“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: suscripciones@sanpablochile.cl - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura.

Lu 6: Gn 1, 1-19; Sal 103, 1-2. 5-7. 10. 12. 24. 35; Mc 6, 53-56. O bien (LS): Gál 2, 19-20; Sal 125,1-6, Mt 28, 16-20.

San Pablo Miki y comps., mrs. (MO) (Sta. Dorotea-Doris)Ma 7: Gn 1, 20−2, 4; Sal 8, 4-9; Mc 7, 1-13. Beato Pío IX, pa. (ML)Mi 8: Gn 2, 4-9. 15-17; Sal 103, 1-2. 27-30; Mc 7, 14-23. San Jerónimo Emiliani (ML). Santa Josefina Bakhita, v. (ML) Ju 9: Gn 2, 18-25; Sal 127, 1-5; Mc 7, 24-30. (S. Reinaldo/ Sta. Rebeca)Vi 10: Gn 3, 1-8; Sal 31, 1-2. 5-7; Mc 7, 31-37. O bien (LS): Cant 8, 6-7;Sal 148, 1-2. 11-14; Lc 10, 38-42. Santa Escolástica, v. (MO)Sá 11: Gn 3, 9-24; Sal 89, 2-6. 12-13; Mc 8, 1-10. O bien (LS): Is 66, 10-14; [Sal] Jdt 13, 18-19; Jn 2, 1-11. Nuestra Señora de Lourdes (MO)

Do 12: 6° durante el año Ecli 15, 15-20; Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34; 1Cor 2,

6-10; Mt 5, 17-37 (o más breve: Mt 5, 20-22. 27-28. 33-34. 37). (S. Pánfilo/ Sta. Pamela)

Fe y vida deben estar unidas. Así lo manifiesta Isaías que denun-

cia los pecados de sus compatriotas y, en la continuación del evangelio de las bienaventuranzas, se nos invita hoy a ser sal, luz, y una ciudad situada en la cima.

La sal da sabor, preserva de la co-rrupción, fertiliza. El discípulo tiene la misión de dar sabor a la propia vida y ayudar a los demás a dárselo a la suya. Si nosotros descuidamos nuestras res-ponsabilidades, algo en la sociedad va a andar mal: los hombres se quedarán sin el gusto de Dios. Sin el aporte de los cristianos, fácilmente la sociedad se corromperá. Sin el testimonio de los cristianos, faltará la verdadera justicia, la fraternidad y las razones para vivir.

Si la sal da sabor, la luz da color. El discípulo debe colaborar para que la vida tenga sabor y color. Jesús es la Luz del mundo y sus discípulos, hijos de la luz. Así como la luz nos hace ver por

dónde vamos, así las enseñanzas de Je-sús iluminan el camino y el término de la vida del hombre. Por él sabemos que hay más felicidad en dar que en recibir, que son posibles el amor, el perdón, la alegría, la solidaridad y una sociedad de hermanos, mientras caminamos a la casa del Padre.

La posición de una ciudad en la cima de un monte, hace que esté necesaria-mente manifieste a todas las miradas: Es la luz que se divisa de lejos en la no-che. Es el punto donde se quiebran los rayos del sol en el día. Es la referencia, es la meta: los hombres mirándola, se orientan. ¡Nosotros somos esa ciudad! No nos podemos ocultar. Tenemos que ser la luz de referencia o de la meta. Pi-dámosle que nos dé valentía para ser responsables y para no aceptar como bueno lo que la conciencia nos dice que es malo, aunque lo apruebe todo el mundo.

Comisión naCional de liturgia

Año XLII, Nº 2.199 5º Domingo durante el año. 5 de febrero de 2017

Dios Nos Habla Cada Día

EL DOMINGO ENERO - FEBRERO 2017

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Ser SAL, ser LUZ:

¡testigos de un estilo

de vida

SANTA TERESA DE CALCUTA“La gente de nuestro tiempo tiene hambre de

amor, y para entender el amor que es más grande y que es la única respuesta a la soledad y a la gran po-breza; es para lo que tenemos que ir a países como Inglaterra, América y Australia, donde la gente no tiene hambre de pan; pero donde mucha gente está sufriendo una terrible soledad, una tremenda deses-peración, un profundo odio; donde la gente se siente

despreciada, descuidada y desesperanzada. Han olvidado cómo sonreír, han olvidado la belleza del contacto humano. Están olvidando que amar es hu-mano. Necesitan a alguien que les comprenda y les respete”.

