seminario de titulo. transmisión transgeneracional en jovenes procesados bajo la ley penal...
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Escuela de Terapia Ocupacional
TRANSMISIÓN TRANSGENERACIONAL EN
JÓVENES PROCESADOS BAJO LA LEY DE RESPONSABILIDAD PENAL
ADOLESCENTE N° 20.084
Integrantes: Catalina Arias GálvezLia Chandía Troncoso
Francisca Guerrero VelásquezBelén Parraguez Rubilar
Profesora de Tesis: Mónica Palacios.Profesor Metodológico: Rodrigo Azócar.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En esta investigación indagaremos en lo que se conoce acerca de la relación entre la
transmisión transgeneracional y los y las jóvenes en situación de infracción de ley entre 14
y 18 años, cumpliendo sanción en Chile, en medio libre, bajo la Ley de Responsabilidad
Penal Adolescente N° 20.084. Para ello revisaremos investigaciones, artículos que se
relacionen con los temas a investigar.
Según Dávila (2004, pp. 83) juventud se define como “la etapa que comienza a los 15 años
y se prolonga hasta los 25 años de vida de todo ser humano”. Es una etapa en la cual los
jóvenes buscan desarrollar un sentido de pertenencia con la sociedad para ser parte del
contexto social en que se desenvuelven (Dávila, 2004).
El Instituto Nacional de la Juventud (2010), establece como problemas ligados a la
juventud los siguientes: El consumo excesivo de alcohol y drogas 55,8% y las dificultades
para conseguir trabajo 43%. Luego el riesgo de ser víctima de la delincuencia 18,2%,
deudas y problemas económicos 15,5% y las dificultades para acceder a la educación 15%.
En relación a los problemas menos mencionados destacan las dificultades de acceso a la
salud 2,3% y a la justicia 2,5%. De acuerdo a lo antes mencionado apreciamos que el
problema principal que impacta a la juventud es el consumo excesivo de alcohol y drogas,
obteniendo una amplia mayoría en comparación a los otros problemas. Creemos que esto se
podría deber a múltiples causas, una de esas es que esta etapa se vincula a un proceso de
experimentación de lo “desconocido” en donde se recurre a las sustancias adictivas como el
alcohol o drogas. Según los datos recogidos por Instituto Nacional de Juventud, el 17% de
los y las jóvenes encuestados reconoce haber cometido una infracción bajo la influencia de
alguna droga y el 20% bajo la influencia del alcohol. Por otra parte, otro de los problemas
identificados está relacionado con la dificultad para adquirir un empleo, esto debido a los
estigmas que se asocian a una persona que infringe la ley, provocando en ocasiones
dificultades económicas.
Según Cárdenas (2011, pp.1), infractor de ley es; “aquel cuya responsabilidad ha sido
determinada como autor o partícipe de un hecho punible tipificado como delito o falta en la
Ley penal”. Entonces, por infractor, se entiende a aquellos jóvenes que por diversos
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motivos fueron condenados por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente y que deben
cumplir una sanción.
Actualmente en Chile, las infracciones de ley cometidas por jóvenes entre 14 y 18 años son
penalizadas bajo la Ley N° 20.084 (Ley de Responsabilidad Penal Adolescente). Esta ley,
hace una diferencia de sanciones otorgadas entre jóvenes y adultos, estableciendo
responsabilidad penal para los y las jóvenes entre 14 y 18 años de edad. Quienes son
considerados por el Estado como individuos con capacidad de discernimiento.
A modo de contextualizar, es importante comprender la disposición legal en Chile acerca
de la temática de infracción. La Ley N° 20.084 entró en vigencia el 8 de junio del año 2007
y está enfocada hacia la responsabilidad penal adolescente, cuyo objetivo es:
“Hacer efectiva la responsabilidad de los adolescentes por los hechos delictivos que
cometan, de tal manera que la sanción forme parte de una intervención socioeducativa
amplia y orientada a la plena integración social” (Art. 20). (Opción, 2012, pp.1)
Este es un sistema de sanción diferentes al de los adultos ya que para conocer, juzgar y
sancionar las infracciones a la Ley penal cometidas por los y las jóvenes, definidos en la
Ley de Responsabilidad Penal Adolescente como personas mayores de 14 años y menores
de 18 años, se consideran las particularidades propias de esta etapa del desarrollo. Las
sanciones de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente tienen como objetivo lograr la
reinserción social del joven. (Opción, 2009). Esta ley abarca la responsabilidad penal por
las infracciones cometidas; el procedimiento para la averiguación y el establecimiento de la
responsabilidad penal; la forma de determinar las sanciones aplicables y la ejecución
práctica de las sanciones.
Las sanciones y delitos están explicitados en el Código Penal, la Ley de Drogas, la Ley de
Seguridad Interior del Estado, la Ley de Violencia en Estadios, entre otras. La Ley de
Responsabilidad Penal Adolescente describe y explicita las “faltas” que son las infracciones
más leves sancionadas con multas, trabajos en el medio libre o prisión hasta de 60 días
(Opción, 2009). Las sanciones que contempla la Ley se dividen en Privativas de Libertad y
Ambulatorias o de Medio Libre.
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Según las cifras de SENAME acerca de la Ley N° 20.084, se establecieron las siguientes
sanciones el año 2007 que entró en vigencia: Un total de 5.395 ingresados en centros
SENAME en calidad de imputados o condenados. Cabe mencionar que, de estos jóvenes un
35% obtuvieron sanciones en centros cerrados. Un 3% en un sistema semi cerrado y un
62% obtuvo sanciones en un sistema en medio libre. (SENAME, 2007, pp.10). Por lo que
se evidencia que el mayor porcentaje de jóvenes imputados cumple sanciones en medio
libre.
Anterior a los años 90' la mirada y actitud segregativa y discriminatoria de la sociedad se
podía ver reflejada en el tipo de intervención y trato hacia los jóvenes infractores. Tiempo
atrás, las sanciones eran cumplidas de forma ambulatoria y cerrada, mediante el Sistema de
Libertad Vigilada y CERECO’s. Tras iniciada la década de los 90' se producen cambios en
la concepción de los derechos de los niños y jóvenes, en especial a aquellos que cometan
actos delictivos. En estos cambios realizados en la Convención Internacional de los
Derechos del Niño, queda explícita la manera en que deben ser respetados, específicamente
en los artículos 37 y 40 (SENAME, 2007). A raíz de estos cambios realizados, se origina la
Ley N° 20.084 la cual velará por la no discriminación y evitará las torturas o malos tratos.
Para asegurar el trato apropiado el Estado debe disponer de medidas tales como la
protección, programas de enseñanza y formación profesional, asesoramiento, entre otros.
Por otra parte la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSUC) sitúa a la
delincuencia como el segundo problema país (24.4%) y el 40,2% de los encuestados cree
que durante los próximos 12 meses será víctima de algún tipo de delito (INE-CHILE 2011).
Según estas estadísticas que son provenientes del pensar colectivo de la sociedad, gran
parte de los chilenos no se sienten seguros en relación al ámbito de delincuencia ya que
existirían grandes porcentajes de reincidencia y bajos niveles de sanción a quienes cometan
las infracciones. Soto, Viano y Manzano (2011) afirman que la opinión pública demanda
sanciones más graves a los y las jóvenes en situación de infracción de ley, ya que se
considera que la privación de libertad conlleva a la paz social.
Para lograr dicha paz social, la Ley cuenta con la norma técnica N° 85 del MINSAL, que
establece los lineamientos para las acciones sanitarias del sistema de salud en materia de
atención y tratamiento de los y las jóvenes consumidores de drogas, alcohol; y el abordaje
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de los trastornos mentales comórbidos que posea. La intervención asociada a problemas de
consumo de alcohol y drogas en los y las jóvenes en situación de infracción de ley, es una
parte del proceso de inserción social, por lo que debe ser parte del Plan de Intervención
Individual. Esta norma técnica regula la atención clínica y también entrega orientaciones a
los equipos profesionales y técnicos al momento de elaborar un plan de intervención.
