selección meschonnic

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  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    1/24

    enri Meschonnic

    TICA Y POLTICA

    DEL TRADUCIR

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    2/24

    Meschonn

    ic,

    Henri

    18.2

    CDO

    Erica

    y

    polri

    ca

    del rraducir. -

    la

    ed. -

    Buenos Aires : Leviatn,

    2009.

    200

    p. ;

    20xl4

    cm.

    Traduc

    id

    o por:

    Hu

    go Savino

    ISBN

    978-987-514- 16

    9-8

    l

    Lingsrica.

    2.

    Traduccin

    .

    l

    Savi

    no

    ,

    Hugo erad.

    11.

    Ttulo

    Ce r

    ou

    vrage, p u b l i ~ dans le cadre du

    Programme d'Aid.e la Publication Victoria

    Oca mpo, b n ~ l i c i e du souri

    en

    du Minisrre

    f r a n ~ i s des Affaires u a n ~ r e s e1 du Service

    de c o o p ~ r a r i o n

    er d'acrion

    cuhurdle

    de

    l'Ambassade de France

    en

    Argentine.

    O uvrage publi avec

    le

    conrows du Mlnisrere

    f ~ i s c h ~ de

    la

    culrure- Cencre narional

    du

    livre

    Esra

    obra

    publ icada en el marco del

    Programa de Ayuda a la Edicin Vicroria

    Ocampo

    recibe

    el

    apoyo del Minisrerio

    francs de Asunros Exrranjeros

    y

    del Serv

    ici

    o

    de cooperacin

    de

    accin cultural de la

    Embajada de Francia en Argentina.

    Obra publicada con el apoyo del Minisrerio

    francs a cargo de la cu lrura - Cenero

    Nacional del Libro

    F HCE

    Biblio

    teca

    Cen

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    3/24

    III

    TICA DEL LENGUAJE, TICA

    DEL

    TRADUC

    IR, UR

    GENTE

    Por qu

    ur

    gente

    1

    ?

    Se podra

    continuar

    as. Pero

    es

    justamente

    porque no

    se

    ve

    el

    mal que se hace, que se

    le

    hace a los otros, y a

    s mismo, p

    or

    nuestras maneras de hacer,

    con

    el

    lenguaje.

    Y en primer lugar que lo que comamos por lenguaje no es ms

    que una representacin del lenguaje.

    Cuando

    uno opone, como se

    hace corrientememe, como hace Bergson, por ejemplo, pero no es

    el nico, roda

    un

    a tradicin filosfica lo hace, cuando se opone el

    lengu

    aje

    a la vida

    se

    cree oponer

    el

    lenguaje a la vida, pero no se

    hace ms que oponer una representacin del lenguaje a una repre

    sentacin de la vida. Y no se lo sabe. Y no se sabe que no se sabe.

    Esta representacin del lenguaje, es lo que los li

    ng

    istas lla

    man el signo. Del significante y el significado, o de la forma y el

    contenido, o del sonido y

    el

    sentido. Y

    el es

    tilo, lo que se

    ll

    ama

    as, no es ms que lo que el signo permite pensar acerca de eso

    que hace lo que

    se

    llama

    un

    poema, o la literatura.

    Que

    se pone

    aparte de lo que se llama

    el

    lenguaje ordinario.

    No

    solamente

    1

    Aparecido en Revue d ' thique et de thiologie

    mora/e Le

    suppliment n

    23

    , septiembre del 2004. TeX[o corregido y a

    um

    enra

    do

    .

    16

    aparte, sino que incluso se opone comnmente el lenguaje po

    tico al lenguaje ordinario.

    Como

    una desviacin.

    Ahora bien hay que mostrar que esas maneras de hablar en

    primer lugar no son ms que maneras de hablar. Luego, que es

    tn viciadas y son falsas y que otro punto de vista puede mostrar

    que no existe eso que se llama lenguaje ordinario. Sobre todo si

    es

    para desvalorizarlo en relacin a

    un

    lenguaje potico que se

    pretende celebr

    ar

    . En los dos casos no se sabe lo que se dice. Y

    no se sabe que no se sabe lo

    qu

    e se

    di

    ce.

    Pero inmediatameme va n a preguntarse de dnde hablo para

    hab l

    ar

    as, el por qu y el cmo de semejante arrogancia o de se

    mejante locura.

    Y

    bien

    es

    a partir de

    un

    a experiencia, que es

    tr

    i

    ple, una experiencia del poema,

    un

    a experiencia de la teora del

    lenguaje, una experiencia del traducir. Y es capital que el poe

    ma est all, es el pivote desde el cual hacer que bascule

    un

    saber

    que, l s, es arrogante, porque slo se conoce a s mismo, y es

    un

    maestro de

    la

    sordera.

    As, en cuanto a codo lo que se repite acerca del lenguaje or

    di nario y sobre

    un

    cie

    rr

    o

    nmero

    de fi lsofos, ms que

    los

    lingistas. Malinowski estaba ms cerca de entender lo que se

    dice cuando se habla

    por

    hab lar, para hablarse, e incluso en apa

    riencia para no decirse nada, no decirse nada que

    uno

    ya no sepa,

    sino por el contacto, y es l quien descubre o inventa, como se

    di

    ce de aquellos que encuentran

    un

    tesoro, eso que

    ll

    amaba la

    funcin ftica. Mientras

    qu

    e un seudo-pensamiento, pero recibi

    do co

    mo

    sublime en

    el

    pensamiento, ustedes ya entendieron

    qu

    e

    hablo

    de

    Heidegger y de todos sus seguidores,

    difund

    a y conti

    na difundiendo a la vez

    un

    desconocimiento despreciati

    vo ha

    cia el lenguaje or

    din

    ario, l que suponen

    inaut

    ntico, en el con

    traste y la correlacin con un desconocimiento de la poesa esen

    cia

    li

    zada, sacra

    li

    zada. Es el tono noble en filosofa, que tiene vi

    gencia en mucha ge

    nte.

    7

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    4/24

    Por los daos producidos por esta representacin, a los cuales

    se

    agrega el dao correlativo que consiste en impedir la especi

    ficidad del traducir reducida nuevamente al comprender en ge

    neral, y puesro que todos esos efectos de teora son tomados en

    una esencializacin de la lengua y

    un

    impensado del sujeto, se

    gn una reaccin en cadena, que

    se

    globaliz, planteo que se

    puede observar ah

    una

    forma del signo.

    Con

    sus efectos particulares, que los heideggerianos incmo

    dos dejan en el pasado, sobre la esencializacin de la len

    gua

    ale

    mana directamente enlazada a la de la Grecia antigua c omo len

    gua de la filosofa, y esta esencializacin era tambin

    una

    esen

    cializacin poltica.

    De

    ah que los heideggerianos dividen a su

    Heidegger en dos, el gra n pensador el nazi insignificante , y

    hablan del silencio

    de

    Heidegger. Pero nunca hubo silencio por

    parte de Heidegger, como se compadecen estas buenas almas,

    porque

    el

    maestro deca justamente que callarse

    es

    un

    haber di

    cho,

    schweigen ist ein gesagt haben .

    El silencio

    es

    el silencio

    de

    los

    heideggerianos , que l

    es

    da

    un

    pensamiento dbil.

    l

    pensaba el

    lenguaje, la poesa y lo poltico

    con un

    solo pensamiento.

    Tenemos ah una variedad particular, especialmente pernicio

    sa, por eso insisto, de las maneras de pensar el l

    eng

    uaje,

    se

    ins

    cribe totalmente

    en

    la binarizacin del signo. Una pseudo-tica

    de

    lo

    autntico y de

    lo

    inautntico. Doblemente pseudo.

    El problema, con el signo,

    es

    que como pasa por ser la naturale

    za

    misma del lenguaje, impide pensar

    el

    lenguaje. Confu ndido con

    el

    funcionamiento

    del

    lenguaje con su descripcin,

    el

    signo im

    pide reconocer que l consiste, por lo que puedo

    ver

    en seis para

    digmas. Ahora bien, hasta donde

    s

    los especialistas del lenguaje lo

    consideran como un modelo lingstico. Pero tambin implica

    un

    paradigma filos

    fico

    que opone las palabras y las cosas. Luego un

    paradigma antropolgico, que opone la voz v

    iva

    a lo escrito,

    la

    le

    tra muerta o

    la

    letra que mata,

    es

    tambin la oposicin entre el es-

    8

    priru y la letra, y algunos dicen incluso la came de

    la

    s palabras ,

    que desde luego

    se

    opone al alma. Y al respecto, naturalmente, o

    sea culruralmente, aparece su ms bella, quiero decir su cara ms

    repulsiva

    el

    paradigma teolgico, que no

    es

    un universal, como los

    otros, sino un particular que

    se

    globaliz,

    es

    el paradigma que

    mejor permite ver cmo funciona

    el

    signo: no simplemente una for-

    ma y

    un

    contenido, yuxtapuestos, sino un significado tal que basta

    para representar

    un

    significante a la

    vez

    escamoteado y mamenido,

    y

    por

    consiguiente como tambin no

    es

    ms que una parte del sig

    no, pasa por el todo, y

    es

    loco cmo el paradigma teolgico se pa

    rece a lo que ocurre en la traduccin corriente, y se ha reconocido,

    estoy seguro, la teologa que opone

    el

    Antiguo Testamento, en

    el

    papel del significante, al Nuevo Testamento, en el papel del signifi

    cado, algo que

    no

    deja de tener consecuencias ticas y polticas.

    h

    se agrega

    un

    paradigma social, que opone el individuo a la socie

    dad.

    En

    fin, un paradigma poltico, que opone, en una bella apora,

    una minora a una mayora segn

    el

    esquema simblico que descri

    bi Jean-Jacques Rousseau, el de la identificacin al Soberano.

    Es todo eso,

    eL

    signo. Ya lo dije pero uno no lo dice lo sufi

    ciente. Puesto que l reina. Si uno trata de observar sus efectos,

    el

    primero es que

    no

    parece que est pensado como una repre

    sentacin.

    Su pluralidad interna, o ms bien

    la

    multiplicidad

    de

    sus dualidades, no

    es

    reconocida en su coherencia. El segundo

    efecto es

    por

    cierto

    la

    heterogeneidad de las categoras de la ra

    zn, que compone todo

    lo

    que

    el

    siglo

    XIX

    llam las ciencias

    hu

    manas, y que constituye nuestras

    di

    sciplinas universitarias.

    Pensamos como

    un

    sa lame cortado en fetas, en caso de que el

    sa

    lame pensara.

    De

    hecho, casi

    no

    valemos mucho ms.

    Lo que muestra nuestro

    comportamiento con

    el lenguaje.

    Tamo

    con su teora como con sus prcticas. lo que rene rodo

    el

    pensamiento del problema, tanto para reconocerlo como para

    intentar pensar de otra manera, para hacer de otra manera, para

    19

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    5/24

    traducir de

    oua

    manera, no

    es un

    as

    un

    to de saber, es un

    asun

    to de tica.

