ro~endo sólido, insípido, útil - core.ac.uk · los hombres. desde aquí podemos, ... dad de...

3
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HI ST OR IA , 1d.t. l- 1 rdalU e:.cr!lo Siguiendo las pauta., por nuc:.tra tradi- t:Jún. LJUC no:-. ha 'cnido sorpren- diendo dc !>dc ... con rcnp e- cias. hallazgo!>. alegria :-. y d esg ra cias que lla de '>o bre! le' ar un viaJero la culminación de u periplo logra coll\encerno de u realidad. no cmpll Ji.l a la a\'entura. nv!> trans- fo rma en heroicos de la vida. en "caballeros en la rana verde de ojos amarill os ... El maravilloso viaie de Rosendo Bu n mi . es la última ob ra publicada del e critor y artista plás ti co Celso R omá n. La habían precedido Cuen- t os pa ra tie mp os p oco divertidos. amig os del hombre. El pi rático bar co f ant ástico y Las cosas de la casa. En estos libros la fantasía del aut or nos enc amina desde la redefinición ima- gi nat iva y audaz de Jos objetos coti- dianos que constituy en nues tr o mun- do, hasta la errancia de unos persona- je s que, en un lapso de ti em po definido y mágico. se p ropone n des- c ubr ir la clave que armonice un estado de cosas c alamito so en la realidad de los ho mbre s. Desde aquí po demos , pu es, ras tr e ar el interés m ost rado por Celso Rom án en los viajes fa ntásti- cos que co nducen a sus héroes a la remisión y a la bond ad. P rof und a- mente pedagógica y conscie nt emente des tinada al público infantil, la o br a redesc ubr e los enso mbr eci do s val o- res de ju sticia, lealtad y amor. El afán formad or de Román lo ll eva a aban - d era r la luc ha abrumadora del h om- bre co nte mp o ráneo , que en la per- so na del pequeñ o héroe Rosendo Bucurú desciende al reino de los peces, descubre el espíritu del a gua, recorre el paí s de los árboles y de la selva, se de s li za po r las rut as aéreas de las aves migr atorias bu scando res- taur ar la salud y la vi da arrebatada por la amb ició n hum ana. El ciclo de su historia se c ierra am o ro s am ente, en la reco nqu is ta de la arm onía natu- ral y de la libertad . Nues tr a literatura infantil se enri- que ce co n este nuevo ap or te de Ce l so Román , que c uenta con uno de los requisitos fundamentale s exigidos a to da o bra de este género - por lo demás, de altísima exigencia y dificul- tad - : la ve rosi m il itud . El niño lect or de país po drá en co ntrar en 1l 6 Bu cu rú y su botella de agua de pan ela un modelo co n el cu al le es posible identificarse y en cuyos via- je!