Dirección general: Ileana Reyes l Artes: Cobá divulgaciones l Concepto creativo: Javier Covo Torres (Covo) l Diseño: Sara Covo l Ventas: 1955843 . Way Publicidad + Humor. Marzo 2014. Año 3, Número 27, es una publicación mensual editada por Cobá divulgaciones. Calle 22 #121A, Colonia Loma Bonita. Mérida, Yucatán. Se distribuyen 10,000 ejemplares en forma gratuita en la zona norte de la ciudad de Mérida. Queda prohibida la reproducción parcial o total de los artículos o las ilustraciones y/o personajes de la revista, sin previa autorización de la misma. El editor no se hace responsable de daños y perjuicios ocasionados por el contenido de los anuncios publicitarios impresos en esta revista. Las opiniones expresadas no reflejan la postura del editor de esta publicación. Certificado de licitud en trámite.

Abril lluvias mil, y que caigan pero ojalá

dosificaditas pa’ que no se nos alborote el bochorno ni la mosquitera que se retienta tras los primeros chubascos de este mes de fervor religioso y reencuentros con la vida de mar y el arrullo hipnótico de las olas que nos sorprende en una siesta beatífica de hamaca y tikinxic bajo el cobijo fresco de las palapas.Llegaste sin avisar con tu trompeta broncínea de heraldo dionisíaco, anunciando con hervores pasajeros los calores milenarios que nos aguardan

en los meses truculentos de mayo y junio y que todos esperamos

resignados poniéndole el cuerpo completo y abriendo la boca al sol como el

toloc en las albarradas de esta tierra húmeda donde el calor nos regala consuelo de primaveras para que florezca el tajonal y el dzidzilché y aparezca como por encanto un enjambre de meliponas alborotadas que le roban ambrosía para regalarle a su reina el bálsamo radiante de su miel dorada, un regalo sagrado que estas artesanas yucatecas fraguan con néctar de eternidad.

—¡Hasta que te veo, purux! —Estoy con mi novia, donia Way. En que se metió a la tienda a comprar le dije que mejor la espero aquí afuera.—¿Ya se te quitó tu kampach?—To´avía, pero ayer no fui al ortopedista sino donde el neurólogo, porque todo se me estaba olvidando. —Andas desmemoriado por ver tanta tele, purux. ¿No leíste el artículo que te di la semana pasada? Ahí dice clarito que una hora a la semana de tele te afecta tu memoria porque estás tiradote sin hacer nada.—Por eso ahora juego memory y hago crucigramas y sudokus pa´record ar los conocimientos.—Que deben ser escasos, purux. ¿También leíste lo de los alimentos? ¡Tienes que aprender a comer tofu, ninio, que no todo en la vida es chocolomo y cochinita!—Si el frijol con puerco volviera memorioso, yo me acordaría hasta de mi tatatatarabuelo maya que sacrificaron en la pirámide de Kukulcán. Pero parece que lo que ayuda a la memoria es el café y un montón de verduras como el gingko biloba, el ginseng, la lecitina de soya, las espinacas y una mata que se llama anacardo. ¡Que investiguen la chaya, que sirve para todo!, porque si hay que embutirse esas cosas raras ya estuvo que me quedé sin memoria. —Y hasta sin disco duro te vas a quedar si no la ejercitas.

—El doctor me dio mis tips para mantener la memoria activa. Todos los días memorizo un nuevo número de teléfono. Me lo repito y me lo repito y lo relaciono con las personas conocidas. Ya no uso calculadora y saco mi regla de tres sumando, dividiendo y multiplicando como aprendí, con los dedos.—¿Y tus olvidos no serán por estrés?—Me dijo que el estrés, el cansancio y la falta de sueño son malísimos para la memoria.

