smith las elecciones argentinas de 1946 y las inferencias ecologicas 1974

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Las elecciones argentinas de 1946 y las inferencias ecologicas Author(s): Peter H. Smith and Sibila S. de Yujnovsky Source: Desarrollo Económico, Vol. 14, No. 54 (Jul. - Sep., 1974), pp. 385-398 Published by: Instituto de Desarrollo Económico y Social Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3466278 Accessed: 15/07/2009 18:58 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ides. Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is a not-for-profit organization founded in 1995 to build trusted digital archives for scholarship. We work with the scholarly community to preserve their work and the materials they rely upon, and to build a common research platform that promotes the discovery and use of these resources. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. Instituto de Desarrollo Económico y Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo Económico. http://www.jstor.org

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Las elecciones argentinas de 1946 y las inferencias ecologicas

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  • Las elecciones argentinas de 1946 y las inferencias ecologicasAuthor(s): Peter H. Smith and Sibila S. de YujnovskySource: Desarrollo Econmico, Vol. 14, No. 54 (Jul. - Sep., 1974), pp. 385-398Published by: Instituto de Desarrollo Econmico y SocialStable URL: http://www.jstor.org/stable/3466278Accessed: 15/07/2009 18:58

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  • LAS FLECCIONES ARGENTINAS DE 1946 Y LAS INFERENCIAS ECOLOGICAS *

    Pk.-AJI H. SMITH *

    En un reciente articulo aparecido en DesarroUo Economico, Gino Ger- mani ofrece una serie de estimulantes hip6tesis, afirmaciones, observaciones y hallazgos empiricos sobre el origen social del movimiento peronista 1. Sus comentarios abarcan una gran variedad de fenomenos: las elecciones de 1946, la composici6n de la clase obrera urbana, la importancia de la mi- gracion interna, los cambios ocupacionales, la movilidad social y el papel politico jugado por los gremios organizados. Su perspectiva sobre estos te- mas lo llevan a formular una proposici6n fundamental, esbozada por 61 ya hace unos afnos y con la cual algunos investigadores no estan de acuerdo. Es la idea de que el peronismo tuvo su base original en una sola clase social: la clase obrera. Y dentro de ella, especialmente la clase obrera ur- bana, compuesta principalmente por migrantes rurales recientes.

    Una de las partes mas cruciales del analisis de Germani se refiere a las elecciones de 1946, suceso que conlleva una importancia historica super- lativa. A fin de introducir su propia investigaci6n sobre el tema, Germani dedica un espacio considerable a criticar mi trabajo sobre el asunto 2. Am- bos utilizamos en esencia la misma tecnica: regresion multiple, donde el porcentaje de votos en favor de Per6n es la variable dependiente y las ca- racteristicas (ecologicas) agregadas de los partidos son las variables inde- pendientes3. Segun Germani, las semejanzas terminan aqui. Para el, las conclusiones de mi trabajo representan "un rechazo parcial o completo de las hipotesis corrientes y [que] refutan otras interpretaciones teoricas" y estan basadas en datos inadecuados o variables cuestionables. En consecuen- cia, sostiene que "se puede saber muy poco sobre la composicion socio- economica del apoyo peronista en 1946 en base a este estudio". En con- traste, su propia investigacion utiliza datos ineditos del censo de 1947, ma-

    * Algunos colegas (cuyos nombres quedaran en el anonimato) han tenido la gentileza de comentar el esquema preliminar de este trabajo. A ellos van mis agra- decimientos mis sinceros.

    e* Universidad de Wisconsin, Madison. 1 GiNO GINO GMANI: "El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de

    los migrantes intemos", Desarrollo Economico -Revista de Ciencias Sociales-, vol. 13, NQ 51, octubre-diciembre 1973, pags. 435-88.

    2 PETER H. SMrmT: "The Social Base of Peronism", Hispanic American His- torical Review, 52, No 1, febrero de 1972, pags. 55-73; para la critica de Germani v6ase "El surgimiento...", especialmente pags. 437-440.

    3 Las unidades de analisis para la Capital Federal son las circunscripciones.

  • PETER H. SMITH

    neja "indicadores adecuados" y arroja confirmaciones contundentes sobre las hipotesis clasicas de "la gran preponderancia de los obreros urbanos en el electorado peronista, el rol esencial de los migrantes internos, la posi- cion negativa de la clase media -particularmente los patronos urbanos y rurales y los empleados (white collars)- en los centros urbanos. Tambien se pone de relieve cuando se aislan los departamentos mas rurales... que los obreros rurales apoyaron al peronismo, y que en estos distritos el por- centaje de empleados mantiene una correlacion positiva, aunque baja, con el voto peronista, en contraste con lo que ocurre en los departamentos ur- banos" 4. En pocas palabras, mi interpretacion es erronea e incorrecta; la de Germani es cientificamente rigurosa y, dentro de las limitaciones del analisis ecologico, fundamentalmente correcta.

    Me parece que la dicotomia es bastante exagerada. No tengo motivos para dudar de que Germani tenga nuevos e importantes datos de fuentes ineditas que no estuvieron a disposicion de mi analisis. Puede haber inte- rrogantes legitimos sobre como operacionalice algunas variables (siempre los hay en estos intentos). Como dice Germani, el poder explicativo de sus ecuaciones es, en general, mayor que el mio. Pero estas diferencias no sig- nifican, en mi opinion, que se haya resuelto la controversia sobre el apoyo peronista. El problema plantea cuestiones complejas de metodologia e in- ferencia, y a estas quiero dedicar lo mas substancial de este comentario.

