revista textos y contextos no. 13

110

Upload: facultad-comunicacion-social

Post on 06-Mar-2016

229 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Revista de la Facultad de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador

TRANSCRIPT

Page 1: Revista Textos y Contextos No. 13
Page 2: Revista Textos y Contextos No. 13

52

SUMARIO DirectorFabián Guerrero Obando

Consejo EditorialRaúl SerranoPaúl HermannCarlos Armijos

Nelson ReascosRoque Rivas

Fernando López Milán

Coordinación GeneralKarina Vaca V

.TraduccionesGabriela Rubio

Diseño y diagramaciónSonia Vega Burbano

Impresión: Facultad de

Comunicación Social

FACSO 2012Fernando López Romero

Decano

Francisco OrtegaSubdecano

EditorialLa Academia: nuestra manera de vivir 3

Palabra de autorDos versiones sobre el cambio político en América Latina 5Napoleón Saltos GalarzaLa Rectoría Constitucional como poder autoritario 15Daniel Granda ArciniegaDemocracia, Liderazgo y Autoritarismo 27Luis Ángel SaavedraEstado Constitucional de Derechos y Acción Paradójica:Política públicapara adolescentes en conflicto con la Ley Penal 39Fernando López MilánEl extractivismo y la violación de los derechos básicos 47Édgar Isch L.Notas sobre la subjetivación en Rancière y Foucault 59Rafael Polo Bonilla

Cara y CruzSimón Espinosa Cordero: Todo en la vida es circunstancia,política y suerte 67Karina Vaca V.

En estos díasLos medios y la política 75Fernando Chamorro GarcésA mí no me gusta la políticaAmalia Ospina P. 85

A la vistaAníbal VillacísMarco Antonio Rodríguez 91

Caída libreCorvina frita y final 95Adriano Valarezo QuitoPoesíaÓscar Molina 98PoesíasPatricia Noriega Rivera 100Poesía 102Rocío Soria

Para leerLa Universidad y la Palabra 105Édgar Samaniego RojasPremonición a las puertas 106Freddy Ayala PlazarteEl club de la pelea. Gobierno y medios, un entramadode fuerzas y debilidades 107Gustavo AbadLos procesos de comunicación en un mercado popular de Quito 108María Fernanda MoncayoSemiótica de la cultura quechua. Modelo mitopoéticoy lógica de lo concreto 109Ileana Almeida y Julieta HaidarLa poética de la aparición 110Miguel Ángel León

año ocho • No.13 • septiembre/febrero 2013 • ISSN: 1390-695X • QuitoRevista de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador

Los criterios vertidos en los artículos son deestricta responsabilidad de sus autores, noreflejan necesariamente el pensamiento deTextos y Contextos

Bolivia Oe7-132y Eustorgio Salgado

2509088 2509089 2522170 Ext. [email protected]

[email protected]

Page 3: Revista Textos y Contextos No. 13

Editorial

3

La Academia:nuestra manera de vivir

afka nos refiere que Sancho Panza tenía un demonio, al que llamaba Don Quijote, y para mante-

nerlo tranquilo lo alimentaba noche tras noche con novelas de caballería. Finalmente, el demo-

nio se liberó de su amo y se dedicó a realizar las empresas más descabelladas. Sancho Panza, un

hombre libre, se dedicó “filosóficamente a seguir a Don Quijote en sus cruzadas, tal vez por sentido de

la responsabilidad y obtuvo de ellas una grande y edificante diversión hasta el fin de sus días”.

El contenido de este número de Textos y Contextos, y particularmente su tema central, parecen partici-

par de esa misma estrategia de escritura que consiste en revisar ideas generalmente admitidas y versio-

nes dudosas para darles un nuevo punto de vista, o para cuestionar los lugares comunes y clichés que se

han vertido al respecto.Pero eso solamente es posible admitirlo si se advierte, en principio, que la actividad científica, por su

carácter público y por estar sometida al tribunal de la experiencia, tiene siempre un carácter universal.

Pero no son menos universales las disciplinas humanísticas, que nunca son más traicionadas que

cuando se utilizan para excluir y dividir.

Las grandes creaciones del espíritu humano nos abren siempre a la realidad del otro y sirven de espejo

para conocernos mejor a nosotros mismos. Cuando leemos a Sábato o Vargas Llosa, por ejemplo, se nos

hacen propias realidades ajenas, ya sean los mundos tenebrosos del Informe sobre ciegos o las calles de

Piura. Cuando leemos a Miguel Espinosa, en cambio, contemplamos lo propio como algo ajeno: nos

vemos pululando por su Feliz Gobernación y aprendemos a mirar lo extraño que habita en nosotros.

De todas esas lecturas, siempre hemos salido transformados.

Esta es la principal función de una universidad de nuestro tiempo. Y nosotros debemos hacer esa vida

universitaria, puesto que ese es el lugar y el tiempo que queremos construir: sin complejos, conscientes

de nuestras potencialidades y dispuestos al trabajo; pero también abiertos a nuevas ideas, deseosos de

hacer propio lo mejor de lo ajeno.

Cuando esto ocurre, cuando leemos, cuando pensamos, estudiamos y trabajamos en libertad, pronto

comienzan a verse los frutos; cuando abandonamos todos los prejuicios, la vanidad estéril y los comple-

jos infundados, entonces comenzamos a crear una sociedad más dinámica, más justa y más libre. Es

que la libertad no es un objeto, ni un ente omnipotente, sino una vivencia, una emoción, o si se quiere

una condición, un estar ahí; la sociedad, la estructura de poder o el régimen político que no la facilite o

la garantice, corre el riesgo de caer podrido al menor intento de ejercer su administración.

Textos y Contextos pretende recuperar la naturaleza misma del quehacer universitario, que no es sino

divulgar el conocimiento, nuestra cultura, la creación artística, los valores éticos y estéticos y la investi-

gación, que en este número se ha hecho posible gracias a académicos como Napoleón Saltos, Daniel

Granda, Rafael Polo, Fernando López Milán, Luis Angel Saavedra, Edgar Isch, entre otros. Ellos saben,

como nosotros, que la Academia “no es solo una profesión o una vocación libremente elegida entre

todas sino, y sobre todo, una manera de vivir”.

K

Fabián Guerrero Obando

Page 4: Revista Textos y Contextos No. 13

54

Palabra de autor

Page 5: Revista Textos y Contextos No. 13

Palabra de autor

5

Dos vers iones sobreel cambio pol í t ico enAmérica Lat ina

Napoleón Saltos Galarza*

ResumenLo que sigue tiene como finalidad presentar una visión sobre dos versiones de una misma realidad: el cambio político en AméricaLatina. El debate se basa en dos líneas de análisis, una que se concentra en las posiciones ante el “imperialismo”, sobre todo nor-teamericano, y otra que busca articular la relación compleja entre las características propias de la región y su ubicación en la cade-na imperialista.

Palabras claveModernidad, cambio político, imperialismo.

AbstractWhat follows have as resolution come up with one vision between two versions of same reality: The political change in Latin America.The debate is based in two lines of analysis, the first one, that is concentrated in the positions of the “imperialism”, especially theAmerican in the other hand another that search articulate the complex relation between own features of the region and their loca-tions in the imperialist chain.

KeywordsModernity, political change, imperialism.

* Napoleón Sa l tos Ga larza, Licenciado en Ciencias de la Educación con especialización en Sicología y egresado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Quito;licenciado en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Central del Ecuador; Estudios de Postgrado: Máster en Ciencias Sociales con mención en Política por FLACSO-Ecuador; candidato a PhD en Estudios Políticos, Universidad de Alicante (España). Se ha desempeñado como Docente en la Universidad Central del Ecuador; Docente tem-poral e invitado en varias Universidades públicas y privadas; Director del Instituto Universitario de Capacitación Pedagógica (UCE); Secretario Ejecutivo del Movimiento NuevaUniversidad de la Universidad Central del Ecuador. Es autor y coautor de 14 libros sobre ética, democracia y poder y ha dictado conferencias como invitado en 12 países deAmérica y Europa sobre estas mismas temáticas. Ex-Diputado de la República y ex-Presidente de las Comisiones Legislativas de Fiscalización y de Biodiversidad. Es miembrode la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Miembro del Grupo de Trabajo de Economía de la CLACSO.

Page 6: Revista Textos y Contextos No. 13

El carácter del cambion tiempos de crisis el discursodel cambio se legitima e invadetodos los ámbitos. Allí empieza

el problema. ¿Cómo distinguir los cam-bios que terminan en el reciclaje delsistema, de los cambios antisistémicos?“Lo más difícil reside en distinguirentre lo que es simplemente la conti-nuación de patrones cíclicos del viejosistema y lo que es nuevo de verdad. Yesto se vuelve complicado por el hechode que una de las características denuestro actual sistema-mundo es suideología de la novedad”.1

“La modernidad ha conocido dosparadigmas de transformación social:la revolución y el reformismo. Elprimero se pensó para ejer-cerse contra el Estado, elsegundo para que loejerciera el Estado.Este último acabóimponiéndose en lospaíses centrales,antes de extenderse atodo el sistema mun-dial. (…) Si durante lavigencia del reformis-mo, el Estado fue elsujeto de la reforma y lasociedad su objeto, ahoraque el Estado se ha conver-tido en objeto de reforma¿quién es el sujeto de la reforma?¿acaso la sociedad? Y de ser así ¿quiéndentro de la sociedad? O ¿será el pro-pio Estado el que se auto-reforme?”.2

En el tiempo largo, Occidente, y den-tro de ello nuestra América, transitódurante dos siglos por el predominiodel imaginario de la revolución, a par-tir de la Revolución Americana y laRevolución Francesa, y, en el siglopasado, a partir de los tres intentos detransformar el dominio de la moderni-dad capitalista: la RevoluciónSoviética, los procesos de liberaciónnacional en la periferia, y el Estado debienestar en el centro. La derrota deestos intentos provoca el paso desde elimaginario de la revolución al imagi-

nario del orden y la disciplina, a partirde fines de los 70 del siglo pasado. Elimaginario de la revolución es despla-zado por el imaginario del orden, lademocracia en sus diversas variantes.

Empero, el nuevo milenio presentó aAmérica Latina como el espacio de laposibilidad de cambios antisistémicos,de revoluciones: la década de los 90estuvo marcada por la presencia defuertes movimientos sociales queabrieron el imaginario de un cambioprofundo, de un tiempo constituyente.

A partir de 1998, con el triunfo deChávez en Venezuela, el mapa políticoempieza a girar a la “izquierda”,mediante el acceso por la vía electoral

de gobiernos “progresistas”:Lula-Rousseff en Brasil, la

reelección de Chávez enVenezuela, Morales en

Bolivia, Correa enEcuador, Kirchner-Cristina Fernándezen Argentina,Vásquez-Mujica enUruguay, Lugo enParaguay, Ortega enNicaragua, Funes en

El Salvador, Bacheleten Chile y, en un proce-

so tardío, Humala enPerú. El punto del cambio

se estructura en torno al imagi-nario de la democracia, ahora bajo laforma de democracias ciudadanas yparticipativas.

Los calificativos de la opinión públicapara caracterizar a estos gobiernos semueven en una gama amplia, convisiones contradictorias: la defensa delos partidarios los presenta como lanovedad de la revolución “de izquier-da”, “progresistas”; el ataque de laoposición tradicional, como restableci-miento del autoritarismo populista ode un socialismo derrotado; la críticade diversos sectores sociales hablandel fracaso y la traición; y empiezanalgunas teorizaciones para caracteri-zarlos como regímenes “posneolibera-les” o “posliberales”.

56

Palabra de autor

Emperoel nuevo milenio

presentó a América Latinacomo el espaciode la posibilidad

de cambiosantisistémicos,de revoluciones

E1 WALLERSTEIN Inmanuel, Un mundo

incierto, Libros del Zorzal, BuenosAires, 2002, p. 86

2 DE SOUZA SANTOS, Boaventura,La reinvención solidaria y participativa

del Estado, en La caída del Angelusnovus:ensayos para una nueva teoría

social y una nueva práctica política,ILSA, Bogotá, Colombia, 2003, pp.

245 y ss.

Page 7: Revista Textos y Contextos No. 13

En el mapa geopolítico, catorce años después empieza el tiempo de los límites.El golpe de Honduras y la derrota de la Convergencia Democrática en Chilemarcan la cisura; y el gobierno de Obama juega como reordenador, en medio deuna crisis mundial que parte desde el centro.

Se ha recompuesto un eje alineado con el eje Norte-Sur que atraviesa elContinente, desde los países del TLCAN, con una vinculación cada vez más mar-cada de México al poder y la economía norteamericana, por el nudo del capitaldel narcotráfico y por los resultados concentradores de diez y seis años de apli-cación del Tratado de Libre Comercio; pasando por Centro América, con losregímenes de Panamá y Honduras; hasta el eje del Pacífico en Sur América, conel triunfo de Piñera en Chile y el alineamiento de Colombia. La frontera México-Estados Unidos se ha convertido en el espacio que muestra la “mafiación” de lapolítica como el nuevo carácter del poder del capital global.

Los gobiernos “progresistas” empiezan a llegar a fronteras estructurales econó-micas y políticas, en el programa y en la vía, que ralentizan la tendencia e inclu-so la ponen en riesgo. No es el tiempo del festejo sino de las preguntas.

El acceso por la vía electoral encausa a respuestas periódicas de legitimaciónelectoral, sometidas a los juegos de la democracia representativa, cuantitativa ybasada en el individuo. Esta estrategia, victoriosa durante la última década, creacondiciones para una vía desde arriba, una especie de vía “junker” en la perspec-tiva de los cambios: el retorno del Estado.

Esta vía empieza a mostrar sus límites por dos lados: el peso de las fraccionesmodernizantes de las burguesías dentro de los gobiernos “progresistas”, no sóloen los casos de Argentina y Brasil, sino también de Venezuela, Bolivia yEcuador; y el debilitamiento de la energía movilizadora de las masas, por lacooptación de las organizaciones sociales y la persecución y criminalización delos movimientos sociales autónomos.

Los gobiernos “progresistas” han sufrido un complejo proceso de ajuste “orgáni-co” entre el discurso y la práctica política, que se expresa en la construcción denuevas hegemonías, con la presencia de nuevos bloques históricos. En este pro-ceso de ajuste “orgánico”, las reformas constituyentes son el soporte de la reins-titucionalización del Estado.

No se trata de gobiernos de coyuntura, sino de gobiernos de período. Desde unavisión de tiempo largo representan una propuesta de modernización del Estadonacional-liberal implantado a comienzos del siglo pasado en nuestroContinente; desde una visión de tiempo medio, se centran en la reforma delEstado neoliberal.

Los procesos de Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen una trayectoria que pasapor Asambleas Constituyentes que aprueban una nueva Constitución, como fun-damento de la reinstitucionalización del Estado.3 Aunque hay un largo proceso“preparatorio” que viene desde el centro, sobre todo en la formulación de lasteorías neoconstitucionalistas y neoinstitucionalistas y la formación de una redde instituciones y de intelectuales dentro de estas visiones.

En las nuevas Constituciones convergen tres grandes dinámicas-visiones-proyec-tos:4 La crítica al positivismo jurídico del Estado liberal de derecho desde lasvisiones neoconstitucionalistas y la instauración de un Estado garantista de dere-chos; la crítica al Estado mínimo neoliberal desde una visión reduccionista a la

Palabra de autor

73 En realidad, el primer procesoconstituyente en la Región sepresenta tempranamente en1991 en Colombia, peroresponde a otra dinámica yperíodo, por lo cual nos cen-tramos en el análisis de losprocesos constituyentes men-cionados.

4 SALTOS, Napoleón, Poder ynormas: los ciclos constitu-cionales en el Ecuador, PDF,Quito, abril, 2011.

Page 8: Revista Textos y Contextos No. 13

versión fondomonetarista de losochenta y la adhesión a una visiónneoinstitucionalista, de origen banco-mundialista,5 en torno a un “presiden-cialismo monárquico” con el retorno auna estructura “bonapartista-populis-ta-autoritaria”6; y la funcionalizaciónde la visión del sumak kawsay y de lapropuesta del Estado plurinacional.

El Estado actúa como “estructura demando político general del sistemaantagónico del capital que proporcio-na las garantías definitivas para lacontención de los antagonismos irre-conciliables y para el sometimientodel trabajo (que pese a la compulsióncaracterística del sistema, conserva elpoder de la “recalcitrancia potencial-mente explosiva”).7 Esta función varíasegún la posición en el sistema-mundo.

Sistema mundo-político

También en el estudio de la política yel poder hay que mirar al mundocomo un sistema estructurado en unproceso desigual dentro de la cadenaimperialista entre eslabones fuertes yeslabones débiles, con formas propiasde cada eslabón, de acuerdo a sus pro-pias condiciones de relación entre laestructura y la supraestructura.

El sistema-mundo político se basa enla relación entre un centro que “acu-mula” poder, que tiene la capacidad deexpulsar sus contradicciones hacia laperiferia y reproducir condiciones dehegemonía, sobre todo en la relaciónentre capital y trabajo; y una periferiaque no sólo se mueve en un campoprecario interno de acumulación decontradicciones internas, sino queademás recepta los desplazamientospolíticos del centro, especialmente enel terreno de la guerra y la violencia.

Aquí se da una relación inversa a laque se presenta en el campo de la eco-nomía: allí el centro se define por laacumulación de capital y la periferiapor las diferentes formas de desacu-mulación; acá el centro se define porla desacumulación de contradiccionesinternas, y la periferia por la acumula-ción de contradicciones propias yreceptadas desde la articulación a lacadena imperialista, al sistema-mundo capitalista.

Para conocer el poder y el Estado en laperiferia se requiere, entonces, unadoble línea de análisis: reconocer elespecífico desarrollo interno en cadapaís y su ubicación en el contextomundial, en el sistema-mundo depoder imperialista.

La visión parcial de uno de estos ele-mentos y hasta el orden de su análisislleva a conclusiones totalmente diver-gentes.

Desde el pensamiento crítico pode-mos diferenciar dos grandes líneas deanálisis: una que pone el acento enlas posiciones ante el “imperialismo”,sobre todo norteamericano, una espe-cie de método deductivista sobre lastareas democrático-nacionalistas, yen una visión etapista del tiempopolítico, con lo cual puede defender elcarácter “progresista” de los regíme-nes. Y otra que busca articular larelación compleja entre las caracte-rísticas propias del bloque histórico“interno” y su ubicación en la cadenaimperialista.

La primera se presenta como la ver-sión oficial de la izquierda “progresis-ta” y permite seguir el ritmo “progre-sivo” de los regímenes progresistas. Esel esquema que circula en las redescríticas mundiales y está alimentadapor figuras de renombre.

58

Palabra de autor

5 DAVALOS, Pablo, Democraciasdisciplinarias, Ediciones CODEU,

Quito, Ecuador, 2011.

6 ZAVALETA MERCADO, René, Lasmasas en noviembre, Bolivia Hoy,

Siglo XXI, México, 1983.

7 MÉSZÁROS István, Más allá delCapital: Hacia una, Teoría de la

Transición, Vadell Hermanos Editores,Caracas, 2001, pp. 908-909.

Page 9: Revista Textos y Contextos No. 13

Un ejemploVeamos, a título de ejemplo, uno de los últimos artículos de Emir Sader:Posneoliberalismo en Brasil.8

Empieza planteando que “Las referencias fundamentales para comprender elmundo contemporáneo son el imperialismo y el capitalismo, (…) evaluar agobiernos y a fuerzas políticas significa, antes que todo, evaluar la posición quetienen respecto a estas dos referencias”.

Y entonces deriva una conclusión, “Los nuevos gobiernos latinoamericanos, quese volvieron mayoritarios en el continente, deben ser considerados progresistas,porque desarrollan procesos regionales de integración autónomos respecto a lahegemonía norteamericana y, por otro lado, a contramano de los gobiernos neo-liberales que los han precedido, priorizan políticas sociales y no ajustes fiscales,a la vez que desarrollan Estados que inducen el crecimiento económico y garan-tizan derechos sociales, en lugar de Estados mínimos”.

El análisis seguía la lógica de la propuesta inicial, hasta que sin ninguna funda-mentación el referente “capitalismo” es sustituido por una de sus formas históri-cas, el modelo o período neoliberal. Y entonces puede deducir: “Por eso songobiernos progresistas, antineoliberales, y trabajan por un mundo multipolar,debilitando la hegemonía norteamericana en el mundo. Sus rasgos centralestocan en los factores decisivos de la hegemonía imperial norteamericana y en loselementos centrales del modelo neoliberal: la centralidad del mercado, el Estadomínimo y los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos”.

La justificación es que “Esos gobiernos tienen que enfrentar la herencia de gra-ves retrocesos que sufrió América Latina, como consecuencia de las trasforma-ciones igualmente regresivas que se dieron en escala mundial. (…) Primero fuela crisis de la deuda, que cerró el más largo ciclo de expansión de las economíaslatinoamericanas, que venía desde los años 1930. En segundo lugar, dictadurasmilitares que han roto la capacidad de resistencia en algunos de los países másimportantes del continente –Brasil, Chile, Uruguay, Argentina–. En tercer lugar,gobiernos neoliberales, fenómeno que convirtió a América Latina en la regióncon el mayor número de gobiernos con ese carácter y en sus modalidades másradicales”.

El paradigma es el Gobierno de Lula: “se inició con una postura que fue funda-mental para el futuro de América Latina; recogiendo las manifestaciones encontra del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el gobierno brasile-ño bloqueó su concreción, abriendo espacio para el fortalecimiento y expansiónde los procesos de integración regional. Brasil empezaba a redefinir su lugar enel plano internacional, saliendo de la tradicional situación subordinada a losEstados Unidos, adoptando una posición soberana, independiente, lo cual fuedecisivo para cambiar la correlación de fuerzas en el continente y para generarel aislamiento de Estados Unidos en la región. Paralelamente, el gobierno deLula definió la prioridad de las políticas sociales, en lugar del ajuste fiscal, locual le permitió, aun bajo duros ataques de la derecha, conquistar gran popula-

Palabra de autor

98 Emir Sader, Posneoliberalismo enBrasil, Revista “América Latina enMovimiento”, No 475, mayo de 2012,“América Latina: Las izquierdas en lastransiciones políticas”,http://alainet.org/publica/475.phtml, consulta mayo 2012.

Page 10: Revista Textos y Contextos No. 13

ridad, superar esa ofensiva, consolidarsu liderazgo y elegir su sucesora. Todoello fue posible porque Brasil –el paísmás desigual del continente y delmundo– por primera vez disminuyó ladesigualdad, la pobreza y la miseria”.

Entonces, es “progresista” por su oposi-ción al imperialismo “norteamericano”.Una nueva reducción, el imperialismoqueda reducido al imperialismo nortea-mericano, sin ver el conjunto del reor-denamiento de la cadena imperialista.Hay que estar en la otra punta de lapolítica “progresista” del Gobierno deLula, para ver el papel que cumpleBrasil y el nuevo eje Este-Oeste, com-partido con los BRICs, en la relacióncon los otros países “progresistas” de laregión: quizás la categoría subimperia-lismo deba resucitar y readecuarse.

La prueba final es “el gran apoyo popu-lar logrado, (con el que) Lula impusovarias derrotas a la derecha. Aunteniendo prácticamente toda la prensaen contra suyo, Lula logró reelegirse yelegir su sucesora, Dilma Rousseff,como presidente de Brasil”.

Sin embargo, ese proceso nose da de manera lineal.(…)Los avances en Brasilse llevaron a cabo en laslíneas de menor resis-tencia de las relacionesde poder existente. (…)avanzó inicialmente endos líneas de mayordebilidad del neolibera-lismo: las prioridades delas políticas sociales, a tra-vés de un agregado de pro-gramas –como bolsa familia, luzpara todos, mi casa mi vida, micro cré-ditos, entre otros–; pero el que másefectos sociales tiene ha sido el aumen-to continuo de los sueldos y de losempleos formales. Y los proyectos deintegración regional, partiendo delMercosur, ampliando ese proceso haciaUnasur, el Consejo Suramericano deDefensa, el Banco del Sur, laComunidad de EstadosLatinoamericanos”.

La diferencia profunda con el neolibe-ralismo es el retorno del Estado.“Frente a la crisis del 2008, quedóclaro que había una tercera dimensiónen la diferenciación del gobierno brasi-leño respecto al neoliberalismo: el roldel Estado, que pasó a ser instrumentoesencial para políticas anticíclicas deresistencia a la recesión internacional.En lugar del Estado mínimo, se impusoun Estado inductor del crecimientoeconómico y garantía de la afirmaciónde los derechos sociales”.

Una tercera reducción, el neoliberalis-mo queda reducido al “Estado mínimo”y con ello, la alternativa es cualquierneo-keynesianismo mínimo.

Aunque la final retorna el referente olvi-dado del capitalismo y entonces debereconocer que “no hubo transformacio-nes estructurales en aspectos determi-nantes en la sociedad brasileña”.

Así, pues, es “progresista”, pero noimporta que no haya “transformacionesestructurales en aspectos determinan-tes”. Debemos contentarnos con lo

posible y lo gradual.

Quizás este tipo de análisises precisamente la confir-

mación de lo que tratade ocultar tras el para-digma “progresista-reaccionario”: se tratade gobiernos que rea-decuan las economías y

los Estados periféricos alas nuevas condiciones

del referente olvidado, elcapitalismo. Una periodiza-

ción similar al papel desempeña-do en el marco de la post-segundaGuerra Mundial, por gobiernos simila-res, bajo una impronta socialdemócrataen Europa.

En medio de la crisis del eje norte-sur,liderado por la tríada Estados Unidos-Unión Europea-Japón, América Latinaha podido desacoplarse temporalmentey cuenta con una bonanza temporal quele permite emitir un discurso antiimpe-

510

Palabra de autor

Los avancesen Brasil

se llevaron a caboen las líneas

de menor resistenciade las relaciones de

poder existente

Page 11: Revista Textos y Contextos No. 13

rialista y tomar algunas medidas redistributivas sociales – 150 millones depobres en América Latina están asistidos por diversas formas de bonos de“pobreza” –; al mismo tiempo que el retorno del Estado se liga a la emergenciade nuevos grupos económicos, de una especie de burguesía-estatal, que se sirvedel Estado para acelerar los procesos de acumulación originaria, participar en la“acumulación por desposesión” liderada por el capital extractivo-financierotransnacional.

Con ello, en lugar de ser factores de aceleración del tiempo de los cambios, sonfactores de contención y disciplinamiento de las potencialidades revolucionariasde las masas. Uno de los signos de la política de los gobiernos “progresistas” esla desmovilización social y la criminalización de los sectores sociales críticos.Las buenas intenciones y los buenos discursos pueden concluir en malas prácti-cas cuando escamotean los retos antisistémicos de los cambios.

La originalidad de América Latina

El otro paradigma de análisis podemos encontrarlo en una corriente crítica, conautores como José Carlos Mariátegui, Agustín Cueva, Bolívar Echeverría, RenéZavaleta Mercado respecto al análisis político del tiempo largo.

Presentamos como ejemplo, el análisis de Cueva sobre “El Estado latinoameri-cano y las raíces estructurales del autoritarismo”.9

Empieza por trazar un marco teórico adecuado a la originalidad de los estadosperiféricos. Desecha las visiones deductivistas a partir de la periodización deetapas – modos de producción – a las que corresponderían tipos diferenciadosde Estado, dentro de los cuales pueden presentarse formas diferentes deEstado; pues se trata de un análisis funcionalista que parte de los tipos idealespara “entender” la realidad.

Se trata de estudiar el desarrollo concreto del Estado capitalista “como Estadocapitalista de determinada formación económico social, con todas las determi-naciones histórico-estructurales allí presentes, resultado tanto de un específicodesarrollo interno como del lugar que cada formación ocupa en el seno del siste-ma imperialista”.

Entonces hay un giro. No se puede deducir el carácter del Estado de las situacio-nes generales, sino partir del reconocimiento de las contradicciones internas: “Yes precisamente la configuración de cada formación lo que determina en últimainstancia la forma del Estado capitalista, de acuerdo con el grado de intensidady desarrollo de las contradicciones acumuladas en su interior, de la posibilidadobjetiva de atenuación o acentuación de las mismas y de las tareas (funcionesconcretas) que de allí, se desprenden para la instancia estatal”.

Aquí hay un debate sobre la comprensión del sistema mundial, con una pregun-ta central: ¿subsisten eslabones de formaciones económico-sociales, persistenfunciones concretas del Estado periférico; o estamos frente a un mundo globalen que el Estado-nacional se ha disuelto en una especie de poder global difuso?

Se establece una relación específica de la infraestructura y la superestructura encada formación socioeconómica concreta. En este período las condiciones deacumulación de excedentes en las formaciones periféricas permiten el fortaleci-miento y el retorno del Estado.

Palabra de autor

119 CUEVA Agustín, El Estado latinoa-mericano y las raíces estructuralesdel autoritarismo, en Ensayos socio-lógicos y políticos, Ministerio deCoordinación de la Política, Quito,Ecuador, 2012, pp. 143 y ss.

Page 12: Revista Textos y Contextos No. 13

En el caso del Ecuador, “impulsadopor el alto precio del petróleo, el gastopúblico tuvo un muy fuerte crecimien-to en 2011 y alcanzó el 48,8% del PIB.El crecimiento fue más pronunciadoen las empresas e instituciones delEstado que no son parte del gobiernocentral”. En el primer cuatrimestredel 2012 los ingresos petrolerosfueron 700 millones de dólares másde lo presupuestado. A ello hay quesumar los desembolsos de créditoschinos por 2 mil millones de dólares,10

con lo cual se crea una base de retornodel Estado.

La heterogeneidad estructural

No existe Estado capitalista en gene-ral, se requiere estudiar sus formasconcretas. “El Estado capitalista engeneral no posee forma alguna que lesea necesaria: lo único que lo definecomo tal es la necesidad, ella si estruc-tural, de reproducción en escalaampliada del modo de producción alque está integrado como superestruc-tura. Pero, ¿revistiendo qué formaconcreta el Estado capitalista ha decumplir tal función?”11

La ubicación en la cadena imperialis-ta diferencia las formas de funciona-miento del Estado capitalista. “Elpropio desarrollo del capitalismo,sobre todo en su fase imperialista,lejos de tender a la homogeneizacióndel vasto espacio por él dominado,registra más bien un movimientoinverso, que al mismo tiempo que vacreando áreas de descongestiona-miento – es decir de atenuación desus contradicciones – crea tambiénáreas, más amplias aún, de acumula-ción de las mismas, con todas lassituaciones intermedias que en ellímite de estos dos campos puedahaber”. La tendencia es la coinciden-cia de la acumulación de las contra-dicciones con el espacio de los “lla-mados países subdesarrollados odependientes.” Esta acumulacióndefine el carácter de estos países, nosólo en su base económica, sino tam-

bién en su instancia estatal, como una“gran heterogeneidad estructural”.12

El modo de producción capitalista y,en particular, el Estado capitalistadentro del sistema-mundo capitalista,cumplen respecto a los países unafunción similar a la que cumplen res-pecto a las clases dentro de una for-mación social concreta: organizan yhomogeneízan en el centro, y desorga-nizan y heterogeneízan en la periferia.

El sistema-mundo capitalista se pre-senta como una cadena integrada pordiversos eslabones, por diversas for-maciones económico-sociales organi-zadas jerárquicamente con un centroque tiende a la homogeneización y lasperiferias que tienden a la heteroge-neidad estructural. Aunque esta ten-dencia general hay que analizarla enlas situaciones concretas, pues enmomentos de crisis, como los queahora está viviendo el centro, tambiénpueden presentarse tendencias deacumulación de contradicciones y deheterogeneidad estructural en el cen-tro. Aún más, la acumulación de con-tradicciones entre las potencias tradi-cionales y las potencias emergentes sepresenta como el campo principal dela acumulación de las contradiccionesdel sistema-mundo capitalista.

El Estado capitalista periférico cumplesus funciones de organizar y unificaral bloque dominante y desorganizar alas clases y fuerzas subordinadas, bajoformas propias, se presenta como“una superestructura sobrecargada detareas en la medida en que 1. Tieneque asegurar la reproducción amplia-da del capital en condiciones de unagran heterogeneidad estructural, quecomprende desde la presencia devarios modos y formas de producciónhasta la propia malformación del apa-rato productivo capitalista; 2. Tienenque llevar adelante este proceso dereproducción en medio de un constan-te drenaje de excedente económicohacia el exterior, con todo lo que elloimplica en términos de acumulación, yde la consiguiente necesidad de esta-

512

Palabra de autor

10 SPURRIER Walter, Estado, la mitaddel PIB, Análisis semanal, Año XLII,

#19, Mayo 8, 2012, versión electró-nica, consultada en mayo 2012.

11 CUEVA A., Op. Cit., p. 144

12 CUEVA A., Op. Cit., p. 147

Page 13: Revista Textos y Contextos No. 13

blecer determinadas modalidades de extracción de tal excedente; 3. Tiene queimponer cierta coherencia a un desarrollo económico-social inserto en la lógicageneral del funcionamiento del sistema capitalista-imperialista, cuando a vecesni siquiera está concluida la tarea de integración de un espacio económiconacional y de la nación misma”.13

Esta heterogeneidad estructural marca un funcionamiento diferente del Estadocapitalista periférico, con la tendencia a “que el llamado ‘Estado de excepción’tienda a convertirse aquí en la regla; que la sociedad civil y hasta las propiasclases parezcan configurarse a partir del Estado y no a la inversa; o que eseEstado adquiera una contextura ambigua, de casi simultánea debilidad y forta-leza, balanceándose entre tales extremos dialécticos en una suerte de crisis per-manente”.

Hay diferentes vías de desarrollo del capitalismo; en las formaciones periféricasla tendencia es al predominio de una especie de vía junker permanente, endonde el Estado cumple una función decisiva, performativa, de las otras instan-cias y de las clases. En las formaciones latinoamericanas, las formas de operarel Estado tienden a combinar “bonapartismo, populismo y autoritarismo”14.

“El Estado de los eslabones débiles tiende a adquirir formas dictatoriales, o enel mejor de los casos, despóticas, en razón misma del cúmulo de contradiccio-nes que la sociedad civil no está en capacidad de atenuarlas y que, por lo tanto,a él corresponde regular.”15

La pregunta final sobre los cambios se refiere, entonces a saber si se han modi-ficado estas funciones y modos de actuación del Estado periférico.

Palabra de autor

1313 CUEVA A., Op. Cit., p. 146.

14 ZAVALETA MERCADO René,Formas de operar el Estado enAmérica Latina (bonapartismo, popu-lismo, autoritarismo, en IBARGÜENMaya y Norma DE LOS RIOS MÉNDEZ(coordinadoras), René ZavaletaMercado. Ensayos, testimonios y revi-siones, Miño y Dávila Editores,Buenos Aires, Argentina, 2006, ver-sión PDF, pp. 34 y ss.

