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  • 1. Lgicas territoriales en tensin. La expansin del agronegocio en el sudestepampeano. El caso de San Manuel (provincia de Bs. As.) (1976 - 2010) Iscaro, Mariano Ernesto1Petrantonio, Mara Marcela2Aranguren, Cecilia Ins3 [email protected] [email protected]@balcarce.inta.gov.ar Fac. de Cs. Agrarias - Universidad Nacional de Mar del Plata EEA -Balcarce INTAResumenEl conjunto de transformaciones operadas en el espacio rural pampeano en las ltimasdcadas posibilit la incorporacin de territorios que en el marco del paradigma delagronegocio resultan rentables para la valorizacin del capital financiero. Nuevos actoresproducen un reordenamiento del territorio y generan configuraciones de sistemas de objetosy sistemas de acciones. Esta reconfiguracin se manifiesta mediante procesos diferentes.Las nuevas territorialidades se expanden sobre aquellas arraigadas en el espacio sociallocal instalando disputas en mltiples dimensiones (polticas, de saberes, de paradigmastecnolgicos, de formas de relacionamiento, de concepciones sobre la distribucin derecursos). Lejos de suponer la existencia de una nica conceptualizacin en torno alconcepto de territorio, diferentes territorialidades construyen, cada una desde su propialgica, un nico territorio sujeto a tensiones. Se parte de la idea de que cada persona, actoro grupo social posee en su accionar una lgica guiada por intereses, que forman un modoparticular de transformar y apropiarse del espacio geogrfico, delimitando lo que sedenomina territorialidad. El territorio, como espacio concreto de disputa del poder, aparececomo expresin de una complicada trama de produccin, destruccin y reproduccin deterritorialidades en continua negociacin y tensin. La incorporacin al debate de una teoracrtica que intente dar cuenta de la expansin territorial del capital financiero en el espaciorural pampeano permite la comprensin de procesos de fundamental importancia para elestudio de la cuestin agraria argentina. El caso de estudio es San Manuel, pueblo rural delpartido de Lobera, en el sudeste bonaerense. Los interrogantes que guan el trabajo: Qutransformaciones territoriales se observan? Qu tipo de tensiones se identifican? Culesson los mecanismos por los que se incorporan territorios al modelo del agronegocio? Seentrevist a informantes calificados (empresarios del sector, miembros de entidadespblicas, habitantes de los pueblos rurales, etc.) y a productores rurales. Se sum a esto elanlisis estadstico de indicadores rurales, relevamiento de prensa comercial y alternativa yanlisis bibliogrfico.Palabras clave: territorio, desarrollo rural, agronegocio1Prof. en Geografa, becario de CONICET. Laboratorio en Desarrollo Rural AGRITERRIS, Departamento deCiencias Sociales FCA-UNMDP.2Magister en Ciencias Sociales. Candidata a Doctora en Historia. Docente-Investigadora de la Facultad deCiencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Investigadora del CONICET con desempeo en elLaboratorio en Desarrollo Rural AGRITERRIS.3Lic. en Historia, becaria de CONICET. Laboratorio en Desarrollo Rural AGRITERRIS, EEA-Balcarce INTA.

2. 1. Territorio, territorialidades y lgicas en tensin. En el marco de la ciencia geogrfica, as como en el resto de las ciencias socialesque abordan la cuestin de la espacialidad de las relaciones sociales, el concepto deterritorio aparece en reiteradas ocasiones como sinnimo de otros conceptos (espacio,lugar, etc.). El uso indiscriminado y la imprecisin en su utilizacin resultan en uno de losprincipales obstculos a la hora de intentar movilizarlo.En la definicin clsica de territorio, este aparece como una porcin de superficieterrestre delimitada en el marco de un estado nacin. Esta definicin adems de resultarcorta y de escaso alcance explicativo, supone presentar al territorio solo como recorteespacial o sustrato de relaciones humanas fijadas en un momento, ocultando el conjunto decambiantes relaciones sociales que lo estructuran. Entendemos que resulta de utilidad pensar en los conceptos como intentos deresponder a problemticas contextualizadas histrica y geogrficamente, y en tal sentido,resultan sujetos a constantes transformaciones y redefiniciones. Por tanto, el concepto deterritorio no escapa al planteo, y requiere una definicin precisa y contextualizada. Anlisis actuales suelen presentar al territorio desde visiones contrapuestas. Por unlado como puro instrumento analtico del investigador (construccin mental) que intentaresponder a problemticas de ndole filosfico metodlogicas. En el otro extremo, elterritorio aparece como realidad objetiva, y su definicin es apenas el reflejo de la misma.En este trabajo preferimos pensar que los conceptos son tambin una realidad, entanto intervienen en lo real, produciendo en alguna medida la realidad que dicenrepresentar. As, los conceptos, en tanto que toman elementos de la realidad objetiva pararealizar un recorte de la misma, a su vez son creadores de futuro en la medida en queaportan herramientas de intervencin a los actores que se apropian de los mismos y losredefinen en su accin.Por territorialidad entendemos el intento por parte de un individuo o grupo deafectar, influenciar, o controlar personas, fenmenos y relaciones, a travs de la delimitaciny el establecimiento de un control sobre un rea geogrfica (Sack, 1986). Siguiendo esterazonamiento el territorio aparece como el rea sujeta a este proceso de materializacin deintereses. El territorio emerge as como la apropiacin efectiva o simblica de un espacio porparte de los diferentes actores sociales que intervienen en un determinado recorte espacial,y la territorialidad como el impulso que produce la apropiacin simblica, social y tcnico-econmica del espacio. El territorio, siguiendo a Sack, puede ser usado tanto para contener o retener comopara excluir, y no es necesario que los individuos que ejercen el control estn dentro elterritorio. En realidad, ni siquiera necesitan estar cerca del mismo en tanto puedan controlara distancia el acceso a las cosas y relaciones. De esta manera pueden ejercer territorialidadindividuos, grupos o instituciones, sin la necesidad de entrar en contacto directo con quieneshabitan un espacio. La territorialidad de los sujetos aparece como condicin previa a la existencia de unterritorio, en tanto es el motor que mueve a cada uno de los grupos o actores sociales areclamar el control de un espacio determinado. As, en un espacio social complejo, lasdiferentes territorialidades construyen cada una desde su propia lgica, un territoriosometido a tensiones4. Resulta interesante entonces poder pensar en que no existe un nico territorio, sinoun conjunto de territorialidades especificas de los diferentes actores, que intervienen en unnico espacio de interaccin (Haesbaert, 2004). Es as que, el propio concepto de territorio4 Entendiendo por tensin al estado de oposicin u hostilidad latente entre personas o grupos humanos. Esteconcepto pone en juego los intereses encontrados que establece la dinmica social en la apropiacin y utilizacindel territorio, as como la latencia de sus conflictos derivados. 