seligman, la efectividad de la psicoterapia
TRANSCRIPT
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
1
American Psychologist, December 1995 Copyright © 1995 by the American Psychological Association, Inc.,
Vol. 50, No. 12, 965–974
La efectividad de la Psicoterapia
El estudio del Consumer Reports1
Martin E. P. Seligman
University of Pennsylvania
Resumen. El Consumer Reports (Noviembre, 1995) publicó un artículo que concluía que los
pacientes se beneficiaban sustancialmente con la psicoterapia, que los tratamientos de larga
duración eran considerablemente mejores que los tratamientos breves, y que la psicoterapia sola no difería en su efectividad en comparación con los medicamentos más psicoterapia. Además,
ninguna modalidad específica de psicoterapia era mejor que otras para cualquier trastorno; los psicólogos, los psiquiatras y los trabajadores sociales no diferían en su efectividad como
terapeutas; y lo hacían mejor que los consejeros matrimoniales y los doctores familiares. Aquellos
pacientes a los cuales las compañías de seguro limitaron la elección de terapeuta o la duración de la terapia, empeoraron. Se examinan las virtudes y los problemas metodológicos de este amplio
estudio, y se lo contrasta con los estudio de eficacia más tradicionales, en los cuales los pacientes
son asignados al azar a tratamientos estandarizados de duración fija o asignados a grupos controles. Concluyo que el estudio de Consumer Reports complementa el método eficaz, y que las
mejores características de esos dos métodos pueden ser combinados en un método más ideal que suministrará una mejor validación empírica de la psicoterapia.
¿Cómo podemos descubrir si la terapia funciona?
Para responder a esto han surgido dos métodos de estudio: el estudio de eficacia y el
estudio de efectividad. El estudio de eficacia es el método más popular. En contraste, alguna clase
de terapia es la comparación de grupos bajo condiciones bien controladas. Pero hay mucho más
que un grupo control en un estudio de eficacia, y esos estudios se han convertido en un
emprendimiento dentro un paradigma superior, con metodología sofisticada. En un estudio de
eficacia ideal, debieran encontrarse las siguientes características:
1. Los pacientes son asignados al azar a las condiciones de tratamiento o control.
2. Los controles son rigurosos. No solamente son incluidos los pacientes que no reciben
tratamiento, sino que son usados los placebos que contienen ingredientes terapéuticos 1 The Effectiveness of Psychotherapy. The Consumer Reports Study. http://www.apa.org/journals/seligman.html Traductor: Mario Pacheco
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
2
creíbles para el paciente y el terapeuta, para controlar la influencia del rapport, las
expectativas de ganancia y atención simpática (denominados no específicos).
3. Hay un manual de tratamiento, con descripciones muy explícitas y detalladas de la
terapia. La fidelidad al manual es evaluada a través del uso de grabaciones en video, y
se corrige la implementación que se sale del manual.
4. Los pacientes son vistos en un número fijo de sesiones.
5. Los resultados esperados están bien operacionalizados (v.g, diagnóstico clínico tipo
DSM-IV del desorden, número de orgasmos reportados, auto-reportes de ataques de
pánico, porcentaje de comentarios fluidos).
6. Los jueces y quienes diagnostican no saben de cuál grupo proviene el paciente. (A
diferencia de los métodos de “doble ciego” para el estudio con drogas, los estudios de
eficacia de la psicoterapia a lo más pueden ser “uno ciego”, ya que el paciente y el
terapeuta conocen cuál es el tratamiento. Si usted escucha a alguien que exige un
estudio de doble ciego en psicoterapia, no lo tome en consideración.)
7. Los pacientes concuerdan con el criterio diagnóstico de un solo trastorno, y los
pacientes con trastornos múltiples son excluidos.
8. Se hace un seguimiento de los pacientes durante período fijo después del término de la
terapia, usándose una batería de evaluación.
Cuando el estudio de eficacia demuestra que hay una diferencia entre una forma de
psicoterapia y los controles, los clínicos académicos y los investigadores toman esta modalidad [de
psicoterapia] en forma seria. A pesar de lo largos o costosos que son estos estudios, ahora existen
centenares de estudios de eficacia de psicoterapia y drogas –muchos de ellos bien hechos. Esos
estudios muestran, entre muchas otras cosas, que la terapia cognitiva, la terapia interpersonal, y los
medicamentos proveen alivio moderado del desorden depresivo unipolar; que la exposición y la
clomipramina alivian moderadamente los síntomas del desorden obsesivo compulsivo, pero que la
exposición tiene efectos más duraderos; que la terapia cognitiva funciona bien con el desorden de
pánico; que la desensibilización sistemática alivia fobias específicas; que la “tensión aplicada” cura
virtualmente la fobia a la sangre y a las heridas; que la meditación trascendental alivia la ansiedad;
que la terapia aversiva sólo produce una mejoría marginal con los abusadores sexuales; que el
disulfirano (Antabús) no provee un alivio duradero del alcoholismo; que el método de inundación
[flooding] más medicamentos es mejor en el tratamiento de la agorafobia, que solamente la
inundación; y que la terapia cognitiva ofrece alivio significativo de la bulimia, siendo superior que el
medicamento solo (para una revisión, véase Seligman, 1994).
La muy usada frase “validado empíricamente” ahora es virtualmente sinónima de resultados
positivos en los estudios de eficacia, y muchos investigadores han comenzado a pensar que un
estudio de eficacia es el “estándar dorado” para medir si un tratamiento funciona.
También he comentado esa opinión cuando escribí What You Can Change & What You
Can´t (Seligman, 1994). Al intentar resumir lo que se sabía respecto a los efectos de las diversas
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
3
drogas y psicoterapias para cada uno de los trastornos principales, leí centenares de estudios de
eficacia y aprecié el campo. A lo menos, me convencí que un estudio de eficacia puede ser el
mejor instrumento científico para decirnos si es probable que funcione un tratamiento nuevo en un
trastorno dado, cuando el tratamiento es exportado de las condiciones controladas al campo.
Debido a que los estudios de eficacia de los tratamientos son entregados bajo condiciones muy
controladas a pacientes cuidadosamente seleccionados, se maximiza la sensibilidad y los estudios
de eficacia son muy útiles para decidor si un tratamiento es mejor que otro para un trastorno dado.
Pero mi creencia ha cambiado en lo que hay que tomar en cuenta como el “estándar
dorado”. Y fue un estudio del Consumer Reports (Noviembre, 1995) el que choqueó mi creencia.
Comencé a ver que la decisión de si un tratamiento, bajo condiciones muy controladas, funcionaba
mejor que otro tratamiento o un grupo control, es una interrogante diferente a la decisión acerca
de qué funciona en el campo (Muñoz, Hollon, McGrath, Rehm, y VandenBos, 1994). Ya no creo que
los estudios de eficacia sean la única forma, o incluso la mejor forma, para descubrir qué
tratamientos funcionan en el campo. He comenzado a creer que los estudios de “efectividad” con
pacientes bajo las condiciones de tratamiento real en el campo, pueden ser “validaciones
empíricas” más útiles y creíbles de la psicoterapia y los medicamentos. Este es el método del cual es
pionero el Consumer Reports.