Según lo anterior podemos inferir que a través de este lineamiento, es posible que los y las
jóvenes en situación de infracción de ley tengan la posibilidad de acceder a programas de
rehabilitación para el consumo de drogas y alcohol que promueva un mayor bienestar. Por
lo tanto, dicho documento, nos permite conocer las directrices que guiarán el proceso
interventivo a través de una mirada integral de la persona, considerando todos los aspectos
que lo componen.
Desde nuestra perspectiva, consideramos fundamental comprender que el ser humano es un
ser social, ello exige que necesite de los demás. Aristóteles (S.F., S.P.) refiere “Somos
animales sociales, en tanto que nos agrupamos en familias, comunidades y Estados”. Es
esencial comprender que durante todo nuestro ciclo vital nos relacionamos e interactuamos
con nuestros pares a través de un proceso de socialización, en el cual nos construimos como
seres sociales. Este proceso de socialización, nos acompaña durante todas las etapas de
nuestro desarrollo humano, en donde el período de la juventud tiene un rol esencial, ya que
influye en la construcción de identidad de la persona. Según refiere Zanden (1977, pp. 83)
la socialización es “un proceso en el cual, los individuos, en su interacción con otros,
desarrollan maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación…”.
Por tanto, a través del proceso de socialización es posible desarrollar nuestra identidad, la
cual se relaciona con los significados que los y las jóvenes reproducen en su cotidianidad a
través de los agentes de socialización en la transmisión de cultura.
Por esta razón, aludimos a la relevancia del significado que le otorga el o la joven a las
ocupaciones significativas, las cuales se transmiten de forma transgeneracional, que se basa
en que en los individuos internalizan y naturalizan la cultura y ocupaciones observadas de
generaciones anteriores por medio de la vida ocupacional. Las corrientes más influyentes
en el campo de investigación sobre la transmisión transgeneracional son de los autores
Framo (1996) y Bowen (1989) quienes abordan esta transmisión desde una perspectiva
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intrapsíquica, centrándose en el sujeto para analizar sus elecciones ocupacionales, sin
considerar de forma importante la historia transgeneracional de los y las jóvenes en
situación de infracción. Además de las teorías ya mencionadas, Chen y Kaplan (2001),
introducen una nueva arista para comprender esta problemática, la que se encuentra
relacionada con las relaciones interpersonales transgeneracionales de los y las jóvenes con
sus familiares. Debido a los antecedentes mencionados, no utilizaremos ninguna de las
teorías planteadas, sino, que utilizaremos el concepto de “transmisión transgeneracional”
para comprender la problemática social de los y las jóvenes en situación de infracción de
ley.
Las investigaciones revisadas por nosotras son principalmente de las Escuelas de Terapia
Ocupacional y de Psicología de la Universidad de Chile; y de la Escuela de Terapia
Ocupacional de la Universidad Nacional Andrés Bello, dentro de las cuales se encuentra la
“Construcción de Identidad en Jóvenes Infractores de Ley, una Mirada desde la Psicología
Cultural” (Pérez-Luco; Zambrano, 2004) la cual aborda el proceso de construcción de
identidad delictiva a través de un análisis teórico psicocultural. Argumenta que la
infracción de ley es un patrón de conducta recurrente en un grupo de jóvenes y que es
resultado de vinculaciones desventajosas que generan a nivel individual, la inseguridad,
estrés y desesperanza.
Por otro lado Poblete (2014) analiza los métodos de intervención actuales de la Ley de
Responsabilidad Penal y los enlaza con los modelos disciplinares de la Terapia
Ocupacional desde el área de la identificación por parte del joven con una ocupación
significativa no vinculada con la infracción de ley para así favorecer la autonomía, sentido
de pertenencia y empoderamiento para la inclusión social.
Quezada (2013) explora de modo comprensivo el mundo de los y las jóvenes en situación
de infracción de ley, considerando principalmente los elementos de ocio y tiempo libre. Por
otro lado, Palacios (2011) considera la importancia de las drogas como mediadora en la
ocupación y las ocupaciones aceptadas socialmente y aquellas transgresoras. Otra
investigación considerada es la de Carrasco, Rodriguez & Zurita (2014) la cual propone un
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nuevo concepto de trayectoria ocupacional en jóvenes, sin embargo avocado a aquellos en
situación de calle.
Estas investigaciones junto con otras revisadas, abordan el área de la situación de infracción
de ley de forma individual, desde la comprensión del joven en relación a sus propias
concepciones en torno a la infracción. Sin embargo se han encontrado escasas
investigaciones y artículos (de forma accesible) en el área de la Terapia Ocupacional, que
aborden este tema desde una la transmisión transgeneracional para comprender esta
situación de infracción más allá del significado individual, que no es menos importante,
pero para observar y comprender este fenómeno de forma holística e integral, es necesario
abordarlo desde más aristas.
A raíz de la transmisión transgeneracional en relación a la situación de infracción de ley es
que nace la necesidad de indagar en problemas que afloran e impactan en la etapa de la
juventud. Estos problemas se relacionan con los aspectos personales, de la familia, del
contexto social, del nivel socioeconómico, entre otros.
Por otro lado el rol que cumple la familia en la transmisión de cultura, según la
Organización de las Naciones Unidas (1982, pp.1) “puede considerarse actualmente como
el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba (...) los modos de vida, los
derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo (...) A
través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se
expresa, toma conciencia de sí mismo (...) busca incansablemente nuevas significaciones, y
crea obras que lo trascienden”. Es por esta razón que la familia es considerada como uno de
los agentes más relevantes de la transmisión de cultura, creencias, valores, tradiciones,
entre otras, ya que se encuentra durante todo el ciclo vital de los y las jóvenes. Por ende, es
común que en la juventud se busque participar de distintos grupos de acuerdo a sus
preferencias o intereses inmersos en la vida cotidiana que fortalezcan este sentido de
pertenencia social. Ya que como menciona Castro (2007) es dentro de la vida cotidiana,
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visualizada desde la mirada de una vida compartida con otros, donde se constituyen la
subjetividad y la identidad social de las personas.
Así también Quiroga (1986. pp. 70, 75) plantea que “la vida cotidiana se manifiesta como
un conjunto multitudinario de hechos, de actos, de objetos, relaciones y actividades que se
nos presentan… como acción, como mundo-en-movimiento...”. Nuestra cotidianeidad está
constituida por la familia en que nacimos, la revista que leemos, la televisión, el cine, el
teatro, la cocina, los medios de transporte que usamos, el trabajo que tenemos, nuestra
economía, la música que escuchamos, etc. Por lo tanto, es la forma de desenvolvimento que
adquirimos día tras día lo que conforma nuestra historia individual. Es este escenario, de la
vida cotidiana, donde se puede evidenciar la infracción de ley, ya que estudios descritos por
LeBlanc (2003) demuestran que es común identificar una actividad de infracción de ley
transitoria, limitada para la mayoría de los sujetos al período de juventud. Es decir, sólo una
pequeña proporción de jóvenes tiene una actividad infractora relevante cuando se hace
adulto, identificando la edad más común para la primera presentación ante la justicia, entre
los 15-17 años (Riquelme, 2004). Por consecuencia, a lo largo del tiempo transcurrido de
vida de los y las jóvenes, se puede apreciar en algunos casos una “escala delictiva”, efecto
de distintos condiciones de riesgo asociados a la vida cotidiana de los y las jóvenes. Ya sea
la influencia del entorno social de los y las jóvenes inmersos en el ámbito de infracción,
contextos sociales de vulneración o familiares envueltos en las ocupaciones ligadas a la
infracción de ley como forma de vida, quienes repercuten en el desarrollo identitario del
sujeto. Dichas situaciones pueden ser producidas por condiciones psicosociales tales como
un bajo nivel socioeconómico, dificultad de acceso a educación, la importancia de las redes
sociales, escasas políticas públicas de soporte, dinámicas familiares adversas, consumo de
drogas, entre otras, traen como consecuencia la infracción. El psicólogo Muzafer Sherif
(1936), afirma que la conducta de una persona, se puede modificar como consecuencia de
la red social a la que pertenece. Por tanto, podemos decir que la habituación de la actividad
de infracción de ley puede estar influenciada por el contexto social en que se desenvuelve
el o la joven. Además, se puede generar una naturalización y familiarización (Montero,
2004) de la persona en situación de infracción, haciéndolo parte de su vida cotidiana.