—Y ya no eres un dzirulitito, ¿ah?—El doctor me explicó que cuando uno es grande tiene un montón de recuerdos y que eso hace que se creen nuevos círculos de neuronas que cada vez se hacen más complicados. Hay que mantener el cerebro sano porque si no, termina uno olvidando lo que pasó ayer y acordándose de la carriola donde lo llevaban a uno a los dos años.—Maare, qué buena consulta tuviste, ¿Y cómo se llama tu doctor de la memoria?—Se llama… maare tú… ¿Cómo se llama ese gallo?... ¿Cómo era?...Dime donia Way, ¿cómo se llama ese parque en el centro de Mérida, donde ponen serenatas en la noche?—Es el parque de Santa Lucía, ninio.—¡Eso! ´Pérame y llamo a mi novia: ¡Lucía, Lucía! ¿Cómo se llama el doctor que fui a ver ayer?

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“El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.”- Goethe

Purux, el desmemoriado

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“Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará.” - Ludwig van Beethoven

“El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.”- Giovanni Papini

Asana del acechón

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YucabularioENRIQUECE TU

1— PIMA) Árbol yucatecoB) Tortilla gruesaC)Pájaro D) Penca de henequén

1) B. 2) B. 3) A. 4) A. 5) D. 6) D

5— OCHA) Oquedad, cuevaB) TórtolaC) Puerta de casaD) Zarigüeya, zorro

2— YA’YAA) AbuelitoB) HeridaC) Fruto regionalD) Sujetar, afianzar3— XULABA) Hormiga arrieraB) Choza mayaC) BesoD) Pueblo yucateco4— SIKILPAKA) Salsa de pepitaB) Hojas del maízC) Bolsa de mercadoD) Risueño, alegre.

6— POTS’A) CalabazaB) AbrazoC) MajarD) Resbalar

“El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.”- Giovanni Papini “No mires nunca de donde vienes, sino a donde vas.”- Pierre Augustin de Beaumarchais

X’la Yogacon donia Way

Asana del acechón

...Te doblas todita hasta

el piso...

Y si no te puedes enderezar, a’ te quedas dando tu acechón.

Tonifica tu kampach y los nervios de tus piernas. Ensuaviza tu columna y ayuda a tu digestión. Toda tu circulación se activa por eso tu sistema inmunológico se pone xux. Pero lo mejor de todo es que tranquiliza tu mente, ¿ya te fi’aste?

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“El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era.” - Paul Valéry

Miguel bose4 de abril

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No aquí naciste, papito, pero tampoco naciste tan lejos. Si en lugar de nacer en Panamá, donde ese día toreaba tu papi

Dominguín, hubieras nacido más arribita, en mi península yucateca, donde Dominguín hubiera toreado en un sabadín toros de Sinkeuel, —esos que están very güel— en la Plaza de Toros Mérida, no hubieras tenido que alborotar a todas las quinceañeras lindas del mundo con aquello de que “quiero estar seguro antes que se junten nuestros cuerpos”, ni decirle a todas tus amigas que si has sido vida fue por darle a ellas la vida, ni te hubiera tocado ponerte tu peluca de güera pa’ hacerla de

SI hubieras nacido en YUCATÁN

travesti entaconado y besar a la Victoria abril en una película de Almodóvar. Si hubieras nacido en Yucatán, en lugar de tu “Grammy de Plata”, te hubiéramos dado tu “Chocolomo de Oro” y no hubieras tenido que salir a decirle todo el mundo que eres el amante “bandido, bandido”, porque aquí en mi tierra los bandidos son asesinos que matan con un beso ídem y lo único que hacen es parase con guitarra y sombrerito en la Plaza Grande pa’ cantar a la luz de la luna las serenatas más bellas del mundo sin tener que salir en la tele con falda-pantalón, pa´que se conozca la calidad de la melcocha, ¿Ya te fi´aste, lindo hermoso?

