revista internacional - nuestra epoca n°2 - febrero 1964

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RIEVISTA  N I  RNACIONAI DESTACAMOS: 2 1964 JOHN GOLLAN Inglaterra  ante  la s  elecciones generales KOSTAS  KOLLIANNIS H a y  q u e  dominar todas  las  formas  de  l u- c h a  revolucionaria FUAD  NASSAR E l  problema  de la  unidad  de los  pueblos árabes EZEKIAS PAPAIOANNU ¡Plena  independencia  a  Chipre

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RIEVISTA NI RNACIONAI

D E S T A C A M O S :

2

1964

JOHN GOLLANInglaterra ante las elecciones generales

KOSTAS KOLLIANNISHay que dominar todas las formas de lu-cha revolucionaria

FUAD NASSAREl problema de la unidad de los pueblosárabes

EZEKIAS PAPAIOANNU¡Plena independencia a Chipre

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C O L A B O R A N E N E S T E N U M E R O

C o n t é Ejecutivo de l ParíBretaña

R O S T A S K O L L I A N N I SPrimer secretario del Comité Central del Partido C

F U A D N A S S A RSecretario general del Comité Central del Tari u

E Z E K I A S P A P A I O A N N ÚSecretario general de l Partido Progresista d

I B N E R L U N DMiembro de l Buró Político y secretario delComunista de Dinamarca

et a™o JeM&M OÍf.rnl 1de Alemania

O T TO R E I N H O L DDirector de l Instituto de Ciencias S o . i ; i l <de l Partido Socialista Unificado de Alema

I D R I S C O XPublicista inglés

¡Proletarios de todos los países, unios

Nuestra ÉPOCAR E V I S TA I N T E R N A C I O N A L

(33) 1 9 6AÑO III — FEBRERO

S U M A R I O

J. GO-LLiAN — Inglaterra ante las elecciones generales 3K. KOLiLIANNIS - - Haíy que dominar todas las formas d e la lucha re-

volucionaria 12

P, NASSAR — El problema de la unidad de los pueblos árabes 21E. PAPAIOANNU — ¡Plena independencia a Chipre 28W. BERGER - - La gestión económica socialista y la cooperación econó-

mica internacional 34O. REINHOLD — • El capital monopolista de la RFA y el Mercado Común

Europeo 41Ante el centenario de la I Internacional 49

EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS

J. RICHARBSON - - Los comunist as de Estados Unidos y sus tareas <S >S. TANAKA — El Partido Comunista del Japón consolida el éxito <§ > MON-GI — Superando las di ficult ades <S > Z. ZANDAROW1SK3I --El problema dela educación del nuevo hombre <$ > P. ASCHNER -- La propa gan da en elseno del Partido Comunista de Austria <$ > Plenos de comités centrales . 51

TRIBUNA DE PROBLEMAS ACTUALES

En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados 68

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN

K. NAIR — Una reforma frus tra da por la reacci ón <S > A. ISKENDEROV -Grandes cambios en Birmania <$ > P. FUENTES — Solidaridad con el pueblo

panameño 3> H. Hornig - - Desarrollo de las ciencias sociales en la RDA > I. Cox — Jamaica después de la indi pendencia <$ > J. Lérez — La tácticaneocolonialista del franquísimo <£ M. TOBO VIL — Fracaso de un viejo mito<$ > P. CURTÍS JOSEPH — La unidad, garantía de la victoria <£ > G. BREIT-BURD y A. (SURKOV - - Fructíferos contactos entre escritores 76

CONTRA LA REPRESIÓN Y LAS PERSECUCIONES DE JLOS DEMÓCRATAS

J. L. — Cuando se pisotean las leyes <$ > L. VASQUEZ — Bajo el terror po-licíaco <$ > C. TZUL -- ¡Libertad para Carlos Alvarado Jerez <S > A. MOHAM-MED — En Irak continúa el terror <3 > A. AMIiDU -- ¡Sangre en las callesde Dakar 98

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Inglaterra ante las elecciones generales

por JOHN GOLLAN

1964, el año de las nuevas elecciones gene-rales en Inglaterra, no se ha iniciado con nin-gún cambio en la serie de continuos retrocesosdel Partido Conservador. Las elecciones par'-cíales celebradas en noviembre y diciembre delpasado año han mostrado una sustancial, pér-dida de votos para los tories en comparacióncon las ele cciones generales de 1959. En Luton,uno de los centros industriales, los conserva-dores han perdido 10.000 votos, resultando ele-gido el candidato laborista. E l nuevo primerministro de l Gobierno conservador, iSir AleeDouglas-Home [antes lord Home, ministro deAsuntos Exteriores, convertido e n «común mor-tal» al renunciar a la dignidad de par] con-siguió se r elegido a la Cámara baja por el dis-trito escocés de Kinross. Pero, contrariamentea su afirmación de que Kinross era la primerapágina de un nuevo capítulo para los tories[después de dos años de estar perdiendo votosen las elecciones parciales], las celebradas pos-teriormente marcaron nuevas etapas en la con-tinua declinación de los conservadores, lo quedio lugar al siguiente comentario de l DailyHeraid: «E l nuevo capítulo no ha pasado dela primera página».

Los resultados de la encuesta realizada porel Instituto Gallup de la opinión pública mos-traron e n diciemb re un ligero avance del apoyootorgado a los conservadores, tan ligero queel Daily Telegraph, en un artículo titulado «Elprimer minis tro no apalanca al partido» , decíaque la designación de Home «no ha constitui-do, por ahora, ninguna ayuda ¡para el PartidoConservador», y The Times hacía el siguientecome ntario: «La predicc ión hecha el otro díapor Si r Alee de que la situación iba a cambiaraú n está por cumplirse».

En el Congreso celebrado por nuestro Par-tido en la primavera pasada advertíamos quela pérdida por los conservadores de una granparte de su tradicional apoyo político no sig-nificaba automáticamente un triunfo electoralde los laboristas ni que los conservadores ibana seguir perdiendo votos. «Los conservadores

tratan de aplazar las elecciones hasta el últmo momento. So n despiadados y carecen descrúpulos. Mañana podrían despedir a Mamillan, recurrir a la demagogia y maniobpara recuperar el terreno perdido».Macmillan, cuyo prestigio había llegado asu nivel má s ¡bajo, ahora ha sido eliminad ylos conservadores, con Douglas-Home commer ministro, están realizando una intencampaña para reconquistar el apoyo d eletorado. Prometen «generosos subsidios» de fu tura polí t ica financie ra para realizarproyectos de construcción de carreteras, aJydar a las zonas en decadencia, impuls laeducación y la construcción de viviendecir, todo lo que hasta ahora habían dqu e no estaba al alcance de los posibilidade Inglaterra. Prometen también un a lige.mejora de los seguros sociales. En su campatratan de sacar ventaja de las debilidades dla política laborista, así como del heclos líderes del Partido Laborista no dirigen emovimiento de masas de la clase obrera pola elevación de los salarios y el mejoramiede las condiciones de vida.

Los conservadores tropiezan con serias difcultades para fijar la fecha de las elecgenerales. En los meses de abril y mayo secelebrarán en todo el país elecciones a lganismos locales de poder1. S-egún parece indicar la si tuación actual, los conservadosufrirán en estas elecciones pérdidas corables, lo que constituirá un mal en paralas próximas elecciones. El nuevo presupuhabrá de ser p resen tado en abril y s e espequ e el Gobierno se vea obligado a aplicpopulares restricciones financieras parfrente a la presión «inflacionista» sobre laeconomía, circunstancia que contribuibién a aminorar su s probabilidades de éxielectoral.

De aquí qu e ahora se hable tanto de eleciones en marzo, posiblemente el 19. De celebrarse en esta fecha, lo -más probableque tengan lugar en junio u octubre.

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J O H N G O L I, A N

LA SITUACIÓN EN VÍSPERASDE LAS ELECCIONES

La actual situación política en Inglaterradebe ser considerada a la luz de la crecientecrisis del fracasado y caduco imperialismo in-glés y de toda la alianza imperialista occiden-tal. La estancada economía inglesa es la másdébil del mundo capitalista. El intento de ha-llar una salvación -en el Mercado Común hafracas ado. La política inglesa « de defe nsa»está en ruina. Los monopolistas y su PartidoConservador han metido al país en un calle-jó n sin salida.

El escándalo Profumo del año pasado hamostrado a la luz del día la descomposiciónde la clase gobernante y la indecente corrup-ción estimulada por la legislación tory, pro-mulgada en beneficio de l big business y de losgrandes propietarios. El escándalo hizo inevi-

table el cambio en la dirección conservadora,cambio que llegó con gran retraso. Por1 efectode las intrigas en el seno del Partido Conser-vador, la elección del primer ministro y líderde l partido recayó en Home, que representaa los círculos aristocráticos más reaccionariosy a los sectores más acaudalados. Como essabido, Home acompañó a Chamberlain en suviajé a Munich. Fue siempre un defensor .dela vergonzosa política muniquesa de Chamber-lain. Sus actuales rivales para la presidenciade l Gobierno eran Butler, McLeod y M aud-ling, qu e representan a los sectores más «mo-dernos» y más «liberales» de la clase capita-lista.

Las divergencias estratégicas y políticas enel seno de la clase gobernante se manifiestanen problemas como el del Mercado Común, elde las fuerzas nucleares multilaterales de laOTAN ly el papel de Alemania Occidental yel de la política «de defensa» en su conjunto.En e l plano económico hacen su aparición enlos conflictos entre los distintos grupos mo-nopolistas que representan a las industrias«en ascenso» y «decadentes», en la aguda lu -cha por los recursos necesarios para la mo-dernización, en la exigencia de dar satisfac-

ción a las demandas de la guerra fría y alas nuevas necesidades sociales, especialmenteen relación con la enseñanza superior.

Macmillan, asociado al fracaso de la polí-tica gubernamental, tuvo que marcharse. Pe-ro los conservdores no pueden triunfar me -diante un simple cambio de líder. Sólo unal ínea política fundamentalmente nueva es ca-pa z de modificar la situación en que se en -cuentra el pueblo inglés, y este cambio de lí-nea, como ha señalado el Congreso de nues-tro Partido, no puede provenir da los medioscapitalistas. Estos no pueden ofrecer nadanuevo, como no sean variaciones en torno a

su vieja polí t ica. Por eso la esencia de la po-sición adoptada por la dirección conservadorase reduce a buscar un compromiso. El capitalmonopolista inglés tiene que hacer una de-mostración de f u? rza , pues se da cuenta dequ e está ent rando en una fase de lucha másintensa, en la q u(. so juega todo su fu turo .Por eso tenernos que vérnoslas no sólo co nSir Alee Douglas I l o r n e , s ino también con Bu-t ler, M audling y los d e m á s . En rigor, el equi-po gubernamental no l i a cambiado. Represen-ta la con t inu idad d i r e c t a de la política ante-rior. Pero al m i s m o t i empo está buscandonuevas salida.s, a u n q u e sean limitadas, con laesperanza de recuperar el apoyo electoral. Haconseguido e v i t a r un a eseisión manifiesta ycohesionar las filas de l Par t ido Conservadoren vísperas de la ones, aunque esto, asu vez, limita su.s po n l u l a des de maniobra.

L OS P R O B L E M A S I ' K I N C I TALESY LA P O LI TI < \D E LO S C O N S H I C VA D O K K S

LA POLÍTICA « D I - ;DEFENSA», EXTUlilOi;,

Y COLONIAL

La l ínea política« < • l o s sectoresi - i a impor tan tesde la burguesía

isa e.s la depermanecer fiele.s a l L olvidar a lavez los especiales o í » impe r ia l i smobritánico. Siempre h que la alian-za ang lo_nor t eamer i ean ; i tiene "" carácter an-tagónico y q u e ( engendra ysaca a flote cont ¡ m i a n n - n : •• nuevas d ispu tas .

La llamada fuerza d < un indepen-diente» de Ing l a t e r ra h . i perdido ' < > d a .signifi-cación, y las ensalzadas « T r l a i - i o n i - - ; especia-les» co n E s t ad o de I n - . - h n .se estándesmoronando. K l acuerdo de Na :s au sottrelo s submarinos e q u i p a Polaris.concertado con el d i r i m í . rite Kennedy,

•constituyó un a m i r \ n d Ingla-terra ante la de KstadosUnidos. Los e n o r m e r e l a c i o n ad o scon la creación d i - un a verdad era fu erza dedisuasión i n d e p c n d n - m . • > e r i o r e f l a lasposibilidades a c t ú a l e . o mia inglesa.

En r e a l idad , el argumento de la fuerza dedisuasión • reduce cada ireí más al proble-ma de la presión p n l i t i r n en el seno de laO TA N . Expresión d < ¡do la decla-ración de Home, cuando d i j o qu e Inglaterranecesi ta t e n e r un a i m . i nuclear Independien-te , no como fuerza de di suasión», sino CO-mo elemento esencia] de p r e s t i g i o y presión( ¡i las asambleas Internacionales.

E n l a base < < ' t ( ) ( 1 : i ; 1: 1-S discusiones y con-f l i c t o . dentro de ' • > O TA N es tán la s realida-de s de la p resen t e situación mundial . El ere-ciente f racaso de la polí t ica de guerra fría

INGLATERRA ANTE L AS ELECC I O N ES G EN ERALES

ante el cambio en la correlación de fuerzasen <el ámbito mundial y el poderío de l socia-lismo, es un hacho . El primer signo positivode ello lo tenemos en el Tratado sobre la pro-hibición parcial de los ensayos nucleares.Ahora es preciso desplegar el movimiento demasas por el logro de nuevos acuerdos querespondan a las necesidades de l pueblo inglés.

Si el Tratado sobre la prohibición parcialde los ensayos nucleares no es seguido de nue-vas medidas para aliviar la tensión interna-cional, la ulterior difusión de las armas nu-cleares y la creación de las fuerzas nuclearesmultilaterales para poner los cohetes y lasojivas nucleares en manos de Alemania Occi-dental — a u n qu e po r ahora no sea más que deun modo parcial— p ueden incrementar el pe-ligro de guerra y hacer surgir continuos con-flictos en torno a los problemas no regulados.

Después de la muerte del Presidente Kene.dy la situación internacional se distingue porsu imprecisión, y los conservadores tratan deaprovechar esta circunstancia en beneficiopropio, como lo evidencia, entre otros ejem-plos, la propuesta de conversaciones de Bu.tler con Gro.miko y la resistencia a la presiónde los norteamericanos para que se limitenlos créditos a la Unión Soviética.

Estas medidas políticas de los conservado-res se reflejan también en su enfoque electo-ral de los problemas internacionales La expe-riencia pasada muestra que la apariencia deuna actitud conciliadora ante la URSS cons-t i tuye una necesidad en cualquier elección ge -neral, y en 1964 esta necesidad es más impe-riosa qu e nunca. En su campaña electoral losconservadores subrayarán demagógicamente queInglaterra debe pe rmanecer indepe ndiente y noconfiar exclusivamente en Estados Unidos.

Todo esto ha dado motivo a C. L. Sulzbergerpara hacer en el New York Times la siguienteadvertencia: «E l asesinato de Kennedy ha te-nido el curioso efecto de subrayar los vínculosqu e unen a este país (Inglaterra) co n Norte-américa y, simultáneamente, de galvanizar laconfianza de Inglaterra en su papel d e po -tencia global». Y más adelante dice que In-glaterra d3be contentarse con el «papel másmodesto que le asigna la historia contempo-ránea» .

El capital monopolista inglés no sólo tienecontradicciones con los Estados Unidos, sinotambién con el capital monopolista de EuropaOccidental. La esencia de la evolución delMercado Común es el eje Bonn_París, desti-nado a asegurar la independencia tanto fren-te a Estados Unidos como al imperialismoinglés. La respuesta d el Gobierno Macm illan,apoyado por los sectores dominantes del im-perialismo británico, fue el intento de ingre-sar en el Mercado Común.

El intento fracasó, debido a la resistencde l pueblo inglés, que obligó a Macmillan aexigir concesiones que De Gaulle se negó aaceptar. Inglaterra se vio obligada a permanecer en el marco de la Asociación de Libre Comercio, pero no ha sido cade crear una agrupación viable y evopuesta al Mercado Común.

Por eso ahora, cuando De Gaulle provouna nueva situación de tirantez en el Común y cuando asoman a la superficie losintereses contradictorios d e los imperialismfrancés y germanooccidental, el GobiernHome, que trata de aprovechar la situacióen beneficio propio, se dedica afanosamencoquetear con Alemania Occidental. Pese alas discrepancias en el seno de la clas e go-bernante en torno al problema de las nucleares multilaterales, este proyec estásiendo discutido con Bonn y ambas partebuscan un arreglo de compromiso. Estar qu e el primer país visitado por Butl después de su designación para el puesto de mi-nistro de Asuntos Exteriores, ha sido Alemnia Occidental. Pero esta táctica, peligrosacontradictoria, que conduciría a la difusióde las armas nucleares y al incremento delpeligro bélico, sería u n obstáculo para quier avance real en las relaciones soviéticas. Por eso, en el comu nicado Butler.Schro?der se habla de la necesidad de mejorar las relaciones entre el Este y el Oeste y,al mismo t iempo, se dice qu e Inglaterra nodará ningún paso en esta dirección sin con-sultar con Alemania Occidental, lo que equivale a conceder a Bonn el derecho de veto.

Las relaciones de Inglaterra con los países imperialistas aparecen ligadas al pro-blema clav e para los círculos gobernangleses de mantener y ampliar los superbene.ficios proporcionados por la explotación colo-nial. La economía inglesa, más que cualquieotra economía capitalista, está basada fundamenta lmente en la. explotación colonial. Lo sveinte principales monopolios ingleses ne n sus más altos beneficios de los territoride ultramar. El déficit de la balanza de

gos se debe esencialmente a los crecientegastos militares destinados a defender los in-treses d? l ^mperialismo inglés en otros paíy a la exportación de capitales para intensi-f icar la explotación de las colonias y nuevos países independientes.

Ante el auge de l movimiento de liberaciónnacional, la burguesía inglesa se ve obla aplicar una política doble:

a] proseguir el repliegue parcial en alugares donde las fuerzas de liberación nnal son demasiado fuertes, como es el caso deKenia, Rodesia, etc., pero asegurándosqu e la desaparición del dominio directo deje

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J O H N G O L L A N

lugaV a un r eforzamiento del neocolon ialismoinglés;

b] concentrar las fuerzas en las posicionesclaves que aún le quedan: Oriente Cercano yMedio [explotaciones petroleras extraordina-riamente rentables], la Federación de Malasia[estaño |y caucho] de reciente creación, Áfri-ca del Sur [con mil millon es de libr as esterli-nas de inversiones del imperialismo inglés],Guayana Británica y otras colonias pequeñas.

Esta doble política colonial no sólo consti-tuye una pesada carga para el pueblo inglésy un factor que acrecienta el déficit de la ba-lanza de pagos, si no que ademas suscita dif i-cultades en el aprovechamiento de los recur-sos del país al espolear el desarrollo de lasarmas nucleares y de las llamadas armasconvencionales.

Los conservadores r-eco-LA SITUACIÓN nocen que la industriaECONÓMICA inglesa se halla rezaga-da en comparación con

la de sus rivales capitalistas y que existe laurgente necesidad de modernizarla y de rea-lizar nuevas inversiones para dar un conside-rable impulso a la exportación. Mucho es loque se habla de la política de modernizacióny expansión, Pero en la práctica, cualquieriniciativa seria en este sentido tropieza con loscrecientes gastos de la política exterior y co-lonial.

Lejos de intentar aliviar la carga de estosgastos mediante una reducción de los arma,mentos, el Gobierno Douglas.Home hizo pú-blica en diciembre pasado una declaraciónanunciando un nuevo aumento de los gastosmilitares en los próximos cuatro años. La «de-fensa» está costando actualmente a Inglaterra1.905 millones de libras esterlinas anuales, queagregados a la «ayuda» y otros gastos en ul-tramar suman 2.215 millones. Para 1967—1968se proyecta elevar a 2.535 millones el total degastos comprendidos en estos capítulos, co-rrespondiendo a la «defensa» 2.170 millones.

Los conservadores, que no quieren reducirlos armamentos, ven en el aumento de la ex-plotación d e los trabajador es el medio de con-

seguir los recursos exigidos por la moderniza-ción y las inversiones en amplia escala. Estaes la esencia de la llamada «política de ingre-sos», que los tories tratan de popularizar através del Consejo Nacio nal de Desarrollo Eco-nómico [que «planifica» un continuo crecimien-to económico del 4% anual y declara que pa-ra ello se requiere una política de restricciónde los ingresos] y de la Comisión Nacional deIngresos, que se pronuncia contra cualquieracuerdo salarial que establezca un aumentosuperior al 3,5%.

A medida que se acercan las eleccion es, ant elos conservadores se plantea el problema de

ofrecer mejores perspectivas al pueblo iy, a lavez , seguir reduciendo los salarios y los sueLdos para asegurar crecientes beneficios a losmonopolios. De aquí resulta una división deltrabajo en el Gob ierno : Home pone buena caraal caracterizar la situación en vísperas de laselecciones, m i e n t r a s qu e el ministro de Finan-zas Maudling señala la dura realidad y, en lu_gar del p ro fe t i z a do 1 ' , de incremento anualde la e conomía , d ice < | i i(> p or ahora no hemoshecho más que l i q u i d a r el atraso y puesto aproducir el p o t e n c i a l i n s t a l ad o que no se apro..vechaba.

El resultado de todo eato ha sido una inten-sificación de la l u d i a de clases, que ya no a'bar'.ca sólo a los ob reros i n d u s t r i a l es , sino que seextiende también \\ amplios sectores de losempleados y profY y aparta de los con-servadores a m u c h o s de los que tradicional-mente les prestaban su a p o y o .

Los avances de -ocialistas y losesfuerzos de los c o n s e r v a d o r e s para frenar elprogreso social en [riglaterra han planteadotambién e n p r i m e r p l a n o I M grandes proble-mas sociales. Aún atítefl de los últimos acon-tecimientos, el l l a n i a dn K l a d o de l bienestar»se vio en dif iculta de del alza de losprecios y la exigencia de l v ' " ' M < > de que se apli-casen vastas m e d i d a s p a r a m e j o r a r la vivien-da, la educación y la asi m e d i c a .

Para colmo , la l€ la e d u c a c i ó n supe-rior, má s patente ctfd el r e l a t i v o atra-so de Inglaterra i a n x ó .su má -xima agudeza a] p u l > l mi o r i ne del Co_mité Robbins sobre la > e r i o r . E nél se propugnan medida < ' " • ' h ien no res-ponden e n t e r a m e n t e da d es reales,prevén un considera M e aumento de las asigna-ciones, q u e p a s a r í a n < , • l < ' ( i G millo,nes de libras a 7 - 1 ' J l » S ( ) . Desdehace mucho se v i e m la n eces id ad deun sensible au men to fo n d o s destinadosa la cons t rucc ión de e e ne l a . : , t a n t o primariascomo s e c u n d a r i a * . PefO *J < ' .< > b ¡ e r n < > conserva-do r se dedica a eer< a M e m e n t e enlo s últimos años lo s p l a n e s de las autoridadeslocales para la co n s t n icc iñ n de escuelas.

Lejos de dar SOli crónico problema dela vivienda, los co n Brvadorefl 1" han empeora-do más que n u n c a p a r a lo s obreros, qu e en-cuentran c ada v ores d i f icu l tades paramejorar su s c o n d i c i o n e , d e alojamiento. C onsu ley de alquileres l i a n e l iminado para mu _chas v i v i e n d a s el c o n t r o l sobre el alquiler yhan s u p r i m i d o los su b s id io s que recibían losorganismos locales con destino a la construc-ción de casas. La consecuencia ha sido unaescandalosa especulación en viviendas y sola-res .

Tampoco han intentado siquiera resolver dealgún modo los problemas más acuciantes que

INGLATERRA ANTE LAS ELEC C IO N ES GENERALES

afectan a la asistencia médica y a la dura si-tuación en que se encuentran millones de ju-bilados y obreros mal retribuidos.

Al aplicar esta política en el campo de laeconomía y de las condiciones de vida del pue-blo, los conservadores sirven fundamentalmen_te a los int ereses de los grandes mon opolios yde los terratenientes. Tal política se halla enflagrante contradicción con el programa elec-toral «popular», por lo que los conservadoresrecurren ahora a una demagogia social en am-plia escala, prometiendo al pueblo perspectivasde color de rosa, a la vez qu e tratan de so-bornar a ciertos sectores de la población envísperas de las elecciones. Pero las realidadeseconómicas limitan esta táctica y la infuenciaque ella pueda tener en el electorado.

Los resultados deCONSECUENCIAS la pol íti ca de losPOLÍTICAS DE LA con servador es seFRACASADA GESTIÓN manifiestan en

DE LOS , una agudizaciónCONSERVADORES de la lucha entodos los ámbitos.

La batalla salarial se ha extendido a todaslas ramas de la industria, y los patronos s e venobligados a aceptar subidas de salarios que re-basan con mucho los límites que trata de im-poner el Gobierno . No se atenúa la lu cha entorn o a los distinto s aspectos de la política ex-terior y colonial d el Gobierno, particul armentela que se sostiene contra el apartheid. Los in_quilinos Se hallan en permanente acción con-tra las subidas de alquileres y los desahucios.Se lucha tenazmente contra las restriccionesimpuestas por el Gobi erno en materia de edu-cación y de sanidad. Todas estas acciones, queabarcan a sectores mucho más amplios qu e elproletariado industrial, han contribuido a undebilitamiento de la influencia de los conser-vadores en el electorado..

Muchos electores han tr ansferid o su apoyoa los liberales, cuyas filas se han engrosadoconsiderablemente, aunque los resultados ob-tenidos por los candidatos liberales en las elec-ciones parciales evidencian más bien una pér-dida de votos para los conservadores que noun éxito electoral de los liberales.

El viraje del electorado, de los conservado-res a los laboristas, es, por tanto, sólo parcial.Su carácter es más negati vo [deseo de no apo _yar a los conservadores] que positivo [respaldoa la política de los laboristas].

LA POSICIÓN DEL PARTIDO LABORISTA

La actit ud de la dirección derechista de estepartido y la política oficial laborista están de-terminadas en gran medida por toda esta si-tuación .

En Inglaterra se siente la necesidad urgente

de un cambio de rumbo, de una nueva política,enfilada a superar la crisis de la guerra fríay a dar solución a los nuevos problemas deldesarrollo económico. Lo que hace falta es un anueva política exterior independiente, que ven-ga a sustituir la guerra fría por la coexistenciapacífica, y una amplia y popular política inte-rior antimonopolista, que quebrante resuelta-mente el poder de los monopolios y satisfagalas d emandas sociales del pueblo.

¿Hasta qué punto responde la política oficiallaborista a estas exigencias?

Hasta la muerte de Gaitskell, la política oficial laborista estaba dominada por el ala de-recha, aunque esta línea tropezaba con una fuer-te y creciente oposición, particularmente en elmovimiento sindical. Las probabilidades deéxito de los conservadores habían llegado a sunivel más bajo y las elecciones ya estaban cer-ca. El ala izquierda del movimiento laboristaconsideró con justa razón que la elección deHarold Wilson como nuevo líder del PartidoLaborista era una victoria sobre el ala derecha,representada por la fracasada cantidatura deGeorge Brown. Pero los izquierdistas no insis-tieron en un cambio básico de la política la-borista, tal como lo habían propugnado antes.Al contrario, suspendieron sus actividades enrespuesta al llamamiento de unidad con vistasa las próximas elecciones, pese a que en el «Ga-binete en la sombra» [que sirve habitualmentede base para constituir el Gobierno laborista]siguen d ominando los derechistas. Por consi-guiente, los izquierdistas han renunciado de he-cho a sus reivindicaciones en aras de una fal-sa invocación a la unidad.

En consecuencia, la polític a laboris ta «de de-fensa» sigue siendo esencialmente la misma:pleno apoyo a la OTAN y a su estrategia n u-clear; renuncia a la fuerza disuasiva «inde-pend ien t e» [pese a que el 13 de no viembreGeorge Brown dijera en la Cámara d e los Co_niunes: «¿Cuál es nuestro posición? Cuando lle-guemos al Poder no destruiremos las fuerzasnucleares que el Gobierno deje tras de sí», sinoqu e serán utilizadas para negociar «una orga-nización nuclear de la Alianza Atlántica, en laqu e también podamos compartir el mando ry elcontrol sobr e armas que no sean las nuestras»].Lo cual significa qu e el futuro Gobierno labo-rista mantendrá la aviación de bombardeo,las bases de Polaris y los nu evos avionesTSR_2; y por lo que respecta a los acuerdosde Nassau, «decidirá lo qu e convenga al res-pecto cuando llegue el momento oportuno». Encuanto al problema de las fuerzas multilatera-les, la dirección laborista adopta una actitudambigua sobre todo después de las conversa-ciones Wilson _Brand t y de las divergencias conlos socialistas franceses.

En un artículo publicado el pasado 13 de di-

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ciembre en el Ne w Statesman con el título«¿Conservará Wilson la bomba?», Paul Johnson,hombre cercano a la dirección laborista, dicequ e la diferencia entre la política laborista yla conservadora por lo qu e respecta a la fuerzaestratégica de disuasión «es más aparente qu ereal». Después de sostener que la posición delGobierno laborista en el problema del armanuclear inglesa dependerá de «consideracionesprácticas derivadas de su política económica yexterior», Jchnson añade: «no hay garantía dequ e al renunciar a la fuerza estratégica dedisuasión podamos reducir en la práctica elpresupuesto militar global ». Respecto a la po_lítica colonial, sostiene que Inglaterra depended? l Oriente Cercano y Medio y de la Federa,ción de Malasia: «Por tanto, en estas dos áreaslos laboristas heredarán unos compromisos mi_litares a los qu e honorable y prudentemente,no pueden renunciar. La cuestión se plantea,

pues, en los siguientes

términos: ¿pueden cum_plirse esos compromisos sin armas nucleares?».El artículo de Johnson, con su indudable apo_yo a los intereses imperialistas y sus amena,zas contra los pueblos del Oriente Cercano yMedio y de Malasia, expresa sin duda algunael punto de vista de los laboristas de derecha.

Lo s líderes laboristas mantenían estrechosvínculos con el difundo presidente Kennedy ysostenían que habían llegado a un acuerdo conél en cuanto a las líneas generales de la políti-ca exterior. Pero parece improbable qu e lie.,guen a tener las mismas relaciones estrechascon el presidente Johnson.

La política «de defensa» delineada por la di-rección laborista en la Cámara de los Comunesy la evidente prepotencia del ala derecha des-encadenaron un a nueva revuelta de la izquier..da dentro de l Partido Laborista. En un edi-torial de Tribime del 6 de diciembre del añopasado, titulado «Por qué han perdido los la-boristas», se dice: «El resultado de las eleccio-ne s en Australia constituye una advertenciapara el Partido Laborista inglés. La s eleccio-nes han mostrado con toda evidencia que lostiquismiquis en las cuestiones de la defensa noproporcionan votos ni influencia entre el pue-blo». Después de señalar que la política mili-tar de los laboristas ingleses «sigue siendo unaserie de negaciones y evasivas», Tribime ex_horta a los laboristas a proclamar su propósi-to de renunciar a la fuerza de disuasión «in-dependiente», y añade: « i S i se decide que In-glaterra ha de seguir desempeñando el papelde gran potencia militar, tanto en lo que res-pecta a las armas convencionales como a lasnucleares, debemos despedirnos de muchas delas perspectivas que se habían abierto ante no -sotros en Scarborough» [donde se celebró elpasado mes de octubre la última conferenciaanual de l Partido Laborista].

A la vista de todo esto pierden gran partede su significación otras propuestas progresis-tas sobre política exterior, aprobadas en con.fsrencias anteriores del Partido Laborista, res-paldadas por Harold Wilson cuando sucedió aGaitskell y que se referían a la creación dezonas de desenganche, de áreas desnuoleariza-das y a medidas para llegar a un acuerdo decompromiso entre el Este y el Oeste en los pro-blemas del desarme, así como a la renuncia deproporcionar armas a Áfr ica de l Sur.

No es más hal agüe ño el panorama que nosofrece la política económica de los laboristas.Mientras las luchas rcivindicativas de los tra-bajadores adqui eren nuevos niveles y los sin-dicatos combaten con m ; ' u s éxito l a llamada «po-lítica de ingresos . l; i dirección laborista pro-mete mantener el i n s t r u m e n t o antisalarial delos conservadores o í Consejo Nacional deDesarrollo Económico . aunque ciertamente«en una nueva f o r m . - i , con el pretexto de quela «política de i n ^ '1 esencial para laexpansión industrial . Se habla de limitar tan-to las ganancias como los salarios y los suel-d o s , pero hasta ahora n a d i e ha presentado nin-guna propuesta concrttfl sobro la .manera delimitar la s ganancias .

La dirección laborista ha proclamado su de-cisión de planificar la economía inglesa. Seráuna planificación democrática , lo cual signi-fica en la terminología del ala derecha que unComité se encargara de e l a b o r a r un plan, cuyocumplimiento encomendar, : < i « l o b i e rn o a l o smonopolios, si n toma;- pe r .u p a r t e ningunamedida eficaz para ir su realización.Tampoco hará nada ¡ ' a r a K - ' » 'a n t i /ar el controlmediante l a naciona i / . , u . M U d i - ios monopolios.Ahora bien, dado el d o m i n i o qu e ejercen lo sgrandes monopolios sobre la economía inglesa,Ja verdadera plan i r i c a e n e \nansion eco-nómica consecuen1 a menos quese nacionalicen la dominantes dela economía.

La ternura de los h d e r e laboristas por elbig business es tal (}U6 e] r i n a n r i s i l Times del28 de jun io de ' < ; : ; escribía: Cuando se oyea les dirigentes p o l í t i c o : l a b o r i s t a s decir si npestañear qu > e' r.o. oorista y los pla-

nes de expansión económica eont r ibui rán al al-za de las accione.-, ha d < - tenerse presente qu edicen lo que r e a l m e n t e p m s a n . . . Los industría-los tienen menos miedo -' i 1 < > * laboristas, y al-gunos c o n s i d e t a n i n c l u s o que un Gobierno la-borista brin dara mejores perspectivas de des-arrollo qu e les lories . Kn lo que respecta ala política económica, se^nia diciendo el perió-dico, «las ideologías permanecen al margen dela política inglesa».

En realidad estas palabras no constituyennada nuevo por lo que concierne a la ideologíade los conservadores y de los laboristas de de-

INGLATERRA ANTE LA S ELECCI O N ES G ENERA LES 9recha. Lo importante es que esta afirmaciónsigue siendo válida para la actual direcciónlaborista presidida por Harold Wilson.

Pese a todo lo q ue s e diga al respecto al «Es-tado del bienestar», ante el pueblo inglés siguenplanteados grandes problemas sociales. Los la-boristas ha n hecho un a serie de propuestas re -lativas a la educación, la construcción de vi -viendas y la sanidad, propuestas que en gene-ral son bastante valiosas, no obstante su ca-rácter restringido; dadas las necesidades rea-les. Mas, de hecho, en lo fundamenta l no di-fieren mucho de las qu e ahora hacen los con-servadores para ganarse lo s votos de los elec-tores. La crítica de las propuestas de los con-servadores por los laboristas se refiere sobretodo al problema de cómo aquéllos se disponena obtener lo s recursos necesarios para poner_las en práctica. Pero la misma pregunta puedehacerse ante las propuestas de los laboristas.

.Sin resolver el problema central de los gastosmilitares, cualquier programa de reformas so-ciales del Gobierno laborista habrá de tropezarcon grandes dificultades. La política exteriory el progreso social están indisolublemente uni-dos entre sí. La guerra fría, con sus gastos,qu e deforman la economía, constituye una ame-naza para el actual nivel de vida inglés, sin ha-blar ya de que dificulta cualquier progreso.

Vemos, pues, que la política de la direcciónlaborista no ofrece solución para los problemascardinales ccn qu e se enfrenta el país. La lu_cha por la nueva política qu e Inglaterra nece-sita es la médula de la campaña electoral .

L A POLÍTICA DEL PARTIDOCOMUNISTA EN LAS PRÓXIMASELECCIONES GENERALES

Pese a todas las maniobras del GobiernoDouglas_Home, existen grandes posibilidadesde derrotar a los conservadores en las próxi-mas elecciones generales. C omo consecuenc iade los nuevos hechos políticos, en Inglaterra seobserva cierto debilitamiento de los tradicio..nales vínculos de partido. U na prueba de ello?s la crisis política de los conservadores, el vi -raje de los electores hacia los laboristas y losliberales y la reanudación de l crecimiento de lPartido Comunista.

Nuestro Partido se pronuncia tanto por laderrota de los conservadores como por un cam-bio fundamental en la polít ica. Una parte im -portante de nuestra actividad es la lucha porconseguir un grupo de diputados comunistas.

E n el XXVIII Congreso Nacional de nuestroPartido dijimos: «¿Cuál es nuestro objetivo enlas próximas elecciones generales? La resolu-ción lo dice claramente. En las próximas elec-ciones generales es preciso derrotar a los con_servadores y conseguir un a mayoría laborista

y comunis ta. ¿Por qué una may oría laborista< y comunista? Porque la sustitución de un Gobierno conservador por un Gobierno laboristano es suficiente. La presión del movimmasas debe obligar al Gob ierno laborist p o _ner fin a la política bipartidista. U na garan-tía necesaria de ello sería la presencia en Parlamento do un grupo de diputados comnistas» .

¿Por qu é planteamos el problema en una for-ma tan tajante? Lo hacemos así no sólo porque toda la situación política de Inglaterra re -clama esta nueva política, sino también tenemos la experiencia de los precede go-biernos laboristas y hemos visto sus limitaciones.

Contamos ya con la experiencia de tres go-biernos laboristas. E l difunto G . D . H . Colé de -cía en su Historia de l Partido Laborista qu eel primer Gobierno laborista de 1924 «terminsin pena ni gloria en un fracaso» y quedel segundo Gobierno en 1931 «fue aún másvergonzosa que la de su predecesor siete añosantes». La razón del fiasco de entonces consis-tió en que la socialdemocracia inglesa no lanzóun verdadero reto a la dominación capitalista.La.s consecuencias fueron los catorce años deGobierno conservador, hasta 1945.

Podría argüirse que los dos gobierno labo-ristas anteriores a 1945 habían sido gobierde la minoría. Pero este argumento no es vá-lido para la victoria de 1945. El Gobierno la-borista de posguerra fu e derrotado en 1951 porla misma razón básica: el apoyo a la guerrafría y el desestimiento de lanzar un verdaderreto al capitalismo. El resultado fueron los do_ce años de administración conservador

De ahí nuestra disconformidad con aelementos de izquierda qu e dicen: abandonem3 a lucha en torno de los problemas polítiante la urgente necesidad de desembade los tories. Esa no es una solución.

P.emitámonos de nuevo a nuestro Co«Ciertamente, el primer paso ha de ser apartara los conservadores del Poder. Mientras esno se haga no conseguiremos un verdcambio. Nuestra opinión es que cuanto másaudaz sea el programa lab orista, mayor serála derrota de los conservadores... Pero el pro-b lema es más serio que eso. Para resolver lacrisis Inglaterra necesita una nueva polLa política do los laboristas de derecha no la soluc'ón, pues no asegura los cambios eco-nómicos, sociales y políticos ahora posibles yen vez de ello creará el peligro, como ocudespués de 1945, de una nueva resurrelos conservadores».

La lucha por una nueva política es simultá-nea a la lucha por la elección de los candidatos comunistas.

En las elcciones generales presentare

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cand idat os c omunistas, el doble que en 1959.Nuestros candidatos bregarán por un cambioradical en la política -exterior del país, para queésta tenga por base la coexistencia pacífica yno la guerra fría.

Esto presupone la necesidad de conseguir unacuerdo sobre la medida del desarme y de am_pliar el que establece la prohibición parcial delos ensayos nucleares; de concertar 1 un pactode no agresión entre la OTAN y el Tratado deVarsovia; de concluir un tratado de paz conAlemania y convertir Berlín Occidental en ciu_dad pacífica y libre, con las g a r a n t í a n necesa-rias; de retirar las tropas inglo.sas í\staciona_das en Alemania y de'crear una zona r lesmi-clearizada en Europa Central; de establecer untratado de seguridad europea basado en la Car_ta de la ONU, para reemplazar l a n í o a laOTAN como a la organización de l Tr a t a d o deVarsovia. La China popular d eb e o c u p a r oípuesto que legítimamente le co rresp o n d e en laOrganización de las Naciones Unidas.

El Partido Comunista exhorta a m a n i f e s t a rplena solidaridad con el movimiento de liberéción nacional, a luchar contra todas las formade agresión coloni al, a conceder' i n m e d i a t a 'te la in dependencia a las subsistentes c o l o n : ,inglesas, a retirar todas las fuerzas armadade ultramar, a devolver a los pueblos todos lasrecursos y riquezas que se encuentren bajo oícontrol de Inglaterra y a establecer relación oseconómicas recíprocamente ventajos as entr e In_glaterra y los países recientemente independí,zados.

La política económica e interior propuestapor el Partido Comunista se basa en su políticaexterior de coexistencia pacífica y de indepen-dencia de todos los países. Parte también delprincipio básico de que no puede haber ningunacomunidad de objetivos entre los monopolios,de una parte, y la clase obrera y la mayoríadel pueblo inglés, de otra, como lo presuponela política oficial laborista.

El Partido Comunista propugna el desarrolloeconómico, pero declara que, bajo el capitalis-mo, los límites impuestos a este desarrollo noson técnicos, sino sociales. La clave del pro-blema es poner fin al dominio de los grandesmonopolios en la vida del país. La crisis in-glesa no puede s er resuelta a menos que se na-cionalicen los monopolios.

A diferencia de la «política de ingresos», ten-dente a restringir los salarios, el Partido Co-munista propugna la elevación de los salariosy la reducción de la jornada de trabajo, ma-yores subsidios de los seguros y un programamás amplio de servicios sociales. Los recursosnecesarios para ello deben obtenerse medianteuna reducción de los gastos militares sobre labase de la política exterior propuesta por noso-tros

En lugar de cerrar las minas de carbón enbeneficio de los monopolios petroleros, instamosa realizar una política integral de combustiblesque implique el máximo aprovechamiento delcarbón y el desarrollo de la energía eléctricay nuclear. En lugar del «plan Beeching» orien-tado a reducir la red ferroviaria en beneficiodel transporte privado por carretera, propone,mos una política integral en esta esfera paratodos los tipos de transporte.

En cuanto al comercio exterior, el PartidoComunista rechaza las restricciones por moti-vos de discriminación política, lo mismo quecualquier intento de mejorar la situación deInglaterra mediante la incorporación al Mer-cado Común o a otros bloques capitalistas. Sepronuncia por un amplio desarrollo del comer.,ció entre el Este y el Oeste, a<sí como con lospaíses de la Comunidad de Naciones, en pri-mer término con los países recientemente in-dependizados. El objetivo de Inglaterra debeser el comercio con todos los países del mundoy la ayuda al progreso industrial de los paísessi i i x lesarrollados.

T al es, a grandes rasgos, la polític a que de_f o n d o r á . el Partido Comunista en las elecciones

. Es un programa que puede propon-n o n a i- un o l > j . p t i vo s y una orientación socialis.t i a l o d o d m o v i m i e n t o obrero.

> > n i ' - o Partido so esforzará po r conseguirla Unidad d . • aocióti co n todos lo s sectores de l

Imlento obrero en la lucha por estos obje_1 . 1 Ho r r ó l a d o lo s conservadores.

K M tu u n < ' M U • t orales en q u eno pi no s r ;m H ¡ » l a 1 ( > li a ro mo s todo lo pO_s i b l o p ar do l candidato la-b o r i s t a .

N u o s t r a can era el medio mási m p o r t a n t e d por el n u ev o programa.Co n s t i tu í : i u ha. contra los con-servadores y ofrecerá al p u e b l o inglés un pro-grama que r e p r e s e n t a u n a . alternativa real.

Debido al carácter ; mt ¡democrático de nues-tro sistema e l o H o r . -i l , basado en la simple ma-yoría de v o t o i i ; i relat iva pequenez denuestro Partido, el t r i u n f o en las elecciones esnuestra tarea mó

Pero nosotros \ . i m o ; extendiendo, firme ysistemáticamente, míe.-.ira actividad preelecto-ral. En las eleceiones municipales de la pri-mavera p r e s e n t a r < o í o l noo candidatos, lo queconstituyo U H O de ayores esfuerzos elec-torales jama ¡ H i H o por nosotros. En elmomento o p o r t u n o haremos una propuesta ofi-cial al Par t ".do Labori itü p ; i ra entablar una dis-cusión electoral.

Nosotros vamos ; a la vanguardia de la luchacontra los conservadores. Nuestra tarea prin-cipal consiste en realizar una propaganda des-tinada a convencer a los obreros con más con-

INGLATEKRA ANTE LAS ELECCIONES GENERALES11

ciencia de clase de la necesidad de asegurar un arepresentación comunista en el Parlamento yen los organismos de la administración localcomo rasgo central del nuevo progreso políticoen Inglaterra, para el cual la derrota de losconservadores abrirá el camino.

La elección de un Gobierno laborista signi-

ficaría un avance en el desarrollo de la situa-ción política inglesa. Pero aún sería mayor laimportancia del éxito del movimiento de ma-sas al obligar a este Gobierno a realizar re-sueltas medidas progresistas y al conseguir laelección de un grupo de diputados comunisqu e encabezarían esta lucha.

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Hay que dominar todas las formasde la lucha revolucionaria

por R O S TA S K O L L I A N N I S

HAY QUE DOMINAR TODAS LAS FOBMAS 1)B LA LUCHA REVOLUCIONARIA13

Ante los partidos comunis-

RAZONES tas se plantea en la actúa-lidad con toda agudeza lanecesidad de dominar todas

las formas de la lucha de clases pues el pro-ceso revolucionario .mundial, que conduce a lahumanidad al socialismo y al comunismo, tieneho y un carácter auténticamente omnicompren-sivo. Todos los pueblos todos los continentesse han incorporado a la obra de creación his-tórica. En el caudaloso torrente revolucionariose funden las corrientes y fuerzas político-sociales más diversas. Entre ellas se establecencomplejas relaciones y vinculaciones que danorigen a una extraordinaria variedad de for-mas y métodos de lucha y de actividad poli-tica.

Los partidos comunistas están llamados acohesionar las fuerzas de la revolución a di-rigirlas a tener en cuenta los rasgos específi-cos de la nueva situación la cual más quenunca, impone a los comunistas, a la claseobrera y a sus aliados el deber de recordar ycumplir las indicaciones de Lenin de que « . . . laclase revolucionaria, para realizar su -misión,debe saber utilizar todas las formas o aspec-tos sin la menor excepción de la actividadsocial.., debe estar preparada para sustituirun a forma po r otra de l modo m ás rápido ,e ines-perado» i.

El estudio de la rica experiencia d e los lar-gos años de actividad de los partidos comu-nistas de l mundo entero tiene especial impor-tancia también para el Partido Comunista deGrecia, para todo el movimiento revoluciona-rio y progresista de nuestro país. En la luchade clases no hay formas universales aplicablesen cualquier momento y en todas las circuns-tancias. Cada forma de lucha corresponde a

1 Obras Completas t. XXXI, págs. 90—91, EcLit.Cartago.

un a s i tuación h n . n - t a , a una deter-

minada esfera « lo la a r t ; < . da d humana. Lalucha e conón: l . - i ideológica es -tán ín t imamcni r . , . • < m i r e sí y con fre-cuencia si i en o t r a . Pero cadauna de e l l a I y su plura-lidad d? forma ente enriquecidaspo r la vida.

De p a r t i r í a . . - . ; la lucha polí-tica, qu e o í r u n - v a r i e d a d de for-mas. Esta l u « c por medios pa -cíficos y no p 1 1 , 1 legal y extra-legal po r motodd ex t rapar-lamentar: u < < • ma.sas del o s t r a b a j a . " - • M Í T e s t aciones,huelgas p < > l '

Las d e s v i a . - . ; de derecha ode izquieid a liU que < •movimien to co -mun :sta v i n , > m a lucha ininte-r rumpida a < 'oda. B U historia pesea la diver.sid as políticas yde sus a r g ü i r i . " • i ndas ellas a unmismo r mente les lle-va su ad ex t remo el arse-nal de f o í1 n í a ' • • lucha revoluciona-ria d? los p a r , ta s limitándolos alestrecho otan • a oportunista ycont r aponiendo . « - n t ; » unas formas aotras. M u í , i i nstas d e derechainsisten en i a ente la s formasdo lud ia p a r i f i c a , como la actuaciónp a r l a m r n : , i i ; i . l . « económicas, l a scampa i análogas, lo s opor-tunis ta dr el contrario me -nosprec ian " h a / a n lo s medios p a-c í f i c o o » < > r l o s n o pacíficos,como l a i . o í movimientog u e r r i l M n . la ; ; n i i r . n e este modo,uno- l i d a d a la tácticar e v o l u c i o n a r . a l i m i t a n la po : l » : l i d a d e s de losc o m u n i . d a \ d i i r ( vn luc iona r io d e uti-lizar diveraOB tnedioa de l u c h a , y les impiden

prepararse a fondo para luchar con el enemigoen consonancia con una situación qu e cambiacontinuamente.

En la actualidad los comunistas y la claseobrera imponen con creciente frecuencia a laburguesía y a sus partidos políticos las for-mas de luchk qu e mejor corresponden a losintereses del progreso y de la emancipaciónsocial. Esto es justamente lo que no compren-de n los dogmáticos quienesal proponer for-mas d e lucha superadas o inservibles para elmomento presente parten de l supuesto de quelas fuerzas de l mundo viejo siguen siendo su -periores a las del mundo nuevo y que al igualqu e antes so n sólo nuestros enemigos quienesescogen las armas e imponen los métodos delucha.

E l Partido Comunista de Grecia combatetanto las concepciones sectarias izquierdistasqu e predominaron en nuestro Partido de 1946

a 1956 como las oportunistas de derecha. Lasprimeras subestiman las posibilidades legalesse aferran demagógicamente a métodos de lu-ch a viejos superados y también aventurerosqu e obstaculizan la reorganización de las fuer-zas del Partido y de las fuerzas progresistasen general y encajonan los movimientos demasas en angostos marcos sectarios. Los ele-mentos oportunistas de derecha niegan la ne-cesidad de la actividad extralegal y propug-na n el empleo exclusivo de las formas de lu-ch a legales, lo que en realidad significa res-tr ingir la s actividades de l Partido qu e quedanreducidas al estrechísimo cauce tolerado porel régimen antidemocrático, y equivale a uni n t en to de imponer a nuestro movimiento lapolítica del seguidismo.

¿Cuál es la condición ineludible para domi-nar todas las formas de lucha? Los cuadros( i e l Partido Comunista Estado Mayor de lalucha revolucionariaestán llamados ante todo:\ estudiar a fondo la experiencia pasada y pre-sente de todo el movimiento revolucionario aasimilar co n espíritu creador y aplicarla co ni t f u a l espíritu a las condiciones de l país.

Subestimar o minimizar el valor de la expe-r iencia de todo el movimiento comunista in -t ernacional y absolutizar la importancia de laexperiencia propia equivale a encerrarse en elestrecho marco nacional y exponerse al peli-v ; r o de ser derrotados en la lucha. El Partido» 'omun i s t a de Grecia ha pasado por la amar-ga etapa de su antigua dirección que no tuvo

cuenta, la experiencia internacional. S experiencia de l propio país tanto positi-

IT I como negativa es particularmente valiosau e cada expresión de la lucha revoluciona-Pasada y presente constituye una especien tésala de los futuros combates mostran-

do en forma práctica el alineamiento de lasfuerzas y los métodos de lucha qu e pueden se rutilizados en lo sucesivo.

La experiencia de l Partido Comunista de Gre-cia no es pequeña ni desdeñable. Nuestro Par-tido se ha ido templando en un combate duroíy difícil, en el curso de l cual ha recurrido a lasdistintas formas de lucha desde las más sim-ples, pacíficas legales semilegales y extrale-gales [25 años de ilegalidad] hasta la luchaarmada. Cuanto mejor estudien los comunistasgriegos esta rica experiencia positiva y nega-tiva acumulada por nuestro Partido en largosaños de lucha vinculándola estrechamente ala experiencia internacionalmás eficiente serásu trabajo cualquiera que sea la esfera en queactúen.

Como es sabido la mejor escuela para edu-car a las "masas y a los cuadros del Partidoes la vida práctica la lucha revolucionaria. La

participación en esta lucha la lucidez en elanálisis de cada acontecimiento importante dela misma la deducción d e enseñanzas y la crí-tica de los errores y de las fallas es un medioinsustituible, y a la vez el mejor para apren-de r a dirigir con acierto la lucha a dejar a unlado todo lo caduco e inservible a hallar yelaborar nuevas formas de lucha que sean lasmás aceptables.

