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La creatividad de

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Coordinación de publicaciones: M§ Victoria Reyzábal

Diseño y maquetación: Jacobo Barceló

Tirada: 2.000 ejemplares

Edición: 2005

ISBN: 84-451-2.794-2-

Depósito Legal: M-47537-2005

Edita: Comunidad de MadridConsejería de EducaciónDirección General de Promoción Educativa

©De esta edición: Consejería de Educación. Comunidad de Madrid

JFD1921
Sello
JFD1921
Cuadro de texto
Esta versión digital de la obra impresa forma parte de la Biblioteca Virtual de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y las condiciones de su distribución y difusión de encuentran amparadas por el marco legal de la misma. www.madrid.org/edupubli [email protected]
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la mirada

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Comunidad de Madrid

Salvador Fernández- Oliva

La creatividad de

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laneras de I lirar

1 Vi"a

Velázquez

El Greco

Tiziano

La AnunciaciónEmperador Carlos V

Conde-Duque de OlivaresRey Felipe IV

D3. Margarita de Austria

Escultor griego

Escultor romano

Las MeninasCupido sin alas

Júpiter Tonante

ln¿L/resentación

\Ct

El de la mano de balvador

L/radoluseo del

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Pintura gótica y escultura griega clásica

Pintura renacentista y escultura helenística

a I écnica de los vJntiguos I laestros

Pintura barroca y esculturadel período helenístico tardío

Greco"

Explicación paso a paso de la realizaciónde la copia de la obra "San Sebastián" de El

CJibujaren el I luseoCroquis para realizar en el Museo

¡stóricavolución

Evolución histórica y comparación entre lapintura y la escultura en los estilosseleccionados:

e

Pintura románica y escultura griega arcaica

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Por ello, por el hecho de que cualquiera de nosotros puedeacercarse a escuchar lo que dice un color sobre un lienzo o la piedra

sobre el espacio, y porque a cada uno nos dirá lo mismo, pero nosotrosentenderemos mil cosas diferentes, y porque esas mil cosas distintas

nos enriquecerán pero, y también, convergerán sobre el sentidogeneral de la intención del artista (hacer de lo particular lo

universal, transformar la experiencia en forma de laconciencia, en cultura), el conocimiento, el disfrute,

la contemplación del objeto artístico es unarma muy poderosa para la

PRESENTACIÓN

Cuando nos acercamos a una obra de arte se cierra el círculo mágicode la comunicación. A modo de grial de la experiencia humana, la obrade arte condensa, cataliza, guarda dentro de sí los anhelos, las ilusiones,los miedos y las pasiones que el artista exteriorizó, hizo objeto, tal vez

como liberación, tal vez como donación o como consuelo, y convirtió enfísica, en materia. Cuando la obra de arte es contemplada, todo ese cúmulo

de humanidad, color, forma, simetría y composición, como avatares del artista,se derrama sobre el observador en un flujo comunicativo que va más allá dela pragmática y aloja la conversación que se establece en lo más íntimo denuestras emociones; se trata de un verdadero lenguaje que, sin embargo, puedeparecer oscuro en su significado porque, en el fondo, lo que hace es devolvernuestras propias preguntas transformadas como experiencia de otro ser humanoque sin embargo nos afecta, y eso nos extraña.

En este sentido, el arte es patrimonio de la humanidad, es un tesoropara todos y cada uno de los seres humanos, y no un objeto de atenciónelitista, una delicatessen para gourmets, o iniciados. El acceso a la obraartística, a su contemplación, a su disfrute y a su conocimiento es hoy underecho universal e irrenunciable, y en este sentido, cuando hablamos deuniversalidad no podemos hacer distinción alguna. La bondad, el don deun objeto artístico, reside, precisamente, en que habla directamente alindividuo, y su comunicación opera sobre la interrelación que se estableceentre quien contempla el objeto y el objeto mismo (ya lo decía Aristóteles),de modo que la recepción del mensaje, su decodificación, está sujeta ala propia diversidad humana.

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Desde esta Dirección General esperamos que la obra seaútil a profesores y alumnos y que, más allá, acerque el Museodel Prado, el arte y sus beneficios culturales y de bienestarpersonal, a toda la ciudadanía de Madrid.

María Antonia Casanova RodríguezDirectora General

Dirección General de Promoción Educativa

La consideración no elitista del arte, sumada a lacondición expuesta de su vocación para la diversidad, lo hacen

objeto de interés especial para esta Dirección General, pero, además, yteniendo en cuenta que el segundo de los dones del arte es el consuelo, I

catarsis (como si Boecio se hubiera equivocado, la Filosofía no consuela, Ique nos consuela es aquello que nos reúne en una experiencia común, en ur

forma compartida, en un deseo universal), el arte tiene un valor terapéuticpara el individuo; desde esa dimensión emocional es posible utilizarlo para trabaj

de modo indirecto muchos de los problemas más comunes del individuespecialmente en su etapa adolescente o en momentos de crisis (autoestin

ansiedad, autoconciencia).

Así, Esta Dirección General ya editó el libro que coordinaron Martínez Cy López Fernández-Cao Arteterapia y Educación, y ahora continúa esta línea abiccon el libro de Salvador Fernández- Oliva que aquí presentamos. Si ArteterapiEducación respondía a ese don del consuelo que ofrece el arte, La creatividad dmirada quiere dotar de material útil al profesorado y ejemplificar el valor de suen la atención a la diversidad.

En el fondo, sin embargo, todo es mucho más sencillo: este libro no es suna forma diferente de entrar en un museo, una manera práctica de ver un cuadrque saque de nosotros lo mejor, que nos guíe en la visita para construir significadcdistintos de acuerdo con ese principio de diversidad del que hablábamos, *>también es un ejercicio práctico en sí mismo, y un acicate para la creación,una provocación que pretende convocar las actitudes de observación, atencióny creatividad reunidas en torno a la visita al Museo del Prado.

la

Pero, al margen de esta necesidad pedagógica, que sin duda cumpleeste libro, también es un compromiso de esta Dirección General, y undeber gustoso, incidir, para su mejor conocimiento, en el valor culturalque encierra nuestro madrileño Museo del Prado. El libro de Salvadorconstruye una visita activa, una clase práctica en una de las aulas másinteresantes del mundo, en uno de los lugares que hacen que Madridaparezca como capital ¡rrenunciable en el mapa del Arte mundial.

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'ararse, mirar,

preguntar qué colores, ver dónde están,

rodear el marco o la escultura, apreciar si haymovimiento, ...de todo esto va el libro queSalvador Fernández- Oliva a escrito para guiarnos,que no enseñarnos, a ver la pintura y escultura queatesora nuestro Museo del Prado.Salvador ha desarrollado un método, que , conentusiasmo, lleva años demostrando a sus íntimos. Plasmaren un libro ese su método de ver las obras de arte, ha sidola tarea más difícil y el proceso más prolongado de cuantos

proyectos artísticos Salvador ha acometido. Ingeniero porsus estudios, artista por sus amores, Salvador Fernández-Oliva refleja en esta su obra algo más que una manera

de apreciar mejor un cuadro o una escultura. En las páginasque siguen, Salvador se confiesa al lector que, si es sagaz,sabrá comprender por qué Fernández- Oliva dejó lasmáquinas o las finanzas, para intentar pertenecer a esemundo que él supo ver muy joven. ASalvador no le gusta

titular sus obras, eso lo deja para quienes como yo, faltosdel talento necesario, alimentamos nuestra autoestima

buscando nombre para la criatura artística recién nacida.No sé qué título tendrá este libro. Puedo asegurarles,

sin embargo, que contiene no sólo un abordaje para ver

la pintura y escultura del Prado de Madrid, sino queademás el autor nos da su versión plástica de algunasle sus obras preferidas. Fernández- Oliva nos coge dei mano para adentrarnos en el Prado, para hacernosirlo a su modo. Pero es que además, con su mano traza

noceto que destaca esos detalles que sólo a través de este

o seremos capaces de comenzar a ver. Por eso, se titule como¡tule, para mí es y será "El prado... de la mano de Salvador

PRADO... DE LA MANO DE SALVADOR

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Hay muchos modos de mirar un cuadro, una esculturao un edificio; puede proponerse una lectura admirativa,

contemplativa, que llene los sentidos de color, de formas, de equilibrio,de armonía, o que la llene de significados, evocaciones, sorpresas; puede

también hacerse una lectura que conmueva (en el sentido etimológico dela palabra), que nos mueva a actuar. Hay modos de mirar un cuadro que

proponen la activación de nuestra memoria, la contextualización del lienzo,que siguen las lecciones de la tradición no sólo pictórica sino cultural, y nos

hacen placentera la comprobación de las marcas del tiempo; hay, además,otros modos que recorren la superficie del espacio plástico, la piel de la piedrao el contorno del metal, modos que construyen recorridos de formas, espacios

de colores, composición; e incluso hay maneras de mirar que convierten laexpresión artística en un lenguaje, en un acto de habla, como propone ciertasemiótica de las Artes Plásticas que se empeña en reunir lo ausente, lo intuido,con lo omnipresente en el Arte: la forma, el color, la expresión.

Recorriendo un museo con un pintor, con un historiador o con unsemiólogo, cada uno nos hará caer en un aspecto parcial del cuadro o de laescultura; si lo recorremos solos, como diletantes no especializados,probaremos las mieles de la sorpresa, del asombro y de la que fuera intenciónúltima del artista: la maravilla. No obstante, ninguna de estas visitas seráglobal, ninguna nos permitirá alcanzar todas las posibilidades y rinconesen los que podemos alojar la experiencia totalizadora del Arte.

arquitectónicas, musicales, etc

Pero es que, además, la idea de contemplar/analizar/valorar uncuadro, un poema, una sonata..., solo desde sí mismos remite a corrientessuperadas del arte. Toda obra artística dialoga, se enriquece y hasta

se transforma en relación con otras sean escultóricas, literarias,

Y es que todos los espacios pueden percibirse como museos,los hogares con sus alfombras, muebles, cortinas; la gastronomíacon sus colores, texturas, formas, olores y sabores; las calles consu mobiliario urbano, sus jardines, sus escaparates. Sin embargo,

solo podrá gozar de estos magníficos juegos de espejos artísticosquien haya sido formado para apreciarlos. La sensibilidad

artística, la capacidad de la contemplación creativa, la culturacomparativa de épocas, estilos, soportes, artes y la posibilidad

de una percepción conmovedora forman parte de lo quenuestro alumnado (niño, joven, adulto, nativo o

extranjero, con diferentes capacidades o circunstanciassociales) tiene que adquirir y desarrollar en los centros

educativos a lo largo de su vida.