3. aparece como objeto de disputa entre diferentes actores, que intentan darle contenidoespecifico.Siguiendo este razonamiento, el proceso de territorializacin aparece como elconjunto de prcticas mediante las cuales determinado actor social fija en el espacio y a lolargo del tiempo un conjunto de relaciones sociales. En tal sentido, el eje central que definelas posibilidades de reclamar como propio un territorio viene condicionado por la forma enque se distribuye el poder dentro de una sociedad. Por tanto, para comprender como seconstruye un territorio, los que interesa saber es qu actores o conjunto de actores controlanun territorio, y cuales son los dispositivos5 mediante los cuales afianzan su poder y selegitiman. Estos conceptos entrelazados,traen consigo la nocin de lmite, comomanifestacin de la intencin de poder sobre una porcin precisa de espacio. La mayorparte de las veces los limites (polticos, econmicos, administrativos, etc.) se nos aparecencomo condicionantes prefijados al espacio, siendo la materializacin de relaciones de poderpasadas. En trminos de Santos (2000), son una forma de rugosidad del espacio quecondiciona el accionar en el presente.Por su parte el concepto de desterritorializacin, que ha sido ampliamentedifundido, hace referencia a los procesos de fragmentacin o prdida de control territorialpor parte de un individuo, grupo o actor social, tanto en el sentido negativo (exclusin) opositivo (mudanza y construccin de un nuevo territorio). Asimismo, cuando adopta unsentido negativo suele hacer referencia a la creacin de territorios en donde se intensificanlos procesos de fragmentacin, exclusin y contencin territorial.A su vez, las lgicas que impulsan las territorialidades remiten al sistema deacciones, a los contextos, normas, regulaciones y representaciones en los que se concretanlas intencionalidades de los actores (Blanco, 2009). Estas lgicas territoriales, en algunoscasos pueden resultar complementarias entre diferentes actores o grupo de actores, y en talcaso se retroalimentan generando una dependencia endgena entre quienes comparten unterritorio. Esta situacin no excluye la presencia de relaciones asimtricas de poder, pero lassostiene en un grado de tolerancia o conveniencia por parte de los grupos involucrados. Ahora bien, pueden existir (y de hecho existen) lgicas territoriales que resultanincompatibles y ponen en tensin el territorio. Estas emergen como formas dismiles devalorar, apropiar y utilizar un espacio. En tal caso, la existencia y consolidacin en unterritorio de un determinado actor social, implica la necesaria marginacin o supresin deotros actores. Y es en tal caso donde podemos referirnos a procesos de exclusin ycontencin territorial. Es preciso analizar las lgicas que mueven las acciones de losactores que se desenvuelven en un territorio para poder comprender, al menos en parte, losproblemas derivados de los procesos de desterritorializacin.Desde el marco disciplinar de la geografa resulta necesario pues, desandar elcamino de las relaciones sociales que configuran un espacio determinado,desnaturalizando su carcter esttico. Comprender la manera en que estos procesos seplasman en un espacio determinado, como proceso de territorializacin (ver MananoFernndez, 2005) es el paso necesario para entender al territorio como un concepto deanlisis integrador. El estudio de las lgicas territoriales que se encuentran en tensin, y que hanestablecido asimtricas relaciones de poder, son el punto de partida para iniciar la discusinsobre el alcance del desarrollo rural local, como forma posible de accin sobre losprocesos de territorializacin y desterritorializacin de los espacios pampeanos.5 Identificando como dispositivos a los econmico-financiero, de formacin y desarrollo tecnolgico, polticos, decoaccin, culturales y de legitimacin ideolgica. 4. Partiendo de la tesis de Harvey (2003) respecto a la forma en que el capitalismosobrevive a sus recurrentes crisis de sobreacumulacin creando espacio mediantereajustes espacio temporales, podemos entender al Neoliberalismo como la forma actualque ste impone (no sin obstculos) a la relacin capital trabajo, y en consecuencia comosu nueva forma de territorializar. El impulso dado por las polticas neoliberales afinanciarizacin e internacionalizacin del capital, a partir de la dcada del 70, permitieron alcapitalismo, elaborar una lgica de acumulacin de carcter flexible6, utilizando la aperturade mercados y la deslocalizacin de la industria como puntas de lanza de una nueva formade crear espacio. Esta salida hacia adelante por parte del capitalismo, signific la prdidade derechos laborales y sociales, retraccin del aparato estatal, traspaso de bienes pblicosal sector privado, aumento de la proletarizacin y la aplicacin de variados mecanismos dedesposesin como formas renovadas de la acumulacin primitiva.El nuevo patrn de acumulacin del capital presenta entonces, una suerte dedestruccin creadora (Harvey, 2007) de nuevas formas territoriales. En el esquema deacumulacin flexible, la deslocalizacin productiva privilegia un modelo espacial conformadopor nichos de acumulacin, en los cuales el impulso dado por la valorizacin financieraasegura (al menos en el corto plazo) altos mrgenes de ganancia. En ese sentido, el capitalfinanciero y transnacional actan como un importante factor geogrfico en la medida en querelocalizan selectivamente el trabajo muerto (en forma de capital), y de tal manera,dinamizan determinados espacios funcionales a la acumulacin capitalista en detrimento deotros. Articula adems un territorio red que integra y excluye selectivamente los espacios yactores sociales que resultan funcionales en el nuevo patrn de acumulacin. Estas redesestablecen un juego de articulacin tensin a partir de la confrontacin de intereses entrelos actores que participan de la misma y quienes quedan fuera. Esta forma de pensar elespacio se superpone y entra en conflicto muchas veces con la lgica areal que sostiene elpoder poltico de los Estados nacin y sobre la que se sustenta el espacio vivido por losactores del mbito local.Este conjunto de transformaciones redefine tambin la importancia de la tierra, comofactor productivo no reproducible y apropiable, que es a su vez, objeto de una continuadisputa entre actores con lgicas y racionalidades opuestas. Tal disputa por el espacioaparece en ciertos casos como conflicto abierto (relacin campesinado agronegocios,poblaciones originarias especuladores inmobiliarios, etc.). Otras veces, factores histricosdeterminan que dicha disputa por la tierra y su producto adquieran formas ms complejas.En aquellas regiones donde las relaciones de produccin capitalista se han desarrollado porlargos periodos, la reproduccin ampliada del capital adopta una forma particular, actuandoel mercado y el Estado como elemento que mediatizan la disputa. En tal sentido, el grado deconcentracin o no de los factores de produccin, es a la vez causa y consecuencia delreparto del poder en la medida en que orienta los flujos de excedente en una u otra direccinde la pirmide social. Como apunta Manano Fernndez (2005), esta lgica produce laconcentracin de poder, creando el poder de concentrar, reproducindose infinitamente. Lareproduccin infinita es la naturaleza del modo capitalista de produccin, por tanto, paragarantizar su existencia, el capital necesita territorializar sin lmites. Este proceso seretroalimenta incesantemente, pero encuentra generalmente en el campo de los actoressociales desfavorecidos (pequeos productores familiares, pobladores rurales, campesinos,trabajadores rurales, etc.) formas mas o menos organizadas de resistencia. En las ultimas dcadas, las caractersticas edafo climticas del espacio pampeanosumadas al impulso tecnolgico, propiciaron la produccin de commodities agropecuarios(oleaginosos y cerealeros) a gran escala, con destino al mercado mundial. La regin ha6En oposicin al modelo fordista de acumulacin, el carcter flexible debe entenderse como posibilidad delcapital de desplazarse por sobre las fronteras nacionales, con escasos condicionamientos en la contratacin demano de obra, legislacin ambiental y regulacin social. En el plano territorial implica que el desplazamiento delcapital en el espacio, deja tras de si una menor cantidad de capital fijo inutilizable para el nuevo ciclo deacumulacin (ver Harvey 2003). 