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Serie 1990

Serie 1990

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye

diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que quiera,

tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

50 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Su trayectoria en este tiempo final, llevando a cabo la obra que

corresponde a este tiempo.

Hemos visto al Cordero de Dios en Su trayectoria, en esta

ocasión, como León de la tribu de Judá, con el Libro en la

mano.

`ÈL CORDERO DE DIOS COMO LEON DE LA

TRIBU DE JUDA.''

Dios les bendiga, Dios les guarde. Muchas gracias por

vuestra amable atención, y continúen pasando una noche feliz,

sabiendo que no importan los problemas que tengamos, y no

importan las persecuciones por las cuales tengamos que pasar,

y no importa que el anticristo, la bestia, en su reino aquí en la

Tierra, se levante en contra del Cordero y de los que siguen al

Cordero. No importa nada de eso. Nosotros sabemos que el

Cordero los vencerá, porque El es Rey de reyes y Señor de

señores.

`ÈL CORDERO COMO LEON DE LA TRIBU DE

JUDA.''


vuestra amable atención. Pasen todos una noche muy feliz.

Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para

concluir en esta noche, y nos veremos, Dios mediante, aquí en

este lugar, el domingo próximo en la mañana, para hablar de la

bendición de la primogenitura, y ver cómo el Cordero de Dios

en Su trayectoria, ya como León de la tribu de Judá, nos dará la

bendición de la primogenitura, conforme a ese programa

divino de la primogenitura.

Dios les bendiga y Dios les guarde.

`ÈL CORDERO DE DIOS COMO LEON DE LA

TRIBU DE JUDA.''

CONTENIDO

EL CORDERO DE DIOS TOMA EL LIBRO

DE LOS SIETE SELLOS 5

EL CORDERO DE DIOS

COMO LEON DE LA TRIBU DE JUDA

ABRIENDO EL LIBRO DE LOS SELLOS 18

EL CORDERO DE DIOS

ABRIENDO EL LIBRO SELLADO

CON LOS SIETE SELLOS 27

EL CORDERO DE DIOS

COMO LEON DE LA TRIBU DE JUDA 39

EL CORDERO DE DIOS COMO LEÓN DE LA TRIBU… 49

cual Juan trató de adorar delante del Ángel del Señor

Jesucristo; pero el Ángel le dijo que no lo hiciera. Vamos a

leerlo:

``Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo:

Mira, no lo hagas; yo soy consiervo contigo, y de tus hermanos

que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el

testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.'' (Apocalipsis

19:10).

Y también en Apocalipsis 22, verso 8 y 9, Juan

nuevamente quiso adorar delante del Ángel. Y el Ángel le dijo:

``Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus

hermanos los profetas, y de los que guardan las profecías de

este libro. Adora a Dios.''

Juan el Discípulo amado estaba viendo la manifestación

del Señor Jesucristo en esta Tierra como León de la tribu de

Judá, manifestada por medio del Ángel que le mostraba estas

cosas. Juan estaba viendo en el Ángel del Señor Jesucristo la

revelación del Señor como León de la tribu de Judá, como Rey

de reyes y Señor de señores. Juan estaba viendo la apertura del

séptimo Sello aquí en la Tierra, la manifestación del séptimo

Sello aquí en la Tierra en este tiempo final; estaba viendo que

el Señor Jesucristo estaba manifestándose en y por medio de

Su Ángel mensajero, conforme al orden de Su venida; por esa

causa Juan quiso adorar delante del Ángel; pero le fue

prohibido por el mismo Ángel. Ni siquiera se debe besarle la

mano al Ángel, en forma de adoración, nada de eso. Un saludo

de manos es normal; pero no debemos ir más allá de donde se

debe ir.

Así que podemos ver al Cordero de Dios en Su trayectoria

en este tiempo final, en el cumplimiento de la venida del Señor

como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores. Podemos ver, como dijo el anciano: ``He aquí el León

de la tribu de Judá, el cual ha vencido para tomar el Libro y

abrir sus Sellos.''

En el tiempo final el mensaje proclama al Cordero de Dios

como León de la tribu de Judá; pero es el mismo personaje

pasando de Cordero a León; es el mismo Señor Jesucristo en


El precursor de la primera venida del Señor Jesucristo

estuvo anunciándolo como Cordero de Dios; y cuando apareció

en la escena, lo presentó como Cordero de Dios; así también el

precursor de la segunda venida del Señor Jesucristo, cuando

presenta al Cordero de Dios en Su trayectoria para el

cumplimiento de Su segunda venida, dice que El cambia de

Cordero de Dios a León de la tribu de Judá. Y así lo presenta al

pueblo, así lo presenta a todos los que son preparados para la

segunda venida del Señor como León de la tribu de Judá. El

Cordero es el mismo León de la tribu de Judá, que es el Señor

Jesucristo en Su segunda venida, conforme al orden de Su

venida.

En Sus siete mensajeros se manifestó como Cordero de

Dios, esto fue una manifestación del Señor Jesucristo en cada

edad. Y luego que terminan esas siete manifestaciones,

entonces viene la gloriosa manifestación del Señor Jesucristo

como León de la tribu de Judá en este tiempo final. Y el

precursor de la segunda venida del Señor Jesucristo, el

precursor de esta manifestación final del Señor Jesucristo, dijo:

``Cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El

vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será

completamente Emmanuel, la Palabra de Dios encarnada en

un hombre.''

Y esa será la manifestación del Señor Jesucristo, del

Cordero de Dios, ya como León de la tribu de Judá con el

Título de Propiedad en la mano, para traerlo a la raza humana,

para traerlo a todos los escogidos, y así regresar a la raza

humana ese Libro de la Redención, ese Título de Propiedad, en

donde están escritos los nombres de todos los escogidos, en

donde está toda la creación registrada. El viene con ese Título

de Propiedad en Su manifestación como el León de la tribu de

Judá, la cual lleva a cabo en este tiempo final en Su Ángel

mensajero.

Su Ángel mensajero no será el Señor Jesucristo, sino el

velo de carne que el Señor Jesucristo utilizará para su

manifestación como León de la tribu de Judá, como Rey de

reyes y Señor de señores. Así que podemos ver la causa por la

“La Trayectoria del Cordero de Dios”

EL CORDERO DE DIOS TOMA

EL LIBRO DE LOS SIETE SELLOS

29 de abril de 1990

Villahermosa, México

Por William Soto Santiago

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes,

es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en este

día, para continuar con esta serie titulada La trayectoria del

Cordero de Dios.

En esta ocasión quiero leer en el Libro de Apocalipsis,

capítulo 5, desde el verso 1 en adelante:

``Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el

Trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete

sellos.

Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién

es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?

Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la

tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.

Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado ninguno

digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí el León

de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el

libro y desatar sus siete sellos.

Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres

vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,

los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la

tierra.

Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba

sentado en el trono.

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes

y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;

todos tenían arpas, y copas llenas de incienso, que son las

oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico,

diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos;


porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido

para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has

hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos

sobre la tierra.''

Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos

permita entenderla, y nos permita ver al Cordero de Dios en Su

trayectoria tomando el Libro de los siete Sellos.

``EL CORDERO TOMA EL LIBRO DE LOS SIETE

SELLOS.''

Hemos visto que este Libro sellado con siete Sellos estaba

en la mano del que estaba sentado en el Trono.

El que está sentado en el Trono es Dios, y tiene ese Libro

en Su mano, como lo muestra Apocalipsis capítulo 5, verso 1.

Y alrededor del Trono está un arco iris, el cual representa el

pacto divino. Y ninguna persona se puede acercar a Dios, a

menos que no sea por medio de un pacto: del pacto establecido

por Dios para el tiempo en que la persona se acerca a Dios.

Podemos ver también que donde está ese Libro, ahí está el

pacto divino, ahí está el arco iris alrededor del Trono de Dios.

Ahora, este Libro sellado con siete Sellos, que se

encuentra en la mano del que está sentado en el Trono, es el

Libro de la vida, el Libro de la vida del Cordero, el Libro de la

Redención; es el Título de Propiedad de los cielos y de la

Tierra, el Título de Propiedad de toda la creación. Así que éste

es el Libro más importante que existe en el cielo.

Cuando Adán fue creado, aquí en la Tierra, él tuvo ese

Título de Propiedad, porque él recibió autoridad, dominio y

control sobre toda la creación colocada aquí en la Tierra,

cuando Dios colocó a Adán en un cuerpo teofánico. Y luego

cuando Dios lo trajo a un cuerpo físico, Adán tenía toda la

autoridad y poder sobre todo lo que Dios había creado y

colocado aquí en la Tierra.

El Dios de los cielos y de la Tierra, y de toda la creación,

colocó a Su primer hijo manifestado en un cuerpo físico, sobre

esta creación aquí en la Tierra. Siendo cada hijo de Dios

heredero de Dios, entonces Adán tenía derecho a esta herencia

para gobernar, para reinar sobre esta herencia, sobre esta


formado por estos reyes, se levantará en contra del Cordero de

Dios en este tiempo final, se levantará en contra del Programa

Divino, reunirá sus ejércitos en contra del Cordero y en contra

de los que siguen al Cordero en Su trayectoria en este tiempo

en que nosotros estamos viviendo.

En la trayectoria del Cordero de Dios para este tiempo

final le corresponde la obra como León de la tribu de Judá,

como Rey de reyes y Señor de señores. Por eso se levantarán

en contra del Cordero, pero el Cordero los vencerá; porque ya

El no estará llevando a cabo una obra como Cordero, sino

como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores en Su nuevo ministerio.

Y los que estamos con el Cordero, estaremos siguiéndole

fieles a Su Palabra, al mensaje que corresponde para nuestro

tiempo, y tendremos la victoria más grande de todos los

tiempos; tendremos la victoria del amor divino, y tendremos la

victoria en el amor divino. El Cordero vencerá a la bestia con

sus ejércitos, porque el Cordero en Su trayectoria, en Su obra

correspondiente para este tiempo final, se presenta en Su

trayectoria como León de la tribu de Judá.

El se manifestó en Su primera venida como Cordero de

Dios; y estuvo manifestándose como Cordero de Dios a través

de cada uno de los siete mensajeros. Cada uno de estos

mensajeros fue un trono de misericordia, en donde el Cordero

de Dios estuvo manifestado para traer a la gente al

conocimiento del Programa Divino, del Programa del Cordero

de Dios, de la obra del Cordero de Dios. Pero cuando terminan

esas etapas de la Iglesia gentil, entonces el Cordero de Dios se

convierte en el León de la tribu de Judá, en el Rey de reyes y

Señor de señores, y así se manifiesta tomando el Título de

Propiedad y reclamando Sus derechos, y llevando a cabo aquí

en la Tierra la obra de León de la tribu de Judá: reclamando

todo lo que le pertenece y trayendo de regreso el Título de

Propiedad a la raza humana; el cual la raza humana había

perdido, juntamente con los derechos que están en ese Título

de Propiedad de los Cielos y de la Tierra. Así que El en Su

venida se presenta como el León de la tribu de Judá.


imperio del anticristo, y harán guerra en contra del jinete del

quinto caballo del Apocalipsis. Pero vean ustedes la promesa

que tenemos. Leamos en Apocalipsis capítulo 17, verso 11 en

adelante:

``La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de

entre los siete, y va a la perdición.

Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún

no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad

como reyes juntamente con la bestia.

Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y

su autoridad a la bestia.

Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,

porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están

con él son llamados, elegidos y fieles.''

Son los escogidos, los elegidos, y fieles de este tiempo

final, juntamente con los santos de las edades pasadas que han

de levantarse en la Resurrección para estar con el Señor en Su

segunda venida, juntamente con los escogidos que vivimos en

este tiempo final, los cuales recibirán la transformación de sus

cuerpos también; y será un poderoso ejército celestial

siguiendo al Cordero de Dios, que es el jinete del quinto

caballo de Apocalipsis capítulo 19. Son elegidos, escogidos,

llamados en cada edad con el mensaje que les correspondió, y

fieles al mensaje que les tocó en su tiempo; como nosotros

somos fieles al mensaje de la Edad de la Piedra angular,

nuestra Edad, la cual nos ha tocado a nosotros.

Podemos ver lo que ocurre aquí en tipos y figuras, en

símbolos apocalípticos, lo cual se materializa en este tiempo

final en personajes que estarán viviendo aquí en la Tierra.

El anticristo, del cual habla la Biblia, el cual se sienta en

el Templo de Dios haciéndose parecer Dios, él aquí en la tierra

será un hombre ungido con el espíritu del diablo. El diablo

estará encarnado en el anticristo; y a través de él estará

dirigiendo los reinos de este mundo, los cuales el diablo le

ofreció al Señor Jesucristo, pero Jesús los rechazó. Un

personaje de este tiempo final recibirá esos reinos terrenales,

los aceptará, y él será el anticristo. Y el imperio del anticristo,

EL CORDERO DE DIOS TOMA EL LIBRO DE LOS… 7

creación terrenal. Así que Adán era el rey aquí en la Tierra; y

Dios es el Rey sobre todo el universo, incluyendo este planeta

Tierra. Así que cada hijo de Dios también es hecho rey. Por eso

aquí dice, en lo que leímos: ``Y tú nos has hecho para nuestro

Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la Tierra.''

Ahora, para poder obtener todo el dominio de un Reino, se

requiere ese Librito, ese Título de Propiedad de toda la

creación. Ese Título de Propiedad Adán lo tuvo; pero allá en

``la caída'' en el Huerto del Edén, lo perdió; y por lo tanto ese

Título de Propiedad regresó a las manos de Dios.

Teniendo ese Título de Propiedad, Adán podía vivir

eternamente, y entonces todas las cosas podían vivir

eternamente también. Toda la creación que estaba colocada

aquí en la Tierra sobre la cual Adán tenía control, tenía derecho

a la vida eterna. Con ``la caída'', Adán cayó fuera de la vida

eterna, salió de la vida eterna. Y juntamente con la caída de

Adán cayó toda la Tierra, cayó toda la creación. Todo lo que

Dios había colocado bajo su dominio, cayó también. Por eso,

desde ese tiempo en adelante los animales y los árboles

mueren; y así podemos ver que cada cosa tiene su final.

Ahora, este Título de Propiedad, desde ``la caída'' allá en

el Huerto del Edén, pasó a las manos de Dios, que es el Dueño

Original; porque El es el Creador de los cielos y de la Tierra;

El es el Creador de toda la creación. Dios creó todo por la

Palabra hablada, manifestado en Su cuerpo teofánico,

manifestado en ese Verbo, que es el cuerpo teofánico.

Ahora, encontramos que han pasado aproximadamente

seis mil años desde ``la caída'' del ser humano allá en el Huerto

del Edén, hasta el presente; y la raza humana ha estado sin ese

Título de Propiedad; y por esa causa no ha podido regresar a la

vida eterna. Aunque ha luchado por un lado y otro para obtener

a través de la ciencia un tiempo adicional a la vida normal de

cada ser humano, no ha obtenido el vivir eternamente todavía;

porque para vivir eternamente en un cuerpo físico se requiere

ese Título de Propiedad.

Ahora, encontramos que para que el Título de Propiedad

regresara nuevamente a las manos de los hijos de Dios, el


Cordero de Dios apareció en la escena terrenal, luego de ser

representado o tipificado en aquellos corderos que el pueblo

hebreo sacrificaba; pero ahora apareció personal-mente

manifestado en carne humana. Y Juan cuando lo vio, dijo: ``He

aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.''

Había aparecido el Cordero de Dios para resolver el

problema de ``la caída'' del ser humano en el Huerto del Edén.

Y luego que murió en la Cruz del Calvario, y ascendió al cielo,

entonces se sentó a la Diestra de Dios, en el Trono de Dios,

haciendo intercesión por cada uno de los escogidos, de los que

tienen su nombre escrito en ese Libro sellado con siete Sellos.

Y luego que Su tiempo de intercesión termina, en un lapso

de tiempo de dos mil años aproximadamente, durante la

Dispensación de la Gracia, entonces en el cielo aparece el ciclo

divino para que ese Libro, el Título de Propiedad, o Libro de la

Redención, regrese a la raza humana.

Cada cosa en el programa divino tiene un tiempo asignado

por Dios, y fuera de ese tiempo no puede llevarse a cabo nada

en el programa de Dios. Cada cosa tiene su tiempo. Como el

Señor Jesucristo no podía morir en otro tiempo, sino en el

tiempo asignado por Dios; asimismo ese Título de Propiedad o

Libro de la vida no podía ser abierto en otro tiempo, sino en el

tiempo asignado por Dios: luego de terminar las siete etapas o

Edades de la Iglesia gentil.

Luego del Señor Jesucristo concluir Su labor como

Cordero de Dios, terminar Su labor como Intercesor, haciendo

intercesión por cada uno de los que tienen sus nombres escritos

en el Libro de la vida del Cordero.

Ahora, hemos visto la importancia de este Libro, hemos

visto que por la falta de la apertura de este Libro, los hijos de

Dios, aunque han recibido al Cordero de Dios como su

sacrificio por el pecado, a través de las Edades del pasado

tuvieron que morir y pasar al Paraíso, en donde allí han estado

viviendo en un cuerpo teofánico, el cuerpo teofánico

predestinado por Dios para cada uno de estos escogidos que

partieron en el pasado.

Y ese cuerpo o ese espíritu teofánico era el que en realidad


que es la Palabra, el Verbo; en donde dice que tiene escrito este

nombre en Su muslo y en Su vestidura: REY DE REYES Y

SEÑOR DE SEÑORES. Y dice que de Su boca sale una

espada aguda de dos filos, para herir con ella a todas las

naciones.

Quiero leer ese pasaje, porque el precursor de la segunda

venida del Señor dijo cómo se cumpliría este pasaje del

capítulo 19 de Apocalipsis:

``Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo

blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y

con justicia juzga y pelea.

Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza

muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno

conocía sino él mismo.

Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre

es: EL VERBO DE DIOS.

Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco

y limpio, le seguían en caballos blancos.

Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a

las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el

lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:

REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran

voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:

Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis

carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de

caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos,

pequeños y grandes.

Y vi a la bestia, y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,

reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y

contra su ejército.'' (Apocalipsis 19:11-19).

Ahora, vean aquí que en este pasaje de Apocalipsis 19 nos

muestra que habrá un enfrentamiento en la venida del Señor

con la bestia y con todo el ejército que ella reúne, porque

estarán unidos a la bestia los diez reyes que le dan su poder, su

autoridad, y formarán el gran imperio de la bestia, el gran


la segunda venida del Señor Jesucristo manifestada aquí en la

Tierra. El tendrá escrito también en Su muslo y en Su

vestidura: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Ya no

será el Cordero de Dios; ya no será en la forma de Cordero,

sino que será como León de la tribu de Judá, como Rey de

reyes y Señor de señores.

Por eso cuando el séptimo mensajero de la séptima edad

de la Iglesia gentil, el profeta enviado de Dios con el Espíritu y

virtud de Elías para la edad de Laodicea, y también para esa

etapa de precursar la segunda venida del Señor, lo cual se llevó

a cabo entre la séptima y octava Edad, la Edad de la Piedra

angular; porque en esa brecha se llevó a cabo la introducción

de la segunda venida del Señor por ese profeta mensajero con

el Espíritu y virtud de Elías.

Y así como Juan el Bautista estuvo anunciando que

después de él vendría Uno, del cual él no era digno de desatar

la correa de Su calzado; y cuando Juan vio a ese Personaje

manifestado, él dijo: ``He aquí el Cordero de Dios, que quita el

pecado del mundo...''

Juan el Bautista mostró al Cordero de Dios en Su

trayectoria, en Su primera venida, para llevar a cabo la obra de

redención, para con Su Sangre limpiar de todo pecado a cada

hijo de Dios y así quitar el pecado del mundo.

Ahora, en este tiempo final corresponde a la segunda

venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles; corresponde a la

segunda venida del Señor Jesucristo como León de la tribu de

Judá, como Rey de reyes y Señor de señores. Y el séptimo

mensajero estuvo preparando el Camino, anunciando que

después de él vendría el cumplimiento de la segunda venida del

Señor como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores. Será el mismo Cordero de Dios en Su

trayectoria, en Su nuevo ministerio como León de la tribu de

Judá.

Y el séptimo mensajero hablando de Su venida, dijo:

``Cuando nuestro Señor Jesucristo aparezca sobre la

Tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve.''

Esto fue citando Apocalipsis capítulo 19, en donde dice


cada hijo de Dios tenía que recibir antes de venir a este planeta

Tierra, para luego de recibir ese espíritu teofánico y vivir por

una temporada en la Sexta Dimensión, entonces pasar a esta

dimensión terrenal, y vivir en carne humana, pero en un cuerpo

perfecto, eterno, y así poder vivir eternamente. Pero por causa

de ``la caída'', cada hijo de Dios apareció en esta Tierra

habiendo tomado un espíritu en la permisiva voluntad de Dios,

y no el espíritu teofánico que le correspondía.

Y encontramos que a través del sacrificio del Señor

Jesucristo, cada hijo de Dios ha tenido derecho a nacer de

nuevo, nacer en ese espíritu teofánico en la Sexta Dimensión.

Ese es el nuevo nacimiento del cual habla el Señor Jesucristo,

cuando le dijo a Nicodemo: ``De cierto te digo que el que no

nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.''

Así que durante dos mil años se ha estado operando el

nuevo nacimiento de cada escogido, de cada hijo de Dios. Y

así cada hijo de Dios ha estado teniendo el cuerpo teofánico

que le fue asignado. Y ese cuerpo teofánico, ese espíritu

teofánico, que también es conocido como ``el ángel de Jehová

que acampa en derredor de los que le temen, y los defiende'',

ha reconocido a la persona a la cual le pertenece; y ha estado a

su lado cuidándole, guiándole y captando la revelación divina

que corresponde para su tiempo, y transmitiéndole esa

revelación divina a la persona a la cual le corresponde ese

cuerpo teofánico.