MANERAS DE MIRAR

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Esto es algo antiguo, "Así como la poesía, la pintura", que decía HoracicAunque a veces la ilusión lingüística nos hace leer sólo la superficie del poem

ocultándonos el tesoro de la totalidad de la experiencia humana encerradaveces en unos pocos versos. Leer guiados, como ver guiados, no es banal, eun ejercicio de descubrimiento de cosas que no hubiéramos soñado siquierque estaban frente a nuestros ojos; es, en definitiva, aprender, hacer má

rica nuestra experiencia y, por tanto, hacer más pleno el encuentro con e

objeto; y si esa guía se adapta, amasa, trabaja desde una perspectiva globalel resultado puede ser fascinante.

De la misma manera, así en la poesía como en la pintura, el artista

escribe, pinta, esculpe, al margen de esa necesidad inexplicable, para ofrecerel tesoro de su experiencia; como decía Dylan Thomas de su oficio, él lohacía "no por ambición o pan / ni por el pregón y la venta de talismanes /en los escenarios de marfil / sino por la paga corriente / del corazón mássecreto". En ese sentido, este modelo de transmisión de conocimientoconvoca la misma causa que la del docente, acerca el artista al profesor,al maestro, al que la alegría por su posesión más querida no puede sino

impelerle a mostrarla, como el padre que enseña continuamente lafotografía de su hijo a todo el que tiene oportunidad. De la mismamanera, también este modelo de transmisión permite reunir a todoaquel que se acerque a mirar, al niño, al adolescente, al adulto, desdela perspectiva honrada del que muestra, no del que vende. El artista,

así concebido, es el mediador clásico entre aquello que el Pseudolonginollamaba lo sublime y la experiencia aristotélica de la Katharsis delque contempla o lee, pero también es un transmisor universal, entanto que se hace eco del derecho del corazón más secreto, de cadaindividuo en particular, sin tener en cuenta su condición, medios

o capacidades en tanto el arte es patrimonio común de todos.Parafraseando, podemos afirmar que el arte es demasiadoimportante y gratuito para que únicamente lo disfruten lasélites. De ello es responsable el sistema educativo, al menosen parte, de conseguir que los miembros de las nuevasgeneraciones se revean en las obras y recreen nuestro

patrimonio artístico y cultural.

Sobre este esquema, podemos añadir que, al mirar, se fija sobrenosotros la interpretación que hacen las artes plásticas y fílmicas delos mitos, los héroes históricos, los símbolos religiosos y que trasfundenlos conceptos en imágenes ofreciendo al receptor otra mirada parainterpretar la cultura. El mismo diseño de coches, vestuarios, joyas,

utensilios... convierte el peregrinar cotidiano en un transitar estético paraquien sabe seleccionarlo y disfrutarlo. Así, y de esta manera, nuestra visita

a un Museo puede transformarse en una experiencia ¡ntegradora, plena, erun recorrido que pacta nuestro conocimiento del mundo con el del artista

que se interrelaciona con él.

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Salvador Fernández- Oliva nos ofrece así, en el libro que tenemosen nuestras manos, una suerte de sortilegio apto para todos, que iluminalos rincones oscuros de nuestro recorrido por el Museo del Prado,haciendo accesible, rico y grato nuestro encuentro con El Greco, Tiziano,Velázquez o la escultura griega. Desde la perspectiva del artista quequiere contar a otros los secretos que encierra el espacio plástico,llevándonos de la mano por los caminos del ojo, Salvador Fernández-

Oliva integra varias miradas, varios modos de entender un cuadro,de leerlo, de descifrarlo. La riqueza de la experiencia artística se

suma aquí al conocimiento profundo de la Historia del Arte,estableciendo relaciones entre las formas de los distintos periodo

combinando propuestas en el intervalo de una conversación oel lector, que nunca cae en un discurso magisti

arte, pretendiendo unificar sensibilidades diferentes, conocimientos,experiencias, en torno a un objeto plurisignificacional para que todosalcancemos un grado de comprensión diferente de aquello que miramos ynos preguntemos por todos esos significados (que no son sino lo que nosotrosmismos significamos), entonces él está enseñando en el sentido más alto de Ipalabra.

Pero, si también el artista, que además conoce la Historia del Arte ygramática propia del lenguaje plástico, se muestra dispuesto a transmitir

la experiencia vital que puede extraerse de otro gran artista, y lo hace sinestridencias, sin la pretensión académica, sino con la gracia y eldesprendimiento que, como decía Thomas, debe caracterizar el oficio del

De esta manera, convertido el artista en docente, está en situación diconmover a quien le lee o le escucha, alcanza una de las metas propias de \¡enseñanza en cierto sentido, lo que la retórica clásica llamaba persuadere,persuadir, que más es convencer, usar la evidencia de la mirada, de la atención,de la memoria sin recurrir a la irracionalidad y la emoción de quien persuade,porque el docente argumenta, aclara, recuerda, modifica el criterio y, mirandoun objeto, advierte que uno se mira a sí mismo bajo la máxima de que, en elArte, la experiencia del otro es nuestra experiencia enriquecida.

Cada obra, cada propuesta estética se enmarca en un todo que, endefinitiva, habla del ser humano, de sus triunfos y derrotas, de su esfuerzo,de sus posibilidades, de abstraerse de las demandas primarias para encontrarsatisfacción en la belleza de un paisaje de olas, de un ballet, del canto deun ave o de un concierto. El arte, cualquier obra de arte, brinda plenitud,conquista humana, logro, equilibrio; es, en suma, la prueba de nuestragenerosidad y valentía ante el desaliento, la lucha, los desgarros, la percepciónde la muerte. Una y mil veces que leamos El Quijote, que miremos LasMeninas o que nos perdamos por las calles madrileñas, la diferencia estaráen cómo paladeemos esas acciones y no en cuánto dinero llevemos en elbolsillo.

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Así, tampoco es ajeno este libro, como ya hemosadvertido, al juego del análisis comparado, del que tan pocasveces se exprime su verdadero valor. Salvador Fernández-Oliva rescata para la pupila la mirada convergente del

comparativismo, la forma práctica de la aplicación de la

teoría de los estilos, el ejercicio de mirar teniendo encuenta todo aquello que el pensamiento y la memoria

rescatan de nuestra experiencia global y que inundade continuidad la Historia del Arte haciendo dela evolución de los periodos artísticos un fluircontaminado, experiencial, mestizo, de

Dejarse llevar, hacer caso a lo que Salvador nos propone en una secuencia

ordenada de actividades didácticas, es aprender en ese sentido amplio de lapalabra del que hablábamos, aprender con todos los sentidos y, sobre todo,

gozar, haciendo más verdad la máxima de Gracián de aprender deleitándose.

Además esta obra está pensada en, por y para la diversidad, y tiene

vocación de apoyo, de auxilio en el proceso de aprendizaje. Es posible

recorrer el Prado con él, acompañando a chicos de muy diversos nivelese intereses, y a adultos, formados o no, porque el esquema básico, elplanteamiento general del libro y su arquitectura, orienta, que noadoctrina, informa y alienta, propone antes que comprometer una lecturarestringida y académica, está pensado para adaptarse a distintos curricula,

por lo que esperamos que sea una ayuda de mucho valor para el docente.Trabajar la diversidad en sus diferentes campos (tanto cuando lo hacemoscon desfase curricular como cuando dedicamos nuestra atención a

alumnos con superdotación) exige que el material sea adaptativo, que

sea capaz de suscitar muy diversas lecturas, muy distintos enfoques,

de forma que el docente construya las diferentes miradas que sus alumnosfijan, las dé forma, las dirija; y nosotros creemos, honradamente, que

este material es capaz de provocar esta múltiple reacción, de convocarperfiles diferentes de evocación, de aprendizaje y de experiencia.

Pero, más allá del valor formativo específico que pueda tener

el libro, éste se plantea también una cuestión más de fondo, la

implicación interdisciplinar y comparada que en él se manifiesta; altiempo que organiza fácilmente el recorrido que el ojo ejecuta encada cuadro, Salvador inserta en el comentario mismo un conjunto

de aspectos técnicos pocas veces trabajados. De esta manera, la

Historia del Arte, la técnica artística y los juegos de correspondenciasestilísticas, quedan amalgamados en el comentario que, por lodemás, de una brevedad y sencillez pasmosa para cada una de las

obras seleccionadas, permite al estudiante, a un tiempo, el disfrutey el aprendizaje, y al docente la organización de los contenidos.

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Nadie cuestiona la utilidad de las ingenierías, de lamedicina, ni siquiera de los estudios matemáticos o físicos (aún

cuando estos estén inclinados fundamentalmente a laespeculación teórica y sólo después tengan una aplicación

práctica en la ingeniería), sin embargo, todo el mundoparece dudar de la pertinencia del pensamiento y, en

especial, de la actividad creadora en estos tiempos.

En el mundo en que vivimos, sometido a la tiraníade lo útil, y más que de lo útil de lo efímeramente práctico,

cultura de la urgencia y del beneficio inmediato, los pocosminutos que Salvador solicita que enajenemos a la prisa pueden

llegar a rendir más a nuestra sociedad que los que dedica unbroker a una operación financiera. Perder el tiempo en la

contemplación de un cuadro, en el arte, como en la literatura, esuno de los mejores ejercicios que un alumno, de cualquier edad, puede

hacer si queremos generaciones de ciudadanos formados, críticos,responsables, conocedores de verdad de su contexto vital, de su culturay capaces de disfrutar plenamente de todos los componentes de sutiempo.

Hay una idea vaga en el aire que asume la inutilidad del arte ysu poca relevancia, salvo como ornato y ajuar del éxito económico. Saberde estas cosas aún hoy parece que estuviera reservado a espíritusespeciales, o a quienes tienen poca capacidad para enfrentarse a futurosmás lucrativos. Las Humanidades, los estudios de Humanidades, sehan visto relegados a una función secundaria en nuestra sociedad, conla consiguiente desvalorización de quien se dedica a su estudio, a supráctica e, incluso a su disfrute; y eso aunque a las puertas de losmuseos haya colas enormes para visitar la exposición de moda en esemomento; el acto de la visita se convierte en una actividad social,no en un ejercicio de enriquecimiento personal, la práctica o el estudiode las Letras y las Artes se resuelve en un recurso para los que parecieraque no pueden hacer otra cosa.

Hay que desterrar esas ideas excluyentes, compartimentadorasdel saber, que cuelan entre sus esquemas escuálidos respuestasreduccionistas que olvidan la imposibilidad aislacionista del saberhumano, que parecen querer la autarquía tecnológica. La máquinano tiene utilidad sin el pensamiento, su forma esencial es lafuncionalidad, la vehicularidad de éste, pero lo que mueve el mundoson las ideas, y las ideas tienen su forma concreta (su realización comoestructuras asibles) en el pensamiento filosófico, del que deviene elpolítico, y en la Literatura y el Arte, que elaboran los símbolos deese pensamiento y lo transmiten: en definitiva, en el ejercicio de

las Humanidades.

