Ora con el EvangelioTu Palabrame da vida

Página 3

¡Última parada!Ruta de

san ManuelPágina 10

Navidad en familiaConstruye una casa para JesúsRecortable y página 8

Revista infantil eucarísticaDiciembre 2017 / Año 81 N. 1.093

Depósito legal: M-12221-2016 ISSN 2340-1222Edita: Misioneras Eucarísticas de Nazaret

Administración: Tutor 15-17 / 28008 Madrid - ESPAÑATel: 915 420 887 / rie@revistarie.net

Hacemos Revista RIE

Mónica M. Yuan Dirección y maquetación

Laura M. JaimeEl papa nos habla y Chistes

Verónica M. WasingerTu Palabra me da vida y Libréate

M. Paula RetamarHazlo tú también

M. Andrea ChacónRuta de san Manuel

M. Cecilia AppendinoPasatiempos y diseño

M. Ayelén OrtegaJunto a san Manuel

Ana Mª CayusoJunto a san Manuel

David Rodríguez MartínMelodías que acercan a Dios

Sara M. Álvarez Mesa Imágenes de santidad

Sofía Baroni Imágenes para orar

Susana Valverde PeralBelén recortable

En este número3 Tu Palabra me da vida

Descubre la presencia de Dios muy cerca de ti

6 Melodías que acercan a DiosLa alegría de saberse elegido

8 Hazlo tú tambiénDiciembre, un mes muy especial

9 Juegos y pasatiemposEn busca del Escondido

15 LibréatePara estar muy bien preparados

22 ChistesSonRÍE tú también

16 Junto a san ManuelSupo acercar a Jesús

18 Ruta de san ManuelRoma, la ciudad eterna

20 Imágenes de santidadUna luz indica el camino

EN PORTADA:Foto del belén de

Jacinta Lluch Valero.

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Descubre la presencia de Dios muy cerca de ti

Dgo. 17 de diciembre: Juan 1, 6-8.19-28 Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba tes-timonio de la luz. Y este es el testimo-nio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». Él confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». Le preguntaron: «¿En-tonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». Y le dijeron: «¿Quién eres, para que podamos dar una res-puesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». Él contestó: «Yo

soy la voz que grita en el desierto: “Alla-nad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías». Entre los enviados ha-bía fariseos y le preguntaron: «Enton-ces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no co-nocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Probablemente si alguien viene y nos pregunta ¿quién eres?, responderíamos: “soy hijo de tal”. Y si volvieran a insistir diríamos: “Voy a este colegio, me gus-ta hacer deporte o manualidades o mi

hobbie es leer”. Podemos describirnos desde muchos puntos de vista. Juan, el Bautista, responde quién es desde la mi-sión que tiene en el mundo. Si hoy te preguntara “¿cuál es tu misión? ¿qué sue-ña Dios para ti?”, ¿sabrías responder? Juan entendió lo que Dios quería que hiciera y se puso manos a la obra, aun-que fuera gritar en el desierto. Es un buen intercesor para que este domingo le pidas que te ayude a descubrir y en-tender cuál es tu misión en el mundo.

Dgo. 24 de diciembre: Lucas 1, 26-38: En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Gali-lea llamada Nazaret, a una virgen des-posada con un hombre llamado José,

Este cuadro, de Frans Francken, que se encuentra en Madrid, en el Museo del Prado, ilustra la predicación de Juan Bautista.

Recortable especial

Hazlo tú también

Prepara la casa

para

el Niño Jesús

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de la casa de David; el nombre de la vir-gen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gra-cia, el Señor está contigo». Ella se tur-bó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, por-que has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísi-mo, reinará sobre la casa de Jacob pa-ra siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá so-bre ti, y la fuerza del Altísimo te cubri-rá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha conce-bido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, por-que para Dios nada hay imposible». Ma-ría contestó: «He aquí la esclava del Se-ñor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

La historia de María es especial, na-die como ella: Inmaculada, Santa, ele-gida por el Señor para ser su propia Ma-dre. Pero la historia de María nos en-seña algo muy importante, que nues-tro Dios se vale de los humildes, de los pequeños, de los que pasan desaperci-bidos para llevar a cabo su plan de sal-vación. María es una niña, una mujer insignificante, en un pueblo insignifican-te, con una vida insignificante y Dios la hace su Madre para luego hacerla Ma-

dre nuestra. Este domingo te propon-go que cuentes con su ayuda, que te encomiendes a su oración y que apren-das de ella a fiarte del Señor.

