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fdg.lkdsufgoiuioug ¿cómoves? 24 Concepción Salcedo Meza El poder de las matemáticas y de la mecánica cuántica Personalmente Autorretrato. Soy inquieto, curioso, algunas veces extrovertido y otras introvertido. Pasiones. La física, la filosofía y el arte. Pasatiempos. Juego ajedrez y escucho músi- ca; mi favorita es el jazz clásico de los años treinta y cuarenta. Amores. Mi esposa Deborah y mis hijos Arturo y Esther. Arte. Me gusta la pintura del siglo XIX, espe- cialmente los impresionistas. Mis escritores favoritos son Kafka y Mishima; he disfruta- do mucho El templo de oro, Confesiones de una máscara y El mar de la tranquilidad. Shahen Hacyan Shahen Hacyan “El descubrimiento de la energía nuclear, el transistor, el láser y la computadora pu- dieron darse gracias a la mecánica cuántica, cuyos principios concibieron du- rante los primeros treinta años del siglo XX; la tecnología del siglo XXI también será fruto de los efectos cuánticos. Una de las novedades que podrían surgir en el futuro es la computadora cuántica, más eficiente y ultra rápida”. Estas buenas nue- vas las comparte con nosotros un experto en mecánica cuántica, el doctor Shahen Hacyan, investigador del Instituto de Fí- sica de la UNAM. Shahen nació en Estambul, Turquía, en una familia de origen armenio. Allí vivió hasta los cinco años de edad, momento en que la familia Hacyan se trasladó a París, Francia. Años después, su padre recibió una oferta de trabajo en México y llega- ron a nuestro país: “Fue un cambio drás- tico —cuenta— pues pensaba que iba a encontrar un país muy folclórico, salvaje, donde (como lo había visto en las pelícu- las) la gente andaba a caballo. Obviamente no fue así; de aquellos tiempos recuerdo el Colegio Franco-Inglés, donde cursé la secundaria y la preparatoria e hice muy buenos amigos”. Fue hijo único; su padre tenía una fá- brica de recubrimientos para edificios y su madre era maestra de piano. Aunque él ama la música y el arte en general, desde su infancia se inclinó hacia las matemáti- cas y las estudió apasionadamente. Al respecto, Shahen explica: “Para las mate- máticas no se requiere de gran inteligen- cia pero sí de talento”. De su paso por la Facultad de Cien- cias de la UNAM, donde cursó la licen- ciatura en física, recuerda en forma especial al maestro Juan de Oyarzábal, quien lo motivó para dedicarse a la cien- cia. Sobre su trabajo de tesis explica: “Quería desarrollar un tema que uniera a la física y a las matemáticas; como en esa época estaban de moda las partículas ele- mentales, apliqué esta teoría al estudio de los universos rotantes, que es un modelo matemático del físico Kurt Gödel —una solución de las ecuaciones de Einstein— que describe un universo en rotación, es decir, que el tiempo circula y puede re- gresar al pasado; suena esotérico, pero no es así: es una solución matemática”. A finales de los años sesenta viajó a Inglaterra para hacer el doctorado en teo- ría cuántica de campos (partículas elemen- tales), en la Universidad de Sussex. A su regreso, en 1973, ingresó al Instituto de Astronomía de la UNAM y comenzó a dedicarse a la astrofísica relativista, que permite la predicción de la expansión del Universo; las reacciones nucleares del Universo primordial, la evolución de las estrellas masivas y las circunstancias en que éstas se contraen, al acabarse su com- bustible para eventualmente convertirse en hoyos negros. Éstos son concentraciones de masa tan grandes que la fuerza gravi- tacional no deja escapar nada, ni la luz. “Fue fascinante ver cómo con las mate- máticas se puede entender algo del Uni- verso. ¡Siempre me ha impresionado mucho el poder de las matemáticas¡”. Este año Shahen cumple 28 años de ser investigador en la UNAM, primero en el Instituto de Astronomía y actualmente en el Instituto de Física. Además de im- pulsor de la mecánica cuántica, la óptica cuántica y la teoría cuántica de campos, es pionero —al lado de la doctora Deborah Dultzin, su esposa e investigadora del Ins- tituto de Astronomía— del estudio de los hoyos negros, iniciado en los años setenta. Acerca de la creación científica, Shahen reflexiona: “Para desarrollar una buena idea creo que se necesita un poqui- to de intuición y mucho trabajo”. También se ha dado tiempo para plantearse pregun- tas filosóficas desde el punto de vista de la mecánica cuántica acerca del espacio, el tiempo y la causalidad. Shahen es un entusiasta divulgador de la ciencia, que ha escrito más de 200 artí- culos; es columnista en el periódico Re- forma y autor de varios libros, en los cuales aborda temas de cosmología y fí- sica cuántica. Esta labor le ha sido reco- nocida con el Premio Third World Network of Scientific Organizations 1994 para la divulgación científica. Foto: Adrián Bodek

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Page 1: Shahen Hacyan - comoves.unam.mx · Mi esposa Deborah y mis hijos Arturo y Esther. ... una familia de origen armenio. ... salvaje, donde (como lo había visto en las pelícu-

fdg.lkdsufgoiuioug

¿cómoves?24

Concepción Salcedo Meza

El poder de las matemáticas y de la mecánica cuántica

Personalmente

Autorretrato. Soy inquieto, curioso, algunasveces extrovertido y otras introvertido.