>. ' entu ra y revuel ta s le está permi- tid o partic ir ar. Rosendo vive en cual- quier lu ga r de nues tr o ter ritorio: su ca a. padr es, sus avatares de niño pobre e t án cercanos a la vida de nuestros pequeños y de sus h is t orias Ya no se t rata de ad iv mar nde, quiénes y cómo serán esos se res y lejanos qu e alimenta- ron la sensación de ex trañ ez.a y ole- dad de muchas gene ra ciones de niños colomb ianos. Co n Ro se nd o, cada cual se enco ntrará con sigo mism o, co n sus paisaje s y sus palabra s, co n su repertorio de s orpresas y temores y. lo s importante, con una hi sto- ria real. co herent e, e ntr ete nida . La primera y s importante con- dición exigida a la literatura y al art e se cumple asi en esta obra: mos trar , compartir la ex periencia de un co nti- ne nt e novís imo e inagotabl e, que seduce y pr ovoca fascinación y pl acer. Sin este regocijo, sin la avidez que con du ce a un lec tor de la pr imera a la última palabra del texto que lo ocu pa , la literatura infantil no existe, que - dand o en su lugar un encadenamiento de ideas descarnadas, no por bien intencionadas men os desas tr osas. " R AFAEL M. MENDEZ BER NA L RESEÑA S Sólido, insípido, útil Ca rt age na de Ind ias en el sig lo X VI A-Jaría Car 111 rn Borrego P la Sevilla. 19 8J. 556 págs. Hay en Se vi lla una esc uela especia li- zada en la co nfección de trabajos monográficos sobre las antiguas co lo - nias es pañ olas en Amé rica. Desde sus orígene s, en los años cuaren ta, la escuela ha cultivado una historia ins- titucional deco r osa pero sin ma yores aperturas a las innov aciones teórica s y meto dol óg icas de o tr os paises euro- peo s. S us pr o du ct os, frut o labori oso de ejercicios escolares bien co ntr o la - do s p o r rígi da s jerarquías universita- rias. son ba st ant e homogéneos. En líneas generales se car acterizan por una minu ciosa fidelidad do c umental , estimulada sin duda por las riquezas del Ar chivo General de I ndia s. Cada m onog ra fía sevillana si gue el hilo y la si nu osidad de las fuentes sin hacer conce s ione s a la imagina ció n o a la más mínima audacia interp retativa. Al enhebrar crono lógicamente los do cu me nt os, su forma bur oc ti ca ap e nas que da disi mulada en el en ca- de nami en to narrativo. El tipo mi smo de d oc um e nta ción que alber ga el archivo parece impone r una his to ria institucional en la que lo tiene vigencia un probl e ma ce ntr al: ¿tuvie- r on éxito o no las medidas d ictadas por la corona es pañola y el Consejo de Indias en sus co lonias ame ricanas? El espíritu de la escuela pare ce ali- mentar se de la creencia de qu e no exi ste un so lo pr o blema his tóri co de esas colonia s que no esté contenido en los expedien tes del Ar chivo Gene- ral de I ndias. Al parece r, la escuela no tiene el men or interés en estimula r una reflexión que v aya un. centímetro s allá de las fuent es. Es ta obses ión docum ental no tiene tiemp o para descu brir los digos me ntaJ es que yacen detrás de las fór mulas y los ri t uale s burocráticos o para encarar algo de la vida que esas fórmula s y esos ri t ua les po drían h abe r atrapado . R igor d oc um e nt al y banalidad inter- pretat iva, tal es so n los extremos den - tro de los que se mueven las mon o- grafía s de la escuela de Sevilla. Boletín Cultural) ll•bliugr áfico Vo l 26. núm . lll. 1989

