rosario castellanos

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Rosario Castellanos Sepulcro de Rosario Castellanos en la Rotonda de las Personas Ilustres . Rosario Castellanos (México, D. F. , 25 de mayo de 1925 - Tel Aviv , Israel , 7 de agosto de 1974 ) fue una poeta , novelista , diplomática y promotora cultural mexicana . Biografía Rosario Castellanos Figueroa nació en la ciudad de México en mayo de 1925 y murió en Tel Aviv, Israel, en agosto de 1974. Su infancia y parte de su adolescencia la vivió en Comitán y en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Posteriormente emigró a la ciudad de México donde, en 1950, se graduó como maestra en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se relacionó con Ernesto Cardenal , Dolores Castro , Jaime Sabines y Augusto Monterroso . Estudió también en la Universidad de Madrid con una beca del Instituto de Cultura Hispánica. Fue profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, así como en la Universidad de Wisconsin, en la Universidad Estatal de Colorado y en la Universidad de Indiana. Escribió durante años en el diario Excélsior, fue promotora del Instituto Chiapaneco de la Cultura y del Instituto Nacional Indigenista, así como secretaria del PEN Club . En 1954 fue becada por la Fundación Rockefeller en el Centro Mexicano de Escritores. Dedicó una extensísima parte de su obra y de sus energías a la defensa de los derechos de las mujeres, labor por la que es recordada como uno de los símbolos del feminismo latinoamericano. A nivel personal, sin embargo, su vida estuvo marcada por un matrimonio desastroso y continuas depresiones que

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Rosario Castellanos

Sepulcro de Rosario Castellanos en laRotonda de las Personas Ilustres.Rosario Castellanos(Mxico, D. F.,25 de mayode1925-Tel Aviv,Israel,7 de agostode1974) fue una poeta,novelista, diplomtica y promotora culturalmexicana.BiografaRosario Castellanos Figueroa naci en la ciudad de Mxico en mayo de 1925 y muri en Tel Aviv, Israel, en agosto de 1974. Su infancia y parte de su adolescencia la vivi en Comitn y en San Cristbal de las Casas, Chiapas. Posteriormente emigr a la ciudad de Mxico donde, en 1950, se gradu como maestra en filosofa por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), donde se relacion con Ernesto Cardenal,Dolores Castro,Jaime SabinesyAugusto Monterroso. Estudi tambin en la Universidad de Madrid con una beca del Instituto de Cultura Hispnica. Fue profesora de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, as como en la Universidad de Wisconsin, en la Universidad Estatal de Colorado y en la Universidad de Indiana. Escribi durante aos en el diario Exclsior, fue promotora del Instituto Chiapaneco de la Cultura y del Instituto Nacional Indigenista, as como secretaria delPEN Club. En 1954 fue becada por la Fundacin Rockefeller en el Centro Mexicano de Escritores.Dedic una extenssima parte de su obra y de sus energas a la defensa de los derechos de las mujeres, labor por la que es recordada como uno de los smbolos del feminismo latinoamericano. A nivel personal, sin embargo, su vida estuvo marcada por un matrimonio desastroso y continuas depresiones que la llevaron en ms de una ocasin a ser ingresada. Castellanos muri a la temprana edad de 49 aos a causa de un desafortunado accidente domstico.PremiosEn1958recibi el Premio Chiapas porBaln Canny dos aos despus elPremio Xavier Villaurrutia por Ciudad Real.Posteriormente recibi otros galardones entre los que destacan el Premio Sor Juana Ins de la Cruz (1962), el Premio Carlos Trouyet de Letras (1967) y elPremio Elas Souraskyde Letras (1972).Promotora culturalComo promotora cultural labor en el Instituto de Ciencias y Artes deTuxtla Gutirrezy dirigi el Teatro Guiol del Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil auspiciado porInstituto Nacional Indigenista. En la UNAM trabaj como Directora General de Informacin y Prensa (1960-1966) y fue profesora en la Facultad de Filosofa y Letras. DiplomticaSus ltimos aos los dedic al servicio exterior. Fue nombradaembajadorade Mxico enIsraelen1971, desempendose como catedrtica en laUniversidad Hebrea de Jerusaln, adems de su labor de diplomtica.Falleci enTel Avivel7 de agostode1974, a consecuencia de unadescarga elctricaprovocada por una lmpara cuando acuda a contestar el telfono al salir de baarse, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustresel9 de agostode 1974. ObrasSu obra trata temas polticos, ya que conceba al mundo como "lugar de lucha en el que uno est comprometido", como lo expres en su poemarioLvida Luz. Consideraba la poesa como "un intento de llegar a la raz de los objetos" mediante lametfora. Cada tema lo trataba ligado con lo cotidiano y con el inters por el papel de lamujeren la sociedad y por la crtica del enfoque sexista, ejemplificado por su cuentoLeccin de cocina: cocinar, callarse y obedecer al marido. Su obra de teatroEl eterno femenino (1975), tiene carcterfeminista.Su propios sentimientos se reflejan en sus escritos: en el cuentoPrimera revelacindescribe su experiencia de nia discriminada frente a su hermano; el poema en prosaLamentacin de Didose inspira en el desamor de su amor de muchos aos, Ricardo Guerra; la novelaRito de iniciacin, tambin de connotaciones autobiogrficas se enfoca en los conflictos de una mujer estudiada para escapar de los prejuicios conservadores de la provincia y enfrentar la competencia profesional en la ciudad y slo fue publicada pstumamente. Cuentos: Ciudad Real, Universidad Veracruzana, Mxico, Ficcin, 17, 1960 lbum de familia(1971) Los convidados de agosto, Era, Mxico, 1974. Rito de iniciacin(1992) La suerte de Teodoro Menedez Acubal, Mxico, 1989. Novela: De la vigilia estril(1950) El rescate del mundo(1952) Baln Cann(1957) Oficio de tinieblas, Joaqun Mortiz, Mxico, 1962. Editorial libros del silencio, 2009 Rito de iniciacin, Alfaguara, Mxico, 1996. Ensayo: La novela mexicana contempornea y su valor testimonial, Instituto Nacional de la Juventud, Cuadernos de la Juventud, Mxico, 1966. La corrupcin(1970) Mujer que sabe latn(1973) El uso de la palabra, Excelsior, Serie Crnicas, Mxico, 1974; Editores Mexicanos Unidos, Mxico, 1987. Coleccin de artculos periodsticos. El mar y sus pescaditos(1975). Coleccin de artculos periodsticos. Poesa: Trayectoria del polvo, El Cristal Fugitivo, Mxico, 1948. Apuntes para una declaracin de fe(1948) De la vigilia estril(1950) Dos poemas(1950) El rescate del mundo, Direccin de Prensa y Turismo del estado de Chiapas, Mxico, 1952. Presentacin en el templo, Madrid, Espaa, 1951; 2a. ed., en Revista Antolgica, Mxico, 1952. Poemas:1953-1955, Metfora, Mxico, 1957. Al pie de la letra, Universidad Veracruzana, Mxico, 1959. Salom y Judith, Jus, Voces Nuevas, 5, Mxico, 1959. Lvida luz, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1960. Materia memorable(1969) La tierra de en medio(1969) Poesa no eres t, obra potica 1948-1971, Fondo de Cultura Econmica, Letras Mexicanas, Mxico, 1972. Teatro: Tablero de damas(1952) El eterno femenino, estrenada en 1976; Fondo de Cultura Econmica, Popular, 144, Mxico, 1975. Cartas: Cartas a Ricardo, Memorias Mexicanas, Mxico, 1994

