semanario: aquí en torreón, se acabó la mota

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PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN VANGUARDIA | LUNES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2011 | NO. 288 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM Ó Mientras un Cártel la distribuye, el otro está dispuesto a matar a quien la compre.

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Mientras un Cártel la distribuye, el otro está dispuesto a matar a quien la compre

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Page 1: Semanario: Aquí en Torreón, se acabó la mota

P E R I O D I S M O D E I N V E S T I G A C I Ó N

VANGUARDIA | LUNES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2011 | NO. 288 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM

Ó

Mientras un Cártel la distribuye, el otro está dispuesto a matar a quien la compre.

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Además de disertar sarcás-ticamente sobre la amnistía y la pena de muerte, Felipe Calderón debiera explicar primero hasta qué punto su guerra del narco obedece a las directrices de seguridad nacional de los Estados Uni-dos y de qué manera está inscrita dentro de ellas. Des-pués de ser durante décadas su patio trasero, México se ha convertido en el guarda-espaldas del Tío Sam y de la Casa Blanca. La prioridad en esta guerra no es la se-guridad ni el bienestar de los mexicanos, sino cuidar que los cárteles nacionales no establezcan alianzas con Al Qaeda, como ya lo han he-cho con las mafias europeas y sudamericanas. Como Barack Obama no sostiene actualmente ninguna gue-rra exterior de envergadura,

no necesita mariguana ni cocaína para meter en las mochilas de los muchachos eternamente bisoños que los Estados Unidos suele impro-visar como soldados para esas ocasiones. Así pues, puede cerrar temporalmen-te la frontera a los cárteles, y que éstos se las entiendan como quieran y puedan en su siniestra industria de hacer dinero sucio. Que secues-tren migrantes centroame-ricanos, para convertirlos en distribuidores de droga, sicarios o teiboleras. Que extorsionen a comerciantes de La Laguna, Nuevo Lare-do y Monterrey. Que cobren derecho de piso a los ven-dedores de películas pirata, así como a los casinos, ba-res y prostíbulos. Así pues, además de burlarse del ex presidente Fox y de culpar-

lo retrospectivamente por su proclividad personal a la violencia institucional, Felipe Calderón –en el último año de su sexenio, ya produce una cierta pereza llamarlo presidente- debió explicar a la generalidad de los mexi-canos, a través de los me-dios de comunicación, las profundas raíces y verdade-ras causas de su prolongada y fallida campaña contra los cárteles del narcotráfico. Y confesar, insistimos, si es que espera todavía un juicio transparente de la historia, hasta qué punto se ha visto obligado a actuar de esta manera por los compromisos que tuvo que contraer, per-sonalmente y en compañía de todo su partido político, con los Estados Unidos, con el único fin de hacer posible un segundo sexenio albiazul.

|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA FAUNAEN UN DOS POR TRES Por Alfredo García

Ilustración: Estefanía Barrera

Berlusconi MenonitaSimio Fernando Larrazabal

Fortaleza: Lo que no me derriba me hace más fuerte (Friedrich Nietzsche).

SI YO FUERA PRESIDENTE¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón?

Martha Gaona,Trabajadora doméstica

1. Si yo fuera presidente mejoraría la educación, que tanto hace falta en este país.

Sobre todo con los valores… ya no hay. ¿Dónde quedaron? Por eso estamos ta perdidos.

2.Todos necesitamos que mejore la seguridad, porque ahorita ya no

podemos con tanta delincuencia. Antes uno escuchaba rumores, pero ahora los vive a diarios. Que

entren mejor a los policías.

3.En empleo también haría cambios.. Por ejemplo en oportunidades, y en

las prestaciones. Ya ve que si uno no tiene un trabajo formal, no le dan seguro, eso yo si se los daría a todos.

4.Cambiaría el transporte público por uno mejor. Aquí las unidades están

muy feas y sucias, y los choferes son muy contestones y causan muchos accidentes por manejar rápido.

5. Quitaría de alguna manera el pandillerismo, a la

mejor con programas para jóvenes, o con más vigilancia. Pero esos niños que están tan perdidos, debieran tener un mejor futuro.

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Su último año

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La voz de Cleopatra. Plutarco, el célebre au-tor de las “Vidas paralelas”, se refiere así a Cleopatra, la última reina de Egipto: “Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resis-tirse. Los encantos de su figura, secunda-dos por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la men-te un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infi nita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delica-dos matices del lenguaje. Platón reco-noce cuatro tipos de halagos, pero ella tenía mil.” Con esos encantos conquistó a Julio César, el proto emperador roma-no, en cuya compañía pensaba ella crear un gran imperio que conjuntara la he-rencia egipcia y griega para proyectarla hacia un gran futuro latino y europeo.

