tesis
TRANSCRIPT
I. I NTRODUCCIÓN
En el mundo, cada vez son más consumidores de productos agropecuarios
orgánicos por considerarlos más saludables, además de la preocupación presente y
futura de productores y consumidores por el medio ambiente planetario, originando
un crecimiento significativo de la agricultura orgánica (20 % los últimos 5 años).
(Pérez, 2009)
México continúa siendo un líder mundial en superficie y volumen de
producción de aguacate c.v. “Hass”, con 122,349 hectáreas y 1’162,429 de
toneladas respectivamente. Además exporta anualmente 337,600 toneladas como
fruta fresca Siendo los principales mercados E, U, Japón, Canadá, Europa y Centro
América (Huerta, 2010).
Destaca el estado de Michoacán con 93 125 ha de superficie representando el
62 % de la producción agrícola estatal y el 74 % del PIB en la economía
Michoacana, (Huerta, 2010).
Al caracterizar 22 municipios productores de Aguacate ‘Hass’ se ha
determinado que el cultivo se localiza desde 1100 hasta 2900 msnm, en siete del os
ocho tipos de suelo presentes, la mayor superficie (89,8%) cultivada en el tipo de
suelo Andosol, seguido del Luvisol (3,5%) y otros. El área está influenciada por 14
climas, pero el cultivo solo se encuentra en 10 de éstas, con predominio de los
semicálidos (46,16%), cálidos (22,75%) y templados (22,29%); la mayor superficie
(81.908,94 ha) del cultivo se encuentra establecida en temperaturas medias anuales
de 18 y 20 °C, donde en la mayor superficie (86%) plantada ocurren precipitaciones
anuales de 1000 – 1500mm, que propician humedad relativa de 45-90%
correspondiendo a la mayor superficie (83,5%) cultivada.
Lo que ha permitido ratificar que la producción de aguacate en Michoacán,
está determinada por las características agroecológicas de condiciones óptimas para
su desarrollo; logrando una alta adaptabilidad del cultivo, pero que también en el
área se presentan condiciones favorables para el desarrollo de patógenos. Gutiérrez
et al., 2010
Sin embargo en los últimos diez años, el sistema de producción convencional
del aguacate ha sido cuestionado por los impactos ambientales que ocasiona en el
proceso productivo a los recursos naturales locales y por los daños a la salud
humana cada vez más evidentes (Aguirre, 2008).
Afortunadamente, en México a finales de la década de los noventas, inició de
manera empírica la producción de aguacate orgánico, por la demanda del mercado
de exportación, lo que ha permitido alcanzar una superficie de 31,572 ha certificadas
bajo este manejo sustentable, (Pérez, 2009).
Pero aún con su crecimiento sostenido en superficie y producción, es
necesario realizar estudios básicos que contribuyan al conocimiento del manejo
tecnológico del aguacate orgánico. En este sentido, técnicos y productores del
cultivo del aguacate, dan mayor importancia a la parte aérea del árbol y menor
atención a su sistema radical, a su comportamiento y a sus relaciones con el suelo,
soslayando que la raíz del aguacate, constituye un sistema, que además de darle
anclaje y sostén a la planta, realiza las funciones esenciales de la absorción,
transporte de agua y nutrimentos, que luego de ser sintetizados y almacenados como
compuestos orgánicos, se reflejan en la nutrición de la planta y por consiguiente en la
productividad.
Lo anterior hace necesario realizar estudios básicos que contribuyan al
conocimiento del manejo tecnológico del aguacate orgánico y de manera especial a
las evaluaciones de los comportamientos y cambios dinámicos del sistema radicular
y sus relaciones con el suelo.
2
Con todo ello, los objetivos del presente trabajo fueron:
1.1. OBJETIVOS
Cuantificar la dinámica de producción de raíces en árboles de aguacate
‘Hass’, bajo manejos convencional y orgánico, en Uruapan Mich. y
Relacionar la producción de raíces, con la humedad del suelo, bajo los
manejos: Convencional y orgánico.
HIPÓTESIS
Es posible que en el manejo orgánico del aguacate se tenga una mayor
producción de raíces con respecto al manejo convencional de este cultivo.
3
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1 El sistema radical del aguacate.
La raíz del árbol de aguacate es el medio por el cual son absorbidos todos los
nutrimentos que posteriormente serán transformados en materia seca. Las funciones
del suelo es proveerle a la raíz un medio adecuado para su crecimiento optimo;
regular y participar en el adecuado flujo de agua, aire y nutrimentos hacia la raíz y
sobre todo, servir como agente amortiguador en la formación, atenuación y
degradación de los compuestos secundarios resultantes de la síntesis de los
minerales aplicados durante el proceso de producción (por ello, el suelo debe ser de
calidad). Las aplicaciones de compostas de lenta liberación y acompañadas de
tratamientos de fertilización mineral balanceadas, de acuerdo a las características
químicas y físicas de los suelos, permitirán aumentar los niveles de materia orgánica
en la zona inmediata a las raíces activas de los árboles aumentando las tasas de
permanencia de los nutrimentos en forma disponible y la tasa de absorción de las
raíces del árbol (Miramontes, 2005).
