u7 procedimiento o metodo de toma de decisiones - ffomc. · pdf filesentimientos y valores en...

31
FUNDACIÓN Ortega-Marañón Fundación José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón 07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONES Dr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

Upload: vudiep

Post on 18-Feb-2018

224 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

FU

ND

ACIÓ

N

Ortega-MarañónFundación José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DEDECISIONES

Dr. Carlos PoseDr. Diego Gracia

Dr. Carlos Pose

(nac. 1971), filósofo y bioeticista, es profesor de Ética en la Universidad Pontificia deSalamanca. Es autor de dos libros, Lo bueno y lo mejor. Introducción a la bioéticamédica (2008), y Bioética de la Responsabilidad. De D. Gracia a X. Zubiri (2011), y denumerosos artículos sobre temas de filosofía y bioética. Desde 1997 participa en losSeminarios de la Fundación Xavier Zubiri de Madrid, y en los últimos tres años haestado integrado en un Proyecto de investigación sobre Tecnociencias Sociales yHumanas, dentro del cual ha llevado a cabo investigaciones en torno al papel de lossentimientos y valores en la toma de decisiones ético-clínica y la evaluación ética detecnologías sanitarias.

Dr. Diego Gracia

Diego (nac. 1941), filósofo, médico y máximo representante de la bioética enEspaña, ocupa desde 1979 la Cátedra de Historia de la Medicina de la UniversidadComplutense de Madrid, donde ha impartido un máster de bioética durante más de 20años. Es miembro de la Real Academia de Medicina, Director del Instituto de Bioéticade la Fundación de Ciencias de la Salud y miembro de la Real Academia de CienciasMorales y Políticas. Es autor de obras de referencia en la bioética internacional, talescomo Fundamentos de bioética (1989) y Como arqueros al blanco (2004). Destacansus esfuerzos por fundamentar los juicios morales desde una ética de laresponsabilidad e introducir la deliberación como nuevo modo de analizar losconflictos morales y tomar decisiones prudentes.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

2

índiceINTRODUCCIÓN 4

LA CONSTRUCCIÓN DE LA BIOÉTICA 5

La experiencia de la obligación moral 5

Los contenidos morales 5

Los hhechos 8

Los vvalores 9

Valores iintrínsecos yy vvalores iinstrumentales 10

Los ddeberes 14

La bioética como ética de la responsabilidad 16

EL MÉTODO DE LA BIOÉTICA 19

La deliberación moral 20

Nota ssobre lla ddeliberación een AAristóteles 20

La ddeliberación een lla aactualidad 22

Los problemas en bioética médica y su análisis 25

Identificación dde uun pproblema mmoral 25

Procedimiento dde aanálisis dde pproblemas mmorales 26

Deliberación sobre los hechos 26

Deliberación sobre los valores 27

Deliberación sobre los deberes 27

Pruebas de consistencia y toma de decisión 28

CONCLUSIÓN 29

BIBLIOGRAFÍA 31

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

3

INTRODUCCIÓNLa bioética es una nueva disciplina creada como consecuencia de los cambios científicos,

tecnológicos, sociales y medioambientales acaecidos en la segunda mitad del siglo XX. Ensu origen pudo ser confundida con una ética práctica, o con una ética profesional, dado queotra disciplina más antigua y arraigada, la ética o filosofía moral, ya se venía encargando delos aspectos teóricos de la acción humana. Sin embargo, pronto se vio que la mayor partede los problemas de los que se hubo de ocupar la bioética necesitaban no sólo de unarespuesta práctica urgente que la ética clásica no podía ofrecer, sino su propiafundamentación y metodología. Quería esto decir que mientras la ética tradicional podíaseguir siendo válida para dar respuesta a algunos problemas morales de carácterinterpersonal, dejaba de serlo respecto de los nuevos problemas que se empezaron adesencadenar con el desarrollo espectacular de las ciencias de la vida. Así es que desdeentonces la bioética no ha hecho más que crecer en los países desarrollados, dando lugar aun nuevo modo de plantear los problemas morales que tienen que ver con la vida en unsentido muy amplio. Y como, al fin, la vida es el valor más básico o radical de cuantos existen,podemos decir que la bioética se ha convertido en la actualidad en una ética global; su objetose extiende al ser humano, a las futuras generaciones y al medioambiente.

En lo que sigue vamos a presentar un modo de analizar los problemas que tienen que vercon la bioética clínica, eso que suele llamarse método o procedimiento de toma dedecisiones ético-clínicas. Para ello vamos a considerar, primero, los tres momentos másimportantes de todo acto de decisión moral: hechos, valores y deberes. Esos momentos sonlos ingredientes, por un lado, de la construcción de los juicios que han de desembocar enuna decisión moral, y por otro, los pasos que han de seguirse como procedimiento de tomade decisiones clínica. Tomando unilateralmente los hechos, o los valores, resulta imposible,o sesgado, emitir un juicio moral, y por tanto, tomar una decisión prudente. Y como elprocedimiento que proponemos tiene por objeto la toma de decisiones prudente oresponsable, no hemos de caer en ningún tipo de reduccionismo moral, sea éste técnico,religioso, jurídico, o de cualquiera otra índole. Si existiera la posibilidad de aplicar algún tipode reduccionismo a un problema moral, muy probablemente no existirían problemas ético-clínicos ni conflictos de deber. Pero la realidad muestra lo contrario, y por eso es precisoponer en marcha un procedimiento que integre hechos, valores y deberes en un mismoanálisis. Ahora bien, el procedimiento que aquí proponemos no ha de verse como un simpleesquema o elenco de pasos a seguir de modo pretendidamente mecánico. Frente a estaactitud meramente procedimentalista destacamos el papel de la deliberación en la toma dedecisiones clínica. Dicho de otro modo, lo que pone en marcha un procedimiento o métodode toma de decisiones es la actitud deliberativa, y no al revés. La deliberación es el modo dealumbrar la mejor solución ante un conflicto de valores y deberes, o el modo de tomardecisiones prudentes en situación de incertidumbre

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

4

LA CCONSTRUCCIÓN DDE LLA BBIOÉTICA

La experiencia de la obligación moralLa ética o la bioética es la disciplina que trata de todo lo que tiene que ver con la

experiencia moral. La ética no crea ni produce la experiencia moral. El objetivo de laética es otro: por un lado, el de analizar esta experiencia moral en lo que tenga deexperiencia universal, primaria e irreductible a cualquier otra, y por otro, el de forjaral mismo tiempo un entramado argumentativo que justifique y promueva unosciertos contenidos morales en un contexto espacio-temporal determinado.

La experiencia moral es universal y nos define como seres humanos. Todosconsideramos que hay cosas que deben hacerse y otras que deben evitarse. Estaafirmación es fruto de una experiencia universal: la experiencia de la obligación moral.El lenguaje humano recoge esta experiencia en los denominados “verbos deobligación”, tales como “tener que”, “deber”, etc., y en los llamados “juiciosimperativos”, que expresan órdenes, como por ejemplo, “no hagas daño”, “cumpletus promesas”, “no mientas”, etc. No hay sociedad humana en la que no existanalgunas normas de conducta, trátese de prohibiciones o consejos. Por eso se dice aveces que existen algunos elementos universales e inalterables en la moralidadhumana. Ahora bien, si desde el punto de vista experiencial la moralidad es siemprelo mismo, sus contenidos son muy variables, sometidos a factores individuales,sociales e históricos.

En primer lugar, el contenido moral ha ido variando a lo largo del tiempo. En laevolución histórica de la humanidad se ha visto cómo las sociedades estáncambiando continuamente sus contenidos morales, e incluso en el presente actual,la juventud posee unos patrones de conducta muy distintos de los de la madurez ovejez. Ha habido y hay una evolución en el contenido moral que nos permite hacerestimaciones distintas y actuar también de modo distinto. Hoy nos parecenrespetables cosas que en otro tiempo no lo eran, por ejemplo, la autonomía de laspersonas, su derecho a la intimidad y confidencialidad, etc. Pero, en segundo lugar,el contenido moral también ha estado afectado por el espacio, por el contexto, lasnecesidades y los deseos que poseen unos individuos de una determinada sociedad.Los contenidos morales no son los mismos en oriente que en occidente, ni resultaposible más que acuerdos generales entre ambas culturas. ¿Es que tan sólo una deellas reina la verdad? Aunque es evidente que existe un cierto progreso moral en cadasociedad, y que existen sociedades de mayor o menor excelencia moral, tambiénparece cierto que el contenido de la experiencia moral va tomando forma distinta, yconsecuentemente distinto nombre, en circunstancias espacio-temporales muy

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

5

distintos. El modo de nombrar la realidad es un modo de percibirla. Por ejemplo, paralo que hoy, en la cultura occidental, nos hemos vuelto extremadamente sensibles, espara el mundo de los valores. Esta es ya una terminología inundatoria. El tradicionalmundo de las virtudes y vicios que puso en circulación la ética griega ha recobradohoy nueva actualidad, y nuevo lenguaje, a impulsos de la fenomenología, con laexplosión del mundo de los valores. Es virtuoso quien realiza valores positivos y evitalos negativos; y vicioso, el contrario. En tercer lugar, si el contenido moral que hoymanejamos es distinto, si el nombre de eso que tenemos que realizar lo es también,es muy probable que el fundamento de la ética actual sea también muy distinto. Laséticas que hoy representan nuestro modo de pensar y de vivir no son éticaspuramente deontológicas (cumplimiento del deber por el deber) ni puramenteteleológicas (análisis de puras consecuencias), sino otras que, tomando lo mejor deambas, se suelen llamar a la altura del siglo XX éticas de la responsabilidad. Bienentendido: ser responsable desde el punto de vista moral no se identifica con laimputabilidad jurídica ni con la culpa religiosa: esa especie de carga (punitiva o deculpa) debida a algo hecho en el pasado. Hoy la responsabilidad moral no mirapreferentemente al pasado, sino al futuro, porque el futuro es justo el contexto de laética. Si algo quiere promover y realizar la ética es futuro. La ética nos indica el futurocomo la brújula el norte. De ahí que no podamos vivir sin ella, sin esa pizca deorientación moral hacia el futuro.