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Todo esto, y muchas cosas más, pretende conjurar el libro deSalvador Fernández- Oliva en su forma práctica. Este libro es, más queuna guía, que también, un ejercicio completo de comentario y comparaciónde obras artísticas. Su estructura nos advierte además de su vocaciónpráctica, proponiéndonos, en primer lugar, una sección dedicada a lamirada y la expresión, un comentario de ocho obras (de las másimportantes del Museo del Prado) en el que, para cada una, comienzacon una lectura del objeto, esto es: un recorrido visual en el que vanapareciendo, como por arte de birli-birloque, equilibrios, estructuras,

la geometría compositiva de cada cuadro o escultura... sólo con mirarordenadamente, dejando seducir nuestra mirada por las llamadasde atención sembradas en el interior del espacio plástico. Laordenación de la mirada provoca el segundo epígrafe de este primerbloque: la estructura, donde el autor rescata nuestro recorridoy nos ofrece la posibilidad de racionalizarlo, de edificar laestructura espacial al tiempo que se constata la importanciaconstructiva del color y se nos enseña a verlo como verdadero

vínculo compositivo y raíz del espacio pictórico. Estas

secciones acaban con unas conclusiones orientadas a ubicaren nuestra retina los secretos técnicos del lienzo, que;e convierte a causa de ellos en obra de arte.

Pero si el desarrollo del individuo es parte fundamentalde nuestra cultura, y sobre todo de nuestra modernidad, después

del hallazgo cartesiano, recorrido el camino revolucionario francés,y una vez conjuradas las tentaciones totalitarias que asaltaron comouna epidemia nuestro mundo en el siglo XX, el refugio más secreto denosotros mismos, reducto último donde pervivir, parece dejado de lamano de los mass media.

Tal vez no sea así del todo, al menos como afirmación tajante,y el Arte se abre paso en su faceta más funcional y comercial con cosascomo el diseño gráfico para publicidad o el graffiti juvenil, pero laconstrucción del objeto artístico por sí mismo, más allá de la especulacióndel galerista (negocio a fin de cuentas), el disfrute y reflexión individualo colectiva que el Arte puede proporcionar, es sin embargo, terreno acotadopara generaciones adultas marcadas por otras coordenadas culturales,diletancia de cada vez menos.

Por otro lado, es curioso que el placer, medida y coartada de estasociedad sobrealimentada y blanda, meta suprema en la opulenta Europa

del individuo extraviado en este quicio aún del tercer milenio, tenga tan

bajas sus expectativas formativas y sus umbrales de complacencia. El esfuerzoen este sentido para hacer posible la correspondencia de la experienciaplacentera con la experiencia de cualquier aprendizaje, debe ser saludadocon moderada alegría.

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La tercera sección del libro, breve y concisa, es casi una invitacióna la acción, a la intervención artística por emulación; el conocimiento

técnico del artista se vuelve párvulo para ser comprendido por elprofano, casi engañosamente anecdótico, para explicar las técnicasgenerales de procedimiento de los grandes maestros de la pinturay, al tiempo, construir la génesis procedimental de cualquier

espacio pictórico. No hay en su discurso términos técnicos,hay sólo descripción práctica de buenas maneras plásticas,secretos que dejan de serlo y abren ventanas para laprovocación de la acción por parte del lector, provocación ala acción, a la creación artística propia, y a la mejorobservación del objeto artístico, a su consideración comotrabajo, y no únicamente como producto saturniano (comogenialidad azarosa), sino como labor de estudio, desedimentación estrática y ordenada de los procesos de

causa efecto que dan lugar al producto final de unsaber que culmina en el trabajo artístico

En segundo lugar, la propuesta de Salvador continúacon un comentario sobre la evolución histórica comparada. Unejercicio de interrelación estilística que, desde la propia obra,parte para desarrollar sus vínculos históricos co-textuales (esto

es de interrelación con el universo estilístico dependiente). Esaquí donde el autor propone el juego del comparativismo intuitivo

y de la interactuación artística al comentar, de manera práctica,las relaciones de la pintura románica y la escultura arcaica griega,

las de la pintura gótica y la escultura griega clásica, las de la pinturarenacentista y la escultura helenística y las de la pintura barroca yla escultura del periodo tardo helenístico.

Muy pocas veces se produce, en la bibliografía general de Arte,el hallazgo de que en comentarios comparados como éste se encuentren

dos disciplinas y dos periodos históricos en situación de reinterpretarseunos a la luz de los otros, pero, de nuevo, Fernández- Oliva sorprende porel modo interpretativo del análisis comparado, que vuelve a colgarse dela intuición para hacerse efectivo, que no resulta académico, sino, y casi,si se nos permite, mayéutico, en tanto que parte de la observación y laexperiencia del que contempla, de sus posibilidades y conocimientos, yno de los del autor especializado, para desarrollarse, haciéndoseconocimiento, informándose, más que en el texto provocador, en la miradasobre el objeto del lector del comentario.

Forma práctica pues que concilia el aprendizaje constructivo demanera eficaz y sencilla, sin apenas aparato documental: del ojoal cerebro,del cerebro, al espíritu, la mejor manera de que las cosas calen en quienlas estudia.

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a 1960 y que, calladamente, van encontrando ya hueco yconfirmación de su valía en las Artes y las Letras españolas

Pero a esta sencillez no se llega desde la nada, sino desde el estudioy la práctica artística seria y responsable. Pintor y, sobre todo, escultor,cuya práctica artística podemos disfrutar en Madrid (la escultura El vecinocurioso (1999) en la calle Mayor de Madrid) o en Almansa (el Relieve parael Palacio de los Condes de Cirat, nueva sede del Ayuntamiento de Almansa(1997) o la escultura (1998) Homenaje a Herminio Almendros), artistaya premiado (el C.C. Villa de Madrid de 1990, el Manuel Viola de SanLorenzo del Escorial de Madrid en 1991, el segundo premio Espinosade los Monteros de Burgos en 1992...) y asiduo invitado de galeristas,Salvador Fernández- Oliva pertenece a esa generación JASP, X ode los noventa, como se quiera, aquellos que nacieron en torno

La pequeña batería de ejercicios que acompaña el texto de Fernández-Oliva integra la observación y la expresión; es más una fórmula de provocación,

de actividad paracreadora y experimentadora que permite al usuario reconstruirlos procesos técnicos de creación de los cuadros y esculturas comentadas,participando así, o co-participando con el artista, del proceso creador, demodo que es posible perseguir las líneas dibujadas por Velázquez o someterlas sombras del Greco a nuestro lápiz, buscar el color de Tiziano en nuestrapropia paleta mientras miramos el original. Realizada para ser usada en elmismo Museo, no necesitan los ejercicios de prolegómenos teóricos o

fundamentaciones didácticas, aún cuando internamente tengan soberbiosfundamentos pedagógicos.

Esta manera práctica de acercarse a los cuadros que visitamos es,de hecho, una nueva manera de mirar el arte, o al menos, un planteamiento

en cierta manera novedoso por lo interactivo del mismo: ir al Prado a ver, acomprender y a crear. Este modelo de actividad integradora, sobre todo enlo que respecta al punto de vista del alumnado (que se ve animado a trabajaralgún aspecto plástico delante mismo de la obra de arte) que comprometeconocimientos, procedimientos y actitudes de manera convergente, permiteconsiderar esta obra como una invitación a entrar en un Museo de otramanera, con diferente perspectiva, de hacer de la visita escuela viva.

Por otro lado, la utilidad del libro de Fernández- Oliva estriba, anuestro juicio, en la sencillez con la que acoge el saber artístico y lo vuelcasobre el lector, y en la independencia con la que procede al margen del nivelcurricular de este. El libro puede ser entendido y usado por un grupo muy

amplio de lectores con formaciones y edades muy diferentes; ni siquieraestá marcado por las reglas estilísticas del texto didáctico o de uso académico,sino que, antes bien, y eso lo hace aún mucho más atractivo para su utilizaciónen el desarrollo de una clase, podría ser perfectamente el auxilio para unavisita al Museo del Prado de cualquiera de nosotros o de cualquier familiaun fin de semana.

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Sin embargo, lo más notable de la obra de Fernández-Oliva es aquello que es confluente con el texto que ha escrito:la paradoja minimalista, la capacidad de convocarconocimientos, procedimientos, actitudes, sobre la escuetaconstrucción de lo ausente. Si en su obra llama la atenciónel vacío, el espacio en oposición a la geometría del metal, eneste libro también es evidente lo que, en apariencia estáausente, pero que se manifiesta claro una vez experimentadotodo el proceso: el método.

En otro orden, un atractivo añadido de este textolo constituye el diseño material del mismo. Fernández- Olivasabe que el libro se ve, antes que se lee, y más un libro comoéste. La composición de la página construye un metalexemaque reúne significado, significante y referente. Los términosde evocación referencial, de creación de vínculos entre el textoy la obra comentada en los que se plantea el diseño del libro,tienen además el aliciente de contar con el enfoque situacionacon las coordenadas teóricas en las que se va a leer el libro:propio Museo del Prado, de forma que el diseño de las páginmantiene un diálogo fluido con la obra comentada quteóricamente al menos, está tras la página leíd

De hecho, el texto se enriquece con evocaciones, qno ilustraciones, en las que se regala al lector la interpretacii

artística que hace Fernández- Oliva de los cuadrosesculturas comentadas; la maquetación y diseño d

propio texto sugiere los ritmos espaciales que _advierten en Tiziano, en Velázquez, el diseño e:

aquí también, cooperativo de la

geométricas en las que escapa, por entre las ausenciasde materia, el espacio, dando lugar a lirismos racionales,

plenitudes de formas conquistadas en el interior de laestructura metálica.

ingeniero no ha dejado su querencia constructiva, sinoque la ha transformado en pulsión y grafismo

consciente, ocupando el espacio con estructuras

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itros ojos: atentos y receptivos

que son los cuadros y esculturas aquí comentadosy los anime a continuar su visita por las salas con

teniendo enfrente ese regalo de nuestra historia

Así, el libro de Salvador Fernández- Oliva subraya lancia de Madrid en el mundo y creemos que, de hecho,n estupendo y eficaz instrumento de promoción y difusiónI patrimonio cultural de Madrid y específicamente dei Pinacoteca del Prado, que, si bien es conocida en todo.1 mundo sobradamente por estudiosos, amantes del arteen general y viajeros y turistas de todos los rinconesdel globo, a veces es la gran desconocida para los propiosmadrileños, en especial para aquellos que, bien por suedad (y los intereses que ésta suele llevar aparejados),bien por los avatares distintos de la vida, han tenidoo tienen dificultades para enfrentarse con la pinturacon letras mayúsculas; esperamos pues que estaobra favorezca y ayude a todos cuantos la lean

María Victoria Reyzábal Rodríguezbdirectora General de Atención a la Diversidad

y Educación Permanente.Dirección General de Promoción Educativa

a

r.r:

sta aquí esperamos haber mostrado alormidable herramienta que tiene entre lasa desarrollar los objetivos propios de la atenciónsidad y esperamos haber convencido de ello, sin, este libro constituye también un ejemplo óptimoDvechamiento que puede y debe hacerse delnio histórico-artístico del que puede presumir Madridmundo.

