t. wijnant hacia la construcción del otro mundo posible Álvaro garcía linera

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T. Wijnant Hacia La Construcción Del Otro Mundo Posible Álvaro García Linera

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Hacia la construccin del otro mundo posibleSntesis del actual pensamiento terico-poltico del vicepresidente de Bolivia:lvaro Garca LineraPor Toms Wijnant Munita. Estudiante de Antropologa, Universidad Alberto Hurtado.Un breve acercamiento a su personalvaro Garca Linera es vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, cargo que ha ocupado junto al presidente Evo Morales desde que el ao 2006 el Movimiento al Socialismo (MAS) conquistara el poder de Estado. Su historia comienza en Cochabamba en medio de una familia de clase media acomodada. Tuvo la posibilidad de estudiar matemticas en la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, y a su regreso durante los 90 este intelectual de izquierdas comenzara a forjarse a fuego en sus insurgentes movimientos polticos, momento en que participara de las inditas experiencias de los Ayllus Rojos, instancia que le posibilitaran fundar junto a otros compaeros posteriormente el Ejrcito Guerrillero Tpac Katari (EGTK), siendo en dicho perodo que ya lograra articular con claridad un elemento que para la izquierda histrica boliviana le haba sido muy difcil conciliar: la conexin entre indianismo y marxismo (Errejn, 2012), as, muchos de sus escritos de ese perodo seran firmados por su apodo: Qananchiri, que significa "aquel que clarifica las cosas" en aymara (Ramrez y Stefanoni, 2006). Este escenario de compromiso poltico armado motiv su posterior encarcelamiento durante cinco aos perodo en que produce una de sus obras ms reconocidas y a la vez la ms compleja: Forma valor y forma comunidad. Una vez libre en 1997, se desempeara como profesor de sociologa en la Universidad Mayor de San Andrs de la Paz (siendo Premio Agustn Cueva de Ciencias Sociales 2004, UCE-Quito), cargo que resulta complejo de no reconocer en su gran cantidad de escritos, discursos y anlisis en torno a investigaciones sociales respecto a los procesos sociopolticos vividos durante los ltimos tiempos en Bolivia (Ramrez y Stefanoni, 2006). De este modo, desde tal espacio discursivo adquirira una gran relevancia meditica a nivel poltico, elemento que lo conectara luego con la candidatura del MAS (Errejn, 2012). Una vez en el gobierno, ya aparece con mayor claridad su figura en la escena continental y global, no slo por ocupar el puesto en la Vicepresidencia, sino tambin por mantener vivo con todas las dificultades que esto implica desde su cargo poltico un discurso y anlisis de franca herencia gramsciana, que es capaz de comunicar con sencillez para hacer accesible y comprensible la difusin de sus conceptos en el campo de las ideas y el sentido comn del pueblo boliviano; el que de una u otra manera marcan pauta para buena parte de los movimientos y partidos polticos de izquierda que observan principalmente desde Amrica Latina y Europa, con vido inters su trabajo y su actuar (Errejn, 2012). As, la figura de Garca Linera es asociada actualmente con uno de los genios intelectuales que ha dado posibilidad, junto al presidente Evo, no slo del aplaudido proceso democrtico de Asamblea Constituyente, o de la nacionalizacin de una serie de empresas estratgicas en el pas andino, sino tambin del as llamado milagro boliviano, que ha llevado a este pas, de haber sido uno de los ms pobres en Amrica Latina, a tener durante los ltimos diez aos una tasa de crecimiento promedio del 4,9% (Banco Mundial, 2015) muy superior al 1,3% de crecimiento promedio en el continente (Semana, 2014).

"La reflexividad sociolgica es decisiva porque si no uno se pierde en el bosque. Es muy fcil perderse y comenzar a actuar intuitivamente, rodeado de infinidad de pequeos arbolitos. Creo que buena parte del funcionamiento de la administracin pblica es as, de ah el esfuerzo por mirar el bosque en su conjunto, pero sta no es una tarea fcil. Mientras que el acadmico puede ver en un proceso relativamente largo la comprensin de la palabra y el saber en sentido colectivo (la conversin mediada del verbo en ideologa), en el gobierno vemos la conversin de la palabra en materia poltica, en hecho prctico institucional (la conversin del verbo en materia mediante la maquinaria burocrtica). Pero es muy bonito lograr esta combinacin: un nivel de especificidad inaccesible para el investigador externo y un nivel de generalidad y mirada global imprescindible para orientarte en trminos ms sistmicos. Hacia all se dirige mi esfuerzo" (Garca Linera, 2009, p.22).IntroduccinEl presente escrito busca ser una sntesis del pensamiento actual[footnoteRef:1] de lvaro Garca Linera; reflexin principalmente comprendida a nivel poltico y sociolgico, dado que son stas las dos reas en las que se mueve con mayor holgura, fuerza y perspicacia el mandatario boliviano. [1: Entenderemos como "pensamiento actual" principalmente el de los aos en que ha ocupado la vicepresidencia (2006 hasta la fecha), retomando adicionalmente algunos elementos mnimos de perodos anteriores de su juventud que principalmente nos permitirn visionar ciertas continuidades y discontinuidades en su pensamiento desde su biografa. ]

Es por tanto que bajo una importante tnica de unidad, llamado constante en el discurso del vicepresidente, podremos atisbar en torno a los presentes escritos el espritu poltico que encarna este intelectual de izquierdas; de un hombre que devendra desde una juventud de lnea fuertemente autonomista y crtica frente al Estado, a una adultez marcada por sobrevenir en uno de los principales puestos de Estado, volcado en ello su pensamiento hacia una raigambre marcadamente gramsciana, en donde la perspectiva de transformacin societal se asume ya no en su crtica sino desde el Estado en clave de proyecto generador y articulador de hegemona en constante dilogo, relacin y complementariedad con las formaciones y movimientos sociales de las bases (Modonesi, 2010). As, en la presente sntesis trabajaremos en torno a: 1) Reconocer el anlisis de Garca Linera previo a su entronizacin como vicepresidente, en torno a cmo las estructuras pre-existentes y persistentes de la comunidad en Bolivia pueden lograr devenir en fuerzas opositoras de los designios no autodeterminativos del capital, en miras hacia un lejano pero no por ello menos soado horizonte comunista. 2) Luego, prestar atencin a la conceptualizacin realizada en torno a las fases del proceso revolucionario vivido en Bolivia entre los aos 2000 al 2009, en donde observaremos cmo esta nacin segn el autor logra generar el cambio ms radical de su historia en torno a cuatro momentos que permitirn, en definitiva, truncar (hasta cierto punto) las relaciones de dominacin construidas durante siglos en el pas andino, sintetizadas, representadas y aseguradas por la conquista del Estado generada por el MAS. 3) Posteriormente, nos interiorizaremos con la quinta fase del proceso revolucionario que es situado en la historia en los ltimos seis aos por el vicepresidente, en donde en la medida que ste nos permite reconocer cuatro tipos de tensiones creativas en el seno del proceso revolucionario boliviano las que distinguiremos en detalle a su vez iremos realizando un paralelo con diversos elementos persistentemente expuestos por este terico y poltico en el ltimo perodo de su vida, como lo son su conceptualizacin en torno al Estado, la hegemona, el poder econmico del proceso revolucionario, entre otras categorizaciones que nos permitirn un mayor atisbo de sus ideas fuerzas comunicadas con persistencia y simplicidad de lenguaje a los conciudadanos bolivianos y a todos quienes estn siguiendo con atencin hoy a sus escritos, discursos y actuar. 4) Finalmente, derivaremos hacia la conceptualizacin en torno a la idea de socialismo del mandatario, entendido como aquel otro mundo posible a construir desde la confluencia entre Estado Revolucionario y movimientos sociales y formaciones de base, escenario que nos permitir conceptualizar desde el vicepresidente mayormente en detalle al comunismo como un lejano horizonte a alcanzar. Todo lo que nos permitir finalmente concluir en una reflexin en torno a su pensamiento tan ligado al nosotros boliviano del vicepresidente, y en cmo los pasos polticos que est dando Bolivia, dirn relacin con un incipiente tipo de socialismo, desde las conceptualizaciones que el mismo vocero del pueblo hace en torno a este proceso.

Eres subalterno en tanto has naturalizado la idea de la ausencia de soberana en tu horizonte (Garca Linera, 2006, pp.105-106).

1. La comunidad como formacin capaz de hacer frente al capitalEn su libro Forma valor y forma comunidad (2009), Garca Linera describe cmo las estructuras civilizatorias del capitalismo, en su proceso de densificacin material y extensin territorial universalizante se han impuesto y han subsumido a travs de lgicas mercantiles y coloniales las estructuras pre-existentes y persistentes en la historia, como lo son las formas comunitarias (agrarias) de Bolivia[footnoteRef:2]. En ello, Garca Linera escriba a comienzos de 1995 junto a su compaera del EGTK, Mara Raquel Gutirrez, la forma en cmo bajo el rgimen del capital: [2: Refiere en torno a su libro, que a travs de su escritura l pudo hallar los axiomas generadores de la sociedad capitalista contempornea, su fortaleza casi inexpugnable, su capacidad de convertir todo lo que no es ella en fuerza generadora y expansiva de ella misma: el trabajo, la mquina, la pasin, el comercio y el mismo Estado convertidos, a la larga, en fuerzas productivas del capital (2015).]

estas esferas [las comunitarias] han sido o estn siendo reestructuradas en funcin del orden del valor (por lo que se habla entonces de una civilizacin del valor-mercantil), ante la cual las antiguas formas de socialidad (gratificantes o no, casi siempre ms directas y menos cosificadas) se hallan en retirada o definitivamente sepultadas, y en las que la capacidad autoconstructiva social del individuo (libertad social) y de la colectividad (siempre presente e inconscientemente reforzada en su sustento material-csico por el capital) son sistemticamente avasalladas, reprimidas, bloqueadas, dirigidas (en parte) por la forma del valor (mercantil) de las relaciones entre las personas. Hablamos entonces de una capacidad autoconstructiva meramente cosificada y extraada de sus propios portadores. (2009, p.19)Realidad ante la que los autores aludidos no se sienten ajenos, interrogando en la misma instancia a sus lectores con lo que sern unos de los cuestionamientos ms relevantes para aquellas izquierdas que estn reflexionando en cmo actuar frente a los designios del capital en Bolivia:Cmo superar esa frustrante impotencia que devora a diario la actividad vital y creativa transformadora de cientos de miles de hombres y mujeres que conquistan espacios locales de autonoma pero que con el tiempo ven cmo su obra es devorada por el apabullante podero de la totalidad maquinal no autodeterminativa del poder del capital, suplantando lo ms exquisito y noble de la pasin humana? Es que realmente hay posibilidades de emanciparse de la generalidad (o totalidad social) no-autodeterminativa a partir del avance de los pequeos espacios locales de autonoma a que est condenada hoy da la accin vital humana, sabiendo que nunca se forma un todo sumando linealmente las partes? (Garca Linera y Gutirrez, 2009, p.15)De este modo, la pregunta central para llevar a cabo, resulta en si:es posible pensar o repensar nuevamente una estrategia de superacin del todo no-autodeterminativo y la construccin de una totalidad social autodeterminativa a partir de esta desventaja estructural del localismo y la parcialidad en la que se da la accin autnoma de los individuos y que no tardar en enajenarse de ellos? (Garca Linera y Gutirrez, 2009, p.15)Entendiendo que para Garca Linera y Gutirrez, lo que se tiene que superar no es slo el dominio econmico del capital, sino tambin el orden civilizatorio del mismo[footnoteRef:3]. [3: Ejemplifican los autores en torno al orden civilizatorio del capital, que se refiere a: "la materia del capital, la cultura, la organizacin del trabajo, el tiempo, la sexualidad, la educacin, el ocio, el conocimiento, la locura, la fuerza militar, la relacin poltica, la institucionalidad del Estado, las fuerzas productivas, la conciencia del capital, la socialidad y humanidad del capital" (2009, p.18).]