    Antes de abordar lo especifico, quisiera tocar algunos puntos genera- les. Uno se refiere a la afirmacion de Germani de que, en lo posible, la investigaci6n ecologica utilice variables que reflejen "la composicion demo- grafica y social del electorado, mas que de la poblaci6n total" 5. Esto solo es verdad en la medida en que se esta tratando de aplicar resultados agre- gados a los individuos, es decir, se quiere deducir la conducta de cada votante a partir de las tendencias en el electorado total. Tambien es correcto hacer un analisis ecologico con variables que indiquen el tipo de ambiente en el cual cada individuo debe votar; esta investigacion podria concen- trarse de manera significativa en la naturaleza de la comunidad global mas que en el electorado mismo 6. Muchas de mis variables caen dentro de esta ultima categoria, si bien yo no hice explicita esta distincion en el curso de mi analisis.

    Cualquiera sea la precision de las variables independientes, hay un segundo problema que se relaciona con la definicion y comprensi6n de la variable dependiente.

  • LAS ELECCIONES ARGENTINAS DEL CUARENTA Y SEIS

    En tercer lugar hay un problema tecnico. Para interpretar las regre. siones multiples, especialmente si se trata de identificar el "apoyo decisivo" a Peron (la frase es de Germani y creo se refiere a la proporci6n mayoritaria del apoyo electoral), 7 debemos considerar todos los atributos basicos de las ecuaciones: en el minimo, los valores de la pendiente y la ordenada en el origen (y las correlaciones parciales) asi como los valores beta y los coeficientes de determinacion (R2). Como pretendo dilucidarlo mas ade- lante, la presentacion que Germani hace de los coeficientes beta y los va- lores de R2 no proporcionan base suficiente para una interpretacion satisfactoria.

    Por ultimo, Germani afirma que mi estudio carece de una estructura te6rica explicita. Tiene razon... y ademas lo hago bastante intencionada- mente. En parte es un estilo de investigacion tal vez inconveniente; los historiadores, como grupo, tienden a evitar la teoria. En parte es por con- veniencia literaria: las hipotesis formales para 39 variables independientes y su relacion con el voto peronista aburririan excesivamente a cualquier lector. En parte tambien es una conviccion: el peronismo ha demostrado ser un fenomeno tan complejo y esquivo, que la insistencia rigurosa sobre una teoria preconcebida hubiese eliminado la posibilidad de descubrir relacio- nes insospechadas (como efectivamente sucedi6, por lo menos en lo que se refiere a mis propias expectativas) 8.

    Al respecto se podria sefialar, casualmente, que Germani solo critica cuatro de mis 39 variables independientes, ya sea por los datos o por su operacionalizaci6n. Tres de las cuatro dudosas forman parte de ecuaciones de regresion; pero esto tambien se aplica a otras diez. Podria ser que las 35 variables no cuestionadas no tengan una conexion clara con los supues- tos teoricos de Germani. Podran tal vez ofrecer cierto interes para otros lectores y esta es una contribucion premeditada que hace mi articulo.

    Dejando de lado estas cuestiones generales, quisiera referirme a los problemas especificos de la inferencia e interpretacion ecologica. Para or- ganizar mis observaciones y ademas para poner las cosas en su lugar, co- menzare por formular nuevamente las conclusiones basicas de mi estudio, resumire el razonamiento subyacente y luego comparare mi enfoque con el de Germani 9.

    Conclusion N? 1: "Ninguna variable socioeconomica unica explica mucho la popularidad electoral de Per6n. Generalizaciones simplistas sobre

    7 Germani: "El surgimiento...", pAg. 446. 8 Me doy cuenta que esta afirmaci6n parece una herejia en las ciencias socia-

    les, aunque podria sefialar que mi investigaci6n comprendia por lo menos una premisa directora: la de que el peronismo era una respuesta a condiciones socio- econ6micas. Para distintas concepciones sobre el problema metodol6gico, vease JULIA L. SUDON: Basic Research Methods in Social Scence: The Art of Empirical Investigation, Random House, Nueva York, 1969, pAgs. 471-73; y WLLIAM O. AYDE- LOTE, ALLAN G. BOCGE y ROBERT W. FOGEL, comp.: The Dimensions of Quantitative Research in History, Princeton University Press, Princeton, 1972, pig. 24. 9 Las conclusiones se publican en las pAgs. 67-68 de mi articulo "The Social Base..."

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  • PE.r1Hx H. SMITH

    la urbanizacion, la migracion interna, votantes jovenes y demas factores similares, no pueden hacer frente al analisis empirico". Esta afirmacion emerge del resultado de que para los 365 partidos considerados, ni una variable del total de 39 tenia alguna correlaci6n de orden cero particular- mente fuerte con el voto peronista (la mas alta, para migrantes internos masculinos, como por ciento de todos los hombres, era de solo + .34 y la mayoria era bastante mas debil que esta).

