador y dirigente; tres miembros del Partido Bolchevique de Mxico, uno de ellos era el militante conocido con el seudnimo de Manuel Rodrguez; Mario H. Rivera y Tereso Gonzlez (el PBM era pro chino, su dirigente era Guillermo Rousset); dos elementos de la LOM; dos participantes del Movimiento Revolucionario del Pueblo (organizado por el periodista Vctor Galn) y cuatro activistas del Frente Electoral del Pueblo, entre ellos estaba Antonio Esparza; el FEP haba sido impulsado por el PCM.

Los participantes que no eran trotskistas advirtieron que su asistencia se deba al prestigio del dirigente peruano, reiterando su negativa a verse enrolados en cualquier actividad encabezada por los trotskistas. Por su parte, los dirigentes sudamericanos les comunicaron a los militantes del PORT que debido a las contingencias por las que atravesaban los posadistas, se presentaba una coyuntura favorable para integrarse al SI de la IV Internacional. Ms cuando era evidente que debido a la direccin posadista, incrustada en el bur poltico del PORT, se haba llevado a la organizacin a mltiples fracasos.

En las subsiguientes reuniones se unieron ms elementos de esos mismos grupos y de otros, como fue el caso de militantes venidos del Movimiento Revolucionario del Pueblo, hasta configurar una incipiente y nueva organizacin denominada Frente Revolucionario Antiimperialista en formacin, pero con mltiples pugnas, desavenencias, discrepancias y desacuerdos. An as, se procur conformar nueve clulas para la integracin de sus miembros; cada clula contara con cinco mi