Agona fuera del muroMiro las herramientas,el mundo que los hombres hacen, donde se afanan,sudan, paren , cohabitan.

El cuerpo de los hombres prensado por los das,su noche de ronquido y de zarpazoy las encrucijadas en que se reconocen.

Hay ceguera y el hambre los alumbray la necesidad, ms dura que metales.

Sin orgullo ( qu es el orgullo? Una vrtebraQue todava la especie no produce? )los hombres roban, mienten,como animal de presa olfatean, devorany disputan a otro la carroa.

Y cuando bailan, cuando se deslizano cuando burlan una ley o cuandose envilecen, sonren,entornan levemente los prpados, contemplanel vaco que se abre en sus entraasy se entregan a un xtasis vegetal, inhumano.

Yo soy de alguna orilla, de otra parte,soy de los que no saben ni arrebatar ni dar,gente a quien compartir es imposible.

No te acerques a mi, hombre que haces el mundo,djame, no es preciso que me mates.Yo soy de los que mueren solos, de los que muerende algo peor que vergenza.Yo muero de mirarte y no entender.

AjedrezPorque ramos amigos y a ratos, nosambamos;quiz para aadir otro intersa los muchos que ya nos obligabandecidimos jugar juegos de inteligencia.Pusimos un tablero enfrenteequitativo en piezas, en valores,en posibilidad de movimientos.Aprendimos las reglas, les juramos respetoy empez la partida.Henos aqu hace un siglo, sentados,meditando encarnizadamentecomo dar el zarpazo ltimo que aniquilede modo inapelable y, para siempre, al otro.