    La tica, cuestin de comportamiento.

    on

    uno mismo y con

    los otros. La tica, es lo que se hace

    con

    uno, y con los ocros. Es

    un actuar, es hacer valor. Y el va lor no puede ser ms que el su

    jeto, lo que inmediatamente no puede tener ms que un sentido

    doble, hacer

    de uno

    mismo

    un

    sujeto, hacer que los otros sean

    sujetos, reconocer a los arras como sujems. Y slo hay sujeto si el

    sujem es

    l

    valor de la vida. Haciendo que aparezcan en el indivi

    duo todos los sujetos que lleva en l. Una docena y ms

    2

    Es algo

    distinto a la moral, teologizada o no, como codificacin social de

    lo

    s mandamientos y prohibiciones, del bien y del mal.

    Si

    la tica es lo que hace sujeto, la tica es necesariamente no

    minalista: cada individuo es esta coleccin de sujetos. Es lo que

    deca Montaigne: Todo hombre lleva en s mismo la forma en

    tera, de la humana condicin. Y el individuo-sujeto es intermi

    tente, como lo muestra Groethuysen en Anthropologie philosophi-

    que. Ningn progreso aqu. La defensa de un capitn insignifi

    cante en

    el

    famoso Proceso era nominalista, como la defensa del

    honor del Ejrcito (an a riesgo de hacer

    una

    falsificacin) era

    realismo poltico-lgico. Un realismo haca de

    las

    masas l sujem

    de la historia. Otro tatuaba nmeros sobre los brazos. Un realis

    mo de la lengua hace de la lengua el sujem, que no habla, segn

    Heidegger, sino cuando le responde a la lengua.

    Es roda la potencialidad tica y poltica de esa vieja pareja no

    cional, generalmente dejada a la lgica, a la metalingstica, a la

    quere

    ll

    a de los universales.

    La relacin con uno

    mi

    smo, co n

    el

    pensamiento,

    con

    los

    otros, pasa, vuelve a pasar incesantemente por

    el

    lenguaje. Por

    2

    Me permiro remirir, para

    l

    deralle de esro, a o l i t i q u ~

    du

    r y t h m ~

    politi-

    que du sujet,

    Verdier, 1995.

    .20

    consiguiente no hay tica si no hay una tica del lenguaje, si la

    ti

    ca

    no es una tica del lenguaje, por l incesante pas

    aje

    del yo al

    t inclus

    iv

    e

    l

    ausente,

    el

    l

    Lo que lleva a encontrar la famosa

    fra

    se

    de Rimbaud: en todos

    los

    sentidos yo es otro.

    As la tica es inevitablememe

    una

    cuestin de lenguaje.

    No

    se erara de apreciaciones subjetivas, de cuestiones de gusm o de

    emocin. Se rrata de saber cmo uno se comporta con

    l

    lengua

    je, cmo

    comportarse con

    el

    lenguaje. Y es algo que

    se ve

    en el

    resultado. Pero en primer lugar eso supone pensar el lenguaje, y

    cmo pensarlo.

    Pensar el lenguaje, es algo distinto a un sab

    er,

    a los saberes. Es

    algo que recae sobre lo que no se sabe que se dice cuando se habla

    de saber vivir. Y Benveniste escribi que el lenguaje si rve para vi-

    vir .

    De

    ah hay que sacar un cierto nmero de consecuencia

    s,

    para

    el

    lenguaje, y para lo que se puede

    ll

    amar vivir. Lo que

    ne

    cesaria

    mente implica que pensar,

    es

    en primer lugar inventar pensamien

    to, y al mismo

    ri

    empo pensar

    la

    relacin entre

    el

    lenguaje y el vi

    vir. Y si damos este sentido fuerte a lo

    qu

    e se llama pensar, tambin

    se puede comprobar que es inimaginable hasta qu punto vivimos

    en una cultura que no

    s.

    habita a no pensar. Y no sabemos nada de

    eso. No hacemos ms que despachar los asuntos corrientes.

    Vivimos en

    una

    heterogeneidad de las categoras de la razn.

    Ella produjo saberes, pero saberes que a la vez yuxtaponen regio

    nalismos del saber y no dan los medios de saber lo que esos sabe

    res

    impiden saber, y que en primer lugar cada saber produce

    una

    ignorancia especfica, que l no conoce, y que no sabe lo que no

    sabe. De esa manera impide saber que borra que borra lo que bo

    rra. Por su programa mismo. Y es muy curioso, l se parece, tam

    bin l, y l en primer lugar, punto por punto, a lo que la traduc

    cin corriente hace. Lo muestro un poco ms adelante.

    Inm

    edia

    tam

    ente, y a contra-Platn , este problema de los sa

    beres, este problema del conocimiento, es un asunto de teora del

    21

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    6/24

    lenguaje. En el sentido mltiple en que la teora es una reflexin

    ace rca de lo desconocido, justamente sobre lo que nuestros sabe

    res nos impiden saber, por razones cada vez distintas, donde pen

    sar, es pensar a la vez, y

    el

    uno por

    el

    otro, vivir y

    el

    lenguaje.

    Inmediatamente, este pensar-para, pensar para vivir,

    es un

    pensar-contra.

    Contra

    los saberes.

    No

    contra la necesidad de sa

    ber, sino contra la organizacin cultur al de los saberes. Pensar

    es un

    combate, no una gestin de los asuntos corrientes. Lo que

    toma a contra-saber codo lo

    que

    nuestras disciplinas, como se

    dice, han ordenado cuidadosamente: el lenguaje de los negocios

    de los especialistas del lenguaje a los que se llama lingistas, la li

    teratura

    de

    los negocios de los especia

    li

    stas de la literatura, la ti

    ca tal como se ocupan de ella los especia

    li

    stas

    de

    la tica, la filo

    sofa como dominio que tiene sus especialistas, igual que la

    ob-

    servacin de la sociedad

    es

    el oficio de los socilogos, y el hom

    bre en general

    es el

    objeto de los antroplogos, as como los sal

    vajes son

    ob

    servados por los etn

    lo

    gos. Apenas si exagero los ras

    gos, para resaltar Je qu manera estas compartimentaciones per

    petan justamente

    una

    enormidad, y tan grande que no se la ve.

    Adems

    di

    stribuida como est en subdominios: el lenguaje en es

    pecialistas de las lenguas, la litera tura en especialistas

    de

    las lite

    raturas, y hay tambin comparatistas que comparan,

    como

    tra

    ductores de

    una

    lengua a

    la

    otra que traducen, de

    ah

    se extrajo

    una disciplina pretendidamente autnoma que se llama traduc

    rologa.

    Todo

    eso parece perfectamente razonabl

    e.

    Es justamente lo que llamo no pensar:

    conf

    undir el saber, los

    saberes, con el pensamiento. Cada

    uno

    en su regionalismo. Es el

    mantenimiento del orden.

    Porque no le opongo a esto

    un

    absurdo. Todo eso es legtimo y

    necesario. As en lingstica, uno se especializa en fonologa , o en

    fontica, o en lexicologa, o en sintaxis. Generalmente para una

    lengua en particular. Estudios cuya tecnicidad es indispensable,

    22

    pero que justamente es tn sometidos al cerco relativo de su tec

    nicidad.

    Lo

    que produce

    es

    ta paradoja de que las ciencias del len

    gu

    aje

    no son, no producen la teora del lenguaje.

    No es el

    objeto

    de ellas. Lo mismo para la literatura, esta o aque

    ll

    a literatura, pero

    segn una relacin a menudo mezclada, cuando no confusa, entre

    una historia de

    la

    literatura, indiscutiblemente necesaria, y lo que

    se llama la crtica literaria, este eclecticismo que mezcla de diver

    sas maneras crtica del gusto, psicologa del autor, esttica, retri

    ca y estilstica. Es lo que predomina en la enseanza de la litera

    cura. Y aparte de algunos que practican pasarelas, la lingstica es

    un

    asunto de los lingistas, y ellos no se ocupan de la literatura.

    La gramtica generativa era categrica al respecto. Y los profesores

    de letras dejan la lingstica a los lingistas. Es normal.

    En c

    uanto

    al inventor

    de la

    pragmtica,

    u

    srin, declaraba

    por su parte que la poesa

    como

    empleo del lenguaje formaba

    paree de los empleos parasitarios del lenguaje

    3

    . Algo que bas

    ta, d

    es

    de e l punto de vista con el que miro

    el

    lenguaje, para

    po-

    nerlo en lo

    qu

    e Horkheimer llamaba una teora tradicional, en

    el museo de los regionalismos del pensamiento. Me quedo en es-

    ros ejemplos.

    No

    me hago

    ninguna

    ilusin:

    el

    problema sera

    apuntar

    un

    da a transformar en rruismos

    una

    serie

    de

    paradojas.

    Una

    serie

    no en

    el

    sentido de un cierto nmero, sino en el sentido de

    un

    pensamienro serial, de

    un

    pensamiento de

    la

    sisremaricidad in

    terno a lo que significa pensar, en

    el

    sentido donde pensar es ne

    cesariamenre pensar el lenguaje, y pensa r la interaccin entre

    lo

    que significa pensar el lenguaje y pensar lo que se llama vivir.

    Donde tomo dos puntos de apoyo. El primero, en cuanto a

    lo que entiendo

    por

    vivir, es la definicin que da Spinoza en el

    J

    L Au srin, uand dire

    c es

    t foire d. Du Scuil, 1970,

    p

    116 (rraduc

    cin de How to

    do

    7hings with Words 1962).

    23

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    7/24

    Tratado politico

    v,

    v):

    Por consiguiente, como hemos dicho, que

    el

    mejor Estado, es aquel

    en el

    cual los hombres pasan su vida

    en

    la concordia,

    una vi

    da

    humana

    quiero decir, que

    no se

    define

    por la sola definicin de la sangre, y otras cosas, que son comu-

    nes a todos los animales, sino

    por

    la razn, la verdadera virtud, y

    la vida del Espritu

    . El

    segundo apoyo,

    en

    c

    uanto

    a

    lo

    que hay

    que

    entender por teora del lenguaje , lo tomo del pensamiento

    de Saussure, tal com o algunos escritos recientes

    5

    confirman que

    es necesario aprender a entender que todo lo que el estrucmralis-

    mo

    del siglo

    XX

    ense, y que los lingistas,

    no

    lingistas sino

    los lingistas, que yo sepa, continan masivamente enseando,

    es un inmenso contrasentido acerca de Saussure,

    no

    una conti-

    nuidad

    de Saussure

    en

    el estructuralismo. Porque sistemtica-

    mente

    el

    esrructuralismo separa lo

    que

    Saussure pensaba

    como

    interaccin, empezando

    por la

    lengua y

    el

    habla.

    En una

    conti-

    nuidad

    de

    Humboldt

    a Saussure.

