sin inhibiciones

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Fraser, Alison -_Fuera inhibiciones!

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  • SSiinn iinnhhiibbiicciioonneess FFuueerraa iinnhhiibbiicciioonneess!!

    Alison Fraser

    Sin inhibiciones (1993) En Harmex: Fuera inhibiciones! (1991) Ttulo Original: Time to let go (1990) Editorial: Harlequin Ibrica Sello / Coleccin: Jazmn 948 Gnero: Contemporneo Protagonistas: Neville Dryden y Sara Peters

    Argumento: El hombre era irrefrenable! Primero asumi que Sara y l haban sostenido una relacin ntima, y ahora que ese malentendido se haba aclarado confiaba en llevrsela a su lecho. Si no hubiera sido por el joven Scott, Sara le habra dicho a Neville Dryden que se fuera al diablo; haba estado congelada emocionalmente durante tres aos, y necesitaba mucho ms que el clido encanto del actor para derretir el hielo

  • Captulo 1 Sara Peters hizo una pausa en lo alto de la escalera de la estacin de polica. El

    ruido proveniente del interior era terrible, peor que el caos de los sbados por la noche, pues la Navidad estaba cerca.

    Tensndose atraves las puertas de cristal para ser saludada por la interpretacin desafinada de Pertenezco a Glasgow, cantada por un borracho al que trataban de sujetar dos guardias. Esper con paciencia mientras el sargento intentaba obtener el nombre y la direccin de aquel nostlgico escocs.

    Y cmo est mi trabajadora social favorita? le pregunt el sargento Cotton cuando al fin se volvi hacia ella.

    Sara lo mir con escepticismo. Era consciente de que no lo deca con sinceridad; algunas veces senta que minimizaba su trabajo, pero an estaban en buenos trminos y replic con tono agradable.

    No tan mal, sargento, veo que est ocupado.

    Ocupado! Todava no son las diez y todas las celdas estn llenas. Dios sabr lo que vamos a hacer cuando se cierren los bares. Quin dijo que esta es la temporada de buena voluntad?

    S lo que quiere decir estuvo de acuerdo Sara. Ella vea un aspecto poco prometedor en las festividades de Navidad: nios que eran descuidados y maltratados durante todo el ao se encontraban en peores condiciones durante este periodo.

    Te ests desanimando, cario? le pregunt el sargento.

    Sara se encogi de hombros, aceptando lo inevitable. Despus de siete aos en los Servicios Sociales de Fulham era difcil no ser pesimista as que pregunt por el motivo de su visita.

    Bien, en dnde, est el nio?

    En una de las habitaciones para entrevistas, lejos de esta confusin coment el sargento.

    Se escap? pregunt Sara, verificando la informacin que le haba sido dada por telfono.

    Es posible. Lo recogimos hace unas dos horas en el parque Bishop.

    Qu estaba haciendo?

    Oh, nada ilegal le asegur el sargento. Slo era su actitud. Hizo preguntarse a los patrulleros si acaso no estara huyendo, en especial cuando no dio su nombre y direccin.

    Cmo es?

    Incomunicativo y hosco.

  • Algo nuevo, sargento ri, habituada a nios difciles.

    No la clase a la que ests acostumbrada aadi.

    En qu forma?

    Ya lo vers, cario ya lo vers.

    El sargento escolt a Sara a la habitacin para entrevistas. Hizo un alto en la mirilla de la puerta y se percat de lo que el oficial haba querido decir, en el momento en que vio al nio sentado ante la mesa, ignorando con determinacin a la mujer que lo custodiaba.

    Los nios desamparados que atenda Sara eran con frecuencia de un aspecto pattico. Pero en este chico, el mal humor en sus ojos y en su boca, no ocultaban un rostro muy atractivo.

    Un chico bien parecido dijo el sargento haciendo eco a sus pensamientos. Por eso lo trajimos aqu. Hay gente rara en los alrededores.

    S Sara comprendi el comentario demasiado bien. Ha dicho algo?

    Uno de los patrulleros dijo que lo oy murmurar algo como Neville me va a matar.

    Neville?

    El sargento encogi los hombros, antes de abrir la puerta para permitir la entrada a Sara, e hizo seas a la mujer guardia para que saliera.

    Cuando ella se qued sola con el nio, se sent en una silla frente a l. Lo mir en forma subrepticia, despus volvi a la mesa.

    Sara dej pasar el tiempo, mirndolo pensativa al confirmar su opinin. Era un chico muy atractivo, con rasgos bien definidos, pelo negro y lacio que caa sobre su frente.

    Mir su ropa; la chaqueta gris que usaba pareca hecha a la medida y su camisa era impecablemente blanca. El cuello abierto sugera una corbata que haba sido guardada en el bolsillo, y por su pulcritud, no crea que hubiera dormido en el parque.

    Una vez que hizo estas observaciones, Sara continu en silencio hasta que, al final, su paciencia fue premiada.

    Es usted una detective?

    Tuvo cuidado de esconder su satisfaccin. Poda no haber respondido a las preguntas de la polica, pues era un muchacho hurao que poda soportar el silencio por largo tiempo.

    No replic con sencillez.

    l arrug el entrecejo ante la brevedad de la respuesta.

    Entonces, quin es usted?

  • Soy la seora Peters; trabajadora social se identific; despus esper que tomara una vez ms la iniciativa.

    Desde sus primeras palabras, not que hablaba bien, sin acento regional que pudiera delatar el lugar de nacimiento. Tambin, por la calidad de su uniforme, probablemente acuda a una escuela privada. La insignia en la bolsa de la chaqueta tampoco era familiar para ella.

    No debera usted hacerme preguntas?

    Las vas a contestar? el tono de Sara era informal.

    Pudiera ser.

    Bien. Cul es tu nombre?

    Despus de una larga pausa, replic:

    Walter.

    La mirada de Sara se hizo suspicaz detrs de los anteojos. El chico, desde luego, no se llamaba Walter. Acostumbrada a las mentiras, lo que la sorprendi fue la curiosa eleccin del alias.

    Muy bien, Walter le sigui la corriente, pero por su mirada reconoci la irona en su voz, te gustara decirme dnde vives?

    En Londres admiti l, con una nota divertida en su voz.

    Bueno, eso ayuda considerablemente Sara reconoci su sentido del humor, supongo que no quieres detallarlo ms exactamente. Londres interior? Londres exterior? O, tal vez, Londres, Ontario?

    La mir como si dudara que existiera un Londres, Ontario, pero se permiti sonrer.

    Londres interior ahora era su tiempo de jugar. Su respuesta no le deca mucho. Londres interior era un rea densamente habitada.

    Fulham? No? En ese caso, qu hacas en el parque Bishop?

    Nada. Slo caminar.

    Por qu all?

    No me creera dijo el chico, ms divertido que preocupado.

    Intntalo.

    Muy bien. Vio usted alguna vez la pelcula El Agero? y cuando ella asinti, explic: el parque Bishop es donde filmaron la escena con el diablo persiguiendo al cura, y la iglesia al fondo es donde el capitel se rompi y lo lancearon hasta matarlo.

    De verdad? Sara se mostr impresionada por esta horripilante informacin. Dnde aprendiste eso? En una revista?

    No, Neville me dijo cuando lo pasaron por televisin.

    Neville?

  • Un amigo de la escuela tartamude, esta era la mentira nmero dos. De cualquier manera, no estaba haciendo nada malo, as que no veo por qu la polica deba retenerme. Si ni siquiera me han ledo mis derechos.

    Sara sofoc el impulso de rer. Tena la impresin de que Walter gustaba del cine.

    Slo hacen eso cundo te van a acusar de algo le dijo con seriedad, y no tienen intencin de hacerlo. As que si eso es lo que te detiene para darme tu direccin, prometo llevarte a casa yo misma y explicar las cosas a tus padres.

    Consider su oferta por un largo momento antes de explicar:

    No tengo ningunos.

    Ningunos qu? Sara haba perdido el hilo de la conversacin.

    Padres. Soy hurfano.

    Estaba mintiendo otra vez? No se vea como un hurfano, pero estaba ms familiarizada con nios que vivan en hogares donde el presupuesto no alcanzaba para uniformes cosidos a mano. Si era hurfano, tena una madrina o un padrino detrs de l.

    Qu les sucedi? dijo y l tom su tiempo para contestar.

    Sospech que inventaba una historia cuando dijo:

    Mi madre se suicid.

    Y tu padre?

    No tengo ninguno. Soy hijo natural replic, esperando el efecto.

    Sara poda haberle dicho que haca mucho tiempo haba cesado de dejarse sorprender por cualquier cosa, pero supuso que el chico tena problemas. Aun cuando estuviera mintiendo, eran invenciones terribles.

    As que, quin te cuida?

    Nadie. Yo me cuido solo dijo con el mismo aire despreocupado.

    Sara tena la impresin de que estaba actuando algo que haba visto en alguna pelcula.

    Qu edad tienes? pregunt despus, y como l no contestaba, calcul menos con deliberacin. Once?

    Trece corrigi indignado.

    Entonces trat de hacer su pregunta inicial.

    As que, con quin vives?

    Con nadie insisti con terquedad.

    Podras vaciar tus bolsillos, por favor?

    Por qu? pregunt con resentimiento.

  • Slo hazlo, s? le dijo de una manera no desagradable y sonri cuando l farfull algo de invasin de la privacidad y brutalidad de la trabajadora social.

    Mir con ojos malhumorados mientras ella escoga entre el contenido de sus bolsillos. Desdobl una nota escrita. Deca:

    Un regalo adelantado de Navidad, caballero. Considralo un soborno

    Recuerdos, N.

    Sujetos a la nota haba cinco billetes de diez libras.

    Quin es N? pregunt, y a su mirada inocente, sugiri: Neville?

    Tal vez concedi.

    Si era Neville no era el amigo de la escuela quien le hubiera regalado cincuenta libras.

    Un soborno por qu?

    Pero el chico se haba vuelto a admirar la mesa. Busc en el resto de sus posesiones, y escogiendo un boleto de tren usado y la arrugada corbata de la escuela, se levant de la mesa.

    Dnde va? pregunt l.

    A hacer una llamada telefnica.

    Va a regresar? aadi con rapidez.

    Y Sara pens que detrs de su acto de indiferencia, estaba un poco asustado. Por lo tanto asinti confirmando, antes de ir a buscar un telfono.

    Reapareci diez minutos despus, pero el alivio en los ojos del nio desapareci con rapidez cuando ella le explic:

    Escucha, Walter, tarde o temprano vamos a tener que notificar a quien sea responsable de ti. Ahora s que vas a San Bartolom, cerca de Canterbury, y podra llamar a la escuela, pero prefiero que voluntariamente me hables acerca de ti.

    Cmo descubri acerca de San Bart?

    Bueno, el billete del tren revel que viajaste desde Kent. El resto fue suerte. Tengo un primo que es maestro en una escuela de all. Cuando le describ tu corbata y tu chaqueta, me dijo que era de San Bartolom.

    Est segura que no pertenece a la polica? dijo el chico y su tono agrio le dijo que no era un cumplido.

    Debes darte cuenta de que al final te descubriremos.

    Supongo que s.

    Si hay alguna razn por la cual tengas miedo de ir a casa, dmela. No puedo decirte que te sacar de cualquier problema, pero har lo posible prometi Sara,

  • con calma, despus sostuvo la mirada de prueba que l le dirigi. Su confianza tard en mostrarse y no fue ms all de asentir con cautela. Tentativamente, sugiri: Tal vez podramos comenzar con tu nombre. No es Walter, verdad?