Upload: doanngoc

Post on 02-Nov-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Ro~endo Sólido, insípido, útil - core.ac.uk · los hombres. Desde aquí podemos, ... dad de muchas generaciones de niños colombianos. Con Rosendo, cada cual se encontrará consigo

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

H ISTOR IA

, 1d.t. l- 1 rdalU e:.cr!lo Siguiendo las pauta., JIC'>orada~ por nuc:.tra tradi­

t:Jún. LJUC no:-. ha 'cnido so rpren­diendo dc!>dc ~ig l o ... con la~ rcnpe­cias. hallazgo!>. alegria:-. y desgracias que lla de '>o bre! le' ar un viaJero ha~ta la culmi nación de u periplo

logra coll\encerno de u realidad. no cmpllJi.l a la a\'entura. nv!> trans­fo rma en heroicos defemore~ de la vida. en "caballeros en la rana verde de ojos amarill os ...

El mara villoso viaie de Rosendo Bun mi. es la última obra publicada de l e crito r y artista plástico Celso Román. La habían precedido Cuen­tos para tiempos p oco divertidos. amigos del hombre. El pirático barco f antástico y Las cosas de la casa. En es tos libros la fantasía del auto r nos encamina desde la redefinic ió n ima­gi nat iva y audaz de Jos obje tos coti­dian os que co nstituyen nuestro mun­do, hasta la errancia de unos persona­jes que, en un lapso de tiempo definid o y mágico. se proponen des­cubrir la clave que armonice un estad o de cosas calamitoso en la realidad de los hombres. Desde aquí podemos, pues, ras trear el interés mostrad o po r Celso Ro mán en los viajes fa ntás ti­cos que conducen a sus héroes a la remisió n y a la bond ad . P rofund a­mente pedagógica y conscientemente destinada al público infantil , la obra redescubre los enso mbrecidos valo­res de justicia, lealtad y amor. El afán formad or de Román lo lleva a aban­derar la lucha abrumadora del hom­bre contemporáneo, que en la per­sona del pequeño héroe Rosend o Bucurú desciende al rei no de los peces, descubre el espíritu del agua, recorre e l país de los á rboles y de la selva, se desliza por las rutas aéreas de las aves migratorias busca ndo res­taura r la salud y la vida arrebatada por la ambició n humana. El ciclo de su historia se cierra amorosamente, en la reconquista de la armo nía natu­ra l y de la libertad .

Nuestra literatu ra infantil se enri­quece con es te nuevo aporte de Ce lso Román , que cuenta con uno de los requisitos fundamentales exigidos a toda o bra de es te género - por lo demás, de altísima exigencia y dificul­tad - : la verosi mil itud . El niño lector de nue~tro país podrá enco ntrar en

1 l 6

Ro~endo Bucu rú y su botella de agua de panela un modelo con el cual le es posible iden tifica rse y en cuyos via­je!>. ' entu ra y revuel tas le está permi­tid o particira r. Rosend o vive en cual­quier lugar de nuestro territorio: su ca a. ~u s padres, sus avatares de niño pobre e tán cerca nos a la vida de nuest ros pequeños y de sus his torias pe rso nale~ . Ya no se trata de ad ivmar dónde, quiénes y có mo serán esos se res mágico~ y lejanos que a limenta­ron la se nsació n de ex trañez.a y o le­dad de muchas generacio nes de niños colombianos. Con Rosendo, cada cual se enco ntrará consigo mismo, con sus paisajes y sus palabras, con su repertorio de sorpresas y temores y. lo más importante, con una histo­ria real. coherente, entretenida.

La primera y más importante con­dición exigida a la literatura y al arte se cumple asi en esta obra: mostrar, compartir la experiencia de un conti­nente novísimo e inagotable, q ue seduce y provoca fasci nación y placer. Sin este regocijo, sin la avidez que conduce a un lector de la primera a la últ ima palabra del texto que lo ocu pa, la literatura infantil no existe, que­dand o en su lugar un encadenamiento de ideas descarnadas, no por bien intencionadas menos desastrosas.

" R AFAEL M . MENDEZ BER NA L

RESEÑA S

Sólido, insípido, útil

Cartagena de Indias en el siglo X VI A-Jaría Car 111rn Borrego Pla Sevilla. 198J. 556 págs.

Hay en Sevi lla una escuela especiali­zada en la confección de trabajos monográficos sobre las antiguas colo­nias es pañolas en América. Desde sus orígenes, en los años cuarenta, la escuela ha cultivad o una histo ria ins­titucional decorosa pero sin mayores aperturas a las innovaciones teóricas y metodológicas de otros paises euro­peos. S us productos, frut o laborioso de ejercicios escolares bien controla­dos po r rígidas jerarquías universita­rias. so n bastante homogéneos. En líneas genera les se ca racterizan po r una minuciosa fidelidad documental , estimulada sin duda por las riquezas del Arch ivo General de Indias. Cada monografía sevillana sigue e l hilo y la si nuosidad de las fuentes sin hacer concesiones a la imaginación o a la más mínima audacia interpretativa. Al enhebrar cro nológicamente los documentos, su forma burocrá tica apenas q ueda disimulada en el enca­denamiento narrativo. El tipo mismo de d ocumentación que alberga e l archivo parece imponer u na histo ria institucional en la que sólo tiene vigencia un problema central: ¿tuvie­ron éxito o no las medidas d ictad as por la corona española y el Consejo de Indias en sus colonias americanas? El espíritu de la escuela parece ali­mentarse de la creencia de que no existe un solo pro blema histórico de esas colonias que no esté contenido en los expedientes del Archivo Gene­ral de Indias. A l parecer, la escuela no tiene el men or interés en estimular una reflexión que vaya un. centímetro más allá de las fuentes. Esta obsesión documental no tiene tiempo para descubrir los códigos mentaJes que yacen det rás de las fó rmulas y los ri tuales burocráticos o pa ra encarar algo de la vida que esas fórmulas y esos ri tuales podrían haber atrapado. Rigor documental y banalidad inter­pretat iva, tales son los extremos den­t ro de los que se mueven las mono­grafías de la escuela de Sevilla .