Amor

Solo la voz, la piel, la superficiepulida de las cosas.Basta. No quiere ms la oreja, que su cuencorebalsara y la mano ya no alcanzaa tocar mas all.

Distrada, resbala, acariciandoy lentamente sabe del contorno.Se retira saciada,sin advertir el ulular intilde la cautividad de las entraasni el mpetu del cuajo de la sangreque embiste la compuerta del borbotn, ni el nudoya para siempre ciego del sollozo.El que se va se lleva su memoria,su modo de ser ro, de ser aire,de ser adis y nunca.Hasta que un da otro lo para, lo detieney lo reduce a voz, a piel, a superficieofrecida, entregada, mientras dentro de sla oculta soledad aguarda y tiembla.

Apelacin al solitarioEs necesario, a veces, encontrar compaa.

Amigo, no es posible ni nacer ni morirsino con otro. Es buenoque la amistad le quiteal trabajo esa cara de castigoy a la alegra ese aire ilcito de robo.

Cmo podras estar solo a la horacompleta, en que las cosas y t hablan y hablan,hasta el amanecer?

Apuntes para una declaracin de fe

El mundo gime estril como un hongo.Es la hoja caduca y sin viento en otoo,la uva pisoteada en el lagar del tiempoprdiga en zumos agrios y letales.Es esta rueda iscrona fija entre cuatro cirios,esta nube exprimida y paralticay esta sangre blancuzca en un tubo de ensayo.

La soledad traz su paisaje de escombros.La desnudez hostil es su cifra ante el hombre.

Sin embargo, recuerdo...

En un da de amor yo baj hasta la tierra:vibraba como un pjaro crucificado en vueloy ola a hierba hmeda, a cabellera suelta,a cuerpo traspasado de sol al medioda.Era como un durazno o como una mejillay encerraba la dichacomo los labios encierran cada beso.

Ese da de amor yo fui como la tierra:sus jugos me sitiaban tumultuosos y dulcesy la raz beba con mis poros el airey un rumor galopaba desde siemprepara encontrar los cauces de mi oreja.Al travs de mi piel corran las edades:se haca la luz, se desgarraba el cieloy se extasiaba -eterno- frente al mar.El mundo era la forma perpetua del asombrorenovada en el ir y venir de la ola,consubstancial al giro de la espumay el silencio, una simple condicin de las cosas.Pero alguien (ya no aciertocon la estructura inmensa de su nombre)dijo entonces: No es buenoque la belleza est desamparaday electriz una clula.En el principio -diceesta capa geolgica que toco-era slo la danza:cintura de la gracia que congregajuventudes y msica en su torno.

En el principio era el movimiento.Cada especie quera constatarse, sabersey ensayaba las notas de su esencia:la jirafa alargaba la gargantapara abrevar en nubes de limn.Punzaba el aire en las avispas mltiplesy verta chorritos de miel en cada heridapara que el equilibrio permaneciera invicto.El ciervo competa con la brisay el hombre daba vueltas alrededor de un rboltrenzado de manzanas y serpientes.Nadie lo confesaba, pero todosestaban orgullosos de ser como juguetesen las manos de un nio.Redondeaban su sombra los planetasy rebotaban locos de alegraen las altas paredes del espacioteidas de antemano en un risueo azul.No me explico por qufue indispensable que alguien inventara el relojy desde entonces todo se atrasa o se adelanta,la vida se fracciona en horas y en minutoso se quiebra o se para.La manzana cay; pero no sobre un Newtonde fcil digestin,sino sobre el atnito apetito de Adn.(Se atragant con ella como era natural.)Qu implacable fue Dios -ojo que atisbaa travs de una hoja de parra ineficaz!Cmo baj el arcngel relumbrandocon una decidida espada de latn!Tal vez no debera yo hablar de la serpientepero desde esa vez es un escalofroen la columna vertebral del universo.Tal vez yo no debiera descubrirlopero fue el primer crculo viciosomordindose la cola.Porque esto, en realidad, slo tendra importanciasi ella lo supiera.Pero lo ignora todo reptando por el suelo,dormitando en la siesta.Ah, si se levantarasin el auxilio de fakires indiosa contemplar su obra.Aqu estaramos todos:la horda devastando la pradera,dejando siempre a un lado el horizonte,tratando de tachar la maana remota,de arrasar con la sal de nuestras lgrimasel campo en que se alzaba el Paraso.Gritamos adelante! por no mirar atrs.El camino se queda sealado-estatua tras estatua- por la mujer de Lot.Queremos olvidar la leche que sorbimosen las ubres de Dios.Dios nos amamantaba en figura de lobacomo a Rmulo y Remo, abandonados.Abandonados siempre.De qu? De quin? De dnde?No importa. Nada ms abandonados.Cantamos porque s, porque tenemos miedo,un miedo atroz, bestial, insobornabley nos emborrachamos de palabraso de risa o de angustia.Qu cuidadosamente nos mentimos!Qu cotidianamente planchamos nuestras mscaraspara hormiguear un rato bajo el sol!No, yo no quiero hablar de nuestras nochescuando nos retorcemos como papel al fuego.Los espejos se inundan y rebasan de espantomirando estupefactos nuestros rostros.Entonces queda limpio el esqueleto.Nuestro crneo reluce igual que una moneday nuestros ojos se hunden interminablemente.Una caricia galvaniza los cadveres:sube y baja los dedos de sonido metlicocontando y recontando las costillas.Encuentra siempre con que falta unay vuelve a comenzar y a comenzar.Engao en este ciego desnudarse,terror del atad escondido en el lecho,del sudario extendidoy la marmrea lpida cayendo sobre el pecho.No poder escapar del sueo que hace muecasobscenas columpindose en las lmparas!Es as como nacen nuestros hijos.Parimos con dolor y con vergenza,cortamos el cordn umbilical aprisacomo quien se desprende de un fardo o de un castigo.Es as como amamos y gozamosy an de este festn de gusanos hacemosnovelas pornogrficaso pelculas slo para adultos.Y nos regocijamos de estar en el secreto,de guiarnos los ojos a espaldas de la muerte.La serpiente deba tener manospara frotarlas, una contra otra,como un burgus rechoncho y satisfecho.Tal vez para lavrselas lo mismo que Pilatoso bien para aplaudir o simplementepara tener bastn y puroy sombrero de paja como un dandy.La serpiente deba tener manospara decirle: estamos en tus manos.

