tapatío 2 de septiembre

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Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] CUADERNO DE LECTURA SECCIÓN B GUADALAJARA, JAL., DOMINGO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2012 AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 34150 FUNDADORES Jesús Álvarez del Castillo V. Jorge Álvarez del Castillo Z. EDITOR-DIRECTOR Carlos Álvarez del Castillo G. Convención sobre los De- rechos del Niño. Artículo 19 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medi- das legislativas, adminis- trativas, sociales y educati- vas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tra- tos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. Contra la agresión PARA SABER ABUSO. En un sitio web recomendado por las dependientas de la tienda se anima: “El castigo tiene que ser desagradable, porque si no duele, no es provechoso. Al niño que pelea, hay que darle más por haber luchado”. EL INFORMADOR • J. MENDOZA Los palos correctivos, de fábrica, están vigentes, los venden de colores, con proverbios inscritos para inspirarse y asesoría en internet incluida. Uno los encuentra, para terror de los niños, en el centro de Guadalajara la forma y el fondo: enrique peña nieto presidente Página seis estos son los mariachis de a diario; crónica de su plaza Página SIETE el bar calavera se despide tras 12 años de desvelos Página cinco Q uien no corrige a su hijo, no lo ama: Proverbios 13:24” y co- sa de sentido común, hasta que la frase va a dar, impresa, a un par de nalgas tiernas. Poseedor de la sabiduría ances- tral que reza que un glúteo rojizo nunca olvida, un comer- ciante local mantiene viva una costumbre vieja: las varas de la corrección están vigentes, por lo menos en una libre- ría católica del centro de Guadalajara. Vitrina izquierda del número 713, de una avenida importante del primer cua- dro de la ciudad, a cuatro puertas de una bien surtida sex shop, en el último entre- paño, debajo de cuadros de parques ne- vados, rodeadas de pergaminos con le- yendas como “Dios es amor”, “Cristo bendice este hogar” y la clásica “Dios te ama”, justo ahí, descansan imponentes cuatro varas. Madera firme. Largo de 41 centímetros. Ancho de 3.8 centímetros. Espesor de 9 milímetros. En este escapa- rate del centro de Guadalajara, los palos del escarmiento vienen en cuatro modelos: “Corrige a tu hijo antes que sea tarde. Proverbios 19:18”, “Corrige a tu hijo mien- tras hay esperanza. Proverbios 19:18”, “Corrige a tu hijo y te dará felicidad. Proverbios 29:17” y el mejor de todos: “La vara y la corrección dan sabiduría. Proverbios 19:20”. Detrás de la puerta, que al abrirse hace sonar unas cam- panas de viento, la dependienta disipa cualquier duda: “No, no son de adorno, cómo cree, hermana, son varas de disci- plina”. La hermana es una cincuentona de melena roja al hombro, labios naranjas y sonrisa fácil. Una no sabe si abra- zarla o darle un tablazo porque nunca se aprendió La Con- vención sobre los Derechos del Niño. Me lleva a un recoveco, en el centro de la sacrosanta tienda. Su boca naranja y su mano derecha apuntan a la sec- ción correctiva de la tienda, el oasis de los proverbios, a la esperanza del mundo mejor. Colgados de unas armellas ho- rizontales, hay unos doce modelos de varas. Las de 41 cen- tímetros y unas un poco más cortas. Las de madera laquea- da, las de madera rosa pastel, las de madera azul cielo, algunas de plástico fluorescente “que nunca se rompe”. Eso lo dice mi nueva hermana, quien presume lo barato que re- sulta disciplinar a un chamaco rebelde: entre 25 y 35 pesos. “Es uno de los artículos preferidos”, continúa. Parece bue- na persona. Intenta ayudar mientras platica. Según sus cuen- tas, en promedio cada día las nalgas de un niño estrenan uno de estos garrotes, que sus padres pueden colgar de cualquier clavo, gracias a que el fabricante pensó en horadar un pequeño orificio en el mango. Algunas tablas tienen impresos tiernos dibujos infantiles, a un lado del proverbio que justifica la tranquiza. Así, los niños malcriados pueden imaginarse un borreguito pispireto, mientras sus padres les dan con el palo que di- ce “Los azotes que hieren son medicina y el castigo purifica el corazón”. O piensan en una pa- lomita mensajera cuando reci- ben, en la cabeza: “Dar repre- sión con mansedumbre”. O los más groseros, miran a un león tipo Disney, mientras una ta- bla se estrella en su boca con la frase: “Biena- venturado a quien tú corrijas”. Mi “hermana”, que se había retirado a vender un catecismo, vuelve, me pone la ma- no derecha en el hombro izquierdo y con voz reconfortante suelta: “Los niños ya saben que si se usa la va- rita es porque hicieron algo mal y necesitaban corrección… No se sienta mal; antes le pegaban a uno con el cinto ahora se usa la varita. En Internet hay información”. Tiene razón. La página web cristiana estadounidense Creced la recomienda ampliamente en su artículo La herra- mienta olvidada, que indica de “tres a cinco aplicaciones al lugar que Dios hizo para recibir la corrección […] Puesto que la Biblia especifica la vara, creo que ella es mejor que la mano, la cual muchas veces no duele, especialmente si hay pañales o pantalones gruesos. El castigo tiene que ser desa- gradable, porque si no duele, no es provechoso. Al niño que pelea, hay que darle más por haber luchado […] Es impor- tante comenzar a usar la vara cuando el niño es pequeño. Cuando son pequeños, se les puede dominar y así aplicar la medicina que necesitan […] Creo se debe comenzar cuan- do los niños llegan a entender la palabra “no,” o sea cuando tienen alrededor de un año de edad”, dicta un autor anóni- mo que, según afirma, hoy tiene una hija de bien. También en el Internet, la página Mercabá, “para la forma- ción de líderes católicos”, reproduce el reglamento de las escue- las a cargo de una orden de sacerdotes: “Se pueden corregir las faltas de los niños de varias y diferentes maneras: con las pala- bras, con la penitencia, con la palmeta, con las varas… “El uso de la corrección con palabras debe ser muy raro […] Podrán em- plearse las varas o el latiguillo para corregir a los alumnos, por varios motivos: por no haber querido obe- decer con rapidez, cuando alguno ha to- mado la costumbre de no seguir, por ha- ber garabateado, hecho bromas o tonterías en vez de escribir”, y puras así. “Uy, y hay quienes se llevan hasta cinco varas”, interrumpe la dependien- ta de la tienda del centro de Guadalaja- ra: “que una para ver si mi tía fulana se pone dura con su hijo, que si otra para que ver si mi hermano ya le quita lo re- zongón a mi sobrina…”. Elijo tres varas de 35 pesos y me dirijo a la caja de la tienda que huele a libros nuevos e incienso. Mi nueva her- mana me sigue. —¿No es muy cruel pegarle a un niño con un palo? —le pregunto. —¡No! Dios dice que para que los padres no sufran ver- güenza con sus hijos, deben corregirlos. Su compañera interviene para que no quede duda de que hay que comprar varas y usarlas contra el cuerpo de los malcriados: “La disciplina duele. ¡Debe doler!”. Su la- bios están muy pálidos. Algunas tablas tienen impresos tiernos dibujos infantiles, a un lado del proverbio que justifica la tranquiza “No, no son de adorno, cómo cree, son varas de disciplina”. Una no sabe si abrazarla o darle un tablazo por ignorar los derechos de los niños Por Vanesa Robles

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Tapatío 2 de septiembre

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Page 1: Tapatío 2 de septiembre

Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

CUADERNO DE LECTURA

SECCIÓN

BGUADALAJARA, JAL.,

DOMINGO2 DE SEPTIEMBRE DE 2012

AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 34150

FUNDADORESJesús Álvarez del Castillo V.Jorge Álvarez del Castillo Z.

EDITOR-DIRECTORCarlos Álvarez del Castillo G.

Convención sobre los De-rechos del Niño.

Artículo 191. Los Estados Partesadoptarán todas las medi-das legislativas, adminis-trativas, sociales y educati-vas apropiadas paraproteger al niño contra todaforma de perjuicio o abusofísico o mental, descuido otrato negligente, malos tra-tos o explotación, incluido elabuso sexual, mientras elniño se encuentre bajo lacustodia de los padres, deun representante legal o decualquier otra persona quelo tenga a su cargo.

Contra laagresión

PARA SABER

ABUSO. En un sitio web recomendado por las dependientas de la tienda se anima: “El castigo tiene que ser desagradable, porque si no duele, no es provechoso. Al niño que pelea, hay que darle más por haber luchado”.

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Los palos correctivos, de fábrica, están vigentes, los venden de colores, con proverbios inscritos para inspirarse

y asesoría en internet incluida. Uno los encuentra, para terror de los niños, en el centro de Guadalajara

la forma y el fondo: enrique peña nietopresidente Página seis

estos son los mariachis de a diario;crónica de su plaza Página SIETE

el bar calavera se despide tras 12 añosde desvelos Página cinco

Q uien no corrige a su hijo, no lo ama: Proverbios 13:24” y co-sa de sentido común, hasta que la frase va a dar, impresa,a un par de nalgas tiernas. Poseedor de la sabiduría ances-tral que reza que un glúteo rojizo nunca olvida, un comer-ciante local mantiene viva una costumbre vieja: las varasde la corrección están vigentes, por lo menos en una libre-ría católica del centro de Guadalajara.

Vitrinaizquierdadelnúmero713,deuna avenida importante del primer cua-dro de la ciudad, a cuatro puertas de unabien surtida sex shop, en el último entre-paño, debajo de cuadros de parques ne-vados, rodeadas de pergaminos con le-yendas como “Dios es amor”, “Cristobendice este hogar” y la clásica “Dios teama”, justo ahí, descansan imponentescuatro varas. Madera firme. Largo de 41centímetros. Ancho de 3.8 centímetros.Espesor de 9 milímetros. En este escapa-rate del centro de Guadalajara, los palosdel escarmiento vienen en cuatro modelos: “Corrige a tu hijoantesquesea tarde.Proverbios19:18”, “Corrigea tuhijomien-tras hay esperanza. Proverbios 19:18”, “Corrige a tu hijo y tedará felicidad. Proverbios 29:17” y el mejor de todos: “La varay la corrección dan sabiduría. Proverbios 19:20”.

Detrásde lapuerta,quealabrirsehacesonarunascam-panas de viento, la dependienta disipa cualquier duda: “No,no son de adorno, cómo cree, hermana, son varas de disci-plina”. La hermana es una cincuentona de melena roja alhombro, labios naranjas y sonrisa fácil. Una no sabe si abra-zarla o darle un tablazo porque nunca se aprendió La Con-vención sobre los Derechos del Niño.

Me lleva a un recoveco, en el centro de la sacrosantatienda. Su boca naranja y su mano derecha apuntan a la sec-ción correctiva de la tienda, el oasis de los proverbios, a laesperanza del mundo mejor. Colgados de unas armellas ho-rizontales, hay unos doce modelos de varas. Las de 41 cen-tímetros y unas un poco más cortas. Las de madera laquea-

da, las de madera rosa pastel, las de madera azul cielo,algunas de plástico fluorescente “que nunca se rompe”. Esolo dice mi nueva hermana, quien presume lo barato que re-sulta disciplinar a un chamaco rebelde: entre 25 y 35 pesos.

“Es uno de los artículos preferidos”, continúa. Parece bue-na persona. Intenta ayudar mientras platica. Según sus cuen-tas,enpromediocadadía lasnalgasdeunniñoestrenanunode

estos garrotes, que sus padres pueden colgar decualquierclavo,graciasaqueel fabricantepensóen horadar un pequeño orificio en el mango.

Algunas tablas tienen impresos tiernosdibujos infantiles, a un lado del proverbio quejustifica la tranquiza.Así, losniñosmalcriadospueden imaginarse un borreguito pispireto,mientras sus padres les dan con el palo que di-ce “Los azotes que hieren sonmedicina y el castigo purifica elcorazón”. O piensan en una pa-lomita mensajera cuando reci-ben, en la cabeza: “Dar repre-

sión con mansedumbre”. O los más groseros,miran a un león tipo Disney, mientras una ta-bla se estrella en su boca con la frase: “Biena-venturado a quien tú corrijas”.

Mi “hermana”, que se había retirado avender un catecismo, vuelve, me pone la ma-no derecha en el hombro izquierdo y con vozreconfortante suelta: “Los niños ya saben que si se usa la va-rita es porque hicieron algo mal y necesitaban corrección…No se sienta mal; antes le pegaban a uno con el cinto ahorase usa la varita. En Internet hay información”.

Tiene razón. La página web cristiana estadounidenseCreced la recomienda ampliamente en su artículo La herra-mienta olvidada, que indica de “tres a cinco aplicaciones allugar que Dios hizo para recibir la corrección […] Puestoque la Biblia especifica la vara, creo que ella es mejor que lamano, la cual muchas veces no duele, especialmente si haypañales o pantalones gruesos. El castigo tiene que ser desa-

gradable, porque si no duele, no es provechoso. Al niño quepelea, hay que darle más por haber luchado […] Es impor-tante comenzar a usar la vara cuando el niño es pequeño.Cuando son pequeños, se les puede dominar y así aplicar lamedicina que necesitan […] Creo se debe comenzar cuan-do los niños llegan a entender la palabra “no,” o sea cuandotienen alrededor de un año de edad”, dicta un autor anóni-mo que, según afirma, hoy tiene una hija de bien.

Tambiénenel Internet, lapáginaMercabá, “para la forma-cióndelíderescatólicos”,reproduceelreglamentodelasescue-las a cargo de una orden de sacerdotes: “Se pueden corregir lasfaltas de los niños de varias y diferentes maneras: con las pala-bras, con la penitencia, con la palmeta, con las varas… “El usodelacorrecciónconpalabrasdebesermuyraro[…]Podránem-plearse las varas o el latiguillo para corregir a los alumnos, por

variosmotivos:pornohaberqueridoobe-decer con rapidez, cuando alguno ha to-mado la costumbre de no seguir, por ha-ber garabateado, hecho bromas otonterías en vez de escribir”, y puras así.