    En

    este sentido, hablar de teora de lenguaje supone a la vez

    una

    primaca del

    punto

    de vista y

    una

    sistematicidad interna de

    las cosas del lenguaje.

    Entonces

    se

    puede

    empezat

    a pensar lo que las ciencias del

    lenguaje

    no

    piensan, lo

    que

    los especialistas de la literatura

    no

    piensan, lo

    que

    los especialistas de la esttica

    no

    piensan, lo que

    los especialistas de la tica no piensan, como tampoco los espe-

    cialistas de la filosofa poltica. Siento ser desagradable, y parecer

    arrogante, es una cuestin de urgencia. Justamente desde hace

    mucho riempo.

    4

    um

    ergo

    dicimus illud imperium optimum esse ubi homines concordit-

    er vitam transigunt vitam humanam intelligo qu ae non solA sanguinis circula-

    tione

    6

    aliis quae omnibus animalibus s

    unt

    communia sed quae maxime ra-

    tione

    ver t

    Me

    mis

    virtttte 6 vita definittlr:

    T

    adujc

    el

    francs

    la

    [raduccin

    de

    Meschonnic de es(e pasaje,

    N.

    d.T)

    Ferdinand de Saussure, fcrits

    de Linguistique gnrrtle

    Gallimard, 2

    002.

    24

    Sin embargo es simple. Se trata de tener presente que la tica

    es el lugar mismo de la relacin entre el lenguaje y el vivir, entre

    la teora del lenguaje, las prcticas del lenguaje, y el pensamien-

    to de lo que puede o debe ser una vida humana.

    Dicho de otra manera, la tica y la teora del lenguaje son in-

    disociables. Incluso ellas no hacen ms

    que

    una sola actividad de

    pensamiento. Algo

    que

    no

    deja de tener consecuencias.

    La primera es que la tica es interminable, a la vez

    una

    siste-

    maticidad interna y algo interminable. Lo que muestra inmedia-

    tamente que esta sistematicidad no tiene nada que ver con eso

    que en el siglo XIX llamaban sistemas, conjuntos doctrinarios,

    dogmticos y cerrados sobre ellos mismos. Se trata al contrario

    de explorar todo lo

    que

    no se conoce de las relaciones entre

    un

    cuerpo y un lenguaje, de las relaciones entre una obra de pensa-

    miento y una lengua, de las relaciones de una manera tal en que

    no son las lenguas las que son maternas sino las obras

    las

    que son

    maternas, relaciones de interaccin entre el lenguaje, la tica y lo

    poltico de tal manera que la tica ya no sea la misma cuando se

    la piensa sola en ella misma o cuando se la piensa como actividad

    de lenguaje, igual

    para

    lo poltico, igual

    para

    la poltica.

    Pensar

    su

    necesidad

    reG.proca

    sita enseguida al eclecticismo

    como

    un

    compuesto socialmente encantador de oportunismo, de

    cobarda y de ausencia de pensamiento.

    Como cuando

    se afana-

    ban

    en casar a la fenomenologa con el estructuralismo. No olvi-

    dar

    que

    el

    casamentero es

    un

    personaje cmico.

    Pero

    van

    a decir que deliro, que desafiar

    de

    esta manera

    el

    es-

    tado

    razonable de los saberes

    no

    es ms que

    una

    fogata artificial

    de absurdidades.

    No

    es

    en

    cualquier utopa

    una

    fogata

    con

    el

    lenguaje estereotipado que es

    el

    del signo.

    Una

    cuestin de

    punto

    de vista, por consiguiente, si

    se

    presta un poco de atencin.

    Desde

    el punto

    de vista desde

    el que

    hablo, es

    el

    signo, esa

    acumulacin familiar de saberes, que aparece al contrario como

    25

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    8/24

    una esquizofrenia completa, una locura total, cuando el que vive

    nos muestra a cada instante que la supuesta separacin entre la

    forma y el contenido o el cuerpo y el alma no es y no fabrica ms

    que cadveres.

    Es aqu

    donde

    traducir tiene todo

    su

    lugar, y su papel em

    blemtico. Porque segn lo

    que

    se va traducir, lo que equivale

    a

    cmo

    segn lo

    que

    se hace

    con

    la palabra o la lengua, tradu-

    cir muestra la diferencia entre San Jernimo, parrn

    de

    los tra

    ductores, y Caronre,

    que

    transporta

    a las almas

    por

    la

    laguna

    Estigia. La diferencia est

    en

    lo que llega a la otra orilla.

    Donde

    resulta que es insuficiente ver a los traductores como pasadores

    {la metfora de predileccin

    de

    los traductores) ya que

    aronte

    tambin

    es un

    pasador. Una vez ms hay que ser exigente acer

    ca del estado en el cual llega lo

    que

    se ha pasado, lo

    que

    pas

    de

    lo que haba que pasar. Es algo

    muy

    distinto a hacer pasar

    un

    mensaje.

    Si

    l

    problema

    es una

    cuestin de puntos de vista, si acerca

    del lenguaje no hay ms que puntos de vista, estamos totalmente

    en el caso de lo que

    Kuhn

    deca de las teoras cientficas: hay que

    preferir la que

    es la

    ms fuerte, la que da cuenca mejor que otra

    de lo que se debe comprender. Y el signo

    es

    una teora dbil. La

    prueba es su compartimentacin del pensamiento, sus regiona

    lismos, la incapacidad en la que se encuentra de pensar el conti

    nuo cuerpo-lenguaje, el continuo lenguaje-poema-tica-poltica.

    Hay que pensar lo que el signo

    no

    permite pensar.

    Porque de qu hay que

    dar

    cuenca?

    De

    lo que se hace

    con

    el

    lenguaje como facultad de conjunto. Mauss deca que el ritmo es

    una facultad de conjunto. Y

    uno

    hace en y por el lenguaje que se

    invente el pensamiento y la prctica de las relaciones a s mismo

    y a los otros. Por consiguiente es

    un

    problema de tica. Un pro

    blema que transforma la tica as como ella transforma

    el

    pen

    samiento del lenguaje.

    Una

    hisroria de la tica sera una historia

    26

    del lenguaje, una historia del lenguaje

    es

    una historia de

    la

    tica,

    con sus efectos poticos y polticos.

    Para hablar con emblemas, como algunos nombres estn car

    gados de toda

    una

    hisroria, cumplida o incumplida, y por con

    siguience de

    un

    poder de direccin, se contina pensando Hegel

    y no se piensa, o todava no, Humboldt, se contina pensando

    Descartes, incluso De euze, y no se piensa Spinoza. Aclaro que

    uso estos nombres como adverbios, no como complementos

    de

    objeto del verbo pensar. Porque se trata de modos de invencin

    del pensamiento, no del estudio histrico o del comencario de lo

    que esos artistas del pensamiento han pensado.

    Esto

    es el

    combare del signo y del poema.

    Llamo poema a la transformacin de

    una

    forma de vida por

    una forma de lenguaje y a la transformacin de

    una

    forma de

    lenguaje por una forma de vida, ambas inseparablemence , o in

    cluso dira

    una

    im

    e

    ncin de vida en y por una invencin de len

    guaje, o incluso un mximo de intensidad de lenguaje. Vida en

    l

    sentido de una vida humana.

    Esta definicin misma,

    en

    parte, ya

    es

    una transformacin de

    la nocin habitual, cultural, formal, de poema. Pero, yo dira,

    ms en apariencia que en pa-rte. Porque yo planteo que

    un

    poema

    siempre fue eso, que

    es un

    universal potico, al cual Mallarm

    se

    aproxima, o que implica alusivamente

    y

    ah, parcialmente, cuan

    do

    opone nombr r a

    sugerir en

    su respuesta de 1891 a la encues

    ta literaria de Jules Huret.

    De

    esta definicin salen, a

    mi

    juicio, cuatro secuencias.

    La primera es que

    un

    poema es un acto tico. Porque hace su

    jeto, nos hace sujeto. De quien lo escribe, en primer lugar, fun

    damentalmente, pero tambin, y mucho ms, de quien lo lee y

    eventualmente

    es

    transformado

    por

    l. Si

    es un

    acto tico,

    un

    poema no es un poema ms que si en primer lugar es este acto

    tico, que transforma a la vez una vida y

    un

    lenguaje y de esa

    27

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    9/24

    forma tambin la tica:

    es

    una tica en acto de leng uaje. Su po

    tica no

    es

    otra cosa . Toda la diferencia con la esttica.

    La

    segunda consecuencia

    es

    que, ya que es la definicin mis

    ma del poema

    6

    , lo que se

    ll

    ama la poesa o ms bien la historia

    de la poesa, est llena de ellos, ya que ella est hecha de poemas,

    y

    lo

    verifica constamememe. Lo que

    ya

    debera consriruir

    un

    cri

    terio para reconocer

    un

    poema de aquello

    qu

    e hace todo para pa

    recerse a la poesa. Pero no, porque la historia

    de

    la poesa est

    tambin llena de eso que hace todo por parecerse a la poesa. As

    la

    cuestin de los criterios cabe emerameme en la nocin misma

    de valor. Toda la diferencia con los productos del mercado o de

    la moda. La potica es la tica del poema.

    Tercer efecto, esta definicin del poema desborda la defini

    cin tradici

    on

    al , que es esencialmente una definicin formal: los

    poemas de forma fija. Ella engloba todo lo que se puede llamar

    artes del lenguaje. En este sentido una nove

    la

    no

    es

    una novela

    ms que si tiene poema en ella. En ca

    da

    frase. Y eso no es ms

    que un ejemplo porque todo eso que llamamos gneros literarios

    est incluido all. Y otro tanto para aquello que corresponde al

    arte del pensa miento, que

    ha

    ce

    un

    poema del pensamiento.

    Lo que hace aparecer una cuarta consecuencia. Por su defi

    nicin misma, el poema encuentra y recomienza la invencin de

    vida como pasaje del principio de vida de roda criatura viva, tal

    como el comienzo del Gnesis (1, 24-25; 2,7; 6,7) hace su rela

    to fabuloso. Y en eso la invencin de vida del poema participa,

    como toda vida, de lo divino.

    El

    poema que

    es

    poema partici

    pa de es ta forma de

    una

    potica de lo divmo en lo humano, cui

    dando de no identificar este divino que es

    el

    pasaje de vida con

    Sobremiendo la diferencia que Porr-Royal hace enrre definicin de cosa

    y definicin de palabra. Tengo el derecho de ha ce r

    es

    ra definicin,

    qu

    e se r

    juzgada por sus consecuencia

    s.

    28

    un Dio

    s,

    cualquiera que sea. La paradoja es aqu la desteologiza

    cin de lo divino.

    De ah la nocin aparentemente extraa de un ates

    mo

    de

    lo divino, o de una ateolgica de lo divino de la vida, que

    no

    es

    orra cosa que un humanismo radica l, des teologizado, que hace

    de una tica del sujeto un universa l antropolgico potico, que

    hace de la antropologa

    una

    potica,

    de

    l

    potica una antropo

    loga. Y de la potica de lo divino el infinito de la historia,

    el

    in

    finito del sentido.