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Las problemáticas que se visualizan en la vida cotidiana de los y las jóvenes según Castro
(1999) se construyen su identidad en base a las oportunidades y barreras que el entorno les
entrega. Instituciones como la familia, educación, religión y la sociedad civil influyen en la
construcción de la identidad social, a través de los procesos de socialización cada una de
ellas le transmitirá valores, actitudes y modos de actuar, que incorporan como propios
durante el desarrollo socio-cultural a lo largo de su vida.
Desde la Terapia Ocupacional, se aborda y se trabaja en conjunto con los y las jóvenes en
relación a sus ocupaciones y/o actividades que pueden constituir una ocupación
significativa relacionada con la infracción de ley. Según Álvarez y Gómez (2007, pp. 4-5)
ocupación se define como “aquella actividad con sentido en la que la persona participa
cotidianamente y que puede ser nombrada por la cultura”. Ésta es concebida según donde
se sitúa, pudiendo existir múltiples formas de ejercerla. Según Guajardo (2011) tener una
ocupación posibilita una participación digna y con significado en la vida de las personas,
cumpliendo tanto con deberes, como ejerciendo derechos, comprendiendo los aspectos
socio-históricos del presente, visualizando la ocupación como movimiento en sí, que logra
situar a la ocupación más allá de la interioridad del sujeto, logrando entenderla como un
proceso de ser/estar en el mundo, donde la acción de ocupación del
individuo/sujeto/persona, repercute en la sociedad.
En los inicios de la Terapia Ocupacional el concepto de ocupación se relacionaba con un
enfoque positivista, que visualiza a los individuos como “disfuncionales”. Estableciendo la
intervención desde la funcionalidad de sistemas biológicos e intrapsíquicos, bajo un modelo
reduccionista (Guajardo, 2011), a partir de diferentes crisis de la disciplina, se generan
cambios de paradigmas, fortaleciendo así las ciencias de la ocupación. En la actualidad, la
ocupación humana ya no es concebida solamente como un fenómeno individual, sino que
se comprende como un fenómeno social, lo que responde a un nuevo Paradigma Social de
la Ocupación, considerando los fenómenos económicos, políticos, sanitarios, culturales,
sociales y coherentes con la justicia y el bienestar de las comunidades (Morrison; Olivares;
Vidal, 2011).
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Es entonces la ocupación, la cultura y la cotidianeidad, las que permiten desarrollar un
proceso de identidad a través de la socialización. La actividad por tanto tiene relación con
el contexto en que se desenvuelve el o la joven. Según la RAE (2014. s/p) contexto es el
“entorno físico o de situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole,
en el cual se considera un hecho”, por lo que es importante visualizar a el o la joven como
un ser social, el cual se relaciona con el medio y no queda ajeno a las influencias del
contexto.
Relevancia
¿Qué es lo que realmente buscamos cuando investigamos? buscamos conocer, comprender,
e interpretar, con la finalidad de transformar y de producir nuevos conocimientos, a través
de la investigación queremos conocer y resolver una temática de interés, novedosa y
relevante para la disciplina de la Terapia Ocupacional.
¿Por qué es relevante investigar la juventud, la infracción y la transmisión? está la
percepción de existe un aumento creciente en la infracción de ley en jóvenes, según la
Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (2013) el 71,0% de los encuestados
percibe que la delincuencia en el país aumentó, es por esto que nos encontramos frente a
una problemática social que impiden el progreso y desarrollo de una sociedad, debido a
esto es necesario indagar e investigar acerca de los y las jóvenes que infringen la ley. La
importancia de investigar acerca de la transmisión generacional en los y las jóvenes en
situación de infracción de ley, tiene como finalidad conocer sus ocupaciones, y a su vez,
conocer los significados subjetivos que existen detrás de una infracción. Para poder indagar
acerca de esta temática, es necesario observar y conocer, e ir más allá de lo tangible y
analizar desde lo intersubjetivo.
Para esto, es relevante tener investigaciones que abarquen las temáticas de juventud e
infracción, debido a que el campo laboral en esta temática, se ha ampliado como un campo
reciente para los Terapeutas Ocupacionales, esto se debe a que desde el año 2007 entró en
vigencia la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil Adolescente, a través de ésta, la Terapia
Ocupacional ha sido considerada dentro de programas enfocados hacia la reinserción,
social, educacional, laboral, etc. Es por esta razón que debemos interiorizarnos en el tema,
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con el fin de que podamos visualizar la temática desde variadas perspectivas. Servirá
también para los y las profesionales que se dediquen y se desempeñen en este contexto y
para futuros colegas que deseen conocer la problemática social basada en los significados
que le otorgan los y las jóvenes a la infracción.
¿Qué significados construyen los y las jóvenes en situación de infracción de ley entre 14 y
18 años en relación a las ocupaciones transmitidas transgeneracionalmente
relacionadas con la infracción de ley?
Para lograr responder a la pregunta de investigación, se han planteado los siguientes
objetivos:
OBJETIVO GENERAL
● Analizar los significados construyen los y las jóvenes en situación de infracción de
ley entre 14 y 18 años a las ocupaciones significativas ligadas a la infracción de ley
transmitidas transgeneracionalmente.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
● Identificar las ocupaciones ligadas a la infracción de ley transmitidas
transgeneracionalmente en jóvenes en situación de infracción de ley entre 14 y 18
años.
● Describir los significados que los y las jóvenes entre 14 y 18 años en situación de
infracción de ley le otorgan a las ocupaciones identificadas.
● Relacionar hitos de la historia familiar con la producción y reproducción de
ocupaciones ligadas a la infracción de ley en los y las jóvenes entre 14 y 18 años en
situación de infracción de ley.
MARCO TEÓRICO
En este punto abordaremos las temáticas que se han ido tratando a lo largo de la
investigación, ya que estas darán indicios a lo que este trabajo apunta, de esta manera ha
sido necesario realizar un recorrido por temas como la transmisión transgeneracional, la
ocupación, juventud, la teoría de capital cultural, las condiciones de riesgo y protectores
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que pueden o no influir en el o la joven, junto con las condiciones ambientales, como la
cultura y el contexto de la persona, lo que genera las representaciones sociales en torno al
concepto "joven infractor de ley".
1.- Juventud en situación de infracción de ley
El concepto de juventud que propone Krauskopf (1994) alude a que el desarrollo juvenil se
genera en una delicada interacción con los entes sociales del entorno; tiene como referente
la biografía individual, la historia y el presente de su sociedad. Por lo cual, es en esta etapa
donde los jóvenes mantienen una mayor interacción con su entorno que permite desarrollar
el proceso de identidad. Según Rodríguez, identidad “Es un fenómeno muy complejo en el
que intervienen muy diversos factores, desde predisposiciones individuales hasta el
desarrollo de diversas habilidades suscitadas en el proceso de educación/socialización”
(S.F, pp.1). La construcción de identidad se va formando por la organización de
predisposiciones que se configuran a causa de una interacción con el medio social, cultural
y familiar.
Por otro lado, juventud se puede articular y comprender de múltiples maneras, ya que a lo
largo de la historia se han concebido diversas connotaciones para identificar este fenómeno.