Pero la aversión de los romanos a las costumbres de los faraones helenísticos de Egipto frustró este magnífi co sueño. En efecto, los reyes de la estirpe de Cleo-patra ostentaban con soberbia muchos de los vicios y lacras que posteriormente los romanos de viejo cuño reprocharían a sus emperadores: eran ladrones, san-guinarios e incestuosos, tan torpes en la guerra y en la política como insaciables en el lecho, en los baños y en la mesa. De hecho, Ptolomeo Auletes (el Flautista), abuelo de Cleopatra, fue casi tan corrup-to como Hosni Mubarak, el (pen)último dictador que ha conocido Egipto.

La nariz de Cleopatra. Según el orador roma-no Cicerón, su nariz era muy prominente, hecho que comprueban diversas mone-das antiguas que se han encontrado con la efigie de la reina. En la Universidad de Pekín se encuentra una losa con la imagen de Cleopatra en relieve vestida de hombre. Es la tercera representación que se tiene de ella con este atuendo: se cree que lo usaban las reinas egipcias para remarcar su poder político con los atributos de la masculini-dad. La reina era una erudita en ciencias naturales y exactas, y manejaba a la perfec-ción varios idiomas: el arameo, el griego, el sirio, el hebreo y posiblemente el latín.

Perteneciente a una dinastía de origen griego, de la que fue el penúltimo miem-bro, fue asimismo la primera de entre to-dos ellos que aprendió a hablar el idioma egipcio, después de 200 años de reinado sobre la nación más antigua del mundo. Tuvo un hijo con el dictador romano Julio César, a quien los egipcios apodaban Cesa-rión (pequeño César) y que reinó por unas semanas con el nombre de Ptolomeo XV, después de haber intentado vanamente reinar sobre Roma. Así, fue técnicamente el último soberano del Egipto libre. Asesi-nado por Octavio César Augusto, sobrino del dictador latino, con él se extinguió la dinastía tolemaica. Otros tres hijos de Cleopatra –dos hombres y una mujer- fue-ron llevados a Roma y criados por la espo-sa de Octavio. Entre los años 1540 y 1905, se han escrito 200 obras de teatro, cinco óperas y cinco ballets sobre el personaje de esta trágica y entrañable reina.

Hilos negros. “Anti gimnasia hindú: una propuesta para liberar tensiones”. ¡Cómo no se les había ocurrido antes!Respuestas:1) c; 2) d; 3) d; 4) a; 5) c; 6) d: 7) b; 8) a.

1.- Septiembre era, en el antiguo calendario romano, el … mes del año.

■ ■ A) segundo; ■ ■ B) noveno; ■ ■ C) séptimo, ■ ■ D) cuarto.

2.- Algunas versiones mitológicas atribuyen a … la invención del alfabeto.

■ ■ A) Deucalión; ■ ■ B) Néstor; ■ ■ C) Prometeo; ■ ■ D) Cadmo.

3.- El conocidísimo lema Mente sana en cuerpo sano fue acuñado por …

■ ■ A) Persio; ■ ■ B) Tibulo; ■ ■ C) Ovidio; ■ ■ D) Juvenal.

4.- “Lo que tienes de bruto… ¡Lo tienes de bruto!”...Es este un insulto que continuamente espeta …, personaje creado por Roberto Gómez Bolaños.

■ ■ A) la Chilindrina; ■ ■ B) doña Florinda, ■ ■ C) doña Nachita; ■ ■ D) la Popis.

5.- Complete el siguiente fragmento del poema Suave Patria:Suave Patria: te amo no cual mito, / sino por tu …

■ ■ A) fulgor nunca marchito; ■ ■ B) esplendor de sacro rito: ■ ■ C) verdad de pan bendito; ■ ■ D) deseo de infinito.

6.- La Criba de … es un procedimiento para encontrar los números primos.

■ ■ A) Eróstrato, ■ ■ B) Euclides; ■ ■ C) Pitágoras; ■ ■ D) Eratóstenes.

7.- “Solo durante el fugaz instante de nuestra participación con lo absoluto podemos afirmar que existimos”.Este aforismo se debe a …

■ ■ A) Antonio Caso; ■ ■ B) José Vasconcelos; ■ ■ C) Samuel Ramos; ■ ■ D) Alfonso Caso.

