shejtman 1 (del icc al sintoma)

8/19/2019 Shejtman 1 (Del Icc Al Sintoma)

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Schejtman, F.: "La trama del síntoma y el inconsciente". Serie del bucle, 2006, Bs. As.

"Son las casualidades las que nos llevan de derecha a izquierda, y con ellas hacemos nuestro destino.

Nosotros hacemos de ellas nuestro destino, porque hablamos. Creemos que decimos lo que queremos,

pero es lo que quisieron los demás, más particularmente nuestra familia, que nos habla. Somos

hablados y, a causa de ello, hacemos, con los azares que nos empujan, algo tramado. , en efecto, hay

una trama, a eso llamamos nuestro destino." . Lacan

Introducción:

!l lao del síntoma y el inconsciente no #a de suyo, es un arti$icio. %o es necesario, no es $oroso, &ero

si &roducto de una suerte de $oramiento del 'ue hay marca de ori(en: !l &sicoanalista. )ada entrada

en an*lisis la re+anuda.

A&ertura del inconsciente, &uesta en $orma del síntoma: su encadenamiento lle(a a ser lle(a a hacer+

trama. !l síntoma, &or esa #ía, des&rende ar(umento, ad'uiere te-tura, de#iene te-to a desci$rar. del

trabajo con ese te-to &rocede a'uel a 'uien Lacan nombro el &sicoanaliante.

/ara hacer a#anar la trama del síntoma y el inconsciente es &reciso contar con otro y 'ue el tejido &ase

entre. !ntre el analista y el analiante, entre el síntoma y el inconsciente, en esa localidad habita el decir

del an*lisis.

1u del lao del síntoma y el inconsciente en su $inal3 el de un an*lisis4 Su desenlace no conlle#a el

de este entramado: 5Síntoma e inconsciente: tornillo sin $in, ronda. no se lle(a jam*s a 'ue todo sealiberado. !n e$ecto, aun cuando sus com&onentes hayan mutado radicalmente, resta el a(ujero de la

!rverdrangung , ineliminable: la ronda del síntoma y el inconsciente se renue#a.

!s cierto, la trama des&rendi7 su ar(umento, el desci$ramiento del síntoma ha cesado y, sin embar(o,

nin(8n desabono del inconsciente cabe es&erar, aun'ue a #eces se lo &roclame. Si se 'uiere, mejor

con$i*rselo a oyce, 'uien no &reciso de an*lisis al(uno y a 'uien, de todos modos, el inconsciente no

dejaba de dar, sino sentido, letra: de ese inconsciente no se desabona.

“…el inconsciente es lo que responde del síntoma” y “…el responsable de su reducción” 9Lacan,

., !l seminario, libro 22.

/ara el analiado, &ara a'uel 'ue ha des&le(ado su$icientemente la trama, el inconsciente realia su

res&onsabilidad: de#iene, &or la letra, (arantía de distancia (arantía de itz + en la identi$icaci7n con el

síntoma.

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Del Inconsciente al Síntoma

#ntroducci$n% La in'uietud &or la &alide de un inconsciente reli(ioso, abordado 8nicamente como

automatismo de la cadena si(ni$icante, se recti$ica &or la 5instancia de la letra.

"&n los sue'os las imágenes figuran las impresiones que pensamos que causan( no sentimos horror

porque nos oprime una esfinge, so'amos una esfinge para e)plicar el horror que sentimos" . L. Bor(es,

;a(naro


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/or $in, en a'uella si(ni$icaci7n nos adormecemos y, de este modo, la $unci7n &onti$icia del inconsciente

lle(a a re#elar su tono reli(ioso. Lo 'ue nos con$irma tambin, 'ue 5la hi&7tesis del inconsciente, Freud

lo subraya, no &uede sostenerse m*s 'ue al su&oner el nombre del &adre. )ora7n de cual'uier

&osici7n reli(iosa, solo hay dormir al am&aro del nombre del &adre.

"l $racaso del inconsciente y el deseo:

=istin(amos, a &artir de a'uí, la inter&retaci7n &ro&ia del inconsciente de a'uella con 'ue el&sicoanalista la "redobla".

)uando Lacan aborda esta cuesti7n indica 'ue la inter&retaci7n 5raonada con 'ue sustituimos en un

an*lisis a la 5sal#aje, &ro&ia del sue@o, 5no es mejor sino &or'ue hace a&arecer la $alla 'ue la $rase

denota. )omencemos, entonces, &or ad#ertir 'ue la inter&retaci7n 'ue lle(a desde el inconsciente #ía

el sue@o, nos entre(a ya la marca de su $racaso.