“Madre Teresa: Su gente y Su trabajo” (Desmond Doig)

los que nos rodean y mostrarnos que nuestra vida debe iluminar a otros a través del testimonio. R.3.- Gracias Señor, porque tú nos comprometes y nos implicas en la misión que comenzaste y la oportu-nidad de transmitir tu vida con la nuestra. R.

M. Confiados en tu presencia vivificante en medio nuestro, deci-mos con fe la oración que Cristo nos enseñó: Padrenuestro…

Sugerencias de cantosAlegría de vivir/ Si yo no tengo amor/ Quiero ser feliz/ Donde se ama de verdad/ Hoy, Señor, me llamas.

Aclamación al Evangelio Aleluia. “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue tendrá la luz de la vida”, dice el Señor. Aleluia. 5. Evangelio Mt 5, 13–16 Las buenas obras del cristiano, manifes-taciones de fe, constituyen algo esencial en la vida y se convierten en auténtica luz y glorificación de Dios.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor,

¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónConfrontémonos mirando a luz del proyecto del Reino que nos presenta el Señor en el evangelio y veamos de qué manera lo estamos asumiendo. ¿De qué manera busco vivir el estilo del Señor y identificarme con su proyecto de amor? ¿De qué manera marco pre-sencia cristiana en los lugares donde estoy?, ¿qué hago para que en las diversas circunstancias de la vida mi actitud ayude a otros a encontrar al Señor por el testimonio que doy?

6. Oración UniversalM. Oremos al Padre que en Cristo, luz del mundo, ilumine nuestra vida y acoja nuestras oraciones:

1.- Para que seamos una Iglesia creíble y coherente. Roguemos al Señor.R. Escúchanos, Señor, te rogamos.2.- Por quienes tienen autoridad, para que cumplan la tarea enco-mendada de trabajar para el bien común, especialmente entre los más pobres. Roguemos al Señor. R.3.- Por todos los hombres y muje-res que hoy sufren marginación e injusticia, para que su esfuerzo y la acción solidaria de todos supe-ren cuanto antes sus carencias y desarrollen todas las posibilidades humanas. Roguemos al Señor. R.4.- Por quienes participamos en esta eucaristía, para que lo que aquí celebramos sea signo de nuestra voluntad de ser seguidores en la misión de dignificar y humanizar a toda persona. Roguemos al Señor. R.(Se pueden agregar otras peticio-nes de la comunidad)M. Padre, acoge nuestras súplicas porque en Cristo tu Hijo, se han manifestado sobre nosotros, y en el mundo, la luz y el sabor que ne-cesitamos para vivir. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión a los enfermos.

M. Al Señor que ilumina y da sentido a nuestras vidas, le damos gracias y le alabamos con todo el corazón:R. Nuestro Señor es grande y poderoso.1.- Gracias Señor, por el proyecto que nos dejas por medio de tu Pa-labra, al darnos a conocer de qué manera debemos relacionarnos con los demás. R.2.- Gracias Señor, por darnos la misión de darle sabor a ti a todos

3. Salmo Sal 111, 4-9

R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo. Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rec-titud. R.El justo no vacilará jamás, su re-cuerdo permanecerá para siem-pre. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. R.Su ánimo está seguro, y no teme-rá. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad perma-necerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.

4. Segunda Lectura 1Cor 2, 1-5

Ante quienes buscan un modo de hablar deslumbrante, san Pablo recuerda que por el poder del Espíritu predicamos a Jesucristo crucificado.

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. Hermanos, cuando los visité para anunciarles el mis-

terio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y vacilante. Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

1. AmbientaciónEl Señor inmediatamente después de las Bienaventuranzas nos deja una síntesis de lo que implica ser cristiano y cómo nuestra vida debe repercutir en los otros. En este tiempo en que la credibilidad está en crisis, los cristianos estamos llamados a ser testigos creíbles de lo que creemos: Al respecto, el papa Pablo VI, decía: “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio” (Evangelii Nuntiandi, 42).

2. Primera Lectura Is 58, 7-10

Somos luz cuando practicamos la jus-ticia y hacemos que la luz brille en la oscuridad.

Lectura del libro de Isaías. Así habla el Señor: Si compartes tu pan con el hambriento y albergas a los pobres

sin techo, si cubres al que ves desnudo y no te despreocupas de tu propia carne, entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: “¡Aquí estoy!”. Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto ame-nazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Ciclo A - Color Verde