Dgo. 31 de diciembre: Lucas 2, 22-40Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogéni-to será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pi-chones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el con-suelo de Israel; y el Espíritu Santo esta-ba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Im-pulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acos-tumbrado según la ley, Simeón lo to-mó en brazos y bendijo a Dios dicien-do: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Por-que mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pue-blos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel cai-gan y se levanten; y será como un sig-no de contradicción –y a ti misma una

espada te traspasará el alma–, para que se pongan de manifiesto los pensamien-tos de muchos corazones». Había tam-bién una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sir-viendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguar-daban la liberación de Jerusalén. Y, cuan-do cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Una vez más, Dios nos sorprende revelando su misterio a los que menos nos esperábamos. Dos ancianos, que no le interesan a nadie, son los únicos del Templo que reconocen en el Niño al Mesías esperado. Una pareja pobre, que pasa desapercibida, lleva en brazos al que es la Salvación del mundo. ¿Has sentido alguna vez que no le interesas a nadie? ¿Conoces a alguna persona que se sienta así? Pues, para quien se sien-te así es la Buena Noticia de este do-mingo. ¡Dios quiere contar contigo! ¡Si estás atento, si permaneces fiel, si abres los ojos: verás la salvación de Dios!

Domingo 7 de enero: Marcos 1, 7-11Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merez-

co agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz des-de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».

Una vez más, Juan nos anuncia la salvación. Y esta vez, poniéndose hu-mildemente a los pies del Señor. Juan es consciente de que su misión termi-nará cuando venga Jesús, porque es el anunciado, el esperado, el que de ver-dad necesita el pueblo. Este domingo te propongo que le pidas al Señor Je-sús saber reconocer cada vez que vie-ne a tu vida. El día de tu Bautismo, en el cielo se escucharon las mismas pala-bras: Tú eres mi Hijo querido, mi pre-dilecto. Hoy es un día para dar gracias al Señor.

Domingo 14 de enero: Juan 1, 35-42Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus pa-labras y siguieron a Jesús. Jesús se vol-vió y, al ver que lo seguían, les pregun-ta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contesta-ron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dón-de vives?». Él les dijo: «Venid y veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como

la hora décima. Andrés, hermano de Si-món Pedro, era uno de los dos que oye-ron a Juan y siguieron a Jesús; encuen-tra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Je-sús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llama-rás Cefas (que se traduce: Pedro)».

Jesús está eligiendo a sus primeros amigos. Está rodeándose de personas sencillas, como tú y como yo, pero quie-re convertirlos en grandes personas. Je-sús entiende la grandeza de forma bas-

tante diferente a como la entendemos casi la mayoría de los hombres y muje-res. Jesús entiende por ser grande ayu-dar a los demás, vivir aliviando el sufri-miento que encuentra en el camino, anun-ciar que lo verdaderamente importante no es el dinero, ni la fama, ni el poder, sino construir un mundo mejor y ser ver-daderamente hermanos porque somos hijos del mismo Dios, que es un Padre bueno. Igual que contó con sus prime-ros discípulos, cuenta hoy con nosotros. ¿Te animas a seguirle, como le siguieron Juan y su hermano, Andrés y Simón?

Este cuadro, de Ludovico Carracci, muestra la presentación de Jesús en el Templo, cuando lo encuentran Simeón y Ana.

Gracias

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P ero hace poco oí en la radio “Gra-cias por elegirme” que es puro agradecimiento y pensé: ¿cómo

no se me ha ocurrido antes? Cancio-nes de agradecimiento os he traído bastantes, pero el matiz de esta es la elección y quizá algo más.

“Los Secretos”“Los Secretos” es un grupo nacido en 1980 (aunque sucesor de otro grupo, “Tos”, de un par de años antes) cuya formación ha ido variando. Solo su his-toria, muy ligada a lo que se conoce co-mo la movida madrileña, daría para lle-nar un artículo pero me conformaré con deciros que en todos estos años acumulan unos trece discos de estudio, a los que hay que sumar directos y re-copilatorios y que para celebrar -con un poco de adelanto- su cuarenta aniver-sario sacan la película documental “Una vida a tu lado”.

Siguen en activo y su estilo es roc-kero, aunque a veces más hacia el pop y otras con un interesantísimo toque country.

Me gustan las canciones con esas in-troducciones muy elaboradas, en las que los instrumentos se van sumando po-co a poco y la intensidad crece gradual-mente… pero esta es todo lo contrario ¡y me encanta! Desde el primer instan-te tenemos la guitarra eléctrica, con al-go de distorsión, la batería y el bajo por todo lo alto.

Apenas baja de intensidad un poqui-to (¡muy poco!) la guitarra para que no distraiga demasiado de la letra. Y se man-tienen ahí hasta el final, rockero a to-pe desde la instrumentación al ritmo, pasando por la manera de cantar, inclu-yendo su solo de guitarra y final con ex-tra de batería.

