secuestro. otra arma del terrorismo

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“… Mi amor, cómo nos ha cambiado la vida a toda la familia en estos tres últimos años. Siempre he vivido cerca de la gente que sufre, pero nunca imaginé que una ausencia doliera tanto. Cada mañana, cuan- do abro los ojos, me pregunto ¿cómo estarás?, ¿dónde te tendrán? Me preocupan cosas tan pequeñas como qué estarás desayunando, sabien- do que te dan café negro, que te sienta mal, o si te bañas en una que- brada y si el agua está muy fría. Y me angustio con mi baño de agua caliente, con mi buen desayuno, y eso me hace llorar. En realidad, son sólo las primeras lágrimas del día...” dónde estarás Colombia ¿ ? el caso de Ingrid Betancourt ... y muchos otros.

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Cuando se aborda un tema como la guerra, es necesario determinar de qué tipo de guerra se trata. La guerra regular está sujeta a normativas que le marcan límites y penalizan las transgresiones de sus leyes. En cambio las guerras rregulares, como la guerra de guerrillas, en relación a las leyes de la guerra y por el mismo hecho de ser irregulares, son de por sí delincuentes, pues actúan fuera del marco legal establecido por las normas militares.

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“… Mi amor, cómo nos ha cambiado la vida a toda la familia en estostres últimos años. Siempre he vivido cerca de la gente que sufre, peronunca imaginé que una ausencia doliera tanto. Cada mañana, cuan-do abro los ojos, me pregunto ¿cómo estarás?, ¿dónde te tendrán? Mepreocupan cosas tan pequeñas como qué estarás desayunando, sabien-do que te dan café negro, que te sienta mal, o si te bañas en una que-brada y si el agua está muy fría. Y me angustio con mi baño de aguacaliente, con mi buen desayuno, y eso me hace llorar. En realidad, sonsólo las primeras lágrimas del día...”

dónde estarás

Colombia

¿ ?

el caso de Ingrid Betancourt ... y muchos otros.

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DÓNDE ESTARÁS? 2

Son palabras de la madre de Íngrid Betancourt, Yolan-da Pulecio. Como ella, tres mil mujeres - madres, esposaso hijas - sufren el horror de tener familiares secuestradosen las selvas de Colombia. De ellos, 21 personas son víc-timas de secuestros políticos - seis parlamentarios, docediputados regionales, un ex ministro, un ex gobernador yla ex candidata a la presidencia (Íngrid) - además de 47 ofi-ciales y suboficiales del Ejército y de 3 instructores esta-dounidenses. El resto, mas de 2.200 personas, han sidosecuestradas para obtener dinero por su rescate.

Aunque la llamada “industria del secuestro” corre aveces por cuenta de la delincuencia común, la mayorparte de los plagios que cada año se realizan en Colombiatienen un autor muy conocido: las Fuerzas Armadas Re-volucionarias de Colombia (FARC). Organización comu-nista (en efecto, su credo ideológico es marxista leninis-ta ortodoxo), aspira a establecer en Colombia un régimenidéntico al de Cuba y Corea del Norte). Jamás las FARChan ocultado ser autoras de los dos mil o mas secuestrospor año. A todos ellos les da el nombre de “retención”.En el caso de militares y políticos, busca canjearlos por

militantes suyos que pagan condenas en la cárceles deColombia. En el caso de los secuestros por dinero, los asi-milan a lo que llaman “impuesto revolucionario”.

El drama que generan con ellos es terrible. Ricos o po-bres, ancianos o niños, hombres o mujeres, todos ellospueden ser tomados como rehenes. Niños: en el año2002 fueron 372. En el año 2003, 349. Son secuestradosen parques, en la puerta de una escuela o en los autobu-ses escolares. El operativo es para los secuestradores rápi-do y sin mayores riesgos, como ocurrió hace dos años en

la ciudad de Cali, cuando cuatro hombres armados subie-ron a un autobús escolar y se llevaron a un niño de cincoaños para extorsionar a sus padres.

Los plagios siempre se producen por sorpresa, inclusodentro de las propias casas. Florinda Farfán, una modes-ta empleada de clase media, no encontró a su hija Juli,de once años, cuando volvió a la casa. Bajo la lluvia, labuscó por las calles del barrio hasta las dos y treinta dela mañana. Finalmente, una compañera de la niña lecontó cómo dos hombres a bordo de un Volkswagen rojose la habían llevado.

El marido de Ingrid Betancourt, JuanCarlos Lecompte, y la madre de laexcandidata,Yolanda Pulecio.

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DÓNDE ESTARÁS? 3

Los rescates que piden los guerrilleros de las FARCson siempre desmesurados para gente que apenas cuen-ta con el recurso de su sueldo. “Nunca pensé que mi fa-milia fuera secuestrable”, cuenta Nora de Ricaurte, unaempleada oficial, cuyo marido fue plagiado cuando se di-rigía a su casa de campo, en la carretera que conduce deBogotá a los Llanos Orientales. El comandante guerrille-ro Romaña le hizo saber que el rescate costaba 1.000millones de pesos (4 millones de dólares) suma que nun-ca pudo pagar. Ahora ella piensa que está muerto porqueno ha vuelto a tener noticias suyas.

Guillermo Cortés Castro, un conocido periodista , quetiempo atrás había ocupado elcargo de Cónsul en Sevilla, fuesecuestrado poco después decumplir 73 años. Durante 7 me-ses debió recorrer páramos yotros intrincados lugares mon-tañosos cambiando permanen-temente de campamentos gue-rrilleros. Entre las pruebas desupervivencia que recibió su fa-milia durante los 205 días quepermaneció secuestrado, hubouna foto en la que él apare-cía semidesnudo, colgado de unárbol y con la cara ensangrenta-da. “Vamos a ver si ahora sí sufamilia quiere pagar, le decía unguerrillero pasándole por elcuerpo un trapo empapado desangre de un pollo que acababade descabezar.

No se toman para nada encuenta las enfermedad o dolen-cias crónicas que padecen lossecuestrados. Ángela de Pérez,esposa del senador Luis EladioPérez, no pudo acompañar a sumarido en el secuestro. El sena-dor sufre de diabetes y ellaintentó inútilmente establecer contacto con sus captorespara llevarle las medicinas que solía tomar. Desde enton-ces va dejando estos remedios en las zonas apartadas delsur del país donde se supone que su marido puedaencontrarse.

A los secuestrados no se les permite el contacto direc-to con su familia. Sólo pueden escuchar el programa deradio de la Cadena Caracol “Las voces del secuestro”,transmitido a las cinco de la mañana todos los días, y enel cual esposas, padres e hijos les envían mensajes dealiento. Obligados a permanecer en lugares selváticos,sufren leishmaniasis y graves infecciones graves de la

piel. El parlamentario Óscar Tulio Lizcano, secuestradopor las FARC, logró enviarle una carta a su hijo contán-dole sus penurias. “Los guerrilleros me sacan muchosgusanos del cuerpo; son blancos, peludos y de anillosnegros; duele mucho”.

La crueldad de los guerrilleros no tiene límites. Elmundo pudo comprobarlo con el caso dramático del niñoAndrés Felipe López. Gravemente enfermo de un cáncerterminal , apareció en la televisión, implorándoles a lasFARC que soltaran a su padre. Quería verlo antes demorir. “ De la manera más suplicante le pido que liberea mi papá”, le dijo el muchacho al jefe de dicha organiza-

ción terrorista, Manuel Ma-rulanda Vélez. La televisióncaptó el doloroso ruego delniño en su lecho de hospital.Incluso el Gobierno ofreciócanjear al padre secuestradopor un guerrillero que sehallaba preso y enfermo enla cárcel. Todo fue inútil. Elniño murió sin ver a su pa-dre y éste, por su parte, mu-rió de un tiro en la cabeza yotro en la espalda cuando,de-sesperado por ver a su hijo,intentó escapar.

Los secuestros, que son lasegunda fuente de ingresosdel grupo terrorista, despuésdel tráfico de droga, no sonnecesariamente selectivos. Aveces afectan a grandes gru-pos en los lugares más insos-pechados. El domingo 30 demayo de 1999, cerca de 300personas se encontraban es-cuchando misa a las 11 de la mañana en la iglesia LaMaria, en Cali. De improvi-so, en el templo irrumpieron

dos docenas de guerrilleros armados. Suspendieron bru-talmente el oficio religioso y empujaron a los feligreses afurgonetas cerradas que habían estacionado en la puerta.Hombres, mujeres y niños fueron llevados a las monta-ñas que se alzan al sur de la ciudad. Cada familia de loscentenares secuestrados, debió pagar un rescate.

Tal es el recurso terrorista que emplean las FARC y elELN (Ejército de Liberación Nacional). Esta publicación,realizada por Verdad Colombia, Federación que agrupa a22 ONG democráticas, aspira a sacar del olvido ante laopinión internacional el drama del secuestro que viveColombia.

Como ella,3.000 mujeres

sufren enColombia el horror defamiliares

secuestrados

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¿ nueva armadel terrorismo?SECUESTRO

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 2

Hasta cierto punto, sí. El secuestro extorsivo, es de-cir, como recurso para obtener dinero, siempre ha existi-do. También el secuestro con fines políticos. Pero nuncacomo ahora se había convertido en un recurso del terro-rismo mundial, sea por parte de los fundamentalistasislámicos, de ETA en España o de las FARC en Colombia.

El secuestro, adelantado por estas organizaciones te-rroristas, pretende sobre todo ejercer una presión violen-ta, moral o política sobre Estados democráticos para queéstos cedan a sus exigencias.

¿DÓNDE SE PRODUCE EL MAYOR NÚMERO DE SECUESTROS?

No es en Irak, como podría pensarse, aunque allí estaarma terrorista ha logrado un efecto de opinión nuncaantes visto por el hecho de realizarse contra ciudadanoscomunes y corrientes de diversas procedencias (america-nos, italianos, franceses etc.), los cuales corren el riesgode ser decapitados si no se atienden las exigencias de suscaptores. Pero, en realidad, es en América Latina dondese concentra un 75% de los secuestros que se cometen enel mundo, según la organización Control Risk Group. Yen América Latina, el país donde este flagelo ha alcanza-do dimensiones espeluznantes es Colombia.

¿POR QUÉ EN TÉRMINOS DE SECUESTRO, LA SITUACIÓN DE COLOMBIA ES PEOR QUE LA DE IRAK?

Colombia bate el triste récord mundial en materiade secuestros. En 2002, 145 funcionarios públicos ydirigentes políticos colombianos fueron secuestrados.Entre ellos, la candidata presidencial Íngrid Betancourt,

16 alcaldes, 27 concejales, un gobernador, 5 miembrosdel Congreso y 18 diputados departamentales. Adicional-mente, 71 miembros de la Fuerza Pública fueron secues-trados hace unos años: 33 de las Fuerzas Militares y 38de la Policía Nacional. Un ex ministro y un ex goberna-dor fueron asesinados por sus captores durante un inten-to de rescate realizado por la Fuerza Pública. A todosellos, incluso a personas de bajos recursos, se les exigenpagos millonarios.

Según la Fundación País Libre, de los 3.000 secues-tros anuales que hasta hace poco se producían en Colom-bia, el 77% son cometidos por las organizaciones terroris-tas FARC y ELN. El secuestro se ha convertido en la se-gunda fuente de financiamiento de esas bandas.

En 2001, de todas las personas secuestradas en Co-lombia, 49 eran extranjeras (14 de la Unión Europea).De ellas, 26 fueron liberadas, otras tres fueron rescatadaspor el grupo Gaula de la Policía, 4 fueron liberadas porpresiones de las autoridades y 3 lograron fugarse. Toda-vía 13 siguen en cautiverio.

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En Colombia el secuestro seha convertido en la segundafuente de financiación de losterroristas.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 3

¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES DEL SECUESTRO EN COLOMBIA?

Ante todo dos organizaciones almargen de la ley: las FARC (FuerzasArmadas Revolucionarias de Colom-bia) y el ELN (Ejército de LiberaciónNacional). Surgidas en los años 50, laprimera, y en los 60, la segunda, comomovimientos guerrilleros de extremaizquierda, sus métodos de lucha sonhoy típicamente terroristas: carros bom-ba, paquetes bomba, minas antipersonales, atentados,además del secuestro tanto extorsivo como político conel fin de obtener que el Estado acepte exigencias y con-diciones impuestas. También apelan al secuestro enmenor escala sus antagonistas, las llamadas AutodefensasUnidas Campesinas, AUC, bandas de extrema derechafuera de la ley.

Todos ellos han encontrado en esos inhumanos deli-tos una muy lucrativa forma de financiar sus operacionesy pagar a sus combatientes. En 2003, las FARC secuestra-ron a 673 personas. En ese mismo periodo, el ELN come-tió 342 aprehensiones y las autodefensas ilegales (AUC),174. Según el estudio realizado por la fundación PaísLibre, en 542 secuestros de 2003 no pudo ser identifica-do el autor y los otros 421 plagios fueron atribuidos a ladelincuencia común. (EFE, febrero 23 de 2004). Del to-tal de secuestrados en 2003, 902 fueron liberados, unabuena parte tras el pago de rescates; 587 siguieron en po-der de los captores, 400 fueron rescatados por las fuerzasdel orden, 204 dejados en libertad por presión de las au-toridades y 37 lograron fugarse. Otras 71 víctimas murie-ron en cautiverio. (El Tiempo, 23 de febrero de 2004).

¿CÓMO JUSTIFICA LA GUERRILLA LOS SECUESTROS?

Denominándolos “retenciones”, las FARC y el ELNlo justifican como una especie de impuesto revoluciona-rio o como una forma de lucha. Manuel Pérez, el exsacerdote español que fue el comandante supremo delELN desde 1969 hasta finales de los años 90 - cuandomurió - explicaba en un “Manual de Finanzas” escritopor él, que el secuestro de técnicos extranjeros debía seruna prioridad. Su sucesor, Nicolás Rodríguez Bautista,

alias Gabino, confirma esta aprecia-ción en una entrevista concedida ala periodista española María LópezVigil, autora del libro titulado Ca-milo camina en Colombia.

¿A QUIÉNES SECUESTRA Y POR QUÉ?

Los grupos subversivos, o sea lasFARC, el ELN, el EPL, realizan dostipos de secuestros:1º) Los secuestrosde personalidades políticas, así cómo deoficiales y suboficiales del Ejército y la

Policía, cuyo propósito es el de establecer presión sobreel Gobierno y la opinión pública, con el fin de lograr,bajo el tema emblemático de “Acuerdo humanitario”, uncanje de estos secuestrados por los guerrilleros quepagan condenas en las cárceles de Colombia. 2º) Lossecuestros extorsivos con el fin de obtener dinero. Enrealidad, el secuestro es la segunda fuente de financia-ción de estos grupos, después del tráfico de droga. Seproducen de dos maneras distintas. Los secuestros indi-viduales, que se realizan luego de escoger la victima enrazón de su capacidad económica y de su vulnerabilidad;y los secuestros colectivos indiscriminados. En los últi-mos 8 años este última modalidad de secuestros se harealizado en carreteras, autopistas, clubes, iglesias y edi-ficios residenciales.