Y cuando la persona, a través de las Edades del pasado, ha

terminado su tiempo aquí en la tierra, ha dormido su cuerpo

terrenal; pero la persona ha pasado a ese espíritu teofánico que

le ha estado acompañando, y ha pasado a la Sexta Dimensión

para vivir allí por una temporada de tiempo, mientras ocurre la

Resurrección que viene a ser lo perfecto para los que han

partido en el pasado; porque es el momento en que la persona

recibe el cuerpo eterno, el cuerpo que Dios predestinó para esa

persona desde antes de la fundación del mundo.

Nosotros vivimos en cuerpos temporeros, en cuerpos en la

permisiva voluntad de Dios; por eso no son eternos; pero algún

día cada uno de nosotros viviremos en el cuerpo perfecto, en el


cuerpo que Dios diseñó desde antes de la fundación del mundo,

y entonces viviremos eternamente-te, porque será un cuerpo

creado por Dios para vida eterna. Pero por causa de que el

Título de Propiedad ha estado en la mano de Dios, y no en la

mano de los hijos de Dios, los hijos de Dios no han poseído un

cuerpo eterno todavía; pero hemos de tener ese cuerpo eterno.

Y eso lo obtendremos en el tiempo en que el Título de

Propiedad esté nuevamente en las manos de los hijos de Dios,

y esté abierto ese Titulo de Propiedad. Porque ese Título de

Propiedad le da derecho a la vida eterna, le da derecho a un

cuerpo eterno, le da derecho a la juventud eterna, a la felicidad

eterna, y a todo lo eterno que Dios ha creado para la persona

que posea ese Libro abierto.

Así que este Libro es tan importante en el cielo, y es tan

importante para los hijos de Dios, que cuando ha llegado el

tiempo para que ese Libro sea abierto y tomado por una

persona digna de tomar ese Libro y abrir esos Sellos... Dice

que en el cielo no se encontraba ninguna persona digna. ¿Pero

no estaban allí los profetas de Dios? Sí; pero ellos habían

nacido en esta Tierra por la unión de un hombre y de una

mujer, y no por creación divina.

¿Y dónde estaba el Señor Jesucristo? El estaba en el Lugar

de Intercesión, haciendo intercesión por cada uno de los

escogidos; por lo tanto, no estaba allí presente en ese momento.

Y por esa causa Juan lloraba mucho, porque él sabía que había

llegado el ciclo divino para la apertura de ese Libro; y si se

pasaba ese ciclo divino y no se abría ese Libro, entonces todos

los derechos que estaban ahí en ese Libro, no eran efectivos

para los hijos de Dios, y todo regresaría a la posición y lugar en

donde estaba todo antes de la creación.

¿Y saben lo que eso significa? Que todo volvería a estar

como estaba antes de Dios crear todas las cosas. Todo

regresaría a Dios en la forma en que estaba antes de la

creación. En palabras más claras, todo volvería a ser un

pensamiento en la mente de Dios: un atributo en la mente de

Dios, un atributo sin manifestarse. Todo volvería a estar en esa

condición. Y Dios no llevó a cabo la creación para que ésta


abrir el libro y desatar sus siete sellos.''

El Señor Jesucristo ya había dado un paso hacia adelante,

y había tomado Su ministerio de León de la tribu de Judá, de

Rey de reyes y Señor de señores. El Señor Jesucristo ya había

cambiado de Cordero a León.

Ahora, cuando Juan el Bautista presentó a Jesús, luego de

bautizarlo, lo presentó como el Cordero de Dios; pero los

discípulos de Juan no vieron un cordero literal, sino que vieron

a un hombre conocido por el nombre de Jesús de Nazaret. Y

acá cuando el anciano dice:

``Juan, no llores más. He aquí el León de la tribu de Judá,

el cual ha vencido para abrir el Libro y desatar sus Sellos.''

Y Juan dice:

``Y miré, vi que aquí en medio del trono y de los cuatro

seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado...''

El anciano dijo que era un León; y ahora Juan mira, y dice

que es un Cordero. Pero no hay ninguna contradicción en lo

que vio y dijo el anciano, y en lo que vio y dijo Juan el

discípulo amado.

Porque cuando el anciano miró al León de la tribu de

Judá, al que vio fue al Señor Jesucristo que salió del Trono de

Intercesión. Y cuando Juan vio a ese Cordero, estaba viendo al

Señor Jesucristo que había salido del Trono de Intercesión.

Juan el discípulo amado no conocía al Señor Jesucristo

como León de la tribu de Judá, sino como Cordero de Dios. El

lo conocía como se lo presentó Juan el Bautista a ellos en Su

primera venida.

Ahora, este ministerio como León de la tribu de Judá

corresponde a Su segunda venida; por lo tanto, después de El

tomar ese Libro sellado con siete sellos (como León de la tribu

de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores), y abrir esos

sellos, y reclamar todos los derechos de la redención, entonces

desciende a la Tierra en Su segunda venida, conforme al orden

de Su venida (como León de la tribu de Judá, como Rey de

reyes y Señor de señores), con ese nombre: el Verbo de Dios.

Verbo no es un nombre; pero todo esto representa que será


sus Sellos. Tiene que ser un Pariente redentor, un ser humano,

una persona que haya vivido aquí en la Tierra en un cuerpo

físico. Leamos en Apocalipsis 5:

``Vi en la mano derecha del que estaba sentado en el

Trono un Libro escrito por dentro y por fuera, sellado con

siete Sellos. Vi a un Ángel fuerte que pregonaba a gran voz:

¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?



Y lloraba yo mucho, porque no se había hallando a

ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.''

No había ninguno digno en el Cielo, ni en la Tierra, ni

debajo de la Tierra. Allí estaban los arcángeles, los ángeles, los

serafines; todos ellos son dignos; pero para tomar ese Libro se

requería un ser humano perfecto, alguien que no hubiera

venido a existencia a la Tierra por la unión de un hombre y de

una mujer, sino por Creación Divina. Y no aparecía ningún

hombre allí en la Tierra en esa forma. Allí estaban los grandes

profetas de Dios, pero ninguno era digno de tomar ese Libro y

abrir esos Sellos, ni aun de mirar ese Libro.

Allí estaba Moisés, Elías, Samuel, Enoc, Noé, todos estos

grandes profetas de Dios, pero ninguno era digno para llevar a

cabo esa labor, porque todos habían venido por la unión de un

hombre y de una mujer, todos habían aparecido en una

creación ya caída. Y Adán había caído también. Por lo tanto,

no se encontraba ninguna persona digna allí, ni en el Cielo ni

en la Tierra, ni debajo de la Tierra. ¿Y dónde estaba el Señor

Jesucristo, el cual es Digno para tomar ese Libro y abrir esos

Sellos? El se encontraba en el Trono de Intercesión, haciendo

intercesión por cada uno de los que tienen su nombre escrito en

el libro de la vida del Cordero. Pero cuando concluyó de hacer

intercesión por el último hijo de Dios, entonces se presentó.

Pero Juan estaba llorando mucho, y no había visto que estaba

apareciendo un personaje que sí podía tomar ese Libro y abrir

esos Sellos. Leamos en Apocalipsis 5:

``Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí el

León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para


fuera destruida y desapareciera; pero como Juan no

comprendía esa etapa de la trayectoria del Cordero, entonces

estaba llorando mucho; porque se requería un hombre perfecto,

sin pecado; y todos los hombres habían nacido por la unión de

un hombre y de una mujer; toda la raza humana estaba caída; y

el Señor Jesucristo no aparecía; que era el Único que había

nacido por creación divina, Su cuerpo físico, y no había caído.

Y Juan lloraba mucho, porque sabía las consecuencias que

vendrían al no aparecer una Persona digna de tomar ese Libro

y abrir esos Sellos, abrir el Título de Propiedad. Pero el

anciano, conociendo la trayectoria del Cordero, le dijo a Juan:

``No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de

David, ha vencido para abrir el Libro y desatar sus siete sellos.

“…Y miré, y vi que en medio del Trono y de los cuatro

seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado...''

El anciano le dice a Juan: No llores. He aquí el León de la

tribu de Judá. Pero cuando Juan mira:

``…estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía

siete cuernos, y tenía siete ojos, los cuales son los siete

espíritus de Dios enviados por toda la tierra.''

Ahora, aparentemente, hay una contradicción en lo que el

anciano vio, y en lo que Juan el discípulo amado vio allá en el

cielo para tomar el Libro y abrir sus Sellos. El anciano dijo que

estaba allí un León para tomar ese Libro y abrir los Sellos. Y

cuando Juan miró, vio un Cordero para tomar ese Libro y abrir

los Sellos. Juan no vio un Cordero, un animal, ni el anciano vio

un León; sino que ambos vieron a la misma persona: vieron al

Señor Jesucristo, que es el León de la tribu de Judá, y también

es el Cordero de Dios.

El Cordero de Dios en Su trayectoria se presenta ante el

Trono de Dios para tomar el Libro de la vida, para tomar el

Título de Propiedad, el Libro de la Redención, y abrir esos

Sellos; y así llevar a cabo el reclamo de todo lo que El redimió,

y así regresar a la raza humana ese Título de Propiedad, para

que la raza humana tenga derecho a vivir nuevamente por toda

la eternidad: La raza humana encabezada por los escogidos de


Dios, los primogénitos escritos en el Libro de la vida del

Cordero.

Ahora, en Su trayectoria hemos visto al Cordero de Dios

frente al Trono de Dios; y lo hemos visto tomando ese Libro

que está sellado con siete Sellos, tomándolo de la mano

derecha del que está sentado en el Trono. Y luego encontramos

que todas las huestes celestiales, llenas de regocijo, llena de

alegría, claman a gran voz:

``Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres

vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del

Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de

incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un

nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de

abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos

has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y

nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,

y reinaremos sobre la tierra.''

Ahora, podemos ver que todos allá cantan ese nuevo

cántico, dándole gracias al Cordero y glorificando al Cordero

por el sacrificio que hizo en la Cruz del Calvario. Así que lo

proclamaron digno de tomar ese Título de Propiedad o Libro

de la Vida.

Ahora, vean ustedes que este Libro ya en la mano del

Cordero, que es el León de la tribu de Judá, es un evento muy

importante en el cielo, y también para los seres humanos aquí

en la Tierra.

El Cordero de Dios en Su trayectoria, tomando este Libro

del que está sentado en el Trono, da un paso hacia adelante, y

se convierte en el León de la tribu de Judá para llevar a cabo un

nuevo ministerio, conforme al orden de Melquisedec, como

León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de

señores.