    Si bien algunos enunciados textuales de Germani implican que una variable "clase obrera" adecuadamente construida podria tener un alto va- lor explicativo 10, no pone a prueba dicha proposicion. No construye esta variable, no proporciona ningin coeficiente de correlacion de orden cero y trabaja con s6lo 144 del total de 365 partidos. Aun con estas limitaciones, es justo decir que sus resultados confirman mi observacion. Sin duda, su propia descripci6n de las ecuaciones de regresi6n (citadas mas arriba) in- dican heterogeneidad del voto peronista, como tambien la ecuacion de todos los partidos que tengan localidades de 5.000 o mas habitantes -en que nueve variables independientes se combinan para explicar s6lo el 44 por ciento de la variancia del voto peronista l-. Pareceria que ambos estudios llegan a la misma conclusi6n sobre este punto.

    Conclusion N? 2: "En las grandes ciudades (partidos con localidades de 50.000 o mas habitantes), Per6n logra mayor apoyo en areas populosas, econ6micamente desarrolladas, que contienen tanto obreros industriales co- mo migrantes internos. Hasta aqui, en general, la bibliografia especializada concuerda sobre el tena. No obstante, las estadisticas electorales arrojan dos particularidades adicionales: Per6n obtuvo muchos votos en los dis- tritos especificamente industriales, pero no en todos los barrios de clase obrera; ademas, los 'viejos' grupos obreros jugaron un papel mas crucial que los migrantes internos".

    Desde el punto de vista de Germani, 6sta es la medula del debate entre ambos analisis, pero las diferencias no son tan grandes como e1 las hace aparecer. En primer lugar, como lo indica la frase en bastardilla, estoy de acuerdo con la afirmacion de Germani de que en las grandes areas urbanas Peron encontro su mayor apoyo entre los obreros y los migrantes internos. Mis resultados se basan en dos variables, ambas cuestionadas por Germani: obreros industriales como por ciento de todos los asalariados in- dustriales y migrantes masculinos como por ciento de todos los hombres. (Sin embargo, como puede verse mas abajo, la reformulacion de las varia- bles -dentro de los limites de mis datos- no altera el resultado de manera fundamental).

    10 Por eiemplo, "El surgimiento...", pags. 440-41, 443-44, 446. 11 Las ecuaciones de Germani estan en la pag. 445 de su trabajo y a ellas me

    referire a menudo. Como no da los coeficientes de correlacion parcial ni los de orden cero, es imposible evaluar el poder predictivo de cualquier variable individual. Tampoco resulta claro si los valores R2i estan corregidos teniendo en cuenta los grados de libertad (en mi articulo no se hizo la correcci6n, si bien yo no lo ,constato).

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  • LAS ELFCIaONES ARGENTINAS DEL CUARENTA Y SEIS

    Nuestras diferencias no comienzan con el descubrimiento de variables independientes cruciales, sino con la importancia relativa que les adjudica- mos. En base a varios criterios, llegue a la conclusion de que la fuerza obrera -especialmente la industrial- ejercio mas influencia sobre el voto en fa- vor de Peron que la migracion interna. A pesar de sus propias opiniones, las ecuaciones de Germani refuerzan considerablemente esta posicion. En el Gran Buenos Aires, su variable "obreros urbanos" tiene un coeficiente beta de + .947; los migrantes masculinos (por ciento sobre argentinos na- tivos) no entran en la ecuacion. En partidos con centros urbanos de 50.000 o mas habitantes, equivalentes a mi categoria de grandes ciudades, los obre- ros urbanos tenian un valor beta de

    --.706; los migrantes solo alcanzan a -+.168. En los partidos fuera del Gran Buenos Aires, con localidades urbanas de 20.000 o mas habitantes, obreros urbanos tiene un coeficiente de + .403; migrantes, +.266. De acuerdo con estos dos valores de beta, el resultado no admite disputas: la fuerza obrera urbana tuvo mas impacto sobre el voto a Peron que los migrantes internos 12.

    S6lo cuando Germani excluye el Gran Buenos Aires del analisis de las grandes areas urbanas, la variable migracion adquiere un valor relativo mas substancial, fundamentalmente en partidos con centros de 50.000 o mas habitantes y en partidos con centros de 20.000 - 49.999 habitantes y un 60 por ciento o mas de poblaci6n urbana sobre el total (ecuaciones 5 y 6 de su cuadro 1). Pero la confianza acritica en estos coeficientes beta podria ser muy desacertada, ya que estas ecuaciones son sospechosas por distintas razones. Primera, que el nuimero de observaciones es bastante pe- queiio (N = 15 en ambos casos). Segunda, la variable obreros urbanos no entra en la ecuaci6n 5 para los partidos con comunidades urbanas de 50.000 personas o mas, presumiblemente debido a un bajo coeficiente de correla- cion parcial, de modo que ni siquiera conocemos su valor de beta 13. Ter- cera, excluir al Gran Buenos Aires es ignorar mas o menos la mitad de la poblacion migrante (mis calculos a partir de cifras censales muestran que el 48 por ciento de todos los migrantes masculinos interprovinciales vivia en el Gran Buenos Aires). En consecuencia, los migrantes internos

    1l Un problema importante que Germani no menciona es la posible existencia de multicolinearidad. Si los migrantes internos, estimados por 61, abarcan el 73 por ciento de la fuerza obrera urbana ("El surgimiento...", pag. 449) entonces la variable migraci6n y la variable "obreros urbanos" tendrian que estar estrechamente correlacionadas..., en cuyo caso la ecuaci6n carece de sentido. Si estas dos varia- bles no estin estrechamente correlacionadas, se presentan otras dudas: o bien las variables no nos proporcionan una medida exacta, o bien los migrantes no com- prendian una proporci6n tan grande de clase obrera urbana como lo manifiesta Germani.