15 CUEVA A., Op. Cit., p. 147.

Page 14: Revista Textos y Contextos No. 13

514

Palabra de autor

Page 15: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

En este artículo, me propongo demostrar que la introducción, en la Constitución de la República, de la “rectoría” como atribucióndel Presidente es resultado de una concepción del poder bajo un sistema hiperpresidencialista, que al mismo tiempo que defineun estado de derecho, deriva en el ejercicio autoritario del poder. Analizo la rectoría en los espacios reales de la administraciónpública, es decir, del poder del Presidente de la República, como jefe de gobierno: En el Plan Nacional de Desarrollo, en elPresupuesto General del Estado, en los Gobiernos Autónomos Descentralizados, y en las Fuerzas Armadas. Termino descubriendoel origen teórico e histórico y los riesgos de la Rectoría Presidencial para la democracia y para los derechos de los ciudadanos yla resistencia del pueblo en contra de un sistema político autoritario.

Palabras clave

Rectoría, jefatura política, estado de derecho jefe de estado, jefe de gobierno, presidencialismo reforzado, hiperpresidencialismo,autoritarismo.

AbstractIn this article I intend to evidence that the introduction of the Constitution of presidency as attribution of the President is the resultof the power conception under a “hiperpresidencialista” system. At the same time defined a rule of law, this lead in an authoritar-ianism exercise of power. I analyze the control in the real spaces of public administration therefore the power of the President ofthe Republic as head of government: in the National Plan of Development, in the State Budget, in the Autonomous Governments

Palabra de autor

15

La Rectoría

Constitucional como

poder autoritario

Daniel Granda Arciniega*

* Granda Arc in iega Daniel , Doctor en Filosofía por la Universidad de Santo Tomás, Roma, Italia; Magister en Sociología Política, Universidad Central del Ecuador;Diplomado en Seguridad y Desarrollo en el Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador; Profesor de Teoría Política en la Escuela de Sociología y Ciencias Políticas dela Universidad Central; Profesor de varias Maestrías en las Universidades del Ecuador; y autor de varios libros sobre Ciencias Sociales.

Page 16: Revista Textos y Contextos No. 13

and in the Army. Finally I discover the theory andhistorical source and the risk of the Presidentialrectory for the democracy and for rights of citi-zens and the population resistance against andauthoritarianism system.

Keywords

Rectory, political leadership, rule of law, head ofstate, head of government, presidentialism rein-forced, hyperpresidencialism. authoritarianism.

1. El Presidente de la Repúblicacomo Jefe de Estado y Jefe deGobierno

a Constitución del Ecuador del2008 en su parte dogmáticaque contiene los ElementosConstitutivos del Estado, los

Derechos y las Garantías, es muy rica ygenerosa en introducir derechos ygarantías. Sin embargo, estos derechosy garantías se neutralizan y hasta seanulan en la parte orgánica, donde sedetermina la organización y ejerciciodel poder. La contradicción está entrela existencia constitucional de derechosy garantías y la construcción constitu-cional de un sistema hiperpresidencia-lista, altamente concentrador del poder,que deriva en el ejercicio autoritario delpoder.

El Título IV, Participación yOrganización del Poder, CapítuloTercero, Función Ejecutiva, el Art. 141de la Constitución dice: “La Presidentao Presidente de la República ejerce laFunción Ejecutiva, es el jefe del Estadoy de Gobierno y responsable de laadministración pública”. Con esta dis-posición, está claro que si la soberaníaestá en el Estado y el jefe del Estado esel Presidente de la República, la sobera-nía, en realidad, está en el Presidentede la República. Con esto se ha cumpli-do aquella característica del sistemapresidencialista, donde existe la separa-ción de poderes: El poder del pueblo, através de las elecciones, ha elegido por

separado al Presidente de la Repúblicay a los miembros de la AsambleaNacional. Tanto al Presidente de laRepública como a la FunciónLegislativa, el pueblo le ha transferidola soberanía. En consecuencia, con laelección por separado del Presidente dela República y de los miembros de laAsamblea Nacional, el pueblo ha dadoorigen a dos poderes que igualmenterecogen la soberanía del pueblo. El ori-gen del poder Ejecutivo en la expresióndirecta de la voluntad del pueblo loconvierte en Jefe del Estado, en Jefedel Gobierno y en Jefe de laAdministración Pública. Esta concep-ción define el carácter presidencialistade esta Constitución. Este mecanismomarca la diferencia con el sistema par-lamentario, donde el gobierno no nacedirectamente de la voluntad popularsino de la voluntad de la mayoría delParlamento.

El presidencialismo de la Constitucióndel 2008 tendrá serias alteraciones alasignarle al Presidente de la Repúblicaatribuciones legislativas especiales, enperjuicio del legislativo. El presidencia-lismo se refuerza cuando se debilitan oeliminan los mecanismos de controlpolítico por parte de la AsambleaNacional y de las instituciones de con-trol. El presidencialismo se fortalececuando se producen y se permiten lec-turas aisladas de disposiciones consti-tucionales, sin respetar otras disposi-ciones constitucionales como aquellacontenida en el Art. 226, donde seplantea que “las personas que actúenen virtud de una potestad estatal ejer-cerán solamente las competencias yfacultades que les sean atribuidas en laConstitución y la Ley.” Decir, por ejem-plo, que el Presidente de República, porser jefe del Estado, es también jefe de laFunción Judicial y de todas las institu-ciones del Estado, es una arbitrariedady conduce a confusiones y conflictosmuy graves dentro del sistema político.Un elemental estudio de sociología yciencia política debería concluir que elEstado es mucho más que el gobiernoy, por tanto, lo de jefe de Estado tieneque ser asumido más como representa-

516

Palabra de autor

L

Page 17: Revista Textos y Contextos No. 13

ción protocolaria que como una jefatura administrativa real. Jefe de Estado noquiere decir que el Presidente de la República es jefe de la Función Legislativa,de la Función Judicial y de las otras funciones e instituciones del Estado sinoque es el representante del Estado, jurídicamente, y donde cada función delEstado actúa por separado y en forma independiente.

El gobierno gobierna, es decir, el Ejecutivo gobierna, pero el Estado, comoexpresión del conjunto de todas las funciones e instituciones del Estado, esmucho más que el gobierno. Rousseau, en el Contrato Social, dejó muy claro eltema de la soberanía popular, del legislativo y del ejecutivo. “¿Qué es, pues, elgobierno? Un cuerpo intermedio establecido entre los súbditos y el soberanopara su mutua correspondencia, encargado de la ejecución de las leyes y delmantenimiento de la libertad, tanto civil como política… Llamo, pues, gobiernoo administración suprema, al ejercicio legítimo del poder del ejecutivo, y prínci-pe o magistrado al hombre o al cuerpo encargado de esta administración”1. Elgobierno, por tanto, es el conjunto de acciones que realiza el ejecutivo en cum-plimiento de la ley y en beneficio de la libertad de los ciudadanos que se hanconvertido en soberanos y en súbditos al mismo tiempo. Solamente esta concep-ción garantizaría el equilibrio de poderes. “Si el soberano quiere gobernar, o si elmagistrado quiere dar leyes, o si los súbditos se niegan a obedecer, el desordensucede a la regla, la fuerza y la voluntad no actúan ya de consuno, y el Estado,disuelto cae en el despotismo o en la anarquía”.2 Rousseau, siguiendo aMontesquieu en su concepción sobre los hombres de que quien tiene poder tienela tendencia a abusar de él, dice: “Como el crecimiento del Estado da a los depo-sitarios de la autoridad pública más tentaciones y medios de abusar de su poder,cuanto más fuerza deba tener el gobierno para contener al pueblo, más debetener a su vez el soberano para contener al gobierno. No hablo aquí de una fuer-za absoluta, sino de la fuerza relativa de las diversas partes del Estado”.3

En consecuencia, desde la teoría política clásica y desde la historia política rom-per el equilibrio de poderes deriva en formas de gobierno autoritarias, en tiraníay en despotismo. Solo una mentalidad autoritaria y burocrática puede pensarque por ser jefe del Estado puede transformar todos los problemas políticos enproblemas administrativos: “La tendencia fundamental de todo pensamientoburocrático, dice Mannheim Karl, es trocar todos los problemas políticos enproblemas de administración”.4

2. El Presidente de la República en ejercicio de la Rectoría

El inciso segundo del Art. 141 le da al Presidente de la República “las atribucionesde rectoría, planificación, ejecución y evaluación”. Es evidente que con esta dis-posición se pretendía construir un presidencialismo reforzado. La atribución deplanificación, de ejecución y evaluación de los planes, programas y actos degobierno ha sido una atribución tradicional del Ejecutivo, en cuanto jefe degobierno. La novedad de esta Constitución está en introducir la atribución de“rectoría”. Los constituyentes no creyeron que era suficiente decir que elPresidente de la República es responsable de la administración pública, comodispone el inciso primero del Art. 141 de la Constitución, con lo cual se le entregala atribución de planificar, organizar, designar, ejecutar y evaluar las actividadesde la administración pública. Creyeron necesario reforzar esta atribución delPresidente de la República con la novedosa atribución de ejercer “rectoría”. Larectoría, según el Diccionario castellano Larousse, es “el oficio y la oficina del rec-tor”, en consecuencia, al introducir en la Constitución este término, se quiere

Palabra de autor

171 Rousseau Jean Jacques, ElContrato Social, Ediciones Orbis,1971, p. 198

2 Ibid.

3 Ibid., p. 199

4 Citado por Miliband Ralph, ElEstado en la sociedad capitalista,México, Siglo XXI, 1977, p. 51.Cf.Mannheim Karl, Ideology andutopía, New York, Harcourt, Braceand Co., 1936

Page 18: Revista Textos y Contextos No. 13

decir que el Presidente de la República,por un lado, es el Rector, es decir, “elque rige o gobierna; el superior de uncolegio, comunidad, etc.; el párroco,cura; el Superior de una Universidad”.La introducción de este término conlle-va una concepción de la autoridad, quese ejerce en la sociedad no en formademocrática sino autoritaria. El rectores la persona que manda, que ordena,que rige, que gobierna. El Presidente dela República, como rector de la admi-nistración pública, igualmente, manda,ordena, rige, gobierna a la sociedad que,supuestamente, está compuesta pormenores de edad, que no saben, quedeben obedecer, que deben ser vigiladosy, si es necesario, castigados. Por otrolado, la rectoría también es la oficinadel rector, es decir, donde todo el poderestá concentrado. Por tanto, en el prin-cipio de rectoría está presente una con-cepción de un hiperpresidencialismo,que va mucho más allá del presidencia-lismo reforzado y se convierte en un sis-tema político que le entrega poder exce-sivo al presidente de la República.

Con el principio de la rectoría, elPresidente de la República, en todas lasinstituciones y en todos los sectoresobjeto de leyes, ha creado consejos,sobre los cuales ejerce la rectoría a tra-vés de su delegado que ejercerá la pre-sidencia de dichos consejos, creando unsistema político de gran concentracióndel poder en el Ejecutivo y bloqueandotoda posibilidad de real participaciónciudadana. Con la aplicación del princi-pio de “rectoría”, que tanto lo defiendela SENPLADES, al momento de elabo-rar los proyectos de ley, se está constru-yendo una sociedad absolutamentejerarquizada, al más claro estilo de unasociedad feudal, donde en la cúspideestá el Señor Rector, Señor Presidente(Señor Feudal), y el resto es el puebloque es vigilado para que obedezca y, deser necesario, sea castigado. “Vigilarpara castigar” es el eje articulador detodas las nuevas leyes y de las nuevasinstituciones, a partir de laConstitución de 2008. La jerarquiza-ción de la sociedad, debido a la aplica-ción del principio de la rectoría, preten-

de construir una sociedad ordenada,donde existe, claramente, un jefe quemanda y una sociedad subordinada queobedece. La relación que se pretendeconstruir es la de rector-alumno, la dejefe-subordinado. El principio de larectoría tiene por objeto, por tanto, ale-jar la idea de un Presidente débil y dela ausencia de autoridad. Por otro lado,crear la idea de un Presidente fuerte ycon toda la autoridad. Pretende des-truir toda diversidad y todo pluralismoy, por el contrario, construir la unidad yla uniformidad política en forma total-mente concentrada. Este principio de launidad política, ejercida por la unidadde la rectoría, destruiría, supuestamen-te, los pluralismos, las autonomías, quese han convertido en anti-estatales yanti-políticas, fuente de la atomizacióny del desmembramiento pluralista. Elprincipio de la rectoría, a la larga, fun-ciona siempre y cuando exista unasociedad con fuerte unidad, homoge-neidad e identidad. Como esta homoge-neidad no existe en el Ecuador, desde elEstado se la pretenderá alcanzar con eluso de la coerción, de la fuerza, enactos claramente autoritarios y dedominación. Un ejemplo claro del ejer-cicio de la “rectoría presidencial” se dioen la aprobación y ejercicio de la LeyOrgánica de Educación Superior. Estaley se aprobó sin la participación realde la Asamblea Nacional y en su conte-nido se defiende la necesidad de que elPresidente de la República ejerza la rec-toría sobre el sistema de educaciónsuperior a través de la Secretaría deEducación Superior, sin ninguna parti-cipación real de los actores de la uni-versidad ecuatoriana. Lo mismo pasócon la Ley Orgánica del servicio públi-co. Y, si todo esto fuera poco, el Art. 155dispone: “En cada territorio, la Presi-denta o Presidente de la Repúblicapodrá tener un representante que con-trolará el cumplimiento de las políticasdel Ejecutivo, y dirigirá y coordinará lasactividades de sus servidoras y servido-res públicos”. Este representante esdiferente al Gobernador de la Provinciay, por tanto, se trata de un representan-te con claras atribuciones disciplina-rias, persecutorias y coercitivas.

518

Palabra de autor

Page 19: Revista Textos y Contextos No. 13

3.1. La Rectoría en el Plan Nacional de Desarrollo

El Presidente de la República tiene la atribución, según el Art. 147,numeral 4, de “Presentar al Consejo Nacional de Planificación la pro-puesta del Plan Nacional de Desarrollo para su aprobación”. Esta dispo-sición no es concordante con la contenida en el numeral 7 del mismoartículo, donde se dispone: “Presentar anualmente a la AsambleaNacional, el informe sobre el cumplimiento del Plan Nacional deDesarrollo y los objetivos que el gobierno se propone alcanzar durante elaño siguiente”. Sin embargo, bajo la concepción de disminuir a laAsamblea Nacional, en ésta solo se presentan los “lineamientos funda-mentales de las políticas y acciones que desarrollará durante su ejerci-cio”. Dado que, según el Art. 279 de la Constitución, el Presidente de laRepública es el Presidente del Consejo Nacional de Planificación, elPresidente de la República se presenta a sí mismo el Plan Nacional deDesarrollo para su aprobación. También aquí se utiliza una retórica dela participación ciudadana, con el único propósito de evitar el controlpor parte de la Asamblea Nacional. El Presidente Correa ha tenido yados Planes de Desarrollo. El primero, 2007-2010, construido sobre lapropuesta del Plan de Gobierno, propuesta por el Movimiento País, parala elecciones de 2006. Actualmente, está vigente el Plan Nacional para elBuen Vivir 2009-2013.5 La visión tecnocrática de este Plan se refleja entodas las instituciones del Estado que han establecido el paradigma de la“gestión por resultados.” Lo grave es que se insista más en los formula-rios cuantificables que en la realidad misma de las personas, de suauténtico desarrollo y de las condiciones de la naturaleza. Lo interesantees contraponer los objetivos del Plan con la realidad del Ecuador. Bajoesta metodología, podemos constatar que, luego de cinco años degobierno, los índices de desarrollo han disminuido, empeorando las con-diciones reales de vida de los ecuatorianos. Aunque el desarrollo deberíacrear seguridades para el Buen Vivir, los ecuatorianos vivimos en la másgrande inseguridad frente al crecimiento del crimen organizado, que lapropaganda oficial trata de esconder.

3.2. La Rectoría a través del Presupuesto General del Estado

Al Plan Nacional de Desarrollo se sujeta al Presupuesto General delEstado. Bajo la concepción de que el Presupuesto del Estado es un asun-to técnico, tal como lo planteaba el neoliberalismo en sus mejores tiem-pos, el Art. 295 de la Constitución hace todo lo posible para evitar que laAsamblea Nacional intervenga en la formación e, incluso, en la aproba-ción del Presupuesto General del Estado. La ejecución del PresupuestoGeneral del Estado, bajo el principio de la rectoría, plantea que no esposible entregar recursos del Estado para que instituciones y sectoresdiversos elaboren políticas y realicen acciones en contra del Estado. Losrecursos del Estado son destinados bajo la lógica del amigo-enemigo.Desde el criterio meramente presupuestario, la burocracia, incluidos losmilitares y los policías, se convierten en subordinados del jefe del Estadoy del gobierno. A través del Presupuesto General del Estado, que definelos ingresos y los egresos, el Presidente ejerce la rectoría con la determi-nación de los impuestos, donde la Asamblea Nacional, casi nada tieneque decir; y donde se decide a quién beneficiar con la distribución de losrecursos.

Palabra de autor

195 SENPLADES, Plan Nacional para elBuen Vivir, 2009-2013.

Page 20: Revista Textos y Contextos No. 13

3.3. La Rectoría en los gobiernosautónomos descentralizados

El proceso de descentralización, presio-nado desde los organismos internacio-nales y desde los pueblos de provinciasy ciudades marginadas, tuvo su máxi-mo desarrollo en la década del 90 y enla normativa constitucional de 1998. Enel Ecuador, este proceso, tansentido por los pueblos mar-ginados, se confundiócuando desde la derechapolítica de Guayaquil ydesde el movimientoindígena reclamabanpor autonomías. Eneste contexto, se reali-zaron varias consultaspopulares provincialesy, por último, se intentó,con el Presidente Noboa,una Consulta Nacional deautonomías, que fracasó. Coneso se llegó al tope del plantea-miento de las autonomías. La derrotade este planteamiento autonómico de laderecha arrastró los planteamientosautonómicos de otros sectores, incluidoel indígena.

La novedad de la Constitución de 2008,en este campo, es incluir como gobier-nos autónomos descentralizados a lasregiones, sin que estas existan en larealidad (Art. 242) y abrir la posibili-dad de formar “regiones autónomas”,como resultado de la unidad de dos omás provincias con continuidad territo-rial (Art. 244). Además, se cae en unaambigüedad al entregarles “facultadeslegislativas en el ámbito de sus compe-tencias y jurisdicciones territoriales”.(Art.240) La profundización en estadirección podría llevar a la conforma-ción de un Estado autonómico en con-tradicción con el Estado unitario, queplantea la Constitución en el artículoprimero.

Todo el planteamiento sobre la descen-tralización y las autonomías queda en elaire de frente a las competencias exclu-sivas del Estado central que, de confor-

midad con el Art. 261, subordinan, enlo fundamental, a las competencias delos gobiernos regionales (Art. 262),provinciales (Art. 263), municipales(Art. 264), de los distritos metropolita-nos (Art. 266) y parroquiales (Art. 267).A más de esta subordinación política,existe la subordinación económica.Primero, se plantea que los gobiernosautónomos descentralizados generarán

sus propios recursos financierosy aquí está un problema fun-

damental. La población deciudades medianas y

pequeñas no está encapacidad económica deaportar con impuestospara el desarrollo local.Este fue el plantea-miento del BancoMundial, que fracasó en

la década del ochenta ynoventa y que esta

Constitución, supuestamen-te anti-neoliberal, lo reproduce

en su totalidad. En segundo lugar,los criterios de asignación de los recur-sos del Estado central terminan siendosubjetivos y discrecionales de la autori-dad central y del mayor o menor some-timiento a la rectoría ejercida por elPresidente de la República.

3.4. La Rectoría en las FuerzasArmadas y la Policía Nacional

El Presidente de la República, en cali-dad de jefe del Estado y de Gobierno,“ejerce la máxima autoridad de lasFuerzas Armadas y de la PolicíaNacional y designará a los integrantesdel alto mando militar” (Art. 147, 16).Las disposiciones constitucionalessobre las Fuerzas Armadas y la PolicíaNacional responden a la primera con-cepción del presidente Correa y de suMovimiento político sobre la fuerzapública. Según esta concepción, en lacual predomina el anti-imperialismonorteamericano, se constata que laFuerza Pública está controlada, en granparte, por la Embajada de los EstadosUnidos, a través de muchos Convenios

520

Palabra de autor

La poblaciónde ciudades medianasy pequeñas no está en

capacidad económica deaportar con impuestos

para el desarrollolocal.

Page 21: Revista Textos y Contextos No. 13

de cooperación. Por lo tanto, era necesario, por una lado, romper esos lazos deunidad y, por otro, diferenciar entre Fuerzas Armadas y Policía Nacional. A lasFuerzas Armadas, que además han participado como fuerza desestabilizadora de lademocracia, disminuirla en sus funciones y en su capacidad operativa. Desde estaconcepción se le quitan las atribuciones constitucionales de participar en el de-sarrollo, de ser garantes del orden constitucional y de dedicarse a su “misión fun-damental de la defensa de la soberanía y la integridad territorial” (Art. 158). Y paraque el objetivo esté muy claro, se determina que: “La protección interna y el man-tenimiento del orden público son funciones privativas del Estado y responsabilidadde la Policía Nacional.” (Art. 158). El objetivo era evitar que las Fuerzas Armadasmantengan relación con la población civil, en especial con los sectores marginadosy con los indígenas, en actividades de desarrollo. Y, por otro lado, evitar que lasFuerzas Armadas salgan a las calles a combatir la delincuencia y el narcotráfico yse conviertan en fuerza de represión popular. Este objetivo constitucional se de-sarrollará en la Ley de Seguridad Pública y del Estado. Para ejecutar este objetivoconstitucional y legal y mantener a las Fuerzas Armadas en condiciones de bajaintensidad y de total control, el Presidente de la República designa como Ministrade Defensa, por primera vez, a una mujer, dirigente del partido socialista, después,a otra mujer, que desconoce totalmente de los temas militares, luego, a un médicoque tampoco conoce de los problemas militares y, por último, a un poeta, que envarias ocasiones había expresado su pensamiento anti-militar. El objetivo, mante-ner las Fuerzas Armadas en condiciones de baja intensidad. En estas condiciones,con unas Fuerzas Armadas de baja intensidad y utilizadas para la gestión de algu-nos sectores de la administración pública, como el petróleo con los marinos, y lascarreteras con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, se produce la invasión del ejér-cito colombiano en Angostura, marzo del 2008 y, luego, la rebelión de la PolicíaNacional, el 30 de septiembre de 2010, donde las Fuerzas Armadas deciden la per-manencia del Presidente Correa en el poder.

Estos acontecimientos político-militares generan un cambio en la concepción ini-cial del presidente Correa y se produce un retorno a los militares en condicionesmuy diferentes a las primeras y a las contenidas en la Constitución y en la Ley. Elnuevo rol de hecho de los militares es garantizar la democracia, apoyar el desarro-llo, participar en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, todo esto enforma inconstitucional e ilegal. Problema muy serio, desde el punto de vista jurídi-co, para el futuro de los militares en estos nuevos roles. El Presidente de laRepública, como el máximo jefe de las Fuerzas Armadas, apresurado, incrementael presupuesto militar, sube los sueldos de los militares, visita los cuarteles y com-pra todo tipo de armas, aunque sean de segunda mano.

En esta nueva situación, la Policía Nacional es una institución desestabilizada, sinidentidad, sin estructura, sin mando, en claro proceso de deterioro. En estas con-diciones, se puede entender la reacción del Presidente Correa de frente a las decla-raciones que el Coronel de Policía César Carrión dio sobre los acontecimientos del30 de septiembre: “Yo soy tu Jefe. Tú eres mi subordinado”. Este grito desde elpoder está lleno de la exigencia de disciplina y de respeto a la jerarquía. Bajo elprincipio de la rectoría, es inconcebible que un alumno, que un subordinado reali-ce declaraciones en contra de lo que la autoridad dice que es verdadero y que seconvierte en la verdad oficial.

Mientras todo esto ocurre en un errático manejo del frente militar y policial, ladelincuencia organizada nacional e internacional y el narcotráfico se asientan en elEcuador, afectando gravemente la seguridad de los ciudadanos. Algunos especia-listas en temas de seguridad han dicho que en el Ecuador funcionan las nacionesunidas del narcotráfico y del crimen organizado.

Palabra de autor

21

Page 22: Revista Textos y Contextos No. 13

4. El origen y los riesgos de laRectoría Presidencial

El principio de la rectoría está en claraoposición a las disposiciones constitu-cionales que han reconocido los dere-chos y garantías de las personas comosujetos diversos y que han permitido,precisamente, el reconocimiento delpluralismo social y la participa-ción ciudadana. Por un lado,se ha reconocido el plura-lismo social y, por otrolado, se elimina dichopluralismo, con el esta-blecimiento de la rec-toría única y altamen-te concentradora depoder en el Presidentede la República. Losconstituyentes, en lapráctica, han enfrenta-do la parte dogmáticadel reconocimiento delos derechos con la parteorgánica de la Constitución,donde, en base de la organi-zación y el ejercicio del poder, sedesconocen dichos derechos y seimpone la rectoría como hecho dedominación. Estas disposiciones cons-titucionales y, sobre todo, esta prácti-ca política ecuatoriana, tienen su fun-damento en la teoría política de KarlSchmitt, que planteó una oposición alos partidos políticos y a la democra-cia parlamentaria, y que sostuvo quela soberanía la encarna el Estado y,dentro del Estado, el Ejecutivo. De talmanera que el Estado se fortalecía,pero el Estado representado, cada vezmás, por un poder fuerte y unitario:“En un ensayo de 1931 dedicado alGuardián de la Constitución, Schmittpiensa que el Presidente elegido direc-tamente por el pueblo, a la luz de losartículos 130 y 46 de la Constituciónque lo ponía en la cumbre de la buro-cracia –entendida como fuerza estatalindependiente y neutral-, representa-ba ahora, él solo, más allá del parla-mento gravemente dividido e incapazde expresar un gobierno sólido y dura-dero, el elemento político de la

Constitución, la unidad del pueblo ale-mán que el mismo Schmitt pensabaque era esencial, como sabemos, parala vida de la Constitución… Se debíaevitar que la crisis del conjunto de lospartidos y de la representación políti-ca del parlamento arrastrase consigo atoda la Constitución. Por el contrario,la Constitución podía y debía conti-nuar viviendo, recurriendo a la fuerza

representativa del presidente ele-gido por el pueblo, que

hubiera permitido, graciasal ejercicio de los

amplios poderesextraordinarios atri-buidos por el artículo48 de la mismaConstitución alPresidente, mantenervivo no solo el princi-pio político de la uni-dad del pueblo ale-

mán sino también elordinario funciona-

miento del Estado y de laburocracia, también ella

conectada al Presidente,como hemos visto, por las nor-

mas constitucionales”.6 Schmitt expre-sa la idea autoritaria dela primacía del Estadosobre la Constitución, yla idea de que el Estadoestá representado porla autoridad delPresidente. La conti-nuidad histórica delpueblo estaba dada porla fortaleza del Estado en la figura delPresidente, elegido por el pueblo. Elpoder soberano, según Schmitt, tam-poco retorna a la soberanía popular,sino que el poder soberano es delEstado pero en la figura delPresidente. El Presidente es la expre-sión del poder soberano. El Presidentees el soberano.

Con este planteamiento, Schmitt pen-saba que se podía abandonar la demo-cracia parlamentaria y adoptar elEstado autoritario, legitimado plebis-citariamente, en el dictador. “Todoslos métodos plebiscitarios, y toda la

522

Palabra de autor

6 Fioravanti Maurizio,Constitución. De la Antigüedad anuestros días, Madrid, Editorial

Trotta, 2007, p. 153. Ver, SchmittCarl, La Dictadura, Madrid, Revista

de Occidente, 1968.

Schmittexpresa

la idea autoritariade la primacía del Estadosobre la Constitución, y la

idea de que el Estadoestá representado por la

autoridad delPresidente.

Page 23: Revista Textos y Contextos No. 13

legitimidad plebiscitaria necesitan un gobierno o alguna otra instancia autorita-ria”.7 Esta concepción es la que dará sustento teórico a los experimentos depoder y de dominio mundial en el siglo XX, tan rechazados por sus efectosdesastroso en contra de la humanidad. Estamos frente a la construcción de unsistema político, donde el poder no tiene límites ni controles, es decir, ante laconstrucción de un sistema político autoritario y totalitario.8

El principio de la rectoría, que hemos analizado, aparece como la reproduccióndel principio de la “jefatura (Führung) política”, de la teoría política de Schmitt.Para Schmitt, el sistema político se constituye con tres subsistemas: La organi-zación de mando, de justicia y la administración del aparato estatal; la autoad-ministración comunal y gremial del pueblo; y, finalmente, el partido único. Setrata de un sistema político integrado por el Estado, el Pueblo y el Movimiento oPartido, y todos ellos bajo el caudillaje (Führertum). El líder es jefe de Estado,jefe del Pueblo y Jefe del Movimiento. Entre estos tres factores del sistema polí-tico, el movimiento, como expresión del jefe, es la fuerza cohesionadora, tantodel Estado, como del Pueblo. Por tanto, el Estado es un “órgano del Jefe(Führer) del movimiento”.9 El esfuerzo de Schmitt para definir la jefatura, dife-renciándola de las concepciones de autoridad tradicional, no tienen muchoéxito, porque termina en una apología de la jefatura y en definiciones tautológi-cas y en un campo en el cual no se diferencia la jefatura de la tiranía, de la arbi-trariedad y del autoritarismo.10Bajo esta concepción, la organización del Pueblo,en sus distintas manifestaciones, adquirirá, según Schmitt, una “autonomíaposible en el marco de la jefatura política”. Los seguidores de esta teoría deSchmitt la denominan “autonomía responsable”, que, en definitiva, significa eli-minar toda autonomía de las instituciones y de los sectores sociales, que luegode una larga lucha consiguieron una autonomía con respecto al gobierno deturno. La autonomía responsable se traduce en obediencia a la jefatura política,por tanto, no tiene nada de despolitizada sino todo lo contrario, significa unagran politización, subordinada a la jefatura política del líder.

Schmitt, según el extraordinario estudio de Georg Lukács, es el constructor de laideología reaccionaria del fascismo. Schmitt comienza con la crítica contra laideología liberal y contra el sistema parlamentario, oponiendo liberalismo ydemocracia, y vinculando la democracia de las masas con la dictadura. “La fina-lidad de las aseveraciones de Schmitt, no es otra que desacreditar el parlamen-tarismo democrático, poner de relieve cómo este régimen lleva en su entraña lascrisis y se halla superado por la historia, y, sobre todo, poner de manifiesto suincompatibilidad con la democracia de masas”.11 La crítica de Schmitt es a lademocracia liberal, al parlamento y a los partidos políticos. El parlamento seconvierte “en el escenario en que se dividen de un modo pluralista los poderessociales organizados”. Representa una disolución del Estado, del mismo modoque, en su día, el creciente poder de los príncipes representaba la disolución delImperio alemán. Este estado de desintegración, esta crisis permanente engendrapor sí misma la necesidad del estado de excepción, de la dictadura del presiden-te del Reich”12. El diagnóstico negativo que hace Schmitt de la situación de la

Palabra de autor

237 FijalkowskyJürgen, La trama ideoló-gica del totalitarismo. Análisis críticode los componentes ideológicos en laFilosofía política de Carl Schmitt,Madrid, Editorial Tecnos, 1966,p. 160

8 Ver la interesante obra de ArendtHannah, Los orígenes del totalitaris-mo, Madrid, Alianza Editorial, 19829 Ver, el interesante estudio deFijalkowskiJúrgen, La trama ideológicadel totalitarismo, op. cit., pp. 235ss.

10 Ibid., pp. 244ss

11 Lukács Georg, El asalto a larazón. Trayectoria del irracionalismodesde Schelling hasta Hitler, México,Ediciones Grijalbo, 1972, p. 532

12 Ibid., p.533

Page 24: Revista Textos y Contextos No. 13

República de Weimar tiene como objetivo justificar la nece-sidad de la dictadura, dice Lukács. La construcción socioló-gico-jurídica de Schmitt, que concibe la política como rela-ciones amigo-enemigo, por ser reduccionista, es extraordi-nariamente pobre, vacua y de una gran arbitrariedad irra-cionalista, continúa Lukács. Schmitt, con todas sus concep-ciones en contra de la democracia, del parlamento y los par-tidos políticos, con su antipartidismo, antipolítica y antipar-lamentarismo, se convierte en una de las expresiones de lairracionalidad y, por lo tanto, de los actos del asalto a larazón, en favor de la dictadura y del fascismo.

Al planteamiento de Schmitt le respondió Hans Kelsen, paraquien, la Constitución debe ser democrática: “Es democráti-ca porque tiende a excluir poderes autocráticos, es decir,poderes que buscan autolegitimarse, afirmar un fundamentopropio y distinto, distinto por su naturaleza de aquel de lanorma constitucional, que es por el contrario el único funda-mento, según Kelsen, admisible en democracia. Desde elpunto de vista del régimen político, se deduce que es demo-crático el régimen que no sobrevalora ningún poder, quereconoce todos los poderes a la norma constitucional”.13

Estos fueron los temas del debate académico y político de laprimera mitad del siglo XX, como una reacción al marxismoleninismo y como propuesta a la crisis política de Europaoccidental, especialmente, de Alemania. La historia se de-sarrolló por el lado de la propuesta de Schmitt y condujo ala construcción de las dictaduras de Mussolini y Hitler, conresultados desastrosos para la humanidad. Destruida, mili-tarmente, esta opción para Europa occidental, se retomó elplanteamiento de Kelsen, en la segunda mitad del siglo XX,como la vía democrática para la organización de las socieda-des y la reconstrucción del Estado Social de Derecho.Lo sorprendente para América Latina y, especialmente, parael Ecuador, es que los planteamientos de Schmitt se hayanretomado un siglo más tarde y que las lógicas del amigo-enemigo y de la jefatura política, propias del fascismo, seanretomadas e instauradas constitucionalmente, en nombre deuna propuesta supuestamente de izquierda. Las propuestasreaccionarias de Schmitt, planteadas para superar las con-cepciones marxistas y para enfrentar al marxismo-leninismode la Unión Soviética, y con resultados perniciosos para lahumanidad, hoy son retomadas, paradójicamente, por quie-nes dicen ser revolucionarios y socialistas del siglo XXI. Siestas son algunas de las propuestas alternativas, por supues-to, no son de izquierda, y por su carácter autoritario y totali-tario, el pueblo ha comenzado a reaccionar en contra.Hannah Arendt, como mensaje final de su obra sobre eltotalitarismo, dice: “Initium ut essethommocreatusest.”“Para que un comienzo se hiciera fue creado el hombre”.14

Esta confianza en la capacidad del hombre para reaccionarante sistemas políticos autoritarios y totalitarios, de dere-cha o de izquierda, se basa en el espíritu de sobrevivenciadel hombre, como una ley natural y que, en uso de su liber-

524

Palabra de autor

13 Fiorvanti Maurizio, op. cit., pp.154-155

14 Arendt Hannah, op. Cit., p. 616

Page 25: Revista Textos y Contextos No. 13

tad, resiste y lucha contra quienes atentan en contra de sus libertades y sus vidas.Las reacciones en el Ecuador, como la marcha del 22 de marzo de 2012, en contrade un proyecto autoritario, son, precisamente, en nombre de la vida y la dignidad.En esta marcha, se han visto enfrentadas, por un lado, la parte dogmática de losderechos y garantías de los pueblos indígenas, de la naturaleza y del pueblo engeneral y, por otro lado, el poder organizado y concentrado en el Presidente de laRepública, organizando contra-marchas y el Presidente de la Asamblea Nacionalautoclausurándola. El 22 de marzo de 2012, en el Ecuador, pasará a la historiacomo el inicio de un enfrentamiento de los que perdieron el miedo a la rectoría, ala concentración del poder y al autoritarismo y la reacción desde el poder, garanti-zado, ahora sí, por las Fuerzas Armadas, con contra-marchas, canto y baile, pro-ducto del nerviosismo, pero tratando de aplastar las marchas del pueblo indígena.