No hay en estas acciones consideraciones de edad osituación social. Las FARC y el ELN han secuestradoniños - 300 por año, en promedio -, ancianos y mujeres.Tampoco se discrimina su situación económica. Se partede la base de que toda persona, aún de modestos recur-sos, puede ser canjeada por dinero. La evaluación se hacetomando en cuenta su automóvil, tarjetas de crédito,cuentas bancarias o propiedades.

¿POR QUÉ SECUESTRAN EXTRANJEROS?

Los técnicos, ingenieros o ejecutivos de firmas ex-tranjeras o transnacionales son especialmente codicia-dos por las guerrillas, pues por el rescate de ellos se hacepagar a sus respectivas empresas. Es una modalidad quepresenta para los delincuentes posibilidades de aumen-tar considerablemente la rentabilidad de este delito. Dehecho, por algunas de estas víctimas, empresas petrolerashan llegado a pagar sumas millonarias por su liberación.

Entre los 1.200 secuestrados quetienen las FARC en Colombia, 47son oficiales y suboficiales del Ejér-cito y de la Policía. Según un videodifundido por la organización terro-rista, los secuestrados permanecenen espacios alambrados en plena sel-va. Muchos de ellos padecen grandesenfermedades tropicales.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 4

Uno de los casos más sonados ocurrióen enero de 1984 cuando el ELN se-cuestró a un ingeniero y dos ejecutivosde la multinacional alemana Maness-mann. Esta última, luego de la libera-ción de los secuestrados, confesó quehabía pagado a la organización guerri-llera dos millones de dólares. Posterior-mente el ELN aclaró que no había reci-bido dos sino veinte millones de dólarescon el fin de permitir a la firma alema-na la construcción de un oleoducto pe-trolero que le había sido contratado. Gracias a estos fon-dos el ELN pudo reclutar gente y comprar armamentopara disponer no de tres, sino de once frentes de “comba-te” (La industria del secuestro en Colombia, un negocioque nos concierne, Pax Cristi, Holanda 2002 pag 85).

Claude Stein-Metz, un geólogo fran-cés que trabajaba con la firma GeoServices, fue secuestrado por el ELN enenero de 1999. Antes de que las negocia-ciones entre los terroristas y los media-dores de la Cruz Roja y de la empresahubieran concluido, el geólogo murió deagotamiento. Abandonado por los gue-rrilleros en una montaña, su cuerpo fueencontrado a comienzos del mismo año.

Los guerrilleros pretenden justificarel secuestro de extranjeros utilizando el

clásico discurso anticapitalista y anti-imperialista, ahoraactualizado con argumentos de defensa del medio ambien-te y de lucha contra la globalización. De esta manera sebusca disfrazar con razonamientos de carácter político oideológico lo que es ante todo una operación financiera.

Detrás de la alambrada si

están en la selva o en sótanos si están

en la ciudad, lasFARC mantienen a los secuestrados

en condiciones infrahumanas.

Gracias a la intervención de agentes del GAULA - cuerpo especializado en la lucha contra la extorsión y el secuestro- han sido liberados en Colombia, en el último año, 2.312 secuestrados.

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Entre los años 1995 y 2000, el número de secuestrosde extranjeros fue de 408, lo que equivale a 81 casos poraño.El 50% de estas víctimas fueron europeas.Esta eleva-da cifra tiene por causa directa el hecho de que tanto lasFARC como el ELN estiman que el europeo cuenta pro-bablemente con una póliza de seguro que cubre tal con-tingencia. En algunos casos disponen los secuestradoresde información previa a ese respecto. Tal fue el caso dela esposa del ex Presidente de la multinacional alemanaBASF secuestrada en 1996. Los plagiarios dijeron saber,en su primera llamada exigiendo pago por el rescate, quela víctima estaba asegurada por seis millones de dólares.

“El secuestro es hoy un arma del terrorismo transna-cional que debemos derrotar”, declaró recientemente elVicepresidente de Colombia, Francisco Santos. En lo últi-mos años, gracias a la política Antisecuestro diseñada porel gobierno del presidente de Colombia Álvaro UribeVélez, el número de secuestros de nacionales y extranje-ros disminuyó en un 55,8 % (2004)

¿CUÁLES SON LAS MODALIDADES DE SECUESTRO MÁS RECIENTES?

Desde hace más de cinco años, al secuestro conmóviles económicos se sumó el secuestro con móvilespolíticos. Consistía en aprehender funcionarios, congre-sistas, concejales, alcaldes, líderes políticos y miembrosde la Fuerza Pública. También se llegó a secuestrar obis-pos de la iglesia católica y pastores de las iglesias protes-tantes. Aunque el propósito esencial es el de obtener uncanje con guerrilleros detenidos, se busca también inti-midar, silenciar periodistas y líderes populares, castigar yahuyentar a los agricultores y empresarios y cerrarles elpaso a las inversiones extranjeras en el país.

¿CUÁNDO COMENZÓ EL FLAGELO DEL SECUESTRO EN COLOMBIA?

Como práctica sistemática, este fenómeno data dela época en que aparecieron las primeras guerrillascomunistas en los años 50. Al principio, estos actospodrían contarse con los dedos de la mano. Años mas tar-de, luego de la reunión de la OLAS (Organización Latino-americana de Solidaridad) en Cuba, este delito empezó acobrar amplitud hasta llegar a fines del año 2000 a lacifra espeluznante de tres mil setecientos secuestros,según estadísticas reunidas por la fundación País Libre.Es posible que esta cifra sea aún mayor si se toma encuenta, como lo sostiene el libro La industria del secues-tro en Colombia publicado por Pax Cristi en Holanda,que “muchos secuestros en Colombia no se denuncian alas autoridades y se resuelven en privado”.

¿QUÉ SON LAS PESCAS MILAGROSAS?

Es una modalidad del secuestro colectivo. Consistíaen bloquear el tránsito de una carretera y detener losautomóviles, obligando a los viajeros (padres, madres,hijos, familiares y amigos) a internarse en el monte conlos guerrilleros para exigir luego a sus familiares sumasde dinero por la liberación. Este tipo de secuestros masi-vos lo hacía propicio la geografía colombiana, pues lascarreteras suelen atravesar vastas regiones montañosas yselváticas, escasamente pobladas y con insuficiente pre-sencia policial o militar. De 1998 a 2002, precisamenteel período durante el cual el entonces presidente AndrésPastrana Arango intentó adelantar negociaciones de pazcon las FARC, dejándoles a estas una zona desmilitariza-da de 42.000 kilómetros cuadrados, el secuestro aumen-tó de manera escandalosa. La cifra total de personas pla-giadas en estos cuatro años fue de 12.948. Muchas deellas fueron llevadas a la zona fuera de todo control mili-tar cedida a la guerrilla, de modo que allí podían ser rete-nidas impunemente mientras sus familiares llevaban a lamisma zona las sumas exigidas por su rescate.

Las pescas milagrosas, por fortuna, han desaparecidohoy gracias a fuertes dispositivos de vigilancia desplega-dos por el gobierno de Uribe Vélez a lo largo de las carre-teras, así como la vigilancia aérea y a una red de infor-mantes establecida a lo largo y ancho del país. En los“puentes” festivos y fines de semana se organizan gran-des caravanas de automóviles que se dirigen a fincas, po-blaciones y lugares turísticos sin riesgo alguno, gracias alos mencionados operativos de seguridad.

¿QUÉ OCURRE CON LOS SECUESTRADOS?

De la cifra de 12.948 personas secuestradas, 3958permanecían en cautiverio en agosto del 2.002, 552habían fallecido sin encontrar la libertad, 5.543 habían pagado rescate, 183 habían logrado escaparsey 2.332 fueron liberadas gracias a la acción del Estado,en particular de los Grupos de Acción Unificada para laLibertad Personal (GAULA). Esta unidad especial captu-ró a 2.280 secuestradores.

Del análisis de los casos registrados entre 1999 y 2002se pudo establecer que el sector social más afectado porel secuestro fue el de los empresarios o comerciantes,con 1.657 casos. Le siguió, en número, el secuestro deniños con 1.162 casos. En los grupos sociales restantesaparecen empleados comunes, funcionarios, ingenieros,ganaderos, agricultores y conductores de vehículos.

¿QUÉ HACE EL GOBIERNO CONTRA EL SECUESTRO?

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 6

Ante esta calamidad social, el gobierno colombianoaprobó el 4 de marzo de 2003 un plan titulado“Políticas contra la extorsión y el secuestro extorsivo”,cuyo propósito era reducir el número de estos delitos.Dicho plan forma parte de la política de Defensa ySeguridad Democrática del presidente Álvaro Uribe. Losmedios de acción puestos en marcha por el gobierno sonesencialmente los siguientes:1º) una vasta red de infor-mantes, con protección de identidad y recompensas quese dan a cambio de denuncias susceptibles de identificary detener a miembros de las milicias urbanas de la guerri-lla o a sus cómplices en las zonas rurales; 2º) reforzamien-to de la protección en las pequeñas poblaciones median-te la creación de un cuerpo especial de “soldados campe-sinos” que presta servicios de vigilancia y seguridad enlas mismas zonas de donde son oriundos; 3º) reforzamien-to y vigilancia de las carreteras por medio de unidadesmóviles o puestos fijos de patrullaje, secundados por vigi-lancia aérea; 4º) aumento de los dispositivos del GAULA.

¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS DE ESA POLÍTICA?

Una ostensible reducción en los índices de crimina-lidad. Si bien en el año 2003 fueron secuestradas 2.200personas -una de las cifras más altas del mundo-, el secues-

tro descendió en un 26% respecto del año anterior. En elprimer semestre del 2004, la reducción fue del 39%.

“Una disminución sustancial de la violencia política,un sólido crecimiento económico y un Ejército que harevivido bajo el mando de un Presidente fuerte, sugierenque Colombia podría estar cambiando el rumbo de suguerra” escribió el Wall Street Journal el 10 de agosto del2004. Gracias a estos mejoramientos en los índices deseguridad, la inversión extranjera en Colombia aumentóen un 73%, lo que en cifras absolutas equivale a 546millones de dólares. La inversión en el sector privadonacional se reactivó notablemente. Según un informe dela Comisión Europea, la Unión Europea se convirtió enese mismo año, en el 2003, en la mayor inversionistadirecta en Colombia, con 436.6 millones de dólares.

¿QUÉ PIENSA LA ONU DE ESTOS RESULTADOS?

Los logros relativos a la seguridad nacional del últi-mo período fueron aceptados por las Naciones Unidas.En abril del 2004, fue publicado un informe acerca de lasituación de derechos humanos en el mundo. La parteque concierne a Colombia elogia los resultados del go-bierno colombiano en la reducción de los índices deviolencia. Por su parte, la Comisión Europea condenó

Marcha de protesta en Bogotá por el secuestro de una niña de 14 años. Con el fin de obtener dinero de sus padres,más de 300 menores son secuestrados cada año en Colombia por las FARC.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 7

también los secuestros por pretendidas razones políticaso económicas y expresó su profunda preocupación por elalto número de personas que se encuentran ilegalmenteprivadas de la libertad o secuestradas. La Comisión hizoun llamamiento urgente para la liberación.

¿QUÉ PAPEL JUEGA LA POBREZA EN EL SECUESTRO?

No falta en Europa quienes, por desconocimientode la realidad colombiana, creen que la pobreza y lasdesigualdades sociales juegan un papel determinanteen el aumento o auge de los secuestros. Es un error.Desde luego, la pobreza afecta a un 60% de la población,como ocurre en casi todos los países de América Latina.Es muy probable que esta realidad influya en el aumen-to de delitos tales como el robo o la ocupación ilegal dezonas urbanas y rurales. Es cierto también que grupos dedelincuencia común realizan secuestros cuyas víctimasson entregadas a la guerrilla, mediante el pago de unasuma notablemente inferior a la que ésta acaba exigien-do a los familiares del secuestrado. Pero el secuestro noha sido en ningún momento un recurso de los sectoressociales mas deprimidos de la población que buscan susmedios de subsistencia en la economía informal. Esen-cialmente -no debe olvidarse - es hoy, en Colombia, comoen el Medio Oriente, un arma extorsiva del terrorismotanto política como económica. Sus victimas no sólo sonpersonas de la clase alta, sino también, y aún en mayorgrado, profesionales, comerciantes o funcionarios declase media y aún modestos trabajadores.

¿A QUÉ SE DEBE LA EXISTENCIA DE GUERRILLAS EN COLOMBIA?

Algunos sectores europeos piensan que el conflictocolombiano tiene por causa la lucha de un pueblocontra un régimen autoritario. Se trata de una percep-ción equivocada. Desde hace muchos años Colombia tie-ne un régimen democrático, con una absoluta división depoderes, una pluralidad de partidos políticos que vandesde el conservatismo hasta un partido comunista legal,una prensa libre, una total libertad sindical, y gobernado-res, alcaldes, congresistas y diputados elegidos por elvoto popular. La Corte Suprema de Justicia, la FiscalíaGeneral de la Nación, la Procuraduría, La Corte Cons-titucional, El Consejo de Estado, La Contraloría Generalde la República, La Defensoría del Pueblo y el Poder Le-gislativo representado por el Senado y la Cámara deRepresentantes, son completamente independientes delPoder Ejecutivo. El Gobierno y sus funcionarios puedenser criticados y las denuncias sobre corrupción o actua-ciones erróneas o ilegales son objeto de investigaciones

por el Ministerio Público y los Tribunales. La guerrilla,de filiación marxista-leninista, tanto en lo que conciernea las FARC como al ELN, aspiran a establecer por lasarmas un régimen parecido al de Cuba o al de Corea delNorte. Lo expresan así en sus documentos. Pero tal pro-yecto sólo tiene el apoyo de un 3% de la población y unrechazo declarado en las encuestas del 97%. ¿Por qué en-tonces subsiste? Por dos razones. La primera son losmillonarios recursos que recibe del tráfico de drogas, trá-fico que la convierte en la guerrilla más rica del mundo.No sólo promueve y controla cultivos, sino también loslaboratorios donde se procesa la coca, los aeropuertosclandestinos desde donde se exporta, aparte de ser ellamisma negociante en los mercados internacionales.

El segundo factor que la favorece es la intrincada geo-grafía del país. Cordilleras y páramos casi inaccesibles ysobre todo cerca de 400.000 kilómetros de selva con muyescasa densidad de población y una débil presencia de laFuerza Pública en estas zonas, le permiten mantener suscampamentos y planear sus operaciones sirviéndose deeste refugio natural.

¿CÓMO OPERAN LOS GRUPOS TERRORISTAS EN EL SECUESTRO?

