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1 Sábado, 24 de Julio de 2010 Sábado - El monumento de la Creación y de la Redención xodo 20:8-11 y Deuteronomio 5:15) Nuestro nombre tiene la identificación de un compromiso con esa orden divina. La observancia del sábado para nosotros los Adventistas del Séptimo Día tiene un significado que trasciende el descanso físico. La observancia del sábado es la conmemoración de nuestra liberación de la esclavitud del pecado. Cada sábado celebramos que Jesús es nuestro Creador y digno de nuestra adoración. Respeta la Palabra de Dios que dice que el sábado es el cuarto mandamiento de la ley moral. Es el cumplimiento de la voluntad del Creador. Profé- ticamente Dios suscitaría un pueblo en los últimos días, para restaurar la brecha que el hombre haría en la ley moral. El hombre de pecado cambiaría los tiempos y la ley, y los pueblos aceptarían ese cambio como si fuera obra de Dios. Así la Palabra profética dice: “En el tiempo del fin, ha de ser restaurada toda institución divina. Debe repararse la brecha, el portillo, que se hizo en la ley cuando los hombres cambiaron el día de reposo. El pueblo remanente de Dios, los que se destacan delante del mundo como reformadores, deben demostrar que la ley de dios es el fundamento de toda reforma permanente, y que el sábado del cuarto mandamiento debe subsistir como monumento de la creación y recuerdo constante del poder de Dios” (Profetas y Reyes, p. 501). Esa brecha en la ley de Dios debe ser restaurada. Creemos que proféticamente nuestra iglesia fue designada para cumplir esa misión. No aceptamos que las cosas y tradiciones de hombres sustituyan la verdad de Dios. A fin de profundizar más nuestra comprensión acerca de ese mandamiento, vamos a analizar tres aspectos importantes de la observancia del sábado:

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Sábado, 24 de Julio de 2010

Sábado - El monumento de la Creación y de la

Redención

(Éxodo 20:8-11 y Deuteronomio 5:15)

Nuestro nombre tiene la identificación de un compromiso

con esa orden divina. La observancia del sábado para nosotros

los Adventistas del Séptimo Día tiene un significado que

trasciende el descanso físico.

La observancia del sábado es la conmemoración de

nuestra liberación de la esclavitud del pecado. Cada sábado

celebramos que Jesús es nuestro Creador y digno de nuestra

adoración.

Respeta la Palabra de Dios que dice que el sábado es el

cuarto mandamiento de la ley moral.

Es el cumplimiento de la voluntad del Creador. Profé-

ticamente Dios suscitaría un pueblo en los últimos días, para

restaurar la brecha que el hombre haría en la ley moral. El

hombre de pecado cambiaría los tiempos y la ley, y los pueblos

aceptarían ese cambio como si fuera obra de Dios. Así la

Palabra profética dice:

“En el tiempo del fin, ha de ser restaurada toda institución

divina. Debe repararse la brecha, el portillo, que se hizo en la

ley cuando los hombres cambiaron el día de reposo. El pueblo

remanente de Dios, los que se destacan delante del mundo

como reformadores, deben demostrar que la ley de dios es el

fundamento de toda reforma permanente, y que el sábado del

cuarto mandamiento debe subsistir como monumento de la

creación y recuerdo constante del poder de Dios” (Profetas y

Reyes, p. 501).

Esa brecha en la ley de Dios debe ser restaurada.

Creemos que proféticamente nuestra iglesia fue designada para

cumplir esa misión. No aceptamos que las cosas y tradiciones

de hombres sustituyan la verdad de Dios.

A fin de profundizar más nuestra comprensión acerca de

ese mandamiento, vamos a analizar tres aspectos importantes

de la observancia del sábado:

2

1. El sábado recuerda: perfección, caída y restauración;

2. Mantiene un vínculo estrecho entre el Creador y sus hijos;

3. Anuncia el nuevo cielo y la nueva tierra.

1. El sábado recuerda: perfección, caída y restauración.

Al final de la primera semana de la creación cuando fueron

creados los cielos y la tierra, el Creador evalúa: “y vio que era bueno

en gran manera”. En ese ambiente exento de pecado, fueron creados

el sábado y el casamiento. Esas dos instituciones Edénicas y sagradas

debían ser un testimonio de los elevados propósitos de Dios para con

el ser humano. En aquél primer sábado el propio Creador “descansó”,

o sea, manifestó su contentamiento con la excelencia del planeta

recién creado. El primer sábado fue guardado en la compañía del

amoroso Creador. Así debería ser, mientras Adán y Eva

permaneciesen fieles. Cada sábado debería ser guardado en la

compañía del Padre. Un encuentro de adoración profunda e

ininterrumpida, debería ser la culminación de la adoración de cada día

de la semana. Así debería ser guardado cada sábado.

El sábado tendría una función tan relevante para el nuevo

planeta que sobre él Dios pronunció una triple bendición: “Entonces

bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda

la obra que había hecho en la creación” (Gén. 2:3).

El Creador Jesucristo, bendice, santifica y descansa (momento

cumbre de la adoración a él por Adán y Eva) en el sábado. Cada día

la santa pareja andaba con Dios, pero en el sábado, dejaba de cuidar

el jardín y de los animales y se dedicaba a la plenitud de la adoración

a Jesús como su soberano Creador.

El secuestro:

El Diablo sentía envidia, porque todo lo que quería era ser

adorado como Jesús. Lleno de envidia y codicia planeó el diabólico

ataque. Gén. 3.

Adán y Eva se convirtieron en súbditos de Satanás, el

secuestrador planeaba que el Dios Creador debería ser barrido para

siempre de la mente humana. Los secuestrados deberían ser

inmersos en otra cultura. Aquellos que fueron creados a imagen y

semejanza de Dios deberían ahora asumir otra identidad. La

estrategia de Satanás tuvo tanto éxito que la imagen de Dios casi fue

olvidada, ignorada, apagada. Fue quebrada la armonía entre Dios y

sus hijos, fueron separados por el pecado. Ya no podían andar más

físicamente juntos, no podían ver el rostro del Padre.

3

Para barrer de la mente humana el recuerdo del Creador y del

Redentor él establecería otro día destinado a la adoración como si

fuese el séptimo día de Dios. Se auto tituló el dios de este siglo,

buscando ser adorado de todas las formas.

La palabra profética dice: “Por el pecado, la imagen de Dios en

el hombre ha sido estropeada y casi borrada;” (Exaltad a Jesús, MM,

1992, p. 273).

El rescate:

Aquel que creó no abandonó a sus criaturas, a pesar de la

desastrosa separación iniciada por la pareja.

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su

Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la Ley” (Gál. 4:4).

Nuevamente Cristo pone “la mano en la masa” y recrea a los

seres humanos. Pagó todo cuanto requería los reclamos de la justicia.

Como Salvador él ordena: “Sed santos, porque yo soy santo” (1

Ped.1:16).

Todo lo que el diablo quitó al ser humano, el Evangelio lo

restituyó nuevamente en Cristo: la pureza, santidad, esperanza,

salvación. Por la fe podemos una vez más adorar, conversar,

caminar, en ese día santo, sin preocupación con los trabajos

seculares.

2. Mantiene y estrecha el vínculo entre el Creador y sus hijos.

El sábado fue instituido para la gloria de Dios y el beneficio de

sus hijos. En ese día sus hijos congregados deben rendirle adoración

y alabanza como dádiva de gratitud y reconocimiento por todos los

beneficios dispensados por el bondadoso Padre celestial.

El ejemplo de Cristo:

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la

sinagoga, conforme a su costumbre y se levantó a leer” (Lucas 4:16).

Ese ejemplo también fue seguido por Pablo. La Palabra dice: “Y

discutía en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a

griegos” (Hech. 18:4).

Ir a la iglesia a adorar al Dios Santo en el día que Él designó

para eso, contribuye significativamente para el crecimiento espiritual

y fraternal. De ahí la exhortación de Pablo: “No dejando de

congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino

exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”

(Heb. 10:25).

4

“Cuando se entonan cánticos de alabanza, cuando se elevan

fervientes oraciones al cielo, cuando se repiten las asombrosas

lecciones de las obras de Dios y cuando la gratitud del corazón se

expresa en oración y canto, los ángeles del cielo se unen a la melodía

en alabanza y agradecimiento a Dios. Estas prácticas rechazan el

poder de Satanás. Expulsan el descontento y las quejas, y Satanás

pierde terreno” (Cristo Triunfante, MM, 2002, p. 246).

Sugerencia:

En este contexto, seleccione previamente y cante con la

congregación dos o tres himnos sobre Jesús como Salvador y sobre la

nueva tierra. Sugerimos los himnos del Himnario Adventista, 4

“Alabadle”, 19 “Loámoste oh Dios”, 185 “Hay un mundo feliz más

allá”.

3. Anuncia nuevo cielo y nueva tierra

Para los Adventistas el sábado tiene una dimensión

escatológica. Además de anunciar y recordar que Jesús es el único

Creador y Salvador que debe ser adorado y glorificado, también

apunta a la restauración final de todo por medio de él.

Así como Adán y Eva pasaron aquel primer sábado en el Edén

recién creado en compañía del Creador, por la fe también creemos

que pasaremos nuestro primer sábado en el mundo restaurado al

lado de nuestro Salvador. Sólo que con una diferencia: por toda la

eternidad estaremos juntos a nuestro Salvador, nada nos separará de

él pues la iniquidad no se levantará por segunda vez, gracias al

sacrificio eterno del Hijo de Dios.

Cuando nos detenemos para observar, por la gracia mediante la

fe, el santo sábado de la ley moral de Dios, anunciamos previamente

que el enemigo ya está derrotado para siempre. Estamos declarando

que todo lo que el diablo le quitó a la raza humana, Jesús lo va a

restituir. Si fuera posible cante con la congregación el himno del

Himnario Adventista “En la mansión de mi Señor”.

La experiencia de Adán y Eva no se va a repetir. La adoración

sabática marcará fuertemente la vida de los salvos. Será parte

integrante de la vida en la eternidad. La Palabra de Dios dice: “Y de

mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante

de mí, dice Jehová” (Isa. 66:23).

“Así que mientras duren los cielos y la tierra, el sábado

continuará siendo una señal del poder del Creador. Cuando el Edén

vuelva a florecer en la tierra, el santo día de reposo de Dios será

5

honrado por todos los que moren debajo del sol” (El Deseado de

todas las Gentes, p. 250).

Podemos afirmar con seguridad que el sábado no es una

institución judaica como afirman los que quieren buscar una disculpa

para rechazar la ley de Dios. Tiene su origen en la creación antes del

pecado, cuando no había ningún judío. Fue dado como señal de que

Dios es el Creador y Señor de todas las cosas: “Yo soy Jehová,

vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y

ponedlos por obra. Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí

y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios” (Eze.

20:19-20).