He aquí el primer fruto del análisis filosófico de la experiencia moral. Laexperiencia moral es formalmente universal, pero no así los contenidos, que puedenvariar entre los seres humanos tanto en el espacio como en el tiempo. En cualquiercaso, por variación no nos referimos aquí preferentemente a las variedadesestimativas (el hecho de que unos estimen bello lo que otros consideran feo, etc.),sino al hecho de que hay diversos valores, e incluso tipos de valores distintos, quecada sociedad decide realizar en orden y jerarquía distinta, atendiendo pues aparámetros distintos, contextuales. No es que la vida no sea un valor para todos,sino que se trata de un valor que vale más o vale menos en función de otros valorescon los que debe confrontarse o medirse en un medio circunstanciado. Lo cual esasí, porque, como veremos, no existen valores puros.

Pero el análisis filosófico de la experiencia moral produce, además, otrorendimiento. Y es que la ética es una dimensión enormemente práctica. Esto ya lodijera Aristóteles: no analizamos la experiencia moral para saber más, sino paraactuar mejor, para conocernos mejor. Y, en efecto, a todos nos ocurre que laexperiencia moral nos genera una especie de desdoblamiento personal que no nossuele dar tregua, que nos dice que tenemos que realizar unas cosas y evitar otras.Es nuestra conciencia moral. Nuestra conciencia se va cargando progresivamente

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

6

de unos ciertos contenidos morales, y a través de ellos está constantementerecordándonos que debemos realizar unas cosas y evitar otras, lo cual es tantocomo decir que nos está permanentemente pidiendo cuentas de lo que hacemos ono hacemos en cada situación concreta. La experiencia de la obligación moral no seexpresa pues en el vacío, sino a través de ese conjunto de contenidos que han deguiar nuestras decisiones morales. Por eso la cuestión ahora es la de analizar quéforma poseen esos contenidos, qué es eso que nos obliga, o que tenemos querealizar o evitar, dando cuenta de ello.

Los contenidos moralesDar cuenta de algo, tanto en filosofía como en ética, se dice fundar o fundamentar;

y fundamentar es siempre ir a la raíz de algo, dar la razón de ese algo o, mássencillamente, responder a un “por qué”. Tomemos, por ejemplo, la obligación depagar impuestos. Fundamentar este juicio de “deber” (es decir, el juicio “debespagar impuestos”) es responder a un “por-qué”. Al no familiarizado con unacivilización en la que se pagan impuestos no le parece nada evidente que haya quepagar impuestos. Por eso hay que dar una explicación o cuenta de ello. Y larespuesta más sencilla quizá consista en apelar a una serie de “valores”,descubiertos en algunas culturas, que permiten una sociedad mejor ordenada, oque produce mayor bienestar. Es posible que esta explicación no sea suficiente, locual no es inusual, dado que los valores siempre son estimación de algoanteriormente percibido que les hace precisamente manifestarse. A eso anteriorsolemos llamar “hechos”. Los valores siempre están soportados por hechos, y es lafiabilidad y opción por éstos lo que determina una posible línea de construcción ofundamentación de un juicio moral. En el ejemplo propuesto, si nos fiamos yapostamos por la navegación terrestre (hechos), se podría justificar cómo, al pagarimpuestos (deber), uno puede recibir ciertos servicios que de ningún otro modopodría; por ejemplo, viajar de una población a otra en coche en un corto espacio detiempo (valor).

Pues bien, de hechos como éste que acabamos de consignar brotan puesvalores, por ejemplo, la comodidad de viajar en coche, y deberes, el deber de pagarlos impuestos pertinentes para que conducir un coche pueda resultar factible. Esteencadenamiento de hechos, valores y deberes es fundamental en cualquierconstrucción de un juicio moral. Lo único que habría que advertir es que, aunque lafundamentación moral pide llegar al nivel de los hechos, la fase más compleja sedesenvuelve siempre en el nivel de los valores. Como se comprenderá másadelante, son los valores los que obligan, no los hechos. Los hechos sonimprescindibles porque son los depositarios de los valores, pero eso es todo. De ahí

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

7

que no puedan resolverse los conflictos morales apelando a una especie dereduccionismo técnico o tecnocrático, aunque tampoco axiológico. Por lo tanto, dela comprensión de este esquema teórico y de la adquisición de cierta habilidadpráctica para identificar hechos, valores y deberes en cada caso concretodependerá luego el que nuestras decisiones sean bien fundadas o no. A esto cabríadecir que se reduce buena parte del problema de la fundamentación o construcciónde juicios morales, es decir, de los contenidos morales. Más adelante veremos cómodesplegar esos momentos en lo que constituirá un procedimiento de ayuda a latoma de decisiones, pero nos interesa ahora describir más a fondo lo que indicacada término y los juicios que formamos en cada caso.

Los hechos

Llamamos “hecho” a todo aquello que es dato de percepción, por tanto algoperfectamente objetivo, contundente e impositivo. La percepción u observaciónde un hecho puede ser directa o indirecta. Es directa cuando vemos, tocamos,oímos, etc. de modo inmediato algo, mientras que es indirecta cuando estas tressensaciones, o cualquier otra, se obtienen mediante una representación u a travésde cualquier otro medio complementario; por ejemplo, puedo percibir un huesocorporal directamente, haciendo una disección en la piel o en el cuerpo, o puedoverlo a través de una radiografía que lo representa sin alterar el estado de cosas,etc. Los hechos son, pues, datos de la realidad. Estos datos, en función delobjetivo que con ellos se persiga, pueden recibir distintos nombres, por ejemplo,“signos” objetivos. La ciencia, por lo general, trabaja con signos objetivos. Sinexperiencia de estos datos no habría ciencia ni moral, aunque la ciencia y la moralno se reducen a estos datos.

Sobre estos datos o signos objetivos hacemos juicios, en concreto hacemos untipo de juicio que solemos llamar “descriptivo”. Se llaman descriptivos porque setrata de juicios que reproducen lo que la realidad muestra ya como datoperceptivo. En esos juicios lo que se hace es identificar una cualidad real yatribuírsela a un sujeto. De hecho, la estructura habitual de estos juicios es “S esP”. Por tanto, son juicios que se enuncian en presente de indicativo, por ejemplo,“el fémur está roto”. La ciencia se vale de este tipo de juicios para dar a conocersus hallazgos, pero son también los juicios que hacemos a diario ante cualquierfenómeno natural, por ejemplo, “la mañana está lluviosa”. Ahora bien, ¿qué sucedecon este otro juicio?: “robar es una acción injusta”. Aparentemente, ambos juiciosmuestran una estructura muy similar, por lo que podría parecer que poseen elmismo grado de certeza. Sin embargo, la diferencia es clara: mientras el primeroexpresa un hecho, un dato de percepción, el segundo expresa un valor, algo

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

8

estimable. No podemos confundir los hechos con los valores, por una primerarazón que adelantamos: porque los hechos se perciben, mientras que los valoresse estiman. Estimar no es percibir, aunque sin percepción no habría estimación.

Los valores

Pocas cosas pueden resultar tan difíciles de definir como un valor. De hecho,se ha dicho muchas veces que son indefinibles. Hay razones para esta opinión,pero esto no significa que sea imposible entender lo que es un valor, y menosmencionar alguno, dada su abundancia. Hay valores religiosos, estéticos,económicos, intelectuales, morales, etc. Si a nadie sorprende percibir hechos portodas partes, tampoco debe sorprender que exista la misma proporción devalores, dado que los hechos, según dijimos, soportan siempre valores. Dondehay un hecho hay al menos un valor, y como todo valor tiene su contra-valor, encada hecho hay o puede haber ya dos valores, un valor positivo o un valornegativo. Siguiendo con un ejemplo anterior, si digo que “la mañana estálluviosa”, puedo añadir a continuación: “qué alegría, que me quedaré en casaleyendo” o “qué pena, que había quedado con unos amigos para hacer unaexcursión”. De un mismo hecho percibo valores distintos, al menos dos, perogeneralmente muchos más. Así como los hechos son, por así decirlo, únicos (ollueve o no llueve), los valores son diversos, es decir, polares y plurales. Existe locaro y lo barato, lo agradable y lo desagradable, lo justo y lo injusto, lo elegante,lo bello, etc., etc. ¿Quiere esto decir que cada persona percibe un valor distintocomo si en ellos no hubiera nada de objetividad? Cabe responder, ciertamente,que los valores no poseen la objetividad de los hechos, pero aun así son bastanteobjetivos. Los hechos, en la medida en que se definen como aquello que esobservable para cualquiera, son muy objetivos. Los valores, por el contrario, noson tan objetivos, pero tampoco completamente subjetivos. La propia apelacióna los valores indica que si no tuvieran algo de objetivo no tendría sentido que sehablara de ellos. Cuando alguien afirma que “las Meninas es un cuadro bello”, noestá diciendo únicamente que ese cuadro le gusta o que es bello para sí, sino quela cualidad “belleza” pertenece como atributo al cuadro y que por eso él lo vebello y siente una especial fruición (gusto) al verlo. Si los valores no fueranparcialmente objetivos sería absolutamente imposible la apelación a ellos. Peroapelamos a ellos, intercambiamos emociones con ellos, tomamos muchasdecisiones desde ellos, e incluso vivimos y morimos por ellos. Los valores, quizáno son completamente objetivos ni subjetivos, sino simplemente intersubjetivos,un descubrimiento compartido por mucha gente y avalado, además, por laopinión de los más entendidos.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

9

De los valores surge un tipo de juicios que se llaman juicios “valorativos”. Losjuicios valorativos se montan sobre juicios de percepción o de hecho. Cuandodecimos que “el pescado está caro” o “qué bonita mañana” estamos haciendojuicios de valor. Ya hemos visto otros ejemplos anteriormente que nos excusanahora de mayores digresiones. Lo curioso es que, a pesar de ser juicios fundadosen una dimensión de la realidad más endeble y ser percibidos del modo más sutil(preferentemente, por vía emocional), son los juicios más importantes, aquellos enlos que se nos va la vida. De ahí que un buen modo de identificar valores, y a partirde ellos hacer juicios, sea a través de un experimento mental o método quepropuso Moore y que repite también Ortega: un valor es aquello que si no existiera,faltaría algo importante; un valor es aquello que se nos hace imprescindible. Ahorabien, quizá no todo valor cumple con este criterio. Vamos a ver por qué.