As, el anterior cuestionamiento permite comenzar a ser respondido en la medida en que aos despus el vicepresidente vino a reconocer una clara paradoja del sistema capitalista, el cual "se ha visto obligado a despertar de manera mutilada, parcial, a fuerzas comunitarias, como la interdependencia entre los seres humanos" (2015, p.3). Para los autores, es en el empobrecimiento indigno de las masas humanas y la subsuncin de sus capacidades frente a las del no autodeterminativo poder del capital, la condicin que termina por despertar las intenciones y proyectos que compelen a trazar "relaciones de fuerza, de energa, de oposicin, construccin e iniciativa que [reivindican] las autnticas potencias humanas creadas histricamente (la comunidad), que [verifican] la autodeterminacin y lo ms profundo de la naturaleza humana (la naturaleza como objeto ntimo de realizacin)" (Garca Linera y Gutirrez, 2009, p.19).Para ello, pensar las fuerzas de oposicin desde las estructuras pre-existentes y persistentes comunitarias de la nacin andina es sin duda un elemento fundamental para el trabajo que ha llevado adelante la izquierda boliviana[footnoteRef:4] aunque no condicin necesaria para la transformacin, en tanto "hay opciones humanas y posibilidades histricas que no dependen ni derivan directamente de esa tradicin" (Garca Linera, 2015, p.4) y en donde un contingente importante de la sociedad boliviana supo dar posteriormente las pertinentes respuestas ante las estructuras de dominacin capitalista, a travs de ciertos puntos dbiles del mismo sistema, que dicen relacin con: [4: En donde la izquierda boliviana histricamente le cost a sobremanera reconocer del todo a los sujetos indgena y campesino como actores de reivindicacin, siendo representado en cmo "los viejos socialistas de los aos setenta hablaban de que la democracia [refirindose a la izquierda] debera tocar la puerta de las fbricas; es una buena idea, pero no es suficiente; debe tocar la puerta de las fbricas, de los bancos, de las instituciones, de los recursos, de todo lo que sea comn para las personas" (2015, p.33). Y si bien esto ltimo dice relacin con el discurso ms bien actual del vicepresidente, en aquel perodo (aos 90') la aproximacin de Garca Linera en los Ayllus Rojos y en el EGTK representaran un ir conciliando al movimiento indgena con el movimiento obrero (en donde el primero de estos aparece con mucha ms fuerza en dichos escenarios). As, segn el autor el dilogo entre ambos movimientos (que puede observarse entre marxismo e indianismo): "Entre sujeto colectivo emergente de la fbrica, emergente del trabajo asalariado, y el sujeto colectivo emergente persistente de las estructuras agrarias. [Se vuelven] componentes lgico-estructurados" (2014) Y en donde hoy en da el protagonismo en Bolivia se ha visto principalmente en el movimiento indgena, segn lvaro.]

espacios de incertidumbre, de grietas intersticiales que escapan a la reproduccin de la dominacin y por las cuales emergen las esperanzas, los enunciados portadores de un nuevo orden social que pueden afectar al resto de los enunciados y axiomas (la tradicin de la dominacin), hasta transformarlos por completo. Se trata de lo que podramos denominar el principio de incompletitud histrica, que deja abierta la posibilidad de la innovacin, la ruptura y el quiebre, o, en otras palabras, de las revoluciones. (Garca Linera, 2015, p.4)Es pues en dicha incompletitud histrica, a travs de aquellas grietas intersticiales, por las que pudieron acometer los movimientos sociales que surgieron desde el ao 2000 en adelante en Bolivia, situacin que ha devenido en los ltimos quince aos no slo en un importante frente contra las estructuras de dominacin, sino que tambin a travs de figuras como las del actual vicepresidente, ha permitido volver a atisbar y rearticular nuevamente un horizonte no inmediato pero s general de la poca, que es un "horizonte comunista"[footnoteRef:5] (2009, p.25). [5: Al respecto el vocero boliviano alude en torno a este horizonte: "ese comunismo se tendr que construir a partir de capacidades autoorganizativas de la sociedad, de procesos de generacin y distribucin de riqueza comunitaria, autogestionaria. Pero en este momento est claro que no es un horizonte inmediato, el cual se centra en conquista de igualdad, redistribucin de riqueza, ampliacin de derechos. La igualdad es fundamental porque quiebra una cadena de cinco siglos de desigualdad estructural, se es el objetivo de la poca, hasta donde puede llegar la fuerza social, no porque lo prescribamos as sino porque lo vemos. Ms bien, entramos a ver al movimiento con ojos expectantes y deseosos del horizonte comunista". (Garca Linera, 2009, p.25)]

As, observaremos cmo en las siguientes pginas el pensamiento del vicepresidente del Estado Plurinacional boliviano nos permite volver a soar y sin duda aterrizar progresivamente dicho ideal. Retomando nuevamente las palabras de Forma valor y forma comunidad, cuando en el ao 1995 el entonces reo poltico ya comenzaba a repensar con total seriedad aquella "fuerza histrica del comunismo como densificacin material superior y territorialmente universalizada de la civilizacin comunitaria" (2009, p.12). En esta lnea, observaremos cmo la experiencia boliviana atisbada desde la genialidad de Garca Linera, nos permite reconocer en perspectiva el lento proceso de construccin de claros elementos de un socialismo[footnoteRef:6], escenario por el cual se puede volver a soar ya con todas sus letras lo que para Marx sera aquella "gran hermandad" o "comunidad universal", que es, en definitiva, aquella "universalizacin de lo comunitario", "el comunismo [como] un regreso a la vieja comunidad en condiciones superiores" (Garca Linera, 2015). [6: Ya nos abocaremos a caracterizar al socialismo ms adelante.]

Las fases del proceso revolucionarioEn su texto Las tensiones creativas de la revolucin: La quinta fase del proceso de cambio (2013), Garca Linera expone su visin en torno a los hechos acaecidos a lo largo de la intensa primera dcada del siglo XXI en Bolivia, en donde, comenzando con los movimientos sociales en torno a la Guerra del Agua[footnoteRef:7] del ao 2000, se generan cinco fases cronolgica y analticamente diferenciadas por el autor que dan posibilidad para que hoy Bolivia pueda comenzar a situarse desde un Estado Integral[footnoteRef:8], no exento de contradicciones y tensiones internas, pero que al menos ha logrado situarse en lo que l llama el Trpode Societal, tres puntos asegurados referidos como: [7: Para contextualizar los inicios de este hito histrico: "La aplicacin de las polticas de reestructuracin econmica en Bolivia [tuvo] uno de sus principales elementos en la privatizacin, no slo de las empresas estratgicas (petrleo, minera, comunicaciones) sino tambin de los servicios bsicos. En referencia al servicio de acueducto, en septiembre de 1999 el Parlamento aprueba la Ley de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario y un mes despus el Gobierno entrega en concesin a un consorcio privado internacional (denominado Aguas del Tunari) la empresa municipal de distribucin de agua de Cochabamba y la ejecucin del proyecto Misicuni (megaproyecto de agua de usos mltiples), importante estrategia para la solucin de la crnica escasez de agua en la regin. Inmediatamente, organizaciones populares y ambientalistas hacen pblicas sus observaciones y en noviembre de 1999 se lleva a cabo el primer bloqueo campesino y de regantes en las vas de acceso a la ciudad de Cochabamba. Se iniciaba as la Guerra del Agua" (Carrillo, 2005).] [8: Esta acepcin propuesta recientemente por el Gobierno Boliviano, dice relacin con "el lugar donde el Estado (el centro de decisiones) comienza a disolverse en un proceso largo en la propia sociedad, y donde sta ltima empieza a apropiarse, cada vez ms, de los procesos de decisin del Estado" (Garca Linera, 2013, p.29). Retomaremos este punto ms adelante.]