Boletín Cultural) ll•bl iugráfico Vo l 26. núm. lll. 1989

Page 2: Ro~endo Sólido, insípido, útil - core.ac.uk · los hombres. Desde aquí podemos, ... dad de muchas generaciones de niños colombianos. Con Rosendo, cada cual se encontrará consigo

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

RESElVAS

En un sent ido y en el otro, el trabajo de doña Carmen Borrego es un exce­lente ejemplo de las producciones de la escuela. Se trata de una monografía sólida , de prosa insípida y con tnfmi­dad de datos útiles para el conoci­miento de la provincia de Cartagena en el siglo XVI. En una primera parte se esboza una his toria urbana de Car­tagena. La segunda parte está dedi­cada a l entorno rural a través del estu­dio de las encomiendas y el examen de las visi tas de la tierra. La parte final recoge elementos de una histo ria insti­tucional , haciendo desfilar sucesivos gobernantes mediante una narrativa tradicional , y de una historia social que se vale de la descripción de esta­mentos y de oficios.

Este esq uema resu lta ser un poco más complejo que aquellos a que nos tenía acostumbrados la escuela sevi­llana. Los supuestos interpretativos, sin embargo, siguen siend o los mis­mos: ellos se basan e n la justificación anacrónica de la conquista española como empresa civil izadora, en la convicción de que los abusos de la explotación de indios y esclavos negros provenía n de cierto desorden del que eran mucho más responsa­bles los exp lotad os que los explo ta­dores. Su concepción más profunda sobre las etn ias solo puede descri­birse corno racismo silvestre. Véase, por eje mplo, esta perla interpretativa (pág. 424): " Fuero n estas cond icio­nes de superioridad biológica, de gran despl iegue de energía en cuanto se ponían e n contacto con la selva, lo que hicieron insustituible al negro en la estancia cartagenera, en oposición al fácil desaliento y a la poca adapta­bilidad del indio para el trabajo en tierras tropicales".

La autora, como el resto de la escue la, hace caso o miso de cualquier investigación que se haya realizado fue ra de los límites de la provincia sevilla na. De a ll í la incoherencia y la fragmentaridad de la monografía. No trata de fo rmularse un problema de alcance gene ral o de responder a interrogantes sugeridos por investi­gaciones similares. Se desconocen los temas explorad os por sucesivos sim­posios de his toria urbana y a los que han contribuido las investigaciones de Richard Morse, de Jorge E. Har-

Boletín Cullural y Billlin¡:n\lico Vol. 2<>. ntirn . IK. 19!19

doy. de R ichard P. Schaedel. La autOra se limita a encade nar las noti­cias que ofrecen espontáneamente las fuentes. Estos hechos fragmentarios t iene n que hablar por sí mismos y conectarse apenas por la cronología o por la contigüidad temática. Por est a razón resulta difíci l reseñar su trabajo, a menos q ue el reseñador aventure su propia interpretación de una maraña de hechos.