5. surgido como uno de los pocos territorios emergentes (Caravaca Barroso, 1998) yfuncionales para la valorizacin financiera del capital, en un contexto de marcado deteriorode las economas regionales del resto del pas (Rofman, 1999; Manzanal, 1999 y 2000).Ligados al nuevo modelo se expandieron una serie de actores que reconfiguraron lacuestin rural. Las realidades productivas y sociales emergentes resultan contrastantesentre los diferentes actores que establecen su propia ruralidad (Sili, 2005). La dinamizacinsectorial ligada con al paradigma del agronegocio7 reconfigura la apropiacin y valorizacindel territorio, y traen aparejadas una cantidad considerable de consecuencias sociales,ambientales y espaciales.2. El agronegocio como paradigma que redimensiona la cuestin rural.Breve historia del concepto El concepto de agronegocios surge en el mbito acadmico y es acuado desde elenfoque neoclsico por Davis y Goldberg (1957), quienes desarrollan un marco terico queimpulsa la necesaria integracin vertical y horizontal de la agricultura y la industria(Hernndez, 2009). Implica un intento de racionalizacin que toma como base la matrizinsumo producto de Leontieff, y articula las fases de produccin, industrializacin ycomercializacin de los productos de origen agropecuario, del campo a la gndola. A partirde estos autores el concepto ha recorrido en el mbito acadmico un largo camino derefinamiento y redefinicin. Sin embargo, fueron las condiciones objetivas de la globalizacinneoliberal las que permitieron llevar adelante su implementacin.En el contexto de pos convertibilidad, al paradigma de los agronegocios es posiblepensarlo como el marco ideolgico que construye sentido y legitima (social y polticamente)el nuevo modo de relacionamiento agroproductivo argentino, cuyo horizonte se haglobalizado definitivamente (Hernndez, 2009). Los mentores del paradigma han sidoactores fuertemente relacionados grupos econmicos concentrados del mbito local ycapitales transnacionales ligados al agro (proveedores de semilla e insumos principalmente).Este paradigma, creado en el mbito acadmico y difundido a travs de una serie deinterlocutores locales (tanto de la academia como del periodismo sectorial), da cuenta delcomo habr de entenderse las prcticas econmico - productivas de ahora en adelante (verOrdez, 2000; Huergo, 2004; Taraborelli, 2007; documentos de difusin de AAPRESID,entre otros). Se va consolidando as un nuevo modelo agropecuario basado en elagronegocio el cual implic una profundizacin de la agroindustria orientada a la provisinde insumos para la exportacin, manejada por transnacionales desde la venta de semillas,pesticidas, maquinara de siembra directa, cosecha y fumigacin hasta la comercializacin. Las prcticas y el discurso que se derivan de esta manera de pensar al sectoragropecuario son objeto de intenso debate. En los ltimos aos comienzan a surgir unaserie de estudios crticos que sealan las consecuencias de las transformaciones sociales yterritoriales que genera el agronegocio8. Distintos autores han resaltado los importantes7 Entendiendo por paradigma de Agronegocios al conjunto de prcticas y discursos que desde el impulsoacadmico a la sociedad del conocimiento legitiman el vuelco del sector agropecuario para cubrir lasnecesidades del consumo global en detrimento del local, cuyo rasgo principal es el predominio del capitalfinanciero, que prioriza la produccin creciente de commodities para la exportacin. Son los mismos actores queimpulsan estas transformaciones materiales y simblicas los que la conciben como un cambio de paradigma, esdecir, un cambio de mentalidad que generaliza la racionalidad neoclsica como nica forma posible deracionalidad productiva. (vease Gras y Hernndez, 2009).8Si bien existe un amplio debate sobre el trmino, que incluye posiciones a favor y en contra de sudesenvolvimiento, entendemos que el Agronegocio proviene de la expansin del modelo agroindustrial, con elpredominio de capital financiero (que no encuentra mejores opciones de inversin). Se orienta en gran parte auna especializacin creciente en determinados commodities para el mercado externo. El agronegocio intentamaximizar la rentabilidad del capital, racionalizando la produccin (en trminos neoclsicos) y promoviendo laarticulacin flexible de los diversos eslabones de la produccin agropecuaria mediante la articulacin de redes. 6. cambios que la incorporacin masiva de territorios al agronegocio implic para los espaciosrurales del continente y de la argentina en particular.Neoliberalismo y agronegocio.Desde mediados de la dcada del 70, la necesidad del capitalismo de transformar elpatrn predominante de acumulacin planteado por el modelo de posguerra, aparece comoun intento de salida hacia delante de su crisis de sobreacumulacin, y resulta la baseobjetiva que da paso al avance de las polticas neoliberales que se extienden (no sinalgunos cambios) hasta la actualidad. Segn Harvey (2003), los rasgos fundamentales del nuevo patrn de acumulacinresultan en:a) el avance de la flexibilidad de los procesos productivos (establecida a partir de laruptura a favor del capital de su relacin con el trabajo);b) la financiarizacin y expansin del capital corporativo y multinacional que buscanuevos nichos de acumulacin;c) la deslocalizacin industrial (generadora de procesosmasivos dedesterritorializacin y reterritorializacin) y;d) la emergencia en todo el espectro del globo (y particularmente en los pasesperifricos) de variados mecanismos de desposesin, como formas renovadas deprocesos de acumulacin primitiva. Como veremos, la mayor parte de los elementos mencionados por Harvey, formanparte de los fundamentos del nuevo esquema productivo adoptado por el agronegocio, queestablece una lgica selectiva y flexible en la revitalizacin de espacios, se encuentraimpulsado por capitales corporativos y transnacionales, se sostiene mayormente a travs delaporte de capitales no agrarios y genera dispositivos de territorializacin que en muchoscasos incluyen la desposesin. El periodo inaugurado a partir de 2002, de altos precios internacionales de losalimentos y materias primas propicia la llegada de capital financiero y transnacional al sectoragropecuario del los pases perifricos en condiciones de producir commodities con ventajascomparativas y competitivas considerables. Para el caso argentino, la regin pampeana hasido sin lugar a dudas el espacio ms dinmico de la economa nacional, capaz de captaruna parte importante de esos flujos de capital financiero, resultando la sub - zona de estudioelegida (sudeste pampeano9), es un ejemplo claro de tal dinamizacin de los flujos decapital.En la zona de estudio, los cultivos tradicionales (principalmente papa), la produccinhortcola y la ganadera se han visto continuamente desplazados, por parte de loscommodities oleaginosos y cerealeros (ver Petrantonio y Aranguren, 2008). As, lacompetencia entre los mrgenes de rentabilidad de las producciones gener un aumento delvalor de los arrendamientos y de la tierra en general. La utilizacin del suelo agrcola, seestablece entonces entre productos agropecuarios con mercados predominantementeinternos y mercados dolarizados, resultando perjudicados los primeros.Numerosos estudios proponen un anlisis que demuestran que este modelo favorece la concentracin degrandes unidades de explotacin, tendiendo su dinmica a un carcter ntidamente excluyente y ambientalmenteinsustentable. Asimismo, este modelo supone una superacin de las restricciones a la movilidad del capital quehistricamente detentaba el monopolio de la propiedad territorial en la produccin agropecuaria. Sobre el temaconsultar: Giarracca y Teubal (2006), Teubal (2008) y Manano Fernndez (2009).9La delimitacin del rea de anlisis obedece a los criterios de zonificacin explicitados por Barsky A (1997)(Zona Mixta 6c). La zona Sudeste Bonaerense incluye los partidos de: Balcarce, Gral. Alvarado, Gral.Pueyrredn, Lobera y Tandil. 