Pr. Miguel Pinheiro Mayordomía Cristiana

División Sudamericana

1

Domingo, 25 de Julio de 2010

La piedra de toque

“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a

hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los

que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de

Jesucristo” (Apocalipsis 12:17).

Siendo el sábado el mandamiento que invita a todos a adorar al

único Creador de los cielos y de la tierra, siendo el monumento

conmemorativo semanal de la Creación; siendo el mandamiento que

muestra que Dios creó en siete días literales los cielos y la tierra;

siendo la señal entre los que sirven y los que no sirven a Dios; siendo

el mandamiento que anuncia que la naturaleza que ahora gime será

pronto restaurada; que los seres humanos volverán a reflejar

nuevamente la imagen y semejanza de Dios como era antes del

pecado; que Jesús el Cordero que fue muerto desde la fundación del

mundo será plenamente adorado por los redimidos de todos los

tiempos cada sábado; ¿qué otra cosa se podría esperar del enemigo

si no el cumplimiento de Apocalipsis 12:14?

En el mensaje de hoy vamos a esclarecer los siguientes puntos

en relación al santo sábado:

1. Un estatuto para toda la humanidad

2. Testimonio de los guardadores del sábado

3. La observancia del sábado como piedra de toque

4. La estrategia de Satanás en el Conflicto Final

1. Un estatuto para toda la humanidad.

Muchas personas rechazan el mensaje del sábado alegando que

el sábado es una institución judaica.

Como ya aprendimos en el mensaje de ayer, el sábado y el

casamiento, fueron creados en el Edén pensando en el bienestar y la

felicidad de toda la humanidad. No había judíos, griegos o romanos,

solamente nuestros primeros padres con la responsabilidad de poblar

la tierra. El sábado no fue establecido vinculado a ninguna nación, sí

a toda la humanidad.

La ley moral de Dios es una manifestación de su carácter para

toda la humanidad y no solamente para una nación específica. Es

2

verdad que Dios eligió a Israel para ser su mensajero a todo el

mundo, pero infelizmente falló. Hoy, cada persona que acepta el

Evangelio asume esa función, la de ser un mensajero de las buenas

nuevas de la salvación.

Desde Génesis 2 vemos el sábado en toda la Biblia como un día

bendecido, santificado (separado para un fin santo), dedicado para el

descanso y la adoración plena al Dios Creador.

El sábado fue dado a toda la humanidad para celebrar,

conmemorar y recordar semanalmente la obra de la creación.

El día bendecido debería permanecer como memorial y estatuto

perpetuo de generación en generación hasta el fin de la humanidad.

Isaías 66:23 además relata que el sábado continuará siendo honrado

en el cielo. Así como nuestros padres guardaron el sábado en el

ambiente edénico exento de pecado, como demostración de gratitud

y lealtad, de la misma forma, la escena se repetirá.

“Así como el árbol fue puesto en medio del Jardín del Edén, el

sábado fue ubicado en el centro del decálogo. Con respecto al fruto

del verdadero conocimiento, se puso una restricción, “mas del árbol

de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él

comieres, ciertamente morirás”. Con respecto al sábado, el Señor

dijo: “Acuérdate del día sábado para santificarlo”. Así como el árbol

del conocimiento fue la prueba de la obediencia de Adán, así también

el cuarto mandamiento es la prueba que Dios ha establecido para

determinar la lealtad de su pueblo. Mientras el tiempo dure, la

experiencia de Adán ha de ser una advertencia para nosotros. Nos

indica que no debemos recibir ninguna seguridad de labios de los

mortales o de ángeles que nos aparte una jota o un tilde de lo que se

registra en la sagrada ley de Jehová” (Cristo Triunfante, MM, 2002, p.

357).

En el libro Testimonios Selectos t. 1, p. 89-91 encontramos una

significativa afirmación respecto de la importancia del sábado dentro

de la ley moral. Como la descripción es compacta y rica en detalles,

pido permiso para leerla: “Dentro del arca estaba el vaso de oro con

el maná, la vara florecida de Aarón y las tablas de piedra, que se

plegaban como las hojas de un libro. Abriólos Jesús, y vi en ellas los

diez mandamientos escritos por el dedo de Dios. En una tabla, había

cuatro, y en la otra, seis. Los cuatro de la primera brillaban más que

los otros seis. Pero el cuarto, el mandamiento del sábado, brillaba

más que todos, porque el sábado fue puesto aparte para que se lo

guardase en honor del santo nombre de Dios. El santo sábado

resplandecía, rodeado de una aureola de gloria. Vi que el

3

mandamiento del sábado no estaba clavado en la cruz, pues de

haberlo estado, también lo hubieran estado los otros nueve, y así

quedaríamos con libertad de quebrantarlos todos, así como el cuarto.

Vi que Dios es inmutable; pero el papa lo había transferido del

séptimo al primer día de la semana, pues había pensado cambiar los

tiempos y la ley”.

2. Testimonio de los que guardan el sábado.

El sábado es la señal entre Dios y su pueblo. Pero cuál es la

señal entre su pueblo y el mundo? 1 corintios 13 deja claro que el

amor es el más excelente de los dones.

Jesús enseñó que el sábado debe ser observado en el contexto

del amor a Dios y al prójimo. Él dice: “…es lícito en sábado hacer el

bien…” (Luc. 6:9).

Cierta vez escuché a alguien decir que las naves de las iglesias,

los patios y los salones son los locales más beneficiados el día

sábado. Las personas que más necesitan de los guardadores del

sábado con seguridad no están en esos lugares. Están en los

hospitales, en las cárceles, en el edificio al lado de nuestra casa,

entre los familiares, amigos y colegas de trabajo. Muchos

comprenderán la verdad del sábado por la forma práctica como

guardamos ese día. Jesús dice: …es lícito en el sábado hacer el bien…

Muchos al leer en la Biblia acerca del sábado se acuerdan de

cómo fueron ayudados y socorridos por los observadores del sábado.

Algunos dirán: “Yo pasé mal y aún en el sábado él/ella pasó y me

llevó al hospital”; “necesitaba comprar un remedio y aunque era

sábado él/ella fue a la farmacia a comprar”; “mi auto se descompuso

y él/ella me socorrió sacrificando sus compromisos en la iglesia”; “ella

compartía conmigo las sabrosas y nutritivas comidas que hacían para

el sábado”; “cuántas veces recibí el pan integral que hacía cuando no

tenía nada dentro de casa y con eso pasaba el día”.

El Pr. Miguel Pinheiro cuenta que recuerda siempre a la

hermana Isabel Ribeiro, que todos los viernes golpeaba a la puerta de

su casa y decía: “Adetina le traigo el pan del sábado, el postre del

sábado, la papa del sábado…” su madre que no conocía a Isabel en

esa época, quedaba intrigada. “Pan del sábado”, “postre del

sábado”… pero el amor que aquella cristiana verdadera demostraba

en su corazón, hacía que su madre pensara “Eso no es común hoy en

día. Esa mujer tiene alguna cosa diferente”. Ellas se hicieron grandes

amigas y un día faltó luz en la hora del culto y movida por el Espíritu

Santo, la hermana Isabel fue orientada a llamar a la sra. Adetina,

4

madre del Pr. Miguel para hacerle compañía a ella para ir a la iglesia.

Su madre pensó: “yo soy de otra religión, pero Isabel es tan amorosa

conmigo que yo no puedo negarle nada a ella”. Resultado: La Sra.

Adetina fue a la iglesia ese día. No perdió ningún culto más, llevó a

toda su familia y el día 29 de diciembre de 1976, ella, su esposo, el

Pr. Miguel y dos hermanas fueron bautizados. Después fue el resto

de la familia, y hoy todos están en la iglesia y la hermana Isabel

todavía continúa con salud haciendo el trabajo del Señor en la ciudad

de Capim Grosso, Bahía. Una pequeña ciudad de 30.000 habitantes,

que tiene más de diez iglesias grandes y dos distritos pastorales.

El sábado es la señal entre Dios y su pueblo, pero la señal entre

el pueblo de Dios y el mundo es el amor.

Muchos podrán alegar: ¿cuándo comienza el sábado? ¿Y el uso

horario diferente? ¿Cuándo es sábado en Japón, Europa y otras

regiones? Como adventistas con la luz de la Palabra de Dios, no

tenemos dificultad para entender eso. La Biblia enseña claramente los

límites del sábado. Nehemías 13:19 dice: “Sucedió, pues, que al caer

la tarde, antes del sábado, ordené que se cerraran las puertas de

Jerusalén y que no las abrieran hasta después del sábado; y puse a

las puertas algunos de mis criados, para que no dejaran entrar carga

alguna en sábado” ¿Por qué Nehemías dio esa orden? Porque ya eran

de dominio público las enseñanzas del Pentateuco que decía: “Sábado

de descanso os será… de una tarde a otra tarde…” (Levítico 23:32).

“El sábado, como séptimo día, no se halla en ninguna

incertidumbre. Es el monumento conmemorativo de la obra de

creación. Es un monumento conmemorativo establecido por el cielo,

que debe observarse como una señal de obediencia. Dios escribió

toda la ley con su dedo en dos tablas de piedra…” (Mensajes

Selectos, p. 364).

Donde estuvieren los guardadores del sábado, en Japón, en

China, en Europa… brillen como la luz del sol, y digan: Dios es el

Creador de los cielos y de la tierra y es el único digno de ser adorado.

Donde estamos Dios establece el correcto límite del tiempo,

mostrando claramente cuando comienza y cuando termina el sábado.

Hoy, el sábado es el muro de separación entre el verdadero

Israel de Dios y los incrédulos, y a medida que se aproxima el fin del

tiempo de gracia esa separación se intensificará de tal forma que

enfurecerá a las hijas de Babilonia y los creyentes nominales que

mantienen una relación superficial con Dios.

Ya llegó el tiempo que nuestra iglesia anuncie ampliamente el

mensaje del sábado. Se están usando varios canales: testimonio

5

personal de aquellos que desarrollaron y consolidaron el hábito de

buscar a Dios en la primera hora de cada mañana, internet, radio,

televisión, pequeños grupos…

El mensaje del sábado unirá los corazones de los sinceros hijos

de Dios de la iglesia visible e invisible. Millares vendrán de las iglesias

que hoy rechazan el mensaje del sábado y millares saldrán de

nuestro medio por no soportar esa enseñanza sagrada. Seremos

perseguidos, pero eso sólo intensificará más nuestra disposición para

proclamar con más osadía ese mensaje.

La palabra profética dice: “Vi que Dios tenía hijos que no

reconocen ni guardan el sábado. No han rechazado la luz referente a

él. Y al empezar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espíritu

Santo, cuando salimos a proclamar más plenamente el sábado. Esto

enfureció las otras iglesias y a los adventistas nominales, pues no

podían refutar la verdad sabática, y entonces todos los escogidos de

Dios, comprendiendo claramente que poseíamos la verdad, salieron y

sufrieron la persecución con nosotros. Vi guerra, hambre, pestilencia

y grandísima confusión en la tierra. Los impíos pensaron que nosotros

habíamos acarreado el castigo sobre ellos, y se reunieron en consejo

para raernos de la tierra, creyendo que así cesarían los males”

(Primeros Escritos, p. 33-34).