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I Visita al lluseodel jsjrado

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Nada másmirar el cuadro, nuestra vistase dirige a la luz máscontrastada. En este caso es laluz que rodea la Paloma en laparte central del cuadro. Acontinuación, nuestra mirada

se dirige a los rostros de laVirgen María y el Ángel. Tras

este breve diálogo entre losprotagonistas de la escena, nuestramirada asciende por la forma curvade la nube. Una vez arriba,identificamos un "apretado" grupo deángeles músicos, prácticamente sinespacio ni profundidad entre ellos.Retomamos la línea curva de la nube,pero esta vez en sentido descendente,hacia el espacio "terrenal", donde se nosaparece más nítidamente que antes,el rostro del Ángel. Estos recorridosascendentes y descendentes denuestra vista serán la constante enla lectura de esta obra. Esto noshará "sentir" la agitación de laPaloma, que se va iluminando cadavez más, hasta el punto de que alfinal de estos cuatro minutoscontemplando el cuadro, su fuertebrillo es capaz de irradiar luz a sualrededor, iluminando toda la escena.

Vi

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\ \\\ \\ \\ \

V

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3Í\

trblrutAuro.

Siempre que invitamos aamigos o conocidos a visitarel Museo del Pradocomenzamos por el "Cristocon la cruz a cuestas".Durante los cuatro minutosque demanda su lectura, laexpresión cambia(radicalmente) dos veces.Este primer encuentrocon la pintura de estegran maestro anunciauna magia que quiza nohabían descubierto hastaahora...

Acabamos dleer el cuadro. A

inconscientemente,manera rápida, nivista ha hecho ur

recorrido por su eSi recordamos I

que ha seguidoseremos conscestructura,podemos vadjunta, tierecuerda ¿

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Después del recorrido por lasprincipales luces, empezamos aapreciar los diferentes colores. Aquíentra en juego un Tercer Principio, elde la Jerarquía del Color (que veremoscon más detalle en el estudio delretrato ecuestre de Carlos V deTiziano). Este principio estableceque no percibimos todos loscolores a la vez, de formadesordenada, sino que haycolores que consiguen captarnuestra atención másrápidamente que otros.

Las leyes que rigen nuestro primer recorrido visual (el que definela estructura del cuadro) se apoyan en dos importantes principiosde la plástica: 1.- La jerarquía del Contraste Tonal. El sentidode la vista del ser humano está preparado para captardiferencias muy sutiles en tono, pero nuestra mente necesitatiempo para ir captando esas sutilezas. Existe una jerarquía,un orden, por el cual, cuando vemos una imagen, nosdirigimos en primer lugar al mayor contraste luz-sombra, y de allí, hacia los contrastes cada vez másdébiles. 2.- Correspondencias Formales. Lacorrespondencia o repetición de formas en elcuadro nos invita a ir de una forma a otrasimilar. Al igual que los contrastes tonales,estas correspondencias formales constituyenuna herramienta muy utilizada por lospintores, que nos ayudan a recorrer elcuadro y apreciar la intenciónsu autor Cjlox

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principal conclusión a resaltar aquí esla importancia del tiempo que dedicamos

a ver una obra maestra, el llamado Tiempo deLectura. No basta para disfrutar de una obra

maestra estudiar sus detalles en los libros, o conocersu contexto histórico y el de su autor. Hay que

contemplamos una imagen,nuestra vista recorre primero los

colores rojos, después los azules, ypor último los amarillos (o similares-

pueden ser ocres o dorados, etc ...).Las Correspondencias de Color(recorridos sucesivos porcolores) nos invitan y ayudan arecorrer el cuadro por los"caminos" que nos propone el

pintor.

De hecho, cuando

Cc^djjj^cyJLAL a

conocerla en la práctica: tomándose el tiempo necesario

C

delante del cuadro. ...más luminoso... y esta luminosidadpermanece así de intensa sólo si hemos completado el

Tiempo de Lectura (recordemos que para esta obra seecomendaba un mínimo de cuatro minutos). Percibir esta

iminosidad es algo que con un primer vistazo no se puedeireciar. ...más comprensible... ya que van apareciendotalles y el espacio en profundidad que rodea a las figurasampliándose. Si al principio veíamos un "apretado" grupoíngeles, después de cuatro minutos observando el cuadro,spacio que les rodea aumenta, y su movimiento y actitudría incluso ser la de comenzar un concierto.

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:uadro. Este retrato ecuestre nos va a ayudar a comprender elionamiento de la Jerarquía de Color que presentábamos

;bemos dar un "salto" con nuestra vista para llegar hastabrillo situado en la cabeza del caballo, el contraste tonal

más nos llama la atención, después del rostro del protagonista

Como decíamos antes,los brillos de las armaduras del jinete y el caballo

marcan los puntos por donde va saltando nuestraista, creando una línea imaginaria (la de la figura)ue definirá la estructura de la obra. Esta líneaíencionada nos conduce sin vacilar hasta el rostro delmperador, que es la luz más contrastada del cuadro ymotivo principal. Desde el rostro del Emperador

xruefura

armadura que van señalando los puntospor donde va saltando nuestra vista,dirigiéndonos rápidamente hacia el rostrodel Emperador, que es la luz máscontrastada del cuadro y el motivo it0s^'principal. Quizá lo más interesante *^Lde esta obra es precisamente su v"cambio de expresión, que al principioes un tanto distante, y que transcurrido el

tiempo de lectura, llega incluso a sonreír.El efecto de la creciente luminosidad

también es sorprendente.

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al estudiar La Anunciación de El Greco y que ha sido utilizadapor muchos grandes maestros de la pintura a lo largo de la historia.

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más rápidamente es el rojo. En estecuadro, el recorrido visual queprovoca el seguimiento del color rojoes muy parecido al recorrido de laestructura del cuadro: desde la manta decaballo subimos hacia el rostro delEmperador, y de allí volvemos hacia lacabeza del caballo, o para ser más exactos,al adorno rojo que lleva sobre las crines.Nótese el efecto de movimiento queproduce el mirar los arcos de la manta delcaballo. De alguna manera "revivimos"el movimiento de galope del caballorepresentado. Después del recorrido porlos rojos empezamos a distinguir los tonosocres (en la jerarquía estaría antes el azul,pero en este caso prácticamente nq^^tígá^^^Merece la pena llegar a ver hasta aquí, porquedespués de disfrutar con los dorados (ocres) queel maestro coloca al \záoá^k orillos de la armadura,van apareciendo también dorados en el fondo y hasta

en el mismo suelo, dando un efecto de suave amanecerrealms^ in-,ó!ito y muy agradable a la vista. !

ahora cuando la expresión del protagonista_^^k se dulcifica, y finalmente se ilumina

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'colores nos llaman antes la atenciónfrente a otros. El funcionamiento de estajerarquía se puede resumir de lasiguiente forma: Al comienzo vemos

lasJ^Bfc^n trastadas del cuadro.

? latamente después el coloro es el primero que demandauestfra atención. A

comprobado que existe unajerarquía, un orden, por el cual unos

En el estudio de esta obra hemos

una escena con laclaridad de unamanecer. Utilizandoesta Guía durante lavisita al Museo delPrado, y siguiendo lasrecomendaciones sobreel Tiempo de Lectura delas obras, podemoscomprobar por nosotrosmismos estas

\u25a0^rítinuación, "aparecen" losazules. Por último los

amarillos (ocres,dorados), que eneste caso nos aclarala visión del cuadroinicialmente algo

más oscuro, hasta

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Al igualque en elestudio anterior,nuestra vista se sitúarápidamente sobre el rostrodel protagonista, la luz máscontrastada del cuadro. Una vezrecorrido el jinete, nuestra vista pasa areconocer los pormenores del caballo,empezando desde la grupa y hacia la cabeza. Conel estudio de la estructura de la obra analizaremosen detalle los diferentes recorridos.

Lrb-trutAu.ro.

Jm

Oonde Duque

Podemos hacernos •s>Juna serle de preguntas sencillas delante de estaobra que nos permitan aprender a reconocer suestructura. Empezaremos preguntándonos: ¿Existealgún lugar del cuadro que nos llame más la atención?Si. El rostro del protagonista. ¿Por qué?...Por ser el lugarmás iluminado, o para ser más exactos, la luz más contrastada(el rostro esta rodeado por el tono oscuro, casi negro, delsombrero). Con la ayuda de este contraste tonal, el pintor haconseguido un objetivo fundamental: Centrar nuestra atenciónen el motivo principal del cuadro. Existen otros contrastestonales, no tan pronunciados, en la propia figura del jinete. Enconcreto, encontramos alineados los brillos de la armadura enel brazo y la pierna, hasta el estribo. El recorrido que siguen estasluces resulta ser una diagonal que atraviesa el cuadro. Si seguimossiendo conscientes de los "recorridos" propuestos por Velázquezpara contemplar su cuadro, caemos en la cuenta de que los brillosen la grupa y el cuello del caballo están conectados

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punto luminoso del cielo. Tenemos puesdos diagonales que se cruzan y se equilibrmutuamente. Existen dos diagonsecundarias con la misma orientacióndiagonal principal, de la misma manencontramos dos diagonales secundarmisma orientación que la segunda (la qude contrapunto y equilibrio a la diag

diagonal, que termina en un

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E Icolorrojoencuentra en:lostonos anaranjadosdel caballo, en la bandadel Conde-Duque (morados), ytonos rosados de la mejilla delprotagonista. El recorrido por estasdiferentes tonalidades de rojos tiene una

forma muy parecida a la de la estructura de laobra. Como en el caso del retrato del EmperadoCarlos V de Tiziano, el recorrido por el color rojoayuda a recrear el volumen de la figura deljinete, a la vez que nos lleva al

nos

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En el cuadro es un peso visual o aparente,mientras que en el edificio es totalmentereal. Velázquez consigue el máximocontraste de color oponiendo los tonosanaranjados, casi al fuego, que coloca en

jinete y caballo, contra los fríos azulesdel fondo. Después de analizar

el retrato ecuestre del ReyFelipe IV, veremos por

comparación entre ambasobras, como consigue su

autor crear tensión otranquilidad pormedio de laestructura y el color,plasmando con ello

la personalidad dedos personajesmuy diferentes

entre si.

esconden la poderosa estructura de sus obras,

lo mismo que un edificio que está revestidocon cristal, esconde sus fuertes vigas de acero.

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%dispuestas según la estructura

o composición (cualquier

retratos denuestro genial maestro, lo

primero que llama nuestra atenciónes el rostro, lugar de llegada fácil

gracias a las líneas principales

o entica

m

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nombrees válido). En este caso la línea

del paisaje parte del suelo, y a través delestribo y la figura del jinete nos conduce hacia dicho

rostro, que es el punto de luz más contrastado del cuadro.Las líneas de las nubes en el horizonte tienen una importanciasimilar a la que encontrábamos en el retrato del Conde-Duque,pues dirigen nuestra atención hacia el rostro del Rey y hacia lacabeza del caballo. Como anécdota, podemos fijarnuestra atenciónen algunos de los famosos "arrepentimientos" del autor, que el

paso del tiempo nos ha revelado, como por ejemplo en las patastraseras del caballo; o el cambio de posición de la banda rosadadel Rey (que inicialmente estaba flotando a la altura del hombro,y que modificó situándola encima de la grupa del caballo), ect..