¿Me has elegido? ¡Gracias!“Los Secretos” son un grupo magnífi-co que he redescubierto hace poco, pe-ro no creo que veáis más canciones su-yas en esta sección. ¿Por qué?, pues por-que la mayoría de canciones son de de-samor: amores imposibles, fracasados o no correspondidos, mientras que el amor de Dios lo puede todo, triunfa so-

bre todo… y aunque no está correspon-dido por todos, eso es justo lo que que-remos reparar nosotros. Eso no signi-fica que esas canciones no nos puedan ayudar. Hay que saber que el amor que nunca falla es el de Dios.

Ya os decía que el detalle especial de esta canción es la elección. A cada momento de nuestra vida hacemos elec-ciones. Yo he elegido esta canción y eso significa que he descartado otras que no me valían, y que he preferido esta

entre otras que sí podrían servirme. Así que elegir algo es importante y sentir-se elegido también.

Quizá la canción se hizo pensando en agradecer al público su escucha, es un tema muy propio para terminar un concierto, antes de los bises. Pero el ca-so es que hay cosas que se podrían apli-car a nuestra relación con Dios.

Un detalle que sale es la compañía incondicional: “por no irte, por estar siempre a mi lado, por seguir aquí a mi

lado”. Otro, un perdón que va más allá del perdón: “juntar trozos de las cosas que rompí, olvidar lo que nunca quise decir”. Y, otro, la ayuda y la guía: “por cuidarme tanto, por iluminarme si me pierdo”.

Aunque no entiendo cómo puede ser, sé que Dios nos elige a cada uno. Para nosotros, elegir algo significa des-cartar otra cosa pero, hablando de Dios, yo he sido elegido entre todos los de-más… ¡y tú también!

Una letra para leer, cantar y rezar agradeciendo

Gracias por elegirme, por cuidarme tanto y por no irte.Gracias por no decirme todo aquello que me pone siempre triste.Por estar siempre a mi lado sin pedirme explicación, por hacer que un día malo sea el mejor.¡No paro por decirte: gracias por elegirme!Gracias por no fallarme, aunque a mí la suerte nunca me acompañe.Por juntar todos los trozos de las cosas que rompí y olvidar lo que nunca quise decir.¡Yo quiero repetirte: gracias por elegirme!Si me pierdo en el camino me iluminas con tu luz,y ese frío que me hiela, ahora es calor.¡Sólo decirte: gracias por elegirme!Gracias por escucharme y fingir que lo que digo es importante.Por seguir aquí a mi lado, sin guardar ningún rencor y cambiar por alegría mi dolor.¡No quiero irme! ¡Gracias por elegirme!

Tener una canción muy exitosa a veces tiene un lado negativo: hace tiempo que pensé en Los Secretos, pero la primera canción que me venía a la memoria era “Déjame” que, estando muy bien, habla de una situación negativa que no nos pega mucho aquí.

Gracias

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La alegría de saberse elegido

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dic iembreUn mes lleno de RIE-sorpresas

D iciembre es mucho más que el úl-timo mes del año. De hecho, el domingo 3 hemos comenzado el

Adviento y, por tanto, un nuevo año (litúrgico).Pero hay mucho más, y lo sabes de sobra. Diciembre es el mes en el que celebramos la Inmaculada Concepción de María (el día 8) y tam-bién el mes de Navidad.

Por eso, Revista RIE este año quie-re hacerte muchos regalos para que tú

también puedas ser generoso con tus amigos, tus familiares y, por supuesto, con nuestro gran amigo Jesús.

Construye la casa del Niño DiosPuedes comenzar a preparar los recor-tables que incluye revista RIE de diciem-bre y construir, con ellos, el belén fa-miliar de este año. Es una creación de Susana Valverde, profesora de la Uni-versidad San Pablo CEU (puedes ver su

foto en la mancheta de los colaborado-res de la página 2).

¿Cómo se le ocurrió hacer algo así? Ella misma nos lo cuenta: “Siempre he pensado que lo mejor de la Navidad es indudablemente compartirla. Por eso surgió la idea de crear un belén que se pudiera compartir con nuestros seres queridos o amigos a modo de “Christ-mas” (tradicional o electrónico) y utili-zarlo para felicitar y compartir el espí-ritu de la Navidad. De ahí nació este be-lén recortable, en cuyo montaje pue-den participar hasta los más pequeños de la casa. Os invito a montarlo ¡y dis-frutarlo!”.

Juega y aprende con tus amigos¡No! ¡Eso no es todo! En las siguientes seis páginas tienes un divertido juego de mesa para preparar tú mismo y ju-gar con tus amigos. Puedes sacar (¡con cuidado) la página central. Así tendrás, por un lado, el tablero de “En busca del Escondido” y, por el otro, las instruc-ciones de juego.

También necesitarás recortar los nai-pes de las páginas siguientes y copiar (o fotocopiar) las tarjetas con las “Notas del buscador” que encontrarás en la pá-gina 11. ¡Que pases un diciembre muy feliz y muy lleno de Dios!

