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SERVIR AL AGRO Programa de Servicios Agrícolas Provinciales

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SERVIR AL AG R OPro g rama de Se rvicios Agrícolas Prov i n c i a l e s

SERVIR AL AG R OPro g rama de Se rvicios Agrícolas Prov i n c i a l e s

SECRETARÍADE AGRICULTURA,GANADERÍA, PESCA Y ALIMENTOS

Ministerio de Economía y ProducciónRepública Argentina

Presidente de la Nación

Dr. Néstor Carlos Kirchner

Ministra de Economía y Producción

Lic. Felisa Josefina Miceli

Secretario de Agricultura, Ganadería,

Pesca y Alimentos

Ing. Agr. Miguel Santiago Campos

Coordinador Ejecutivo del PROSAP

Lic. Jorge Neme

Responsable Unidad de

Seguimiento y Evaluación

Ing. Agr. Graciela B. González

Responsable Asesoría de Relaciones

Institucionales y Comunicaciones

Lic. Néstor Murgier

Responsable Área

de Gestión de Proyectos

Lic. Martín Galindez

Responsable Área de Administración,

Finanzas y Contabilidad

C.P.N. Jorge Bacalov

Responsable Área

de Competitividad Empresarial

Ing. Agr. Alberto Verasay

Responsable Área de Control de Gestión

Dr. Roque M. Ferraro

AUTORIDADES

DEL PROSAP

AUTORIDADES

NACIONALES

Los objetivos logrados por el Programa de ServiciosAgrícolas Provinciales y los proyectos en vías de concre-ción, permiten visualizar el reposicionamiento de la con-cepción de desarrollo en la Argentina y hablan de un cam-bio de paradigma a la hora de encarar los desafíos pro-puestos por el Gobierno Nacional. En el nuevo marcoeconómico en marcha, es importante reconocer el papelfundamental que ha jugado el sector agroalimentario en elproceso de recuperación económica de la Argentina.

En ese contexto, hemos establecido cuatro pilares quesustentan la política de la Secretaría en esta nuevaépoca: i) el desarrollo del interior a través de lo rural; ii) lapromoción de las exportaciones y una mayor articulacióncon los mercados mundiales; iii) el fortalecimiento de lossistemas de sanidad, calidad e innovación y desarrollotecnológico, y iv) el incremento de la calidad de asisten-cia y servicio de la SAGPyAy sus organismos descentra-lizados: INTA, SENASA, Instituto Nacional de Vitivinicul-tura (INV), Oficina Nacional de Control Comercial Agro-pecuario (ONCCA), Instituto Nacional de Semillas(INASE) e Instituto Nacional de Investigación y DesarrolloPesquero (INIDEP).

La nueva visión de la SAGPyA se proyecta en funciónde los intereses de los sectores productivos asumiendo,desde el primer día, el compromiso de constituirse en unactor fundamental en la recuperación económica. A travésde las políticas, acciones y programas buscamos consoli-dar un sector agroalimentario que, preservando los recur-sos naturales, sea capaz de producir bienes de alto valoragregado.

Esta forma de pensar la realidad está en una clara sin-tonía con los objetivos del PROSAP, ya que en él se refle-ja la labor conjunta de todos los actores del sector produc-tivo, mostrando la importancia estratégica de desarrollarsinergia entre lo público y lo privado.

Porque el fin más amplio de las políticas públicas es elde lograr un desarrollo con inclusión social que democra -tice la distribución del ingreso, genere mejores empleos ymejore la ocupación social y productiva del territorio.

Como sostiene su Coordinador, el PROSAP ha de-mostrado que “en su esencia, es una construcción socialconcreta”, que fomenta la inclusión de un “nosotros” encada decisión.

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C a rta del Secretario

Ingeniero MIGUELSANTIAGO CAMPOS Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos

P r ó l o g o

Licenciado JORGE NEMECoordinador Ejecutivo del PROSAP

Podría comenzar estas líneas afirmando que el Programade Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) es una inicia-tiva de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca yAlimentos de la Nación (SAGPyA) para mejorar las obras deinfraestructura y los servicios que se prestan a los producto-res agropecuarios en las provincias argentinas. Y no estaríaerrado.