8.- La teoría del Sonido 13 fue desarrollada por el compositor mexicano…

■ ■ A) Julián Carrillo; ■ ■ B) Francisco Ortega; ■ ■ C) Pedro Manzano; ■ ■ D) Manuel M. Ponce.

|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

SUPERMÉNDEZ El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

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Gracias a la producción clara y concisa de Beck, Mirror Traffi c es el mejor disco de solista hasta la fecha de el exvocalista y princi-pal compositor de Pavement, una de las bandas más importantes de rock alternativo de los noventas.

Con su trabajo con Pavement, Malkmus se convirtió en el padrino de lo que hoy se conoce como indie rock. Aunque no se acerca a su obra maestra Crooked Rain, Crooked Rain (pocos discos de rock graba-dos después de los noventa se le acercan, la verdad), Mirror Traffi c es un muy buen disco de rock, que demuestra que Malkmus a sus cua-renta y cinco años no ha perdido su toque mágico.

Mirror Traffi c es ruido muy bien

organizado: las guitarras cuidado-samente descuidadas de Malkmus siguen siendo el punto focal de sus composiciones, aunque aho-ra se han tornado ligeras y menos volátiles. Es evidente que Beck y Malkmus son buenos amigos que disfrutaron grabando este disco, el cual está lleno de detalles diverti-dos y de musicalización indulgen-te pero muy disfrutable.

Mirror Traffi c es un disco madu-ro, pero que recuerda con calidez el laissez- faire noventero de una de las fi guras más emblemáticas de la música alternativa norteamericana. Quienes crecieron con su música agradecerán este disco, y si usted no lo conoce, busque discos de Pa-vement, y después escuche este.

Por Esteban Cárdenas

En papel, El Pla-neta de los Simios: (R)Evolución sue-na a merma ho-llywoodense. Vivi-mos en una época de mega produc-ciones exprés en

la que en lugar de hacer películas nuevas, la industria de cine reci-cla y “reinterpreta” los “clásicos”, con resultados mixtos en calidad. A pesar de su bobo título en espa-ñol, que la hace sonar a una pelí-cula protagonizada por Vin Die-sel, El Planeta de los Simios: (R)Evolución, no solo no entra en esta categoría de merma, sino que po-dría ser la mejor película palomera de este verano, después de Harry Potter 8.

El Planeta de los Simios: (R)Evolución narra los inicios de la serie de El Planeta de los Simios, un universo cinematográfico com-puesto por siete películas que ocu-

rren en un futuro no muy lejano, en el cual unos simios evolucionados se han apoderado del mundo y han esclavizado a la raza humana.

Will Rodman (James Franco) es un investigador científico especia-lizado en Alzhéimer, quien experi-menta en simios con un retrovirus que podría curar la enfermedad. El retrovirus hace súper inteligentes a los simios, y Will está convencido que ha encontrado la cura después de unas pruebas con un orangután de nombre Bright Eyes.

Cuando está mostrando los re-sultados de su investigación al patronato de la farmacéutica para la que labora, Bright Eyes se enlo-quece en un intento por proteger a su recién nacido, escapa violen-tamente de su jaula, y termina por ser asesinada frente al patronato. La empresa cancela el programa, pero Will continua investigando y se lleva al simio recién nacido a su casa, bautizándolo Ceasar. El simio (Andy Serkis) es un orangu-tán súper-inteligente e hyper-evo-

lucionado, y pronto se hace amigo de Will y de su padre, que padece Alzhéimer. Padre e hijo “adoptan” al simio y viven felizmente en su casa, hasta que después de un ac-cidente, las autoridades confiscan al simio y lo colocan en un “santua-rio” para simios. Ahí, Ceasar des-cubre la injusticia en la que vive su especie, y junto con sus compañe-ros de “cárcel” decide que es hora de un cambio.

Además de la ágil y concisa di-rección de Wyatt y los efectos es-peciales sorprendentes, el triunfo de esta precuela es principalmente gracias al espectacular trabajo de uno de sus actores protagónicos, y no me refiero a James Franco. Andy Serikis, quien también diera vida digitalmente a Gollum en El Señor de los Anillos, da una cá-tedra de actuación en el papel de Ceasar, el cual se realizó con tec-nología motion capture. Con una serie de nodos, el “disfraz digital” se coloca sobre el actor en post-

producción, pero el actor tiene que interpretarlo físicamente, para que después este se transforme digitalmente. Espero que el DVD incluya detrás de cámaras, ya que ha de ser muy entretenido ver a Serkis en acción. Este actor inglés tiene una capacidad enorme para este tipo de papeles, y le da una tonalidad emocional sorprenden-temente profunda a su personaje, al grado en que se rumora que su trabajo podría ser reconocido con una nominación a los Premios de la Academia.

