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www.raem.org.ar

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Comité Editorial

Director

Editores consultos

Editores Asociados

Tesorera

Marta Barontini (Argentina)

Juan Bernal (España)

Osvaldo Juan Ponzo

Sergio Mario AszpisCristina FaingoldAna María Orlandi

Carolina Fux OttaAlicia GaunaSilvia Gorban de Lapertosa

Pablo Arias

Oscar Alberto LevalleJosé Luis MansurClaudia Pellizas

Eduardo SpinediNicolás Marcelo Vitale

Hugo Scaglia

Hugo Fideleff

Rosana Sklate

Eduardo Pusiol

Damasia Becú (Argentina)

Marcelo Bronstein (Brasil)Oscar Domingo Bruno (Argentina)Ricardo Calandra (Argentina)Felipe Casanueva (España)

Isaac Sinay (Argentina)

Carlos Libertun (Argentina)

Berenice Mendonça (Brasil)

Pilar Santiesteban (España)

Luigi Devoto (Chile)

Omar Pignataro (Argentina)

Alfredo Ulloa Aguirre (México)

Rubén Harach (Argentina)

Héctor Targovnik (Argentina)

Alejandro de Nicola (Argentina)

Ana María M. de Repiso (Argentina)

James Fagin (EE.UU.)

Eduardo Charreau (Argentina)

León Schurman (Argentina)

Almacenamiento o uso. Excepto lo indicado anteriormente, o según lo establecido en la licencia de uso correspondiente, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistemas de recuperación o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito del editor. Derechos de autor. El autor o autores pueden tener derechos adicionales en sus artículos según lo establecido en su acuerdo con el editor.

Esta revista y las contribuciones individuales contenidas en ella están protegidas por las leyes de copyright

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ISSN: 0326-4610

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

© 2020 Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo

Av. Díaz Vélez 3889, C1200AAF CABA, ArgentinaTelefax línea rotativa: 4983-9800

e-mail: [email protected]; [email protected]. arhttp://www.raem.org.ar

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COMISIÓN DIRECTIVA DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA

METABOLISMO

COMISIÓN DIRECTIVA DE FEDERACIÓN ARGENTINA DE SOCIEDADES DE

ENDOCRINOLOGÍA

ProsecretariaDra. Genoveva Frascaroli

Dra. Ana María Sequera

Dra. Mariela Leal Reyna

Secretaria

PresidenteDr. Sergio Aszpis

VicepresidenteDra. María del Carmen Silva Croome

ProtesoreraDra. Susana Mallea Gil

TesoreraDra. Sklate Rosana

VocalesDra. Inés Califano

Dra. Mabel Graffigna

Dra. Cecilia FeniliDra. Belén Zanchetta

Dra. Carla Boquete

Dr. Javier Farías

Dra. María Verónica Fernandez MentaberryDra. Graciela Lewitan

Vocales Suplentes

PresidenteDr. Pablo Knoblovits

Dra. Laura Chiesa

Protesorera

VocalesDra. Carolina Fux Otta

Dra. Mariela Savina

TesoreroDr. Gastón Chiganer

VicepresidenteDra. Virginia Massheimer

Dra. Graciela Serio

Vocales Suplentes

Dra. Victoria Berrafato Elgue

Dra. María Verónica Pappalardo

Dra. Marisa Asano

Dra. Andrea Pechín

Dr. José Luis Atencia

ProsecretarioDr. Marcos Cohen Sabban

Miembros de Junta Fiscalizadora

Dr. Pablo CostanzoSecretario

Miembros de Junta Fiscalizadora SuplenteDra. Patricia Mascaró

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2

Sumario | ContentsVolúmen 57 #2 2020

TRABAJO ORIGINAL

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

04

BUENO F., GARCÍA FALCONE G., PEÑALOZA M., SALA M., ABELLEIRA E., PITOIA F.

Anticuerpos anti-tiroglobulina: una nueva visión basada en la estrati�cación por riesgode recurrencia y en la conducta de ablación o no ablación con radioyodo

06

CASO CLINICO

CARTA AL EDITOR 05

SABAN M, ORLANDI AM, DEUTSCH SI, PITOIA F, LOWENSTEIN A, CALABRESE MC, CAVALLO A, IOTTI A, MONTEROS ALVI M, TOLABA N,

NALLAR DERA M, JAÉN A, FIGURELLI S, CARRIZO F, COLOBRARO A, GARCÍA TASCÓN G, SACCOLITI M, PAES DE LIMA A, LENCIONI M,

CALIFANO I, CABEZÓN C Y MIEMBROS DEL DEPARTAMENTO DE TIROIDES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y

METABOLISMO: ABELLEIRA E, ALCARAZ G, BRENTA G, BIELSKI L, CASTRO JOZAMI L, CORINO M, FAURE E, FRASCAROLI G, GAUNA A,

GUERRA J, GUTIERREZ S, ILERA V, IORCANSKY S, MARTINEZ MP, MOLDES S, NEGUERUELA M, ONETO A, PARISI C, REYES A,

ROSEMBLIT C, RUSSO PICASSO M, SALA M, SARTORIO G, SCHNITMAN M, SKLATE R, SILVA CROOME MC, STORANI ME, VAZQUEZ A,

ZUND S, ZUNINO A.

¿Es posible el diagnóstico de la neoplasia folicular no invasiva con características nuclearesde tipo de carcinoma papilar de tiroides (NIFTP) en nuestro medio?

19

IBARRA-CHÁVEZ JA, PÉREZ-NÁJERA A, ARIAS-GAETA ME, ESCALANTE-PULIDO JM

Agranulocitosis inducida por fármacos antitiroideos. Presentación de caso yrevisión de literatura

27

BUENAVENTURA-DC, MARTÍNEZ-V, DURÁN-CE, ESCALANTE-M, MARTINEZ-MF, MALDONADO-A, PACHECO-R, GUZMÁN-GE

Correlación de la tasa de �ltración glomerular medida versus calculada en pacientes obesos 32

HEUER, PE; PEDROZO, WR; BONNEAU, GA

Estado nutricional, insulino-resistencia y per�l lipidico durante el embarazo 41

ARÉVALO ECHEVERRY, J, RODRÍGUEZ RINCÓN, MM, SUESCÚN VARGAS, JM, PINZÓN SALAMANCA, JY, QUIROGA-CARRILLO, M,

PEREIRA-OSPINA, R

Hiperfosfatasemia: un hallazgo inesperado en el curso de una enfermedad respiratoria. Descripción de un caso pediátrico

49

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

05

Carta al editor

Señor Director de la

Dr. Ariel Sánchez

He leído con interés el valioso trabajo “Carcinoma y adenoma atípico de paratiroides: datos nacionales”, de Drnovsek y col., aparecido en la RAEM, en su primer número (vol. 57) de este año.

Revista Argentina de Endocrinología y Metabolismo

Estimado Dr. O. Ponzo,

Y digo lamentablemente, porque ese libro es el único texto publicado en castellano sobre las glándulas paratiroides. Le envío esta carta con el único propósito de salvar esa pequeña omisión.

Dr. Osvaldo J. Ponzo

Saludos cordiales,

Los autores, luego de exponer su importante casuística, hacen la discusión en base a una extensa bibliografía internacional. Lamentablemente, no mencionan un dato que paso a comentar: la experiencia de un centro de San Pablo, expuesta por el Dr. Marcos Tavares, meritorio cirujano brasileño. Está plasmada en el capítulo 15, “Carcinoma de Paratiroides”, del libro “Paratiroides” editado por mí y por José Luis Novelli (UNR Editora, Rosario, 2000).

Rosario, 7 de Mayo de 2020

Buenos Aires, 14 de Mayo de 2020

Estimado Editor de RAEM:

En relación a la Carta a Editor enviada por el Dr. Ariel Sanchez, respecto al trabajo: "Carcinoma y adenoma atípico de paratiroides: datos nacionales". En nombre de todos los autores agradecemos su valioso aporte.

Dra. Drnovsek Monica Lucía

Respuesta de autores:

Correo electrónico: [email protected] 1387, 11/4 (2000) Rosario, SF, Argentina

Tel. (+54-341) 424-0767

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Anticuerpos anti-tiroglobulina: una nueva visión basadaen la estrati�cación por riesgo de recurrencia y en laconducta de ablación o no ablación con radioyodo BUENO F., GARCÍA FALCONE G., PEÑALOZA M., SALA M., ABELLEIRA E., PITOIA F.

*Autor para correspondencia: [email protected]

Incluimos 443 adultos con CDT tratados con tiroidectomía total (TT), con un

seguimiento medio de 53 meses.

La tiroglobulina sérica (Tg) es el marcador utilizado para identificar persistencia o

recurrencia en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides (CDT). La confiabilidad de

su medición es nula cuando coexisten anticuerpos anti-tiroglobulina (aTg) detectables.

Nuestros objetivos fueron: i) comparar la evolución de pacientes con CDT con aTg

positivos y negativos, según el riesgo de recurrencia (RR) inicial y la respuesta al

tratamiento, ii) comparar la respuesta al tratamiento en pacientes de bajo RR con aTg

positivos ablacionados y no ablacionados, iii) evaluar la dinámica de los aTg según la

respuesta inicial.

La frecuencia de respuesta estructural incompleta (REI) fue similar en pacientes con

aTg positivos y negativos estratificados por RR. Pacientes de bajo RR ablacionados y

no ablacionados presentaron similar frecuencia de REI inicial y al final del

seguimiento. El tiempo de negativización de los aTg fue de 16 meses en ablacionados

vs. 11 meses en no ablacionados (p=0,0232). Considerando la dinámica de los aTg: se

observó REI en el 3% con disminución, en el 19% con estabilidad, y en el 43% con

aumento (p=0,004). El valor de corte de aTg a los 12 meses para predecir REI al final

del seguimiento fue 160 UI/ml (sensibilidad: 75%, especificidad: 72%). El 28% de los

pacientes con aTg positivos tuvo un seguimiento mayor a 60 meses, sólo el 10%

evolucionó con REI, un 33% sin evidencia de enfermedad, y el 57% persistió con aTg

detectables sin enfermedad estructural.

En conclusión, la frecuencia de REI se relacionó con el RR inicial independientemente

de la presencia de aTg. La ablación con radioyodo influyó en la tendencia de los aTg

durante el primer año, pero no en la respuesta al tratamiento. La tendencia de los aTg

fue más útil que el valor absoluto para predecir REI.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Recibido el 15 de diciembre de 2019

Palabras clave:

cáncer de tiroides

anticuerpos anti-tiroglobulina

no ablacionados

respuesta estructural incompleta

Aceptado el 20 de mayo de 2020

Historia del artículo:

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

División Endocrinología, Hospital de Clínicas ¨José de San Martín¨, Universidad de Buenos Aires, Argentina

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 06

Trabajo Original

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A B S T R A C T

Serum thyroglobulin (Tg) level is an important marker for identifying differentiated

thyroid cancer patients with persistent or recurrent disease. However, the reliability of

serum Tg measurement is significantly impaired by coexistent serum anti-

thyroglobulin antibodies.

We compared the outcome of patients with detectable and undetectable aTg, stratified

according to the initial risk of recurrence (RR); also the response to treatment in low

recurrence risk patients with detectable aTg treated with total thyroidectomy (TT) with

and without radioiodine remnant ablation (RRA) and the TgAb trend in the long-term

follow-up according to the initial response.

The frequency of structural incomplete response (SIR) in low, intermediate, and high

RR patients with positive and negative TgAb was similar. Low risk patients treated with

or without RA achieved the same frequencies of SIR both initially and at the end of

follow-up. Undetectable TgAb in patients was achieved in a median of 16 months in

patients treated with RRA compared to 11 months in those without RRA (p=0.0232). A

SIR was observed in 3% of patients with declining TgAb, in 19% of those with stable

levels, and in 43% with increasing TgAb (p=0.004).The optimal cut-off value of the

TgAb at 12 months of follow-up to predict a structural incomplete response as final

status was established at 160 IU/ml, with a sensitivity of 75% and a specificity of 72%.

Follow-up was longer than 60 months in 28% of patients with detectable TgAb, 10%

developed a SIR, 33% achieved no evidence of disease status and 57% remained with

detectable TgAb without structural disease.

In conclusion, the frequency of SIR was related with the initial RR and no with the

presence of TgAb. The RRA influences the trend of TgAb during the first year of

follow-up, but not the response to therapy. Serum TgAb trend was more useful than an

absolute value to predict a SIR.

We included 443 patients submitted to TT with 53 months median follow-up.

anti-thyroglobulin antibodies

Keywords:

thyroid cancer

structural incomplete response

without remnant ablation

La tiroglobulina (Tg) sérica es el marcador utilizado para

identificar a los pacientes con CDT con enfermedad persistente (5,6,7)o recurrente . Aproximadamente el 30% de los pacientes con

CDT presentan anticuerpos anti-tiroglobulina (aTg) séricos, los (8,9)que pueden interferir en la medición de la Tg , al subestimar o

sobrestimar su valor real, perdiendo confiabilidad como

marcador tumoral. Las interferencias en la determinación de la

Tg sérica dependen del tipo de inmunoensayo utilizado: se

p u e d e n o b s e r v a r f a l s o s n e g a t i v o s c o n e n s a y o s

inmunorradiométricos (IRMA), y falsos positivos o negativos (10,11)con el radioinmunoensayo (RIA) . En estos casos, los niveles

de aTg pueden utilizarse como un marcador indirecto que emula

a la Tg. Por lo tanto, la disminución de los niveles de aTg con

posterior negativización es indicativo de ausencia de (12,13)enfermedad , mientras que niveles detectables de aTg por un

período de tiempo prolongado (superior a los 3 ó 4 años) podría (14,15)indicar persistencia o recurrencia de la enfermedad .

El carcinoma diferenciado de tiroides (CDT) tiene un (1)pronóstico excelente con una sobrevida a 10 años del 85-93% .

La tiroidectomía total (TT) seguida de la ablación con

radioyodo (RAI) es el tratamiento tradicional , sin embargo, en

la actualidad el tratamiento inicial es individualizado de (2,3,4)acuerdo con el riesgo de recurrencia (RR) .

INTRODUCCIÓN

Los objetivos de esta investigación fueron: (i) comparar la

evolución de los pacientes con CDT con aTg positivos y

negativos, estratificados según el riesgo de recurrencia (RR)

inicial y según la respuesta al tratamiento, (ii) comparar la

respuesta al tratamiento y la dinámica de aTg en pacientes de

bajo RR con aTg positivos ablacionados y no ablacionados, (iii)

evaluar la dinámica de los aTg en el seguimiento a largo plazo

según la respuesta inicial al tratamiento.

Por otro lado, algunos estudios demostraron un pronóstico más

favorable en pacientes con tiroiditis de Hashimoto y cáncer

papilar de tiroides, aunque es incierto aún si la presencia de aTg

per se pueda considerarse como un factor protector en la (18,19,20,21,22)evolución en estos pacientes .

Los aTg suelen desaparecer gradualmente alrededor de los 3

años posteriores a la TT y a la ablación con radioyodo, en

aquellos pacientes sin evidencia de enfermedad, como resultado (13,16,17)de la remoción del estímulo antigénico de la Tg . En

contraste, hay escasa evidencia acerca de la tendencia de los

niveles de aTg en pacientes con CDT tratados con TT sin

ablación con radioyodo.

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 07

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 08

Para la clasificación de riesgo de recurrencia se utilizó la guía de (5)la American Thyroid Association . El riesgo de mortalidad fue

establecido con el Sistema de Estadificación de la American

Joint Committee on Cancer /International Union against Cancer (23)(AJCC/UICC) 8va ed, (Estadios TNM I, II, III, IV) .

La tiroiditis linfocitaria se definió por la presencia de un

infiltrado difuso de linfocitos, células plasmáticas y células

oxifílicas, y la formación de folículos linfoides y centros

germinales reactivos en la anatomía patológica. La infiltración

además debía estar presente en el parénquima tiroideo sano,

diferente al sitio del carcinoma. Una respuesta inflamatoria

peritumoral no se consideró tiroiditis linfocitaria.

Medición de tiroglobulina y anticuerpos anti-tiroglobulina:

Se incluyeron pacientes mayores de 18 años, con carcinoma

papilar de tiroides, de bajo, intermedio y alto riesgo de

recurrencia clasificados según la guía de la American Thyroid (5)Association , con aTg detectables en algún momento durante el

seguimiento. Todos los pacientes debían contar con la adecuada

información clínica y patológica para definir el RR inicial, y con

un período de seguimiento mínimo de 12 meses, luego del

tratamiento inicial. Adicionalmente, cada uno debía tener al

menos dos determinaciones de Tg y aTg durante los primeros 12

meses de seguimiento para definir la respuesta inicial al

tratamiento.