3. La observancia del sábado como piedra de toque.

El domingo será cada vez más exaltado como la piedra angular

del romanismo y de sus hijas.

Los Adventistas del Séptimo Día, usando los más diversos

frentes de proclamación, mostrarán el sábado bíblico con una

intensidad nunca vista.

Así, “El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues

es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque

les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la

línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le

sirven” (El Conflicto de los Siglos, p. 663).

Ese es un asunto que trata con nuestra identidad como iglesia y

todos deben tenerlo claro para que no haya mal entendidos o

precipitaciones. Algunos han hecho las siguientes preguntas:

- ¿Quién guarda el sábado hoy, ya recibió la señal de la bestia?

- No. “Nadie hasta ahora ha recibido la marca de la bestia” (El

Evangelismo, p. 174).

- ¿Entonces, cuándo será la observancia del domingo la señal de

la bestia? “La observancia del domingo no es aún la marca de la

6

bestia, y no lo será sino hasta que se promulgue el decreto que

obligue a los hombres a santificar este falso día de reposo. Llegará el

tiempo cuando este día será la prueba; pero aún no ha venido”

(Eventos de los últimos días, p. 228).

Cuando eso ocurra, los Estados Unidos renunciarán a sus

principios democráticos y votará una ley dominical, apoyado por el

protestantismo apóstata unido al papado. A partir de ahí la

observancia del sábado bíblico será “ilegal”, pasará a ser crimen y la

observancia del falso sábado (domingo), un acto de honra a Dios y a

la nación.

“El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el

punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les

sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea

de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.

Mientras la observancia del falso día de reposo (domingo), en

obedecimiento a la ley del estado y en oposición al cuarto

mandamiento, será una declaración de obediencia a un poder que

está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo

(sábado), en obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la

lealtad al Creador. Mientras que una clase de personas, al aceptar el

signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca de la

bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la

autoridad divina, recibirá el sello de Dios” (El Conflicto de los Siglos,

p. 663).

4. La estrategia de Satanás en el Conflicto Final.

Somos una iglesia profética. Por medio de sus profetas, Dios

orienta y guía a la iglesia. Revela también los ardides de Satanás

para que la iglesia no caiga en sus armadillas. En una de esas

visiones, Dios mostró proféticamente como Satanás actuará para

destruir esa iglesia. Poco le resta, por eso buscará de todas las

formas destruir y trastornar la fe en Dios, Creador de los cielos y de

la tierra. Usará todos los medios posibles para engañar hasta los

escogidos de Dios. Pero nuestro Dios conoce el fin desde el principio y

revela para su iglesia los planes del enemigo para que nadie sea

tomado de sorpresa. Acompañen esta revelación profética:

(Observación: elija una de estas sugerencias para presentar los

cuatro párrafos: cuatro personas, cada una lee un párrafo, puede ser

discutido en parejas, grupos pequeños o panel…)

“Dice el gran engañador: …“El día de reposo es el gran asunto

que ha de decidir el destino de las almas. Debemos exaltar el día de

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descanso que nosotros hemos creado. Hemos logrado que lo acepten

tanto los mundanos como los miembros de la iglesia. Ahora hay que

inducir a la iglesia a universo al mundo para apoyarlo. Debemos

trabajar por medio de señales y maravillas para cegar sus ojos a la

verdad e inducirlos a dejar a un lado la razón y el temor de Dios y a

seguir la costumbre y tradición…”

“Pero nuestra principal preocupación consiste en silenciar a esa

secta guardadora del sábado. Debemos suscitar la indignación

popular contra ella. Llamaremos a nuestro lado a hombres grandes y

sabios, según el mundo, e induciremos a las autoridades a cumplir

nuestros propósitos. Entonces el día de descanso que yo he creado

será puesto en vigor mediante las leyes más severas y exigentes. Los

que no hagan caso de ellas serán expulsados de las ciudades y aldeas

y se les hará pasar hambre y privaciones. Cuando dispongamos del

poder, mostraremos lo que podemos hacer con los que no quieran

abandonar su lealtad a Dios”.

“…y ahora que estamos poniendo a las iglesias protestantes y al

mundo en armonía con este brazo derecho de nuestro poder,

dispondremos finalmente de una ley para exterminar a todos los que

no se sujeten a su autoridad. Cuando la pena de muerte sea el

castigo que se aplique por la violación de nuestro día de reposo, se

pasarán a nuestro lado muchos de los que ahora se encuentran en las

filas de los observadores de los mandamientos”.

“Pero antes de recurrir a esas medidas extremas, debemos

ejercer toda nuestra sabiduría y sutileza para engañar y entrampar a

los que honran el verdadero día de reposo. Podemos separar a

muchos de Cristo por medio de la mundanalidad, la concupiscencia y

el orgullo. Se considerarán seguros porque creen la verdad, pero la

complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confunde el

juicio y anula la capacidad de discernir, los hará caer”. (Testimonios

para los Ministros, p. 472-473).

Apelación final y llamado para el día siguiente:

Ayer y hoy vimos algunos aspectos teológicos sobre la

observancia del sábado y en los próximos dos días vamos a abordar

los temas prácticos de la observancia del sábado. Me gustaría hacer

un llamado en nombre de Jesús para que nadie lo pierda. En especial

a los padres que gustarían ver a sus hijos en el cielo. Mostraremos

mensajes proféticos del Espíritu de Profecía para todos los hijos de

Dios que quieren profundizar su celo en la observancia del sábado.

Las palabras proféticas que describen lo que vamos a mostrar en los

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próximos días son: “Os aconsejo, hermanos y hermanas: “Acordarte

has del día de reposo, para santificarlo” (Éx. 20:8). Si queréis que

vuestros hijos observen el sábado según el mandamiento, debéis

enseñarles tanto por los preceptos como por el ejemplo. Nunca se

borra completamente la verdad grabada profundamente en el

corazón. Puede obscurecerse, pero nunca obliterarse. Las

impresiones hechas en la primera parte de la vida se verán en los

años ulteriores. Pueden ocurrir circunstancias que separen a los hijos

de los padres y de su hogar, pero mientras vivan, la instrucción dada

en la infancia y la juventud será una bendición” (Joyas de los

Testimonios, t. 3, p. 25).

Por tanto, mañana tiene un compromiso con Dios. Aquí en este

lugar, el Señor le enseñará cómo observar mejor el santo sábado

conforme al mandamiento del Creador.

Pr. Miguel Pinheiro Mayordomía Cristiana

División Sudamericana

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Lunes - 26 de Julio de 2010

PRINCIPIOS SAGRADOS PARA LA OBSERVANCIA DEL SÁBADO - I

(Éxodo 20:8-11)

La debida observancia del sábado conforme a los preceptos de

la Biblia se ha tornado cada vez más difícil. Entendemos que no es

suficiente hablar de la teología del sábado. Es necesario enseñar y

recordar los principios prácticos de la observancia del sábado. Hoy y

mañana vamos a trabajar varios de esos principios bíblicos en la

Biblia y en el Espíritu de Profecía.

I. La preparación semanal:

La palabra profética dice: “Durante toda la semana, debemos

recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el

mandamiento. No sólo debemos observar el sábado en forma legal.

Debemos comprender su importancia espiritual sobre todas las

acciones de nuestra vida. Todos los que consideren el sábado como

una señal entre ellos y Dios… Pondrán diariamente en práctica las

leyes de su reino. Diariamente rogarán que la santificación del sábado

descanse sobre ellos…”

“…las primeras victorias se han de ganar en el hogar. Allí debe

empezar la preparación para el sábado…” (JT, t.3, p.20).

Factores determinantes en la preparación semanal:

1. Mantener el espíritu de adoración sabática: El espíritu de

reverencia y compañerismo que mantuvimos con Él durante las horas

del sábado, deben acompañarnos durante la semana. El mismo se

debe manifestar en todos los aspectos de la vida: en las relaciones

comerciales, en el empleo, en la familia, en la escuela… Donde

estuviere un observador del sábado, allí debe estar un adorador del

Creador, una persona amorosa, honesta, respetuosa y pacificadora.

2. Conservar la misma comunión: No observamos el sábado

como un feriado, hay un sentido que trasciende el descanso físico.

Guardar el sábado es un símbolo del tipo de comunión que debemos

tener con Dios durante la semana. La forma como veo a Dios, a la

2

iglesia y al prójimo durante el sábado, se debe extender durante la

semana.

3. Recargar las baterías para vivir en santidad: Durante el

encuentro ininterrumpido con Dios de 24 horas recibimos la fuerza y

el poder para vivir como santos durante la semana. Tanto en el

sentido físico como también espiritual. Así, en la debida observancia

del sábado recibimos la gracia para una vida en santidad. Viviendo

cada día con Dios, cada sábado tendremos un encuentro cada vez

más íntimo con el Padre. Cuando nos encontramos con Él diariamente

durante una o dos horas, estamos preparándonos para el encuentro

de 24 horas del próximo sábado.

4. Recarga diaria – el secreto para la preparación adecuada:

Retro alimentada diariamente. Como ya aprendimos en el Seminario

de Enriquecimiento Espiritual, recibimos gracia y misericordia

solamente para atender las necesidades diarias. Así la vida espiritual

debe ser retro alimentada diariamente en la primera hora de cada

mañana. De esa forma vamos a mantener el espíritu de adoración

que tuvimos en el sábado.

II. Viernes – el día de preparación:

(S. Marcos 15:42; Lucas 23:50-56).

El viernes es el día en el cual se concluye la preparación final

para el sábado. Como ya vimos, los preparativos mayores deben

comenzar desde el primer día de la semana.

Orientaciones proféticas para el viernes de preparación:

1. Preparación de los deberes domésticos: “Termínense el

viernes los preparativos para el sábado. Cuidad de que toda la ropa

esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse, que se

hayan lustrado los zapatos y tomado los baños… El sábado no debe

destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres, o a

otra ocupación mundanal. Antes de que se ponga el sol, debe ponerse

a un lado todo trabajo secular, y guardarse fuera de la vista todos los

periódicos de ese carácter” (Joyas de los Testimonios, t. 3, p. 22).

2. Preparación en las relaciones y negocios: “Hay otra obra que

debe recibir atención en el día de preparación. En ese día deben

ponerse a un lado todas las divergencias entre hermanos, ora sea en

la familia o en la iglesia. Expúlsese del alma toda amargura, ira y

malicia… Antes que empiece el sábado, tanto la mente como el

cuerpo deben retraerse de los negocios mundanales” (JT, t.3, p. 22).