Estado plurinacional, rgimen autonmico[footnoteRef:9], e industrializacin de los recursos naturales en el contexto de una economa plural. Este trpode es un horizonte de poca, y es en su interior que ahora emergen las luchas, las diferencias, las tensiones y contradicciones[footnoteRef:10]. (2013, p.11) [9: "Deberemos entender al mismo [rgimen autonmico] como un sistema destinado a una reforma en la forma de provisin y prestacin de bienes y servicios pblicos a la poblacin, lo que implica tambin un cambio en la manera de disear y gestionar las polticas pblicas, donde el nivel central juega un papel importante en la definicin de horizontes de desarrollo para el pas en su conjunto, pero donde las ahora entidades territoriales autnomas (ETAs), debido a su mayor proximidad a la gente, sean quienes definan la forma en la que gestionan sus territorios" (Chvez, 2011).] [10: Lo interesante de estas contradicciones y tensiones aludidas por el vicepresidente, dicen relacin con que ya no se escapan del "paradigma" establecido por este horizonte de poca (de la plurinacionalidad, el rgimen autonmico y de la industrializacin de los recursos) es decir, que hoy en da ya no hay sectores sociopolticos en Bolivia que propugnen otro tipo de sociedad fuera de dicho horizonte, sino que a lo ms buscarn ralentizar o radicalizar los procesos vividos internamente, que incluso en el marco de las fuerzas polticas ms conservadoras, en Bolivia ya no podrn plantearse si no es a travs de un lenguaje que se site dentro de este horizonte de poca (Garca Linera, 2013). ]

As, el vicepresidente boliviano establece una periodizacin entre los aos 2000 al 2009 en Bolivia, los que expondremos brevemente en sus cinco fases, de las cuales las primeras cuatro representan contradicciones fundamentales o antagnicas[footnoteRef:11], mientras que la quinta ya se sita fuera de ellas y se constituye como una tensin secundaria. [11: Respecto al tipo de contradicciones que se pueden dar en el seno de una sociedad, Garca Linera da cuenta de su adscripcin conceptual a aspectos del maosmo al referenciar que: "En toda revolucin existen tensiones y contradicciones de dos tipos, en primer lugar estn las fundamentales y antagnicas, que escinden estructuralmente las sociedades, y en segundo lugar, las de carcter secundario (aquellas que el Presidente chino Mao Tse Tung llamaba contradicciones en el seno del pueblo) que son superables mediante mtodos democrticos y revolucionarios" (2013, p.24).]

De este modo, tenemos como en primera instancia Bolivia se sita frente al develamiento de la crisis de Estado, esto es, cuando el sistema poltico y simblico dominante empieza a colocarse fuertemente en tensin frente al cuestionamiento popular en torno a lo que el sistema neoliberal haba construido en los ltimos aos en Bolivia, que como ya se referenci, ante el intento de privatizacin del Agua en Cochabamba, se comienzan a llevar a cabo una serie de protestas que son el punta pie inicial que permitir un "despertar poltico" importante en la poblacin a nivel nacional (Garca Linera, 2013). En ello:lo ms importante para la continuidad de este despertar fue saber que el rgimen neoliberal era dbil, que se lo poda derrotar, lo que rpidamente dio lugar a un estado de nimo popular desobediente a las ideas fuerzas emanadas desde el poder y a una predisposicin material de la plebe[footnoteRef:12] a buscar su unificacin y a movilizarse expansivamente. (Garca Linera, 2013, p.13) [12: La figura de la plebe en Garca Linera es importante entenderla desde un intento del autor por ampliar la conceptualizacin clsica del sujeto subalterno representado por el comn intelectual de izquierda cuan "proletariado" o "trabajador industrial", entre otras formas. Si bien Garca Linera en sus inicios se referira a este sujeto de composicin mucho ms amplia y flexible, como "la plebe facciosa" o la "plebe insurrecta" (Bosteels, 2013), es importante revisar el trabajo sociolgico que l mismo hace en torno a la diferenciacin de las formas de movilizacin social existentes en este perodo, en donde si bien la plebe puede ser un concepto amplio y abigarrado para aglutinarlas a todas, la distincin y caracterizacin es bastante rica para comprender en detalle los procesos vividos en Bolivia. As, stas son: forma sindicato, forma comunidad, forma multitud, forma muchedumbre y forma vecinal (Anexo 1).]

En esto, los pilares de la dominacin estatal (como lo son la institucionalidad, las ideas fuerzas de dominacin, etctera) empezaron a resquebrajarse sin vuelta atrs, con lo que a su vez las clases subalternas en donde la aparicin de las formas comunidad y multitud en escena sern centrales para lo que posteriormente acaeci comenzaron tanto en el campo como en la ciudad a disputar el control territorial, ideolgico y simblico de la sociedad (Garca Linera, 2013). En consecuencia, la intensificacin de esta fase llev a Bolivia al momento de empate catastrfico (segunda fase), en donde sucede algo indito en esta nacin de fuerte procedencia indgena colonizada:Lo que sucedi fue que los de abajo queran gobernarse, como nunca antes lo haban hecho, y esa sola determinacin paraliz el orden estatal de dominacin: dos bloques de poder con dos proyectos de poder, con dos capacidades de presencia territorial y con liderazgos antagnicos se disputaban el orden estatal paralizando hasta cierto punto la reproduccin de la dominacin. (2013, p.15)Esta fase que para el vicepresidente comienza en el 2003 y se resuelve en el 2008, da cuenta de un momento absolutamente indito en la historia boliviana, en cuanto deviene en contra de los "propios lmites internos del mundo subalterno, que ha sido subalterno durante dcadas y siglos justamente porque nunca ha podido imaginarse como soberano, como gobernante"[footnoteRef:13] (2006, p.105). Y es as como esto se solapa con la tercera fase definida como la capacidad de movilizacin convertida en presencia estatal gubernamental, momento explcito en que el sujeto subalterno ya ha desnaturalizado la idea de ausencia de soberana en su horizonte y se puede plantear ya no slo como un movimiento o formacin social que propugna demandas hacia el Estado, sino que busca ocupar dicha institucin, apropiarse de ella[footnoteRef:14] (Garca Linera, 2013). [13: Segn el autor, "la forma ms pattica en que ello se evidencia es lo que sucede con los indios que nunca han votado por indios, porque nunca imaginan a un indio dirigiendo el pas () es una interiorizacin de la colonialidad, de la subalternidad como horizonte" (2006, p.106).] [14: No se puede dejar de conectar aqu lo que posteriormente Garca Linera reivindicara como una tesis central en el IV Congreso de Partidos Europeos de Izquierda en Madrid el 2013 en base a la experiencia vivida en Bolivia al reconocer en la menguada izquierda europea, un simple contentarse con denunciar prcticas del capitalismo, pero sin ser capaz de construir una voluntad mayor. Expresa: "La izquierda europea no puede contentarse con el diagnstico y la denuncia; estos sirven para generar indignacin moral y es importante la expansin de la indignacin moral, pero no genera la voluntad de poder; la denuncia no es una voluntad de poder, puede ser la antesala de una voluntad de poder, pero no es la voluntad de poder" (2015, p.31). Elemento, como hemos aludido, en que en Bolivia s se supo volcar a tal voluntad. ]

De esta forma, la insurreccin del orden simblico permite convertir a travs de la candidatura del MAS a un lder cocalero en el primer presidente indgena de la Repblica Boliviana (en el histrico da del 22 de enero de 2006)[footnoteRef:15]. Dndose en este momento una radicalizacin absoluta del empate catastrfico, en tanto existe una "coyuntura poltica de Estado, dividido entre gobierno controlado por los insurrectos, y poder de Estado (lgica y mando institucional) controlado por las clases econmicamente dominantes" (Garca Linera, 2013, p.18). [15: Hay que entender que este proceso no estuvo exento de dificultades para los movimientos que se plantearon soberanos, dado que si bien el MAS se levanta como una opcin partidaria del tipo confederacin de movimientos sociales, tensaba sin duda alguna las distintas perspectivas de los movimientos sociales de aquel entonces. En palabras del recin electo vicepresidente en el 2006, es que se trataba de "un cuerpo gigante pero con una cabeza chiquitita" (p.103), que representaba una especie de confluencia de izquierdas y indianismos flexibles en ese entonces. ]

Esto da pie para la cuarta fase, entendida como el punto de bifurcacin o momento jacobino de la revolucin en donde dos bloques antagnicos con proyectos irreconciliables de sociedad debieron de una vez por todas dirimir su existencia. En ese entonces, la derecha boliviana, tras un intento infructuoso de revocacin del presidente Evo, opta por un golpe de Estado ya previsto por el Gobierno de ese momento que devela al pueblo boliviano las facetas "fascistas, racistas y antidemocrticas" (Garca Linera, 2013, p.20) de estas facciones, vindose deslegitimados rpidamente, y que tras una serie de acciones polticas, se permiti la rendicin del grupo golpista, siendo al poco tiempo consolidado la soberana del gobierno del MAS con la reeleccin del presidente Morales el 2009. As finalmente se da paso a la que es reconocida por el vicepresidente lvaro, como la quinta fase del proceso revolucionario: la emergencia de las contradicciones creativas, la que deberemos entenderla ya no como contradicciones entre bloques de poder antagnicos, sino que como presencia de "contradicciones al interior del bloque nacional-popular, es decir, por tensiones entre los propios sectores que protagonizan el Proceso de Cambio" (2013, p.23). Se trata por tanto de contradicciones "no simplemente secundarias sino creativas porque tienen la potencialidad de ayudar a motorizar el curso de la propia revolucin[footnoteRef:16]. Cuando sucede esto, estas tensiones devienen en fuerzas productivas objetivas y subjetivas de la revolucin" (Garca Linera, 2013, p.24). [16: La revolucin, es interesante ver la manera en que es conceptualizada por Garca Linera como "la constante revolucionarizacin del ser colectivo del pueblo como sujeto fragmentado e individualizado y por ello dominado, para auto-constituirse en ser colectivo comunitarizado, en unificacin continua y reiniciada, una y otra vez" (2013, p.48).]

Imagen 1: El proceso vivido por Bolivia descrito entre los aos 2000 y 2009 representara las contradicciones antagnicas observadas, mientras que las que devienen desde ese entonces hasta la actualidad en el Estado Plurinacional dicen relacin con contradicciones creativas, en tanto permiten de igual modo propulsar el avance de la sociedad en su curso democrtico y revolucionario (Garca Linera, 2013) (Anexo 2).As, el vicepresidente reconoce que la nica contradiccin antagnica actual de Bolivia tiene que ver con el mantenimiento de la unidad del pueblo boliviano "frente al imperialismo que se resiste a reconocer [su] soberana y capacidad de autodeterminacin" (2013, p.26). Ahora bien, ms all de esto, reconoceremos cules son estas contradicciones creativas del proceso boliviano, lo que a su vez nos permitir desplegar con mayor detalle diversos nfasis del pensamiento que ha encarnado y propuesto con mayor fuerza en el ltimo tiempo el intelectual cochabambino.