El modus operandi del terrorismo colombiano enel campo del secuestro supone una gran estructura-ción del grupo operativo y un respaldo financieroclaro. Las víctimas potenciales son estudiadas y observa-das por esas bandas durante el tiempo que sea necesariopara determinar la cuantía de sus depósitos bancarios,sus propiedades e ingresos, sus rutinas, etc. El trabajo deinteligencia de las organizaciones terroristas tiene pormeta la obtención de información exacta. Luego, ellapasa a hacer un seguimiento de varias semanas o meses,destinado a determinar la rutina laboral y familiar de lavíctima y sus medidas de seguridad. Enseguida, la bandadecide cuál es el momento y el sitio del ataque y cual esla persona del núcleo familiar más vulnerable para reali-zar la acción de secuestro.

En estas labores las organizaciones criminales desig-nan varios equipos. Casi siempre estos equipos no se co-nocen entre ellos. Las formas que asumen en general lasbandas terroristas (con altas dosis de clandestinidad, si-gilo y compartimentación en sus relaciones) las habilitapara cometer ese delito y escapar a la justicia.

Una vez determinada la capacidad económica de la víc-tima y su vulnerabilidad, la banda terrorista procede a eje-cutar la acción de secuestro, en horas del día o de la no-che, en vivienda urbana o rural. Todo depende del previo“estudio de seguridad” y de las probabilidades de no con-tar con la presencia de la Fuerza Pública en el lugar delsecuestro. Para esta acción son utilizados varios grupos

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 8

El ideal guerrillero se extinguió.Hoy las FARC son consideradascomo banda terrorista por la UniónEuropea y rechazadas en Colombiapor el 97% de la población.

Marulanda, Cano y Raúl Reyes tresdirigentes de las FARC, organizaciónterrorista responsable de más de 2.000secuestros anuales en Colombia.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 9

de individuos dedicados a una tarea específica, así comoel empleo de armas de fuego de mediano y largo alcance,equipos de comunicación y diferentes vehículos. Algunasbandas emplean pequeñas aeronaves para desplazar rápi-damente a la víctima hacia el lugar de cautiverio. Laextracción de la víctima de la zona donde se encuentra esuna acción rápida destinada a evitar el cerco policial, quese tiende instantáneamente después de emitida la noticiade un secuestro.

¿DÓNDE ESCONDEN A LAS VÍCTIMAS?

Los raptores se diri-gen enseguida al lugar decautiverio. Tratándose delas guerrillas, éste será casisiempre en zonas inhóspi-tas, selváticas o montañosasdel país. En algunos casos,las guerrillas FARC y ELNhan utilizado campamentosy escondrijos en territoriosextranjeros, como Venezuelay Ecuador. La delincuenciacomún, cuando no ha nego-ciado previamente con losgrupos guerrilleros la “ven-ta”de la víctima, procede amantenerla encadenada yamordazada en alguna habi-tación de un barrio deprimi-do. En algunos casos se havisto que los secuestradoresmenos organizados se limi-tan a abrir un hueco bajo lavivienda para encerrar allí,en condiciones espantosas,al secuestrado, quien per-manece recluido en la oscu-ridad y en la humedad hastasu traslado a otro lugar ohasta su liberación, sea por el pago del rescate solicitadoo por el rescate por parte de los organismos de seguridaddel Estado. O hasta la muerte a manos de sus captores.

Cuando el rapto es realizado por un grupo subversivo,el secuestrado es llevado a una zona alejada. En uno delos campamentos de la banda, la víctima, en compañía ono de otros secuestrados, es maniatada con sogas o concadenas, y condenada a vivir en espacios exiguos y en mi-serables condiciones. En la mayoría de los casos, los se-cuestrados - hombres, ancianos, mujeres y niños de dis-tintas edades -, son obligados a realizar caminatas forza-das de varios días, o de varias noches, para evadir la labor

de búsqueda de las autoridades. Debido a la desnutricióny a las deprimentes condiciones higiénicas a que son so-metidos, muchos de los cautivos adquieren enfermeda-des de selva, como la leishmaniasis. Otros desarrollan in-fecciones urinarias o intestinales.

¿CÚAL ES EL RIESGO MÁSGRAVE QUE CORRE UN SECUESTRADO?

El de morir de agotamiento durante los desplaza-mientos o el de ser asesinado. Las organizaciones terro-

ristas como las FARC handado la orden de liquidar alos rehenes que mantienenen cautiverio si la FuerzaPública intenta una opera-ción de rescate. Fue el casodel Gobernador del departa-mento de Antioquia, Gui-llermo Gaviria, 40 años, y eldel ex ministro de Defensa,Gilberto Echeverri, 69 años.

Junto con ocho milita-res, fueron ultimados a tirospor hombres de las FARC,el5 de mayo de 2003, cuandohelicópteros del Ejército seaproximaban a un campa-mento donde los captoreslos ocultaban. Echeverri yGaviria habían sido plagia-dos el 21 de abril de 2002cuando participaban en unamarcha pacífica contra laviolencia. Buscando un con-tacto con la guerrilla, seaproximaron con varios cen-tenares de acompañantes allugar donde se encontrabael comandante del frenteguerrillero conocido con el

apodo de El paisa. Supuestamente interesado en el diálo-go, éste les envió emisarios para reunirse con él. En rea-lidad, fue una trampa, el ex gobernador y el ex ministrofueron tomados como rehenes. Igual suerte corrió la exministra de la Cultura, Consuelo Araújo Noguera.

¿HAY SECUESTRADOS QUE SON ASESINADOS POR OTRAS RAZONES?

Sí. En varias ocasiones, el secuestrado es asesina-do por los terroristas cuando sus familiares no pue-den pagar el rescate. Pero ha habido ocasiones en que

El periodista Francisco Santos Calderón es uno delos protagonistas del libro “Historia de un secuestro”de Gabriel García Márquez. Secuestrado por el tris-temente célebre narcotraficante Pablo Escobar, vivióvarios meses en cautiverio antes de ser liberado.Desde entonces ha tomado como propio el drama delsecuestro en Colombia. La Fundación País Libre cre-ada por él se ha ocupado de prestar asistencia a lasfamilias de los secuestrados.

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el secuestrado es ejecutado aún después de que su fami-lia haya pagado la extorsión. Fue el caso de BernardoVélez White, profesional de 62 años, hermano de laministra de Educación Cecilia María Vélez White. Diezaños atrás, su madre Gabriela White de Vélez, había sidotambién asesinada.

Otro caso que conmovió a Colombia fue el de la ex rei-na de belleza Doris Gil Santamaría, secuestrada con suesposo, el empresario Helmut Bickenbach. Ellos dos per-manecieron en cautiverio durante seis meses. Los dosfueron ultimados a sangre fría cuando la tropa se aproxi-maba a la zona donde se hallaban cautivos.

¿CUÁLES SON LOS MAYORES ESTRAGOS DEL SECUESTRO SOBRE EL EQUILIBRIO DE LAS FAMILIAS?

Según la fundación País Libre, el 80% de las per-sonas secuestradas son hombres. En esos casos, la es-posa de la víctima es quien, además de soportar el dolory el trauma de la separación forzada de su esposo o de sucompañero, se ve abocada de repente a solucionar todoslos problemas económicos y morales de la familia. Al mis-mo tiempo, ella debe manejar la negociación con los cap-tores. “Buena parte de las más de 20.000 familias afecta-das por el secuestro en los últimos 8 años en Colombiahan perdido su estabilidad económica”, anota PatriciaVillaveces, directora de la Fundación País Libre.

No menos dramática es la situación creada cuando elplagiado vivía de un salario normal y era quien se encar-gaba de la manutención de sus padres. Además del aban-dono económico en que ellos quedan, en estos casos elimpacto sentimental y la depresión moral son tan gran-des que ello puede acabar con la vida de los progenitores.“Nada puede superar el impacto psicológico de la angus-tia, la incertidumbre y el miedo generados por la ausen-cia”, concluye la citada experta. (El Tiempo, 17 de agosto de 2004).

El padre de Íngrid Betancourt, Gabriel BetancourtMejía, falleció el 23 de marzo de 2002 en Bogotá. Tenía83 años y estaba enfermo. Sin embargo, el secuestro desu hija agravó de manera considerable sus dolencias yello lo condujo a la muerte. Los raptores, para reforzarsu infamia, rechazaron la petición de la familia de queÍngrid Betancourt fuera liberada para poder asistir al me-nos a las honras fúnebres de su padre.

¿POR QUÉ PROLIFERA EL SECUESTRO ?

Entre los factores que estimulan la comisión del de-lito de secuestro se puede señalar, en primer lugar, ladebilidad jurídica y operativa del Estado colombiano.Para enfrentar la delincuencia en general, y para

defender la vida, los bienes y la libertad de las personas,el Estado colombiano no cuenta con el pie de fuerza nicon los recursos tecnológicos necesarios para cubrir elterritorio nacional, que tiene una superficie de 1.141.740km2 y donde se encuentran más de 2.000 puntos estraté-gicos vitales para la seguridad nacional.

Esta debilidad es aprovechada por todos los grupossubversivos, desde las autodefensas ilegales, hasta lasguerrillas y las distintas bandas de delincuentes. Todosellos cuentan a su favor con una geografía extensa y unatopografía intrincada, montañosa, plana y selvática. Losgrupos subversivos disponen no sólo de abundantesrecursos económicos (generados en gran parte por la acti-vidad narcotraficante) sino que se benefician de un exce-lente conocimiento del terreno.

Este primer factor determina el segundo, no menosimportante: las dificultades en cuanto a la aplicación dela justicia. Si bien se cuenta en Colombia con un sistemaconstitucional y legal de derechos civiles perfectamenteestablecido, y con un entramado de organismos especia-lizados de justicia y de control jurisdiccional que sonindependientes del Poder Ejecutivo, también es ciertoque el sistema judicial colombiano se halla hoy enmarca-do por una legislación en extremo garantista que limitanotablemente la normal labor judicial. Este marco garan-tista, que se preocupa más de la forma del derecho quede su contenido, que vela más por los derechos civiles delagresor que del agredido, constituye, en ciertos casos, unobstáculo a la administración de justicia. En ese contex-to, el sistema judicial colombiano logra producir fallos ycondenas intachables, desde el punto de vista jurídico,contra los autores materiales e intelectuales de delitos,pero en la práctica ese mismo Estado se ve privado, retar-dado o impedido para hacer cumplir tales sanciones. Yello no se debe únicamente a la insuficiencia o a la faltade recursos técnicos de los organismos de seguridadencargados de dar captura a los autores de los crímenes.

¿CÓMPLICES O INTERMEDIARIOS?

Los grandes dividendos económicos obtenidos pormedio del secuestro y la relativa facilidad para concluiruna negociación, son acicates poderosos para la conti-nuidad de ese flagelo. La poca vigilancia que se ejercesobre los terroristas colombianos en el exterior y sobrelos extranjeros que ingresan a Colombia facilita igualmen-te la actividad de aventureros que creen hacer una labor“humanitaria” con respecto a ciertos secuestros.

¿PAGAR DOS Y TRES VECES?

La muerte de un secuestrado no siempre terminauna negociación crapulosa. Se ha sabido de casos en los

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 11

que, tras el asesinato o el falleci-miento del secuestrado, los gue-rrilleros ocultaron ese hecho a losfamiliares y continuaron la nego-ciación para recibir el rescate.Una variante odiosa de este tipode crimen es el del pago subsidia-rio. Cuando la noticia de la muer-te del secuestrado fue conocida,los secuestradores optaron porcobrar otra suma de dinero parainformar a los familiares el sitio en donde se encontrabael cadáver. Así ocurrió con Argelino Durán Quintero, ve-terano senador del departamento de Santander del Nor-te. Secuestrado por guerrilleros el 26 de enero de 1992,el popular líder político falleció en poder de sus captores,presuntamente el 19 de marzo siguiente, en una serra-nía. “Llevar a un anciano de 78 años por los empinadosriscos de la cordillera oriental de Santander del Norte enmanos de sicarios de 20 años, es científicamente una tor-tura”, escribió La Prensa el 5 de abril de 1992. Eso nofue todo. Los autores del crimen pidieron después a lafamilia tres millones de pesos por devolver el cadáver delpolítico. Este fue entregado posteriormente, no sin queantes los delincuentes hubieran retirado los órganos vita-les de su víctima (corazón, pulmones, hígado, riñones,páncreas) para que medicina legal no pudiera dictaminarla verdadera causa de la muerte. (Ibíd.)

Este crimen produjo una inmensa ola de emoción y deindignación entre la opinión pública colombiana y fue lagota que colmó la paciencia del entonces Presidente deColombia, César Gaviria, quien dio por terminado el“proceso de paz” que el adelantaba con la CoordinadoraGuerrillera Colombiana en Tlaxcala, México.

¿HAY COBRO DE RESCATES EN EL EXTRANJERO?

El camino de la negociación y liberación de unsecuestrado extranjero, o de un empleado de una mul-tinacional europea, está revestido generalmente deuna muy bien calculada estrategia de propaganda quepretende ablandar a los negociadores extranjeros, agilizar

el pago exigido por los secuestra-dores y sacar, en definitiva, elmayor rendimiento a la “transac-ción”. Un caso que sirve comoilustración, lo constituye el se-cuestro de dos topógrafos sue-cos, Danny Applegate y TommyTyrving, de la empresa Skanska,quienes trabajaban en la hidroe-léctrica de Urrao I, en Córdoba.El secuestro fue realizado por las

FARC el 14 de diciembre de 1994. Los dos ciudadanossuecos fueron liberados el 11 de mayo de 1995, luego deque la citada guerrilla recibiera 6 millones de dólares.(La Prensa, 14 de mayo y 16 de julio de 1995. Expressen,Estocolmo,27 de junio de 1995).

Para esa negociación, un representante de las FARC,alias Marco Antonio Calarcá, radicado en ese entonces enMéxico, viajó a Estocolmo en donde se entrevistó con laComisión del Consejo Internacional de Comercio eIndustria de Suecia ante la cual planteó sus peticiones deliberación. El terrorista logró que esa comisión publica-ra, como primera condición, un anuncio en varios perió-dicos europeos en los que se acusaba a la empresaSkanska de supuestos daños ecológicos. Como una vezcumplida esa exigencia no hubo liberación alguna, unacomisión tuvo que trasladarse a Montería (Colombia). Allíuna segunda condición fue formulada: convocar una“rueda de prensa” simultánea con otra que se llevaría acabo en Estocolmo. En esas falsas “ruedas de prensa” lossecuestradores acusaron a los militares colombianos deayudar a grupos fuera de la ley. Después, la espera conti-nuó y la liberación de los secuestrados tampoco llegó. Vi-no entonces una nueva exigencia de los subversivo: “Des-militarizar una zona” del territorio colombiano. Ese fueel precio que suecos y colombianos tuvieron que pagarpor la liberación de Aplegate y Tyrving. (Noticiero de lassiete, marzo 7 de 1995. La Prensa 14 de mayo de 1995).