De nuevo identificaremos la estructura del cuadro recordandolos recorridos visuales que hemos seguido al contemplar elcuadro. Velázquez tuvo que retratar a personajes muy diferentesentre sí. ¿Como plasmar las diferencias en el lienzo? Para iograrhel genial pintor utilizó magistralmente la estructura, y el co

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Carlos

Comparando este retrato con el estudioanterior, el del Conde-Duque de Olivares.Vemos que muestra una paleta muchomenos contrastada que el ejemploanterior. En el recorrido en rojosapreciamos distintos tonos rosados en labanda y en el rostro del Rey, así como enotros elementos del cuadro, como elbastón de mando. Todo esto nos lleva acomprender mejor el volumen de losdistintos elementos. Los naranjas queencontramos son mucho más tímidosque en el ejemplo anterior, y engeneral nos encontramosante un cuadro mucho másapagado en colótonos azulestambién apagadomuy lejos de lotonos frescos quepodemosencontrar en elretrato ecuestredel Conde-Duque,y más lejos aúnde la paleta queVelázquezutilizó para elretrato delInfante Don

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Lo primero que nos llama la atención es el comprobar quelas líneas que construyen el retrato del Rey, transmiten

una tranquilidad que no encontramos en el caso delretrato del Conde-Duque, que provocan un efectocompletamente opuesto, como una sensación decrispación. Pero también existen similitudes: 1 en

ambos retratos el recorrido visual principal conectael estribo con el rostro del protagonista. 2 Los rostrosde ambos se encuentran igualmente contrastados

por sendos sombreros negros, asegurando así quenuestra vista llegue allí rápidamente: son los

puntos de luz más contrastados. Elsombrero negro se encarga de poner

el énfasis o contraste más rotundoal rostro de ambos retratados,

convirtiéndolos así, en el motivoprincipal del cuadro. Para que no

existan otros contrastes que puedanrivalizar con estos, Velázquez tuvo

mucho cuidado en suavizar otroscontrastes, por ejemplo: en el retrato

del Rey, las manchas blancas de las patasy cabeza del caballo contra el fondo; o

las negras crines y cola del caballo (quepueden ser fácilmente contrastadas con

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Después de comparar entre sí los retratosecuestres de Velázquez, podemos afirmarque la estructura de una obra tiene poderpara provocar una reacción determinada ennosotros, independientemente de lo que represente elcuadro. En la actualidad, la pintura, la escultura y la arquitecturase unen en cuanto a la importancia de la estructura, y no solono se intenta esconder, sino que a veces juega unpapel decisivo en el acabado de la obraLa Torre Eiffel es quizá elmonumentoemblemático de este

punto de inflexiónhistórico al quehacemosreferencia

más

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que el autor no tuvo

necesidad de que sus formas hicieran referencia a alguna cosa enparticular. La pintura "concreta" como prefería denominar Kandinskya la nueva pintura, presenta, como decíamos, en muchas ocasiones"al desnudo" la estructura de la obra, del mismo modo que laarquitectura moderna deja en ocasiones al descubierto los elementosconstructivos de la estructura del edificio, como por ejemplo las vigas,

En el terreno de lapintura, el arte "abstracto"se sitúa entre dos polos: laestructura(constructivismo,cubismo,...) y el color(fauvismo,...). De todos esconocida la rivalidad entrelos dos grandes geniosPicasso y Matisse aprincipios del siglo XX. Porotro lado, no rechacemosel contemplar una obrasolo porque no haya

"nada" representado en elro (no hay personaje, ni

o, ect...). Esto solo quiere

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va cambiando, y lo que se inicia como una tímida sonrisa,se transforma tras un tiempo de lectura, en una mirada cada

su expresión es un tanto indefinida, distante. Esta expresiónrecorrer el cuadro, son los ojos de la Infanta. Al principio,y el punto al que volveremos en repetidas ocasiones alde la Infanta. Lo primero que llama nuestra atención,la armonía y sutileza de las transparencias del vestidodetalles, y en particular no deja de sorprendernosen el tratamiento exquisito de todos losMargarita. Este sentimiento se hace visibleque Velázquez sentía por la infantadigno testimonio de la predilección

vez más expresiva y sonriente. Para averiguar

'uro. 'a causa e estos cambios en la expresión de laInfanta y su relación con la estructura del cuadro,

invitamos a realizar un sencillo juego. Después de completarla lectura de la obra, tomemos una cierta distancia frente alcuadro, y ocultemos con nuestra mano el vestido de la Infanta.Permanezcamos así unos instantes viendo la expresión de surostro. Retiremos a continuación la mano, para volver a ver elcuadro en su totalidad, y muy especialmente, otra vez, su rostro.¿Notamos algún cambio en su expresión? Al ocultar la formade media luna del vestido, la Infanta no tarda demasiado en

abandonar su sonrisa. (De la misma manera que el

< carácter enérgico del Conde-Duque de Olivaresresidía en la composición y el contraste decolor, la dulzura y la sonrisa de la Infantatambién reside en la estructura la obra).

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Coiax

Velázquez utiliza el color para hacerénfasis en la forma de media luna que serepite de manera rítmica en este cuadro.Existe una gradación en el color, que vadesde el tenue rosado de los cortinajes delfondo y vestido de la Infanta, hasta los adornosque ésta lleva en las manos, pecho y peinado.El rojo más intenso lo encontramos precisamenteen el adorno del peinado, que junto con lospendientes, ponen de relieve el tono srosado de las mejillas de la Infanta. La /expresión de la Infanta cambia, se hace /más vivaz, más sonriente. Por último, /el recorrido por los tonos ocres y /dorados, repartidos por los /cortinajes y la alfombra, /así como en el pecho de la -—>'Infanta, nos llevan hacia fla melena de doñaMargarita, iconcluyendo en y/su rostro. /

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del personaje retratado. En esta

ción no encontramos la tensión quentábamos ante el retrato del Conde-Olivares, sino una repetición rítmica,

na vez más comprobamos queez maneja con maestría la estructura

or para reflejar la personalidad, el

minar parcialmente nuestro campo deiión,"entristecemos"a la Infanta. Y estobe llevarnos a una reflexión importante::odos los elementos de la composición

son importantes. El prescindir deuno solo puede cambiar la

uuIr

e formas de media luna, que ofrecento armonioso. Es importante recordar"juego" de mirar hacia el rostro de lai, con una cierta perspectiva, mientrasirnos con una mano su vestido, provocaibios en la expresión de la Infanta: al

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en el estudio de La Anunciación de El Greco

idas y venidas en profundidad, en forma deespiral envolvente que entra y sale delcuadro. La entrada a la obra es a través

del personaje situado en la puerta alfondo de la habitación. Siguiendo la

línea de la puerta nos situamosrápidamente sobre la figura de la

Infanta Margarita de Austria, elpersonaje principal de laescena. Acontinuación vamos

identificando el resto de lospersonajes. Alfinal de esterecorrido, cuandoidentificamos los Reyes(al fondo, en el espejo),

el rojo de la cortina nosanuncia el inicio de los

recorridos por color. Estosposeen también forma de

espiral, y nos obligan a avanzary retroceder, recreando así el

a característica fundamental de la lectura dea obra era la sucesión de movimientosascendentes y descendentes, en este caso, losque caracteriza a esta obra maestra son las

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decíamos, elrecorrido porlos blancos /luces, nos llevaen primer lugara la figura quese encuentra enla puerta alfondo de lahabitación. Desdeallí nos acercamoshacia a la figuraprincipal: laInfanta MargaritaLa líneacontrastada en lapuerta "conecta"ambos personajes. Acontinuaciónidentificamos el restode los personajes dela escena. Esimportante señalar lajerarquía que el autorimprime en los diferentesrostros: El grado dluminosidad va disminuyendodel personaje principal, hac

Como

a medida queia los demás

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nos alejamospersonajes.

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personaje que seencuentra en la puerta al

fondo de la habitación.

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contrastada) estasituado al lado del

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V

*Co<o*l Como

siempre, después de unprimer recorrido por las lucesy los blancos, nuestra vistapasa a reconocer la Jerarquíadel Color. El primer rojo loidentificamos en la cortina,dentro del espejo. Es el punto deentrada del recorrido por loscolores rojos. El dibujo de estenuevo recorrido es el señalado. Escurioso comprobar como vamosdescubriendo detalles relacionadoscon el color rojo, que en el recorridoanterior no habíamos visto, como laCruz de San Andrés sobre el pecho delpropio Velázquez, o el color rojo en supaleta. También es interesante insistiren que este recorrido nos invita aretroceder hasta el primer plano, y acontinuación avanzar hacia el fondo y volverhasta el primer plano, de la misma forma que ocurría enel primer recorrido por los colores blancos y las luces del cuadroComo decíamos, nos fijamos en detalles pasados por alto en elprimer recorrido: por ejemplo, la Cruz de San Andrés, o los adornosrojos en las mangas de las camisas de los personajes. Recorridopor los colores amarillos / ocres: Desde el punto en el quefinalizamos el recorrido por rojos, alcanzando la figura del perroy el suelo ocre a los pies de la Infanta Margarita, nos dirigimoshacia el punto más alto del bastidor. Desde allí, nuestra miradase dirige al techo, gracias a una correspondencia formal muyclara. Una vez alcanzado este punto, se nos invita a salir del

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importante laforma en que se

nos invita arecorrer la obra.En este caso dedentro a afuera

y viceversa, yen formas deespiral, como

hemos vistodurante en el

estudio de estecuadro.

Aunque puedaparecer una

obviedad,cuanto

mayores son lasdimensiones de

un cuadro,mayor será el

Tiempo deLectura. Y esto

es cierto

incluso parauna obra tan

conocida comoLas Meninas

I

C^úm^íjyJIA

cuadro por el punto deluz situado a la derecha. Este últimorecorrido coincide con la espiral másamplia que envuelve la escena (esta vezincluyendo al espectador que ve el cuadro).Es muy interesante comprobar, mirando elcuadro, como desde el punto más alto delbastidor nuestra mirada se dirige fácilmentea la lámpara.