Porque si un da cansados de este morir a plazosqueremos suicidarnos abrindonos las venascomo cualquier romano,nos sorprende saber que no tenemos sangreni tinta enrojecida:que nos circula un aire tan gratis como el agua.Nos sorprende palpar un corazn en huelgay unos sesos sin tapa saltarinay un estmago inmune a los venenos.El suicidio tambin pas de moday no conviene dar un paso en falsocuando mejor podemos deslizarnos.Qu gracia de patines sobre el hielo!Qu tobogn ms fino! Qu pista lubricada!Qu maquinaria exacta y aceitada!As nos deslizamos pulcramenteen los ts de las cinco -no en punto- de la tarde,en el cocktail o el pic-nic o en cualquieracostumbre traducida del ingls.Padecemos alergia por las rosas,por los claros de luna, por los valsesy las declaraciones amorosas por carta.A nadie se le ocurre morir tuberculosoni escalar los balcones ni suspirar en vano.Ya no somos romnticos.Es la generacin moderna y problemticaque toma coca-cola y que habla por telfonoy que escribe poemas en el dorso de un cheque.

Somos la raza estrangulada por la inteligencia,La insuperable,mundialmente famosa trapecistaque ejecuta sin mculatriple salto mortal en el vaco.(La inteligencia es una prostitutaque se vende por un poco de brilloy que no sabe ya ruborizarse.)Puede ser que algn dainvitemos a un habitante de Martepara un fin de semana en nuestra casa.Visitara en Europa lo tpico:alguna ruina humeanteo algn pueblo afilando las garras y los dientes.Alguna catedral mal ventilada,invadida de moho y oro intily en el fondo un cartel: Negocio en quiebra .Fotografiara como experto turistalos vientres abultados de los nios enfermos,las mujeres violadas en la guerra,los viejos arrastrando en una carretillaun ropero sin lunas y una cuna maltrecha.Al Papa bendiciendo un can y un soldado,y las familias reales sordomudas e idiotas,al hombre que trabaja rebosante de odioy al que vende el horno de sus abueloso a la heredera del milln de dlares.Y luego le diramos:Esto es solo la Europa de pandereta.Detrs est la verdadera Europa:la rica en frigorficos -almacenes de estatuasdonde la luz de un cuadro se congela,donde el verbo no puede hacerse carne.All la vida yace entre algodonesy mira tristemente tras el cristal opacoque la protege de corrientes de aire.En estas vastas galeras de muertos,de fantasmas reumticos y polvo,nos hinchamos de orgullo y de soberbia.Los rascacielos ya los ha visto de lejos:los colmenares rubios donde los hombres nacen,trabajan, se enriquecen y se pudrensin preguntarse nunca para qu todo esto,sin indagar jams cmo se viste el lirioy sin arrepentirse de su contento estpido.Abandonemos ya tanto cansancio.Dejemos que los muertos entierren a sus muertosy busquemos la auroraapasionadamente atentos a su signo.Porque hay an un continente verdeque imanta nuestras brjulas.Un ancho acabamiento de pirmidesen cuyas cumbres bailan doncellas vegetalescon ritmos milenarios y recientesde quien lleva en los pies la sabia y el misterio.Un cielo que las flechas desconocencustodiado de mitos y piedras fulgurantes.Hay enmaraamientos de racesy contorsin de troncos y confusin de ramas.Hay elsticos pasos de jaguaresproyectados - silencio y terciopelo -hacia el vuelo inasible de la garra.Aqu parece que empezara el tiempoen solo un remolino de animales y nubes,de gigantescas hojas y relmpagos,de bilinges entraas desangradas.Corren ros de sangres sobre la tierra vidacorren vivificando las ms altas orqudeas,las ms esclarecidas amapolas.Se evaporan rugientes en los templosante la impenetrable pupila de obsidiana,brotan como una fuente repentinaal chasquido de un ltigo,crecen en el abrazo enorme y dolorosodel cntaro de barro con el licor latino.Ro de sangre eterno y derramadoque deposita limos fecundos en la tierra.Su caudal se nos pierde a veces en el mapay luego lo encontramos-ocre y azul- rigiendo nuestro pulso.Ro de sangre, cinturn de fuego.En las tierras que tie, en la selva multpara,en el litoral bravo de mestizamellado de ciclones y tormentas,en este continente que agonizabien podemos plantar una esperanza.