Son en estas nociones en donde podemos identificar que hay diferencias abismantes entre
un autor y otro, o bien entre una década y otra. Además cabe mencionar que, hay autores
que enfatizan en diversos aspectos en relación al concepto, unos hablan de la juventud
como un desarrollo del ciclo natural y otros por ejemplo, valoran la importancia de los
aspectos sociales en la juventud por sobre otros factores.
La noción más habitual de juventud que podemos encontrar es aquella que hace referencia
la RAE, que dice que es “la edad que fluctúa entre la infancia y la edad adulta, conjunto de
jóvenes, primeros inicios de algo” (2014. s/p), la que apunta más bien a una concepción
biológica, en donde se configura el concepto como la evolución de un estado, en donde
cada etapa tiene un ciclo, éstos tienen inicios y términos. Así también, hace referencia a una
etapa más bien inicial del proceso vital.
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Otras concepciones del concepto de juventud es la que propone Dávila (2004) señala que en
sus diferentes ámbitos, el concepto de juventud ha sido concebida como una construcción
social, histórica, cultural y relacional, que se encuentra en constante dinamicidad y
permanente evolución/involución del mismo concepto, la que hace referencia a un joven
más bien pasivo que bajo un sistema social, económico y cultural, podrá construir su visión
de las cosas de acuerdo a diversos componentes que finalmente lo construyen.
Al indagar en las diversas comprensiones de juventud encontramos el concepto que
propone Duarte (2001) lo juvenil es una producción que se posiciona de acuerdo con el
contexto en que cada grupo de jóvenes se desenvuelve, intentando resolver la tensión
existencial que les plantea su sociedad ser como lo desean o ser como se les impone en el
marco de la condición de subordinación que tienen frente a la condición adulta. De acuerdo
a lo mencionado, entendemos que ser jóvenes es ser producto de un contexto determinado,
por lo que éste joven tendrá un posicionamiento que, bien creemos que es otorgado por el
mismo contexto en el cual se desarrolla, en este proceso aparece el concepto de
subordinación, en donde existe una tensión entre lo que quiere ser el joven y lo que se le
impone. Podemos interpretar que en ocasiones el joven desea ser de tal manera pero, como
esa opción no es validada por los marcos que determina la sociedad, el joven debe
abandonar su posicionamiento y debe adherirse a aquel que impera.
Al indagar conceptos relacionados con juventud se observó que éstos adquieren diversas
perspectivas y connotaciones. Sin embargo, no se encontró un sustento teórico que defina
juventud desde una perspectiva de construcción social o una que abarque el área biológica,
psicológica y social. Debido a lo anteriormente mencionado, como autoras desarrollamos
un concepto de “juventud” considerando las definiciones anteriores pertinentes a nuestra
perspectiva, por lo que se propone un concepto que considere los aspectos etarios y ciclos
vitales de cada joven. También que reconozca los significados psicológicos, familiares,
culturales y sociales como parte de la construcción de identidad del joven y por último, que
contemple el contexto en donde se desenvuelve el o la joven. Estas características invitan a
pensar sobre una construcción social en el sujeto, ser joven no es solo cursar por una edad
determinada sino que ser joven también es materializar un componente individual, familiar,
social y crear una percepción aprendida por estos factores.
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2.- Transmisión Transgeneracional
Cuando hablamos de lo transgeneracional o intergeneracional, nos referimos a la herencia
psíquica de las personas. Es importante diferenciar la una de la otra; la transmisión
intergeneracional hace referencia a lo aprendido directamente de los padres, y la
transmisión transgeneracional a lo aprendido de generaciones anteriores, donde aquí
aparece el telescopaje, que es el aprendizaje construido en las generaciones previas, el cual
se es reproducido y expresado por un miembro de una generación posterior. (Nussbaum,
2008)
La herencia psíquica es lo adquirido a través del aprendizaje de estilos de vida, formas de
actuar y reproducción de ocupaciones de los adultos que fueron significativos durante el
desarrollo de un joven. Las experiencias tempranas tienden ser reproducidas y repetidas a lo
largo que llegan al periodo de juventud. (Nussbaum, 2008)
Según Faimberg (2007) la transmisión transgeneracional se origina del telescopaje de las
generaciones previas. Según Segoviano (2008), el telescopaje es “el proceso, las vías y los
mecanismos mentales capaces de operar transferencias de organizaciones y contenidos
psíquicos entre distintos sujetos y, particularmente, entre generaciones.” Ya que no solo la
familia inmediata nos antecede e instituye la forma de ser de cada persona. Lacan (1996)
fue uno de los pioneros en hablar sobre las relaciones entre el sujeto y la cultura con la
subjetividad propia; los antepasados pasadas también aportan al origen de la subjetividad de
cada joven; detrás de cada uno de ellos y ellas, existen diversas tradiciones, circulación de
prohibiciones, significados, transmisión y repetición de ocupaciones significativas. Estas
variantes constituyen el modo de ser de un joven dentro de su contexto familiar que le
precede y al mismo tiempo prefigura la futura generación.
Piera Aulagnier (1975) refiere que es vital la internalización y naturalización de estas
variantes culturales y sociales en el proceso de humanización. Para Aulagnier el “sujeto del
inconsciente es un sujeto sujetado por, y a la, cultura” para su humanización mediante la
incorporación, internalización y naturalización de los nociones culturales y sociales,
ocupaciones significativas, valores, tradiciones, entre otros.
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Lo anterior se encuentra inmerso de un contexto social específico donde se reproduce una
cultura en específico, para René Kaës (1976) aquí se encuentra inmerso el pacto
denegativo, el cual da cuenta de la importancia del grupo social en el que el sujeto está
inmerso. El autor plantea que los sujetos no pueden repudiar a ser un sujeto de herencia con
características propias de su contexto social y cultura inmediata, ya que si lo hiciera, se
vería así mismo como un autogenerado.
Para esta investigación en el tema de la transmisión transgeneracional, creemos importante
abordar la transmisión y naturalización de ocupaciones ligadas a la infracción de ley, como
importantes para los y las jóvenes en situación de infracción; y cómo y dónde tiene su
origen. Los autores Nicolás Abraham y María Torok (1961-1978) proponen el concepto de
“cripta” para los contenidos que no pueden ser elaborados en el ser humano, quedando
encajados, sin resolverse. Los autores hacen referencia a acontecimientos en particular que
son vivenciados por el sujeto o por sujetos de generaciones pasadas referidos a vergüenzas
familiares, duelos no elaborados, conflictos no resueltos, entre otros, que originan, lo que
los autores llaman, un “fantasma innombrable”, que son contenidos ignorados por los
hijo/as pero sin embargo, son contenidos que los rodean durante su desarrollo de la
identidad. Por lo que, estos hijo/as, puede desarrollar, según los autores, dificultades en el
pensamiento, problemas de aprendizaje, fobias, entre otros. Lo que conlleva a conductas
adictivas, delirios, trastornos, entre otros, produciendo como dijo Faimberg (2007) la
identificación alienante, donde ésta es resultado que pertenece en parte a otro miembro de
la familia antecesor. Es aquí como autoras de esta investigación donde podríamos entender
el origen de la transmisión de ocupaciones significativas ligadas a la infracción de ley. Es
decir, podríamos suponer que las ocupaciones ligadas a la infracción de ley de un joven en
situación de sanción, es producto de la transmisión transgeneracional o intergeneracional de
una identificación alienante y para entender su origen de forma holística, es necesario
comprender los componentes narcisistas en la transmisión y la apropiación que los hijos/as
realizan de éstas.
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3.- Significado y el significar del joven en situación de infracción de ley resultante de
la subjetividad.