“Uy, y hay quienes se llevan hastacinco varas”, interrumpe la dependien-ta de la tienda del centro de Guadalaja-ra: “que una para ver si mi tía fulana sepone dura con su hijo, que si otra paraque ver si mi hermano ya le quita lo re-zongón a mi sobrina…”.

Elijo tres varas de 35 pesos y me dirijo a la caja de latienda que huele a libros nuevos e incienso. Mi nueva her-mana me sigue.

—¿No es muy cruel pegarle a un niño con un palo? —lepregunto.

—¡No! Dios dice que para que los padres no sufran ver-güenza con sus hijos, deben corregirlos.

Su compañera interviene para que no quede duda deque hay que comprar varas y usarlas contra el cuerpo delos malcriados: “La disciplina duele. ¡Debe doler!”. Su la-bios están muy pálidos.

Algunas tablas tienen

impresos tiernos dibujos

infantiles, a un lado del

proverbio que justifica

la tranquiza “No, no son de adorno, cómo

cree, son varas de disciplina”.

Una no sabe si abrazarla o

darle un tablazo por ignorar los

derechos de los niños

Por Vanesa Robles

Page 2: Tapatío 2 de septiembre

PÁGINA 2-B Domingo 2 de septiembre de 2012EL INFORMADOR

Estoy releyendo Conversación en La Catedral, tal vez la obra mayor deMario Vargas Llosa, cuatro décadas después de haberla leído por vez pri-mera; yo tenía 18 años y el libro acababa de publicarse. De aquel encuen-tro con la novela recuerdo la tremenda impresión que me produjo: fue co-mo si alguien me pateara la cabeza por dentro y me la agrandara. Rompiócon tantas convenciones que escribir después de él fue como asomarse aun vasto paisaje. Ahora bien, fuera de esa sensación de pasmo y libertad,

no me acordaba del libro absolutamentenada. No me extraña, teniendo en cuentala combinación fatal de los años transcurri-dos y mi horrible memoria, pero inquietapensar que algo que fue tan importante pa-ra mí se borró de ese modo.

Me adentro ahora en sus páginas yme encandila como si lo viera por prime-ra vez. Es más, lo había olvidado tan com-pletamente que podría haber sido capazde “inventar” yo esos recursos narrativossin haberme dado cuenta de que copiaba.Quién sabe, a lo peor buena parte de loque yo considero mis hallazgos literariossean en realidad herencias inconscientesque he recibido de alguien. Y déjame de-cirte: esto es algo que me parece que nosocurre a todos. No estoy hablando del pla-gio, de ese calco desfachatado que, parami asombro, mucha gente perpetra, aun-que por fortuna las nuevas tecnologías es-

tán haciendo cada día más difícil que la chorizada pase inadvertida. No;me refiero al refrito amnésico e inocente.

Y esto sucede porque tenEMOS un cerebro defectuoso. Nos falta unhervor, un tornillo, algo. Si no, no se entiende que nos creamos tan lis-tos viviendo como vivimos en un caótico limbo de ignorancia. Yo lo veoasí: en el mundo hay tal cantidad de cosas por aprender que hasta la per-sona más instruida y erudita apenas alcanza a probar unas gotas delocéano del conocimiento. Y aún esas gotas están totalmente mediatiza-das por tu condición: tu lengua, tu edad, tu época, tu sexo, tu profesión,tu todo. Por ejemplo: la mítica enciclopedia británica escatima mezqui-namente el espacio que otorga a alguien de la talla de Quevedo, pero em-plea cientos, miles de páginas en glosar figu-ras de prelados anglicanos, pedagogos,soldados, terratenientes, altos funcionariosy otros personajes británicos absolutamenteignotos para nosotros y que nos importanfrancamente un pimiento.

O sea que ni el más sabio sabe nada, y loque sabe es un saber tramposo, un conoci-miento tan cargado como los dados de un ju-gador fullero. Y, para redondear el desastre,después de haber aprendido esas cuatro co-sas que apenas tienes tiempo de aprender entu vida, zas, la mitad las olvidas, como anteshe dicho que me sucedió con Conversaciónen La Catedral. Por eso hay tanta gente quereinventa una y otra vez la gaseosa. Asombraque, con todo, aparentemente la ciencia y lacultura vayan avanzando. Aunque no siem-pre ha sido así; en ocasiones se ha roto esa milagrosa continuidad y elmundo ha perdido lo que sabía, como sucedió en los años oscuros de laEdad Media. A los filósofos jónicos (siglo VI a. C.) probablemente leshabría parecido lastimoso el nivel intelectual de las Etimologías de SanIsidoro, la mejor enciclopedia de su época (siglo VII d. C.).

Lo más chistoso es que, pese a vivir las cosas de una manera tan par-cial, tan desmemoriada y tan minúscula, todos, absolutamente todos,nos creemos que nuestra diminuta realidad es el centro del mundo: esuna poderosa ilusión de la que cuesta muchísimo escaparse. En torno alaño 2000, un medio anglosajón cuyo nombre ya no recuerdo realizó unaenorme y absurda encuesta sobre los mejores cantantes del siglo XX. Nique decir tiene que los resultados dependían por completo de la edaddel votante; los chicos de 20 años escogieron como mejores músicos delsiglo a grupos de su generación que yo ni siquiera había oído mencio-nar; y, como es natural, apenas salieron nombres anteriores a 1940. Na-die se acordaba de ellos.

Pero la anécdota más deliciosa sobre esta torpísima manera de juzgarla realidad conforme a nuestros miopes ojos me la contó hace unos mesesla escritora rusa Tatiana Pigariova. En una ocasión, por asuntos de trabajo,Tatiana tuvo que pasear por Moscú a un grupo de mujeres de la nueva y sú-bitamente enriquecida oligarquía rusa. Y entre otras cosas les enseñó el me-tro, que, como es sabido, es monumental y fabuloso, un auténtico palaciosubterráneo, un lujo imperial para el proletariado. Las oligarcas se queda-ron embelesadas, atónitas. Y una de ellas, presa de la mayor emoción, jun-tó con arrobo las manos y exclamó: “Pero ¿os dais cuenta? ¡Esto es maravi-lloso y no lo conoce nadie!”.

Rosa Montero

El metro de Moscúy las oligarcas

El jueves se detuvo por momentos el Senado, cuando pocoantes de la sesión de apertura del periodo de sesiones de lanueva legislatura, entró Alonso Lujambio en una silla deruedas. Ocho meses después de salir con pocas esperanzasde vida a un hospital de especialidades en Arkansas, regre-saba totalmente cambiado. La figura alta y atlética de unhombre que hace un año no parecía estar cerca de los 50años, era sólo un recuerdo nostálgico.

Su cabello azabache siempre alineado, había desapare-cido. Sus facciones romanas estaban desdibujadas. La se-cuela de una doble batalla por la vida, ante una insuficien-cia renal y un cáncer, le impiden casi todo el movimiento. Elhablar se ha vuelto lento y farragoso, y tiene un parche enel ojo derecho porque sólo puede ver doble.

“Es difícil derrotar el cáncer, pero estamos en ello”, explicóLujambio, que enfrenta una enfermedad que a otras personas hadevorado en 90 días. “La parte que más me ha dolido de todo esteproceso ha sido la invasión al sistema nervioso central porque ahítiene efectos duraderos y para mí, devastadores”. Ver a Lujambioduele. Oír su determinación estimula.

“Estoy contento porque estoy vivo”, admitió quien fuerecibido con todo calor en una Cámara de Senadores don-de, cuando no pudo levantarse de su silla para votar, estallóuna ovación que estremeció a los presentes.

En la frialdad de las redes sociales y en el horizonte de la dis-tancia, la reacción no fue cariñosa. Al contrario. La crítica mayor,legítima y cruel, le increpa el por qué con una enfermedad dondeevidentemente lo tiene en condición física mediocre para cumplirconuntrabajolegislativo, insistióentomarprotestacomosenadorycobrarunsalariopagadopor loscontribuyentes.Enel silogismoque plantean, Lujambio no tiene posibilidad de salir bien parado.Sobretodo,porquesufuncióncomorepresentantepopular—aun-que haya llegado en uno de los tres escaños que entran en la listadel PAN por decisión ejecutiva—, no admite actos de piedad.

Pero el valor político de Lujambio no pasa por lo que seve, sino lo que sabe y lo que piensa. Quizás está físicamen-te muy impedido, pero mentalmente, lo demostró en sus pri-meros rencuentros con la opinión pública, sigue intacto.

Alonso Lujambio nació en 1962 en una familia panistade alcurnia, aunque él no militó formalmente en el PAN has-ta 2009, cuando comenzó a acariciar la idea de ser candida-to a la Presidencia. La buscó el año pasado, pero se quedó ala orilla del camino cuando el presidente Felipe Calderónpermitió que sólo uno de los tres aspirantes a la nominaciónque estaban en su gabinete, luchara por ella. No está clarosi para ese entonces Lujambio ya sabía que estaba mal desalud —sin conocer la gravedad de su enfermedad renal, loprimero que lo afectó—, pero pronto se dio cuenta de ello.

Apenas comenzaba la carrera por la nominación, él ca-ía en cama.

Meses antes Lujambio había sido designado secretariode Educación Pública, cuando Josefina Vázquez Mota se fueal Congreso en 2009. Amigo de juventud del Presidente Fe-lipe Calderón y de su esposa Margarita Zavala, Lujambioprovenía del IFAI, y previamente había sido consejero elec-

toral en el IFE que administró las elecciones de la victoriade Vicente Fox.

En sus primeros días de revisión en el Instituto Nacio-nal de Nutrición, donde fue internado, Lujambio despacha-ba desde la cama, con el teléfono y la computadora a la ma-no. No lucía grave, pero la degradación de su estado de saludfue rápida. Hace ocho meses, uno después del diagnósticoque ya acumulaba el cáncer, salió de México en un avión dela flotilla presidencial con rumbo a un hospital de especia-lidades en Arkansas.

Ahí lo vieron sufrir y luchar varios de sus amigos. La señoraZavalafueunadesusvisitantes.Loveíanquemejoraba,peroquie-nes lo visitaban, no se mostraban muy optimistas. Sus viejos cole-gas del gabinete y muchos de sus amigos dentro y fuera de la ad-ministración pública colocaron su fotografía como avatar en lasredessociales,comounapoyoasulucha.Despuésdetodo,Lujam-bio había sido siempre un caballero y una persona seria, cuyo tra-to todos apreciaban.

Con fama de conciliador y buscador de unanimidades, Lu-jambio formó parte de una generación de politólogos y egresa-dos del ITAM a la que incorporó el presidente Calderón en suGobierno, como Guillermo Valdés, ex director del Cisen, quienfue su compañero de generación, y Juan Molinar, ex directordel IMSS y ex secretario de Comunicaciones, que fue su sino-dal en el examen profesional, y con quien después compartióla experiencia del IFE.

Lujambio llegó al sector público como muchos otros enlos dos gobiernos panistas: sin experiencia. Pero su palma-rés académico era impresionante. Maestro en Ciencia Polí-tica por la Universidad de Yale, se graduó con una tesis so-bre las élites políticas de México y los acuerdosinstitucionales en la transición democrática, asesorado porel gran teórico del autoritarismo y las transiciones democrá-ticas, Juan Linz, que lo tuvo como un pupilo muy apreciado.En Yale también fue galardonado con el Premio Robert Dahlpara el Estudio de la Democracia, en honor de ese politólo-go que escribió un libro seminal, Poliarquía. En el ITAM di-rigió la carrera de Ciencia Política, donde varios de los jó-venes de la nueva generación calderonista, tomaron clasescon él.

Sin duda alguna, uno si no el más refinado politólogoen la última parte del gabinete de Calderón, Lujambioaprendió con la teoría y la práctica los recursos de la nego-ciación y la construcción de acuerdos. Son los que necesita-rá el PAN ahora que será despojado del poder que ganó ha-ce 12 años y necesita reconstruirse a partir del diálogo y laconstrucción democrática —de la que es experto—, y no dela confrontación. En ese sentido, su llegada al Senado, en lostérminos de su aportación intelectual y política, es un enor-me apoyo para el PAN y una gran tranquilidad para el elec-torado, que debe saber que en todo el tiempo que le quedede vida, Lujambio dará lo mejor de sí, que es lo que ha he-cho consistentemente toda su vida.

[email protected]: @rivapa

Un gran luchadorRaymundo Riva Palacio

PORTARRETRATO

Hace diez años nació el sello Sexto Piso, uno de los másactivos (y atractivos) en la edición mexicana contempo-ránea. La casa ha publicado ya cerca de 150 títulos que,en su inmensa mayoría, difícilmente habrían alcanzadonuestras librerías por otros medios que no fueran la im-portación. Nombres como Etgar Keret, Peter Kuper, Wi-lliam Gaddis o Goran Petrovic, por citar algunos, han si-do leídos en este país gracias al trabajo de la editorial yeso no es un mérito menor. Filosofía, na-rrativa, arte, sociología, crónica, cómic yhasta literatura infantil son algunos delos campos en los que Sexto Piso ha in-cursionado, debe decirse, con bastantefortuna. También es de agradecerse elhecho de que la distribuidora que desa-rrollaron para llevar sus volúmenes a loslectores se haya encargado de traernos aesta lado del mar los catálogos de una pe-queña multitud de casas españolas inde-pendiente, a precios si bien no accesiblesa cualquier bolsillo, al menos menores alos que causaría importarlos por propio riesgo a través deuna librería o un vendedor voluntario en Amazon.com.