En el árbol de aguacate, las raíces primarias se ramifican y van asumiendo
posiciones laterales, luego se dividen en su mayoría en laterales secundarias, las
cuales a su vez se vuelven a dividir en ángulos más abiertos, desarrollando un
sistema compuesto de raíces largas y raíces cortas. Las raíces largas forman la
mayor parte del sistema (60%), y son generalmente leñosas. Así, las raíces cortas
menores a 2 mm alcanzan hasta a un 40 % del total del volumen o peso de raíces,
son de existencia efímera (máximo dos años), al comienzo son tiernas y
blanquecinas, pero luego se tornan suberizadas, de color pardo (Salazar y Cortés,
1986).
Cautín y Salgado (1998), citado por Wiegand (1999), también clasifican las
raíces del aguacate en tres tipos: pequeñas, medianas y grandes. En chile
observaron, que a fines de primavera y verano predominan las raíces pequeñas y
medianas, que a la salida del invierno se desarrolla una mayor cantidad de raíces
catalogadas como grandes, las cuales presentan en la zona cortical, una importante
cantidad de espacios intercelulares que contribuyen al tejido llamado aerénquima o
parénquima mencionado por Schaffer (2007) y Kramer (1989).
Olmeca y SQM, 2000 mencionan que las raíces del aguacate no son muy
profundas, aunque requiere de suelos profundos y con buen drenaje,
preferentemente francos a arenosos. El pH óptimo es de 5,5 a 6,5. Salinidad menor a
2 mmhos/cm (Olmeca y SQM, 2000).
Thorpe (1996) menciona que cuando se presentan condiciones favorables de
temperatura y humedad para el desarrollo radical, sobre todo las raíces secundarias
sanas sintetizan y traslocan mayor cantidad de citoquininas y giberelinas hacia la
parte aérea, lo que repercute en un mayor y mejor desarrollo de frutos y hojas. Por
ello, los desbalances hídricos provocan problemas en el metabolismo radical,
limitando su crecimiento y transporte activo de tal manera que existirá una menor
producción de citoquininas y giberelinas, menor transporte hacia la parte aérea
donde ocurrirá un desbalance con los niveles disminuyendo en forma indirecta a la
fotosíntesis y la formación de aminoácidos y ácidos grasos.
Según Whiley (1990), el sistema radical del aguacate se ubica generalmente
entre los 15 a 30 cm de profundidad. Concordando con esto Hernández (1991), al
citar que el 80 % de la población de raíces se distribuye dentro de los primeros 30 cm
de profundidad, con sistema de riego por microaspersión en suelo franco arcilloso.
Salazar y Cortez (1986) y Atkinson (1980) indican que la mayoría de las raíces finas
están localizadas entre los 0 y 60 cm de profundidad. Ugarte (1996) y Toro (1995)
observaron que el desarrollo de raíces en profundidad depende del emisor de riego
5
empleado. Así, en suelos franco arcillosos regados con gotero, la mayor densidad de
raíces en profundidad, se encontraron entre los 25 a 50 cm.
El sistema radical del aguacate está en un balance con el de la parte aérea, ya
que a cada brotación le sigue un periodo de intensificación del crecimiento radical,
llegándose a determinar que existen dos épocas de alta actividad de raíces al año.
(Whiley, 1990; Whiley et al., 1988)
2.2 Sistemas de riego, humedad del suelo y sus efectos sobre el desarrollo
radical en el aguacate.
Estudios en aguacate señalan que existe una marcada influencia del método
sobre el microambiente edáfico, modificando los patrones de distribución y actividad
radicular a través del volumen de suelo humedecido (Ugarte, 1996; Toro, 1995;
Villablanca, 1994; Olalla et al., 1992)
Ran et al. (1994), Señalan que es factible modificar el volumen de raíces con
el manejo de un huerto. Es así que usando microaspersor las raíces crecen más
superficialmente sobre el suelo, mientras que con un manejo del riego por goteo se
estimula la concentración de raíces dentro del bulbo de mojamiento (Hernández,
1991; Muñoz, 1988). Lo anterior difiere a lo observado por Villablanca (1994) y Adato
y Levinson (1991), ya que indican que existe una baja densidad de raíces en la zona
del bulbo de mojamiento a causa de la condición de saturación que presenta el
suelo.
Otros autores que mencionan que el tipo de riego tiene influencia sobre la
densidad y distribución de raíces en el árbol del aguacate son Ugarte (1996) y Toro
(1995). Ellos determinaron que bajo riego por goteo y en suelo pesado, existe un
desarrollo de raíces más profundo que con riego por microaspersión. Mientras que
con microaspersor la distribución de raíces es más homogénea, en el riego por goteo
es posible observar centros o núcleos de concentración radical, la densidad de raíces
6
es mayor. Aspecto mencionado también por Adato y Levinson (1991) quienes al
comparar ambos sistemas de riego observaron que las raíces son más densas en
gotero que en microaspersor.
Ruiz (2000) y Meyer et al. (1990) determinaron que existe una correlación
positiva entre la longitud y el número de raíces con la cantidad de agua aplicada.
También indican que la proximidad del microaspersor influye significativamente en la
distribución de las raíces, existiendo cuatro veces más raíces en los primeros 20 cm
de suelo y a 75 cm de distancia del microaspersor.
