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iesmiguelherrero abril2017 lacara(o)culta Relatos verano terror El diario montañés Escenario Santander Museo etnográfico Museo de la minería Nadia Comaneci

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iesmiguelherrero abril2017

lacara(o)culta

Relatos verano terror

El diario

montañés

Escenario Santander

Museo etnográfico

Museo de la

minería

Nadia Comaneci

A veces el futuro es un sueño cerrado

y uno arroja la llave al precipicio

¿Dónde empieza la boca?

¿En el beso?

¿En el insulto?

¿En el mordisco?

¿En el grito?

¿En el bostezo?

¿En la sonrisa?

¿En el silbo?

¿En la amenaza?

¿En el gemido?

Que te quede bien claro

Donde acaba tu boca

Ahí empieza la mía.

No me tientes, que si nos tentamos no nos

podremos olvidar

Cuando creíamos tener todas

las respuestas, cambiaron las

preguntas

un pesimista

es sólo un optimista

bien informado se oyen pasos de alguien

que no llega nunca

o sea

resumiendo

estoy jodido

y radiante

quizá más lo primero

que lo segundo

y también

viceversa.

corr

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e 2

Los alumnos de 4º hicimos una salida el día 7

de febrero al Museo Etnográfico de Cantabria

situado en Muriedas. Fue inaugurado el 12 de

octubre de 1966 y se halla ubicado en la casa

natal del héroe de la Guerra de la Independen-

cia española, el capitán de artillería Pedro Ve-

larde (1779-1808).

Es una casona montañesa, un edificio del siglo

XVII que fue restaurado en los años 70.

Tiene un jardín muy grande con un hórreo

(traído de Pido), un Humilladero (traído de

Mazcuerras), una estela y dos socarrenas acris-

taladas (lugares donde se guardaban los ape-

ros)

En la primera planta se encontraba la Sala de

la madera: y allí pudimos ver los oficios tradi-

cionales de la madera con la que hacían todos

los instrumentos de la época: había hasta unos

esquíes de madera, raquetas para la nieve, var-

ías albarcas, cestos y muchas herramientas.

Más adelante se encontraba la cocina donde

nos enseñaron los instrumentos con los que

cocinaban, planchaban y se comunicaban. Allí

también nos enseñaron cómo utilizaban una

vértebra de una ballena que usaban de banco

para sentarse.

En la siguiente habitación se podía observar la

transformación de alimentos y aprendimos

con qué artilugios se molía el maíz, donde se

guardaba el queso para que no se lo comieran

los ratones, y donde se guardaba la leche…

Continuaba la visita viendo una sala que se lla-

ma Sistemas de transporte rural: sistema

arrastre. corzones, carpanchas (cestas para lle-

var sobre la cabeza) corrozos. Y unas ruedas

enormes y alguna no era redonda del todo.

En la siguiente parte se encontraba el estragal:

ahí se hallaba una vitrina con diferentes fotos

de diferentes comadronas (mujeres que se en-

cargaban de cuidar a los hijos de los nobles)

usaban joyas y ropajes caros para tener buena

presencia delante de la gente.

Si subías por las escaleras ibas a la Sala de la

caza y el herrero donde había artilugios como

un collar para perro con puntas para que los

lobos no los mataran de un mordisco en el

cuello y artilugios de caza; y también cepos y

cabezas de jabalí y de corzos disecadas.

La habitación de al lado era la de los aperos de

labranza y los utensilios que usaban para el

campo.

La siguiente sala era la de hilar y folklore. Nos

enseñaron los oficios tradicionales que servían

para vender o hacer trueques en el mercado. Y

el torno de hilar: la lana y el lino.

En la parte de Folklore: el canto, el baile, la

música popular, trajes regionales y nos habla-

ron de un rabel que es muy típico de Cantabria

y ese era del siglo XVIII : tenía dos cuerdas de

tripas y la caja era de cerezo. Había perteneci-

do al Tío Ronquillo , un famoso rabelista cam-

purriano.

Las últimas salas eran las dedicadas a Velarde y

una muy grande donde había muchos tipos de

muebles de la época.

Verónica Iglesias

Andrea Noriega 4º C

correv

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We can beat them, for ever and ever

Andrea Eguren 2ºB

Durante el mes de febrero los alumnos

de 2º ESO fuimos de excursión, en varios

turnos, a visitar El Diario Montañés en

Santander.

Cuando llegamos, nos esperaba a la en-

trada nuestro guía, el periodista Javier

Rodríguez.

Nos llevó a una sala en la que nos puso

un powerpoint explicando cómo está for-

mado el periódico, quién trabajaba en

cada sección y todo lo que hay dentro de

El Diario Montañés.

Después pasamos a la redacción, donde

estaban los periodistas trabajando, pre-

parando el periódico del día siguiente.

Teníamos que estar en silencio para no

molestar a los que allí estaban trabajan-

do.

Al salir de la redacción, nos hicieron una

foto y Javier nos enseñó la Hemeroteca,

donde se guardan los periódicos anti-

guos. Luego nos mostró varía máquinas :

una rotativa con la que imprimían los pe-

riódicos antiguamente, una cámara de

fotos y una impresora.

Al finalizar la visita nos regalaron un

ejemplar del periódico de ese día y nos

dijeron que estuviéramos atentos porque

en unos días publicarían las fotos que

nos habían hecho y que aparecían en la

sección Nos visitaron.

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We can be heroes just for one day

María Riaño 1º C

El día 21 de diciembre, justo antes

de darnos las vacaciones de navi-

dad, todos los alumnos de 1ºESO y

algunos de la Optativa de 3ºESo del

IES Miguel Herrero fuimos al Esce-

nario Santander a grabar una can-

ción, La bamba.

Al llegar nos sentamos frente al es-

cenario y nos explicaron en qué iba

a consistir la visita.

Nos dividieron en dos grupos y a mi

grupo le tocó ,en primer lugar, subir

al estudio de grabación. Allí nos ex-

plicaron cómo graban a los grupos.

Hay dos partes, en una de ellas

están los músicos y en la otra el

técnico de sonido que controla to-

do con un ordenador. Van graban-

do cada instrumento en una pista y

al final las mezclan para hacer una

canción.

Nos metimos en la pecera y cantamos lo mejor

que supimos. Al final pudimos escuchar cómo

había quedado.

Bajamos a otra sala donde otro monitor nos ex-

plicó un poco los diferentes soportes que había

habido para grabar discos.

A lo largo de la historia la música se ha grabado

en diferentes soportes. Desde el disco de vinilo

que se reproducía en un tocadiscos mediante

una aguja con punta de diamante, pasando por

la cinta magnetofónica o cassette, luego en un

Cd (compact discs) ya en la era digital y luego

muy comprimida en la actualidad en formato

mp3. Él nos explicaba que comprimiendo la

música se perdían muchos detalles.

Al final, todos juntos vimos un vídeo sobre la

Historia del Rock y acabamos subiendo al esce-

nario donde lanzaron unos fuegos artificiales y

confettis. El monitor se disfrazó y sacó a varios

alumnos con guitarras de juguete a cantar y a

dar un poco de espectáculo.

correv

eidile 5

Elba Cabria Gutiérrez 1ºC (Taller de Lengua)

Estamos en directo desde HOLLYWOOD

para la entrega de “Los tres cerditos de

Oro” que se otorgan a los personajes de

cuentos.

Y ahora están pasando por la alfombra roja

muchos de los galardonados: Cenicienta, la

Bella durmiente, Tiana, Caperucita Roja, la

Bella y la Bestia y los presentadores y los

tres cerditos.

Ahora vamos para adentro que empieza la

entrega de premios.

El premio a la mejor digerida es pa-

ra...Caperucita Roja.

El premio a la más bella, gentil y amable es

para….Bella, por decir que la belleza está

en el interior.

El premio a la mejor descalza es pa-

ra...Cenicienta, por perder ese zapato tan

maravilloso.

El premio a la mejor dormida es pa-

ra ...Aurora, la Bella durmiente.

El premio al mejor beso es para...Felipe, el

novio de Aurora.

El premio para los más enanos del lugar es

para...los 7 enanitos.

Y el premio a la mejor cocinera es pa-

ra ...Tiana.

Y con este premio hemos terminado la en-

trega de los galardones.

Hasta el año que viene.

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María Riaño 1º C

El día 23 de Marzo los alumnos y alum-

nas de primero 1º C y D del instituto del

Miguel Herrero hemos ido al MUPAC

( Museo de Prehistoria y Arqueología de

Cantabria) y a la cueva del Pendo. Al día

siguiente fueron los cursos 1º A y B.

Primero fuimos al MUPAC, a Santander,

al lado del Mercado del Este. Allí vimos

cómo se hacía una excavación arqueológica,

cómo se clasificaban los restos arqueológi-

cos en las diferentes etapas de la historia.

cómo ha evolucionado la cultura material a

lo largo de la Prehistoria de Cantabria y en

las etapas más antiguas, hasta el final de la

Edad Media.