La primera mitad de El Plane-ta de los Simios: (R)Evolución es buena y adecuada, pero es cine de acción de libro de texto: es en la segunda mitad, en la que vemos a Ceasar evolucionar de simio in-teligente a simio cabrón, cuando la película comienza a brillar; ahí es cuando, como su protagonista primate, pasa de ser una película inteligente a una película genial. Hay que verla.

VIDEÓDROMO

Rupert Wyatt 2011

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: (R)EVOLUCIÓNES ENTRETENIMIENTO PURO, PODRÍA SER LA MEJOR PELÍCULA PALOMERA DE ESTE VERANO

Sebadoh Sebadoh III 1991

Guided by VoicesBee Thousand 1994

Suena a…

Stephen MalkmusMirror Traffi c 2011

PavementCrooked Rain, Crooked Rain1994

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RADARPor Esteban Cá[email protected]

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8 VANGUARDIA Lunes 5 de septiembre de 2011

Andamos buscando mariguana. Me acompaña alguien a quien muchos llamarían Conecte. Él dice que antes la mota abundaba en calles, universidades, barrios, esquinas y

cotorreos. Pero ya casi no hay, porque en esta ciudad, como en casi todas las ciudades que se encuentran en disputa, si te agarra un cártel contrario te mata. Aunque seas un simple adicto de ocasión.

SEMANARIO / ESPECIAL

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10 VANGUARDIA Lunes 8 de noviembre de 2010

Estamos en Torreón, este paso es de los más codiciados por bandas de narco-trafi cantes, así consta en expedientes ela-borados por la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes la clasifi can como Ruta del Centro. Inicia en Ciudad Cuauhtémoc y Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), sigue por Ixtepec (Oaxaca), Puebla, Distrito Fede-ral, Aguascalientes, Zacatecas, Torreón (Coahuila), Jiménez, Ciudad Juárez (Chi-huahua) hasta llegar a Estados Unidos.

Además se trata de la línea divisoria en-tre Coahuila y Durango, que toca parte del llamado “Triángulo dorado” del narco. En esta tierra se trafi ca con cocaína, heroína, piedra y mariguana, sólo que no todos los cárteles venden yerba.

Y aquí están todos, mezclados en la zona conocida como Comarca Lagunera, la cual está conformada por 16 municipios de Coahuila y Durango, donde en 2010 se co-metieron más de 700 asesinatos violentos, además de ataques a bares y fi estas priva-das (Ay Nanita, Ferrie, Juana’s y Quinta Italia Inn), según cifras de la Fiscalía General del Estado, incluidos desmembrados y decapi-

tados, sin contar con las decenas de des-aparecidos, cuya cifra es inexistente porque en muchos casos no hay denuncias.

La violencia ha crecido tanto, que du-rante el primer semestre de 2011 se han re-gistrado más de 500 asesinatos violentos, incluida la balacera del 20 de agosto al ex-terior del Territorio Santos Modelo, duran-te el partido Santos – Morelia.

Conseguir droga se vuelve toda una aventura. Nelly lo sabe, a sus 25 años se ha metido de todo. Acostumbraba comprar cocaína en el centro de la ciudad, aunque lo suyo es la mariguana. Una vez sus pro-veedores la sorprendieron con un cigarro de mota y ahí, ante la mirada de todos, la apedrearon hasta dejarla inconsciente.

Para Nelly fumar mariguana no es como antes. Ha tenido incluso que prostituir-se para conseguirla. Y no es que no ten-ga dinero esta muchacha de clase media, estudiante de universidad privada y piel blanca. Es que nadie quiere vender yerba ni portarla.

Incluso Luis, un adicto de 40 años que se considera de la vieja guardia, ha sido encañonado por intentar comprar mota. Por eso en esta búsqueda acompaña Co-necte, quien en realidad no es un “conec-te” (un enlace para comprar droga). Es un drogadicto y bebedor cualquiera, de 35 años y sin futuro. En su vida ha des-empeñado diversos ofi cios, desde gallero a mecánico. También ha consumido mu-chas drogas, desde resistol hasta piedra. Alguna vez robó para drogarse, sediento de cerveza y con los ojos abiertos como poseído.