Pero detenerme en esa definición y comenzar a enume-rar los canales de riego que se revistieron y los kilómetros decaminos mejorados, sería dejar en un segundo plano al frutomás valioso que nos enseñó a cosechar el PROSAP, a todoslos que nos hemos visto involucrados en su preparación yejecución: el esfuerzo conjunto.

En su esencia, el PROSAPha demostrado ser una cons-trucción social concreta; una necesidad diaria de emplear el“nosotros” en cada decisión. Y esta percepción del Pro-grama adquirió para todos un sentido social mayor a partirde la crisis política y económica de fines de 2001 y las nece-sidades de reconstrucción del aparato productivo que sur-gieron.

Cada metro de canal de riego revestido con los recursosdel Programa tiene en su base la decisión acordada demuchos regantes entre sí y con los organismos provincialescompetentes. Los caminos que se mejoraron en Entre Ríosy Santa Fe no sólo materializan la decisión de un organismovial con el PROSAP; tienen incorporados en cada kilómetro

toneladas de ripio y un consenso laboriosamente elaboradocon los productores, integrados en consorcios camineros apartir de sus necesidades productivas. Algo similar puedodecir, por ejemplo, del Proyecto Tapenagá en el Chaco: cadametro del canal de desagüe, las mejoras en la infraestructu -ra social, todo lo construido no es sólo un cúmulo de mate-riales y decisiones individuales; es un acuerdo que involucraa los productores de algodón y de soja, a los ganaderos, alas comunidades indígenas de la cuenca, a los organismosprovinciales y al propio Programa.

Es por ello que todos los proyectos del PROSAPtienen elsello del esfuerzo compartido entre productores y el Estado,en torno de fines precisos: aumentar los ingresos del sectory las exportaciones agroalimentarias, mediante la innova-ción técnica, la incorporación de obras y equipos y el mejo-ramiento de los servicios para elagro. Y, a partir de la crisis económi-ca, la generación de empleo se con-virtió, también, en un objetivo pri-mordial.

Ser coherentes con esa concep-ción de construcción conjunta de lasdecisiones no fue fácil. Ni para losproductores, ni para los funcionariosprovinciales ni, tampoco, para quie-nes trabajamos en la Unidad Eje-cutora Central de la SAGPyA.Algunas veces, los plazos de con-creción del otorgamiento de losrecursos se alargaron más allá delas premuras de un ciclo agrícola, o de los tiempos imposter-gables del inicio del riego, de la cosecha de un producto quepuede arruinarse con la humedad, o de la urgencia de fumi -gar ante la aparición de una plaga. Pero, aun con dificulta-des, hemos preferido transmitir y consolidar ese elementoesencial de la sustentabilidad de la inversión pública, tanpoco logrado en tantas iniciativas de servicios del Estado.

Y no sólo para decidir dónde y cuánto invertir para disfru-tar después de los beneficios. El proceso de otorgamientode los recursos también requiere discusión y acuerdo sobrecómo distribuir los costos. Compartir la amortización delfinanciamiento otorgado al PROSAP por los organismos

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5De izquierda a derecha:

Lic. Patricio Lamarca,

Ing. Agr. Miguel Santiago

Campos y Lic. Jorge Neme,

en la inauguración de la sede

del PROSAP en Avenida

Belgrano 450.

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multilaterales de crédito, considerando las diferentes condi-ciones de las provincias, regiones, localidades y tipos deproductor, es también asumir la responsabilidad de las deci-

siones tomadas para ase-gurar el mantenimiento delo construido y el progresologrado.

El PROSAP ha signifi-cado para todos nosotrosuna obligación y una opor-tunidad de participar acti-vamente en la salida de lacrisis reciente y de colabo-rar en la reconstruccióndel aparato productivo delpaís y del tejido social quelo anima. Fue alecciona-dor recorrer las provinciasy encontrarnos con hom-bres y mujeres dispuestosa trabajar y producir aun

en las incertidumbres que caracterizaron a la economía y losmercados financieros en esos días aciagos. Decimos frutille-ros, gente dedicada al ajo y a la cebolla, viñateros y produc-tores de soja, y tantos otros tipos de productores argentinosque con entereza atendían al futuro y desatendían los núme-ros agoreros del llamado “riesgo país”. Y fue gratificantesentir que el Programa era una herramienta que estaba con-tribuyendo en la reconstrucción de la infraestructura y losservicios del aparato productivo agropecuario, en especialpara los cultivos de las economías regionales.