Las tensiones creativas de la revolucin: Un acercamiento en paralelo al pensamiento de Garca LineraContinuando con el hilo conductor propuesto por lvaro Garca Linera en Las tensiones creativas de la revolucin: La quinta fase del proceso de cambio (2013), nos centraremos en las cuatro tensiones creativas que ha vivido Bolivia en los ltimos seis aos, generando a su vez un paralelo con distintos conceptos claves que el mismo vicepresidente se ha encargado de difundir con fuerza durante los ltimos aos a travs de conferencias, libros, entre otros. Relacin entre Estado y Movimientos SocialesEn primera instancia nos encontramos con la tensin creativa entre Estado y movimientos sociales, aunque antes de describir cmo se relacionan y tensionan stos en Bolivia, nos ocuparemos de desentraar y caracterizar debidamente el primero de stos segn la visin del vicepresidente. En ello, cabe recalcar que la conceptualizacin que hace el autor en torno al Estado ir mutando con fuerza a lo largo de su vida desde el tiempo de su juventud hasta la actualidad, en la medida que su posicionamiento inicial fue representado por una perspectiva mucho ms autonomista, de fuerte retrica antiestatal (principalmente en su perodo en el EGTK) en donde se aboc a desmenuzar las dimensiones de la crisis de Estado (Bosteels, 2013), transitando posteriormente hacia una rearticulacin conceptual del Estado desde una perspectiva poscolonial, multicultural y posneoliberal, una vez que ste pas a integrar y ser una pieza central del Gobierno Boliviano. Ahora bien, de una u otra manera tanto el Estado como los movimientos sociales constituyen en la vida de Garca Linera, ya sea en su relacin antagnica o en su posible articulacin, el corazn de sus inquietudes polticas y bsquedas en el plano intelectual de toda su vida (Modonesi, 2010). Esgrimido lo anterior, y atendiendo tan slo a la reflexin que hace en este ltimo perodo de su vida, el autor define al Estado como "una cotidiana trama social entre gobernantes y gobernados, en la que todos, con distintos niveles de influencia, eficacia y decisin, intervienen en torno a la definicin de lo pblico, lo comn, lo colectivo y lo universal" (2015, p.4). As Garca Linera caracteriza el Estado como un continuo proceso de monopolizacin de coercin de los universales dominantes (bienes comunes, tributos, derechos) en los que distintos actores debern luchar, seducir, conquistar una serie de smbolos y recursos internos que permitan posteriormente dicha gestin monoplica (2015). En sus palabras: El Estado definitivamente es un proceso, un conglomerado de relaciones sociales que se institucionalizan, se regularizan y se estabilizan (por eso Estado, que tiene que ver con estabilidad), pero con la siguiente particularidad: se trata de relaciones y procesos sociales que institucionalizan relaciones de dominacin poltico-econmica-cultural-simblica para la dominacin poltico-econmica-cultural-simblica. (2015, pp.4-5)De esta forma, el Estado representara un conglomerado de instituciones paradojales, en donde, una de ellas dice relacin con constituir relaciones materiales e ideales. En ello argumenta: Decimos que el Estado es materia, porque cotidianamente se presenta ante el conjunto de las y los ciudadanos como instituciones en las que se realizan trmites o certificados, como leyes que deben ser cumplidas a riesgo de sufrir sanciones () Adems, el Estado materialmente se presenta tambin como tribunales, crceles que recuerdan el destino del incumplimiento de la legalidad, ministerios donde se hacen llegar los reclamos y se exigen derechos, etc. Pero por otra parte, el Estado asimismo es idea y smbolo. De hecho, es ms idea y smbolo que materia, y es el nico lugar del mundo donde la idea antecede a la materia porque la idea-fuerza, la propuesta social, el proyecto de gobierno, la enunciacin discursiva triunfante en la trama de discursos que define el campo social, devienen en materia estatal, en ley, decreto, presupuesto, gestin, ejecucin, etc. (2015, pp.5-6)Por lo que en este entendido se tiene cmo el Estado es un "constante proceso de estabilizacin de las relaciones existentes (relaciones de dominacin) en los cuerpos y marcos de percepcin y de organizacin prctica del mundo de cada persona" (Garca Linera, 2015, p.6), es decir, "la constante formacin de las estructuras mentales con las que las personas entienden el mundo existente y con las cuales actan ante ese mundo percibido" (Garca Linera, 2015, p.6). Por tanto, se podra entender como el principal ente esquematizador de smbolos y sistemas de interpretacin que "naturalizan" el mundo a los sujetos[footnoteRef:17]. [17: As tambin caracteriza al Estado como "manera en que la realidad dominante escribe su gramtica de dominacin en el cuerpo y en la mente de cada persona, en el cuerpo colectivo de cada clase social" (2015, p.7).]

Por otro lado, el Estado es tambin como refiriera Poulantzas, la "condensacin de correlacin de fuerzas" en la medida en que logra ser efectivamente el monopolizador de los bienes comunes a gestionar hacindoles creer y aceptar a los dems que dichos bienes monopolizados les favorecen a todos (a los creadores y partcipes de esos bienes comunes). All radica el secreto de la dominacin: "en la creencia experimentada de una doble comunidad, monopolizada en su administracin por unos pocos, dejando por tanto de ser una comunidad real, para convertirse en lo que Marx llamaba una comunidad ilusoria, pero comunidad al fin" (Garca Linera, 2015, p.8).Es por tanto que Garca Linera deriva en la conceptualizacin del Estado como una doble comunidad ilusoria, en tanto, por un lado, monopoliza los tributos comunes, la educacin comn, los derechos ciudadanos, las instituciones y narrativas comunes, los esquemas morales y lgicos de la organizacin del mundo, es decir: los bienes comunes construidos para todos (primera comunidad), pero que son organizados, propuestos y liderizados por unos pocos (primer monopolio); aunque a la vez, estos bienes comunes son repartidos y distribuidos para ser de todos los miembros del Estado (segunda comunidad), no obstante esa distribucin es al mismo tiempo gestionada y regulada por unos pocos para que solo ellos puedan usufructuar en mayor cantidad, con mayor facilidad, y con capacidad real de decisin y administracin, de ella (segundo monopolio). (Garca Linera, 2015, p.8)As concluye el mandatario que "el proceso social llamado Estado es un proceso de formacin de las hegemonas o bloques de clase; es decir, de la capacidad de un bloque histrico de articular en su proyecto de sociedad, a las clases que no son parte () del mismo"[footnoteRef:18] (2015, p.9). [18: Respecto a este ltimo aspecto, el vicepresidente es sumamente enftico y crtico con la idea de algunos intelectuales de izquierda a quienes cataloga burlescamente como "vanguardia espiritual de puros" que aspiran a "cambiar al mundo sin tomar el poder" (Anexo 2).]

Esgrimido todo lo anterior, en qu se traduce finalmente la primera tensin creativa aludida entre Estado y movimientos sociales? Para responder esta pregunta, si se tiene que el Estado es como ya se ha revisado concentracin de decisiones en la administracin de lo pblico y de las ideas fuerza que articulan la sociedad, los movimientos sociales sern, en cambio, aquellas organizaciones sociales que por definicin democratizan las decisiones y amplan las deliberaciones respecto a temas comunes. Razn por la que para un Gobierno de movimientos sociales[footnoteRef:19] esta relacin aparecer como dialctica, aunque productiva y necesaria para buscar el equilibrio entre la concentracin y descentralizacin de las decisiones. En palabras del autor: [19: Caracterizacin con la que se autodenomina el MAS en el poder de Estado. ]

Cuando el movimiento social -que es democracia viva- incursiona en eso, entras en una contradiccin (...) Los riesgos: Que la accin colectiva que ha devenido poltica y que se ha planteado el tema del poder como Estado comience a burocratizarse y el monopolio se consolide por encima de la democracia. Y entonces, en el equilibrio entre monopolio y democracia () en esa contradiccin de movimiento social deviniendo gestin estatal, si priorizas la parte del monopolio por eficacia, porque hay que tomar decisiones rpidas, porque hay que resolver los problemas inmediatos, y si no los resuelves la derecha va a potenciarse y potencias la parte del monopolio, eres eficiente, pero ya no eres movimiento social, y tendrs buenos resultados en gestin, pero ya has traicionado a tu fundamento, movimiento sociopoltico. Pero si priorizas solamente la democracia, la toma de decisiones, te paralizas (...) y si exageras la participacin democrtica y slo cuidas esa dimensin, preservas tus principios, pero eres un inepto en gestin, y entonces los mismos que participaban contigo, y que vean un lugar para resolver problemas, dirn: "Esto no funciona, prefiero que regresen los antiguos partidos, son autoritarios pero son eficientes" (...) Entonces ests en medio de una contradiccin real, y que no tiene superacin, no hay la sntesis hegeliana en esto, es vivir en la contradiccin ad infinitum, en tanto estos procesos de democratizacin social puedan expandirse, puedan irradiarse, llevando esa contradiccin (...) De hecho, el mantener la contradiccin, es que ests por buen camino, cuando en algn rato la contradiccin se resolvi, es porque fracasaste (...) La manera de ver que sigues por buen camino tiene que ver con que permanentemente te plantees: Cunta democracia es necesaria, cunta gestin es imprescindible, cunta rapidez es necesaria en la ejecucin y cunta posibilidad de deliberacin puedes someter tus decisiones. (2014)En consecuencia, es en el cabalgar en esta tensin creativa, lo que permite al Gobierno boliviano proponer la categora ya aludida anteriormente de Estado Integral[footnoteRef:20], en donde, en base a este movimiento constante de concentracin y desconcentracin de decisiones, la propia sociedad comience a apropiarse y fundirse cada vez ms en los procesos de decisin estatales que permitan, en un futuro lejano, la superacin dialctica de esta tensin (Garca Linera, 2013). [20: Categora que es contrapuesta a la concepcin del Estado Aparente, el que es caracterizado desde su raigambre colonial, en base a la idea de aquel Estado que histricamente en Bolivia monopoliz para s recursos e ideas, en pos del propio beneficio y en detrimento de la masa social a la que debi haber favorecido (Garca Linera, 2013). ]

En virtud de ello, una expresin concreta de esto ltimo tiene que ver con que, como ya ha sido en buena medida superado segn el vicepresidente el dualismo colonial de escenario de guerra perpetuo entre Estado y los sindicatos y ayllus[footnoteRef:21](que era propio del Estado Aparente), hoy es como se articula de una nueva manera la relacin sindicato-Estado, dndose una apropiacin del Estado por parte del sindicato-ayllu y viceversa. Es decir, ya: [21: En tanto stas representan dos formaciones organizativas centrales en el eje de negociacin y reivindicacin de derechos en Bolivia.]