Valores intrínsecos y valores instrumentales

Una característica que se ha hecho fundamental en el análisis de los valores esésta: la distinción entre valores intrínsecos y valores instrumentales. Por valorintrínseco se entiende aquella realidad o aquella cualidad que tiene valor por símisma, de modo que si desapareciera, pensaríamos haber perdido algo importante,es decir, algo valioso. Así definida, se diferencia de la noción de valor instrumentalo valor por referencia, en que éste no vale por sí mismo sino por otra cosa ocualidad distinta, que es la que le otorga valor. Los valores instrumentales se llamantambién valores útiles o de utilidad, porque siempre sirven para una cosa distinta deellos mismos, en tanto que los valores intrínsecos son valiosos por sí mismos. Entodo caso, las cosas no suelen ser soportes de valores puramente intrínsecos opuramente instrumentales, sino que comparten en mayor o menor medida ambascondiciones. El fármaco es un valor instrumental al servicio de un valor intrínseco,que es la salud. Pero la salud es también un valor instrumental al servicio de la vida,si bien la salud nunca puede ser reducida a puro valor instrumental. De igual modocabe decir que la vida es un valor intrínseco, como lo es también la religión ocualquier otro valor espiritual. Todo lo que es valioso por sí mismo, conindependencia de cualquier otra cosa, tiene valor intrínseco. Pero la vida, que es unvalor intrínseco, tiene una dimensión instrumental, como se advierte al ponerla alservicio de otros valores intrínsecos, por ejemplo los espirituales, el religioso, elpatriótico, o el científico, etc. Nada es puro valor, como ya hemos anotado másarriba, y por tanto tampoco puro valor intrínseco o puro valor instrumental.

Sobre esta distinción actual entre “valores intrínsecos” y “valoresinstrumentales”, conviene advertir que no se parece mucho a la clásicadescripción de los valores como propiedades intrínsecas de las cosas, que el ser

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

10

humano intuye de modo directo e inmediato. La tesis que ha ido abriéndose pasoen las últimas décadas es que hay valores que por sí mismos, o por su propiacondición, son estimables por los seres humanos, incluso por todos, y que portanto pueden llegar a ser formulados de modo universal. Pero estos valores noestán intuidos sino construidos, y además tienen carácter relacional, surgen en larelación de los seres humanos con las cosas de la naturaleza y con los otrosmiembros de la sociedad. Por tanto, el hecho de que los valores esténconstruidos no obsta para que sean o puedan ser universales. Unos alcanzaránesa condición y otros no. Cuando sucede lo primero, entonces cabe preguntarsesi no estamos ante un nuevo modo de identificar valores que puedenconsiderarse intrínsecos o inherentes a todo ser humano. Hoy no es posibleidentificar la existencia de valores intrínsecos o valores en sí con la teoríaintuicionista, ni cabe considerar que con su hundimiento cayó tambiéndefinitivamente la posibilidad de afirmar la existencia de tal tipo de valores, demodo que los únicos existentes sean los instrumentales. Lo que ha surgido en elsiglo XX es todo un amplio movimiento que defiende el carácter constructivista delos valores, pero a la vez la posibilidad de universalizarlos, y por tanto deconsiderar que, ésos al menos, son algo así como inherentes a la condiciónhumana. Lo que sucede es que tales valores se interpretan ahora no comocualidades objetivas de las cosas, sino como propiedades intersubjetivas.

Los valores, como ya hemos visto, se hallan siempre soportados por loshechos o las cosas. Los valores no están en el aire sino en las cosas. Son ellaslas que son bellas o feas, útiles o inútiles, etc. Las cosas, pues, pueden sersoportes de valores intrínsecos y de valores instrumentales. De hecho, siempreson soportes simultáneos de ambos, si bien en proporciones variables. Hayrealidades que soportan sobre todo valores intrínsecos, como las personas, yotras que soportan sobre todo valores instrumentales, como es el caso de lascosas. Hasta tal punto puede llegar el peso de unos sobre los otros, que enciertas realidades los valores intrínsecos tienen carácter definitorio, es decir, sirvenpara definir la realidad, en tanto que en otros ésta se define por sus valoresinstrumentales. Lo primero es lo que sucede en el caso de las personas. No hayduda que las personas soportan valores instrumentales, pero la propiacualificación de una realidad como personal se hace en virtud de sus valoresintrínsecos. Lo cual significa que en ella éstos tienen carácter sustantivo ydefinitorio de su propia realidad, en tanto que los otros no. En los instrumentostécnicos sucede exactamente lo contrario: se definen por su valor instrumental, demodo que los valores intrínsecos tienen en ellos condición meramente adventicia,aunque no por ello pierden su condición de intrínsecos. Un ejemplo aclarará esto.Los productos técnicos se definen por su valor instrumental, pero pueden ser, por

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

11

ejemplo, bellos o elegantes. Piénsese en un coche o en un avión. La belleza y laelegancia son valores intrínsecos, pero afectan al instrumento técnico sólo demodo adventicio, no sustantivo. El instrumento técnico no tiene la condición de talpor la belleza de sus líneas, sino por la función que cumple.

Las realidades que se definen por sus valores instrumentales y no por susvalores intrínsecos, tienen dos características: una, que pueden intercambiarse porotras que cumplan mejor su función, y otra, que se miden en unidades monetarias.Esta precisión es fundamental y de una enorme importancia para la ética. Unfármaco, por ejemplo, puede cambiarse por otro que cumpla la misma función conventaja o sin tantos efectos secundarios. El fármaco es una sustancia química quesoporta un valor básicamente instrumental, y que además tiene la condición defármaco precisamente por su valor instrumental. Es también soporte de algunosvalores intrínsecos, como por ejemplo la belleza de la píldora o el buen sabor deljarabe, pero tales cualidades no son inherentes a su condición de fármaco. Ello sedebe a que tal condición no le viene dada por ese valor intrínseco sino por su valorinstrumental de aliviar un síntoma o curar una enfermedad. Lo que define alfármaco como fármaco es, pues, su valor instrumental. Y este valor, precisamentepor ser instrumental, tiene las características de poderse permutar por otro queinstrumentalmente cumpla mejor su función. Los valores instrumentales sonpermutables, y por tanto también las cosas que les sirven de soporte.

El caso opuesto al fármaco lo constituye el ser humano. No hay duda de quela realidad humana es soporte tanto de valores intrínsecos como instrumentales.Los seres humanos somos instrumentos para muchas cosas. Por ejemplo, untaxista es instrumento para que podamos desplazarnos de un lugar a otro. Todossomos instrumentos para todos. Los brazos son instrumentos que nos sirven paratrabajar. Pero el ser humano, por más que sea soporte valores instrumentales, secaracteriza por tener valores intrínsecos muy importantes. Cabe aún decir más, yes que así como el fármaco se define por su valor instrumental, de tal modo queel valor intrínseco tiene en él carácter meramente accidental, en el ser humanosucede exactamente lo contrario, que aquello que le define es su valor intrínseco,la dignidad, en tanto que los valores instrumentales, con ser muy importantes,tienen carácter claramente secundario o adventicio.

Pues bien, si decimos que las características básicas de los valoresinstrumentales es que sus soportes pueden permutarse y que su unidad demedida es monetaria, de modo que pueden comprarse y venderse, en el caso delos valores intrínsecos hemos de afirmar exactamente lo contrario. Y ello por larazón obvia de que cada valor intrínseco es valioso en sí, de modo que el valorintrínseco que soporta una realidad es individual e intransferible, y distinto del valor

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

12

intrínseco que soporta cualquier otra, por más que se trate del mismo tipo de valor.Por ejemplo, la belleza de un cuadro es distinta de la de cualquier otro cuadro, y sise pierde esa belleza, desaparece una parcela del valor belleza que no essustituible por cualquier otra. Esto que se dice de la belleza de un cuadro, es aúnmás claro tratándose de las personas. La dignidad de cada persona es distinta dela de cualquier otra, de modo que no es posible permutar una por otra. Cadapersona tiene valor en sí, y no cabe despreciar una aduciendo que hay otras. Esposible que esa persona sea una inútil, pero es persona, y en tanto que tal exigerespeto y no puede ser permutada por ninguna otra distinta de ella misma.