3

3. Preparación para una recepción en adoración y alabanza:

“Antes de la puesta del sol, congréguense los miembros de la familia

para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar… Debemos empezar

de nuevo a hacer arreglos especiales para que cada miembro de la

familia sea preparado para honrar el día que Dios ha bendecido y

santificado” (JT, t.3, p. 23).

La forma como recibimos el sábado va a determinar en gran

parte la calidad de su observancia.

Otro punto a considerar es el impacto que el culto de puesta de

sol va a causar en la mente de los niños y de los adultos. Los himnos,

los versículos ilustrados, las historias, los agradecimientos…

Cuando se recibe el sábado con reverencia y respeto, con

seguridad será observado con ese mismo espíritu.

Consideremos esa exhortación profética para los padres: “Os

aconsejo, hermanos y hermanas: “Acordarte has del día del reposo,

para santificarlo.” Si queréis que vuestros hijos observen el sábado

según el mandamiento, debéis enseñarles tanto por los preceptos

como por el ejemplo. Nunca se borra completamente la verdad

grabada profundamente en el corazón. Puede obscurecerse, pero

nunca obliterarse. Las impresiones hechas en la primera parte de la

vida se verán en los años ulteriores. Pueden ocurrir circunstancias

que separen a los hijos de los padres y de su hogar, pero mientras

vivan, la instrucción dada en la infancia y la juventud será una

bendición” (JT, t.3, p. 25).

III. Sábado por la mañana:

Muchas cosas que ocurren el viernes acaban influenciando en la

calidad de la observancia del sábado. Cuando recibimos el día santo

con el debido espíritu de adoración y reverencia esto se reflejará

durante las horas sagradas.

1. No se malgasten en cama las preciosas horas del sábado. El

sábado de mañana, la familia debe levantarse temprano. Si se

levantan tarde, hay confusión y apresuramiento en los preparativos

para el desayuno y la escuela sabática. Hay apresuramiento, roces e

impaciencia. Así entran en el hogar sentimientos profanos. El sábado,

así profanado, produce cansancio, y en vez de amarse su venida se la

teme” (JT, t.3, p. 23).

2. S. Lucas 4:16-19: Jesús visitaba las sinagogas todos los

sábados. “La escuela sabática y la reunión del culto ocupan sólo una

parte del sábado. La parte que queda para la familia puede abarcar

4

las más sagradas y preciosas horas del sábado. Mucho de ese tiempo

deben pasarlo los padres con sus hijos…” (JT, t.3, p. 24).

IV. Sábado de tarde – actividades: “A fin de santificar el sábado, no es necesario que nos

encerremos entre paredes, y que nos privemos de las hermosas

escenas de la naturaleza…” (JT, t.1, p. 276).

1. “Durante una porción del día, todos debieran tener

oportunidad de salir al aire libre… los niños… Asóciense sus mentes

juveniles con Dios en los hermosos panoramas de la

naturaleza…manifestaciones de su amor,…no correrán el peligro de

asociar el carácter de Dios con todo lo severo y adusto… (JT, t.1, p.

277).

“Todos los que aman a Dios deben hacer lo que puedan para

que el sábado sea una delicia, santo y honorable…pueden hacer

mucho para exaltar el sábado en sus familias y hacer de él el día más

interesante de la semana. Debemos dedicar tiempo a interesar a

nuestros hijos… Podemos andar con ellos al aire libre, podemos

sentarnos con ellos en los huertos y bajo la alegre luz del sol, y dar a

sus mentes inquietas algo en que ocuparse, conversando con ellos de

las obras de Dios” (JT, t.1, p. 278).

“Cuando el tiempo es agradable, pasen los padres con sus hijos

por los campos y huertos. En medio de las cosas hermosas de la

naturaleza, explíquenles por qué fue instituido el sábado…” (JT, t.3,

p. 24)

“Mostradles que fue el pecado lo que mancilló la obra perfecta

de Dios; que las espinas y los cardos, el pesar y la muerte, son todos

resultados de la desobediencia a Dios. Invitadlos a ver cómo la tierra,

aunque mancillada por la maldición del pecado, sigue revelando la

bondad de Dios…” (JT, t.3, p. 24).

2. Estudiad la Biblia con sus hijos: “Habladles del camino de la

salvación… Repítase la dulce historia de Belén. Preséntese a Jesús a

los niños, como niño obediente a sus padres, como joven fiel y

laborioso, que ayudaba a sostener la familia… Interrogadlos acerca de

lo que han aprendido en la escuela sabática y estudiad con ellos la

lección del próximo sábado” (JT, t. 3, p. 25).

3. Hacer buenas obras así como hizo Cristo en el sábado:

Cristo curó un ciego en sábado (S. Juan 9:13-34).

Cristo curó un paralítico (S. Juan 5:1-9).

Cristo curó a una mujer enferma (S. Lucas 13:10-17).

Cristo liberó a los endemoniados (S. Marcos 1:21-28).

5

“La misericordia divina ha indicado que se debe cuidar a los

enfermos y dolientes; el trabajo requerido para que estén cómodos

es una obra necesaria, y no una violación del sábado…” (JT, t.2,

p.184).

V – Despedida del Santo Sábado:

“Al bajar el sol, señalen la voz de la oración y el himno de

alabanza el fin de las horas sagradas, e invitad a Dios a acompañaros

con su presencia en los cuidados de la semana de trabajos” (JT, t.3,

p. 25).

APELACIÓN: Invitar a los padres presentes a venir al frente. Ellos son

los sacerdotes y deben ser los primeros en asumir el compromiso.

Enseguida después invite a las madres, los hijos y los demás a firmar

un compromiso acerca de la observancia del sábado.

Pr. Miguel Pinheiro Mayordomía Cristiana

División Sudamericana (Material adaptado del Espíritu de Profecía)

1

Martes 27 de Julio de 2010

Principios sagrados para la observancia del sábado II

La forma como guardamos el sábado refleja nuestro grado de

intimidad con Dios y el respeto que tenemos con las enseñanzas de

su Palabra.

Nuestra preocupación en el ministerio de la Mayordomía

Cristiana, ha sido que la iglesia sea más espiritual. Entendemos que

eso es esencial para obedecer. Entendemos que debemos ser celosos

en la observancia del sábado, porque ya disfrutamos de la bendición

de la salvación. A pesar de nuestra espiritualidad debemos buscar

formas de hacer lo mejor para él, y esa es la intención del mensaje

de hoy. Algunos pueden no apreciar las indicaciones de haga esto o

aquello, pero lo que buscamos es recordar y profundizar lo que ya

conocemos, a fin de que guardemos el sábado según el mandamiento

en el contexto de la gracia y de la comunión.

Vamos a analizar 15 asuntos que no agradan a Dios acerca del

sábado en la Biblia y en el Espíritu de Profecía. Esperamos que cada

uno hagamos un profundo análisis de nuestra realidad individual y en

familia, en cuanto a la calidad de nuestra observancia del sábado.

1. Trabajar el sábado (Éxodo 20:8-11).

“Cada vez que Ud. dedica sus manos a trabajar en sábado,

niega virtualmente su fe” (JT, t. 1, p. 500).

“Muchos, al excusarse por violar el sábado, se refieren a su

ejemplo…empleos mundanales… muchas almas se enfrentarán con

usted en el día del juicio” (JT, t. 1, p. 500).

“Las circunstancias no justificarán a nadie que trabaje el sábado

por amor a la ganancia mundanal” (JT, t.1, p. 501).

2. No es aceptable la observancia parcial

“El Señor no acepta una observancia parcial de la ley del

sábado, y ella ejerce peor efecto sobre la mente de los pecadores que

si usted no profesara observar el sábado. Ellos perciben que su vida

contradice su creencia y pierden la fe en el cristianismo. El Señor

quiere decir precisamente lo que expresa, y el hombre no puede

poner impunemente a un lado sus mandamientos.” (JT, t.1, p. 497).

2

3. Cómo ve Dios el trabajo en sábado

“La maldición de Dios recae sobre ellos y perderán diez o veinte

veces más de lo que ganan… Y sin embargo el hombre roba a Dios

apropiándose de un poco del tiempo que el Creador reservó para sí”

“…trabajar en el séptimo día es, a la vista del cielo, un crimen…

Dios no llevará al cielo a un transgresor de su ley” (JT, t.1, p. 175).

4. No permitir que los hijos transgredan el sábado

“Por encima de todo, cuidad a vuestros niños durante el

sábado. No permitáis que lo violen, porque el permitir que ellos lo

violen, es como violarlo vosotros mismos” (Mensajes Selectos, t.3, p.

293-294).

5. No asistir al culto de sábado con la ropa común de trabajo

“Muchos necesitan instrucción en cuanto a cómo deben

presentarse en la asamblea para adorar en sábado. No han de entrar

en la presencia de Dios con las ropas que llevan comúnmente durante

la semana. Todos deben tener un traje especial para el sábado, para

llevarlo cuando asistan al culto en la casa de Dios” (JT, t.3, p. 21).

6. Llevar a los hijos a la escuela el sábado

“Algunos de nuestros hermanos han enviado a sus hijos a la escuela en sábado… los niños de los que profesan guardar los

mandamientos de Dios han sido enviados en sábado… (JT, t.2, p. 181-182).

“…Dios no consulta nuestra conveniencia en cuanto a sus mandamientos…” (JT, t.2 p. 182).

“Nuestros hermanos no pueden esperar la aprobación de Dios mientras colocan a sus hijos donde les es imposible obedecer el

cuarto mandamiento…” (JT, t.2, p. 182).

7. Todo servicio innecesario debe evitarse en el día de sábado

“...Debe evitarse todo trabajo innecesario. Muchos postergan

negligentemente hasta el comienzo del sábado cosas pequeñas que

debieran hacerse en el día de preparación… Cualquier trabajo que sea

descuidado hasta el comienzo del tiempo sagrado debe permanecer

sin hacerse hasta que haya pasado el sábado” (JT, t. 2, p. 184-185).

“…El sábado no debe destinarse a reparar ropas, a cocinar

alimentos, a los placeres, o a otra ocupación mundanal” (JT, t.III, p.

22).

8. Comer demasiado en el sábado

3

“No debemos proveer para el sábado una cantidad o variedad

mayor de alimentos que para los otros días. En vez de esto, los

alimentos deben ser más sencillos, y debe comerse menos, a fin de

que la mente esté clara y vigorosa para comprender las cosas

espirituales… Comiendo demasiado el sábado, muchos han

deshonrado a Dios más de lo que piensan… Aunque debe evitarse el

cocinar en sábado, no es necesario comer alimentos fríos… Sean las

comidas, aunque sencillas, atrayentes y sabrosas…” (JT, t.3, p. 23).