La cantidad de agua que necesita el árbol del aguacate es menor durante el
período invernal, cuando las funciones de crecimiento son mínimas, en variedades
de maduración tardía como el c.v. “Hass”, aún hay crecimiento en esa época, por lo
que no se debe restringir el agua (Du Plessis, 1991). Durante épocas de sequía las
raíces reducen su actividad entrando en dormancia, recuperándose al aumentar el
contenido de humedad en el suelo (Hernández, 1991; Muñoz, 1988). El momento de
actividad radicular más importante es la temporada de primavera - verano, ya que en
este tiempo ocurren simultáneamente eventos fenológicos cruciales para la
producción, como lo son la floración, crecimiento vegetativo, cuajado, caída de frutos
y primera etapa de crecimiento de los mismos (Gardiazabal, 2007; Lahav y Kalmar,
1983).
La sobre - irrigación mediante el riego perjudica la aireación de los estratos
superficiales del suelo, donde se ubican la mayor cantidad de raíces de aguacate, el
O2 es desplazado y aumenta el nivel de CO2, lo que limita el crecimiento radical,
absorción de nutrientes y la actividad microbiana, la susceptibilidad del árbol a
necrosis de raíces se incrementa y además se ve favorecido el desarrollo de
determinados parásitos y enfermedades (Gardiazabal, 2007; Gustafson, 1976).
Durand y Duplessis (1990) indican que los paltos requieren riegos cortos pero
frecuentes ya que aumenta los niveles de aireación del suelo, Gardiazabal (2007)
recomienda riegos diarios y por microaspersión. Gustafson (1976) en California, y
7
Lahav y Kalmar (1983) en Israel, encuentran que las altas producciones se asocian a
riegos abundantes dependiendo del tipo de suelo y de los niveles de pluviometría y
evaporación para la zona.
Asimismo, un exceso de agua puede producir evaporación que resta calor al
suelo, disminuyendo por esto la actividad radicular (Almanza, 2007). Por otra parte,
la síntesis de hormonas que previenen la caída de fruta, se ve dañada se da una
menor formación de citoquininas y giberelinas, lo cual produce un desbalance en la
parte aérea, se limita la apertura estomal, consecuentemente la transpiración y la
absorción de CO2. La anaerobiosis del suelo ocasiona una reducción en la
tasa de respiración de las raíces, esto lleva a una drástica disminución de la
absorción y transporte de agua y nutrientes minerales a la parte aérea.
En 2007 Pantoja cuantificó la dinámica de producción de raíces jóvenes en
arboles de aguacate ‘Hass’ bajo riego en un suelo compacto migajón limoso y
también en condiciones de temporal, en un tipo de suelo franco ligero. En el huerto
con riego se observaron dos flujos de crecimiento de raíces y tres en el huerto bajo
temporal; en ambos se presentó uno en primavera y otro a finales de verano y
principios de otoño. Este último se manifestó de julio a noviembre. Claramente se
observó que el crecimiento de raíces en ambos tipos de manejo está relacionado con
la disponibilidad de agua, lo cual fue mayor bajo condiciones de temporal.
2.3 Temperaturas de suelo y sus efectos sobre el desarrollo radical.
Las mayores tasas de crecimiento de raíz se obtienen entre los 18 y 23 ºC
(Cásale et al., 1995; Tapia, 1993; Whiley et al., 1988). Yusof et al. (1969) señalan
que las temperaturas de suelo que propician un mejor crecimiento radicular en
aguacate son entre 21 ºC y 27 ºC. Con temperaturas menores a 13 ºC la actividad
radicular se ve suprimida.
8
Por otra parte, si el suelo tiene una capa constante de hojarasca se genera un
100 % de sombra presentándose un fenómeno de atenuación de temperaturas para
los meses de invierno y verano, es decir, en invierno la temperatura en la capa
hojarasca es superior a la del suelo desnudo, y en verano es menor (Villablanca,
1994).
Considerando en árboles adultos, en invierno y sin capa de hojarasca, la copa
del árbol de aguacate sombrea durante casi la totalidad del día gran parte del área
asignada por árbol, esta condición afecta negativamente el desarrollo radical bajo la
copa del árbol, ya que la sombra impide la acción de los rayos solares en esta área y
por consiguiente las temperaturas de suelo son subóptimas para el desarrollo de las
raíces. En verano, la situación descrita es favorable, ya que las altas temperaturas
gracias a la sombra se atenúan evitando perdidas excesivas de humedad por
evaporación, desarrollándose un mayor número de raíces en esta área, comparado
con aquella en que los rayos solares llegan directamente provocando temperaturas
excesivas, condiciones de humedad deficientes y marcadas fluctuaciones de
temperatura y humedad durante el día.
El aumento en la conductividad térmica por unidad de agua es mayor en
suelos de texturas gruesas que en aquellos de texturas finas, dado que los últimos
tienen una superficie específica mayor y por tanto requieren mayor cantidad de agua
para producir capas de agua conductoras de calor (Sepaskhah y Boersma, 1979).
Como lo señala Honorato (1994), la arcilla, al tener un calor específico mayor, pierde
y gana calor sin variar tanto su temperatura.
Existe una relación directa entre temperatura de suelo, absorción de agua y
crecimiento vegetativo. Feldhake y Boyer (1986), observaron que la temperatura de
la cobertura foliar, disminuye a medida que aumenta la del suelo de 13 ºC a 21 ºC.
Zamet (1995), menciona que bajo condiciones controladas, la variación inicial de las
temperaturas ambientales en primavera es de 17 a 21 ºC durante el día y 10 a 14 ºC
9
durante la noche. Condiciones bajo las cuales, la masa de raíces aumenta en un 150
% en aguacate ‘Hass’.