Otro de los conceptos a indagar para comprender la investigación será el de significar,
dicho de una cosa, ser, por naturaleza, imitación o convenio, representación, indicio o signo
de otra cosa distinta/ dicho de una palabra o de una frase, ser expresión o signo de una idea,
de un pensamiento o de algo material (RAE, 2014) En estas dos definiciones que nos ofrece
la RAE, podemos entender que significar apela más bien a una forma de nombrar una cosa,
o también como representarla de modo simbólico. La segunda definición, se refiere a una
concepción vinculada a la expresión de una idea o de un raciocinio.
Otro concepto que nos podría facilitar la compresión, sería el concepto de significado,
significación o sentido de una palabra o de una frase/ cosa que se significa de algún modo
(RAE 2014) Esta definición denota que el significado tiene un sentido y que éste de algún
modo significa.
La investigación del significado de las acciones de los otros implica suponer que quieren
significar, dar sentido, a algo, y que podemos interpretar las acciones de los otros. Esta
interpretación no sólo se hace a través de la observación de las acciones de otros, sino
también mediante la percepción de indicaciones, que son efectos que las acciones dejan en
el ambiente, como son ruidos, movimiento de objetos, etc. Estas indicaciones tienen sentido
para quien las observa, pero no tienen porque ser producto de la intención del actor, lo que
lleva nuevamente a que la interpretación de las acciones de otros difiere de la
autointerpretación de las vivencias (Schütz, 1932).
Como plantea Schütz en la cita anterior, si hablamos de investigar el significado de otros,
nos invita a suponer que es lo que ellos quieren significar, cuál es el sentido que le otorgan
a una acción, para esto, Schütz menciona que es necesario observar pero, es aún más
necesario la percepción, ya que es ésta la que dará cuenta del efecto de la acción. La
interpretación de las acciones es parte de la autointerpretación de vivencias, que por
consiguiente, son interpretaciones subjetivas, personales e íntimas de cada investigado.
15
Luego de conocer los concepto que significar y significado, creemos que ambos tienen
elementos que podrían vincularse a la noción de subjetividad, ya que significar y
significado, se relacionan con simbolizar, expresar y sentir, los tres últimos conceptos
antes mencionados podrían entenderse con mayor facilidad con la definición que propone
Pichón, Esquema Cognitivo Referencial Operativa (ECRO) este conjunto de conceptos
teoricos son ideados por el autor, éste considera tres elementos de la subjetividad Sentir-
Pensar- Actuar que se dan como un conjunto organizado de conceptos generales, teóricos,
referidos a un sector de lo real, a un determinado universo de discurso, que determinan una
aproximación instrumental al objeto particular concreto� . Cada persona va recogiendo el
conocimiento de su tiempo y a partir de su propia práctica, lo reelabora lo vuelve a ordenar
y así va evolucionando, a partir del interjuego dialéctico del presente y la historia. Para
comprender así su conducta en los diferentes ámbitos en los que se encuentra inmerso. Este
esquema referencial, este "aparato para pensar" nos permite percibir, distinguir, sentir,
organizar y operar en la realidad. A partir de un largo proceso de identificaciones con
rasgos de las estructuras vinculares en las cuales estamos inmersos, construimos este
esquema referencial que nos estabiliza una cierta manera de concebir al mundo que de no
ser así, emergería en su condición de desmesura, inabarcabilidad y caos. Esto hace que
Pichón Riviére visualice el sujeto en una permanente interrelación dialéctica con el mundo,
única condición para que este sujeto pueda construir una lectura adecuada de su realidad
(Pichón Riviére, 2007)
Esta definición que propone Pichón Riviére hace hincapié en que el sentir, el pensar, y el
actuar de cada sujeto tendrá relación con la historia de vida que se tenga, y a partir de la
historia ésta se irá reelaborando. Estos componentes facilitarán la comprensión de las
conductas, a modo de entender el porqué de las conductas de los jóvenes, esta dependerá
finalmente del lugar en que se encuentre inmerso el sujeto, por lo que podemos decir que de
acuerdo a las citas antes mencionadas, éstas tienen fuerte relación con el sentido y la
expresión, que finalmente se expresan en la subjetividad de cada joven, ya que la realidad
de cada joven se construye a través de la vivencia personal.
4.- Identidad Social
16
A lo largo de nuestra vida, vivimos distintas experiencias o sucesos que van formando poco
a poco nuestra historia, hechos que a su vez nos configuran como personas y nos otorgan
una identidad propia. Esta identidad, refleja nuestro ser interno, nuestras creencias,
nuestros valores, nuestros pensamientos y nuestros actos. Sin embargo, existe una identidad
que no solo es propia de cada persona, sino que representa a una sociedad. Por lo tanto la
identidad tanto en el individuo como en la sociedad, se observa como tal, sólo cuando se
internaliza y se construye un significado alrededor de la identidad, de tal manera que se
identifican con algo en particular, una identidad que es compartida por un mayor grupo de
personas. La identidad social, se concibe como el resultado de la interacción con otras
personas, es ahí donde se transmiten un conjunto de conocimientos de distintas
dimensiones que crea identidad, otorgando un sentido de pertenencia a la sociedad. Tajfel
(1982, pp.2-3) define Identidad Social como “aquella parte del autoconcepto de un
individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo (o grupos) social junto
con el significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia”. Dicha pertenencia
a diferentes categorías permite por lo tanto categorizar diversas identidades que definirán el
rol de la persona dentro de la sociedad, de acuerdo a los significados y subjetividades que le
otorgan un conjunto de personas a la construcción de identidad social. Tal como lo señala
Berger (1966, pp.1) “Cada sociedad contiene un repertorio de identidades que es parte del
“conocimiento objetivo” de sus miembros… La sociedad no sólo define sino que también
crea la realidad psicológica. El individuo se da cuenta de sí mismo en la sociedad, esto es,
reconoce su identidad en términos socialmente definidos y estas definiciones se convierten
en realidad en la medida en que el individuo vive en sociedad”.
5.- Sociedad, Socialización y Transmisión TransgeneracionalComo menciona Tylor (1871) la cultura es un todo complejo que incluye el conocimiento,
la moral, la ley, las creencias, las costumbres, valores y hábitos adquiridos por el ser
humano a través de su vida. La cultura es parte de una sociedad la cual a través de la
conservación, es capaz de transmitir ciertos hábitos adquiridos por el hombre, en el preciso
momento en que el hombre comienza a hacer parte de una sociedad.
La cultura será entendida como normas que orientan a tomar decisiones y actuar en
sociedad, por lo que éste conocimiento adquirido se debe a la interacción de una sociedad y
17
de una cultura. Finalmente, la cultura de una sociedad se transmitirá y se internalizará en el
ser humano, lo que generará prácticas en una determinada sociedad.
Según Doris Cooper (2004), puede definirse el concepto de cultura, como todo lo que se
aprende socialmente y comparten los miembros de una sociedad. Sin embargo, una Cultura
también conlleva, en el caso de sociedades complejas, un conjunto de subculturas más o
menos integradas y que constituyen subconjuntos relativamente homogéneos de aspectos
socioculturales pautados, que aunque están relacionados con la cultura general de la
sociedad, se distinguen de ella.
Consideramos que el concepto de subculturas es interesante y atingente de mencionar, ya
que si lo vinculamos con la etapa juventud, nos hace sentido pensar que un joven no
aprende de manera aislada sino que aprende con y en una sociedad, además dentro de ésta
no existe solo una cultura, sino que habrá un conjunto integrado de diversas culturas
relativamente semejantes. Podrán también diferenciarse de otras subculturas, a pesar de que
estén en un mismo lugar. Ahora bien, si lo relacionamos con los jóvenes, podemos decir
que cada joven pertenece a una sociedad, que dentro de ella existen uniformes subculturas
con diversas pautas y valoraciones, es por esto que podemos interpretar que dentro de un
mismo lugar geográfico, pueden existir diferentes tipos de jóvenes.
