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    Revista Geolgica de Amrica Central, 37 Especial: 91-102, 2007ISSN: 0256-7024

    COMENTARIO SOBRE WILLIAM M. GABB:LEGADO Y CONTRIBUCIONES INDITAS Y OLVIDADAS

    Percy Denyer & Oscar H. Lcke

    Escuela Centroamericana de Geologa, Universidad de Costa Rica,Apdo. 35-2060, Costa Rica

    (Recibido: 10/06/07; aceptado: 20/12/07)

    DENYER, P. & LCKE, O.H., 2007: Comentario sobre William M. Gabb: Legado y contribuciones inditas y olvidadas.- Rev.Geol. Amr. Central, 37 Especial: 91-102.

    ABSTRACT:The work of William M. Gabb comprises a collection of pioneering late XIX century ethnographical,geographical, zoological and geological interpretations focusing mainly on the then unspoiled and mostly uninhabitedTalamanca region of Costa Rica. Through arduous eld work, Gabb generated a wealth of data regarding the geology

    and geography of areas that are to this day considered inaccessible. Most of Gabbs work was published after his deathfrom disease contracted on the eld in Costa Rica but some documents remained unpublished and in archives such as

    the manuscript transcribed for this issue. Apart from the mineral resource prospecting, Gabbs geological observationstouched on several aspects of Costa Ricas geology such as the stratigraphy of the Talamanca, Candelaria and CentralValley regions, the Quaternary volcanism of the Central Volcanic Range, the countrys active seismicity and also thefossil record for which Gabb himself described 49 new species of Neogene mollusks and 1 species of echinodermfor Costa Rica. Gabbss geographical map focused also on the Talamanca Range and data was corroborated by eld

    excursions most notable of them was his ascent to the Blanco or Kamuk Peak to corroborate height observations made

    from the Caribbean coast as well as to prove the hypothesis that Kamuk wasnt in fact a volcano as was then thoughtby other naturalists. Anthropological observations were focused on indigenous mortuary ceremonies and his zoologicalobservations included the collection of 81 snake specimens from which 38 were holotypes. Gabbs legacy lives on as atestament of the true holistic approach to sciences of XIX century naturalists as well as on the social and political roleGabb and his descendants played on Costa Rican society.

    RESUMEN: El trabajo de William M. Gabb comprende una coleccin de interpretaciones pioneras en el campo de laetnografa, geografa, zoologa y geologa en la segunda mitad del siglo XIX, enfocadas principalmente en la regincostarricense de Talamanca. Mediante el arduo trabajo de campo, Gabb gener una abundancia de datos relacionadoscon la geologa y geografa de reas que an el da de hoy son consideradas prcticamente inaccesibles. La mayora deltrabajo de Gabb fue publicado despus de su muerte ocasionada por una enfermedad tropical que contrajo durante su

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    Revista Geolgica de Amrica Central, 37 Especial: 95-105, 2007 / ISSN: 0256-7024

    INTRODUCCIN

    De todos los naturalistas que visitaron CostaRica en el siglo XIX, uno de los ms notables,y que segn Hoffstetter et al. (1960) es el queproporciona las bases esenciales de la geologadel pas, resulta ser el gelogo estadounidenseWilliam More Gabb (1839-1878) (Fig. 1). Gabblleg a Costa Rica en 1873 y, durante tres aos

    estuvo en el territorio haciendo investigacingeolgica y dirigiendo la confeccin de un mapageogrfico del sureste del pas. Su llegada al pasproviene de un intento de buscar yacimientos mi-nerales en Talamanca por parte de Henry MeiggsKeith y Minor Keith, pero finalmente termina tra-bajando para el gobierno de Costa Rica (Denyer &Soto, 1999). El trabajo de Gabb en Costa Rica fueprcticamente lo ltimo que hizo, pues en las sel-vas talamanqueas contrajo malaria, que lo matsolo dos aos despus de que dej Costa Rica, asus 39 aos. Pas las ltimas semanas de su vidaadecuando parte de sus manuscritos para que pu-dieran ser publicados (Dall, 1909). Sin embargo,no pudo terminar esta labor y dej, por lo me-nos, dos trabajos inconclusos. Uno de estos fue elmapa geolgico de Talamanca, del cual Denyer &Soto (1999, 2000) rescataron una copia hecha porLuis Matamoros Sandoval (1859-1934), quienfuese director del Instituto Geogrfico Nacionalen la primera mitad del siglo XIX. El otro es

    un manuscrito, a puo y letra de Gabb, que hapermanecido indito en la biblioteca del ServicioGeolgico de Estados Unidos (USGS) y que sereproduce en este nmero especial de la RevistaGeolgica de Amrica Central.