Ahora, el Cordero en Su trayectoria se convierte en el

León de la tribu de Judá, teniendo en Su mano el Libro sellado

con siete Sellos. Llegó el momento más sublime en el cielo y

en la Tierra; pero los seres humanos no entienden muy bien las

cosas sublimes del cielo; por lo tanto, mirando a las huestes


Ahora, vean ustedes que este Cordero de Dios viene desde

el principio. Y este Cordero de Dios tiene un libro, que se

llama ``El Libro de la Vida del Cordero.'' En ese Libro de la

vida del Cordero están escritos todos aquellos que están

predestinados por Dios; que son los escogidos, los elegidos,

para los cuales El con Su Sangre lleva a cabo la remisión de

sus pecados.

Y cada persona que tiene su nombre escrito en el Libro de

la Vida del Cordero, es un escogido, un predestinado, desde

antes de la fundación del mundo. Su nombre está ahí escrito.

Ese es el nombre con el cual Dios conoció a cada escogido

desde antes de la fundación del mundo.

Así que su nombre está ahí en el Libro de la Vida del

Cordero. Y la Sangre del Cordero de Dios nos limpia de todo

pecado. Limpia de todo pecado a las personas que tienen su

nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero.

Los escogidos de Dios han pasado por este planeta Tierra,

han estado viviendo a través de las edades y dispensaciones en

cuerpos terrenales, mortales, por una temporada, para pasar por

una etapa del programa divino que se está llevando a cabo aquí

en la Tierra. Y en ese programa que se está llevando a cabo en

este planeta Tierra, hemos visto al Cordero de Dios en Su

trayectoria llevando a cabo una obra gloriosa en favor de todos

los que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida del

Cordero. Por eso El descendió a este planeta Tierra, dos mil

años atrás, para llevar a cabo la obra como Cordero de Dios, y

quitar el pecado del mundo; y así preparar el Camino de

regreso a la vida eterna, a la Casa de nuestro Padre celestial, a

todos los escogidos, a todos los que tienen sus nombres

escritos en el Libro de la vida del Cordero.

Este Libro de la Vida del Cordero lo encontramos en la

mano del que está sentado en el Trono, en Apocalipsis capítulo

5, en donde se proclama un mensaje en el Cielo, diciendo que

se presente alguien digno de tomar ese Libro y abrir esos

Sellos.

Vean ustedes cómo se proclama ese mensaje, y se pide

que aparezca una persona digna de tomar ese Libro y desatar


Jordán, donde Juan estaba bautizando.

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He

aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un

varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.

Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a

Israel, por esto vine yo bautizando con agua.

También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que

descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.

Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con

agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y

que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu

Santo.

Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de

Dios.

El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus

discípulos.

Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el

Cordero de Dios.

Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.''

Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos

permita comprenderla.

``La Trayectoria del Cordero de Dios.'' Esta es una serie

que comencé en Puerto Rico, la cual hemos estado

desarrollando a través de todo este recorrido por México, y

continuaremos aquí en Guatemala y en los demás países

adonde hemos de llegar.

Para ver al Cordero de Dios en Su trayectoria, ver al

Cordero de Dios moviéndose de etapa en etapa, leamos en

Apocalipsis, capítulo 13, verso 7 en adelante; donde está

hablando de la bestia:

``Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y

vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,

pueblo, lengua y nación.

Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos

nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero

que fue inmolado desde el principio del mundo.''


celestiales aquí, y a los que se encuentran allá en el cielo, se

puede ver la hora tan sublime que llegó cuando el Cordero

tomó el Libro de la mano del que está sentado en el Trono.

Esa es la hora en que El lleva a cabo el reclamo, al abrir ese

Libro sellado con siete Sellos, y es la hora en que el Cordero de

Dios muestra toda la obra que ha llevado a cabo en favor de

Sus escogidos. El da a conocer, revela, con la apertura de este

Libro, todo lo que aconteció en el pasado, a la Luz de los ojos

de Dios.

Aquí se muestra la obra divina que el Cordero llevó a

cabo, y también se muestra cómo el enemigo de Dios trató de

destruir la obra de Dios y a los hijos de Dios que estaban con el

Cordero, en la trayectoria del Cordero durante las siete etapas o

Edades de la Iglesia gentil.

Así que con la apertura de este Libro, todos los misterios

del Reino de los cielos quedan abiertos para todos los hijos de

Dios; porque a vosotros es dado conocer los misterios del

Reino de los cielos.

Así que estamos viendo al Cordero de Dios tomando el

Libro de los siete Sellos. Y podemos ver lo que todo esto

significa para los hijos de Dios; y podemos ver lo que esto

significa para el Cordero de Dios; podemos ver lo que esto

significa para el mismo Dios; y también lo que esto significa

para el diablo y para los hijos del diablo. Esto significa que el

fin para el diablo y sus hijos está a la mano.

Pero para los hijos de Dios significa que estamos en la

mera entrada a la vida eterna, con un cuerpo eterno; y así tener

funcionando todos estos derechos contenidos en este Título de

Propiedad. Y ahí entonces cada hijo de Dios tendrá todo el

poder y la autoridad sobre toda esta creación que nosotros

podemos ver.

Toda la naturaleza le obedecerá a los hijos de Dios,

porque ya tendrán ese Título de Propiedad, y ya todo estará

legalizado ante la presencia de Dios; y ya cada hijo de Dios,

escrito en el Libro de la vida del Cordero, habrá recibido el

cuerpo eterno, habrá entrado a la vida eterna, y habrá obtenido

todos los derechos que le corresponden como hijo de Dios.


Entonces ya estaremos como hijos de Dios manifestados.

Esto será la manifestación o adopción de los hijos de Dios, la

cual está por acontecer. Pero primero es restaurado ese Título

de Propiedad a los hijos de Dios. Podemos ver ya al Cordero

aquí tomando ese Libro.

Y en las próximas conferencias veremos al Cordero de

Dios como León de la tribu de Judá, en Su nuevo ministerio,

abriendo ese Título de Propiedad, ese Libro, y mostrando en

cada uno de los Sellos lo que corresponde para cada momento.

Así que en esta mañana hemos visto al Cordero de Dios

tomar el Título de Propiedad, el Libro sellado con siete Sellos.

Sin ese Librito sellado con siete Sellos, ninguna persona

podrá regresar a la vida eterna, ninguna persona podrá recibir

la Transformación de su cuerpo, si está vivo; y si partió en el

pasado no podrá recibir la Resurrección, a menos que no tenga

ese Librito sellado con siete Sellos, porque es el Título de

Propiedad, el Libro de la Redención, el Libro de la vida. Y

teniendo ese Título tiene derecho a regresar a la vida eterna

con un cuerpo eterno. Eso da lugar a la continuación del

programa de creación de Dios.

Entonces usted no estará en un cuerpo en la permisiva

voluntad de Dios, sino que estaremos todos con un espíritu

teofánico en la perfecta voluntad de Dios; el que nos

correspondía desde antes de la fundación del mundo, que

corresponde a la Sexta Dimensión; y también estaremos con el

cuerpo físico que nos corresponde, un cuerpo eterno, un cuerpo

interdimensional, un cuerpo que no estará sujeto a las leyes

terrenales, sino que las leyes terrenales estarán sujetas a ese

cuerpo y a ese espíritu teofánico que hemos de tener para vivir

eternamente.

Así que la bendición grande para todos los hijos de Dios,

está en ese Librito sellado con siete Sellos, el cual hemos visto

pasar de la mano del que está sentado en el Trono a la mano

del Cordero de Dios, como León de la tribu de Judá, Rey de

reyes y Señor de señores.

En las próximas conferencias veremos al Cordero de Dios,

al León de la tribu de Judá, abriendo este Libro, y descender a


EL CORDERO DE DIOS



Viernes, 4 de mayo de 1990

Guatemala, C. A.

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos

presentes, es para mí un privilegio muy grande estar con

ustedes. Nos alegramos mucho también de ver todo el trabajo

que han llevado a cabo, el cual ha quedado muy hermoso. Les

felicito a todos por esta labor que han estado haciendo, y que

Dios utilice estas facilidades para Su Reino, para todos los que

en esta hora final son llamados y traídos a esta congregación

aquí en Guatemala.

Reciban también un saludo de los hijos de Dios de Puerto

Rico, los cuales les aman grandemente y desean algún día

poderlos conocer a ustedes; y sabemos que ese día está muy

cercano, porque cuando ya estemos transformados todos,

entonces podremos ver que se realizará ese deseo que todos

tenemos.

En esta noche, como les dijo Bermúdez, solamente será un

saludo. Ya el domingo continuaremos hablando acerca de la

Bendición del Primogénito.

En esta noche quiero leer una escritura, para que nosotros

tengamos un cuadro de lo que es la bendición que Dios tiene

para nosotros; y el domingo hablaremos más ampliamente de

esa bendición que está preparada para nosotros. En el

Evangelio Según San Juan, capítulo 1, verso 26 en adelante,

dice:

``Juan les respondió (a aquellos que le preguntaron quién

él era, si era el Cristo, Elías o el profeta) diciendo: Yo bautizo

con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros

no conocéis.

Este es el que viene después de mí, el cual es antes de mí,

del cual yo no soy digno de desatar la correa de su calzado.

Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del


Y sabiendo que tiene por nombre Muerte, y que el infierno

le sigue a este cuarto jinete del cuarto caballo amarillo del

Apocalipsis, entonces nosotros no nos acerquemos a la muerte,

porque acercarse a ese cuarto jinete del cuarto caballo del

Apocalipsis, es acercarse a la muerte. Y el infierno le sigue.

¿Hacia dónde llevará este jinete a todos los que le siguen? Pues

al lugar que la Biblia dice que le sigue: ‘El infierno.’ Pues no

los puede llevar al Cielo, sino al infierno, que es la quinta

dimensión.

Pero el Jinete del quinto caballo del capítulo 19 de

Apocalipsis, lleva a los elegidos, a los escogidos, al Cielo;

porque El viene del Cielo. Este es el Señor Jesucristo, es el

Cordero de Dios, como Rey de reyes y Señor de señores,

porque se ha convertido en el León de la tribu de Judá.

``EL CORDERO DE DIOS ABRIENDO EL LIBRO

SELLADO CON SIETE SELLOS.''

Dios nos continúe bendiciendo con todas las bendiciones

escritas en el Libro de la Vida, y nos guíe para seguir siempre

al Jinete que tiene por nombre: EL VERBO DE DIOS, que

tiene escrito en Su vestidura y en Su muslo: REY DE REYES

Y SEÑOR DE SEÑORES.

Tenemos anticipadamente anunciada una victoria en las

páginas del Libro de Apocalipsis, la cual será una victoria

segura, porque el Cordero los vencerá, porque El es Rey de

reyes y Señor de señores. A este Cordero es a quien nosotros

seguimos en la etapa de Su trayectoria que le corresponde en

este tiempo. Que Dios nos bendiga con todas las bendiciones

que El tiene para esta etapa de Su trayectoria.

Con nosotros Miguel Bermúdez Marín para concluir

nuestra parte en esta maravillosa noche, en la cual hemos visto

al Cordero abriendo el Libro sellado con los siete Sellos. Dios

nos bendiga y Dios nos guarde.