Simmel (1977) dice que la Sociedad es la suma de aquellas formas de relación por medio
de las cuales surge de los individuos la sociedad en su primer sentido. Esto permite inferir
que las personas son seres sociales, que se construyen por medio de las relaciones y este
entramado de relaciones y significados forman lo que se entiende por sociedad, así mismo,
se deduce que el o la joven es parte de esta y al pertenecer a ella se socializa y al
socializarse va adquiriendo conocimientos y asimilando nuevas representaciones que son
colectivas y a las que les va otorgando significado.
Simmel (1977) también refiere que la sociedad es el resultado de que los seres humanos
están relacionados entre sí, en virtud de la influencia recíproca entre ellos mismos.
Entonces si la realización de la sociedad depende de las interrelaciones entre los miembros
de la sociedad, para resolver e intervenir en cualquier problemática social del país, primero
hay que encargarse desde lo micro social, es decir, estas interrelaciones para abordar la
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problemática desde lo macro social. En la materia de infracción de ley juvenil, lo que
Simmel habla, se puede relacionar con la crítica que realizamos como grupo al modo de
sancionar e intervenir de la Ley N° 20.084 ya que ésta no lo hace enfocado a analizar y
resolver las problemáticas en las interrelaciones de el o la joven, se podría influir en la
trayectoria ocupacional ligada a la infracción de ley; y al resolver estas problemáticas
también ligadas a las condiciones de riesgo, los cuales serán explicados más adelante,
disminuiría el problema social actual de la infracción de ley juvenil.
Para efectos de comprender el párrafo anterior nos parece relevante compartir la definición
de trayectorias ocupacionales que proponen Carrasco, Rodriguez, Zurita (2015) que dice
que la estela, los rastros o fragmentos de ocupaciones que se van produciendo, quedando y
estando en un sujeto (persona o colectivo) y su subjetividad, que acontecen de forma
divergente y convergente, anacrónica, temporal y sometido a transformaciones producto de
su contexto socio histórico y como se desenvuelve cotidianamente en el transcurso de este.
Creemos que nuestra investigación está fuertemente vinculada al concepto de trayectorias
ocupacionales, cuando un joven desarrolla una ocupación va dejando parte de esa
información en él o en un colectivo, esto dependerá de si la ocupación es individual o
requiere de más de una persona para llevarse a cabo. Consideramos que la ocupación que
tienen estos jóvenes está ligada al concepto de subjetividad antes explicitado, la
temporalidad en donde se llevarán a cabo las ocupaciones tendrán relación con el contexto
socio-histórico en que se desenvuelve el joven. Por tanto, entendemos que la ocupación del
joven será producto de los aspectos antes descritos, donde es relevante enfatizar en tres
componentes, la subjetividad, la temporalidad y el contexto socio histórico, estos serán
influyentes para conocer la trayectoria ocupacional del joven.
La relación entre la socialización y transmisión transgeneracional se basa en la importancia
de la transmisión cultural a través de los agentes de socialización en la vida de los y las
jóvenes. La socialización es entendida como el “proceso mediante el cual se transmite al
individuo, durante su desarrollo y maduración, el conocimiento de la cultura, sus reglas,
normas y expectativas”; “proceso por el que cualquier persona adquiere habilidades, roles,
normas y valores sociales, así como patrones de personalidad” (Goode, 1983. pp.3). Para
19
comprender el concepto de socialización, es necesario visualizar su división en dos etapas:
la primaria y la secundaria (Berger y Luckman, 1991).
La socialización primaria es la inicial por la cual experimenta el niño/a durante su infancia
para convertirse en miembro de la sociedad. Se vive durante los primeros años de vida en el
núcleo familiar, esta etapa es de vital importancia ya que le brinda al niño o niña la
estructura básica de la socialización secundaria. El niño o niña acepta durante este proceso
los roles y actitudes de los familiares cercanos, internalizándolos, apropiándose de ellos,
por medio de la transmisión transgeneracional adquiriendo una identidad social
subjetivamente coherente y plausible. Por otro lado, la socialización secundaria es el
proceso posterior del niño/a ya socializado/a adquirido en instituciones (colegio, iglesia,
comunidades, etc). (Berger y Luckman, 1991).
Como autoras, creemos necesario generar un nexo entre la socialización y la transmisión
cultural, ya que las definiciones encontradas no son suficientes para comprender esta
problemática social. Es por esto que proponemos que la transmisión cultural se traspasa a
través de la transgeneracionalidad, y está a cargo de las instituciones sociales. Cada grupo
social determina el grado de influencia y la importancia para cada agente de socialización,
por lo que éstos pueden reflejar las características propias de una cultura determinada. Los
agentes de socialización son varios, podemos encontrar a la familia, la escuela, grupo de
pares y los medios de comunicación en masa.
El agente de socialización que abordaremos para entender la problemática social de los y
las jóvenes en situación de infracción de ley es la familia que según la Comisión Nacional
de Familia se define como un grupo social unidos entre sí por vínculos de consanguinidad,
filiación (biológica o adoptiva) y de alianza, incluyendo las uniones de hecho cuando son
estables. González (1987. pp.53) resalta que “la familia proporciona lo que consideramos
condiciones óptimas para el desarrollo de la personalidad de los individuos jóvenes, por lo
que se puede y se debe decir que la familia conyugal, no tanto la parentela, tiene entre otras
funciones la de ser un buen instrumento para la transmitir las tradiciones, costumbres, usos
y convicciones de una sociedad, a los recién nacidos y a las generación más jóvenes”. Otra
definición la propone, Gustavikno (1987) quien define a la familia como la comunidad que
20
no sólo se provee de sus miembros, sino que se encarga de prepararlos para que cumplan
satisfactoriamente el papel social que les corresponde. Es el canal primario para la
transmisión de los valores y tradiciones de una generación a otra. Por lo tanto, la familia
está presente en la vida del individuo, constituyéndose como un elemento clave para la
formación de la persona tanto a nivel individual como social. A su vez, es el medio en que
nos desarrollamos desde nuestra infancia, quienes nos transmiten sus influencias
construyéndonos como individuos con valores, cultura, ideales, entre otras. Más allá de un
concepto de consanguinidad, la familia nos transmite las creencias y los principios que
forman parte de nuestra identidad y nuestra historia, nos permite formar parte de una
sociedad.
Según las definiciones anteriores, como autoras, consideramos importante analizar las
ocupaciones significativas familiares a lo largo de las generaciones e intervenir desde ellas,
ayudaría a entender esta problemática social de infracción de ley juvenil de una forma más
holística, ya que como hemos mencionado es la familia el primer agente socializador, es en
esta instancia donde el niño o niña absorbe, internaliza y naturaliza todo lo transmitido
transgeneracionalmente en su entorno o contexto social (la familia), que es el que le entrega
las tradiciones, costumbres, valores, etc, para desarrollar su identidad social.
El proceso de transmisión cultural y socialización es por tanto, a través de la familia en un
principio como agente transmisor y si los jóvenes asisten a algún sistema educativo, a
través de él y a su vez de la interrelación entre estos dos contextos, que Bronfenbrenner
(1979) llama en el Modelo Ecológico, el Mesosistema, que es la influencia de varios
contextos a la vez en el desarrollo del niño. Por consiguiente, la cultura requiere un proceso
de aprendizaje, el cual es social.