Vimos las estelas cántabras, tallas en asta o

hueso y otros materiales .

correv

eidile 7

Luego visitamos la Cueva del Pendo donde

les explicaron que hace miles de años en

esa misma cueva vivieron nuestros antepa-

sados. La cueva está en Escobedo , en el va-

lle de Camargo. Fue declarada Patrimonio

Mundial por la UNESCO en 2008, debido a

la importancia de su yacimiento arqueoló-

gico y de las pinturas rupestres que alberga.

También nos explicaron que después de

que vivieran allí se cayó la gorra de la cueva

y que mucho antes de esto pasaba por allí

un río, el río Pendo que tras 12kms. de re-

corrido subterráneo desemboca en el río

Pas.

Es una cueva muy grande (hasta 45 m de

anchura y 22 m de altura máximas) y de lar-

go tiene 160 metros.

Al acabar nos llovió y nos granizó, cuando

estábamos en el pueblo entramos a un bar

donde nos invitaron a pinchos, a unas acei-

tunas y a guindillas.

Cuando paró de llover nos dirigimos a la

parada del autobús donde tuvimos que es-

perar al autobús que venía de Santander

con los de 1ºD. Llegamos a Torrelavega so-

bre las 2:20 pm al lado del Malecón.

María Riaño 1º C

A principios del mes de Noviembre, los alumnos

de 1ºde la E.S.O del instituto Miguel Herrero

hemos empezado a plantar un huerto en el la-

boratorio de biología y geología, el cual lo

hemos empezado gracias a los alumnos de to-

dos los cursos de 1º: A, B, C y D.

A mediados de Noviembre nos dieron una char-

la sobre cómo preparar el huerto colgante en

botellas; al final de la charla nos regalaron semi-

llas de árboles de la zona: robles, hayas, enci-

nas…

Una parte de las semillas las dejamos fuera para

que pasasen un invierno y la otra parte la pusi-

mos en la nevera (el haya tiene que pasar dos

inviernos).

Hemos plantado: ajos, lechugas, capuchinas,

cebollas, espinacas, tomates, tomates cherry,

guisantes enanos (si no serían muy grandes),

puerros, lavanda, tomillo, romero, perejil, calen-

dulas (para ahuyentar a los insectos), un cere-

zo, guindillas, legumbres y fresas.

Primero conseguimos semillas que nos dio

Noelia, después llevamos varias botellas de

plástico, las cortamos, llenamos de tierra y

plantamos las semillas. No tuvimos que es-

perar mucho tiempo hasta que empezaron a

crecer las plantas. Noelia nos dijo que las

trasplantásemos al huerto de fuera que allí

crecerán hasta el tamaño de una planta nor-

mal.

Pero alguna persona nos ha estado inundan-

do las plantas y ya se nos ha muerto 1 árbol,

10 plantas de perejil y casi 2 plantas de cebo-

lla que conseguimos que se salvaran a tiem-

po.

Los cursos que más han participado son 1ºC y

D. Nosotros os animamos a venir al laborato-

rio, que nos lo pasamos genial y algunas ve-

ces nos vamos al huerto de fuera a poner

nuevas plantas que antes estaban en el labo-

ratorio.

Y como digo yo! VEN AL HUERTO,Y

NO NOS DEJES PLANTADO¡¡

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Mª Elena Gómez Aguirre 2º A

El miércoles 1 de Marzo, todos los

alumnos de 2º ESO fuimos a Astu-

rias a visitar el MUMI (Museo de la

Minería y la Industria de Asturias).

La salida estaba organizada por el

Departamento de Tecnología.

El Museo está en un pueblo que se

llama El Entrego y nos costó una

hora y media llegar pero valió la

pena por lo grande, bonito e interesante que fue la visita.

Cuando llegamos nos separaron en grupos y nos fueron enseñando diferentes zonas del museo.

Mi equipo era el segundo y al principio nos

dejaron investigar en aquella gran zona , pe-

ro casi todo el mundo se quedó en una rue-

da en la que tenías que girar como un

“hámster” y al final salía agua: todo muy di-

vertido.

Al rato nos llamaron para bajar y ver la tan

esperada MINA. Nos metieron en un ascen-

sor, que llaman “jaula”, solo había que bajar

un piso , pero para que viviéramos mejor la

experiencia y la sensación de “bajar a la mi-

na” nos llevaron un poco más abajo.

Al salir del ascensor nos pusieron cascos, por seguridad y fuimos entrando poco a poco. Nos en-

señaron las herramientas que utilizaban para extraer el mineral (lo llaman el “arranque”) y había

picadoras, rozadoras… y y los tipos de sostenimiento de las galerías. Nos llevaron en un “tren” co-

mo los que usaban para desplazarse y transportar el mineral por el interior .

Seguimos la visita hasta un túnel vertical muy empinado, pudimos subir y bajar por las escaleras y

por la rampa como lo hacían los mineros. Todo el mundo bajó por ahí, fue genial.

Al finalizar la visita a la mina , volvimos a subir a la planta primera para reunirnos todos juntos y

almorzar en la cafetería. Luego ya cogimos el autobús y vuelta a casa.

Fue una excursión muy divertida, graciosa y emocionante y espero volver a repetirla algún día.

6 de Junio de 1979: nace en To-

rrelavega una verdadera prome-

sa de la gimnasia rítmica

¿Cómo empezaste a practicar

gimnasia?

Pues empecé un poco por ca-

sualidad, empecé en la Escuela

Municipal de Torrelavega y con

8 ,9 años y fue de la manera más

inocente, vine a hacer deporte a

la vez que jugar, a pasarlo bien.

Luego, poco a poco vas avan-

zando, creciendo como depor-

tista, como gimnasta, llegando a

niveles superiores…

En 1994 y con tan solo 14 años,

su rápida evolución en el depor-

te le lleva a ser convocada con la

selección nacional cerrando así

su etapa en el Club Cantabria.

Tras recibir la llamada de Emilia

Boneva, seleccionadora en aquel

momento, se traslada a Caneji-

llas (Madrid) donde convive en

un chalet con el resto del equi-

po.

¿ Qué dijeron tus padres cuan-

do te tuviste que ir al Centro

de Alto rendimiento?

Cuando llegó la carta de que

había sido llamada para la selec-

ción, pues lo primero la alegría y

la ilusión y a la vez ¡ay dios mío!

que la niña se nos va de casa, y

de no haber salido en la vida de

Torrelavega a tener que irte a

vivir a Madrid. Es una mezcla de

objetivo cumplido y de cuánta

gente quisiera estar en tu lugar y

no llega por veinte mil motivos y

tú has llegado y tienes que apro-

vechar la oportunidad, pero

también con las cosas muy cla-

ras : en mi casa siempre hemos

sido una familia muy sencilla ,

muy humilde, y en el momento

que yo decidí irme, yo decidí

volverme. Eso sí, los padres

siempre muy pendientes de que

todo estuviera en su sitio y que

tú estuvieras feliz

Durante este periodo entrenó

duramente en el gimnasio Mos-

cardó, alcanzando hasta jorna-

das de ocho horas diarias, en el

año previo a los Juegos Olímpi-

cos, en el que dejaron de ir al

colegio.

En octubre de ese mismo año,

participa como suplente en su

primera competición internacio-

nal, el Campeonato Mundial de

París, logrando la plata en el

correv

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Paula Toyos y Lara Sarasúa 1ºBCS

Concurso general y dos bronces.

A final de temporada se retira-

ron la mayoría de ellas , se fue-

ron incorporando al conjunto

nuevas gimnastas y María

Pardo pasó a ser titular.

A finales de agosto comen-

zaron las competiciones de

preparación para el Cam-

peonato Mundial. Un mes

después tuvo lugar su

segundo Mundial, el

Campeonato del Mundo

de Viena, donde, con el

ejercicio de 3 pelotas y

2 cintas, logró su pri-

mer y único oro en

esta competición.

Además, también

obtuvo dos platas

en el concurso general y en el de 5 aros. De

esta manera el equipo obtenía la clasificación

automática para la competición de

conjuntos en los Juegos Olímpicos

de Atlanta, que se disputarían un

año después.

Pero dos meses antes de su gran

cita, los Juegos de Atlanta, en que

sus compañeras ganaron el oro ,

María Pardo, de 17 años, dejó el

equipo nacional de gimnasia rítmi-

ca debido, según sus palabras, a

que no pudo soportar la presión a

la que se vio sometido el conjunto

en esa época.

