tarbiya035 articulos sobre educación en derechos humanos - universidad autonoma de madrid

8/17/2019 Tarbiya035 Articulos Sobre Educación en Derechos Humanos - Universidad Autonoma de Madrid

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t a r b i yRevista de Invest igación e Innovacdel Inst i tuto Universi tar io de CienciaUniversidad Autónoma de Mad


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PRESENTACIÓN005

MONOGRÁFICO007

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ARTÍCULOS085

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S u m a r i o nº 35

Crear ciudadanos activos en m ateria de Derechos Hum anos: el papelde la educación en D erechos Hum anos dentro de Am nistía Internacional

KATEMORIAR TYEducación en Derechos Hum anos en el ám bito universitario

AN JAMIHRLa educación en Derechos Hum anos en el sistem a educativo

FERNANDOGIL CANTERO

Educación en Derechos Hum anos: España suspendePEDROLÓPEZLÓPEZ

Docum ento N aciones Unidas: Com isión de Derechos Hum anos.Prom oción y protección de los Derechos Hum anos. Inform acióny Educación

¿Qué dificultades tienen los alum nos para escribir sobre contenidosde física?

ASCEN SIÓNMACÍAS YCARLAINÉSMATURANOLa lengua extranjera com o vehículo de una educación global

CRISTÓBAL DELCAM POPON ZEcuatorianos inm igrantes en la enseñanza secundaria en M adrid

CIN THIAAN D RA DE YELENACABEZALÍGARCÍA

Portada: N ick Yapp (1975). The Hulton Getty Collection 1970s. Kónem ann, 1998.


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Los derechos hum anos com o contenido curricular aprendible y enseñable dentro del siste-m a educativo en todos sus niveles, plantea el ya clásico dilem a sobre si la educación pue-de ser un instrum ento eficaz en la lucha contra las desigualdades sociales y el respeto alos derechos hum anos, o si, por el contrario, considerando que en esta lucha y en estecam po la incidencia de la educación es m enor que la que se le presupone, habría que con-centrar toda la energía en la lucha concreta y directa en los ám bitos sociales donde esosproblem as se producen. En el prim er supuesto, la cuestión principal no se sitúa en la edu-cación de quiénes y para qué, sino, sobretodo, en qué contendios trabajar y desde qué

especifícidad curricular. Estos son planteam ientos que concidicionan desde la base lasdecisiones pedagógicas que se pueden tom ar en una dirección o en otra. Ya lo tratam osen el núm ero 32 (2003) dedicado a la calidad en la educación. Ahora lo retom am os des-de otro lugar para escuchar lo que a este respecto puede aportar Am nistía Internacional,organización que tiene doctrina propia y un enfoque diferenciado desde su trayectoria dem ás de 43 años de intervenciones en el plano internacional.

En la página w eb del Consejo de Europa, el apartado dedicado a Educación com ienzaplanteando estas preguntas: “¿Cóm o puede la educación prom over los derechos hum anosy las libertades fundam entales y reforzar la dem ocracia pluralista?”; ¿De qué m odo pue-de acercar a los pueblos de Europa, favorecer la com prensión m utua y desarrollar con-fianza m ás allá de las diferencias culturales y las fronteras nacionales?”. Son preguntasque dan por supuesto que la educación es el cam ino para prom over el respeto a los dere-chos hum anos, para fortalecer la dem ocracia y para facilitar la convivencia entre los pue-blos. Es desde esta óptica desde la que presentam os un bloque m onográfico dedicado a laEducación en Derechos Hum anos (EDH) que se ha elaborado desde la sección española deAm nistía Internacional. La idea y la coordinación son de Pedro Lopéz López que es tam -

bién profesor de la Universidad Com plutense.

Presentación


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Monográfico

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Introducción

Alo largo de sus cuarenta y tres años dehistoria, Am nistía Internacional ha dejadode ser un pequeño grupo de individuoscom prom etidos y se ha convertido en elm ovim iento de derechos hum anos m ásim portante del m undo, con una cifra esti-

m ada de 1,8 m illones de m iem bros en 85países distintos. El éxito de Am nistía alexigir a los gobiernos la defensa del Esta-do de derecho y el respeto de las norm asde derechos hum anos internacionalm en-te acordadas es la razón de ser de sureputación com o una de las organizacio-nes de derechos hum anos líderes en elm undo. Am nistía docum enta, de form afiable y basándose en investigacionesbien fundam entadas, violaciones de dere-chos hum anos perpetradas en todo elm undo y reacciona con rapidez paracom batirlas. A través de sus cam pañasinnovadoras y eficaces increm enta la sen-sibilización en m ateria de derechoshum anos y protege la vida de m iles de

personas frente al riesgo de ejecución,

Crear ciudadanos activos en materiade Derechos Humanos: el papel dela educación en Derechos Humanosdentro de Amnistía Internacional

Kate Moriarty

La educación enderechos humanospretende abordar lacuestión de losderechos humanosantes de que éstos seconviertan en un

problema.


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tortura, encarcelam iento injusto y otrosabusos.

Adem ás de su conocido trabajo, em pren-dido en respuesta a abusos ya com etidospara salvar a grupos e individuos de gra-ves violaciones de derechos hum anos,Am nistía Internacional em plea una estra-tegia a m ás largo plazo, m enos visible, detrabajo preventivo en m ateria de dere-chos hum anos. Ésta se desarrolla fuera dela m irada de los m edios de com unicacióny se dirige con m ás frecuencia a gruposde la sociedad civil que a gobiernos; setrata de la educación en derechos hum a-nos (EDH).

La educación en derechos hum anos hasido identificada por Am nistía Interna-

cional com o un m edio para conseguir susobjetivos desde los años setenta, ydurante las dos últim as décadas ha deve-nido en una herram ienta clave para pre-venir los abusos y proteger los derechos.La educación en derechos hum anos esesencial para crear ciudadanos activos enm ateria de derechos hum anos, es decir,personas que no sólo conozcan y com -prendan los derechos hum anos sino quesean capaces de cam biar sus actitudes ycom portam iento haciendo progresar lacausa de los derechos hum anos. Los ciu-dadanos activos en derechos hum anos seprotegen a sí m ism os y protegen a otroscontra las violaciones de derechos hum a-nos, y prom ueven estos derechos al alzar

su voz para cuestionar críticam ente las

prácticas y los com portam ientos queprovocan o constituyen una violación de

los derechos de los grupos o de los indi-viduos.

M ientras que las cam pañas de Am nistíaInternacional, innovadoras y enérgicas,son enorm em ente valiosas a la hora dem ovilizar a la opinión pública para conse-guir una protección a corto plazo, y m ien-tras el trabajo jurídico y la presiónconstante de la organización sobre losgobiernos produce cam bios en la política,la labor de la educación en derechoshum anos se desarrolla de m edio a largoplazo con el fin de crear una cultura soste-nible de derechos hum anos. La visión deAm nistía Internacional de una cultura sos-tenible de derechos hum anos es la de un

cam bio en las respuestas y actitudes colec-tivas de la sociedad civil a favor de la tole-rancia, el respeto m utuo, la com prensión yla no discrim inación. Aunque creem os fir-m em ente en la im portancia del cam bioindividual, tam bién reconocem os que esnecesario introducir cam bios fundam enta-les en las actitudes y com portam ientoscolectivos para hacer realidad y disfrutarplenam ente los valores establecidos en lasnorm as de derechos hum anos internacio-nalm ente acordadas.

Conform e ha ido aum entando la com ple-jidad de los problem as de derechos hum a-nos debido a la naturaleza cam biante de lasociedad, Am nistía Internacional tam bién

ha crecido y ha pasado de ser una pequeña


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organización cuya arm a principal era elenvío de cartas, a convertirse en un m o-

vim iento m undial de activistas de dere-chos hum anos que utiliza una am pliavariedad de herram ientas para cum plir suvisión, m isión y objetivos. Entre esasherram ientas diferentes que la organiza-ción tiene a su disposición, en la actuali-dad la educación en derechos hum anosdesem peña un papel fundam ental, pro-porcionando los m edios para inducir uncam bio sostenible dentro de nuestras cul-turas únicas y diversas.

La historia de la educaciónen derechos humanos enAmnistía Internacional

En una organización tan am plia y diversacom o la nuestra, es norm al encontrar unagran variedad de opiniones y form as deentender los problem as. Por otro lado, ennuestro em peño de conseguir una repercu-sión m undial m asiva, a lo largo de nuestrahistoria hem os acordado y desarrolladonuestras ideas y prácticas en form a deestrategias, m odos de acción y directricesconcretas. Tal es el caso de la educación enderechos hum anos.

La educación en derechos hum anos fue suge-rida por prim era vez com o una herram ienta

de Am nistía Internacional a m ediados dela década de los setenta por m iem bros de la

organización en Asia, que habían observa-do el potencial de la educación para cam -biar la sociedad. A com ienzos de losnoventa el m ovim iento reconoció inter-nacionalm ente la im portancia de estaherram ienta com o instrum ento de cam -bio, y en la Reunión del Consejo Interna-cional 1 (RCI) de 1991 le asignó unaprioridad alta dentro del m ovim iento yla integró en el trabajo básico de las Sec-ciones y Estructuras. 2 A lo largo de ladécada de los noventa, Am nistía Inter-nacional redactó una serie de declara-ciones de política en relación con laeducación en derechos hum anos. En laprim era, que data de 1993, se afirm abaque a través de la educación, la organi-

zación pretendía:

que se conozcan y se com prendan losconceptos consagrados en la DeclaraciónUniversal de Derechos Hum anos, el PactoInternacional de Derechos Civiles y Políti-cos y el Pacto Internacional de DerechosEconóm icos, Sociales y Culturales y enotros convenios y tratados pertinentes. Elobjetivo final es anim ar a las personas aque adopten creencias, com portam ientosy norm as de actuación favorables a losderechos hum anos. (POL 32/02/96)

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1. Reunión del Consejo Internacional (RCI). Es el foro internacional de tom a de decisiones de Am nistía Internacional,el espacio donde los representantes de todas las Secciones y Estructuras se reúnen para votar dem ocráticam entela política y orientación futuras del trabajo colectivo de Am nistía Internacional.