    Fue un buen comienzo, porque, con una pequea sonrisa admiti:

    No, es Scott y viendo que su inteligencia no haba sido apreciada, aadi: Walter Scott, lo ve?

    Pens que era un sobrenombre extrao. As que, quin es Neville? Neville Camberlain, tal vez?

    Oh, no, Neville es Neville, y de seguro va a estar enojado! l es mi mi tutor, ms o menos el nio dijo despus de titubear. Y bueno, cuando la escuela termin hoy

    Deberas estar en casa hace horas sugiri Sara.

    No exactamente. Para ser honesto, se supone que debo ir con mi ta Paulina en Hastings a pasar la Navidad. El soborno fue por buen comportamiento.

    Pero en lugar de eso decidiste venir a Londres esta vez Sara asinti y con gentileza le pregunt: podras darme el nmero telefnico de tu ta? Va a estar terriblemente preocupada.

    El de ella no! Slo me recibe porque Neville le paga, es una bruja mercenaria.

    Sara estaba desconcertada, no tanto por las palabras, sino por el cinismo que evidenciaban.

    As la llama Neville se justific l.

    El valentn de Neville, pens Sara, con amargura, preguntndose qu clase de hombre enviaba a un chico, dicindole primero que se hacan cargo de l por dinero.

    De todas formas, no me estar esperando continu l, enrojeciendo cuando confes: Consegu que uno de los chicos mayores le enviara un telegrama. Se supona que era de Neville, diciendo que haba cambiado de opinin y que estara con l en Navidad.

    As que por eso viajaste a Londres? Para quedarte con Neville.

    S, slo que

    Slo que l no lo sabe todava concluy Sara, con sequedad, y recibi una sonrisa tmida en respuesta. En primer lugar, por qu te mandaba con tu ta?

    No es que no me quiera clam el chico con conviccin, casi enojado. Es slo que su mam estar con l por un par de semanas y ella me aborrece.

    Otra vez pareci que estaba repitiendo lo que el hombre deca, y Sara pens en el carcter tan dulce que deba tener ese hombre.

    Pero todava prefieres quedarte con l?

    Oh, s, es mucho ms divertido que ta Pauline declar Scott antes de que su sonrisa se convirtiera en una mueca cuando agreg: aparte de cuando est de mal humor.

  • Qu sucede entonces?

    Bueno, si eres lista, debes desaparecer el nio le confi con risa temblorosa.

    Sara frunci el ceo cuando se imagin lo que podra suceder cuando no era suficientemente listo para evitar el mal humor de su tutor. Considerando las ya familiares posibilidades, se advirti a s misma que no deba hacer conclusiones.

    Cmo crees que va a reaccionar ante esta situacin? le pregunt con cuidado.

    Supongo que no va a estar muy contento del telegrama.

    No, creo que es una buena suposicin.

    Pero todo estar bien despus que grite un poco.

    Ests seguro?

    Por completo. Le gusta tenerme cerca. Lo dijo. Ms que a ella.

    Ella? Sara repiti la palabra dicha con mofa.

    Su madre.

    Cmo es ella?

    Acta como si tuviera veinte, se viste como si tuviera treinta, y se ve de ms de setenta lo dijo como si lo hubiera aprendido de memoria.

    Es esa la opinin de Neville? inquiri Sara con astucia y recibi la respuesta expresada en un rpido rubor. Obviamente el hombre no meda sus palabras ante el nio. Muy bien, qu tal si le telefoneo para que venga por ti?

    Est bien, tal vez pueda persuadirlo de que no se enoje demasiado.

    Yo no contara con ello le previno, pero har lo posible.

    Le gustan las mujeres.

    Sara no estaba muy segura de cmo responder a la confidencia. Ya tena idea de qu forma tomar ese ''gustar'', por tanto se limit a preguntar el nombre completo de su tutor y el nmero telefnico.

    El chico escribi los datos en un pedazo de papel, y, cuando se lo dio, la mir como esperando alguna reaccin.

    Espero que no me ests haciendo trampa le dijo, percatndose de la extraa mirada.

    No, por supuesto que no! Slo pens bueno, que poda haber odo de Neville.

    Por qu? pregunt Sara, pero l se encogi de hombros, as que no le dio importancia.

    Ms tarde dese no haberlo hecho. Por lo menos habra sabido qu esperar cuando marcara el nmero.

    El telfono fue contestado por una voz neutra.

  • S, esta es la residencia del seor Neville Dryden. Quin llama?

    Sara simplemente dio su nombre, no queriendo causar alarma revelando su identidad a una tercera persona.

    Un minuto despus, la misma voz regres para decir:

    Me temo seorita Peterson que el seor Dryden me ha pedido que le informe que no est.

    Peters corrigi Sara; antes de comprender la respuesta repiti con lentitud: Le orden que dijera que no est?

    S la voz confirm sin emocin.

    Era una buena forma de desanimar a la gente indeseable, pens Sara, cuando comprendi que la grosera era deliberada.

    En ese caso, podra usted ir y decirle al seor Dryden que tendr que seguir llamando hasta que lo encuentre?

    Muy bien, seorita.

    Esper tanto tiempo que su mente comenz a hilvanar otros pensamientos, cuando una voz diferente, lleg a su odo.

    Muy bien, seorita Peterson, si usted insiste

    Peters fue todo lo que pudo decir.

    Seorita Como-se-llame-usted, veo que voy a tener que ser franco le inform la voz, y continu en tono lnguido: pude haber disfrutado el dormir con usted. Pero a decir verdad, no me acuerdo. Mas no tengo deseos de repetir la experiencia, as que si puede dejar de llamar, se lo agradecera. Mi ego no lo necesita y tampoco creo que est haciendo mucho por el suyo he sido claro?

    Sara no pudo dar una respuesta coherente, pero el grito que emiti fue tomado por una. Esta vez se qued con la lnea muerta.

    Aun sostena el auricular cuando el sargento regres y pregunt:

    Hablaste?

    S y no dijo con lentitud, como saliendo de un sueo. Habl con el hombre, o por lo menos l me habl a m. Pens que era otra persona.

    Quin, exactamente? pregunt el sargento, intrigado por el rubor de sus mejillas.

    No tiene importancia, pero creo que ser mejor que telefonees t.

    Si quieres, pero el recibir una llamada de la polica, a menudo le ocasiona momentos de ansiedad a la gente.

    No te preocupes, sobrevivir. Toma le extendi la hoja de papel con el nmero y el sargento levant las cejas.

    Vaya, vaya! No mencionaste esto.

    Qu? Sara se le qued mirando, perpleja.

  • El tutor del muchacho, nada menos Neville Dryden! dijo muy impresionado, pero la mirada perpleja de ella persista. El actor, cario. Juegos de muerte, Un Estado Mental, El Escndalo Harrison no ves televisin? le pregunt el sargento cuando ella no pareci reconocer las obras mencionadas.

    No mucho Sara prefera leer.

    Pelculas, entonces? ella neg con la cabeza y l le ech una mirada como preguntando dnde haba estado en la ltima dcada. Es un hombre conocido. Sale con frecuencia en los peridicos, y no slo por sus actuaciones, si sabes a lo que me refiero.

    Puedo adivinar dijo Sara.

    Espera que le diga a mi esposa. Es una gran admiradora de l, como casi todas las dems seoras despus, viendo la expresin nada divertida de Sara, aclar: No me entiendas mal. Es ms que una cara bonita, un buen actor en mi opi

    S, sargento lo cort Sara. Bueno, por qu no lo llamas? Estoy segura de que estar contento de or tu opinin. Y mientras se la dices, de pasada podras mencionar al chico.

    Ahora me pregunto qu te dijo para alterarte as, seora Peters murmur el sargento. Muy bien, muy bien, voy a telefonear. Pero t vas a permanecer aqu hasta que venga?

    Sara asinti, sabiendo que tena que hacerlo aun cuando no tena ningn deseo de conocer al hombre. No era que estuviera incmoda por las cosas que le dijo por telfono. Era obvio que no haban sido para ella y haba odo cosas ms ofensivas en el curso de su trabajo. No, era rabia lo que senta, por la arrogancia de aquel hombre. Cules fueron sus palabras? Pudo haber disfrutado dormir con ella, pero que en realidad no se acordaba!

    Y adems, estaba el chico. Por la evidencia, no consideraba a Neville Dryden como el tutor ideal.

    Mas Scott pensaba lo contrario; esto quedaba implcito por la forma ansiosa en que pregunt a su regreso:

    Que dijo Neville? Que me poda quedar? No le dijo que estaba en dificultades, verdad?

    En realidad no habl con l. El sargento lo est llamando ahora.

    Pens que iba a interceder por m.

    Dije que tratara le record, y lo har.

    No fue ms all. Senta que la oportunidad de influir sobre Neville Dryden era escasa y no se sinti ms esperanzada cuando el sargento les avis que el hombre estaba en camino. El chico debi haber percibido sus dudas porque expres:

    Neville puede ser un poco difcil cuando quiere, pero es bueno por dentro. Slo acta, por su imagen. Es un actor, usted sabe.

  • S, ya el sargento me dijo.

    De todos modos odia que la gente le adule simplemente porque es famoso, as que, a veces, es desagradable.

    Bueno Sara comprendi que estaba siendo instruida para tratar al hombre que pareca ms detestable con cada referencia. No te preocupes, ocultar cualquier urgencia de adulacin que pueda sentir.

    No quise decir que usted le adulara. Es slo que bueno, las mujeres tienden a echarse a sus pies. Pero por supuesto, no creo que usted lo haga, verdad?

    Nada de eso le inform Sara.

    En primer lugar, usted es diez veces ms lista que la mayora de las mujeres con las que sale.

    Gracias.

    Y en segunda, usted es casada aadi de la misma manera, slo que esta vez el rostro de Sara se puso serio. Dije algo malo?

    No neg con la cabeza, tanto para ella como para el nio. Todava estaba tan sensible?

    No la estoy poniendo contra l, verdad?

    No repiti Sara, lo que no era exactamente una mentira, ya estaba contra l antes de que el chico empezara.

    Muy bien. Es slo que alguna gente no lo comprende.

    Oh murmur Sara, evasiva. Pens que entenda al hombre demasiado bien.

    Pero probablemente le gustar.

    Sara no hizo ningn comentario, pues no comparta su optimismo. La mayor parte del tiempo trataba de no juzgar a la gente, pero tena el presentimiento de que haba un club de admiradoras al que no se unira.

  • Captulo 2 El presentimiento fue correcto. Neville Dryden se present media hora despus;

    imponente en traje de noche y pareca disgustado desde el momento en que los present el sargento.

    Esta vez no fue ofensivo lo que dijo, pero si la forma en que la mir: divertido, desdeoso, cuando crey que era otra conquista.

    Ella lo haba mirado de manera dura. Se imagin que estaba acostumbrado a eso, con su figura fuerte y poderosa. Pero era una presuncin asumir que la haba anonadado con su presencia. Era impresionante, pero en una forma fra y arrogante, lo que haba llamado su atencin, era su enorme parecido con Scott.

    Los dejar resolver el asunto dijo el sargento Cotton, y, seor Dryden, gracias por el autgrafo, mi esposa va a estar encantada.

    Fue un placer el actor sonri mientras el sargento sala.

    Una sonrisa encantadora, pero sin significado, pens Sara cuando la dirigi a ella.

    Por favor, sintese, seor Dryden.

    l titube, mir alrededor de la habitacin poco amueblada y suspir de manera resignada antes de sentarse a la mesa. Cada gesto de l provocaba en Sara una creciente irritacin.