Cuatro meses después el periódico

El País publica los diarios de la

gimnasta en los que habla de sus

sufrimientos durante las largas

concentraciones con el conjunto

dirigido por Emilia Boneva., del

hambre sufrido, que la llevaba a

soñar con comida, y del estado de

vigilancia que acabó hasta con su

noviazgo. Minuciosamente apuntó en su diario

durante meses las circunstancias que la forza-

ron a dejarlo todo, a llamar desesperada a su

madre y preguntarle: "¿Qué quieres, una hija o

una medalla?". Esas declaraciones

abrieron un debate y provocaron

la intervención de las autoridades

deportivas. Tres meses después el

Comité Superior de Deportes

(CSD) cambió totalmente el siste-

ma de entrenamientos.

¿Cuál es el momento en el que

decides poner fin a tu carrera

deportiva?

No es nada fácil tomar la decisión

pero se juntan varios factores, no

sólo que el cuerpo empieza a dar

señales de que voy llegando al

final, sino también el desgaste psi-

cológico, ver que no llegas al ob-

jetivo que necesitas, y bueno, sa-

ber aceptarlo, saber decir he llega-

do a lo que he llegado, y hasta

aquí, dejar el camino al resto, y para casa, sin

mayor problema.

Lejos de abandonar el mundo de

la gimnasia, María ha trabajado

como entrenadora, ejerciendo

actualmente en las escuelas de

Torrelavega y Santoña.

¿Cómo es tu labor como entre-

nadora?

Me dedico a la iniciación, a la

base, a las niñas que escogen un

deporte y transmitirles la diver-

sión por el deporte, que se so-

cialicen con las compañeras, que

el deporte es salud,. Y transmitir

valores de ser persona, del tra-

bajo en equipo, compañerismo,

solidaridad, ser generoso, el es-

fuerzo, lo que no se ve. La gim-

nasia es un deporte muy expues-

to, lo que se ve en el tapiz es lo

que cuenta, pero detrás hay mu-

cho más ,mucho trabajo.

Desde el año pasado, el pabellón RíoViar se

rebautizó como María Pardo en reconocimiento

a una vida dedicada a la gimnasia.

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lacara(o)culta

SUPLEMENTO CULTURAL

número dos abril 2017

Construir sueños sin tan siquiera moverte de tu

lugar de origen. Bien podría ser una suerte de

lema para Rafael, Carmen y Ramón (RCR). Des-

de su estudio de arquitectura en Olot, una po-

blación algo más pequeña que Torrelavega, tra-

bajan para el mundo entero: de Gran Canaria a

Rodez, de Gante a Dubai.

Y un día suena el teléfono. La noticia les llega

como un reconocimiento al trabajo y la ilusión

que ponen cada día en cada cosa que hacen, sea

una pequeña casa para un herrero o el nuevo

restaurante de otro de nuestros talentos inter-

nacionales, el cocinero Ferrán Adriá. Acaban de

ganar el premio Pritzker de arquitectura (el más

importante del Mundo, considerado el “Nobel”

de los arquitectos), convirtiéndose así en el

segundo estudio español que obtiene el ga-

lardón tras el fallo a Moneo en 1996.

Lo celebrarán de la mejor manera que saben:

haciendo su revolución particular en forma de

edificios, enseñándonos que la cosas no tienen

por qué mirarse siempre desde un mismo pun-

to de vista. Empezaron diseñando un faro hori-

zontal para Punta Aldea y acaban de terminar

un proyecto en el que lo más importante no es

lo construido, sino el vacío que queda entre sus

muros. Como una suerte de “caja metafísica” a

escala teatral. Un regalo para Ripoll que acoge, además, los refle-

jos y sonidos del cercano río Ter.

“En un mundo globalizado (...) estamos perdiendo nuestros valo-

res, nuestro arte y costumbres locales. RCR nos demuestran que

es posible combinar ambas perspectivas”, dice el jurado que les

ha concedido el premio. Y esa es su lección más importante: ser

auténtico en Dubai o en Olot. Seguir soñando con faros en hori-

zontal.

Javier Encinas Dep.Plástica

Tan gratificante es ver las primeras

películas de Tarantino como escu-

char sus bandas sonoras porque es

un gran melómano.

En su primera película, Reservoir-

Dogs , ya consiguió sorprender a

todos introduciendo las canciones

con la voz en off del locutor del pro-

grama de radio K-Billy superspund

of the 70´s.

El primer gran momento musical es

la canción que acompaña a la banda

de criminales mientras desfilan a

cámara lenta, “Little green back” de

George Baker Selection. La otra

joya es “Stuck In The Middle With

You” de los Stealers Wheel y Michael

Madsen bailando en la escena de la

tortura al policía.

En 1994 llegó Pulp Fiction, donde

se recogen infinidad de canciones de

música surf, rock and roll y pop re-

tro.

Los títulos entran de forma arrolla-

dora con el tema “Misirlou” , una

tradicional canción griega populariza-

da por Dick Dale a principios de los

sesenta.

En plena trama destacan “Girl, You’ll

Be A Woman Soon”, de Neil Dia-

mond, versionada por Urge Overkill,

que suena momentos antes de la

sobredosis de Mia Wallace (Uma

Thurman) o “Son a preacher man”

interpretada por Dusty Springfield o

“You Never Can Tell” del reciente-

mente fallecido Chuck Berry, con la

que Mia Wallace y Vincent Vega

(John Travolta) se baten descalzos

en la pista de baile en una escena ya

casi mítica.

Y para terminar, otro tema surfer de

The Revels , “Comanche”, dos minu-

tos instrumentales de puro saxo.

lacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)lacara(o)culta

Basado en Hechos Reales

Cuando en un libro, serie o película nos advierten que los hechos

que allí se cuentan están basados en hechos reales, la trama gana en

emotividad y credibilidad. Y lo mismo puede ocurrir con las cancio-

nes. No vamos a valorar si nos gustan más o menos, si son mejores

o peores, simplemente son canciones BASADAS EN HECHOS RE-

ALES.

Bob Dylan escribió el tema Hurricane (de su disco Desire)

basándose en la historia de Rubin

Huracán Carter, un boxeador negro

acusado de un triple asesinato. Pasó 20

años en la cárcel . En 1985 un juez fede-

ral dictaminó que la Fiscalía había actua-

do de mala fe durante los juicios ante-

riores.

En The Lonesome Death of Hattiel

Carroll, Dylan nos narra la cruel muer-

te, el 9 de febrero de 1963, de Hattie

Carroll, una camarera negra de 51 años

y madre de 10 hijos. Su asesino fue un

cliente blanco, de 24 años, rico y borra-

cho, llamado William Zantzinger, quien

durante el juicio, explicó que le dio un

golpe en la cabeza con su bastón porque

había tardado en traerle la bebida. Nadie ayudó a Hattie, que murió

al día siguiente. Zantzinger fue condenado a seis meses de cárcel

(que eludió) y a una multa de 500 dólares por homicidio, ya que la

defensa arguyó que ella había muerto debido a una enfermedad pre-

via y no exclusivamente por el golpe. Décadas más tarde, el prota-

gonista de la historia declaró que Dylan le había amargado la vida.

Algo es algo.

Un par de temas cuentan hechos donde

el binomio adolescente/ instituto es cau-

sante de daños irreparables. ¿A quién le

gustan los lunes? A nadie. A Brenda Ann

Spencer tampoco y por ello, aquel lunes

29 de enero de 1979, se acercó hasta su

instituto y comenzó a disparar a diestro y

siniestro, al azar, con un rifle semiauto-

mático que le habían regalado esas Navi-

dades. El director del instituto y el con-

serje murieron al proteger a los alumnos,

aunque ocho de ellos resultaron heridos.

Cuando le preguntaron cuál era el moti-

vo por el que había decidido realizar esa

masacre, la chica se encogió de hombros

y respondió de forma lacónica: “No me

gustan los lunes”. Ya está. ¿Quién necesi-

taba más razones? “Empecé a disparar.

Solo lo hice por diversión. Simplemente no

me gustan los lunes. Solo lo hice para ani-

mar el día. A nadie le gustan los lunes”.

Bob Geldoff ,líder del grupo The Boomtown Rats, estaba sien-

do entrevistado cuando leyó el teletipo de la noticia y en ella se

inspiró para escribir I don´t like mondays , canción que llegó a

ser número uno y el mayor éxito del grupo.

Pearl Jam incluyó en su mejor disco Ten( 1991) un tema que lle-

vaba por título Jeremy , el mismo nombre del adolescente tejano

que entró en su aula del instituto con la intención de que esa fuera

su última clase. Eran las 9:45 de la mañana cuando Jeremy sentenció:

“Ya he encontrado lo que buscaba”. A continuación, se introdujo

lacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)cultalacara(o)lacara(o)culta

en la boca un revólver Magnum y apretó el

gatillo delante de sus treinta compañeros

de clase. Con „Jeremy‟, Eddie Vedder ,

cantante y guitarrista del grupo, intentaba

encontrar una respuesta a las cuestiones

que él mismo se había planteado al leer el

suceso y consideraba cómo la dejadez de

los padres y el acoso escolar por parte de

sus compañeros pueden hacer mella en el

carácter de un adolescente atormentado.

