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PPPI UNED Curso 2008/2009 TEMA 23. LA EDAD DEL BRONCE RECIENTE Bibliografía: unidad didáctica de Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica, p. 319-360; unidad didáctica de Prehistoria, p. 619 (poblado de Cortes de Navarra, de la Cultura de los Campos de Urnas). Examen: El Bronce Final: la corriente atlántica: ámbito geográfico; cultura material y división interna; centros de producción metalúrgica y rutas comerciales. El Bronce Atlántico. Las estelas del sudoeste. A la par que se produce –por distintas razones– la desarticulación y desmembración de los grupos culturales del Bronce Pleno (Bronce Medio en España), se van produciendo progresivamente algunas novedades, caracterizadas por cambios en la cultura material y en las costumbres, que van prefigurando una época vinculada todavía al Bronce pero que se acerca ya a los límites culturales y cronológicos de lo que llamamos Edad del Hierro I. Estos cambios se debieron a distintas razones –puntuales y manifiestas de modo diverso para cada una de las Edades del Bronce que conocemos en Europa– y acarrearon consecuencias diversas. CAUSAS DE LA TRANSFORMACIÓN Inestabilidad de los grandes centros culturales. Hacia el XII a. C. (es decir, el 1200 a. C.), se produce el colapso de una de las áreas claves en el Bronce Europeo: el Egeo. La desaparición de sus focos principales como resultado de la acción de los “pueblos del mar” es el primer episodio de una serie de movimientos demográficos –que llegarán a la Península, en torno al IX a. C. a través de los Celtas– que desconfigurarán los centros de poder del Bronce Pleno y que acarrearan consecuencias para todo el Mediterráneo y en especial para las comunidades a ellos abiertos. Transformación de las pautas tradicionales de subsistencia y de los centros de gravedad de la metalurgia, que empieza en este momento a ser fundamentalmente atlántica. En estas áreas se accede primero al bronce puro estamnífero. Ello coincide, además, con el vacío cultural que queda en el Mediterráneo como consecuencia del colapso provocado por los “pueblos del mar”. Inestabilidad general y proliferación de los contactos comerciales entre grupos. ELEMENTOS DEL CAMBIO Generalización de las fortificaciones. Este hecho, propio en la Prehistoria Reciente en épocas de transformación, es sólo la aceleración de lo que había empezado a suceder en el Calcolítico y se TEMA 23. LA EDAD DEL BRONCE RECIENTE 1

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TEMA 1 HISTORIA DE LA PREHISTORIA ESPAOLA

PPPI UNED Curso 2008/2009

TEMA 23. La Edad del Bronce Reciente

Bibliografa: unidad didctica de Prehistoria y Protohistoria de la Pennsula Ibrica, p. 319-360; unidad didctica de Prehistoria, p. 619 (poblado de Cortes de Navarra, de la Cultura de los Campos de Urnas).

Examen:

El Bronce Final: la corriente atlntica: mbito geogrfico; cultura material y divisin interna; centros de

produccin metalrgica y rutas comerciales.

El Bronce Atlntico.

Las estelas del sudoeste.

A la par que se produce por distintas razones la desarticulacin y desmembracin de los grupos culturales del Bronce Pleno (Bronce Medio en Espaa), se van produciendo progresivamente algunas novedades, caracterizadas por cambios en la cultura material y en las costumbres, que van prefigurando una poca vinculada todava al Bronce pero que se acerca ya a los lmites culturales y cronolgicos de lo que llamamos Edad del Hierro I. Estos cambios se debieron a distintas razones puntuales y manifiestas de modo diverso para cada una de las Edades del Bronce que conocemos en Europa y acarrearon consecuencias diversas.

CAUSAS DE LA TRANSFORMACIN Inestabilidad de los grandes centros culturales. Hacia el XII a. C. (es decir, el 1200 a. C.), se produce el colapso de una de las reas claves en el Bronce Europeo: el Egeo. La desaparicin de sus focos principales como resultado de la accin de los pueblos del mar es el primer episodio de una serie de movimientos demogrficos que llegarn a la Pennsula, en torno al IX a. C. a travs de los Celtas que desconfigurarn los centros de poder del Bronce Pleno y que acarrearan consecuencias para todo el Mediterrneo y en especial para las comunidades a ellos abiertos.

Transformacin de las pautas tradicionales de subsistencia y de los centros de gravedad de la metalurgia, que empieza en este momento a ser fundamentalmente atlntica. En estas reas se accede primero al bronce puro estamnfero. Ello coincide, adems, con el vaco cultural que queda en el Mediterrneo como consecuencia del colapso provocado por los pueblos del mar.

Inestabilidad general y proliferacin de los contactos comerciales entre grupos.

ELEMENTOS DEL CAMBIO

Generalizacin de las fortificaciones. Este hecho, propio en la Prehistoria Reciente en pocas de transformacin, es slo la aceleracin de lo que haba empezado a suceder en el Calcoltico y se haba acentuado con el desarrollo metalrgico de algunas comunidades en el Bronce Pleno.

Nuevas formas de ritual funerario. Aunque ya haba algunas manifestaciones de incineracin en algunas culturas del Bronce Europeo, sta se convierte en una generalidad en el Bronce Final y la Edad del Hierro I. Adems, a ese cambio va unido un claro crecimiento de la ostentacin funeraria. Los ajuares son ahora ms ricos, manifestando, adems, la incorporacin no slo de productos locales sino tambin importados.

Activos contactos comerciales. En esta poca se produce una intensificacin de la presencia de objetos sobre todo de ajuar funerario que son resultado del intercambio cultural. Aunque ya estaba testimoniado para el Bronce Antiguo y Pleno cobra ahora mayor importancia.