Nada más recibir RIE, tu revista eucarística, de este mes habrás notado que trae muchas sorpresas. ¡Ahora te contamos cada una de ellas! Por lo pronto, vete preparando tijeras, pegamento ¡y muchísimas ganas de pasarlo en grande durante todo este tiempo!

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está a la derecha del participante que la haya hecho mirará sus cartas y si tie-ne 1 o 2 de ellas (en nuestro ejemplo María y/o Nazaret) deberá mostrar UNA a dicho jugador y solo a este, volviendo a guardársela a continua-ción. Quede bien claro que si tiene las 2 cartas enunciadas solo debe enseñar una. Si el jugador que se encuentra a su derecha no pudiera mostrar ninguna de las 2 cartas, por no tenerlas, se repeti-ría el proceso con el siguiente jugador de la derecha y así sucesivamente has-ta que alguno pueda mostrarle una de las dos cartas.

5. Cada jugador actúa de la misma forma hasta que alguien, por vía de la eliminación o deducción, descubra cuáles son las tres cartas del enigma.

6. Cuando un jugador cree cono-cer estas tres cartas, puede durante su turno de juego formular un DESCU-BRIMIENTO. Para ello debe escribir en un papel los 2 supuestos nombres de las cartas del enigma, verificando él mismo, si el DESCUBRIMIENTO es cierto, mirando las 2 cartas que se en-cuentran boca abajo en el centro del tablero, pero sin que los restantes par-ticipantes puedan verlas.

7. Si ha acertado el DESCUBRI-MIENTO el jugador descubre las 2 cartas junto con la nota que ha escri-to, y gana la partida. Si el DESCUBRI-MIENTO resulta incorrecto, volverá a colocar las cartas en el centro del ta-

blero boca abajo y permanecerá en el juego exclusivamente para desmentir las SOSPECHAS de los otros jugadores.

MOVIMIENTO DE LOS PEONESLos jugadores pueden mover sus peo-nes sobre el tablero, en cualquier di-rección, siguiendo las casillas marca-das, conforme al número que le mar-quen los dados, de forma vertical y horizontal pero nunca en diagonal.

Los peones entran en las ciudades por las casillas abiertas que simulan las puertas.

Para entrar en una habitación no es necesario sacar el número exacto de puntos; si se sacan de más no se tie-nen en cuenta.

Los ATAJOS, que están señalados en el tablero, permiten a los jugadores pasar de una sola vez de una ciudad a otra, sin necesidad de tirar los da-dos pero gastando un turno de juego.

Los peones que son trasladados des-pués de una SOSPECHA, no vuelven a los lugares que ocupaban, sino que continúan el juego desde el punto al que han sido trasladados.

NOTAS DEL BUSCADORHaz fotocopias o copia en otro papel de las “Notas del buscador” que es-tán en la columna de al lado. ¡Te van a ser muy útiles para ir apuntando la información que obtienes a lo largo del juego!

En buscadel EscondidoNOTAS DEL BUSCADOR

PERSONAJESMaría ..............José ................ Simeón ...........Juan B. ............Reyes Magos ...Pastores ..........

CIUDADESNazaret ...........Belén ..............Jerusalén .........Cafarnaúm ......Egipto .............Jericó ..............Betania ...........Emaús .............Caná ...............

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¿Preparado?

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¿Dónde estará Jesús?En busca del Escondido¿Dónde está Jesús?

¿Con quién estará?

¿Con quién estará?

JERUSALÉN

BETANIA

JERICÓ

NAZARET

EMAÚS CAFARNAÚM

EGIPTO

CANÁ

BELÉNATAJOPasa aNazaret

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ATAJOPasa a

Cafarnaúm

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SALIDAMaría

SALIDAJosé

SALIDAPastores

SALIDAJuan B.

SALIDASimeón

SALIDAReyesMagos

OBJETIVO Y PARTICIPANTESEl objetivo del juego es descubrir dónde está Jesús y con quién se en-cuentra. Pueden jugar de 2 a 6 parti-cipantes.

PREPARACIÓN DEL JUEGO1. Conseguir seis botones de los colo-

res que corresponden a cada per-sonaje, o reutilizar peones de al-gún juego de mesa que tengamos en casa, que sean de esos colores. Colocamos los peones o los boto-nes en las casillas correspondientes a cada personaje. Siempre se colo-carán todos los personajes aunque no haya tantos jugadores.

2. Barajar las 9 cartas que represen-tan las ciudades bíblicas, escogien-

do cualquiera y colocándola boca abajo en el centro del tablero sin que nadie la vea.

3. Proceder de la misma forma con las 6 cartas que representan a los per-sonajes. De esta forma habrá 2 car-tas (1 de cada tipo) que nadie debe conocer, y que constituyen la solu-ción del juego.