    Sobre Gabb existen dos libros que recopilanalgunos de sus escritos geolgicos y tnicos tra-ducidos al espaol, y que son muy similares en suprimera parte. El primero (Gabb, 1895), titulado

    Informe sobre la exploracin de Talamanca veri-ficada durante los aos 1873-1874, fue introduci-do por Henri Pittier e incluye nueve captulos msun apndice sobre las colecciones de batracios yreptiles de Gabb. El segundo libro (Ferrero, 1978),titulado Talamanca, el espacio y los hombres,tiene una introduccin de Luis Ferrero, donde seincluye la primera parte titulada El Espacio, quees casi idntica al libro introducido por Pittier, yuna segunda seccin titulada Los Hombres.Como bien se deduce, tanto de los escritos de Gabbcomo aquellos que introducen sus letras, Gabb noslo se dedica a las observaciones geolgicas, sinoque cala hondo en la sociedad talamanquea a tra-vs de observaciones antropolgicas y de geogra-fa social. La historia total que envuelve a Gabb enCosta Rica es apasionante y, a pesar de haber sidocontratado con fines aplicados muy especficos,deriva en provechosas investigaciones cientficasy en la produccin del primer mapa geolgico de-tallado de una gran parte de Costa Rica.

    trabajo de campo en Costa Rica; sin embargo, algunos documentos han permanecido inditos y en archivos tal comoel manuscrito transcrito para este nmero especial. Aparte de la prospeccin de recursos minerales, las observacionesgeolgicas de Gabb trataron varios aspectos de la geologa costarricense como lo son: la estratigrafa de las regionesde Talamanca, Candelaria y el Valle Central, el volcanismo Cuaternario de la Cordillera Volcnica Central, la sismici-dad activa del pas y el registro fsil del Negeno para lo cual Gabb describi 49 nuevas especies de moluscos y unanueva especie de equinoideo. El mapa geogrco de Gabb se enfoc en la regin de Talamanca y fue corroborado

    por sus excursiones de campo, la ms notable de estas es el ascenso al pico Blanco o Kamuk, con el n de corroborar

    observaciones de altitud realizadas desde la costa Caribe, y para probar la hiptesis de que el pico Kamuk no se tratabade un volcn como hasta entonces era pensado por otros naturalistas. Sus observaciones antropolgicas se centraronen las ceremonias mortuorias indgenas y las observaciones zoolgicas incluyeron la recoleccin de 81 especimenesde serpientes, de los cuales 38 eran holotipos. El legado de Gabb contina como prueba del enfoque holstico hacialas ciencias de los naturalistas del siglo XIX, as como en el papel social y poltico de Gabb y sus descendientes en lasociedad costarricense.

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    LA GEOLOGA DE COSTA RICA

    Adems de sus travesas en Talamanca,Gabb recorri algunas otras partes del pas,l mismo escribe: cruc el pas, de oca-no a ocano, varias veces entre Limn y Punta

    Arenas, o Puntarenas, hice una excursin dentro

    de Nicoya y algunas otras ms pequeas en el in-

    terior, incluyendo visitas a los dos volcanes Iraz

    y Barba. (Gabb, 1874).Hace una comparacin de la morfologa de

    las costas La costa atlntica es cncava, con di-reccin sureste, con pocas irregularidades como

    bahas y promontorios, una playa muy continua

    de arena bordeando una sucesin de pantanos y

    lagunas. El lado Pacfico, por el contrario es mu-

    cho ms irregular con lneas curvas amplias pro-

    fundamente indentadas, por los golfos de Nicoya

    y Dulce... (Gabb, 1874). Estas observacionesson muy interesantes, pues destacan justamentelas diferencias entre la costa en un margen tect-nicamente pasivo, como es la costa caribea, conotro como el Pacfico, controlado por la zona desubduccin de la placa del Coco bajo la Caribe.