La segunda característica de los valores intrínsecos es que no pueden medirseen unidades monetarias, ni por tanto comprarse o venderse. El dinero es launidad de medida e intercambio de valores instrumentales, pero no de valoresintrínsecos o valores por sí mismos. De ahí la afirmación de que estos últimosvalores “no tienen precio.” Los valores instrumentales son intercambiables entresí. Yo puedo sustituir un coche por otro, siempre y cuando me sirva paratrasladarme de un lugar a otro, etc. Ahora bien, los valores intrínsecos no son, enprincipio, sustituibles, ni permutables. Las personas, por ejemplo, no sonpermutables, ya que consideramos que cada una es respetable por sí misma. Deahí la frase de Kant de que las personas “tiene dignidad y no sólo precio.” Y lomismo cabe decir de la belleza de un cuadro. El precio es medida de intercambio,y los valores intrínsecos no son intercambiables, precisamente porque cada unotiene valor en y por sí mismo. Esta diferencia fundamental es la que expresómagníficamente el poeta Antonio Machado en los versos que dicen: “Todo necio/ confunde valor [intrínseco] y precio [valor instrumental].”

Visto así, es claro que la distinción entre valores instrumentales e intrínsecosestá en la base de toda la teoría ética. Los valores más importantes para el serhumano son los intrínsecos o por sí mismos, dado que los otros no puedencontemplarse más que como meros medios para el logro de aquéllos, razón porla cual siempre han de estar a su servicio. Los seres humanos pueden dedicar suvida a la promoción de uno u otro de estos dos tipos de valores, lo mismo quetambién pueden hacerlo los grupos sociales. Esto explica que en ciertas épocashistóricas se haya producido un gran cultivo de los valores intrínsecos, como enla Grecia clásica, y en otras, como la nuestra, la preferencia haya ido dirigida hacialos valores instrumentales. No hay duda que hoy gozamos de muchos másvalores instrumentales que en tiempo de Sócrates (tenemos más instrumentostécnicos que nos permiten hacer muchas cosas que entonces eran imposibles),pero no es tan claro que hayamos progresado significativamente en el cultivo delos valores intrínsecos.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

13

Los deberes

Entramos con esto en la parte más propia de la ética y de la bioética. Ni loshechos ni los valores son dimensiones específicas de la ética. Ya vimos que loshechos son algo muy común en el lenguaje de la ciencia, e incluso en el lenguajecotidiano, y que los valores no pertenecen exclusivamente a lo moral, sino que loshay de muy distintas clases, económicos, estéticos, religiosos, etc. Ahora bien, lovalores tienen una característica no señalada pero esencial ahora: piden surealización. Y esto sí que es lo propio de la ética: realizar valores. La ética no tratadirectamente de hechos, como la biología o la medicina en tanto que ciencia, nisiquiera de valores, como la axiología o la medicina en tanto que profesión social,sino de deberes. Ahora bien, el deber se define precisamente como aquello quetoda persona tiene que realizar como su más preciado tesoro: los valores. Losdeberes, podemos decirlo ya, se fundan en valores que nos piden su realización.La justicia nos pide ser justos, la verdad, veraces, lo sagrado, religiosos; si hemoshecho una promesa, cumplirla, si hemos contraído una deuda, pagarla, etc., etc.No hay valor que no pida su realización, lo cual nos puede plantear un graveproblema: ¿y si dos valores me piden su realización a la vez, o estimo que larealización de uno significa dañar parcial o totalmente el otro, etc.? Ésta es lasituación típica de la que se encarga la ética y la bioética: el conflicto de valores.La conflictividad es una característica más de los valores. Si los valores no fueranconflictivos sería innecesaria la ética. Si es necesario dar el paso del nivel de losvalores al nivel de los deberes es precisamente porque no siempre sabemos loque debemos hacer en cada caso concreto. Si algo posee la ética, es una misiónpráctica. Porque una cosa es lo que “debería ser” y otra muy distinta lo que “debeser”. Este es un punto importante.

Mencionábamos antes que nuestra vida está sustentada en un mundo distintode los hechos que hemos llamado “mundo de los valores”. Estos valores, en lamedida en que son descubiertos, pasan a formar parte, por proyección, de unmundo ideal. Toda persona lleva este mundo en su recámara, en el fondo de símismo, pero es un mundo ideal porque está compuesto por una elevación oproyección de los valores reales. Si yo descubro la belleza, querría que todo fuerabello; si descubro la justicia, querría que todo fuera justo; si descubro el amor,querría que todos nos amaramos; si descubro la paz, querría que no hubieraguerras, y así hasta extremos indecibles. Todo lo que se nos presenta comovalioso lo proyectamos y lo convertimos en un mundo ideal. Pues bien, estemundo ideal es el mundo de lo que “debería ser”, pero no es. Es, si se quiere,nuestro horizonte de vida buena. Nadie puede vivir sin este mundo. Más bienocurre que la pérdida de este mundo es la pérdida del “sentido” de la vida y por

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

14

tanto del sentido de la muerte. Es la triste situación en la que da igual vivir quemorir. Por lo tanto, es inimaginable un mundo sin esta dimensión de idealidad oirrealidad. Ahora bien, esta irrealidad es la que pide realizarse, es la que pideencarnarse en este mundo presente. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Porcuánto tiempo? Ahora es cuando comprobamos que el mundo ideal, el mundodel “debería” no nos resuelve el problema cotidiano, eso que hemos llamadoconflicto de valores. Ahora tengo que hacer otro tipo de proyección, más pegadaa los hechos, que me alumbre lo que tengo que hacer en cada caso concreto. Ylo tengo que hacer muy probablemente contando con la opinión de los demás, nomirando únicamente al mundo ideal. Yo sé muy bien que no debería haberguerras, ni homicidios, ni injusticias, ni enfermedades, ni actos inmorales, pero¿puedo yo, hombre de carne y hueso, evitar todo esto de modo absoluto? Elmundo real es muy distinto al mundo ideal, o dicho de otro modo, el mundo del“debería” es muy otro que el mundo del “debe”. Sin aquél yo no podría vivir enéste, y sin éste aquél sería una absoluta ilusión. La opción por uno de estosmundos siempre ha llevado a posturas morales extremas. Resulta inevitablemantener los dos mundos y articularlos según eso que llamaremos“responsabilidad moral”.

Lo que tenemos que realizar, los valores, se expresa pues en un tercer tipo dejuicios llamados prescriptivos o normativos, es decir, en juicios de “deber”. Losjuicios de deber son los que nos ordenan la realización de valores positivos y laevitación de los negativos, por ejemplo, “debes cumplir tus promesas” o “nodebes mentir”, donde “las promesas” y “la verdad” son valores positivos. El casoes que son juicios muy peculiares. Así como el lenguaje de la ciencia se expresaen su forma indicativa a través del verbo “ser”, el lenguaje de la ética lo hace ensu forma imperativa, es decir, en términos de “deber”. Los juicios morales mandany ordenan hacer unas cosas y evitar otras; no tienen por objeto conocer larealidad, sino ordenarla. La ordenan además en el futuro, no en el pasado ni enel presente, como suele suceder con los demás juicios. Esto significa que estetipo de juicios, antes de hacerse realidad, impelen a la propia conciencia. En éticaesto es lo que se llama “conciencia moral”. La conciencia moral es el tribunalsupremo desde el que salen y al que vuelven los juicios morales. La concienciamoral manda y, paradójicamente, asume lo mandado. La inadecuación parcialentre la orden y su cumplimiento no pasa, sin embargo, desapercibida. Tanto esasí que la orden tiene un nombre muy distinto del de la recepción, aunque ambosmomentos forman parte de la misma conciencia moral. La cuestión es lasiguiente. Decíamos anteriormente que los valores piden su realización, y eso eslo que significa “deber”, orden o mandato. Añadimos ahora que piden además sujustificación o explicación, y eso es lo que se expresa con otro término

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

15

fundamental: “responsabilidad”. Ya no basta con que tengamos la “buenaintención” de realizar valores, incluso “sentir” el deber de hacerlo, sino que hemosde “responder” (de ahí responsabilidad) de por qué hemos de realizar unos y nootros, y de las consecuencias de la realización de cada uno de ellos, etc. Quienpercibe el valor “salud” o “belleza” es seguro que se ve impelido por el deber decontribuir a ella; pero, en su puesta en práctica, ha de medir todas lasconsecuencias. Recordemos que lo ideal sería un mundo donde nadie muriera,donde no hubiera enfermedades, pero la realidad es que la gente muere, etc. Nodebemos ser ciegos a la realidad por una especie de encantamiento del mundoideal. Los valores piden su realización, pero piden también su justificación conarreglo a la naturaleza de las cosas y a las consecuencias previsibles. Éste es eltema de la bioética: actuar con responsabilidad, pues si bien cabe partiridealmente de posiciones apriorísticas, convicciones profundas, deberesabsolutos, etc., éstas han de ser siempre contrastadas con lo que nos demandacada situación concreta. No podemos confundir lo absoluto con lo real, y portanto con lo que se puede y se debe hacer en un caso concreto.

La bioéticacomo ética de la responsabilidad

Todo esto explica que fundamentar o dar cuenta de los juicios morales sea tareaharto difícil y de costoso esfuerzo. No sólo se requiere un buen análisis de hechos,valores y deberes, sino también una buena síntesis, es decir, eso otro que se llamaresponsabilidad. Lo responsable no es analizar desmesuradamente hechos y nadadecir de los valores, o estimar mucho éstos sin haber llegado a aquéllos.