    Acord que Scott tomara el t en la cafetera de la polica mientras entrevistaba al hombre, pero ahora se senta confusa.

    l, por otra parte, pareca tranquilo; sac una cigarrera de oro y le ofreci un cigarrillo. Eran de una marca rara, negros con filtro dorado, Sara no lo acept, optando no arriesgarse a toser si eran demasiado fuertes.

    Supongo que en realidad debo disculparme coment despus.

    Sara esper a que dijera ms. Cuando no lo hizo, advirti que esa era la disculpa o lo ms cercano a una, que reciba de l.

    No haba ninguna excusa en la sonrisa que le dirigi. Una vez ms, rebosante de encanto practicado, hizo que la aversin de Sara fuera ms fuerte e intuy que el actor no objetaba la adulacin tanto como el pequeo haba dicho.

    Si se refiere a nuestra conversacin telefnica, no hay necesidad. Comprend que me haba confundido con otra persona dijo con voz indiferente.

    Sin embargo, esto no era algo que Neville Dryden estuviera acostumbrado a recibir y lo hizo enderezarse ligeramente, y abandonar su aire lnguido mientras valoraba a la mujer que tena frente a s.

    Ella estaba consciente de su escrutinio y no esper que resultara favorable. Aunque los pesados anteojos y el moo no hubieran disimulado sus separados ojos

  • caf y el castao brillante de su pelo, dudaba que fuera considerada como una mujer atractiva.

    Pero a Sara le importaba poco su opinin. En realidad, esperaba que si la encontraba comn, pudiera tratar la situacin con algo de seriedad.

    No sucedi. Cuando termin su apreciacin se reclin sobre la silla.

    Bueno, debo decir que es encantador de su parte ser tan comprensiva, seorita Peterson, pero estoy seguro que si nos hubiramos conocido, de seguro la hubiera recordado.

    Dios, es terrible, pens Sara ante lo que tal vez era un cumplido. No solamente no poda dejar de ser galante, no poda, incluso, tener la decencia de entender bien su nombre.

    Es Peters, seora le corrigi.

    Lo siento, Peters seora repiti l, en tono de burla.

    Su falta de inters personal en l, al fin pareca hacerse evidente y lo enfatiz al continuar:

    Si pudiramos hablar acerca del nio, seor Dryden.

    S, debemos hacerlo dijo con una nota de aburrimiento, reforzada por el golpe sobre el canto del cenicero con el cigarrillo. As que dnde est Supervaliente? No lo habr encerrado en una celda, no es as? S que es un problema, pero en realidad

    Sara se encontr contando hasta diez. Estaba acostumbrada al abuso verbal, pero encontr que esta clase de provocacin era una cosa diferente.

    Por Supervaliente entiendo que quiere decir Walter demasiado tarde se dio cuenta del error. No, quiero decir Scott. Pero no se alarme, probablemente es el mismo chico. Pelo negro, ojos azules, frente alta. Bien parecido, o por lo menos eso dice la gente.

    Sara se pregunt por qu se molestaba en describir al chico. Era innecesario. Nadie poda dejar de notar que el chico era una edicin ms joven de este hombre, exacto en sus mejillas cuando sonrean. La diferencia era la edad.

    Vaya tutor!, pens Sara con desprecio, pero decidi no desafiarlo. Tena suficientes problemas para mantener la conversacin en un nivel razonable.

    Presumo que Walter fue una invencin del momento. Bueno, por lo menos demuestra que conoce algo de literatura.

    Perdn? Sara slo pesc la cola del comentario.

    Walter Scott despus sinti necesario explicar: Sir Walter Scott. Novelista del siglo diecinueve. Escribi

    Las novelas Waverly Sara lo cort antes de que la pudiera hacer sentir una iletrada. S, seor Dryden, he odo acerca de l.

  • Su irritacin fue recibida con otra sonrisa que la molest an ms, y l volvi a preguntar:

    As que, dnde est Scott?, quiero decir, no Sir Walter.

    Y Sara supuso que si no perda la paciencia durante esta entrevista, mereca la santidad.

    Fue llevado a la cafetera para tomar algunos emparedados le revel tratando de que su tono fuera neutral, no ha comido nada desde el desayuno en la escuela y ha estado paseando alrededor de Londres la mayor parte del da.

    La frente del hombre se arrug ligeramente, pero no se detectaba preocupacin en su siguiente comentario:

    Buscando el valor para venir a casa.

    La reaccin de Sara fue impulsiva:

    Por qu? Lo necesita?

    Un tono cortante, acusador y totalmente impersonal!, se percat Sara antes de encontrarse con los ojos de l. Sin embargo, no estaba preparada para el efecto que su franqueza hara.

    No maltrato al nio, si eso es lo que teme afirm despus de una larga y silenciosa mirada, y an contando con la frtil imaginacin de Scott, tengo dificultad de creer que l haya sugerido tal cosa.

    Echndose para atrs, replic:

    Lo siento, si le di una impresin equivocada, seor Dryden. Como usted dice, Scott no ha hablado de mal trato. En realidad est ansioso de que lo deje pasar la Navidad con usted.

    De veras? dijo, sin ningn inters aparente, bueno, sobre gustos no se puede decir nada, verdad seorita seora Peters?

    Sara se sinti tentada a ser franca y estar de acuerdo. Por qu el hecho de que alguien buscara la compaa de este hombre, era algo que estaba ms all de su comprensin? No se imaginaba cmo sera la ta de Scott para preferir a ese bruto sarcstico.

    Mire, seor Dryden, entiendo que a usted le incomode mi interferencia

    Lo entiende? dijo l con fuerte irona.

    Sin embargo, por lo menos debe percatarse de que estamos preocupados por el bienestar de Scott.

    Oh, por lo menos la imit fraseando diplomticamente, antes de aceptar: muy bien, qu quiere saber?

    Pareca dispuesto a cooperar, pero cuando se acomod en la silla y cruz los brazos, tena una expresin tal de aburrida resignacin que Sara se pregunt por qu se tomaba tantas molestias. Nada obligara a este hombre a hacer lo que no quera y

  • su marcado desinters sugiri que Scott pronto estara en un tren rumbo a la casa de su ta en Hastings. Sin embargo, tena que continuar.

    Es usted el tutor de Scott? l asinti con brevedad. Es usted pariente del chico?

    Ella anticip una rotunda negativa, pero l inclin la cabeza como para llamar la atencin sobre el parecido con Scott.

    Usted qu piensa?

    Y su madre?

    Muri dijo, confirmando, en parte, lo que Scott le haba dicho.

    Tal vez el resto tambin era verdad, que su madre se suicid; pero opt por no seguir hurgando.

    Es todo?

    Casi, seor Dryden hubo una nota spera en la voz de Sara mientras miraba el traje de noche. Veo que tiene usted otros planes para esta noche.

    Tena corrigi con resignacin. Una rubia encantadora, pero no deje que esto la preocupe.

    No lo har murmur Sara, intentando que no oyera el comentario.

    Se hizo evidente que lo oy cuando l levant un poco las cejas oscuras y ri divertido. Despus, consult su reloj de oro.

    Sin embargo, como est esperando en el coche, quiz podramos terminar con esto.

    Su arrogancia casi sugera que ella estaba prolongando la entrevista y tal actitud fue demasiado para Sara.

    Seor Dryden, para lo que a m me importa, puede usted comenz furiosa, slo para ser interrumpida por un llamado a la puerta y la reaparicin de la guardia.

    Por supuesto que Neville Dryden debi haber comprendido su frustracin. Una mirada se lo dijo. Sonrea satisfecho como si l personalmente hubiera arreglado esa interrupcin.

    Prob entonces su devastadora sonrisa con la joven polica, y la chica se ruboriz.

    As que era de esa manera como deba reaccionar, pens Sara. No era raro que el hombre fuera un engredo.

    La chica qued casi sin respiracin cuando explic que haba trado a Scott de regreso. Escondiendo su disgusto, Sara le dio las gracias en un murmullo y le pidi que lo hiciera pasar.

    El nio entr con precaucin, con los ojos puestos en el hombre. Sara vio miedo en su expresin mientras esperaba el veredicto.

  • Ests enojado, Neville? pregunt el chico, con una tmida sonrisa.

    Furioso le confirm su tutor, con su acostumbrada languidez. En realidad, estoy considerando usar un palo cuando lleguemos a casa.

    No lo haras! exclam Scott, seguro que estaba bromeando.

    Quieres apostar? lo desafi antes de echarle una mirada a Sara, quien hizo evidente su completa hostilidad. Entonces, como si lo hiciera reconsiderar, suspir. No, tal vez no. No me gustara que la seora Peters tuviera una idea equivocada.

    Era obvio, por la sonrisa de Scott y la del hombre, que no haba la ms remota posibilidad de castigo.

    Dijo que hablara a favor mo agradeci, atribuyendo el buen humor de Neville a los poderes de persuasin de Sara.

    Lo hizo murmur Dryden; era una afirmacin para el chico, pero levant una ceja en direccin de Sara, quien apret los labios, pues comprendi el gesto demasiado bien. Las pocas palabras que haba dicho, fueron recibidas con el mismo desdn.

    Quieres decir que no tengo que ir con ta Pauline para Navidad?

    El rostro de Neville Dryden se hizo sobrio.

    Posiblemente, pero no creas que dejar de ver el truco que hiciste.

    El truco?

    Telefone a Pauline antes de venir aqu, preguntndole por qu no haba reportado tu ausencia. Aparentemente yo mand un mensaje informndole de mi decisin de que permanecieras conmigo esta Navidad.

    Oh el chico se ruboriz.

    S oh el hombre esperaba una explicacin, pero mirando a Sara, se limit a decir: hablaremos de eso despus.

    Scott asinti, consciente de que le daran un sermn.

    Pero puedo permanecer contigo en Navidad por lo menos hasta que vaya a esquiar con el grupo de la escuela.

    Sara observ que el nio retena la respiracin y tuvo piedad de l. Su padre, pues eso supuso que Neville Dryden era, al parecer no comparta esa ansiedad de pasar la Navidad juntos; tom mucho tiempo en pensarlo.

    Supongo que puedes quedarte durante una semana. Slo recuerda que no estaremos solos replic, lo primero con indiferencia, lo ltimo era una advertencia.

    Sin embargo, Scott no pareci desanimarse.

    No te preocupes, no estar visible.

    Eso, farsante, le creer cuando lo vea dijo Neville Dryden y hubo una mirada de conspiracin entre los dos.

  • Sara slo pudo adivinar su significado. Record mencionar a Scott que la madre de Neville Dryden no lo quera, pero le era difcil aceptar que el nio fuera mandado a otra parte por esa causa. No sera la encantadora rubia que esperaba en el coche la verdadera razn?

    Lo que fuera verdad no impidi que Scott tuviera lo que quera. Por su radiante rostro, era obvio que estaba agradecido con cualquier atencin, aunque fuera descorts.

    No se poda decir lo mismo de Sara. Cuando el hombre le sonri a ella, permaneci impasible y gradualmente la sonrisa de l se convirti en una mirada perpleja.

    Sara no poda comprender por qu deba estar desconcertado. Slo pens que el actor deba ser monumentalmente presumido para esperar otra cosa que disgusto por su comportamiento anterior.

    Puedo suponer que estamos libres?

    A Sara le tom algunos segundos pensar una respuesta contundente para corresponder a su nica pregunta; sin embargo, intercept una mirada de splica del chico.

    Naturalmente dijo restringindose, Scott no ha hecho nada malo.