Esa negociación demostró que, en realidad, la guerrillade las FARC explota el tema ecológico únicamente comobaza para obtener unos millones de dólares en el rescatede ciudadanos extranjeros. Ese episodio también dejó verque la entidad secuestradora es capaz de abusar de la

Gracias a supolítica de firmeza,

el presidenteAlvaro Uribe

ha logrado, en dosaños, disminuiren un 50% el

número de secuestros en

Colombia.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS 12

buena fe de los negociadores europeos y reforzar graciasa ellos su propaganda. Las FARC han montado en territo-rio sueco un dispositivo informático desde el cual orien-tan, sin suscitar la menor reacción de las autoridades,varios sitios en la internet de propaganda y de coordina-ción de su acción terrorista.

Cuando de secuestrar extranjeros se trata, las guerri-llas no hacen,en efecto, miramientos de ninguna especie.

Lamentable y trágico fue el secuestro y posterior ase-sinato de tres misioneras y pacifistas norteamericanas amanos de las FARC. Luego de 29 meses de horrible cau-

tiverio, las misioneras fueron asesinadas a quemarropa el19 de junio de 1995. Así mismo, el secuestro de miem-bros del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), una comu-nidad de predicadores cristianos que trabajaba en Colom-bia desde hacía 20 años, forzó su salida del país en 1994.

Víctimas del secuestro han sido sacerdotes y obisposcatólicos colombianos, así como pastores y predicadoresprotestantes. El 2 de octubre de 1989, monseñor JesúsEmilio Jaramillo, obispo de Arauca, fue secuestrado, tor-turado y asesinado por el ELN. Su cuerpo fue encontradocon siete impactos de fusil y claras evidencias de tortura.

El más alto índice de popularidad entre los mandatarios de América Latina lo tiene el Presidente colombiano AlvaroUribe Vélez. Ello lo debe a su política de firmeza frente al terrorismo y a su contacto permanente con la población.

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In ridBetancourt

gun caso que conmueve al mundo

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INGRID BETANCOURT 2

¿Por qué ha sido tan grande su repercusión en Francia y en el resto del mundo?

Por dos razones. Primero, porque nacida en Colombiaen 1961, de padres colombianos, pero formada desdemuy pequeña en París, ciudad donde su padre ocupó elcargo de Embajador ante la UNESCO y más tarde su ma-dre fue Consejera de la Embajada de Colombia en Fran-cia, licenciada en el Institut des Sciences Politiques, casa-da en primeras nupcias con un diplomático francés, Fa-brice Delloye, Íngrid Betancourt así como sus dos hijos,Melanie y Laurent, tiene la doble nacionalidad colombia-na y francesa. En segundo lugar, porque se trata de unafigura carismática, que se abrió paso en su país primerocomo representante a la Cámara, luego como senadora yfinalmente como candidata a la Presidencia, luchandocontra la corrupción política y el narcotráfico. Por obrade esta doble y valerosa acción suya, tanto ella como sushijos fueron amenazados, obligándola a enviarlos al exte-rior, sin que por ello desistiera de continuar su lucha. Detodo esto dejó constancia en su libro La rabia en el cora-zón. Escrito en francés y publicado inicialmente en Fran-cia en el año 2001, esta obra la hizo célebre al convertir-se en un best seller y ser traducido a varios idiomas.

El movimiento político encabezado por ella gravita entorno a temas trascendentales como la defensa del medioambiente, la lucha contra el clientelismo político y la co-rrupción, y la búsqueda de la paz. Gracias a su interésecológico, su tendencia política forma parte del movi-miento mundial de partidos verdes. En su intervenciónen la ciudad de Canberra, Australia, el 15 de abril del2001, definió su objetivo político hablando de la necesi-dad de “Una rebelión democrática y pacífica para pasaren América Latina de democracias formales a democra-cias reales” Con un perfil tan notable, su secuestro porparte de las FARC de ninguna manera podría pasar de-sapercibido.

¿Cómo y cuándo fue secuestrada Íngrid Betancourt?

Candidata del partido verde colombiano Oxígeno a laelección presidencial del 26 de mayo de 2002, Íngrid Be-tancourt fue plagiada el 23 de febrero de ese mismo año,junto con la abogada Clara Rojas, asesora y compañera dela formula presidencial. El secuestro fue realizado porguerrilleros de las FARC en el sur del país, cuando ella sedirigía a la población de San Vicente del Caguán, cuyo Al-calde pertenecía a su movimiento. Ella tenía en ese mo-mento 40 años. Cuando le fue negada la posibilidad deviajar por vía aérea al lado de los periodistas que acom-pañaban al entonces presidente Andrés Pastrana y quese dirigían también a San Vicente desde la ciudad de

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INGRID BETANCOURT 3

Florencia, Íngrid partió en un vehículo oficial del Depar-tamento Administrativo de Seguridad (DAS) el cual fueinterceptado por los guerrilleros. De este riesgo había sido previamente advertida por las autoridades milita-res y por los servicios de inteligencia, pero Íngrid Betan-court, cuyo valor y audacia fueron siempre rasgos que es-tuvieron presentes a lo largo de su carrera política, tomóla decisión de viajar sin escolta, pues éstos no quisieronseguir adelante dado el alto riesgo que corrían todos deser secuestrados. Íngrid viajó pues acompañada por ClaraRojas, dos periodistas y un conductor. Una vez perpetradoel secuestro del grupo, los guerrilleros de las FARC deci-dieron dejar en libertad a los acompañantes de Íngrid.Sin embargo, Clara Rojas en acto de extraordinaria solida-ridad, insistió en quedarse al lado de su colega y amiga.

¿Por qué fue secuestrada?

Aunque las FARC jamás incluyeron entre sus planeseste secuestro, tanto más que Íngrid Betancourt se mos-tró partidaria de los diálogos con las FARC, sin por elloaprobar sus métodos de lucha, su captura apareció comoun elemento providencial ante los dirigentes de estaorganización. En efecto, éstos habían diseñado una estra-tegia tendiente a lograr la liberación de sus compañerosque cumplían penas en diversas cárceles del país por losdelitos de rebelión, homicidio o secuestro. Se trataba desecuestrar el mayor número posible de personalidadespolíticas, con el fin de presionar al Gobierno para obte-ner un canje. Previamente a la retención de ÍngridBetancourt, las FARC habían secuestrado en Cali a 15diputados y en diversos lugares del país a cinco senado-res, además de alcaldes, un gobernador y cerca de uncentenar de policías y soldados. Una candidata a la presi-dencia respondía con sobrada razón a su objetivo.

¿Qué repercusión ha tenido este secuestro?

Muy grande. En comunicado de prensa fechado el 24de febrero de 2002, la ONU condenó el secuestro deÍngrid Betancourt y de Clara Rojas, al tiempo que exigióla liberación inmediata de todos los secuestrados. La Ofi-cina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas paralos Derechos Humanos en Colombia recordó en otra de-claración que “con estas actuaciones se infringen grave-mente las normas humanitarias”. El presidente de Fran-cia, Jacques Chirac, su canciller en el momento del se-cuestro y ahora ministro del Interior, Dominique deVillepin, el ministro de Asuntos Exteriores de la Federa-ción Rusa, Igor Ivanov, el primer ministro italiano SilvioBerlusconi, entre otros, han expresado su protesta poreste secuestro y han pedido su liberación incondicional einmediata. El Grupo del Partido Socialista Europeo con-

sidera que Íngrid Betancourt representa un “símbolo dela lucha contra la corrupción y en favor de la justiciasocial”. El 5 de octubre de 2004, junto con la AsociaciónBielorrusa de Periodistas, la activista chechena NataliaEstemirova y el ruso Sergei Covalet, la dirigente colom-bo-francesa fue elegida finalista al Premio Sajarov dederechos humanos del parlamento europeo. Además deesto, numerosas ciudades y poblaciones francesas la handeclarado ciudadana de honor.

¿Qué se sabe sobre el estado de salud de Íngrid Betancourt?

Raúl Reyes, dirigente de las FARC, hizo saber a unperiodista que el estado de salud de ella era bueno, perono su estado de ánimo, afirmación que parecería explica-ble si se tiene en cuenta que pocos días después desecuestrada, su padre, Gabriel Betancourt, falleció y quesus captores no le han permitido ningún contacto direc-to, telefónico o epistolar, con su familia, ni visita algunade la Cruz Roja o de mediadores eclesiásticos, con el finde verificar en qué condiciones realmente se encuentra.La última prueba de supervivencia de la ex candidata yex senadora fue un vídeo grabado por las FARC en mayode 2003 y difundido por la televisión colombiana el 31 deagosto siguiente. A propósito de esta comparecencia, sumadre, Yolanda Pulecio, declaró: “A Dios gracias diceque está bien pero me angustia mucho lo que ella debesentir.” De su lado, Melanie, la hija de Íngrid, señaló para el documental español Terrorismo: su mano enColombia “Tiene una lucidez impresionante, está aisla-da en medio de la selva, pero da la impresión de que velas cosas mejor que uno”

¿Qué pide la familia de Íngrid Betancourt?

La familia, hablando no sólo con relación al caso deÍngrid sino al de las personalidades políticas, los policíasy soldados en manos de las FARC, con cuyos familiares essolidaria, solicita que se realice el llamado Acuerdo Hu-manitario para lo cual considera indispensable negociacio-nes directas entre el Gobierno y la organización guerrille-ra. Mediadores eclesiásticos, como el arzobispo de Popa-yán, Luis Augusto Castro, han establecido contactos con lasFARC y han obtenido de dicha organización un acuerdo deprincipio para dejar en libertad a los 47 oficiales y subofi-ciales del Ejército en su poder, a seis parlamentarios,12diputados regionales,un ex ministro de Desarrollo, un exgobernador del departamento del Meta, la ex candidatapresidencial Íngrid Betancourt y tres instructores estadou-nidenses, hechos prisioneros luego del derribamiento deun avión, a cambio de un número no determinado aún deguerrilleros recluidos en cárceles colombianas.

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La familia de Íngrid Betancourt sostiene que esteacuerdo humanitario es viable tomando en cuenta doscircunstancias: la primera es la vida de los secuestrados yel sufrimiento de sus familias.La segunda,el hecho de quehoy en día, dada la ayuda militar que está recibiendo elGobierno de Colombia de los Estados Unidos, la creaciónde un cuerpo de soldados campesinos, de nuevas brigadasmóviles y batallones de alta montaña, la relación de fuer-zas en la lucha contra la insurgencia permitiría la libera-ción de cincuenta guerrilleros sin que esto representaraun cambio sustancial del actual enfrentamiento. Al mis-mo tiempo, voceros suyos como Juan Carlos Lecompte,esposo de Íngrid Betancourt, han expresado su inquietudpor el hecho de que los secuestrados son usados por las

FARC para cubrirse frente a la presencia de la FuerzaPública. “Estamos denunciando que las FARC están usan-do nuestros familiares como escudos humanos”- declaróLecompte a la AFP el 25 de agosto del 2004 -. Los usanpara protegerse de la acción del Ejército, y esto es un atro-pello, un abuso, una arbitrariedad muy grande”. La acti-tud de la familia es igualmente critica con la actitud delGobierno “El Presidente tiene una política de guerra y esinflexible”, dice Yolanda Pulecio madre de la secuestrada.“No parece comprender que el acuerdo humanitario, queintercambia secuestrados políticos por guerrilleros pre-sos, es la única salida”. Astrid Betancourt, la hermana dela ex senadora, estima por su parte que los obstáculos quela guerrilla opone al acuerdo humanitario son salvables.

“Si no haycanje,habrá queliquidarlos”

La terrible amenazade El Mono Jojoy, jefemilitar de las FARC,pesa sobre la vida deIngrid Betancourt y demás secuestrados.

José Briceño, alias “El Mono Jojoy” es el jefe mili-tar de las FARC. A él se debe el secuestro de nume-rosas personalidades políticas de Colombia entreellas la ex candidata Ingrid Betancourt, seis senado-res y 15 diputados regionales.

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¿Qué propone el gobierno colombiano?

El gobierno colombiano no se opone al acuerdo hu-manitario. Según un comunicado al gobierno suizo del23 de julio del 2004 y ratificado luego en una carta remi-tida a monseñor Beniamino Stella, Nuncio Apostólico desu Santidad, el 28 de octubre del mismo año, el presiden-te Uribe Vélez propone:

a) Liberar de manera unilateral 50 guerrilleros proce-sados o condenados por rebelión, a los cuales se les ofre-ce, bajo la garantía de Francia y de la Iglesia colombiana,viajar al extranjero o incorporarse al programa oficial dereinserción.

b) Acto seguido, la guerrilla liberaría a los secuestra-dos políticos y a los miembros de la Fuerza Pública en supoder. Dicha liberación contaría con el apoyo de Suiza yde Francia.

Para llevar a término este acuerdo de voluntades,Uribe propuso inicialmente:

1º). Reiterando su palabra empeñada, el Gobierno li-beraría inicialmente 15 guerrilleros que estén en las cár-celes por el delito de rebelión.

2º). Acto seguido, la guerrilla liberaría, como pruebade buena voluntad, un número similar de personas se-cuestradas en su poder.

3º). De manera inmediata, se procedería a una reu-nión con las FARC en la sede de la Nunciatura Apostóli-ca de Colombia o en otra Embajada.

4º). La reunión se adelantaría por un tiempo nomayor de 5 días, con el único propósito de perfeccionarel acuerdo.

5º). El transporte de los miembros de las FARC aBogotá y su regreso se adelantaría por cuenta de la CruzRoja Internacional, con el apoyo de la Iglesia colombiana.

6º). No se suspenderían acciones militares en ningunaparte del territorio nacional.

Posteriormente a esta propuesta y con miras a facili-tar un acuerdo, el Gobierno unilateralmente concedió in-dulto a 23 guerrilleros que pagaban penas en las cárcelesde Colombia.

El presidente de la república, Alvaro Uribe Velez, de-claró: “No podemos desmilitarizar zonas, pero vemos laposibilidad de que voceros de la guerrilla puedan acudira un sitio que cumpliera las mismas condiciones o muy similares a las de una zona desmilitarazada. Podrían

reunirse en una iglesia, urbana o rural, en cualquierparte del país, a fin de que su llegada (de las Farc) secoordine con la iglesia y con la Cruz Roja Internacional.

Es un paso más por parte del gobierno. Nosotros de-seamos de todo corazón que estos secuestrados estén li-bres cuanto antes”.

El Presidente Uribe ha liberado unilateralmente más de20 guerrilleros de las FARC como gesto para mostrarsu voluntad de llegar a un acuerdo que permita la libe-ración de los secuestrados políticos, y entre ellos IngridBetancourt.

El gobierno colombiano no se opone al canje humanitario,pero no acepta para ello desmilitarizar una zona del país.