1. Concepto y cronologa

Cronologa general de la Edad del Bronce en la pennsula Ibrica: h. 1250 - h. 750 aC. La Edad del Bronce Reciente es un perodo sumamente importante en Europa occidental y el Mediterrneo. Es la ltima etapa de la Prehistoria, y sirve de transicin a la Protohistoria, siendo incluida en sta por algunos autores. En esta poca, se produce una serie de cambios econmicos y sociales de gran profundidad y alcance, como consecuencia de los cuales se formarn los pueblos histricos.

El motor de estas transformaciones es el desarrollo tecnolgico y comercial. En el primer aspecto, hay que destacar la importante evolucin de la metalurgia. En la Edad del Bronce Reciente, esta industria alcanza una perfeccin ptima, aumenta considerablemente su produccin, y constituye focos metalrgicos de importancia capital en un mbito superior incluso al de la pennsula Ibrica. Adems, es ahora cuando las aleaciones metlicas desplazan definitivamente al cobre puro, aunque ste an se mantiene pero no como materia predominante. El desarrollo de la metalurgia es especialmente notable en el noroeste de la pennsula Ibrica, donde se localiza la Cultura del Bronce Atlntico. Verdadero eje de la cultura arqueolgica del Bronce Final, la industria metalrgica de esta fase puede agruparse en tres grandes bloques:

1. Piezas industriales. Fundamentalmente piezas vinculadas al trabajo minero: martillos y yunques.

2. Bienes de prestigio y lujo (o rituales). Ocupan un lugar fundamental los carritos, las naves, las trompetas tubulares o lures, los cuencos, los trpodes y la mayor parte de las piezas trabajadas en oro, fundamentalmente brazaletes y anillos para el ornato personal as como vasos bicnicos y globulares.

3. Armas y utensilios cotidianos. Tal vez algunos de los utensilios cotidianos se fabrican en serie (ruedas, piezas de arns, colgantes, alfileres, navajas de afeitar, hachas). Entre las armas destacan las espadas, las lanzas tubulares, los escudos con escotadura en V, los cascos

Por su parte, la regin mediterrnea y Andaluca quedan plenamente integradas en las redes comerciales de larga distancia. Todo ello hace que la pennsula Ibrica adquiera en este perodo precisamente la importancia estratgica que la caracteriza, fenmeno que alcanza su plenitud desde el siglo X aC, momento de apogeo de la Cultura del Bronce Atlntico.

Paralelamente, la industria ltica tiende a abandonarse, con una produccin insignificante ante el auge del bronce. La industria sea, por su parte, se limita a la produccin de mangos, casi siempre para herramientas metlicas.

Estas transformaciones industriales provocan modificaciones radicales de las estrategias de subsistencia, que estn ya totalmente determinadas por la metalurgia y los intercambios. Y, puesto que el nuevo sistema econmico se hace tan complejo, su direccin ser asumida por unas elites sociales altamente diferenciadas. Comienzan en la Edad del Bronce Reciente, por tanto, las sociedades complejas.

La cronologa de esta etapa es diferente para las distintas regiones peninsulares, sobre todo en cuanto al lmite final, que depende de la difusin de la metalurgia del hierro y las formas de organizacin social vinculadas a ella. Ello no obstante, se puede establecer una cronologa general para la pennsula Ibrica de aproximadamente 1250 - 750 aC. En la mayor parte del territorio ibrico, la Edad del Bronce Reciente se subdivide en tres fases, la ltima de las cuales es de transicin a la Primera Edad del Hierro.

2. Influencias culturales alctonas en la pennsula Ibrica

La Edad del Bronce Reciente se caracteriza por las importantsimas relaciones culturales y comerciales con las sociedades exteriores a la Pennsula. Sin que se conozcan con total precisin los posibles asentamientos de grupos tnicos alctonos, s se detectan exactamente sus influencias y las zonas de difusin de sus elementos culturales, los cuales, ms o menos fusionados con tradiciones autctonas, van paulatinamente definiendo los pueblos histricos que se consolidarn a partir de la Primera Edad del Hierro.

En todo caso, estos contactos producen profundos cambios culturales que marcan el paso a la Protohistoria. Las influencias recibidas tienen tres orgenes y vas de difusin:

Corriente atlntica: Procedentes de las islas Britnicas y Bretaa, tiene sus antecedentes, como ya se ha visto, en las edades del Bronce Antiguo y Medio, aunque ahora es cuando alcanza su mxima plenitud. Su influencia se ejerce en el noroeste de la Pennsula, y en menor medida en el sudoeste (aunque aqu no es que la influencia atlntica sea menos intensa, sino que se combina con la mediterrnea). Es precisamente en la regin atlntica donde, gracias al impacto de estas transformaciones, se va a desarrollar la Cultura del Bronce Atlntico, la cual incluye tanto el noroeste como el sudoeste. Su manifestacin cultural ms importante es una metalurgia de gran calidad, en la que ya predomina el autntico bronce de aleacin triple (cobre, plomo y estao). Tambin aporta una tcnica de construccin naval y navegacin muy desarrolladas y adaptadas a las condiciones marineras de las rutas atlnticas; entre las innovaciones aportadas por esta cultura podra estar el uso de la vela.

Corriente mediterrnea: Consiste en los primeros contactos estables con el Mediterrneo oriental, constituyendo lo que se podra llamar fase protocolonial, como preludio al asentamiento de fenicios y griegos en la Edad del Hierro. Su influencia se ejerce en el sudeste y Andaluca, en cuyo extremo occidental esta corriente confluye con la del Bronce Atlntico. Su aportacin principal es la constitucin de grandes redes comerciales, que traen a la Pennsula innovaciones tecnolgicas y estilsticas, y quiz incluso la escritura.

Corriente continental: Procedente de Europa central, es la prolongacin occidental de la Cultura de los Campos de Urnas. Su principal aportacin es el rito funerario de incineracin y deposicin en urnas y tmulos; pero se incorpora tambin una metalurgia del bronce muy desarrollada, con la que se producen nuevas tipologas de armamentos. Su penetracin se produce por el Pirineo, y su rea de influencia abarca Catalunya y las zonas vecinas, hasta el Cantbrico oriental, el Levante y parte de la Meseta.