Lo que los estudios de eficacia han omitido
Es fácil asumir que, si alguna forma de tratamiento no está en la lista de los tratamientos que
han sido “validados empíricamente”, el tratamiento debe ser inerte, más que sólo no “probado”
dados los métodos existentes de validación. Yo dudaría de esta presunción de falta de efecto
[ inertness]. Esa presunción es desafiada por los terapeutas, desde los tratamientos dinámicos de
larga duración, la terapia familiar, y más generalmente, de la psicoterapia ecléctica, que no están
en la lista de los tratamientos empíricamente validados a trav és de estudios de eficacia, y es
probable que sean esas psicoterapias las que más se practican. Quiero estudiar con más detalle la
presunción de la falta de efecto, ya que la estrategia de efectividad de la validación empírica
proviene de lo que es erróneo en esa presunción.
El argumento usual contra la presunción de la falta de efecto es que la terapia dinámica de
larga duración, la terapia familiar y la terapia ecléctica no pueden ser probadas en estudios de
eficacia, y no tenemos así evidencia “dura” de ellas. No pueden ser probadas debido a los
ingredientes claves del paradigma de los estudios de eficacia. Imagínese, por ejemplo, lo que
requiere un estudio de eficacia decente de la terapia dinámica de larga duración: grupos controles
no recibiendo tratamiento durante años; una comparación igualmente creíble de tratamientos de
la misma duración que tiene los mismos ingredientes “no específicos” –rapport, atención, y
expectativas de ganancias– pero que es realmente inerte; un manual paso a paso que cubra
centenares de sesiones, y la asignación al azar de los pacientes a los tratamientos duraría un año o
más. Los problemas éticos y científicos de esa investigación son inmensos, para que decir de lo
costoso que sería un estudio de esa naturaleza.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
4
Mientras este argumento no pueda ser refutado, se deja al psicoterapeuta promedio en una
posición incómoda, con un cuerpo sustancial de literatura que valida diversas terapias breves que el
psicoterapeuta no ejecuta, y con una terapia ecléctica de larga duración que lleva a cabo y que
no ha sido probada.
Pero hay un argumento mucho mejor contra la presunción de falta de efecto. Como se está
realizando, el estudio de eficacia es un método equivocado para validar empíricamente a la
psicoterapia, porque omite muchos elementos cruciales de lo que se hace en el campo.
Las cinco propiedades que siguen caracterizan cómo se lleva a cabo la psicoterapia en el
campo. Cada una de esas propiedades está ausente en los estudios de eficacia efectuados bajo
condiciones controladas. Si esas propiedades son importantes para que el paciente se sienta mejor,
los estudios de eficacia las han subestimado u omitido, junto al valor de la psicoterapia que se lleva
a cabo en el campo.
1. La psicoterapia (al igual que otros tratamientos en salud) en el campo no tiene una
duración fija. Usualmente continúa hasta que el paciente haya mejorado o hasta que
éste la abandone. En contraste, la intervención en los estudios de eficacia termina
después de un número limitado de sesiones –generalmente alrededor de 12–
independientemente de cuán bien o peor lo esté haciendo el paciente.
2. La psicoterapia (nuevamente, al igual que otros tratamientos en salud) en el campo, es
auto-correctora. Si una técnica no funciona, se intenta otra técnica –o incluso otra
modalidad de tratamiento. En contraste, la intervención en los estudios de eficacia está
confinada a un número pequeño de técnicas, todas dentro de una modalidad y
estandarizadas para ser entregadas en un orden fijo.
3. Los pacientes en la psicoterapia en el campo son, a menudo, compradores activos ,
que entran a una modalidad de tratamiento que han buscado activamente, con un
terapeuta que seleccionaron y eligieron. Esto es especialmente cierto para los
pacientes que buscan trabajar con un terapeuta independiente, y algo menos con los
pacientes que van a las clínicas para pacientes ambulatorias o a las instituciones
aseguradoras prestadoras de salud. En contraste, los pacientes que entran en los
estudios de eficacia a través del proceso pasivo de ser asignados al azar al tratamiento
y son sumisos respecto a quién los atenderá y lo que sucederá en el estudio (Howard,
Orlinsky, y Lueger, 1994).
4. Los pacientes en la psicoterapia en el campo generalmente tienen problemas múltiples,
y la psicoterapia es llevada a cabo para aliviar las dificultades paralelas e
interactuantes. Los pacientes en los estudios de eficacia son seleccionados en base a
un solo diagnóstico (excepto cuando dos condiciones son muy co-mórbidas), en base a
criterios de inclusión y exclusión.
5. La psicoterapia en el campo está casi siempre interesada en la mejoría del
funcionamiento general de los pacientes, así como también en la disminución de un
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
5
trastorno y en el alivio de los síntomas específicos presentados. Los estudios de eficacia
generalmente se concentran solamente en la reducción específica de un síntoma y si el
trastorno finaliza.
Es difícil imaginar cómo podría llevarse a cabo un estudio de eficacia científico de un
tratamiento con una duración variable y con improvisaciones auto-correctoras, y cuyo objetivo es
mejorar la calidad de vida así como también el alivio de los síntomas, con pacientes no son
asignados al azar y que tienen problemas múltiples. Pero esto no significa que la efectividad de esos
tratamientos no pueda ser validada empíricamente. Por el contrario, se puede; pero se requiere un
método de estudio diferente: un estudio de un gran número de personas que han pasado por esos
tratamientos. Exploremos, entonces, las virtudes y dificultades de un estudio de eficacia bien hecho,
como el Consumer Reports (1995), con contraste con un estudio de eficacia.
El Estudio del Consumer Reports
El Consumer Reports (CR) incluyó un estudio suplementario acerca de la psicoterapia y las
drogas en una versión de su cuestionario anual de 1994, junto a su acostumbrada indagación
acerca de la tecnología y los servicios. Los 180 mil lectores del CR recibieron esta versión, la cual
incluía aproximadamente 100 preguntas acerca de los automóviles y la salud mental. El CR solicitó a
los lectores que llenaran la sección de salud mental “si en los últimos tres años usted experimentó
estrés u otros problemas emocionales por los cuales buscó ayuda en la siguientes fuentes: amigos,
parientes, miembros del clero, un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra,
su doctor familiar, o un grupo de apoyo.” Respondieron el cuestionario 22 mil lectores. De aquellos,
aproximadamente 7 mil subscriptores respondieron las preguntas acerca de la salud mental. De esos
7 mil, alrededor de 3 mil hablaron con amigos, parientes o el clero, y 4.100 buscaron alguna
combinación de profesionales de la salud mental, doctores familiares y grupos de apoyo. De esos
4.1000, 2.900 vieron a un profesional de la salud mental: los Psicólogos (37%) fueron los profesionales
vistos con mayor frecuencia, seguidos por los psiquiatras (22%), trabajadores sociales (14%) y
consejeros matrimoniales (9%). Otros profesionales de la salud mental recibieron un 18%. Además,
1.300 se unieron a grupos de auto-ayuda, y alrededor de 1.000 vieron médicos familiares. Los
lectores que respondieron en general tenían un buen nivel educacional, predominantemente eran
de clase media, alrededor de la mitad eran mujeres, y la edad promedio era de 46 años.