Resultasumamente

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V parece moversecuando caminamos

alrededor. En este caso\u25a0^r los bocetos de la figura

anterior son de un valorinapreciable para

entender los ritmos de giro.k En la representación central

*^^^ se puede apreciar como elfctrazo es la parte de la

Ébjra que recorre la mayordistancia (la que se mueve más

rápido). La pierna izquierda girasobre si misma , mientras que la

otra pierna se mueve hacia atrás,al igual que el brazo izquierdo. Esta

sutileza, casi poética, que percibimosal rodear la escultura de este "Cupidosin alas", es una característica quetan solo encontramos en la esculturagriega. m

L aescultura

oO)

Ó)

DEl mismo efecto se puede apreciar enlas vasijas griegas: las figuras pintadassobre ellas también parecen moversecuando las rodeamos, un aspecto queconfirma la unión entre las artesplástiSs del mund© griego. Sirodeáramos esculturas griegas dedistintas épocas aprenderíamos

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frente a las

percepción,nuestro sentido de laayudará también a desarrollar

contraste de los movimientos, tales como el descrito í

la secuencia anterior, posee un carácter más austero,difícil de captar cuando rodeamos las obras perteneciea los siglos V y IV a. de c, período llamado "Clásicoembargo, este movimiento es más exagerado a medienos acercamos al siglo I a. de C. fecha que correspeperíodo 'Tardío Helenístico". Este gusto por el movimiel espacio seguramente es heredado de una tradición má¡

de la producción de vasos. Tanto el movimiento como Ielegidos van desde una gran contención (período /anteriores), hasta la exageración teatral (período HeEste nuevo criterio para situar cronológicamente unadonde, por decirlo de alguna manera se mide la sutilepoesía cuando se camina alrededor de ella, nos

fácilmente adistinguir el siglo en que fueron realizadas. El

obras

sensibilizándonos

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Mientras el escultor griego siente de unamanera profunda su propia tradición yreligión, el escultor romano se contentará con copiar la fde la obra griega. Inmerso en ese (tremendo) esfuerzcde captar y transmitir parte de su esencia. Aquellos rndistintos para cada elemento que intervenía en la companimaban de una forma exquisita la obra griega, se haren uno solo para toda la escultura: brazos, cabeza, total unísono. Esto no aligera la obra sino al contrario, lapesada. No obstante, la realización de este poderoso Jmagnífica. De cualquiera de las obras romanas situadactualidad en la sala 47 del Museo del Prado, juntoJúpiter, obtenemos la misma conclusión. Podemos conipor tanto, que hemos encontrado una forma de distingufácilmente una obra griega de otra romana. Solamentenecesitaremos una cosa: estar frente a la escultura

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y rodearla

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giro

unúnicoritmode

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tiempo de lectura recomendado<r*<*<r\!

Pintura románica y 6scultura griega Qrcaica

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Cscultor anónimo Griego

comprobar (sobre todo los queconozcan el mundo ecuestre) la granfidelidad de esta obra con la realidad,a pesar de su aparente rigidez. Paracomprender el arte arcaico no basta conobservar los dos ejemplos con los quecuenta el Museo. Debemos rodear losvasos pintados de esta misma época.El Museo Arqueológico de Madricposee una amplia colección. Del mism<modo que ocurre en el Románico; I"rígida" estructura se encuenticompensada por una ejecución deobra muy "táctil" que convierte alínea en principal protagonis

Desgraciadamente sólonos queda este fragmento de

lo que debió ser unamonumental obra. Podemos

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/ siempre que intentamos copiar, o realizar un croquis de¿ esta u otras pinturas "primitivas" tales como la egipcia,

arcaica, etc ... En la pintura hemos encontrado un exquisitotratamiento de la jerarquía de luminosidad, similar al que

pudimos apreciar en los ejemplos de la primera parte.

preciso para lograr esa naturalidad. Esto locomprobamos

L apintura Románica y

la escultura Arcaica poseenmuchos elementos comunes.

Ambas se caracterizan por el fuerteprotagonismo de la línea: en la pintura no

existe apenas profundidad, y en la esculturael volumen se reduce al mínimo. Detrás de la

apariencia de sencillez, se esconde una estructuramuy elaborada y un dibujo lineal tremendamente

Románica y laEscultura Griega

Paralelismoentre la Pintura

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estructura. A medida que \vemos más obras románicas y \

arcaicas, la rigidez se convierte en xx

sutileza, y la postura forzada se convierte \en solemne y majestuosa. Claridad en la \imagen frente al naturalismo. Se trata de unapintura muy culta, igual que la música de la época, \cuyo mayor exponente es el Canto Gregoriano. Esto \nos conduce a pensar que eligen este tipo de pintura \esquemática y plana de forma consciente, y no porque \

sean incapaces de conseguir dotar a su obra de un aspecto \más naturalista. V

Protagonismo

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Pintura gótica y ©scultura griega Clásica <r*-*^!tiempo de lectura recomendado

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La Virgen y el

Comenzamos apreciando el rostro de la VirgenSu mirada nos dirige directamente al Niño. Eldiálogo visual que generan ambas miradases algo incomprensible al principio. Éldespliega un pergamino, y su manto negroen forma de media luna nos devuelve alrostro de la Virgen, dibujado en unaforma similar. En ese momentocomprobamos que su expresión hacambiado. Ahora es más tranquilay expresiva. Los rubios cabellos deJesús también van cambiando.Son cada vez más luminosos.Después de ver la estrella, losojos de Ella se hacenindescriptiblementebellos. Súbitamenteaparece la aureolade ambos en todo gsu esplendor. g

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O- /I

El blancomás luminoso y

contrastado del cuadroes el velo de la Virgen, lo

que provoca que nuestramirada se dirija

rápidamente hacia estepunto de máximo interés, y

gracias a su forma, la miradade la Virgen esta conectada

visualmente con el Niño. Elmaestro elimina toda duda en

nuestro recorrido contrastandofuertemente uno de los dos hombros

de Jesús, guiando así nuestra vista poreste lado de su figura. Acontinuación nos

conduce al Libro, para volver a ascender. Estees el recorrido principal en forma de óvalo de la

estructura. Los recorridos secundarios mantienen elclima de paz y serenidad. La redondez de los óvalos que

dibujan la estructura, son compensados por las rectas quese pueden ver en la figura. Nótese que la figura del Niño queda

desplazada un poco a la izquierda del óvalo principal, con loque el autor ilumina más todo el recuadro exterior derecho,

compensando de ese modo ese factor que es necesario equilibrar.Esta magnífica obra tiene una luminosidad que sólo se puede

lograr por medio de las veladuras, que son el eje central de la técnicaempleada por los antiguos maestros.

La Virgen y el I liño

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Van der Weífog

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Nuestra vista se dirige rápidamente el rostcasi horizontal, de Cristo. El autor contInclinación con la posición vertical del persole sostiene. La dirección del brazo de Crislconduce al rostro de la Virgen. La repeticióambas figuras inclinadas acentúan la caída <la Virgen. A continuación identificamos y"revivimos" las actitudes de losdemás personajes.En los cuadros de estaépoca, la vertical y la *^^si metría son muy Aimportantes. Sonverdaderamenteimaginativas las solucionesque encontramos parasuavizar y dinamizar laestructura bajo estas premisas. \u25a0Hemos encontrado variascorrespondencias formales queaniman la composición. Véase la Afigura. La forma de media luna enla figura de Cristo, se repite en la figurade la Virgen. Se acentúa así el movimientode su caída. Antes de comenzar el segundorecorrido general (en el que identificamos

color rojo) nos hemos detenido eocasiones en el rostro de Jesucristc

O)

C

El Vjescendi

recorrido se produce una sorpres.la sensación de que empieza a rEste es un efecto sorpren

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segundo recorrido Gue9a e'mismo papel que la cortina roja

en el espejo de Las Meninas).

pequeñoformato) en un

momento dadoempieza a "brotar" lasangre con una granintensidad. En nuestro

ejemplo, el color rojo,situado a un lado de la

cabeza de Cristo,acompañado de esa

forma, añade dramatismoy crispación a la escena, y es

el punto de entrada del

minutos si es de

la pintura de tradición románica ygótica, y demuestra un profundoconocimiento en el manejo de la

jerarquía visual que hemos explicadocon detalle en la primera parte de

este libro. Si contemplamosalguna crucifixión de esta época

\u25a0^k (y completamos el tiempo de

*^^ lectura-unos tres o cuatro

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anterior, muy próxima, nos daremos cuenta delcomparamos esta obra con el ejemplo

carácter suave y elegante, casi femenino, de estetorso. Que, al contrario de aquel no ha sido"completada" con añadidos posteriores. En este ejemplovamos a explicar la técnica con la que hemos realizadoel croquis. Y es que es precisamente la de los antiguosmaestros. En los dibujos que han llegado hasta nosotros

de Rafael, Durero, ect... encontramos elempleo el blanco aplicado con pincel sobre unpapel de color para resaltar las luces y las

líneas oscuras aplicados con lápiz o pincelpara realzar el dibujo. Esto es básicamente

lo que tenemos en el croquis de la figura.El resultado es de un efecto muy ligero,

y las gradaciones que se consiguen sonmuy delicadas. Sobre todo si

empleamos el Gesso como color

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Gscultor anónimo Griego

\Jejemplo)

maestros dedicaban el •mayor esfuerzo aterminar el cuadro en 'blanco y negro. Despuésaplicaban el color de formatransparente (veladuras), Icreando así una pintura muy |

luminosa (imposible de |conseguir mezclando los |colores en la paleta de ¡forma pastosa -tal como ;

se pintaba en el /

impresionismo, por /

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el siglo IV a. de c. (aunquepudiera ser algo posterior,

más cerca del Helenismo

alrededor del torso, cuyadatación no conocemos conexactitud. Pero la gransutileza y exquisitotratamiento del torso, asícomo la austeridad delmovimiento que anima a laobra, nos induce a situarla en

muchos añadidosExisten

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demasiado marcados,y se deja el trazo de laherramienta, lo cualsitúa cronoló-gicamente a nuestroanónimo escultor muylejos del mundo griego.El autor griegoconstruyó la obracreando un ritmogenerado por nuestravista que va "saltando"por los puntos de luzsituados en el vientre,pecho y rostro de lafigura representada

encuentran

Si centramos nuestraatención en el brazoderecho, nos daremoscuenta de lo difícilque resulta completaruna escultura griega.Se trata de unañadido de unmagnífico escultorcuya pericia no llegaa lograr que resultenatural el conjunto.Los músculos se

Cscultor anónimo Griego

y

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se explicó en la primera parte.En concreto en el siglo IVa. de c

La contemplación de estaescultura nos introduce enun mundo irreal. De hechopuede ser un fragmentode una escena teatral. Laslíneas verticales de lospliegues, añaden a lafigura una solemnidadque nos recuerda alperíodo anterior,arcaico. Este efectoesta sutilmente con-trastado por lainclinación de larodilla izquierdahacia delante. Si ro-deamos la obra, lamencionada rodillaavanza o retrocede,dependiendo denuestro sentido de giro.