En la tercera etapa de la crisis general delcapitalismo que es la etapa presente y dadaslas particularidades esenciales de la situaciónsurgen muchas formas nuevas de lucha a lavez que las viejas y tradicionales adquieren u nnuevo contenido. Los partidos comunistas nopueden dejar de tener en cuenta estas nuevascondiciones. A l mismo tiempo se pronunciancontra el voluntarismo en la aplicación de lasformas ya conocidas de lucha que son impues-tas por la situación objetiva y no admitenqu e se inventen arbitrariamente nuevas for-mas pues éstas son producto de la propia lu-cha de las masas. Los partidos estudian conatención la experiencia de la lucha de masas,apoyan las mejores formas de esta lucha y seesfuerzan po r difundirlas.

El culto de la personalidad de Zachariadisy el régimen anormal impuesto al Partido enlos años 1946 a 1956 le impidieron examinarsu propia actuación co n espíritu crítico y ex-traer las necesarias enseñanzas, lo cual aca-rreó graves consecuencias. El VI Pleno am-pliado del Comité Central y de la ComisiónCentral de Control d el PCG, celebrado en 1956y más tarde su VIII Congreso pusieron fin aesta situación corrigieren la equivocada líneade l Partido y crearon así la posibilidad de quepudiera cumplir su misión histórica.

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16R O S T A S K O L L I A N N I S

Para nosotros tiene u na gran importancia elhecho de que los servilones derechistas, queparecían omnipotentes e imbatibles por el apo-yo que recibían de un aparato estatal y para-estatal de tipo fascista y por la aplastante ma-yoría de diputados con que contaban en elParlamento, hayan sido desplazados del Poder',no mediante la lucha armada, sino merced auna lucíha popular de masas, continua, teso-nera, de frente único, combinada con la luchaparlamentaria. También tiene una gran impor-tancia -e l papel decisivo desempeñado en estasacciones y manifestaciones por las izquierdas[hecho señalado por los dirigentes de otrospartidos y reconocido por todos].

Estas acciones asestaron un golpe demole-dor al Gobierno Karamanlis e hicieron vaci larel régimen reaccionario. Las elecciones que si-guieron el 3 de noviembre del pasado año die-ron vigencia legal a los cambios impuestos porla lucha popular e hicieron más profunda lacrisis del régimen subyugador. Los comunis-tas griegos, el Partido en su conjunto, debendedicar especial atención a estos acontecimien-tos, a analizar las fallas y los errores come-tidos en el curso de la labor de organizacióny dirección de las acciones, a fin de apreciarlos resultados y las posibilidades desaprove-chadas. Estas acciones pacíficas d e las masaspopulares, las más importantes en Grecia des-de la terminación de la guerra, han tenido re-sultados de gran trascendencia y de significa-ción nacional. Las experiencias y enseñanzasque de ellas se desprenden adquieren para nos-otros un valor inapreciable.

En los años de posguerra observamos unagran extensión de las huelgas políticas y deotras acciones de las masas populares, en par-ticular de las huelgas generales políticas. An-tas de la segunda guerra mundial eran rarasestas huelgas. En la actualidad su número cre-ce de año en año.

La primera revolución de 1905 mostró lagran fuerza de las huelgas de masas. Pero ala vez evidenció la debilidad de la huelga ge-neral cuando la revolución no tiene una deci-

siva superioridad de fuerzas sobre el adversa-rio. Lenin escribió entonc es que «.. . la huelgapolítica general debe ser considerada en el mo-manto actual del movimiento, no tanto un me-dio de lucha independiente, como un medio delucha auxiliar con relación a la insurrec-ción. ..» i

Ahora bien, aunque Lenin consideraba queen la situación concreta de la revolución de1906 la huelga general había conducido a lainsurrección, subrayaba también que los tra-bajadores, en otras condiciones, podían derro-

tar a las fuerzas reaccionarias mediante unahuelga general pacífica.

Lenin señaló ante todo dos condiciones quepodían mo d i f i ca r la situación: el poderío, ladecisión y la organización del pueblo revolucio-nario y la imp o s ib i l id ad para la reacción deutilizar las fuerzas armadas. «. .. La huelgade las tropas, la negativa a disparar sobre elpueblo, puede conducir indudablemente, en al-gunos casos, al t r i u n f o de una huelga exclusi-vamente p ac í f ica . -.

Las c ond i c i one s a qu e se refería Lenin, in-dispensables p , i r ; i el triunfo de la huelga ge-neral po l í t i e n . son la,s que están madurandohoy día en cierta p a í s es capitalistas. En pri-imer lugar, la la organización y la dis-posición de lud iar < l t > la clase obrera y de lasmasas t r a b a j a d o r a . , de la, ciudad y del campohan crecido Inconmen usablemente. En segun-do lugar, la s l u r i / . i . armad as, en cuyas filasdesipliegan los c om úni s t a . s una extensa e in-cansable labor de c i m i e n t o no siempreconstituyen, ni OXUCho menos, un apoyo seguropara l o s reg imcn r : r e a c c i ona r i os , habiéndoserestringido la posibilidad d ¡ > utilizarlas paraaplastar un movimiento p o p u l a r . En tercer lu-gar, el poderío d el campo soc i a l i s t a y de todaslas fuerzas p d i f i c u l t a la exporta-ción de la con ra n ' - \ olucii>n,

Por tanto, ¡a hurí •, . •; ; i j n-eral y otras accio-nes de lucha p oi masas popularesde la época ae tu ; i en en poderososrecursos de l uc ha pacifica para rechazar laofensiva n eo t Ten d e r la democracia-— como es e l tro país—, y en ge-neral, para i que el Poder pase a ma-nos de io.s traba

La e xpe r i i -n t i m o s años [como s edesprende clafamenl de Loa ejemplos que acá-bamos de c i t a r | m u e s t r a que esta forma clá-sica d e l u c h a d < i . - i i ; . -, i « obrera s e conviertehoy -en i n s t n m i r n i o de acc io n es no sólo neta-mente p r o l e t a r i a s , s i n o t a m b i é n en factor dela l u ch a < < • lo d o H pue b l o , pues a la huelgageneral y a o t r a s a c c i o n e s políticas de masasse i n c o r p o r a n también o t ro s sectores de la po-blac'ón e¡ impesinos, ca'pas me-dias u r b a n a r'presentantes de la pe-queña |)i de la ciudad, jóvenes, estu-diantes . todo. : IM S < i u e tienen motivos paraestar descontento de la política de la burgue-sí a m o n o p o l i s t a . K M la s huelgas generales dela é poc a a c t u a se e n t r e l a z a n habitualmentelas reivindicación ómicas y políticas dem u c h o i-ecton de la población. Mediante lashuelgas, y en d e t e r m i n a d a s circunstancias fa -v o r a b l e s , p u : ' d » M a l c a n z a r s e los objetivos másdiversos: d esd e los aumentos de salarios hasta

1 Obras Completas, t. X, págs. 148—149. 2 Ibídom, t. XI , pág . 115.

HAY QUE DOMINAR TODAS L AS FORMAS DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA 17transformaciones radicales del régimen social.En la actualidad, las ihuelgas generales d e lostrabajadores ya no limitan sus reivindicacio-nes a cuestiones puramente económicas ni in-cluso a problemas de política interior, sino queinvaden también la esfera de la política exte-rior del Estado burgués. Las huelgas desem-peñan un importante papel en la lucha por lapaz, por el desarme, por la supresión de lasbases militares extranjeras, por atajar las gue-rras coloniales y evitar una nueva conflagra-ción mundial.

De aquí que si en el pasado los marxistasrevolucionarios consideraban la 'huelga gene-ral política en el período de la crisis revolucio-naria únicamente como un medio de movilizara las masas, como un prólogo de la insurrec-ción armada, ahora vinculan a la huelga ge-neral política la posibilidad de realizar trans-formaciones progresistas y democráticas, y al-gunos partidos , co mo el Partido Comunista deEspaña, vinculan a la huelga nacional la liqui-dación del régimen reaccionario y la instaura-ción de un régimen democrático.

Cada una de lasclases o capas so-

FORMACION DE UN cíales qu e partici-EJEBCITO DE pan en la irevolu-OOMBATIENTES ción no sólo tienenREVOLUCIONARIOS sus objetivos y isus

tareas específicas,sino, que además

utilizan en la lucha sus propios métodos y re-cursos. También tienen sus organizaciones pro-pias, cuyo carácter corresponde a sus objeti-vos, peculiaridades' sociales y tradiciones. Lospartidos comunistas dedican una atención pri-mordial precisamente a estas organizaciones.

El mayor peso en el ejército mundial de larevolución corresponde a la clase obrera, so-bre todo a la clase obrera de loe principalespaíses capitalistas, en los que viven cerca de200 millones de obreros y empleados. La granfuerza de este destacamento reside no sólo en.su número, sino también en su grado de orga-nización. La inmensa mayoría de los 90 millo-nes de trabajadores sindicados del mundo nosocialista la constituyen los obreros de estospaíses. Los sindicatos son las más grandes or-ganizaciones de masas de los trabajadores. Loscomunistas consideran un deber primordial eltrabajo en los sindicatos. Los últimos cambiospolíticos operados en nuestro país abren im-portantes perspectivas a la lucha por la liqui-dación de la prepotencia policíaca en los sin-dicatos, por el restablecimiento de un régimendemocrático normal en nuestro movimiento sin-< n r a l y por la transformación de los sindicatos« •n auténticas organizaciones de lucha por la

nsa de los intereses de la clase obrera.Los comunistas «han conseguido grandes éxi-

tos con su trabajo en los sindicatos. Antes dela segunda guerra mundial, los sindicatos na-cionales se encontraban sometidos, por reglageneral, a la influencia de los socialreformis-tas. Ahora en cambio, una parte considerablede los trabajador es sindicado s, de las organi-zaciones sindicales e incluso de sindicatos na-cionales mantiene posiciones decididamente r e-volucionarias. No es despreciable la impor-tancia que tiene para nuestro país el que alComité Coordinador de los 115, que aplica unalínea acertada y co nsecuente, se hayan adhe-rido en breve plazo 108 nuevos sindic atos. Es-te organismo ejerce una fuerza de atraccióncada vez mayor, lo que extiende considerable-mente las perspectivas del Congreso de unifi-cación.

Los sindicatos de los países capitalistas des-arrollados, a la vez que prosiguen la lucha porla elevación de los salarios, la reducción de lajorn ada laboral, la liquid ación del desempleoy por la seguridad social, promueven un pro-grama más amplio, en el que las reivindicacio-nes económicas aparecen fo rmuladas en el cua-dro de la solución general de los problemas so-ciales y políticos fundamentales.

La actividad de los sindicatos contribuyetambién en muy alta medida a robustecer lasolidaridad in ternacional de los trabajadores,solidari dad que la clase obrera griega ha per-cibido en todo momento a lo largo de su duralucha contra el régimen antidemocrático.

Le ofensiva de los monopolios capitalistasva dirigida no sólo contra los intereses vitalesde los obreros, sino también contra los de otrossectores de la poblac ión: campesinos, intelec-tuales, artesanos, indu stria les pequeños y me-dios y otros sectores de la burguesía nacional.Después de la asociac ión de Grecia al Merca-do Común, las perspectivas en nuestro paíshan empeorado también para estos sectores,que se agrupan a fin de resistir a la funestacompetencia del capital extranjero, a la vezque buscan el apoyo de la clase obrera, la másrevolucion aria de la sociedad. La agrupaciónde nuevas fuerzas en torno d e la clase obreraplantea a los comunistas la tarea de buscarlas nuevas formas de lucha que mejor respon-dan a la batalla conjunta que contra el ene-migo común —el capital monopolista— sostie-nen sectores tan diversos de la población.

Entre los distintos aliados de la clase obre-ra en la lucha revolucion aria, los partid os co-munistas conceden ¡principal atención a loscampesinos. Al verse ante la amenaza de serarruina dos por los monopo lios, millones decampesinos, principalmente pequeños y me-dios, cobran conciencia de la necesidad de es-tablecer la unidad de acción con la clase obre-ra y asimilan las formas y los métodos prole-tarios de lucha para defender sus derechos.

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18 K O S T A S K O L L I A N N I S

En Grecia, como en otros muchos países,han tenido lugar en los últimos años movi-mientos campesinos masivos de frente único,que han adquirido la forma de mítines, mar-chas hacia las ciudades, ocupación de carrete-ras y huelgas, en el curso de los cuales se hanproducido choques con la policía, a menudosangrientos.

Los comunistas defienden los intereses delos campesinos, de todos los trabajadores delcampo, les ayudan a organizar su lucha, lesaseguran el apoyo activo de los trabajadoresde la ciudad y establecen la unidad de acciónde todos los trabajadores.

Entre las formas de luc'ha de los campesi-nos cabe destacar el movimiento cooperativistarural. La experiencia de nuestro Partido y deotros partidos comunistas muestra que los dis-tintos tipos de cooperación, siempre que se en-cuentren en manos de los campesinos trabaja -dores, pueden con vertirse, juntamente con otrasformas de organización, en una poderosa armade la lucha antimonopolista en el campo. Loscamaradas italianos vinculan el movimientocooperativista a la lucha por la reforma agra-ria, por el establecimiento del control sobrelos monopolios. De este modo la cooperativa,vieja forma de organización de los campesi-nos, puede adquirir, en determinadas condicio-nes, un contenido nuevo, mas amplio.

Entre los campesinos tienen cada vez másdifusión ciertas formas de organización espe-cíficamente proletarias. Bn Francia, por ejem-plo, existen sindicatos de viticultores, asocia-ciones de cultivadores de maíz y de tabaco, delecheros, etc. En el movimiento campesino ita-liano , desempeña un gran papel la Federaciónde Aparceros, adherida a la CGIT. Una pode-rosa organización que abarca a millones decampesinos es la Unión Campesina de Indone-sia, que lucha por llevar a término la revolu-ción en el campo y por los intereses vitales delpueblo. En Grecia existen asociaciones campe-sinas.

El desarrollo de las organizaciones sindica-les en el campo propicia el acercamiento entrelos campesinos y los obreros, ayuda a aquéllosa dominar mejor los eficaces métodos de lu-cha del proletariado.Los partidos comunistas realizan tambiénuna esforzada labor entre los funcionarios pú-blicos, las capas medias urbanas [los artesa-nos , por ejemplo] y otros sectores.

En la lucha actual constituyen una fuerzaactiva sectores de la población como la juven-tud y las mujeres, cuyas acciones enriquecenel movimiento revolucionario con nuevas for-mas masivas y representan una importantecontribución a la unidad ,de acción de todaslas fuerzas progresistas. La animosa y comba-tiva juventud griega está en las primeras filas

de la lucha, a la que aporta el impulso de suentusiasmo revolucionario .

Todo esto ha hecho que la coordinación yunidad de l.as acciones de todas las clases ysectores que part i c ipan en la revolución, asícomo de sus organizacion es políticas, sindica-les y sociales, c o n s t i t u y a uno de los rasgos ca-racterísticos de la táctica actual de los par-tidos comunistas.

En la nuev ; i s i t u a c i ó n adquiere particularimportancia ln l udia parlamentaria.

Lenin dijo en t i e m p o - qu e «los comunistasd e Europa Oc c i de n t a l y de Améric a debenaprender a crear un parlamentarismo nuevo,poco común, no opor tun is ta , sin arribismo...»y que «...es p r ¿ < t -zarse para resolverlos problemas p r ác t icos , cad a vez más varia-dos, cada vez m ; " i . a todos los aspectosde la vida social y i j u r va n arrebatando cadavez más a la lui rán» s i; i, uno . tras otro, u n sec-tor, u n a esfera < ; ' l a t í '.

Lo s partido* qoipaunUtas y omeros de diver-sos países, a p r o v e c h a n d o la.s nuevas posibili-dades y guiando* e por i ; i . ( o í respondientes te-sis de la Declarar cu de 1960, estáncreando en la a c t u a l i d a d un nuevo parlamen-tarismo, a l servic io de ¡ • > lucha, do los traba-jadores. Igual orientación sigue la actividadmunicipal de lo.s com

Antes, los pocos d i p u t a d o . - ; comunistas sólopodían actuar en el r . - i r l . - i m e n t ó denunciandola política r e acc iona r ia de l ( io b lc rn o , pero aho-ra las i m p o r t a n i .. { ti ir amentaríascomunistas de v. apoyadas fuerade l Parlamento p » i a.s de electores,constituyen un a ¡ - h t i c a real. Están encondiciones de fq foques co n otros gru-pos p a r l am en t a r a r una oposición efi-caz y conseguir la Aprobación de determinadasleyes qu e a m p l í e n < - l j n a n o de la democraciay facil i ten el de. de l proceso revolucio-nario. La lal i i n c n t a r i a . d e los partidoscomunistas, co n ju . > n otras formas de lu-cha, ha co n v er t id o < n realidad las perspectivasde llevar a c a b o \ . i . I M . , Clanes de reformas es-tructurales, de t r a n s f o r m a c i o n e s agrarias, denac iona l iz ac ión de la industria, de control obre-ro sobre la p r o d u c c i ó n y de ampliación de lademocracia. El movimiento co-

FO RM A S I ) i ; M I C H A S munista tropezóI,K< ¿ AM<:s desde sus primerosY K X T K \ M ; < ; A L K S pasos con los in-

tentos desespera-dos de las clases

reacc ionar i as de aplastar y destruir a los par-t idos comunistas. Estos, en su in mensa mayo-r ía , han pasado por la dura escuela de la clan-

1 Obras Completas, t. XXXI, págs. 93—94.

HAY QUE DOMINAR TODAS LAS FORMAS DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA 19destinidad. Y aún ahora, casi la mitad de lospartidos comunistas que actúan fuera d el cam-po socialista siguen privados del derecho a des-plegar una actividad legal, y muchos son so-metidos a duras persecuciones. Ello impone alos partidos comunistas de los países capital is-tas el deber de dominar las formas de luchatanto legales como extralegales.

Una importante condición del éxito del tra-bajo extralegal de un partido es la acertadaconjugación de las formas de lucha extralega-les con las legales. El partido que se apoyaseexclusivamente en las formas de lucha extra-legales se expondría al peligro de aislarse delas masas y convertirse en un estrecho grupoda conspiradores, condenados a una derrotainevitable. «.. . Los revolucionarios que no sa-be n combinar las formas ilegales de lucha contodas las formas legales —decía Lenin— sonmalísimos revolucionarios»

En el pasado, cuando las fuerzas de la re-volución y del progreso aún eran débiles, lareacción conseguía asestar duros golpes a al-gunos partidos comunistas e incluso paralizarde hecho su actividad durante determinadosPeríodos, como ocurrió en nuestro país bajo ladictadura de Metaxas y en varios países eu-ropeos durante la dominación fascista,

Pero los cambios esenciales operados en elmundo después de la segunda guerra mundialhan reducido considerablemente las fuerzas ylas posibili dades del anticomunismo, mientras« i n o los desafueros de los reaccionarios provo-can la indignación y la protesta cada vez más• nérgica de los pueblos de todo el mundo.

Al mismo tiempo, se han ampliado sensible-mente las posibilidades de realizar un trabajoIr y al entre las masas. Hasta en los países deM'tf imen nías reaccionario la lucha popular obli-ga a la reacción a permitir ciertas libertadesy la existencia de organizacio nes de masas.KM algunos lugares los propios gobernantes

donarios tratan de crear organizacionesd « masas sometidas a su control.

Lo s comunistas despliegan una labor activais organizaciones de masas de los traba-res. En Gr ecia, pese a que el PCG está

'guido y se encuentra en la ilegalidad, los"munistas, apoyados por amplias masas po-; « u l a res, han conquistado en la práctica el de-

o a realizar un trabajo legal en todos losíiios, en todas las organizaciones de tra-

bajadores . Esta posibilidad no es una conce-graciosa, sino que ha sido conquistada

PII .SO a paso, en difíciles y heroicos combates,una lucha dura, inteligente y resuelta pue-

de consolidar esa posibilid ad y ampliarla has-ta la legalización del Partido.

1 Obras Completas, t. XXXI, págs. 91.

El desarrollo de la lucha popular de masascon ayuda de todas las formas —asambleas,huelgas, manifestaciones, mítines, etc.— y so-bre la base de la táctica del amplio frenteúnico de todas las fuerzas patrióticas, con uti-lización de todas las posibilidades legales y laacertada combinación de la actividad legal conla extralegal, es el mejor medio de superar lastendencias sectarias —>que cuando se trabajaen la clandestinidad constituyen un constantepeligro—, de ampliar las posibilidades legalesy de impulsar el movimiento popular. La vidaha demostrado que esto puede hacerse. Sonbien conocidas las grandes huelgas y otras ac-ciones de masa de los trabajadores españoles,portugu eses y de otros países, dirigid as por lospartidos comunistas y realizadas a despechode las leyes fascistas. En algunos países, lospartidos comunistas, puestos fuera de la ley,encuentran los medios de participar en las elec-ciones a los órganos legislativos y a los con-cejos municipales. Las masas populares, diri-gidas por1 los comunistas, van conquistando pa-so a paso las libertades democráticas, y lospartidos comunistas, aun sumidos en la ilega-lidad, intervienen con creciente frecuencia enlas acciones políticas públicas.

El PCG, a la vez que sintetiza su propia ex-periencia en esta esfera, estudia con atenciónla rica experiencia de otros partidos herma-nos, como los de España, Alemania Occidental, Portugal, algunos países de América La-tina, etc.

La nueva situación plantea también en for-ma distinta el problema de la edificación delPartido en las condiciones de la clandestini-dad. Cada partido arranca a este respecto delos principios establecidos por Lenin y enfocaeste problema en consonancia con las particu-laridades de su país. Es bien sabido que unaserie de partidos ilegales se proponen actual-mente su transformación en grandes partidosde masas capaces de dirigir el amplio movi-miento popular. En esta dirección trabajan lospartidos comunistas de España, Argentina, Ale-mania Occidental, Portugal, Jordania, etc.

Semejante orientación no presupone el debi-litamiento de la vigilancia y el olvido de lasreglas conspirativas, sino todo lo contrario,pues el enemigo de clase redobla sus constan-tes esfuerzos para asestar golpes a los parti-dos comunistas, recurriendo a los procedimien-tos más inicuos.

Para nosotros, los comunistas de Grecia, laexperiencia internacional tiene un gran valor.Pero, a la vez que la estudiamos con atención,no la copiamos mecánicamente, pues la luchapopular de los últimos años en nuestro país,encabezada por el PCG, ha creado una sitúa-ción que tiene sus propios rasgos distintivos(y su carácter específico. Esta lucha ha frus-

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20 K O S T A S K O I ^ L - I A N N I S

trado los intentos realizados por el enemigode clase para aislarnos de las masas y ha da-do alas al movimiento popular. Hacer casoomiso de estas particularidades significaría pa-ra nuestro Partido cometer un grave error eincurrir en la estrechez y la miopía dogmáticade l peor tipo.

El apoyo internacional y las campañas in-ternacionales contra los regímenes fascistas yantidemocráticos, por la democracia, contra larepresión, por la amnistía y la libertad de lospresos políticos, las colectas en favor de loshuelguistas y las víctimas de las persecucio-nes, todo esto constituye una valiosa ayuda ala lucha de los partidos comunistas que seencuentran en la clandestinidad.

Merced a su valerosa lucha y al apoyo y lasolidaridad internacional, el pueb lo griego haconseguido en las últimas semanas la libertadde varios centenares de luchadores que lleva-ban en las cárceles de 15 a 19 años. Si se im-pulsa y desarrolla esta lucha será posible arran-car de las prisiones a los centenares de com-batientes populares que aún siguen encarcela-dos con pretextos qu e carecen de todo funda-mento. E l pueblo griego agradece profunda-

mente este apoyo internacional a su lucha de-mocrática.

Ante el movimiento democrático popular denuestro país se han abierto nuevas perspecti-vas y posibilidades de restablecer el orden de-mocrático y elevar a un nivel superior la lu-cha por el pan , la democracia, la paz y el pro-greso social. Pero aún tendrá que vencer losnumerosos obstáculos creados por" la reaccióninterior y por los imperialistas de Estados Uní-dos y de otros países de la OTAN.

Grecia afrontará el 16 de febrero unas nue-vas elecciones generales. El PCG hará todo loposible para conseguir que los servilones dere-chistas su fran en ellas un a derrota aún ma-y o r, para que las fuerzas 'consecuentemente de-mocráticas de izquierda salgan aún más for-talecidas y de este modo se consolide y amplíeel triunfo democrático del 3 de noviembre de1963. . ; ljlj | |

La acertada ú t i l i / j u - i o n de todas las formasde la lucha revolucionar ia es para el PartidoComunista de Grecia, como para los demáspartidos hermanos, p remisa básica para el éxi-to en el cumplimiento de sus tafeas.

El problema de la unidad de los puebloárabe® 1

por FUAD NASSAR

IL L MOVIMIENTO en pro de la unidad árabese inició en vísperas de la primera güera mun-dial, en la zona de Bilad aljSham, integradapor lo que después habría de ser1 Siria, Líbano,Palestina y Jordania. Este movimiento se des-arrolló durante la primera guerra mundial, ex -tendiéndose posteriormente a Irak. La zona deBilad al^Sham estaba dividida en provinciasque se enc ontraban sometidas al dominio delImperio Otomano. Los pueblos de la misma lu-charon por liberarse del yugo turco y constituirun Estado árabe unido.

Pero el dominio de Ing laterra y Francia so -bre esta parte de l mu n d o árabe, establecidodespués de la primera guerra mundial, la di-visión arbitraria del territorio en cinco Esta-d o s , que abrió las puertas a la invasión sio-M i s ta de Palestina, y el establecimiento de ba-rreras políticas y económicas entre ellos, crea-

enormes dificultades para la lucha de los, ' i i r b l o s árabes por su l iberación y unificación.< 'niño consecuencia sobrevino más tarde la di.v l . s i ó n de l movimiento nacional árabe y la apa.

n de varios movimientos relativamente in-dependientes. Cada uno de los países de esta/ona siguió su propio camino en el desarrollo«rnnómico, político y cultural , permaneciendo

•tido a la dominación imperialista. E lu lo principal que los unía era la solidari-dad fraternal de los pueblos árabes y su lucha

un ta co ntra el im perialism o anglo-f ranees.IPese a todas las dificultades, los pueblos

. i r ; i b . > s no han retrocedido ante lo s imp erialis-n i han renunciado jamás al anhelo secu-¡e la unidad árabe, mantenido a través de

1 . 1 , dist intas etapas de su lucha. La s nuevasiciones le s obligan a concentrar su s esfuer.

jmblica como contr ibución al planteamientodiscusión del- problema de la unidad árabe.

zos en la lucha contra la dominación imperil ista y en la conquista de la indep endelítica como condición indispensable de su avan-ce hacia la unidad.

E l principal rasgo distintivo de l movimientopo r la unidad es el de ihaber surgido y tomadoimpulso en el curso de la lucha conjunta con-tra las diversas formas de la dominación ex -tranjera y centra el feudalismo.

El m ovimiento 'ha rebasado en la actulos límites nacionales para extenderse a todoel mundo árabe. Ho y -e s un movimien to de ma-sas. Hablan de la unidad todas las clas to_do.3 los partidos políticos y gobiernos de lospaíses árabes. Y se comprende que así sea, yaq u e , después de haber alcanzado la inddencia política la mayoría de estos paísacercamiento entre los pueblos se ha hecho aú nmayor y su solidaridad se ha fortalecido.

E l problema de la un idad árabe ha adqui-rido en los últimos años palpitante actualidaComo es sabido, en f eb rero de 1958 se produjola unión sirio-egipcia. Mas pronto surdificultades, y en septiembre de 1961 se des-hizo la unión. En abril de 1963, represende los gobiernos ds la República Araba UniSiria e Irak convinieron en establecer una fede-

ración de sus países. Pero el proyecto no llea realizarse. También fracasó el plan de uní-ficar Siria e Irak, ideado por los líderes baatas. Ya antes s e había desmoronado la uniónde Irak y Jordania, creada po r Inglaterra en1958.

El fracaso de todos estos intentos no se debe a que la consigna de la unidad árabe seaerrónea ni a « q u e los pueblos no deseen 3a uni-ficación. Las causas residen en la equivocaday peligrosa política seguida hasta ahora porciertos líderes del Oriente Árabe, así colos complots de las potencias imperialistas ctra los pueblos de esta zona.

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22 F U A D N A S S A U

DOS TENDENCIAS

En los últimosaños, y sobre to-do a partir dela unión sirio-

egipcia, se han perfilado dos tendencias fun-damentales en el problema de la uni dad árabe:la derechista burguesa; representada por laburguesía árabe proimperialista y por los sec-tores nacionalistas reaccionarios, y la revolu-cionaria democrática, que expresa la posicióndel proletariado, del campesinado y de la bur-guesía nacional no ligada al imperialismo.

La tendencia derechista burguesa. La acti-vidad ideológica, política y práctica d e estatendencia obedece a los estrechos intereses declase de la burguesía. En el plano económicorefleja el deseo de la burguesía de los paísesárabes más desarrollados industrialmente decontrolar los mercados de los países menosdesarrollados . Ya Lenin había señalado que

«para la victoria completa de la producciónmercantil es necesario que la burguesía con -quiste el mercado interior, es necesario que te-rritorios con población de un solo idioma ad-quieran cohesión estatal... »

La conquista de mercados ajenos se encubrecon la consigna de la unidad y del nacio nalis-mo árabe. El periódico cairota Al Ahfoar decíaen marzo de 1958 que «los primeros resultadosde la unid ad se tradu cirán en mayores posibi-lidades para la circulación d e los capitales si-rios y egipcios, principio básico de la políticaeconómica. Pod remos Crear un mercado co múnárabe, al que se adherirán países afines a losnuestros por su situación geográfica, económLca y política». Pero estas amplias posibilida-des para la circulación de capitales sólo lasobtuvo la burguesía egipcia, qu e sometió a sudominio la economía siria.

La tendencia derechista burguesa trata dehacer caso omiso de las contradicciones declase en los países árabes y no tiene en cuentalas condiciones objetivas de cada uno de ellos.Esta tendencia se halla en pugna con los inte-reses de la inmensa mayoría de los pueblosárabes. Pero también encierra contradiccionesexistentes entre la burguesía de los diferentespaíses árabes. El distinto nivel de desarrollode éstos obliga a la burguesía de tal o cualpaís a mantener una posición contradictoriaen el problema de la unidad, apoyándola y con-tribuyendo a ella en la medi da en que eso res-ponde a sus fines egoístas. La burguesía sir ia,por ejemplo, trató después de la guerra de con-seguir la unión con ¡Irak o Jordania, contandocon adueñarse del mercad o de estos países, eco-nómicamente menos desarrollados que Siria.Al mismo tiempo, la burguesía siria no pro-pugnaba la unión con Egipto, industrialmentemás avanzado que 'Siria. La unión de Siria yEgipto, en la forma en que existió, se encon-

traba en pugna no sólo con los intereses de lasmasas populares, sino también con los de laburguesía siria.

La,s contradicciones entre las burguesías delos distinto:-; países árabes adquirieron parti-cular ev id en c ia en las relaciones entre la bur-guesía egipcia, la más fuerte económicamente,y las burguesías de los demás país es. Las con-tradicción ' la burguesía siria y la egip-cia cons t i tuye ron la causa principal de lades in t eg rac ión « l e La unión sirio-egipcia en sep-itiembre de I Í M P . Contradicciones análogas sepusieron de m ; m i i ¡esto en las relaciones entrela burguesía eg ip c ia , de una parte, y el puebloy la bun. i «(u ¡ , de otra, cuando, despuésde l t r i un fo de IM rev o lu c ió n del 14 de Julio de1958 en I r ak , la 'm" ; ; i i e > í a egipcia trató de in-corporar es te pata a la RAU. Estas contradic-ciones f ue ron j u s t a m e n t e la causa de que Irakno entrase a f o r m a r na r i o de la RAU. Pero no

debemos o lv id ar contradiccion es entrelas burguesía^ de \o .- - pa íse s árabes en el pro-blerna de la unificación pueden ser relegadasa segundo p l a n o d u r a n t e cierto tiempo. Pesea que estas bóttl íe s pueden adquirir avec?s p a r t i c u l a r » , d ebemos tener pre-sente que los .sed ores derechistas de la bur-guesía de c u a : < | n i r abe están dispues-tos a a c e p t a r so l uc i one s de compromiso contal de fo r ta lece r M ; [ m a r i o n e s y golpear a lademocracia. U n e j e m p l o lo tenemos en la uniónde Siria y E g i p t u . ' ' '° responder a losintereses de la h u í - ; rí a y al evidentedescontento de una p a r í - de ella [por lo me-nos con la 1 1 l lovó a cabo dichaunión], la fU fu s t as sirias, en pri-me r término ¡ ; de l Baas, vieron endicha un ión O K , aunque fuese tem-poral, do suprimir las l ibe r tades democráticasen Siria, golpear Iftfl fuerzas progresistas,sobre t o < ' Com uni s t a s , frenar el desarro-ll o d e m o c r á t i c o d e l pa í s y extender su propiain f luenc ia . Para e l l o hicieron incluso impor-tantes roñe» ;mn e po l í t ic a s a la burguesía egip-cia, l l eg an d o a] e x t r e m o de aceptar la disolu-ción do I l i a

Los d¡ r de este mismo partido en

Irak, a l i a d o ; a t oda la reacción, trataron deh a c e r lo m i s m o d \spues de la revolución de l14 do . l u í 1 0 . K s t a b a n dispuestos a hacer grandesco n ces io n es :\ ]< A Cairo con tal de conseguirla u n i ó n de i : \ - i k y la RAU y establecer así suc o n t r o l en e l pa¡s s uprimir rápidamente el ré-g imen democ rá t ico y golpear a las fuerzas pro-gresistas, encabezadas por el Partido Comu-nis ta, que había desempeñado un destacadopapel en el triunfo de la revolución iraquí.

Pero cada vez que desaparecía el «peligro»para la burguesía y para las otras fuerzas dederecha, volvían a agudizarse las contradic-ciones entre las burguesías de los distintos paí-

PBOBLEMA DE LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS ABADES 23ses árabes. Y entonces sus representantes em-pezaban a derramar lágrimas de cocodrilo porla «d emocracia» y la «dirección colectiva», aactuar más enérgicamente contra la dictadu-ra, etc. Una de las razones por las cuales loslíderes cairotas incorporaron el anticomunismoa su arsenal fue el deseo de intimidar a laburguesía de otros países árabes y obligarlaa capitular ante la burguesía egipcia.

El aspecto más peligroso de la tendencia de-rechista burg uesa es la disposición de las fuer-zas antidemocráticas y anticomunis tas de ex-trema derecha no sólo a aceptar un compro-rn'so con ios imperialistas y los reaccionarios,sino a confabularse con ellos utilizando el pre-texto de la lucha por la unidad árabe. Tal fue,precisamente, la actitud del Baas en Irak y enSiria, al ponerse de acuerdo con los imperia-listas para realizar el sangriento golpe de Es-tado del 8 de febrero d e 1963 en Irak y el del

8 de marzo del mismo año en Siria. Estos gol-pes de Estado reaccionarios fueron llevados aca'bo con la ayuda descarada del CENTO y delas compañías petroleras inglesas y norteame-ricanas —cuyo plan es crear una unión de lospaíses de la «Med ia luna fért i l»— y estabandirigidos contra el movimiento de liberaciónnacional de los pueblos árabes.

La vida demuestra que la tendencia dere-chista burguesa sólo puede triunfar estable-c ien d o la dictad ura burguesa de un país árabesobre otro. La vía que propone esta tendenciapara la unificación es una vía basada en com-plots y golpes de Estado preparados medianteuna acción subversiva. Pese a sus aparienciasdemocráticas», la unión de Siria y Egipto en

1958 fue conseguida mediante un golpe de Es _la do de carácter semimilitar, minuci osamentepreparado durante largo tiempo. Si las fuerzasde derecha utilizaron el régimen democráticoexistente entonces en Siria para conseguir lau n ió n 0n una forma «democrática», fue tan.-ólo porque querían suprimir la democracia porla vía « democrática», como lo hiciera Luis Bo-n a parte en Francia.

La tendencia derechista burguesa, que ex-prosa las ansias expansionistas de la burguesía

a' -abe proimperialista y su disposición a los' •nmpromisos con el imperialismo y la reac-Hó n interior, constituye un serio peligro para• • i movimiento por la unidad, por la liberaciónn ac io n a l y social de los pueblos árabes. Esta1 ndenc ía se halla en flagrante contradicción

los intereses de la clase ob rera, de losHísinos, de la pequeña burguesía urbana yaportantes grupos de la burguesía media.ngar de reforzar la solidaridad de estosios e impulsar su lucha contra el imperia-• y el feudalismo, en lugar de fortalecer> z o s de amistad con los países socialistasmovimiento obrero internacional, la ten-

dencia derechista burguesa siembra la discor-dia entre los países árabes, pone en peligro lasconquistas nacionales y democráticas y debilitala lucha da los pueblos árabes con tra el impe-rialismo y el neocolonialismo.

La tendencia revol ucionaria democrática. Adiferencia de la derechista burguesa, esta ten-dencia parte de que la unidad árabe ha sido ysigue siendo una reivindicación natural, queexpresa los anhelos de los pueblos árabes y sudecisión de liberarse por completo de todas lasformas d e la dependencia colonial, acabar conla dominación imperialista en stis países y po-ner fin a la,s relaciones feudales y semifeuda-les. Esta tendencia propugna el desarrollo porla vía no capitalista y la unificac ión de lospaíses árabes sobre una base democrática. Ex-presa los intereses de los obreros, los campesi-nos y vastos sectores de la burguesía nacio nal.

La situaci ón en que se desarrollan actual-

mente el movimiento de liberación nacionaly el movimiento por la unidad árabe es total-mente distinta de la existente en la época enque tuvieron lugar las revoluciones democrá-tico-burguesas de Occidente, que condujeron ala formación de las naciones burguesas y delos Estados nacionales unificados. El proble-ma principal que ahora se les plantea a lospueblos árabes no es el de la unificación delos mercados de sus países sobre una base ca-pitalista y la constitución de Estados burgue-ses un i f i cados , como fue el caso después deltriunfo de la mayoría de las revoluciones an-tifeudales de Occidente, sino el de librarse ple-namente de la dominación imperialista y es-tablecer regímenes de democracia nacional. So.lo así será posible allanar el camino a launión voluntaria de los países árabes en piede igualdad.

Len in , que prestaba gran atención al proble-ma nacional y colonial, def inió con precisiónlas condiciones en que se desarrollaban las re-voluciones nacionales, antiimperialistas y an-tifeudales de Oriente. Así, en 1914 escr ib ía:< « . . . No sabemos si antes de la bancarrota delcapitalismo Asia tendrá tiempo de estructurar-se en un sistema de Estados nacionales inde-pendientes, a semejanza de Europa». No cree-mos sea preciso d emostrar que la époc a en quevivimos es la época de la desco mposición y elhundimiento del capitalismo y que la revolu-ción democrática nacional y el movimiento porla unidad árabe se desarrollan precisamenteen esta época, inaugurada por la Gran Revolu-ción Socialista de Octubre. «Los principalesrasgos distintivos de estos años —dice la De-claración de Moscú de 1960— • s < > n el impetuosocrecimiento del poderío y de la influencia in -ternacional del sistema socialista mundial, elproceso activo de disgregación del sistema co -lonial bajo los golpes del movimiento nacional-

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24 F U A D N A S S A R

liberador, el incremento de las batallas de cla-se en el mundo -capitalista y la continuaciónde la decadencia y la descomposición del sis-tema capitalista mundial. En la arena mundialse va poniendo más y más de manifiesto lasuperioridad de las fuerzas del socialismo sobreel imperialismo, de las fuerzas de la paz sobrelas de la guerra».

Lo que distingue a nuestra época es qu e elsistema socialista mundial se está convirtien-do en el factor decisivo del desarrollo de lasociedad humana. El .movimiento nacional-libe-rador mundial, en el qu e también está com-prendida la lucha por la liberación de los paí-ses árabes, es un movimiento progresista queconsigue nuevos triunfos en estrecha colabo-ración con el sistema socialista mundial y conla lucha,del proletariado internacional. La lu-cha conjunta de estas tres fuerzas revolucio-narias básicas de la época actual por el man-tenimiento

de la paz universal, la conjuracióndel peligro de una guerra termonuclear', el des-arme general y completo y la liquidación delsistema colonial es una lucha dirigida en últi-ma instancia contra las bases mismas del sis-tema capitalista mundial.

LA INTERPRETACIÓNCIENTÍFICA DELPROBLEMA DE LAUNIDAD ÁRABE

Los nacionalis-tas árabes dederecha conside-ran el problemade la unidadárabe de un mo-

do aislado. No quieren reconocer que el procesode formación de la nac'ón árabe y el logro dela unidad árabe están sometidos, como cual-quier otro fenómeno social, a leyes objetivas.La nación árabe no constituye en este aspectoninguna excepción. Algunas de las condicionesobjetivas necesarias para la formación de lanación árabe se han ido desarrollando a lo lar-go de muchos siglos, mientras que otras apenasempiezan a apuntar ahora. Entre estas últimasfigura la «.comunidad de vida económica».

La forma en que haya de constituirse y uni-ficarse la nación árabe dependerá de la vía porla que se consiga esta «comunidad de vi da eco_nómica»: ya sea

espontáneamente, mediante la

anexión de los mercados de los otros países ára-bes por uno de ellos y la unión de estos paísespor la fuerza [como fue el caso de la uniónentre Egipto y Siria], a través de una confabu-lación con los imperialistas y sus monopoliosdel petróleo [como desean los líderes baasis-tas], o bien de acuerdo con la voluntad de lospueblos árabes, es decir, mediante la estructu-ración de una nación libre de la dominacióneconómica, política e ideológica de los imperia-listas, lo que equivaldría a conseguir la unidadsobre la base de la colaboración fraternal detodos los pueblos árabes en pie de igualdad.

El establecimiento de una «comunidad de vidaeconómica» en cada país y en el marco de todoel mundo árabe, así como la creación de otrascondiciones necesarias para la formación de lanación árabe y la unión de todos los países, ex.presan la voluntad y los anhelos de todos lospueblos árabes. La instauración de regímenesdemocráticos en los países árabes y su paso aun desarrollo no capitalista abrirán magníficasperspectivas a la unidad.

Muchas naciones han conseguido salvar laetapa de la formación y unificación espontá.neas. Les pueblos del Asia Central soviética,sometidos antes a la opresión nacional, carecíande las condiciones precisas para estructurarseen naciones [algunos de ellos no tenían siquieraun idioma desarrollado]. La Gran RevoluciónSocialista de Octubre y la ayuda fraternal dela clase obrera rusa y del Partido Comunista dela Unión Soviética liberaron a estos pueblos, hi.cieron resurgir su herencia nacional, los con-virtieron en naciones socialistas iguales en de-rechos y les permi t ieron unificarse en el senode la familia unida de los pueblos soviéticos. Deeste modo pudieron evitar los tormentos y laanarquía que acompañan inseparablemente ala formación de las naciones burguesas. Ahoramarchan firmemente con los demás pueblossoviéticos por la senda de la edificación de lasociedad comunista.

iSegún la tendencia revolucionaria democráti.ca, la unidad árabe debe realizarse en conso-nancia con los anhelos de los pueblos y ser ex-presión de su voluntad. La unidad no puedeconseguirse por la fuerza. El pueblo árabe He.gara a la unidad a través d -3 la libre expresiónde su voluntad y de acuerdo con sus propios in-tereses. El movimiento por la unidad árabe sedesarrolla actualmente en lucha contra el im _perialismo y el neocolonialismo, contra regí-menes despóticos y reaccionarios. A medida queesta lucha se va haciendo más extensa y másprofunda y conduce a la afirmación de regíme-nes progresistas en los países árabes, el pro-ceso de un i f i cac ión de los pueblos irá desarro-llándose cada vez con mayor int ensidad y enuna dirección más acertada.

El país o los países árabes que primero con-sigan li berarse de la dominación imperialistay abandonen la senda del capitalismo serviránde ejemplo a los demás países árabes y consti-tuirán el centro de la unidad.

La unidad árabeconstituye uno delos objetivos dela revolución de-mocrática nacio-

nal. Pero ésta resulta en ocasiones incapaz decumplir algunas de sus tareas. Entonces es larevolución socialista la que se encarga de r'ea-

¿DESARROLLO NOCAPITALISTA OS O C IA L IS M O ?

EL PR O B LEM A DE LA UNIDAD D E LO S PU EB LO S Á R A B ES 25lizar las tareas incumplidas. La posibilidad deconseguir la unidad en el curso de la revolu-ción democrática naciona l no obedece sólo aldeseo de los pueblos árabes, que tienden a launidad, sino también a las condiciones realesen que se encuentran los países árabes, así co-mo a la favorable situación internacional. Exis.te la posibilidad real de que amplios sectoresde la burguesía nacional , de tendencias anti.imperialistas y antifeudales, participen en lalucha por la unidad árabe sobre una base democrática revolucionaria. Es más, tal modo deplantear la cuestión permite ganar a estos círcu-los y aislar a la parte reaccionaria de la bur.guesía y a las fuerzas nacionalistas de extremaderecha. Con dicho planteamiento se tiene encuenta la posibilidad de que la parte revolucio_naria de la pequeña burguesía encabece el fren^te antiimperialista y antifeudad, conduzca alpaís por la senda del desarrollo no capitalista

y emprenda la realización de la unidad árabe.En nuestros países se están dando condicio-nes cada vez más propicias para la formaciónde un frente democrático nacional, aun antesde que el proletariado sea c apaz de asumir ladirección de dicho frente, y en el que participenrepresentantes de los obreros, los campesinos,intelectualidad progresista y vastos sectores dela burguesía nacional, que se pronuncian porla democracia, contra el imperialismo y el feu.dalismo. Todo esto -está siendo posible graciasal continuo incremento de la influencia de laUnión Soviética y de los demás países socia-listas, gracias a los grandes éxitos de las ideassocialistas, a la profundización de la lucha li-beradora de los pueblos árabes, al fracaso dela política anticomunista y al aislamiento deIs fuerzas nacionalistas de extrema derecha.

Es preciso tener en cuenta que las condicio-nes que se daban en Rusia antes de la Revolu-ción de Octubre difieren mucho de la actual.situación en el mundo árabe. Rusia era unMstado imperialista que explotaba y oprimía amuchos pueblos no rusos. La unión de estasnaciones y pueblos con Rusia habría sido im-posible sin la total liquidación del imperialis-mo ruso, sin el derrocamiento del sistema ca-pitalista,

sin la supresión de la explotación dedase y del yugo nacional. Entre los países ára-be * no hay patencias imperialistas. La unión• i u0 se proyecta de los países árabes noc\s con alguna potencia bajo cuya do.in i nación colonial se encontraban o se encuen-t r a n dichos países. La inmensa mayoría d e supoblac ión la constituyen pueblos árabes her_m;»nos, ligados por muchos vínculos y que par-t < ' i p a n -en la lucha común contra el imperia.

i i i o . Esta solidaridad y afinidad, pese a ver-JÍ P ensombrecidas a veces por algunas nubes,w fortalecen aún más por efecto de la lucha

contra los restos de la dominación im-

perialista y por la independencia económica delos Estados árabes.

El desigual nivel de desarrollo económico delos país-es árabes tiene efectos negativos parala unidad. Este problema también podrá ser re-suelto si los Estados árabes emprenden la sen.da del desarrollo no capitalista. La unidad so-bre una base democrática revolucionaria seráel factor decisivo para la coor dinación del des-arrollo -económico de estos países, lo cual crearálas premisas materiales de su ulterior avan-ce hacia el socialismo.

El problema de la unidad árabe debe ser en-focado a la luz de las condiciones objetivasexistentes en los países del Ori ente Árabe, te-niendo en cuenta la situación internacional. Elmarxismo-1-eninismo no levanta una muralla,china entre la revolución democrática nacionaly la revolución socialista.

¿Cuál es la acti-

«SOCIALISMO ÁRABE» tud que adopta an-Y UNIDAD ÁRABE te la unidad árabela doctrina del «so-cialismo árabe»,

particularmente en la RAU? Cuando fue pro.clamada la unión entre Egipto y Siria, en fe-brero de 1958, la RAU no había manifestadotan ampliamente como ahora su intención deedificar el socialismo. Los decretos sobre lanacionalización de los bienes de los grandescapitalistas fueron promulgados en julio de1961, o sea dos meses antes de que dicha uniónfuera di suelt a. Desde entonces ha proseguido lanacionalización del gran capital egipcio. Segúnmanifestaciones del Gobierno, el 90% de la in-dustria egipcia Se encuentra sometida al con-trol del Estado, lo mismo que casi todo el co-mercio exterior. La -extensión máxima de lapropiedad agraria ha sido reducida a 100 fed.danes [40 hectáreas].

Todas estas medidas han asestado un durogolpe no sólo al gran capital egipcio, que habíasido la base económica de la tendencia dere-chista burguesa en el problema d-e la unidadárabe, sino también a la burguesía en su con.junto. A la vez debe señalarse que en la políticade la RAU no se han produc ido cambios sustan-

ciales. Sigue siendo la misma, y al igual que an-tes se encuentra en pugna con los intereses delos pueblos árabes. Existe una patente contra-dicción entre estas importantes transformacio-nes económicas y la actitud de los círculos go-bernantes, que siguen manteniendo sus viejasposiciones ideológicas y políticas de derecha.De perdurar" tal situación, las conquistas eco-nómicas sociales y políticas pueden verse seria-mente amenazadas. Estas conquistas no handestruido ni debilitado en realidad las contra-dicciones entre el pueblo egipcio y el imperia-lismo. Al contrario, las han hecho más pro-fundas y más agudas. Tampoco han acabad o

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26 F U A D N A S S A U

con las contradicciones de clase dentro 'de lasociedad egipcia, sino que las han agravadoy puesto más al desnudo. La actitud delos círculos gobernantes, af-errados a las po_siciones ideológicas y políticas de derecha, ysu hostilidad a la democracia y al comunismobrindan a los imperialistas, a los feudales y atodos los reaccionarios la posibilidad de cohe-sionar sus fuerzas para golpear1 al régimen ac-tual y liquidar las conquistas logradas. La si-tuición sie agrava por la circunstancia de quelos monopolios extranjeros, principalmente losnorteamericanos , si guen detentand o fuertes po -siciones en la economía del país. El capitalmonopolista extranjero penetra en la RAU através de los empréstitos, las distintas formasde «ayuda» , etc. Los imperialis tas recurren atoda clase de intrigas y conjuras y a los mé-todos más pérfidos para arrastrar a la RAU apeligrosas aventuras e impedirle que siga u n

desarrollo democrático por la vía no capita-lista.En estas condiciones, el único medio de de-

fender las conquistas y asegurar el desarrollohacia el socialismo es la democratización delrégimen político, la incorporación activa de laclase obrera, de las demás masas trabajado-ras y de todas las fuerzas progresistas a lavida económica y política de l país. Aún es pre-maturo hablar de la vía que habrá de seguirla RAU en su desarrollo ulterior, pues ello d e-pende de muchos factores, tantos in ternos co -mo externos . El régimen actual de la RAUofrece no sólo facetas negativas, sino tambiénmuchos e importantes aspectos positivos, qu einfluyen en toda la situación del país. Las no-tables transformaciones económicas y el for-talecimiento de las relaciones amistosas con laUnión Soviética y los demás países socialistashan sido posibles gracias a la lucha del puebloegipcio y del Gobierno contra el imperialismo,el feudalismo y los monopolios. El pueblo egip-cio prosigue la lucha a fin de consolidar susconquis tas y conseguir l a plena ind ependenci aeconómica del país.

Las importantes transformaciones realizadasen la RAU no pueden tomarse aisladamente de

la situación internacional. Los enormes éxitosde la Unión Soviética y de toda la comunidadsocialista, el triunfo de la política leninista decoexistencia pacífica y la generosa ayuda de lsistema socialista mundial a la RAU y a otrospaíses árabes son factores que ejercen un enor-me influjo en el pueblo egipcio, ayudándole aescoger para su país una vía de desarrollo enconsonancia con los intereses de la mayoría dela nación. Las transformaciones socio-económi-cas de la RAU constituyen una sólida base pa -ra el desarrollo del país por la vía no capita-lista, vía que en fin de cuentas lleva al socia-lismo. Todas estas transformaciones cu entan

co n el apoyo de las fuerzas democráticas yprogresistas del mundo árabe. La RAU, el paísárabe más grande por su población y más des-arrollado, puede desempeñar un importante pa -pe l en ei movimiento en pro de la unidad árabey en toda la lucha de liberación de los pueblosárabes a condición de que su Gobierno apliqueconsecuentemente una política nacional de lu-cha contra el imperialismo y el colonialismo entodas su s maniíV.st;*ciones, supere el antidemo-cratismo y e l an ti comunismo y fortalezca su srelaciones con los países socialistas y con lasfuerzas progresista* y adictas a la paz del mun-do entero.