SELLADO CON SIETE SELLOS.''


la Tierra con ese Librito abierto; y también lo veremos

entregándoselo a un ser humano, para que pase a la raza

humana ese Título de Propiedad. Y luego veremos ese Título

de Propiedad pasando a todos los escogidos que viven aquí en

la Tierra. Veremos todo ese orden divino. Veremos cómo el

Cordero estará interviniendo para que esto sea posible, y para

que cada uno de nosotros podamos regresar a la vida eterna.

EL CORDERO DE DIOS EN SU TRAYECTORIA

TOMA EL LIBRO SELLADO CON SIETE SELLOS.

Ahora, vean la trayectoria del Cordero de Dios, y vean lo

hermoso que es esa trayectoria del Cordero de Dios; porque en

Su trayectoria todo lo que El lleva a cabo es en favor de los

escogidos de Dios.

Así que le damos gracias a Dios por ese Cordero divino; le

damos gracias por Sus bendiciones, por toda la labor que El

lleva a cabo, la cual fue diseñada desde antes de la fundación

del mundo en la mente de Dios.

Todo lo que está pasando, lo que ha pasado y lo que

pasará en la trayectoria del Cordero de Dios, ya eso está

predestinado, está diseñado, en la mente de Dios. Por lo tanto,

lo que se está realizando a través de la trayectoria del Cordero

de Dios, es nada menos que los pensamientos divinos

haciéndose carne, materializándose en la trayectoria del

Cordero de Dios. Por eso no puede fallar la trayectoria del

Cordero de Dios.

Ahora, vean ustedes, en la trayectoria del Cordero de Dios

las personas han buscado a Dios; pero algunas personas no lo

han podido conseguir, mientras que otras personas sí lo han

podido conseguir. Cuando el Cordero no ha estado en tipos y

figuras, entonces ha estado en el mensajero de la Edad o

Dispensación llevando a cabo Su obra correspondiente para ese

tiempo.

A través de la historia de la raza humana ha sido el

Cordero de Dios manifestado en medio de los seres humanos,

por medio de Sus mensajeros, de Sus profetas, enviados en

cada Edad y en cada Dispensación.

Ahora, en este tiempo final tenemos al Cordero de Dios


como Rey de reyes y Señor de señores, como León de la tribu

de Judá. Esto será un cambio de ministerio, de labor, para una

nueva obra que El tiene que llevar a cabo, en la cual traerá

todas las bendiciones divinas a los hijos de Dios, y traerá el

juicio divino sobre la cizaña, que tiene la sentencia de ser

quemada. Y allí será el lloro y el crujir de dientes para la

cizaña; pero para los escogidos será de alegría y felicidad en la

gran obra del León de la tribu de Judá.

``EL CORDERO DE DIOS TOMA EL LIBRO DE

LOS SIETE SELLOS.'' Hemos visto al Cordero de Dios tomando el Libro de los

siete Sellos. Cuando esto aconteció hubo un gran jubileo en el

cielo. Y acá en la Tierra se refleja ese jubileo, actualizándose el

Año del Jubileo, en donde se proclama libertad en toda la

Tierra a todos los hijos de Dios.

Así que el jubileo del cielo se mueve aquí a la Tierra en el

Año del Jubileo actualizado. Y entonces nos llenamos de

alegría, de felicidad, de jubileo, al ver al Cordero que ha

tomado el Libro de la Redención, el Libro sellado con los siete

Sellos. Y esto significa para nosotros vida eterna, significa para

nosotros nuestro regreso a la vida eterna.

Así que le damos gracias a Dios por este glorioso evento

en el cielo, en el cual el Cordero ha tomado el Libro de los

siete Sellos. Esto significa para cada uno de nosotros la

bendición más grande, la bendición del Primogénito

materializada para cada uno de nosotros.

Sin este evento en el cielo no podíamos esperar la

Transformación de nuestro cuerpo. Así que estamos esperando

la Transformación de nuestro cuerpo, porque en el cielo el

Cordero toma el Título de Propiedad, el Libro de los siete

Sellos.

Dios nos bendiga, Dios nos guarde. Muchas gracias por

vuestra amable atención; y que continúen pasando todos un día

feliz, un día lleno de las bendiciones escondidas en el Libro de

los siete Sellos.

Ahí están las bendiciones grandes: las bendiciones de la

primogenitura para cada uno de los hijos de Dios. Y no

EL CORDERO… ABRIENDO EL LIBRO SELLADO… 37

19, el cual viene manifestando el Poder Divino, el Poder de

Dios, para así obtener la Gran Victoria contra la bestia, contra

sus ejércitos y contra los reyes que se unirán a la bestia, al

anticristo, en el imperio mundial que se establecerá en este

tiempo final.


DE LOS SIETE SELLOS.''

¿Vieron ustedes las cosas que están escondidas en este

Libro de los siete Sellos? Este Libro de los siete Sellos nos

habla de los acontecimientos bíblicos que estarían

aconteciendo en la Obra que Dios estaría llevando a cabo; así

como también de los acontecimientos de la obra que el diablo,

por medio del anticristo, estaría llevando a cabo en contra del

Programa Divino, en contra del Cordero de Dios, que es el que

lleva a cabo la obra de Dios.

Así que podemos ver todas estas cosas, las cuales estaban

escondidas en este Libro sellado con siete Sellos, en donde

estaba oculto todo el Programa, toda la historia de la raza

humana que se llevaría a cabo, que se viviría, y que los seres

humanos experimentarían. Nosotros tenemos el privilegio de

vivir en el tiempo en donde el Cordero de Dios se convierte en

el León de la tribu de Judá, y abre estos misterios para

revelarlos a todos los elegidos, los escogidos, y reunirlos en

este tiempo final con el mensaje de Gran Voz de Trompeta,

con la revelación apocalíptica, y así que cada escogido conozca

los misterios del Reino de los Cielos.

Porque a los elegidos ha sido concedido conocer los

misterios del Reino de los Cielos, para que estemos

apercibidos en este tiempo, y podamos reconocer nuestra

posición en el Reino de Dios, y podamos ver al Cordero de

Dios en este tiempo final, en la trayectoria que fue trazada por

el Dios Todopoderoso, y lo podamos ver llevando a cabo la

Obra que le corresponde al Cordero de Dios como León de la

tribu de Judá en este tiempo final, como Rey de reyes y Señor

de señores; y para que también podamos ver al enemigo, al

anticristo, en el cual el diablo estará manifestado en el tiempo

final.


¿A quién? Al que tiene por nombre Fiel y Verdadero, que

viene sobre el quinto caballo del Apocalipsis, el cual tiene por

nombre: EL VERBO DE DIOS. Es el Señor Jesucristo, el

Cordero de Dios, en Su segunda venida como el León de la

tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores. Sigue

diciendo:

``De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a

las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el

lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.''

Porque viene como el León de la tribu de Judá, y viene

proclamando el día de venganza del Dios nuestro, el cual no

pudo proclamar en Su primera venida; porque aquel era el

tiempo para proclamar el año de la buena voluntad del Señor,

para anunciar buenas nuevas; pero ahora anuncia el juicio, el

día de venganza del Dios Todopoderoso, sobre el reino del

anticristo en este tiempo final.

``Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este

nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Y vi a un ángel que estaba en pie en el Sol, y clamó a gran

voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:

Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis

carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de

caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos,

pequeños y grandes.

Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,

reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y

contra su ejército.''

Para guerrear contra el que montaba el caballo blanco, el

quinto caballo del Apocalipsis, contra el que tiene por nombre:

EL VERBO DE DIOS, que es la vida eterna; el que tiene por

nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Aquí podemos ver la gran batalla que se aproxima, una

batalla entre los dos poderes existentes. Estos poderes se

manifestarán aquí en la Tierra en este tiempo final, en la

trayectoria final del anticristo en su cuarta manifestación

montando el cuarto caballo amarillo del Apocalipsis, del cuarto

Sello, y el Jinete del quinto caballo del Apocalipsis, capítulo


solamente eso, sino también que nuestro nombre está escrito en

ese Libro sellado con siete Sellos, el cual toma el Cordero y lo

abre para revelar estos misterios.

Y cuando hemos visto en Su trayectoria al Cordero de

Dios tomar el Libro de los siete Sellos, allá en el cielo,

entonces nosotros también hemos visto algo que no habíamos

visto, algo que no habíamos entendido, que nuestro nombre

está escrito en ese Libro, porque es el Libro de la vida del

Cordero.

Dios les bendiga. Dios les guarde. Muchas gracias por

vuestra amable atención.

Con nosotros Miguel Bermúdez Marín para concluir en

este día tan maravilloso.

``EL CORDERO DE DIOS TOMA EL LIBRO DE

LOS SIETE SELLOS.''


EL CORDERO DE DIOS


ABRIENDO EL LIBRO DE LOS SELLOS


Martes, 1 de mayo de 1990

Ciudad México, México

Muy buenas noches, amados amigos presentes, es para mí

un privilegio muy grande estar con ustedes en esta noche. Y

quiero leerles un pasaje que habla del glorioso futuro que Dios

tiene preparado y cómo lo estará desarrollando para todos Sus

hijos. Aquí en el Libro del Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en

adelante:

``Y vi en la mano derecha del que estaba sentando en el

trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete

sellos.

Y vi a un ángel fuerte pregonando a gran voz: ¿Quién es

digno de abrir el libro y desatar sus sellos?



Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a

ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí el León

de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el

libro y desatar sus siete sellos.

Y miré, y vi en medio del trono y de los cuatro seres

vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,

los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la

tierra.

Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba

sentado en el trono.''

Aquí podemos ver al Cordero de Dios tomando el Libro

de la Vida, el Libro de La Redención, el Título de Propiedad de

los cielos y de la Tierra, tomándolo de la mano de Dios.

La trayectoria del Cordero de Dios, del Señor Jesucristo,


ha de levantar en contra del Cordero, para pelear en contra del

Cordero.

…y el Cordero los vencerá...''

Esa es una buena noticia para los que siguen al Cordero en

Su trayectoria en este tiempo final.

¿Y por qué el Cordero los vencerá? Vean ustedes que el

Señor estuvo como Cordero de Dios y como Sumo Sacerdote

durante las siete etapas o edades de la Iglesia, en donde el

anticristo se manifestó en los tres primeros sellos, sus tres

primeras etapas; pero en esta cuarta etapa en donde el anticristo

se manifiesta, y tiene por nombre Muerte, y el infierno le

sigue; ya el Cordero habrá cambiado de ministerio. Como lo

vio el anciano que le dijo a Juan: ``Juan, no llores más. He aquí

el León de la tribu de Judá, el cual ha vencido para tomar el

libro y abrir sus Sellos.''

``...y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de

señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y

elegidos y fieles.''

¿Los que están con quién? Con el Cordero, que es Rey de

reyes y Señor de señores en este tiempo final, en donde El

toma el Libro y abre esos grandes misterios del Reino de Dios.