Bibliografía

• Arendt Hannah, Los orígenes del totalitarismo, Madrid, Alianza Editorial, 1982• Constitución de la República del Ecuador, 2008• FijalkowskyJürgen, La trama ideológica del totalitarismo. Análisis crítico de

los componentes ideológicos en la Filosofía política de Carl Schmitt, Madrid,Editorial Tecnos, 1966

• Fioravanti Maurizio, Constitución. De la Antigüedad a nuestros días, Madrid,Editorial Trotta, 2007

• Lukács Georg, El asalto a la razón. Trayectoria del irracionalismo desdeSchelling hasta Hitler, México, Ediciones Grijalbo, 1972

• Mannheim Karl, Ideology and utopia, New York, Harcourt, Brace and Co.,1936

• Miliband Ralph, El Estado en la sociedad capitalista, México, Siglo XXI, 1977• Rousseau Jean Jacques, El Contrato Social, Ediciones Orbis, 1971• Schmitt Carl, La Dictadura, Madrid, Revista de Occidente, 1968• SENPLADES, Plan Nacional para el Buen Vivir, 2009-2013

Palabra de autor

25

Page 26: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 27: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

El gobierno de Rafael Correa ha devenido en ser un gobierno autoritario, producto de las propias prevenciones de las organiza-ciones sociales que lo llevaron al poder y que desearon blindar su mandato debido a la reciente historia de inestabilidad políticaque vivió el país. Correa ha consolidado un gobierno centrado en la figura presidencial, desde donde, como los viejos regímenesdel socialismo real, se estigmatiza a cualquier voz crítica, se controla la información y se criminaliza la protesta social, alejándosecada vez más del proyecto democrático, con voces diversas, que fue el que diseñaron las organizaciones sociales como eje de unverdadera transformación social.

Palabras clave

Ecuador, economía, buen vivir, derechos humanos, derechos de la naturaleza, socialismo

Abstract

The Government of Rafael Correa has become in an authoritarianism government, product of the own preventions of the socialorganizations that led him to the power and shielding his period of government product of political instability experienced by thecountry. Correa consolidated a government based on the presidential figure, like in the old regimes of real socialism, where the crit-ical voice is stigmatized; the information is controlled and criminalizes social protest, been every time farther of the democracypower, who had diverse voices that was the one that build the social organizations as axis of a real social transformation.

Palabra de autor

27

Democracia, liderazgo

y autoritarismo

Luis Ángel Saavedra*

* Luis Ánge l Saaved ra, Comunicador social, graduado en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador (FACSO), analista en geopolítica. Escribeanálisis mensuales para Latinoamérica Press y Latin America Data Base / Noti Sur. Es Director Ejecutivo de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, organi-zación con la cual ha publicado diversas investigaciones sobre geopolítica latinoamericana, en especial sobre procesos de militarización y control regional.

Page 28: Revista Textos y Contextos No. 13

Keywords

Ecuador, economy, good living, human rights,rights of nature, socialism.

1. Introducción: de laingobernabilidad al autoritarismo

n América Latina asistimos ala consolidación de un bloquede países denominado como

progresista; estos países presentanalgunas características comunes, unasno tan atractivas como el estar confor-mado por una mezcla de ex-dirigentesy activistas sociales junto a tecnócra-tas que dieron cuerpo al modelo neoli-beral que ahora cuestionan con granvehemencia; y otras con gran poder deconvocatoria, como el hacer uso de undiscurso nacionalista y mantener pos-turas de relativa independencia frentea la intervención estadounidense enlos órganos multilaterales y regiona-les; sin embargo, una de lascaracterísticas más marcadasde estos gobiernos es elestar liderados por fuer-tes caudillos, reacios asoportar críticas sobresus acciones y conven-cidos de tener un rolprotagónico en la his-toria nacional, unaespecie de rol mesiáni-co que está a la alturade próceres pasados yen cuyas decisiones lasbases sociales no tienen lacapacidad de incidir, debido asu incompetencia para analizar lacoyuntura política y, por tanto, necesi-tadas de la iluminación de un lideraz-go único.

La historia de los últimos 30 años, enel caso nacional, ha sido una historiade permanente movilidad social; enalgunas ocasiones expresada directa-mente a través de revueltas populares,que solo sirvieron de escenario para elderrocamiento de presidentes forma-les, pues no se pudieron modificar las

verdaderas relaciones de poder; y enotras ocasiones, algo más discretas,con la participación social en el diseñode propuestas legislativas y políticaspúblicas en los más diversos temas ysectores, las que finalmente confluye-ron en la Asamblea Constituyente deMontecristi y lograron transformarseen un marco normativo que se ha con-vertido en referente de otras luchas yde otros movimientos.

Pese a los fracasos, las desilusiones olas pequeñas victorias, esta movilidadda cuenta de la intensidad y transver-salidad de la organización de baseque conforma cada sector social, unadiversidad que en determinadosmomentos logró acoplarse paraexpresar un sentimiento común: lanecesidad de una trasformaciónsocial. Esta es una transformaciónsoñada, pero no definida, pues semezcla la añoranza de las revolucio-nes del siglo pasado con la visiónpragmática de un mundo interrela-

cionado e interdependiente, y labúsqueda de cambios, verda-

deramente radicales, en laconcepción de la vida y

sus sistemas de sosteni-miento.

Pese a los aportes queha tenido la movilidadsocial en el proceso decambios que ha vividoel Ecuador en su histo-

ria reciente, ésta ha sidocatalogada como una

expresión de “ingobernabi-lidad” y, a tal punto se asimi-

ló esta definición que inclusoentidades académicas que propician lainvestigación social la adoptaroncomo parte de la identidad del país.1

La referencia conceptual de “paísingobernable” se convirtió en unatrampa para las propias organizacio-nes que se movilizaron buscandotransformaciones sociales e incidie-ron en el texto de la Constitución deMontecristi; pues el temor de que suproyecto político, que se creía ya

528

Palabra de autor

1 La Universidad Andina SimónBolívar, en mayo de 2002, convocó a

un concurso nacional de ensayodenominado “Cambiando la

Democracia”, en el que una de laspreguntas generadoras era “Por qué

es Ecuador un país ingobernabledonde toda propuesta buena tiene

tropiezos para lograr vigencia ymuchas veces pierde viabilidad en el

proceso” (UASB, Primer concursonacional: Cambiando la Democracia,

Mayo, 2002)

La historiade los últimos

30 años,en el caso nacional,ha sido una historia

de permanentemovilidad

social

E

Page 29: Revista Textos y Contextos No. 13

había alcanzado niveles de poder político con el gobierno en curso, pueda serdesplazado por nuevas movilizaciones, que podrían ser generadas como últimoestertor de una derecha en retirada, las llevó a blindar ese poder en la figura pre-sidencial y a aceptar lo que la misma derecha había reclamado para sí: un lide-razgo fuerte, con capacidad y decisión para gobernar, léase, con capacidad paraimponer su esquema de gobierno.

Así, liderazgo firme y autoritarismo, no solo pasaron a ser sinónimos en la nuevaetapa presidencial, sino que se convirtieron en el dogma que ahora defiendenorganizaciones sociales procedentes de la formación de la vieja izquierda, actituden la que incluso se han ubicado ex militantes de organizaciones de derechoshumanos.

2. Las taras asumidas del Socialismo Real o Socialismo del Siglo XXI

En el último siglo, los sistemas políticos que han dominado la sociedad occidentaltienen una matriz común: el desarrollo, entendido como una búsqueda permanen-te de la satisfacción de las necesidades humanas; esta satisfacción implica la capa-cidad de consumo en la sociedad capitalista; la satisfacción progresiva de los dere-chos económicos, sociales y culturales (DESC) en el mundo socialista; o, una sim-biosis de las dos en el ahora denominado socialismo pragmático, denominado, enpalabras de los presidentes latinoamericanos Chávez y Correa, “Socialismo delSiglo XXI”.

Las diferencias básicas en los modelos pueden resumirse en el rol del Estado y eldestino de la riqueza; sin embargo, ambas coinciden en el origen primario de lariqueza. Un análisis económico del apoyo brindado a las revoluciones socialistaspor parte del ex bloque oriental, así como del apoyo a las contrarrevoluciones y alcontrol de la insurgencia dado por los Estados Unidos, nos puede develar que lacontradicción básica no se dio en el plano de la ideología, sino en las posibilidadesde libre acceso a los recursos naturales.

Para el mundo capitalista, la extracción de recursos permite la acumulación de lariqueza en los propietarios de los medios de producción y la posibilidad de ofertarmercancías para satisfacer necesidades cada vez más crecientes, gracias a la aplica-ción de estrategias de marketing; éste es el mundo del consumo, en donde el de-sarrollo se mide por los índices del poder adquisitivo de las personas; un poderadquisitivo cuya razón de ser nunca ha sido cuestionado. En este mundo, hablar delo verde solo implica un maquillaje a la depredación, pues no puede existir uncapitalismo verde, ésta es solo una construcción verbal, al igual que el neoliberalis-mo acuñó el concepto de “capitalismo humano” para enmascarar la catástrofesocial que produjo la liberalización de la economía y la transformación de los dere-chos en mercancías y servicios.

Palabra de autor

29

Page 30: Revista Textos y Contextos No. 13

En el mundo socialista, pasado y presente, si bien se cuestiona el sis-tema de consumo, no es menos cierto que su objetivo básico es lograrel “Estado de Bienestar”, en el que la totalidad de la población puedeacceder a ciertos servicios y derechos de manera más o menos equita-tiva y, sobre todo, progresiva; pero nadie se planteó si este cumpli-miento progresivo debía tener unos límites y cuáles eran esas limita-ciones.

Tanto el afán de consumo, como la satisfacción ilimitada de los DESC,en algún momento tenían que confrontarse con otros derechos que nohabían sido debatidos y con otros grupos sociales que no hacían partedel modelo de desarrollo de occidente, que asumen los DESC desdeotras dimensiones y en compatibilidad con otros derechos.

Cláusulas verdes en los tratados internacionales, metodología verdeen la producción de bienes, controles verdes en los acuerdos de conce-sión para la explotación de recursos, discurso verde en la publicidad,todos estos son elementos del nuevo capitalismo verde que se empiezaa vender en la sociedad como una formula de vida que respeta elmedioambiente y que caracteriza, al menos en el discurso, a los paísesprogresistas latinoamericanos; pero que no han podido convencer aquienes no crecieron, ni se formaron en el seno del modelo de de-sarrollo occidental.

Al inicio del mandato de Correa, las organizaciones sociales que habíanhecho de la calle su escenario de lucha, se convencieron ingenuamentede que había llegado el momento de tomar el poder a través de su inci-dencia en el gobierno; muchos líderes estaban convencidos de que enel seno del nuevo gobierno se produciría una lucha interna que enfren-taría a la izquierda, representada por los partidos tradicionales deizquierda, las diversas expresiones del movimiento indígena, organiza-ciones campesinas y algunos sectores que en el pasado habían optadopor la lucha armada; con los rezagos de la derecha y el populismopasado, representado por la dupla Alvarado – Mera. Esta visión provo-có que muchos líderes sociales integren el equipo de gobierno paraapuntalar la posibilidad de construir un gobierno de izquierda.

Esta lectura fue desechada cuando fue evidente que lo que estaba enjuego no era la conformación del gobierno, sino la estructuración delEstado como tal, y eso se jugaba en otra cancha, la AsambleaConstituyente. En efecto, fue ahí donde se produjeron las primeras ygraves fisuras entre los diversos movimientos que llevaron al poder aCorrea, quien tuvo la habilidad, ayudado por excelentes campañaspublicitarias, de explicar esta confrontación en el marco de las viejascontradicciones izquierda – derecha, asumiendo para sí la representa-ción de la izquierda. Explicada la confrontación política en este marcode análisis, Correa y su equipo recurrieron a las mismas herramientasde control social que implementaron las izquierdas que llegaron alpoder a través de las revoluciones vividas en la primera mitad delsiglo pasado: Neutralización de la disidencia, control de la informa-ción y homogenización de la sociedad.

En primer término, el gobierno tenía la necesidad de explicar el frac-cionamiento que se vivía al interior de su movimiento, y la mejormanera de hacerlo fue denigrando a quienes abandonaban el proyecto

530

Palabra de autor

Page 31: Revista Textos y Contextos No. 13

de Correa; luego de la denigración se pasó a la criminalización, utili-zando al sistema judicial para silenciar a los disidentes. Esta tácticaresultó ser muy exitosa, permitió neutralizar y aislar las bases socialesde sus liderazgos, minimizando la capacidad de movilización y la posi-bilidad de cuestionamiento de la acción gubernamental.

Recuperar la capacidad de movilización fue una tarea titánica paralos sectores sociales que empezaban a cuestionar a Correa, pues nosolo enfrentaban la capacidad gubernamental de penetrar las basessociales con sus programas de gobierno, sino que debían superar elimpacto de la publicidad gubernamental y el control de la informa-ción.

Una propaganda gubernamental abundante, de la mano de una críticay hostigamiento a los medios de comunicación privados, permite laconstrucción de una realidad distinta, afín a las necesidades de res-paldo social que tienen los gobiernos. Esta estrategia no solo fueconocida y aplicada en los países del socialismo real, sino en todos lospaíses que tuvieron, y tienen, regímenes autoritarios.

Si bien es cierto que se hace necesario un análisis sobre la conforma-ción y los intereses de los medios privados de comunicación a fin defortalecer el debate político, no es dable que se implementen mecanis-mos similares a las que emplean las élites para imponer una realidaddistinta a la que se vive. El rol de la propaganda gubernamental y lamanera de abordar la información de los medios públicos, converti-dos en voceros del gobierno, no ayudan en la construcción de unasociedad deliberante.

Finalmente, cabe resaltar que un gobierno autoritario mira a la socie-dad como un ente homogéneo, acorde a su propia cosmovisión; soloasí puede funcionar el rol mesiánico que ha definido para sí, pues elsimplificar la estructura social permite un mayor nivel de control entodos los ámbitos: Finanzas, formación, desarrollo, etc. En estegobierno se ha producido el mayor desmantelamiento de las institu-ciones autónomas y que buscaban el desarrollo de grupos específicos,acorde a sus propias cosmovisiones.

Un gobierno progresista, que se autodenomina como socialista, peroque ha asumido las taras de las viejas estructuras de la izquierda, nopodrá desarrollar un proyecto democrático, inclusivo, que acoja lossaberes sociales en todas sus dimensiones; al contrario, tendrá siem-pre la tendencia a fortalecer los mecanismos de control, utilizando nosolo los organismos armados del estado, sino estructurando un siste-ma legal, como el nuevo código penal, que le permita desarticular yencadenar a la crítica.

3. Autoritarismo y control social

En los últimos treinta años de democracia en el Ecuador, a excepcióndel periodo presidencial de León Febres Cordero (1984 - 1988) en elque se desató un sistema de represión política, la violación de dere-chos civiles ha estado más vinculado al sistema carcelario, por suscondiciones y procedimientos, y a la protesta social, a través del enjui-

Palabra de autor

31

Page 32: Revista Textos y Contextos No. 13

ciamiento de sus líderes. La matriz dela protesta social tiene que ver con ladefensa de derechos, en su mayor partecon la defensa de derechos ambientalesy, ahora, con la defensa de los derechosde la naturaleza (AE, CEDHU,INREDH, 2011).

En el pasado, Orellana y Sucumbíoshan sido las provincias que mayormovilización social han tenido y endonde se han producido el mayornúmero de actos de represión, ya sea deforma directa, con la represión policialy militar, o usando el sistema judicialpara hostigar a los dirigentes. Ahora,Orellana y Sucumbíos están en silencio,y en ello mucho tiene que ver los suce-sos de Dayuma y el apresamiento de laprefecta de Orellana, Guadalupe Llori,tal como lo veremos más adelante.

En los últimos cinco años, el sistema dehostigamiento judicial se fue trasladan-do de las provincias petroleras hacia lasprovincias en donde se empezaron adesarrollar proyectos mineros. Estapráctica llevó a juico a más de 360 líde-res y lideresas sociales, acusados dediversos delitos, como sabotaje, inju-rias, robo, entre los principales.

En marzo de 2008, la AsambleaConstituyente, consciente del desarrollode la lucha social en defensa de losderechos y de la arbitrariedad del usode los sistemas de justicia por parte delas empresas y algunas autoridades sec-cionales vinculadas a ellas, decidió daramnistía a todos los casos. Gran partede las personas amnistiadas participa-ron en manifestaciones contra proyec-tos mineros de las empresas extranjerasAscendant Copper Corporation,Aurelian, ECSA, Imagold y Kinross.

El proceso de amnistía suponía unacomprensión por parte del Estado deque las luchas sociales habían sido legí-

timas; sin embargo, desde el 2008 enadelante, el gobierno de Rafael Correaempezó a utilizar los mismos métodosque habían usado las empresas parainfundir temor en los liderazgos socia-les y evitar la protesta (Trujillo, R.,Pumalpa, M., 2011).

A diferencia de los juicios anteriores, endonde los demandantes eran lasempresas o autoridades seccionales,desde el 2008, los juicios que se haninstaurado contra dirigentes son a peti-ción de funcionarios gubernamentales,convirtiendo al Estado en el que llevaadelante las causas (AE et all, 2011).

Los nuevos juicios, y las nuevas accio-nes de represión, están totalmente vin-culados con la actividad extractiva, con-virtiendo a ésta en la principal razón delas violaciones a los derechos civiles delos ecuatorianos y ecuatorianas, a másde violentar derechos ambientales y losderechos de la naturaleza. A este proce-so se lo ha denominado “criminaliza-ción de la protesta social”.

El 11 de diciembre de 2011, el Defensordel Pueblo Fernando Gutiérrez, presen-tó el informe “Los escenarios de laCriminalización a Defensores deDerechos Humanos y de la Naturalezaen Ecuador: desafíos para un EstadoConstitucional de Derechos. Este fue elúltimo acto formal de Gutiérrez, puesfinalizaba su periodo. Paralelamente, laFundación Regional de Asesoría enDerechos Humanos (INREDH) presen-tó una investigación sobre los procesosjudiciales instaurados contra líderessociales que se habían movilizado endefensa de sus derechos, en especial endefensa del agua y territorios comunita-rios. Un nuevo informe también fuepresentado de forma conjunta entreINREDH, la Comisión Ecuménica deDerechos Humanos (CEDHU), AcciónEcológica (AE).

532

Palabra de autor

Page 33: Revista Textos y Contextos No. 13

El informe de la Defensoría del Pueblo del Ecuador (DPE), define a la criminaliza-ción de la protesta social como “un mecanismo de control social para intimidar,neutralizar, inhibir y hostigar cualquier tipo de conducta que pueda poner en ries-go o que cuestione las expresiones de poder imperantes ya sea que estas proven-gan desde el Estado, así como desde otros actores particulares“ (DPE, 2011, p. 3).

De igual manera, este informe cataloga en dos grandes bloques la criminalizaciónde la protesta social:

Criminalización primaria, que se refiere al proceso por el cual se seleccionan ciertas conductas,

sobre las cuales el estado programa respuestas represivas. Este tipo de criminalización consiste

en un ejercicio de abstracción, puesto que no se sabe en concreto quienes serán las personas que

van a realizar esas conductas. De manera general, la criminalización primaria se concreta en la

elaboración de leyes y en la tipificación de conductas catalogadas como socialmente reprochables,

y es llevada a cabo por las agencias políticas como el legislativo y el ejecutivo (DPE, 2011, p. 5).

En este sentido, la Asamblea Nacional está tramitando el Nuevo Código Penal, enel que se incorpora la tipificación de delitos como sabotaje, terrorismo, rebelión,obstrucción del espacio público (carreteras), asociación ilícita; y otras figuras lega-les encaminadas a penalizar las principales formas de protesta (AN, 2012).

Criminalización secundaria, que constituye un hecho concreto que recae sobre determinadas

personas y lo llevan a cabo las agencias policiales, judiciales y penitenciarias. La criminalización

secundaria está condicionada por el poder, es decir, quien ejerce el poder cataloga, bajo ciertos

estereotipos y circunstancias coyunturales, a las personas que deberán ser objeto de criminali-

zación. De este modo coloca en la opinión pública una imagen de la persona “delincuente” con

elementos clasistas, racistas, etareos, de género, de nacionalidad, etc.

Desde esta definición, se aborda la criminalización secundaria desde dos momentos, uno el dis-

cursivo, esto es a través de los significados y estereotipos que se van generando desde quienes

ostentan el poder a través del discurso y el efecto que esto genera en la creación de personas

“delincuentes” en contra de quienes se generan procesos de criminalización [...] El segundo

momento está relacionado con la judicialización, momento en el cual el estado pone en práctica

lo programado en la normativa enunciada en la política criminal recurriendo al sistema judicial,

sobre todo penal (DPE, 2011, p. 6).

Fiel a la estrategia asumida por el gobierno, Correa denigró al ex Defensor, pero nopudo refutar los datos presentados por Gutiérrez. La capacidad de propaganda queposee el gobierno puso a Gutiérrez y a los líderes indígenas y campesinos comoenemigos del proceso que lleva adelante Rafael Correa. Este discurso es asimiladopor sectores urbanos y está generando comportamientos racistas, pues los dirigen-tes indígenas reciben constantes insultos y agresiones en las calles.

La Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), a través del Programa Andino deDerechos Humanos (PADH), presentó el “Informe sobre derechos humanos –Ecuador 2011” (UASB – PADH, 2012), en el que recoge varios ejemplos de viola-ciones a los derechos humanos, generadas durante el año 2011 y que son productode la actitud autoritaria del gobierno central, y seguida por funcionarios secciona-les. De igual forma, el gobierno, lejos de enfrentar los datos presentados, se dedicóa denigrar a la universidad y a los autores del informe; sin embargo estos datos, ylos informes de otras organizaciones de derechos humanos, fueron acogidos porvarios países que los sacaron a relucir cuando el gobierno presentó su informe dederechos humanos, el pasado 21 de mayo de 2012, en el Consejo de DerechosHumanos de las Naciones Unidas, durante el Examen Periódico Universal, queevalúa alternadamente, cada cuatro años, a sus países miembros.

Palabra de autor

33

Page 34: Revista Textos y Contextos No. 13

4. Represión y desinformación:algunos ejemplos

La propaganda gubernamental, si bienes cierto puede ocultar momentánea-mente la realidad, esta sale a flote ypoco a poco se instala en el conscientecolectivo. La Marcha por la Vida y laDignidad, realizada del 8 al 22 demarzo del 2012, es un ejemplo de quelas bases sociales ya no creen en eldiscurso presidencial y empiezan amirar las acciones autoritarias delgobierno y los actos de represión queha protagonizado.

Ya a finales del 2011, al presentar lainvestigación “Criminalización de losDefensores y Defensoras de DerechosHumanos en el Ecuador”, realizada pornuestros compañeros de INREDH,Rodrigo Trujillo y Mélida Pumalpa,hicimos un recuento de la represiónvivida desde el año 2008, parte de lacual la resumimos a continuación, y serefiere únicamente a procesos de pro-testa de base sociales, dejando a unlado el hostigamiento a periodistas, tra-bajadores, líderes sindicales y otroslíderes políticos.

En Noviembre de 2007, la policía nacio-nal y el ejército arremetieron contra lapoblación de Dayuma, que había blo-queado las vías de acceso y pozos petro-leros en demanda de beneficios sociales.Esta acción armada de represión fueduramente cuestionada por diversasfuerzas políticas y organizaciones dederechos humanos. El gobierno nacio-nal, en ese entonces aún consolidándosey empeñado en bloquear la acción polí-tica de los sectores que tradicionalmen-te han ostentado el poder en el país, notuvo más remedio que ceder a la pre-sión de la crítica y organizar una comi-sión de investigación, la que determinóque las acciones de la policía y el ejérci-to eran «inaceptables».

Antes de Dayuma ya se habían vividoactos de represión que fueron ignora-dos por las organizaciones socialesdebido a que aún se creía en la promesa

de cambio que Rafael Correa habíaesgrimido durante su campaña electo-ral y los primeros meses de gobierno.Cabe recordar que, en julio de 2007,dos meses antes de la represión deDayuma, la policía ya arremetió contralas comunidades de El Descanso,Molleturo y Girón, que se habían levan-tado en defensa del agua, rechazando lapresencia de la minera canadienseIamgold, empeñada en ejecutar su con-cesión para la explotación de oro.

Después de Dayuma se dieron otrosoperativos de represión, durante loscuales el gobierno nacional fue perfec-cionando sus mecanismos de negaciónde los hechos, denigración y criminali-zación de los liderazgos de la protestasocial; así, una nueva represión a lascomunidades de Molleturo, ElDescanso y Girón, en enero de 2009,ya incorporó el enjuiciamiento a losdirigentes de estas comunidades.Juicios similares se instauraron luegoa dirigentes de Nabón, que también seoponían a las actividades mineras enlas inmediaciones de sus fuentes deagua.

En septiembre de 2009 se produjo lagran movilización nacional contra ladenominada Ley de Aguas, que preten-día, y aún pretende, concentrar el con-trol de las fuentes de agua en institucio-nes gubernamentales, sin la participa-ción de actores sociales vinculados conel uso y administración histórica deeste recurso.

La movilización del 2009 tuvo sumayor confrontación en Macas, endonde murió el profesor shuar BoscoWisuma. El gobierno nacional, paraeste entonces, ya había aprendidomucho en el cómo desvirtuar loshechos y criminalizar a las dirigencias;fue así como inmediatamente instaurósendos juicios penales a dirigentesshuar, en tanto que, para desmovilizarla protesta indígena, nuevamente apelóa la creación de una comisión de inves-tigación, ya no con la buena fe con laque se pudo consolidar la comisión deDayuma, sino con el objetivo de dilatar

534

Palabra de autor

Page 35: Revista Textos y Contextos No. 13

las investigaciones y buscar la forma de encausar la investigación a convenienciadel gobierno.

En la Comisión de Investigación del Caso Wisuma, los delegados del gobiernoactuaron deslealmente, pues antes de cualquier conclusión de esta investigación,se adelantaron a publicar sus propias conclusiones, las que estaban encaminadas abuscar un culpable entre las filas indígenas, aunque para ello se haya recurrido adar crédito a dos «testigos» que mintieron abiertamente.

Esta Comisión, hasta la fecha, no ha llegado a conclusión alguna; sin embargo,cada vez que el gobierno nacional se refiere a este caso, lo hace tergiversando loshechos y responsabilizando al movimiento indígena sobre lo sucedido en Macas.

En marzo de 2010 se produjo un nuevo operativo policial de grandes dimensiones,esta vez contra los armeros de la población de Chimbo, que defendían sus puestosde trabajo en la construcción de armas artesanales. El gobierno les había ofrecidouna serie de contratos en la industria metal mecánica, pero estas ofertas no fueroncumplidas.

El desmedido operativo policial en Chimbo ya no generó comisión alguna de inves-tigación, pues el gobierno, con las experiencias pasadas, había aprendido a contro-lar la información y construir su propia verdad ante la ciudadanía; es decir, elgobierno había aprendido a ocultar y a mentir, utilizando para ello sus abundantescadenas de radio y televisión.

Las secuelas del operativo en Chimbo y la desocupación en la que se encuentransus pobladores no es motivo de preocupación para el gobierno, aún cuando el esta-do de depresión los pueda llevar al suicidio, como sucedió con Cristóbal Alarcón,un fabricante de armas de 28 años que se quedó en la desocupación y que, quincedías después del operativo policial, le disparó en el rostro a su esposa, MarianaQuiroz, de 22 años, y en el corazón a su hija, Kerly, de 1 año 6 meses; luego seapuntó a la boca y se disparó.

Los pobladores de Chimbo aseguran que estas muertes fueron provocadas por susituación económica, que también afecta a otros artesanos en la comunidad que sededicaban a fabricar armas (INREDH, 2011a).

En junio de 2010, la Confederación de Organizaciones Indígenas del Ecuador(CONAIE) y otras organizaciones sociales se movilizaron en Otavalo, mientrasen esa ciudad se realizaba la Cumbre de los Países del ALBA. Aún cuando enesta movilización no hubo mayores incidentes, la misma dio paso al enjuicia-miento de los principales dirigentes indígenas, a quienes se les acusó de sabo-taje y terrorismo.

Como ya se puede notar, el gobierno nacional se estaba especializando en reprimiry en ocultar las secuelas de esta represión; así nuevamente lo demostró en el ope-rativo de desalojo de los pequeños mineros de Zamora, en septiembre de 2010.

Palabra de autor

35

Page 36: Revista Textos y Contextos No. 13

Este operativo fue complementado conel enjuiciamiento penal de SalvadorQuishpe, Prefecto de Zamora, quien nisiquiera había estado en los incidentesproducidos durante el desalojo de losmineros artesanales, pero que, para elgobierno, se tornaba imprescindiblesilenciarlo.

De esta manera se llegó al operativo deRío Grande, en octubre de 2011, des-pués del cual el gobierno ya fue muyclaro en demostrar lo aprendido duran-te los actos de represión anteriores, yque se puede resumir en lo siguiente: elgobierno aprendió a controlar la infor-mación que puedan proporcionar lospobladores que son reprimidos. En RíoGrande la policía confiscó las cámarasde video y cámaras fotográficas quetenían los pobladores y borraron lasmemorias de estas cámaras antes dedevolverlas (INREDH, 2011b).

En Dayuma no se controló las cámarasy por eso salieron a la luz pública lasimágenes que todos conocemos y quedaban cuenta de la violencia con queactuaron los militares y la violación delos derechos humanos de esta pobla-ción. En Río Grande, con mucha efica-cia para borrar la realidad, se decomisóy borró la información que respaldalos testimonios de sus pobla-dores; así se empezó a cons-truir una realidad propi-cia para el gobierno,pero perversamentealejada de la realidaden sí misma.

En Dayuma tampocoel gobierno controló lainformación quepudieron difundir losmedios de comunicación,pero en Río Grande ya nose dejó suelto este cabo, poreso se impidió que la prensaescrita, que los reporteros de radio ytelevisión, accedan al sitio de la repre-sión; tampoco se dejó ingresar al dele-gado de la Defensoría del Pueblo, ni adelegados de otras organizacionessociales.

Un tercer gran aprendizaje que elgobierno ha logrado en este periplo derepresión desde Dayuma a RíoGrande, es el mostrar de forma inme-diata la supuesta popularidad de laque goza la propuesta gubernamentaly la perniciosa equivocación en la que,también supuestamente, se encuentranlos pobladores reprimidos.

En Dayuma todo se volcó contra ungobierno que no atinó a responder conuna movilización de respaldo, así debióceder a que se investigue el caso parabajar las voces que reclamaban sobre laviolación de los derechos humanos de lospobladores de Dayuma. Con este aprendi-zaje, el gobierno pudo adelantarse a lascríticas consolidando una respuesta alta-mente mediática que mostraba una reali-dad diferente a la vivida en Río Grande.

A modo de conclusión: el rol delas organizaciones de derechoshumanos

Es deber de las organi-zaciones de derechoshumanos manteneruna voz crítica frente a

los abusos delpoder, por

ello siem-pre esta-

rán en la mira de losgobiernos, especial-mente de aquellosgobiernos de tinteautoritario, como lofue León FebresCordero, Lucio

Gutiérrez y, ahora,Rafael Correa.

La molestia del gobiernoactual se debe a que estas

organizaciones ponen en el deba-te público la represión gubernamental yel uso de la justicia como instrumentode represión; con estos debates alertansobre lo que está pasando en el país ybuscan avivar las voces críticas, puespara retomar el proyecto político de

536

Palabra de autor

Es deberde las

organizaciones dederechos humanos

manteneruna voz crítica

frente a los abusosdel poder

Page 37: Revista Textos y Contextos No. 13

cambio social por el que apostaron las organizaciones sociales ecuatorianas, esnecesario retomar la voz crítica y denunciar cómo el proyecto político de cambiosocial ha devenido en un gobierno represor.

Lógicamente, esto no es del gusto del gobierno que, para sostener su mentira, bus-cará silenciar miles de voces y cientos de organizaciones; no dudamos que intenta-rá hacerlo, pero tampoco dudamos que quienes defendemos los derechos humanosmantendremos nuestras voces a cualquier precio.

Bibliografía

• AE, CEDHU, INREDH (2011), Informe de Criminalización a Defensores deDerechos Humanos y de la Naturaleza. Quito.

• Constitución Política del Ecuador• DPE, 2011. Los escenarios de la Criminalización a Defensores de Derechos

Humanos y de la Naturaleza en Ecuador: desafíos para un EstadoConstitucional de Derechos, Quito, DPE.

• ONU (1993), Declaración y Programa de Acción de Viena, Conferencia Mundialde Derechos Humanos, Ginebra.

• Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales• TRUJILLO, Rodrigo, PUMALPA, Mélida, 2011, Criminalización de los

Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en el Ecuador. Quito: INREDH

Palabra de autor

37

Page 38: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 39: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

El ejercicio del poder en un Estado de Derecho se encuentra limitado por la ley y los derechos constitucionales de los individuos.Cuando se rompe este equilibrio, el Estado comienza a actuar en contra de sus fines declarados, y se convierte en un Estado para-dójico, es decir, en un Estado que se subvierte a sí mismo. Se rompe, de esta manera, el principio de transferencia, según el cualson los derechos humanos los que dotan de contenido a la ley y a la política. El método de acción de un Estado paradójico es laacción paradójica, acción que, muchas veces, coloca, de manera discrecional, unos derechos sobre otros o ciertos valores sobrelos derechos fundamentales. El uso de la acción paradójica como principal mecanismo de la acción estatal es cada vez más noto-rio en el gobierno de Refael Correa, especialmente, en lo relativo al uso del sistema penal para frenar los delitos cometidos porlos adolescentes. El uso de la acción paradójica, en este campo, se expresa en la adopción de una propuesta puramente represi-va, que no considera que el procesamiento del delito debe exceder el sistema penal, cuya respuesta es puramente casuística, yllegar al ámbito de la política económica y de la política social, desde donde el delito puede, realmente, constituirse en un asuntopúblico y las respuestas tienen la posibilidad de ir más allá de los casos individuales, para centrarse en las condiciones que gene-ran el desafío social expresado en el delito.