Es más, Conecte podría andar toda la tarde y noche acompañando a cualquiera. Sólo necesita dos cosas en la vida: cerveza y drogas.

Esa tarde, entre los 40 grados centí-grados de temperatura y la cumbia que no dejaba de sonar, Conecte decidió subir al auto a Teterete, un conocido de las co-lonias del oriente que la rola en el centro. Ambos se ufanan de conocer todos los recovecos, bares y callejones. Vamos jun-tos para el oriente, Teterete será carne de cañón porque aquí ya no hay mota, mu-chos han dejado la vida en el intento por conseguirla.

—¿Por dónde van a bajar? La contra nos ha matado muchos clientes. Los han rafa-gueado, cortado sus cabezas. Presta para una caguama, compita, habría de decirnos Cholo, cabeza rapada, barba poblada y ta-tuajes impresos en su pecho desnudo. En estas colonias todos son cholos, algunos desde su nacimiento. Es más común que un niño sea llamado Cholo a ser nombrado Juan.

Minutos antes, pistola en mano, Cholo gritaba detener la marcha del automóvil, arriba de una de las colonias cuya geogra-fía la comparte con los riscos del Cerro de las Noas, lugar donde Policía Municipal, Federales y Ejército no entran, mucho me-nos los contrarios, quienes esperan a las faldas del cerro listos para matar.

—Si no se estacionan cuando yo digo les tiro bala a las llantas, si te pones loco

—Tienes que comprar lo que ellos venden. Si es coca algunos la venden en bolsa, otros en cápsula. Así la identifi can. La mota no todos la manejan, dice Conecte antes de tomar el volante del auto.

A sus 25 años Nelly se ha metido de todo. Acostumbraba comprar cocaína en el centro de la ciudad, aunque lo suyo es la mariguana. Una vez sus proveedores la sorprendieron con mota y ahí, ante la mirada de todos, la apedrearon hasta dejarla inconsciente.

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Lunes 8 de noviembre de 2011 VANGUARDIA 11Lunes 5 de septiembre de 2011 VANGUARDIA 11

La violencia ha crecido tanto, que durante el primer semestre de 2011 se han registrado más de 500 asesinatos violentos, incluida la balacera del 20 de agosto al exterior del Territorio Santos Modelo, durante el partido Santos – Morelia.

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12 VANGUARDIA Lunes 5 de septiembre de 2011

te pelotean por todos lados. Nomás que al compa de atrás lo conocí, es cliente.

A decir verdad a Cholo no le importa si mata o no, ni los doscientos pesos inverti-dos para comprar un poco de mariguana ni acabar su resaca con una cerveza fami-liar. Le importa saber quiénes son los com-pradores, de dónde vienen y si no traen radio o un fi erro (pistola) clavado entre sus ropas. Tal vez por eso se acerca tanto a la ventanilla y pide para una caguama. Ellos mandan en esos callejones.

—Aquí vendemos pura calidad, dice, mientras Teterete abre la puerta trasera, baja y se mete a una casa. Nosotros los vemos cuando suben al cerro, traemos bi-noculares, muchos halconcillos. Ellos tam-bién (los otros). Bajen por el otro lado y pónganse truchas. No quiero perder clien-tes (risas).

Teterete sube al auto, entrega una bol-sa sellada. Cholo habla por radio. Conec-te maneja rápido, se ve nervioso, espejea. La bolsa la clava en los testículos. Trato de romper el silencio:

—¿No viene la Policía? —¡Policía! Cuídate de que no vengan

camionetas, esos sí nos truenan.

Ya es de noche, tras varias cervezas y dos o tres carrujos de mariguana, Conecte tiene más sed. Necesita algo que le ace-lere el corazón, más bien quiere nevar un toque con un poco de cocaína para andar bien pila.

La coca, según el expediente 4/2007-III, integrado por la Subprocuraduría Especia-lizada en Delincuencia Organizada como parte de una investigación en Coahuila y Durango, tiene un valor de 13,000 dólares por kilo, es traída por tierra desde Chia-

pas. Antes tiene que cruzar la frontera.Los doscientos pesos de mariguana casi

se acabaron, hubo que repartir a Teterete por haber ido por ella. Así que regresamos al lado marginal de la ciudad, ahora con los contrarios de Cholo. Por calles maltrechas ni una patrulla de Policía, sólo indigentes, taxistas, pequeños comerciantes; muchos de ellos traen radios entre sus ropas.