    Sobre el pico de Herradura (se refiere al

    cerro Turrubares, del que ya se discuta si era ono un volcn, y an en este siglo se afirmaba lomismo) Gabb (1874) afirma que no es un volcn.Textualmente escribi: Herradura ha sido nom-brado por la mayora de escritores como un vol-

    cn, como yo no veo razn para su suposicin,

    ms all que por su altitud y el hecho que est en

    un pas de volcanes. (Gabb, 1874).Se refiri a las calizas de los montes de

    Candelaria, que corresponden con las Calizas deParritilla, del Eoceno Superior. No puede expli-

    car sin embargo, la presencia de materiales neta-mente volcnicos (escoria, pmez, obsidiana) cu-briendo partes entre el volcn Iraz y Candelaria(Gabb, 1874). Ac se refiere a las ignimbritas deSan Gabriel y alrededores, que en la actualidad seconsideran como el producto de un arco volcni-co ahora inactivo (Denyer & Arias, 1991).

    Se percat de la amplia cobertura de depsi-tos volcnicos: Todo el pas, desde Sapote [loca-lidad ubicada unos 20 km al noreste de Turrialba,de la que posteriormente se darn ms detalles]

    Fig. 1: Fotografa de William M. Gabb. Tomado con el per-miso de U.C. Museum of Peleontology (http://www.ucmp.berkeley.eduabouthistorylipps1.php.jpg).

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    a la cima de los montes del Aguacate, excepto

    las montaas altas que bordean el valle en el sur

    [probablemente los cerros de Escaz], pueden serdescritos fcilmente como cubiertos por una capa

    de ceniza volcnica... (Gabb, 1874).Gabb tambin realiz una rpida incursin en

    la Pennsula de Nicoya, cerca de Lepanto, don-de describi lutitas metamorfoseadas, con vetasde carbn en isletas del Golfo. Probablementevio afloramientos de la hoy conocida FormacinLoma Chumico, que aflora en las cercanas deLepanto y Jicaral. Extraa sin embargo, que Gabbno hizo ninguna referencia a las rocas gneas per-tenecientes al Complejo de Nicoya, que por suextensin son la unidad geolgica ms importanteen la Pennsula.

    LA GEOLOGA DE TALAMANCA

    Cerca de la desembocadura del ro Izgui des-cribe rocas con numerosos fsiles, del Mioceno(Formacin Ro Banano). En el ro Yorkn des-cribi la existencia de lutitas y areniscas y un parde millas arriba ...buenas exposiciones de unconglomerado grueso, con rumbo N25W, que

    buza NE10... (Gabb, 1874). Aqu se refiere a laFormacin Ro Banano o Gatn, cubierta por losconglomerados de la Formacin Suretka.

    Gabb aclar que el cerro Kamuk no es unvolcn, pues esta montaa tiene una constitucingrantica, casi sin micas y con abundancia de horn-blenda, esta roca es decididamente una sienita...,la cual est cortada por diques (Gabb, 1874).

    Gabb mencion la actividad ssmica queocurri en la regin mientras haca su trabajo en

    la Talamanca: Debo mencionar un par de levesterremotos que sentimos mientras llevbamos acabo nuestras exploraciones. El 10 de agosto de

    1873, cerca de las 9 a.m. en Sipurio, sentimos un

    leve movimiento viniendo desde el SW... (Gabb,1874). Otro sismo ocurri el 8 de octubre, mien-tras Gabb estaba en Con. Adems, menciona laexperiencia de haber sentido un sismo en el mesde marzo del mismo ao durante una estada enla ciudad de San Jos. La publicacin de estemanuscrito indito permite conocer datos impor-

    tantes sobre sismicidad histrica con detalles pre-viamente desconocidos. Por ejemplo, Gonzlez

    (1910) se refiere a 20 sismos sentidos en el ao1873 pero indica que no se ha hallado el de-talle mensual.

    La localidad de Zapote (conocida como

    Sapote en los escritos del siglo pasado) es muyimportante dentro de las descripciones de fsiles(Hoffstetter et al., 1960), Gabb incluy nuevasespecies, detalladas y bautizadas en su traba-

    jo publicado postmrtem (Gabb, 1881b). Gabb(1874) describi esta localidad como cercana alro Reventazn, en la cual encuentra una seccincontinua donde afloran calizas, areniscas y lutitascon ocasionales conglomerados, que contienennumerosos fsiles caractersticos del Mioceno,algunos similares a los de Gatn en Panam.Incluso, con base en las descripciones de macro-fauna de esta localidad, Hoffstetter et al. (1960)propusieron que esta debe ser la localidad tipode la Formacin Uscari. Con base en el mapa deJos Ma. Figueroa & Oreamuno de 1883 (Ziga,1910), se localiz la quebrada Zapote, que com-parando con los mapas actuales se interpreta queestaba entre las coordenadas 224 000 y 228 000Lambert norte y 581 000 y 586 000 Lambert este(hoja Bonilla del IGN). Con base en la descrip-cin de Gabb, la localidad geolgica que l indicacomo Sapote, corresponde con las cercanas de laquebrada Lajas, pues ubica como sigue el lugar:Abajo de Sapote, sobre el ro Reventazn, en labase de la misma colina, yo tuve la oportunidad

    de examinar una extensa seccin. La distancia

    horizontal desde Sapote es ms o menos cuatro

    millas, y la vertical no mucho menos que mil pies(Gabb, 1874). Aguilar (1993) hace referencia aesta localidad geolgica como perteneciente a laFormacin Uscari.

