rev clin esp 8-3 estudios sobre el latirismo vi. sintesis de datos clinicos latirismo 1943

Upload: ennescribe

Post on 10-Feb-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    1/14

    154 REVISTA.CLNICA ESPAOLA 15 febrero1943a prioricomoel no menos fcil de una'hipofuncintmica primitiva;La precedente conclusin, eplogo obligado-alaceptar las directrices de BOMSKOV,nopuedeyaman-tenerse ntegramentealtenerencuenta losposterio-res trabajos de ANSELMINOy LTZ (1941). Estosautores, utilizandounextracto hipofisario degaran-ta,, observan consuinyeccin una primera fasededisminucin delglucgeno heptico(en lasprimerastres horas), pero, posteriormente tiene lugarunevi-dente aumento delglucgeno querebasando fran-camente la tasa normal, alcanza suacmalasdoceo catorce horas de la inyeccin. Resultados seme-janteshanobtenido ANSELMINOyLOTZconla in-yeccin de extractos acetnicosyalcohlicos de timo.Ante la evidente discordancia entre estos hallaz-gosylos deBOMSKOV slonospareceque, de mo-mento, pueda slo quedar en pie un posible papeldel timoen laenfermedaddeG ierke.Porotra parte,la verosmil intervencin de losdisturbios deestaglndula en el todava impreciso campode las the-saurismosis, parece estar en relacin con el hechorelatado a nosotros por ALBERCA LORENTE. Esteautor estudi tres hermanos con sndrome de L A -WRENCE^BIEDL (integrado por idiocia amau rticafamiliar, adiposis y polidactilia). Lostres fueronpublicadosen1932.Fallecidosdos mstarde yhe aqusurelatoencuentraenlanecropsiade unode ellos importantes lesiones suprarrenales, peroenel otro comprobuntimo persistenteehipertrfico.En : contraposicin a esta nebulosidad en cuantoal exacto papelde la intervencin tmicaen la glu-cgenosis infantil con microsoma, la deficienciaprehipofisaria sealada porJIMNEZ DAZ adquiereen estos ltimos tiemposunnuevoy slido funda-mento graciasalos recientes trabajos de LAMOTTE-JBARRILLON ( 1 9 4 2 ) .Este investigador enfoca lasobrecarga glucognicacomo consecuencia de tres posibles factores: a) hi-perinsulinismo;b) insuficiencia suprarrenal,yc)in-suficiencia hipofisaria con carencia, de hormonagli-cogenotropa. Utilizando una elegante tcnica dedeterminacin biolgica, demuestra en el suerode

    dos nios enfermos de polkoria glicognica, undficit considerable de hormona prehipofisariagli-cogenotropa. En un tercer suero pocrico que 1envi desde Amsterdam VANCREVEED, np logrdescubrir en l lapresenciadehorm ona hipofisaria.A lavista deestosy otros resultados obtenidosconsu proceder, confirma con razones evidentes la ideainicial de JIMNEZ DAZconestas palabras: "Ellenous apporte lasolution du problme pathogniquepos par les polycories glycogniques en rvlanta leur origine la carence hypophysaire."

    . RESUMENSe notifica elcasodeunniode5aosque porpresentar hepatomegalia, microsoma y normoglu-cemiaseinterpreta comouna enfermedad deGierke(tipo ESSEN-SHEIDEGGER).Como peculiaridades del caso semencionansuascitis,subilirrubinuria, su posible carcter familiar,su anasarca y sumuerte sin asidero para pensarenuna afeccin intercurrente.Se estudia la patogeniade la afeccin, conside-rando en primer plano la deficiencia hipofisaria yadmitiendo la posibilidad de una intervencindeltimoen sentido todava no preciso.

    BIBLIOGRAFAAIGUABELLA. Rev. Clin. Esp.,4,52, 1942.A L B B R C A L O R E N T B . Comunicacin al Congreso de Neurologa deGranada, 1932. . . " . '. .ANSELMINO y L O T Z . Klin. Wschr., 48, 1.190, 1941.CALVO MELENDRO. Eev. Clin. Esp., 4, 430, 1942EPPINGER. Die Leberkrankheiten,1937.FARRBRAS VALENT. Rev. Clin.. Esp., 5, 161, 1942.JIMNEZ DAZ. Enfermedades de la nutricin,1940.JIMNEZ DUZ. R ev . Clin.Esp., 1, 229, 1940.JIMNEZ DAZ, GARELLY-, CASTRO MENDOZA, MOIIOILLOy MUNOYERRORev. Clin. Esp.,1,21, 1940.JIMNEZ DAZ, UOARTE, CASTRO MENDOZA. Rev. Clin. Esp., 1, 226,1940.L A M O T T E - B A R R I L L O N Annales d'Endocrinologie,3,96, 1942.ORTIZ RAMOSy PREZ MARTNEZ. Rev. Clin. Esp., 5, 249, 1942.PITTALUGA. L as enfermedades del sistema retculoendotelial,1934.ROP CARBALLO y RODRGUEZ MIN. Rev. Clfn. Esp., 6, 233, 1942.R O S E N T H A L . En Tratado completo de Clnica moderna, de J.yF. Klemperer, 3, 974.SALA ROIG. Clnica de las ictericias, 1943.THANNHAUSER. Tratadodelmetabolismoy enfermedadesde la nu-tricin,1932.THANNHAUSER. P roblemas dem etabolismo, 1935.

    O R I N L E SESTUDIOS SOBRE ELL A T I R I S M O -

    VI ComunicacinSntesis dedatos clnicosy experimentales para elconocimientode lapatogenia d el latirismoC. JIMNEZ DAZ, E. ORTIZ DELANDZURI

    y E. RODA(Instituto deInvestigaciones Mdicas, y.Clnica Mdica de laFacultad deMedicina deMadrid. Prof.DR.C. JIMNEZ DAZ)

    Cuando hicimos nuestra primera observacinenuna masade poblacin (pueblodeCon sueg ra), afec-ta delatirismo, no conocamos cul poda ser la

    etiologa y patogenia de esta afeccin, y lalecturadelas investigaciones efectuadas hasta entonces*da-baunaimpresindeinseguridad ydehallarnosanen pleno terrenode lashiptesis. Lasexperienciasde produccin en losanimales eran contrad ictoriasy, en general, poco demostrativas; Los dos gruposde hiptesis,eldeun origen carencial (avitaminosis,albminas incompletas)/ y el de unmecanismot-xico, fueron expuestosydiscutidospor nosotrosenaquella comunicacin deintroduccin:ycotejadasuverosimilitud con lo que la observacin etiolgicapuramente clnica deparaba, con el objeto deesta-blecer unas lneasde investigacin ulterior del pro-blema.La hiptesis carencial, sobre tododecarencia

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    2/14

    TOMO VIIIN ME RO 3 ESTUDIOS SOBRE EL LATIRISMO 155de vitamina A, como sostuvo MELLAMBY2 y otrosautores aceptaron sin ms, nos pareca totalmenteinverosmil por los argumentos deducidos de la ob-servacin que ms reforzada y fundadamente repeti-mos ms abajo; una hiptesis txica se haca ve-rosmil por el hecho de la relacin constante entrela toma de la almorta y la aparicin de la enferme-dad y sobre todo por la observacin de una granmasividad en su ingestin y constituir la fuente casiexclusiva de la alimentacin, y sobre todo de alb-minas. Esto no obstante, haba argumentos podero-sos que podan argirse en contra: la limitacina ciertos ncleos de poblacin con. ausencia de otrosprximos y la aparicin en forma de brotes, comosi se tratara de verdaderas epidemias. El primer he-cho nos pareca inexplicable dentro de una hiptesistxica, por qu en Consuegra se haban producidotantos casos y en cambio en los pueblos de alrededor,que tambin tomaban almortas, no,se haba dadoninguno? Esto pareca indicar que no todas las al-mortas eran latirgenas, sino solamente algunas:colateralmente parecan poder reforzar este punto de vista algunas observaciones aisladas de casos de lati-rismo en una familia viviendo en un pueblo en queaunque se coman almortas no haba latirismo y, encambio, ellos le padecieron, y cuyas almortas pro-cedan de*l foco de Consuegra. La aparicin por bro-tes, como epidemia, haca pensar que esta propiedadlatirgena de las almortas era adquirida por "algo"que epidmicamente pasara en la legumbre, y esto,as como ciertos caracteres clnicos, es lo que noshizo pensar que se tratara de una infeccin de laalmorta por un virus que con su ingestin fuerainoculado al organismo humano.' El parecido clnicode esta afeccin, en cuanto a desarrollo de la enfer-medad, etc., con otras afecciones neurdlgicas devirus (poliomielitis, neutonitis) permita avanzaresa hiptesis.Para su aceptacin eran necesarias pruebas y stassolamente podan derivarse de un estudio clnico yexperimental del problema que nos ha ocupado des-de mayo de 1940. El estudio experimental debapermitir ver si en el lquido cefalorraqudeo de casosrecientes se hallaban algunas alteraciones de tipo in-fecciono; si este lquido inoculado por diversas vasy a diversos animales permita una inoculacin, y sisolamente eran positivos los experimentos de pro-vocacin con almortas procedentes de zonas latir-genas, y negativos en cambio con las provenientesde sitios respetados por el latirismo. En cuanto alestudio clnico, deba permitirnos decidir si los he-chos vistos en Consuegra se confirmaban en otraslocalidades donde se presentaran grupos numerososde enfermos; sobre todo si es cierta la limitacina territorios definidos, si no hay motivo externo (es-tado nutritivo, alimentos simultneamente presentesen la dieta, o variable g rado de ingestin) que laexplique, y si s poda confirmar.que las almortas desitios con latirismo pudieran irrogarle a los que lascomieran en zona no latrica. Estas pruebas son lasque hemos tratado de reunir. Desde el punto de vistaexperimental, una serie de comunicaciones3t4r sv6han ido revelando los resultados, y en lo concer-,niente al aspecto clnico etiolgico nuestro estudioha sido posible merced , las colaboraciones obteni-

    das.Mencionemos principalmente a la Direccin Ge-neral de Sanidad y Jefatura de la Alimentacin(Prof.PALANCA y Dr. BOOTELLO, respectivamente):que han puesto en nuestras manos medios econmi-cos y facilidades para este estudio y por intermediode los cuales se ha llamado la atencin de los jefesde Sanidad de las diferentes provincias, todos loscuales han respondido con el mayor inters a nues-tra solicitud (algunos tenan ya por su parte un es-tudio en marcha del material de enfermos de su pro-vincia, como el Dr. BARDAJ, jefe de Sanidad deBarcelona y colaboradores (*), y el Dr. CMARA,jefe de To ledo ) ; mdicos de algunas capitales o pue-blos no se han limitado a una respuesta escueta,sino que han investigado el problema por su parte(por ejemplo, los Dres. VERGARA y TORRES CA-AMARES, en Cuenca; y DE MIGUEL y G A L I A G H O ,en Albacete, cuyas observaciones 'son pu blica dasaparte 7 v S) ; comunicados muy atinados denotadoresde la j'.erspicacia o del inters tomado en esta incg-nita debemos a varios compaeros (Dr. F. RABA-DN,'mdico asistente de la clnica; EUSEBIO SECOHERNNDEZ, Almodvar del Campo; URBANOANDRS CORBAYO, Belmonte del Tajo; jefe pro-vincial de Bilbao: Dr. ANGEL URUUELA y DoctorFlGUKRIDO, de Bilbao; Consuegra, Toledo; DoctorNAVAS AGUIRRE, Ciudad Real; Dr. MIGUEL DAZROMERO, Corral de Cailatrava; Dr. JULIN ESTESO,Campo de Criptana; Dr. AGUSTN VERGARA, Fuen-tiduea del Tajo; Dres. ESTANISLAO MORAN yFELIPE ARGUERO, Horcajo de Santiago; Dr. CAR-LOSSOLARI, La Jana; Dr. PRIMITIVO DE LA QUIN-TANA; jefe provinc ial de Mad rid ; D r. SANDALIOM A D E R O , Madridejos; Dr. M A U R O M . D E P R A D O ,inspector provincial de Palencia; Dr. RAMN RO-DRGUEZ MOYA, Puente del Arzobispo; Dr. M. P-REZ LUCAS, Sisante, Cuenca; Dr. CALVO MELEN-DRO, jefe del Servicio de Medicina Interna, Hospitalde Soria; Dr. F. BECARS, jefe provincial de Va-lladolid), Citamos estas cooperaciones no solamen-te para agradecerlas, sino porque nos parece justohacer constar que los. datos que manejamos, que sonen total referentes a 549 enfermos, son en granparte procedentes de dichos compaeros (l JefaturaProvincial de Barcelona nos ha enviado las fichascorrespondientes a 212 casos estudiados minuciosa-mente por el Dr. BARDAJ y sus colabo radores) ynuestro papel ha sido hacer una revisin de los fac-tores etiolgicos en los aspectos que nos parecieronde antemano ms decisivos.Se han hecho por nosotros algunas visitas a laszonas de latirismo, como la efectuada en Consuegra(Toledo ) y Horcajo de Santiago (Cuenca) ; en elHospital de la Princesa, la Direccin de Sanidadobtuvo una sala del servici del doctor ARREDON-DO, donde se han tenido durante un cierto nmerode das enfermos con el fin de hacer un interroga-torio directo de sus condiciones etiolgicas (los doc-toresARREDONDO/padre e hijo, colaboraron con nos-otros en este aspecto). Con los datos directamenteobtenidos de los enfermos, o los proporcionados porlos diferentes jefes de Sanidad y compaeros rurales

    (*) Doctor Martnez Borso; doctor Sierra; doctor Mar-tnez Santaolalla; don Jos M.a del Va lle. " .

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    3/14

    156 REVISTA CLNICA ESPAOLA 15 febrero1943se ha hecho un archivo en el cual figuran las fichascorrespondientes a 549 casos,, segn el adjunto mo-delo (fig. 1. a ) .Son estos datos los que, unidos a losexpuestas resultados experimentales, constituyen labase deeste1escrito, en el cual tratamos de cohonesta ttodo lo obtenido para ver cul debe ser el mecanismoque,a la luz de los hechos seguros, parece ms pro-bable,en la gnesis del latirismo.

    Nm : ....TueWo

    pronto

    Pcmirnr tti . ._

    / rn romtnz io u igual poca?0bserv ciones;....

    I. ARGUMENTOS YCONSIDERACIONES ALREDE-DOR DE UNA GNESIS CARENCIAL DEL LATIRISMOSucesivamente podra pensarse que las almortasfueran carentes en alguna vitamina esencial (avita-minosis) ; que la alimentacin de almortas, al noproporcionar una albmina de buen valor biolgico,

    originara una carencia especfica (privacin de unaminocido), o que en los latricos coincidiera unadesnutricin global que favoreciera, en los predis-puestos, la produccin de una degeneracin del sis-tema nervioso (desnutricin global). Las bases conlas cuales vamos a poder discutir a continuacin estasposibilidades son: de una parte, el estudio que hemoshecho sobre la composicin qumica y el valor bio-lgico de la almorta, y de otra, lo averiguado sobreel estado nutritivo de los enfermos de latirismo; losargumentos obtenidos de este estudio sern esgri-midos sucesivamente en cada fase de la discusin.a) .Avitaminosis. En vista de los resultadosexperimentales obtenidos con, la privacin de vitami-na A, podra pensarse en esta posibilidad. Debe re-cordarse que MELLAMBY, ZIMMERMANN, etc., hanobtenido degeneraciones de las fibras de los fasccu-los medulares con dietas privadas de A, y que envirtud de esto aquel autor ha pensado que el efectode una alimentacin con almortas sera slo parcial-mente txico, siendo la carencia en suministro deesta vitamina, que un poco vagamente supone en ladieta de los latricos, el factor esencial que permite laproduccin de la enfermedad.Como el latirismo se produce sobre todo en po-cas de hambre, y se da en gentes humildes, hay lugara una sospecha apriorstica de carencias que se trans-mite de uno a otro autor; pero es necesario ha-cer un estudio detallado de la dieta. Sabiendo queel contenido en carotenos de la almorta es de200 y por 100 gramos, segn nuestros datos(GRANDE), y de 200 y, segn SUNDARARAJAN,y siendo el promedio de ingestin de almortas, de300-500 gramos al da, resultara, aunque el sujeto

    no hubiera tomado nada ms que el aporte de caro-tenos de stos, de 600 y (*) en promedio diario:ahora bien, actualmente se acepta que las necesidadesdel hombre adulto para mantener una buena satura-cin del organismo en A son alrededor de .1.200 U. I.para un sujeto de 60 kilogramos de peso (v. GRAN-DEw) y por consiguiente, es evidente que nuestrosenfermos se hallaban dentro del aporte necesario.Pero, adems, como se ve despus (v. cuadro I) , unalimento que muchos enfermos tomaban simultnea-mente eran las zanahorias; la fortuna de ser Con-suegra y Horcajo unos pueblos donde se producenmuchas zanahorias y se consumen bastante, ha he-cho que en los casos de latirismo de esos pueblosespecialmente haya coincidido el latirismo con unaporte ms que corriente de A.Aadamos a lo anterior que en ningn caso en-tre los 549 se ha sealado una sola manifestacinde carencia de,A, y que en los casos en que nos-otros hemos hecho efectuar la determinacin en lasangre, los valores eran, como se vio, normales. Y,por ltimo, renase con lo anterior un hecho expe-rimental: que en ratas alimentadas hasta durantetrescientos das con dieta exclusiva de almortas, rioapareci ningn sntoma carencial en A, para quepodamos decir que LAS ALMORTAS APORTAN SU-FICIENTE CUANTA DE CAROTENOS, Y QUE EN LOSLATRICOS NO HUBO NINGN SNTOMA DE CAREN-CIA DE A Y QUE LA GRAN MAYORA CONSUMANUNA DIETA ABUNDANTE EN ELLA, y, por consi-guiente, concluir que UNA PRETENDIDA ETIOLOGAO COOPERACINDE UNACARENCIA EN A NO EX IS -T E , Y POR TANTO NO PUEDE ACEPTARSE EN ELLATIRISMO.Como las dietas carentes enB{ tambin han pro-ducido un cuadro neurolgico que no se limita a ladegeneracin nerviosa perifrica, sino que se extiendea las fibras centrales produciendo cuadros similaresa la polencefalitis de- Wemkke (ZIMMERMANN,PRICKETT, ALEXANDER, CAMPBELL y RUSSELL) ,podra pensarse que la dieta de almortas fuera caren-te en thiamina y ste fuera el mecanismo del cuadroproducido; pero siendo la riqueza en thiamina delas leguminosas por encima de 0,2 mgr. por 100y siendo de uno a dos miligramos las necesidades-del organismo en B1( resulta un abastecimiento so-brado. Esto sin contar con el consumo simultneode pan completo que aportara por s thiamina so-brada, y el de otros alimentos que entran era la dietade la mayor parte de los sujetos observados. El estu-dio clnico, por otra parte, no revel en ninguno delos casos fenmenos de neuritis perifrica, ni snto-mas de nervios craneales, ni alteraciones psquicas,ni edemas, ni ningn otro sntoma de los que corres-ponderan a un defecto en fV Por ltimo, en lasexperiencias hechas en las ratas con dieta exclusivade almortas durante doce semanas no apareci tam-poco ningn fenmeno carencial de Bj. El conoci-miento del contenido en B1 de la dieta, el cuadroclnico y los resultados experimentales permiten, ensuma, afirmar que NO HAY UN FACTOR CARENCIAL

    (*) Aceptando las contenidas en la cantidad mnima dealmortas, tomadas como tope, yhaciendo caso omisodel con-tenido en vitamina A del restode la dieta.

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    4/14

    TOMO V ESTUDIOS SOBREEL LATIRISMO 157EN THIAMINA AL CUAL PODERSE ACHACAR TOTALO PARCIALMENTE EL CUADRO DELLATIRISMO.La carenciaen E,aparte deproducir elcuadrodela miodistrofia estudiado por G O E T T S C H - P A P P E N -HEIMER, MORGULIS, McCOLLUM y colaboradores,EVANS, JIMNEZ DAZ y VIVANCO, etc., escapazde originar cuadros deataxia yparlisisen los po-llos (PAPPENHEIMER y GOETTSCH) ; enalgnmo-mento pensamos que un'acarencia en E pudiera fa-vorecer la intoxicacin, aunque eraevidente que elcuadro dellatirismo en s no poda atribuirsesim-plemente a una carencia entocoferoles. De ulnladopareca poco probableque las almortas, como otrassemillas similares, fueran escasasen E,pero, sin em-bargo,en lasexperienciasen lasratas advertimosunexcesivo crecimientoen las querecibiendounsuple-mento copioso de casena lavada tenan como restode alimentacin solamente almortas; estos animalesque crecan mucho fueron apareadosy en unprimercrucenospareci hallar fenmenos quepodande-rivarde unacarencia en E,pero conforme sedetallaen otros trabajos5 vimos que con igual dieta, conadicin de E, el crecimiento era el mismo, y quenuevos cruces hechos con losanimales endietaex-clusivadealmortas producan unadescendencianor-mal, sin tendencia a la esterilidad ni al aborto, noeran, por consiguiente, carentes en E. TAMPOCOHAY, PORCONSIGUIENTE, CARENCIAEN E EN LADIETADELOS LATRICOS.Las investigaciones deVIVANCO(*) demuestranqueelcontenidode laalmorta envitamina E es de5 mgrs. por ioo gramos dealmorta, esdecir,quela valoracin hecha sobre la fraccin grasa de laalmorta suponeel 50 por 100 de laobtenidaen elaceite de germende trigo, elproducto msricoenesta vita'mina, lo que nospermite afirmar, dada lacantidad de almortas ingeridas por los latiricos aun cuando las necesidades de E no estn biendefinidasque estos enfermos ingieren gran canti-dad de vitamina E.Sabiendo que en las almortas el contenido encido nicotnico esde 7,9mgrs.por 100 (GRANDE),y lasnecesidades diarias sepueden cifrar en 15-20miligramosen un sujeto adulto depeso normal,seconviene en que todos estos enfermos reciban unsustento de nicotnico muy desahogado. Por otraparte, desde el punto devista clnico, es de notarun hechomuyesencial , habiendo coincididoellati-rismoconulna pocaen quehaba anbastantepe-lagra, ambas enfermedades no coincidan; (caso deValdaraceteycasosdeHorcajo deSantiago, quieneselaoanteriora suenfermedad tuvieron carenciadeB2, comiendo pocas almortas,y al aosiguiente,enque ladieta d almortas fue copiosa, tuvieron lati-rismo hallndose repuestos de sus carencias). EnConsuegrayHorcajo, porslo citar ejemplos vistospersonalmente, vimos sujetos conpelagraen los queel latirismo no afectni a uno deellos.La razn parece bien clara: la dieta de almortases ricaennicotnicoyotros elementosdelgrupoB,y como el latirismo seproduce ensujetos que to-man las almortas encierta medida, esnatural queen elloselaporte denicotnico, yprobablementede

    (*) Comunicacin yerbal.

    B8, era ms quesobrado para evitar lapelagra.Enlas experiencias sobre ratas acercadelvalor biolgicode la almorta hemos hallado solamente alteracionesdel crecimientoy alopecia,que han ido muyparale-lasa laproduccin del quellamamos "vientrehin-chado", verdadero megacolon, con acumulo de lapapilla semidigerida formando grandes masas en elintestino, pero cuando lasratas sehabitan a estealimento,suestadoesbueno,einclusoelretardodecrecimiento seobvia emmodo tal, que.si bien a adcimosegunda semana, su tamao era claramenteinferior al medio de la colonia, en cambio al aode estar conslo almortas, _su aspecto externo y supeso eranel deratas normales sometidas1adietamix-ta; todo esto demuestraqueninguna carenciaen losfactores delgrupo B2,que sonnecesarios paraman-tener lavida y asegurar una buena nutricin en larata, existecon ladieta exclusiva dealmortas;portanto UNACARENCIA ENFLAVINAS, NICOTNICO,PANTOTNICO, ADERMINA,etc.,NO SE PRODUCEENLA DIETADEALMORTASY NO PUEDE JUGAR NIN-GN PAPEL EN ELLATIRISMO.

    Todo loanterior parece indicarque no haylugarenloslatiricosaaceptar ninguna avitaminosis,y portanto, a considerar el latirismo como una enfer-medad por carencia vitamnica. Sin embargo, hayun hecho clnico que nopuede dejar de impresio-narnos: y es la monotona de la alimentacin.Deaqudoshechosdeobservacin:que ellatirismonoafectni unasolavez apersonasdeposicin socialdesahogada, nisiquieradeciertas profesiones, comotenderos, carniceros, pescadoresopastores, los cua-les, adems de comer almortas coman otras cosas,y que se da casi sistemticamenteengaaneso jor-nalerosdelcampoysloenzonas dondeloshbitosalimenticios sonparejosy porcircunstancias especia-lesdificultades alimenticiasen medios obrerosindustriales (Catalua). De ellos hay sujetos quereciben, por 3oregular, toda o parte de su racinen la casa donde sirven, y sta se compone dealmortas, aceite,pan, yen: general,denaranjas,za-nahorias yalguna queotra verdura; pero singrasani protenas deorigen animal. Nuestra investigacinnos permiti afirmar que, aun con elmismo consu-mo diariodealmortas quelgrado medio que obser-vamos en latiricos, cuando adems de la almortaseha tomado unacierta variedad dealimentos, noseha producido latirismo y esto explica suficiente-mentepor qu haypueblosqueconsumiendo igual-menteoparecida cantidad dealmortasno danlati-rismo,aunque estn juntoaotrosenlos#que hayala-tirismo;esqueen ladietadeaqullos,en unainves-tigacin detallada d laalimentacin (vase dietaenFuented'ePedro Naharro), advertimos una, costum-bre alimenticia queaade algn alimentodeorigenanimal que no hayen'la destos.Launilateralidaddeladietase ve muybienen elcuadroI quepone-mos a continuacin, en el que hemos puesto losotros alimentos ingeridospor loscasosdelatirismo.Naturalmente que en algunos latiricosen los que seregistran consumos de almortas muy intensos(enlas tres comidas, y encantidades sobre 1.500 gra-mos ), no haba lugar a quetomaran otras cosas,y consumos tanelevadosno se hanhalladoen pue-blossinlatirismo; perosiesto podra hacernospen-

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    5/14

    158 REVISTA CLNICA ESPAOLA 15 febrero 194SCuadro I. INGESTIN DE OTROS ALIMENTOS APARTE-DE

    LA ALMORTA EN LOS ENFERMOS LATRICOSClase de alimento

    P a n . . . .Acei t e . . . . .C a r n eC e r d oL e c h e . . .Q u e s oP e s c a d o . . . .P a t a t a s . . .M a n t e c aF r u t a . . . .V e r d u r a . . . .A l u b i a s y len tejas .A r r o z . . .G a r b a n z o s . .Ho r t a l i zas(*) . . .H u e v o s .

    Mucho14192

    3557157683218

    C a n t i d a dRegular

    9786.11"8157421564-92361946672

    Poco21 69298

    1670768 2 6575547431

    Nada16

    149 30641739 0416205159401142136225344275222415sa r que el efecto txico de la dieta ess implementelaconsecuencia de la masividaden la toma de almortasyque no hayo t ros a l imentosen la dieta, porquelasa lmor ta s la ocupan toda o gran parte de la misma,h a y , en cambio , los sujetos que tienen latirism oconuna ingestin menordealmortas (entre 100 -200g ramos ) (**), y sinembargo , notomaban o t rosali-mentos queaceite de olivas, verduras y fruta, dietaque es ya muy frecuente de observar en sujetos nolatr icos, pero que, en camb io, tom aban algn o troal imento . Es to demues tra que n es solamente lamasiv idad en la t o m a de almortas , s ino, al ladodeella, la m o n o t o n ade la alimentacin, vegetal exclu-sivamente; ambos factores seobservan con absolutaconstancia. Carne de cerdo, otras carnes, pescados,huevos, leche, comose ve no se toma prcticamentepor la poblacin latrica. Estos hechos permitenafirmar que SIBIEN EN LOSLATRICOSNO SE AD-VIERTE NINGN SIGNODEAVITAMINOSIS, Y NO HAYMOTIVO PARA PENSAR QUE LADIETA DEALMOR-TAS SEACARENTE ENLASVITAMINAS. CONOCIDAS,HAY, APARTE DEL EFECTO TXICO. DIRECTODELA ALMORTA QUE.A CONTINUACIN ANALIZAMOS,UNA FALTA DE ALIMENTOS ANIMALES QUE SE DATAN CONSTANTEMENTE QUENO PUEDE DEJARDETENER UNA IMPORTANCIA PATOGNICA DEFINITIVASUPONIENDO QUIZ LA FALTA DEALGO QUE PU-DIERA DEFENDER CONTRA LA INTOXICACIN. Siesas setratara de un factor que no esningunadelas vitaminas hasta el presente conocidas; dejamospo relmom ento estoen suspenso para recogerlomsadelante, concluyendo por el momento que en ellatirismonojuega n ingn papelunacarenciaen lasvitaminas conocidasy que nopuede tenerseen nin-gn momento por unaavitaminosis.b) Privacindealgn aminocido. -E stauni-lateralidad de la dieta hace pensaren laposibilidad. (*) En dos pueblos invsstigados por nosotros personal-mente (Consuegra (Toledo) yHorcajodeSantiago (Cuenca))con numerosa casustica la ingestin diaria dezanahoriadu-rante largos mesesdel. ao, prximos al momento delbrote,fue copiosa.(**) Aun cuando stossonbastantems raros

    deque las protenas de la almorta sean insuficientesyque por tanto falte en ellas algn amino cidoenla medida especficamente necesaria. Este punto devista es equivalente al que sostiene M lNC HINpara el caso del latir ismo sin a lmor tas que hanpubl icado . Nosotros .to tenemos n ingn es tudiopersonal ni ajeno sobre la composicin elemen-ta l en aminocidos de las pro te nas de la a lmor ta ;de los estudios que CASTRO MENDOZA* h i zo ennuestro Insti tuto sabemos que las almortas contie-nen 23 ,53 rs - P r I O de albminas totales; es tasalbminas deben ser'pr incipalmente , por s imilari-da d con otras semillas leguminosas, globulinas .N o haypues razn para p ensar que laspro te nasde las almortas sean devalor inferior; per o adems,las experiencias de suminis tro exclusivo de a lmor tasen las ratas permiten negar tal posibilidad. Estosanimales conforme hemos d icho J t ienen un:creci-miento inferior que nos h izo pensar pr imeramenteeri cierta inferioridad de los aminocidos de la al-morta , pero pudimos ver-a) que basta la adicinde gelatina, albmina de tan escaso valor biolgico,para que el crecimiento se restaure, lo cual indicabaprobablemente que la difcil utilizacin digestivade la a lmor ta por la rata era la causa de ese dficitde nutricin que seobviaba al dar unaa lbmina defcil absorcin, aunque no llevara en s los amino -cidos indispensables (triptfano, lisina, histidina)en que podr amos haber supue s to 'carente la d ie ta ;y b) que lasratas quepasaban l poca de la malautilizacin digestiva, y habi tuadas a esa dieta, lautil izaban bien sin tener ya v ien tre h inchado, nifenmenos trficos secundarios , crecan normalmentey han vivido todo el t iempo que las hemos obser-vado (hasta 300das) sintener el menor s n tomadedesnutricin con igual pesoque lasanteriores . H ub oun fenmeno, asimismo muy interesante, que fueste: la adicin de pequea proporcin deunextrac-to heptico no calentado permiti obtener un creci-miento normal sin ning una otra adicin, efectoquedesapareca al ser el h gado au toclavado, aunqueaadiramos thiamina, r iboflavina, nicotnco y B,;,C ,A y D; estose interpret como efectode un fac-.tortermolbi l eh idrosoluble , que no esn ingunodelos conocidos, el cual pod a influir en.la util izacindigestivade lasalbminas vegetales.Un estudiopos-terior efectuado porROME,aun nopubl icado ,so-bre" la influencia del extracto heptico en la absor-cin intestinal, ha dado resultados negativos, perolas experiencias quehemo s he cho sobre el cicerismode las ratas15 nos inclinan a interpretar de m o d odis t in toel efectode ereprincipio, ex is tenteen el h-gado, como defensor contra el efecto txico de laslegumbres.As, el mal crecimiento no tiene por quser interpretado como ua mala util izacin o un de-fectuoso aporte de protenas, s ino como un s n tomadelaaccin, txic ade la legumbrequeesev i tadoporel factor protector delh gado ,oque desaparece cun-do e r a ima l sehabi ta en el curso del t iempo.Seauna u otra la interpretacin, lo positivo es que lascitadas experiencias animales demuestran que .ASPROTENAS DE LA ALMORTA SON DE SUFICIENTEVALOR BIOLGICO-YQUEENMODO ALGUNO PUEDEATRIBUIRSE AUNA CARENCIA ESPECFICA EN DE-TERMINADOS AMINOCIDOS ELCUADRO. LATRICO.

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    6/14

    TOMO VNMERO 3 ESTUDIOS SOBRE EL LATIRISMO 159c) Influenciade una posible desnutricin global.Comoel latirismose ha visto aparecerenpocasde dificultades alimenticias, y coincidiendo con laaparicin de casos de desnutricin acentuada, unaafirmacin vaga que se ha transmitido de unos aotros autoresde los que no hanvividoelproblemadel latirismoes que elefectode lasalmortasse pro-duce principalmente sobre sujetos desnutridos y enpobreza orgnica. Por esto discutimos, aunquebre-vemente, para desechar de modo rotundo esa aser-cinen este prrafo. Efectivamente, en todos los la-tricosquehemos visto hemos fijadosuestado gene-raldenutricin; elcuadro II reproduceelestadode

    Cuadro //, ESTADO DE NUTRICIN DE LOS ENFERMOSLATRICOS

    Estado de nutricinEnfermos observados, 82.Enfermos con informe re-mitido, 467.

    Muy bueno.5. Muy bueno.3 9 7 . Bueno.2. Malo. (Uno con edema ca-rencial y otro con cua-dro carencial dudoso.)nutricin de nuestros casos;por l puede versein-mediatamenteque esraroel enfermo latricoque noaparece bien nutrido y casi todos estaban especial-mente fuertes, gruesosy de inmejorable aspecto.Esms,en lospueblosen quehicimosunarevisindi-recta (Consuegra y Horcajo deSantiago) encontra-mos una parte de la poblacin con fenmenos dedesnutricin,einclusodeedemadehambre, peroenningunode estos casos apareca latirismo, y los la-tricos contrastaban conaqullospor ser los que es-taban mejor nutridos. (Represe en lo dichomsarriba sobre Valdaracete y Horcajo de Santiago.)Esto se comprende adems perfectamente: si las al-

    mortas tienenunalto valor calrico(de 557calorasp o r c a d a 1 0 0 . g r a m o s ) y cas i todos los l a t r t e o s last o m a b a n en g r a n c u a n t a , es n a t u r a l que su e s t a d od e n u t r i c i n sea b u e n o ; la r a c i n de los g a a n e s delc a m p o c a s t e l l a n o y ob reros f ab r i les de C a t a l u a ,d o n d e ms h a b u n d a d o el l a t i r i s m o , es no so la -m e n t e b u e n a , s i n o - b r i l l a n t e en ca lo r as , g r asa y pro-t e n a s ( 2 . 5 0 0 - 3 . 5 0 0 c a l o r a s d i a r i a s , t i p o m e d i o , cona p o r t e de 1 0 0 - 2 0 0 grs. de p r o t e n a s ) . P o d r a m o sdecir que, si b ien el l a t i r i s m o c o i n c i d e con pocas dem a l a a l i m e n t a c i n y de es tados de d e s n u t r i c i n , sel i b r a n de l p r e c i s a m e n t e los d e s n u t r i d o s , y caen enl los que escapan al h a m b r e t o m a n d o p a r a e l l o u na l i m e n t o que es b a r a t o y de f c i l c u l t i v o , c o m o laalmorta. ;- . : ;C o m o e j e m p l o s p r c t i c o s c i t a m o s : A) En la finca "Palancas" de Villarta de San Juan (Ciu-dad Real), de 22 obreros, slo enferm de latirismo el en-cargado de la misma, quien, por tener ms jornal, tomabadiariamente cerca de un kilogramo de almortas, mientras quelos dems compaeros de trabajo que las coman en muchamenor cantidad, siendo las zanahorias su base de alimentacin,tuvieron edemas. .B) Los casos ocurridos en zonas fabriles (Barcelona y Bil-bao) donde habitualmente, en tiempos normales, no se comala almorta y se ha empleado como substitutivo bsico de laalimentacin.En laszonasdepoblacin ms desnutridas, o engente queno trabajaba yvivade lam endicidad,nosedio niun, solo casodelatirismo,y al interrogarlessi tomaban almortas, nos decan sistemticamenteque eranmuy caras para ellosy slolaspodanto-mar raravez o en pequea proporcin. Si esaparteidela poblacin hubiera tenidolasalmortasa su al-cance,esevidenteque la proporcin decasosde la-tirismo habra sido aterradora, pero en cambio seles habra encontrado perfectamente nutridos.En pueblos estudiados personalmente por nos-

    Cuadro III. ESQUEMA DE LA ALIMENTACIN DESDE 193 9, DE UNA FAMILIA DE HORCAJO DE SANTIAGO, COM-PUESTA POR OCHO PERSONAS, ENFERMANDO CUATRO DE LATIRISMO EN LA PRIMAVERA DE 1942, Y CUYA ALMORTA

    PROCEDA DE UNA SIMIENTE OBTENIDA DESDE HACA DIEZ AOS DE LA COSECHA FAMILIAR DEL AO ANTERIORClase de alimentacin Ao 193940 Ao 194U-41 Ao 1941-42

    Almor tas .

    P a n .

    Pocas veces.

    A b u n d a n t e .

    Alimento habitual en la dietadiaria,sona. 125 gramos por per-

    Aceite.Restode la a l i m e n -tac in .

    A b u n d a n t e .Carneen escasa cantidad.Muyabundante las legumbres ,so-bre todo garbanzos, patatas ,\erduras , hor tal izasyfrutasadiscrecin. Casi nadade gra-sas animales , pescado, lechey huevos .

    Almortas , mucha mayor canti-dad, 300 gramos d iar ios porpersona, ya que la cosechaadiferencia del aoanter iorfuemuy abundan te .Doscientos cincuenta gramosdiarios por persona.Muy ir regular , temporadasdemedio kilo diario por per so -na y o tras temporadas nada.Veinte gramos por dia y per- Escass imo,sona.El resto de la alimentacin durante estosdos aos (1940-42 ) ,fue sensiblemente igual y se compona de : Nada de carne ,excepto alguna vez cien gramos para toda la familia, algunatoma desuerode lecheen la pr imavera y verano, escasasle-gumbres y patatas, muchas verduras (collejas, acelgas, esp-r ragos tr igueros, zanahor ias y calabazas). Frutasdelt i e m p o ,pimientos y tomates tambin de modo abundante. Sardinasfrescas y en conserva, aunque escasa, de modo con t inuo .

    El estado de nutricin de esta familia era bueno al ser la madre, edemas; despus, comtn mucha mayor cantidad deobservada (abril 1942) en que enfermaron de latirismo; el almortas, curan las carencias proteicas y vitamnica y enfer-padre, enfermo ahora de latirismo, tuvo pelagra en 1941, y man de latirismo el padre, dos hijos y un nieto.

    11

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    7/14

    160 REVISTA CLNICA ESPAOLA 15 febrero 1943otros (vase cuadro III), puede seguirse con la evo-lucin de la alimentactn,- en tres aos sucesivos,hasta el momento de enfermar, cuanto aqu decimos,hecho que referido para una familia, se reprodujotextualm ente en todas las familias de. enfermos la-tricos interrogadas una a una minuciosamente. Re-prese en que por haber sido la cosecha de almortasreducida en el verano de 1940 y grande, en cambio,(se sembraron muchas ms) en el verano de 1941,la cantidad de stas que se comieron en el ao 1941-1942 fue muy superior a la del ao an-terior.En resumen, LOS LATRICOS NO ES-TN NUNCA DESNUTRIDOS Y HAY, POREL CONTRARIO, SIEMPRE EN ELLOS UNPERFECTO ESTADO DE NUTRICIN QUECORRESPONDE A LA TOMA DE BUENACANTIDAD DE ALMORTAS, QUE ES UNAU ME NTO MUY NUTRITIVO DESDE ELPUNTO DE VISTA DE SU VALOR CALRI-CO TOTAL.

    Con este criterio de clasificacin hemos puesto enel cuadro IV la ingestin de almortas de los sujetoslatricos observados (vase cuadro IV). Como se veen l la relacin con la ingestin de almortas y engrado masivo, es absolutamente evidente.- El mapade la distribucin de los casos en Espaa que apa-rece en la fig. 2 es bastante exactamente superponiblecon el de la produccin1 de almortas (fig. 3) salvoalguna excepcin, como las provincias de Salamancay Len, que produciendo mucho no hubo latiris-

    1 II . HIP TE SIS TXICALa idea de que se trate de un efecto di-rectamente txico de la almorta es la quems se adhiere al pensamiento al ver laestricta relacin entre la enfermedad yla toma de esta legumbre. Al principio,en nuestras primeras observaciones, nos

    sorprendamos de ver algunos casos en. los que la ingestin no pareca ta n mas i-va, y en cambio otros paisanos que to-maban tantas o ms no enfermaban;despus un conocimiento ms profundoy amplio del problema nos ha permitidorectificar esa impresin, que era debida aque no tenamos en cuenta sino la cantidad de almor-tas tomada, pero no tanto los otros alimentos simul-tneamente ingeridos. Adems hay casos que noscontaban que slo tomaban una vez al da las almor-tas,pero se trataba, aunque en una vez, de cantidadesmuy crecidas, y en cambio otros, sin latirismo, quelas tomaban dos veces al da, por lo general tomabanmenos y adems entraban otros alimentos en la die-ta.. Por eso para estudiar la relacin entre la ingestinde las almortas y. la aparicin del latirism o en todoel material que hemos manejado hemos establecidolos grados que constan en.el cuadro IV.Cuadro IV . CUANTA DE LA TOMA DE ALMORTA EN LOS

    CASOS DE LATIRISMOGrados de ingestin

    G r ad o 0 ( no t om a ro n n a da ) . . . . . .Grado I (una sola vez a l da y tomando unad ie ta re la t ivam ente buena )Grado II (dos veces por lo menos; o t res ,. pero tomando en es te caso ms a l imentos) .Grado III (a l imentacin cas i exclus iva de a l-mortas)

    N.de casos0

    32119

    . 198

    Fig. 2. Distribucin de latirismo en Espaa hasta finales de 1942. A, pro-. vincias con latirismo animal.mo y otras en que sin producirlas hubo, porquelas importaba n (Bilbao, zonas fabriles de Barcelona).Esta diferencia nos ha llevado a hacer un estudio dela dieta media del trabajador del campo en estasprovincias, y hemos podido averiguar: i., quea1pe-sa* de la gran produccin, su empleo en la aumen-tacin humana es relativamente restringido, no ad-virtindose en ningn caso ese suministro masivoqu registramos eni las zonas latricas; y 2 , que endicha dieta media entran otros alimentos de origenanimal. E n. Salamanca, v. gr. (datos proporciona-dos por el Dr. J. POBLACIN), es constante la tomade carne, principalmente de cerdo, y con frecuenciaquesos y aun algn huevo; en Len, la dieta es asi-mismo, relativamente mixta y en ella entra la lechehabitualmente. Las diferencias quedan pues aclara-das porque aun siendo provincias productoras noson consumidoras, sino en pequeo grado/ y porqueen el mismo tipo de poblacin hay en la dieta otroselementos, y no tiene por consiguiente la monotonaque tuv o en las zonas de latirismo. Estos hechos con-firman la relacin del latirismo con la MASIVIDAD yla MONOTONA en el consutao de almortas.Convencidos como tenemos que estar en vista detodo Id anterior de que se trata de una accin nocivade la almorta que se facilita por la ausencia de ali-

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    8/14

    TOMO VIIINMERO 3 ESTUDIOS SOBREEL LATIRISMO 161mentos animales, queda el punto esenciala discutir,esto es, si toda almorta en iguales condiciones decomposicinde la dieta esIatirgenao si solamentedeterminados tipos de almortas tienen esa accindaosa.Esdecir,si la almortaper seproduceel la-tirismo, o si es una transformacin o mezcla de lamisma; la hiptesis sostenida porANDERSON-HO-WARDy SlMONSEN" de que la almortano esnoci-va, sino ciertas semillas (arvejas y alverjillas, allga-rrobas, neguilln) que pueden ir mezcladas a ella,

    Fig. 3. Produccin de almortas expresada en Qrn. Anos 1936 y 1942 (los nmeros re-cuadrados corresponden a 1942).yson lasproductoras del sndrome, y el puntodevista anteriormente avanzado por nosotros de unefecto de la parasitacin o una verdadera epidemiasobrelaalmorta-,quese convierteenportadorade unvirus neurotropo, entraran eneste ltimo supuesto.Veamos hasta qu punto es necesario admitir unou otro puntodevistayqu eslo que loshechosob-servados en esta gram masa de latrteos indica.a) Elefecto txicodela almortaesdebidoaunatransformacin que experimente?El argumen toque haca pensar en este sentido es que el latirismose diera electivamente en pequeas regioneso a ve-cesen pueblos aisladosy que no apareciera en pue-blos limtrofesen queparecaque sehaban comidoasimismo las almortas, y segnnosdecan en igual' proporcin:; esto haca pensar quesolamente las al-mortas de aquel determinado puteblo,o quiz en elmismo pueblo, de determinada procedencia, fueranlatirgenas; aceptadoesocaba pensaro en una mez-cla,o enpropiedades especialesde latierra,quehicie-ran variar su composicin o en una parasitacin oinfeccin de la semilla, accidental.El puntodevistade unamezcla,que seapoyaraen las observaciones experimentales de los citadosANDERSON HOWARDy SlMONSEN se desecha r-pidamente. En primer trmino que la almorta no

    fuera txica en elpato y en elmono,y s lo fuerala mezcladacon lavicia sativa,noquiere decir nada.Nosotros tambin hemos visto que enelmonola al-morta no produce nada*y eso que se tratde al-mortas procedentesde lazona latineadeConsuegra;si all haban producido latirismopor ir mezcladas,por qu no haban de producirlo sobre el mono?Lo mismo diramosconrespectoal resultado igual-mente negativo alcanzadocon las mismas almortasen la rata.Lo que ocurrees que en general las le-gumbres tienen unefectot-xico sobreel organismoani-mal, pero por peculiaridadesespecficas cada' legumbre esnociva electivamente en cadadiferente especie animal.Ascomo la almorta esespecial-mente txica en el cerde(DON, CHEVALLIER, LUNIERy BLAISSE), en el caballo(BOULEY, LEATHER) y en elhombre, la vicia lo seraenel monoy en el pato, comoel garbanzo lo es en la rata(JIMNEZ DAZ, VlVANCOy CASTROd). Las experien-cias mencionadas no sirvenpor consiguiente para probarque el latirismo humano sedeba tambin a una mezclacon yerosoarvejas.Porotraparte, hemos investigado esteaspecto tambinen loscasosobservados, y hemos vistovarios casos en los cualesellatirismo se present aunquelas almortas eran limpias yescogidas previamente(porejemplo,en los casosde Vi-llamayordeCalatrava,deAu tilladel Pino, Horcajode Santiago, etc.) (vase cuadro V ) .Nocreemos,porconsiguiente, que el efecto se pueda atribuir a nin-guna mezcla.

    Cuadro V. RELA CIN NUMRICADE LAS ALMORTASDE-PURADAS EN LA INGESTIN DE LOS ENFERMOS LATRICOSN m e r o de los que tomaron almortas l impias= 1 7 2N m e r o de los que,t o m a r on a l m o rt a s. s u c i a s = 69N o constan datos en = 308La limitacin y la aparicin por brotes que an-'teriormente nos haban hecho pensaren un posiblemecanismo de virus quedan ahora, despus deestems amplio estudio, sin necesidadde tal hiptesis.El caso.de los enfermos de Villarta que traan al-mortas deConsuegra era lo mssorprendente; sinembargo, posteriormente, hemos averiguadoque es-tos enfermos de Consuegra coman "alestilode supueblo",esdecir, almo rtas casi exclusivamentey enlas tres comidas,y encambioenVillarta laalimen-tacin no era ni tan masivani tan unilateral. Unejemplo muy elocuentees lo ocurrido con- los dosenfermos de Corpa (Madrid) quefueron losnicos,

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    9/14

    162 REVISTA CLNICA ESPAOLA 15 febrero 1943entre los ochenta que trabajaban en la carretera, quetuvieron latirismo, pero es que eran los nicos que,por no ser de la localidad y no poder ir a comer acasa-, consuman exclusivamente almdrtas en las trescomidas. Los enfermos habidos en Madridejos con-suman almortas procedentes de Consuegra (tradasinmediatamente de recolectadas), pero tambin'delmismo Madridejos y de Valle de Algodor, por con-siguiente, de pueblos con y sin latirismo. Los casosde Oropesa averiguamos qu tomaron sus almortasde Valdeverdeja (Toledo), pueblo en el que no sehaba dado ningn caso. En Socullamos enferma-ron al mismo tiempo un padre y un hijo; la almor-ta tomada por el primero proceda de las Pedroe-ras y de Alberca, y las del segundo del mismo So-cullamos; lo nico comn era pues el hbito

    En una familia- la que seala el cuadro III de Horcajo de Santiago, y en todas las dems fa-milias con latiricos de dicho pueblo, no se produceel brote, hasta que en forma acusada aumenta enel ao 1941-1942 la ingestin d almortas. Endicho cuadro puede leerse como, siguiendo la genea-loga de la semilla que produjo la enfermedad; du-rante diez aos, que fue siempre la misma, cuyasiembra s reiteraba ao tras ao, slo en el ltimoen que se tom masivamente, se produjo la enfer-medad.En familias de la misma clase social, sin lati-rismo, estudiadas a la par, en dicho pueblo, cuyascondiciones dietticas constan en el cuadro VI, pue-de leerse que el consumo de almortas es inferior al50 por 100 de los anteriores.

    Cuadro VI . ALIMENTACIN DURANTE E L AO 1 941 - 42 , Y PRESENTACIN DE LATIRISMO, EN HORCAJO DE SANTIA-GO ( C U E N C A ) . N M E R O D E V E C I N O S , 8 0 0Grupo

    I

    II

    III*IV

    Clase social

    Acomodada.

    Media rural (pequeospropietarios, renteros0 mozos de muas consalario fijo ).Jornalera seleccionada yartesanos.Jornaleros parados en lamayor parte del ao.

    Alimentacin

    Abundante en aceite, grasas ani-males , legumbres , verduras ,hortalizas, frutas, carnes, pesca-do , leche, huevos y pan.Completa con ritmo estacional,pobre en protenas animales du-rante el invierno.Suficiente calricamente, pero in-suficientemente en protenas ani-males (50 a 75'grs. de sardinasdiarias y queso a temporadas).Monolateral a base de pan escaso,cebada, fruta con verduras yhortalizas (zanahorias y calaba-zas) abundante, escasa grasa, al-guna sardina, suero de leche enprimavera y verano, pocas l e -gumbres y patatas.

    Ingestin dealmortasPocas veces al ao, siempremuy sazonadas con grasa yotros aditamentos.Algunas veces, pero con gra-sas animales 0 vegetales.Ms frecuentemente, p er onunca en excesiva cantidady con grasa 0 aceite.Muy predominantemente yde modo masivo en otroscasos, variando la cantidaddiaria ingerida de unas fa-milias a otras. (Vase notaadjunta.)

    Presenta-cin delatirismoN o

    N o

    No

    Si

    N merod evecinos400

    20 0

    8 0

    120

    NOTA. Diferente cantidad de alm orta ingerida en familias de sanos y latiricos pertenecientes a la misma clase social (IV), enHorcajo de Santiago durante el ao 1941-42.Familias observadas Cantidadmedia

    Alimentacin diaria en gramos de almortapor persona en familias con latirismo .Alimentacin diaria en gramos de almortapor persona en familias sin latirismo.100"125

    300160

    375180

    500200

    500250

    700250

    75025 0

    100027 0

    529210

    (*). Esta familia que consuma slo cien gramos diarios aos y cuatro hijos de 14, 10, 7 y 5 aos, enfermando losde almorta por persona estaba compuesta de la madre de 36 tres nios mayores. . .alimenticio de dieta masiva y mo ntona de almortas.T od as stas' y ms observaciones (vase cuadro III )aclaran las primeras observaciones que hicimos porlas cuales nos inclinbamos a pensar en una trans-formacin de las almortas que las tornaran en lati-rgehas, en el sentido de una apariencia simple quecon experiencia mayor se demuestra que no tienerealidad. Hechos que avalanesta manera de pensarson los siguientes: -

    Por ltimo, una encuesta hecha en un pueblolimtrofe, Fuente de Pedro Nahaxro (vase cua-dro VII), entre familias de clase social'equiparablea las de Horcajo, donde no hay latirismo, pruebaque el consumo de almortas es la tercera parte delas almortas ingeridas por las familias con latirismode Horcajo. Aparte esto, en la dieta de Fuente dePedro Naharro, se tomaba grasa animal, aunque noen cantidad crecida, y mucha mayor cantidad de

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    10/14

    TO M O V I HNMERO S ESTUDIOS SOBRE EL LATIRISMO 163Cuadro VIL A L IM E NT A CI N D U R AN T E E L A O 1 9 4 1 - 4 2 D E U N P U E B L O ( F U E N T E D E P E D R O N A H A R R O ) , CO N S U M I-DOR DE AL M OR T AS , S ITUADO A 1 0 KIL M E T R OS DE HO R C A J O DE S ANT IAGO ( C U E N C A ) , Y S IN P R E S E NT AC IN DE E NF E R -

    MOS DE LATIRISMO

    G r u p o

    IIIIII

    IV

    Clase social

    Acomodada.Mozos de muas.Pastores.Jornaleros parados granparte del ao.

    Alimentacin

    Variada y buena.Racionada por las casas.Similar al grupo IV, pero conqueso y leche abundante.Vase apndice.

    Ingest in de almonas

    Pocas veces.Algunas veces.Bastante, pero sin exceso.Vase apndice.

    Presen t a-cin delatirismoN oN oN oN o

    Nmerodevecinos18 012070200

    APNDICEFamilia

    1.a . . .2 . a . . .3 . a . . .4 . a . . .5 . a . . .6 .a . . .7 . a . . .8 .a . . .9 . a . . .Gant. med.

    Miemb.de queconsta47965677

    .. 7'

    Alimentacin de nueve fam ilias d elAlmortaspor pers.y daGramos31

    9511 0125'16 618 721 528 5150151

    Aceite

    Bast, y seboReg. y seboPoco y seboPoco y seboPoco y seboPoco y seboPoco y seboPocoPoco, sebo ycerdo.Poco y sebo

    Pan porpersonay diaGramos500

    50050050 050 050 050 050 0500500

    Ceba-daSSSSSSSSSS

    grupo IV, sinLegumbresy patatas

    GarbanzosGarbanzosGarb.y lent.Pat. y garb.GarbanzosGarb. y lent.Garb. y lent.NadaGarb. y pat.Regular

    que haya habido enfermos de latirismoCarne

    PocaPocaPocaPocaRegularPoca .PocaRegularPocaPoca

    Pescado

    PocoSiSRegularSRegularSPocoSRegular

    Leche0 queso 'PocaSuero deleche.Queso enverano.N oN oSuero deleche.N oSuero deleche.No .Algo.

    Huevos

    AlgunoN o N oN oN oN oN oN oN oN o '

    Frut . ,verd .yhort.SiSSSSiSSiSSS

    pan y de legumbres que en el dicho pueblo deHorca jo .Adems hay un hecho cuya importancia reputa-mos, que es extraordinaria, que servir a para demos-tra r que n o ha y, necesidad de suponer diferencia deninguna iclase entre las almortas de las zonas lat-ricas y de las restantes, y es lo que hemos podidoaveriguar sobre presentacin de latirismo animal enzonas donde no se haba dado la t i r i smo humano.Por e jemplo , en Andos i l la (Navarra) , donde no seha dado ni un solo caso (no solamente en ste, sinoen n ingn.o t ro pueblo de la provincia , n i de laregin) se ha presentado tpico latir ism o en los ca-ballos . A continuacin reproducimos resumido elinform e que los seores d on ALFREDO LACAS ARlUS y don JESS GARCA FALCES, mdico y ve-terinario del pueblo nos han enviado: ocho ca-balleras (caballar y mular) , que tomaron almor-tas, como nico alimento, durante dos o tres me-ses antes de darse el primer caso, enfermaron conun cuadro de intensa disnea de esfuerzo, lo que lesimpeda trabajar; cuando sta acreca, el animal caaa l suelo , pasando ton e l reposo y 'pudiendo reanu-dar la marcha. Esto se acompaaba de "estr idor la-r ngeo" y de agitacin motora cortical, producin-dose, a veces, la muerte sbita con un cuadro de as-fixia. En algunos animales, en los que el proceso si-gui" una m archa m s crnica, existan alteraciones

    del tren posterior , con trastorno de la marcha (ba-lanceo o cuneo). Murieron cinco animales de losocho y hubieron de sacrificar a dos ms por incapa-cidad absoluta para el trabajo y uno que qued, norecuper totalmente su capacidad para el trabajo.Casustica pareicida, nos remiten don JOS ALFE-RES LlROLA, de Almera; don MANUEL P A B A N A L ,de Palencia; don SILVANO DE LA HERA de Guz-bn (Burgos) ; seor GARCA ROJO, de Cabezame-sada (Cuenca) ; don FLIX FERNNDEZ TURGA-N, de Madrid; doctor VEGA VlLLALONGA, deLen; don LUIS DURBN, de Toledo; don FEDERI-CO ALCOLEA, de Fuente de P edr o N ah ar ro, y d onNIC OLS R EDONDO, de Pueb la de Almenara(Cuenca) . En suma, y sta es la conclusin especialmenteimpor tan te , las a lmorfas de zonas donde no hayla t i r i smo humano pueden tener una accin la t i r-gena cuando son ingeridas por los equinos, lo cualprueba que s i no se da all el latir ism o n o es po r-que las almortas necesiten ser especiales, sino simple-mente porque no son tom adas ha bi tual mente , por -que lo son en pequea tantidad o porque la dietacontiene mayor variedad de alimentos. PODEMOSCONCLUIR QUE EL EFECTO DE LA ALMORTA NO SEDEBE A UNA PROPIEDAD ADQUIRIDA EN LA LEGUM-BRE POR MEZCLA, PARASITACIN, INFECCIN OTRANSFORMACIN ALGUNA, SINO QUE ES GENRICA-

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    11/14

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    12/14

    TOMOVNMERO ESTUDIOS SOBREEL LATIRISMO 165son sanas y otras lat ricas). Esto no obstante, esevidenteque hay unaseriedecircunstanciasque pa-recen facilitar la enfermedad, comoson circunstan-ciasdeedad y sexo principalmente. A continuacin(vase cuadro IX) reproducimos la distribucin deCuadro X. DISTRIBUCIN DE LOS CASOS DE LATIRISMO

    SEGN EL SEXO Y EDADDeOaVar.

    63(14

    15 aosHemb.

    9/o)

    De 15aVar.153(11

    30 aosHemb.

    18/o).

    De 30a45aosVar.116 (10

    Hemb.12

    /o)

    Ms de45 aosVar.45(11

    Hemb.5/o)

    Total varones = 377.Total hem bras .= 44.Procento= 11%los casospor edades; el resultado indica la mayorfrecuencia entre los 15 y 30 aos, peroes de notarqueenrealidad sepuede pro duciren cualquier edad;como es raro que en los nios pequeos se hagauna alimentacin tan unilateral de almortas, se ex-plica,por lomenosen parte, esta diferencia por loscambiosde alimentacin; peroesposible que el su-jeto joven, como tambin ocurrecon l efecto txicode otras legumbres en losanimales de experimenta-cin,sea mssensible.En cuantoa los sexos todoslos observadores sealan una vidente diferenciaentreelsexo masculinoy femenino; en lae stadsticatotalde loscasosque recogemos resulta esta propor-cindel 11 por 100 (vase cuadroIX). La influen-ciadelsexose marca algo menosen las edadespre-viasa lapubertad. T od o el podraserinterpretadoenel sentidode que la increcin ovrica tuvieraal-gn efecto defensivo contra ,1a alimentacin de al-mortas; un influjo favoreciente del esfuerzo' muscu-laren el varn que.no tendra nada que ver con laaccin especfica de lasgonadas sera otra posibleex-plicacin, pues aunque tambin las mujeres estnso-metidas en esa capa social al esfuerzo fsico es evi-dente que stees muy inferior al realizado por losvarones. Perohay un hechoen la experimentacinanimal que se repite: losanimales jvenes son mu-cho ms dispuestos a la enfermedad; en lasexpe-riencias de-FUMAROLA y ZANELLIr,,aunquenos-otros no creamos que los resultados sean superpo-nibles al latirismo humano, declrase que solamentelos conejos jvenes enferman; el cicerismo en lasratas solamente se produce asimismo en las ratasjvenes. Es posible que alguna de las hormonasgenitales,yms especialmentede lasfemeninas,ten-ganun efecto protector? Es steunaspectodel pro-blemaqueactualmente investigamoscon elcicerismode las ratas como prueba. Si bien en suma QUEDATOTALMENTE DEMOSTRADO QUE EL LATIRISMO ESLA CONSECUENCIA DE UNA ACCIN TXICA DE DE-TERMINADA FRACCIN DE LA ALMORTA" (PROBA-BLEMENTE EN LA FRACCIN GRASA) se a d v i e r t e nalgunas influencias colaterales, icomolas de la edady el sexo, que tambin se observan en otras enfer-medades (infecciosas o txicas) de etiologa exge-na . Y sobre todo, se demuestra que si bien cuandoei sujeto recibe suficiente cantidad de almortasen-

    ferma de latirismo, aunque tome una alimentacinen la que entren otros productos, con ingestiones,aunque siempre altas, menores, se produce tambincuando la dieta es montona y faltan en ella otrosalimentos; los que hemos visto faltar son sobretodo los alimentos animales (vase cuadro I) .En algn caso, como, por ejemplo, en uno deValdilecha, el latirismo se produjo aunque el en-fermo tomaba al tiempoque almortas, otras legum-bres, verduras, aceite,pan y bastantes huevos, peroesque tomaba las almortas en abundante cantidad-.enlastres comidas; tambinen lasratasque recibie-ron elaceitede garbanzos enferm el 100 por 100,en tanto que en las alimentadas simplemente congarbanzos cocidos solamente enfermaron el 70 porciento, locualesdebidoa lamasividad desuminis-tro del txico, mucho menoren el segundo grupo.Enlascitadas experienciasdeBSONen loscaballosse observa lo mismo.Es decir, cuandoel suministro, siendo considera-ble, est an dentro de ciertos lmites, es evidenteque una alimentacin complementada con produc-tos animales ejerce una accin protectora; estoex-plica la electiva presentacin en ciertas regiones, oen ciertos pueblos, dentrode la misma regin, y enciertas familias, dentrodelmismo pueblo, aunque1consumo de almortas fuera el mismo aproximada-mente. Qu es lo que hay en esos alimentosqueejerce una accin protectora? Para nosotros es evi-dente, segnlo quehemos ob tenido experimentandocon el cicerismo de las ratas, que existe un factoraun no conocidopor otros autores,el cual,aun enmnimas cantidades en la dieta, ejerce una accinprotectora frente al txicode la almorta; stees unfactor que no tiene laspropiedades de ninguna delas vitaminas conocidas, que es hidrosolubley ter-molbil. Nosotros~fe hemos hallado en el extractode hgado, y actualmente nos ocupamosde su ais-lamientoe investigacin en otros alimentos.L o que no puede porel momento dilucidarsees,si este factor es indispensable, aun fuera de la ali-mentacin con legumbres, para el buen manteni-miento del sistema nervioso, y si el efecto txicodelaslegumbres,delcuales ellatirismo hum anouncaso particular, sedebe simplemente a que destruyeese elementodelorganismo,obiens es que ladietaocupada esencialmentepor almorta evitaelsuminis-tr o deotros alimentosque lecontienen y en su au-sencia se facilita la accin desplegada por el txicoque llevan. -III. CONCLUSIN A QUE LLEGAMOS SOBRE LAETIOPATOGENIA DEL LATIRISMO

    T o d a la argumentacin, y laspruebas obtenidaspo r la observacin de los 549 casos clnicos de la-tirismo, y por toda la labor experimental que enestos dos aos hemos realizado, que han ido enu-merndose en la anterior discusin sistemtica delproblema apasionante de la etiopatogenia del lati-rismo, nos permite enjuiciar, el mismo, del modoquese h idoviendoy ahora resumimos.Laship-tesis puramente carenciales de vitaminas, aminoci-dos, etc., han podido ser rechazadas de plano;asi-

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    13/14

    166 REVISTA CLNICA ESPAOLA 15 febrero 1943mismo lahiptesisdevirusque nosotros habamospreconizadoapartir de loshechosquesurgieronennuestro estudiode loscasosde Consuegra; taleshe-chos, al ampliarse nuestra experiencia, quedanex-plicados sinrecurrir aesepunto devista, perohe-chos nuevos alcanzados despus permiten eliminaresa posibilidad. Loshechos que resultan evidentes,y segn creemos definitivamente firmes, son los si-guientes:1. El latirismo solamente se hadado ensujetosque consumen lrriortas.2. No seproduce en los queingieren almo rtassino a condicin de que lo hagan en una ciertacuanta. ....3. Para una toma, dentro de ciertos lmites,ellatirismo solamente seproduce cuando laalimenta-cin es falta, simultneamente, deotros productos,es decir, cuando eslo bastante montona.4. Cuando la ingestin esmasiva seproduceellatirismo, aunque laalimentacin seamsvariada,posibilidad quenaturalmente sedararas veces.5. La accin latirgena de las almortas no esaccidental, pormezcla, ni parasitacin, infeccinotransformacin, sino que "le es esencial", depen-diendo queproduzcan o nolatirismodelacuantadesu ingestin, y de la composicin restantede ladieta, conforme a lo dichoen los anteriores apar-tados. .6. Existen factores dedisposicin (edad ysexo)evidentes, y otros desconocidos, en. cuya virtudsolamente seproduce el latirismo en el 36 por 100delos sujetos sometidosa la misma dieta.7. Solamente conocemosellatirismode los equi-nos, como produccin , fuera delhombre,de la en-fermedad por lasalm ortas; pero existen otroscua-dros similares producidos en otros animales por laingestin de otras semillas.Estos datos firmes,son losque nospermiten,enconclusin, tener el latirismo, actualmente, comoun caso particular deunaclasedeprocesos debidosa laintoxicacin por laslegumbres utilizadasen laalimentacin animal y humana. Laslegumbres ge-nricamente, aparte de su valor alimenticio, tienentxicos de diferentes propiedades y acciones; estetxico no es su albmina misma, que parece tenerun buen valor biolgico, aunque se utilice peorenel hombre y animales omni- ocarnvoros, que lasalbminas animales. La accin txicaseextrae conla grasay porconsiguiente, o sedebea unlpido,o a un producto liposoluble. Porrazones, que noconocemos, cada especie animal es ms sensibleaunou otro "legurinismo"; el producido por las al-mortas seobtiene en el hombre y en losequinos(latirismo humano y equino) . El txico cuandoessuministrado, en suficiente cantidad, origina el la-tirismo, cicerismo,etc.,perosu accin txica se favorece cuando falta en la dieta un cierto principiohdrosolubley termolbil protector;deaqu quelo:leguminismos engeneral, y enparticular ellatiris-mo, sean ms fcilmente producibles conlasdietasmontonas en las que no entren alimentos porta-dores de dicho principio. Una ingestin muy ma-sivade almortas determinar siempreellatirismoyuna ingestin nimia no lo determinar, aunqueenel primer caso haya otros alimentos en ladieta,oen

    el segundo se tratede una alimentacin parcial; peroenlamedidaenquelamayor partedelos enfermoshan ingerido las almortas, otros sujetos, en cuyadieta entraron otros alimentosno padecieron nuncalatirismo. Es explicado esto aceptando queen di-chas dietas faltaba el principio protector; las expe-rienc ias animales loprueban demodoque conside-ramos muyseguro. As seexplica el hallazgoentodos estos enfermos demasividad ymonotonadelas dietas,ylasdiferencias deunosaotros pueblosydeunasa otras familias.Encuadrado en esaforma elproblema nosfaltaactualmente conocer lossiguientes extremos: nat u-raleza del txico de las legumbres; naturalezadelprincipio protector y supresenciaen losdiferentesalimentos, y mecanismo de laantagonizacin, a locual actualmente nos dedicamos por va experi-mental.. Atodos losque hemos mencionado en elcurso de lasante-riores comunicaciones y ensta,y cuya contribucin ennuestrotrabajo ha sido esencial, ascomo a la Direccin GeneraldeSanidad y a laJefatura de los ServiciosdeAlimentacin,que-remos renovar laexpresin denuestra msprofunda y verda-dera gratitud.

    RESUMEN ;En una amplia discusin, conacumulo dedatosy argumentos quenose prestanaunbreve resumen,se llega a Jaconclusin deque,el latirismo es uncaso particular del efecto txicode laslegumbresen

    los animales, siendo los equinosyel hom bre los que,po rsu mayor sensibilidad para la accin txicadela almona (lathy rus), pueden pre senta rel latirismo.El efecto txico est ligado a la fraccin lipdicayes antagon izadopor un principio existente encier-tos alimentos, termoestablee hidrosoluble, indepen-diente de lasvitaminas hasta ahora conocidas.Ladieta productoradelatirismoenelhombre, estca-racterizada porel aporte masivodealmortasy porla carenciaen ladietadeotros alimentos, sobre todode fuente animal quepodran aportar dicho factor;estos hechos pueden servir para laprofilaxis del la-tirismo, y constituyen elpunto de partida paraelestudiodefactoresdeladietaqueactan corrigien-do el efecto txico de determinados alimentos,ysonpor tanto indispensables para mantener el equili-brioen una alimentacin natural.

    BIBLIOGRAFA1 C. J I M N E Z D A Z . Rev. Clin. Esp., 3, 303, 1941.2 MELLAMBY.Nu t r i t i o n an dDisease, 1934,ed.Ol iver a Body, 138.3 C. J IM N E Z D A Z , E. RODA, E. O R T I Z DE L A N D A Z V R I , C. MA R IN Ay L. LORBNTE.Rev. C l in . Esp., 5, 168, 1942.4 C. J IM N E Z D A Z y F. VIVANCO. 5, 234, 1942.I) C. J IM N E Z D A Z y F. VIVANCO. 5, 310, 1942.6 C. J IM N E Z D A Z , F. VIVANCO y H. CASTRO DB MENDOZA. Rev.Cl in . Esp., 8, 89. 1943.7 J. M DEM I G U E L y E. L. G A L U C H O . Rec. Clin. Esp., 7, 254,1942.8 VERGARA' y T O R R E S C A A MA R E S . Rev. Clin. Esp., 8, 47, 1943.9 SUNDARARAJAN. C it . por F i x s en y Roscoe.Nu t . Ab a t r . , 9,1940.10 GRANDE. R ev . C l in . Esp.,4. 1, 1942.11 MINCHIN. B r it med. J ., 1, 253, 1940.12 A N D E R S O N H O WA R D y S IMO N S E N . Ind; Jo ur n. of Med. Res. , 13,613, 1925. -13 STOCKMA>-N. J . of Hyg. , 3 1, 550, 1931 y 34, 145, 1934.14 DILLINO. J. of P h a r m . , 14. 359, 1920.15 FUMAROLA y ZANELLI.Arch . f. P s y ch . u. Neu r . , 54, 489, 1914.

  • 7/22/2019 Rev Clin Esp 8-3 Estudios Sobre El Latirismo VI. Sintesis de Datos Clinicos Latirismo 1943

    14/14

    TOMO VIIINMERO 3 N EUROFIBROM A TOSIS 167ZUSAMMENFASSUNG

    In einer ausfhrlichen Besprechung mit einergrossen Anzahl von Daten und Grnden, die nichtfr eine kurze Zusammenfassung geeignet sind,kommt man zu der Schlussfolgerung, dass der La-thyrismus ein besonderer Fall von toxischer Wir-kung durch Hlsenfrchte bei Tieren ist. Huftiereund Menschen werden ihrer grsseren Sensibilittder toxischen Wirkung der Platterbse (lathyrus)gegenber leichter am Lathyrismus erkranken. Dietoxische Wirkung ist an die Lipoidfraktion gebun-den; in gewissen Nahrungsmitteln ist ein bestimm-ter, zu der Lipoidfraktion antagonistisch wirken-der Faktor vorhanden, welcher wrmeresistent undwasserlslich ist und der unabhngig zu den bisjetzt bekannten Vitaminen besteht. Die Nahrung,welche beim Menschen zum Lathyrismus fhrt,zeichnet sich durch eine massive Zufuhr von Plat-terbsen und Mangel von anderen, insbesonderen vontierischen Nahrungsstoffen, die die genannte Schutz-substanz zufhren knnten, aus. Diese Daten kn-nen zur Prophylaxe des Lathyrismus dienlich sein;gleichzeitig bilden sie den Ausgangspunkt zum Stu-dium der Ditfaktoren, welche die toxische Wirkungbestimmter Nahrungsmittel korrigieren knnen,und welche deshalb zur Aufrechterhaltung desGleichgewichtes bei einer natrlichen Ernhrung un-bedingt notwendig sind.

    R S U M D'une large discussion avec accumulation de don-

    nes et d'arguments qui ne se prtent pas a tre r-sums brvement, on tire la conclusin suivante:le lathyrisme est un cas particulier de l'effet toxi-que des lgumes secs chez les animaux, tandis queles quins et l'homme sont ceux qui, tant donneleur plus grande sensibilit envers l'action toxiquede la gesse (lathyrus), peuvent prsenter le lathyris-me. L'effet toxique est li la fractin lipidique etest antagonis par un principe qui existe dans cer-tains aliments thermostable et hydrosoluble, prin-cipe indpendant des vitamines connues jusqu' pr-sent. La dite productrice du lathyrisme chez l'hom-me est caractrise par Tapport massif de gesses etpar la carence dans la dite d'autres aliments, sur-tout de source anmale, qui pourraient apporter cefacteur; ees faits peuvent servir pour la prophylaxiedu lathyrisme et constituent le point de dpart pourl'tude des facteurs de la dite qui agissent en co-rrigeant l'effet toxique de certains aliments et quisont done indispensables pour maintenir l'quilibredans une nourriture naturelle.

    LA NEUROFIBROMATOSIS DEL SIMPTI-CO (ELEFANTASIS EN LA ENFERMEDADDE RECKLINGHAUSEN)C. JIMNEZ DAZ y F. DE CASTRO

    Instituto d Investigaciones Mdicase Instituto Cajal)I. ESTUDIO CLNICO

    El cuadro completo de la enfermedad de Reckling-hausen o neurofibromatosis mltiple no es ni mu-cho menos raro siendo ya numerosos los casos ob-servados por nosotros y asimismo se ven de vez encuando determinadas formas clnicas, ms localiza-das de la misma afeccin; el neurinoma de las racescon cuadro de compresin medular (el tumor en re-loj de arena), y el neurofibroma del mediastino, delcual hemos tenido ltimamente oportunidad de ob-servar dos casos tpicos. El caso que hoy comunica-mos present algunas peculiaridades poco frecuen-tes;esto y el hecho de haberse podido hacer un es-tudio histolgico de la enfermedad localizada en elsimptico son los motivos por los cuales hemos juz-gado interesante su publicacin.F.F. N. de 35 aos, casado, de Asturias, minero, vino anosotros diagnosticado ya de neurofibromatosis, por recomen-dacin de nuestro antiguo colaborador el doctor Vrela deSeijas, de Gijn. Aunque desde muy pequeo haba mostradonumerosos pequeos tumorcitos por la piel que nunca le ha-ban molestado, su enfermedad o mejor dicho sus molestiasarrancaban solamente desde tres aos'antes. En ig3 9 empez,en efecto, a notar que estando en cama se le presentaba un hor-migueo en la planta del pie izquierdo el cual iba aumentandode intensidad al punto de que muchas noches le obligaba asalir de la cama, levantarse, andar algo con lo cual se le atenua-ba el sntoma hasta desaparecer: por el da poda seguir traba-jando como antes, pues no tena molestia alguna. Por presen-trsele en el pie una zona de enrojecimiento, se pens que pu-diera tener algn proceso supurativo y le incindieron sin ob-tenerse otra cosa que un poco de sangre. El dolor fue progre-sivamente intensificndose privndole de dormir por tenerse quelevantar frecuentemente y ya poco a poco se prolongaba lamolestia durante el da llegando un momento en que ya nopudo ir a trabajar. Se pasaba todo-el tiempo sentado, y por lanoche lleg a ni poderse echar en la cama, aun as en algunosmomentos la parestesia era tan fuerte que aun sentado no po-da estar, la desazn se torn en verdadero dolor de carctercauslgico cori exacerbaciones muy agudas, y desde hace un aocomenz a hinchrsele el pie y el tercio inferior de la mismapierna izquierda. Despus el dolor, que comenzando en la plan-ta del pie se irradiaba por la parte posterior hacia arriba lle-gando a la regin trocantrea, se hizo intenssimo y terebrante,

    intolerable, siempre acompaado de parestesias (pinchazos, hor-migueos, quemadura, etc.) ; su postura favorita es estar de piecon la planta fuertemente apoyada en el suelo o con la plantaaplicada sobre la otra pierna;'la hinchazn experimenta oscila-ciones dei unos das a otros y tiene la impresin de que los do-lores arrecian cuando la hinchazn desciende, y viceversa. Losbultos que tiene por el cuerpo desde pequeito no han crecidoni. experimentado ninguna alteracin. Los antecedentes fami-liares no tienen inters, sus padres viven sanos, y ninguno desus hermanos tuvo nada> parecido, en cambio de tres hijas quetiene dos estn bien, pero hay una de 12 aos que tiene bultosmltiples iguales que los del enfermo. l no ha tenido ningu-na otra enfermedad.A la exploracin clnica aparece como un sujeto de consti-tucin robusta,-normal con buen color de mucosas; nada decabeza ni de pares craneales; aparatos respiratorio y circulato-rio nada anormal; palpacin abdominal negativa. Por todo elcuerpo se aprecia un nmero infinito de tumorcitos blandosque de un tamao que oscila entre un guisante y un perdign,son bien movibles, indoloros y asientan unos en la misma piel