Conecte saluda a algunos, quiere pensar que lo conocen y no habrá problemas. La ciudad a esa hora suele tornarse incierta,

a veces cruel. En el cruce de unas vías de ferrocarril una docena de cholos departen entre cervezas y cigarros:

— ¿Qué quieres? ¿Qué buscas?—Dame dos bolsas. El que vende es serio, observa direc-

to a los ojos con ceño fruncido para co-nocer los rostros. Su ropa es holgada, no sabemos si anda armado, lo más seguro es que sí. En la oscuridad decenas de puntos rojos iluminan nuestros cuerpos, el rostro, la cabeza. Alguien, muchos nos apuntan desde quién sabe dónde.

—¿No vendes mota?, pregunto.— ¡Aquí no se merca esa mierda! ¿Me

viste cara de jodido o qué? CuleroEl ambiente se torna tenso, Conecte tra-

ta de mediar pidiendo disculpas. Los pun-tos rojos no dejan de apuntar, se acercan otros. Alzamos las manos. Una bofetada, una patada. Risas, groserías. Nos quitan la mercancía, los celulares. Alguien se acer-ca, dice que ya estuvo bueno. No es nece-saria tanta violencia, mancharse de sangre sólo porque sí, a menos que alguien pesa-do lo dicte.

Nos vamos. Una camioneta con vidrios polarizados nos sigue varias cuadras. Hay silencio absoluto en el auto. En una zona de callejones Conecte acelera la marcha

del auto. Se mete por uno, luego por otro. Para la marcha, apaga las luces. La camio-neta pasa veloz a varias cuadras, luego pasa otra, otra. Y otra.

Conecte conoce la zona, divagaría des-pués, porque hace años andaba loco por esos lugares. Trata de adivinar por dónde salir de esa colonia. Arranca, más y más callejones, vueltas, el auto a más de 100. Salimos, el silencio se rompe.

—¡Pendejo!, a la otra no hables. Acá el bueno soy yo.

Decide comprar a otros gramos, en una colonia ubicada en límites de Coahuila y Durango. Dicen que es de la mejor, ahí la venden en cápsula. Al llegar varios jóvenes de entre 13 y 15 años, armados con rifl es de asalto AK-47, piden a gritos acomodar el auto en un estacionamiento improvi-sado. Realizan cateo corporal, revisan el auto con lámparas. A empujones piden in-corporarse a una de las dos fi las que hay.

En una hombres, en la otra mujeres. Hay personas de todos los estratos sociales. A las jóvenes que pareciera que acaban de salir de algún antro de moda las catean salvajemente, acarician sus nalgas, sus pechos. Ellas no dicen nada, sólo quieren algo de cocaína.

A unos metros de la fi la varios adoles-centes armados golpean a un hombre con aspecto de pandillero, luego le quitan todo lo que trae en los bolsillos. Amena-zan con matarlo si lo vuelven a ver en el lugar revendiendo la mercancía que com-pró. Le dan un balazo en la pierna como escarmiento, luego le azotan la espalda y las nalgas con una tabla.

El hombre grita, llora. Los de la fi la no di-cen nada, prefi eren no ver aunque el men-saje es para todos. Conecte compra dos cápsulas con un hombre que trae cientos en una bolsa transparente.

—Listo hijo, ya hay para acompañar la mota. Fue una noche cabrona. Mañana buscamos más yerba con un contacto de confi anza.

Quisiera no conocer al contacto de con-fi anza porque Conecte siempre se mete en problemas, pero se veía muy seguro de la

-¡Aquí no se merca esa mierda! ¿Me viste cara de jodido o qué? Los puntos rojos no dejan de apuntar, se acercan otros. Alzamos las manos. Una bofetada, una patada. Risas, groserías. Nos quitan la mercancía, los celulares.

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aventura, tanto que al pasar por él realizó una llamada telefónica advirtiendo sobre nuestra llegada.

Tomó otra vez el volante del auto, por-que se trata de ir a lugares que él conoce, por ende son problemáticos.

La cita es en el estacionamiento privado atrás de un mercado de la ciudad, donde sólo opera un cártel después de correr a balazos a sus rivales en una lucha a muerte que llevó casi un año.