no importa el lugar donde se viva, la apropiacin del Estado por parte de las organizaciones sociales ha creado la conciencia prctica de derechos y de proteccin social que hace recaer en el Estado y sus instituciones el cumplimiento de sus derechos colectivos [En consecuencia] los sindicatos y la sociedad necesitan expandirse, apropiarse, democratizar las funciones de gestin y proteccin por parte del Estado, y la nueva conciencia social que le exige eso al Estado es una prueba de ese avance. Si se detienen en su avance, la revolucin como obra colectiva se detiene y los sindicatos regresan a sus funciones localistas. (Garca Linera, 2013, pp.34-35) Flexibilidad hegemnica frente a firmeza en el ncleo socialPrevio a observar con detalle esta segunda tensin creativa, cabe acercarse inicialmente al concepto en torno a la hegemona de Garca Linera. Para ello, un aproximamiento a esta conceptualizacin lo vemos demostrado en una entrevista que le hace Pablo Iglesias lder del movimiento poltico Podemos en Espaa, en donde el vicepresidente le comenta a ste que una receta clave de Ciencia Poltica ante los procesos eleccionarios dice relacin con que "previa a las grandes victorias poltico-electorales, siempre hay una victoria en las ideas fuerza, en el sentido comn de la gente" (2015). En sus palabras: Tiene que haber habido primero esta victoria, en el sentido comn, en las ideas de la gente, la gente de a pie, el comerciante, el transportista, el taxista, la ama de casa manejan No importan las ideas de la elite poltica que son siempre un mundo aparte lo que importa son las ideas de la gente de a pie, sus procedimientos lgicos y morales con la que la gente evala el mundo, se ubica en el mundo, explican el mundo[footnoteRef:22]. (2015) [22: As, en un conversatorio realizado en torno al ciclo de foros "Pensando el Mundo desde Bolivia" en que es invitado David Harvey, el vicepresidente comenta en torno a este punto: "No es que primero se tome el poder estatal y luego se construya hegemona, no. Primero se construye hegemona, es decir, un nuevo sentido comn, crtico, alternativo, anti-neoliberal, y sobre eso se van dando las capacidades, las fuerzas materiales de masa para la victoria poltica, victoria electoral, y dado el momento, victoria militar que tambin se dio aqu en Bolivia el ao 2008" (2014).]

En tanto, si retornamos al perodo en que los movimientos sociales lograron articularse en alianzas y construir tejido social con todos sus colores, identidades y estructuras organizativas para constituir el triunfo de Morales el 2006. "Ese tejido vivo de articulaciones polticas, de suma de fuerzas para lograr un bloque social con voluntad de soberana poltico-estatal, es lo que se llama hegemona" (Garca Linera, 2015, p.161). En dicho sentido:Hegemona no es dominacin, sino capacidad de liderar a otros sectores (que no son iguales a los de uno), de conducirlos, de recoger y apoyar sus demandas y sumarlas a las propias; es la capacidad de seducir y convencer, de hacer acuerdos prcticos y materiales. Esto es lo que hemos visto en la ltima dcada: el liderazgo moral e intelectual y la articulacin de alianzas para unir al pueblo en torno a un gran proyecto social y estatal creble que se funda en la realidad y no meramente en el anlisis o el sueo de algn intelectual. (Garca Linera, 2015, p.161) Es as como en el campo de dicha hegemona es ve expresada la segunda tensin del proceso boliviano, en ser capaces de mantener lo obtenido, e incluso, continuar ampliando ms y ms la representacin en los distintos sectores sociales de la nacin. Ahora bien, este proceso de tensin creativa se estara dando, segn el dirigente poltico, entre: la amplitud social del proceso revolucionario (la incorporacin creciente de muchos sectores) y la necesidad de garantizar la conduccin indgena, campesina, obrera y popular del mismo. Es una contradiccin que uno puede visualizar, por ejemplo, entre trabajadores, obreros, asalariados y el sector empresarial. (2013, p.38)O sea, es fundamental entender que para el autor el ncleo duro revolucionario, conductor de este proceso deben ser los pobres, humildes, campesinos, indgenas, obreros y vecinos, es decir, que el liderazgo se mantenga condensado en la abigarrada composicin plebeya en su generalidad, por lo que se requerir que las otras clases sociales sean constantemente reeducadas en los intereses colectivos y que "consideren que su propia situacin personal est mejor conducida bajo el mando nacional de las clases trabajadoras" (Garca Linera, 2013, p.40). En virtud de lo anterior, el vicepresidente asume que no hay una salida clara en torno a esta tensin, y que ms bien constantemente se requerir que el ncleo social revolucionario posibilite la conduccin y canalizacin hegemnica hacia el resto de los sectores sociales. Intereses generales frente a intereses particulares y privadosLuego, la tercera tensin creativa se da entre los intereses generales de toda la sociedad y el inters particular de un segmento individual de ella. "Contradiccin entre lo general y lo particular, entre la lucha comn, comunitaria, comunista, y la bsqueda del inters individual, sectorial, particular y privado" (Garca Linera, 2013, p.41).As, algunos de las conquistas principales que se han dado en el plano de lo comn, en detrimento de algunos sectores privados, los grafica Garca Linera en los siguientes:La Asamblea Constituyente fue la primera medida de alcance general que se impuls, defendi, consagr y permiti, por primera vez en la historia, que la Constitucin Poltica del Estado sea redactada por los representantes directos de todos los sectores sociales del pas. La nacionalizacin de las empresas (YPFB, ENTEL, ENDE, Huanuni, Vinto) materializaron otras de las demandas universales de los trabajadores bolivianos y la redistribucin de una parte del excedente econmico (Renta Dignidad, Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy) y su redireccionamiento hacia los sectores anteriormente excluidos: crditos productivos con intereses reducidos en el mbito urbano y rural, transferencias directas a los ms necesitados, triplicacin de los ingresos de alcaldas y gobernaciones, poltica de integracin caminera, incrementos salariales, mayor atencin a los sectores de salud y educacin, etc.[footnoteRef:23] Todas esas medidas convirtieron el uso del Presupuesto del Estado, anteriormente monopolizado para beneficio particular por unas diminutas lites empresariales, en fuerza y poder econmico general del pueblo. (2013, pp.43-44) [23: En este punto agrega Garca Linera: "El Gobierno del Presidente Evo, desde el ao 2006, dada la importancia social de los sectores de salud y educacin, increment sistemtica y crecientemente los salarios de los trabajadores de esos sectores, y lo hizo de tal manera que siempre se garantiz un aumento salarial anual por encima de la inflacin, es decir un incremento permanente de sus salarios reales. Entre el ao 2006 al 2011, ambos sectores tuvieron un aumento del 55% mientras que otros de la administracin pblica (funcionarios de ministerios y burocracia estatal) mantuvieron sus salarios congelados" (2013, pp.56-57).]

As, en este aspecto aparece el trabajo en torno a la hegemona que ha llevado a cabo tambin el Gobierno y ya no slo desde el ncleo social revolucionario, como revisamos en el punto anterior que se resume en la sntesis entre la conceptualizacin de la hegemona de Gramsci[footnoteRef:24] y de Lenin[footnoteRef:25]. [24: Definido por Garca Linera como "el revolucionario de la accin y de la reflexin que entenda la hegemona como articulacin y transformacin cultural" (2015).] [25: Definido por el vicepresidente como aquel "revolucionario de la accin y de la hegemona entendido como la derrota del adversario" (2015).]

En sus palabras: "Gramsci tiene razn cuando dice que las clases trabajadoras deben dirigir y convencer a la mayor parte de las clases sociales en torno a un proyecto revolucionario de Estado, economa y sociedad" (2015, p.17). Ahora bien, "Lenin tambin est en lo cierto, cuando afirma que el proyecto dominante debe ser derrotado" (Garca Linera, 2015, p.17). Por tanto, el mandatario resume la experiencia boliviana en:que la hegemona es la suma de ambos. Lenin vio una parte de ella, la hegemona y construccin de liderazgo para derrotar al enemigo. Gramsci se preocup en la hegemona en el sentido de un largo proceso de construccin intelectual, moral, cultural. Nuestra experiencia junta las dos, nuestra experiencia resume hegemona: derrota a tu adversario e incorpora a tu adversario. No puedes dejar derrotado a tu adversario, no puedes conquistar a tu adversario con sus bandera de proyecto, de sociedad, de vida y de economa, esa es tu destruccin. Derrota sus banderas, culturalmente y polticamente derrota su proyecto de Estado, de sociedad, de economa, tienes que derrotarlo, ah no hay tregua, pero una vez derrotado al adversario, tienes que incorporar a tu adversario desorganizado en la nueva estructura de organizacin. Hegemona para m sera, derrotar e incorporar[footnoteRef:26]. (2014) [26: Elemento que queda evidenciado en lo que revisbamos anteriormente en torno al horizonte de poca planteado por el mandatario, en donde efectivamente en Bolivia las facciones derrotadas ya no pueden plantear su oposicin si no es dentro de esta lgica. Hegemona pura en estos trminos. ]

En consecuencia, Garca Linera reconoce finalmente que "la hegemona en el fondo es una forma tambin de dominacin" (2015). Por lo que en torno a la tercera tensin creativa, se tiene que constantemente se debe seguir asegurando esa incorporacin real del adversario derrotado en las filas del proyecto de sociedad comn, de lo contrario, siempre se correr el riesgo de que por descuidar este punto vuelva a triunfar el particularismo corporativista y gremialista frente al pueblo, generndose un retroceso en las conquistas populares y una restauracin del conservadurismo empresarial adversario del pueblo (Garca Linera, 2013).Socialismo comunitario del Vivir BienEl Vivir Bien o Suma Qamaa[footnoteRef:27] consagrado en la Constitucin elaborada por el conjunto de la sociedad boliviana a travs de la Asamblea Constituyente, es un concepto que confluye entre una visin comunitaria indgena con la tradicional concepcin modelada por la izquierda del siglo XX en torno a los ideales de igualdad, justicia y emancipacin para la vida social. Ahora bien, en ella se integra una cuarta dimensin en torno a la concepcin de respeto y vida armnica del ser humano con la naturaleza, adjudicacin fuertemente promovida por los pueblos indgenas[footnoteRef:28] y que en trminos productivos dice relacin con la preservacin y cuidado de la misma naturaleza (Garca Linera, 2011). [27: Para una revisin etimolgica en torno a este concepto, Xavier Alb referencia que en el trmino aymara, suma dice relacin con lo que es tanto bonito, hermoso, agradable, bueno, amable (2011, p.135), con un sentido de plenitud que no es referenciable en espaol, y por su parte qamaa se define por vivir en paz o vivir a gusto (Alb, 2011, p.135).] [28: Aunque recuerda Garca Linera en una entrevista que le realiza Atilio Born, que esta dimensin que los marxistas del siglo XX dejaron de lado, siempre estuvo "presente en Marx, [en su] concepto de humanizar a la naturaleza y naturalizar al ser humano () o cuando habla en los Manuscritos del 57' de la naturaleza como prolongacin orgnica de la subjetividad. Son conceptos fuertsimos que el marxismo del siglo XX dej de lado, y que hoy en Amrica Latina estamos rescatando a travs de la herencia de los pueblos indgenas" (2011). ]