2. Las Secciones y Estructuras son elem entos organizativos nacionales, norm alm ente apoyados por una oficina, quecoordinan y desarrollan el trabajo solidario internacional de AI y el trabajo a nivel nacional.


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Este objetivo sigue siendo válido hoy endía, aunque en posteriores docum entos la

organización desarrolló su pensam ientosobre la educación en derechos hum anos yhacia m ediados de la década de los noven-ta había elaborado una estrategia interna-cional m ás general en relación con estalabor. En la estrategia actual, aprobada ofi-cialm ente en 1996, AI definía su trabajo enel cam po de la educación en derechoshum anos com o:

•el conjunto de actividades que tienen porobjetivo perm itir a los individuos adquirirconocim ientos y com prensión sobre:

•los conceptos de derechos hum anos y losvalores y actitudes fundam entales que lle-van al respeto por los derechos hum anos

•los instrum entos que recogen y protegen

los derechos hum anos•las actitudes destinadas a defender los

derechos hum anos y a fom entar los valo-res y las actitudes que defienden los m is-m os derechos para todos y a fom entar laintervención en defensa de estos dere-chos.(PO L 32/02/96)

A pesar de estas políticas acordadas respec-to a la educación en derechos hum anos,una revisión interna llevada a cabo en20033 reveló la existencia de diferenciasdentro del m ovim iento en la concepción dela educación en derechos hum anos. Gran

parte del debate gira en torno a dónde ter-m ina la sensibilización en derechos hum a-

nos y com ienza la educación en derechoshum anos y cuál es la diferencia exactaentre am bos conceptos. El estudio tam biénreveló la existencia de experiencias m uydiversas de educación en derechos hum a-nos dentro de Am nistía Internacional ypuso de m anifiesto el lugar que esta educa-ción ocupa en las distintas partes del m ovi-m iento y la am plia variedad de gruposobjetivo de la m ultitud de actividades queengloba. Desde luego, las diferentes pers-pectivas y preguntas acerca de qué esexactam ente la educación en derechoshum anos no m erm an nuestro com prom isocon ella ni significan que la labor que lleva-m os a cabo en este cam po no esté pro-duciendo ya un cam bio fundam ental y du-

radero, sino que señalan la necesidad derevisar nuestras definiciones y com prensiónde la educación en derechos hum anos y delpapel que desem peña dentro de nuestroam plio y diverso m ovim iento. En su últim oforo de tom a de decisiones, la RCI de 2003celebrada en M orelos, M éxico, el m ovi-m iento decidió transform ar este deseo derevisión del trabajo de educación en dere-chos hum anos en un proceso form al, 4 ycon ese fin en este m om ento la organiza-ción está revisando su estrategia interna-cional de educación en derechos hum anos(POL 32/02/96 ). Así pues, en la actualidad

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3. Com ité Perm anente sobre Investigación y Acción (CP-IA): Revisión de la educación en derechos hum anos 2003.4. La Decisión 18 de la RCI de 2003 en M éxico pide la revisión de la estrategia internacional en m ateria de educa-

ción en derechos hum anos de AI.


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estam os preguntando dentro y fuera de laorganización en qué circunstancias la apli-

cación de la educación en derechos hum a-nos de Am nistía Internacional tendrá unarepercusión m áxim a sobre la situación glo-bal de los derechos hum anos y cóm o puedeaportar un valor añadido a la educación enderechos hum anos a nivel internacional.

¿Qué significa para

Amnistía Internacional laeducación en derechoshumanos?

Conform e avanza el proceso de revisión y,quizá, de reform ulación de algunos enfo-ques estratégicos sobre la educación enderechos hum anos, seguim os adelantecon la puesta en práctica de la EDH en las

m últiples form as que existen en el m ovi-m iento m undial de derechos hum anos. Así,seguim os desarrollando una am plia varie-dad de acciones de educación en derechoshum anos, dirigidas a grupos m uy diversoscon el objeto de provocar cam bios funda-m entales y duraderos en las actitudes y elcom portam iento de las personas, constru-yendo poco a poco una cultura de derechoshum anos en los países donde trabajam os.

Quizá antes de com enzar a exponer algu-nos de los distintos program as, proyectos yactividades de educación en derechos

hum anos en Am nistía Internacional, m ere-ce la pena detenerse un m om ento para

preguntarnos qué quiere decir exactam en-te la organización con la expresión “educa-ción en derechos hum anos”.

La educación en derechos hum anos tiene uncarácter preventivo, lo cual la diferencia enalgunos aspectos de otros m étodos m ás tra-dicionales y conocidos que utiliza la organi-zación. La educación en derechos hum anospretende abordar la cuestión de los derechoshum anos antes de que éstos se conviertanen un problem a. Su objetivo es dar a conocerlas norm as de derechos hum anos, fom entarla reflexión sobre el sistem a de valores denuestras sociedades y el análisis de las baseséticas y m orales de la legislación en m ateriade derechos hum anos y recordar a los recep-

tores de la educación la necesidad im perati-va de garantizar que a ningún ser hum ano sele nieguen los derechos fundam entales queestablece la Declaración Universal de Dere-chos Hum anos.5 En efecto, el “[…] estudio de los derechos humanos es importante porque éstos nos afectan en nuestra vida cotidiana […] proporciona una mejor comprensión de quéaspectos de los derechos humanos nos afectan a todos y quépueden hacer las personas y los gobiernos para impedir que los abusos tengan lugar” (M cQuoid-M ason etal 1991 p.8; la traducción de la cita es deAm nistía Internacional)

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5. “Aunque la Declaración Universal de Derechos Hum anos no es legalm ente vinculante, con los años sus principiosfundam entales han adquirido la condición de norm as que todos los Estados deben respetar”(Levin 1996, p.22; la

traducción de la cita es de Am nistía Internacional).


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La educación en derechos hum anos se ocu-pa, entre otras cosas, de inform ar sobre los

instrum entos internacionales de derechoshum anos; su objetivo es dar a conocer a laspersonas las norm as legales que existen, sucontenido y categoría jurídica. Pero la edu-cación en derechos hum anos no se lim ita aim partir conocim ientos sobre derechoshum anos. Fundam entalm ente trata de cam -biar actitudes y com portam ientos y desa-rrollar en las personas nuevas actitudesque les perm itan pasar a la acción. Com o seresum e en el docum ento de Am nistíaInternacional, HRE in Practice: 6

La Educación en Derechos Hum anos (EDH)es una de las herram ientas que existenpara poner en práctica la teoría de losderechos hum anos. Estos derechos son

inalienables, pero eso no significa quetodas las personas com prendan (a) quetienen estos derechos o (b) los com plejosproblem as que llevan aparejados. La EDHpuede ayudar a las personas a entender lateoría de los derechos hum anos y a inte-grarla en su vida cotidiana, a saber defen-der sus propios derechos y a aprendercóm o actuar para defender los derechosde otras personas. (Ibíd p.2)

Los derechos hum anos corren el riesgo dequedarse en m eros conceptos abstractos sinningún significado real, a m enos que sealiente a las personas a reflexionar sobre

ellos individualm ente o en grupo y a esta-blecer el vínculo entre los derechos hum a-

nos y su vida. En el artículo 1 de laDeclaración Universal de Derechos Hum a-nos se establece que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” . Com o declaración m oral, todosla defendem os, pero en la realidad vem osque en nuestras com unidades, en nuestrassociedades y en el m undo en general estadeclaración se convierte en un m ero con-cepto abstracto, a m enos que a través denuestra form a de pensar y actuar seam oscapaces de dotarlo de vida y significado.

El contexto social específico en el que cre-cem os y vivim os condiciona nuestra visióndel m undo; sea cual sea nuestra identidad,todos tenem os ideas preconcebidas, y sin

em patía ni reflexión podem os olvidarfácilm ente que todas las personas deberí- an nacer libres e iguales en dignidad y dis-frutar de la totalidad de los derechoshum anos. La educación en derechoshum anos intenta trasladar estos concep-tos abstractos a la realidad y perm itir quelas personas puedan darles un significadoen sus propias vidas y conectar así suexperiencia con las dificultades que sufrenotras personas.

Para Am nistía Internacional, la educaciónen derechos hum anos intenta com prom etera las personas y anim arlas a ser ciudadanos

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6. Este docum ento fue redactado por m iem bros del equipo de EDH Internacional en el Secretariado Internacional deAI y se utiliza com o guía práctica en el trabajo, aunque no es un docum ento de política oficial.


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activos en m ateria de derechos hum anos,algo que se consigue a través de un proce-

so de autorreflexión crítica.

Si todos estam os igualm ente condicionadospor nuestra experiencia, no podem os lim i-tarnos a inform ar a las personas de que susopiniones son erróneas. Debem os em barcar-nos en un diálogo con ellas, anim arlas a darun paso atrás y a preguntarse de dónde pro-ceden sus opiniones y creencias y para quésirven. Por ejem plo, en todas las sociedadesexiste la discrim inación, aunque, porsupuesto, la form a y el grado de discrim ina-ción pueden variar; en algunas com unida-des la discrim inación puede basarse en laetnia o en la religión; en otras, en el sexo,género u orientación sexual. Sea cual sea suform a, los estereotipos y prejuicios que cau-

san la discrim inación con frecuencia estántan profundam ente enraizados en nuestrasculturas que nosotros m ism os no som osconscientes de por qué tenem os estas creen-cias o de que actuam os de un m odo discri-m inatorio. Al analizar estas actitudes,podem os darnos cuenta de que estas prácti-cas existen porque alguien se beneficia deellas, alguien sufre por su causa y nosotrospodem os aprender a cam biar la situación.