En la entrada, esperando se encuentra… ¿Cómo llamarlo?… digamos que ¿Coman-do?, un personaje amigo de la infancia de Conecte, que dice haber trabajado mu-chos años para el Ejército Mexicano, des-pués desertó y se unió a la mafi a. Ahora trabaja como jefe de estacas.

No sé si Comando sea estaca o no, ni quisiera saberlo, pero según el parte in-formativo 88/2010 elaborado por la Po-licía Operativa del Estado de Coahuila, documentado en la causa penal 31/2010,

un estaca es aquel matón al servicio de un cártel que cobra una cantidad económica por matar rivales, en este caso policías.

Lo saben bien los Policías Estatales que manejaban la patrulla 7920, la tarde del 5 de abril a eso del medio día, cuando al recorrer la colonia La Merced encontraron unos estacas.

…Fue cuando un carro Ford Grand Marquis color verde y vidrios polarizados estuvo a punto de chocarlos, por lo que comenzaron una persecución por las colo-nias Las Dalias y Las Julietas, donde logra-ron capturar a cinco hombres, de 36, 27 y 19 años de edad: dos de 18.

Al revisar el carro encontraron una es-cuadra marca Interdinamic Luger, dos revólveres Smith & Wesson, calibre .38 es-pecial, número de serie CCC-4817 y CCB-9785 y una escopeta, calibre .12 milímetros Mossberg, número de serie 1US14602.

Los ofi ciales dijeron que al reconocer los números de serie de los revólveres y la

escopeta, notaron que se trataba de las ar-mas de los ofi ciales Wilder Alejandro Mota Hernández y Osvaldo Samaniego Vargas, asesinados tres días antes de varios bala-zos en la cabeza.

Uno de los detenidos, identifi cado como Estaca Nueve, comentó ser el líder de un sector ubicado al norponiente de la ciu-dad, cuya función principal es mantener-se al tanto de las tiendas donde venden droga, percibiendo un sueldo de seis mil pesos quincenales.

“…Soy el jefe de varios muchachos que continuamente son cambiados o recluta-dos, estos perciben un sueldo de tres mil pesos a la quincena. Se dedican a visitar las tiendas que están a cargo en mi sector con la fi nalidad de que estén vendiendo en debida forma. Son encargados de avi-sar si pasan o entran carros sospechosos, el Ejército o cualquier autoridad…”.

Aquella tarde, Estaca Nueve estaba en su casa cuando recibió una llamada de un

Hay personas de todos los estratos sociales. A las jóvenes que pareciera que acaban de salir de algún antro

de moda las catean salvajemente, acarician sus nalgas, sus pechos. Ellas no dicen nada, sólo quieren algo de cocaína.

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14 VANGUARDIA Lunes 5 de septiembre de 2011

superior, quien dijo que por el sector an-daban unos Policías Estatales en la patrulla 7674, a los cuales tenía que, en su lengua-je: Darles piso, es decir, matarlos por an-dar de preguntones. Todo el trabajo por la cantidad de 10 mil pesos para él y otros 10 mil para un acompañante. Y decidió mar-car a Estaca Cinco para que le ayudara lle-vando otros cuatro acompañantes.

Estaca Nueve contó que sorprendieron a los Policías Estatales cuando departían a orilla de la carretera en un lugar de comida rápida, iban en una camioneta nueva y se pararon casi enfrente de ellos sin que lo notaran, iban cubiertos de pasamontañas negros. Fue cuando dijo a sus acompa-ñantes:

—Orales batos, a aventarse el jale.Él se bajó sigilosamente por un costado;

pistola en mano.“…Cuando me acerqué por la espalda a

uno de los ofi ciales, que es uno gordito, moreno, no muy alto, le pregunté por la hora. Se volteó y se sorprendió y luego le dije: ‘Te voy a tronar el culo’, tirándole dos disparos…”.

Las balas hicieron blanco en el lado de-recho del cuerpo, mientras su compañero intentó correr. Estaca Nueve disparó hirién-dolo en la cabeza. Después los subieron a la camioneta y les quitaron uniformes y armas. Metros más adelante los tiraron y balearon, un cuerpo a varios metros del otro, en la te-rracería para que no llamaran la atención.

“…Cuando lo tiramos, Estaca Cinco le dio una ráfaga con el cuerno de chivo, dándole en varias partes del cuerpo y ca-beza, por lo que luego nos retiramos del lugar hacia nuestras casas…”.