“No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto.” - Albert Einstein

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El sonido del tunkul aún retumba en el eco milenario de ceremonias ancestrales en esta caverna profunda de senderos

insondables y pasajes misteriosos que se abren a grandes aposentos con lluvias pétreas de estalacticas que filtran chispas acuosas como lágrimas de luz, diminutas centellas fugaces que nacen y mueren cuando el sol las toca en la gran bóveda de manos milenarias impresas en las paredes húmedas, donde la imponente columna de piedra la gigantesca estalactita que une la cúpula con el suelo como una gran ceiba sagrada que crece en el interior de la tierra,

que hunde sus raíces en la heredad de los muertos y extiende sus ramas hacia mundos celestiales rodeada de incensarios humeantes, pectorales de coral, platos sagrados, reliquias de Chaac, amuletos de Kinich, puntas de pedernal, espinas de mantarraya y jaguares de jade; ofrendas que anuncian la cámara real que resguarda el Trono del Balam, el gran altar maya de rituales y sacrificios, antesala del encuentro con los nueve universos de los Bolontikú, los príncipes azules de la noche, los señores del tiempo y del destino, las nueve deidades del inframundo.

Maravillas de mi tierra Grutas de Balankanché Portal del

inframundo maya

Ma’re, y seguro tú ni sabías que

Balankanché existía, ¿ah?

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Ma’are tú, no veía yo al Turix Ancona desde que jugábamos chácara en la primaria, antes que su familia se fuera a las Europas por un puestazo diplomático que le dieron al papá. No sé cómo logró el Turix pasar estos veinte años fuera de su tierra; quince años sin queso relleno, ni salbutes, ni frijolito con puerco, ni tortillita ni habanero…Todo ese tiempo sin el mar de Progreso, sin los paseos en lancha por el Puerto ni el pescado frito de chicxulub. ¡Ma’are! Es que en todo el colegio no había chamaco más yucateco que el Turix Ancona. Llevaba en la lonchera tutis y horchata, en el descanso se embutía su soldado de chocolate con hojaldra y antes de regresar a su casa se despachaba sus dos tamalitos colados con agua de chaya. Y no estaba subido de peso, ¿ah? Se ve que todo lo que consumía se lo gastaba en brincotear y correr por los salones, cuando no estaba jugando a la kimbomba; no como los chamacos de ahora que quedan emposmados de chatarra y se quedan aparragados frente a su computadora o con sus jueguitos de celular.¡Cómo me divertí en aquellos años con el Turix Ancona! Hasta enamorado de mí quedó el mentecato, por eso le dije a mi boxito que me acompañara cuando me habló para decirme que estaba en Mérida y que

quería verme pa´que le mostrara cómo había crecido la ciudad. Le habían contado que hasta rascacielos ya teníamos y que él no podía creer que habiendo tanto espacio en Yucatán tuviéramos que irnos a vivir en las nubes. Yo le contesté que en las nubes estaba él porque ya Mérida no sólo era “la blanca”, sino que también era “la alta” y que ya estábamos paladeando con altura las mieles del primer mundo. Me dijo que estaba impactado y medio zorot con tanta modernidad y que me esperaba en el remate del Paseo de Montejo. Allá fuimos a verlo. Estaba embarnecido y más cabezón, pero

la verdad, no había cambiado mucho. Me dio mi beso y mi abrazo y saludó al boxito diciéndole lo afortunado que era por estar conmigo…Ma’are, me conmovió el Turix, ¿masinó? ¡Nunca me imaginé que conociera tanto la calidad de la melcocha!—Vamos a llamar un taxi, Turix—le dije.—¿Taxi? Antes en Mérida sólo había cuatro taxis y siempre estaban en la Plaza Grande.—Ahora alzas el brazo y… ¡Mira, ahí viene uno!, le dije mientras el coche se acercaba.Turix se fue adelante y atrás quedamos el boxito y yo. El taxi inició su recorrido y nos pusimos a disfrutar la anchurosa avenida de acacias y ramones que bañan de