7. El agronegocio ha avanzado sobre aquellas regiones con cultivos tradicionales,generando territorios funcionales y rentables para la lgica de la reproduccin ampliada delcapital. Esto result en un continuo proceso de cambio en las trayectorias de los pequeos ymedianos productores que o bien se desvinculan de la misma o reconfiguran susidentidades y formas de gestin transformndose en empresarios rurales (Cloquell, 2007;Gras y Hernndez, 2009).Esta llegada masiva de capital financiero al sector agropecuario (mediante fondos deinversin agrcola, fideicomisos y pooles de siembra) tiene por lo menos dos aristas quedeben ser consideradas; la primera se relaciona con la imposibilidad del capital financiero deser absorbido en otros sectores de la economa que garanticen iguales o mayores tasa deretorno del capital; y en segundo lugar, el largo proceso de modernizacin agrcola yaggiornamiento de las formas de tenencia de la tierra, que permiten al capital saltar lapropiedad de la tierra como condicin necesaria para su puesta en produccin, sin el riesgoimplcito que supone la inmovilizacin de capital en la compra de tierra. La aparicin de nuevas formas jurdicas de explotacin de la tierra permiten captarrecursos financieros, generalmente no agrarios canalizndolos a la produccin agrcola.Estas unidades de produccin maximizan la seguridad en el precio de los productosmediante el uso de futuros y opciones en los mercados a termino (Barsky, 2009). Aparecenas, en las ltimas dcadas una variada gama de nuevos actores que sin tener que vernecesariamente con la produccin objetiva, participan de la ruralidad (ver Posada y Martnezde Ibarrea, 1998; Tadeo, 2002). El modelo de agricultura impulsado por los agronegocios plantea una organizacinde tipo empresarial de la produccin (capitalizacin, siembra directa, y diversas formas dearrendamiento y contratismo, terciarizacin de labores y asesoramiento tcnico, etc.), concrecientes mecanismos de integracin (hacia delante y atrs de la cadena de valor)provenientes del sector industrial y de insumos. Los grandes agentes econmicos queimpulsan el modelo se favorecen del nuevo esquema, dado que poseen acceso al crdito ya la tierra (a partir de la flexibilizacin de las formas de tenencia) evidencindose una fuerteconcentracin de la produccin. La contracara del modelo, se refleja en el abandono de laproduccin, la venta o arrendamiento de tierras (que transforma productores en pequeosrentistas absentistas) por parte de los productores con menor disponibilidad de capital. La innovacin tecnolgica incorporada en el nuevo modelo de produccin agrariaocupa un lugar predominante. Dado el carcter concentrado del capital ligado a losagronegocios, dicha innovacin no resulta neutra, y ha generado un carcter marcadamentepolarizado, determinando su acceso, el lmite entre la inclusin exclusin de losproductores primarios. El avance del agronegocio signific una elevacin de la competitividad sectorial, queal mismo tiempo profundiz la crisis social, en la medida en que no garantiza la continuidaddel entramado social rural. Es en tal sentido interesante analizar los pueblos ruralespampeanos y su relacin con el nuevo esquema productivo. 3. Los pueblos rurales pampeanos en el nuevo contexto.Una lnea actual de estudios rurales seala adecuadamente que, lastransformaciones acaecidas en el agro pampeano en el nivel de la estructura agraria y enlos procesos productivos en las ultimas tres dcadas se caracterizan en general como unproceso de modernizacin excluyente e incluso conservadora, en tanto no se constata elderrame en el conjunto social de la riqueza derivada de la produccin agraria (Neiman yLattuada, 2005, Giarracca y Teubal, 2005 y 2006; Hernndez y Gras 2009). Dentro de lasmltiples facetas que adoptan las transformaciones territoriales del mundo rural pampeano,puede entenderse al proceso de despoblamiento rural como un proceso complejo y 8. multidimensional, y a su vez como uno de los emergentes de la nueva sociedad excluyente(Svampa, 2005).Desde una perspectiva critica, el despoblamiento rural forma parte de los que Harvey(2003) denomina reajuste espacio temporal, que pone en funcionamiento lgicascomplejas y conflictivas en la utilizacin del territorio. La consolidacin espacial de estosprocesos supone un reordenamiento del territorio usado (Santos, 2000) para tal fingenerando nuevas configuraciones de sistemas de objetos (redes de transporte,comunicacin y energa, centros de almacenaje de la produccin, locales de venta ydistribucin de insumos, semillas patentadas, maquinarias de precisin) y sistemas deacciones (flujos de capital, informacin, tcnicas, polticas pblicas, mano de obra) queoperan de forma articulada a procesos de acumulacin de mayor escala.Histricamente el sudeste bonaerense ha sido una de las subregiones de produccinagropecuaria mixta ms importantes de la regin pampeana, por la afabilidad edfica yclimtica, la diversidad productiva y la cantidad de mano de obra (directa e indirecta)empleada por el sector. Esta dinmica zona, articulada por una serie de ciudadesintermedias y pequeas ligadas en mayor o menor medida a la produccin agropecuaria,integr en su composicin territorial un conjunto significativo de pueblos rurales y parajes,los cuales articulaban funcionalmente con la produccin agropecuaria, de la cual dependan.El origen de los pueblos se relaciona con el avance del sector y la puesta en produccintierras a partir del impulso generado por el modelo agroexportador de finales de XIX ycomienzos de XX. Una parte considerable de los pueblos se constituyeron a partir deltendido de vas frreas y el emplazamiento de estaciones de tren o bien a partir de loscruces de caminos.Cuadro 1. Total de EAPs, Argentina, Regin Pampeana, Prov. de Buenos Aires y partidosseleccionados. Comparativo segn CNA 1988, 2002 y resultados preliminares de CNA 2008. CNA 1988 CNA 2002 CNA 2008 TotalesTotales% Var.Totales % Var. ARGENTINA 421.221 333.533- 20,8 276.581 *-17,0 REGIN PAMPEANA 196.253 139.094- 29,1114.589*-17,6 Prov. BUENOS AIRES 75.53151.116- 32,331.753 *-37,9 PARTIDOS 4843 2418- 50,07 Sin datos- SELECCIONADOSBalcarce1347545 - 59,5 --Gral. Alvarado 706210 - 70,2 --Gral. Pueyrredn 708456 - 35,6 --Lobera987540 - 45,3 --Tandil1095667 - 39,1 --Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CNA 1988, 2002 y 2008.* Datos preliminares disponibles** Los partidos seleccionados responden a la delimitacin planteada por A Barsky (1997). 