Palabra de autor

39

Estado Constitucional

de Derechos y Acción

Paradójica:Política pública para adolescentesen conflicto con la Ley Penal

Fernando López Milán*

* Fernando López Mi lán, realizó estudios de doctorado en Ciencias Sociales y Salud en la Universidad de Barcelona – España; es Licenciado en Sociología y CienciasPolíticas por la Universidad Central del Ecuador. Es y ha sido docente de varios centros universitario del Ecuador. Desde el año 1995 trabaja en Defensa de los Derechosde la Niñez y Adolescencia, participó en el proceso de construcción del “Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia” y es miembro,en representación de la sociedad civil, del “Consejo Metropolitano de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia” de Quito. Ha sido consultor de entidades nacionales einternacionales en temáticas relacionadas con su especialidad como trabajo infantil y adolescentes en conflicto con la ley penal. Textos suyos sobre derechos de la niñez yadolescencia han sido publicados tanto en el país como en el exterior. En la actualidad, es director ejecutivo de “Defensa de los Niños Internacional Sección Ecuador”,docente de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central y miembro del comité editorial de dicha institución. Ha publicado varias obras entre ellas: La edi-ción bilingüe, francés-español, del libro “Los animales y sus hombres. Los hombres y sus animales”, de Paul Eluard, bajo el sello de la FACSO; “El Buscador de Oro: fábulasy poemas” (Quito, 2009); y “Del Amor y la Muerte” (Quito, 2011). Preparó la edición –con un estudio introductorio de su autoría- de la obra reunida del autor riobambeñoMiguel Ángel León.

Page 40: Revista Textos y Contextos No. 13

Palabras clave

Estado constitucional de derechos, estado para-dójico, acción paradójica, adolescentes en con-flicto con la ley penal, encuentro público.

Abstract

The exercise of power in a Rule of Law is limitedby the law and the constitutional rights of theindividuals. When this balance is broken, thestate star to act against its stated proposes itbecomes in a paradoxical state therefore thestate itself is subverted. In this way the transferprinciple is broken according to which are thehuman rights the ones that provide contents tothe law and the politics. The mode of action in aparadoxical state is paradoxical that sometimesplaced, at its discretion, or other rights over cer-tain values on fundamental rights. The use of theparadoxical action as main mechanism of stateis becoming increasingly apparent in the gov-ernment of Rafael Correa, particularly in the rel-ative to the penal system use to stop crimescommitted by teens. The use of the paradoxicalaction in this sphere is expressed by the adop-tion of a proposal repressive, that doesn’t con-siderates that the process of the crime mustexceed the penal system whose response ispurely casuistic and reach the field of economicpolicy and social policy, where the offense canreally become a public issue and the answershave the potential to go beyond individual cases,to focus on the conditions that generate thesocial challenge expressed in the crime.

Keywords

Constitutional state rights, paradoxical action,paradoxical action, adolescents in conflict withthe law, public meeting.

l Estado Constitucional deDerechos tiene como finalidadgarantizar el ejercicio efectivo

de los derechos ciudadanos. Es decir,crear las condiciones necesarias para eldesarrollo integral de los individuos.

Para Norberto Bobbio (2010), el ejerci-cio del poder en un Estado de Derechose encuentra limitado por la ley y losderechos constitucionales de los indivi-duos. Partiendo de esta idea, es posibleafirmar que, en un Estado de Derecho,hay una tensión constante entre la ley(o las leyes) y los derechos fundamen-tales. Con frecuencia, la tensión entreley y derecho llega a tal punto que elequilibrio –precario- entre ambos tér-minos se rompe. Y esta ruptura se hacea expensas de los derechos. La norma,en este caso, ya no limita la acción delEstado en concordancia con los dere-chos, sino que, por el contrario, funda-menta y legitima su extralimitación. Ylo que ocurre con la ley, ocurre con lapolítica pública.

En una democracia, el juego entre la leyy los derechos fundamentales opera, odebe operar, según el “principio detransferencia” (López, 2012), que con-siste en que el “espíritu” de los dere-chos da contenido a la ley. Cuando esteprincipio se rompe, la ley puede obsta-culizar o impedir el ejercicio de losderechos.

Así, en circunstancias de conflicto social,causadas por la incapacidad del Estadopara cumplir sus fines declarados, esterecurre a la acción paradójica; entendidacomo aquella que produce efectos con-trarios a los que produciría el cumpli-miento cabal de dichos fines. La acciónparadójica se da en distintos ámbitos:normativo, programático, institucional,financiero y operativo. Cuando la acciónparadójica se convierte en la norma dela política y el quehacer estatal, elEstado se convierte en un Estado para-dójico; por lo tanto, en un Estado fraca-sado. En estas circunstancias, el Estadodeja de actuar en función de sus fines(aunque los mantenga declarativamen-te), para hacerlo en contra de ellos. La

540

Palabra de autor

E

Page 41: Revista Textos y Contextos No. 13

acción paradójica, en consecuencia, es transgresión. El Estadoparadójico es, en términos jurídicos, un Estado transgresor (auto-subversivo). Y la transgresión conduce al autoritarismo.

Se entiende, desde la doctrina de derechos humanos, que losderechos son interdependientes, es decir, que configuran unsistema. La acción paradójica rompe el carácter sistémico de losderechos humanos en el ámbito conceptual y en la práctica.Esta ruptura se produce por dos medios: 1) la jerarquizaciónarbitraria de derechos y 2) la sustitución, como principios deactuación, de derechos por valores. La acción paradójica se jus-tifica, entonces, como una acción que, para proteger ciertosfines superiores (en un Estado de Derechos, los derechos seconvierten en fines) desde el punto de vista de quienes ejercenel poder político, niega, viola o amenaza el ejercicio de otrosderechos. Esta arbitraria jerarquización se ha efectuado, aveces, a costa de los derechos de libertad y, otras, en perjuiciode los derechos de igualdad. Uno de los ejemplos más frecuen-tes es la adopción de medidas dirigidas a proteger el derecho ala seguridad a costa del derecho a la libertad (mayor control ypunición); o la adopción de políticas económicas de tinte neoli-beral, que, a pretexto de garantizar la libertad económica, cons-piran contra el ejercicio de los derechos económicos, sociales yculturales. Puede privilegiarse, así mismo, la protección de cier-tos valores, también asumidos discrecionalmente, en detrimen-to de la garantía de ciertos derechos. Un ejemplo de esto últimoes la adopción de acciones que buscan mantener la “paz social”a costa del ejercicio del derecho a la protesta. El extremo para-dójico es aquella situación, derivada de la aplicación de laacción paradójica, en la que los efectos de la actuación delEstado son totalmente contrarios a los efectos que el cumpli-miento de los fines declarados produciría.

El uso de la acción paradójica se ha tornado muy frecuente en elgobierno de Rafael Correa. Los ejemplos son varios. Pero desta-can los relativos a la reforma penal y al repunte de una políticaeconómica neo-extractivista. En relación con el primer ejemplo,que es materia de este artículo, es necesario partir de un acerca-miento al concepto de delito.

El delito es, en términos jurídicos, una ruptura de la ley penal;en términos socio-políticos, en cambio, puede ser visto como unconflicto (contraposición de intereses) entre el individuo (o losindividuos) y el Estado. Hay, de acuerdo con el tipo de conflicto,tres clases de delito: El delito de cuello blanco, el delito común yel delito producto del crimen organizado.

En el primer caso, el delito adquiere un carácter no confrontati-vo. El delincuente no se enfrenta con el Estado sino que lo utilizacomo un medio para la consecución de sus fines, generalmente,de enriquecimiento. El fraude, el peculado, son algunas de lasformas jurídicas que asume el delito de cuello blanco.

En el caso del delito común, la confrontación se expresa comodesafío. Aunque la conducta delictiva se realice contra particula-

Palabra de autor

41

Page 42: Revista Textos y Contextos No. 13

res es, en el fondo, una protesta contrala incapacidad del Estado para generarmecanismos de inclusión social.

El delito producto del crimen organiza-do tiene un carácter mixto: combina lautilización del aparato del Estado y laconfrontación directa. El crimen orga-nizado, a través de la infiltración, elcohecho, la extorsión, instrumentalizaal Estado a su favor; pero, además,establece territorios propios y una insti-tucionalidad paralela. En el nivel másalto de confrontación, el crimen organi-zado se alza como una alternativa alEstado, especialmente, en aque-llos espacios en los que lapresencia de este es muydébil; pues no cumple, nide manera simbólica, supapel de garante de losderechos ciudadanos;pensemos si no en lasya famosas favelasbrasileñas controladaspor las mafias del nar-cotráfico.

Cada tipo de delitorequiere de políticasespecíficas; sin embargo,todas ellas implican el forta-lecimiento de la presencia delEstado en los distintos territorios yel fortalecimiento, también, de su papelde garante del cumplimiento de losderechos ciudadanos. Este fortaleci-miento no equivale solo a control sino,especialmente, a la dotación de servi-cios y a la generación de posibilidadesde desarrollo personal, entre las cualesdestaca el fomento del empleo digno.

Sin embargo, en las sociedades actua-les, el control se ha convertido en la

respuesta casi única que el Estado da aldelito. Esta es la respuesta que se privi-legia para enfrentar el delito común,que es el tipo de delito que, por lo gene-ral, cometen los adolescentes; sin olvi-dar, claro está, su utilización crecientepor el crimen organizado.

Desafío y control: estos, los términos dela relación entre el delincuente y elEstado, entre el delito y la política. Elresultado de la suma de estos factoresno puede ser otro que la violencia, unaviolencia que, dado que ninguno de los

términos implicados en la relación semodifica, tiende a aumentar y a

perpetuarse. Quien delinquecuestiona las posibilidades

que el Estado le ofrecepara realizarse comoindividuo. Y, a veces, nisiquiera tanto, sino lasposibilidades parasubsistir y acceder alos ideales de consu-mo que impone elmercado.

Al desafiar al Estado, eldelincuente cuestiona su

legitimidad como regula-dor de la vida social y, de

esta manera, asume la trans-gresión como el único modo de

acción posible. El desafío conduce a latransgresión y esta se lleva a cabo pormedio de la violencia: la cual es unacto no solo contra la ley sino contralos derechos de otras personas, cuyaesfera privada invade. El delito comúnes, en este plano, invasión de la priva-cidad del otro. Y toda invasión, aunquemínima, constituye un ejercicio deviolencia. A la violencia en acto, elEstado responde con más violencia. Su

542

Palabra de autor

Al desafiaral Estado,

el delincuente cuestionasu legitimidad

como regulador de la vidasocial y, de esta manera,asume la transgresióncomo el único modode acción posible.

Page 43: Revista Textos y Contextos No. 13

respuesta es reactiva, su propia política es reactiva. Así, el Estado limita susopciones de actuación a una disyuntiva cuya resolución es siempre dañosa:impunidad o violencia.

El desafío social es la expresión de un conflicto social no resuelto y la búsquedade una vía unilateral de solución. La represión estatal es, también, una respues-ta unilateral de solución. Se considera, por ambos bandos, que no hay otra sali-da posible: que la única manera de acceder a un mínimo de bienestar es el delitoy que la única respuesta adecuada al delito son el control y la represión. El deli-to echa por tierra la noción de que el orden democrático es producto de un con-trato, de un acuerdo social. En verdad, ese contrato nunca ha existido. Y lashipótesis que sustentan esta idea no han pasado de ser eso, meras hipótesis, ide-ales de concreción siempre en suspenso. El delito y la represión estatal comomedios de resolución del conflicto social socavan la democracia, porque lademocracia es un orden en el que los medios cuentan tanto o más que los fines.Los derechos son la formalización de las vías para obtener el bienestar de losciudadanos. No otra cosa busca la persona que delinque; pues, si bien la ejecu-ción de un delito contraría la ley, le proporciona los medios para obtener elbienestar que unas condiciones sociales específicas le niegan. Y la respuestarepresiva no contribuye a la generación de las condiciones para que el bienestarsea posible.

Pero si las soluciones que se dan al conflicto social son unilaterales y antagóni-cas: delito y represión, ¿es posible hallar una solución de encuentro? Y de serasí, ¿qué entenderíamos por encuentro? En el ámbito penal contamos, para loscasos individuales, con salidas negociadas; pero, aunque el sistema penal repre-senta al Estado, el “encuentro público” no puede darse a través de este sistema.¿Cómo, entonces? A través de la política pública, pero una política pública quegarantice, realmente, las condiciones necesarias para la realización plena de losindividuos. Solo aquí, en la relación entre política pública y derechos humanos,el “encuentro público” es posible. El procesamiento del delito, por tanto, debeexceder el sistema penal, cuya respuesta es puramente casuística, y llegar alámbito de la política económica y de la política social, desde donde el delitopuede, realmente, constituirse en un asunto público y las respuestas tienen laposibilidad de ir más allá de los casos individuales, para centrarse en las condi-ciones que generan el desafío social expresado en el delito.

De otro modo, como sucede en América Latina, la respuesta penal, a través delsistema de privación de la libertad, se convierte en la respuesta dominante aproblemas de inequidad social no resueltos. Según el estudio “Derechos huma-nos en los sistemas de justicia penal juvenil”, realizado por DNI Américas, conla participación del autor del presente artículo2, “…los delitos contra la propie-dad son, en la generalidad de los países de la región, los delitos que, con mayorfrecuencia, procesa el sistema de justicia especializada en adolescentes. De entreestos delitos, el hurto aparece como el principal motivo de privación de la liber-

Palabra de autor

432 Las citas del estudio de DNIAméricas que se incluyen en el textofueron elaboradas, para dicha publi-cación, por el autor del presente artí-culo.

Page 44: Revista Textos y Contextos No. 13

tad y, en este sentido, revela que los sistemas penales juveniles actú-an en contra de la normativa y los estándares internacionales preva-lecientes en el tema” (DNI Américas, 2011).

La respuesta penal, además, refuerza la tendencia del sistema de pri-vación de la libertad a auto-reproducirse, independientemente de susefectos en la solución del conflicto social que lo puso en movimiento.En realidad, toda respuesta centrada en la represión perpetúa el con-flicto y amplía constantemente la institucionalidad represiva. Hay,en América Latina, una tendencia a la ampliación de las entidades deprivación de la libertad (y a la adopción de la privación de la libertadcomo medida de primera instancia incluso en delitos menores comoel hurto) y a la limitación de opciones no privativas de la libertad.

Una vez que la respuesta del sistema penal se decanta por la privación de la

libertad, se da una contradicción fuerte entre los objetivos de reproducción

institucional y el respeto de los derechos de las personas privadas de la liber-

tad. Esto lleva a la adopción de prácticas que violan la intimidad del adoles-

cente y hacen del tiempo de privación de la libertad un tiempo continuo, en

virtud de la reducción de la vida de los jóvenes a un espacio lineal, sin bifurca-

ciones ni desvíos, en el que distintas actividades se ejecutan como fases de una

actividad única o, más bien, se desarrollan como sucesos continuos de una

situación única: la privación de la libertad (DNI Américas, 2011).

Y la privación de la libertad adquiere, en los adolescentes, el carácter de una

conciencia extrema de los límites. O, lo que es lo mismo, una conciencia de

invariabilidad, de imposibilidad de cambio. A la indiferenciación de tiempos y

espacios, que tiene una finalidad castigadora, se suma la exposición pública de

la intimidad. Así, la conciencia extrema de los límites externos (instituciona-

les) se combina con la conciencia, aguda, de la fragilidad y “transgresibilidad”

de los límites individuales, sobre todo, corporales. La conciencia de fragilidad

se sustenta, como dijimos, en prácticas de exposición de la intimidad, y la

exposición obligada de la intimidad es lo que podría denominarse, en el len-

guaje jurídico, “trato degradante”. La degradación es, siempre, un mecanismo

de “cosificación”. La subjetividad del adolescente se “objetiva” y, de esta

manera, el control puede realizarse de manera más fácil, sin las restricciones

que implica una relación entre sujeto y sujeto. Uno de los justificativos de la

“objetivación” es la presunción de peligrosidad que pesa sobre el adolescente

infractor (DNI Américas, 2011).

Siendo estos, como hemos visto, los efectos de la utilización del sis-tema penal y, de manera específica, de la privación de la libertadpara resolver el conflicto social expresado en el delito, nada pode-mos conseguir en términos de re-integración social de los adoles-centes ni de disminución de las conductas delictivas. La utilizacióndesmedida del sistema penal separa, excluye, limita. Y, de estamanera, hace imposible que el encuentro social necesario para supe-rar el delito se realice.

La Constitución ecuatoriana, de otro lado, determina que el sistemade ejecución de penas tiene como finalidad la rehabilitación y rein-serción social de los individuos que han sido a él sometidos. Esto,tanto en el caso de los adultos como en el de los adolescentes. Sinembargo, y en contra de estas finalidades, la acción del sistema dejusticia para adolescentes (no solo del de ejecución de penas) conspi-

544

Palabra de autor

Page 45: Revista Textos y Contextos No. 13

ra en contra de la consecución de los fines establecidos en la Constitución. Así, acontramano de lo que establece la normativa nacional e internacional sobre eltema, el Estado ecuatoriano ha optado por la privación de la libertad como medidade primera instancia ante la comisión, por parte de los adolescentes, de infraccio-nes de la ley penal, cuando, tanto el Código de la Niñez y Adolescencia como laConvención de los Derechos del Niño (y otros instrumentos internacionales),determinan que esta debe ser adoptada como medida de última ratio (Acción para-dójica en los ámbitos normativo y operativo).

Al mismo tiempo, el Estado se ha desentendido del desarrollo de programas quepermitan la aplicación de las medidas no privativas de la libertad (o de régimensemi-abierto) establecidas en el Código de la Niñez y Adolescencia. En la actuali-dad, solo en Quito se desarrolla una de las medidas establecidas en el Código de laNiñez (Semilibertad) y, la Dirección de Centros de Adolescentes Infractores (CAI),apenas a inicios de año ha logrado constituir un equipo técnico para coordinar laejecución de estas medidas. Sin que, hasta ahora, sin embargo, se haya desarrolla-do ningún programa específico (Acción paradójica en los ámbitos institucional yoperativo). Al privilegiar la privación de la libertad como medida de primera ins-tancia, el Estado ecuatoriano somete a más de 600 adolescentes a un modo devida, el de los centros de internamiento, caracterizado por la violencia oficial yextra-oficial. Los chicos, en estos centros, están sometidos de manera sistemática ala violencia sexual, la extorsión, el maltrato físico y psicológico, y, en este sentido,son forzados a adoptar y reforzar conductas contrarias a las finalidades de rehabi-litación y reinserción social proclamadas en la Carta Política (Acción paradójica enlos ámbitos institucional y operativo). Además, las condiciones de vida en estoscentros son muy deficientes en términos de alimentación, salud, infraestructura,etc. A lo cual debe sumarse la incapacidad financiera de los centros para realizarlas mejoras necesarias (Acción paradójica en los ámbitos institucional, operativo yfinanciero).

El Estado ecuatoriano, como se ve, pretende incluir socialmente a los adolescentesinfractores a través de la exclusión penal (exclusión que, sumada a la exclusiónsocial pre-existente, configura una doble exclusión). Pretende, asimismo, generarconductas positivas sometiendo a los adolescentes, de manera sistemática, a unmodo de vida en el que las experiencias negativas son la norma. Y, como síntesisde todo lo dicho –manifestación cabal del extremo paradójico-, termina convir-tiendo a los adolescentes infractores en NO adolescentes. Mientras se elaboraba elpresente artículo estaba por entrar a primer debate en la Asamblea Nacional elproyecto de Código Integral Penal. La rebaja de la edad de imputabilidad penalpara los adolescentes así como el aumento de penas son dos de las propuestas queconstan en el proyecto enviado por el ejecutivo a la Asamblea Nacional. De apro-barse las propuestas presentadas, no solo que se habría afirmado la aplicación dela acción paradójica como método de la administración del poder público sino que,además, se habría alterado el equilibrio entre la ley y los derechos fundamentales:base de la convivencia en un Estado Constitucional de Derechos.

Palabra de autor

45

Page 46: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 47: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

Los derechos fundamentales de las poblaciones y la naturaleza se ven amenazados por el extractivismo que, por sus caracterís-ticas, está ligado a procesos violentos de despojo, represión y criminalización de la protesta social. La decisión política de impul-sar el extractivismo, incluyendo proyectos de mega-minería, se basa en un conjunto de mitos que son negados por investigacio-nes y la experiencia vivida por muchos países, incluido el Ecuador, con resultados que demuestran que es más lo que se sacrificaque lo que se recibe. En nuestra propia historia petrolera, se debe considerar la desaparición de dos pueblos indígenas comouno de los efectos de una producción extractivista, de la cual terminamos dependientes tal y como ha sucedido en torno a pro-ducciones agrícolas de monocultivo para exportación. Los costos del extractivismo son mayores si se reconoce que, al mismotiempo, destruye otras posibilidades reales de impulsar un desarrollo humano y sustentable. Por ello, la resistencia social estájustificada y explica la decisión de Costa Rica y provincias argentinas de declararse libres de minería a gran escala o a cieloabierto.

Palabras clave

Extractivismo, mega minería, acumulación por desposesión, costos ambientales, modelo de desarrollo, derechos humanos.

Palabra de autor

47

El extractivismo y la

violación de los

derechos básicos

Édgar Isch L.*

* Édgar Isch L. , Magister en Educación Superior, docente, consultor en temas socio-ambientales, activista social. Ha ejercido funciones de dirigencia popular, ex Ministro deAmbiente y ex Director de Postgrados e Investigación en la Universidad Técnica de Cotopaxi. Autor de investigaciones y libros sobre Ecología política, Agua, Educación,Derechos de la Niñez y Género.

Page 48: Revista Textos y Contextos No. 13

Abstract

The fundamental rights of people and nature arethreatened by the extractive system, by itsnature, is linked to a violent processes of dis-possession, repression and criminalization ofsocial protest. The polity decision to promotethe extractive system, including megamineríaprojects, is based in a set of myths that aredenied by research and experience lived formany countries including Ecuador, that hasresults that shows that is more what is sacrificedthan what we receive. In our own petrol historywe must consider the disappearance of twoindigenous group’s ass an effect of the extrac-tive production, which ended in dependence, likehad been with the agricultural crops in monocul-ture for exportation. The cost of extractives isbigger if we recognize that at the same timedestroys other real possibilities of human sus-tainably development. Due to, the social resist-ance is justified and explains the decision ofCosta Rica and Argentine provinces of declaredfree of open or large-scale mining.

Keywords

Extractivism, mega-mining, accumulation bydispossession, environmental costs, develop-ment way, human rights

n Estado de derechos, como loes Ecuador desde que se apro-bó la Constitución vigente, no

tiene como manifestación única al textoconstitucional, pues de lo que se trata esde lograr la vivencia cotidiana y multila-teral de los derechos consagrados comomandato constitucional y la vigenciareal de los mecanismos de exigibilidad ode garantía. Cabe entonces recordarque, desde una visión de derechos, haycaracterísticas doctrinales que, con cier-ta frecuencia, se ponen en tela de dudaen el país y, particularmente, frente alos empeños de desarrollar una econo-mía primario-extractivista.

La primera, no por orden de impor-tancia sino por ser, posiblemente, la

que se ha puesto en duda de modomás frecuente, es la referida a que sino se permite el extractivismo mine-ro, las poblaciones no deberán luegoreclamar salud o educación. Esto sebasa en cálculos sobre cuánto dinero,supuestamente, entrará desde losproyectos mineros a las exiguas arcasfiscales.

Aquí hay varios elementos por consi-derar brevemente. En principio, elEstado no puede hacer uso de los dere-chos humanos como mecanismo dechantaje, casi como un capricho: “si noquieren lo que yo quiero, entonces notendrán salud y educación”. Caprichoque ni siquiera un adulto puede tenerfrente a los derechos de niños, niñas yadolescentes y menos aún el Estadoque es el garante de los derechoshumanos. Y la salud y la educación,que insistentemente quieren ser redu-cidos a “servicios”, son derechoshumanos en la legislación internacio-nal y derechos fundamentales en nues-tra Constitución.

En la doctrina, además, un principiobásico es la meta de “todos los derechospara todos los seres humanos”. De estamanera, a nadie se le puede decir queespere por unos derechos porque ya leestán concediendo otros. Precisamente,no se trata de concesiones sino de obli-gaciones del aparato público y esta con-cepción debería distanciarnos del clien-telismo de autoridades que demandanretribución social y electoral por habercumplido alguno de sus deberes.

Además, lo que se hace, en el fondo, escontraponer los derechos con el mer-cado. Los neoliberales más frontaleshablarán de la necesidad de crecimien-to económico para solo entoncesempezar la distribución y usarán lafigura de la torre de copas de cham-pagne para graficar cómo, al llenarsela superior, de manera natural losbeneficios se dirigen a las copas infe-riores. Pero es suficiente con ver lalista de las personas de mayor riquezaen el mudo, para entender que la copade arriba nunca se llena sino que

548

Palabra de autor

U

Page 49: Revista Textos y Contextos No. 13

aumenta su tamaño y, por el otro extremo, ver a las familias pobres compartirlo que tienen, recibir a una visita con lo mejor de lo poco que poseen, paraconcluir que la condición para distribuir está en la solidaridad y no en lariqueza. A nivel de países, sin duda, el caso de Cuba es ejemplar y su solidari-dad internacionalista es prueba de que no solo las naciones de gran crecimien-to económico pueden dar paso a una redistribución de bienes y recursos.

Sobre la megaminería como fuente de satisfacción de salud, educación y másderechos y necesidades, habría que ver nuestra historia petrolera y considerar siel primer contrato de mina a cielo abierto ya firmado, en el proyecto Mirador,deja al Estado recursos anuales apenas superiores a los gastos de publicidad ofi-cial o de temas sin urgencia social. ¿Es justa la destrucción social y ambientalque quedará a cambio de ingresos temporales, que pueden lograrse con el sim-ple ahorro estatal en asuntos secundarios o en cobro de impuestos a las grandesfortunas?

Otro factor que se pone en debate en estos casos es el numérico. Con simplezase dice que los que se oponen son pocos, tal vez apenas cuatro pelagatos, enton-ces, su voz no importa. Es como si los derechos humanos fueran medibles segúnel número de personas que tienen una u otra posición, pero un interés o unaopinión no hacen un derecho y, cuando se trata de derechos humanos, basta quese trate de un solo individuo para que sea merecedor de todos los derechos. Losdos millones de habitantes de una gran ciudad no tienen más importancia quelos que viven en una ciudad menor o que los pocos miles que viven en la selva.

Desconocer los derechos por el número es solo una manera de menospreciar alotro, de desconocer sus derechos y de ejercer violencia. Recordemos la expre-sión del Presidente ante la marcha social en defensa del agua, realizada enCuenca el 10 de marzo, que congregó a más de 15 mil personas: “el 22 nosvemos centenas de miles en Quito, si ellos son 500 nosotros seremos 5.000. Nopermitiremos que la izquierda infantil, con plumas, con ponchos, desestabiliceese proceso de cambio”.1

En los temas doctrinales, otro aspecto que se pone en duda cuando se presentanlas empresas extractivistas es la obligación del Estado de garantizar la vivenciade los derechos. Fácilmente, se contrapone a desarrollo con derechos y siempregana el mercado. Tanto es así que, por poner un caso, en Canadá, se protege alas empresas, al grado de impedir su juzgamiento, como sucedió cuando pobla-dores de Intag (Imbabura)decidieron poner una demanda (2009) contra laBolsa de Valores de Toronto (TSX) y Copper Mesa Corporation, la empresaminera canadiense responsable de la contratación de la “empresa de seguridad”,en calidad de grupo paramilitar para intimidar a los residentes opuestos a laexplotación minera de la región (2009).La Corte rechazó la demanda diciendoque las personas extranjeras no tienen derecho a demandar a una institucióncanadiense o a una empresa por violaciones de los Derechos Humanos en lostribunales canadienses.2

Como se ve, en el extractivismo hay una violencia estructural que se opone aprincipios básicos de los derechos humanos, aún en países altamente desarrolla-dos. ¿Cómo es posible que se impida juzgar un caso de violación de derechoshumanos? Pero aún más, los derechos mismos son puestos en duda y se diráncosas como que en el país, o en un determinado sector como los niños, se otor-gan “demasiados derechos” y como consecuencia se demanda un régimen másduro en imponer obligaciones.

Palabra de autor

491 http://www.vistazo.com/ea/radar/?eImpresa=1070&id=5007. ¿Elmovimiento indígena es solo ponchosy plumas? Revista Vistazo.

2 http://www.ramirezversuscopperme-sa.com/summary.html

Page 50: Revista Textos y Contextos No. 13

La democracia verdadera se reconoceen los derechos y no en las obligacio-nes, las que vienen de manera naturalcuando se reconoce que el límite demis derechos está donde empiezan losderechos de los demás, para usar laexpresión de Benito Juárez. Pero his-tóricamente, sectores de la sociedadcargados de obligaciones solo pasarona ser ciudadanos en cuanto recibieronderechos que les habían sido negados.Así pasó con los esclavos, las mujeres,los analfabetos, los niños y niñas.Esos derechos los definieron comociudadanos y no las obligaciones que,insistimos, ya las tenían como unacarga de la que otros se encontrabanlibres.

No existe algo parecido a “exceso” dederechos humanos. Otra cosapueden ser los permisos queel Estado entrega a unaactividad o empresa y alos que, en las normasjurídicas, muchas vecesse les da el nombre dederechos3 (que no sonparte de los derechosfundamentales), en unasociedad en la que a lasempresas se pretende darderechos de personas, de ahí ladefinición de “persona jurídica”. Esospermisos sí pueden ser excesivos y suacumulación en pocas manos es evi-dencia de inequidades sociales graves,como sucede con la acumulación ydespojo de agua de riego a favor de lasempresas agroexportadoras, en contrade los campesinos productores de ali-mentos para soberanía alimentaria.4

Hablar de “exceso de derechos” no essino preparar el terreno para elimi-narlos o limitarlos y, donde se redu-cen los derechos, se incrementa elautoritarismo. Con ello, se marca undebate social entre Estado de dere-chos y autoritarismo, dejando lanueva definición constitucional en elpapel e imponiendo una autoridadlegitimada con militares en la calle,jueces sumisos al poder, controlcomunicacional y criminalización de

los opositores. Todos ellos, actoscorrelacionados, que son visibles en elEcuador actual.

Extractivismo y despojo

El origen del capitalismo tuvo comouno de sus basamentos aquello queMarx denominara la “acumulaciónoriginaria de capital”. En términosmuy generales, uno de los procesosque permitieron esta acumulación decapital fue la apropiación de la rique-za social y de los recursos comunes delos pueblos indígenas de AméricaLatina, que pasaron a manos de losconquistadores. “La cruz vino en laempuñadura de la espada”, diríaGaleano, marcando cómo la violencia

característica de este procesotuvo también una expresión

cultural en la imposiciónde una cultura extraña yjustificadora de la expro-piación. Una vez instala-do el sistema capitalista,la explotación del hom-

bre por el hombre se pre-senta fortalecida gracias a

otras formas de dominaciónde una parte de la sociedad

sobre otra, como el machismopatriarcal, el etnocentrismo y racismoy otras, que pasan a ser parte de lasexpresiones de la ideología de las cla-ses dominantes.

La acumulación de pocos es solo posi-ble gracias a la expropiación demuchos, lo que ratifica que la propie-dad privada de medios de producciónen manos de algunos solo es posiblecon una mayoría desposeída, carentede las mínimas garantías. Así funcio-na el sistema capitalista. Y nos dicenque es “natural” que alrededor de1.000 millones de seres humanosmueran hoy de hambre, a pesar deque se tiene una capacidad global deproducción de alimentos casi para eldoble de la población actual, pero esmás rentable usar esos alimentos paragenerar biocombustibles que para ali-mentar a las personas.

550

Palabra de autor

3 Podemos poner el ejemplo de los“derechos de agua” de la legislación

anterior, que pasarían a llamarse“permisos de uso” en la nueva

legislación, con mayor precisión delo que se trata.

4 Ver el estudio de Antonio Gaybor S. “El despojo del agua”. CAMAREN,

Quito, 2008.

La acumulaciónde pocos

es solo posiblegracias a laexpropiaciónde muchos

Page 51: Revista Textos y Contextos No. 13

El objetivo permanente del sistema es la acumulación de capital en pocas manos, yesto es posible gracias a la explotación del trabajo humano. Pero, para ampliar laexplotación a los trabajadores, se requiere que estos queden únicamente con sufuerza de trabajo y, para ello, desde el inicio del capitalismo, se les ha quitado sustierras, sus recursos y herramientas. Por esta razón, resurgen continuamente for-mas para expropiar a las mayorías de los bienes comunes, lo que David Harveydenomina como “acumulación por desposesión”. Esta reforma de acumulaciónrepite lo sucedido con la acumulación originaria, en la medida en que el territoriode pleno desarrollo capitalista se va ampliando y se van destruyendo las formascampesinas y comunitarias de producción, para dar paso a los mecanismos moder-nos de explotación de los trabajadores.

Igual que en el pasado, la violencia directa y la simbólica están presentes para queesa acumulación pueda hacerse realidad. Nadie puede entregar lo poco que tiene, yque garantiza el futuro de su familia, si no es por la presencia de mecanismos vio-lentos que permitan la acumulación por desposesión. Ésta, a su vez, fortalecerá laacumulación por explotación del trabajo, reforzando la estructura del sistema.

Extractivismo, extracción y uso

Cuando hablamos de extractivismo nos referimos a una matriz productiva queforma parte de un modelo de desarrollo basado en la economía primaria, esto es,una economía dirigida a entregar materias primas a las industrias de otros paísesy, por tanto, a convertir al país en dependiente del mercado internacional. Elextractivismo es, además, la apropiación de grandes volúmenes de recursos natu-rales (ya sean petroleros, mineros o también de la acuacultura y agricultura inten-sivas y de exportación), que se exportan sin haber recibido ningún proceso trans-formador, pasando por momentos de alza y momentos de caída, dependiendo delos intereses de las corporaciones transnacionales.

Entender al extractivismo de esa manera nos permite diferenciarlo de la extracciónde determinados recursos de la naturaleza, protegiéndola y, al mismo tiempo, res-pondiendo a necesidades concretas de los pueblos donde esos recursos están asen-tados. En el Ecuador, incluso en los pueblos originarios, se dio una extracción limi-tada, pequeña, artesanal, de recursos minerales; pero, de ninguna manera, estehecho puede ser usado para decir que hemos sido un “país minero”; pues esa utili-zación de recursos no afectaba el hecho de que las formas esenciales de producciónestaban basadas en la agricultura, animales domesticados, la caza y la pesca.

Entonces, extraer no siempre es sinónimo de extractivismo. La forma de extraer nosdirá si esta fue respetando y sosteniendo los ecosistemas y si su uso se realizó consentido de equidad o todo lo contrario. Sin embargo, el extractivismo está ligado a lainequidad y a su ampliación. La ambición por extraer inmensas cantidades de recur-sos en poco tiempo genera daños enormes a la naturaleza. Un ejemplo actual, total-mente distinto de lo que se hizo en el antiguo territorio del Ecuador, es el de Europa,donde hay minas que empezaron a ser explotadas de manera intensiva en el período

Palabra de autor

51

Page 52: Revista Textos y Contextos No. 13

del imperio romano y que, a pesar del tiempo transcurrido, siguensiendo fuente de peligrosa contaminación.

Esto desbarata la mentira gubernamental de que quien se opone ala minería metálica a gran escala se opone a todo uso de los minera-les. No solo que es absurdo afirmar que el desarrollo está ligado a laproducción minera y que quien se opone desea regresar al pasado,sino que esta afirmación demuestra las falacias del discurso guber-namental permanentemente utilizado.