4. Reunir el resto de las cartas boca abajo, de forma que tampoco na-die pueda verlas.

5. Uno de los jugadores baraja y re-parte las cartas, una a una, entre los participantes. Según el número de los jugadores puede que unos reciban más cartas que otros; estos tendrán una pequeña ventaja.

¡Ya podemos comenzar la partida!

EL JUEGOCada jugador escoge un personaje y utilizará su peón (o su botón corres-pondiente) durante la partida.

Si todos tienen la misma cantidad de cartas se tiran los dados y el que saque el número más alto comienza el juego. Si alguno (o algunos) tienen menos cartas, será uno de ellos el que comience. Después el turno pasará al participante situado a la derecha del que ha comenzado a jugar y así suce-sivamente.

Cuando un peón llega a una ciudad, podrá, si quiere, manifestar una SOS-PECHA, que consiste en pronunciar el nombre de un personaje y la ciudad donde se encuentra, colocando en es-ta el peón del personaje nombrado, que es trasladado inmediatamente a la citada ciudad desde el lugar en el que en ese momento se encontrara.

Por ejemplo: José entra en Naza-ret y llama a María, (cuyo peón in-mediatamente será trasladado allí) y dice: “Creo que Jesús está con María, en Nazaret”.

Un jugador sólo podrá sospechar de la ciudad en la que se encuentra, en nuestro ejemplo Nazaret.

Si hay menos de 6 jugadores los peones que están situados en sus ca-sillas de salida pueden ser utilizados para formular SOSPECHAS, como si efectivamente jugarán. Una vez for-mulada una sospecha el jugador que

Este mes te traemos un super juego de mesa, para que, pasando un rato bien divertido puedas recordar algunos personajes y ciudades importantes del Nuevo Testamento. Una buena oportunidad para conversar sobre quié-nes fueron esas personas y qué les pasó en su encuentro con Jesús o qué sucedió en cada una de estas ciudades.

Super-Juego de mesa

En busca del EscondidoInstrucciones para jugar

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L o más importante que vamos a vi-vir es la Pascua, pero también está el Adviento, la Navidad, la Cuares-

ma y el resto del tiempo. En la Euca-ristía iremos recorriendo el Evangelio y cuando termine el Año Litúrgico, es decir la próxima fiesta de Cristo Rey, habremos dado una vuelta completa a la vida de Jesús. Hay celebraciones de este peculiar año que seguro te sue-nan mucho: los Reyes, Semana Santa, Pentecostés, el santo de tus padres o hermanos o el tuyo propio. Es una for-ma de ir contando con el tiempo de Dios en nuestro tiempo. Es una forma de santificar el tiempo y acercarnos a Jesús cada día. ¿A que mola mucho vi-vir dos años a la vez?

Estamos, también, a punto de co-menzar un nuevo año civil. La próxima revista que recibas va a ser del 2018. Es-te nuevo año te van a pasar muchas co-sas, algunas muy buenas e inolvidables, seguramente otras más difíciles y tris-tes. Nuestra vida es así, va jalonada de buenos y malos momentos y somos nosotros los que tenemos que procu-rar aprender de cada uno a ser mejo-res personas.

Estoy segura de que pensando en el 2018, te surgen ideas, proyectos, expe-riencias que quieres tener. Un año nue-vo es una nueva oportunidad, es una página en blanco para rellenar de sue-ños e ilusiones. No todos tus sueños se cumplirán en el 2018, pero algunos se-guro que sí. Igualmente, no te desani-mes, siempre habrá un nuevo año pa-ra estrenar.

Un calendario para tiEn esta revista te propongo que te ha-gas con un calendario cristiano. Es de-cir, un calendario que no tenga en cuen-ta solo las fiestas civiles, sino también las fiestas de la Iglesia. Tal vez, no te has fijado en este detalle, pero es muy im-portante. La Iglesia, aunque lleva su pro-pio calendario, no se queda fuera del mundo en que vivimos día a día. Por eso, va acomodando sus fiestas y cele-braciones al año civil.

¿Y esto para qué te servirá? Sirve pa-ra contar con la presencia de Dios en tu día a día. Él siempre está presente, pe-ro te puede pasar desapercibido, por eso un calendario que te lo recuerde te ha-rá mucho bien. Una buena idea es que

tenga espacio para que puedas ir ha-ciendo tus apuntes y así integrar tu pro-pio año al Año Litúrgico y al año civil.

Para que sea un calendario cristia-no tiene que traer anotaciones como el santo de cada día, la lectura que se va a proclamar en Misa, empezar en domingo la semana por ser el día del Señor, tener citas bíblicas o frases de santos y alguna imagen que te recuer-de a Jesús.

En las fotos encontrarás algunas pro-puestas. ¡Feliz Año Nuevo! ¡Que se cum-plan todos tus sueños!

Ya hemos comenzado un nuevo año en la Iglesia. Con el primer domingo de Adviento, comenzamos el Año Litúrgico B, en el que la Iglesia nos propone ir actualizando los misterios de la vida de Jesús.