Am nistía Internacional ha lanzado reciente-m ente una cam paña m undial denom inada

“No m ás violencia contra las m ujeres”. 7 Estacam paña pretende poner fin a las gravesviolaciones de derechos hum anos perpetra-das contra las m ujeres por agentes estata-les o no estatales. 8 Su objetivo es presionara los gobiernos y exigirles responsabilidadesa través del concepto de diligencia debida, 9

pero tam bién aborda la cultura de discrim i-nación patriarcal a la que se enfrentan lasm ujeres, que constituye un factor funda-m ental al perm itir, por un lado, que estosabusos ocurran y, por otro, que perm anez-can invisibles e im punes. Reconocem os queanalizar y cuestionar valores y creenciasculturales profundam ente enraizados enrelación con los roles de hom bres y m ujereses una tarea difícil que pone sobre el tape-

te la cuestión de la universalidad frente alrelativism o cultural. Este com plejo procesoexige tiem po y paciencia, pero si se deseacuestionar el estado de cosas y producir uncam bio a largo plazo en los valores y acti-tudes fundam entales, la educación en dere-chos hum anos es esencial.

Aún podem os poner otro ejem plo: duranteaños num erosos inform es de Am nistía

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7. La cam paña “No m ás violencia contra las m ujeres”fue lanzada en m arzo de 2004 y se centra principalm ente en la vio-lencia que se ejerce contra las m ujeres en el ám bito fam iliar y en los conflictos arm ados. Para m ás inform ación, véase eldocum ento Estáen nuestras manos. No más violencia contra las mujeres , Índice AI: ACT 77/001/2004.

8. Los agentes estatales son personas que actúan en representación del Estado (entre ellos funcionarios, policías, jue-ces, funcionarios de prisiones, m iem bros de las fuerzas de seguridad, etc.) y los que trabajan para el Estado (gobier-nos, organism os encargados del cum plim iento de la ley, judicatura etc.). Los agentes no estatales son individuosparticulares que actúan independientem ente de cualquier organización gubernam ental (agentes económ icos ygrupos de oposición arm ados).

9. La diligencia debida es el nivel m ínim o de acción y esfuerzo que un Estado debe m ostrar para cum plir su obliga-

ción de proteger a los individuos frente a los abusos contra sus derechos.


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Internacional han destacado que la policíade m uchos países que se llam an desarrolla-

dos incurre en prácticas discrim inatoriascontra grupos étnicos concretos basadasen prejuicios y estereotipos. Estas prácticas,aunque no necesariam ente graves, consti-tuyen una violación de los derechos hum a-nos. Sin em bargo, en la realidad casi nuncase cuestiona verdaderam ente el com porta-m iento de los agentes ni se les exige darcuenta de sus actos. Si estas personas“aprendieron”estas ideas en el entornofam iliar o social, “desaprenderlas”no es unproceso fácil ni inm ediato:

Para cam biar, las personas han de encararsus valores antes de aprender nuevoscom portam ientos y actitudes. La policíanecesita nuevas actitudes para abordar su

trabajo de un m odo diferente. No sólo tie-ne que aprender cóm o tratar a todas laspersonas de una form a justa, sino tam biéncóm o defender los derechos de los indivi-duos. (HRE in Practice, p. 2)

La educación en derechos hum anos, através de sus diferentes m étodos y técni-cas, fom enta la reflexión sobre las creen-cias y form as de actuar adquiridas a lolargo de la vida. N o se lim ita a sensibilizara las personas sobre los problem as dederechos hum anos, aunque desde luegoéste es un trabajo m uy valioso, sino queexige a los individuos im plicados quecuestionen sus propias actitudes y, si esnecesario, m odifiquen su com portam ien-

to. La educación en derechos hum anos de

Am nistía Internacional se dirige tanto alperpetrador com o a la “víctim a”, anim an-

do al uno a cuestionar su com portam ien-to y cam biar su form a de actuar yconfiriendo a la otra un nuevo poder através del conocim iento. La educación enderechos hum anos ofrece la posibilidadde cuestionar, debatir y analizar de unm odo seguro opiniones e ideas profunda-m ente enraizadas, y brinda la oportunidadde trabajar sobre los valores individuales,locales y globales.

Estos factores diferencian la educación enderechos hum anos de la sensibilización enderechos hum anos, que acom paña granparte de las actividades de cam paña de AI.Si bien es cierto que los proyectos y losprogram as educativos en m ateria de dere-

chos hum anos varían en cuanto a profun-didad, duración y contenido, generalm enteform an parte de un proceso m ás largo quebusca activam ente com prom eter al alum -no convirtiéndolo en parte activa del pro-ceso pedagógico, en lugar de considerarlocom o un m ero receptor de inform ación.

Si volvem os al debate m encionado sobre ladistinción entre educación en derechos hu-m anos y sensibilización en derechoshum anos, quizá el m ejor m odo de hacer ladistinción es im aginar un continuo entrela form a m ás sim ple de educación en dere-chos hum anos (por ejem plo, el sum inistrode inform ación básica de derechos hum a-nos a través de un póster o m aterial de

acción) y los proyectos educativos m ás

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generales (form ación en profundidad alargo plazo en relación con los valores de

derechos hum anos). Dónde com ienza unaparte y dónde acaba la otra no es unaciencia exacta, es una cuestión de opinióny en ocasiones depende del grupo que seelija com o objetivo, de los recursos dispo-nibles y de otros factores.

Al prom over la educación en derechoshum anos, en Am nistía Internacional desta-cam os los siguientes principios clave enrelación con nuestra labor, a saber, (a) quees un proceso a largo plazo y (b) que utiliza-m os un enfoque interactivo y participativo.

Metodología

Para la organización, estas dos caracterís-ticas de la educación en derechos hum a-nos, participativa y a largo plazo, form anla base de nuestra labor educativa y nosperm iten com plem entar nuestro trabajode cam paña y de captación de apoyoscon estrategias que exigen invertir m ástiem po y una m etodología especializada,adecuada para nuestros objetivos y com -patible con los valores de derechos hu-m anos.

Así pues, la educación en derechos hum a-nos debe ir m ás allá de lo que el educadorbrasileño Paulo Freire ha denom inado

“educación de banca”, un enfoque vertica-lista de la transm isión del conocim iento

según el cual el profesor es el único que

proporciona conocim iento y los estudiantesson receptores pasivos.

(Ham m ond, JL 1999 p 59; la traducción dela cita es de Am nistía Internacional)

Es preciso subrayar que aquí la m etodolo-gía es algo m ás am plio que los m étodos otécnicas reales e incluye la totalidad denuestro enfoque general sobre la labor deform ación. En nuestra opinión, es, por lotanto, esencial planificar las actividadeseducativas para obtener resultados a largoplazo, garantizando la elección de las téc-nicas m ás apropiadas entre una variedadde m étodos disponibles con el fin de com u-nicar eficazm ente e im plicar a los partici-pantes en la experiencia form ativa. Laeducación en derechos hum anos puedeim partirse a través de form as diversas,

tales com o debates, sem inarios, talleresinteractivos, teatro, charlas y, por supues-to, lectura, que tam bién tiene su lugar eneste proceso. Sea cual sea el m étodo queelijam os, tenga o no un texto com o base,debe adaptarse a la audiencia elegidacom o objetivo y ser capaz de com unicarlos asuntos eficazm ente, adem ás degarantizar que la experiencia enseñanza-aprendizaje es un proceso dinám ico. Así,pues, en nuestro enfoque m etodológico esm uy im portante el m étodo o técnica ele-gido, que adem ás de “contribuir eficaz- mente al aprendizaje, no debe ser ni rígido ni formulista, sino que debe reinventarse constantemente en la práctica” . (Kane2001, p.86; la traducción de la cita es de

Am nistía Internacional).

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Aunque las observaciones de Kane se refie-ren a una m etodología concreta conocida

com oeducación popular ,10 su recom enda-ción es im portante y desde AI continuam en-te aconsejam os enfoques de nuestro trabajoeducativo que fom enten el diálogo entreform adores y alum nos. Tam bién hacem osespecial énfasis en la necesidad de partir dela experiencia de la gente y de sus conoci-m ientos, de valorar sus opiniones, pero tam -bién de aportar nuevos conocim ientos yfacilitar la adquisición de nuevas actitudes,así com o de atacar las opiniones que soncontrarias a los principios de derechoshum anos. Por ejem plo, en un taller sobre lasviolaciones de derechos hum anos basadasen la identidad de la víctim a, los participan-tes analizan su propia identidad: la índolem ultidim ensional de su identidad, la cons-

trucción de la identidad en la sociedad, laform ación y perpetuación de estereotipos yprejuicios y cóm o éstos preparan el cam inoa violaciones de derechos hum anos aún m ásgraves. Adem ás de estim ular la reflexión entrelos participantes, introducim os nuevos cono-cim ientos en relación con la legislación dederechos hum anos, com o el principio de nodiscrim inación 11 establecido en las norm as dederechos hum anos y que se recoge en laDeclaración U niversal de Derechos Hum anosy en otros instrum entos de derechos

hum anos regionales e internacionales. Laeducación en derechos hum anos es una

disciplina bien diferenciada que requiereeducadores capacitados y experim entados,porque, com o señala Kane con acierto:

En el análisis final, el conocim iento, laadaptabilidad y la sensibilidad de los educa-dores son variables cruciales a la hora dedeterm inar la calidad de toda experienciaeducativa planificada. (Ibíd p. 86; la traduc-ción de la cita es de Am nistía Internacional)

La capacidad del facilitador, educador oprofesor es esencial para garantizar que elproceso pedagógico sea verdaderam enteparticipativo y dinám ico. Esto nos lleva a laim portante distinción entre enseñar sobre los derechos hum anos y enseñar para los

derechos hum anos. Aunque la diferenciaparece solam ente sem ántica, en realidad esm ucho m ás profunda. En efecto, pone derelieve la diferencia entre el enfoque trans-form ativo de la educación y el paradigm apositivista de la educación con fines instru-m entales. En la tradición positivista y post-positivista, que ha dom inado gran parte delproceso form al educativo:

Los valores están excluidos expresam ente; dehecho, el paradigm a se anuncia com o “libre

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10. La educación popular es una educación explícitam ente ligada al cam bio social a favor de las com unidades m ar-ginadas y oprim idas.