♦ Se incluyeron 26 preguntas acerca de los profesionales de la salud mental.
♦ Se incluyeron preguntas detalladas respecto a los médicos, los medicamentos y los grupos
de auto-ayuda.
♦ ¿Qué clase de terapeuta?
♦ ¿Cuál era el problema presentado (v.g., ansiedad general, pánico, fobia, depresión, ánimo
bajo, alcohol o drogas, duelo, peso, desórdenes alimentarios, problemas matrimoniales o
sexuales, problemas con los niños o en la familia, en el trabajo, o estrés)?
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
6
♦ Estado emocional al inicio (desde muy mal a muy bien).
♦ Estado emocional actual (desde muy mal a muy bien).
♦ Terapia de grupo versus terapia individual.
♦ Duración y frecuencia de la terapia.
♦ Modalidad de la terapia (psicodinámica, conductual, cognitiva, feminista).
♦ Costo.
♦ Plan de salud y limitaciones en la cobertura del plan.
♦ Competencia del terapeuta.
♦ ¿Cuánto ayudó la terapia? (desde muchas cosas mejoraron o hizo que las cosas
empeoraran); ¿en qué áreas? (el problema específico que llevó a la terapia, la relación
con otros, productividad, afrontamiento del estrés, disfrutar más la vida, maduración e
insight, autoestima y confianza, aumento del ánimo).
♦ Satisfacción con la terapia.
♦ Razones para la terminación de la terapia (los problemas se resolvieron o se hicieron
manejables, más tratamiento no ayudaría, el terapeuta recomendó la finalización, un
nuevo terapeuta, problemas respecto a la competencia del terapeuta, costo, y problemas
con la cobertura de la compañía de seguros).
Los datos obtenidos son ricos, y probablemente singularmente ricos, y el análisis de los datos
fue sofisticado. Debido a que tuve el privilegio de ser un consultante en este estudio y tuve acceso a
los datos completos, mucho de lo que presentaré ahora será nuevo para usted –aunque usted haya
leído con atención el artículo del CR. Los analistas del CR decidieron que no serviría una única
medición de la efectividad de la psicoterapia, de modo que crearon una medición multivariada.
Esta estuvo compuesta de tres sub-escalas, consistentes en:
1. Mejoría específica (“¿Cuándo lo ayudó el tratamiento con el problema que lo llevó a
terapia?”, hizo las cosas mucho mejor; hizo las cosas algo mejor; no hizo diferencia; hizo
las cosas algo peor; hizo que las cosas empeoraran más; no estoy seguro);
2. Satisfacción (“En términos globales, ¿cuán satisfecho estuvo con el tratamiento del
terapeuta para sus problemas?”, completamente satisfecho; muy satisfecho;
medianamente satisfecho; algo satisfecho; muy insatisfecho; completamente
insatisfecho); y
3. Mejoría global (cómo quienes respondieron describieron su “estado emocional global”
al momento del estudio, comparado con el inicio del tratamiento: “muy mal: Apenas
me manejo para enfrentar las cosas; medianamente mal: Generalmente la vida era
mejor para mi; más o menos : Tenía mis altas y mis bajas; casi bien: No tenía problemas
serios; muy bien: Mi vida estaba en la forma en que quería que estuviera”
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
7
Cada una de las tres sub-escalas fue transformada igualmente en una escala de 0 a 100,
resultando en una escala de 0 a 300 para la efectividad. El análisis estadístico fue una amplia
regresión múltiple, determinándose la severidad inicial y la duración del tratamiento (los efectos
más grandes). Se usaron niveles de significación rigurosa.
Hubo un número de resultados claros, entre ellos:
♦ El tratamiento de un profesional de la salud mental generalmente funcionó. La
mayoría de quienes respondieron estuvieron mucho mejor.
♦ Los profesionales de la salud mental estuvieron sobre el promedio; de las 426
personas que se sentían muy mal cuando comenzaron la terapia, el 87% se sentían
muy bien, bien, o más o menos en el momento del estudio. De las 768 personas que
se sentían bastante mal al inicio [del tratamiento], el 92% se sentía muy bien, bien o
más o menos en el momento de estudio. Esos hallazgos convergen con los meta-
análisis de eficacia (Lipsey & Wilson, 1993; Shapiro & Shapiro, 1982; Smith, Miller, &
Glass, 1980).
♦ La terapia de larga duración produjo más mejoría que la terapia breve. Este
resultado fue muy robusto, y se mantuvo arriba en todos los modelos estadísticos. La
Figura 1 grafica el rango total (en la escala de 0 a 300 definida anteriormente) de
mejoría como función de la duración del tratamiento. Esta “curva de dosis-
respuesta” se mantuvo para los pacientes en psicoterapia sola y psicoterapia más
medicamentos (véase Howard, Kopta, Krause, y Orlinsky, 1986, para un hallazgo
paralelo de dosis-respuesta para la psicoterapia).
♦ No hay diferencia entre psicoterapia sola y psicoterapia más medicamento para
cualquier trastorno (muy pocos de los que respondieron que habían tenido sólo
medicamentos sin terapia).
♦ Mientras que los profesionales de la salud mental parecían ayudar a los pacientes,
los psicólogos, los psiquiatras y los trabajadores sociales lo hicieron igual de bien y
mejor que los consejeros matrimoniales. Las puntuaciones de mejoría en esos
pacientes (en la escala 0-300) fueron 220, 226, 225 (sin diferencia significativa entre
ellos), y 208 (significativamente peor que los primeros tres) respectivamente.
♦ Los doctores familiares lo hicieron igual de bien que los profesionales de la salud
mental en el corto plazo, pero peor a largo plazo. Algunos pacientes vieron a
doctores familiares y a profesionales de la salud mental, y aquellos que vieron a
ambos tuvieron problemas más severos. Para aquellos pacientes que solamente se
apoyaron en los doctores familiares, sus puntuaciones totales de mejoría fue de 213
cuando fueron tratados hasta seis meses, y permaneció en ese nivel (212) para
aquellos que fueron tratados por más de seis meses. En contraste, la puntuación
total de mejoría para los profesionales de la salud mental fue de 211 hasta seis
meses, pero se encumbró a 232 cuando el tratamiento duró más de seis meses. Las
ventajas del tratamiento de larga duración efectuado por un profesional de la salud
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
8
mental no sólo se mantuvo para los problemas específicos que llevaron al
tratamiento, sino que a una variedad de puntuaciones de funcionamiento general:
habilidad para relacionarse con otros, afrontamiento del estrés de la vida cotidiana,
mayor gozo de la vida, desarrollo y comprensión personal, autoestima y confianza.
♦ Alcohólicos Anónimos (AA) lo hizo igualmente bien, con una puntuación de mejoría
promedio de 251, significativamente mejor que los profesionales de la salud mental.
