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“Sylvia Plath: Una autora mujer” (Apéndice con traducciones de poemas de Sylvia Plath) Autor: Carlos Gradin[Trabajo presentado en el Seminario “Poesía y traducción” dictado por Delfina Muschietti en la Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2004]

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Sylvia Plath: Una autora mujer (Apndice con traducciones de poemas de Sylvia Plath) Autor: Carlos Gradin[Trabajo presentado en el Seminario Poesa y traduccin dictado por Delfina Muschietti en la Facultad de Filosofa y Letras, UBA, 2004]

Las poesas de Plath pueden leerse como composiciones que recrean situaciones existenciales. La lengua de la escritura recibe el impacto de acontecimientos y coordenadas que le determinan cierto campo de trabajo, y ese campo que se hace presente en la lengua potica de Plath puede pensarse como los materiales que dan lugar a que cierta experiencia tenga lugar. En este caso se tratara de la condicin femenina vivida como experiencia a partir de ciertas marcas que se repiten: la soledad, el extraamiento de la vida social, lo femenino como imposicin, y como oscilacin entre sus rasgos ms estereotipados (la delicadeza, lo frgil, lo sensible, y tambin aquello a lo que responde un ama de casa) y otros rasgos que disparan series que prosiguen hacia imgenes de dolor, muerte, desolacin. Se tratara de una experiencia que se recompone como incrustaciones simultneas de dos campos de alguna manera antagonistas: lo femenino que se experimenta como placentero (Caprichos de chocolate en habitaciones empapeladas de rosa), y lo femenino que se fuga hacia lo desolador y siniestro (gardenias descomponindose en una cripta). El material que Plath toma para su escritura est compuesto de estas dos zonas de la experiencia de lo femenino (de cierta experiencia que en este caso correspondera a lo que la voz de estas poessas pretende recrear, imaginar), pero que no se constituye como objeto de observacin, estudio, escritura potica, salvo en la interseccin de estas zonas que no dejan de incrustarse una en la otra. Qu es lo femenino? Qu es lo que opone resistencia a lo femenino? Las poesas de Plath podran leerse como el enfrentamiento, la puesta en escena o en escritura del enfrentamiento de una experiencia que recorre el mundo con dificultades (Entonces ella llega a este raro paso / Por donde avanza en sangre a travs de sol y tempestad). En muchas ocasiones en Plath la voz potica parece estar surgiendo en contra de fuerzas adversas, como en el poema Cancin de calle, donde esa voz parece dar cuenta de un asedio contra s: Por un loco milagro yo voy intacta. Esta situacin determina una experiencia de lo inestable y precario, que producira el campo de la escritura en esa indecibilidad, imposibilidad de afirmarse en cierto sustento de la experiencia de lo femenino.