DesamorMe vio como se mira al travs de un cristalo del aireo de nada.

Y entonces supe: yo no estaba allni en ninguna otra parteni haba estado nunca ni estara.

Y fui como el que muere en la epidemia,sin identificar, y es arrojadoa la fosa comn.

Destierro

Hablbamos la lenguade los dioses, pero era tambin nuestro silencioigual al de las piedras.ramos el abrazo de amor en que se unanel cielo con la tierra.

No, no estbamos solos.Sabamos el linaje de cada unoy los nombres de todos.Ay, y nos encontrbamos como las muchas ramasde la ceiba se encuentran en el tronco.

No era como ahoraque parecemos aventadas nubeso dispersadas hojas.Estbamos entonces cerca, apretados, juntos.No era como ahora.

DestinoMatamos lo que amamos. Lo demsno ha estado vivo nunca.Ninguno est tan cerca. A ningn otro hiereun olvido, una ausencia, a veces menos.Matamos lo que amamos. Que cese ya esta asfixiade respirar con un pulmn ajeno!El aire no es bastantepara los dos. Y no basta la tierrapara los cuerpos juntosy la racin de la esperanza es pocay el dolor no se puede compartir.El hombre es animal de soledades,ciervo con una flecha en el ijarque huye y se desangra.Ah! pero el odio, su fijeza insomnede pupilas de vidrio; su actitudque es a la vez reposo y amenaza.El ciervo va a beber y en el agua apareceel reflejo de un tigre.El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve- antes que lo devoren - ( cmplice, fascinado )igual a su enemigo.Damos la vida slo a lo que odiamos.

Dos meditacionesIConsidera, alma ma, esta texturaspera al tacto, a la que llaman vida.Repara en tantos hilos tan sabiamente unidosy en el color, sombro pero noble,firme, y donde ha esparcido su resplandor el rojo.Piensa en la tejedora; en su pacienciapara recomenzaruna tarea siempre inacabada.

Y odia despus, si puedes.

IIHombrecito, qu quieres hacer con tu cabeza?Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo?Castrar al potro Dios?Pero Dios rompe el freno y continua engendrandomagnficas criaturas,seres salvajes cuyos alaridosrompen esta campana de cristal.

El otroPor qu decir nombres de dioses, astrosespumas de un ocano invisible,polen de los jardines ms remotos?Si nos duele la vida, si cada da llegadesgarrando la entraa, si cada noche caeconvulsa, asesinada.Si nos duele el dolor en alguien, en un hombreal que no conocemos, pero estpresente a todas horas y es la vctimay el enemigo y el amor y todolo que nos falta para ser enteros.Nunca digas que es tuya la tiniebla,no te bebas de un sorbo la alegra.Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro.Lo que l respira es lo que a ti te asfixia,lo que come es tu hambre.Muere con la mitad ms pura de tu muerte.

ElegaNunca, como a tu lado, fui de piedra.Y yo que me soaba nube, agua,aire sobre la hoja,fuego de mil cambiantes llamaradas,slo supe yacer,pesar, que es lo que sabe hacer la piedraalrededor del cuello del ahogado.