Se excluyeron 92 pacientes debido a un seguimiento menor de

12 meses, y 34 pacientes por no poder definirse el RR inicial.

Ciento seis (24%) pacientes de los 443 restantes presentaban

aTg séricos detectables durante el seguimiento. Todos los

pacientes recibieron tiroidectomía total (TT) como tratamiento

inicial, con o sin ablación con radioyodo.

Los valores de Tg se midieron con método electro-

quimioluminiscente (EQLIA) Cobas e411 (Roche) con una

sensibilidad analítica de 0,04 ng/ml y funcional de 0,1 ng/ml. El

e n s a y o p a r a m e d i c i ó n d e a T g f u e e l m é t o d o

Estadificación inicial:

Protocolo de ablación:

La decisión de ablación con radioyodo se realizó considerando (24,25)el riesgo dinámico . Trescientos dos pacientes (68%)

recibieron RAI: 36 posterior a la administración de TSH

recombinante (rhTSH), y 266 posterior a la suspensión

hormonal durante al menos 3 semanas. En todos los casos la

administración de radioyodo se realizó con niveles de TSH 131superiores a 50 mUI/L. Las dosis administradas de I oscilaron

entre 30-150 mCi de acuerdo al RR inicial. Ciento cuarenta y un

pacientes (32%) no recibieron ablación con radioyodo posterior

a la cirugía.

MATERIALES Y MÉTODOS Se revisaron 569 historias clínicas de pacientes de nuestra base

de datos de la División Endocrinología del Hospital de Clínicas

de la Universidad de Buenos Aires, desde enero del 2015 hasta

junio del 2018.

Tiroiditis linfocitaria:

Dinámica de los niveles de aTg:

Los pacientes que permanecieron con aTg detectables después

de 60 meses de seguimiento se clasificaron según el nivel de aTg

en tres grupos: Grupo 1: < 40 UI/ml, Grupo 2: entre 40-200

UI/ml, y Grupo 3: > 200 UI/ml.

electroquimioluminiscente Cobas e411 Anti-Tg (Roche),

valores <20 UI/mL se consideraron negativos.

En pacientes que tuvieron al menos dos mediciones de Tg y aTg

durante el primer año de seguimiento, la tendencia de los niveles

de aTg se definió como:

•Estabilidad: niveles fluctuantes de aTg, o elevación, o

disminución menor al 50%.

•Disminución: reducción de los niveles de aTg mayor al

50%.

•Negativización: aTg no detectables en algún momento

durante el seguimiento.

•Aumento: elevación de los niveles de aTg mayor al 50%.

Respuesta inicial y al final del seguimiento en el grupo de

pacientes ablacionados: Excelente (RE): Tg bajo TH <0,2 ng/ml

o estimulada <1 ng/ml y aTg negativos e imágenes negativas.

Indeterminada (RI): niveles de Tg bajo TH entre 0,2-1 ng/ml o

estimulados entre 1-10 ng/ml, aTg estables o en descenso

medidos por la misma metodología sin evidencia de

enfermedad estructural, y/o alteraciones inespecíficas por

imágenes. Bioquímica incompleta (RBI): Tg bajo TH >1 ng/ml

o estimulada, tras suspensión hormonal o rhTSH, mayor a 10

ng/ml, o niveles de aTg en aumento medidos por la misma

metodología, sin hallazgos patológicos en imágenes.

Estructural incompleta (REI) evidencia de enfermedad loco-

regional o metástasis a distancia.

De acuerdo con el estado clínico al final del seguimiento, los

pacientes se clasificaron sin evidencia de enfermedad (SEE):

cuando reunían las mismas características de respuesta

excelente inicial. Las definiciones de respuesta indeterminada,

bioquímica incompleta y estructural incompleta fueron las

mismas que las utilizadas para la respuesta inicial al

tratamiento. La enfermedad recurrente se definió ante la

evidencia estructural o bioquímica de enfermedad posterior a un

período de sin evidencia de enfermedad.

Respuesta al tratamiento:

Se evaluó la respuesta luego del tratamiento inicial, y se

consideraron los valores de Tg bajo terapia hormonal (TH), de

Tg estimulada luego de la suspensión hormonal o la

administración de TSH recombinante, los hallazgos de la

ecografía de partes blandas de cuello, del rastreo corporal

diagnóstico y/o de otras imágenes (tomografía axial

computarizada, tomografía por emisión de positrones con 18-

fluorodesoxiglucosa y/o resonancia magnética nuclear) si se

hubieran realizado.

Respuesta inicial y al final del seguimiento en el grupo de

pacientes no ablacionados: para la evaluación de las respuestas

al tratamiento se usaron las definiciones previamente (24,26,27)publicadas y validadas . Se definieron las respuestas como:

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 09

Excelente (RE):Tg bajo terapia hormonal <0,2 ng/ml o

estimulada <2 ng/ml con aTg negativos e imágenes negativas.

Indeterminada (RI):Tg bajo TH entre 0,2-5 ng/ml, o Tg

estimulada entre 2-10 ng/ml, o hallazgos inespecíficos por

imágenes, o niveles de aTg estables o en descenso en ausencia

de enfermedad estructural. Bioquímica incompleta (RBI): Tg

bajo TH >5 ng/ml o estimulada >10 ng/ml, o niveles de Tg o aTg

en ascenso con niveles similares de TSH, e imágenes negativas.

Estructural incompleta (REI):evidencia de enfermedad loco-

regional o metástasis a distancia.

Manejo clínico durante el seguimiento:

Cada paciente fue evaluado con mediciones de Tg y aTg bajo

terapia hormonal y ecografía de cuello y partes blandas cada 6

meses luego del tratamiento inicial. La ecografía cervical se

realizó utilizando un transductor lineal de 13 MHz. Se

inspeccionaron los compartimentos centrales y bilaterales de

los ganglios linfáticos del cuello y del mediastino superior. Las

lesiones sospechosas se evaluaron mediante punción aspiración

con aguja fina guiada por ecografía con examen citológico y

medición de Tg y aTg en líquido de lavado de aguja.

En aquellos pacientes con respuesta bioquímica incompleta, se

realizaron imágenes morfológicas o funcionales. Estos estudios

incluyeron: ecografía cervical, tomografía axial computarizada,

resonancia magnética nuclear o estudios de medicina nuclear

como, por ejemplo, rastreo corporal total posterior a una dosis 131diagnóstica o terapéutica de I o tomografía por emisión de

positrones con 18-fluorodesoxiglucosa (PET-TC con 18-FDG).

Posterior al tratamiento inicial, todos los pacientes recibieron

terapia hormonal para mantener niveles de TSH de acuerdo con

el riesgo de recurrencia y la respuesta al tratamiento según la (5)American Thyroid Association .

Análisis estadístico:

Características de los pacientes:

Las características demográficas y clínicas de los 443 pacientes

incluidos en el estudio pueden observarse en la Tabla I.

Predominó el sexo femenino (81,5%); el carcinoma papilar de

tiroides variante clásica (94,2%); y el estadio I de la AJCC

(80,8%). De acuerdo con la clasificación de RR, el 54,2%

pertenecía al bajo riesgo de recurrencia, el 26,6% a riesgo

intermedio y el 19,2% a alto RR. La mediana de seguimiento fue

de 53 meses (rango: 12-354). No hubo diferencias

estadísticamente significativas cuando se compararon las

características basales de los pacientes con aTg negativos y

positivos, excepto por la presencia de tiroiditis linfocítica, la

cual fue más frecuente en el grupo de pacientes con aTg

detectables (Tabla I). Tampoco se encontraron diferencias

estadísticamente significativas cuando se compararon las

características basales (sexo, edad, subtipo histológico,

presencia de tiroiditis linfocitaria y niveles iniciales de aTg) de

los pacientes ablacionados y no ablacionados.

Los datos epidemiológicos se expresan como mediana (rango).

Las comparaciones categóricas fueron realizadas utilizando el

test de Pearson Chi-cuadrado y las continuas con la prueba U de

Mann-Whitney. Los valores de p<0,05 se consideraron

estadísticamente significativos. Los cálculos estadísticos se

realizaron con el Stata 14.1 (Stata Corp, Texas y EE. UU). El

tiempo en alcanzar niveles indetectables de aTg, se calculó con

el método de Kaplan-Meier y la prueba de log-rank. Se calculó

el cociente de riesgo y los intervalos de confianza mediante el

análisis de log-rank.

RESULTADOS

Tabla I: Características basales de los pacientes incluidos en el estudio

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 10

a Los valores de p se determinaron mediante del test de U Mann-Whitney b Los valores de p se determinaron mediante la prueba de χ2

La frecuencia de respuesta estructural incompleta (REI) inicial

fue de 6,3% (n=15), 19,3% (n=23) y 67,4% (n=58) en bajo,

intermedio y alto riesgo de recurrencia, respectivamente. No

hubo diferencias estadísticamente significativas entre pacientes

con aTg positivos y negativos (Figura I) (Tablas IIa, IIb y IIc).

Respuesta inicial y al final del seguimiento en pacientes con

anticuerpos anti-tiroglobulina negativos y positivos, según

el riesgo de recurrencia inicial y la respuesta al tratamiento:

Los pacientes de bajo RR presentaron una frecuencia de REI de

2,5% (n=6) al final del seguimiento, 0% en pacientes con aTg

positivos y 3,3% con aTg negativos (Tabla IIa). Los pacientes de

RR intermedio presentaron una frecuencia de REI de 17,6%

(n=21) al final del seguimiento, 19,4% en pacientes con aTg

positivos y 16,9% con aTg negativos sin diferencias

estadísticamente significativas (Tabla IIb). El porcentaje de

metástasis a distancia y tratamientos adicionales fueron

similares en pacientes con aTg positivos y negativos. Como era

esperable, los pacientes con aTg positivos clasificados como de

bajo RR y riesgo intermedio, presentaron menor frecuencia de

respuesta excelente y mayor frecuencia de respuesta

indeterminada, al inicio y al final del seguimiento.

El cincuenta y ocho por ciento (n=50) de los pacientes de alto

riesgo de recurrencia, presentaron REI al final del seguimiento,

sin diferencias estadísticamente significativas entre pacientes

con aTg positivos y negativos. En este grupo de pacientes, el

41% (n=35) presentó metástasis a distancia (25 pulmonares, 14

óseas, 1 pancreática, 1 sistema nervioso central, 1 hepática), el

42,9% (n=36) fue sometido a cirugías adicionales; y el 17,8%

recibió tratamiento con inhibidores multikinasas (IMK) durante

el seguimiento (Tabla IIc).

Tabla II. Respuesta al tratamiento en pacientes con anticuerpos anti-tiroglobulina negativos y positivos, estratificados según el riesgo de recurrencia

a) Bajo riesgo de recurrencia

SEE* (n, %)

Indeterminada* (n, %)

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b) Riesgo intermedio de recurrencia

c) Alto riesgo de recurrencia

a Los valores de p se determinaron mediante del test de Mann-Whitney U

b Los valores de p se determinaron mediante la prueba de χ2

*grupos con resultados estadísticamente significativos

SEE: sin evidencia de enfermedad

SEE: Sin evidencia de enfermedad

b Los valores de p se determinaron mediante la prueba de χ2

* grupos con resultados estadísticamente significativos

a Los valores de p se determinaron mediante del test de Mann-Whitney U

Figura I: Respuesta inicial y al final del seguimiento en pacientes con anticuerpos anti-tiroglobulinapositivos y negativos, según el riesgo de recurrencia inicial

RR: riesgo de recurrencia. aTg: anticuerpos anti-tiroglobulina

Indeterminada* (n, %)

Indeterminada* (n, %)

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Dinámica de los anticuerpos anti-tiroglobulina y ablación

con radioyodo:

Los pacientes de bajo RR con aTg detectables ablacionados y no

ablacionados presentaron frecuencias similares de REI y de RE

al inicio y a los 36 meses de seguimiento (Tabla III). No fue

posible comparar las respuestas entre ambos grupos más allá de

los 36 meses de seguimiento, debido a que la mediana de

seguimiento de los pacientes no ablacionados fue 27 meses

(rango 16-42).

Tabla III: Respuesta al tratamiento y tiempo de negativización de los anticuerpos anti-tiroglobulina en pacientes de bajo riesgo de recurrencia con aTg positivos ablacionados y no ablacionados

Los pacientes ablacionados lograron negativizar los aTg en una

mediana de 16 meses (rango 11-62) vs.11 meses (rango 6-21) en

pacientes no ablacionados (p=0.0232). La dinámica de los aTg

en los primeros 12 meses fue claramente diferente entre ambos

grupos de pacientes: los pacientes no ablacionados tuvieron

mayor frecuencia de niveles indetectables, mientras que los

pacientes que recibieron RAI presentaron niveles de aTg más

estables durante el seguimiento (Figura II).

Figura II: Curva de Kaplan Meier: tiempo de negativización de los anticuerpos anti-tiroglobulina en pacientes de bajo riesgo de recurrencia ablacionados y no ablacionados

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El valor medio inicial de aTg en la cohorte total fue de 127

UI/ml (rango: 0-3320). Según el riesgo de recurrencia inicial los

valores fueron: 116 UI/ml (rango: 0-2000) en pacientes de bajo

riesgo, 182 UI/ml (rango: 25-3320) en pacientes de riesgo

intermedio, y 96 UI/ml (rango: 0-640) en pacientes de alto

riesgo (p=ns). Los niveles medios iniciales de aTg en pacientes

con REI fueron de 480 UI/ml (± 420 UI/ml, rango 0-1560

UI/ml), y 280 UI/ml (± 36 UI/ml, rango 0-3320 UI/ml) en

aquellos sin REI (p=ns) (Figura III). Los niveles iniciales de aTg

El 28% (n=30) de los pacientes con aTg positivos, tuvo un

seguimiento mayor a 60 meses, de los cuales sólo el 10%

evolucionó con REI, un 33% a sin evidencia de enfermedad y el

57% persistió con aTg detectables sin evidencia de enfermedad

estructural. En el subgrupo de pacientes con anticuerpos

detectables, los niveles de aTg fueron menores de 40 UI/ml en 6

pacientes (Grupo 1), entre 40-200 UI/ml en 5 pacientes (Grupo

2) y mayores de 200 UI/ml en 6 pacientes (Grupo 3). Este último

subgrupo de pacientes permaneció con respuesta bioquímica

incompleta con niveles elevados de aTg sin correlato estructural

al final del seguimiento. La mayoría fueron mujeres (83%), con

edades entre 31 y 45 años (mediana 39), con carcinoma papilar

de tiroides variedad clásica, y pertenecían al estadio I de la

AJCC. Según la clasificación de riesgo de recurrencia, el 17%,

33% y 50% pertenecían al bajo, intermedio y alto RR,

respectivamente. La media inicial de aTg en este grupo de

pacientes fue de 500 UI/ml (rango 0-3320). Todos los pacientes

fueron evaluados con múltiples ecografías de cuello, rastreo

corporal total post dosis terapéutica o diagnóstica de radioyodo

y PET-TC con 18-FDG, sin hallazgos patológicos. La mediana

de seguimiento de estos pacientes fue de 99 meses (rango 60-

166).

Niveles iniciales de anticuerpos anti-tiroglobulina en

pacientes con y sin respuesta estructural incompleta y su

correlación con la respuesta al tratamiento:

Seguimiento a largo plazo no se correlacionaron con la presencia de REI en la evaluación

inicial. En la curva ROC no se encontró un valor específico de

aTg que sea predictor de REI en el seguimiento (Figura IV).

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 13

Figura III: Niveles iniciales de anticuerpos anti-tiroglobulina en pacientes con y sin respuesta estructural incompleta

Figura IV: Correlación entre el nivel inicial de anticuerpos anti-tiroglobulina y la respuesta estructural incompleta inicial

Curva característica operativa del receptor (ROC) aTg: anticuerpos anti-tiroglobulina, AUC: área bajo la curva

Al evaluar la respuesta al final del seguimiento en los pacientes

sin evidencia de enfermedad, niveles de aTg iniciales más

elevados se asociaron con aTg persistentemente detectables al

final del seguimiento. Los pacientes con aTg iniciales <200

UI/ml evolucionaron con mayor frecuencia al estado sin

evidencia de enfermedad al final del seguimiento, incluso

cuando se ajustó al RR inicial (HR, 2.7; 95% CI, 1.1-6.21)

(Figura V).

Figura V: Curva de Kaplan Meier: Correlación entre los niveles iniciales de anticuerpos anti-tiroglobulina y la respuesta estructural incompleta al final del seguimiento

aTg: anticuerpos anti-tiroglobulina

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El valor de corte óptimo de aTg a los 12 meses de seguimiento

para predecir respuesta estructural incompleta al final del

seguimiento fue 160 UI/ml, con una sensibilidad (S) del 75% y

una especificidad (E) del 71,9 % (Figura VI). Por otro lado, un

valor de aTg menor a 38 UI/ml fue el punto de corte óptimo para

predecir valores indetectables al final del seguimiento con una S

del 90% y una E del 74% (Figura VII).