En los poemas se construyen entornos espaciales a travs de descripciones minuciosas que se detienen en detalles de experiencias sensoriales de conmocin, la irrupcin de un gigante, la carne ensangrentada de la carnicera, el olor de las gardenias que se descomponen. La voz de los poemas marca una distancia respecto de aquello que rodea a la figura femenina, pero que a la vez constituye una distancia que no se puede sostener. Por un lado las palabras con que se evoca el entorno colocan apartada a la figura de la mujer, como poniendo en juego una brecha entre ella y lo que la rodea: la extraeza con la que se describe a la Reina respecto de su corte y su pueblo, y la manera en que se presenta separada de la cotidianeidad la voz que habla en Cancin de calle. Al mismo tiempo eso que se enuncia como extrao, exterior amenazante, se muestra en los poemas bajo el rgimen de lo que se hace presente inevitablemente. La voz se constituye en una tensin entre la enunciacin de lo que produce extraeza, y el sometimiento de la figura femenina a lo que la rodea sin posibilidad de sustraccin. Los tres poemas elegidos terminan actualizando ese exterior que se asoma a la interioridad que se haba intentado construir sin xito. De ah el tono general de fracaso. Y tambin, la precariedad y fragilidad con que se describe el lugar habitado por lo femenino, crispado por una amenaza informe. Poniendo en sucesin los tres poemas seleccionados (Autora Mujer, El reclamo de la reina y Cancin de calle) puede leerse en ellos modulaciones de este diseo espacial. En el primero la interioridad se construye como un espacio que contiene a una mujer que est sola. De afuera llega el sonido de la lluvia y de nios que gritan en la calle. En el segundo la interioridad se construye por una irrupcin, el gigante que invade la corte y las tierras de la Reina. En el tercero, ya no hay interioridad en s, se trata de un recorrido por el exterior. Son distintas maneras de exponer la experiencia de una mujer ante cierto espacio amenazante, y distintas formas de configurarse ese espacio amenazante. Un afuera que llega a travs de sonidos escuchados detrs de la ventana, un afuera que rompe las ventanas y violenta el interior, y un afuera en el que la voz se sumerge. Tambin se trata de modulaciones distintas de la experiencia generadas desde mujeres diferentes: una autora que se rodea de rosas, juegos de ajedrez, piedras preciosas; una Reina que habita un mundo de fantasa en el que cabe la posibilidad de enamorarse de un gigante; y, por ltimo, una mujer que se ocupa de salir a hacer las compras. Tres tipologas de mujeres: la artista recluda en su mundo interior, en una torre de marfil, con estimulantes para los sentidos (chocolates, decoracin refinada.); la Reina destinada a abstraerse del mundo de la Corte para cumplir con su rol, y destinada a que su amor halle grandes dificultades para concretarse; y una mujer dedicada a la tarea

cotidiana de comprar comida. Cada figura femenina se articula con cierto espacio en funcin del cual la experiencia que recoge el poema se produce. A la vez se puede pensar a estas diferentes experiencias como modulaciones o configuraciones posibles para trayectos de existencia (a la manera en que Foucault habla de trayectos de existencia en su texto sobre el libro de Binswanger). All Foucault propone entender el fenmeno del sueo como la puesta en escena de la situacin existencial del soante y, como tal, propone interpretarlo como totalidad en la que los distintos componentes reactualizan esa situacin existencial. Dejando de lado las categoras que empleaba el psicoanlisis de Freud, Foucault pretende dar cuenta del fenmeno del sueo como la puesta en juego de la existencia, de alguna manera, dramatizada en las imgenes onricas. La derivacin de esta concepcin de los sueos es una teora de la imaginacin que busca dejar de entenderla como proyeccin de imgenes recuperadas ante las que el sujeto queda relegado al rol pasivo de espectador, an si fuera l mismo el que estuviese imaginando. Con el replanteo de la teora psicoanaltica de los sueos, Foucault abre camino para proponer una interpretacin de los sueos como aquella instancia en la que la existencia de los sujetos es no slo interpretada en smbolos que dejan entrever un sentido anterior, entre los telones del inconsciente que velaran parcialmente su sentido, sino tambin la puesta en juego del trayecto de la existencia en ese teatro donde todo se refiere a l. La imaginacin tendra su condicin de posibilidad en el sueo y, por eso, se constituira bajo el mismo rgimen: como la experiencia en la que aquello que se evoca y el acto de evocar compromete en s al sujeto que la produce y que, por lo tanto, se constituye en una recuperacin, un acercamiento o puesta en escena de eso que se imagina y, tambin, del sujeto que la sostiene. La imaginacin conduce tanto al conocimiento acerca de su objeto como del sujeto que la lleva a cabo: esto es as por lo menos como potencialidad pendiente a la que debera aspirarse.

En este sentido se puede leer los poemas de Plath (o cualquier poema) en analoga con las experiencias imaginarias: como material que no coloca un sujeto en una coordenada fija articulada con los dems objetos que la circundan, sino como sumatoria de elementos que actualizan al unsono ese sujeto problematizado como situacin determinada en un trayecto. Con lo que no importa tanto de quin se trata, sino de qu manera se articula en todos los elementos evocados y qu tipo de experiencia configura. Esa experiencia no le pertenece a

un nombre, al Poeta; es propiedad de todos aquellos capaces de reapropiarse de eso que es mera composicin, problema eventual que puede recontextualizarse llegado el caso. As, pueden leerse las poesas de Sylvia Plath como distintas modulaciones de la experiencia de lo femenino que estaran participando en un medio conducido, como imagina Deleuze en Rizoma, por principios de apropiacin, de subjetivacin, de los elementos disponibles como herramientas (los libros como gafas) para ver el mundo. El sujeto no vigila las palabras desde otra instancia diferenciada, pasa a construrse y ofrecerse con ellas.