Pero la reflexión de Eddie Vedder iba un

poco más allá: “Lo saqué de un pequeño

párrafo en un periódico, lo que quiere decir

que te suicidas y haces un gran sacrificio para

intentar obtener una venganza y lo único que

consigues es un párrafo en un periódico”. La

canción, al mismo tiempo, servía para que

el vocalista mostrara su opinión sobre el

suicidio: “Nada ha cambiado. El mundo sigue

y tú te has ido. La mejor venganza es seguir

viviendo y probarte a ti mismo. Ser más fuerte

que esa gente”.

El riff de guitarra de Smoke on the water

de Deep Purple será uno de los más co-

nocidos y repetidos de la historia del rock.

Es también muy conocida su versión en

directo del álbum Made in Japan, de

1972.La canción cuenta la historia del in-

cendio del Casino de Montreux el 4 de

diciembre de 1971 durante un concierto de

Frank Zappa

cuando una

persona del

público arrojó

una bengala

hacia el techo

del escenario y

se incendió el

lugar, que pre-

cisamente era

el sitio en don-

de iba a empe-

zar a grabar

Deep Purple al día siguiente el álbum Machi-

ne Head. El humo del incendio sobre el lago

Lemán inspiró la letra de la canción a Ian

Gillan, vocalista de la banda.

Los irlandeses U2 incluyeron en su segun-

do disco War, el tema Sunday Bloody

Sunday escrito a raíz de los incidentes del

llamado Domingo Sangriento de 1972, en el

que murieron 14 personas durante una

manifestación a favor de los derechos civi-

les y en contra del encarcelamiento sin

juicio a los sospechosos de pertenecer al

IRA. Se produjeron duros enfrentamientos

entre los manifestantes y las fuerzas británi-

ca. Un reflejo del conflicto de Irlanda del

Norte entre republicanos y unionistas que

se encontraba, al inicio de la década de los

70, en los momentos más violentos.

Brenda siendo detenida

CRÍTICA DE CINE

Alba Gómez Arozamena 4º B

Acabamos de dejar atrás un año nefasto, donde grandes

artistas han fallecido, el anticristo ha conseguido ser pre-

sidente de E.E.U.U., (lo que significa del mundo a fin de

cuentas), la violencia de género sigue llevándose a muje-

res inocentes día a día, la gente sigue sin entender la

definición de feminismo, la guerra contra el terrorismo y

los continuos conflictos en ciudades como Alepo o Siria

sigue sin cesar,… pero dejando atrás todas esas cosa

que seguirán estando presentes en este 2017 que hemos

empezado hace escasos meses, (ya que en realidad el

cambio de año es un artificio creado y no comenzamos

una nueva era), miremos el lado bueno, ha habido unos

(supuestamente) buenos estrenos de películas como

Doctor Strange, Un Monstruo Viene a Verme, Rogue

One, Deadpool, Animales Fantásticos y Dónde Encon-

trarlos, Moana, El Hogar de Miss Peregrine Para Niños

Especiales, Assassin's

Creed,… de ésta últi-

ma vengo a hablaros.

Para los que no estéis

muy familiarizados

con este título, está

basada en un video-

juego que cuenta la

historia de Callum

Lynch, (interpretada

por el magnífico Mi-

chael Fassbender), un

criminal encerrado en

prisión y condenado a

ser ejecutado por sus

delitos. Pero Lynch, que al llamarlo así me recuerda al

director de cine, recibirá una nueva oportunidad de la

organización Abstergo, entidad dirigida por Alan Rikkin

(interpretado por Jeremy Irons). Así, con la ayuda de

Sophia Rikkin (interpretada por Marion Cotillard) y a

través de una tecnología revolucionaria que permite

rastrear su ADN y desbloquear sus recuerdos genéticos,

Lynch experimentará las aventuras de su antepasado

Aguilar de Nerha, un asesino miembro de la hermandad

secreta de los Asesinos y ascendiente suyo que vivió

durante la España del siglo XV, en pleno auge de la Inqui-

sición Española.

Bien, pues desde el momento que oí los rumores sobre

esta película estaba segura que iría a verla cuando se

estrenase, y más cuando se filtró que Michael Fassben-

der, uno de mis actores favoritos, haría de Lynch, pero

la realidad fue muy diferente.

Guardemos un minuto de silencio por todas nuestra

esperanzas y sueños que yacen muertas en la siguiente

crítica…

Empecemos con las pocas cosas „‟buenas‟‟ que tiene.

Michael Fassbender es un genial actor, eso está claro, y

se nota que intenta en todo momento dar lo mejor de

sí, aunque hay puntos que le resulta imposible, ¿cuál es la

barrera que se lo impide?, su personaje, Callum es uno

de los personajes, a mí parecer, más vacíos de toda la

pelícu-

la. En realidad, toda la película es incoherente, y carece

de personalidad, tal vez se salve un poco el personaje de

Sophia Rikkin, ya que es la única que consigue tener lo

más parecido a un arco argumental que hay en todo el

film al debatirse entre sus sentimientos que la impulsan a

ayudar a Lynch frente a la lealtad que le tiene a su padre

Alan.

La estética, sobretodo de las escenas que se sitúan en el

pasado, es bastante bonita, pero consiguen arruinarlas

con la nefasta edición en las peleas.

Sigamos con más problemas.

El principal problema,

como ya he dicho es

la falta de coherencia

en toda la trama, no

hay una historia prin-

cipal. Donde mejor se

refleja es en los per-

sonajes secundarios,

aparecen de la nada,

para intentar aden-

trarnos en otra nueva

trama y volver al pa-

sado, sin explicación

alguna. Todo se de-

rrumba a cada minuto

que pasa.

Y sí, claro que para poder entender lo que está pasando

deberías haber jugado a los videojuegos primero pero,

seamos realistas, juzguemos desde el punto de vista de

un espectador que jamás había jugado a ninguno de ellos

y simplemente va al cine a disfrutar de una película de

acción donde sale un elenco de actores principales bas-

tante aceptables encabezado por el señor Fassbender,

¿cómo se sentiría esa persona al ver que nada de lo que

está pasando tiene coherencia según se lo van presen-

tando en la película?, yo creo que sentiría que ha tirado

9€ a la basura y encima ha malgastado su tiempo. Las

adaptaciones deberían ser películas por su cuenta, no

extensiones para lectores o jugadores de videojuegos en

este caso.

En fin, esta película ha sido una completa decepción para

mí, nada que ver con lo bien que pintaba el tráiler…

pero repito, esta es mi opinión, si la tuya es diferente y

de verdad disfrutaste viéndola me alegro, y hasta te envi-

dio.

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KURT COBAIN hubiera

cumplido 50 años el 20 de

Febrero. Nacido en Aber-

deen, una pequeña locali-

dad del estado de Was-

hington , la estrella del

grunge y líder del grupo

NIRVANA, publicó tres

discos con su grupo antes de suicidarse con tan solo 27 años

el 5 de abril de 1994.

Hace 30 años, un 22 de

febrero de 1987,moría

de forma inesperada debi-

do a un paro cardiopulmo-

nar mientras dormía, AN-

DY WAR-

HOL , el

padre del

Pop –Art,

famoso como

pintor por

sus Latas de

Sopa de tomate Campbells' , sus retratos de

Marylin Monroe, del líder chino Mao Zedong y

por ser mentor y manager del grupo The Velvet

Underground.

También hace 50 años se púbico

el primer disco de The Doors,

editado el 4 de enero de 1967. Co-

mienza con 'Break on through (to

the other side)' y termina con

'The End'. Entre medias, otros

clásicos como 'Soul kitchen' ,

'Alabama song (Whisky bar)',

'Light my fire' y 'Back door man'.

La banda tomó su nombre de un

verso del poeta William Blake: "If the doors of perception

were cleansed, every thing would appear to man as it is: infini-

te." (Si las puertas de la percepción fueran depuradas,

todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito), que

también daba título al libro de Aldous Huxley, The Doors of

Perception.

María Pérez Heredia, de 22 años, publica 'Starman', una novela

sobre el vacío de la fama

Muere la rapera Gata Cattana a los

26 años La artista Ana Isa-

bel García, Gata

Cattana, falleció

repentinamente en

Madrid "a causa de

una complicación

cardíaca".

La MC y poetisa

de Córdoba esta-

ba ultimando su

primer disco,

Banzai, un álbum

formado por trece

cortes muy cuida-

dos en el que de-

safía a los puristas

del rap, alejándose

de la melodía con-

vencional y experi-

mentando con

o t ros r i tmos

próximos al fla-

menco.