    13 Si bien los valores de beta y los coeficientes de correlacion parcial general- mente ordenan a las variables independientes segun su importancia, son diferentes desde un punto de vista conceptual. Comparando las formulas matematicas, la diferencia depende de la magnitud de correlaci6n entre las variables independien- tes... remitiendonos nuevamente al problema aludido en la nota 12. Vease HUBEar M. BLALOCK, Jn.: Social Statistics, 24 ed., McGraw-Hill, Nueva York, 1972, pags. 437-53.

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  • 390 PETER H. SMITH

    CUADRO 1

    Indicazdores d,e migraci6n interna y voto peronista: valores medios por tamaiio de ciudad (a)

    Incluyendo al Grcn Bs. As. Excluyendo al Gran Bs. As.

    Todas las grandes Otras

    Indiecador Todos los Gran ciudades grandes Pueblos Campo partidos Bs. As. (N = 49) ciudades (N = 213) (N = 101) (N = 365) (N = 34) (b) (N = 15) (c) (d)

    Migrantes masculinos como C/ de todos los hombres 14,2 31,0 26,6 16,6 13,6 9,4 Migrantes masculinos como % de argentinos nativos 16,7 44,1 36,5 19,4 15,4 9,9 Migrantes masculinos coma % de la pobla- ci6n masculina adulta 20,9 38,8 34,1 23,4 20,0 16,2 Voto peronista como % de todos los votos 47,6 55,1 54,5 53,1 48,2 42,5

    (a) Dos partidos no pudieron clasificarse de acuerdo con el tamaflo de ciudad. (b) Partidos con localidades urbanas de 50.000 a msde habitantes. (c) Partidos con localidades urbanas de 2.000 a 49.999 habitantes. (d) Partidos sin localidades de 2.000 o m&s habitantes.

    tienen un cupo bastante reducido en la poblacion de partidos fuera del Gran Buenos Aires. Es asi que, concomitantemente, tienen menores opor- tunidades de proporcionar a Per6n un "apoyo decisivo".

    Para ilustrar este punto, el cuadro I presenta, para distintas catego. rias urbano-rurales, los valores medios de voto peronista y tres variables diferentes de migracio6n interna: migrantes masculinos interprovinciales comno por ciento de: 1) todos los hombres, 2) argentinos nativos y 3) la poblaci6n masculina adulta (14 y ma's alios) "4

    Cada definicion tiene sus limitaciones, pero todas revelan una tendencia ide'ntica: cuanto menos urbana el Area, meneor la migraci6n interna. Mas aui, los valores absolutos de las cifras medias plantean serios interrogantes sobre la nocion de que los nigrantes hayan prestado un "apoyo decisivo" a Peron. En los distritos de grandes ciudades, fuera del Gran Buenos Aires por eje mplo.Per6n alcanz6 un pronedio del 53,1 por ciento de los votos; los inigrantes interprovinciales comprenidian s6lo ei 19.4 por ciento de la poblaci6n mascuuina nativa y el 23,4 por ciento de la poblaci6n masculina

    14 EEn mi articulo utsaba la primera medida: migrantes masculinos como pox ciento de todos los hombres; Germane utiliza la segunda: mnigrantes masctilinos comno por ciento de argentinos nativos. Para C'ste y los calculos que siguen, he lisado el conjunto de datos recopilados para mi estudio '"The Social, Base... (con algunas modificaciones menores).

  • LAS,' ELECCIONES ARGENTINAS DEL CUAIRENTA Y SEIS

    adulta '-. A La vista de estas cifras cabria preguntarse que posibilidades tenian los migrantes de prestar un "apoyo decisivo".

    La cosa se complica aim' mis si examinamos las relaciones de orden cero entre tasas de migracion interprovincial y propensiones electorales. Para distintas categorias urbano-rurales, el cuadro 2 muestra ecuaciones de regresion con el voto peronista como variable dependiente (Per6n) y mi- -rantes masculinos interprovinciales/argentinos nativos (migracionn) como variable independiente '. Como lo sugiere Germani, se puede decidir no

    CUADRO 2 Ecuaciones de regresi6n simple: migraci6n y

    voto peronista, por tamaiio de ciudacd (a) r r2

    Incluyendo al Gran Buenos Aires 1.Todos los partidos (N - 351) (b)

    Per6n 39,8 -- .437 Migrcrci6n .384 .148 (47,3) (17,1)

    2. Gran Buenos Aires (N = 34) 'Per6n = 53,0 .047 Migraccion .050 .003 (55,1) (44,1)

    3. Todas las grandes ciudades (N 49) Peron = 51,2 + .090; Migraci6n .147 .022 (54,'5) (36,5)

    Excluyendo al Gran Buenos Aires 4. Otras grondes ciudades (N 15)

    Per6n = 42,7 ? .536 Migcracion .300 .09-0 .(53,1) (19,4)

    5. Pueblos (N = 211) (b) Per6n 39,6 ? .552 Migra,cio6n .389 .151 (48,'1) (15,5)

    6. Campo (N 91) (b) Por6n -- 34,8 + .645 Migraci6n .294 .087 (41,4) (10,2)

    (a) Las cifras entre parc-ntesis debajo de in variable dan el valor medio de las variables. (b) N, reducido debido a in falta de datos parn 4sta y otras variables pertenecientes a

    ciase obrera (v6ase la nota 16).