Este uso de las palabras no se constituye como utilitarista a la manera en que lo describe Benjamin en Sobre el lenguaje en general. No se trata de seleccionar los mejores empleos de la lengua por su eficacia, para obtener mejores rendimientos comunicativos; al contrario, se propone las herramientas de la lengua para medirlas, confrontarlas, a las situaciones existenciales en las que se producen y, por lo tant,o su uso se vincula a la proliferacin, el despliegue de la vida en la multiplicidad de sus situaciones. Las herramientas como la posibilidad abierta de experimentar una multiplicidad de modulaciones, de formas, para mutar a travs de ellas, con ellas. Tanto Deleuze como Benjamin ven en la multiplicidad de las lenguas un paraso de conocimiento, de las potencias pendientes de exploracin; por eso conjuran la unidad, el lenguaje confinado a una utilidad exterior, como ser, la transmisin de informacin.

La multiplicidad tambin es el efecto que produce la idea de Foucault de analizar los sueos segn su devenir, con categoras como las espaciales que contemplen la dimensin de puesta en produccin, de desarrollo de la existencia al momento de interpretar los sueos. Foucault propone como ejes para el anlisis un conjunto de oposiciones que define las dimensiones esenciales de la existencia . Con esto abre el anlisis a otros juegos de conceptos que tambin pretendan efectuar el trabajo de interepretacin. Como en Benjamin y Deleuze se plantea una estrategia para dar cuenta de fenmenos mltiples, abiertos, como la lengua o los recorridos existenciales, y lo que se problematiza es la posibilidad de fijarlos en esquemas de interpretacin que presupongan en ellos un sentido propio preexistente al acto de interpretacin, un sentido de las palabras fijado antes de su participacin en un dilogo.

Lo que responden estos autores es que esto estara condenado a fracasar y que adems constituira una negacin de aspectos fundamentales de aquello que se analiza: por diversos motivos y concepciones tanto Focuault como Benjamin ven en la proliferacin de los elementos, de lenguas, de juegos de coneptos, la mejor manera de abordar sistemas complejos.

Volviendo a los poemas de Plath, podemos analizar en ellos aspectos de este problema de la escritura como complejidad abierta, no resuelta en un sentido previo, y por eso problemtica respecto de los modos en que otros discursos pueden entrar en contacto con ella, sean de crtica o de traduccin.

En Autora mujer el diseo del espacio que transita la figura de la mujer queda armado a travs de series de elementos. Se disparan asociaciones en sentidos antagnicos: lo femenino estereotipado se liga la decoracin, a objetos estticos y hedonistas, lo delicado y refinado, en un interior, en una casa, contra elementos que oscurecen el cuadro, que proliferan en un sentido de lo siniestro-amenazante. La topologa no consiste en lmites fijos: el interior que configura un espacio por signos de lo femenino, se contamina con lo que lo asedia desde afurera, incontenible. As, la primera estrofa del poema marca la presencia de dos espacios separados: las lluvias ms alla de la ventana y, de este lado, la figura femenina, Favorecida, que se recuesta y saborea un bombn. En las dos estrofas que siguen la armona se rompe. Justo a la mitad de la segunda, irrumpen en el interior elementos de esta serie de la amenaza: las maldiciones rechinantes, las rosas de invernadero que despliegan floraciones inmortales. La experiencia sensorial adquiere extraeza, y se agudiza en la tercera estrofa con los reflejos de sangre a lo largo del manuscrito, y las gardenias descomponindose en una cripta. Como en Casa tomada de Cortzar, se trata del relato de una invasin, quizs an ms siniestra en ste caso por brotar explcitamente del interior. En la ltima estrofa la separacin entre los espacios del principio qued superada, y la figura femenina retrocede, la ventana que la separaba de los ruidos ya no surte efecto, y los gritos de la calle cierran el poema.