Las personas que asistieron a grupos distintos a AA tuvieron menos problemas
severos y no lo hicieron tan bien como aquellos que asistieron a AA (puntuación
promedio de 215).
♦ Los compradores activos y los clientes activos lo hicieron mejor en el tratamiento
que aquellos pasivos (determinados por las respuestas a “¿Fue principalmente su
idea buscar una terapia? ¿Cuándo escogió a este terapeuta, discutió acerca de la
calificación de éste, la experiencia del terapeuta, la frecuencia, duración y costo,
habló con alguien que se estaba siendo tratado por este terapeuta, los comparó
con otros terapeutas? Durante la terapia, ¿intentó estar lo más abierto posible,
solicitó explicaciones del diagnóstico y de los términos que no eran claros, hizo las
tareas, no canceló a menudo las sesiones, discutió los sentimientos negativos hacia
el terapeuta?”).
♦ Ninguna modalidad específica de psicoterapia lo hizo mejor que otra, para
cualquier problema. Esos resultados confirman la hipótesis del “pájaro dodo”, que
todas las formas de psicoterapia lo hacen igualmente bien (Luborsky, Singer, y
Luborsky, 1975). Ese es un choque rudo para los investigadores de la eficacia, ya
que el tema de la mayoría de los estudios de eficacia ha sido la demostración de la
utilidad de técnicas específicas para trastornos específicos.
♦ De los que respondieron que su elección del terapeuta o la duración de la terapia
fue limitada por la compañía de seguros lo hicieron peor, como se presenta en la
Tabla 1 (determinado por las respuestas a “¿Las limitaciones en su plan de seguro
médico afectó alguna de las siguientes elecciones que usted hizo? El tipo de
terapeuta que escogió; Cuan a menudo me reuní con mi terapeuta; Cuánto
tiempo permanecí en terapia”).
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
9
Figura 1
Duración de la terapia
Nota. N = 2.846. La escala de 300 puntos fue derivada de la suma simple de las respuestas de las tres sub-escalas de 100 puntos. Las sub-escalas miden la mejoría específica (v.g., ¿cuánto me
ayudó el tratamiento con los problemas que me llevaron a terapia?), satisfacción con el terapeuta, y mejoría global (v.g., ¿cómo se sentían quienes respondieron el cuestionario,
comparados con el momento cuando comenzaron el tratamiento).
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
10
Tabla 1
Limitaciones de la cobertura del seguro de salud y mejoría
Porcentaje Cobertura Limitada Cobertura no limitada
Limitaciones en su
cobertura de seguro
Item
marcado(a)
Puntaje Total Mejoría
Específica
Puntaje Total Mejoría
Específica
Tipo de terapeuta escogido 20 211 77 224 83
Cuán a menudo me
encontraba con el
terapeuta
26 214 79 224 82
Cuánto tiempo podía estar
en terapia
24 212 78 224 83
Porcentaje de cualquiera
de los anteriormente
mencionados
43 212 78 226 83
Nota. N = 2.900. Todas las diferencias para los puntajes totales fueron estadísticamente significativas a p < 0.01. Lo mismo ocurrió con las puntuaciones específicas, excepto para “Cuán a
menudo me encontraba con el terapeuta”, el cual fue significativo a p < 0.05. Se aplicaron controles estadísticos para la severidad y la duración. Fuente: Consumer Reports, 1994 Annual
Questionnaire.
(a) Se permitieron respuestas múltiples.
Esos hallazgos son obviamente importantes, y algunos de ellos no pudieron ser incluidos en al
artículo original del CR debido a problemas de espacio. Algunos de esos hallazgos con muy
contrarios a lo que yo esperaba, pero no es mi intención discutir ese asunto aquí. Por el contrario,
quiero explorar la adecuación metodológica de este estudio. Mis interrogantes subyacentes son
“¿Debiéramos creer en esos hallazgos?” y “¿Puede mejorarse el método para dar respuestas más
autorizadas?”
Estudio del Consumer Report: Virtudes metodológicas
Muestreo. Este estudio, tanto como he sido capaz de determinar, es el estudio más extenso
respecto a la efectividad de la psicoterapia. La muestra no es representativa de los Estados Unidos
como un todo, pero me imagino que representa bastante bien a la clase media y a la población
educada, que constituye el grueso de los pacientes de psicoterapia. Es importante que la muestra
represente a personas que han escogido asistir a tratamiento para [superar] sus problemas, no son
personas que no “creen” en la psicoterapia o las drogas. Además, la muestra del CR está inclinada
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
11
hacia quienes “resuelven problemas”, personas que intentan hacer algo en forma activa respecto a
sus problemas.
Duración del tratamiento. El CR considera todas las duraciones del tratamiento, desde un
mes o menos hasta dos años o más. Debido a que este estudio fue naturalista, puede suponerse que
el tratamiento continuó hasta que los pacientes (a) estuvieron mejor, (b) lo abandonaron sin
mejoría, o (c) hasta que lo cubrió la compañía de seguros. Esto, por definición, refleja lo que
realmente sucede en el campo. En contraste con todos los estudios de eficacia, en donde la
duración del tratamiento es fija, independientemente del progreso del paciente, el estudio del CR
nos informa respecto a la efectividad de la terapia bajo la duración restringida real de la terapia.
Auto-corrección. Debido a que el estudio del CR fue naturalista, nos informa respecto a
cómo funciona el tratamiento, de acuerdo a cómo fue llevado a cabo –sin manuales y sin auto-
corrección cuando una técnica falla.
Problemas múltiples. La gran mayoría de quienes respondieron al estudio del CR tenían más
de un problema. También podemos asumir que una buena fracción eran problemas “subclínicos” y
no cumplirían con los criterios del DSM-IV para cualquier trastorno. Los pacientes no fueron
descartados debido a que fallaban en los criterios de exclusión o presentaban un síntoma breve de
un “trastorno” más amplio. De este modo el estudio refleja más estrechamente a las personas que
realmente buscan trat amiento, que los pacientes con un único trastorno filtrados en los estudios de
eficacia.