A nadie se le ha ocurrido plantearse el terminar con la extracción demetales necesarios para las sociedades humanas. Lo que se cuestio-na son temas fundamentales como la matriz de desarrollo del país(extractivismo y reprimarización o economía de servicios y conoci-miento); qué tipo de minería (mega o pequeña y mediana); endónde (sí o no en una zona de alta biodiversidad como el Cóndor);en qué relación con la naturaleza (en Mirador, por ejemplo, se ponela piscina de desechos tóxicos en la zona alta de la montaña y no enla baja, para reducir costos, lo que demuestra la prioridad que se daa los metales); con qué medidas de protección del agua (en elMandato minero de la Asamblea Constituyente se ordenaba revertirlas concesiones mineras en nacientes de agua, pero no se actuó con-tra los grandes proyectos en estas condiciones); quién se quedarácon las ganancias (en la Asamblea se denunció que Aurelian, trashaber invertido 40 millones, vendió la concesión a Ecuacorrientepor 960 millones, una ganancia que tal vez ni el narcotráfico ofre-ce); dónde se procesará el metal (desde Mirador solo saldrán con-centrados de metal para ser procesados en otros países, donde sequedarán mayores capitales que en el Ecuador, que es quien proveela materia prima); en fin, cuestiones que hablan del destino del paísy que no pueden ser descalificadas como voces de quienes quierenregresar al pasado.

El precio y las cosas

Un logro de la economía capitalista en las últimas décadas ha sidoconvertir en mercancía cosas que nunca fueron consideradas comotales, porque no tienen trabajo humano incorporado. Sin embargo,han logrado poner precio al agua, incluyendo al agua de lluvia comode una manera indirecta se lo hizo con la privatización del agua enCochabamba-Bolivia, precio a los átomos de un elemento químicoen el mercado de carbono, a las funciones de los ecosistemas quepasaron a ser consideradas “servicios ambientales”, con un dueño yotro usuario, entre otros. Esto, sin tomar en cuenta absurdos mayo-res como la patente sobre la luz del sol legalizada en España, laventa de terrenos en la luna o las patentes sobre seres vivos deAmérica Latina y sobre los usos ancestrales que fueron producto deun aprendizaje colectivo de los pueblos indígenas.

Cuando a un capitalista, como los que dirigen el Estado ecuatoria-no, se le plantea la oposición a la minería a gran escala, siemprehablará del valor del mineral estimado y demandará que se le digade qué otra actividad se puede obtener más dinero que ese. Lo que

552

Palabra de autor

Page 53: Revista Textos y Contextos No. 13

en esa lógica no pueden entender es que el valor de cambio comercial correspondea las mercancías reales y que, en otros casos, es mucho más importante el valor deuso que nos habla de la utilidad y de valoraciones no económicas de las cosas.

¿Qué precio se puede poner al aire que respiramos? ¿Qué precio tienen ecosiste-mas únicos que, si desaparecen, significan una pérdida definitiva y múltiple? Ennuestras ciudades, muchos entienden aquello cuando se les pregunta si dejaríandestruir la Catedral del Centro Histórico en caso de que bajo ellos se encuentre oroo petróleo. Sin embargo, las lagunas y cascadas sagradas de los pueblos indígenasson ignoradas desde el poder, a pesar de que nuestra Constitución señala quesomos un país multinacional. Pero algo más que no tiene posibilidades reales de tener precio es el futuro, esdecir, la vida de las próximas generaciones. Los proyectos mineros planteados tie-nen una vida estimada que, difícilmente, pasará de los 25 años, tras lo cual soloquedarán tierra y agua contaminadas. La conservación de la biodiversidad, por elcontrario, permitirá tener condiciones de vida por muchísimos años y en condicio-nes mucho mejores, indispensables para hacer realidad el Sumak Kawsay.

Vale recordar que en el Encuentro de los Pueblos por la Vida, realizado enEcuador, en 2007,se señalaba que: “no existe un solo ejemplo a lo largo y anchodel mundo en el que, luego de la explotación minera de las transnacionales, laspoblaciones tengan el ansiado progreso, hayan elevado su calidad de vida, exista laremediación ambiental prometida; todo lo contrario, lo único que queda son lasmigajas de pequeñas donaciones, mayor empobrecimiento ambiental y humano”.

La violencia es parte del extractivismo

Hemos dicho ya que el extractivismo permite la acumulación por desposesión yque, para expropiar a pueblos enteros de sus bienes y patrimonios, la violenciasiempre está presente. Esa es una violencia ejercida tanto desde las empresastransnacionales como desde el Estado, mientras que, cualquier expresión de resis-tencia es atacada, judicializada y reprimida. ¿Ha visto algún ecuatoriano que parareprimir a las grandes empresas evasoras de impuestos se movilicen tantos policí-as y militares como los que acompañaron al Presidente Correa en Quimsacocha?La violencia y la represión tienen un sello de clase que permite observar al serviciode quién está el Estado, administrado por los impulsores del extractivismo.

El seguimiento de conflictos en Perú, evidencia que más del 60% son problemáti-cas socio-ambientales, en gran medida, donde empresas mineras han destruido elambiente y han causado enormes daños en la salud de los habitantes, principal-mente los niños.

Esto plantea que el papel de las transnacionales mineras no es otro sino el de serparte del violento reparto del mundo por parte de las potencias imperialistas. Elestadounidense George Kanande se atrevió incluso a decir: “tenemos que protegernuestros recursos, los de Estados Unidos, el hecho de que estén en otros países esun accidente”, demostrando cómo el extractivismo somete a los países a los intere-ses imperialistas, destruye su soberanía y desprecia las necesidades y anhelos desus pueblos. Se trata, también, de la justificación de una violencia de escala inter-nacional, ligada a la presencia de las transnacionales extractivas.

En ese sentido, no hay diferencia si las empresas vienen de Canadá, EstadosUnidos, Europa o China. Se trata de una misma lógica de destrucción de la natura-

Palabra de autor

53

Page 54: Revista Textos y Contextos No. 13

leza, para garantizar la acumulaciónde las riquezas en pocas manos, opri-miendo a las mayorías dentro y fuerade las fronteras nacionales.

Los reiterados actos de violencia ofi-cial para impulsar la minería a granescala no son, por tanto, casos aisla-dos ni el resultado de la manera deactuar de un funcionario, por altoque sea su cargo. Se trata de laexpresión de una alianza entre ungobierno derechizado y las empresastransnacionales para impulsar susintereses comunes sin importar elcosto que esto tenga para las pobla-ciones.

Algunos antecedentesdel extractivismo minero

En América Latina, se reformaron lasleyes mineras en fechas recientes, deacuerdo con los moldes impuestos porel Banco Mundial y otros organismosmultilaterales. En el caso ecuatoriano,la relación entre las imposiciones de ladeuda externa y las reformas en mine-ría fueron evidenciadas y demostradascon el trabajo de la Comisión para laAuditoría Integral del Crédito Público(CAIC).

A través del proyecto PRODEMINCA,las reformas legales amplían los bene-ficios al sector privado, flexibilizan laentrega de concesiones, permi-ten capitales transnacionalesen la minería artesanal y depequeña escala, otorgan, alas mineras, privilegiosen el uso de agua y elusufructo de servidum-bres, reducen el pago deregalías y posibilitan laexplotación en áreas pro-tegidas. La reforma alReglamento General deMinería de 1995 establecióque la minería es un “interésnacional prioritario”5. Es decir, quese trata de una política neoliberal, hoyretomada con otro nombre.

En la historia más reciente, laAsamblea Constituyente, gracias alimpulso de demandas sociales, decre-tó el Mandato Nro. 6 o MandatoMinero. La ausencia de disposicióngubernamental para cumplir con eseMandato corresponde al segundoperíodo de Rafael Correa, dentro deun modelo de neo-institucionalidad yneo-desarrollismo, con base extracti-vista, que de ninguna manera cuestio-na los fundamentos de la acumulaciónde capitales6. Adicionalmente, hay querecordar que, con la nueva Ley mineraaprobada, en enero de 2009, se perpe-túa la matriz extractivista, descono-ciendo el derecho a la consulta previay, más aún, el derecho a la resistencia.El jurista chileno Julián Alcayagaharía, al respecto, un muy duro seña-lamiento:

Al analizar la nueva ley minera de

Ecuador, inmediatamente la comenza-

mos a comparar con la ley minera chile-

na, que es la que heredamos de

Pinochet y su Ministro de Minería José

Piñera. Ambas legislaciones parecieran

tener los mismos mentores ocultos, las

transnacionales mineras, visto lo permi-

sivo (sic) que son con la actividad mine-

ra en general y las facilidades que se

entregan a la inversión extranjera.7

El discurso extractivista se presenta,en el continente, lejos de un modelode desarrollo nacional, ye se cubre en

una narrativa desarrollista com-partida por las empresas “en

busca de la legitimaciónsocial del modelo y ennombre de una ’responsa-bilidad social’, que ocultade manera sistémica losgraves impactos socialesy ambientales de talesemprendimientos”8.

Svampa confirma que la‘ilusión desarrollista’ se ha

visto favorecida por los altosprecios de algunos productos pri-

marios (commodities), lo que se pre-senta como la mayor justificación.

554

Palabra de autor

5 Jorge Corral Fierro, 2008. BancoMundial y reforma neoliberal

en minería y ambiente. CAIC, Quito.

6 Edgar Isch, 2011. ¿Qué clase degobierno es este? Elementos para

caracterizar al segundo gobierno deRafael Corea. En: Revista Rupturas,

de noviembre de 2011, Quito.

7 Julián Alcayaga: “La nueva leyminera de Ecuador está hecha a la

medida de las transnacionales”.http://www.elciudadano.cl/2009/03/23/6757/julian-alcayaga-la-nueva-ley-minera-de-ecuador-esta-hecha-a-la-

medida-de-las-transnacionales/

8 MarristellaSvampa y Mirta A.Antonelli (eds.), 2009. Minería

transnacional, narrativas deldesarrollo y resistencias sociales.

Editorial Biblos, Buenos Aires.

El discursoextractivista

se presenta, en elcontinente, lejos de

un modelode desarrollo

nacional

Page 55: Revista Textos y Contextos No. 13

La entrega a una perspectiva parcial de “desarrollo”, que vuelve a basarse en el cre-cimiento y que niega al Sumak Kawsay de la Constitución, impone la fuerza y laviolencia desde el poder. Los conflictos sociales se incrementan en relación con laminería, y el despojo de poblaciones enteras se justifica en honor al “progreso”capitalista. Esta visión conduce a expresiones como las de Rafael Correa en lacadena nacional en rechazo al paro Dayuma, el 1 de diciembre de 2007: “No creana los ambientalistas románticos, todo el que se opone al desarrollo del país es unterrorista”. El “desarrollo” se pone como el objetivo indiscutible, pero: ¿Cuál des-arrollo? ¿Quién lo decide? ¿En favor de quién o de qué clase social? ¿Qué naciona-lidad será la beneficiada? ¿Qué cultura sobrevivirá y cuál desaparecerá? Hay queinsistir en que extractivismo y violencia están unidos como hermanos siameses:por su columna vertebral. De acuerdo con lo dicho por el presidente Correa, esposible que quién lea este texto se encuentre a las puertas de ser declarado terro-rista, lo cual atenta contra todos los principios de un Estado de Derechos.

Mitos de la minería transnacional

Jennifer Moore, periodista canadiense, publicó, en la Revista Memoria de México,de octubre-noviembre de 2009, un artículo titulado “Mitos y realidades de laminería transnacional”. Dos años más tarde, en Argentina, el Colectivo Voces deAlerta retoma la idea de Moore y publica “15 mitos y realidades de la mineríatransnacional”. En esas obras se desenmascara el discurso de las mineras, conargumentos, datos, pruebas.

De los 15 mitos o, mejor dicho, mentiras repetidas insistentemente, aquí solocopiaremos algunos. Las evidencias en contra de lo que estos mitos afirman sonmúltiples.

- La minería es el “motor de desarrollo” que impulsa la economía nacional.- La minería genera empleo y crecimiento económico local.- La minería se instala en las zonas postergadas, crea un círculo virtuoso, genera

desarrollo y eleva el nivel de vida de la población.- Los beneficios de la minería se quedan en los países donde se extraen los mine-

rales, y las empresas contribuyen con el pago de diferentes impuestos en el de-sarrollo del país.

- La minería puede ser limpia, no contamina el ambiente y se puede hacer sinriesgos ambientales. Hay una solución técnica para cada problema ambiental.

- Se hacen con el consentimiento previo de las comunidades involucradas.- Las empresas mineras garantizan transparencia y libertad de opinión en cuanto

a la evaluación de sus actividades.- América tiene un destino minero. Sin desarrollo minero, no hay futuro para

nuestras sociedades.

Si usted pone “no” donde el mito dice “si”, llegará a la verdad respaldada por prue-bas empíricas. Son tantos los millones de dólares que están en juego, que la menti-ra es considerada como un mal menor. Por ello, desde Voces de Alerta, concluyen:“Estamos convencidos de que no existe ninguna posibilidad de avanzar en lademocratización de la sociedad si no se pone coto al modelo extractivo (régimensocial de acumulación y distribución de riqueza) que necesita doblegar bajo cual-quier medio a las poblaciones que habitan esos territorio….”

Palabra de autor

55

Page 56: Revista Textos y Contextos No. 13

Los verdaderos costosde la minería

La experiencia de otros países latinoa-mericanos nos ha enseñado que, cuan-do se presentan los cálculos de posiblesbeneficios, hay otros costos, no todosmonetarios, que no se contabilizan.Igual ha sucedido en Ecuador en tornoal petróleo, para cuya explotación, hayque repetirlo, nuestro país ha llegado algenocidio de dos pueblos indígenas, delos que, en la actualidad, no queda másque el nombre.

En la contabilidad minera, siempre seubican como “externalidades económi-cas” que, parcialmente, hay quienesquieren “internalizarlas”, como unamanera de ocultar los verdaderos dañoso, simplemente, de comprar el derechoa contaminar. Entre esos costos están:

- Costos de las actividades desplaza-das como la agricultura, ganadería,ecoturismo.

- Costo de las renuncias fiscales o tri-butarias o incentivos al ingreso decapital.

- Costo de la salud dañada de pobla-ciones enteras y su posterior aten-ción.

- Costos por daños sociales asociadosa las actividades extractivas comoalcoholismo, narcotráfico, prostitu-ción y otros.

- Los frecuentes accidentes laboralesy la reducción de la esperanza devida en los trabajadores de minas.

- Costos por los “accidentes” queamplifican la contaminación, al noexistir ninguna tecnología que searealmente segura (recuérdense si noel derrame de BP en el Golfo deMéxico y los accidentes de centralesnucleares como la de Fukushima).

- Costo de la contaminación ambien-tal, que va mucho más allá del tiem-po durante el cual se realiza laexplotación (hay minas desarrolla-das en el imperio romano que conti-núan contaminando hoy en día).

- Costos de los llamados “subsidiosperversos”, presentes en todo el con-

tinente, como energía a menor pre-cio, agua casi sin costo y la infraes-tructura de transporte desarrolladapor el Estado. Hay países, comoBrasil, donde se considera que antesque comercializar hierro o aluminioestán vendiendo energía y aguabaratas.

- Mano de obra barata que, aunque laempresa cumpliese con los salariosmínimos, representa un beneficiopara las empresas.

- Costo incalculable de ecosistemasdesaparecidos, con las especies yfunciones correspondientes, comocaptura de carbono, regulación delciclo de agua y otras, lo cual es irre-cuperable.

- Destrucción de culturas y prácticasligadas a esos ecosistemas, saberesancestrales necesarios para nuestrosdías.

- Desaparición de especies que aúndesconocemos, en las cuales puedeestar la cura a enfermedades huma-nas o que podrían dar grandes usosy beneficios a la población.

- Costo presente y futuro, en el marcodel Cambio Climático global, de lapérdida de nacientes de agua y suimpacto en las poblaciones y ciuda-des circundantes.

- Costos de renta de la tierra que nose cobran a los emprendimientosmineros.

- Pérdidas por comercializar en lascondiciones y momentos más ade-cuados para las empresas ansiosasde ganancia inmediata y no en basea una planificación estratégica deaprovechamiento de los metales.

- A ello pueden añadirse los dañoseconómicos resultantes del “rentis-mo”, como la “enfermedad holande-sa”, que significa atraso e inequidadcrecientes.

A modo de síntesis, podríamos conside-rar la opinión de Manfred Max-Neff,economista chileno de prestigio inter-nacional, quien señala:

“Si me dedico, por ejemplo, a depredartotalmente un recurso natural, mi eco-nomía crece mientras lo hago, pero a

556

Palabra de autor

Page 57: Revista Textos y Contextos No. 13

costa de terminar más pobres. En realidad la gente no se percata de la aberra-ción de la macroeconomía convencional que contabiliza la pérdida de patrimo-nio como aumento de ingreso. Detrás de toda cifra de crecimiento hay una his-toria humana y una historia natural. Si esas historias son positivas, bienvenidosea el crecimiento, pero es preferible crecer poco pero crecer bien, que crecermucho pero mal”.9

Si la amenaza está presente, enfrentarla es legítimo

Un análisis de la experiencia de minería transnacional a gran escala debería sersuficiente para buscar una vía distinta de desarrollo, que corresponda a los prin-cipios de nuestra Constitución. Ese análisis debería señalar que si no hay en elmundo ejemplos de minería sustentable10, insistir en esa mentira es un acto deviolencia.

Se confrontan dos filosofías de vida. La hegemónica, la del poder, la que empapalas decisiones gubernamentales, es la que solo busca crecimiento económico,ampliación de los ingresos del Estado, y que considera que la naturaleza solosirve para ello. La otra, la popular y transformadora, no solo critica a la primerasino que plantea planes de vida, poniendo a la vida en primer lugar y asumiendoque, antes que escasez de recursos, hay una distribución injusta, que hace quehaya pocos millonarios gracias al despojo de las mayorías.

El extractivismo, desde una perspectiva internacional, se presenta ahora comouna de las herramientas para tratar de sacar al capitalismo de su crisis general,especialmente, a las potencias imperialistas que serán las beneficiarias de sudesarrollo, a través del cual esperan apropiarse de las riquezas de pueblos ente-ros. Por el contrario, la construcción de una sociedad donde prime la justiciasocial, se alcance soberanía nacional plena y se ponga punto final a la explota-ción del trabajo, plantea la obligación de oponerse al extractivismo y recrear unaadecuada simbiosis entre la sociedad y la naturaleza. Hay que destacar, a esterespecto, que Costa Rica y varias provincias argentinas ya se han declaradolibres de minería a gran escala, prueba de que no es inevitable caer en el extrac-tivismo minero. Estas decisiones las han tomado sin solicitar un centavo almundo.

¿No comprenden? Naomi Klein cuenta cómo una mujer al escuchar que losricos y los gobernantes no veían lo que hacían contra la población de NuevaOrleans, aprovechando el efecto del huracán Katrina, contestó: “No, no estánciegos. Son malvados, tienen la vista perfectamente sana”.11

No están ciegos, saben perfectamente lo que hacen y toman sus decisiones paraimpulsar proyectos que generan injusticia social y ambiental. Quienes tienencomprensión de la verdad, con base en todas las constataciones empíricas, quie-nes tienen una perspectiva ideológica crítica, quienes están comprometidos conlograr la superación del capitalismo, deben hacer como esa mujer y, con deci-sión, marcar claras distancias. La lucha contra la intención de hacer del Ecuadorun país minero es legítima y justificada.

Palabra de autor

579 Carta abierta de Manfred Max-Neefa Sebastián Piñera, Presidente deChile, sobre la construcción de megaproyectos hidroeléctricos en laPatagonia. Chile, 4 de diciembre de2004.

10 Isch L., Edgar (2008). El cuentode la minería sustentable.Quincenario Opción. Marzo de 2008.

11 Naomi Klein, 2007. La doctrinadel shock; el auge del capitalismo deldesastre. Paidos Ibérica, Barcelona,España.

Page 58: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 59: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

El texto explora las propuestas alternativas a la teoría soberana del sujeto de corte ilustrado con las propuestas de Michel Foucaulty de Jacques Ranciére, contraponiendo ambas perspectivas críticas. Comprender los modos de subjetivación en la política comodes-identificación de un orden de lo sensible, y las subjetivación como normalización y sujeción, son las tesis que se exploran eneste trabajo.

Palabra de autor

59

Notas sobre

la subjetivación en

Rancière y FoucaultRafael Polo Bonilla*

“Un proceso de subjetivación, es decir, la producción de un

modo de existencia, no puede confundirse con un sujeto, al

menos que se le despoje de toda identidad y de toda interiori-

dad...Es una dimensión específica sin la cual no sería posible

superar el saber ni resistir al poder”

Gilles Deleuze Conversaciones

“La creencia en un régimen de verdad es al menos tanto el efecto

como la causa de un modo dado de subjetivación política”Jacques Rancière

Política, policía y democracia

* Rafae l Polo Boni l la , PhD en Ciencias Sociales con mención en Ciencias Políticas por FLACSO-Ecuador; Máster en Letras por la Universidad Andina Simón Bolívar; Sociólogopor la Universidad Central del Ecuador. Se desempeña como profesor de Filosofía y Epistemología en la Universidad Central del Ecuador y profesor asociado de la FLACSO yde la Universidad Andina Simón Bolívar. Ha publicado varias obras como “Los Intelectuales y la Narrativa Mestiza en el Ecuador”; “Campo de visibilidad y producción deNarrativas”; “La Crítica y sus Objetos”, además de varios artículos publicados en revistas especializadas.

Page 60: Revista Textos y Contextos No. 13

Palabras clave

Subjetivación, sujeción, relaciones de poder,policía, orden de lo sensible, normalización.

Abstract

This speech explores the alternative proposesto the sovereign theory of the enlightened indi-vidual with the proposals of Michael Foucaultand Jacques Ranciére, from the juxtapositionof two critical perspectives. Understanding themodes of subjectivation in politics and de-iden-tification of a sensible order, and normalizationand subjection, are the theses that areexplored in this work.

Keywords

Subjective, clamping, power relations, police,the sensible order, standardization.

amos a explorar la problemá-tica de la subjetivación, críti-ca de la teoría moderna tradi-

cional del sujeto, en los planteos for-mulados por Jacques Rancière yMichel Foucault. Estos filósofos en sucuestionamiento radical a la nocióntradicional de sujeto han elaboradootro modo de interrogación de losmodos de existencia de los “sujetos”,del saber, del poder y la política. Lanoción tradicional de sujeto, empa-rentada con el liberalismo y que‘retorna’ al terreno de la teoría socialcon el neoliberalismo y las teorías dela democracia consensual, consideraal ‘individuo’ como una entidad autó-noma separado de lo social que lofunda; es decir, un ser autónomo,dotado de conciencia y de razón, porlo tanto, como un ser que actúa conindependencia y voluntad en base aldiscernimiento; presupuesto que per-mite considerar al ‘sujeto-individuo’como fuente de legitimidad del siste-ma político moderno en base a losacuerdos contractuales, a la delibera-

ción, al discernimiento, ya sea en lavida cotidiana como en el conjunto delas actividades humanas. Este concep-to es problematizado a partir de lanoción de subjetivación, la que sostie-ne, en términos generales, que el suje-to no es un dato pre-existente a lasestructuras sociales e históricas, dis-cursivas y políticas, sino que son estaslas que fundan su posibilidad de exis-tencia.

Jacques Rancière aborda la subjetiva-ción en/desde la política. Para com-prender su tesis es necesario realizaruna exposición de los argumentospropuestos por este filósofo. Rancièrepropone que lo político es el encuen-tro de dos procesos heterogéneos: elque se produce entre la policía y lapolítica, también mencionado como elque se produce entre la lógica policialy la lógica igualitaria. Este encuentroes polémico, conflictivo y problemáti-co. Polémico, la política no es unhecho constante, sino un aconteci-miento que subvierte el orden policial;conflictivo, construye un escenariolitigioso como “lugar” donde se “repo-ne” un daño, y problemático, no estádado de antemano sino que surge enla construcción de un escenario dondese lleva a cabo el litigio, en que emer-gen los “sujetos”.

Rancière comprende la policía comouna configuración histórica y no comoun aparato represivo del Estado; estaconfiguración es de carácter contin-gente, no es un hecho natural, que ins-tituye un orden institucional y discur-sivo; es decir, funda un orden de losensible: una manera de ver, de hacer,de sentir, de asignar los espacios y lasfunciones que van a ocupar ‘los indivi-duos’, un lenguaje de producciónenunciativa, un modo de producciónde sus objetos de saber y de formas deidentificación social y estatal. Estaconfiguración, por tanto, no se reducea una dimensión estatal sino es con unhorizonte histórico de lo posible, de lopensable y de lo imposible. Lo funda-mental de esta configuración es la par-tición de lo sensible, “la ley general-

560

Palabra de autor

1 Rancière, Jacques, Diez tesis sobrela política, en Policía, política y

democracia, Santiago de Chile, LOM,2006, p. 70.

V

Page 61: Revista Textos y Contextos No. 13

mente implícita que define las formas del tener-parte definiendo primero losmodos perceptivos en los cuales se inscribe”.1 En la partición juega un papelimportante el saber, en otras palabras, las formas de producción de lo visible yde lo no visible, de lo que se puede enunciar y de lo no enunciable.2 Es decir, elorden de la policía se plantea como una totalidad histórica, conflictiva, en cuyointerior el vacío es insoportable.

La política Rancière la define como una acción que interroga, desnaturaliza,subvierte el orden de lo sensible. La interrogación que subvierte es posible porel principio de igualdad, “El único universal político es la igualdad”, diceRancière (Rancière, 2006, p. 19); este principio opera como un mecanismo quehace posible la desmixtificación de las desigualdades, de las exclusiones, de losracismos: es un “operador de demostraciones”. De este modo se comprende quela política no es un acto estatal como puede considerarse las elecciones, a travésde las cuales el estado se autolegitima. Por otra parte, la política subvierte alponer en entre-dicho la repartición de lo sensible, es decir, al crear las condicio-nes para separarse de las clasificaciones e identificaciones del orden policial. Ensus diez tesis sobre la política, Rancière afirma que: “la política es primero unaintervención sobre lo visible y lo enunciable” (ídem., p.71). Para que la políticasea posible es necesario el encuentro/disenso con el orden policial desde la inte-rrogación que el principio de igualdad, de cualquiera con cualquiera, al instau-rar un lugar de lo común donde se hace posible el litigio.3

¿Entonces, como comprender la subjetivación? La subjetivación no se reduce afabricar solamente ‘sujetos’ sino que produce un modo de existencia social, lamultiplicidad de los campos de experiencia, y abarca toda una configuraciónhistórica. En esta perspectiva podemos considerar, por una parte, que el ordenpolicial produce prácticas de subjetivación que garanticen la internalización dela ‘gramática’ normativa e institucional con la identificación de los ‘sujetos’ asus lugares y sus funciones, ya sea en su forma profesional: obrero, ejecutivo,sociólogo, arquitecto, etc., ya sea por medio de la identificación étnica, social ode género; ya sea a través de los saberes: el loco, la histérica, etc. Tenemos, portanto, que existe un proceso de subjetivación desde el orden policial que instau-ra una naturaleza en los ‘sujetos’ y que hace de la configuración histórica unhecho natural; esta subjetivación naturaliza la repartición de lo sensible pormedio de prácticas e instituciones como puede ser las que se lleva a cabo en/conla institución familiar, escolar, universitaria, laboral, etc.

La subjetivación política es, en principio, un proceso de des-identificación con elmundo de la vida naturalizado; surge de la acción política de “salirse” del ordenpolicial. La subjetivación política es una crítica al orden policial, al poner enentre-dicho la repartición de lo sensible, a los modos y ‘nombres’ de la identifica-ción instaurados y naturalizados y, de los lugares y funciones asignados. “La acti-vidad política es la que desplaza a un cuerpo del lugar que le estaba asignado ocambia el destino de un lugar; hacer ver lo que no tenía razón de ser visto, haceescuchar un discurso allí donde solo el ruido tenía lugar, hace escuchar comodiscurso lo que no era escuchado más que como ruido” (Rancière, 1996, p. 45).Por tanto, la política se encuentra en todos lados con la policía, se la enfrenta. Elenfrentamiento se hace posible al operar desde el principio de igualdad la forma‘real’ de existencia de los “individuos” en la vida e intercambio cotidianos. Sidecimos que todos somos ‘ciudadanos’ libres e iguales: ¿un inmigrante es igual‘ciudadano’ que los otros? ¿No es acaso un ‘ciudadano’ de otro tipo, un extraño?

La actividad política, para Rancière, está conectada con la subjetivación y la des-identificación. No solo porque produce ‘sujetos’ otros, no esperados en el orden

Palabra de autor

612 La policía está identificada comouna constelación histórica dada: “lapolicía es primeramente un orden delos cuerpos que define las divisionesentre los modos del hacer, los modosde ser y los modos de decir, que haceque tales cuerpos sean asignados porsus nombre a tal lugar y a tal tarea;es un orden de lo visible y de lo deci-ble que hace que tal actividad seavisible y que tal otra no lo sea, que talpalabra sea entendida como pertene-ciente al discurso y tal otra al ruido”,p. 44. Jacques Rancière, el desacuer-do, filosofía y política, Buenos Aires,Nueva Visión, 1996.

3 “La política es en primer lugar elconflicto acerca de la existencia de unescenario común, la existencia y lacalidad de quienes están presentes enél”, ídem., p. 41.

Page 62: Revista Textos y Contextos No. 13

policial, sino porque abre la posibilidad de modos de existencia impensados alinterior del orden policial, abre la posibilidad de imaginar otra ‘comunidad’, laposibilidad de otro campo de experiencia.4 En este sentido, la subjetivación polí-tica hace posible el nacimiento de otros ‘nombres’ distintos a los asignados, alforjar un lenguaje al poner en entre-dicho la universalidad de los sistemas delegitimación del orden policial. En otros términos, podemos decir, que se produ-ce un ‘descreimiento’ de los valores, de las representaciones y de los conceptoscon los cuales el orden policial produce una atmosfera de vida e identificaba asus ‘miembros’. Se funda, por tanto un escenario del desacuerdo, donde el usode las mismas palabras tiene significaciones distintas para los que son parte ypara quienes no lo son. Rancière sitúa el desacuerdo en una “situación dehabla”. “Es el existente entre quien dice blanco y quien dice blanco pero noentiende lo mismo o no entiende lo que el otro dice lo mismo con el nombre dela blancura” (Rancière, ídem., p. 8). Por lo tanto, para que se produzca una sub-jetivación política es importante producir el escenario del litigio donde se discu-te la ‘reparación’ de un ‘daño’. El daño esta identificado con la exclusión, con lanegación o la invisibilidad en un orden de lo visible de una parte de los ‘miem-bros’ de la sociedad. La ‘reparación’ de este daño, sin embargo, pone en duda losfundamentos de un orden de lo sensible.5 Sin el litigio la subjetivación política esimpensable e inejecutable.

La subjetivación política no se lleva a cabo en el acuerdo deliberativo para alcan-zar el consenso. La política es confrontación y litigio con el orden de lo sensible,al hacer explícitos los fundamentos contingentes en los que se asienta esteorden, al desfundar desde el principio de igualdad el orden de la dominación, aldes-semantizar las palabras y los ‘nombres propios’. Este descolocar las palabrashace posible la política. “Hay política porque el logos nunca es meramente lapalabra, porque siempre es indisolublemente la cuenta en que se tiene esa pala-bra: la cuenta por la cual una emisión sonora es entendida como la palabra, aptapara enunciar lo justo, mientras que otra sólo se percibe como ruido que señalaplacer o dolor, aceptación o revuelta” (ídem., p. 37). Por tanto, la subjetivaciónpolítica pone en crisis el lenguaje de la dominación que legitima la reparticiónde lo sensible, esto significa poner en crisis la creencias que circulan a través deél y, por tanto, de las asignaciones dadas.6 La subjetivación política al abrir uncampo de experiencia crea las condiciones de posibilidad de otro lenguaje, deotros ‘nombres propios’.

La subjetivación política efectúa una desidentificación de los ‘sujetos’ del ordenestatal, del orden policial. Es una acción que desnaturaliza la repartición de losensible, de las identificaciones asignadas y ‘legítimas’. Al situar un daño, una dis-torsión, la subjetivación política inventa modos de existencia al “recortar elcampo de la experiencia que daba a cada uno su identidad con su parte. Deshacey recompone las relaciones entre los modos de hacer, los modos de ser y losmodos del decir que definen la organización sensible de la comunidad, las relacio-nes entre los espacios donde se hace tal cosa y aquellos donde se hace tal otra, lascapacidades vinculadas a ese que hacer y de las que son exigidas por otro”.7 Portanto, la subjetivación política es ruptura con la lógica de identificación policial,un juego de demostraciones de la invisibilización/exclusión de los que no tienenparte, y, por último, la producción de identificación imposible en una sociedaddividida en clases y estamentos, la igualdad de cualquiera con cualquiera.

562

Palabra de autor

4 “Por subjetivación se entenderá laproducción mediante una serie de

actos de una instancia y una capaci-dad de enunciación que no eran

identificables en un campo de expe-riencia dado, cuya identificación, por

lo tanto, corre pareja con la nuevarepresentación del campo de expe-

riencia”, ídem., p. 52.

5 “Pero esta propiedad litigiosa noes en verdad más que la instituciónde un común-litigioso. La masa de

los hombres sin propiedad se identi-fica con la comunidad en nombre deldaño [tort] que no dejan de hacerle

aquellos cuya cualidad o cuya pro-piedad tienen por efecto natural

empujarla a la inexistencia de quie-nes no tienen ‘parte en nada’. Es en

nombre del daño [tort] que lasotras partes le infligen que el pueblose identifica con el todo de la comu-

nidad. Lo que no tiene parte –lospobres antiguos, el tercer estado oel proletariado moderno- no puede,

en efecto, tener una parte que lanada o el todo”, ídem., p. 22-3.

6 “Hay política porque quienes notienen derecho a ser contados como

seres parlantes se hacen contarentre éstos e instituyen una comuni-

dad por el hecho de poner encomún la distorsión, que no es otracosa que el enfrentamiento mismo,

la contradicción de dos mundos alo-jados en uno solo: el mundo en que

son y aquel en que no son, elmundo donde hay algo ‘entre’ ellos yquienes no los conocen como seres

parlantes y contabilizados y elmundo donde no hay nada”, ídem.,p. 42. Más adelante. “el ‘tomar lapalabra’ no es conciencia y expre-sión de un sí mismo que afirma lo

propio. Es ocupación del lugardonde el logos define otra naturale-

za que la phoné”. p. 53.

7 Ídem., p. 58.

Page 63: Revista Textos y Contextos No. 13

La problemática de la subjetivación en Foucault se encuentra asociada, en algu-nos de sus comentadores8, con el llamado “tercer momento” de su producciónintelectual identificado como “ética” o como “estética de la existencia”. Sinembargo, podemos decir que esta problemática ya aparece en el “segundo” perí-odo de la “genealogía del poder” en la noción de disciplina y de gubernamentali-dad, entre otras, atrapada en una filosofía de la sujeción.