    El signo hace una antropologa de la totalidad, o de rotali

    zacones ta

    le

    s como que cada vez uno ms uno es igual a rodo,

    como la forma y

    el

    contenido son

    el

    todo del signo. Pero

    el

    poe

    ma es el infinito del sujeto, y el infinito del se ntido.

    De ah otra consecuencia de la tica del lenguaje y de la tica

    del poema, es la necesidad de una tica del traducir.

    Traducir -anrropolgica

    ment

    e una de las

    m

    s

    viejas

    activida

    des del lenguaje, desde las listas bilinges de los Sumerios. Tcnica

    de pasaje de una lengua a la otra. A pesar de las gramticas con

    trasti

    vas,

    masivamente, traducir casi no ha cambiado. Lo sagrado

    sacra

    li

    zaba

    el

    calco. Luego

    se

    pas de la palabra a la fra

    se.

    Vino la

    bella infieF . florin le sataba fragmentos a Cervantes y cargaba

    las rim

    as

    con otros de su cosecha. Despus el romanticismo

    de

    las

    espec

    ifi

    cidades nacionales trajo el gusto por la alteridad.

    Per

    o,

    desde siempre, lo que

    se

    traduce

    es el

    signo. De dos ma

    neras que

    se

    dan

    la es

    palda, pero ambas mantienen el signo: o

    apuman a la forma, o

    apuntan

    al contenido. El semitico en jefe

    7

    Traduccin de una ob ra

    lireraria de

    manera

    eleganre pero inexacra .

    Las

    be/les

    infide es rraducciones

    que

    se

    conforman

    a l

    gusro

    del p

    blico y a las reglas de urbanidad de la poca. Son traducciones de aurores

    gr iegos y larinos revisadas y corregid as para obrener una bella traduccin.

    Aparecen en

    el

    siglo

    XV

    II , mo menro en

    que

    la lengua francesa se

    impo

    ne en Europa N .d.T).

    29

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    10/24

    de este pensamiento del traducir Eugene Nida teoriza esta dua

    lidad como equivalencia formal y equivalencia dinmica.

    Otros

    hablan de lengua-fueme y de lengua-meta de fuentistas y metis

    tas. Cualquiera sea

    la

    terminologa el comportamiento

    es

    el mis

    mo prestarle atencin a

    la

    lengua de partida

    es

    prestarle atencin

    a la forma prestarle atencin a la lengua de llegada es prestarle

    atencin al contenido. Traducir la poesa dada

    la

    definicin for

    mal de la poesa es prestarle atencin a la forma t raducir todo el

    resto con libertad para pretender a lo narural para que

    la

    traduc

    cin no renga la apariencia de una traduccin de ser el calco de

    una lengua exrranjera.

    El desafo es doble. Por una parte

    la

    mira en

    el

    contenido ve

    rifica que se transmite un mensaje: traducir muestra que la nocin

    de comunicacin pasa por el lenguaje.

    Lo

    que refuerza el semiotis

    mo del signo e ilustra que la nocin de comunicacin

    es

    un obst

    culo mayor para pensar

    el

    lenguaje para dejar que pase

    el

    lengua

    je un obstculo epistemolgico un obstculo potico un obst

    culo tico un obstculo poltico. Pero

    el

    signo no lo

    ve

    Por otra parte la mira en el contenido muestra y enmasca

    ra a la vez que el desafo

    es

    la identidad contra la alteridad. La

    anexin.

    Y

    todo eso

    se

    hace con la nica idea de que es la lengua

    lo que se traduce. La lengua el signo dos razones para no saber

    lo que se hace. Y doble error.

    nvertir la anexin como descentramiento pero permanecien

    do en la unidad lengua de lengua a lengua sera otro error y

    equivale a permanecer en el signo proyectndose en

    una

    mitolo

    ga de las lenguas y del lenguaje que contina ignorando el dis

    curso el poema.

    Porque de la lengua slo se tienen discursos. ada vez un ha

    bla.

    Y

    si es poema incluso poema del pensamiento lo que hay

    que traducir y no

    se

    traduce ms que

    el

    signo

    se

    perdi

    el

    poe

    ma. Donde se sitan algunas ideas preconcebidas famosas acer-

    0

    ca de lo i n t r d ~ c i b l e c ~ r ~ de lo indecible. Es que entre lo que

    hay que traductr y elmdmduo que traduce est la representacin

    del lenguaje y de la poesa de quien traduce. Es su representacin

    del l e ~ g u j e lo que un traductor proyecta sobre lo que hay que

    rraduetr

    es

    su representacin del lenguaje lo que en primer lugar

    muestra roda traduccin.

    Planteo

    que

    lo imraducible es el efecto

    de

    teora del signo

    confundido con el poema que un poema es cada vez lo que des

    plaza y desborda lo indecible otra inrerferencia del signo.

    Si para traducir un poema se traduce una forma no se tra

    duce un poema sino

    una

    representacin de

    la

    poesa lingstica

    y poticamente falsa: lingsticamente porque las unidades tra

    ducidas son las de la lengua; poticamente porque un poema

    es

    algo distinto a una forma y a un contenido. a unidad potica

    es

    el poema no las unidades lingsticas que l contiene.

    Lo que muestra la historia de la traduccin la historia de los

    poemas la historia de los grandes poemas es que la identidad no se

    opone a la alteridad sino que la identidad slo adviene por la alteri

    dad. As el pasaje de la anexin

    al

    descentramiento poticamente

    no puede seguir siendo pensado en trminos de lengua sino en los

    trminos de lo que una obra le hace a su lengua de lo que traducir

    en esta relacin con

    la

    alteridad le hace a

    la

    lengua de llegada.

    Lo

    que pone en el pasado tericamente el borra miento del traductor y

    el borramiento de la alteridad. A menos que nos limitemos a

    la

    len

    gua y al signo. Entonces ms valdra abstenerse del poema.

    El signo

    en

    lugar del poema es sin embargo la calamidad que

    producen dos situaciones del traducir. Una es el semiotismo es-

    tablecido que auronomiza

    el

    traducir para hacer del pensamien

    to del traducir una rraductologa. Ya que esta autonoma es fa laz.

    En realidad traducir

    es

    entonces visto enteramente y practicado

    como una hermenutica referido a los conceptos de la hermenu

    tica traducir es por consiguiente una forma de la hermenutica.

    3

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    11/24

    En este semido, no hay uaductologa. Y

    la

    hermenutica es una

    prctica del semido que slo conoce el signo. Por ms legtima que

    sea la hermenutica en ella misma, compruebo, desde l

    pumo

    de

    vista del poema, que ella se equivoca doblemente cuando reduce

    un poema a una verdad o a un sentido, o a varios semidos. Porque

    l sentido

    es

    solamente del signo . A esro se suma mro error can

    nico,

    l

    que consiste en atribuir la polisemia a

    la

    poesa, mientras

    que la polisemia es la banalidad misma, en lengua.

    O una vez ms,

    la

    hermenutica aplicada a las cosas de la tra

    duccin termina en una psicologa del traducror,

    la

    de sus estados

    anmicos, y no repite ms que

    la

    s banalidades acerca de la fideli

    dad o la naicin, sobre el hecho de que hay connotaciones, y con

    funde el traducir con la posibilidad de hablar del

    lenguaje-

    el me

    talenguaje- para terminar de constatar, a pesar del motivo de lo

    intraducible, que la traduccin existe. Pero es una constatacin, no

    es una tica. Y segn la oposicin emre la letra y

    el

    espriru.

    La hermenutica, por esta razn misma, descuida el poema y

    la

    tica. Confunde

    la

    tica del poema,

    la

    tica del continuo cuer

    po-lenguaje, forma-sujeto, con el literalismo. Porque no conoce

    ms que

    el

    signo.

    La

    otra situacin calamitosa, pero al mismo tiempo sutilmen

    te cmica, desde el pumo de vista de

    una

    tica del traducir,

    es

    la empresa que consiste en yuxtaponer un entendido en la len

    gua, por consiguieme un entendido en contenidos, y un artista

    de

    la

    lengua, poeta, escritor, que va a aportar el estilo, porque la

    encarnacin misma del signo se da en dos personas. Sin olvidar

    el

    efecto taimado que

    el

    supuesto palabra a palabra que da aquel

    que conoce la lengua al que no la conoce no es ms que un

    u -

    rer decir

    Es

    justamente por eso que el

    Cd

    igo de deontologa

    del traductor literario

    8

    ,

    cuando habla de obligaciones morales

    Di la referencia en e l caprulo Una

    t

    ica del traducir , l

    32

    y de normas ticas , inscriba en su artculo I: Cualquiera que

    ejerza

    la

    profesin de 'raductor afirma de esa manera poseer un

    conocimiento muy seguro de

    la

    lengua a partir de la cua l l

    na

    duce [ .. y, en su artculo 2, se abstiene de traducir un texto

    del cual no podra dominar la escritura o el campo de conoci

    mientos que l implica .

    Sin embargo

    es

    una prctica difundida, en

    lo

    s poetas,

    y

    en

    tre poetas, y pa;ticularmeme para un texto llamado sagrado

    ,

    como

    la Biblia.

    La

    prccica es muy

    comn

    en ingls, en espa

    ol. Tambi n se lo vi en francs. Lo

    qu

    e inmediatamente sus

    cica un problema tico. Hay dos clases de traduccin : traduccio

    nes en lengua corriente, e incluso bsica, para pblico poco cul

    to, y aquellas donde imervienen poetas, escritOres, para

    un

    p

    blico ilustrado.

    Pero este horror tico no parece perturbar a los religiosos,

    porque la traduccin que busca la lengua corrieme

    en

    primer lu

    gar busca la clientela. Ya que se trata de convertir. Nida cita la

    palabra de un indgena de Amazonia: No saba que Dios habla

    ba mi lengua. Un tpico cristiano. Y

    ah

    se acumulan dos modos

    opuesros de desescritura, y de ausencia de tica. El de la lengua

    bsica desescribe el poema, el recitativo de esros textos, deprecia

    dos

    al

    rango de instrumemos al servicio de lo religioso. El otro,

    reescrito por escritores, reemplaza al poema por la poetizacin ,

    una poetizacin que deja intactos los ideologismos de lo religio

    so, que pertenecen a lo teolgico-poltico. Dos formas opuestas

    de instrumemalismo,

    ll

    enas de buenas

    in t

    enciones.