Estos son los escogidos, los elegidos, y fieles a la Palabra de

Dios, al Programa Divino que el Cordero está llevando a cabo

en este tiempo final. Vea usted. Dice: ``Y los que están con

El...'' ¿Con quién? Con el Cordero. Los que están con El son

aquellos que han visto al Cordero en Su trayectoria en este

tiempo final, como lo vieron en Su trayectoria en las edades del

pasado los elegidos de aquellos tiempos. Aquí también

aparecen los del pasado. Vean ustedes, estos son los que están

con El: son llamados elegidos y fieles.

Ahora, podemos ver que habrá un enfrentamiento entre los

dos únicos poderes que existen: el Poder Divino, y el poder del

diablo que estará manifestado en el anticristo. Estas cosas

estarán aconteciendo en este tiempo final. Veamos aquí en

Apocalipsis capítulo 19, verso 14 en adelante:

``Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,

blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.''


etapa, recibirá los reinos de este mundo; porque el diablo se los

ofrecerá, y el diablo establecerá su imperio mundial,

representado en los pies de hierro y de barro cocido de la

estatua que vio Nabucodonosor, la cual interpretó el profeta

Daniel.

Así que todos los reinos terrenales serán sometidos a la

voluntad y dirección del anticristo; y los que no se quieran

someter a ese imperio del anticristo, dirigido por el diablo a

través de un hombre, pasarán por tremendas persecuciones. Y

dice la Escritura que exigirá una marca en la mano o en la

frente, o el número de su nombre; y el que no quiera recibir esa

marca, el que no la tenga, no podrá comprar ni vender. Así que

será un tiempo difícil para los seres humanos, para los que

tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida, ya sea en

una sección o en la otra; pero aquellos que no tienen sus

nombres en el Libro de la Vida del Cordero, miren lo que han

de hacer. Apocalipsis capítulo 13, verso 7:

``Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y

vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,

pueblo, lengua y nación.''

¿Ve usted? Todos serán sometidos a ese imperio y

voluntad del anticristo en el tiempo final. Sigue diciendo:

``Y la adoraron (a la bestia) todos los moradores de la

tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida

del Cordero, que fue inmolado desde el principio del mundo.''

Ahora, vean ustedes lo que estará aconteciendo en este

tiempo final. También veamos aquí en Apocalipsis capítulo 17,

verso 11 en adelante:

``La bestia que era, y no es, es también el octavo (el

octavo imperio); y es de entre los siete, y va a la perdición.

Y los diez cuernos que has visto son diez reyes que aún no

han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad

como reyes juntamente con la bestia.

Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y

su autoridad a la bestia.

Pelearán contra el Cordero…

Vea usted que en la cuarta etapa del anticristo, también se

EL CORDERO… ABRIENDO EL LIBRO DE LOS S… 19

del cual Juan el Bautista en una ocasión dio testimonio,

diciendo: ``He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del

mundo.'' Y en otra ocasión, estando dos de los discípulos de

Juan presentes, él dijo: ``He aquí el Cordero de Dios.'' Y esos

dos discípulos de Juan el Bautista, siguieron a Jesús, siguieron

al Cordero de Dios. Porque no hay otro Personaje bíblico al

cual todo hijo de Dios debe seguir, sino al Cordero de Dios en

Su trayectoria desde el principio hasta el final; porque la

trayectoria del Cordero de Dios es de eternidad a eternidad,

pasando por este planeta Tierra, esta dimensión terrenal, para

llevar a cabo una Obra que se requería en favor de la raza

humana; la cual cayó en el Huerto del Edén, en el tiempo del

primer Adán.

Y luego el Segundo Adán, que es el Señor Jesucristo, el

Cordero de Dios, vino a la Tierra para con Su Sangre, quitar el

pecado del mundo. Y luego en Su trayectoria subió al Cielo.

Después de Su Muerte y Resurrección ascendió al Cielo, y se

sentó a la Diestra de Dios, en el Trono de Dios; y allí por dos

mil años, aproximadamente, ha estado haciendo intercesión por

cada uno de los que tienen sus nombres escritos en el Libro de

la Vida del Cordero.

Y luego cuando concluye ese tiempo, se abre en el Cielo,

en el Trono de Dios, un nuevo ciclo, en el cual se requiere que

aparezca una persona, un ser humano, para que tome el Libro

que está en la mano derecha del que está sentado en el Trono,

lo abra, y así reclame los derechos que están en ese Libro. Ese

es el Libro de la Vida. En ese libro están escritos los nombres

de todos los hijos de Dios, todos los que son redimidos con la

Sangre del Cordero; por eso es el Libro de la Vida del Cordero.

Y el Cordero es el único que puede tomar ese Libro y abrir sus

Sellos.

En el Cielo no se encontraba ninguna persona digna de

tomar ese Libro y abrir esos Sellos, ni tampoco en la Tierra, ni

debajo de la Tierra. ¿Y dónde se podía encontrar una persona

digna? Allí estaba el arcángel Miguel, también estaba el

arcángel Gabriel y otros arcángeles; y también estaban los

profetas del Antiguo Testamento; pero ninguno era digno para


tomar ese Libro y abrir esos Sellos. Los personajes bíblicos,

como los profetas, no eran dignos, porque habían aparecido en

esta Tierra por la unión de un hombre y de una mujer, habían

nacido en una creación caída.

Los arcángeles o ángeles tampoco podían tomar ese Libro,

aunque eran dignos, porque se requería un ser humano digno

para tomar ese Libro, un ser humano que no hubiera nacido en

esta Tierra por la unión de un hombre y de una mujer, sino por

Creación Divina.

Juan lloraba mucho porque no aparecía ese hombre. Y si

no aparecía ese hombre en ese tiempo preciso en que Dios

requería que apareciera ese Redentor semejante, entonces todo

estaría perdido, todo regresaría a la condición antes de la

creación; toda la creación desaparecería, y todo quedaría como

si nunca se hubiera llevado a cabo una creación. Esa era la

condición ante Dios. La situación ante Dios era crítica y Juan

así lo comprendía. Todo sería cancelado. Aun todos los

derechos en ese libro serían cancelados, y todo tendría que

desaparecer.

Ahora, Juan estaba muy triste. El anciano le dice a Juan:

``Juan, no llores más; he aquí el León de la tribu de Judá, el

cual ha vencido para tomar el Libro y abrir esos Sellos.'' Tomar

ese Libro de la Redención, tomar el Libro de la Vida del

Cordero, y abrir esos sellos; para reclamar todos esos derechos

que le corresponden al Cordero de Dios, y así pasar esos

derechos a todos los hijos de Dios. Cuando Juan miró, vio a un

Cordero; pero el anciano le había dicho que era un León. Pero

no era un león literal, ni tampoco era un cordero literal.

Esto fue en la misma forma en que Juan el Bautista miró

al Señor Jesucristo, y dijo: ``He aquí el Cordero de Dios, que

quita el pecado del mundo.'' Y cuando los discípulos miraron,

no vieron un cordero literal, sino que vieron al Señor

Jesucristo.

Así también aconteció en el Cielo cuando Juan el

Discípulo amado vio a este Cordero, él vio al Señor Jesucristo

apareciendo. Había salido del Trono de Intercesión, del Trono

del Padre, y había aparecido para tomar el Libro, el Título de


Ahora, en este tiempo final, para todos los que tienen su

nombre escrito en el Libro de la Vida, ya sea en una sección o

en la otra, será un tiempo de apretura; porque el anticristo, el

cual será el diablo encarnado en un hombre, como se encarnó

en Caín y en Judas Iscariote, estará manifestado en este tiempo

final. Y será la última etapa de esta trayectoria del anticristo,

compuesta por cuatro fases o etapas.

Y vean ustedes lo que acontecerá: El anticristo va a

consolidar su reino, su imperio, porque unirá todos los reinos,

unirá a diez reyes, y entonces se formará el último imperio

mundial. Será dirigido, gobernado, por el anticristo, que será el

diablo encarnado en un hombre que estará en esta Tierra.

Porque los reinos de la Tierra le pertenecen al diablo.

Estando Jesús en aquellos cuarenta días de ayuno, el

diablo le mostró todos los reinos de la Tierra, y le dijo: ``Si Tú

postrado me adoras, yo te los daré a ti, porque son míos.'' Jesús

rechazó los reinos de este mundo en la forma en que el diablo

se los ofreció, que era sin Jesús tener que llevar a cabo el

sacrificio en la Cruz del Calvario por el pecado. Sin quitar el

pecado del mundo el diablo le ofreció los reinos terrenales y

eso significaba que si Jesús aceptaba los reinos del mundo en

esa forma; éstos continuarían en una condición pecaminosa, y

el diablo estaría gobernando por medio del Señor Jesucristo los

reinos de esta Tierra.

Pero Jesús sabiendo que Dios tenía un Programa para la

Redención de toda la creación, en el cual aun los reinos del

mundo pasarían a ser los reinos de nuestro Dios y de Cristo,

entonces Jesús le dijo: ``No. Apártate de mí Satanás. Al Señor

tu Dios adorarás; y a El sólo servirás.'' Tenía que esperar; pero

era mejor esperar y que todo aconteciera conforme al Programa

Divino, y no apresurarse y que las cosas acontecieran conforme

a los planes del diablo. Porque si acontecían de acuerdo a los

planes del diablo, sería en favor de los planes del diablo; pero

si acontecía de acuerdo a los planes de Dios, entonces era en

favor del Reino de Dios.

Ahora, Jesús rechazó esa oferta del diablo; pero el

anticristo en el tiempo final, que ha estado pasando de etapa en


fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Ese

jinete es el anticristo, el cual se levantó en el pasado para

combatir la obra de Dios. Fue el diablo utilizando un

instrumento aquí en la Tierra. Y lo encontramos cabalgando

para luchar en contra del Programa Divino.

Y encontramos que la obra del enemigo de Dios tiene

cuatro etapas o fases. Por eso encontramos que los primeros

cuatro Sellos tienen a un jinete sobre un caballo. En el primero

aparece ese caballo de color blanco; en el segundo aparece de

color rojo, el tercero aparece negro, y el cuarto caballo aparece

amarillo. Es el mismo jinete montando el mismo caballo, el

cual va cambiando de color a medida que va pasando de etapa

en etapa, combatiendo así la Obra de Dios.

Los primeros tres Sellos en donde aparece este jinete, en

las primeras tres fases o etapas, cubren las siete etapas o edades

de la Iglesia gentil; pero luego el cuarto caballo con el jinete,

está hablando del tiempo final, cuando han terminado las siete

etapas o edades de la Iglesia gentil. Y aparece manifestado en

el tiempo final.

Y quiero leerlo para que tengan una idea de lo que

acontecerá en este tiempo final. Apocalipsis 6, verso 8 en

adelante:

``Miré, y he aquí un caballo amarillo (esto fue cuando fue

abierto el cuarto Sello), y el que lo montaba tenía por nombre

Muerte, y el Hades (el infierno), le seguía; y le fue dada

potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con

espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la

tierra.''