Foucault cuestiona la noción tradicional de ‘sujeto’ al considerar que el indivi-duo no esta dado o es pre-existente a los campos de poder. No hay un individuopreviamente constituido sobre el cual el poder se ejerce o lo reprime. La nocióntradicional de ‘sujeto’ comprende al poder como una exterioridad que reprime oprohíbe, cuyo “paradigma” lo constituiría una concepción jurídica que establecelos límites de lo prohibido y de lo permitido, presupuesto importante de lanoción liberal de soberanía. Como hemos mencionado esta noción de individuoforma parte de la matriz liberal, que opone Sociedad y Estado, y cuyas relacio-nes se encuentran normadas jurídicamente. Para Foucault el individuo no estaseparado o frente al poder, sino que es producido por el poder, “El individuo esun efecto del poder y, al mismo tiempo, en la medida misma en que lo es, es surevelo: el poder transita por el individuo que ha constituido”.9 Esta produccióndel “individuo” por parte del poder es lo que puede contribuir a comprender queal estar implicado en la configuración histórica en la que nace y le da nacimien-to, el “individuo” contribuya a su propia dominación y ejerza dominación sobrelos otros. La subjetivación es comprendida, o podemos comprender, no solocomo una fabricación de ‘sujetos’ o de cuerpos, sino como la configuración deun modo de existencia socio-histórico.

Foucault crítica la concepción jurídica del Poder que va del gobierno de Estadoal individuo, en una continuidad descendente desde las autoridades estatales alas formas de regulación de los intercambios cotidianos. Propone una ‘analíticadel poder’ y define al poder de otra manera, le interesa el “cómo del poder” y noel “qué del poder”. El poder no es aquello que reprime, sino un dispositivo deproducción de ‘sujetos’, de discursos, de visibilidades, el poder produce umbra-les históricos.

El poder se ejerce y solo existe en forma de acto, es decir, es una relación defuerza/s, es un enfrentamiento de fuerzas que producen formas de subjetividad,formas de institucionalización, formas discursivas. No existe un único poder queseria análogo en todas las instancias de la ‘sociedad’, esta no es un cuerpohomogéneo; plantea la existencia heterogénea del poder que configura formaslocales, regionales, ‘microfísicas’. Esta ‘analítica’ plantea atender a las prácticas,técnicas y procedimientos desde los cuales se ejerce el poder10 para captar lasinstancia del sometimiento de los cuerpos, la producción de la subjetividadsocial. El poder no se encuentra situado en un “lugar” específico desde el cual seimpondría al cuerpo social como sugiere la idea liberal de Estado, sino quefluye, circula, crea sus propias redes y no tiene un centro, es descentrado.11 Elpoder funciona en forma de mecanismos, de estrategias y de tácticas, de tecno-logías. Por último, el ejercicio de poder va acompañado con la producción desaberes específicos. Este contribuye a producir un campo de los visible y de loenunciable en el instituye, en el lenguaje de Rancière, la repartición de lo sensi-ble. En otras palabras, el poder es también una práctica discursiva, que al pro-

Palabra de autor

638 Menciono el caso de Miguel Moreyquién en la introducción a las tecnolo-gías del yo, identifica este “tercermomento” con la “cuestión de la sub-jetividad o, si se prefiere, de las técni-cas y tecnologías de la subjetividad”,p. 13. Foucault, Michel, Las tecnologí-as del yo, y otros textos afines,Barcelona, Paidós, 1996, Introducciónde Miguel Morey. Es tema de la subje-tivación lo podemos encontrar enVigilar y castigar, y en algunos de losseminarios dedicados a la ‘genealogíadel poder’ asociado a la noción dedisciplina, gubernamentalidad, a laproducción de ‘sujetos dóciles’. 9 Foucault, Michel, Defender la socie-dad, curso en el Collage de France(1975-1976), Buenos Aires, FCE,2001, p. 38.

10 implantan y se producen sus efec-tos reales”. Ídem., p. 37.

11 “El poder, creo, debe analizarsecomo algo que circula o, mejor, comoalgo que solo funciona en cadena.Nunca se localiza aquí o allá, nuncaestá en las manos de algunos, nuncase apropia como una riqueza o unbien. El poder funciona. El poder seejerce en red y, en ella, los individuosno solo circulan, sino que están siem-pre en situación de sufrirlo y tambiénde ejercerlo. Nunca son el blancoinerte o consintiente del poder, siem-pre son sus revelos. En otras pala-bras, el poder transita por los indivi-duos, no se aplica a ellos”. Ídem., p.38.

Page 64: Revista Textos y Contextos No. 13

ducir enunciados acerca de lo ‘real’contribuye a su producción. SegúnDeleuze, en su trabajo-homenaje deFoucault, “Una <época> no preexistea los enunciados que la expresan, ni alas visibilidades que la ocupan... cadaformación histórica implica una distri-bución de lo visible y de lo enunciableque se produce en ella”.12 Por lo tanto,el saber produce poder al producircampos de visibilidad en los cuales seva a intervenir.

¿Como comprender la subjetivaciónen esta formulación, sin considerar el“tercer” momento de Foucault? Unode los aspectos señalados por Foucaultacerca de las configuraciones locales oregionales del poder es que su funciónconsiste en “ser productores de unaeficacia, de una aptitud, pro-ductores de un producto”13,con la finalidad de obte-ner una mejor produc-tividad, “un mejorrendimiento”. Parahacerlo pone enmarcha un conjuntode técnicas y proce-dimientos como loes el de la disciplinay la biopolítica.

En la disciplina el cuerpose convierte en un blanco delpoder que busca incrementar sueficacia en las labores, en la regula-ción de los comportamientos socialesy en la producción de un orden en losintercambios cotidianos. Con la disci-plina un cuerpo es vigilado, adiestra-do, normalizado, “mejorado” y distri-buido. La disciplina, dice Foucault, “esuna anatomía política del detalle”.14

Por medio del disciplinamiento de loscuerpos podemos afirmar que hay unasubjetivación de los ‘individuos’ y su‘inclusión’ al interior de una configu-ración histórica concreta. La subjeti-vación es la producción de ‘cuerposdóciles’, de sujeciones sociales, discur-sivas e institucionales.

El poder disciplinario instaura unespacio analítico donde cada uno de

los movimientos de los cuerpos comodel comportamiento de los ‘individuos’es la ocasión de producción de unámbito de saber determinado: para lainstitución médica surge la posibilidaddel control y el examen anatómico, enel sistema escolar surge la pedagogía.También surge un control del tiempo,una temporalización de las actividadesproductivas; el tiempo del poder disci-plinario es un tiempo ascético, regulary aplicado. “La exactitud y la aplica-ción son, junto con la regularidad, lasvirtudes fundamentales del tiempodisciplinado”15. La disciplina es unatécnica de sujeción, una producción de‘sujetos’ capaces de operar y funcionarcon naturalidad en un orden de lo sen-sible. La disciplina ‘fabrica’ indivi-duos; es la técnica especifica de un

poder que se da a los individuosa la vez como objetos y como

instrumentos de su ejerci-cio. A los ‘individuos’ se

los enseña a llevar unaconducta, un cuerpo,una retórica, una“cortesía”, una mane-ra de “presentarpúblicamente la per-

sona” (Goffman), endefinitiva, a observar

las reglas, valores y nor-mas sociales instauradas y

que no se presentan como unaexterioridad sino que forman parte

de la subjetividad inventada al interiorde un orden del saber y del poder. Lasujeción es posible por la presencia decampos de visibilidad.16

El poder disciplinario se encuentra,yuxtapone y se articula con otra técnicade poder que Foucault llama biopolíti-ca, esta tecnología no excluye la socie-dad disciplinaria, sino que la suponecomo uno de sus pilares. La biopolíti-ca, que es el poder que se ejerce sobrela población, es un poder “[que] sedebe ejercer sobre los individuos entanto que constituyen una especie deentidad biológica que se debe tomar enconsideración, si queremos utilizar aesta población como máquina paraproducir; producir riquezas, bienes,

564

Palabra de autor

“La exactitudy la aplicación son,

junto con la regularidad,las virtudes

fundamentalesdel tiempo

disciplinado”15

12 Deleuze, Gilles, Foucault, BuenosAires, Paidós, 1987, p. 76.

13 Foucault, Michel, Las mallas delpoder, en Estética, ética y herme-

néutica, obras esenciales, volumenIII, Buenos Aires, Paidós, 1999, p.

240.

14 Foucault, Michel, Vigilar yCastigar, nacimiento de la prisión,

México, s XXI, 1996, p. 143.

15 Ídem., p. 155. En la pagina ante-rior Foucault sostiene que el poderdisciplinario “busca también asegu-rar la calidad del tiempo empleado:control ininterrumpido, presión de

los vigilantes, supresión de todocuanto puede turbar y distraer, se

trata de constituir un tiempo íntegra-mente útil”, p. 154. Más adelante,“El tiempo medido y pagado debe

ser también un tiempo sin impurezani defecto, un tiempo de buena cali-dad, a lo largo de todo el cual per-

manezca el cuerpo aplicado a suejercicio”, p. 155.

16 “El que esta sometido a uncampo de visibilidad, y que lo sabe,reproduce por su cuenta las coac-

ciones del poder; las hace jugarespontáneamente sobre sí mismo;inscribe en sí mismo la relación depoder en la cual juega simultánea-

mente los dos papeles; se convierteen el principio de su propio someti-

miento”. Ídem., p. 206.

Page 65: Revista Textos y Contextos No. 13

para producir a otros individuos. El descubrimiento de la pobla-ción es, a la par [...] el descubrimiento del individuo y del cuerpoadiestrables”.17 Este poder distribuye a la población en el espacioproductivo, para regular su reproducción biológica (por mediodel control de la natalidad), para localizarlos en un lugar delterritorio. La biopolítica interviene en las determinaciones deesos fenómenos globales, ya sea por medio de las estimacionesestadísticas, las previsiones, las mediciones globales, para insta-lar mecanismo de seguridad. “No se trata en modo alguno... detomar al individuo en el nivel del detalle sino, al contrario, deactuar mediante mecanismos globales de equilibrio y regularidad;en síntesis, de tomar en cuenta la vida, los procesos biológicos delhombre/especie y asegurar en ellos no una disciplina sino unaregulación”.18 La biopolítica, podemos decir, también va acompa-ñada por formas de identificación colectiva, “nacional”, pormedio de producción de discurso nacionales, de conceptos jurídi-cos-políticos –como el de ciudadanía-, por medio de fiestasnacionales, es decir, la biopolítica contribuye, y requiere, el pro-ceso de ‘sujeción’ social de los individuos.

La problemática de la subjetivación desenmascara la noción tra-dicional de ‘sujeto’ al hacer explícitos los presupuestos de lainvención social de los ‘individuos-sujetos’. La ‘conciencia’ no esun dato natural o preexistente, sino un pliegue de los campos depoder en forma de subjetividad, en forma de habitus. La volun-tad de acción independiente que se sostiene en la noción tradi-cional de ‘sujeto’ es entendida de otra manera, como el desplie-gue –objetivación- de lo interiorizado en el proceso de devenir-sujeto a través de las prácticas, de las corporeidades, de losenunciados que se realizan y hacen efectivas las formas de clasi-ficación social. La razón ya no es una capacidad de discerni-miento sino una interioridad operativa adiestrada para poner enmarcha la maquinaria social.

Foucault aporta elementos importantes para la comprensión dela subjetivación como sujeción social, institucional y discursiva;nos muestra que el ‘individuo’, y su cuerpo, el cuerpo-individuoes el blanco y producción de poderes heterogéneos. La sujeciónaparece como un pliegue del orden de lo sensible. Sin embargo,describe una jaula de hierro en las que las líneas de fuga sonimpensables. Rancière, por su parte, descuida la subjetivacióncomo sujeción pero aporta elementos en la comprensión de lapolítica como subversión de la sujeción, y plantea la subjetiva-ción política como un proceso de desidentificación de los ‘nom-bres’, lugares y espacios asignados por un orden de lo sensible.La subjetivación política no propone un horizonte utópico, aun-que sea necesaria la identificación imposible, sino que al situarla política como una acción hace posible el ejercicio de la ruptu-ra, la puesta en entre-dicho del orden de lo sensible, para re-situar los lugares y los espacios asignados. Foucault no habla dela igualdad, sino que pone en duda el discurso de la igualdad delos teóricos del contrato social; en cambio Rancière, plantea elprincipio de la igualdad como un universal político que debepresuponerse para hacer posible la actividad y subjetivaciónpolítica.

Palabra de autor

6517 Foucault, Michel, Las mallas delpoder... p. 245-246.

18 Foucault, Michel, defender lasociedad... p. 223

Page 66: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 67: Revista Textos y Contextos No. 13

e recibe con una amabilidad inusual en estos días. Me acerco para saludarlo y apretar sumano e inesperadamente me da un abrazo como si hubiésemos sido buenos amigos,como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo… Esto que a mí me sorprendió alparecer no sorprende a aquellas personas que lo conocen y que saben de la entrega, sen-cillez y calidez de este hombre que a lo largo de 84 años de vida, ha dejado una huellaimportante en la sociedad ecuatoriana.

En algo más de 30 años en el periodismo, ha escrito unos cuantos prólogos y por lo menos 2000 artículos,además de unos pocos libros. Además con orgullo y por qué no decirlo, sin ninguna clase de modestia,cuenta que el próximo mes de octubre, en el que además cumplirá un año más de vida, ingresará comoAcadémico correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua… ¡ya para morirme de académico…!sonríe amablemente.

“Además la Escuela Politécnica Nacional, me otorgó el Doctorado Honoris Causa, por lo tanto ¡ya me pue-den decir Doctor!”.

Cara y cruz

67

“Todo en la vida

es circunstancia,

política y suerte”

M

Karina Vaca V.*

Simón Espinosa Cordero:

* Kar ina Vaca V., Comunicadora Social graduada en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador; Mst. en Ciencias Sociales con mención enComunicación por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, ha sido coordinadora y editora de varias revistas institucionales y de análisis social.

Page 68: Revista Textos y Contextos No. 13

Simón Espinosa no es un nombredesconocido en el país ¿Cómofueron sus inicios, sus raíces,cuáles son los antecedentes de loque usted es hoy?

Mencioné lo de mi ingreso a laAcademia Ecuatoriana de la Lenguaporque mi discurso va a ser sobre lapoesía de la ciencia de Octavio CorderoPalacios, mi abuelo, que vivió entre1870 y 1930 y que fue dramaturgo, his-toriador, ingeniero, topógrafo, sargentomayor en la frontera e inventó un apa-rato para traducir lenguas que se llamóla Metaglota. Era un hombre de letras,de allí procede mi afición a escribir.

Mi abuelo ha tenido varios descendien-tes entre nietos y bisnietos, pero tal vezel más conocido es mi sobrino EliecerCárdenas.

Por otro lado, miabuelo paterno, DonDarío Espinosa,oriundo de Cañar,era un joven de ori-gen pobre perovivaz; se hizo muyrico llevando ganadode Cañar aGuayaquil y cuandotuvo dinero, estudiómedicina por su cuenta y abrió unabotica… ¡era el médico gratuito de todaesa zona, tan aislada en esa época!;estamos hablando de los últimos añosdel siglo ante pasado.

Esto lo aprendió mi padre que fue abo-gado, notario cuando murió, quien sededicaba a atender a los presos de lacárcel por cuenta propia, tanto ense-ñándoles la doctrina cristiana, porqueera muy católico, como también ayu-dándolos con su ejercicio profesional; élmurió de fiebre tifoidea precisamente alatender a alguno de estos enfermos enla cárcel.

Por todo esto yo he recibido esas bue-nas raíces de mis dos abuelos y mipadre. Mi madre por otra parte, era una perso-

na muy inteligente y con muy buensentido del humor. Era de estas beatastradicionales de Cuenca pero de menta-lidad muy amplia; yo algunas veces hecontado que cuando le escribí diciéndo-le que había dejado el sacerdocio en laCompañía de Jesús, tenía ya 44 años,ella me devolvió la carta diciéndome“no te la devuelvo por el contenido,sino porque es una carta mal educada.¡En la carta le decía que yo había rotoel cordón umbilical ya hace 44 años!,imagínate, eso le contaba… entonces leescribí de nuevo en forma cortés y mecontestó.

Cabe señalar, como antecedente, quetengo tres hermanas y un hermano curamenor a mí, entonces, cuando mimamá me contestó a la carta, me decía“si el corazón de Dios es grande paraentender eso, como no lo va a entenderel corazón de una madre”. Después, ya

con humor, escri-bió, “Dios escribeentre líneas torci-das… porque ¡elapellido de tupadre iba a des-aparecer!... ja ja ja,¡ya no iba a haberdescendencia deun Espinosa!

Estos antecedentes familiares explicanun poco lo que he recibido de la vidaque han sido ¡buenas notas!, como sedice ahora, que me han ayudado muchoa ser una persona sencilla, tal vez unpoco seca, pero de corazón afectuosocon la gente y con facilidad para escri-bir y para interesarme por el prójimo.

¿Por qué su inclinación al sacer-docio?

Cuenca en aquella época era una ciudadaislada del Ecuador, no había todavíaferrocarriles sino hasta el Tambo. Enmula o a caballo hasta ese lugar sehacían tres días, a Guayaquil cinco, aQuito ocho… ¿a Loja? no sé cuántopero muy lejos; por esto Cuenca erauna ciudad que se concentró en símisma y que creció bien, pero al mismo

568

Cara y cruz

Page 69: Revista Textos y Contextos No. 13

tiempo era el centro del conservadurismo y del catolicismo; hubo un clero formadoen Francia bastante ilustrado, pero muy cerrado.

En ese ambiente muchos tenían un sacerdote o una monja en su familia, lo que enparte también se explica por una cuestión social: en la España imperial del sigloXV o XVI al XIX había un dicho que provenía del hecho de que la gente, sobretodo de dinero, dejaba la herencia al primer hijo, esa era la ley, y los demás queda-ban desamparados; a los otros hijos se los conocía como los segundones, y se decíaque el porvenir de estos era iglesia, mar o casa real. Es decir, que estos hijos parasalir adelante tenían que hacerse religiosos, curas o monjas; marinos o soldados; o,hacerse servidores de la corte del rey, cortesanos o pajes, no había muchas sali-das… el trabajo manual para los españoles era una deshonra.

Dentro de este contexto se entiende que en Cuenca, una ciudad más bien pobre yorgullosa, una de las salidas era hacerse sacerdote o monja. En mi caso específico,luego de haber estudiado en el colegio Borja de los Jesuitas, para cuando fui bachi-ller ya habíamos gastado el dinero dejado por mi padre y vivíamos en muchapobreza. Entonces para ganarme la vida, ayudar a mi mamá, o para comprarmealgún libro que me gustaba leer, daba algunas clases cuando era colegial; en esostiempos, para entrar al colegio había que dar un examen, y me acuerdo que prepa-ré a dos chicos, entre otros, que llegaron a ser conocidos: Alejandro SerranoAguilar que fue Vicepresidente del Ecuador, además de deportista por eso lleva elEstadio de Cuenca el nombre de Serrano Aguilar, y de Ricardo Muñoz que fueAlcalde de Cuenca.

Un domingo primero de septiembre del año 1946 -ya me había graduado de bachi-ller en julio siendo el primero de la promoción-, llego mi hermano del seminario yviéndome allí me dice: sabes que Vicente Serrano y Ricardo Muñoz se van aCotocollao al colegio Loyola para luego hacerse Jesuitas. Entonces yo pensé: “ypor qué no me hago…” Fui a la iglesia, allí pensé y decidí hacerme cura.

Efectivamente, luego de hablar con el Rector del colegio, me fui un 6 de septiem-bre de 1946 -al seminario- y allí estuve hasta el 30 de abril de 1972, alrededor deun cuarto de siglo.

Yo he reflexionado después sobre por qué me hice cura y creo que la primera moti-vación debió ser el ejemplo de mi padre de servicio a la gente, sin embargo, añosmás tarde caí en la cuenta de que habría sido también esto de “iglesia, marina ocasa real…” En todos esos años yo tenía todo, tuve una vida cómoda, una vida dis-ciplinada, de buena formación de la cabeza y del corazón; pude viajar para estudiarTeología tanto a Estados Unidos como a Roma y a Bélgica, cosa que nunca hubierapodido hacer, un hijo de una viuda pobre… ja ja. ¡Así es la vida!

¿Qué enseñanzas le dejó esta etapa de su vida, además de la forma-ción académica?

Te puedo decir que nunca he tenido yo vergüenza de haber sido cura. Siempre hedicho en mis escritos que he sido jesuita, primero, porque soy muy agradecido y,segundo, porque fueron, en conjunto, 25 años sumamente felices. Los primerosaños porque era yo muy devoto y, luego, los años de enseñanza me fueron muy agra-dables. Fui profesor de la Escuela Nacional de Enfermeras y Capellán, dos años enla Universidad Católica; los años que enseñé en el Colegio Loyola, fueron tambiénmuy agradables, mantenía una buena relación con los alumnos y tengo -de viejopuedo ser un poco inmodesto-, cierto talento pedagógico y un poco creativo, mediooriginal, medio desquiciado.

Cara y cruz

69

Page 70: Revista Textos y Contextos No. 13

Por otra parte ese contacto con Dios, através de la meditación, es una cosasumamente agradable, cosa que puedeser entendida por quienes hacen yogapor ejemplo, el tranquilizarse era unacosa parecida; además tuve la oportuni-dad de tener un par de años de latín ygriego con este famoso humanista, elpadre Aurelio Espinoza Pólit, que eraun profesor extraordinario.

El celibato se podría decir que es unpoco duro, pero en cambio se llega atener cierta afectividad con la gente;cuando se encontraba un poco de inte-rés o de cariño, era agradable. Nuestropadre maestro ednovicio nos decíamucho: “pobre corazón humano comola hiedra se adhiere a los pinos, así tú teadhieres, pobre corazón humano,donde hallas un poco de amor”. Y talvez lo más difícil del celibato no sea laabstención sexual, sino la abstenciónafectiva, la soledad y un hambre deamor, de cariño.

Finalmente, podrás comprender quecuando me pasó el fervor, y cuando fuiconociendo gente en la Universidad, meenamoré de una muchacha con la cualme casé. Para esto les avisé a mis supe-riores y pedí el permiso de Roma.

Usted es y ha sido muy conocidoen el ámbito del periodismo y lacomunicación en el país ¿Cómo seda este paso del sacerdocio a lacomunicación?

Cuando salí del sacerdocio yo no eraconocido afuera, por lo tanto no me erafácil conseguir trabajo. Lo primero quehice fue revisar un anuncio en ElComercio, que decía que una instituciónnecesitaba profesores de español paraamericanos, concursé y accedí a una delas siete plazas; de esta manera trabajépor un año para el Cuerpo de Paz, queera la institución convocante. Luego aRicardo Muñoz, del cual yo había sidoprofesor, en la dictadura de Bombita lepidieron que fundara el Instituto deCrédito Educativo y Becas, para esto ellosnecesitaban que alguien iniciara elDepartamento de Becas Nacionales eInternacionales y Ricardo Muñoz mellamó por recomendación de un compa-ñero. Ahí estuve dos años pero renunciécuando el General Durán me quiso obli-gar a otorgar a dedo una beca. Esamisma tarde de la Universidad Católicame llamaron y me encargaron un progra-ma de la OEA para hacer una reforma ala Universidad. Posteriormente le pedí alRector que me de un puesto de profesor ycomencé a dar la materia de literatura.Pero te voy a contar… cuando hicimosesto de la planificación con la OEA estu-vimos con otro compañero que se llamaJaime Peña y con otro jesuita CarlosMoncayo, con quienes hicimos un estudiopara ecuatorianizar la Universidad que lopublicamos en la revista de laUniversidad. Ese artículo lo había leídoel gerente del Banco Central de eseentonces, Rodrigo Espinoza, quien mehizo llamar porque estaban celebrandolos 50 años del Banco y quería rescatarprecisamente eso, la identidad.

Con él fundamos el Centro deInvestigación y Cultura, desde donde secompraron varias bibliotecas y todo loque ahora está en el Ministerio deCultura, la Jijón y Caamaño, laBonifaz… hicimos cosas interesantes, lacompra de fotos antiguas, por ejemplo.Siendo director y fundador de esteCentro en el que había un área depublicaciones de historia, creamos larevista Cultura que era un documentoimportante, ya que era una revista deestudios a fondo de la cultura nacionalcon aporte de gente seria.

570

Cara y cruz

Page 71: Revista Textos y Contextos No. 13

Además había un departamento de difusión cultural cuya labor era ir por todo elEcuador apoyando y asesorando en todo lo relacionado con el arte, el teatro… ¡loque hace ahora el Ministerio de Cultura!. Teníamos también un área de investiga-ción de archivos y un área de audiovisuales. Te cuento un dato interesante, paraeste trabajo le contratamos al Freddy Elehrs -por un contrato no más-, para quefuera por todas las provincias del Ecuador comprando fotografías y películas anti-guas. Todo esto gracias a que Rodrigo Espinoza disponía de la plata y además esta-ba dispuesto a gastar en eso, porque decía que aunque el Banco no tiene esamisión, es necesario para la identidad del Ecuador.

Todas estas fotos que ahora el Municipio ha puesto, son de allí.

Cuando terminó la junta militar, Rodrigo Espinoza se separó del Banco y paso aser gerente y luego director de diario “El Comercio”. Al cabo de un año me llamóun día y me dijo que fuera a trabajar en el Diario… ¡así me hice Periodista, dehecho…! Ja ja ja ja.

Mi labor siempre fue ser columnista y a veces, hacía algún reportaje. Claro quecuando estaba en el filosofado San Gregorio me junté con el Dr. Luis Proaño, quetambién era jesuita y quien sí era periodista graduado en Boston. Con él transfor-mamos la revista religiosa “La República del Saber, Corazón de Jesús” en la revista“Mensajero”, publicación de política cristiana, que nos llevó a que bombita lemetiera preso. Ahí comenzamos a denunciar cosas como lo del retén sur, pero noporque hubiésemos investigado, sino porque traduje un libro de una canadienseque estuvo presa allí. Luego de eso recibimos llamadas de los policías, diciendoque nos iban a matar.

Pero esto fue cuando era jesuita. Después Proaño se hizo amigo de Bombita y losmarinos iban mucho a la revista desde Guayaquil; ahí se tramó un poco contraVelasco Ibarra. Cuando Bombita subió, dictó la ley de que aquellos que habíanescrito en periódicos, tuvieran el carnet y se hicieran periodistas, entonces LuchoProaño, ¡que era vivo!, porque yo siempre he sido un poco tonto para estas cosas ysobre todo poco ambicioso, nos afilió a la Unión de Periodistas… ¡esto quiere decirque yo soy periodista por concesión de su majestad!

Pero usted ha tenido también un rol importante en la vida política delpaís, en algunos gobiernos.

Trabajé con Oswaldo Hurtado editando sus obras. Después Benjamín Ortiz meinvitó a trabajar en Diario Hoy, pero lo que pagaba no me alcanzaba para vivir;Benjamín habló con Abelardo Pachano y entre los dos me hicieron volver al BancoCentral, pero al mismo tiempo escribía para Diario Hoy.

Cuando terminó Hurtado, yo seguí en el Banco y estando allí escribía contraFebres-Cordero, sobre todo por la cuestión del autoritarismo y por la persecución alos revolucionarios, lo que generó mi salida de esta institución.

Ahora, te voy a contar, es interesante cómo resulta mi fama de hombre honrado…dice un dicho, “date fama y échate en la cama”… ja ja ja. Esta fama me la gané dela siguiente manera: Habíamos ganado, junto con Juan Cueva, el juicio contra elBanco Central por el despido, por lo que nos pagaron y nos dijeron que regrese-mos, pero nosotros tranzamos, y nos dieron una indemnización. Un día, cuandoya estaba en Ciespal, vino la contadora del Banco Central y me dice que se ha equi-vocado y que había duplicado unos rubros (quinientos cincuenta mil sucres) quetenía que devolver porque de lo contrario ella hubiera tenido que pagar cuando le

Cara y cruz

71

Page 72: Revista Textos y Contextos No. 13

hicieran la auditoría. Yo entendí y lepedí quince días para reembolsarle eldinero. Después de este tiempo, le hiceun cheque de quinientos y luego uno decincuenta mil sucres; el gerente finan-ciero del Banco me puso una carta, quetodavía tengo, agradeciéndome; lomismo habían pedido a Juan Cuevapero él consultó a un abogado y este ledijo “no. Eso es responsabilidad delBanco, se equivocaron” y Juan Cuevano hizo la devolución.

Cuando gana Rodrigo Borja la presi-dencia, Juan Cueva se lanza de diputa-do y los social cristianos que escarba-ban todo, sacan en los principalesperiódicos del país, una media páginaen la que dicen “Simón EspinozaCordero sí devolvió el dinero”, con unafoto del cheque más grande que decía“páguese a la orden de Banco Central lasuma de quinientos mil sucres”. Estehecho hizo que se dijera “el uno es hon-rado, y el otro no…” ja ja ja ja.

Ya en el tiempo de Sixto hicimos unmovimiento que se llamaba manos lim-pias, a propósito de lo de Dahik y claro,como todo en la vida es circunstancia ypolítica y suerte…, hicimos algunasacciones como tapar los monumentosde blanco y una manifestación frente alCongreso. Cuando cayó Abdalá,Fabián Alarcón formó una comisión delucha contra la corrupción, básicamen-te para perseguirle al Bucarám, y nom-braron a dedo a los comisionados. ElCongreso tenía que nombrar a cuatro yel ejecutivo a cuatro. Yo no conocía aHeinz Moeller, presidente del Congresoen ese entonces, pero me llama un díay me dice: “yo tengo que nombrar acuatro comisionados y he pensado enusted”, ¿quisiera aceptar? De allí seformó una buena comisión con gentehonrada e hicimos la Comisión deControl Cívico de la Corrupción.Lastimosamente pensaron que nos-otros íbamos a ser pajes de ellos paraperseguirle a Bucaram, pero nosotrosobramos independientemente y graciasa algunos golpes certeros que dimos,logramos posicionarnos con fama dehonestos…

En el año 2002 cuando el generalMoncayo creó la Comisión de laCorrupción del Municipio, le habíanrecomendado que me llame y estuveallí del 2002 al 2009. Hicimos un buentrabajo pero frustrante. Muchas vecestuvimos que negociar, sabíamos que siíbamos al sumario administrativo noiba a pasar nada.

¿De todo este trabajo, qué saborha quedado?

En la Comisión Nacional estuve un añoy en el Municipio siete.Lastimosamente, en alguna forma, sonentidades que no tienen poder, por lotanto se trabaja y al final es frustranteporque los procesos van a la fiscalía o ala contraloría y ahí terminan. ¡Se tra-baja mucho, se hace de enemigos y nose saca mucho! Si no tienes el poder esun poco de quijotismo, pero por lomenos haces un trabajo que repercutealgo en la gente, no es tiempo perdido,pero decir que hay efectividad, no.

¿Cuál ha sido el trabajo que mássatisfacciones le ha dejado?

Hace 21 años cuando se hablaba muchode la teología de la liberación, despuésdel Concilio Vaticano, yo era partidariode una liberación del pueblo así comoMoisés liberó a los judíos de Egipto yJesús se enfrentó con el poder. Cuandosalí del sacerdocio escribí un pocosobre esto. Un día me llamaron unoschicos del sur, de Chilibulo, eran exalfaro algunos y otros de la politécnica,para que les diera una charla sobre estetema. Querían formar una escuela parasus hijos y para el barrio. Les di unasclases de sintaxis, de literatura, y mequedé con ellos, hasta ahora, he sidovoluntario desde entonces en el centrode enseñanza popular, INEPE. Ahí tie-nen casa cuna, parvularia, primaria,secundaria y tienen formación de maes-tras populares. Yo he sido sobre todoprofesor de maestras populares.

Tal vez este haya sido el trabajo mássatisfactorio que haya hecho en mivida.

572

Cara y cruz

Page 73: Revista Textos y Contextos No. 13

Usted ha tenido la oportunidad de hacer un periodismo crítico, analí-tico por muchos años. Ahora hay un cuestionamiento muy fuertedesde el gobierno al ejercicio del periodismo, ¿cuál es su opinión alrespecto?

Debo confesar que voy a tratar de ser lo más objetivo, pero no he de serlo.Respecto de la presidencia actual pienso que la intención final de la revolución dedar una vuelta al Ecuador, en sí misma, es buena. No estoy de acuerdo en la formacomo se lo está haciendo.

Hay que considerar que el precio del barril se ha mantenido estable por muchotiempo; en esta bonanza el Presidente, poco a poco, se ha convertido en el únicoque decide, eso no es democrático: Influye demasiado en el Congreso; en la justi-cia, aunque la ha reformado pero creo yo sin equidad, sino que la reforma ha sidopara tener más gente afín con él; hizo la participación ciudadana y no ha funciona-do; es decir, lo bueno está combinado con lo malo. Esto es peligroso porque estásiguiendo, más o menos, los pasos de Chávez y aunque éste ha hecho una obraimportante al levantar al pueblo, en conjunto ese país tan rico no corresponde a suriqueza.

En este escenario, el Presidente necesitaba de un enemigo para, al estilo de losgobiernos autoritarios, atacarlo constantemente. Fíjate en algo interesante. En laépoca cuando Hitler comenzaba de canciller, la iglesia hizo un concordato con losnazis a fin de que le dejaran la educación católica, a cambio, los nazis reclamaronpara sí la prensa que estaba en manos de la iglesia; entonces todos los periódicos,revistas, etc., se entregaron al régimen nazi. Esto porque en el periodismo engeneral siempre hay voces críticas que molestan a la autoridad.

En el Ecuador el periodismo siempre fue muy combativo. Claro que antes eraviolento, un periodismo de injurias, basta leer las Catilinarias y te das cuenta deeso. Periódicos a los que ataca el Presidente como “El Comercio”, han sido clau-surados varias veces por otros gobiernos, o los periodistas han sido vejados;ahora tenemos una campaña sistemática, que considero yo injusta, porque noes cierto que los medios estén solo con los bancos o con el poder econó-mico, también han dado un giro y ahora son más amplios; claro queinsisten contra el gobierno, pero porque también son atacados… ¡ese esmi punto de vista!

Tenemos que reconocer también que este gobierno ha hecho mucho,muchas cosas buenas, pero si nos quita la libertad… no sé, eso es lo queyo pienso. Ciertamente a mí Febres Cordero me hizo lo que conté antes,pero porque yo era un empleado del Banco, ahora yo no soy un emplea-do del gobierno, y digo cosas bastante duras contra el presidente, no sési me leerá, pero no me ha hecho nada todavía, ni me ha dicho nada… jaja ja.

En fin, sea cual sea el contexto, la misión del periodista es denunciar ycriticar.

¿Para terminar, luego de toda su vida, de su experiencia en elsacerdocio, en el ejercicio del periodismo, conociendo un pocoel contexto político, económico del país, que es lo que más leha marcado en su vida?

Las oportunidades que me ha dado la vida de hacer algo de bien.

Cara y cruz

73

Page 74: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 75: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

El presente artículo analiza la función que desempeñan los medios de comunicación en la política cuando ésta se convierte enun ejercicio de transmisión de mensajes simples e impactantes, orientados a grupos sociales de escasa capacidad de reflexión,que, por ser mayoritarios, permiten el triunfo electoral. Tales procedimientos reducen el discurso político, pues eliminan el rigor,altura y complejidad que éste requiere.