Anticuerpos anti-tiroglobulina al año de seguimiento en

pacientes sin evidencia de enfermedad estructural:

Figura VI: Correlación entre los niveles de anticuerpos anti-tiroglobulina a los 12 meses de seguimiento y la respuesta estructural incompleta al finaldel seguimiento

Curva característica operativa del receptor (ROC). El punto de corte óptimo se calculó en base al índice máximo de Youden aTg: anticuerpos anti-tiroglobulina, AUC: área bajo la curva

Figura VII: Correlación entre los niveles de anticuerpos anti-tiroglobulina alos 12 meses de seguimiento y la respuesta excelente al final del seguimiento

Curva característica operativa del receptor (ROC) El punto de corte óptimo se calculó en base al índice máximo de Youden aTg: anticuerpos anti-tiroglobulina, AUC: área bajo la curva

Correlación entre la respuesta al tratamiento y la tendencia

de los anticuepos anti-tiroglobulina durante el primer año

de seguimiento en pacientes sin enfermedad clínica

aparente:

Los pacientes con respuesta estructural incompleta inicial

fueron excluidos para este análisis. Se evidenció respuesta

estructural incompleta al final del seguimiento en el 3% de los

pacientes con niveles de aTg en disminución, en el 19% de

aquellos con niveles estables y en el 43% de los pacientes con

niveles en ascenso (p=0,004). El 51,5% de los pacientes con

niveles decrecientes de aTg y el 31% de aquellos con niveles

estables evolucionó al estado sin evidencia de enfermedad al

final del seguimiento, mientras que ningún paciente con niveles

de aTg en aumento evidenció dicha respuesta. Por lo tanto, la

tendencia de los aTg fue más útil que un valor absoluto, tanto en

la evaluación inicial en el primer año de seguimiento, para

predecir la evolución de los pacientes.

DISCUSIÓN

La incidencia de aTg detectables es aproximadamente dos veces

mayor en los pacientes con CDT, especialmente en el carcinoma (28,29)papilar de tiroides , comparado con la población general

(20% vs. 10%, respectivamente), lo que sugiere una asociación (8,16,30-32)entre enfermedad tiroidea autoinmune y CDT . Varias

investigaciones demostraron la asociación entre tiroiditis de (9,29,33-35)Hashimoto y cáncer de tiroides . Por otro lado, es

controvertida la relación entre la tiroiditis linfocitaria y la (18-22)evolución de los pacientes con CDT con aTg detectables . La

tiroiditis linfocitaria es considerada un factor pronóstico

favorable para el carcinoma papilar de tiroides (mayor

sobrevida libre de enfermedad, disminución de la mortalidad).

Sin embargo, esta asociación no siempre alcanzó significancia

estadística en el análisis multivariado en los diferentes (18-21,29,36,37)reportes .

La tiroiditis linfocitaria se correlaciona con la presencia

serológica de anticuerpos antitiroideos, sin embargo, si la

presencia de aTg per se tiene valor pronóstico es aún (19,16,34,38,39)controvertida . Nuestro estudio comparó la evolución

de pacientes con CDT con niveles de aTg detectables e

indetectables, estratificados según el riesgo de recurrencia

inicial y la respuesta al tratamiento. La frecuencia de REI en

pacientes con aTg detectables e indetectables de bajo,

intermedio y al to RR fue similar, s in diferencias

estadísticamente significativas.

El tratamiento de los pacientes con carcinoma diferenciado de

tiroides se modificó en la última década hacia el enfoque

individualizado de acuerdo con el riesgo de recurrencia (RR).

Uno de esos cambios incluyó la menor tendencia a ablacionar.

En aquellos pacientes tratados con TT y RAI, el cambio de los

niveles séricos de tiroglobulina es más representativo que el (6,7)valor absoluto . Así mismo, la persistencia de niveles estables

de aTg durante el seguimiento o el aumento de estos, son

indicadores de la probabilidad de persistencia o recurrencia de (9,10)la enfermedad .

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En nuestro estudio, los niveles iniciales de aTg no se

correlacionaron con la presencia de REI, y la tendencia de los

aTg demostró ser una herramienta más útil que el valor

absoluto, tanto al inicio como al año de seguimiento, para

predecir la presencia de REI. Sólo el 10 % de los pacientes que

permanecieron con aTg detectables en el seguimiento a largo

plazo presentaron REI, mientras que el resto de los pacientes

mantuvieron títulos elevados sin correlato estructural.

La utilización de la tendencia de los aTg como marcador

sustituto es una herramienta útil en pacientes tratados con TT y (14)RAI , sin embargo, son escasos los datos reportados respecto a

los cambios en sus niveles en pacientes tratados con TT sin (40,41)RAI . La desaparición del estímulo antigénico induce una

reducción progresiva, y finalmente la desaparición de la

producción de anticuerpos tiroideos, aunque la sobrevida de una

fracción sustancial de células plasmáticas puede ser responsable (42)de la persistencia de la inmunidad humoral . Aún no está

dilucidado, si la presencia de un remanente tiroideo

postquirúrgico podría mantener el estímulo para la producción

de anticuerpos, afectando así la desaparición de los aTg. Como

consecuencia, la presencia de aTg detectables en el seguimiento

de pacientes con CDT tratados con TT sin RAI representa un

desafío. Nuestro estudio comparó la respuesta al tratamiento en

pacientes de bajo riesgo con niveles detectables de aTg tratados

con TT con y sin RAI; ambos grupos evolucionaron de forma

similar tanto al inicio como al final del seguimiento. Sin

embargo, los aTg se negativizaron en un período de tiempo

mayor en los pacientes ablacionados, y la tendencia de los

niveles de aTg durante el primer año de seguimiento fue

significativamente diferente: la mayoría de los pacientes no

ablacionados alcanzaron títulos indetectables mientras que

aquellos pacientes ablacionados tuvieron mayor porcentaje de

niveles estables.

La eliminación del estímulo antigénico posterior a la TT y RAI

resultaría en la desaparición de los aTg en un tiempo promedio (3,16,17)de 3 años . Por el contrario, los niveles de aTg pueden

incrementarse o volverse detectables de novo, como

consecuencia de un aumento agudo en el estímulo antigénico,

ya sea posterior a la cirugía inicial o a reintervenciones (43)quirúrgicas , a la punción aspirativa con aguja fina de lesiones

(44,45) (28,46,47)metastásicas , o a la ablación con radioyodo . Es aún

más importante considerar la aparición de anticuerpos de novo,

la persistencia o el incremento de los niveles en el

postoperatorio como factor predictor de enfermedad estructural (14,16,30,48,49)persistente o recurrente .

La principal fortaleza de nuestro estudio fue la evaluación de la

dinámica de los aTg en pacientes no ablacionados comparados

con aquellos que recibieron RAI. Las limitaciones de nuestro

estudio fueron su diseño retrospectivo, el bajo número de

pacientes en cada uno de los grupos individuales al dividir por la

presencia de aTg y RR, y el corto seguimiento de la cohorte

total.

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Aspectos éticos referidos al paciente

Nuestro estudio demostró que el pronóstico de los pacientes con

CDT con aTg detectables e indetectables es similar, incluso

cuando se considera el RR. La ablación con RAI tuvo impacto

en la tendencia de los aTg durante los primeros 12 meses de

seguimiento, aunque no afectó la frecuencia de las distintas

respuestas al inicio o al final del seguimiento. Este estudio

confirma datos previos, en cuanto a la tendencia de los aTg es

más útil que un valor absoluto para predecir respuesta

estructural incompleta en el seguimiento.

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CONCLUSIONES

Declaración de conflicto de intereses

Los autores no presentan conflictos de interés.

Para esta publicación se contó con el consentimiento informado

de los pacientes.

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¿Es posible el diagnóstico de la neoplasia folicular noinvasiva con características nucleares de tipo de carcinoma papilar de tiroides (NIFTP) en nuestro medio?

1 2 3 4 5 6 7SABAN M , ORLANDI AM , DEUTSCH SI , PITOIA F , LOWENSTEIN A , CALABRESE MC , CAVALLO A , 1 8 8 8 9 3 10

IOTTI A , MONTEROS ALVI M , TOLABA N , NALLAR DERA M , JAÉN A , FIGURELLI S , CARRIZO F , 5 2 6 4 7 10

COLOBRARO A , GARCÍA TASCÓN G , SACCOLITI M , PAES DE LIMA A , LENCIONI M , CALIFANO I , 9CABEZÓN C Y MIEMBROS DEL DEPARTAMENTO DE TIROIDES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE

ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO: ABELLEIRA E, ALCARAZ G, BRENTA G, BIELSKI L, CASTRO

JOZAMI L, CORINO M, FAURE E, FRASCAROLI G, GAUNA A, GUERRA J, GUTIERREZ S, ILERA V,

IORCANSKY S, MARTINEZ MP, MOLDES S, NEGUERUELA M, ONETO A, PARISI C, REYES A,

ROSEMBLIT C, RUSSO PICASSO M, SALA M, SARTORIO G, SCHNITMAN M, SKLATE R,

SILVA CROOME MC, STORANI ME, VAZQUEZ A, ZUND S, ZUNINO A.

*Autor para correspondencia: [email protected]

Introducción: La variante folicular encapsulada no invasiva del carcinoma papilar de

tiroides (CPT) se re-clasificó como neoplasia folicular de tiroides no invasiva con

características nucleares de tipo papilar (NIFTP). Estos tumores se consideran como

neoplasias de muy bajo potencial maligno, con riesgo casi nulo de recurrencia y

mortalidad.

Objetivos: i) valorar la prevalencia de NIFTP en pacientes con CPT, ii) evaluar la

evolución de los mismos y, iii) determinar las alteraciones moleculares halladas en este

tipo de neoplasia.

Materiales y Métodos: Estudio multicéntrico retrospectivo, observacional,

longitudinal, que incluyó a pacientes con diagnóstico de CPT mayores de 18 años

pertenecientes a 11 centros asistenciales de Argentina, diagnosticados entre el 1 de

enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2016. El diagnóstico de NIFTP se efectuó según

los criterios referidos por Nikiforov en el año 2016 y fue confirmado por al menos dos

patólogos. Se incluyeron 2677 muestras de pacientes con diagnóstico de carcinoma

papilar de tiroides. De estos, 612 (22%) fueron carcinoma papilar variante folicular y

33 (1,23%) reunieron criterios diagnósticos de NIFTP.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Palabras clave:

NIFTP

Carcinoma papilar variante folicular

encapsulada de tiroides

Historia del artículo:

Revisión: 15 de Febrero de 2019

Aceptado: 27 de Abril de 2020

Recibido: 28 de Diciembre de 2019

neoplasia tiroidea

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

Trabajo Original

1 2 3 4Hospital Británico - Hospital Dr. T. Alvarez - Hospital J.A. Fernández - Hospital de Clínicas “José de San Martín” - 5 6 7 8Hospital Dr. JM Ramos Mejía - Hospital Dr. C. Durand - Hospital Alta Complejidad de Formosa - Hospital Oñativia de Salta 9 10Hospital Italiano de Buenos Aires - Instituto de Oncología Ángel H. Roffo

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 19

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Introduction: Non-invasive encapsulated follicular variant of papillary thyroid cancer

was reclassified as non-invasive follicular thyroid neoplasm with papillary-like nuclear

features (NIFTP) in 2016. These neoplasms have an extremely low potential of

malignancy.

Objectives: i) to assess the prevalence of NIFTP in patients with papillary thyroid

carcinoma, ii) to evaluate their outcomes and iii) to determine their molecular profile.

Materials and methods: Multicenter, descriptive, retrospective study. Patients from 11

referral centers with papillary thyroid cancer diagnosed from January 2006 to December

2016 were included. Diagnosis of NIFTP was based on criteria described by Nikiforov

in 2016. At least two pathologists agreed on the diagnosis. Two thousand six hundred

and seventy seven patients with papillary thyroid cancer were included; 612 (22%) of

them were follicular variant papillary thyroid cancer, and 33 (1.23%) were classified as

NIFTP.

Results: Thirty three patients (1.23%) fulfilled diagnostic criteria for NIFTP. All

patients underwent total thyroidectomy, and 51% were treated with radioiodine (median

dose 100 mCi). No metastatic lymph nodes, distant metastases or recurrences were

found. After a mean follow up of 30.5 months, 82% of patients had an excellent

response, 3% had an indeterminate response and data was missing in the remaining 15%.

RAS mutations were detected in 4 patients (17%) and BRAF V600E in 3 (13%).

Discussion: The prevalence of NIFTP in our series is among the lowest reported.

Excellent outcomes of patients underscore their low malignant potential. However,

molecular findings differ from other series, which may be related to environmental or

ethnic features of our population.

A B S T R A C T

Keywords:

Follicular variant of papillary thyroid

cancer

NIFTP

thyroid neoplasm

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 20

Resultados: De las 2677 muestras analizadas, se diagnosticó NIFTP en 33 pacientes

(1,23%), el total de pacientes evaluados habían sido tratados con tiroidectomía total y el

51% recibió ablación con radioyodo (mediana 100 mCi). Ningún paciente presentó

metástasis ganglionares, a distancia, o necesidad de re-intervención quirúrgica. Luego

de un seguimiento promedio de 30,5 meses, la respuesta final se consideró excelente en

el 82% y 3% presentó una respuesta indeterminada. En 5 casos (15%) no hubo

seguimiento para establecer respuesta. Se observaron mutaciones de RAS en 4 (17%) y

de BRAF V600E en 3 (13%).

Conclusiones: La prevalencia de NIFTP en esta serie se encuentra dentro de las más

bajas reportadas. La respuesta excelente al tratamiento en la mayoría de pacientes con

seguimiento confirma el carácter indolente de estos tumores. Los hallazgos moleculares

difieren de lo publicado, lo que podría deberse a particularidades geográficas y/o étnicas.

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La variante folicular del carcinoma papilar de tiroides (CPVF)

fue descripta en 1970 como un tumor constituido por folículos

neoplásicos con células foliculares que muestran características (1-2)nucleares típicas del carcinoma papilar (CPT) . Se reconocen

tres subtipos de CPVF según su comportamiento biológico y

morfológico: infiltrativo y encapsulado con o sin invasión (3)capsular . En las últimas décadas, la variante encapsulada

mostró un incremento significativo en su incidencia, (4)constituyendo un 10 a 20% de todos los cánceres tiroideos . La

variante encapsulada no invasiva del CPVF tiene un

comportamiento indolente, lo que llevó a un reconocido grupo

de expertos a reexaminar las características de esta entidad, con

el objetivo de establecer y estandarizar los criterios diagnósticos

e implementar la terminología apropiada que identificaría las (1)propiedades biológicas y clínicas de esta lesión .

INTRODUCCION

Luego de esta reunión de expertos, se re-clasificó a la variante

encapsulada no invasiva del CPVF como neoplasia folicular de

tiroides no invasiva con características nucleares de tipo papilar

(NIFTP). El motivo fue promover un manejo más conservador

de este grupo de pacientes, evitar la carga psicológica de un

diagnóstico de cáncer y reducir los costos asociados a su (1)manejo . Publicaciones posteriores demostraron que el NIFTP

se comporta como un tumor de muy bajo riesgo de recurrencia y (5)casi nulo de mortalidad, con un curso clínico indolente .

La definición de NIFTP está basada en parámetros histo-

morfológicos específicos, como la presencia de cápsula o una

clara delimitación y un patrón de crecimiento folicular con

características nucleares del CPT. Para corroborar este

diagnóstico debe realizarse un exhaustivo estudio del tumor y su

cápsula para descartar invasión, así como evaluar los criterios (6,7)de exclusión claramente definidos .

Los objetivos del presente trabajo fueron: i) valorar la

prevalencia de NIFTP en pacientes con CPT, ii) evaluar la

evolución de los mismos y, iii) determinar la frecuencia de

alteraciones moleculares halladas en este tipo de neoplasia.

MATERIALES Y MÉTODOSEstudio multicéntrico retrospectivo, observacional,

longitudinal, que incluyó a pacientes mayores de 18 años, de 11

centros asistenciales de Argentina (Hospitales Álvarez,

Británico, Clínicas, Durand, Fernández, Italiano de Buenos

Aires, Posadas, Ramos Mejía, Oñativia de Salta, Alta

Complejidad de Formosa e Instituto de Oncología Roffo),

diagnosticados entre el 1 de enero de 2006 y 31 de diciembre de

2016. Se incluyeron 2677 muestras de pacientes con

diagnóstico de CPT de las cuales 612 (22%) fueron de

carcinoma papilar variante folicular, y 33 (1,23%) reunieron

criterios diagnósticos de NIFTP.