En ética y en bioética es muy común hacer juicios morales desde posiciones muyfijas e inamovibles, o lo que es lo mismo, poco prudentes y poco responsables. Casisiempre se trata de posiciones reduccionistas que no respetan la especificidadmoral de los problemas humanos. Las tres modalidades más frecuentes son elreduccionismo técnico, el religioso y el jurídico, que siempre significan un obstáculoal desarrollo autónomo de la ética y de la bioética. Fundamentar no puede significaraferrarse a alguno de estos tres momentos, sucumbiendo a un reduccionismo deljuicio moral, tan peligroso como frecuente. Respetar los tres “momentos” del análisisdel acto moral evita muchos errores. Quien actúa privilegiando hasta el extremo unmomento a base de anular los otros dos injustificadamente, supone,inadvertidamente, que un juicio moral es del mismo carácter que aquello que losoporta. Por ejemplo, quien cree que sólo existen “hechos”, entiende que el juiciomoral sigue siendo un hecho más; quien considera lo religioso como valordeterminante de lo moral, anula la especificidad de esta experiencia; quien sólo

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

16

apela a lo jurídico (al deber que se ha hecho norma legal) para resolver los conflictosmorales, desperdicia aquello que sigue siendo lo más admirable de la ética decualquier persona o profesión: la excelencia moral.

Pero todavía resta dar cuenta de otro gran equívoco no menos frecuente aún a díade hoy en los debates éticos. Fundamentar tampoco puede querer decir “demostrar”que determinados juicios morales son siempre ciertos y que todos los demás nuncalo son, aunque sólo sea porque siempre caben opiniones contrarias que debemosrespetar, o al menos discutir; o revisiones y excepciones no contempladas más queen el contacto directo e individual con los problemas morales que genera cada caso;etc. Este error tiene su origen en la creencia de que en ética o en bioética existe esoque se ha llamado “racionalidad apodíctica”, quizá atribuida inclusoequivocadamente a algunas ciencias teóricas. Más bien sucede que las decisionesmorales, por ser prácticas, pertenecen a lo que desde Aristóteles se viene llamando“racionalidad prudencial”. La prudencia es la racionalidad propia de los saberesprácticos; es, por tanto, una sabiduría práctica. En el caso que nos ocupa se trata deuna cierta actitud intelectual y a la vez emocional que, teniendo en cuenta hechos,valores y deberes, alumbra juicios morales “responsables” en los casos deincertidumbre, lo cual también es fruto de una cierta experiencia. Por tanto, la actitudprudente, que a la altura del siglo XX se ha preferido llamar “actitud responsable”, esun magnífico criterio moral del que se ha terminado haciendo cargo la bioética.

¿Qué significa aquí responsabilidad? Aunque el tema es muy amplio, quizá lopodemos resumir del modo siguiente: (a) no dirigir nuestra mirada únicamente alanálisis de los hechos, pensando que un problema moral es siempre un problematécnico mal planteado, pues nuestras decisiones recaen no sólo sobre hechos, sinotambién sobre valores que entran en conflicto; (b) no jerarquizar los valores de unaúnica manera, privilegiando siempre unos en detrimento de todos los demás,aunque sólo sea porque en las sociedades plurales y democráticas estos valoresson siempre muy diversos y en principio igualmente respetables; (c) no apelar a laley en un intento de imponer nuestro criterio por la fuerza, o ahorrarnos la fatiga debuscar la mejor solución, o la solución más prudente; (d) no tomar a priori por deberabsoluto ningún deber concreto, dado que el único deber absoluto quizá sea elrespeto a las personas, y ni siquiera éste nos es dado cómo realizarlo en la práctica;(e) no descuidar el análisis de las circunstancias y de las consecuencias de nuestrasdecisiones, tanto en lo que afecta ya a la humanidad, como en lo que afecta a lasfuturas generaciones; (f) en fin, no entusiasmarse demasiado con la presuntacapacidad humana de resolver todos los problemas morales desde una racionalidadapodíctica, pues lo más seguro es que terminemos desmoralizados, o en cursos deacción extremos.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

17

La responsabilidad es hoy una exigencia, y lo es más para la bioética ante el retoque le plantean al ser humano las ciencias de la vida. Puede decirse que es el nuevocriterio de fundamentación moral, o si se quiere, la nueva forma en la que se traslucenuestra primaria obligación moral, esa que, como hemos visto, brota de laexperiencia. La experiencia de la obligación es siempre una dimensión constitutivadel ser humano, pero en cada época y lugar se ha ido tornando en algo canónicoque la expresa: la virtud, el bien, el deber, etc. Hoy, sin embargo, sin dejar de creeren la virtud, el bien o el deber, se ha comenzado a fundamentar las decisiones en unnuevo criterio moral, distinto tanto de una presunta idea de bien absoluto, como deun conocimiento universal del deber (sea éste intuitivo o deductivo). Ese criterio esla conciencia de responsabilidad sobre el futuro. A la altura del siglo XX todas laséticas se convierten en éticas de la responsabilidad; o dicho de otro modo, laresponsabilidad se eleva en este tiempo presente a criterio de moralidad. Max Weberha sido su primer expositor, pero a él han seguido los moralistas más importantesdel siglo XX. Ya no vale hacer ética de modo puramente abstracto, al estilo de laséticas de la convicción, principialistas y absolutistas (deontológicas). La ética de laresponsabilidad tiene en cuenta ciertos principios esenciales, pero sobre todo tieneen cuenta la ponderación de las consecuencias que atañen a la decisión. Serecupera así el doble nivel al que operaban los deberes, tal como hemos podido vermás arriba. Una cosa es el mundo del “debería”, el nivel de los principios, de lasconvicciones, de los valores que piden realizarse absolutamente, y otra el mundo del“debe”, el nivel fruto del análisis de las circunstancias y de las consecuencias de ladecisión. Los deberes del primer nivel siempre son universales y necesarios, o comoKant los llamaba, deberes categóricos, mientras que los del segundo nivel son losque ya han pasado por el filtro de la ponderación y el análisis de la realidad particulary concreta. Éste es el doble imperativo que está en D. Ross como “deberes primafacie” y “deberes reales y efectivos”, pero que está también en Ortega como “deberser” y “tener que ser”.

No obstante, tal y como se deduce de la exposición llevada a cabo hasta aquí,últimamente se tiende a hacer el análisis y la fundamentación de los juicios moralesdesde el nivel de los valores antes que desde el de los deberes, por una razónbásica. Los deberes siempre están soportados en valores que piden su realización,y, por lo tanto, sin la estimación de esos valores, es difícil conocer cuáles sonnuestros deberes concretos y cuál nuestra responsabilidad en cada momento. Sísabemos cuáles son nuestros deberes universales, esos que pertenecen al mundodel debería, que decíamos antes, pero no los que pertenecen al mundo del debe. Atodos se nos impone que en una sociedad democrática debe existir un principioinsobornable que es la justicia. Pero conocer cuándo ese principio se debe realizarpara que se salve, por ejemplo, el valor de persona como ser que tiene dignidad y

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

18

no precio, que exige igual consideración y trato, quizá no sea posible más que através de un análisis de los valores soportados en hechos circunstanciados. Sin laestimación de estos valores difícilmente podremos saber cuáles son nuestrosdeberes concretos. Que algunos deberes nos estén dados de modo intuitivo, comodice Ross, no es razón suficiente para prescindir sistemáticamente del análisis de losvalores a la hora de fundamentar y ayudar a resolver los conflictos morales.

Por lo tanto, tras la crisis de la razón moderna y la dimensión que han tomado losnuevos problemas que han surgido de las ciencias de la vida, parece que no cabeotra alternativa más que responsabilizarse del futuro de la humanidad. A másconocimiento de las cosas, a más poder humano sobre ellas, más previsión de susefectos. Y a más previsión, más prevención. Esto es lo responsable. La actitudresponsable persigue deshacer el conflicto de valores intrínseco a la vida moral, node modo principialista, sino teniendo en cuenta la opinión de los afectados (dada lacrisis de la razón pura) y las consecuencias previsibles (dado el desarrollo de larazón científica). Para ello, ya no cabe razonar apodícticamente, ni absolutizarhechos, valores o deberes (peligro de los reduccionismos o fundamentalismos). Elobjetivo último de la toma de decisiones no es la deducción ni la imposición, sino laprudencia o la responsabilidad. ¿Hay algún modo de conseguirlo? Si hay alguno,ese modo debe llamarse “deliberación”. La deliberación es, como vamos a ver, elmétodo de búsqueda de la prudencia.

EL MMÉTODO DDE LLA BBIOÉTICAHasta aquí quizá todo ha parecido muy teórico, pero era necesario tener algunas ideas

claras en torno a la construcción de los juicios morales. Al final, saber cómo se construyenlos juicios morales es poco más o menos lo mismo que saber cómo se fundamentan.Pues bien, si fundamentar consistió en explorar el mundo de los hechos, los valores y losdeberes, y sus respectivos juicios, hasta alcanzar la cima, eso que hemos llamadoresponsabilidad moral, el método consiste ahora recorrer el camino ya trazado, poniendoen práctica lo que vamos a llamar “deliberación”, como modo prudente y responsable deresolver los conflictos morales planteados por las ciencias de la vida. En primer lugar,vamos a ver qué se entiende por deliberación. Como el tema en ética se remonta por lomenos a Aristóteles, aunque el origen del término es anterior, vamos a detenernosbrevemente en este autor, para luego analizar una definición actual de deliberación y elmotivo de su rehabilitación para la ética o la bioética en el siglo XX. En segundo lugar,vamos a describir un procedimiento para el análisis de los problemas morales; enconcreto nos vamos a referir a un procedimiento de aplicación en bioética médica, dadoque un método, más allá de su conceptuación teórica, siempre es un procedimiento

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

19

específico para cada área de conocimiento. Esa es la razón por la que restringimos elprocedimiento a los conflictos de ámbito médico, aunque a partir de ahí resulta fáciladaptarlo a otras disciplinas prácticas.