9. Evitar viajes en ese día

“Si deseamos la bendición prometida a los obedientes, debemos

observar el sábado más estrictamente. Temo que con frecuencia

hagamos en ese día viajes que podrían evitarse… Debemos ser más

cuidadosos en cuanto a viajar en los barcos o coches en ese día” (JT,

t.3, p. 26

10. No hablar, ni hacer negocios o contratos comerciales en sábado “...No debemos hablar de negocios ni dedicarnos a

conversaciones comunes y mundanas...” (JT, t.3, p. 26).

“En ningún caso debemos permitir que las cargas y las

transacciones comerciales distraigan nuestra mente en el sábado del

Señor que él ha santificado. No debemos permitir que nuestra mente

se espacie siquiera en cosas de carácter mundanal” (JT, t.1, p. 276).

“Los que no son plenamente convertidos a la verdad permiten

con frecuencia que sus mentes se espacien libremente en negocios

mundanales, y aunque descansan del trabajo físico en sábado, su

lengua expresa lo que tienen en la mente; de ahí sus palabras acerca

de sus ganados, las cosechas y las pérdidas y ganancias. Todo esto

es violar el sábado…” (JT, t.1, p. 288).

11. Procurar placeres, diversiones, juegos, etc.

“La búsqueda del placer, jugar a la pelota, nadar, no eran una

necesidad, sino que constituía un descuido pecaminoso del día

sagrado santificado por Jehová…” (Mensajes Selectos, t. 3, p. 295).

12. Dormir en la iglesia o en casa desagrada a Dios

“Nadie venga al lugar de culto para dormir. Esto no debiera

verse en la casa de Dios… El sábado no ha de ser un día de ociosidad

inútil. Tanto en el hogar como en la iglesia, debe manifestarse un

espíritu de servicio…” (JT, t. 3, p. 27).

4

“...Desagrada a Dios que los observadores del sábado duerman

durante gran parte del sábado. Deshonran a Dios al hacerlo…” (JT,

t.1, p. 288).

Es una afrenta robar el único día santificado de Jehová y

dedicarlo a los propios fines egoístas.

13. Que la casa de Dios no sea profanada por los hijos

“La casa de Dios es profanada y el sábado es violado por los

niños de los creyentes. Corren por el edificio, juegan, hablan y

manifiestan su mal temperamento en las propias reuniones…” (MS,

t.3, p. 293).

14. Conversaciones mundanas en sábado

“Los ministros de Jesús deben reprender a los que no se

acuerdan del sábado para santificarlo. Deben reprender bondadosa y

solemnemente a los que participan en conversación mundanal en

sábado, y al mismo tiempo aseveran ser observadores del sábado.

Deben estimular la devoción a Dios en su santo día” (JT, t.1, p. 288).

“Nada de lo que a los ojos del cielo será considerado como

violación del santo sábado debe dejarse para ser dicho o hecho en

sábado, sino que disciplinemos nuestra mente para que se espacie en

temas sagrados. Se infringe virtualmente el cuarto mandamiento al

conversar de cosas mundanales, o al dedicarse a una conversación

liviana y trivial” (JT, t.1, p. 287).

15. Al que desprecia el día de sábado:

“Nadie que desprecie el cuarto mandamiento después de haber

recibido luz acerca de las exigencias del sábado, puede ser tenido por

inocente a la vista de Dios” (JT, t.1, p. 496-497).

“…Ha seguido durante tanto tiempo su propia conveniencia

respecto de la observancia del sábado, que su mente, encallecida, ya

no es susceptible de ser impresionada respecto de su conducta

desobediente, sin embargo por haberse puesto usted mismo en esa

condición, no es por eso menos responsable” (JT, t. 1, p. 504).

APELACIÓN:

Hoy presentamos un mensaje profético de exhortación. Sólo

hará diferencia en nuestra vida si lo aceptamos y creemos. Si lo que

fue presentado no se sigue por fe, será de poco provecho para

nuestra vida.

Si queremos prosperidad y seguridad, necesitamos

comprometernos con la palabra profética.

5

II Crónicas 20:20 dice: “Creed al Señor vuestro Dios, y estaréis

seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados”.

Apelación final: Compromiso total.

Pr. Miguel Pinheiro

Mayordomía Cristiana División Sudamericana (Material adaptado del Espíritu de Profecía)

1

Miércoles 28 de Julio de 2010

Dependencia Diaria de Dios

En los últimos cuatro días hablamos del sábado y en los

próximos tres vamos a hablar acerca de dependencia y poder.

La dependencia habitual diaria de Dios es el fundamento de la

fidelidad y del éxito en la vida.

Ese sentimiento estimula el deseo de orar y leer la Biblia. El

esfuerzo por la guía divina resulta en un conocimiento creciente del

poder de Dios y esto afecta la vida en todos los aspectos.

Nuestro desafío en los próximos tres días es llevarlos a

establecer y profundizar una relación de entera y completa

dependencia de Dios.

Estamos preocupados con eso porque, quien no aprende a

depender de Dios, pronto se va a encontrar con la realidad ilusoria de

aquello que parecía ser camino de vida.

“Si queremos vivir la vida cristiana, debemos colaborar

constantemente con Dios, de manera que el yo desaparezca al

depender de Jesucristo. Cada día debiéramos trabajar como si fuera

para la eternidad” (Cada día con Dios, MM, 1980, p. 253).

Vamos a considerar cuatro asuntos:

1. Aprendiendo en la intimidad con el Padre

2. Como guía de su pueblo

3. Un ejemplo profético para nuestros días

4. Somos frutos de los hábitos.

1. Aprendiendo en la intimidad con el Padre

Solamente Dios conoce el fin desde el principio, por eso él

puede guiar con seguridad nuestra vida. La gran pregunta es ¿cómo

la dirige? Para responder a esa pregunta vamos a leer cuatro textos

de la Biblia.

Proverbios 20:24 “De Jehová son los pasos del hombre,

¿cómo, pues, entenderá el hombre su camino?”

El problema aquí es: ¿cómo puedo entender la voluntad de

Dios para mi vida hoy? Antes de proseguir pregunte: ¿en qué

contexto mis padres me enseñaron las buenas costumbres? ¿En qué

ambiente abrí mi corazón para mi enamorada, novia y esposa?

Ciertamente dos palabras participaron de ese proceso: respeto e

intimidad. Con ellas en mente, vamos a los próximos textos.

2

Salmos 25:12 “¿Quién es el hombre que teme a Jehová?

Él le enseñará el camino que ha de escoger”.

Las palabras claves son: respeto, reverencia, seguridad. Él es

de entera confianza y eso me lleva a confiar sin ninguna restricción.

Salmo 25:14 “La comunión íntima de Jehová es con los que lo

temen, y a ellos hará conocer su pacto”.

La palabra clase para el crecimiento aquí es intimidad. Así como

nuestros padres nos enseñaban nuevas cosas de acuerdo con nuestro

progreso físico y emocional, así hace Dios con nosotros cada día. Así

es como crecemos como niños a los pies de nuestros padres, en un

ambiente de respeto e intimidad, de esa forma debemos crecer en la

primera hora de cada mañana. Es en ese momento de intimidad que

el cielo y la tierra se unen, el infinito y lo finito se encuentran. Padres

e hijos se unen e intercambian los más íntimos secretos de familia.

Fue de esa manera que Jesús fue educado por Dios para

cumplir la misión. A pesar de que a los trece años ya tenía tanto

conocimiento como los doctores de su época, aún así Jesús se

aproximaba al Padre como un niño. La palabra profética dice:

“Habló de su intimidad y unidad con el Padre como un niño

hablaría de su relación con sus padres.” (Recibiréis poder, MM 1999,

p. 276).

“Necesitamos educar y preparar la mente para que tengamos

una fe inteligente y una amistad comprensiva con Jesús. A menos

que continuamente mantengamos amistad entre Dios y nuestra alma,

nos separaremos de él y marcharemos aparte de él… Debiéramos

hablar de sus encantos inmaculados y cultivar constantemente el

deseo de tener un conocimiento mayor en Jesucristo. Entonces su

Espíritu ejercerá un poder que controlará la vida y el carácter…”

(Hijos e Hijas de Dios, MM, 1956, p. 29).

Como aprendimos en el Seminario de Enriquecimiento Espiritual

I, escuchemos al Padre y sus Palabras en la Biblia y hablemos con él

en oración. Lo mejor de nuestro tiempo debe ser dedicado para esa

tarea sagrada. En la intimidad con el Padre aprenderemos cosas

grandes y ocultas que todavía no sabemos, conforme nos enseña el

profeta Isaías (48:6). En integridad él guía a su pueblo en todo.

2. Como guía de su pueblo.

Solamente Dios conoce el fin desde el principio, así él puede

guiar con seguridad nuestra vida. La gran pregunta es: ¿Cómo la

dirige? ¿Cuál es la “GPS” de Dios para sus hijos hoy?

Como humanos, a veces tenemos algunas preocupaciones,

como por ejemplo: ¿Y si yo pierdo mi empleo por causa del sábado?

3

O ¿Qué va a ocurrir cuando no podamos comprar o vender? ¿Cómo

voy a saber cuál es la voluntad clara de Dios? Y otras.

¿Cómo guió Dios a su pueblo en el desierto? Vamos a abrir la

Palabra en Éxodo 13:21-22 “Jehová iba delante de ellos, de día en

una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una

columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y

de noche. Nunca se apartó del pueblo la columna de nube durante el

día, ni la columna de fuego durante la noche”.

Nunca se apartó del pueblo la columna de nube durante el día

ni la columna de fuego durante la noche. Esa columna era Cristo, el

guía de su pueblo. Él estuvo, está y siempre estará con su pueblo.

Vamos a pensar en este texto:

“Al recapacitar en nuestra historia pasada, habiendo recorrido

cada paso de su progreso hasta nuestra situación actual, puedo decir:

¡Alabemos a Dios! Mientras contemplo lo que Dios ha hecho, me

siento llena de asombro y confianza en Cristo como nuestro líder. No

tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidemos la

manera en que el Señor nos ha conducido” (Mensajes Selectos, t.3,

p. 183).

Así como Él guió a su pueblo diariamente en el desierto, ¿Cuál

es el “GPS” de Dios para su pueblo hoy?

La Biblia es guía infalible… La Palabra de Dios, estudiada y

obedecida, guiaría a los hijos de los hombres, como los israelitas

fueron guiados por una columna de fuego durante la noche y una

columna de nube de día. La Biblia es la voluntad de Dios expresada al

hombre. Así como los hijos de Israel dependían cada día de la

dirección de la columna de nube o de fuego de la misma manera, hoy

nosotros dependemos de la orientación de la Palabra. Ese es el

compromiso más importante del día. Está en juego nuestro destino

eterno. Jesús dice: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os

parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan

testimonio de mí” (Juan 5:39).

“La Palabra del Dios viviente debe ser nuestra guía. Cada uno

debe comprender que depende de aquél a quien pertenece por

creación y por redención” (Alza tus ojos, MM, 179).