Criterios de inclusión:

El diagnóstico de NIFTP se efectuó según los criterios referidos (1)por Nikiforov y cols. del año 2016 y fue confirmado por al

menos dos patólogos del grupo de trabajo. Los criterios mayores

fueron: encapsulación, patrón de crecimiento folicular y

características nucleares del CPT.

Se consideraron aspectos demográficos, tratamientos (8)efectuados, estadificación (AJCC/UICC 8va edición) y riesgo

(9)de recurrencia .

En 23 pacientes de esta serie, se implementó un panel de 5 genes

para la detección de alteraciones moleculares: mutaciones en

los genes BRAF (exón 15), K/H/N-RAS (exones 2 y 3) y la

fusión PAX8/PPAR-Gamma. Se optimizó la purificación ADN

con el Kit High pure PCR template preparation (Roche) y ARN

con protocolo modificado de TRIzol (Tripure Isolation

Reagent), a partir de tacos de parafina. Las mutaciones

puntuales se estudiaron por PCR en tiempo real (qPCR) seguida

de "high resolution melting" (HRM). El análisis de HRM se

realizó comparando las curvas con controles positivos y

negativos. Las muestras que presentaban curvas alteradas o

iguales a los positivos, se enviaron a secuenciar por técnica de

Sanger (Macrogen, Seúl, Corea). Las fusiones génicas se

estudiaron por transcripción reversa seguida de PCR punto final

(RT-PCR) y visualizadas en gel de agarosa.

Para determinar la evolución se consideró el tipo de cirugía y la

administración posterior de radioyodo. La respuesta al

tratamiento inicial y el estado a tiempo final se consideró como

excelente, indeterminada, bioquímica incompleta o estructural

incompleta según criterios de la American Thyroid (10)Association y de Momesso y cols. para pacientes no (11-12)ablacionados .

RESULTADOS

Criterios de exclusión: papilas verdaderas >1%, presencia de:

cuerpos de psammoma, borde infiltrativo, necrosis tumoral, alta

actividad mitótica, invasión vascular y características

celulares/morfológicas de otras variantes de CPT.

Del total de casos estudiados, 33 pacientes (1,23%) cumplieron

los criterios diagnósticos de NIFTP.

En la tabla 1 se describen las características generales de la

población estudiada. En 28 pacientes (85%) se realizó punción

aspiración con aguja fina (PAAF) de tiroides previamente a la

cirugía. Las citologías con categorías diagnóstica de Bethesda

III y IV fueron encontradas en 3 y 6% de los casos,

respectivamente. En 12 pacientes (36%), el informe citológico

correspondió a categoría V y en 11 pacientes (33%) a la

categoría VI.

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 21

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Tabla 1: Características de la población con diagnóstico de NIFTP

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 22

Todas las variables de tipo categórico se expresarán como

porcentaje y las variables continuas como mediana y rango

intercuratilo (RIQ).

En todos los casos se realizó tiroidectomía total. El 51% de los

pacientes recibió ablación con radioyodo (mediana 100 mCi,

rango 30-200 mCi). Ninguno de ellos presentó metástasis

ganglionares o a distancia.

Evolución de los pacientes: Luego de una mediana de

seguimiento de 30,5 meses, 27 pacientes (82%) no mostraron

evidencia de enfermedad y uno (3%) presentó respuesta

inde terminada por pos i t iv izac ión de an t icuerpos

antitiroglobulina. En 5 casos (15%) no hubo datos posteriores al

diagnóstico.

Análisis molecular: El estudio genético de 23 pacientes de esta

serie (69,6%), reveló 2/23 pacientes con mutación del exón 3 N-

RAS Q61K y en 2/23, una mutación del exón 3 H-RAS Q61R.

Las mutaciones en BRAF se observaron en 4 pacientes: 3 (13%)

corresponden a BRAF V600E y uno a BRAF K601E (Tabla 2). Todos nuestros pacientes fueron tratados con tiroidectomía total

y más del 50% recibió ablación con radioyodo de acuerdo a las

conductas vigentes en el momento en que los pacientes fueron

evaluados. La cirugía sigue siendo el tratamiento de elección en

la NIFTP, ya que el diagnóstico definitivo requiere evaluación

histológica completa del tumor. La lobectomía es, en la

actualidad, el tratamiento quirúrgico de elección en ausencia de (10)enfermedad nodular contralateral . En cuanto al seguimiento,

dado que NIFTP se estableció como entidad diagnóstica en (14) forma reciente, Ferris y cols. sugieren precaución en el control

de estos pacientes, y recomiendan efectuar determinación de

tiroglobulina y anticuerpos anti-tiroglobulina, así como

ecografía de cuello, hasta que se obtenga más experiencia

clínica.

Respecto a las mutaciones halladas en el estudio, el

protooncogén RAS fue el hallazgo más frecuente y se

detectaron en 4 casos (17%), coincidentemente con otras series

en las que la prevalencia global de alteraciones de RAS oscila (1,22-23)entre 10 y 67% de los casos de NIFTP . Este patrón genético

se asemeja al hallado en otras lesiones foliculares (adenoma y

DISCUSIÓNLa variante encapsulada no invasiva de CPVF, denominada

(1)NIFTP en 2016 fue incorporada en la clasificación de WHO en (13)2017 , reconociéndola como una neoplasia de muy bajo

(14)potencial maligno. No obstante, Ferris y cols. recomiendan

interpretar a la NIFTP como una lesión preneoplásica, y

sugieren control de los pacientes en el seguimiento dado lo

reciente del establecimiento de NIFTP como entidad.

Con respecto a la evaluación citológica de NIFTP, Strickland y (19)cols. proponen ciertas características citológicas que

orientarían al diagnóstico de NIFTP, tales como la

hipercelularidad, la disposición en láminas, el patrón folicular y

la microarquitectura folicular. No obstante, el diagnóstico de (20)certeza de NIFTP no puede efectuarse por PAAF dado que se

requiere evaluar la indemnidad de la cápsula en su totalidad.

Adicionalmente, NIFTP y CPT comparten rasgos nucleares que (13)se superponen . En nuestro estudio, sólo 9% de los pacientes

tuvieron citologías correspondientes a las categorías III y IV de (21)Bethesda, a diferencia de lo referido por Faquin y cols. en 173

casos en los que estas categorías comprendieron el 58% de los

casos. Si bien los preparados histológicos en todos los casos

fueron revisados por al menos dos patólogos, esto no ocurrió

con las citologías, por lo que no es posible excluir una potencial

modificación de la proporción de las categorías diagnósticas.

La prevalencia de NIFTP del 1,23% entre los CPT (33/2677)

hallada en nuestra serie se encuentra dentro de las más bajas

reportadas: 0,18% (2/1411 CPT) descripta por Kim y cols. en (15) (16)Corea , 0,5% (54/10176) en el hospital Kuma en Japón o de

(17)2,1% en Canadá (102/4790) . En un meta-análisis realizado en

población asiática, que incluye 7 estudios, se describió una

frecuencia de 1,6% de NIFTP, significativamente menor que las

reportadas en series no-asiáticas, donde la frecuencia puede (18)llegar a ser cercana al 15% . Las diferentes prevalencias

observadas podrían atribuirse a la variabilidad geográfica,

además del riguroso estudio anatomopatológico al que fueron

sometidas nuestras muestras.

Edad al diagnóstico (años)Sexo femeninoDiámetro del tumor (mm)Categoría BethesdaI IIIII IV V VIHallazgo incidentalTNM Estadio IEstadio IIRiesgo de Recurrencia (CIA) Muy bajo riesgoBajo riesgoRiesgo IntermedioRiesgo altoMediana de seguimiento (meses)    

53,39 (48-60) 26 (78%)14 (7-20)

0 (0%) 2 (6,06%) 2 (6,06%) 1 (3,03%) 12 (36,36%) 11 (33,33%) 5 (15,15%)

29 (87,87%) 4 (12,12%)

10 (30,30%) 21 (63,64%) 2 (6,06%) 0%30,50 (18,25-46,75)

Tabla 2:

Alteraciones moleculares halladas en 23 pacientes con diagnósticode NIFTP

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publicado, lo que podría deberse a diferencias geográficas y

étnicas.

En cuanto a las expectativas del impacto significativo que esta

nueva entidad implicaría para los pacientes, médicos y sistemas

de salud, proyectadas en el trabajo seminal de Nikiforov y (1)cols. , consideramos que en nuestro medio serán más limitadas.

Se plantea entonces la inquietud de que en caso de no disponer

de estudios moleculares no sería confiable efectuar un

diagnóstico de NIFTP, por lo que esta entidad puede

confirmarse únicamente en el limitado grupo poblacional con

acceso a esta tecnología, quedando la opción de un manejo más

conservador, evitando la carga psicológica de un diagnóstico de

cáncer y reduciendo los costos asociados a su manejo, acotada a

un grupo muy reducido de la población.

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1.

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 23

En conclusión, en nuestra población la prevalencia de NIFTP se

encuentra dentro de las más bajas reportadas. La respuesta

excelente al tratamiento en la mayoría de los pacientes confirma

la indolencia de estos tumores, lo que seguramente irá asociado

a tratamientos menos agresivos, evitando costos innecesarios y

mejorando la calidad de vida de los pacientes con este

diagnóstico. Los hallazgos moleculares difieren de lo

carcinoma folicular y CPVF), y difiere de las alteraciones

moleculares comunes en el CPT clásico, lo que avala su

recategorización. Otras alteraciones moleculares iniciadoras

que pueden hallarse en NIFTP incluyen rearreglos

PAX8/PPAR∂, fusiones THADA y ocasionalmente mutaciones

BRAF K601E; en conjunto con las mutaciones de RAS se (24)denominan mutaciones símil-RAS . En nuestra población, las

mutaciones HRAS se encontraron con similar frecuencia que

las NRAS, a diferencia de lo referido en la bibliografía donde las (23,25,26,27)mutaciones más frecuentes afectan al oncogén NRAS

mientras que las mutaciones de HRAS representan entre 25 y (1,27,28,29,30,31,32)50% de los casos .

Nuestra serie de pacientes incluyó casos de NIFTP de acuerdo a (1)los criterios diagnósticos propuestos en 2016 . Los preparados

fueron revisados y el diagnóstico de NIFTP confirmado por al

menos dos anatomopatólogos de centros de referencia.

Posteriormente, los criterios diagnósticos fueron modificados (6)en 2018 . De acuerdo a esta revisión, la presencia de estructuras

papilares descarta el diagnóstico de NIFTP. Asimismo, en caso

de que se realicen estudios moleculares (que no son

mandatorios), la presencia de mutaciones de alto grado, como

TERT, BRAF V600E o rearreglos de RET/PTC excluyen el

diagnóstico de NIFTP. Las mutaciones de BRAF V600E no se (1)hallaron en la mayoría de las series . La presencia de estas

mutaciones, característicamente asociada a pronóstico (33)desfavorable y formación de papilas , no es esperable en

NIFTP. No obstante, en un estudio efectuado en Corea (donde la

prevalencia de mutación BRAF V600E en CPT es de 80%), se (27)detectó en el 28% de los pacientes con NIFTP . Si bien la

experiencia es limitada en nuestro medio, la frecuencia parece

ser similarmente elevada. La mutación de BRAF V600E se (34)encontró en 70% de los casos en una serie de 13 CPT , y en

nuestra serie de NIFTP se halló en 13% de los casos evaluados.

Estos hallazgos pueden deberse a diferencias geográficas y

étnicas, y deben ser evaluados en mayor número de casos. En el

13 % de nuestros pacientes a los que se les efectuó estudio

molecular se detectaron mutaciones BRAF V600E, lo que

obligaría a excluirlos según criterios posteriores. Esto se

traduce en una prevalencia de NIFTP aún menor en la población

evaluada, y asimismo plantea una dificultad en la práctica.

Dado que estas técnicas no se encuentran ampliamente

disponibles en nuestro medio y no se efectúan en forma

sistemática, el diagnóstico de certeza de NIFTP es

controvertido. Es en la intersección de criterios descriptivos

clásicos anatomopatológicos y las herramientas modernas de

biología molecular donde estas entidades serán categorizables.

Se requieren mayores estudios y seguimiento a fin de aclarar

estos aspectos.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

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Agranulocitosis inducida por fármacos antitiroideos. Presentación de caso y revisión de literatura

1 1 1 1IBARRA-CHÁVEZ JA , PÉREZ-NÁJERA A , ARIAS-GAETA ME , ESCALANTE-PULIDO JM .

*Autor para correspondencia: [email protected]

La agranulocitosis por fármacos antitiroideos es una complicación poco frecuente (0.1

a 0.3%), pero cuando se presenta es potencialmente mortal. El diagnóstico temprano es

importante para el pronóstico y éxito del tratamiento. Nuestro equipo de trabajo

presenta el caso de una paciente que desarrolló agranulocitosis posterior a 2 meses de

iniciar metimazol, con neutropenia febril severa (40 células/µl), con un aumento previo

del medicamento un mes antes de presentar la complicación, la cual fue tratada con

factor estimulante de colonias de los granulocitos exitosamente.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Palabras clave:

Historia del artículo:

Keywords:

Recibido: 20 de Noviembre de 2019

Revisión: 15 de Enero de 2020

agranulocitosis

fármacos antitiroideos

hipertiroidismo

neutropenia febril

antithyroid drugs

agranulocytosis

hyperthyroidism

Aceptado: 24 de Abril de 2020

febrile neutropenia

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

1 Médico Endocrinólogo, Profesora adjunta, Clínica de Departamento de Endocrinología, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente. Instituto Mexicano del Seguro Social. Jalisco, México

Caso Clínico

Agranulocytosis due to antithyroid drugs is a rare complication (0.1 to 0.3%), but it is

life-threatening when it occurs. Early diagnosis is important for prognosis and

treatment success. We present the case of a patient who developed agranulocytosis after

the use of methimazole, with severe febrile neutropenia (40 cells/µl), two months after

the onset of the treatment, with a previous increase in the medication within a month

before presenting the complication, which was treated with granulocyte-colony

stimulating factor successfully.

A B S T R A C T

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 27

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CASO CLÍNICO

INTRODUCCIÓN

Mujer de 52 años de edad, con antecedente de hipertiroidismo

primario diagnosticado en agosto 2019 por presentar sensación

de palpitaciones, tendencia a la taquicardia e intolerancia al

calor. Se realizó perfil tiroideo de manera externa a partir del

cual iniciaron manejo con propranolol 20 mg cada 12 horas y

metimazol 10 mg al día, con aumento posterior a 30 mg cada 24

horas en septiembre 2019. Inició su padecimiento 1 semana

previa a su ingreso en octubre 2019 al presentar hipertermia no

cuantificada acompañada de odinofagia, náuseas, vómitos y

diarrea pastosa sin moco ni sangre, con dolor abdominal

generalizado, suspendiendo metimazol por cuenta propia.

A pesar de ser complicaciones poco frecuentes, estas pueden

poner en peligro la vida del paciente y ser potencialmente

mortales, de ahí la importancia de un diagnóstico y tratamiento

oportuno. A continuación presentamos un caso de neutropenia

febril severa a causa de metimazol.

El hipertiroidismo, consecuencia de la enfermedad de Graves o

bocio multinodular tóxico, puede ser tratado con fármacos

antitiroideos, como las tionamidas. Con estos fármacos se

alcanza una remisión de la enfermedad en aproximadamente (1,2)20-60% de los casos .

Estos fármacos pueden presentar efectos adversos graves como

daño hepático, en porcentajes bajos que van del 0.05% al 2.7% (1,3)con propiltiouracilo y 0.03% al 0.4% con metimazol .

Mientras que la aparición de neutropenia (<1500 células/litro) (4,5)se encuentra entre el 0.1% al 0.3% de los casos .

Acudió a urgencias por no cesar sintomatología, en donde se

recibió en malas condiciones generales, con taquicardia de 128

latidos por minuto, taquipnea de 22 respiraciones por minuto,

fiebre de 38.5°C y presión arterial de 90/60 mmHg. Se decidió

toma de biometría hemática donde se encontró presencia de

leucocitos 660/µl, neutrófilos 40/µl, plaquetas de 246.000/µl, y

eritrocitos 4.74 millones/µl (biometría hemática previa al uso de

metimazol en Tabla I). Con estos parámetros se solicitó

evaluación por nuestro servicio por antecedente de uso de

tionamidas.