    La cuestin que tan a menudo se agita acerca de las razones

    para retraducir, y justameme eso que

    se

    ll

    aman

    los grandes tex

    tos (a los otros, no se los retraduce) podra verse, desde el pun

    to de vista de una tica del lenguaje, de

    una

    tica del poema,

    como un desplazamiento de la tica hacia un desafo esttico, o

    poltico-religioso, y los dos juntos para un texro

    como

    la Biblia,

    33

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    12/24

    f ~ n ? a ~ o r

    del Occidente c

    ultur

    al, sobre todo si

    se

    compara el

    dommw

    francs con

    el

    domino ingls, que

    ri

    ene ese logro de la

    King James Version, y con el alemn, que hizo Lutero. La ven

    taja de volver a ve r esto como una cuest in de tica del poema,

    de

    t

    ica del lenguaje, es que la tica mantiene todo junto, contra

    el desconocimiento del continuo lenguaje-poema-tica-poltica.

    Lo que

    la

    hermenutica no puede ver, ya que est en

    lo

    discon-

    rinuo del signo.

    A di f

    erencia de la hermenutica traduciente,

    qu

    e

    no pue

    de producir ms que el borramiento del continuo, la tica del

    traducir es una escuch a del c

    untinuo en el poema

    , la escucha

    no de eso que

    di

    ce sino de eso que

    un

    poema

    ha

    ce, y

    que

    lle

    va

    en

    su contenido lo que dice. Porque si no se ve ms que lo

    que dice, slo se tiene lo que dicen las palabras, se hace her

    m e n ~ u t i c a sin saberlo. As

    como

    no hay

    poema m

    s que si hay

    una

    et1ca del

    poema

    , no hay

    t

    ica del traducir

    m

    s que en esta

    escucha.

    Lo que se puede ver ms de cerca si se reconoce que un poe

    ma es lo que un cuerpo

    le ha

    ce al lenguaje:

    una

    semntica serial.

    Es

    el

    ritmo c

    omo

    organizacin del movimiento de

    un

    a palabra,

    (y

    ya no su definicin cls ica,

    qu

    e es la del signo, como alternan

    cia binaria de lo mismo y de lo diferente) en el continuo ritmo

    sintaxis-prosodia, en el encadenamiento de todos los ritmos, rit

    mo

    de

    ataque, ritmo de las finale

    s,

    ritmo de posicin, ritmo de

    repeticin, ritmo prosdico, ritmo sintctico.

    Esta atencin no es habitual, no se la ensea, hasta donde s9.

    Hablar de lo

    qu

    e un cuerpo

    le

    hace al lenguaje puede parecer

    ex-

    trao e incomprensible. Sin embargo hay

    un eje

    mplo concreto, en

    lo que dice Marina Tsvietieva: a fuerza de gritar, de saltar, de an-

    p .

    G'

    mno

    , e

    nrr

    c orros, a cra rd Dessons-Henri Meschonnic,

    Trait du

    rythme Des

    vers

    et

    es proses

    Dunod , 1998.

    34

    dar por ah, llego hasta el sentido

    1

    . Y en un carnet de 1940: mi

    dificultad (para escribir versos y tal vez, para otros, la compren

    sin) es t en la imposibilidad de mi problema, por

    ej

    emplo, con

    palabras (

    es

    decir pensamientos) decir un gemido: a-a-a. 1

    Con

    pa

    labras, pensamiemos, decir un sonido. Para que en los odos quede

    solamente

    a-tt-a .

    P

    or qu

    semejantes problemas?

    Donde lo notable es que Marina Tsvietieva invierte lo que

    yo llamara el pr0blema de Wittgenstein, cuando Wittgenstein,

    ya no

    s dnd

    e, observa

    que

    con palabras,

    con el

    lenguaje, si

    digo que me duele

    un

    a muela, no pue

    do

    co

    muni

    car

    mi

    dolor, no

    hago ms que hablar de l, y

    es

    roda

    la

    heterogeneidad tradicio

    nal em re el lenguaje y la vida, lo abstracto y lo concreto. Y desde

    el

    punto de vista del poe

    ma

    , la famosa ob

    se

    rvacin de Adorno

    en

    1949,

    que es brbaro e imposible escribir poemas despus de

    Auschwitz no hace ms que llevar al extremo la misma incapaci

    dad de entender lo

    qu

    e hace un poema. A lo cual, idea preconce

    bida contra idea preconcebida, se opone la poesa

    de

    Paul Celan.

    Adems, Adorno

    most

    raba tal vez, sin saberlo, que la incapaci

    dad

    de sostener la tica del poema estaba acompaada

    de

    una

    incapacidad de lo poltico, situado en un eclipse de la razn .

    Pensar la tica del poema

    mu

    es tra que las dos incapacidades son

    una sola y la

    mi

    sma. Entonces dira, paradjicamente, que si uno

    no piensa

    l

    poema tampoco piensa lo poltico. Sino como

    una

    categora autnoma, un paradigma del signo.

    Es la fuerza de esta meditacin de Marina Tsvietieva, que

    tambin riene esta

    not

    able propiedad de invertir

    otra

    represen-

    10

    Rilke, Pasre rnak, Tsvera ieva,

    Correspondance a trois t 1926

    Gallimard, 1983, p.208 .

    11

    En

    Tsvetaiva A Pictorial Biography

    ed irada por Ellendea Proffer,

    Ann

    Arbor, Ardis, 1

    980

    p.35. Para ms deralles remiro a

    La rime et l vie

    Verdier,

    1990, p.208-231.

    35

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    13/24

    racin comn, que pondra el gemido del cuerpo ntes

    de

    su ex

    presin por el pensamienro, mientras que ella plantea que es l

    efecto mismo del poema, es su retroactividad lo que deja or l

    cuerpo.

    La

    queja.

    Y si el poema, como habla de l Marina Tsvierieva, es nico

    en hacerle al lenguaje lo que le hace, sera un error

    es el

    mismo

    error cannico - ver all

    un

    desvo, una desviacin, en relacin .

    al lenguaje ordinario. Para no volver a caer ah tontamenre, bas

    ta con atenerse a la sisremaricidad especfica de lo continuo, que

    no se opone al lenguaje ordinario , por la razn de que eso que

    se llama as es una multiplicidad

    de

    otras sisrematicidades, y que

    no tienen para nada

    la

    misma tica.

    La tica del traducir,

    es

    traducir

    la

    subjetiv

    ac

    in mxima de

    un

    sistema de discurso que

    un

    poema

    ha

    ce. Dicho de

    otra

    ma

    nera, es

    el

    signo lo que se traduce. Dejar

    el

    poema activo, si no,

    traducir es destruir.

    Y por oposicin a la antropologa de la totalidad que el signo

    hace, traducir un poema a poema participa del infinito. Traducir

    un

    poema a un enunciado, en los trminos y los medios del sig

    no,

    es ll

    evar

    el

    infinito a la totalidad.

    El

    poema desapareci por

    que

    la

    tica del poema desapareci. Despus, vienen l

    as

    lgrimas

    de cocodrilo acerca de lo intraducible.

    Por eso yo dira que el nico medio, no de salir del signo, ese

    juego de sociedad de los aos sesenra y los que siguen, cua ndo se

    agicaban los seuelos de Bataille y

    de

    Arraud (ellos son todo sal

    vo

    seuelos,

    se

    haca de ellos seuelos),

    el

    nico medio de pensar

    lo

    s lmites del signo, es pensar el poema como la tica ms fuerte

    del lenguaje, precisamente porque

    el

    poema

    es el es

    labn dbil de

    la racionalidad del signo: el signo se rompe en el poema.

    La sistematicidad interna de la teora del lenguaje, llevada a

    su intensidad mxima por el poema, segn su encade

    nami

    ento

    lenguaje-poema-tica-poltica, hace del poema un acto

    de

    vida.

    36

    Lo que permite reconocer eso de lo cual algunos regmenes

    polticos ofrecen por ellos mismos la i l u s t r c i ~ y la o n f i r m ~ -

    cin, que la tica del lenguaje, que hace una mvenc10n

    conn-

    nuada de vida, se opone a todo lo que es un atentado a una vida

    humana.

    Donde

    conviene particularmente reconocer lo teolgi

    co-poltico como

    una

    cu ltura del odio. Lo que pone a Hegel en

    el

    museo: ya basta de la configuraci

    n

    que en l

    opo

    na

    una

    re

    ligi

    n

    del amor a una religin del odio. Nos acordamos que as

    designaba al cristianismo y

    al

    judasmo.

    Fuera del dualismo del signo, entonces podemos des plazar el

    paradigma teolgico. Desde el punto de vista de la tica del len

    guaje, de la

    t

    ica del poema, el paradigma teolgico es el paradig

    ma que opone lo teolgico-poltico a

    una

    desceologizacin radi

    cal de la tica,

    es

    decir paradjicamente a la vez de lo divino de

    lo humano. La tica del lenguaje, a contra-cultura, contra todo lo

    que conduce este mundo, ms o menos a su prdida, trabaja en

    ronces en

    desteologicopolitiz r

    el lenguaje, el poema, la tica la

    poltica. Eso de lo cual, naturalmente,

    nu

    estra cultura del signo ya

    no tiene ni idea puesto que ella no tiene teora del lenguaje.

    Lo cmico que no

    s e

    percibe de la situacin, lo veo en la tra

    duccin,

    por

    ejemplo, de los textos religiosos por los religiosos.

    asca con que ellos vean all su verdad para dividir en dos la ti

    ca del lenguaje a traducir: la verdad, necesariamente su residuo,

    la forma.

    De

    esa manera debilitan y destruyen el objeto mismo

    de su devocin.

    No

    traducen

    el

    poema, se persignan.

    Pensar no es pensar sin la teora del lenguaje, pensar, es tra

    bajar en transformar el pensamiento. De lo contrario, es el man-

    tenimiento del orden. Pensar, entonces es actuar sobre la socie

    dad, o no es nada. Es decir que pensar y la tica, es todo uno,

    la tica del lenguaje, contra los cu ltos de la muerte en nombre

    de

    un

    Dios o no, es el sentido de

    una

    vida

    humana

    .

    37

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    14/24

    Toda la diferencia entre

    rtc

    tividad

    y

    prod

    ucto

    Que saco de

    Humboldt. Y que hace que la modern

    idad

    J e una obra no sea su

    ca rc ter nue

    vo

    o reciente s

    in

    o su capacidad de ser activa indefini-

    damente y de ese modo estar indefinidamente presente en

    l

    pre-

    sente. De eso hago inmediatamente la definicin de la escritura.

    Nada que .ver con

    l

    estado de lengua, que puede ser antiguo.

    Las lv tl y Una Noches

    de Ga

    ll

    and, o la King James Version

    de 161 1, o el Edgar Poe de Baudelaire, por ejemplo, duran como

    obras. Son escri[Uras.

    _ Es inm ediatamente, lo contrario de eso que se ense-

    Ensen

    ar

    la

    a n ~ p a c i a l

    nico efecro de signo, es ense-

    nar a hacer desescn[Ura, cuando hay una escritura. Por consi-

    guiente

    s e ~ r

    a hacer malas traducciones. La paradoja es que

    son las excepciOnes es decir

    lo

    s logros, las que deberan marcar

    la pauta.