El verdadero poder de los medios en cuanto a la política es el de orientar la opinión pública, a fin de desenmascarar personajesy acciones éticamente censurables. Corresponde a los periodistas proporcionar elementos suficientes que permitan escoger alos candidatos que se ajusten a las motivaciones, intereses o posición ideológica de los electores. En ese contexto, ciertos políti-cos utilizan en las campañas todos los recursos de la propaganda actualmente existentes y, cuando se hallan en el poder, pro-curan ejercer el mayor control de los medios a fin de ocultar actuaciones cuestionables o reñidas con la ética.

Palabras clave

Propaganda electoral, periodismo, ética y democracia.

Abstract

This paper examines the role of media in politics when it becomes an exercise in simple message transmission and impact, orient-ed to social groups with low reflectivity which, being the majority, allow electoral victory. Such procedures reduce political discoursebecause they remove the rigor, height and complexity it requires.

The real power of the media on policy concerning is to guide public opinion, to unmask characters and ethically reprehensibleactions. It is up to journalists to provide enough elements to allow choose the best candidate that fit to motivations, interest and

En estos días

75

Los medios y la

política

Fernando Chamorro Garcés*

* Fernando Chamorro Garcés, Doctorado en jurisprudencia por la Universidad Central del Ecuador; tiene una especialización en Normas Internacionales y AsuntosJurídicos en París y un postgrado de Educación en Valores por la Universidad de Barcelona.

Actual profesor principal de Filosofía, Lógica, Ciencias Penales y Criminología en la Universidad Central del Ecuador; de 1999 a 2008 fue Coordinador Académico del pos-tgrado y profesor de Derechos Humanos en la Universidad Andina Simón Bolívar, colaboró como profesor de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exterioreshasta 2007.

Page 76: Revista Textos y Contextos No. 13

ideological position of voters. In this contextsome politicians use in campaigns all the propa-ganda that exist, and when they are in power,seek to practice the mayor control of the mediato hide questionable actions or unethical situa-tions.

The paper concludes with the need to encouragea free exercise of social communication as a suit-able mechanism for strengthening democracy.

Keywords

Campaigning, journalism, ethics and democracy.

Será que los medios de comu-nicación lograron cam-biar la política, o los

políticos modificarondefinitivamente el rol delos medios de comuni-cación? Esa interro-gante resulta esencialen una época en lacual la gran influenciade la televisión ha idotrasformando a lospolíticos en una suertede actores, cuyo mayormérito radica en su capaci-dad para simplificar al extremoun discurso que merece altura, rigor ycierta dosis de complejidad. Así se llegafácilmente a un amplio auditorio deniveles educativos bajos y escasa capa-cidad de reflexión. Ellos son quienespermiten triunfar.

En la actualidad los políticos más exito-sos son quienes saben aprovechar cier-tos recursos de la moderna tecnologíade la comunicación. Los contenidos desu discurso se limitan a mensajes pri-marios repetidos hasta el agobio sin elmenor pudor, pues “pegan” en esosgrupos sociales cada vez más habitua-dos a formas simples de comunicación.

El poder de los medios, particularmen-te la televisión y recientemente lasredes sociales, va transformando eldebate democrático en una intermina-

ble secuela de fórmulas comunes, cadacual más ingeniosa, desenfadada ohumorística, que golpean a una socie-dad mentalmente condicionada por lastelenovelas, que se solaza en la banali-dad y lo superficial.

¿Habrá llegado la hora de evaluar en sujusta dimensión la importancia que seasigna a la palabra pública, cuando esmanejada por personajes cuya mayorfortaleza es el saber utilizar las fórmulasexitosas de ese espectáculo mediático?

Esas son interrogantes que caben ensociedades que tienden a convertir aciertos medios de comunicación ensimples vehículos de intereses, fortale-

cidos por poderes y personajesque agreden hasta el escarnio

a todo aquel que disientade sus puntos de vista y,

mucho más, cuando setrata de sondear losobscuros vericuetos deuna función pública oactividad privada dediscutible honorabili-dad.

En los últimos años, eldebate democrático en

sociedades como la nuestrase ha visto simplificado en fun-

ción de imperativos que logran trans-formar el discurso en simple emoción.La fuerza mediática del golpe propina-do mediante una declaración sarcásticao claramente ofensiva, o una sugerenciainsidiosa, siempre será mayor que todorazonamiento o sustento ideológico.Recordemos aquellas escenas de undebate televisivo en el cual, el másagresivo de los candidatos a la presi-dencia de la república espetó violenta-mente a su contrincante la impactantefrase: “míreme a los ojos”.

La historia de los medios de comunica-ción no es lineal y tampoco indepen-diente de la sociedad en la cual se de-sarrollan. Pero fue durante la segundaguerra mundial cuando se consolidó eltriunfo de una propaganda masiva conefectos perversos para sociedades como

576

En estos días

La historiade los medios

de comunicaciónno es lineal

y tampoco independientede la sociedad

en la cualse desarrollan

¿

Page 77: Revista Textos y Contextos No. 13

la italiana y alemana, cuyos más importantes intelectuales fue-ron literalmente aplastados por una propaganda oficial queanuló toda posibilidad de disenso. Eso hizo que se silencieninclusive comportamientos de crueldad ilimitada que un elemen-tal sentido de racionalidad, expresado con entereza por una opi-nión pública libre, hubiese impedido que se consoliden.

Hoy los medios escritos de comunicación están debilitados y,según algunos, tienden a desaparecer, no por causa de los perio-distas, sino quizá también entre otros factores, por el debilita-miento de los partidos políticos y el desgaste de los movimientossociales que no encuentran en ellos un vehículo idóneo para latransmisión de sus mensajes.

Ese lugar fue ocupado hace tiempo por políticos audaces que,aprovechando su poder, utilizan el espectro televisual comomecanismo de acciones que bordean el límite de lo moral. Yainteresan menos los debates ideológicos, la reflexión, o la defen-sa de posiciones éticas. Se impone la figura del orador simpático,hiperactivo, sagaz, tanto mejor si luce rostro de galán de teleno-vela, de esas que ilusionan a tantas empleadas domésticas conaspiraciones de capturar un millonario.

Así se ha conseguido banalizar el debate político y, hay que reco-nocerlo, muchos medios han contribuido a su propia deslegiti-mación.

En ese contexto, aquellos medios que tratan de mantener unaideología de la transparencia y un adecuado nivel de reflexión,sucumben o sobreviven a duras penas. Paulatinamente algunosmedios han ido convirtiéndose en vehículos y soporte de esapolítica de la mediocridad, atentos a la frase más ingeniosa o vio-lenta, persiguiendo a esos mismos actores de farsas y ofensas,escudriñando lo banal. Llegamos a una comunicación signadapor la emoción, la instantaneidad, el circo. Ante esa realidad,resultan poco creíbles sus críticas a esas formas de hacer política.

Las últimas tendencias refuerzan en el mundo la idea de que lapropaganda es necesaria para asegurar el éxito de los grandesproyectos que impulsan los gobiernos. Eso ocurre de igual mane-ra en Francia, Bolivia, Japón o Malí. Se considera que es un pro-cedimiento válido para fortalecer la democracia y orientar el pro-greso de una sociedad. Es lo que algunos especialistas conocencomo “propaganda virtuosa” que utiliza todos los mecanismosposibles: periódicos, folletos, afiches, radio, televisión, etc. Setrata de una suerte de masificación comunicativa para sensibili-zar al pueblo de realizaciones o propuestas importantes. Claroque en ocasiones se cae en el ridículo de utilizar más recursos enla propaganda que en el proyecto mismo. Recuerdo a un medio-cre alcalde de la amazonia que utilizaba enormes letreros parapublicitar cada letrina que construía. Seguramente los grandespaneles metálicos, coloridamente adornados con su rostro son-riente, costaban tanto o más que las elementales letrinas.Inclusive a veces ciertos “cerebros grises” de la propagandaoptan por recursos reprochables, como el pagar a jóvenes desem-

En estos días

77

Page 78: Revista Textos y Contextos No. 13

pleados o, lo que es más grave, obligara empleados serviles, para que pintengrafitis injuriosos contra los adversa-rios.

La propaganda es el signo mayor denuestro tiempo y la “propaganda deestado” una de las más frecuentementedesarrolladas. Allí es cuando debemosreflexionar sobre la naturaleza totalita-ria de esos procedimientos. Dicho deotro modo, ¿es compatible la democra-cia con esas formas oficiales de propa-ganda?

Para ciertos especialistas, la propagan-da como tal no puede ser juzgada nega-tivamente, pues se trata simplementede una técnica, lo que sí puede discutir-se es el uso que se hace de ella.Conviene entonces diferenciar lo que esuna adecuada información a los electo-res, a fin de que puedan juzgar contotal conocimiento y criterio lo quehace un gobierno con sus recursos, dela mera propaganda.

El principal argumento de ciertosgobernantes señala la necesidad debuscar equidad en la transmisión demensajes, debido a la notoria par-cialidad de ciertos mediosprivados de comunicaciónque utilizan su capacidadpara llegar a grandesconglomerados huma-nos, con cuestiona-mientos poco riguro-sos o claramente hos-tiles hacia las accio-nes de funcionariospúblicos que no lessimpatizan.

Sin embargo, no cabe con-fundir mecanismos idóneos deinformación, con esa suerte de “lava-do de cerebro” mediático en que se haconvertido determinada propagandapolítica. El uso de esos procedimientos

de persuasión se convierte así en unaespecie de violación colectiva a lasmasas mediante el estímulo de emocio-nes primarias que tratan de liquidartodo criterio individual.Las formas de propaganda que se diri-gen exclusivamente a los instintos ypasiones son contrarias a una aperturademocrática, pues generan automática-mente la reacción de acallar a quienesno piensen igual. Ese ha sido siempre elcomienzo de todo totalitarismo. Unabuena muestra de ello es el descréditoindiscriminado a ciertos grupos de per-sonas, sean éstos de partidos políticos,movimientos sociales o religiosos, par-lamentarios, ecologistas o grupos étni-cos. Esos recursos propagandísticos noorientan a la reflexión sino a la merareacción de los partidarios, sin discri-men.

La Personalización de la Política

Otra característica de la propagandapolítica actual es la necesidad de que elpoder político sea visualizado a travésde una persona. El ciudadano común

necesita ver a alguien encarnando elpoder, con sus cualidades

humanas e intelectuales,aunque se trate de una

imagen ilusoria, debida-mente maquillada porlos expertos que lo ase-soran. Su tarea es sedu-cir antes que persuadir,pues esos son los pará-metros que orientan a

los publicistas. Así seesconden las realidades

institucionales detrás delrostro de ese personaje soli-

tario que identifica el poder.Esa técnica, tomada de los recursos de

propaganda de productos de lujo comolos perfumes o relojes, tarjetas de crédi-to o aceites de cocina, funciona bien.

578

En estos días

Las formasde propagandaque se dirigenexclusivamente

a los instintos y pasionesson contrariasa una apertura

democrática

Page 79: Revista Textos y Contextos No. 13

Identificar a ciertos personajes de la farándula que usan determinado perfume odeportistas exitosos que tienen tal reloj o tarjeta de crédito, o cocineros prestigio-sos que usan tal aceite de mesa, vende comercialmente.

Lo mismo está ocurriendo con la política. La personalización del discurso es unode los mecanismos más utilizados por la propaganda política. Y para ello no senecesita personas con posiciones ideológicas claras, comportamiento ético intacha-ble o intelectuales y técnicos prestigiosos a su alrededor. Se precisan rostros, omejor, máscaras que vendan.

Eso hace que ciertos grupos políticos no busquen las personas más idóneas paraofrecerles ministerios o puestos claves en la legislatura y la función pública. Bastanlas caras conocidas de cantantes o futbolistas populares, mientras más popularesmejor, deportistas exitosos, artistas de buena figura o inclusive personajes excén-tricos. Italia ya tuvo su Coscolina, actriz pornográfica, cantante y política nacida enHungría y nacionalizada italiana, quien fuera parlamentaria por el Partido Radicalitaliano. Su ejemplo fue seguido por Anna Moana Rosa Pozzi, llamada familiar-mente “Moana”, otra actriz de cine porno quien lideró el “Partito dell'Amore” que,aunque no obtuvo triunfos políticos, alcanzó gran popularidad con sus presenta-ciones, lo que le permitió amasar una considerable fortuna. Es evidente que así nose mejora la política.

De otra parte, la individualización del poder exige una presencia permanente enlos medios. Eso explica los programas semanales de radio, televisión o el uso reite-rado de las redes sociales, fenómeno cada vez más frecuente en los jefes de estadoe inclusive en políticos de poca monta: alcaldes, gobernadores, prefectos, etc., conlo cual se conserva un público cautivo, frecuentemente hechizado por las habilida-des retóricas del orador, si es que las tiene.

El uso de los medios de comunicación para la información política es tan antiguocomo los mismos medios. En los últimos años han sido célebres los programasradiales de Vladimir Putin en Rusia o Barak Obama en Estados Unidos, sin dejarde mencionar los de Lula da Silva en Brasil, Hugo Chávez en Venezuela, ÁlvaroUribe en Colombia, Evo Morales en Bolivia, etc.

Todo aquello se complementa con los famosos “sondeos de opinión”, frecuen-temente arreglados a conveniencia de quien los paga. Esos sondeos, se convier-ten no solamente en recurso para conocer el grado de simpatía, rechazo o acep-tación de un personaje, sino en instrumentos de presión ante la opinión públi-ca, cuando se argumenta que en tal encuesta se reconoce cierta aprobaciónpopular, credibilidad, criterio mayoritario o, lo que es más rentable, el descré-dito a determinado planteamiento inconveniente para determinados interesespolíticos.

Otra modalidad se orienta a contratar los servicios de personajes del medio audio-visual o especialistas que tuvieron alguna relevancia hace tiempo y la disminuye-ron o perdieron. Ellos aceptan, generalmente mediante jugosos pagos, entrevistara personajes de la política con la condición de tratar exclusivamente aquellostemas que enaltecen al entrevistado.

En estos días

79

Page 80: Revista Textos y Contextos No. 13

Como señalamos antes, hay que reconocer que todos esos mecanismos pueden servistos también como una reacción frente a la actitud de cierta prensa, que convier-te a los políticos que no son de su agrado en el blanco de las críticas más acerbas einclusive en determinados casos, de tergiversaciones que denigran injustamente sulabor. De esa manera se pone a los políticos a la defensiva y, en ocasiones, se con-sigue una respuesta virulenta de los atacados cuando tienen poder para acallarloso al menos atemorizarlos.

Sin embargo, debemos admitir que algunos políticos, cuando han logrado suficien-te control de las funciones del Estado, se exceden en sus agresiones y maltrato, sinpercatarse que su tarea es fatalmente transitoria y una prensa humillada siempretendrá la ocasión de reaccionar contra quienes la acosaron en su momento.

Los “Spin Doctors”

Frente a esas nuevas formas de actuar prosperan los expertos en propaganda polí-tica, especialistas sin ideología alguna que asimilan a los candidatos con merosproductos que hay que vender y a los electores en simples consumidores que atraermediante la propaganda mejor concebida y ejecutada.

Quizá el fenómeno, ya antiguo, tenga su origen en los Estados Unidos, país en elcual la base de la sociedad se asienta en el mercado y su necesidad de “mercadear”.Pero la fórmula se ha aplicado con éxito en todo el mundo de la mano de los lla-mados “spin doctors”, que no son sino expertos en vender candidatos como si fue-sen salchichas o detergentes de cocina.

El término fue acuñado en los países de habla inglesa para caracterizar a quienesrecurren a ciertas prácticas para posicionar a sus candidatos. De acuerdo con laexplicación dada en http://animaldelapolis.blogspot.com/2007/06/spin-doctors.html, las formas más frecuentes que utilizan son las siguientes:

- Reducir el pensamiento político a mensajes simples y directos que conmueveno dejan huella en la población: “La fuerza de los pobres”, “pan, techo y empleo”,“justicia social con libertad”, “prohibido olvidar”, “a la patria siempre sí”, etc.

- Presentar hechos o citas que fortalecen la posición del candidato: “nadie hapodido ganarnos en las elecciones”…

- Utilizar formas de negación que esconden la realidad: “no cabe ni siquieracomentar esas porquerías… así que no me detendré en ello”

- Expresar de un modo que admite verdades que no han sido probadas: “¿cómopuede confiarse en lo que afirma esa prensa corrupta?”

- Uso de falacias de todo género.

Su valor consiste en poner a disposición de los políticos una gama de recursoshábiles para convencer a las masas. Así ocurrió en la Alemania nazi, la Italia fascis-ta o la Unión Soviética de Stalin. Y la fórmula tiene enorme éxito, a tal punto quelos candidatos o políticos en funciones se disputan la presencia de los mejoresexpertos en mercadeo político a precio de oro. Ellos bien pueden ofrecer sus servi-cios en México para un candidato de izquierda o en Argentina a la derecha. Elmercadeo no tiene color ni olor, es una técnica que se adapta igual a toda circuns-tancia.

Los trabajos que realizan están generalmente orientados a la seducción y el entre-tenimiento de los grupos humanos hacia los cuales se dirigen. Videos con música

580

En estos días

Page 81: Revista Textos y Contextos No. 13

atractiva, mensajes impactantes e incontrovertibles, la exacerba-ción de ciertos complejos o la sensiblería. ¿Quién podría negar, porejemplo, cuando se afirma que “los buenos somos más”?, esloganutilizado por un político centroamericano en su candidatura.Resulta difícil cuestionar mensajes como “el cambio recién empie-za” u “otro país es posible”. La habilidad para crearlo depende de laastucia del político con el adecuado asesoramiento de los “spin doc-tors”.

Así la forma se impone sobre el fondo. Interesan menos los plante-amientos y propuestas, frente a los rostros, gesticulaciones, frasesingeniosas o mensajes simples. Es la hegemonía de la política delimpacto, o si se quiere, de la emoción, antes que de la razón.

Por ello se repiten hasta el cansancio las visitas a mercados, losinterminables abrazos a niños, ancianos o discapacitados identifi-cados con el pueblo, las referencias a las comidas o los dichos máspopulares, los nombres de fugaces interlocutores que serán olvida-dos tan pronto concluya el uso que se les dio en el programa.

Así es posible el éxito sin necesidad de sustentarse en contenidoideológico alguno. Mientras más se difuminen las fronteras de laideología será mejor, se tendrán menos resistencias, se captará elmayor número de adhesiones y se actuará conforme a lo que lapolítica actual, dominada por los “spin doctors”, demanda paratener éxito.

Y esa forma de hacer política tiene mayor futuro gracias a las redessociales que ofrecen la ilusión del contacto personal con hombrespolíticos y personalidades. Ese será el mecanismo ideal para lapolítica, mientras mayor sea el uso que se hace de tales recursosentre la población.

Allí los periodistas actuales tendrán poco que hacer. Su función demediadores concluirá ante la ficción del contacto directo entre elpolítico y el elector. Seguramente contadas personas recurrirán aleer o escuchar un comentario reflexivo, una posición orientadora,una voz que cuestione, y esos pocos no son quienes permiten ganarlas elecciones. Es hora de pensar cómo responder a estos nuevosretos, haciendo del periodismo lo que siempre ha sido, un espaciode orientación respetable, creíble y al mismo tiempo ameno.

El verdadero Poder de los Medios

Todo lo anterior ocurre porque el período del poder imbatible quese atribuía a los medios está terminando. Tradicionalmente se haconcebido al periodismo como un desafío para todos los poderes,particularmente el político. Pero, ¿existe realmente dicho poder enlos medios?, o se ha logrado crear artificiosamente esa imagen,inclusive con su propia complacencia, convirtiéndolos en una espe-cie de fantasma que, en estricto sentido, no tiene otros recursos queno sean el pensamiento, la palabra, la imagen y sobre todo la credi-bilidad.

En estos días

81

Page 82: Revista Textos y Contextos No. 13

Hasta hace poco escuchábamos reitera-damente la versión de que los mediosde comunicación constituyen el cuartopoder del Estado. Si así fuese, deberíaser aquel que impide al pueblo caer enla esclavitud del engaño de los demáspoderes, frecuentemente interesados enesconder algunas de sus acciones másobscuras. Aún si admitiésemos queconstituyen un poder, será diferente detodos los otros, pues se trataría másbien de aquel que escudriña, descubre,limita y, en el mejor de los casos, lografrenar los abusos de los demás.

De esa forma el periodismo pasa a serun orientador de la opinión pública yde los electores, pues consigue desen-mascarar personajes éticamente censu-rables o hechos que afectan elcorrecto y transparente ejerci-cio de la función pública o laactividad privada. Así el periodismo se con-vierte en una suerte desoporte para que se con-solide una ciudadaníademocrática más cons-ciente e informada.

Por ejemplo, detrás decada elección popular serequiere un proceso de clari-ficación de las condiciones,características y propuestas de loscandidatos para que los electores pue-dan decidir por sí mismos. Cada vezque surge una elección debe haberperiodistas encargados de plantear alos candidatos, y comunicar a los ciuda-danos, informaciones y posicionessobre los más diversos temas, a fin deque estén en condición de escoger aquienes respondan de mejor manera asus motivaciones, intereses o posiciónideológica.

Claro que eso puede comportar unatensión entre las opciones personalesdel periodista y las interrogantes quepresente o los comentarios que formulesobre los candidatos. Por ello es funda-mental la diversidad de opiniones, puesel periodismo más exigente no estaráexento de determinadas orientaciones

personales y políticas. Mientras unasociedad tenga mayores referentes parajuzgar, la democracia estará más bene-ficiada con el aporte de una comunica-ción social profesionalmente rigurosa.Eso justifica el calificativo de contrapo-der que se otorga a los medios decomunicación. Es un poder que no vamás allá de sus propios recursos, con-vertido en un intermediario anónimoentre la sociedad y el Estado. Su rol esejercer sobre todo un control moral,pues no tiene capacidad de castigar,actúa como una especie de tutela sim-bólica en su esfuerzo de contribuir amejorar el conjunto de la sociedad. Porello, si el periodismo pretende conver-tirse en voz juzgadora o fiscalizadora delos actos que informa, transgrede su

misión y terminará perdiendo todacredibilidad para caer finalmen-

te en el descrédito.

No es fácil predecir lo quevendrá, pero es evidenteque el actual sistema decomunicación social sufretransformaciones irrever-sibles. Frecuentementerecuerdo a los estudiantes

que quien desea tenerinformación actual ya no

espera el noticiero televisivode las 20 horas y menos el dia-

rio del día siguiente. Recurre ainternet, donde encuentra toda la infor-mación al instante.

También los periodistas tendrán quemodificar sus formas de trabajo, y paraello las facultades de comunicacióndeberán pensar qué nuevas competen-cias deberían ofrecer a sus estudiantes.Las experiencias de las protestas masi-vas de Egipto, Kuwait, Siria y todo elOriente Medio nos muestran quemucha de la información más fidedignaproviene de ciudadanos comunes, queprovistos de una cámara o teléfono por-table, filman e informan sobre las reali-dades más crudas.

Las nuevas tecnologías de la comuni-cación, llámense internet, teléfonoscelulares, MP3, Twitter, Facebook,

582

En estos días

De esaforma

el periodismopasa a ser

un orientadorde la opinión pública

y de loselectores

Page 83: Revista Textos y Contextos No. 13

etc., junto con la resistencia cada vez mayor de los jóvenes por la lectura deimpresos, contribuyen a la creación de un universo completamente distinto alque imaginaba McLuhan en su “aldea global”. Ya vivimos un mundo de indivi-dualidades o, en el mejor de los casos, de pequeños grupos creados al conjuro deintereses individuales.

Sobre el futuro de los periodistas conviene mencionar una anécdota que ilustrabien la situación: el pasajero de un avión que caía tuvo el reflejo de filmar el des-plome de su avión accidentado. Cabe entonces preguntarnos, ¿qué periodistapodría superarlo en la información que dejó en su cámara de video?

Con los actuales medios de registro y consumo de la información, el periodismo escada vez más individual. Como consecuencia de los blogs y las innumerables for-mas de registro electrónico, el mundo va convirtiéndose en una esfera en la cual laprivacidad se vuelve un bien en proceso de extinción. Muy pocas actividadeshumanas quedarán en secreto, salvo que se tomaran precauciones costosas paraocultarlas, y esa capacidad seguramente la tendrá unos pocos poderosos. Por elloquizá resulta más imperioso para quienes tienen afán de ocultar sus actuaciones,ejercer el mayor control posible en los medios de comunicación.

El mismo Facebook es el terreno favorito de nuevas formas de narcisismo e indivi-dualismo, aunque también fortalece el instinto de comunidad entre grupos políti-cos, religiosos, deportivos e inclusive afines a determinados pasatiempos. Habráque considerar hasta qué punto la organización política de una sociedad se verásuperada por esas nuevas modalidades de comunicación que van creándose y hastadónde el ser humano podrá ser controlado y manipulado a través de esos mismosmedios.

La tentación siempre será grande. Recordemos como en China se utilizó el meca-nismo de enviar mensajes electrónicos a miles de personas para engañarles y enotros casos prevenirles de las consecuencias que tendrían en caso de que participa-ran en una manifestación contraria a ciertas políticas del régimen. Y el recurso deconocer lo que ocurre en las redes sociales y, de ser posible, controlarlo, no deja deser atractivo para ciertos gobernantes.

Todas las estadísticas registran el descenso en la lectura de los medios de comuni-cación impresos, aunque no en todos los países dicha caída sea igual. Tal pareceque los que mejor sobreviven logran combinar una implacable búsqueda de la ver-dad que subyace en el mundo ficticio de la política y los negocios, acostumbrados aconvertir en verdades a tantas mentiras gracias a la fuerza de la reiteración, conuna buena dosis de diversión que aleje de la banalidad de la vida cotidiana y per-mita gozar con algo de entretenimiento y solaz.

Encontrar ese equilibrio que siga cautivando a los lectores del futuro, y demostraral mismo tiempo su capacidad para investigar con integridad a toda prueba, es elnuevo reto de los medios escritos de comunicación.

En estos días

83

Page 84: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 85: Revista Textos y Contextos No. 13

Resumen

Las inquietudes y las posiciones ante la política, que tienen un sector de la juventud de Quito, son las piezas principales queconforman este artículo. Se busca desentrañar las razones que llevan a los jóvenes de este tiempo y lugar, a autoproclamarseapolíticos y desde allí hacer política. El propósito es analizar cuál es la necesidad de dejar en claro que no estamos haciendopolítica, que nuestros actos, discursos y producciones, no son acciones políticas.

Palabras clave

Política, despolitización, jóvenes, Quito.

Abstract

Concerns and positions on policy that have a sector of the youth in Quito are the main parts that make up this item. I’m searchingfor disembowel the reasons that lead young people of this time and place, thence proclaim apolitical and from this make policy. Thepurpose is to analyze which is the necessity of make clear that we are not making policy, that our acts, speeches and productions,not political actions.

Keywords

Politics, depoliticization, young, Quito.

En estos días

85

A mí no me gusta la

política

Amalia Ospina P.*

* Amal ia Ospina P. , Egresada de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador. Activista, articulista y facilitadora.

Page 86: Revista Textos y Contextos No. 13

ace algunos meses, fui a alconcierto de una banda extran-jera, pero latinoamericana.

Entre el público habían muchos jóvenes,sobre todo de clase media para arriba. Setrataba de una banda psicodélica que,con su música, nos animó en un viaje derelajación. De pronto, en mitad del con-cierto y aterrizando el viaje de muchos,el tecladista de la banda mencionó queen esos días se aproximaba a Quito, lamarcha de los indios contra la explota-ción minera en defensa del agua y queera preciso apoyarla, e inmediatamenteaclaró que sus declaraciones no eran unaacción política, que ellos (la banda)no hacían política. El públicovitoreó su corta intervención yla música continuó… noshizo despegar de nuevo.

Pasaron los días, losmeses incluso, y esemomento se quedó gra-bado en mí. A partir deese día, empecé a ponermás atención en frases yaclaraciones que escucha-ba en todos lados como: “yono hago política”, “no trata-mos de hacer política, esto esarte”, “a mi me apesta la política”, “nose trata de hacer política, solo de expre-sarnos”, “¡Cuidado! esto no se trata dealgo político”, “yo soy apolítico”, etc. Yes cuando me pregunté: ¿Cuál es lanecesidad de dejar en claro que noestamos haciendo política, que nuestrosactos, discursos y producciones, no sonacciones políticas?

Antes de avanzar, aclaro que vengo deuna familia de clase media, que hacevarias generaciones está vinculada a lamilitancia política de izquierda y que

muchas de las conversaciones que sedan en la sobremesa de un sábado odomingo, por ejemplo, son sobre laeconomía mundial, las últimas declara-ciones del Presidente de la República,sobre algún personaje histórico de laliteratura, la política, el feminismo, osobre alguna triste anécdota de los años70, cuando algunos de nuestros familia-res fueron obligados al exilio. Mi infan-cia transcurrió en medio de estas pro-fundas conversaciones de adultos,mientras yo dibujaba o pintaba en unrincón de la mesa, o simplemente escu-chaba hasta el cansancio muchas de sus

pláticas. Fue así que pasaron losaños y la política se convirtió en

parte integral de mi cotidiani-dad. Con tímidos acerca-

mientos a ella, me vinculéen el colegio y la universi-dad, en la dirigencia degrupos estudiantiles, sinembargo, nunca me esta-blecí en una militanciaformal. Digamos que mi

relación con la política hasido siempre por un interés

y una necesidad que ya formaparte de mi historia y del cual

no puedo, ni quiero distanciarme.Entiendo que una relación parecida,difícilmente se ha dado en otros/asjóvenes de mi generación (25 años). Séque existen, claro, que hay jóvenes apa-sionados/as con la política, con familiasvinculadas o no a ella, pero son pocos,al menos en el Ecuador.

Volviendo al tema, y a la pregunta,debo decir que la primera respuestaque le di fue: la política es transversal einherente a nuestra condición de sereshumanos, como ya lo saben muchosdesde que el viejo Aristóteles dijo que:

586

En estos días

De esaforma

el periodismopasa a ser

un orientadorde la opinión pública

y de loselectores

H

Page 87: Revista Textos y Contextos No. 13

“somos animales políticos”. Pero, ¿qué significa esto? La política va más allá deaquello que vemos o escuchamos a diario en los medios de comunicación masi-vos, de esas peleas interminables entre personajes desdichados que han dedica-do su vida a la toma de decisiones para la administración de un país. La políticaes mucho más que eso. Es, a mi entender, tomar una posición ante algo, tomarpartido y preferencia por algo en concreto. Luego me pregunté: ¿acaso no nosdamos cuenta que en el mismo instante en que nos autoproclamamos apolíticosya estamos asumiendo una posición política? Al parecer no.

Desde mi perspectiva, todo estaba muy claro, pero las cosas empezaron a com-plicarse cuando comencé a entender y conocer, que en mi ciudad, para muchosde mis amigos/as y conocidos/as, el rechazo a la política en sus vidas es muyimportante, de hecho, necesario. No demostrar ningún vínculo con ninguna ten-dencia política, no ser asociado con nada, no comprometerse con nada (de locual luego se puedan arrepentir, creo yo), ser indefinibles, decir que sus accio-nes no tienen ni un objetivo, ni un origen… En definitiva, comprendí que se tra-taba de la ultra necesaria búsqueda de ser “libres”. Lo que se contradice con laidea de que la libertad no existe como tal, como el ser ajeno a todo, no vinculadoa nada. Pues ser libres, en mi opinión, es ejercer nuestra capacidad de ser seresdeliberantes, es decir, que toman decisiones, que toman partido por algo, endefinitiva, asumirnos como seres políticos por excelencia.

Los artistas son quienes más se resisten a ser definidos, o a definirse ellos mis-mos dentro de una postura política. He escuchado a varios músicos/as, bailari-nas/es, teatreros/as, pintores/as, dibujantes, escultores/as, etc., dejar muy enclaro que su obra no pertenece o no expresa ninguna tendencia política, o deplano, que no es una expresión política en su conjunto. Puedo entender que enel arte no exista una predisposición a priori que encamine nuestra creaciónhacia una tendencia definida y única. El momento de la creatividad responde aun impulso necesario y vital, que sin duda llevará una carga histórica de lo quesomos y conocemos, pero que también carga con algo nuevo, está a la vanguar-dia, citando a Marianne Costa: “el arte es siempre llevar algo nuevo, a vecesmonstruoso, en el mundo”1. Por tanto, las creaciones artísticas pueden no teneruna tendencia política definida desde el principio, pero la adquirirán con eltiempo quieran o no.

Así, con estas dudas fue como poco a poco fui rumiando ideas, conversando conamigos/as, leyendo algunos textos y logré concluir lo siguiente:

- Existe un rechazo tajante hacia la política desgastada y corrupta que vemostodos los días en la televisión, a discursos repetidos y poco originales. Al con-junto de acciones y discursos que no han hecho otra cosa que fortalecer yacentuar la desigualdad social, a instituciones avejentadas y disfuncionales, ala representación política en crisis, entre muchas otras. Mi generación estácompuesta por jóvenes que vimos durante toda nuestra infancia el derroca-

En estos días

871 El Árbol Genealógico, MarianneCosta. Octubre 6, 2010. Revisado el28 de mayo de 2012. DisponibleOnline: http://planocreativo.word-press.com/2010/10/06/el-arbol-genealogico-marianne-costa/

Page 88: Revista Textos y Contextos No. 13

miento de tres presidentes yel desfile de otros diez en ellapso de diez años; fuimostestigos de la militarizaciónde las calles, billetes que seescapaban por las ventanasCarondelet en costales, ladolarización y los suicidiospor deudas, etc. El desencan-to se vuelve evidente pero eldesinterés, alarmante.

- Hay poca claridad entre lostérminos “lo político” y “lapolítica”. Entre la políticaque nos muestran en la tele-visión y lo políticocomo una caracte-rística intrínsecade los sereshumanos. Lapolítica enten-dida comoaquello que sololo puede ejercer la“clase política” o losque se hacen llamarpolíticos. Y lo político comolo que se concreta en la coti-dianidad2, lo que se pone enjuego en el espacio público através de acciones, institu-ciones, opiniones, discusio-nes, en la forma de ver yestar en el mundo, etc. Lalibertad de asumir una pos-tura ante algo.

- Existe censura social.Cuando una joven mujer sedeclara feminista, por ejem-plo, generalmente es recha-zada, burlada y criticada porjóvenes de su edad.

- La política se refunda cuan-do la negamos de maneraexplicita. El requisito esdecir que eres apolítico y apartir de eso hacer política.

- Existe una nueva forma depoliticidad que se ha fortale-cido a través de las redessociales, resignificándola

como la voluntad de juntar-se en contra o a favor dealgo, como por ejemplo,unirse contra los toros o afavor del uso de la bicicletaen la ciudad, etc. Pero siem-pre negando aquello quehasta hace pocos años, seentendía como política.

- Todo esto es solo para mili-tantes y eso ya pasó demoda, por romántico.

- Al parecer, en la actualidadel mundo no está tan clara-

mente polarizado comoantes de la caída del

muro de Berlín. Eraen los 60’s o 70’scuando se hacíamás fácil decirse deizquierda o de

derecha. Ahora loslímites se han difu-

minado, existe sobrein-formación, se ha fortaleci-

do el individualismo.