    Bueno, estoy contento de que por lo menos alguno de los dos tenga su aprobacin, seora Peters.

    Neville, no! murmur Scott y recibi una mirada de total sorpresa por ello.

    Pero si Dryden estaba poco acostumbrado a la crtica del chico, la acept encogindose de hombros.

    Muy bien, farsante. La seora Peters sabe que estaba bromeando.

    Sara forz una dbil sonrisa, slo fue por atencin a Scott. Y decidiendo que ya haba tenido suficiente los condujo fuera de la recepcin.

    Todo arreglado? pregunt el sargento Cotton cuando los vio.

    La pregunta fue dirigida a Sara, pero como ella tard en replicar, Neville Dryden habl por ella.

    S, gracias sargento y de parte de Scott, me gustara disculparme por cualquier prdida de tiempo. S que estn ocupados.

    Slo la noche normal de un sbado, seor, no necesita disculparse.

    La alegra del sargento era un marcado contraste con el humor de Sara quien habiendo odo la opinin del oficial acerca de la falta de atencin de algunos padres, pens que estaba siendo inesperadamente generoso. Pero Neville Dryden era una celebridad.

    De todas formas es Sara la que merece el crdito continu el sargento.

    Sara? le hizo eco Neville Dryden.

  • La seora Peters, ella sabe tratar con los nios. Nadie pudo sacarle una palabra al chico antes que ella

    Sargento ataj Sara, pues no deseaba que exhibieran sus virtudes. Siento interrumpir, pero ser mejor que me vaya antes que pierda el autobs.

    Inclin la cabeza de manera corts, dirigi una sonrisa clida a Scott y dio las buenas noches deprisa, al sargento.

    Cuando esperaba bajo la lluvia en la parada de Fulham Palace Road, no saba si el siguiente autobs llegara en cinco minutos o en treinta.

    Estaba empapada despus de la corta caminata desde la estacin de polica y, mientras la golpeaba la lluvia, comenz a culpar a Neville Dryden de su suerte. Lgica perversa, pues si no hubiera estado tan ansiosa de alejarse de l, el sargento podra haber arreglado que un coche de la polica la llevara a su casa. Sin embargo, de esta manera el resfriado que quiz estaba pescando era culpa del actor.

    Y de todo lo dems, pens, absolvindose a s misma sobre la forma en que lo trat. Despus de todo, cmo se poda razonar con un hombre as? Slo hubiera deseado decirle que se tirara de cabeza.

    Por lo menos eso es lo que se estaba diciendo a s misma hasta el momento en que un Daimler oscuro se detuvo en la parada del autobs e hizo sonar la bocina. Ella se sinti un tanto alarmada hasta que el vidrio de una ventana de atrs se desliz hacia abajo y Scott sac la cabeza.

    Quiere que la llevemos, seora Peters?

    Yo titube cuando Neville Dryden desde el asiento del conductor le ech una mirada nada invitadora. Podra ser que no fueras por mi camino dijo, adivinando que haba sido idea de Scott pararse frente a ella.

    Eso no importa. Verdad, Neville? dijo buscando la aprobacin de su tutor, pero Sara ya haba decidido no aceptar.

    Est bien, Scott forz una sonrisa para el nio. Un autobs vendr pronto. No me importa esperar.

    Pero est muy mojada.

    Sara se poda imaginar, su aspecto con la lluvia sobre su pelo y su rostro. Not que la mujer en el asiento de adelante la examin escrutadora antes de lanzarle una mirada desdeosa. No saba si sentirse divertida o irritada. Aun si estuviera seca, not que nunca sera competencia para esa rubia despampanante, ni deseaba serlo, considerando el precio. l tambin pareca encontrar algo que fisgar, mientras la miraba interponer excusas.

    Es muy bondadoso de tu parte, Scott iba a rehusar nuevamente, pero la detuvo el sonido de un portazo.

    Con la boca abierta, vio a Neville Dryden caminar hasta donde ella estaba, abrir la puerta de atrs e inclinar la cabeza ligeramente, invitndola a subir.

  • Me temo que Scott, insiste dijo con lentitud, mirndola con burla y dejando en claro que a l no le poda importar si se ahogaba en la lluvia.

    Sara se jur a s misma que no iba a aceptar, aun cuando tuvieran que estar all el resto de la noche.

    Los segundos llegaron a ser un minuto completo mientras l continuaba sosteniendo la puerta abierta, enloquecedoramente obstinado, hasta que Sara se dio cuenta que estaba preparado para permanecer el tiempo que fuera necesario.

    Gracias se subi al coche y se dijo a s misma que en realidad haba ganado su sentido comn sobre la locura e ignor la sonrisa de Scott, que vea el hecho de manera diferente.

    Adnde? pregunt Dryden, cuando se sent en el asiento del conductor.

    Upper Richmond Road.

    Richmond? se volvi a mirarla. Entonces estoy seguro de que se sentir aliviada de saber que vamos por su camino, seora Peters. Es una lstima que no lo haya dicho antes. Nos hubiera ahorrado contratiempos.

    Su tono era sarcstico, y Sara pens en salir del coche, pero con resignacin se inclin en el asiento y recibi otra de esas miradas de disculpa de Scott. An enojada como estaba, le obsequi una sonrisa. No lo poda responsabilizar del comportamiento del hombre.

    Ni siquiera tuvo la educacin para presentarla a su compaera y mientras se dirigan al puente Putney, la rubia murmur:

    Quin es?

    Nadie el murmullo de l fue ms bajo pero audible.

    A su espalda, Sara frunci el ceo y trat de ensimismarse. No era fcil, pues la rubia sigui hablando, y cada palabra de su conversacin poda orse.

    Nev, querido comenz y Sara pudo haber jurado que Scott haba emitido un gruido, molesto.

    S? el tono del hombre era seco.

    La rubia pareci no notarlo.

    Estaba pensando, bueno, no tienes que llevarme a casa, verdad?

    Hubo un gran silencio antes de que Neville Dryden interpretara la pregunta en forma literal.

    No, pero es una larga caminata de aqu a Wimbledon. No me gustara que te mojaras, Janey.

    Sara escuchaba a pesar de todo y detect la advertencia implcita.

    Janey no se dio cuenta y rea.

    Bromeas, querido. Sabes muy bien lo que quise decir

    S! espet cortante.

  • Entonces por qu no? continu Janey. Podra regresar contigo a tu casa, y despus que mandes al chico a la cama podemos proseguir donde

    Janey! ahora era una severa orden para que guardara silencio.

    Surgi ms bien tarde, porque Sara tena una clara idea de lo que la rubia haba sugerido. Y Scott, que ya haba pasado de la edad en que lo acostaran, tambin pareca haber entendido. Era demasiado listo, pens Sara, mientras lo vea cerrar los ojos con desesperacin por la ltima eleccin de su tutor.

    Estabas muy entusiasta antes continu la rubia. No s por qu ests as.

    No? Supongo que es demasiado esperar que conozcas la expresin de los lanzadores pequeos tienen grandes orejas y debi haber hecho un gesto hacia atrs porque Janey se volvi. Pero su referencia a que Scott escuchaba con avidez no fue entendida, pues fue a Sara a quien mir con disgusto.

    Y, con poca confianza de que su sutileza sera apreciada, Neville Dryden comenz a pedirle a Sara que lo orientara. La lluvia haba cesado de repente, y su peticin de que la dejaran continuar su viaje en autobs fue ignorada. l insista en dejarla a las puertas de su casa.

    Pens que llevaba la cortesa demasiado lejos, cuando estacion el coche y dijo:

    Scott, escolta a la seora Peters a su puerta.

    No hay necesidad asegur ella, pero otra vez fue ignorada.

    Scott! apresur al nio quien no esper a que se lo dijera otra vez.

    Sara sali despus de l, ansiosa por alejarse, pero, cuando lleg a la acera, el vidrio de la ventana del conductor, baj suavemente.

    Seora Peters? su voz la hizo detenerse.

    S? esta vez no haba animosidad en la mirada que intercambiaron.

    Por un breve instante, Sara pens haber visto al hombre detrs del actor, un individuo complejo y sagaz, con fachada de conquistador.

    Despus, la impresin desapareci, cuando en forma lnguida y con una dbil sonrisa le dijo:

    Que tenga feliz Navidad.

    Sara no respondi, se alej con Scott, perseguida por el sonido de la risa infantil de Janey.

    Ve lo que le deca? coment Scott cuando se alejaron. Es an ms tonta que la ltima y aquella no era Einstein. No s por qu sale con mujeres como esas.

    Esta dura crtica la divirti y hubiera sido una hipcrita de haberle llamado la atencin al chico. Al final, slo argument:

    Es muy bonita.

    Lo cree usted? era evidente que Scott no lo pensaba as.

    No es tu tipo, eh?

  • Definitivamente no. Cul es el objeto de salir con alguien con quien no te puedes comunicar ms que a un nivel primitivo? Y adems de eso, apuesto a que su pelo es teido.

    El comentario malicioso, y el juicio certero hizo rer a Sara.

    Ests seguro de que slo tienes trece?

    S, pero Neville dice que soy ms bien precoz para mi edad.

    Por una vez, puede que Neville tenga razn respondi Sara sin pensar, despus, dese haber escogido mejor sus palabras.

    No le cay bien, verdad? era obvio que Scott estaba desilusionado por esto. Supongo que fue bastante desagradable con usted. Pero no siempre es as, de verdad.

    Sara se pregunt si Neville Dryden apreciara la lealtad de su hijo. Lo dudaba.

    Mientras sea bueno contigo murmur.

    Oh, s, siempre lo ha sido Scott respondi casi con orgullo. Aun cuando vivamos en Manchester, vena a verme con tanta frecuencia como poda. Y cuando mam muri, dej de filmar y vol desde Australia.

    Sara sinti que se le formaba un nudo en la garganta. Endurecida por situaciones peores, este nio la conmova. Y aunque l pareca feliz por la forma en que las cosas se haban desarrollado, algo la preocupaba todava.

    Scott, llegaste a Londres a medioda y la polica te recogi como a las siete. Por qu no fuiste a la casa de Neville en todo ese tiempo?

    Lo hice, pero su coche no estaba fuera y pens que su madre poda estar ah, as que decid esperar hasta que estuviera en casa. Fue entonces, que la polica me detuvo en el parque, quiz creyeron que haba hecho algo malo. Comenzaron a preguntar mi nombre y dnde viva, y, bueno, no poda comprometer a Neville.

    Por qu no?

    Por la publicidad, por supuesto dijo, como si hubiera sido obvio. S que usted no ha odo de l, pero en verdad es muy famoso. Y quiere guardar el secreto, de que soy su quien soy termin Scott, habiendo casi revelado su verdadera identidad.

    Creo que s quin eres, Scott admiti Sara con gentileza. No te preocupes, yo no dira nada y mucho menos a la prensa, y no me gustara que sintieras que debes ocultrmelo. No es algo de lo que puedas avergonzarte.

    No, Neville dice eso. Es por su mam que lo tiene que ocultar. Ella me odia.

    Ests seguro? Sara se preguntaba si no exageraba la antipata de su abuela.

    El chico asinti con vehemencia.

    Usted puede ms o menos entenderlo.

    No, no puedo Sara sonri. Encontraba a Scott muy agradable, slo senta no poder ayudarlo en alguna forma. Es mejor que te deje ir. l estar esperando.

  • Oh, a Neville no le importar contest con confianza. Es probable que la est poniendo en su lugar por indiscreta. Es la palabra correcta?