“Cada capítulo y cada versículo de la Biblia es una comunicación

directa de Dios a los hombres” (Patriarcas y Profetas, p. 538).

Nuestro desafío es llevar a cada persona a desarrollar y

consolidar el hábito de buscar a Dios en la primera hora de cada

mañana. Creemos que de esa manera andaremos cada día con Dios.

4

Esa fue la manera como Enoc anduvo con Dios y su ejemplo se cita

como prototipo para los últimos días.

3. Un ejemplo profético para nuestros días

Génesis 5:22 “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo

llevó Dios”.

En el Libro Historia de la Redención pág. 63 leemos: “Enoc, que

se apartó del mundo y dedicó mucho tiempo a la oración y la

comunión con Dios, representa a los fieles de los último días, que se

apartarán del mundo. La injusticia prevalecerá en proporción terrible

sobre la tierra”

“Su asociación diaria con Cristo lo transformó en la imagen de

aquel con quien estuvo tan íntimamente ligado” (Review and Herald,

5 de diciembre de 1912).

4. Nuestro desafío diario

Sin duda es incorporar el estilo de vida de Enoc. La palabra

profética ordena: “Conságrate a Dios cada mañana, haz de esto tu

primer trabajo” (Camino a Cristo, p. 69)

Reiteramos una vez más que buscamos una iglesia que forme el

hábito y no que actúe esporádicamente. Así como es natural y

habitual buscar el alimento material cada día, lo mismo debe ocurrir

con el alimento espiritual. Nadie se engañe: la salud del alma será

proporcional al alimento recibido.

No es suficiente venir a la iglesia y oír los sermones, se

necesita algo más. La adoración colectiva sólo alcanza su objetivo

cuando es precedida de la devoción personal habitual.

La Palabra profética dice: “El oír sermones sábado tras sábado,

el leer la Biblia de tapa a tapa, o el explicarla versículo por versículo,

no nos beneficiará a nosotros ni a los que nos oigan, a no ser que

llevemos las verdades de la Biblia al terreno de nuestra experiencia

personal” (Ministerio de Curación, p. 411).

¿Qué ocurre cuando nos habituamos a colocar a Dios

constantemente en nuestra mente? “Andad siempre en la luz de

Dios. Meditad día y noche en su carácter. Entonces veréis su belleza y

os alegraréis en su bondad. Vuestro corazón brillará con un destello

de su amor. Seréis levantados como si os llevaran brazos eternos.

Con el poder y la luz que Dios os comunica, podéis comprender,

abarcar y realizar más que lo que jamás os pareció posible” (MC, p.

412).

5

Apelación final: Pasar a depender diariamente de Dios como un

hábito. En la primera hora de cada mañana, antes de cualquier

actividad, primero Dios.

Mañana hablaremos del poder de Dios como un arma de

defensa contra las huestes del mal; además de mantenernos salvos,

qué otros beneficios podemos obtener; cómo podemos vivir por

encima del término medio con el poder que viene de lo alto.

Mañana el Señor tendrá una bendición especial para su vida, es

esencial para vivir victoriosos y proyectarnos hacia el mundo.

Pr. Miguel Pinheiro

Mayordomía Cristiana

División Sudamericana

1

Jueves, 29 de Julio de 2010

El poder de la comunión - I

Ayer vimos que no es suficiente ir a la iglesia y escuchar

sermones, es necesario algo más. La devoción personal da significado

a la adoración colectiva. Escuchar un sermón, oír o participar de una

alabanza teniendo a Dios en la vida desde la primera hora de la

mañana es diferente. El mensaje llega con poder a nuestra vida y la

de aquellos que nos escuchan.

Por lo tanto, una experiencia habitual con Dios y su Palabra es

indispensable para que haya crecimiento. Como ya vimos:

“El oír sermones sábado tras sábado, el leer la Biblia de tapa a

tapa, o el explicarla versículo por versículo, no nos beneficiará a

nosotros ni a los que nos oigan, a no ser que llevemos las verdades

de la Biblia al terreno de nuestra experiencia personal” (Ministerio de

Curación, p. 411).

¿Cuál será la consecuencia de esa vida de dependencia y

comunión? ¿Cuáles son las características de una persona que busca

ese poder? Podemos afirmar con seguridad que lo que vamos a

mostrar hoy y mañana va a producir un gran impacto en su vida

espiritual. El poder que viene de lo alto llenará su vida y usted tendrá

una linda experiencia con Dios.

1. Un Mayordomo santo de Dios

2 Reyes 4:9-10 Por el contexto entendemos que esa mujer ya

conocía a Eliseo hace mucho tiempo. Ella quería permanecer más

tiempo cerca de Eliseo; sentía que salía virtud de él. También

reconoció las necesidades de Eliseo y se esforzó por suplirlas sin que

él lo pidiese. Ella tenía un concepto claro acerca de él: “Es un santo

varón de Dios”.

Cuando las personas te miran, ¿que ven? Algunos se incomodan

al ser llamados santos, tal vez por el concepto de santo de otras

religiones. Pero no tienes que huir, eres un santo. Hablando de

nuestra iglesia la Biblia dice: “Aquí está la paciencia de los santos, los

que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús”

(Apocalipsis 14:12).

La gran pregunta es: ¿Qué debo hacer para que las personas

me vean como un santo mayordomo del Señor? ¿Cómo debe vivir un

santo de Dios? Ese es el asunto que vamos a tratar hoy y mañana.

2

De entre las varias características de vida de un santo vamos a

destacar y analizar algunas de ellas.

2. Características esenciales de un santo/a:

Ahora vamos a considerar dos de esas características:

Prioriza valores eternos: “Buscad primeramente el reino de Dios

y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

Para ser santos, Jesús necesita dar la primera orden en nuestra

mente cada mañana. Sin ese toque va a prevalecer lo carnal, lo

humano, enfocando solamente las cosas de aquí. Su toque cambia

nuestra ruta. Continuamos aquí, pero no somos de aquí, el “GPS” o

guía divino apunta para el destino que finalmente importa. Por eso

ordena: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que

en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de

mí” (Juan 5:39).

Sin esa guía nadie acierta el camino, el error será inevitable,

Jesús dice categóricamente: “Erráis, ignorando las Escrituras y el

poder de Dios” (Mateo 22:29).

Cuando priorizamos buscar el reino de Dios, vivimos en el

contexto de la abundancia del reino. Está profetizado: “Es imposible

calcular los buenos resultados de una hora, o aun media hora, cada

día, dedicadas de una manera gozosa y sociable a la Palabra de Dios”

(Consejos sobre la Escuela Sabática, p.46).

“El tiempo dedicado al estudio de la Palabra de Dios y a la

oración retornará centuplicado” (Review and Herald, 11 de junio de

1908).

¿Usted ya pensó en el significado práctico de eso que acabamos

de leer? Vamos a leer nuevamente los textos en sentido opuesto:

Es imposible evaluar los daños, los problemas, los perjuicios de

no dedicar una hora o media hora diaria al estudio de la Palabra de

Dios… ¿Es o no es una excelente receta para el fracaso? ¿No será que

detrás de muchas vidas atribuladas y atormentadas está esta triste

realidad?

Vayamos al otro texto: El tiempo que no se dedica al estudio de

la Biblia y la oración traerá perjuicios centuplicados (no es 100x100,

sino 100 elevado a la potencia 100).

Vean, no estoy hablando de auto ayuda. Estoy hablando de

bendiciones proféticas de Dios para aquel que lo busca. Él es la

fuente de bendiciones ilimitadas, es el que hace al flaco fuerte, que

da vigor al abatido, que hace realidad las oportunidades de los

limitados. No estoy hablando solamente de bienes y de dinero, estoy

3

hablando de la bendición divina general, completa, global, ilimitada.

Estoy amparado en la palabra profética que dice: “No tiene límite la

utilidad de quien, poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del

Espíritu Santo en su corazón y lleva una vida dedicada por completo a

Dios” (Ministerio de Curación, p. 116).

El profeta Jeremías completa diciendo: “Clama a mí y yo te

responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no

conoces” (Jeremías 33:3).

Vive en la presencia de Jesús en adoración: “Permaneced en mí, y

yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí

mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no

permanecéis en mí. Si permanecéis en mí y mis palabras

permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será

hecho” (Juan 15:4,7).

Mi vida en la presencia de Cristo. Ese será el tema del IV

Seminario de Enriquecimiento Espiritual. En ese material vamos a

ampliar ese asunto, es una chequera con cheques firmados en blanco

que Jesús da a cada seguidor.

El objetivo del SEE IV será: Desarrollar y consolidar el hábito de

permanecer en la presencia de Cristo desde la primera hasta la última

hora de cada día. Ese material será presentado para aquellos que ya

hicieron el SEE I, II y III, que son pre requisitos.

¿Por qué necesita el creyente vivir en la presencia de Jesús

todo el tiempo? Todos somos llamados para vivir cada día “…en

comunión consciente y frecuente con Dios por medio de la oración y

el estudio de su Palabra, porque en esto reside la fuente de la

fortaleza” (Hechos de los Apóstoles, p. 299).

Cuando confesamos el nombre de Cristo y él pasa a vivir

intrínsecamente (inseparablemente unido) en nosotros, el Diablo

declara la guerra abierta contra nosotros. La Palabra dice:

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra

principados, contra potestades, contra los gobernadores de las

tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las

regiones celestes” (Efesios 6:12).

¿Qué podrá hacer un santo de Dios sin las debidas armaduras

en una guerra tan desigual?

Cuando no buscamos refugio contra el mal en la Palabra,

nuestro fracaso será seguro. Está profetizado: “Al permitir que

nuestra comunión con Dios se interrumpa, perdemos nuestra

defensa” (MC, p. 408).

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Muchos aquí no tienen idea de lo que es estar involucrado en la

guerra trabada diariamente entre las fuerzas del bien y las del mal.

Sólo el poder que viene de nuestra comunión con Dios nos hará

vencedores en los momentos más difíciles e inesperados.

El Pr. Miguel Pinheiro cuenta que cuando asumió como pastor

en su segundo distrito en la Calle 25 de Agosto, en Duque de Caxias,

en Río de Janeiro, fue a visitar por primera vez la Iglesia Dr.

Laureano, que en la época formaba parte de aquel distrito. Cuando

llegó para la clase de maestros, él se encontró con la siguiente

situación: Una persona había llegado antes de comenzar la clase y

quedó poseída por el enemigo. Los hermanos comenzaron a luchar

para expulsar al enemigo y él (el demonio) se puso furioso y

comenzó a arrojar sillas a las personas. Con mucha dificultad

consiguieron prender al poseso en la sala. Pocos minutos después, el

Pr. Miguel estaba llegando por primera vez a aquella iglesia. ¿Saben

lo que lo esperaba? La llave de esa sala. Con una sensación de alivio

los hermanos le dijeron: pastor, ahora le toca a usted. Imaginen

enfrentar una situación de esas sin el poder de Dios, sin defensa.