Es mucho, pues, lo que puede decirse del camino queha llevado el sello. Y si bien durante sus inicios les fue re-prochado por ciertos críticos el hecho de que pocos mexi-canos participaran en su catálogo, esto cambió radical-mente en años recientes con la incorporación de plumascomo las de los jóvenes Carlos Velázquez y Emiliano Mon-ge o la novísima Valeria Luiselli, y de autores curtidos e

incuestionables como Sergio González Rodríguez, MarioBellatin, Margo Glantz y Luigi Amara.

Cuando Sexto Piso nació, la edición mexicana inde-pendiente se encontraba arrinconada ante el avance delos sellos trasnacionales y el desembarco de casas inde-pendientes españolas de gran prestigio como Anagramay Tusquets. Editoriales con amplia tradición nativa comoJoaquín Mortiz o Diana habían sido adquiridas (y mini-

mizadas) por grupos internacionales yotras más habían sencillamente desapa-recido. Apenas ERA y otros pocos resis-tían (no olvidemos que el FCE es unaeditorial del Estado y su caso es diferen-te). A la vuelta de unos años, Sexto Pisose ha consolidado en México y ha inclu-so aventurado ya una sucursal en Espa-ña y ampliado su área de distribución aAmérica del Sur.

En un entorno en el que las editoria-les españoles y los grupos internaciona-les han debido padecer una contracción

por la crisis europea, se abre la posibilidad de que los se-llos nacionales recuperen terreno. Y allí, el trabajo deSexto Piso y otros más (como Almadía, sello oaxaqueñocon siete años de trabajo en la espalda, y otros, como Ar-lequín o SurPlus) será cardinal.

Ningún editor es monedita de oro (por citar el refránvernáculo). Pero antes que buscarle defectos al trabajode Sexto Piso, conviene agradecer los múltiples y conti-nuos aciertos que sus editores han tenido.

Desde el Sexto PisoEL MUNDOALUCINANTE

Antonio Ortuño

Nombres como Etgar Keret,

Peter Kuper, William Gaddis o

Goran Petrovic, han sido leídos

en este país gracias

a la editorial

O sea que ni el más

sabio sabe nada, y lo

que sabe es un saber

tramposo, un

conocimiento tan

cargado como los

dados de un jugador

fullero

Septiembre llega y las cosas van volviendo a su lugar. Esto seve también en las publicaciones: en los países civilizados, laseditoriales lanzan al mercado sus novedades, los periódicosdejan atrás lo que en Inglaterra se llama “la estación boba” (thesilly season) y las revistas abandonan sus delgadeces estivalespara comentar las tendencias otoño-invierno de la política, lasartes o la moda. El muestrario de anuncios de las grandes mar-cas se renueva en septiembre, y es un interesante catálogo delo que quienes se anuncian en las revistas caras venderán co-mo “imagen” esta temporada, más allá de los objetos que se su-pone son la razón central del reclamo.

Por ejemplo, en el último número de Vanity Fair, las tres se-ñoritas que anuncian unos vestidos rojos muy bonitos de Valenti-no en un interior dieciochesco están francamente enojadas, y to-davía más (aparte de aburridos) los dos modelos de BottegaVeneta, en un escenario como de fonda minimalista-sesentera.Más adelante, dos niñas con vestidos de baile de Carolina Herre-racaminanporunabanquetaneoyorquinacomobuscandounta-xi,yunaadolescentedespeinadaendosfotosmuybuenasenblan-co y negro anuncia unas ropitas de Balmain retro-retro-retrosetenterasquerecuerdanlosfajospiteados:aquíandamosporte-rrenos de Mad Men. Menos mal que las dos muchachas con bol-sotas rojas de Longchamp van muy divertidas en bici por un Pa-rís invernal:por lomenoséstassísevencontentas.Encambio, las

cuatro páginas en blanco y negro de Versace son fotos tomadasen lugares sórdidos, sin muebles y con cadenas, de una modelocomo pintada por Lempicka, con cara de pacheca y ropa franca-mente kinky-retro (¿Portero de noche?).

Tommy Hilfiger es una marca gringa que quisiera ser in-glesa, así que bajo la influencia de Downton Abbey amontonagente pasmada que ve la cámara desde un gran centrefold tri-ple: más que otoñal montería parece elenco de pastorela (mu-cho más logrados los intentos en el mismo sentido de RalphLauren, Donna Karan y algo que se llama Belstaff). Los zapa-tos Clarks se anuncian con una foto muy lograda que remitede inmediato a los cuadros de Norman Rockwell: la pura ino-cencia estadounidense, agradecible contraste. Algo que se lla-ma Leon Max, que quién sabe qué venda, se presenta a doblepágina con un cuadro plástico muy bonito donde se ve en uncomedor de época la mesa de una cena elegante, alrededor dela cual, a la luz de las velas, están por lo menos una docena decomensales ensimismados que igual podrían haber sido ma-niquíes: igualito que El ángel exterminador de Buñuel. Por suparte, Prada, Zegna y muy especialmente Brioni se van por laestética vampiresca y dark de Twilight, con modelos pálidos,mal rasurados y mortecinos. Pero Tiffany’s elige un humormásamable: rindehomenajeaCantandobajo la lluviaconunapreciosa fotografía nocturna en blanco y negro.

Septiembre y lasrevistasDE LECTURAS

VARIAS

María Palomar

Y esto sucede porque

tenemos un cerebro

defectuoso. Nos falta un

hervor, un tornillo, algo.

Si no, no se entiende

que nos creamos tan

listos viviendo como

vivimos en un caótico

limbo de ignorancia

Page 3: Tapatío 2 de septiembre

Domingo 2 de septiembre de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

de FidelEl “balserito” cubano que conmovió al mundo hace

12 años hoy estudia la carrera militar para

“defender la revolución” y es ícono del castrismo

ante una juventud descreída

a imagendio lavueltaalmundo:unosagentes pertrechados como para ani-quilar extraterrestres apuntan a unhombreescondidoenunarmario,conun niño aterrorizado en sus brazos.

Corríaelamanecerdel22deabrilde2000.Aquellafo-to, ganadora del premio Pulitzer, plasmaba el desen-lace desmesurado de una historia que había comen-zado seis meses antes, cuando Elizabeth Brotons seembarcó con su hijo Elián, de seis años, en un preca-rio bote de aluminio para huir de su Cuba natal rum-bo a Florida. Un temporal puso fin a sus sueños. An-tes de ahogarse colocó a Elián en la cámara de unneumático. Así lo encontraron dos pescadores esta-dounidenses. El crío llevaba dos días a la deriva, res-guardado por unos delfines. Era el 25 de noviembre,día de Acción de Gracias. Se habló de un milagro.

Elián fue entregado a su tío abuelo paterno,Lázaro González, que vivía en Miami. Desde Cu-ba, Juan Miguel, sobrino de Lázaro y padre deElián, reclamó al niño, sacado de la isla sin su au-torización. Sus parientes esgrimían la voluntadde la madre. Lo que debía haberse resuelto en fa-milia se convirtió en una encarnizada batalla po-lítica entre La Habana y Miami. Fidel Castro hi-zo del balserito el símbolo de su lucha contra elimperio (aunque el Gobierno de Bill Clinton apo-yaba la repatriación del niño) y puso a los cuba-nos a desfilar en manifestaciones incesantes. Elexilio anticastrista montó guardia frente a la ca-sa de los González. El asunto se zanjó con unasentencia judicial a favor del padre y el consi-guiente “rescate” manu militari. El 28 de juniode 2000, el pequeño aterrizaba en La Habana. Fi-del lo exhibió como “el orgullo” de Cuba.

Cadete y una vida diferente

Hoy, a sus 18 años, Elián es un joven apuesto, degesto adusto, decidido a dar la vida por la revolución.Es cadete de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos ymiembrodestacadodelaUnióndeJóvenesComunis-tas. El propio Fidel Castro le entregó la credencialcuando cumplió 14 años.

Eliánviveconsupadre,JuanMiguel, sumadras-traydoshermanospequeñosensuciudadnatal,Cár-denas, a 150 kilómetros de La Habana. La vida fami-liar ha dado un giro radical. Juan Miguel dejó sutrabajo de camarero para ocupar un escaño en laAsamblea del Poder Popular, el Parlamento cubano.Semudaronaunacasamásapartada,conportónyvi-gilancia. Según el periodista cubano Iván García,“Eliánviveenunaburbuja”,rodeadodeagentesdese-guridad. Para hablar con él se requiere un permiso.

Todo celo es poco para proteger al héroe y ejem-plo de la juventud cubana. Cuando Elián estaba enMiami, Fidel acusó a “la mafia” del exilio de lavarle elcerebroalcrío.“Nosotrosnovamoshacerningunadeesas basuras”, dijo. “Destruir la mente de un niño,cambiándoselatotalmenteparafinesbochornososdepropaganda,espeorque lamuerte física”.ElComan-danteseempleóafondoparacontrarrestar lassecue-las nocivas que el paso por Miami pudo haber dejadoen el pequeño.

Hasta su retirada por motivos de salud, en 2006,Fidel Castro asistió a algunos cumpleaños de “Elian-sito”enCárdenasyaparecióconelniñoysupadreendesfilesyconmemoraciones.Alos11años,Eliánpro-nunció un discurso en la Tribuna Antiimperialista deLa Habana. A los 14, recibió el mentado carné de lasjuventudes comunistas. A los 15, se incorporó a la lla-madaBatallade Ideas,unacampañadereafirmaciónrevolucionaria lanzadaporCastrocuandoEliánesta-ba en Miami. Al cumplir 16, coincidiendo con el déci-moaniversariodesuretorno,ingresóenlaescuelami-litar. “Unadécadadespuésdehabersidoel juguetedelos enemigos de la revolución”, escribió entonces eldiario Juventud Rebelde, “lo vemos vestido de verdeolivo,preparándosecomooficialdelasFuerzasArma-das Revolucionarias”. Hubo misa de celebración enLaHabanaa laqueasistióRaúlCastro,yapresidente.Yelpasadodiciembre,cuandocumplió18años,Eliándesfiló, una vez más, para exigir el regreso de cincoespías cubanos condenados en Estados Unidos.

Parece que Fidel Castro puede respirar tran-quilo. Elián tiene asumido su papel ejemplar, a te-nor de sus declaraciones. Una muestra: “Estoy or-gulloso de poder dar un aporte a la revolución”; “elpapel de la juventud es estar en la vanguardia re-volucionaria”; “nuestro comandante Fidel Castroes lomáximoparanuestrahistoria,elpueblode tansólo verlo retoma su fe, sus esperanzas y se sientefeliz”... Ni siquiera cuando habla de sus aficionesse sale del guión: practica el kárate, le gusta nadar,la playa, el cine y sentarse en el parque, “como unjoven más de esta revolución”.

Cicatrices

La influencia que pueda tener “Eliansito” enuna juventud saturada de dictadura es harto dudo-sa. Pero de aquel episodio de hace 12 años han que-dado dos huellas perennes en la vida cubana. Porun lado, la Tribuna Antiimperialista, construida enLa Habana frente a la Sección de Intereses de Es-tados Unidos para reclamar la devolución de Elián.“Aquellosmesesfueronuninfierno”, recuerdaCar-men, que ve desde su balcón los arcos de acero de

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LPor Maite rico/ El País

ELIÁN GONZÁLEZ

la plaza. “Marchas, discursos, gritos por mega-fonía. Una locura”. Lo otro que ha quedado esla Mesa Redonda, un programa de doctrina queocupa las noches de la televisión.

La apacible Cárdenas, convertida en cunade un héroe, también tiene su recuerdo. El cuar-tel de bomberos acoge hoy el Museo de la Bata-lladeIdeas,presididoporunaestatuadeEliánconel puño en alto.

No es el único lugar dedicado al balserito. El tiem-po se ha detenido en el número 2319 de la Calle Segun-da de la Pequeña Habana, la casa que cobijó a Elián enMiami. El dormitorio está intacto, con sus juguetes, losmuñecos Power Rangers, el uniforme de la escuela y elquimonodekárate.Enlaentrada,elneumáticoenelquesobrevivió. Y en el jardín, un retrato de su madre, dilui-da para siempre en esta historia.

Delfín González, tío abuelo de Elián, se ocupa dellugar. Su hermano Lázaro dejó la casa. Ya nada volvió aser lo mismo tampoco para la rama familiar del exilio.Agotado, Lázaro, mecánico de profesión, se mudó enbuscadeunpocodepaz.SuhijaMarisleysis,quecon21 años ejerció de “madre adoptiva” de Elián,secasó, tieneunaniñayregentaunapelu-quería.YDonatoDalrymple,elpesca-dor que lo rescató del mar (y que esel hombre inmortalizado en la fo-toconEliánenbrazos,apuntadopor el fusil del agente de inmi-gración)hacolgadoensusalónun cuadro del niño rodeado dedelfines.

La familia no ha podidocontactar con el joven, perosus parientes en Cárdenasles mantienen al tanto. Enuna ocasión Elián se refirióa ellos para decir: “Aunqueno nos apoyaron en todo,no les guardo rencor”. Lafamilia se dividió “por cul-padeFidel”,dicenenMia-mi. Y están seguros deque, si hubieran podidoactuar libremente, Eliány su padre se habríanquedado con ellos.

¿Cómo sería su vidade haberse quedado enEU?, le preguntaron unavezaEliánenunadeesasentrevistas autorizadas.“Como los intereses delimperio son monopolizarel mundo, desarrollar in-dustrias,obtenercapital,talvez podría tener mucho di-nero. O tal vez no. Podría sermanipulado como un jugue-te (...) quién sabe qué puedahacerelimperiocontaldecon-tinuar con sus patrañas. Me to-marían como una figura política para manipu-larme a su forma y a su modo”.

Se sabe que Elián visita con frecuencia undelfinario cerca de su ciudad. Quizás los delfi-nessonelvínculomásíntimoconaquellaaven-turadramáticayextraordinariaquecambiósuvida.Unavidaquehastaahora todoelmundoha decidido por él.