Funcionamiento general. El estudio del CR midió los cambios auto-reportados en la
productividad en el trabajo, en las relaciones interpersonales, bienestar, insight, y crecimiento,
además de la mejoría en el problema presentado. La mejoría en el problema presentado se
muestra en la Figura 2, la mejoría en el trabajo y en los dominios sociales se muestra en la Figura 3, y
la mejoría en los dominios personales se muestra en la Figura 4. Importantemente, la mayor mejoría
en el problema presentado ocurrió en los tratamientos que duraron más de seis meses. Además,
ocurrió más mejoría en el trabajo, relaciones interpersonales, gozo de la vida y crecimiento personal
en los trat amientos que duraron más de seis meses. Ya que la mejoría en el funcionamiento general,
así como el alivio de los síntomas, es casi siempre una meta de los tratamientos reales, pero
raramente en los estudios de eficacia, el estudio del CR aporta a nuestro conocimiento de cómo lo
hacen los tratamientos más allá de la simple eliminación de síntomas.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
12
Figura 2
Mejoría de los síntomas presentados
Nota. N = 2,738. Porcentaje de quienes respondieron, que reportaron que el tratamiento “hizo
las cosas mucho mejor” con respecto al problema específico que los llevó al tratamiento con
psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, consejeros matrimoniales, o doctores
familiares, divididos en aquellos que se trataron durante más de 6 meses y aquellos que se
trataron por menos de seis meses.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
13
Figura 3
Mejoría en el trabajo y los dominios sociales
Nota. N = 2.738. Porcentajes promedio de quienes reportaron que el tratamiento “hizo las cosas mucho mejor” respecto a tres dominios: habilidad para relacionarse con otros, productividad en
el trabajo, y afrontamiento del estrés de la vida cotidiana. Las personas tratadas por psiquiatras,
psicólogos, trabajadores sociales, consejeros matrimoniales, y médicos, están divididos en tratamiento por más de seis meses versus tratamiento por menos de seis meses.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
14
Figura 4
Mejoría en dominios personales
Nota. N = 2.738. Porcentaje promedio de quienes reportaron que el tratamiento “hizo las cosas
mucho mejor” con respecto a cuatro dominios: disfrutar más de la vida, crecimiento personal e
insight, autoestima y confianza y alivio del ánimo bajo. Los que fueron tratados por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, consejeros matrimoniales, y médicos están divididos en
tratamiento por más de seis meses versus tratamiento por menos de seis meses.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
15
Significación clínica. Ha habido mucho debate respecto a cómo medir la “significación
clínica” de un tratamiento. Los estudios de eficacia son diseñados para detectar diferencias
significativas estadísticas entre grupos de tratamiento y grupos control, y puede calculado el
“tamaño del efecto.” Pero, ¿qué grado de significación estadística tiene significación clínica? ¿Qué
tamaño del efecto es significativo? El estudio del CR deja podas dudas acerca de la significación
humana de sus hallazgos, ya que quienes enviaron la encuesta respondieron directamente respecto
a cómo la terapia los ayudó en el problema que los llevó a tratamiento –desde hizo las cosas mucho
mejor a hizo que las cosas empeoraran. De aquellos que comenzaron [la terapia] sintiéndose muy
mal, el 54% respondió que el tratamiento hizo las cosas mucho mejor, y el otro tercio respondió que
hizo las cosas algo mejor.
Ausencia de prejuicios. Finalmente, no puede ignorarse que el CR realiza escrutinios
desprejuiciados de bienes y servicios que son del dominio público. No tienen intereses creados para
favorecer o desfavorecer a los medicamentos, la psicoterapia, las instituciones que cubren
prestaciones de salud, las compañías de seguro, los doctores de familia, Alcohólicos Anónimos o los
tratamientos de larga duración. No les interesa si los psicólogos lo hacen mejor que los psiquiatras,
los consejeros matrimoniales o los consejeros familiares, o los trabajadores sociales. No buscan
garantías gubernamentales o favores de los laboratorios. No aceptan avisos publicitarios. Sólo tienen
lealtad con los consumidores. De modo que este estudio tiene mayor credibilidad de los estudios
que llevan a cabo los laboratorios, la APA, los estudios que surgen de las conferencias de consensos
del National Institute of Mental Health, e incluso que los estudios de las universidades.
En resumen, la virtud metodológica principal del estudio del CR es su realismo. Evaluó la
efectividad de la psicoterapia tan como se realiza realmente en el campo, con la población que
realmente la busca, y es el estudio más extenso y cuidadoso que los que se hayan llevado a cabo.
Esta virtud es análoga a las virtudes de los estudios naturalistas que usan sofisticados métodos
correlacionales, en contraste con los estudios experimentales bien controlados. Pero debido a que
no está bien controlado, como los estudios de eficacia experimentales, el estudio del CR tiene
diversos baches metodológicos serios. Examinemos cada uno de esos baches y preguntémonos en
qué grado comprometen las conclusiones del CR.
Estudio del Consumer Reports: Baches metodológicos y refutaciones
Muestreo. ¿Hay un sesgo en aquellos que respondieron que tuvieron éxito en el tratamiento,
y que regresaron los cuestionarios? No es sorprendente, que el CR haya ido considerablemente lejos
para encontrar que su encuesta a los lectores tiene errores de muestreo. Los cuestionarios anuales
son muy largos y pueden contener más de 100 preguntas. Por consiguiente, quienes responden no
sólo deben dedicar una buena parte de su tiempo para responderlo, sino que también pagar su
envío por correo y no son compensados por ello. De modo que la frecuencia de revolución es
absolutamente baja, aunque el retorno del 13% para este estudio fue normal para el cuestionario
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
16
normal. Pero aun es posible que quienes respondieron podrían diferir sistemáticamente de los
lectores como un todo. Para el estudio de la salud mental (y generalmente para sus cuestionarios
anuales), el CR lleva a cabo un “estudio de validación”, en el cual es envío era pagado y el lector
compensado. Este resultó en un retorno del 38%, opuesto al 13% de los reenvíos no compensados, y
no hubo diferencias entre los datos de los dos estudios.
Sin embargo, la posibilidad de otros dos sesgos de muestreo es notable, particularmente
con respecto a los destacables buenos resultados para Alcohólicos Anónimos. Primero, ya que
Alcohólicos Anónimos alienta una pertenencia de por vida, una preponderancia de éxito –más que
los abandonos– estaría más probablemente en los tres años (v.g., “¿Ha tenido ayuda en los últimos
tres años?”). Segundo, quienes fracasan en Alcohólicos Anónimos son completamente
disfuncionales y es mucho menos probable que estén leyendo CR y llenando un extenso
cuestionario, que, por ejemplo, aquellos que presentaban ansiedad, y que no fueron tratados
exitosamente.
Un tipo similar de sesgo de muestreo, a un grado menor, no puede ser pasado por alto para
otros tipos de tratamientos fallidos. Es posible que haya una amplia superposición de casos exitosos
de casos de Alcohólicos Anónimos y una pequeña superposición para otros tratamientos exitosos
para problemas distintos al alcoholismo.
¿Podrían ser los beneficios de un tratamiento de larga duración un artefacto de sesgos de
muestreo? Suponga que las personas que lo están haciendo bien en el tratamiento, permanecen
selectivamente en éste, y las personas que lo están haciendo mal lo abandonan tempranamente.
En otras palabras, los abandonos tempranos son en la mayoría de personas que no mejoran, pero
los abandonos posteriores son en la mayoría de personas cuyos problemas se han resuelto. El CR no
confirma empíricamente esta posibilidad. Quienes respondieron al cuestionario no solamente
reportaron cuándo abandonaron el tratamiento, sino que por qué, incluido el que su problema
estaba resuelto. Las tasas de abandono debido a la resolución del problema fueron uniformes a
través de la duración del tratamiento (menos de un mes = 60%; 1-2 meses = 66%; 3-6 meses = 67%; 7-
11 meses = 67%; 1-2 años = 67%; sobre dos años = 68%).