    Gabb destac la presencia de arrecifes de co-ral, teoriza sobre el sustrato diciendo: Los arreci-fes, y los depsitos de Antillita ocurren slo cuan-

    do una colina del interior alcanza la costa, y las

    rocas ofrecen un fondo slido que permita que el

    animal coral se construya. (Gabb, 1874).Para rescatar una de las ms importantes

    contribuciones cientficas de Gabb, enumera-mos en el Apndice 2 algunas de las nuevas es-pecies de moluscos del Negeno que existen enCosta Rica y que fueron descritas como especies

    nuevas por el mismo Gabb, en la que destacanpor lo menos 30 especies de gasterpodos, 17

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    de bivalvos, 2 escapfodos y 1 equinoideo, ascomo tambin se han denominado por lo menostres nuevas especies en honor a Gabb.

    LOS DEPSITOS MINERALES DETALAMANCA

    La referencia que hizo Gabb a la presenciade oro es muy clara: ...la existencia de oro aques ms que nada de inters cientfico que econ-

    mico, las minas de oro son una falacia geolgi-ca, como l mismo escribi: Es suficiente deciraqu que tales minas no existen, para lo que hay

    suficientes razones geolgicas... (Gabb, 1875).Encontr sin embargo, algunas vetas de cuarzocon algunas cantidades de oro, en general conmuy difcil acceso (Gabb, 1895), Aparentementeen la cuenca alta del ro Lari encontr una locali-dad con vetas de cuarzo conteniendo 6 dlares deoro por tonelada. Es muy categrico en la siguien-te frase: Las supuestas minas de oro de Tisingalno pueden haber existido en el territorio explora-

    do por m.Se refiri a los extensos depsitos de mag-

    netita en la costa, como arena magntica de hie-rro y menciona la manifestacin de este mineralen la localidad de Puerto Viejo, hipotetiz sobresu fuente, que: debe ser bajo el mar, probable-mente desde un afloramiento submarino de rocas

    granticas (Gabb, 1874).Con respecto a los depsitos de carbn, in-

    dic que existe una faja continua desde la des-embocadura del ro Changuinola hasta Matina(Gabb, 1895). Especficamente menciona lalocalidad de Watsi, otro pequeo tributario del

    Tiliri, y la cara norte de las montaas Negro,en la cabecera de Hone Creek (Gabb, 1874). Laconclusin de este gelogo del siglo pasado yahaba sido muy elocuente y expresada de la si-guiente manera: Este carbn se averigu serde tan mala calidad como el de la Carpintera

    y absolutamente impropio para combustible(Gabb, 1895). La existencia de petrleo fue re-portada en un solo punto en Alto Telire: cerca de una milla antes de llegar al Taberi,

    he encontrado un pequeo manantial de petr-

    leo. [] el caracterstico olor, color y saboreran muy marcados para estar equivocado.

    Sin embargo, Gabb recomienda ser precavidoscon base en las desastrosas experiencias deCalifornia.

    CONTRIBUCIN GEOLGICAEl mapa geolgico de Gabb es, sin duda al-

    guna, el primer mapa que registra la geologa deuna regin del pas y, cuyas relaciones conceptua-les pueden ser todava consideradas como vlidas(Denyer & Soto, 2000). Curiosamente, permane-ci indito por ms de un siglo, como lo afirmaGonzlez (1976), y lo ratifican Draper y Dengo(1990). Henri Pittier se refiere a este mapa de lasiguiente forma, en la introduccin del libro deGabb (1895): El mapa geolgico de Gabb eshasta hoy la nica contribucin que poseemos

    acerca de la constitucin geognstica de la parte

    meridional de Costa Rica. Es de sentirse que no

    haya visto an la luz, junto con una recopilacin

    cuidadosa de los datos en que se funda. La re-construccin de este mapa que aparece en Denyer& Soto (2000) es una adecuacin digital, basadaen una copia hecha por Luis Matamoros Sandoval(1859-1934), quien fue director del InstitutoGeogrfico Nacional.