Odisea en el Paseo de Montejo

“Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.”. - Françoise Sagan

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sombra el esplendor de las casonas francesas que dieron lustre a esta ciudad por obra y gracia del oro verde, cuando toda la península era un inmenso henequenal que vestía de esmeralda aceitunada la vasta llanura caliza de Yucatán. Estábamos diciendo que si París tuviera su Paseo de Montejo, sería como Mérida, cuando mi box quiso saber cuánto nos iba a costar el paseo y tuvo la ocurrencia de tocarle el hombro al taxista. ¡Ahí fue Troya! El hombre pegó un aullido espeluznante, soltó la manejera y hundió la sandalia en el pedal de velocidad. A Turix le dio su acecido cuando el taxi casi se empotra bajo la defensa de un camióm de pasaje antes de remontar la jardinera divisoria para bajar al otro lado y en sentido contrario entre bocinazos, chirridos, frenazos y palabrotas. El taxista pedía auxilio con medio cuerpo fuera, mi boxito rezaba y yo quería levantar el seguro de mi puerta cuando el taxi descontrolado se fue contra el Monumento a la Patria. Turix pegó un grito cuando el auto subió la escarpa de la rotonda y trepó escaleras arriba espantando a los turistas que posaban al pie de la mestiza imponente que representa la Patria, en cuyos brazos quedó colgado el taxista cuando el coche se estampó contra la columna y apagó el fuego simbólico zampando al boxito de cabeza en el hueco del pebetero.Hubo un silencio sordo antes que el taxista, entre el humo y los estertores del motor le reprochara al box desde lo alto:—¡No me vuelvas a hacer eso, casi me matas del susto!—¡Way! ¿Y todo eso porque te toqué el hombro, purux?—contestó con la cabeza incrustada en el pebetero.—Es que es mi primer día de trabajo como taxista.—¿Y eso qué, ninio? ¿Qué trabajo tenías antes, ah? —¿Yo? ¡Estuve 25 años de chofer de una carroza funeraria!

“Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.”. - Françoise Sagan “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.” - Eleanor Roosevelt

Dímelo en huiroChucherías del habla yucateca

AXCuando a un dzirulito le aparece una de esas verrugas que salen en los dedos, en las manos o en los brazos, se dice que le

Le dije, “ninio, en

que te salió tu ax, te

llevo con el hmen”.

Tuéstale este alacrán y lo mueles en tu molcajete. Le pones agua,

azúcar y le das su taza todas las mañanas por

diez días.

Si sobrevive, le repites la dosis.

—¿Qué haces mi purux, ’ tas leyendo, ¿ah? ¡Ya era hora que le dieras su xaniadita a tus neuronas!—Ma’re donia Way, tá difícil este libro…ya hasta me dio mi dolor de cabeza…—Has avanzado, ¿en qué página vas, ah?—Es cierto, ya voy por la página 188.—¿Y qué no entiendes, purux?—Pa´serte sincero ninia, desde la página uno hasta ahora, ¡nada!—¡Way! ¿Acaso no sabes leer?—Sí se leer, donia Way, pero es que casi todas las cosas que dicen en este libro, ¡están en inglés!—¿Y acaso tu libro es de idiomas, ah?—¡Arredovaya! Es de mercadotecnia, ¿ya te fi´aste?...Pero desde el título tienes que buscar tu diccionario, ¿A lo viste? “Marquetin para dumies”.—Es cierto:“Marketing para dummies”, eso quiere decir “Mercadotecnia para tontitos”... como tú, purux.—¡Además me insultan en inglés!, y eso es en la portada; en las páginas de adentro está todo llenito de palabrotas como benchmarking, branding, direct Marketing, focus group, joint Venture, mailing, target, y trademark, pa’ nombrarte unas cuantas.—Te lo dicen con carinio, ninio. Pero no te preocupes que yo te lo voy a explicar clarito, pa´que no se te olvide, óilo: Si estoy en la vaquería, te veo, me pongo alado y te digo: “Ninio, yo beso muy bien”, estoy haciendo marketing directo. Si en esa misma vaquería que estoy con mis amigas te veo y una de ellas va contigo, me señala y te dice “Maa, purux de lo que te pierdes porque ella