Por ende, es all donde deviene la cuarta tensin creativa, en relacin a cmo el Gobierno boliviano puede equilibrar la necesidad de industrializacin y crecimiento econmico del pas y con ello, generar la justa redistribucin de las riquezas para las distintas capas sociales que a su vez sea dialogante y mutuamente vivificante con la naturaleza, y que no se vuelva un mero modelo extractivista de los recursos naturales para el crecimiento econmico (Garca Linera, 2011). De momento Garca Linera representa la opinin general del Gobierno en virtud de lo erigido hasta el momento, por ejemplo, al llevarse a cabo la construccin de empresas pblicas y la industrializacin de diversas reas (ya nacionalizadas de los recursos de la naturaleza) que permiten la generacin de riquezas para la redistribucin, con el nfasis puesto en cambiar las condiciones de subsistencia de los sectores ms empobrecidos de Bolivia. Ahora bien, el vicepresidente alude que esta situacin genera tensiones locales con diversas voces crticas que, por un lado, arguyen que en este proceso est acaeciendo un tipo de capitalismo de Estado (2013). El vicepresidente cataloga dicha acusacin como falsa, en tanto el "capitalismo es, por definicin, usufructo del trabajo ajeno para la acumulacin de riqueza privada" (2013, p.66), situacin que no se da en el modelo boliviano estatal, ya que lo que lleva a cabo el Estado Plurinacional es "generar un tipo de valor, en algunos casos bajo la forma de renta, que no se acumula privadamente ni se usufructa dispendiosamente de manera privada" (Garca Linera, 2013, p.66), sino que se redistribuye "la riqueza acumulada entre todos los sectores sociales, simultneamente [priorizndose] el valor de uso y la necesidad por encima del valor de cambio, es decir, la satisfaccin de necesidades por encima del lucro y la ganancia" (Garca Linera, 2013, pp.66-67). Ahora bien, el vicepresidente como ya se ha aludido es plenamente consciente que: esta fuerza econmica de generacin de excedentes a ser redistribuidos entre la sociedad entera y utilizados para potenciar el valor de uso no capitalista genera un conjunto de efectos, de agresiones a la madre naturaleza, al medio ambiente, a la tierra, a los bosques, a los cerros, daos que a la larga afectan irremediablemente al propio ser humano. (2013, p.68)Por ende, resulta que al caminar sobre esta contradiccin, se abre con ms fuerza el campo de deber estatal (y no slo del Gobierno o la sociedad civil boliviana, sino que opina Garca Linera de toda la humanidad) en torno a hacerse cargo de imaginar nuevas tecnologas que no sean destructivas de la naturaleza. Pero insistiendo siempre en que esto no llegue a significar parlisis econmica; que es una de las crticas que se les suele hacer adems de la ya observada anteriormente en este punto. Efectivamente, muchos dicen: "Dejemos las cosas tal como estn, porque cualquier cosa que hagamos afecta a la naturaleza", interpretacin del Vivir Bien que tendra que significar, en definitiva, una suspensin o congelamiento de la generacin de riquezas. Para Garca Linera, esta posicin es "una interpretacin falsa, ingenua, romntica y encubridora de terribles relaciones de dominacin" (2011). En sus palabras, esta posicin deviene en una:parlisis cmplice de las relaciones de dominacin, pero que adems en cierta medida le hace el trabajo a las fuerzas conservadoras que quieren que estos gobiernos progresistas se estanquen, no generen riquezas, se d un malestar social. Y cuando regrese la derecha sobre este malestar social y sobre una sociedad estancada que no gener riquezas, ellos s [que] no van a hablar del Vivir Bien, ellos van a arrasar con la naturaleza a su modo. Entonces hay un sesgo ultraconservador y hasta cierto punto restaurador en estas visiones radicalizadas de ciertos medioambientalistas. (2011)En virtud de lo anterior, se observa un punto central en el pensamiento de Garca Linera, que tiene que ver con el poder econmico que genera el proceso revolucionario. Bajo su punto de vista no basta con una victoria ideolgica-cultural con la que tantos partidos o movimientos polticos de izquierda se han contentado al llegar al poder sino que "tiene que haber una victoria econmica que le d base material y permita proyectar ms duraderamente esa victoria ideolgica y cultural" (2015). De este modo es como los proyectos revolucionarios se juegan su destino en la capacidad de consolidar una economa satisfactoria. Desde la experiencia boliviana expone: La clave est en reforzar al Estado y reforzar al privado que forma parte todava de tu escenario de fuerzas econmicas, pero nunca al privado ms que al Estado. Si el privado va ms all que el Estado, perdiste el control. Son tres partes, es el Estado, el privado y la economa social, y sta con ms expansin[footnoteRef:29]. Si ello sucede, tenemos un proyecto que est creando una base material de muy largo aliento () En esta triangulacin tanto la economa social, como la economa privada y la economa estatal satisfacen necesidades bsicas. Si no eres capaz de entregar satisfacciones bsicas, el privado de se va presentar como alternativa, y ests perdido. Pero no satisfaces necesidades bsicas solamente as por as, satisfaces necesidades bsicas ecualizando el Estado, el privado y la economa social. Siempre ecualizando, siempre con los tonos que corresponde y con los ritmos que t deseas. Pero necesitas la economa privada. Si no, si crees poder sostener tu economa con la estatal y la social, no lo vas a poder hacer () no estamos todava en condiciones para eso. (2015) [29: En torno a su visin respecto a la economa social, agrega: "El empresariado va a seguir creciendo, tiene que seguir creciendo. El Estado est ah para regular ese crecimiento. Pero el Estado se juega su proyecto no en que la empresa privada crezca mucho, ni en que el Estado crezca mucho, se juega su proyecto en que las comunidades, las minas nacionalizadas, las empresas estatizadas, la pequea produccin controlada por trabajadores se expanda, se potencie. Y si el privado, digamos, representa el 15% del PIB, que las empresas asociativas sean el 20% o el 25% del PIB. Si se quedan en el 5% estamos mal, estamos muy mal. Entonces se trata de hacer que, a futuro, la economa social se potencie. Si esto se hace de aqu a 5 o 10 aos, tendrs una base material para seguir relanzando tu proyecto" (2015).]

Slo as, en un escenario de progresivos en ningn momento dramticos o radicales cambios en la estructura econmica de la nacin, permitirn la paulatina creacin de un modo de produccin y redistribucin material "crecientemente socializado, expansivamente comunitarizado que se juega el destino post-capitalista de la sociedad y del mundo" (Garca Linera, 2013, p.37), siendo ah donde podran actuar con cabida cada vez mayor los sindicatos y ayllus anteriormente aludidos, as como tantas otras estructuras locales de produccin material y social. El Socialismo: hacia aquel otro mundo posible de horizonte comunista En el escenario histrico de comienzos de los 90' en donde la Unin Sovitica haba cado, donde se observaba la derrota electoral de los Sandinistas en Nicaragua, en medio de la imposicin global del neoliberalismo por medio del consenso de Washington, resulta interesante ver cmo arremeta Garca Linera al observar cmo muchos compaeros de izquierdas se iban "para la casa", y en donde el contexto general proclamaban la muerte del socialismo, ste categricamente escriba:Que ha muerto el socialismo? Imbciles! Como si las necesidades insatisfechas de tres cuartas partes de la humanidad hubieran desaparecido. El socialismo no es el ideal al cual forzar el destino, es ante todo, el movimiento prctica de luchas comunes del trabajo vivo para recuperar comunitariamente sus capacidades expropiadas. (citado por Bosteels, 2013, p.99)Escena formidable que nos da cuenta de una impavidez para afrontar al sistema capitalista, que engloban su formacin racional y las pasiones de este intelectual y activista poltico, y que pese a sus transmutaciones de perspectivas a lo largo de su biografa en torno a cmo concebirse crticamente ante el capital, esto no quita su deseo de pavimentar hasta el da de hoy el socialismo en cuanto posibilidad real en miras a la construccin de un mundo nuevo.Ahora bien, cmo concibe el socialismo Garca Linera? Para acercarnos a ello, tenemos como este intelectual concebir al socialismo no como una etiqueta partidaria, "pues, muchas veces, eso solo ha servido para camuflar la aplicacin de la barbarie neoliberal" (2015, p.3), tampoco lo entender como un decreto, "porque eso sera reducir la accin colectiva del pueblo a una decisin administrativa de funcionarios pblicos" (Garca Linera, 2015, p.3), tampoco lo entender en tanto estatizacin de los medios de produccin, ya que si bien esto "ayuda mucho a redistribuir riqueza, () la estatizacin no es una forma de propiedad comunitaria ni una forma de produccin comunitaria de la riqueza" (Garca Linera, 2015, p.3). El socialismo tampoco deber ser entendido como una nueva civilizacin, con una nueva forma de sociedad o economa, sino que es, en definitiva, "el campo de batalla entre lo nuevo y lo viejo, entre el capitalismo dominante y el comunitarismo insurgente" (Garca Linera, 2015, p.3). El socialismo representa as "la vieja economa capitalista an mayoritaria, gradualmente asediada por la nueva economa comunitaria naciente. Es la lucha entre el viejo Estado que monopoliza decisiones en la burocracia y un nuevo Estado que cada vez democratiza ms decisiones en comunidades" (Garca Linera, p.3).Frente a ello, antes de continuar caracterizando al socialismo desde Garca Linera, se hace requerido mencionar que para ste es urgente reivindicar al mismo cuan idea movilizadora, como horizonte o proyecto esperanzador; de lo contario seguiremos movindonos "en la narrativa del fin de la historia, de lo que existe: capitalismo y neoliberalismo, con sus problemas, sus dificultades y sus tropiezos" (2015). Por tanto, es fundamental reivindicar lo que poticamente se ha llamado el otro mundo posible. "Hay que reivindicar con fuerza que ese otro mundo posible tiene nombre y apellido, que est fundado en lo comn, lo de todos, lo social" (2015).As, para Garca Linera el socialismo ser entendido como un perodo de desborde democrtico en donde se socializan decisiones en manos de una sociedad organizada en movimientos sociales, ser entendido tambin como democracia representativa, democracia comunitaria, democracia agraria y urbana, que se despliega en las calles y fbricas, todo cuanto se conjuga en un Gobierno revolucionario capaz de proteger, proponer y disponer estos espacios de deliberacin y acuerdos democrticos. Representa al mismo tiempo lucha nacional e internacional por la ampliacin de los bienes comunes y de su gestin por medio de la comunidad. As tambin en l pueden convivir diversas formas de propiedad y gestin de la riqueza privada, estatal, comunitaria, cooperativa aunque "hay solo una propiedad y una forma de administracin de la riqueza que tiene la llave del futuro: la comunitaria"[footnoteRef:30] (Garca Linera, 2015, p.4). En sus palabras: [30: En ello el autor refiere que: "la propiedad y gestin comunitaria no puede ser implantada por el Estado. Lo comunitario es la anttesis de todo Estado. Lo que un Estado revolucionario, socialista, puede hacer es ayudar a que lo comunitario que brota por accin propia de la sociedad, se expanda, se fortalezca, pueda superar obstculos ms rpidamente. Pero la comunitarizacion de la economa solo puede ser una creacin heroica de los propios productores que deciden exitosamente asumir el control de su trabajo a escalas expansivas" (2015, p.4).]