5.1. Cultura y Naturalización
Como forma de organización de la sociedad, nace la cultura, que para Geertz (1957) es la
trama de significados en función de la cual los seres humanos interpretan su existencia y
experiencias, así mismo tiene relación con la noción de cómo conducen sus acciones. Por lo
cual, entenderemos la cultura como un conocimiento adquirido que permitirá a quienes
están inmersos en ella concebir sus pensamientos, actitudes, costumbres, entre otros
21
aspectos. Esta manera de visualizar la realidad otorga una comprensión de por qué en
ciertos contextos son aceptados los actos de infracción de ley de manera natural, donde los
y las jóvenes le otorgan un sentido de ocupación, actividad y/o una forma de vida. Montero
(2004), propone la comprensión de que la naturalización es aquello que se sabe y se asume
sin discusión, debe ser objeto de reflexión y análisis, puesto que incluye la memoria
afectiva transmitida de generación en generación. Es por esto, que cada día naturalizamos
múltiples objetos, momentos y hechos por medio de los procedimientos de habituación y
familiarización, que son las vías para aceptar, conocer y relacionarse con lo extraño, con lo
diverso; para hacerlo aceptable, admisible y también para internalizarlo y considerarlo
como parte del “modo de ser del mundo”, de la cotidianeidad.
Es por lo anteriormente descrito que nos hace sentido vincular la naturalización con la
transmisión transgeneracional, ya que una vez que se internaliza algún hecho, actitud,
situación, se visualiza como natural, inherente, común y esto se asume sin cuestionamiento,
por lo que se transmite y hereda a futuras generaciones. En este caso, la familia sería el
principal agente de transmisión, ya que es la primera fuente de conocimiento que tiene el
jóven, es en este contexto donde se transmite la base de valores, costumbres, creencias,
entre otros.
5.2. Capital Cultural, Condiciones de Riesgo y Condiciones Protectores
La transmisión de los condiciones de riesgo y/o protectores, cultura, significados sociales,
etc puede ser relacionado con lo propuesto por Bourdieu (1980) en relación al capital
cultural, del cual menciona que es un instrumento de apropiación de oportunidades
teóricamente ofrecidas a todos y/o toda energía social susceptible de producir efectos en la
competencia social, una forma de poder, siempre usada para satisfacer los intereses de unos
actores concretos, en tanto que es una capacidad para ejercer control o como relación social
que define la apropiación desigual de recursos (Martín, 1993). Este capital cultural es el eje
vertical de la estructura social, es decir, que las clases sociales existen en función del
capital que poseen y de su composición, es éste el que moldea la identidad subjetiva de una
persona y un estrato social.
22
Los y las jóvenes en situación de infracción de ley y su historicidad, modos de actuar, etc,
según Bourdieu y su teoría sobre capital cultural, es el resultado de las incidencias del
contexto y sus producciones y reproducciones de las condiciones generadoras de la
infracción y de su perfil juvenil, por ende estas internalizaciones son la caracterizaciones
que van creando día a día en la etapa de juventud, estas internalizaciones también dependen
de los condiciones sociales (de contexto y familiares) de los y las jóvenes en situación de
infracción de ley (Mollina; Romero, 2003). Bourdieu (1980) afirma que el sujeto es
resultado de una clase determinada de regularidades objetivas, por lo que desarrollan en los
individuos prácticas y características en un grupo social que pueden ser socialmente
aceptadas o no. El autor refiere los sujetos que han vivido condiciones sociales y materiales
objetivas, comunes a los sectores socioeconómicos bajos o de extrema pobreza, por cuanto
presentan una socialización enraizada en las condiciones que producen y reproducen la
pobreza. Sin embargo, a diferencia de Bourdieu, nuestra investigación hace énfasis en que
las condiciones objetivas no están exclusivamente vinculadas a sectores socioeconómicos
bajos o de extrema pobreza, sino que también existen otras variables que se transmiten
como capital cultural entre un grupo social.
Las condiciones de riesgo vinculados al contexto de los y las jóvenes pueden ser la pobreza,
bajo nivel de escolaridad, cesantía, influencias de los pares, etc. En relación a las
condiciones de riesgo vinculados a la familia se encuentran las actitudes antisociales/pro-
violentas, valores, creencias, desestructuración familiar, historial delictivo familiar, pobreza
de relaciones de apego con los padres, supervisión parental débil, disciplina inconsistente,
violencia intrafamiliar, abuso de sustancias, abandono de los padres, débil rol de los padres,
entre otros. Por último dentro de las condiciones de riesgo personales se encuentran la
personalidad del joven, rasgos antisociales, experiencias propias en relación a la infracción
de ley, déficit atencional, hiperactividad, historia de comportamiento antisociales
individuales, estado emocional, entre otros. (Dionne, Zambrano, 2009).
No obstante, también hay condiciones protectoras que según Bermúdez (S.F. pp.3) son
“aquellas condiciones del ambiente o variables individuales (actitudes, valores, etc) del
sujeto que de una u otra forma impiden o los hacen más resistentes a presentar conductas
discriminadas por la sociedad”. Estos pueden ser variados, el fin de cada uno de ellos es
23
brindar apoyo para que los o las jóvenes se desarrollen socialmente. Por tanto, las
condiciones protectoras y de riesgo que predominen en la vida de los y las jóvenes pueden
influir en la trayectoria ocupacional en relación a la situación de infracción de ley.
6.- Ocupación y Actividad Humana
Es fundamental comprender la visualización que se le otorga a la actividad humana y los
significados que le otorgamos a la ocupación que elegimos en nuestra cotidianeidad. Para
esto, debemos entender que ocupación es un concepto inmerso en las experiencias de la
vida cotidiana y tiene diversas expresiones, tales como acción, actividad, tarea, labor,
oficio, distracción, trabajo. Los individuos y las sociedades entienden que ocuparse es
importante para las personas de todas las edades y que ello contribuye al bienestar
individual y al progreso social.
Dewey plantea tres nociones de ocupación que hablan acerca de, la permanente interacción
del pensar con el actuar, la adaptación activa del ser humano al ambiente y la consideración
a las diferencias individuales en el proceso ocupacional. Estas tres nociones orientan la
comprensión que se le otorga a la ocupación en la terapia ocupacional. Para esta profesión,
la ocupación se expresa en la participación activa de las personas en acciones de
autocuidado, trabajo, ocio, juego, entre otros. Estas ocupaciones contienen dimensiones
personales y contextuales ya que incluyen actos que se llevan a cabo en escenarios en el
tiempo; por la persona con metas determinadas; involucran habilidades físicas y mentales;
están asociadas con una función social, y tienen significados que varían de persona a
persona. Además, se caracterizan por sus atributos observables, o sea, la manera en cómo
influyen en el desarrollo, bienestar y cumplimiento de propósitos de las personas y su
significado, es decir la valoración y el sentido que los individuos encuentran en ellas
(Guajardo, 2011).
Por tanto,
La ocupación provee un contexto para crear vidas significativas (…) la identidad personal
se construye a través de la ocupación porque está estrechamente relacionada con lo que
hacemos y nuestras interpretaciones de aquellas acciones en el contexto de nuestras
relaciones con otros (Christiansen, 1999, s/p).
24
Es entonces la ocupación parte significativa de nuestra identidad, de lo que somos, lo que
representamos. Es aquello que hacemos en la vida cotidiana para fortalecer nuestro sentido
de eficacia. Por tanto, los y las jóvenes pueden visualizar las actividades con significado
como una ocupación, fundamental para lograr éxitos personales y fortalecer el
autoconcepto, formando así su identidad a partir de interpretaciones de experiencias
significativas para los y las jóvenes y la calidad de sus vínculos. El sentirse eficaz permite
que las personas pongan en práctica sus habilidades, desarrollen con éxito las acciones que
llevan a cumplir sus propios objetivos. A la vez, la autoeficacia ejerce gran influencia en la
elección de las acciones a realizar, siendo en esta oportunidad la situación de infracción de
ley. Por tanto, si los resultados obtenidos a partir de la actividad de infracción son
satisfactorios, se validarán y reforzarán en la identidad de los y las jóvenes como una
ocupación significativa (Drápela, J., Huidobro, M., Nuñez, J., Palacios, M., 2008).