    CONTRIBUCIN ANTROPOLGICA YETNOGRFICA

    Gabb, no solo investig los aspectos geol-gicos, sino que tambin hizo observaciones etno-lgicas, que son destacadas por Bozzoli (1972,1986), Ferrero (1979) y Boza (2003), entre mu-

    chos otros autores. El seor William Cox, asisten-te archivista del Smithsoniano, escribi ...Gabbcolect especmenes etnolgicos y zoolgicos,

    los que el don al Smithsoniano... Nosotros no

    tenemos publicaciones, mapas, ni otros materia-

    les creados por Gabb durante su exploracin en

    Talamanca. (1992, com. esc.). Mara EugeniaIbarra (2008, com. pers.) fue testigo, en una vi-sita al Smithsonian, de la sorprendente coleccinde artefactos indgenas, mandada por Gabb desdeCosta Rica, que incluso afirma contiene quipus,

    lanzas, vestimentas y muchos otros artefactos.Entre las descripciones que hace Gabb sobre el

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    comportamiento indgena se pueden citar las ce-remonias mortuorias, que incluan cantos, danzasy comilonas: ...toda la chicha, chocolate y ali-mento, fue preparado. Encendiose el fuego en-

    tre cnticos ... este era el fuego sagrado... (en:Ferrero ,1978)

    Formose una procesin, a la cabeza iban lossacerdotes con sus cascabeles. Despus segua el

    coro de cantores con sus tambores. Enseguida el

    cuerpo, llevado por dos hombres y precedido por

    dos viudas, cada una teniendo la punta de una

    de las cuerdas de algodn, como si condujeran al

    muerto a su descanso final. (en: Ferrero 1978).

    COLECCIN ZOOLGICA

    El espritu naturalista de Gabb, lo lleva a ha-cer colectas de historia natural, como l mismoescribi en la carta que dirige al Presidente de laRepblica Toms Guardia, al finalizar su trabajoen Costa Rica: Adems de los informes y mapasque acompao, se han formado por mi cuidado

    grandes colecciones de historia natural, las cua-

    les he remitido de vez en cuando al Smithsonian

    Institution en Washington, de acuerdo con las

    instrucciones que al efecto me suministr el se-

    or Keith (esta carta aparece en la publicacinde Gabb, rescatada en espaol por Henri Pittier(Gabb, 1895). Savage (1970) hace un recuento desus colecciones herpetolgicas, en donde deja enevidencia la gran cantidad de especmenes colec-tados por Gabb, se indica que esta coleccin esten el Museo Nacional de Estados Unidos. Estacoleccin fue catalogada por Edward D. Cope,quien sac una monografa de edicin limitada

    de 50 copias (Cope, 1875) y que fue debidamentepublicada el ao siguiente (Cope, 1876). De la co-leccin que mand Gabb, Cope reporta 81 espe-cmenes, de los cuales 38 son holotipos (Savage,1970). Entre los acompaantes costarricenses na-turalistas, en las expediciones de Gabb se encuen-tran Juan Cooper y Jos Cstulo Zeledn (1846-1923), ambos acompaaron a Gabb al ascenso delcerro Utyum. Cooper fue preparador de pieles ycolector de plantas. Zeledn, que haba estudiadolas colecciones de aves en el Smithsonian, hizo el

    Catlogo de las Aves de Costa Rica, publicada en1885 por el Instituto Smithsoniano y fue uno de

    los fundadores del Museo Nacional. La presen-cia de Zeledn en la exploracin de la Talamancafue impuesto por Henry M. Keith, que en la cartacontrato dirigida a Gabb dice: Es mi deseo queel Sr. J.C. Zeledn de Costa Rica ser miem-

    bro de su partida. (Archivo Nacional, SeccinAdministrativa no. 378).

    MAPA GEOGRFICO

    El mapa geogrfico que realiz Gabb, fue pu-blicado (escala 1: 600 000) en 1877, bajo la auto-ra de Gabb, Collins & Martnez, por una revistageogrfica alemana Petermann GeographischeMittheilungen, donde incluye un comentarioal mapa, del que se publica una traduccin deloriginal en alemn, en este volumen especial.Petermann (1887), hace referencia a una carta deGabb, fechada el 30 de noviembre de 1874, de lacual transcribe el siguiente prrafo: ...Si se ex-cepta la lnea de la costa prxima a Limn, todo