Sobre 21 ºC en el día y 14 ºC en la noche, el crecimiento radical disminuye.
Una diferencia de 4 ºC de invierno a primavera aumenta un 150 % de la actividad
radical, un aumento en la temperatura de 1.5 ºC aumentar en un 50 %. Se encontró
correlación entre la temperatura del suelo a 30 cm Durante los 27 años en estudio la
máxima diferencia en temperaturas de suelo fue de 5 ºC para el mes de marzo (inicio
de primavera). En concordancia con lo anterior, Ploetz et al. (1991), se refieren a la
correlación encontrada entre el desarrollo radical y la temperatura de suelo,
señalando que uno de los manejos que puede afectar la temperatura de suelo
superficial a comienzos de primavera, es el riego. Lo anterior es ratificado por Moore-
Gordon (1997).
En dos huertos comerciales de aguacate ‘Hass’ en los municipios de Tepic y
Xalisco, Nayarit, del 2000 al 2005, se determinaron los ciclos de crecimiento de
árboles cultivados sin riego. Se obtuvieron dos flujos de crecimiento vegetativo:
invierno (mayor intensidad) y verano (menor intensidad). El proceso completo de
desarrollo floral, de yema cerrada a antesis, en brotes del flujo vegetativo de invierno
y verano fue de 11.5 meses y 7.5 meses, respectivamente. La máxima producción de
raíces ocurrió en agosto. El nivel de humedad del suelo fue 85 % desde la estación
lluviosa (junio a octubre) hasta diciembre; posteriormente descendió hasta alcanzar
65 % en mayo. La máxima intensidad (45 %) de la “caída de fruto de junio” ocurrió
durante las primeras lluvias de verano (junio). El crecimiento en longitud del fruto,
desde el amarre (marzo) hasta cosecha (noviembre), duró ocho meses.
Barrera et al., 2008 al estudiar el desarrollo de las raíces de Persea americana
Mill. y Persea schiedema Ness como patrones de variedades comerciales,
observaron que las raíces de las plantas de aguacate raza mexicana son más
delgadas y coreáceas comparadas con las de chinini, además de que la longitud de
su raíz principal es mayor lo anterior; Sin embargo, observaron mayor cantidad de
peso fresco y seco en las raíces de chinini, aunque en el caso de raíces terciarias y
10
de cuarto nivel del aguacate, acumularon mayor peso fresco y seco que los de
chinini, considerando tal vez que son las raíces más activas para obtener el agua
para sus necesidades. Concluyeron que la consistencia de los tejidos de las raíces
de aguacate raza mexicana, permite adaptación a condiciones de humedad limitada,
que las raíces de chinini son más suculentas que las de aguacate raza mexicana y
finalmente que la variación de las poblaciones en el desarrollo de sus raíces, puede
ser útil para seleccionar portainjerto.
2.4 Características físicas de los suelos bajo manejo convencional y orgánico.
Cuadro 1. Textura de los perfiles en dos sitios de muestreo en Tiamba, Uruapan, Michoacán (Sánchez, 2003).
Sitios de
muestreo
Profundidad
(cm)
Arcilla(%)
Limo(%)
Arena(%)
Textura(Bouyocas)
Convencional 0-20 5.44 14.86 79.7 Arena franca
20-40 13.44 14.86 71.7 Franco Arenoso
Orgánico 0-20 3.44 14.86 81.7 Arena franca
20-40 3.44 14.86 81.7 Franco Arenoso
Cuadro 2. Análisis de los perfiles realizados en los sitios de muestreo en Tiamba, Uruapan, Michoacán (2003).
Convencional
Profundidad
(cm)
pH
(1:2)
CE
(ds-m-1)
CO
(%)
MO
%
Hum
%
NH4+
mg kg-1
No3-
mg kg-1
0-20 5.4 0.04 3.02 5.22 22.3 54.1 36.1
0-40 5.3 0.04 3.64 6.28 29.5 43.3 39.7
Orgánico
0-20 5.5 0.49 3.23 5.57 35.1 50.5 28.8
20-40 5.7 0.48 3.85 6.63 41.3 49.7 36.1
CE= Conductividad Eléctrica; Mo= Materia Orgánica; Hum.= Humedad
11
III. MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento se estableció en dos huertos contiguos de aguacate ‘Hass’,
bajo dos sistemas de manejo (convencional y orgánico).
Figura 1. Ubicación del sitio experimental Santa Rosa, Ejido San Francisco Uruapan,
municipio de Uruapan, Mich.
PREDIO“EL PUERTO”
3.1.1 Huerto convencional
El huerto del señor José Ruíz Ambríz se compone de 5 ha. Donde los arboles
tienen una edad mayor a 15 años, manejados desde su plantación bajo sistema de
producción convencional, donde la fertilización se realiza con la fórmula química 18-
18-18 soluble a dosis de 0.5 kg/árbol, adicionando estiércol orgánico de res.
Para el control de plagas aplica y para el control de enfermedades realiza
aspersiones preventivas de caldo bordelés con oxido de cobre a dosis de 1kg x 100 L
de agua al 1 %
El control de maleza también: lo realizan manualmente con guadaña, machete y
azadón en el cajete y de forma mecánica con desbrozadora o desmalezadora entre
calles de los árboles, pero cuando la incidencia es alta, aplican el herbicida glifosato
a dosis de 1 kg/100 L de agua.