    Qu

    ley? La ley de la subjetivacin mxima de

    un

    sistema de

    por el cual, cua lquiera

    qu

    e sea el gnero literario, e in-

    ~ v e

    los textos filosficos, s i hay lo que llamo

    un

    poema, in-

    clusive un poema del pensamiento, est la transformacin de una

    forma de lenguaje por

    una

    forma de vida y la transformacin

    de

    un

    a

    f o r ~ a

    de vida

    por

    una forma

    de

    lenguaje. Es lo

    qu

    e hace

    una escmura la invencin de una oralidad.

    Y

    que

    es

    capa de los forma

    li

    smos de la estilstica y

    de

    la ret-

    nca que refieren todos a una representacin del lenguaje como

    lengua y signo.

    Traducir el signo en lugar de

    tr

    a

    du

    cir el poema, es desescribir.

    Es claro pues que escribir supone repensar toda la teora del

    lenguaje.

    Y

    que

    tr

    a

    du

    cir es la prctica

    qu

    e, m

    s

    que cualquier

    orra, la pone en juego.

    La

    conclusin

    es q1 1e

    el desafio del rraducir

    es

    transformar toda

    la teora del lenguaje. S

    una

    verdadera revolucin cultural.

    84

    V

    FIEL

    INFIEL

    CASI

    LO

    MISMO

    GRACIAS MI

    SIGNO

    Digo gracias mi signo como se dice gracias Dios mo.

    Una

    manera

    de deci

    r: fiel

    , infiel, todo eso son antiguallas.

    A

    qu su-

    jeto se dirigen esas palabra

    s?

    Todo este as

    umo

    es una cuestin

    de punto de vista.

    Hago esta reflexin nicamente sobre y a partir de eso que

    se llama corrientemente traducir, aparentemente de una lengua

    a otra.

    Es decir

    qu

    e la primera cosa que hay que encontrar, la con-

    dicin previa terica, es hacer e

    nt

    e

    nd

    er que

    l

    obstculo mayor

    es la asim

    il

    acin imprec isa, metafrica, entre

    entender

    y

    traducir

    heredada de la esencializaci

    n

    del lenguaje en Heidegger. Seg

    n

    la cual, co mo en los dos casos hay

    interpretacin

    entender es ya

    traducir, y

    tr

    aducir, desde luego, supone e

    nt

    e

    nd

    er. Pienso en al-

    g

    uno

    s

    fi

    lso

    fo s

    e incluso en cierra elaboracin

    fi

    losfica,

    Paul Ri cre

    ur

    repres

    enta

    a la pe

    rf

    ecci

    n

    , por ejemplo en su

    lt-

    bro Sobre la traduccin que

    ya

    cit, y donde retomaba a George

    Steiner. Misma especialidad para decir banalidades con un tono

    profundo: remover las ideas preco ncebidas de fid elid ad y trai-

    cin. Lo que explica tal vez

    l

    efecto meditico, la respuesta para

    85

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    15/24

    d h

    o_

    rizontt: p e c t a t i Riccc

    ur

    ;tdel

    ama

    pues

    como

    dcscu-

    rlllllcmos ljlte es nor

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    16/24

    vida, ambas insepar.tblcmentc. Lo que hace eventualmente del

    pen sa miento un poema,

    y

    que se pueda hablar de un poema del

    pensamiento. Si hay un poema del pensamiento, hay que tradu

    cir este poema, no

    el

    signo. Cuando se traduce en los trminos

    del signo, no es lo que hay que traducir lo que se traduce, es su

    propia representacin d

    el

    lenguaje,

    en

    los trminos del signo. A

    partir

    de all, ya no s

    si

    lo que a

    nun

    ciaba como

    un

    a buena noti

    cia

    es

    una buena noticia, porque

    el

    problema

    es

    mucho ms dif

    cil de

    lo

    que uno cree ame un texro a traducir. Y

    el

    traducir uo es

    lo nico que puede resolverlo. Pu

    es

    to que es el problema de roda

    nuestra represe

    nt

    aci

    n

    del lenguaje,

    y

    ella es t hecha de tal ma

    nera que no nos da ni razones ni medios para resolverlo.

    Segundo golpe

    precisamente, mostrar que lo que tomamos por

    la

    natur

    a

    le

    za del lenguaje, seg

    n

    los medios del signo, no

    es

    ms

    que una representacin. Por una parte, es posible a partir de

    la

    antropologa,

    la

    que nos permite salir del tarro en

    el

    que nos agi

    tbamo

    s,

    y a partir de la experiencia del poema; y por otra par

    te

    es

    necesario para tomar

    not

    a de los efectos del signo,

    y

    de sus

    lmites . Se trata pues de hacer la crtica del signo, donde nada

    ms que la asociacin de los

    do

    s trminos muestra lo que hay

    qu

    e entender por crtica Es

    el

    estudio del funcionamiento y de

    los efectos de teora. En lo cual la crtica es constructiva lo digo

    ya

    qu

    e a lgunos creen que ella es destructiva, cuando no la con

    funden c

    on

    la polmica e incluso los hay que

    di

    cen que es

    ju-

    da), y

    es tambin, por

    es

    o mismo,

    el

    trabajo de reconocimiento

    de los efectos en l

    as

    prcticas,

    por

    los cuales se desprende la di

    ferencia

    ent

    re

    las teoras dbiles

    y

    las teoras fuertes. C uestin de

    ren

    dimi

    e

    nt

    o.

    El signo es un conjunto cultural omnipresente, desde hace

    casi

    do

    s mil quinientos ao

    s.

    Tiene

    la

    fuerza de

    lo

    familiar refor

    zado por las ciencias del lenguaje, en su estado general. Est re

    presentado de

    man

    era corriente segn

    el

    dualismo de la forma

    y

    88

    del co

    nt

    enido, de la letra

    y

    del espritu, donde se inscribe la di

    ferencia de las lenguas, a traducir eve

    ntualm

    ente . Estn las gra

    mticas

    y

    estn los diccionarios. Esta dualidad tambin caracte

    riza a la repre

    se

    ntacin lingstica. As pues, cuando se traduce,

    se traduce de

    un

    a lengua a otra lengua,

    es

    la evidencia.

    Aq

    u

    hay dos efectos de teora. Uno es que las ~ o s a s dell.en

    guaje - es decir del signo tomado co

    mo

    l

    ~ e n g u a J

    -

    u ~ u -

    yen un modelo

    lin

    gstico. Es

    l

    asunto

    m1

    sr:'o

    l.as c1enc1as

    del lenguaje, de la lingstica general y de l

    as

    lmgu1s

    t1ca

    s

    ~ g u a

    por lengua. El otro efecto es que este tal

    c o ~ o ~ s t a

    re

    presentado, segn los trminos de los hnglllstas, en

    s g m f i c a n ~ e

    y significa

    do

    , no hace ms que yuxtaponer,

    como

    dos heteroge

    neos

    uno

    con

    el

    otro,

    el

    sonido y el

    se

    ntido.

    Y lo que mues

    tr

    a la crtica del signo, desde

    l

    p u ~ t ~

    de vista

    en

    el que me sito, es que

    l

    signo no es

    en ab.sol.uro u n c ~ m e n r e

    un

    modelo lingstico, sino un modelo consmllldo

    de se1s

    para

    digmas, to

    do

    s binarios, de manera que el signo

    es

    seis veces

    ~ o s

    igual a do

    s;

    y por otra parte,

    de es

    tos dos consmuyentes del. sig

    no,

    uno

    roma empricame

    nt

    e

    el

    lugar del otro , .que

    c u n o ~ a -

    mente a la vez escamoteado y mantenido. Los

    se1s segun

    la mis-

    ma

    homologa

    1

    Pero el signo, por

    l

    mismo, no lo deja ver. , .

    Los efectos de teora del paradigma lingstico son la reronca

    de lo propio y de lo figurado,

    el i m o l o g i s m ~

    en aquellos

    q ~ e to -

    man el origen por el sentido (como Chouraqm en su traducc1on de

    la Biblia) y

    es la

    oposicin entre prosa

    y

    poesa, de la cual Shelley

    deca en

    efense

    o Po

    etry

    que era

    un e r ~ ~ r

    vulg:C. Es

    t a ~ ~ i n

    lo que Sau

    ss

    ure llamaba las division

    es

    tradiciOnales y que cnuca

    ba: lx ico, morfologa, sintaxis. Es la primaca de la

    l e n g ~ a lo

    que

    impide pen

    sar el

    disc

    ur

    so. Es

    el

    lenguaje potico conceb1do como

    ' Reenvo a

    rica del lenguaje,

    dca

    del traducir,

    ur

    genre ,

    JI.

    89

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    17/24

    una desviacin

    en

    relacin al lenguaje ordinario - lo que agrava la

    vieja pareja, a la Heidegger, de

    lo

    aurntico y de lo inautntico,

    ah

    d?nde Malinowski descubra

    la

    funcin Hrica. De

    sde el punto

    de

    s ta en el que me sito, lenguaje potico y lenguaje ordinario son

    dos entidades

    reales-

    fantasmas de pensamiento. Raro efecto

    de

    lenguaje, que

    el

    rea

    li

    smo produzca fantasmas.

    Luego est el paradigma filosfico, que, al oponer las cosas y

    las palabras, c rea el viejo problema, que hay que retomar en sus

    implicaciones ticas y polticas, del realismo y del nominalis

    mo. Veamos a Hegel: la palabra es la muerte

    e

    incluso el asesina

    to de

    ~ o s a .

    Co.n ese viejo Guiol que es la cuestin del origen.

    Pero el Siempre Juega: por ejemplo Merritt Ruhlen: 1he Origin

    ofLanguage 1

    994 traducido

    en 1997

    con el rtulo

    de L Origen

    de las

    Lenguas.

    Subttulo:

    En las huellas de

    la

    lengua madre.

    Y se

    confunde origen y funcionamiento , arbirrario y convencin . Es

    uno de

    l ~ s

    lados cmicos.

    El

    otro

    es

    que no se retienen ms que

    pareCidos. : e ~ o lo que ms cuenta son las diferencias: hay que

    fiprse en los stnonimo

    s.

    Y el para digma antropolgico opone el lenguaje a la vida, lo

    general a lo

    panicular

    , pero tambin, en Lvy-Bruhl, lo civiliza

    do Y

    lo

    primitivo. All tambin hay razones para reconocer que se

    opone no el lenguaje a

    la

    vida -como

    ha

    ce Wittgenstein , como

    hace ~ ~ o r n o sin.o una representacin del lenguaje a una repre

    sentacwn de la v1da. Hay all necesariamente repercusiones so

    br

    e

    el

    pen

    samie

    nto

    y la

    pr

    ctica del

    tradu

    cir. Y sobre la

    conf

    u

    sin

    ent

    re palabra y c

    on

    cepto.

    Pero es algo qne no termin. El academicismo se renueva.