    15 Los migrantes masculinos como por ciento de la poblaci6n masculina adulta probablenmente sobreestima la magnitud de la migraci6n interna en el elec- torado, ya qtue, con toda seguridad, alginos migrantes eran niiios. Por otra parte, la existencia de isiiigrantes no naturalizados en 'a poblacion masculina adulta ten- (leria a reducir el porcentaje, de modo q-ue es dificil calibrar el verdadero grado (1e, (lstorsion.

    16" NT6tese aue 1uie adoptado la nedida de Germani: migrantes masculinos como por ciento de argentinos natives. Sin emb)argo, a pesar? de la diferencia de magnitud absoluta entre este indicador y el que y o use antes (Dnigrantes masculinos/todos los`hombres), anibas variables ex,hiben bisicamente las nismas variaciones para los partidos. Para los 360 y -tantos partidos asi como tambien para los partidos de grandes ciudades, la correlaci6n entre las dos variables Ilega a + .082.

    391

  • PET i H. SMITH

    tomar en cuenta las ecuaciones para el Gran Buenos Aires y las grandes ciudades, donde los valores de r2 son extremadamente bajos porque la va- riable migracion no explica la movilidad intraprovincial. Tomemos en cuenta su consejo y veamos los resultados de "otras grandes ciudades" (ecuacion 4). En si, la variable migraci6n explica menos que el 10 por cien- to de la variancia. Si bien tiene una pendiente bastante pronunciada (+ .536), parcialmente ello es funcion del reducido espectro de valores que se manejan (11,8 a 29,4). Lo mas llamativo es que la ecuacion muestre en un partido con migraci6n cero que el voto esperable para Juan Peron iguinmente seria 42,7 siendo su promedio en estos distritos del 53,1. El mis- mo modelo se aplica para otras ecuaciones en partidos fuera de Buenos Aires (asi como tambien aquellos que incluyen a Buenos Aires) 17. Se plan- tea asi la misma deduccion: las relaciones ecol6gicas que se basan en datos agregados disponibles, no confirman la hipotesis de que los migrantes in- ternos prestaran el "apoyo decisivo" para que Juan Peron ganara las elec- ciones de 1946.

    Hasta aqui lo referido a migrantes. Examinemos ahora la hipotesis rela- ci6n positiva entre fuerza obrera (especialmente industrial) y voto peronista. Como dijera antes, la variable "obreros urbanos" de Germani, con sus coeficientes comparativamente fuertes de beta, proporciona una prueba con- vincente de que la fuerza obrera era mas importante que la de los migrantes. Pero todavia no ha clasificado por sectores a la poblacion de clase obrera, de modo que no hay manera de evaluar la importancia relativa de obreros industriales frente a obreros de otro tipo.

    Dado que, aparentemente, los datos censales publicados no son adecua- dos, las deducciones de mis ecuaciones pueden ser sugestivas, pero de nin- guna manera concluyentes. La elevada relacion en la categoria grandes ciudades entre voto peronista y obreros industriales como por ciento de todos los asalariados industriales, no ofrece prueba directa sobre este punto. Reconsiderandolo, el razonamiento de Germani sobre la ambigiiedad de la variable independiente, me parece correcto: el porcentaje de obreros sobre total de asalariados nos dice mas acerca de la naturaleza y grado de la organizaci6n industrial que sobre la composicion del electorado 1s. (En este sentido es analogo a la variable "tamano industrial" que el utiliza y que refleja el nuimero promedio de obreros por empresa industrial; tambien esto arroja relaciones positivas con el voto peronista).

    17 Sacando algunos casos extremos -definidos aqui como observaciones con un residuo standard mayor que ? 2.0- las ecuaciones no se alteran de un modo drAstico. Tomemos dos ejemplos: para el Gran Buenos Aires (revisado N = 32), las ecuaciones son Pertn = 51,5 + .109 migracidn, con un valor r?2 de .020; para otras grandes ciudades (revisado N=14), la ecuaci6n es Per6n = 48,4 + .331 migracdn, con un valor r42 de .078. 18 Germani, "El surgimiento..." pags. 438-39. Estoy tentado de pensar que el grado relativamente bajo de burocratizaci6n industrial refleja la preponderan- cia de los viejos establecimientos industriales y por lo tanto la vieja clase obrera. Pero esto es s6lo una especulaci6n.