9. En la zona de estudio, durante las ltimas dcadas, la poblacin rural10 (aglomeraday dispersa) ha sufrido un continuo desplazamiento, asociado en gran medida a la expansinde un modelo agropecuario que de la mano del espectacular crecimiento de los commoditiesoleaginosos y cerealeros, incorpora tecnologa ahorradora de mano de obra y que adquiereeficiencia a partir del incremento de la escala (Neiman y otros, 2001, Blanco, 2001). Es asque parte de poblacin rural no encuentra lugar en el nuevo esquema socioproductivo, locual resulta evidente en la sustancial perdida de EAPs (ver cuadro1). Como puedeobservarse, si bien este proceso de perdida de productores se da en todo le pas, en la zonade estudio los porcentajes de retraccin aumentan considerablemente. Los actores desfavorecidos por este proceso se encuentran por lo general,invisibilizados socialmente y excluidos en muchos casos de los programas de desarrollorural. La prdida de pequeos productores y la desaparicin de los pueblos rurales tieneinconvenientes que podran afectar la sustentatibilidad de la regin en el largo plazo.Algunos de estos impactos potenciales se refieren a la estructura del empleo regional y elcrecimiento de la pobreza urbana en ciudades de mayor tamao, los que se asociahistricamente al fenmeno del despoblamiento rural. El recorte espacial seleccionado corresponde a los poblados rurales presentes en lazona agrcola mixta del sudeste de la provincia de Buenos Aires. Si bien el fenmeno deldespoblamiento rural ha afectado tanto a la poblacin agrupada como dispersa, en esteestudio solo hacemos referencia a la primera de estas categoras. El fenmeno deldespoblamiento rural ha sido por lo general poco estudiado en el marco de la cienciageogrfica y particularmente para el caso de la regin pampeana, donde el espectacularcrecimiento de la produccin agropecuaria ha mantenido invisibilizado las consecuenciassocioterritoriales del nuevo esquema productivo. Han sido estos pueblos de menor tamao(segn datos provistos por los ltimos Censos Nacionales) las unidades poblacionales msafectadas en su dinmica interna por las transformaciones acaecidas en el agro pampeano(en comparacin con las ciudades pequeas e intermedias que en su mayora han crecido).Son tambin los territorios donde el proceso de despoblamiento ha sido ms significativo.Solo en la provincia de Buenos aires, entre 1991 y 2001 han desaparecido del registrocensal 13 pueblos y 183 se encuentran en riesgo de desaparicin (de un total de 223). En elperiodo 1991 2001, estos poblados pasaron de albergar 85.827 a 78.726 personas (undescenso del 8,27%). En el mismo periodo la provincia de Buenos Aires incremento supoblacin un 9,8%, (1.232.229 personas en trminos absolutos).La desestructuracin del entramado social de los pueblos aparece como parte de losrelatos de los pobladores rurales. Es en muchos casos el aislamiento y la ausencia depolticas estatales de revitalizacin de los mismos los principales elementos que sevisualizan en el discurso de los actores.El caso de San Manuel.El San Manuel de hoy, debe analizarse en el marco de las transformaciones del agroargentino, en el que la construccin de un mundo rural excluyente constituye uno de susrasgos centrales. El modelo agrario actual, producto necesario al proyecto impuesto por ladictadura cvico-militar de 1976 y profundizado en los aos 90, devuelve la imagen de undesierto verde, un territorio excluyente, una agricultura sin agricultores. La desarticulacin dela agricultura familiar constituy una de las consecuencias del nuevo modelo agrario.10El INDEC clasifica como poblacin rural a la que se encuentra agrupada en localidades de menos de 2.000habitantes y a la que se encuentra dispersa en el campo abierto. 10. Analizar qu se omite y qu no en las descripciones-construcciones del territorio11por parte de los sujetos resulta significativo para comprender el presente. Hoy lacomplejidad que ofrece la interdisciplinariedad entre antropologa, historia, filosofa,sociologa, permite abordar la historicidad de la construccin de los territorios.Olvidos colmados de memorias, surcan a menudo las narrativas de las fundacionesde los pueblos bonaerenses. Desiertos, vacos previos, horizontes planos, salvajesnmades, son algunos de los estereotipos que se reiteran en las historias de las pampasbonaerenses. Resulta relevante en este sentido, asumir una mirada crtica respecto de losprocedimientos de construccin de las narrativas histricas entendidas como luchas polticaspor la memoria.12 El lenguaje, expresa relaciones, y los conceptos, estn cargados de historia. En estesentido, intentamos superar la aplicacin de denominaciones como tierras nuevas, tierrasvacas, nuevo sur, reas de reciente colonizacin, desierto etc., ya que estaterminologa es propia de una mirada que pone el acento en los frentes expansivos de lasociedad hispano-criolla. Se oculta, detrs de esta percepcin de vacuidad, que el territoriopampeano estaba poblado y controlado por grupos indgenas cazadores-recolectores desdetiempos milenarios y que la interaccin con los agentes sociales europeos y criollos no priva los pueblos indgenas del ejercicio de una territorialidad ancestral.San Manuel, pueblo rural ubicado en el sudeste bonaerense, como tantos pueblosrurales de la Argentina, se originaba a partir del proceso de expansin de la frontera sur dela provincia de Buenos Aires y del extendido de las vas del ferrocarril.El proceso de fundacin del pueblo rural de San Manuel se encuentra ligado por unlado, a la expansin de la frontera sur de la provincia de Buenos Aires, que implic ladesestructuracin y exclusin de los pueblos originarios de la regin, y por otro, a la llegadadel ferrocarril. La necesidad de contar con centros poblacionales que proveyeran los bienesy servicios necesarios para la poblacin de la zona (comercios, administracin, bancos,educacin, salud, etc.) ha sido una de las principales causas del crecimiento y desarrollo delos pueblos durante el siglo XX (Sili, 2000).Una antigua pulpera fundada hacia 1870 en el campo Las Tres Lagunas propiedadde Benjamn Zubiaurre, que cierra sus puertas en 1911, da el nombre de San Manuel a laestacin de ferrocarril fundada el 25 de marzo de 1929. Mientras se construa la lnea deferrocarril Sud en 1928, se instal frente a la estacin el almacn San Manuel de los seoresPrez y Gutirrez. El campo Las Tres Lagunas fue vendido en 1933 a don MackinlayZapiola, quin denomin San Manuel a su propiedad por encontrarse en el extremo sur dela estacin homnima.Es hacia marzo de 1943 cuando Zapiola eleva una solicitud al Ministro deObras Pblicas pidiendo la aprobacin del proyecto del pueblo en su campo. El pueblocontaba por entonces con una delegacin municipal fundada en 1929, una sala de primerosauxilios fundada en 1938, una estafeta postal instalada a poco de inaugurarse la estacin deferrocarril, una escuela primaria inaugurada en 1931, y un Club deportivo inaugurado en1930.1311 En este artculo se considera que el territorio sintetiza en sus aspectos ms invisibles, ocultos y profundos,relaciones de poder material y simblico. Pero adems, el territorio se caracteriza por ser: un espacio producidosocialmente, sea por medio de prcticas espaciales (espacio vivido), formas de representacin, mapas, figuras(espacio representado) o a travs de smbolos, ideas o conceptos (espacio simblico); un espacio concreto(zona, rea, horizontalidades) y un espacio virtual o abstracto (redes, tramas, verticalidades); un espacio banal,es espacio de todos, que conjuga un rea o zona definida donde la gente vive y trabaja con un espacio virtual,compuesto por las redes y tramas que operan en el mismo; un espacio delimitado, que tiene un lmite y tambinuna alteridad: la diferencia entre nosotros y los otros (lmites que pueden identificarse sea por razonesidentitarias, administrativas, polticas y/o fsico-ambientales). (Manzanal, 2007)12 Vase: (Jelin, 2001)13 Fuente: lbum del Centenario del Partido de Lobera, 1839-1939, Editado por Empresa Bonaerense deAlbums, Baha Blanca, 1940. 