    Lvy-llruhl opona

    el

    adulto normal

    ma

    sculino civilizado blanco

    no solamente al primitivo, sino al conjunto de la mujer, del loco,

    del nio, del salvaje y del poeta. En es ta lgica est

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    18/24

    S, wdo eso es para aborrecer.

    Pero el signo, es

    t m b i ~ n

    su paradigma social, la oposicin del

    individuo a la soc iedad. El tambin tie

    ne

    sus ideologismos, sus

    teologismos: como el individualismo destrucror de la sociedad

    occidental, para socio-telogos como GiBes Lipovetski o Luis

    Dumonr. Para quien el modelo de la jerarqua es la sociedad

    de

    las castas

    en Indi

    a y el seg

    undo

    relaco

    de

    la Creacin, en

    el

    Gnesis la historia de la costilla.

    En la medida en que este

    paradigma

    tuvo efecros literario

    s

    es

    tambin

    a la vez un

    paradigma

    del lenguaje y un

    marcador

    del traducir.

    El ltimo

    paradigma

    del dogma es

    una

    apora de lo poltico,

    l

    oposicin propia del Co

    ntrato social

    entre

    minora

    y mayo

    na

    que cumple perfectamente la maniobra del escamoteo-mante

    nimiento

    de

    la minora. Es un convencionali

    smo

    poltico. Donde

    se inscribe el mico literario del horizonte de expectativa. Que

    plantea

    tamb

    in el problema

    de

    la inteligibilidad del

    pr

    ese

    nt

    e, de

    la

    impr

    evisibilidad del pasado, efectos de poder del

    nmero

    ms

    ~ r n d e

    sobre las ideas preconcebidas, donde se inscriben eso que

    tienen de reve

    lador

    las demoras de la traduccin:

    LTJ Lingua

    Tertii lmperii)

    de Vctor Klemperer, traducido con el ttulo de

    La lengua

    del

    Reich

    en 1996, tard cuarenta y nueve aos en

    ser traducido en Francia, mientras que era un xito

    de

    librera en

    Alemania desde 1947. Ejemplo-tipo de la poltica del traducir, las

    demora

    s o las celeridades de la traduccin.

    El signo, es rodo eso, y que se sostiene. Es una fuerza, una

    o ~ n i p r e que

    determina

    una desco mposicin del pensa

    mtenro: del pensamiento del lenguaje, del pensamiento del poe

    ma , del pensa

    miento

    de l tica y del

    pensamiento

    poltico.

    Ahora

    bien traducir trabaja en la crtica del signo, por su his

    toricidad propia. Traducir no est aislado en

    un

    a autonoma de

    pro

    ce

    dimientos. La transformacin de las lgicas imerculturales

    92

    (la descolon iLacin, el primit ivismo) y la

    tran

    sFormacin en l

    pensam ienco del lenguaje,

    por

    la nocin

    de di

    scurso,

    han

    trans

    formado, o rrahajan para tra nsformar

    el

    traducir.

    Pero hay que reconocer que

    lo

    que rein

    a

    en el pensamiento

    del traduci r, es la lingstica de l traduccin, con la expansin

    de las nociones de equivalencia formal y de equivalencia din-

    mica, seg

    n

    Eugene

    Nida. Lo

    que equivale a la s

    obrcimpo

    sicin

    de la ~ o r m s

    obr

    e la lengua de

    partida

    y del contenido sob re la

    lengua de llegada. Lo binario del signo donde la pragmtica no

    hace ms que agregar el

    acop

    lamienro estmulo-respuesta sobre

    el acopla

    mi

    enro forma y se

    ntid

    o. El empirismo tanto como la

    hermenutica refuerzan este esquema. Y

    sin embargo

    este esque

    ma

    que reina, es malo para l traduccin.

    Quiero hacer que se o iga que lo fami liar, lo aparentemen-

    te razonable, lo que se ensena como la verdad y la naturaleza,

    el

    signo, es una locura una esquizofrenia del lenguaje. Tal vez

    se olvidaron,

    pero

    es el cer golpe. La paradoja , si se piensa

    en

    Iza ra, en Anton in Artaud , es que l relacin con el cuerpo y

    con el

    grito pasa por es

    tar

    cerca de la locura. Mientras que lo

    que es un a locura es la separacin del lenguaje en dos elcmen

    ros radicalmente heterogneos uno co n el otro. Lo que hace

    que luego se confecc

    ionen

    pasajes: el

    simbo

    lismo de las sonori

    dades que conForma un originismo, o un a motivacin

    por

    ex

    presividad, o la duda prolongada enrre el sonido y el senrido

    como dice Valry. Mientras que desde el

    punto

    de vista de la

    experiencia de pensamiento que es el

    po

    ema, y que desborda

    rodo

    experimenralismo

    y

    toda m

    stica,

    en

    el lenguaje

    hay

    t

    an-

    to di sconrinuo, como tambin hay cominuo. Pero el signo no

    lo sabe, e

    impide

    saberlo.

    El

    signo es el ejemplo mayor de que cada saber produce una

    ignorancia especfica, no lo sabe y esconde por consiguiente que

    esconde

    lo

    que esconde.

    93

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    19/24

    En eso

    el

    signo se parece perfect:l me me a lo que hace la tra

    duccin corriente, a l

    que

    ll

    amo

    una borrante.

    Enronce\ hay que provocar, partiendo de la experiencia del

    poema y de l experiencia de traducir un poem:1, una crisis de

    signo. Crisis de signo: alusin, desde luego, a

    Crisis de

    verso de

    Mallarm

    .

    Pero el desafo

    es

    forzar m:s, y ms all de una dife

    rencia de {poca,

    un

    malestar. Se trata de reconocer

    un

    universal

    ocultado por

    el

    desco

    no

    cimiento,

    y

    un

    a coherencia hasta

    aqu

    desapercibida.

    Se trara de perturbar

    al

    signo, esta locura del lenguaje.

    Y,

    so

    cialmente, esta locura de perrurbarlo. Y mostrar

    la

    f t ~ e d d

    en la

    ilusin Jc lo ilimitado,

    es

    decir su lmites, es

    la

    utopa y

    la

    profe

    ca de la teora del lenguaje: utopa, porque ella no tiene lugar y

    porque se la desva; profeca, porque rechaza las ideas preconce

    bidas. Estas dos condiciones le dan su libertad.

    Desestabilizar al signo. Sin repet ir la seudolocura de los aos

    sese

    nta

    qu

    e propona

    una

    salida fuera del sig

    no

    . Ese nietzsch is

    mo literario que, Je una manera bastardeada,

    es

    prolongado por

    el

    descontruccionismo. O, mostrar la fuerza,

    y

    las debilidades,

    del signo. Dar un golpe de Biblia en el signo. Un golpe de ritmo.

    Un golpe del ritmo, del poema. El signo se rompe en el poema.

    Su

    es

    labn ms dbil. Un golpe de historicidad radical contra su

    esencializacin, su dualizacin en cadena. Para desencadenar una

    precipitacin de sus paradigmas que poco a poco perderan sus

    elementos como, en los dibujos del humorista Ronald Searle, los

    libros perderan sus letras. Para dar lugar a O(fOS paradigmas.

    Un nuevo elogio de la locura, tal vez.

    Y

    el

    colmo de la uro

    pa: no quedarse fuera de lugar, descalificar la inc

    ompetencia

    insta lada.

    Tambin

    es

    mostrar los lmites de la hermenutica, no porque

    no

    haya necesidad de ella, s

    ino

    para

    mo

    s

    trar

    que cuando ella se

    roma por todo lo que se puede decir y hacer, con el sentido, est

    94

    por entero en el signo. De ah

    la

    debilidad de la auLOnomizacin

    Jel traducir en traducLOioga.

    Al respecto hay que intentar un nuevo golpe, el cuttr IO, de

    nunciando

    una

    impostura que dur demasiado, y que por lo

    qu

    e

    s todava reina,

    es

    la idemi

    fl

    cacin del estrucwralismo lingiisti

    co

    con Saussure. Se da a Saussure como el inventor del estructll

    ra

    lismo, y sera su cominuidad. Pero

    el

    esrrucrural ismo es, co

    mo

    ya se puede estar seguro desde

    la

    publicacin en

    el

    2002 de los

    .tscritos inditos un

    conjunto, los he contado, de nueve contra

    sentidos sob

    re

    Saussure.

    Un

    macizo de cont rasentidos

    2

    Todo eso es lo que hace la sistemaricidad de l

    as

    cosas del len

    guaje, vista desde

    el

    punto de vista de Saussurc, que yo hago mo.

    Es por eso que planteo que hay que pensar Humboldt hoy. Porque

    la difusin del esrructura

    li

    smo, al reforzar

    el

    signo de su aparente

    cientificidad,

    no

    puede no tener efectos de teora y de prctica so

    bre

    el

    acto de traducir, y

    el

    resultado

    que

    s

    urg

    e de all.

    Entonces hay que dar

    el

    quinto golpe: construir, contra la co

    herencia del signo, la contra-coherencia

    de lo

    continuo.

    Donde

    slo puedo indicar las cosas rpidamente.

    Porque planteo un primer continuo que

    es

    el

    cuerpo-leuguaje.

    No se trata de carne

    -esa

    charcutera- ni de neuronas en un poe

    ma.

    Pen

    sar el cuerpo-lenguaje, es pensar de nuevo la relacin en

    rre el lenguaje y la vida, a partir de

    la

    definicin de

    la

    vida

    hu

    mana segn Spinoz.a, en el Tt-atado poltico (V,V), no por

    la

    cir

    culacin

    de

    la sa ngre pero sobre todo

    por

    la razn,

    la

    verdade

    ra virrud y la vida del

    Espriw-

    se

    d maxime ratione,

    ver

    vlentis

    virtute,

    6

    vitt2".

    Como eso supone necesariamente el lenguaje,

    eso se opo ne a la oposicin comn entre el lenguaje y la vida.

    2

    Aqu cambin reenvo a El senciJo del lenguaje, no el senci

    do

    de las pa

    labras ,

    V.

    Y para Spi nota, en

    el

    cap1 ulo

    ll l

    , cica del leng uaje, cica del

    nadu cir, urgcnce .

    ) j

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    20/24

    En el discurso, lo que yo propongo reconocer como un sis

    tema de discurso es una semmica se rial que tome como conti

    nuo ritmo, simaxis y prosodia:

    el

    ritmo como organiLaci

    n

    del

    movimienro de

    la

    palabra, y por consiguieme los ritmos: ritmo

    de posicin, ritmo de ataque, ritmo de las finales, ritmo de re

    peticin, ritmo sintct ico, ritmo prosdico. Se ve que ya no son

    las palabras, y que ya no es

    el

    signo la unidad. La consecuencia

    es que no son las lenguas

    la

    s maternales, las obras son materna

    le

    s. Es por eso que yo digo y vuelvo a decir que es la Biblia la

    que

    hace

    el hebreo, no el hebreo el que hace la Biblia. No

    es

    ms

    que un ejemplo.