El énfasis del trabajo de doña Carme n Borrego recae. correcta­mente, en la excepcionalidad del hecho u rba no de Cartagena. La impo rtancia de sus obras de defensa y su actividad como puerto ("ante­mural del rei no" y "llave de las fndi as") introducían en ella un trajín y una varied.ad desconocidos en el resto de las ciudades de la N u e va Granada. U na de las pa rtes más inte­resantes del libro es la que trata pre­cisamente de las profesio nes y oficios que se ejercían en e l marco urbano. Pero la autora no se aventura a dar explicaciones sobre el creci miento urbano, si no es con aquellas simple­zas que no ofenderían a los cultores más ret rógrados de las glorias hispá­nicas. La tesis explicativa que apunta púdicamente aquí y allá a todo lo largo del libro consiste e n la compro­bación de un aumento gradual de la población española. La autora hubie­ra podido valerse al menos de las cifras de Pierre Chaunu para most rar el crecimiento portuario. Y ¿por qué desconocer que e l a uge entre 1590 y 16 1 O estu vo ligado con la activid ad minera del interior de la Nueva Gra­nad a, e n especial los nuevos yaci­mientos a nt ioqueños de Cáceres, Re­medios y Zaragoza, que fueron los primeros en e mplear esclavos masi­vamente en la Nueva Granada?

El carácter fragmentario de las noticias que la autora recoge tan acu­ciosamente le inh ibe toda capacidad de síntesis o de sacar las consecuen-

H ISTOR I A

cias más obvias de su amo ntona­miento de datos. Con ellos puede intentarse, por ejmplo, una periodi­zación. En un pr imer momento, el esquema económico de la provincia est uvo dominado por lo que Mari o Góngo ra ha caracterizado como ''ca­balgadas", una forma de saqueo de los recursos indígenas basado en la guerra permanente. Las sepulturas del Sinú prolongaron este saqueo en forma incruenta hasta 1550. El otor­gamiento de encomiendas (alrededor de 1540) contribuyó a regularizar la explotación indígena. En adelante los a bastecimientos de la ciudad pro­vinieron en su mayor parte de los tributos, hasta el momento en que la disminución catastrófica de la pobla­ción indígena cegó esa fue nte de abastecimientos. La encomienda favo­reció también e l surgimiento de unos pocos hatos y estancias de labor. Hacia 1850, cuando se inició el auge comercial de Cartagena cuantificado por Pierre Chaunu y que coincid ió con la apertura de la fro ntera minera antioq ueña, la ciudad comenzó a depender del Nuevo Reino para sus abastecimientos. De allí se llevaban harinas, jamones, quesos, etc., que provenían de las haciendas recién establecidas en Sante fé y Tunja. La trata negrera. sin embargo, procu ró a la larga alguna so luci ón al problema de los a bastos al ampliar las hacien­das con una base esclavis ta desde comienzos del siglo X V 1 I.

Ver estas conexiones elementales le hubiera permitid o a la autora no incurrir en la banalidad de suponer que la extinción de la boga indígena en el río Magdalena se debió a los pacientes esfuerzos de una sabia pero combatida adminis tración española. La in troducción de esclavos y el empleo de fragatas no obedecieron a intentos reformadores capaces de vencer la obstinación de los e nco­menderos en explotar e!)te tip o de

1 1 7

Page 3: Ro~endo Sólido, insípido, útil - core.ac.uk · los hombres. Desde aquí podemos, ... dad de muchas generaciones de niños colombianos. Con Rosendo, cada cual se encontrará consigo

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

HI S TORIA

trabajo entre los i nd io~ ribe reños. Ella nació de la necesidad. represen­tada por la com bi nación de dos fac­tores: el ago tamient o casi total de la població n indígena y el aumento del tráfico entre Cartagena y el interior de la Nueva Granada. Afe rrarse a los docu mentos como a la ún ica tabla de salvación no evi ta ahogarse en la to n­tería . A falta de document os que lo afirmen explícitamente, la autora no osa concl uir que comprad ores de cincuenta a cuatrocientos esclavos (pág. 379) eran comerciantes que debían internarlos a los centros mineros de la Nueva Granada. Si no fuera así, ¿qué hato o hacienda de labor en los alrededores de Carta­gena a finales del siglo XVI hubiera podido emplear esa cantidad inau­dita de esclavos?