Al momento de la valoración la paciente presentaba hallazgos

físicos de placas blanquecinas en región bucofaríngea, mucosas

deshidratadas, cuello con tiroides palpable, 2.5 cm de largo,

consistencia gomosa, no dolorosa, sin presencia de nódulos

palpables. Examen cardiopulmonar sin alteraciones. Abdomen

con peristalsis disminuida en intensidad, doloroso a la

palpación generalizada, sin presentar rigidez o rebote. Presencia

de hipotrofia muscular, sin temblor fino distal. Resto sin

alteraciones. (Escala de Burch & Wartofsky 40 puntos). Se

descartaron infecciones urinarias o pulmonares, se tomaron

muestras para hemocultivo, coprológico, coproparasitoscópico,

así como exámenes generales. Los resultados mostraron:

glucosa 122 mg/dl , creat inina 0.4 mg/dl , alanino

aminotransferasa 11 U/l, aspartato aminotransferasa 14 U/l,

potasemia: 3.9 mEq/l, natremia 134 mEq/L, bilirrubina total

3.37 mg/dl, bilirrubina indirecta 1.45 mg/dl, bilirrubina directa

1.92 mg/dl, procalcitonina 9.98 ng/dl, VSG 36 mm/h, PCR 56.7

mg/L, T4L 6.99 ng/dl y TSH 0.015 µUI/ml. (resto de

laboratorios en Tabla I).

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 28

Tabla I. Resultados de Laboratorios.

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Con estos resultados se decidió iniciar terapia con antibióticos

de amplio espectro por presencia de neutropenia febril severa

(MASCC 16 puntos), colutorios con nistatina y terapia hídrica.

Se solicitó ultrasonido de abdomen donde se descartó patología

biliar y TAC de abdomen que se reportó sin anormalidades. Al

descartar la presencia de foco infeccioso pulmonar, abdominal y

urinario, se inició tratamiento de tormenta tiroidea inminente

con infusión de hidrocortisona 300 mg para 24 horas y

propranolol 20 mg cada 6 horas con aumento progresivo. Se

interconsultó al servicio de hematología, quien indicó 4 dosis de

Filgrastim 300 mg (sc) cada 24 horas, con suspensión al obtener

un conteo de neutrófilos mayores a 1500/µL. La paciente

persistió con fiebre por 4 días, luego de lo cual se mantuvo

afebril durante el resto de la hospitalización, con mejoría de las

evacuaciones, tolerando vía oral de manera progresiva. Se

suspendió antibioticoterapia al completar 9 días de esquema,

con resultado negativo de cultivos tomados y previa valoración

y recomendación por el servicio de infectología.

DISCUSIÓN

Otro factor de riesgo que incrementa la probabilidad de

presentar neutropenia, es la dosis utilizada del fármaco. Si bien

se puede presentar con cualquier dosis de inicio, se ha

observado mayor probabilidad de presentar esta reacción (9)cuando se emplean dosis más altas . En el caso presentado la

paciente tuvo un aumento de la dosis de 10 mg a 30 mg por día

un mes previo de la presentación de la fiebre neutropénica (10)severa. Tsuboi y colaboradores , evaluaron la dosis inicial en

514 pacientes con enfermedad de Graves. El 4.1% de los

pacientes que recibieron dosis diarias de 20 mg o más de

metimazol presentaron neutropenia, en comparación del 0.31%

de los tratados con dosis menores o iguales a 15 mg. Por su (11)parte, Taka et al obtuvieron un 0.814% contra 0.219% de

presencia de agranulocitosis, en pacientes que tenían 30 mg/día

y 15 mg/día, respectivamente.

Otros factores de riesgo asociados a neutropenia por

antitiroideos, son la edad avanzada y el reinicio del tratamiento,

si bien la mayoría de los pacientes se pueden presentar entre la

quinta y sexta década de la vida, así como un aumento del riesgo (2,4,9,12,13)en mujeres entre 6.3 a 10.4:1 .

Se decidió aplicación de 29.9 mCi de I131, sin presentar

complicaciones posteriores. Se egresó 2 semanas y media

posteriores a su ingreso bajo propranolol para control de la

frecuencia cardíaca.

Referente a la hiperbilirrubinemia presentada por la paciente al

ingreso, podría explicarse por un hipertiroidismo descontrolado

o por efecto del metimazol. El daño hepático es más frecuente

La agranulocitosis asociada a tionamidas es una complicación

que puede presentarse entre los primeros 2 a 3 meses de haber

iniciado el tratamiento, aunque hay reportes que señalan que un

7% de los casos se pueden presentar después de 4 meses de (1,4,6)iniciado el medicamento . La presentación más común es

fiebre y odinofagia, como lo presentó la paciente en el caso (7,8)descrito .

El tiempo promedio de recuperación de la agranulocitosis va de (6,16)7 a 24 días . Respecto al uso del factor estimulante de colonias

de los granulocitos (G-CSF) existen controversias sobre si su

uso disminuye el tiempo de recuperación. El grupo de trabajo de

Andrès encontró un tiempo promedio de recuperación de 6.8

días con uso del G-CSF contra 11.6 días sin el uso de este, siendo (17)significativa la diferencia . Tajiri y colaborares, encontraron

que, en pacientes sintomáticos, el tiempo de recuperación de la

agranulocitosis fue de 5.5 días contra 9.2 días, siendo mejor con

el uso del G-CSF, mientras que, en pacientes asintomáticos fue

de 2.3 días contra 5.4 días; aunque, en pacientes con (16)granulocitos menores a 100/µl no fue efectivo . Yang et al,

presentaron un tiempo de recuperación de 12.7 días en

comparación con 16.4 días, en pacientes que usaron G-CSF y (13)los que no, respectivamente, sin diferencia significativa .

Sheng y colaboradores por su parte, presentaron un tiempo de

recuperación de 9 días en pacientes con uso del G-CSF contra 7 (7)días en los pacientes que no lo recibieron .

con el uso del propiltiouracilo que con metimazol.

Históricamente se considera que el daño causado por el

propiltiouracilo es predominantemente hepatotóxico, respecto (1)al del metimazol que es preferencialmente colestásico . En un

(14)meta-análisis realizado por Yu y colaboradores , encontraron

que los pacientes con transaminasemia presentaron un OR de

3.96 con uso de propiltiouracilo comparado con metimazol,

siendo estadísticamente significativo; mientras que otros

estudios que comparaban hiperbilirrubinemia no hubo

diferencia significativa entre la elevación causada por estos dos (15)fármacos. Wang et al , no encontraron diferencia en la

presencia de colestasis entre los usuarios de metimazol y

propiltiouracilo. Esto podría poner en controversia las razones

del daño hepático causado por los fármacos, sin embargo,

nuestra paciente sí presentó daño con patrón colestásico,

aunque tuvo un ultrasonido abdominal que resultó normal.

En el caso reportado se decidió el uso del factor estimulante de

colonias de los granulocitos debido a la gravedad de la paciente,

la presencia de neutropenia febril severa, el antecedente de la

suspensión del metimazol una semana previa.

Se ha descripto que la mortalidad de estos pacientes se (1,8)encuentra entre 4% a 6.3% , siendo un factor de mal

pronóstico el diagnóstico tardío de la agranulocitosis, teniendo

una media de 6.7 días desde la aparición de los síntomas y la

realización del diagnóstico en los pacientes que fallecieron por

esta causa (50% fallecieron por choque séptico y 25% por (8)tormenta tiroidea) .

CONCLUSIONES

Para nuestro equipo de trabajo es importante realizar la

descripción y reporte del caso comentado, ya que la

presentación de esta complicación es poco frecuente y una

adecuada anamnesis será de vital importancia para su

diagnóstico. Junto a esto, si se tiene una identificación

temprana, contribuirá a un mejor pronóstico para la resolución

de la agranulocitosis y una mejoría en la mortalidad presente por

esta causa.

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Correlación de la tasa de �ltración glomerular medidaversus calculada en pacientes obesos

1 1 2 3 3BUENAVENTURA-DC , MARTÍNEZ-V , DURÁN-CE , ESCALANTE-M , MARTINEZ-MF , 3 3 4MALDONADO-A , PACHECO-R , GUZMÁN-GE .

*Autor para correspondencia: [email protected]

La obesidad es un problema de salud pública, puede comprometer la función renal. En

pacientes obesos, no se ha validado fórmulas para estimación de tasa de filtración

glomerular (TFG), debiendo realizar medición por depuración de creatinina en orina de

24 horas. El objetivo fue determinar la correlación entre TFG medida por depuración de

creatinina en orina de 24 horas versus la calculada en adultos obesos. Se realizó un

estudio transversal, descriptivo. Con coeficiente de Pearson (CP) se determinó

correlación entre TFG medida por fórmulas validadas en población general y

depuración de creatinina en 24 horas en obesos. Se analizó retrospectivamente

información de adultos obesos (ambos sexos), ambulatorios, con medición de TFG por

depuración de creatinina en orina de 24 horas, entre enero y diciembre de 2016 y se

comparó con la obtenida por fórmulas: Cockcroft–Gault (CCG), Modification of Diet

in Renal Disease (MDRD) y Chronic Kidney Disease Epidemiology Collaboration

(CKDEPI). Se excluyeron embarazadas, individuos en diálisis, amputados y con

recolección inadecuada de la muestra. Fueron analizados 112 pacientes (65 mujeres),

con una edad promedio 56.8 años. Tenían obesidad grado I: 84 (75%), II: 20 (18%) y

III: 8 (7%). Hubo adecuada correlación entre TFG medida con fórmulas y la

determinada por depuración de creatinina en orina de 24 horas, siendo la mayor

correlación para CCG con peso ideal (CP= 0.8389) y ajustado a 0.3 (CP= 0.8365),

p<0.05. En conclusión las fórmulas para cálculo de TFG validadas para población

general, pueden usarse en pacientes obesos, dada la alta correlación con la medida por

depuración de creatinina de 24 horas.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

calculadores depuración

Historia del artículo:

Recibido: 28 de Agosto de 2019

TFG

tasa de filtración glomerular

de creatinina

Palabras clave:

Revisión: 1 de Diciembre de 2019

Aceptado: 27 de Abril de 2020

Función renal

obesidad

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

Trabajo Original

1Grupo Medicina Interna, Fundación Valle del Lili, Cali (Colombia) - Universidad ICESI, Cali (Colombia) 2Grupo Nefrología, Fundación Valle del Lili, Cali (Colombia) - Universidad ICESI, Cali (Colombia) 3Departamento de Salud Pública y Medicina Comunitaria, Universidad ICESI, Cali, Valle del Cauca, (Colombia)4Grupo Endocrinología, Fundación Valle del Lili, Cali (Colombia) - Universidad ICESI, Cali (Colombia)

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 32

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 33

The Objective was to determinate the correlation between the GFR by direct

measurement versus by equations in adults with obesity. Transversal, descriptive study

was made. With Pearson Coefficient (PC) we determinate in adults with obesity the

correlation between GFR measured by creatinine depuration in 24 hours urine versus

by validated equations in lean population. Retrospectively we analyzed information

about adults with obesity, of both sexes, outpatients, who had took the creatinine

depuration in 24 hours urine test between January and December 2016, and then we

compared with the GFR calculated by the Cockcroft–Gault (CCG), Modification of

Diet in Renal Disease (MDRD) and Chronic Kidney Disease Epidemiology

Collaboration (CKDEPI) formulas. We excluded pregnant, amputee, in dialysis

patients, and inadequate recollection of the urine sample. We analyzed 112 patients.

Mean age 56.8 years, women 65 (58.04%), Grade I: Obesity 84 (75%), II: 20 (18%) and

III: 8 (7%). There was an adequate correlation between GFR calculated with the

formulas and the measured by the creatinine depuration in 24 hours urine; the best

correlation occur in the CCG with ideal weight formula (PC= 0.8389) and adjusted

weight formula 0.3 (PC= 0.8365), p<0.05. In conclusions the formulas for calculating

GFR validated in lean population, can be use in patients with obesity, we demonstrated

those have a high correlation with the creatinine depuration in 24 hours urine test.

Obesity is a public health problem, can impair the renal function. There are no validated

equations to estimate the glomerular filtration rate (GFR) in patients whit obesity, we

use methods like the creatinine depuration in 24 hours urine.

GFR

creatinine clearance calculators

Renal function

glomerular filtration rate

Keywords:

obesity

A B S T R A C T

El grado de función renal de cada individuo es estudiada

INTRODUCCIÓNLa obesidad es un problema de salud pública creciente a nivel

mundial, su incidencia se ha triplicado desde 1975 al 2016,

encontrando para ese año que el 13% de la población adulta del

mundo padecía de esta enfermedad (11% de los hombres y 15% (1,2)de las mujeres) . En el continente americano la prevalencia

para el año 2015 fue de 28.3%, teniendo a Estados Unidos

(33.6%) y México (28.6%) como los países con mayor

prevalencia y Colombia la de menor (20.7%). En Europa para

ese mismo año la prevalencia fue de 22.9% teniendo Turquía la (3)mayor prevalencia (28.5%) y Francia la menor (15.3%) , por lo

(4,5)que ha llegado a ser considerada una epidemia . Esta

condición por sí misma, mediante mecanismos descritos como

la “glomerulopatÍa relacionada con la obesidad”, donde se

plantea que la presencia de hiperfiltración glomerular por una

vasodilatación marcada de la arteriola aferente posiblemente

estimulada por exceso de renina que se produce en el tejido

adiposo visceral, lleva a proteinuria lentamente progresiva que

precede el daño renal y produce alteración de las nefronas

encontrando histopatología con presencia glomeruloesclerosis (6–8)focal y segmentaria ; además por conllevar al desarrollo de

otro tipo de patologías como hipertensión (HTA) y diabetes

mellitus (DM), entre otros desenlaces, es causante de (9)enfermedad renal crónica . Por este motivo, el estudio de la

función renal en pacientes obesos se ha convertido en un ítem

importante durante la práctica clínica, con dificultades como la

infra o supra estimación de esta según los métodos usados para (8,10)hacerlo .

mediante el cálculo de la tasa de filtración glomerular (11,12)(TFG) . Para lograr esta medición se usan marcadores

endógenos y exógenos que se filtren libremente por los riñones

pero que no sean ni secretadas ni reabsorbidos por estos, además

que no presenten unión a proteínas plasmáticas que alteren su

capacidad de libre filtrado glomerular. Las sustancias que

cumplen estas características y han sido validados como Gold

estándar para este cálculo son la inulina, el iohexol, el ácido

51Cretilenediaminetetraacetico (51Cr-EDTA), el 99mTc-

dietilenetriamina y el iotalamato(12). Debido a su costo y difícil (12,13)acceso se usan sólo con fines investigativos y ha quedado

para la práctica clínica el cálculo de la TFG a partir de fórmulas (13)basadas en la creatinina o la cistatina C , más comúnmente

usada la primera. Cuando se requiere una aproximación más

cercana a la función renal real se toma la depuración de

creatinina en orina de 24 horas que tiene una correlación

positiva estadísticamente significativa del 0.96 con el método (14)Gold estándar depuración de inulina .

En los pacientes obesos, especialmente quienes presentan

diabetes y/o hipertensión arterial, se requiere el estudio de la

función renal para tomar conductas médicas, en lo que respecta

al uso de fármacos, sus dosis y capacidad del riñón de

depurarlos. Las principales fórmulas encontradas para calcular

la depuración de creatinina: Cockcroft–Gault (CCG), CCG

ajustada a diferentes pesos (incluyendo peso real, ideal, (15)ajustado a constantes 0.3 y 0.4) , Modification of Diet in Renal

Disease (MDRD) y Chronic Kidney Disease Epidemiology

Collaboration (CKDEPI), tienen gran variabilidad entre ellas en (16)población con obesidad y la bibliografía no es concluyente

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Tabla I. Características demográficas, antropométricas y función renal de lapoblación en estudio.

Análisis estadístico: las variables cuantitativas fueron

Se recolectó retrospectivamente la información entre enero y

diciembre de 2016. Se incluyó hombres y mujeres, mayores de

18 años, que presentaron un índice de masa corporal (IMC)

mayor o igual a 30 kg/m2, a quienes se les realizó medición de

depuración de creatinina en orina de 24 horas, determinando

cuantitativamente la concentración de creatinina en suero,

plasma y orina por un método enzimático y de intensidad

cromática (equipo COBAS C sistemas Roche/Hitachi). Se

excluyeron pacientes en diálisis, con falla cardiaca

descompensada, con amputación de alguno de sus miembros,

quienes no tenían recolección adecuada de la muestra y

embarazadas.