Este huerto se encuentra certificado ante todas las instancias involucradas en el
programa de exportación de aguacate en fresco México-Estados Unidos.
3.1.2 Huerto orgánico
El huerto del señor Antonio Guillen Rodríguez consta de 8 ha. Los árboles
tienen una edad mayor a 20 años y manejados bajo sistema de producción orgánica
por más de 15 años, donde la fertilización orgánica se realiza utilizando compostas y
lombricompostas.
Para el control de plagas aplica productos orgánicos a base de entomopatógenos y
en el caso del control de enfermedades realiza aspersiones preventivas de caldo
bordelés.
13
Cada dos años realiza podas fitosanitarias y de rejuvenecimiento en las ramas de los
árboles, procediendo a la quema de ramas cortadas, para evitar propagación de
plagas y enfermedades.
El control de maleza lo realiza de forma manual con guadaña, machete y azadón en
el cajete y de forma mecánica con desbrozadora o desmalezadora entre calles de los
árboles.
Este huerto se encuentra certificado como orgánico ante la certificadora internacional
Bioagricert, lo cual permite la venta de la producción para el mercado internacional y
nacional.
3.1.3 Características comunes de los huertos orgánico y convencional
Ambos huertos se localizan de manera contigua aproximadamente en las
coordenadas 19° 22´ de Latitud Norte, 102° 02´ de Longitud Oeste, a una altura de
1600 m.s.n.m., en el predio “El Puerto”, del ejido San Francisco Uruapan, del
municipio de Uruapan Michoacán. Con una plantación de árboles bajo el esquema de
“tres bolillo”, con distancia entre árboles de 10 m, los cuales son regados con agua
de los manantiales “el vainillo” y “las tecatas”, a través de sistemas de riego por
goteo.
El suelo para los dos huertos es del tipo Andosol húmico, con una textura migajón
arenoso.
3.2 Metodología
En cada huerto se seleccionaron por tamaño similar de la copa del árbol, 12
árboles aleatoriamente, los cuales se numeraron del 1 al 12, para trabajarlos durante
el ciclo de producción del cultivo 2008.
14
Los muestreos de suelo se realizaron cada mes, efectuando muestras de
suelo de dos árboles por mes y dos muestras por árbol. Los primeros 6 meses se
obtuvieron las muestras en la orientación norte-sur y los siguientes 6 meses en la
orientación este-oeste. El muestreo se efectuó en la zona de goteo, realizando una
excavación de 40 x 40 x 40 cm, tamizando el suelo excavado en un harnero con
abertura de diámetro .5cm² para separar las raíces del cultivo de aguacate de otras
raíces y separar las raíces vivas de aguacate de raíces muertas.
Las muestras se procesaron en el laboratorio de suelos de la Facultad de
Agrobiología “ Presidente Juárez” , lavando con agua corriente las raíces vivas del
cultivo, separando finalmente aquellas raíces que no eran del cultivo, se sometieron
a un horno con aíre forzado a temperatura de 75 °C durante 72 horas para obtener la
variable peso seco por muestra.
De las mismas excavaciones realizadas para obtener el peso de raíces, se
recolectaron muestras tamizadas de 100 g de suelo, en frascos de vidrio cubiertos
una vez colocada la muestra, para que en el laboratorio sea registrado el peso
fresco, para después someter las muestras también al horno de aire forzado a
temperatura de 100 °C durante 72 horas, para estar en condiciones de calcular la
variable de porcentaje de humedad, a través del método gravimétrico, el cual
consiste en obtener la diferencia del peso húmedo y el peso seco, descontar el peso
del recipiente y multiplicar por 100.
3.3 Diseño experimental y análisis estadísticos
El modelo experimental que se utilizó para el análisis estadístico fue un arreglo
factorial combinatorio, donde los tratamientos se refirieron a los dos sistemas de
manejo (convencional y orgánico) y las repeticiones a los meses de muestreo. Por
ello, las variables peso húmedo, peso seco del suelo y peso seco de raíces, fueron
sometidas al siguiente modelo estadístico:
15
Yijk = + i + j + k + ()ij + ijk
Yijk = Respuesta obtenida en la unidad de muestreo, resultado de:
= Efecto medio general
i = Efecto del i ésimo nivel de las fechas de muestreo
j = Efecto del j ésimo nivel de los tipos de manejo
k = Efecto del k ésimo nivel de los árboles muestreados
() jk = Efecto de la interacción entre la j ésimo nivel de los tipos de manejo y el
k ésimo nivel de las especies de HMA
i j k = Efecto de error experimental.
Con todo ello, los resultados se sometieron a un análisis de varianza y cuando
resultaron significativos estadísticamente, a la prueba de Tukey al 5 % de nivel de
significancia.
16
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados del presente trabajo de investigación, se presentan considerando
los muestreos en el suelo, de manera mensual, de acuerdo a lo siguiente:
Cuadro 3. Análisis de varianza del suelo en húmedo y en seco y del peso de raíces, durante 2008, en los manejos orgánico y convencional, en aguacate ‘Hass’, Uruapan Mich.