    S respondi Sara.

    De cualquier manera, por eso quera que la acompaara hasta su puerta explic Scott, para que pudiera decirle que se callara frente a m. Supongo que piensa que soy demasiado joven para entender que duerme con sus amigas.

    Cmo te sientes acerca de eso?

    Es su vida Scott se encogi de hombros con filosofa. Slo deseara que tuviera mejor gusto. Algunas veces me siento apenado por l.

    Sara se hubiera redo si el comentario lo hubiera hecho un adulto. Tuvo que luchar para conservar una actitud seria.

    Ese es l aadi el chico cuando son la bocina de un auto. Me tengo que ir. Gracias por escuchar, seora Peters. Siento haberle estropeado la velada.

    D ninguna manera. Disfrut conocerte, Scott.

    S? se volvi contento consigo mismo y la sorprendi con su pregunta: La volver a ver?

    A punto de decir no, algo en los ojos del chico la detuvo. Saba que no deba animarlo. Esa era la primera regla de su trabajo: hacer lo que pudiera y tratar de permanecer sin nexos emocionales. Pero Sara nunca haba sido buena para obedecer rdenes.

    Oficialmente, no, pero si te encuentras en un problema en las fiestas, no me opondra a tener compaa.

    De verdad?

    Ella asinti.

    Estar lejos desde la noche de Navidad, pero me encontrars en casa la mayor parte de los das siguientes.

    No s si podr venir contest Scott despus de haberlo pensado un momento. Usted sabe, ir a esquiar

    Est bien, como t quieras Sara comprendi que no quera comprometerse y finaliz la conversacin diciendo:

    Bueno, que tengas una feliz Navidad.

    Usted tambin replic y, con una ltima sonrisa, se dirigi al coche que esperaba.

    El Daimler aceler cuando ella introdujo la llave en la puerta. Dud volver a ver al chico. Tal vez era lo mejor, aunque dese haber hecho ms por l.

    Al entrar, desabroch su abrigo y lo colg en el perchero para que se secara. Un hombre apareci en lo alto de la escalera.

    Llegaste tarde. Quieres un trago?

  • No, gracias, Bob.

    Tal mal estuvo, eh? Bob ri. Qu fue esta vez?

    Siendo un compaero de trabajo social, Bob estaba realmente interesado, pero como le rentaba a l y a su esposa las habitaciones superiores, Sara tena cuidado de no contar mucho con su hospitalidad.

    Oh, nada especial se encogi de hombros. Te dir maana.

    Est bien Bob vio que estaba cansada y mojada. Buenas noches, Sara.

    Buenas noches, Bob contest y abri su apartamento.

    Ya en su habitacin se quit la ropa mojada. Despus, regres a la sala para prender el calentador. Quit los pasadores de su pelo y se sent cerca del aparato para secrselo.

    A veces era molesto, estando tan largo, y con mucha frecuencia, Kathy, la chica de arriba, le insinuaba con gentileza que un estilo de pelo diferente y lentes de contacto mejoraran su imagen.

    Divertida por el uso literal de jerga sicolgica de Kathy, Sara no crea que su imagen estuviera tan mal, pero acept ponerse lentes de contacto para Navidad. Pero cortarse el pelo, no lo poda hacer. Le dio a Kathy toda clase de excusas porque saba que la otra chica no podra entender la verdadera razn: que a Nick le haba gustado largo.

    Levant los ojos a la fotografa de bodas en la repisa, y se mir a s misma; el pelo le caa en ondas debajo del encaje blanco de su velo. Nick estaba junto a ella; su rostro era delgado, inteligente y solemne, aun cuando una mano, apretando una de las suyas, revelaba la profundidad de sus sentimientos.

    Al parecer, todava estaba casada, tan comprometida con Nick ahora como lo haba estado entonces. Difcilmente pasaba un da que no pensara o una noche que no suspirara por l. El tiempo segua pasando pero el amor permaneca, como si hubiera sido ayer cuando haban estado recostados juntos. No importaba que hubieran pasado tres aos, tres largos aos de soledad.

    Nick haba muerto. Pero los sentimientos no y tal vez, nunca moriran.

  • Captulo 3 Sara pas la Navidad en Orchards, el hogar de sus padres en Kent. La casa era

    un hermoso edificio antiguo con paredes cubiertas de enredadera. Haba pertenecido a su familia por tres generaciones y su tamao y elegancia daban testimonio de la riqueza de los Summerfield. Algunas veces Sara pensaba que su grandeza no era adecuada, pero amaba el lugar.

    Su padre, Charles Summerfield era un rico corredor de bolsa, con el don para hacer dinero el cual gastaba profusamente en bien vivir, coleccionar antigedades y, cuando se lo permitan, en sus hijos.

    Tena dos: Simon, un cirujano exitoso y una fuente de orgullo para l, y Sara, cinco aos menor, que rara vez haca algo que le agradara, pero era ms querida para l que todas sus posesiones.

    Este cario era expresado en formas extraas; una mirada exasperada cuando la vea con jeans viejos y un suter horrible; un ceo fruncido y expresin de dolor cuando visitaba su casa en Londres; una comprensin y tolerante del por qu quera pasar su vida tratando con la miseria de otros. Sin embargo, no haba duda del cario que ambos se tenan.

    Slo una vez haban peleado seriamente. Fue por causa de su difunto esposo Nick y el no aceptar la casa que les haba comprado su padre como regalo de bodas. Nick, fue orgulloso y obstinado en ese aspecto.

    Primero haba sido amigo de su hermano, ambos eran residentes en el mismo hospital en Londres y Simon lo invit a Orchards un fin de semana cuando Sara haba llegado de la universidad.

    Tenan poco en comn. l tena siete aos ms que ella, mucho ms serio y de antecedentes muy diferentes. Fue criado en Newcastle, haba pasado su niez cambiando de una casa hogar a otra y luch para llegar a la escuela de medicina y sobrevivir seis penosos aos de estudio para convertirse en mdico. Esto lo haba hecho reservado, a veces hosco, pero su indudable inteligencia haba atrado a Simon Summerfield.

    Y Sara? Nick nunca haba sido reservado con ella. En el primer encuentro, se sentaron en el columpio del jardn, y hablaron durante horas, sobre todo y sobre nada. Vio a Sara tal como era, una chica inteligente con un espritu generoso. Y ella lo percibi apasionado detrs del rostro impasible que presentaba al mundo. Supo entonces que cambiara su vida.

    Y as fue cuando l muri, pues no fue capaz de volver a su antigua vida. Lo intent, pero al final regres a su hogar de casada en Richmond y a su trabajo. Esto trastorn a sus padres, quienes pensaron que abandonara ambos. No comprendan que necesitaba el trabajo para conservarse sana, y quera tener presentes los recuerdos que slo poda encontrar en aquella casita victoriana.

  • Esa era una de las razones por las que limitaba sus visitas. Disfrutaba estar en la casa de sus padres, especialmente cuando los nios de su hermano estaban ah, pero no importaba cunto conversara y riera, sus padres la miraban con ojos ansiosos.

    Esta Navidad no era diferente. Se qued el tiempo que haba determinado, evit con cuidado cualquier discusin bien intencionada acerca de su vida privada, despus escap a la ciudad con su hermano Simon. l se ofreci a llevarla a casa, para poder, como l dijo, alejarse de dos nios gritones.

    La marcha del Jaguar era suave y relajante, como su hermano Simon. Con un tono estudiadamente casual, inici la conversacin.

    As que, qu piensas de Paul?

    Paul?

    Paul Cartwright, lo conociste en la cena de Navidad.

    Oh, ese Paul.

    Y bien? su hermano presion cuando no obtuvo ningn comentario.

    En cierto modo mejor.

    En qu?

    Al ltimo, y no me mires con inocencia aadi Sara, sonriendo. Sabes tan bien como yo, que mam siempre encuentra un hombre libre para m, en general, cerca de los cuarenta, algo rico, y nunca, por supuesto, casado. Realmente es asombroso cmo se las arregla. No pensars que existen tantos hombres elegibles flotando por ah, verdad?

    Muy bien, querida hermana, ya entend Simon ri a pesar de l. Pero puedo decir que te ests volviendo terriblemente cnica a tu edad.

    Oh, s terrible respondi con buen humor.

    Y, ests muy equivocada acerca de Paul. Para empezar, yo lo invit, no mam. Sin intencin de acomodarlo, tampoco, debo aadir. Hace poco que est en el hospital y no conoce a mucha gente.

    En ese caso, me disculpo contest Sara, no muy convencida.

    Siendo mucho mayor, Simon la protega siempre. Cuando era nia, no le haba importado. Sin embargo, en ocasiones actuaba como el hermano mayor, seguro de que saba ms. Slo poda esperar que no tuviera las mismas ideas todava.

    De cualquier modo, comprendo que no ests lista para una relacin seria. S lo especial que era Nick y que pocos hombres se le pueden igualar. Era tan brillante, tan capaz. Y pudo haber Simon se qued pensando en las cosas que su amigo hubiera podido alcanzar si viviera.

    Sara no dijo nada. Nunca haba podido hablar sobre Nick con nadie, ni siquiera con Simon. Saba que su intencin era buena, pero no crea que en realidad entendiera. Haba admirado a Nick por su intelecto.

  • Pero Sara lo haba amado por cosas muy diferentes, por el profundo carcter compasivo detrs del exterior duro, competente y por los repentinos momentos de inseguridad que le hacan saber cunto la necesitaba.

    As que no dijo nada y Simon se qued callado, considerando que haba tocado algn recuerdo doloroso.

    El viaje tom poco tiempo a travs del escaso trnsito. Cuando dio la vuelta a una calle. Sara vio por la ventana una figura vagamente familiar, caminando con lentitud en direccin opuesta.

    Detn el coche! dijo tan de repente, que su hermano accion los frenos con violencia.

    Dios, qu sucede? exclam, mirando alrededor.

    Slo alguien que creo que conozco replic Sara, ya casi fuera del coche. Te ver en la casa.

    Dejando a su sorprendido hermano, se apresur a caminar por la calle hasta que la figura que se alejaba se volvi al or sus pasos.

    Scott grit, cuando lo alcanz, pens que eras t.

    Seora Peters el chico sonri al reconocerla, despus dijo con timidez, llam a su casa, pero no estaba.

    No, acabo de regresar Sara percibi su cortedad y pregunt: cmo llegaste aqu?

    En autobs. Esper un rato, pero el hombre de arriba dijo que no saba cundo iba a regresar, as que yo estaba incierto de si su visita sera oportuna.

    Bueno, por suerte te vi.

    En realidad, aunque haba recordado al chico durante la semana, no esperaba volver a verlo. Consider que estara demasiado ocupado disfrutando la atencin de su padre.

    Mientras caminaban de regreso a la casa, se pareca ms al chico reservado que haba conocido y era obvio que algo le pasaba.

    Simon esperaba a la puerta con su maleta. Normalmente le habra ofrecido caf, pero Scott estaba inquieto ante su mirada curiosa.

    Mire, si estoy estorbando, seora Peters dijo el nio dando un paso hacia atrs.

    De ninguna manera asegur Sara.

    Abri la puerta y los gui hacia adentro. Por fortuna Simon era lo suficientemente sensitivo para darse cuenta de que su presencia estaba inhibiendo al chico y despus de depositar la maleta en el dormitorio, le permiti a su hermana acompaarlo fuera del apartamento.

    Quin es l? seal hacia la sala donde haban dejado a Scott. No parece uno de tus pequeos criminales.