Todas estas influencias culturales tienen distintas formas de interaccin con las comunidades indgenas, ya de por s muy heterogneas desde las edades del Bronce Antiguo y Medio. Como consecuencia de ello, se perfilarn culturas regionales muy diferenciadas, aunque con un contacto muy intenso entre s y con comunidades exteriores a la pennsula Ibrica, la cual queda ahora perfectamente integrada en las redes de intercambio a larga distancia. A pesar de la diversidad regional, todas las culturas peninsulares se caracterizan por un grado alto de jerarquizacin social (excepto en todo caso la Cultura de los Campos de Urnas), con la plena implantacin de las sociedades complejas regidas por aristocracias con un gran sentido de la identidad territorial.

A continuacin se estudiar la Edad del Bronce Reciente en las principales reas de la pennsula Ibrica en esta poca (la Cultura del Bronce Atlntico y la de los Campos de Urnas); estas culturas no se identifican con total exactitud con las corrientes de influencias expuestas. As, por ejemplo, la Cultura del Bronce Atlntico tiene un importante influjo atlntico en el noroeste, que se combina con el mediterrneo en el sudoeste, y tiene un foco de proyeccin hacia el interior de la Meseta en Extremadura.

3. La Cultura del Bronce Atlntico

Las peculiaridades de este grupo cultural que manifiesta el apogeo de una zona ms experimentada en el trabajo metalrgico abarcan la fachada atlntica de Francia, Pases Bajos, Islas Britnicas y Pennsula Ibrica. Generalizacin de nuevos sistemas productivos asociados a la metalurgia. As, se experimenta con nuevas aleaciones (principalmente el bronce estamnfero pero de un modo tambin notable una aleacin tripartita entre cobre, estao y plomo) y se produce un sin fin de nuevas armas y herramientas, que no esconden las influencias de los vecinos Campos de Urnas. El grado de pericia y experimentacin no es ajeno a la presencia de la materia prima (el estao de las Islas Casitrides).

Prolifera la ocultacin o depsito de muchos de los utensilios, bien con carcter industrial (almacn de stock sobrante o inacabado de artesanos) o bien con carcter votivo (ofrendas religiosas). Entre las nuevas formas con las que se innova, quizs las ms singulares son las que, adems, se difunden a travs de los mercados comerciales que, como hemos dicho, son tpicos de esta poca: calderos, carritos, trompas, hachas de cubo, espadas de lengeta, puales, hachas planas, cascos

La navegacin y los contactos comerciales manifiestos en la presencia de algunos de los nuevos artculos metalrgicos que se fabrican generan la unidad cultural manifiesta en toda la fachada atlntica y que, en la Pennsula Ibrica, adems, se extiende hacia el interior, con los siguientes rasgos:

1. Culturas caracterizadas por un sustrato cultural autctono e influencias mediterrneas, centroeuropeas y, especialmente atlnticas.

2. Diversidad regional por la presencia de un sustrato local que prefigura de hecho unidades culturales notables ya en la Edad del Hierro. As, la Cultura Precastrea de Galicia y Norte de Portugal; la Cultura Alemtejana de las Estelas de Extremadura; la Cultura Tartsica de Andaluca Oriental y el Sudoeste; y la Cultura de Cogotas de la Meseta.3. Especializacin en nuevas formas cermicas. La ms caracterstica es la del boquique, una cermica a mano con decoracin sumamente barroca y que refuerza los motivos ornamentales con incrustaciones blancas de pasta vtrea. Junto a ella conviven los tipos incisos y excisos habituales, as como las bruidas y pintadas de Andaluca.4. Desarrollo metalrgico. Trabajo de oro, puntas de lanza tubulares en bronce, espadas de lengua de carpa, hachas de taln, as como piezas importadas (notablemente, calderos).

Abarca todas las regiones costeras del occidente peninsular, desde el golfo de Vizcaya al de Cdiz, as como Bretaa y las islas Britnicas; en la pennsula Ibrica penetra profundamente desde la costa hacia el interior, integrndose en esta cultura el noroeste de Castilla y Len, Extremadura y toda Andaluca occidental. Se subdivide en tres fases, cuya sucesin est definida por la creciente interrelacin de todas estas regiones, favorecida por el gran desarrollo de la navegacin. La gran extensin de la Cultura del Bronce Atlntico hace que presente ciertas variedades. En el noroeste se percibe plenamente la influencia de Bretaa y las islas Britnicas, pero al mismo tiempo su metalurgia caracterstica se ha encontrado incluso en las cercanas del Pirineo, lo que indica movimientos culturales multidireccionales. Lo mismo se observa en el sudoeste, especialmente en Huelva, donde la metalurgia se enriquece con aleaciones de gran calidad procedentes del mbito atlntico, pero donde las formas noroccidentales se combinan con las del Mediterrneo central y oriental; las mismas influencias se observan en una rica orfebrera. De estas relaciones mltiples surgirn las culturas tartsica y turdetana. Extremadura, como regin intermedia, recibe de manera muy intensa las influencias del noroeste y el sudoeste; pero tambin las de la corriente continental, actuando a su vez como foco de expansin de la metalurgia del bronce hacia el interior peninsular. Como se ve, la red de influencias recprocas es ya en esta poca muy compleja.