La actitud de lasLA ACTITUD 1 ) 1 0 (potencias ¿m;pe-LAS POTENCIAS rialistas ante laIMPERIALISTAS A N T E lucha de libera.L A UNIDAD A K A m ; ción de los pue-

blos árabes y

ante el movimien to ;i fav o r de la unidad árabeviene determinada por los factores siguientes:1. Los monopolios i m penal i s tas controlan to-

das las riquezas ptttro los oleoductos delo s países árabes, . s in h a b l a r ya de sus enor-me s inversiones d i red as o indirec tas en la eco-nomía de esto.s pa

2. El Oriento A r a 'x - . d ad a .su ventajosa posi-ción geográfica, ocupa u n importante lugar enlo s planes e . s t r ; i i r r ; i < - u . s de las potencias impe-rialistas.

3. Los Estados á rabes , juntamente con lospaíses de l OnVnte (Yn-ano y Medio, tambiénricos en petróleo y qu e ocupan asimismo un aventajosa po i ratégica, siempre han si-do teatro de u na enconada lucha interimperia-lista. E l c a m b o l avorable a la paz y al socia-l:'smo, p roduc ido en la correlación de fuerzasen el á m b i t o internacional, as í como el pode-roso ascenso de l movimiento d e liberación na -cional en el Or i en t e Árabe, ha n obligado a laspotencias in ip - rml is ta s a modificar' su tácticay a r ecu r r i r a nuevas maniobras con el fin ded e b i l i t a r la l ucha antiimperialista de los pue-blos árabe.s.

En la hi.storia de estos pueblos han sido bas-tante i r e cu , ' n te s los intentos por1 parte d e los

jmpcnali.sta ,s de privar al movimiento árabe de^u con ten ido revolucionario y de utilizar dichomovimien to en beneficio de sus planes de agre-s ión . Duran te la primera guerra mundial, In-K l a t r r r a aprovechó en su lucha contra Turquíael movimiento nacional árabe, los anhelos del ibertad y unidad de los pueblos árabes. Env ap o ra de la segunda guerra mundial hizo re-petidos intentos de crear co n ayuda de. la di-nastía de los hascewiitas la «Gran Siria» y laalianza de la «Media luna fértil». Su propósitoera combatir el movimiento emancipador delos árabes y minar la influencia francesa en elOriente Árabe.

EL PROBLEMA DE LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS ÁRABES 27Cuando la segunda guerra mundial tocaba

a su fin, Inglaterra tomó la iniciativa de crearla Liga de Estados Árabes con el objetivo de:

a] converti rla en medio de fortalecer losquebrantados regímenes reaccionarios y de im-pedir el desarrollo de l movimiento de libera-ción nacional y la realización de los anhelosde unidad de los pueblos árabes;

b] utili zarla para desplazar a Francia de es-ta zona, ocupar su lugar e impedir la penetra-ción de Estados Unidos en el Oriente Árabe.

En la década del 50 no era sólo Inglaterrala que «simpatizaba» con los deseos unitariosde los árabes. También círculos influyentesnorteamericanos se vieron forzados a decir que«comprendían» el nacionalismo árabe y quedeseaban dar su «apoyo» a la unidad de losárabes. Es sabido que Estados Unidos estimu-laron la unión sirio-egipcia de 1958. A proce-de r así se proponían:

— • llevar a los círculos gobernantes egipciospo r el camino del anticomunismo, golpear alas fuerzas nacionales de cada país árabe, que-brantar la solidaridad d e los pueblos árabes,acabar con las libertades democráticas en Si-ria y aislar de este modo a los árabes de laUnión Soviética y los demás países socialistas,qu e son sus fieles y seguros amigos ;

- aprovechar el lema de la unidad árabe pa-ra presionar a Inglaterra y obligarla a hacerconcesiones a los monopolios norteamericanos.Kn respuesta, Inglaterra constituyó la «uniónárabe» entre Irak y Jordania, enterrada porla revolución del 14 de Julio de 1958 en Irak.

Vemos, por" consiguiente, que los imperialis-tas ingleses y norteamericanos utilizaron elIrma de la unidad árabe con el fin de enga-na r a las masas y ganarse a los nacionalistasde derecha para emplearlos en la organiza-ción de complots, golpes de Estado, etc. Los

imperialistas nunca han sido ni pueden ser*partidarios de la unidad árabe, que expresalos deseos de los pueblos de liberarse po r com-pleto de la dominación imperialista.

Sólo unos políticos ingenuos y de poca vi-sión pueden creer en la «unidad» propuestapor los imperialistas y los reaccionarios ára-bes o confiar en que los imperialist as perma-nezcan al .margen y contemplen tranquilamen-te cómo los pueblos árabes se agrupan en unEstado cu^os objetivos habrán de ser la su-presión d e la influencia imperialis ta, la liqui-dación de las concesiones petroleras y la ple-na emancipación nacio nal y social. Los impe-rialistas realizan desesperados esfuerzos paradividir a los pueblos árabes y azuzar a unoscontra otros.

Los pueblos árabes se van convenciendo porpropia experiencia de que por" la vía del capi-talismo, que significa para ellos nuevas priva-ciones y nuevos sufrimientos, no es posible re-solver los complejos problemas — entre ellosel de la unidad árabe— con que se enfrenta elmovimiento de liberación nacional. «L a expe-riencia que proporc ion a la realización de unprograma; democrático general — dice ÑikitaJruschov— demuestra mᣠy 'más que el ca-pitalismo no puede ser la b andera de la luchade los pueblos por el renacimiento nacional yel progreso social, no puede constituir paraellos un ideal».

Apoyándose en la solidaridad fraternal y íáestrecha colaboración co n la Unión Soviética^les países socialistas y el movimiento obrerointernacional, los pueblos árabes pueden frus-trar todos los planes de los monopolios imprialistas y lograr una auténtica unidad.

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¡Plena independencia a Chipre

En este mes de febrero hará cinco años quese firmó el convenio de Zurich, en virtud de lcual Chipre fue proclamada República indepen-diente el 16 de agosto de 1960.

Durante el período transcurrido desde enton-ce s Chipre ingresó en la ONU y ha desempeña-do un papel activo en el movimiento de solida-ridad afro.asiátioa. La joven República de Chi-pre ha sido uno de los primeros países que haestampado su firma al pie del Tratado de Mos-cú sobre la prohibición parcial de las pruebasnucleares. Sin embargo como escribíamos enotra ocasión 1, el convenio de Zurich no ha re-suelto ni podía resolver el problema chipriotaporque no es resultado de la libre manifesta-ción de la voluntad de l pueblo chipriota sinoreflejo de la violencia y de la imposición im -perialista. Aprovechándose de la situación in-terior de Chipre y ein particular de l conflictoentre sus comunidades turca y griega, los im-perialistas impusieron unas decisiones favora-bles a sus intereses y a sus propósitos.

Los colonialistas ingleses se han aeguradoun a situación jurídica dominante en 99 millascuadradas del territorio de Chipre así como enotros 32 puntos de l país donde tienen instala-das bases militares; disfrutan del derecho autilizar la« carreteras, los puertos y el «pacióaéreo de Chipre co n fines bélicos. Conforme alconvenio de Zurich en Chipre hay acantonadaspermanentemente tropas turcas y griegas. Hoy

los turcos y griegos de Chipre deberían estarunidos en la lucha contra el imperialismosuenemigo común. Pero los imperialistas fielesal tradicional principio d e «divide y vencerás»han creado constantes motivos de fricción en-tre ambas comunidades.

La Constitución de la República de Chiprecontiene toda un a serie de preceptos antidemo-cráticos y prácticamente irrealizables, que sonun semillero de discordias. Uno de ellos po r

por EZEKIAS PAPAIOANNU

1 Véase el artículo de E. Papaioannu publicadoen el núm. 3 de 1962 de NUESTRA ÉPOCA.

ejemplo, es el que se refiere a la formación < l <municipalidades turcas separadas en las cincociudades principales de la isla. Le realidad h . - imostrado la plena inviabilidad de esta m c d i d . i .

ya que las discrepancias entre las diversas mu-nicipalidades h a dado lugar a la supre. i - m < ¡ < ipoder municipal en estas ciudades.

Por un artículo de la Constitución se oonide hecho, a la minoría turca en el P a r l . m i r n t nel derecho de veto al aprobarse alguno.; j . r < >yectos de ley importantes. Debido a e l l o . Qhipre no tiene hoy una ley sobre el impues to d < -utilidades adoptada por el Parlamento, pur. lo .diputados turcos qu e constituyen la mlnon , i .votaron contra ella.

También es antidemocrático el p r e < • • • ; . 'titucional en virtud de l cual a lo.s t u r c o : . . - i , .asigna en las instituciones del K n 1 .1policía y en el ejército e l doble de p i n - , to fcproximadamente de los que les corre* pon • ;su peso específico en el conjunto dr 1 . 1 potoUción de la isla.

La población griega de Chipre notimientos de hostilidad hacia la m i n o :Muestra su completa disposiciónc o n l o s turcos y a respetar .su.s < iconoce la igualdad jurídica de la ny desea asegurarla po r todo.s la Si nembargo como acreditan los h e c h «muchos preceptos consti tución;.zan la igualdad de derechos, fino M " ,privilegios a la minoría en monomayoría.

LA MANO DE LOS m i » l - : i c i . \ l . l v | - \ s

L os imperialistas c o n c e d . r n I r n - c h n .excepcionales a la min o r ía lu ímente, con vista* a q i ;manente de choque.s y < | i i . n u i .munidades griega y hn

La modificación d t - l . - i ( ' o n . s t i t my otras cuestione* facilltarli QUt „ QOmUÜiMse n las relaciones y rre;m;i im; i h .• .ique la colaboración entre ambM comunldadej

¡PLENA INDEPENDENCIA A CHIPRE 29se desarrollaría ¿n beneficio recíproco y en per_juicio de los imperialistas.

En agosto de 1963 el presidente de la Repú-blica arzobispo Makarios, expresando la exLgencia unájiim e de la población griega de Chi-pre, declarb que la Constitución de la Repúbli-ca sería modificada y que se anularía el trata-do de garantía 1 desbrozándose de ese modo elcamino para hacer efectiva la plena indepen-dencia nacional y la autodeterminación de l pue-bl o chipriota.

A comienzos de diciembre, el presidente M a_karios hizo entrega a la dirección de la comu-nidad turca de l proyecto de reforma de 13 ar-tículos de la Constitución. Las modificacionespropuestas implican la abolición de la votaciónseparada de los diputados de las comunidadesgriega y turca en la Cámara de Representantesla formación de municipalidades únicas en lasciudades, la representación proporcional en elejército en la policía y en los organismos de lEstado en consonancia con la composición nu-mérica de la poblaciónla creación de tribuna-les únicos la supresión de la Cámara de la co-munidad griega, la derogación del derecho deveto de l presidente y del vicepresidente de laRepública, etc.

La propuesta ote enmiendas a la Constituciónpresentada por el presidente de la Repúblicaes razonable y justa. Cuenta con el apoyo de lPartido Progresista del Pueblo Trabajador deChipre [AKEL] y de toda la población griegadel país.

Sin embargo, en vez de dar su conformidadpara entablar negociaciones sobre la reformade la Constituciónlos dirigentes de la comuni-dad turca imbuidos d e espíritu chovinistaame-nazan con exterminar a los chipriotas de ori-gen griego si intentan llevar a efecto su pro-pósito de revisar la Constitución y los conve-nios de Zurich y de Londres. Algunos represen-tantes del Gobierno turco han amenazado in-cluso al pueblo chipriota con una intervenciónmilitar en caso de que se atreva a modificaren cualquier forma la Constitución y los con-venios .

El pueblo chipriota no ha ratificado nuncani

a través de un plebiscito ni por medio de unaAsamblea Constituyente o del Parlamento laConstitución, el tratado de garantía y el conve-nio de Zurich. No cabe la menor duda de quesi este convenio fuera sometido al veredictopopular, nuestro pueblo lo rechazaría. Otro tan_

1 Tratado en virtud del cual Gran Bretaña Tur-quía y Grecia se constituyen en «garantes» de que laRepública de Chipre asume la responsabilidad po rel mantenimiento de la independencia, de 1-a invio-labilidad territorial y de la seguridad de la isla ypor el respeto de su Constitución.

to puede decirse con respecto a la Constitución.En primer lugar, la Constitución de cualquierpaís es asunto privativo y de la exclusiva in-cumbencia del pueblo del país dado y de nadiemás. En segundo lugar la Constitución es apro-bada definitivamente por el pueblo bien seamediante un plebiscito bien a través de un ór-gano representativo. Nada de esto ha sucedidocon la Constitución de la República de Chipreque fu e impuesta simplemente al pueblo chi-priota.

En cada Constitución figuran cláusulas quedeterminan cómo puede ser reformada. En laConstitución de la República de Chipre diversosartículos y preceptos fundamentales no puedenser modificados en modo alguno. Se ha creadoun a situación increíbleen la que ¡el pueblo notiene derecho a reformar la Constitución de supaís Pero ninguna Constitución puede ser eter-namente inmutabletanto más cuando no ha si-do discutida ni aprobada por el pueblo.Es lógico qu e surja esta pregunta: ¿a quiénbeneficia la actitutd intransigente de los diri-gentes turcos? Sólo cabe una respuesta: a losimperialistas. En la prensa han aparecido másde una vez informaciones acerca de que el Gobierno de Estados Unidos disiente de la decla-ración de l presidente de la República de Chipree obre la reforma constitucional y la revisiónde los convenios. Lo mismo ha comunicado laradio inglesa a propósito de la actitud del Go-bierno de Inglaterra. Son los imperialistas quie-nes empujan a los dirigentes turcos quienesatizan su intransigencia y sus proyectos de in-tervención contra el pueblo chipriota.

La declaración del arzobispo Makarios no hasido del agrado de los imperialistas y éstosorganizan actos subversivos a fin de acentuarla presión sobre nuestro pueblo. Proponen queChipre se integre en la OTAN con lo que se-gún ellos quedará zanjado el problema chi-priota. Las mismas fuerzas que se opusieronrabiosamente a la justa lucha del pueblo chi-priota por la autodeterminación que votaronsiempre en la ONU contra las legítimas reivin-dicaciones de l pueblo chipriota y que en defi-nitiva le impusieron el convenio de Zurichpretenden ahora engañar de nuevo al pueblode Chipre y prenderle para siempre en sus re-des al objeto de disponer de él como les vengaen gana.

En efecto, si los imperialistas lograran la in-corporación de Chipre a la OTAN el problemachipriota quedaría resuelto pero no en beneficiodel pueblo de Chipre sino en provecho del im-perialismo .

No son los imperialistas, no son los países dela OTAN sino la Unión Soviética los Estadossocialistas y los países del movimiento afro,asiáticos de soilidaridaid, los que apoyan las de-

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mandas de autodeterminación y de plena inde-pendencia nacional del pueblo chipriota y seoponen terminantemente a toda ingerencia ex.tranjera en los asuntos interno s de Chipre.

QUE (SE OCULTA TRAS ELAJVTICOMUNISMOEl anticomunismo es uno de los instrumen.

tos de lucha del imperialismo contra la auto-determinación de l pueblo chipriota. «Chipre co _rre el peligro de convertirse en una segundaCuba», «Los comunistas tomarán él Poder enlas próximas elecciones», «Aumenta la amena-za comunista», «El arzobispo se ha aliado co nlos comunistas»: he aquí las falaces e histéri-cas consignas que airea la propaganda impe-rialista. Los imperialistas baten todos los am-bores de l anticomunismo para desviar la aten-ción del pueblo por un derrotero falso, disgre-gar sus fuerzas y crear de este modo condicio-nes que les permitan conseguir sus objetivos.Estos objetivos son claros: frus trar la reformade la Constitución y la revisión de los conve-nios, impedir el logro de la autodeterminaciónpo r el pueblo chipriota, dar cima a la conver-sión de Chipre en una base de armas termonu-cleares y aislar al pueblo chipriota de los paí-ses socialistas y afro.asiáticos, sus aliados na-turales .

Tras la cortina de humo del anticamunismo,los imperialistas refuerzan sus posiciones eco-nómicas y políticas en el país. Después de laproclamación de la República ha tenido lugaruna nueva y seria penetración del capital mo-nopolis ta en Chipre. La compañía norteamerLcana For-est Oil ha obtenido el derecho de pros-pección y explotación de l petróleo en Chipre encondiciones parecidas a las que los monopoliosimperialistas se aseguraron hace tiempo enotros países del Oriente Medio. Los grandesmonopolios British-American Tobacco Co yGraven A, han hundido a la industria tabaque-ra chipri ota. Compañías extranjeras pro yectancons trui r una refinería d e petróleo y una fá-brica de fertilizantes en la isla. La compañía in-glesa Portland Cement ha levantado en Chipreuna fábrica de cemento etc. Ya antes habíapenetrado en nuestro país la compañía mineranorteamericana KME, que desde 1925 viene ex-trayendo piritas de cobre y que hasta 1962 ha-bía obtenido una ganancia de 66 millones delibras esterlinas. Hace decenios que actúa enCtoipre una compañía anglojholandesa dedica-da a la obtención de amoníaco.

Junto con el imperialismo británico, que seha afianzado sólidamente en sus bases milita-res, también despliegan una gran actividad enla isla los imperialistas norteamericanos y ger_mano-occidentales. Ya en el período de la ocu-pación inglesa, los norteamericanos instalaron

en distintos lugares de la isla tres centros decaptación de comunicaciones de radio, que si-guen funcionando hasta ahora. Estos centrosse utilizan principa, lmente con fines de espio_naje.

En Chipre hay en la actualidad más de .milautomóviles particulares que llevan las inicia-le s ATL, lo que significa «permiso temporalamericano». Este «permiso» no se lo han con-cedido a los norteamericanos las autoridadesde la República de Chipre .sino que se lo hanarrogado ellos mismos, violando las leyes de lpaís y sin pagar un p-enique de impuesto al Es _tado chipriota.

La sexta flota yanqui visita con frecuencianuestros puertos, y el «Cuerpo do la Paz:> nor_teamericano actúa ya en Ch ip re desde hacemuchos meses.

PROBLEMAS EC O N Ó M I C O S

En los años transcurrido* dc.sdr l ; i ¡ > r < u - l ; m i ; i _ción de la República de Ch ip re , y t o m o f r u t ode la lucha y del perseverante t r ; i l > ; i . j n de l | > u o _blo chipriota, se han creado ¿astriñas < r i rr i -gación, ha n sido realizadas otra.s i m p n r i a n t r - .sobras públicas y se ha reducido el pa ro .

.Sin embargo, todavía queda muchís imo po rhacer para sacar de su atraso a la economía,chipriota. Chipre necesita agua para e levar elrendimiento de la agricultura. Ya se han hechoalgunas obras de regadío, pero son in .sul ' i rien .tes. Hay que construir muchas presas para em-balsar las aguas de lluvia y las sub ter ráneasy adoptar leyes modernas qu a p e r m i t a n d i s t r i -buir racionalmente el agua.

Es preciso facilitar tierra a lo. ¡nosqu e carecen de ella o que poseen m u y poca,expropiando con ese fin a los terratenientes;hay que resolver el problema de i i s delos campesinos, concederles crédito ir unsistema de compra de los producto aerícolasy de venta de los mismos.

Chipre tiene qu e crear un a m d u . t r ¡ a y defen-derla frente a los m o n o p < > eos, peroun a industria v e rd ad eran n -n i al, y noun a industria de m o n < > p < > , < > . ; i o ra uros en laisla. La diferencia e n t r e un a \ otra f o r m a deindustria es enorme. En ce 10 de « i a r ro -lle la industria c h i p r i o t a , t o d o quedará vn elpaís, m as cuando l a i n d u s t r i a ai e x t r a n j e r a . , susganancias se - e x p o r t a n y el conj >r e laeconomía nacional 1 < > • • \ l r a n .jero. Esto t iene una i;''''"t Importancia política .Lo s monopolios ex t r an je ros no < j i i ¡ e r e n pe rde rsu s privilegios en C h i p r e y oponen resistenciaa la lucha de l pueb lo chipriota p < > r la p lena. i n_dependencia n a c i o n a l .

U na justa p o l í t i c a de de sa r ro l lo de la. indus-tria y de la economía chipr iota , s i gn i f i ca qu eSe cierre la en t rada al c a p i t a l ex t ran j e ro y que

¡PLENA INDEPENDENCIA A CHIPRE 31

se deje la solución de esta tarea en manos delpueblo chipriota. Cuando haya necesidad decapital, será preferible obtener empréstitos enel exterior a bajo interés y convertir los fondosrecibidos en capital chipriota, en lugar de per-mitir al capital extranjero que explote los re-cursos naturales del país. Esta es la políticaqu e apoyan el AKEL y el movimiento demo_crático de Chipre.

EL MERCADO COMÚN EUROPEO YCHIPRE

En el período en que Inglaterra sostenía ne-gociaciones para ingresar en el Mercado ComúnEuropeo [MCE], el Gobierno de la. Repúblicade Chipre también pidió asociarse a él.

El argumento principal de los partidarios dela asociación de Chipre al MCE era qrae des_pues de que Inglaterra ingresara en él, Chiprese vería obligada a seguir su ejemplo, ya queel mercado inglés es el mejor para la venta delos produc tos chipriotas. Como resultado de laincorporación al MCE, decían, podremos venderproductos agrícolas en una zona que abarcaunos 200 millones de habitantes, y la industriachipriota obtendrá apoyo para su desarrollo.

A ser denegado a Inglaterra el ingreso en elM C E , este problema no se plantea por el mo-mento ante Chipre. Sin embargo, no se puededejar de ver las catastróficas consecuenciasque en el aspecto económico y político podríahaber acarreado la incorporac ión de nuestropaís al Mercado Común.

En primer lugar, Chipre, como país que toda-vía lucha por lograr su independencia comple-ta, no puede ejercer influencia alguna entre lospaíses de la OTAN que forman la base delMercado Común.

En segundo lugar, Chipre es un país subdes-ariollado, con una agricultura atrasada, grannúmero de parados parciales y una industriay una artesanía muy reducidas. En 1960 la ren-ta naci ona l de Chipre se elevó a 52,8 millonesde libras esterlinas, en precios fitfmes de 1950,o a 78,4 millon es, en precios actuales. El pro-ducto obtenido por Chipre de la agriculturaconstituyó en 1959 el 25,4%, y en 1960 el 23,3%,de la renta nacional. El de la industria se cifroen el 13% y el 12,5%, respectivamente, de nues-tra renta nacional.

Los principales productos agropecuarios deChipre son los agrios tnar anjas , limones, to-ronjas, etc.], uva, hortali zas, t abaco, pasas, vi-no, queso y otros. Actualmente, el mercado fun-damental de venta de los productos agropecua-rios es Inglaterra. Según datos oficiales, en1961 Chipre exportó productos agropecuarios,bebidas y tabaco por una suma de 6.581.192 li-bras esterlinas, de la cual el 65% [4.277.773 li-bras] correspondió a Inglaterra.

Durante este período, la exportación de Chi-pr e a los países del MCE se tradujo en una su_ma de 5.815.400 libras esterlinas , de la cual5.518.044 libras esterlinas procedían de la ven-ta de hierro y otros minerales, cuyas condicio-nes de exportación no cambiarían si Chipre seasociase al MCE, ya que para estos mineralesno existen tarifas aduan eras de importac ión.Por tanto, el valor de los productos agropecua-rios importados de Chipre por los países delM CE sólo ascendió a 297.356 libras esterlinas.

Inglaterra es la principal compradora de losproductos agrícolas de Chipre. Esto no obedeceúnicamente a que tenga establecidas tar ifasaduaneras preferenciales, sino ante todo a queChipre es el mejor cliente de Inglaterra, pues lecompra tres veces más ar tícu los indus tri ales yotras mercancías de lo que ella importa deChipre.

El problema de la venta de la producci ónagropecuaria de Chipre no lo resolverá la in-corporación de nuestro país al Mercado Común,sino el desarrollo de l comercio con todos lospaíses, en particular con los que pueden adqui-rir los productos chipriotas en condici ones equi-tativas. En los dos últimos años, como resultadode acuerdos comerciales bilaterales, los paísessocialistas han importado de Chipre productospor valor de dos millones de libras esterlinas.

La incorporación d e Chipre al Mercado Co _m ú n , además de que repercutiría catastrófica.menta en su economía, sería funesta para supolítica i ndependiente. El pueblo chipriota per-cibe este peligro y lucha para impedir qu e Chi-pre ingrese, bajo cualquier forma, en el Mer-cado Común.

LA POLÍTICA DE NUESTRO PARTIDO

De todo lo expuesto se desprende que el pue-bl o chipriota debe afro nta r difíciles problemas.Todos ellos dimanan de l convenio de Zurich,qu e menoscaba la libertad del pueblo y es fuen-te de choques entre las comunidades griega yturca. Un gran obstáculo a la feliz solución deestos problemas es también el trab ajo de zapade los imperialistas y sus agentes, enfilado adisg regar las fuerzas del pueblo, a desorientar-

lo y a hacer pasar a Chipre por las horcas cau_dinas de los neocolonialistas.No cabe la menor du da de que el imperialis-

mo es el enemigo número uno de todo el pueblochipriota, tanto de la población de origen grie-go como de la de origen turco. Sin embargo,la dirección chovinista turca no quiere recono-cer esta verdad y favorece con su actuaciónno a la comunidad turca de Chipre, sino a losimperialistas. En el seno de la comunidad u r-ca impera un régimen terrorista, y bastantespatrio tas demócratas de origen turco han sidoasesinados por el solo hecho de expresar" su

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disconformidad con la política proimperialistade la dirección chovinista t urca de Chipre.

Mas a pesar del desenfrenado terror1, millaresde trabajadores turcos de Chipre ven qu e losintereses de la comunidad turca sólo estaránasegurados si ésta, aunada con los chipriotasde origen griego, lucha contra el imperialismo,enemigo común de todo el pueblo.

Los grupos terroristas, al servicio -del impe-rialismo, actúan también entre la comunidadgriega. No son pocos los casos en que luchado.res por la causa del pueblo han sido atacadosferozmente por esos grupos.

Sirviéndose de los grupos terroristas, los im-perialistas calcu lan que podrán intimidar' alpueblo, desorientarlo y distraerlo del objetivoprincipal de la lucha, que es derrotar al impe-rialismo y conseguir la plenit ud de la ind epen-dencia de Chipre.

El pueblo de Chipre se encuentra hoy en el

umbral de acontecimientos políticos que serándecisivos ípara su futuro. El propósito del presi-dente Makarios de introducir algunos cambiosen la Constitución, con vistas a fortalecer lasoberanía y la independencia de l país, fue elpretexto formal de que se valieron los extre-mistas turcos de Chipre para provocar choquesarmados en diciembre del año pasado. A espal-das de ellos actúan las fu erzas reaccionarlasimperialistas, que han utilizado estos sucesospara inmiscuirse en los asuntos internos de laRepública.

El Buró Político del OC del AKEL ha d ecía,rado, en una resolución aprobada por unani-midad, que los disturbios habidos en N kosiay, con menor amplitud, en otras ciudades y pue-blos, cuya trágica co nsecuencia ha sido la muer-te de muchos griegos y turcos, deben atribuir-se ante todo a que el problema nacional enChipre no ha sido resuelto sobre la base de laconcesión del derecho de autodeterminación alpueblo. Apoyándose en la fuerza, los imperia-listas no sólo han privado de este derecho alpueblo c hipriota, sino que, al amparo de los con-venios de Zurich y de Londres, han impuestounas condiciones que provocan la constante ten-sión y el enfrentamiento entre los chipriotas

griegos y turcos.La principal responsabilidad por ios distur-bios y la anormal situación creada, se dice enla resolu ción, recae sobre el Gobierno de Tur-quía, que con sus conti nuas amenazas de in-vasión armada cont ra Chipre ha atizado el fa-natismo chovinista de los elementos extremis-tas de la comunidad turca. El tratado de «ga-rantía», que forma parte de los convenios deZurich y de Londres, lo esgrime el Gobiernoturco para justificar su desafiadora políticacontra Chipre e invocar su «derecho» a inmis-cuirse en los asuntos puramente internos dela República.

Los tres años largos de existencia de la Re-pública de Chipre han hecho evidente que elfuncionamiento normal del Estado y su des-arrollo político y económico exigen la aboliciónde los avasalladores convenios de Zurich y deLondres y la revisión de una serie de antide-mocráticos preceptos constitucionales.

Las propuestas del arzobispo Makarios sobrela reforma de la Const ituci ón, que podrían ha-ber sido discutidas por la vía de la negociaciónentre los representantes de las comunidadesgriega y turca, fueron rechazadas terminante-mente por el Gobierno de Ankara, Esta provo_cadora actitud de Turquía impulsó a la direc-ción de la comunidad turca de Chipre a negar-se a examinar las propuestas del presidente d ela República. Turquía empezó a amenazar conla intervención.

En estas circunstancias, bastó un incidenteentre los extremistas armados i legalmente y la

policía para que los destacamentos armados delos turcos iniciaran su -ataque contra las fuer,zas legales del Estado, dando origen a los san-grientos choques acaecidos.

En la actual situación, nuestro Partido reite-ra su decisión de prestar pleno apoyo y la má_xima ayuda al Gobierno de la República pararestablecer la normalidad y rechazar la agre-sión por parte de Turquía. El AKEL consideraqu e la condición principal para poner a buenrecaudo los intereses de la República es la uni-dad de todos los chipriotas, tanto los de origengriego como turco, sin distinción alguna de con.vicciones políticas.

En la declaración del AKEL publicada a co-mienzos de enero se dice que el Partido apoyala decisión de l presidente Makarios d < » a.sústira la Conferencia de Londres sobre Chipre acondición de que ello no excluya la posibil idadde que nuestra República acuda a l ; i . ON U pa-ra exponer ante ella el problema chipriota. ElAKEL suscribe también la l ínea anunciada porel presidente para la Conferencia < l < • i < > < l r < \ s :lucha por la plena independencia y la un idadd e Chipre, garantía d e l o s d e n < h < . i i < - \\ \ mi -noría turca, abolición de los ronvonlo.s .sobregarantías y alianzas. E n caso < l • < | i i • |;| <1< > n _

ferencia no dé los resultados ap < con.cluye la declaración, habni qpe acudir sin tar.danza a la ONU.

El AKEL combate c o n . s c < - i n - n t c m c n i i - por losintereses nacionales de Ch ip iv. p < > r i . i igualdadde derechos de la p o b l ; i < i ' u r ca delpaís. Nuestro Partido, qu e h a f c fcb ldO valorarjustamente el convenio de / u r i c h \ h . i piwLstoel actual desarrollo d t» < > . ; acontftClxnwntQB, pro-pugna la un ión de tod.i. laa i i < l pueblochipriota, griegas y tUTCU pkfi l u c h a r contrael enemigo común, el impcn; i l i s n m , \ p a ra a l-canzar la plenitud de la i ndependenc ia de laRepública. Rigiéndose por el programa aproba.

¡PLENA INDEPENDENCIA A CHIPRE 33

do en su X Congreso, el AKEL se pronunciapor la supresión de las bases militares d el im-perialismo en territorio chipriota y por la crea-ción de una zona desnuclearizada en la cuencadel Mediterráneo.

El AKEL saluda el hecho de que la línea por'la conquista de la plena independencia y por laautodeterminación la haya hecho sutya toda lapoblación griega de Chipre.

La época en que vivimos n o es adecuada parala ingerencia en los asuntos de otros países.Turquía, como cualquier otra potencia extranje-ra, no tiene ningún derecho a inmiscuirse en losasuntos interiores de Chipre, y si se decide adar ese paso, las consecuencias para ella po-drían ser bastante peores que las de la aven-tura de los agresores ingleses, franceses e is-raelíes contra Egipto en 1956.

En su lucha por la revisión de los conveniosy por abrir la vía de la autodeterminación de

Chipre, el AKEL no sólo tiene muy en cuentalos problemas económicos planteados ante elpaís, sino que, además, los aborda viéndolos co_mo una parte inseparable del combate por lapaz, por la supresión de las bases militares ypor la plena ind ependencia nacional. En la lu_cha por las apremiantes exigencias de cada díay por las reivindicaciones del pueblo, el Partidoestrecha sus filas y coadyuva por todos los me-dios a fortalecer la unidad de todas las fuerzasdemocráticas que se pronunc ian cont ra el im-perialismo. El AKEL es el abanderado de launidad antiimperialista de los pueblos de Chi-pre y actúa con toda consecuencia para mante-ner y ampliar la unidad , haciendo en nombrede ella todas las concesiones posibles, aunquesin abandonar sus posiciones de principio.

El Partido aplica una política antiimperialis-ta y nacional-liberadora amplia y flexible entodas sus manifestaciones, orientada a movili-zar al pueblo contra el imperialismo. He aquípor qué los imperialistas y sus aliados odian alAKEL y quisieran asestarle un golpe demole-d o r. He ahí por qué no dejan de decir que elAKEL constituye un «peligro» y que es precisoacabar con él.

iSin embargo, no pueden obligar al AKEL aapartarse del camino de la firme y consecuentelucha antiimperiali sta y de liberación nacio nal.Nuestro Partido mide muy bien cada paso que

da, cada acción que emprende, calculando enqu é grado pueden hacer avanzar la causa de launidad de los pueblos en la lucha contra el im-perialismo, por la salvaguardia de los interesesvitales de los chipriotas, por el logro de susaspiraciones nacionales. Estos son los criteriosque rigen to da la act ividad del AKEL.

Muchos nacionalistas coinciden con el AKELen la necesidad de consultarse y de colab orarpara defender los comunes intereses económicos,políticos y nacionales. El AKBL está dispuestosiempre a intercambiar opiniones acerca decualquier problema que ataña a los interesesde l pueblo y a aceptar las propuestas que mejorgaranticen estos intereses. Nuestro Partido estádispuesto en todo momento a colaborar y coor_diñar la acción en todos los niveles con el finde servir más eficazmente a los intereses delpueblo y de la lucha de liberación nacional. Es-tá d ispuesto a hacer cu anto de él se exija para

el triunfo de la lucha por la revisión de losacuerdos y por la conquista de la plena indepen-dencia de Chipre.

La bandera del AKEL es la bandera del amory de la fraternidad de los pueblos en la duchapor la libertad, por la paz y el progreso. ElAKEL se ha granjeado el respeto y la confian-za de vastas capas del pueblo, y ello viene aconfirmar la justeza de la política del Partidoen la lucha por la salvaguardia de los interesesdel pueblo y de su causa. A la aplicación deesta política del Partido a'yuda mucho la líneade coexistencia pacífica qu e siguen la UniónSoviética y otros países socialistas.

Son arduos los problemas que se alzan antelos pueblos de Chipre. Pero el pueblo chipriotasabe que en su justa lucha cuenta con el apoyodel gran pueblo soviético y de todo el camposociali sta, de la clase obrera de los países capi-talistas, del movimiento nacional-liberador delos pueblos y del gran movimiento por la paz.

No pasa día sin que al colonialismo se leasesten nuevos golpes. Y no está lejana la horaen que será barrido totalmente de la faz dela tierra. Vivimos en la época de la victoriade los pueblos, en la época en que los mejoressueños del hombre empiezan a verse encarna-dos en la realidad. Por eso, la lucha del pueblochipriota, por muy dura qu e sea, se verá coro-nada con la victoria.

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La gestión económica socialista y lacooperación económica internacion al

EJ L PARTIDO .Socialista Unificado de Alema-nia, como la mayoría de los partidos comunis-tas y obreros de todo el mundo, considera quela estrategia revolucionaria de coexistenciapacífica elaborada por el movimiento comunistainternacional es la única justa, y la aplicaconsecuentemente en su actividad práctica. Laaportación de los países socialistas a la victo-ria del socialismo en escala mundial se expresaante todo en sus esfuerzos para triunfar en laemulación económica entre los dos sistemas,sobre la bas e del impetuoso desarrollo de lasfuerzas productivas de la comunidad socialista.De ahí la inmensa importancia internacionalde la tarea planteada ante todos los paísessocialistas de crear la base material y técnicade l socialismo y del comunismo.

De la concepción estratégica adoptada porlos comunistas dimana esta tarea: conseguir,al abordar la solución de los problemas eco-nómicos impostergables, la mayor eficiencia yla máxima ganancia de tiempo. Sólo así sepodrá luchar co n éxito contra el imperialismoy lograr, a la vez, el mayor provecho para lasociedad y para cada trabajador. Esto se re-fiere a cada país socialista por separado y atodo el sistema socialista mundial en su con-junto.

En estas cuestiones, los países que integran elConsejo de ínter ayuda Económica [CIÉ] man-tienen puntos de vista comunes. Todos ellosestán de acuerdo con las decisiones de las con-ferencias celebradas en jun io de 1962 y juliode 1963 por los primeros secretarios de los c o _mités centrales de los partidos comunistas yobreros y los jefes de gobierno de los paísesadheridos al CIÉ, y en particular con los«Principios fundamentales de la división socia-lista inte rnacional del trabajo» aprobadosen 1962.

¿Cómo entonces, cabe preguntar, la divisiónsocialista internacional del trabajo se desarro-

por WOLFGANG BERGER

lia co n relativa lentitud, pese a nuestra identi-dad de criterio? Nos parece que una de lascausas estriba en la insuficiencia de las solu-ciones dadas a una serie de problemas concre-tos. Po r ejemplo/no contamos todavía co n ins-trumentos organizativos y metódicos para lacoordinación de los planes, el cálculo de la e f i -ciencia económica de los programas conjuntosde construcciones básicas, etc. S in duda, ciertasdificultades provienen también de que hastaahora no se ha logrado mostrar con la debidaconcreción y evidencia la posibilidad y la nece-sidad de la colaboración recíproca, sobre todoen lo que concierne a la especialización y coope-ración de la producción, co n gran efecto eco-nómico para todos los países participantes enella, aun en el caso de que entre estos paísesexistan todavía d esnivele s sustanciales en sudesarrollo económico.

A este propósito quisiéramos subrayar que nosólo es necesario que nos ocupemos de los pro-blemas teóricos generales de l sistema económi-co socialista mundial, sino que, al mismo tiem-po, debemos contribuir a la solución de muchascuestiones concretas comunes para nuestros paí-ses, que a veces resultan muy complejas. Paraelaborar la solución óptima de estas cuestionesun importante eslabón es el intercambio de laexperiencia adquirida por cada país socialista.Orientándonos precisamente hacia es e intercam_bio de experiencias, examin aremos dos probl e-mas cuya vía de solución en la República De-mocrática Alemana ofrece cierto interés, anuestro juicio, para la cooperación económicasocialista internacional.

I. LA DIRECCIÓN DE LA K ( ( )N( )>I IANACIONAL Y LA C O O I ' K K A C ION E C O N Ó -M I C A DE LOS PAISKS S O C I A L I S TA S

En las conferenci.- is < r Moscú de junio de1962 y de ju l io d i > l í W. ' i .se hizo hincapié en la

LA GESTIÓN ECONÓMICA SOCIALISTA Y LA COOP E RACI ÓN E CONÓM I CA INTERNACIONAL 35necesidad de regirse por las leyes económicasdel socialismo en la escala de todo el sistemaeconómico socialista mundial. Esta es una tareamuiy importante. Sin embargo, la experienciade la RDA muestra que una condición esencialpara cumplirla con éxito es el consecuenteaprovechamiento de las leyes económicas delsocialismo en cada país. Mientras las leyeseconómicas del socialismo no se utilicen en todasu integridad o se apl'quen erróneamente dentrod- e los países, existirán dificultades para apro-vecharlas en la escala del CIÉ al llevar a lapráctica la colaboración económica entre todoslos países socialistas mediante la coordinaciónde los planes económicos y la especialización ycooperación de la producción.

La RDA ha necesitado años enteros paraalcanzar su actual nivel de aprovechamientode las layes económicas de l socialismo. A estenivel se ha llegado como consecuencia de unlargo proceso de desarrollo y de transformaciónde la economía de nuestra República.

Después de la división de Alemania, la eco-nomía de la RDA atravesó un a situación mu ydifícil, pues hasta entonces, a través de milesde hilos, había estado prof undame nte vinculadaa la industria pesada de la parte occidental delpaís. Fue preciso ante todo emanciparse de estadependencia; crear un a base económica propiay, finalmente, integrar en una forma racionaly escalonada la economía en formación de laRDA en el sistema económ ico socialista mu n-dial en desarrollo. Era imprescindible — y esteproceso no ha terminado aún— crear ramasindustriales completamente nuevas. Las ramasexistentes están siendo sometidas a una trans-formación radical: algunas de ellas haiy qu esuprimirlas, y otras, reducirlas o, por el eontra-trario, ampliarlas. Todas estas medidas lasestamos llevan do a cabo en medio de una luchaincesante y de una reñidísima competición co nel imperialismo germanoocidental. Por añadidu.ra, durante muchos años hemos librado estalucha en penosas condiciones: con la fronteraabierta. Es comprensible que en este período s eutil izaran insuficientemente en nuestra Repú-blica las leyes económicas del socialismo.

Mas la situación cambió después de la plenavictoria de las relaciones de producción socia-listas [1961— 62] y de la derrota in fligida enla guerra fría económica a los revanchistasgermanoocidentales como resultado de l reforza-miento de la fron tera en Berlín. El VI Congresodel PSUA adoptó la decisión de emprender laconstrucción de l socialismo en todos los frentesen la RDA 1. La esencia de la construcción del

1 Véase el artículo «Algunos problemas de 1-a cons-h - u c c i ó n del socialismo en la RDA», de Kurt Hager,-1 1 el núm. 7 de 1963 de REVISTA NUESTRA ÉPOCA.

socialismo en todos los frentes en la RD estri-ba ante todo en crear y desarrollar un a econo-mí a nacional a la que distinguen nuevos rasgos.Las ramas rectoras de la economía, tales comola petroquímica, la industria de transfmetálicos, las grandes centrales eléctricas mo-vidas a base de lignito y la producción deaparatos electrónicos, tienen cada vez más pesoen el desarrollo de toda la economía. Sesarán en particular las ramas que facilitan elprogreso técnico. De este modo se creadamento para elevar también rápidamen laproductividad de l trabajo en otras ramas de laeconomía y para alcanzar el más alto nivecientífico y técnico.

Esta ingente y responsable tarea no podrácumplirse sin tener en cuenta y sin aplicar demanera cada vez más completa y conseculas leyes económicas de l socialismo. Partiendode esto, el VI Congreso del PSUA apro

resolución sobre la elaboración de un sistema económico d e planificación y direcciónde la economía nacional.

El nuevo sistema económico tiende a asegu-rar, sobre la base del aprovechamiento de lasleyes económicas de l socialismo, la máximaelevación de la productividad de l trabajo y elmás alto nivel científico y técnico en los seres decisivos. Queremos que la RDA alcance en este aspecto a los países más des-arrollados, sino que se convierta en un Estadoqu e determine el nivel técnico mundial en unaserie de direcciones fundamentales.

E l nuevo sistema económico une en unorgánico la dirección científica de la economíala planificación estatal de larga perspectiva yel sistema único de resortes económicos. Estábasado en la idea de que la plena concentre las necesidades sociales y los intercada trabajador y de cada colectividadconstituye la fuerza impulsora má s importantde nuestro desarrollo económico y social. Aspi-ramos a conseguir en la práctica económica lamá s completa consonancia de los intereses ma -teriales de cada trabajador, brigada o colectividad fabril y las necesidades sociales. Conramos que esta identidad de intereses es u

las condiciones principales para el estímuloefectivo y el libre desarrollo de la iniciativacreadora de los trabajadores.

Atribuimos un gran alcance a la paulatinarealización del principio proclamado en el nue-vo programa de l PSUA: «Lo que es útil a lasociedad debe se r útil también para cada em_presa y para cada trabajador». Antes este prin_cipio tan importante para la práctica era viola-do con frecuencia. Incluso se puede deexistía un divorcio entre la planificación y elaprovechamiento de los resortes económicos enlas empresas. Ello obedecía en igual medida alcarácter burocrático de la práctica de la plañí-

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ficación y al erróneo aprovechamiento de losresortes económicos. A menudo ocurría que lasempresas contravenían el surtido planificado oel nivel de calidad establecido porque el erróneosistema de precios y de sanciones contractualesno les afectaba materialmente en el caso de quemenoscabaran los intereses sociales. Por otraparte, la detallada planificación del surtido deartículos de consumo popular, no fundada enun minucioso análisis de la demanda, determi-naba con frecuencia gastos sociales innecesa-rios: se acumulaban grandes reservas d e artícu-los textiles y de otros bienes de consumo popu-lar, obtenidos por encima del plan, que eradifícil vender.

Ahora estamos poniendo fin a esta ruptura,mejorando sensiblemente el carácter científicodel plan general de la República, haciendo re-caer una responsabilidad bastante mayor queantes sobre los Centros de Empresas Populares[CEP] y sus

distintas unidades y asegurando

el funcionamiento de los resortes económicoscomo un sistema único.

El nuevo sistema económico de planificacióny dirección de la economía nacional deja vigen-te el pape l determinante del plan estatal generalde larga perspectiva. Cabe afirmar incluso queel plan adquiere actualmente .más importanciaqu e nunca. Ello se debe, en particular, al ele-vado ritmo de desarrollo alcanzado en nuestrosdías por las ciencias naturales y la técnica,qu e se traduce en una grandiosa revolucióntécnica en la producción material y en la direc-ción de la economía. El plan de larga perspec-tiva se convierte, pues, en un instrumentodecisivo de dirección de la economía nacionalen proceso de dinámico desarrollo. Se hacecada vez más evidente la necesidad de incor-porar a los científicos y a los especialistas a laelaboración del plan. Al establecer el progra made desarrollo de las ramas rectoras, el plan deperspectiva se orienta hacia los problemas de.termina ntes del progreso científico y técnico ygarantiza la solución coordinada de las tareasfundamenta les y el seguro abas tecimiento ma-terial y técnico.

El nuevo sistema económico asigna un papelmuy importante a los Centros de

EmpresasPapulares. Estos, que existen en nuestra Repú-blica desde hace algunos años, han desempe-ñado hasta ahora una función meramente ad-ministrativa: eran en cierta medida un «brazoalargado» del Consejo de Economía Nacional.Ahora se les ha planteado la tarea de convertir-se en organismos dirigentes sobre los que re.cae toda la responsabilidad por el funciona,miento de sus respectivas ramas industriales.Hoy podría denominarse a los CEP consorciosde tipo socialista. A cada CEP pertenecen todaslas empresas de la correspondiente rama indus.trial [por ejemplo, las fábricas de máquinas

agrícolas], a no ser que, por sus insignificantesproporciones, f iguren entre las empresas de.pendientes de los organismos regionales.

Una gran ventaja de esta forma de organi.zación se expresa en que el director general decualquier CEP asegura, en la esfer'a de su com.ipetencia, la elaboración y la puesta en prácticade una política té cnica única, cuyos frutos pue.de n ser bien medidos a través de los resultadosde la labor del CEP. Los CEP están encarga,do s también de dirigir técnicamente a las pe.quenas empresas de jurisdicción distrital y deorientarlas en la esfera de la experimentacióny de las perspectivas de desarrollo, de la es.pecialización, la división del trabajo y la coope.ración.

En el marco de los índices económicos pr in_cipales, bien equilibrados y coordinados, delplan estatal de perspectiva, los CEP y sus direc.tores generales responden de la elaboración yel equilibrio de los

índices concretos

corres,pondientes a sus respectivas ramas industria,les. La rentabilidad de los CEP y sus empre.sas es cada vez más el criterio decisivo paravalorar su funcionamiento. Los CEP basan suactividad en los principios del sistema de auto,gestión financiera; t ienen su propio plan y sedesenvuelven con arreglo a su balance ind-epen.diente. Los CEP conceden a sus empresas todaslas atribuciones necesarias; la autonomía eco.nómica y jurídica de las cmprc.sas integradasen ellos es completa. Confiamos en que al de.finir exactamente en el n u e v o e s t a tu to de losCEP su responsabilidad y su.s relaciones co nrespecto al Consejo de Eco n o mía . Nacional ya las empresas dependien te s de f i los se extir.paran las raíces del e s t i lo hu rocrá t i co de tra.bajo.

A este propósito t ambién hemos estudiado de.tenidamente la teoría y la p ráct ica de direcciónde las grandes empresas capi ta l i s t as y hemosadaptado con un cri terio racional a las condi.ciones de la RDA algun as conclus iones esencia.les de ese estudio.

La reestruct ura de los métodos de planifica,ción en la RDA se realiza de manera que los re.sortes económicos con tr ibuyan constantemente

al mejor" cumpl imiento de l plan.

U n problema

importante es el de a.grupar en un solo meca,nismo armónico los elementos del sistema deautogestión f inanciera ya existentes —tales co_mo el costo de producción, los precios, el volu.men de las operaciones y los beneficios— y lasformas de interés material de los trabajadores,tales como el salar io y los premios. La fu n.ción principal de este mecanismo deb e consis.tir en orientar la iniciativa d e los trabajado.res, aprovechando su interés material, haciael cumplimiento de las tareas planificadas conel mayor provecho para la sociedad y para lospropios productores.

LA GESTIÓN ECONÓMICA SOCIALISTA Y LA COOPERACIÓN ECONÓMICA INTERNACIONAL 37

En el sistema de resortes económicos de ladirección planificada los beneficios adquierenuna s ignific ación muy particul ar. Deben ser elespejo que refleje exactamente los resultadosde la actividad económica de los CEP y de susempresas. En una palabra, los beneficios vanpasando a ser" el rasero más importante paramedir las realizaciones económicas de los pro.ductores socialistas agrupados en las empresaso en los CEP. Sin embargo, hay que enlazarlos resortes económicos de modo qu e sólo ob_tengan elevados beneficios las empresas o losCEP que elabora n activamente nuevos proce.dimientos técnicos y los aprovechan en todasu integridad, que elevan la productividad deltrabajo, reducen el costo de producción y ase.guran artículos de alta calidad y el surtido quegoza de gran demanda. En cambio, las empre.sas que infringen estas esenciales exigenciassociales habrán de sufrir pérdidas como resul.tado de la acción de los resortes económicos.Por efecto de la constante aplicación del prin.cipio del interés material deberá surgir una si.tuación en la que los cuadros dirigentes y todoel persona l de las empresas aborda rán la con.fección y el cumplimiento de los planes con unsentimiento de gran responsabilidad. En el fu .turo será preciso renunciar a la práctica de exi.gir un cúmulo de detalles a los CEP y a susempresas, cosa que constituía hasta ahora unaparte integrante de la planificación estatal. Elnuevo sist ema económico de planificación ydirección de la economía nacional está basado,ante todo, en la confianza, en la capacidad delos cuadros de los CEP y de sus empresas y, ensegundo lugar, en el riguroso control de los re.sultados de su t rabaj o por medios económicos.Es así precisamente como se puede y se debeterminad con lo que todavía queda de los meto,dos burocráticos de trabajo.

Estamos muy interesados en la certera utili.zación de la ley del valor, o sea en determina rexactamente, en primer término, el gasto de tra.bajo socialmente necesario en la producción. Latarea estriba en conocer con exactitud el costode producción, en crear un eficiente sistema deprecios para los artículos industriales y enasignar al beneficio el pape l que le correspon.de. Todo esto en su conjunto pone en manos delos dirigentes de las empresas, de todo el per.sonal y de cada trabajador un importante ins.truniento de control y de autocontrol.

En este sentido es necesario realizar una re.fo rma de los precios de los artículos industria.los. En nuestra República se está empezando yaa establecer nuevos precios para el carbón, laonergía eléctr ica, el gas y otros elementos esen.cíales y a fi jar normas nuevas, reales, de amor.t i /a c ión . Esta medida es inevitable, ya que has.l a ahora era subsidiada la producción de losmalcr íales básicos y los precios de éstos no es.

taban fundados en un cálculo exacto del costode producci ón. La refor ma de los precios de losartículos industriales es el primer paso que seda hacia la formación de un sistema único deprecios y de costos que refleje el gasto real detrabajo socialmente necesario. Consideramosqu e la estruc tura única de precios debe abarcartambién la import ación y la exportación, y nosorientamos hacia ello.

La asignación de nuevas funciones a los CEP,qu e se han convertid o en organismos de direc.ción económica de una u otra rama industrial,favorecerá grandemente su participación en lacooperación económica internacional entre lospaíses socialistas.

Rigiéndose por las directivas del CC delPSUA y del Gobierno de la RDA, los Centrosde Empresas Popu lares deberán elabora r ahorasus propias concepcio nes acerca del desarrollopo r un largo período de las correspondientesramas industriales, incluidas sus propuestas so.bre el desarrollo de la cooperación económicainternacion al. Creemos que esto reportará gran,des beneficios. En efecto, la experiencia mués,tra que ni el Plan del Estado ni el Consejo deEconomía Nacional están realmente en condi.ciones de estudiar y resolver todas las cues,tiones concretas relativas a la colaboracióncientífica y técnica internacional y a la espe.cialización y la cooperación entre nuestros paí.ses. Por eso transferimos a los CEP una parteconsiderable de esta importante labor.