besa muy bien”. Eso es publicidad, ¿ya te fi’aste? Si en esa vaquería te pido el número de tu celular y al día siguiente te hablo y te digo: “Hola, purux. Yo beso muy bien, ¿ah?”, estoy haciendo telemarketing. Pero si lo que hago es arreglarme mi terno, ir donde tú estas, abrocharte el botón de tu guayabera y decirte al oído “Pa’ que sepas, purux. Yo beso muy bien”, entonces estoy haciendo mis relaciones públicas. ¿Vas captando? —Ma’re tú, ahora sí lo entiendo…¡Hasta ganas tengo de ir contigo a la vaquería, linda hermosa!Si en esa vaquería tú te me acercas y me

dices con esos ojazos huiros que te mandas: “Me han dicho que besas muy bien, ninia”. Eso se llama reconocimiento de marca. Si te veo y te convenzo pa’ que invites a salir a mi mejor amiga, a mi i’ich; eso se llama representación de ventas. Pero si mi amiga no te gusta y me llamas, entonces estoy haciendo soporte técnico.—¿Y cuándo salimos de la vaquería, donia way?—Si cuando me llevas a mi casa en tu triciclo me doy cuenta del moloch de boxitos que me ven, me bajo y me pongo a gritonear en la mitad de la calle “Boxitos, yo beso requetebién”, me callas la boca purux, porque eso no lo debo hacer nunca.—¡Claro que no te vo’a dejar que lo hagas, ninia! ¿Eso cómo se llama en mercadotecnia?—Spam, boxito, se llama spam, y terminan tirándote a la papelera de reciclaje, ¿ya te fi´aste?

Marketing en la vaquería

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“La única patria que tiene el hombre es su infancia.”. - Rainer María Rilke

“La única patria que tiene el hombre es su infancia.”. - Rainer María Rilke

ocho tipos de gerente

el atila

el puntilloso

el farolero el “vira y torna” el ausente

el pinchador el pontificador el convenenciero

Duele, pero da resultados

...Dice el’

...pero quisiera que usaras la letra times new roman

Podrias hacer unas diapositivas para mi discurso de premiacion

en tu proyecto?

Usa solo estos temas cuando hables con el gran jefe.

...Y espero que no hayas hecho planes para este fin de semana...

...antes de hacer la exposicion revisemos otra vez el hiperciclo

de Gartner.

...y traje estos salbutitos para

embutirnos mientras revisamos el proyecto.

“Los niños son la esperanza del mundo.”. - José Martí

“La niñez es la etapa en que todos los hombres son creadores.” - Juana de Ibarbourou

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“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad.” - Karl A. Menninger

Empezó el calor, ¿ah? Eso es lo malo. Lo bueno es que todos los fines de semana voy a Progreso a tirarme en mi hamaca para saborear mi heladito. Con los arrullos de las olas vienen los recuerdos de mi infancia cuando iba de la mano de mi chichí los sábados en la mañana para ir al mercado a buscar las frutas y verduras más frescas para la comida. ¡Qué tiempos! Nada de lo que uno comía tenía esa cantidad de químicos que tiene hoy; todo era natural, como ese helado que siempre me daba mi chichí para quitarme el calor por ese moloch de gente que había en cada puesto. “Quiero un Polito” y ella, que sabía lo que me gustaba, iba al parque de Santiago para que yo pidiera el sabor que quisiera. Ma’are, cuando pienso en ese sabor a fruta natural todavía se me hace agua la boca, lo mismo que me pasaba de chamaquita frente al mostrador. El señor de la heladería me preguntaba: “Ninia linda de los tuchitos preciosos. ¿Quieres tu heladito? ”. A mí se me hacía un xek’ en el estómago de ver tantas cosas ricas de Polito: la banana Split, los pay’s, dulces, brownies, champolas, paletas, helados sencillos, y ¡Way!, todavía lo pienso y no sé qué es más rico. Pero siempre yo pedía