Los signos de lo femenino que se mencionan no remiten necesariamente a cierto imaginario social, sino a lo que dentro del poema se identifica como un espacio que es propio de la figura/personaje femenina, desde el cual sta interacta con el mundo: Recatada, de pecho rosa, femenina, ella estimula / Caprichos de chocolate en habitaciones empapeladas de rosa. El rosa como marca de lo femenino, y lo femenino como modo de la experiencia ligado a los detalles, los matices, la minuciosidad de las sensaciones. Tambin a la ensoacin, la soledad, una vida vivida al mrgen. Pero, en todo caso, lo importante en esta serie de marcas no reside en lo que tienen de definitorio respecto a cierto imaginario, sino en la manera en que se articulan con la otra serie construda en la disolucin, la muerte, ese perfume, dulce y enfermo, en el que deriva ese hbitat. Lo femenino se produce en la articulacin de las series, en la imposibilidad a lo largo del poema de sostener ese espacio que empieza brindando proteccin y que progresivamente se infiltra de elementos extraos hasta devenir otra cosa. Lo femenino como precariedad, experiencia amenazada.

En los otros poemas se puede leer tambin el mismo cruce de series, como modulaciones distintas de la articulacin, donde las intensidades y los modos de presentarse los elementos, los tipos de encuentros, determinan otros modos de la experiencia, que se reconfiguran en principio sin lmite para su continuidad ms que el de la prctica de la escritura. En Cancin de Calle la entrada a una carnicera deriva en una experiencia truculenta en la intensificacin de la sangre y la carne cortada en pedazos. Y en El reclamo de la Reina la articulacin adopta la forma del gigante que se introduce en la corte: formas en que se reactualiza la situacin existencial, su construccin en los poemas. Las recombinaciones de elementos disean situaciones diferentes, con una potencialidad siempre presente de que las series se extiendan en otros trayectos en otros escenarios. La mutliplicidad de articulaciones problematiza el anlisis de estos materiales, la lectura crtica, de manera anloga a lo que sucede con el problema del sentido y la traduccin como lo presenta Benjamin en La tarea del traductor. La lectura de los poemas, y su traduccin, se confrontan ante materiales con los cules al proponerse ciertas operaciones se puede optar por un modelo de bsqueda de cierta inmanencia, un sentido velado sobre el cual trabajar, lo que llevara a una lucha por la legitimacin de aquello que se dice, por su pertinencia respecto de premisas que lo varlorizan. Este sera el camino que en Rizoma Deleuze vincula a la ley de lo nico, de los

ejes de coordenadas troncales en los que confluyen todas las ramas en los esquemas arborescentes. Sera tambin la nocin utilitaria de la lengua fijada en ciertos procedimientos por conveniencias pragmticas, de clculo de eficacia y ganancias. Pero, dice Deleuze, este modelo no da cuenta de vastos aspectos de los fenmenos (La naturaleza no se conduce as ). Se combate la mirada del mundo que se acerca a su produccin presuponiendo que ciertos principios funcionan como ordenadores, supervisores, reguladores de los elementos que participan en l (sean libros, formas de vida, de relaciones sociales, etc.) Por un lado, porque el sujeto queda en ese caso reducido al papel de reactualizador de ese orden o, a lo sumo, puede llegar a erigirse en su descubridor e intrprete. Realizado esto, slo resta para l y sus amigos convertirse en guardianes de dicho estado de cosas (de las cosas del Estado, dira Evaristo, cantante de La Polla Records). Pero adems, esta forma de mirar, de conocer el mundo tambin puede pensarse en lo que tiene de ocultadora de la experiencia de los sujetos respecto a aquello con lo que entran en contacto en su paso por el mundo. Foucault y Benjamin ponen esto en consideracin con sus reflexiones sobre la interpretacin de los sueos y el lenguaje. El primero, pretendiendo que los sueos participen de la vida de las personas ms all de lo que puedan llegar a decir como smbolos interpretados por el conocimento especialista del psicoanlisis. Despojados de un aparato terico que los convierte slo en efectos de s mismo, los sueos vuelven a vincularse a la imaginacin como representacin de situaciones existenciales, que por definicin son fenmenos abiertos, en permanente evolucin. El sujeto reaparece en el sueo, porque de hecho es l miso ese sueo en su totalidad. Cuando Walter Benjamin propone en La tarea del traductor que la traduccin no comunica, porque no es intermediaria del lenguaje, lo hace, tambin, para reafirmar cierta zona de la experiencia del lenguaje; en este caso, la precariedad y mutabilidad de las lenguas, su carcter de extraas entre s debido a la desaparicin de la instancia de traducibilidad que constituira el lenguaje puro. Entonces, la traduccin, entendida de acuerdo a esta propuesta, vuelve a poner en juego las diferencias de las lenguas, y la diferencia que la propia lengua se genera a s misma con el paso del tiempo. Las reactualizaciones de estas lenguas, las traducciones, son tambin reactualizaciones de la existencia del hombre, de su experiencia en el mundo, entendida en tanto produccin permanente de elaboraciones, operaciones de lectura de sus sueos, sus lenguas, etc. El trabajo de traduccin como lo propone Benjamin repone un horizonte ante el cual se mueve el hombre, el lenguaje puro que se entrevee en el tumulto de las lenguas. De esta manera, se constituye la traduccin, as como tambin el modo de interpretacin que Foucault