11. La no discrim inación por m otivos de identidad es tan fundam ental en las norm as internacionales de derechos hum anosque la cláusula de identidad constituye el artículo 1 o el artículo 2 de todos y cada uno de estos instrum entos. La con-sideración subyacente es que privar a una persona de sus derechos por una característica que no puede m odificar –com ola raza, el origen étnico o (habitualm ente) el género–o por una característica tan fundam ental de la persona que ésta

no debe ser obligada a cam biarla –com o la religión–vulnera los principios internacionales de derechos hum anos.


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de valores”en virtud de su postura episte-m ológica. Los valores son considerados

com o variables que inducen a confusión ydeben ser excluidos de toda investigaciónsupuestam ente objetiva. (Guba y Lincoln enDenzin y Lincoln 1994, p.114; la traducciónde la cita es de Am nistía Internacional)

El objetivo de AI a través de la educación enderechos hum anos es provocar un cam bioen la situación de los derechos hum anos enun contexto dado. Para ello, debem os elegir laestrategia m ás adecuada y eficaz para llegar alos distintos grupos-objetivo de la sociedad.En su calidad de líder m undial en el cam po delos derechos hum anos, Am nistía Internacionaldebe situar los valores en el centro de la expe-riencia educativa y analizar el m odo en queinteractúan los distintos tipos de conocim ien-

to socialm ente inducidos; por últim o, la orga-nización debe encontrar el m odo de avanzar apartir de este análisis para lograr el cam bio.

Ningún cam bio se produce de la noche a lam añana, y por eso Am nistía Internacionaladopta un enfoque a largo plazo, estratégi-cam ente planificado para conseguir lam ayor repercusión. El alcance de nuestralabor debe ser tal que seam os capaces dellegar a distintos grupos-objetivo de todoslos sectores de la sociedad, estudiando cui-dadosam ente el enfoque m ás adecuadopara cada uno de ellos.

Para que la educación en derechos hum a-nos sea efectiva a largo plazo, debe tener la

capacidad de cam biar el m odo en que:

• una persona trata a otras personas o adistintos grupos de personas;

• un grupo definido trata a las personasque pertenecen a otros grupos;

• el Estado o las organizaciones indivi-duales tratan a las personas y grupos desu propio país u organización;(HRE in Pract ice , p. 2)

La educación en derechos hum anos no essim plem ente una herram ienta utilizada porAm nistía Internacional, sino un derecho ensí m ism o. En efecto, no tendría sentidohablar de una Declaración Universal deDerechos Hum anos que no incluyese elderecho a conocer y entender la totalidadde los derechos y libertades fundam entalesque a todos nos deben corresponder.

Este derecho a la educación, y m ás concre-tam ente el derecho a la educación sobrelos derechos, se incluye en el artículo 26.2de la Declaración U niversal de DerechosHum anos:

2. La educación tendrá por objeto el plenodesarrollo de la personalidad hum ana y elfortalecim iento del respeto a los derechoshum anos y a las libertades fundam entales;favorecerá la com prensión, la tolerancia y laam istad entre todas las naciones y todos losgrupos étnicos o religiosos, y prom overá eldesarrollo de las actividades de las NacionesUnidas para el m antenim iento de la paz.

El derecho a conocer y entender los dere-

chos hum anos a través de la educación no

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sólo se recoge en la Declaración Universalde Derechos Hum anos, sino tam bién en m u-

chos de los tratados y convenciones enm ateria de derechos hum anos legalm entevinculantes firm ados por los gobiernos. 12

Así pues, para Am nistía Internacional laeducación en derechos hum anos no es sólouna herram ienta que la organización utili-za en su trabajo, sino tam bién algo quepuede utilizar para captar apoyos antelos gobiernos con el fin de que cum plan loscom prom isos que contraen al firm ar losinstrum entos internacionales de derechoshum anos, com prom isos entre los que seencuentra la obligación de garantizar quesus ciudadanos conozcan claram ente cuá-les son sus derechos y libertades funda-m entales. La organización está convencida

de que la educación desem peña un papelm uy im portante en lo que se refiere ahacer que las personas com prendan susderechos, facultarlas para que em prendanacciones que protejan sus derechos y los deotras personas y, en ese proceso, transfor-m ar la cultura de nuestras sociedades:

La EDH es un proceso en el que se com par-ten inform ación, conocim ientos y experien-cia sobre los derechos básicos del serhum ano, que son fundam entales para dis-frutar una vida plena y digna com o perso-na. Com o seres hum anos, aprendem osdurante toda nuestra vida. Aprendem os a

través de nuestras experiencias y de lasexperiencias de los dem ás. La EDH es un

proceso constante m ediante el cual gene-ram os conocim ientos y com prensión, ym ediante el cual aprendem os a vivir jun-tos. La EDH tiene un efecto visible en la cul-tura: reconoce y potencia nuestras m últiplessubjetividades com o personas y com o gru-pos con derechos. La EDH prom ueve losvalores que sirven de apoyo a toda la varie-dad de derechos hum anos, e intenta crearun reflejo crítico del m undo en el que vivi-m os para transform arlo.La EDH es un proceso destinado a generarun nivel m ás alto de respuestas de la socie-dad civil frente a las preocupaciones sobrederechos hum anos, cum pliendo así losobjetivos del trabajo de AI: llegar a los gru-pos m arginados y escuchar a aquellos cuya

voz no se ha oído. (Docum ento de referen-cia para la RCI de 2003: POL 32/005/2003)

La educación en o para los derechos hum a-nos es, por tanto, un derecho habilitadorclave que crea el espacio en el que grupos eindividuos pueden conocer todo el espectrode derechos hum anos y de libertades fun-dam entales que a todos nos corresponden.

La Educación en DerechosHumanos en la práctica

En todos los países donde Am nistía Interna-cional tiene presencia, sus Secciones y

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12. Para m ás inform ación sobre el derecho a la ED H, véase el docum ento de AI: Internacional Human Right s Stan- dards and Education , Indice AI: POL 32/01/98.


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Estructuras realizan diferentes actividadeseducativas dirigidas a una am plia variedad

de audiencias, desde escolares en Hong Konga prom otoras indígenas en M éxico, del tea-tro callejero a la form ación de form adores.Con el fin de ofrecer una im agen general, acontinuación presentam os una selecciónde las actividades de ED H realizadas en dis-tintos continentes, que m uestra lo diversay creativa que es esta labor dentro de AI.

En África, Am nistía Internacional ha asum i-do uno de los retos m ás grandes en EDHhasta la fecha, con un program a regional agran escala de tres años de duración finan-ciado por la Unión Europea y que se deno-m ina “Cómo evitar la práctica de la tortura a t ravés de la educación ”. Este am biciosoproyecto lleva a cabo actividades en dos

niveles: regional (África Occidental) y nacio-nal, en cada uno de los 10 países asignados.Los cursos a nivel regional incluyen unaextensa form ación de form adores, así com oform ación en trabajo de cam paña, captaciónde apoyos, trabajo con m edios de com unica-ción y uso del teatro para la educación enderechos hum anos. Estos cursos tam bién seim parten a nivel nacional por los Com ités deEducación en Derechos Hum anos. Las perso-nas ya form adas pueden a su vez dirigir pro-gram as de EDH para los grupos objetivoelegidos, com o profesores, periodistas,m ujeres y dirigentes com unitarios. El pro-yecto tiene el género com o tem a principal ysirve para aum entar la capacidad de nues-tros m iem bros de participar en la cam paña

“No m ás violencia contra las m ujeres”.

En Asia, la Sección Nepalí de AI ha form ula-do una estrategia de dos años de duración

en la que ha desarrollado un interesanteproyecto bienal de form ación externa einterna sobre el tem a de la violencia contralas m ujeres, en el que se utiliza el teatrocallejero com o principal form a de educar alas com unidades rurales de N epal, prácti-cam ente analfabetas y donde las conse-cuencias de la violencia contra las m ujeresse dejan sentir con m ayor virulencia, aun-que no en exclusividad, dentro de la socie-dad nepalí. La Sección Nepalí de AI tieneuna larga historia de teatro callejero y loconsidera com o una técnica de EDH extra-ordinariam ente eficaz para trabajar dentrode su contexto local. Actúa en dos lenguaslocales, con lo que am plía su radio deacción, y en la actualidad está estudiando

form as de desarrollar este m étodo paraincorporar algunas de las técnicas de “tea-tro interactivo”que utilizan los grupos deeducación teatral en Brasil y África.

En Europa, la organización tiene varios pro-yectos en m archa, entre ellos la Iniciativa depaz transfronteriza sobre educación enderechos hum anos en la educación prim a-ria en la República de Irlanda e Irlanda delNorte, que fue debatida por prim era vez porla Sección Irlandesa de AI en el verano de1998. Posteriorm ente, la Sección Británicade Am nistía Internacional, Internacional dela Educación, la Organización Nacional deProfesores Irlandesa (de Irlanda del Norte yla República de Irlanda) y la Unión de Pro-

fesores del Ulster fueron invitados a form ar

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parte de una iniciativa com ún para desa-rrollar el concepto en un proyecto piloto

que im plicó a 20 escuelas prim arias, 10 enIrlanda del Norte y 10 en la República deIrlanda. Los objetivos del proyecto consis-tían en evaluar las necesidades de EDH enla educación prim aria en Irlanda del Nortey la República de Irlanda y posteriorm entediseñar y llevar a la práctica un program ade EDH de 10 sem anas de duración paraalum nos de entre 8 y 12 años en 20 cole-gios. De este m odo, la educación en y paralos derechos hum anos fue introducida enla escuela.