  • No son pequeos criminales y l es slo un amigo replic, pero gracias por haberme trado, Simon.

    Est bien, est bien, s cuando no soy bienvenido ri sin ofenderse, despus pregunt: Por cierto, te simpatiz Paul Cartwright?

    Me parece bien replic Sara, tomada por sorpresa. Por qu?

    Ninguna razn en especial. Te ver pronto; la noche de Ao Nuevo.

    Le dio un beso en la mejilla antes de partir con una sonrisa satisfecha. Sara casi lo llam para decirle que me parece bien no significaba que quisiera que se lo pusieran de pareja en su siguiente visita. Estaba comenzando a preguntarse si Simon no vera a su amigo como otra buena eleccin para ella.

    Ese es su esposo? le pregunt Scott, a su regreso.

    No, es mi hermano Simon, soy viuda.

    Oh, pens que usted era todava muy Scott se interrumpi, detectando su falta de tacto, pero Sara estaba divertida por el comentario hecho a medias.

    Espero que ibas a decir todava muy joven, porque es justo lo que necesita mi ego.

    S s, eso era confes el chico con una sonrisa.

    Bueno preparar algo de comer. Ya almorzaste?

    Neg con la cabeza y su expresin se volvi inquieta otra vez. Algo andaba mal, pero Sara decidi esperar hasta que l estuviera ms tranquilo para decirle qu. Lo dej mirando su coleccin de discos y fue hacia la cocina.

    Su refrigerador estaba ms bien vaco, as que slo pudo preparar huevos con tocino, pero Scott los devor como si no hubiera comido durante das. l capt su mirada y mencion no haber desayunado. Entonces, animndolo, surgi la historia.

    La madre de Neville Dryden haba llegado dos das antes de la Navidad y, descubriendo a Scott all, comenz a gritar. Al fin Neville la calm y Scott haba estado lejos de ella tanto como era posible. De alguna manera haban sobrevivido a la Navidad; Neville estuvo actuando como rbitro, pero esa maana haban tenido un conflicto.

    Todo lo que estaba tratando de hacer era sacar a Neville de la cama para que fuera a patinar conmigo. Eran ms de las ocho. Cmo iba yo a saber que ella todava estaba durmiendo? Y de todas maneras yo no comenc la pelea con almohadas.

    Pelea con almohadas? contest Sara, incrdula. Tuviste una pelea de ese tipo con ella?

    No! la mirada de Scott deca lo ridculo que era la idea. Con Neville, por supuesto.

    Oh para Sara, la visin de un Neville Dryden permitindose jugar era casi imposible.

  • Me tir una almohada cuando descubri la hora, y eso comenz todo explic Scott con una sonrisa. Slo estbamos jugando. No hicimos ruido. Pero accidentalmente tir una lmpara y eso debe haberla despertado

    Qu sucedi entonces?

    Entr furiosa y medio tropez con mi bolsa de deportes. As que comenz a gritarme cosas. Neville le dijo que se callara, pero no lo hizo. Trat de ignorarla como l me ha dicho, pero cuando empez a insultar a mi madre, perd el control.

    Qu hiciste, Scott?

    Yo le dije que era una tonta vaca vieja confes deprisa; entonces apel a Sara, supongo que eso es terrible.

    He odo cosas peores respondi, su rudeza era suave en comparacin con lo que otros nios podan haber dicho. Cmo reaccion ella?

    Bueno, por lo menos dej de gritar, pero si las miradas pudieran matar, hubiera quedado muerto!

    Y Neville?

    Scott guard silencio. Era obvio que la reaccin de Dryden le preocupaba.

    No estoy seguro. Su madre se acerc a m y corr, pero lo o gritarme y pareca enojado.

    Eso fue como a las ocho? Sara mir su reloj. Hace ms de cinco horas de eso.

    S, camin durante un par de horas antes de venir aqu.

    A pesar de su aversin, pens que Dryden deba ser informado de dnde estaba el chico.

    Pens ir a patinar, pero no es muy divertido hacerlo solo. Adems, no puedo hacerlo todava. Slo recib las botas esta Navidad.

    De Neville? su adivinanza fue confirmada con entusiasmo.

    Le gustara verlas? le ofreci, buscando en su bolsa.

    Sara las examin y estuvo muy impresionada.

    Leinmann, es una marca muy buena.

    El rostro de Scott se ilumin.

    Sabe patinar?

    Lo haca cuando era chica, pero no compet, ni nada de eso.

    Pero le gustaba? continu y ella comprendi.

    S, pero escucha, Scott, pienso que debes llamar a casa antes de que decidamos cualquier otra cosa. Saliste hace mucho y Neville probablemente te esperaba para almorzar. Puede estarse preocupando por ti.

    El nio arrug el ceo.

  • Supongo que empeor las cosas. Qu piensa?

    No s, Scott suspir, pero tendr que telefonearle si t no lo haces.

    Tal vez eso sera mejor sugiri con esperanza.

    Por la experiencia pasada, Sara lo dudaba, pero cedi a los suplicantes ojos azules y se consol de que al menos esta vez estaba advertida de la forma de ser de Neville Dryden.

    Llam desde el vestbulo. Una voz contest casi de inmediato, repitiendo el nmero y el corazn de Sara se aceler un poco cuando reconoci esa languidez resonante.

    Respir profundo para calmarse antes de decir:

    Seor Dryden?

    Al habla.

    Yo soy la seora Peters continu Sara, sintindose ridculamente nerviosa. Nos conocimos

    En la estacin de polica Fulham complet l, s, me acuerdo.

    Sara estaba sorprendida de que as fuera, despus hizo un mohn por su simpleza y se dijo a s misma que deba continuar.

    Es acerca de Scott.

    Scott? Lo ha visto? pregunt sin esconder su ansiedad.

    S, est aqu conmigo ahora le dijo con rapidez, y esper que su tono se convirtiera en disgusto.

    En lugar de eso, hubo un audible suspiro de alivio.

    Gracias a Dios! Tuvo tres rounds con mi madre esta maana y huy, supongo que ya se lo ha dicho.

    Bueno, s, dijo que haba despertado a su madre y que tuvieron una discusin.

    Es una forma de decirlo Neville Dryden ri. Debi haber odo lo que el mocoso le dijo.

    Lo s admiti Sara, despus pens que deba aadir: Me ha pedido que lo disculpe. No quera ser tan grosero.

    Oh, bueno, dgale que est perdonado Neville dijo con facilidad, dejando claro de qu lado estaba. Entre usted y yo, la eleccin de palabras pudo no haber sido muy corts, pero fue singularmente exacta. Por lo que toca a vacas tontas, mi madre es en definitiva una ganadora del scar afirm divertido.

    Entonces ella perdonar a Scott?

    Posiblemente, cuando el infierno se congele Neville le confi con sequedad, pero no se preocupe. Acabo de ofrecerle unas vacaciones con todos los

  • gastos pagados en Antigua a cambio de que se vaya pronto. En este momento est arriba haciendo las maletas y con suerte estar tomando su avin esta tarde.

    Ya veo. Qu hay de Scott, entre tanto? Debo llevarlo a casa? Sara quera que l sugiriera algo. No confiaba en este nuevo Neville Dryden y no tena deseos de crearse problemas legales.

    Estara agradecido si usted pudiera su tono continu clido y amigable. O tal vez sera mejor que yo fuera y lo recogiera? No puedo ahora, pero ira despus que mi madre se haya ido.

    Est bien Sara senta un pnico absurdo de volver a verlo, incluso por un momento. Pens que podra llevar a Scott a patinar a la pista Queensway, es la ms cercana a usted en Chelsea y desde all puedo ir a su casa en taxi.

    Bueno, s que al farsante le gustar eso respondi, pero, usted est de vacaciones y el seor Peters no puede sentirse contento de gastar su tiempo jugando a la nana.

    El seor Peters? repiti.

    Su esposo le record con una nota irnica.

    Oh tomada desprevenida, Sara opt por no confesar su viudez. Pareca una complicacin innecesaria. No, est bien. Scott no es problema.

    Bueno, eso es discutible dijo Neville. Sin embargo, no la voy a disuadir. Es un alivio saber que est con alguien como usted responsable

    Apagada y ordinaria; eso estara pensando l, imagin Sara.

    De cualquier manera, no puedo agradecerle suficiente

    No es nada lo cort. Ver que llegue a casa, seor Dryden despus colg. Podra ser apagada y ordinaria pero no estaba desesperada.

    Permaneci en el vestbulo por un momento, preguntndose por qu Neville tena tal efecto en ella. Aunque no haba sido arrogante o desdeoso esta vez, todava reaccion con aversin. A travs de la conversacin haba estado consciente de l como un hombre poderosamente atractivo para las otras mujeres y confiado del hecho, y eso la hizo decidir que ella no sera vulnerable. Si esto la haca actuar a la defensiva, ni modo.

    Estaba muy enojado? pregunt Scott cuando ella regres.

    No, no lo estaba. Slo se alegr de saber dnde estabas.

    Ah, bueno. Deb haberme dado cuenta de que no habra problema con Neville, siempre es muy justo. Dijo algo de cmo la llam?

    Sara titube, despus neg con la cabeza, prefiriendo no decir el comentario de Neville Dryden. Scott no necesitaba que lo animaran para ser precoz.

    Pero puedo ir a patinar con usted? pregunt Scott; su ansiedad haba desaparecido.

    S s, est bien Sara ech a un lado toda reserva y sonri.

  • Llevar al chico a la pista de hielo no la hara comprometerse y Neville Dryden haba pedido ayuda.

    Por supuesto, no era como haba planeado pasar la tarde, pero perdi la nocin del tiempo cuando viajaron en autobs hacia la pista de hielo en Queensway. A veces se requera de un esfuerzo real para que le gustaran los nios que su hermano llamaba pequeos criminales, Scott era diferente. Listo, divertido y abierto, la haca sonrer aun cuando senta que no deba hacerlo porque todo su afectado cinismo era neutralizado por su inmadurez.

    Cuando llegaron a la pista de hielo, Sara estaba disfrutando mucho. Se le haba olvidado lo divertido que era patinar, y despus de insistir en que el chico dejara la seguridad de la barrera, Scott prob que era buen alumno. Al principio pasaba ms tiempo sentado en el hielo que patinando sobre l, pero aceptaba sus cadas con una sonrisa. Y cuando finalmente encontr el equilibrio, progres con rapidez hasta que ya no necesit de su mano para tener confianza.

    Al final Sara se retir a un lado para descansar. No poda igualar su energa, pero se senta contenta tan slo con verlo. Esperara hasta que se cansara, despus lo llevara a la casa de Dryden, evitando cualquier encuentro.

    Por lo menos ese era su plan antes que Scott patinara hacia ella.

    Por qu no me dijo que Neville vendra? pregunt, sonriendo de oreja a oreja.

    Sara or porque hubiera odo mal la pregunta.

    Por qu?

    Neville est ah. No es fantstico?

    Fantstico, pens Sara; por qu en el nombre del cielo haba venido?

    Mir hacia el lado opuesto de la pista, diciendo:

    No puedo verlo.

    All est! Scott apunt hacia la entrada, pero Sara no poda encontrarlo. Estaba empezando a preguntarse cuan confiables seran sus nuevos lentes de contacto, cuando Scott aadi: lleva una chaqueta de piel y jeans.

    Sara ya haba visto la alta figura con chaqueta marrn oscuro y pantalones de pana color crema. Se pareca poco al Neville de haca una semana, y parpade.

    No es el hombre de la barba y los anteojos oscuros?