Ah est ms o menos mi esquema de interpretacin del socialismo: es un norte movilizador, son luchas actuales, pero es el apoyo, la existencia de un poder poltico, de una estructura estatal o semiestatal, que se mueve en la dualidad de democratizacin de decisiones y concentracin de decisiones eso es un semiestado, porque todo Estado por definicin monopoliza decisiones y todo movimiento social por definicin democratiza decisiones, y un semiestado es la coexistencia altamente productiva de las dos tensiones en una. Entonces el socialismo, con sus tres ejes, lo definira como un perodo de transicin entre el capitalismo, como modo de produccin, como sistema tecnolgico, como civilizacin. (2015)As, el socialismo se vuelve para el vicepresidente el trnsito ms flagrante entre las luchas del capitalismo predominante frente a la emergencia intersticial de las luchas comunitarias, que definitivamente deben estar acompaadas y reforzadas por el apoyo del poder de Estado revolucionario para irradiarse. En ese entendido, es un escenario de guerra total, no necesariamente militar, pero s de ideas, de hegemona, de organizaciones y experiencias que se enfrentan intestinamente hasta lograr, en un futuro, alcanzar la progresiva constitucin societal del tan anhelado comunismo, que es aquel "otro modo de produccin inexistente hoy" (2015). Con respecto a lo ltimo, se tiene que el comunismo es inexistente hoy en tanto Marx la definiese como el retorno de la vieja comunidad en condiciones superiores, que se ve realizada en la completa concrecin de la universalizacin de lo comunitario. He ah que el Comunismo o el llamado en Bolivia: Ayllu Universal no lo vemos realizado en el mundo actual de ninguna manera y en ningn lugar (Garca Linera, 2015).Y al pensar el comunismo, Garca Linera es enftico en reforzar la idea de que el horizonte comunista deviene opuesto al Estado que recordemos, tambin es una forma de comunidad, pero que resulta ilusoria en cuanto siempre existir un grupo social que monopolizar el inters general, expandiendo la ilusin de que es inters de todos (2015). As, en miras hacia este horizonte:Lo ideal es que sea la comunidad la que asuma lo universal. Y en la medida en que la comunidad lo hace, el Estado se va diluyendo, porque no es necesario. Tardaremos mil aos en eso, el socialismo es esa transicin en que lo comunitario se expande a la produccin y lo universal se convierte en un hbito cotidiano de los propios productores directos y quienes lo monopolizamos provisionalmente, vamos perdiendo facultades que son reapropiadas por la sociedad. Hay socialismo en tanto el Estado revolucionario, que est monopolizando temporalmente lo universal, busca renunciar a ese monopolio. (Garca Linera, 2015)En consecuencia, para este poltico boliviano esta situacin es nueva paradoja, dado que "un Estado revolucionario solo puede triunfar si se disuelve. Su continuidad no es su virtud" (2015). Y esa disolucin dice completa relacin con el despliegue de una profunda irradiacin plebeya, en donde no es posible construir socialismo y posterior comunismo por ejemplo, en un solo pas (hacer algo as sera ficcin). Por ende, algunos Estados como el Boliviano hoy pueden estar dando los pasos que marcan pauta, pero no se puede triunfar si no se deviene en un todo autodeterminativo a nivel planetario (Garca Linera, 2015). En otras palabras, y retomando al joven Garca Linera que escribiera Forma valor y forma comunidad (2009), dice relacin con buscar aquellos espacios de autonoma y autodeterminacin locales que hagan frente al rgimen del capital, que no podrn ver fructuosos resultados si no a travs de la bsqueda de totalidad para la reconfiguracin del sistema: Se trata de impulsar las interunificaciones de cada experiencia autnoma para construir una gigantesca red capaz de traspasar ese umbral de bifurcacin termodinmica o esa omnipresencia del poder general para ponerlo en entredicho en su regularidad efectiva total. Se trata, en definitiva, de ver cmo es que cada uno de estos avances dan forma a una ofensiva concntrica, de cmo son parte de un impulso totalizador capaz de disputar el sentido social y material de totalidad al capital sin negar por ello un slo instante la pertinencia y el compromiso de la actividad local escogida; de ver a esta bsqueda de totalidad como la manera ms radicalmente comprometida con la realidad y trascendencia de la autonoma local conquistada. (Garca Linera, 2009, p.25)Conclusiones"No pueden darse el lujo de distanciarse de sus compaeros les dir a sus anfitriones Garca Linera en el congreso europeo de partidos de izquierda podr haber diferencias en diez o veinte puntos, pero coincidimos en cien; esos cien que sean los puntos de apego, de cercana, de trabajo y guardemos los otros veinte puntos para despus" (2015, p.35).La anterior referencia marca, sin duda alguna, el espritu que hemos podido atisbar en torno al pensamiento terico-poltico de lvaro Garca Linera; un constante llamado a la unidad, a la construccin conjunta de la hegemona y de sentidos comunes, para integrar a todo aquel adversario que debe ser derrotado a aquel horizonte de poca confluyente y soado desde las masas plebeyas. Escenario que en el caso boliviano ha sido construido en base a los profundos procesos de implicacin y de descolonizacin que ha vivido su pueblo en los ltimos aos (proceso que ha permitido imaginar con mucha mayor libertad ese horizonte radicalmente distinto al que hubiese existido hace veinte aos atrs en Bolivia). En lo personal, observando todava desde lejos el proceso de la actual pas autoasumido constitucionalmente como Plurinacional, pareciera ser que no podemos tener mejor intrprete para comprender y leer sus procesos[footnoteRef:31] que el que nos permite el mismo vicepresidente boliviano. [31: Pese a las dificultades que esto pueda tener desde su posicin en un cargo pblico en donde el trabajo intelectual se ve rodeado y reducido en torno a lo que el trabajo burocrtico y la accin poltica requieren en la contingencia y pese a los sesgos que puedan surgir desde una mirada que se ha situado ya bastante tiempo desde el poder de Estado.]

En ello, no es casual que Bolivia sea hoy un punto de particular inters en donde las distintas izquierdas de occidente avizoran, observan o directamente se dirigen a conocer (como lo hicieran en su momento algunas de las cabezas del actual impetuoso movimiento sociopoltico de Espaa: Podemos) aquel proyecto que sigue en proceso de fuerte consolidacin, en donde, sin duda alguna, la presencia y genialidad de Garca Linera ha sido parte importante de dicha constitucin que en sus palabras ha devenido hegemnica desde un proyecto soberano construido desde el seno social revolucionario. Tornando un nfasis antropolgico, impacta profundamente cmo las estructuras de dominacin que se sitan en un pas latinoamericano con los mayores ndices de presencia indgena, y que histricamente ha sufrido de las ms grandes pobrezas en el continente bajo las lgicas no autodeterminativas del capital confluyentes con las lgicas de dominacin colonial frente a este sujeto indgena permitan de igual modo generar un repentino proceso de ascensin del descontento a travs de fuertes movilizaciones centradas en las inditas formaciones multitud y comunidad, que llevan a este pas a asumir en buena medida las riendas de su propio destino desde las clases histricamente subalternizadas, constituyendo, como nos describe el vicepresidente, no slo un nuevo horizonte epocal interno (dificultosamente disputado por los adversarios derrotados, que han sido incorporados a dicha trama ideolgica en la cultura cvica boliviana), sino un profundo reconocimiento de diversos sectores internacionales que admiran el inusitado "milagro boliviano" de crecimiento macroeconmico y redistribucin de las riquezas, que ha visto Bolivia en tan pocos aos. Es decir, como nos referenciara el terico y mandatario, clara presencia de una victoria econmica que sustenta la victoria ideolgico-cultural en la poblacin. As, observando en su generalidad este proceso, pareciera ser que Garca Linera tiene razn al argumentar que las estructuras no autodeterminativas del capital s permiten de igual modo por muy mnimos que sean espacios intersticiales a travs de los cuales se puede acometer con fuerza para contrariar (hasta cierto punto, en tanto siguen siendo iniciativa local y no global) los designios capitalistas. Son en dichos espacios en donde la potencia de la plebe puede entrar y generar las debidas transformaciones, que se transfiguran primero en sentido comn, y posteriormente pueden acometer en victorias en el plano electoral. En sus palabras: No es posible comunismo, no es posible socialismo y no es posible una sociedad post-neoliberal, si no somos capaces de construir nuevo sentido comn, si no somos capaces desde la academia, desde los sindicatos, desde los medios de comunicacin alternativa, desde los barrios, desde los movimientos sociales temporales; no se crea un nuevo sentido o una nueva idea capaz de articular las esperanzas de la gente. La gente no slo se moviliza porque sufre, no slo se moviliza porque pierde, la gente se moviliza porque cree que algo puede ser distinto. Eso hemos aprendido aqu. (2014)De este modo, las miradas de muchos extranjeros se permiten nuevamente reconocer una evidente esperanza, no ha muerto el socialismo, sino que muy por el contrario, el pas Boliviano comienza a ser un clave referente de construccin de este socialismo incipiente, en donde se han ido poniendo a prueba sus procesos en el seno de las transformaciones que se han llevado a cabo en los ltimos seis aos no desde una lgica arrebatada, sino ms bien pausadamente. En donde pareciera que inmersos en la matriz de las tensiones creativas de la revolucin, la nacin avanza intentando en todo momento no dejar cabos sueltos en el camino, sino que pisando firme en todos los sentidos aludidos en estos escritos (de las victorias electorales, ampliacin de la democracia, administracin de los bienes comunes y hegemona poltica para el cuidado del orden ideolgico a nivel cultural). Es all donde radica la originalidad de su proceso, y all tambin se encuentra como pieza fundamental de tal decurso, lvaro Garca Linera, quien no slo ha sabido en buena medida guiar junto al presidente Morales y tantos otros el proceso revolucionario, sino tambin leer e interpretar el mismo, para comunicarle al mundo que aquella "fuerza histrica del comunismo como densificacin material superior y territorialmente universalizada de la civilizacin comunitaria" (2009, p.12) no est perdida, sino que se establece frente a nuestros ojos como un horizonte epocal a alcanzar, en donde los primeros claros atisbos del socialismo comienzan a construir ese paso, al que sin duda el mandatario no dejar de exhortarnos a que nos sumemos, a nivel internacional, ms y ms. As, en la medida en que el capital ha sido una realidad social y material que ha enajenado el trabajo, el comunismo deviene ms presente que nunca como el "movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual, la superacin de esa realidad no puede ser ms que un hecho igualmente social y material, que involucra a las clases trabajadoras en su conjunto, a su actividad prctica colectiva" (Garca Linera, 2009, p.157).Por tanto, la capacidad autoconstructiva social de los individuos que nos refiere el vicepresidente, es solamente posible en la medida en que el Estado Revolucionario derive en su propia disolucin (en cuanto Estado Integral), con el progresivo potenciamiento de la nica forma de propiedad, de administracin de la riqueza y de toma de decisiones que tiene lugar para futuro: la comunidad. En consecuencia, la potencia plebeya representada en todo su esplendor desde las bases pre-existentes y persistentes de las estructuras comunitarias que, en su irradiacin, confluyendo con todo otro tipo de formas inditas que puedan surgir en corazn de la masa abigarrada, darn cuenta, desde el sueo de Garca Linera, en el acontecer todava lejano, pero no menos imposible, del Ayllu Universal.