ESPEC

IAL

INSTANTE PULITZER. Unos agentes equipados, como si fueran a capturar a un te-rrorista, cuando irrumpieron en la casa del tío abuelo de Elián para “rescatar al niño”.

El cadete

Elián González, el niño cubano permaneció en Estados Unidos durante más de sietemeses. El rechazo del Tribunal Supremo, el 28 de junio del año 2000, a analizar unnuevo pedido de asilo político para el pequeño, puso punto final al caso que comen-zó el 22 de noviembre del 1999, cuando Elián fue sacado ilegalmente de Cuba enuna embarcación por su madre Elizabeth Brotons. Tres días después, la embarca-ción zozobró y de las 14 personas que pretendían llegar a suelo norteamericano, so-lamente sobrevivieron tres, Elián y dos adultos, quienes fueron rescatados por dospescadores en aguas cercanas a la Florida.

Un viaje de siete meses

LA CONTROVERSIA

Page 4: Tapatío 2 de septiembre

PÁGINA 4-B Domingo 2 de septiembre de 2012EL INFORMADOR

En días pasados en nuestra ciudad tuvo lugar una salvaje po-da de árboles en varias avenidas de la misma, desde luego setrata de un acto verdaderamente criminal que nos afecta atodos, parece que no podemos entender que nuestra salva-ción respecto al aire que respiramos y del que de los árbolesdepende; en diferentes grados, dependiendo de la especie,son purificadores. Lo anterior llamó mi atención ya que co-mo muchos legos en la materia pensaba que todas las espe-cies oxigenaban igual, pero no es así, por fortuna hay exper-tos que deben establecer cuales especies sean las másindicadas para ese efecto, y las autoridades y los muchos co-lectivos preocupados por esta problemática deben aceptarese conocimiento y actuar en consecuencia, pues esto urge.Lo anterior no aminora en nada la gravedad de la tala que deninguna manera se justifica.

Lasautoridadesmunicipalesparecenhaber tomado lascosascon la seriedad debida y al parecer determinaron que el propósitode la poda fue limpiar la vista de muchos anuncios de los llamadosespectaculareseinclusoseprocedió,segúnaparecióenlosmedios,a quitar los anuncios, lo que espero, de ser cierto, que se cumpla.GraciasaELINFORMADOR,secomenzóareponerlosárbolesta-lados, que esperamos se cuiden.

No conozco del poder promocional de los espectacula-res para los anunciantes, ni el negocio que para sus propie-tarios es, pero lo que no podemos desconocer es que son te-rriblemente contaminantes. Si yo tuviera un negocio que

anunciar, de cierto que jamás lo haría en ese medio, que a mijuicio es una verdadera agresión para los que viven en la ciu-dad en que los referidos anuncios se plantan, si quiere a ma-nera de sueño, espero que los anunciantes, cuando menosalgunos socialmente responsables, pensaran sus comercia-les y los medios que usen para lograrlo y tuvieran la decen-cia de dejar de agredir a sus posibles clientes con especta-culares; de los propietarios no puedo aspirar, ni siquieracomo sueño, que tengan vergüenza y los eliminen. Exhortoa mi solitario lector a que se comunique con los anunciantescon que tengan relación por ser sus clientes para pedirlesque no contaminen, sería muy agradable conocer que exis-ten anunciantes que tengan conciencia social, sus pulmonesserán los primeros en agradecerlo.

Loquenomeexplicoesporqué los legisladoresen los tresni-veles de gobierno no han legislado en la materia, lo han hecho mu-nicipalmente pero siempre referidos a la licencia municipal; pare-ce que ninguno ha pensado en el factor contaminación visual y enque puedan cobrarse impuestos verdes, y que los impuestos quepor ese medio se destinen exclusivamente a reforestar la ciudad.Seríaconvenientetambiénquenonadamássesancionealosmer-canchifles que adorando sus ingresos suelen además no pagar suslicencias,suelenhacerse invisiblesyniesopagan,porellodebees-tablecerse que los que se anuncien en ese medio sean solidaria-mente responsables de los impuestos y derechos que se establez-can por la contaminación que verdaderamente es agresiva.

Espectaculares:contaminación visual

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS

En 1951, la revista Anales publicó lo que se considera elprimer cuento del escritor argentino Julio Cortázar, Casa to-mada. La trama expone el significado que para dos hermanos,viejos y solterones, ha tenido vivir y cuidar una casona anti-gua y espaciosa; el tiempo y la misma vida dedicados al man-tenimiento de esa herencia familiar. El nudo radica en la pau-latina invasión de esa casa por extraños y desconocidos quese van adueñando de ella pieza por pieza, sin que los herma-nos sean capaces de hacer otra cosa que recular. En el desen-lace los hermanos acaban por ser expulsados por los invaso-res, se salen de su casa, la cierran, y tiran la llave por unaalcantarilla, no vaya a ser que los ladrones se metan y se en-cuentren con otros peores que ellos.

Casa tomada es una magnífica parábola de lo que ha es-tado pasando en México desde la aparición de una delincuen-cia militarizada, con una estructura jerárquica férrea y unaasombrosa organización. La “inteligencia” delictiva se hamostrado muy superior a la del Estado, con admirable capaci-dad de comunicación y movilización, y sobre todo, capacidadde penetrar todas las instancias sociales y oficiales. Carentede todo escrúpulo ha sabido convertir su otrora especializa-ción para la lucha antiterrorista, en una aplicación contunden-te del terrorismo tanto para adiestrar a sus efectivos, contro-larlos y escarmentarlos, como para irse adueñando por esemismo sistema de ranchos, pueblos, ciudades, y finalmente elpaís en su conjunto.

A diferencia del cuento de Cortázar, en México uno de los

dos hermanos es cómplice de los invasores, y quizás los dos,pero nunca se lo dicen. Uno, o los dos, ha sucumbido a la opor-tunidad de enriquecerse dejando entrar a los “otros”, sabien-do que al final podrán escaparse del país llevándose consigolos recursos obtenidos, o enviándolos de antemano a sabráDios que banco extranjero. Su último acto patriótico ha sidocerrar la casa por fuera y tirar la llave, para evitar a los delin-cuentes comunes toparse con los que se adueñaron del lugar.El problema nuestro es que dentro de la casa tomada, cerraday traicionada por quienes debían cuidarla, se queda toda la so-ciedad, sometida a nuevas esclavitudes y pagando lo mismo aquienes traicionan que a quienes invaden y tiranizan.

Ante esa lamentable evidencia, las juras y tomas de pro-testa de las nuevas legislaturas resultan de antemano grotes-cas; dentro de las mismas grandiosas salas de la casa tomada,nuevos invasores en connivencia con los perpetuos, levantanel brazo para decir que si no cumplen, la patria se los deman-de, bien conocedores de que la supuesta patria no les va a de-mandar absolutamente nada, porque está secuestrada porellos mismos.

Pero mexicanos al fin. No deja de enternecer la emociónmaternal con que una bien conocida lideresa ha mirado ascen-der a los escaños legislativos del 2012 a su hija y a su nieto, ya su compadre y a su sobrino político, allá, en el Distrito Fede-ral, donde una ciudad construida sobre el fango, se hunde ca-da vez más, por la podredumbre de sus estructuras, y con ella,la nación entera.

Casa tomadaLOS COLORESDEL TIEMPO

Armando González Escoto

Un rumor muy alto y sordo se levantó. Es el anuncio de la naturaleza a los morta-les de que su día, ingenuamente planeado, ya no será el mismo: la granizada deuna de estas tardes fue bíblica. Hubo un damnificado. El murciélago de guardiaen el jardín, quien había encontrado bajo la banca de piedra de la pérgola un re-cuerdo de una mínima caverna enlamada. Una vez que el meteoro pasó, su enju-to cadáver enlutado yacía entre las hojas arrancadas a la enredadera y las costrasde hielo. Se extrañará su vuelo preciso y silencioso, que venía a acompañar cier-tas veladas en el balcón. De qué remotísima edad venía ese aleteo furtivo, ese tinodiscreto, esa voluntad nocturna y acendrada mientras revoloteaba alrededor delníspero en flor. Tumba con honores detrás del macizo del magnolio. Ya apacigua-da la noche, el inconfundible sonido de las guayabas al caer contrapuntea el rit-mo del tráfico insistente.

**De Nueva York, uno de sus últimoshits. Es la High Line de Chelsea: un aban-

donado viaducto elevado para los trenes que en alguna época llegaban a un dis-trito industrial cuya vocación varió. Ahora, la ciudad decidió convertir la larga es-tramancia en un muy exitoso parque lineal. La jardinería (de Piet Oudolf) esatinada, los pavimentos cuidadosos y un poco amanerados. La gente pasea felizentrelasnuevasperspectivasydesembocaenelmercadodeChelseaquetambiénhasufridounamutaciónmuyacordea layupificacióndelcontexto.CaminataporBleeker Street rumbo al Greenwich Village, que cada año se va volviendo más ca-trín. Las tiendas de cupcakes cada vez son más sofisticadas, y socorridas. Un altoen una plaza esquinera hace entender que esta ciudad cuida también a veces deser amable y vecinal.

**Otra relativa novedad: el New Museum, tan celebrado él, obra del despacho

japonés Sanaa y sus premios Pritzker Kazuyo Sejima y Ryeu Nishizawa. Se tratade una serie de cajas bobas apiladas una en la otra, forradas con una piel de alam-britos terminadosconciertacuachalotez.Unarosagiganteadornaelconjunto.Elinterior son más cajas aún más bobas resueltas con cierta confusión y ningún re-lieve espacial. Pero había una exposición que se llama Ghosts in the machine cu-yos contenidos eran intrigantes y de repente hasta bonitos. Había la reconstruc-ción de una máquina imaginada por Franz Kafka destinada a hacer morir a suspasajeros, dueños ya de una última lucidez, con una precisa mezcla de torturas ydeplacer.Habíaunatelaazulvolandograciasalsoplidodeunventiladorquetrans-figuraba una de las salas y le daba un cierto aire aventurado y marinero. Al final,había una buena librería.

**En la pletórica oferta gastronómica neoyorkina destacaron algunos lugares.

El Mumofoku (¿onomatopeya de motherfucker?), no lejos de Grammercy Park,es un restaurant que se arriesga con una fusión de sabores y comidas coreano-mexicano-gringo y algunas cosas más. Todavía no descubierta por demasiadosturistas, la experiencia fue muy recomendable. Otro lugar, este japonés, se llamaSasabuneyestáporelrumbodelEastVillage.Llegaunoatraídoporunafamapre-cozyunánime.Unmostradorcitomispuercoydosmesas, comounlocaldecomi-da para llevar. Lo recibe un amable mesero de Puebla que espeta las advertenciasde que la comida es muy cara y que nadie ordena nada: es el chef quien decidirálo que cada quien come. Si se opta por aventurase, probablemente se experimen-te la mejor comida japonesa existente en el hemisferio. Y así fue. Fluye un muybuen sake y los ignotos platillos van de sorpresa en deliciosa sorpresa.

**La Neues Gallerie es una iniciativa conjunta de los gobiernos de Alemania y

Austria por exponer su cultura en una espléndida mansión de la Quinta Avenida.La calidad museográfica y de las instalaciones es insuperable. Había una exposi-ción, corta y doblemente recordable, de Gustav Klimt. Para darle un apropiadocontexto, se acompañaba de muebles y objetos decorativos de la época del granpintor. Tal un reloj absolutamente inolvidable de Adolf Loos: el tiempo llevado asu esencial expresión, con una simplísima y elegante contundencia. La suntuosasensualidad de Klimt se explicaba en la serie de fotografías que mostraban al pin-tor y su musa, vestidos con amplias túnicas y muertos de risa. Además había unamuestra de las excelentes fotografías de Alfred Stieglitz y sus compañeros de ge-neracióndelcélebreestudio219.Lacalidadyel refinamientodetécnicase impre-siones son pasmosos.

**Por supuesto, el Museo Metropolitano. Las salas de Oceanía, con una espe-

cie de navío hecho de muchos pequeños trineos que cuelga del techo como unasombra alucinante. O la azotea, en donde siempre se gozan las mejores vistas delCentral Park. Y otra estramancia más que peculiar: una instalación abordable ycaminable de Tomás Saraceno, futurista y arcaica. Una exposición inmejorable-mente montada, intenta un diálogo entre Schiaparelli y Prada. Pero ver otra vezlas salas de los vestigios (y los saqueos) de la antigüedad clásica deja en el ánimoun como viento remoto y esencial.

**Y el Moma. Clemente Orozco, entre tanta cosa, refulge. Una muy bonita ex-

posición de diseño para los niños a lo largo del siglo XX. Luego De Chirico, Du-champ:RoseSelavy:Rose:c’est lavie.Matissecadaañopintamejor.Sorprenden-te: lamuestradeAlighieroBoetti:unmapamundi inolvidable,hechodebanderas,queviajaaMéxicoenmódicareproducción.Yquétapicesafganosenunasalaex-traordinaria…

**Los lotes baldíosy la lunapor donde va mi erranciavencido por la sombrasujeta a la casa de mi corazón.

Estos versos de André Breton, copiados al vuelo en algún museo que la me-morianolograprecisar,sefundenahoraconlosdíasneoyorkinos.Mañanas,muytemprano, desde una terraza del West Side, viendo como el día despunta y la ba-bel sigue su marcha de bestia invencible y ávida. Vértigo de la dulzura y la gracia,al borde del prodigio. Desde el barco, el perfil de la ciudad marca su profundidaden lasestelasquepocoduran.Unamujerquees todas lasmujeres levantauna luzcuyo resplandor acompañará para siempre a quien lo vio.

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DIARIO DE UN ESPECTADOR

Juan Palomar

La perniciosa costumbre de evitar la observación real y opor-tunade losacontecimientosprovocatardíasreaccionesdecos-tosos resultados.