Ya se puede decir que el nuevo método estájustif icado. Refirámonos, por ejemplo, al Gen.tro d e Empresas Populares de la industria demaquinaria minera, Aunque por ahora este CEPsólo colabora directamente con los compradoresy consumidores [pero todavía no con los pro.ductores] de diversos países, la nueva forma de"cooperación ha rendido ya considerables bene.ficios. Por ejemplo, las empresas interesadas delos países socialistas "han fo rmulado ya sus pe.didos de las grandes máquinas combinadas pa ~ra explotaciones mineras a cielo abierto que ne]cesitarán hasta 1970. Teniendo en cuenta estospedidos, el CEP podrá ahora programar su producción por un período más prolongado y se en.cuentra en buenas condiciones para especialfza<rla y tipificarla. De la producción de maqufñas únicas se pasa a la de máquinas tipificadas"Esto facilita la especializaron, simplif ica lacooperación y permite iniciar la fab ricación enserie. Basándose en programas productivos paraun largo plazo pueden prepararse más minucio.sámente el desarrollo técnico y los planes deconstrucciones básicas, se eleva en alto gradola productividad del trabajo y se abarata laproducción.

Gracias a las medidas adoptadas, los CEP ob_t ienen la posibil idad de organizar la colabora,ción con las agrupaciones de unidades indus"

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tríales, combinados y otras empresas de los paí_ses socialistas hermanos.

La consecuente aplicación de las leyes eco.nómicas del socialismo en cada país revistegran importancia para su eficiente participa,ción en la cooperación económica socialista in _ternacional. La práctica anterior de incluir enel costo de producción de las empresas el pre_cío de las materias primas y de los artículossemifabricados de importación protegidos ori_ginaba una deformación de la estructura de losprecios que se convertía cada vez más en unobstáculo para el desarrollo del comercio ex_terior. Entre la producción y el comercio ex_terior1 ex'stía un divorcio. Los CEP se orienta,ban a exportar en primer término las mercan,cías que les proporcionaban mayores ganan,cías, independientemente de que la rentabilLdad en divisas fuera mayor o menor. ¡Estarentabilidad le s tenía sin cuidadoPor el con-trario, las empresas dedicadas al comercio ex-terior daban preferencia a la exportación demercancías qu e podían se r vendidas si n difi-cultades en el mercado mundial, sin preocu.parles el costo de producción de las mismas enel país, en las empresas: la diferencia entre elcosto industrial interior y el precio en el mer_cado mundial se cubría co n subsidios del Es-tado.

Al determinar con más exactitud los verda_deros costos de producción creamos un a basefirme para la confrontación de nuestros p re_cios con los precios en el mercado mundial.Además, se abre la vía hacia una colaboraciónmás estrecha entre los CEP y las organizacio,nes dedicadas al comercio exterior sobr e labase de un interés material análogo. A diferen_cia de la práctica anterior, en el futuro los CEPy sus empresas comprobarán a través de losbeneficios o de las pér'didas qué artículos sonrentables para la exportación y cuáles necesi_tan subsidios del Estado. De ello deberán de_ducir dónde, en qué sectores de la producciónes preciso tomar medidas bien dirigidas y con_centradas par'a elevar la productividad del tra_bajo y reducir los costos a fin de lograr un aexportación rentable.

La nueva estructura de los precios debe servirde instrumento activo para elevar la rentabi_lidad de la economía de la República median-te la utilización de las posibilidades interiores.Debe ejercer un influjo económ ico sobre losproductores, al objeto de conseguir la máximaeficiencia del trabajo social.

El nuevo sistema económico de planificacióny dirección de la economía nacional no ha sidoelaborado todavía en todos sus detalles. En al_gunas esferas importantes hac e falta aún, porejemplo, realizar ensaiyos económicos. Sin em_bargo los resultados ya obtenidos han hecho

má s firme nuest ra convicción de que nos e n _contramos en el buen camino.

II. L LUCH CONJUNT POR ELPROGRESO TÉCNICO

La supremacía en la productividad de l traba_jo es en fin de cuentas la condición decisivapara la victoria de l socialismo en la escalamundial. Pero ¿qué .significa conseguir la máxi_ma -elevación de la productividad de l trabajo?Significa dominar y utilizar por entero la cien,cí a y ila técnica más modernas, significa des_arrollar an te todo la petroq uím ica, significaimplantar los métodos tecnológicos más avan_zados, en particular la automatización, en laproducción y en la dirección de la economía. Aeste respecto son decís vas las ramas rectorasy más progresivas d < > la economía nacional.

Para alcanzar esto.s objetivos es menesterorganizar la producción de una serie de artícu_los en proporciones q u(> rebasen la demanda de lmercado interior de e ; u l ; i p an socialista. E n estesentido, sólo la Unión Sov ié t i ca constituye unaexcepción: cuenta, po r i m ; i parte, con un inmen_so mercado interior y dispone, por otra, de lospotenciales científicos y t r e n ico. - ; y de los re_cursos económicos \ > ; \ r ; \ . asegurar laproducción má s m o d c r n , -e n su propio país. Deahí se desprende que la URSS, ; i l pronunciarseen todo momento po r n c o n j u n t a y c o n _cordada de los países < I < > 1 n i -sigue in _tereses egoístas, sino qu e se x\\\n P()i' los inte_reses del internar

La RDA es un E s t . - i d o Industrial desarrolla-do. Mas en el ám b i t o muí un país pe -queño, que, po r añadid u n í . B Ó l O di ¡ » > i uk de unaparta insignificante d r n p r imas . Po rello, todo lo expuesto m ; i s ; i r r i l > ; i se refierecompletamente a ella.

Conforme a las d r < fa j u n i o de 1962?el VI Congreso de l PSUA aprobó un programaeconómico qu e de t e rmina < - 1 dr . arrollo de laeconomía de la RDA .d rma económicosocialista mundia l y, en particular, en el marcode l CIÉ. En el nuevo programa de l PSUA sedice: «En la c o n s t r u í - sn economía, laRepública Democn'i t i c a Alemana t i ene en cuen-ta la acción de la 1-ey d - u l i o armónicoy proporcional en la escala de Lo a países miem-bros de l Consejo de foterayuda Keonómica yde todo el siste.ma BOCialíflta m u n d i a l . La RDAse convierte cada vez más en un sólido esla-bón del sistema económico socialista mundia ly participa co n creciente actividad en la com-petición económica con el ,s;stema imperialistamundial. Po r esta ví a s- e superarán paulatina-mente las de spropo rciones existentes en nues-tra e conom ía, originada s por la división deAlemania».

LA GESTIÓN ECONÓMICA SOCIALISTA Y LA COOPERACIÓN ECONÓMICA INTERNACIONAL 39

Aunque la RDA es un país industrial des-arrollado, va a la zaga de Alemania Occidentalen el nivel de la productividad de l trabajo, enun promedio de l 25%. Podrían aducirse mu -chos argumentos justificativos de este retraso,pero ellos no modi fican la realidad de ese he-c h o . Estimamos que toda nuestra atención debacentrarse en la tarea de liquidar este rezaga-miento de la RDA respecto a la RFA. Ello esuna cuestión política de primera magnitud ennuestra lucha contra el imperialismo germano-occidental. Ahora bien, en este sentido nues-tra situación no se dife renci a, en principio, dela de los fraternos países socialistas. Sólo po-dría decirse que nosotros percibimos más di-rectamente, tanto en la política como en laeconomía, las consecuencias de este retraso c onrelación a las potencias capitalistas.

Ante todos los países socialistas se planteael problema de cómo superar mejor este retra-so. Con frecuencia se di ce que el medio másadecuado para ello es coordinar los planes pa-ra largo plazo y los planes inmediatos de nues-tros países. Sin duda alguna, esto es justo. Pe-ro no se puede enfocar la coordinación de losplanes de una manera esquemática.

La experiencia nacional de la RDA muestraqu e la implantación racional de la nueva téc-nica en las ramas determinantes de la econo-mía es la clave para la rápida elevac'ón gene-ral de la productividad del trabajo. De ahí queel sucesivo desarrollo económico de la RDAdependa de la consecución del más alto nivelcientífico y técnico en las ramas de cabecera,sobre todo en lía petroquímica, la industria detransformados métameos, la electrónica, laproducción de medios de automatización, etc.

Resolver este problema tan sólo con nues-tras propias fuerzas significaría para la RDAun gran gasto de energías y de tiempo queexigiría una tensión extraordinaria. Lo mismopuede decirse, sin duda, respecto a la situacióny a las perspectivas de los demás países socia-listas, pues es sabido que ninguno de ellos haalcanzado hasta ahora el más alto nivel cien-tífico y técnico en las ramas es-enciales.

Veamos algunos hechos. Los especialistas delos países socialistas opinan unánimemente queel procedimiento d e fundición de acero con in-yección de oxígeno [procedimiento Lienz-Do-nawitz] constituye una revolución técnica enla obtención de acero. Permite reducir las in-versiones p o >r toneladas de acero fundido ydisminuye considerablemente los costos de pro-ducción. Mas a pesar de sus evidentes ventajassobre el procedimiento Martin, hasta ahora esinsignificante en extremo su peso relativo enla produ cción global de acero en nues tros paí-ses. En este sentido vamos muy a la zaga delos países capitalistas desarrollados en el as-pecto industrial. Ello obedece principalmente

a que en ninguno de nuestros países se ha ela-borado la técnica y la tecnología de l procedimiento de inyección de oxígeno. Y así resultaqu e seguimos construyendo acerías que ya dede el momento de su puesta en servic estánrezagadas desde el punto de vista técnico yeconómico de los mejores prototipos octales .

Análogas dificultades frenan el desarrollo deotras ramas rectoras de la industria. Po r ejem-p lo , en la petroquímica ninguno de nuestropaíses dispone de un procedimiento propi deobtención de polietileno a grandes preEn nuestros países no se fabrican grandes má -quinas acopladas para la desagregación de lgas.

Podríamos citar más hechos. ¿Qué nesto? Ante todo, que todavía nuestrodependen -e n cierta medida de los suministrode los consorcios capitalistas, lo que ya nestá justificado en modo alguno.Consciente de estas dificultades comune'de los intereses comunes redacicnados con ellas,la dirección del PSUA no ceja en suszos por resolver este problema medianteacción conjunta de los países interesados. Co neste f in , el camarada Ulbricht presentó en lasdos últimas conferencias de los dirigelo s países miembros del CIÉ una serie de propuestas encaminadas a encontrar la forma derealización conjunta de los planes de impor-tancia primordial para el desarrollo de la téc-nica. Consideramos que la realización conjta, organizada con precisión, de los planes dedesarroíllo ¡técnico en las direcciones )?unda-mentales es el método principal para el rápidoI O § TO del más alto nivel técnico en las ramasrectoras de la economía nacional.

El método de organización de l trabajo conjunto en las direcciones fundamentales comu-nes debe servir de base, a nuestro juicio, a lacoordinación de los planes de nuestroLa experiencia adquirida por los organidel CIÉ desde la Conferencia de junio de 1962pone de relieve que la determinación conjude la s tareas esenciales [com o, por ejemplolas medidas necesarias para cubrir las necesi-dades de combustible y energía eléctrica delos países democrático-populares miembrCIÉ] es de una gran efectividad en la escalainternacional.

Es evidente que al coordinar los planqu e tener en cuenta, ante todo, las tareas de -cisivas en las ramas má s importantes de laeconomía, de la ciencia y de la técnica. A nues-tro parecer, la coordinación debe coadyu aresolver, en primer término, estas tareas. Sidesde el principio se quieren abarcar plena-mente todas la s ramas de la economía, difícil-mente se obtendrá un gran provecho. E n ca mb i o , la organización de l trabajo conjunto en

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de la CEE y de otras organizaciones interna-cionales de carácter monopolista-estatal. Esmuy significativa a este respecto da declara-ción de uno de los delegados de la RFA al díasiguiente de la firma de los acuerdos de Ro-ma: «Lo corriente — dijo— era que los aconte-cimientos de este género se abriesen paso conayuda de generales y batallas, pero hoy loconseguimos con ayuda de tratados. Lo quede este modo hemos obtenido median te cl áusu-las ju rídi cas es a mi entender, por lo menos,tan bueno como lo otro».

Por último, el ingreso en la CEE respondeplenamente a la política revanchista de Bonn,cuyo filo va dirigido contra la Unión Soviéti-ca la RDA y otros países socialistas. El Mer-cado Común, la OTAN y demás organizaci o-nes imperialistas internacionales son conside-radas por ellos como el medio y la forma de-cisiva que habrán de permitirles «revisar la

historia».La necesidad objetiva de internacionalizarla vida económica, impuesta por el desarrollode las fuerzas productivas, favorece en ciertamedida a la política agresiva de la RFA ycontribuye al afianzamiento de sus posicioneseconómicas, políticas y militares y a la exten-sión de su influencia en el mundo capitalista.Sin embargo, la realización de estos propósi-tos agresivos tropieza hoy cada vez más conla nueva correlación de fuerzas en el ámbitointernacional.

2 Altos representant es del Gobiernode Bonn sostienen insis tentementequ e la experiencia práctica de laCEE refuta una serie de tesis de

la teoría marxista-leninist a. Pero los planes yel papel del imperialismo germanooccidentalen el seno de la CEE, así como las crecientescontradicciones entre las potencias imperialis-tas vienen a confirmar plenamente la predic-ción hecha por Lenin en 1915 en su trabajoSobre la consigna de los Estados Unidos deEuroipa: «Desde el punto de vista de las con-diciones económicas del imperialismo... losEstados Unidos de Europa, bajo el capitalis-

mo , o bien son imposibles, o bien son reaccio-

narios. .. Por supuesto, son posibles acuerdostemporales entre los capitalistas y entre laspotencias... como acuerdo de los capitalistaseuropeos. .. ¿sobre qué? S»ólo sobre cómo aplas-tar conjuntamente el socialismo en Europa...»y, como decía tambié n Lenin, sobre cómo de -fender juntos las colonias robadas contra susrivales imperialistas i.

El potencial económico de la RPA es la prin-

1 Ob ras Completas, t. XXI, págs. 344, 345 y 346.Edit. Cartago.

cipal palanca con ayuda de la cual Bonn seprepone utilizar los organismos internaciona-les de tipo monopolista-estata/1 para poner enpráctica sus planas agresivos. Los monopoliosgermanooccidentales han logrado ocupar posi-ciones dominantes en todas las esferas decisi-vas de la economía de la CEE, posiciones quese han reforza do sustancia lmente desde la fir -ma de los acuerdos de Roma. Esta ha sido labase objetiva del incremento de la influenciade la RFA en las principales esferas de la vidaeconómica y política de los países de la Peque-ña Europa,

En la actualidad, la exportación de losotros países d e la CEE depende mucho másde l mercado germanooccidental que la expor-tación de la RFA de los mercados de estospaíses [para algunos de ellos esta deipendenciaes varias veces mayor]. De la exportación decapitales oficialmente reconocida por la RFA

durante el período 1958—1961 [3.300 millonesde marcos], más d el 75% se encaminó a lospaíses de la CEE. A final es de 1961 habí anhecho inversiones en Francia casi 200 socieda-des anónimas gerimanooccidentales, de las cua-les 65 eran sociedades indus trial es; 130, co-merciales, y 3., de seguros. Lo s monopolios dela Alemania Oeste muestran particular acti-vidad en Alsacia y Lorena. La cuarta partede las empresas de estas dos regiones estánen sus manos.

En el VI Congreso del Partido SocialistaUnificado de Alemania se señaló que los mo -nopolios germanooccidentales utilizan sus po-sibilidades económicas, así como la tendenciaa la internacionalización de la economía, paraextender rápidamente su i nflu encia en el senode la CEE a través de nuevas forma s de en-troncamiento de capitales. Estas conducen ala formación de poderosos .monopolios interna-cionales, en muchos de los cuales el capitalgermanooccidental ejerce una influencia deter-minante.

Entr e las distintas formas de ent roncamien-to de capitales desempeñan un papel especiallas empresas filiales, los consorcios «suprana-cionales», la fabricación con jun ta de armas,

la transmisión de paten tes , la especializacióny la cooperación, la realización conjunta detrabajos de investigación, etc. Aquí ejercenun a gran influencia la.s asociaciones empresa-riales internacionales c roada* en el marco dela CEE. En 1959, el número de estas asocia-ciones era de 50 en la indu stria y 40 en el co-mercio, la banca y otras esferas de la activi-dad económica. En marzo d e 1961 su numeroglobal ya ascendía a 140.

Los .monopolios germanooccidentales y elGobierno de Bonn despliegan particular 1 acti-vidad en la producción conjunta de armas. Elproyecto denominado «'Starfighter», al qu e se

El capital monopolista de la República Federal Alemana y el Mercado Común Europeo 43

concede un lugar de primer orden en la crea-ción de las fuerzas aéreas de la RFA, se estárealizando bajo su dirección, en colaboraciónco n Bélgica, Holanda e Italia y con licencia defabricación cedida por la compañía norteame-ricana Lockheed. El cohete norteamericano.«Hawk» es fabricado por el consorcio eléctricogermanocccidental AEG juntamente con susfiliales en Francia y con grandes monopoliositalianos, holandeses y belgas. A la vez & e es-tá diseñando un cohete «europeo». De hechohan sido abolidas todas las limitaciones im-puestas a Bonn en lo que respecta a los ar-mamentos.

Los imperialistas germanooccidentales hanlogrado ejercer1 una in fluencia decisiva en elseno de la CEE. Los monopoli os de la RFA do-minan hoy en la producción y el mercado demuchas ramas muy importantes. Sus actos nodejar lugar a dudas en cuanto al propósito de

uti lizar el Mercado Común para extender supoder mucho más allá de los límites de laCEE. En jun io del pasado año, en una ediciónespecial de l importante periódico de l partidogobernante Bheinisciier Merkur se publicó conel tít ulo de «La RFA en 1973» un artíc ulo en elqu e se decía sin tapujos: «La CEE es demasia-do pequeña, sobr'e todo si se tiene en cuentaqu e sus fronteras pasan por la principal zonaindustrial de Europa. En realidad todo pareceindicar que las potentes fuerzas del desarrolloeconómico habrán de conducir al cabo de 10años a una gran integración europea. Para laeconomía alemana todo depende de esto... Laactual integración europea termina en lasfronteras de Europa. Podría quedar limitada alas principales zonas industriales — en las quese encuentran las palancas de la política co-yuntural— y a la libre asociación comercial delas regiones periféricas.»

El peligro de la influencia decisiva del impe-rialismo germanooccidental en la CEE se debeante todo a que mediante la «integración» esta-blece su dominio sobre la base económica dela OTAN en Europa, lo que a su vez -es aprove-chado para conseguir plenamente el derecho adisponer de armas atómicas.

En el intercambio de opiniones entre marxis-tas de diversos países celebrado en Moscú enagosto—septiembre de 1962 y en el artículo«Problemas económicos teóricos del MercadoComún» [public ado el mismo año en el número10 de la revista Mirovaia ekonomika i mezh-dimarodnie otnoshenia («Economía mundial yRelaciones internacionales»)], el académicoE. Varga plantea la pregunta de si la forma-ción d e la CEE y de otras organizacionesmonopolistas-estatales afines a ella puedeproducir cambios rad icales en el mercado capi-talista europeo. Nuestr a opin ión es que el des-arrollo operado en los últimos años muestra

con particular evidencia que ninguna «inte-gración» de esta índole es capaz de suprimirlas principales contradicciones del mercado ca-pitalista. Pero el ejemplo del imperialismo ger-manoocciden ta l patentiza con toda claridad quela CEE y otras «comunidades» económicas in-ternacionales provocan cambios tanto tempora-les como duraderos [en el marco del capitalis-mo] en la estructura del imperialismo de Euro-pa Occidental, cambios que, po r supuesto, in _fluyen t ambié n en el mercado. En este aspectodesempeña, a juicio nuestro, un importante pa-pe l la circunstancia de que estas agrupacionesmonopolistas-estatales no se crean aisladamen.te , sino en conexión con factores condicionadospo r la influencia del sistema socialista mun-dial, la tercera etapa de la crisis general delcapitalismo, la actual revolución técnica ycientíf ica, etc.

El influjo del sistema socialista mundialacrecienta la fuerza de combate de la claseobrera d e los países capitalistas, obliga a losmonopolios dominantes a hacer distintas con-cesiones a la clase obrera y a los demás tra -bajadores e impide que los círculos gobernan-tes apliquen una política que tienda exclusi-vamente a satisfacer sus intereses, ligados conla percepción de beneficios. La competicióneconómica con el sistema socialista mundialobliga a los monopolios a aplicar medidas queaceleran el progreso científico-técnico, exigenuna mayor inversión de capitales, etc. La CEEy otras agrupaciones monopolistas-estatalesconstituyen un intento de resolver estos nuevosproblemas planteados por la lucha contra elsocialismo. De ahí que al analizar y enjuiciarla CEE y otras «comunidades» no se puedallegar a conclusiones acertadas a menos quese proceda a examinar la política imperialistade «integración» a la luz de la influencia ejer-cida por el sistema socialista mundial y de lacreciente presión ds la clase obrera, de lasfuerzas democráticas en general, a la luz dela influencia del progreso técnico-científico yde otros factores 1. A la vez es preciso tener encuenta ant e todo el desigual desarrollo de losdistintos países imperialistas y grupos mono-polistas, lo que permite a algunos de ellos am..pliar sustancialmente sus posiciones, su pode-río económico y su influencia.

Lo,s grupos monopolistas germanooccidenta,les dominantes han desplegado una gran ac-tividad en la creación y el desarrollo de la CEE,ya que ésta les proporciona grandes ventajaseconómicas, política s y milit ares. Examinemosbrevemente dichas ventaj as:

1 Para más detalles sobre esta cuestión véase enlos números 11 y 12 de 1962 de NUESTRA ÉPOCAel intercambio do opiniones «Problemas de l capitalis-mo contemporáneo».

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46 O T T O K E J N H O L D

4 La ciencia y la técnica contem-poráneas exigen la internacionali-zación de las fuerzas produ ctivas.En fin de cuentas, esta tendencia

objetiva está en la base misma de la CEE.Ahora b i en , esta organización, creada por losImperialistas y por métodos imperialistas,no sólo es la base económica de la OTAN enEuropa, sino tambié n el cimiento económicoy el instrumento de los grupos del capital fi-nanciero más peligrosos para la causa de lapaz.

Y de aquí es de donde derivan hoy día lasmás grandes contradicciones. Es evidente quela política agresiva realizada por los revan-chistas de Bonn y por De Gaulle con ayudade la CEE no sólo se halla en pugna con eldesarrollo his tórico y co n los intereses de laclase obrera y de todos los trabajadores engeneral, sino también con los intereses de unaparte considerable de la burguesía. Esta po-lítica lleva implícitas profundas crisis en elcampo imperialista y entraña el peligro de unanueva catástrofe bélica. El desarrollo de laCEE evidencia que tanto la economía y la po-lítica como las contradicciones económicas ypolít icas se entrelaza n estrechamente y ejercenuna influencia cada vez mayor sobre el des-arrollo social de la RPA y de EuropaOccidental. Entre las principales contradiccio-nes económicas podemos citar las siguientes:

1. Las contradicciones entre las potencias im-perialistas, y en primer término entre Alema-nia Occidental e Inglaterra. Prácticamente, laRFA ha alcanzado a Inglaterra en cuanto anivel de producción industrial y volumen decomercio exterior. Pese a ello, Bonn teme que,dada la actual correlación de fuerzas, el in-greso de Inglaterra en la CEE acabaría conel dominio económico de la RFA en el MercadoComún, o en todo caso lo pondría en peligro.En efecto, el ingreso de Inglaterra agudizaríaextraordinariamente la lucha co mpetitiva engeneral y principalmente en las industrias mi-nera, de const ruccio nes navales, de construc-ciones mecánicas, del automóvil, textil y otras.

La actitud de los monopolios germanooci-dentales ante Inglaterra y los países de la Aso-ciación Europea de Libre- Comercio es muycontradictoria. Por una parte, a la RFA l e con-viene que los países de la AELC queden almargen de la CEE, pues, aparte de las razonesde carácter político, ello obedece también aconsideraciones de orden económico, al deseode impedir en lo posible, con ayuda de eleva-das barreras arancelarias, la exportación deestos países a la Pequeña Europa. Por otraparte, los Estados de la AELC son los prin-cipales compradores de los artículos germano,occidentales de exportación, y el comercio conellos proporciona a la RFA un saldo positivo

que supera en varias veces este índice en elcomercio con los miembros del Mercado Co-mún. Cualquier agudización de las contradic-ciones económicas y políticas entre los Seis ylos Siete entraña , lóg icamente, el peligro de unempeoramiento de las condiciones para la ex-portación germanoocidental.

Como consecuencia del desarrollo desigualdel capitalismo después de la segunda guerramundial, los volúmenes de la producción indus-trial de Europa Occidental y Estados Unidosse han nivelado visiblemente, en tanto que laparte correspondiente a Europa Occidental enel comercio exterior del mundo capitalist a eshoy incluso muy superior. Este solo hecho escausa de muchas contradicciones y ha condu-cido en más de una ocasión a la agudizaciónde la lucha competitiva entre Estados Unidosy la CEE en esferas como la agricultura, lafabricación de automóviles, la química, la elec-

trotecnia y otras. Aprovechando el estado'dedependencia de la RFA, los Estados Unidosllevan ya muchos años exportando a Alema-nia Occidental mercancías por un valor dobleal de las que ésta exporta a Estados Unidos.La RFA no está dispuesta, como es natural, atolerar indefinidamente tal situación.

Para conservar en todas las condiciones suinfluencia en la CEE, los monopolios norte-americanos recurren en proporciones cada vezmayores al méto do del caballo de Troya. Me-diante la exportación de capitales, la adquis i -ción de empresas, la participación en ellas yla construcción de otras nuevas o la a m p l i a -ción de las ya existentes robustecen su.s v iejasposiciones económicas en la Europa capitalis-ta y se crean posiciones nuevas. El a f lu jo decapitales norteamericanos, principalmente ala RFA, ha adquirido tales p r ' o p < quela prensa germanoocidental habla ata rodeosde una «segunda invasión n o r t é a m e ,

En 1961 y 1962, Europa Oc c i de n t a l a p a r e c emás netamente en primer p l ano como i m por-tadora de capitales n o r t eamer ican o . ; , desta-cándose sobre todo A leman ia O c c i d e n t a l . Se-gún datos del Departamento de Comercio deEstados Unidos, el país e x p o r t o n I Í M . L » capi_

tales privados po r valor d < > I . T ( Í O Millonea dedólares, de los cuales 1.810 millonei .\ Kuro .pa, sólo 928 millones a A m é r i c a L a t i n a y 1.100millones a Canadá.

En los años 1959 y 1900. las co rp o rac io n esnorteamericanas o b tu v ie ro n en l a K l < \ \ la másalta norma de be ne f i c i o , .superior i n c l u s o a laconseguida, en cierto.s pai.scs d e p e n d i e n t e s , puesa la par de un bajo n i v e l de salarios, Bonnles aseguró sustanciales ventajas fiscales y dectra índole. Cabe s e ñ a l a r a la vez que las in-versiones norteamericanas se conc entran en lasramas de importancia decisiva para el progre-so c ientíf ico-técnico y para los armamentos:

El capital monopolista de la República Federal Alemana y el Mercado Común Europeo 47

i ndus t r i as del petróleo, electrotecnia, electró-nica , aparatos de medición, técnica de controly regulación, maquinaria para el transportee t c . Esta es otra circunstancia que no puedeP Í Í I - menos de agudizar las contradiccioneseconómicas entre los imperialistas de la RFAy de EE.UU.

2. El desarrollo de la CEE ha proporcionadoa muchos importantes monopolios de la RFAgrandes ventajas económicas y polític as, per-mitiéndoles incrementar sus beneficios yacelerar la concentración de la produccióny del capital. A la vez, la «integración»ha tenido graves consecuencias para algunasramas de la economía del país, en particularpara la industria ligera y la agricultura,

La reducción de las tarifas aduaneras paralos tejidos ha hecho que la importación deestos haya aumentado durante los años de1955 a 1961. La diferencia entr e la importa,

ción y la exportación de tejidos, que era de200 millones de marcos, pasó en 1961 a 1.200millones. La situación se agrava por el hechode que los tejidos se importan fundamental,mente de países miembros de la CEE [Franciae Italia], que se aprovechan de la reducciónde las tari fas d entro del Mercado Común,mientras que los tejidos germanoocidentales seexportan principalmente a terceros países. Una.situación análoga existe en la industria delcuero y en diversas ramas de la industria ali,menticia.

Por un a serie de causas , lo s precios de losproductos agrícolas, incluid os los cereales, sonen la RFA muy superiores a lo s de los d emáspaíses de la CEE. El programa de desarrollode la CEE prevé u na reducción considerable deestos precio s, lo que, según datos germanocci..dentales, aboca a la ruina a unas 800.000 fa_milias campesinas. Esta es la razón de que loscampesinos germanoocidentales organicen ac_cienes de masas contra la política de «inte_^ración» del Gobierno de Bonn.

3. La experienci a de la CEE muestra que lacomunidad» no puede suprimir las principales

contradicciones capitalistas, cuya influ enciacondiciona el desarrollo de la economía. Elanál is is de la evolución seguida por la pro,d u cc ió n indu strial y de la dinámica d el produc ,t o .social global muestra patentemente que des_

La fundación de la CEE no se ha producidon i n g u n a aceleración perceptible del desarrollo

lómico de los países a ella adheridos [apción de Italia]. Al contrario, los ritmosrecimiento se han atenuado y se diferen,muy poco de los de otros muchos países

i a listas.KM efecto, durante el quinquenio 1953—1957,

precedió a la entrada en vigor de losi d o s de Roma, la producción industrial de

Seis creció en un 47%, y en los cinco años

siguientes [1958—1962] tan sólo en un 36%.Para los distintos países estas cifras han sidorespectiv amente: Alemania Oc cid ental, 62 y36%; Francia, 48 y 28%; Italia, 50 y 63%. Enel Japón , que no for ma ¡parte de la CEE, lo síndices correspondientes fueron : 102% para elprimer quinquenio y 103% para el segundo.En los últimos a ños se ha visto considerable,mente frenado en Alemania Occ idental el rit,mo del desarrollo industrial, habiendo pasadodel 10,7% en 1960 al 4,9% en 1962 y al 34%aproximadamente en 1963 [enero—noviembre.Vemos, pues, que la «integración» no ha sido[ni podía ser] el factor determinante de la co_yuntura económica.

De aquí se desprenden dos conclusiones im_portantes. Primera, las causas del rápido rit,mo de crecimiento económico que en determi,nados períodos se observó en los actualespaíses de la CEE no resid en en el Mer-

cado Común. Segunda ; la CEE ha extendido elpoder económico y político de ciertos gruposmonopolistas y les ha proporcionado grandesbeneficies adicionales. Los grupos monopolis,tas más agresivos, sobre todo el de la RFA,hac-en uso de la «integración» para conseguirel rearme atómico e impedir la distensión in_ternacional. Pero el Mercado Común es ab_solutamente incapaz de suprimir las contra,dicciones capitalistas y de asegurar a la RFAy a los demás países de la CEE un desarrolloestable de su economía nacional.

Las formas que ha adquirido en la RFA lalucha contra las consecuencias de la «integra,ción» y contra los grupos del capital mono,polista que dominan en la CEE son muy di,versas, comprendiendo desde las ac ciones demasas de los campesinos germanoocidentaleshasta, las demandas de los sindicatos de quese amplíe la influencia de la clase obrera enlas empresas. Esta pluralidad de formas y me,todos de lucha es necesaria para ir arrebatan,do a los monopolios una posición tr'as otra. Pero

es evidente que no basta con luchar únicamente por tal o cual reivindicación en lasdistin tas esferas de la vida económica de laCEE.

La vía imperialista de la internacional iza,ción de la economía, bajo la forma de la CEEy otras organizaciones internacionales de tipomonopolista estatal, vía emprendida de muybuen grado por los principales grupos del ca.pital monopolista de la RFA, está ligada n e_cesariamente a una profunda división deEuropa y al desarrollo y la agudización demuchas contradicciones internacionales. Nosólo ahonda el abismo entre los países socia.

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5 ANTE EL, CENTENARIO DE LA I INTERNACIONAL,

con un nuevo y peligroso enemigo de l movi-miento revolucionario: los anarquistas, enca-bezados po r Bakunin.

En marzo de 1870 un grupo de socialistasrusos emigrados en Suiza fundó la sección r u-sa de la I Internacional y propuso a Marx sersu representante en el Congreso General. «Acep-to con satisfacción la honrosa misión que meofrecéis de ser vuestro representante en elConsejo General», contestó Marx a los miem-bros ¡de la sección rusa.

Durante el período de la Comuna de París,Marx y Engels desplegaron en el Consejo G e-neral un a enorme labor en apoyo de los comu-neros. Llamaron a la solidaridad con ellos ya prestarles ayuda moral y material.

Después de la derrota de la Comuna de Pa-rís, la reacción internacional emprendió la ofen-siva contra la I Internacional. En algunos paí-ses, el hecho de pertenecer a la I Internacional

se consideraba delito de lesa patria. Sus sec-ciones se vieron precisadas a pasar a la clan-destinidad.

En vista de la labor de zapa de los bakuni-nistas, el 5 de marzo de 1872 el Consejo Gene-ral aprobó un a circular redactada po r Marx yEngels, bajo el título de «Las supuestas dis-crepancias en la Internacional», en la que sedesenmascaraban los puntos de vista pequeño-burgueses y reaccionarios de Bakunin y su ac-tividad hipócrita y escisionista.

E l Q u i n t o C o n g r e s o d e l aI I n t e r n a c i o n a l se celebró en La

Haya del 2 al 7 de septiembre de 1872. Estu-vieron presentes 65 delegados de 11 países. Enlas labores del Congreso participaron Marx yEngels.

El Congreso confirmó el acuerdo de la Con-ferencia de Londres de crear en cada país unpartido proletario independiente e introdujo elcorrespondiente punto en los Estatutos de laInternacional. Bakunin y su cercano colabo-rador Guillaume fueron expulsados de la In-ternacional po r decisión del Congreso. Se acor-dó trasladar la sede de l Consejo General aEstados Unidos. Este último Congreso d e la IInternacional significó en el terreno de la ideo-logia y de la organización un a victoria de lmarxismo sobre el socialismo sectario y pe-queñoburgués.

La I Internacional fue disuelta en 1876 p ordecisión de la Conferencia de Filadelfia. La Iinternacional cumplió su tarea histórica de lle-var las ideas del socialismo científico a la con-ciencia de los obreros avanzados de los paísescapitalistas más importantes. «La I Interna-cional es inolvidable —dijo Lenin—, ha que-dado inscrita en la historia de la lucha de losobreros por su liberación. Sentó los cimientosdel edificio de la república socialista interna-cional que hoy tenemos la dicha de construir».

LO S COMUNISTAS DE EE. UU. Y SUS TAREASEn fecha reciente se ha celebrado un a re-

unión de dirigentes del Partido Comunista deEstados Unidos en la que se han examinadouna sarie de cuestiones relacionadas con eltrabajo del Partido en el perío do presente. Enel informe pronunciado p or Guss Hall, uno desus dirigentes, se formuló la tarea principalqu e actualmente tienen planteada los comu-nistas norteamericanos, o sea renovar el Par-tido y toda su labor. A fin de cumplir con ma-yor efectividad las crecientes tareas del Parti-do y elevar su papel en la vida polí tica de EE.UU., el informante propuso reconsiderar lasperspectivas de la participación de los comu-nistas en los movimientos políticos de masasde l país, movilizando durante los próximos m e-ses todas sus fuerzas para renovar, reanimary rearmar al Partido en el sentido ideológicoy orgánico. «Debemos encon trar fuerzas ennosotros mismos para elevar en estos tiemposel nivel de nuestra actividad — di jo GussHall—... El nuevo ascenso político exige untrabajo más perfecto. Tenemos que elevar aun grado superior la labor de nuestros diri-gentes. .. También debemos cul tivar en nos-otros mismos esa cualidad merced a la cualnuestro Partido se convierta en destacado pro-tagonista de la vida social».

La necesidad de semejantes medidas vienedeterminada por factores objetivos, como sonlos cambios produ cid os en la vida social d elpaís en los últimos años, y por factores sub-jetivos, a saber1, el desarrollo de nuestro Par-tido, su mayor actividad y el perfeccion amien-to de su dirección.Durante los últimos 15 años, a raíz de lasdetenciones de los líderes del Partido en 1948,o í Partido Comunista de EE. UU. ha pasadopo r las pruebas más duras d e su historia, quecrearon unas condiciones extraordinariamentedif íc iles para su actuación.

En estas pruebas, en la lucha cont ra el pe-l igro de la guerra y del fascismo demostró serun partido marxista-leninista combativo y es-cribió una de las más brillantes páginas en lahi.sto.ria de l movimiento obrero norteamerica-

No obstante —escribió William Foster— -,

se cometieron varios errores graves». En su•mayor parte los errores de la dirección fueronde carácter izquierdista sectario, lo que juntoa otros factores, como subrayaba Foster, con-tribuyó a aislar al Partido de las masas. Enes e período se acentuó asimismo la desviaciónderechista, cuyo objetivo político principal con-sistía en socavar las bases orgánicas del Par-tido y en transformarlo en una amorfa «aso-ciación de acción política». Dicho de otro mo-do, esto significaba prácticamente la liquida-ción del Partido. Los factores objetivos y sub-jetivos condujeron a una situación que WilliamFoster calificó de crisis en el Partido Comu-nista de EE. UU.

La situación crítica en el Partido alcanzó supunto culminante en el XVI Congreso Nacionalde 1957, cuando el Partido se vio amenazadode escisión: lo s derechistas plantearon enton -ces que en EE. UU. era innecesario un partidomarxista-leninista. El éxito principal de esteCongreso consistió en haber" impedido la esci-sión del Partido. La propuesta liquidacionistade los derechistas de tran sformar el Partidoen un a asociación de acción política fu e recha-zada por el núcleo más f irme de comunistas.

Actualmente, en la vida pública de EE. UU.comienzan a manifestarse con más precisióncada día las profundas contradicciones de lasociedad capitalista. Entre las diversas capasde la población de EE. UU. tiene lugar unaamplia discusión sobre las cuestiones cardina-les del desarrollo del país. Los movimientoscontra la discriminación racial, por la paz yla coexistencia pacífica, el incremento de laactividad de los sindicatos, el auge del movi-miento estudiantil, las acciones de los intelec-tuales norteamericanos son síntomas del vira-je qu e se -está operando entre los trabajadoresnorteamericanos hacia la lucha activa por susderechos mediante la solución democrática delas contradicciones sociales de EE. UU. Losestudiantes y los obreros jóvenes discuten am-pliamente las cuestiones que conciernen al des-arrollo del campo socialista y a la ideología delcomunismo.

Este ascenso del movimiento democrático

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52 EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS

plantea ía cuestión de una dirección organi-zada capaz de fusionar en un todo único lo sdiversos movimientos democráticos y progre-sistas del país.

Las propuestas (hechas por Guss Hall en lareunión de dirigentes de l Partido constituyenun plan concreto de trabajo orgánico del Par-tido qu e tiene en cuenta los nuevos fenóme-nos en la vida social del país y la situaciónreal de l Partido en el período presente.

«L a lucha por el Partido — d i jo Guss Hall—no es en modo alguno una abstracción. Es laluclha por un partido dado y por los rasgosconcretos de su organización. U n partido debetener siempre una forma orgánica determina-da , pues el partido qu e carece de estructuraorgánica no puede subsistir, y el partido qu eempieza a perder su forma desaparece gra-dualmente.

Hablar de la lucha por un partido marxista-

leninista y no luchar por él no es más que pu-ra demagogia. Hay gente que habla de orga-nizar un nuevo partido si el partido dado mue-re. Mas la experiencia del pasado muestra quesu muerte sólo se utilizaría para Sepultar' lapropia ciencia marxista-leninista. Por fortuna,nuestros adversarios, qu e toman _sus deseospor realidades y quieren destruir nuestro Par-tido, se han visto decepcionados más de unavez, mientras que la ciencia y el Partido si-guen existiendo.

No luchar por este Partido significa estarde acuerdo con la tesis de «la huida al desier-to». Significa coincid ir con la afirmación deMonthly Beview de que la clase obrera no pue-de tener hoy un partido de l socialismo cientí-fico. La aceptación de estas concepciones equi-valdría a renunciar a la lucha por nuestroPartido, sin contar con ninguna otra cosa enel horizonte.

Por otra parte, íio se puede permiti r quearraigue la idea de que nuestro Partido es un«partido transitorio», que vivirá mientras tan-to no aparezca «algo n uevo». Semejante ideasólo es una sentencia de muerte dictada por'estados de espíritu liquidacionistas. Ningúnpartido marxista-leninista con alguna solven-

cia puede ser un «partido transitorio»./ « i S i algún camarada piensa que en el mar-xismo-leninismo existen tendencias qu e compi-ten entre sí, ese camarada no luchará por elPartido. No podemos aceptar ese modo de verlas cosas. Sólo puede haber un a ciencia mar-xista^leninista, un solo socialismo científico.

Esta ciencia no puede estar representada pordos partidos y por dos líneas políticas en unmismo país. Existen las desviaciones oportu-nistas de la justa línea de esta ciencia. Puedehaber discrepancias tácticas en cuanto a suaplicación y a su desarrollo, pero no puede ha-ber dos variedades de esta ciencia, que es úni-

ca. No se puede luchar por el Partido y por elmarxismo-leninismo si se supone que son doscosas opuestas».

La línea del Partido se comprueba en la lu-cha por sus formas orgánicas, por su sistemade organización, por su estructura y su politica. En el informe se subraya qu e ahora espreciso concentrar la atención principal en laconstrucción del Partido.

A nuestro Partido, dijo Guss Hall, se le plan-tean do s tareas: liquidar el daño causado po rlos excesos cometidos en aras de la seguridady reconsiderar los problemas y las tareas dela constru cción del Partido. A pesar de todoslos obstáculos que se nos oponen para la cons-trucción del Partido y para editar nuestraprensa, debemos encontrar el modo de impul-sar nuestra actividad pública. Las fuerzas quehay ti enen una ac tiva par tic ipación en la re-animación del trabajo de masas afrontan un

determinado riesgo y pueden llegar a una abier-ta insubordinación. Esto hay qu e tenerlo pre-sente en todo examen qu e se haga respecto acómo solventar problemas de esta ín dole. Nopodemos esperar que una o rganización del Par-tido en un a zona cualquiera aumente su s efec-tivos guardando silencio. El silencio no es unavirtud del Partido.

La decisivo en el sistema orgánico, destacóGuss Hall, es la organización de base. Porconsiguiente, es preciso luchar por las células,po r su funcionamiento regular, por su parti-cipación en la construcción de l Partido.

El Partido que no recluta nuevos .militantesse convierte en un partido moribundo. Paraasegurar la afluencia de nuevos miembros esimprescindible establecer los correspondientescontactos con las masas, hacerles llegar la li-teratura marxista, partici par jun to con ellasen movimientos multitudinarios, utilizar laprensa, etc. Estos son elementos del sistemade organización.

«Las exigencias políti cas actuales — di joGuss Hall— • hacen real el avance decisivo. De-bemos asegurarlo. En cuanto a la correlaciónentre el trabajo de masas y la labor intrínse-ca del Partido, no es estática, ni mucho me -

nos, y debemos revisar la cons tant emente. He-mos tenido que luchar par a superar el aisla-miento de nuestro Partido y necesitamos se-guir luchando también ahora. Además, el ere-cimiento numérico de nuestro Partido todavíano corresponde al aumento de nuestra influen-cia. Podemos y debemos lograr mayores re-sultados.

Hoy tenemos que hacer mayor hincapié enla labor i ndependiente de nuestro Partido enmuchas esferas. Por ejemplo, en la campañaelectoral debemos incrementar nuestros esfuer-zos para que el Partido tenga la oportunidad

EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS 53

f í e expresar su punto de vista a través de unoo de varios candidatos».

La iniciativa comunista ha sido siempre elrasgo inalienable de nuestro Partido. Siemprequ e aparezca la calma monótona y pierda fuer-za la iniciativa de los comunistas, se precisa.superar esta debilidad. La tarea de los comu-nistas estriba en antici par ideas, en ser los ini-ciadores de toda clase de movimientos y ac-ciones. El deber de los comunistas consiste endesarrollar la iniciativa de las fuerzas de iz-quierda y de los militantes de nuestro propioPartido.

«Con demasiada frecuencia nos limitamos ahacernos eco de una iniciati va y la apoyamos

-dijo Gus Hall— , pero debemos se r tambiéniniciadores y, participando en los movimientosd3 .masas, tenemos que asegurar un mayor ni-ve l de dirección y desempeñar una función devanguardia... No basta co n hacerse eco de losacontecimientos y apoyar iniciativas de los de-más. Debemos hacer una cosa y la otra: dariniciativas y apoyarlas».

En el informe se planteó la necesidad de es-clarecer conceptos como la «combatividad» yel «izquierdismo». Naturalmente, dijo el infor-mante, esto no es una y la misma cosa. Lacombatividad hay que desarrollar la, pero de -bemos luchar contra el izquierdismo. Lucharcontra el izquierd:"smo y el aventurerismo no.significa luchar contra la combatividad.

La combatividad depende siempre de l nivelde la lucha y de las fuerzas que en ella parti-cipen. Los comunistas deben dedicar más aten-ción a la combatividad por ser un rasgo carac-terístico de su actividad y tienen qu e oponersea la rutina mecánica e indolente que a veces seobserva en las filas del Partido. En nuestrosdías, semejante rutina constituye una especiede precursor de la evasión de la realidad.

En el informe se señaló que un factor mu yimportante en la construcción del Partido esel desarrollo de su prensa, la ampliación de sut i r ada y el apoyo al periódico Worker, a la re-vis ta Política Affairs y, en un plano algo dis-t i n t o , al semanario Peoples World.

Hay otro momento más — di jo Gus Hall—< i u e no se puede soslayar. Se trata de qu e lasnicas proclamadas po r nosotros significaránmuy poco si no se comprueban en la práctica.T < > < i a nuestra discusión, ya sea política o ideo.

ca , deberá pasar la prueba de la práctica.Y subrayo especialmente esto porque ahora van

i^ndo mayores posibilidades de comprobar<tros puntos de vista en la práctica.

i 'n r ejemplo, la prueba decisiva de la justezaque nuestr'os camaradas blancos eompren.r l problema de los negros, estriba en las< l a . s concretas qu e emprendamos para mo _i r a los norteamericanos blancos a que par-

ticipen en la lucha por la completa igualdad dederechos cívicos de los negros, así como tam-bién para apoyar esta lucha. Ello debe servirde base para luchar contra el chovinismo delos blancos. Esto const ituye el nuevo funda-mento de la unidad de negros y blancos y esla prueba de nuestra nueva actitud hacia elproblema de los negros en las co ndiciones delauge político actual».

Una parte del informe estuvo dedicada al tra-bajo entre la juventud. Un grupo de jóvenes,dijo el informante, ha expresado su deseo decrear una nueva organización nacional con unprograma basado en el socialismo científ ico.El Partido Comunista saluda este deseo. En es_tos momentos, cu ando muchos jóvenes han en-grosado nuestras filas, el Partido puede pres-tar una gran aíyuda para conseguir un movi-miento juvenil ¡más amplio. El Partido debe de-dicar mucha más atención al trabajo y a lasacciones de nuestros jóvenes camaradas.Guss Hall sobrayó que las tareas que tienenplanteadas los comunistas de EE. U U. son muserias. A la vez que movilizamos a nuestro Par-tido, dijo, tenemos qu e robustecernos en el sen-tido orgánico, político e ideológico . Debemoslograrlo multiplicando al mismo tiempo nues-tros esfuerzos en el traba jo entre las masas.Es necesario asegurar un mayor perfeccionamiento y un contenido más profundo de la la-bor del Partido. De ello depende, en lo funda-menta l , el crecimiento de nuestra influencia.A medida que se vaya desarrollando la luchael Partido se verá ante nuevos problemas quetendrá que solucionar, para lo que se precisanrespuestas de mayor fundamento . Los activosparticipantes de este nuevo auge político diri-gen sus miradas hacia nuevas y más altas cum-bres. Quieren saber cómo los norteamericanosse proponen alcanzarlas. Desean discutir másy más los planes de acceso a esas cumbres.

Para que el Partido pueda asumir estas ta-reas hace falta un nivel superior* de dirección.Es necesario conseguir una mayor autodisci-plina, desprenderse de l subjetivismo y estable-ce r contactas más estrechos con los militantesde l Partido.

Debemos desplegar nuestros esfuerzos duran-te lo s próximos meses porque no podemos vivira la antigua, subr'ayó Guss Hall. O «camina,mos al compás de l t iempo», o de lo contrarioquedaremos a la zaga de los acontecimientos.La lucha de masas exige hoy que el PartidoComunista esté mejor organizado y sea másfuerte. Con la movilización de nuestros esfuer-zos no nos proponemos como finalidad apro_vecharnos del auge actual, sino ponernos a suservicio, contribuir a él y asegurar su victoria.

J. BICHARDSON

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54 EN IOS PARTIDOS C O M U N ISTA S Y O B B EK O S

EL PARTIDO CO MUNISTA DEL JAPÓN CONSOLIDA EL ÉXITO

Los resultados de las elecciones a la Cámarade Representantes celebradas en noviembre úl-t imo ofrecen sumo interés en el sentido de que,en cierta medida., reflejaron las tendencias po -líticas del pueblo japonés. Durante la lucha elec-toral enfrentáronse do s líneas políticas radLcalmante opuestas. Una, la que aplican las fuer-zas reaccionarias norteamericano-niponas en elJapón de hoy, es una l ínea tendente a reforzarla situación del capital monopolista a costa delos intereses vitales de l pueb lo para, en las con-diciones de supeditación a l imperialismo yanqui,llevar a cabo el renacimiento del militarismoy del imperialismo japoneses. La otra línea po -lítica es la línea de la clase obrera y del pue-blo del Japón, que se pronuncian contra la po -lítica de las fuerzas reaccionarias y luchan por

la independencia nacional, la democracia, lapaz y la elevación del nivel de vida de las ma-sas. Durante la campaña electoral se libró unaporfiada contienda fundamentalmente entre elPartido Liberal Democrático, gubernamental,que representa de manera consecuente y con-centrada la primera l ínea, y el Partido Comu-nista, qu e de idéntica forma representa la se-gunda línea polít ica.

E n esta lucha, e l Partido Liberal Democráticoy el Gobierno, tratando de impedi r el éxito de5a clase obrera y de las fuerzas democráticas,particularmente del Partido Comunista, recu-rrieron a toda clase de intrigas y maniobras.Las esferas gobernantes, por ejemplo, sin tansiquiera llevar a cabo las medidas previstaspor la ley de cambiar el número de diputadosen las circunscrip ciones electorales de acuerdocon el aumento de la población, impusieron ycelebraron las elecciones a base de una ley elec-toral sumamente injusta, ventajosa sobíe todopara el Partido Liberal Democrático y que co-locaba en condiciones francamente desfavora-bles al Partido Comunista.

En la sesión parlamentaria que tuvo lugaren vísperas de las elecciones, los círculos go_bernantes trataron de atraerse al Partido So-

cialista y al Partido del Socialismo Democrá-tico, que de ningún modo deseaban el éxito delPartido Comunista. De esta manera hicieronaprobar la «ley extraordinaria», que limitó aúnmás la libertad de acción política y electoraldel pueblo. De un lado, el Partido Liberal De -mocrático se valió de métodos ilegales, inclui-do el soborno en masa de los electores, utilizan-do para ello la «sub vención» recibida de los ¡mo-nopolistas que, según se comunicó, ascendió amás de 5.000 millones de yens. De otro lado,realizó el máximo esfuerzo para impedir que elPartido Comunista utilizara en la lucha elec-toral la televisión, a radio, los periódicos y

otros medios de propaganda masiva. En lascircunscripciones donde se esperaba que el Par_tido Comunista triunfara fueron movilizadosnumerosos grupos terroristas fascistas, con cu_yo concurso la reacción dificultó la actividadde los comunistas. En tales circunstancias, y•e n plena campaña electoral, se perpetró en laciudad de Osaka el atentado contra el presi-dente del CC de nuestro Partido, camarada¡Sanzo Nosaka.

Con semejantes métodos ignominiosos, lasfuerzas reaccionarias yanqui-niponas preten-dían que el Partido Liberal Democrático logra-ra más de 300 actas en la Cámara de Repre-sentantes y que el Partido Comunista perdie-ra todas.

Mas ¿cuáles fueron los resultados de las elec-

ciones ?El Partido Liberal Democrático perdió 320.000votos en relación con las últimas elecciones,viendo reducido el porcentaje de los sufragiosdel 57,5 al 54,67. Esta vez ob tuvo sólo 283 ac_tas, 13 menos que en las anteriores elecciones.

El Partido Comunista, que alcanzó 490.000votos más que en las últimas elecciones, recibióen total cerca de 1.650.000 sufragios [el por-centaje de los mismos aumento del 2,9 al 4,01].Obtuvo cinco puestos, dos más que en las an-teriores elecciones.