Para complementar, en unaentrevista realizada al urugua-yo Raúl Zibechi se dice losiguiente:

“Mientras en los gobiernos de

la década de los ‘90 el conflicto

social ocupaba un lugar central,

en el período actual buscan qui-

tar el conflicto del escenario

central. Eso tiene un profundo

efecto despolitizador en la

sociedad: la sociedad sólo se

politiza a raíz del conflicto. El

conflicto es parte constituyente

de la sociedad y es necesario

porque sino los diversos intere-

ses permanecen ocultos. En ese

sentido los gobiernos progresis-

tas han conseguido hacer que

triunfe una idea de la peligrosi-

dad del conflicto. Entonces,

permanentemente están reac-

cionando para aplazarlo o para

darle un perfil que no es el que

tiene”3.

588

En estos días

Hay pocaclaridad

entre los términos“lo político”

y “la política”.

2 “El Palimpsesto de la Ciudad:Ciudad Educadora”. Jahir Rodríguez

Rodríguez. Revisado el 6 de junio de2012. Disponible online:

http://www.eumed.net/libros/2007a/229/34.htm

3 “Los gobiernos progresistas tienenun efecto despolitizador en la

sociedad”. Entrevista a Raúl Zibechi,analista de los movimientos sociales.

Por Lucia Maina. IndymediaArgentina. Revisado el 4 de junio de

2012. Disponible online:http://vamosacambiarelmundo.org/2012/06/los-gobiernos-progresistas-tienen-un-efecto-despolitizador-en-

la-sociedad/

Page 89: Revista Textos y Contextos No. 13

Si bien es cierto que en muchos países de América Latina y el mundo los/asjóvenes están reaccionando al desmoronamiento progresivo del sistema, en elEcuador la movilización es menor, pues el efecto despolitizador del que se hablaes más notorio y abrumador.

Para terminar, hace poco escuché a Fernando Tinajero hablar sobre AgustínCueva y J.P Sartre y pude darme cuenta de la importancia que, en su época,tenía el compromiso. Tinajero dice que el proyecto de vida de cada uno estáentrelazado con el proyecto de los otros, de ahí la necesidad de comprometernoscon nuestro propio proyecto de vida. “El no querer comprometerme es la peorforma de comprometerme, si yo no lo digo, otro se encargará de hacerlo por mí.Aunque no lo haga explícitamente lo haré tácitamente”4. Esta idea puede pare-cernos a simple vista, ajena a la realidad actual, sin embargo está claro quesigue vigente la idea de que nuestras acciones y discursos, siempre quedaráninscritos en un contexto social e histórico y una tendencia política, nos guste ono. Por tanto, así busquemos todas las formas de exorcizar la vieja y ensuciadapalabra “política”, siempre regresaremos a ella, pues nos acompañará como lapropia sombra.

En estos días

894 Charla de Fernando Tinajero en elSeminario Agustín Cueva, 20 añosdespués. 3 de mayo de 2012.

Page 90: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 91: Revista Textos y Contextos No. 13

l maestro vivía en el vértice del barrio de El Placer.Cuando lo visitaba debía ascender por una especiede caracol, flanqueado por tiendas de abarrotes.

Ebrios, merolicos, vagamundos y cargadores subían o baja-ban transpirantes las cuestas. A un paso de la casa deAníbal (pequeña, austera, exenta de todo aquello que élconsideraba inútil), lucían las represas de agua potable queservían a la ciudad. Pero eran los niños, sus juegos, sus travesu-ras, sus vestidos remendados, sus rostros quemados por el sol, elviento y el hambre, los que más conmovían al gran artista. Empecépor uno —me refirió alguna tarde Aníbal—, nunca he visto un rostro tanextraño, era triste pero a la vez alegre y vivaz como él solo, exudaba hambre ysed, le di lo que pude, ahora tengo que batirme con un grupo cada vez másnumeroso. Amanezco a pintarles, concluyó, creo que todas las noches lessueño.

A la vista

91

* Marco Antonio Rodr íguez, Escritor y Poeta ecuatoriano. Doctor en Jurisprudencia. Fue Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Ha sido recientemente incorpo-rado como Miembro de Número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Se desempeña como profesor universitario en la Facultad de Comunicación Social de laUniversidad Central del Ecuador. Es autor de varias obras entre las que constan: Cuentos del rincón; Historia de un intruso; Un delfín y la luna; Jaula; Antología y Cuentosbreves. En cuanto a ensayo ha escrito Rostros de la actual poesía ecuatoriana; Benjamín Carrión y Miguel Ángel Zambrano; Isaac J. Barrera, el hombre y su obra; Palabra eimagen y Cuento ecuatoriano contemporáneo.

Aníbal Villacís

E

Marco Antonio Rodríguez*

Page 92: Revista Textos y Contextos No. 13

Hacía tiempo que había rastreado en suarte y su figura humana rondaba en miimaginación. Siempre lo intuí nervudo,brioso, alto y encastillado, capaz de sos-tener el mundo portentoso, milenario ypujante que había levantado. PeroAníbal era más bien pequeño y menudo,amable y frágil, lúcido y creativo, forja-do, eso sí, en el metal más noble y obsti-nado. Una energía extraña tramaba sureciura humana, subyaciendo en susinterioridades su sensibilidad extrema,su amor plural, silente, hondo, fecundo,especie de emotividad vasta y abundan-te propia de seres excepcionales. Subuen humor perspicaz y fluido, vigenteno obstante los infortunios vividos. Suamor por la vida siempre estuvo nutridopor su amor por los olvidados y su com-promiso con la historia de su pueblo, enplenitud.

En su casa dábamos rienda suelta anuestra amistad que se fundó apenasnos conocimos. Fuimos, en suma, unaarcilla privada escindida por el tránsitode nuestras revueltas cotidianas —él consu arte pictórico, yo con la palabra—,pero de todos modos constante comomateria prima esencial cuyas formasdeterminantes solíamos redimir al ratode reír o llorar un poco por encima de laseriedad de los temas que abordábamos:arte, historia, política, literatura, la vidaen suma, en cuyo epicentro bullía siem-

pre la condición humana. Diálogos. Nomás que eso. Intensos. Profundos.Imborrables. Frases que recordarésiempre. Algunas extraídas de lecturas,otras que emergían de los pozos secretosde nuestra sangre. «Cada hombre separece a su dolor», me espetó Aníbaluna tarde.

Aníbal (Ambato, 1927 - Quito, 2012)solía repetir que recordaba los dibujosque ejercitaba en el vientre de su madre.A seres humanos como él se les debecreer todo. Lo cierto es que a los cuatroaños de edad, en su Ambato natal, yatallaba en balsa, greda, tiza, yeso… Porallí conservaba nimias calaveras talladasen pepas de capulí...

Villacís, iniciando su adolescencia,fundó amistad con toreros y aficionadosa la tauromaquia; alguna vez llegó a ves-tirse de torero, pero le fue tan mal, queperdió una de sus zapatillas al huir deltoro. La pasión por la fiesta brava, sinembargo, lo indujo a pintar series tauri-nas en las cuales fundió los ambientesde las corridas de toros populares, muycultivadas en Ambato y sus alrededores,con la noción clásica del espectáculo.

A los dieciséis años fue maestro de dibu-jo en varias escuelas y su nombre de pin-tor corría de boca en boca. El alcalde dela ciudad le pidió una exposición indivi-dual. El entonces presidente de la repú-blica José María Velasco Ibarra, quienmiró de paso la muestra, se impresionóal punto que ordenó a su ministro deEducación propiciara una beca en Paríspara el joven artista. París asfixió aVillacís. Desesperado vivió allí oncemeses y, al no resistir más, escribió alministro de Educación ecuatoriano,pidiéndole lo trasladara a España. Supetitorio fue atendido y en España vivióseis años, siendo esta una de las épocasmás fecundas de su vida, en tanto acu-mulación de vivencias y saberes.

El barroquismo, la suntuosidad de laplata y el oro aprovechados para la pin-tura, las superficies asediadas de mate-ria, las telas empastadas con ardor yfuria de los pintores españoles de ese

592

A la vista

Page 93: Revista Textos y Contextos No. 13

tiempo fueron algunos elementos que mejor absorbió nuestro pintor. Pero ya enEspaña, y no se diga a partir de su regreso al Ecuador, Villacís empezó a servirse deestos recursos para sus magníficas realizaciones plásticas, refundiéndolos en nues-tros orígenes. Vale destacar que Villacís ya había arribado a un estilo propio cuandoviajó a España y, de los pintores de la época en que residió en ese país, tomó lo quemejor se adecuaba para su particular universo artístico. En España sumó conoci-mientos, sensibilidades y destrezas, pero después de sus inicios, ya intuía la fuentecardinal de su creación: su precolombinismo.

Entre sus trabajos de 2010 figura la Serie Palomas precolombinas, trabajada enblanco y gris. ¿De qué manera fusionó el maestro la materia exacta, milagro inicialde su creación; cómo la trabajó; de qué materiales la abasteció; cuáles los secretosalquímicos con los que la enriqueció hasta el prodigio; de dónde tanta lucidez y gra-cia, como para dar la unívoca sensación de que solo son eso: Palomas precolombi-nas…? El arte —como toda forma de vida— es una conjunción de espíritu y materia,y aunque dudemos en definir el espíritu, sabemos que existe y que construye unasutil esencia que se propaga solo en los vasos de la armonía. Existe en la naturalezay en la vida, pero no aparece en nuestras imitaciones de estas, salvo que la materiahaya sido recreada. Villacís logra eso y más. No se dibuja la belleza ni se la fragua,solo es posible nacerla, darla a luz, parirla, y eso consiguió el maestro.

El recuerdo del maestro Aníbal Villacís pervivirá en mi memoria y su obra permane-cerá como un solo, soberbio fresco, rezumando historia y grandeza...

A la vista

93

Page 94: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 95: Revista Textos y Contextos No. 13

n la puerta lateral del mercado espera Cortosano aque Matilda termine de vender las corvinas, el lugarse ha ido vaciando desde la tarde en que fue a visi-

tarla con una rosa que arrebató de un bofetón a un mucha-cho. Cortosano está decidido a no postergar más, apenaspueda la abrazará y le dirá cuanto la quiere. La mira, ellaaún no ha reparado en la presencia de aquel muchacho depinta patibularia, tiene que servir cuatro platos más de cor-vina, las manos le tiemblan y deja caer un plato que se des-parrama, parte en el piso, parte en su ropa, mientras recogela corvina antes de que se eche a perder, se da cuenta queun tipo de la mesa la mira, y en efecto, un malanochado ledice en la cara: Que rico culo! Cortosano ve que Matilda levantala mano y le propina un golpe a la cara de un tipo que de la fuerzacae al piso, no duda en acercarse. En ese momento Matilda reparaen Cortosano que se acerca, levanta al malogrado tipo y de un cabe-zazo, chaj! le rompe la nariz, en eso Matilda abraza a Cortosano, lagente había formado un ruedo, Cortosano la mira, tiene sangre en lafrente pero no es suya, dándole un abrazo le pregunta: Estás bien mamá?

Caída libre

95

Corvina frita y final

Adriano Valarezo Quito*

* Adr iano Va larezo , 1976, estudiante del comportamiento humano a medio tiempo, lector compulsivo, incendiario de las secciones de autoayuda.

E

Page 96: Revista Textos y Contextos No. 13

LA JUNGLA en LA ESQUINA

Dos tipos, uno con gorra, están sentados en el parque, sin querer me detengodetrás del árbol que está justo a sus espaldas y también sin querer escucho lo quedicen:

SG: ¿No te has fijado que dentro de poco valdremos menos que mierda?Al parecer todos los estúpidos han venido a parar por acá.

CG: No creo que pueda responder otra de tus disparatadas preguntas, lo siento,mejor por qué no me dices de una vez para que carajos me trajiste a esteparque si sabes que detesto toda esta insistencia de citas que no nos llevan anada, y qué es eso de “ Al parecer todos los estúpidos... “

SG: No me hagas caso, estoy tan nervioso que no sé ni lo que digo.CG: Sí, me lo imagino, ayer no dejaste de timbrar, hasta las tres de la mañana,

controla tus nervios.SG: Es inútil, cada vez que pienso en lo que pasó se me alborotan las tripas.CG: Las tripas, seguro, pero ya, lo hecho está hecho y no podemos cambiar nada.SG: Pero sin tan solo fuera posible, créeme que lo haría.CG: Ya basta de tanto disparate, sabes que no podemos dejarnos ver, entiendes,

es peligroso y no nos conviene.SG: Se me hace imposible, pero lo intentaré, creo que no lo lograré, no podré

reponerme a todo esto.CG: Si lo harás, bueno me despido.

En ese momento el tipo de gorra se puso de pie y me miró, su mirada era fría,como si fueran de hielo sus ojos y por dentro llevara la muerte, su acompañante selevantó de un salto y tomando del brazo al tipo de gorra le dijo algo al oído que noalcance a escuchar, simulé que orinaba y rápidamente me marché, no volví aaquel parque.

Feliz por la vida

Aquel día en el cementerio, cuando todos se habían ido ya, empezó a formarsealrededor de la tumba del recién llegado un corrillo de fantasmas, le invitaron asalir, le dijeron que deje la timidez. El recién llegado así lo hizo y después de variosintentos de atravesar la loza, logró salir. Lo primero que vio fue una bruma prin-gosa que era en realidad la sensación del desvanecimiento de sus ojos, cuando alfin pudo ver vio ante sí una serie de personajes, algunos con trajes muy antiguosagitaban elegantes hilachas, todo tenía la consistencia del humo, le dieron unaamigable bienvenida, algunos le preguntaban sobre acontecimientos remotos, queeran parte del pasado, pero siempre con una excesiva cordialidad, como si fuese uninvitado egregio, le llevaron a recorrer los amplios jardines, le señalaron los luga-res más cómodos y relajantes, pero luego le llevaron al sitio que por ningún motivodebía curiosear, mientras se lo recordaban por segunda vez , sintió que sus ojosfantasmales podían ver además de esos seres lambiscones, otras formas de unhumo más denso y oscuro, eran formas cadavéricas que se acercaban, mientrasbailaban sacudían sus huesos de humo y las estelas se desvanecían en un degradéde grises. Lo rodearon y a empujones lo arrinconaron, sus terribles sonrisas lodesconcertaban, los fantasmas que le dieron la bienvenida se empezaron a ponertaciturnos e indiferentes, una calavera se le acercó y empezó la dentellada, lasdemás se le fueron encima hasta devorarlo, se desvaneció, pero despertó, estabametido en su ataúd, escuchaba que desde fuera lo llamaban, que deje la timidez ledecían, se quedó junto al cuerpo agusanado, pensativo.

596

Caída libre

Page 97: Revista Textos y Contextos No. 13

Lista de compras

Era una niña y por su rostro se veía que no era feliz, apenas entraba a la despensaen la que yo servía de empleado, bajaba la mirada y recitaba las compras que lleva-ría a casa, trataba de hacer conversa con ella pero, mirando al suelo solo decía:quizá. Luego de cancelar se marchaba, era como si nunca hubiese estado ahí, pasa-ron cuatro meses y Eduarda, como supe que se llamaba, volvió a la despensa, lomismo, mirada al suelo, leía el mandado, y se marchaba, entonces noté algo, lashilachas de su vestido, le pregunte al administrador si conocía a la muchacha, ¡Ah!Eduarda, me dijo, y me contó todito, al principio creí que era una broma, pero no,se trataba del fantasma de una niña que murió al hacer un mandado, la aplastó unbus, al anochecer llega con unas compras hasta la puerta de la casa donde vivía ylas deja allí, mientras llorando pide que le abran la puerta, le pedí la dirección aladministrador y aquella noche fui a la casa de Eduarda, no era lejos, al llegar unaanciana me recibió muy mal, hasta que salió otra mujer menos vieja que me invitóa entrar, me confirmó lo ya escuchado en la despensa, la anciana que me recibióprimero me trajo un café que no acepté, pues en ese instante se oía en la calle elllanto de una niña, parecía que apaleaban un gato dentro de mi cabeza, me asoméa la ventana y ahí estaba Eduarda, se acercó con sus brazos extendidos hacia mí,cerré los ojos, sentí una mano en el hombro, era la anciana del café, ya paso todome dijo, al abrir los ojos, la niña ya había desaparecido, corrí a mi casa y me ocul-té en las cobijas, debo admitirlo, estaba aterrado, un fantasma, no puede ser, esanoche escucharía llamar a mi puerta, se trataba de la policía, me arrestaron mien-tras unas mujeres me acusaban con insultos, me llevaron de vuelta a la casa deEduarda, él las mató, yo lo vimos salir corriendo, dijeron a mis espaldas mientrasme empujaban los gendarmes dentro, las manos de las viejas, cercenadas, estabanclavadas a las puertas mientras el resto del cuerpo yacía postrado en la mesa, medieron ganas de vomitar, me llevaron a prisión, así pasé uno, dos, cinco, ya norecuerdo cuantos años llevo, pero desde el día en que llegué aquí Eduarda no hadejado de visitarme, me trae algunos víveres, casi no dice nada, se la pasa mirandoal suelo.

Caída libre

97

Page 98: Revista Textos y Contextos No. 13

Oveja Negra

Al final, la oveja negra fue atrapada y enseguida se la esclavizó. Su trabajo consis-tía en saltar, una y otra vez, la cerca ubicada en la mente de un Rey que sufría deinsomnio.

Secreto

Los cinco dedos de la mano se pusieron a discutir sobre cuál de ellos sería capaz detapar el sol. El dedo gordo fue el primero en afirmar que lo podría hacer sin pro-blema, por su contextura precisamente. Pero el dedo del medio aclaró que, decerca, el sol es más grande de lo que parece. Al escuchar eso, el dedo meñiquedecidió que ni siquiera lo intentaría. El anular, en cambio, estaba convencido deque lo podría hacer con un poco de esfuerzo. El índice no dijo nada, prefirió nocontar que el secreto era tocar el hombro de la luna para que se despertara.

Única vez

La última voluntad del hombre de nieve fueque le dejaran sentir-por única vez-lo que es tomar sol.

Muertos ajenos

Hay un perro en la vía. Lo atropellaron y tiene la boca abierta.Una pareja de pobladores se acerca. Los dos se tapan la nariz.Ella se asusta al ver al animal. Él permanece como si nada.Ella le reclama su indiferencia. Él camina hasta un muro al otro lado de la vía,se apega a una pared de ladrillo y orina.En la pared hay dibujos y palabras hechas con la punta de una llave.Hay una torre, unos senos y un pene erecto.

598

Caída libre

Poesía

Óscar Molina*

* Óscar Mo l ina, Quito, 1987. Periodista. Ha trabajado en medios de comunicación como Revista Líderes (El Comercio), Revista Q, Revista Vanguardia, y el portal de músicawww.planarteria.com. Recibió una de las siete menciones honrosas en la primera edición del concurso MicroQuito, por su participación con el micro cuento “Con Calma”.Sus micro cuentos han sido publicados en los portales www.seabreveporfavor.com y www.comunidadinconfesable.com.

Page 99: Revista Textos y Contextos No. 13

Ella se acerca y lo golpea en el hombro. Eres un desalmado, le dice.Usted no sabía nada de ese perro, mi reina. No llore a muertos ajenos.Mejor venga y escribimos nuestras iniciales en el muro, le responde él.Ella se deja abrazar.Él saca las llaves de su pantalón y escribe en la pared: Ángel y Demonia.Ella se va de nuevo, enojada.Él se ríe.Un carro pasa por encima del perro muerto.

Érase una vez

El otro díaperdí el tiempo en el cajón del velador.Allí busquéentre un llavero,un lápiz sin punta,los cupones de la pizzay tu arete impar.Entre esas cosas que desordené másquise encontrarel cortaúñas queen un ‘Érase una vez’compartimos.

Ganas secas

Mi piel tiene 24 añoscolor pelos cicatrices.Huele bien, huele maly sabe comoresbalar chistes.Mi piel tiene espaciolunares ruido granos.Repele y atrae saliva propia ajena e igualseca más las ganas.

Mi piel tiene miedosal sudor sangre.Desea todo el tiempotodo el tiempo deseacubrir el secretode que el fondo soy un cadáver.

Caída libre

99

Óscar Molina*

Page 100: Revista Textos y Contextos No. 13

VIII (Saxo gramático, pág. 25)

¿Quién es el que se juzga fantasma?el bienaventurado surgido del olfato de Dios,quién es éste,la lobreguez que silencia o silba la tribulación de sus vocablos agudos,quién es el que nutre mi cántarode martillos y amargura,el que tapona y desella mis párpados, para clavarme los cuchillos, los silicios.

¡Qué dulce agitación!Su vehemencia sensitiva me incita a batirme,a despedirme del reposo,a escuchar nada más que su palabraviajando bajo mis pleuras, me habla me calla los labioscolocándome un dedo en la boca extraviada,luego la mano,la vida,la esencia,y el amor pende de mí como una manta,nada me abandona ya,la paz me supera,su farsante serenidad.Sólo basta abrir la ventanapara inúndame de su soplo, me vuelve a humedecer las esponjas, me ensambla el albergue en que habita para siem-pre,su piel,su plástico perfecto,su plegaria.

PÁJARO EBRIO(Palabra de Dragón, pág. 19)

Fuimos al hotel, luego de vernos apenas tresveces,traía su único baúl colmado de rabia y deseo.Yo llevaba mi corazón en el interior de unpájaro ebrio.El espejo del techoera un caracol que su mano reventó contra elmuro.Era yo deshecha en sus mandíbulas.Abrió la nuez y conocí su lengua atravesada dealfileres,y surcó también mi lengua,cosiéndose a mí.Separó sus labios,dejó en el aire un pedazo de sol,como el suicida que deja caer elarma,cuando revienta su cráneoen el asfalto gris de la ausencia.En el espejo del techomiré mis botas negras cayendohacia uncostado.Pensé:¿podré aferrarme de una vez y para siempre asu cadencia?¿podrá mi carne paladear su otoño?Entonces empezó a serpenteary danzamos en medio del vino.Mi brazo en su espalda y su mano en mis ojos.Nos arrogamos de inmortalidadal ver nuestros cuerpos en el techo,cuando conocimos la libertad de los animalesdesnudos.

5100

Caída libre

Poesía

Patricia Noriega Rivera*

* Patr ic ia Nor iega Rivera , Nace en Riobamba en el año 1976. A los dieciocho años se radica en la ciudad de Quito. Obtiene los títulos de licenciada en ComunicaciónSocial, en la Universidad Central del Ecuador y máster en Antropología cultural, en la Universidad Politécnica Salesiana. Tiene dos libros de poesía publicados: Saxo gramá-tico (2004) y Palabra de dragón (2011). Sus textos poéticos aparecen en varias antologías de mujeres ecuatorianas y revistas nacionales. Actualmente se desempeñacomo promotora cultural de los Museos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y como docente universitaria.

Page 101: Revista Textos y Contextos No. 13

ORACIÓN AL JAGUAR

Miro al águila salir de mi ombligo,me aferro a sus plumas.Mi piel toma su formay salto al vacío.Vuelo hacia el Ilaló,a rastrear mi última muerte.Aparece una cruz clavada en pleno páramo,estoy torturada en la niebla.¡Cuántas veces olvidaste mi cuerpo en el agua!,¡Cuántas veces me volviste a parir,mitad dios, mitad jaguar!Me volviste viciosa del veneno,me sumergiste en el carnaval del escarnio.Estoy cansada de guardar perdones en miboca.El gato negro me espía desde una hendija,en la madrugada de un sábado, de 1976,cuando mi madre me alumbrófrente a un cacique blanco llamado Chimborazo.El gato negro calla.

Mira mi hospicio,Deshecho otra vez.

Caída libre

101

Page 102: Revista Textos y Contextos No. 13

1

Constantemente doy vueltas por los pisos de micabeza, voy a los bajos fondos, a las áreas sensibles, a los puntos neurálgicos de mi infancia.

El grito me perturba como una gran boca en miespalda,como un pequeñísimo sabor salado debajo de la len-gua, como un regusto a sangre y odio.

Constantemente doy vueltas por los corredores ypuentes de mi cabeza,en este mismo puente pernoctó mi padre cuando la tapada le cortó la voz,las piernas, la circulación, la sangre, las venas y su cuerpo se convirtió en una máquina fría, vacía,silenciosa,tanta sonda y ningún espejo, y ningún poema,y ninguna flor, y ningún recuerdo.

2

Todos los días el mismo rugir,aunque afuera no haya ni mar ni lluvia,siempre es el mismo sonido, en la sala contigua las mujeres mugen un dolorinacabable como el mar.

Los cuerpos contienen un mar interno un mar de sal, un mar de sangre, los fluidos en los que se fermenta la vida.

Yo estuve contenida en el dolor de mi madre, flotaba en su mar de llantos,en sus recuerdos, en el agua negra de su miedo.

Yo soy el coágulo que detuvo el paso de la luz en esa arteria pulsátil que es mi madre,aunque afuera no haya ni mar ni lluvia.

5102

Caída libre

* Rocío So ria R., Quito, 1979. Estudió Comunicación Social en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, cursa actualmente una Maestría enLiteratura. Publicó Huella Conceptual, 2003; El Cuerpo del Hijo, 2008; Isadora, 2010. Ha obtenido varios premios, consta en antologías nacionales e internacionales.

Poesía

Rocío Soria R.*

Page 103: Revista Textos y Contextos No. 13

3

Y temblar es solamente transcurrir, doblarse sobre uno mismo como ante un vertedero y dejar gotear una baba con sangre y lágrimas, consangre y muelas,hacerse pequeño, abrazarse, cubrirse el rostro perono morir, sólo ovillarse, enfundarse, desfigurar el rostro, llorar.

Y llorar es solamente transcurrir,caminar por las cuchillas del día, gritar, quedarse mudo por completo, arrodillarse enla puerta de urgencias, cagarse del miedo, doblarse ante el vertedero y gote-ar, hacerse pequeño, cubrirse en rostro pero no morir,sólo reducir el poema a la menor cantidad de pala-braspara que sea aullido o pelota de aire en el pulmón.

4

El miedo es tan real que se parece a la voz de unhombre que grita los apellidos de los pacientes en el salón de espera anexo a urgencias, la televisión zumba en la sala, yo me siento en un banco a contemplar rostroscomo si lo hiciera con el mío propio, me siento sabedora, culpable, cómplice yencubridora.

Hay algo íntimo que nos junta a todos.

La tarde transcurre en un lento oscilar entre lo lógi-co y lo insalvable, la renuncia y la animalidad, el terror y la vulgaridad.

Camino hacia la cabina telefónica, coloco monedas con la certeza de lo inútil, fumo, me siento en las escaleras y de nuevo escucho, esta vez a lo lejos, la voz del hombre que grita losapellidos de los pacientes en la sala anexa a urgen-cias, contengo el aire, mi cuerpo es una pequeña morgue, una sala de urgencias, un aparato que zumba y jode, un banco desde el que otros cómplices y encubrido-res se sientan a contemplar mi rostro.

5

Engrasar su cuero viejo, girarlo sobre sus costillas, untar la pomada en los huecos de su carne, alisar las sábanas del catre, sobar el brazo y buscar la vena,inyectar solución salina, preparar la pieza para lamolienda…

Caída libre

103

Page 104: Revista Textos y Contextos No. 13

5

Page 105: Revista Textos y Contextos No. 13

Para leer

105

La Universidad y la

Palabra

Édgar Samaniego Rojas

La Universidad misma es el hombre”, dice Samaniego.En esta frase, que condensa la visión del mundo de ÉdgarSamaniego, está definido su camino, su comprensiónmayor. Y es que la universidad –aquí y ahora, y en lostiempos que vendrán- deberá ser siempre sede de laautonomía de la razón, referente de la verdad, diálogopermanente de las profundas voces de la historia y escla-recimiento de las mismas, pacto de la razón crítica de suser esencial, del entorno al cual se debe y al mundo quepertenece.

A través de estas páginas, el lector podrá comprender unpoco más el orden de las cosas: La política, el Estado, laciencia y la libertad. Y, sobre todo, tendrá en sus manosuna cartografía íntegra de lo que constituye la razón deser de Édgar Samaniego, su espíritu y su vocación huma-nista.

Page 106: Revista Textos y Contextos No. 13

5106

Para leer

Premonición a

las puertas.

Reciente poesía

ecuatoriana

Freddy Ayala Plazarte

Premonición a las puertas, es un trabajo de 5 añosde viajes y contactos que reúne a 17 jóvenes escrito-res ecuatorianos. El libro contiene una introducciónamplia y un desarrollo de 3 capítulos en los cualesse da una panorámica holística de América Andina yAmérica Latina, que son parte de nuestras socieda-des, además, enfoca panoramas de escritura de lospoetas a partir del erotismo, la memoria, la infancia,la vejez, el humor, lo urbano, de lo cual se hace unénfasis en nuevos y anteriores grupos literarios(años 80), más aún, se analiza la problemática delescritor joven cuando debe insertar su obra en unlaberinto y simulacro urbano.

Page 107: Revista Textos y Contextos No. 13

Para leer

107

El club de la pelea.

Gobierno y medios, un

entramado de fuerzas y

debilidades

Gustavo Abad

Este libro se compone de cuatro textos escritos entre 2005 y 2010 comoparte del trabajo de periodista e investigador de la comunicación delautor. Cada uno responde a una coyuntura específica pero, en su conjun-to, ofrecen un registro sistemático de las complejas relaciones entrecomunicación y política en el Ecuador, expresadas principalmente en laconfrontación entre medios y gobierno durante estos años.

La idea de juntarlos en un solo volumen obedece a la necesidad de seña-lar un punto de partida, describir una trayectoria, concentrar unamemoria y, sobre todo, ofrecer un mapa orientador del recorrido y lastransformaciones experimentadas por los dos principales actores de esteconflicto: el poder político y el poder mediático.

Los ensayos recogidos aquí dan cuenta de unos hechos, unos discursos yunos actores políticos y sociales que han tenido tiempo de evolucionaren estos años. En ese proceso, algunos se reafirman y otros se niegan a símismos. El Lucio Gutiérrez que huyó en helicóptero de la ira popular nose parece al personaje que ahora intenta aglutinar a la oposición; el Paco

Velasco que abdicó del espejismo de la objetividad y ofreció los micrófonos de su radio para que se expresa-ra la diversidad cultural no se parece al asambleísta que hace esfuerzos ahora por mantenerse en la graciadel poder; el Rafael Correa que capitalizó la ola de indignación moral para llegar al poder con un discursoesperanzador no se parece al mandatario intolerante que clausura el diálogo y anula la crítica como recursosdel pensamiento; los medios tradicionalmente alineados con el discurso del orden y la estabilidad no separecen a los medios que ahora se vuelcan al activismo político, y se muestran complacientes con actos des-estabilizadores como el intento de golpe de Estado del 30 de septiembre de 2010; el diario El Telégrafo, quepropuso narrativas frescas y enfoques distintos en sus inicios como medio público, no es el mismo que ahorase muestra obsecuente con el poder político…

Page 108: Revista Textos y Contextos No. 13

5108

Para leer

Un estudio de los procesos de comunicación que se dan en unescenario específico, el mercado popular, como el espacio endonde se intercambian diálogos y relaciones de convivencia.Además, se analiza cómo representa la televisión ecuatorianaestos intercambios comunicacionales y qué sentidos se cons-truyen. La observación se centra en la serie Las Zuquillo, quesurge de la idea de teatralizar las relaciones que se producenentre las vendedoras. Y por otra parte, compara o contrastaesas relaciones con uno de los mercados más tradicionales dela ciudad de Quito, el Mercado Central.

Los procesos de

comunicación en

un mercado popular

de Quito

María Fernanda Moncayo

Page 109: Revista Textos y Contextos No. 13

Para leer

109

El nacimiento de una idea es siempre un acto festivo. Un fulgor entre latinieblas, como diría el filósofo.

La idea toma cuerpo, se expande, se vuelve sustancia. Detrás de esa ideaestá la mirada incisiva, la mano paciente y el espíritu libre de un pensa-dor.

Para la Casa de la Cultura Ecuatoriana es motivo de regocijo la publica-ción de estos ensayos que surgen, como pájaros de fuego, entre la nochey el alba.

Aunque mínimos en su formato, estos cuadernos son inconmensurablesen su contenido. Nos ofrecen, generosos, la sabiduría de quienes hanhecho de la reflexión su modo de vida.

Los principales objetivos de este trabajo son analizar el modelo mitopoético y la lógica de los concreto presen-tes en la cultura quechua, que tienen funcionamientos peculiares y complejos. Estas dos características, quese articulan de modo orgánico, producen una serie de problemas de la traducción cultural entre los mundosquechua e hispánico, en el Ecuador. En otras palabras, los procesos de traducción cultural/transcultural(Lotman, Torop) entre la semiósfera quechua y la hispánica son complejos, tensivos, conflictivos…

Semiótica de la cultura

Quechua. Modelo

mitopoético y lógica de

lo concreto

Ileana Almeida y Julieta Haidar

El valor del mundo arcaico, del mito y del folclor

no resulta contrapuesta a los valores del arte de épocas

posteriores, sino comparado de manera compleja con los

más altos logros de la Cultura mundial.

Iuri Lotman y Zara Mints (1981)

Page 110: Revista Textos y Contextos No. 13

5110

Palabra de autor

Miguel Ángel León es una de las figurasmás destacadas –y, actualmente,menos conocidas– del posmodernismoecuatoriano. Desarrolló una propuestaestética renovadora y singular, compa-rable a la de Jorge Carrera Andrade o ala de su coterráneo y amigo MiguelÁngel Zambrano.

Según Isaac J. Barrera, la poesía deMiguel Ángel León responde a un claroprograma de renovación: “En elEcuador, afirma, hicieron sentir suanhelo de renovación dos poetas degran talento, Miguel Ángel León y JorgeReyes. Ambos trazaron el precepto alque querían conformar su estética, yambos demostraron, con el ejemplo, elvalor de la regla… La doctrina era exac-ta y su realización, excelente. Labiossonámbulos será el libro de versos queseñale una mayor renovación reflexivay buscada en la poesía ecuatoriana”.

La propuesta de Miguel Ángel León seorienta, a partir de un discurso fundado en la analogía, a la construcción de la poética de la “aparición”; esdecir, de la manifestación de la muerte en el mundo de los vivos. La analogía se convierte en el puente entreel mundo de los vivos y los muertos. Los elementos y fenómenos naturales no son más que el vehículo a tra-vés del cual los muertos actúan y se manifiestan. Asumen, muchas veces, las características y conductas de laspersonas vivas y, enseguida, las de los espectros. Los elementos transitan, sin solución de continuidad, de unestad a otro, de un mundo a otro; en búsqueda imposible de algo, en eterna erranza: ¿la erranza existencialdel poeta en pos de la salida del mundo opresor de la provincia?

La poética de la “aparición”, que alcanzará, en la literatura latinoamericana, cotas tan altas como PedroPáramo, de Juan Rulfo, es, en Miguel Ángel León, un acto de exorcismo: una invocación a los espectros parailuminar un mundo gris y aburrido –el de la ciudad pequeña– con los fuegos fatuos de los terrores infantiles.

La poética de la

apariciónMiguel Ángel León