propone para los sueos, en una prctica que en s misma pone a consideracin, en las condiciones de posibilidad que se imagina, la eventualidad de un resto que no llega nunca a entrar en juego, que no se agota en la interpretacin porque no deja de generarse a cada paso que esta efecta: ya sea el lenguaje puro que se intenta derivar de la confrontacin de lenguas que no cesan de modificarse entre s, y de padecer el desgaste del tiempo y la inventiva de las personas; o los sueos que, entendidos como Foucault propone, cuando son sometidos a la interpretacin ya han recorrido otra porcin de su trayectoria, y se tornan as inalcanzables como por arriesgar una imagen se tornaba inalcanzable para Aquiles la tortuga a la que haba dejado tomar cierta ventaja en la fbula, o su versin por Borges. De acuerdo a esta concepcin de Benjamin de la traduccin como un trabajo que se realiza en funcin de las lenguas, y en funcin de dejar entrever ese lenguaje puro que aparecera cuando se confrontan los modos diferentes que cada lengua tiene para dar cuenta de distintos fenmenos, la traduccin se compromete tambin con una multiplicidad que se genera en este incesante movimiento de recombinacin de elementos. Por eso su propuesta para la traduccin la toma a sta como un trabajo sobre las formas, donde el sentido ya no es aquello con lo que hay que medir una eficacia, y donde por lo tanto la tarea del traductor se centra en recrear las estructuras que una lengua arma de cierta manera, y que otra intentar reconstruir con los elementos que tiene a su disposicin, y que difieren de la primera. En esta concepcin de la labor del traductor, Benjamin le destina a ste el lugar de un presentador de aquello que realiza, un mago que en lugar de ocultar sus juegos de manos los comparte con el pblico. Porque la traduccin para Benjamin tiene como fin volver a poner a consideracin la situacin de la lengua en el mundo, y la situacin de los hombres respecto de sus respectivas lenguas, ya que cada traduccin les recuerda, les permite tomarse el trabajo de recordar, que lo que hacen al reapropiarse de ellas, al hablar y escribir, es parte de un proceso siempre parcial e incompleto, adems de que esa exhibicin en un texto de traduccin de otro texto es tambin un modo de salir al cruce de los deseos de instaurar criterios de unidad para las lenguas, de entendimientos definitivos, como dice Benjamin en Sobre el lenguaje en general acerca de lo que llama teora burguesa de la lengua. Esta concepcin de la multiplicidad en funcionamiento constante tambin puede tomarse como modo de lectura para los poemas de Sylvia Plath que se analizan en este trabajo, en el desarrollo de las series de lo femenino y de aquello que lo coloca en amenaza. Como ya dijimos los tres poemas pueden leerse como distintos modos en que estas series entran en

articulacin configurando momentos, o mutaciones, de la experiencia de lo femenino a travs de escenarios y fuerzas adversas que adquieren formas diversas.