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AnexosAnexo 1: Panorama de las formas de movilizacin en la Bolivia del siglo XXIPara hacer un acercamiento ms claro en torno a cmo el proceso sociopoltico boliviano devino en la conquista del Estado por parte del MAS, es importante referenciar la tipologa a nivel sociolgico que lleva a cabo Garca Linera en torno a los movimientos sociales de Bolivia en este perodo. De este modo, el vicepresidente conceptualizar a nivel de formas las distintas entidades sociales que podran ser entendidas como parte de una categora ms amplia como es la de plebeyo en su potencia movilizadora. As, nos encontraremos con la forma sindicato, forma comunidad, forma multitud, forma muchedumbre y forma vecinal[footnoteRef:32]. [32: Importante es dar cuenta que para Garca Linera, la comprensin en torno a los movimientos sociales dice relacin con formas de "movilizacin proactiva de la sociedad () como accin fundada en razones, estrategias, tcticas" (2006, p.98).]

Por tanto, nos encontramos primeramente con la forma sindicato, la que al menos a comienzos de su perodo de gobierno Garca Linera identificaba en base a cinco puntos: a) sindicalismo de gran empresa, b) trabajador con contrato a tiempo indefinido, c) ascensos laborales concentrados por el saber obrero, administrados por los obreros, d) la ciudadana sujeta al derecho sindical, una ciudadana sindical, y e) un sistema tecnolgico subordinado a las habilidades organizativas de lo obrero. (2006, p. 98)Esta forma de movimiento social principalmente representada por la Central Obrera Boliviana (COB) habra sido a lo largo del siglo XX la ms importante en el pas andino, en donde al menos durante 1940 y 1990 "el sindicato fue la red organizativa de la identidad de clase y de acumulacin de la experiencia de clase () de su existencia movilizada como clase" (Garca Linera, 2009, p.354), pero al haberse desplegado en el ltimo perodo de dicho siglo, un desmantelamiento de los cinco puntos aludidos por medio de las diversas medidas neoliberales expandidas en Bolivia[footnoteRef:33], no es que desapareciese posteriormente esta forma de accin colectiva, pero s su sustento histricamente construido, por lo que ya esta forma deja de tener la principal relevancia a comienzos del siglo XXI. [33: En donde se dio que: "desaparece la gran empresa, surgen las empresas descentralizadas, las microempresas, desaparece el tiempo de contrato indefinido y surgen los contratos por obra, temporales, eventual, la flexibilizacin; los saberes productivos salen de las manos de los obreros y se concentran en la gerencia o en las mquinas, tanto en la mina como en la fbrica; desaparece la ciudadana sindical, los derechos sindicales se separan y la ciudadana es entendida bsicamente como derechos civiles y polticos; desaparece la dimensin social de los derechos, la ciudadana social desaparece (que es lo que permita su fusin con el sindicalismo) y, en trminos de la tecnologa, surgen modificaciones tcnicas, que en algunos casos regresan a una buena parte de los obreros a condiciones tradicionales de trabajo (los llamados cooperativistas)" (2006, p.99).]

Luego, la forma comunidad en donde se encuentra constituida la mayor cantidad del contingente indgena de Bolivia, representan "estructuras productivas, culturales y de filiacin que combinan modos de organizacin tradicionales con vnculos con el mercado, la migracin urbana [y en donde] la tenencia de la tierra" (Garca Linera, 2009, p.396) resulta fundamental. Esta forma de movilizacin se erige con fuerza recin en el ao 2000 con los alzamientos que tuvieron lugar en Cochabamba en torno a la Guerra del Agua; es all que aparece en escena: la combinacin entre elementos de deliberacin y de coercin en la toma de decisiones en las asambleas, de deliberacin absoluta y de coercin sobre la deliberacin tomada por todos; aparece el sistema de rotacin de cargos, la representacin por familia en funcin de la posesin de la tierra, la estructura asamblestica, la fusin de lo ejecutivo con lo legislativo, el derecho a la tierra que tambin es una obligacin para la accin poltica (Garca Linera, 2006, p.99)Es a travs de estos mtodos de lucha que, con un particular modo de ocupacin territorial (como por ejemplo, cuando se adoptan cercos como mtodo de lucha ante las clases dominantes, el espacio social se les es expandido, intercomunicndose de mejor forma las comunidades y ejerciendo mayor control poltico del espacio) se entraa a su vez un ejercicio de soberana bastante indito en Bolivia (Garca Linera, 2006). Posteriormente, la forma multitud se comprender como la forma ms novedosa en el escenario boliviano, comprendida como: una asociacin de asociaciones de varias clases e identidades sociales, sin una hegemona nica en su interior. Pueden sumarse campesinos, regantes, estudiantes, obreros sindicalizados, desocupados, intelectuales, individuos sueltos, y la hegemona se mueve alrededor de temas, de circunstancias, movilizaciones temticas, autonoma de cada organizacin en funcin de sus repertorios, estructuras y sus maneras de cumplimiento; subsiste, sin embargo, una voluntad de accin conjunta en torno a un tema y a liderazgos mviles y temporales[footnoteRef:34]. (2006, pp.99-100) [34: Respecto a la forma de liderazgo, agrega: "no est garantizado ni por el obrero, ni por la clase media, el liderazgo est caracterizado por la propia lucha. Es una especie de liderazgo rotativo que se va ganando a partir de la capacidad intelectual, moral y organizativa de alguna de las facciones que participan de esta forma multitud" (2014).]

As, en escenarios en donde no existen identidades muy fijas o estructuras de movilizacin muy slidas, la forma multitud se convierte en el escenario central de accin colectiva, en cuanto agregacin de diversas identidades sociales (Garca Linera, 2006).Despus, la forma muchedumbre ser entendida como aquella:accin colectiva emprendida por sujetos desafiliados que han roto con cualquier filiacin sindical, gremial, comunal, vecinal y que no actan bajo el llamado de los sindicatos o de los vecinos; actan bajo un llamado personal. Se suman, se agregan de forma temporal, sin liderazgo reconocido en torno a uno o dos temas de oposicin. No responden a un mando, se organizan como una sumatoria de individualidades desarraigadas de fidelidades tradicionales. (Garca Linera, 2006, p.100) Por lo general, confluyen para actos de rechazo en contra de instituciones pblicas o de mercado, pueden llegar a generar destrozos, pero posteriormente se disuelven (Garca Linera, 2006). Finalmente, la forma vecinal est principalmente representada por las Juntas de Vecinos que abundan en El Alto, que Garca Linera entender como una "fuerza colectiva de/en la escasez" (2006, p.100) dado que tienden a desaparecer cuando en sus barrios se cumple un cierto rango de satisfaccin de servicios bsicos. Se han comprendido histricamente con fuerza dado que muchas veces entre los mismos vecinos han tenido que hacer frente a la falta del Estado para hacerse cargo de una serie de necesidades que entre los mismos asumen para sacar adelante. En ellas, se pueden encontrar diversas identidades sociales y de mltiples procedencias socioeconmicas (obreros, migrantes, campesinos, indgenas, etc.) pero que confluyen en la territorializacin de su identidad en relacin a un barrio, comprendidos como vecinos (Garca Linera, 2006).Ahora bien, la novedad de esta forma de movilizacin no est en su existencia organizativa, sino en su capacidad de movilizacin colectiva, que devino con fuerza desde la intensificacin de las movilizaciones sociales desde el ao 2000, asumiendo consignas de carcter nacional, como la nacionalizacin del agua, de los recursos naturales en general, la conformacin de la asamblea constituyente, entre otras (Garca Linera, 2006).

Anexo 2: Grfico de las fases del proceso revolucionario

Imagen 2: Otra manera de graficar el proceso revolucionario vivido en los ltimos aos en Bolivia, tiene que ver con una curva que permite observar el nivel ascendente y descendente de la movilizacin social en este perodo. En esto segn Garca Linera la victoria electoral, al no asegurar todava todo el proceso de transformacin, se ve todava inmersa en el proceso ascendente de la movilizacin hasta el punto de bifurcacin aludido en el texto, que ya permite a posterior, asegurar el nuevo horizonte de poca y con ello el progresivo decrecimiento de la movilizacin hacia una estabilizacin de las transformaciones sociopolticas en la gran mayora de la poblacin boliviana. En este proceso deriva, por tanto, la quinta fase del proceso de cambio (2013).

Anexo 3: Una idea sin pies ni cabeza, Cambiar el mundo sin tomar el poderSegn Garca Linera, la idea de algunos "puros" o "no contaminados" de