3.1 Tecnologa

Como ya se ha dicho, el fenmeno fundamental en este aspecto es el desarrollo de la metalurgia del bronce. En el occidente de la pennsula Ibrica coincidan importantes recursos mineros: el cobre en el sudoeste, y el estao en el noroeste y Extremadura. Las sociedades productoras de metalurgia del bronce de las islas Britnicas y Francia occidental estaban muy interesadas en el acceso a estos recursos. Por ello, entablaron relaciones de intercambio con las comunidades indgenas, a las cuales entregaban productos de bronce ya manufacturados, bien como medio de pago o como regalo para atraer su voluntad, lo cual debi de ser una prctica importante en la poca. Estas aportaciones incluyen tambin piezas de orfebrera de oro, como torques de varios anillos de oro soldados entre s, brazaletes, etc. Una regin igualmente beneficiada por estos intercambios fue el valle medio y bajo del Tajo, que, aunque sin grandes recursos mineros, se convirti en zona de comunicacin entre los distintos distritos mineros. Los investigadores creen que estos primeros objetos manufacturados importados fueron empleados como modelo para la organizacin de industrias locales, ya que a partir de ahora hay una gran acumulacin de objetos de las mismas tipologas, pero los hallazgos de crisoles, moldes y escorias prueban que se trata ya de una fabricacin local. En particular, hay dos grandes centros metalrgicos: el valle bajo del Tajo y Huelva. En esta ltima zona destac el hallazgo en 1923 de un importante conjunto de armas de bronce en el fondo de la ra del Odiel, compuesto principalmente por espadas alargadas de punta de carpa (unidad didctica, p. 328); contena tambin puntas de lanza, puales e incluso un casco, aunque todo ello muy deteriorado. Datado este conjunto en el siglo IX aC, se pens inicialmente que se trataba de un pecio, prueba de intensas relaciones comerciales. Sin negar estos intercambios, la interpretacin actual hace referencia ms bien a los ritos funerarios: el conjunto constituira un ajuar funerario, quiz de un jefe guerrero, depositado en una barca junto con el cadver y abandonado en la ra. Esta cuestin plantea, pues, tambin la idea de aportaciones ideolgicas muy importantes. El conjunto de armas de Huelva, de produccin local, presenta influencias tanto del Bronce Atlntico como del Mediterrneo.

En cuanto a las repercusiones econmicas de la metalurgia, se supone que se aplic tambin al utillaje agrcola, aunque esto no ha podido ser probado. Otros cambios tcnicos en la agricultura consisten en la prctica del abonado y la sustitucin de la azada por el arado con tiro animal. Los estudios polnicos, por su parte, indican una gran actividad en el noroeste de roturacin, mediante la conversin de extensos bosques en campos y pastos; esto pudo haber tenido consecuencias ambientales importantes, aunque stas tampoco se conocen con precisin.

La cermica completa en este perodo el desarrollo de determinadas tcnicas para el acabado y la decoracin; se trata del bruido y la decoracin con motivos geomtricos; sta se realiza principalmente mediante incisin, y a veces se encuentra tambin en el interior del vaso. El repertorio de utensilios de vajilla tiende a las formas abiertas, aunque hay tambin vasos cerrados. A pesar de estas caractersticas generales para todo el mbito atlntico, hay tipologas cermicas regionales, algunas de las cuales tienen influencias incluso del vaso campaniforme.

3.2. Asentamientos

Son muy poco conocidos por la escasez de yacimientos. A ello hay que aadir que la mayor parte de los datos disponibles corresponde al final de la Edad del Bronce Reciente, por lo que no se conoce la relacin de estos ltimos grupos con sus predecesores. En todo caso, los poblados se ubican, como ya haba ocurrido en pocas anteriores, en lugares estratgicos para el control de los recursos naturales y las rutas comerciales.

Los datos son especialmente escasos en Galicia, donde sin embargo se constata la continuidad de los asentamientos de esta poca hasta la Edad del Hierro, cuando constituirn la Cultura Castrea. En Portugal hay un modelo de ocupacin del territorio jerarquizado. Los poblados situados en eminencias se fortifican, mediante aterrazamientos, murallas de tierra batida o piedras, o fosos. Paralelamente a estos ncleos principales, hay pequeas aldeas o caseros (quiz explotaciones familiares), sin fortificar, situados en el llano o las laderas de las colinas; su funcin es agraria; en algunos de ellos se han encontrado unidades de almacenamiento, las cuales, a causa del pequeo tamao de estos asentamientos, se interpretan como destinadas al abastecimiento de un poblado importantes cercano.

En el sudoeste se produce un gran desarrollo del poblamiento. En particular, destaca el poblado de Huelva, consistente en una agrupacin de cabaas circulares hechas en materiales perecederos, situado en la confluencia de los ros Tinto y Odiel. A lo largo del primero de estos ros se transportaba hasta el emplazamiento el mineral extrado en Riotinto, rea en la que se ha encontrado algn poblado de mineros. En otros lugares de la misma zona hay instalaciones de transformacin metalrgica. Sin embargo, el centro de la actividad industrial sera precisamente el poblado de Huelva, cuya produccin atlntica acusa tanto las influencias atlnticas como las mediterrneas, y cuya calidad est atestiguada por el depsito de la ra ya comentado.

3.3. Estructura social

Como ya se ha dicho, la constitucin de las sociedades complejas en la Edad del Bronce Reciente implic una gran jerarquizacin, no slo de tipo social dentro de cada poblado, sino tambin de tipo urbano entre los distintos asentamientos de la red de dependencia; adems, este proceso est vinculado a la acumulacin de riqueza propiciada por el desarrollo de la metalurgia y los intercambios. Ahora bien, este proceso tiene varios modelos interpretativos. Para algunos investigadores, el motor del cambio fue la metalurgia, la cual propici el control de rutas comerciales y centros productores. Otra explicacin pone el nfasis en el desarrollo demogrfico en un posible contexto de degradacin ambiental, lo que obligara a la transformacin radical de las estrategias de subsistencia. Una tercera incide en la importancia de los excedentes agropecuarios debidos a la mejora de las tcnicas de cultivo, lo que permitira mantener unas clases sociales especializadas en funciones de manufactura e intercambio, las cuales tienen adems para las elites sociales el incentivo de proporcionarles objetos suntuosos con los que sealar su estatus.

Este contenido ideolgico de las transformaciones estructurales resulta fundamental, por cuanto se constata la creciente jerarquizacin social y desigualdad econmica vinculada a la formacin de las sociedades complejas. Adems, algunos elementos culturales pueden ser indicio de prcticas de asimilacin de los jefes locales a la realeza de las sociedades del Mediterrneo oriental con las que hay un creciente intercambio cultural y econmico; ejemplo de esto son las representaciones de cascos y carros en las estelas del sudoeste.