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¿Que respuesta han dado las FARC a esta propuesta?

Doce días después, el 8 de noviembre de 2004, lasFARC rechazaron la anterior propuesta del gobierno co-lombiano atribuyéndole carácter de “demagogia electoral temeraria e irresponsable”. Al rechazar las sedes diplo-máticas como sitios de eventuales conversaciones, insis-ten en las zonas desmilitarizadas de los municipios deFlorida y Pradera.

“La oferta para liberar unilateralmente 50 guerrille-ros nada tiene que ver con el intercambio” - dicen en lasegunda parte de su comunicado-, ni un acuerdo de canjeadmite mezclas con el programa de reinserción delGobierno que pretende negarle al pueblo colombiano elsagrado derecho a la rebelión, que implica armas, comba-tes, finanzas.”

En síntesis, la organización terrorista no ha alteradosus exigencias iniciales y justifican como sagrado dere-cho “el alzamiento revolucionario contra el Estado”, lacompra ilegal de armas, las acciones a base de explosivosy la utilización de minas antipersonales, además de vercomo operación de finanzas legítima el secuestro y el trá-fico de droga.

Ya en abril de 2003 la liberación de Íngrid Betan-court, de seis parlamentarios, de doce diputados regiona-les, de un ex gobernador del departamento del Meta y detres supuestos agentes norteamericanos de la CIA, teníapara las FARC, como contraprestación, “la liberación detodas las guerrilleras y guerrilleros privados de la liber-tad de las cárceles oficiales”. Posteriormente, el 20 deagosto de 2004, otro comunicado suyo justificaba “laconexidad de ciertos delitos con el derecho de rebelión”(es decir, asesinatos, secuestro, tráfico de droga y atenta-dos terroristas).

Conviene anotar que la propuesta del Gobierno deUribe había sido bien recibida por el delegado de lasNaciones Unidas para Colombia, James Lemoyne, quienesperaba que fuera tenida en cuenta por las FARC. (ElEspectador, Colombia, 09-11-04).

Por su parte, Monseñor Luis Augusto Castro, quienhabía actuado como mediador con la guerrilla en buscade un acuerdo, consideró lamentable que las FARCpusieran como condición una zona de despeje definida y

delimitada. Según el jerarca eclesiástico, esto implicaría“utilizar este problema políticamente como una estrate-gia de guerra”.

En igual sentido se pronunció Fabiola Perdomo, espo-sa del diputado Juan Carlos Narváez: “Teníamos la espe-ranza de que las FARC entendieran que había un mo-mento político importante y tenían en sus manos la posi-bilidad de mostrar a la comunidad internacional que síquerían una salida política y negociada. Rechazamos suposición”. (El País, Cali, 09-11-04)

Avión secuestrado por las FARC

La familia considera indispensable negociacionesdirectas entre el gobierno y las FARC.

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TESTIMONIOS

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TESTIMONIOS 2

Bogotá, 6 de octubre del 2003, 7:30 am. Frente a sucasa, en el barrio Nicolás de Federmán, dos bonitasmuchachas gemelas, Daniela y Angélica Vanegas,esperan el bus escolar que debe llevarlas al colegiodonde estudian bachillerato. De repente, un automó-vil Corsa verde se detiene bruscamente muy cerca deellas. Del interior, bajan tres hombres armados, atra-pan a Daniela y la introducen en el vehículo, que par-te a gran velocidad hacia el sur de la ciudad.

“HIJO DE P..., ¿VA A DEJAR MORIR A SU HIJA?”

El terrible caso de la niña Daniela Vanegas

Como ella, más de 300niños son secuestradoscada año por las FARC.

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TESTIMONIOS 3

Cuatro días después del se-cuestro, un hombre llama te-lefónicamente al padre de laniña, Miguel Ángel Vanegas,exigiéndole una alta suma dedinero por el rescate. Graciasa grabaciones telefónicas he-chas por el Departamento Administrativo de Seguridad(DAS), se logra establecer que la llamada proviene de unteléfono móvil, desde una apartada región montañosa alsuroccidente de Bogotá y que dicho teléfono es usadopor un hombre llamado Pablito Romero, jefe de la colum-na “Abelardo Forero” de las FARC. Las posteriores lla-madas suyas se hacen desde las orillas del rio Ariari, enlos Llanos Orientales del país.

El padre de Daniela está desesperado. La suma desor-bitada de dinero que le exigen no la puede pagar. En suangustia por demostrar que carece de recursos para aten-der las exigencias de los secuestradores, Vanegas pide enlos bancos los saldos de sus cuentas, acude al Catastropara hacer una evaluación de la casa y de la oficina quetiene y a la central de impuestos para sacar copias certi-ficadas de las declaraciones de renta. También hace eva-luar los dos automóviles de su propiedad. Todo en vano.Los hombres de las FARC insisten en el pago de la sumapedida. “ Hijo de p….., - le dicen por teléfono - “¿ va adejar morir a su hija? Mire que está durmiendo en elpasto, bajo la lluvia. No puede caminar”.

Todos los documentos pro-bando la realidad de sus re-cursos económicos, los envíaVanegas con un sacerdote has-ta el sitio donde provenían lasllamadas. El sacerdote logróestablecer contacto con Ro-

mero. Pero la respuesta de las FARC es desalentadora.“Esos papeles son “chimbos”(falsos), no nos crea bobos.Usted tiene más plata”, le dicen por teléfono.

El 15 de agosto del 2004, Vanegas recibe una casetecon la voz de su hija. Le pide a su padre que pague el res-cate y le lee un comunicado del bloque oriental de lasFARC. No eran sus palabras, la estaban obligando a leer,asegura hoy Vanegas.

A fines de septiembre del 2004, el padre de Danielarecibe una llamada del Coronel Flavio Buitrago, directordel Departamento Antisecuestro de la Policía. Le pidedocumentos de identificación de su hija. Sin explicarleaún qué ocurría, el oficial le indica que le enviará unapatrulla para que lo recoja a él y a su esposa Graciela. Eldestino es la sede del Instituto de Medicina Legal. Allíestá el cadáver de Daniela. Tiene la cara desfigurada. Elcuerpo ha sido encontrado el 7 de septiembre en el ba-rrio Britalia, en el sur de Bogotá. El examen del médicoforense revela que Daniela había sido asesinada de cua-tro puñaladas a la altura del corazón.

La fotografía muestra un desfile de protesta de loscompañeros de colegio de la estudiante de 15 añosDaniela Vanegas, secuestrada en la puerta de su casa.

Entierro de Daniela

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TESTIMONIOS 4

El 7 de marzo del 2000, hombres de las FARC toma-ron por asalto la población de Santa Cecilia, en el depar-tamento de Risaralda, al occidente de la capital, y secues-traron al cabo José Norberto Pérez de la Policía Nacio-nal. Mientras se hallaba en cautiverio, su hijo Andrés, de12 años de edad, enfermó gravemente de un cáncer.

Consciente de que iba a morir, el niño pidió a lasFARC públicamente que le permitieran ver por últimavez a su padre. Incluso le envío una carta al máximo jefede las FARC, Manuel Marulanda, alias Tirofijo. “Yo séque en su propuesta al Gobierno busca usted un inter-cambio de soldados y policías por guerrilleros enfermos,pero sé también que usted, como colombiano que es, vaa hacer conmigo una excepción”. Está propuesta fue apo-yada clamorosamente por miles de colombianos. Todo

fue inútil. Andrés murió sin ver a su padre. Días después,este último fue asesinado a sangre fría de un tiro en lacabeza y otro en la espalda por las FARC. El relato queaparece a continuación fue escrito por la periodistaSalud Hernández Mora, corresponsal del diario españolEl Mundo.

Bogotá. Antes de dormirse, pidió que le despertaransi llamaba su padre. Nunca sonó el teléfono. Tampoco elchaval, de 12 años, volvió a abrir los ojos. Andrés FelipePérez murió de tristeza, susurró su madre. Le mató la in-finita crueldad y el absurdo de una guerra que ya nadieentiende, según grita un pueblo cansado de tanta barba-rie. A las 11.15 de la mañana del martes 18 de diciembre,un pequeño, convertido en símbolo nacional del sufri-miento de civiles inocentes frente a la intransigencia einsensibilidad de los grupos armados, expiraba en su ca-sa de Buga, un tórrido pueblo del oeste de Colombia.«Ensu agonía esperaba a su padre con el mayor anhelo», re-cordaba llorando su madre. «Sabíamos que el pequeño,de doce años, no viviría muchas semanas más, que ape-nas podía respirar, que sólo el Señor de los Milagros, pa-trón de Buga, podría derrotar el cáncer que ya le habíaquitado un riñón, la mitad del otro y un pulmón. Por esocreímos que la guerrilla de las FARC (Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia), cumpliría el sueño de unniño moribundo. Pero no lo hicieron. No quisieron dejaren libertad a su padre, José Norberto Pérez, un simple ca-bo de policía que lleva 21 meses secuestrado en la selva».

Andrésmurió sin ver asu padreSe ha dicho, con razón,que es el episodio desecuestro más cruel ocurrido en Colombia.

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TESTIMONIOS 5

«Todo el país clamó por un acto humanitario. Peronos escupieron a la cara», dijo con rabia contenida elgeneral Gilibert, director general de la Policía. «Nos pre-guntamos si son seres humanos», se interroga EduardoCifuentes, defensor del Pueblo.

Pocas veces este país, castigado durante cuatro déca-das por una guerra y acostumbrado a la violencia másatroz, había concentrado tanta solidaridad en torno alpadecimiento de una familia. Nunca antes los medios decomunicación habían recibido tantos miles de mensajesuniéndose a un colombiano, en este caso un niño agoni-zante, que estiró la vida esperando a su padre hasta queno pudo más. Rafael Peña, médico del niño desde queéste tenía cinco años, resume: «Cuando un niño pierde laesperanza, se muere».

La lenta agonía de Andrés Felipe comenzó el 17 demarzo de 2000. Unos 400 guerrilleros atacaron la veredaSanta Cecilia, cuyo puesto de policía, con 16 hombres,comandaba su padre. Siete agentes murieron y al restolos secuestraron. «Durante cinco años estuvo controladala enfermedad que padecía desde su nacimiento. Dos me-ses después del secuestro, el niño, terriblemente depri-mido, recae», asegura Peña. Desde ese momento entra ysale del hospital con frecuencia.

«Que piensen en un niño enfermo y que lo liberen»,fueron las palabras del niño Andrés Felipe en julio pasa-do, la primera vez que apareció en televisión pidiendo ala guerrilla que soltaran a su padre para que le acompa-ñara en su grave enfermedad. Ese mes, gracias a unacuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC, 242soldados y policías regresaban a sus casas tras dos, tres yhasta cuatro años de cautiverio. Entre ellos no figuraronni oficiales ni suboficiales, que tendrían que esperar otranegociación.

Andrés Felipe inició entonces, acompañado por sumadre, una empleada doméstica por horas llamada Fran-cia, una carrera contra el tiempo, clamando por la liber-tad de su progenitor. Desde el primer momento chocócon el muro infranqueable de la prepotencia de lasFARC: «Habrá que comprobar con nuestros médicos sieso es cierto (el cáncer) o si es un método para llevarse alcabo», exigió Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo,máximo líder del grupo rebelde.

«De la manera más suplicante le pido que libere a mipapá», insistió una vez más el menor. Nada conmovió elpétreo corazón de los guerrilleros, callados durante sema-nas. Hablaron a finales de noviembre para ofrecer elcanje del cabo por Ignacio González, un guerrillero presoy enfermo. El país entero les exigió un gesto humanita-rio sin contraprestaciones. Las FARC insistieron en elintercambio.

Los días corrían y el 3 de diciembre, después de quelos médicos anunciaran impotentes que no podían hacermás por el menor, le dejaron regresar a su casa. Aunquesus vecinos le brindaron un recibimiento de héroe, An-drés Felipe no quiso saludar ni ver a nadie. Se encerró ensu casa esperando su sueño. Y volvió a enviar un mensa-je a las FARC rogándoles que su padre regresara parapasar juntos el 24 y el 31 de diciembre.

Dos crisis respiratorias graves le obligaron a volver alhospital. Aún así, siguió luchando. Pidió un retrato deTirofijo a Omar Gordillo, un pintor solidarizado con sucausa, para enviárselo al guerrillero de regalo. Así elpequeño Felipe creyó que conseguiría algo a cambio: «Élme regala a mi papá». No hubo tiempo. La muerte leganó la última batalla.”

Salud Hernández Mora.

“Creíamos que lasFARC cumplirían el sueño de unniño moribundo.Pero no lo hicieron”

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TESTIMONIOS 6

“Soy medico cardiólogo de Medellín. Fui secuestradopor las FARC en abril de 2000. Después de cinco se-manas de silencio, las FARC finalmente confirmaron elsecuestro a mi familia, pero sin mencionar sus condicio-nes. Solo al final del año 2000 pude comunicarme porprimera vez con mi esposa, limitándome a indicarle porradio que estaba vivo.

No sólo yo, sino toda mi familia estuvo presa durantetodos esos 18 meses de angustia, soledad y miedo, un dra-ma que cambió mi vida y me obligó más tarde a huir deColombia.

Fui secuestrado al salir de la universidad, donde dicta-ba clases. Cuatro individuos vestidos con uniformes depolicía me hicieron detener el auto. Vine a darme cuentade que eran secuestradores cuando me encañonaron consus armas.

Al llegar al monte, el comandante que me recibió mequitó el reloj, el anillo de matrimonio, el escapulario conel que murió mi padre y el poco dinero que llevaba.Luego fui obligado a marchar 20 días por la selva, cru-zando ríos y soportando fuertes lluvias. Caminando poresas montañas altas, húmedas, muy frías, tuve una caída,me fracturé una costilla y casi no me podía mover. Cuan-do finalmente llegamos a un campamento de las FARC,estaba casi paralizado. Me dijeron que era un secuestroeconómico.Sin embargo, a mi esposa no le hicieron saberninguna condición durante ocho meses, lo cual fue unatortura psicológica inimaginable para toda mi familia.

Por las marchas tan intensas, presenté una miositis.No podía caminar, no podía pararme, me ayudaba de unbordón para poderme levantar del suelo. Además tuve

problemas de rodillas, parasitosis, gusanos, y falta de pro-teínas debido a la dieta de sólo arroz y fríjoles. Pero apesar de todo esto, decidí no morir. Me empeñé en mejo-rar. Hacía gimnasia calisténica, intentando mover lamayor cantidad de músculos que podía, hasta que final-mente me recuperé.Fue tal mi mejoría que a los siete me-ses mis captores tenían miedo de que me escapara. Em-pezaron a amarrarme con cadenas de un metro de largo;primero de noche y después, durante cuatro meses, todoel día. Mi vida se había vuelto peor que la de un perro.