FACTOR
P > F
SUELO SUELO PESO
HÚMEDO g SECO g RAÍCES g
Fechas 0.568 0.181 0.001**
Manejos 0.553 0.822 0.052
Arboles 0.047 0.032* 0.065
I Manejo
X Arboles
0.586 0.161 0.985
El Cuadro 3 señala claramente que los pesos en g para las variables suelo
húmedo y suelo seco, no muestran diferencias significativas entre los doce meses de
muestreo (fechas), ni entre ambos tipos de manejos de los huertos estudiados
(orgánico y convencional), posiblemente atribuible a que ambos huertos se trabajan
con riego por aspersión bajo el mismo tipo de suelo.
En el caso de árboles muestreados en los respectivos huertos, para suelo
húmedo no se obtuvo diferencia estadística significativa, lo que nos indica un
comportamiento homogéneo o similar en el crecimiento de raíces en los árboles de
un mismo huerto.
Sin embargo, en suelo seco la significancia que se muestra en el Cuadro 4,
señala una leve diferencia mayor del peso de las raíces del árbol 2 respecto de su
contiguo árbol 1.
Cuadro 4. Prueba de Tukey 5 % de las diferencias de promedios de peso de suelo seco entre árboles de aguacate ‘Hass’ muestreados durante 2008
Árbol Media (g)
2 133.57 A
1 118.84 B
TUKEY 0.05 = 13.56 g
Para el caso de el peso de raíces en seco (g), solamente resultó alta
significancia en las fechas de crecimiento, lo cual se valida en el Cuadro 5,
obteniéndose el mayor crecimiento de raíces en el mes de noviembre (otoño), lo cual
no coincide del todo con lo obtenido por (Pantoja, 2007) que en el huerto bajo
régimen de riego tuvo las menores variaciones drásticas en esta variable y que el
índice de menor crecimiento fue registrado en mayo, dado que para el presente
estudio, los meses de diciembre, marzo, septiembre, octubre, febrero, julio enero,
junio y abril, fueron los de menor crecimiento.
Pero si hay correspondencia en el sentido de que el crecimiento de raíces
ocurre en flujos, ya que en el estudio mencionado, en el caso del huerto bajo riego se
obtuvieron dos flujos de crecimiento y en el huerto bajo temporal fueron tres flujos
claramente marcados, coincidiendo en este caso también con tres flujos, sólo que en
los meses de mayo, agosto, noviembre.
18
Cuadro 5. Prueba de Tukey 5 % para raíces en seco en aguacate ‘Hass’, durante 2008
Meses MEDIA
Noviembre 183.21 A
Agosto 98.74 AB
Mayo 74.69 AB
Diciembre 69.67 B
Marzo 63.66 B
Septiembre 58.61 B
Octubre 57.51 B
Febrero 52.88 B
Julio 38.38 B
Enero 26.66 B
Junio 24.78 B
Abril 21.07 B
Tukey 0.05 = 108.58 g
Respecto a lo anterior, la diferencia se manifestó en que en este trabajo, los
flujos de crecimiento se presentaron a finales de la primavera, verano y otoño,
mientras que con (Pantoja, 2007) los flujos de crecimiento principales fueron en
primavera y el otro a finales de verano y principios de otoño. Asimismo, la
coincidencia entre ambos trabajos se refiere a que las tasas de crecimiento de las
raíces de cada huerto no mostraron diferencias significativas.
19
Similarmente los anteriores resultados, solo coinciden parcialmente con Cautín
y Salgado (1998), citado por Wiegand (1999), en que para ellos predominaron a
finales de primavera y verano las raíces pequeñas y medianas y para inicio de
invierno raíces grandes. Y en el caso de este estudio, el mayor flujo de crecimiento
de raíces se obtuvo a fines de primavera (mayo), verano (agosto). Sin embargo, no
coincide con el segundo flujo que se obtuvo a finales de otoño (noviembre). Ya que
son varios los factores de cada zona que influyen en el desarrollo radical.
Seguramente que en esta zona de estudio, favorece el periodo de lluvias definido
(mayo a octubre) y la cantidad de lluvia anual (1600 mm), como se observa en las
Figuras 2 y 3.
Figura 2. Peso de raíces en seco (g) en aguacate ‘Hass’, bajo manejos orgánico y convencional en Uruapan Mich., México.
20
CONVENCIONAL
ORGANICO
CONVENCIONAL
Figura 3. Precipitación pluvial media mensual (PMM) para el período (1981-1985). Estación Uruapan Mich. (19º22'51" LN y 102º01'44" LW, 1606 msnm),
21
Figura 4. Porcentaje de humedad en suelos de huertos de aguacate con
manejo Orgánico y Convencional (0-40 cm) en Tiamba, Uruapan,
Michoacán (Sánchez 2003).
V. CONCLUSIONES
La mayor presencia de raíces en aguacate ‘Hass’, fueron los meses de
noviembre, agosto y mayo del ciclo productivo 2008, tanto en el huerto orgánico
como en el huerto convencional.
El manejo orgánico presentó un peso de raíces en seco 37 % mayor respecto al
manejo convencional.
No se obtuvieron diferencias significativas durante enero a diciembre del 2008,
en los pesos de suelo húmedo, ni de suelo seco, entre ambos sistemas de manejo
de los huertos.
23
VI. BIBLIOGRAFIA
Adato and Levinson. 1991. Influence of reduced rates of water and fertilizer
application using daily intermittent drip irrigation on the water requirements, root
development and responses of avocado trees (cv Fuerte). Journal of Horticultural
Science 66 (4):449–463.