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en tu vidaDescubre la agenda de dios

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caristía, pues Él sigue siendo desconocido en muchas partes del mundo. Descubrir la presencia de Jesús sacramentado, ha sido como recobrar el soplo de aliento que Dios me ha regalado, es para mí el Pan vivo que me renueva cada vez que lo recibo.

Me gustaría decirles a los niños que no se cansen de reco-nocer a Jesús como el camino indicado, de visitarlo y acompa-ñarlo en cada sagrario, porque allí se encuentra el Amor de los amores. También que los medios por lo que se acercan a Él, por ejemplo la catequesis, no sean una obligación, sino un com-promiso para estar en comunicación con Jesús; y que confor-me vayan creciendo y recibiendo los sacramentos, sigan parti-cipando de la Eucaristía.

M e gusta participar en la Iglesia, soy catequista en la iglesia de San Juan de los Panetes y acompaño

a la hermana María Daniela de Juano a los pueblos que ella visita quincenal-mente. Allí celebramos nuestra fe por medio de la celebración de la Palabra los domingos que no tienen Misa.

Don Manuel y yoConocí a don Manuel a través de la her-mana María Patricia Hidalgo cuando yo me estaba preparando en la catequesis de adultos para hacer la Confirmación.

Al principio, me costaba mucho creer las cosas que me contaban de él. Es más, fui a su canonización en medio de esa situación. Estando ya en Roma, pro-piamente en la Misa de canonización, comencé a creer en él, en que es un elegido de Dios para demostrar su fe en la Eucaristía.

Al regresar de Roma, empecé a re-zarle y poco a poco lo he ido descu-briendo como un gran santo.

Así fue cómo empezó mi devoción por él: yo le estaba pidiendo mucho a Dios que cambiara mi vida, no porque estuviera haciendo algo malo, sino por-que luchaba día a día por no revivir mi pasado, pues era muy duro para mí. Empecé a pedírselo por intercesión de don Manuel e hice la novena para que me ayudara a cerrar esa herida. Poco a poco he ido notando que eso se fue ha-ciendo realidad.

Don Manuel me ayudó a entender a la persona que había abierto esa he-rida en mí y también a caer en la cuen-ta de que ella se merecía una segunda oportunidad. Actualmente, él sigue ayu-dándome a vivir el presente, a disfrutar de lo que hago, a vivir.

Sus escritosLeí su libro “Aunque todos... yo no” y lo que más me impactó de su vida fue la fuerza de voluntad que tuvo pa-ra llevar a cabo la misión que Dios le estaba pidiendo: que la gente del pue-

blo a donde le habían enviado volvie-ra a creer. Todos lo necesitaban por-que realmente estaban abandonados, habían dejado a un lado la Palabra de Dios y la Eucaristía.

También me gustó cómo fundó la Obra de las Tres Marías, cómo com-prendió que si Jesús en el Calvario es-tuvo con las Marías, la ausencia de ellas en el Sagrario no podía ser. Lo mismo cuando abrió las escuelas de las que sa-lieron grandes maestros y sacerdotes. Cómo supo llegar al co-razón de los políticos, pues imagino que en aquel tiempo tuvo que ser mucho más difícil que hoy y él fue capaz de ha-cer lo que los políticos no hicieron. Me ha gus-tado mucho la fundación de los Niños Reparado-res, cómo supo llevarlos a Jesús.

Un mensaje actualYo creo que hoy san Ma-nuel nos sigue diciendo que no abandonemos la presencia amorosa de nuestro Salvador en la Eu-

¡Hola a todos! Soy María Teresa Medina Castellón, nací en Nicaragua y desde hace nueve años vivo en Zaragoza. Tengo 33 años, estoy casada y tengo dos hijos. Mi esposo se llama Marino y mis hijos Alejandro y Diana. Trabajo como empleada doméstica y disfruto mucho haciendo cosas de repostería.

San Manuel supo acercar a todos a Jesús

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El 16 de octubre del año pasado, el papa Francisco canonizó a don Manuel en la Plaza de San Pedro, junto a otros seis beatos: Salomón Leclerq (religioso francés, mártir), José Sán-chez del Río (niño mexicano, mártir), Ludovico Pavoni y Al-fonso María Fusco (sacerdotes italianos, fundadores de con-gregaciones religiosas), José Gabriel del Rosario Brochero (sacerdote argentino) e Isabel de la Santísima Trinidad Ca-tez (carmelita descalza francesa), a quienes puedes ver en los tapices. Y desde ese día, ¡siete nuevos santos en la Iglesia! ¡Fue un día inolvidable, muy luminoso y alegre para todos!

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San Manuel González, apóstol de

la Eucaristía: ¡ruega por nosotros!