Pasiones. La física, la filosofía y el arte.

Pasatiempos. Juego ajedrez y escucho músi-ca; mi favorita es el jazz clásico de los añostreinta y cuarenta.

Amores. Mi esposa Deborah y mis hijos Arturoy Esther.

Arte. Me gusta la pintura del siglo XIX, espe-cialmente los impresionistas. Mis escritoresfavoritos son Kafka y Mishima; he disfruta-do mucho El templo de oro, Confesiones deuna máscara y El mar de la tranquilidad.

Shahen HacyanShahen Hacyan

“El descubrimiento de la energía nuclear,el transistor, el láser y la computadora pu-dieron darse gracias a la mecánicacuántica, cuyos principios concibieron du-rante los primeros treinta años del sigloXX; la tecnología del siglo XXI tambiénserá fruto de los efectos cuánticos. Unade las novedades que podrían surgir en elfuturo es la computadora cuántica, máseficiente y ultra rápida”. Estas buenas nue-vas las comparte con nosotros un expertoen mecánica cuántica, el doctor ShahenHacyan, investigador del Instituto de Fí-sica de la UNAM.

Shahen nació en Estambul, Turquía, enuna familia de origen armenio. Allí vivióhasta los cinco años de edad, momento enque la familia Hacyan se trasladó a París,Francia. Años después, su padre recibióuna oferta de trabajo en México y llega-ron a nuestro país: “Fue un cambio drás-tico —cuenta— pues pensaba que iba aencontrar un país muy folclórico, salvaje,donde (como lo había visto en las pelícu-las) la gente andaba a caballo. Obviamenteno fue así; de aquellos tiempos recuerdoel Colegio Franco-Inglés, donde cursé lasecundaria y la preparatoria e hice muybuenos amigos”.

Fue hijo único; su padre tenía una fá-brica de recubrimientos para edificios y

su madre era maestra de piano. Aunque élama la música y el arte en general, desdesu infancia se inclinó hacia las matemáti-cas y las estudió apasionadamente. Alrespecto, Shahen explica: “Para las mate-máticas no se requiere de gran inteligen-cia pero sí de talento”.

De su paso por la Facultad de Cien-cias de la UNAM, donde cursó la licen-ciatura en física, recuerda en formaespecial al maestro Juan de Oyarzábal,quien lo motivó para dedicarse a la cien-cia. Sobre su trabajo de tesis explica:“Quería desarrollar un tema que uniera ala física y a las matemáticas; como en esaépoca estaban de moda las partículas ele-mentales, apliqué esta teoría al estudio delos universos rotantes, que es un modelomatemático del físico Kurt Gödel —unasolución de las ecuaciones de Einstein—que describe un universo en rotación, esdecir, que el tiempo circula y puede re-gresar al pasado; suena esotérico, pero noes así: es una solución matemática”.

A finales de los años sesenta viajó aInglaterra para hacer el doctorado en teo-ría cuántica de campos (partículas elemen-tales), en la Universidad de Sussex. A suregreso, en 1973, ingresó al Instituto deAstronomía de la UNAM y comenzó adedicarse a la astrofísica relativista, que

permite la predicción de la expansióndel Universo; las reacciones nucleares delUniverso primordial, la evolución de lasestrellas masivas y las circunstancias enque éstas se contraen, al acabarse su com-bustible para eventualmente convertirse enhoyos negros. Éstos son concentracionesde masa tan grandes que la fuerza gravi-tacional no deja escapar nada, ni la luz.“Fue fascinante ver cómo con las mate-máticas se puede entender algo del Uni-verso. ¡Siempre me ha impresionadomucho el poder de las matemáticas¡”.

Este año Shahen cumple 28 años deser investigador en la UNAM, primero enel Instituto de Astronomía y actualmenteen el Instituto de Física. Además de im-pulsor de la mecánica cuántica, la ópticacuántica y la teoría cuántica de campos,es pionero —al lado de la doctora DeborahDultzin, su esposa e investigadora del Ins-tituto de Astronomía— del estudio de loshoyos negros, iniciado en los años setenta.

Acerca de la creación científica,Shahen reflexiona: “Para desarrollar una

buena idea creo que se necesita un poqui-to de intuición y mucho trabajo”. Tambiénse ha dado tiempo para plantearse pregun-tas filosóficas desde el punto de vista dela mecánica cuántica acerca del espacio,el tiempo y la causalidad.

Shahen es un entusiasta divulgador dela ciencia, que ha escrito más de 200 artí-culos; es columnista en el periódico Re-forma y autor de varios libros, en loscuales aborda temas de cosmología y fí-sica cuántica. Esta labor le ha sido reco-nocida con el Premio Third World Networkof Scientific Organizations 1994 para ladivulgación científica.

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