Aguilar C. C., 2005. Una aproximación teórica para la agricultura: el caso del cultivo
de aguacate en Michoacán. Revista Académica de Economía con el Número
Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas ISSN 1696-8352.
Almanza, E. 2007. Riegos y drenajes. 100p. In L. Arango. El cultivo de la papaya en
los llanos orientales de Colombia. Arango, Villavicencio, Colombia.
Atkinson, D. 1980. The distribution and effectivenes of the roots of the crops. Hort.
Rew 2: 424–490.
Barrera G. J. L., Ramírez M. R., Boradanenko A., 2008. Desarrollo de raíces en
plantas de dos especies de Persea bajo invernadero. 1er Congreso Nacional del
Sistema Producto Aguacate.
Casale, et al., W., V. Minassian, J. Menge, C. Lovatt, E. Pond, E. Jhonson and F.
Guillement. 1995. Urban and agricultural wastes for use as mulches on avocado and
citrus and for delivery of microbial biocontrol agents. Journal of Horticultural Science
70(2):315–332.
Cautín y Salgado (1998), citado por Wiegand, H. 1999. Efectos de la utilización de
mulch de acícula de pino, corteza de pino, paja con guano de caballo y guano de
pavo sobre la productividad del palto Persea americana Mill cv Hass. 115p. Taller de
licenciatura, Ing. Agr. Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.
Quillota, Chile.
24
Cossio V. L. E, Salazar G. S., González D., I. J. L., Medina T. R., 2008. Fenología del
aguacate “Hass” en el clima semicálido de Nayarit, México. Revista Chapingo. Serie
horticultura, Vol. 14, Núm. 3, septiembre-diciembre, pp. 319-324, Universidad
Autónoma Chapingo, México.
Du Plessis, S. 1991. Factor important for optimal scheduling of avocado orchards.
South African Avocado Grower’s Association Yearbook 14: 91–93.
Durand, B. and S. DuPlessis. 1991. Irrigation of avocado orchards Farming in South
Africa. 2p
Feldhake, C. and D. Boyer. 1986. Effect of soil temperature on evapotranspiration by
C3 and C4 grasses. Agricultural and Forest Meteorology 37:309-318.
Gardiazabal 2007. Principales factores que determinan una alta producción y calibre
en paltos. Disponible en http://seminario.asoex.cl. Leído el 10 de enero de 2007.
Gil, G. 1997. El Potencial Productivo. 342p. Ediciones Universidad Católica de Chile,
Santiago, Chile.
Gustafson, C. 1976. Avocado water relation California. California Avocado Society
Yearbook 60: 57–72.
Gutiérrez et al 2010 Agroecología de la franja aguacatera en Michoacán, México
Interciencia, vol. 35, núm. 9, septiembre, 2010, pp. 647-653 Asociación Interciencia
Venezuela
Hernández, F. 1991. Aproximación al ciclo fenológico del palto – Persea americana
Mill – cultivar Hass para la zona de Quillota, Quinta Región. 59p. Taller
25
de Licenciatura. Ing. Agr. Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de
Agronomía. Quillota, Chile.
Honorato, R. 1994. Manual de edafología. 195p. Ediciones Universidad Católica de
Chile, Santiago, Chile.
Huerta P. A., 2010. El Sistema Producto Aguacate, Comité Nacional del Sistema
Producto Aguacate, AC (CONASIPRO), el Consejo Nacional de Productores de
Aguacate, AC (CONAPA)
Kramer, P. 1989. Relaciones Hídricas de Suelos y Plantas: Una síntesis moderna.
538p. Harla, México.
Lahav, E. and D. Kalmar. 1983. Determination of the irrigation regimen for an
avocado plantation in spring and autumm. Australian Journal Agriculture 34: 717–
724.
Meyer, J., M. Arpaia, M. Yates, E. Takete, G. Bender and G. Witney. 1990. Irrigation
and fertilization management of avocados. California Avocado Society Yearbook 74:
71–84.
Miramontes L. E. A., 2005. Construción de fertilidad orgánica del suelo, estrategia
para el alto rendimiento del Aguacate. Boletín El Aguacatero No. 40, marzo-abril.
Asociación Agrícola Local de Productores de Aguacate de Uruapan Mich.
Moore-Gordon, C., A. Cowan and B. Wolstenholme. 1997. Mulching of avocado
orchards to increase Hass yield and fruit size and boost financial rewards a three
season summary of research findings. South African Avocado Grower’s Association
Yearbook 20: 46-49.
26
Muñoz, A. 1988. Comparación del sistema radicular del aguacate bajo dos sistemas
de riego: goteo y microaspersión. 106p. Tesis. Escuela de Ingeniería Técnica
Agrícola “La Rabida”, Palos de la frontera – Huelva, España.
Olalla, L., A. Salazar, A. Mira, M. Martin, F. Jurado and C. López. 1992. The
response of avocado trees in the south of Spain to different irrigation regimes and
wetted areas. 317–322. World avocado congress II proceedings. Orange, april 21 –
26, 1991. Orange, California, USA.
Olmeca y SQM Nitratos Chilenos, 2000. Consideraciones generales en la fertilización
del Aguacate. Boletín Informativo El Aguacatero No. 16. Asociación Agrícola Local de
Productores de Aguacate de Uruapan Mich.