La Sección Polaca de AI ha puesto en prác-tica un Program a de Educación en Dere-chos Hum anos y Acción 13, que se centra enlos colegios y organizaciones de “scouts”, y

para ello ha creado m aterial educativoinnovador, com o el m aterial de EDH “Dere-chos Hum anos-Educación-Acción”(queincluye videocasete, CD y póster) sobre latolerancia, la discrim inación y los derechosde m ujeres y niños. En el año 2003 prepa-ró 600 folletos para los grupos de “scouts”.Su oficina central distribuyó este m aterial atodos los cam pam entos de verano de los“scouts”.

En Am érica, la Sección M exicana ha traba-jado con las com unidades indígenas en tresestados sobre los derechos hum anos engeneral y los derechos específicos de estas

com unidades en particular. Su labor se hadesarrollado en colaboración con las m uje-

res indígenas que actúan com o “prom oto-ras”de los objetivos del proyecto, el cual nosólo proporciona form ación en derechoshum anos, sino tam bién otras actitudes queperm iten que el m ensaje llegue a un sectorm ás am plio de la población local. En Vene-zuela, Am nistía Internacional ha trabajadodurante varios años con un grupo de jue-ces debatiendo la legislación en m ateria dederechos hum anos, reflexionando sobre lascuestiones éticas y m orales asociadas e ins-tándoles a difundir entre sus colegas laim portancia de la sensibilización en dere-chos hum anos y a incorporarla en su prác-tica profesional.

En Oriente M edio y el Norte de África, la

EDH tam bién está desem peñando un papelim portante en la construcción de la cultu-ra de los derechos hum anos en la región.En junio de 2003 com enzó un proyecto enM arruecos para aum entar el grado deconocim iento de las norm as de derechoshum anos entre los funcionarios encarga-dos de velar por el cum plim iento de la ley,m ediante program as form ativos de edu-cación en derechos hum anos que se cen-traban en algunos casos específicos deviolaciones de derechos hum anos perpe-tradas por la policía. El personal de EDH enla Oficina de Beirut organizó un tallerconsultivo con periodistas en la ciudad de

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13. El Program a de Educación en Derechos Hum anos y Acción es un program a de educación en derechos hum anosadm inistrado por la Sección Noruega de AI. El proyecto financia el trabajo de educación en derechos hum anos

de varias Secciones y Estructuras de Am nistía Internacional.


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El Cairo a m ediados de junio. Su objetivo eram antener contactos y consultas con perio-

distas de distintas partes de la región enrelación con la educación y sensibilización alargo plazo acerca de la violencia contra lasm ujeres. El taller se centró en exam inar lacontribución de los m edios de com unica-ción al discurso en m ateria de violenciacontra la m ujer en la región, debatir y plani-ficar la función de los m edios de com unica-ción en el aum ento de la sensibilización y laeducación sobre este tipo de violencia, exa-m inar las necesidades de los profesionalesde los m edios de com unicación con el fin deequiparlos m ejor para abordar los tem asrelacionados con la violencia contra lam ujer y proporcionarles inform ación relati-va a los convenios y norm as internacionalessobre la violencia contra la m ujer y a los

recursos y contactos que pueden utilizarpara continuar trabajando en este cam po.

La educación en derechos hum anos inter-nacional desem peña un papel m uy im por-tante en la actual cam paña m undial de AIpara com batir la violencia contra las m uje-res, así com o en el trabajo tem ático sobrela tortura, la discrim inación por m otivosde identidad, los derechos de gays, lesbia-nas, bisexuales y transexuales y el racism o,todo lo cual requiere un cam bio en lasactitudes y form as de actuación. Tam biénse prevé que la EDH cum pla una funciónim portante cuando desarrollem os nuestro

trabajo en el cam po de los derechos econó-m icos, sociales y culturales. 14

El alcance de nuestro trabajo en el cam pode la EDH dem uestra el com prom iso de AIcon la educación com o herram ienta clavepara m aterializar su visión y m isión.

La repercusión

“No todo lo que cuenta puede ser cuanti-ficado y no todo lo que puede ser cuanti-ficado cuenta”. (Cartel en la pared deldespacho de Albert Einstein)

Uno de los aspectos m ás com plicados deltrabajo de Am nistía en el cam po de la edu-cación en derechos hum anos es el m odo deevaluar nuestro éxito. Según lo dicho hasta

ahora, nos proponem os cam biar actitudes ycom portam ientos, y esto es algo difícilm en-te m ensurable. Tam bién es difícil atribuir loscam bios sólo al trabajo de AI, ya que form a-m os parte de un m ovim iento m ás am plio enfavor de los derechos hum anos. En efecto, lacita anterior refleja el hecho de que nodebem os intentar evaluarlo todo a través dem edidas cuantitativas, aunque desde luegoeste tipo de evaluación cum ple su función ypuede facilitarnos inform ación m uy útil. Entérm inos cuantitativos podem os m edir losresultados de nuestro trabajo m uy eficaz-m ente contabilizando el núm ero de talleres,el m aterial de form ación, los program as y

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14. Los derechos económ icos, sociales y culturales son un área relativam ente nueva de trabajo para AI; nuestro m an-dato anterior lim itaba nuestra labor sólo a los derechos civiles y políticos.


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proyectos de educación en derechoshum anos o el núm ero de personas a las

que llegam os.

La verificación de repercusión e indicadoresno tiene por qué adoptar una form a cuan-titativa. Si bien m uchos indicadores puedenser m ensurables, com o por ejem plo el índi-ce de violaciones de derechos hum anoscom etidas por la policía, otros pueden serde índole cualitativa, com o la introducciónde tem as de derechos hum anos en los pla-nes de enseñanza. (Evaluación Final delProgram a “Educando para la Libertad” 15)

Fuera de estos m étodos cuantitativos, eva-luar la repercusión del trabajo de educaciónen derechos hum anos de AI puede ser untrabajo arduo. A pesar de ello, AI insiste en

que cada proyecto educativo debe contarcon estrategias claram ente definidas paracontrolar y evaluar no sólo las reaccionesinm ediatas de los participantes en esa acti-vidad, sino tam bién los indicadores de cam -bio a largo plazo capaces de evaluar larepercusión externa. En todos los docum en-tos de la organización relativos a la políticasobre EDH podem os identificar claram entela necesidad de continuar supervisandonuestro trabajo, adem ás de realizar laboresde seguim iento y evaluaciones finales. Enlas Directrices para el trabajo de educaciónen derechos hum anos (Índice AI: PO L32/08/99), se afirm a lo siguiente:

Debe haber una evaluación continua de larepercusión del program a y una revisión de

éste a la luz de las deficiencias y de las nue-vas oportunidades constatadas.Es im portante que los criterios en función delos cuales se evaluará el program a y la per-sona que efectuará la evaluación estén inte-grados en el program a desde el principio.Esta evaluación no deberán hacerla única-m ente los encargados de form ación y losalum nos, sino tam bién un organism o inde-pendiente (una ON G o un evaluadorindependiente) que pueda evaluar objetiva-m ente la eficacia del program a y form ular lasrecom endaciones pertinentes. Tam bién esnecesario que la junta directiva de la Estruc-tura de AI vigile la aplicación de estas reco-m endaciones. (Ibíd)

Para AI, encontrar la form a m ás eficaz de eva-luar el trabajo a largo plazo para cam biar acti-tudes y com portam ientos continúa siendo unreto; en la tercera Reunión Internacional delForo de Educación en Derechos Hum anoscelebrada en Noruega en m ayo de 2003, ungrupo de trabajo form ado por educadoresespecializados de dentro de AI centró su aten-ción en este problem a, y com o organizaciónseguim os com prom etidos con m ejorar esteárea de trabajo. Quizá el m ejor m odo de cono-cer la repercusión de nuestra labor es dar aconocer el resultado del trabajo de varias Sec-ciones y Estructuras de AI en todo el m undo.Eso es lo que vam os a hacer a continuación.

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15. “Educando para la Libertad”fue una iniciativa de la Sección Noruega de AI que, entre 1991 y 1999, financió pro-

yectos de educación en derechos hum anos en países de alta prioridad.


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Con m otivo de un proyecto trabajo realiza-do recientem ente con escolares, la Sección

Eslovena de AI escribió:

[…] la m ejora en la situación de los derechoshum anos entre los grupos objetivo […] tam -bién es difícil de evaluar a tan corto plazo,pero aun así existen algunos indicadores:siete colegios en los que se organizarontalleres de AI pudieron realizar un segui-m iento sobre las actitudes de los estudian-tes contra el acoso m oral, ya que al final delos talleres los estudiantes pusieron porescrito lo que pensaban hacer para m odifi-car su com portam iento con el fin de redu-cir el acoso m oral. Los profesores hicieron elseguim iento de los estudiantes y la m itadde ellos cum plió lo que había escrito. (Infor-m e 2004 del Program a de Educación en

Derechos Hum anos y Acción)

En otro proyecto de EDH llevado a cabo porla Sección Venezolana de AI con jueces, seafirm aba lo siguiente:

Algunos jueces que desarrollan actividadesdocentes han tom ado iniciativas destinadasa incorporar de m anera explícita cátedras om aterias de derechos hum anos en las insti-tuciones de las que form an parte. Efectiva-m ente, una de las jueces entrevistadasrefirió que introdujo un proyecto que estápróxim o a ser aprobado, para incorporar dem anera obligatoria en todas las carreras, lam ateria de derechos hum anos en dos insti-tutos de Educación Superior: la U niversidad

Sim ón Rodríguez y la Universidad Ferm ín

Toro en el Estado Lara. Otra de las entrevis-tadas refiere que ha incorporado en sus

m aterias contenidos del curso que hanfavorecido una m ayor com prensión deltem a por parte de los estudiantes. (Evalua-ción Externa: Program a de Capacitación enDerechos Hum anos para Jueces; p. 53 )

Tam bién se afirm aba que:

La m ayoría de los jueces que han participadoen el program a en calidad de facilitadores, sehan incorporado com o voluntarios a Am nis-tía Internacional, lo que constituye unam uestra de interés por trabajar el tem adesde otra perspectiva y un paso inicialpara com enzar a vincularse con el m ovi-m iento de derechos hum anos a nivelnacional y regional. (Ibíd)

La evaluación del proyecto transfronterizopara escuelas prim arias en Irlanda reveló que:

[…] el verdadero éxito de este proyectoresidió en su capacidad para m otivar yfacilitar a los profesores el abordar losderechos hum anos en la escuela prim ariade un m odo innovador, creativo y capazde despertar la im aginación de los niños yde m uchos de sus padres.Niño de la República de Irlanda: “Hablam osde derechos y responsabilidades. De lo quem eteríam os en una m aleta. Hicim osm uchas actividades sobre ese tem a. Param ostrar que todo el m undo tiene los m is-m os derechos. Tú tam bién tienes derechos

[…] eres com o los dem ás.”