    S, ese es Neville Scott ri por su expresin incrdula. Vamos, no nos ha visto todava.

    Siguindolo de mala gana, Sara an no estaba convencida de que era el hombre correcto, hasta que cruzaron la pista y comenz a caminar hacia la barrera. Entonces hubo algo muy familiar en la sonrisa que les dirigi. Y de alguna manera, a pesar de su apariencia desaliada, se las arreglaba para verse impresionante.

    Por un instante Sara sinti la poderosa atraccin del hombre y su corazn dio un vuelco, pero la cordura prevaleci y se dijo a s misma que no fuera idiota.

  • Me viste, Neville? pregunt Scott cundo se detuvo de una manera poco elegante.

    Muy bien, tramposo. No saba que hubieras patinado antes dijo Dryden, con una cara tan seria, que slo Sara se dio cuenta que estaba bromeando.

    Scott sonri ante el tcito cumplido.

    No lo he hecho, pregntale a Sara!

    Sara? el hombre levant una ceja por esa familiaridad.

    La seora Peters, dijo que poda llamarla por su nombre. No es verdad? Sara asinti. Y ella me ense cmo patinar.

    S? Ahora? la atencin de Dryden se dirigi a Sara; sin embargo, la expresin de sus ojos fue indescifrable por los lentes oscuros, pero se mantuvieron sobre ella demasiado tiempo para ser tomado como cortesa.

    Tambin ella se vea muy diferente; su pelo ya no estaba aprisionado en un moo severo, sino que caa suelto, en ondas naturales, enmarcando sus pmulos y sus grandes ojos oscuros. Y aunque sus jeans y su suter no eran lo ltimo de la moda, revelaban piernas largas, bien formadas y senos firmes. Posea una figura que la mayora de los hombres habra considerado digna de voltear a mirar dos veces.

    Neville Dryden no era la excepcin.

    Un gesto amigable por parte de ella.

    Para entonces, Sara estaba totalmente ruborizada considerando que su mirada admirativa haba sido descorts y su comentario, insincero. Frunci el ceo cuando la favoreci con otra de sus sonrisas, y sta se desvaneci con rapidez.

    Sorprendido, Scott mir de uno al otro, consciente de que Neville haba alterado a Sara y, por su expresin, la iba a trastornar an ms. A menos que alguien los distrajera.

    Escucha, Neville intervino con valor, siento lo de esta maana. Supongo que no deba haber dicho esas cosas.

    No, probablemente no admiti en su habla lnguida, pero a la luz de los recientes eventos, te perdono.

    Eventos recientes?

    La querida Felice decidi partir para climas ms soleados.

    De verdad? Scott estaba encantado.

    Sara estaba ms confusa, preguntndose quin podra ser la querida Felice. Cuntas mujeres tendra Neville en su vida?

    Su gesto de desaprobacin fue advertido, y en un tono muy irnico se le inform:

    Felice es el nombre de mi madre, seora Peters.

  • Me di cuenta de ello, seor Dryden minti, determinada a no dejarse desconcertar.

    Por supuesto respondi l escptico y divertido.

    Sara crey que era tiempo de irse.

    Bueno, mejor me voy dijo con una sonrisa dirigida a Scott.

    Pero Neville acaba de llegar replic el chico, con inocencia.

    As es dijo el hombre, sabiendo muy bien que esa era la razn por la que Sara trataba de irse.

    Scott pens que Neville estaba de acuerdo en que Sara deba quedarse.

    As que todava no se puede ir concluy el chico y no tuvo el corazn para oponerse. Neville va a patinar con nosotros, verdad?

    El actor mir con ciertas dudas hacia la pista.

    No s, farsante. Est muy llena.

    Oh, anda, Neville! No est tan mal como parece. Verdad, Sara?

    No por lo menos, no si uno sabe patinar ella no pudo evitar el comentario.

    Captando la suave burla de su voz, Dryden pregunt:

    Y si uno no sabe?

    Antes que Sara pudiera encontrar una respuesta adecuada, continu:

    Sin embargo, supongo que tiene razn y es muy amable de su parte hacer la oferta, seora Peters puedo llamarla Sara?

    Oferta? Sara qued confundida por el cambio repentino en la conversacin, sin ver que Neville cerr el ojo a Scott.

    Una leccin de patinaje, por supuesto, O estoy pidiendo demasiado?

    Esa era una forma exacta de describirlo, pero Sara no poda poner en voz alta esas y las dems ideas que se le ocurrieron. No frente a Scott. Se limit a puntualizar:

    No tiene patines.

    Es verdad, pero estoy seguro que puedo alquilar unos.

    Sara se qued mirando la espalda del hombre que se alejaba. No poda decidir si enojarse o slo exasperarse y volte hacia Scott.

    l tambin pareca intrigado. As que tartamudeando la excusa de necesitar ms prctica, l tambin la abandon.

    Sara se qued sola, preguntndose cmo haba llegado a tal situacin y cmo podra salir de ella.

  • Captulo 4 Bien estoy listo Dryden reapareci a su lado en un tiempo rcord,

    apoyndose en la barrera de seguridad, con los brazos cruzados, las botas puestas esperando instrucciones.

    No sabiendo por dnde empezar, Sara se qued all, evitando la mirada de los ojos azules que ya no estaba oculta por los lentes oscuros. Ensear a Scott era una cosa, a Neville Dryden, otra muy diferente. No lo iba a guiar de la mano.

    Es como manejar una bicicleta. Slo tiene que comenzar, y encontrar el equilibrio.

    Parece fcil dijo Dryden con mucha confianza.

    No es tan fcil! exclam Sara, dando por hecho que l necesitaba ayuda.

    No, estoy seguro de que no acord l con rapidez, con una nota conciliadora en su voz.

    El seguirle la corriente irritaba a Sara an ms. Se sinti tentada de alejarse de l y dejarlo solo, pero no se atrevi.

    Bueno, vamos, antes de que pierda el valor dijo l con una sonrisa y, con ms que suficiente entereza tom su mano en la de l, aadiendo: no se preocupe, si me siento en peligro de caer, no me la llevar conmigo.

    Sara se qued callada y lo dej usarla como equilibrio.

    Le dieron la vuelta a la pista una vez y se las arregl para permanecer de pie. l le haba permitido guiarlo a paso de tortuga; sus movimientos eran cautelosos y rgidos; sin embargo, aparte de un ocasional bamboleo, guard el equilibrio extremadamente bien.

    Sabe? Creo que estoy entendiendo.

    Yo no me confiara mucho respondi ella.

    Con Scott haba sido una maestra informal, pero con Dryden se senta demasiado consciente de s misma, de la calidez de su mano. Era absurdo ser tan sensible y retener la respiracin cuando sus dedos la apretaban ms. No pareca importar que su divertida mirada le dijera que estaba jugando con ella.

    Con todos sus esfuerzos concentrados en resistir la fuerte personalidad del actor. Sara dej de percibir el mundo exterior y muy gradualmente, se dio cuenta que ya no decida el paso a que avanzaban y, de repente se sinti yendo a gran velocidad para conservar el paso con l. No comprendi por completo hasta que Neville dio una vuelta para ponerse frente a ella. Entonces entendi demasiado bien. Porque nadie patinaba hacia atrs despus de una sola leccin de diez minutos!

    Usted sabe patinar!

    Cielos, as que puedo patinar! dijo, como si fuera una revelacin tambin para l, y con una mirada alegre exclam: Creo que soy un aprendiz rpido!

  • Si hubiera tenido oportunidad, Sara lo habra golpeado, pero de repente volvi a tomar su mano y despus de eso, requiri de toda su destreza para seguirlo.

    Ha patinado con pareja?

    Ante el asentimiento de ella, la gui al crculo de sus brazos, la sostuvo cerca por un segundo o dos, despus se lanz a una secuencia de baile al comps de la msica. Sara solamente poda seguirlo a travs de la multitud. La llevaba con l usando su fuerza para acomodar las lneas de su cuerpo al de l y hacindola sentir tan ligera como una bailarina.

    Para cuando l la llev a un lado, ya no estaba furiosa, estaba azorada! Ni siquiera haba objetado el que su brazo todava circundara su cintura.

    l, por otra parte, mostraba pocos signos de agitacin.

    Hey, es usted muy buena como aficionada.

    Con esto, Sara se solt y dijo:

    Usted tampoco est mal, seor Dryden para ser un principiante.

    l ri abiertamente y, por una vez, su risa tena un sonido agradable, genuinamente divertido y no sarcstico. Sara hizo un mohn en respuesta, admitiendo que la broma haba sido a su costa. Entonces reapareci Scott.

    Vaya, estuvo en realidad muy bien! le dijo a Sara con admiracin. Apuesto a que supo todo el tiempo que l poda patinar.

    Deseando haber sido realmente tan lista, Sara devolvi la sonrisa cerrando un ojo.

    Qu tal yo, farsante? O no me notaste?

    Estuviste bien, supongo replic Scott, la alabanza fue remilgosa con deliberacin y aadi: Fue entrenado por un campen mundial una vez, para una pelcula.

    Gracias, farsante.

    Sin inhibiciones, el chico continu su confidencia:

    Y se rompi un tobillo el primer da.

    S? Sara se volvi y mir divertida a Neville.

    Tonteras! Fue al segundo da y slo fue una torcedura.

    Los dos rieron juntos, y Sara se encontr haciendo lo mismo. Si no le gustaba el hombre, por lo menos tena sentido del humor, y estaba comenzando a darse cuenta del indudable cario por Scott.

    Esto se hizo evidente cuando el chico suplic que lo dejara ms tiempo en la pista y Neville cedi con facilidad.

    Bueno, media hora. Nosotros estaremos en el caf.

  • Por supuesto su arrogancia fue menos agradable, pues dio por hecho que Sara compartira un caf con l. Sin embargo, fue corts acerca de ello; despus del cambio de zapatos la instal en un asiento antes de ir al mostrador del caf.

    Sara slo deseaba saber por qu se molestaba tanto.

    Fuma usted? No lo recuerdo dijo cuando regres con el caf.

    Estoy tratando de dejarlo titube Sara, despus, notando que el paquete que le ofreca no era de marca rusa, sucumbi a la tentacin. Me temo que no tengo mucho xito.

    l puso una expresin solidaria cuando le encendi el cigarrillo.

    Estoy teniendo el mismo problema a pesar de los esfuerzos de Scott.

    Los esfuerzos de Scott?

    Cada vez que enciendo uno, me echa una mirada que hara sentirse culpable a una monja piadosa. Por desgracia no ha sido muy eficaz, en mi caso, pero es un buen chico.

    S sonri Sara.

    Un poco atolondrado, tal vez, pero no tanto como puede parecer.

    Esta vez Sara arrug el ceo, preguntndose a dnde llevara la conversacin. Esto lo comprendi por la mirada de repentina seriedad sobre ella. Pensaba que su inters en Scott era profesional?

    En realidad, encuentro que es un chico muy agradable replic, y estuvo contenta de dejar el asunto en esos trminos.

    Bueno, le estoy agradecido por cuidarlo esta tarde. Slo espero que no vea usted dificultades en el incidente anterior o que se sienta obligada a intervenir.

    Poda haber sido dicho con ms cortesa, pero el mensaje era el mismo al de aquella primera noche en la estacin de polica: No se meta en mis asuntos!

    Aunque no tena intencin de comprometerse, eso no detuvo a Sara para expresar:

    No estoy segura de lo que quiere decir, seor Dryden. Segn s Scott molest a su madre y eso llev a una pelea. Qu ms podra haber en eso?