En estudios previos se ha documentado una correlación entre la

función renal calculada versus la medida mínima de 0.73,

teniendo en cuenta este valor y considerando un planteamiento

bilateral, con un nivel de confianza del 95% y un poder

estadístico del 80%. Se cuantificó una muestra de 12 pacientes,

previendo una pérdida de información durante la ejecución del

20% la muestra quedaba en 15, para dar mayor robustez a la

investigación se dejaron los 112 participantes que cumplían los

criterios de inclusión durante este periodo de tiempo. Se

construyó una base de datos, incluyendo variables demográficas

(edad y sexo), antecedentes médicos (hipertensión arterial y

diabetes), variables del examen físico (peso, talla, IMC),

estudios de laboratorio (depuración de creatinina de 24 horas,

niveles de creatinina sérica) y variables calculadas (TFG

mediante las fórmulas CCG con peso real, peso ideal, peso

ajustado al 0.3 y al 0.4 – donde se multiplica el peso real por

estos factores de corrección-, MDRD y CKDEPI). Se utilizó

peso ajustado, dado que estudios previos han planteado estos

factores de corrección para cálculo más aproximado de la TFG (15)en obesos . Se definió obesidad según IMC y se clasificó en:

grado I: si el valor estaba de 30-34.9 kg/m2, grado II, si estaba en

35-39.9 kg/m2 y grado III si ≥40 kg/m2.

MATERIALES Y METODOS Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte

transversal en pacientes atendidos en la fundación Valle de Lili,

institución de alta complejidad ubicada en Cali, Colombia.

Fueron elegibles quienes tenían diagnóstico de obesidad,

identificados mediante los códigos CIE 10 E66.0, E66.1,

E.66.2, E66.8, ó E66.9, correspondiente a la clasificación

internacional de enfermedades 10. El objetivo era determinar, a

través del coeficiente de Pearson, la correlación entre la

medición de la depuración de creatinina en 24 horas y seis

fórmulas de cálculo de la TFG usadas en la literatura y validadas

para pacientes no obesos.

sobre si su uso es confiable en este tipo de pacientes. Es por esto

que el objetivo del presente trabajo es determinar la correlación

entre la medición de la depuración de creatinina en orina de 24

horas y las formulas usadas en pacientes no obesos en población

obesa, pudiendo así determinar si es válido el uso de estas en

dicha población y cual tiene la mejor correlación.

reportadas como promedios o mediana, y las medidas de

dispersión como desviación estándar y rango intercuartílico, de

acuerdo con el cumplimiento de supuestos de normalidad

(Shapiro wilk). Para las variables categóricas se describieron

como el valor absoluto y el porcentaje. Posteriormente se

determinó por el coeficiente de Pearson, la correlación entre la

depuración de creatinina de 24 horas y las medidas de

depuración calculada por formulas, finalmente se ajustó a cada

grado de obesidad. El presente estudio tuvo aprobación del

comité de ética en investigación biomédica de la institución

arriba mencionada.

El promedio de edad fue 56.8 años, con ligero predominio del

sexo femenino 58.04%, la prevalencia de hipertensión arterial

fue 67% y de diabetes 37%. Tenía obesidad grado I el 75% de los

pacientes (84/112), grado II 17.86% (20/112) y grado III 8%

(8/112) (tabla I).

Se obtuvo 721 registros de individuos que acudían de forma

ambulatoria a realizar depuración de creatinina en orina de 24

horas (entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2016), estudio

indicado en la mayoría de los casos por control y seguimiento en

relación a patologías de base, 123 cumplían con el diagnostico

de obesidad (CIE 10 E66.0, E66.1, E.66.2, E66.8, o E66.9,

códigos que abarcan los relacionados con esta patología), se

eliminaron 11, por datos incompletos o por cumplir criterios de

exclusión, quedando 112 pacientes para el análisis.

RESULTADOS

* Promedio + Desviación Standard. **Número (porcentaje). HTA: Hipertensión arterial. DM2: Diabetes Mellitus tipo 2. IMC: índice de masa corporal. ***Mediana (rango intercuartílico). TFG: tasa de filtración glomerular. MDR (Modification of Diet in Renal Disease), CKDEPI (Chronic kidney disease epidemiology collaboration), CCG (Cockcroft-Gault).

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La correlación de Pearson de todas las fórmulas fue adecuada

(tabla II y figura 1 a figura 4), siendo la fórmula más aproximada

a la depuración de creatinina en orina de 24 horas la CCG

ajustada al peso ideal (0.8389) y la de menor correlación MDRD

(0.7945); se observó una correlación más robusta entre las

distintas fórmulas y la depuración de creatinina en orina de 24

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 35

Tabla II. Correlación TFG calculada vs. depuración de creatinina medida en orina de 24horas, según grado de obesidad.

horas cuanto mayor era el IMC. Siendo en obesidad grado III la

correlación de la fórmula CCG ajustada al peso ideal de 0.9498

y la MDRD de 0.915, y la de de menor correlación la CKDEPI

(0.8654) (tabla II y figura 4). No se encontró correlación entre la

depuración de creatinina y el IMC (-0.058, p=0.54) (figura 5).

Correlación medida con coeficiente de Pearson. TFG: tasa de filtración glomerular. MDR (Modification of Diet in Renal Disease), CKDEPI (Chronic kidney disease epidemiology collaboration), CCG (Cockcroft-Gault). IMC: índice de masa corporal.

Figura 1. Gráficos de dispersión TFG vs. Depuración de creatinina medida en orina de24 horas en la población estudiada. (n: 112 pacientes. CP: Coeficiente de Pearson):

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Figura 2. Gráficos de dispersión de TFG vs Depuración de creatinina medida en orina de 24 horas en obesidad Grado I. (n: 84 pacientes).

Figura 3. Gráficos de dispersión TFG vs Depuración decreatinina medida en orina de 24 horas en obesidad Grado II. (n: 20 pacientes).

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Figura 4. Gráficos de dispersión TFG vs Depuración decreatinina medida en orina de 24 horas en obesidad Grado III. (n: 8 pacientes).

Figura 5. Gráfica de correlación entre la depuración decreatinina en orina de 24 horas y el índice de masacorporal.

Cuando se hizo el análisis por subgrupos de HTA y de DM, se

encontró que la correlación de cada fórmula y los diferentes

IMC no se ven influidas por estas patologías, y conservaron el

patrón de buena correlación de la población general estudiada.

Sin embargo, no se pudo establecer la correlación con los IMC

≥40 dado que el tamaño de la muestra en este grupo no permitió

tener un adecuado poder estadístico (tabla III).

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 38

Tabla III. Correlación TFG calculada vs. depuración de creatinina medida en orina de 24 horas, según presencia de hipertensión, diabetes y grado de obesidad.

Correlación medida por Coeficiente de Pearson. TFG: tasa de filtración glomerular. MDR (Modification of Diet in Renal Disease), CKDEPI (Chronic kidney disease epidemiology collaboration), CCG (Cockcroft-Gault). IMC: índice de masa corporal. No se describe la correlación de las fórmulas con el IMC ≥ 40 ya que la n no alcanza a tener poder estadístico (HTA n=5 y DM n=2).

DISCUSIÓN

A pesar de las diferencias planteadas en la literatura, en nuestro

estudio, tanto el peso real como los diferentes ajustes (con el

peso ideal, con el 0.3 y el 0.4 del peso) mostraron concordancia.

La fórmula de MDRD fue creada por Levey et al. usando los

datos seccionales del estudio de MDRD study, desarrollados en

1628 pacientes con enfermedad renal crónica, por lo que su uso

en individuos con función renal normal se ha cuestionado; la

literatura menciona que la precisión de la formula disminuye en (13)sujetos que tienen una TFG >60 ml/min . Se ha validado en

(22)diversos estudios , pero para obesos su uso es limitado. En

nuestro estudio a pesar de tener una correlación aceptable con la

depuración de creatinina en orina de 24 horas, fue la fórmula

que más baja la tuvo.

Entre las fórmulas estudiadas para el cálculo de la función renal

en población con obesidad todas mostraron buena correlación

con la depuración de creatinina en orina de 24 horas. En el (17)estudio de Drion donde midieron la concordancia entre

formulas y depuración de creatinina en 24 horas en obesos

diabéticos la fórmula CCG demostró ser la mejor respecto a

MDRD y CKDEPI, hallazgo similar al encontrado en nuestro

estudio, teniendo en cuenta que en el presente estudio se

optimizó la correlación cuando se reemplazó el peso real por el

ideal, acción que había sido sugerida en algunos artículos (18)previos . Entre los ajustes a la fórmula CCG, no usamos el de

área de superficie corporal, ya que muchas descripciones han

determinado que la hiperfiltración documentada en los

pacientes con obesidad es una compensación patológica y no (12,19–21)fisiológica, y este ajuste normalizaría algo patológico .

Tampoco usamos el ajuste con la masa magra ya que en la

práctica clínica la medición de esta variable implica contar con

equipos especializados como la impedancia bioeléctrica, (11)técnica que es poco disponible en la práctica clínica diaria .

La ecuación de CKD-EPI fue desarrollada para ser tan precisa

como la MDRD tanto para TFG menor de 60 ml/min/1.73m2

como para TFG mayor de 60 ml/min/1.73m2. La fórmula usa las

mismas variables de MDRD y comparada con esa tiene menor

cantidad de sesgos en individuos con IMC >30 kg/m2, (13)especialmente con TFG >60 ml/min/1.73m2 . En nuestra

observación la ecuación CKP-EPI, contó con adecuada

concordancia, aunque fue la que menos se correlacionó en

población con obesidad grado III.

Una limitación importante de nuestro estudio, es que las

fórmulas no fueron comparadas con alguno de los Gold estándar

como la TFG medida con depuración de inulina, sin embargo, la

depuración de creatinina es proporcional a la producción de

creatinina e inversamente proporcional a su concentración

sérica y se correlaciona bien con la masa magra corporal, lo que

la hace un marcador confiable de la función renal. Por otro lado,

si bien la certeza diagnostica favorece el uso de inulina, la

diferencias que oscilan de TFG con inulina vs creatinina (2.07

+/- 0.82 para TFG <40 ml/min/1.73m2 y 1.64 +/- 0.32 para TFG

>40 ml/min/1.73m2) no las consideramos clínicamente

relevantes, sin desconocer la amplia variabilidad biológica de la

creatinina y la susceptibilidad a errores por infra o sobre

recolección.

En conclusión, las ecuaciones CCG con peso real, con peso

ideal, con peso ajustado al 0.3 y al 0.4, MDRD y CKDEPI son

métodos aceptables para calcular la TFG en población obesa en

la práctica clínica y podrían reemplazar el examen de

laboratorio depuración de creatinina en orina de 24 horas,

siendo la que mejor correlación tiene con este la fórmula de

CCG con ajuste al peso ideal.

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 39

Declaración de Conflicto de Intereses: los autores declaran no

tener ningún conflicto de interés.

Responsabilidades éticas:

-Protección de personas y animales: Los autores declaran que

para esta investigación no se han realizado experimentos en

seres humanos ni en animales.

-Confidencialidad de los datos: Los autores declaran que han

seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la

publicación de datos de pacientes.

-Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los

autores declaran que en este artículo no aparecen datos de

pacientes.

Agradecimientos: Al Centro de Investigaciones de la

Fundación Valle del Lili y al matemático Juan Esteban

Restrepo.

Fuente de financiación: La presente investigación no ha

recibido ninguna beca específica de agencias de los sectores

público, comercial, o sin ánimo de lucro.

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Estado nutricional, insulino-resistencia y per�l lipidicodurante el embarazo

1,2 3,4 3,4HEUER, PE ; PEDROZO, WR ; BONNEAU, GA

*Autor para correspondencia: [email protected]

El embarazo presenta cambios metabólicos que promueven el crecimiento del tejido

adiposo al comienzo del mismo, que llevan a una insulinorresistencia. Además la madre

presenta una adaptación metabólica para suplir los requerimientos del feto que llevan a

un aumento de lípidos circulantes.

El objetivo del trabajo fue evaluar el estado nutricional de la madre utilizando el índice

de masa corporal y la edad gestacional, y relacionarlo con la presencia de

insulinorresistencia y la alteración del perfil lipídico.

Se estudiaron 168 embarazadas que concurrieron al laboratorio del Hospital San Juan

Bautista de Santo Tomé, Corrientes; entre abril 2015 y marzo 2016, para realizarse sus

controles. El rango etario fue entre 18 y 42 años. La mediana del peso pregestacional de

la muestra fue de 58 Kg, y según el IMC pregestacional el 60,1 % de las mujeres fueron

categorizadas en condiciones de normopeso. Según el IMC a lo largo de los 3 trimestres

se observó mayor porcentaje de normopesos. La insulinemia durante el primer

trimestre mostró una mediana de 4,8 (3,7 - 7,17) mU/ml, durante el segundo de 9,8 (9 -

16,72) mU/ml y en el tercero de 9,6 (8,6 -16,98) mU/ml. La mediana del índice HOMA

fue de 0,97 (0,75-1,5) para el primer trimestre, de 2,08 (1,83-3,77) para el segundo y de

2,07 (1,85-3,64) para el tercer trimestre. El 3,6% de la población presentó IR en el

primer trimestre, el 29,9% en el segundo y en el tercero el 31,5%. Se observó que el

colesterol total (CT), los triglicéridos (TG), el Col no HDL y el índice TG/cHDL

aumentaron con diferencias significativas entre los trimestres, mientras que el Col HDL

no mostró diferencias significativas entre el primer y segundo trimestre, pero sí entre el

segundo y tercer trimestre. Se encontró una correlación significativa entre el índice

HOMA y los parámetros del perfil lipídico durante los tres trimestres.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Revisión: 12 de Febrero de 2020

Palabras clave:

Recibido: 19 de Junio de 2019

Aceptado: 22 de Abril de 2020

Historia del artículo:

Insulinorresistencia

Embarazo

Perfil lipídico

Estado nutricional

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

1 2Laboratorio del Hospital San Juan Bautista. Facultad de Medicina, IUCS -Fundación H. A. Barceló. 3 4Ministerio de Salud Publica Misiones. Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales-UNaM.

Trabajo Original

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 41

Page 42: Revista Argentina de Endocrinología y Metabolismo - raem-57-2 · 2020. 6. 13. · Revista Argentina de Endocrinología y Metabolismo Estimado Dr. O. Ponzo, Y digo lamentablemente,

A B S T R A C T

We studied 168 pregnant women who attended the laboratory of the San Juan Bautista

Hospital of Santo Tomé, Corrientes; between April 2015 and March 2016, to carry out

their controls. Their ages were between 18 and 42 years. The median of pregestational

weight of the sample was 58 Kg and according to the pregestational BMI, 60.1% of the

women were categorized as normal weight conditions according to WHO. According

to the BMI a grater percentage of women with normal weight was observed. The

insulinemia during the first trimester showed a median of 4.8 (3.7 - 7.17) mU / ml,

during the second 9.8 (9 - 16.72) mU / ml and in the third of 9, 6 (8.6- 16.98) mU / ml.

The median HOMA index was 0.97 (0.75-1.5) first trimester, in the second was 2.08

(1.83-3.77) and third of 2.07 (1.85-3.64). In first trimester 3.6% presented IR, 29.9% in

the second and in the third 31.5%. It was observed that the TC, the TG, the non HDL Col

and the TG / HDL cholesterol index increased with significant differences between the

trimesters, while the HDL Col showed no significant differences between the first and

second trimesters, but between the second and third trimesters. A significant correlation

was found between the HOMA index and the parameters of the lipid profile during the

three trimesters.

Pregnancy presents metabolic changes that promote the growth of adipose tissue at the

beginning of pregnancy that lead to insulin resistance; In addition, the mother has a

metabolic adaptation to meet the requirements of the fetus that lead to an increase in

circulating lipids.

The aim of our study was to evaluate the nutritional status of the mother using the body

mass index and the gestational age, and to relate it to the presence of Insulin Resistance

and the alteration of the lipid profile.

Keywords:

Insulin resistance

Lipid profile

Pregnancy

Nutritional status

El embarazo provoca en la mujer cambios de tipo: psicológico,

social, hormonal y físico, y es este último el que contribuye a su (6)estado metabólico . Actualmente es utilizado, para la

evaluación del estado nutricional de las embarazadas, un

instrumento basado en el índice de masa corporal (IMC) según

edad gestacional, elaborado a partir del seguimiento de una

cohorte de mujeres argentinas en condiciones adecuadas de

salud y que dieron a luz niños con peso al nacer entre 2500 y (7)4000 gramos . La gráfica de IMC según edad gestacional tiene

la ventaja de eliminar las diferencias de ganancia de peso que

puedan estar asociadas con la menor o mayor estatura de la

mujer y coinciden con la recomendación internacional de

utilizar el IMC como parámetro antropométrico de elección en

La obesidad es un problema importante para la salud pública y (1)está siendo considerada una epidemia global , actualmente se

observa un incremento de la obesidad en la población más joven (2)donde se incluyen a las mujeres en edad fértil y sobre todo el

embarazo es una condición fisiológica en que la mujer aumenta (3)de peso . La valoración del estado de nutrición de la

embarazada es de vital importancia no sólo para el buen

desenlace de la gestación, sino también para la salud de la mujer (2,4,5)y sus futuros embarazos .