11. Familias rurales en el desierto verde.Hoy la nocin de desierto vuelve a resonar con un adjetivo: verde. El verde sojarecorre montono y prolijo los contornos del ejido urbano de San Manuel. El modelo agrarioactual, producto necesario al proyecto impuesto por la dictadura cvico-militar de 1976 yprofundizado en los aos 90, construye la imagen de un desierto verde, un territorioexcluyente, una agricultura sin agricultores. Las caractersticas del modelo agrario actual comenzaron a configurarse amediados de los aos setenta del siglo pasado. El proceso de modernizacin excluyenteimplic la introduccin de un modelo agrario especfico que se configura en su formaacabada en los aos noventa. En el marco de la globalizacin del mercado capitalista, loscambios en el agro argentino tuvieron como base la desregulacin poltica, la aperturaeconmica y la innovacin tecnolgica (Gras, C. y Hernndez, V., 2009). () la salidaneoliberal se tradujo en la implementacin de un programa drstico de reformasestructurales que, acompaado y facilitado por la instalacin de un nuevo modelo dedominacin poltica, termin produciendo una fuerte mutacin y reconfiguracin de lasociedad. La doble dinmica de polarizacin y fragmentacin fue moldeando los contornosms duraderos de un nuevo pas, de una sociedad excluyente, estructurada sobre la basede la cristalizacin de las desigualdades tanto econmicas como sociales y culturales(Svampa, 2007). Basta con dar una mirada a los datos proporcionados por los Censos NacionalesAgropecuarios de 1988 y 2002, para observar algunas de las transformaciones de laestructura agraria en la Argentina. El 21% de las explotaciones agropecuarias (EAPs)desaparecen en el perodo inter-censal, mientras que la superficie promedio de las EAPsaumenta un 20,4%.Cuadro N 2. Partido de Lobera: N de Explotaciones agropecuarias, Superficie Promedio. N EAPsSuperficie PromedioPartido1988 2002Variacin %1988 2002Variacin %Lobera987 544 - 45 396 839 111Fuente: INDEC, Censos Nacionales Agropecuarios 1988, 2002. Elaboracin propia. El cuadro precedente muestra como el partido de Lobera (donde se encuentraubicado el pueblo rural de San Manuel) no qued exento a las transformacionesestructurales. Las EAPs se reducen en un 45%, siendo las ms afectadas las de menortamao. Las explotaciones menores a 200 has. se reducen en un 64% en el perodointercensal. Al mismo tiempo, como sealbamos, el modelo de modernizacin excluyenteimplic la explosiva expansin del cultivo de soja. Los datos para el partido de Lobera,resultan significativos: en 1988 se cultivaban un total de 664 has. de soja de primera, enprimera y segunda ocupacin y 7.726 has de soja de primera, en primera y segundaocupacin en el 2002.El anlisis de los datos proporcionados por los censos nacionales de poblacindesde 1980 hasta el 2001, muestran la dinmica poblacional de los mundos rurales,signados por acelerados procesos de despoblamiento. Diez Tetamanti (2006) seala que el40% de los pueblos rurales de la Argentina corre el riesgo de extincin, se trata de 800localidades de menos de 2000 habitantes. 12. Cuadro 3. Evolucin de la poblacin del partido de Lobera: 1980-2001Partido 19801991Variacin Variacin %2001Variacin Variacin % Intercensal1980-1991 intercensal 1991-2001 Lobera 17475 17647 1720,917008 -639 -3,6Fuente: INDEC, Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda 1980,1991, 2001. Elaboracin propia. El cuadro muestra que en el partido de Lobera se observa un aumento del 0,9% dela poblacin entre 1980 y 1991 y una disminucin en un 3,6% entre 1991 y 2001. En elsudeste bonaerense los partidos que ms ven incrementada su poblacin entre 1991 y 2001son los partidos de General Alvarado, Tandil y Pueyrredn, en un 13,2%, 6,8% y 5,9 %respectivamente.Cuadro 4. Evolucin de la poblacin urbana y rural del partido de Lobera: 1980-2001 1980 (%) 1991 (%) 2001 (%)PoblacinPoblacinPoblacinPoblacin PoblacinPoblacinurbana ruralurbana rural urbana ruralPartidodeLobera5545 6238 7228Fuente: INDEC, Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda 1980,1991, 2001. Elaboracin propia.Lo que se observa a partir del cuadro precedente es el aumento de la poblacinurbana en el partido y una drstica disminucin de la poblacin rural. En los aos 80 seobserva un elevado porcentaje de poblacin rural, mientras que en los aos noventa seobserva una abrupta cada.Cuadro 5. Evolucin de la poblacin rural agrupada y dispersa entre 1980 y 20021980 1991 2001 PoblacinPoblacinPoblacin Agrup.Disp. Agrup.Disp.Agrup. Disp. ruralruralruralPartido de78511046 6805 6728 12665462 4809 11203689LoberaFuente: INDEC, Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda, 1980,1991, 2001. Elaboracin propia. En el cuadro 5 se observa la disminucin sostenida de la poblacin dispersa entre1980 y 2001. La poblacin agrupada, por su parte, se mantiene relativamente estable. ElINDEC define como poblacin agrupada a aquella que contiene entre 2000 a 500habitantes.Cuadro 6. Evolucin de la poblacin de la localidad de San Manuel entre 1980 y 2001Localidad del partido de Lobera1980 1991 2001 San Manuel 1046 1266 1120Fuente: INDEC, Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda, 1980,1991, 2001. Elaboracin propia. 13. El cuadro 6 muestra como la poblacin del pueblo rural del San Manuel crece entre1980 y 1991 y decrece en la dcada del 90. Datos proporcionados por el Centro de Saludde San Manuel, quienes elaboraron un Censo en el ao 2008, sealan que la poblacin deSan Manuel se ha visto incrementada en los ltimos aos. Los datos proporcionados pordicho centro sealan que para el 2008 San Manuel tena una poblacin de 1322 habitantesen su zona urbana. La poblacin est constituida por 500 familias, en su mayora nucleares.En la seccin de quintas se encuentran viviendo doscientas dos personas, distribuidas encincuenta y cinco familias, de las cuales treinta y tres reciben algn tipo de asistencia porparte del estado.A partir del anlisis de entrevistas a informantes calificados, surgen dos causascentrales del aumento de la poblacin en los ltimos aos en San Manuel. Por un lado, seseala que un nmero importante de productores pequeos, viven en la actualidad en elejido urbano, tras tomar la decisin de dar en arriendo sus tierras a los pools de siembra queoperan en el territorio. Por otro lado, se seala la relevancia de la escuela como motivo detraslado al pueblo. Durante los aos 90 las escuelas rurales de la regin cerraron suspuertas, y en San Manuel se crea la escuela de Concentracin. Dicha escuela recibe a losalumnos de las viejas escuelas rurales. El engorroso traslado hacia San Manuel motiv quealgunas familias decidan vivir en el pueblo en busca de mejores condiciones de vida.Relatar la vida en territorios rurales excluyentes.El relato de los agentes sociales ocupa un lugar central en esta investigacin. Losrelatos son memorias de distintos momentos de la vida de los entrevistados. Las versionesde la vida nunca son completas, indagar el significado de lo que se recuerda y lo que sesilencia en los relatos, se vuelve relevante cuando se analizan fuentes orales.14 Est claro que la narracin de una vida no puede ser simplemente la imagen doblede esa vida. () Cada destino se forja en la incertidumbre