Gata Cattana pro-

ponía una visión

distinta, con la que

trataba de renovar

el género, alejándo-

se de todos los

clichés que han

acompañado al rap

en este país: ma-

chismo, marginali-

dad, o sectarismo.

Licenciada en Cien-

cias Políticas por la

Universidad de

Granada, había pu-

blicado en 2016 un

poemario La esca-

la de Mohs.

Ella misma se califi-

c a b a c o m o

"rapeadora de no-

che, poetisa de día y

politóloga a ratos".

Starman, es su segunda novela, (ed.Reservoir

Books). Narra la historia del vertiginoso as-

censo de Clay Cassady, un camarero que de la

noche a la mañana se convierte en la más ruti-

lante estrella de Hollywood. Pero su vida esta-

lla. Necesita huir de la fama y del estrellato.

Cuenta la autora que se inspiró viendo un día el

reality de las Kardashian, y supo que Lamar

Odom, ala pívot que ganó dos veces la NBA

con Los Ángeles Lakers, que lo tenía todo en

apariencia, trató de esfumarse. Lo encontraron

crítico en un burdel de Nevada por una sobre-

dosis.

“¿Qué lleva a una persona que ha triunfado, a

la que respetan y quieren, a hacer algo así? Esa

era la pregunta que quería explorar; todos so-

mos un poco infelices y a todos nos cuesta

lidiar con el vacío”.

Una selección de obras de artistas

que protagonizaron un giro radical y

una etapa de nuevo esplendor de la

pintura en el Nueva York de la década

de los 40, como Pollock, Rothko, de

Kooning, Robert Motherwell, David

Smith o Clyfford Still, en el museo

bilbaíno hasta el 4 de junio de 2017.

Marina Ruiz Vicente 1º BCS

Todos o casi todos, actualmente,

conocemos a Adrián Deerre por

una canción, una canción con ritmo

reggaeton, que ya ha recibido en

Youtube más de 50.000 visitas, y

que medio Torrelavega ha tararea-

do o tararea:

Te voy a hablar de un sitio

Torrelavega

Una mano arriba para que todo el

mundo nos vea

Mueve tu cintura, mueve tu cadera

Todo el mundo canta esto nuevo que

así suena

Adrián es un joven youtuber de 19

años, que juega al baloncesto, es

fiel seguidor del Athletic de Bilbao,

monitor de tiempo libre y amante

de su tierra.

¿Cómo surgió la idea de compo-

ner una canción con ritmo regga-

etón acerca de Torrelavega?

Esta es una pregunta que me han

hecho muchas veces. La idea surgió

con la gente de mi local. Hicimos,

bueno , hice una tarde una canción

sobre un colega de mi grupo de

amigos y nos hizo mucha gracia. Y

pensamos que si lo hacíamos

hablando de Torrelavega, triunfa.

Entonces puse un tuit con una en-

cuesta y ahí la gente voto que sí,

que tenían ganas y nos lanzamos a hacerlo.

¿Cómo llevas la fama repentina?

Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Como

cosas buenas , seguidores un redes sociales, en

Instagram, más de mil personas nuevas que me

siguen, en Youtube más del triple de lo que ten-

ía,en Twiter y Facebook , igual. Y luego por la ca-

lle, desde que se subió el vídeo no ha habido día

que no me haya parado alguien, me han pedido

fotos; eso me hace gracia, pero en realidad me

gusta, la verdad. Donde se ha notado mucho es

cuando salgo de fiesta, ahí es un descontrol, sitio

donde voy, foto y la canción de Torrelavega.

También tiene sus cosas malas, por ejemplo, debi-

do al crecimiento en las redes sociales , me ve

mucha más gente y ya no puedo subir cosas que

subía antes, porque, sobre todo, me siguen mu-

chos niños pequeños y es un poco más complica-

do. Y, por otro lado, está llegando al punto de

que tengo un local con mis colegas, y está yendo

gente, chavales pequeños, a llamar e irse, a mo-

lestar un poco, pero se aguanta bien.

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¿Qué otras aficiones tienes?

Ahora mismo, aparte de lo que es

Youtube, estoy estudiando un curso

de monitor de tiempo libre ,que ya

he acabado y estoy esperando a

hacer las prácticas en verano, juego

al baloncesto en el CBT ( Club Balon-

cesto Torrelavega) que es el club que

representa a la ciudad, y estoy en la

autoescuela sacándome el carnet de

coche.

¿Cómo te gustaría verte dentro de

cinco años?

Esta pregunta es complicada. Me

gustaría verme trabajando de lo que

hago ahora. Antes no lo he dicho pe-

ro otra de mis aficiones, y mi trabajo,

sobre todo los sábados, soy dj, pin-

cho música en discotecas en Torrela-

vega y alrededores. Me gustaría vivir

me gustaría poder vivir de un de

ellas, porque creo que sería imposible com-

paginarlas Si consiguiese la fama necesaria

para vivir de youtuber, sería imposible a la

vez trabajar de monitor de tiempo libre, si

ya tengo problemas con gente teniendo mil

suscriptores… teniendo miles, no podría tra-

bajar en un campamento. De esas tres… la

que más me gustaría sería vivir de monitor

de tiempo libre, aunque suene raro porque

de las tres es la menos llamativa, pero tam-

bién es la menos difícil que puedas vivir de

ello.

Tampoco estaría mal vivir de youtuber, su-

biendo un vídeo cada semana y no como aho-

ra cada dos meses.

Y si este es el final de la entrevista, aprovecho

para animaros a suscribiros (y no es por hacer

publicidad) en mi canal escribiendo Adrián

Deerre en Youtube y seguirme en mis redes

sociales @adriantorre97.

Música:

Prod.JCMendOza

Letra y Voz:

Adrián Deerre

Cámara y montaje:

Juan Carlos Ríos

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David Gómez González

1ºCGA

Se preguntarán ustedes

¿Quién es la niña 10? Pues a

mí me extraña que se hagan

esa pregunta , porque es Na-

dia Comaneci una gimnasta

histórica de los JJOO.

No hay un ejercicio más fa-

moso en la historia de la gim-

nasia que el obligatorio en las

asimétricas de Nadia Comaneci

en Montreal 76. El primer 10,00

olímpico. La perfección.

Cuando tenía sólo seis años de

edad, empezó a obtener sus

primeras victorias en categorías

juveniles en 1970. En 1974 ya

era campeona juvenil mundial.

Su primera participación a nivel

absoluto fue en un campeonato

de Europa en Noruega en el año

1975, en el cual superó con

cuatro victorias individuales a la

rusa Lyudmila Turishcheva, pen-

tacampeona de Europa.

No fue hasta Montreal 76 cuan-

do salto a la fama como una

autentica estrella de la gimna-

sia .

Allí, con 1.62 metros de estatura

y menos de 50 kilos, con el perlo

recogido en una cola de caballo

perpetua y con una fuerza im-

presionante para sus pequeños

brazos, una técnica envidiable

y postura perfecta, Nadia ter-

minó el ejercicio de asimétri-

cas. Los marcadores mostraron

un luminoso 1,00 porque no

estaban preparados para la

ocasión , la nota era un 10, por

primera vez en la historia de

los Juegos Olímpicos.

“Cuando hice el obligatorio

en paralelas pensé que había

hecho un muy buen ejercicio

pero no perfecto. Ni siquiera

miré el marcador porque ya

estaba pensando en la barra

de equilibrio. Entonces oí un

gran estruendo en el estadio,

me giré hacia el marcador y lo

primero que vi fue el 73, que

era mi dorsal, y luego el 1,00

debajo. Miré a mis compañe-

ras de equipo y me hicieron un

gesto con los hombros de no

entender. Todo fue muy rápi-

do. El hecho de que el marca-

dor no pudiera mostrar el 10

añadió más drama a la situa-

ción, la hizo más grande”

Al final fueron seis dieces y tres

oros (absoluto, barra y parale-

las), una plata (equipos) y un

bronce (suelo ).

Se convirtió en la estrella de los

Juegos de Montreal 76, a la altu-

ra de Mark Spitz cuatro años

antes, de Bolt en Pekín 2008, de

Phelps en Londres 2012.

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En el primer trimestre se celebró

el Concurso de Relatos de Verano

y

Relatos de terror.

Estos son los cuentos ganadores.

En un día normal de verano, mi padre me

llevó a pescar a la playa de la Rabia. Eran

las tres de la tarde y acabábamos de co-

mer, habíamos cruzado a una isla que se

forma en las dos primeras horas de marea

baja. Fuimos porque al llegar un señor

nos dijo:

- ¡Eh vosotros! Si vais a pescar a la isla de

la marea tener cuidado con “ Rabia”.

- ¿Quien es Rabia? -Pregunté yo-.