Los guerrilleros que me custodiaban tenían entre 13 y17 años. Aunque por lo general ingresan voluntariamen-te, luego no pueden abandonar la guerrilla. La deserciónestá castigada con la pena de muerte. Entre ellos reina elmiedo, la desconfianza y la total falta de libre determina-ción. Carecen de todo interés por la vida humana. En unode los campamento de secuestrados, se encontraba unapersona de 68 años a quien estaban dejando morir, ya que

“No podía caminar, no podíapararme, me ayudaba de unbastón para poderme levan-tar de suelo. Pero a pesar deesto decidí no morir”

“La próxima vezno me cogen vivo”

Testimonio de un médico secuestrado

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TESTIMONIOS 7

les faltaba conocimiento y recursos para cuidarla. Tuveque convencerles para que le pudiera atender como médi-co. Finalmente me lo permitieron y así se pudo salvar.

Cuando había en la región operaciones militares, meponían de primero en la fila como escudo humano y mevestían de verde militar para que en caso de enfrenta-miento no fuera identificado como secuestrado.

Un mes después de mi secuestro, logré escuchar en unradio el programa Las voces del secuestro que se transmi-te los sábados en la noche. Esta emisora posibilita quelos secuestrados reciban mensajes de sus familias. Es-cuchar la voz de mi esposa fue una ayuda moral enormedespués de días y noches de abandono, soledad y deses-peración. Supe por ella que había remitido una carta aljuez Baltazar Garzón y que éste le había contestado dán-dole un testimonio de simpatía y condenando la prácticadel secuestro.

Mi familia fue obligada a pagar dos veces por mi resca-te. En la segunda oportunidad se obtuvo la liberación gra-cias a la intervención de la Cruz Roja. El 20 de octubredel 2002 pude al fin reunirme con los míos. Fue una ale-gría breve, pues a los cuatro días me diagnosticaron uncáncer en el colon y tuve que ser operado de urgencia.

Desde mi liberación, y hasta dejar el país unas sema-nas después, no salía de casa. Tenía miedo. Miedo de quelas FARC me secuestraran de nuevo o me asesinaran. Mie-do de que las autodefensas - otra organización ilegal quecombate a los guerrilleros - me asesinaran por haber paga-do rescate a la guerrilla. Finalmente, para liberarme delmiedo, decidí dejar mi país, abandonar mi trabajo en launiversidad, donde había sido profesor durante los últi-mos 18 años. Ya en el exterior, me atreví a denunciarpúblicamente este crimen de lesa humanidad que es elsecuestro.

Mandé mi denuncia pública a entidades como Amnis-tía Internacional y Human Rights Watch; a la ONU y a laOEA, pero no recibí reacción alguna. La única ONG queme buscó fue Pax Christi Holanda, que me invitó a divul-gar mis experiencias por varios medios, para que elmundo conociera lo que está ocurriendo en mi país.”

Javier Correa

Secuestrados de las FARC en algún lugar de la selva colombiana

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TESTIMONIOS 8

Convencido de que el diálogo era el único caminopara lograr la paz con la guerrilla de las FARC, GuillermoGaviria, gobernador del departamento de Antioquia,cuya capital es Medellín, encabezó, el 21 de abril del2002 una marcha de 2.000 personas bajo el lema de“No a la violencia”. Lo acompañaba otro personaje muyconocido en el país, el ex ministro de Defensa de 65años, Gilberto Echeverri. El propósito común de los dosdirigentes era demandar tanto a las guerrillas de extremaizquierda como a los paramilitares de extrema derecha,organizaciones fuera de la ley que operaban en el orien-te del departamento, respeto a la población civil y a susbienes. El gobernador Gaviria era un hombre de gran va-lor civil, capaz de movilizar a la población contra las ame-nazas de unos y otros. Así, meses atrás, cuando el alcaldedel municipio de Tarso, en Antioquia, estaba amenazadode muerte por grupos paramilitares, acudió en su apoyoorganizando una gran marcha de solidaridad con él.Antiguo guerrillero, el alcalde se había reinsertado en lavida civil, y democráticamente, en elecciones libres, ha-bía ganado la Alcaldía.

Posteriormente, el gobernador realizó una marchasimilar cuando las guerrillas de las FARC asaltaron elmunicipio de Caicedo, golpearon al párroco del lugar yrobaron a los campesinos sus productos agrícolas. Igual

El triste epílogo de unamarcha de lano violenciaBuscando diálogo con la guerrilla, un gobernador y unex ministro son secuestrados.

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TESTIMONIOS 9

que lo hiciera antes con los paramilitares, el gobernadorexigió a las FARC respeto para los campesinos y la devo-lución de los productos robados.

Luego de estos incidentes, surge en el gobernadorGaviria la idea de organizar en el oriente de su departa-mento la gran marcha de la no violencia. El desfile ibaencabezado por el propio gobernador Gaviria, su con-sejero de paz, el ex ministro de Defensa GilbertoEcheverri, y el ministro bautista Bernard Lafayette, here-dero de Martín Luther King y de su lucha por la paz ypor los derechos civiles y políticos. Aquel domingo 21 deabril, cuando la marcha se aproximaba al municipio deCaicedo, varios guerrilleros salieron a la vía e invitaronal gobernador y a su consejero de paz a adentrarse en elmonte para sostener una reunión con el jefe de las FARCen la región, un guerrillero conocido con el nombre deEl Paisa.

La invitación fue aceptada casi de inmediato por el go-bernador, sin medir posibles consecuencias. En realidad,se trataba de una trampa montada por las FARC para se-cuestrarlos. El ex ministro Echeverri Mejía no parecíamuy convencido de la invitación.Se lo dijo a Gaviria. “Va-mos, hombre, le replicó éste, les demostramos que el diá-logo es el camino”. “Bueno, aceptó resignado EcheverriMejía, no sin antes ironizar: “Si nos secuestran, nos jodi-mos porque usted está muy gordo y yo muy viejo”. Teníarazón: El Paisa los traicionó y los retuvo secuestrados.”

El Gobernador y el ex ministro permanecieron en cau-tiverio 13 meses junto con 11 miembros de la Fuerza Pú-blica. Expuestos a la inclemencia del tiempo, a las alima-ñas de la zona selvática y a las enfermedades recurrentesde esos sitios como la leishmaniasis, los dos dirigentes dela no violencia organizaron para sus compañeros de in-fortunio cursos de inglés, de historia y de ética.

El día 5 de mayo de 2003, descubierto el campamentopor la Fuerza Pública, se intentó su rescate. Fue inútil.Atendiendo instrucciones recibidas por el alto comando delas FARC, El Paisa, jefe del campamento donde se hallabanlos secuestrados, dio orden de liquidarlos a sangre fría.

Los guerrilleros invitaron algobernador y al ex ministro adialogar con su comandante.Era una trampa.

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TESTIMONIOS 10

El secuestro de Doris Gil y de su marido, el empre-sario Helmutt Bickenbach, ocurrido el 26 de diciem-bre de 2002, conmovió a Colombia.

Los dos formaban una de esas parejas que la pren-sa del corazón nunca olvida. A los 19 años, Doris había sido una deslumbrante reina nacional de labelleza. Cuando debía representar a Colombia en elconcurso de Miss Universo, renunció a su título paracasarse con un joven y apuesto empresario de origenalemán. Su boda fue todo un acontecimiento.

EL FIN DE UNAREINA DE BELLEZAOtro horror que conmovió a Colombia

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TESTIMONIOS 11

Desde entonces, se les veía como una pareja unida yfeliz que en los eventos sociales y deportivos de Bogotáatraía siempre la atención de los fotógrafos. Hasta el díaen que fue secuestrada en una carretera al oriente deBogotá, Doris Gil seguía siendo una mujer muy atractiva,madre de tres hijos y abuela de varios nietos. Iba al ladode su marido, cuando hombres de las FARC intercepta-ron el automóvil donde viajaban. En un primer momen-to, los secuestradores decidieron dejarla en libertad y re-tener sólo al empresario, pero ella no quiso. “Si lo llevana él, me llevan también a mí”, les dijo.

Seis meses estuvo la pareja secuestrada en lo que losguerrilleros suelen llamar un “cambuche”, es decir, unrústico refugio donde sólo algunas ramas podían prote-gerlos de la lluvia y el sol, pero no de arañas, culebras yotros animales del monte.

Según se sabría después, los hombres de las FARCofrecieron de nuevo a Doris Gil dejarla en libertad, segu-ramente con el fin de que pudiese conseguir los fondosde un rescate. De nuevo ella se negó a abandonar a sumarido.

El 24 de julio del 2003, al percibir que unidades delejército se acercaban al lugar montañoso donde se encon-traba el refugio, los hombres de las FARC decidieron li-quidar a sangre fría a la pareja. Cuando alzaron sus ar-mas, Doris Gil se precipitó para proteger a Helmut, su es-poso. Murió abrazada a él.

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“Si lo llevan a él, mellevan también a mí”

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TESTIMONIOS 12

En Colombia se puede referir al secuestro como unaindustria. Antes y después de esa descripción se ha usadotambién en Colombia el secuestro como arma de guerra.Ambas denominaciones hacen evidente el deterioro mo-ral de las relaciones sociales en Colombia, marcadas, ade-más, desde hace mucho tiempo, por el homicidio político.

Es bien sabido que el secuestro empleado por la sub-versión como “arma legítima” (según ellos), da lugar a undebate bizantino que se mueve en el resbaloso campo dela justicia o moralidad de la insurrección. Sin embargo,la privación de la libertad, es, en cualquier hipótesis, unaacción violatoria de la dignidad de la persona. Y en formaanáloga a lo que sucede con el homicidio, requiere unajustificación casi imposible de establecer, cuando se pre-tende imponer su uso como forma de castigo impuestopor el Estado, lo cual se manifiesta en la actual falta deunanimidad frente a la pena de muerte.

De hecho, la analogía con el homicidio nos permitereflexionar sobre la inmoralidad del secuestro. Tanto laprivación de la libertad como el disponer de la vida ajenason palmarias violaciones de los derechos fundamentalesde la persona humana, dado que las dos acciones atentancontra la dignidad que reconocemos a todos los hombresy mujeres por el mero hecho de ser hombres y mujeres.

Sería posible, en principio, distinguir entre la grave-dad de uno y otro, ya que quitar la vida no tiene puntode retorno, mientras que la libertad puede ser recupera-da si el secuestro no termina también en homicidio. Pordesgracia, este final irreparable ha sido el caso en dema-siadas ocasiones.

Desde luego, el derecho a la vida y el derecho a la li-bertad de movimiento son complementarios y, en la prác-tica, inseparables. La inmovilidad del ser vivo es un prin-cipio de muerte: la vida consiste en el movimiento. Pordesgracia, nuestras humanas desviaciones mentales acer-ca de los seres vivos nos han mantenido dentro de abe-rraciones como la esclavitud y el abuso de las bestias decarga. Y aún hoy no falta quien considere de “buen gus-to” los zoológicos, las aves enjauladas y las peceras. Y enel ámbito moral, impedirle a alguien el movimiento librees atentar contra su personalidad y en último términocontra su vida.

Las justificaciones del homicidio y de la privación dela libertad como sanciones sociales tienen que acudir alas diversas cabriolas mentales que acechan la noción debien común y que se pueden denominar como “ley im-perfecta”. Pero tenemos que ser concientes de que ladefinición del bien común, lo mismo que la del sentido

Consideraciones morales de Pax ChristiHolanda por LiduineZumpolle, hasta 2004 directora delDepartamentoAmérica Látina

¿Qué piensa Pax Christi delsecuestro en Colombia?

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TESTIMONIOS 13

común, requieren una condición humana que no tienenada de común. El bien común es posible alcanzarlocuando los integrantes de la sociedad han conseguido al-gún sentido común, es decir, cuando hayan acordado“firmar el pacto social”.

En cambio la ley imperfecta es el caso normal entrehumanos imperfectos que tarde o temprano tienen quedefenderse los unos de los otros. Tan sólo en este escena-rio se puede entablar un discurso sobre “la humaniza-ción” de la guerra, que es, por definición, lo más inhu-mano de las empresas humanas. En este trayecto del ca-mino hacia la utopía encontramos el derecho internacio-nal humanitario.

Todos sabemos que acudir al derecho internacionalhumanitario es un esguince mental impuesto por el sinsentido real de buscar una vida mejor por medio de unamejor muerte. Es el intento de remediar con paños ca-lientes la terrible fiebre del asesinato y sus preámbuloscomo instrumento político. De hecho, el remedio ha re-calentado el debate filosófico y atizado el combate. Y enel caso colombiano, donde todos los actores armados su-man otra serie de ilegalidades y de inmoralidades meno-res a la afirmación paladina del “derecho al homicidio”,la discusión sobre la inmoralidad del secuestro revistetintes de una hipocresía desmesurada, lo cual sólo agra-va el problema y lo hace más rentable.

Por tal razón, el secuestro debe ser considerado comouna violación de los derechos humanos y como tal debeser incluido dentro de los protocolos internacionalesadoptados como herramientas para su defensa. En ausen-cia de un sentido moral capaz de superar los interesescreados de los contrincantes, en ausencia de un pacto so-cial que pudiera dar instrumentos a los locales para dete-ner la industria o la estrategia del secuestro, el únicoargumento disuasivo es la acción punitiva internacional.Lo cual supondría, para ser eficaz, que la “comunidad”internacional pudiera superar sus diferencias no sola-mente acerca de las maneras de defender los derechoshumanos, sino la cuestión mucho más profunda, de laigualdad ante la ley internacional.

Acudir al derecho interna-cional humanitario es elintento de remediar conpaños calientes la terriblefiebre del asesinato comoinstrumento político.

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Una luchadoracontra el secuestro

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TESTIMONIOS 15

Desde 1992, como miembro de planta de Pax ChristiHolanda, se me han acercado buscando ayuda en la solu-ción de casi 30 secuestros perpetuados por la guerrilla yparamilitares, de extranjeros y colombianos por igual.Los siguientes casos se refieren sólo a algunos de losejemplos europeos en donde Pax Christi se ha involucra-do, o ha conocido detalles cercanos. Lo que en toda con-fusión se vuelve muy claro, es que la respuesta europeaa los secuestros de sus nacionales en países terceros, de-pende de los intereses definidos en cada caso individualsin cumplir una política general. La política formal (nopago) es altamente diferente de la práctica diaria infor-mal (pago).

1975

El cónsul holandés y empleado de la compañía colom-biana Reforestaciones Ltda., Eric Leupin, fue secues-trado en las cercanías de Cali por las FARC en febrero de1975. Los secuestradores solicitaron rescate. Después de20 meses fue liberado. La cantidad y la proveniencia delpago es desconocido.

La política, así como la práctica: desconocida.

1988

El 19 de febrero, dos empleados holandeses de lafirma Holanda Colombia, con sede en Bogotá, filial deHolland Chemical International (HCI), fueron secuestra-dos en Bogotá, supuestamente por el M-19. Las activida-des de la firma consistían en la importación y venta deproductos químicos que no se podían producir en Co-lombia por su legislación. Firmas holandesas como Shell,Akso Nobel y DSM son algunas de las proveedoras.