Será el último recorrido del anticristo, en el cual el diablo

se encarnará. Por eso tiene por nombre Muerte, y el infierno le

seguía, porque el diablo es el príncipe del infierno.

Ahora, la muerte en el tiempo final estará encarnada; será

el anticristo del cual habló el apóstol San Pablo en la Carta a

los Tesalonicenses. Pablo dijo que se sentaría en el Templo de

Dios como Dios, haciéndose parecer Dios. Pero también dijo lo

que acontecería en el tiempo final, y cómo el Señor destruiría

al anticristo.


Propiedad de los Cielos y de la Tierra, ese Libro de la

Redención, ese Libro de la Vida del Cordero; había aparecido

para tomar ese Libro, abrir esos Sellos, y reclamar esos

derechos, para que así toda la creación original tuviera el

derecho de regresar a la Vida Eterna. Sin ese reclamo con la

toma y apertura de ese Libro, no puede ocurrir el regreso de los

hijos de Dios y de toda la creación a la Vida Eterna.

Pero el Cordero de Dios en Su trayectoria se presenta ante

el Trono de Dios como León de la tribu de Judá, porque ha

dado un paso hacia adelante en Su trayectoria para convertirse

en el León de la tribu de Judá; no un león literal, sino para

asumir ese ministerio de León de la tribu de Judá, de Rey de

reyes y Señor de señores, y llevar a cabo el reclamo en favor de

la raza humana, en favor de todo lo que El redimió con Su

Sangre preciosa.

Así que podemos ver al Cordero de Dios en Su trayectoria

en esta noche como el León de la tribu de Judá, el Cordero de

Dios como León de la tribu de Judá. Lo vemos aquí ante el

Trono de Dios tomando ese Título de Propiedad, el Libro de la

Vida, el Libro sellado con siete Sellos, para luego abrir ese

Libro. Por esa causa las huestes celestes, todos los que se

encontraban allí presentes, entraron en un glorioso jubileo.

Podemos ver aquí en el próximo verso de este capítulo 5 de

Apocalipsis que dice:

``Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres

vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del

Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de

incienso, que son las oraciones de los santos...''

Pues los santos habían orado por su regreso a este planeta

Tierra en cuerpos eternos; habían orado por la Resurrección

prometida en la Escritura; habían orado para poder recibir esa

Resurrección y entrar a la Vida Eterna. Ahora, aquí tenemos

las oraciones de los santos, en estas copas que poseen. Dice:

``Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de

tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú (el Cordero de

Dios) fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para

Dios de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos has hecho


para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la

tierra.''

Vean ustedes todo lo que significaba la aparición del

Cordero de Dios como León de la tribu de Judá frente al Trono

de Dios, tomando ese Libro de la Redención, ese libro de la

vida del Cordero. En la toma de este Libro y su apertura,

estaban escondidos estos grandes misterios de la restauración

de los hijos de Dios a la vida eterna y al ministerio de reyes y

sacerdotes, para reinar sobre la Tierra durante el glorioso Reino

Milenial del Señor Jesucristo como Hijo de David, y también

para la eternidad. Así que cuando esto ocurra en el Cielo, el

glorioso Reino Milenial está a las puertas. Todas las huestes

celestiales se llenaron de regocijo, un gran jubileo en el cielo

comenzó, que fue tipo y figura allá en el año del jubileo que el

pueblo hebreo llevaba a cabo.

Así que ante la presencia de Dios, el año del jubileo del

pueblo hebreo se estaba actualizando. Y ese Año del Jubileo

actualizado en el Cielo, tendría un impacto grande aquí en el

planeta Tierra, y así en la Tierra entonces el ministerio del

Cordero de Dios vendría a ser el ministerio del León de la tribu

de Judá, en Su segunda venida, conforme al orden de Su

segunda venida con Sus Ángeles, con el ministerio de Moisés y

Elías, el cual fue representado también en el monte de la

Transfiguración, en donde El mostró la segunda venida del

Hijo del Hombre con poder y gloria. Así que cuando estas

cosas ocurren en el Cielo, la Tierra entonces tiene la promesa

de recibir el nuevo ministerio del Señor Jesucristo, que es

como León de la tribu de Judá, en Su segunda venida, para

llevar a cabo la Obra de Reclamo de todo lo que El redimió

con Su Sangre preciosa.

El prometió en Isaías capítulo 59, verso 20, y también en

Romanos capítulo 11, verso 26, citados por el apóstol San

Pablo. Dice:

``Y vendrá a Sión el Libertador...''

Es una promesa de la segunda venida del Señor Jesucristo,

que es el Libertador, para llevar a cabo la Obra de Liberación,

para libertar a todos los hijos de Dios, para libertarlos de la


Siguieron al Cordero en Su trayectoria terrenal. Así que a

través de la historia y trayectoria del Cordero de Dios, los hijos

de Dios, los escogidos, cada uno en su edad y en su

dispensación, han visto al Cordero de Dios manifestado, y han

seguido al Cordero de Dios en Su trayectoria, en Su obra, aquí

en la Tierra.

Ahora, en esta noche estamos viendo al Cordero de Dios

abrir el Libro sellado con siete Sellos. Ayer en la noche lo

vimos tomando ese libro sellado con siete sellos. Lo vimos

también como el León de la tribu de Judá. El Cordero como

León de la tribu de Judá tomó el Libro de la mano del que

estaba sentado en el Trono, y luego abre ese Libro sellado con

siete Sellos.

Es el Libro de la Redención, es el Libro que contiene los

nombres de todos los escogidos, es el Libro que contiene todo

lo que fue creado por Dios. Ese es el Título de Propiedad de

toda la creación, es el Título de Propiedad de los Cielos y de la

Tierra. Sin ese Título de Propiedad no tiene derecho la

creación a existir eternamente. (La creación, incluyendo al ser

humano).

Ahora, al tomar ese Libro sellado con siete Sellos, siendo

el Libro de la redención, el Título de Propiedad de los Cielos y

de la Tierra, siendo el Libro de la Vida del Cordero, la

esperanza para todos los que están en el Cielo y en la Tierra, la

esperanza para toda la creación, entonces cuando el Cordero

toma el Libro, acontece un jubileo en el Cielo, el cual luego se

manifiesta también aquí en la Tierra, en la actualización del

año del jubileo que celebraba el pueblo hebreo.

Ahora, cada uno de estos Sellos cuando son abiertos, están

mostrando cosas que ya acontecieron, están mostrando cosas

que están aconteciendo, y también cosas que han de acontecer

en el futuro. Porque aquí tenemos lo que sería la historia del

Programa Divino, y cómo se llevaría a cabo, y cómo el

enemigo de Dios se opondría, y combatiría esa Obra Divina,

esa Obra que el Cordero de Dios estaría llevando a cabo.

Por eso cuando se abre el Primer Sello, aparece un jinete

sobre un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco, y le


la tribu de Judá, se está hablando del Señor Jesucristo. Sigue

diciendo Juan:

``Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un

varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. (Y

primero que usted, y primero que cualquier otra persona).

Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a

Israel, por esto vine yo bautizando con agua.

También Juan dio testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que

descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.

Yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con

agua, aquél me dijo: Sobre quien tú veas descender el Espíritu

y que permanece sobre él, éste es el que bautiza con el Espíritu

Santo.

Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de

Dios.''

¿En qué escuela de teología aprendió Juan que Jesús de

Nazaret era el Cordero de Dios, y que era antes que él? ¿De

dónde lo aprendió? de Dios; lo aprendió del Cielo; porque la

Revelación Divina del Cordero de Dios desciende del Cielo,

del Padre de las luces, el cual diseñó la trayectoria del Cordero

desde antes de la fundación del mundo.

Y siempre la revelación del Padre de las luces, del Padre

Celestial, estará identificando al Cordero de Dios en Su

trayectoria a través de la historia de la raza humana, a través

del Programa Divino que se desarrolla en medio de seres

humanos, y se lleva a cabo para así cumplir ese Programa

Divino. Y es el Cordero de Dios el que cumple, realiza, ese

Programa Divino. Sigue diciendo en el Evangelio Según San

Juan 1, verso 35:

``El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus

discípulos.

Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el

Cordero de Dios.”

Dos días consecutivamente tuvo como tema el Cordero de

Dios.

“Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a

Jesús.''


mortalidad, libertarlos de esta situación en que viven los hijos

de Dios que nacen en este planeta Tierra; los cuales viven una

temporada, y después tienen que morir. Pero Dios ha

prometido llevar a la Vida Eterna, a la eternidad, a todos Sus

hijos. Por eso el apóstol San Pablo dijo en primera de Corintios

capítulo 15, verso 51 y 52:

``He aquí, os digo un misterio: No todos ciertamente

dormiremos (no moriremos), mas todos seremos

transformados...''

Esto es hablándonos de la Transformación que

recibiremos todos, en donde recibiremos un cuerpo eterno para

vivir eternamente.

“…todos seremos transformados, en un abrir y cerrar de

ojos, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los

muertos resucitarán primero; y luego nosotros los que vivimos

seremos transformados.''

Viene una Resurrección para los muertos en Cristo, y

viene una Transformación para nosotros los que estamos vivos;

para que así todos puedan pasar a la Vida Eterna, para que así

todos puedan poseer un cuerpo a imagen y semejanza del

Señor Jesucristo, y puedan vivir eternamente y reinar con el

Señor Jesucristo durante el Milenio y luego por toda la

eternidad.

Dijo el apóstol San Pablo, en la misma Carta a Los

Corintios, y en el mismo capítulo de esa Primera Carta:

``Como hemos traído la imagen del terrenal (de Adán),

traeremos también la imagen del celestial.''

Así que tenemos la promesa de ser a imagen y semejanza

del Señor Jesucristo. También en la Carta a Los Romanos,

capítulo 8, verso 28 y 29, dice:

``Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas

les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito

son llamados.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó

para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo.''

No es una cosa de quizás o tal vez, es algo ya predestinado

por Dios para los que fueron conocidos por Dios desde antes


de la fundación del mundo.

Podemos ver que tenemos la promesa de que seremos a

imagen y semejanza del Señor Jesucristo; y esto no es algo que

Dios se lo haya pensado en este tiempo, sino desde antes de la

fundación del mundo; así como el Cordero de Dios fue

inmolado desde antes de la fundación del mundo en la mente

de Dios; allí fue planificado todo el Programa Divino de la

trayectoria que el Cordero de Dios tomaría.

Así que la trayectoria del Cordero de Dios fue trazada en

la mente divina. Y esa trayectoria del Cordero de Dios es lo

que nosotros podemos ver manifestada a través de la historia

bíblica. Podemos ver la trayectoria del Cordero de Dios allá en

el tiempo de Adán. Cuando Adán y Eva cayeron allá en el

Huerto del Edén, Dios descendió, estuvo hablando con ellos, y

luego les dio pieles para cubrir su desnudez; pero para poder

darles pieles a ellos, tuvo que morir un animalito, tuvo que

morir un Cordero. Ese animalito, ese Cordero que murió, fue

tipo y figura del Cordero de Dios. Ese Cordero de Dios que

desde antes de la fundación del mundo lo encontramos en Su

trayectoria, fue representado allí en el Huerto del Edén.