Cuando aprendemos a caminar con Dios, su poder también nos

acompaña, el diablo y sus ángeles no pueden soportar a alguien que

está con Dios. Recuerden, y grábenlo en su corazón, luchen para

mantener el hábito de la comunión pues “Al permitir que nuestra

comunión con Dios se interrumpa, perdemos nuestra defensa”.

Comiencen el día con Él y realicen las tareas en su compañía.

Este mandamiento es para nosotros: “Cultivad la costumbre de

conversar con el Salvador cuando estéis solos, cuando andéis o estéis

ocupados en vuestro trabajo cotidiano. Elévese el corazón de

continuo en silenciosa petición de ayuda, de luz, de fuerza, de

conocimiento. Sea cada respiración una oración” (MC, 408).

Aprendemos a odiar el mal cuando desarrollamos el hábito de

estar todo el tiempo en la presencia de Cristo.

Vean otras dos citas inspiradas:

“Cristo en el corazón, Cristo en la vida: tal es nuestra

seguridad. La atmósfera de su presencia llenará el alma de

aborrecimiento a todo lo malo. Nuestro espíritu puede identificarse de

tal modo con el suyo, que en pensamiento y propósito seremos uno

con él” (MC, p. 409).

“Cada día que transcurre sin que Cristo sea admitido en el alma

es un día perdido” (Cada día con Dios, p. 51).

Apelación final:

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Llamado para buscar a Cristo en la primera hora de cada mañana y

permanecer en su presencia durante todo el día. Muestre que esa

decisión redundará en victoria o en fracaso para aquí y la eternidad.

Mañana continuaremos con el resto del tema de hoy. Un día

perdido aquí puede representar una eternidad perdida. Cristo nunca

desperdició ningún día cuando estuvo aquí.

¿Cómo podemos aprovechar mejor cada día en nuestra jornada

para el cielo? ¿Cómo seguir el ejemplo de Cristo en su vida de

comunión?

Mañana veremos dos características más de los santos

mayordomos del Señor.

Pr. Miguel Pinheiro Mayordomía Cristiana

División Sudamericana

1

Viernes 30 de Julio de 2010

El poder de la comunión II

Ayer vimos dos de las cuatro características que nos

propusimos estudiar en estos dos días:

Un santo de Dios siempre prioriza los valores eternos en

detrimento de los temporales. No discute: primero viene el

reino de Dios.

La segunda característica fue que comienza el día en la

presencia de Jesús y continúa con él. Para él el Salvador es el

divino e inseparable compañero: en el trabajo en la casa, en la

escuela, en el viaje, dondequiera que esté un santo, allí está un

adorador del Señor Jesús. Está todo el tiempo en la presencia

de Jesús.

Hoy veremos las otras dos características de un mayordomo

santo:

1. Vive cada día a la luz de la eternidad

2. Sigue el ejemplo del supremo Pastor

1. Vive cada día a la luz de la eternidad.

¿Cuándo es el día de la salvación? 2 Cor. 6:2 dice: “Hoy, es el

día de la salvación”.

¿Para qué? El versículo 3 responde: “No damos a nadie ninguna

ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea

desacreditado”.

Los versículos 4-10 enumeran varias otras cualidades que se

verán en nuestra vida, cuando hacemos de hoy un día de salvación.

- Paciencia en las pruebas y en la angustia.

- Amor no fingido

Naturalmente produciremos el fruto del Espíritu Santo: Amor,

gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre…

La salvación es solamente por un día. Debe renovarse cada

mañana y no podemos dejar para otro momento. Nuestro destino

eterno está en juego y por ningún motivo lo que es importante y

urgente se debe dejar para después. Por esta razón Jesús dio un

mandamiento profético para esta iglesia, y todo candidato al cielo

debe obedecerlo.

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El mandamiento es: “Conságrate a Dios todas las mañanas; haz

de esto tu primer trabajo… Este es un asunto diario. Cada mañana

conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a Él, para

ponerlos en práctica o abandonarlos según te lo indicare su

providencia” (Camino a Cristo, p. 69-70).

¿Por qué debe ser diario el cumplimiento de ese mandamiento?

Veamos las razones: Repetimos, la salvación es solamente por un

día.

Los elementos básicos de la salvación: gracia, misericordia y

pan espiritual, se dan diariamente.

“La gracia se da cada día para atender las necesidades de ese

día” (Mente, Carácter y Personalidad, t. 2, p.

“Al transitar por el sendero del deber, podéis estar seguros de

que recibiréis la gracia que cada día necesitáis” (Testimonios para la

Iglesia, t. 5, p. 82).

Hijos e Hijas de Dios, “su gracia se da diariamente, así como el

maná en el desierto, para la necesidad diaria” (Hijos e hijas de Dios,

p. 121).

“Nuestro crecimiento en la gracia, nuestro gozo, nuestra

utilidad, todo depende de nuestra unión con Cristo. Solamente

estando en comunión con él diariamente, a cada hora permaneciendo

en él, es como hemos de crecer en la gracia” (Dios nos cuida, p. 79).

También las misericordias se conceden cada día. La Biblia

menciona que ellas se renuevan cada mañana. Lam.3:23.

El Padre dispone el pan espiritual para cada persona cada día.

Mañana tras mañana encontraremos el pan del cielo para la provisión

diaria.

“Necesita que la vida espiritual de la Palabra de Dios se renueve

día a día en usted” (Alza tus ojos, p.47).

Sólo de esa manera el hombre interior podrá ser renovado por

el poder del Espíritu Santo. La energía que viene de los nutrientes de

la Palabra va a fortificar el alma para una vida santa en ese día.

Otras tres preguntas no pueden quedar afuera de esa

característica:

¿Cuándo vamos a morir? No lo sabemos. Pero, ¿puede ser hoy?

Sí, entonces hoy es el día de la salvación.

¿Cuándo será analizada mi vida en el juicio de los que aman a

Dios (juicio previo al regreso o juicio investigador)? No sé,

¿puede ser hoy? Si, entonces hoy es el día de la salvación.

¿Cuándo vendrá Jesús? No lo sabemos, ni el día ni la hora.

¿Puede ser hoy? Sí, entonces hoy es día de salvación.

3

“Todo lo que tenemos que hacer se refiere al día de hoy. Hoy

hemos de ser fieles a nuestro cometido. Hoy hemos de amar a Dios

con todo el corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Hoy hemos de resistir las tentaciones del enemigo y obtener el triunfo

mediante la gracia de Cristo. Así estaremos velando y esperando la

venida de Cristo. Debiéramos vivir cada día como si fuera el último de

nuestra existencia en esta tierra” (Dios nos cuida, MM, 29 de junio, p.

189).

2. Sigue el ejemplo del supremo pastor

Jesús es nuestro ejemplo en todo, especialmente en su vida de

comunión con el Padre. Esa era la fuente de todo su poder. Con razón

él nos dice que lo que hizo nosotros también lo podemos hacer. En

todas las fases de su vida ese rasgo era la marca principal.

En el infancia:

“Estudiaba la Palabra de Dios, y sus horas más felices eran las

que, terminando el trabajo, podía pasar en el campo, meditando en

tranquilos valles y en comunión con Dios, ora en la falda del monte,

ora entre los árboles de la selva. El alba le encontraba a menudo en

algún retiro, sumido en la meditación, escudriñando las Escrituras, o

en oración. Con su canto daba la bienvenida a la luz del día. Con

himnos de acción de gracias amenizaba las horas de labor, y llevaba

la alegría del cielo a los rendidos por el trabajo y a los

descorazonados” (El Ministerio de Curación, p. 34).

Durante su ministerio

“Sin cesar atendía a las muchedumbres que a él acudían, y por

la tarde, o muy de madrugada, se encaminaba hacia el santuario de

las montañas en busca de comunión con su Padre… Pero siempre que

volvía de las horas de oración que ponían término al día de trabajo,

notaban en su semblante la expresión de paz, la frescura, la vida y el

poder de que parecía compenetrado todo su ser. De las horas

pasadas a solas con Dios, salía cada mañana para llevar a los

hombres la luz del cielo” (El Ministerio de Curación, p. 35).

“Diariamente recibía un nuevo bautismo del Espíritu Santo. En

las primeras horas del nuevo día, Dios lo despertaba de su sueño, y

su alma y sus labios eran ungidos con gracia para que pudiese

impartir a los demás. Sus palabras le eran dadas frescas de las cortes

del cielo…” (Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 105).

Ese era su estilo de vida. Era tan natural para Jesús colocar a

Dios en primer lugar que eso se hizo un hábito. Esa forma de vida

impresionaba a los que entraban en contacto con Jesús.

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La palabra profética dice:”Los discípulos de Cristo estaban muy

impresionados por sus oraciones y por su hábito de comunicación con

Dios” (PVGM, pág.105).

La base para un cristianismo auténtico está en una relación

habitual íntima con Dios. Lo que pasa de eso es imitación de

religiosidad, fanatismo, edificio sin fundamento. Es construcción en la

arena.

Una persona que anda cada día con Dios, ve la vida con la

visión del Espíritu Santo, en la riqueza de la gracia y la luz de la

eternidad.

Una persona convertida cada día por el poder de la Palabra,

hará todo lo que el Señor pide.

Apelación: Conversión diaria como la mayor necesidad de la iglesia.

Solamente así el Espíritu Santo podrá usarnos inteligentemente en el

avance de la causa y operar en mi salvación y la de otros.

Pr. Miguel Pinheiro

Mayordomía Cristiana

División Sudamericana

1

Sábado, 31 de Julio de 2010

Adorando a Dios con los diezmos y las ofrendas

Una persona que aprende a depender de Dios, que comienza el

día con él y permanece en la presencia de él todo el día, que vive

diariamente proyectándose para la eternidad, y que sigue el ejemplo de Cristo, ¿va a tener dificultades en ser fiel en los diezmos y las

ofrendas? ¿En guardar el sábado? ¿En el estilo de vida Adventista? Cada día estoy más convencido de que la causa de la infidelidad en

los diezmos y las ofrendas no es financiera, sino espiritual. No creo en la teología de la mayordomía cristiana que no

prioriza la relación con Dios. ¿De qué vale traer los diezmos y las ofrendas, si Cristo no es el primero en todo en la vida? ¿Qué sentido

tiene esa adoración? ¿Quién es glorificado con eso? Es posible que algunos se estén preguntando ¿Por qué todavía no hablan de los

diezmos y las ofrendas? El fundamento, la base de la Mayordomía Cristiana es la

intimidad diaria con Dios. Por lo tanto, primero tenemos que trabajar la causa. Diezmos y ofrendas son efectos. Lo principal en la

Mayordomía Cristiana no es el diezmo o la ofrenda, sino la

espiritualidad personal del creyente. Una persona que desarrolló y consolidó el hábito de buscar a

Dios en la primera hora de cada mañana, no tendrá dificultades para diezmar y ofrendar.