Estos jefes locales, necesitando cada vez ms del comercio que asegure su riqueza y estatus social, conciertan alianzas mercantiles con los jefes de las comunidades vecinas; estas relaciones se cierran mediante el intercambio de regalos, as como a travs de enlaces matrimoniales, pudiendo ser los torques parte de las dotes. Adems, una elite de guerreros asegura el mantenimiento del poder del jefe a nivel local. Los productos metlicos son elementos fundamentales de tesaurizacin de la riqueza y demostracin del estatus, y pueden usarse tambin como medio de intercambio y muestra de amistad (trueque de regalos). As pues, constituyen un patrimonio estratgico para la elite social, motivo por el que las primeras producciones metlicas durante el Calcoltico y la Edad del Bronce se reservan principalmente para objetos suntuarios (adornos, armas), caracterizados por su valor excluyente de las clases desfavorecidas. No obstante esta funcin social de las armas metlicas, debieron de tenerla tambin blica, ya que las crecientes desigualdad social y jerarquizacin de los poblados debieron de generar conflictos. Por ello, algunos autores consideran que en la Edad del Bronce Reciente el saqueo y la rapia fueron medios habituales para la obtencin de botn, derechos sobre los recursos, esclavos, etc. Por este motivo, la elite de guerreros va adquiriendo un peso social cada vez ms importante. Los conflictos generan un repertorio de armas ofensivas y defensivas que en lneas generales permanecer en lo esencial hasta la aparicin de las armas de fuego.

3.4. Ritos funerarios; las estelas del sudoeste

Paradjicamente, en esta etapa relativamente avanzada son muy escasos los enterramientos conocidos, los cuales conservan la tradicin anterior de inhumacin individual en cista o fosa. Algunos autores interpretan la carencia de enterramientos como una transformacin del ritual funerario, muestra del cual sera el conjunto de armas del depsito de la ra de Huelva, datado en el siglo IX ac. Este tipo de depsitos se ha localizado tambin en otros ros de la fachada atlntica de Europa para la misma poca; la prctica llega hasta el Tmesis. Algunos de estos grupos de armas estn acompaados por crneos humanos.

En funcin de estos datos, se cree que la elite social de los guerreros pudo tener un ritual funerario especfico, consistente en el depsito de su cuerpo en una barca dotada de un ajuar metlico de armas, y el abandono de la embarcacin a la deriva en los ros del territorio.

Hay un elemento artstico caracterstico de la Edad del Bronce Reciente: las estelas grabadas del sudoeste. Se trata de lajas de piedra, decoradas mediante grabado. Los temas estn fundamentalmente relacionados con la elite guerrera: figuras antropomorfas estilizadas, que a veces ostentan armas, cascos o adornos; armas, como lanzas, espadas, escudos; carros; etc. Estas estelas se interpretan en el sentido de conmemoraciones simblicas de personajes importantes de la elite guerrera, por lo que tienen tambin una funcin social; pudieron haber tenido adems un uso funerario, aunque casi todos los ejemplares conocidos se encuentran fuera de contextos arqueolgicamente identificables, de modo que no ha sido posible completar su conocimiento, salvo en casos aislados en que sealan efectivamente una tumba. En todo caso, parece que tienen un significado esencialmente simblico, relacionado con la heroizacin del personaje representado; esta idea procede de la analoga con las tumbas monumentales contemporneas del Mediterrneo oriental, donde el carcter singular del difunto se expresa mediante un ajuar de guerrero similar al representado en las estelas grabadas del sudoeste de la pennsula Ibrica. stas se concentran en Extremadura y el Alemtejo, con una cierta dispersin alrededor de estas regiones. El desconocimiento del contexto de estas estelas dificulta su datacin precisa; por ello, algunos autores las sitan al comienzo de la Edad del Bronce Reciente; otros, en cambio, acercan su cronologa a la transicin hacia la Primera Edad del Hierro, por la similitud de los carros representados con los tartsicos. (V. un repertorio de las estelas del sudoeste en unidad didctica, p. 335-336).

4. El nordeste: la Cultura de los Campos de Urnas

Conocemos como Campos de Urnas (Urnenfelder en alemn) a una cultura que se extiende entre el 1200 y el 600 a. C. y caracterizada por necrpolis en las que se entierran urnas funerarias, generalmente globulares o carenadas, con los restos del difunto en su interior, incinerados y acompaados de ajuar. Con oirgen en la Europa Central, se extender hacia el Mediterrneo, con una gran presencia en la parte septentrional de la Pennsula Ibrica.La amplitud de su extensin geogrfica se forj en distintas fases cronolgicas que van desde la fase inicial (lo que se ha llamado el Bronce Transicional o Grupos Preliminares) entre el 1250 y el 1100 a. C.; pasando por una fase Hallsttica del Bronce Final (1100-750 a. C.); y teniendo ya su mxima extensin geogrfica a partir del 750 a. C. hasta el 600 a. C. en las sociedades hallstticas ms septentrionales (Pennsula Ibrica), ya de la Edad del Hierro I.

LA INCINERACIN COMO RITUALNo es, en absoluto, una novedad, aunque su aparicin es reciente. Los primeros testimonios se remontan a la cultura Neoltico-Final / Calcoltica de Baden y aparece presente en el Bronce Pleno en algunas sociedades de marcado desarrollo metalrgico (Balcanes) o de desarrollo cultural perifrico (Cultura Apennica).La novedad que los Campos de Urnas aportan no es, por tanto, el uso de la incineracin sino su generalizacin y masiva extensin geogrfica que abarca practicamente toda Europa, al menos en sus latitudes ms septentrionales. Las tcnicas eran:

Fosas para enterramiento de la urna funeraria. stas pueden tener hasta dos metros de profundidad. La urna se cubre con piedras configurando una especie de cista o, en ocasiones, incluso tmulos de gran amplitud. Ajuar funerario de gran riqueza: espadas, puntas de lanza, cuencos, navajas de afeitado, cuchillos, pinzas, anillos, hachas, vasos de bronce y de cermica. Esto testimonia sin lugar a dudas la proliferacin en esta poca de nuevas formas de vida y, sobre todo, la especializacin en torno de nuevos oficios de carcter artesanal.