de los hombres, de lascircunstancias y de s mismo. Esta tensin constante, esta carga de lo desconocido, quecorresponde a la flecha misma del tiempo vivido, no puede subsistir en la narracin de losrecuerdos, llevada a cabo a posteriori por alguien que conoce el fin de la historia (Gusdorf,1991).Los agentes seleccionados para esta investigacin ocupan distintas posiciones en elespacio social local. Bourdieu seala que se puede representar al mundo social en formade espacio (de varias dimensiones) construido sobre la base de principios de diferenciacino distribucin constituidos por el conjunto de las propiedades que actan en el universosocial en cuestin, es decir, las propiedades capaces de conferir a quien las posea confuerza, poder, en ese universo. Los agentes y grupos de agentes se definen entonces porsus posiciones relativas en ese espacio (Bourdieu, 1997).La heterogeneidad fue uno de los criterios para la seleccin de los productoresfamiliares. Entendemos a la agricultura familiar como una forma de vida y una cuestincultura, que tiene como principal objetivo la reproduccin social de la familia en condicionesdignas, donde la gestin de la unidad productiva y las inversiones en ella realizadas eshecha por individuos que mantienen entre s lazos de familia, la mayor parte del trabajo esaportada por los miembros de la familia, la propiedad de los medios de produccin (aunqueno siempre la tierra) pertenecen a la familia, y es en su interior que se realiza la transmisinde valores, prcticas y experiencias (Foro de Agricultura Familiar, 2006)14 La relacin entre narrador, personaje y autor siempre es problemtica, la construccin de una historia de vidaes el modo mediante el cual el individuo representa aquellos aspectos del pasado que son relevantes para lasituacin presente. Es decir relevantes en trminos de intenciones (orientadas al futuro) mediante las cuales lgua sus acciones presenta. Las historias de vida no son, por tanto, una coleccin de todos los acontecimientosdel curso de la vida individual, sino ms bien autoimgenes estructurales (Kohli, 1993). 14. Cmo se reproducen socialmente los productores familiares en el contexto deconstruccin de territorios excluyentes? -Vivo en un fondito. Relatos detrs de las vas. El silencio profundo de la siesta invada el comedor de Liliana. No, no, de hectreasnada, son unos fonditos detrs de las vas y ya se termin. Ac hay un cachito, al lado hayuna casita y un fondito noms, relataba Liliana. Se trata de una productora familiar sin tierraque se dedica a la cra de guachos.15 En general las hembras Holando son criadas en lasguacheras para reposicin del tambo o para ventas como reproductoras, en cambio, losmachos en general al no ser criados, son vendidos a bajos precio, se regalan o sacrifican(Pascal, 2010). El fondito detrs de las vas. Formas de narrar significativas si se analiza laconstruccin de las identidades y el espacio social. Por qu delante y detrs? Delante ydetrs de qu? El eje material de las vas del tren est cargado de elementos simblicos. Eldelante y detrs es una construccin social que funciona como una frontera que separa ydivide al mismo tiempo. El delante es el espacio donde los ciudadanos reciben todos losservicios, el detrs funciona como el espacio de la exclusin. La voz polifnica de Lilianaconstruye el atrs del espacio social. Ese atrs introduce la otredad del delante. Eldelante tiene as un lugar protagnico en el detrs.16Liliana forma parte de un grupo ProFam de Crianza Artificial de Terneros Holando deSan Manuel. En el ao 2003 el INTA puso en marcha el Programa para ProductoresFamiliares (Profam), destinado a integrantes de la comunidad rural con las siguientescaractersticas: escala muy reducida, deficientes recursos de estructura, falta deorganizacin, falta de acceso al crdito, dificultad en la comercializacin, bajos ingresos. Lafinalidad del Profam es asistirlos para que inicien un proceso de cambio en su organizacin,mejoren sus habilidades productivas, de gestin y comercializacin, generen alternativasque les faciliten superar, a travs de la mejora del nivel de ingresos, la situacin deestancamiento en la que se encuentran, y accedan a mejores condiciones de vida.17Como parte de las estrategias de autoproduccin de alimentos, Liliana cra susguachos en los terrenos ferroviarios o a la vera de caminos vecinales. A cargo de dos de sustres hijos Liliana despliega estrategias que se relacionan por un lado con la pluriactividad ypor otro con el desarrollo de estrategias vinculadas a ampliar su capital social. Adems de lacra de guachos, el trabajo de granja y huerta, Liliana es empleada domstica en el Clublocal.Se considera que la construccin y consolidacin de relaciones sociales (capitalsocial) resulta fundamental. La participacin en un grupo ProFam permite que Lilianaconstruya redes sociales duraderas con quienes ocupan otras posiciones en el espaciosocial. El capital social est ligado a un crculo de relaciones estables que son el productode estrategias de inversin social consciente o inconscientemente orientadas hacia lainstitucin o reproduccin de relaciones sociales directamente utilizables, a corto o a largoplazo (Bourdieu, 1980).15 En trminos generales en el vocabulario rural se denomina guacho a los machos que el tambo descarta.16 Una de las concepciones ms lcidas en cuanto al despliegue de las voces en el plano de la interdiscursividades sin duda la de Mijail Bajtin. En su perspectiva, definida por sus seguidores como dialogismo, el lenguaje esesencialmente ajeno, su densidad significante est hecha de siglos de historia y tradicin, en definitiva, de otrasvoces que casi han dicho todo antes que tenga lugar la propia enunciacin. No habr entonces, al producirseun enunciado, ningn Adn bblico dueo de su palabra, sino ms bien una pluralidad de voces ajenas polifona- que haban la propia voz. La pluralidad de la voz introduce la otredad en el corazn mismo dellenguaje. Vase: (Arfuch, 2005).17 Vase: http://www.inta.gov.ar/profeder/fam/que.htm 15. Fui desde siempre el lechero del pueblo Ubicada en los lmites del casco urbano del pueblo, la explotacin de Mario cuentaen la actualidad con 56 has. La voz de Mario resulta significativa: desde los 9 aos hizotambo junto a su padre. Hasta hace unos meses produca leche en su explotacin, y lacomercializaba casa por casa en el pueblo. Mario fue desde siempre el lechero del pueblo,pero despus de 43 aos de recorrer las calles pueblerinas repartiendo leche, decidivender las vacas y dedicarse a la granja. Mario relata: Ya la gente de bromatologa me estaba insistiendo en que estesistema no iba ms. Me da pena dejar Bromatologa recomienda no consumir esta lechesin pasteurizar. Ahora estoy sembrando algo y con hacienda criando guachitos. Tengo unaespecie de granja, tengo de todo, desde gallinas, pavos, chanchos, ovejas, de todo, poco,pero todo, y adems doy en alquiler 20 hectreas de mi campo para la siembra de soja. ()Yo estoy muy preocupado porque el grupo de los Grobocopatel compr la planta acopiadorams importante del pueblo. La posesin o no de tecnologa comienza a transformarse en un factor clave paraexplicar uno de los fenmenos centrales para el rea rural: el proceso de despoblamiento.En las ltimas dcadas se sucedieron cambios tecnolgicos que fueron parte y afectaron losprocesos de reestructuracin social y productiva de los espacios rurales, dichos cambiosestuvieron condicionados por las tendencias econmicas globales, que buscaron profundizarla expansin del capitalismo en la agricultura (Cceres, 1997). Para el caso especfico de laproduccin lctea pueden visualizarse dos tipos de tambos: los integrados al circuito mayory los no integrados, para los que quedan dos caminos: la integracin a circuitos menores deescala local, o la desaparicin que fue el caso de Mario. La nueva agricultura impulsada por los agronegocios plante una organizacin detipo empresarial de la produccin (capitalizacin, siembra directa, y diversas formas dearrendamiento y contratismo, terciarizacin de labores, etc.), con crecientes mecanismos deintegracin (hacia delante y atrs de la cadena de valor) provenientes del sector industrial yde insumos. El modelo de agricultura industrial expuso a los pequeos productores a ladicotoma entre reconvertirse o desaparecer. Los grandes grupos econmicos (pools desiembra y fondos de inversin) se favorecieron a travs de subsidios encubiertos, crditos yacceso a tierras fiscales evidenciando una fuerte concentracin de capital productivo. Lacontracara del modelo, se reflej en el abandono y remate de tierras y maquinaria de losproductores con menos disponibilidad de capital. Al menos hasta el presente la construccin de estrategias de inversin econmicasorientadas a la transformacin de la explotacin y la construccin de nuevas formas deorganizacin productiva (de tambo a granja y arriendo de parte significativa del campo parael cultivo de soja) permiti resistir a la familia de Mario los embates de las transformacionesestructurales. Hoy lo nico que da es la soja. El relato de Osvaldo muestra claramente los procesos de expansin de la fronteraagropecuaria y el ingreso de nuevos actores al territorio. Ac desde que vino mi padresiempre se hizo agricultura y ganadera, pero en su momento era un 30% agricultura y un70% ganadera, despus fue un 50 y 50 y ahora es un 30 y 70. Y dentro de todo he seguidoporque soy un poco porfiado, lamentablemente las vacas no dan y lo que da es la sojaseala Osvaldo propietario de 200 hectreas. El relato de Osvaldo muestra la consolidacin del modelo de agricultura industrialliderado por la soja y la reorganizacin territorial que acenta el agro como productor deinsumos para la agroindustria de exportacin. 16. En la Argentina el Ajuste Estructural en los aos 90 y el quiebre de la Convertibilidada partir de 2002 reforzaron la salida exportadora sobre la base de la desindustrializacin -reprimarizacin productiva del pas (Schorr, 2005) como parte de un mismo proceso en dosetapas sucesivas y para nada contradictorias. Aprovechando las condiciones productivas delsector agropecuario, se expandi un modelo que impulsaba la produccin de cereales yoleaginosas, continuando con el proceso de agriculturizacin iniciado en los 70. Suatrayente rentabilidad se opone a la fuerte inversin que demanda, abriendo una brechaentre el reducido sector de poblacin que se incorpora al modelo y la otra parte que quedaexcluida. La aplicacin de polticas por parte del Estado (apertura de mercados,liberalizacin del comercio exterior, flexibilizacin laboral, etc.), lejos de suponer unadesregulacin de las relaciones conflictivas capital trabajo, han significado una clararegulacin en favor del gran capital concentrado. Los procesos descriptos modificaron la estructura agraria regional. Esta evolucinguiada por el mercado (que no se produce sin conflicto) provoca una diferenciacin deproductores con distintas estrategias y capacidades tcnicas y econmicas en suvinculacin con la industria (Mateos y Capezio, 2006). Por ello, en trminos econmico-productivos, asistimos a una elevacin de la competitividad sectorial, que al mismo tiemporesulta en una profundizacin de la crisis social. Opera as, una prdida progresiva desaberes y autonoma productiva. Como consecuencia de ello, el productor pierde capacidadde decisin, diluyndose en el marco de estrategias globales de acumulacin capitalista(Gutman, 1991). Consideraciones finalesLos cambios operados en los diversos eslabones de la cadena agroalimentariapampeana, durante las ltimas tres dcadas, supusieron profundas modificaciones de laestructura agraria. La intensificacin del factor capital y la llegada de empresastransnacionales, impuls el denominado paradigma de los agronegocios, que impact en elsector transformando su lgica de acumulacin. El nuevo paradigma impulso formas deorganizacin de la produccin, con mayor tecnologa y capacidad de gestin, ms flexibles yeficientes, vinculado a la obtencin de escala y superiores niveles de productividad. Sinembargo su atrayente rentabilidad se opone a la fuerte inversin que demanda, abriendouna brecha entre el reducido segmento de productores que se incorpora al modelo y la otraparte que queda excluida. El modelo agrario actual caracterizado por la valorizacin financiera de capital, laincorporacin de nuevas tecnologas, la expansin del monocultivo de soja, la dependenciacon las empresas multinacionales, configura un devenir signado por la construccin deterritorios rurales excluyentes. El despoblamiento rural, la desarticulacin de la agriculturafamiliar, la concentracin de la tierra, la desaparicin de explotaciones agropecuarias, laprdida de seguridad y soberana alimentaria, son algunas de las consecuencias socialesdel modelo agrario construido desde mediados de la dcada del setenta.Lejos de los que algunos autores sostienen, la estructura productiva del agronegocio,que presenta gran dinamismo interno, no ha generado un efecto derrame al conjunto de laeconoma regional donde se inserta. La ausencia de este efecto potenciador del entramadosocial se asocia a la lgica territorial que moviliza el nuevo esquema productivo, la cual noencuentra su sustento principal en el espacio local de los pueblos, sino en la articulacin conredes de mayor alcance, de las cuales provienen la mayor parte de los insumos tecnolgicosy las fuentes de inversin, y a la cual se remiten mayoritariamente las ganancias obtenidasde la produccin agropecuaria. Gran parte de los pueblos rurales hoy resultan afuncionales para la nueva dinmicade acumulacin, y sufren una reconfiguracin espacial, que en algunos casos extremosconlleva a su desaparicin. En otros casos, y por factores que merecen ser explicados conmayor en profundidad, algunos pueblos sobreviven e incluso se dinamizan. 17. El nuevo modelo productivo liderado por el paradigma de los agronegocioscontribuy a afectar la continuidad de los pueblos rurales del sudeste bonaerense,generando tensiones en la utilizacin y apropiacin del territorio. En trabajos posteriores, seintentara analizar el despliegue de dispositivos que permiten al agronegocio suterritorializacin de forma conflictiva, desigual y contradictoria, e interpretar las formas deresistencia adoptadas por los actores enraizados en el mbito local. Bibliografa. lbum del Centenario del Partido de Lobera, 1839-1939, Editado por EmpresaBonaerense de Albums, Baha Blanca, 1940. ARFUCH, L. (2005). Identidades, sujetos y subjetividades, Prometeo, Buenos Aires. BARSKY, Andrs (1997). La puesta en valor y produccin del territorio comogeneradora de nuevas geografas. En: El agro pampeano: el fin de un periodo. BARSKY, Osvaldo y GELMAN, Jorge (2009). Historia del Agro Argentino. Desde laConquista hasta comienzos del siglo XXI. Buenos Aires. Editorial Sudamericana. BIDASECA, Karina y GRAS, Carla (2009). Los 90 y despus. Criterios de pertenencia,exclusin y diferenciacin social en tres pueblos del corredor sojero en La Argentinarural. De la agricultura familiar a los agronegocios. 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