KEste movimiento es tansutil que resulta muy difícilde percibir. Resulta más

n- austero que el que **"""\u25a0v apreciamos en el "Cupido sin -** **v*^ «_. _^alas" lo que la sitúa en _una. «« «**""

fecfña anterior a este tal cómo

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riegoEscultor anónimo

Helenismotardío.

majestuosa yelegante. Porotro lado laausteridad ycontenciónla sitúanmuy lejosde lo quellegará másadelantecon el

arcaica,

muchosejemplos endonde sepuedeobservar quela obra clásicatodavía no seha desligadode la vertical

Encontramos

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Paralelismo entre laPintura Gótica y la

Escultura Griega delPeríodo Clásico

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D

/ refinada: la técnica que utilizaban los pintores del período4 Románico era la pintura al "fresco". El pintor trabajaba en

el edificio destinado para la obra. Algo parecido a lo queocurría con el escultor.

00

En lay escultura

/ adquieren másy

y relevancia el modelado y el/ volumen, y en los cuadros, la

// profundidad va siendo cada vez

/ mayor. En Italia tendrá mas importancia/ el dibujo y modelado de las figuras,. mientras que en Flandes y Alemania, el gusto

/ por el detalle será la característica principal de/ la pintura de la época. En ambos casos, la pincelada

/ todavía se esconde detrás del realismo de las obras./ La aparición del volumen implica la existencia, al menos

/ aparente, de un espacio en profundidad, que no/ encontramos en el Románico. La pintura se vuelve más

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inconvenientes: El primero deellos es la premura con que el artistadebe realizar su obra (antes de queseque el yeso aplicado a la pared... de ahísu nombre). El segundo lo constituyen lasincomodidades propias de trabajar en el propioedificio. Pese a ello, este período conoce elesplendor que se deriva de la unión de las tres artes

plásticas. Arquitectos, escultores y pintores trabajanpara un mismo fin y en un mismo espacio. Esta poderosaunión tardaría varios siglos en romperse definitivamenteLa nueva técnica "al óleo", iniciada en el gótico, permite alpintor elegir el lugar donde realizar la obra, y se rodea de lascondiciones más favorables en su propio taller, lo que en definitivafavorece el progresivo refinamiento de la pintura

profundidad

Apareceel volumeny la

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D

C

profundidad del cuadro. Lapincelada se "esconde" detrásdel realismo casi palpable dela obra. El definitivo triunfodel volumen y el modeladoes otra de las novedadesfrente a la época anterior.Pone de manifiesto lafuerte conexión que existíaentre la pintura y laescultura. Esta conexiónse establece con laescultura gótica, perotambién con la esculturagriega, que es estudiadaa fondo por la prácticatotalidad de pintoresde esta generación yposteriores (todavíahoy es fácil verreproducciones de "^#esculturas griegas en

cualquier

a

ee

Como los demejemplos de este capítul

se impone la nitidez dla línea y la falta d

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Alb

escuelade arte). En la estructura, seaprecia la arriesgadainclinación de toda la figurahacia la derecha, equilibradasutilmente por varias líneas

(ver figura). Tambiéncontribuye a

dinamizar lafigura, poruna parte,

el iluminarmás a una de

las dos piernas

fk -que avanza\u25a0pgeramente-, y por otra,

recurso que podemos verpor ejemplo en infinidad de

retratos de Velázquez: el quelas manos se encuentren a

altura desigual. La diagonala de puntos se origina a

nuestro recorrido visualmano hacia la otra): No

o línea contrastada,la estructura se dibuja ama de recorrer el cuadro.

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establecerápidamente un diálogo,generado por nuestra vista (al miraralternativamente a los dos personajesprincipales). El punto de entrada en el cuadro se encuentrasituado en el Ángel. Las correspondencias en color (los rosadosen ambas figuras) provocan en cierto modo este diálogo. Lascorrespondencias de los azules en el manto y en el techo impidenque nuestra vista salga demasiado pronto del cuadro de la escena.Amedida que transcurre el tiempo, el dorado del ángulo superiorizquierdo se ilumina cada vez más. Al ver los ocres (amarillos)nuestra vista se recrea en las alas del Ángel. Tambiéncomprobamos que se han ido ordenando los espacios creadosen el cuadro y la escena gana en profundidad. Al final de lalectura identificamos el dorado: en el frontal del edificio(arriba), el suelo, y, se crea un efecto de suave luminosidaddentro de la celda (iluminando el banco y la pared). Advertimosa continuación por vez primera (!) la presencia de lagolondrina. También se nos aparecen súbitamente las tresmanzanas caídas en la escena de la expulsión de Adán y Eva.

De aquel plano regresamos a las alas del Ángel, que porcorrespondencia con el color del manto situado detrás

de la Virgen, reinicia y refuerza aquel diálogo quese inició desde el principio, y que es el verdaderoprotagonista de la obra: La Anunciación. Laluminosidad y profundidad van creciendo a medidaque transcurre el tiempo de lectura. Este efecto lovimos en anteriores ocasiones en la primera parte.

En La Anunciación de El Greco se aprecia fácilmentedespués de observar el cuadro unos cuatro

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\u25a0o»

I ra Angélico

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Como siempre, nos detenemos enlugares más contrastados, desde lopies, subiendo por la derecha, hastallegar al brazo derecho que parece"salirse" del plano del cuadro,y por último llegamos al rostro(fuertemente contrastadopor el poste oscuro - queparece indicarnos el final deeste primer recorrido, yseñalar claramente quenos encontramosobservando el motivoprincipal). Acontinuaciónadvertimos la expresión desu mirada. Estructura;Primer recorrido por lasluces y los tonos blancos.Segundo recorrido; De allí

El martirio de San bebas

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C

se nos ofrece unaposible salida por lanube situada a la

izquierda, que albajar coincide con

<la flecha clavadaen su pierna

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Pero no es elfinal de la

rostro .... y suexpresión hacambiadootra vez(!)\u25a0E smásdulce.

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derecha, (por asociación, >/identificamos ahora tillas las //flechas). Si volvemos a su n^tro,advertimos que su expres\&n /y'ha cambiado. Ahora parece^/^estar sufriendo mucho vnhsyyque antes. Acontinuación rfidentificamos los //pormenores del torso /el paisaje. Tercer ( a.recorrido; Vemos \ í \nuevamente su \ \ \

lectura del cuadro, V.porque después de Ns>s^^'unos instantes se ilumina ««.

definitivamente el cuadro.En realidad lo que ocurre es queidentificamos los colores_crernas^77creYqué"o"cupan efultimo lugar

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stigiao de la Laguna

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que podemos ver en la figura: Seencuentran aproximadamente

equidistantes del centro. En la figura,aparece también una amplia diagonal,repite la inclinación del barquero.que

El motivo principalestá en el centro del

cuadro. No encontramosfácil salida de este máximo

punto de interés. Eso nos hacesentir la indecisión del

barquero, que no se decidea tomar ninguno de los

caminos queaparecen en amboslados. La barca

parece girar sobresí misma, inmersa

en ese mar erizadoque acompaña las

inmediaciones de las dosorillas. En algunos cuadros de

Patinir se puede escuchar elmurmullo de la naturaleza.

En este caso el protagonistapodríamos decir que es el viento.

Como en muchos cuadrosaparentemente simétricosencontramos sutiles variaciones,

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percibimos que la cabezaun poco más rápido que tod

demás (comprobaren la escultuel giro del rostro mientras I

rodeamos). El resultado es muy sutily similar al de la escultura Niño

corriendo. Estudiemos algunosrecorridos: El movimiento ascendente que

realizamos desde el pie hacia el brazoderecho (que sostiene suavemente el cisne)anuncia el siguiente ascenso mucho másdecidido que nos lleva hasta el puño dela mano izquierda que sostiene el manto.Esta enérgica subida consigue que esadiagonal sea la protagonista de laobra. Si seguimos mirando, nosdamos cuenta de que la piernaizquierda no apoya tanto como alprincipio. También somosconscientes de que no es un fuertegolpe visual (que sería muycontrastado) el que nos propone elescultor al recorrer el brazo derecho.Por el contrario, al llegar a el puño,

\u25a0" no encontramos un fácil descenso,y nos hace volver a éste una y otravez. El resultado es que la manosujeta cada vez más firmemente el

manto, aportando intensidad y

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ónimo Griego"scultor a

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más rápido que el resto de lafigura. Ocurre lo mismo que enel "Cupido sin alas". La esculturase convierte de alguna maneraen el "espejo de nuestromovimiento". Los añadidos yel torso son realizados por lamisma mano, al contrariode lo que ocurre con elNarciso. Compárese

ambos resultados.

El brazo derecho gira

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Venus del baño

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vJriadna

Vamos a seguirel camino de izquierda a derecha para rodear la escultura.En particular, si miramos el giro de su rostro cuando pasamospor la parte de atrás, la poesía y la musicalidad esindescriptible. En esta escultura, quesituamos

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scultor anónimo Griego

que este movimiento fuese másexagerado, implicará una fecha

de realización posterior(en el s. II a. dec, o

el s. I a. dec).

gde alguna manera al movimiento real quetendría la figura representada. En el caso de

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Todosartistas

renacimiento admy estudian el arte griego

ambos casos, la vert¡calida<dejando paso a la inclinación de

líneas en la estructura. El boceto rsu aparición en este período, como

forma primordial de ganarse el favor demecenas que deciden contratar los servicio;

los artistas. Aunque quizá la ép>

Paralelismoentre laPintura

oo

Renacentistay la Escultura

Griega

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más cuadros en pequeñoformato fue la Edad MediaNace un nuevo medio expresivo: lapincelada. Quizá uno de los primerosmaestros que descubrió sus posibilidadesfue Tiziano. Continúa el proceso derefinamiento del arte iniciado en el Gótico, ylos artistas van siendo cada vez mejor consideradospor el conjunto de la sociedad.

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sLa verticalidadva dejandopaso a lainclinación delas líneas en laestructura

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pintura barroca y ©scultura helenística tardía <tiempo de lectura recomendado

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manera muy sutil por losocres dorados queencontramos en el joven jinete. El

oposición que encontramos en el Conde-análisis del color nos sitúa lejos de la enérgica

Duque, ytambién de los suaves contrastes del retrato del Rey. En cuantoa la estructura casi podemos decir lo mismo. Nótese que Velázquezse sirve de las líneas del fondo para dinamizar su obra. En este

caso las nubes juegan un importante papel pues "sostienenvisualmente" el exagerado movimiento del binomio

caballo-jinete, hacia la izquierda. Además de lasnubes, existen otras líneas que compensan la

mencionada inclinación (que es precisamentela "Diagonal Barroca"). Al realizar nuestro

recorrido por los objetos de colorempezando por el rojo, se

refuerza la diagonal principal:El rojo del suelo se repite

en la cincha

El Principe kJaltasar darlos

predominio del color azulesta contrastado de una

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lázquez

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y lacabedelAdverojonubTa

s yfigura

tenemos en losdorados <

c

luave en laspr todo el cielo,

n el rostro. Por últi

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contrastadas (tal como

Ooo

Antes decomenzar

nuestra lectura d(cuadro, percibin

dos detalles: El priies que el cuadre

totalmente empastexisten zonas donde s«

la base del cuadro, tal cen la práctica totalidad de

vistos en otros períodos anEn segundo lugar, los contor

de la figura aparecendifuminados. La

apariencia de lo realtiene más fuerza

que la propiadefinición -^"j

de la figura "^>mediante líneas

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envolvera toda

la figura. Surostro es elpunto deentrada de laobra.