    392

  • LAS ELECIONES ARGENTINAS DEL CUARENTA Y SEIS

    Para clarificar esta cuestion y resolver mis propias dudas al respecto, he calculado ecuaciones de regresi6n con tres variables independientes: mi- grantes masculinos interprovinciales como por ciento de todos los argentinos nativos (migraci6n), obreros industriales como por ciento de hombres adul- tos (obr. ind.) y obreros comerciales como por ciento de hombres adultos (obr. com.) 9. Para las areas urbanas se obtiene un modelo predominante: coeficientes positivos para obr. ind. y migrcaci6n, y coeficientes negativos para obr. con. Por ejemplo, en las grandes ciudades, mis datos dan una ecuacion del tipo

    Pern 50.2 + .155 migraci6n + .030 obr. ind. - .600 obr. corn. Los signos de los coeficientes confirman evidentemente mi opini6n so-

    bre la especial adhesi6n de los obreros industriales al movimiento peronista que es distinta a la de toda la clase obrera. Por lo tanto, puede ser que yo haya tenido razon, pero por otros motivos. Sin embargo, el valor de R2 para esta ecuacion es muy bajo (.168) y los valores de beta son ambiguos: + .254 para migraci6nr, + .0.52 para obr. ind. y - .407 para obr. corn. (correlaciones parciales dan el mismo ranking). Asi mi proposicion es con- firmada provisionalmente en la forma de relaci6n aunque no tanto en su pesb relativo 20. Si es que puede encontrarsele solucion a este punto, tendra que ser con los datos ineditos de Germani.

    Resumiendo: creo que los datos de Germani no refutan mis afirmacio- nes de la Conclusi6n N? 2, sino que los confirman: tanto los obreros como los migrantes tendieron a votar por Peron pero, como grupo, los obreros eran mas importantes que los migrantes. Que Peron haya tenido mas votos en algunas localidades especificamente industriales, como ya dije, no queda tan claro, aunque los datos disponibles ofrecen una verificacion parcial de este punto de vista. Creo que el problema exige investigaciones adicionales.

    En filtimo termino, por supuesto, tanto el analisis de Germani como el mio estan sujetos a la misma limitaci6n: la medicion indirecta. Las cifras cenales sobre migracion no consideran la movilidad intraprovincial; tam- poco discriminan la poblacion migratoria por edad o tiempo de residencia. Germani seiiala que los datos publicados sobre ocupaci6n (que yo use) son deficientes, pero la informacion inedita que el maneja, tambien tiene pro- blemas. Pareceria que sus datos, al igual que los mios, podrian referirse mas bien al lugar de empleo que a la localizaci6n residencial. Su c6mputo de las categorias ocupacionales en relacion a la poblacion econ6micamente activa puede brindarnos un cuadro mas o menos exacto del electorado. O

    19 En realidad, tanto el denominador para obr. ind. como para obr. corn. esti compuesto por poblaci6n masculina adulta menos desocupados. Hubiese sido itil, tal vez, restar los no ocupados, pero desgraciadamente no cuento con esos datos en mi material. De cualquier modo la diferencia seria minima; estas ecuaciones se presentan s61o con fines ilustrativos y no como resultados definitivos.

    20 Uno de los aspectos desconcertantes de esta ecuaci6n es que, en promedio, el efecto combinado de las dos variables de clase obrera, obr. ind. y obr. corn., tiende a disminuir el valor pronosticado para Per6n. Puede tratarse de un resultado fortuito debido a la imperfecci6n de mis datos.

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  • PETER .H. SMITH

    bien puede suceder todo lo contrario, dependiendo de la distribucion ocu- pacional de los extranjeros que jugaron un papel tan importante en las areas urbanas (por no mencionar a la gente joven y a las mujeres). De cualquier modo, todas estas variables pertenecen a los partidos y circuns- cripciones que son unidades desconcertantes por su tamaino y tambien por su variacion (por ejemplo, la poblacion promedio total es de mas de 40.000 habitantes; jpero oscila entre 1.217 y mas de 500.000!). Sin duda la inves- tigacion de Germani ha mejorado la situacion, pero todavia quedan dudas e imperfecciones.

    Conclusi6n N? 3: "En los pueblos (partidos con centros de 2.000 a 49.999 habitantes) Peron gano votos en los grupos de clase baja, tanto urbanos como rurales". Esta observacion se desprende de una ecuacion de regresion que abarca ocho variables independientes, reflejandb las condi- ciones de las clases bajas urbanas y rurales. Algunas de estas variables son francamente de contexto o ecologicas, tales como caballos de fuerza por establecimiento industrial, tasa de crecimiento demografico y desigualdad de distribucion de la tierra. El sueldo industrial promedio y la tasa de des- empleo se refieren, indirectamente, al electorado mismo. A pesar de todas sus deficiencias 21, mi variable "clase obrera" muestra una relacion positiva con el voto peronista. Los obreros industriales como el por ciento de todos los asalariados industriales da negativo. Reinterpretada a la luz de la critica de Germani, podria reforzar la idea (sugerida por los caballos de fuerza industria) que en los pueblos -contrastando con las grandes ciudades- Peron obtuvo un triunfo especial en areas que habian sufrido una extensa v reciente modernizacion economica.

    Germani no se ocupa de los pueblos como tales, ya que su estudio pre- liminar se concentra en partidos de 5.000 y mas habitantes. Pero las ecua- ciones que brinda Germani, basadas en parte en mejores datos, confirman y amplian mucho mis propias conclusiones. En todas sus ecuaciones depar- tamentales la fuerza obrera rural muestra una conexion positiva con el voto peronista. Los resultados son muy llamativos en la muestra mas rural (todos los partidos con mas del 50 por ciento de poblacion economicamente activa en ocupaciones rurales) ; el valor de beta es + .928 para obreros ru- rales y + .697 para obreros urbanos (aunque solo + .054 para los migran- tes). Ha de reconocerse que su conclusion es la misma que la mia.