E n resumidas cuentas, en esta lucha electoral— tan to por el número total y el porcentaje de103 votos logrados, com o por el número de ac_tas— • e l Partido Liberal Democrático sufrió pér-didas, mientras que el Partido Comunista re-forzó sus posiciones. Este hecho refleja mejorque nada las tendencias políticas del pueblo ja.pones.

En la lucha electoral, además del Partido Li-beral Democrático y del Partido Comunista in-tervinieron, naturalmente, otros partidos polí-ticos: el Partido Socialista y el Partido del So-cialismo D emocrático, y cada uno desempeñósu papel.

Pero en la lucha de las dos líneas políticas

que representan las dos vías qu e fooy puede se-guir Japón, estos do s partidos no siempre tu -vieron un claro pu nto de vista y mantuvieronuna posición centrista vacilante, lo que se re-flejó también en sus resultados electorales.

Como es sabido, en 1960, durante la lucha delpueblo japonés contra el «Tratado de Seguri-dad» nipo_norteamericano, el Partido Socialis-ta se adhirió a las organizaciones de acciónunitaria de las fuerzas democráticas y desem-peñó en cierta medida un activo papel. Pero,aunque el Partido Socialista no ha abandonadodel todo su labor dentro de dichas organizacio-nes, desde el otoño de 1960, bajo la presión de

EN LO S PA RTID O S C O M U N ISTA S Y O B R ER O S 55

las fuerzas reaccionarias norteamericano_nipo_ñas, los líderes socialistas de derecha pretendenbien a las claras debilitar la unidad de las fuer-zas democráticas. Aprovechan cualquier posi-bilidad para sabotear las acciones unidas delas grandes masas y socavar su unidad.

El Partido Socialista formula también ahoradiferentes consignas de protesta contra la po -lítica reaccionaria de l Partido Liberal Demo_-ciático. Al mismo tiempo oculta qu e para rea-lizar estas consignas es preciso librar una se-ria lucha contra el imperialismo yanqui y ecapital monopolista japonés, dominantes en elpaís. Los socialistas olvidan que para llevar acabo estas consignas es preciso apoyarse sobretodo en la lucha conjunta de la clase obrera yd- e otras fuerzas democráticas. Todo su empeñoconsistió en que su partido, aún desligado delas demás fuerzas democráticas, lograra en laselecciones de 1963 un gran número de actas,

por lo menos 180.De hecho esta fu e una línea orientada aminar la cohesión de las fuerzas democráticasy populares. Durante la campaña electoral, par.te de los socialistas lanzaron sus dardos notanto contra el Partido Liberal Democráticocomo contra los comunistas. Para atacar alPartido Comunista utilizaron las divergenciasen el movimiento comunista internacional, elTratado sobre la prohibición parcial de laspruebas nucleares, etc. En el seno de los sin_d'catos recurrieron a medidas de organizacióncontra los activistas simpatizantes de l PartidoComunista y actuaron imancomunadamente conlos revisionistas expulsados del PCJ. F ueronmaniobras division^stas tendentes a socavar launidad de las fuerzas democráticas.

A pesar de los pronósticos de muchos perió-dicos burgueses que consideraban que la si-tuación objetiva en las elecciones era bastantefavorable para el Partido Socialista, sus vaci-laciones y su posición sectaria se de jaron sen-tir en los resultados finales. Au nque el PartidoSocialista obtuv o 1.020.000 votos más [el 29,03por ciento de los sufragios^ 1,5% más que enlas últimas elecciones], no sólo no alcanzó elnúmero de actas qu e esperaba, sino qu e per_

dio una, conquistando sólo 144. Tal fue el re-sultado de la reacción crítica de la clase obre-ra y de todos los ciudadanos conscientes fren-te al reforzamiento de las tendencias antico_munistas y reformistas del Partido Socialista,frente a su actuación divisionista en el senodel movimiento de lucha contra el imperialis-mo, por la paz. La propia dirección de l Parti-do Socialista consideró los resultados de laselecciones como un a derrota.

El Partido de l Socialismo Democrático sur-gi ó de la escisión del Partido Socialista en 1960con el fin de minar la cohesión de las fuerzasdemocráticas. Incluso ahora, verbalmente, este

partido se pronuncia en algunas de sus consigna s contra la política reaccionaria de l PartidoLiberal Democrático y gracias a eso goza decierta influencia política entre parte de la obrera y en las capas medias. Pero en las cues-tionas cardinales de política exterior e interiono ha mantenido una posición de enérgica pro-testa contra la política de l Partido Liberal Dmocrático, sino que en la práctica se ha opuestsiempre al frente único del Partido Comuy las demás fuerzas democráticas.

En sus tres años de existencia, el Partido de lSocialismo Democrático sufrió invariapérdidas en las diferentes campañas electoraEsto prueba qu e la clase obrera y nuestro publo, cuya conciencia polít ica crece más .más,crit ican resueltamente las maniobras divisionis.tas de este partido.

Mas en la últ ima camp aña elec toral Par-tido del Socialismo Democrático, a pesar de hbe r perdido 440.000 votos [el número total delos obtenidos s>e redujo en 1,4%], logró 23 ac_tas, 6 más que en las anteriores elecciones Es-te fue el resultado de las maniobras rco n una decisiva ayuda del capital monopoy d e los órganos burgueses de propaganda a finde que la radicalización de las masas no reba-sase las fronteras del Partido del SocDemocrático.

Resumiendo los resultado s de las eleccse puede decir que pese a todas las manioby las intrigas de las fuerzas reaccionarias ñor.teamericano_niponas, el Partido Liberal Decrático representante de sus intereses sufriópérdidas. Mientras tanto, el Partido Comunista, representante de los intereses de lobrera y del pueblo, y otras fuerzas democtica.? conquistaron .éxitos, a d espec ho de obstáculos que se alzaron en su camino.

Aunque el Partido Liberal Dem ocráticopérdidas, de todas maneras obtuvo el 54,67%de los votos. Posee más de la mitad de las actas parlamentarias. Pero esto no infunde op-t imismo a las fuerzas reaccionarias, q cono-cen el hecho histórico de que el Partido Libral Democrático, que alcanzó en las egenerales de 1952 el 66,1% de los sufragios, enlas cua tro elecciones posteriores perdy así ha ocurrido nuevamente ahora. Los resul-tados de las elecciones muestran que en lostimos 12 años se está operando paso a paso enJapón una constante radicalización de la claseobrera y de todo el pueblo, que en el país seagudiza cada día más la lucha entre las doslíneas políticas.

Las fuerzas reaccionarias temen que si con-tinúa desarrollándose la tendencia puesta demanifiesto en las elecciones, Japón no podevitar en los próximos años el estallido de conmociones políticas. Las acciones unidas fuerzas democráticas, a las que sirven de base

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58 EN LO S PA RTID O S C O M U N ISTA S Y O B R ER O S

pas sociales diversas, indignados por los aten-tados a las libertades individuales y públicas,po r los métodos policíacos y autoritarios, aban-donan este partido, que es hoy el instrumentopolítico de la burguesía nacional en el Poder, eing^san en el Partido Comunista o quedan in-organizados, calificándose de «independientes».Algunos de ellos se han inco rporado con otroselementos democráticos a una corriente pro-gresista que ya existía, pero que no se decidíaa expresarse abiertamente. La aparición de es-ta corriente en la escena política está vincula-da a dos importantes acontecimientos que lareacción pretende desacreditar a todo trance.

U no de esos acontecimientos fue la forma-ción de una «lista independiente» en las elec-ciones legislativas. Esta lista, presentada a lapar con otras dos rivales, la del Neo-Destur yla de nuestro Partido, fu e arbitrariamente eli-minada.

El otro acontec imiento fue la public ación dela revista mensual progresista Tribune du Pro_gres. Su director, el Dr. Ben Suman, es uno delos primeros progresistas honestos y sincerosque, pese a sus viejos vínculos con Burguiba,se atrevió a colaborar con los comunistas. Es-tos acontecimientos fueron la prueba irrefuta-ble de la existencia de fuerzas progresistas que,aunque todavía no organizadas, aspiran a de.,tender las libertades democráticas y a contri-buir en un sentido antiimperialista a la inde-pendencia real del país.

Nuestros amigos han podido apreciar en lasacciones conjuntas la honradez y la fidelidadde los comunistas, han podido convencerse deque el amor de los comunistas a su patria y asu pueblo es real y desinteresado. Así, las fuer-zas progresistas, en gestación política difícil,han aprendido a marchar hombro con hombrocon nosotros, rechazando las calumnias y laspatrañas anticomunistas.

Unos cuantos años de indepe ndenc ia del paíshan sido más que suficientes para que las ma-sas, por su propia experiencia, se hayan dadocuanta del funesto rumbo político del Gobier'no.Los trabajadores han visto que algunas de lasconquistas sociales, arrancadas con sangre alas odiadas autoridades de l Protectorado, seencuentran de nuevo amenazadas.

Ha n sido reducidos los ya de por' sí míseroshaberes de los pequeños empleados ty funciona-rios. Co n frecuencia los impuestos se estable-cen arbitrariamente. La propaganda oficial lla-ma a -esto «sacrificios» indispensables para lapuesta en práctica de la política de austeridad.

Sobre las espaldas de los campesinos pobresy de los trabajadores recaen de.una u otra for_ma los gastos qu e lleva aparejados esta polí-tica de austeridad, y es frecuente que no pue-da n asegurarse un .mínimo vital. Los gobernan-tes se guardan bien de gravar las repletas car-

teras de los ricachones y de ocasionarles el me-no r perjuicio.

Esta política, qu e significa en realidad pri-vaciones y miseria para la mayoría de nuestropueblo, opulencia, despilfarro y lujo insolentepara una minoría de privilegiados y de nuevosricos, es presentada como una política que bus.ca el bienestar de «tod a la nación». Pero c uan-to más evidente es esta orientación, tanto másse agudizan las contradicciones de clase. Cadavez se deja sentir más la presión de las masas,entre las cuales desarrolla su labor nuestroPartido.

Viendo que nuestra propaganda, aún cuandofuese débil e insuficiente, lograba su objetivo,el Gobierno decidió impedirnos todo acceso alas masas. Todas nuestras posibilidades de ac_ción fueron restringidas, particularmente en elcampo, donde las autoridades utilizan diversosmedios de presión sobre las masas rurales, su.midas en la ignorancia y la miseria,A pesar de todos los obstáculos, nuestros ca_maradas han procurado encontrar medios paraafrontar esta si tuación. Han organizado «vela-das nocturnas» y reuniones «en tor'no a unataza de té», aunque esto entraña peligro, puestoqu e no faltan las provocaciones de grupos deneo.desturianos reaccionarios y las represionespolicíacas. Estas veladas eran organizadas parainformar, para explicar la situación política alos campesinos pobres, a menudo desconectadosde la situación real, pero qu e sienten un a gransimpatía por nuestro Partido y por* todas lasfuerzas del progreso y del socialismo.

Los comunistas sabemos que nuestro deberes ayudar a todos los trabajadores, de la c iu_ .dad y del campo, a todas las masas laboriosasexplotadas, a conocer a fondo la política denuestro Partido. Así podrán apreciarla mejory apoyarla activamente hasta el fi n, ya que de.f iente su s reivindicaciones y aspiraciones in-mediatas y futuras. Continuamos desarrollan-do nuestra labor, contra viento y marea y sindesmayar. Naturalmente, a veces tropezamos,pues el camino e s difícil y el enemigo está siem-pre al acecho.

Debemos actuar mejor, movilizar a las masasno sólo por medio de l lamamientos, sino conacciones directamente ligadas a sus necesidadesy reivindicaciones concretas. Este es el sentidode las decisiones de nuestro últ imo Congreso,qua lo,s militantes del Partido ponen e n práctica.Y la fábu la de la «paz social» eterna, qu e tantorepiten nuestros gobernantes y sus «amigos»neocolonialistas de Francia y de EE. UU., noha tardado en ser d-esmentida po r hechos sig-nificativos.

El mejor mentís a esta cacareada «paz social»de la sociedad tunecina, en la que dicen nohaber clases ni lucha de clases, han sido lasgrandes huelgas de mineros de la región sur

EN LOS PA RTID O S COMUNISTAS Y O B R E R O S 59en el verano de 1962 y las de 1963 en otras ra_mas de la industria. Para el Gobierno, la «pazsocial» fue alterada y rota por el complotraaccionario de diciembre de 1962, dirigi-do contra el régimen de Bourguiba y cu propiapersona.

Siempre hemos de nunciado y cond enado sinequívocos toda oposición reaccionaria,, por serextraña a los principios que rigen nuestra p o _lítica. No obstante, el Gob ierno no ha vaciladoen sembrar la confusión entre las masas, equi-parando nuestro Partido a los conspiradoresreaccionarios. El acto de arbitrariedad come-tido -e n enero de 1963 contra nuestro Partidoy su periódico At-Talia no fue un hecho aisla-do. Las medidas represivas contra los comu-nistas, acusados de «difundir noticias falsas»de «incitar a la rebelión», de «atentar contrael prestigio de l jefa de l Estado», ha n afectadoasimismo a otros muchos demócratas.

Estas medidas, atentatorias al espíritu y ala letra de nuestra Constitución, son adopta-das en un momento en que los gobernantestunecinos, después de fracasada la política de lliberalismo económico, se han visto constreñidosa optar por un desarrollo planificado de la eco.nomía. Los promotores de las «Perspectivas de.cénales», elaboradas a este fin, han queridoponer un poco de orden en una economía qu ese caracteriza por la anarquía y la estagna.ción propias de la iniciativa privada.

Las consignas exhortando a la movilizaciónde las masas a fin de elevar el entusiasmo po_pular han sido promov idas como la única ga_rantía del éxito de esta «batalla económica».Para dar más peso a esas consignas, los de.,magogos las han bautizado con el nombre de«socialismo neo-desturiano».

En nombre de «una vida feliz» p romet ida alpueblo, este «socialismo», que no t iene nadade común con el socialismo científico, ha ofre_cido sus cárceles a los mejores hijos y repre.sentantes de la clase obrera.

El «socialismo neo-desturiano» quisiera mo _vilizar a las masas privándolas de las liberta,de s democráticas, quisiera crear el entusiasmopopular extendiendo la represión a todos los

que se atreven a criticar la política errónede l Gob ierno. Por otra p arte, ha abierpar en par las puertas al capital imperialistanorteamericano, garmanooccidental, etc. Lo spromotores de ese «socialismo» se embolsescrúpulo alguno los empréstitos que obtienende los imperialismos más agresivos, el dUU. y el de la Alemania de Bonn, y recibensu bendición.

El periódico Le Monde ataca el «socialismoprematuro y precipitado» de Ben Bella y frentea él se opone ^1 ¡«socialismo» de Bourguiba, pconsiderarlo — para gran satisfacción de l r é _g:men degolista— «mucho más lento».

En efecto, esta lenti tud es evidente, sobtodo en materia de nacionalizaciones y de re_cuperación de tierras y riquezas de nuestropaí~, todavía saqueadas por los imperialistaEn Argei 'a, con una herencia colonial mumás penosa que la nuestra, ha bastado un añopara devolver las tierras a los fellahs. Ni unasola hectárea de tierra argelina pertenece yaa los colonos extranjeros. Por el contrario, la«moderación» en T únez protege aún celosamente a los colonos y capitalistas foráneosque después de siete años de independencide l país continúan dominando en la ecy amenazando nuestra soberanía.

A nuestro país se le presentan dos perspec.tivas: o se le niega al pueblo el derecho a de.cir su palabra, y entonces se abrirán a todolo ancho las puertas para reforzar el régimd- a poder personal y de dictadura; o bien serestablecen todas las libertades democrátilo que constituiría la premisa del éxitolucha de todas las fuerzas progresistas delpaís por la democracia política.

Quiéranlo o no los gobernantes, pronto lie.gara el día en que todos los ciudadanos cons.cientes de sus deberes y todas las organiza,cienes progresistas exigirán decididamente quese abandonen los métodos policíacos y autori_tarios y quo se respate la voluntad de l pue.blo. Esto es indispensable en aras del bien,estar de toda la nación.

M O N G I

EL P R O B LEM A DE LA EDUCACIÓN DE L NUEVO HOMBREDe la lucha de nuestro Partido por el cum.

plimiento de las tareas económicas, ideológicasy políticas es factor inseparable — junto co nel interno trabajo ideológico de las organizacio-nes y de los militantes del Partido y con laelevación de su nivel cultural y de la eficlen.cía de su actividad— el continuo reforzamien.to de los vínculos con las masas y la forma.ción de las debidas relaciones socialistas entrelos hombres en el proceso laboral.

La importancia de este problema fu e su.brayada por el XIII Pleno del CC del PartObrero Unificado Polaco [POUP], en cuyasdirectivas leemos: «Todo el complejo de lascondiciones de trabajo, las relaciones dehombres dentro de la cole ctividad y el gde su participación real en la dirección de laempresa socialista ejercen una gran influencsobre la manera de pensar del hombre

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6 EN I.OS PA RTID O S COMUNISTAS Y OBREROS EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS 61su actitud hacia la empresa donde tra baja yhacia sus obligaciones.»

El gran interés por el problema de las re_laciones humanas s- e ve reflejado cada ve zmás ampliamente en la actividad de la or.ganización de Varsovia de l POUP.

Este problema ha sido discutido en 15 orga.nizac'ones del Partido de las grandes empre.sas del distrito Praga-4Sur, y seguidamenteen el pleno del comité distrital de l POUP.Después de este pleno, las organizaciones debase de la fábrica 22 de julio de la fábricaDimítrov y de otras empresas de l distrito ha nadoptado medidas orientadas a mejorar eltrabajo con los cuadros. Han sido aplicadosmétodos científicos y se han hecho estudiossociológicos. Estas iniciativas encuentran ecoen empresas de otros distritos de Varsovia.

El problema de las relaciones entre los hom.bres y de la actitud de los miembros del Par_tido figura cada vez más en el orden del díade las reuniones de los comités fabriles y delas sambleas de l POUP y tiene constante re_fi e o en la actividad concreta de sus organi.zaciones de base. Por ejemplo, en la entre,vista de los miembros de l buró del comité de lPOUP de l distrito de Wola con los obrerosde la fábrica Swierczewski y en la reunión delConsejo Central del Sindicato Metalúrgico s-ehicieron numerosas e interesantes propuestasy observaciones sobre la formación de justasrelaciones humanas en el proceso de l trabajo.

Durante estos intercambios de opiniones sehabló de la gran importancia qu e reviste in_culcar cualidades morales y éticas como lahonradez, la modestia, la ayuda mutua en unespíritu de camaradería y el desinterés. Todoscensuraron y condenaron fenómenos tan nocí,vo s como el arribismo el burocratismo la hi-pocrecía, la insinceridad y la dilapidación debienes sociales.

Las incorrectas relaciones humanas existen,.tes en algunos sitios dan origen a no pocosfenómenos negativos. Resulta po r ejemplo,qu e las condiciones materiales no son comose suele creer, el factor decisivo de la estabili.dad de los cuadros en las empresas e institu.

ciones. A fin de determinar las causas de lafluctuación de personal en una de las gran,de s empresas de Varsovia se realizó una de_tenida investigación. Pudo comprobarse qu ecasi la tercera parte de los trabajadores qu een el primer trimestre de 1963 abandonaronpo r deseo propio la empresa [se trataba, engeneral de trabajadores necesarios a la mis.ma], lo hicieron impelidos por la insatisfac.toria situación allí existentecomo reacciónante actos de injusticia cometidos co n ellos yante un a errónea valoración de su trabajo.

En la vida diaria se observan casos d e vio.lación de las normas de la vida colectivade

la legislación laboral y de las reglas moralesLa actitud burocrática ds algunos funcionariosrespecto a las personas y a sus sugerencias ydeseos frena a menudo la iniciativa y la acti.vidad creadora de las masas. No s esforzamospara que estas infracciones, qu e suscitan la in _dignación de las gentes honestas no escapena la atención de los miembros y de las orga.nizaciones de l Partido.

Ahora estamos procediendo a la reducciónde las plantillas con vistas a reajustar losaparatos administrativos de las empresas e ins-tituciones qu e tienen excesivo personal. Nues_tra legislación y las directivas del Partidorecomiendan resolver reflexivamentely conatención estos complejos problemas. Compren,demos mu y bien la necesidad de reforzar ladisciplina laboral y suprimir las plantillas su.perfluas. Pero esto crea co n frecuencia sitúa,ciones ásperas ya que en el curso de esta la-

bor se produce un choque de intereses entrelas empresas y algunos trabajadores. Exigimosel minucioso examen de cada uno de estos ca_sos y su resolución ajustada a los requisitosy las normas de las relaciones socialistas en.tre los hombres es decir el examen de cadacaso co n un criterio humanoy no de una ma.ñera formal.

Sin embargo se han dado casos de despidoordenado por la dirección de las empresas vul.nerando la legislación vigente y sin consultarcon los comités sindicales locales. Po r ello, exi.gimos de los comités y de las organizacionesd- e base ds l Partido que se opongan con todaenergía a cualquier tentativa de soslayar o in _fringir la legislación laboral y que adoptenlas medidas pertinentes co n respecto a quie.ne s incurren en tales faltas.

En la tarea de formar unas relaciones c o_rrectas entre lo s hombres corresponde desem.penar un papel más importante a la crítica delas masas y a la crítica del Partido.

Tratamos de que todos los casos de viola,clon de la ética de l Partido de los principiosde la moral socialista y de las relaciones entrelos hombres se discutan por las organizacionesde l Partido y, cuando sea necesario po r todoel personal de la empresa o de la instituciónrespectiva. Mas. a menudo, impide hacerlo lainexistencia en algunas organizaciones de basede un clima propicio al desarrollo de la críticay la autocrítica y del estímulo necesario paraqu-3 los miembros de l POUP se expresen sin.ceramente sobre las cuestiones que les preocu.pan, relacionadas con la actividad de su em.presa y de su organización de l Partido.

Ha y organizaciones donde se pone en dudala eficacia de la crítica Ello obedece las má sde las veces a una subestimación de l alcanceeducativo que tiene la discusión de estas cues,tiones en las asambleas del POUP y a la ac_

t i tud errónea hacia las intervenciones con es.píritu crítico. De las numerosas conversacio.nes qu e hemos sostenido acerca de este temase deduce qu e sólo un a minoría de camaradasestán satisfechos de los resultados de las crí^ticas hechas po r ellos la mayor parte afirma-ba que sus observaciones críticas no habíancausado el efecto apetecido.

Sucede con frecuencia que la situación enuna empresa parece normal: la dirección esbuena no hay nepotismo ni abusos y se obser.van las leyes. No obstante de tiempo en tiem.po surgen en ella conflictos más o menos se^ríos. Esto es fácil de comprender. En las em.presas trabajan hombres que poseen distin.ta preparación profesional pues el proceso deproducción lo integran labores mu y complejasy otras sumamente sencillas. En estas condi,ciones es difícil adoptar criterios absolutamen.te exactos de productividad de l trabajo y pre,

ver el grado de confiabilidad de las máquinase instalaciones. Todos estos factores como mu .chos otros influyen en el nivel de l salario ycrean un amplio diapasón de criterios al dis.tribuirse por los contramaestres o jefes de equi-po el trabajo entre los miembros de la colee,tividad laboral. Por tanto en cierta medidaexisten condiciones objetivas en las que unosproductores están más satisfechos que otros.

Ante tal situación crear un buen clima en eltrabajo y eliminar o at enuar, las causas queoriginan los conflictos depende en definitiva dela conducta de los dirigentes administrativosy de los cuadros de l Partido depende d e cómolos activistas de l Partido y los trabajadoresde vanguardia calen en estos problemas y delacierto para dirigir bien toda la vida de laempresa.

Al tratar el problema de las relaciones en.tre los hombres no se puede olvidar la poli,tica de cuadros instrumento mu y importanteque influye sobre la situación y sobre las reía,ciones entre los miembros de cada colectividad.Todavía encontramos graves deficiencias en lacontratación de nuevos operarios en la pre.paración y promoción d e cuadros y en el tra.bajo co n ellos. Aú n ocurre co n frecuencia qu e

personas fracasadas en su actividad laboralen algún lugar [esto se refiere sobre todo alpersonal de dirección] obtienen un puesto equi-valente en otra empresa o institución.

Una justa política de cuadros presuponeenpr imer lugar que se promueva a los puestos« l i » dirección a los mejores trabajadores que sehan granjeado la confianza de sus camara-< i ; » . s de l Partido y de los sin partido. En se.nudo lugar exige la realización d e un traba.i < > .sistemático con e l hombre e l control dia.rio de su actividad y la prestación de toda

e de ayuda para qu e perfeccione y eleve. M U S conocimientos profesionales y sociales.

U na acertada política de cuadros requiere ca.pacidad para conocer a los hombres para va..lorar debidamente sus conocimientos y susdotes y para tener en cuenta el prestigio dequ a gozan en la colectividad.

Es esencial también la colocación racionalde los trabajadores en la actividad laboral. Eneste aspecto la labor de la organización deVarsovia del POUP tiende a crear condicionesqu e faciliten el constante perfeccionamientoprofesional de los obreros la audaz promo.ción de los mismos a puestos de dirección enla producción y en la vida social. Citaremosun ejemplo positivo Ta n sólo en una escuelatécnica de la industria de la construcción 300obreros han obtenido en los últimos años eltítulo de técnico. Muchos de ellos hicieron su sestudios sin abandonar el trabajo.

Sólo nos hemos referido a algunos los másimportantes a nuestro juiciode los numerososproblemas concernientes a la formación denuevas relaciones entre los hombres concen.trando la atención premeditadamente en losfenómenos negativos qu e todavía existen.

Consideramos necesario que los comités ylas organizaciones de base del Partido asumantoda la responsabilidad por la situación en quese forman las relaciones entre los hombres enlas colectividades laboralesque pongan estosproblemas en el centro de su actividad Ínter,vengan ccn más energía en todo lo que se re.fiera a ellos y los resuelvan audazmente.La vida cotidiana no s enseña qu e cuanto má sresuelta y eficazmente luchan las organizacio.nes de base de l Partido contra los fenómenosnegativos — las injusticias, la infracción delas leyes, el compadrazgo el nepotismo y eldesorden en las empresas—•, cuanto más enér.gicaimente combaten a los que aplastan la cri.tica tanto mayores son su peso y su prestigioante los obreros y empleados sin partido.Ejemplos concretos de numerosas empresasacreditan que en todos los casos en que lasorganizaciones del Partido luchan sin descansocontra esos fenómenos, más afluyen a las or.ganizaciones de base las peticiones de obrerosque desean ingresar en el Partido. Por ejem.pío, un nutrido grupo de obreros de una fá.brica de aparatos de radio dirigió un escritoal comité distrital del sindicato de trabajado.res de comunicaciones pidiendo convocar un aasamblea general de la empresa para discutirsu errónea política de salarios, la injusta dis.tribución de los premios y otros abusos de losdirigentes de la fábrica de l comité sindical fa _bril y del consejo obrero. La comprobaciónrealizada por el comité distrital del POUP con.firmó la exactitud de los hechos denunciadospo r los obreros. El buró de l comité distritaldel POUP propuso relevar de sus cargos aldirector, al subdirector y al ingeniero jefe de

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64 EN LO S PA RTID O S C O M U N ISTA S Y O B R ER O S

sistemática uno o varios temas. De vez encuando se organizan también escuelas [los sá-bados] destinadas a los asistentes a los semi-narios.

La asistencia a -escuelas con régimen de in-ternado no es fácil para camaradas ocupadosen la producción. No obstante, de tiempo entiempo organizamos escuelas [seminarios] deuna o dos semanas de duración. Estas escue-las permiten estudiar con mayor intensidad ypo r consiguiente son muy útiles, aunque po rfuerza el número de alumnos sea limitado.

Para los colaboradores d el aparato del Par-

tido existe un a escuela central co n cursos decinco meses. A fi n de facilitar que los funcio-narios y activistas no liberados de l trabajo yque, po r tanto, no pueden asistir a la escuelacentral obtengan u na capacitación política má ssólida, la organización de l Partido de la AltaAustria ha abierto una escuela nocturna don-de se estudia durante un año el mismo pro-grama que en la escuela central. Otras orga-nizaciones regionales del Partido piensan se-guir este mismo ejemplo.

Peter ASCHNEB

Plenos de Comités Centrales

Partido Comunistade la Argentina

En el mes de noviembre serealizó una reunión plenariade l CC del Partido Comunis-ta de la Argentina, presididapor el compañero V . Codovi-lla, para considerar la situa-ción política nacional, el ba-lance de las conferencias pro-vinciales y los resultados ob-tenidos en la aplicación de lalínea del XII Congreso.

El Pleno aprobó una decla-ración «Sobre la situación po-lítica actual» y otra referentea los problemas del fortaleci-miento orgánico e ideológicode l Partido.

En la declaración «Sobre lasituación política actual» sesubraya que, a poco más deun mes del ascenso al poderde l gobierno de Illia-Perette,«los acontecimientos acaecidos

— sobre todo la situación crea-da con motivo de la anula-ción de los contratos petrole-ros— han confirmado el aná-lisis realizado por nuestro Par-tido inmediatamente despuésde las elecciones del 7 de julio,según el cual en el país se ha-bía abierto una brecha demo-crática; y que, por consiguiente,la tarea de las fuerzas demo-cráticas y progresistas era lade ensanchar esa brecha porla acción de masas a fin decrear condiciones favorablespara la lucha por un gobierno

popular de nuevo tipo y de nue-vo contenido social».No obstante el fraude consu-

mado por el gobierno de fác-to, las fuerzas más reacciona-rias no pudieron imponer suscandidatos. Ello fu e el resul-tado de las grandes luchasobreras y populares por laareivindicaciones económicas,sociales y políticas.

«Lo nuevo en la situaciónnacional — se dice en la decla-ración— es que el gobierno pa-só de manos de Guido, instru-mento de una dictadura mili-tar-civil fascista, abiertamen-te pro-yanqui, a manos del go-bierno Illia-Perette, el cualpuede ser calificado de liberal-burgués, que se propone ac-tuar con independencia de los''factores de poder", defenderla soberanía nacional y restau-rar las l ibertades democráti-cas».

Si bien es cierto que el nue-vo gobierno fu e elegido po runa mayoría relativa, y que es

mu y «presionado», puede lograr«el respaldo popular suficien-te» para desbaratar todas lasmaniobras de la reacción, sicumple su s promesas electora-les de normalizar la vida eco-nómica y política, encaminan-do al país por la senda de lademocracia, el progreso, la in-dependencia y la paz.

E? precisa que ios militantesde l Partida proceden con au -dacia en la realización d- 3 latarea de u ür en i¿ t acción atodas las fuerzas democráticas,patrióticas y antiimperialistas,

a fin de respaldar los pasospositivos que dé el gobiernoIllia, reclamar el cumplimien-to total de sus promesas elec-torales y hacer fracasar lasmaniobras de las fuerzas reac-cionarias.

La declaración analiza a con-tinuación las presiones reaccio-narias del imperialismo yanqui,rte la oligarquía terrateniente,de los altos jefes de las fuerzasarmadas y del clF.ro sobre elnuevo gob ierno, para hacerledesistir de l cumplimiento desu plataforma política. Comoconsecuencia de estas presio-nes, que no son suficientemen-te contrarrestadas por los sec-tores democráticos y progresis-tas del país, la actividad de lgobierno se desarrolla a tra-vé s de una línea zigzagueante.O se liquidan estos factores depresión, o sea el «gobierno pa-ralelo», o éste terminará po rimponer su voluntad al gobier-no actual o por der r ibar lo .

Es un hecho mu y positivosaludado por todo el puebloqu e el gobierno Illia haya re.chazado la misión Ilarriman yíuiya anulado los contratos pe -troleros. Por eso mismo ec3 pre-ciso que se restablezcan cuan-to antes, de manera amplia ysin restricciones, los derechosdemocráticos y las libertadesciudadanas, anulando los de-cretos-leyes represivos, paraque el pueblo pueda prestarlesu apoyo en defensa de esapatriótica medid a y de otrasestablecidas en áu propia pla-taforma electoral.

EN LOS PA RTID O S C O M U N ISTAS Y O B R ER O S 65La batalla en defensa del pe-

tróleo y de las riquezas na-cionales — dice el PartidoComunista de la Argentina—puede ser gana da. Existenípara ello eonídíiciones inter-nas favorables, ya que el Po-'det r1 'Ejecutivo cuenta paraese fin con el apoyo decididode la clase obrera, de los par-tidos políticos democráticos ydemás fuerzas populares. Exis-ten también condiciones ex -ternas favorables. Como lodemuestra la experiencia deotros países, el campo socia-lista podría suministrar lasmaquinarias y los equipos ne-cejsarios,. así como tambiénprestarle ayuda técnica, sinuestro gobierno así lo solici-t ara .La declaración se refiere lue-kro a las posiciones de los di-rigentes sindicales de las 62organizaciones peronistas, delos llamados «izquierdistas na-cionales», de los trotskistas, dealgunos dirigentes del Parti-do Socialista de Vanguardia y< l c gruípos insignificantes derenegados que atacan la justapolítica de l Partido y hablanalgunos de la necesidad de lainsurrección» para tumbar al

j 'obierno. Y todo esto •—se re-marca en la declaración— tie-ne lugar ahora cuando existenlas condiciones para ganar laI - a t a lia del petróleo y conquis-tar la s libertades democráti-cas; cuando existe la posibili-dad de empujar al gobiernohacia la realización de una po-lítica exterior independíente,do defensa de la paz y del de-recho de autodeterminación delos pueblos.

Nuestro Partido y con él lomá s avanzado de l movimientoobrero y popular —termina di-< icndo la declaración— , almismo t iempo que deben apo-v ar y apoyan las medidas pro-;• resistas del gobierno Illia, de -

mantener su línea inde-M < l í e n t e y propagar su s pro-

1 ' l « » s objetivos programáticos,• indo de que sólo un go- o verdaderamente demo-. c o , nacional y popular, en

« • n a l la hegemonía corres-i a la clase obrera en

iza con los campesinos,i concretar las grandesiciones históricas de laobrera y del pueblo, de

bienestar social, progreso, de-Vnocracia, independencia eco-nómica y política, socialismo ypaz.

A la realización de este granobjetivo se puede llegar a tra-vés de la creación de millaresde comités unitarios de luchay de la formación de un gran/Frente Democrático Nacionalantioligárquico, antiimperialis-ta y pro-paz.

El pleno del Comité Centralaprobó además una resoluciónde solidaridad con la lucha delos pueblos latinoamericanos ylos partidos comu nistas her-manos del continente víctimasde la represión fascista e im-perialista, y lanzó un llamadoa intensificar la campaña de

solidaridad con la heroica Cu-ba.

Partido Comunistade España

En el pasado m es de no-viembre se celebró un Plenoampliado del Comité Centralde l Partido Comunista de Es-paña.

El Pleno honró la memoriade l héroe del pueblo españolJulián Grimau, que era miem-bro de l Comité Central d elPartido, examinó la situaciónpolítica nacional, las perspec-tivas de la huelga general po-lítica y la situación en el mo-vimiento comunista interna-cional.

El Pleno llegó a la conclu-sión de que la huelga políticade los mineros de Asturias yLeón ha confirmado que laperspectiva de la huelga gene-ral política es correcta y real,y que esta perspectiva la hahecho suya el sector que hoymarcha a la cabeza de la claseobrera española. «La huelga delos mineros asturianos y leo-neses — se dice en la resolu-ción— es el primer gran pasohacia la realización de la huel-ga general política».

Confirmando el papel diri-gente del Partido en la huelgade Asturias, el Pleno ha cons-tatado también que la huelgade Asturias ha sido, sobre to-do, un a demostración de la

unidad de los mineros y, pticularmente, de la unidad comunistas, socialistas y cató-licos de Asturias.

La principal causa de que lahuelga de Asturias no se hayaextendido más radica en qu«el grado de unidad, de orga-nización y de entusiasmo dclase obrera del resto de Es-paña es aún insuficiente parauna fo rma tan elevada y tandifícil de lucha como es huelga general política».

Tomando el ejemplo de luchas desarrolladas por los mi-neros astu rianos desde 1956las que se han forjado cente-nares de dirigentes obrerosha e ntrenado el conjunto detrabajadores asturianos, se ha

soldado su unidad, se hancreado formas originales de or-ganización y coordinación la lucha de masas, la más im-portante de las cuales es vasto movimiento de oposisindical que se manifiesta los modos más diversos, el no ha invitado a todos los tra-bajadores a desarrollar ese mo-vimiento, a seguir el camino dAsturias para preparar lascondiciones de la huelga general política.

Comprobando con satisfacciónqu e a pesar de los golpes te-rroristas de la dictadura y lasdolorosas bajas tenidas, incso en los órganos dirigentes Partido, éste se ha fortalecidonumérica, política y orgánica-mente, el Pleno señaló quela tarea de preparar y realizarla huelga general política co-rresponde a las organizacionesdel Partido un papel de prime-ra magnitud y ha llamado atodos los comunistas a cumplircon honor esa tarea, al mismot iempo que a proseguir audazmente la política de organición orientada a convertir elPartido en un partido de ma-sas.

El Pleno saludó la valerosaintervención de los intelecles en favor de los mineros,protesta contra el arma repre-siva de la dictadura y su de-manda de libertad de informa-ción y expresión.

Enfrentada con la acción cre-ciente de la clase obrera, decampesinos, de los intelectuy de otros sectores sociales, la

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66 EN I.OS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS

dictadura se ve obligada a re-currir a una política de manio-bra y disimu lo, al mismo tiem-po que multiplica la represión yel terror.

El Pleno del Comité Centralconstata que esta doble líneade conducta refleja la crecien-te 4escom P°sición política de ladictadura y las divergencias la-tentes en el seno del propioGobierno franquista.

Cuando la oposición a Fran-co se manifiesta de maneramás categórica cada vez, todoreclama imperativamente quela s fuerzas políticas antifran-quistas lleguen a un entendi-miento para la acción unida ypara ofrecer una alternativademocrática a la actual situa-ción del país.

El Pleno invitó a la claseobrera a seguir preparando lascondiciones políticas y de or-ganización de la huelga gene-ral política y expresó a la vezsu opinión de que ésta no in-cumbe solamente a la claseobrera. En la preparación delambiente para que esa gran ba-talla política sea posible han departicipar los campesinos, losintelectuales, los estudiantes, lapequeña burguesía, todos losespañoles que coinciden en lanecesidad de acabar con la dic-tadura de Franco y de instau-rar en España la democracia.

En la resolución aprobadasobre el informe de SantiagoCarrillo, secretario general de lPCE, acerca de la situación enel movimiento comunista, elPleno del CC mostró su hondapreocupación por la agudezaqu e han alcanzado las diver-gencias en el seno del movi-miento obrero y comunista in-ternacional.

«Nuestro Partido — se dice enla resolución— se ha esforzadopo r mantener la discusión enel terreno de los principios, hu -yendo de las condenaciones ter-minantes. Incluso en esta nue-va y aguda fase hace falta darmuestras de gran paciencia, afin de conseguir que se rehagala unidad.

Seguros de interpretar el pen-samiento de las masas obrerasy campesinas, de los intelec-tuales progresistas españoles,queremos decir a los camara-das chinos:

Discusión, tanta como sea ne-

cesaria; paciencia, toda la quehaga falta. Pero ¡no toquéis ala unidad del campo socialista¡No toquéis la unidad del mo-vimiento obrero y comunistainternacional

Esa unidad es sagrada paranosotros. Nadie tiene derecho,bajo ningún pretexto, a escindirel campo socialista, el movi-miento obrero y comunista in-ternacional. No se puede rasaresa raya. Quien la pase con-traerá una tremenda responsa-bilidad ante las fuerzas de larevolución, la democracia y lapaz de toda la Tierra.

Para nosotros, que nos ha-llamos en plena lucha, clandes-tina, contra un régimen tiráni-co, la ruptura de esa unidadsignificaría una verdadera agre-sión por la espalda».

Estimando que sería útil unaConferencia del movimiento co-munista internacional, el Co-mité Central manifestó que sise llega al acuerdo de celebrardicha Conferencia, el PartidoComunista de España irá a ellacon el propósito de discutir en -tre camaradas y de lograr unacuerdo sobre la base de losprincipios de l marxismo-leni-nismo. En el caso de que eseacuerdo no fuera todavía posi-ble, asistiría con la voluntadde reforzar en vez de romperlos lazos que existen; con lavoluntad de unir, de continuarla discusión posteriormente;«con el convencimiento de quela discusión y la experienciason los únicos medios para sa-car a los camaradas chinos desu error e impedir una escisiónen el movimiento comunista in -ternacional».

Partido Comunistade Checoslovaquia

El pasado mes de diciembretuvo lugar un Pleno del Comi-té Central del Partido Comu-nista de Checoslovaquia en elqu e se examinaron problemasactuales de l trabajo ideológico.El informe corrió a cargo deVladimir Kou cky, secretariodel CC del PCCh.

El Pleno expuso la posicióndel Partido sobre los más im-

portantes problemas ideológicosde orden internacional e inter-no .

El PCCh repudia resuelta-mente las concepciones nacio-nalistas dogmático-sectarias.En la resolución se remarcatambién que la lucha contra eldogmatismo de izquierda nodebe reavivar las tendencias re-

,visionistas y oportunistas de de-recha.

El Partido Comunista de Che-coslovaquia concentra la aten-ción del pueblo en las esferaseconómica e ideológica, estre-chamente ligadas entre sí. Laactitud hacia el trabajo y losresultados del mismo sirven defi rme criterio para calibrar laconciencia socialista, la capa-cidad y las cualidades moralesdel hombre. Por eso se hacehincapié en la nueva actitudcreadora hacia el trabajo, enla formación de una atmósferade trabajo socialista, en el des-arrollo de la técnica y en laelevación de la calificación delos trabajadores. En la resolu-ción se indica además que nosólo las organizaciones delPartido, sino también los diri-gentes de la economía son res-ponsables de la labor ideológica.

La ciencia económ ica tieneplanteadas grandes tareas. Co-nocer las leyes de la economíasocialista y aprender a aplicar-las en todos los escalones dela edificación económica, tal esla vía para superar las influen-cias de l subjetivismo.

La labor ideológica es un im-portante factor para consoli-dar y desarrollar el Estado so-cialista. Con la liquidación delas clases explotadoras y lacreación de una economía so-cialista única, nuestra sociedad

se ha convertido en una socie-dad de trabajadores, caracteri-zada por la aproximación gra-dual de las clases y capas so-ciales y la mayor unidad detodos los trabajadores, espe-cialmente a base del intensivoincremento de la economía so-cialista y el consecuente des-arrollo de la democracia socia-lista .

En Checoslovaquia se estáoperando el proceso de trans-formación del Estado de dicta-dura del proletariado en Esta-do de todo el pueblo. La claseobrera es la fuerza fundamen-

E i N T LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OB R E R OS 67

tal de este proceso. La situa-ción dirigente de l Partido Co -munista en el país es una ga-rantía de que se lleva a cabola hegemonía de la clase obre-ra. Al propio tiempo es unacondición precisa para superartodas las contradicciones exis-tentes en nuestra sociedad enla actual etapa de su desarro-llo, tanto a consecuencia d eq u eaún subsiste la división socialcomo por el influjo de la ideo-logía burguesa y de diferentespuntos de vista erróneos dima-nantes de la estrechez de losintereses de grupo o persona-les.

El Partido presta gran aten-ción a la solución leninista delproblema nacional, ya que elpleno desarrollo de los puebloscheco y eslovaco es la premisapara su acercamiento cada vezmás estrecho.

La educación de los jóvenes,de la generación que vivirá enel comunismo, es una de lasmás altas tareas de la laboreducativa del Partido. Este sepronuncia resueltamente con.tra el desarrollo artificial dediscusiones inf.ergeneracionales.pero advierte algunas diferen-cias entre la juventud y la vie-ja generación. La juventud nocompara el presente con el pa-sado, sino las ideas socialistasco n la realidad, en la que bus-ca la forma de emplear susaptitudes. En la labor educa-tiva del Partido, de las orga-nizaciones sociales y, en parti-cular, de la Unión de la Juven-tud Checoslovaca y de la escuelacorresponde un lugar de lamayor importancia a la parti-cipación de los jóvenes en eltrabajo creador y en la activi-dad social y política.

El Partido exige de la escue-

la que no sólo dé a los jóveneslos fundamentales conocimien-tos y hábitos de trabajo, sinoqu e también les enseñe a ad-quirir má s tarde nuevos cono-cimientos, a valorarlos acerta-damente y a aplicarlos en lapráctica. La organización juve-ni l debe comprender que losjóvenes no son un mero objetopasivo de influencia ideológicay debe enseñarles a buscar porsu propia cuenta respuesta alas cuestiones y a desarrollarsu pensamiento y su voluntad.

«E n las presentes condicionesde multifacético desarrollo de larevolución cultural socialista— señaló en su informe el ca-marada Koucky— , el arte y lacultura constituyen una parteindispensable de la vida y unanecesidad natural para capastrabajadoras cada vez más ex-tensas. La forma de la concien-ci a artística se convierte en unaparte natural e indivisible dela conciencia del Partido y detoda la conciencia social». ElPartido presta pleno apoyo alarte que lucha activamente poralcanzar los objetivos comunis-tas, que aspira a la transfor-mación revolucionaria de la vi-da, a la formación de la con-ciencia de los hombres en elespíritu del comunismo. Lo quedetermina la importancia de ca-da obra de arte no es sólo suvalor estético, sino también suinfluencia ideológica. La expe-riencia del último período hademostrado la eficacia de lasdirectivas del Congreso delPartido sobre la necesidad deluchar contra los restos de lculto de la personalidad y delpensamiento dogmático y con-tra las manifestaciones de libe-ralismo y de oportunismo. Elrealismo socialista, contrario a

toda unilateralidad y a todaexplicación esquemática, y quecorresponde a la posición so-cial sustentada por nuestrostrabajadores del arte, da a ésteun amplio y creador campacción.

En la resolución aprobpor el Pleno se dice: «E l f r en -te de la cultura y del arte tieneahora la tarea de crear acti-vamente la concepción darte socialista rico en maticey multifacético, pero crente en los principios, dellar la viva herencia progrta del pasado, impulsar la acti-tud creadora hacia las realizaciones progresistas del arte yde la cultura mundial, aumtar de continuo la aportacióde nuestra cultura a la luchaideológica de nuestro t iempo»

El Partido Comunista de Che-coslovaquia considera necesasuperar el atraso de las cias sociales respecto a las de-mandas reales de la socilas ciencias sociales deben es-tar más estrechamente unia la política del Partido y libe-rar de todo subjetivismo al tra-bajo de investigación.

En su labor educativa, aligual que en toda su activel Partido se basa en la confianza en los hombres. El Par-tido puede dirigir a las masassi mantiene un contacto manente con ellas, si sabe ex-presar de forma acertada losanhelos del pueblo. Por estarazón es preciso desarrollar cusiones creadoras en la pren-sa, la radio y lo televisión sobre problemas palpitantes Esnecesario alcanzar una mayorconcordancia y unidad de acciónde todos los medios de influenci a ideológica.

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Tribuna de problemas actuales

E N T O R N O A L A U N I D A D D E L A C L A S E O B R E R A E N L O SPA Í S E S C A P I TA L I S TA S D E S A R R O L L A D O S

LA LINEA POLÍTICA DE LOS COMUNISTAS DE DINAMARCALa línea política general del Partido Comu-

nista de Dinamarca está orientada a desplegarla lucha de la clase obrera danesa y, en torno aésta, la lucha democ rática de todo el pue blo;está orientada, por consiguiente, a desarrollarlas fuerzas que son capaces de realizar la tran-sición al socialismo. Como lo indica toda nues-tra actividad, en la elaboración de esta líneahemos procedido de completo acuerdo con elespír itu de las Dec laracione s de 1957 y 1960 eigualmente de conformidad con el Llamamien-to de Roma de 1959. Esta l ínea la confirma-mos y la defendemos íntegramente.

Las condiciones generales de esta lucha de-mocrática en Dinamarca son, desde el puntode vista social, las siguientes: unas relacionescapitalistas de producción de relativo gran des-arrollo, un alto grado de especialización de laeconomía en la producción de artículos de pri-mera calidad y, de otro lado, un nivel relativa-mente elevado de calificación y una intensaexplotación de la mano de obra; un desarrollomuy pronunciado del capitalismo monopolistabajo el dominio de la burguesía monopolista,qu e va acompañado, sin embargo, de l manteni-miento de multitud de empresas pequeñas ymedianas. La burguesía monopolista de Dina-marca ejerce la dirección de la sociedad apro-vechando en gran medida y directamente elaparato estatal, aunque lo hace con no pocahabilidad política, a través de una democraciaburguesa de rancio abolengo en el país. El en-trelazamiento de l capital monopolista danés co nel capital extranjero [y en primer lugar con elinglés, germanooccidental y norteamericano] haido mu y lejos, sobre todo en el período de pos-guerra. El dominio del capital monopolistaentra en colisión directa con los intereses dela nación en cuestiones fundamentales como lapaz , la indepe ndenc ia y el desarrollo económ i-co del país, con sus intereses materiales y cul-turales, así como también con la exigencia po-pular de derechos democráticos que tienen unacusado sentido tradicional.

La clase obrera, ya en la fase inicial de suhistoria, se distinguió por su alta organización,aunque bajo una dirección reformista en la

mayoría de los casos. Justamente por eso, in-cluso -e n períodos relativamente remotos deldesarrollo histórico del movimiento proletario— en comparación co n otros países— , la claseobrera logró derechos democráticos y conce-siones sociales, cuando éstos aún no modifica-ban la correlación de las fuerzas de clase. Lasideas e ilusiones pequeñobu rguesas ejercenconsiderable influe ncia entre la clase obrera da -nesa y entre el pueblo en general.

La cooperación tiene en la agricultura y enel comercio un gran peso relativo. El grado deorganización de la población según sus intere-se s fuera de l marco de l movimiento obrero esnotable.

El pueblo danés posee experiencia y tradicio-nes de lucha democrática, principalmente mer-ce d a los largos comb ates por la democraciaburguesa, a la actividad política y sindical delmovimiento obrero, y en particular, gracias alintenso movimiento por la libertad contra laocupación fascista alemana.

Es preciso señalar como un rasgo específicoy de singular complejidad de la historia políti-ca de Dinamarca el hecho de que en estos últi-ños años la burguesía ha logrado dividir aúnmás a las fuerzas de izquierda obreras y progre-sistas, utilizando para ello el partido revisio-nista y escisionista del renegado Aksel Larsen.

Las nuevas condicion es internacio nalesy la situación de DinamarcaLa victoria en la lucha por la paz es el pro-

blema decisivo para el fu tu ro de Dinamarca. Lasituación geográfica del país, su extensión te-rritorial y las armas modernas demuestran queeste problema es de vida o muerte para nuestranación. Ningún líder político de Dinamarcase atreve a opinar que no sea deseable la coexis-tencia pacífica o el desarme internacional. Si nembargo, los políticos burgueses afirman quecomo, «por desgracia», la coexistencia pacíficay el desarme son imposibles, se ven «precisa-dos» a adoptar medidas de carácter completa-mente opuesto.

Esta argumentación «defensiva» predomina

En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados69cada vez más entre los políticos daneses par-tidarios de la OTAN. En cambio, crece cons-tantemente la disposición de ánimo en favor demedidas concretas para atenuar la tirantez enel Norte de Europa, que permitir ían encontraruna salida a la situación mediante la neutra-lidad, tradicional en Dinamarca, y mejorar lasrelaciones con el mundo socialista.

El peligro que representa la política de laOTAN para Dinamarca tiene su evidente ex-presión en la amenaza de dominio del imperia-lismo germanooccidental. La experiencia dela lucha contra los invasores alemanes haceque e] pueblo danés se mantenga vigilante co nrespecto al imperialismo y al militarismo ale-manes. De ahí que su infiltración, que entre otrascosas ha llevado a la creación de un mando mi-litar conjunto danés-germanooccidental, hayadesprestigiado en sumo grado la política dela OTAN.

Los sentimientos democráticos y antifascistasde l pueblo danés quedan patentizados en , su samplias acciones de solidaridad con la luchade los pueblos de España y de Áf r i ca del Sur.A estas acciones se ha incorporado oficialmen-te el Comité Nacional de la Juventud Danesa,qu e agrupa a todas las organizaciones juveni-les del país, tanto políticas como apolíticas.

La violación de la soberanía de Dinamarcapor la política de la OTAN va acompañada dela tendencia a la «inte gración» en la esferaeconómica. Dinamarca es miembro de la Aso-ciación Europea de Libre Comercio. El Gobier-no socialdemócrata y la dirección de los par-tidos burgueses han dec idido que Dinamarcadebe ingresar tras Inglaterra en el MercadoComún Europeo. Pese a toda la propaganda,estos planes han chocado con una amplia opo-sición, en primer lugar contra la renuncia alos derechos soberanos de la nación en cues-tiones económicas decisivas, contra el peligrode dominio económico de la RFA y de someti-miento de la vida cultural a la influencia de lcatolicismo germanooccidental, contra las pers-pectivas de nivelación de los salarios y de lasconquistas sociales. La incorporación de Di-namarca al Mercado Común crearía condicio-nes más difíciles para el desarrollo de la luchademocrática antimonopolista en nuestro país.