Transcurren los trienios parlamentarios sin alcanzar losobjetivos y los legisladores recurren al retiro de la curul; cuan-do no saltan a otra tarea en el engranaje burocrático, sin darcuenta cabal del trabajo para el cual fueron designados por elvoto de su Distrito o la designación de su partido. Las reformasprometidas son heredadas al nuevo régimen: política, educa-tiva, fiscal, laboral, energética,a loquesumaseguridad, sobre-salen en el cuantioso volumen de asuntos sin solución.

Los ejemplos sobran, como la tan criticada por cuantiosacifra de diputados con su alto costo, a lo que se adiciona la nó-mina de gastos en asesores y hasta vehículos con gastos ero-gados con cargo al erario. Quedan para el ajuste o simple re-cuerdo o el reproche inútil para la siguiente legislatura. Perono la exigencia de responsabilidad.

Es común la sola cobranza de favores, triangulados entregrupos o partidos encubiertos por la simulación para la poste-rior impunidad y disimulo. La Ley de responsabilidades es le-tra muerta en el complejo engranaje político, mientras el nú-mero de familias en la miseria crece y el delito afloraaumentando la inseguridad.

Recientemente inició funciones la LXII Legislatura Fe-deral precedida de reclamos sociales sobre los que, por sus

promesas, se abrigan esperanzas de solución; menos aúncuando los segmentos que la integran apuntan a intereseseventualmente ajenos a la función representativa para la quefueron electos. En esas condiciones, del Poder Legislativoapenas puede esperarse que no obstruya las buenas inten-ciones del Ejecutivo o el Judicial.

Faltan recursos para la edificación de obras de infraes-tructura generadora de competitividad; mientras el gasto co-rriente absorbe la cuantiosa nómina de empleados en quienesnoopera laeficiencia tecnológica.Sereconoceel rezagoenvo-luminosas estadísticas a modo, para la comparación, mas nopara la reingeniería en instituciones inscritas en el Gobierno.

La población vive bajo la sombra de la inseguridad en ma-nifiestarupturadearmonía,cadadíamáslejana,acambiocon-vertida en cultura de riesgo delictivo expuesto de manera rei-terada a través de los medios de comunicación al consignarmás y más delitos sin solución.

Espatente la incredulidadenlas institucionescongraveries-go para la estabilidad. La voz del Congreso debe expresarse conel vigor que reclaman acciones de acuerdo a las circunstanciasprevalecientes, para inducir y exigir la actuación contundente deconfianza que reclama la población. Con el convencimiento decambios efectivos se logrará la participación que tanto se ha soli-citado para el tránsito armónico y auténticamente democrático.

Dios nos guarde de la discordia.

Lo más por lo menosVISIÓN Y DECISIÓNCarlos Cortés Vázquez

El arte urbano de Guadalajara continúa con su intensa y proli-fera creatividad al compartir su sublime encanto por hacer ho-yos en el pavimento, tanto como los grafitos en las paredes decualquier barda.

Los hay de muchas formas, unas espontáneas y unas masaparecen con reiterada insistencia, con la misma figura de an-taño pero con decorosas innovaciones.

Su belleza es incuestionable, provoca en los conductoresy transeúntes una singular emoción que sólo la escultura pue-de provocar con sus suculentas estructuras.

En vez del lienzo, la madera, la cantera o el fierro. Los bachesse hacen en el pavimento, se esculpen a base de instrumentos po-co comunes en manos del artista, las susodichas llantas, que conelpeso,vanconfigurandolascaprichosascurvaturasydesquician-tes grietas, que a la postre acaban por delinear una figura, dignade ser transportada a los mejores museos de arte moderno. Quetalvez,aúnnohandescubiertoel talentoqueexiste,enlaPerlaTa-patía, para crear tantos y de tal variedad.

El estremecedor efecto que produce en el cuerpo humanoes de indiscutible valor, pero tiene su natural compensación en

las elegantes y moldeadas curvilíneas denominadas topes.Unas protuberancias bien configuradas y de colores diversos,que hacen elevar, casi en forma natural, las mejores emocio-nes de los distraídos conductores. Tienen la gran facultad deproducir aletargamiento o lentitud, sobre todo para los que tie-nen prisa. Es una emoción de exquisita presencia y de inapla-zable utilidad.

Entre baches y topes el arte urbano crece con propuestasde enorme carácter y de contundente impacto. Su frenética re-producciónhacequenuestroambienterespireunaromadeex-quisita dulzura y de amarga entrega.

Caer en un bache se siente tan perfecto, que ni los más in-genuos y cándidos podrían dejar de reconocer su vital aporta-ción al engrandecimiento de la vida cotidiana.

No deje de asistir al museo abierto, gratuito y novedoso debaches y topes. Sobre todo si cae en ellos, verá cuan única esuna experiencia estética de esta naturaleza.

Por favor no lleve su auto es peligroso.Guadalajara, la ciudad del bache y el tope. Gran exhibi-

ción, no falte.

De baches y topesEXPLORANDO EL MUNDO

Guillermo Dellamary

Page 5: Tapatío 2 de septiembre

Domingo 2 de septiembre de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

IAhí tienen al bebedor de absenta, arrinconado enla sombra, figura literaria del escritor que ha pasa-dolargasnochesenvelarefunfuñandocontra laac-tividad febril de los hombres y al compadrito delarrabal, leyenda del tango, el vampiro ese que ensu vida no ha visto otro fulgor que no sea el de la fa-rola bajo la cual resplandece el puñal desenvaina-do. Ellos que saben del significado real del lamen-to y la nostalgia, ¿cómo no han de chillar cuandocierre la barra? “Hasta luego, este ha sido el últimotrago,vayanyreconcílienseconlaalmohada,el tra-bajo, el coche, el hogar, las quincenas, el tedio delas horas del día”. Vaya manera de arrojar a las al-mas en pena de regreso al mundo: sin una copa, sinun cigarrillo, sin un peso en el bolsillo, sin el calorde la taberna ni el balbuceo de los parroquianos.

IIOye tú, Bar Calavera, así lanzaste a las ánimas

que dentro de ti se regodearon, las echaste al territo-rio hostil que es la existencia regular. Una noche re-ciente dijiste “chau” como cualquier cosa y se apo-deró tal congoja de esos amigos tuyos que conocisteentre labrumacomosise leshubiese largadolamas-cota.Serálomismoqueencontrarseconlapuertadecasa sellada a cal y canto: aquel llamará, nadie abri-rá,niJoeniOrlandoniAdaniCheBañuelosyesepo-bre tendrá que irse a deambular, a gastarse la ansie-dad de medianoche en alguna otra barra frente algerente que pasa el rato haciendo cuentas, sentadobajo un neón estrafalario que ilumina los arrumacosde las parejas que lo circundan.

Te enterrarán después de 12 años, Bar Calave-ra. Te pareció tiempo suficiente para vivir de la juer-ga antes de ir a depositar a la tumba esos huesos tu-yosroídosportabacoywhisky.Funeralnonecesitas,ya lo has dicho, “Calavera no chilla”. Llorarán losvampiros que alimentaste entre los muros rojos, losbaños salidos de alguna película sobre comunida-des en decadencia y la penumbra que siempre te ne-gaste a opacar con algo, poco más, de luz.

Con todo, Calavera, tenías personalidad. La delhombre marcado en la mejilla con punzón, pero per-sonalidaddespuésdetodo,atractivoparaunostantosqueteamaron,nomuydeseadoporquienesandabanen busca de las caras lindas, de esas que se instalanuna noche con ropa perfumada y se van por la maña-na sin pronunciar ese chau que tú sí sentenciaste pa-ra tus devotos.

Podrás decir, incluso, que tuviste tu mística.

III“Quizá este es el fin de una temporada, ya vere-

mosqueviene”,hadichotupropietario,elCheBañue-

los vampiros también lloranEl 8 de septiembre cierra un bar que forjó su propia

leyenda a lo largo de 12 breves años: el Calavera, lugar

de encuentro para melómanos, periodistas, moneros,

futboleros, y hasta para Maná

“El Bar Calavera es unespacio informal, unbar sin caretas ni pre-tensiones donde coinci-den los amigos para to-marse unos buenostragos, unas birras y,sobre todo, para escu-char la gran selecciónmusical que se ofrecede miércoles a sábado”,dice el perfil del bar enFacebook. El horario esde 21:00 a 03:00 horas,y algunos de los pin-chadiscos que hacenmover el esqueleto sonel Dj Paco N, Dj Cheto,Dj Toño U, Dj White, DJTriana, Pocilga Beat,Omar + Omar y el BjNegroni. La dirección esHidalgo 1252, esquinaIgnacio Ramírez, ZonaCentro de Guadalajara.

Sin pretensiones

ESQUELETO

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Por Omar Magaña

Dejar atrás una ciudad,una persona, un bar…nunca es fácil… Así queen los días que le restande vida al Bar Calavera,que cierra sus puertas elpróximo 8 de septiembrese despiden con “muchoestilo y gran música”, ensu página de Facebookdan a conocer las promo-ciones y eventos de estenovenario de despedida.Visita: http://www.face-book.com/pages/Bar-Ca-lavera/

La despedidaNOVENARIO

los,Calavera.Sivuelvesqueseaconelcarácterquetedistingue, sin los adornos de moda.

- “No se trata de eso, hay que ser auténtico”, meespetadeinmediatoelhombrequetefundó,sí,elmis-mo Che a quien más de uno calificó de testarudo por-que nunca pensó en unificarte conforme a la tenden-cia que siguieron otros bares, es más, nunca quisocolgarte un letrero soso en el exterior. “Era un bar deoídas”.Ahíestabastú,contalantetabernario,enlaos-cura esquina de una calle oscura sobre la nebulosafrontera entre un barrio y otro: la colonia Americanay Santa Tere de los Buenos Aires de donde ha salidoeste che que te ha mantenido a lo largo de todo estetiempo -en un principio tuvo sus socios, Paco Nava-rreteunodeellos-;entresuspertenenciasestás tú,unZippo, un Jack Daniel’s o un etiqueta negra y una bu-fanda con calaveras impresas, claro.

Ahora, Che cierra la puerta y se va a hablar delBoca Juniors y los Rolling Stones a otra parte, allácon su amigo Joanqui, a La Matera. “Para mí tam-bién era un punto de encuentro con mucha gentepara hablar de cosas que yo hago en otro lado co-mo en la radio”. Los sabemos, por el Calavera des-filaron, prácticamente, todos los colegas de la ra-dio universitaria, Navarrete, Cheto, Toño Ulloa,Sara Valenzuela, Enrique Blanc, Jorge Triana y es-tos tales Tiranos del Oriente a quienes has dado bo-la en tu programa de mediodía, Bañuelos.

EnelCalaveraseprogramóysehablólargoyten-didosobreKeithRichards,porsupuesto-aquíescuan-do Che imita el movimiento del guitarrista rasgandola Telecaster con todo y la típica flexión de piernas-,de Jimmy Cliff, Leonard Cohen, Tom Waits, Gardel,Melingo y otros tantos. También de Mr. Oizo, LouieAusten y David Bowie en los legendarios jueves deelectrónicaconCheto;deTinTanyelsonidodelarra-balconTriana;delcebicheconNavarrete;dejazzconSara; de lo ibérico con Blanc; de la música modernitacon Omar Escobar; del rock garage con A Go Gótica;de Bregovic y otros balcánicos con Los Tiranos delOriente.Incluso,fuisteescenariodealgunostoquinesde jazz y tango, Calavera.

“Uno de mis socios fue Paco Navarrete otro cla-vado de la música, fuimos compañeros desde la pre-pa y nos conectamos a través de la música, trabaja-mos juntos en Radio Universidad”, recuerdaBañuelos.“Laideaeracrearunespacioalquenosgus-taría ir como clientes, con la música que nos gustaríaque tocaran”. Y se tocó de todo, rocksteady, calypso,roots reggae, dancehall, rock, house, electro, tango,milonga, a go go, boogaloo, cumbia, jazz, incluso, lasversionesenespañolyfrancésdelascancionesdetusídolos, los Rollings, -“Pequeña ayuda de mamá” deLos Ovnis y “Marie Douceur, Marie Colère” de MarieLaforêt- que debiste pasarte con un trago de whisky,Che, porque no te hacían gracia.

Ahora quedan en la calle los que pasaban porel sitio sí por la música, pero también por el lugarmismo, por su iluminación a medias tintas, por laenorme barra -preferida de los solitarios- o por lossillones empotrados en las ventanas, bajo los ven-tiladores -preferidos de las parejas-. Aclaración deChe: “Uno, como dueño, y el bartender tuvimossiempre la política, ‘lo que pasa en el Calavera, sequeda en el Calavera’”. Nada que temer entreaquellos que se dieron la vuelta por ahí para tratarasuntos secretos de índole amorosa.

“Era un bar old school en el sentido de que te-nía sus parroquianos que se sentían como en casa,que eran los habitué, jalamos banda que inmedia-tamente se identificó”. Quien prefería ir solo char-laba con Che sobre música o con Orlando “Orla”,el bartender, sobre futbol (es, además, de expertomixólogo uno de los almanaques vivos más com-pletos sobre jugadores, jugadas de ensueño, mar-cadores históricos y compra-venta entre clubes),psicología o series de televisión.

Gerardo y Carlitos, dúo del Calavera por exce-lencia, siempre han estado en la barra, mueven la ca-beza al ritmo de la música, conocen de memoria to-dos los sets que se han programado en los últimosaños.¿Adóndeiránaparardespuésdelcierredefini-tivo del Calavera?

En el origen fueron otros los parroquianos em-blema -los que cortaron el listón el 7 de septiembredel2000-:EmmilúValtierra,CeciliaHurtado,SilvanaSoffchi (laschicasCalavera),MarianaLópez,Eduar-do Naranjo, todos ellos, noctámbulos residentes delosbarrioscircunvecinosporqueesotambiéndefiníaal Calavera, era el bar de barrio, con toda la facha delrincónaquelalquelegustapresumirsusañosdeper-

manencia, sus canas, sus grietas como debe haberuno en cada cuadra de cada ciudad del mundo. “Enlos viajes que me ha tocado hacer siempre he dicho‘qué ganas de tener un bar como este y para el Cala-vera hubo varias referencias’”, revela Bañuelos.