Si el sue@o es el (uardi*n del dormir, y solo hay dormir &or el trabajo del inconsciente 'ue nos anestesia

de lo real &or la si(ni$icaci7n, tal $alla no hace m*s 'ue se@alar el &unto $lojo de su labor &ontonera:

a'uel en 'ue la si(ni$icaci7n se &ierde, encalla, cojea.

/ero atenci7n, esa $alla no es otra cosa 'ue el lu(ar mismo del deseo.

=e este modo, obser#amos 'ue la $unci7n di$erencial de la inter&retaci7n analítica 'ue de#iene así

inter&retaci7n de inter&retaci7n, redoblando la del sue@o+ es a&untar a hacer a&arecer la $alla, el de$ecto

de si(ni$icaci7n 'ue el mensaje mismo del inconsciente &ortaE&uesto 'ue lo 'ue allí se trans&orta, lo

'ue esa $alla conlle#a, es el deseo.

%nlisis:

)oncluimos 'ue la direcci7n 'ue toma la inter&retaci7n del analista a&untando a la $alla misma de la

si(ni$icaci7n es entonces, en sentido estricto, contraria a la del sue@o, o&uesta a la del inconsciente. !n

e$ecto, allí donde el inconsciente le#anta &uentes entre SD+S2 en(endrando la si(ni$icaci7n 'ue nos

adormece de lo real, la inter&retaci7n &ro&iamente anal+tica, res&etando su etimolo(ía y diri(ida al

inter#alo, o&eraria "atacando la articulaci7n misma SD+S2", es decir, desarticulando los &uentes tendidos

&or el inconsciente+&ontí$ice, en &os de 5ins&irar un deseo de des&ertar.

Aun'ue no hay 'ue ol#idar 'ue esta ru&tura 'ue la inter&retaci7n del analista &romue#e, no se realia

sino si(uiendo las líneas de $ractura 'ue &orta ya el mensaje del sue@o: el $racaso de la si(ni$icaci7n.nter&retaci7n de inter&retaci7n, decíamos, &ero re#elando la se(unda el &unto donde la &rimera cojea.

"l ombli!o del sue&o' mar!en del inconsciente:

uy tem&rano Freud encontr7 el límite del sue@o y de su inter&retaci7n+ en lo 'ue llamo su 5ombli(o.

!l ombli(o del sue@o, escribe, es el lugar en que el sue'o se asienta en lo no reconocido-.

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$ormaci7n del síntoma: el inconsciente+inter&rete, incesante ma'uina 'ue trabaja en &os de reducir lo

real sintom*tico &or la articulaci7n si(ni$icante. /one al descubierto sus dotes de tera&euta. !l e$ecto

tera&utico 'ue conlle#a su a&retura +la del inconsciente+ en la entrada en an*lisis no deja de

testimoniarlo.

)*u+ .allamos del lado del síntoma,: la $unción del síntoma/ el síntoma como !oce que resiste'

como letra de !oce0

-e!ación de la -e!ación: La realidad del Inconsciente

A &artir del acento &uesto sobre el ?no, Lacan es conducido a distin(uir entre 5la elucubraci7n del

inconsciente y 5la realidad del inconsciente, res&ecto de la cual el síntoma mismo ya constituiría una

res&uesta. Así se lle(a a caracteriar al síntoma como 5el modo en 'ue cada uno (oa del inconsciente

en tanto 'ue el inconsciente lo determina debe notarse 'ue esa determinaci7n inconsciente ya no es

e'ui#alente a la de la cadena si(ni$icante.

!$ecti#amente, ya no se trata a'uí del 5inconsciente+cadena, del 5inconsciente+discurso del Ctro. !l

inconsciente es ahora constelaci7n, enjambre, si(ni$icantes sueltos, sin relaci7n con el Ctro y sin e$ecto

de sentido. La consecuencia es a&untada &or iller: 5el inconsciente deja de estar de$inido a &artir de la

&alabra &ara estar de$inido &or la $unci7n de lo escrito. /ro&iamente, la 5instancia de la letra en el

inconsciente.

Se trata, entonces, no del inconsciente+elucubraci7n del saber, sino de la realidad del inconsciente,

a'uella 'ue se 5besu'uea con el síntoma, &uesto 'ue no es otra cosa 'ue su partenaire E real.

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