En una nota bibliográfica, doña María A. Eugenio reprochaba al pro­fesor Thomas Gómez no haber utili­zado más extensamente este trabajo de doña Carmen Borrego . El profe­sor Gómez debe considerarse afortu­nado de no haberlo hecho. Pues la autora, que apenas tiene en cuenta las colecciones documentales de Juan Friede, acepta, en cambio, sin rechis­tar, las transcripciones documentales de Antonio Ybot León .. Este autor supone, por un error de transcripción documental , que las ordenanzas de Juan del Junco para Mompox datan

118

de 1560. Si la aut ora hubie ra compa­rado es ta defectuosa transcripción con la de Juan Friede (FDHNG , VI, pág. 75), habría advertido que en realidad datan de 1570. Y que el licenciado López de Cepeda visitó Mompox en 1564 y no entre 1552 y 1560, como supone erró neamente Ybot León. Esta sencilla verificación documental hubiera ahorrado con­fus iones a la autora (en que recae una y otra vez a lo largo del libro), como la de tomar las cifras de los indígenas de Mompox en 1570 como si las hubiera levantado el licenciado Cepe­da entre 1552 y 1560 (pág. 180, cua­dro 13). La población indígena dedi­cada a la boga disminuyó entre 1564 y 1570, no aumentó entre 1552-60 y 1564.

Este trabajo, como tantos otros de la escuela sevillana, revela las limita­ciones de un positivismo documental a ultranza, que disimula mal sus ses­gos ideológicos . Los documentos de la administración española no con­tienen los patrones de su propia eva­luación, a menos que compartamos sin restricciones los ideales imperia­les de la España de Carlos V y de Felipe 11 o las construcciones imagi­narias de la época sobre indios y afri­canos. Las fuentes no contienen de suyo sino hechos cuyo alcance debe medir un esfuerzo de reflexión teó­rica. Los motivos que expresa cual­quier relación del siglo XVI deben ser examinados críticamente, no com­partidos por el hecho de tener un apoyo documental. La presencia del Archivo General de Indias parece producir el lamentable efecto, en la escuela de Sevilla, de no distanciarla de las realidades del siglo XVI , tal como eran percibidas por los funcio­narios coloniales. Para hacer justicia a este trabajo, sin embargo, debe señalarse su innegable utilidad para el conocimiento de una ciudad y de una región que han perdido lo más sustancial de su documentación colonial.

GERMÁN COLMENARES

RESEÑAS

Retomando viejas discusiones mal resueltas

Aguardiente y conflicto sociales en la Nueva Granada, siglo X VIII Gilma M ora de Tovar Bogotá, Universidad Nacional, 1988, 242 págs.

Esta monografía, verdaderamente cos­mopolita (la contraportada del libro nos informa que inicialmente fue una tesis para la Universidad de Sevilla escrita en Londres, cuyos borradores se perdieron en París y que finalmente se rehizo para la Universidad de Alcalá de Henares), es un trabajo sólido, bien documentado y expuesto con rigor. Vale la pena llamar la atención sobre la importancia de este trabajo que debe dar pie para retomar viejas discusiones mal resueltas.

En un capítulo inicial la autora se ocupa en seguir la evolución del estanco del aguardiente. Identifica varias etapas en las que, a partir de tanteos iniciales, se fue acusando un control progresivo de todos los fac­tores de la renta por parte del Estado. Este control culminó con el estable­cimiento de fábricas para la destila­ción del producto. El remate de la renta a particulares adquirió diversas modalidades según los crecientes gra­dos de control, y la autora los tipifica como arrendamiento (1700-1750), arrendamiento por asiento ( 1750-1760) y arrendamiento por adminis­tración directa (de 1760 en adelante). Durante esta última etapa se conso­lidó el máximo control de la renta con las Instrucciones del virrey Fló­rez y el visitador Gutiérrez de Piñeres de 1776 y de 1778 respectivamente.

Un segundo capítulo explora con­cienzudamente el proceso de produc­ción del aguardiente y de los elemen­tos de su elaboración. Se ocupa así de la participación de los cosecheros, del problema del abastecimiento de cada una de las materias primas (mie­les, anís), de la implantación de las destilerías manejadas directamente por el Estado y de los utensilios y de las técnicas empleados. Particular-

Boletin Cultural y Bibliográfico Vo l. 26, núm. 18, 1989