mejor: Un helado de mango con coco en un barquillo super polito. Era grandote, crujiente y delicioso. No quería que se acabara porque tendría que esperar hasta el sábado próximo para regresar con mi chichí. Pasaron los años, la familia creció, yo me hice grande y conocí otros lugares, pero siempre guardé el recuerdo de aquellos helados. Una tarde llevaba a mi sobrinita, la

xtupita de mi hermanita de repente me topé con el letrero que decía: “Helados Polito”. Enseguida llevé a mi sobrina a probar los helados de mi niñez. A la xtupita le vi la misma cara que yo ponía frente a aquel mostrador que ofrecía todas las delicias frías que hacen en Polito con las frutas de la época y con la receta del abuelo, que tiene más de 100 años refrescando los paladares de todo tipo de gente, desde ninias como mi sobrinita, hasta presidentes, pasando por gobernadores, políticos, artistas, deportistas y empresarios. Miré a la xtupita y ella sonrió con esos dos tuchitos tan graciosos que tiene —y que se los heredó a la tía Way, ¿masinó?— y para mi sorpresa terminó por escoger lo mejor de lo mejor: un helado de mango y coco en un barquillo super polito.

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El helado de la

xtupita

“He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño.”- Joseph Heller

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Cuando bailas “El torito”con tu empuje zalamero,te juro por Dios bendito,¡que me siento hasta torero!...

José “Chato” Duarte

“He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño.”- Joseph Heller

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“El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.”. Aristóteles

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“El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.”. Aristóteles

“El conocimiento nos hace responsables.”. El ‘Che’ Guevara

El puruxemposmado

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—¡Agua, sal…bute...!—gemía el purux extraviado en aquel territorio reseco de Yucatán. Iba con el sombrero calado, el lec vacío y el torso descubierto acribillado por el sol canicular y despiadado.—…Tor…ti’a, choco…lomo…—clamaba con los labios cuarteados, y la secuela de tres días con sus noches sin probar bocado. No sabía si era peor haberse perdido o esta hambre que le rugía como ruge un león con su ya’ya. Por sus entendederas enfebrecidas flotaban platos dorados de queso relleno, vasijas colmadas de cochinita, ollas repletas de frijol con puerco y tazones de habanero. Sentía el aroma de la sopa de lima y el puchero de tres carnes; veía polvo de sikilpak, frijol colado y dzotobichay… Imágenes oníricas que le hacían ver su suerte en este trance amargo de soledad e infortunio. Ni un alma yucateca en el horizonte marchito; ni la sombra de un hipil de mestiza que lo acostara en su hamaca en el frescor de la noche yucateca de cigarra y kokay. Alucinaba por un tentempié que le hiciera peso en el estómago. Lloraba repasando los amores fugaces, las pequeñas alegrías que endulzan el alma, la amistad sin condiciones y su vida de trovador bajo las farolas de los ventanales.

—Llegó mi hora—pensó– porque me estoy chan acordando de todo... y porque huele a cochinita y chocolomo, el olor del paraíso. En se abrió el suelo y cayó en una gruta repleta de comida que habían guardado labriegos para después de su jornada.—Gracias por el milagro, diosito!—

Clamaba el purux. Y milagro parecía porque sus ensoñaciones se le aparecían ahora como un prodigio sobrenatural. Se entregó a su instinto de sobrevivencia, que era mayúsculo porque despachó las viandas con tanta prisa y devoción que en un santiamén fulminó su hambre atrasada y quedó hecho bolita y tan emposmado que cuando quiso salir no pudo. Rompió a llorar por su suerte.—¡Primero por hambre y ahora porque me vo´a quedar enterrado como un mucbipollo!—sollozaba con altos gritos que oyeron donia Way y el boxito que pasaban en su triciclo. Cuando se enteraron de todo, el boxito le dijo:—¡No seas chechón, mi purux! Deja que se te baje esa barrigota pa’ que salgas facilito, ¿a lo viste? —Y paciencia—remató donia Way—que casi todos los problemas que tenemos en la vida se resuelven con paciencia, ¿masinó?

“El conocimiento nos hace responsables.”. El ‘Che’ Guevara