Para terminar vamos a analizar algunos casos puntuales de problemas de la traduccin en los poemas traducidos de Sylvia Plath.

En Autora mujer en el verso 4, traduje prueba por nibbles ya que la opcin mordisquea, que sera ms literal dispara asociaciones hacia un comportamiento animal, o descuidado, que no es como se presenta el original. Tampoco muerde se ajusta al tipo de descripcin que se viene haciendo. prueba mantiene el sentido de un acto delicado, cuidadoso, y lo prefiero aunque pierda el sentido de mordisco (en ingls existen parlabras con distintos matices para el acto de morder (to bite, to chew, to nibble) que no se dan en el castellano). En el verso 5 traduje Recatada por Prim ya que mantiene el sentido de prolijidad y formalidad.

En los versos 5 y 6 traduje she nurses / Chocolate fancies por ella estimula / Caprichos de chocolate ya que no existe un equivalente en castellano del trmino nurses, que se refiere especficamente al cuidado de una mujer por un nio, y al amamantamiento; y estimula remite al cuidado que se le brinda a un nio, y sugiere proyecciones a futuro, como accin sostenida que espera una recompensa posterior. Traduje caprichos por fancies para mantener el sentido que creo que est ms comprometido en este contexto, que es el del deseo arbitrario, aunque en castellano se pierde la relacin con la palabra fantasa. De cualquier modo hubiera sido correcta la eleccin de Fantasas de chocolate, ya que en ingls fancy remite por igual a fantasa y capricho. En el verso 7 traduje cmodas por highboys aunque se pierde la especificidad del trmino. En el verso 9 traduje She muses por Ella se sumerge ya que corresponde con el perfume que le sigue, y mantiene el sentido de un pensamiento que se abstrae del mundo, aunque a la vez pierde el matiz de sorpresa ante algn fenmeno.

Por ltimo, en el verso 12 en la traduccin decid agregar el artculo de los chicos para poder mantener el retrocede por retreats en el verso anterior, y darle consistencia a la frase sin tener que cambiar de preposicin. Si dijera retrocede / De grises rostros de nios que gritan en las calles, creo que aparecera una extraeza que no tiene el original; esto podra solucionarse reemplazando por Ante grises rostros de nios, pero creo que se altera menos la forma de la frase agregando el los: retrocede / de los grises rostros de nios que gritan en las calles. De esta manera se evita el Ante que agrega un sentido ms causal y explicativo del que considero tiene el verso.

El poema El reclamo de la Reina presenta como dificultad ms notoria ciertos verbos altamente especficos que son difciles de traducir al castellano. Estos son to quibble (v. 1), to hulk (v. 2), to stalk [in] (v. 5), to ramp [through] (v. 6). to quibble se refiere a conversaciones sin importancia, ms especficamente en relacin a argumentos y objeciones banales. Lo traduje como vanas charlas, ya que no econtr un trmino que pudiera reemplazarlo. Tambin en ese primer verso, traduje ruck como sofisteras para dar la idea de un aglomeramiento de personas secundarias y dedicadas a cosas sin importancia. ruck se refiere ms concretamente a segundones, o vulgo, y ese tono despectivo creo que queda contemplado entre sofisteras y vanas charlas.

El resto de los verbos, to hulk (v. 2), to stalk [in] (v. 5), to ramp [through] (v. 6), presenta modos caractersitcos de agresin y ejercicio de la violencia. Esto se corresponde con lo que analic anteriormente, sobre la cosntruccin en los poemas de Plath de un espacio amenazado. to hulk lo traduje como irrumpir aunque en ingls se le agrega el sentido de movimiento lento y pesado, propio de un gigante. to stalk [in] (v. 5) lo traduje como entr aunque en ingls se le suma un matiz de belicosidad. No me parece que sea excesiva la perdida en estos casos, si se tiene en cuenta que la figura del gigante y el desarrollo de la hitoria exponen su comportamiento violento. Con irrumpi y entr se cumple con la funcin narrativa a la que tiende en buena medida el poema, que quizs se entorpecera si se emplearan trminos ms especficos para reemplazarlos.