Eraunbarsinmuchaspretensiones,sinparafer-nalia, “estaba pensado para que la gente se la pasarabienynosotros también”.Cuandose inauguró,claro,eran otras las tendenciasy laofertadebaresen lazo-na era mínima -no muy lejos del Calavera estaba LaBarra de Moreno que también generó su propia le-yenda-; después vino el boom de los pubs, los baresvintage, los trendy, los y los.

En el bar que cerrará justo en el aniversariodel año 12 (el real porque en el Calavera siemprese consideró como fecha conmemorativa el 2 denoviembre), seactualizaronsolamente lasgenera-ciones de parroquianos, de los iniciadores comolos contemporáneos del monero Jis (cuando be-bía) hasta los coetáneos del periodista Alberto Spi-ller “Tano Bertolucci” quien, al parecer, será fiel ala camiseta del esqueleto con cigarrillo hasta elpróximo 8 de septiembre.

“Vimoscómosehicieronparejasenelbarquealconvertirseenpadresdefamiliadejarondeir,peroderepente se daban una vuelta”, dice ahora Che.

Ni hablar, chau Calavera. Adiós a los alocadoscumpleañosahícelebradostantolosdefarándulaco-mo el de Gael García que generó un caos en el ingre-so del bar, hace unos seis años, como los de mortalessin reflectores que rociaron los muros con cerveza.

Adiósa losapretujonesentornoa labarraen lasnoches de lleno total y a los desvelos prolongados enlas noches que sólo llenaron los amigos cercanos.Chau Calavera, los noctámbulos también lloran.

EL SEPELIO DE UN BAR

BOCANADA. El “Che” (derecha), dueño del mítico bar, tras la barra junto con Orlando el bartender durante una de las noches de agonía del bar.

Chau Calavera,

Page 6: Tapatío 2 de septiembre

PÁGINA 6-B Domingo 2 de septiembre de 2012EL INFORMADOR

ANÁLISIS. UN FALLO SUMERGIDO EN POLARIZACIÓN

a realidad es de grises, pero lapolítica es de blancos y negros.Si un extraterrestre llegara a latierra con la firme disposiciónde estudiar el sistema electoralen México, nos podría acusarde esquizofrénicos, incluso derayaren lademencia. ¿Cómoes

posible que en México se cuenten dos historias tandistintas de un mismo hecho? ¿Tenemos el siste-ma más corrupto y clientelar imaginable o una de-mocracia a prueba de golpes y sesgos? Lo cierto esque a dos meses de que los mexicanos hayan acu-dido a las urnas, no podría existir ninguna comi-sión de sabios que plasmara en papel la verdade-ra historia de los comicios del 1 de julio, lasinformaciones se contradicen y las acusacionesentre ambos bandos parecen fruto de supuestosirreconciliables.

La izquierda alega: “El retroceso democráticoes evidente. Las instituciones han sido cooptadas,¡nuevamente!,por lasoligarquías,poresa‘mafiadelpoder’ que todo controla y todo decide. La elecciónesunasimulación, lavoluntadpopularestácoaccio-nada desde las entrañas, los aparatos del poder seactivan y limitan la genuina deliberación del sufra-gio. Medios, encuestas, sindicatos y empresariosoperanparapreservarunrégimendeopacidadypri-vilegios. Las instituciones sólo son fachadas que le-gitiman la esencia fraudulenta del sistema electoralmexicano, no verlo ni siquiera es un engaño, sinoque representa el auténtico cinismo. En México, laconstituciónesvulneradaconstantementey losma-gistradossonelúltimoeslabóndeunacadenadeen-tidades que deben ‘limpiar’ en términos legaloides,una elección donde más de cinco millones de votosfueron comprados”.

Del otro lado está la versión de democracia delbando que ha sido declarado ganador, el PRI: “Laeleccióndel2012muestraaunMéxicomaduroyde-mocrático. Las instituciones han conseguido, trassexeniosdetransformaciones, serelgarantemásfi-dedigno de la voluntad popular. Lejos quedaron losaños en que, desde el poder, se po-día manipular el ejercicio demo-crático, el proceso electoral ha al-canzado un cénit de credibilidad yautenticidad. Las elecciones sonorganizadas por millones de ciu-dadanos, libre y voluntarios, quehan entregado su tiempo y su dis-posición a las causas políticas denuestro país. Vivimos en un Méxi-co de libertades donde los votoscuentan y el clientelismo es unamanifestación marginal, presentesóloenpequeñosespaciosdelaso-ciedad. Demeritar a más de 50 millones de mexica-nos que salieron a las urnas para expresar su volun-tad, constituye una afrenta a la independencia delelectorado mexicano, cosechada a través de unatransición estable y sólida”.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Fe-deración(TEPFJ)seenfrentóaunfallosumergidoenpolarización: para el PRI, el Tribunal sólo debía ape-garsea la leyycalificar, conestrictoapegoaderecho,una elección que había demostrado tendencias posi-tivas:altaparticipación,casillasinstaladas,pocasde-mandas ante la FEPADE y nulos conflictos el día dela elección. Para los otros, el frente de izquierdas, elTribunal tenía que valorar la calidad de nuestra de-mocracia, posicionarse acerca de los vicios que co-rroenalaseleccionesenMéxico:compradevoto,en-cuestasamañadas,mediosvendidose inclusogastos

L

La izquierda impugnó el resultado de la

elección presidencial sosteniendo que hubo

compra y coacción del voto; sin embargo

el Tribunal Electoral apeló al más estricto

sentido de la ley. Nada de interpretación

y resolvió a favor de Peña Nieto

excesivos. 2006 es un episodio de la vidaelectoral mexicana, que los magistradosdecidieron no soslayar. En aquel año, losmagistrados validaron la elección presi-dencial, pero tibiamente, con argumentoscontradictoriosysinsolidezensuresolución.Dijeron: “miren, la elección no fue limpia niequitativa;ybueno,elPresidentesísemetióylosempresarios no se comportaron a la altura, peronadaquepuedaderrotar laventajade0.56%deFe-lipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obra-dor”. La sentencia generó inconformidades y el Tri-bunal decidió no repetir esa actitud autocrítica.

En esta ocasión, el Tribunal apeló al más estric-tosentidodela ley.Nadadeinterpretación,sóloprue-bas.Los temasplanteadospor lacoaliciónde izquier-da son vertientes del debate políticos que han sidoanalizadas por décadas. Ni siquiera entre los exper-tos existen consensos en torno a los efectos causalesde los alegatos impulsados por el frente de partidosque postuló a López Obrador.

Encuestas

Las encuestas jugaron un papel fundamentalen esta elección. Muchos medios de comunicaciónimpulsaron estos estudios en los principales espa-ciosdedifusiónyanalistasbasarongranpartedesuanálisis en el resultado de éstas. 12 casas encuesta-doras se registraron ante el Instituto Federal Electo-ral(IFE),ysolamentecuatrodeellasentregaronsuúl-timoestudiodentrodelmargendeerrordelavotaciónfinaldel1de julio.Así, lascasasencuestadoras, sobretodolasmásconsolidadas,sobrevaloraronla tenden-cia positiva del PRI, dando ventajas al tricolor que su-peraron por mucho la elección final. Ante esto, la iz-quierda argumentó que fue una estrategia paradebilitarel“votoútil”afavordeLópezObradoryman-daronunmensajedelainevitabilidaddeltriunfopriis-ta. Por el contrario, el fallo del Tribunal indicó que noexiste consenso en los especialistas en torno a los im-pactos que tiene una encuesta en el sentido del votode los ciudadanos. Por un lado, existen aquellos que

sostienen que, efectivamente, de-saniman el voto útil; pero, por otrolado, hay especialistas que sostie-nenlocontrario:generaincentivospara que los votantes pasivos de lasegunda opción se decidan a acor-tar distancia con el puntero. Argu-mento desechado.

Cooptación del voto

El clientelismo y la venta delvoto, son dos manifestacionespolíticas arraigas en la cultura

electoral no sólo mexicana, sino latinoamericana.El sistema electoral mexicano hereda una serie dealianzas electorales, vínculos clientelares y acuer-dos corporativistas, que vician comicios en todoslos niveles, desde el local hasta el federal. La iz-quierda señaló que a través de mecanismos comomonederoselectrónicoso transferenciaseconómi-cas, el PRI “compró la voluntad” de cinco millonesde ciudadanos que, al final, definieron el rumbo dela elección. La respuesta del Tribunal fue contun-dente: no se demuestra que el PRI haya entregadoesas tarjetas, ni siquiera que los operadores trico-lores hayan condicionado la entrega de éstas acambio del voto. Otro argumento desechado.

Gastos excesivos de campaña

Los topes de campaña no se respetan en nin-guno de los niveles, ni en las elecciones a dipu-tados locales o a munícipes. El dinero en las cam-pañas es fundamental, y muchas veces, quienmás recursos tiene, puede influir más certera-mente en el electorado. El dinero permite acce-so a medios, espectaculares y a movilizadores.Para la izquierda, el PRI gastó 20 veces más de

ELIN

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•J.

LÓPEZ

Por Enrique Toussaint

La formay el fondo,esos dos extraños

lo permitido por el topede gastos de campaña. Si la elección presiden-cial estaba regulada por un techo de gasto de unpoco más de 330 millones de pesos, el rebase delPRI se cuenta en miles de millones. En este ca-so, el Tribunal apeló a la ley vigente: el rebase detopes de campaña no es motivo de nulidad, yasea por un peso o por miles de millones. Así es-tá en la ley que aprobaron los partidos en 2007,y la autoridad judicial se remite a esa disposicióndel marco regulatorio de las elecciones. La fis-calización es a posteriori, como señala la refor-ma que impulsó López Obrador en San Lázaro.

Medios encubiertos

Los medios de comunicación juegan un pa-pel fundamental en los procesos electorales, y latelevisión aún más. Un mercado altamente con-centrado donde existen opciones, representaempoderar a las televisoras que cuentan con unservicio prácticamente monopólico. En este sen-tido, la izquierda denunció una estrategia, aban-derada por una de las televisoras, que buscó des-de hace más de un lustro, construir lacandidatura de Peña Nieto. Así, televisoras y al-gunos periódicos se sumaron al enaltecimientode la figura del candidato priista, lo que le diouna ventaja abismal en términos de exposición

pública. En contraposición, el Tribu-nal determinó que la izquierda no

prueba a cabalidad ese vínculo. Los ma-gistrados toman el monitoreo de la UNAM

como sinónimo de que la elección fue cubiertaequitativamente. En este punto en específico, losintegrantes del Tribunal fueron particularmen-te severos: las pruebas son muy débiles y se com-ponen de recortes de periódicos y de grabacio-nes que supuestamente evidencian lapreferencia de ciertos medios hacia Peña Nieto.

La forma y el fondo se convirtieron en dosextraños que ni siquiera cruzaron miradas. Laizquierda apeló a la estrategia mediática, buscóposicionarse en los medios de comunicación ydescuidó la coherencia de una impugnación quetenía que ser bien trazada y sólida. El proyectode impugnación de la izquierda está repleto desupuestos incomprobables, de afirmaciones sinsustento y de tesis sobre comunicación que sonconsideradas por muchos académicos como ob-soletas (véase en la impugnación la referenciaala “Guerra de los Mundos” de Orson Wells, definales de los treinta). Y, por el otro lado, un Tri-bunal que niega su carácter de última instancia,de espacio de deliberación que no sólo constru-ye argumentos jurídicos, sino que califica unaelección con todas las características “abstrac-tas” que incluye la Constitución: equidad, impar-cialidad, libertad, etc.

Al final, Enrique Peña Nieto ha sido decla-rado presidente electo con una distancia de másde tres millones de votos. Categórica, indudable-mente. Y, en este sentido, la deuda del Tribunalno es su postura ante las débiles y poco susten-tadas pruebas impugnatorias de la izquierda, si-no su negación a contarnos una narrativa pro-funda y rica de la elección, una historia que tracecon claridad los puntos que debe tener una pró-xima reforma electoral. Sabemos que no pasó,pero no sabemos que sí pasó.

La deuda del Tribunal escontarnos una narrativa

profunda y rica de la elección,una historia que trace con

claridad los puntos que debetener una reforma electoral.

Sabemos que no pasó, pero nosabemos que sí pasó.

Page 7: Tapatío 2 de septiembre

Domingo 2 de septiembre de 2012 PÁGINA 7-BEL INFORMADOR

La Plaza de los Mariachis tiene 49 años de existencia,

enclavada en uno de los barrios populares de la ciudad, es

la cuna de los representantes de la canción vernácula,

quienes bregan al son que les toquen

n 50 se arreglaba. Se nos fue. Que-ríaunahoraparaaquíyotrasdospa-rallevar.Nimodo”,lecontabaunin-tegrantedelMariachiaAlasdePlataaunodesuscompañeros.Serefería

a uno de los tres clientes a los que atendían. Uno deellos, ya tomado, nublado por lo efectos del alcohol,decidió orinar en un pequeño rincón entre un árbol yun automóvil. Hasta allí ningún problema, el asuntoesqueestabaenlaPlazadeLosMa-riachis, en la vía pública, y ademáspasabaunapatrulladelaPolicíadeGuadalajara justo delante del jo-venquecometíaunafaltaadminis-trativa. No hubo arreglo. El infrac-tor detenido. Los acompañantesocupados en resolver el asunto.Los mariachis callaron.

Los ocho músicos ya no pudieron hacerse deunos tres mil 500 pesos que cobrarían por sus servi-cios.Alosclientesse lesacabólafiesta.Paratodoslosimplicadosdemanerainconveniente,losunosperdie-ron una de esas tocadas de las que ya no hay muchas,y los otros se fueron con su son a otra parte, a los se-paros, para recuperar a uno de sus integrantes.