Don Manuel estuvo en Roma en varias ocasiones. La primera vez fue cuando tenía 16 años (abril

de 1893), sumándose a una peregrina-ción organizada con ocasión del jubi-leo episcopal del papa León XIII.

Participó con gran entusiasmo, ya que tenía mucha devoción, cariño y res-

peto por el papa, sucesor de Pedro. Por entonces era seminarista en Sevilla.

En 1912, siendo arcipreste de Huel-va, volvió a Roma acompañando al ar-zobispo de Sevilla, y tuvo la gran alegría de encontrarse con el papa san Pío X. Aprovechó la ocasión para ponerlo al tanto de todo lo referido a la Familia

Eucarística Reparadora, que en ese tiem-po estaba dando sus primeros pasos.

Siendo obispo, regresó a Roma tres veces más, visitando al papa Pío XI en 1922, 1932 y 1934. En este quinto y úl-timo viaje tuvo también la posibilidad de participar en la canonización de san Juan Bosco, un santo muy amigo de los niños y los jóvenes, a quien don Manuel quería mucho. Además, aprovechó esas oportunidades para encontrarse con los grupos de Marías de los Sagrarios que estaban surgiendo en Italia.

Roma, ciudad eterna

OraciónSeñor Jesucristo te damos gracias porque en san Manuel González se ha hecho vida tu Misterio Eucarístico a través de una fe luminosa, una caridad intensa y una esperanza plena. Por su intercesión derrama en nosotros el deseo ardiente de eucaristizar, para que toda la humanidad acoja la Luz y la Vida que brota de tu Corazón y en unión de María Inmaculada seamos en el mundo testigos de un amor reparador. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén

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Don Manuel fue beatificado el 29 de abril del año 2001 por el papa san Juan Pablo II, en la Plaza de San Pe-dro, junto a Catalina Volpicelli (religiosa italiana, fun-dadora de la congregación de Esclavas del Sagrado Corazón), María Ana Blondin (religiosa y educadora canadiense, fundadora de la congregación de las Her-manas de Santa Ana), Catalina Cittadini (religiosa y educadora italiana, fundadora de las Hermanas Ursu-linas de Somasca) y Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago (laico terciario benedictino y teólogo, naci-do en Puerto Rico. Carlos Manuel o «Charlie», así lo llamaban sus amigos, se destacó también, como don Manuel, por su gran amor a Jesús Eucaristía).

¡Atención viajeros! Durante este año 2017 hemos recorrido las ciudades más significativas de la vida de don Manuel. Llegamos a diciembre, y nuestro itinerario está por finalizar. Lo haremos en un lugar muy especial: ¡Roma! ¿Preparados? ¡Buen viaje! Buon viaggio!

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En Belén, una gran estrella permi-tió que, en medio de la noche, los pastores y los reyes pudieran en-

contrar a Jesús. De la misma mane-ra, en nuestra vida necesitamos luces que nos ayuden a descubrir que Jesús está con nosotros. ¿Se te ocurre qué cosas pueden hacer de luces para ti? Por ejemplo, una frase, un libro, una persona, una buena película, algo que nos sucede y que nos hace pensar... Se trata de pequeñas cosas que nos van guiando en nuestro camino.

La imagen de san Manuel que va-mos a ver en este número tiene mucho que ver con el tema de las luces en nues-tra vida. Fíjate bien: ¿qué elementos apa-recen?, ¿qué tiene san Manuel entre las manos?, ¿qué se ve detrás?, ¿qué tiene que ver la frase con la imagen?

El faro: ¡tierra a la vista!San Manuel lleva entre sus manos una custodia, que es donde se coloca a Je-sús Eucaristía para que podamos estar con Él y rezar. Detrás de la custodia hay un faro, que como ya sabes, es una to-rre que sirve de guía a los barcos, por-que les ayuda a localizar la costa. Su luz

puede verse a muchos kilómetros de distancia, y además, la luz de cada faro es diferente, de forma que los navegan-tes pueden saber en qué punto de la costa se encuentran.

Modelo de fe eucarísticaDe la misma manera que la estrella de Belén guió a los reyes y a los pastores, el faro guía a los barcos hasta la costa. San Manuel no está colocado delante del faro por casualidad, sino que, de es-ta manera, Fano nos quiere hacer en-tender que nuestro gran amigo, duran-te su vida, fue como un faro para otras personas. Ya sabes que él quiso mucho a Jesús Eucaristía y siempre estuvo muy cerca de Él. Además, como lo recibía en su corazón cada día y lo cuidaba co-mo su mayor tesoro, san Manuel era capaz de reflejar la luz de Jesús, de ma-nera que, en todo lo que hacía, indica-ba a los demás lo importante que era Jesús y dónde podían encontrarle.