    el mapa descansa sobre el valor de nuestras pro-

    pias medidas. La lnea de costa a que me refiero

    la levant Beyer y se incluy en nuestro mapa por

    deseo del Ministro de Obras Pblicas. No solo

    hemos medido el interior, sino que tambin he-

    mos practicado nuevas medidas y rectificado las

    de Limn a Boca del Drago, teniendo como base

    una combinacin de las medidas con cadena, y

    de triangulaciones... Aunque las medidas de este

    plano no aspiran en sus detalles a una correccin

    absoluta, puede que sean ms exactas que las de

    muchos pases civilizados. La posicin de los ros

    est bien marcada y su curso exactamente repre-

    sentado; la nomenclatura es fontica y conforme

    al alfabeto castellano. Encontrar tambin quehe cambiado algunos nombres. Los de los ros

    Changuinola y Sicsaula o Sicsola son nombres

    mosquitos y solo los usan los negros de la cos-

    ta que tienen relaciones con ellos, de quienes los

    he tomado. Los verdaderos nombres son Tilorio

    y Tiliri, los nicamente empleados por los indios

    del pas. Sicsola significa en la lengua mosqui-

    ta ro Banano (ola-ro): tambin cerca de Limn

    se encuentra un ro Banano y otro Bananito...Resalta, en esta carta, la preocupacin de Gabb

    por mantener los nombres autctonos y la proce-dencia y vigencia de stos.

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    Gabb hace el ascenso de Pico Blanco, en elque participan 21 personas, casi todos portadores,que llevan pltanos como comida bsica (en rea-lidad ms voluminosos y pesados que nutritivos-

    sufrimos mucho por la falta de alimentos: Gabb,1895). En esta expedicin determina la altura deeste pico en 9 562 pies (2 914 m) y lo ubica comola cima ms elevada de Talamanca. Pittier, en elcitado documento de 1895, deja una nota de piede pgina donde aclara que Pico Blanco no es laaltura mxima de Talamanca, pues existen otroscomo el cerro Buena Vista que tiene 3 299 m y elChirrip Grande (aunque no da su altura); indicatambin la controversia con los mapas del almi-

    rantazgo ingls que indican que Pico Blanco tiene3 109 m. Parece haber habido alguna confusincon los datos expresados en Gabb (1895), pues enGabb (1874) dice que asciende al Kamuk o PicoBlanco el 13 de junio de 1874 y escribe: El resul-tado dio 11,877.8 pies para la altura sobre el nivel

    del mar. Por lo que se asemeja mucho ms a losdatos actuales del Instituto Geogrfico Nacional(I.G.N.) que le asignan una altura de 3 549 m, yel clculo de Gabb de 3 620 m difiere en slo 71m, mientras que los datos del Almirantazgo ingls

    difieren en 440 m. Los nmeros son elocuentespor s mismos (cuadro 1), aunque probablemente

    hubo algn error en la transcripcin o en la tra-duccin de Gabb publicada en 1895.

    Jos Mara Figueroa (Albm de Figueroa, p.

    241, ANCR) hace una severa crtica a la carto-grafa de Gabb, Collins y Martinez, textualmentedice: ...el profesor [se refiere a Gabb] levantun plano que por lo q. se v no tiene nada de

    cientfico, pues hace depender la cabecera del

    rio Teliri de la laguna mejor dicho ojo de agua

    situado mas al oeste del cerro frio y atravesando

    la cordillera madre que casi llega mui cerca de la

    Dota, en esto nomas se conoce la equivocacion

    garrafal con respecto al rio Changuinola que

    pone en su plano se v que lo hiso de poca ms

    o mnos pues no se parece en nada, dicho profe-sor en lugar de hacer estudios se mantuvo lo mas

    del tiempo disecando aves y tigres,.... El mapade Gabb, Collins & Martnez (Petermann, 1877)adoleca de algunos errores, el Obispo Thiel se re-fiere a este mapa de la siguiente forma: ... tieneciertamente defectos, pero es mucho ms perfecto

    que el mapa de Ponce de Len. Ciertamente, loque apunta Figueroa es correcto, la configuracinde la cabecera del ro Teliri, hoy conocida comoTelire es colocada errneamente por Gabb entre

    los cerros Buenavista y Vueltas, probablementeen el punto conocido como Ojo de Agua, puesto

    Cerro / volcnReportadas por Gabb Altura moderna (m)