La Edad del Bronce Reciente en Catalunya y la cuenca del Ebro est consituida por la Cultura de los Campos de Urnas. sta es propia de comunidades indoeuropeas venidas de Europa central, y vinculadas con una civilizacin que abarca toda la vertiente occidental del continente adems de sus regiones centrales, y que se caracteriza por su peculiar ritual funerario. Su prctica de enterramiento consista en la quema de los cadveres, cuyos restos se depositaban en urnas de cermica. Estos recipientes, que dan nombre a la cultura, eran enterrados en necrpolis colectivas. La Cultura de los Campos de Urnas abarca toda la Edad del Bronce Reciente (h. 1250 - h. 750 aC), aunque tiene una prolongacin hasta mediados del I milenio aC, ya en la Edad del Hierro. Para la periodizacin, Guilaine establece dos fases : Campos de Urnas antiguo o Bronce Final II : 1300-1100 cal. B.C.

Campos de Urnas reciente o Bronce Final III : 1100-650 cal. B.C.

Almagro Gorbea, adoptando esquemas del estudio de los Campos de Urnas en centroeuropa distingue tres fases: Campos de Urnas antiguo : 1100-900 a.c.

Campos de Urnas reciente : 900-700 a.c.

Campos de Urnas de la Edad del Hierro : 700-500 a.c.

4.1. Origen y difusin

Es sta una cuestin muy discutida. Desde la Edad del Bronce Medio, pequeas comunidades indoeuropeas haban atravesado los Pirineos para asentarse en Catalunya. Aunque estos grupos pioneros no pertenecen an a la Cultura de los Campos de Urnas, abrieron quiz unas rutas de migracin que los incineradores de la Edad del Bronce Reciente usaran despus. No se conocen las causas concretas de estos desplazamientos; algunos autores apuntan a actividades militares de conquista; otros, a la insuficiencia de los recursos de subsistencia de las regiones de origen.

Las primeras comunidades de los Campos de Urnas tienen tipologas cermicas ms o menos homogneas en todo su rea de expansin (urnas bicnicas). En una segunda fase, quiz por el final de los desplazamientos, comienza un proceso de diferenciacin regional que dara lugar a variedades cermicas locales. Estas tipologas regionales pueden haber tenido su origen en el contacto de las comunidades de los Campos de Urnas con los grupos indgenas, pero estas relaciones no son bien conocidas. Los primeros grupos de incineradores trajeron una lengua indoeuropea; en una fase avanzada adoptaron la lengua ibrica no indoeuropea de las comunidades indgenas; sin embargo, stas a su vez fueron asimilando las restantes manifestaciones culturales y sociales de los inmigrantes. Por tanto, hay una compleja forma de fusin de ambas tradiciones. Hacia el perodo central de la Edad del Bronce Reciente, los restos arqueolgicos de comunidades indgenas y de los Campos de Urnas son culturalmente muy similares.

4.2. Asentamientos; economa y sociedad

Los primeros asentamientos se instalaron en zonas montaosas, teniendo una economa fundamentalmente pastoril. Despus, hubo un gran desarrollo demogrfico, ocupndose el valle del Ebro. con asentamientos en altura que se dedicaban a una economa tanto agraria como ganadera. Los Campos de Urnas se extendieron, aunque con menor densidad, hasta Euskal Herria y Alacant. El poblado ms representativo de la Cultura de los Campos de Urnas es el de Cortes de Navarra (valle medio del Ebro; unidad didctica de Prehistoria, p. 619). Los poblados, construidos normalmente con materiales perecederos, apenas se han conservado. Tienden a tener casas de planta rectangular, bien dispuestas en la trama urbana; suelen ser de tapial, con viguera de madera, cubierta plana a una o dos vertientes, y un hogar en una esquina.

Las comunidades son pequeas, contando slo con varias decenas de miembros. Se dedican al pastoreo y la agricultura, tendiendo a la autosuficiencia en la produccin alimentaria; las manufacturas se especializan, efectundose su intercambio con otros poblados, sobre todo en cuanto a los objetos metlicos.

La sociedad es de tipo tribal, con un sistema de jefatura familiar, pero sin grandes desigualdades sociales.

4.3. Enterramientos: los campos de urnas

Aunque el depsito de cenizas en cementerios de urnas es el elemento cultural definidor de estas comunidades, esto no excluye las inhumaciones. stas, de acuerdo con las tradiciones precedentes, de practican an en cuevas naturales o en monumentos megalticos; suelen ser colectivas, pero se conoce algn caso de inhumacin individual.

Los campos de urnas propiamente dichos, son necrpolis constituidas por hoyos en los que se entierran las urnas que contienen los restos de incineracin de los cadveres. Estas urnas, normalmente bicnicas, se suelen cubrir con una piedra plana o un recipiente ancho de cermica invertido. El hoyo se cubre con un tmulo de tierra y piedras, pudiendo sealarse con una estela de madera o un mojn de piedra.

No suele haber ajuar, salvo algn caso aislado de recipientes cermicos que quiz contuvieron ofrendas. Las necrpolis se sitan en cerros visibles desde los poblados. El significado ideolgico de este rito es muy discutido.

5. la meseta

5.1. Subdivisiones y peridizacin

La Meseta sur Recibi influencias del Bronce Atlntico y de Cogotas I. Se evidencian una serie de poblados denominados fondos de cabaa. El metal es escaso y se refleja una continuidad de pocas anteriores.