Así que en tipo y figura podemos ver la trayectoria del

Cordero de Dios, primero en tipos y figuras lo podemos ver en

el tiempo de Abraham, lo podemos ver en el tiempo de Moisés,

cuando fue aplicada la sangre del cordero sobre el dintel de las

puertas, para que la muerte no llegara a esos hogares, y no

muriera el primogénito; para eso la sangre de un cordero fue

aplicada. Ese cordero está representando al Cordero de Dios.

Luego lo podemos ver en medio del pueblo hebreo, siendo en

tipo y figura el cordero pascual, y también siendo el cordero de

la expiación del día diez del mes séptimo, en donde la sangre

de la expiación era llevada por el Sumo Sacerdote al Lugar

Santísimo, para que la misericordia fuera extendida sobre el

pueblo hebreo.

Si en esa fecha, el día de la expiación, no entraba el Sumo

Sacerdote con la sangre de la expiación para colocarla en el

Lugar Santísimo, sobre el arca del pacto, sobre ese trono de

intercesión, si no ocurría en ese día preciso, entonces otro día


Vamos a ver dónde Juan el Bautista aprendió que Jesús de

Nazaret era el Cordero de Dios. En la escuela donde estudió su

padre Zacarías no lo pudo aprender; porque Juan no fue a

estudiar a ese seminario, no fue a estudiar teología. Así que

veamos dónde Juan aprendió y supo que Jesús de Nazaret era

el Cordero de Dios.

`Èste es el testimonio de Juan, cuando los judíos

enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le

preguntase: ¿Tú, quien eres? Confesó, y no negó, sino

confesó: Yo no soy el Cristo.'' (Juan 1:19-20).

Y sigue diciendo:

''…Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está

uno a quien vosotros no conocéis.''

¿Ve usted que no conocían a Ese que estaba en medio del

pueblo? Y Juan dijo: `Èstá en medio de ustedes, y yo no soy el

Cristo.

Juan sabía que la semana número setenta de la profecía de

Daniel había comenzado. El sabía que ya estaban en esa

semana número setenta, en donde el Mesías, conforme a la

profecía de Daniel, estaba sobre la Tierra. Ahora, vean ustedes,

sigue diciendo:

`Èste es el que viene después de mí, el que es antes de mí,

del cual yo no soy digno de desatar la correa de su calzado.''

Ahora, vean ustedes, que El era antes que Juan, pero vino

después de Juan. El dijo: `Èste es el que viene después de mí,

el cual es antes que yo.'' Es antes, pero viene después; porque

es el Personaje que viene de la eternidad; pasa por esta

dimensión de tiempo, y regresa a la eternidad; porque es el

Cordero de Dios, que es antes que cualquier otro ser humano.

`Èstas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del

Jordán, donde Juan estaba bautizando.

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He

aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.''

Juan lo señaló; pero cuando todos miraron, no vieron un

cordero (un animal), sino que vieron a un hombre, a Jesús de

Nazaret. Porque cuando se habla del Cordero de Dios, se está

hablando del Señor Jesucristo. Y cuando se habla del León de


El se identificó conforme a la promesa mesiánica para su

tiempo, y dio testimonio de Quién El era. No era un testimonio

conforme a lo que la sociedad pensaba acerca de El, ni

tampoco de lo que El había obtenido de la sociedad de aquel

tiempo, a través de estudios o de alguna otra forma; porque El

no podía mostrarle al pueblo un doctorado en divinidad, en

teología, para estar enseñando la Biblia, la Palabra de Dios, el

Antiguo Testamento; porque El no tenía un conocimiento

teológico terrenal.

Jesús dijo: ``Yo hablo lo que oigo al Padre hablar.'' Jesús

no hablaba como algunos de los maestros que daban clase en la

escuela a los ministros, a los levitas, sino que Jesús hablaba de

acuerdo a como el Padre hablaba, de acuerdo a como el Padre

le enseñaba. Por eso usaba un vocabulario sencillo, porque

Dios siempre obra y habla en forma sencilla a Su pueblo.

Ahora, hubo personas también que cuando escuchaban a

Jesús hablando de la Escritura en la forma en que lo hacía, y

colocando cada cosa en su lugar, decían: ``¿Y de dónde tiene

éste letras sin haber estudiado?'' Era porque Su doctrina era del

Cielo, y no de las instituciones terrenales religiosas o no

religiosas. Jesús dijo: ``Lo que sabemos, eso es lo que

hablamos.''

Acerca de las promesas divinas, las promesas mesiánicas,

para aquel tiempo, podemos ver que los que se suponía que

supieran el tiempo en que se tenían que cumplir esas personas,

los que se suponía que conocieran la persona en la cual se

tenían que cumplir esas promesas, que conocieran al Hijo de la

Virgen; porque el profeta Isaías había dicho que la Virgen

concebiría y daría a luz un Hijo. Pues los que se suponía que

supieran todo esto: el Sumo Pontífice y los doctores de la ley,

los teólogos de aquel tiempo, los levitas y sacerdotes, nada

sabían con relación al Hijo de la Virgen, nada sabían con

relación al Cordero de Dios.

Pero Juan el Bautista, el cual se crio en el desierto, cuando

salió predicando y bautizando a la gente, y vio a Jesús de

Nazaret, dijo: ``He aquí el Cordero de Dios, que quita el

pecado del mundo.'' ¿Dónde aprendió eso Juan el Bautista?


ya era muy tarde. Si no se encontraba la sangre que tenía que

ser allí colocada, entonces la ira de Dios se desataba sobre el

pueblo de Dios.

Dios para cada cosa tiene un tiempo asignando. Así que

podemos ver al Cordero de Dios siempre presente para hacer

intercesión por el pueblo de Dios, para que la misericordia de

Dios fuese extendida sobre el pueblo de Dios. Podemos ver al

Cordero de Dios allá en los tipos y figuras, porque algún día

vendría el Cordero de Dios verdadero. Y ese Cordero de Dios

verdadero no sería un animalito, sino que sería un ser humano,

un hombre nacido en esta Tierra, no por la unión de un hombre

y de una mujer, sino por Creación Divina.

Dios creó en el vientre de María ese cuerpecito. Luego se

desarrolló y nació en el tiempo asignado, y le conocimos por el

nombre de Jesús de Nazaret, aunque nació en Belén de Judea.

Así que este es el verdadero Cordero de Dios que quita el

pecado del mundo. Los demás corderos que el pueblo hebreo

llegó a sacrificar, solamente cubrían el pecado. Cada corderito

que moría estaba dando testimonio de que algún día vendría el

verdadero Cordero de Dios; “un Hombre;” y entonces el

pecado sería quitado, y ya no se necesitarían más corderitos

para morir por el pecado del pueblo. Así que podemos ver al

Cordero de Dios aparecer dos mil años atrás como un ser

humano, morir en la Cruz del Calvario, ascender al Cielo, y

hacer intercesión por dos mil años, aproximadamente, en el

Lugar Santísimo allá en el Cielo, en el Trono de Intercesión. Y

luego que termina Su labor como Cordero de Dios y como

Sumo Sacerdote allá en el Templo que está en el Cielo,

entonces sale de ese lugar de intercesión para presentarse como

León de la tribu de Judá, tomar el Libro y abrir esos Sellos.

Así que en esta noche podemos ver en Su trayectoria al

Cordero de Dios convirtiéndose en el León de la tribu de Judá,

tomando el Libro de la Vida del Cordero, para abrir esos Sellos

y reclamar todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa. ¿Y

saben ustedes una cosa? La Escritura dice que nuestros

nombres están escritos en los Cielos en el Libro de la Vida del

Cordero, en ese Libro sellado con siete Sellos, que toma el


Cordero de Dios como León de la tribu de Judá. Ahí está

nuestro nombre, el nombre de cada uno de nosotros. Ahí está

todo lo que El redimió con Su Sangre preciosa. Por esa razón

ese Libro sellado con siete Sellos es tan importante en el Cielo,

y también en la Tierra. De la apertura de ese Libro depende el

futuro de la raza humana; de la apertura de ese libro depende el

glorioso Reino Milenial del Señor Jesucristo, y depende la

eternidad.

Así que ese es el Libro más importante en el Cielo. Por

eso lo encontramos en la mano de Dios. Adán lo tuvo porque

Dios se lo entregó; pero cuando cayó, Dios lo tomó

nuevamente, y allí ha estado hasta que el Cordero de Dios,

como León de la tribu de Judá, lo toma y abre esos Sellos para

reclamar todo lo que está en ese Libro, todos los derechos, y

poder regresar toda la creación a la Vida Eterna. Así que le

damos gracias a Dios por el Cordero de Dios, que se ha

convertido en el León de la tribu de Judá, y ha tomado el Libro

sellado con siete Sellos en el Cielo para abrir ese Libro.


vuestra amable atención. Continuemos pasando una noche feliz

y maravillosa, teniendo al Cordero de Dios como León de la

tribu de Judá en Su trayectoria en este tiempo final.

Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para

concluir nuestro saludo a ustedes en esta noche.

Dios les bendiga y les guarde con todas las bendiciones

escritas en el Libro de la vida del Cordero.

“EL CORDERO DE DIOS COMO LEON DE LA

TRIBU DE JUDA ABRIENDO EL LIBRO DE LOS

SELLOS.”


EL CORDERO DE DIOS

ABRIENDO EL LIBRO SELLADO

CON LOS SIETE SELLOS


Miércoles, 2 de mayo de 1990

Ciudad México, México

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes

en esta maravillosa noche, es para mí un privilegio muy grande

estar con ustedes en esta ocasión para traerles un saludo del

que me envió, y así disfrutar de las bendiciones que El nos

envía en este tiempo final.

En el Libro del Apocalipsis, capítulo 6, verso 1 en

adelante, dice:

``Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno

de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno:

Ven y mira.

Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba

tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y

para vencer.''

Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones, y nos

permita comprenderla.

La trayectoria del Cordero de Dios, como ya sabemos, es

la trayectoria del Personaje más importante de la Biblia;

porque ese Cordero de Dios es el Señor Jesucristo en Su

trayectoria de eternidad a eternidad, pasando por esta

dimensión de tiempo. Y pasando por esta dimensión de tiempo,

El descendió a la Tierra para llevar a cabo una Obra en la Cruz

del Calvario, la cual no comprendieron en medio del pueblo

hebreo, y pensaron que aquel personaje, el Cordero de Dios,

era un falso profeta, un impostor, un personaje contrario al

Programa Divino, y pensaron que por el dedo de Beelzebú

echaba fuera a los demonios. Pensaron que era samaritano,

pensaron que tenía demonios. Pero El dijo: ``Yo no tengo

demonios.'' El dijo: ``Yo he venido en nombre de mi Padre. Yo

salí de Dios, y vuelvo a Dios.''

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