Un corazón convertido hará todo lo que el Señor pide. Bien, ahora podemos hablar sobre diezmos y ofrendas con la

finalidad de profundizar nuestro compromiso de adoración en esos temas sagrados.

Esperamos que si hay alguien en nuestro medio que está fracasando en su relación con Dios y consecuentemente en la

devolución de los diezmos y las ofrendas, que al oír este tema el poder de Dios pueda despertar a ese creyente de la pesadilla mortal.

Vamos a abrir la Palabra en Proverbios 3:9, 10: “Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos

entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares

rebosarán de mosto”.

1. La prueba de lealtad: Los diezmos, las ofrendas y el sábado.

La mitad de los temas de nuestra semana fueron sobre el sábado. El sábado para nosotros es importante, somos Adventistas

del Séptimo Día, él está en nuestro “ADN”. Guardamos ese día como

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prueba de nuestro respeto y lealtad a Dios Creador. Semanalmente

vivimos en la presencia de Él en adoración, en este lugar y en nuestras casas. Ahora, ¿qué decir de un Adventista que no guarda el

sábado? Persistiendo en ese pecado, ¿puede ser un verdadero

adventista? Algunos pueden estar preguntándose ¿el asunto de hoy no es el

diezmo y la ofrenda? ¿Qué tiene que ver el sábado con esto? Mi hermano, tiene todo que ver. La deslealtad y la

deshonestidad en la devolución sistemática de los diezmos y de las ofrendas son equivalentes a transgresión del sábado. ¿Qué? Yo nunca

escuché eso. ¿Cómo es posible sustentar esa declaración? No se asuste, la revelación es progresiva. Hoy el Espíritu Santo le va a

revelar esa verdad. La palabra profética dice:

“Así como el árbol fue puesto en medio del jardín del Edén, el sábado fue ubicado en el centro del decálogo. Con respecto al fruto

del verdadero conocimiento, se puso una restricción, „mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él

comieres, ciertamente morirás‟. Con respecto al sábado, el Señor

dijo: „Acuérdate del día sábado para santificarlo‟. Así como el árbol del conocimiento fue la prueba de la obediencia de Adán, así también

el cuarto mandamiento es la prueba que Dios ha establecido para determinar la lealtad de su pueblo” (Cristo Triunfante, p. 357).

“Asimismo el diezmo de nuestras entradas es „santo a Jehová‟. El Nuevo Testamento no promulga de nuevo la ley del diezmo, como

tampoco la del sábado, porque la validez de ambas se da por establecida y su profundo significado espiritual se considera

explicado” (Consejos sobre Mayordomía, p. 70). El sábado es santo y debe ser guardado en conmemoración del

poder creador de Dios. El diezmo y la ofrenda son santos y recuerdan que Dios es el

Creador, propietario y Salvador. Nuestros primeros padres no debían tocar ni comer del árbol

del conocimiento del bien y del mal. Fue colocado en el huerto como

prueba de lealtad y respeto a Dios. ¿Qué sustituyó al árbol del conocimiento del bien y del mal en

nuestros días? El sábado, el diezmo y las ofrendas. Son cosas santas al Señor. No puedo y no debo tocar no comer de aquello que le

pertenece. Antes de proseguir quiero hacer una pequeña pausa, quiero

atenderlo a usted que está pensativo y preocupado con la siguiente cuestión: Yo no tengo ninguna entrada, ¿cómo queda mi caso? El

Manual de Iglesia dice que para aquél que no tenga entradas el diezmo no es prueba de discipulado. ¿Qué quiere decir esto? Que una

persona no puede ser desglosada, separada de la comunión porque no diezma. Infelizmente algunos han usado esa declaración como

escusa para defender su falta de reconocimiento de Dios como

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Creador y Redentor. Recuerde, eso se aplica solamente para aquellos

que no tienen ninguna entrada. Volviendo a nuestra línea de razonamiento, el diezmo y las

ofrendas deben ser vistos como elementos de adoración a Dios. No es

cuestión de traer una ayuda para la iglesia o el campo misionero cuando se tiene una buena condición financiera. Eso no se aplica al

diezmo y a la ofrenda, porque son dedicados al Señor antes de cualquier otro compromiso. No dedicamos a Dios aquello que sobra.

El está siempre primero. La devolución al Señor de los diezmos y de las ofrendas implica un compromiso con el crecimiento del reino de

Dios, a fin de que podamos apresurar la venida de Cristo. Así como el sábado, la devolución de los diezmos y de las ofrendas, tiene también

una dimensión escatológica.

2. Dimensión escatológica de los diezmos y de las ofrendas. Así como el sábado apunta para la eternidad, acerca del diezmo

y de las ofrendas el Señor de la gloria recomienda: “sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde

ladrones no entran ni hurtan” (Mat. 6:20).

Aquí Jesús nos lleva a la atmósfera del cielo, nos señala el camino correcto para el uso de los recursos que él coloca en las

manos de sus hijos. Parece decir: Tengan cuidado porque el diablo, vuestro adversario, va a hacer de todo para que usen

incorrectamente los recursos divinos. Va a colocar en nuestras cabezas que debemos luchar desesperadamente para conseguir

nuestra “independencia financiera”. Muchos lucharán hasta el fin buscando esa tal “independencia financiera”, aunque tengan millones

en los bancos porque querrán enriquecerse más, y psicológicamente la misma no aparecerá, porque cuanto más se enriquecen, más

desesperadamente lucharán para tener más. Tengan cuidado porque otros se convertirán en esclavos del

trabajo secular para pagar deudas. La comunión con Dios dejará de ser el primer compromiso, porque tienen que trabajar para pagar los

préstamos del auto, de la casa, de la heladera, del perro, de los

pasajes aéreos, de las vacaciones, de los video juegos, de la TV de 52 pulgadas…

No crean que los logros obtenidos aquí son más importantes que la Jerusalén Celestial. No se engañen, pensando que las cosas de

aquí les van a traer felicidad plena y eterna. Jesús parece decir: Yo conozco los dos lados de la moneda, ponga su corazón en un tesoro

eterno que valga la pena. “porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” “¿Porque ¿de qué le aprovechará al

hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” (Mat. 6:21 y Mar. 8:36). Él parece decir: Tonto, lo que adquirió, ¿para quién será?

¿Quién se va a beneficiar con sus millones? Sus casas, sus haciendas, sus empresas…

El mensaje es: use lo que le di para el crecimiento del reino de Dios. Porque cuando usted llegue al cielo, le mostraré la cantidad de

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personas que fueron alcanzadas por los diezmos y las ofrendas. Usted

va a recibir un abrazo de gratitud de esas personas y eso será infinitamente más compensador que todo lo que tenemos aquí.

Así como el sábado será recordado en el cielo, también se verán

los resultados de los diezmos y de las ofrendas. No compramos el cielo con los diezmos y ofrendas, somos salvos por la gracia mediante

la fe, esto no viene de los hombres, de donaciones o de obras, la salvación es un regalo de Dios. Aquellos que reconocen esa bendición

no solamente en palabras, sino en acciones se deleitan en adorar a Dios con una devolución fiel y sistemática de los diezmos y de las

ofrendas. Es maravilloso pensar que somos miembros de una iglesia local

parte de una iglesia mundial. Es compensador saber que los diezmos y las ofrendas que devolvemos al señor serán usados para la

salvación de personas en todo el mundo. Proyéctese a la eternidad en este instante e intente imaginar

cómo será recibir un abrazo de gratitud de un ex habitante de la ventana 10/40. Personas de Egipto, Libia, Afganistán, Irán, o Irak,

China, Corea del Norte…

Hermanos nuestros de regiones más pobres se aproximan y dicen: no podíamos tener un pastor, pero ustedes que tenían más

condiciones nos dieron ese privilegio con los recursos compartidos. Uno de esos pastores visitó a mis padres, a mi esposa, a mi hijo… y

ellos tomaron la decisión. Ellos están aquí conmigo, ¡imaginen la escena!

3. Adoración sistemática

El último punto que vamos a tratar es la adoración sistemática. Ese punto es importantísimo porque tiene que ver con nuestro

reconocimiento de que Dios nos sustenta todo el tiempo. La bendición del Padre es continua, no cesa, el corazón no para de latir, provee

oxígeno en la proporción correcta, la visión, la ropa, la comida… Adorarlo esporádicamente es una incoherencia. Los que trabajan para

el Evangelio tienen necesidades sistemáticas. Las obligaciones de los

campos y de las iglesias son permanentes. La forma que el Señor escogió para sustentar esa estructura es dar recursos a sus hijos y

solicita que ellos lo adoren en espíritu y en verdad con una devolución fiel y sistemática de los diezmos y de las ofrendas. Si los recursos

que el señor me da son diarios, cada día debo separar lo que le pertenece a él, porque la iglesia y el campo tienen también

obligaciones diarias. Si el beneficio que el Padre me concede es semanal, semanalmente debo separar los diezmos y las ofrendas

porque la iglesia y el campo misionero también tienen obligaciones semanales. Si recibo un beneficio mensual debo proceder

semanalmente. Esa responsabilidad es individual. Algunos pueden decir: yo soy

pobre y no tengo condiciones. Creo que esa expresión está fuera de lugar. Ya explicamos antes que la cuestión de diezmar y ofrendar no

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es financiera, sino espiritual. Cuando usted es una persona espiritual

lo que prevalece no es su pobreza material, sino su intención de adorar aunque sea como el diezmo y la ofrenda de la viuda pobre. La

salvación y la responsabilidad en la devolución de los diezmos y de

las ofrendas son individuales. Cuando aceptamos ser miembros de la iglesia, asumimos

públicamente ese compromiso sagrado, independientemente de ser rico o pobre.

No asumimos la responsabilidad de traer dinero para la iglesia sino la de adorar fielmente a Dios siempre que obtenemos cualquier

recurso. Dijimos que no presentaríamos más el dinero del Señor en el altar de la “diosa” fortuna. Adoraríamos solamente al Señor y

Salvador.

Conclusión “Nunca debemos olvidar que se nos ha puesto a prueba en este

mundo a fin de determinar nuestra aptitud para la vida futura. No podrá entrar en el cielo ninguna persona cuyo carácter haya sido

contaminado por la fea mancha del egoísmo. Por lo tanto, Dios nos

prueba aquí entregándonos posesiones temporales, a fin de que el uso que hagamos de ellas demuestre si se nos pueden confiar las

riquezas eternas” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, p. 24).

Apelación final: Renovar el propósito de buscar a Dios en la primera hora de

cada mañana. Después, guardar el sábado y ser fieles sistemáticamente en los diezmos y en las ofrendas.

Pr. Miguel Pinheiro

Mayordomía División Sudamericana