- ¡El guardián blanco que protege la isla! -

Respondió-.

Me quedé mucho rato pensando en lo

que nos dijo ese señor. El guardián de la

isla sonaba muy misterioso. Pero volvien-

do a la historia, recogimos muchísimo

cebo, lapas, almejas, ostras... y hasta gu-

sanas.

Al cabo de una hora habíamos pescado

de todo con nuestro rico cebo: cangrejos,

peces roca, quisquillas y hasta dos boni-

tas sepias.

Pero pese a todas esta pesca estupenda,

nos fuimos frustrados porque no encon-

tramos lo que íbamos a buscar, que era

“Rabia”, más adelante diré quien es Rabia.

En el camino de vuelta, vi una cueva metida en el

mar, y en su entrada había grandes rocas, y sobre

una de esas rocas había una gran mancha blanca.

Entonces me asomé y ahí estaba ella, la “Rabia”,

esa gran nécora de pinzas blancas, que llevaba to-

do el verano persiguiendo.

Sin pensármelo dos veces, cogí mi retel y mi calde-

ro y me lancé a la cueva, llegar hasta la nécora es-

taba muy difícil, la cueva era estrecha, había mu-

chas rocas y agua, pero llegué y la cogí con el retel

antes de que consiguiera escaparse de nuevo. Pero

para mi sorpresa, esta no era una nécora como las

demás, si que había que tener cuidado con ella,

había encontrado al misterioso guardián blanco.

Lo que vino a continuación todavía me sorprende,

con sus grandes pinzas blancas hizo una raja en la

red del retel, y se lanzó al agua para escapar, pero

en el aire conseguí cogerla con las manos y la metí

en el cubo.

Mi primera idea había sido meterla a la cazuela,

pero luego lo pensé. Tenía en mi poder una gran

nécora de pinzas blancas, única en su especie, que

además era el guardián del lugar, su destino no

podía ser la cazuela.

Así que me fui al Museo Marítimo de Santander y

les pregunté si tenían un acuario adecuado para

cuidarla y que nadie pudiera hacerla daño y como

era tan especial, la colocaron en un gran acuario

acompañada de sepias, pulpos y grandes peces

roca.

1º PREMIO DANIEL SERRANO 1ºC EL GUARDIÁN DEL MAR

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1º PREMIO 1º ESO

LA BROMA INESPERADA

Jana ÁLVAREZ SAN MARTÍN

Esa mañana estaba muy emocionada, nos

íbamos de excursión. Era hora de subirse al

autobús; me senté detrás con mis mejores

amigas: Natalia, Leyre, Lucía, Bárbara e Isa-

bel. Llevábamos cinco horas en el autobús y

habíamos parado tres veces; empezaba a

anochecer. Entonces vimos una casa muy

vieja pero dentro había luz. Tenía una venta-

na rota. Mis amigas y yo pensábamos que

era por la lluvia, pero luego vimos un colum-

pio en el jardín y pensamos que la habría

roto un niño que chutó un balón.

De repente el autobús se averió a dos

minutos de la casa. La profesora dijo que

tendríamos que ir allí a ver si tenían un telé-

fono para llamar al colegio, o gasolina para

seguir nuestro camino hasta una gasolinera

cercana, pero nadie quería ir.

Entonces, si queréis ir todos, elegid seis vo-

luntarios y yo iré con ellos –dijo la profesora.

Menos mal que trajimos paraguas y

chubasqueros porque llovía como nunca.

Entonces mis amigas y yo decidimos ir: una

aventura más todas juntas (aunque debo

admitir que me daba mucho miedo). Entra-

mos en el jardín, estaba lleno de bichos y

daba mucho asco; llamamos al timbre y la

puerta se abrió sola con un chirrido tenebro-

so. Al entrar, la puerta se cerró de golpe, las

luces se apagaron y empezamos a oír ruidos

extraños. Cada una se fue a un lugar a inves-

tigar: Lucía y Leyre a la cocina, Bárbara e Isa-

bel al salón, la profesora al sótano y Natalia

y yo fuimos a las habitaciones. Entramos en

la primera habitación y había algo tapado

hasta arriba con las sábanas. Llamamos a las

demás y la profesora se adelantó para apar-

tarlas y saber qué se encontraba debajo;

estábamos aterradas. Debajo solamente

había almohadas. De repente empezamos a

oír ruidos raros, espantosos y chirriantes.

Fuimos corriendo al salón a ver qué ocurría;

vimos una sombra que salía de la ventana.

La profesora se asomó corriendo a la ventana a ver qué

era esa sombra y sólo vio cómo se dirigía a la parte de-

lantera de la casa.

Bajamos al sótano mientras hablábamos de lo que

había ocurrido, mientras en el autobús vieron de lejos

cómo avanzaba hacia ellos una sombra negra y se asusta-

ron muchísimo. El conductor del autobús activó las cerra-

duras de la puerta y de las ventanas; la se iba acercando a

ellos. Pasó junto al autobús, se dirigió a la casa y se

adentró en ella, pero en la casa sólo se notó una brisa. El

sótano estaba muy oscuro y tuvimos que volver al au-

tobús por linternas. Al salir de la casa sentimos una sen-

sación extraña, como si nos observaran desde cerca y la

sombra que salió de la ventana se fue corriendo hacia la

parte trasera de la casa.

Cuando llegamos al autobús decidimos ir todos a

la casa y así buscar más rápido y preparar algo para po-

der pasar allí la noche ya que había muchos dormitorios.

Nos repartimos en grupos para investigar: tres fueron al

salón, cinco a la cocina, seis a los dormitorios y otros seis

al sótano. No encontramos gasolina ni teléfono, eró sí

mucha comida y mantas. Diez nos quedamos a preparar

la cocina con colchones, ya que íbamos a pasar la noche

allí, y otros diez fueron al autobús a recoger cosas que

dejamos por allí.

Nos resultó un poco difícil dar con él porque no se

veía mucho ya que ya era de noche. Al llegar cogimos

unas cuantas cosas y la puerta del autobús se quedó

trancada como si la hubieran cerrado por fuera. De re-

pente, volvimos a ver salir la sombra de la casa; nos asus-

tamos menos porque a los de dentro no les había hecho

nada, pero vimos cómo se iba acercando; iba mucho más

despacio hasta que desapareció en la nada. Rompimos la

ventana y salimos por ella. Volvimos a la casa y les conta-

mos a los demás lo que nos había ocurrido en el autobús

mientras cenábamos. Luego, nos repartimos las mantas,

los colchones para dormir y las almohadas y nos costó un

poco dormirnos pero al fin lo conseguimos.

Por la mañana nos dispusimos a desayunar. De

pronto se oían coches y ruidos. Más que ruidos se oía a

gente hablar. Las ventanas estaban tapadas con cinta.

Tiramos el martillo contra el cristal y se rompió; luego,

con un cuchillo, cortamos las cintas. Entonces me di

cuenta de que uno de los coches era de mi familia. Sali-

mos por la ventana: allí estaban los profesores y nuestros

padres; había también muchas cámaras.

Nos dimos cuenta de que se trataba de una cáma-

ra oculta y nos empezamos a reír todos. Nos enseñaron

el vídeo y nos enfadamos un poco, pero fue divertido.

Nos reímos al ver cómo nos asustábamos y la cara que

poníamos.

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1º PREMIO 2º ESO

¿FUI YO LA ÚNICA?

Eva ARROYO SETIÉN

Toda esta historia comenzó un frío día

de otoño; el invierno estaba cerca y por

ello tenía que tener puesta la cazadora in-

cluso en el trabajo. Yo trabajaba en un res-

taurante a las afueras de la ciudad; a pesar

de estar bastante alejado de ella, no nos

faltaba clientela. Una señora de unos 90

años entró por la puerta. Como no dijo na-

da y se sentó, fui a su mesa y le pregunté

qué quería tomar; ella no me respondió.

Sólo agachó su cabeza y, con las mismas,

se fue del local. No le concedí demasiada

importancia a este suceso dando por hecho

que se habría equivocado o algo por el

estilo.

La anciana volvió e hizo lo mismo

durante aproximadamente un mes. Empecé

a sentirme molesta con su presencia; si ya

sabía que aquí sólo vendíamos comida y

bebida, y estaba claro que ella no estaba

interesada en eso ¿por qué seguía vinien-

do?

Fui a ver a mi jefa, que además de

ser mi superior, también era una grana mi-

ga y pensé que ella podría aportar alguna

solución.

Al contárselo estuvo pensando un

rato qué responderme y finalmente me dijo

que le diese una descripción de esa miste-

riosa anciana:

Tiene unos 90 años, su pelo es corto y ca-

noso, casi blanco entero. Lleva una cachava

dorada, no he alcanzado a ver su cara, ya

que ella siempre agacha la cabeza y se

marcha sin decir ni una sola palabra –dije

yo.