Escenas de este tipo forman parte del escenarioque se ofrece entre las calles Álvaro Obregón, Lic.Verdad y la Calzada Independencia. Una callejuelaque se ha adoptado como plaza en la que se puededisfrutar de la música conocida como “la más mexi-cana”, en el Estado donde ha nacido. El registro ofi-cialdicequedesde1963,peroJuanFlores, represen-tante de la Asociación deMariachisdel lugar(sinnombreonomenclatura oficial, sino así na-da más, de músicos asociados)asegura que desde antes ya se re-unían.Élacompañabaasupadre,trompetista de una de estas agru-paciones, y lo veía trabajar.

“Él sí quería que fuera músi-co de mariachi. La verdad es co-mo sobrevive el mariachi, así, de padres a hijos, esuna tradición. Eso es lo que me hace confiar en queno desaparezca, porque además es lo que nos ha-ce sentir mexicanos, ¿no?”, dice Flores para co-menzar su reflexión sobre el estado de este géne-ro, sus representantes, sus sobrevivientes.

Estima que hay alrededor de 150 músicos queacuden al sitio, con los que se da vida a unos 20 gru-pos de mariachi que pululan por la zona en un tur-no vespertino y otro nocturno, pues la actividad co-mienza a las 15:30 horas en lo que se conoce desdenoviembre de 2009 como El Patio Tapatío, un res-taurante en las inmediaciones del callejón, dondeademás hay variedad, es decir, cantante y ballet,porsupuestovernáculos.Hacecasi tresañosse“re-impulsó” la plaza con una inversión de ocho millo-nes de pesos, lo que le cambió el rostro a esta zonadel barrio de San Juan de Dios.

“Tocamosdetodo.Peroloquesenoscomplicaesque a veces la gente quiere escuchar de lo más nuevoque sacan los artistas, cosas que no son tan tradicio-nales,perodetodosmodoslassacamos”,explicaFlo-res, quien identifica una variación en el tipo de temasque ahora tocan, pues aquellas piezas que recuerdanaloshéroesrevolucionarios,hombresbragados,des-pechados, bebedores y jugadores se han modificadopor lasquerelatanelamoro lapasiónhacia, sobre to-

do, la mujer deseada.Porque en esta plaza hay

hombres, o machos, pareceque no hay diferencia. Los quesetocanel traseroparaburlar-se del otro; quien se la revira yle dice: “Mejor agárrame acá,y le dices a tu hermana”. Losdos, casi al unísono, unas ho-

ras más tarde gritan: “Vente pa´ca Leticia, no en-cuentras nada, nosotros te atendemos”, se lo dicena una chica que viste prendas ajustadas, una faldacorta y tacones desgastados. Ella no los escucha, ohace que no los escucha. Estos integrantes del Ma-riachi Arrieros juegan a unos metros de sus com-pañeros que están a la espera de algún servicio. Enalgún momento de la tarde se incorporan a los desu grupo para seguir a la expectativa.

Aguardan en la esquina. Bajo el sol es máscomplicado,elmovimientoesmenory la inclemen-cia se sufre. Apenas oscurece y cambian muchascosas. Salen a escena los mariachis corredores,esos que alcanzan a los autos que circulan por la

Calzada Independencia paraofrecertocarparaellos.Noim-porta el botín, no importan siel traje es de gala (se recono-cen porque son los que llevanbotonadura), el objetivo es ha-cer escuchar su música. Si pi-can el anzuelo hay dos pocio-nes: o se negocia con ellos porcanción o tanda, o se les acom-

paña a una serenata.Una buena semana para ellos es que cada inte-

grantedelgrupose llevedosmilpesosacasa.Sinem-bargo, promedian mil cada ocho días. Tiempo vacasflacas, pero nunca se sabe. Alguna vez llega un clien-te, no muy borracho, que sí los contare las tres horasseguidas. Esos son los buenos.

Más preocupados por el son cubano

“Pues me ha ido bien. Me la paso muy bien aquí,porque esta plaza es más bien turística. Viene gentemuy hermosa de todas partes de México y el extran-jero”, dice Delia Magaña, cantante de la variedad delPatio Tapatío, quien interpreta un repertorio de can-ciones tradicionales, “viejitas, pero bonitas”, dice pa-ra referirse a temas como 20 años de prisión o La te-quilera,esosqueyanoseescuchanmuchoenlaradio

CRÓNICA

ELIN

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MAD

OR

•E.

PAC

HEC

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CPor Juan Levid Lázaro

o televisión, pero que aquí se tocan en vivo. A vecesante nadie, como un jueves por la noche, o ante 60 o70personasunsábado,loqueesenpalabrasdelapro-pia Magaña, “una muy buena entrada”.

Cercadeellaelhumode los tacosdecarneasa-da que se preparan en el local que da la bienvenidapor la Avenida Juárez deja ver las siluetas de losque no ingresan al espacio delimitado por vallas yque pertenece al restaurante. Indigentes o algunostranseúntes que de pronto paran para ver el espec-táculo. De entre ellos se distingue la figura de dospersonas que no corresponden a los elementos delpaisaje. Llevan a un pequeño en carriola, muy del-gados y con ropa como para estar en la playa. Efec-tivamente son turistas. “Me sorprende mucho, laverdad esperaba ver a más gente, a más mariachis.Uno viene a Guadalajara y lo que se imagina de lacuna del mariachi es eso; pero bien, está bien, dehecho el barrio me parece mejor que el de Gari-baldi”, dice Judith Tolentino, quien es acompaña-daporÁlvaro.Ellosdos,oriundosdeBarcelona,Es-paña, estaban al cierre de su viaje de dos mese portierras mexicanas. Él sentencia lo que cree que pa-sa con la música mexicana: “Platicábamos con unmariachi que nos decía que ahora la gente está máspreocupada por el son cubano o el flamenco quepor el mariachi y él decía, ‘esto es México, el ma-riachi es México’, y es verdad”.

Era borracho, parrandero y jugador

Lomexicanosesiente, segritaysiesacompaña-docontequilayunasrancherasmuchomejor.Hayes-tadounidensesquevienenylograban.Unodeellossecolocó bajo la entrada de la Plaza Alameda, contratóal Mariachi Cobre para que tocara Guadalajara, losgrabóconsucelularysefuerasindecirnadamás.Su-bió al taxi del sitio número cuatro y se fue. “No gra-cias, no gracias”, dijo en espanglish.

Si hubiera esperado unos minutos se habríacompletado la escena, se hubiera encontrado conJavier Nava Martínez. Borracho, enamorado de sumujer, a la que le habló vía celular para que escu-chara Motivos, la pieza que ejecutaba el MariachiInternacionalArrierosporcienpesos.“Queríanco-brarme 150. Nada, no se los doy y aquí traigo paragastarme cuatro mil, pero no se los voy a pagar.Quiero mucho a mi esposa. Mira, ya me está ha-blando, pero no le voy a contestar. Qué te estaba di-ciendo… ¡ah! Préstame cien pesos”

TRADICIÓN. En la Plaza de los Marichis y sus alrededores, los músicos pululan entre los transeúntes y automovilistas de la zona buscando quien los contrate.

Una buena semana para ellos esque cada integrante del grupo selleve dos mil pesos a casa. Sin

embargo, promedian mil cada ochodías. Tiempo de vacas flacas

“El mariachi sobrevive así, depadres a hijos, es una tradición.Eso es lo que me hace confiar en

que no desaparezca, porqueademás es lo que nos hace sentir

mexicanos, ¿no?”

Para el urbanista Cuauh-témocdeRegil, laPlazadelosMariachis sufrióunde-clive a partir de la décadade los noventa. Apuntaque la zona presentabaelementos ideales paradesarrollarla como un es-pacio para el ocio y el dis-frutedelmariachi: el Tem-plo San Juan de Dios,restaurantes, cabarets,negocios. Así también,que los registros de la pre-senciadeestosgruposda-tande ladécadade los se-senta, de hecho, que lapelícula Guadalajara enVerano (1965) ya dacuenta de ello.

“Desdehacealgunosaños se abandonó el cui-dado de parte del ayunta-miento para conservar laautenticidad del espaciode la ‘Plaza de los Maria-chis’,demaneraquesehapermitido toda clase deañadidos,deformaciones,alteraciones, subdivisio-nesdepropiedad irregula-res, etcétera, que no hanbeneficiado al espaciootrora tradicional. El re-

ciente proyecto de inter-vención llevó a cabo unaserie de modificacionesque, por razones de la LeyFederal de Monumentos yZonas Arqueológicos, Ar-tísticoseHistóricos,noes-tánpermitidos yque sin lalicencia correspondientese llevaron a cabo. No hu-bo criterios de diseño y seprivilegió el aspecto esce-nográfico por el de auten-ticidad e integridad del lu-gar. Al no obtener licenciadel INAH, laobraestá irre-gular”, apunta de Regil.

A tres años de su rei-nauguración, al ser un es-pacio abierto, el clima de-termina diferentescircunstancias de este lu-gar, que ofrece un paisajefestivo, con el aroma delcolector cercano que sequedaen lanarizde los vi-sitantes, sólo confundidounpocoporelhumodeci-garrillos que emanade losbares o de algún fumadorcercano, el perfume de al-gún joven bien vestido ouna dama vestida para laocasión.

LA PLAZA DELTRAZO ATÍPICO

◗ El robo a personas fue de 68 en 2010 y de 96 en 2011◗ El robo de autos fue de 15 en 2010 y de 13 en 2011◗ El robo a negocios fue de 61 en 2010 y de 60 en 2011Cabe señalar que la tendencia en 2012 registra un compor-tamiento similar a lo registrado los dos años anteriores.

Índice de seguridad en la zona

LOS DATOS

Una de mariachis de Una de mariachis de plaza y oropel plaza y oropel Una de mariachis de plaza y oropel

Page 8: Tapatío 2 de septiembre

PÁGINA 8-B Domingo 2 de septiembre de 2012EL INFORMADOR

larga aventura editorial en Simon & Schuster) lonecesitan como necesitarían los ojos... JesúsMarchamalo, escritor que ha investigado en esasrelaciones, dice que eso que sucede con natura-lidad en el mundo anglosajón aquí es recibido deuñas. Pero, por ejemplo, Malcolm Lowry reac-cionó con una larguísima carta (está en El viajeque nunca termina, Tusquets), indignado por lascorrecciones que el editor de Jonathan Cape su-girió al manuscrito de Bajo el volcán: “Me atre-vo a sugerir que el libro es mejor, bastante másdenso, más profundo y más cuidadosamente pla-neado y elaborado de lo que sospecha quien hi-zo el informe...”.

“No existe una relación ideal entre el autor yel editor”, dice Juan Casamayor, el director de Pá-ginas de Espuma, que publica cuentos. “No existeuna, porque existen tantas como autores. Tienesque actuar con profesionalidad, es decir, tienes queprocurar que sus libros sean hermosos, pero pasa-

do ese tramo en el que intervie-ne el oficio es lícito ser amigo”.Puede ocurrir que si se pierdeal autor se pierda al amigo.“Eso puede pasar, pero de tupaciencia y de tu comprensióndepende que no suceda. Hayqueserabiertosdeespírituydeinteligencia, y habilidosos. Pri-mero, para que no se vaya, ydespués para que, si se va, sevaya sólo el autor, no el amigo.Si las cosas se hacen bien, laamistad no se tiene por qué re-sentir”.

¿Y si le dice al autor cómoha de hacerlo, cómo reacciona? “No hay que im-poner ni hay que aceptar; lo que tienes que haceres buscar argumentos, a veces filológicos, paraque entienda que lo que quieres hacer con su li-bro es mejorarlo, y a él hacerlo crecer como au-tor. Si no se deja tienes que persuadirlo de que ellibro se puede ahogar si no te hace caso”.

A Enrique Murillo le llegó un texto de LarryCollins cuando su editorial lo necesitaba, pero noen las condiciones en que parecían satisfacer al au-tor. “Y Larry tenía a su editor, que era Korda, de va-

caciones. Él sabía que algo fa-llaba, y me preguntó, qué falla.Lo leí, le dije que el personajefemenino no tenía cuerpo. ‘Esoes, siempre me lo dice Korda:¡tus personajes femeninos notienen cuerpo!”. Trabajamospor ahí, por el cuerpo del per-sonaje femenino, y salvamosuna campaña de Navidad. ¿Elautor qué dice luego? General-mente está agradecido, diceMurillo. Un día le pregunté aJaime Salinas, mítico editor deAlianza Editorial y de Alfagua-ra, hasta cuándo quiere un au-

tor a un editor. “Hasta que te necesita”, respondióSalinas. “Mientras le haces bien el trabajo”, diceMurillo.

Querido maldito editorLa relación entre el autor y quien publica su obra se ha convertido en un género

literario propio: Bernhard-Unseld, Cèline-Gallimard...

a correspondencia que durantecerca de treinta años (desde1961 a 1988) mantuvieron el edi-tor alemán Sigfried Unseld(Suhrkampf) y el escritor aus-

triaco Thomas Bernhard (el autor de Trastorno)contiene un resumen atosigante del infierno enque se puede convertir la parte de atrás de los li-bros, lo que no se ve de los autores, lo que no seconoce de los editores. La propia editorial Suh-rkampf, años después de la muerte de editor y au-tor (Unseld murió en octubre de 2002, Bernhardfalleció en febrero de 1989),decidió publicar esas cartas (ytelegramas, el último es de Un-seld: “No puedo más”) juntocon notas del propio editor enlas que en algún momento re-sume su impresión de Ber-nhard: es “un chantajista”.