Así como las luces de los faros son diferentes unas de otras, la luz de Jesús Eucaristía es especial, y quien la lleva consigo (como san Manuel), enseña a los demás qué es lo que tienen que ha-

cer para encontrar a Jesús en sus vidas. El faro que ha dibujado Fano es cono-cido como “La Farola” y está en Mála-ga. Además, si eres de esta ciudad, en esta imagen ya habrás descubierto otras cosas propias de allí, como la playa, la Catedral y el monte donde se encuen-tra el Seminario, mandado a construir por san Manuel a partir de su propio di-seño. San Manuel González fue un mo-delo de fe eucarística en Málaga y en todos los lugares por los que pasó. Fue como el faro que anunció a todos dón-de estaba Jesús: presente y vivo en la Eucaristía.

Un reto para esta Navidad¿Te animas a ser tú también un mode-lo de fe eucarística, al estilo de san Ma-nuel? Él, en todo lo que hacía, llevaba un poco de Jesús: cuando ayudaba a los pobres, saludando a quien encon-traba por la calle, tratando con cariño a niños y jóvenes y, sobre todo, acer-cando a todos a la Eucaristía y al Sa-grario. Piensa en una persona concre-ta que puedas acercar más a Jesús y en qué pequeños gestos puedes hacer pa-ra lograrlo. Si cada uno de nosotros nos lo proponemos y lo logramos, en estas Navidades, habrá muchas más per-sonas acompañando a Jesús y sintién-dose acompañadas por él.

Nos acercamos a la Navidad, uno de los momentos más importantes para los cristianos, porque recordamos que Jesús, el Hijo de Dios, quiso hacerse un hombre más, uno como nosotros.

Una luz indica el camino

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Pulseras de tela con los dibujos de Fano 1 €

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TÚ TAMBIÉNSONDE DOBLE FILO

Llega el niño de jugar al futbol

y le dice a su padre,- Hoy el entrenador me ha di-

cho que soy garantía de gol.

- ¡Qué bien! Siempre quise te-

ner un hijo delantero.

- No, papá, jugué de portero.

LIMPIADOR EXIMIO- Oye, ¿y tú eres de los que ayuda con las tareas de la casa o te haces el loco? - ¡Qué dices! ¡A mí me encanta colaborar! - ¿Ah, sí? - ¡Por supuesto! Soy el primero que levanta los pies cuando barren.

JEFE EJEMPLARSe encuentran dos amigos que trabajan en el mismo sitio y uno le dice al otro:- ¿Sabes que se ha muerto el jefe?- Sí, es una pena. Pero quisiera saber quién se ha ido con él.Lo mira con cara de sorpresa y le pregunta:- ¿Quién ha muerto también? ¿Por qué lo dices?- ¿No has leído la nota de duelo que ha publi-cado la empresa?- Sí, claro. La leí incluso en el periódico- Pues allí ponía: “y con él se ha ido un gran trabajador”.

PRECAUCIÓN

Un vagabundo va por la playa y le dice a una abuela: - Señora, no he comido en 48 horas. La abuela le contesta: - ¡Muy bien, joven! Ya puedes ir a nadar...

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¡Manuelízate!

Comic don Manuel

Para los más pequeños de la familia. A todo color

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Historias de don Manuel

Más de 50 páginas para colorear y conocer más a san Manuel González

52 páginas, 21,5 x 19,5 cm 4 €

Porque ya sabes que tener amigos santos mola mogollón, ¡disfruta de todos

estos recuerdos de san Manuel González!

EL MEJOR

Se acerca el capitán Fernández al pelotón y, con cara de pocos amigos, se dirige a uno de los soldados.- ¡Soldado López! - ¡Sí, mi capitán! - No lo vi ayer en la prueba de camuflaje. - ¡Gracias, mi capitán!

VISTA SONORADos amigos trabajan co-mo guardias nocturnos. Una noche, uno le dice al otro:- ¡Despierta Manolo! - Estooo... ¿Qué pasa? So-lo estaba descansando la vista. - Pues entonces te roncan los ojos...

DESCOLORIDOS

Un chico ve una chi-ca muy guapa en el bar y se acerca:- Hola Blanca. - Soy Rosa. - Ah, perdóname, es que soy daltónico.

MUSICALIZADO

- ¿Te gusta la música clásica? - Me encanta. - ¿De Verdi? - ¡Te lo juri!

DOBLETE

Un socorrista le dice a un ba-ñista: - Oiga, ¿usted no nada nada? Y la bañista le contesta: - No, es que no traje traje.

RIE calendario 2018

Un mensaje de san Manuel para cada mes del año, que te acompañará y guiará cada día

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Llegar a la meta, alcanzar un objetivo, cumplir un sueño, es para cada uno de nosotros un molino de alegría. La voluntad de ir por más nos hace fuertes. Y aunque las dificultades aparecen casi siempre, los logros cumplidos y entregados a Dios son un regalo para nuestro corazón.

Imágenes para orar