Una cantidad de 80 millones de dólares fue pedida co-mo rescate, de acuerdo con información extraoficial delentonces comisionado de HCI, Antonio van Uden.

Después de cuatro meses, en julio de 1988, la compa-ñía pagó el rescate (se ha especulado sobre una supuestacantidad de 10 millones de dólares) por la cual se liberóa un empleado, pero se solicitó una nueva cantidad porsu colega. El segundo fue liberado finalmente por elEjército en octubre de 1988. La embajada holandesa, queconocía el carácter dudoso de la firma facilitó el dineropara el pago. Era generalmente conocido en los círculosholandeses que la HCI estaba vendiendo ingredientesquímicos al mundo del narcotráfico para la producciónde cocaína. El Director de la Policía colombiana, generalMiguel Padilla y sus sucesores, y el Ministro de JusticiaRodrigo Lara (asesinado por la mafia del narcotráfico en1984) junto con la DEA habían acusado más de una veza la firma, pero sólo habían tomado acciones judicialescinco años después sin resultado alguno.

Durante el secuestro, el M-19 mantuvo total silencio ynunca se le acreditó. Pero actualmente los antiguos líde-res niegan que ellos tuvieran cualquier vínculo con elsecuestro. De hecho, el secuestro hacía parte de unacuerdo en los círculos de las mafias relacionadas con elnarcotráfico.

En diciembre de 1989 ciertas inquietudes se presen-taron en el parlamento holandés sobre la HCI, pero elMinisterio de Asuntos Económicos nunca entregaría lainformación solicitada, considerando que la exportaciónde estos insumos químicos a países productores de coca-ína no era prohibida. Luego, la legislación en el controlde las exportaciones de ciertos químicos fue modificada.

Política: no pago. Práctica: pago.

1992

El 16 de Febrero un turista holandés fue plagiado enla región de Urabá por las FARC. Inicialmente, los se-cuestradores sospecharon que el sujeto era un agente dela CIA que estaba buscando cultivos y laboratorios decocaína. Cuando la guerrilla descubrió que la víctima eraun simple jardinero holandés, contactó a la Embajadasolicitando un rescate de dos millones de dólares. Ladelegación respondió afirmando que la familia del jardi-nero no tenía el derecho suficiente, pero que trataría dereunir una cantidad más modesta. Cuando recurrieron algobierno holandés, éste solicitó que se siguiera una polí-tica del no pago. La Policía se involucró y las negociacio-nes se estancaron. En gran parte por el hecho de que nila Policía holandesa ni la colombiana estaban avanzandoen la solución, la familia del secuestrado recurrió deses-peradamente a Pax Christi buscando ayuda. Después deseis semanas de preparaciones y deliberaciones con lasFARC, miembros de la ONG viajaron a Urabá, después de

Experienciaspersonales de LiduineZumpolle

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TESTIMONIOS 16

que supuestamente la guerrilla había prometido a laEmbajada holandesa la entrega del holandés a Pax Chris-ti como acto de buena fe. Al final, esto resultó ser falso.Sólo años después se supo que el rehén había sido asesi-nado por sus secuestradores desde antes de la llegada dePax Christi. La razón había sido - de acuerdo con sus cap-tores - que la Embajada había involucrado a la Policía(contradiciendo las instrucciones dadas por la guerrilla) yque finalmente no se esperaba un pago substancial.

Política: no pago (Gobierno), Práctica: pago (familia)

1995

En diciembre de 1994 dos topógrafos suecos de lacompañía hidroeléctrica sueca Skanska fueron raptadospor las FARC el día 14 de diciembre. En marzo del año si-guiente, el gobierno sueco le solicitó a Pax Christi que es-tuviera presente en el manejo de los dos rehenes ya quela guerrilla había solicitado su presencia en las negocia-ciones. La liberación tenía que ser valorada como un actode buena fe en el campo de los diálogos de paz y no se es-tipuló rescate alguno. De todas maneras, el intento fuefrustrado por razones militares. Finalmente, fueron libe-rados en 1995 con la ayuda de la Iglesia en Urabá. El go-bierno sueco, la empresa de seguridad que estuvo involu-crada Control Risk y la compañía Skanska afirmaron quenunca se pagó un rescate, pero las autoridades colombia-nas, la prensa nacional, así como personas confiables de-clararon lo contrario, afirmando que se había pagado unasuma de seis millones de dólares por los dos suecos.

Política: no pago, práctica: pago.

1995

En septiembre de 1995 un diplomático inglés fuesecuestrado por el grupo guerrillero Jaime Báteman. Elembajador inglés recurrió a Pax Christi solicitando suayuda en la facilitación de la liberación, suponiendo queel grupo guerrillero estaba dispuesto a hacerlo como unacto político. En este momento el gobierno colombianoestaba buscando establecer unas negociaciones de pazcon este grupo guerrillero ya que con otros grupos no sehabía logrado hacerlo. Después de algunos contactos, PaxChristi decidió romper las conversaciones con JaimeBáteman por la poca confiabilidad de éste, los vínculoscon los narcotraficantes de Cali y su evidente intenciónde continuar con los secuestros.

De todas formas, hacia el final del año, el diplomáticofue liberado bajo ciertas circunstancias que todavía noestán muy claras. Las personas (religiosas) que afirmanhaberse involucrado en la mediación declaran que el res-cate fue pagado por la familia, apoyados por el gobiernoinglés; dinero que ellos mismos habían entregado en

efectivo a los secuestradores. El Ejército colombiano afir-ma que la liberación del diplomático fue gracias a lasFuerzas Militares y muestran fotografías del evento paracomprobarlo. Fuentes de toda confianza afirman que lasverdaderas razones se pueden encontrar en el “Proceso8.000”, la investigación criminal, en la cual el entoncespresidente Samper fue acusado de recibir dineros delnarcotráfico para su campaña electoral.

Política: no pago, práctica: pago.

1998

Tres empleados colombianos de un proyecto técnicoagrario (de Cega/Corpoica) en el noreste de Colombiaque es financiado parcialmente por el gobierno holandésen el campo de la cooperación internacional para el des-arrollo fueron secuestrados por las FARC. Un ex emplea-do holandés le solicitó a Pax Christi la ayuda para susantiguos colegas colombianos, pero los esfuerzos perma-necieron sin éxito. Cuando los colombianos fueron libe-rados más de un año después, oficiales del gobiernoholandés afirman que se había cumplido algunas deman-das hechas por las FARC con la intención de dar apoyofinanciero a algunos pequeños proyectos dedicados espe-cíficamente al desarrollo en la región que las FARC esta-ban dominando. Pero infiltrados, bien conocidos en estecaso, afirman que primero las FARC demandaron unacantidad de cuatro millones de dólares, pero que final-mente, después de negociaciones, la cantidad descendióa 500.000 dólares.

Política: no pago, práctica: pago.

2000

En octubre del 2000, en la ciudad de Cali, un holan-dés es secuestrado por las FARC. De acuerdo con laPolicía Nacional colombiana se pide una suma de cincomillones por su liberación. Aparentemente el hombretiene vínculos con los círculos narcotraficantes de Cali.Personal de la embajada holandesa se involucra en unanegociación secreta. El ministerio de Relaciones Exterio-res le advierte a un influyente diario holandés que nopublique información acerca del caso “porque pondríaen peligro las vidas de los rehenes”, mientras que el pe-riódico responde que es su obligación moral hacerlo.Después de 10 meses el holandés es liberado y vuelve acasa. Las autoridades colombianas confirman que sin elpago de una gran suma por el rescate, la liberación nohubiera sido posible. Servidores civiles del Ministerioholandés de Asuntos Exteriores afirman que no estuvie-ron informados sobre lo que pasó. Los que desarrollaronla política no tienen conocimiento del caso. El Departa-mento de Justicia no toma acciones contra el supuestonarcotraficante.

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OPINIONES

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OPINIONES 2

En sus comienzos, el guerrillero colombiano oscilabaéste entre el marxismo rabioso y una extrema izquierdaradicalizada hasta el fanatismo. El “odio hirviente” deque hablaba Lenin al explicar el fracaso de sus primerosintentos de insurgencia urbana por su inexistencia en lashuestes inmaduras de San Petersburgo y Moscú, caracte-rizaba al insurgente criollo en las universidades, conta-giando a los militantes de estratos màs bajos.

La guerrilla campesina, numéricamente pequeña ensus orígenes, surgió a la sombra de la refriega federal deliberales y conservadores. No fue difícil para la avezadadirigencia del partido, inducirla a la lucha de clases, conuna dialéctica elemental, que partía de los fuertes con-trastes sociales, con el terrateniente poderoso o los caci-ques pueblerinos y su pobreza irredenta, sus necesidadesy sus angustias. La violencia política dejó sedimentosamargos en el campesinado. Los odios partidistas y elcaudillismo sectario, enseñaron que matar por una ban-dera roja o azul era lícito. Peor aún, meritorio. Alistar aese campesino maltratado y resentido en las filas de larevolución proletaria, no resultó difícil.

Unos y otros, rurales y urbanos, madurados en el in-terminable conflicto armado, sufrieron una metamorfo-sis gradual. Los perfiles sanguinarios de la confrontaciónnutrida por el odio, contribuyeron a insensibilizar alcombatiente. El cotidiano espectáculo de la muerte, cau-sada por manos propias o ajenas, ha ido formando unacallosidad en el alma del guerrillero, que lo deshumani-

za hasta el extremo de transitar del horror al deleite. Losrelatos de prisioneros y desertores se expresan con frial-dad estremecedora. No hay un asomo de arrepentimien-to. En muchos la indiferencia ante la muerte perpetradaa sangre fría, la violación sistemática, el incendio de lavivienda con sus moradores encerrados - hombres, muje-res, niños - revelan cierta fruición tras la apariencia hela-da del narrador.

El ideal se extinguió por completo, abriendo paso a unfatalismo que hace de la lucha una sucesión de episodiossangrientos, en la que se pierde la cuenta de los comba-tes, los asesinatos, las ejecuciones contra los propioscamaradas en cumplimiento de sentencias implacablesde “tribunales revolucionarios”. El dinero corruptor delnarcotráfico sustituyó a la pobreza ferviente de los lucha-dores que compartían con sus cabecillas la marcha prole-taria hacia un destino delirante.

El terrorismo rubricó la insensibilización. Es el casode quien coloca un artefacto explosivo, contempla en eltelevisor la horrenda tragedia causada por su propiamano con un triunfalismo enfermizo, o retorna al lugardel crimen para ver los efectos de su acto brutal. Su egodeformado se eleva al infinito, en relación directa con laatrocidad de sus acciones. Así se explica el apuñalamien-to de Daniela, la niñita asesinada por fieras que fueronhombres; de rehenes por quienes se pagó el precio delrescate; de la masacre inhumana en el Club El Nogal deBogotá. Si la paz llega algún día a Colombia ¡qué difícilserá redimir a quienes perdieron almas y conciencias enel holocausto!

*General retirado, escritor y columnista.

De la guerrilla al terrorismoUna evolución no bienpercibida en Europa

Por Alvaro Valencia Tovar *

El ideal guerrillero seextinguió, abriendo pasoa un fatalismo que con-virtió su lucha en unasecesión de episodiossangrientos.

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Cuando se aborda un tema como la guerra, es necesa-rio determinar de qué tipo de guerra se trata. La guerraregular está sujeta a normativas que le marcan límites ypenalizan las transgresiones de sus leyes. En cambio lasguerras irregulares, como la guerra de guerrillas, en rela-ción a las leyes de la guerra y por el mismo hecho de serirregulares, son de por sí delincuentes, pues actúan fueradel marco legal establecido por las normas militares.Además toda fuerza guerrillera, tarde o temprano, termi-na practicando la delincuencia, o adoptando característi-cas mafiosas porque las guerrillas están mal controladas,no responden a un comando único, la mayoría de lasveces los problemas de logística y de sobrevivencia lasobligan a delinquir para buscarse los medios de alimen-tarse y apertrecharse, fuera del marco de la ley, y al cabode cierto tiempo, surgen los señores de la guerra, quepractican la guerra por su lado, y la convierten en unmodo de vida. Tratándose de civiles que practican la vio-lencia, desprovistos de un marco referencial institucio-nal, la acción de la guerrilla suele estar motivada por cre-encias ideológicas, y éstas consideran que el fin justificanlos medios, y, pese a un idealismo de principio, inexora-blemente van cayendo en la delincuencia y en el terroris-mo. La diferencia con los militares de carrera es queéstos, en lugar de ideología, sustentan su acción en uncuerpo doctrinario, provisto de técnicas que conformanal mismo tiempo una practica profesional que se ejerceen nombre del Estado.

La guerrilla es por excelencia el tipo de guerra irregu-

lar y es la que se ejerce en Colombia desde hace variosdecenios. La práctica del tráfico de drogas y la del secues-tro masivo, son dos de los ejemplos más fehacientes desus rasgos delincuentes.

El secuestro

En la antigüedad, los persas, y los chinos practicabanla captura de rehenes que utilizaban como garantía paraconcluir alguna alianza en relación con un tratado depaz, pero los rehenes eran tratados de acuerdo con surango.

Fue durante el medioevo que se usó el secuestro comoarma de guerra. En las guerras de caballería, se captura-ban caballeros enemigos para negociarlos a cambio delpago de un rescate, pero esta práctica no concernía sinoa los nobles y los caballeros. El más célebre rehén fueCharles de Orleáns que pasó varios años prisionero enInglaterra. En 1191, Ricardo Corazón de León cuando elsitio de Acre, consideró que el rescate que pedía a cambiode liberar a la población no llegaba con suficiente rapi-dez, e hizo decapitar a 2.700 hombres y 300 mujeres fue-ron acuchilladas. En la época de las guerras modernas,tras el establecimiento de las reglas de la guerra, el se-cuestro no está contemplado entre ellas, antes por el con-trario, significa una violación del orden de la guerra, quie-nes lo practican incurren en una violación de las reglas.Un ejemplo de guerra regular, en la que los contrincantesincurrieron en los peores horrores, fue la guerra germa-no-soviética, que culminó con la batalla de Stalingrado, lamayor batalla de la época moderna; sin embargo no sepracticó el secuestro. Un caso aislado y producto del azar,fue la captura por parte de los alemanes del hijo de Stalin,Yakov, teniente de artillera, que, por supuesto intentaroncanjear por el mariscal de campo Friedrich von Paulus:Stalin se negó y su hijo fue ejecutado.