La explotación de Dinamarca por el capitalextranjero se ha intensificado a partir de laterminación de la segunda guerra mundial. Pa-ra el pueblo esto se traduce en medidas enca-rriladas a limitar el consumo y a elevar lascargas fiscales.

Pero estas medidas no hay qu e identif icar-las co n el estancamiento en el desarrollo econó-mico. En todos estos años ha tenido lugar enDinamarca una gran renovación del equipo in-dustrial y ha dado nuevos pasos el progresotécnico en la agricultu ra. Desde 1957 la coyun-tura en los países capitalistas fue favorable pa-ra la economía de Dinamarca. El fondo de di-visas mejoró. Fue más alto el nivel de empleoy aumentó la producción. La desocupación seredujo a un nivel insignificante. Sin embar-go, una parte esencial de los beneficios obteni-

dos se los e mbolsó el capital monop olivalor total del incremento de la riqueza nacio-nal desde 1956 hasta 1963 sumó 42.000 millonesde coronas, de los cuales 35.000 millones fuero n a parar a los capitalistas, 4.000 millonesinvirtiéronse en ne cesidades sociales, obreros, empleados y otras categorías de traba-jadores solamente recibieron unos 3.000 mi -llones. El salario real, que hasta 1955 no so-brepasó el nivel de anteguerra, se elevó duran-te estos años en un 15%, y los beneficio70%. La no rma de plusvalía subió en unaproximadamente.

Durante ese período experimentó un grancrecimiento numérico la clase obrera y la ma-no de obra asalariada en general. Pero el in-cremento de la clase obrera se produjocipalm ente a base de elemen tos no prios o con una baja conciencia de claseque , claro está, este hecho y la favorable tura hayan dejado sus huellas en el dello del movimiento obrero, no significaron elcese de la lucha de clases. Por el contrario, elperíodo comprendido entre 1959 y 1961 run número record de huelgas. No oblas conquistas de los obreros viéronse redudas casi a la nada en razón de las medidaseconómicas tomadas por el Estado.

Mientras que de un lado el número de obre-ros y empleados aumentó, de otro, la cantidadde brazos ocupados en la agricultura se vitemente disminuida. Pero en unas condicionede favorable coyuntura la mano de obra librepuede ser absorbida con relativa facilidala industria y el comercio. Ante el desarrollode la técnica se crea una situación crítira las pequeñas explotaciones agrícolas, tras que los monopolios encuentran nuevpara su ofensiva contra las cooperativatransformación y venta de productos cuarios.

A pesar de la favorable coyuntura y dmento de la demanda de bienes de usodero, la escasez de viviendas se ha agravado ylos gastos de alquiler y los derivados dimpuestos para una familia de ingresos meequivalen con frecuencia a más de la mitasalario. Para llevar una existencia normal eltrabajador danés debe tener doble empleo, obien han de trabajar todos los miembros desu familia aptos, lo que implica una carga la-

boral adicional. Las necesidades del pueorden a la enseñanza y a la cultura no se sa-tisfacen, hecho qu e contrasta visiblemente co nla situación reinante en los países socicuyos éxitos no s crean mejores condiciones pa -ra realizar en nuestro país reformas soculturales y democráticas.

En el último tiempo se observa un viraje ha -cia el empeoramiento de la coyuntura mica. Tras cierto período de estabilidad elario real ha comenzado a reducirse y de nue-vo ha aumentado el desempleo. El problemadel mercado se agudiza, e incluso en los sec-tores capitalistas de cabecera crece el intepor los mercados de los países socialista

Aunque estos procesos económicos no

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7 En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados

simples ni elementales e incluyen rasgos qu edan pábulo a ilusiones, se puede llegar a laconclusión de que en las condiciones de favo-rable coyuntura las contradicciones entre lasnecesidades razonables del pueblo y las posi-bilidades de satisfacerlas se agudizan más ymás y se extienden a nuevas esferas. Esto seexpresa en la lucha activa, pero se manifiestacon mayor fuerza en la creciente insatisfac-ción de las masas. Si bien no siempre cobranconciencia de cuáles son las causas que lamotivan ni los objetivos que se deben perse-guir en la lucha.

Para orientar esta insatisfacción contra laverdade ra causa que la origina, o sea contrael dominio de los monopolios, e s menester abor-dar con gran sensibilidad los nuevos fenóme-nos de la lucha de clases. Se trata, por ejem-plo, de las consecuencias de los nuevos méto-dos de explotación, mu y eficaces po r cierto, co -

mo lo demuestra el crecimiento de la normade plusvalía, aunque la clase obrera las percibemás bien en el aumento del cansancio, del ner-viosismo y de la extenuación y no en el au-mento de sus necesidades. Se trata asimismode los resultados de la penetración de la ex-plotación capitalista en nuevas esferas de lavida, cotidiana de l pueblo, donde antes se utili-zaba sólo el trabajo a domicilio o prevalecíanlas pequeñas empresas artesanas [por ejemplo,en la esfera recreativa, en los servicios, en elturismo, etc]. Se trata, por último, de la inter-pretación de las mejoras obtenidas, tales como,po r ejemplo, el pleno empleo, qu e inmediata-mente se convierte en una necesidad humanaimperiosa de la que los hombres no puedenprescindir y que, po r tanto, tienen qu e defen-de r como un derecho elemental, aunque enotros tiempos no se considerara así. Calificarsemejante defensa de las mejoras y derechosalcanzados como una tarea «menos revolucio-naria» que la lucha por la existencia [tal es elcontenido de los nuevos criterios dogmáticosen el movimiento obrero europeo occidental]significa perder el buen sentido, dificultar lacomprensión de la táctica de la lucha de cla-ses en nuestro tiempo y, en realidad, permitirque los monopolistas desarrollen su ofensivacontra la clase obrera con miras a elevar suscrecientes lucros.

En suma, consideramos que en Dinamarca,pese a las fluctuaciones coyunturales, determi-nadas por factores fortuitos, la actual políticade los monopolios crea tales problemas medu-lares de orden económico, militar y político qu eharán inevitable la crisis nacional, de la quelas clases dominantes no ven salida, al menosco n sus propias fuerzas. En cuanto a los opri-midos se refiere, no aceptarán la liquidaciónde Dinamarca como país soberano. Considera-mo s que nuestro deber es luchar contra esapolítica, batallar para hacer que cambie suorientación y abrir nuevas vías, antes de quepueda acarrear la s más funestas consecuen-cias.

La alternativa que proponen los comunistas

En contraposición a la política de los mono-polios y de la OTAN los comunistas proponemosuna política de paz y de renovación de la de-mocracia. Co n ello procuramos orientar loschoques parciales entre las fuerzas popularesy la política imperante por el cauce de la lu-cha democrática mancomunada contr a el ca-pital monopolista, hasta lograr que se transfor-me en una lucha por el socialismo.

En correspondencia con esta política nues-tro programa ha sido elaborado en todos susdetalles de cara las diversas clases, grupos ycapas sociales. M e limitaré a exponer ciertosplanteamientos fundam entales y algunos denuestros puntos de vista de principio sobre es-ta cuestión.

1. Proponemos basar la política exterior deDinamarca en los siguientes principios: crea-ción de zonas desnuclearizadas y proclamaciónde la neutralidad. Estos principios cuentancon un amplio apoyo popular. Pero este apoyosería más decidido si se disipasen las dudasen cuanto a la posibilidad de aplicar tales prin-cipios. Con el fin de demostrar las posibilida-des reales de esta política, en la primavera de1963 nuestro Partido se dirigió oficialmente alos partidos hermanos de la URSS, Polonia yRDA. Pedimos a estos países socialis tas veci-nos de Dinamarca que manifestaran pública-mente su disposición a apoyar y garantizar laintegridad territorial y la neutralidad de Di-namarca y a considerarla como un Estado li-bre de armas atómicas, como una zona contrala que no se emplearán dichas armas. Los par-tidos hermanos hicieron suya nuestra iniciati-va y la respaldaron. Por tanto, una vez másquedó demostrado palpablemente que el inter-nacionalismo de los comunistas es el factordecisivo de la defensa de los intereses de lanación.

La exigencia de semejantes garantías de pazorientadas a asegurar la independencia nacio-nal del país brinda asimismo un fundamento realpara luchar por el desarme, contra el constan-te e impopular aumento de los gastos milita-res. Esto contribuye a desenmascarar el ver-dadero contenido de la política de la OTAN,sobre todo aquellos de sus aspectos qu e afectana los intereses vitales de Dinamarca.

El Tratado de Moscú de prohibición parcialde las pruebas atómicas ha venido a aumentarla posibilidad de lucha por una nueva políticaexterior de Dinamarca y de los demás paísesdel Norte de Europa.

Todos los partidos y corrientes políticas hantenido que pronunciarse en pro de que al Tra-tado de Moscú sigan nuevos pasos para ali-viar la tensión. La tarea natural de los paí-ses nórdicos estriba en aplicar la propuestade l presidente de Finlandia, Kekkonen, en or-den a que, a fin de desarrollar las promesasde los gobiernos de estos países sobre la noinstalación de armas atómicas, se comprome-

En torno a la unidad de la clase obrera en los países capita listas desarrollados 71tan f irmemente a transformar el Norte deEuropa en una zona desatomizada. Una posi-ción negativa de los gobiernos ante este com-promiso situaría a los abogados de la políticade la OTAN en una situación más difícil. Esbien significativo que la amplia campaña an_tiatómica, que en su inicio er a principalmentela expresión del odio contra las nuevas armas,promueva ahora también la demanda de crearzonas desnuclearizadas.

2. Frente a la integración en el MercadoComún Europeo proponemos un a política co -mercial basada en la soberanía econ ómica, quebusque las vías para desarrollar las relacio-nes con todos los Estados. Esto no significaqu e neguemos las tendencias objetivas de in _ternacionalización y de división internacionalde l trabajo en la vida económica de nuestrotiempo. Dada su estructura económica, Dina-marca depende en gran medida de un comer-ci o exterior mu y desarrollado y mult i facét ico.M as para protegerse de la «división de l trabajo»dictada por los gigantescos monopolios interna-cionales, que pretenden imponer a nuestro pe-queño país un a política qu e sólo tiene en cuen-ta los intereses de los monopolios, l as fuerzasprogresistas tienen que asegurar la soberaníaeconómica de Dinamarca. Consideramos qu eante la presente correlación mundial de fuer-zas existe la posibilidad real de poner en prác-tica semejante política económica. Partiendode esto Dinamarca podrá desarrollar sus víncu-los económicos con los países socialistas y lasnuevas naciones y, por consiguiente, crear la spremisas para imponer una situación de igual-dad en sus relaciones económicas con los paí-ses capitalistas. Una de las iniciativas denuestro Partido ha sido la de demostrar que,a causa de la dependencia de Dinamarca delas potencias imperialistas, no se han aprove-chado todas las posibilidades de comercio co nlos países socialistas. Y esto ha contribuidoa que haya aumentado la resistencia contrala incorporación de nuestro país a los planes de«integración».

3. En nu estra pro puesta sobre la renovaciónde la democracia ponemos el acento principalen la demanda de un control social democrá-tico y del derecho de coparticipación de l pue-blo en la solución de los problemas económicosy políticos. Estas exigencias siguen la líneaid e las tradiciones democráticas de l pueblodanés. Su realización incluye, como es natu-ral, una serie de medidas de nacionalización,y en nuestro programa figuran las correspon-dientes propuestas concretas. Si n embargo, sa -limos al paso de la idea de presentar en pri-mer plano sólo la demanda de nacionalización,desligada de l control democrático, ya que estoharía el juego a la propaganda reaccionaria,qu e habilidosamente aprovecha la gran im -popularidad de muchas empresas estatales, mon-tadas para servir los intereses de los monopo-lios y que están por lo común dirigidas buro-cráticamente por los socialdemócratas. Los par-tidos de derecha daneses enarbolan la bande-ra del liberalismo, creando la impresión de

que luchan unas veces en «pro» y otras en«contra» de la «tutela estatal».

Nuestra demanda de control democrátiido acompañada, sobre todo en el movimientoobrero, de una amplia discusión sobre el dere-ch o a coparticipar en la dirección y sobrderechos democráticos en la producción.lo que a estos derechos se refiere,, en Dina-marca vamos rezagados de muchos otros paíse s capitalistas. Y pese a que en nuestro pse hacen no pocos esfuerzos para encarrilaresta discusión por el cauce de la colaboraciónde clases y del «capitalismo popular», cderamos que nuestra demanda servirá de basepara impulsar la lucha democrática antimopolista. A este respecto, la ampliación de losderechos de los trabajadores en los paísescialistas desempeña un gran papel como factor estimulante.

El desarrollo y la democratización de las coo-perativas ocupan asimismo un destacadoen nuestras propuestas de renovación de mocracia, particularmente con respecto a losproblemas de la agricultura y al problema delas capas medias.

Al Parlamento corresp onde el lugar centralen orden a la conciencia política del pueblo.Nosotros propone mos ampliar sus atribnes, así como también las de otros órganos electivos, y estimamos factible y deseable convertirlos en instrumentos para desarrollar la lu-cha democrática.

4. A la ampliación de los derechos de la claseobrera se le debe conceder un lugar decisivo entodas las ideas de renovación de la democracia.Actualmente las organizaciones obreras se venmaniatadas hasta tal punto por las disposicionesjurídicas, que de hecho queda anulado en buenaparte, po r ejemplo, el derecho de huelga. La li-bertad de acción de los obreros debe ser mante-nida como un derecho democrático de loposeídos. Nosotros ligamos la lucha por estrecho con la lucha por la ampliación de la demo-cracia en el movimiento sindical.

El desarrollo de l capitalismo monopolista deEstado significa que la amplia ingerenci esta-tal en toda un a serie de esferas de la economíase está convirtiendo en un fenómeno cada vezmás corriente. Con frecuencia ese desarrpresenta como medidas de «planificación», comoun a «solución de conjunto de los problemas». aunque la intromisión estatal se realiza en nuestro país bajo la dirección socialdemócratafundamental responde a los intereses del ctal monopolista. A veces, es a ingerencia va acom-pañada con miras demagógicas de ciertacesiones a los obreros, a fin de impedir quezan el derecho a la acción.

Luchamos contra semejante «solución de con-junto de los problemas», denunciando l as facetasreaccionarias de esa política y aprovechala medida de lo posible las concesiones prometdas para elevar el espíritu combativo de de los trabajadores. El terminante rechazo dela política de « soluciones de conjunto de los pro-blemas» y la promoción, frente a ella, de unapolítica económica democrática son la condición

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72 En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados 73

para impulsar la actividad de las masas, tan ne-cesaria para la lucha democrática. La ingeren-cia monopolista-estatal, cada vez más frecuente,barrena los argumentos y las concepciones «libe-rales» y crea condiciones para una mejor com-prensión de la necesidad de una intervención de-mocrática y progresista del Estado en la econo-mía, como lo indican, po r cierto, las discusioneshabidas en los congresos de varias de las f edera-ciones sindicales más importantes.

5. El programa de renovación de la democra-cia ha sido promovido por nuestro Partido encalidad de base para la cohesión y las accionesconjuntas de las fuerzas democráticas. Este pro-grama, naturalmente, no condiciona la colabora-ción. Procu ramos d esarrollar la unidad de laclase obrera y de todas las fuerzas democráti-cas en torno a todos los problemas parciales ya cada paso que damos en nuestro camino. Yasí es como prácticamente se desarrolla y se ro-bustece la unidad en la presente etapa.

La situación en el Partido SocialdemócrataEl Partido Socialdemócrata se desarrolló como

un partido tradicional de la clase obrera dane-sa. El primer golpe serio al prestigio de los lí-deres de la socialdemocracia fue asestado duran-te la lucha por la libertad del país, cuando vol-vieron la espalda al activo movimiento de Resis-tencia y colaboraron con los ocupantes fascistas.Después de la guerra, la dirección derechista de lPartido Socialdemócrata, utilizando sobre todoel clima de guerra fría, se afianzó de nuevo ensus puestos. Además asumió la responsabilidadde funestos cambios en la política de Dinamar-ca, como fue, po r ejemplo, el ingreso en la OTAN.

A consecuencia de su influencia tradicional, desu poder sobre las organizaciones de l movimien-to obrero y de la fuerza de las ilusiones refor-mistas, la socialdemocracia continuó siendo elpartido al que se sumaba la mayoría de la claseobrera. Mientras tanto en la década del 50, el rí-gido rumbo derechista en las cuestiones de polí-tica interior y exterior acentuó la «crisis de con-fianza» en la socialdemocracia. Esto se puso demanifiesto en 1956 en el considerable reforza-miento de la influencia comunista, que tan só-lo fue frenado por la cínica utilización del le-vantamiento contrarrevolucionario de Hungría.Sin embargo, la «crisis de confianza» en el Par-tido Socialdemócrata siguió agudizándose y sereflejó en la disminución d el número de sus afilia-

do s y particularmente en la caída vertical delprestigio de sus dirigentes. Mientras que antesla dirección del Partido Socialdem ócrata podíaasegurar con facilidad la aplicación de su líneapolítica e impedir el surgimiento de una oposi-ción, en particular de izquierda, ahora han sur-gido diferentes corrientes francamente contra-rias que, con frecuencia, constituyen un cuadrobastante abigarrado. Sin embargo, los elemen-tos más recalcitrantes del ala derecha mantienensu control sobre el aparato del Partido y, en lofundamental , determinan la política de los go-biernos. Un lado débil de las corrientes deizquierda es la falta de una plataforma generaly de perspectivas.

El desarrollo y la agudización de las contra-dicciones en el seno de la socialdemocracia ha-cen muy necesaria un a apreciación diferencial.En la actualidad, dentro de la socialdemocraciase están operando ya procesos que pueden hacercambiar el papel de este partido. Así, pues, elanálisis hecho en la Declaración de 1960 se h aconfirmado sin lugar a dudas. Hay que decir,sin embargo, que la social democracia danesa eshasta ahora un partido que aplica la política delos monopolios y de la OTAN. Pero las posibi-lidades de maniobra de la dirección Socialdemó-crata se han reducido, si es que quiere evitar unasustancial pérdida de prestigio. Además se de-jan también sentir el curso internacional de losacontecimientos y los cambios en la correlaciónde fuerzas en la arena internacional.

Las condiciones para desarrollar la unidad en-tre los obreros socialdemócratas y comunistas hanmejorado considerablemente. En esto jugó ungran papel el deseo consciente de los comunis-tas de atenuar la tensa situación existente en lasrelaciones entre lo s obreros de diferentes orien-taciones ideológicas. En diversos casos se hicie-ron posibles las acciones conjuntas, incluidas pro-testas comunes contra algunas medidas guber-nativas .

El desarrollo de esta colaboración es un fac-tor determinante para el ulterior avance de lalucha democrática d e la clase obrera y de todoel pueblo. Aunque mantenemos amistosas rela-ciones con los dirigentes del Partido Socialdemó-crata y las aprovechamos para exponerles nues-tr a opinión sobre diferentes problemas, no po-demos esperar sustanciales resultados mientrasno se incrementen las acciones conjuntas de laclase obrera.

La situación en el PSP y su papelEl desarrollo de la unidad de la clase obrera y

de las fuerzas democráticas en nuestro país secomplicó en gran medida con la formación en1959 del llamado Partido Socialista Popular [PSP],creado por un grupo de renegados de l movimien-to comunista y encabezado por Aksel Larsen, expresidente del Partido Comunista de Dinamar-ca.

La dirección y los cuadros del PSP son casisin excepción antiguos comunistas, en su mayo-ría llenos de un odio de renegados hacia su an-tiguo partido. Pudieron reclutar para su partidoa un número relativamente reducido de nuevosmiembros, entre los cuales predominan los ele-mentos pequeñoburgueses. Más el PSP aún go-za de un apoyo considerable de los electores, in-cluidos bastantes obreros.

Objetivamente, el PSP actúa como amortigua-dor de la corriente de izquierda en la clase obre-ra y el pueblo danés, impidiéndoles que ocupenposiciones más consecuentes. La propagandaburguesa trata de presentar al PSP como el úni-co defensor de las posiciones de izquierda en lavida política danesa y, de esta manera, dificul-tar el incremento de la influencia de los comu-nistas y, en general, silenciar su punto de vistay sus actividades. Al mismo tiempo, la direccióndel PSP utiliza su influencia para tratar de des-

prestigiar a los países socialistas, y en los mo-mentos difíciles de la lucha siempre se encuentraen las primeras filas de los que están dispues-tos a atacar por la espalda. En el interior delpaís intenta desacreditar la colaboración con loscomunistas, se opone al desarrollo d e los movi-mientos de masas y trata de sofocar los anhelosdemocráticos, reduciéndolos al juego parlamen-tario.

Esta evolución de Aksel Larsen y de su cam a-rilla hacia la derecha se ha convertido ya enuna carga para el PSP. En el Congreso del PSPcelebrado en el otoño de 1963, Larsen se vio obli-gado a constatar que «en el partido ya no hayunidad sobre la línea política fundamental». ElCongreso puso de manifiesto la confusión de opi-niones y las divergencias existentes. Y Larsense encontró en el extremo del flanco derecho, loque incluso suscitó el descontento del Congreso.Larsen tuvo que hacer cambios en el proyectode declaración política, pero él y su camarillaconservaron su s posiciones dominantes en elPartido y continúan la política derechista procla-mada anteriormente.Lo sucedido con Aksel Larsen y su papel po-lítico son una advertencia para el movimientocomunista mundial y recuerdan el peligro qu econstituye hoy el revisionismo.

La agudización de las contradicciones en elPSP, la confusión ideológica y la debilidad orgá-nica de sus filas confirman también que, a pesarde sus éxitos temporales, ese partido es un fe-nómeno pasajero en la vida política del país.

En nuestras intervenciones establecemos unalínea divisoria entre la camarilla anticomunistade Larsen y los elementos más o menos vacilan-tes adheridos al PSP. E stamos dispuesto s a des-arrollar la unidad con estos últimos. Como enlas empresas el PSP tiene pocos partidarios, enla lucha práctica de la clase obrera somos dehecho la fuerza rectora incluso allí donde esto nose reconoce aún. Por esta razón existen conside-rables desproporciones entre nuestra influen-ci a real y el apoyo de que gozamos en las elec-ciones.

Papel del Partido Comunista en lasituación actual

En estas condiciones, en Dinamarca ha sur-gido una situación singular. Mientras que laclase obrera y otras capas de la población sedesplazan sin duda hacia la izquierda, el Go-bierno, encabezado por los socialdemócratas,adoptó diversas medidas menos democráticasqu e nunca y beneficiosas para las fuerzas de -rechistas.i

1 Por ejemplo, se instituyó el mando militar da-nés-germanooccidental, y en el territorio de Dina-marca se permitió a las fuerzas armadas germano-occidentales el emplazamiento de bases logísticas ynavales. Se hicieron los máximos esfuerzos para in-corporar el país al Mercado Común y se elevaronconsiderablemente los impuestos a causa de los gas-

Todo esto únicamente se pueda explicar porla falta de unidad de la clase obrera y fuerzas democráticas. En gran parte son res-ponsables de ello los dirigentes del PSP.

Los comunistas llaman- a toda la clase obre-ra, a superar con ayuda de la unidad políticala desproporción existente entre el mayor pesode la clase obrera en la sociedad y la políticade l Estado.

Estas ideas encuentran también eco en lascorrientes de izquierda de la socialdemocraciaal igual que entre los partidarios del PSP. Pa-ra darles una importancia decisiva es necesa-rio desarrollar las acciones independientes dela clase obrera. Esto será también determi-nante para otros sectores democráticos, ya queadquirirán fe en sus propias fuerzas en el cur-so de sus luchas.

Mas esto también lo sabe la clase domte. Por eso hace los mayores esfuerzos para di-vidir y reducir a la clase obrera a la pasividad,para quebrantar la fe en sus propias fuerzasCon este fin se utiliza todo el arsenal ideológico de la burguesía. Cabalmente de esta mane-ra, y no mediante una franca violencia, la cla-se dominante frena en esta etapa, la lucha de-mocrática de la clase obrera. Los comunistasrealizan todos los esfuerzos posibles para sal-var estos obstáculos. Por eso los comunistasdaneses rechazamos los reproches de logentes chinos de que nosotros « impedimos larealización de las reinvindicaciones revolucio-narias de las masas populares», calificándolosde irrisorios y grotescos y de estar lejos de larealidad.

Los enemigos de la clase obrera intentaconstantemente inculcar al pueblo un miento de impotencia. Al hablar de los gran-de s problemas contemporáneos, afirman que co-mo somos una nación pequeña, nuestros ano pueden tener gran importancia y únicamen-te debemos hacer lo que «nos digan los aliados». Intentan declarar ilegal e incluso «an-t idemocrática» cualquier acción decidida de lasmasas. Así, la negativa de los portuariosses a descargar un barco de la República Sudafricana fu e calificada de «antidemocrática».

Por eso los comunistas subrayan una y otravez que democracia es actividad, «espíritu deiniciativa de l pueblo», como d i jeron en su t iem-po grandes demócratas burgueses.

El afán de aislar a los comunistas mediante la discriminación, el silencio y la propagan-da anticomunista en sus más diversas formaes parte inseparable y esencial de la luchtra la unión de las fuerzas democráticas depaís. Sería una ilusión imaginarse — y esto es

tos militares. Aumentaron más y más los graváme-nes indirectos que pesan sobre el pueblo, particular-mente a consecuencia de la creación del impuestogeneral d e- utilidades. Se congelaron los salarios ala mayoría de los obreros, permitióse el aumento delos alquileres, etc.

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74En torna a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados

lo que precisamente quieren nuestros revisio-nistas— qu e recurriendo a «declaraciones de sa-lón» podemos obligar a la propaganda antico-munista a guardar silencio. Esto sólo no s lle-varía a abrazar posiciones pequeñoburguesas.Nosotros debemos, sin falta, or ganizar todanuestra actividad partiendo de que la lucha declases e ideológica de ninguna manera dis-minuye en el proceso ascensional de la lucha de -mocrática. Po r otra parte debemos procurarconstantemente que en nuestra actividad nohaya nada que de una o de otra manera hagael juego al anticomunismo e impida que se pon-ga de manifiesto el papel rector de los comu-nistas en todo el progreso social. Renunciar aesta tarea basándose únicamente en la vileza yla ruindad del anticomunismo sería caer en undogmatismo estéril.

En nuestras condiciones, -e l anticomunismose orienta precisamente a discriminarnos enlas cuestiones nacion ales y democráticas, in-tenta presentar a los comunistas como unafuerza «antinacional» y «antidemocrática». Enambos casos sirve de punto medular nuestraactitud hacia los países de l mundo socialista.Además, naturalmente, se puede también es-pecular con ciertos prejuicios nacionalistas.

La realidad objetiva es tal que los éxitos his-tóricos del mundo sociali sta y sobre todo delprimer país socialis ta, la Unión Soviética, y sudecisivo papel en la noble lucha con tra el pe-ligro de una nueva guerra constituyen las con-diciones exteriores determinantes para nues-tra lucha. Una prueba convincente de la s u-perioridad del socialismo es que -e l pueblo tra-bajador puede obtener derechos que los apo-logistas del capitalismo declaraban, categóri-camente, irrealizables, y que estos éxitos hancreado condiciones para nuevas vías que lle-varán al socialismo. Si para la propagandaburguesa es natural el negar y poner en telade juicio estos hechos, a nosotros nos es abso-lut amente necesario subrayarlo s y most rar alpueblo lo que significan. El desarrollo de lospartidos comunistas y su firmeza contra lainfluencia d e la ideología burg uesa en los paí-ses capitalistas , so bre tod o en los pequeños,están estrechamente vinculados a su interna-cionalismo socialista. Así, pues, la actitudhacia la Unión Soviética y hacia el desarro-llo socialista son en rigor una piedra de to-qu e para los partidos comunistas de esos paí-

ses. Nuestra experiencia confirma una y otrave z que el afán d e «guard ar dis tanci as» res-pecto a los países socialistas siempre ha con-ducido a lo contrario, a resignarse con el ré-gimen y la ideología burgueses.

Si se considera la solidaridad con el mundosocialista como un «impedimento», será fácildeslizarse a posiciones defensivas. Mas nos-otros, por el contrario, tratamos de tomar lainiciat iva. Ejemplo de ello pueden ser losllamamientos antes mencionados a los parti-dos hermanos de los países socialistas sobrelas garantías a la neutralida,d de Dinamarcaen un zona nórdica desnuclearizada. Estos lla-mamientos indican que nuestras relaciones so-

lidarias son un factor positivo para la nación.Han co ntribuid o a disipar el halo «místico»con que los adversarios quisieran envolvernuestras relaciones con el mundo socialist a. Pe-ro si mediante una actitu d demostrativa de«guardar las distancias» entre sí y el desarro-llo socialista quieren crear una «coart ada na-cional», esto puede conducir, a juicio nuestro,a los fenómenos más negativos.

Claro es que la solidaridad internacional nodebe ser comprendida por nosotros de una ma-nera mecánica, siguiendo el principio de «allí,en el otro lado, todo está bien porque -es so-cialista», sino como una expresión de las con-diciones reales y de sus procesos, como moti-vación y defensa de Ion puntos de vista ge -nerales y de los objetivos qu e vinculan el mo-vimiento comunista internacional en un todoúnico. Es esta una tarea que no se puede sos-layar. Debernos estar asimismo en condicionesde explicar las diferentes situaciones que exis-ten en los diversos países, lo que nos permite,po r una parte, subrayar las circunstanci as par-ticulares que marcan su impronta a la ela-boración de nuestra propia política en la lu-cha democrática y a la senda hacia el socia-lismo . Por ejemplo, debemos mostrar la dife-rencia entre las condi cion es que en 'la UniónSoviética condujeron a la creación del siste-ma de un solo partido , y las condiciones denuestro país, donde nos guiamos por el cri-terio de que en la etapa d e la lucha democrá-tica y en la fas e de la edificación del socia-lismo ce podrá conservar la pluralidad de par-tidos.

Problemas especiales surg en, natu ralmente,con motivo de los errores que se cometen aledificar el soci alismo, particularmente cuandoesos errores debilitan Icn vínculos entre la ba-se y la, superestruct ura, como sucedió, por ejem -plo, en -e l período del culto de la personalidad.Los errores y su corrección siempre implicaránun proceso difícil, sobre todo allí donde se co-meten. Sin embargo, en nuestras condicionesdebemos concentrarnos en la propaganda dela vitalidad y de la sol idez de la base socia-lista, y no en los errores cometidos. Utilizan-do en nuestra propia política, en nuestra ideo-logía y en nuestra organización el hecho po -sitivo de que se corrigen las faltas cometidas,debemos vencer la tendencia a volver co nstan -temente s obre ellas, cosa a la que nos quierenllevar nuestros enemigo"?. En este sentido, to-do s los partidos comunistas y obreros sonigualmente responsables de l desarrollo de unafructífera discusión internacional basada en elmarxismo-leninismo, responsabilidad a la cualhan renunciad o de manera total los dirigenteschinos, lo que, posiblemente, sea lo más per-judicial. El carácter democrático del movimien-to comunista se revela por su capacidad parasostener una discusión, pero no una discusiónsusceptible de debilitar la unidad e incluso dehacernos retroceder en nuestro modo de pen-sar, sino una d iscusión que desarrolle y per-feccione el pensamiento marxista-l eninis ta.

Al anti comunismo se le vence no sólo a tra-

En torno a la unidad de la clase obrera en los países capitalistas desarrollados 75vés de la d iscus ión de cuestiones ideológicas ,sino principalmente cuando los partidos soncapaces de desarrol lar la iniciativa y de mos-trar audacia política que contribuya a la accióny al movimiento de masas.

Esto presupone también una co nstante pre-ocupación por la solidez ideológica de los par-tidos, sin la cual no se puede desempeñar unpapel rector en la lucha democrática.

Nuestro partido fue atacado por los revisio-nistas y los dogmáticos, y nosotros aceptamosel reto. Del revisionis mo de Aksel Larsen seha hablado ya, y en nuestras con diciones si-gue siendo, naturalmente, un problema.

Los ataques dogmáticos de los diri genteschinos no les han dad o en nuest ro país resul-tados sustanciales. No obstante, debemos per-manecer vigilantes para que estos irresponsa-bles ataques no causen desconc ierto. Aksel Lar-s-en intenta también uti lizarlos demagógica-mente para decir que «tenía razón» al pronun-ciarse co ntra los países socialis tas y el movi-

miento comunista. Y esta es una razón máspara que rechacemos resueltamente to das l astergiversaciones de los dogmáticos. Si n man-tener esta lucha comprometeríamos nuestrapropia política y fomentaríamos las dudas yla falta de claridad, lo que restaría fuerza anuestra aportación a la lucha democrática.Nosot ros man ifestamos que se trata de pro-blemas respecto a los cuales los marxistas-le-ninistas no pueden permanecer indiferentes.

Durante la áspera lucha interna contra losrevisionistas no nos dejamos llevar a un puntode vista dogmático. No es ahí donde hay quebuscar las causas de nuestras dif icultades tem-porales. Esto no significa que en nues tra acti-

vidad no tropecemos con manifestacioneoportunismo de derecha o de izquierda. Siem-pr e hemos considerado la lucha contra uno yotro como una part e integrante de nuestrapolítica democrática.

Estimamos que lo determinante es el des-arrollo de la iniciativa de la clase obrera y delas masas democráticas. La rica experienciaqu e hemos acumulado muestra que si las con-cesiones democráticas tienen como origen laactividad de las masas, sirven de base paranuevos avances. Por el contrario, las refor-ma s con cebidas como un d on de «las alturas»pueden ser utilizadas muchas veces para fre-nar el avance. Es esta u na experiencia nues-tra que puede tener importancia internacional.

En una palabra, los cambios en la situacióninternacional, la acentu ada tendencia del pue-bl o danés hacia el socialismo y hacia un pro-greso que responda a las nuevas posibilidadesde nuestra época, la creciente voluntad demo-crática y el odio a la reacción y al fascismo,

la constante y cada vez más evidente demos-tración de la s uperioridad del socialismo pa-tenti zan que en nuestr o país aumentan las po-sibilidades para llevar a cabo la transición pa-cífica al socialismo.

Esta perspectiva no equivale, naturalmente,a llamar a la pasividad, en la que descansala teoría socialdemócrata de la «integraciónpocífica», sino que, por el contrario, constituyepara nosotros una incitación constante a im-pulsar la actividad de las masas en la luchademocrática, ya que sólo ésta crea condicio-nes para el paso pacífico.

Ib NERLTJND.

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U n a r e f o r m a f r u s f r a d ap o r la r e a c c i ó n

[Notas cíe un periodista hindú]

Ya es la segunda vez que la opinión hindúe internacional fija su atención -e n el Estadode Kerala.

En 1957, el Partido Comunista triunfó enlas elecciones generales de este Estado, con-quistando la mayoría parlamentaria. Po r pri-mera vez en la histori a de l país fue consti-tuido allí un Gobierno dirigido por los comu-nistas. Este Gobierno, que existió sólo 28 me-ses, tuvo qu e actuar bajo la Constitución bur-guesa y sin un control efectivo sobre los esla-bones del aparato estatal [el ejército, los tri-bunales, los órganos financieros, etc.]. No obs-tante, consiguió realizar un a serie de trans-formaciones democráticas de resonancia- na-cional. Las medidas y las reformas democrá-ticas llevadas a cabo por el Gobierno comu-nista de Kerala tropezaron con una rabiosaresistencia de todas las fuerzas reaccionariasde India.

Pero lo que suscitó mayor oposición e iraentre los feudales, los grandes terratenientesy todas las clases reaccionarias fue el proyectode ley sobre las relaciones agrarias, elaboradopor «e l Gobierno comunista y que daba positivasolución a uno de los más palpitantes proble-mas del país. Este proyecto de ley introducíacambios radicales en el sistema de propiedadde la tierra en el Estado de Kerala y propi-ciaba esenciales ventajas a las masas campe-sinas.

El proyecto prescribía el establecimiento deun tope máximo de propie dad agraria, la dis-tribución de las tierras sobrantes entre loscampesinos desposeídos o deficientemente do -tados, un a sustancial reducción de la renta,la prohibición de todas las formas de desahu-cio de los arrendatarios , exiguas compensacio -

nes a los terratenientes por las tierras exce-dentes incautadas, la creación de organismosdemocráticos -electivos [tribunales y agrarios]para la puesta en práctica de la reforma y pa-ra la defensa de los intereses de los campe-sinos.

La realización de estas medidas hubiera con-tribuido a la lucha contra el hamb re e n_ e lcampo indio, a liquidar -e l atraso d- e la agri-cultura, a solucionar el problema del desem-pleo, a elevar el nivel técnico de la agricul-tura y a crear la base de la cooperación agrí-cola.

Aunque este proyecto de ley había sido apro-bado por la C omisión Central de Planifica-ción y el Gobierno comunista de Kerala no ha-cía sino cumplir las promesas que el CongresoNacional había dado a la s masas trabajado-res con antelación a la independencia del país,los representantes de este partido en el Estadode Kerala se pusieron abiertamente al lado delos terratenientes. Pero a pesar de la fuerteoposición de las clases reaccionarias y de susamenazas de recurrir a la violencia, el proyec-to de ley fue ap robado por la Asamblea Le-gislativa de Kerala en junio d e 1959, a sea casia los dos años de haber sido presentado.

Esta progresista legislación agraria fu e pre-cisamente la causa fundamental de que el Pre-sidente de la India disolviera el Gobierno co-munista y la Asamblea Legislativa, democráti-camente elegida.

Después de la disolución de l Gobierno, efec-tuada en julio de 1959, el gran capital de Ke-rala ejerció una fuerte presión sobre el Go-bierno central y el Presidente de la India a finde frustrar la aplicación de la refor ma agra-ria. De otro lado, los campesinos, la claseobrera y todas las fuerzas progresistas se pro-nunciaron por la inmediata realización de lasimportantes medidas legislativas acordadas.

La lucha de clases desplegada en torno aesta cuestión alcanzó viva intensidad. Lasacciones revolucionarias de los campesinos exi-giendo que el Presidente firmara .la ley con-taron con el completo apoyo de las masas po -pulares. Al Presidente de India fu e elevadaun a petición firmada por más de un millón decampesinos de Kerala.

Ante la stiuación creada, los círculos gober-nantes recurrieron a la táctica de _ las dilacio-nes . Sólo en julio de 1960 el Presidente devol-vió el proyecto de ley a la nueva AsambleaLegislativa de Kerala [en ella la mayoría co -rrespondía ya al Congreso Nacional y a losaliados de este partido] con la recomendaciónde introducir en él cambios sustanciales en be-neficio de los feudales y de los terratenientes-capitalistas. En febrero de 1961, una vez in-troducidas las enmiendas, la ley era firmadapo r el Presidente y entraba en vigor.

Au n con todas las enmiendas introducidas laley de relaciones agrarias de Kerala era mu-cho más progresiva que todas las reformasagrarias de l resto de los Estados, po r lo quela reacción arremetió contra ella con nuevosbríos. Esta vez las fue rzas reaccionarias se

NOTAS Y CORREO DE L.A REDACCIÓN

valieron de subterfugios jurídicos. En 1963, elTribunal Supremo de Kerala, y a renglón se -guido el Tribunal Supremo de la India, decla-raron anticonstitucionales algunos de los ar-tículos de la ley de relaciones agrarias. Sobreesta base, el poder ejecutivo del Estado de Ke-rala revocó la ley con la tácita aprobación de lGobierno Nehru. Esto constituyó un a viola-ción sin precedente de la Constitución del país.

En septiemb re último fue presentada a laAsamblea Legislativa con carácter de urgenciauna nueva y reaccionaria ley de reforma agra-ria por la que se devolvían a los terratenien-tes y feudales todos los derechos y se privabaa las masas campesinas de las ventajas qu ehabían conquistado en la lucha sostenida a lolargo de muchos años. Mientras que la ley pro-gresista de reforma agraria tardó varios añosen abrirse camino, para el 4 de diciembre elnuevo proyecto de ley había sido ya apresura-damente debatido y aprobado [por 59 votos, delos 127 con que cuenta la A samblea Legisla-tiva].

Así, pues, el 4 de diciembre de 1963 es undía negro no sólo para los campesinos traba-jadores de Kerala, sino para todas las fuerzasdemocráticas y progresistas de India que lu-chan por una reforma agraria radical, po r laentrega de la tierra a quienes la trabajan.

La nueva ley ha concedido a los terratenien-tes el derecho a doblar el importe de la renta.La indemnización aumenta en 16 veces en com-paración con la renta. La situación de losarrendatarios se agrava po r habeF sido supri-mido el pago a plazos en concepto de indem-nización. Lo s terratenientes están facultadospara desahuciar a los arrendatarios en casode que éstos durante dos años no hagan efec-tivo el pago de la renta. A ciertas categoríasde arrendatarios se les prohibe adquirir tierra.La nueva ley no estipula la distribución detierras excedentes. Es más, el tope máximo[que , po r cierto, ha sido aumentado y en unaserie de casos llega hasta 40 acres] no se ex-tiende a las propiedades agrícolas de las em-presas industriales y comerciales, ni tampocoa los 20.000 acres de tierras fértiles de Tra-vancore Central pertenecientes a los potenta-dos terratenientes-capitalistas y banqueros. To-das las ilegítimas operaciones de transferen-cia de tierra a los familiares, a que recurrie-ron en vasta escala los grandes terratenientesdurante los últimos años a fin de esquivar laley sobre el tope máximo, quedan legalizadaspor la nueva ley.

«E l nuevo proyecto de ley agraria de Kera-la —se decía en la resolución de l Consejo Na-cional del Partido Comunista de India aproba-da en octubre de l año pasado— es una medi-da manifiestamente reaccionaria y anticam-pesina, destinada a privar a los campesinos deKerala de los preciados derechos conquistadostras un decenio de heroica lucha, tales comola estabilización del plazo de arriendo, unarenta razonable y el derecho a comprar tierra.A tenor de dicha ley los terratenientes po-

drán, co n diversos pretextos, desahuciar en ma-sa a los arrendatar ios, elev ar la renta hastael 100%, desalojar a los campesinos de los ho-gares en que actualmente habitan y coen un a farsa las cláusulas de la ley que dterminan el tope máximo de posesión de tie-rras».

Después de la promulgación de la nude reforma agraria, en el Estado de Keralano han quedado prácticamente sobrantes detierra para distribuir entre los campesinos desposeídos. En todo el país se ha establecidsistema más o menos u niforme de relagrarias, que en lo fundamental sirve a los tereses de ios terratenientes- capitalis tas los campesinos ricos.

La experiencia de Kerala atestigua que laburguesía gobernante no quiere asertar un gol-pe decisivo al sistema feudal de posesión detierra. La burguesía teme las consecuencias re-volucionarias a que pueda conducir cumedida qu e afecte a los «sagrados» principide l derecho de propiedad y de enriquecimientoLos órganos de poder estatal, tanto los cen-trales como los de Ke rala, han actuadofrente único en defensa de los intereses de lasclases gobernantes y han frustrado la realiza-ción de la primera reforma agraria progresis-ta en la historia de l país. Esto viene a corro-borar la justa tesis marxista-leninista sola naturaleza de la burguesía nacional ejóvenes Estados independientes, la tesis qu eafirma que la burguesía, para- consolidar suspropias posiciones económicas y políticadar a sus aliados y, a la vez, impedir el as-censo del movimiento democrático, procusiempre solucionar la cuestión agraria funda-mentalmente a expensas de l campesinado.

No hay que abrigar la ilusión de que la buguesía será neutral en la lucha por la tierraentre los campesinos y los terratenienteexperiencia de Kerala ha demostrado una más la traición que es capaz de cometburguesía gobernante para proteger los inte-reses de los grandes terratenientes-feudade los terratenientes-capitalistas en detrito de los campesinos trabajadore s y dobreros agrícolas. Lo ocurrido en Kerala havenido a confirmar nuevamente la justeza delas conclusiones del Partido Comunista sobrela política agraria de la burguesía hindú.

En la resolución del PCI sobre la cueagraria se dice que «el objetivo fundamey la orientación de la - política de l CongresoNacional Indio en la agricultura estriban enestimular el desarrollo de las relaciones capi-talistas, así como también el surgimiento, iaconsolidación y la ampliación de una clase agricultores potentados — terratenientestalistas y campesinos r icos— , que mediante laayuda y el apoyo del Estado p ueda desarro-llar la agricultura por la vía- capitalista con-temporánea ... Lo s gobiernos de l Congreso Na -cional, aunque en general han limitado las re-laciones feudales, hacen a los terratenientes-feudales concesiones esenciales, dejándoles en

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8 NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN

casi en el 80%, mientras que en el sector pri-vado el aumento fu e sólo de l 10%. « El ritmode crecimiento de la producción en el sectorestatal es mayor que en el privado — se diceen el informe del Consejo Revolucionario so-bre el nuevo presupuesto—, lo que confirmala idea de que la creación del sistema socia-lista únicamente es posible sobre la base dela propiedad estatal».

Sin embargo, el sector privado continúa te-niendo un gran peso relativo en la economíade Birmania. En 1962—1963, en las empresasprivadas la producción se elevó a cerca de 2.000millones de kyats, varias veces más que en elsector estatal. En el informe sobre el nuevopresupuesto, el Consejo Revolucionario conside-ró necesario subrayar una vez más «la posibi-lidad de que los pequeños patronos participenen la preparación de la construcción de l siste-ma socialista». «Los pequeños patronos — se di-ce en este documento— no deben encontrarsebajo la influencia de los capitalistas extranje-ros y de los capitalistas importadores, que soncontrarios al socialismo».

En el comercio exterior e interior se hanoperado grandes cambios. Ha n sido nacionaliza-dos totalmente el comercio exterior e interiorde arroz y su red de distribución [el arroz esel cultivo agrícola fundamental, cuya exporta-ción da aproximadamente el 80% de los ingre-sos de divisas]. Se ha establecido también elmonopolio estatal sobre la exportación de ma-dera, yute y algunos otros artículos de impor-tancia. Se incrementa el peso específic o delsector estatal en la esfera de importación.Mientras que el 1.? de marzo de 1962 ascendíasólo al 27%, el r? de enero de 1963 alcanzaba yael 65%. En 1963—1964 será nacionalizado casitodo el comercio exterior. En el comercio in-terior la parte de l sector privado ha disminuidoen los dos últimos años del 80 al 50%.

Los monopolios extranjeros y la gran burgue-sí a nacional intentan con suma frecuencia ha -ce r fracasar la realización de las medidas so-ciales y económicas y para ello crean artificial-mente dificultades económicas: cierran las em-presas, despiden a los obreros, tratan de tras-ladar su s capitales al extranjero y de fo rmareiterada sabotean abiertamente la s medidasdel Gobierno revolucionario. Con el cierre deempresas se reduce la ocupación, aumenta el

desempleo y empeora la situación material delos trabajadores.

í En los planes económicos del Gobierno sepresta un a gran atención al desarrollo de laagricultura, qu e constituye la base de la eco-nomía de l país. Dos tercios de la renta nacio-nal, superior a 5.000 millones de kyats, corres-ponden a la agricultura, en la que trabaja má sdel 60% de la población activa.

Ya en 1953 se había iniciado una reforma agra-ria que, sin embargo, sólo abarcó un a quintaparte de la superficie labrantía, y en 1959 fu etotalmente interrumpida. En el campo birma-

no siguieron dominando los terratenientes, losusureros y la gran burguesía comercial.

En el Ministerio de Agricultura de Birmanianos comunicaron que el Consejo Revoluciona-rio trata de solucionar el problema agrario par-tiendo de tres principios fundamentales: latierra para el que la trabaja; mecanización dela agricultura; desarrollo masivo de l movimien-to cooperativista. Fueron aprobadas do s nuevasleyes — sobre la defensa de los derechos de loscampesinos y sobre el arriendo de la tierra— ,que aliviaron mucho la situación de los cam-pesinos y socavaron fuertemente las posicionesde los terratenientes y de los usureros. Segúnla primera ley, l os terratenientes, los usurerosy los grandes comerciantes no pueden ya pordeudas expulsar el campesino de la tierra niconfiscar su s bienes. Aplicando esta ley, en1961—1962 el Gobierno evitó que 175.500 acresde tierra fueran a parar a manos de los terra-tenientes absentistas. Según la segunda ley, só -lo al Estado se otorga el derecho de arrendarla tierra. Se da preferencia a los campesinossin tierra o que t ienen poca.

En Birmania se cultivan aproximadamente20 millones de acres de tierra, de los cuales cer-ca de 12 millones están dedicados al arroz, esdecir, menos qu e antes de la guerra. Se tomanenérgicas medidas para ampliar la superficiede siembra. Han sido roturados más de 500.000acres de nuevas tierras. En el último tiempo seha observado un crecimiento de la producciónde arroz, aunque todavía no ha alcanzado elnivel de preguerra. En 1962—1963 se produje-ron 1,2 millones de toneladas de arroz más queen- 1961— 1962. Se prevé que en 1963—1964 laproducción de arroz superará el nivel de ante-guerra y ascenderá aproximadamente a 8,8 mi-llones de toneladas [antes de la guerra se pro-ducía en Birmania cerca de 7 ,5 millones de to-neladas] .

Al mismo tiempo, con el fin de disminuir ladependencia del país de l monocultivo de arroz,se toman medidas para ampliar la producciónde algodón, yute, caucho, teca, azúcar, etc.Ahora se p roduce dos veces y media más de al-godón de f ibra larga qu e antes de la guerra.La producción de caucho ha crecido en el 50%aproximadamente. Ha aumentado el aprovisio-namiento de madera de teca, que constituyeuno de los renglones más importantes de la ex-

portación birmana. Se prevé que en 1963—1964la exportación de esta madera casi se dupliqueen comparación con el ejercicio anterior y equi-valga a cerca de 400.000 toneladas.

El Gobierno de Birmania presta gran aten-ción a la mecanización de la agricultura. Hacomprado en la Unión Soviética y Checoeslova-quia 3.000 tractores y sobre esta base ha crea-do 38 estaciones de máquinas y tractores. Se-gún cálculos de l Ministerio de Agricultura, pa -ra mecanizar toda la superficie de cultivo serequieren 20.000 tractores. El plan de meca-nización de la agricultura está calculado paradiez años.

En Birmania se extiende la forma primariade cooperación agrícola. Con ayuda estatal, en

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN 81las nuevas zonas de cultivo créanse aldeas coo-perativistas para los campesinos sin t ierra. Consu ejemplo, el Consejo Revolucionario trata dellevar al campo las nuevas formas y métodosde organización del trabajo, demostrar a loscampesinos las ventajas de la economía colec-tiva.

Hasta ahora se han creado sólo seis aldeasde éstas. Tuvimos ocasión de visitar una deellas, Kin Dan Dji [El gran bosque]. Esta coo-perativa tiene 3.000 acres de tierra, pero sólose cultiva la mitad, po r falta de mano de obra.Con ayuda del Estado han construido allí 114casas para campesinos qu e antes carecían detierra, una escuela, un consultorio médico, unalmacé n. Con los créditos recibidos del Gobie r-no, la cooperativa ha adquirido tres tractores,cerca de 100 cabezas de ganado vac uno y d i fe-rentes aperos agrícolas. Cada uno de los miem-bros de la cooperativa recibió una parcela de10 acres. Además, la coope rativa destinó 100acres para el cultivo colectivo. Al frente de la

cooperativa f igura un comité ejecutivo elegi-do por la asamblea gen eral de camp esinos, queestá encargado de dirigir todos los asuntospropios de la producción agrícola y de su ven-ta.

Las transformaciones realizadas en Birmaniavan dirigidas contra el imperialismo y sus pi-lares en el país: el feudalismo y el gran ca -pital comercial y usurario,, qu e obtenía pingüesganancias colaborando con los monopolios ex -tranjeros. Al propio tiempo entrañan un con-tenido anticapitalista. Crean premisas objeti-va s para el ulterior avance del país hacia elsocialismo. La revolución nacional-libertadoraon Birmania se desarrolla no sólo a lo ancho[en el sentido de incorporar a ella a nuevascapas de la pobla ción], sino también e n profun-didad, ya que de forma cada vez más visiblese colocan en primer plano tareas de renova-ción social y económica.

Las medidas sociales y económicas son reali-zadas en Birmania en consonancia con la de-claración política. «El camino de Birmania ha-cia el socialismo», fundamental documento pro-gramático del Consejo Revolucionario, en elque se contiene la idea de que la vía de des-arrollo capitalista es inaceptable para Birma-nia y se proclama la necesidad de la r eest ruc-turación revolucionaria y democrática de la so-ciedad sobre principios socialistas.

La declaración señala que Tínicamente cuan-do sea suprimida la explotación del hombre porel h ombre y se cree una economía socialista,basada en la justicia, podrán los hombres li-brarse de todos los males sociales. "El Conse-jo Revolucionario — expresa la declaración—está totalmente decidido a marchar invariable-mente junto con el pueblo de la Unión Birma-na hacia el socialismo», y para «llevar a cabolos planes socialistas es necesario nacion alizarramas de la producción tan vitalmente impor-tantes como la agricultura y la industria, el

sistema de distribución, el transporte, lmunicaciones, el comercio exterior, etc. To -da s ellas deben pertenecer al Estado, a lascooperativas o a las agrupaciones colectivDe estas formas de prop iedad, la estatal ctuye la base principal de la economía socialita», que «se planifica con el único objetivo desatisfacer al máximo las demandas materia-les, espirituales y culturales de toda la nación».