Almagro Gorbea distingue dos horizontes: Pantoja (yacimiento de Toledo): datado antes del ao 1000 a.c. y paralelizable a Boquique en Extremadura.

Ecce Homo (cerca de Alcal de Henares) : a partir del ao 1000 a.c. con cuchillos y lminas de slex, cermicas lisas, incisas tipo campaniforme, excisas, de Boquique, pellizcadas y pintadas.

La Meseta Norte. Fernndez Manzano establece la siguiente cronologa basndose en el armamento:

Bronce Final I, entre 1200-1100 a.c. donde el depsito de Valdevimbre en Len reflejara la sntesis de las corrientes autctonas y forneas.

Bronce Final II, entre 1100-900 a.c. Se enriquece el armamento debido a las novedades aportadas por el desarrollo de los Campos de Urnas (espada de hoja pistiliforme). Al incorporarse a la rbita atlntica, aparecen otros elementos como las hachas de apndices laterales. Destaca el depsito burgals de Huerta de Arriba (ao 900 a.c.) y el de Sansuea en Zamora.

Bronce Final III, entre 900-700 a.c. Las espadas de hoja pistiliforme van siendo sustitudas por las de lengua de carpa, fsil director de esta fase.

Cogotas I (Meseta Central) Este horizonte toma su nombre del castro abulense de las Cogotas y parece iniciarse poco antes de 1200 a.c., con centro principal en la cuenca del Duero y con expansin por toda le Meseta central, con penetracin de sus materiales en otros contextos culturales de la Pennsula, en Andaluca, Levante y Norte. Se caracteriza por sus cermicas elaboradas a mano, con decoraciones incisas y excisas, con antecedentes en el Campaniforme de Ciempozuelos.5.2. Asentamientos

Algunos en alto, dominando el entorno y otros en lugares de ocupacin anterior, en terrazas de las cuencas medias y finales de los ros. Cogotas I se caracteriza por establecimientos formados por agrupaciones de cabaas circulares, construidas con materiales perecederos y con hoyos o fosas de uno o dos metros de dimetro en su interior o en el exterior. Estas fosas tuvieron diversas funciones: como lugar de almacenamiento de productos agrcolas, como tumbas o como depsitos votivos. La dispersin de sus cermicas demuestra que las gentes de Cogotas I se desplazaron por toda la Pennsula.

5.3. Enterramientos.

Unos pocos enterramientos individuales o, a lo sumo, dobles o triples, en el interior de las fosas que se abren en las cabaas. Posiblemente privilegio de unos pocos individuos. La mayor parte de los enterramientos se realiza en lugares tradicionales como cuevas o dlmenes. En San Romn de la Hornija en Valladolid, se encontr una inhumacin de tres individuos con las piernas replegadas. Uno de ellos sostena en las manos un lingote de bronce y sobre su cabeza se haba depositado un conejo; otro llevaba un arete de bronce en una oreja. El hoyo estaba sellado con enlosado depiedras y relleno de tierra mezclada con ceniza y fragmentos de cermica.

5.4. Actividades econmicas.

Se supone que la principal actividad era la ganadera. La difusin de sus cermicas pudo haber sido consecuencia de la bsqueda de nuevos pastos para el ganado.

Haba intercambio de cermica por bienes y servicios entre comunidades. La cermica se caracteriza por su buena factura y por la uniformidad en las formas : cuencos troncocnicos, fuentes de carenas altas, vasos globulares y todas las piezas de base plana y estrecha y con decoracin excisa, incisa, puntillado, impresin y de boquique, que recubre toda la superficie del base, con estilo geomtrico que combina zig-zag, tringulos, ajedrezados y guirnaldas. Tambin debi practicarse una agricultura itinerante de rozas para el aprovisionamiento de cereal de autoconsumo.

Poblados agrarios Excepcionalmente aparecen poblados agrarios como Moncn en Zaragoza, donde se han excavado silos con capacidad para dos toneladas de trigo y abundantes piezas de piedra, hojas de hoz y molinos para la siega y transformacin del grano. El tipo de poblado en alto seguramente tiene que ver con el impulso que cobran las actividades comerciales a finales de la Edad del Bronce, que estimula la aparicin de ncleos de poblacin en las principales vas.

6. SURESTE Y LEVANTE

6.1. Periodizacin

Bronce Final I: 1100-850 a.c. - Elementos meseteos de Cogotas I, de los Campos de Urnas del noreste y algunas influencias del Bronce Atlntico por las relaciones comerciales. En cermica, fuentes con fondo plano y carenas altas o medias, pequeos vasitos de carena media y vasos globulares. En metal, alfileres con cabeza enrollada.

Bronce Final II: 850-750 a.c. - Desaparecen los materiales de Cogotas I y comienzan a elaborarse vasos con decoracin pintada a mano, monocromos o bicromos. Aparecen cermicas bruidas. En metal, influencias de talleres atlnticos y de otras zonas mediterrneas y destacan las espadas de lengueta calada y hoja pistiliforme, con hoja en forma de lengua de carpa, o con empuadura de lengueta estrecha con cruceta.

Bronce Final III: 800/750-700 a.c.- Fase paralela al periodo orientalizante en el sur andaluz y momento previo a la aparicin del mundo ibrico.

6.2. Asentamientos Viviendas de planta circular u oval, con zcalos de piedra y alzados de tapial, adobe y ramajes, generalmente enlucidos y columnas que sustentan el techo. Se documenta una etapa denominada Bronce Tardo que se apoya en la cultura argrica y que ofrece dos tipos de asentamientos : En unos perdura el sustrato argrico como Fuente lamo en Murcia, con una secuencia a todo lo largo del Bronce y otros fueron promovidos por gente de la Meseta, de la cultura de Cogotas I, como el de la Cuesta del Negro en Granada que ocuparon un cerro abandonado por una comunidad argrica y construyeron modestas cabaas de barro y ramas con zcalos de piedra y hogar en el centro. En la provincia de Alicante destaca el poblado de Pea Negra en Crevillente, culturalmente relacionado con el Bajo Guadalquivir. Fundado en el s. IX, parece vinculado al comercio en metal entre el Atlntico y el Mediterrneo y debi ser tambin nudo de comunicaciones hacia las rutas ganaderas del interior. Se ha desenterrado una cabaa de la primera mitad del s.VIII a.c. con un horno de fundicin. En el exterior se encontraron mazas para triturar mineral y escorias, fragmentos de moldes de piedra y arcilla para fabricar espadas (alguno tipo Ra de Huelva), lanzas, hachas y agujas.