    Se enriende que las consecuencias son ineluctables para la tra

    duccin. Pero tambin sobre lo que es leer. Apenas dos ejemplos.

    En

    Potica deL

    traducir-\ tom el ejemplo de dos versos de

    Homero

    ( Lada

    VII I, 64-65) que muestra lo que las palabras no

    dicen, la igualdad entre la palabra que dice el grito de desgracia

    de aquellos a los que

    se

    mata (oimogue), tres largas, y

    el

    grito de

    triunfo de los asesinos

    (eukh/e).

    Y

    esta igualdad rtmica, escon

    dida en la mtrica del hexmetro, encuentra lo que la antropolo

    ga homrica descubre.

    Pero en Spinoza, hay un ejemplo que me parece

    panicu

    lar

    mente cmico, desde mi

    punto

    de vista, desde luego. Spinoza

    emp

    ieza

    el Tiatado

    poLtico por Ajfectus quibus conjlictamur con

    cipiunt

    PhiLosophi

    . .. yo traduzco: Los Afectos, por los cuales

    estamos en conflicto, los Filsofos los conciben como vicios

    ...

    Ajfectus

    es

    la primera palabra de la frase,

    la

    primera palabra del

    libro. Es

    un

    concepro mayor en Spinoza. Ahora bien Pierre

    Fran

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    21/24

    co

    nmero de tccnicidades para lingistas, la potica un forma

    lismo, la tica es un pensamiento abstracto de los valores,

    la po-

    ltica es el cinismo de la fuerza.

    En este caso, traducir es tambin un acro rico, es traducir la

    tica potica del poema.

    Esra sistemaricidad impone rever

    la

    cuestin-del-sujero. Para

    dar un sexto golpe

    Ah

    rambin se trata de una situacin interesan

    re, porque en lugar de un sujero, ese genrico indistinto, esta siste

    maticidad da a luz trece sujetos por

    el

    precio de una docena.

    Hasta

    aqu

    no haba hecho

    m

    s que enumerarlos

    Detallo

    un

    poco: el sujeto filosfico, consciente

    unitario

    volunrario, mejor

    que no escriba poemas, porque si sabe

    lo

    que hace, hace

    lo

    que

    sabe; el sujeto psicolgico, que riene emociones, si escribe un poe

    ma, no puede ms que enunciar, nombrar, describir lo que siente,

    mejor que se abstenga, pero es verdad

    que

    las libreras estn lle

    nas

    de

    sus producciones;

    de

    spus, el sujeto

    de

    l conocimiento

    de

    las cosas, sujeto de la ciencia, y el suje to de la dominacin de las

    cosas, sujeto

    de la

    tc

    nica

    ellos hacen lo

    que

    tienen que hacer,

    nada

    qu

    e ver

    con un

    poema; y el sujeto del conocimiento de

    los

    otros,

    que

    invenr la etnologa,

    poco

    que ver con el sujeto de la

    dominacin de los otros, invent la esclavitud y

    la

    coloniza

    cin; despus el sujeto del derecho, sujeto

    cap

    ital, por

    l

    artculo

    I de

    la

    declaracin de los derechos de l789: Todos los hombres

    nacen y permanecen libres e iguales

    en

    derec

    ho

    s .. , no era ver-

    dad, no siempre es verdad, pero es un verdadero imperativo cate

    grico, un universal, que muestra inmediatamente lo que ocurre

    cuando

    se confunde lo universal con la universalizacin del mo -

    delo occidental, para rechazarla, asunto

    de

    Blancos , y rechazar

    a la

    ve L

    lo universa

    l:

    despus Diderot invent

    l

    sujeto

    de la fClici-

    dad, en

    d

    prefacio de la

    :ncicloped

    ia

    -

    Heidegger seguido de sus

    4

    En el

    caprulo V,

    El ~ e m i d o

    del lenguaje,

    no el

    scmido de las palabras .

    98

    u i d o r l : s

    no conoce

    que

    la dominacin y la cuestin-de-la

    tcnica, pero

    de

    rodas formas no piensa

    l

    sujeto, puesto que

    hombre, para

    l,

    slo habla cuando

    le

    res ponde a la

    l ~ n g u a ;

    j

    s t a

    l

    s

    uj

    eto de la historia, pasivo o activo, y para

    _los _ r ~ a i l s m o s u m c ~ -

    meme las masas o las naciones son sujetos,

    l

    mdt vtduo

    no

    es mas

    que

    un

    nmero, al que a veces se tatt'ta en el brazo;

    ~ e s p u s

    e ~ t

    l

    sujeto locucor de la lengua, que se transforma en S

    UJeto

    del ts

    cu rso de sde que abre la

    bo

    ca, no sabe.nada de

    _eso

    pero tiene

    importancia, es tanto sujeto a como

    SUJeto

    de;

    v 1 ~ n e

    por u_ltuno el

    sujero freudiano , pero somos codos sujetos freudtanos,

    y SI

    lo bus

    camos en un texto literario, lo encontraremos, por dos razones, la

    primera es que

    l

    est

    ah como

    las letras estn

    en

    palabra Y

    palabras en

    una

    fiase,

    la seg

    unda

    razn es

    q u ~ b u s ~ ~ ~ o l o

    se aplt

    can all necesariamente los conceptos del pstcoanalts ts, por con

    siguiente se encuentra all lo que se

    pu

    so,

    ninguna

    diferencia con

    l

    gramtico

    que

    va a encon trar verbos, a d j e t i v o ~ y

    comp

    lementos

    y que por otra parte no riene el derecho de dectr otra cosa,_ y _so-

    bre todo no tiene

    l

    derecho de decir si es un poema o

    una

    tmtta

    cin no riene los medios para hacerlo, o entonces es que por ser

    t i c o no

    es menos hombre, o mujer, y como

    co

    nclusin si

    l

    sujeto freudiano se encuentra en

    un

    poema, l no es el que hace

    que sea un

    poema

    o una imitacin. . ,

    De

    tal manera que despus de esta enumerac10n, de la que de

    ninguna

    manera afirmo que sea complera, estoy obligado a

    c o ~ -

    clu ir que ni

    uno

    de

    estos sujetos escribi

    un

    poema. Por const

    gu ieme debo

    postu

    lar un sujeto nmero trece, al que llamo su-

    jera del poema.

    Y no

    es el autor, esa nocin psicolgica-jurdica,

    ni

    el

    individuo al

    que

    se le

    da una

    palmada en

    l

    hombro, lo que

    entiendo por sujeto del

    poema

    es la subjetivacin

    mxima

    de un

    sisrema de disc

    ur

    so, que hace que la oralidad ya

    no

    sea

    sono_ra.

    Lo que se oye es sujeto. Sujeto

    t r a b a j a d ~

    t r ~ ~ s f o r m a d o

    La

    111-

    ve

    ncin de un a es pecificidad y de una

    lusronw

    .lad.

    99

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    22/24

    A partir de ah, lo que hay que uaducir es este sujeto, hay que

    hacer que se escuche.

    Dicho de otra manera, es el sptimo golpe dado, lo

    que

    hay

    que traducir es la escucha, que consiste en escuchar lo que no

    se sabe que

    se

    escucha (como

    la

    expansin del nombre Ofe/ia

    en

    las palabras

    que

    lo rodean, lo mostr en Potica del traducir), y

    eso desborda roda hermenutica: es una significancia desemioti

    zada. De donde, vastO programa, habra

    que

    retraducir todo lo

    que slo fue traducido segn

    el

    signo. Lo que implica una crtica

    de la transparencia tanto como del calco, no seguir oponiendo

    una alteridad a una identidad si

    no

    hacer

    que

    se escuche

    una

    al

    teridad que transforme a una identidad.

    Y all el ritmo, los ritmos desempean un papel mayor. Que no

    tiene nada que ver con una forma, ni con es

    ta

    metfora bronquial

    de

    la

    respiracin. Hay muchos ejemplos.

    Haba

    evocado el caso

    de lsaas (40,3), la voz en el desierro5 donde el lugar del acento

    disyuntivo mayor durante mucho tiempo fue puesto tal como en

    Le Maistre de Sacy: Se oy

    la

    voz de aquel que grita

    en

    desierto:

    Preparen la va del Seor , para qo/ qore bamidbarpanu drekh

    adonnai: Y la King James Version tradujo: The voice of

    him

    that

    crieth in che wilderness, Prepare

    ye

    the way

    of

    the Lord

    ,

    despus

    la Septuaginta, y despus Mateo (3,3) y Juan (1,23). Desde hace

    dos siglos prcticamente todas las traducciones restablecieron

    el

    ritmo que hace

    el

    sentido, y por ejemplo la Biblia de Jerusaln tra

    duce: Una voz grita: E n el desierto abran el camino de Yav...

    Yo traducira: Una voz grita // en el desierto 1abran el

    camino

    de

    Adona'i.

    ..

    Pero la traduccin viciosa dur bastante tiempo como

    para

    dar

    un refrn: precher dans le dsert

    (p

    redicar en el desierto),

    discourir sans erre cour (d iscurrir sin ser escuchado) Grand

    arriba, en El desafo del traducir es rransformar roda

    la

    teora del

    lenguaje , 1V.

    lOO

    . ise y la

    rraduc

  • 7/23/2019 seleccin meschonnic

    23/24

    grado.

    Cuando

    Heidegger. intefl)reta a l f

    olderlin

    "

    .r

    W . "

    r ,

    u s

    : ~ e t tKe

    set

    mem ort s a ~ r a d o sea mi palabra",

    como

    un indicativo

    y

    no

    como un subunnvo-optativo, confunde

    los dos, lo

    que

    no deja

    de

    tener consecuencias

    para

    la tica .

    1o ~ i : i n o es pasaje de la vida

    del

    pri nci

    pi

    o cread

    or

    de v

    ida

    a

    las

    mtnJmas

    cnaturas

    vivientes.

    o d a v a

    no est lo

    .

    L

    J

    . . , 'l . re g

    10

    so. o

    Jvtno e ~ L ~ e

    mtsmo

    fundido

    co

    n lo sagrado.

    Lo d tvtno se separa de lo sagrado en t xodo 3 14 cua d

    1 d 1 b ' , n o,

    en

    L ~ g a r e

    nom

    re

    que

    pide Moiss, Dios res

    pond

    e

    co

    n

    un

    verbo

    1

    raduzco: "Ser que ser ", reanudacin de la promesa del

    culo

    12. La supresin del nombre provoca

    in m

    ediatamente

    una

    ruptura

    lo fusiona de lo sagrado, una trascendencia absolu

    ta

    de

    lo

    dtvmo en

    relacin a lo

    hu m

    ano.

    De un

    a so la vez la t

    1 y , eo

    ogta

    n e g a n ~ a

    . a paradoja es

    que

    es lo

    divino

    , as entendido, el

    que

    hace

    .el. mfinuo de

    la

    hi