    (basado en cartografaescala 1:200 000 IGN)Referencia Pies Metros

    KamkGabb (1874) 11 877.8 3 620

    3 549Gabb (1895) 9 652 2 942

    Buenavista Gabb (1895) 10 824 3 299 3 491

    U-Jum Gabb (1874) 10 000 11 000 3 048 3 3533 060

    Gabb et al. (1887) 8 700 2 652

    Turrialba Gabb (1874) Aprox. 11 500 3 5053 329

    Gabb et al. (1887) 11 350 3 459

    Iraz Gabb (1874) 11 356 3 4613 432

    Gabb et al. (1887) 11500 3 505

    Barva Gabb (1874) 9 276 2 8272 906

    Gabb et al. (1887) 8700 2 652

    Pos Gabb et al. (1887) 8 895 2 711 2 704

    Cuadro 1

    Alturas calculadas por William M. Gabb y correlacin con clculos modernos

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    que indica la presencia de una laguna a 8 000 piesde elevacin.

    Para los levantamientos cartogrficos, Gabbutiliza a su asistente Juan de la Cruz Martnez, na-tivo de Santiago de Cuba, quien haba sido asisten-te de Gabb durante los levantamientos hechos enSanto Domingo, pero este cae muy enfermo duran-te el trabajo en Talamanca, por motivo de la mala-ria (Gabb, 1895) y es sustituido por W.P. Collins,de ah la autora del mapa en que aparece Gabb,Collins y Martnez. Se usa la tecnologa disponibleen la poca: triangulaciones, alturas baromtricas(p.e. para determinar la altura de Pico Blanco enTalamanca) y nivelaciones, que por las caracters-ticas de la poca debieron ser muy difciles. Pittierda un dato que esclarece la metodologa usada porGabb, al indicar que us un barmetro fabricado

    por Green, lo que aparentemente induce mucha

    confianza (Gabb, 1895).Para poder analizar el mapa de Gabb a la luzde la nueva cartografa, se recopil la informacinhidrogrfica de la regin de Talamanca, usandolos mapas escala 1:50 000 del Instituto GeogrficoNacional. Del mapa de Gabb se digitalizaron losros de la misma regin y se procedi a sobrepo-ner ambos mapas (Fig. 2), para lo cual se us elcerro Kamuk y la lnea de costa como principalreferencia. Como no calzaron, se procedi a de-formar (rotacin y cizalle) el mapa de Gabb, hasta

    que los puntos escogidos coincidieran. Una vezhecho esto resulta evidente que el error principal

    que cometi Gabb y sus asistentes fue la ausenciade la cuenca del ro La Estrella y la prolongacin,hacia el noroeste, del ro Telire (Tiliri).

    RESEA BIOGRFICAGabb (Fig. 3) fue hijo de Joseph, comerciante,

    y Christina. Naci en Filadelfia el 20 de enero de1839. Asisti a la escuela pblica, y su educacinsecundaria la recibi en la renombrada Central

    Fig. 3: Fotografa en la que se observan (de izquierda a dere-

    cha) Jos Saldaa, Ramn Almengor, Antonio Saldaa su hijaVictoria y Guillermo Gabb. Foto de Archivos Nacionales.

    Fig. 2: Comparacin entre la hidrografa actual del Instituto Geogrfico Nacional (IGN) y el mapa de Gabb et al., 1887.

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    High School de Filadelfia, donde se gradu conhonores. Mostr siempre mucho inters por lasciencias naturales, la malacologa y la mineralo-ga, e incluso era un frecuente visitante del Museo

    de la Academia Natural de Ciencias. En febrerode 1857 recibi el grado de Arts Bachelor, y unosaos ms tarde, la maestra. Su bigrafo, Dall(1909), del cual extractamos la mayor parte de subiografa, expresa su extraeza de que Gabb hayapodido seguir su inclinacin por la ciencia, porcarecer de recursos financieros.

    Entre 1857 y 1860, sirvi como asistente delProfesor James Hall, el ms connotado gelogo dela poca. El 31 de enero de 1860 fue electo miembrode la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfiay en 1862 miembro y curador de la Academia deCiencias de California. Entre 1862 y 1867 trabajpara el Servicio Geolgico del Estado de California,en las montaas del valle de California, aunquetambin estuvo en el desierto de Mojave, FortTejon, Oregon, Sierra Nevada, la sierra de la Costa,la Montaa Blanca y Baja California. Dedic granparte de 1865 a trabajar con los fsiles, y gracias asus cualidades artsticas, l mismo preparaba suspropios dibujos (Dall, 1909).