6.3. Enterramientos

Muy pocos datos sobre sus costumbres funerarias. Es posible que se introdujera la incineracin en momentos avanzados del Bronce Final.

6.4. Cultura material Economa agrcola de regado, con ganadera de ovejas y cabras. Caza y pesca a pequea escala y tambin industria textil. Destaca la orfebrera, quizs con fines comerciales. El tesoro de Villena (Alicante) es un impresionante conjunto escondido en la primera mitad del s.IX a.c., compuesto por brazaletes, cuencos con decoracin en relieve y embutida, botellas de oro y plata, lminas de oro caladas y algunos elementos de hierro, que se utiliz como un metal noble ms. El instrumental ms comn se compone de puntas de flecha y punzones de hueso, dientes de hoz de slex y molederas de piedra pulimentada, brazaletes de piedra y pesas de telar. En cermica, vasos ovoides, cuencos, cazuelas troncocnicas, botellas y vasos con fondos planos. Algunas cermicas de tipo Cogotas, testimonian la expansin de las poblaciones meseteas por estas zonas.

7. BALEARES

El Bronce Final est dominado por la cultura Talaytica I, que abarca entre los siglos XIV-VIII a.c. y se caracteriza por la aparicin de talaiots y otras construcciones complejas, concentracin importante de poblacin y economa agrcola y ganadera.7.1. Asentamientos.

Los talaiots son torres de planta circular, oval o cuadrada, con alzados de mampostera en forma troncocnica o troncopiramidal. La parte inferior es maciza en unas y en otras presenta una cmara circular o cuadrada, con corredor y puerta de acceso.

Un elemento bsico en las cmaras es la columna central, formada por tambores de piedra, que ampla su dimetro con la altura. Las cubiertas son a base de losas planas, falsa cpula o madera. Probablemente su piso superior fueron cubiertas aterrazadas. Se cree que los talaiots son estructuras de carcter militar, pero no se excluyen otras funciones como hbitat, almacn, lugar de reunin, etc.

Pueden aparecer aislados, en conjunto, dentro del poblado o formando parte de la muralla. Perviven las antiguas navetas de habitacin de Mallorca, pero dominan los poblados. Suelen tener planta circular, ubicados en terrenos elevados o en llanuras. Las construcciones se distribuyen irregularmente en torno al talaiot central y la mayor parte de los poblados estn limitados por muralla con puerta adintelada sobre dos jambas. Las casas son rectangulares, circulares o radiales y a veces se sujeta el techo con columnas. En Menorca destacan las casas circulares o poligonales con patio cuadrado interior, hogar y varias habitaciones. Tambin en Menorca aparecen las salas hipstilas, unas construcciones semi-subterrneas, generalmente de planta alargada a las que se accede por corredor o puerta adintelada. El espacio interior se compartimenta a base de columnas que sostienen la techumbre de lajas de piedra. Pudo tratarse de viviendas relevantes, aunque en Torralba se confirm que se trataba de un almacn. La taula (mesa en cataln) es una construccin sencilla que consta de una piedra vertical apoyada en el suelo que sostiene otra horizontal sobre ella. Comprende tambin un espacio alrededor limitado por un muro. Se trata del lugar sacro por excelencia de Menorca, donde se celebraban rituales religiosos. Las navetas de Menorca son construcciones funerarias en forma de nave invertida, con un lado frontal recto en el que se abre la puerta de entrada, que da a un corredor que comunica con una cmara central. La ms conocida es la de Els Tudons, en Ciudadela, donde se han localizado ms de un centenar de inhumaciones.

7.2. Metalurgia, cermica y piedra

El hecho de que las islas tengan escasos yacimientos y al haberse localizado un gran nmero de moldes de fundicin, se piensa que existi un comercio exterior. Haba un gran dominio de las tcnicas metalrgicas desde el comienzo de la cultura talaytica.

El elemento clsico son las espadas de bronce de hoja ancha, algunas con nervio marcado y con empuadura maciza, similares a las de Huelva. Tambin hachas de cubo, de taln y anillas y de apndices laterales, adems de escoplos, puntas de flecha triangulares con pednculo y puntas de lanza con enmangue tubular. La cermica est realizada a mano, con pasta de calidad mediocre y color negruzco. Ollas, vasos troncocnicos, platos y copas. La piedra es el material ms abundante, siendo frecuentes los percutores y alisadores. Los molinos de vaivn (molons) indican un importante cultivo de cereales : los mallorquines suelen ser aplanados y los de Menorca ms voluminosos y pesados, realizados con gres roja del norte de la isla.

Hay en el Bronce Final algunas formas cermicas que innovan en la tradicin del Bronce y que deben ser individualizadas:

1. Cermicas Bicnicas. Son tpicas de los Campos de Urnas y se caracterizan por la marcada carena. Es por tanto una novedad de forma, a la que se aplican abundantes variantes decorativas (de modo especial la incisin a peine).

2. Cermica de Boquique. De origen hispano, extremeo, es una cermica que recupera las formas tpicas del Campaniforme Ciempozuelos al incorporar una decoracin incisa reforzada en blanco con pasta vtrea produciendo un efecto semejante al de una cermica pintada.

3. Cermica Bruida. Se trata de una cermica pintada con motivos geomtricos y alisada posteriormente ofreciendo un efecto caracterstico.

PAGE 16TEMA 23. La Edad del Bronce Reciente