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Padre de la República de Irlanda: “Estoym uy contento de que el colegio haya

adoptado este program a, cuando habla-m os de derechos hum anos hablam os denuestros derechos dentro de la com unidady en el m undo.”(Inform e final de evalua-ción; la traducción de la cita es de Am nis-tía Internacional)

Adem ás de nuestro com prom iso deevaluar la labor realizada, tam bién anim a-m os a los participantes en todos los pro-gram as educativos a dar algunos pasosm ás, tal y com o se recom ienda en las direc-trices para el trabajo de educación en dere-chos hum anos, ya sea com o prom otores deproyectos para llevar a cabo actividadesde cam paña, o sim plem ente para difundirlas cuestiones tratadas en su círculo fam i-

liar y de am igos. Instar a la acción desde laeducación es:

crucial para que el program a tenga unefecto concreto en la m ejora de la situa-ción de los derechos hum anos y para darpasos definitivos hacia la creación de unacultura de derechos hum anos y su desa-rrollo. (Directrices para el trabajo de edu-cación en derechos hum anos de AI)

Crear una cultura dederechos humanos

La ED H es una vacuna contra la intole-rancia, la indiferencia y la injusticia ennuestras com unidades y enseña a los indi-

viduos a luchar por sus derechos y por los

de los dem ás. (M ary Robinson, ex altacom isionada de las Naciones Unidas para

los Refugiados)

M erece la pena recordar una vez m ás que laEDH es sólo una de las m uchas herram ien-tas que AI tiene a su disposición; sin em bar-go, es única en sus m étodos y objetivos. Elobjetivo principal de la EDH es cam biar lapercepción, las actitudes y los com porta-m ientos en lugar de producir cam bios en lalegislación o en la política. Com o dijim os alprincipio de este artículo, la EDH a m enudoes la parte invisible del trabajo de AI y sedesarrolla en las aulas, en los centros m uni-cipales, en las prisiones; un proceso prolon-gado que im plica una reflexión personaly colectiva, pero con una gran repercusióne indispensable para crear un cam bio fun-

dam ental en las actitudes y com portam ien-tos a favor del respeto de los derechoshum anos y la tolerancia m utua. La EDHintenta, a través del conocim iento y el aná-lisis, perm itir que las personas com prendansus derechos y proporcionarles actitudesque les ayuden a actuar para defender susderechos y los de los dem ás.

La conciencia crítica que la educaciónfom enta debería perm itir a los alum nosem prender acciones para resolver los pro-blem as identificados a través de la reflexión[…] La reflexión no es una llam ada a la revo-lución desde el sillón. Por el contrario, lareflexión, la verdadera reflexión, conduce ala acción. (Ham m ond 1998, p.19; la traduc-

ción de la cita es de Am nistía Internacional)

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La educación es una herram ienta podero-sa que los activistas de derechos hum anos

de dentro y fuera de la organización debenaprovechar al m áxim o. La educación esesencial para el cam bio social, ya que ade-m ás de inform ar puede cuestionar el dis-curso y las prácticas dom inantes que confrecuencia socavan la esencia m ism a delos derechos hum anos. Hoy m ás que nun-ca necesitam os trabajar para volver aapropiarnos del lenguaje de los derechoshum anos, ya que la “guerra contra el terro-rism o”am enaza con erosionar el conceptode derechos en un m om ento en que algu-nos Estados pretenden reinterpretar lasleyes y norm as de derechos hum anosinternacionalm ente acordadas. La ED Hpuede desem peñar, y de hecho lo hace, unpapel im portante en la creación de ciuda-

danos activos en m ateria de derechoshum anos y en el desarrollo de una cultu-ra de derechos hum anos.

Com o afirm ó la secretaria general de AI enel Segundo Foro Internacional de Educa-ción en Derechos Hum anos celebrado enBelfast en 2001:

Nos reunim os en un m om ento m uy signifi-cativo para la historia del m ovim ientode derechos hum anos. Los atentados del 11de septiem bre han desencadenado unaserie de acontecim ientos que planteanalgunos de los m ás grandes desafíos paralos derechos hum anos desde que la Decla-ración Universal de Derechos Hum anos fue

adoptada en 1948. […] La educación en

derechos hum anos es especialm ente perti-nente cuando alrededor de nosotros tiene

lugar un choque de valores, no de civiliza-ciones, com o algunos quieren hacernoscreer. En este choque se enfrentan los valo-res de los derechos hum anos y la dignidadhum ana contra las fuerzas de la intoleran-cia, la represión y la violencia. En la actua-lidad, vem os estos valores am enazados porlas drásticas m edidas que algunos gobier-nos están adoptando para restringir laslibertades civiles en el interés de una m ayorseguridad. El “terrorism o”es un térm inoem otivo, cargado de valores, pero indefini-do. Nadie sabe m ejor que Irlanda del Norteque lo que para un hom bre es un terroristapara otro es un com batiente por la libertad.Los países tienen el derecho y el deber deprotegerse, pero los gobiernos tam bién

están obligados a respetar las norm as esta-blecidas por el derecho internacional,incluida la legislación hum anitaria y dederechos hum anos. […] La educación enderechos hum anos construye un conjuntode valores basado en la universalidad eindivisibilidad de los derechos hum anos:valores que conform an nuestras opcionesm orales y las elecciones de nuestra socie-dad. Ésta es la función m ás am pliam entereconocida de la educación en derechoshum anos y la razón por la que considera-m os prim ordial incorporar los derechoshum anos a los program as educativos ofi-ciales y extraoficiales. (extracto de un dis-curso escrito para Irene Khan, secretariageneral de AI, para el 2º Foro Internacional

celebrado en Belfast)

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La educación en derechos hum anos por sísola no puede hacer realidad la visión de

AI –la de un m undo en el que todas laspersonas disfruten de todos los derechoshum anos proclam ados en la D eclaraciónUniversal de D erechos Hum anos y enotras norm as internacionales de derechoshum anos–pero, junto a la labor de inves-tigación, las cam pañas y el trabajo jurídi-co de la organización, podem os ejercerpresión a distintos niveles de la sociedad ym antener los cam bios que se producen aconsecuencia de dicha presión.

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Cuando Am nistía Internacional acom ete larevisión de su actual estrategia internacio-

nal de educación en derechos hum anos, loque pretende no es revisar si hay espaciopara la educación en derechos hum anosdentro del m ovim iento (de lo cual estam osconvencidos), sino reflexionar sobre nues-tras acciones en este cam po a fin de con-seguir la m áxim a repercusión sobre lasituación de los derechos hum anos en elm undo y representar nuestro papel en lacreación de una cultura coherente de dere-chos hum anos para todos.


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EVALUACIÓNEXTERNA: Program a de Capacitación en Derechos Hum anos para Jueces.EVALUACIÓNFINALdel Program a “Educando para la Libertad”.

PEADARKING YROGERAUSTIN, Final Report: Cross-Border Primary School Human Right s Educa- tion Init iative 2000-2003: An Evaluation , , diciem bre de 2002.

Resumen

El artículo analiza el desarrollo de la Educación en Derechos Hum anos dentro de Am nis-tía Internacional, incluyendo aspectos históricos, m etodológicos y prácticos de la m ism a.

Palabras clave: Am nistía Internacional, Educación de Derechos Hum anos.

Abstract

The developm ent of Hum an Rights Education is analyzed into Am nesty International,including historical, m ethodological and practical aspects of it.

Key words: Am nesty International, Hum an Rights Education.

Kate MoriartyCoordinadora Internacional de Educación en

Derechos HumanosAmnistía Internacional


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Educación en DerechosHumanos en el ámbitouniversitario

La form ación universitaria pertenece alsector form al de la educación que sesom ete a las directivas estatales. Estesector se caracteriza por contenidos uni-

form es con titulaciones estatalm entereconocidas. Esto se aplica a todos lostipos de centros educativos, a la educacióny form ación profesional y a las universida-des. Pero hasta el día de hoy no existencontenidos de Derechos Hum anos unifor-m es para todas las facultades en las uni-versidades europeas. La ED H se lim ita aalgunas pocas disciplinas y no es interdis-ciplinar.

El sector educativo no form al fuera delám bito universitario engloba actividadeseducativas m ás am plias, que tienen carác-ter com plem entario a la educación form al,com o por ejem plo la form ación política o

Educación en Derechos Humanosen el ámbito universitario *

Anja Mihr

En las universidades noexiste ningún enfoqueholístico para enseñary aprender sobre losderechos humanos.

Monográfico

* Traducción de Johanna M enzinger Brandis. Socióloga, Universidad Carlos III de M adrid.


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los program as de alfabetización. Éstos a suvez son llevados a cabo o prom ovidos de

form a ideal o m aterial por algunas institu-ciones públicas. El sector inform al de laeducación se refiere a todos los sem inariosy cursos, que se realizan aparte del sistem aform al de educación; por ejem plo, lossem inarios de derechos hum anos dirigidospor Am nistía Internacional (AI) o H um anRights Education Associates (HREA) y otrasOrganizaciones No Gubernam entales (ONGs)(Lenhart: 1993, 1-3).