El verbo to ramp [through] (v. 6) lo traduje a travs de la frase l recorrio amenazante, ya que nuevamente to ramp es un tipo de accin especfica que significa avanzar agitando los brazos en seal de pelea. En el verso 5 decid traducir la expresin de sorpresa Why del inicio, utilizando en su lugar signos de exclamacin, por no hallar un trmino que funcionara anlogamente en castellano.

En dos puntos del poema me pareci adecuado que la sintaxis de la lengua de llegada generara extraeza derivada de la forma del ingls. En el ltimo verso, cuando dice . reducido tan pequeo, tan pequeo, creo que es mejor mantener la traduccin de cada palabra aunque combinadas no suenen con naturalidad, ya que esto atrae la atencin del lector en el fenmeno en s de la escritura y del hecho de que se est leyendo una traduccin. En los versos 18-19 la traduccin (Cuya fuerza pudiera ajustarse / Forma de su sueo, su pensamiento) repone la extraeza que se halla presente en el orginal debido al empleo del verbo Fit sin preposicin (ej: fit to the desires, adecuarse a los deseos).

Por ltimo en Cancin de calle, quisiera marcar varias construcciones que me pareci tambin correcto traducir manteniendo cierta extraeza, generndola en la lengua de llegada para dar cuenta de la imposibilidad de una transmisin exacta de los significados. Prefer traducir el ttulo como Cancin de calle para evitar Cancin callejera o Cancin de la calle que remiten, me parece, a connotaciones de marginalidad que no es lo que sugiere el original.

Los tlimos versos de la primera estrofa (v. 8-10) se presentan con una relacin incierta con el hilo de la descripcin que los precede. Me pareci bien traducir hung por que cuelgan en lugar de utilizar el participio colgadas para no repetir con los participios que siguen. En el verso 21 (Incluso mientras cada terminacin nerviosa ma destrozada) prefer esta sintaxis a una posibilidad ms correcta como: Incluso mientras cada una de mis destrozadas terminaciones nerviosas), ya que en el original tambin se lee cierta extraeza . Por ltimo, en el verso 22 uso dosificar en lugar de trill. El verbo en ingls se refiere a la

accin de fluir de manera entrecortada, que puede implicar tambin cierta administracin de ese fluir, y que se emplea para describir el sonido vibratorio de algunos instrumentos musicales. El sentido musical del trmino se pierde en la traduccin, pero con el verbo dosificar mi intencin es reponer algo de la extraeza que aportaba el uso de un trmino proviniente de un campo semntico especfico como el del lenguaje musical, en este caso por uno del lenguaje mdico-teraputico para recuperar el sentido de flujo entrecortado.

BIBLIOGRAFA

Benjamin, Walter, Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los hombres , en Sobre el programa de la filosofa futura. Benjamin, Walter, La tarea del traductor, en Angelus Novus, Edhasa, 1971. Deleuze, Gilles y Guattari, Flix, Rizoma en Rizoma, Ediciones Coyoacn, Mxico, 1994. Foucault, Michel, Introduccin a Le Reve et Lexistence de Binswanger , en Entre filosofa y literatura. Obras esenciales, Volumen 1., Pars, 1954.

Apndice traducciones de poemas de Sylvia Plath

Female Author

All day she plays at chess with the bones of the world: Favored (while suddenly the rains begin Beyond the window) she lies on cushions curled And nibbles an occasional bonbon of sin. Prim, pink-breasted, feminine, she nurses Chocolate fancies in rose-papered rooms Where polished higboys whisper creaking curses And hothouse roses shed immortal blooms. The garnets on her fingers twinkle quick

And blood reflects across the manuscript; She muses on the odor, sweet and sick, Of festering gardenias in a crypt, And lost in subtle metaphor, retreats From gray child faces crying in the streets

Autora mujer

Todo el da juega al ajededrez con los huesos del mundo: Favorecida (mientras de pronto las lluvias comienzan ms all de la ventana) ella se acuesta sobre almohadones doblada Y prueba un ocasional bombn de pecado.

Recatada, de pecho rosa, femenina, ella estimula Caprichos de chocolate en habitaciones empapeladas de rosa Donde cmodas pulidas murmuran maldiciones rechinantes Y rosas de invernadero despliegan floraciones inmortales.