    Conclusi6n N' 4: "Los problemas socioecon6micos ('factores' hubiese sido una palabra mas adecuada) jugaron un papel politico relativamente poco importante en el campo (partidos sin comunidades urbanas), si bien Per6n gano muchos votos en areas subdesarrolladas cuyos integrantes pue- den haber deseado la modernizaci6n. Pareceria que en los partidos rurales las lealtades tradicionales o el caudillo local determinaron los resultados

    21 Como los obreros industriales eran mucho mas numerosos que los empleados, esta variable de "clase obrera" (ambos tipos de obreros como por ciento de la poblaci6n masculina adulta) es muy similar a la variable obr. ind. mencionada m6s arriba.

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    electorales. De paso sea dicho, una de las posibles razones de que los mi- grantes internos no ejercieran un impacto mas positivo sobre el voto pero- nista en areas urbanas, puede haber sido que hayan retenido sus adhesiones acostumbradas durante alguin tiempo mas, despues de haberse mudado a la ciudad".

    La primera parte de esta conclusion, que sefiala la debilidad relativa de los factores socioeconomicos, surge a partir de dos resultados. En primer lugar, mi ecuacion para el campo explica mucha menor variancia que las regresiones de las categorias gran ciudad y pueblo (19 por ciento para el campo, frente a 53 por ciento de grandes ciudades y 47 de pueblos). Los datos de Germani no aclaran mucho este problema, ya que no se examinan aquellos partidos con centros de menos de 5.000 habitantes, si bien los re- sultados contienen una implicacion: cuanto mas rural la muestra, tanto me- nos explica la variancia. Por ejemplo, en el Gran Buenos Aires sus variables explican el 89 por ciento de la variancia; en localidades comparables a las que yo llamo grandes ciudades, explican el 73 por ciento de la variancia. Para la muestra mas rural explican el 55 por ciento; para un subconjunto rural explican el 36 por ciento y para todos los partidos juntos (N - 144), explican el 44 por ciento. Admito que el porcentaje total que explica la va- riancia es mayor que en mis ecuaciones, seguramente porque sus datos son mejores que los mios. No obstante, la tendencia general sigue siendo la misma: los valores de R2 decrecen en areas rurales. Hasta que Germani no se ocupe de los distritos exclusivamente rurales, no creo que podamos obtener buena informacion sobre este punto.

    El segundo fundamento para definir el posible rol de la adhesion tra- dicional o de los caudillos locales en areas rurales, es de orden especulativo, pero se basa en un resultado empirico: ganare quien ganase, las elecciones fueron mucho menos disputadas en el campo que en los pueblos o grandes ciudades 22 Se podria discutir el significado de esta tendencia, pero el hecho mismo queda en pie. Germani no hace ninguna referencia al respecto.

    Mi supuesto sobre el posible mantenimiento de lealtades tradicionales en los migrantes rural-urbanos, como dije, es puramente hipotetico. Lo presento solo como una explicacion posible de mis resultados empiricos. Se lo podria confirmar tal vez con otro tipo de investigacion, como por ejemplo una encuesta detallada o el analisis de docurnentos.

    Conclusi6n N? 5: "En la medida en que los factores socioeconomicos puedan proporcionar alguna explicaci6n, el peronismo comenzo como mo- vimiento de protesta contra el modelo que la Argentina eligio para su mo- dernizacion, proceso que hizo sentirse explotada o abandonada a mucha gente y de ese modo ejerci6 un impacto politico diferencial". Casi todos los observadores ven al peronismo como un movimiento de protesta, asi que la primera parte de esta conclusion no se presta a muchas discusiones. El aspecto esencial y probablemente original de mi afirmaci6n es el que identifica a los peronistas como aquellos que se sintieron "explotados o abandonados" durante el proceso de desarrollo. Los "explotados" serian la

    22 Smith, "The Social Base", pags. 65-66.

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    clase obrera urbana. Pareciera que la gente "abandonada" vivia en las areas rurales atrasadas, dado que mi ecuacion para el campo indica claramente que Peron tuvo muchos votos en partidos rurales donde se producia un cambio social mbnimo 3 (de alli la implicaci6n a que aludia en la Con- clusion N9 4, de que estos elementos "pueden haber deseado la moder- nizacion").

    Como Germani no ha trabajado todavia con partidos puramente ru- rales. sus ecuaciones no tocan este punto. Sin embargo, como aqui no cuestiona tres de las cuatro variables operacionales y como la cuarta (mi- grantes masculinos internos como por ciento de todos los hombres) esta relativamente poco contaminada por la presencia de extranjeros en los dis- tritos rurales 24, sostengo que esta conclusion vale... hasta que otras in- vestigaciones demuestren lo contrario.

    Conclusion NP 6: "Por esta razon, en parte (es decir, la conclusion NQ 5), el peronismo comenzo como una coalici6n amplia y potencialmente inestable de grupos sociales discrepantes. Lo que era beneficioso para los obreros de la gran ciudad podia no serlo para los empleados comerciales en los pueblos o para los empresarios agrarios en el campo. Las porciones no explicadas por la variancia en las tres categorias urbano-rurales tambien implican que mucha gente siguio a Peron por motivos no econ6micos. Peron lideraba una alianza fragil y no un movimiento monolitico de masas o de clase".