Elegas breves

IAl pie de un sauce, triste Narciso de las aguas,o cerca de una roca inexorablequiero dejar mi cuerpocomo el que deja ropas en la playa.Ay, mis brazos, guirnaldas desceidas,ay, mi cintura quieta entre las danzas.

No soy de los que exprimensu corazn en un lugar violento.Soy de los que atestiguanla belleza y la muerte de la rosa.

IISi pudiera mirarte, bella tan slo, rosa,y detener mis ojos largamente en tus ptaloscomo una sed que duerme a la orilla de un ro.

Si te mirara slo, sin amarte,con este amor convulso y desgarradode quien siente tu fuga irrevocable.

Ah, si yo no quisiera disecarte,amarilla, en las pginas hermticas de un librocon el afn intil del que conoce el tiempo.

En el filo del gozoIEntre la muerte y yo he erigido tu cuerpo:que estrelle en ti sus olas funestas sin tocarmey resbale en espuma deshecha y humillada.Cuerpo de amor, de plenitud, de fiesta,palabras que los vientos dispensan como ptalos,campanas delirantes al crepsculo .Todo lo que la tierra echa a volar en pjaros,todo lo que los lagos atesoran de cieloms el bosque y la piedra y las colmenas.Cuajada de cosechas bailo sobre las erasmientras el tiempo llora por sus guadaas rotas.Venturosa ciudad amurallada,ceida de milagros, descanso en el recintode este cuerpo que empieza donde termina el mo.IIConvulsa entre tus brazos como mar entre rocas,rompindome en el filo del gozo o mansamentelamiendo las arenas asoleadas.Bajo tu tacto tiemblocomo un arco en tensin palpitante de flechasy de agudos silbidos inminentes.Mi sangre se enardece igual que una jauraolfateando la presa y el estragopero bajo tu voz mi corazn se rindeen palomas devotas y sumidas.IIITu sabor se anticipa entre las uvasque lentamente ceden a la lenguacomunicando azcares ntimos y selectos.Tu presencia es el jbilo.Cuando partes, arrasas jardines y transformasla feliz somnolencia de la trtolaen una fiera expectacin de galgos.Y, amor, cuando regresasel nimo turbado te presientecomo los siervos jvenes la vecindad del agua.

Estoy aqu, sentada, con todas mis palabras...

Estoy aqu, sentada, con todas mis palabrascomo con una cesta de fruta verde, intactas.

Los fragmentosde mil dioses antiguos derribadosse buscan por mi sangre, se aprisionan, queriendorecomponer su estatua.De las bocas destruidasquiere subir hasta mi boca un canto,un olor de resinas quemadas, algn gestode misteriosa roca trabajada.Pero soy el olvido, la traicin,el caracol que no guard del marni el eco de la ms pequea ola.Y no miro los templos sumergidos;slo miro los rboles que encima de las ruinasmueven su vasta sombra, muerden con dientes cidosel viento cuando pasa.Y los signos se cierran bajo mis ojos comola flor bajo los dedos torpsimos de un ciego.Pero yo s: detrsde mi cuerpo otro cuerpo se agazapa,y alrededor de m muchas respiracionescruzan furtivamentecomo los animales nocturnos en la selva.Yo s, en algn lugar,lo mismoque en el desierto cactus,un constelado corazn de espinasest aguardando un hombre como el cactus la lluvia.Pero yo no conozco ms que ciertas palabrasen el idioma o lpidabajo el que sepultaron vivo a mi antepasado.

Falsa elega

Compartimos slo un desastre lentoMe veo morir en ti, en otro, en todoY todava bostezo o me distraigoComo ante el espectculo aburrido.

Se destejen los das,Las noches se consumen antes de darnos cuenta;

As nos acabamos.

Nada es. Nada est.Entre el alzarse y el caer del prpado.

Pero si alguno va a nacer (su anuncio,La posibilidad de su inminenciaY su peso de slaba en el aire),Trastorna lo existente,Puede ms que lo realY desaloja el cuerpo de los vivos.

Lo cotidianoPara el amor no hay cielo, amor, slo este da;este cabello triste que se caecuando te ests peinando ante el espejo.Esos tneles largosque se atraviesan con jadeo y asfixia;las paredes sin ojos,el hueco que resuenade alguna voz oculta y sin sentido.

Para el amor no hay tregua, amor. La nochese vuelve, de pronto, respirable.Y cuando un astro rompe sus cadenasy lo ves zigzaguear, loco, y perderse,no por ello la ley suelta sus garfios.El encuentro es a oscuras. En el beso se mezclael sabor de las lgrimas.Y en el abrazo ciesel recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.