    En 1869 reinici sus investigaciones, peroahora en la exploracin topogrfica y geolgicaen Repblica Dominicana. De 1873 a 1876 tra-baj para el gobierno de Costa Rica. Durante suestancia en este pas comenz a sufrir una malariasevera, y posteriormente una neumona, lo que ledej sus pulmones muy debilitados, y lo hizo unafcil vctima de la tuberculosis. El 30 de mayo de1878 falleci y fue sepultado en el cementerio deWoodland, cerca de Filadelfia. Durante sus veinteaos de trabajo profesional en las ciencias geol-

    gicas -desde 1859 hasta 1878- produjo 91 publi-caciones, incluyendo las pstumas y las traduc-ciones. Sobre Costa Rica se pueden contabilizarpor lo menos 5 trabajos geolgicos originales yms de 10 reproducciones, traducciones y publi-caciones no geolgicas (Denyer & Soto, 2000).

    EL PERSONAJE

    Su trabajo en Costa Rica signific un tremen-

    do desgaste en su salud, e incluso anmicamente sepercibe el feroz esfuerzo que tuvo que hacer para

    soportar largas caminatas en un clima mucho mshmedo y agreste de lo que estaba acostumbrado.En tres aos de trabajo (1869-1871) cubri 8 000kilmetros cuadrados. Como l mismo lo descri-

    be: En un pas abierto, con buenas rutas de via-je, yo pude fcilmente haber completado en tres o

    cuatro meses toda la exploracin geolgica que

    necesit diez y siete meses, del trabajo ms duro

    que nunca hice en mi vida. En el mismo prrafoescribi en forma mucho ms emotiva: Este noes el lugar para hablar de trabajo agotador y su-

    frimiento de estar expuesto por semanas a lluvias

    continuas, cruzando ros crecidos bajo el riesgo

    de nuestras propias vidas, de fiebres; en breve de

    todos los placenteros episodios inevitablemente

    conectados con el trabajo en bosques tropicales

    primarios (Gabb, 1875). Su ltima frase lo dela-ta, sin embargo, como un aventurero, pues a pesarde las penalidades y sufrimientos del trabajo, daa entender que los placenteros episodios borranlo anterior.

    En sus aos de andanzas por las selvas deTalamanca, dej un descendiente, cuya madrellamada Florencia segn Boza (2003) y Victoria,segn Savage (1970), era cuada de John Lyon,quien era un estadounidense que viva en esos pa-rajes desde 1856, y que atendi a Gabb durante supermanencia. Savage (1970) afirma que en 1964,l encontr todava un descendiente de Gabb,Francisco Gabb y seala la belleza indgena de labisnieta de Gabb, Victoria Gabb. Lyon era muyrespetado entre los indgenas y por su interven-cin llev al hijo de Gabb en 1886 a San Jos,donde fue educado por cuenta del gobierno de laRepblica, estudi la enseanza primaria en laEscuela Nueva de Alajuela y continu en el Liceo

    de Costa Rica, donde obtuvo su certificado, des-pus de algunos problemas retorn a Talamanca(Boza, 2003). Posteriormente sirvi como intr-prete y as ayud a otros investigadores comoSapper y Pittier (Ferrero, 1978). Guillermo GabbLyon fue uno de los personajes indgenas msdestacados de la poca, y fue un aliado del caciqueAntonio Saldaa. Guillermo se convirti en unpersonaje destacado de la poltica talamanqueay limonense. Fue secretario de la Jefatura Polticade Talamanca, sndico de la Municipalidad de

    Limn, miembro en varias ocasiones de la MesaElectoral de Talamanca y varias veces elector

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    de segundo grado por Talamanca. Era un exce-lente intrprete, y ayud a investigadores comoAdolfo Tonduz, Henri Pittier y Karl Sapper du-rante sus expediciones a Talamanca. Adems, en

    1905 public en Londres una versin al bribri delEvangelio segn San Juan, probablemente a ins-tancia de los misioneros lazaristas establecidos enTalamanca desde 1895 (Boza, 2003).

    COMENTARIO FINAL

    En este volumen especial, se incluye, por pri-mera vez, la publicacin On the Geology of theRepublic of Costa Rica, que haba permanecidocomo un manuscrito indito. Adems, se incluyeel mapa geogrfico de Gabb, Collins & Martnez,que aunque fue publicado por Peterman en 1887, elgran detalle que presenta, para la poca en que fuehecho es de admirar. Tambin se incluye la traduc-cin del cometario de Peterman sobre este mapa.

    Se escribe este comentario como un home-naje pstumo a la figura de Gabb, pionero de lageologa en Costa Rica.

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