Mi amiga no me respondió al ins-

tante. Se quedó un taro pensando de nue-

vo y se fue dejándome allí. Me pareció oír

que murmuraba un “no puede ser”, pero

suelo ser bastante paranoica con estos te-

mas, así que me tranquilicé.

Al día siguiente, aquella extraña

“clienta” no vino al restaurante en todo el

día. Creía que si dejaba de venir yo me iba a tranquilizar

pero, para mi sorpresa, me preocupé igualmente. Pensé

que igual era peor que no viniese a que sí lo hiciera.

Me pidieron una comanda y fui a la cocina, donde

trabajaba mi jefa. Ella no estaba allí. Hacía unos minutos

que me había pasado un plato listo para servir ¿y ahora no

estaba? No me podía creer que me hubiese dejado sola en

pleno servicio. Pero sí, lo había hecho. La llamé varias veces

con su móvil pero no lo cogía.

Avancé unos metros, enfurecida, pensando que no

me quedaba más remedio que prepararlo yo todo, aunque

iba a tardar el doble de tiempo sin su ayuda.

Fui al armario donde guardábamos las especias,

pero en lugar de lo que estaba buscando, me encontré a la

anciana, allí metida.

Esta vez ella me estaba mirando fijamente, por lo

que por fin pude ver su rostro. Tenía unos negros y pene-

trantes ojos que más que mirarme, parecían clavarse en mí.

Siempre pensé que en una situación así habría

echado a correr, pero no pude hacerlo; mis piernas se que-

daron repentinamente sin fuerzas y no podía moverme.

Por fin la anciana dejó de mirarme, pronunció con

voz seca y apagada las siguientes palabras:

-El enemigo no soy yo, eres tú misma.

Acto seguido se desvaneció sin más, con la misma

sutileza de una pluma que fluye con el viento.

Supongo que mi alma en ese momento también

era débil; por ese mismo motivo me desvanecí al igual que

ella, entrando en el eterno sueño que realmente estaba

buscando para mí aquella mujer. La muerte.

1º PREMIO 3º ESO

CHAIN OF FOOLS ( Cadena de locos)

Eva ANGUITA RICCIARDELLO

No hay nada más aterrador que la mente humana. Lo más

terrorífico que puedas imaginar ha sido creado por esta

herramienta, esto lo descubrí no hace mucho con uno de

mis pacientes.

El sujeto en cuestión no era más que un pobre hombre

traumatizado por las atrocidades que se había visto obliga-

do a cometer, había visto familias enteras morir, asesinatos

en masa, traiciones y odio.

Nunca olvidaré mi primer encuentro con aquel demente

estaba sentado en una esquina de la habitación, agarrán-

dose las rodillas y temblando de pies a cabeza. Su rostro,

enjuto y pálido, transmitía un horror imposible de describir

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con palabras. Me miró

pidiéndome ayuda,

quería que lo sacase de

aquella tortura, no arti-

culó palabra alguna, yo

tampoco hice nada por

entablas conversación.

Tras un breve inter-

cambio de miradas

llamé a dos enfermeras

para que lo llevaran a

la sala de bañeras. He de decir que en

aquel momento me eran indiferentes todas

aquellas almas perdidas, por lo que mi tra-

bajo no me producía la repugnancia de

ahora.

El hombre se dejó llevar y, al ser

sumergido en el agua helada, ni se inmutó.

Probamos con hielo, pero tampoco. Ni si-

quiera nos miró, siguió en la misma postu-

ra en la que fue encontrado.

Al día siguiente probé con

descargas eléctricas. Sufría, yo lo

sabía, pero no lo mostraba.

Aguantó todas ellas sin emitir ni un

sonido.

Seguimos con el mismo

tratamiento días, ¿qué digo? me-

ses, siempre con los mismos resul-

tados. El casó llegó a convertirse

en algo personal. Me obsesioné,

necesitaba dedicarle todo mi tiem-

po. No entendía cómo podía pasar por semejante tortura

sin quejarse o intentar escapar. Tal fue mi frustración que

llegué a pasar las noches en vela sin apenas comer.

Estaba destruyéndome a mí mismo, todos en el

hospital evitaban hablar conmigo, pues de lo único que

hablaba era de aquel paciente. Hasta que todo se rompió.

Aquella mañana entré a la habitación de mi

paciente, como todos los días, pero había algo diferente. Él

estaba en pie, y nada más verme me señaló y comenzó a

reír. No pude más que sorprenderme. Al ver que no paraba,

1º PREMIO BACHILLER

BUENAS NOCHES Y BUENA

SUERTE

Ainhoa RAMOS LUQUE

Simón caminaba tranquilo por la calle durante la noche oscura del 31 de octubre de 1958. El cielo es-taba repleto de nubes que presagiaban una tormenta. “Debería darme prisa” pensó, ”está a punto de llover”. Se paró y miró al cielo, y siguió con su camino. La calle estaba extrañamente vacía y tranquila, algo que él ya había notado y que le hacía inquietarse y apresurarse todavía más, “sino es tan tarde” murmuraba en su ca-beza. De pronto, escuchó un sonido detrás de él, un pequeño pitido hizo eco en toda la calle, y despertó la locura y los sentimientos más oscuros que pueden lle-gar a habitar en el corazón de una persona. Cuando se dio la vuelta para buscar su origen, no vio nada más allá de la calle y unos cuantos coches aparcados. “Será mi imaginación”, se dijo a sí mismo para tranquilizarse, pero, realmente, no se creía ninguna de las palabras que se decía.

Cuando se dio la vuelta una segunda vez, le pareció ver por apenas unos segundos una presencia oscura que se asomaba tras una farola apagada, le restó importancia, tratando de convencerse de que todo era producto de su cansada mente. Pero Simón co-menzó a caminar más rápido, con ese pequeño pitido detrás de él que cada vez se acercaba más y más…De vez en cuando se giraba para mirar hacia la nada para intentar cerciorarse de que ningún fenómeno extraño producía ese sonido infernal, pero todas las veces veía lo mismo: una figura oscura asomada por detrás.

El pitido comenzó a aumentar su volumen y su rapidez, y ahora, ya no solo provenía de detrás de él, sino que lo oía llegar desde todos los ángulos posibles de las calles. Fue entonces cuando Simón se dio cuen-

ta de que todo aquello no era fruto de su loca imaginación, sino que algo real estaba ocu-rriendo. Al borde de la locura intentaba correr, pero una gran fuerza le impedía avanzar a más velocidad. Mientras se esforzaba, co-menzó a ver esa sombra en todos lados: en los tejados de las casas, dentro de los coches e incluso en las ventanas de los edificios. Al borde de un ataque de pánico, cerró los ojos y esperó lo peor. “Buenas noches y buena suer-te Simón” se gritó a sí mismo en mitad de su locura.

De repente, se despertó sobresaltado y totalmente empapado en sudor. Miró a su alrededor y solo pudo ver la tranquilidad de su propia habitación. Afuera, una tormenta estaba acechando la ciudad. “Fe solo un sueño”, pensó, y todavía aterrado por su pesadilla, se levantó de la cama y se encaminó hacia el ba-ño. Se lavó la cara y bebió agua, luego bajó las escaleras acompañado del sonido de sus propias pisadas en la madera y de las gotas de agua chocando contra los cristales.

Entonces, lo volvió a escuchar. Ese maldito sonido había vuelto. Se quedó petrifi-cado en medio de la escalera, con la mirada

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perdida en el vacío. Su cuerpo comenzó a sudar y a temblar, y un tono blanco dio luz a su rostro.

Un relámpago iluminó toda la casa y le obligó a cerrar los ojos. Cuando los abrió, no pudo dar crédito a lo que suced-ía. Estaba totalmente inmóvil, ni sus bra-zos ni sus piernas le respondían. Era inca-paz de mover la boca o emitir cualquier tipo de sonido. Simplemente se encontraba ahí, tumbado, acostado en una camilla.

Un hombre vestido con una bata blanca se acercó.

-¿Qué tenemos aquí, doctor? –preguntó la joven que le acompañaba.

-Un joven de 25 años. Su nombre era Simón Rodríguez. Sufrió un paro cardiaco entre las 4:30 y las 5:00 de la madrugada.

-Paro cardiaco? ¿En un hombre tan joven? -Sí, posiblemente causado por un repentino ata-

que de pánico…hay una razón bastante lógica, era esqui-zofrénico. Encontramos su cuerpo en mitad de unas esca-leras en una casa abandonada, a pocas manzanas del centro psiquiátrico de donde se había escapado esta mis-ma noche.

En ese mismo instante, el doctor creyó escuchar un pitido, casi imperceptible, pero que se distinguía entre el estruendo de la tormenta de esa cerrada primera noche de noviembre. Aun así, no le dio importancia, y siguió con la autopsia.