    Esta es la conclusi6n de mayor alcance y sospecho que es la que ha estimulado gran parte de las criticas de Germani. Consta de dos dimensio- nes: 1) composicion interna de las clases sociales; y 2) el alcance del apoyo que obtuvo el peronismo, definido estrictamente en terminos de clase.

    El primer punto implica, en cierta medida, suposiciones aprioristicas sobre los intereses de clase y la conciencia de clase. Aqui Germani y yo estamos de acuerdo. En areas urbanas Peron obtiene buenos resultados en- tre la clase baja urbana (dejando de lado la cuesti6n de obreros industriales versus los demas); Germani muestra que tambien triunfa entre los grupos obreros rurales. Cabria preguntarse si los sectores urbanos y rurales de este estrato (cuya definici6n es muy heterogenea) siempre poseyeron y per- cibieron el mismo interes; es esta una cuestion delicada que no puede re- solverse con este tipo de analisis (que yo sepa, no ha sido resuelta tampoco de otras maneras).

    El segundo punto, o sea, si Per6n tenia una base policlasista o no, es mas susceptible de ser tratado con estas tecnicas. Mi deduccion se deriva de una comparaci6n global de las tres ecuaciones de regresion que aparen- temente implicaban (no dire que demostraban) el apoyo de la clase obrera industrial en las grandes ciudades; apoyo clasista generalizado en los pue-

    23 Ibid., pags. 64-65. 24 Se puede ver en el cuadro 1 que la diferencia absoluta entre mnigrantes

    como por ciento de todos los hombres y migrantes como por ciento de argentinos nativos es muy pequefia en los distritos rurales. En los partidos del campo la correlaci6n entre ambas variables es +-.994.

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    bios y apoyo policlasista en el campo, donde no entraba en la ecuacion ninguna de mis variables "clase social".

    Creo que Germani ha demostrado mejor que yo, con los datos que he podido manejar, la validez de esta interpretaci6n. Estamos de acuerdo en el caracter clasista del apoyo peronista en las ciudades. Germani muestra ademas que en las areas menos urbanas Peron tambien adquiere fueraa entre los empleados. En la muestra mas rural (es decir, en la menos ur- bana) los "empleados" urbanos tienen un coeficiente beta de + .313 y los "empleados" rurales de + .375. Aparte, la ecuaci6n de Germani para todos los partidos (con centros de 5.000 y mas habitantes) arroja coeficientes positivos para ambas variables. Es dificil interpretar estos coeficientes sin las otras constantes y descripciones mas completas de las caracteristicas de las variables mismas, pero pareceria que de ellas se desprende una deduc- cion evidente: Per6n tenia apoyo policlasista 25.

    ConclusiOn N? 7: Basandome en resultados previos, estos parrafos co- ronan mi articulo sobre "La base social del peronismo" con algunas especu- laciones sobre una posible erosion futura del apoyo peronista en los pueblos, contrastando con las grandes ciudades y el campo. Dado que esta seccion es puramente hipotetica y Germani no la comenta, no hace falta que la elabore con mayor detenimiento.

    Sin embargo, hay un elemento del desarrollo posterior a 1946 del pe- ronismo que merece ser considerado. Refiriendose a una serie de estudios que sostienen que el peronismo se hizo mas clasista con el tiempo, Germani afirma que en realidad se aplica lo contrario: el peronismo comenz6 como un movimiento clasista y se convirti6 en un fen6meno policlasista y no viceversa. Para probar esta aseveraci6n, menciona el acuerdo electoral de 1958 con Frondizi, las tendencias peronistas de los estudiantes radicalizados, etcetera 2.

    No obstante, para aclarar esta cuestion, es necesario realizar una dis- tinci6n neta y definida entre las tendencias dentro del peronismo alntes y despues de 1955. Es cierto que algunos analisis electorales de comienzos de la decada del 50 tienden a demostrar que el peronismo se hizo cada vez mas clasista antes de 1955 27. Cualquier evolucion posterior debera ser con-

    25 Pareceria que Germani descarta la importancia de los resultados ambiguos en los sectores de clase media, en base a que todos los movimientos politicos, por mis clasistas que sean, gozan en alguna medida de apoyo heterogeneo ("El surgi- miento... , pigs. 444-46). Yo creo que los coeficientes positivos para las variables "empleados" son algo mas sugestivos. Despues de todo, aun un coeficiente cero implicaria que muchos integrantes de los sectores "empleados" votarian por Per6n.

    26 Las pruebas tambien son contradictorias. N6tese, por ejemplo, la correlaci6n pura entre clase y voto peronista para las elecciones de 1962 en C6rdoba, citada por Germani en la pig. 442. 27 V6ase, por ejemplo, DAIio CANT6N: Elecciones y partidos politicos en la Argentina. Historia, interpretaci6n y balance: 1910-1966, Siglo XXI, Buenos Aires, 1973, pAgs. 152-54; WALTmE LrrTL: "Electoral Aspects of Peronism, 1946-1954", Journal of Inter-American Studies and World Affairs, 15, No 3, agosto, 1973, pags.

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    secuencia, en parte, de la alteraci6n abrupta en el contexto politico global. Y esto nos retrotrae a mis preguntas iniciales: