revisión de pares académicos del artículo: consecuencias

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Revisión de pares académicos del artículo: "Consecuencias de la aspersión aérea en la salud: Evidencia desde el caso colombiano" (Camacho y Mejía, 2015) Daniel M. Rico Orlando Scoppetta Diego Cuéllar

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Page 1: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

Revisión de pares académicos del artículo:

"Consecuencias de la aspersión aérea en la salud: Evidencia desde el caso colombiano" (Camacho y Mejía, 2015)

Daniel M. RicoOrlando ScoppettaDiego Cuéllar

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Revisión de pares académicos del artículo:

"Consecuencias de la aspersión aérea en la salud: Evidencia desde el caso colombiano" (Camacho y Mejía, 2015)

Daniel M. RicoOrlando ScoppettaDiego Cuéllar

Page 3: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

DANIEL M. RICOEconomista, Máster en Administración Pública y candidato a Doctorado en Políticas Públicas, Universidad de Maryland.

ORLANDO SCOPPETTA Psicólogo, Máster en Estudios de Población.

DIEGO CUELLAREstadístico, Máster en Estadística y Máster en Matemáticas, Texas A&M University.

Revisión de pares académicos del artículo "Consecuencias de la aspersión aérea en la salud: Evidencia desde el caso colombiano" (Camacho y Mejía, 2015)

Junio 2016 Los análisis contenidos en este documento solo comprometen a los autores.

7

12

12

29

31

INTRODUCCIÓN

ANÁLISIS DEL PROCESO DE REVISIÓN YDIVULGACIÓN DEL ESTUDIO

REVISIÓN DE PARES ACADÉMICOS

OBJETIVOS DE LA REVISIÓN

FUNDAMENTO METODOLÓGICO

CONCEPTO DE LA EVALUACIÓN

TÍTULO

INTRODUCCIÓN

MÉTODO

FUENTES DE INFORMACIÓN

DISEÑO DEL MODELO ESTADÍSTICO

ANÁLISIS DE CAUSALIDAD

PANEL DE DATOS PARA EL CONTROL DE DIFERENCIAS

RESULTADOS

CONCLUSIONES/DISCUSIÓN

VALORACIÓN GLOBAL

BIBLIOGRAFÍA

Contenido

Page 4: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

7Revisión de pares académicos

Introducción

La aparición del reporte del IARC1 en el que se re-

clasificaron varias sustancias químicas por su poten-

cial cancerígeno, llevó al Gobierno Nacional a sus-

pender el Programa de Aspersión Aérea con uso de

glifosato, teniendo en cuenta el riesgo eventual para

la salud por esta actividad. El reporte de la IARC es

de carácter preliminar y no se conocen aún los deta-

lles técnicos ni los fundamentos de sus conclusiones.

Antes de su aparición, en Colombia se ha dado un de-

bate académico acerca de la validez de diferentes es-

tudios que buscan establecer la posible relación entre

el uso de glifosato mediante aspersión aérea y daños

a la salud y al ambiente.

Estudios realizados para Colombia y de especial

seguimiento al programa de aspersión aérea, en-

tre ellos de Solomon y otros (2007), Henao y otros

(2007), el de Sanín y otros (2008), y del Instituto Na-

cional de Salud publicado por Varona y otros (2009),

indican que no hay efectos negativos considerables

para la salud por el uso del glifosato en la erradica-

ción de cultivos ilícitos. En la literatura global de se-

guimiento al glifosato en otras formas de aplicación y

contacto, tampoco se encontró una indicación sólida

sobre sus impactos en la salud pública.

En contraste, el estudio llevado a cabo por Cama-

cho y Mejía afirma lo contrario a lo expuesto por la

literatura médica nacional e internacional. A pesar de

ser un estudio sin mayor difusión científica, este ha

tenido una gran repercusión en el país. Hasta el pun-

to que la Corte Constitucional, mediante Auto 073 de

2014, lo cita como evidencia en la que fundamenta

parcialmente su solicitud de estudios para determi-

nar el impacto de las aspersiones aéreas con glifo-

sato.

Con el anuncio, en mayo de 2015, del Gobierno Na-

cional de suspender la aspersión aérea como criterio

de precaución frente a los potenciales impactos del

glifosato en la salud pública, aumenta la importancia

del análisis sobre la evidencia disponible relacionada

con este programa y sus posibles efectos colaterales

en la salud. En particular, dada la gran atención que

el estudio de Mejía y Camacho ha concentrado en los

medios de comunicación y la influencia de sus con-

clusiones, las que relacionan la aspersión aérea con

distintos desenlaces en la salud.

En este sentido nos enfocamos en el documento de

Camacho y Mejía, “Consecuencias de la aspersión aé-

rea en la salud: evidencia desde el caso colombiano”,

en sus versiones conocidas por los evaluadores. Este

estudio hace un ejercicio econométrico con fuentes

secundarias de análisis, cruza los datos de los Regis-

tros Individuales de Prestación de Servicios de Salud

(RIPS), con los reportes municipales de aspersión aé-

rea, sin trabajo de campo ni observaciones directas a

individuos. Este método les lleva a concluir que:

“La aspersión aérea del municipio de

residencia incrementa el número de consultas

médicas relacionadas a la exposición al

glifosato; concretamente, encontramos efectos

negativos sobre problemas dermatológicos y

abortos”2

La gravedad de los impactos que los autores se-

ñalan debería motivar acciones inmediatas con res-

pecto de la continuidad del programa de aspersión

aérea y terrestre con glifosato; sin embargo, antes de

adoptar acciones reactivas frente al estudio citado, es

1 www.thelancet.com/oncologyPublishedonlineMarch20,2015;2 MejíayCamacho,2014;versiónenespañolpublicadaenellibro“CostosEco-

nómicosySocialesdelConflictoenColombia”(2014).UniversidaddelosAn-des,página5.

Page 5: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

9Revisión de pares académicos8 Revisión de pares académicos

• El método empleado que usa fuentes se-

cundarias sin observaciones de campo es

insuficiente para establecer relaciones de

tipo causal entre la aspersión aérea y la

ocurrencia de problemas de salud. Los au-

tores hacen una atribución de una relación

causal a partir de datos poblacionales sin

haber establecido previamente la relación

causal específica entre los eventos estudia-

dos, constituyendo un típico caso de falacia

ecológica4.

• Los supuestos econométricos fijados por los

autores en el contexto metodológico, resul-

tan ser de facto hipótesis asumidas como

ciertas. Estos supuestos son utilizados por

los autores para varios propósitos: simplifi-

car algunas realidades, construir los grupos

de control y superar otros obstáculos meto-

dológicos como la definición de las varia-

bles instrumentales. En este sentido es im-

portante agregar que los supuestos elegidos

son fácilmente falseables y, en no pocos ca-

sos, contrarios a las realidades observadas

en las zonas rurales de Colombia.

• Mejía y Camacho enfrentan múltiples difi-

cultades al utilizar la base de datos de los

RIPS (sistema diseñado para el registro

contable de pagos) como mecanismo alter-

no para el seguimiento de morbilidad.

• A pesar de los múltiples ajustes a la base de

datos propuestos por los autores, estos no

logran un acertado criterio de identificación

e imputación de casos de abortos. Como re-

sultado de un manejo poco ortodoxo de las

fuentes de información, los autores asumen

como ciertos algunos hechos sin evidencia.

Si bien estas no son las únicas dificultades obser-

vadas en el estudio, nos centraremos en estas du-

rante el proceso de revisión, dado que cada una de

ellas hace inviable la aceptación de las conclusiones.

Por lo anterior, los hallazgos de los autores resultan

inconsistentes a la luz de la revisión del método em-

pleado, con lo que la relación de causalidad entre los

problemas de salud (abortos y dermatológicos) y la

aspersión aérea propuesta por Mejía y Camacho, no

satisface, de acuerdo con nuestros criterios técnicos,

los parámetros requeridos de investigación en salud

pública, ni los criterios de elegibilidad para conside-

rarse como un aporte fiable y sólido a la evidencia

científica disponible.

El artículo de Camacho y Mejía tiene problemas

de rigurosidad metodológica y vacíos analíticos que generan conclusiones

frágiles y especulativas sobre la causalidad de la aspersión aérea en problemas de salud

4 Paraentenderelconceptodefalaciaecológicapodemosproveerunejemploclásico:Concluirquetienenmásprobabilidaddesuicidio lossujetosdere-gionesdondepredominanreligionesprotestantesqueenlasregionesdondepredominalareligióncatólicaojudía.EmileDurkheim,ensuestudioclásicosobreelsuicidioen1897, incurrióenestafalaciaaldarlealcancecausalacorrelacionesobservadasentrelascifrassocialesdelsuicidio.Unanálisisdeloscasosespecíficospodríamostrarsiotrasvariables,porejemplo,enferme-dadesmentales,lascaracterísticasdemográficasuotrosfactores,explicaríanlasdiferenciasenlascifrasdesuicidio.

importante señalar que esta investigación académi-

ca no ha estado libre de controversia en los circuitos

académicos. Por lo anterior, consideramos oportuno

evaluar desde la perspectiva de la investigación en

salud pública, la calidad, factibilidad y credibilidad de

la evidencia presentada por estos autores, y contri-

buir a un debate público en torno de la salud de las

comunidades afectadas por los cultivos ilícitos, de-

bate que consideramos se debe continuar y ampliar

con nuevas voces y preguntas.

Para los evaluadores es importante aclarar que

este análisis no implica un reconocimiento ni una

negación de los efectos de la aspersión aérea en la

salud humana o el medio ambiente. Otros estudios de

mayor alcance deberán despejar las preguntas sobre

el impacto en la salud de la aspersión aérea con gli-

fosato, dado que este es un tema en el que no existen

argumentos definitivos hasta ahora.

Igualmente, las conclusiones de esta revisión de

pares académicos no se deben leer como una reco-

mendación por mantener, modificar o eliminar la

suspensión del programa de aspersión. Nuestro pro-

pósito, como ya lo hemos manifestado, es brindar una

nueva lectura a la difundida hipótesis que relaciona

daños a la salud –particularmente abortos– con as-

persión aérea. Consideramos que la validación de

esta tesis es de vital importancia para el Estado co-

lombiano en varios contextos de política pública, en-

tre ellos, los fallos judiciales ante las demandas por

afectación colateral de la aspersión aérea, los que

suman más de 1,5 billones de pesos según reporta

la Agencia de Defensa Jurídica del Estado (marzo,

2016).

Con este objetivo claro, constituimos un panel

de pares académicos en las tres áreas en las que se

suscribe el citado artículo: salud pública, estadística

y políticas antinarcóticos. Este análisis está dividido

en dos etapas. Primero, una revisión del documento

preliminar presentado en su versión en español en

septiembre de 2013 y los posteriores comentarios

que los autores aportaron a los medios de comunica-

ción. En una segunda etapa se analizan los criterios

de “conocimiento del tema, imparcialidad, academi-

cidad, innovación y responsabilidad”3 de la versión

final (en inglés) que nos fue amablemente suminis-

trada por los autores en mayo de 2015.

Al observar en detalle la construcción argumen-

tativa del artículo se observa que existen problemas

de rigurosidad metodológica y vacíos analíticos que

generan conclusiones frágiles y especulativas en tor-

no de la causalidad de la aspersión aérea en proble-

mas de salud.

Las conclusiones del proceso de revisión se resu-

men en los siguientes postulados:

• Se observa un constante vacío analítico en

favor de una hipótesis, condición que se ma-

nifiesta a lo largo de todo el estudio, desde

la selección de la bibliografía de referencia,

hasta la exclusión total de hipótesis alterna-

tivas y la interpretación parcial de los datos

generados por el propio estudio.

• El análisis de significancia presentado por

los autores es cuestionable y en sentido es-

tricto incompleto, en la medida en que no

se presentan indicadores con respecto del

ajuste del modelo en sí mismo. Los procesos

de bondad de ajuste (goodness of fit, en in-

glés) están ausentes en las versiones cono-

cidas del documento.

3 SegúnloexplicanLadróndeGuevara,M.Hincapié,J.Jackman,J.Herrera,O.,yCaballero,C(2008).Revisiónporpares,quéesyparaquésirve.SaludUni-norte;24(2)258-272.

Page 6: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

11Revisión de pares académicos10 Revisión de pares académicos

investigación. Posteriormente y de acuerdo con la

información suministrada por los autores, la prime-

ra publicación del estudio la hizo la Universidad de

los Andes como parte del libro Costos Económicos y

Sociales del Conflicto en Colombia (2014) donde fue

objeto de un proceso de revisión de pares académi-

cos dentro de la misma universidad.

Considerando que en los textos finales del estudio

hay una total ausencia de información sobre el pro-

ceso de evaluación interna en la Universidad de los

Andes, se plantean algunos interrogantes para los

autores.

Dado que los anexos, detalles técnicos y comple-

titud de los datos estuvieron disponibles solo un año

después de esta primera publicación: ¿Qué criterios

aplicaron los pares académicos, para aprobar la pu-

blicación de una versión incompleta del estudio? ¿En

dicha revisión participaron expertos en medicina o

ciencias de la salud o, por el contrario, este trabajo de

salud pública solo fue objeto de revisión por parte de

economistas?

Los autores de esta revisión entendemos que el

proceso de publicación en una revista especializada

es a veces lento y de avances progresivos, lo que im-

plica, en algunos casos, varios años de ajustes y me-

joras a los estudios, también, que muchas investiga-

ciones académicas no logran surtir todo el proceso.

No obstante, el trabajo de Mejía y Camacho se puede

ubicar en una etapa intermedia de avance (zona gris)

que hasta ahora cuenta con una versión completa

que es la que inicia el proceso de diálogo académico

nacional e internacional. Con seguridad, este estudio

se podrá nutrir y consolidar con las observaciones

independientes de otros pares académicos o negar-

se su fiabilidad por las debilidades metodológicas y

archivarse sin ser publicado en un espacio de reco-

nocimiento académico.

En este sentido y dada la gran resonancia que este

trabajo sobre salud y glifosato ha tenido en Colombia,

consideramos fundamental para las decisiones de

política pública, que los autores hagan públicas todas

las respuestas y comentarios técnicos que reciban o

hayan recibido de las revistas especializadas y los

evaluadores internacionales frente a su estudio. Esta

apertura y transparencia académica durante el pro-

greso de la publicación sería una contribución signi-

ficativa a este importante debate de salud pública.

El glifosato es un producto tóxico, por lo

que la relación entre esta sustancia y el daño a la

salud está probada. Lo que no está probado es que

exista una relación entre el programa de aspersión aérea colombiano y daños a la salud de poblaciones

donde se asperja

Análisis del proceso de revisión y divulgación del estudio

La atención al estudio de Mejía y Camacho pasó,

en octubre de 2013, del plano académico a la pren-

sa nacional, cuando uno de los autores denunció

una censura a su investigación por parte de la Can-

cillería. Según declaró Mejía Londoño a los medios

de comunicación, esta entidad le pidió, a nombre del

Gobierno, aplazar la publicación de sus hallazgos,

para no afectar la defensa del Estado colombiano en

un proceso judicial con el vecino país de Ecuador.5 Si

bien los detalles sobre las versiones contradictorias

entregadas por Mejía y el Ministerio de Relaciones

Exteriores acapararon la atención de los medios, muy

poco énfasis se le dio al contenido de los hallazgos

presentados por los autores a pesar de su gravedad.

En los casi tres años transcurridos desde aquel

debate mediático, los investigadores Daniel Mejía y

Adriana Camacho no publicaron los resultados en

una revista especializada. La versión preliminar se

mantuvo incompleta (sin los anexos enunciados en

el texto difundido por los autores) y la estructura es-

tadística del análisis tampoco estuvo disponible para

una revisión o réplica por parte de otros académicos

o analistas.

Durante los 21 meses transcurridos entre la de-

nuncia de censura de Mejía y la presentación de una

versión final del estudio, contabilizamos 56 declara-

ciones a medios nacionales e internacionales donde

Daniel Mejía reafirma las conclusiones de su estudio

inconcluso. A las declaraciones de Mejía se le suma-

ron en este periodo las réplicas a sus declaraciones

que incluyeron afirmaciones de figuras de prestigio

en la academia y la política nacional, así como refe-

rencias en un auto de la Corte Constitucional donde

se citaron las conclusiones de los autores como “evi-

dencia científica”.

Resulta paradójico y problemático que este es-

tudio, sin haber surtido los mecanismos esenciales

de validación académica, se haya convertido en una

realidad mediática años antes de ser terminado, sin

haber sido publicado en una revista especializada o

surtido una evaluación de pares académicos que va-

lide, amplíe o revise los métodos y conclusiones de

los autores. Con esta revisión de pares académicos

buscamos enmendar parte del proceso científico que

en estricto rigor se debió dar antes de generar tal ni-

vel de controversia.

Este proceso inició en mayo de 2013 cuando se

conocieron los primeros resultados del estudio ci-

tado en conferencias académicas6 donde los auto-

res presentaron los resultados preliminares de esta

Este análisis no reconoce ni niega los efectos de

la aspersión aérea en la salud humana o el medio ambiente. Otros estudios de mayor alcance deberán

despejar las preguntas sobre el impacto en la salud de la aspersión aérea con glifosato

5 DeclaracionesdeDanielMejía,directordelCESEDdelaUniversidaddelosAn-des;WRadio,7/10/2013.Transcripciónparcialdelaentrevistaen:http://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/graves-revelaciones-de-unian-des-sobre-fumigaciones-con-glifosato-en-la-frontera/20131007/nota/1989654.aspx

6 Un avance de la investigación fue presentado en la Séptima ConferenciaAnual de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Política de Drogas(ISSDP por sus siglas en inglés), realizada en la Universidad de los Andes,Bogotá,mayode2013.www.wradio.com.co/noticias/actualidad/graves-re-velaciones-de-uniandes-sobre-fumigaciones-con-glifosato-en-la-fronte-ra/20131007/nota/1989654.aspx

Page 7: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

13Revisión de pares académicos12 Revisión de pares académicos

ponde. También se valora la presentación explícita de

investigaciones previas, su actualidad y posiciona-

miento relativo de los investigadores. Asimismo, se

pondera la presentación de los vacíos o contradiccio-

nes que conducen al proceso de investigación. Adi-

cionalmente, se verifica que estén formuladas clara-

mente las preguntas de investigación y las hipótesis

(Ladrón de Guevara, et al, 2008).

En términos generales la introducción cumple con

los propósitos de ubicar al lector en la investigación.

Sin embargo, se utilizan pocos estudios relevantes y

relacionados con el tema central, a diferencia de lo

utilizado para otros eventos como la postulada in-

efectividad de la aspersión en la disminución de los

cultivos ilícitos. Lo anterior indica que los temas de

salud en el programa de aspersión aérea no son el eje

central en esta introducción.

Dado que en la introducción no se hace el desa-

rrollo esperado del estudio y de acuerdo con esta

metodología de revisión de pares, se tomará como

extensión de la introducción el capítulo dos del do-

cumento, denominado revisión de la literatura, donde

se extiende la exposición de la evidencia previa. En

este aparte se indica cuál es el vacío que pretenden

resolver con esta investigación. Se expresa así, por

parte de los autores, en la página 10:

“A pesar de la amplia documentación que se

ha hecho en la literatura científica acerca de

la correlación existente entre la exposición a

los herbicidas utilizados en las campañas de

aspersión aérea y la prevalencia de trastornos

de salud, ninguno se ha preocupado

por corregir los posibles problemas de

endogeneidad que hacen que los efectos no

puedan ser interpretados como causales”.

En este aparte, aunque se pretende dejar sentado

el problema de conocimiento a resolver con la inves-

tigación en cuestión, también se podría evidenciar

un problema conceptual de la investigación en sí

misma, pues señala que aunque existe evidencia de

correlación entre el uso de glifosato y problemas de

salud, estos estudios no alcanzan el nivel de análisis

de causalidad.

De la condición anterior se desprenden varios in-

convenientes conceptuales. Debido a que el análisis

de correlación no es de tipo causal, las investigacio-

nes antecedentes a esta son de tipo correlacional. Por

esta razón, precisamente, no se conoce un piso cau-

sal sólido que sustente la posible relación entre la as-

persión por glifosato y daños a la salud. En lo anterior

estamos de acuerdo con los autores. El equívoco está

en la afirmación según la cual con su artículo se sub-

sanan y superan las fallas de los estudios anteriores.

Desarrollando el argumento descrito, partimos

del claro reconocimiento de que el glifosato es un

producto tóxico, por lo que la relación causal entre

esta sustancia y el daño a la salud está probada. Lo

que no está probado es que exista una relación causal

entre el programa de aspersión aérea colombiano y

daños a la salud de poblaciones en las áreas geográ-

ficas de tal aspersión.

Por otra parte, los autores asumen que la supera-

ción de la endogeneidad7, es condición suficiente para

lograr que un estudio sea de naturaleza causal, lo que

no resulta del todo claro, pues las condiciones epis-

temológicas y metodológicas para establecer causa-

lidad tienen un grado de mucha mayor exigencia. En

otras palabras, el establecimiento de relaciones de

7 Un avance de la investigación fue presentado en la Séptima ConferenciaAnual de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Política de Drogas(ISSDP por sus siglas en inglés), realizada en la Universidad de los Andes,Bogotá,mayode2013.www.wradio.com.co/noticias/actualidad/graves-re-velaciones-de-uniandes-sobre-fumigaciones-con-glifosato-en-la-fronte-ra/20131007/nota/1989654.aspx

Revisión de pares académicos

Objetivos de la revisiónEvaluar, desde la perspectiva de la investigación

en salud pública, la calidad, factibilidad y credibilidad

de la evidencia presentada por el documento Conse-

cuencias de la aspersión aérea en la salud: evidencia

desde el caso colombiano, por Camacho y Mejía.

Fundamento metodológicoSe utilizará un enfoque de revisión de pares, cum-

pliendo con los criterios de conocimiento del tema,

imparcialidad, rigor académico, innovación y res-

ponsabilidad (Ladrón de Guevara, et al, 2008). Se

desarrolla una guía de revisión por pares, adaptada

para el caso, la cual incluye la valoración de la ade-

cuación de:

Título

Introducción • Marco Teórico

• Coherencia Descriptiva

Método • Fuentes

• Diseño del Modelo

• Análisis

• Panel de Datos para el

Control de Diferencias.

Resultados

Conclusiones

Concepto de la evaluación

TítuloSe valora si el título da cuenta del tema aborda-

do en el estudio y las principales variables estudia-

das. Así, el lector puede tener una idea más adecuada

acerca de los alcances de la investigación (Ladrón de

Guevara, et al, 2008).

En este caso, se plantean tres observaciones: en

primer lugar el título del documento podría especifi-

car mejor las características del estudio. Por ejemplo,

la relación o consecuencias de la aspersión aérea so-

bre síntomas respiratorios, dermatológicos y abortos

en población colombiana.

En segundo lugar los autores atribuyen desde el

título una relación de causalidad al titular “Conse-

cuencias de la aspersión sobre la salud”, relación que

no queda demostrada en el desarrollo del artículo.

Una tercera observación es la ausencia de trabajo

de campo, de validación in situ de los resultados y de

la función de complemento a otros trabajos. Esto se

suma a la ausencia de mecanismos de identificación

individual válidos, lo cual restringe a los autores para

catalogar correctamente su estudio como “eviden-

cias del caso colombiano” en el título.

En el mismo sentido las “evidencias” como plural,

no reflejan el tipo de análisis provisto por los autores,

dado que estos no incorporan en su análisis ningu-

no de los otros estudios sobre salud y glifosato rea-

lizados en Colombia y una fracción mínima (además

sesgada) de los realizados globalmente.

IntroducciónEn este aparte se analiza hasta qué punto se pre-

senta una justificación de la importancia del tema y

se identifica la línea de investigación a la que corres-

Page 8: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

15Revisión de pares académicos14 Revisión de pares académicos

cho amerita un comentario adicional. Este es quizás

el principal trabajo científico que con evidencia de

campo (y con revisión de pares académicos) analiza

en mayor detalle el impacto en la salud de la asper-

sión aérea en Colombia.

Este estudio, de gran envergadura, titulado “Estu-

dio de los efectos del Programa de Erradicación de

Cultivos Ilícitos mediante la aspersión aérea con el

herbicida Glifosato (PECIG) y de los cultivos ilícitos

en la salud humana y en el medio ambiente”9 fue fi-

nanciado por la Organización de Estados America-

nos (OEA) y es hasta ahora el principal soporte cien-

tífico en la defensa jurídica del Estado colombiano

y el aval para la licencia ambiental del programa de

aspersión.

En el trabajo de Mejía y Camacho solo se incluye

una referencia parcial y mínima a esta que ha sido

la investigación más grande y exhaustiva sobre las

posibles afectaciones del glifosato al ambiente y la

salud en Colombia. Su única referencia al trabajo de

Solomon en su estudio es:

“De manera similar, Solomon et al. (2007)

indica que los niveles de concentración del

glifosato usado en la aspersión aérea en

Colombia son tan bajos que no implican un

riesgo significativo para la salud humana”10.

La referencia marginal al trabajo coordinado por

Keith Solomon en la versión final del estudio de Mejía

y Camacho (y su total desconocimiento en las ver-

siones preliminares), es especialmente significativa.

Consideramos que el trabajo de Solomon es superior

en método y rigurosidad, ya que combina fundamen-

tos de base científica validadas con observaciones

en el terreno. Este trabajo incluyó la toma de mues-

tras de sangre a personas que efectivamente habían

estado expuestas al glifosato y el análisis en labora-

torio de las posibles afectaciones observables en las

muestras, sus resultados negaron la existencia de

patologías.

En una dinámica similar de sesgo en la construc-

ción del marco teórico, otros trabajos científicos tam-

bién fueron excluidos por parte de los autores (Henao,

Varona y Álvarez; 2007). Este estudio omitido por

Mejía y Camacho, se basó en la toma de muestras de

orina y sangre en personas que entraron en contacto

con la aspersión aérea en ocho departamentos y con-

cluye que “No hubo hallazgos concluyentes entre la

exposición a glifosato empleado en la erradicación de

cultivos ilícitos y los efectos en la salud, debido a que

se halló exposición ocupacional concomitante por la

misma sustancia y por otras de mayor toxicidad que

el glifosato”.

En síntesis, se observa que en el caso de Mejía y

Camacho, estos presentan un marco teórico incom-

pleto, que no establece un diálogo con los trabajos

previos realizados en Colombia ni en otros países.

Se abstienen de hacer una interpretación compara-

tiva de sus hallazgos, al no explicar o referenciar por

qué su modelo estadístico arroja resultados diferen-

tes a los observados por Solomon, 2007, Sanín, 2008

y Henao, Varona y Álvarez; 2007, entre otros, en los

que vale la pena enfatizar que los resultados de es-

tos autores sí fueron ampliamente discutidos por la

comunidad científica internacional, y publicados en

revistas especializadas, siguiendo, por tanto, los pro-

cedimientos de revisión de pares académicos11.

9 Solomon,K;Anadón,A;Cerdeira,A;Marshall,JySanín,L(2007).EstudiodelosefectosdelProgramadeErradicacióndeCultivosIlícitosmediantelaas-persiónaéreaconelherbicidaGlifosato(PECIG)ydeloscultivosilícitosenlasaludhumanayenelmedioambiente.Washington:CICAD.

10 TraducidodelaversióneninglésdeMejíayCamacho(2015),Pág.7.EnlasversionespreliminaresdelestudiodeMejíayCamachodel2013y2014,nosehacíaningunareferenciaaltrabajodeSolomon.

11 ReviewsofEnvironmentalContaminationandToxicology,enelcasode(Solo-mon,etal,2007)ylarevistaBiomédicadelInstitutoNacionaldeSaludparalapublicaciónde(Henao,VaronayÁlvarez;2007).

causalidad requiere de estudios donde se comprue-

be que las personas estudiadas entraron en contacto

con el agente (glifosato por aspersión en este caso) y

manifestaron síntomas compatibles con las reaccio-

nes biológicas conocidas de este agente, nivel al que

no llega el estudio propuesto por Camacho y Mejía.

Para ser más claros. En los estudios causales se

requiere la capacidad de establecer en firme que la

variable estudiada (en este caso los síntomas), son

causados por la exposición al agente (el glifosato por

aspersión), algo que los autores intuyen y asumen,

pero no logran demostrar. Esta imposibilidad en la

demostración se deriva de la incapacidad del mode-

lo por hacer un efectivo control de los posibles efec-

tos de otros factores, y su nulo interés por descartar

otras hipótesis que podrían estar explicando cam-

bios en las características de respuesta.

Como se puede observar, lo anterior solo se lo-

gra en estudios experimentales, propiamente dichos,

donde se controla la exposición al agente y otros fac-

tores que pueden interferir con los resultados. Por

supuesto, un estudio estrictamente experimental en

este caso debe considerar que no sería ética la expo-

sición deliberada de los sujetos a un agente que afec-

taría su salud. La otra opción son los estudios longi-

tudinales (de cohortes), donde un grupo de personas

es seguido por un tiempo prolongado con un registro

minucioso de la exposición a distintos eventos que

pueden afectar su salud. De estudios de este tipo ha

surgido, por ejemplo, el conocimiento más valioso

para explicar enfermedades crónicas.

Con respecto de la revisión bibliográfica presen-

tada por los autores en la introducción, observamos

que esta es incompleta y, en sentido estricto, sesga-

da. Una revisión de la bibliografía sobre salud huma-

na y glifosato permite acceder a cientos de artículos

publicados en revistas especializadas. Sin embargo,

Mejía y Camacho proveen en su bibliografía una ma-

yor parte de artículos que no han sido publicados en

revistas especializadas. Solo seis apartados reúnen

esta condición, sumando los citados de publicaciones

científicas o de libros que compilan otros estudios,

por tanto, el marco teórico seleccionado en la rela-

ción entre salud y glifosato es incompleto y, en senti-

do estricto, desbalanceado a favor de la hipótesis de

los autores.

De los textos seleccionados por los autores cinco

de ellos (Benachour y Seralini, 2008; Cox, 1995a; Cox

1995b; Franz, 1997 y Relyea 2005) van en el mismo

sentido de corroborar la tesis de los autores y solo

un estudio referenciado (Solomon, et al; 2007) va en

contravía de sus hallazgos. Los autores desconocen

una parte importante de la literatura científica que

controvierte sus conclusiones (De Roos, 2005; Faria,

2009; Soares, 2012; Dabrowski, 2014; Manfo, 2012;

Jauhiainen, 1991 y Cherukuri, 2014; entre otros).

La inclusión del trabajo del profesor Solomon8,

el cual contradice los resultados de Mejía y Cama-

8 KeithSolomonesprofesoreméritode laUniversidaddeGuelphenCanadá,autoridadmundialentemasdegenotoxicidadyecología.Ensuhojadevidaregistranmásde360publicacionesacadémicas.

Mejía y Camacho redefinen el criterio de abortos, al señalar que

una mujer que acude en estado de gestación

a una cita médica y posteriormente no

reporta un nacimiento, se considera un “aborto”.

¿Son estos abortos reales y verificables?

Page 9: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

17Revisión de pares académicos16 Revisión de pares académicos

En síntesis, vale la pena resaltar que algunos ar-

gumentos expuestos por los pares académicos apli-

can a más de uno de los componentes a desarrollar.

Para evitar la duplicidad de los comentarios nos con-

centramos solamente en los tres primeros y el últi-

mo de los componentes que son: i) fuentes, ii) diseño

del modelo, iii) análisis y vii) panel para el control de

diferencias. Los restantes se incluyen dentro de los

argumentos desarrollados como parte del análisis de

los cuatro elementos en que se centró esta revisión.

Fuentes de informaciónUn asunto importante del estudio está en la selec-

ción de las fuentes de información. Con el propósito

de dar una lectura desde datos agregados, los autores

eligieron la base de datos del Registro Individual de

Prestación de Servicios de Salud (RIPS) como base

de contraste frente a los reportes municipales de as-

persión aérea de la Policía Nacional. Entre las fuentes

de información, Mejía y Camacho no incluyen infor-

mación primaria o referencias de trabajo de campo.

Primero hacemos una referencia a los registros de

salud utilizados (RIPS), posteriormente, un análisis

de los supuestos usados para la categorización de la

variable abortos y, por último, un estudio de los regis-

tros de municipales de aspersión aérea.

El subregistro y sesgo urbano de los RIPSLos RIPS que utilizan los autores no son un regis-

tro de las condiciones de salud de los individuos: los

datos consignados en esta base son una referencia

contable usada para el monitoreo de pagos y soportes

contables en el sistema de salud. Esta es una de las ra-

zones que hacen que los RIPS no sean una herramien-

ta idónea para el seguimiento longitudinal en salud,

ni un instrumento para la reconstrucción de historias

clínicas.

La base de datos del RIPS no permite identificar

quiénes estuvieron expuestos a la aspersión (o al me-

nos tuvieron mayor probabilidad de exposición) ni

trazar un seguimiento a las mujeres para definir con

certeza si estas tuvieron un aborto. Ambos factores

erosionan la fiabilidad de las conclusiones propuestas.

El uso de los RIPS en este estudio es problemático

y en cierto sentido especulativo por varias razones:

A. Los RIPS presentan un gran subregistro

en la información. Para referenciar este caso,

en una reciente consulta de eventos de in-

fluenza en Colombia, se encontró que para el

2011, se dejaron de reportar al menos un 40%

de consultas médicas por este servicio.

Otro indicio del importante subregistro lo

obtenemos al consultar el número de naci-

mientos en las fuentes oficiales de Estadísticas

Vitales, Base Única de Afiliados (BDUA) para

asegurados menores de un año. Comparándo-

lo con la vacunación y nacimientos reportados

en RIPS para el año 2013, se puede constatar

que los nacimientos reportados en RIPS, son

consistentemente menores a los casos repor-

tados en las demás fuentes13. Esto quiere decir

que los RIPS usados por Mejía y Camacho par-

ten de una condición evidente y consistente

de subregistros de nacimientos en Colombia.

Esta es una circunstancia que los autores no

observan, no destacan y mucho menos ajustan

en su modelo.

13 Losdatosutilizadosenel literal(a)provienendeanálisisdesarrolladosporDiegoCuéllar.

MétodoSe espera que la exposición del método permita

a otro investigador la réplica del estudio. Debe estar

clara la definición de las variables, los instrumen-

tos utilizados, los procedimientos, el diseño y cómo

se hizo el análisis de resultados. El método debe ser

acorde con el objetivo de la investigación.

Camacho y Mejía presentan su método de investi-

gación en los siguientes términos:

“Este capítulo describe un ejercicio estadístico

en el cual se utilizan las siguientes dos

fuentes de información: primero se construye

un panel de registros médicos individuales de

todo el país, desde 2003 hasta 2007, a partir

de los Registros Individuales de Prestación

de Servicios de Salud (RIPS) y los datos

diarios del número de hectáreas asperjadas

por municipio durante el mismo periodo

de tiempo. La unión de estas dos fuentes

de información se utiliza para estimar el

efecto de la aspersión sobre enfermedades

dermatológicas, oculares, endocrinas y

abortos”.

“La estrategia empírica que seguimos (ver

Camacho y Mejía, 2013) nos permite tener un

diseño cuasi-experimental apropiado para

estudiar el efecto de la aspersión aérea sobre

los resultados de salud e interpretar nuestros

resultados como efectos causales (resaltado

fuera del texto). Nuestro trabajo hace tres

contribuciones a la literatura existente sobre

este tema. En primer lugar, la fortaleza de

nuestro estudio comparado con otros que han

intentado estimar los efectos de la aspersión

sobre los trastornos de salud es el gran tamaño

de la muestra que utilizamos. En particular,

nuestros datos contienen todos los registros

(resaltado fuera del texto) administrativos de

consultas médicas en Colombia desde 2003 a

2007, que después de un proceso de limpieza,

el cual se describirá más adelante, contiene

más de 50 millones de observaciones; esto

nos permite encontrar resultados muy

precisos y robustos en nuestros resultados

empíricos. En segundo lugar, los datos con

los que contamos nos permiten establecer un

vínculo entre la fecha exacta y la magnitud

de la aspersión aérea con el día de la consulta

médica.

“Finalmente, la posibilidad de construir un

panel de resultados de salud a nivel individual

es única, en el sentido que controla por

diferencias en comportamientos, genética y

estado básico de salud de los individuos”12.

Para facilitar el análisis del método presentado por

Mejía y Camacho, damos a conocer nuestros argu-

mentos frente a los componentes del método descrito

por los autores, tratando de seguir el mismo orden en

que fueron presentados: i) fuentes de información, ii)

diseño del modelo estadístico, iii) análisis de causa-

lidad, iv) amplitud y representación de la muestra, v)

limpieza y parametrización de los datos, vi) asocia-

ción de temporalidad y volumen entre los registros

de aspersión y consultas médicas, vii) panel para el

control de diferencias.

12 MejíayCamacho (2014), tomadode laversiónenespañolpublicadapor laUniversidaddelosAndes,negrillasnoincluidasenlaversiónoriginal

Page 10: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

19Revisión de pares académicos18 Revisión de pares académicos

dencia o con el municipio donde se encuen-

tra la IPS donde le fue prestado el servicio de

salud.

En relación con lo anterior se tiene un bajo

reporte de los resultados de esta transforma-

ción en la información, lo cual no permite –y

al parecer los autores no realizan– una com-

paración de estos datos obtenidos con otras

fuentes. Se excluyen, entonces, de los ele-

mentos de control criterios clave como son la

cantidad de usuarios del sistema de salud en el

periodo estudiado, o la cantidad de consultas

o procedimientos en un servicio, enfermedad

o patología específica. Estos desarrollos hu-

bieran permitido tener una idea de la razona-

bilidad de procedimientos posteriores como la

estimación del número de abortos.

Se demuestra, entonces, que en los RIPS

hay una severa distorsión en los reportes de

casos de abortos que los autores no tratan de

especificar, como tampoco estimar su magni-

tud e impacto. La estimación de abortos que

realizan es débil, pues no reportan los núme-

ros de abortos que estimaron en cada munici-

pio, ni tampoco comparan sus resultados del

número de abortos con datos de otras fuentes

como el reporte de estadísticas vitales –naci-

mientos.

Este subregistro de RIPS evidenciado en

abortos no merece ningún comentario en el

caso de consultas dermatológicas y respirato-

rias por parte de Daniel Mejía y Adriana Cama-

cho. Así, los valores consignados en la carac-

terística respuesta, pueden estar muy alejados

de la realidad, y no se hace un esfuerzo por

examinar esta posibilidad.

Registro de abortos no verificablesEl segundo eje de cuestionamientos a la utiliza-

ción de las fuentes de datos realizada por los autores

es el proceso de registro de “abortos”, que es real-

mente un proceso de imputación de datos. La fase de

imputación está débilmente explicada en el artículo y

es igualmente débil y cuestionable bajo la luz del rigor

metodológico. Aquí los autores no observan abortos

en los registros de los RIPS, el conteo de los casos

no se hace con base en reportes de procedimientos

de legrados y abortos, abortos incompletos o alguna

condición que identifique una muerte fetal. Los auto-

res en cambio realizan una parábola estadística para

determinar “abortos”.

Asimismo, la metodología para la identificación

de los casos de aborto propuesta por los autores es

cuestionable. Esta consiste en definir como “abortos”

a la disparidad que observan entre el registro de una

consulta prenatal y la ausencia de un registro de na-

cimiento. Para dar total claridad a este punto central

del método usado, se puede resaltar que los autores

no contabilizaron abortos ocurridos. El registro de

estos es dado por el comportamiento de dos caracte-

rísticas (consulta prenatal vs. nacimientos) de la base

de datos que construyeron con los RIPS. Esto señala

que su variable de abortos es realmente un proceso

de imputación de datos con bajo rigor técnico. Esta

es una condición central de la fragilidad metodoló-

gica de este estudio, la cual merece un mayor nivel

explicativo.

En su método analítico, Mejía y Camacho superan

la frontera de lo que es verificable para estudios de

salud pública. Soportándose en supuestos frágiles

los autores redefinen el criterio de abortos, al seña-

lar que una mujer que acude en estado de gestación

a una cita médica y posteriormente no reporta con

el mismo código de identificación un nacimiento, se

considera un “aborto”.

¿Son estos abortos reales y verificables? Al pa-

recer no. ¿Cuántas posibles explicaciones alternas

de este fenómeno de desfase en el registro de citas

prenatales y partos, son posibles? Múltiples, como lo

indicaremos a continuación.

De hecho, Mejía y Camacho reportan en su

primer documento que para el periodo 2003

a 2007, se encontraron 2,5 millones de muje-

res que asistieron a consulta prenatal o parto.

Esto sería en promedio 600 o 625 mil mujeres

en estado de embarazo al año en Colombia re-

portados al RIPS. En contraste, solo los naci-

mientos reportados en Estadísticas Vitales del

DANE en 2007, fueron superiores en cien mil

casos por año.

Es notorio el doble rasero interpretativo

cuando los autores no reconocen la pérdida de

casi medio millón de nacimientos en su base

de datos y en cambio sí definen como signi-

ficativo y concluyente un hallazgo de abortos

observados en una veintena de casos. Como

explicaremos más adelante tampoco consi-

deramos que este hallazgo sea real, dado que

los autores no demuestran la ocurrencia de di-

chos abortos.

Lo que resulta más problemático para los

objetivos de los autores es que los casos de

subregistros no son homogéneos en todo el

país; por el contrario, se dan principalmente

en las zonas rurales de menor acceso hospi-

talario, las cuales coinciden con las zonas de

aspersión aérea. Así, el procedimiento de esti-

mación de abortos es débil y puede estar fuer-

temente sesgado hacia los cascos urbanos

municipales –donde no ocurre la exposición al

glifosato por aspersión aérea.

Contar con una base de datos con millo-

nes de registros no suple las deficiencias de

los datos en sí mismos, como proponen los

autores. Si los datos están afectados por pro-

blemas de calidad, es de esperarse que estos

problemas de calidad se multipliquen cuantas

veces mayor sea la cantidad de registros.

B. De la lectura del artículo quedan algunas

inquietudes de cómo se realizó el ajuste de la

base de datos de RIPS. Se entiende que para

este ejercicio se requirió identificar todas las

prestaciones de servicios de salud que se le

practicaron a un solo afiliado, hasta confor-

mar una base de usuarios al Sistema General

de Seguridad Social en Salud (SGSS) únicos

en la base. Estos procesos sufren por fallas

en la identificación de los usuarios únicos;

además no se reporta ninguna estadística de

usuarios que identifican con un solo registro

de prestación. Tampoco reportan los autores

cuántos usuarios al SGSS se lograron vincular

en más de un servicio de salud reportado en

el RIPS. Esta condición agudiza los problemas

de identificación del modelo.

C. No se informa en el estudio de Mejía y

Camacho cómo se realizó la vinculación de la

base de datos de RIPS, ajustada en registros

únicos para cada usuario, con la base de as-

persiones. Al parecer, lo que hicieron los auto-

res fue copiar la información de aspersión de

un municipio y asignarla a cada usuario que

aparezca con este mismo municipio de resi-

Contar con una base de datos con millones de registros no suple

las deficiencias de los datos en sí mismos,

como proponen Camacho y Mejía

Page 11: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

21Revisión de pares académicos20 Revisión de pares académicos

ción de las bases durante dos décadas del programa

de aspersión aérea, ha generado múltiples señales de

alerta que le permiten al labriego predecir y reaccio-

nar frente a este riesgo.

Incluso, en otro estudio académico (Mejía,

2009), el autor expresó esta misma condición, pero

en el sentido opuesto, contradiciendo su postura ac-

tual. Para explicar los altos costos del Plan Colombia

en relación con sus objetivos, afirmó Mejía que una de

las estrategias de los cultivadores era:

“La fumigación de las plantas de coca con

melazas justo antes de las campañas de

erradicación aérea con el fin de prevenir

que el componente activo de los herbicidas

utilizados en éstas penetren y destruyan las

hojas de la planta de coca”.

Es decir, en el análisis de Mejía del 2009 la asper-

sión era predecible, mientras que en su reciente pu-

blicación al usarla como variable instrumental esta

misma condición cambia abruptamente a una condi-

ción de impredecibilidad.

Más allá de las inconsistencias temporales en las

definiciones que emplea el autor o los vacíos de rigor

conceptual, lo que esto implica en el trabajo de Mejía

y Camacho es que se debe replantear la caracterís-

tica instrumental de los individuos observados. Esto

como requisito de rigor estadístico para demostrar la

no endogeneidad del modelo o para proveer eviden-

cia sólida que contradiga las observaciones en terre-

no sobre la predecibilidad de la aspersión –y corregir

sus propias afirmaciones de estudios anteriores–.

Ninguna de las dos alternativas es un camino fácil,

por lo que implica importantes cambios a la estruc-

tura del estudio.

Diseño del modelo estadísticoEl documento no incluye un aparte de presenta-

ción detallada del modelo estadístico, condición que

dificulta considerablemente su validación. En todo

caso, en términos formales, los autores describen los

principales elementos de la metodología utilizada,

aunque no se precisan los sujetos específicos de la

investigación en términos de sus características par-

ticulares.

Un primer llamado a los autores para mejorar la

utilidad y avanzar en la lectura del método elegido es

la presentación de variables sociodemográficas bá-

sicas de los sujetos particularmente estudiados para

identificar posibles interpretaciones alternas de las

hipótesis. Este factor de control demográfico básico

es una condición mínima establecida para los estu-

dios de salud pública, en este caso es un criterio de

rigurosidad que no fue realizado.

En segundo lugar, argumentamos en esta revisión

del modelo estadístico que la principal discusión al

estudio es la plausibilidad de las conclusiones en re-

lación con el método utilizado. Este será un argumen-

to crítico que expondremos en varios momentos de

esta evaluación de pares académicos. Por esta razón,

la afirmación expuesta por los autores en el capítulo

introductorio requiere de un análisis detallado. Del

texto de Mejía y Camacho, se lee en la página 5:

La metodología utilizada por Mejía y Camacho no permite, en modo

alguno, establecer que los sujetos analizados fueron expuestos a la aspersión

aérea

Cada uno de los siguientes casos darían un falso

positivo al criterio fijado por los autores para definir

“abortos”: 1) Si las mujeres dan a luz fuera de un cen-

tro hospitalario, como de hecho ocurre en algunos

hogares rurales, esto no queda registrado en el RIPS.

2) Si las mujeres usan otra identificación o el médico

no registra el nacimiento en el RIPS (como ya hemos

explicado que ocurre) tampoco se puede observar el

nacimiento y se carga erróneamente al registro de

“abortos” creado por los autores. 3) Si las mujeres mi-

gran fuera de la frontera nacional y tienen sus partos

en otras zonas no se incluyen en los RIPS.

Analicemos en profundidad el caso 3) como una

oportunidad para resaltar la importancia del trabajo

de campo como sustento empírico y de credibilidad a

los supuestos seleccionados en el estudio. Contrario a

los postulados estadísticos de los autores, algunas di-

námicas sociales observadas afectan la validez de su

modelo teórico. Es el caso de las zonas fronterizas del

sur del país (Putumayo y Nariño), en que los progra-

mas de aspersión han tenido una especial intensidad,

allí se ha observado que algunas mujeres embaraza-

das migran poco antes del parto a territorio ecuato-

riano para aprovechar los subsidios a las madres (pa-

ñales, leche, ropa) que otorga el sistema público del

vecino país. Es decir, donde los autores usando una

maniobra estadística ven abortos por causa del glifo-

sato, lo que realmente puede estar ocurriendo es una

migración voluntaria para dar a luz del otro lado de la

frontera.

El incorrecto uso de la base de datos de RIPS y el

proceso de imputación de abortos son dos puntos crí-

ticos para la validación de las conclusiones. Lo que

se está señalando es que según el procedimiento re-

portado en el artículo, no es posible establecer que el

usuario que recibió el servicio de salud, en efecto haya

estado expuesto a la aspersión aérea con glifosato, ni

que los casos identificados (asumidos) como abortos

por los autores hayan sido en efecto casos verificados.

Registros municipales de aspersión aéreaLos RIPS no son la única fuente de información

del estudio. La segunda fuente de información utili-

zada por los autores son los registros municipales de

aspersión aérea proporcionados por la Policía Anti-

narcóticos. El manejo de esta base de datos tampoco

es ajeno de algunas condiciones problemáticas.

Primero, tal y como lo indica la tabla 2, no se pre-

cisa cómo calcularon los autores la media de kiló-

metros cuadrados fumigados en los últimos 15 días.

Tampoco se entiende a qué 15 días se refieren, así

existiría un promedio para cada fecha, pues cada

consulta tiene una fecha distinta y ocurre en un mu-

nicipio diferente.

El segundo criterio de reflexión lo encontramos

en la definición de las variables instrumentales, para

validar la estadística de su modelo los autores depen-

den de que la aspersión aérea sea un fenómeno no

predecible por parte de los individuos afectados. Los

autores convierten este supuesto en un postulado, sin

realizar ninguna validación. La experiencia de cam-

po en entrevistas con cultivadores de coca señala lo

contrario al postulado de los autores, la aspersión aé-

rea es, en la mayoría de las regiones, predecible por

parte de los cultivadores14.

Si bien los cultivadores de hoja de coca no pueden

predecir el día exacto de la aspersión de sus parcelas,

sí manejan un rango fiable del momento de afecta-

ción y un estimado del mejor instante para cosechar

la planta y minimizar la penetración del herbicida.

En razón a que la aspersión aérea depende de

condiciones climáticas para el acceso de aeronaves,

las cuales son observables por los cultivadores, más

la experiencia en la repetición de los ciclos de rota-

14 UNODC;ProyectoSimci;Entrevistasacultivadoresdehojadecocadesarro-lladasduranteelestudio“Estructuraseconómicasdeloscultivosdehojadecoca”versiones(2008)y(2011).

Page 12: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

23Revisión de pares académicos22 Revisión de pares académicos

usuario que originó la consulta, con lo que queda ex-

puesto, una vez más, el problema significativo de iden-

tificación del efecto.

Lo anterior implica que en el tratamiento que se

quiere identificar su posible efecto, no hay cómo se-

pararlo de otros efectos. Los autores argumentan que

incluir en el modelo lineal, características no observa-

das, como residuos idiosincráticos, residuos para cada

individuo o residuos para cada año o cada mes en el

estudio resuelve los problemas de identificación. Sin

embargo, no se brinda ningún argumento para sus-

tentar esta tesis.

Consideramos que la decisión de los autores de

usar un estimador intragrupal sobre datos a los que

se les ha descontado la media de diferentes grupos, no

resuelve la evidente confusión de efectos.

En el mismo contexto problemático de los mecanis-

mos de control, los autores afirman que usaron como

control ciertas características municipales, como po-

blación municipal, ingresos al municipio por impues-

tos, índice de ruralidad, gasto del gobierno municipal

en salud, entre otros, y manifiestan que realizar este

control les permite tener estimaciones insesgadas de

los coeficientes de su modelo. El equipo de pares aca-

démicos considera lo contrario.

La ocurrencia de una característica municipal,

como el gasto público en salud del municipio, y que se

encuentre un coeficiente significativo en un modelo de

mínimos cuadrados, no implica que se esté controlan-

do el fenómeno de estudio por niveles preestablecidos

de gasto municipal en salud. Que en un municipio se

haya presentado un determinado número de millones

de pesos en gasto municipal de salud, no quiere decir

que los usuarios del sistema de salud que consultaron

hayan estado “controlados” por ese nivel de gasto. Esto

significa, desde la lógica del rigor metodológico de la

estadística, que no por usar en un modelo lineal unas

características municipales, se producen estimacio-

nes insesgadas de coeficientes en modelos lineales.

Un segundo bloque de argumentos al diseño es-

tadístico de los autores, los orientamos a resaltar los

criterios que quedan opacos de la metodología, en

estos casos, ante la ausencia de una definición clara,

presentamos algunos cuestionamientos y explora-

mos algunas de las dificultades predecibles.

En el procedimiento expuesto en el escrito, al pa-

recer se apunta a estimar el efecto de un tratamien-

to –exposición a la aspersión–, en una tasa o pará-

metro poblacional. Es decir, la probabilidad de sufrir

una enfermedad se incrementa por la exposición a

la aspersión. Esta probabilidad es un parámetro po-

blacional, sin embargo, la población sobre la que este

parámetro se aplicaría, no está claramente estableci-

da. Lo anterior es significativo si recordamos que re-

gularmente la mayor parte de consultas procede del

centro poblado del municipio donde hay menor ries-

go de contacto con la aspersión, siendo menos pro-

bable la solicitud de atención por parte de individuos

que tienen dificultades de acceso a los prestadores

de servicios en salud. En todo caso, si las personas

en el área rural dispersa acudieran a la consulta por

problemas dermatológicos, buena parte del total de

las consultas seguiría siendo producido por aquellas

con menor probabilidad de exposición, simplemente,

porque son considerablemente más quienes viven en

el centro poblado.

Otro criterio opaco de la metodología lo encontra-

mos dentro de la ecuación lineal ajustada, en la que se

incluyen características que no se especifican y solo

se denominan como “algunos controles individuales

y municipales”. Esto no permite conocer en detalle el

modelo ajustado.

Adicionalmente es de bajo rigor que no se repor-

ten los coeficientes del modelo lineal completo en

los anexos, que no se informa sobre si se realizó un

proceso de ajuste, eliminando o incluyendo variables.

Y que no se presenten todos los coeficientes estima-

dos. Esto les impide a los pares académicos realizar

“La especificación econométrica utilizada

nos permite comparar el incremento en la

probabilidad de sufrir un problema de salud

para el mismo individuo que estuvo expuesto

a distintos niveles de aspersión aérea en

diferentes momentos del tiempo”.

Es importante subrayar que la metodología utiliza-

da no permite, en modo alguno, establecer que los su-

jetos analizados fueron expuestos a la aspersión aérea,

por tanto, la afirmación contenida en el extracto no es

precisa. En este contexto, es dudoso que sea posible

una aproximación causal en los términos estrictos que

esta expresión representa.

Una tercera consideración es nuestro cuestiona-

miento frente a la definición que hacen los autores de

su diseño como el de un estudio cuasi experimental.

Se colige entonces que el grupo de intervención está

constituido por las personas en las áreas donde se ha

producido la aspersión aérea y el grupo control, aquel

en el que se ha dado la erradicación manual.

“La estrategia empírica que seguimos (ver

Camacho y Mejía, 2013) nos permite tener un

diseño cuasi-experimental apropiado para

estudiar el efecto de la aspersión aérea sobre

los resultados de salud e interpretar nuestros

resultados como efectos causales” (página 5).

Dado que ambos grupos estarían probablemente

expuestos a agroquímicos con efectos potencialmente

negativos para la salud, con motivo de los cultivos ilíci-

tos y el procesamiento de la hoja, pasta y base de coca,

podría haberse usado como grupo control adicional a

un conjunto de población por fuera de las áreas con

cultivos ilícitos o actividades agrícolas que represen-

ten compromisos similares a la salud. Lo anterior se

menciona para ilustrar los grandes retos de control de

variables del entorno que el estudio no resolvió.

No es posible en la definición del grupo de control

establecer qué proporción de personas enfermas, por

las causas incluidas en el estudio, acuden a tratamien-

to médico. Si se asume que la mayoría de los potencia-

les eventos de afectación por glifosato corresponden a

casos de sintomatología leve y que la probabilidad de

consulta por eventos agudos leves es baja, entonces

habría un sesgo importante de información desde la

base misma del estudio. Esto implica, por tanto, que la

intención de los autores de presentar un estudio cuasi

experimental queda debilitada.

Un cuarto criterio de revisión del método se pre-

senta en torno de la vinculación de las bases de datos

expuesta anteriormente. Observamos que los regis-

tros de prestaciones de salud y las características mu-

nicipales de número de hectáreas asperjadas y hec-

táreas de coca sembradas, se realizó usando la llave

código de municipio y departamento. Con el anterior

procedimiento no se permite identificar que la perso-

na sujeto del registro de consulta médica haya estado

expuesta a la aspersión aérea o a sus efectos. Por esto

es que la reflexión sustentada en un modelo lineal no

tiene cómo identificar el efecto de la aspersión sobre el

Es de bajo rigor que no se reporten los coeficientes

del modelo lineal completo en los anexos del artículo de Camacho y Mejía. No se informa sobre si se realizó

un proceso de ajuste, eliminando o incluyendo

variables

Page 13: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

25Revisión de pares académicos24 Revisión de pares académicos

ción esté estimando una cantidad de abortos cercana

a la realidad. Puede ser que se presente una correla-

ción de Pearson alta, y la cantidad de estimados esté

muy por encima o muy por debajo de la realidad.

Panel de datos para el control de diferencias

Se observan procedimientos no precisos en el

artículo como la conformación de la base de datos a

utilizar. Se menciona una base de datos panel que se

puede interpretar como que cada usuario está repre-

sentado en un registro y se consignan varios eventos

de este usuario en el tiempo, y la característica de-

pendiente es el porcentaje de consultas dermatológi-

cas del usuario en ese intervalo de tiempo. Si este es

el caso para el estudio de abortos como caracterís-

tica dependiente –variable de respuesta–, esta sería

dicotómica (aborto sí o no), para la cual un modelo

lineal es en extremo no adecuado para ajustar este

fenómeno y se tendría en otros criterios que restrin-

gir el universo a mujeres gestantes en el periodo.

Los autores, al parecer –pues se habla de un es-

tudio de datos panel a nivel de usuarios–, no solo

estiman la cantidad de abortos en cada municipio,

sino que imputan un dato de aborto ocurrido para

una mujer afiliada al sistema salud. Si este es el caso,

un coeficiente significativo teniendo esta imputación

como característica explicada (variable dependien-

te) explicaría el subregistro de partos o cesáreas en

RIPS, y no necesariamente los abortos ocurridos.

Una crítica importante del proceso es que los

autores no reportan en el artículo si para ajustar el

modelo lineal se mantuvieron en la base de datos

los registros de los municipios que no presentaron

aspersiones, o se retiraron de la base para ajustar el

modelo.

En el apéndice B no se indica cuántos usuarios se

reportan en RIPS, después del proceso de limpieza.

Solo mencionan datos de registros de consultas. No

hay indicadores de calidad de la base ni de su cober-

tura. Algo que en sentido estricto cualquier estudio

de salud pública debe realizar como elemento para

visualizar su rigurosidad.

Pero también se podría tratar de unos datos panel

por municipio, es decir, en cada municipio se consig-

nan diferentes características en distintos momentos

de tiempo. En este caso la característica explicada –

variable respuesta– sería el porcentaje de consultas

dermatológicas, respiratorias o abortos en el munici-

pio durante el periodo de tiempo. Es de señalar que si

este es el caso no se puede invocar teoría asintótica.

A este respecto las características explicadas se-

rían porcentajes. Sin embargo, en el cuerpo del artí-

culo se presenta una función del estado de salud que

al parecer se estima para cada usuario. Si el estudio

utiliza las corporaciones como unidad de observa-

ción, las conclusiones están referidas al municipio,

es decir, el número de hectáreas asperjadas en una

municipalidad contribuye significativamente a ex-

plicar el promedio de consultas con diagnóstico der-

En el estudio de Mejía y Camacho la variable

aborto está constituida sobre la base del frágil supuesto de que la falta

de registro de embarazos constituye un caso en firme de aborto. Si así fuera, no se demuestra

una conexión entre estos casos y la exposición al

glifosato

algunas réplicas de fondo a los autores, frente a sus

resultados.

En una dinámica similar los autores no precisan,

en el apartado 5, sobre la función de producción en

salud, cómo se estimó el segundo componente o se-

gundo factor denominado leisure, en inglés, que en

la función gama se le denomina l, puesto que esta

condición no permanece estable en el tiempo, y, por

tanto, no es claro si aplicaron un modelo de efectos

fijos sobre los individuos donde este efecto no desa-

parece. Si los autores, en el caso de la característica

respuesta abortos (presencia o ausencia de abortos),

la ajustaron a un modelo donde la unidad de observa-

ción son las usuarias, al parecer (porque los autores

no presentan explícitamente la ecuación ajustada),

tendríamos entonces el caso de que Mejía y Camacho

ajustaron un modelo lineal sobre una característica

de respuesta dicotómica. Lo que constituye un error

estadístico importante.

La opacidad del diseño del modelo frente a estos

cinco factores no es una crítica menor, pues de con-

tarse con las respuestas a las inquietudes presenta-

das aquí, se pueden desprender otro tipo de análisis y

revisiones por parte de otros pares académicos.

Análisis de causalidadComo lo señalamos anteriormente una de las

principales críticas frente a este estudio es el mal uso

en el método que define los hallazgos como relacio-

nes causales. Es decir, la resolución no sustentada de

los autores para definir la aspersión aérea como una

causa de abortos.

La relación de causalidad la fundamentan los au-

tores en el signo de un coeficiente significativo en el

modelo lineal en el que introducen un efecto no ob-

servable de cada individuo (que vale la pena volver

a mencionar no es un procedimiento suficiente que

permita argumentar causalidad de un tratamiento

sobre una característica de respuesta). Se esperaría

de un estudio de este nivel, que al menos controlara

que los individuos sean efectivamente expuestos al

agente químico y además que se controlen con ob-

servación otras posibles fuentes que incidieran en la

variación de la característica explicada. De hecho,

los autores comentan que la existencia de cultivos de

coca, (variable que introducen en el modelo lineal)

puede afectar de diversas formas la salud humana,

pero no controlan en el modelo lineal ninguna de es-

tas posibles asociaciones. Mejía y Camacho conside-

ran que introducir el porcentaje de hectáreas de coca

sembradas en el municipio es suficiente para que los

posibles efectos a la salud de los cultivos de coca no

se confundan con los efectos en la salud de la asper-

sión, lo que tendría que probarse y no asumirse.

Queda planteado, de facto, en el estudio que existe

una sola causa asociada al efecto “abortos” al no pre-

sentar referencia alguna a pruebas de hipótesis so-

bre la significancia (diferencia significativa de cero)

de los coeficientes estimados. Es decir, no se repor-

ta ningún ejercicio de verificación de las hipótesis al

aplicar un modelo lineal. No hay tampoco esfuerzo

alguno por descartar otras hipótesis que los autores

propongan o intuyan, esto los lleva a una espuria re-

lación de causalidad que no se puede demostrar ni

siquiera a la luz de sus propios datos.

Se asegura que la correlación entre la cantidad de

abortos estimados por municipios y la de reportados,

es superior al 90%. Una correlación de Pearson en-

tre los abortos estimados por los autores y los repor-

tados no tiene ninguna implicación sobre la calidad

de la estimación de la cantidad de estimados por los

autores en su propia metodología. Es decir, el hecho

de que estas dos características, cantidad de abortos

estimados por los autores, con cantidad de reporta-

dos por municipio tengan un comportamiento de a

más más, o a menos menos en un sentido lineal, no

quiere decir que la primera metodología de estima-

Page 14: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

27Revisión de pares académicos26 Revisión de pares académicos

se incluyen todos los municipios de Colombia, inclui-

dos los no asperjados y cuando solo se calcula esta

media de proporciones en los usuarios residentes en

los municipios asperjados.

De hecho, los autores argumentan que es una

característica de robustez de sus estimaciones, la

condición de tener un coeficiente significativo para

la característica promedio de hectáreas asperjadas

en el municipio en los 15 días anteriores a una fecha

de consulta, incluso para el caso donde se incluyen

municipios no asperjados, así como cuando la base

consiste solo en los municipios asperjados. Este ar-

gumento podría ser incorrecto por el hecho de que

este coeficiente sea significativo, en las dos bases

de datos –todos los municipios incluidos los no as-

perjados y de otro lado solo los asperjados–, lo que

demuestra es que esta característica –el promedio

de hectáreas asperjadas en 15 días– tiene la misma

capacidad explicativa de la proporción de consultas

dermatológicas para usuarios en municipios no as-

perjados, como en asperjados.

Los no asperjados juegan un papel contrafactual,

o una especie de grupo control, pues sus residentes

son no expuestos al tratamiento y, precisamente, lo

que se buscaría es que sean diferentes los promedios

en la característica respuesta en el grupo expuesto y

en el no expuesto. Pero los autores están interpretan-

do el hecho de que en los no expuestos, el tratamiento

al que no fueron sometidos explique la característica

respuesta como una condición de robustez en sus es-

timaciones. La robustez de un estimador no se refiere

a que el tratamiento también tenga efecto sobre los

no tratados. Esto es más una consecuencia de la baja

capacidad explicativa que tiene el modelo del fenó-

meno que quiere demostrar un hallazgo concluyente

de los autores.

Recordemos que la robustez de un estimador se

refiere a un estimador insesgado o consistente, o no

tan sensible a perturbaciones en la distribución dada

o asumida, incluso algunos autores se refieren a ro-

bustez de un estimador cuando su prueba de hipóte-

sis de significancia tiene una curva de potencia más

alta.

Lo anterior es importante al observar que los au-

tores argumentan que el efecto de la aspersión so-

bre la proporción de consultas dermatológicas es 2,2

veces mayor en municipios asperjados que en los no

asperjados, pero este 2,2 no coincide con los coefi-

cientes estimados presentados. Aquí concentramos

una de las principales críticas a las conclusiones de

Mejía y Camacho: sus datos no son consistentes con

sus propias conclusiones.

El segundo bache en los resultados lo encontra-

mos en la verificación o no de las hipótesis que se

requiere suponer al ejecutar un modelo lineal. No se

presenta ningún análisis de residuos de la regresión

como lo sugiere la literatura especializada (ver: Weis-

berg o Wooldridge).

Con esta condición restrictiva de los resultados,

encontramos que, por ejemplo, al presentar la prueba

de hipótesis de significancia de los coeficientes esti-

mados, se asume normalidad o normalidad asintótica

de los residuos, e independencia de estos con las ca-

racterísticas explicativas.

Si los autores pretenden argumentar consisten-

cia de los estimadores, usando la teoría asintótica,

en esta también se asumen ciertas hipótesis que se

deben verificar si se satisfacen o no, y reportar estos

resultados.

Una de las hipótesis que se requiere asumir en

cualquiera haya sido el modelo lineal que se intente

ajustar, e independientemente de si pretende aproxi-

mar, la insesgadez obteniendo estimadores consis-

tentes o si se pretende argumentar aproximaciones

asintóticas de las distribuciones –en el contexto de la

teoría asintótica–, es la hipótesis de media cero de los

residuos dadas como ocurridas las características

explicativas, E (u|x) =0. Al respecto, los autores acep-

matológico en el municipio, si es que el modelo ajusta.

En este escenario no se tendría cómo concluir sobre

las personas y su estado de salud, pues un porcentaje

de consultas médicas en dermatología dista de una

probabilidad de sufrir una enfermedad dermatológi-

ca. Para este caso, no se requiere realizar una identi-

ficación de la base RIPS, para convertirla en una base

de usuarios únicos.

ResultadosEstos deben responder a los objetivos y pregun-

tas de investigación, preferiblemente en el orden en

que estos fueron planteados. Las figuras o tablas se

deben poder entender por sí mismas y tener relación

con el texto (Ladrón de Guevara, et al, 2008).

Los resultados presentados en el estudio son con-

gruentes con los objetivos y el planteamiento meto-

dológico, para el caso de los datos referidos a las su-

puestas consecuencias dermatológicas, respiratorias

y abortos.

Como ya se indicó, no se hizo una presentación de

los sujetos estudiados. Sus características como sexo

y edad no fueron abordadas. El análisis por variables

demográficas permitiría entender mejor las relacio-

nes que los investigadores describen y reinterpretar

las conclusiones. Quedan sin resolver preguntas bá-

sicas en los eventos en salud –dermatológicos, res-

piratorios y reproductivos–, para probar si tienen al-

guna implicación la distribución particular por edad,

sexo, o incluso por el área geográfica estudiada, que

permitan validar o descartar otras hipótesis.

Tampoco se incluye un análisis de posibles ses-

gos producidos por otras variables, lo que se espera-

ría que un estudio que aspira a establecer relaciones

causales o de asociación directa contenga. Los auto-

res afirman en la página 11:

“Las consultas dermatológicas y respiratorias

relacionadas con la aspersión aérea corresponde

a un 1,3% aproximadamente y 3,8% de todos los

diagnósticos reportados”.

Cuando realmente a lo que se refieren los autores

o se consigna en el escrito, es que cuando se limita

el universo de consultas a los municipios con nive-

les positivos de aspersión de Glifosato, el porcentaje

de consultas médicas es de 1,3% dermatológica y de

3,8% respiratoria con respecto de todos los registros

de consultas en este universo. Y ellos mismos repor-

tan que tomado como universo todos los registros

de consultas médicas en el país en el periodo, estas

proporciones son de 1,2% dermatológica y 3,6% res-

piratoria. Es decir, en la afirmación de los autores la

palabra “relacionada”, no significa, en caso alguno,

causalidad ni asociación estadística, ni una relación

de predicción o seguimiento.

Llama la atención que los autores, no comentan la

escasa diferencia que se presenta, al parecer, en la

media de las proporciones de consultas dermatológi-

cas y respiratorias en los usuarios al SGSSS, cuando

No hay esfuerzo alguno por descartar otras

hipótesis que los autores propongan o intuyan, esto

los lleva a una relaciónde causalidad que no

se puede demostrar ni siquiera a la luz de sus

propios datos

Page 15: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

29Revisión de pares académicos28 Revisión de pares académicos

blemas de salud con un factor diferente como es la

presencia de cultivos ilícitos, donde una serie nueva

de variables –uso de insumos y precursores, pobreza

y marginalidad, aspersión o no aspersión, entre mu-

chos otros– entran en condiciones de variables ex-

plicativas. Esta condición invalida el postulado de los

autores de presentar su investigación como un mé-

todo superior que resuelve los problemas de endoge-

neidad –observados por ellos en estudios previos–.

En síntesis, los problemas de endogenidad continúan

sin resolverse.

Sin embargo, tanto la característica proporción

municipal de hectáreas sembradas de coca, como el

promedio de hectáreas asperjadas en el municipio

durante los últimos 15 días u 8 meses anteriores a

una fecha, no se pueden asignar como tratamientos

o exposiciones a algún fenómeno de los individuos de

estudio. Es decir, hay un claro problema de identifica-

ción –efectos confundibles– (confounding effects, en

inglés), no se puede distinguir entre múltiples efec-

tos que sí están en contacto directo con los afiliados

al SGSSS. Por tanto, concluimos que el estudio pre-

senta un problema de identificación que invalida sus

conclusiones.

Valoración global

Se trata de una investigación problemática en

muchos contextos, la que recurre a una metodología

basada en fuentes secundarias y muestra que el coe-

ficiente de la característica de hectáreas asperjadas

sobre el porcentaje de consultas médicas dermatoló-

gicas o respiratorias o abortos estimados, es signifi-

cativamente diferente de cero, en zonas con distintos

tipos de erradicación de cultivos ilícitos.

Consideramos el estudio de Mejía y Camacho un

punto de partida para posteriores investigaciones de

campo que generen evidencias. La utilidad de este

estudio radicaría en la propuesta de hipótesis, mas

no en un punto de llegada conclusivo que se pueda

definir ni como evidencia científica de primer nivel

causal o de tipo asociativo.

El estudio no adopta una posición autocrítica so-

bre sus resultados. La principal limitación es que no

se cumplen las condiciones que desde la perspectiva

de los estudios epidemiológicos son necesarias para

establecer relaciones causales. No se demuestra la

exposición de los sujetos al glifosato y la variable

aborto está constituida sobre la base del frágil su-

puesto de que la falta de registro de embarazos cons-

tituye un caso en firme de aborto. Aun, si así fuera,

no se demuestra una conexión entre estos casos y la

exposición al glifosato.

El reporte del estudio no incluye el análisis de va-

riables de corte ambiental, sesgos en la distribución

de los casos debidos a condiciones de edad, sexo, así

como variables de naturaleza social, cultural y am-

biental.

Hay dos errores lógicos en los que podría incurrir

este estudio: Por una parte, tomar la ausencia de evi-

dencia como evidencia de ausencia; en este caso, la

ausencia de un reporte de parto no puede ser tomada

como prueba de un aborto no registrado. Los inves-

tigadores no cuentan con datos de abortos en firme,

sino que establecen una especie de parche, de gran

tamaño, sobre los datos disponibles.

El otro error se podría identificar como un tipo

de falacia ecológica de segundo tipo. Esto hace refe-

rencia a la atribución de una relación causal a partir

de datos poblacionales sin haber establecido previa-

mente la relación causal específica entre los eventos

tan que asumieron ortogonalidad, entre la caracte-

rística hectáreas asperjadas en el municipio, que la

denominan s, o choques ambientales y los residuos

del modelo, y argumentan que este supuesto se satis-

face si se supone que los afiliados al SGSSS que apa-

recen en RIPS, no anticipan el tiempo y la extensión

de las campañas de fumigación. Y al parecer también

asumen esta condición contrafactual como hipótesis.

Al respecto debemos comentar que: (i) Los au-

tores para verificar que una hipótesis se satisface,

lo que hacen es asumir otra hipótesis, por supuesto,

esto no verifica que una u otra hipótesis se satisfaga.

(ii) Esta segunda hipótesis asumida –la no predicti-

bilidad de las campañas–, no saben si se satisface o

no, adicionalmente, como no hay certeza de que los

usuarios registrados en RIPS, tuvieran contacto físi-

co con el glifosato, o trabajen o residan en las áreas

asperjadas, la verificación de esta última hipótesis

asumida, es en sentido estricto vacía. (iii) Por último,

de la no predictibilidad de la aspersión no se puede

derivar como consecuencia que los residuos de un

modelo lineal de la aspersión sobre un fenómeno

biológico o médico, como los abortos o las consultas

dermatológicas o respiratorias, se puedan considerar

como independientes estadísticamente de estas ca-

racterísticas no predecibles.

Conclusiones/discusiónSe espera una interpretación de los resultados

producidos a la luz de los estudios antecedentes y

contestando a las preguntas e hipótesis de investiga-

ción. Además se espera que se señalen las deficien-

cias del estudio y explicaciones alternas a los resulta-

dos (Ladrón de Guevara, et al, 2008).

Las conclusiones del estudio son reiterativas en lo

que se expresó desde el comienzo del documento. Se

ratifican los hallazgos sin que se asuma discusión al-

guna sobre estos resultados, condiciones para la ve-

rificación exhaustiva o revisión de la robustez de los

supuestos o explicaciones alternas.

Como se indicó antes, una deficiencia metodoló-

gica del estudio radica en que no hay crítica a la falta

de demostración de exposición por parte de los su-

jetos estudiados. Se asume una equivalencia entre

el registro en un municipio con erradicación aérea,

como si esto representara una exposición al glifosato.

La realidad es que la unidad geográfica “municipio”

refiere a un área que puede ser muy extensa y no es

ni homogénea en su territorio, ni en el contacto con la

aspersión, ni en el acceso a los centros hospitalarios

que registran los RIPS. Este problema central invali-

da el grueso de las conclusiones propuestas por los

autores.

Es igualmente problemático, en el contexto de las

conclusiones, el argumento de los autores para incluir

en el modelo lineal la característica explicativa –la

proporción municipal de hectáreas cultivadas con

coca, en la medición satelital del final de año–. Lo an-

terior hace que la estimación de los coeficientes del

modelo lineal no sea sesgada, porque de no incluirla

se podría estar estimando una relación entre la ca-

racterística aspersión y la proporción de consultas

dermatológicas o respiratorias o abortos presentes o

ausentes. Relación que en este caso no está dada por

estos dos fenómenos, sino lo que se podría estar esti-

mando realmente es el efecto de los cultivos de coca

sobre los afiliados y sus consultas médicas.

En términos más simples, lo anterior indicaría que

los autores, contrario a establecer la aspersión aérea

como causa de determinadas afectaciones en salud,

lo que generan es un modelo que relaciona los pro-

Page 16: Revisión de pares académicos del artículo: Consecuencias

31Revisión de pares académicos30 Revisión de pares académicos

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estudiados. En este caso, el hecho de que haya más

episodios de síntomas dermatológicos, o menos par-

tos en una región, no significa que esto se deba a la

exposición por glifosato, pues previamente no se ha

establecido que los sujetos de la región (tomados del

RIPS) estuvieran expuestos al glifosato, o que el gli-

fosato sea realmente responsable de los síntomas es-

tudiados.

Desde el punto de vista del aporte al conocimiento,

la investigación es valiosa. Sin embargo, sus conclu-

siones se podrían moderar en el sentido de haber en-

contrado pequeñas diferencias entre los subgrupos

estudiados para postular hipótesis acerca de la natu-

raleza de esas diferencias, no conclusiones tajantes

de tipo causal como se afirmó en versiones prelimi-

nares y a la opinión pública. Tampoco la significancia

estadística en las asociaciones se puede sustentar

por el tipo de metodología utilizada.

En su estado actual, no se recomendaría su pu-

blicación en un instrumento de divulgación científica

con revisión de pares.

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