    Dryden no replic de inmediato. Tena dificultad en establecer si estaba siendo deliberadamente difcil u obtusa.

    Pienso que usted me ha comprendido mal, seora Peters. Si puedo ser franco

    Por favor, seor Dryden.

    Deseo estar seguro de que usted se ha dado cuenta de que no hay necesidad de que se preocupe por el bienestar de Scott. Podra parecer lo que usted llamara un nio problema, pero, si lo es o no, estoy seguro de que no le interesa ser tratado como tal.

  • O tal vez tampoco a usted, seor Dryden sugiri Sara.

    A m? No tengo nada que esconder, si es lo que usted insina. No deseo que Scott sea visto como un caso a tratar. Y, aun cuando s que sus intenciones son buenas, no le har ningn favor con interferir.

    En algn aspecto Sara no descartaba lo que Dryden le estaba diciendo. Haba nios cuyas situaciones no eran perfectas, pero era mejor dejarlos solos, y haba aceptado que la de Scott era una.

    Confo en que he sido claro aadi despus de varios segundos.

    Como el cristal, seor Dryden.

    Y bien?

    Puedo ser franca, tambin?

    Lo apreciara.

    Por el tono de su voz, Sara lo puso en duda, pero continu sin tomarlo en cuenta.

    En ese caso, seor Dryden, pienso que tiene razn, creo que Scott tiene problemas; sin embargo, aun cuando aprecio al chico, no tengo el ms mnimo deseo de resolvrselos. Por una parte, no necesito tratar de encontrar un caso, tengo suficientes vctimas con quienes practicar, cmo es la frase, mis buenas intenciones? Y por otra parte, puede sonar cruel, pero los problemas de un nio rico como Scott no se comparan con los que sufren los nios que normalmente trato.

    Cuando concluy su punto de vista, la expresin de l pas por una serie de cambios que iba desde la furia hasta la incredulidad.

    Confo en que yo tambin he sido clara, seor Dryden dijo parodiando sus palabras.

    De manera tajante, seora Peters.

    Si me disculpa, me voy dijo, pensando que l estara satisfecho de terminar la conversacin en ese punto.

    Una mano la detuvo cuando se movi para levantarse.

    No pretender irse sin darme una oportunidad por lo menos?

    De hacer qu? respondi molesta por los dedos que la sujetaban.

    De disculparme, naturalmente. Es obvio que estaba equivocado. No voy a decir que disfrut que me pusiera en mi lugar, pero supongo que me lo mereca.

    Tena la eleccin de aceptar graciosamente o de luchar para escapar. Al final escogi lo intermedio, se hundi en la silla con una expresin suspicaz y hostil.

    Sabe? Es usted muy diferente de lo que me imagin la otra noche dijo despus de que solt su mano y mirndola con inters agreg: Honrada y mucho ms realista. Esto es un cumplido, por cierto.

    Estoy contenta de que me lo haya dicho contest Sara.

  • De cualquier manera ignor su sarcasmo, tena idea que usted era del tipo reformista, de ah mi torpe sermn, pero supongo que la imagen ayud.

    Imagen? pregunt, aunque tuvo la impresin de que no deba hacerlo.

    El moo y los anteojos que usaba. Sin embargo, me imagino que el verse poco atractiva puede ser una ventaja en su trabajo.

    Sara no poda determinar si estaba siendo deliberadamente ofensivo o se las arreglaba para serlo sin irritarla del todo. Pero replic:

    No me interesan las imgenes, seor Dryden. Arreglo mi pelo para que se vea pulcro y uso anteojos porque no veo ms all de un metro sin ellos.

    De veras? Dryden mir hacia los grandes ojos oscuros que parecan bien enfocados en l. Entonces debo ser una mancha para usted.

    Por desgracia, no. Estoy usando lentes de contacto.

    El insulto no hizo ms que provocarle una risa divertida, antes que contestara:

    Sabe? Debera usarlos todo el tiempo. Si no le importa que lo diga, seora Peters, tiene usted unos ojos extraordinariamente hermosos.

    Sara acept que s le importaba que lo dijera, pero tena ms que suficiente con ser el centro de la conversacin y pens que era tiempo de poner el reflector sobre l. Despus de todo estaba acostumbrado a ello.

    Usted tambin se ve diferente, seor Dryden dijo paseando los ojos por su rostro sin afeitar, sus anteojos oscuros y la chaqueta de piel. Es una nueva imagen para verse informal?

    Ri otra vez, sin ofenderse.

    Ms bien un disfraz, se pudiera decir.

    Disfraz?

    Garantiza un cierto grado de anonimato.

    Ah, s, lo olvid. Usted es actor, verdad? dijo con sutil desdn. Scott me dice que es usted muy conocido.

    Pens que lo era, pero Scott me dice que usted nunca oy de m.

    Bueno, yo no me preocupara mucho por eso se mof. Comprendo que soy de las minoras.

    Oh, no estoy preocupado, seora Peters. Mi ego puede ser tan grande como usted supone, pero no es tan frgil.

    Hice tal insinuacin, seor Dryden?

    Usted lo sabe bien ri, despus la sorprendi con su franqueza: dgame, son slo los actores o yo en particular quien le disgusta?

    Fue demasiado directo, Sara trat de no responder la pregunta.

    No conozco a otros actores encogi los hombros, sin darse cuenta de cmo podra ser tomado.

  • Saba que era yo Dryden fue rpido en comprender. Me pregunto por qu. Supongo que aquella primera conversacin telefnica no fue el comienzo para una relacin.

    Seor Dryden, por lo que a m concierne, no tenemos una relacin por comenzar. Todo el inters que tengo est en Scott y en caso de que lo haya olvidado, usted acaba de advertirme que lo deje.

    No, no lo he olvidado hizo una pausa y su mirada se volvi calculadora. Pero tal vez he cambiado de opinin.

    Acerca de qu?

    Usted y Scott. Usted le gusta y, a l no le gusta mucha gente, en especial las mujeres. Tal vez s necesita de alguien que le aconseje. Sobre una base no oficial, comprende.

    Seor Dryden

    Neville le dijo con una sonrisa, seguramente no es demasiado comprometedor llamarnos por nuestro primer nombre. He comprendido el mensaje.

    Mensaje?

    Que usted no tiene ningn inters personal en m como hombre, quiero decir aadi y la mirada perpleja de Sara se convirti en una de sorpresa. O no se dio cuenta que lo estaba dejando en claro?

    Creo que usted est trastornado, seor Dryden replic ella. No estoy segura de si es su razonamiento o el mo, pero, por qu debera sentir la necesidad de pregonar tal cosa? Adems, no somos el tipo el uno del otro.

    No lo somos? el suave desafo son casi real, pero su expresin ptrea lo hizo rer, no, tal vez no. Supongo que el chico ya le habr dicho que tengo una predileccin por mujeres sin demasiado, digamos, intelecto.

    Ms que admitir que Scott lo haba dicho le record:

    Conoc a su amiga, si se acuerda.

    Ah, s Janey le dijo como si en realidad tuviera dificultad en recordar su nombre. No es una amiga, pero en realidad, normalmente prefiero el tipo de la rubia tonta. Ms fcil para los nervios, posiblemente, y no amenaza mi posicin.

    Quiere decir como celebridad?

    Uno de nosotros se aferra a mi supuesta fama y no soy yo.

    Entonces, qu quiso decir?

    En realidad, me refera a mi posicin de hombre soltero.

    Oh hubo una nota de desaprobacin en su voz. Por eso el pobre de Scott era ilegtimo.

    No es que est contra el matrimonio, usted comprende Dryden prosigui, aadiendo lea al fuego, he odo rumores de que funciona para algunas personas.

  • Siempre debe ser usted tan cnico? Tiene usted alguna idea la clase de influencia que es para Scott?

    Es obvio que ninguna buena, en su opinin replic al parecer sin preocuparse del hecho. Pero cralo, o no, tengo escrpulos. Por un lado, l est en la escuela la mayor parte del tiempo y cuando est en casa, soy muy discreto. Hasta tengo cierto respeto por el matrimonio.

    No lo parece.

    No? levant una ceja con burla. Y aqu estoy resistiendo la tentacin de decirle que tiene usted un cuerpo maravilloso y que me siento atrado. No la estoy escandalizando, verdad? pregunt cuando un pequeo grito escap de los labios de Sara.

    No

    Muy bien, porque slo estaba ilustrando, con respeto, lo que quiero expresar, es decir, si no fuera una seora casada, estara tentado para hacer algo acerca de esa atraccin, pero en tales circunstancias

    Slo la sospecha de que estuviera tratando de provocarla detuvo a Sara de explotar. Estara loca si le diera esa satisfaccin.

    No se imagina qu alivio es eso, seor Dryden dijo al final, a travs de los dientes apretados.

    Neville le corrigi. As que, cmo es su otra mitad?

    Qu?

    Su esposo aadi, comprendiendo que no haba entendido.

    Por qu quiere saberlo? dijo ella suspicaz cuando recobr su equilibrio.

    Ninguna razn en especial. Slo pens que llevara la conversacin a un tpico ms seguro antes que Scott aparezca.

    Ya veo murmur.

    Podra comenzar con lo que hace para vivir, algo que vale la pena, estoy seguro.

    l es l es mdico.

    Un trabajo muy valioso coment Dryden con una sonrisa. En un hospital?

    S, en un hospital evit la verdad otra vez y, al sonrojarse, atrajo su curiosidad.

    En cul?

    l Sara titube, despus decidi que era absurdo no confesar que era viuda. Mire, si usted quiere saber pero pareca que no estaba escuchando.

    Lo mir levantar una mano como seal y volte para ver a Scott acercndose a ellos. Se sinti aliviada por la distraccin.

  • Eso fue antes de que descubriera que el hombre no se despistaba tan fcilmente, volviendo al asunto cuando Scott se sent.

    Estaba preguntando a la seora Peters acerca de su esposo coment, pero su mirada inquisitiva estaba sobre Sara.

    Se sinti ms incmoda que nunca y se le debi haber notado, porque un bien intencionado Scott sali a su rescate. Por desgracia su mtodo fue un poco rudo.

    Hizo que Dryden parpadeara de dolor, antes de que pusiera los ojos en el chico, diciendo:

    Parece que hay un caballo debajo de la mesa.

    Scott no replic, pero enrojeci un poco despus de la referencia de su ms que entusiasta patada.

    Tratas de decirme algo? Si es as, las palabras son suficientes.

    Qu sarcstico y bruto era!, pens Sara mientras el nio se encoga avergonzado.

    Seor Dryden cort, olvidando su propia incomodidad, pienso que Scott trataba de tener tacto. l sabe que soy viuda.

    La mirada de Neville pas de la sorpresa a la burla.

    Bueno, parece que contaba con informacin privilegiada.

    Estaba a punto de decrselo!

    S? De alguna manera, lo dudo sus labios se torcieron con cinismo. Usted, por algn motivo, ha tomado lo que dije antes, en serio, verdad?

    No por supuesto que no!

    Debi haberlo hecho son casi como una amenaza, usted no es una viuda reciente, verdad?

    En este punto, Scott intervino.

    Neville, detente!

    Detenerme de qu?

    T sabes! acus Scott.

    Preocupada, Sara los observ mirarse el uno al otro a travs de la mesa. Una vez ms, se sinti impresionada por su parecido. Se sinti responsable por el repentino desafo en el rostro del chico y la advertencia en el del hombre.

    Est bien, Scott toc su brazo. No estoy molesta.

    Pero Scott estaba determinado a ponerse de su lado, murmurando:

    N