Paleo A. S., 2008 Evaluación de la materia orgánica y de microorganismos en suelos
de Aguacate Persea americana Mill. En Uruapan Mich., Tesis de Maestría Posgrado
en ciencias Biológico Agropecuarias y Pesqueras. Universidad Autónoma de Nayarit
Pantoja A. J., 2007. Influencia de la humedad del suelo sobre la dinámica de
crecimiento de raíces en árboles de aguacate “Hass”. Tesis Profesional, Facultad de
Agrobiología “Presidente Juárez”, UMSNH
Pérez C. D., 2009. Frutas y hortalizas Orgánicas de la red de mercados y tianguis
orgánicos de México: Estudio SIAL. Revista Claridades Agropecuarias No 193.
Septiembre.
Ploetz, R., J. Ramos, J. Parrado and E. Shepard. 1991. Shoot and root grown cycles
of avocado in South Florida. Proc. Fla. State Hort. Soc 104: 21–24.
Ran, Y., R. Habib, B. Bar-Yosef and A. Erez. 1994. Rost volume effects on nitrogen
uptake and partitioning in peach trees. Agronomy Journal 86: 530–534.
27
Ruiz, R. 2000. Dinámica nutricional en cinco parrones de diferente productividad del
valle central regado de Chile. Agricultura Técnica (Chile). 60:379-398.
Salazar, García S. y Cortés – Flores J. I., 1986. Root distribution of mature avocado
trees growing in soils of different texture. California Avocado Society Yearbook
70:http:www.avocadosource.com/cas 165-174.
Sanchez, G. P. 2003. Producción Orgánica de Aguacate manejo sustentable del
suelo Fundación produce, Michoacán, Colegio de Posgraduados pp 1-83.
Sandoval, H.J. y Borys, M.W. 1984. Distribución de raíces de aguacatero Persea
americana Mill., en el área de influencia del volcán Paricutín. Revista Chapingo 9
(45/46): 61-69.
Shaffer, B. 2007. Efecto del déficit de oxígeno en el suelo en la fisiología y
productividad de palto. Disponible en
www.inia.cl/platina/descarga/docs/seminarios/s0004/5_2006paltos_bschaffer.pdf.
Leído el 04 de enero de 2007.
Servicio Meteorológico Nacional, Comisión Nacional del Agua, 1990. Precipitación
pluvial media mensual (PMM) para el período (1981-1985). Estación Uruapan Mich.
(19º22'51" LN y 102º01'44" LW, 1606 msnm) ,
Shepaskhah and Boersma. 1979. Termal condictivity of soils as a funtion of
temperatura and water content. Soil Sci. Am 43: 439 -444.
Silva, H. y J. Rodríguez. 1995. Fertilización de plantas frutales. 519p. Pontificia
Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía, Santiago, Chile.
28
Tapia, P. 1993. Aproximación al ciclo fenológico del palto (Persea americana Mill, cv
Hass) para la zona de Quillota, Quinta Región. 141p. Taller de Licenciatura. Ing. Agr.
Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía, Quillota, Chile.
Thorpe, M.and P. Minchin. 1996. Mechanisms of long- and short – distance transport
from sources to sinks. 261-282p. Zamsky and Schaffer. Photoasimilate distribution in
plants and crops. M. Dekker Inc. Bet Dagan, Israel.
Toro, M. 1995. Efecto del método de riego en la distribución espacial del sistema
radical de paltos – Persea americana Mill- cv. Hass en dos tipos de suelo. 27p.
Taller de Licenciatura. Ing. Agr. Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de
Agronomía, Quillota, Chile.
Ugarte, M. 1996. Efecto del método de riego sobre el crecimiento y distribución de
raíces en palto – Persea americana Mill- cv. Hass en un suelo franco arcilloso. 33p.
Taller de licenciatura. Ing. Agr. Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de
Agronomía, Quillota, Chile.
Villablanca, I. 1994. Estudio comparativo de la distribución y densidad de raíces
absorbentes en paltos (Persea americana Mill.) cv. Hass en función de los patrones
de distribución uso consumo del agua en el suelo evaluados bajo dos sistemas de
riego presurizado (goteo y microaspersión). 117p. Taller de Titulación, Universidad
Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía. Quillota, Chile.
Whiley, A. W., Wolstenholme, B. N., Saranah, J. B. And Anderson, P. A. 1987. Effect
of root temperatures on growth of two avocado rootstock cultivars. Australia,
Maroochy Horticultural Research Station. (Report N° 5).
Whiley 1990. Interpretación de la fenología del palto para obtener mayores
producciones. In Universidad Católica de Valparaíso. Curso Internacional de
29
producción, poscosecha y comercialización de paltos. Viña del Mar, 2 – 5 de octubre,
Viña del Mar, Chile.
Whiley J. Champman and J. Saranah. 1988. Water lose by floral structures of
avocado (Persea Americana Mill.) cv. Fuerte during flowering. Australia Journal of
Agricultural Research. 39:457-467.
Yusof, I. D. Buchanan and J. Gerber. 1969. The response of avocado and mango to
soil temperature. Journal of the American Society of Horticultural Science 94 (6):
619–621.
Zamet, D. 1995. On avocado fruit size I. Partenocarpic fruit. California Avocado
Society Yearbook 78: 221–222.
30