¿Son así autores y edito-res? La relación Unseld-Ber-nhard es extrema en todos losórdenes. Miguel Sáenz, tra-ductor de Berhnard al español(y de Günter Grass y de gran-des autores anglosajones), ytraductor también de esta cru-cial correspondencia que ha publicado Cómpli-ces Editorial en España, concede que Berhnard“era extraordinariamente irritable”, tenía enfren-te a un editor “paciente y muy inteligente” y man-tuvo ese pulso (primero por dinero anticipado;después por sus reacciones extemporáneas antehechos en los que participó; posteriormente, porlos títulos de sus libros, por ejemplo) por su ca-rácter “difícil, muy complejo”. Unseld llegó a co-nocerlo muy bien, lo admiraba y creía, desde an-tes de que Berhnard cumpliera los 40 años, queese autor que tanta migraña le causaba estaba en-tre los escritores más importantes de lengua ale-mana del siglo XX.

Creía tanto Unseld en Bernhard que le sopor-tó todo. Hasta que el 24 de noviembre de 1988 leescribió este telegrama: “Para mí no sólo se ha al-canzado un límite doloroso sino que se ha traspa-

sado, después de todo lo que, durante decenios yespecialmente en los últimos años, hemos tenidoen común. Me repudia, repudia a mis colabora-dores que se han dedicado a usted y repudia a laeditorial. No puedo más”. Un día después, el au-tor le escribe a su editor: “Si, como dice su tele-grama, no puede más, bórreme de su editorial yde su memoria. Sin duda he sido uno de los auto-res menos complicados que ha tenido nunca”. Seencontraron luego, el 28 de enero de 1989; Ber-nhard estaba muy enfermo. Murió poco después.Y Unseld escribió: “La vida de ese hombre encan-

tador fue un caminar por lacuerda floja, aspiraba a lo to-tal y lo perfecto, sabiendo quelo total y lo perfecto no puedenalcanzarse”.

“Lo peor no son losautores”

Bernhard aplicó el amor-odio a todas las cosas, y en fun-ción de ello desesperó tanto aUnseld que este, en efecto, yano pudo más. ¿Es un caso ex-tremo? Probablemente. ¿Y porqué aguantó Unseld casi tres

décadas de presión y de desplantes? “Porque eraun editor muy inteligente”, dice Miguel Sáenz.“Tuvo la habilidad de descubrir en él a un gran au-tor. Bernhard no hubiera llegado a ser lo que fuesin Unseld, y este hizo el oficio, la forma de actuarde un editor inteligente”.

Unseld le hacía sugerencias (sobre sus títu-los, sobre sus actitudes, sobre su vida personal,pues le pedía préstamos para comprarse casas) yBernhard se las rechazaba sistemáticamente, aveces con muy malos modos.

Mario Muchnik, veteranísimo editor que hadirigido varias editoriales, algunas suyas y con sunombre, lleva más de medio siglo en el oficio yprobablemente hubiera actuado como Unseld. Loha hecho. Él cree, y lo ha dejado por escrito, que“lo peor no son los autores”. Pero la relación edi-tor-autor es muy complicada, dice Muchnik. “Un

¿NEGOCIO, AMISTAD O TORTURA?

ELIN

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OR

•J.

LÓPEZ

L día le dije a Carmen Balcells, la agente, que yo eraamigo de todos mis autores. Ella me dijo que esoes mentira, nadie es amigo de todos sus autores.Es más, hay intereses, no amistades. Posiblemen-te ella tiene razón: no se puede ser amigo de to-dos los autores, o al menos no se puede ser ami-go de la misma manera. Tuve diferencias con unautor francés que no tenía niidea de español, y que quiso in-tervenir en la traducción. Rom-pimos. No rompí con KenizéMourad, la autora de De partede la princesa muerta, porquela discusión era simpática.¡Ella se empeñaba en ponerpues por todas partes! ¡Perodónde demonios quiere queponga pues, Kenizé, decíme!’.

Es posible la amistad conel autor, dice Muchnik, “perohay que quererla”. ¿Y cómo sequiere? “Tolerando”. Lo que hi-zo Unseld. “El editor tiene queser lo más tolerante posible con los extremismostópicos de los autores. El editor no siempre tienela razón, pero actúa como si él fuera dueño de laverdad. En el medio está la virtud: el autor tam-bién tiene alguna verdad, y el editor ha de estardispuesto a entender”.

“No” también es una respuesta

Una relación difícil incluye la palabra no.“Una negativa es también una respuesta”, sueledecir el editor norteamericanoPeter Mayer. “Y yo estoy deacuerdo con ese colega. Decir“no” es también una respuestaante un manuscrito que no tesatisface. Yo no soy partidariode enviar cartas diciendo que laobra es genial pero que no haysitio. Primero, porque suele sermentira. Es mejor decir que nome interesa a aguardar a que elasunto se pudra en el cajón yagote la paciencia del editor ydel autor”.

¿Y una vez aceptado, si seacepta, cómo bregar con el au-tor? “Con paciencia”, dice Muchnik. “Con discre-ción”, dice Enrique Murillo. Este editor, que traba-jó, entre otras, para empresas editoriales de Plazay Janés y ahora dirige su propia editorial pequeña,Libros del Lince, ha trabajado con autores, ha he-cho lo que los anglosajones hacen con los textosque reciben: tratan de editarlos, mejorándolos. “Aciertos niveles lo debes hacer si te lo piden, no eslógico que entres por la puerta diciéndoles a los au-tores: aquí vengo yo con la verdad revelada”.

¿Y cómo reacciona el autor cuando se le co-rrige, cuando se le dice que la obra necesita reto-ques? “La primera reacción suele ser bastantemala, casi de persona que se siente ofendida. Poreso tienes que ser extraordinariamente delicadoy educado. Tú no eres el autor, tú eres el lector, ysólo tienes el derecho que te da el autor para ha-cer sugerencias sobre su obra. Él escribe, tú lees,y ese es tu papel, decirle cómo lo has leído...”.

Tan necesarios

A veces (como dice Michael Korda, el autorde Editar la vida, editado por Debate, sobre su

Un día le pregunté a Jaime

Salinas, mítico editor de

Alianza Editorial y de

Alfaguara, hasta cuándo

quiere un autor a un editor.

“Hasta que te necesita”,

respondió

“Un día le dije a Carmen

Balcells, la agente, que yo era

amigo de todos mis autores.

Ella me dijo que eso es

mentira, nadie es amigo de

todos sus autores. Es más,

hay intereses, no amistades”

Pere Sureda, editor que de varios sellos, y que última-mente trabajó para Norma, prepara ahora un libro sobreesa relación en la que el editor un día dice, como Unseld,que ya no puede más, o que afirma, como Muchnick, que“lo peor no son los autores”. Entre las historias que hanencontrado para ese volumen está el intercambio difícilque Gaston Gallimard, el mítico editor francés, tuvo conLouis Ferdinand Cèline, el gran autor que fue cómplice delos nazis. Lo cuenta Pierre Assouline en su monumentalbiografía del editor (Península, 2003). Cèline y Gallimardse encuentran, seis años después de la guerra; el escritorestá libre de ataduras editoriales, y después de una tensanegociación acepta publicar en la mejor editorial europeadel momento.

Manos a la obra

UNA RELACIÓN PARA LA LITERATURA

Es posible la amistad con el

autor, dice Muchnik, “pero hay

que quererla”. ¿Y cómo se

quiere? “Tolerando”. “El editor

no siempre tiene la razón, pero

actúa como si él fuera dueño

de la verdad”

Por Juan Cruz/El País

Page 9: Tapatío 2 de septiembre

Domingo 2 de septiembre de 2012 PÁGINA 9-BEL INFORMADOR

Vida cotidianaen la Siriade la guerra

FOTOREPORTAJE

Bashar Assad se aferra con violencia al

poder. Los sirios ya no lo quieren y él los

manda masacrar. Mientras, la comunidad

internacional lo amenaza, ayuda a los

insurgentes, pero no parece decidida a

actuar y poner fin al genocidio que por

supuesto, Assad niega. Una vez más, el

mundo sólo observa de lejos, mientras un

sátrapa se ceba en su pueblo

INFANCIA. Sana Mustafá, de cinco años, habla con su hermano Riyyad (fuera de cuadro), en uno de los largos días que pasa en lo quealguna vez fue una escuela, en Kafar Hamra.

REFUGIADAS. Mohammed Mustafá nació en una escuela de Kafar Hamra, donde su familia se refugiadespués de haber salido de Anadan, a causa de la guerra.

RABIA. Un sirio, que huyó de su casa en Anadan debido a la guerra, pisotea unpóster con la imagen del presidente Bashar Assad.

ZOZOBRA. Esta mujer intentaba cruzar una de las calles más pe-ligrosas de Alepo y fue protegida por un combatiente.

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PASADIZOS. Los rebeldes sirios hicieron agujeros en los edificios, en las paredes y puertas, para moversepor la ciudad de Alepo sin salir a la calle.

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DIVERSIÓN. Niños juegan en unos columpios que fueron parte dealgún parque o de una casa en la ciudad de Alepo.

Page 10: Tapatío 2 de septiembre

PÁGINA 10-B Domingo 2 de septiembre de 2012EL INFORMADOR

l enigma Shakespeare continúaintrigando al mundo. El eterno de-bate sobre la verdadera identidaddel dramaturgo se prolongó con lapublicación de la biografía Con-tested Will: who wrote Shakespea-re?, de James Shapiro. El libro res-

ta relevancia a las especulaciones sobre la autoríade Shakespeare, alegando que las suspicacias so-bre su figura —que dudan que alguien de tan insig-nificante históricamente pudiera haber escritounas obras de tal envergadura—, empiezan dos-cientosañosdespuésdelamuertedelbardo,enunaépoca en la que se empieza a asumir que la obra ar-tística es un reflejo de la vida del autor.

Por otra parte, el misterio sobre el aspectofísico del autor se avivó en 2009 cuando en unamansión aristocrática inglesa se encontró el quepodría ser el único retrato de William Shakes-peare. La pintura muestra a un hombre pulcro,refinado y sin pendiente en el lóbulo izquierdo,una imagen muy diferente de la que nos ha lle-gado hasta nuestros días.

El penúltimo enigma llega de los sonetos delautor. El personaje de Dark Lady, una irresisti-ble dama casada, de tez y pelo oscuro, objeto dedeseo del autor ha fascinado a los lectores des-de hace siglos. Se ha buscado su identidad enpersonajes históricos o se ha visto como una me-ra metáfora sobre la fuerza opaca del deseo. Pe-ro según Duncan Salkeld, especialista en Sha-kespeare de la Universidad de Chichester estaDama Oscura podría haberse moldeado segúnuna conocida prostituta del barrio londinense deClerkenwell. El profesor en sus declaraciones aldiario The Independent asegura haber encontra-do documentos que podrían probar que DarkLady fue en realidad una madame y prostitutaconocida llamada “Lucy Negro” o “Black Luce”.

Salkeld encontró referencias de la gerentede burdel en el diario de Philip Henslowe, el due-ño del Rose theatre que acogía la compañía rivala la de Shakespeare. La prostituta aparece regis-trada como inquilina de Henslowe. Estas men-ciones la relacionan con el mundo del teatro ypor lo tanto hacen muy probable que conocierapersonalmente al bardo, que además tenía ami-gos y parientes en Clerkenwell.

Black Luce era una célebre proxeneta quese movía por diferentes estratos de la sociedad,recibiendo tanto a inmigrantes como a hombresde las altas esferas. Su nombre aparece en el re-gistro de espectáculos obscenos de 1594 y su ma-la reputación aflora en varias obras dramáticasy textos literarios. Al contrario que sus emplea-das, ella nunca fue perseguida por la justicia.

Los sonetos publicados en 1609 dentro deun volumen de poemas sigue siendo una mina deinterrogantes sobre la vida amorosa de Shakes-peare. Las incógnitas empiezan con la dedicato-ria del libro a “Mr H.W” como inspirador de losversos (¿un amante, un colaborador literario?) ysiguen con el bello joven protagonista de varios.

La presencia de Dark Lady en los sonetos del127 al 152 presenta una relación turbulenta y car-nal muy diferente a la domesticidad apagada de sumatrimonio. Esa dama de los “ojos negros como elcuervo” le provoca al autor repulsión, lujuria, de-sesperación y celos cuando ella seduce a su jovenamigo o se ve con otros pretendientes.

La irrupción de la meretriz Black Luce está lejosde disipar las intrigas en torno a los apasionados so-netos. Teniendo en cuenta la discusión que provocacualquierdetalledelaobradeShakespeare,elhallaz-godelprofesorSalkeldnoserálaúltimaconjeturaso-bre los estudiosos de la obra del genio.

E

Los enigmas sobre la vida de

William Shakespeare siguen

de moda. El último, la

verdadera identidad de su

amiga Dark Lady

UN DEBATE MÁS QUE LITERARIO

Por Brenda Otero/El País

ESPEC

IAL

ANONYMOUS. La película dirigida por Roland Emmeric expone que Shakespeare sólo prestaba su nombre para firmar las obras que“otro” escribía, lo cual ha sido materia de polémica entre algunos estudiosos de su obra.

Anonymous especula so-bre ¿quién escribió enrealidad el corpus litera-rio atribuido a WilliamShakespeare? .Proponeuna posible respuesta,remontándose para ello alas intrigas incluso políti-cas del teatro londinensedel siglo XVI.

DudaAnonymous

PARA SABER

La prostitutaque inspiró aShakespeare

Sucedió hace un par de semana, según señala el diariochileno La Tercera. “Se sentaron de espaldas al mar y ho-jearon Hamlet, la obra de Shakespeare. Varias ediciones,algunas en inglés, otras en español. Lo habían leído juntosantes, pero ese día, en Las Cruces, Nicanor Parra y su nie-to, Cristóbal Ugarte, estaban trabajando. O algo parecido”.Este es un nuevo capítulo de una historia que inicio en ladécada de los noventa, cuando Parra hizo sus mayoresavances en la traducción de la obra, ahora su nieto lo con-vence para que retome la traducción de Hamlet.

La versión de Nicanor Parra

HAMLET SE PASEA POR CHILE