Un límite más amplio a la generalización [de los hallazgos] proviene del hecho que toda la
muestra escogió sus tratamientos. En un grado u otro, cada persona creía que la psicoterapia y/o
las drogas lo ayudaría. En uno u otro grado, cada persona reconoció que tenía un problema y creía
que el profesional de la salud mental que vio y la modalidad particular de tratamiento escogida lo
ayudaría. Uno no puede argüir a partir de este estudio, que el tratamiento por un profesional de la
salud mental probaría ser tan útil para gente en problemas que niega tenerlos y en aquellos que no
creen el los profesionales de la salud mental y no eligen tratamientos.
No existencia de grupos control. Las tasas de mejoría fueron sorprendentemente altas a
través de todo el espectro de tratamientos y trastornos en el estudio del CR. La vasta mayoría de las
personas que se sentían muy mal o medianamente mal cuando fueron a terapia tuvieron ganancias
“sustanciales” (ahora se sentían medianamente bien o muy bien) o “algunas” ganancias (ahora se
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
17
sentían más o menos). Quizá la mejor noticia de los pacientes, fue la de los con problemas severos y,
que en promedio, se sintieron mucho mejor. A la vez que esto puede ser un efecto límite, es un
efecto límite con reparos. Quiere decir que si usted tiene un paciente con un trastorno severo ahora,
hay oportunidades muy buenas que estará mucho mejor dentro de tres años. Pero,
metodológicamente, esas altas tasas de mejoría tienen una advertencia, precaviéndonos que la
mejoría global a través del tiempo como única variable puede ser el mecanismo subyacente, más
que el tratamiento o los medicamentos.
En un sentido más general, debido a que no hay grupos control, el estudio del CR no puede
decirnos en forma directa si hablar con amigos simpáticos o simplemente el pasar del tiempo es lo
que producido tanta mejoría como el tratamiento de un profesional de la salud mental. El estudio
del CR, desafortunadamente, no solicitó a aquellos que hablaron con amigos y clérigos que llenaran
cuestionarios detallados acerca de los resultados.
Esta es una seria objeción, pero hay controles internos que desempeñan muchas de las
funciones de los grupos control. Primero, los consejeros matrimoniales lo hicieron significativamente
peor que los psicólogos, los psiquiatras y los trabajadores sociales, a pesar de que no hay diferencias
significativas en el tipo de problema, severidad del problema o duración del tratamiento. Los
consejeros matrimoniales controlaron muchos de los factores no específicos, como la alianza
terapéutica, el rapport y la atención, así como también el paso del tiempo. Segundo, hay una curva
de dosis-respuesta, con más terapia llevando a más mejoría. El primer punto en la curva de dosis-
respuesta se aproxima al no tratamiento: las personas que tenían menos de un mes de tratamiento,
tenían una puntuación promedio de mejoría de 201, mientras que las personas que tenían sobre dos
años de tratamiento tenían una puntuación promedio de 241. Tercero, la psicoterapia lo hace igual
de bien que la psicoterapia más drogas para todos los trastornos, y hay una larga historia de los
controles placebo inferiores a esas drogas, de modo que uno puede inferir que la psicoterapia
probablemente habría superado a esos controles si hubiesen existido. Cuarto, los doctores de familia
lo hacen significativamente peor que los profesionales de la salud mental cuando el tratamiento se
extiende por más de seis meses. Se podría objetar que ya que el total de tiempo en tratamiento –
más que el monto total de contacto– es el que varía, no es justo comparar a los doctores de familia,
que no ven a sus pacientes semanalmente, con profesionales de la salud mental –que ven a sus
pacientes una o más veces por semana. Es decir, desde luego, que es posible que si los doctores de
familia vieran a sus pacientes tan frecuentemente como lo hacen los psicólogos, los dos grupos
funcionarían igualmente bien. Fue notable, sin embargo, que hubiera un número significativo de
quejas respecto a los doctores de familia: el 22% de quienes respondieron dijeron que los doctores
no habían “dado apoyo emocional”; el 15% dijo que los doctores “parecían incómodos al discutir
problemas emocionales”, y el 18% dijo que los doctores estaban “muy ocupados para perder
tiempo hablando conmigo.” En todo caso, el estudio del CR muestra que un tratamiento largo
llevado a cabo por los doctores de familia para los problemas emocionales –tal como es realmente
llevado a cabo en el campo– es inferior al tratamiento de larga duración de un profesional de salud
mental, tal como es llevado a cabo en el campo.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
18
También es relevante que los pacientes atribuyeron su mejoría al tratamiento y no al tiempo
(determinado por respuestas a “¿Cuánto siente que el tratamiento lo ayudó en las áreas
siguientes?”), y yo concluyo que es muy improbable que los beneficios del tratamiento sean
ocasionados por el simple paso del tiempo. Pero también concluyo que el estudio del CR podría ser
mejorado con el uso de grupos control, cuyos miembros no fueran tratados por profesionales de la
salud mental, y aparejados según severidad y tipo de problema (pero cuidando que no ocurrirá la
asignación al azar). Esto permitiría la inferencia de Bayes que la psicoterapia funciona mejor que
hablar con amigos, ver a un astrólogo, o ir a la iglesia a confesarse.
Auto-reporte. Los datos del estudio de salud mental del CR, al igual que para los autos y
aparatos, son auto-reportados. La mejoría, diagnóstico, cobertura del seguro de salud, e incluso el
tipo de terapeuta no fue verificado externamente. Los pacientes pueden estar equivocados
respecto a esas variables, y este es un bache innegable.
Pero pueden decirse dos cosas en respuesta. Primero, los errores que introducen los auto-
reportes –inexactitud respecto a la mejoría, falta de corrección respecto a la naturaleza de los
problemas, e incluso inexactitud respecto al tipo de terapeuta visto– pueden ser azar más que
sistemáticos, y por consiguiente no sesgaría al estudio respecto a los resultados encontrados. El auto-
reporte, en principio, puede ser más confiable o más directo que el reporte de un observador
externo. Sin embargo, ya que es probable que la mayoría de quienes respondieron est uvieran más
cargados emocionalmente respecto a la psicoterapia que a los automóviles, les corresponderá a la
futura investigación determinar si el sesgo introducido por el auto-reporte respecto a la terapia es al
azar o es sistemático.
Segundo, la inexactitud potencial más importante producida por los auto-reportes, es la
inexactitud de quienes responden a su propio estado emocional antes y después del tratamiento, e
inexactitud en las puntuaciones de mejoría en el problema específico, en la productividad en el
trabajo y en las relaciones humanas. Sin embargo, siempre hay inexactitud, incluso con un experto
en diagnóstico, y las correlaciones entre el auto-reporte y el diagnóstico generalmente son muy
altas (lo cual no es sorprendente, dada la varianza de los métodos comunes), De este modo, los
auto-reportes son la sangre y las tripas de un diagnóstico clínico. Pero los múltiples observadores son
siempre una virtud, y el diagnóstico realizado por un tercero mejoraría mucho el método del estudio.
Ausencia de ceguera. El estudio del CR no es de doble ciego, ni siquiera de ceguera simple.
Quienes respondieron puntuaron sus propios estados emocionales, y conocían el tratamiento que
tuvieron. Es posible que quienes respondieron hayan exagerado las virtudes o vicios de sus
tratamientos, para cumplir o echar por tierra sus hipótesis respecto a lo que quería encontrar el CR.