La deliberación moralLa deliberación surge en la antigüedad griega con la pretensión de dar mayor

consistencia a las decisiones humanas. El término griego para deliberación esboúleusis, y tiene un origen político. Se trata de un sustantivo común, directamenterelacionado con otro nombre propio, Boulé, una institución muy antigua en Greciaque en la época de Homero significaba el Consejo de los Ancianos, y en la épocade Pericles el Consejo de los Quinientos. La Boulé era, por tanto, una instancia deponderación y consejo de carácter público. Parece que fue Aristóteles el primero enemplear en un sentido técnico la palabra boúleusis para recordarnos por lo menosdos de sus características. La primera, que no hay decisión sin previa deliberación.La segunda, que la deliberación con uno mismo no es sino la forma interiorizada dela deliberación en común tal como era practicada por el Consejo de los Ancianos,por tanto, por los hombres de sabiduría ganada a base de experiencia y tiempo, losllamados “prudentes” (phronimoi). Es pues a Aristóteles a quien hemos de acudirpara conocer el sentido inicial que tuvo la deliberación en la antigüedad clásica.

Nota sobre la deliberación en Aristóteles

Aristóteles es el gran introductor y sistematizador de la deliberación en la tomade decisiones. Un buen estímulo quizá lo encontró esta vez, no en su maestroPlatón, sino en Sócrates. El élenkhos socrático es, muy probablemente, no tantola teoría cuanto la práctica de la deliberación. La deliberación aquí tiene estructurade diálogo y consiste en un método de evaluación de ideas y creenciasaparentemente inamovibles. Lo que con la deliberación se consigue es que elpropio portador de esas ideas y creencias las haga conscientes y sobre ellasperciba ciertas incoherencias si son sostenidas más allá de lo prudente yrazonable. El sentido de este procedimiento no es pues imponer desde fueranada (la llamada “refutación”), sino llegar por uno mismo, con la ayuda de otros,a discurrir aquello que parece más sabio (la llamada “mayéutica”). La sabiduría,o mejor, el descubrimiento de los límites de la sabiduría humana es el resultadomás llamativo de la deliberación. La vida moral ha de alzarse entonces sobreideas y creencias nunca demostradas del todo.

Siguiendo este razonamiento, la introducción del método deliberativo en éticase debe en Aristóteles al reconocimiento de que existen distintas clases de

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

20

ciencias (teóricas, prácticas y productivas), distintos tipos de conocimiento(científico o demostrativo y opinable o probabilístico), distintos lenguajesargumentativos (apodícticos, dialéctico, retórico y sofistico) y, consecuentemente,distintos métodos (deductivo, inductivo y deliberativo) y distintos grados deverdad (certeza y opinión prudente). Las ciencias teóricas, como la matemática,exigen un conocimiento demostrativo, mientras que las ciencias prácticas, comola ética, tienen que conformarse con lo que es opinable. Unas son, por razón desus objetos, ciencias apodícticas, en tanto que las otras son cienciasprobabilísticas. El tipo de lenguaje que usan ambas ciencias es también distinto.En el primer caso se utilizan argumentos demostrativos o apodícticos; en cambioen el segundo se usan argumentos dialécticos. El lenguaje propio de las cienciasprácticas, y en concreto de la ética, no es pues la demostración sino la dialéctica.La dialéctica es la expresión del diálogo, de la opinión, del intercambio de razonesque aspiran a ser prudentes, pero no ciertas. En ética no existen certezas, puestoque las acciones humanas unas veces pueden ser realizables y otras pueden noserlo, o pueden ser realizadas de un modo o de otro, etc. Como dice Aristóteles,aquí siempre cabe el más y el menos. Finalmente, el método propio de lasciencias prácticas es la deliberación, lo contrario de lo que ocurre con las cienciasteóricas, que es la deducción o demostración. Con la deliberación no se buscaverdad o certeza, sino prudencia, aquello que se nos presenta como másprobable. De lo que no estamos completamente seguros parece más lógicodeliberar que deducir, y pedir antes prudencia que verdad.

Pero Aristóteles añade una cosa más en el tema del lenguaje argumentativoque emplean las ciencias prácticas. Considera que en la deliberación no se usenúnicamente argumentos dialécticos, sino que es necesario echar mano de otrotipo de argumentos, los llamados argumentos retóricos. Los argumentos retóricosbuscan persuadir de lo probable, y la persuasión se realiza moviendo emociones.Las emociones no son completamente racionales, pero pueden ser razonables.Las decisiones morales no sólo han de atender a razones, sino también aemociones. Las decisiones morales no pueden ser prudentes si son puramenteracionales. La prudencia no está en el orden de las demostraciones matemáticas,sino en el de los argumentos dialécticos y retóricos.

Por lo tanto, la deliberación es para Aristóteles un modo de conocimientopráctico, no teórico, en el que se utilizan argumentos dialécticos y retóricos, dadoque la ética no es una ciencia exacta. Aquí no caben la apodicticidad ni launiversalidad, porque las decisiones morales siempre son individuales yconcretas, y eso priva de cientificidad (en el sentido expresado) a los argumentosprácticos. Un argumento práctico nunca es ciencia, sino opinión. Y la opinión no

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

21

alcanza más que el grado de lo probable, no de lo cierto. De ahí que ladeliberación tenga por misión tomar decisiones, no verdaderas sino prudentes, ensituaciones de incertidumbre.

La deliberación en la actualidad

Como acabamos de ver, la deliberación fue un tema clásico en la ética griega,y se puede decir que de un modo más o menos sistemático se remonta aAristóteles. A partir de ahí pasó por momentos difíciles. Quiere esto decir que laidea de deliberación tal como la presentó Aristóteles probablemente no vuelve aaparecer hasta entrado el siglo XX. La causa de este retorno es sobradamenteconocida. En el siglo XX asistimos en el campo de las ciencias teóricas a unacrisis de la razón pura, en el campo de las ciencias políticas a una difícillegitimación del poder civil y en el campo de las ciencias de la salud a unarebelión contra el paternalismo médico. La consecuencia de todo ello es que elmodo de tomar decisiones ha cambiado de un tiempo a esta parte. Ya no cabedemostrar, sino argumentar, como tampoco cabe imponer, sino exhortar. Laexhortación es un objetivo básico hoy de la deliberación, y ello porque ya no sólopueden deliberar algunos, los mejores, como sucedía en tiempos de Homero oAristóteles, sino todos. El otro objetivo es conocer más y mejor para actuar.

El Diccionario de la Real Academia Española define el verbo “deliberar” enestos términos: “Considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de losmotivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votosantes de emitirlos”. Esta definición es claramente insuficiente, pero es de la únicaque podemos partir en la actualidad para enumerar algunas característicasfundamentales de este concepto. Una primera, como ya nos dijera Aristóteles, esque la deliberación siempre precede a la elección o decisión, o tiene como fin laacción, o el juicio que lleva a la acción. Deliberamos para actuar; por tanto, ladeliberación se hace siempre en función de algo práctico que va a pasar o tieneque pasar en el futuro. Además, la deliberación es un examen meditativo,reflexivo, ponderativo, propio de la actividad pensante, acerca de un asuntocomplejo. En este sentido la deliberación posee carácter cognoscitivo,investigador; es una especie de segunda navegación o de reversión mental sobreun problema más allá de su conocimiento inmediato o espontáneo. Por ultimo, ladeliberación recae sobre algo que está inundado de opiniones contrapuestas,cada una de las cuales posee ciertas ventajas, pero también sus inconvenientes.La deliberación se aplica a aquello que no se rige totalmente por las leyes de lanecesidad, tampoco de la arbitrariedad o el azar, sino en gran parte de la libertad.Lo que se busca es entonces conocer el mayor número de posibilidades de obrar

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

22

para tomar decisiones prudentes. Como ya advirtió Aristóteles, la prudencia es elcriterio moral en las situaciones inciertas o no completamente previsibles.

Ahora bien, la deliberación como método práctico cumple todas estascaracterísticas a través de un proceso evaluativo, y este proceso se hace sobrerazones, pero se hace también sobre emociones, sentimientos, creencias,valores, tradiciones, etc. A la altura del siglo XX estamos en condiciones decomprender mucho mejor esto que en el caso de Aristóteles sólo estabaapuntado. ¿Qué ha pasado en el siglo XX para que se pueda rehabilitar ladeliberación en este otro sentido, o más allá del uso tradicional? Es a comienzosde este siglo cuando se pone a punto un nuevo método de investigación, lafenomenología, que revolucionó el modo de buscar la verdad de las cosas. Sobredecir que tras la muerte de Hegel ya no es posible entender la verdad comoadecuación; tenemos que conformarnos con su desvelación. Esta desvelación esprogresiva y afecta a todas las áreas de la realidad. En lo que se refiere a lascosas humanas, la fenomenología permitió descubrir las raíces objetivas delmundo emocional, analizándolo en una dimensión nueva, y sus respectivosobjetos, los valores, las creencias, las tradiciones, etc. El sentimiento, que en laépoca antigua fue considerado como una pasión o como un estado de ánimo, apartir del siglo XVIII cobra rango de facultad, independizándose tanto de lafacultad intelectiva como de la volitiva, si bien es cierto que siguió considerándosecomo una dimensión subjetiva en la percepción de la realidad. Finalmente, en elsiglo XX, precisamente gracias a la fenomenología, el sentimiento adquiere lasmismas funciones que las otras dos facultades: la de “actualizar” todo un mundode realidades “objetivas” llamadas “valores” en sentido muy amplio. Estaaplicación de la fenomenología a la vida emocional es de extremada importanciaen el tema de la deliberación, porque permite fundamentar las acciones humanasen el mundo del valor.