Días después su jefe les marcó para que recogieran el Ford Grand Marquis donde fueron capturados, en eso coincide Co-mando, porque a decir verdad no saben

cuándo van a matar a alguien ni en qué, con qué, ni cómo se van a mover. Sólo re-ciben una llamada y realizan una opera-ción en cuestión de minutos, como las de los antros, en muchas ocasiones se les va la vida en ello.

Total, no quiero saber si Comando es

un Estaca. Dice tener a su servicio a varios hombres, entre ellos a un tal Licenciado, quien es un tipo que realiza toda actividad que le sea encomendada.

Comando y Conecte hablan, se conocen desde la infancia, mucho antes de ser lo que son y cuando ya eran algo de lo de ahora. Conecte dice que no hay lío. Su acompa-ñante es gente de confi anza, del mismo ba-rrio incluso donde Comando creció.

Y Comando se convence, explica las re-glas del juego. Él no vende mota, su gente tampoco. Cuando tienen ganas compran a los contrarios, muy a pesar de lo que pien-sen sus superiores, que si se llegasen a en-terar los acribillan a todos, por lo que El Licenciado es el indicado para ir, porque lo conocen como adicto, porque conoce las calles que a sus cincuenta y tantos años ha recorrido en múltiples ocasiones.

La bolsa, una pequeñita para el antojo, no contiene ni 100 gramos y cuesta 50 pesos. Le son entregados a El Licenciado 300 pesos para comprar 6. Decidimos es-perarlo bebiendo cervezas en una cantina de la esquina, sentados en una mesa de plástico atendida por una mujer robusta que trata como rey a Comando.

Comando es alto, gordo; sus brazos son gruesos. Constantemente se toca la nariz, as-pira profundo. Dice que es una manía que le dejó el consumo de cocaína. Alardea de su poder, de la fi esta que tendrá en la tarde don-de habrá putas y loquera. Y de que la policía no les hace nada, ni los contrarios. Y las llama-das donde le dicen a quién y cómo matar; de la ciudad a más de 100 por hora, de las balas y las granadas, de las esquinas como campos de batalla, y de todos los jóvenes que ha re-clutado y entrenado para matar.

Sólo que nada más habla, no hay ganas de preguntas. Hay mucha tensión alrede-dor. El lugar está rodeado de gente ex-traña. Todos beben. Las dos cervezas de

espera saben a agua. Llega El Licenciado con un acompañante, entrega tres bolsas y 30 pesos. Alega que la mercancía se acabó, que subieron el precio de repente.

Guacho se le queda viendo, no le aparta la mirada. Rompe:

—¿Cómo? No es coherente lo que dices.—Bueno, es parte de la propina.—Aquí nadie transa a los compas.—Bueno, es que él me dijo. Comando cuestiona al acompañante,

se ve molesto. Explica que no sabe nada, que sólo encontró a El Licenciado en el ca-mino y lo invitó a dar un toque. Comando cierra los puños, pega a la mesa. Conecte se levanta, jala nervioso de la camisa para incorporarnos.

—Bueno hijo, muchas gracias. Así está

bien. No hay bronca.—¿Cómo qué no hay bronca?, responde

Comando. Aquí nadie se pasa de verga.Trato de entender, no me despido. Co-

necte casi me saca a empujones del lugar después de pagar las cervezas. Arranca el auto, no dice nada.

—No hay bronca. La consiguieron. ¿Qué pasó?

—Pues se pasó, eso no se hace.—Fueron unos cuantos pesos.—No es el dinero, es el hecho. Nos chingó.El teléfono de Conecte suena, es Co-

mando. Lo pone en altavoz.—Ya le quité tu dinero, hijo. Se quiso po-

ner vivo con los compas.—Chido, no hay bronca, cómprate una

cerveza. Ya vamos de salida.Pregunto a Conecte sobre El Licenciado,

qué le van a hacer. Encoge los hombros, pien-sa que por lo menos una tremenda golpiza.

Salimos a un bulevar, el aire tibio de la ciudad mece los cabellos. Conecte saca una bolsa, hace un cigarro. Acelera, chupa un costado, acelera. Chupa el otro, acelera. Saca un encendedor: prende el extremo, aspira. Acelera. Saca el humo por la nariz, se pone unos lentes oscuros y sube el volu-men de la radio.

La ciudad a más de 100; caliente. Salva-je. Su aire tibio: El olor a yerba.

Sólo reciben una llamada y realizan una operación en cuestión de minutos, como las de los antros, en muchas ocasiones se les va la vida en ello.

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