El objetivo de este artículo es encontraruna definición para la ED H y echar unam irada m ás de cerca a ésta en el ám bitouniversitario, así com o presentar algunospuntos de partida para una EDH interdisci-plinaria en las Universidades.

¿Qué es la Educación enDerechos Humanos?

La base teórica de cualquiertipo de Educa-ción en Derechos Hum anos form a, por unaparte, un entendim iento universal de losDerechos Hum anos que se deriva de la leynatural y que se expresa en las concepcio-nes de valores m orales de todas las cultu-ras. Por otra parte, el enfoque de la EDH sebasa en la Declaración Universal de Dere-chos Hum anos (DUDH) de 1948 y en losdesde entonces diferenciados Acuerdos,Pactos y Tratados de Derechos Hum anos enlos regím enes regionales de DerechosHum anos de África, Am érica Latina, Europa

y Asia.

Por lo tanto, la DUDH form a el fundam en-to de la idea de derechos hum anos, de los

estándares que se derivan de ésta y delactual régim en internacional de DerechosHum anos. Hasta el día de hoy, m ás de cientratados internacionales y regionales en losque los derechos hum anos están legalm en-te anclados se han constituido en base aesta declaración.

No sólo el discurso internacional soportauna definición de la EDH orientada a laacción y a los DDHH, sino que esta pers-pectiva tam bién se com prueba en losnuevos enfoques de la educación preven-tiva. Así, por ejem plo, se valoran en lasáreas de educación preventiva de la vio-lencia y los conflictos cada vez m ás lascontraestrategias , es decir, la aplicación

activa de conocim ientos aprendidos.Orientado a la acción significa que a tra-vés de la EDH se previenen violaciones dederechos hum anos. Esto requiere unenfoque pedagógico que ofrece a los des-tinatarios opciones concretas de accionesy com portam iento. Porque la opinión quegeneralm ente prevalece en la teoría y lapráctica, y según la cual el cum plim ientode Derechos Hum anos depende exclusi-vam ente de acciones políticas y de laposibilidad de reclam arlos judicialm ente,tiene poco que ver con la realidad. Esm ucho m ás la tarea de la EDH de llenarese déficit. Ésta tiene com o m eta transm i-tir la idea de los Derechos Hum anos gene-ralm ente vigente a todos los grupos de la

sociedad, hacer conocer los estándares

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internacionales y ofrecer a los diferentesgrupos destinatorios opciones de acción

específicas adaptadas a las situaciones. Alargo plazo, la m eta de la EDH sigue sien-do, sin em bargo, la de establecer una cul-tura de derechos hum anos en todas lassociedades.

En la literatura, se entiende por EDH conte-nidos de conciencia cognitiva, norm ativosy dirigidos a la acción (Tibbitts: 2002). Estassubáreas de la Educación de DerechosHum anos se pueden englobar en tres faseso pasos:

• cognitivo/ norm ativo;• em ocional/consciente de su responsabi-

lidad;• activo/orientado a la acción.

Los tres niveles form an una unidad conel objetivo de que cada persona queesté aprendiendo adquiera una am pliaconciencia de Derechos H um anos yactúe conform e a ella. Desde el puntode vista m etodológico, estas tres fases yniveles de aprendizaje pretenden seraplicables de form a universal conside-rando las tradiciones y culturas especí-ficas regionales.

Primer nivel: cognición

Esta fase consiste en la transm isión de lahistoria del desarrollo de los DDHH, dela génesis de los DDHH, de las violaciones

de D DHH y de la concepción de valores

que se deriva de ellos. Com o ejem plos, seofrecen aquí el catálago de derechos fun-

dam entales am ericanos (Bill of Rights) de1787, el catálogo del tratado de la revo-lución francesa de 1791 y la DeclaraciónUniversal de DDHH de 1948, así com o lasconvenciones de DDHH de África, Asia yEuropa. La redacción de estos catálogosy declaraciones form a parte del desarrollode los DDHH. Otra parte de esta fase estáform ada por la historia de las violacionesde D DHH: el racism o, la discrim inación yel genocidio, así com o las causas y conse-cuencias de los asesinatos y de la encar-celación de opositores políticos. De igualim portancia en esta fase de transm isiónes la m anera de tratar las violaciones deDDHH en el propio país. Aquí las causas yconsecuencias de violaciones de DDHH,

así com o la m anera de tratar esta partede la historia son prioritarios. A través dela transm isión de la historia de los DDHHse dem uestra que aún no ha term inado elproceso de lucha hacia los derechos fun-dam entales para todos los hom bres ym ujeres y que no se trata de algo estáti-co. El estudio de la historia de los DDHHdem uestra m ás bien que el desarrollo delos DDHH es un proceso constante querequiere la participación activa de cadaindividuo. Si las personas no participan eneste proceso y no luchan por los derechosde un grupo o de un individuo, estosderechos pierden im portancia. Las conse-cuencias de ello son las lim itaciones dederechos fundam entales de libertad y

violaciones de DDHH.

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El deber de los profesores y docentes espresentar todos los tratados e instrum en-

tos de DDHH com o partes de este régim englobal de DDHH que se divide sobre todoen el régim en internacional de las NacionesUnidas, y los regionales de Am érica, Áfricay Europa (Buergenthal: 1995). Este nivel dela Educación de DDHH quiere contribuir aque se conozcan las diferentes convencio-nes, tratados y posibilidades individuales dedenuncia. En base a tales conocim ientos esm ás probable que las víctim as se concien-cien y crean m ás en sus posibilidades deidentificar a los culpables y denunciarlos.Las personas víctim as de violaciones deDDHH hacen valer así su derecho a la repa-ración y hacen responsables a los agresores.

Segundo nivel: emociones

La fase em ocional y dirigida a la responsa-bilidad es la m ás difícil. En ella se debe pro-blem atizar el conocim iento cognitivo eilustrar con la práctica. El objetivo es apre-hender los valores universales de los DDHH,reflexionar sobre ellos y desarrollar unaconciencia de DDHH. Esta fase de la docen-cia resulta ser el paso m ás difícil para losdocentes y otros agentes divulgadores dela EDH, ya que se tiene que llegar a los sen-tim ientos de la persona que aprende. A tra-vés de ejem plos prácticos de las violacionesde DDHH generalm ente se crea una sensa-ción de indignación y rabia. Para ello, losprofesores y docentes trabajan frecuente-m ente con m edios visuales e historias

sobre DDHH y sus violaciones. Estudios

em píricos com prueban que la concienciade DDHH no se puede desarrollar sin que

se estim ule este nivel (M üller: 2002). Sem uestran o se im aginan situaciones de vio-laciones de DDHH por ejem plo a través defotos y películas que estim ulan la concien-cia para la injusticia de las personas queaprenden y evocan sentim ientos de indig-nación. Así tam bién se evocan experienciasy vivencias personales y estas se ponen enel contexto de los DDHH.

Conversando con estudiantes, hem os teni-do reiteradam ente la experiencia de que ala pregunta “¿alguna vez han sido víctimas de alguna violación de DDHH?“ , la respues-ta m ayoritaria es negativa –m uchas veces,por un desconocim iento de los DDHH- o “si lo he sido, no he estado conciente de ello“.

Justam ente este nivel de conciencia es elque se tiene que estim ular con la EDDH. Laspersonas tienen que ser concientes de susderechos y de los derechos de los dem áspara poder reivindicarlos. En esta fase, eldocente organiza charlas con víctim as ytestigos de violaciones de DDHH; por ejem -plo, con sobrevivientes de los m asacres deRuanda o de Kosovo, solicitantes de asilo,refugiados o antiguos presos políticos.Estos testigos describen de form a directa lovivido y evocan em ociones entre los oyen-tes. Entre las em ociones evocadas cuentanla m isericordia, la solidaridad, la toleranciay el respeto. Law rence Kohlberg titula estam anera conciente de tratar el nivel em o-cional en la pedagogía com o m étodo pro-

gresivo. A través de este m étodo, se

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fom enta la interacción entre el individuo yla sociedad, o sea, su entorno. Al m ism o

tiem po, el conocim iento adquirido en elm arco del conflicto cognitivo significa uncam bio activo en los esquem as de pensar(Graz: 1996). El pedagogo de la libertadPaulo Freire describe este estado com o laconstrucción de un capital social. Final-m ente, es este capital el que pone a las per-sonas en posición de actuar y con unaresponsabilidad social para el bien de todaslas personas (Freire: 1995).

Aquí es im portante articular los senti-m ientos m orales; por ejem plo, la indigna-ción por la tortura. Eso significa que a losalum nos hay que darles la oportunidad deexpresar su indignación. Seguidam ente, sedebe discutir y responder a preguntas

acerca de la dignidad de los seres hum a-nos y de valores universales. Sin em bargo,no se debe aprovechar el nivel em ocionalpara m anipular a otros, sino que se quie-re, m ás bien, transm itir com prensión yentendim iento para una situaciones con-cretas y sobre sí m ism o. Este nivel siem prees autorrelacionado para la persona queaprende, y tiene, por tantom , carácterreflexivo. Esto se com prueba en variosestudios que constatan que las personasse vuelven activas en el ám bito de losDDH H cuando:

a) tienen una persona de referencia m oralestable;

b) han tenido experiencias fundam entales;

por ejem plo, con la injusticia social. Esto

significa que la experiencia prevaleceante la instrucción y la form ación.

En esta fase, por un lado se afila la con-ciencia ( “Algo está mal aquí“ ), y, por otrolado, se crea la voluntad de asum ir respon-sabilidad (Krahulec: 1999, 367-670).