Los adiosesQuisimos aprender la despediday rompimos la alianzaque juntaba al amigo con la amiga.Y alzamos la distanciaentre las amistades divididas.Para aprender a irnos, caminamos.Fuimos dejando atrs las colinas, los valles,los verdeantes prados.miramos su hermosurapero no nos quedamos.

Meditacin en el umbral

No, no es la solucintirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoyni apurar el arsnico de Madame Bovaryni aguardar en los pramos de vila la visitadel ngel con venabloantes de liarse el manto a la cabezay comenzar a actuar.Ni concluir las leyes geomtricas, contandolas vigas de la celda de castigocomo lo hizo Sor Juana. No es la solucinescribir, mientras llegan las visitas,en la sala de estar de la familia Austenni encerrarse en el ticode alguna residencia de la Nueva Inglaterray soar, con la Biblia de los Dickinson,debajo de una almohada de soltera.

Debe haber otro modo que no se llame Safoni Mesalina ni Mara Egipciacani Magdalena ni Clemencia Isaura.

Otro modo de ser humano y libre.

Otro modo de ser.

Misterios gozosos

A veces, tan ligeracomo un pez en el agua,me muevo entre las cosasfeliz y alucinada.

Feliz de ser quien soy,slo una gran mirada:ojos de par en pary manos despojadas.

Seno de Dios, asombrolejos de las palabras.Patria ma perdida,recobrada.

Narciso 70

Cuando abro los peridicos(perdn por la inmodestia, pero a vecesun poco de verdades ms alimenticia y confortanteque un par de huevos a la mexicana)es para leer mi nombre escrito en ellos.

Mi nombre, que no abrevio por ninguna razn,es, a pesar de todo, tan pequeocomo una anguila huidiza y se me pierdeentre las lneas gata que si hablaban de mno recurran ms que al adjetivo neutrotras el que se ocultaba mi persona, mi libro,mi ltima conferencia.

Bah! Qu importaba! Estaba ah! Exista!Real, patente ante mis propios ojos.

Pero cuando no estaba... Bueno, en fin,hay que ensayar la muerte puesto que se es mortal.

Y cuando era una errata...

De "En la tierra de en medio" 1970

NocturnoMe tend, como el llano, para que aullara el viento.Y fui una noche enterambito de su furia y su lamento.Ah! quin conoce esclavitud igualni ms terrible dueo?En mi aridez, aqu, llevo la marcade su pie sin regreso.

NostalgiaAhora estoy de regreso.Llev lo que la ola, para romperse, lleva-sal, espuma y estruendo-,y toqu con mis manos una criatura viva;el silencio.

Heme aqu suspirandocomo el que ama y se acuerda y est lejos.

Parbola de la inconstanteAntes cuando me hablaba de m misma, deca:Si yo soy lo que soyy dejo que en mi cuerpo, que en mis aossuceda ese procesoque la semilla le permite al rboly la piedra a la estatua, ser la plenitud.

Y acaso era verdad. Una verdad.

Pero, ay, amaneca dcil como la hiedraa asirme a una pared como el enamoradose ase del otro con sus juramentos.

Y luego yo esparca a mi alrededor, erguidaen solidez de roble,la rumorosa soledad, la sombrahospitalaria y daba al caminante-a su cuchillo agudo de memoria-el testimonio fiel de mi corteza.

Mi actitud era a veces el reposoy otras el arrebato,la gracia o el furor, siempre los dos contrariosprontos a aniquilarsey a emerger de las ruinas del vencido.

Cada hora suplantaba a alguno; cada horame iba de algn mesn desmanteladoen el que no encontr ni una mala bujay en el que no me fue posible dejar nada.

Usurpaba los nombres, me coronaba de ellospara arrojar despus, lejos de mi, el despojo.

Heme aqu, ya al final, y todavano s qu cara le dar a la muerte.

PresenciaAlgn da lo sabr. Este cuerpo que ha sidomi albergue, mi prisin, mi hospital, es mi tumba.

Esto que un alrededor de un ansia,de un dolor, de un recuerdo,desertar buscando el agua, la hoja,la espora original y aun lo inerte y la piedra.

Este nudo que fui ( de cleras,traiciones, esperanzas,vislumbres repentinos, abandonos,hambres, gritos de miedo y desamparoy alegra fulgiendo en las tinieblasy palabras y amor y amor y amores)lo cortarn los aos.