INTRODUCCIÓN(8)

el adulto .

Durante un embarazo normal se observa insulinorresistencia

(IR) debido a una progresiva disminución de la sensibilidad a la (9,10)insulina a lo largo de la gesta por factores hormonales . Si las

embarazadas además son obesas intervienen los factores

propios del embarazo que causan IR como las hormonas

maternas lactógeno placentario, progesterona, prolactina y (11,12,13)cortisol y también colaboran las adiponectinas que se

encuentran elevadas en la obesidad y que contribuyen a la (12,14,15)patogénesis .

La mayor sensibilidad a la insulina al comienzo del embarazo se

ha atribuido a las mayores concentraciones de estrógenos

circulantes, que incrementa el acumulo de energía, sobre todo

en el tejido graso, con expansión del mismo. A partir de las

semanas 24 a 28 de gestación aumenta paulatinamente la

En la primera mitad del embarazo existe una sensibilidad

normal a la insulina sobre los principales tejidos donde esta

actúa: músculo, hígado y tejido adiposo. En la segunda mitad

del embarazo el crecimiento acelerado del feto requiere

mayores niveles de nutrientes por lo que aquí se genera una IR

para que la madre ceda al feto glucosa y como consecuencia, la

madre empieza a utilizar ácidos grasos libres, cuerpos cetónicos (16)y glicerol como fuente de energía .

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 42

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 43

El aumento del tejido adiposo visceral observado en

embarazadas obesas conduce a una liberación desregulada de

adipocitoquinas, ácidos grasos y marcadores inflamatorios, lo

que provoca una IR más marcada responsable de muchas

complicaciones médicas que pueden afectar a la embarazada (11,24-26)y/o al feto/neonato . Durante el primer trimestre los

triglicéridos aumentan progresivamente, debido a la elevada

ingesta y absorción de alimentos ricos en lípidos; al parecer la

progesterona es responsable de este cambio fisiológico en la

regulación del apetito a través del hipotálamo. Adicionalmente

se presenta un aumento en la actividad de la lipoproteinlipasa, (27)enzima encargada de la hidrólisis de los TG . Durante el

segundo trimestre, la acumulación de lípidos en el tejido

adiposo sigue constante y en aumento. Sin embargo, hacia el

final de este periodo se presenta un aumento sustancial de

lipoproteínas ricas en TG como los quilomicrones y las (28)VLDL . En el tercer trimestre de gestación, el crecimiento

fetal es más rápido que en los trimestres anteriores y aunque la

demanda fetal de nutrientes es mayor, los requerimientos (27)maternos disminuyen considerablemente . Se genera entonces

una hipertrigliceridemia dada por la movilización acelerada de

las reservas grasas acumuladas durante el primer y segundo (29)trimestres . El colesterol total aumenta moderadamente,

mientras los TG plasmáticos aumentan drásticamente y

producen una disminución en la sensibilidad a la insulina al

interferir con los mecanismos de transducción de señales del (28)receptor de insulina, produciendo un estado de IR . Esta IR

presenta el característico perfil aterogénico, donde existen

niveles elevados de TG o VLDL, presencia de LDL pequeña y (30)densa y la concentración de col-HDL disminuida .

Fueron evaluadas 168 embarazadas de entre 18 y 42 años que

concurrieron al laboratorio del Hospital San Juan Bautista

(HSJB) a realizar sus controles habituales a lo largo de los

Se realizó un estudio descriptivo, observacional, prospectivo.

Población:

resistencia a la insulina; que se debe al aumento de sustancias

producidas por la placenta que aumentan la IR. y la adiposidad (17)materna . El desarrollo de la resistencia materna a la insulina

coincide con incrementos en las concentraciones séricas de la

prolactina y la lactógeno placentaria. Estas hormonas reducen la

sensibilidad a la insulina en los adipocitos y células del músculo

esquelético, estimulan la replicación de células beta, la

transcripción del gen de la insulina, y la secreción de insulina

dependiente de glucosa en los islotes pancreáticos. Todo esto es

responsable de la resistencia a la insulina y de la (13,18,19,20,21,22,23)hiperinsulinemia presente en la gestación avanzada .

Es por ello que el objetivo de este trabajo fue describir la

relación que existe entre el estado nutricional, la

Insulinorresistencia, y el perfil lipídico durante la gestación en

mujeres que concurrieron al laboratorio central del Hospital San

Juan Bautista en el periodo comprendido entre abril 2015 y

marzo 2016.

MATERIALES Y METODOS Se trabajó con el programa estadístico SPSS versión 11.5. Todos

los análisis fueron realizados con un nivel de significación

<0.05 y un nivel de confianza del 95%.

Criterios de exclusión: mujeres embarazadas que presenten

hipertensión, diabetes u otras enfermedades endocrinológicas

diagnosticadas antes de su gestación.

Se describieron las variables cualitativas mediante porcentajes

e intervalos de confianza del 95%. Se determinó sus

distribuciones con la prueba de normalidad de Kolmogorov-

Smirnov. Las variables cuantitativas, según correspondió, se

describieron a través de la mediana y percentilos 25 y 75.

METODOLOGÍA:

A cada paciente se le preguntó el peso pregestacional, fecha de

la última menstruación para calcular su edad gestacional y se

tomaron peso y talla para la determinación del IMC.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO:

Según el tipo de variable y distribución se utilizó para comparar

la prueba de U de Mann-Whitney y para correlación la de

Spearman.

Con los resultados de colesterol total y HDL se calculó el

colesterol no HDL, con los de triglicéridos y HDL se determinó

el índice TG/cHDL y con los valores de glucemia e insulinemia

se calculó el índice HOMA para valorar la IR.

diferentes trimestres del embarazo. Todas firmaron el

consentimiento informado aprobado por el comité de Docencia

e Investigación del HSJB de la ciudad de Santo Tomé-

Corrientes; en el periodo comprendido entre abril 2015 y marzo

2016.

Criterios de inclusión: mujeres embarazadas en su primer

trimestre de gestación.

Se obtuvo una muestra de sangre luego de 12 horas de ayuno y

se midió la concentración de glucosa, colesterol total y

triglicéridos mediante métodos enzimáticos colorimétricos. Las

lipoproteínas de alta densidad (HDL), fueron determinadas por

método enzimático colorimétr ico, homogéneo sin

precipitación. Las muestras fueron procesadas en un

autoanalizador CM200, Wiener Lab. El coeficiente de variación

(CV) para las determinaciones fueron: glucemia CV=2,31%,

triglicéridos CV=1,93%, colesterol total CV=2,01%, colesterol

HDL=3,35%. Todos los reactivos utilizados fueron del

laborator io Wiener (Wiener Lab, Argent ina) . Las

determinaciones de Insulinemia se realizaron a través del

método MEIA en el equipo TOSOH AIA 360 (CV 4,5%).

A cada embarazada se la siguió a lo largo de los tres trimestres.

Las que no se realizaron los tres controles fueron retiradas del

estudio.

Los datos recogidos durante el estudio fueron resguardados en

una ficha epidemiológica confeccionada en el programa Excel.

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REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 44

A efectos de evaluar el grado de IR se midieron los niveles de

insulina en ayunas y se calculó el índice HOMA de las pacientes

estudiadas en cada trimestre de gestación. La insulinemia de las

pacientes durante el primer trimestre de gestación mostró una

mediana (p25-p75) de 4,8 (3,7 - 7,17) mU/ml, durante el

segundo trimestre fue de 9,8 (9 - 16,72) mU/ml y en el tercer

trimestre de 9,6 (8,6 -16,98) mU/ml. El índice de HOMA

presentó una mediana (p25-p75) de 0,97 (0,75-1,5) durante el

primer trimestre, mientras que en el segundo trimestre fue de

2,08 (1,83-3,77) y en el tercer trimestre de 2,07 (1,85-3,64).

Para evaluar la IR se utilizó como punto de corte el p95 que esta

población tuvo en el primer trimestre, donde se obtuvo un valor

de HOMA de 2,47. Observándose que en el primer trimestre de

gestación un 3,6% (IC95%: 0,8-6,4) de las mujeres presentó IR,

en el segundo trimestre de gestación el 29,9% (IC95%: 22,8-

36,7) y en el tercero el 31,5% (IC95%: 24,5-38,6) (figuras 1 y 2).

La mediana (p25 y p75) del IMC de esta población de mujeres

gestantes durante el primer trimestre fue de 24,06 (21,78-

27,70), en el segundo trimestre de 26,01 (23,36-29,86) y en el

tercer trimestre de 28,03 (25,30-32,32) kg/m2. Se evidencia que

las embarazadas durante los tres trimestres presentaron un

mayor porcentaje de normopeso, 64,9% (IC95%: 57,7-72,1) en

el primer trimestre, 63,7% (IC95%: 56,4-71,0) en el segundo

trimestre y 65,5% (IC95%: 58,3-72,7) en el tercer trimestre.

Además, podemos observar un incremento del porcentaje de

sobrepeso del primero al segundo trimestre del 2,4%

manteniéndose ese incremento durante el tercer trimestre. El

incremento de obesidad del primero al segundo y tercer

trimestre fue solo del 0,4%.

El peso pregestacional de la muestra total mostró una mediana

de 58 Kg (50-67). El IMC pregestacional de la población mostró

una mediana de 22,99 (20,54-25,86) kg/m2. De acuerdo a los

resultados de este IMC pregestacional el 60,1 % de las mujeres

fueron categorizadas en condiciones de normopeso según la

OMS.

RESULTADOS

Figura 1. Insulinemia en distintos trimestres de gestación (n=168).

Figura 2. Índice HOMA en los distintos trimestres de gestación (n=168).

Se observó que el CT, los TG, el Col no HDL y el índice

TG/cHDL aumentan a lo largo de cada trimestre con diferencias

significativas entre los trimestres (p<0,001), mientras que el Col

HDL no mostró diferencias significativas entre el primer y

segundo trimestre, pero sí entre el segundo y tercer trimestre

(p<0,001) (Tabla I).

Tabla I. Características del perfil lipídico de las embarazadas según su trimestre de gestación. (n=168)

Referencias: P25: percentilo 25- P75: percentilo 75. CT: colesterol total, TG: triglicéridos, Col. HDL: colesterol HDL, Col no HDL: colesterol no HDL, ÍndiceTG/ cHDL: Índice triglicéridos/colesterol HDL.

En todos los casos se observan diferencias significativas del

índice HOMA, CT, TG, Col HDL, Col no HDL y el índice

TG/cHDL entre las normopesos y las que presentaban

sobrepeso u obesidad durante los tres trimestres de gestación

(Tabla II).

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Tabla II. Comparación del índice HOMA, colesterol total, triglicéridos, colesterol HDL, Colesterol no HDL, índice Triglicéridos/colesterol HDL y glucosas en los distintos trimestres de gestación según el estado nutricional (n=168)

Referencias: EN: estado nutricional, Índice TG/cHDL: Cociente triglicéridos/colesterol HDL, NP: normopeso, SP/OB: sobrepeso + obesidad. Los datos se expresan en mediana y (percentiles 25-75). Test utilizado para la comparación: U Mann-Withney.

Tabla III. Correlación entre el índice HOMA y el perfil lipídico en los distintos trimestres de gestación (n=168)

En la tabla III se observa una significativa correlación entre el

índice HOMA y los parámetros del perfil lipídico durante los

tres trimestres de gestación en esta población de mujeres.

Referencias: r: Coeficiente de Correlación Rho de Spearman, * p<0,001

DISCUSIÓN

Las mujeres que formaron parte de la población estudiada

presentaron en su mayoría un IMC pregestacional que las

categorizó como normopesos según los criterios de la OMS,

estos hallazgos coinciden con un estudio realizado en 326

mujeres que acudieron para el control de su embarazo al

hospital Materno Infantil Ramón Sardá de la Ciudad Autónoma (31)de Buenos Aires . Sin embargo, esta situación no refleja el

incremento continuo del sobrepeso/obesidad registrado en las

diferentes Encuestas Nacionales sobre factores de riesgo para

enfermedades no transmisibles realizada en la Argentina (2005,

Este estudio consistió en evaluar durante los tres trimestres de

embarazo a 168 mujeres que concurrieron a realizarse sus

controles al laboratorio central del Hospital San Juan Bautista.

El embarazo normal se considera un estado diabetogénico o de

resistencia progresiva al efecto de la insulina. Durante el primer

trimestre y las etapas iniciales del segundo las células beta del

páncreas aumentan la secreción de insulina en un intento de

compensar la resistencia a la insulina del embarazo, lo que

origina pequeños cambios en la concentración de insulina en el (17)curso de la gestación . La mediana de insulinemia encontrada

en este estudio, durante el primer trimestre, fue inferior a lo

observado en los trimestres posteriores, lo cual concuerda con la

bibliografía, que refiere que durante el primer trimestre aún no

están presentes los factores que desencadenan un estado de

resistencia al efecto de la insulina, más evidente al final del (17)segundo trimestre .

La IR se describe como la incapacidad de las células para

responder a la función natural de la hormona insulina. El

presente estudio utilizó el índice HOMA para evaluar la IR en

2009, 2013).

Los valores de insulinemia encontrados en este estudio, en los

distintos trimestres de gestación, fueron diferentes a los (33,34,35)publicados por otros autores . Esto se podría explicar por

los distintos criterios de selección de la población en estudio o a (36)la metodología utilizada en la medición de este parámetro ;

aunque todos coinciden en que se observa un aumento de los (33,34,35)valores de insulina a lo largo de toda la gestación .

Durante el segundo y tercer trimestre de embarazo se observó

un incremento en los valores de insulinemia. Las gestantes,

sobre todo en la segunda mitad del embarazo, presentan

concentraciones plasmáticas elevadas de una gran cantidad de

sustancias producidas por la placenta y por los adipocitos

(lactógeno placentario, hormona placentaria del crecimiento,

TNFα, adipocitoquinas, etc) que causan IR e incremento en la (17,18,32)secreción de insulina .

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El aumento generalizado en los triglicéridos durante el

embarazo parece tener como función principal, el aporte

energético requerido en la maduración fetal y en la preparación

de la madre para la futura lactancia post-parto. Se debe a la

inhibición de la actividad de la lipasa hepática por los

estrógenos con el consiguiente aumento del colesterol en las (42)VLDL y LDL .

Los valores de CT, TG, el colesterol no HDL y el cociente TG/

cHDL mostraron un aumento a lo largo del embarazo, al igual

que los datos publicados por otros estudios nacionales e (38,39,40)internacionales . Por otra parte, el Col HDL no mostró

diferencias significativas entre el primer y segundo trimestre,

pero sí entre el segundo y tercer trimestre donde se observó un

incremento; resultados similares fueron observados por (38)Ywaskewycz Benítez L y col . Contrariamente, otros autores,

observan una disminución de los niveles de Col HDL a partir del (26,39)segundo trimestre y lo asocian a un incremento de la IR . La

bibliografía asume que fisiológicamente existe un incremento

en los lípidos durante toda la gestación y que esto en su mayor

parte se debe a variaciones hormonales, que aporta a la madre (41)una fuente energética valiosa .

La cuantificación del Col no HDL en las embarazadas podría ser

de importancia ya que este parámetro incluye el Col de las LDL,

fracciones de lipoproteínas de densidad intermedia y los (38)remanentes de VLDL, las cuales son altamente aterogénicas .

En este estudio se encontró un incremento con diferencias

altamente significativas de este parámetro en los tres trimestres,

al igual que el índice TG/c-HDL donde también se observó

diferencias significativas entre los tres trimestres estudiados.

Resultados similares fueron encontrados por Ywaskewycz (38)Benítez L y col .

El índice TG/cHDL se ha postulado como un marcador

indirecto de resistencia a la insulina, convalidado con el índice (43)HOMA y el clamp euglucémico e hiperinsulinémico . El

incremento observado fundamentalmente durante el segundo y

tercer trimestre de gestación podría demostrar un incremento de

la IR en estos trimestres. Este índice TG/cHDL podría ser

también considerado un marcador simple que permite

identificar pacientes dislipidémicos con un riesgo alto para (44)desarrollar enfermedad cardiovascular. Bertoluci y col

demostraron una asociación positiva entre este índice y la

presencia angiográfica de enfermedad coronaria, y sugiere que

las embarazadas durante los tres trimestres de gestación debido

a la practicidad de su utilización y a su validación frente al

clamp euglucémico hiperinsulinémico.