Siempre ha habido creencias, sentimientos, tradiciones, convicciones, etc.pero todo ello pertenecía a un mundo oscuro y subjetivo que había que doblegary controlar. ¿Por quien? Por la razón, o por aquél que se creía que la tenía, quesolía ser el sabio o el gobernante, con el fin de imponérsela a los demás. Lo queahora sucede es que en las sociedades democráticas ya no caben imposiciones,lo que significa que aumentan los conflictos, y por ello la necesidad de deliberar.La deliberación tiene por objeto discutir sobre los valores que nos diferencian,para ver los fundamentos de nuestras discrepancias y poder llegar a acuerdosrazonables. Se trata de volver a lo que hacía Sócrates, él con las virtudes, ahoranosotros con los valores. En el discurrir del diálogo y la discusión, en elintercambio de razones y motivos sin límites prefijados entre las partes, es como

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

23

se consigue la propia aclaración de nuestro mundo interior y la aclaración del delos otros. Este ejercicio de apertura al otro, de escucha de su vida afectiva es aquíun procedimiento de purificación, de catarsis emocional. Si lo que yo pienso esque mi creencia es la correcta y que todos los demás están equivocados, no haymodo de deliberar ni de entendernos. Las sociedades plurales no asumen hoyesta actitud numantina. Es preciso hacer una profunda revisión de nuestrascreencias y valores, someterlas a un común proceso de autoevaluación oautoanálisis. En esto consiste ahora la deliberación. Pero esto hace que ladeliberación tenga ahora un alcance muy distinto al tradicional.

En la antigüedad sólo deliberan los líderes o los gobernantes, incluso en elcaso de Homero o de Aristóteles. Dice Aristóteles, por ejemplo, que, cuandotenemos un problema, preguntamos al entendido: si se trata de salud, al medico;si se trata de la guerra, al estratega; etc. La deliberación es una virtud que no estáal alcance de todos sino sólo de los mejores, los aristoi. En el fondo, es unadeliberación aristocrática. Por el contrario, lo que hoy se piensa es que en elproceso de deliberación deben entrar y tomar parte todos los que vayan a serafectados por la decisión de que se trate, y no sólo los que tienen el poder degobernar a los demás, y esto por una razón fundamental que viene propiciadapor la objetividad de los valores: puede ser discutible que todos tengan igualcapacidad de razonamiento, y por tanto que puedan conocer lo que son lascosas con suficiente claridad, pero de lo que ya no cabe duda es de que todostienen sentimientos y valores que hay que respetar de algún modo y en algúngrado, no imponer. Por eso, la deliberación es ahora un ejercicio de todos, y nosólo de los mejores.

En consecuencia, la deliberación se sitúa en el siglo XX más allá de labúsqueda del conocimiento de las cosas para actuar. No tiene una dimensiónpuramente intelectual, sino también emocional: es un método imprescindible paraencontrar la consistencia de todo ese mundo que ha descubierto lafenomenologia como objetivo, es decir, emociones, creencias, sentimientos,valores, tradiciones, etc. El mundo actual no por más democrático es menosconflictivo. Antes bien, la conflictividad ha aumentado, pero se piensa que con ellocrece de modo paralelo la calidad de las decisiones. Después de todo, se trata detomar decisiones prudentes o responsables en situaciones de incertidumbre.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

24

Los problemas en bioética médicay su análisis

La deliberación es, como acabamos de ver, un método de análisis y evaluación deideas, creencias, valores, etc. de contenido moral en general. La progresivaespecialización de los saberes ha ido exigiendo, no obstante, la adecuación de estemétodo a campos prácticos cada vez más específicos, como son la política, la economía,el derecho y la medicina. Ello se ha llevado a cabo de distintas maneras, pero quizá elmodo más reciente y de mayor éxito en nuestro entorno es el que se está practicandodesde la bioética en el campo de la biomedicina. La bioética médica es precisamente elintento de gestionar los valores relacionados con la salud y la enfermedad de modoresponsable y prudente, esto es, evaluando las circunstancias y las consecuencias de latoma de decisiones, y en ello tiene un papel muy destacado la deliberación. Es cierto quela deliberación no tiene por qué ser el único método que haga posible esta tarea, pero esel que más se aproxima al modelo democrático de tomar decisiones. Otra ventaja de estemétodo es que hace frente al desmesurado enriquecimiento de unos saberes médicosque ya nadie es capaz de conocer suficientemente en todas sus perspectivas. Permite,además, tratar con respeto a todos los seres humanos ayudándoles a tomar decisionesmás autónomas. Finalmente, contribuye a un reparto más justo de los recursosdisponibles en la asistencia sanitaria, y quizá también a un gasto más contenido.

Identificación de un problema moral

Podemos definir un problema moral como un conflicto de valores. Pareceevidente que un conflicto de valores no es más que una colisión de dos valores,no porque esos dos valores sean siempre opuestos, sino porque en una situaciónconcreta resulta imposible realizar uno sin lesionar al mismo tiempo el otro.Muchas veces conseguir calidad de vida para un paciente puede significarrestarle cantidad de vida, o hacerle un bien desde el punto de vista médico puedesuponer quitarle autonomía o capacidad de decisión, etc. Siempre que dos o másvalores entran en conflicto estamos ante un problema moral. Por lo tanto, todoproblema moral tiene al menos tres características. Primero, consiste en unconflicto que desde el punto de vista lógico implica una contradicción; contra-dicción es lo que se contra-dice, lo que se dice de modo opuesto o contrario. Poreso el conflicto frena nuestra actividad, no nos deja decidir por una cosa ni por laotra; o a la inversa, nos obliga a optar por una cosa en contra de la otra. Segundo,el conflicto lo es siempre de valores. Esto no significa que siempre que sentimosla imposibilidad de actuar percibamos de modo claro cuáles son esos valores queentran en conflicto. Identificar valores requiere esfuerzo y práctica. El conflicto devalores que genera un problema moral a veces se nos manifiesta como cursos de

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

25

acción encontrados. Pero es imprescindible identificar los valores en conflicto quehay detrás, por la sencilla razón de que los deberes (o los cursos de acción) sonsiempre la realización de valores. Un conflicto de deberes siempre es un conflictode valores que hay que identificar. Tercero, los valores conflictivos siempre han deser positivos, no uno un valor positivo y otro un valor negativo, o un disvalor. Estoes esencial para que haya conflicto, que dos valores sean positivos y contrarios.

Procedimiento de análisis de problemas morales.

Para deliberar hay que seguir un procedimiento que, como todo proceso deinvestigación, consiste en ir pasando por una serie de fases hasta alcanzar unresultado final. En el esquema metódico que vamos a ver, adaptado al modo detomar decisiones en un Comité de Bioética Asistencial (un órgano consultivoexistente en buena parte de los centros hospitalarios españoles y constituido pormédicos, enfermeras, trabajadores sociales, filósofos, juristas, auxiliares,personas de la calle o pacientes, etc.), se trata de ir recorriendo los tres o cuatroniveles sucesivos que hemos vistos más arriba: el de los “hechos”, el de los“valores” y el de los “deberes”, hasta concluir en el de las “responsabilidades” odecisiones “prudentes”. Estos niveles deberían respetarse siempre en el análisisde un problema moral complejo, paralizante. Aquí la deliberación consiste en unprocedimiento de ponderación de los distintos puntos de vista, dadas lasexperiencias, conocimientos y valores que posee cada participante, para llegar atomar decisiones prudentes. La decisión prudente es aquella que brota delanálisis de hechos, valores y deberes en una situación de incertidumbre.

Deliberación sobre los hechos.

Presentación de un problema. Para que surja un problema tiene que haberuna historia. En medicina esto es lo que se llama Historia Clínica. La HistoriaClínica es el soporte documental del problema, y es lo que hay que dar aconocer. En muchos casos suele ser conveniente añadir a la Historia Clínica laHistoria Social y la Historia de Valores para mejor contextualizar el caso.

Aclaración de los “hechos” del problema. Si los hechos no están claros, lo quese pide es aclaración. En clínica, cuando nos referimos un paciente, hablamos dediagnóstico (lo que le ocurre), pronóstico (lo que le pasará) y de terapéutica(cómo se tratará); por extensión se pueden utilizar estas mismas expresiones enlos demás casos. Hay que tener en cuenta que la aclaración de los hechos tienepor objeto reducir la incertidumbre del problema hasta lo razonable en sudimensión técnica o clínica, no agotar la incertidumbre, lo cual es imposible.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

26

Deliberación sobre los valores

Identificación de los problemas “morales” implicados, es decir, de losposibles valores que pueden estar lesionándose en un determinado caso.Aunque se trata de identificar problemas que de modo general se denominan“problemas de calidad” (para distinguirlos de otro tipo de problemas), enunciaren este punto un problema moral siempre puede resultar oportuno, porqueproblema moral puede considerarse aquí todo aquello que es problema moralpara alguien. Un buen modo de enunciar un problema moral es recurrir a laexpresión interrogativa. Por ejemplo, ¿hasta dónde llegan las obligaciones delmédico en este caso? Se entiende entonces que un problema siempre es unadificultad o duda.

Identificación del problema moral fundamental. Como no es posible discutirtodos los problemas morales enumerados, lo mejor es elegir uno o dosfundamentales en cada caso o sesión deliberativa. ¿Quién dice cuál es elfundamental? Normalmente el que presenta el caso, aunque pudiera haber otrotipo de criterios.

Identificación de los valores en conflicto que subyacen al problema. Comohemos definido un problema moral como un conflicto de valores, es precisoahora identificar los valores en conflicto que hay en el interior de ese problema.Esto nos facilitará la corrección de los siguientes pasos que hemos de recorrer.Por eso aquí nos jugamos la orientación del resultado final. Un conflicto maldefinido en este punto nos puede llevar por derroteros muy distintos y hastaopuestos. Puede incluso hacernos perder la esencia del caso. Es fundamentalcentrar en este punto el conflicto de valores.