Nadie ver la destruccin. Ningunorecoger la pgina inconclusa.Entre el puado de actosdispersos, aventados al azar, no habr unoal que pongan aparte como a perla preciosa.Y sin embargo, hermano, amante, hijo,amigo, antepasado,no hay soledad, no hay muerteaunque yo olvide y aunque yo me acabe.

Hombre, donde t ests, donde t vivespermaneceremos todos.

RevelacinLo supe de repente:hay otro.Y desde entonces duermo solo a mediasy ya casi no como.

No es posible vivircon ese rostroque es el mo verdaderoy que an no conozco.

Ser ro sin pecesSer de ro sin peces, esto he sido.Y revestida voy de espuma y hielo.Ahogado y roto llevo todo el cieloy el rbol se me entrega malherido.

A dos orillas del dolor uncidova mi caudal a un mar de desconsuelo.La garza de su estero es alto vueloy adis y breve sol desvanecido.

Para morir sin canto, ciego, avanzamordido de vaco y de aoranza.Ay, pero a veces hondo y sosegadose detiene bajo una sombra pura.Se detiene y recibe la hermosuracon un leve temblor maravillado.

Soneto del emigradoCatalua hilandera y labradora,viedo y olivar, almendra pura,Patria: rememorada arquitectura,ciudad junto a la mar historiadora.

Ola de la pasin descubridora,ola de la sirena y la aventura-Mediterrneo- hiri tu singlaturala nave del destierro con su proa.

Emigrado, la ceiba de los mayaste dio su sombra grande y generosacuando buscaste arrimo ante sus playas.

Y al llegar a la Mesa del Consejonos diste el sabor noble de tu prosade sal latina y leo y vino aejo.

Telenovela

El sitio que dej vacante Homero,el centro que ocupaba Scherezada(o antes de la invencin del lenguaje, el lugaren que se congregaba la gente de la tribupara escuchar al fuego)ahora est ocupado por la Gran Caja Idiota.

Los hermanos olvidan sus rencillasy fraternizan en el mismo sof; seora y siervadeclaran abolidas diferencias de clasey ahora son algo ms que iguales: cmplices.

La muchacha abandonael balcn que le sirve de vitrinapara exhibir disponibilidadesy hasta el padre renuncia a la partidade domin y posponelos otros vergonzantes merodeos nocturnos.

Porque aqu, en la pantalla, una enfermerase enfrenta con la esposa frvola del doctory le dicta una ctedraen que habla de moral profesionaly las interferencias de la vida privada.

Porque una viuda cosa hasta perder la vistapara costear el baile de su hija quinceaeraque se avergenza de ella y de su sacrificioy la hace figurar como una criada.

Porque una novia espera al que se fue;porque una intrigante urde mentiras:porque se falsifica un testamento;porque una soltera da un mal pasoy no acierta a ocultar las consecuencias.

Pero tambin porque la debutanteahuyenta a todos con su mal aliento.Porque la lavandera entona una aleluyaen loor del poderoso detergente.Porque el amor est garantizadopor un desodorantey una marca especial de cigarrillosy hay que brindar por l con alguna bebidaque nos hace felices y distintos.

Y hay que comprar, comprar, comprar, comprar.Porque compra es sinnimo de orgasmo,porque comprar es igual que beatitud,porque el que compra se hace semejante a dioses.

No hay en ello hereja.Porque en la concepcin y en la creacin del hombrese us como elemento la carencia.Se hizo de l un ser menesteroso,una criatura a la que le hace faltalo grande y lo pequeo.

Y el secreto teolgico, el murmullomurmurado al odo del poeta,la discusin del aula del filsofoes ahora potestad del publicista.

Como dijimos antes no hay nada malo en ello.Se est siguiendo un orden naturaly recurriendo a su canal idneo.

Cuando el programa acabala reunin se disuelve.Cada uno va a su cuartomascullando un -apenas- "buenas noches".

Y duerme. Y tiene hermosos sueos prefabricados.

Trayectoria del polvo

VIIHe aqu que la muerte tarda como el olvido.Nos va invadiendo, lenta, poro a poro.Es intil correr, precipitarse,huir hasta inventar nuevos caminosy tambin es intil estar quietosin palpitar siquiera para que nos oiga.

Cada minuto es la saeta en vanodisparada hacia ella,eficaz al volver contra nosotros.

Intil aturdirse y convocar a la fiestapues cuando regresamos, inevitablemente,alta la noche, al entreabrir la puertala encontramos inmvil esperndonos.

Y no podemos escapar viviendoporque la Vida es una de sus mscaras.

Y nada nos protege de su furiani la humildad sumisa hacia su ltigoni la entrega violentaal crculo cerrado de sus brazos.