MARCO METODOLÓGICO
1)Enfoque
Nuestra investigación se posicionará desde un enfoque Biográfico, ya que nos permite la
indagación no estructurada de las historias de vida de los y las jóvenes a través de sus
propios relatos. Dicho enfoque, rescata los sentidos que se vinculan con la experiencia de
vida del joven, comprendiendo la significación individual, los procesos sociales y
culturales. Dentro de este enfoque se reúnen técnicas metodológicas tales como las
Historias de Vida, los Relatos de Vida y Estudios Autobiográficos (Chirico, 1992).
Cabe mencionar que para llevar a cabo nuestra investigación, utilizaremos los Relatos de
Vida, para ello nos basaremos en autores como Bertaux y Thompson que aborda la técnica
desde lo social, y se enfocan en narraciones biográficas acotadas al objeto de estudio,
dichas narraciones se centran en aspectos particulares de la experiencia de las personas.
2) Tipo de Estudio
La metodología y/o tipo de estudio que se utilizará será la cualitativa, que busca la
comprensión de los fenómenos sociales más allá de su predicción o explicación,
posicionándose desde una mirada holística frente al sujeto. Esta metodología, según
Denzin, N., Lincoln, Y. (2005) permite interactuar, analizar y comprender a los sujetos y
25
los fenómenos existentes, considerando el contexto en el que ocurren. La idea central, es
conocer a las personas en su totalidad, y no a través de medición de alguna de sus partes.
Realizando así una producción de información descriptiva acerca de los significados, las
palabras, los sentidos y representaciones acerca de la subjetividad de los sujetos frente al
problema de investigación. De este modo, podremos aproximarnos a los hechos sociales de
la transmisión de ocupaciones significativas que se reproducen en la realidad de los y las
jóvenes en situación de infracción de ley. Por tanto, se pretende conocer los significados y
símbolos que construyen los adolescentes frente a la transmisión de ocupaciones, valores,
representaciones del mundo, actitudes, creencias, entre otras, y también al participar en la
acción de infracción de ley, indagando, detallando y describiendo el contexto social en que
se desenvuelve el sujeto para comprender los distintas condiciones que interfieren en la
construcción de su identidad y subjetividad.
3) Alcance del Estudio
La investigación se llevará a cabo a través de un estudio de tipo exploratorio para la Terapia
Ocupacional, que permite formular una hipótesis del tema en cuestión, según Ander-Egg,
(1995, pp.35) el estudio exploratorio: “Tiene por objeto esencial familiarizarnos con un
tema desconocido, novedoso o escasamente estudiado. Son el punto de partida para
estudios posteriores de mayor profundidad”. Por tanto mediante este estudio podremos
determinar diferentes tendencias, teniendo la posibilidad de establecer potenciales
relaciones entre las variables.
4) Diseño Muestral
Es importante mencionar que la muestra de nuestra investigación aún no se encuentra
definida, sin embargo los criterios determinados para la población a investigar serán
jóvenes desde los 14 a los 18 años, que han sido sancionados por la Ley N° 20.084 de
Responsabilidad Penal Adolescente, que asistan a un centro del sector oriente de la capital
en la Región Metropolitana y que estén cumpliendo sanción en modalidad de medio libre.
Para nuestra investigación, el centro que contempla las características mencionadas
anteriormente, la cual tiene por misión la integración social de los jóvenes que asisten,
mediante una intervención psicosocial basada en la Convención Internacional de los
Derechos del Niño, guiada por un profesional del área de las ciencias sociales.
26
La estrategia de muestreo será por medio de un informante clave asociado laboralmente al
lugar en que se realizará la investigación, ser informante clave es según Robledo, J. (2009.
pp. 1-2) "...aquellas personas que por sus vivencias, capacidad de empatizar y relaciones
que tienen en el campo pueden apadrinar al investigador convirtiéndose en una fuente
importante de información a la vez que le va abriendo el acceso a otras personas y a nuevos
escenarios". Es una persona que conoce a cada uno de los integrantes del lugar de sanción
en medio libre y que podrá guiar la práctica y significación de los momentos de entrevista,
conocimiento, etc.
La estrategia de muestreo será enriquecida por medio de la técnica “bola de nieve”, que
recoge el conocimiento en cadena de las personas cercanas al sujeto en el centro, por
ejemplo: psicólogo, trabajador social, técnico en rehabilitación, entre otros.
6) Técnicas e instrumentos de producción de información
Las técnicas e instrumentos de producción de información, son aquellas técnicas que se
usarán a lo largo de la investigación, estas serán la entrevista en profundidad, semi-
estructurada y relato de vida. Para Acevedo y López (2000, pp.10), la entrevista es una
"forma oral de comunicación interpersonal, que tiene como finalidad obtener información
en relación a un objetivo". Cabe destacar que en la entrevista semi-estructurada existe un
mayor grado de libertad de ejecución, ya que el orden en el que se abordan los diversos
temas y el modo de formular las preguntas se dejan en libre decisión y valoración de la
persona a cargo de la entrevista, no obstante al igual que en la entrevista estructurada
existen objetivos y un plan de desarrollo definidos con anterioridad. Además, utilizaremos
la entrevista en profundidad, la cual requiere de reiterados encuentros entre el investigador
y el sujeto de estudio, ésta busca comprender las diversas perspectivas y subjetividades que
tienen los jóvenes de su experiencia de vida, considerando sus propios relatos a través de
una conversación (Taylor, 1992).
A su vez, utilizaremos la técnica de producción de información referida al relato de vida
según Pujadas, J.J. en libro Metodología de la Investigación Cualitativa (Rodríguez, Gil y
García, 1996. pp. 57-59) “es mostrar el testimonio subjetivo de una persona que recoja
igualmente acontecimientos y valoraciones que este individuo hace sobre su propia
27
existencia, todo ello se materializa en el relato autobiográfico obtenido por el investigador
a través de entrevistas sucesivas, de esta forma el sujeto nos acerca así a su mundo, a sus
relaciones con el grupo primario (familia, escuela), al contexto social y cultural que le
rodea”. Por lo tanto para nuestra investigación, es por medio del relato de vida de los y las
jóvenes, donde podremos identificar aspectos relacionados con la transmisión de
ocupaciones significativas relacionadas con la infracción de ley.
7) Técnicas y procedimientos de análisis de información
Estas técnicas están abordadas bajo la lógica de un análisis de discurso sobre los relatos de
vida de las personas que se entrevistarán; abordando e identificando los puntos principales
concernientes a la investigación, ya sea la significación de las relaciones interpersonales en
la transmisión de valores, creencias, ocupaciones, actitudes, entre otras.
En cuanto a la realización del análisis, la organización y procesamiento de los datos, se
realizará a través del proceso de codificación, que se define como un proceso mediante el
cual, se agrupa la información obtenida en categorías que concentran las ideas, conceptos o
temas similares descubiertos por el investigador o los pasos o fases dentro de un proceso
(Rubin & Rubin, 1995) Por tanto la codificación nos permitirá extraer los datos relevantes a
nuestra investigación, para posteriormente recuperar la información y organizarla. Una vez
que la información ha sido recolectada, transcrita y ordenada, la primera tarea consiste en
intentar darle sentido (Álvarez-Gayou, 2005). Por consiguiente dicho proceso implica un
trabajo mecánico en la realización de la codificación de los datos, que nos permite
desarrollar categorías que simplificarán la búsqueda de información y facilitarán el proceso
de investigación.
En relación a los aspectos éticos a considerar para la ejecución de los objetivos de la
investigación con las personas, serán bajo el Código de Nüremberg que se basa en el
principio de respeto por las personas e implica el reconocimiento de la autonomía de los
sujetos de investigación y la consecuente necesidad de contar con su autorización para ser
incluidos en las investigaciones. Para esto, consideraremos la aplicación del consentimiento
informado, voluntariedad, ausencia de coerción, entre otros. (Tribunal Internacional de
Núremberg, 1947).
28
REFERENCIAS
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