Realizamos muy rápido

A Www

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favor de laluz queparece

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CD

Clitia

O

"O

en

CCD

A primera vista nos recuerdaa las obras de Rubens. Muy

teatral, la expresión de esta"Clitia", no contribuye a

dinamizar la obra. Es comosi hubiésemos tomado una

instantánea en sumovimiento, que de estaforma queda como

"congelado". Si la rodeamos,toda la obra gira en torno a

su mirada, que acentúa esteefecto. Olvidada la

contención y mesuraclásica, esta escultura

conecta con el gustobarroco

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Ese

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co

CCD

CDobra en torno al siglo I a. de c. La

diagonal se convierte en protagonistade la obra.

esto situamos la realización de la

hace. Pero larespuesta a nuestro

movimiento,reflejado en toda la

figura, es más patente. Suhombro avanza

exageradamente cuando larodeamos por la izquierda. Por

Almovernos

alrededor surostro

también lo

D

T3

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riego

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r"y

yy

yy

y/ protagonista de la estructura

// mayoría de las composiciones en <

/ período se basan en el empleo de diagon./ Su repetición y contrapunto *

/

a b a n d odefinitivamente

simetría en favor dediagonal que se convierte e

Paralelismo entrela Pintura Barroca

y la EsculturaGriega del PeríodoHelenístico tardío

0CO

LO

D

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La verticalidaddeja paso ala diagonalse abandonala simetría

\\

N\\

s

\\

ymedida que las diagonales sonmás elevadas (con más pendiente),la composición se vuelve más enérgica,como ocurre en el Retrato deConde-Duque. La luz es dirigida hacia lasfiguras, y la apariencia de lo real difuminanitidez de la línea.

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—s La I écnica délos vjntiguos I laestros

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'co

oi

Copia de El martirio de San Oebastián

La mejor manera de estudiar y comprender la técnica es tomarlos pinceles e intentar copiar directamente un cuadro en elMuseo utilizando la misma técnica que emplearon los antiguosmaestros.

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ooODO)

1.- Preparación de la base. En la primera parte comprobamosque las luces o los "blancos" son lo primero que capta nuestraatención y que eran los encargados de organizar la estructurao composición. Para empezar a componer, los antiguosmaestros utilizaban un fondo neutro donde contrastar lasprimeras manchas o pinceladas de color blanco. Eliminabanenseguida el blanco del lienzo aplicando una capa uniformey algo transparente de rojo inglés. Cuando éste secaba,aplicaban un barniz, también uniforme, a todo el cuadro.

CDO

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CD"OOO

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Al estar algo diluido, no resultará opaco, s"v.

sino más bien transparente. Esta base se puede _^

apreciar en la mayoría de los cuadros del Museo delPrado, pues casi siempre existen zonas sin pintar(en los cuadros de El Greco existen

Tomamos una brochagrande (poco menosque la palma de lamano). Preparamos elcolor que tendrá la baseEste color se llama en loscomercios "rojo inglés", ydebe ser acrílico (al agua)Se mezcla con un poco deagua en un recipiente y seaplica uniformemente con labrocha sobre el lienzo.

Partimos de un lienzo en blanco ya 'preparado (como el que se puede ,encontrar en los comercios). /

I

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La aplicación del acetato conlleva alventajas:

La primera es que el pincel se deslizsucesivas sesiones, con lo que gana en cal

La segunda es que las aplicaciones siguieiseparadas de la base, creando un sutil efe>

CD"OOO Por últimocabe señalar que los colores c

superficie más lisa, quedarán siemp'co

Copia de El martirio de San O

barniz puede ser el acetatode polivinilo (Alkil)que mezcladocon muy poco agua, lo aplicamos conla brocha a todo el cuadro.En un principio quedará blanco. Débemeesperar hasta que se vuelva transparensecar.

oo

o

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El Ureco

y/

//

I

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Toma mos unabrocha similar a laanterior. Se aplicauniformementecon la brocha sobre ellienzo.

por completo

Si utilizamos alkil, no serátransparente hasta que haya secado \

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oi

Copia de El martirio de San

2.- Ejecución del cuadro en blancoy negro.

ooODO)

CD"OOO

Primero aplicamos los dos colores d(siempre con agua), de tal manera quiestando seguros de donde situar las Iiremos "empastando" más (diluyend

Acontinuación, nuestros maestrospintaban todo el cuadro, pero con scolores: blanco y negro. A esto le d<la mayor parte del tiempo de ejecuc(que podía durar semanas, dependiey precisión al que quisieran llegar).El color negro que utilizaremos puecolor oscuro, por ejemplo, el color fpreferido por Velázquez, pero el colser Gesso (acrílico blanco) sin el cu;

a una calidad óptima.

£

o

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conformando poco apoco la estructura desdeel principio.

Esta técnica nospermite, por un ladover las grandesmasas de luz ysombra e ir

El Ureco

mm

Tomamos ahora unospinceles finos para el

oscuro y unas brochasalgo mayores paraaplicar el colorblanco. Para que las

Gesso

gradaciones seanmuy sutiles, el colorblanco debe de ser

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Cuando concluían totalmente el cuadro, en blanco ynegro, aplicaban el color.

CD"OOO

Por ejemplo, el verde que veíamos en el manto del Ángelde la Anunciación, es el resultado de la aplicación delcolor amarillo, y cuando este ha secado por completo,del azul.

El color aplicado como veladura, debe estar muydiluido de manera que queda como transparente, amodo de acuarela, conservándose toda la imagen o eldibujo sobre el cual se aplica.

*CD

Copia de El martirio de San Oebastián

3.- El color. Aplicación de veladuras

ooODO)

En la colección Tissen se encuentra el boceto de LaAnunciación.

o

£Normalmente, la disposición de colores por todo el cuadro,era tanteado y decidido en un boceto aparte. Casi siempreen pequeño formato.

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i

es lógico,endo de laI cuadro, laion sera

El orden de la aplicaciórde veladuras puede ser

amarillo, rojo y porúltimo azu

Comodependizona delproporcdistintaPor ejemplo, siqueremos conseguirun verde, el rojo no loaplicaremos, o loharíamos de formamuy suave, ect...

car; los

El y reco

Observescomo se conserva eldibujo después deaplicar las tresveladuras. Es de vitaimportancia dejar seola zona antes de aplila veladura, puescolores se mezclan y searruina el trabajo. Resultauna gran ayuda tener u

trapo para ese tipocorrecciones.

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1_

ooEl resultado hasta aquí descrito sacuarela (la diferencia radica en qempastadas, mientras que en la a>huecos en blanco donde no se ha

oooDO)

Para eliminar este efecto de acuarlos antiguos maestros concluían ecolores al óleo mezclados directanPor ejemplo; para conseguir un veel azul y el amarillo en la propia p,forma "pastosa" sobre el lienzo.

Con ello conseguían "refrescar" suequilibrio entre la fuerza y energí.pinceladas, y las sutilezas de las trde otra forma, entre lo pesado y liCD

"OOO

Si nos acercamos al "Bautismo depuede apreciar en los márgenes le

esta ultima sesión.

o

Copia de El martirio de San

CDO

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O 4-- Acabado con Pintura directa

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El yreco

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Copia de El martirio de San bebastián

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ooODO)

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00

O

CD

o

/ detallaban las obras en/ blanco y negro. A continuación

/ aplicaban el color de forma/ transparente. La técnica nos desvela la

/ importancia de las luces (o blancos) y su// relación con la estructura del cuadro. Desde

/ el primer momento y durante la mayor parte/ del proceso se dedicaban a construir su obra, pues

/ eran muy conscientes que en la forma de la/ composición esta implícito una buena parte de lo que

/ querían expresar. No obstante, un cuadro realizado solo/ a base de veladuras, queda muy transparente, y como/ falto de vida. Por ello, empastaban en las últimas sesiones

/ con pintura llamada "directa", de forma pastosa mezclada• en la paleta, buscando un equilibrio entre

las zonas transparentes (veladuras) y lasopacas (pintura directa). Copiando estecuadro hemos conocido a El Greco: La

pincelada fresca y un alargamientoatrevido de las figuras son dos rasgos

propios de su modernidad, y lo quemuchos han definido como unanticipo del expresionismo. Estasdos cualidades con las quedefinimos la modernidad de ElGreco, contrastan con lapincelada mucho más austera,escondida otras veces, de sugran maestro, Tiziano.

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4 G- ,*>> /

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Responden a lanecesidad de renovación ybúsqueda de los grandesartistas para encontrar su identidady expresarse. También realza todavíamás el valor del color, pero no aplicadosobre un modelado verídico, sino casi onírico,como en un escenario creado por suimaginación. Desde el primer momento en quenos encontramos con sus "flamígeras" figuras, elautor parece que nos está avisando de que aquelloque estamos contemplando no es real, sino la imagentransformada por su espíritu creador. Nos invita a estirar

nuestro espíritu, nuestra capacidad de entender, en esesutil esfuerzo que hay que realizar para sentir el arte. Noes una pintura grandilocuente, ni tampoco triunfante, y elestiramiento de las figuras llega a veces hasta ladeformidad, todo ello en contraposición a lapintura "oficial", propia de pintores más cercanosa el clasicismo que se imponía en la Italia de sutiempo. Las imágenes nos ofrecen figuras yrostros cuya expresividad se sitúa entre lodeforme y lo elegante, fruto de esa luchainterna que parece no abandonarle nunca.Su visión de lo real se aleja así de todas lasconvenciones. Nos propone un mundo quetenemos que recorrer conscientes de queestamos viviendo un sueño. Un sueño deluz y color que altera nuestro estado deconciencia.

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Museoconcluirlos, copiando directamente en el

Todos ellos son ejemplos de este libro, y se ha escogido la páginade la izquierda para mayor comodidad en la realización de losdibujos y

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SI se trabaja con lápiz, recordar que habrá que respetar las zonasmás claras o puntos de luz que encontremos (por ejemplo losbrillos en la armadura del jinete y caballo).

1.- Ejercicio deContrastes Tonales.

Completar el dibujo sombreando con el lápiz, contrastando, dondese necesite, las zonas mas luminosas, mediante el sombreadode las zonas oscuras.

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Estructura y Composición.Completar el dibujo, delante del cuadro, sombreando con el lápiz,y empezando por las zonas más contrastadas (en este caso elsombrero, la espalda del jinete, ect...).

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3.- Ejercicio deComposición y profundidad.Completar el dibujo empezando por las zonas más contrastadas(en este caso la figura del fondo es la más contrastada).

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4.- Ejercicio deSombreado y detalles.Completar el dibujo con el lápiz y añadir los detalles

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