Si bien no existe un punto de corte universalmente aceptado, se

utilizó para evaluar la presencia de IR el percentilo 95% del

índice HOMA de las embarazadas durante el primer trimestre;

donde aún no se evidencia la IR fisiológica propia de las

hormonas placentarias. Este valor fue similar al hallado en un (37)estudio de gestantes mexicanas . Durante el segundo y tercer

trimestre los valores de HOMA encontrados en esta población

aumentaron con respecto al primer trimestre debido a los (17,18,32)factores propios del embarazo que incrementa la IR .

Resultados similares fueron observados por Reyes-Muñoz y (37)col. en México .

Los autores declaran no tener conflictos de interés.

Al dividir la población según su IMC en embarazadas

normopesos y con sobrepeso/obesidad; se vieron diferencias

significativas en las medianas del índice HOMA, CT, TG, Col

HDL, Col no HDL y cociente TG/cHDL entre ambas

poblaciones.

Catalano, P. M. Increasing Maternal Obesity and Weight Gain

During Pregnancy The Obstetric Problems of Plentitude. Obstet

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Muchos estudios mencionan hormonas derivadas de la placenta

(PL y la HCPh), como responsables de la disminución en la

sensibilidad a la insulina durante la gestación. Esto puede

observarse en cualquier embarazada independientemente de su

IMC. Pero también la adiposidad se correlaciona con la

secreción de adipocitoquinas pro inflamatorias responsables de

una mayor resistencia a la insulina observada en embarazadas (11,23)obesas . Esto explicaría los valores más elevados del índice

HOMA que se observó en este estudio entre las embarazadas

que presentaban sobrepeso u obesidad con respecto a las que

tenían un IMC normal. Resultados similares han encontrado (35)Jiménez C y col .

Los índices TG/cHDL elevados observados en esta población

de gestantes con sobrepeso/obesidad podrían ser de utilidad,

además del índice HOMA, en la posible evaluación de la IR

durante la gestación; así como también un posible marcador de

riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular a (44)futuro .

su determinación podría ser un método de alta especificidad

para la estratificación de riesgo para enfermedad arterial

coronaria.

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Hiperfosfatasemia: un hallazgo inesperado en el cursode una enfermedad respiratoria. Descripción de un caso pediátrico

1 1 2ARÉVALO ECHEVERRY, J , RODRÍGUEZ RINCÓN, MM , SUESCÚN VARGAS, JM , PINZÓN SALAMANCA,

2 3 4JY , QUIROGA-CARRILLO, M , PEREIRA-OSPINA, R

*Autor para correspondencia: [email protected]

La hiperfosfatasemia es una elevación marcada de la Fosfatasa Alcalina, generalmente,

un hallazgo incidental en el área de atención primaria. En la mayoría de los infantes,

corresponde a una entidad caracterizada por el aumento temporal de la fosfatasa

alcalina, en ausencia de enfermedad hepática u ósea, que se normaliza semanas o meses

después, conocida como Hiperfosfatasemia Transitoria Benigna de la Infancia. Sin

embargo, dada la presencia de esta enzima en diferentes órganos y tejidos tales como el

hígado y hueso principalmente, se hace indispensable realizar un adecuado enfoque

diagnóstico con el fin de descartar patologías graves.

Se presenta a un lactante mayor, asintomático, con hallazgo inesperado de

hiperfosfatasemia, con resultados hepatobiliares negativos a excepción de la fosfatasa

alcalina (1766 U/L), lo que llevó a la ampliación de estudios para descartar patología

ósea encontrando deficiencia de la vitamina D y hallazgos en imágenes diagnósticas

sugestivo de raquitismo carencial.

R E S U M E NINFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Aceptado: 28 de Abril de 2020

Revisión: 15 de Enero de 2020

Palabras clave:

Recibido: 13 de Diciembre de 2019

Diagnóstico

Enfermedades Óseas

Hiperfosfatemia

Hepatopatías

Historia del artículo:

Fosfatasa alcalina

RAEM REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA Y METABOLISMO

1 2Médico Universidad del Rosario, Bogotá, D.C, Colombia. Pediatra, Instituto Roosevelt, Bogotá, D.C., Colombia. Profesor de Pediatría Universidad del Rosario, Andes y Sabana, Bogotá, D.C.; Colombia. 3Médico y asistente de investigación, Instituto Roosevelt. Bogotá, D.C., Colombia. 4Residente primer año pediatría, Universidad de la Sabana. Chía, Colombia.

Caso Clínico

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La actividad de esta enzima varía según la edad. En los primeros

3-6 meses de vida se eleva fisiológicamente, con un incremento

de sus valores de 2 a 3 veces durante la pubertad y se mantiene

por encima de estos durante 1 a 2 años. Estas variaciones se

explican debido a que su mayor expresión se presenta en los (3)niños en edad de crecimiento por acción en los osteoblastos .

CASO CLINICO

Las fosfatasas alcalinas (FA), corresponden a diversas

isoenzimas, localizadas en la capa externa de la membrana

celular de diferentes tejidos, entre ellos: placenta, intestino,

células germinales y tejidos inespecíficos como riñón,

leucocitos, huesos e hígado; siendo estos dos últimos los

principales liberadores de más del 80% de la fosfatasa alcalina (1)(FA) sérica En niños el 85% de esta enzima se encuentra a

(2)nivel óseo y 15% a nivel hepático .

Paciente masculino de 23 meses de edad, nacido en Bogotá,

Colombia, fruto de tercera gestación de padres no

consanguíneos, embarazo controlado, parto vaginal prematuro

sin causa aparente a las 36 semanas, peso y talla adecuado para

la edad, estancia en unidad neonatal por síndrome de dificultad

respiratoria con ventilación mecánica invasiva y egreso con

oxígeno en casa. Como antecedentes patológicos cursó con

bronquiolitis a los 6 meses de edad, síndrome bronco-

obstructivo a los 16 meses y rinitis alérgica. Adicionalmente,

La hiperfosfatasemia es una elevación marcada de la fosfatasa

alcalina (FA), usualmente un hallazgo incidental, pues suele ser

el médico de atención primaria quien la detecta. Está

determinada por muchas causas, principalmente benignas; no

obstante, en algunos casos, se considera un marcador

importante para el diagnóstico de diversas patologías; de ahí la

relevancia de realizar un adecuado enfoque diagnóstico. Se

presenta el caso clínico de un paciente con hiperfosfatasemia

secundaria a una alteración ósea, como causa poco frecuente.

INTRODUCCIÓN

paciente con historia de alergia a la fresa, huevo y proteína de

leche de vaca. A nivel familiar, padre sano, madre con

antecedente de dermatitis atópica y rinitis alérgica, y hermanos

con rinitis alérgica y asma.

Se realizó seguimiento de la FA que, si bien tuvo un descenso,

persistió en valores fuera de la normalidad (1240 U/L), por lo

cual se solicitó valoración por gastroenterología pediátrica,

s iendo descartada enfermedad hepatobil iar, y por

endocrinología pediátrica, servicio que solicitó laboratorio que

evidenció función renal, electrolitos en orina y séricos,

proteínas en orina y paratohormona (PTH) dentro de límites

normales. Por el contrario, la 25 OH vitamina D (13 ng/ml) y la

1,25 OH vitamina D (16.5 pg/ml), en niveles deficientes, y

radiografía de huesos largos con ligero ensanchamiento

metafisario en puntas de fémur.

Con base a esos resultados, se consideró paciente con

deficiencia de vitamina D, con cambios paraclínicos de

raquitismo carencial que explicarían la elevación de la fosfatasa

alcalina como marcador de recambio óseo. Actualmente, se

encuentra en manejo con vitamina D y calcio y seguimiento

periódico ambulatorio por las especialidades. Específicamente,

Ingresa remitido por síndrome bronco-obstructivo. Al examen

físico hallazgo de tinte ictérico en palmas y plantas lo que llevó a

la toma de paraclínicos para descartar patología de origen

hepatobiliar. Los resultados mostraron: cuadro hemático,

electrolitos, uroanálisis, frotis de sangre periférica, tiempos de

coagulación, deshidrogenasa láctica, gamma-glutamil

transferasa, bilirrubinas, transaminasas, amilasa y lipasa dentro

de rangos de normalidad para la edad, a excepción de la

fosfatasa alcalina que se encontró significativamente elevada

(1766 U/L), con otro control de 1762 U/L, siendo el valor

normal para la edad (23 meses) de <673 U/L. Adicionalmente,

se encontraron radiografía de tórax y ecografía abdominal

normales. Dado lo anterior, se re-interrogó a la madre quien

refirió alto consumo de betacarotenos, lo cual podría explicar la

aparición del tinte mencionado.

Hyperphosphatasemia refers to a marked elevation of Alkaline Phosphatase, usually an

incidental finding in the area of primary care. In most infants, it corresponds to an entity

characterized by temporary increase of the alkaline phosphatase, in absence of liver or

bone disease, and the resolution after weeks or months, known as Benign Transient

Hyperphosphatasemia of infancy. However, given the presence of this enzyme in

different organs and tissues, mainly in liver and bones, it is essential to carry out an

adequate diagnostic approach in order to rule out serious pathologies.

We report an asymptomatic infant with an unexpected finding of hyperphosphatasemia,

with negative hepatobiliary results with the exception of alkaline phosphatase (1766

U/L), which led to the realization of other studies to rule out bone disease, resulting in a

vitamin D deficiency and imaging findings suggestive of deficient rickets.

A B S T R A C T

REV ARGENT ENDOCRINOL METAB. 2020; 57 #2 50

Bone Diseases

Hyperphosphatemia

Diagnosis

Alkaline Phosphatase

Liver Diseases

Keywords:

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Dado que la FA se encuentra presente en diferentes órganos y

tejidos, se han descritos múltiples causas de su elevación, las

cuales se pueden clasificar en: fisiológicas, patológicas,

benignas, idiopática y otras (tabla 1). Cabe resaltar, que una de

las más frecuentes en la infancia y en los preescolares es la

hiperfosfatasemia transitoria benigna de la infancia (HTBI),

que se puede diagnosticar una vez se hayan descartados (4)patologías hepáticas y óseas .

en el seguimiento de endocrinología pediátrica realizado a los 5

meses de la hospitalización, la madre del paciente hace

referencia a una buena adherencia a la suplencia de vitamina D y

calcio. Se recibió el reporte de FA dentro del rango normal para

la edad de 318.9 U/L.

La hiperfosfatasemia se define como la elevación marcada de la

fosfatasa alcalina. Su prevalencia en niños es desconocida, sin

embargo, suele ser un hallazgo incidental en los servicios de

atención primaria. Es importante establecer el origen con el fin

de realizar diagnósticos diferenciales, ya que se puede

considerar un marcador de enfermedades graves.

DISCUSIÓN

Tabla 1. Causas de hiperfosfatemia.

En 1954, Bach publica la primera descripción de HTBI, como

un incremento transitorio y marcado de la FA en niños sin (5)hallazgos clínicos sugestivos de enfermedad hepática u ósea

Posteriormente, Kraut et al. incluyen otros criterios para

establecer el diagnóstico de esta condición, entre los cuales se

encuentran: edad menores de 5 años, ausencia de síntomas o

enfermedad, ausencia de clínica o laboratorios propios de

patología hepática u ósea, elevación de la FA de 3 a 50 veces por

encima de rango de normalidad para la edad, estudios de

isoenzimas elevadas en hueso y/o hígado y resolución entre los (6)siguientes 4 meses posterior al diagnóstico . La causa de la

HTBI aún no está establecida; sin embargo, se ha encontrado

asociación con infecciones de la vía aérea y gastrointestinales (7,8)de tipo viral, otitis media crónica e incluso asma .

Se han repor tado ot ras causas benignas como la

h i p e r f o s f a t a s e m i a f a m i l i a r b e n i g n a ( H F B ) y l a

hiperfosfatasemia asintomática no familiar persistente

(HANFP). La primera, entidad poco frecuente, se caracteriza

por una FA persistentemente elevada en varios miembros de una

misma familia en ausencia de causas claras que la expliquen; es

hereditaria con un patrón autosómico dominante. En segundo

lugar, la HANFP, la cual carece de antecedentes familiares y

muestra persistencia de la elevación de la FA por más de 4 (9)meses

En cuanto al enfoque diagnóstico, tras el hallazgo casual de

niveles elevados de la FA, es primordial descartar en primera

instancia las causas fisiológicas las cuales no aplican en nuestro

caso, y paralelamente, realizar una adecuada historia clínica y

exploración física. Se debe iniciar con un interrogatorio que

indague: antecedentes personales de enfermedades óseas,

hepáticas, intestinales, genitourinarias o paraneoplásicos,

factores de riesgo de raquitismo como prematuridad,

exposición al sol, duración de lactancia materna, consumo de

fórmula fortificada con vitamina D, toma de medicamentos

(tabla 2) y síntomas asociados.

Tabla 2. Medicamentos potencialmente causantes de la elevación de la (10,12)fosfatasa alcalina .

Tomada y modificadas de: http://pfarmals.portalfarma.com

(web del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España).

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En segundo lugar, se debe realizar un control de la FA, así como

se realizó en el sitio de remisión y en nuestra institución. En

nuestro paciente estas persistían aún elevadas, pero en

disminución respecto a la inicial.

Existen varios métodos que permiten identificar las diferentes

isoenzimas según sus propiedades físicas. Por ejemplo, el

método más utilizado para esto es la electroforesis que ha

demostrado que la isoenzima hepática es termoestable, mientras (12)que la ósea y la placentaria son termolábiles No obstante, lo

que se realiza de forma rutinaria en nuestro país, tanto por

disponibilidad como por costos es la medición de la FA total

sérica. En la siguiente tabla se muestran los valores de

referencia según la edad y el género (tabla 3).

Al examen físico, se debe dirigir hacia la búsqueda de signos de

hepatopatía (ictericia, acropaquia, hepato-esplenomegalia,

ascitis, eritema palmar, telangiectasias) y alteraciones óseas

tales como deformidades y/o dolores óseos, fracturas, entre (10–12)otros . Ninguno de estos hallazgos se observaron en nuestro

paciente, a excepción de un aparente tinte ictérico que como se

explicó anteriormente, fue a causa del consumo de

betacarotenos.

Es importante tener en cuenta que hasta el momento no se ha

establecido un punto de corte específico para determinar

hiperfosfatasemia. Sin embargo, diversos estudios han tomado

como valor de referencia niveles superiores a 1000 U/L.

mientras que otros, han considerado que resultados de 3 a 5

veces el límite superior para adultos es significativo para (13)diagnosticarla . En el caso índice, el valor de la FA superó las

1000 U/L, y fue 2,6 veces mayor que el límite superior para su

edad.

(10,12)Tabla 3. Valores normales de fosfatasa alcalina

Por la deficiencia de vitamina D y calcio, fue necesario iniciar la

suplencia calculada para la edad, con buena adherencia al

tratamiento. En el seguimiento realizado por endocrinología

pediátrica, se recibe el reporte de la fosfatasa alcalina con una

disminución del 81.9% (de 1,766 U/L a 318.9 U/L), ya en rango

de normalidad para la edad.

Finalmente, de no identificarse etiología hepática u ósea, se

debe pensar en otras causas o si bien todos los resultados son

normales, es necesario realizar un nuevo control a los 3 meses (11)siguientes , y según el contexto del paciente atribuirle una de

las condiciones benignas como diagnóstico de exclusión, ya que

constituyen las etiologías más frecuentes de hiperfosfatasemia.

Por tanto, es imprescindible saber que esta condición existe y

cuáles son las posibles etiologías para realizar un adecuado

enfoque diagnóstico y manejo de esta.

El estudio debe continuar con análisis de laboratorio tales como

hemograma, glucemia, función renal y perfil hepatobiliar

completo. Siguiendo a esto, y de acuerdo con los hallazgos, se

orientará el diagnóstico según la sospecha. Por tanto, si es de

origen hepático se debe completar estudio con: perfil lipídico,

serología para hepatitis, ecografía o TAC abdominal. Si por el

contrario, se sospecha una alteración ósea, se deben medir:

calcio, fósforo, paratohormona, proteínas totales y albúmina,

electrolitos en orina, 1,25 dihidroxi vitamina D3, 25 hidroxi

vitamina D, radiografía de huesos largos, radiografía de cráneo, (10,12)edad ósea y/o gammagrafía . En nuestro paciente, se solicitó

valoración por gastroenterología pediátrica descartando

hepatopatía. Esto, llevó a la búsqueda de alteraciones óseas,

motivo por el cual fue valorado por endocrinología pediátrica.

Los estudios solicitados demostraron una deficiencia de la 25-

OH- vitamina D y de la 1,25-OH-vitamina D, y cambios

imagenológicos que explicarían la elevación de la fosfatasa

alcalina como marcador de recambio óseo.

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