En la declaración se indica que el ConsejoRevolucionario creará un a organización polítca apoyada en la fuerza de los campesinos yde otras masas trabajadoras, qu e fo rman la in-mensa mayoría de la nación. Los objetlos fines de esta organización política estáterminados en la «Filosofía de l Partido Birma-no de l Programa Socialista». Este documento,aunque adolece de cierta inconsec uencinsuficiente precisión ideológica, desarrogunos importantes postulados teóricos de la de-claración política. En el propio documdice que «no consideramo s nue stra idcomo algo perfecto y terminado» y que «el par-tido tratará de hacer nues tra ideología má scoherente». La tarea fundamenta l de l partidode la vía birmana hacia el socialismo, que se e_stá creando, consiste en edificar la «so-ciedad socialista justiciera, a la que t iendennuestros corazones. Es esta un a sociedad próspera y rica, donde no hay explotación nsión del hombre por el hombre, no existza de beneficios, ni antagonismos de clase pongan en peligro el bienestar de los hombres,y donde se asegura el bienestar físico y la fe-licidad espiritual del hombre.»

La «Filosofía de l Partido Birmano de l Pro-grama Socialista» contiene la importan con-clusión de que «. . . la historia de los hno es sólo la historia de los Estados, de l pue-blos, de las guerras y de las personalidades, si-no también la historia de la lucha de clases».Una fuerza decisiva en la edificación de la so-ciedad socialista es el pueblo trabajadmasas campesinas, los obreros industriales y laintelectualidad trabajadora. «Sólo en estoshombres debemos apoyarnos, sólo a ellomos ser fieles.»

Los documentos programáticos del ConsejoRevolucionario, y particularmente la «Filofía de l Partido Birmano de l Programa Socialista», reflejan en cierto grado la ideología delas capas no proletarias de la sociedad birma

na que t ienden al progreso. Esto es caracterís-tico de l período de transición qu e atraviesaahora Birmania. La s amplias masas populaapoyan el programa de l Consejo Revolucionario, ya que expresa el anhelo de la mayola nación de orientar el desarrollo del puna vía anticapitalista.

El proceso de diferenciación de clases se hrealizado en Birmania co n ritmo lento, lo quefue d ebido a diversas causas históricas eco-nómicas, y sobre todo al desarrollo relativa-mente débil de l capitalismo. El dominio del co-

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82 NOTAS Y CORRE O DE J LA REDACCIÓN

lonialismo, la prepotencia del capital monopo-lista y la estrechez del mercado interior frena-ron el crecimiento de la burguesía industrialnacional. Se desarrolló principalmente la bur-guesía intermediaria, que acaparó riquezas enlas operaciones comerciales y usurarias.

La joven clase obrera de Birmania jugó undestacado papel en el período de la lucha deliberación del pueblo birmano. Sin embargo,en razón de su escaso número, de su insufi-ciente conciencia política y organización y dela falta de unidad del movimiento obrero, el pro-letariado birmano no pudo ponerse al frente dela revolución nacional-democrática.

Mas ¿significa esto que en Birmania no hanmadurado las condiciones para pasar a la víadel desarrollo anticapitalista?

Una de las particularidades de las revolucio-nes de liberación nacional en los países agra-rios, que se distinguen por la acentuada pecu-liarida d de las cond icion es sociales, es que alfrente de la lucha de todo el pueblo contra elimperialismo y el feudalismo intervienen confrecuencia representantes de las capas democrá-ticas no proletarias de la población, incluidoslos círculos militares patrióticos. Estas fuerzasresultan en la práctica capaces de luchar nosólo por la independencia política, sino tambiénpor la realización de profu ndas tran sformacio -nes económico-sociales.

Esto es posible gracias a la existencia del sis-tema socialista mundial, que ejerce una in-fluencia cada vez más decisiva sobre el des-arrollo d e los procesos mundia les, y c oncreta-mente sobre la ampliación y profund ización delos movimientos de liberación nacional. «Es in_discutible —escribía Lenin— que el proletaria-do de los países avanzados puede y debe ayu-dar a las masas trabajadoras atrasadas y queel desarrollo de los países atrasados podrá salirde su fase actual cuando el proletariado victo-rioso de las repúblicas soviéticas tienda la ma-no a estas masas y pueda prestarles apoyo.» 1

Los marxistas quisieran inducir a los parti-darios ho nestos del «socialis mo nacion al» [querechazan la vía capitalista de desarrollo parasus países] a que den dos pasos adelante allídonde se disponen a dar sólo un paso. La ló-gica y la experiencia de la lucha de clases con-ducen a que los verdaderos revolucio narios ydemócratas adopten, y adoptarán g radual men-te, las posiciones del socialismo científico. Aesto contribuirá en gran medida la lucha de lasmasas populares, que en su propia experienciase convencerán cada vez más de la vitalidadde las ideas del socialismo científico.

En unas circunstancias en que la mayoríade la población de la Unión Birmana apoy a lasmedidas progresistas del Gobierno revolucio-nario son particularmente condenables los actosde la degenerada Liga Antifascista de la Li-bertad Popular [LALP], cuyo núcleo fun da-mental está constituido por socialistas dederecha, y del grupo reaccionario del Partido

1 Obras Completas, t. XXXI, págs. 232-233. Edit.Cartago.

de la Unión, que en otro tiempo ocupó el Po-der. Expresando los intereses de la burguesíanacional, las fuerzas derechistas se pronuncianabiertamente contra las medidas del Consejo Re-volucionario. Exigen el restablecimiento de lallamada «democracia parlamentaria», lo que enlas presentes cond icion es de Birmania const itui-rla un paso atrás. La larga permanencia de laLALP y del Partido de la Unión en el Poder hi-zo comprender a muchos [entre ellos a algunosdirigentes del Consejo Revolucionario que tam-bién creían en la posibilidad de pasar al socialis-mo a través d e etapas graduales de la «democraciaparlamentaria»] que, en realidad, la llamada «de-mocracia parlamentaria» rio estaba en Birmaniaal servicio de los intereses de la mayoría delpueblo, sino de los sórdidos objetivos de clase dela burquesía nacional.

El Consejo Revolucio nario declara que es ne-cesario fomentar «una forma cíe democracia quegaranti ce el desarrollo socialista» En este senti-do se han dado ya los primeros pasos para in-

corporar a las amplias masas trabajadoras ala dirección de la economía. A este fin en mu-chas empresas industriales del Estado se hancreado consejos obreros. En el combinado textilde Rangún conversamos con los miembros delConsejo obrero, quienes nos contaron que esteorganismo, elegido por los propios o breros, seocupa de las cuestiones de planificación y orga-nización de la producción , cont ribu ye al ascensode las productividad del trabajo, se preocupa demejorar las cond icion es de vida de los trab aja-dores, etc.

Así, pues, las medidas aplicadas en Birmania,vistas a la luz de un análisis objetivo, constitu-yen una prueba del sincero deseo del Consejo Re-volucionario de marchar firmemente por el ca-mino trazado.

Ante Birmania se plantean muchos proble-mas económicos y políticos no resueltos. Perotal vez el más importante y complejo sea el deponer fin a la guerra civil, el restablecimientode la paz interna y el logro de la unidad nacio-nal. La guerra civil, que dura ya 16 años, cau-sa un gran perjuicio a la economía d e Birmania.Esto se manifiesta en la reducción de la su-perficie de siembra, en el insuficiente aprovecha-miento de los yacimientos de minerales útiles yen que las operaciones bélicas apartan de laactividad creadora a un considerable número defuerzas necesarias al país. La guerra civil im-pone al pueblo birmano duras cargas. En elpresupuesto de 1963—1964, los gastos militares[incluyendo las asignaciones para la policía] as-cienden a la enorme suma de 667 millones dekyats.

El estado de guerra civil beneficia a los im-perialistas, que con ayuda de los grupos feuda-les separatistas, opuestos a la integridad de laUnión Birmana como Estado multinacional uni-do, intentan inmiscuirse en los asuntos internosdel país. La división del país viene como anilloal dedo a los imperialistas y lleva implícito el

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN 83

peligro de pérdida de la independencia nacional.El Consejo Revolucionario ha dado muestras

de su deseo de restablecer la paz. En abril de1963 amnistió a todos los presos políticos, y enel mes de junio manifestó que estaba dispues-to a entablar conversaciones con cualquier orga-nización que participara en la guerra civil, siem-pre y cuando que no adoptase actitudes de in-transigencia y tratara sinceramente de dar unasolución práctica a los problemas en litigio, te-niendo en cuenta la situación real del país.

En el transcurso de agos to-no viembre de 1963,el Consejo Revolucionario mantuvo negociacio-nes de paz con casi todas las organizaciones ar-madas clandestinas que toman parte en la gue-rra civil. Las amplias masas populares cifrabangrandes esperanzas en que fueran coronadas porel éxito, viendo en ello un paso real para el ce-se de la guerra fratri cida. Desgrac iadamente,las conversaciones no dieron los resultados ape-tecidos.

Mas todavía no están agotadas, ni mucho me-

nos, las posibilidades de lograr la paz en el paísy de establecer la unidad nacional. En estas cir-cunstancias, para Birmania cobra singular ac-tualidad el problema de unir y de cohesionar atodas las fuerzas revolucionarias y progresistas.,

En Birmania existen varios partidos políticosque tienen relación con la lucha revolucionaria.En esta etapa adquiere caracteres más determi-nados su papel en la solución de los problemaspalpitantes del desarrollo del país. La realidaddemuestra que mientras unos partidos se desve-lan por el progreso real del país, otros se hanconvertido en una remora. El partido BanderaRoja, por ejemplo, ha llegado en su degenera-ción a transformarse en una organización aven-turera de tipo trotskista, que impide con susacciones que las fuerzas democráticas constru-yan una nueva Birmania.

El Partido Comunista, que repetida svcces hatomado la iniciativa en favor de las negocia-ciones de paz y siempre ha tropezado con la ne-gativa de las fuerzas gobernantes, ahora puedeconfiar en que sus pasos positivos en la luchapor la unidad nacional serán comprendidos pordiversas fuerzas políticas, incluido el ConsejoRevolucionario. Por eso, ahora más que nunca,el logro de la cohesión de las fuerzas revolucio-narias depende de los comunistas . En la luchapor robustecer la unidad de las fuerzas revolu-cionarias crece también el papel del Partido Obre-

ro Unificado de Birmania. Es difícil decir cómose desarrollará en el futuro la revolución birma-na. Mas si hablamos de sus perspectivas, basán-donos en los hechos de hoy, hay que reconocerque en Birmania cristalizan favo rables condi-ciones para ampliar y hacer más profunda lalucha de liberación nacional. Ya ahora se haperfilado un cierto acercamiento de puntos devista de los representantes de las fuerzas demo-cráticas en muchas cuestiones de la política ex-terior e interior de Birmania.

Birmania sigue una política de paz, coexis-tencia pacífica y amistad con todos los pueblos.Hace una aportación real a la solución de losproblemas urgentes contemporáneos: el desarme

general completo, la conservación y el afianza-miento de la paz, la liquidac ión del sistema co-lonial. Su firma figura al pie del Tratado deMoscú sobre la prohibición de las pruebas dearmas nucleares en la atmósfera, en el espaciocósmico y en los mares. En po lítica interio r seha asestado un serio golpe a los monopolios im-perialistas, a los vestigios feudales y al gran ca-pital nacional. Se ha intensificado la lucha porla independencia económica y se ha i ntentadoseriamente resolver el problema nacional sobreuna base democrática c oncediendo derechos igua-les a todas las nacionalidades de la Unión Bir-mana.

Estas y otras medidas pueden servir de basereal para crear un frente único nacional demo-crático que agrupe a todas las fuerzas sanas dela nación. La activa participación de las ma-sas trabajador as en el frente único y el apoyoen las masas daría a la lucha revolucionaria pro-porciones aún más amplias, acentuaría su orien-tación antiimperialista, antifeudal y anticapita-lista y contribuiría a que el país se desarrollaracon éxito por la senda del progreso nacional ysocial.

A. ISKENDEBOV

S o l i d a r i d a d c o n e l p u e b l op a n a m e ñ o

En Panamá han tenido lugar colision es entreel pueblo y las tropas norteamericanas. No sepuede considerar que estos acontecimientos ha-yan sido casuales. Han venido madurando du-rante largo tiempo. Son el reflejo de la crisisde toda la política neocolonialista del imperialis-mo norteamericano en América Latina. Inclusocomentarist as d e periódicos burgueses de EE.UU. s e han visto precisados a reconocer que «to-da la historia del Canal de Panamá es un claroejemplo de colonialismo».

El arroga nte pu eblo panameño, amante de lalibertad, jamás ha aceptado que la zona del Ca-

nal , legítimamente suya, la detenten por la fuer-za los imperialistas yanquis , que la han tr ansfo r-mado en una plaza de armas para aplastar el mo-vimiento de liberación nacional en América La-t ina. La exigencia del pueblo panameño de quesean desmanteladas las bases militares norte-americanas instaladas en su país y la demandade revisión del avasallador tratado forman par-te de la lucha por la auténtica independencianacional que se libra en América Latina.

La sa ngrienta agresión de los imperialistasnorteamericanos contra este pequeño país poneal desnudo la hipocresía de los neocolonialistasestadounidenses, quienes gustan hablar de liber-tad y de democracia, pero que en cada brusco

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86 NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN

lisis de los aspectos económicos del progreso cien-tífico y técnico. Otra de las tareas principalesde la investigación económica es el sucesivo es-tudio de los problemas concernientes a la deter-minación de la eficiencia del trabajo socialistasocialmente útil y de los principios y métodosde establecimiento de los precios en la econo-mía nacional, como también la elaboración de unsistema único de cálculo y de estadística.

El rápido desarrollo del sistema socialista mun-dial conduce a una cooperación económica y auna división internacional del trabajo cada vezmás profundas entre los países que lo integran.Ello exige la investigación de la efectividad dela ley del desarrollo armónico y proporcional enel sistema socialista mu ndial , de los problemasde la cooperación internacional y de otras cues-tiones, sobre la base de las decisiones adopta-das conjuntamente por los partidos comunistasy obreros y los jefes de gobierno de los paísesmiembros del Consejo de Interayuda Económica.

Condición esencial para el fructífero desarro-

llo de la ciencia económica es la rigurosa coor-dinación y la dirección única centralizada deltrabajo científico. Esta tarea de dirección l a rea-liza en la RDA el Consejo de Investigaciones Eco-nómicas, adjunto a la Comisión de ^Planificacióndel Estado.

El estudio de todos los problemas económicosdebe estar estrechamente ligado al examen delas nuevas fuerzas impulsoras del desarrolloeconómico y social en la sociedad socialista, delpapel del trabajo colectivo socialista y del pro-ceso de formación de las relaciones socialistasentre los hombres. Esto hace necesario organi-zar investigaciones coordinadas a cargo de gru-pos de sociólogos de diversas especialidades: eco-nomistas, filósofos, pedagogos, etc. En el cursode la solución de esta tarea habremos de supe-rar algunas tendencias individualistas que to-davía existen en ciertos camaradas, tales comoel temor al trabajo colectivo y la insu ficientedisposición a aportar los conocimientos propiosal trabajo de la colectividad.

El PSUA ha dado pruebas de gran iniciativaen la elaboración de la teoría de las relacionessociales socialistas, de las cuestiones relativas ala formación del hombre en el socialismo y, enparticular, de los principios de la moral socia-lista.

Ya en el V Congreso de nuestro Partido, ce-lebrado en 1958, se formularon los diez princi-

pios de la moral socialista. Mas la importanciade este círculo de problemas es mucho mayor enel período de la construcción del socialismo entoda la línea. Por eso hemos incluido tambiénlos principios de la moral socialista en el pro-grama de la construcción desplegada del socia-lismo.

Los trabajos de nuestros filósofos en el do-minio de la ética socialista son exponente decierto progreso, pero, a la vez, revelan la exis-tencia de deficiencias no subsanadas aún. Antetodo hay que desterrar la tendencia a los plan-teamientos abstract os y esquemáticos, divorc ia-dos de los problemas concretos de la vida real,

y la subestimación del análisis teórico, el inten-to de reducirlo a formulaciones políticas genera-les. Ante nuestros especialistas se alza asimis-mo la tarea de intensificar la crítica de las doc-tr inas éticas burguesas.

El proceso de desarrollo y de educación delnuevo hombre plantea a los sociólogos nuevos yvariados problemas. Entre ellos, por ejemplo,el de la organización de la enseñanza, de modoque ligue la preparación pr ofesion al de la ju-ventud con el trabajo en la producción y la edu-cación ideológica con la cultura física. En elprograma de 7ia construcción desplegada del so-ciali smo se exige el desarr ollo de un sis temasocialista único de enseñanza,. Para ello es pre-ciso concordar los programas de los distintoscentros docentes de nuestra República con lasnecesidades de la sociedad. A este respecto, Wal-ter Ulbricht dijo en el VI Congreso del PSUA:«El perfeccionamiento del sistema de instruc-ción exige determinar de nuevo el contenidode la enseñanza en la escuela politécnica de ins-

trucción general media. Con la partic ularid adde que debemos prestar especial atención a lasramas científicas que constituyen el fundamen-to teórico cíe las direcciones principales del pro-greso científico y técnico».

De los estudios ya abordados en conexión di-recta con los problemas de la educación del nue-vo hombre podríamos citar algunos otros, comolos referentes al desarrollo del movimiento delos innovadores, al trabajo colectivo socialistay a la formación de la conciencia socialista delos campesinos cooperadores, de la juventud yde otros grupos de población.

Sin embargo, los resultados de estos estudiossociológicos muestran que en esta labor parti-cipan poco hasta ahora los técnicos, ingenieros,economistas y colectividades laborales. Su debili-dad se expresa en que los datos obtenidos ca-recen con frecuencia de una suficiente elabo-ración teórica, por lo que su valor práctico haresultado poco efectivo.

No hace mucho se encargó a un nutrido gru-po de investigadores que estudiara el desarrollodel nivel cultural y técnico y el grado de acti-vidad creadora de los obreros, de los científicosy de los técnicos en las empresas de la indus-tr ia eléctrica de Berlín.

A este grupo han sido incorporados colabo-radores científicos de diversos institutos, así co-mo hombres de la producción. Su análisis de-

bía abarcar los siguientes aspectos:— factores determinantes del sucesivo des-arrollo del trabajo social socialista;

— exigencias que plantea el desarrollo de latécnica y de la tecnología moderna a los hábitos,capacidades y co noci mientos de los obreros dediversos oficios;

— formas y métodos de dirección planificadadel trabajo socialista, del desarrollo del movi-miento de los innovadores y de la incorpora-ción de la masa de obreros a las tareas del pro-greso científico y técnico y a la dirección dela producción;

- papel de los estímulos materiales y mora-

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN

les en el ulterior desarrollo del trabajo socia-lista, de la calificación profesional, del movi-miento de los innovadores, etc.

Este grupo de especialistas ha comenzado yaa cumplir su cometido Después de estudiar estaprimera experiencia se formarán nuevos gru-pos de investigación.

Es claro para nosotros que tales estudios so-ciológicos sobre problemas concretos de la cons-trucción socialista reanimarán la vida espiritualy la polémica científica y, merced a la sinteti-zación d e un abundante material concreto, da-rán positivos resultados para la labor práctica.Nos proponemos crear las cond icion es para ha-cer experimentos en la esfera de las ciencias so-ciales, como también que los sociólogos partici-pen activamente en la elaboraci ón de decisionesconcernientes a la práctica de la construcciónsocialista on los más diverso? dominios. Por loque se refiere a los fenómenos de subjetivismoon el análisis de determinado s proceso s, a lasubestimación de algunos métodos de investiga-ción, como, por ejemplo, las encuestas, a lasmanifestaciones de esquematismo y empirismoy al afán de algunos camaradas de reducir todala labor a discusiones a veces estériles en tornoa la historia, la esencia y el objeto de la inves-tigación sociológica marxista, todos estos fenó-menos serán superados sin duda alguna a lolargo del desarrollo del trabajo científico crea-dor.

El PSUA presta gran atención al arte y a laliteratu ra y, en relación con ellos, ha planteadouna serie de problemas an te las rama s cientí -ficas correspondientes. El Partido ha puesto elacento en la imposibilidad de la coexistencia en-tre las ideologías so cialista y burguesn, en lanecesidad de dar el mayor i mpulso a la cult urasocialista y en la lucha contra las concepciones7iihilistas en la literatura y en el arte. Como re-sultado de ello, entre los intelectuales ha arrai-gado la convicción de que de la misma maneraque nuestra República socialista es la garantíadel futuro de Alemania, también al realismo so-cialista le pertenece el futuro en toda Alema-nia.

Hemos señalado ya que actualmente se estáescribiendo la historia del movimiento obreroalemán. Esta obra, de gran alcance par a la, ele-vación d e la conciencia nacional y de clase delos t rabajad ores de la RDA, será completadacon un estudio sobre la historia de la literatura

nacional alemana. En primer lugar se analizasu desarrollo desde los albores del movimientoobrero alemán hasta nuestros días. A este pro-pósito ha tenido lugar una amplia discusión so-bre la esencia de la literatu ra nacio nal. Merceda la nueva situación y al nuevo papel de la cla-se obrera en la obra de la construcción del so-cialismo y en la tarea de resolver el problemanacional ha surgido también un nuevo criterioobjetivo para valorar el desarrollo de la culturanacional alemana. En su estudio de la historiade la literatura, nuestro s científicos se apoyanen la rica herencia teórica que nos han dejadolos clásicos de la literatura y, asimismo, des-tacadas personalidades del Partido, como Clara

Zetkin, Rosa Luxemburgo, Franz Mehring yotros.

Las ciencias sociales marxistas-leninistas sedesarrollan en la RDA en medio de una incesantepolémica con la política y la i deología del im-perialismo germanooccidental. La subversivaactividad id eológica de los imperialistas de laRFA contra el primer Estado obrero y campe-sino en la histo ria alemana y contra todo elcampo s ocial ista exige el más alto nivel en eltrab ajo ideológico de nuestro Partido , de nues-tros sociólogos y propagandistas. Como avanza-dilla de la lucha contr a el imperialismo germa-nooccidental, estamos obligados a realizar unalabor ideológica bien orientada y eficaz.

Nuestros objetivos principales en esta luchahan sido y siguen siendo desenmascarar las con-cepciones anticomunistas y antinacionales de losultras bonnianos, su ideología en los problemaseuropeos y sus ideas militaristas, revanchistas yneocolonialistas, intervenir contra la falsifica-ción en la historiografía, contra el clericalismopolítico y la id eología sociald emócrata de de-recha y criticar los fenómenos de regresión es-piritua l y cultu ral c aracterísticos de la RFA,tales como el nihilismo, el decadentismo, el an-tihumanismo y otros.

La labor llevada a cabo por nuestros sociólo-gos muestra que en el futuro deberán analizar-se más profu nda mente aún las pri ncipales co-rrientes de la reaccionaria ideología imperia-lista, en particu lar la ideología del anticomu-nismo en todas sus manifestaciones, y habrá queluchar más intensamente contra ellas.

En los últimos años, los sociólogos de la RDAhan publicado muchos trabajos científicos, hancelebrado importantes conferencias [algunas in-ternacionales] y han representado dignamente ala RDA y a la ciencia marxista-leninista en di-versos foros internacionales. Entre otros librosbien acogidos, se han publicado los Fundamentosde la historia del movimiento obrero alemán, unahistoria del pueblo alemán, en seis tomos, unaintroducción a la ideología marxista-leninista,La cibernética en el aspecto filosófico y El mar-xismo y la estética, De las numerosas conferen-cias internacionales celebradas en la RDA, po-demos citar las dedicadas a los siguientes te-mas: «Los prob lemas del neocolo nialismo y lapolítica de los dos Estados alemanes respecto ala lucha nacional-liberadora de los pueblos»;«La lucha contra el dogmatismo en las cien-

cias sociales y por una vin culaci ón más estre-cha entre la teoría y la práctica»; «La medicinay la filosofía»; y «Las tradiciones filosóficas pro-gresistas en las ciencias naturales alemanas delos siglos XIX y XX». Además, la Academia deCiencias de la RDA ha c elebrad o varia s confe-rencias consagradas a los problemas del des-arrollo de la cibernética. En ellas se t rató tam-bién de la aplicación de la cibernética a las cien-cias naturales y a la técnica, así como a diver-versas ramas especiales de las ciencias socia-les.

Para las ramas especiales de las ciencias so-ciales se han confeccionado planes de investi-gación científica que señalan una orientación

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88 NOTAS Y CORREO DE L.A REDACCIÓN

uniforme al desarrollo de la investigación. Enel proceso del trabajo y gracias a la ayuda delPartido se ha conseguido una gran claridadideológica en cuanto al cometido social que re-cae sobre los sociólogos y naturalistas y se hapreparado a un gran número de especialistasjóvenes y capaces.

Otro hecho no menos importante que definela vida científica en el país es la amplia difu-sión de las obras de los clásicos del marxis mo-leninismo y de eminentes representant es de laclase obrera, como Agusto Bebel, Carlos Liebk-necht, Rosa Luxemburgo, Franz Mehring yotros, así como la publicación de trabajos decamaradas dirigentes de partidos hermanos: N.Jruschov, J. Dimítrov, J. Kadar, G. Gheorghiu-Dej, K. Gottwald, W. Foster, M. Thorez y otros,

Las obras de Marx y Engels han alcan zadoen la RDA una tirada global de 7,5 millones deejemplares, y las de Lenin, casi 6 millones deejemplares. Los documentos de las Conferen-cias de Moscú de los partidos comunistas y obre-ros se han difundido en nuestra República conuna tirada de más de 750.000 ejemplares.Los considerables éxitos logrados en el des-arrol lo de las ciencias sociales no nos impidenver las d eficiencia s en la labor de nuestros so-ciólogos. Sabemos que, debido a los defecto s enla planificación y coordinación del trabajo cien-tífico, estamos lejos de haber agotado nuestrasposibilidades. La superación de las concepcionesdogmáticas es lenta con f recuenci a, ya que ennuestros institutos es todavía débil y no siste-mática la vinculación C O D , la práctica de la edi-ficación so cialista. Siguen siendo insuficientesla envergadura y la profundidad de la polémicacientífica, qu e debe surgir sobre la base de losresultados concretos de la investigación.

El Partido ve estas y otras deficiencias y seesfuerza al máximo para acabar con ellas Es-tamos seguros de que los sociólogos d e la RDA,imbuidos de las ideas de nuestro progra ma d ela construcción del socialismo en todos los fren-tes, dedicarán todas sus energías a resolver es-tas tareas y a contribuir al desarrollo de la teo-ría marxista-leninista.

H H O RN I GMiembro suplente del CC del PSUA

J a m a i c a d e s p u é s d e l ai n d e p e n d e n c i a

Entre las doce antiguas colonias a las que elimperialismo inglés tuvo que conceder la inde-pendencia política después de la Segunda GuerraMundial, sólo hay dos de las Indias Occidenta-les. Son dos islas del Mar Caribe, Jamaica yTrinidad [Jamaica se encuentra a 70 millasde Cuba].

En ambas islas se libró una larga lucha por

salarios más altos, la concesión de tierra a loscampesinos, la mejora de las condiciones socia-les y contr a el aumento de las cargas tributa-rias. Los combates más enconados tuvieron lu-gar entre la Primera y la Segunda Guerra Mun-dial. En este sentido Jamaica y Trinidad se di-ferencian de los territo rios ingleses de África,donde la lucha adquirió las formas más agu-das después de la segunda conflagración uni-versal.

Una vez finaliza da la Segunda Guerra Mun-dial, en los países de la cu enca del Carib e pro-movióse con creciente insistencia la demanda deindependencia. Por su realización luchó con sin-gular actividad el Congreso Caribe del Trabajo[CCT], apoyado por muchos movimientos polí-ticos y conocidas personalidades políticas y sin-dicales de distintas islas. Pronto se hizo evi-dente, sin embargo, que la naciente burgu esíanacional tendía a establecer una estrecha co-labomción con el imperialismo inglés y norte-americano. El rompimiento de los líderes sindi-cales ingleses y yanquis con la FSM en 1949 y lacreación de la Confederación Internacional deOrganizaciones Sindicales* Libres hicieron quela mayoría de los di rigentes sind icales de lospaíses del Caribe también comenzaran a aplicaruna política divisionista. Las divergencias in-ternas en las filas del CCT condujeron a su li-quidación en 1953.

La situación geográfica de las islas del Caribefacilita el predominio económico y político delimperialismo norteamericano en esta zona delmund o. Al igual que antes, los monopolios in-gleses conservan allí fuertes posiciones Sin em-bargo, en las nuevas ramas industriales los mo-nopolios yanquis ocupan la situación dominante.

Jamaica alcanzó la independencia política enagosto de 1962, después de más de 300 años deesclavitud colonial. Ante el creciente movimien-to liberador desplegado en todas las coloniasbritánicas después de la Segunda Guerra Mun-dial, el imperialismo i nglés a doptó con lo s te-rritorios situados en la cuenca del Caribe unatáctica dist inta a la seguida en Asia y África.Por ejemplo, los colonialistas ingleses impusie-ron la división de la India [lo mismo que suce-dió en Irlanda en 1921], Nigeria fue frac cio na-da en tres regiones aisladas una de otra y enKenya se formaron siete distritos autónomos.

En la cuenca del Caribe la táctica de loscolonialistas ingleses consistió en crear la Fe-deración del Caribe so pretexto de que las dis-tintas islas eran demiasiado pequeñas, por cuyarazón no pueden existir, decían, como Es-tados independientes. En rigor, la Federacióndel Caribe fue formada ya en 1958, aunque ofi-cialmente la Constitución se promulgó en mayode 1962.

Antes de que fuera aprobada la Constitución,las fuerzas opositoras a la Federación del Ca,-ribe resultaron tan vigorosas que el Gobierno deNorman Manley tuvo que celebrar un referén-dum en septi embre de 1961, en el que tomó partecerca del 60% de los electores, la mayoría delos cuales [el 53,8%] se pronunciaron contra lacreación de la Federación.

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN 89Así, la Federación del Caribe había llegado a

su fin. Este hecho asestó un rudo golpe a losplanes d el Gobierno inglés , que no tuvo otraalternativa que satisfacer las reivindicacionesdel pueblo y conceder a Jamaica la independen-cia en agosto de 1962. En septiembre del mismoaño, también Trinidad consiguió la independen-cia política.

En la actualidad. Jamaica ha entrado en unanueva etapa de su desarrollo. Constitucio nal-mente el país está libre del control y de las res-tricciones del Gobierno inglés. Existe tambiénun fuerte deseo de emanciparse económicamentedel imperialismo.

En Jamaica, los partidos políticos no surgie-ron hasta los dos últimos decenios. La pri meraorganización de la clase obrera fue el Sindicatode Obreros Industriales de Bustamante [SOIB'l.creado en enero de 1939 por Alexander Busta -mante, actual Primer Ministro de Jamaica. Abase del SOTB fue formado el Partido Laboris-ta de Jamaica, que encabezó el mismo Bus ta-mante. En 1949, este partido obtuvo la mayoríade los puestos del Gobiern o. En 1955, NormanManley [primo hermano de Bustamante I í'undóel Partido Nacional Popular [PNP], que t r iun-fó sobre el Partido Laborista. El pa rtido deManley gobernó durante siete años.

En los primeros tiempos los marxistas perte-necían al Partido Nacional Popular, pero en1952 fueron excluidos del mismo. En la, actuali-dad, el PNP es un típico partido sociald emó-crata que lucha por el llamado «socialismo de-mocrático». Está adherido a, la Internacional So-cialista. En las elecciones celebradas en abrilde 1962, el PNP cedi ó el puest o al Part id o La-borista, que obtuvo 26 actas de las 45 con quecuenta la Asamblea.

Manley y su partido prestaron su apoyo a laFederación del Caribe, en tanto que AlexanderBustamante y el Partido Laborista se pronun-ciaron en contra. Después de que en septiembrede 1961 el puebl o de Jamaica votó en contra dela Federación , se pudo decir ya de an temanoque Norman Manley no conseguiría la mayoríaen las elecciones. En este sentido, de las anti-guas colonias inglesas Jamaica es el único paísen que la víspera de obt ener la independenciasubió al Poder un nuevo Gobierno.

La agricultura, en la que trabajan más de unmillón de personas, es la b ase de la econ omíade Jamaica. La mayoría de los pequeños propie-

tarios no son dueños de las tierras de labor, sinoque las llevan en arriendo. De las 131.000 gran-jas existentes, una tercera parte tiene menosde un acre de extensión; las restantes poseende uno a cinco acres. En el país hay 150.000obreros agrícolas. Las mejores tierras se en-cuentran en manos de los grandes latifundistas,cada uno de los cu ales po see más de 500 acres.

El cultivo agrícola fundamental del países la caña de azúcar. La producción de azúcarcons tituy e el 13% del valor de toda la produc -ción nacional. En las plantaciones azucarerastrabaja más del 40% de la población activa. Lasplant acion es de caña, que ocupan más del 11%de toda la superficie cultivable, pertenecen a 16

grandes compañías, Las de mayor influencia sontres poderosos monopolios ingleses: Tate andLyle Limited, Booker Brothers y McConnell andCompany Limited. Las dos terceras partes detodo el azúcar [en 1962 l a producción global fuede 440,000 toneladas] proceden de plantacionespertenecientes a los monopolios extranjeros. Eltercio restante lo obtienen 22.000 granjeros. Lamecanización del trabajo en las plantaciones re-duce con rapidez el número de obreros. En losúltimos veinte años, su número ha dismi nuid oen 20.000.

Otro importante tipo de producción agrícolason las bananas. En este cultivo, precisamente,está invertida la mayor parte del capital de lacompañía yanqui United Fruit. En Jamaica haytambién otros cultivos, entre ellos cacao, coco yagrio s. A pesar de que Jamaica es preferente-mente un país agrario, s e ve obligada a impor-tar artículos alimenticios. En 1962, su importa-ción ascendió a 17 millon es de libra s esterlinas,lo cual dio origen a un saldo pasivo en la ba-lanza comercial d e más de 12 millon es de libras.

En los últimos diez años ha experimentado ungran desarrollo la producción de bauxitas. En3961 correspon dió a las bauxita s el 11% del valorde la producción global del país y la mitad dela exportación, equivalente a 60 millones de li-bras esterlinas, es decir, más que la parte delazúcar. Aunque, según la ley, los derechos depropiedad sobre los recurs os minerales perte-necen al Gobierno, esa rama industrial está con-trolada por las compañías monopolistas extran-jeras. Jamaica es el más importante productorde bauxitas en el mundo capitalista. Sus reser-vas ascienden a cerca de 600 millon es de tone-ladas. De la extracción mundial de bauxitas, queen 1962 fue de 29 millones de toneladas, en Ja-maica se obtuvieron 6 663.000. Pero únicamenteel 25% de las ba uxitas extraídas allí se trans-forman en aluminio dentro del país. El 75% res-tante se elabora en Canadá y EE. UU. bajo elpretexto d e que en Jamaica no hay suficienteenergía eléctrica para industrializar todas lasbauxita s allí extra ídas . En 1960, las compañía smonopolistas extranjeras dedicadas a la extrac-ción y elaboración de bauxitas tuvieron enormesbeneficios [27,5 millo nes de libras esterlinas],de los que pagaron menos de 4 millones de li-bras en concepto de impuestos y por el derechoa explotar el subsuelo.

Como resultado de las luchas entabladas por

las organizaciones sindicales, los obreros de estarama industrial consiguieron en los últimos seisaños aumentos salariales de 10 a 16 libras es-terlinas semanales. Perciben cuatro veces másque los obreros de las plantaciones azucareras yel doble que los ob reros de las empresas de ela-borac ión de la caña. De los 648.000 obreros ja-maicanos, menos de 5.000 están ocupados en laindustria de extracción y elaboración de bauxi-tas. Los obreros de esta rama constituyen unaespecie de «aris tocraci a obrera» . En la actua-lidad, el 13,5% del producto global del país co-rresponde a la industria, en la que trabaja cer-ca del 12% de la po blaci ón acti va. El salariode los obreros de la industria manufacturera es

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90NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN

bastante inferior al de la industria de extrac-ción y elaboración de bauxitas. Por término me-dio ganan 6 libras esterlinas a la semana.

Los bancos siguen en manos de los monopo-lios extranjeros, fundamentalmente ingleses ycanadienses, De seis bancos comerciales, tres^soncanadienses, uno norteamericano, otro inglés yotro anglo-canadiense. Esto marca su sello a laorientación del comercio exterior, en el que dis-minuye la parte de Inglaterra y aumenta la deCanadá y EE. UU. Sólo recientemente fue crea-do el Banco de Jamaica, controlado por el Go-bierno.

Al igual que antes, en el país imperan la mi-seria y el analfabetismo. Las condiciones de vi-vienda son malas: muchos viven en viejas cho-zas de hojalata. La sanidad y otros serviciossociales se encuentran a un b ajo nivel. En losúltimos tiempos se han tomad o algunas medidasen este terreno, pero ha cambiado bien poco lasituación.

El movimiento sindical en Jamaica se encuen-

tra dividido. Existen cuatro centrales sindica-les: Sindicato de Obreros Indus triales de Bus-tamante, Unión Nacional Obrera, Congreso Sin-dical, influenciado por el PNP, y la FederaciónSindical Jamaicana , a la que pertenecen laUnión de Obreros Agrícolas y de Obreros de laIndustria Azucarera y el Sindicato de obrerosfabriles y peones.

Aunque en el país existen 648 000 obreros, es-tán sindicados menos de 200.000. En 1961 el SOIBtenía 80.000 afiliados, la Unión Nacional Obreracerca de 105.000, el Congreso Sindical 10.310. Esemismo año, los dos sindicatos adheridos a laFederación Sindical Jamaicana tenían en con-junto no más de 2.000 miembros. Así, pues, en1961 pertenecí a a lo s sin dic atos menos del 30%de la clase obrera.

La debilidad del movimiento sindical se acen-túa a consecuencia de que en el seno de lossindicatos, que agrupan a obreros de ramas si-milares, existen serias divergencias. Cuatro cen-trales sindicales rivalizan por dirigir a los obre-ros de las plan tacion es azuc areras, y tres porganarse a los portuarios, a los obreros de la in-dustria, poligráfica y a los empleados de los ór-ganos administrativos locales. En lo que respec-ta al SOIB, este solo sindicato agrupa a losobreros del transporte de pasajeros de las loca-lidades rurales y las plantaciones banan eras.

Lo que más ento rpece la vigorización del mo-

vimiento sindical [así como del movimiento po-lítico progresista] es la numerosa emigración deJamaica, con preferencia a Inglaterra. De 1953a 1961, más de 200.000 jamaicanos emigraron aInglaterra. En 1961, el número de emigrados pa-só de 50.000. Debido a la emigración, el núme-ro de obreros de Jamaica se redujo de 711.000en 1957 a 648.000 en 1960.

El Gobierno Laborista, encabezado por Ale-xander Bustamante, no adopta medidas efica-ces contra la prepotencia del capital monopo-lista. Aplica una polític a de estrecha colabora-ción con el imperialismo inglés y norteamerica-no, estimulando al máximo la actividad de losmonopolios extranjeros. En agosto de 1962, en

el apogeo de las festividades d e la in dependen-cia nacional, declaró abiertamente que estabadispuesto a conceder el territorio de Jamaica pa-ra la construcción de bases militares de EE. UU.

En lo que respecta al Partido Nacional Popu-lar, encabezado por Manley, se declara fiel al«socialismo democrático». En su primera etapa,el PNP proclamó ciertamente consignas socia-listas, pero más tarde renunció a los objetivossocialistas. De palabra se pronunciaba. Comoantes por el socialismo, pero de hecho ac tuabaen concomitancia con el capital monopolista ex-tranjero, estimulando sus inversiones en Jamai-ca y pronunciándose contra la adopción de me-didas eficaces para el desarrollo de la economíanacional . En una entrevista celebrada en 1960con los representantes de la misión canadiense,Manley aclaró: «Yo nunc a he con siderado quepara el socialismo sea fundamental la naciona-lización. En la actualidad, el objetivo principal esatraer el capital privado, lo que habría sido im-posible con la nacionalización».

Jamaica atraviesa ahora un agudo período delucha política. Las fuerzas progresistas del paísbatallan por crear una nueva Jamaica. La ve-cindad de la Cuba socialista estimula y alientaa todos los que tratan de alcanzar este objetivo.

Idris COX

L a t á c t i c a n e o c o l o n i a l i s f ad e l f r a n q u i s m o

El movimiento de liberación nacional en Áfri-ca del Norte obligó al Gobierno franqu ista de Es-paña a reconocer en abril de 1956, siguiendo alGobierno de Francia, la independencia de Ma-rruecos. Sin embargo, el Gobierno franquista senegó a d evolver a los mar roquí es dos importan tespuntos estratégicos en la costa mediterránea: lasciudades de Ceuta y Melilla, con una población de80.000 habitantes cada una, que desde hace siglosson los principales puntos de apoyo de la do-minación española en África. Hasta la fecha, Es-

paña sigue manteni endo sus posicio nes en lasislas Peñón de la Gomera y Chafarinas, situadascerca de la costa rifeña, en las posesiones colo-niales del África Occidental [territorios de Ifni,Río de Oro, Sekia-el-Hamra] y en Guinea.

La retirada parcial de las tropas de las quefueron posesiones españolas en Marruecos fuepresentada por la prensa franquista como «unadecisión libr e y espontánea de España», como«un acto de generosidad y amistad hacia Ma-rruecos» por parte de España, que «no ha-bía sido nunca colonialista», que —así lo afir-maba el periódico ABC con un cinismo singu-lar— «no estuvo jamás en guerra con Marrue-cos». A teda esa demagogia d e Franco respon-

NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN 91dio el Gobierno marroquí con una nota en la quedecía: «La pretendida "evacuación" del territo-rio marr oquí es una manio bra sicológica desti-n;rula a engañar a la opinión pública extranje-r a . . . , porque las tropas españolas establecidasen la zona nort e de Marrueco s no han sido en-viadas a España, sino que han sido enviadas a('cuta y a Melilla, ciudades mar roqu íes que to-davía se hallan bajo la dominación de España».

La voluntad de la inmensa mayoría de losmarroquíes de recuperar todo el territorio deÁfrica que les pertenece es firme. Su expresiónmás explícita fue la resolución que en enerodo 1962 aprobaron por unanimidad los cuatro mildelegados al congreso del partido Istiqlal. En es-ta, resolución llamaban a la acción para recupe-ra r todos los territorios, incluidos Ceuta, Melilla,ri 'ni y Río de Oro, hasta la fecha en manos deEspaña. Una reivindicación análoga había sidoplan teada ya en 1961 por el Partido ComunistaMarroquí en la carta abierta dirig ida al reyHassán II. El Partido Comunista y la Unión delas Fuerzas Populares llevan a cabo una luchaconsecuente por la liberación de todos los terri-torios marroquíes En el último tiempo, el Par-tido Comunista Marroquí plantea que la cuestiónde las colonias españolas en África sea llevadaa la ONU.

La dictadura de Franco ha aducido los másdiversos «motivos» para justificar su persisten-cia en mantener el dominio sobre esos territoriosafricanos. Además de los pretendidos «derechoshistóricos» de España y de absurdos argumentossobre la «seguridad de las Islas Canarias», estánlas razones de carácter económico. La dic taduraha venido agitando ante la burguesía de Españael señuelo de las «ventajas económicas» que po -dría tener para ella la explotaci ón del Saharapor parte de las potencias europeas y de los Es-tados Unidos. Personalidades franquistas de tan-to relieve como el ex Ministro de Asuntos Exte-riores Martín Artajo han hablado de las exce-lentes perspectivas que ofrecería a los capitalis-tas españoles la explotación del Sahara del bra-zo de los fran ceses. La diplomacia fra nqui sta,siguiendo esta línea se ha esforzado [inútilmen-te, por lo visto] por convencer a Francia de quela franja sahariana, todavía en manos de Espa-ña, es la vía ideal de salida para el hierro, pe-tróleo, etc., de Mauritania y del interior del de-sierto.

Al lado de esos motivos económicos hay que

destacar los de carácter estratégico. Ifni y elSahara Español constituyen con las Islas Cana-rias un bloque estratégico de indud able valorpara el imperialis mo por su situ ación g eográfica.Los territorios africano s citados so n una exce-lente base para organizar incursiones en África,que la dic tadura franquista podría poner, lle-gado el caso, a disposición de los Estados Uni-dos para cumplir sus planes eurafricanos, enlos que no está excluida la realización en Áfricade esas «guerras limitadas» que figuran entrélos postulados de la «nueva estrategia norte-americana».

La posesión más poblada de España en Áfricaes la llamada Guinea Española, donde en ios

últimos tiempos se ha desarrollado también elmovimiento liberador. La Guinea Continental,o Territorio de Río Muni fue cedida a Españapor Portugal en 1777 junto con las islas de Fer-nando Poo, Annobón, Coriseo y Elobey. La ex-tensión total, incluidas las islas [la mayor, Fer-nando Poo, tiene 2.000 kilómetros cuadrados],es de unos 28 000 kilómetro s cu adrad os. RíoMuni está habitado por unos 200.000 negros ban-tú de diferentes tribu s y por dos o tres mileuropeos y mulatos. La población de FernandoPoo no pasa de 80 000 habitantes, de ellos unossiete mil europeos. La principal riqueza son lasmaderas preciosas caoba, ébano, palo campe-ch e , etc. Prod ucen esas tierras también café, ca-cao, coco, goma, tabaco, caña de azúcar y aceitede palma. Propiedad de sociedades españolas yextranjeras son las grandes empresas madereras,entre cuyos accionistas figuran personalidadesfranquistas como el Ministro Subsecretario de laPresidencia, Carr ero Blanco, y el actual Direc-tor de Plazas y Provincias Africanas, Díaz deVillegas. La discriminación racial reina en laGuinea Española. Los negros reciben en todoslos trabajos salarios muy inferiores a los de losblanco s y cualquier protesta de aquéllos ha sidosiempre ahogada por la violencia. El crecientemalestar de la poblac ión indígena se ha mani-festado en la constitución de un movimiento quese llama Idea Popular de la Guinea Ecuatorial.Exige la retirada definiti va del país de la admi-nistración española.

Para tratar de contener el creciente movi-miento liberador de los territorios de Igni, Saha-ra Español, Fernan do Po o y Río Muni, altasautoridades franquistas los visitaron durante elaño 1962 [entre ellas el Ministro del Ejército yel Subsecretario de la Presidencia], haciendo alos nativos promesas de reformas y d e realiza-ción de planes para —como escribió la prensadel régimen— «favorecer la evolución de las po-blaciones nativas».

En esa pretensión hay que incluir el acuerdodel Consejo de Ministros franquista, de septiem-bre de 1963, de conceder autonomía administra-tiva a las que los franquistas llaman «provin-cias africanas de Fernando Poo y Río Muni». El28 de noviembre pasado las Cortes fran quistasaprobaron la ley de bases sobre el régimen autó-nomo. En virtud de esta ley, el gobierno y laadministración d e la Guinea Ecuato rial estaránencomendados a una Asamblea General y a unConsejo de Gobierno responsabl e ante ella. Peropor encima de estos órganos, el Gobierno espa-ñol nombrará un Comisar io General, de quiendependerán los servicios de orden público y lasFuerzas Armadas De hecho, el Comisario Gene-ral será quien dir ija los destinos de la GuineaEcuatorial, toda vez que estará facultado paravetar cualquier disposición de la Asamblea odel Consejo de Gobierno.

Esta precaria ley de autonomía fue sometidaa referénd um en la Guinea Ecuato rial el día 15del pasado mes de diciembre El estatuto de auto-nomía fue aceptado por un 62,4% de los votan-tes. Refirién dos e a los resultado s del referén-d u m , uno de los líderes del movimiento de li-

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92 NOTAS T C O B K E O DE 1A BEDACCION NOTAS Y COBBEO DE TL BEDACCION 93

beración nacional de la Guinea Española ha se-ñalado que los guiñéanos han aceptado el pro-yecto de autonomía «sólo como una etapa, bre-ve, transito ria hacia la obtención de la verda-dera independencia total e inmediata» Lo mis-mo ha tenid o que reconocer el periódic o fran -quista ABC. En s u nú mero del 18 de diciembr eseñalaba que «la autonomía se considera comouna fase en el proceso de alcanzar la indepen-dencia, que la población desea cubrir lo más rá-pidamente posible».

No se trata claro está, de conceder ningunalibertad efectiva a esas colonias. Se trata demantenerlas bajo el dominio económico y polí-tico del Estado franquista, utilizando como ve-hículos a algunos nativos, a la «élite» intere-sada en el juego neocolonial ista, Claramente loexpresan estas palabras «paternalistas» de laalocución del gobernador general de esos terri-torios al anunc iar la concesión de la «auton o-mía»: «España, como madre, os ayudará siem-pre para que seáis en su día u n pu eblo libreque dirigido... a través de vuestros mejoreshombres, los de mayor prestigio y mejor prepa-rados, alcance las metas de grandeza...»

Pero la realidad es que, para oponerse al as-censo del movimiento de liberación nacional, elGobierno franquista decidió reforzar sus tropasacantonadas en el territorio de la Guinea Es-pañola enviando allí tres navios de guerra, unaescuadrilla de aviación y fuertes destacamentosde la Guardia Civil.

En los últimos tiempos, la dictadura franqui s-ta se siente de nuevo dispuesta a ligar subordi-nadamente su política colonialista a la del im-perialismo francés en África. Todavía a comien-zos del año 1963, el Gobierno fran quis ta se man -tenía en las posicio nes del «colonialismo clási-co» se alineaba en tal aspecto con la política delos colonialistas portugueses, cuyas acciones enAngola apoyaba y exaltaba la prensa franquista,mientras rechazaba despectivamente la políticaneocolonialista, calificándola de «utópica». Perodespués de la proclamación de la independen-cia de Argelia, una serie de hechos han impul-sado a Franco a seguir el ejemplo de Franciaen el cambi o de táctica respecto a Marruecos.Durante la entrevista de Franco con Salazar, ce-lebrada en Mérida, el dictado r español expusoa su interlocutor portugués la necesidad deorientar la política en África en el sentido «eu-ropeo» y «n orteamerican o», formalment e, al me-nos.

La prensa francesa y marroquí bien informa-da ha subrayado que en la entrevista con Has-sán II, sostenida el 6 de julio de 1963, en el aero-puerto de Madrid , y a fin de establecer «u n nue-vo sistema de relaciones» entre España y Ma-rruecos, Franco mostró su disposición a regularlos problemas de Ifni y de los islotes Peñón dela Gomera y Chafarinas, dejan do la puertaabierta para las negociaciones acerca de Río deOro a cambio del mantenimiento por parte deMarruecos de un statu quo para Ceuta y Meli-lla En definitiva , como certeramente decía el

periódico Al-Moukafih, la dictadura de Francoy el Gobierno de De Gaulle pretenden «conver-tir posesiones de tipo colonial en protectoradosde tipo neocolonial».

Todos esos proyectos son atentados a la so-beranía nacional marroquí que el pueblo re-cha.za y que hará fracasar con el apoyo de lasfuerzas progresistas de Francia y España. Mien-tras el Gobierno franquista declara demagógi-camente por bo ca de su Mini stro de Info rma-ción que la política de Franco «no está basadaen motivos colonialistas », refuerza milit armentelas guarniciones de Ceuta, Melilla y Río de Oro,demostrando, como escribía Al-Moukafih del 28de agosto de 1963, que «el colonialismo espa-ñol. .. está regido por mecanismo? represivos yagresivos que deben romperse».

Los patriotas españoles deben seguir vigilan-tes la evolución de la situación en las coloniasde África. Contra la aventura y la guerra en Ma-rruecos lucharon siempre la clase obrera espa-ñola, personalidades políticas, intelectuales y una

parte importante de la burguesía. El PartidoComunista de España, desde su fundación en1920 ha proclamado el derecho del pueblo ma-rroquí a disponer libremente de sus destinos. Ensu declaración de junio de 1956, al saludar la de-claración de independencia de Marruecos, decía:«El interés nacional de España está en que esosacuerdos se cumplan sin reservas y se resuelvanlos problemas militares pendientes sobre la basedel reconoc imiento del derecho del pueblo ma-rroquí a recuperar la totalidad de su territorio».La actitud del Partido Comunista de España,coincidiendo con la del Partido Comunista Ma-rroquí y con la de todas las demás fuerzas de-mocráticas y patrióticas de ese país, quedó con-cretamente fijada en la declaración conjunta pu-blicada por ambos parti dos en marzo de 1958.En ella se subrayaba «el reconocimiento de lalegitimidad de los derechos marroquíes en rela-ción con Ifni, el Sahara, Río de Oro, Ceuta, Me-lilla etc», la «exigencia de evacu ación completadel territori o marro quí por las fuerzas españo-las».