1º PREMIO GRADO SUPERIOR

ASCENSO A MIS INFIERNOS

Sergio GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ

Como todos los domingos de mi vida en los

últimos cinco años, me dispuse a abordar el sencillo ca-

mino hacia el cálido hogar de mi abuelo. Diez minutos

devorando metros por una tranquila ciudad que nunca

había llegado a sobrepasar los noventa mil habitantes

según os registros censales. Él vivía en soledad a partir

de la repentina muerte de su compañera de viaje tras

una larga enfermedad, y desde entonces me propuse ir

a visitarlo regularmente para acompañarlo en los últi-

mos metros de su histórica carrera vital de fondo. Como

siempre, casi sin darme cuenta, ya me encontraba frente

a la puerta de su portal. Llamé al 8º C pulsando tres ve-

ces el botón del timbre, pues era el código que utilizá-

bamos siempre para evitar que contestara al telefonillo

a algún desconocido con el que no quería cruzar ni la

más mínima palabra. Un estridente sonido en la puerta

confirmaba su deseo de que me introdujera al interior

del edificio. La rutina me llevó de la mano al antiguo

ascensor que me haría ascender a sus dominios, y que

me trasportaría a un cúmulo de tristes anécdotas y vi-

vencias mil veces ya escuchadas de una juventud tan

lejana como etérea. La luz interior del aparato indicaba a

través de su cristal traslúcido que se encontraba listo

para ser utilizado sin más acción que la de tirar de la

manecilla de su puerta, como si la hambrienta máquina

supiera de mis intenciones. Ya dentro, posé mi dedo

índice sobre el número seis, y comencé a elevarme. Me

miré el rostro en el espejo para colocar el flequillo en su

sitio, el viento de la calle lo había desordenado al igual

que la muerte de mi abuela lo había hecho con la felici-

dad de mi abuelo. Era extraño, por más que intentara

gobernarlos con la mano, los cabellos volvían a su posi-

ción original, como si se rebelaran ante mí y

hubieran jurado fidelidad al aire que poco

antes los alteró de lugar. Iría ya por el quinto

piso cuando unas notas musicales desconoci-

das me envolvieron y provocaron que olvida-

ra mi acicalamiento. ¿Desde cuándo este as-

censor disponía de un hilo musical? Y además,

¿qué tipo de composición era aquella? Varios

pianos totalmente descoordinados parecían

reírse de mi azoramiento desde una dimen-

sión paralela y nunca explorada antes. Me

percaté de que me encontraba a la altura del

tercer nivel. No podía ser, por el tiempo que

creía llevar ya debería haber llegado a mi des-

tino.

Quizás me confundí al marcar en el

panel, o quizás algún vecino hubiera marcado

en otra planta… pero no tenía sentido. El as-

censor debería haberse detenido antes de

disponerse a cambiar de sentido. Comencé a

sentir nauseas, quería salir cuanto antes de allí

y escuchar batallitas memorizadas años ha.

Estaba nerviosos y cada segundo trascurrido

sentía que descendía la temperatura, no lo

entendía… ¿me estaría volviendo loco? Decidí

pulsar el botón con el icono de la campana

para que retumbara la alarma, con la esperan-

za de que cesara el movimiento y alguien me

sacara de ahí. Mi desesperación alcanzó cotas

mayúsculas cuando advertí que en el lugar

donde debería estar descansando el panel, no

había nada. Sin explicación alguna, la fría pa-

red metálica había engullido mi salvoconduc-

to al exterior. Cerré los ojos y pensé, intenté

calmarme agarrando cualquier reflexión lógi-

ca que flotara por mi cabeza. Al cabo de esca-

sos diez segundos, los abrí. El ascensor había

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cesado su viaje, pero las puertas no se abr-

ían. De reojo pude notar que el panel volvía

a estar ahí, pero al fijarme con más deteni-

miento me quedé paralizado… ¡Todos los

botones tenían el número ocho marcado!

Golpeé, pulsé y ataqué todos y cada uno

de ellos. Sabía que no ocurriría nada, esta-

ba siendo un juguete en manos de algún

ente desconocido, o de mi propia locura

incluso. No podía asegurarme absoluta-

mente nada. La melodía de los pianos la

seguía percibiendo, pero de algún modo la

sentía dentro de mí, como si hubiera susti-

tuido el ritmo de los latidos de mi corazón.

Los minutos caían como guillotinas. Un

sentimiento de arrepentimiento y vergüenza me comenzaba

a invadir con cada corte, el bochorno me oprimía el pecho…

y por puro instinto, abstrayéndome de mi cruel tesitura,

agité la mirada hacia la retaguardia. El espejo proyectó la

imagen de mi cuerpo, del habitáculo en el que me hallaba…

y de alguna forma, también mi sentimiento de culpa. Y así,

murió la penuria que invadía mi espíritu. Sentí paz y un

agradable sosiego en el lugar donde acaba el frío. Sacudí mi

conciencia como un perro lo hace con su pelambrera nada

más guarecerse de la lluvia, y admiré la lápida de mi querido

abuelo, al que abandoné los últimos cinco años de su vida,

los más duros para él. Deposité las rosas como un gesto de

absolución tardía, y me alejé apaciblemente rumbo a otro

lugar. No sabía con certeza cuál, pero con toda seguridad

no volvería a adentrarme en ninguno con ascensor.

GANADOR 1º ESO : Jaime García Gómez 1ºC

GANADOR 2º ESO : Sergio González Vélez 2ºB

GANADORA 3º ESO : Carmen Martín Rucandio 3º B

GANADOR 4º ESO : Oscar Ortiz Belén 4º A

GANADOR PRIMER CICLO: Jaime García Gómez 1º C

GANADOR SEGUNDO CICLO: Oscar Ortiz Belén 4º A

GANADOR PROFESORADO: Ricardo Candás Dpto.Filosofía

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Esta imagen recibió el premio Pulitzer. Kevin Carter,

el fotógrafo que la tomó, recibió duras críticas del

mundo entero por abandonar el lugar después de

tomarla. No se sabe qué sucedió con el niño. El

fotógrafo se suicidó un tiempo después de tomar la

imagen.

Omayra Sánchez fue una niña víctima del volcán Neva-

do del Ruiz durante la erupción que arrasó al pueblo de

Armero, (Colombia) en 1985. Omayra estuvo 3 días

atrapada en el fango, agua y restos de su propia casa.

Tenía 13 años y durante el tiempo que se mantuvo ato-

rada siempre estuvo encima de los cuerpos de sus fa-

miliares. Cuando los socorristas intentaron ayudarla,

comprobaron que era imposible, ya que para sacarla

necesitaban amputarle las piernas. Catorce motobom-

bas llegaron al lugar, pero ninguna de ellas funcionaba

de manera que absorbiera el agua del charco. Al final,

Omayra entró en coma. Cuando, por fin, fue sacada, ya

estaba muerta. Durante los tres días, estuvo pensando

solamente envolver al colegio y en sus exámenes. El

fotógrafo Frank Fournier, hizo una foto de Omayra que

dio la vuelta al mundo y originó una controversia acer-

ca de la indiferencia del Gobierno Colombiano respecto

a las víctimas. La fotografía se publicó meses después

de que la chica falleciera.

“El coronel asesinó al preso; yo asesiné al coronel

con mi cámara". Eddie Adams, fotógrafo de gue-

rra, fue el autor de esta instantánea que muestra

el asesinato, el 1 de febrero de 1968, por parte

del jefe de policía de Saigón, a sangre fría, de un

guerrillero del Vietcong, que tenía las manos ata-

das a la espalda, justo en el mismo instante en

que le dispara a quemarropa. Adams, que había

sido corresponsal en 13 guerras, obtuvo por esta

fotografía un premio Pulitzer, pero le afectó tan-

to emocionalmente que se reconvirtió en fotó-

grafo del mundo rosa.

El 8 de junio de 1972, un avión de los Estados Uni-

dos bombardeó con napalm la población de Trang

Bang. Allí se encontraba Kim Phuc con su familia.

Con su ropa en llamas, la niña de nueve años co-

rrió fuera de la población. En ese momento, cuan-

do sus ropas ya habían sido consumidas, el fotó-

grafo Nic Ut registró la famosa imagen. Luego, Nic

Ut la llevaría al hospital. Permaneció allí durante 14

meses, y fue sometida a 17 operaciones de injertos

de piel. Cualquiera que vea esa fotografía puede

ver la profundidad del sufrimiento, la desesperan-

za, el dolor humano de la guerra, especialmente

para los niños. Hoy en día Pham Thi Kim Phuc, la

niña de la fotografía está casada y con 2 hijos y

reside en Canadá. Preside la 'Fundación Kim Phuc',

dedicada a ayudar a los niños víctimas de la guerra

y es embajadora para la UNESCO.

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