Encuentro esto muy poco probable. Si la ausencia de ceguera comprometiera a las encuestas a los
lectores, hace mucho tiempo que el CR habría dejado de publicarlas, ya que las evaluaciones de
los lectores acerca de otros productos y servicios nunca son a ciegas. El CR valida sus datos para
bienes y servicios en dos formas: sondeos contra los manufactureros y a través de consistencia a
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
19
través del tiempo. Por medio del uso de ambos métodos, el CR ha sido incapaz de detectar
distorsiones sistemáticas en sus estudios no ciegos de bienes y servicios.
Inexactitud en la medición de resultados. Los índices del CR de la mejoría fueron molares.
Respuestas como hizo las cosas mucho mejor a la pregunta “¿Cuánto lo ayudó la terapia con los
problemas específicos que lo llevaron a terapia?”, es un proceso muy grueso. Evaluaciones más
moleculares de mejoría como “¿Cuán a menudo lloró en las últimas dos semanas?” o “¿Cuántas
onzas de alcohol bebió ayer?” habrían incrementado la validez del método. Esos detalles, desde
luego, harían más agotadora la encuesta.
Una variante de esta objeción es que las mediciones de resultados eran insensibles. Esta
objeción parece mayor a la luz del fracaso en encontrar una modalidad de terapia que funcionara
mejor que otra modalidad de terapia para cualquier trastorno. Quizá, si se hubieran usado
mediciones más detalladas para trastornos específicos, la hipótesis del pájaro dodo no se hubiera
confirmado.
Una tercera variante de esta objeción es que la medición de los resultados estuvo mal
normada. Preguntas como “¿Cuan satisfecho estuvo con el tratamiento de este terapeuta para su
problema? Completamente satisfecho, muy satisfecho, medianamente bien satisfecho, algo
insatisfecho, muy insatisfecho, completamente insatisfecho,” y “¿Cómo describiría su estado
emocional” muy mal: Apenas me manejaba con las cosas; medianamente mal: La vida era
generalmente difícil para mi; más o amenos: Tenía mis altas y mis bajas; algo bien: No tenía
problemas serios; muy bien: La vida estaba en la forma en que quería que estuviera”, son ítems
asistemáticos que dependen casi completamente de la validación, más que alguna generación de
normas. De modo que la conclusión que el 90% de esas personas que comenzaron muy mal, o
medianamente mal y que terminaron en las categorías muy bien, medianamente bien o más o
menos, no garantiza que hayan retornado a la normalidad en un sentido psicométrico. La adición
de cuestionarios extensamente normados como el Inventario de Depresión de Beck mejoraría el
método del estudio (y lo haría más pesado).
Retrospectiva. Los encuestados del CR reportaron retrospectivamente sus estados
emocionales. Mientras que una encuesta que se aplica una sola vez es de bajo costo, es
necesariamente retrospectiva. Los reportes retrospectivos son menos válidos que la observación
concurrente, aunque es importante advertir una excepción: esperar a que los sentimientos de una
terapia nueva completa se disipen, como lo hace el estudio del CR, puede ser una evaluación
sobria. El método retrospectivo no permite una observación longitudinal de la mejoría de los mismos
individuos a través del tiempo. De este modo, los beneficios de la terapia de larga duración están
interferidos por el cruzamiento de la comparación de las mejorías de individuos diferentes. Un
estudio prospectivo permitiría comparar la mejoría de los mismos individuos a través del tiempo.
La observación retrospectiva es un bache, pero puede introducir el error del azar más que el
error sistemático en el estudio de la efectividad de la psicoterapia. Las distorsiones introducidas por
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
20
la retrospección podrían ir en una dirección optimista o más directa, pero solamente una mayor
investigación nos dirá si las distorsiones de la retrospección son al azar o sistemáticas.
Debe advertirse que el Consumer Report usa generalmente dos métodos. Uno es la prueba
del laboratorio, en el cual, por ejemplo, un auto es estrellado en una pared a cinco millas por hora, y
se mide el daño al conductor. El otro método es la encuesta a los lectores. Esos dos métodos son un
paralelo, en muchas formas, a los estudios de eficacia y efectividad, respectivamente. Si la
retrospección fuera un bache fatal, el CR habría abandonado hace mucho tiempo el método de
las encuestas a los lectores, ya que la confiabilidad de los autos usados y la satisfacción con las
líneas aéreas, médicos y compañías de seguro depende de la retrospección. Independientemente,
el método de la encuesta podría ser mejorado al ser longitudinal, en la misma forma que un estudio
de eficacia. Los auto-reportes y el diagnóstico podrían ser hechos antes y después de la terapia, y
efectuarse un seguimiento. Pero los reportes retrospectivos de los estados emocionales siempre
estarán con nosotros, ya que incluso en un estudio prospectivo que comienza con una entrevista de
diagnóstico, el paciente reporta retrospectivamente sus estados emocionales (presumiblemente)
menos problemáticos antes del diagnóstico.
Adictos a la terapia. Quizá el hallazgo importante que la terapia de larga duración lo hace
mucho mejor que la terapia breve, sea un artefacto de los “adictos”a la terapia, individuos tan
adictos a la terapia como una forma de vida, que sesgan los resultados en esa dirección. Esto es
posible, pero no es un artefacto. Aquellas personas que usan un largo tiempo en terapia, pueden ser
“crédulos de verdad”. Por cierto, los pacientes de la terapia de larga duración son distintos.
Inicialmente tienen problemas más severos, es más probable que tengan un trastorno emocional, y
es más probable que tengan más tratamiento psicodinámico que el resto de la población.
Independientemente, probablemente son más representativos de la población atendida en terapia
de larga duración. Esta población reporta una robusta mejoría con tratamiento de larga duración
en el problema específico que los llevó a terapia, como desarrollo, insight, confianza, productividad
en el trabajo, relaciones interpersonales y gozo de la vida.
Quizá las personas que tuvieron dos o más años de terapia es probable que aun estén en
terapia y, de este modo, excesivamente leales a sus terapeutas. Esto podría ser probablemente,
entonces, una distorsión en una dirección optimista. Esto parece poco probable, ya que la
comparación de personas que tuvieron más de dos años de tratamiento y después finalizaron la
terapia, mostraron la misma puntuación de mejoría que aquellos con más de dos años de
tratamiento y que aun estaban en terapia (242 y 245, respectivamente).
Asignación no efectuada al azar. La posibilidad de esos sesgos podrían ser reducidos por la
asignación al azar de los pacientes al tratamiento, pero esto minaría la virtud central del estudio del
CR –reportando la efectividad de la psicoterapia como ésta se lleva a cabo realmente en el
campo, con aquellos pacientes que realmente buscan terapia. De hecho, la ausencia de
asignación al azar puede ser el ingrediente crucial en la valides del método del CR y el bache
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
21
principal en el método de eficacia. Muchos (pero sin duda no todos) de los problemas que llevan
los consumidores a la terapia tienen elementos de lo que hemos denominado “debilidad de la
esperanza” [wanhope] en la edad media de la vida, y que ahora se denomina “desmoralización.”