Tercer nivel: volverse activo

Este nivel se genera directam ente desde los

dos anteriores, y se concentra en la transm i-sión de opciones de acción. Concretam ente,significa la acción para los propios derechosy los derechos de los dem ás. En otras pala-bras, en esta fase de la EDH se quiere trans-form ar conocim iento, em ociones y sentidode responsabilidad en actividad. Los princi-pios, los razonam ientos y los argum entos

para las decisiones de acción tienen queconcordar entre sí en base a la propia inter-pretación del nivel cognitivo y em ocional.Ésta es la tarea de los docentes. De nuevo sehace hincapié en las diferentes form as deviolaciones de DDHH que existen por ejem -plo en el m arco de la discrim inación, delracism o, de la prohibición de la libertad deprensa y de opinión, así com o de tortura yde por qué, por ejem plo, la pena de m uerteconstituye una violación de la dignidad delhom bre, y qué es lo que se puede hacer encontra. La m ism a im portancia tiene dem os-trar qué posibilidades pueden existir paraenfrentarse a las violaciones de DDHHcom etidas en el pasado en el propio país yen otros países. Adem ás, se deben ofrecer

opciones de acción que sean factibles para

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cada uno en su entorno para luchar contralas violaciones de DDHH. Estas opciones

pueden consistir en peticiones a institucio-nes gubernam entales, listas de firm as,cam pañas, conm em oraciones, cartas deprotesta posibilidades de denuncia, etc.Adem ás, grupos de víctim as y de activistasde DDHH pueden crear redes y hacer traba-jo de lobby en instituciones gubernam enta-les a nivel internacional, com o, por ejem plo,en el Consejo Europeo, la Unión Europea,las Naciones Unidas o las institucionesgubernam entales nacionales. Así tam biénse da la posibilidad a los alum nos de queaprendan a involucrarse com o voluntariosen ONGs o redes que fom entan los DDHH.

Si vem os estos tres niveles com o unidad,constatam os que la EDH parte de la con-

ciencia natural de la injusticia. La EDHinform a sobre los DDHH y al m ism o tiem poofrece vías para entenderlos, articularlos yreivindicarlos. La m ención de los DDHH esaquí el elem ento de contenido m ás im por-tante de la EDH. Porque uno de los peligrosde una escasa conciencia de DDHH es quesi no se m enciona lo específico de un dere-cho hum ano en concreto, con el tiem poéste se olvida. La no m ención lleva a la pér-dida de conciencia y finalm ente a la noreinvidicación del derecho. Porque quienno sabe cóm o, por ejem plo, está redactadosu derecho a la vida, a la libertad y a laseguridad (Art. 3, DUDDHH) o qué es lo quese entiende por m altrato o tortura grave(Art. 5, DUDDHH), tam poco reivindicará

este derecho ni denunciará su violación.

Destinatarios

Los profesores y docentes tienen que serconcientes de para quién y con quién dise-ñan sus clases. Tener un enfoque dirigido alos destinatarios significa integrar todos losgrupos de adultos y jóvenes en la educaciónescolar y extraescolar. Los program as de EDHse adaptan a las necesidades de los destina-tarios. En el sector form al, la EDH se concen-tra en la educación preescolar, prim aria,secundaria, la form ación profesional y en lasuniversidades. En el sector inform al, sonsobre todo las asociaciones profesionales;por ejem plo, de la Policía, de los Jueces, delos Abogados, de los M édicos o de los repre-sentantes de los m edios de com unicación, asícom o organizaciones religiosas, culturales yhum anitarias, com o las iglesias, fundaciones

y ONGs. De m anera que los destinatariospueden dividirse en siete subgrupos:

1. Servicios de Seguridad: a este grupopertenecen los m ilitares, los m iem brosde las tropas internacionales de Paz yde los Servicios Secretos y los m iem brosde la Policía.

2. M iem bros del Gobierno y del Parlam en-to: com o, por ejem plo, m iem bros de lospartidos del gobierno y de la oposición,de las com isiones de DDHH, así com opersonas que trabajan en los m iniste-rios, sobre todo en las áreas de Interior,Justicia y Defensa. Adem ás, pertenecena este grupo los representates de loscuerpos diplom áticos y de la coopera-

ción estatal al desarrollo.

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3. Trabajadores Sociales: M onitores parajóvenes, encargados de los y las jóvenes,

cuidadores de m ayores y personas quetrabajan en hogares.

4. Justicia: Abogados, Defensores del Pueblo,Fiscales, Jueces y Defensores de DDHH.

5. Representantes de los M edios de Com u-nicación: periodistas y redactores.

6. M édicos: Hospitales y en especial todoel personal m édico en las cárceles y enlos centros para el tratam iento de vícti-m as de tortura.

7. Sector de la enseñanza. Estudiantes detodos los niveles: a este grupo pertene-cen tam bién el personal docente y laspersonas que trabajan en los colegios,en los institutos profesionales y en losinstitutos de educación popular y noc-turna, así com o el personal de las uni-

versidades (M ihr: 2002).

La EDH tiene com o m eta, entre otras, infor-m ar a las víctim as o grupos potenciales devíctim as sobre sus derechos, y al m ism otiem po ayudarles a percibir estos derechos.A propósito de los agresores y grupospotenciales de agresores, com o, por ejem -plo, los Servicios de Seguridad y los m édi-cos, esta educación quiere inform ar sobre eldeber de respetar y cum plir los derechos delos dem ás y contribuir a su cum plim iento.

Desde el punto de vista m etodológico, setienen que adaptar tres fases de EDH (nive-les cognitivo, em ocional y de acción) en sucontenido a los distintos grupos de desti-

natarios. Por otro lado, hay que tener en

cuenta las diferencias culturales y regiona-les. Los docentes, por lo tanto, tienen que

diseñar sus proyectos educativos según lasnecesidades de cada caso. Estas considera-ciones sirven tam bién para el ám bito de laeducación universitaria. Hay que constatarque la EDH se puede aplicar en todos losaspectos de la form ación, sea form aciónadm inistrativa, policial, m édica, de profesio-nes de atención social, de m atem áticas, etc.Sin em bargo, existen diferencias en losenfoques. Para algunos form adores, es pre-ferible integrar la m ateria DDHH de m anera“escondida“en el tem ario de, por ejem plo, laDem ocracia o la Educación para la Paz. Hayotros, sin em bargo, que prefieren m encionardirectam ente los tem as de DDHH y de viola-ciones de DDHH (Evans: 1997).

El m étodo “directo“de la EDH es hoy en díael preferido en las organizaciones interna-cionales. La UNESCO se ha propuesto com om eta elaborar la inform ación sobre la pro-tección de los DDHH y sobre los derechosde algunos grupos de la sociedad, com o,por ejem plo, los niños, las m ujeres, los dis-capacitados y las víctim as de racism o ydiscrim inación. Ha generado foros de dis-cusión sobre DDHH y Ética. Su punto cen-tral son los derechos culturales, ya queprecisan de una m ayor especificación, quesólo puede ser lograda a través de un discur-so internacional (Deutsche UNESCO-Kom m ission: 1997). La ONU facilita m aterialdidáctico para la EDH, que está sobre todopensado para que se conozcan y se “vigilen“

los estándares establecidos de DDHH).

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Concuerda con ello el Alto Com isionado deNaciones Unidas para los Derechos Hum anos

DDHH de la ONU, que incentiva a los alum -nos en su M anual ( Training Manual) paraque participen en procesos judiciales, visitencam pos de refugiados, se pongan en contac-to con presos o se com prom etan com oobservadores electorales (UNO: 2001). ElConsejo de Europa adopta la m ism a m etodo-logía en su trabajo en el ám bito de Educa-ción de DDHH. En el

Compass(guía de EDH

del Consejo de europa) el m étodo está enfo-cado a las condiciones m acro de de losDDHH y a la experiencia práctica del grupodestinatario. Una m ezcla entre charlas, talle-res e interacción busca asegurar el éxito en elaprendizaje (Council of Europe: 2002).

Pero el éxito en la transm isión y la form a-

ción en el ám bito de los DDHH sólo se pue-de com probar a través de la realización y elcum plim iento de los DDHH en la prácticacotidiana. La conciencia, las actitudes y elcom portam iento se pueden m edir a travésdel grado en el que:

• las relaciones sociales concretas hancam biado en un sentido positivo para elcum plim iento de los DDHH; por ejem -plo, en la dism inución del núm ero depresos políticos;

• se ha logrado un conocim iento sobre lasinstituciones internacionales, regionales ynacionales de los DDHH y sus instrum en-tos, y se utiliza, por ejem plo en la form aen la que se em plean las posibilidades de

denuncia en los tribunales en todas las

instancias, la consulta a Defensores delPueblo o el uso de posibilidades de

reclam ación en todos los niveles políticosnacionales e internacionales;

• la capacidad de cada individuo pararesolver problem as concretos relevantesde DDHH ;

• se ha im puesto la aplicación del conoci-m iento de los contenidos y de los m étodosde la EDH a través de los divulgadores(M ar-tin: 2000).

Universidades

Si ahora nos detenem os en la EDH en elám bito universitario, nos dam os cuenta deque el discurso académ ico sobre el signifi-cado y la realización de los DDHH tienelugar en el interior de las facultades y dis-

ciplinas. Este discurso podem os encontrar-lo en la Filosofía, en las Ciencias de laEducación, en las Ciencias Jurídicas, en laAntropología o en la Sociología. Sin em bar-go, prácticam ente no existen enfoquesinterdisciplinarios (Dudy: 2002, 40-42).Tam poco se entienden los DDHH com o unam ateria transversal que se podría tratar entodas las disciplinas, com o, por ejem plo,en las Ciencias Naturales, Sociales, Jurídi-cas, del Deporte, en la Filología, etc. La Edu-cación de DDHH en las Universidades tieneun carácter exclusivo, eso quiere decir quelos DDHH sólo se enseñan en pocas disci-plinas, com o por ejem plo en las Ciencias dela Educación, el Derecho, las Ciencias Polí-ticas o la Filosofía. Con respecto al conteni-

do, esto siginifica que en cada caso se hace

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