El viraje producido en los últimos meses enlas relaciones entre la .monarquí a marro quí yFranco, sobre todo a raíz de la agresión arma-da de aquélla contra la Argelia revolucionaria,demuestra que Hassán II para obtener el apo-yo de Franco a su política reaccionaria y agre-siva, es capaz de renun ciar incluso a las legí-

timas reivindicaciones territoriales de Marrue-cos. Las fuerzas democráticas españoles segui-rán siempre vigilantes la evolución de la situa-ción en Marruecos y las maniobras de la políticafranquista, que se cubre con la táctica neocolo-nialista.

El Partido Comunista es la única fuerza polí-tica española organizada que ha fijado en nues-tros días su clara posición sobre el problema ma-rroquí. Aboga por un entendimiento entre todaslas fuerzas democráticas españolas, para pro-pugnar juntas una solución, en el sentido indi-cado, de este problema. De otro lado, apoyán-

dose en la experiencia de los último s aconteci-mientos, entre ellos, especialmente, el viraje dela monarquía marroquí a que arriba se alude,estima que la solución radical del problema estávinculada a cambios políticos democráticos enEspaña y en Marruecos.

Juan LEREZ

F r a c a s o d e u n v i e j o m i t o[ C a r t a d e D a h o m e y ]

Dahomey es un pequeño país do A l ' r i c a Occi-dental qu e obtuvo su independencia < - 1 \° deagosto de 1960. El Gobierno proimpcrialista deHubert Maga, en cuanto arribó al Poder, abrió

de par en par las puertas de Dahomoy ;\ 1 capita lmonopolista, a este insaciable pulpo < ¡ \ i o tendiósus tentáculos sobre toda la ecónomo del país.

El dominio de los imperialistas h i / .o quo deaño en año empeorase la situación económica deDahomey. El déficit de su bal an/a de comercioexterior f ue en 1961 de unos 3.000 m i l l o n e s defrancos africanos. La situac ión cío los t r a b a j a -dores continuó siendo muy d i f í c i l ; so mantuvola discriminación racial en la e s f e r a del traba-ja y de los salarios. Y aunque el p r i n c i p i o desalario igual por igual trabajo f u e ; s a n c i o n a d opor la ley, se violaba co nst antemente. Por ejem-plo las dependientes europeas de los a l i ñ á r o n o sMonoprix recibían de 35 a 40.000 francos afr ica-nos mientras que las nativas cobraban sólo12,000.

A pesar de la pobreza de Dahomey, sus go-bernantes inflaron el aparato administrativo enproporciones inverosímiles. Su mantenimientoconstituía un a carga insoportable que g r a v i t a b asobre las espaldas del pueblo.

La conquista de la independencia dio muy po-co a los trabajadores y a la vida política nacio-nal. El Presidente Hub ert Maga se orientó in-mediatamente a aplastar toda oposición, a es-trangular la democracia y a establecer el Daho-mey un régimen dictatorial. En 1961 inventó un«complot» y encarceló a Justin Ahomadegbé, lí-der del partido oposicionista Unión Democrática

de Dahomey.Desde entonces se estableció la obligatoriedadde militar en el Partido Dahomeyano de la Uni-dad. Toda la población quedó obligada a pagarla cuota al partido gobernante, que se hacía pa-sar por el intérprete de los intereses de toda lanación. En realid ad, la ausencia de democrac iaen ese partido y la arbitrariedad policíaca exis-tente en el país privaban a los trabajadores delderecho de expresión. Sobre todo se intensifica-ron las represiones a raíz del derrocamiento ene] vecino Congo [Brazzaville del régimen dic-tatorial del abate Yulu. Temiendo correr la mismasuerte, los gobernantes de Dahomeye practicaro nmúltiples detenciones de personalidades progre-

sistas en Cotonu y Porto Novo. A la vez, el Go-bierno Maga desató una nu eva ofensiva con tralos derechos vitales de los trabajadores. El sa-lario de los empleados fue reducid o en el 10%,se suprimieron diversas pagas extraordinarias ysubsidios en las instituciones públicas y se con-gelaron los salarios en el sector privado.

Estas medidas originaron un gran descontentodel pueblo, condenad o al hambre y a la mise-ria, mientras que los ministros y otros funcio-narios robaban abiertamente los fondos del Esta-do, se construí an lujos as villas, adquirí an auto-móviles, etc. La Unión General de Trabajado-res de Dahomey envió una carta a la presiden-cia de la Asamblea Nacional exigiendo anular lareducción de los salarios, vo lver a implantar elsistema de avances, de subsidios y de pagas ex-traordinarias y elevar el salario en el sector pri-vado.

El 25 de octu bre de 1963, día en que regresa-ba el Presidente de su viaj e por Isra el, CoreaMeridional y Taiwán, los trabajadores organi-zaron una manifestación de protesta. Los ma-nifestantes llevaban pancartas y carteles conlas consignas: «¡Abajo Maga », «¡Dimisión delGobierno », «¡Subida de salarios » El ejército deDahomey rodeó el aeropuerto y abrió fuego con-tra los manifestantes. En su intento de atemo-rizar al pueblo y obligarle a retroceder, las au-toridades desataron una feroz represión y pro-cedieron a detenciones en masa. Durante más decuatro días estuvo interrogando la policía al se-cretario general de la Unión General de Traba-jadores de Dahomey, Theophile Paoletti. A losgendarmes se les dio la or den de detener a Bo -déa Thomas y a Dossu Yovo Dominique, líderesdel Sindicato de empleados de comercio. Se lesacusaba de haber incitado a abandonar el tra-bajo en todas las empresas, de haber movilizadoa los obreros, a los desempleados y a las muje-res y de haber llevado a todo el pueblo a la ma-nifestación.

En respuesta a las represiones, los patriotasllamaron a los trabajadores a organizar una ma-nifestación pacífica con ramas de palma bajo lacons igna: «¡Dimisión del Gobierno de Maga »La manifestación popular s e prolongó cuatr odías, dura nte los cuales los trabajadores custo-diaron el patrimonio del Estado y las empresasparticulares y públicas. En fin de cuentas, elPresidente Maga y su Gobierno se vieron ob li-gados a presentar la dimisión.

El Comité Revolucionario instituido durante lamarcha de los acontecimientos, compuesto de di-rigentes sindicales y de representantes de losdesempleados y de las mujeres, en su sesión del27 de octub re, después de las conversacion esmantenidas con los oficiales, decidió pedir alejército nacional que tomase el Poder en sus ma-nos a fin de garantizar la seguridad de los ma-nifestantes y evitar el derramamiento de san-gre. De esta m,anera, el Gobierno reaccionario yneocolonialista fue derribado por el pueblo bajola dirección de la Unión General de Trab ajado-res.

La experiencia de Dahomey, así como tambiénla del Congo [Brazzaville], muestra que en la

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94 NOTAS ¥ CORREO DE LA REDACCIÓN NOTAS Y CORREO DE LA REDACCIÓN 95vida política de los países de la Unión Africano-Malgache maduran serios cambios. Exteriormen-te, los acontecimientos de D.ahomey se diferen-cian muy poco de lo ocurrido en Togo, Senegal,Chad y Costa del Marfil, en una palabra, de losgolpes de Estado ordinarios, en los que desem-peña un gran papel político la camarilla cas-trense.

Sin embargo, las apariencias engañan. El hon-do sentido de los acontecimientos de Dahomeyradica en qu e el Gobierno de Maga fue derri-bado por la ola de la ira popular, por la vigo-rosa acción de los trabajadores sindicados. Es-tos acontecimientos destruyen el mito sobre lainercia política de las masas populares de lospaíses africanos. Demuestran que los sindica-tos, que agrupan a los asalariados, explotadospor los monopolios extranjeros, defienden los in-tereses de los trabajadores, no cejan en la luchapor la completa independencia, la democracia yel progreso social.

Maurice TOBOVIL

L a u n i d a d , garaniíad e l a v i c t o r i a

[ C a r t a d e N i g e r i a ]

Nigeria pasó a ser un Estado independiente en1 9 6 0 . La lucha por la independencia fue largay tenaz. En 1944 tod as las fuerzas que actuabancontra el dominio extranjero se unieron bajo unasola bandera, la del Consejo Nacional de Nigeriay del Camerún [CNNC], encabezado por el actualPresidente de la República Federativa de Nige-ria, doctor Asikiwe. Esta organización, que pos-teriormente se denominó Consejo Nacional deCiudadanos Nigerianos, se transformó en unpartido nacional de masas, conocido en todos losámbitos del país. Fuera de este partido queda-ron solamente los cómplices descarados de losimperialistas, todos los que anteponían sus in-tereses egoístas a los de la patria.

En 1951, con arreglo a la Constitución queconcedía a los nigerianos una limitada autono-mía interna , s e celebraron elecciones generales.Si como resultado de ellas el CNNC se conver-tía en la fuerza política fundamental en todaslas provincia s, eso representaría un peligro realpara los colonialistas ingleses, Por eso, apoyán-dose en sus cómplices del interior del país, loscolonialistas tomaron todas las medidas para li-mitar la actividad del partido a • la provincia deOriente.

Los influyentes jefes de las tribus occidenta-les, los feudales y los representan tes de la granburguesía reunieron una gran suma de dineroy organizaron en secreto un partido llamado

Grupo de Acción. Con el visto bueno de sus amosimperialistas este partido desplegó en vísperasde las elecciones generales una gran actividad.Mediante maquinaciones entre bastidores, pro-mesas demagógicas sobre una «vida de mayorabundancia» y, en un a serie de casos, emplean-do el soborno directo, el Grupo de Acción seconvirtió en poco tiempo en la fuerza políticapredominante de la provincia de Occidente. Encuanto a la provincia del Norte, que por su ex-tensión territorial y población constituye apro-ximadamente la mitad del país, allí se afianzó ungrupo que representaba los intereses de la aris-tocracia feudal y de los jefes de tribu, el cualpasó a denomin arse posterio rmente CongresoPopular del Norte.

Luego de que la mayoría de los miembros delCNNC de la provincia de Occidente cayera enel soborno y de que sus parti darios del Nortefueran derrotados en las elecciones, el CNNC sevio obligado a concentrar su actividad en la pro-vincia de Oriente. En lo sucesivo, el CNNC per-dió por completo su carácter progresista . Pau-latinamente se fueron imponiendo en el partidogentes acaudala das. Los elementos de izquierdase vieron d esplazados o bien abandonaron elpartido. Algunos militantes cayeron en el sobor-no aceptando altos puestos en el partido y enla administración.

Hasta su degeneración este partido era la es-peranza de los socialis tas de Nigeria. Los hom-bres progresistas se enorgullecían de pertenecera él. Más tard e, c uand o el CNNC cambió radi-calmente de curso, en el país surgi eron nuevasformas de difusión de las ideas socialistas. Seconstituyó el Congreso Juvenil Nigeriano, quetuvo gran reson anci a. Sus representant es inter-venían abi ertamente en los mítines, en la prensay por la radio desenmascarando la política anti-popular de los círculos gobernantes. Pronto ini-ció su actividad el Partido Popular Nigeriano,que inmediatamente comenzó a ganar influenciaentre las masas populares, aunque no se dabaa conocer, rehuía comparecer en público y es-quivaba las discus iones en la prensa. Actual-mente este partido s e ha tra nsf ormad o en elPartido Socialista Obrero y Campesino de Ni-geria. Como tareas fundamentales promueve lalucha consecuente por una auténtica indepen-dencia política y económica y por la creación deun Estado de democracia nacional.

La lucha por la independencia de Nigeria ha

entrado ahora en una nueva fase. Las tareasfundamentales que hoy tiene planteadas el pue-blo nigeriano son conquistar la independenciaeconómica, obtener la victoria en la batalla porla democracia y la liquidación de la estructurasocial feudal y por la creación de un Estado dedemocracia nacional.

Esta lucha, orientada ante todo contra el im-perialismo, está i ndisolu blemente vinculada ala lucha por el sociali smo. Sólo mediante la re-construcción de su economía sobre los principiosde la planificación socialista pueden los paísessubdesarrollados terminar para siempre con eldominio imperialista y con el neocolonialismo.

La lucha por la democracia está enfilada con-

t r a. la alianza de los imperialistas, los feudalesy la, burguesía intermediaria, que anhelan su-primir la Constitución. En el marco de la so-ciedad burguesa debe ser consolidada ya la in-dependencia del poder judicial y suprimida lacasta privilegiada de los jefes de tribu, todos losciudadanos deben gozar del derecho a voto sinrestricción alguna, los órganos de administra-ción local deben ser democratizados y las mi-norías nacionales obtener el derecho a la auto-determinación.

En Nigeria se han c reado y actúan toda unaserie de organizaciones juveniles, femeninas, es-tudiantiles y otras entidades sociales democráti-cas , como, por ejemplo, el Congreso Juvenil Ni-geriano y la Unión de Periodistas. Un destaca-do papel en la lucha antiimperialista correspon-de a la Asociación Industrial y Comercial Nige-riana, que despliega una gran actividad contrala prepotencia d e los monopolios extranjeros yen pro de la independencia económica del país.

El Consejo de la Paz nigeriano, que agrupa ahombres de las más diversas convicciones po-líticas, goza de una enorme influencia entre lasmasas.

La lucha de la clase o brera de Nigeria s e ha-cía difícil porque las centrales sindicales del paíshan estado hasta hace poco dividida s. Pero aho -ra, pese a las maquinaciones de las fuerzas im-perialistas de Occidente y de sus agentes en elmovimiento obrero, las centrales sindicales sehan puesto de acuerdo y han formado un frenteúnico sindical, el Comité Unificado de Acción.

Este Comité dirige la lucha de los obreros porlas reivindicaciones económicas —aumento de sa-larios, mejores condiciones de trabajo— y porlas libertades sindicales. Esta lucha está respal-dada por el Partido Socialista Obrero y Campe-sino. Hoy se plantea en el orden del día la con-jugación de la lucha económica de la clase obre-ra nigeriana con enérgicas acciones políticas.

Las fuerza s progresista s d e Nigeria comi en-zan a tomar conciencia de la imperiosa nece-sidad de crear en el país un frente único nacio-nal democrático para luchar contra el imperia-lismo, por la completa independencia, por la li-quidación del feudalismo y de la burguesía en-treguista, por los derechos democráticos, por lacreación de las bases para un rápido progresodei país mediante la planificación democráticay la desaparición de la corrupción.

Y aunque en el país hay fuerzas que se opo-nen a la creación del frente único nacional de-mocrático , existen todas las premisas para lo-grar su aislamiento y conducir al país por lavía de la democracia y del progreso social.

P. CURTÍS JOSEPH

F r u c t í f e r o s c o n t a c t o s e n t r ee s c r i t o r e s

A comienzos de diciembre, en el Hotel Plaza,ubicado en el Corso de Roma, donde se cele-braba la sesión del consejo directivo de la Co-munidad Europea de Escritores, se dio lecturaa la carta de un conocido escritor español querepresenta a los literatos de su país en el con-sejo de la Comunidad. Por esa vez no había po-dido ir a Roma, pues le había sido denegado elpasaporte. No obstante, conocedor de la discu-sión que iba a tener lugar, habí a escrito a suscolegas: «Nuestra presencia en la COMES tieneuna significación concreta: la de impedir. . . quealguien olvide qu e el enemigo no se da nuncapor vencido y que, desgraciadamente, se muevey aprovecha l a más pequeña distra cción parahacer sentir su presencia, sea en la pobreza dela Península Ibérica, sea en la opulencia de Da-llas. Para nosotros, intelectuales, y para el pue-b lo , este enemigo tiene vario s nombr es: la gue-rra, el odio, el nazismo, el fascismo. Luchar con-tra él es luchar por nuestra supervivencia».

¿ Qué impelía a traer a la memoria este re-cuerdo tan justo, en esencia? ¿A qué obedecíala propia discusión de estos problemas en la se-sión de Roma del consejo directivo de la Comu-nidad Europea de Escritores?

La COMES es una organización joven, nacidahace algunos años. Agrupa a escritores de todaEuropa, «desde los Urales hasta el Atlántico»,como dijera Angioletti, su fundador y primerpresidente. En esta organización conviven es-critores que sustentan diferentes concepcionesideológicas, a los que une la as piración comúnde asegurar la paz y la coexistencia pacífica en-tre los pueblo s y de defender los auténticos va-lores de la c ultu ra.

En ag osto de 1963, alrededor d e un c entenarde escritores occi dentales adheridos a la Comu-nidad se reunieron en Leningrado con los es-critores más destacados de los países socialis-tas de Europa para discutir uno de los pro-blemas más importantes de la literatura con-temporánea: la novela de nuestros días. Al co-loquio de Leningrado dedicó amplios comenta-rios la prensa de Europa y de otros continen-tes. En Leningrado se entabló diálogo, hubopolémica, una polémica constructiva y apasio-nada, y hubo lucha, enfrentamiento entre dosconcepciones de la literatura. Sin embargo, porgrande que fuera la aspereza de las discrepan-cias surgidas, a nadie ofreció dudas la utilidaddel diálogo y la necesidad de prolongarlo.

El coloquio de Leningrado entre los escrito-

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96 NOTAS Y C OR R E O DE L.A REDACCIÓN EN LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS 97res de Europa ha sido uno de los jalones másseñalados en la vía de la consolidación de laCOMES. Ha contribuido a esclarecer su plata-forma política, la cual descansa en la colabora-ción de los escritores de diversas ideologías, querepudian el fascismo en todas sus formas y re-chazan el fanático anticomunismo, «versión delfascismo en nuestros días».

El buen éxito del coloquio de Leningrado hahecho crecer el número de amigos de la Comu-nidad y a la vez —cosa, lógica— ha enfurecidoa los adversario s del diálogo entre intelectua -les, a los enemigos de la coexistencia pacíficaentre los pueblos. Al mes just o de la clausu rade la reunión de Leningrado, en Roma, la ciu-dad do nde se insti tuyó la COMES, se cong rega-ron apresuradamente los literatos fascistizantesque todavía quedan en Europa, tales como Vin-tila Horia o el conoci do colaboracioni sta GabrielMarcel, para estrechar la mano de los «ideólo-gos» del anticomunismo de allende el océano,fanáticos propagadores del odio y de la vesania

racista.Ante ellos pronunció un informe el escritornorteamericano Dos Passos, que en los últimosaños se ha especializa do en atizar la histeriaanticomunista. Según Dos Passos, hoy la misióndel escritor estriba en acentuar la reacción deOccidente ante el «reto comunista». Dos Passosplante¿ a los reunidos la tarea de elaborar unarma para la lucha ideológica contra el comu-nismo. Reprochó a ciertos políticos de EstadosUnidos que hayan desistido de esta lucha antesincluso de que ella cobrara gravedad, conside-rando erróneamente que contra el comunismosólo se puede combatir con medios económicosy materiales.

He aquí el juicio que emitía de esa reuniónla revista conservadora romana Fortuna [núme-ro de noviembr e], expresan do sin ambages co n-tra quiénes iba enfilada,

«La Comunidad Europea de Escrit ores c orreel riesgo de aparecer corno una iniciativa des-tinada a dar publicidad a los intelectuales so-viéticos y a sus amigos de los países capitalis-tas. Basta leer Europa Literaria para darsecuenta de que a los jnarxistas, rusos e italia-nos, se les reserva siempre el puesto de ho-nor . .. Esta Europa "literaria" es, en suma, unaEuropa que se tiñe demasiado de rojo. Son losinconvenientes de una presunta "neutralidad"en cuyo fondo s e ve el deseo de hacer cosasgratas a los marxistas.Precisamente para poner fin a estos equívo-cos y movilizar a los hombres de letras en de-fensa de los auténticos valores occidentales, queno pueden ser confundidos con las razones deEstado de un régimen que intenta minar la su-pervivencia de Occidente, surgió hace cerca dedos años una iniciativa cultural que tiene co-mo característica destacada su oposición a todocompromiso id eológico. -Hablamos de los En-cuentro s Romano s de la Cul tu ra. . . En estosencuentros ha marcado el tono la delegaciónnorteamericana. Y ello no sólo por la presenciade Dos Passos, sino también porque la delega-ción norteamericana ha sido la expresión más

calificada de una corriente ideológica y culturalmuy importante hoy en Estados Unidos: la re-publicana de "derecha", cuyo líder es el senadorGoldwater, probable adversario de la l ínea Ken-nedy en las próximas elecciones».

Vemos, pues, que la revista Fortuna ha dichomás de lo que cabía esperar, indicando exacta-mente la dirección de los promotores de todaesta empresa. ¡En medio de todo, es hasta cier-to punto lógico que el diálogo entre los inte-lectuales de Europa lo traten de impedir esasmismas gentes que ven en el odio la más g a-rantizada inversión de capital

Lo lamentable es que a la voz de los con-trarios al diálogo entre los escritores de Euro-pa haya unido la suya el presidente del PenClub internacional. Esta organización [cuyastradiciones y méritos en el pasado son conoci-dos] está presidida por el holandés Van Vries-land. En una carta escrita en el tono más des-enfadado, dirigida al poeta italiano Ungaretti,presidente decano de la Comunidad, Van Vries-

land ha manifestado su di sconformida d con lacondena del anticomunismo que se hace en unaserie de documentos de la Comunidad Europeade Escritores. Van Vriesland, que ha defendidocon gran vehemencia su derecho a ser antico-munist a, parece haber olvidado la existencia dePen Clubes en varios países socialistas y quelos escritores adheridos difícilmente compartiránsu absurda actitud.

La carta de Van Vriesland ha sido examina-da por el consejo directivo de la ComunidadEuropea de Escritores, que, después de tres díasde discusión, ha aprobado unánimemente unadeclaración en la que reitera el carácter anti-fascista de la COMES y su decisión de no co-laborar con los anticomunistas. El consejo havuelto a proclamar que en la COMES puedencolaborar escritores de diversas ideologías. Haaprobado la actitud adoptada a este respectopor el presidente de la Comunidad, GiuseppeUngaretti, y por su dinámico secretario gene-ral, Giancarl o Vigorelli.

En el espíritu de la «declaración de princi-pios» que constituye el fundamento básico dela Comunidad Europea de Escritores, su conse-jo directivo ha aprobado dos importantes docu-mentos: una resolución de protesta contra lasdetenciones y la tortura de los intelectualesportugueses Urbano Tavares Rodrigues, MiguelTorga, Alberto Ferreira, Alexandre Cabral, Fon-

seca e Costa, Manuel de Oliveira y Vasco Gran-ja, elevada al Gobierno de Portugal , a la UNES-CO y a la ONU 1, y otra resolución que condena

1 Subrayado por la revista Fortuna.

2 En el momento de la aparición de este númerode NUESTRA ÉPOCA hemos conocido por informa-ciones de prensa que los escritores Alberto Ferreiray Urbano Tavares Rodrigues y el director de cineManuel de Oliveira ha n sido puestos en libertad, bajola presión de la protesta de la opinión mundial. [N.de la B.3 .

las persecuciones contra la cultura catalana porel Gobierno franquista.

El consejo ha expresado su plena solidaridadcon los escritores españoles, sometidos a la cen-sura y perseguidos. Las detalladas informacio-nes recibidas por el consejo de la COMES sobrela situación en España revelan la demagogia delas manifestaciones del Gobierno español y desu ministro Fraga acerca de la «liberalización»en el país.

Los escritores de la Península Ibérica han

transmitido al consejo su gratitud por las prue-bas de solidaridad d e sus colegas europeos,

La IX sesión del consejo directivo de la Co-munid ad Europea de Escritor es, que ha dadocompleta claridad a la plataforma política deesta organización, tiene, sin duda alguna, ungran alcance. Muestra que la Comunidad hacoronado su proceso de consolidación y que es-tá estrechamente vinculada a los problemascardinales de nuestra época.

G. BREITBIIKD y A; SURKOV

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C u a n d o s e p i s o t e a n l a s l e y e s[ C a r t a d e R e u n i ó n ]

El Gobiern o degolista afirma en todas partes,y de modo partic ular en la ONU, que para élha terminado la «descolonización» y que bajo suautoridad ya no existen territorios colonizados.Sin embargo, el carácter de la represión quepractica en lo que él llama «departamentos deultramar» viene a desmentir esas declaraciones.Reunión, que los colonialistas franceses han ele-gido como campo de experimentación, ofrece uriejemplo típico.

Como es sabido, en 1947 la isla de Reunión fueoficialmente proclamada «departamento francésde ultramar» y a sus habitantes se les conce-dieron los derechos de ciudadanos franceses.Pero prácticamente la «departamentalización»,tan ensalzada por los gobernantes franceses, noha suprimido el régimen colonial, todavía im-perante en nuestro país.

El régimen colonial ha impuesto a Reuniónuna economía de monocultivo: la caña de azú-car. El azúcar y sus subproductos [ron, alco-holes, etc.] representan alrededor del 85% denuestras exportaciones. Reunión atraviesa una

grave crisis económica desde estos últimos años,es decir, desde que el Gobierno degolista, parasalvaguard ar los intereses de los productor esde remolacha azucarera de la metrópoli, decidiórestringir brutalmente la compra de nuestroazúcar. Esta crisis lleva a la ruina a los pe-queños plantadores y condena a los obrerosagrícolas y a los de las fábricas azucareras auna terrible miseria. La reducción del nivel devida de los trabajad ores r epercute asimismosobre otras capas sociales: los artesanos y lospequeños comerciantes.

Los trabajadores de Reunión luchan tesone-ramente en defensa de sus intereses. Para im-pedir el auge de esta lucha, los colonialistas

franceses acentúan sistemáticamente la repre-sión. Pisotean las normas más elementales dela legalidad. Las libertades sindicales han sidoprácticamente abolidas. Los dirigentes de lossindicatos son despedidos del trabajo y perse-guidos. Un decreto dictado por el Gobierno fran-cés el 15 de octubre de 1960 concede al prefectoel derecho a expulsar del país a cualquier fun-cion ario. Así, en 1961, una d ocena de fun cio na-rios, dirigentes sindicales y responsables políti-cos fueron desterrados a Francia. Prácticamentelos funcionarios están privados de toda libertadde expresión y de todo derecho a defender po-siciones no coincidentes con las del Gobierno.

Por decisión del prefecto del 6 de febrero de1962, toda reunión y toda manifestación públicaquedan prohibidas en el territorio de la isla.Cuando los trabajadores se manifiestan en la ca-lle, la fuerza pública no vacila en abrir fuego.Así ocurrió en 1962 en Saint-Louis, cuando du-rante una manifestación de cultivadores de cañaque protestaban contra la explotación de losmonopolios azucareros hubo un muerto y nu-merosos heridos. Decenas de trabajadores y deadolescentes fueron detenidos, apaleados y mu-chos de ellos condenados a severas penas.

Un ejemplo del orden colonial que impera enReunión es la represión masiva durante lascampañas electorales y en el curso de la vo-tación. Cuando estos métodos no consiguen suobjetivo, la administración francesa falsifica laselecciones. La falsificación ha tomado tal am-plitud que en el país está prácticamente supri-mido el derecho a voto. La negativa a inscribira los electores en el censo y a entregarles loscarnets, la falsificación de los resultados, losataques a las reuniones de la oposición por ban-das armadas y las detenciones, tal es el arse-nal, muy incompleto, de los métodos oficialespracticados para falsear las elecciones.

Quienes protestan contra este «orden» sonsistemáticamente perseguidos. Sólo de marzo amayo de 1963, período de «elecciones», el núme-ro de detenidos y condenados adquirió talesproporciones, que el Comité de lucha contra larepresión, integrado por todas las organizacio-nes democráticas, señalaba en un comunicadoque, proporcionalmente a la población, esta re-presión correspondería en Francia ¡a 6.500 con-denados a penas de cárcel y más de 15.000procesados La represión se extiende a todoslos que se oponen a los gobernantes. Así, uncandidato no comunista a la Asamblea Nacio -nal estuvo seis meses encarcelado, pese a ha-berse confirmado que no tenía nada que vercon los incidentes de que se le acusaba; final-mente tuvo que ser puesto en libertad.

Mientras que los trabajadores y demócratasson perseguidos y condenados, los bandidos alservicio de los colonialistas, a pesar de los crí-menes que cometen, quedan impunes. En lalocalidad de Sainte-Marie, por ejemplo, durantela campaña electoral unos bandidos atacaronuna reunión del Partido Comunista, pero loscondenados fueron los trabajadores que se ha-bían defendido del ataque.

Los colonialistas dirigen sus golpes principal-

C ONT R A LA REPRESIÓN Y LAS PERSECUCIONES DE LOS DEMÓCRATAS

mente contra el Partido Comunista de Reunión,que -orienta y organiza la lucha de las masaspopulares. Los comunistas son perseguidos, de-tenidos y encarcelados. Por sus valientes cam-pañas contra las ilegalidades y los desafuerosde las autoridades coloniales ha sido confiscadoy multado repetidas veces el periódico comunis-ta Témoignage. Sólo en los últimos años lasautoridades han confiscado el periódico 17 vecesy han montado contra él 14 procesos. En unaocasión fue condenado judicialmente por haberreproducido una información de I/Hiimanitépor la que este rotativo jamás ha sido perse-guido en Francia. Bajo la presión de las au-toridades, Paul Vergés, primer secretario del CCdel Partido Comunista de Reunión, fue conde-nado el 5 de julio de 1963, como director delperiódico, a tres meses de prisión por un ar-tículo en el que se protestaba contra la repre-sión de las manifestaciones de argelinos quetuvieron lugar en París, en 1961.

En febrero de 1963 las autoridades intentaronprohibir a Paul Vergés, a ; la sazón en París,que retornara a Reunión para combatir la can-didatura del ex primer ministro Michel Debré.Obligados a retroceder ante las protestas enReunión y en Francia, los colonialistas, inme-diatamente después del retorno de Paul Vergés,incoaron un proceso a la vez contra el periódicodel que es director y contra él mismo, so pre-texto de «atentado a la integridad del territorionacional».

El Partido Comunista de Reunión lucha porel derecho de los isleños a regir ellos mismoslos asuntos de su país y por la autonomía na-cional. Reunión, al igual que Martinica, Gua-dalupe, Guayana, y hasta hace poco Argelia, esoficialmente un «departamento francés». En vir-tud de un decreto de los poderes coloniales, to-da acción contra este estado de cosas, toda ac-ción para abolir el yugo colonial y lograr la li-beración del país es un «atentado a la integri-dad del territorio nacion al», y semejante «cri-men» se castiga con penas hasta de diez añosde reclusión y una multa de 7.000 francos nue-vos. ¡Y precisamente por esta inculpación PaulVergés debe comparecer ante el Tribunal de Se-guridad del Estado Por consiguiente, a los ha-bitantes de Reunión no sólo se les prohib e rei-vindicar la autonomía, sino que se les privahasta, del derecho de reclamar un cambio cual-quiera de su actual estatuto.

Al lanzar semejantes inculpaciones, las auto-ridades violan su propia Ley fundamental, yaque los artículo s 72 y 73 de la Constitu ción pre-vén que «una colectividad territorial» puedecambiar su estatuto. Basándose precisamente eneste artículo el presidente de la República con-sideró que Argelia tenía derecho a la autode-terminación y podía integrarse a Francia, aso-ciarse a ella o bien optar por la independencia.

Ahí está la demostración de que los pueblosde los otros «departamentos de ultra mar» [Reu-nión, Martinica, Guadalu pe y Guayana] tienenigualmente derecho a definir ellos mismos su es-tatuto de acuerdo con sus intereses y tomandoen cuenta su pasado histórico y su porvenir. Pe-

ro si los poderes públicos violan su propia lega»lidad y urden un tal proceso contra Paul Vergés,ello quiere decir que pretenden asestar lo antesposible un golpe no sólo al Partido Comunista deReunión, que lucha por la autonomía de la isla,sino también a todos los demás demócratas reu-nioneses que quieren poner fin a la situaciónactual y reclaman un cambio.

El golpe que se prepara no está dirigido sola-mente contra los comunistas y las restantes fuer-zas democráticas de Reunión, sino también con-tra los comunistas y las fuerzas anticolonialis-tas que en Martinica, Guadalupe y Guayana lu-chan actualmente por la autonomía o por otrasolución anticolonialista al problema planteadopor la existencia del yugo colonial. La respues-ta al complot contra la democracia debe ser launión de todas las fuerzas democráticas. Si larepresión colonial adquiere cada vez mayoresproporciones es porque la lucha de las masas po -pulares de Reunión, Martinica, Guadalupe y Gua-yana entra en una nueva fase.

Ninguna represión, ninguna amenaza puedenhoy hacer volver atrás la rueda de la historia.En nuestro tiempo, cuando los habitantes deotras islas del Carib e y del Océan o. Indico, veci-nos de los «departa mentos franc eses de ultra-mar», han alcanzado la independencia, todo in-dica que nada podrá ya impedir la liberación deReunión, de Martinica, de Guadalupe y de Gua-yana.

J. L.

B a j o e t e r r o r p o l i c i a c o

El Partido Comunista Portugués se ve obliga-do a vivir y actuar en las más difíciles y peli-grosas condiciones de la clandestinidad. Los co-munistas portugueses luchan por establecer enel país un régimen democrático, por el socialis-mo, contra la dictadura fascista de Salazar, quecondena al pueblo a la miseria y al hambre yprocura ahogar en sangre el movimiento de li-beración nacional en las colonias.

Cada vez es mayor el aislamiento de la dicta-dura fascista. Ante la profunda crisis en quese debate, la más grave de su ; historia, preten-de a todo trance atemorizar al pueblo con deten-ciones en masa, torturas y duras penas de cár-cel. El país ha sido convertido en un enorms^campo de concentración. La policía realiza re-gistros en los domicilios de todos los ciudada-nos «sospechosos». Todos los medios de trans-porte y las comunicaciones se encuentran bajosu estrecha vigilancia. Caminos, carreteras yaccesos a los poblados están interceptados ' porfuerzas policíacas. Estas patrullan también porlos campos, practicando registros y redadas. Lo-calidades y regiones enteras se encuentran ro.-

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100 CONTRA LA REPRESIÓN Y LA S PERSECUCIONES D E LO S DEMÓCRATAS < < > v n ; \ i \ i . l M i l M O N Y LAS PERSECUCIONES DE MIS DlíittOCRATAS 101

deadas de puestos de guardia. La policía fas-cista dirige su golpe principal contra el Parti-do Comunista, o sea contra la fuerza fundamen-tal que organiza y encabeza la lucha del pueblocontra la tiranía de Salazar. Por todo el país selleva a cabo una verdadera «caza» de comu-nistas, particularmente de los cuadros dirigen-tes.

En el Pleno del Comité Central celebradoen agosto del año pasado, el Partido ComunistaPortugués aprobó una resolu ción en la que tra-zan las medidas concretas a tomar contra la re-presión, y los métodos para defenderse de laofensiva desatada por las fuerzas represivas d'eldictador. En la resolución del Pleno titulada«Defender al Partido es la primera tarea de to-do el Partido y de cada militante» señálase quea pesar de la violentísima represión el PCP con-tinúa a la vanguard ia de la clase obrera y delpueblo portugués, y que la dirección del Parti-do sigue en su puesto en el interior del país. Elaparato central clandestino continúa en condicio-nes de conducir y asegurar el trabajo diario.Las ediciones impresas del Partido salen conregularidad y son ampliamente difundidas, ypor todo el país se realiza el trabajo de agita-ción. Las organizaciones comunistas funcionanen escala nacional: en los centros industriales,rurales y urbanos fundamentales. El Partidomantiene y refuerza sus ligazones con la claseobrera y las masas populares, dirige cientos depequeñas y grandes luchas : manifestaciones,huelgas, movimientos reivindicativos etc.

En la resolución del Pleno del CC se dice: «Só-lo un Partido fuerte, profundamente arraigadoen la clase obrera y en el pueblo, bien organi-zado, con larga experiencia de trabajo clandes-tino, con cuadros firmes y profundamente en-tregados a la causa, puede conseguir tales éxitosen las condiciones de la violenta y desesperadaofensiva del aparato represivo fascista».

Después de exponer los éxitos del Partido ensu activa defensa de las embestidas de la poli-cía, el Comité Central señaló a la vez una seriede deficiencias que ponen en peligro al Partidoy a cada uno de sus militantes. El Comité Cen-tral indicó que en una serie de casos las fuer-zas represivas fascistas han asestado golpes muyduros al aparato clandestino y a las organiza-ciones del PCP por no haberse observado lasprincipales reglas de la clandestini dad. Desde

1957 han sido encarcelados más de cien funcio-narios del Partido. A pesar de que merced alPartido y al coraje de sus militantes, decenasde camaradas presos con siguieron evadirse delas prisiones y reintegrarse a la luc ha, estos gol-pes han constituido un serio revés para el PCP.

Durante los primeros ocho meses del año pa-sado el enemigo consiguió dar por tres vecescon centros clandestinos, apresando a 19 funcio-narios, entre ellos al camarada Blanqui Texeira,miembro del Comité Central, asaltando diez ca-sas clandestinas del Partido y privándole de im-portantes recursos materiales. Fueron descubier-tas diversas organizaciones territoriales y deempresa; cientos de militantes cayeron en ma-nos de la Dolicía.

En la resolución del Pleno del CC se dice quepor perfecta e intensa que sea la acción de lapolicía política y de otras fuerzas represivas,«no puede paralizar ni desmantelar el aparatoclandestino del Partido, siempre que éste adoptemétodos de defensa correctos, si los pone enpráctica con disciplina de hierro y sabe estaratento a la situación concreta para sustituir rá-pidamente métodos que envejecen por otros nue-vos». El CC del PCP recuerda que muchos delos golpes lanzados por la policía contra elPartido han tenido resultados nulos, o bien unainsignificante repercusión en sus organizaciones,merced a los métodos de defensa empleados.

El CC subraya que la misión de los funcio-narios del Partido que se hallan en la más pro-funda clandestinidad, consiste en observar conel mayor rigor las reglas conspirativas para di-rigir las organizaciones del PCP. Confundir laacción de los funcionarios del Partido con la delos simples agitadores es un error que se pagacaro.

La disciplina es muy importante en el traba-jo clandestino. A este respecto en la resoluciónse subraya, «El trabajo clandestino es lo opues-to a la aventura y a la improvisación y requie-re una di sciplin a constan te y severa. Todos losmilitantes del Partido, sobre todo los que actúanen la clandestinidad, tienen que pasar el apren-dizaje de esa disciplina, venciendo la tendenciade subestimar la máquina policíaca , de "jugara* la suerte", de la precipitación y del pánico,..La base de la lucha por el establecimiento deuna férrea disciplina conspirativa reside en lacomprensión del papel dirigente del Partido enla liberación del pueblo y en la revolución de-mocrática, reside en la comprensión de la f u e r-za real del enemigo con que nos enfrentamos.La disciplina se impone con el ejemplo y éstedebe partir de arriba abajo.»

El CC del PCP recuerda a todos los comunis-tas que la PIDE hace un esfuerzo sistemático eintenso con el fin de introducir provocadores enlas filas del Partido, a los que instruye paraque «presten servicios» a éste y así poder infil-trarse en sus organismos superiores. A este res-pecto, en la resolución se subraya la necesidadde reforzar la vigilancia revolucionaria de loscomunistas.

El CC del PCP, a la vez que plantea la tareade impedir al máximo que en las filas del Par-

tido se introduzcan agentes del enemigo, marcauna serie de directivas concretas a sus organi-zaciones. El CC exige descentral izar el trabajodel Partido allí donde se haga necesario, sepa-rar el trabajo legal del clandestino y seleccionarmejor a los cuadros. El CC advierte que se de-be poner un cuidado muy especial en orden a.todos aquellos que puedan ser propuestos paratrabajos auxiliares del aparato clandestino, parael cual deben ser escogidas no «personas de bue-na voluntad» casuales, sino miembros del Parti-do, cuya vida y características sean bien cono-cidas. «En las difíciles condiciones de la dicta-dura fascista —dice la resolución— el Par-tido ha sabido forjar cuadros de una fidelidadsin límites a la causa de la clase obrera y del

pueblo, verdaderos ' de los quejustamente se cnm M I K J I I O esto esasí, no debemos L gi menos dejarde revelar, las gra > s erroresque no pocas vec< ido en mate-ria de r e c lu t a mie n to . i a « .moción decuadros». L o s c u n d í p u « - . i , n < r valoradosjustamente cont ro l ;m<l<> i el cum-plimiento d e las. t a n . i i . conocien-d o bien su comporta ni i ' > i m el trabajo,en la vida privada y a r , i - les y sarcrificios que la lucha c o m í

El CC pone en guardia del pe-ligro que constituyen lo Todo elPartido y la clase obreí a de l i - . i d o s enel odio a los traidores», d i < ion.

El CC plantea a los c o m ú n es latarea de transformar el PCP ' « M a l e z ainexpugnable. Para ello el i - ; t á . solo.Cuenta con el apoyo de la < i i de lasmasas populares, a las que < e c h a m e n -te vinculado. «Ese apoyolución— se siente en la defensa Par-tido. Trabajadores sin partido p i r v h - n e n a mi-litantes clandestinos de la a p r < >acción del enemigo y han ayudcasos a liberar a los camaradade su detención o a los evadidos < 1 «El pueblo portugués confía en < 1 isu defensa el Partido debe c o n l i u h u íen el pue b lo» La ayuda del p u e l > l «la defensa del Partido debe e s t i m u l anizarse e intensificarse.»

La resolución del CC termina con u ite llamamiento a los comunistas po i

«Los comunistas no tememos a ides. Encabezando las luchas-'popular»trando todas las dificultades y exponiivida en la clandestinidad, enf renta n d <do caen presos a la policía, a los t i i ia los carceleros, los comunistas cumplen u . 1ber con honor. No hay torturas de lapolítica que hagan hablar a un comúna su Partido... El Partido Comunista l ' m i ugués tiene motivo para sentirse o rgu l lola tradición de coraje, abnegación y l u í 'de sus cuadros. . . La historia de l Parí u l e . ' .llena de ejemplos de hombres y m u j e r . 'entregaron su vida y lo sacrificaron todolucha por la democracia y el socialismo. Toiturados salvajemente, muchos hasta la mupasa,ndo la mayor parte de su vida en |aprisiones o evadiéndose valientemente de ellahaciendo frente al enemigo con arrogancia yconfiando siempre en la victoria inevitable denuestra gran causa, miles de comunistas l l i o mbres y mujeres, jóvenes y viejos] han sabido ysaben llevar bien alta la bandera del Partido,y han merecido y merecen la estima y el res-peto del Partido y del pueblo. ¡Honra y gloriaa los mártires y héroes ¡Honra y gloria anuestro Partido que los educó y forjó

El Partido vencerá todas las dificultad es y,prosiguiendo su glorioso camino, conducirá alpueblo portugués a la conquista de la demo-cracia y del socialismo.»

Xiborio VASQUEZ

¡libertad p a r a

C a r l o s A l / a r a d o J e r e z

El camarada Carlos Alvarado Jerez, mili-tante revolucionario guatemalteco, ha sido de-tenido por la policía del régimen militar enca-bezado por el coronel Peralta Azurdia. A me-diados de diciembre del año pasado s,e produ-jo esta captura. Inmediatamente el 'Gobiernomilitar consignó a Alvarado Jerez a los tribu-nales militares, para que se le juzgue de con-formidad con las leyes vigentes que imponenlargas penas dé prisión a los demócratas y pa-triotas que combaten contra la dictadura.

Cuando monta sus farsas judiciales, la reac-ción guatemalteca utiliza con frecuencia el con-sabido método de presentar contra los patrio-tas falsas acusaciones de delitos comunes quejamás cometieron. Mas la reacción no se atre-vió a emplear esta burda maniobra contra Car-los Alvarado Jerez, ya que su honesta trayecto-ria revolucionaria es bien conocida Por eso elGobierno se vio obligado a acusarle de haberregresado ilegalmente al país y de realizar «ac-1 ividades subversivas».

La naturaleza de la acusación demuestra elearácter antipopular del régimen de PeraltaA/urdia, que pisotea el derecho de los guate-maltecos a vivir libremente en su patria. Peroni incluso este régimen puede impedir que lospatr iotas vivan y trabajen en Guatemala para

i d i c a r la dictadura reaccionaria.< ' a r l o s Alvarado Jerez fue fundador con otros

en m pañeros del Partido Comunista de Guate-m a l a ; dirigente del Movimiento de Partidarios« le la I ' a / , ; desempeñando, a la vez, en el Go-

10 democrático de Arbenz, la dirección na-¡ <l e i . » Vo z d e Guatemala [radio nacional].

K n el d e s t i e r r o estuvo siempre ligado a la lu -eha ( , • su pueblo

< ' < > n l a d e t en c i ó n d e Carlos Alvarado Jerez,la d i e t a .¡ u i i reaccionaria golpea otra vez a las

i d e m o c r á t i c a s y patrióticas guatemalte-ea p e r o es i n d u d a b l e que la amplia solidari-dad nacional e i n t e r n a c i o n a l con las víctimasde l r e d i m í ' ) r e a c c i o n a r i o d e Guatemala conse-g u i r á a r r a n c a r a ( 'arlos Alvarado Jerez y alo s numerosos presos políticos de las garras dela r e a c c ión .

El valor de esta solidaridad se ha visto con-firmado por el hecho reciente de que los com-pañeros Bernardo Alvarado Monzón, secretariogeneral del Comité Central del Partido Guate-malteco del Trabajo, Armando Castillo, dirigentede la Federación Autónoma Sindical de Guate-mala, y Lionel Roldan, dirig ente estudian til,hayan sido expulsados del país hacia Nicaragua.

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102 CONTRA LA REPRESIÓN T LAS PERSECUCIONES DE LOS DEMÓCRATASCONTRA LA REPRESIÓN Y LAS PERSECUCIONES DE LOS DEMÓCRATAS

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La solidaridad obligó al régimen a proceder deesta manera, incapaz de tenerles más tiempoen prisión.

E l amplio movimiento solidario mostrará un ave z más su fuerza enviando telegramas de pro-testa al coronel Peralta Azurdia, Palacio Na-cional, Guatemala, o haciendo actos de protes-ta ante embajadas y consulados de Guatemalaen los diversos países, en los que se reclame elrespeto a la integridad personal y la liberta^dde Carlos Alvarado Jerez y de todv)s los preséispolíticos. Estas y otras formas de presión dela opinión pública mundial constituirán unainapreciable ayuda a todos los patriotas gua-temaltecos .

C . TZUL

E n I r a k c o n t i n u a e l f e r r o r

El 18 de noviembre de 1963 fue derribadoel régimen baasista en Irak. El nuevo Gobier-no formado de spués del golpe de Estado disol-vi ó la «Guardia Nacional» fascista, culpable dela muerte de innumerables patriotas. El gene-ral gobernador militar y ministro del InteriorRashid Musleh manifestó en una interviú con-cedida el 18 de diciem bre pasado a un co rres-ponsal del periódico de Bagdad Al Giinhuria:«L a "Guardia Nacional" cometió crímenes másespantosos que los mongoles en el Medioevo. . .¿Podíamos guardar silencio al ver que estepuñado de elementos histéricos torturaban alos ciudadanos para arrancarles declaracio-n e s ? . . . ¿Qué ética y qué religión pueden jus-tificar los ultrajes, las violaciones y el opro-bio?»

Ante tales manifestaciones cabía esperar qu elos nuevos gobernantes restableciesen la «nor^-malidad» y la «justicia» de que tanto hablan. •

Si n embargo, en lugar de poner en libertad adecenas de miles de patriotas, víctimas del ré-gimen baasista, que se hallan recluidos en pri-sión, las autoridades continúan encarcelando a

personas totalmente inocentes. Dos días an-tes de que el ministro de l Interior hiciera lamenc ionada declaración, un tribunal militarcondenó a pe nas de 5 a 30 meses de prisión a28 maestras iraquíes culpadas de actividad co -munista, acusación a la que principalmente re -currían los baasistas. Tres días más tarde ypor la misma inculpación, 14 personas fueroncondenadas a cinco a.ños de trabajos forza-dos. Posteriormen te, 30 patriotas más fueronsentenciados a diferentes penas de prisión.

El acto má s feroz del nuevo régimen fu e per-petrado el 24 de diciembre último, día de laejecución de Karim Hussain y de AbdullaRashid, obreros portuarios de Basora que des-empeñaban un activo papel en el movimiento

sindical. En el régimen de Kassem fueron con-denados a muerte, pero bajo la presión de laopinión pública la pena de muerte fue sustitui-da por siete años de cárcel. Bajo el régimenbaasista de nuevo les condenaron a muerte.¡Y ahora el régimen de Aref asesina a los pa-triotas que los baasistas no tuvieron tiempode l iquidar

El nuevo régimen sigue dirigiendo el golpeprincipal contra los comunistas y se sirve dela acusación de actividad comunista para en-sañarse con los patriotas. En el pasado miesde enero, muchos patriotas fueron inculpadosde actividad comunista y condenados por untribunal militar a penas de 3 a 10 años deprisión.

Todos estos hechos y la prosecución de laagresiva guerra abyecta c ontra el pueblo cur-do son bien elocuentes. Muestran qu e los5 nue-vos gobernantes no han sacado enseñanzas delderrumbamiento del régimen baasista y del fra-caso de la política anticomunista.

El pueblo iraquí no permanece pasivo, nimucho menos, ante el persistente terror. Exi-ge la libertad de los patriotas, que se investi-guen los crímenes cometidos por el anteriorrégimen y el castigo de todos los culpables.

Alí MOHAMMED

S a n g r e e n l a s c a l l e s d e D a k a r

El 1? de diciembre de 1963, día de las elec-ciones parlamentarias y presidenciales en Se-negal, fueron ametralladas pacíficas manifes-taciones de miles y miles de ciudadanos enDakar», Rufisque, Thies, Tivavuane, SaintnLouis y Matam. Según datos oficiales, hubodiez muertos y 60 heridos. En realidad, el nú-mero de víctimas es muy superior. El boletínde información del Partido Africano de la In-dependencia [Senegal] indica que sólo en Da-ka r registráronse más de 100 muerto s, 200 he-ridos y más de 500 detenciones.

Mucho antes de las elecciones, las autorida-des arreciaron la represión para intimidar alpueblo. El hecho de que algunos directores decárceles se negaran a aceptar a los detenidosque después de las torturas infligidas por lapolicía ingresaban en estado agónico, muestraa qué extremo llegó la sevicia de las autorida-des. El 4 de octubre de l pasado año más de50.000 senegaleses aco mpaña ron a su últimamorada al valeroso patriota Sore Diuf, muer toa consecuencia de las torturas después de se r«interrogado» en el departamento de Seguri-dad, donde todavía marcan la pauta los verdu-gos franceses Castorel y Galmel.

La prensa y la radio senegalesas, al serviciodel partido gobernante, ensalzan en todos los

tonos de l triunfo electoral de Senghor y de sucamarilla. Efectivamente, el partido gober-nante obtuvo la inmensa mayoría de los votos.Sin embargo, a pesar de la reelección del presi-dente y de que el partido gobernante copó to-dos los puestos en la Asamblea Nacional, losresultados de las elecciones están mu y lejos dedemostrar la solidez de las posiciones de lacamarilla antipopular de Senghor.

La s elecciones permitieron que los partidosde oposición dieran a conocer a las ampliasmasas populares el programa y las re ivindi-caciones democráticas del Frente DemocráticoNacional. Las fuerzas progresistas de Senegalaprovecharon la campaña electoral para de -nunciar el carácter reaccionario del actual ré-gimen, para efectuar una amplia labor expl i -cativa entre la población y movilizar al puebloa la lucha por la democracia y el progreso .

El propio hecho del ametrallamiento de lospacíficos manifestantes qu e exigían la d imisiónde Senghor, echó por tierra las afi rmacionesoficiales de que en el país no hay oposición ala política gubernamental. Es sintomático qu een diferentes zonas del país, a pesar de la ar-bitrariedad, y de la represión y del a m a ñ o delas elecciones, el partido de Senghor lograra

resultados muy insignificantes. Por ejemSaint-Louis cerca de l 50% de los electores seabstuvo de votar. En Ziguinahor, el partgobernante, Unión Progresista del Senegal, obtuvo sólo 6.474 votos de un total de 11mientras que la oposición consiguió 3.37tos. En Thies, el partido de Senghor co3.362 votos contra 2.364 de la oposición.

«Las actuales detenciones masivas de tas en Senegal, as í como las muertes que noshan llenado de dolor — se dice en un comuni-cado del CC del Partido Africano de la Inde-pendencia hecho público después de las nes— , no son otra cosa que una prueba evite de la debilidad del régimen de Senghdomingo sangriento del 1< ? de diciembre de 1963es un nuevo jalón de la lucha del pueblgalés por la democracia y la independenciacontra los neocolonialistas y sus a láteres. ElPartido Africano de la Independencia proguirá la lucha, reforzando y ampliando al máxi-mo el Frente Democrático Nacional, que abiertas sus puertas para cuantos están dis-puestos a luchar por los intereses de su patriay de su pueb lo .

A. AMIDU

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SANTIAGO DE CHILE

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