Hacer elecciones y tener control, contrarresta la debilidad de la esperanza (Seligman, 1991).
La asignación al azar de los pacientes a una modalidad o a una terapia particular, no sólo
disminuye los efectos del tratamiento que elevan la moral, sino que también disminuye las
decisiones no azarosas del terapeuta en la elección de un paciente en particular. Considere, por
ejemplo, el hallazgo que las drogas más psicoterapia no lo hace mejor que la psicoterapia sola para
cualquier trastorno (la esquizofrenia y la depresión bipolar fueron muy escasas para el análisis en
esta muestra). La interpretación más obvia es que las drogas son inútiles y no hacen una diferencia
por debajo o por arriba de la psicoterapia. Pero la falta de asignación al azar debiera impedirnos
de llegar a esa conclusión. Asumamos, por el momento, que los terapeutas son hábiles para
determinar quiénes necesitan drogas y psicoterapia, y quiénes pueden hacerlo bien con
psicoterapia sola. Los terapeutas asignan a esos pacientes de acuerdo a esos criterios, de modo
que los pacientes apropiados tienen los tratamientos apropiados. Esta es la misma lógica que en un
tratamiento con auto-corrección de trayectoria, en el cual las técnicas y modalidades son
modificadas según el progreso de los pacientes. Esto significa que las drogas más la psicoterapia
realmente lo pueden hacer bastante bien después de todo –pero solamente en un subgrupo de
personas elegidas con habilidad.
El resultado de esto, es que la asignación al azar, el mejor de los métodos en los estudios de
eficacia, puede convertirse en el peor método para la investigación de los tratamientos reales de la
enfermedad mental. Sería valioso respecto a los resultados de un estudio de eficacia o efectividad,
que la mitad de los pacientes con un trastorno en particular fueran asignados al azar y fueran
comparados con la mitad de los pacientes que no han sido asignados al azar. Parece que es
crucial para mejorar que se asigne apropiadamente a los individuos al tratamiento adecuado, a la
droga correcta, y a la secuencia correcta de técnicas, junto con la elección individual del
terapeuta y el tratamiento en que ellos creen
El estudio ideal
El estudio del CR tiene que ser tomado en serio –no solamente por sus resultados y su fuente
creíble, sino que por sus métodos. Es de larga escala, hace un muestreo de los tratamientos tal
como se están entregando realmente en el campo; es una muestra sin los sesgos obvios de aquellos
que buscan tratamiento; mide resultados múltiples, incluidos la mejoría específica y las ganancia
más globales tales como desarrollo, insight, productividad, ánimo, gozo de la vida, y relaciones
interpersonales; posee rigor estadístico y encuentra resultados clínicamente significativos. Además,
es muy efectivo respecto a su costo.
Su mayor ventaja por sobre los métodos de eficacia para el estudio de la efectividad de la
psicoterapia y los medicamentos, es que captura el cómo y a quiénes se entrega tratamiento
realmente, y hacia cuál finalidad. Al menos, el estudio del CR y su método de encuesta subyacente
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
22
provee una poderosa adición a lo que sabemos acerca de la efectividad de la psicoterapia, y es
un pionero respecto a la forma para realizar más descubrimientos.
El estudio no está libre de baches, y el principal es el significado limitado de su respuesta a la
pregunta “¿Puede ayudar la psicoterapia?” Esta interrogante tiene tres clases posibles de respuesta.
La primera es que la psicoterapia lo hace mejor que otro medio, tal como hablar con amigos, ir a la
iglesia, o no hacer nada. Pero debido a la falta de comparación entre grupos, el estudio del CR
solamente responde a esta pregunta en forma indirecta. La segunda posible respuesta es que la
psicoterapia retorna a las personas a la normalidad o más liberalmente dentro, por decir algo, de
dos desviaciones estándar del promedio. El estudio del CR, sin un grupo sin problemas, y sin medidas
acerca de cómo estaban las personas antes que presentaran los problemas, no responde a esta
pregunta. La tercera respuesta es “¿Tienen las personas menos síntomas y una vida mejor después
de la terapia, que como estaban antes de entrar en terapia?” Esta es la interrogante que el estudio
del CR responde con un claro “sí.”
El estudio del CR puede ser mejorado, posibilitando hablar en los tres sentidos de “la
psicoterapia funciona.” Esas mejorías combinarían algunos de los mejores rasgos de los estudios de
eficacia con el realismo del método de encuesta. Primero, la encuesta podría ser hecha en forma
prospectiva. A un amplio grupo de quienes buscan tratamiento podría dárseles una batería de
antes y después del tratamiento, mientras se preserva la duración del tratamiento contingente con
el progreso, auto-corrección, problemas múltiples, y auto-elección de tratamiento. Segundo, la
batería de evaluación podría incluir cuestionarios bien normados, así como también detallada
información conductual en adición de información de mejoría más global, aumentando de este
modo su sensibilidad y permitiendo responder a la interrogante de retorno a la normalidad. Tercero,
debiera incluirse un diagnóstico ciego, añadiendo múltiples perspectivas de auto-reporte.
De todos modos, el Consumer Report ha suministrado una validación empírica de la
efectividad de la psicoterapia. Las encuestas prospectivas y con diagnóstico sofisticado,
combinadas con la evaluación bien normada y detallada usada en los estudios de eficacia,
reforzaría este estudio pionero. Sería caro, pero, en mi opinión, sería muy valioso hacerlo.
Referencias
Consumer Reports. (1994). Annual questionnaire.
Consumer Reports. (1995, November). Mental health: Does therapy help? pp. 734-739.
Howard, K., Kopta, S., Krause, M., & Orlinsky, D. (1986). The dose–effect relationship in psychotherapy.
American Psychologist, 41, 159–164. Howard, K., Orlinsky, D., & Lueger, R. (1994). Clinically relevant
outcome research in individual psychotherapy. British Journal of Psychiatry, 165, 4–8.
Lipsey, M., & Wilson, D. (1993). The efficacy of psychological, educational, and behavioral treatment:
Confirmation from meta-analysis. American Psychologist, 48, 1181–1209.
Luborsky, L., Singer, B., & Luborsky, L. (1975). Comparative studies of psychotherapies. Archives of
General Psychiatry, 32, 995–1008.
C ENTRO P ARA EL DESARROLLO DE LA P SICOTERAPIA ESTRATÉGICA BREVE
23
Muñoz, R., Hollon, S., McGrath, E., Rehm, L., & VandenBos, G. (1994). On the AHCPR guidelines:
Further considerations for practitioners. American Psychologist, 49, 42–61.
Seligman, M. (1991). Learned optimism. New York: Knopf.
Seligman, M. (1994). What you can change & what you can't. New York: Knopf.
Shapiro, D., & Shapiro, D. (1982). Meta-analysis of comparative therapy outcome studies: A
replication and refinement. Psychological Bulletin, 92, 581–604.
Smith, M., Glass, G., & Miller, T. (1980). The benefit of psychotherapy. Baltimore: Johns Hopkins
University Press.