En América Latina, durante la guerrilla cubana en laSierra Maestra, se practicó el secuestro pero a baja esca-la y de manera muy selectiva: técnicos norteamericanos,el corredor de automóviles, Fangio. El objetivo era elgolpe mediático, muy acorde con el modelo castrista quele da más prioridad a la propaganda y a la guerra psico-lógica, que a lo militar propiamente dicho. Tras haber lle-gado al poder, el Estado cubano practicó, por medio deorganizaciones latinoamericanas, los secuestros de avio-nes y de personas.

En Venezuela, durante la fase guerrillera de los añossesenta, también se practicó el secuestro con el mismoobjetivo que en Cuba. El golpe más espectacular, y por lotanto el publicitado, fue el secuestro de los cuadros deuna exposición de Manet organizada por la Embajada deFrancia en Caracas y la del agregado militar norteameri-cano. Un caso excepcional por su duración fue el secues-

El secuestrocomo arma de guerraPor Elizabeth Burgos*

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tro de un norteamericano, representante de la WilliamsIllinois que estuvo secuestrado por más de tres años.

En Colombia, la práctica del secuestro reviste caracte-rísticas específicas. Primeramente se le practica de formamasiva. Luego, la manera de procurarse rehenes utilizan-do como mano de obra la delincuencia urbana, le da con-notaciones de tipo gangsteril, pues se convierte en rela-ciones entre truhanes. La concordancia de orden técnicoque comparte la guerrilla con el hampa es una evidencia,como también el rechazo del estado de derecho comouna fuente de extorsión para conseguir medios económi-cos de manera masiva. Los insurgentes colombianos uti-lizan a los rehenes para procurarse medios económicos.Seguramente, se trata de una reserva en caso de que eltráfico de drogas se les dificulte, pues es ésa su mayorfuente de ingresos.

En realidad, los secuestros, son principalmente, unarma de guerra erigida en contra la sociedad civil colom-biana, la principal víctima de la guerra. El objetivo esmantener, en particular, a la población urbana en el te-rror, sosteniendo un estado de guerra sin necesidad deatacar militarmente a las ciudades. Es también una ex-presión del resentimiento que anima a los grupos arma-dos, por tratarse de una búsqueda de reconocimiento,pero de forma negativa, ante los grupos víctimas de laviolencia, con el objeto de doblegarlos, atentando contrala dignidad del cuerpo. Es una venganza en contra deaquellos que profesan otros valores.

El rehén es un ser humillado en lo más íntimo de sudignidad de ser humano, porque su cuerpo es objetiviza-do, convertido en mercancía de canje, su dimensión hu-mana es obliterada al ser convertido en objeto inerte,pasivo, desprovisto de iniciativa. Sufre por las condicio-nes a las que es sometido, sufre, porque sabe que los su-yos sufren. Sufre la temporalidad insoportable de los díasque pasan sin la esperanza de un desenlace.

El secuestro y los derechos humanos

La condición de rehén, en particular en Colombia, esuna de las más dramáticas en cuanto a derechos huma-nos se refiere. Separados de la familia, sin derecho a visi-tas ni a recibir noticias de sus seres queridos, viven encondiciones infrahumanas, sujetos a enfermedades, sincuidado médico, sin ley que los proteja, ni opinión públi-ca que abogue por ellos. Entre la categoría de prisione-ros, la de los rehenes colombianos es la más vejada, lamás alejada de la condición de ser humano y la más olvi-dada por la opinión pública internacional.

La sociedad de rehenes que los grupos insurgenteshan configurado en Colombia, prefigura la sociedad queellos pretenden crear: la que existe en todos los regíme-nes totalitarios en donde el grueso de la población esconvertida en rehén del poder.

¿Qué se puede esperar de quienes practican, aun sinhaber llegado al poder, si algún día llegan a tomarlo, se-mejantes métodos vejatorios de la condición humana?

¿Cuándo se le conferirá el apelativo de delincuen-tes y asesinos a quienes todavía se les menciona consimpatía en la prensa internacional?

¿Cuándo se decidirán las instancias competentes adecretar el secuestro como un crimen contra la huma-nidad?

*Escritora, historiadora y antropóloga venezolanaAutora del libro “Memorias de un soldado Cubano”.Vive en París

La práctica del tráficode droga y el secuestromasivo son dos ejemplosde los rasgos delincuen-tes de la guerrilla.

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En el conflicto armado colombiano las ramificacionesinternacionales de los actores que intervienen son evi-dentes, abrumadoras y antiguas. Sin embargo, este con-flicto es visto por el derecho internacional humanitariocomo un problema “interno” del país. Ello muestra queel derecho internacional humanitario, ante el casocolombiano, como ante muchos otros conflictos, sólo enapariencia “internos”, exhibe una falta de coherencia yde actualización, sobre todo respecto de la evoluciónreciente del terrorismo internacional y de las otras for-mas de la criminalidad transnacional.

Las Convenciones de Ginebra de 1949 y el ProtocoloAdicional II a las Convenciones de Ginebra de 1977 sonla piedra angular del derecho internacional humanitario.Colombia ratificó la primera de esas convenciones el 8 denoviembre de 1961 y se adhirió al Protocolo Adicional IIel 14 de agosto de 1995. Ambos tratados, firmados única-mente por los Estados, exigen protección a la poblacióncivil y proscriben la toma de rehenes.

En el caso de Colombia, las organizaciones guerrille-ras y las autodefensas ilegales no han ratificado ni adhe-rido a tales tratados. En algunas ocasiones, este hecho esinvocado por las guerrillas en su intento por escapar a lasobligaciones de tal legislación. En otras ocasiones, esasmismas organizaciones invocan, por el contrario, dichostratados para obtener ventajas y privilegios judiciales enColombia y para escapar a la ley en el extranjero.

La discusión acerca de las implicaciones de esa noaceptación explícita del derecho internacional humanita-rio por parte de las organizaciones armadas ilegales deColombia y de otros países, está abierta. Las tesis al res-pecto son variadas. Por razón de espacio, ellas no serántratadas aquí. Sin embargo, una de esas tesis ha sido máso menos aceptada en Colombia. Ésta señala que el dere-cho internacional humanitario también impone obliga-ciones a la guerrilla y a las autodefensas ilegales (y nosólo al Estado) puesto que esas organizaciones actúan enColombia, un país que ratificó las Convenciones deGinebra y el Protocolo adicional II. La aceptación tácitade esta tesis es un hecho, pues, en todo caso, las bandasarmadas colombianas no se han pronunciado claramentecontra la misma.

A pesar de su fragilidad, el acuerdo tácito y precarioque existe es importante. Según el excelente estudio jurí-dico realizado por Pax Christi Holanda, resumido en sufolleto aquí citado, el artículo común 3 y los artículos del4 al 6 del Protocolo adicional II obligan a los gruposarmados ilegales a “tratar humanitariamente a todas laspersonas que no son parte del conflicto y que caen en susmanos” y los obliga a “protegerlos del abuso del poder.”Pax Christi agrega: “La prohibición general del tra-tamiento inhumano contiene varias prohibiciones espe-cíficas, incluyendo la toma de rehenes”. Pax ChristiHolanda recordó igualmente que la Comisión Interame-ricana aplicó esta norma a los grupos armados en suinforme anual de 1966, cuando dijo: “Las condicionesextremadamente difíciles creadas por varios movimien-tos guerrilleros en Colombia continuaron en 1996. Estosgrupos cometieron una gran cantidad de actos violentos,muchos de los cuales constituyen violaciones al DerechoHumanitario aplicable al conflicto armado interno enColombia. Estos actos incluían los asesinatos por fueradel conflicto armado y los secuestros para exigir un res-cate”.

Tales prohibiciones fueron enunciadas igualmentepor la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de lasNaciones Unidas para los derechos humanos, el 30 dejunio de 2003, en un comunicado de prensa sobre “la im-portancia del principio humanitario de distinción en elconflicto armado interno”.

El otro aspecto crucial de este debate es que la viola-ción del artículo común 3 y de los artículos del 4 al 6 delProcolo adicional II constituye un crimen de guerra porel cual se puede responsabilizar penalmente, como sos-tiene Pax Christi Holanda, a los miembros y a los líderesde organizaciones armadas ilegales.

Ello no quiere decir, sin embargo, que la legislaciónpositiva internacional establece de manera indiscutiblela posibilidad de inculpar penalmente personas indivi-duales, y no sólo Estados, por crímenes de guerra. Esta

¿El secuestro es uncrimen contra la humanidad?

Por Eduardo Mackenzie*

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inculpación eventual de individuos sería más bien el re-sultado de la evolución de la jurisprudencia penal inter-nacional, sobre todo después de las decisiones rendidaspor la Corte Especial para Sierra Leona (4 de octubre de2000), la cual condenó por crímenes de guerra a los líde-res del Frente Unido Revolucionario (RFU). Lo decididoulteriormente por los Tribunales ad hoc para Yugoslaviay para Ruanda permiten pensar en esa indispensable yurgente evolución del derecho internacional humanita-rio. No obstante, las dudas jurídicas existen, como quedóplasmado en el informe presentado por el SecretarioGeneral de la ONU sobre el Estatuto del Tribunal deRuanda. Tal informe adoptó una visión restrictiva del te-ma, insistiendo que aún era necesario distinguir entre elderecho consuetudinario aplicable a los conflictos inter-nacionales y el aplicable a los conflictos internos. El úni-co texto que califica de manera explícita la toma de rehe-nes como un crimen de guerra es el Estatuto de la CortePenal Internacional (artículo 8, 2 -c). Ese limbo jurídico,alimentado por ciertas ONG que dicen luchar por la de-fensa de los derechos humanos, favorece de alguna ma-nera a los secuestradores y a las organizaciones terroris-tas. El sistema de Naciones Unidas debería por ello darun paso hacia adelante en el terreno jurídico para actua-lizar de manera explícita la legislación positiva del llama-do derecho internacional humanitario.

En cuanto a la noción de crimen contra la humani-dad, en relación con el secuestro de personas y la tomade rehenes, el retardo del derecho humanitario interna-cional es igualmente flagrante.

La Organizacion de Naciones Unidas (ONU) habíaconsiderado, en la Convención internacional contra latoma de rehenes, firmada en Nueva York el 18 de diciem-bre de 1979, que “la toma de rehenes es un delito quepreocupa enormemente a la comunidad internacional yque (...) cualquier persona que cometa este delito debeser procesada o extraditada”. Por su parte, el grupo del G-7, en diciembre de 1995, hizo un llamado a todos lospaíses “no hacer concesiones sustanciales a aquellos in-dividuos que toman rehenes” así como “negarles benefi-cios por sus actos delictivos” y a procesar a todas las per-sonas responsables”.

Más tarde, en la Resolución No. 1999/1, párrafo 2, del6 de abril de 1999, la ONU manifestó que en los conflic-tos internos “la toma de rehenes, los asesinatos premedi-tados, la tortura y el tratamiento inhumano a las personasque no participan activamente en las hostilidades son gra-ves infracciones al derecho internacional humanitario”.La Resolución agregó que “todos los países tiene la obli-gación de investigar a las personas que presuntamente co-metieron o dieron la orden de cometer estas graves infrac-ciones y de procesar a dichas personas ante sus propiascortes, independientemente de su nacionalidad”.

Hoy día, sobre todo después de los atentados islamis-tas de 11 de septiembre de 2001 en Nueva York yWashington y del atentado islamista del 11 de marzo de2004 en Madrid, se sabe que la comunidad internacionalredactó documentos y realizó acuerdos multilateralespara enfrentar a las organizaciones terroristas. En estecontexto, tanto los paramilitares de las AUC, como lasguerrillas de las FARC y del ELN, fueron clasificadas porlos Estados Unidos y por la Unión Europea como organi-zaciones terroristas.

A fines de abril de 2002, la ONU declaró que se mos-traba dispuesta a considerar el secuestro como un crimeninternacional contra la humanidad. El gobierno colom-biano, por medio del entonces presidente AndrésPastrana, saludó la actitud de la ONU y reiteró que ella“cerraría las puertas” a los terroristas colombianos quepretenden esconderse en los países extranjeros. (AgenciaXinhuanet, 27 de abril de 2002). Sin embargo, como unadeclaración de buenas intenciones no es lo mismo que laaprobación en regla de una norma de derecho, el vacío alrespecto sigue vigente, en beneficio de las bandas crimi-nales, internacionales o no, que atesoran medios finan-cieros por medio del secuestro extorsivo de personas.

*Abogado, escritor y periodistaSecretario de la Asociación de PrensaLatinoamericana en París.

“En relación con el secues-tro y toma de rehenes, elretardo del derecho inter-nacional humanitario esflagrante”

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Lo que dicen de Colombia

Durante 40 años, los gobiernos colombianos han combatido a las guerrillas de extrema izquierda y, desde los años 90, alas de extrema derecha, así como a los narcotraficantes. Hasta no hace mucho tiempo, con pocos resultados. Ahora, al fin,las cosas están cambiando.

Ferry A. DolanRevista Forbes

Una disminución sustancial de la violencia política, un sólido crecimiento económico y un ejército que ha revivido bajo elmando de un presidente fuerte, sugieren que Colombia podría estar cambiando el rumbo de su guerra.

The Wall Street Journal

Colombia es un país que tiene una larga tradición institucional de sociedad civil, fuerte, de sometimiento de las fuerzasmilitares al gobierno civil. Una democracia imperfecta, desde luego, pero una democracia real.

Mario Vargas LlosaEscritor

En realidad, descubrimos un país que tiene más bien una cultura europea, con una vida social más o menos normal, y conuna actividad económica extremadamente diversificada. La economía de la droga es ciertamente importante pero margi-nal. Lo más impactante en este país es el hecho de tener una elite que participa en la cultura occidental.Todos estos aspec-tos que configuran un país maduro y sofisticado, son bastante desconocidos en Europa.

Guy SormanPensador y periodista francés

La de Colombia ha sido una larga historia, en la que un movimiento que apareció primero con una aureola de revolucio-narismo romántico, se transforma más tarde, crudamente, en una organización terrorista, por el empleo de la metodolo-gía terrorista, financiada nada menos que por el mundo narcotraficante.

Julio María SanguinettiEx Presidente de Uruguay

¿Qué buscan los terroristas con sus acciones? La gama es muy amplia. Pueden hablar de una supuesta lucha de liberación,que finalmente es de restricción o supresión de derechos como ocurre con ETA en España. Hay otros movimientos que sedisfrazan de lucha guerrillera cuando los métodos que desarrollan son netamente terroristas. Es el caso de las FARC enColombia.

Baltasar GarzónJuez Español

Hay muchos prejuicios y leyendas en Europa en lo que concierne a las guerrillas latinoamericanas. El periodista francésmedio está convencido de que el guerrillero latinoamericano es alguien de bien que ataca a una dictadura, sin darse cuen-ta de que, por el contrario, son los terroristas los que provocan las dictaduras.

Jean Francois RevelPensador francés

Mi visión de Colombia, es la de un país prodigioso, herido, solitario, pues yo creo que por desconocimiento, se le ha con-denado muchas veces a la soledad.

Alfonso UssiaPeriodista español