Deliberación sobre los deberes

Identificación de los cursos de acción extremos. Si el conflicto de valores esreal y positivo, un curso extremo es aquel que, optando por un valor (de los dosque hemos identificado como conflictivos), lesionamos completamente el otro;de ahí que se llamen cursos extremos. Es importante sacar a luz estos cursos,puesto que son los más imprudentes y, por tanto, aquellos por los que nuncadeberíamos optar.

Identificación de los cursos de acción intermedios. Cursos intermedios sontodos aquellos que se mueven desde ambos extremos hacia el centro. Tienedos objetivos este paso. Como la prudencia suele ser un término medio,centrar máximamente los cursos de acción, es decir, intentar salvar de la mejor

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

27

manera los valores en conflicto es siempre un objetivo esencial. Por otro lado,es el momento en el que se pasa de interpretar el problema de mododilemático (caso de los cursos extremos) a interpretarlo de modo problemático.Dar este paso es fundamental. Si un problema no tiene ninguna salida es unatragedia, si tienen dos salidas es un dilema. Un dilema siempre es un problemamal planteado porque en todo conflicto hay por lo general más de dos únicoscursos de acción, que sería lo propio del dilema. Por eso hay que intentarbuscar varias salidas, siempre intermedias, para conseguir que un problema nose plantee de modo dilemático, sino problemático. Lo problemático es eso quenos lanza a la búsqueda de varias salidas, entre las cuales es posible ladeliberación sin oposición total, enriqueciendo nuestro punto de vista conmatices importantes.

Identificación del curso óptimo de acción. El curso óptimo siempre es el quelesiona menos los valores en conflicto, aquel que tiene en cuenta lascircunstancias y las consecuencias de la decisión y es prudente. Suele ser elmejor de los cursos intermedios, y a veces una sucesión concatenada de losmismos. Éste es un paso específicamente moral, ya que la ética trata de esto,de lo mejor, de lo excelente. Cursos buenos puede haber muchos, pero uno hade ser el mejor. Y lo mejor coincide con lo más prudente.

Pruebas de consistencia y toma de decisión

Pruebas (tiempo, publicidad, legalidad). Para asegurar que la decisión quese va a tomar es prudente o responsable, resulta conveniente someterla a unaserie de criterios de contraste. La prueba del tiempo busca, en un ejerciciomental, que la decisión no sea precipitada, que no está motivada porsentimientos inconscientes e irracionales. La prueba de la publicidad tiene porobjeto que la decisión se pueda argumentar públicamente, dado el caso; esuna especie de prueba de universalización. La prueba de la legalidad sirve parano tomar decisiones que queden fuera de la ley, ante todo, pordesconocimiento de ésta, y sobre todo por prudencia.

Decisión final. La decisión final, que suele ser la prudente, es aquella quetoma el responsable del caso, no la que se decide recomendar por consenso(aunque no se niega que pueda haberlo). Quien pide ayuda al comité tiene laresponsabilidad de hacerse cargo del rendimiento de la sesión deliberativa yde tomar la decisión. Su punto de vista debería ser siempre el más rico, dadala posición que ocupa en el proceso. Es que la figura del presentador no debeser la de un sujeto pasivo, sino la del más activo. Posee una oportunidad única

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

28

de aclarar muchas de sus dudas a través de la opinión de una serie deespecialistas en distintos campos. La convocatoria del comité es la mejorconsulta posible.

En esto consiste el método deliberativo convertido en un procedimiento deresolución de problemas de bioética médica. En cualquier caso, no se puedereducir la deliberación a la aplicación matemática de este conjunto de pasos.Primero, porque ya sabemos que deliberar es argumentar, no calcular. Seargumenta para saber más y actuar mejor, más prudentemente. Sinargumentación no hay deliberación. Y esta argumentación ha de ser dialéctica,y complementariamente retórica. No cabe hacer argumentos de tal fuerza queimpidan opiniones contrarias. De ese modo no hay posibilidad de deliberar. Locual nos lleva al segundo punto. La deliberación es, antes que un método, unaactitud que requiere una serie condiciones de tipo intelectual y emocional queestán en la base de cualquier proceso deliberativo. Nos referimos a una ciertacatarsis emocional, a una buena disposición al cambio de opinión, a la solicitudde ayuda, a una actitud participativa, al afán de veracidad, a la asunción dealguna dosis de incertidumbre, a una infatigable ansia de comprensión, etc.,etc. Ninguna de estas condiciones es natural, sino moral, y por eso es precisoganarlas a base de una práctica constante del método deliberativo. No essuficiente con conocerlas.

En definitiva, deliberar no es fácil. De hecho no es un método que sepractique mucho. Ni siquiera se enseña en los lugares en que se debería:escuelas, colegios, universidades, etc. Tampoco a las edades tempranas comocorrespondería. Se cree más en el olfato moral, ojo clínico, sentido común, etc.,que en el propio proceso deliberativo, lo cual es un gran obstáculo a la hora detomar decisiones prudentes o responsables.

CONCLUSIÓNDesde el inicio, la bioética quiso ser, como su nombre indica, una ética de la vida en un

sentido muy amplio y quizá ambiguo; hoy es una ética de casi todo lo humano, un saberque aporta soluciones meditadas o de urgencia a la economía, al derecho, a la política, ala medicina, y a cualquier otra ciencia práctica. Pero además de esta dimensión práctica,la bioética ha tenido que ir dando soporte teórico a sus propias soluciones. En suscuarenta años de vida puede decirse de modo general que ha contribuido a lafundamentación de los juicios morales que tienen que ver con la vida y la muerte, el cuerpoy la sexualidad, la calidad profesional, la gestión de recursos naturales, y un largo etcétera.Ha contribuido además a que se traten todos estos asuntos desde una perspectiva secular,

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

29

plural, autónoma, razonable, responsable y deliberativa. Secular, porque las obligacionesmorales no pueden hoy establecerse de acuerdo con mandatos religiosos, sino desdecriterios civiles y racionales. Plural, porque por principio una acción es inmoral cuando noresulta universalizable al conjunto de la humanidad o no es aprobada por todos losafectados. Autónoma, porque el criterio de moralidad no puede venir impuesto desdefuera, sino que ha de ser elaborado por la propia persona desde sí misma, individual ocolectivamente. Razonable y no estrictamente racional, porque ya no cabe deducir losprincipios morales desde la pura razón, sino que se ha de aceptar que el conocimientohumano es siempre abierto y provisional, expuesto a nuevos descubrimientos.

La responsabilidad, por su parte, es el criterio de fundamentación o construcción de losjuicios morales por el que se está decantando la bioética desde su nacimiento, mientrasque la deliberación es, por otro lado, su método. La responsabilidad evita que lasdecisiones sean meramente estratégicas o convencionalistas, fruto de intereses parciales,pero evita también que sean excesivamente rígidas. La actitud prudente, tan querida porAristóteles, cobra extrema importancia ahora en la gestión de los nuevos valores querepresentan a una sociedad democrática, por definición, ésa en la que todos tienen,pueden y deben participar. En este tipo de sociedades avanzadas ya no valenimposiciones arbitrarias, sino la sola deliberación.

La deliberación es, en efecto, el nuevo horizonte de análisis de los conflictos humanos.Es también un nuevo método que reaparece a la altura del siglo XX tras largos años deescasa atención. Su puesta en marcha se debe en buena medida a la bioética. Lo habituales identificar la deliberación con un simple diálogo, o creer que se trata de ayudar a tomardecisiones por consenso. Esto es un gran error. La deliberación es una técnica, un modode conocer cuáles son los mejores cursos de acción en una situación concreta, y supuesta en marcha requiere seguir unos pasos y afinar la percepción de los valores,además de la asumir algunas actitudes de carácter emocional.

Como balance final, cabe decir que la bioética ha supuesto un cambio de rumbo en elmodo de plantear los problemas en ética. Ha rescatado los hechos, ha fomentado laestimación de los valores, ha desarrollado los deberes a dos niveles, el ideal y el real, y,en definitiva, ha buscado soluciones prudentes o responsables en la toma de decisionesmoral. Formarse en estos pasos puede ser el objetivo básico de la ética médica.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

30

BIBLIOGRAFÍAAristóteles (1970). Ética a Nicómaco., Instituto de Estudios Políticos. Madrid.

Gracia Diego (2004). “La deliberación moral: el método de la ética clínica”. En: DiegoGracia y Javier Júdez (Eds.). Ética en la práctica clínica. Madrid, Triacastela, pp. 21-32.

Gracia Diego (2007). “Origen, fundamentación y método de la bioética”. En: GraciaDiego (ed.), La Bioética en la educación secundaria. Madrid, Ministerio de Educación yCiencia, pp. 9-50.

Gracia, Diego (2011). “Deliberation and consensus”. In: Ruth Chadwick, Henk tenHave and Eric M. Meslin (eds.): The SAGE Handbook of Health Care Ethics: Core andEmerging Issues. SAGE Publications, London, p. 84-94.

Gracia, Diego (2011). La cuestión del valor. Real Academia de Ciencias Morales yPolíticas. Madrid.

Gracia, Diego (en prensa). “Teoría y práctica de la deliberación”.

Kant, Immanuel (1999). Fundamentación de la metafísica de las costumbres, ArielFilosofía. Barcelona.

Ortega y Gasset, José. (2005). “Introducción a una estimativa. ¿Qué son los valores?”,en: Obras Completas, Tomo III (1917-1925), Taurus. Madrid.

Ross, David (1994). Lo correcto y lo bueno. Ediciones Sígueme. Salamanca.

Scheler, Max (2001). Ética. Nuevo ensayo de fundamentación de un personalismoético, Caparrós Editores. Madrid.

07 PROCEDIMIENTO O MÉTODO DE TOMA DE DECISIONESDr. Carlos Pose Dr. Diego Gracia

31