También es cierto que no se ha podido invertir de acuer-do con las necesidades y las enormes potencialidades de laproducción agroalimentaria de nuestro país. Pero es innega-ble que las ideas de inversión, como el buen vino, exigen untiempo de maduración. Es por ello que el PROSAP ya hacomenzado una segunda etapa, con recursos redirecciona-dos de otros proyectos financiados por el Banco Interame-ricano de Desarrollo (BID) que no conseguían un convenien-te proceso de desembolsos y concreciones. Este redireccio-namiento de recursos no ejecutados, en favor del PROSAP,fue decidido por el actual Gobierno Nacional y el BID, con el

propósito de promover la inversión productiva, mejorar laoferta de empleo y aumentar las exportaciones.

Es necesario destacar, en un incompleto resumen, losprincipales actores de la preparación y ejecución del PRO-SAP; todos los que han conformado el “nosotros” delPrograma. En primer lugar, los funcionarios y técnicos de losorganismos provinciales para el sector agropecuario quehan desarrollado con éxito una compleja y primordial tarea:llevar el PROSAP al campo, a los productores de carne yhueso, a cada chacarero. Otra tarea de no menor importan-cia de estos actores fue armonizar las necesidades de esosproductores con las posibilidades económicas y financierasde las provincias y los requerimientos técnicos, financieros,institucionales y legales del PROSAP. Junto a ellos, debenmencionarse las diferentes formas asociativas de producto-res: consorcios de riego, inspecciones de cauce, consorciosde caminos y los técnicos de los organismos especializadosen riego, caminos y sanidad animal y vegetal.

La preparación y ejecucióndel PROSAPtambién ha con -tado con el inestimable apor-te de dos renombradas insti-tuciones internacionales: laOrganización de las Nacio-nes Unidas para la Agricul-tura y la Alimentación (FAO) yel Instituto Interamericano deCooperación para la Agricul-tura (IICA). El Centro deInversiones de la FAO partici-pó activamente desde el ini-cio en el diseño general delPrograma y –junto con nues-tro equipo técnico y los orga-nismos sectoriales de las pro-vincias– de los programas de riego de Mendoza y Jujuy.Estos programas y la capacitación en servicio que reportó laFAO sirvieron de modelo para formular los restantes proyec-tos en ese rubro y para los programas de capacitación paralos técnicos de las provincias. El IICA, a través de su divisiónde proyectos, fue autor, junto con los organismos provincia-les, de numerosos proyectos y programas, en especial de

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5Patricio Lamarca, Jefe de

Gabinete del Secretario de la

SAGPyA y Martín Galíndez,

Jefe de Área de Gestión de

Proyectos del PROSAP, en la

inauguración de la sede.

5El secretario de Agricultura,

Ganadería, Pesca y Alimentos,

ingeniero Miguel Santiago

Campos, el coordinador

ejecutivo del PROSAP, licenciado

Jorge Neme y el equipo de sus

colaboradores en la ceremonia

de inauguración de la sede

del PROSAP.

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sanidad vegetal y animal y de riego.Asimismo, tuvo una decisiva participa-ción en el diseño de la segunda fasedel PROSAP.

Otro aporte fundamental para elPROSAP es el materializado por lasdos instituciones multilaterales de cré -dito que financiaron parcialmente elcosto total del Programa: el BancoMundial y el Banco Interamericano deDesarrollo. Cada una de estas institu-ciones financieras participó con 105 y125 millones de dólares respectiva-mente que, junto con el aporte nacio-nal, cubrieron el costo total del Pro-grama equivalente a 316 millones dedólares. Pero la participación de losdos bancos no se restringió al aportefinanciero (su obligación y tarea espe-cífica), sino que desempeñaron unpapel técnico crucial en el diseño delos proyectos y en el seguimiento yevaluación de su posterior puesta enmarcha, permitiendo corregir desvíosy brindar efectivas respuestas a urgen-cias tales como inundaciones o la rea-parición de la fiebre aftosa en el año2001.