Los granates en sus dedos parpadean veloces Y se refleja sangre a lo largo del manuscrito; Ella se sumerge en el perfume, dulce y enfermo, De gardenias descomponindose en una cripta,

Y perdida en una sutil metfora, retrocede de los grises rostros de nios que gritan en las calles.

The Queen's Complaint

In ruck and quibble of courtfolk This giant hulked, I tell you, on her scene With hands like derricks, Looks fierce and black as rooks; Why, all the windows broke when he stalked in. Her dainty acres he ramped through And used her gentle doves with manners rude; I do not know What fury urged him slay Her antelope who meant him naught but good. She spoke most chiding in his ear Till he some pity took upon her crying; Of rich attire He made her shoulders bare And solaced her, but quit her at cock's crowing. A hundred heralds she sent out To summon in her slight all doughty men Whose force might fit Shape of her sleep, her thoughtNone of that greenhorn lot matched her bright crown. So she is come to this rare pass Whereby she treks in blood through sun and squall And sings you thus : 'How sad, alas, it is To see my people shrunk so small, so small.

El reclamo de la Reina

En sofisteras y vanas charlas de cortesanos Este gigante irrumpi, te digo, en su escena Con manos como gras, Luce feroz y negro como torres de ajedrez; Y todas las ventanas se rompieron cuando l entr!

Sus exquisitos campos l recorri amenazante Y trat a sus amables palomas con rudos modales; Yo no s qu furia le hizo acuchillar a su antlope que nada pretenda para l salvo el bien.

Ella le habl al odo con gran reproche hasta que l se compadeci un poco de su lamento; De los ricos atavos Sus hombros l desnud Y la consol, pero la dej con el canto del gallo.

Un centenar de heraldos envi ella a que le traigan en su indefensin todos hombres temerarios Cuya fuerza pudiera ajustarse Forma de su sueo, su pensamiento Ninguno de ese lote de novatos satisfizo su brillante corona.

Entonces ella llega a este raro paso Por donde avanza en sangre a travs de sol y tempestad Y te canta as: Cuan triste, ay!, es ver a mi pueblo reducido tan pequeo, tan pequeo

Street Song

By a mad miracle I go intact among the common rout thronging sidewalk, street, and bickering shops; nobody blinks a lid, gapes, or cries that this raw flesh reeks of the butcher's cleaver, its heart and guts hung hooked and bloodied as a cow's split frame parceled out by white-jacketed assassins. Oh no, for I strut it clever as a greenly escaped idiot, buying wine, bread, yellow-casqued chrysanthemums -amring myself with the most reasonable items to ward off, at all cost, suspicions roused by thorned hands, feet, head, and that great wound squandering red from the flayed side. Even as my each mangled nerve-end trills its hurt out above pitch of pedestrian ear, so, perhaps I, knelled dumb by your absence, alone can hear sun's parched scream, every downfall and crash of gutted star,

and, more daft than any goose, this cracked world's incessant gabble and hiss.

Cancin de calle

Por un loco milagro yo voy intacta entre el tumulto cotidiano que desborda la vereda, la calle, y los negocios donde regatean; nadie pestaea, bosteza o grita que esta carne cruda emana de la sierra del carnicero, su corazn y entraas que cuelgan enganchadas y ensangrentadas como un esqueleto de vaca cortado separado en pedazos por asesinos de delantal blanco.

Oh no, pues lo exhibo inteligente como un idiota fugado antes de tiempo, que compra vino, pan, crisantemos de cofia amarilla armndome con los artculos ms razonables, para despejar, a cualquier costo, sospechas generadas por espinosas manos, pies, cabeza, y esa gran herida derrochando rojo por el costado desollado.

Incluso mientras cada terminacin nerviosa ma destrozada dosifica* su dolor por encima de notas de odo pedestre, entonces, quizs yo, llamada a silencio por tu ausencia,

sola pueda escuchar el alarido reseco del sol, cada cada y estrpito de estrella acanalada, y, ms delirante que cualquier ganso, este incesante, desquiciado vociferar y silbar del mundo.