El PROSAP ha culminado una etapa: hay 35 proyectosejecutados o en plena ejecución, un esfuerzo de inversiónfederal como pocas veces se ha concretado en nuestro país.El objetivo fue ayudar a que se puedan realizar todas laspotencialidades que tienen el suelo de nuestra Patria y losbrazos de sus agricultores.

Y la segunda etapa del Programa ya comenzó a ejecutar-se, con la presentación de una nutrida cartera de proyectosprovinciales que expresa la demanda creciente provocadapor la reconstrucción de las economías regionales.

Sirva este libro que hoy presentamos para dar cuenta deun esfuerzo y un aprendizaje común, y como memoria com -partida para consolidar y proyectar lo mejor de ellos hacia elfuturo.

5Nivelación de suelos,

zona Tunuyán Inferior.

Mendoza.

Página siguiente 8Vista aérea del área del

Proyecto Tapenagá.

I n t r o d u c c i ó nI n t r o d u c c i ó n

14 15

En el primer capítulo se describen las características delPrograma: cuál es su naturaleza, objetivos y áreas de inter-vención; cómo opera en la Secretaría de A g r i c u l t u r a ,Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación(SAGPyA) y en cada provincia adherida, ycuáles han sido sus logros más significati-vos. En el segundo se ingresa en un mayorgrado de detalle, explicando los programasde riego; la estrategia que implementó elPROSAP para promover el desarrollo enlas economías regionales, y, por último, sepresentan los programas de riego deMendoza, Neuquén, Chubut y Tucumán.

En el tercer capítulo se exponen las ini-ciativas dirigidas a la sanidad vegetal y ani-mal, explicando los proyectos y actividadesejecutadas. A modo de ejemplo puedencitarse la descripción de las actividadesdestinadas al control de la carpocapsa, queafecta a los montes frutales del Alto Valledel Río Negro y la región de Cuyo, y todas las iniciativas queapoyaron el esfuerzo de la Argentina para retomar el controlde la fiebre aftosa, e iniciar acciones para la prevención dela terrible zoonosis que afecta al ser humano, denominada“mal de la vaca loca” (encefalopatía espongiforme bovina).En el cuarto apartado se analiza lo realizado a través delPROSAP en materia de infraestructura para la producciónagropecuaria y la calidad de vida de la población rural: cami-nos, electrificación y obras para el control de las inundacio-nes en las tierras agropecuarias anegables. En el últimocapítulo se expone todo lo efectuado en materia de serviciosque fortalecen a las provincias y a la propia SAGPyA, parauna mejor atención al productor agropecuario y a los propiosproyectos del Programa.

A lo largo de todo este libro se ha procurado destacar –entodos los programas, proyectos y actividades del PROSAP–el objetivo común que los integra: aumentar la producción deagroalimentos, mejorar la competitividad de las exportacio-nes y facilitar la generación de empleo. Son las únicas basessustentables para mejorar los ingresos del productor agríco-la, mitigar la pobreza en el campo y alcanzar un desarrollorural equitativo en todas las provincias argentinas.

El Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PRO-SAP) tiene por fin promover el desarrollo agropecuario enlas provincias y para eso transfiere recursos de inversiónpara numerosos tipos de obras y servicios públicos: rehabi-litación de canales de riego, control de plagas, mejoramien-to de caminos rurales, acceso a la energía eléctrica, promo -ción de las exportaciones y oferta de información de preciosy mercados.

Organizar la preparación y concretar la ejecución de esospropósitos no fue tarea fácil; exponer en un libro los benefi-cios alcanzados por tan vasto Programa tampoco lo fue. Eldesafío consistió en lograr un documento que contara estaformidable experiencia de desarrollo en forma accesiblepero guardando la calidad técnica necesaria, destacandoéxitos y tropiezos y atendiendo a la enorme diversidad agro-ecológica de la Argentina. Fue preciso considerar los pro-yectos de riego para cultivos y productores de Chubut yMendoza; las iniciativas de sanidad agropecuaria para elcontrol del picudo del algodonero en el NEAy la fiebre afto-sa en todo el país; la inversión en mejoramiento de caminosy redes eléctricas rurales en regiones productivas tan dife-rentes como Neuquén, Entre Ríos y Misiones.

I n t r o d u c c i ó n

5Caminos rurales

de Entre Ríos.

5Estación transformadora.

Proyecto Electrificación Rural.

Misiones.